Documento Programa de Derechos - Mayo 2013

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Programa Nacional por los Derechos de la Niñez y la
Adolescencia
Documento de lectura, intercambio y debate
en escuelas de Río Negro - Mayo 2013Mg María Silvia Rebagliati
Referente Programa Nacional por los Derechos de la Niñez
y adolescencia - Ministerio de Educación y DDHH Río Negro
Presentación
El Programa Nacional por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia es creado
por el Ministerio de Educación de la Nación (Resolución N° 1580) en el marco del
proceso de reafirmación de las políticas públicas relacionadas con los derechos de los
niños y adolescentes, reflejado en la sanción de: la Ley de Educación Nacional
26.206/06 y la Ley 26.061/05 de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes. Recuperando, en este sentido, experiencias de trabajo que se venían
desarrollando en el Ministerio, promoviendo articulaciones sectoriales en el orden
nacional y provincial para la construcción de un sistema de Protección Integral de los
Derechos. A partir del año 2008 el área se integra a la Coordinación de Programas
para la Construcción de Ciudadanía en las Escuelas.
El Ministerio de Educación y DDHH de Río Negro, integra el Programa Nacional
por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, a la Coordinación de Políticas
transversales dentro del Programa para la Construcción de Ciudadanía en las
Escuelas. En la Provincia de Río Negro, enmarcadas en las normativas nacionales,
contamos con la Ley 4.109/06 de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños
y Adolescente y con la flamante Ley Orgánica de Educación 4.819/12. En este
sentido, este Programa tiende a la recuperación de experiencias que se han venido
desarrollando en el campo educativo en cuanto a la promoción y restitución de
derechos en nuestra provincia, y se transforma en un desafío de promoción de
articulaciones sectoriales y territoriales, amparado y sostenido por las nuevas
normativas, para la construcción del sistema de protección integral de derechos de
niñas, niños y adolescentes, en cada comunidad, desde y con las escuelas, a través
de prácticas educativas desde el enfoque de derecho.
Una política educativa desde una perspectiva de derechos, supone, el diseño de
estrategias articuladas al interior del sistema educativo y con otras áreas del Estado y
la sociedad civil, para que cada niño, niña y adolescente desarrolle su pleno potencial
en su proceso de constitución subjetiva personal y social y construcción ciudadana,
En la Ley Orgánica de Educación N”4819 de Río Negro, en el Cap. 1: Educación en
derechos Humanos, el Art. 97º dice “La educación en Derechos Humanos se orienta a
comprometer a los sujetos en la defensa de los derechos individuales, sociales y colectivos. Su
objetivo es fomentar la reflexión y el análisis de las bases éticas de los derechos fundamentales
que establece la declaración Universal de los Derechos del Hombre y demás convenciones
internacionales posteriores que los han especificado y consagrado, como así también promover
el cumplimiento de la Ley Nacional Nº26.061 de Protección Integral de los derechos de niñas,
niños y adolescentes”
Este Documento invita a educadoras y educadores a compartir en las escuelas, un
espacio que estimule a recorrer caminos de construcciones jurídicas, políticas y
debates actuales en el campo filosófico, político de derecho, de las infancias y
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adolescencias en nuestro país. Dentro de este proceso de elaboración conjunta de
estrategias de articulaciones dentro del sistema educativo, la propuesta es pensar
juntos, para volver a mirar, a preguntar, a reflexionar, quizás a desarmar para volver
armar, a resignificar, desde un nuevo paradigma político- jurídico de infancia y
adolescencia, las prácticas políticas educativas.
Construir ciudadanía de y junto a la infancia, desde el enfoque de protección integral de
derechos, implica recuperar la dimensión política de nuestras prácticas…
¿Qué significa considerar a las infancias y adolescencia como titulares de derechos en
la escuela? Los derechos del niño ¿derechos humanos? ¿Cuál es la diferencia entre
proteger a los menores y proteger los derechos de niñas niños y adolescentes?
¿Quiénes son los niños, niñas adolescentes que habitan nuestras escuelas? ¿Qué
desafíos plantea este cambio jurídico en la sociedad? y ¿en nuestras prácticas
educativas? ¿Qué implicaría el cambio de visión de las necesidades, al enfoque
integral de protección de derechos humanos, en el campo educativo? ¿Qué es el
sistema de protección integral de derechos?
Estas y otras tantas preguntas que se pueden formular, no van a tener
respuesta ni en el desarrollo de este Documento, ni de manera simple, ni
en tiempos cortos. En todo caso, nos estimulan a pensar, a buscar, a
volver a mirar, a sacudir nuestros diferentes puntos de vista, a confrontar
y debatir…Les ofrecemos algunas pistas para iniciar este recorrido…
Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes
…“se necesita una inteligencia de la indignación que abra un espacio para que la práctica de
los derechos humanos pase cada vez más a concebirse como lucha política por un cambio
social, lo que indefectiblemente debe hacer remitir esa práctica al inicio de la vida, esto es, a
los derechos de niños, niñas y adolescentes.” (Bustelo,2007:126)
Cuando hablamos de Derechos Humanos, nos referimos a construcciones históricas,
sociales, producto de luchas y conquistas de la humanidad, en tanto herramientas
para contribuir a la construcción de sociedades justas, iguales y libres. Mientras los
derechos civiles y políticos ponen su acento en la defensa de la vida, de la libertad, de
la participación política, de la identidad; los derechos económicos, sociales y
culturales, enfatizan la igualdad de oportunidades y la justicia social (Eroles, 2006)
Ahora bien, dentro del sistema más amplio de los Derechos humanos, (Declaración
Universal de los Derechos Humanos - Naciones Unidas, 1948) se inscribe el sistema
de los Derechos del niño (Convención Internacional sobre los Derechos del Niño CIDN Naciones Unidas, 1989), en tanto derechos económicos, sociales y culturales.
No se trata de derechos diferentes para los de menos de 18 años, con relación a las
otras personas, sino del establecimiento de una protección complementaria (un plus
de protección) para este sector de la población, en el ámbito de sus relaciones con el
Estado, la sociedad y la familia.
El denominador común es el reconocimiento de la condición de sujetos de derechos
de todas las personas de menos de 18 años de edad, vinculando íntimamente el
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concepto de ciudadanía democrática al goce efectivo de todos y cada uno de sus
derechos humanos. Se pasa así de las viejas (y aún resistentes) doctrinas tutelares a
una concepción edificada sobre la base de la protección integral de los derechos de
los niños, las niñas y adolescentes como personas y miembros activos de una familia y
de una comunidad. Esta situación jurídica implica la existencia de derechos y
responsabilidades de estas personas, adaptados a la etapa de su desarrollo físico y
emocional.
La CDN marca un viraje en la condición histórica de la infancia y la adolescencia: el
menor como objeto de compasión-represión, el ser incapaz o incompleto - viejas
concepciones- pasa a ser un sujeto capaz de ejercer y exigir sus derechos, con
creciente capacidad para involucrarse e influir en los procesos de decisión que inciden
en su vida.
La Convención sobre los Derechos del Niño incorpora principios
rectores, que cumplen la función de orientación para el diseño de
políticas públicas y verificación de la forma en que en cada Estado se
cumple y se respeta cada uno de los derechos. Estos Principios
son: no discriminación (art.2), interés superior del niño (art.3),
supervivencia y desarrollo (art. 6) y participación (art. 12).
En la Argentina la CIDN es incorporada a la Constitución Nacional, Art. 75°. inc. 22,
en el año 1994, es considerada un tratado de Derechos humanos y su riqueza
normativa se transforma en un programa de acción para los gobiernos y la sociedad
civil. Establece en su Art. 4° la necesidad tomar medidas en el plano legislativo,
administrativo, judicial y de otra índole, como lo es el campo de las prácticas y las
instituciones.
Ahora bien, pensando en tiempos históricos, veamos la paradoja en nuestro país:
Por un lado, la CDN se ratifica en nuestra Constitución en el contexto de la
década de los noventa, en que los sistemas políticos, económicos, en Latinoamérica,
impregnados de ideologías neoliberales, desarticularon el Estado, abandonando su
responsabilidad y rol garante de los derechos ciudadanos. En Argentina en dicho
contexto, contamos con el mayor índice de mortalidad y desnutrición infantil, familias
desempleadas, excluidas, chicos en situación de calle, trabajando, los “pibes chorros”,
los espacios públicos para la infancia y adolescencia abandonados por el Estado,
como escuelas y hospitales y con medios de comunicación alimentando el discurso de
la inseguridad, apuntando a los jóvenes pobres–sospechosos-delincuentes (menores).
A su vez, en nuestro país veníamos de casi un siglo de patronato (Ley Agote
N°10.903, Ley del Patronato, del año 1919: Sistema de la situación irregular);
atravesando, a su vez, diferentes contextos históricos políticos: golpes de estado,
dictadura del ’76, años de neoliberalismo, complejizando afianzando y consolidando
esta visión, que, aún hoy intenta persistir como mirada única a nuestras infancias y
adolescencias. Después de casi 15 años de la CDN en la Constitución Argentina
(1994), se sanciona, recién en el año 2005, la Ley Nacional N°26.061 de Protección
integral de derechos de niñas, niños y adolescentes (en Río Negro Ley N°4.109/06),
hacia la conformación del sistema de protección integral en todo el país.
En la actualidad, entre viejas y nuevas visiones venimos transitando este cambio,
hacia el nuevo paradigma de la Protección integral de derechos. Es muy poco el
tiempo en que empezamos a percibir las primeras puntas, contradicciones y desafíos
del lento cambio. Cambio legal que implica cambios de estructuras, prácticas,
instituciones, por un lado y, por sobre todo, cambio de las mentalidades, que es el más
lento en tiempos históricos y sociales. Nuestros niños, niñas, adolescentes y
nosotras/os, somos protagonistas de esta transición. ¿Cómo la vamos viviendo?
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Relato de una experiencia
El Comité de los Derechos del Niño, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia y la
Subsecretaría de Protección Integral del Niño y del Adolescente de la Provincia de Córdoba organiza
un espacio de encuentro, de reflexión y producción en torno a los derechos, facilitando la expresión
de alrededor de 120 chicos del coro de la ciudad capital, de 15 escuelas primarias y adolescentes de
los barrios. Se les sugirió expresar sus opiniones respecto de: “cuáles son los derechos más
importantes”, “cómo sería tu mundo ideal”, “si los derechos no se cumplen, a quién le digo?”
Tuvieron que clasificar –argumentando su posición- en Derecho Fácil y Derecho Difícil, según
consideraran cómo fuera su cumplimiento, Los derechos estaban relacionados con la comunidad,
la escuela y la familia, espacios donde se ejercen.
En lo que dicen los chicos, aparece la tensión entre el enunciado de los derechos y la dificultad
para su efectivo cumplimiento. En este sentido, expresan la falta de lugares que promuevan el
conocimiento a la voz infantil y a sus necesidades. Todo el tiempo incluyen a los adultos en sus
reflexiones, sienten su absoluta presencia como protagonistas de los cambios necesarios, tanto
como de los aspectos incumplidos en el mundo. “Muchas veces no recibimos el ejemplo de los
mayores”. “Para no ser violentos, necesitamos que nos quieran desde chiquitos…” Esos
adultos son los garantes de sus “derechos importantes” como niños: “A tener un nombre y un
apellido” “A andar en bici” “A ser libre, a ser bueno, a salir” “A la infancia” “A conocer a los
otros” “A ser feliz” “A ser higienizados” “A hablar, a tener amigos y un cumpleaños”
Nunca desaparecen los otros del análisis, aunque tienden a centrarse en sí mismos, ante la
pregunta por los derechos enseguida incorporan a los demás en el cumplimiento pleno de los
derechos individuales. Esto se ve claramente al analizar el derecho a la vida, disparador de
mucho más. Creen que resulta complicado cuidarla; relatan experiencias en que la vida queda
en riesgo en lo cotidiano. Les preocupa fundamentalmente los accidentes, el trabajo, piensan
en la situación de sus padres, y también en los tipos de vida, vidas “difíciles”, donde la gente
tiene “mucho que resolver”, en cuanto a condiciones materiales, a las dificultades para “vivir
bien”.
¿Qué hacer cuando no se cumplen? Ante el incumplimiento dicen, hay que: “Hablar con las
demás personas y hacerles ver que un derecho es muy importante”. “Buscamos la forma de
obtener el derecho con la ayuda de amigos, familiares u otras personas” o bien, “lo hablamos
en el colegio”.
Esa plenitud que implican los derechos respetados va mucho más allá de un bienestar físico,
implica a un ser psicofísico y definidamente social, con necesidades diversas.
Está muy presente en ellos la idea del cuidado: “Que nos cuidemos mutuamente”.
¿Dónde están los derechos y cuáles son los otros derechos que tenemos?
Los chicos reconocen el lugar central de los derechos en la vida cotidiana, resaltan su carácter
relacional: no alcanza con uno, todos son importantes. Al mismo tiempo reconocen múltiples
trabas para su cumplimiento efectivo sobre todo en cuanto a derechos sociales.
La noción de la diferencia de oportunidades es una preocupación que pueden identificar
claramente: “Pero no debemos mirarnos a nosotros como ejemplo, sino al resto de los
chicos…” Problematizar oportunidades los lleva a relacionarlas con la libertad. “Ser libres es
hacer cosas, y no estar todo el día en la calle”. “Ser libres significa jugar, no estar encerrado”.
“No tan libre es trabajar, porque buscar trabajo es difícil”.
Reconocen que espacios que deberían servir a la inclusión (como la escuela) a veces también
excluyen y lo debaten: “En la escuela se puede opinar y se tiene libertad, no porque sea
aburrida no hay libertad” “En la escuela no me escuchan, tengo que gritar” “Todos pueden ir a
la escuela” “Pero convengamos que hay muchos chicos que trabajan” “Hay escuelas públicas
que no pagás”“Pero muchos ni siquiera saben que podrían ir” “La responsabilidad es de los
padres, que no los mandan” “En la escuela se discrimina a los de piel oscura, o a los gordos se
les ríen” “a los que parecen maricones también” “También discriminamos al que piensa
diferente, por eso no lo dejamos entrar al grupo en el cole” “O no nos juntamos en el recreo”.
La familia aparece como garante privilegiado de la protección de los derechos, como lugar
central en el horizonte de las aspiraciones de los chicos, aunque su análisis reviste la crudeza
de la realidad. Asimilan familia e identidad, allí radica el origen de la protección de los
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derechos: “Todos tenemos una familia” “Hay que saber de dónde viene uno, cuándo nació,
cada uno tiene derecho a un nombre que esté bueno” Pero la identidad va más allá, tiene que
ver con tener un lugar propio como persona. “Es difícil que te reconozcan como persona” “Que
te respeten”. “Sí, es difícil”. “Aunque todos pueden tener un documento”. “Nacer es fácil, difícil
es que te quieran y tener un hogar bueno”. “Vivir bien atendido”. La familia conecta con lo
afectivo imprescindible, con su valoración o con su carencia.
En los chicos está presente la convicción de que la posesión de los derechos es universal. No
obstante, sus reflexiones están atravesadas por las contradicciones que en la cotidianeidad
impiden su logro efectivo. Entre ellas, la capacidad adquisitiva que podría verse como un
condimento de la vida adulta, es un significante del acceso o no a los derechos de los niños y
sus familias. Y al momento de pensar en otros niños, este aspecto adquiere hondo valor
emocional para ellos. “Tenemos derecho a tener una educación igual, una alimentación variada
y poder divertirse libremente y a ser feliz!!” “Derechos a no ser explotados y protegidos” “A
tener vivienda propia y a ser respetado tal como uno es”. En cuanto a la salud: “No pensemos
en nosotros que somos sanos y estamos bien” “Hay chicos que no tienen salud porque no
pueden comer bien” “Hay chicos que piden y comen de la basura”. En cuanto a “ir al hospital,
todos pueden ir” “No, porque no todos tienen una obra social” “Tienen que hacer colas para
atenderse re temprano”
Sus anhelos son plurales y enmarcados en un contexto, “Que por lo menos no haya tanta
muerte en el país como hay hoy”, también reclaman derechos a ser auténticos, a poder
liberarse de los condicionamientos y poder ser ellos mismos. “A tener una personalidad” “A
hablar“ “A ser respetados como otros” “A no ser insultados” “A ser bueno” “Derecho a recibir
amor por todos” “A tener amor por todos” “Todos tenemos una cosa en común y es el derecho
a no ser discriminados”
(Síntesis elaborada tomando como fuente, el Tercer Informe periódico de la Convención sobre los
derechos del niño en virtud de su art. 44. Secretaría Nacional de niñez, adolescencia y familia- Ministerio
de Desarrollo Social de Nación – Año 2008)
Este recorrido (resaltamos algunas cuestiones del análisis, para profundizar), da
cuenta de que mucho de lo que los chicos expresan, no es más ni menos, lo que
juristas, cientistas políticos/as, filósofos/as, abogados/as, etc. vienen analizando en
relación a la protección de derechos, en la dificultosa concreción del marco legal en las
vidas cotidianas de nuestras infancias y adolescencias. ”Más allá de precisiones
conceptuales, los chicos de entre 7 y 16 años que participaron de la jornada,
demostraron clara conciencia de la implicancia de los derechos y los avatares de su
cumplimiento no sólo en sus vidas, sino en su entorno y en las vidas de sus seres
cercanos como distantes”(Tercer Informe…2008, Ministerio Desarrollo Social Nación )
A su vez, como expresa el Informe, una sociedad que decide considerar a sus niños,
niñas y adolescentes como sujetos de derecho, implica el reconocimiento y rescate de
sus voces, sus miradas, sus modos de hacer y pensar. Un auténtico ejercicio de la
ciudadanía en el privilegiado tiempo de infancia, tiempo valioso en sí mismo, rico, de
vivencias fundantes, de valores condicionantes para el desarrollo de una convivencia
democrática.
Los chicos reconocen el carácter social, relacional, universal, de los derechos, su
interdependencia, el lugar de los adultos, del estado, de la familia, de la escuela como
los adultos y lugares referentes (según sus grados de responsabilidad) para
garantizar, cuidar y proteger sus derechos. Los derechos son de todos y todas y no
solo de un sector, pero reconocen los más vulnerados que deben restituirse.
El análisis de esta experiencia nos acerca a lo que Eduardo Bustelo (2007/2011)
plantea, cuando considera a la infancia como punto de partida, de inicio de otro
comienzo, de un proceso emancipatorio. Como dicen los chicos, Bustelo aclara…los
derechos no son derechos individuales, son “sociales”,…corresponden al ámbito de lo
público al de una categoría social: infancia…todos los derechos de las niñas, niños y
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adolescentes son derechos “sociales,…su garantía es esencialmente política y por lo
tanto corresponde a la sociedad en su conjunto instrumentarla.
Así como hay una manera liberal (y neoliberal) de plantear los DDHH y de la infancia
como derechos individuales, existe el peligro de reducir su lucha solamente en la
protección y cuidado de la sobrevivencia, dejando abandonado el campo de la
ciudadanía. …los derechos de niñas, niños y adolescentes son los derechos de “todas
y todos ellos” En este sentido se corresponde con una responsabilidad indeclinable de
los adultos, y a esto lo llamo “eleidad”: hacernos cargo definitivamente de ellos.
(Pp.131-2011) Nos deja una hermosa imagen de la Ética de la caricia de Bauman: “la
mano que acaricia siempre se mantiene abierta, nunca se cierra para asir”, jamás
demanda posesión, y este es el sentido más profundo de lo que llamamos “derechos”.
De la visión de necesidades hacia el enfoque integral de derechos
de infancia y adolescencia
Si volvemos al comienzo, y nos preguntamos ¿Qué nuevo panorama se abriría si
pensáramos nuestras acciones en función de lo que a los niños les corresponde por
derecho y no en función de atender un riesgo, de curar una enfermedad o de prevenir
un daño futuro? (Monzani y Soler-2007)
Podemos responder que, para considerar a la infancia titular de derechos, es
necesario trascender la lógica de la carencia y posicionarnos en un escenario
totalmente diferente, especialmente en lo referido a las obligaciones y a las omisiones
del Estado y de la sociedad civil referidas al respeto de las garantías de los derechos y
la dignidad humana.
Como educadores/as, dos caras de un mismo desafío inquietan, día a día:
- Una se relaciona con poder dar lugar a la complejidad que significa la pluralidad de
infancias y adolescencias y asumir nuestras responsabilidades para con ellas.
- La otra, es el genuino reconocimiento de que los niños y niñas que transitan esas
infancias y adolescencias, son sujetos de derechos, reconocimiento, entonces de su
igualdad como personas.
Comprender y asumir la diversidad en la igualdad, permitiría, por un lado, abandonar
la distinción: niño/menor y, a su vez, reconocer que, con sus particularidades y
diferencias culturales, sociales, de capacidades, etc., todos los niños, niñas y
adolescentes, tienen un horizonte común de igualdad: la ciudadanía.
Ahora bien, cuando las desiguales condiciones de vida material y simbólica, traen
sufrimiento, exclusión, abandono, explotación, y maltrato en nuestras infancias y
adolescencias; como dicen los chicos, además de saber qué le corresponde a cada
uno, a la escuela, en el engranaje del sistema de protección de derechos en cada
comunidad, es necesario la enseñanza que propicie la construcción de conocimientos
hacia caminos y recursos de lucha colectiva, para la restitución de derechos
vulnerados, interpelando a los responsables, desde los marcos legales y en ejercicio
de la ciudadanía de la infancia.
Llegando al final, quedan tantos interrogantes, mucho para seguir pensando…
Un próximo Documento quizás, podría profundizar algo de lo pendiente, Por Ej ¿Qué es
el sistema de protección integral de derechos?¿la escuela donde se ubica?...
Tal vez, profundizar el derecho a la participación…tal vez algo que deseen proponer…
Muchas gracias.
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Anexo 1
CUADRO COMPARATIVO
(del Curso “Sistema de protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes,
Recorridos y perspectivas del estado y la sociedad civil”- CASACIDN – Universidad Nacional de
Córdoba- 2012 )
DOCTRINA DE LA SITUACIÓN IRREGULAR
MODELO TUTELAR
DOCTRINA DE LA PROTECCIÓN INTEGRAL DE DERECHOS
Divide a la población infantil-adolescente en
dos Categorías: Niños con necesidades
básicas satisfechas (impune- propietario)
Menores en situación irregular (carenciados,
abandonados, inadaptados, supuestos
infractores, víctimas de abusos). Excluidos
de las instancias de socialización formal
(flia- escuela). Sancionado- Expropiado
Niños, niñas y Adolescentes. No hace diferencia
con respecto su etnia,, el color, el sexo el idioma, la
religión, el origen nacional o social, la posición
económica u otra condición, ya sea del propio niño o
niña o de su familia. Existe una sola categoría.
Todos los niños/as adolescentes son titulares de
Derechos, y las políticas públicas deben dirigirse a
todos por igual.
Niños/as (menores): Como OBJETO de
Tutela: Objeto de compasión/represión.
Considerados como incapaces absolutos o
relativos para ejercer sus derechos
Como SUJETO Pleno de Derecho
Considerados como acreedores de orientación y
dirección apropiada para que ejerzan por sí sus
propios derechos.
Estado: Interviene a través del sistema
judicial en todas las situaciones, sin
distinguir entre problemas civiles, penales o
socioeconómicos, para controlar, disciplinar
y proteger.
Estado: Interviene con órganos específicos de niñez
para temas de protección. Excepcionalmente
interviene desde el sistema judicial, sólo cuando se
trata de problemas de naturaleza jurídica.
El Estado es co-responsable junto con la familia y la
comunidad.
Discrecionalidad: La justicia de “menores”
puede resolver el destino del niño/a en
situación de “irregularidad” sin oírlo, sin
reconocer su derecho a la defensa y sin
tener en cuenta la voluntad de sus padres.
No se les respetan las garantías de defensa
al niño/a acusado de cometer delitos
Garantías Procesales: El juez tiene la obligación de
oír al niño/a acusados de cometer un delito, quien a
su vez tiene derecho a un defensor y el debido
proceso con todas las garantías.
Los que se encuentran en situación irregular en todo
caso es el Estado o las instituciones de los adultos,
cuya responsabilidad es el garantizar sus derechos
Abandono material/moral: Se considera
como abandono material y/o peligro moral
no solo a la falta de atención de los padres,
sino también las situaciones generadas por
la pobreza de la familia, pudiendo el juez
separa al niño/a de la familia. (Art 21
10.903)
Políticas Públicas: Para todos los niños/as
(universales).La situación socioeconómica nunca
puede dar lugar a la separación del niño/a de su
familia. Sin embargo, una insuficiencia en este
sentido constituye una alerta que induce a apoyar a
la familia con programas de salud, vivienda,
educación. Existe en todo caso una vulneración de
derechos.
Internación: Se interna a los niños/as
(“menores”) en institutos por encontrarse en
situación de “peligro material o moral”,
asociado a la idea de pobreza y abandono.
Medidas alternativas. Internación de carácter
excepcional. Un Niño/a no puede ser internado por
vivir en condiciones de pobreza, salvo como último
recurso y después de haber agotado todas las
alternativas posibles.
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Anexo 2
Bibliografía
BUSTELO, E. El recreo de la infancia. Argumentos para otro comienzo. Siglo veintiuno
ediciones. Buenos Aires, 2007/2011
CAMPAÑA DE COMUNICACION Y EDUCACION. POLITICAS PÚBLICAS PARA LA
INFANCIA. Ciudadanía de niños y Jóvenes Centro Nueva Tierra. Foro Argentino de
Radios comunitarias ( FARCO) /UNICEF. 2006 (fragmentos de Cartillas I y IV)
FRIGERIO Graciela y DIKER Gabriela (2007) Infancias y adolescencias en plural.
Clase N°1. Curso virtual de CEM/ Punto Seguido: Infancias y adolescencias:
Interrogaciones entre saberes y prácticas
FRIGERIO Graciela y Diker Gabriela (2008) Infancia y derechos. Las raíces de la
sostenibilidad. Aportes para un porvenir. Oficina Regional de Educación de la
UNESCO para América Latina y el Caribe OREALC/UNESCO Santiago
GARCÍA MÉNDEZ, Emilio (1995). Infancia: de los Derechos y de la Justicia.Buenos
Aires: Ediciones del Puerto.
SOLER A., MONZANI G. (2007) Identidades, la cuestión del otro. Infancia y derechos:
Plurales (des) encontrados. Clase Nー4. (Fragmento) Curso de CEM/ Punto Seguido:
Infancias y adolescencias: Interrogaciones entre saberes y prácticas.
Curso “Sistema de protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes,
Recorridos y perspectivas del estado y la sociedad civil”- CASACIDN – Universidad
Nacional de Córdoba- 2012
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