TEMA 13 “LA POBLACIÓN ESPAÑOLA”

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TEMA 13 “LA POBLACIÓN ESPAÑOLA”
Dinámica demográfica: natural y migratoria en el último siglo y
medio.
Estructura y composición actual de la población española.
Cambios producidos desde 1950.
Esquema
 DINÁMICA DEMOGRÁFICA: NATURAL Y MIGRATORIA EN
EL ÚLTIMO SIGLO Y MEDIO
El crecimiento de la población de un país viene determinado, en primer lugar,
por el comportamiento de la natalidad y de la mortalidad; la diferencia entre los
nacimientos y las defunciones marcarán la intensidad en el crecimiento. Junto
al comportamiento de estos dos elementos, los flujos migratorios son otro
componente que se ha de tener en cuenta.
 Dinámica natural
 Natalidad y fecundidad
La natalidad define un aspecto demográfico referido a los nacimientos habidos
en el seno de una población considerada en su conjunto.
La fecundidad es un fenómeno relacionado con los nacidos vivos considerados
desde el punto de vista de la mujer en edad de procrear, y no en el conjunto de
la población.
Hasta fechas recientes, España había sido un país con altos índices de
fecundidad en el contexto de los países europeos. Fue sorprendente cómo, en
un periodo de tiempo muy corto, la natalidad y la fecundidad españolas se
situaron entre las más bajas del mundo. Esta tendencia se hizo patente a partir
de la década de los 80, aunque actualmente asistimos a unos claros síntomas
de recuperación.
Las razones son muchas y complejas, se destacan las siguientes:
La emancipación de la mujer y su incorporación al mercado laboral
El coste de la educación y crianza de los hijos
El comportamiento natalista propio de cada generación, fruto de la
experiencia ante la vida.
Si las razones del freno son diversas, la recuperación que se observa en los
últimos años se relaciona con total seguridad con la entrada de población
inmigrante.
La natalidad y la fecundidad se han reducido en todas las comunidades
autónomas, aunque hay diferencias, las regiones levantinas, meridionales e
insulares son las que poseen las mayores tasas e índices, seguidas por las
regiones económicamente más desarrolladas. Por el contrario, las
comunidades del centro y del norte peninsular presentan las tasas más bajas.
 Mortalidad
La mortalidad es el fenómeno relacionado con el fallecimiento de los miembros
de una población. Hasta finales del siglo XIX la población española se
caracteriza por las altas tasas de mortalidad. En la actualidad, la tasa bruta de
mortalidad se encuentra el 8’4 ‰
La mortalidad infantil ha seguido una trayectoria similar, hoy se encuentra en
torno a un 5’3 ‰, un nivel similar al de los países de la Unión Europea con
tasas de mortalidad más bajas.
La esperanza de vida al nacer evolucionó también a valores muy positivos a lo
largo del siglo XX gracias al descenso de la mortalidad, 83’7 años para las
mujeres y de 77’2 años para los hombres.
Las causas de la mortalidad han variado con el paso del tiempo. En el pasado,
cuando dominaba la mortalidad catastrófica, las causas se debían a crisis de
subsistencia, hambrunas, epidemias, guerras... Este tipo de causa se conoce
como exógenas por tener su origen en el entorno externo al ser humano.
En la actualidad, las causas de muerte son endógenas, se relacionan con las
enfermedades degenerativas en edades avanzadas y con las enfermedades
sociales o propias del modo de vida de la sociedad actual; destacan las del
aparato circulatorio y digestivo y los fallecimientos provocados por muertes
violentas (accidentes de circulación, suicidios...) Por tanto, las causas
predominantes de mortalidad en nuestro país se pueden resumir bastante bien
con las famosas “tres ces”: corazón, cáncer, carretera. En esta fase, la
mortalidad se concentra en aquellos estratos de población de edades más
avanzadas y más entre los hombres que entre las mujeres.
Las causas del descenso de la mortalidad es la combinación de una serie de
factores de tipo social, demográfico, económico y cultural: avances médicos y
medidas sanitarias, higiénicas, mejora de recursos socioeconómicos, sobre
todo de la alimentación.
Respecto a la distribución espacial, las tasas con una tasa de mortalidad más
alta son el Principado de Asturias, Galicia, Castilla-León y Aragón; en cambio,
las tasas más bajas corresponden a Canarias, Comunidad de Madrid, Región
de Murcia y Andalucía.
 Crecimiento natural
El crecimiento natural es el mecanismo que regula los cambios en el volumen
de una población a partir del comportamiento que experimentan la natalidad y
la mortalidad. Este comportamiento presenta diferencias regionales; su rasgo
más destacado es la oposición entre unas comunidades que mantienen
incrementos muy positivos en el litoral y Madrid frente a otras con incrementos
débiles o negativos en el interior.
La natalidad, la mortalidad y, en consecuencia, el crecimiento natural ha
evolucionado de forma muy parecida en la mayoría de los países
desarrollados. Para explicar esta evolución se ha formulado la llamada teoría
de la transición demográfica. Esta teoría describe el paso del antiguo régimen
demográfico, caracterizado por elevadas tasas de natalidad y mortalidad, que
originaban un lento crecimiento, a un sistema demográfico moderno de nuevo
equilibrio, con un lento crecimiento, pero en esta nueva etapa debido a unas
tasas de natalidad y mortalidad reducidas. Entre ambos periodos tendría lugar
una fase de transición (mediados del siglo XX) de elevado crecimiento,
consecuencia de un descenso de la mortalidad anterior al de la natalidad.
 Dinámica migratoria
Un aspecto destacado de la población española ha sido su movilidad espacial.
 Migraciones exteriores
Las razones que mueven a las personas a emigrar pueden ser muy diversas,
existe una motivación económica: búsqueda de un empleo en otro lugar que
permita mejorar la situación económica y las condiciones de calidad de vida y
bienestar social.
Durante los últimos siglos, la emigración española a otros países ha pasado
por diferentes etapas:
La emigración al norte de África: fue muy importante durante el siglo XIX,
agricultores y mineros para trabajar en obras públicas y agricultura
argelinas.
La emigración a ultramar: su época de apogeo coincidió con la primera
mitad del siglo XX. Argentina, Cuba, Brasil, México... protagonizada por
campesinos gallegos, asturianos y canarios de escasos recursos. Se
prolongó hasta los años de 1930, época en que la crisis económica
internacional obligó a esos países a imponer restricciones a la entrada
de extranjeros.
La emigración a Europa: alcanzó su máxima intensidad en la década
comprendida entre los años 1960 y 1970. Durante la primera mitad del
siglo XX, tuvo como país de destino casi exclusivo Francia. Fue una
corriente de agricultores levantinos que acudían a satisfacer las
necesidades de mano de obra del campo y que se incrementó con los
españoles que se vieron obligados a emigrar a causa de la Guerra Civil.
La necesidad de mano de obra en países como Francia, Alemania o
Suiza fueron los factores que impulsaron las nuevas oleadas de
emigrantes hacia Europa.
Las consecuencias de las migraciones exteriores fueron:
Entre los efectos positivos:
Reducción de la presión en el mercado laboral
El alivio de la presión demográfica
La entrada de divisas.
Los efectos negativos son entre otros:
Los costes demográficos: pérdida de población
Los costes sociales: ruptura familiar, trabajos duros, mal remunerados...
Los costes económicos: abandono de tierras, de infraestructuras...
 Migraciones interiores
El desplazamiento de personas entre las distintas provincias de España, desde
las áreas rurales a las urbanas, es uno de los fenómenos geodemográficos de
mayor importancia de los últimos tiempos. El proceso de industrialización y
urbanización será el causante de las migraciones interiores, que se desarrollan
en España con toda su intensidad entre los años 1960 y 1970.
Las provincias más beneficiadas por la afluencia de emigrantes fueron Madrid,
Barcelona y Valencia. Las regiones generadoras de emigración fueron
Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía oriental.
En los últimos años, las migraciones interiores han variado su intensidad y
comportamiento geográfico. Éstas son las novedades más sobresalientes:
La progresiva ampliación de las provincias con saldos migratorios
positivos y la pérdida de la polarización en los lugares de destino que
presentaba anteriormente el fenómeno migratorio.
El éxodo rural es sustituido por los desplazamientos de población entre
los diferentes centros urbanos.
Varía también el tipo de emigrante: el actual pertenece de forma mayoritaria al
sector servicios.
Las repercusiones de las migraciones interiores son:
En las zonas de destino, los emigrantes se convierten en la base del
crecimiento demográfico de muchas áreas urbanas; así, la estructura por edad
se ve rejuvenecida y la población activa incrementada. En el plano económico,
se produce una mejora en la oferta de mano de obra y una mayor
concentración de recursos humanos. Pero también las zonas de inmigración se
ven obligadas a asumir nuevos costes para satisfacer las demandas de una
población en crecimiento: nuevos equipamientos e infraestructuras, mayor
número de viviendas...
Las zonas de origen, demográficamente se produce un descenso de la
población, el envejecimiento de su estructura y la caída de la fecundidad. En el
plano económico, un empobrecimiento de los recursos humanos y una
reducción de las actividades económicas.
 País de inmigrantes
En los años 90 España ha pasado a ser un país de inmigración. Se tienen
datos de la inmigración de carácter legal, pero se desconoce la inmigración
ilegal en su auténtica dimensión.
Los extranjeros residentes en España presentan una distribución, en cuanto a
países de origen, bastante desigual; destaca, en primer lugar, los residentes
europeos, le sigue después América del Sur y en tercer lugar África.
La población de extranjeros es eminentemente joven, lo que evidencia el
carácter predominante de mano de obra de la misma. Las comunidades
autónomas que atraen preferentemente a los emigrantes son: Cataluña,
Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía.
El colectivo de residentes en España admite gran variedad de situaciones:
a) Extranjeros nacionalizados: trato preferencial a los iberoamericanos.
b) trabajadores: en el sector servicios, agricultura, construcción e industria
c) Estudiantes: especialmente a Madrid, Granada y Salamanca.
d) Asilados y refugiados
e) Inmigrantes ilegales: no tiene en regla su situación de residencia en
España. Jóvenes que se emplean en la agricultura, construcción,
servicio doméstico, hostelería...
 ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN DE LA POBLACIÓN ACTUAL DE
LA POBLACIÓN ESPAÑOLA
Pirámide del año 2012
Estructura por sexo y edad: se refiere a la distribución de la población entre
hombres y mujeres y según las diferentes edades. Su análisis es básico para
entender los procesos demográficos: fecundidad, mortalidad y las migraciones;
sociales y económicos, como la educación y el mercado laboral. El número de
mujeres es ligeramente superior al de los hombres, esto se explica por lo que
se conoce como supermortalidad masculina.
La edad es una variable demográfica de gran interés, de ella dependerá la
planificación de equipamientos docentes y asistenciales, la población en edad
de trabajar, las previsiones de población futura... La población española
presenta una tendencia hacia el envejecimiento y una importante reducción de
la población joven.
Las comunidades autónomas con población más joven son Andalucía, región
de Murcia y Canarias y las de mayor población envejecida Principado de
Asturias, Castilla-León y Galicia.
La influencia de procesos demográficos se puede observar claramente en la
pirámide de edades. Ésta refleja la distribución de la población de un país en
grupos de edad, diferenciando en cada grupo los hombres de las mujeres.
En la pirámide de 2012 se desprende que la población española va camino de
un progresivo envejecimiento. Este fenómeno del envejecimiento interesa por
las consecuencias sociales y económicas que conlleva: el aumento de la
población anciana requiere también un incremento de los recursos sanitarios y
hospitalarios, una mejora de los servicios sociales y un aumento del coste de
las pensiones. Todo ello debe quedar garantizado en un Estado social y de
derecho como es España.
Los cambios de la población española en relación a su estado civil se
encuentran entre los más significativos de la evolución de la vida social; el
interés se centra en la influencia del estado civil de la población sobre el nivel
de fecundidad y sobre la formación de hogares y familias. A partir de los datos
que arrojan los últimos censos, los hechos más significativos son el aumento
del colectivo de separados y divorciados y el descenso de la tasa de
nupcialidad que presenta una tendencia similar a la media de los países de la
Unión Europea. Entre las comunidades autónomas, Andalucía destaca entre
las que han tenido una tasa superior a la nacional.
Estructura económica y social: conocer cuántas personas están en
disposición de poder trabajar, cuántas lo hacen y cuántas están paradas, tiene
una gran importancia social y económica.
La población económicamente activa es la que, a partir de 16 años, suministra
mano de obra para la producción de bienes y servicios económicos o hace
gestiones para incorporarse a dicha producción. Está formado por dos
categorías: ocupados y parados
Durante el siglo XX la población activa experimentó un crecimiento muy
importante, especialmente a partir de 1981, debido al aumento de la población
adulta y por la incorporación de la mujer al mundo laboral.
La población activa se concentra predominantemente en los grupos de edad de
30 a 45 años. Dos características recientes de la actividad relacionadas con la
edad son la incorporación cada vez más tardía de la población al mundo del
trabajo y la salida anticipada de éste.
La diferencia de la actividad según el sexo es todavía apreciable, los varones
presentan una tasa de actividad superior a la de las mujeres. Las comunidades
autónomas ofrecen valores dispares: las comunidades con una tasa de
actividad más alta son Islas Baleares, Comunidad de Madrid, Cataluña,
Canarias…y las comunidades con una tasa por debajo de la media son
Principado de Asturias, Extremadura, las dos Castilla y Cantabria.
La distribución de la población activa entre los distintos sectores económicos
experimentó un profundo cambio en el siglo XX. La característica más
sobresaliente ha sido la progresiva terciarización de la población activa. Otros
rasgos que marcan el cambio sufrido por la estructura de los sectores
económicos son la mayor diversificación de la actividad productiva; la
importancia de nuevas actividades (informática, telecomunicaciones) o el
aumento de las actividades relacionadas con los servicios personales y con las
empresas (mensajería, seguridad…) Todos estos cambios reflejan la evolución
económica del país.
La tasa de paro mide la relación entre los parados y la población de activos.
Atendiendo a la edad de la persona y al sexo, la distribución del paro se
muestra irregular; por edad tiene sus valores más altos en el grupo más joven,
entre 16 y 19 años, más significativa es la evolución del paro entre hombres y
mujeres, en la última década se ha producido un descenso muy marcado de la
tasa de paro femenina. En cuanto a la distribución entre las comunidades
autónomas, en los últimos años se ha producido un acercamiento en el nivel de
actividad entre ellas; sin embargo, el mapa del desempleo de España pone de
manifiesto un sur con tasa superiores a la media (Extremadura, Castilla-La
Mancha, Andalucía) y las comunidades del norte con valores inferiores a la
media.
Nivel educativo: el ascenso del nivel de formación de una población es visto
como una de las mejores metas que puede perseguir un país. La población por
sí misma, constituye un recurso de primera magnitud para el desarrollo; por
ello, las inversiones en educación se estiman de gran rentabilidad. En las
circunstancias actuales, con un mercado de trabajo que exige una mano de
obra cada vez más cualificada, la necesidad de mejorar la formación de la
población es incuestionable.
Junto a la reducción del analfabetismo, otros logros son la escolarización plena
en la etapa preescolar, la escolarización obligatoria hasta los 16 años, la
considerable ampliación de la población universitaria y, sobre todo, la
ampliación de la igualdad de oportunidades para ambos sexos y para los
diferentes estratos sociales, gracias a la política de becas y ayudas a la
población estudiantil.
 CAMBIOS PRODUCIDOS DESDE 1950
Evolución de la población
De 1950 a 1980, el crecimiento de la población española mantuvo el ritmo
interanual más elevado de su historia. Esto se debió a que la modernización
definitiva de la economía española en los años 60 hizo descender las tasas de
mortalidad al nivel de los países más avanzados, mientras que la natalidad se
mantuvo elevada debido a la bonanza económica y a una política de incentivos
a la natalidad por parte de la dictadura franquista. Este período se conoce
como el “baby boom”, y se produjo en España en la década de los 60, diez
años más tarde que en los países de nuestro entorno. Sin embargo, el
crecimiento real de la población española se vio reducido porque muchas
personas tuvieron que emigrar fuera de España ante la imposibilidad de
nuestra economía de generar empleo para una población creciente.
A partir de 1980 el crecimiento natural de la población española se vio frenado
de un modo drástico, y al acabar el siglo XX era prácticamente nulo, ya que la
tasa de natalidad descendió de forma brusca en los últimos 20 años del siglo,
y casi se igualó a la de mortalidad. Este descenso está relacionado con el
fuerte impacto en nuestro país de la crisis económica internacional que se inició
en 1974, debido al crecimiento brusco de los precios del petróleo. También se
relaciona la caída de la natalidad con la definitiva incorporación de la mujer al
mercado laboral y con el cambio de mentalidad de la sociedad española, que
cada vez valora más el bienestar individual. De hecho, el crecimiento real de la
población española a partir de 1990 se debe fundamentalmente a la llegada de
población inmigrante a país, y a los nacimientos que aporta este colectivo.
Estructura de la población
Por edad y sexo; nacen más niños que niñas, pero a partir de los 40 años
empieza a haber más mujeres que hombres,.
En cuanto a la edad (influye en la fecundidad y planeamiento de servicios:
educativos, médicos, asistenciales...). La tasa de envejecimiento (65 y más
años) ha pasado de del 7 (1950) al 17% siendo actualmente mayor que el
índice de juventud (menores de 16 años) que no llega al 15%. Las regiones con
población más joven son las islas, las mediterráneas y Madrid y las más
envejecidas el interior y Noreste.
La Pirámide de edad de 1900. refleja altas tasas de natalidad v de mortalidad y
esperanza de vida corta.
Pirámide de 1950. La base se ha reducido por efecto de la bajada de natalidad
en la guerra, los escalones de 30 a 40 años les afecta la mortalidad de la
Guerra Civil. Y los efectos de la gripe del 18. A pesar de eso se observa una
mayor amplitud de los escalones de adultos con respecto a la de 1900.
Pirámide del 2001. El descenso de natalidad afecta desde los 25 años hasta 0
y cada vez de manera más aguda, si bien en le quinquenio de 0-5 observamos
una pequeña recuperación. De los 25 a 50 años se refleja el boom poblacional
desde 1950 a 1977, Los entrantes de quienes tienen alrededor de 60 años son
debidos a la baja natalidad durante la Guerra e inmediata posguerra.
La Pirámide de 2008 sigue la tónica anterior, leve recuperación del tramo inicial
(por la mayor natalidad de las inmigrantes). Los tramos jóvenes e intermedios
favorecidos por la inmigración. Se diluyen (por la edad muy avanzada) el
impacto visual de la guerra civil.
El estado civil de la población. El cambio de mentalidad y costumbres ha hecho
que en los últimas décadas hayan aparecido fenómenos como el de personas
divorciadas, casamientos civiles, familias monoparentales o uniones no
matrimoniales
La estructura económica.
El grupo predominante es el que tiene entre 25-54 años y la incorporación cada
vez es más tardía. Los hombres tienen una tasa de actividad superior a las
mujeres.
Por Sectores económicos: se ha pasado de un predominio agrícola a otro de
servicios. El sector secundario mantiene una situación intermedia a lo largo de
todo el siglo. El cambio de tendencia se produce en los años 60
En los años sesenta: los tres sectores tienen parecido porcentaje.
Actualmente el Sector terciario 70%, el secundario en torno a 25% y la
agricultura en torno al 5%.
El Paro. En los años 60 y 70 era bajo (emigración y baja tasa de actividad,
sobre todo en las mujeres). Con la crisis del 73 se cierra la emigración y la
fuerte crisis económica unida a la entrada en el mercado laboral de más
mujeres supone un fuerte incremente desde 1978 hasta 1994 con un descenso
desde entonces hasta un nuevo repunte con el inicio del siglo XXI. Bajada
significativa desde 2004 a 2007 y fortísima subida con la crisis (en el tercer
trimestre de 2011 supera el 21% de tasa)
La instrucción: la tasa de analfabetismo se ha reducido a cifras marginales con
bolsas de importancia en mujeres de bastante edad. La escolarización se ha
hecho universal hasta los 16 años y el 70% de la población mayor de 16 años
tienen la secundaria. Las diferencias regionales en función de variables
socioeconómicas.
Vocabulario
Corriente migratoria o movimientos migratorios: desplazamiento de la
población en el espacio. El término o concepto migración se refiere a dos
procesos opuestos, comprendiendo por un lado la emigración o salida de
individuos o grupo de personas del lugar de origen o de residencia habitual;
mientras que por otro, comprende a la inmigración o llegada de individuos o
personas a un lugar diferente al de origen o de residencia habitual. Quienes
participan en los movimientos migratorios se les denomina en términos
generales migrantes, o en términos más específicos emigrantes (los que salen)
o inmigrantes (los que llegan). Por otra parte, en relación a los límites
geográficos de los movimientos migratorios pueden darse dentro de los límites
territoriales de un mismo país o nación, denominándose tal proceso como
migración interna; en cambio la migración internacional cuando los
movimientos tienen lugar entre países. En relación a las causas, la más
importante es la económica
Crecimiento natural o vegetativo de la población: es el mecanismo que
regula los cambios en el volumen de la población, a partir del comportamiento
que experimentan la natalidad y la mortalidad. Se mide mediante las tasas
brutas de natalidad y de mortalidad.
La tasa anual de crecimiento natural se puede obtener de dos formas: bien
restando a la tasa bruta de natalidad, la tasa bruta de mortalidad, o bien
dividiendo el saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones
habidas durante un año) entre la población media al año. El coeficiente se
multiplica por cien.
Puede ser positivo, mayor de cero, negativo, menor o nulo, si la diferencia es
cero. Ejemplo: En España inició su descenso a finales de la década de los 70,
a raíz de la caída de la fecundidad. Las Comunidades Autónomas que
mantienen incrementos positivos son Canarias, Madrid, Murcia, Andalucía.
Crecimiento real: es el balance entre el crecimiento vegetativo o natural en
cifras absolutas y el saldo migratorio. Ejemplo: actualmente, en España el
crecimiento natural o vegetativo (natalidad – mortalidad) de la población es muy
pequeño, sin embargo el crecimiento real es mayor debido a la inmigración,
que está suponiendo un aumento de la población.
Envejecimiento de la población: manifiesta la importancia de la
representación de la población de edades avanzadas en relación con la
población total.
Índice de envejecimiento: Número de mayores de 65 con relación a la
población total. Se expresa en porcentajes.
Si el valor es superior al 12% significa que la población tiende al
envejecimiento, el 15% representa un claro envejecimiento; situación
característica en los países desarrollados. El progresivo envejecimiento se ve
acentuado por una reducción drástica de la población joven.
Ejemplo: en España, las regiones con población más envejecida son Aragón,
Castilla-León y La Rioja. Las consecuencias que conlleva son: incremento de
los recursos sanitarios, servicios sociales y aumento del coste de las
pensiones.
Pirámide de población: es un gráfico de barras que sirve para conocer la
trayectoria de una población y sacar conclusiones sobre su futuro.
Consiste en llevar sobre un sistema de coordenadas los efectivos de población
masculina y femenina para cada una de las edades. Las edades de 0 a 100 se
sitúan en el eje vertical y los efectivos de hombres y mujeres en dos ejes
horizontales emparejados, uno para cada sexo.
Es importante tener en cuenta que la pirámide refleja la estructura de la
población en un momento concreto (normalmente al año censal).
Ejemplo: la pirámide de la población española actual tiende al envejecimiento
(base estrecha, cuerpo central desarrollado y cúspide cada vez más ancha)
Población activa: población de 16 años y más que en un periodo de referencia
dado, suministran mano de obra para la producción de bienes y servicios
económicos o hacen gestiones para incorporarse a dicha producción. La
población activa está formada por dos categorías: ocupados y parados. Se
diferencia, pues, de la población potencialmente activa, de los 16 a los 65 años.
Ejemplo: en España, se ha incrementado especialmente a partir de los años 80
y la mayor parte pertenece al sector terciario.
Saldo migratorio: es el balance que existe entre la inmigración y la emigración
en un determinado lugar, cuando el saldo migratorio es positivo, la población
aumenta; cuando el saldo migratorio es negativo, la población disminuye
Ejemplo: España ha pasado de ser un país de emigrantes (al norte de África,
ultramar y Europa) a ser un país de inmigrantes (de África y América latina,
principalmente). Las causas más importantes son las económicas y las
políticas
Tasa bruta de mortalidad: total de defunciones con respecto a todos los
efectivos de población, cualquiera que sea su sexo o edad. Se obtiene
dividiendo el número de muertes habidas en un año por la población media
estimada para ese mismo año. El coeficiente se multiplica por mil.
nº de defunciones en un año x 1000
Población total
Ejemplo: en España el descenso se debió a medidas sanitarias y recursos
socioeconómicos.
Tasa bruta de natalidad: se calcula relacionando el número de nacimientos
observado en una población durante un año con la población media estimada
para ese año. El coeficiente se multiplica por mil. Como población media se
suele tomar la contabilizada a primeros de julio del año en cuestión.
nº de nacidos vivos en un año x 1000
Población total
Ejemplo: en España en torno a 9 ‰
Tasa de fecundidad: representa el número de hijos que tendría cada mujer si
viviera hasta el final de su periodo de procreación y tuviera hijos en cada edad,
de acuerdo con las tasas prevalecientes de fecundidad específica por edades.
Nº de nacidos vivos en un año de mujeres en edad fértil x 100
Nº total de mujeres entre 15 y 49 años
Ejemplo: en España el descenso a partir de la década de 1980 se debió
principalmente a la incorporación de la mujer al trabajo.
Tasa de mortalidad infantil: relaciona el número de fallecidos en un año
menores de un año con el total de nacimientos que tienen lugar en ese mismo
año. El coeficiente se multiplica por mil.
nº de niños fallecidos con menos de un año x 1000
Total niños nacidos ese mismo año
Ejemplo: en España en torno a 3 ‰, similar al de los países de la UE
Tasa de paro: relación entre la población en paro y la población activa total
(empleados y desempleados)
Nº de parados x 100
Población activa
Ejemplo: en España los valores más elevados en el grupo más joven.
Transición demográfica: modelo que define el proceso de rápido descenso de
la mortalidad (sanidad, alimentación e higiene) mientras que la natalidad
desciende de manera más lenta. Mediante él una población pasa del Antiguo
Régimen Demográfico (altos índices de natalidad y mortalidad) al Nuevo
Régimen Demográfico (valores muy bajos de ambas tasas). No se puede
aplicar de forma generalizada a todos los países porque en unos se ha iniciado
antes o se ha producido de forma más acelerada que en otros.
Ejemplo: en España entre 1950 y 1070
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