Gastón Velasco fue el hombre que nunca olvidó el Litoral, tierra que nos fue arrebatada por los chilenos en una guerra de agresión, que Bolivia sufrió en 1879. Cuando conocí a Don Gastón Velasco me influyó su coraje, su personalidad, su fuerza, pero, sobre todo, su valor para seguir en la lucha por recuperar el Litoral. Para Don Gastón Velasco la invasión de Chile, ocurrida en 1879, era la culminación de una serie de traiciones que se habían tejido en Bolivia por unos cuantos malos bolivianos para entregar la riqueza a los intereses anglo - chilenos. Don Gastón Velasco vivió en Antofagasta, tierra a la que amó y nunca olvidó aquellos lugares donde había vivido en su niñez. Asimismo, recordaba a menudo la plaza Colón, donde paseaba los fines de semana. Cada vez que hablábamos con Don Gastón sobre la problemática del enclaustramiento del Litoral, encontrábamos sólo traiciones de los gobernantes bolivianos, quienes estaban muy ligados a los intereses chilenos. Con mucha amargura recordaba cómo la quinta columna del Ejército boliviano, conformada por los soldados de Chuquisaca, Tarija y Potosí, y comandada por el general Narciso Campero, que se paseaba por las pampas de las provincias de Lípez, mientras que los bolivianos en Antofagasta, Calama, Mejillones, Tocopilla y otras poblaciones menores, como Chiu Chiu, se debatían en un total abandono y sin ninguna posibilidad de defensa. También recordábamos cómo los señores Aniceto Arce, junto a Pacheco, dueños y socios de la empresa Huanchaca de Pulacayo, hacían sus trámites para lograr mayores beneficios en favor de sus empresas, sin importarles nada la patria y menos los sacrificios que hacían los patriotas bolivianos en defensa del Litoral. Cuánto añoraba Don Gastón volver a Antofagasta, tierra a la que amó igual que a una hija. Su pensamiento y esperanza era que algún día Bolivia vuelva a las costas del océano Pacífico, sin embargo, esta esperanza se tornaba cada vez más lejana, porque cada inquilino de Palacio Quemado era más sirviente de las multinacionales que del pueblo boliviano, al que había jurado defender y, sobre todo, tenía intereses en el país transandino. Cada fecha histórica, que se relacionaba con el Litoral, era para Don Gastón Velasco como una luz en la oscuridad y una esperanza para incrementar las fuerzas que nos llevarían a recuperar el litoral enclaustrado. No se puede olvidar a Don Gastón. El tenía la fuerza, el ánimo, el énfasis y el coraje que ponía en sus palabras sobre la vital importancia del retorno del Litoral al seno de la Patria. SILALA Uno de los primeros bolivianos en denunciar el uso arbitrario de las aguas de las vertientes del Silala, por parte de empresas chilenas, fue Don Gastón Velasco. Sin embargo, pasó mucho tiempo para que las autoridades bolivianas tomen conciencia sobre la vital importancia del agua que Chile utilizaba y aprovechaba sin ningún beneficio para los bolivianos, desde 1908 hasta estos días. Fue Don Gastón Velasco que me ayudó a tener los datos sobre las aguas del Silala y me impulsó para visitar la zona, hecho que ocurrió en 1991 y sirvió, además, para realizar el reportaje a la frontera entre Chile y Bolivia. En 1996, cuando EL DIARIO publicó la denuncia sobre el indebido uso de las aguas del Silala, vi a Don Gastón Velasco con una expresión de alegría y esperanza. Mi compromiso fue que nunca dejaría esta problemática y ahora que nos deja, mi compromiso es seguir en la lucha por recuperar nuestro litoral enclaustrado y hago un llamado para que todos los bolivianos revisemos la historia y la cambiemos, por una de dignidad y patriotismo. (Milton Lérida)