AL PUEBLO MEXICANO Campamento Revolucionario del Estado de Morelos, a 15 de abril de 1919 Presentación de JosÉ VALERO SILVA Al iniciarse el siglo actual, con bases democráticas, se buscaba un cambio radical de tipo político y social. Los liberales, los conservadores, los socialistas, los anarcosindicalistas y en general los interesados en las cosas públicas, estaban seguros de que el porfirismo había envejecido, y que era procedente trabajar cí­ vicamente para conseguir una nueva etapa de México, susten­ tada en la justicia y en la equidad desde el aspecto económico y social. El viejo régimen era muy criticado por haber propi­ ciado el nacimiento y la consolidación de una aristocracia me­ xicana y extranjera, que con frecuencia vivía de la explotación del pueblo. En efecto, Porfirio Díaz se había visto obligado, al principiar su vida pública, a aceptar compromisos onerosos para atraer capitales al país; y como consecuencia, condiciones desventajosas para los mexicanos. Sin embargo, cuando se em­ pezaron a conocer en nuestro medio, por los libros y la prensa, las ideas progresistas de Europa y los Estados Unidos se acusó al presidente de antipatriota. Esta actitud popular no sólo censuró y enjuició al gobierno, sino que con el riesgo de las vidas y de los bienes de los dirigentes del pueblo, se intentó lograr un equilibrio entre el capital y el trabajo para alcanzar la justicia social. Esta acción fue vista por el gobierno como peligrosa y hasta subversiva; por eso se dedicó a reprimir aque­ lla fuerza popular activa, luego antirreeleccionista, especialmen­ te desde la campaña de Bernardo Reyes; hasta que al fin de esta evolución, tuvo lugar la iniciación de la Revolución Mexicana. En aquellos años se creyó que en el Programa del Partido Li­ beral Mexicano (1906) yen el Plan de San Luis Potosí (1910). ofreciendo soluciones, también quedaban sintetizados los males públicos que padecía el país. 120 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA DE MÉXICO Francisco 1. Madero fue el líder de la Revolución Mexicana que conmocionó a la nación. Los primeros hechos sangrientos ocurrieron en Puebla el 18 de noviembre de 1910 Y el día 20 de este mes, se inició formalmente la lucha armada en todo el país. La Revolución Mexicana produjo varios caudillos, que fue­ ron héroes del pueblo y entre aquéllos figura Emiliano Zapata, que ha quedado como símbolo de la causa agraria. Este general sureño siempre estuvo dispuesto a hacer triunfar su Plan de Ayala (1911), que en el orden regresivo se vinculaba en cuanto a sus anhelos, con el artículo tercero del Plan de San Luis Po­ tosí, con el magonismo y su propaganda, con el programa li­ beral, con la figura poética de Praxedis Guerrero y con los pen­ samientos de Pablo Torres Burgos y Gabriel T epepa. El tiempo ha convertido a Emiliano Zapata en un héroe le­ gendario, y por eso las generaciones posteriores han querido olvidar sus depredaciones. Sin embargo, su figura histórica es de valor universal; aparte de haber sido estudiada en diversos países, ha dado temas a la literatura, la música y al arte en general. La vida de Zapata, pletórica de idealismo, está llena de episodios; y éstos, como si fueran rapsodias homéricas, com­ ponen un canto épico que el Estado de Morelos recuerda como una de sus más bellas tradiciones. Ahora bien, es nuestro propósito poner a la disposición de los estudiosos de la Revolución Mexicana un raro documento: Al Pueblo Mexicano, de 15 de abril de 1919. El mismo, como realidad histórica, contiene la opinión directa de las fuerzas armadas de Emiliano Zapata, acerca de la muerte de su cau­ dillo. Aunque la fuente en cuestión, aquí podría ser objeto de un estudio o interpretación, no se intenta, ya que la finalidad de nuestra publicación es ofrecer en su sección documental, material de primera mano para el servicio de los interesados: Así, Estudios de historia moderna y contemporánea de México, como en la vez anterior 1 cumple con una de sus metas. Como quedó asentado, nuestro documento, por su origen, se refiere a una de las mejores opiniones que pueda haber acer­ ca de la muerte del general Emiliano Zapata. Decimos esto, ya que la citada "opinión" proviene directamente de loshom­ 1 Estudios de historia moderna y contemporánea de México, vol. 1, México. Instituto de Investigaciones Históricas. México, 1967, pp. 190-196, 196-198, 198· 210, 214-247. bres que conocieron ., quien defendió sus id Debe hacerse hincapi sino en el hecho de ql después del asesinato cincuenta años de mu teneciente a las fuen (ue quien consumó la Por cierto, este hecho un verdadero sacudin Venustiano Carranza cuando menos, en el ; A pesar de que nu derarse casi desconoci para la causa sureña, dificultades, especialn enfoque agrarista dad4 piamente, en el artÍc1. Unidos Mexicanos. n. revolucionarios zapatil hacer su propaganda, en la calidad ruoimenl tro manifiesto A 1 Pu~ nido alguna circulacié en una área geográ.fic N uestro documento rés que tiene en sI y 1 tistas; además, porquj convierte en documen servó en el archivo COI propio documento del dieron aprobar directa Así, en nuestro conceF haber acerca de la mI Por el estilo litera~ xicano, creemos que s Antonio Díaz Soto y ( las ideas expuestas, so de otros escritos suyo mejanza con las exprc AL PUEBLO MEXICANO 121 bres que conocieron y compartieron las penalidades del "Jefe", quien defendió sus ideales con la bandera del Plan de Ayala. Debe hacerse hincapié, no sólo en el origen del documento, sino en el hecho de que su contenido fue concebido cinco días después del asesinato de Zapata, que en el año actual, cumple cincuenta años de muerto. El coronel Jesús M. Guajardo, per­ teneciente a las fuerzas armadas del general Pablo González, fue quien consumó la traición y el asesinato del general sureño. Por cierto, este hecho provocó en el ambiente revolucionario un verdadero sacudimiento, y a la vez, trajo al gobierno de Venustiano Carranza (1916-1920) un verdadero desprestigio, cuando menos, en el ánimo de sus enemigos. A pesar de que nuestra "fuente" está impresa, debe consi­ derarse casi desconocida. En efecto, en aquellos días funestos para la causa sureña, el zapatismo padecía un sinnúmero de dificultades, especialmente por sus penurias y por el nuevo enfoque agrarista dado en la Ley de 6 de enero de 1915 y pro­ piamente, en el artículo 27 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos. De modo, que los medios materiales de los revolucionarios zapatistas, y concretamente con los que podían hacer su propaganda, eran sumamente limitados, como se nota en la calidad rudimentaria de nuestro impreso. Por tanto, nues­ tro manifiesto Al Pueblo Mexicano, apenas si debió haber te­ nido alguna circulación; y la que tuvo, debe pensarse que fue en una área geográfica muy estrecha. Nuestro documento lo reproducimos facsimilar por el inte­ rés que tiene en sí y por estar firmado por los generales zapa­ tistas; además, porque también está rubricado, hecho que lo convierte en documento "único", haciendo suponer que se con­ servó en el archivo como constancia formal de su contenido. El propio documento demuestra que los generales zapatistas deci­ dieron aprobar directamente los términos de la opinión escrita. Así, en nuestro concepto, esta es la mejor constancia que pueda haber acerca de la muerte del caudillo Emiliano Zapata. Por el estilo literario del citado documento Al Pueblo Me­ xicano, creemos que su redacción debe atribuirse al licenciado Antonio Diaz Soto y Gama. En efecto, el lenguaje usado como las ideas expuestas, son similares al pensamiento y a los giros de otros escritos suyos. También el tono oratorio guarda se­ mejanza con las expresiones que manejó en su cátedra de De­ 122 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA DE MÉXICO recho Agrario, en la vieja Escuela Nacional de Jurisprudencia, de San Ildefonso 28, en la ciudad de México. Entre los cincuenta y cuatro firmantes del manifiesto aparece el nombre y la firma del general Gildardo Magaña Cerda, quien por el resultado de una elección, fue el heredero de la causa zapatista. 2 Con explicaciones sencillas destinadas al público no especia­ lizado, ofrecemos anotado el manifiesto Al Pueblo Mexicano para su mejor comprensión. Se hace constar que el mismo per­ tenece al fondo documental del archivo del general Emiliano Zapata, depositado en el Archivo Histórico de nuestra máxima casa de estudios. 2 Véase el texto del documento original facsimilar de su designación, como Jefe del Ejército Libertador del Sur, que también hoy se publica. ha · · jl'l.... t~ PHc no. q.-4a . ·.¡.,...io; .. if'm.. t:ip'(I~ D. ft"'-'llt (cim¡tato ·.,,1 mui· . ra.' &c.otl,h d..1 1nba,.,4Or, • l. q,uu dtl te _w. ... ' l V. .... !le ~Il' de CCM• • t .r--1 11 .'dol ... "te,"""""o d. h.,.. fftl\nc:dl• • .1:11: •• ,~ imPlil!I.. Pite l~o. l~ bu.eo . 4.: Ddio U•• tkif. f r J REPúBLICA MEXlCA Ejército Libertador Cuartel General AL PU. • t di\( El caudillo de la Revolu agrarismo, el abnegado r, bre enérgicamente repres de virilidad y de reberdí sión era imponer a todas vidente, la clara idea de te despojados del derecl civilización; Zapata, ese ha sucumbido bajo el g \ola.­ 'l(¡\l ,l. tt rni-lO .l j _, \t I .t.nu:,:, iI .•1~ )., "li, ; 1 •• I, ,1 \ Lldt:;/) \' ~I t ¡l ~' fl.J h in:. ' /1 tui i, q h:l~l:l ,\ lil1 ,",HIt ¡ ,1 ,1 1," 11:.':" d ii"" W.d~if:l ', ' , ' ",t fl fIll t. H)fllllt, ¡j \ . l .m'¡,f(b ': 111. I~ , dtt' I HJd"~'IU I.ld" I " I·I I ~.,.P\ ,: H ', .J.II." .> IU, \' !Ul,¡\ l!r•. 1 ¡lwl ,.k.F I n . ) " j ~ 1... !b.: ' .1 . 11f. ji.;, /1 ~ ,.i~' t.~ I.t d,· ' -h '1 ~.! . d ~hl "lh· \ ...'" ¡If> t ."...... . ., n.I '''',· ' 'In ,,t: l· l ' ' ,' ,1 ,1' 11 .• \ e 1'1 '..' h,~ .,-', .,tl",.! . Ih!1 d q r :u 1 I , ~' !I! Ill';' t •.., .:;lIllllJ '41'1, . n ';(,i In.I ."'" ( /U'!., ':,1;>,,' ¡¡(lmt IfO :ot!~ t l!J 'I ) y l¡ " .). f, 11 " f ~ !,' ' -11 "'. l­ ul.\ I , ·1>[t t:;1I d H ;r jl' l(,k t tl,lr \.. ~ :1 \" rn, '\ l· .¡ ., " . "". (\'h' {.,d , ' ,:e l 1. ::r.J " ~ 111.,. julmn \' , L¡ • ¡, I , f''''' "~(¡Jl n)'" t- ¡:'~ i ' HI . , \ l llltllH(1) ,l. -('",.." ,,~. '}" tllr,'~ " .(..; 111 Ihll""Ó?> 1~ (>1't~1 ¡J. : 1O . \' ''¡ :-.un~ \' dei ('tutr , ' ~Il~! .~.ll ~ \ dr'~l! 1JI r ~ "' !I I. ·d .." 110 '" IIlrdf"" '~ " :: ':,f 1...,» i'i\'¡'-' !:-. ,te! '_ '.~\ I 1 • :', <I~·~: I .. ., . . . ';: :~ "'I ' ·~.I:' "" .11'1 '.' (::-."·h•• ~J l. \ ~J !\, ' ( ,. Oll "' , ',." ., .. .; d· · "'1:", ." l .• >.. _.. .11'1. \ :"1".... , l..''\lllVrClld (· U1 0:- .'hh' t ,l) f • 1.(· .. : :-.. ~ i1 t P. l! i~ •• q'r ó j;.:,,)o..... r..: J IUC' .t·u • ..:, .. ¡ iu"!'., Ir" . J . \ ¡ J< eI Hiltl¡¡. .( f{ ' .. j-: J /!.flUt !~.I.'JLI ~ III;I y. ::r\-, :li n p; III1~·:, l n !i, ·\,(,1U\'Í.oI.I¡'lI j•. ;-u .d " k. \ l qn' I~' ,l . " 5 ~I : ;~& ,1,1 1', 111 , L·Ntl."''¡I'~' ·\l·~"" 1 /" , )I. t:dl'·", (; , t¡'.,·}·/tt: !-, " . .1 ;.'-" ·t_: ,. ," :'I¡lr fJ\ ~~~","n>, ' l.¡y.II, ,, , · :I;' ¡¡J''' .. '''- 01 I.· I ,J.· ' \ ~ ·N. ", }d J•. . ~,t1·I-/¡; J¡;,&••l'~- I:: ,.! (..1. ' , " " "'''~. ' ( ' l l í A :. • {,,, !. ( "'lItll~, rr'~; · / (" .,,1.\ ¡ • • l l f f '. h :, ti'. Hd " ',II /l. ,~ /()d (. 1/. \ ,j!~l.:·. r , f íhi/I.' .~fT,¡·t f/·''Ilul.\,_ ·'.lr,•. /:',:\ ,:,."" ,,; I ¿~ ,t,íl. /¡,I'I I,o .r ( 11ft JI . ' . .~nt-fIlll.Q I ;f 'JlU ~<I. 111'!tt.<J:~ .Jé-tll¡{. ( f,,,(.\·(IYkl.~ RI . """.1 l·) ! JI! . t ;.¡ , 1, n, ,'. .1,' , " e J"l.,,·~·"/'A.·(ri:, HI' 1' /1 1' (' ""',',.. ., ,. j. ,f(St (.~ J' .-I{¡UtlI1 ,D . (l r:1.. ,', 1 , '.~, a, , ... ', I 1, ( • •1 . ' , " . /'r(fl.< , ! / H _;/..., 1; , 1'... . ._. . Ift .r~ . "'.,,.,~,. I ' . , I ..:7.I: ·.lrJ' f)ld". 1~. 4,... rl " ,.(¡..... l.Jol'»f/JI"~,,¡ ..• l ,Lu"j¡, . , f, ',"I/ O " ·.~' O'.t'AiI.,jJ.'~ ( I.'.I, !;"",.J,,,m4'I.I , /~ , ',/,w sl"(" P¡"/~. {."'::~ l!"j /l .'~ 1...! ( t W l tl ,I .!I A.lt,,,-,(t / 1,1 . ' . l.' ' 'l.' ( Jlf.. /.: _ . ¡';.i;WH "': "itll ," (I•• :.,... r:I,· . -- . \ ... ' .\'uf·~411f<'." {;.~"ít, 1. . n j" . " ,.. , /""', /J, 1"1 r ¡~~ I ',~ . . ~_ . _ _ _~ .'r " ¡'r-ff'Ái; -'U~ J,. ¡;, j •• 1 Después de los asesinatos en y Gabriel Tepepa, el general El de la lucha agraria del sur. 2 Según el estudio de Jesús S dillo no sólo pertenecía al pue era represen tan te-defensor de 1, lugar donde él nació. 3 Emiliano Zapata siempre fu comprendió en su Plan de Ayala lo tuvieran como rebelde para conocer el 28 de noviembre redactado por el profesor Olili, nació al gobierno de Francisco Revolución al general Pascual para reivindicar las tierras des) las mismas. 4 Al principio, el zapatismo aquel movimiento se convirtió nacional. Por eso, nuestro man general. 5 La expresión: "clara idea J mentalidad de Zapata aquélla Ayala. Fuera de este Plan, no ~ 6 La expresión: "despojados d no es muy explícita. l\1;is bien! las tienas_ Hecha esta adverteJ1( que probablemente nuestro doC" Díaz Soto y Gama. En efecto, era partidario de expresar su de las formas jurídicas correcta 7 Se refiere a la traición co REPÚBLICA MEXICANA Ejército Libertador Cuartel General AL PUEBLO MEXICANO El caudillo de la Revolución del Sur,l el ardoroso apóstol del agrarismo, el abnegado redentor de la raza indígena, 2 el hom­ bre enérgicamente representativo del alma mexicana, pletórica de virilidad y de rebeldía, s el glorioso predestinado cuya mi­ sión era imponer a todas las conciencias, 4 con la sugestión del vidente, la cIara idea de la justicia 5 que asiste a los eternamen­ te despojados del derecho, 13 a las irredentes víctimas de la civilización; Zapata, ese hombre todo corazón y todo carácter, ha sucumbido bajo el golpe de la más artera alevosía,7 ha 1 Después de los asesinatos en el Estado de Morelos, de Pablo Torres Burgos y Gabriel Tepepa, el general Emiliano Zapata quedó propiamente como "jefe" de la lucha agraria del sur. 2 Según el estudio de Jesús Sotelo Inc1án (Raíz 'Y ratÓn de Zapata), el cau­ dillo no sólo pertenecía al pueblo indígena morelense, sino que por herencia era representante-defensor de las tierras comunales de Anenecuilco, Morelos, lugar donde él nació. 3 Emiliano Zapata siempre fue un fanático de la causa agraria, tal como la comprendió en su Plan de Ayala. A eso se debe que amigos y enemigos siempre lo tuvieran como rebelde para cualquier arreglo. El Plan nombrado, dado a conocer el 28 de noviembre de 1911 fue inspirado por él pero pensado y redactado por el profesor Ol.ilio E. Montaño. En dicho documento se desco­ noció al gobierno de Francisco l. Madero y fue propuesto como jefe de la Revolución al general Pascual Orozco. Además, planteó una forma práctica para reivindicar las tierras despojadas y para hacer valer los derechos sobre las mismas. 4 Al principio, el zapatísmo tuvo un valor localísta; pero con el tiempo aquel movimiento se convirtió en el símbolo de la deseada justicia agraria nacional. Por eso, nuestro manifiesto habla de "las conciencias", en sentido general. ¡¡ La expresión: "clara idea de la justicia", es una forma oratoria. En la mentalidad de Zapata aquélla se circunscribía al texto mismo del Plan de Ayala. Fuera de este Plan, no cabía para él otro concepto de justicia agraria. (1 La expresión: "despojados del derecho", de acuerdo con la técnica jurídica, no es muy explícita. Más bien se debió haber hablado de los "despojados" de las tierras. Hecha esta advertencia, podemos conjeturar con cierto fundamento, que probablemente nuestro documento fue redactado por el profesor Antonio Díaz Soto y Gama. En efecto, en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, él era partidario de expresar su torrente de ideas, a veces, sin cuidar mucho de las formas jurídicas correctas. 7 Se refiere a la traición concebida y ejecutada por el coronel Jesús M. 124 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA DE MÉXICO muerto en su puesto de luchador, 8 inconmovible, inmaculado, inquebrantable. No pudiendo matarlo frente a frente, de hombre a hombre; en medio de las rudezas del combate, han tenido sus enemigos 9 que asesinarlo traidoramente, en cobarde celada, revestida con todos los caracteres de la alevosía y agravada con toda la infa­ mia de una premeditación concebida y madurada durante lar­ gos meses. Pero, esos miserables habrán asesinado al hombre, pero no han podido matar la idea. El general Zapata, al morir, nos ha dejado la herencia; una herencia de abnegación, de espíritu de sacrificio, de amor acen­ drado a la colectividad, de indiferencia ante el peligro, de fe firmísima ante las dificultades y los obstáculos, de constancia y valor indomable para la lucha, de alta nobleza y de supremo desdén para todo 10 que sea interés personal, ambición o egoís­ mo. 10 N uestro jefe nos enseñó a luchar y a vencer: a luchar contra la calumnia de los enemigos, contra la mentira de los intelec­ tuales pagados, contra la fuerza bruta de las tiranías, contra el poder, del oro de los caciques engreídos, de los magnates co­ rruptores, de los latifundistas capaces de todas las infamias, en su inicua pugna contra el derecho del humilde y contra la jus­ ticia de los de abajo. Zapata nos deja su ejemplo, su leyenda 11 de gloria, su tra­ dición de heroísmo. Los que hemos tenido el honor de ser y seguir siendo zapa­ tistas, 12 estamos obligados a ser valerosos y firmes, a tener Guajardo. Ver detalles en Estudios de historia moderna y contemporánea de México. Vol. n. México. Instituto de Investigaciones Históricas. México, 1967, p 197. 8 Emiliano Zapata acudió a la Hacienda de Chinameca para "festejar" la incorporación definitiva del coronel Jesús M. Guajardo, a la causa surefia. Entonces, fue asesinado "en su puesto de luchador". 9 Quienes no aceptaban el Plan de Ayala' eran sus enemigos. Sin embargo, concretamente aquí se refiere al presidente Venustiano Carranza y al general Pablo González, encargado de la campafia del sur. 10 El heredero del movimiento zapatista fue el general Gildardo Magafia Cerda. Los altos jefes del sur eligieron a éste, general en jefe del Ejército Libertador el 4 de septiembre de 1919. 11 La "leyenda" sobre Zapata propiamente nació cuando él aún vivía. Des­ pués de su muerte, su figura se convirtió en la de un héroe legendario, y su idealismo en el símbolo de la justicia agraria. 12 El origen de este documento le da fuerza de fuente de primera mano. Su contenido es de gran valor histórico, tanto por la oportunidad al tiempo de vergüenza, a COnsenl dera agrarista, tan a maculado. Por eso, de un exl cia de la muerte de: provocado indignac@ almas la promesa dC,l de ser más que ahod Zapata ha mu~ emancipación,. de lit dón del trabaj~t', del pueblo; za sin mancilla, '. ,.' odio justiciero,,!'; lo protervo.. ",: :\~ Tenemos tina vengar la sangre d~~ y esa tarea la h~ Yde traidores;' por ~ felonía de Pablo ~ de los estafadores la república. ,.; No es la primer.'~ de la traición, ca<i ~ , Miguel Hidalgo..;! digno de los p;a~ venerable libertadg¡¡ tes del realismo. ~.. gloriosamente en .. ~_, Pero ni la m~ desanimaron ni hi~ de la Independ~ eseeg'.' tnU q' '.,. y así como M~~= estandarte, del.:; continuaron la ~ ~ redactarlo, como por la ~ hombres de confiaDia. _ j 13 "Seguir el ejemplo," agrarista en 1011 térmiIuI&. 4 y solidaridad de 1011 lIUIellI capaces de buscarle a ZapIj REPÚBLICA MEXICANA 125 vergüenza, a conservar nuestro decoro, a erguir siempre la ban­ dera agrarista, tan alto como la enarboló nuestro caudillo in­ maculado. Por eso, de un extremo a otro de la región suriana, la noti­ cia de la muerte de nuestro jefe, ha templado voluntades, ha provocado indignaciones viriles, ha hecho surgir en todas las almas la promesa de ser más que nunca honrados, el juramento de ser más que ahora fieles. Zapata ha muerto, pero nos queda su ejemplo; [la] obra de emanci pación, de enaltecimiento del mexicano, de glorifica­ ción del trabajador, de consagración plena y absoluta a la causa del pueblo; ese ejemplo de hombría, de noble altivez, de pure­ za sin mancilla, de gallardo impulso para todo lo bueno, de odio justiciero y vengador contra todo lo bajo y contra todo lo protervo. Tenemos una triple tarea: consumar la obra del reformador, vengar la sangre del mártir, seguir el ejemplo del héroe. 18 y esa tarea la hemos de cumplir a despecho de retardatarios y de traidores; por encima de la perversidad de Carranza, de la felonía de Pablo González y de Guajardo; de la miserable vileza de los estafadores que hoy manchan los más altos sitiales de la república. No es la primera vez en nuestra historia que, bajo las balas de la traición, cae la cabeza de un gran apóstol. Miguel Hidalgo, víctima de la traición de Elizondo -émulo digno de los Pablo González y los Guajardo-; Hidalgo, el venerable libertador, es asesinado en Chihuahua por los agen­ tes del realismo. Morelos, el genial sucesor de Hidalgo, sucumbe gloriosamente en San Cristóbal Ecatepec. Pero ni la muerte de Hidalgo, ni el sacrificio de Morelos, desanimaron ni hicieron perder la fe a los bravos defensores de la Independencia. y así como Morelos recogió de manos de Hidalgo el glorioso estandarte, del mismo modo, aun después de muerto Morelos, continuaron la contienda sagrada los antiguos insurgentes o se redactarlo, como por la calidad revolucioanria de quienes 10 suscribieron: SUs hombres de confianza, sus soldados, sus correligionarios. 13 "Seguir el ejemplo del héroe" significa continuar luchando por la causa agrarista en los términos del Plan de Ayala. La frase es expresiva de la unidad y solidaridad de los sureños por su noble causa y por el orden, que los hizo capaces de buscarle a Zapata un sucesor por medio de un plebiscito. 126 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA DE MÉXICO improvisaron nuevos caudillos, llenos de fe en el triunfo y re­ bosantes de amor por la causa de la Patria. Vicente Guerrero, Nicolás Bravo, Ramón e Ignacio Rayón, Francisco Xavier Mina, Pedro Moreno, Juan Á1varez y otros cien caudillos pasearon la tea de la rebelión por las más cén­ tricas provincias del virreinato, 14 y sólo cesaron en su empeño cuando vieron definitivamente consolidada, con el apoyo del aplauso de los mismos que antes fueron sus enemigos, la obra magna de la Independencia de México. Hoy de igual modo, difundida ya 15 la idea agraria en todas las conciencias, despertada a nueva vida el alma nacional por el ardoroso y arrollador llamamiento de Emiliano Zapata, el apóstol y el vidente; dispuestas en toda la república las mul­ titudes oprimidas a hacer triunfar con las armas, el principio salvador del reparto de tierras; consumada así por el triunfo sobre las inteligencias y sobre las almas, la labor gigantesca' del libertador suriano, tiene que ser sólo cuestión de tiempo la victoria de los ideales que él sustentó, de las aspiraciones que él hizo surgir en el corazón de todos los mexicanos, para con­ vertirlos, de esclavos en rebeldes y de parias deformados por servidumbres seculares, en hombres libres, dignos del respeto de la Historia. Los indígenas de todo el país saben ya a qué atenerse. 16 Han comprendido al fin que sólo reconquistando la tierra arreba­ tada a sus mayores, podrán asegurar su porvenir como raza, su soberanía como hombres, como ciudadanos. De un extremo al otro del país el indio ha proclamado su rebeldía y, él, oprimido por Porfirio Díaz,17 sacrificado por 14 El término "virreinato" aquí resulta anacrónico. Es cierto que los héroes citados al principio, lucharon por la independencia durante el virreinato; pero la figura de Juan Álvarez, promotora del Plan de Ayutla del I~ de marzo de 1854, en realidad debe ubicarse dentro del ámbito del México. Independiente. 15 Los zapatistas estaban convencidos, que su movimiento, habia sido el difusor de la conciencia revolucionaria agrarista en nuestro pals. Por eso no se refieren en su manifiesto a la Ley de 6 de enero de 1915, dada por Carranza, ni al artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que plasmó en forma definitiva el triunro de la revolución agraria nacional. 16 Los zapatistas hacen hincapié, en que para 1919, ya habla en México una verdadera conciencia revolucionaria de tipo agrarista. En forma tácita, también insisten en que se debe a Zapata el origen de aquella idea libertadora. 17 Porfirio Diaz llegó a la presidencia de México al triunfar su Plan mili· tarista de Tuxtepec, en el año de 1876. Gobernó hasta 1880, y por mandato constitucional le entregó el'poder al general Manuel González (1880.1884), quien con lealtad y verdadera amIstad se lo devolvió a su "compadre". Desde entonces, después de algunas reformas hechas a la Constitución de 1857 para evitar los Huerta, 18 engañad los falsos regenera fundamentar laPa mexicanos, nosobl justicia y.la liberll piedad de la tierra la independencia ~ sino siempre ~ critO. 111 Para crear esa. pesina, 10 para m~ no distinga' en~e 1 derosoque al h~ ese pensamiento' ~ obra y es el mmtc 'Su idea se ha los despojados, leí nuevo evangelio eL tes, los privilegiadA rendido por fin a verdad, y hoy rec~ el primer enemigc despojador de tiet: a la república.· , e in escollos antirreelea:ioldl la característica de qUCl ción de celebrar elec:da 18 Victoriano Huer1Il telebración del Pacto. j nuestra historia conodd en esta edición). Con ~ sea, la poUtictl. porf1riJ~ 19 El movimientoft'lj de la revolución ~ ción de la clase iOO. 20 La revolución _ Interesante. Es interesul ciones diferentes, tambli ejemplo, los generala : 21 Francisco Le6D ... el último gobierno del~ México, de acuerdo . . lucionarios en los TDi1I Victoriano Huerta ..... 22 El concepto de ti! hasta nuestros días. V6I REPÚBLICA MEXICANA " 127 Huerta, 18 engañado vilmente por Carranza, vendido por todos los falsos regeneradores, quiere hoy, en un esfuerzo supremo, fundamentar la Patria mexicana, no sobre el privilegio de los mexicanos, no sobre la riqueza de unos cuantos, sino sobre la justicia y la libertad otorgada a todos por igual, sobre la pro­ piedad de la tierra concedida a cuantos sepan cultivarla, sobre la independencia económica, real y no sólo escrita del campe­ sino siempre esclavizado, y del indígena eternamente pros­ critO. 19 Para crear esa patria nueva se ha hecho la revolución cam­ pesina,!ro para evitar iniquidades, se proclama la justicia, que no distinga entre ricos y pobres, que lo mismo ampiJ.re al po­ deroso que al humilde; y todo este impulso de reforma, todo ese pensamiento de renovación, toda esa alma nueva, es la obra y es el mérito de Emiliano Zapata. Su idea se ha impuesto a todos los espíritus. Los oprimidos, los despojados, los irredentos, han visto en su predicación un nuevo evangelio de luz y de gloria. Los intelectuales, los fuer­ tes, los privilegiados de la sociedad y de la civilización se han rendido por fin a la evidencia, han prestado homenaje a la verdad, y hoy reconocen, desde Francisco León de la Barra, 21 el primer enemigo del Sur, hasta fñigo Noriega Noriega, el despojador de tierras, que sólo la pequeña propiedad salvará a la república. 22 escollos antirreeleccionistas, Díaz gobernó en México hasta el año de 1911, con la característica de que cumplió en cada periodo gubernamental con la obliga· ción de celebrar elecciones. 18 Victoriano Huerta ascendió a la presidencia de México, después de la celebración del Pacto de la Embajada, que tuvo lugar durante la etapa de nuestra historia conocida como la Decena Trágica (véase mi estudio publicado en esta edición). Con Victoriano Huerta volvió a imperar el viejo régimen; o sea, la poUtica porfirista. 19 El movimiento revolucionario de Morelos, no sólo acariciaba la realización de la revolución agrarista; sino que también tenía como meta, la emancipa· ción de la clase indígena, explotada desde la época colonial. 20 La revolución campesina le dio a nuestra revolución un valor social muy interesante. Es interesante recordar, cómo distintos caudillos, en medios y situa­ ciones diferentes, también se preocuparon por el justo reparto de la tierra; por ejemplo, los generales Lucio Blanco, Pascual Orozeo, Francisco Villa y otros. 21 Francisco León de la Barra, secretario de Relaciones Exteriores durante el último gobierno del general Porfirio Diaz, llegó a la presidencia interina de México, de acuerdo con la Constitución de 1857 y por convenirlo así los revo­ lucionarios en los Tratados de Ciudad juárez. León de la Barra le encargó a Victoriano Huerta la campaña contra los zapatistas. 22 El concepto de pequeña propiedad ha variado desde el Plan de Ayala hasta nuestros días. Véase la fracción •.. del artículo 27 Constitucional citado. 128 H1STOR1A MODERNA y CONTEMPORÁNEA DE MÉXICO Nuestros principios son los mismos que sostuvo durante nue­ ve años con inquebrantable honradez, el general Zapata; nues­ tras esperanzas y nuestras promesas son las suyas; nuestros anhe­ los de unificación revolucionario y de reconstrucción nacional, son los que él abrigó con tan grande nobleza que lo llevó al sacrificio. En cuanto a la jefatura suprema de la Revolución, ha sido conferida al ciudadano doctor Francisco Vázquez Gómez,2lI a quien el general Zapata, haciéndose eco de nuestros deseos y de nuestras aspiraciones, tuvo la atingencia de designar para ese alto puesto, en los últimos días de su fecunda vida, toda ella llena de clarividencias y de aciertos. Inspirados, pues en el programa y en las tendencias de nues­ tro jefe, y constantes y firmes por el compromiso que para nos­ otros implica su heroísmo, renovamos hoy ante la Nación Me­ xicana, nuestros juramentos de fidelidad a la causa, nuestra protesta de adhesión a los principios, y le hacemos saber que hoy como antes, privados ya del que fue nuestro caudillo, pero depositarios y poseedores de la fuerza moral que nos legó con Ja ejemplaridad de su vida, hemos de seguir enfrentándonos a los defensores de la moderna tiranía, encarnada en el funesto carrancismo, en esa camarilla de facciosos que no representan al pueblo mexicano, y sí deshonra a la patria con sus rapiñas, con sus crímenes, con su desvergüenza, con esa su inaudita perfidia, lo mismo en las cuestiones interiores, que en los más graves asuntos de nación a nación. Así como combatimos a Porfirio Diaz, a De la Barra, a Ma­ dero y a Huerta, así hemos de luchar hasta el fin contra la afrentosa dictadura de Carranza, inmoral y corrompida, más falta de pudor que la de Porfirio Diaz, más falaz y maquiavé­ lica que la de Francisco de la Barra, más imbécil y más hipócrita que la de Huerta, el asesino. Ya la nación conoce de sobra al fatídico hacendado de Cuatro Ciénegas, hoy encaramado al poder por obra de su audacia, 23 El doctor Francisco Vázquez Gómez fue un activo y decidido opositor al Iégimen de Diaz. Luchó democráticamente junto con Madero para conseguir el triunfo de las elecciones frente a los intereses pollticos del gobierno. Se sabe que Vázquez Gómez llamó con insistencia a Madero, cuando éste estaba en San Antonio, Texas, para que viniera a jefaturar la revolución iniciada desde el 18 de noviembre de 1910. Más tarde fue contendiente del licenciado José Maria Pino Suárez, cuando quiso conseguir la vicepresidencia de México. Desde entonces, se dividió la familia revolucionaria. para que tengamos se quitó ya el dism y por eso confiamOl hacer causa común Norte 24 y del Cent dios y en todas las : de la llamada admi Nuestro lema es ~ Los surianos COI dignos de nuestro ~ "Reforma, Libel1 Campamento Re' de abril de 1919. Generales: Franc: González, Jesús Ca] Maurilio Mejía, Vii cio Cavanzo, Gilda Casals R., Arturo ( chez, Tomás Gard Guillermo Rodrígu Encarnación Vega 4 muel Bonilla, Mare S. Rivero, Julio Vi] Leopoldo Reynoso 1 món Beana, Vicenti Ismael Velasco, Je Rodríguez, Cástulo cinto B. Soriano, e Antonio Diaz Soto la Torre; doctores . 24 Se refiere concretu declarado fuera de la le Carranza. REPÚBUCA MEXICANA 129 para que tengamos que hacer más comentarios. Ese hombre se quitó ya el disfraz, no puede engañar ya a mexicano alguno y por eso confiamos en que todos nuestros compatriotas sepan hacer causa común con nosotros y con nuestros hermanos del Norte 24 y del Centro, para minar y destruir por todos los me­ dios y en todas las formas, el ya carcomido y vacilante edificio de la llamada administración carrancissta. Nuestro lema es y ha sido siempre: "Hasta vencer o morir." Los surianos comprendemos nuestro deber: Sabremos ser dignos de nuestro glorioso jefe. "Reforma, Libertad, Justicia y Ley." Campamento Revolucionario en el Estado de Morelos, a 15 de abril de 1919. RÚBRICAS Generales: Francisco Mendoza, Genovevo de la O., Everardo González, Jesús Capistrán, Pedro Saavedra, Fortino Ayaquica, Maurilio Mejía, Valentín N. Reyes, Adrián Castrejón, Mele­ cio Cavanzo, Gildardo Magaña, Zeferino Castilla, Prudencio Casals R., Arturo Camarillo, Sabino P. Burgos, Timoteo Sán­ chez, Tomás Garda, Antonio Beltrán, Rafael Cal y Mayor, Guillermo Rodríguez, Teodomiro Romero, Manuel N. Reyes, Encarnación Vega Gil, Joaquín Camaño, Urbano Catalán, Sa­ muel Bonilla, Marcelino Lamirra, Benigno Abundez, Gregorio S. Rivero, Julio Villegas, Gil Muñoz, ingeniero Ángel Barrios, Leopoldo Reynoso Díaz, Leandro Arcos, Francisco Alarcón, Ra­ món Beana, Vicente Aranda, Zeferino Ortega, José Contreras, Ismael Velasco, Jesús Vega Gil, Octaviano Muñoz, Comado Rodríguez, Cástulo Pérez, J. Cruz Espinosa, Jesús Chávez, Ja­ cinto B. Soriano, Gabino Lozano y Jorge Méndez, licenciados Antonio Díaz Soto y Gama, Arnulfo Santos Jr., y Francisco de la Torre; doctores José Parres y G. Y Alfredo D. Ortega. 24 Se refiere concretamente al general Francisco Villa, que para estas fechas, declarado fuera de la ley, lo perseguía el gobierno constituido de Venustiano Carranza.