RECENSIONES ABATE, EMMA, La fine del regno di Sedecia, Textos y estudios “Cardenal Cisneros” de la Biblia Políglota Matritense (TECC) 76, CSIC, Madrid, 2008, 244 págs. ISBN 978-84-00-086994-7 El fin del reino de Sedecías recoge la investigación llevada a cabo por la Dra. Emma Abate acerca del asedio a Jerusalén, en el 587-586 a.C., según la narración de 2Re 24,18-25,30 y Je 52. El estudio de estos pasajes paralelos, epílogos respectivamente de la Historia Deuteronomista y del libro profético de Jeremías, se realiza tanto desde un punto de vista filológico (considerando las variantes textuales entre TM, LXX y otras versiones y recensiones), como desde una perspectiva histórica y literaria (teniendo en cuenta además otros pasajes bíblicos, los testimonios que recogieron dicho episodio y las fuentes arqueológicas). La combinación de ambos enfoques le permite identificar las características de las ediciones y recensiones que nos han transmitido el texto, el origen de las variantes, reconstruir su desarrollo diacrónico, acotar los contenidos más antiguos y, de este modo, «recuperar la dimensión literaria del epílogo de 2Re y de Jeremías, intentando restituir la narración a su contexto simbólico tradicional» (p. 220). Gracias a ello, la autora observa que «el colapso de la sociedad hebrea pre-exílica… representado con la deportación de la clase dirigente y con la condena del rey Sedecías, será interpretado como preludio, a través del sacrificio del soberano, de la rehabilitación de la estirpe davídica y de la restructuración del hebraísmo en la edad exílica y post-exílica» (p. 12). Atendiendo a esta doble orientación metodológica, la monografía se divide en dos partes, compuestas por varios capítulos. Dentro de la primera, dedicada al análisis crítico-textual de los pasajes de 2Re y Je (pp. 19-158), encontramos un capítulo introductorio (20-48), que versa sobre el estado de la cuestión acerca del texto griego de Samuel MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 254 RECENSIONES y Reyes (Kaíge, Luciano, recensión antioquena), los testimonios preluciánicos (Peshitta, Vetus Latina, Flavio Josefo), los textos hebreos de Reyes y Jeremías, la traducción de Jeremías en la versión de los LXX, las formas textuales de Jeremías en LXX y TM, así como las cuestiones metodológicas y los instrumentos de trabajo (recensiones, ediciones, variantes, etc.). A éste le suceden varios capítulos (II-VI) acerca de las variantes de las versiones, donde el análisis se ajusta básicamente al siguiente esquema: diferencias de carácter morfológico, lexicales, secciones de texto más extenso, contenido, transposiciones y comentario. Así, el segundo capítulo nos ofrece un estudio de las variantes de 2Re 24,18-25,30 en TM y en LXX según el códice Vaticano (49-57). El tercero se ocupa de la tradición luciánica de 2Re 24,18-25,30 (59-81). El cuarto, de las variantes de Je 52 en TM y LXX según la edición de Ziegler (83-91). En el quinto se examina Je 52 según la tradición luciánica (93-105). Y en el sexto se exponen las diferencias entre los pasajes de 2Re 24,18-25,30 y Je 52 en la versión de TM (107-119). El séptimo capítulo se centra en el estrato preluciánico (121-143). En primer lugar, se examinan las variantes de traducción de 2Re 24,18-25,30 en LXX (Códice Vaticano) y en el texto antioqueno (ed. de Fernández Marcos - Busto Saiz), en correspondencia con el paralelo de Je 52 en LXX (ed. de Ziegler) y en las lecturas luciánicas de Je 52 que difieren de la recensión hexaplar. En segundo, se confrontan con la tradición siríaca, la Vetus Latina de Je 52,12-33 y las Antigüedades de Josefo. El capítulo se cierra con un apéndice onomástico y topográfico. Este primer bloque termina con un octavo capítulo acerca de las estratificaciones del texto (145-158), en el que se sintetizan todos los datos aportados en los capítulos precedentes. Se incluye una serie de apartados sobre los testimonios utilizados (versiones, códices, ediciones, etc.), sobre la tradición de 2Re 24,18-25,30, la de Je 52 y una comparación entre 2Re 24,18-25,30 y Je 52. Por último, presenta unas breves conclusiones con los resultados de su análisis. Entre ellos podemos destacar las afirmaciones de que LXX Je 52 responde al estrato más antiguo al que se puede acceder y TM Je 52 a la forma textual más desarrollada y tardía. MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 RECENSIONES 255 La segunda parte gira en torno a cuestiones históricas y literarias y está compuesta por dos amplios capítulos (159-217). El noveno (según la numeración por capítulos) se ocupa de los pasajes paralelos como fuente historiográfica (161-205), centrándose en los acontecimientos acaecidos (el asedio, la deportación, etc.), las fuentes literarias y arqueológicas, la datación de los autores de Samuel-Reyes, la redacción deuteronomista de Jeremías, el epílogo de Je 52, las características de los discursos en prosa que anuncian los acontecimientos del año 587-586 a.E.C., la condena moral de Sedecías, el saqueo del Templo (según las divergencias testimoniales), el exilio de los habitantes y la rehabilitación del rey Joaquín. El décimo examina los pasajes paralelos en base a la estructura narrativa, a la imagen del chivo expiatorio y a la comparación de los personajes de Edipo y Sedecías (207-217). Finalmente, la autora nos proporciona unas breves, pero muy valiosas conclusiones, que se desprenden de la combinación del estudio críticotextual de los pasajes y del análisis de su contenido (219-221): la narración del reinado de Sedecías no termina con la deportación, sino con la idea de restauración; el relato se configura a semejanza de las ceremonias inaugurales y los mitos fundacionales, en los que se ofrece un sacrificio de purificación; la narración más antigua de ambos epílogos pertenece al periodo post-exílico, a los primeros años de la dominación persa; el relato sufrió la influencia de una lectura tardía filo-sacerdotal; el exilio se reinterpreta desde una orientación teológica que da preeminencia al sacerdocio en lugar de al rey (caracterizado con rasgos mesiánicos); etc. La monografía se cierra con una bibliografía bastante completa (223244), que recoge tanto los estudios específicos acerca de los temas vinculados a la presente investigación como las ediciones de los textos en los que se basa para afrontar su análisis. A pesar de una gran rigurosidad científica, un trabajo de estas características siempre se presta a múltiples críticas, debido a la ingente información que es necesario manejar (lenguas, ediciones, recensiones, conocimientos de crítica textual, históricos, etc.). Normalmente éstas surgen por parte de los expertos en cada campo, que pueden echar en falta determinada teoría, referencia o bibliografía. Sin embargo, en su conjunto debemos destacar el profundo conocimiento que la autora acredita de MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 256 RECENSIONES varias «lenguas bíblicas» y el enorme esfuerzo que ha invertido a la hora de presentar el análisis de los textos y los datos históricos de forma coherente, ordenada y sistemática, de manera que el especialista sea capaz de navegar por este maremágnum de versiones y variantes. Únicamente quisiera apuntar que hubiera sido de gran utilidad enumerar al inicio de la obra todas y cada una de las abreviaturas empleadas en la monografía, pues a veces la falta de ese pequeño dato supone una interrupción en el curso de la lectura (como, p.e., la recensión hexaplar, representada como O). En definitiva, esta obra es, sin duda, el resultado de una buena preparación y de una claridad expositiva notables, con las que la Dra. Abate nos acerca al contexto donde se gestó el relato transmitido en 2Re 24,18-25,30 y Je 52 y el devenir textual, histórico y literario que experimentó desde su composición a través de las versiones y los testimonios. Por tanto, esta monografía, de un alto valor científico, debe ser considerada un estudio fundamental para comprender los sucesos acaecidos en el 586 a.C. y sus lecturas e interpretaciones posteriores del asedio a Jerusalén, la destrucción del Templo, la deportación, el fin de la monarquía y la reorientación sacerdotal del poder. Al mismo tiempo, el texto goza de una excelente presentación y maquetación, resolviendo con éxito los problemas que habitualmente se derivan del uso de alfabetos tan diversos. Así pues, debemos felicitar a Dra. Abate por su magnífico estudio y agradecerle al comité editorial de la colección Textos y Estudios «Cardenal Cisneros» de la Biblia Políglota Matritense su acertada decisión de publicar este volumen en ella. LORENA MIRALLES MACIÁ MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 RECENSIONES 257 DE AZCÁRRAGA SERVET, María Josefa, El comentario de Abraham Ibn Ezra al Libro de Rut, Edición crítica, traducción y estudio introductorio. Serie A: Literatura Hispano-Hebrea, número 10. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Instituto de lenguas y culturas del Mediterráneo y de Oriente Próximo. Madrid 2008. ISBN: 978-84-0008690-9. CXXVI + 43 + 19* pp. + 4 láminas. El Libro de Rut, junto con el de Ester, es lo que, salvando el anacronismo, se viene denominando «novela» bíblica. Es, en realidad, un relato breve que nos narra como una joven moabita que ha enviudado abraza el judaísmo para suscitarle descendencia a su difunto esposo. Además, en cierta manera, el Libro de Rut resulta de fácil acceso para los que se están iniciando en el estudio del hebreo bíblico. En esta supuesta o aparente «facilidad» del texto hebreo original radica la importancia de este comentario elaborado por Abraham Ibn ‘Ezra. La exégesis desarrollada por los judíos andalusíes peca desde sus orígenes de centrarse en el análisis lingüístico y lexicográfico del texto, llegando a dedicar casi el setenta por ciento del contenido del comentario a anotaciones de esta naturaleza. En esta ocasión encontramos a un exégeta más preocupado por otro tipo de matices que se desprenden del texto, sin que falten los comentarios lingüísticos y que le otorgan la etiqueta de exégesis «racional». Nos encontramos ante un precioso volumen en el que se ha conseguido desarrollar un plan de trabajo muy bien estructurado y documentado. La obra consta de un amplio Estudio Introductorio (pp. XXI-CVI) en el que se analizan diversos puntos relacionados con el libro de Rut y su comentario: el relato bíblico, el análisis de la historia, las versiones del texto, sus comentarios, la hambruna, las leyes, costumbres, leyendas, etimología de la onomástica y el estudio de las anotaciones gramaticales. Está muy bien documentado y así, por ejemplo, el comentario de Abraham Ibn ‘Ezra ha sido contrastado y cotejado con una decena de fuentes antiguas y medievales, en hebreo, arameo y árabe, demostrando una gran preocupación por conocer tanto las fuentes tradicionales de las que se nutrió el autor como las opiniones de sus contemporáneos. Además, la autora ha sabido ajustarse a pie juntillas a la línea seguida por otros comentarios del mismo exegeta y que han ido apareciendo a muy MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 258 RECENSIONES buen ritmo en esta misma colección. Si bien, en esta ocasión, se han añadido unas láminas que muestran la disposición de estos textos en los manuscritos originales. En cuanto al comentario en sí, es un trabajo breve que roza lo sintético. Tanto es así que a veces la anotación resulta tan breve como ininteligible (por ejemplo el comentario al último hemistiquio de Rut 2,22). Parece, por tanto, encuadrarse en el grupo de comentarios breves, tipo el que Abraham Ibn ‘Ezra dedica al Libro de Nehemías o la versión breve al Libro de Ester recientemente publicada en la misma colección. Uno de los fenómenos que más me ha llamado la atención en este comentario ha sido la total ausencia de la semitística comparada, de ahí que más arriba se haya dicho que este texto era especial en su naturaleza, pues se aparta de la línea tradicional de análisis. El autor siquiera tiene que recurrir a esta herramienta tan típica en la Edad Media para dilucidar el sentido de voces oscuras. Téngase en cuenta que el propio Maimónides empleará esta herramienta exegética en su Guía de Perplejos (I:43) para darle un nuevo sentido a Rut 3,9 y así entender el sentido alegórico de la voz kanaf «ala»; resultando que «extiende tu manto (lit. tus alas) sobre tu sierva» debe entenderse como «cubre con el velo de tu misterio a tu sierva» a partir del uso que se le da en árabe a kanafa «cubrir, ocultar». Con todo, las anotaciones gramaticales resultan inevitables en un autor andalusí como Abraham Ibn ‘Ezra y en la mayoría de los casos han sido correctamente interpretadas y documentadas por la autora. Sin embargo, y teniendo en cuenta que estos textos quizá exigen demasiado al que los trabaja, en ocasiones se pueden percibir unos descuidos que merecen ser matizados para que no queden atribuidos a Abraham Ibn ‘Ezra. En Rut 1,19 la construcción פעלי הכפלse emplea para referirse a los verbos «geminados» y en ningún caso se puede traducir «reduplicados», pues estos últimos son otra especie diferente (en judeoárabe muḍā‘af «reduplicado») que se deriva, normalmente, de una raíz cóncava, tipo יקום y su reduplicado יקומם. De ahí que, como bien indica la autora en la nota 37, haya autores que cataloguen la forma bajo la raíz «geminada» המםy otros la entiendan como una forma «reduplicada» de הום. Algo similar ocurre en Rut 2,11, cuando la construcción פועל שלא נקרא שם פועלו, claro calco del judeoárabe <fi‘l> mā lam yusammà fa‘ilahu («<verbo> que no menciona a su agente» = pasivo) es traducida por pual, pues no se MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 RECENSIONES 259 menciona el nombre del sujeto. No habría nada que anotar si no se tratase de la construcción ֻהגֵּד ֻהגַּד, que es claramente un hof‘al. Son, si duda, anotaciones peregrinas que en ningún caso restan importancia a la increíble labor de documentación, edición y traducción que ha desarrollado la autora. De hecho, finalmente, quisiera resaltar la preciosa labor de traducción, que no siempre es fácil y mucho menos en un comentario tan breve y casi críptico como este. Se ha conseguido presentar, tanto en la edición como en la traducción, una lectura cómoda, muy bien anotada y amena; lo último es inusual en este tipo de textos. He de animar a todas aquellas personas que hayan he leído el Libro de Rut, en hebreo o en traducción, a revisarlo ahora de nuevo junto con estas notas «a pie de página» que añadió Abraham Ibn ‘Ezra y que la profesora Azcárraga a puesto al alcance de todos. JOSÉ MARTÍNEZ DELGADO GOMEZ ARANDA, MARIANO, Dos comentarios de Abraham ibn Ezra al libro de Ester, Edicion critica, traduccion y estudio introductorio. Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, Instituto de Filología, Madrid 2007. CXXVIII + 194 +70* pp. ISBN: 978-84-00-08563-6 El profesor Mariano Gómez Aranda es responsable del grupo de investigación «Cultura judía medieval», y de la publicación del Comentario de Abraham Ibn Ezra al libro de Eclesiastés (1994) y el Comentario de Abraham Ibn Ezra al libro de Job (2004) —en ambos casos, edición crítica con introducción y traducción—. En 2007 salen a la luz estos Dos comentarios de Abraham Ibn Ezra al libro de Esther que presentamos ahora y que ponen a nuestra disposición ediciones críticas de estos comentarios sabrosísimos a los libros de la Biblia por el gran erudito de Tudela. El hecho de que conservemos dos comentarios sobre la misma obra, uno de la época en la que A. Ibn Ezra vivió en Italia (ca. 1142) y otro del tiempo en Francia (ca. 1155), no es infrecuente en este autor. Como señala en nota el profesor Aranda (p. XXVII, n.3), A. Ibn Ezra escribió comentarios diferentes a otros libros bíblicos y «no se trata de recensiones de una misma obra, sino de dos comentarios independientes, MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 260 RECENSIONES entre los que existen diferencias y similitudes» (p. XXVII). Esta riqueza permite conocer de cerca la recepción del libro en distintos lugares y épocas, y sirve para iluminar mucho mejor la interpretación del mismo. Quizá, por esta razón, hubiera ayudado una breve mención del perfil de los destinatarios del comentario en cada caso. El trabajo se presenta como «edición crítica, traducción y estudio introductorio». Este último ocupa setenta páginas y aborda cuestiones esenciales para comprender la obra: lugar y fecha de composición; ediciones anteriores; estudio comparativo de los dos comentarios; contenidos fundamentales; métodos exegéticos; y fuentes utilizadas. Encontramos también una detallada relación de los manuscritos empleados. La traducción de los dos comentarios, que ocupa 190 páginas, va acompañada de una gran cantidad de notas que aclaran el texto de A. Ibn Ezra, iluminan las posibles fuentes e incluso corrigen posibles erratas. Los versos del texto bíblico van en letra cursiva y numerados, y el comentario aparece en tipografía regular. Su lectura es fácil no sólo por cuanto resulta gráficamente clara, sino también porque la traducción es acertada e inteligible. La edición del texto hebreo también es muy clara, y resulta acertado utilizar dos tamaños de letra para diferenciar el texto del aparato crítico. Hay, además, un índice de citas bíblicas y un elenco bibliográfico. Quizá la única crítica de tipo formal que cabe hacer es que resulta poco claro iniciar el contador de las notas en cada versículo. Hay que alegrarse de la publicación de este trabajo porque pone a disposición de los lectores —no necesariamente eruditos— un comentario a uno de los libros bíblicos —desde luego— más entretenidos, pero también más interesantes por lo que se refiere a la transmisión del texto, la tensión narrativa, el perfil de los personajes, la imagen de Dios… Sería deseable que este trabajo de difusión de los grandes comentarios medievales fuera aprovechado por los estudiosos de los textos en otras áreas de conocimiento. Porque los comentarios de A. Ibn Ezra ahondan en cuestiones clave para interpretar el libro: la ausencia del nombre de Dios; los usos y costumbres de la monarquía persa; las referencias espaciotemporales; las reacciones de los personajes; las cuestiones históricas… Así, por ejemplo, en el primer comentario a 2,9 sobre la acción de Mordejai al trasladar a Ester y a sus doncellas a la parte mejor del harén, enriquece la información sobre Mordejai y, en el segundo comentario a MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 RECENSIONES 261 1,2 la información del alcázar de Susa, completa la información que se había dado en el primero, y permiten comprender mucho mejor la historia. Hay que valorar el enorme trabajo de investigación que se aprecia en las notas de la traducción del comentario: cómo se interpretan las referencias y críticas a otros comentaristas (Capítulos de R. Eliézer, S. Gaón, Rashi…) e incluso a otos comentarios de A. Ibn Ezra. Deseamos que el fruto del trabajo del grupo de investigación que el profesor Gómez Aranda conduce, se siga manifestando en estas joyas intepretativas tratadas con tanto rigor como estos Dos comentarios de Abraham Ibn Ezra al libro de Esther. JUNKAL GUEVARA LLAGUNO ROMERO, ELENA, Entre dos (o más) fuegos. Fuentes poéticas para la historia de los sefardíes de los Balcanes (Madrid: CSIC, 2008), 1015 págs. ISBN: 978-84-000-8643-5 En este libro se recogen y editan ciento ochenta y dos «textos poéticos en judeoespañol con datos que reflejan: (a) las vivencias de los sefardíes —minoría inmersa dentro de una sociedad mayoritaria ajena— involucrados en los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en el Imperio otomano y en el mundo balcánico surgido tras su desmembración; así como también (b) sus relaciones con el poder, ya sea éste central o local; en contadas ocasiones y sólo por dejar aquí unas breves pinceladas de muestra», incluye «(c) algunos textos de lo que podría considerarse como historia social» (pág. 21). De los ciento ochenta y dos textos, ciento cincuenta se publican en versión única y treinta y dos se recogen en varias versiones. En total, el trabajo ha supuesto el manejo de doscientas cuarenta y cinco versiones. De ellas, ciento cincuenta y una corresponden a textos inéditos que ven aquí la luz por primera vez en edición transcrita y anotada. Consta la obra de introducción, dieciocho capítulos, tres apéndices y complementos. En la introducción (págs. 21-36), la autora da cuenta de cuál es el objetivo de este voluminoso libro, de cómo ha delimitado el material y lo que queda por hacer, del contenido y la estructura de la obra, de las MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 262 RECENSIONES categorías poéticas (romances, canciones, poemas de autor y coplas) y los autores, de los esquemas estróficos de la más genuina y castiza producción sefardí como son las coplas, de los apéndices, de los complementos, del sistema de transcripción y de otras cuestiones metodológicas de la edición de textos. El grueso de la obra lo constituyen los dieciocho capítulos (págs. 37776) que abarcan desde la segunda mitad del siglo XVII (con textos relacionados con las aventuras y desventuras del seudo mesías Sabetay Sebí) hasta los inicios de la Segunda guerra mundial. Todos siguen un orden cronológico, salvo: el primero (págs. 37-54), que incluye un texto poético en el que se citan los sultanes otomanos, pero no a Abdul Aziz y Murad V; el décimo (págs. 475-525), que trata sobre los judíos en el ejército; el décimo quinto (págs. 677-710), que versa sobre la emigración; y el décimo octavo (págs. 761-776), que reúne varias poesías en las que se reflejan el juicio de los propios sefardíes sobre su pasado en tierras balcánicas y donde la Sefarad de sus antepasados queda mal parada en más de uno de ellos (págs. 770-776). Cada capítulo contiene: una introducción histórica sobre los acontecimientos más relevantes del período en el que se desarrollan los sucesos reflejados en las poesías y uno, dos (o más) textos poéticos judeoespañoles que narran los sucesos acaecidos en ese tiempo. Cada uno de los mismos va precedido de una presentación, donde la autora señala: a) las fuentes, entre las que podemos encontrar versiones aljamiadas procedentes de manuscritos, impresas y orales; b) análisis estrófico, en el que la noneta octo-hexasílaba es la predominante; c) análisis del contenido de la poesía, en donde E. Romero cuenta los asuntos que se citan en el texto poético, los relaciona con los acontecimientos históricos y contrasta los datos con otros textos en prosa que bien confirman los hechos (ej., pág. 180) o bien ofrecen una visión distinta de lo sucedido (ej., págs. 7577); y d) identificación de los personajes que, como es sabido, no siempre resulta una labor fácil en los textos sefardíes. Más interesante, si cabe aún, resulta el aparato de notas que acompaña a cada texto. Entre ellas podemos encontrar: de variantes —que, lógicamente, aparecen cuando hay varias fuentes—, como por ejemplo ocurre en la copla que relata el primer asedio de Tiberíades (nº 11, cap. 3, págs. 121-125); nuevas lecturas y correcciones de un texto ya publicado, MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 RECENSIONES 263 como es el caso de la copla que narra la visita de Sabetay Sebí a Jerusalén (nº 2, cap. 2, págs. 61-62), en donde E. Romero no se limita a plasmar la edición que publicara M. Attias sino que trabaja también, como en el resto de los textos, con la versión aljamiada; y explicativas, que esclarecen el significado de algunas palabras, frases o incluso estrofas, como sucede por ejemplo con la estrofa nº 20 (nº 27.A, cap. 5, pág. 233), donde lo que parece decir el texto sobre la muerte de Bejor Carmona se contradice con los datos históricos. Completan estos capítulos tres apéndices (págs. 777-837) que aclaran algunos asuntos que quedan oscuros en las coplas. El primero incluye la traducción del hebreo de la narración en prosa de los asedios sufridos por la ciudad de Tiberíades, asunto que narran tres coplas recogidas en el capítulo tercero. Los apéndices segundo y tercero amplían la narración de dos coplas del capítulo quinto sobre las persecuciones que sufrieron los judíos de Sarajevo en 1819. El segundo apéndice contiene la traducción de la llamada Meguilá de Sarajevo y el tercero un texto en judeoespañol que relata los mismos acontecimientos. Se remata el libro con una amplia lista bibliográfica mencionada y citada abreviadamente a lo largo del libro (págs. 841-874) que, con tan sólo su lectura, nos hace vislumbrar el difícil y complicado trabajo realizado por la autora; le siguen cinco índices y un glosario. Los índices son: onomástico y geográfico (págs. 875-924); de fuentes de textos poéticos y en prosa editados y citados (págs. 925-935); de géneros poéticos: coplas, canciones, poemas y romances (págs. 937-941); de títulos de textos poéticos, primeros versos y melodías (págs. 943-967); y de citas bíblicas y rabínicas (págs. 969-970). En el primero de esos índices añade las ubicaciones actuales de los topónimos que aparecen en el libro así como algunos breves datos de las personas mencionadas. Como conclusión, tengo que decir que no sé si alcanzaría a encontrar una frase tan clara como Entre dos (o más) fuegos para explicar la difícil situación de los sefardíes en medio de ese entramado de pueblos y para señalar lo que ha debido suponer trabajar con doscientas cuarenta y cinco versiones, analizarlas desde el punto de vista histórico, literario y lingüístico y dejarlo todo inteligible, bien estructurado y presentado con el rigor al que E. Romero nos tiene acostumbrados. PURIFICACIÓN ALBARRAL MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 264 RECENSIONES ROMERO, ELENA, - GARCÍA MORENO, AITOR (colab.), Dos colecciones de cuentos sefardíes de carácter mágico: sipuré noraot y sipuré pelaot, (Madrid: CSIC 2009), 402 pp. ISBN: 978-84-00-08799-9. La profesora Elena Romero, de sobra conocida tanto en el ámbito sefardí nacional como internacional, de larga trayectoria investigadora, una vez más sorprende con la publicación, en este caso con la colaboración del doctor Aitor García, del presente libro. En éste se recoge la edición y el estudio de dos obras escritas, originalmente en hebreo, y traducidas al judeoespañol por Yishac ben Abraham Hakohén Perahiá y publicadas en Salónica a finales del siglo XIX. Se trata del Séfer Sipuré noraot (1885) y del Séfer Sipuré pelaot (1891), es decir de dos colecciones de cuentos sefardíes de carácter mágico, traducidos como «Cuentos temerosos» y «Cuentos maravillosos». Esta obra consta esencialmente de dos compilaciones de relatos, figurando en la primera, es decir en el Sipuré noraot, siete relatos y en la segunda, Sipuré pelaot, tres cuentos. En este trabajo, la autora tal y como acostumbra, presenta una excelente y cuidada edición, puesto que va precedida de una minuciosa y a la vez completa introducción bibliográfica y de contenido, además de una lista de abreviaturas. Como complementos ofrece un Glosario y una Bibliografía general que permiten a aquellos lectores no especializados, una mayor comprensión lingüística de la obra. Los textos de la narrativa, originalmente redactada en aljamía hebraica, han sido transcritos minuciosamente a letras latinas mediante el sistema utilizado por la revista Sefarad, suficientemente explicado por I. M. Hassán (“Sistemas gráficos del español sefardí”, en Actas del I Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, M. Ariza, A. Salvador, A. Viudas (eds.), Madrid, Arco-Libros, I, 1988, págs. 127-137). La autora muestra nuevamente en esta edición una gran erudición sobre el tema, ya que tanto la puntuación y la versalización decididas por ella, facilitan al lector contemporáneo una lectura actualizada de esta compilación. Hay que destacar la manera en que la doctora Elena Romero presenta de una forma tan accesible al lector los textos, con una gran claridad y otorgando a los mismos un continuo dinamismo sin perder la vitalidad y el ritmo que normalmente suele flaquear en la traducción de textos literarios. Todo ello MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 RECENSIONES 265 es una muestra más de los conocimientos y de la experiencia de la autora en este campo. En esta edición compuesta, tanto de relatos independientes como de cuentos incluidos en las moralejas, se nos obsequia con un estudio innovador sobre relatos de carácter mágico en judeoespañol, dando a conocer al público textos inéditos que forman parte del legado literario en lengua sefardí. La autora ofrece una esmerada edición teniendo en cuenta la dificultad que entraña el editar textos de este tipo. Asimismo proporciona no sólo un riguroso estudio sobre las posibles fuentes originales hebreas tomadas por el autor-traductor, Perahiá, en cada cuento, sino también un resumen del contenido de los mismos, además de una exhaustiva revisión bibliográfica de diferentes versiones tanto en lengua hebrea como en lengua sefardí. Es de agradecer la edición de esta obra que nos enseña acerca de la función moral que la lectura de estos relatos debía tener en los integrantes de las comunidades sefardíes en el siglo XIX. Todos estos cuentos son un ejemplo ilustrativo de un período un tanto convulso en el pensamiento judío moderno, en donde se revelaba la necesidad de una guía ética. EVA BELÉN RODRÍGUEZ RAMÍREZ POLLIACK, MEIRA - SCHLOSSBERG, ELIEZER, Peruš Yefet ben ‘Eli le-Sefer Hoše‘a, mahadurah mu‘eret (Yefet ben ‘Eli’s Commentary on Hosea, Annotated Edition, Hebrew Translation and Introduction). Bar Ilan University Press, Ramat Gan 2009, 508 págs. ISBN: 978-965-226-343-8. Los autores nos presentan en este importante volumen la reedición del texto original del comentario (que incluye la traducción árabe) al Libro de Oseas elaborado por el sabio caraíta Abū ‘Alī Ḥasan Ibn ‘Eli de Basora (Jerusalén, segunda mitad del s. X), más conocido como Yefet ben ‘Eli. Este volumen parece ser el primero de un proyecto que pretende traducir todos los comentarios de este autor al hebreo. Recuérdese que Yefet comentó todos los libros de la Biblia, labor que le ocupó unas cuatro décadas de su vida (960-1000 aproximadamente). El volumen cuenta con una introducción general, compuesta por seis epígrafes, y una edición MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 266 RECENSIONES crítica que incluye la edición del texto judeoárabe y su traducción hebrea, además de un índice de los versículos bíblicos citados. En la introducción general, los autores nos introducen en (1) el personaje y su comentario a los doce profetas menores; (2) el tratamiento del texto de Oseas por parte del comentarista; (3) su metodología exegética; (4) las fuentes que el autor emplea e incluso aquellas en las que influye; (5) la metodología empleada en su traducción árabe del libro de Oseas; y (6) una sucinta descripción de los manuscritos empleados y los criterios de edición. En lo que se refiere al personaje en sí, los autores destacan el impacto que tuvo su labor exegética tanto en ambientes caraítas como rabanitas, reconociendo en él a uno de los principales fundadores de esta técnica en entornos arabófonos. La elección del comentario al libro de Oseas para abrir la serie radica en que contiene una introducción general que en la práctica viene a ser una introducción programática para todos los libros proféticos. Según esta introducción, desde una perspectiva teológica, la profecía cumple tres funciones básicas: pedagógica, intermediaria y profética; esta última según Yefet, es la función básica de la literatura profética. Según él, no es posible aplicar las palabras del profeta al momento actual, pero sí enfatizar el contexto histórico en el que surgió la profecía bíblica para que el pueblo en el destierro no pierda la esperanza de una futura ayuda. En cuanto al tratamiento del texto de Oseas por parte del comentarista, los autores revisan la producción caraíta anterior (específicamente las aportaciones de Daniel al-Qumisi, s. IX) para explicar que existían dos posturas: la lingüística-contextual por un lado, es decir, el análisis de elementos léxicos, sintácticos, estructuras y figuras retóricas que exigen establecer el sentido del texto dentro de sus propios límites literarios e históricos; y por otro la que se conoce, entre otros nombres, como prognóstica, mesiánica o alegórica y que los autores prefieren denominar actual porque pretende descubrir en el texto bíblico alusiones a los orígenes del caraísmo, es decir, adaptarlo a la actualidad del comentarista. Los autores aluden al hecho de que esta postura puede recordar a los pĕšerim de Qumrán, pero según ellos no se puede demostrar influencia alguna, simplemente una coincidencia metodológica. MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 RECENSIONES 267 Ya el propio al-Qumisi estableció una diferencia funcional entre ambas posturas exegéticas, tal y como otros autores medievales la aplicaron a la hora de elaborar pĕšaṭ o dĕraš. De hecho, esta doble vía de análisis en autores caraítas parece inspirarse en las técnicas rabínicas; si bien, la gran aportación de al-Qumisi se produce en el campo de la exégesis lingüísticacontextual. A partir de estos presupuestos heredados, Yefet desarrolla sobre manera las herramientas lingüístico-contextuales. De hecho, no se detiene en el análisis morfológico y lexicográfico de voces oscuras, pues lo considera un género diferente dentro del estudio de la Biblia y prefiere centrarse en aspectos sintácticos. En este punto su exégesis es muy diferente a la desarrollada en al-Andalus. Tanto al-Qumisi como Yefet descifran la alegoría para aclarar a la par y en concordancia parábola y moraleja. Sin embargo, el primero se centra más en la moraleja que casi siempre es explicada de manera actual, mientras que el segundo prefiere un análisis más lingüístico y literario de la parábola, de forma que ésta sea mejor entendida. Otro punto a destacar en el tratamiento del texto de Oseas es la historicidad, es decir, el exégeta reconstruye el momento histórico en el que se produce la profecía, lo cual muestra en cierta manera conflicto con la técnica de actualización del texto. Son muchos los lugares del comentario en los que Yefet pretende identificar el momento exacto de un acontecimiento descrito en el original. A veces, es el propio profeta el que alude a acontecimientos específicos, la labor del exégeta consiste en identificarlos y explicarlos, incluso en pasajes alegóricos o metafóricos. Esta técnica de reconstruir la historicidad del texto es diferente a la empleada en los círculos rabínicos, que pretenden hallar la armonización de todo el texto bíblico. Junto con esto, el profeta alude además a otros pasajes de la Biblia, recurso muy frecuente en la exégesis rabínica (gĕzerah šawah). Si bien, Yefet lo aplica de manera diferente a la midrásica, reconociéndose tres tipos: 1. se señalan palabras que el profeta reutiliza para crear un efecto determinado sobre su público, en ocasiones retórico; 2. siguiendo a alQumisi, Yefet señala las alusiones explícitas del profeta, si bien establece rasgos lingüísticos y contextuales claros en la identificación de estas MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 268 RECENSIONES alusiones; y 3. alusiones históricas que deben ser identificadas para entender la profecía en su justo contexto. Muchas de las actualizaciones fijadas por Yefet provienen de los escritos de al-Qumisi, específicamente aquellas que avivan la polémica con los rabinos. Así por ejemplo, el uso de moreh ṣedeq en la exégesis de Yefet está aludiendo al profeta Elías, con la implicación mesiánica que dicha identificación conlleva. De nuevo, los autores no ven conexión alguna entre este moreh ṣedeq y el que aparece en los escritos de Qumrán. En definitiva, el tratamiento de la profecía por parte de Yefet es principalmente literario e histórico, preocupándose por el análisis de dicha profecía en su contexto bíblico, lo cual, salvando las distancias, lo acerca, en juicio de los autores, a la crítica actual. En lo que se refiere a la metodología exegética, los autores explican que una de las bases del tratamiento lingüístico-contextual del original por parte de Yefet es el análisis estructural de las unidades del texto. Es decir, se comienza con una unidad compuesta por dos o tres versículos (faṣl) y se termina entendiendo toda la obra como una unidad compacta. En su análisis, el autor comienza abordando la estructura de la unidad y sus funciones retóricas y a continuación se ocupa por separado de sus componentes lingüísticos y literarios. De esta manera Yefet reconoce dos grandes grupos o bloques, según el contenido literario y alegórico: un primer bloque compuesto por los capítulos 1-3 y un segundo que incluye los capítulos 4-14. A partir de esta primera división va descomponiendo el texto; el capítulo 1 se compone de cuatro partes; también el 2 es divisible; sin embargo el 3 lo considera una unidad. En cuanto al segundo bloque, destaca que los capítulos 7, 13-8 y 14 son una unidad, respetando en este caso la división establecida por los masoretas. El capítulo 14 vendría a ser el colofón que enlaza con el primer bloque (Os 1-3). De esta forma el exegeta reconoce la coherencia literaria del texto. De hecho, usando la raíz árabe naẓam indica nexos entre los diferentes capítulos e incluso entre los versículos. En cuanto a sus técnicas literarias, Yefet ve en la profecía un género definido que emplea unas técnicas literarias propias que lo diferencian del resto de la literatura bíblica. Este género específico se divide en tres grupos, dependiedo del término hebreo que introduzca la profecía: dabar, ḥazon y maśśa’. Al entender la profecía como un género específico, Yefet MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 RECENSIONES 269 puede recurrir a pasajes de otras obras proféticas para satisfacer necesidades exegéticas. En lo que se refiere a las técnicas redaccionales, Yefet cree que hay un autor-editor (mudawwin) anónimo que da forma final al rollo de los doce profetas menores pero sin ser profeta y más tardío que estos. Esta idea ya aparece en la exégesis bíblica bizantina (s. X) donde se habla del sadran. Según Yefet, este mudawwin es el que le da la coherencia y unidad final al texto. De hecho, sería el que añadió la datación de las profecías empleando los nombres de los reyes. Estas dataciones tienen cuatro funciones: cronológica, histórico-didáctica, introductoria y redaccional, es decir, no toda la producción profética de Oseas pudo ser incluida en la obra que lleva su nombre. Parece entenderse que la obra original de Oseas se perdió y lo que nos ha llegado fue recopilado por editores de antologías que se encargaban de dotar a la obra de un orden interno. Esta idea está tomada de la realidad histórica que le tocó vivir a Yefet. Con todo, los autores reconocen que el exegeta usa la tercera persona del singular, por lo que no siempre queda claro si se refiere al autor o al editor. Para indicar el uso de técnicas retóricas y estilísticas el exegeta emplea la construcción árabe ‘alà ṭarīq y así encontramos reprobación, amonestación, arrepentimiento y demostración de afecto. Además de esto, el autor reconoce introducciones, citas, virajes, enlaces, definiciones e hipérboles. Junto con esto destacan los rasgos poéticos del autor que emplea comparaciones, aproximaciones, metáforas, sentidos figurados y paralelismo. Al final de esta sección los autores recogen en un epígrafe específico la terminología exegética de Yefet, diferenciando entre la terminología hebrea y la árabe. El cuarto bloque del estudio está dedicado a las fuentes exegéticas empleadas por el autor y a su impacto en la exégesis rabínica. Sus fuentes son de tres tipos: caraítas (al-Qumisi, al-Qirqisānī, Ibn Nuḥ y anónimas), rabínicas (literatura rabínica de la que toma técnicas específicas, el Tárgum y Sa‘adya Ga’on) e islámicas (estas últimas no cuentan con un epígrafe específico porque los autores no detectan una influencia clara, salvo en el caso de determinados recursos estilísticos como son los retóricos y poéticos). El capítulo termina con un estudio sobre la influencia de Yefet sobre Abraham Ibn ‘Ezra (que lo cita de forma MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 270 RECENSIONES anónima) y David Qimḥi (que lo cita una vez siguiendo precisamente a Abraham Ibn ‘Ezra). El quinto capítulo está dedicado al estudio de la traducción árabe del libro de Oseas realizada por Yefet. Según los autores esta versión refleja las tendencias de las traducciones caraitas, es decir, pretende aclarar la estructura sintáctica y lingüística de la obra. La traducción puede ser literal, puede presentar alternativas de traducción, ampliaciones exegéticas y definiciones. Junto con todo esto, la traducción refleja todo el proceso de análisis desarrollado en el comentario. La lengua árabe empleada por Yefet cuenta con un pequeño epígrafe en este capítulo. Pequeño, porque a pesar de ser una buena síntesis de las teorías del profesor Joshua Blau, resulta bastante parco y contrasta en cierta manera con la exhaustividad de la que se hace gala en el resto del estudio. El estudio concluye con una descripción de los manuscritos empleados para la edición (6 de la colección Firkovich y 11 de la Taylor-Schechter), una nota sobre los criterios de edición y otra sobre las notas. Se anexa al final una bibliografía muy útil. En lo que se refiere a la edición, muy cómoda de leer, quizá se echa en falta un esfuerzo por diferenciar tipográficamente la traducción del comentario. De la misma manera, quizá edición y traducción debieran ir enfrentadas para poder entender el proceso de traducción y usar las notas de la traducción sobre el texto original y viceversa; además de que esto hubiese permitido usar el rico aparato crítico para entender la nueva versión hebrea. Además de pequeños matices, quizá manías del lector no israelí, como puede ser el excesivo uso de anglicismos que complica sobremanera la lectura de un texto escrito en un idioma que tiene esos tecnicismos en su acervo léxico (si bien hay que decir que en ocasiones se indican ambas posibilidades en el estudio), hay que felicitarse de que ambos profesores hayan hecho suya la labor de recuperar la exégesis de Yefet. Poniendo a nuestro alcance una metodología exegética, sin duda, muy diferente a la desarrollada en al-Ándalus y que nos enseña otra forma de acercarse a la Biblia. Junto con esto, uno de los grandes valores, a mí parecer, radica en el hecho de entender por fin al caraísmo como un movimiento religioso y no como una secta. Se pretende además hacer un sincero y justo acercamiento al valor de esta corriente de pensamiento medieval tan MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271 RECENSIONES 271 importante, donde no sólo se discute sobre todo de gramática, sino también de literatura. En definitiva se ha hecho un gran esfuerzo por romper ciertos mitos que giran en torno al caraísmo, como por ejemplo, su relación con Qumrán o su condición sectaria. Es muy de agradecer todo ello. JOSÉ MARTÍNEZ DELGADO MEAH, sección Hebreo 58 (2009), 253-271