AÑO XIV PBECIOS DE SnSCBIPCIÓN ,—En ProTÍncias P*bl?c«l ' • ' P*'*<«» trim«»tr«.—En ProTÍnci «spañolas, i«.—Remestre—Estados, Pro*'ncii« - V ? ' " ' ' " ' " ' "• '• ««P>t«'i •~ pesos trir mero suelto » peseta. — ,1 ° •J'!p«rtamentos««»« trimeMte.—Núir NUM. 9.* MADRID 7 DE MARZO DE Í8í6 CONDICIONES Redacción y Administración CALLE DEL BARQUILLO. 16, BAJO Ettt iluauaci6n w publica lot dits 7,14, iijr 3o dándosi timMéa figuri aes.—Suscripción adelantad a. ENTRE FLORES (fotografía sacada del Museo de Londres») 9S SUMARIO T E X T O : Crónica espamli y americana, por Francisco de P. F\aquer.—Madame Rolandy Madamff Slael, por Concepción Gimeno de F\aquer,—Excmo. Sr. D. Jesús Pandoy Valle, por Fernando de Barrionuero.— Una opinión acerca del amor, por Luis Vi¿art.—/.a mujer (continuación), por R. de la Huerta Posada.—Ei ^ran capitán Die/fO Garda dt Paredes (continuación), por Nicolás Díaz y Pérez.—Cuentos breves: El soldado, por Jorge d'Esparbés.—¿CiiAí tiempo es el mejor?, por Ángel Lasso de la V(gt.—Un galdn inverosímil, por El Abate San Román.—i)e lejos, por Alfonso Villegas Arango.—Pensamientos, Nuestros grabados, por La Redacción.— Anuncios. GRABADOS: Entre flores. —Concierto i n f a n t i l . - E x c e l e n t í s i m o Sr. D. Jesús Pando y Valle, distinguido americanista. — La nueva poesía.—Presentando el traje de boda.—Francisco Uelam, primer bajo absoluto del teatro Real.—Esperando á mamá. CRÓNICA ESPAÍÍOLA Y AMERICANA La beligerancia.-Actitud del Gobierno.—Simpatías á España. Unión Ibero-Amencana.—Banco de España. • NTE el insensato acuerdo de las Cámaras norteamericanas, declarando beligerantes á los insurrectos de Cuba, se ha levantado, con justa indignación el espíritu público, condenando la venalidad de aquellos representantes que lian prescindido del decoro que impone su elevado'cargo, insultando con frases descorteses á una nación amiga, á la que hace poco tiempo proclamaban la verdadera civilizadora de América. Tal acuerdo, más que sorpresa ha causado indignación, hasta" á los que, huyendo de la populachería, lamentarían un 'conflicto entre &u patria y la nuestra, pues, á pesar de esa ostensible riqueza y grandiosidad, quedarían muy mal parados en la contienda. España no dejará humillarse, porque además de sus propios recursos, que no se agotan jamás cuando se trata de vindicar su hoüra, cuenta con la gran fuerza que da la razón y la justicia. Porque considerar beligerantes á los incendiarios y asesinos de Cuba es desconocer, ó no querer conocer, las condiciones que para ello impone el derecho internacional. Si semejante concesión se acordara en definitiva, que no creemos pueda aprobarla el Presidente de la Unión, debiera considerarse como casus lelli, interrumpiéndose inmediatamente las relaciones con una nación desleal. Auii cuando el patriotismo se subleva con tan injustificado acuerdo, no podemos menos de alabar la cordura del Gobierno que, imponiendo el respeto debido á los representantes de los Estados Unidos, espera la definitiva resolución de aquella República para proceder con energía según las circunstancias impongan. Al efecto se lia ocupado en preparar convenientemente los buques de nuestra Armada y un nuevo contingente de tropas. Somos los primeros en aconsejar, ante la gravedad del caso, la mayor cordura para que la exaltación del momento no malograse nuestra justa causa. La prudencia no es debilidad; olvídense los rencores de partido, demos prestigio al Gobierno, proceda de donde proceda , para marchar unidos en caso necesario á la vindicación del honor nacional. , En este malhadado asunto las simpatías de las naciones,- tanto europeas eomo americanas, hállanse en favor de España. Nin- EL ÁLBUM IBERO, AMERICANO gún pueblo culto puede ver con indiferencia Dejando para otro número ocuparnos deconculcados sus derechos, ya que con seme- tenidamente de dicha Memoria, es satisfacjante precedente bastaría cualquier revolu- torio ver que la proporcióa del metálico al ción para que tuviera el apoyo moral de la billete en circulación es de CINCUENTA Y TRES nación norteamericana, que en muchos casos POK CIENTO, tipo muy superior al que exije produce peor efecto que el material. la ley económica de todos los Bancos, que La doctrina de Monroe, por otra parte, sólo es de TREINTA Y TRES POR CIENTO. Este tan puesta sobre el tapete por los oradores dato prueba el estado próspero del Banco de que han promovido el actual conflicto, no España, á pesar de las difíciles circunstanconvence á nadie, porque los pueblos hispa- cias que atravesamos. no americanos saben de sobra que los yankees FRANCISCO DE P . FLAQUER. quieren la América para ellos. Tan convencidos están de esta verdad, MAD^ME ROLAND Y NIADANIE STAEL que aún recordamos las frases de varios delegados al Congreso americano, las cuales I decían terminantemente que sus respectivas L amor es en la mujer el móvil de toda naciones ningún beneficio debían á los Esacción extraordinaria; por eso cuando tados Unidos del Norte, muy al contrario, la veáis lanzarse al tempestuoso ojéano sólo hechos de absorción y despotismo. de la política, no dudéis va impulsada pe* La campanada de los representantes norteamericanos ha resonado con tanta fuerza, el amor. Al amor da Mme. Stai>l hacia su padre, que muchas naciones se ponen del lado lo mismo qué al afecto tranquilo y sereno, pero no nuestro, lo que significa que en un caso ex- por eso menos profundo, de Mme. Roland hacia tremo podemos contar con su amistad y su marido, débese el descubrimiento del genio pO' apoyo. Hace ya muchos días que la Unión Iberoamericana, ocupándose hondamente de la actitud manifestada por la prensa y las Cámaras de los Estados Unidos, viene estudiando los medios que debe emplear, dentro de su esfera, para que con arreglo á los eternos principios de la justicia y del derecho internacional, el Gobierno de aquella República se mantenga en la actitud que corresponde á una nación, según el Derecho de gentes y el progreso moderno, y aunque por razones de prudencia, la indicada Asociación no hizo públicos hasta el presente sus acuerdos acerca del particular, había encargado que emitiesen dictamen sobre el asunto á los Sres. Rodríguez San Pedro, marqués de Perales, Pando y Valle y Martínez AguUó, quienes en sesión de la Junta directiva del martes, propusieron la conveniencia de dirigir prontamente una siiplica razonada al Gobierno español y á los demás de Europa y América, en el sentido indicado, redactando un bien fundado Memorándum. En virtud de esto, dicha Junta, enterada de los apuntes reunidos por la ponencia, sobre tema tan importante y de actualidad, acordó que inmediatamente se redacte el documento mencionado, convocando á los socios para examinarlo y que una vez aprobado se envíe á su destino. La repetida Asociación, que tiene dadas repetidas pruebas de su elevación de miras, del vivo interés que se toma por la confraternidad entre Europa y América, y de sus constantes deseos de que no se altere el equilibrio inteniacional, tan provechoso á los pueblos, se dispone una vez más á emplear los medios que estén á su alcance para lograr estos ideales. Hemos recibido la Memoria leída en la Junta general de Accionistas del Banco de España, que comprende las operaciones efectuadas por nuestro primer establecimiento de crédito en el último año de 1895, la cual se discutirá en la próxima Junta" de mañana 8 de Mar/O. lítico de estas dos mujeres. Cuando la mujer penetra en un terreno que le ha sido vedado, lánzase á él con ímpetu; esto hixo que al convertirse estas dos célebres mujeres ea Egerias, de Neker y Roland, les llevaran más lejos de lo que ellos querían ir. Mme. Staél y Mme. Eoland tienen muchos pantos de contacto: ambas se formaron leyendo á Plutarco y adorando á Rousseau; pero á madama Stael le gustaba la nobleza, y Mme. Eoland era. demócrata. • La Revolución francesa sacó á la superñcie el talento de Mme. Roland; la Revolución francesa vigorizó el talento de Mme. Stael, convirtiéndola en filósofo é historiador. La distinta cuna de ambas influyó en sus opiniones políticas: Mme. Roland había nacido en UQ taller, su padre era grabador; Mme. Stael se había educado en el salón del famoso Neker, primer ministro de Luis XVI, rodeada de personas taa distinguidas como Gibbón, Marmontel, Grimm, Tomas y Raynal. El destino hizo que ambas colaborasen en obras sumamente serias y hasta áridas, que generalmente no se hallan al alcance de la mujer: Mme. Stael comeataba con su padre El Espíritu, de las leyes. Mme. Roland ayudaba á su marido á formar un diccionario de manufacturas. Las dos fueron heroínas de partido: Mme. Roland era el alma de los girondinos. Mme. Staét, realista constitucional, el alma de los partidarioa de la Constitución del año I I I . Ambas persiguieron ideales que no alcanzaron jamás: los ideales de la hija de Neker eran la perfectibiliiad humana y la dicha en el hogar, y murió sin ver realizados ninguno de los dos, pues sabido es que la Baronesa de Stael fué infeliz en el matrimonio; los ideales de la esposa de Roland eran la justi* cia, el orden y la libertad, y su cabeza cayó bajo el hacha del verdugo, sin verlos brillar. Las dos habían nacido escritoras, pero no sentían la impaciencia de publicar: para Mme. Satél, afectada del romanticismo de la época, la pluma era un desahogo de la sensibilidad intelectual: para Mme. Roland la pluma era un deber, el deber de ayudar'ású "marido en loa negocios privados; más tarde los acontecimientos hicieron qaa EL ÁLBUM IBERO AMERICANO 99 CONCIERTO INFANTIL ^a plama fuese para las dos arma defensiva contra loa combdtes que tenían que sufrir, llamadas por 1& suerte á representar gran papel en la escena política. Mme. Roland difiera de Mme. Staél en su amor A la naturaleza: la primera nos describa las bellezas del campo, con rasgos virgilianos; la segun•«a nos dice que nc» le gusta la agricultura porque niele á estiércol. Sorprende en Mme. Stael su desvío hacia los goces campestres, ella no quiere Ver los paisajes de la naturaleza mis que en su •ooudoir, en un lienzo de Claudio Lorena. Mme. Roíand sabe sentir los placeres de la vida rural; Maflame Stael los placeres de la vida de salón. También existe diferencia entre el talento de «atas dos celebridades: el espíritu de Mme, Staél «8 más brillante, mis cultivado; el espíritu de •Mme. Roland más firme, mis vigiroso: Madame otael posee el alma de un ateniense, Mme. Roland «1 alma de un lacedemonio: el estilo de Madame •«taél es jónico, laconio el de Mme. Roland. II Conocido es el estoicismo de Mme. Roland en a Vida política, pero no todos saben que á pesar •^6 el, conservó su ternura de mujer, y las gracias de su sexo, sin parder la virilidad del alma. Madame Roland fué tan grande en la vida pública oino en 1-a vida privada; por eso no es extrauo "Hie uno de sus biógrafos la haya comparado á ashington, el hombre de las virtudes cívicas y •domésticas. •''Inae. Roland, que era muy baila y que contaVeinte años de edad menos que su marido, fué Siempre fiel á éste, á pesar de las pasiones que ínsPiro. Cuando uno de suj apasioaaios amigos, eligido por verla alejarse de Pjiris, le escribió o^anifestáadole tímidamente el dolor de la ausea•<^ia, ella le contestó: *Sentada cerca del fuago, mi marido en su bu- •tranquilo con que ma decía que entregaría sa ca»beza al verdugo si fuase necesario; y confieso qua • aquella cabeza encantadora entregada al hacdia • del verdugo, me produjo una impresión difícil de »ser borrada de mi corazón, pues el furor da IpB «partidos aúu no nos había acostumbrado á tan ea•pantosas ideas. >Lo3 prodigio? de la firmeza de esta mujer, y aa «muerte heroica, no me sorprendieron; fué uua da >los caracteres mis briosos de nuestra Revoluci6a »y uno de loi mis elevados.» Mme. Roland rindió siempre ferviente culto á la amistad; en sus cartas i. Bincal, al darle CUBD* ta de las emociones que transportan su alma vislumbrando la aurora de la libartad, le habla da los amigos de ambos eu estos términos: f Asociar al gran interés de la historia, el inte»rés conmovedor de los sentimientos particulares, >es reunir al patriotismo que generaliza y eleva • los afectos, el encanto de la amistad qge los em»belleoe y perfecciona.» Hubo gran empeño en atribuirle algún amante, porque á sus enemigos les hacía daño la fortaleza de su alma; por eso sus biógrafos aluden á Barbaroux, y á Bazot. Michelet la defiende de tales acusaciones con esta frase: «Los hombres que odiaa una virtud demasiado perfecta, haa querido buscar en la vida de tal mujel alguna debilidad sia prueba.» ¿Qié imp3rta que Mma. Roland sintiera en el fondo de su corazón alguna preferencia sino hizo ninguna concesión al ser que se la inspiró? Existen pasiones nobles y puras, que .como el ipoienso elevan su fragancia al cielo sin tocar la tierra. Hay dadas acerca de si Mme. Roland am6 á Buzot, pero de lo que no puede dudarse es de su virtud. No se miente en el umbral de la eternidad, y • batirlos h'ista la muarte. Me acuerdo dsl touo «Ua dijo, mirando á la muerte sia peatañear, estas fete, mi hija cosiendo y yo cuidando del uno y velando por la otra, saboreando la felicidad de hallarme en el seno de mí querida familia, escribiendo á un buen amigo como vos, bendigo á la suerte que me preserva da los males que aquejan á tantos desgraciados.» Con tan dulce descripción de la vida de familia se propuso el alma virtuosa de esta mujer calmar la tempestad de pasión próxima á desbordarse en el corazón de su amigo Bosc. Oigamos á uno de sus mejores biógrafos, y nos formaremos exacta idea de ella: »He visto algunas veces á Mme. Roland antes »d6l año 1789: sus ojos, su talle, su caballera, »eraa de uua belleza notable; su delicado cutis >tenía una frescura y ua colorido, que, unidos á •su aire de reserva y candor, la rejuvenecían sin>gularmante. Yo no le encontraba la elegancia de »una parisiense, pero esto no quiere decir que fue»se desaliñada, pues la sencillez y la naturalidad »no pueden estar desprovistas de gracia. Reouer• do bien que la primera vez que la vi realizó la >idea que me había formado de la hija de Vevay, »que tantas cabezas ha trastornado, de la Julia de »Rousseau; y cuando la oí hablar, la ilusión fuá 1 mis completa. Mme. Roland hablaba muy bien: »inteligencia, buen sentido, propiedad en las ex«presiones, razón picante, gracia espontánea, todo >se deslizaba sin estudio entre aquellos dientes de «marfil y aquellos labios de grana. £ a la miiroha >de la Revolución no la vi mis que uua vez: era »á principios del primar Ministerio Roland. No »había perdido su fres3ura y su aire da aiolascaa»te. Hablaba sólo da los negocios públicos; su al»ma estaba muy exaltada. Aunque las graudes »ruiaas de la monarquía no hubiesen acaecido ea»tonces, no disimulaba que los síntomas de la auar»quía principiaban á establecerse y promatía com- E L ÁLBUM I B E E O A M E R I C A N O 100 eolenmes palabras* «Nadie se lia dejado arrebatar menos que yo por la voluptuosidad, he dominado EXCMO. SR. D. JESÚS PANDO Y VALLE AMERICANISTA DISTINGUIDO siempre mis sentidos.» jNo pretendamos penetrar los secretos de una alma pnralj Querer desenvolver los pliegues en que se oculta una pasión ilegitima pero honrada, es más cruel qne rasgar el cendal con que vela una virgen suS gracias juveniles. Uno de los caracteres más levantados que puede sefialarse en la Eevolución francesa, es el de esta mujer, en el día 2 de Junio de 1792, cuando la mayor parte de los girondinos se ocultaban, ella y en marido fueron los más valientes, pues ni cambiaron de domicilio. A l saber que se había decretado auto de prisión contra Eoland, lanzóse á las Tullerías llena de heroismo, anhelando conmover á la Asamblea para alcanzar la libertad del compañero de su vida. ¿Os sorprende que una mujer de este temple sepa dominar sus pasiones? Apenas podían seguir sus amigos su actividad política, y cuando llega un momento en que les ve dispuestos á morir, escribe á Bancal estas palabras dignas de un Leónidas: «No es cuestión del morir por la libertad, hay que hacer algo más: es preciso vivir para afirmarla, merecerla y defenderla. > L a inspiradora de los girondinos había nutrido BU espíritu con la lectura de los autores antiguos, y BU imaginación estaba tan exaltada que dice en s u s Memorias: «Mi pasión eran los reformadores, porque amaban la igualdad. Yo creía ser Agís en Esparta y Graco en Boma; hubiera querido reti. r a r m e con el pueblo al monte Aventino y votar por los tribunos.» Cuando le leyeron la sentencia de muerte, contestó: «Me juzgáis digna de participar de la suerte de los grandes hombres que habéis sacrificado: trataré de llevar á la guillotina el valor que ellos mostraron. > Efectivamente, quiso honrar á la Eepública dando al mundo el espectáculo de morir con ma. jestad: cuando la llevaban en la carreta iba de pie, con traje Manco y el cabello destrenzado, consolando & la multitud que sollozaba viéndola tan bella é interesante. Al pasar ante la estatua de la Libertad, pronunció estas palabras que el tiempo ha hecho solemiieS; «]0h Libertad, cuantos crímenes se cometen en tu nombre!» L a enemiga de Danton y Eobcspierre murió con la serenidad de un mártir cristiano, en el día 9 de Noviembre de 1793. Su marido, al saber tan trágico fin, se suicidó. Ella lo había dicho cuando le leyeron la sentencia de muerte: «Eoland se matará. * Sobre el cadáver de Eoland se encontró un papel con estas palabras; «Eespetad los restos de un hombre virtuoso.» ¡Honroso epittflo que él escribió! La posteridad le ha hecho justicia, declarando que lo merece y grabándolo en las páginas inmortales de la Historia. CONCEPCIÓN G I U E N O B Í F L A Q U I E . (CoDcluirá) ACIDO en noble solar asturiano compendia Pando y Valle en su persona las virtudes y los defectos de su raza; heredero del generoso y viril espíritu que llevaran á las cantábricas montañas aquellos denodados campeones que la traición venciera en la llanura gaditana, parecen escritos para él los sabidos versos del autor de Flor de un día, pues reúne «A la sencillez de un niño, el aliento de un gigante»; que á la indomable altivez para negarse á transigir con la maldad en triunfo, hermana la bondad del corazón en grado tan eminente que no concibe, sino después de repetidas pruebas, que haya quien no se conduzca en la vida con la rectitud que él acostumbra. Genio activo y emprendedor, bien pronto el estrecho marco de una provincia dejó de ofrecer campo apropiado á sus energías; y después de haber brillado en la Universidad ovetense como u r o de los más preclaros alumnos de aquella famosa Escuela de Derecho; después de haber ejercido con envidiable acierto, poco común á sus años, los puestos irás difíciles en la administración municipal y de justicia de su pueblo natal; después de dejar en éste recuerdo perdurable de sus beneficiosas iniciativas, contribuyendo al establecimiento de un Colegio de segunda enseñanza en el que desempeñara las cátedras de Geografía y Retórica, y una Sociedad de socorros mutuos de trabajadores, nuncio de lo mucho que más adelante había de preocuparle el gravísimo problema social y de lo que en su armónica solución trabajaría con plausible eficacia y sentido práctico. Pando y Valle tendió el vuelo á Madrid, ideal que acarician cuantos hijos de esta pequeña Babel se sienten con alientos para distinguirse del montón anónimo que se contenta, indolente, con vegetar.! ^•Quién contribuyó á que realizara este propósito? Lo ignoramos; pero su nombre debiera conocerse como premio merecido al servicio que prestara, no tanto al joven asturiano como á la patria, hoy necesitada más que nunca de los talentos de sus hijos. Venía Pando y Valle á la corte precedido de bien aquistada fama de jurisconsulto, orador elocuente y literato distinguidísimo, cuyas prmicias se disputaban periódicos de tanta valía como La Ilustración Española y Americana, La Época, El Tiempo y otros, y cuyas dotes de polemista y escritor cultísimo habían quedado demostradas en la prensa regional, fobrc todo en la revista El Sábado, que en Oviedo fundara y dirigiera. Su posición al llegar á Madrid era verdaderamente difícil y comprometida; no se trataba de uno de tantos jóvenes obscuros aunque animosos, que eligen este gran teatro para sus ensayos primeros y que nada arriesgan en el frecaso; era una reputación hecha que venía á sufrir severísimo contraste; y como á diferencia de lo físico en lo moral agrandan los objetos, era de temer que una vez de cerca resultara empequeñecida la figura de Pando y Valle, que vista desde lejos pareció de atractiva magnitud á sus protectores. Sin embargo; apenas hubo de encargarse de la plaza de redactor que obtuviera en la Gaceta de ¡dadrid, la más espléndida de las victorias trocó en realidad innegable las halagüeñas esperanzas de sus numerosos admiradores. El trato afable; la agudeza del ingenio que sabe encontrar en cada caso la frase precisa que la situación exige; la conversación discretísima, en;la que lucen con las chispas de un natural gracejo, los t e - soros [de una erudición inmensa pacientemente adquirida, captáronle desde luego las simpatías y eí cariño de cuantos le conocieron y trataron, al punto que bieh pudo nuestro biografiado, parodiando á César, de quien es reencarnación en la actividad prodigiosa, exclamar satisfecho: llegué, hahléy vencí. No solo en las Academias y Ateneos dejóse oir la palabra insinuante y fogosa de Pando y Valle; en los Círculos Obreros arrancó grandes aplausos á la muchedumbre explicándoles sus derechos y haciendo resaltar, con catoniana severidad, sus deberes: en la Audiencia del territorio, en el Tribunal Supremo y en el Consejo de Estado, sostuvo, con habilidad y fortuna, los interese» confiados á su defensa, y al felicitarle Magistrados encanecidos en la Administración de justicia, confirmaron con sus fallos las doctrinas que Pando sostuviera. La vida agitada del periodista, colmando los anhelos del espíritu inquieto de Pando y Valle, le atraía con seducción irresistible, y á ella consagró las enérgicas actividades y los fervorosos entusiasmos de una juventud por entero dedicada al traba jo que ennoblece. Redactor del Boletín de Administración local, Pósitos y Jvjgados municipales, colaborador de innumerables revistas nacionales y americanas, er 1883 fundó Los dos mundos, de perdurable memoria, publicación en que se dieron cita las notabilidades de las ciencias, las letras y las artes, que se disputaban el honor de que sus firmas apareciesen en las nutridas columnas de aquél periódico modelo, que tanto contribuyera, con su constante generosa propaganda á estrechar los vínculos de inquebrantable afecto, hoy por dicha conseguidcs, entre la madre patria y sus antiguas colonias del nuevo continente. No obtuvieron, en otro orden, los esfuerzos de Pando el resultado que merecieron; pero como en su ánimo bien templado, las contrariedades inmerecidas por dolorosas que sean no logran hacer mella, fundó en 1890 el popular diario La Patria, inspirado en los mismos ideales y que tan memorables batallas riñera en pro de los intereses ultramarinos. Las tareas periodísticas, el foro, la política, los destinos oficiales, los múltiples cargos con que le abrumaban numerosas Corporaciones, dejábanle todavía, aunque asombroso parezca, vagar suficiente para dedicarlo al estudio y composición de obras fundamentales sobre los más diversos asuntos. Allá en sus mocedades, sintió arder en su fantasía el quid divinum de los escogidos de Apolo, y compuso versos que, coleccionados en los libros que llevan por epígrafe Poesías, Pequeños Poemas y Horas pérdidas, dieron ocasión al doctísimo critico D. Francisco de P. Canalejas á saludar en Pando y Valle el continuador de la forma literaria y escuela poética del creador de las Dolaras. Las imperiosas exigencias de la vida, cuya prosa en vano se trata de esquivar, sino amortiguaron en Pando la inspiración de que aun da en ocasiones gal'ardas muestras, alejáronle por lo menos de estos dulces entretenimientos de sus primeros años, de que son también recuerdo preciadísimo sus Cuentosy Leyendasi, Otros rumbos, no tan provechosos á la amena literatura, pero sí más prácticamente útiles, lleváronle á estudiar la cuestión complicadísima de Los Pósitos, de tan vital interés para nuestra decaída agricultura; y producto razonado de sus investigaciones y crítica, fué un precioso libro acerca de la historia de aquellas beneficiosas instituciones, su actual estado é importancia, reformas que necesitan legislación porque se rigen é inconvenientes de convertirlos en Bancos agrícolas; con lo cual Pando probó una vez más que estudia las cuestiones á conciencia y las acomete con valenti?-, confirmando más 101 EL ALBÜM IBERO AMERICANO y más este juicio, su concienzudo Programa de re Jormas (apuntes sobre la crisis agrícola en España y medios de combatirla), su notable discurso acerca de La Cuestión Agrtcolay los Municipios y la hermosa conferencia El Comercio y su importancia. En el precioso albura rotulado El Centenario, nótanse sus patrióticas fogosidades de americanista y en el último trabajo que le debemos, el magnífico volumen Misión transcendental {estudio acerca de la caridad, la Cruz Roja y el problema social), muéstrase el filósofo y el estadista que, pensando alto y sintiendo hondo, penetra con su mirada de águila las obscuridades del porvenir, señalando con apocalíptico acento los males que se avecinan y proponiendo el remedio necesario. Los aplausos que Prelados insignes, conspicuos sociólogos y autorizados periodistas de todas las naciones civilizadas vienen tributando á esta obra, revelan por manera harto decisiva que Pardo y Valle ha sabido poner el dedo sobre la llaga. Otros de los aspectos de la perseverante laboriosidad é iniciativa de nuestro biografiado nos la ofrece cooperando á toda empresa levantada y patriótica. En el Ce tro oe Asturianos, en la Asociación de Escritores y Artistas, en el Circulo de la Unión Mercantil, y en otras Corporaciones análogas prestó su valiosísimo concurso; Secretario de la Comisión central del Centenario de Calderón, de !a Junta de Gobierno de la Exposición de Filipinas, Vocal de la Junta directiva del Cuarto Centenario del descubrimiento de América, Secretario adjunto del IX Congreso internacional de Americanistas, alma > vida, durante mucho tiempo, de la'Unión Ibero Americana, que puede asegurarse que le debe el ser, todos éstos importantes organismos evidenciaron las excepcionales aptitudes de Pando, «|ue sin pretenderlo se impone por su propio valimiento adonde quiera que acude. Ostenta nuestro biografiado otro título mayor * la consideración respetuosa y á la admiración sincera de sus contemporáneos; y es la resurección, casi milagrosa, de la Cruz Roja, que cual nue^o Lázaro ha surgido rozagante del sepulcro del olvido, al potente impulso de su moderno historiador y panegirista. Los servicios de Pando y Valle son en este concepto, tan notorios y superiores á todo encomio, que fuera empresa irrealizable querer enumerarlas. Con valer tanto el hombre público, según de estas sencillas y desaliñadas notas se deduce, todavía el esposo, el padre de familia, el amigo, le superan, aunque paradógico parezca. Modesto hasta la exaSeración. no hemos logrado verle ni una sola vez con el uniforme de Cónsul General del Salvador en España; Caballero Gran Cruz del Mérito militar; Comendador de la Real y distinguida orden de Isa ^«1 !a Católica, del Busto del Libertador de Vene'^ela, de Santa Catalina del Monte Sinai, del EsP"""u Santo, del Instituto del Mediodía de Francia, '^'•an Placa de honor y mérito de la Cruz Roja, des- «No te escupiera yo si no brillaras.» Y Pando, por más que trate de ocultarlo, brilla demasiado, con luz propia, para no causar la molestia del deslumbramiento á los que viven en las tinieblas de justificado perdurable olvido. Católico fervoroso y de costumbres sinceramente piadosas, hállase afiliado en política al partido que acaudilla D. Antonio Cánovas del Castillo, que le aprecia y le distingue. Las doctrinas conservadoras defendidas por Pando van impregnadas de ese amplio espíritu de bien entendida dercocracia que la Iglesia católica ha predicado siempre; por eso resultan más simpáticas y de mayor eficacia social. Cuando dirigimos la vista á las altas esferas de la administración pública y las vemos ocupadas por ilustres nulidades, en cuyas hojas de servicios sólo puede consignarse el triste mérito de una inverosímil flexibilidad ante las exigencias de los poderosos; Cizando observamos poblados los escaños del Congreso de impersonales diputados monosilábicos sin historia y sin arraigo en los distritos que representan, el llanto-risa que asomaba á los labios del poeta contemplando «tdntos hombres sin empleo tantos empleos sin hombre» pugna por dominarno?, y el desaliento que traen consigo las injusticias que se hacen á diario, llena el alma la duda de si Pando alcanzará el puesto que merece; que á la desgracia que en el orden práctico supone, no transigir con'las impurezas de la realidad, nuest-u biografiado añade la no menos perjudicial en estos tiempos de grosero positivivmo, «de sentirse ruiseñor en un mundo de gorriones» FERNANDO DE BARRIONUEVO. UNA OPINIÓN ACERCA DEL AMOR EN EL A L B D M D E LA SEÑORITA CASILDA DE ANTÓN £ ha dicho qna el amor es un episodio de la vida del hombre y la vida entera de la mujer. Si esto fuera exacto habría que convenir en que el amor de la mujer es muy distinto de lo que los hombres sienten cuando están enamorados. El amor es en el hombre una verdadera mono- en 1843, del capitán D. Fernando González de Ortega, manifestó, desde la infancia, gran inclinación á la música, á la pintura y con especialidad á las bellas letras, hasta el extremo de que, privada por sus abuelos, con quienes vivía, de dedicarse al estudio, se privaba ella del sueño, para poder satisfacer la irresistible vocación de su alma y la insaciable sed de su corazón, y lo hizo con tal asiduidad, que se debilitó entonces su salud y no ha vuelto á recobrarla en los días de su vida. Fué una de las primeras poetisas que hizo públicos, en este siglo, los acentos de su lira, y no sólo arrancó de sus armoniosas cuerdas, cantos castellanos, sino que celebró con ellas en catalán, las públicas alegrías, las nobles aspiraciones y las mayores solemnidades del antiguo Principado, y á ruegos de sus admiradores, las hizo exhalar melodiosos ecos en la dulcísima lengua del Cisne de Sorrento. Hizo versos desde 'os diez años, no para el público, sino para pagar un tributo á la necesidad que devoraba su espíritu y á la inspiración que se desbordaba de su fantasía; v contaba veinticuatro,cuando los periódicos de Barcelona, donde residía, £ / "Vapor, El Guardia Nacional y La Religión, insertaron algunas de sus composiciones, unas con gallardía en la forma y delicadeza en el fondo y otras llenas de ternura y de sentimientos humanitarios 6 religiosos, y al trasladar ¿ sus columnas El Noticioso de ambos mundos, de New-York, la titulada FL BESO MATERNAL, llamó tanto la atención, que el Gobierno de los Estados Unidos la hizo traducir al inglés y recomendó su adquisición á los establecimientos de primera enseñanza. Sencilla y modesta en sus costumbres, jovial y cariñosa en su trato, jamas tuvieron cabida en su pecho ni la emulación ni la envidia. Por eso pudo escribir en el seno de la conñanza: « í o no-he recibido desengaños en mi vida literaria; sólo he hallado generosidad, tolerancia, amigos fieles y entusiastas.f) Reconociéndolos méritos de esta ilustre tarraconense, que colaboró en diferentes Revistas literarias y ha publicado, en 1841, 1850 y 1861, tres colecciones de versos, POESÍAS, FLORES MARCHITAS y manía, que puede degenerar en locura furiosa. FRUTOS DEL OTOÑO, un drama, cujo título no conocemos, varios opúsculos, y un TRATADO SOBRE LOS El enamorado solo halla encantos en la mujer que DERECHOS MORALES Y SOCIALES DE LA MUJER, o b r a ama y á veces «sta mujer carece de todo género de que es el fruto de sus estudios y una prueba manifiesta de su vasta erudición, la distinguieron con el título de socia honoraria la Academia de Buenas Letras de Barcelona, con el «le individua de mérito la Sociedad Filomática y Filarmónica y con el de socia facultativa el Liceo Artfstico Literario de Madrid. encantos. El enamorado transforma en belleza sobrehumana á la fea y en discreta á la mujer más vulgar. El enamorado queda inútil para toda clase de trabajo intelectual; porque las tres potencias de su alma están ocupadas en la señora de sus pensamientos, la memoria en recordarla, el entendimiento en comprenderla y la voluntad en servirla. El amor, el amor apasionado, el único amor MARÍA DEL ROSARIO WKIS, nació en Madrid en i8i4ymur¡6 en 1843, discípula del celebérrique de amor el nombre merece, es un episodio, 6 mo pintor español D. Francisco Goya Lucientes, á quien nadie precedió en su género, ni nadie le varios episodios de la vida del hombre; pero no es, e hace muchos años; condecorado con innumera- ni puede ser, U vida entera de la mujer. La pa- igualó después, y de Mr. Lacourt, director de la es medallas de Sociedades y Academias, españo- sión amorosa es un estado del espíritu, que de ser Academia de pintura de Burdeos, mereció ser nomlas y extranjeras, ni siquiera luce en el ojal de la permanente, transformaría la tierra en una casa brada académica de mérito de la de las Tres nobles *'ta la más sencilla roseta, rehuyendo, con tenaci- de l o c o s . . . ó de locas, si solo eran las mujeres las Artes de San Fernando, y fué maestra de dibujo, desde 1842 hasta su fallecimiento, de la reina Isaque parece monomaniaca, la más legitima é permanentemente enamoradas. bel II y de su hermana la infanta María Luisa Fer'spensable exhibición. Amigo leal como pocos; LtJIS VlDAET. nanda. •"V'cial con aquellos á quienes apenas conoce, y Después de copiar á diferentes autores, imitando * debe ni espera, el ser todo para todos, íreel carácter y maneras particulares de cada uno, y itementeleperjudica: que no siempre el egoísmo II al lápiz con verdad inimitable, precisada á sacar ensurable. A Pando no se le conocen enemigos; (Continuación.) partido de su profesión, para atender á su subsisontrario seria suponer en el corazón humano : ARIA JOSEFA MASSANÉS TDALMAU, vino tencia y á la de su anciana madre, se dedicó, por ruindad que por fortuna no existe; pero tiene al mundo, en Tarragona, el 19 de Marzo encargo del secretario de la Embajada inglesa, á antes envidiosos, inevitable contraste del verde 1811, hija del coronel de infantería uadern m' • copiar, al lápiz, varios cuadros, entre ellos la D. José y de Doña Antonia, que falleció '^ mentó; que, como dijo madama Stael, «tener MoNNA-LiSA, del florentino Leonardo de Vinci, el á lorcinco meses de haberla dado á luz, y esposa •a es confesarse inferior al envidiado». 102 EL ÁLBUM IBERO AMERICANO EXCMO. SR. D. JESÚS PANDO Y VALLE DISTINGUIDO AMERICANISTA LA NUEVA POESÍA (cuadro de Aharez.J EL ÁLBUM IBERO AMERICANO PRESENTANDO EL TR \ J E DE BODA (cuairo de Masriera.) 103 104 primero que ha sabido realizar en la pintura todos los principios de lo bello; la LUCRECIA FEDE, del Tanobién florentino Andrea Vannuchi, conocido por Andrés del Sarto y Andrés sin errores; la SALOMÉ CON LA CABEZA DFL BAUTISTA, del veneciano Ti ziano Vecelli, el primer colorista y jefe de la Escuela veneciana, y el RETKATO DE LA MUJER DE PADILLA, de Goya Lucientes, que bebió sus inspiraciones en la sociedad á que pertenecía, y cuyos cuadros reflejan no sólo las ideas sino hasta los vagos deseos de su época, y en su combinación se ven el atrevimiento y la originalidad del genio. Envió á una Exposición artística, celebrada en Burdeos por la sociedad Filomática, una figura original de medio cuerpo, que representaba EI. SILENCIO, obteniendo, por ella, una medalla de plata, que era el mayor de los premios destinados á este género de pintura. Y ejecutó; además de otras obras, LA ATENCIÓN, con tintas péreas y fantásticas; un A^GEL de bellísima expresión y suma diafanidad en los colores; dos cuaííroí apaisados. VENUS y DIANA, con colori- do semejante al del flamenco Pedro Pablo Rubens, que sobresalió en el fuego y en la sublimidad de la invención, en la energía del dibujo, en la potencia de su imaginación fecunda y poética, en la riqueza de la composición y que fué el fundador de la Escuela flamenca; copió, en El Escorial, con perfección y maestría, en 1841, varios cuadros de este autor y del sevillano Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, que se distinguió por so estilo sólido y brillante, y á quien ninguno igua'ó en la imitación de la naturaleza, en la degradación de la luz y de la sombra, en las distancias, en el colorido de las carnes, cabellos, ropas y celajes, ni nadie supo obtener, ni aun llenando su paleta de deslumbradoras tintas, la riqueza de tonos que él obtuvo en muchas ocasiones, con cuatro colores solamente, estando considerado como el creador de la Escuela madrileña. MARI A FRANCISCA DÍAZ CARRALERO, nacida en 1814 y muerta en Manzanares (Ciudad Real), en Julio de 1894. fecundísima improvisadora, á quien ni el haber nacido en pobre y humildísima cuna, ni la falta de vista, ni la escasez de recursos, han sido obstáculos para que brotara y se alimentase en su i n . teligencia la esplendorosa llama del genio y poseyera la magestuosa lengua del Lacio, produjo numerosísimas composiciones en verso, que corren de boca «n boca, y algunas se conservan en álbums y periódicos. Era conocida, por La ciega del Manzanares, de todos los que viajaban con alguna frecuencia por la línea del Mediodía, y admiraban la portentosa facilidad con que, apoyada en un tosco palo, improvisaba largas tiradas de versos, siendo su producción favorita las décimas, que recitaba con admirable declamación, para entretener las breves paradas del tren en las estaciones cercanas á aquella villa y recoger limosnas, con que atender á su sustento. Cuando visitó á Granada—escribe un amigo nuestro—atraída por el poético encanto, que acompaña siempre al recuerdo de la morisca ciudad, su alma sintió plácidas emociones, y entonces, más que nunca, lamentó, aunque con resignación dulcísima y altamente cristiana, que el cielo le hubiera negado la dicha incomparable de admirar, con los ojos de la carne, ya que no con los del espíritu, las bellezas incomparables, que en su encantador recinto, guarda, como un tesoro preciado, la sultana de Occidente. Más que cuanto nosotros pudiéramos decir de la pobre ciega, á quien, con la sonrisa en el rostro, hemos visto muchas veces tender la mano, implo- EL ALBL'M IBEEO AMERICANO rando la caridad pública, dice el siguiente Soneto, que salió de sus labios, y cuyos conmovedores acentos impresionaron vivamente nuestro corazón: «iNací, y en el nacer quédeme ciega, Y lloré sin saber mi desventura, Y hoy, sumida en recuerdos de amargura. Sólo en llorar mi corazón sosiega! iSu luz, su resplandor el sol me niega. Jamás vi de la luna la hermosura. Ni admire de la nieve la blancura, Ni vi este rostro que mi llanto riega! A inspirar compasión no sé si acierte Este cantar de la divina ciencia Que me legaste, desgraciada suerte. ¿Quieres que sufra y ceda á tu influencia, Arrastrando esta vida hasta la muerte? ¡Pues mírame sufrirla con paciencia!» MARÍA JUANA QUINTANO T MEDINA, que vio la luz, en Madrid, el 27 de Enero de 1815, buscó casi siempre en la Religión la inspiración de sus cantos y el objeto de sus producciones. Iluminada por la dignidad, llama que alumbra, no por el orgullo, llama que quema, camina, por el campo de la literatura, apoyándose en la resignación cristiana y con los ojos puestos en las verdades eternas, mientras vuela su imaginación hacia las regiones del infinito, y desde el santuario de la conciencia eleva sus preces, como aromático incienso, hasta la inmensidad de los cielos. Ingenua en su trato, de carácter afable, de talento claro y de corazón bondadoso, tan sencilla en sus costumbres como modesta en sus aspiraciones, tuvo la fe por guía, la esperanza por norte y la caridad por consuelo: los descreídos la respetaban, los perseguidos por la suerte hallaban, en sus consejos, escudos contra los infortunios, y los necesitados, en sus palabras, el paño de las lágrimas. Las composiciones de esta madrileña, que tenía en el corazón los anhelos del niño ó las ansias del adolescente, y en el pensamiento la ciencia del joven ó la experiencia del anciano, cautivan el ánimo por su naturalidad y la mente por su ternura y delicadeza. Publicó dos poemas, Bi. Juicio y LA RELIGIÓN, un CANTO RELIOIOSO, al natalicio del príncipe de Asturias D. Alfonso, un DEVOCIONARIO en verso, un Libro de educación, y las novenas de la Virgen de los Dolores, Santa Teresa de Jesú>, Santa Filomena y San Francisco de Asís. R. DE LA H U E R T A P O S A D A . (Se continuará.) medio de dos campos, rodeados de hombres darmas. Viendo el francés la pesadumbre de la porra, pchó la suya en el campo no pudiéndola menear y puso mano al estoque, 7 vino á mí pensando que yo no podría alzar la porra, y dióme ana estocada por la escarcela del arnés y hirióme, y yo le di con la porra en la cabeza y le hundí el almete en ella y murió. Por estas cuatro cosas que me acaecieron casi juntas me vinieron muchos reveses, ansí de amigos como de enemigos, que por espacio de dos meses combatí otras tres veces y quiso Dios darme victoria por la razón que tenía. Desde á pocos días fué la batalla de Vicencia y la ganamos, aunque pensaron tenernos en la red. »De allí fui á España con el Gran Capitán que fué á dar cuenta de los hechos, y alcanzó al Rey por cien mil ducados, y estando un día en la sala del Rey muchos caballeros, entre ellos hubo dos que dijeron que el Gran Capitán no daba buena cuenta de si. Yo respondí alto, qne lo oyó el Rey, que cualquier qne dijese que el Gran Capitán no era el mpjor criado suyo y de mejores obras, que tomase un guante que yo le puse en la mesa. El Rey me lo volvió, que no lo tomó nadie, y dijo el Rey, que fuera verdad lo que yo decía, y de allí adelante el Gran Capitán estuvo bien conmigo, qne él hasta allí, no me podia ver porque no serví á Próspero. De allí me fui á mi tierra por Coria, llegué tarde con solo un paje, que á mi casa no pude andar tanto, y hallé en la posada dos rufianes y dos mujeres de mal vivir, y unos bulderos que querían cenar; y como vestido de pardillo me viesen y con un papahigo (1) pensaron que era merchán de puercos y comenzáronme á preguntar que á dónde iba, y si iba á comprar puercos, que allí los había buenos; y no respondiendo, pensaron que era judío y sordo, y llegó uno de los rufianes á tirarme del papahigo, diciendo que si era sordo. Yo estuve quedo por ver que haría, mas un buldero que páresela hombre de bien le dijo quedito que no se burlase conmigo; que no sabia quién era, y que se me parescian armas debajo del sayo. «Estos rufianes llegaron á mi por ver las armas, después me vieron armado, los judíos no hicieron más escarnio, las mujercillas decían si había escapado del sepulcro huyendo; en esto llegó mi gente que traía de Italia veinticinco arcabuceros, y envié el page i. ellos que no digesen quien yo era, é hicie EL GRAN CAPITÁN DIEGO GARCÍA DE PAREDES (Contionación) sen que no me conoscian, por ver en qué paraba la fiesta; y tornados al tema, vino uno de ellos y tiróme del papahígo, queriendo que le mostrase las armas, que eran doradas, y aun me digeron si las ha- UMPLiDA la tregua de la guerra hubo bla hurtado. Un cabo de escuadra mió, no lo pn- conciertos entre los campos con manda- diendo ya sufrir quiso poner mano á la espada, yo do de los reyes que combatiesen doce me levanté y tomé un banco en que estaba sentado, por doce. Vino á efecto. Por una parte y comencé por el rufián y las mujercillas, y abrí la fueron éstos: el coronel Villalba (1), el coro- cabeza al rufián, y eché las mujeres y los bulderos nel Aldana (2), él coronel Pizarro (3), el coronel en el fuego, una mujer ca; ó debajo, y murió; los Santa Cruz, el capitán Juan de Haro, el capitán otros, quemadas las caras y las manos, salieron Juan de Gomado, el capitán Alvarado (4), dos ca- dando voces á la justicia, y el mesonero con ellos. pitanea de gente darmas, dositalianos y y o . Qniso Nosotros nos sentamos á cenar su cena, hasta que Dios mostrar su justicia, que fueron muertos. So todo el pueblo se juntó á la puerta, y vino un al- bre este combate se revolvió un capitán francés calde á quebrar la puerta, yo le hice abrir, y en- cvnmigo porque yo le había muerto dos hermanos. trando de golpe los porqaeroaes, yo que tenía la A los dos dias combatimos con porras de hierro en tranca de la puerta en las manos, derroqué dos ó (I) (2) (3) (4) De Plasencia. De Valencia de Alcántara. DeTrujillo. De Lobón. (1) Cierto pedazo de paño ó tela que á manera de montera se tiraba hacia abajo, cubriendo la cara y el pescuezo, mtnos los ojos, y que usaban los *ia¡eros para defenderse sel aire, del J^ agua y del frió. 105 E L ÁLBUM I B E R O AMERICANO tres dellos, y no ogaron entrar más, y de fuera me cabuceros, todos á caballo, y si tardaran más todos Pasados algunos años trasladaron los restos del requerían que me diera á prisión, sino que me éramos despedazados, porque estábamos todos mal famoso capitán á la parroquia de Santa María de quemarian la casa, y en fin VÍEO el obispo que era heridos, y yo de rodillas en tierra entre algunos Trujillo. Su hijo mandó colocar dos banderas so- mi deudo, y asosegóse todo. suyos muertos, do no me podían herir en las pier- bre su sepulcro, único homenaje que se tributó i nas, y ansí llegó el socorro y matamos tantos que la memoria de aquel varón insigne. «Desde á poco tiempo se me mandó ir á NavaMa; fui Coronel de nueve banderas, tomamos á escaparon pocos de más de cien hombres que eran: E r a García de Paredes un verdadero capitán del Moya, un castillo fuerte; fuimos á Pamplona, di- yo prometo á Dios que fui el hombre más cruel que siglo XV. Su prematuro desarrollo le permitió á los mos la batalla, perdiéronla los franceses; fuinosá nunca ful, porque maté más de diez dellos. Mata- 14 años de edad hacer su primera campaña contra Fuenterrabía, tomárnosla por hambre. Despidióse ron ellos un criado del Emperador y á su majer, y los portugueses. Asistió después á las guerras de lagente que no fué menester, subcedieron las ccmn- diéronme á mi seis heridas pequeñas, y dieron á Granada, logrando distinguirse entre tantos v a - Bidades (1). Pararon en lo que sabemos. Volvimos Sancho Paredes tres; de manera que á todos nos lientes en los sitios de Baeza y Velez Málaga, me- llego á Navarra con el principe Dorante y el con- señalaron. Sea loado Dios, pues nos libró. Veni- reciendo el honor de que el rey Fernando el Cató- destable, tomamos de franceses á Vidalia, Mon- mos á Bolonia do siendo Dios servido daré fin á lico le armase caballero por su propia mano. Des- leon, Vesola y á Salvatierra. De allí fuimos á Ta- mis días. Dejo estes cosas á Sancho de Paredes pués de la gloriosa conquista de Granada, no ha- riz, y fué quemada por los alemanes y saqueada, por espejo en que haga sus obras conforme á estas llándose bien con las dulzuras de la paz, determinó nías del vino que bebieron se pararon tales, que en servicio de Diod. > pasar á Italia, donde con frecuencia sobraban oca- los enemigos les tomaron toda lá artillería que lle- Hasta aquí este curioso documento. siones para manejarlas armas, como él con laconis- "vaban, y yo iba de retaguardia con mis escopete- No fallaron los presentimientos de García Pare- mo singular, refiere en el Sumario que redactó para su hijo Sancho. aos, y atravesé un monte y tómales un paso á NICOLÁS D Í A Z T P É R E Z . los que iban con la presa, que eran por todos (Cronista de Badajoz). cinco mil; tómelos descuidados, ropimnioslos, (Concluirá.) * quitárnosles el artillería y matamos mil de ellos, y prendiéronse muchos, y de ahí fuimos CUENTOS B R E V E S a Tuenterrabía y riridióse; fué despedida la gente que no fué menester; quedó Gutierre Qui- E L SOLDADO jada y yo, cada uno con su coronelía. Vino ^ J ESOANSABAtí en pleno Junio ea el co- Campo de franceses, tomamos el castillo de rral la anciana postrada en su sillón Treavia, que era el paso, defendimosle, torná- y los criados. ronse todos salvo cinco mil esguiíaros esco- u gidos entre doce mil. De pronto se oyeron tres aldabonazos. La sirviente corrió á abrir, volvió sola y dijo ^Despidióse nuestra gente, quedaron seis- á su dueño: cientos españoles. Viniéronlos esguizaros con• —En la puerta hay un soldado... 'ía ellos por una montaña arriba, tan derecha, Los cuatro mozos se levantaron perezosa- ^1e subían asiéndose con las manos, por de- mente. Se desperezó la vieja que dormía, y el sollarnos. Cuando fueron en lo alto arremeti- gato arqueó su lomo gruñendo. mos con ellos, rompímoslos; vinieron á naorir El dueño dijo: <lespeñado8 por nuestras manos y ahogados en —Pregúntale de dónde viene. •n rio más de cuatro mil, y los otros fueron L a criada, amedrentada, no se atrevió á presos y llevados á los gobernadores de Es- moverse. paña á Vitoria. Luego vino S. M. de Flandes, ^ * yo á besarle las manos, hizo Cortes, fué lue«0 a Italia, á Bolonia. Coronóse, fuimos luego Un criado dijo: €¡Yo voy!», y se dirigió é, FRANCISCO UETAM PRIMEE BAJO ABSOLUTO DEL TEATRO BEAL Hungría, retiróse el turco, tomamos á Ita^* y llegados al Triul, una jornada atrás me quede en una casa en la campaña por ser tarde, á «a milla del campo. Iban conmigo unos criados Emperador con sus mujeres, con sus carros e pan y seis criados míos y mi hijo Sancho de ^redes. A media noche sentí ruido alrededor de oasa. Levánteme de un banco en que estaba ar'^^0, he hice armar mis criados, y escuchando ** J" nna ventana vino una lengua (2) que yo tenía ' des; sus dolencias, agravadas por una fuerte caída que dio del caballo, dieron fin de su vida en Bolonia, el año de 1530, cuando acababa de cumplir sesenta y cuatro años. Su cuerpo fué depositado en dicha ciudad, y el célebre Cardenal Baronio, muy entusiasta de sus hazañas, mandó grabar sobre el sepulcro, por encargo del Sumo Pontífice, Clemente V I I , el Florentino, la siguiente inscripción: endo dieron me cuatro escopetazos; quiso Dios DIDACO GARCÍA DE PAREDES NCBILI HISPANO, CAROLI QUlNTI IMPERATORIS MILITtJM PBJtFECTO, QVI AB INCÜNTE CÍTATE INTEORITATE HONESTISSIMUS SE EXERSUIT, rORTITODlNE ANIMI, MAGNITUDINE, AC RERUM GES TARÜM GLORIA NEMINI SECUNUUS, CORONIS todos me hiciesen poco mal, y tomáronnos en ELYícis, VALLARIBUSQUE; scEPivs, DONATOS; yo:—«Señor, quemarnos quieren la casa, y el ^eno no lo consiente y ellos dicen que se la pa6 rán.»—Yo por no ser quemado salí fuera, y en ío á todos, y con alabardas y piedras comen*^^^ & pelear. leronnos tantas pedradas que nos descalabratodos, y convínonos retirar las espaldas á la ' y allí nos defendimos lo mejor que se pudo, qne un soldado que se quedó, escapó aquella °che huyendo y fué nuestra salvación, que fué al po ya que era de día, diciendo que mataban á «o warcla de Paredes. Volvieron á nuestro ___^^o el alférez Diego de Avila con cincuenta ar(') ^') El i.,.„, f->\ .. de los Comuneros. Un "^'«ntamiento hombre apostado. HO&TES PLURIES SlNGULARl CEftTAMI^E SUPERÁVIT, NEC Á qUOPIAU IPSG SUFERATIIS: PAREM SIBl NUNQUAM INYENIT. VfSlT UNO CODEMQUE CONSTANS VIRTOTIS TEORE, TAMQUAM STRENUUS ST OPTlMUS DUX. tECB.SSIT VIR RELIGIOSISS. ET CRISTHIANISS. EX BELLO REOIENS ADVIRSUS TURCAS IN GERMANIA FOELICISSIMUM CASARE SEMPER AUGUSTO CONFECTO BONONLÉ ANNUM AGENS LXIV STEPHANUS GABRIEL CARDINALIS BARONll AMIGO BENEMEREMTl, EX PIETATE POSSUIT ObNO MDXXX IIJ CUJUS OSSA MANDATO DOMINI SANCTIS DE PAREDES FlLll DICTI DlDACl GARCI/S P. RAMÍREZ DE MESA EXTRAXlT KALENDAS OCTOBRIS ANNO MDXLV BAQUE IN NUNC LOCUM FIDELITER RKPORTATIT la puerta. El silencio de la noche era amedrentador. Volvió el mozo: —He visto al soldado... —¿Es un soldado?... —Un soldado... ¡Tiene unos bigotes!... Dice que se llama Juan Rigaud y que viene de F o n tenoy. Todos se levantaron. ¡Fontenoyl. Esto era tan grande que todos quedaron anonadados. —|Que entre!—gritó el dueño.—Es el hijo de la Rigaud. Preparadle cama y traer vino. La puerta se abrió. No se vio nada, porque la noche era muy obscura, pero se sintieron en el zaguán pasos de hombre fuerte y joven. —Dios os guarde, amigos—dijo el que entraba. —[Ah!—dijo el dueño extrañado ante aquella voz dulce.—¿Dices que vienes de Fontenoy? —De Fontenoy, donde servia en los granaderos de Courten. £1 dueño lanzó una carcajada. Los criados le imitaron. ^ M e engañas—dijo el dueño.—Bueno que eso se lo cuentes á tu madre, cuando la veas m a ñ a n a . ¡Pero tú no has estado en Fontenqyl —¿Por qué? —¡Porque no has muerto 1 P a r a el pueblo, el ejército entero había maerto allí. EL ÁLBUM IBERO AMERICANO ]0« —^Vo8 me conocéis bien y sabéis qne siendo vuestro criado no menti nunca. He estado on Fontenoy, y cuando mi regimiento fué exterminado, me uni á la gran carga de la caballería, á pesar de mi uniforme de granadero, —¡Feliz tu madre que va á volver á vertel—dijo el tiempo y de su marcha son señales. Otros juzgan que sólo del pasado cualquier tiempo el mejor. Este el aserto un siglo y otro siglo sustentado. ¡Siempre igual el humano desconciertol ¿El hombre en sus pasiones ha cambiado? ¿La humana perfección se ha descubierto? an criado. —¿Y quién mató tu regimiento? — preguntó el dueño. —¡Treinta cañonesl Estas palabras, pronunciadas lenta y quedamende la noche... El paisano dudaba todavía. — Y puesto qne has estado en esa batalla, dinos, ¿qué es una batalla? —¡No lo sé! Los criados volvieron á reírse. , —¿Y afirmas que has presenciado la gran batalla de JPontenoy? —¡He estado en ella I •— Tú eres muy joven. No hace más que dos meses que saliste de tu aldea, y no se va á la guerra sin saber manejar el fusil. incendio. —Saadi. La mujer tiene una sonrisa para todas laa alegrías y una lágrima para todos los dolores.— Sainíe Foix. ÁNGEL LASSO DE LA VEGA. UN GALÁN te, se confundieron con los misteriosos murmullos es creer que ana chispa no puede producir an INVEROSÍMIL '^CHARLA de galán y mozalbete, ó de pollo cabal, como hoy se dice, no es cosa que á los años contradice, si se tienen veintiuno 6 . . . veintisiete; pero hacer de Tenorio y de cadete el que la senectud casi predice, es aceptar el tráfago infelice de un buen protagonista de saínete. El viejo debe ser limpio y urbano, y si esto lo consigue, no hace poco; no sueñes, pues, por Dios, en ser liviano, que cuando por edad somos el coco, el querer presumir es chabacano, y el querer conquistar es estar loco. —Aprendí en el camino. El corazón qñe nunca amó fué el primer ateo.--^ Mercier. La mujer nos hizo perder el paraíso, pero ¡cuan á menudo volvemos á encontrarlo en sus brazoat —Be Finod. El hombre es la causa del odio que unas á otras se tienen laa mujeres.—La Bruyére. El error de ciertas mujeres es imaginarse qaa para adquirir distición les es fuerza imitar los mo« dales de los hombres.—</. de Maistre. EL ABATE SAN ROMÁN. La voz del soldado aunque de tono infantil, te- Cuando más ociosa está la mano de una mujer nía una gravedad singular; gravedad de muerte. DE LEJOS —Dadme cama. Necesito descansar... y si qui- más ocupado tiene el corazón.—L, Dubay. sierais darme vino.. Tengo veintidós años, y me pesa el cuerpo como si tuviera una ancianidad respetable. —Entremos. Quiero verte, porque en tu rostro debe estar reflejado el horror de la mortandad de Fontenoy. Y ordenó á sus criados que entraran en la casa y encendieran lumbre. —No me engañes—dijo al soldado.—Tendrás vino y cama. Me es igual que hayas estado ó no en Ja guerra. Si me has engañado ríete. —No tengo ganas de reír. — ¿Es verdad que has estado en Fontenoy? —Es verdad. Os enseñaré mis documentos. El espanto de la batalla entorpecía la lengua del paisano. Le parecía ver aquella gran desolacióu; los regimientos muertos en tierra. —Entremos. Estaban las luces encendidas. £1 paisano entró delante, y no oyendo los pasos del soldado, volvió el rostro. En el quicio de la puerta del corral vio un viejo. Teníalos cabellos blancos, la frente llenado arrugas, los ojos tristes... Entonces un temblor frío sobrecogió al paisano y á sus criados. Espantados de la mudanza causada por una batalla en aquel mocetón que bacía dos meses habla salido de la aldea coloradote y fuerte, la criada cayó á sus pies sollozando, los criados quedaron iomóviles como bestias, y el amo derramaba el vino al querer llenar una copa. L sol en el ocaso descendía envuelto de su luz en los cendales; > se escuchaba sollozar el día muriendo de tristeza en los breñales. La luz se iba alejando amedrentada, huyendo de la sombra soñolienta; y surgía la noche en la hondonada desperezando el ala macilenta. Exhalaban al beso de la brisa su balsámico espíritu las flores; y de la tarde á la postrer sonrisa celebraban las aves sus amores. Vagaban por las cumbres azulinas los girones de nieblas esparcidos; como sueños de amor, las golondrinas piando de afán tornaban á sus nidos. El aire soporoso de la tarde al cuadro daba tintes de tristura; más hondo hacía mi dolor cobarde la infínita mudez de la natura. Las nubes melancólicas borraban de mis patrias montañas los perñles, allá donde perdidos se quedaban mi amor y mis ensueños juveniles. Desde la cumbre del enhiesto monte por la luz indecisa iluminado, en el vago confín del horizonte vi por última vez su techo amado. Y pensé en los que mueren de tristeza, en el dolor sin ñn, en mi destino, é incliné sollozando !a cabeza y seguí silencioso mi camino. El amor es un cañamazo que provee la naturaleza y borda la imaginación.— Voltairt. La coquetería es una constante mentira que haos á una mujer más despreciable y peligrosa que & una cortesana que nunca miente.—De Varennes^ Amor, ¡dulce sufrimientol—A. de Musseí. En la mujer, el deseo de engalanarse es siempre el deseo de agradar.—Marmontel, Daros nada, y haceros esperar mucho; charlar en el dintel del amor mientras la puerta permanece cerrada; he aquí toda la ciencia de uua coqueta.—De Bernard. Las mujeres se visten no tanto para cubrir su desnudez como para aumentar sus atractivos. Cuando se hallan solas delante de sus espejos» piensan más en los hombres que en sí mismas.—Rochebrune. La mujer virtuosa por excelencia es aquella á quien hizo más voluptuosa la naturaleza y más fría la razón.—La Beaumelle. ALFONSO VILLEGAS ARANGO. JOBJE D'E^FABBÉS. Bogotá. NUESTROS rf^WV^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^*^*^^^^^^^*^^^*"'*' ¿CUAL TIEMPO EL MEJOR? PENSAMIENTOS SONETO 1 los tiempos no suelen ser iguales, la flaca humanidad siempre es la mismaí juzgada es toda vez según el prisma con que se ven sus bienes y sus males. Unos tienen por épocas fatales de rudas lides, de enconado cisma, de crímenes y vicios, las que abisma GRABADOS A pesar de los ultrajes del tiempo, siempre recuerda uno con placer los primeros amores. Es el perfume de la inocencia que nos sigue hasta el sepulcro.—.>!. Ricard. Creer que un enemigo débil no puede dañarnos Sntre florea.—Esta preciosa cabeza de mujer» rodeada de flores despierta ideas melancólicas á los espíritus reflexivos que meditan acerca del b r C * reinado de la mujer. Ella impera mientras ostenta en sus mejillas frescura primaveral, mientras puedCr como la heroína de nuestro cuadro, hacer compc' tencia á las flores de que se rodea, pero después.— todo son espinas. JCL A l q u i l I B E R O AMERICANO 107 GRAND HOTEL 12, BOULEVABD DFS CAPUCINES, 12 PARÍS Este grandioso hotel, uno de los mejores edificios de Pw^is hállase montado con todos los adelantos modernos, ocupando magnifica situación en el centro de la capital. En sus espléndidos salones de lectura, donde se encuentran todos los periódicos del mundo, y bi llares, se dan cita las colonias española y americana. pos„ 8 0 0 cuartos y salones """budós."""" , _. •» ison universalLa Sala de riestas y dei Zodiaco •"«m» cidas."no__ , , fiabled'HoteJ almuerzo con vino, U 6 S a rOdODfla '^^^^ y ''co^es 5 francos. Comida co.;¡erto diiriam;nte, i francas. Luí eléctrica .„ ,od.s panes. ASCeflSOreS par» wdos ios pisos. _ _. , . establecidos con las últiBañOS, H i d r o t e r a p i a ™" innovaciones cienU- Servicios Telefónicos P'^Emíniero"'"^ Telégrafo, Servicio postal «n ei Hotei. VINO Y JARABE de SUSAIIT CoM Liticto-Fosfato de Cal, E ESPERANDO A MAMÁ Concierto infantil.—El auditorio con quecuen*ste artista en miniatura es tan entusiasta que no iJbiaría las armonías que está oyendo por las de ""ssate. ¿Y cómo no? Si el músico infantil es el ^«"iamín d« áe la familia. • Sr. O. Jesús P a n d o y Valle, dlsttagutamericanista.—Este ilustrado literato, cuya ^ se ha inspirado siempre en nobles causas, es itusiasta americanista que ha trabajado siem°Q talento y vehemencia para arnnonizar les "•les intereses de España con los de las Repúbli"'spano americanas. Vé « s e el articulo de la página loo. nuBva poesía.—Merece este cuadro la cele<l^e ha obtenido, pues es sumamente real la _ sión de personajes agrupados con gran acierto hábil pincel del pintor. Trátase de un poeta aba de publicar un libro de -versos en el cual ^ yendo la última poesía que ha escrito. sentando el t r a i e da boda.—La escena es Un ele Sante gabinete de aristocrática dama espa- «o El ideal para las señoras es tener una bella encarnación y esa tez mate y aristocrática, signos de la belleza. Ni arrugas, ni granos, ni pecas, la epidermis sana y limpia, tales son los resultados obtenidos con el empleo combinado de la Crema Simón, áe los Holvos y del Jabón Si_ món. **''0i n r „ i Exijir bien'"la Crema 5iM(Jrt y ' n o productos. ñola. Una modista francesa presenta á la futura desposada el traje que ha de lucir en su boda. Dos amigas presencian los esfuerzos de la modista para convencer á la novia de que el trajees sorprendente, y la interesada concentra toda su atención en el vestido, como puede verse en este magnífico cuadro del pintor catalán Masriera. Francisco Uetam, primer bajo absoluto del teatro Real.—Después de algunos años de ausencia ha vuelto á cantar en nuestro primer coliseo este notable artista español tan querido del público madrileño. En el Fausto, de Gounod, se nota su maestría en el canto y su mérito en la declamación, habiendo creado el papel de Mefistófeles de una manera inimitable. Esperando á. mamá..—La pequeñuela de nuestro cuadro, á quien han dejado sola en la cama, no se resigna con su soledad, y no pudiendo dominar su impaciencia lánzase á la veiMana en camisa para esperar á su mamá. LA REDACCIÓN. MISTURA BROUX ñas, lo mismo en la 10, RUÉ SAN FLORENTÍN cabellera que en la París barba. Con este producto nuevo é inofensivo, que ha obtenido medalla de oro, pueden teñirse las cana» en colores distintos. Depósito en la peluquería de Mr. Furrier, l a , Boulevard Malesherbes, París. ,, EN MADRID: Peluquería y Perfumería de Puig, Corredera baja, núm. 9, L Laclo Fosfaio de. cal contenido en el V i n o y J a r a b e d e D u s a r t os un reparador de los iiiú-; enérgicos. Afianza y endereza los huesos de las niños rayuííicos; devuelve el vigor y la actividad á los adolescentes decaídos y linfáticos, y á los que están privados de apetito, iátijíados por un crecimiento muy rápido ó los estudios. En la Tisis facilita la cicatrización délos pulmones. Las multares embaraza das (\\\c recurren al V i n o ü J a r a b e d e D u s a r t soportan su estado sin faiig-a alguna, sin vómitos y dan á luz criaturas robustas. El Laclo-Fon/ato de cal enriquece la leche de las Nodrizas y preserva á los niños de laDiarrea y de las eufermedad^cs de desarrollo. Con su benclica influencia la Dentición se efectúa sin cansancio ni convulsiones. VAttlS, 8, rué VlTlenne y en focfas /as farmacias. E S h e c h o conocido h o y d e t o d o el niutifio que el hierro forma parte intesrante de la sangre, y que, la mayor parte de las enfermedades conocidas con el nombre de nupmia, cajambres de estóma20, linfatismo, etc., provienen de 8u disminución ó carencia en el vital licor; introducir rápidamenití en la sansre el hierro que le falta, sin producir estreñimiento, es el punto importante, y se consigue con el empleo del H i e r r o G i r a r á , aprobado par la Academia de medicina de Paris, En todas ias Farmacias. LA GEROYESA GRAN SURTIDO DE CALZADO DE SEÑORAS, CABALLEROS T NIÑOS DE JOSÉ MAROTO. CALLE OEL. GAB«LLERa DE G B k C U , NÚM. U Imprenta 4e Alfredo Alonso, Barbieri, ü.—Madrid. 108 EL ÁLBUM IBERO AMERICANO IfDA ZARAGOZA Esie establecimiento está situado en el punto más céntrico de la población. Servicio de carruajes para las estaciones de ferrocarriles. i ! n 5 BRON0UmS +CATARROS 2 l ^ ^ J o w^^^L^IH.I EL_ Á G U I L A I.ARINGITIS - INFLUENZA SB CURAN IlfFALIBLEMENTE CON LAS c lOlICAPSULASCOGNET u^^^^Htl GRAN BAZAR DE ROPAS HECHAS El remedio más poderoso contra las Y GÉNEROS PARA CONFECCIONAR k L MEDIDA PRECIO m ^ n d ENFERMEDADES DEL PECHO H^^H|H^H FIJO Preciados, 3, esquina á la de Teiuán Teléfono nüm 661 MADRID P A R Í S , 4 3 , R u é d e S a l n t o n g e , Y EN TODAS LAS rARHACUs. LA CASA GRAN HOTEL CENTRAL | I' LA MATfAfit LOPES CAES DE SOORÉ.-LISBOA fabrica siempre laí inisnias cicetentes clases de ciiMaiato, que de tanta predilección gozan entre las personas de buen gusto. Pidanse siempre estos Chocolates, que se encuentran en todos los comercios de Ultramarinos de España. Este importante establecimiento tiene todo cuanto puede apetecerse. .Su situación es magnifíca por hallarse situado á orillas del Tajo, y cerca de las principales oficinas públicasi Aduana, Bolsa, Ministerios y Teatros. Mesa redonda á las seis y media de la tarde, y comedor particular para fa7 millas. Baños. Peluquería. Buzón de % Corlees. Salón de lectura con todos los Vf periódicos extranjeros. Ascensor. Cocijr na francesa. Se habla todas las lenguas. OFICINAS. PALMA, 8 CALLE DEL* MONTERA, 25 EST^N PREMIADOS CON 36 MEBALUS i * J J además de vender la perfu- X mería fina á precios reduci- I dos, presenta notable colección de caprichosos objetos para regalos de poco precio. La sección de bisuíeria encierra espléndida variedad, especialmente en adornos de cabeza, exponemos lo más nuevo y original que se ha inventado. Cada ocho * 5 ocho días modelos nuevos. Los precios son fijos é * i g u a l e s p a r a todo el m u n d o . J THOMAS.—MA\OR, 30, MADRID f Af a d r 1 d - S s o o X* 1 a 1 CAFES, TES DULCÍS I I I I I LAS DOSPALIBRAS PERFUMERÍA THOMAS * O a l l e Aiayor, 3O FÁBRICA DE CORSÉS HymB..de Julia A . de Zngasti C O a U T E K A S DK LA KEAL CASA V prtmiada% en varias Exposiciones Inventado hace JULIA BE ZU6ASTI años el Corsi-faja a de Salud, que ha d«flHHB^ do tan buenos re'^f¡¡fy sultados, pueden ' hoy ofrecer los de otros sistemas más modernos, para disminuir el volumen del cuerpo y tener mis agilidad. Corsés para conLAS DOS PALABRAS trahechas, variedad c. MORTALEZA, I en fajas y corsís para noria. Se remiten i provincias y al eitraniero. I s»»ei£sHa«9 )^<»«>«H a;£H><4 s i s ^ ^ a b Lo más sano para convalecientes y sefioras recién paridas I I « I « I ÚNICO CHOCOLATE PREMIADO EN FILADELFIA EN 1876 P r e c i o : 3, 4 y 6 pesetas libra. Hay cajas para regalo, de la paquetes, á pesetas 18, 24 y 36 VENANCIO Despacho: Cuatro CREMA DE LA MECA Importante receta para blanquear el cutis; sana y benéfica, basta c o n muy poca cantidad pdra aclarar el cutis más moreno y darle la blancura suave y nacarada del marfil. Precio en París, 5 francos VÁZQUEZ D u s s e í ? , 1 C i u e J . J. PARÍS Calles y en ultramarinos y confiterías de España Flouseeau. 'V"V"9"#"#"V'9"#"4"V"l>"4'"<t"'l>"4>"4^"4'"'i'"<l>"4'"V'*"'i("'' LA PATE EPILATOIRE DUSSER destmye hasta las ralees el vello del rostro de las damas (Barba. Bigote, ete./ sin ningún peligro para el cutis. S O a n o s de éjcito, de altas recompensas en las Ezposlcioncsy mlllareB de certificados garantizan sn eficacia. Para loe l>raxo6,emplée8ee' PILIVORE.DUSS£R,rueJ.-J.-Rouaseau.l,Parla. 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Kua S t - L « z a r e , P a r U . cada m e s , dándose además figurines- £ Q E s p a ñ a j Portugal O pesetas trimestre; e n F r a n c i a 3 5 francos año; B e p ú b l i c a s americanas 3 pesos trimestre; E s t a d o s , P r o v i n c i a s 6 Departamentoi» 4 ' S O trimestre. N ú m e r o suelto I p e s e t a . K o s e d e v u e l v e n o r i g i n a l e s . Dirección y Administración: B a r q u i l l o , 16, bajo, izqnierda.