RESEÑA HISTÓRICA DE LOS DERECHOS HUMANOS Peter A. Solano R. Resumen El estudio que se presenta a continuación se plantea dentro del marco de los derechos humanos como manifestación positiva de la dignidad de las personas, cuyo reconocimiento jurídico ha sido producto de un extenso proceso histórico. La problemática reside en el poco interés que tradicionalmente se observa por el conocimiento de la historia en general y, en este caso en particular, la de los mencionados derechos, lo que denota la importancia de la investigación y justifica su propósito, teniendo como objetivo general contribuir a fomentar y motivar exploraciones en tal sentido, orientadas a profundizar sobre los múltiples aspectos que desde el punto de vista histórico es posible abordar en relación con los derechos humanos. El tema se acomete de sumo sintetizado, abarcando parte de las edades Antigua, Media y Moderna. La metodología se apoya en el tipo de investigación documental utilizando un diseño bibliográfico, con aproximación al nivel explicativo. La conclusión principal es que la historia de los derechos humanos se continúa escribiendo a la par de los acontecimientos del presente, su evolución no se detiene, el fin de la historia en el plano de la realidad podría significar el fin de la humanidad, y es responsabilidad de todos los seres humanos que eso no ocurra jamás. Palabras clave: Historia, ser humano, dignidad, derechos humanos, reconocimiento. Revista Informe de Investigaciones Educativas, Vol. XXVI, año 2012, Pág. 21-57. ISSN: 1316-0648. Depósito Legal Pp. 198504DF11. Peter A. Solano. ARTÍCULOS. 21 Revista DIP DDHH 2012-1 21 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 HISTORICAL REVIEW OF HUMAN RIGHTS Peter A. Solano R. Abstract The study presented below is posed within the framework of Human Rights as positive manifestation of the dignity of people, whose juridical recognition has been the product of a long historical process. The problem lies in the lack interest traditionally observed by the knowledge of history in general and in this particular case, that of human rights, reflecting the importance of research and justifies its purpose, having as general objective to contribute to promote and motivate explorations in this direction, aimed at deepening on the many aspects from the historical point of view can be addressed in relation to human rights. The theme is developed most synthesized, ranging from Ancient, Middle and Modern ages. The methodology is based on the type of documentary research using a bibliographic design, with approximation to the level explanatory. The main conclusion is that the history of human rights continues to write at par of events that in present is live, its evolution does not stop, the end of history in the could mean the end of humanity, is responsibility of all human beings that it does not happen ever. Keywords: History, human being, dignity, human rights, recognition. Revista Informe de Investigaciones Educativas, Vol. XXVI, año 2012, Pág. 21-57. ISSN: 1316-0648. Depósito Legal Pp. 198504DF11. Peter A. Solano. ARTÍCULOS. 22 Revista DIP DDHH 2012-1 22 06/11/13 13:54 Peter A. Solano R. INTRODUCCIÓN para otorgar reconocimiento a los derechos humanos es el fruto de una titánica brega, cuya semilla germinal habría sido sembrada en el crepúsculo de la humanidad; por tanto, de modo alguno debe atribuirse su concepción en forma exclusiva a la cultura occidental. Sin desconsiderar sus valiosos aportes, otras civilizaciones en mayor o menor grado obsequiaron igualmente una inestimable participación y sacrificios a merced de su progresión. “El hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia” Ortega y Gasset Si bien la denominación derechos humanos concierne a la historia contemporánea, su noción es producto de un largo proceso que se remonta a la existencia misma de la especie humana. Nikken (1994), al tratar el concepto de derechos humanos, expone que: “La noción de derechos humanos se corresponde con la afirmación de la dignidad de la persona frente al Estado”. (p. 1), de modo que, atendiendo al enfoque de que tales derechos tienen su fundamento en la dignidad del individuo, comprendida como una serie de atributos que son intrínsecos a este por el solo hecho de ser humano, la dignidad emerge incontinenti a su existencia, cuyo reconocimiento jurídico es lo que hoy se distingue como derechos humanos. Es indudable el interés que se ha suscitado en tiempos recientes por el estudio relativo a los derechos humanos. Necesario es entonces indagar sobre su historia, más allá de solo citar fechas: se requiere intentar eslabonarla como un proceso complejo, sin rigidez y con suficiente amplitud. De allí que el propósito general de fondo del estudio que se despliega a continuación es contribuir a fomentar y motivar exploraciones en tal sentido, orientadas a profundizar sobre los múltiples aspectos que desde el punto de vista histórico es posible abordar en relación con los derechos humanos. Desde la perspectiva filosófica, la actividad del ser humano podría interpretarse como un devenir en el tiempo y espacio. La realidad no es estática, todo fluye y cambia; la historia como disciplina científica, entre otras particularidades, se ocupa del análisis sistemático de diversos acontecimientos ocurridos en el pasado, los cuales en prospectiva han de servir al individuo para comprender e interpretar mejor el presente y proyectarse con mayor precisión hacia el futuro. Ahora bien, el pasado de la Humanidad se ha dividido tradicionalmente en dos grandes periodos: Prehistoria e Historia. A los efectos de la investigación presente, solo se tendrá en cuenta este último, subdividido en tres partes: Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna. Ello teniendo en cuenta que el indicativo más relevante que caracteriza la diferenciación entre la Prehistoria y la Historia es la escritura; en sintonía con el tema objeto de estudio, en Camps (1998) se refiere que: Mucho se habla actualmente en general sobre los derechos humanos, pero no se ha escrito en cuanto a su evolución histórica, que en no pocos casos se circunscribe a una partida de nacimiento común: la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. No obstante, la avenencia internacional A partir del momento que las distintas culturas acceden a la escritura y dejan testimonio de sus costumbres y creencias, podemos rastrear en sus textos los primeros esbozos de aquello que, a fuerza de evolucionar y perfeccionarse, al cabo de siglos acabaremos denominando derechos humanos. (p.3). 23 Revista DIP DDHH 2012-1 23 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 En efecto, gracias a la invención y desarrollo de la escritura por las diversas culturas, existen evidencias heterogéneas muy lejanas que permiten poder observar y valorar como el ser humano, a lo largo de su progreso evolutivo, con base a sus emociones y racionalidad, desde siempre y por distintos medios, se ha propuesto lograr alcanzar su máximo bienestar. 1. Edad Antigua La Edad Antigua (3000 a.C) se extiende desde la creación de la escritura como medio de representación de las palabras y expresión de las ideas, hasta la caída del Imperio Romano de Occidente a finales del siglo V d.C (año 476). Se concibe como el inicio de las primeras civilizaciones. El mejor aprovechamiento de la agricultura acentúa el sedentarismo provocando importantes transformaciones sociales. Durante este periodo histórico se van estableciendo centros urbanos en los continentes africano y asiático, destacando Egipto, Mesopotamia, India y China respectivamente, mientras que luego en Europa despuntarán Grecia y Roma. En cuanto a la América precolombina también se desarrollaron civilizaciones como la maya y la azteca, que disponían de propios sistemas de escritura, verbigracia los códices; pese a ello, son escasos los testimonios escritos vinculados al tema investigado. 1.1 África y Asia (Oriente Medio) Para la cultura egipcia de la antigüedad, la vida era un tránsito al reino de los muertos, previo juzgamiento de Osiris, deidad que evaluaba la conducta que en la tierra había tenido el difunto. La mitología jugó un papel fundamental en la cultura egipcia: los dioses regían el destino del hombre, el cual debía obedecer sus preceptos, observando una vida digna para el logro de la vida eterna después de la muerte. El respeto a la persona tenía su fuente en la “divinidad”, no en el hombre. Hacia el sur del continente africano, el aspecto mítico-religioso estaba igualmente acentuado, la sociedad era organizada con base en el derecho consuetudinario producto de las tradiciones o el folclore (Kuruk, 2000); era un derecho con vocación comunitaria, es decir, los derechos del colectivo privaban sobre los individuales y las personas se sometían al mandato del grupo. En Mesopotamia (Asia), se encuentran los albores del derecho escrito. Allí se estatuyeron normas punitivas por agresión al ser humano, y fue justificado en ciertos casos el uso de la fuerza para proteger a los más débiles. De esta época data el Código de Hammurabi (1792-1750? aC), donde se insertó la llamada Ley del Talión, que facultaba la agresión retributiva entre humanos como una forma de equidad; es decir, el castigo o penalidad era proporcional a la acción ejercida por el agresor, Este precepto se expresa en la Biblia (Antiguo Testamento) de la siguiente forma: “Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe” (Éxodo 21:23-25). El Código de Hammurabi fue la primera compilación legislativa de la antigüedad y, como ya se afirmó, se basaba en el principio de la equidad; de hecho, según afirma Lara (1986), Hammurabi se erigía a sí mismo como el Rey de la Equidad. En el citado código se incluían penalizaciones que hoy son consideradas brutales: más que un acto de justicia esa fórmula retributiva de “ojo por ojo” hoy se entiende como un acto de venganza. Sin embargo, fue esa forma de equidad una de las primeras aproximaciones al concepto de justicia que luego definirían y desarrollarían particularmente los romanos. En este código se establecieron además una serie de derechos de carácter 24 Revista DIP DDHH 2012-1 24 06/11/13 13:54 Peter A. Solano R. civil categorizados según la persona que se tratare, distinguiendo entre hombres libres y esclavos, con lo cual se intentó imponer una especie de orden social para la época. (http://www.un.org/es/documents/udhr/ history.shtml) De manera que lo expuesto no niega ni afirma tales aseveraciones; de hecho, hay quienes no le atribuyen el carácter citado al Cilindro de Ciro. En esa tendencia, Vázquez (2010) expresa: Por su parte la Ley Mosaica (1250 aC), conocida también como la Torá o Tora (RAE, 2001), es un texto sagrado transcrito por Moisés en virtud del “dictado directo de Dios”. Pérez (s.f.) afirma que “como en todas la religiones humanas, esta Ley hace que toda la vida en general gire en torno a ella”. (p. 8), En ella están contenidos los Diez Mandamientos, decálogo de conducta que el hombre ha de cumplir para ser digno ante el Supremo Legislador. El humano debe respetar a sus iguales, sus bienes y su honorabilidad. Este decálogo es fuente del derecho natural, estipula regulaciones religiosas y normas de conducta basadas en la ética, destacando algunas que pudieran relacionarse con los que en el presente integran el derecho humanitario. El Cilindro de Ciro II es una pieza cilíndrica de arcilla que contiene una declaración en cuneiforme acadio babilonio del rey persa Ciro II el Grande (559-529 a. C.). En ella, el nuevo rey legitima su conquista y toma medidas políticas para ganarse el favor de sus nuevos súbditos. http://www.bloganavazquez.com/?s =cilindro+de+ciro&submit.x= 0&submit.y=0 Según plantea la autora, quien abunda en detalles al respecto en el sitio en referencia, con dicha declaración lo que se perseguía era justificar una conquista; de manera que para algunos historiadores podría existir cierta controversia acerca del Cilindro de Ciro como primera declaración sobre derechos humanos. En tanto, el rey Ciro El Grande de Persia (territorio del Irán actual, Asia meridional), al conquistar Babilonia, dejó como legado una declaración escrita sobre arcilla denominada Cilindro de Ciro (539 aC), que en líneas generales es citada por unos como la primera declaración de Derechos Humanos. Algo similar sucede en relación con el Pacto de los Virtuosos (590 dC). En texto disponible en un vínculo de la página oficial en internet de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se lee: 1.2 Asia Oriental Por otro lado, en Asia oriental sobresalen India y China (600 aC), cuyas culturas estuvieron impregnadas por la religión, el misticismo y la filosofía. La Ley o Código de Manú, sánscrito atribuido a los dictados de Manú (figura medular de la filosofía hindú, llamado con el mote de Gobernador del mundo), se calcula fue escrita entre los siglos I y II aC, e integra un conjunto de reglas de conducta civil y religiosa (García, 1924). (…) muy a menudo, se considera que el Cilindro de Ciro, redactado en el año 539 a.C. por Ciro El Grande del Imperio Aqueménida de Persia (antiguo Irán -sic-) tras la conquista de Babilonia, fue el primer documento sobre derechos humanos. En cuanto al Pacto de los Virtuosos (Hilf-al-fudul) acordado por tribus árabes en torno al año 590 d.C., es considerado una de las primeras alianzas de derechos humanos. La religión hindú contempla un sistema social de castas (niveles sociales), de carácter hereditario, que limita la interrelación 25 Revista DIP DDHH 2012-1 25 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 humana atendiendo a tal estratificación. En la escala inferior del sistema de castas se encuentra a los intocables, conocidos como dalit, seres humanos excluidos o marginados de la sociedad. Buda (560-480 aC) desafió la religión hindú, abogando por una existencia armoniosa entre todos los seres, en la cual no debe haber diferencias ni cabida al sufrimiento, En Camps (op. cit.), con cita a frase atribuida a Buda, se transcribe: “No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo” (p. 12). Su filosofía se centra en el hombre y no en los dioses; la dignidad depende de la capacidad de perfeccionamiento del ser humano. En China fue la filosofía de Confucio (551-479 aC) la que dicto la pauta. Refiere Yu (1997), con palabras de Confucio: “Las cuatro cualidades del hidalgo: en su conducta privada, es digno; en el servicio a sus superiores, es respetuoso; en su sustento al pueblo, es benéfico; y justo en su imposición de prestaciones” (p. 53). Entiéndase por hidalgos a sus más connotados discípulos. La dignidad y el respeto son valores que tanto Buda como Confucio inculcaron en sus respectivas culturas. Para Buda la dignidad está asociada con la sabiduría y la misericordia; para Confucio el respeto responde a jerarquías personales —por ejemplo, el respeto a la ancianidad resulta primordial— y la dignidad se sustenta en la conducta del individuo. 1.3 Europa Por su parte, en Europa florecieron las culturas griega y romana. En Grecia, gracias a las profundas reflexiones filosóficas sobre libertad, responsabilidad e igualdad, se gesta un régimen político que denominaron democracia (vocablo del griego “dêmos”, pueblo, y “Krátos”, poder; es decir, gobierno del pueblo). Los griegos estimaban que la moral y las leyes eran fruto de un acuerdo entre humanos y no una concesión del donaire divino, con lo cual sustentaron las bases del ius positivismo. Gracias al legislador ateniense Dracón de Tesalia (S. VII aC), por primera vez en Europa se reúne en un solo cuerpo legal un conjunto de normas dispersas. El Código que lleva su nombre se caracterizó por la severidad de algunos de sus castigos. Lo que interesa destacar es que a partir de entonces la exclusividad de condenar los crímenes correspondería a lo que hoy es el Estado. Para los griegos el concepto de dignidad era fundamental y estaba vinculado a la libertad del hombre, empero, no se extendía a todos las personas: mantenían la esclavitud y la mujer libre no tenía derecho al voto ni acceso al poder. Aristóteles sostenía que el esclavo lo era por naturaleza, cuando carecía de suficiente inteligencia, tal como lo refiere Camps (op. cit.): “(…) aquellos en quienes el empleo de las fuerzas corporales es el mejor y único partido que puede sacarse de su ser, es esclavo por naturaleza” (p. 6). La decadencia de Grecia coincide con el auge del Imperio Romano. Las instituciones políticas y jurídicas de los griegos fueron recogidas por Roma, que a su vez desarrolla un régimen de derecho constituido por un sistema normativo de orden social, fijando la concesión de derechos a los ciudadanos. Cabe destacar el Ius Gentium (Derecho de Gentes) que sobre la base de un derecho natural regulaba las relaciones de los romanos con los extranjeros y de estos entre sí; era una especie de Derecho Internacional sin la sistematización que este ostenta en el presente. La libertad para los romanos era sinónimo de éxito. Se sancionaba la injuria como una afrenta al honor civil (existimatio). Roma representa la fuente por excelencia del derecho civil que, a partir de la ley de las Doce Tablas (450 aC), liquida el carácter 26 Revista DIP DDHH 2012-1 26 06/11/13 13:54 Peter A. Solano R. en la religión oficial del Imperio Romano y se fue expandiendo por todo el continente europeo. hierático de la administración de justicia. Con todo y sus inmensos aportes, la sociedad romana fue sumamente clasista y esclavista. El epicentro de su estructura social reposaba en el status libertatis (ser libre), el status civitatis y el status familiae (no estar bajo potestad alguna). La dignidad se relacionaba con el orgullo. Justiniano, emperador bizantino (Imperio Romano de Oriente) promulgó el Corpus Juris Civilis (529-534), como resultado de una ardua tarea de codificación del derecho romano coordinada por el jurista Triboniano. Son múltiples los principios jurídicos de que se sirve el derecho actual que tienen como fuente al también llamado Código Justiniano. Al referido código corresponde el sentido tradicional de justicia; los romanos institucionalizan el derecho escrito y sientan las bases para el posterior desarrollo de la Filosofía del Derecho y el Derecho mismo. Posteriormente en Bologna, Italia, es fundada la primera escuela de derecho por el jurista italiano Irnerius (1050-1130), la cual contribuyó a revivir el Corpus Juris Civilis y a difundir el Derecho romano por toda la Europa occidental. En el primer siglo de la Edad Antigua nace Jesús de Nazaret, quien pregonaba el respeto a la dignidad de las personas y la igualdad entre los seres humanos como hijos de un solo Dios. Sus prédicas abrieron un espacio propicio a las luchas por la liberación de los esclavos. Jesús revolucionó todo el panorama social y político de su época, pasando a ser la antítesis de los principios sobre los cuales se fundaba la sociedad de entonces. Su doctrina, que conocemos por el relato de sus seguidores, se estima como un avance ético al promover la dignificación del ser humano proclamando la no desigualdad por origen o nacionalidad, sexo, condición jurídica, política, económica o social. En el Oriente próximo ocurre otro acontecimiento de gran importancia religiosa: el nacimiento de Mahoma (570-632), profeta fundador del Islam, religión que se constituye como una fuerza espiritual y político-social que permite la unificación de Arabia. Mahoma consideró a Jesús de Nazaret como un gran profeta, pero no el último. La divulgación del Islam supuso un proceso de humanización de las costumbres de las sociedades del norte de África. Insistió Mahoma en la igualdad de los seres humanos proclamada por el cristianismo, aunque en la práctica se advierten particularidades que sitúan al hombre y a la mujer en diferenciación. No obstante, el islamismo propugnaba la no superioridad de ninguna persona sobre otra; no debía existir privilegio alguno. Con el Edicto de Milán (313 dC) promulgado por Constantino El Grande, se reconoció la libertad religiosa en el Imperio Romano y fue suprimida la persecución de los cristianos, lo que permitió la expansión del cristianismo, que sería abrazado por todo el imperio con el establecimiento de la Iglesia Católica en el año 380 por Teodosio el Grande. 2. Edad Media El Medioevo ocupa desde la caída del Imperio Romano de Occidente alrededor del año 476 dC hasta el inicio de la colonización de América a partir de 1492; esto es, desde el siglo V al siglo XV. El aspecto religioso tuvo gran protagonismo durante todo ese tiempo y es que, como antes se indicó, desde el siglo IV la religión cristiana se había constituido Durante la Edad Media florecen los principios del cristianismo, la Iglesia católica declara el derecho natural divino; en Europa 27 Revista DIP DDHH 2012-1 27 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 su doctrina predomina sobre cualquier otra religión y filosofía. El humanismo cristiano preconizaba un cambio en el tratamiento esclavista; mediante sus enseñanzas se proyectaba el avenimiento de un proceso de cambios en relación con la esclavitud que llevaría a su abolición. En las argumentaciones sobre el derecho natural divino sobresalen los planteamientos de San Agustín (354-430) y luego los de Santo Tomás de Aquino (12251274), quien toma como referente la filosofía aristotélica para adentrarse en los misterios de la fe. En sus obras, entre las que brilla la Suma Teológica (1265-1272), el Aquinate perfila la teoría del derecho natural, privilegiando la existencia humana con sustento en una ley natural común a todos los seres humanos, cuyos derechos les son innatos por voluntad de Dios. Simultáneamente, desde comienzos de la Edad Media, como consecuencia del derrumbe del Imperio Romano de Occidente, se va gestando en Europa un nuevo modelo de organización social estamental de supuesta inspiración divina, denominado feudalismo: en el estrato superior se encontraba el rey en sintonía con el clero y la nobleza, mientras que en la parte inferior se ubicaba el estado llano, el común de las personas sin privilegios. Así la previa sociedad esclavista se transfigura en sociedad feudal, en la cual los desposeídos son responsables de mantener a toda la población mediante el trabajo a cambio de bendición y protección; quienes antes eran llamados esclavos que podían ser vendidos en forma independiente, ahora son bautizados como siervos y se encuentran adheridos a la tierra que cultivan, sometidos a numerosos maltratos por parte del llamado señor feudal. Este modelo social desemejante tiene su auge a partir del siglo IX y comienza a descender en el siglo XII con el surgimiento de una nueva clase social: la burguesía. En el año 1215, durante el reinado de Juan I de Inglaterra (conocido como Juan sin Tierra), como consecuencia de las represiones y las marcadas desigualdades sociales, el monarca se vio obligado a promulgar la Carta Magna, en la que fueron contempladas algunas garantías, como la seguridad jurídica, y establecidas ciertas restricciones al poder del rey. Mediante la referida Carta se consolidaron libertades individuales que se ampliaron a toda la población como resultado de la reacción a la suprema autoridad monárquica y sus abusos. En ella se consagraron derechos inderogables que limitan la acción gubernamental en perjuicio de las personas. Se concede suma importancia a valores como la libertad y la igualdad, y se legitimó la propiedad privada. El concepto de respeto a la libertad y seguridad jurídica fue incorporado de la siguiente manera “39: Ningún hombre libre será arrastrado, o detenido o desposeído de sus bienes proscrito o desterrado (…) sino por el juicio legal de sus pares, o por la Ley del país” (Pacheco 2000, pp. 39-49). Obsérvese el germen del principio de legalidad y del debido proceso. Tuck (1982) citado por Aguilera (2010) considera que desde esa época se va configurando en occidente una teoría de los derechos naturales. Paulatinamente se va construyendo una transición del derecho objetivo romano a una concepción subjetiva del derecho, el derecho como poder y libertad individual, teniendo como eje la propiedad privada. De manera que con la Carta Magna se inicia una restructuración del pensamiento político en relación con la autoridad desde una perspectiva cívica del derecho. El rol del pueblo de Inglaterra en aquel tiempo resultó dorsal en el proceso que posteriormente desembocará en la concreción del futuro Estado de Derecho. El empirismo inglés representado en primera 28 Revista DIP DDHH 2012-1 28 06/11/13 13:54 Peter A. Solano R. instancia por Thomas Hobbes (1588-1679) y John Locke (1632-1704), con soporte en un derecho de naturaleza y en la capacidad racional del individuo, planteará la necesidad de realización de un pacto entre la población y sus gobernantes para evitar la anarquía en resguardo de la vida, la paz y proteger la propiedad, propuesta que más adelante Jean Jacques Rousseau (1712-1778) se encargará de perfeccionar en su obra cumbre, El Contrato Social publicada en 1762. del perdón, se pidió perdón por los errores cometidos en el servicio a la verdad a través del recurso a métodos no evangélicos” (parr. 4) y más adelante agregó: Señor, Dios de todos los hombres, en algunas épocas de la historia los cristianos a veces han transigido con métodos de intolerancia y no han seguido el gran mandamiento del amor, desfigurando así el rostro de la Iglesia, tu Esposa. Ten misericordia de tus hijos pecadores y acepta nuestro propósito de buscar y promover la verdad en la dulzura de la caridad, conscientes de que la verdad sólo se impone con la fuerza de la verdad misma. Por Cristo nuestro Señor (Id). Los excesos de la monarquía, las desigualdades sociales, las atrocidades de las guerras civiles y el inmenso caos que provocan, fueron temas de justificación imprescindible para el surgimiento del modelo de Estado constitucional. Una de las tantas enseñanzas que nos ofrece la historia es que el hombre siempre termina por hacer uso de la violencia para imponer su verdad; de hecho, hay quienes consideran que la conquista de la verdad se logra mediante el poder ya que quien dispone de este termina imponiendo la suya. Es necesario también señalar que durante ese largo periodo de la historia humana medieval, aunque se resaltan singulares avances en favor de los derechos humanos apalancados en la doctrina cristiana, paradójicamente, la imperante hegemonía religiosa desarrollada por la Iglesia Católica, afianzada en un criterio teocéntrico de verdad absoluta, limitó el desarrollo de la filosofía, la ciencia, la diversidad ideológica y el pluralismo político. Esta etapa se conoce como Oscurantismo. En conformidad con lo señalado en la cita anterior, ciertamente lo ideal sería que la verdad se impusiera con la fuerza, por el peso, por la convicción que concede la verdad misma y no como producto del afán de vencer y dominar unos a los otros. 3. Edad Moderna Efectivamente, el amplio poder adquirido por la Iglesia Católica y los esfuerzos para su prolongada conservación se sustentaron en un obstinado y devoto dogmatismo que no permitía contradicción alguna a sus postulados; el ejemplo más evidente fue la Inquisición, cuyos tribunales hicieron uso de la tortura y otros inhumanos castigos, incluyendo la muerte en la hoguera. A finales del siglo XV se inició el proceso de colonización de América encarnado por el yugo de los europeos. Como voz disidente ante la forma como se llevó este sobresale fray Bartolomé de las Casas (1484-1566), inspirado en el sermón de fray Antonio Montesinos en 1511, quien para entonces preguntaba a los colonizadores: En el año 2004 el Papa Juan Pablo II hizo público reconocimiento de tales excesos: “El 12 de marzo de 2000, con ocasión de la celebración litúrgica que marcó la Jornada ¿Con que derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios? ¿Con que autoridad habréis hecho tan detestables guerras a 29 Revista DIP DDHH 2012-1 29 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 en la antigüedad clásica. El Renacimiento rescató la idea de Protágoras que ubica al ser humano como medida de todas las cosas, sintetizada por Platón como el disímil criterio de percepción que las personas asumen frente al mundo. estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas dellas, con muertes y estragos nunca oídos habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y ses os mueren, y por mejor decir los matáis por sacar y adquirir oro cada día? (De las Casas, 1956, p. 13). Y persistía increpando a los presentes, inquiriéndoles: “¿Estos no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis?” (Id. p. 14). Ese sermón y la obra de fray Bartolomé de las Casas (1484-1566) son consideradas como acciones pioneras en esas tierras a favor de la defensa y protección de lo que hoy se conoce como derechos humanos. Los esfuerzos de teólogos y juristas de la época se concretan en las Leyes de Burgos (1512) que fueron las primeras de España aplicadas en América; entre sus fines estaba sustituir el abuso del que eran objeto los indígenas por un trato digno, humano. Lamentablemente, desde entonces se fue acuñando un dicho que se ha prolongado en el tiempo: la ley se acata pero no se cumple. El denuedo de fray Bartolomé llevó a que en 1542 el Rey Carlos V dictara las llamadas Leyes Nuevas, que colocaban a los aborígenes bajo protección en preservación de su vida y en pos de mejorar sus condiciones. Fueron diversas la rebeliones que encabezaron los aborígenes para resistirse a esa fuerza avasalladora que fatalmente se impuso y que tardó siglos en reivindicar justicia. Resulta sumamente discordante que tales desmanes se hayan sucedido precisamente cuando en Italia comenzaba la etapa histórica denominada El Renacimiento, con base filosófica en el Humanismo, el cual tuvo gran influencia en Europa, inspirado Entre los precursores italianos del humanismo renacentista despuntan Dante Alighieri (1265-1321), Francesco Petrarca (1304-1374), Giovanni Boccaccio (13131375), Leonardo Bruni (1370-1444), sin dejar de mencionar la importante influencia luego de Nicolás Maquiavelo (1469-1527). A estos se suman otros personajes que acometen la enjundiosa tarea de brindar destacados aportes al respecto, entre ellos: Pico della Mirandola (1463-1494), Erasmo de Rotterdam (14661536), Tomas Moro (1478-1535), Francisco de Vitoria (1483-1546), Johannes Althusius (1557-1638), Shakespeare (1564-1616), por citar algunos. Consecuentemente, en el siglo XVI se alza un movimiento que propugna cambios sustanciales en el fuero de la Iglesia Católica, designado como La Reforma, liderizado por Martín Lutero (1483-1546) y secundado por Juan Calvino (1509-1564). Producto de ello se escenificaron una serie de guerras de carácter religioso que en Francia tendrán su fin con la promulgación del Edicto de Nantes en 1598, mediante el cual se autorizaba la libertad de culto. Sin embargo, la Iglesia Católica, a fin de evitar que se profundizara el cisma provocado por La Reforma, decide proponer y asumir una serie de modificaciones doctrinarias y administrativas en su seno; esta iniciativa es bautizada históricamente como La Contrarreforma, la cual desembocará en un nuevo conflicto armado impulsado por diferencias religiosas, pero que en el fondo también reflejó una encarnizada lucha por el poder político y territorial. Esta disputa 30 Revista DIP DDHH 2012-1 30 06/11/13 13:54 Peter A. Solano R. se escenificó entre 1618 y 1648, por lo cual se le conoce como la Guerra de los 30 Años, y culminó con la firma del Tratado de Westfalia (1648), que marca el inicio de los Estados nacionales sobre la base del principio de soberanía, lo que debilita la hegemonía monárquica supranacional que venía ejerciendo por siglos, con apoyo de la Iglesia, el Sacro Imperio Romano Germánico en gran parte de Europa. el mencionado rey Carlos I, por razones políticas y económicas, se vio en la necesidad de convocar nuevamente al parlamento; pero en esta oportunidad, las encarnizadas pugnas entre el rey y los parlamentarios se agudizaron y hacía el año 1642 se dio inicio a la Revolución Inglesa, proceso que confluye en una guerra civil. El monarca fue enjuiciado y decapitado (1649), y su sucesor Carlos II fue desterrado. Vale destacar que en el fragor de esa revolución vio la luz en 1648 la primera Constitución escrita (Pacto del Pueblo), aunque no fue aplicada. En este contexto surge entonces un nuevo prototipo de organización política signado por la soberanía e identidad nacional, en el que el rey, instituido como soberano, será quien detentará el poder supremo del Estado. Este nuevo modelo evolucionará en dos vertientes básicas; por un lado aflora la monarquía absoluta que tendrá su núcleo en Francia y, por el otro, se desarrollará, particularmente en Inglaterra, el sistema de monarquía parlamentaria. Cabe añadir que a diferencia del sistema monárquico absolutista que se desplegó en Francia, los ingleses desde siglos atrás venían avanzando en una serie de exigencias que procuraban limitar el ejercicio incondicional de las potestades del monarca, con el fin de orientar el poder a la garantía y protección de los derechos de los ciudadanos. Seguidamente, mediante el Instrumento de Gobierno, como fue llamada una especie de nueva Constitución que posesionó en el poder en 1653 a Oliver Cromwell (15991658) —quien se había erigido en el máximo líder político y militar de los parlamentaristas vinculados al cristianismo protestante derivado de Lutero—, fue establecida una república mancomunada (Commonwealth) y se instituyeron derechos civiles. Posteriormente a la muerte de Cronwell (en 1659) es restaurada la monarquía (1660) y en adelante se verificará una inestabilidad caracterizada por hostiles desencuentros entre esta y el parlamento, hasta que en 1689 se aprueba la Carta de Derechos (Bill of Rights) que acopiaba los contenidos de la Petición de Derechos de 1629 y el Acta de Habeas Corpus promulgada en 1679, reivindicando con estos instrumentos derechos y libertades ciudadanas; además, el poder del parlamento es popularmente avalado de cara a la monarquía. Efectivamente, en 1629 Carlos I, para entonces Rey de Inglaterra, tratando de ratificar el poder absoluto del Rey decidió disolver el parlamento, institución cuyos antecedentes se remontaban a los tiempos de la Carta Magna de 1215 que, como ya se comentó, fue una especie de acuerdo propuesto por la nobleza que tuvo que suscribir Juan I de Inglaterra (1166-1216), mejor conocido como Juan Sin Tierra, con el propósito de establecer la supremacía de la ley sobre la voluntad del monarca. Otro avance significativo en el reconocimiento de derechos se logró mediante el Acta de Tolerancia de Maryland de 1649, que preveía el respeto al pluralismo religioso en el norte de América. Esa situación de acefalía parlamentaria duró hasta 1640 al tiempo que se desenvolvía la referida Guerra de los 30 años, ya que 31 Revista DIP DDHH 2012-1 31 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 De igual forma, durante el siglo XVII son elementales las obras escritas por filósofos como Jean Bodin (1529-1596), René Descartes (1596-1650), Hugo Grocio (1583-1645), Thomas Hobbes (1588-1679), Baruch Spinoza (1632-1677), John Locke (1632-1704) y Gottfried Wilhem Leibniz (1646-1716). trayendo consigo la Declaración de Derechos de Filadelfia (1774) y la Declaración de Derechos de Virginia (1776), para finalmente, acto seguido, declarar formalmente su independencia del imperio británico. Con la llegada del siglo XVIII resplandecerá la luz del intelecto sobre la penumbra de la ignorancia que representó el oscurantismo. Es la etapa del iluminismo o Siglo de las Luces. Palmario fue el progreso de la ciencia, la cultura, la economía, el arte, la política y la filosofía, que tuvo un papel fundamental. En ese ámbito campean los planteamientos de Charles Louis de Secondat, mejor conocido como Montesquieu (16891755) y de Francois Marie Arouet (Voltaire, 1694-1778); David Hume (1711-1776), Jean Jacques Rousseau (1712-1778), Immanuel Kant (1724-1804) y más adelante Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), entre toda una diversidad de pensadores no menos importantes. Que todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran en un estado de sociedad, no pueden ser privados o postergados; en esencia, el gozo de la vida y la libertad, junto a los medios de adquirir y poseer propiedades, y la búsqueda y obtención de la felicidad y la seguridad. (Jellinek, 2000, p. 96) La combinación de diversos factores desencadenaron en una serie de notables acontecimientos para la humanidad; entre la décadas de 1770, 1780 y 1790 emerge un nuevo modelo de Estado, respaldado en una Constitución como expresión propia del pueblo erigido en soberano, desplazando al rey y concretándose así el fin de la monarquía absoluta. Se enarbolan los ideales del liberalismo y se comienza a asentar jurídicamente el reconocimiento de primordiales derechos del ser humano. 3.1 Francia y América del Norte Los argumentos filosóficos que afirman esos medulares derechos formalmente tuvieron su epicentro en Francia y destellaron en las colonias inglesas de América del norte, En el artículo 1 de la Declaración de Derechos de Virginia se establece: Se reconoció de este modo la axiomática inherencia de muy particulares derechos que ostentan todas las personas. Poco más de una década después, en 1787, los Estados Unidos de —norte— América promulgan su Constitución Nacional en la que se estrena el principio de separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), delimitando sus respectivas facultades, e igualmente debuta el principio de supremacía constitucional. Pero volviendo a Europa, específicamente a Francia, propias circunstancias de carácter sociopolíticos con un determinante ingrediente económico provocaron el estallido en 1789 de la célebre Revolución Francesa. E en efecto, se trató de una revolución compleja entre cuyas causas se encuentra la crisis económica que padecía el país galo, producto de las malas cosechas que venían aconteciendo por razones climáticas, lo cual repercutió mayormente en las personas de menos recursos que veían disminuidas sus posibilidades de provisión de medios para su subsistencia, esto en contraste con la opulencia y excesiva desigualdad desplegada 32 Revista DIP DDHH 2012-1 32 06/11/13 13:54 Peter A. Solano R. por la nobleza cuyo rey ejercía el poder en forma absoluta. Todo ello y más impulsó a que gran parte de la población efectuara una serie de protestas que se fueron radicalizando, enlazadas con planteamientos ideológicos sustentados en los aportes efectuados por los protagonistas de la ilustración, hasta provocar un cambio de paradigma en la forma de ejercer el poder, en la que la soberanía se revierte del monarca al pueblo. Humanidad y en el avance histórico para el reconocimiento universal de los derechos humanos, pero al mismo tiempo resulta extravagante e inconcebible la cruenta forma como el sector ortodoxo de la misma (Jacobinos), del que eran integrantes el celebérrimo Maximilien Robespierre y JeanPaul Marat, enfrentó la disidencia. Fue tal la ferocidad que tanto personas opuestas a los propósitos revolucionarios, como aquellas que compartían sus principios pero que no estaban de acuerdo con los métodos de venganza y represión utilizados una vez logrado el triunfo, e inclusive, personas inocentes con pie en la sospecha, fueron sometidas a juicios sumarios y condenadas a la pena máxima, la decapitación, mediante un instrumento mecánico ideado para ese objetivo, conocido como la guillotina en homonimia a su inventor, el médico francés Joseph Guillotin (1738-1814). Entre 1792 y 1794 aconteció esta virulenta etapa, de cuyas intemperancias no se libraron el Rey, su familia, ni el propio Robespierre, al ser igualmente decapitados; etapa que históricamente se conoce como El Terror. De tal modo que esas causas esencialmente económicas, políticas y sobre todo sociales, sumadas a la influencia ideológica de diversos filósofos, condujeron a la famosa Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que en su artículo 1º expresa: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales solo pueden fundarse en la utilidad común”. Jellinek (op. cit. p. 163). Se proclama entonces la igualdad de todos los hombres en forma equivalente a como lo había hecho la Declaración de Virginia en beneficio de los ciudadanos estadounidenses. Este reconocimiento expresamente convenido sobre libertad e igualdad fue trascendental para el establecimiento de los derechos humanos. El mismo año en que la Asamblea Constituyente aprueba en Francia su Constitución, la carta norteamericana fue objeto de sus diez primeras enmiendas mediante la Carta de Derechos (1791), incorporando el derecho a la libertad de expresión, de prensa, de religión, al juicio por jurado, a la protección contra castigos crueles y contra registros irrazonables (allanamiento de morada). Vale advertir que ante la omisión expresa de las mujeres en la referida declaración francesa, en 1791, año en que se promulgó oficialmente la Constitución, Olimpia Gauges (1748), en un acto algo simbólico pero sumamente valiente y con gran valor como precedente en honor a la justicia, publicó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana tomando aquella como modelo. Murió ejecutada en la guillotina en 1793. Sin embargo, al igual que la francesa, la revolución estadounidense, con todo y la importancia de los derechos humanos reconocidos en sus declaraciones y en la Constitución, tampoco escapa a la recriminación histórica, particularmente Con la Revolución Francesa culmina la Ilustración, como también se ha llamado a esa extraordinaria etapa del siglo XVIII. No hay dudas de que la Revolución Francesa representó un hito en la historia de la 33 Revista DIP DDHH 2012-1 33 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 respecto al prolongado mantenimiento de la esclavitud, que terminó siendo abolida transcurrido casi un siglo, en 1865, hacia el fin de la Guerra de Secesión, mediante la enmienda número 13 de su texto constitucional. No obstante, esta enmienda no frenó la promulgación de leyes discriminatorias y el desconocimiento de los derechos civiles que les correspondían en condiciones de igualdad a esos ciudadanos y a sus descendientes, logro que solo se alcanzaría hasta más allá de la mitad del siglo XX; sin embargo, hay voces que informan de la existencia de niveles de discriminación en tiempo presente. 3.2 América del Sur América del sur también fue escenario de revoluciones. A principios del siglo XIX la revolución independentista en la que participan figuras como Francisco de Miranda (1750-1816), Miguel José Sanz (1756-1814), Juan Germán Roscio (1763-1821), Simón Rodríguez (1769-1854), Cristóbal Mendoza (1772-1829), Andrés Bello (1781-1865), teniendo como principal intérprete a Simón Bolívar (1783-1830), se condensa en 1810 con la Declaración de Independencia, la firma del Acta de Independencia en 1811 y la Constitución Federal de los Estados de Venezuela del mismo año que dio origen al nuevo Estado venezolano. Fue esta la primera Constitución en la región sur del continente americano y la tercera en el mundo ─o la cuarta si se tiene en cuenta la de Polonia fechada en 1791─ en secuencia del nuevo paradigma de Estados constitucionales, modelo esencial para el posterior reconocimiento universal de los derechos humanos. En el capítulo octavo de dicha Constitución de 1811 se consagran los Derechos del Ciudadano con diáfana inspiración en la Declaración Francesa, aunque en su artículo 1º se prohibía la libertad de religión; la abolición legal de la esclavitud finalmente se verificó en 1854. La gesta emancipadora en América del sur fue determinante para que surgieran los nuevos Estados de la región y con ellos el reconocimiento de derechos puntuales como el derecho a la vida, a la libertad e igualdad; no obstante, el bajo nivel institucional impedía el sostenimiento y mantenimiento de la paz. Otra revolución que se venía desarrollando desde aquellos tiempos del siglo XVIII, pero con un carácter en principio meramente económico, fue la Revolución Industrial, que contribuyó a incrementar la capacidad de producción aprovechando diversos y novedosos medios de locomoción y comunicación; adquirió mayor contundencia en el siglo XIX y abonó la consolidación del capitalismo como sistema económico liberal. Por un lado esto supuso avances en el plano financiero, pero también provocó manifiestas desigualdades personales con causa en la propiedad y la explotación laboral en condiciones infrahumanas de trabajo. Entre otros, Adam Smith (1723-1790), David Ricardo (1772-1823), Mijaíl Bakunin (1814-1876), Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895), analizaron y expusieron, desde distintos enfoques, las ventajas y desventajas que representaba el nuevo sistema económico político y social. En contraposición al capitalismo surge el comunismo. Aquí es importante igualmente agregar que la Iglesia Católica no podía quedar ajena a los diversos planteamientos expuestos por los distintos personajes antes mencionados y fijó posición dentro del marco de la llamada doctrina social, expresando su compromiso con los obreros trabajadores a través de la Carta Encíclica Rerum Novarum (1891), suscrita por el Papa León XXIII. 34 Revista DIP DDHH 2012-1 34 06/11/13 13:54 Peter A. Solano R. El comunismo y la filosofía que le inspira dieron pie a la Revolución Rusa de 1917, en el contexto de la Primera Guerra Mundial que había agudizado la crisis económica y política del gobierno zarista en franca decadencia. Vladimir Ilich Lenin, artífice de esa Revolución, adaptó la tesis de Marx a la realidad rusa y promovió la justicia e igualdad en pro de las personas que vivían en la miseria. Los radicales puntos de vista ideológicos encontrados entre el capitalismo y el comunismo tuvieron gran repercusión sobre la forma que han de ser apreciados los derechos humanos: el primero dio preponderancia a los derechos individuales (civiles y políticos) y el segundo se la otorgó a los colectivos (económicos, sociales y culturales). indígena que hasta entonces no habían sido expresamente reconocidos en ninguna de las constituciones americanas precedentes. De manera que el reconocimiento de este conjunto de derechos catalogados como sociales sería el fundamento de lo que hoy se define como Estado Social de Derecho, modelo que también será impulsado en Europa, específicamente en Alemania, mediante la Constitución de Weimar de 1919. 4. Primera y Segunda Guerra Mundial En 1914 se inicia la denominada Primera Guerra Mundial, que tuvo su fin en 1919 con la firma del Tratado de Versalles. A favor de la paz se crea la Sociedad de Naciones, primer intento político para la organización y regulación de las relaciones internacionales entre los Estados, gestionar la solución concertada de conflictos y ofrecer garantías de protección a las personas; igualmente se constituye la Organización Internacional del Trabajo (OIT), fuente de reconocimiento universal de derechos humanos, promoviendo como estandarte para la consecución de la paz mundial la necesaria existencia de la justicia social. Pero siguiendo con América del sur, a principios del siglo XX el impacto de la Revolución Industrial se hará sentir en el ámbito económico-laboral, ya que esta región supone particularmente para Europa y Estados Unidos la posibilidad de contratación de mano de obra a bajo costo y altos niveles de producción, además de que en ella converge diversidad de riquezas naturales; así la marginación y desplazamiento de la población indígena y campesina de sus territorios, debido al avance de las compañías transnacionales en su afán de lucro, provocó serias reacciones de la población. Empero, los esfuerzo de mantener la paz no fueron suficientes; la asunción plena de Hitler al poder en Alemania (1934) provocó en los años subsiguientes la segunda Guerra Mundial (1939), capítulo espantoso para la historia de la Humanidad que culminará en 1945. Hiroshima, Nagasaki, y antes que ellas Berlín, Manila y Tokio, se convirtieron en las últimas ciudades que sufrieron la devastación y el horror provocados por las batallas armadas finales de la Segunda Guerra Mundial, dejando un saldo genocida y crímenes de lesa humanidad que suman aproximadamente 55 millones de personas fallecidas, signadas por la venganza, la intolerancia, el odio, el egoísmo, la tortura, las invasiones y la destrucción. Uno de los acontecimientos más importantes en tal sentido se produjo en 1910 con el comienzo de Revolución Mexicana, revolución campesina liderada por Emiliano Zapata y Francisco “Pancho” Villa, que luego de más de un lustro de encarnizadas luchas culminaría en 1917, año en que fue promulgada la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En ella se reconocen por primera vez como humanos los derechos económicos, sociales y culturales, incluyendo los de la cultura 35 Revista DIP DDHH 2012-1 35 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 Con esa calamidad y sufrimiento se cierra una etapa nefasta de la historia caracterizada por la violencia, la agresividad incontrolada que dejó en evidencia la impresionante capacidad autodestructiva que puede albergar el ser humano; en razón de ello fue necesario tomar medidas más efectivas para evitar que se repitiera. Fue creada entonces la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 25 de junio de 1945. Se conviene en la adopción de instrumentos y mecanismos que promuevan y garanticen la protección y defensa de los derechos fundamentales de la persona, conminando a los Estados a su íntegro respeto con el propósito de fortalecer la armonía entre estos y el desarrollo de los pueblos; se aprueba la Declaración Universal de los Derechos Humanos por Resolución 217 de la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948. Es importante señalar que antes, el 30 de abril de ese año, había sido suscrita en Bogotá la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. A estos se sumarían luego otros instrumentos para sus respectivos desarrollos. Ignatieff (2003) en Camps (op. cit.) afirma que: Con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, se otorgó a los derechos de los individuos un reconocimiento jurídico internacional. Por primera vez, a los individuos ─fuera cual fuese su raza, religión, género, edad o cualquier otra característica─ se les garantizó unos derechos que podían oponer a las leyes estatales injustas o a las costumbres opresivas. (p. 103). Mientras que Laqueur (2003), igualmente allí citado, señala: Antes de 1948 sólo los Estados tenían derechos reconocidos internacionalmente. En ese año ─una especie de nivel cero─ la Declaración Universal de los Derechos Humanos garantizó estos derechos a los individuos amenazados por Estados o por costumbres opresoras, es decir, por las comunidades. (Id.). Ambas opiniones son compartidas por quien suscribe; ciertamente, a partir de 1948 con la Declaración Universal de los Derechos Humanos se inicia y generaliza su positivización con la finalidad de establecer un nuevo orden mundial basado en el respeto a la dignidad de las personas. Esa Declaración, más que un punto de llegada en el proceso histórico para su universal reconocimiento, constituye una gran plataforma de impulso con vista al horizonte de los grandes desafíos que debe afrontar la humanidad. 5. Breve reseña histórica de los derechos humanos en Venezuela A finales del siglo XVIII, luego de transcurridos más de 300 años de colonización europea, en Venezuela se va gestando el ideario independentista, que tuvo como referencia las revoluciones acontecidas en Estados Unidos (1776) y Francia (1789). Efectivamente, en 1797, Manuel Gual y José María España, entre otros personajes, organizan un movimiento con fines independentistas que, a pesar de no lograr de inmediato su cometido, sirvió como fuente de inspiración para que posteriormente se desarrollaran otras acciones emancipadoras abanderadas por Francisco de Miranda y demás próceres, cristalizando primero, como ya se indicara, con la Declaración de Independencia el 19 de abril de 1810 y posteriormente con la firma del Acta de Independencia el 5 de julio de 1811, lo que permitió que el 21 de diciembre de ese año se promulgara la primera Constitución Nacional. Desde la Constitución Federal de los Estados Unidos de Venezuela de 1811, 36 Revista DIP DDHH 2012-1 36 06/11/13 13:54 Peter A. Solano R. que además de ser la primera de la historia venezolana fue la segunda de América luego de la de los Estados Unidos, se inició el proceso para la positivización de los derechos humanos en el ordenamiento jurídico interno. En la práctica la conquista para el reconocimiento de estos derechos fue paulatina; por ejemplo, fue en 1854 cuando definitivamente se produjo la abolición de la esclavitud, más tarde se abolió la pena de muerte (1863) y unos años después se estableció la gratuidad de la educación (1870). provocaron cambios en el escenario político venezolano, hasta que en 1999 se promulga la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en la que se ofrece un vasto reconocimiento a los derechos humanos, incluyendo aquellos que no figuran expresamente en la misma (Art. 22). De igual forma en ella se otorga jerarquía constitucional y prevalencia en el orden jurídico interno a los tratados, pactos y convenciones sobre derechos humanos cuando estos dispongan normas más favorables sobre su goce y ejercicio (Art. 23), solidificando así el reconocimiento de tales derechos. Durante el siglo XX, Venezuela, en ocasión de los descubrimientos de yacimientos de petróleo en su territorio, pasa de ser un país que se sustentaba en una economía agrícola a uno basado en una economía dependiente de los hidrocarburos. Surgen temas como la explotación laboral y se suceden manifestaciones en reclamo por reivindicaciones laborales enmarcadas dentro del plano de los derechos sociales, así como de los derechos civiles y políticos. Por más de medio siglo, salvo transitorios episodios de interrupción, el país enfrentó los rigores de férreas dictaduras, época en la cual el derecho a la vida, a la libertad personal y el de expresión, al igual que el pluralismo político estuvieron sumamente comprometidos. Aunque la Declaración Universal de los Derechos Humanos no tiene un carácter vinculante para los Estados que la suscribieron, no hay dudas de que la misma se erigió como fuente para el desarrollo de una multiplicidad de instrumentos que de ella se han venido derivando desde entonces. Bajo esa premisa y con un enfoque cronológico, a continuación se presentan algunos de los principales instrumentos internacionales con carácter vinculante relativo a los derechos humanos y su correspondiente fecha de ratificación por parte de la República Bolivariana de Venezuela: A partir de 1958, al ser derrocada la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez, se inició una nueva etapa orientada a la apertura democrática y en 1961 se aprobó una nueva Constitución con tal fin. Sin embargo, Venezuela no escapó a los embates de la denominada “Guerra Fría”, y las luchas entre factores políticos opuestos en el país dieron pie a una serie de violaciones a los derechos humanos, impidiendo su plena garantía, protección y desarrollo progresivo. Entre las décadas de los años 1980 y 1990 ocurrió una serie de hechos que • ONU 1945. Carta de Naciones Unidas (1945). • OEA 1948. Carta de Estados Americanos (1951). • OEA 1948. Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (1948). • ONU 1948. Declaración Universal de Derechos Humanos (1948). • ONU 1948. Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (1960). 37 Revista DIP DDHH 2012-1 37 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 • OEA 1948. Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Civiles a la Mujer (1993). • OEA 1948. Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Políticos a la Mujer (1993). • ONU 1949. Convenios de Ginebra (1956). • ONU 1952. Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer (1983). • ONU 1957. Convención sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada (1983) • OEA 1954. Convención sobre Asilo Diplomático (1954). • OEA 1954. Convención sobre Asilo Territorial (1954). • ONU 1965. Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (1967). • ONU 1966. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1978). • ONU 1966. Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1978) • ONU 1966. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1978). • ONU 1966. Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados (1986). • OEA 1969. Convención Americana sobre Derechos Humanos (1977). • ONU 1979. Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (1983). • ONU 1984. Convención Internacional contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1991). • ONU 1985. Convención Internacional contra el Apartheid en los Deportes (1989). • ONU 1985. Convención Interamericana para la Pre¬vención y Sanción de la Tortura (1991). • OEA 1988. Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (2005) • ONU 1989. Convención sobre los Derechos del Niño (1990). • OEA 1989. Convención Interamericana sobre Restitución Internacional de Menores (1996). • ONU 1989. Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos Relativo a la Abolición de la Pena de Muerte (1993). • OEA 1990. Protocolo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos Relativo a la Abolición de la Pena de Muerte (1993). • ONU 1992. Convenio Constitutivo del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (2002). • OEA 1994. Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (1999). 38 Revista DIP DDHH 2012-1 38 06/11/13 13:54 Peter A. Solano R. • Conclusiones OEA 1994. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (1995). • OEA 1997. Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de la Organización de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (2004). • 1998. Estatuto de Roma (1998). • ONU 1999. Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (2002). • ONU 2000. Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente Mujeres y Niños (2002). • ONU 2000. Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Pornografía Infantil (2002). • OEA 2000. Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados (2003). • OEA 2001. Carta Interamericana (2001). • ONU 2003. Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2007). Se ha podido observar que durante la Edad Antigua la visión del cosmos que tenían los humanos obedecía en un primer momento a la mitología, que luego sería gradualmente desplazada por la religión. Para ese tiempo no sería del todo acertado habar de derechos humanos estrictu sensu, es decir, como derecho positivo, pero se pueden apreciar elementos que dan cuenta de incipientes nociones sobre los mismos, en atención a la dignidad humana sobre la base de un derecho natural. En Occidente y Oriente, la filosofía y la religión fertilizaron el camino para la construcción de valores morales en torno a la libertad. En tanto que durante la Edad Media el avance hacia el conocimiento en gran parte estuvo supeditado al credo religioso: el dominio del rey se apoyaba en el derecho divino, la doctrina cristiana se extendió adquiriendo gran protagonismo, el poder se acopló entre la Monarquía y la Iglesia, mientras el común de las personas quedaron sujetos a los designios de tales potestades. Ese esquema llevó a un ejercicio absoluto del poder, cuyas arbitrariedades provocaron reacciones en sectores de la población, con demandas que, en la medida que iban siendo parcialmente atendidas, fueron delineando los principios fundamentales que posteriormente darían origen a un Estado moderno constitucional, indispensable para el reconocimiento jurídico de los derechos humanos. Democrática Así mismo, el Estado venezolano ha suscrito otros instrumentos con diversas organizaciones internacionales, como, por ejemplo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ha dispuesto una serie de convenios igualmente vinculantes y de gran importancia en materia de protección de los derechos humanos, específicamente en el ámbito laboral. En los primeros siglos de la Edad Moderna, las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa, con clara influencia en las subsiguientes que se escenificaron en Hispanoamérica y otras partes del orbe, formalizaron el establecimiento constitucional de los derechos humanos por parte de los nacientes Estados, sirviendo 39 Revista DIP DDHH 2012-1 39 06/11/13 13:54 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXVI, año 2012 más tarde como fuente para su exaltación en común acuerdo a nivel internacional con miras a la afirmación universal que aún hoy se exige. El proceso histórico de los derechos en América se remonta a los tiempos de la colonización europea a partir de 1492, lo cual acontece en paralelo con el inicio de la Edad Moderna; será varios siglos después cuando se comiencen a suscitar cambios sustanciales que conducirán al reconocimiento de los derechos humanos, muy particularmente gracias a las luchas independentistas que se fueron desarrollando. Desde los tiempos de los movimientos revolucionarios emancipadores de América del sur, Venezuela ha jugado un rol importante para el reconocimiento de los derechos humanos. En la actualidad no lo es menos, al disponer de una Constitución en la que se consagran y garantizan en forma ampliada los derechos humanos, pero es necesario continuar avanzando, elevando su progresividad y vigencia efectiva. La historia de los derechos humanos se continúa escribiendo a la par de los acontecimientos del presente, su evolución no se detiene. El fin de la historia en el plano material podría significar el fin de la humanidad y es responsabilidad de todos los seres humanos que eso no ocurra jamás. Referencias Aguilera, R. (2010). Concepto y fundamento de los derechos humanos (Implicaciones político-jurídicas en el Constitucionalismo del Estado de Nuevo León). CECYTE. Nuevo León, Monterrey. México. Camps, V. (1998). Teoría y perspectiva de los derechos humanos. Amnistía Internacional Cataluña. Barcelona. Mimeo. (Comp.) Ludwig Schmidt. Universidad Nacional Abierta (UNA). Venezuela. Constitución. (1999). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela 36.860, Diciembre 29, 1.999. Reimpresa por “errores materiales” Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Número 5.453, (Extraordinario). Marzo 24, 2000. Primera Enmienda publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Número 5.908 (Extraordinario). De las Casas, B. (1956). Historia de las Indias. Volumen III. 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