MAGNUS HIRSCHFELD Y SU APORTACION A LA CIENCIA SEXOLOGICA por Angeles Llorca Díaz 2 Angeles Llorca Diaz INDICE DE CONTENIDOS I. Datos biográficos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . II. Actividad en el movimiento de reforma sexual . . . . . . . . . . II.1 La reforma sexual sobre bases sexológicas . . . . . . . II.2 El Wissenschaftlich-humanitäres Komitee . . . . . . . II.3 El Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen . . . . . . . . II.4 La Weltliga für Sexualreform . . . . . . . . . . . . . . . . . III. Obra sexológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . III.1 La Zeitschrift für Sexualwissenschaft . . . . . . . . . . III.2 La Ärztliche Gesellschaft für Sexualwissenschaft und Eugenik . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . III.3 El Institut für Sexualwissenschaft . . . . . . . . . . . . . III.4 Relaciones con el psicoanálisis . . . . . . . . . . . . . . . III.5 Obra sexológica escrita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IV. Contenidos de la obra sexológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IV.1 La "teoría" de los Zwischenstufen . . . . . . . . . . . . . IV.2 El impulso sexual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IV.3 La homosexualidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IV.4 La patología sexual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V. La ciencia sexológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V.1 La sexología como ciencia natural. Artículos programáticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V.2 La influencia del monismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VI. Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VI.1 Fuentes bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VI.2 Bibliografía secundaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - Apéndice: Cuestionario psicoanalítico de Magnus Hirschfeld 4 Angeles Llorca Diaz Per scientiam ad justitiam. Magnus Hirschfeld De los científicos pertenecientes al movimiento sexológico alemán de primeros de siglo es Magnus Hirschfeld uno de los más conocidos. Su implicación social y política por la reforma sexual, especialmente por la despenalización de los actos homosexuales y la igualdad de derechos de hombres y mujeres, su participación activa en favor de la República de Weimar, sus conferencias sobre sexualidad humana, las actividades de su Instituto de Sexología en Berlín y sus múltiples publicaciones en sexología hicieron de él uno de los personajes más populares de aquel tiempo. Probablemente su obra sexológica escrita sea, de todas sus facetas, la más olvidada. El empeño de Hirscheld de explicar la sexualidad desde bases biológicas, su teoría de la intersexualidad humana y su esfuerzo por situar las diferentes expresiones del impulso sexual fuera de un marco patológico, son tan poco citadas en los trabajos sexológicos actuales que parece que no hubieran existido nunca, o que la quema de las obras de este sexólogo alemán el diez de mayo de 1933 en la plaza de la Opera de Berlín hubiera sido definitiva. Por suerte, este olvido ha empezado a despejarse en Alemania en los últimos años de la mano de una serie de investigadores que tratan de rescatar este importante capítulo de su historia cultural. Esta monografía pretende ser una presentación de los aspectos más importantes de la sexología de Magnus Hirschfeld, y de su vida y otros ámbitos de su obra en la medida que tienen que ver con ella. 6 Angeles Llorca Diaz I. DATOS BIOGRAFICOS Magnus Hirschfeld nació el catorce de mayo de 1868 en Kolberg (Pomerania). Fue el séptimo de los ocho hijos del médico judío Hermann Hirschfeld y su mujer Friederike (nacida Mann). Dos de sus hermanos fueron también médicos y una de sus hermanas fue la escritora Franziska Mann. Hermann Hirschfeld desarrolló en Kolberg una intensa labor como médico. Colaboró durante treinta años con la Kolberger Zeitung für Pommern escribiendo un apartado llamado politische Wocheschau y trabajó por la modernización técnica de la ciudad, procurando la canalización y el abastecimiento de agua corriente. En 1864 fue cofundador de un comité de apoyo a los bañistas judíos pobres, que diez años después había reunido suficientes medios para abrir un hospital de cura judío, del que fue director, si bien nunca cobró por este puesto. Murió el diecinueve de junio de 1885 y un año después se le levantó un monumento en homenaje en Kolberg, que sería destruido posteriormente por los nacionalsocialistas. No se sabe casi nada de la mujer de Hermann Hirschfeld, que sobrevivió unos veinte años a su marido. Sobre su vida familiar escribiría su hijo Magnus: "Crecí, desde 1868 hasta 1888, en medio del tropel de siete hermanos, como hijo de un médico, en una casa paterna a orillas del mar Báltico, cuya vida y felicidad familiar era modélica. Ya esto explica que en los primeros apuntes que me hice sobre la Geschlechtswissenschaft [ciencia sexual] esté el siguiente lema ante todo: 'La unidad de padre, madre e hijo constituye como familia, social y biológicamente, el basamento y el núcleo del sexo humano' y del orden social. Todo lo que honra y refuerza esta trinidad, lo que la configura más sana y natural, sirve al continuo progreso"1. 1 M. Hirschfeld (1926), XII-XIII. 8 Angeles Llorca Diaz Magnus Hirschfeld aprobó el Abitur en Kolberg en 1887 y pasó a estudiar filosofía y literatura en la Universidad de Breslau, carrera que abandonó pronto por la de medicina: "Yo mismo abandoné mi primer amor, pero 'no infielmente', porque, cuando después me pasé a los estudios de ciencias naturales y medicina, ello sucedió más por razones externas. Interiormente me sentí toda mi vida más ligado esencialmente a los periodistas y literatos, escritores, poetas y artistas [...]"2. Entre 1888 y 1889 estudia dos semestres en la Universidad de Estrasburgo, donde lee Die Frau und die Sozialismus -La mujer y el socialismo- de August Bebel, quedando fuertemente impresionado por su contenido. Los dos siguientes semestres de medicina los realiza en Múnich, donde conoce a Henrik Ibsen, y los tres siguientes, entre 1890 y 1891, en Heidelberg. El servicio militar lo haría en 1890 y 1893 en esta misma ciudad, la última parte ya como médico. Entre 1891 y 1892 continúa sus estudios de medicina en Berlín, donde conoce a August Bebel y entabla amistad con él. El trece de febrero de 1892 aprueba el examen de promoción con Rudolf Virchow y Emil Dubois-Reymond con un trabajo sobre las enfermedades nerviosas de la Influenza3. Los escritos de Darwin, Nietzsche y Haeckel tuvieron mucho peso en su formación. Más tarde pertenecería a la Liga Monista. Al año siguiente, el veintisiete de agosto, emprende un viaje por los Estados Unidos, en el que visita la exposición universal en Chicago, y que financia escribiendo artículos y reportajes para periódicos alemanes. Regresará, pasando por Marruecos, Algeria y España, en 1894. Antes de volver a Alemania participa en Roma en el Congreso Internacional de 2 Cit. en R. Dose (1989), 9. 3 M. Hirschfeld (1892). Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 9 Médicos, que tuvo lugar entre el veintinueve de marzo y el cinco de abril y donde conoció a Cesare Lombroso, cuyo método de investigación -medición de todos los aspectos constitucionales de los delincuentes- impresiona a Hirschfeld, y a Paolo Mantegazza. Ambos colaborarán posteriormente en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft -Revista de Sexología-. A su regreso abre una consulta médica en Magdeburg: "El 9 de abril de 1894 llegué de Norteamérica, norte de Africa y sur de Europa a la vieja patria, y catorce días después colgué la vieja placa de porcelana de mi padre con la inscripción: 'Dr. Hirschfeld, médico práctico y de ayuda al parto'"4. Parece que la ciencia académica no satisfacía a Hirschfeld, sobre todo en la medida en que la tenía en muchos aspectos por un taller de reparaciones, por lo que la placa del padre no duró mucho tiempo en su puerta: siguiendo el ejemplo de su hermano mayor, director de un gran sanatorio en Milwaukee, se orientó a la medicina fisicodietética5, comenzó a anunciarse en Magdeburg como médico naturista y como tal trabajó desde primavera de 1894 hasta aproximadamente mayo de 1896. Durante este tiempo fundó una Hausarztkasse, cuyos miembros podían recibir tratamiento médico por poco precio. En su clínica celebró también, entre julio y agosto de 1894, dos cursos de dos semanas sobre higiene social, tema sobre el que publicó en aquella ciudad diversos artículos médicos6. Su interés por la medicina natural no disminuiría durante toda su vida. Todavía en la obra Geschlechtskunde insiste en cómo el consumo de drogas y alcohol afecta a la voluntad y al impulso sexual y ofrece una serie de reglas encaminadas a la vida natural y a la buena formación del cuerpo, la mente y la vida sexual: ser uno mismo, fortalecer cuerpo y alma, mantener las 4 M. Hirschfeld [1986], 192. 5 J. Gaulke (1918). 6 K. H. Tiermann (1993). 10 Angeles Llorca Diaz sustancias y energías naturales en equilibrio, evitar el consumo de drogas, disfrutar del sol y el aire puro, practicar deporte, juego, danza y marchas, dormir no menos de un cuarto y no más de un tercio de día, amar y trabajar, entre otras muchas7. El veinticinco de mayo de 1895 la justicia londinense condena a Oscar Wilde a causa de su homosexualidad a dos años de prisión con trabajos forzosos. El impacto de este proceso unido al del suicidio de un paciente suyo homosexual llevaría al entonces médico de Magdeburg a implicarse tanto política como científicamente en el tema de la homosexualidad. En 1896 se traslada a Charlottenburg, cerca de Berlín, y abre allí su nueva consulta médica. En agosto aparece bajo el seudónimo Th. Ramien su obra Sappho und Sokrates. Wie erklärt sich die Liebe der Männer und Frauen zu Personen des eigenen Geschlechts? -Safo y Sócrates ¿Cómo se explica el amor de hombres y mujeres hacia personas del mismo sexo?-. El editor, Max Spohr, y un médico amigo, Baer, habían aconsejado a Hirschfeld la publicación del escrito bajo seudónimo; una medida de seguridad que no volverá a tomar nunca. En esta obra presenta el amor homosexual como un valor superior, cosa que tampoco volverá a hacer con el tiempo, inclinándose en el resto de sus escritos sobre el tema a recalcar la igualdad del amor homo y heterosexual. Algunos oponentes en el movimiento homosexual8, como Adolf Brand y Benedikt Friedländer, defendieron siempre, en el sentido de Oscar Wilde, la mayor belleza del amor homosexual. La colaboración entre Spohr y Hirschfeld a partir de esta primera publicación fue estrechísima y supuso que éste encontrara siempre en la editorial de aquél vía de salida a sus obras. Tras la muerte de Spohr en 1905, el manuscrito de Die Transvestiten (1910) sería enviado a una veintena de editores antes de encontrar quien lo quisiera publicar. 7 8 M. Hirschfeld (1926). El médico berlinés Georg Merzbach fue el primero en hablar en el Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen de 1902 de un "movimiento" homosexual. M. Herzer (1992). Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 11 En 1897 funda el médico pomerano el Wissenschaftlich-humanitäres Komitee -Comité científicohumanitario-, que dirigió hasta 1929. El Comité tenía tres fines principales: informar al pueblo y a las instituciones de que la homosexualidad no es una enfermedad ni un crimen, eliminar el artículo 175 del Código Penal Imperial (el que penaba los actos homosexuales entre varones) y ayudar a homosexuales en caso de persecución o necesidad. La primera petición al Reichstag para la abolición del 175 se elevó, sin resultados positivos, ese mismo año. Entre 1896 y 1900 trabaja como redactor del semanario de vida y medicina natural Der Hausdoctor, con escritos sobre filología, psicología de guerra y cuestiones relacionadas con el alcohol. En ellos se muestra partidario de la responsabilidad de cada uno ante su propia salud: los daños causados por consumo de drogas, tabaco y alcohol serían achacables a quienes los consumen. Más tarde participará muy activamente en el movimiento antialcohol y elevará una petición al Ministro de Cultura en la que aboga por la explicación en las escuelas de las consecuencias del consumo del alcohol. En su obra sexológica dedicará también numerosas páginas el estudio de la influencia del alcohol en la vida sexual. Desde 1900 trabaja en la Humboldt-Akademie y en las universidades populares -Volkshochschulen- dando clases sobre sexología. Comenzó su labor docente con una serie de tres conferencias tituladas Der Mensch und sein Geschlecht -El hombre y su sexo-, Das Geschlechtsleben und seine Gesetze -La vida sexual y sus leyes- y Die Liebe im Lichte der Wissenschaft -El amor a la luz de la ciencia-, que serían las más visitadas de los cursos de estas escuelas populares9. Un año antes, en 1899, había aparecido el primer tomo del Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen -Anuario para los estadios sexuales intermedios-, como órgano de publicaciones del Comité. En él se publica la primera versión de un cuestionario de ochenta 9 M. Hirschfeld (1926). 12 Angeles Llorca Diaz y cinco preguntas relacionadas con la vida sexual, con el ruego de que sean constestadas por los lectores por escrito y enviadas al Comité. Hirschfeld llegó pronto a poseer más de mil cuestionarios cumplimentados, que constituyeron, como veremos, un material esencial en su posterior trabajo. Sus dos obras más importantes en los comienzos del Comité, Der Urnische Mensch -La persona úrnica- (1903) y Vom Wesen der Liebe -De la esencia del amor(1906) recogen en gran medida los resultados de su análisis. El cuestionario sufrió diversas modificaciones, de forma que las versiones posteriores contienen cada vez más preguntas y se orientan cada vez más hacia la heterosexualidad, con vistas a conseguir información para la obra Geschlechtskunde10. Un año después, en 1901, aparece por primera vez el folleto de educación popular Was soll das Volk vom dritten Geschlecht wissen? -¿Qué debe saber el pueblo sobre el tercer sexo?-, que fue ampliamente vendido al precio de 0,20 marcos. La intención de este folleto era una mejor comprensión popular de la homosexualidad, la misma que perseguiría el libro Berlins Drittes Geschlecht -El tercer sexo de Berlín-, que aparecería en 1904. En diciembre de 1903 lleva a cabo el Comité Científico-humanitario, con nuestro autor a la cabeza, una encuesta entre tres mil estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Charlottenburg, y en febrero de 1904 entre 5721 trabajadores del metal. El objetivo final de ambas era recabar información estadística sobre el porcentaje de hombres homosexuales en la población. El siete de mayo del mismo año Hirschfeld es condenado a pagar doscientos marcos de multa o pasar veinte días en prisión por una denuncia concerniente a la primera de ellas. En estos años su consulta médica parece ser muy exitosa: en el mismo artículo en que se publican los resultados de 10 M. Herzer (1992). Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 13 las encuestas anteriores comenta tener más de treinta pacientes diarios11. En 1907 acontecen en Berlín los casos Eulenburg y Moltke, en cuyos juicios participará como médico perito para gran disgusto de la prensa antisemita. A partir de aquí este tipo de prensa abandona la táctica empleada hasta entonces de alabar la figura de Hirschfeld y desprestigiar su causa y algunos de sus colaboradores se empiezan a interesar por la figura del "médico hebreo", como lo llamaba el escritor Dühring12. En 1908 edita el sexólogo pomerano los doce números mensuales de la Zeitschrift für Sexualwissenschaft, la primera revista que llevó en su título el nombre de la nueva ciencia. Un año antes había publicado Iwan Bloch Das Sexualleben unserer Zeit -La vida sexual contemporánea-, en cuyo prólogo acuñaba el término Sexualwissenschaft y que influiría notablemente en él. Manfred Herzer supone que a causa de ella cambió Hirschfeld su opinión sobre los métodos anticonceptivos y el control de la natalidad, volviéndose un firme partidario de ellos13. Los partidos políticos de base trabajadora -y nuestro autor perteneció a la SPD (Partido Socialista Alemán), probablemente ya desde sus tiempos de estudiante- se mostraron hasta después de la guerra contrarios al uso de estos métodos: "Inolvidable permanece para mí, en relación con esto, una de las más grandes asambleas populares en las que jamás participé. En la sala de la Neue Welt en la Hasenheide berlinesa, que congregó a más de cuatro mil personas, dio un conocido médico socialista una conferencia sobre la 'huelga de partos', en la que proponía a los trabajadores 11 M. Hirschfeld (1904b). 12 M. Herzer (1992), 20. 13 M. Herzer (1992). 14 Angeles Llorca Diaz proveer a 'este' estado de los menos reclutas posibles mediante el uso de métodos anticonceptivos. Entonces se levantaron dos de las líderes del movimiento radical de trabajadores y de la mujer, Klara Zetkin y Rosa Luxemburg, y se volvieron con su impresionante discurso contra la limitación artificial de la natalidad, aclarando que precisamente el fuerte aumento del proletariado sería en la lucha final una de las armas más valiosas contra el sistema capitalista de dos niños"14. El veintiuno de agosto de 1908 participa Hirschfeld junto a Karl Abraham, Iwan Bloch y otros en la constitución de la Asociación Psicoanalítica Berlinesa. En las primaveras de 1908 y 1909, y para descansar de los problemas surgidos en el Comité, viaja a Italia. De camino a este país visita a Sigmund Freud en Viena, produciéndose así el primer encuentro entre ellos dos. En enero y febrero de 1910 viaja a Londres, Edimburgo, Cambridge, París y Amsterdam y a su regreso se publica la obra Die Transvestiten, en la que acuña el término que aparece en su título. Este mismo año se traslada de Charlottemburg a Berlín, donde abre una consulta como "médico especialista en dolencias nerviosas y psíquicas". En 1912 aparece Naturgesetze der Liebe -Leyes naturales del amor-, obra en la que reafirma su tesis de que la dirección del impulso sexual es tan innata como los caracteres sexuales primarios y donde aparece una clara crítica a Freud. Este mismo año se encontrará con Ernst Haeckel en Jena. El veintiuno de enero de 1913 funda en Berlín junto a Iwan Bloch, Albert Eulenburg y otros la Ärztliche Gesellschaft für Sexualwissenschaft und Eugenik -Asociación médica de Sexología y Eugénica-. Poco después participa en el 14º Congreso Médico Internacional en Londres y se encuentra en 14 M. Hirscheld (1928), 393. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 15 Viena con Eugen Steinach en su instituto de investigación. Steinach mostró a Hirschfeld los preparados de sus experimentos con animales y éste le hizo la observación de que sería interesante experimentar implantando a un mismo animal al mismo tiempo tejido de testículos y de ovarios15. Steinach ya tenía en mente este tipo de experimentos y los llevó a cabo posteriormente, haciendo públicos los resultados el once de mayo de 191616. En 1914 aparece Die Homosexualität des Mannes und des Weibes -La homosexualidad del hombre y la mujer-. Con el inicio de la Primera Guerra Mundial pertenece el médico pomerano a los fundadores del Bund Neues Vaterland, liga cercana a la SPD de la que fueron miembros, por ejemplo, Helene Stöcker y Albert Einstein, y que abogaba por el inmediato restablecimiento de la paz y por la democratización de Alemania. La actividad de la Liga fue prohibida en febrero de 1916 y pudo ser retomada poco despúes del final de la contienda17. Durante el tiempo de guerra investiga Hirschfeld su influencia en la vida sexual y se ocupa especialmente de los problemas de los homosexuales en los campos de batalla. En 1915, publica Warum haßen uns die Völker? -¿Por qué nos odian los pueblos?-, donde trata cuestiones de psicología de guerra. En este tiempo se dedica también al cuidado de presos. En verano de 1918, recién nombrado Sanitätsrat, entra en contacto con líderes pacifistas de Suiza, entre ellos August Forel, Romain Roland y Stefan Zweig. El once de noviembre de 1918, dos días después de la proclamación de la República, pronuncia el sexólogo socialista un discurso delante del Reichstag en un encuentro del Bund Neues Vaterland a favor de la nueva república, en el que exige la inmediata disolución del Reichstag, la elección de una Asamblea Nacional y la unidad de los pueblos. Con la llegada al poder de la SPD esperaba encontrar apoyo en el Parlamento para su lucha por 15 M. Hirschfeld (1917c). 16 E. Steinach (1916). 17 M. Herzer (1992). 16 Angeles Llorca Diaz la reforma del Código Penal, pero lo que el partido prometía en la oposición y lo que hace en el poder resultan ser cosas distintas. La propuesta de Hirschfeld de amnistiar a todos los procesados bajo la monarquía y la dictadura por el artículo 175 no obtiene respuesta, lo que trae como consecuencia que, aparte de su participación en la campaña electoral para la Asamblea Nacional, permanezca como miembro pasivo del partido18. Con la fundación del Partido Comunista será éste el que se convierta en el apoyo político de las reformas sexuales, siguiendo el modelo soviético. En estos años se implica Hirschfeld también por la constitución de un Ministerio de Sanidad. En 1917 se publica el primer tomo de su Sexualpathologie, obra con la que pretende ofrecer una revisión de la Psychopathia sexualis de Krafft-Ebing a la luz de los nuevos conocimientos en sexología. En 1918 el Comité Científico-humanitario celebra el medio siglo de vida de Hirschfeld con la publicación de un número de sus Vierteljahrsberichte dedicado exclusivamente a él. De este tiempo contamos con la siguiente descripción de LouisCharles Royer en su obra L'Amour en Allemagne: "Se trata de un cincuentón rechoncho, con un gran bigote que le atraviesa el rostro. Detrás de sus gafas brilla una mirada fina y sosegada"19. El veinticuatro de mayo de 1919 se celebra en el teatro Apolo de Berlín el preestreno de la película Anders als die anderen, basada en la novela del mismo nombre que Bill Forster había publicado en 1904. Magnus Hirschfeld había colaborado con el director, Richard Oswald, en su realización. Se pretendía con ella que el público conociera las terribles consecuencias que la penalización de actos homosexuales acarreaban para los inculpados. La película sería prohibida un año después: Kraepelin, 18 Ibid. 19 L.-Ch. Royer [1930] (1993), 170. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 17 Moll y Placzek firmaron un informe contra su exhibición pública por considerarla peligrosa para el pueblo y dañina para los jóvenes. El mismo año y también en colaboración con Richard Oswald rueda la película Die Prostitution, que también sería prohibida. El seis de julio de 1919 inaugura en Berlín el Institut für Sexualwissenschaft. A partir de entonces vivirá en una habitación de la primera planta, junto a la de Karl Giese, su compañero, secretario y director del Archivo del Instituto. En marzo de 1920 se lleva a cabo un atentado con bombas fétidas y petardos en un local de Hamburgo en que iba a dar una conferencia. El cuatro de octubre del mismo año sufre un nuevo ataque por parte de jóvenes nacionalsocialistas en una calle de Múnich, del que sale gravemente herido. Internado en el hospital leerá en un periódico la noticia de su propia muerte. Catorce días después Adolf Hitler comenta el atentado en un discurso público y afirma que de haber estado allí hubiera participado en él personalmente. Hirschfeld, que se calificaba de ateo y no era partidario del sionismo, comentó pocas veces este tipo de agresiones, que no sólo se dirigieron contra él, sino también contra el Comité y el Instituto. En las discusiones del Reichstag sobre las peticiones del Comité los representantes de los partidos de la derecha más radical cebarán sus argumentaciones en contra en la condición judía del sexólogo. En el segundo tomo de Geschlechtskunde criticará éste más tarde algunos contenidos de la ideología racista de entonces, poniendo en cuestión conceptos como raza aria y semita como tales y como términos opuestos y atacando fuertemente las consideraciones pretendidamente científicas de la superioridad de unas razas sobre otras y de las consecuencias negativas del cruzamiento de diferentes razas. Hirschfeld veía en la tarea eugénica de cada nación un paso hacia la paz, en la medida en que cada una procurase mejorar lo que de bueno tiene y por ello opone el término Galtonismo al de 18 Angeles Llorca Diaz Gobineauismo20. Estos temas ya habían sido tratados por él en la obra Warum hassen uns die Völker?. En 1921 es nombrado miembro de honor de la British Society for the Study of Sex Psychology. Entre los días quince y veinte de septiembre del mismo año se celebran en el Instituto las Primeras Jornadas Internacionales de Reforma Sexual, que recibirán una fuerte crítica por parte de Albert Moll y sus seguidores. Entre los días diecinueve y veintisiete de marzo de 1922 lleva a cabo una gira de conferencias por Holanda, a petición del Comité Científico-humanitario de aquel país. El mismo año se estrena la película Mann oder Weib? -¿Hombre o mujer?-, en colaboración con el departamento cultural de la UFA. En junio de 1926 realiza un viaje a Moscú y Leningrado por invitación del gobierno de la Unión Soviética. También este año se publica el primero de los cinco tomos de la obra Geschlechtskunde -Ciencia sexual-, que no parece haber sido un éxito de ventas, por lo menos en comparación con las obras de Bloch y de Forel que Hirschfeld consideraba precursoras. En 1927 se prohibe la película Gesetze der Liebe -Leyes del amor- por contener numerosos cortes de Anders als die anderen (estos cortes, en una versión ucraniana son los únicos que se conservan de esta última). Entre los días uno y cinco de junio de 1928 tiene lugar en Copenhague la fundación de la Weltliga für Sexualreform -Liga mundial para la Reforma sexual-. Según Manfred Herzer, puede hablarse de un punto alto de la popularidad de Hirschfeld en estos años hasta su marcha al exilio. Pareciera que su nombre poseyera valor propio, de forma que se lo menciona como colaborador en libros en los que no participa (éste parece ser el caso de Das erotische Weltbild y Sexualgeschichte der Menschheit de 1929, de Berndt Götz) o como editor en obras que no edita (como en los dos tomos de la Sittengeschichte des Weltkrieges de 1930). También aparecen con su nombre algunos medicamentos, como las Perlas Titus, el 20 M. Hirschfeld (1928), 527-659. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 19 Patentex y el Testifortan, aunque él nunca llevó a cabo investigaciones farmacológicas21. Entre los días nueve y trece de septiembre de 1929 tiene lugar el tercer congreso de la Liga Mundial en Londres. Dora Russell, una de las organizadoras, escribiría más tarde sobre el médico alemán en sus memorias: "Guardo una viva memoria de este hombre pequeño e inquieto, con una mata de pelo gris y espeso, dinámico aquí y allá, consumido por un resplandeciente entusiasmo por sus ideales. Recuerdo esto aquí en su memoria, en agradecimiento por la alegría de nuestra breve colaboración, y porque, después de la llegada de Hitler al poder, el trabajo de la vida de Hirschfeld en el Instituto de Berlín literalmente se esfumó"22. En octubre del mismo año la comisión de derecho penal del Reichstag decide la reforma del derecho penal homosexual y se elimina la penalización de los actos "simples" entre homosexuales. También en 1929 se prohibe la publicación de la revista Die Aufklärung -La Ilustración-, que Hirschfeld editaba. Tucholsky publicará un artículo criticando la medida de censura. Entre el trece y el veinte de septiembre de 1930 se celebra el cuarto congreso de la Liga Mundial en Viena. Precisamente a partir de 1929 Hirschfeld participa aún menos en actos públicos. Su posición frente a los nacionalsocialistas es publicada en órganos antifascistas independientes, como las revistas Die Wahrheit y Der Aufruf de Praga o Die Sammlung de Klaus Mann en Amsterdam y los periódicos Pariser Tageblatt y Deutsche Freiheit. Como socialista, homosexual, luchador por la igualdad jurídica y social de los homosexuales, sexólogo, pacifista, monista liberal y de 21 M. Herzer (1992). 22 D. Russell (1978), 219. 20 Angeles Llorca Diaz procedencia judía, es Hirschfeld una víctima propicia para encarnar lo que desde la extrema derecha se entendía como la representación de lo "no ario". Los ataques provenientes de la prensa de esta orientación contra Hirschfeld, el Comité y el Instituto arrecian en esta época. El quince de noviembre de 1930 acepta Hirschfeld de buen grado una invitación como conferenciante en Estados Unidos, de donde regresa a Viena, tras un viaje alrededor del mundo, el dos de abril de 1932, acompañado de Karl Giese y Tao-Li. El desarrollo de la situación política en Alemania hace impensable su regreso a Berlín y se traslada a Ascona y Zúrich, donde publica Die Weltreise eines Sexualforschers -El viaje alrededor del mundo de un investigador sexual-. En el prólogo de esta obra cuenta haber recibido en noviembre de 1930 una propuesta para dar una conferencia ("Sobre el estado actual de la patología sexual") el primero de diciembre en la Fundación médica germano-americana de Nueva York y participar en la fiesta del séptimo decenio de la Fundación. Tras esta conferencia en la Academy of Medicine recibió numerosas invitaciones para otras posteriores, que le llevaron a diferentes ciudades de los Estados Unidos. En San Francisco tomó la decisión de regresar a Europa por Asia, lo que se convirtió finalmente en un viaje alrededor del mundo. El interés en todos los países visitados fue tan grande que se fue subvencionando el viaje con el trabajo que iba realizando. Dio casi doscientas conferencias en quinientos días, en Estados Unidos, Japón, China, Filipinas, Java, India (donde enfermó de malaria), Egipto, Palestina y Siria23. En China conoció al estudiante de filosofía y medicina Tao-Li, que se convertirá en su compañero de viaje, de vida y de exilio. En 1932 se celebra el quinto congreso de la Liga Mundial en Bruno (Checoslovaquia). En 1933, todavía en Ascona, recibe una carta de tres empleados del Instituto en que le comunican la forma "armoniosa" en que funcionarios del Estado 23 El libro posee, además, una introducción sobre etnología sexual y está dividido en cuatro partes en que se recogen las observaciones de Hirschfeld a lo largo de su viaje: lejano Oriente, Indonesia, India y cercano Oriente. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 21 (policía criminal) habían investigado el Instituto y la visita de miembros de la SA para preguntar por la afiliación de Hirschfeld. Otros trabajadores del Instituto sacaron diferentes conclusiones de estas visitas y comenzaron a poner a salvo el material que allí se encontraba. El Institut für Sexualwissenschaft fue saqueado por estudiantes de ideología nacionalsocialista y cerrado el seis de mayo de 1933. Gran parte del material allí robado fue quemado en la plaza de la Opera el famoso diez de mayo de 1933. En la misma hoguera ardió un busto de su fundador y director como "símbolo de la suciedad y de lo no ario". Muchos libros, fotografías y diapositivas fueron subastados por el Estado para pagar las deudas del Instituto con el fisco, que provenían de que el gobierno nacionalsocialista le había retirado el carácter de utilidad pública y exigía con carácter retroactivo el pago de los impuestos deducidos por ello. Desde Suiza marcha Hirschfeld a París, donde casualmente ve en un cine el saqueo de su Instituto. Allí publica algunos artículos sobre cuestiones sexuales y escribe dos libros, que se publican en 1935: L'âme et l'amour y Le sexe inconnu; así como la serie de artículos Phantom Rasse sobre la ideología nacionalsocialista. Desde el ascenso al poder de Hitler no pudo el médico pomerano publicar en Alemania: El escrito Phantom Rasse. Ein Hirngespinst als Weltgefahr -El fantasma raza. Una quimera como peligro mundial- se publicó entre verano de 1934 y mayo de 1935 en la revista Wahrheit de Praga, que había sido fundada en 1921 como publicación pacifista. En los dos años en que se publicó este escrito aparecieron también artículos de Stephan Heym, Thomas y Heinrich Mann, André Gide, Oskar Kokoschka, Kurt Hiller, Albert Einstein y Lion Feuchtwanger, entre otros. La última parte de la serie de Hirschfeld apareció ya el veinte de mayo de 1935 y tras ella una nota comunicando la muerte de su autor24. Desde abril de 1934 escribe su correspondencia en papel con membrete del Institut des sciences sexologiques, sito en 24 R. Herrn (1993). 22 Angeles Llorca Diaz la Avenue Charles Floquet, 24. Poco antes había comunicado a los miembros de la Liga Mundial la apertura de este Instituto, del que aparte de la dirección se desconoce todo. El veinticuatro de abril de 1934 da una conferencia en la Sorbonne. El diez de mayo un discurso en la inauguración de la Biblioteca de los Libros Quemados, también en París. Todavía el treinta y uno de enero de 1934 escribe Albert Moll una carta al decano de la Facultad de Medicina de París, Gustave Roussy, denunciando que Hirschfeld no era perseguido en Alemania por su condición judía o socialdemócrata, sino que había salido del país antes de que el Gobierno de entonces llegara al poder; el cinco de febrero del mismo año Moll envía otra carta al Ministro de Asuntos Exteriores alemán comunicándole la denuncia que había hecho y enviándole copia de la carta anterior25. A principios del invierno se traslada Hirschfeld a Nizza, buscando en el clima mediterráneo una mejora de su salud. A la vista del inseguro ambiente europeo, espera poder viajar de nuevo a Estados Unidos. El catorce de mayo de 1935, el día que cumplía sesenta y siete años, muere en Nizza. La prensa local informa de la incineración del cadáver el día veintiuno y de su funeral, preparado por la Ligue Internationale contre l'Antisémitisme. A sus herederos, Karl Giese y Tao-Li, legó el sexólogo alemán todo su patrimonio: "[...] con la imposición explícita de no usar su parte de la herencia para uso personal, sino exclusivamente para los objetivos de la sexología en el sentido de mis ideas, trabajos y esfuerzos sexológicos [...]"26. 25 V. Sigusch (1995). 26 Cit. en M. Baumgardt (1984), 9. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 23 Karl Giese se suicidó en Bruno en 1938. Tao Li se trasladó a Hongkong, donde se le pierde la pista. 24 Angeles Llorca Diaz II. ACTIVIDAD EN EL MOVIMIENTO DE REFORMA SEXUAL II.1 LA REFORMA SEXOLOGICAS SEXUAL SOBRE BASES Una de las principales razones de ser que Hirschfeld encontraba en la ciencia era su aplicación en la resolución de problemas prácticos de la población. El lema de su vida, "por la ciencia a la justicia", da buena cuenta de ello. La ciencia tenía que ser capaz de ofrecer el basamento necesario para la creación de una moral nueva y en este sentido entendía también la sexología. Ella habría de servir de fundamento teórico para la reforma sexual de la sociedad, lo que él llamaba la "reforma sexual sobre bases sexológicas". Durante casi toda su vida Magnus Hirschfeld estuvo implicado en el movimiento que entonces se llamó de reforma sexual. La despenalización de los actos homosexuales, la popularización de los métodos anticonceptivos, la legalización del aborto, la igualdad jurídica entre hombres y mujeres y la reforma del derecho matrimonial y sexual en general fueron los objetivos que con mayor ardor persiguió. En 1897 fundó en Charlottenburg el Wissenschaftlich-humanitäres Komitee, la primera organización de lo que posteriormente se llamaría "movimiento homosexual" y desde la que se luchó incansablemente por la abolición del artículo 175 del Código Penal, que castigaba los actos homosexuales entre hombres. Como perito forense en numerosísimos juicios relacionados con la vida sexual en general o con la homosexualidad en particular, actuó en defensa de los 26 Angeles Llorca Diaz procesados, procurando por todos los medios -por todos los trucos- legales posibles su absolución27. Fue también miembro del Bund für Mutterschutz -Liga para la protección de la madre-, fundada en enero de 1905 por Helene Stöcker (1869-1943) con los fines primordiales de conseguir una igual consideración jurídica para los hijos nacidos fuera y dentro del matrimonio, una mejora del trato social y jurídico de las madres solteras, la legalización del aborto voluntario y la igualdad de derechos de hombres y mujeres. La colaboración entre Stöcker y él fue muy estrecha, no sólo en el Bund für Mutterschutz y otras asociaciones dedicadas a la reforma sexual, sino que se extendió, como en el caso de tantos reformadores sexuales, al movimiento pacifista. El movimiento feminista en general seguía con expectación el trabajo de los sexólogos de la época; especialmente la teoría de la intersexualidad de Hirschfeld pareció, para algunos sectores de este movimiento, un buen punto de apoyo teórico para la consecución de sus fines prácticos: "Todas estas corrientes nos muestran que más bien tenemos que aceptar en la vida amorosa sólo diferencias graduales, ya no tan rígidas diferencias de calidad en el ser de lo masculino y lo femenino, y que todas estas diferencias son más móviles de lo que se creyó antiguamente en el rígido dogmatismo, en el desconocimiento y la inexperiencia"28. Hirschfeld fue también el principal promotor de la Weltliga für Sexualreform, que tuvo su oficina en su Instituto hasta que éste desapareció. En 1925 el gobierno alemán preparaba un nuevo proyecto de Código Penal que dificultaría aún más la situación 27 Werthauer reconoce el gran papel que Hirschfeld habría llevado a cabo en este sentido, consiguiendo la salvación de numerosísimos acusados por la justicia. J. Werthauer (1918). 28 H. Stöcker (1918), 46. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 27 legal de los homosexuales. Un grupo de socialdemócratas, comunistas e independientes constituyó entonces el Kartell für die Reform des Sexualstrafrechts -Cartel para la reforma del derecho penal-, cuya sede fue también el Institut für Sexualwissenschaft. Formaron parte del Kartell el departamento de reforma sexual del Instituto y las asociaciones Wissenschaftlich-humanitäres Komitee, Bund für Mutterschutz, Deutsche Liga für Menschenrechte -Liga alemana para los derechos humanos-, Gesellschaft für Geschlechtskunde -Asociación de ciencia sexual-, Gesellschaft für Sexualreform -Asociación de reforma sexual- y Verband Eherechtsreform -Federación de reforma del derecho matrimonial-. En la comisión de redacción del contraproyecto nos encontramos los siguientes nombres: Felix Halle, Kurt Hiller, Magnus Hirschfeld, Arthur Kronfeld, Richard Linsert, Heinz Stabel, Helene Stöcker, Felix A. Theilhaber, Siegfried Weinberg y Johannes Werthauer. Kurt Hiller, como jurista, era el responsable de la redacción final29. En correspondencia con las asociaciones que lo formaban, la finalidad del Kartell no fue sólo la eliminación del artículo 175, sino también la posibilidad del uso de anticonceptivos, la legitimación del aborto voluntario y la igualdad jurídica de los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio. Die Aufklärung -La Ilustración- fue el último proyecto de revista informativa y de reforma sexual llevado a cabo por Hirschfeld, en este caso junto a Maria Krische. Apareció desde 1929 hasta 193230. En el segundo tomo de su obra Geschlechtskunde (1928) dedica el sexólogo alemán amplio espacio a diversos temas relacionados con la reforma sexual. El capítulo en que trata el problema demográfico, escrito bajo el lema de Comte "savoir c'est prévoir, prévoir c'est prévenir", parte de que en el tema de la reproducción es el aspecto biológico el que interesa al individio, el social al estado y ambos a la familia. De acuerdo con Grotjahn 29 30 H. Lehfeldt (1985), 22. El tomo de 1929 y los tres cuadernos del primer cuarto de 1930 nombran a Hirschfeld y Krische como editores. R. Dose (1991). 28 Angeles Llorca Diaz opina el autor que la limitación voluntaria de los nacimientos es un signo de desarrollo en el sentimiento de responsabilidad. Hirschfeld diferencia desde Malthus tres periodos: el del matrimonio célibe, el del Neomalthusianismo (iniciado por Francis Place y James Mill) y el de la lucha por los nacimientos. En este último distingue dos bandos, el de orientación más de izquierdas, que aboga por una "huelga de partos", y el más conservador, que habla de la "obligación del parto". Tras un repaso de los métodos anticonceptivos y abortivos conluye en este capítulo que el descenso de la natalidad está condicionado objetiva y no subjetivamente: depende de las circunstancias, no de la disposición del individuo. La reducción del número de miembros familiares es, según él, un avance en el desarrollo historicoeconómico de la familia humana, similar al paso del matrimonio múltiple al monógamo. El descenso de la natalidad no puede, por tanto, ser combatido mediante la prohibición de sus medios, sino luchando contra sus causas, sobre todo a través de la consecución de las condiciones económicas y sexuales que llevan "de forma natural" al deseo de tener hijos31. En cuanto a la eugénica, nos dice Hirschfeld en esta misma obra: "Debemos desear que las más personas posibles tengan muchos genes buenos. Sólo así es posible un desarrollo elevado de la humanidad. Cuanto más arraigue el pensamiento eugénico, cuanto con más fuerza penetre en toda la Tierra, tanto mejor"32. En el tomo tercero (1930) continúa con este tema. Se muestra convencido de la necesidad de la aplicación de normas eugénicas para la mejora de la humanidad, si bien considera que su imposición desde el estado resulta enormemente dificultosa y problemática. Se trataría, según él, de reforzar el conocimiento de la eugénica entre el pueblo, de manera que, mediante el 31 M. Hirschfeld (1928), 385-526. 32 Ibid., 595. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 29 fortalecimiento de la responsabilidad personal, se tengan en cuenta estas medidas a nivel personal a la hora de procrear. Para Hirschfeld representa el matrimonio una de las "soluciones más felices" de la cuestión sexual, pero entendiendo que es necesaria una reforma matrimonial que posibilite la separación, el divorcio y la igualdad de derechos y de posiciones de los sexos. Matrimonio es para él: "[...] más que una comunidad sexual, más que una comunidad procreativa, más que una comunidad de trabajo; es una comunidad de destino, comunidad de vida. Un verdadero matrimonio es la más alta forma de confianza entre dos personas, una confianza que permanece inalterable incluso cuando aparentemente es desilusionada. El matrimonio ha de ser la patria de una persona en otra"33. Pero, puesto que el matrimonio es algo natural, ha de ser también posible sin mediación de contratos escritos, constituyendo lo que él llama "matrimonios naturales", frente a los eclesiásticos y estatales, y que habrían de ser posibles tanto entre heterosexuales como entre homosexuales34. Reconoce una relación entre la solución de la prostitución y la de la cuestión sexual completa. Se muestra partidario del abolicionismo y convencido de que la prostitución sólo puede combatirse mediante las leyes de la eugénica -de forma que nadie sienta la inclinación a vender su cuerpo (Hirschfeld no se separa del todo de la teoría de que existe cierta disposición innata a la prostitución)- y mediante una mejora de la economía -para que nadie tenga razones económicas para prostituirse-. Otros tres puntos importantes para terminar con la prostitución serían: facilitar a ambos sexos una unión más fácil, sea como matrimonio 33 M. Hirschfeld (1930a), 171. 34 Ibid., 239-292. 30 Angeles Llorca Diaz temprano, de camaradas o como unión libre; educación corporal y mental de las muchachas y muchachos con lastre hereditario; y mayor información sobre los grandes peligros de la prostitución y las enfermedades venéreas. Entre las condiciones sociales necesarias para terminar con aquélla estaría la igualdad jurídica de los sexos35. En lo que se refiere al derecho penal, critica su enorme relatividad: la diferencia de leyes y morales en diferentes países y en distintas épocas, conlleva que a uno le suponga la cárcel en Alemania un acto que no le causaría problemas con la justicia en Francia. Él es partidario de una moral sexual basada en el conocimiento científico de la sexualidad humana y éste correspondería mayormente a médicos y naturalistas: "[...] a la santa profesión del médico y el naturalista corresponde deducir inmediatamente de la naturaleza las leyes morales [...]"36. II.2 EL WISSENSCHAFTLICH-HUMANITÄRES KOMITEE Entre los años sesenta y setenta del siglo XIX el jurista alemán Karl Heinrich Ulrichs (1825-1895) publicó doce folletos en que presentaba una teoría de la homosexualidad "uranismo", decía él- natural e innata y un programa completo 35 Ibid., 293-383. 36 Ibid., 77. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 31 para la emancipación de los homosexuales. Su obra influyó grandemente los comienzos de la de Hirschfeld e, indiscutiblemente, el movimiento homosexual de la época. En un texto de 1865 de Ulrichs se puede leer un esbozo de organización homosexual, que sería llevado a la práctica treinta y dos años más tarde por Magnus Hirschfeld con el Comité Científicohumanitario37. En 1898 se ocupó él mismo de la reedición de la obra de Ulrichs. El desconocimiento es, según el sexólogo pomerano, la primera causa del odio que los heterosexuales sienten hacia los homosexuales. Como segundo factor menciona el sentimiento de vergüenza de éstos, causado no tanto por la persecución que sufren, como de forma natural. Para nuestro autor, no puede caber ninguna duda de que las opiniones y leyes de su tiempo sobre homosexualidad hunden sus raíces históricas en las del judaísmo y el cristianismo. Muerte, hoguera, castración y privación de libertad serían algunas de las penas con las que se habrían castigado las relaciones homosexuales: "No sin interés son los malhechores mencionados junto a los homosexuales en los distintos artículos penales: en primera línea nos encontramos a los homosexuales reunidos hasta nuestros días con personas que cohabitan con animales, después con aquéllos que utilizan los cadáveres, donde es de destacar que en la mayoría de los países actualmente la profanación de cadáveres no se incluye como penalizable; pero no rara vez se incluyó también en los libros penales medievales la cohabitación entre cristianos y judíos junto a la homosexual [...]"38. Una consecuencia especialmente dolorosa de estas leyes, y particularmente del artículo 175 en Alemania, sería el 37 M. Herzer (1987). 38 M. Hirschfeld (1914b), 823. 32 Angeles Llorca Diaz chantaje al que muchos homosexuales se ven expuestos bajo amenaza de denuncia. La historia del Wissenschaftlich-humanitäres Komitee -Comité Científico-humanitario- arranca de 1896, año en que publica Hirschfeld Sappho und Sokrates oder wie erklärt sich die Liebe der Männer und Frauen zu Personen des eigenen Geschlechts? -Safo y Sócrates, o ¿cómo se explica el amor de hombres y mujeres por personas del propio sexo?- en la editorial de Max Spohr. En ésta habían aparecido ya desde 1893 más folletos que pretendían una nueva consideración social y jurídica de la homosexualidad, pero fue precisamente este escrito el que llevó a la consecución de un movimiento encaminado a esta meta, lo que le mereció en determinados círculos el nombre de "manifiesto homosexual". Hirschfeld había publicado su libro bajo el seudónimo de Th. Ramien, con indicación al editor de dar el verdadero nombre a cualquiera que lo pidiera verbalmente o por escrito. Eduard Oberg, un funcionario ferroviario que leyó el libro, fue el primero en pedir esta información y buscó entrar en contacto con su autor. El primer encuentro entre ellos dos se produjo el primero de octubre de 1896 y a partir de ahí desarrollaron una intensa correspondencia con Max Spohr. El quince de febrero de 1897 visita el sexólogo a Spohr en Leipzig para conocerlo personalmente. En el viaje en tren escribe un esbozo de las razones por las que considera que debe modificarse la opinión pública sobre la homosexualidad y eliminarse el artículo 175 del Código Penal Imperial. Este escrito, que entusiasma al editor, se convertiría más tarde en la primera petición al Reichstag contra el artículo 175. El quince de mayo de 1897, en el piso de Charlottenburg de Hirschfeld, Eduard Oberg, el editor Max Spohr, el escritor Franz Josef von Bülow y él mismo se constituyen en Comité Científico-humanitario, con tres fines principales: informar al pueblo y a las instituciones de que la homosexualidad no es una enfermedad ni un crimen, eliminar el artículo 175 del Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 33 Código Penal y ayudar a homosexuales en caso de persecución o necesidad. El Comité fue principalmente una organización de hombres y dirigida a la consecución de una consideración jurídica y social diferente de la homosexualidad masculina (la única que castigaba el 175), si bien con el tiempo participaron en él algunas mujeres. Desde su constitución en mayo hasta diciembre, en que se elevó la primera petición al Reichstag solicitando la abolición del artículo 175, el Comité recogió más de doscientas firmas de hombres relevantes (se prefirió optar por un criterio de "calidad" en vez de por uno de "cantidad" en su recogida)39. Los únicos líderes socialdemócratas que firmaron la petición fueron Bebel y Kautsky. Bernstein, que volvió en 1901 de su exilio en Londres, se puso inmediatamente en contacto con el Comité para colaborar con él. El trece de enero de 1898 August Bebel defiende en el pleno del Reichstag la petición del Comité. El mismo año, tras las elecciones y la constitución del nuevo parlamento, se vuelve a elevar la propuesta, firmada ya por casi mil hombres40. La petición siguiente, en 1904, contiene ya dos mil doscientas firmas; se desconoce el número concreto de las que acompañaron a las posteriores (1907, 1922 y 1926), si bien Hirschfeld habla de casi cuatro mil. Sólo estas dos últimas versiones llevan también firmas de mujeres prominentes, que tras la guerra habían alcanzado pleno derecho como ciudadanas. "Que esa petición de hecho supuso un punto de cambio en la historia de la liberación homosexual se expresa en que mientras la suma total de todos estos trabajos científicos que trataban el tema casi no pasó de cien hasta el año 1897, sólo en el siguiente decenio aparecieron no menos de mil 39 Hirschfeld describirá más tarde estos meses de arranque del Comité como los más felices de su vida. 40 Entre ellos Albert Eulenburg, Albert Neisser, Richard von Krafft-Ebing, Max Liebermann, Friedrich S. Krauss, Max Marcuse, Albert Moll, Paul Näcke, Julius Pagel y Rainer Maria Rilke. 34 Angeles Llorca Diaz diferentes contribuciones sobre la cuestión homosexual [...]"41. Paralelamente al aumento de firmantes de la petición fue creciendo el de número de miembros del Comité, que llegó a ser de unos quinientos. Los miembros no eran necesariamente homosexuales o, por lo menos, no se presentaban públicamente como tales en su inmensa mayoría, sino como ciudadanos interesados en la lucha por los derechos de los homosexuales sobre bases puramente científicas y humanitarias. Tras la primera petición el Comité y con él el movimiento homosexual viven sus mejores momentos, que durarán, como veremos, hasta 1907 en que se provocará una gravísima crisis. En 1899, apenas a dos años de su constitución, el Comité Científico-humanitario publica el primer número del Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen -Anuario de los estadios sexuales intermedios-, que será su órgano de publicaciones hasta que la crisis económica obligue a su desparición en 1923. Sólo el nombre de este anuario da una idea de la posición teórica que había detrás de los esfuerzos humanitarios del Comité: los homosexuales son estadios intermedios sexuales y su condición es dada biológicamente, innata e invariable. En sus esfuerzos por hacer extensa esta teoría sobre la homosexualidad, el Comité invitó en diversas ocasiones a científicos a que conocieran en Berlín, de la mano de Hirschfeld y otros miembros, el ambiente homosexual más de cerca. Paul Näcke fue uno de ellos y en octubre de 1903 viajó allí para concluir sobre la veracidad de las teorías de aquél y si el Comité tenía razón o no en sus peticiones42. 41 42 Ibid., 973. Paul Näcke publicó los resultados de este viaje en el artículo "Ein Besuch bei den Homosexuellen in Berlin". Archiv für Kriminalanthropologie und Kriminalistik, Bd. XV, Heft 1 u. 2. M. Hirschfeld (1986). Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 35 Albert Moll, uno de los firmantes de la primera petición contra el artículo 175 que el Comité elevó al Parlamento, atacó durísimamente al Comité en 1906 a raíz de las encuestas sobre homosexualidad llevadas a cabo por Hirschfeld. En un artículo, publicado en Berliner Morgenpost el ocho de abril de 1906 bajo el título "Suggestion von Verbrechen" -Sugestión al crimen-, Moll tacha al Comité de perversor. El mismo año publica Bloch una nota en el Jahrbuch expresando su anexión a la causa del Comité, a pesar de no compartir sus teorías sobre la homosexualidad. Poco después, igual que había hecho Näcke, Bloch acepta una invitación del Comité para conocer más de cerca, junto a Hirschfeld, el ambiente homosexual berlinés. Su cambio de postura teórica se verá reflejado en Das Sexualleben unserer Zeit -La vida sexual contemporánea-, obra que Moll también criticará con dureza. En 1906 fue Bloch nombrado Obmann del Comité43. En diciembre de 1906 se constituye bajo el liderazgo de Wilhelm Stekel un subcomité austríaco, a pesar de que el psicoanalista no compartía en todo las teorías de Hirschfeld sobre la homosexualidad: "Puedo ser de otra opinión en muchas apreciaciones teóricas. Cuando se trata de luchar contra la penalización bárbara de impulsos poderosos, me situaré siempre del lado del gran investigador y filántropo Dr. Magnus Hirschfeld"44. La crisis de que hablábamos antes se desató en 1907 por dos razones diferentes: los casos de Moltke y Eulenburg y la secesión de una parte del Comité por diferencias sobre la forma en que se debían alcanzar los objetivos perseguidos. 43 R. Seidel (1969). 44 W. Stekel (1918), 58. 36 Angeles Llorca Diaz El periodista Maximilian Harden había tachado indirectamente de homosexuales en su revista Die Zukunft a altos políticos y militares cercanos al Kaiser, por lo que algunos de los afectados fueron separados de su servicio al Estado. Uno de ellos, el general Kuno von Moltke, denunció a Harden por injurias. En el proceso que siguió a esta denuncia participó Hirschfeld como perito y afirmó, el veinticinco de octubre de 1907, que Moltke era "inconscientemente homosexual". Este informe trajo como consecuencia la puesta en libertad de Harden. El dieciséis de diciembre, en un segundo proceso contra Harden, contradijo Hirschfeld su informe en virtud del cambio de declaración de su principal informante, la mujer de Moltke, con lo que Harden es condenado a cuatro meses de cárcel. En el caso Eulenburg, otro de los afectados por las denuncias de Harden, interviene también Hirschfeld como perito. La prensa siguió con expectación la actuación de Hirschfeld en ambos casos. Para la antisemita era claro que se trataba de una "conjura judía": Harden, su abogado y Hirschfeld, calificados como "hebreos", pretendían tachar de homosexuales a cristianos alemanes como Moltke y Eulenburg, ya que eran incapaces de comprender la "amistad ideal entre hombres", lo "más digno que los alemanes tenemos"45. Ese mismo año y delante de la puerta de su casa se reparten panfletos invitando a una conferencia antisemita, con el encabezamiento: "Dr. Hirschfeld: un peligro público - los judíos son nuestra desgracia". En ese año se separa del Comité una fracción cercana al Bund der Eigenen -Liga de los peculiares- de Adolf Brand y se constituye bajo el liderazgo de Benedikt Friedländer como Bund für männliche Kultur -Liga de la cultura masculina-. Esta nueva Liga combatió la teoría de los Zwischenstufen estadios intermedios- y sostenía que la distinción entre homo y heterosexual era superficial, puesto que todas las personas eran en esencia bisexuales. La tendencia de este grupo a glorificar las conductas sexuales desviadas de la norma había resultado ya peligrosa para la imagen del Comité. La Bund für männliche 45 M. Herzer (1992), 20-21. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 37 Kultur existió, tras el suicidio de Friedländer, por lo menos hasta 1909, año en que se pierden sus huellas. La crisis del Comité se traduce en la no aparición aquel año del Jahrbuch. El Monatsbericht, una revista editada también por el Comité durante seis años, aparece en diciembre de 1907 por última vez. Para descansar de la tensión inicia Hirschfeld un viaje que le llevará a Italia. En 1908 entra el jurista Kurt Hiller en el Comité y se destacaría en él por su papel activo. Propuso posteriormente, por ejemplo, la creación de un partido político homosexual (que, contando con el voto de los homosexuales alemanes, un 1% de los electores según los cálculos más pesimistas de Hirschfeld, alcanzaría como mínimo cuatro parlamentarios46). Otra propuesta suya, con vistas a alcanzar los objetivos del Comité, fue la autodenunciación masiva de homosexuales47. No la autodenunciación, sino la denuncia masiva de homosexuales relevantes fue otra de las vías propuestas para conseguir las metas del movimiento homosexual, lo que Moll había llamado "camino sobre cadáveres"48 en la misma revista Die Zukunft de Maximilian Harden. Igual que Harden hizo con Eulenburg y Moltke, Adolf Brand denunció en 1907 en un escrito que la cabeza del gobierno, el canciller Bernhard von Bülow, era homosexual, lo que trajo consigo el encarcelamiento de Brand y el fin de su asociación. Hirschfeld se mostró siempre contrario a ambas vías. El estallido de la guerra supuso la reorientación de las actividades del Comité. Durante estos años se lleva a cabo un intensísimo trabajo de seguimiento de soldados en el frente: el 46 K. Hiller (1918). 47 El mismo Karl Kraus se había mostrado con anterioridad partidario de esta vía en un artículo publicado en su Fackel, escribiendo que si él fuera homosexual no dudaría un momento en hacerlo público. 48 Cuando Moll escribió en Die Zukunft el texto sobre el "camino sobre cadáveres" no había comenzado, según Hirschfeld, "su periodo de involución". M. Hirschfeld [1986], 89. 38 Angeles Llorca Diaz Comité se convierte en centro de correspondencia y de información de homosexuales movilizados y llega a conseguir la liberación de algunos que habían caído prisioneros. Tras la guerra, igual que va sucediendo en el trabajo de Hirschfeld, el desarrollo de la investigación de la secreción interna se convierte en la nueva esperanza explicativa de la homosexualidad para el Comité. Ya en 1917 apareció en el Jahrbuch una colaboración de Steinach en la que comunica haber curado a un "homosexual pasivo con caracteres sexuales femeninos" mediante la implantación del testículo de un heterosexual. En el mismo tomo, Hirschfeld, que siempre se había mostrado contrario a la necesidad y la posibilidad de curar la homosexualidad, pide a sus lectores que se pongan a disposición del investigador vienés para este tipo de experimentos. En los años siguientes él mismo envió, tanto a éste como a sus colaboradores, pacientes homosexuales, que, con el deseo de convertirse en heterosexuales, se dejaban extirpar los testículos e implantar en su lugar otros de heterosexuales. En el tercer tomo de Geschlechtskunde comunicará Hirschfeld muy brevemente la inutilidad de estos transplantes49. En 1923 aparece el último número del Jahrbuch. El Comité, fuertemente afectado por la crisis económica, hace en él un dramático llamamiento para conseguir apoyo financiero. El dinero recaudado no resulta ser suficente y el Comité no volverá a tener ya un órgano de publicaciones. Desde este mismo año el comunista Richard Linsert trabaja en la organización como secretario con sueldo50, lo que propició un mejor encuentro entre su partido y el movimiento homosexual. El veinticuatro de noviembre de 1929, tras un ataque de Hodann y Linsert, Hirschfeld dimite de su cargo en la junta directiva. Tres meses después es nombrado Obmann. 49 50 M. Hirschfeld (1930a). Durante los primeros cinco años de vida del Comité Hirschfeld se encargaba personalmente del trabajo de oficina, tanto de redacción como técnico. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 39 El día ocho de junio de 1933 el Comité Científicohumanitario se autodisuelve en Berlín. II.3 EL JAHRBUCH FÜR SEXUELLE ZWISCHENSTUFEN En 1899 apareció el número uno del órgano de publicaciones del Wissenschaftlich-humanitäres Komitee, bajo el nombre Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen unter besonderer Berücksichtigung der Homosexualität -Anuario de los estadios sexuales intermedios, con especial consideración de la homosexualidad-, en la editorial de Max Spohr. En el prólogo de este número, firmado por los editores en Berlín y Leipzig en enero de 1899 se puede leer: "Así, existe una completa serie de individualidades formadas particularmente, que muestran en parte características corporales, en parte psíquicas, en parte corporales y psíquicas del otro sexo. A la investigación y el reconocimiento de estos estadios intermedios, de estos hermafroditas en el más amplio sentido de la palabra, se dedica este anuario en primera línea [...] Acercarles la comprensión de sus semejantes más felices, será una tarea más de este anuario"51. Hirschfeld, que a partir del segundo número figurará en la carátula como editor, veía la tarea del Jahrbuch en registrar las variantes intersexuales y su extraordinaria diversidad, en valorarlas histórica, biológica, etnológica y socialmente. 51 Die Herausgeber (1899), 1. 40 Angeles Llorca Diaz Este primer Anuario se abre con un artículo suyo que llegaría a ser un clásico dentro de su producción sobre el tema de la homosexualidad: "El diagnóstico objetivo de la homosexualidad"52 y que inicia una serie de monografías que irá publicando en los siguientes años53. La primera petición elevada por el Comité al Reichstag para la supresión del artículo 175, con las firmas de apoyo conseguidas hasta entonces cierra este número. El Jahrbuch se estructura de diferente manera a lo largo de su cuarto de siglo de existencia, componiéndose en general de artículos originales, bibliografía o reseñas de publicaciones, recortes de prensa, noticias del Comité e informe anual de sus actividades y cuentas. Apareció normalmente una vez al año, si bien este proceder se vio frecuentemente modificado por diversas circunstancias. En 1903 y 1905 se publica en dos tomos y el número de 1907 no existió por la crisis interna del Comité. En 1909 lo que era el Jahrbuch aparece en números trimestrales (octubre, enero, abril y julio) con el nombre Vierteljahresberichte des Wissenschaftlich-humanitären Komitees, bajo el que se explica que se trata de la continuación de los Monatsberichte (que se habían editado entre 1902 y 1908) y del Jahrbuch. Editor y editorial siguen siendo los mismos y varía ligeramente la estructura: se publican numerosas opiniones sobre el nuevo proyecto de código penal y un apartado de materiales, que recoge diversas noticias. Esta forma de publicación se mantiene durante los años siguientes, faltando los correspondientes a octubre de 1913 y enero de 1915. A partir de 1915 el número de páginas y colaboraciones disminuye considerablemente, hasta que empieza a mejorar de nuevo en los números de 1917. La guerra afectó al Jahrbuch tanto como al Comité de que era órgano de publicaciones. Durante estos años nos encontramos dos apartados 52 M. Hirschfeld (1899). 53 Ver bibliografía. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 41 nuevos, uno sobre los tiempos de guerra y otro sobre el papel de las mujeres como soldados. En 1919 vuelve a variarse el nombre de la publicación para retomarse el de Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen mit besonderer Berücksichtigung der Homosexualität, pero con la indicación de ser editado dentro de los Vierteljahrshefte del Comité. En 1923, en el que será el último número, vuelve a recuperar su nombre original y a publicarse anualmente, con más artículos originales y menos noticias. De los numerosísimos artículos publicados en el Jahrbuch destacaremos, además de los de Magnus Hirschfeld, de los que hablaremos más adelante, la contribución de Iwan Bloch sobre literatura e historia cultural54; los escritos de Paul Näcke55; el de J. Sadger, sobre psicoanálisis y homosexualidad56; los de Eduard Carpenter sobre homosexualidad y profecía57; el artículo de Ernst Haeckel en que aplica al desarrollo de la homosexualidad su máxima biológica de que la ontogenesis repite a pequeña escala la evolución filogenética58; el de Hermann Rohleder sobre la consideración de la homosexualidad como variedad59; y las aportaciones de Arthur Kronfeld60 y Arthur Weil61, que empezaron a aparecer coincidiendo con su trabajo en el Instituto de Sexología de Berlín. Mención aparte merece el ingente trabajo del jurista Numa Prätorius, que desde el primer número del Jahrbuch hasta el último publicó, entre otras cosas, diferentes partes de una 54 I. Bloch (1906). 55 P. Näcke (1903), (1906), (1908a). 56 J. Sadger (1908). 57 E. Carpenter (1911a,b). 58 E. Haeckel (1913). 59 H. Rohleder (1922). 60 A. Kronfeld (1920), (1921), (1922) y (1923). 61 A. Weil (1921a,b), (1922a,b,c), (1923). 42 Angeles Llorca Diaz bibliografía sistemática sobre el tema de la homosexualidad (excepto en los años de guerra en que apareció en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft)62. El Jahrbuch, con sus artículos originales, noticias, materiales y resúmenes de actividades del Comité constituye, sin duda, un riquísimo material para quien esté interesado en la historia del movimiento homosexual y de la consideración científica y jurídica de la homosexualidad durante esos veinticinco años. Desgraciadamente no hay hasta ahora una monografía resultado de una investigación seria sobre esta publicación o sobre la asociación que la sustentaba63. II.4 LA WELTLIGA FÜR SEXUALREFORM Desde el Instituto de Sexología de Berlín organizó su director junto a Arthur Weil en 1921 las Primeras Jornadas de Reforma Sexual sobre bases científicas. La intención era realizar una reunión de este tipo anualmente, pero el proyecto hubo de posponerse siete años. A las jornadas de Berlín seguirían unas segundas en Copenhague, ya en 1928, en las que se constituyó la Weltliga für Sexualreform -Liga Mundial para la Reforma Sexual, que Hirschfeld presidió hasta su muerte. Otros congresos de la Liga se celebraron en Londres en 1929, Viena en 1930 y Bruno en 1932. Con su creación pretendía Hirschfeld dar carácter internacional al movimiento de reforma sexual y aunar en una organización los diferentes esfuerzos de los grupos que funcionaban en distintos países: 62 N. Praetorius (1899b), (1900b), (1901b), (1902a,b), (1903), (1904b), (1905), (1906), (1908b), (1909), (1910b,c,d,e), (1911a,b,c,d) (1912a,b,c,e), (1913a,b,c), (1914a,c,e), (1919), (1920), (1921b), (1922a). 63 Una revisión más detallada del Jahrbuch puede encontrarse en R. Seidel (1969), 24-63. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 43 "La sexualidad en el individuo es lo más internacional y al mismo tiempo también lo más franqueable que existe. Por ello también debe ser internacional la lucha espiritual por una mayor libertad sexual y un orden sexual"64. La Liga Mundial fue disuelta en 1935, tras la muerte de Hirschfeld, por sus otros dos presidentes, Haire y Leunbach65. 64 M. Hirschfeld (1930a), 762. 65 Para una información más detallada sobre la Liga Mundial puede consultarse A. Llorca (1995). 44 Angeles Llorca Diaz III. OBRA SEXOLOGICA La actividad de Magnus Hirschfeld en el terreno de la sexología puede ser considerada como un permanente trabajo guiado por un doble objetivo: la articulación de un cuerpo teórico propio de la ciencia sexual y su institucionalización como disciplina independiente aceptada por la comunidad científica. Los esfuerzos, difícilmente separables, que se hicieran en ambos sentidos debían confluir para otorgar razón de ser a la Sexualwissenschaft al lado de las demás ciencias naturales. Al primer plano correspondería directamente la obra sexológica escrita de Hirschfeld; al segundo, la creación de revistas, asociaciones y centros de investigación. III.1 LA ZEITSCHRIFT FÜR SEXUALWISSENSCHAFT En 1908 edita el sexólogo de Pomerania junto al etnólogo Friedrich Salomon Krauß y al médico Herman Rohleder la Zeitschrift für Sexualwissenschaft -Revista de Sexología-, la primera revista que lleva en su título el nombre de la nueva ciencia y en cuyos números de enero, octubre y diciembre publica Hirschfeld tres artículos programáticos sobre la articulación de la ciencia a la que la revista se consagra66. La revista, de tirada mensual, subsistió como tal sólo durante este primer año para ser después absorbida por Sexual-Probleme, editada por Max 66 M. Hirschfeld (1908a), (1908b), (1908c). 46 Angeles Llorca Diaz Marcuse. En este año nos encontramos colaboraciones de Karl Abraham67, Alfred Adler68, Iwan Bloch69, August Forel70, Sigmund Freud71, Arthur Kronfeld72, Cesare Lombroso73, Paolo Mantegazza74, Paul Näcke75, Hermann Rohleder76 y Wilhelm Stekel77, entre otros. Los doce números de la Zeitschrift für Sexualwissenschaft ofrecen una profunda visión del estado de cosas en el terreno científico con respecto a la sexualidad y supusieron el punto de arranque de otras muchas publicaciones que vendrían después en el tiempo. ÄRZTLICHE GESELLSCHAFT SEXUALWISSENSCHAFT UND EUGENIK III.2 LA FÜR El veintiuno de febrero de 1913 se celebró la primera asamblea pública de la Ärztliche Gesellschaft für Sexualwissenschaft und Eugenik -Asociación médica de Sexología 67 K. Abraham (1908). 68 A. Adler (1908). 69 I. Bloch (1908). 70 A. Forel (1908). 71 S. Freud (1908). 72 A. Kronfeld (1908). 73 C. Lombroso (1908). 74 P. Mantegazza (1908). 75 P. Näcke (1908b,c,d). 76 H. Rohleder (1908a,b,c,d). 77 W. Stekel (1908). Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 47 y Eugénica-, que había sido creada por Magnus Hirschfeld, Iwan Bloch, Albert Eulenburg y Karl Abraham, entre otros, y de la que Hirschfeld fue vicepresidente durante los primeros años. La Asociación celebró regularmente durante toda su existencia sesiones científicas entre sus miembros, que supusieron un foro de exposición y debate de múltiples temas sexuales; tuvo dos revistas diferentes como órganos de publicaciones, la Zeitschrift für Sexualwissenschaft entre 1914 y 1919, editada por Albert Eulenburg e Iwan Bloch, y el Archiv für Frauenkunde und Konstitutionsforschung -Archivo de Ciencia de la Mujer e Investigación de la Constitución- entre 1924 y 1933, editado por Max Hirsch; y celebró tres congresos diferentes en Berlín: "Secreción interna y Sexualidad" en 1920, "Constitución y Sexualidad" en 1923 y "Constitución y Carácter" en 1927. La Ärztliche Gesellschaft dejó de existir en 1933. III.3 EL INSTITUT FÜR SEXUALWISSENSCHAFT En 1908, en un artículo sobre el método de la sexología, escribía Magnus Hirschfeld: "Me parece muy deseable la consecución de un Archivo de Sexología, un museo biológico-sexual, algo análogo al Instituto Filogenético de Haeckel en Jena o al Instituto Bacteriológico de Pasteur en París. Aquí se podrían coleccionar, con fines estrictamente científicos, junto a una biblioteca especializada, valiosos escritos y documentos originales, así como basamentos alegóricos y de otro tipo para investigadores de colecciones, datos, 48 Angeles Llorca Diaz estadísticas para folclore y jurisdicción comparada, además de representaciones gráficas, resultados de mediciones comparativas, preparados, fotografías, diapositivas, [...] instrumentos, símbolos sexuales, etc., etc.; también serían coleccionables recortes de periódicos de determinado contenido [...]"78. Y más adelante, en el mismo artículo: "Me parece importante con todo eso, que un instituto de esta clase no esté consagrado a una cuestión sexual específica, sino que comprenda la sexología completa"79. En la sesión de la Ärztliche Gesellschaft für Sexualwissenschaft und Eugenik del diecisiete de mayo de 1918, en la que se celebró el quincuagésimo cumpleaños de Hirschfeld, comunicó éste a sus compañeros que había recibido la aprobación del Ministerio del Interior para crear una fundación de investigación sexual científica a la que él mismo contribuiría con quince mil marcos. Poco más de un año después inauguraba Hirschfeld en Berlín su Institut für Sexualwissenschaft. En 1924 consiguió que el Estado declarara la Fundación de interés público. En correspondencia con el artículo décimo del estatuto de la Fundación Magnus Hirschfeld la totalidad de sus bienes deberían ponerse a disposición de la Universidad de Berlín tras la muerte de su impulsor y, a cambio, ésta debería establecer una cátedra de sexología. Se entiende así que la creación del Instituto fue, entre otras cosas, un ingente esfuerzo encaminado a la institucionalización de la sexología en el plano académico, cuya posibilidad parecía ser por primera vez real con la instauración de la República de Weimar. El mismo Hirschfeld dirá que su Instituto es un "hijo de la Revolución". Por si no quedaba claro, 78 M. Hirschfeld (1908c), 700-701. 79 Ibid., 701-702. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 49 en 1924 regaló el sexólogo el Instituto al Estado Prusiano mediante carta al Ministro de Ciencia, Arte y Educación, en la esperanza de que: "[...] al resultado de casi treinta años del trabajo de vida, a la construcción de un lugar digno para la investigación estrictamente científica de la vida sexual y amorosa humana, le sean aseguradas existencia y continuidad con independencia de mi persona"80. El Institut für Sexualwissenschaft, situado en un palacete de Berlín, se inauguró el seis de julio de 1919. Los cofundadores, junto a Magnus Hirschfeld, fueron el neurólogo y psiquiatra Arthur Kronfeld (1886-1941) y el dermatólogo Friedrich Wertheim81. Pronto faltó espacio para las actividades que allí se realizaban y se compró también la casa vecina, constituyendo ambos edificios un conjunto de ciento quince habitaciones distribuidas, en principio, en cuatro grandes departamentos: medicina, biología, sociología y etnología. El Wissenschaftlichhumanitäres Komitee y la Weltliga für Sexualreform tuvieron también una oficina en el Instituto, en lo que fue el departamento de reforma sexual82. En el Instituto se organizaron regularmente conferencias educativas acompañadas de proyecciones cinematográficas y se ofrecieron cursos de formación permanente para médicos, enfermeros y asistentes sociales en la sala Ernst Haeckel. Con el tiempo se contó, además, con servicio de 80 Cit. en S. Rössler (1992), 59-60. 81 El Instituto de Sexología de Berlín fue, sin duda, el primero en crearse en Europa, pero no el único, en las primeras décadas de este siglo. En los saludos de apertura de las Jornadas de Reforma Sexual de Berlín en 1921, anunció Ferdinand Percirka la pronta inauguración en Praga de un Instituto de Sexología dependiente de la Universidad; sabemos también de la existencia de un Instituto de Investigación sexual en la ciudad de Viena. 82 R. Dose (1993b). 50 Angeles Llorca Diaz dolencias sexuales físicas, de dolencias sexuales psíquicas, de eugénica materna e infantil, radiológico, de cirugía sexual, de consulta matrimonial, de consulta profesional, de peritaje médicolegal, policlínica médico-sexual, clínica de patología sexual, servicio auxiliar de investigación endocrina, de investigación genealógica y familiar, de enseñanza externa y servicio de hospedaje. Además de los departamentos y las consultas había una biblioteca y un archivo. Sobre la biblioteca escribió L. Ch. Royer: "[...] ocho grandes paredes tapizadas de pesados volúmenes. Allí hay todo cuanto los hombres han observado o imaginado por lo que atañe al deseo, sus manifestaciones y sus consecuencias"83. Sabemos que en 1932 poseía el Instituto unos veinte mil tomos y su colección contaba con más de treinta y cinco mil fotografías de todo el mundo. Doce mil de estos libros serán quemados el diez de mayo de 1933 en la plaza de la Opera de Berlín. Arthur Kronfeld fue no sólo cofundador del Instituto, sino quizá también el mejor apoyo para Hirschfeld en cuestiones organizativas. Trabajó con él en la elaboración de informes periciales y en conferencias y fue director del departamento de dolencias sexuales psíquicas hasta su marcha del Instituto84. Friedrich Wertheim dirigió hasta 1921 el servicio de afecciones sexuales corporales, encargándose sobre todo de las enfermedades venéreas; realizaba, además, análisis de semen y sangre, que servían, entre otras cosas, de apoyo a los peritajes de Hirschfeld y Kronfeld. El radiólogo y urólogo August Bessunger trabajó a finales de 1919 en el mismo servicio que Wertheim y tenía a sus órdenes el instituto de radiología. El otorrinolaringólogo E. Littaur se encargó del servicio de afecciones sexuales corporales tras la marcha de Wertheim y Bessunger, participaba en los programas de enseñanza y practicó 83 L.-Ch. Royer [1930] (1993), 171. 84 I.-W. Kittel (1985). Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 51 operaciones de "rejuvenecimiento". El mismo servicio fue dirigido por el dermatólogo Bernhard Schapiro (nacido en 1885) entre 1924 y 1933, también junto al de radiología; Schapiro vivió en el Instituto hasta 1931, participando en los cursos, estableciendo dictámenes periciales y dedicándose a la investigación hormonal. Karl Giese (fallecido en 1938) cumplía las funciones de secretario personal de Hirschfeld, secretario del Instituto y director del Archivo; actuaba también como guía en las visitas del público85. El médico naturalista Hans Graaz (18791953) dirigió en 1923 el servicio de eugenesia y la consulta matrimonial, familiar y ginecológica. El grafólogo Karl Besser (fallecido en 1931) trabajó desde 1924 hasta 1931 en el Instituto, primero dirigiendo el servicio auxiliar de genealogía e investigación familiar y, posteriormente, creando el de grafología y estudios de la expresión. El neurólogo Walter Wolf trabajó en 1924 en el servicio de investigación genealógica y después en el de neurología, con Kronfeld, hasta la marcha de éste. El médico cirujano Hans Kreiselmaier actuó, entre 1924 y 1926, como médico asistente en el servicio de eugenesia materna e infantil y en el de cirugía sexual. El médico cirujano Ludwig Levy-Lenz (nacido en 1889) fue jefe del servicio ginecológico y del de consulta sexual entre 1925 y 1933; practicó las primeras operaciones quirúrgicas de transformación sexual, redactó informes forenses y editó desde el Instituto la revista Die Ehe -El matrimonio-. El médico y pedagogo sexual Max Hodann (18941946) fue en el Instituto director del servicio de eugenesia materna e infantil y organizó tardes públicas de educación sexual entre 1926 y 1929. El fisiólogo y antropólogo Hans Friedenthal (nacido en 1870) dirigió desde 1919 el servicio de biología experimental y entre 1922 y 1923 el de antropología. El médico y veterinario Arthur Weil vivió en el Instituto desde 1921 hasta 1923; fue jefe del servicio de radiología y terapéutica orgánica y después del de investigación de secreciones internas. Weil organizó desde el Instituto las Primeras Jornadas de Reforma Sexual. El médico Franz Prange fue desde 1924 jefe del servicio auxiliar de investigación endocrina y desde 1926 del de afecciones psíquicas, tras la marcha de Kronfeld. El etnólogo 85 E. Baekgaard (1985). 52 Angeles Llorca Diaz Ferdinand Freiherr von Reitzenstein (1876-1929) fue jefe del servicio de etnología antropológica desde 1923; entre 1919 y 1925 editó la revista Geschlecht und Gesellschaft -Sexo y Sociedad-, que ya existía desde 1905, y convirtió su suplemento, Sexualreform -Reforma sexual-, en órgano de publicaciones del Instituto. El escritor Wilhelm Kauffmann fue jefe del servicio de reforma sexual desde 1929, desde donde actuó como secretario de la Liga Mundial para la Reforma Sexual, y publicó en su editorial el órgano oficial de la Liga, la revista Sexus. El médico Felix Abraham fue entre 1929 y 1933 jefe del servicio forense y participó en los cursos de sexología. El psiquiatra Berndt Götz (nacido en 1891) actuó como perito ante tribunales y realizó algunas publicaciones con Magnus Hirschfeld. El psiquiatra Otto Juliusburger redactó dictámenes periciales junto a Hirschfeld. Otros colaboradores del Instituto fueron los abogados Siegfried Chodziesner, Walther Niemann, Felix Halle y Johannes Werthauer (nacido en 1866); el médico cirujano Richard Mühsam, director médico del hospital Rudolf Virchow de Berlín, que practicó trasplantes de testículos; el cirujano y ginecólogo Heinrich Stabel, que realizó las mismas operaciones y a finales de los años veinte practicó la fecundación artificial; Heinrich Poll, director del seminario de ciencia de la herencia de la Universidad de Berlín; el neurólogo Bruno Saaler, que ofreció en el Instituto conferencias sobre sexualidad y educación; el médico Carl Müller-Braunschweig, docente en el Instituto berlinés de Psicoanálisis, que ofrecía conferencias introductorias al psicoanálisis en los cursos para médicos y estudiantes; el ginecólogo Friedrich Helmbold, que llevó a cabo fecundaciones artificiales; la ginecóloga y pediatra Dorothea Selig; el neurólogo Hans Abraham, que investigó sobre transvestismo femenino; y el psicólogo social Erich Bauer. Entre los visitantes y usuarios del servicio de hospedaje son mencionables el antropólogo y arqueólogo inglés Francis Turville-Petre (nacido en 1901); el escritor inglés Christopher Isherwood (1904-1986), que extrajo allí un fecundo Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 53 material para sus novelas86; el político comunista Willi Münzenberg (1889-1940) y el artista Till Brugman (1888-1958). A la planta alta del Instituto eran llevadas también en régimen interno personas inculpadas por la justicia por delitos relacionados con su conducta sexual, para su observación y peritaje en el centro87. El Institut für Sexualwissenschaft llegó a ser una institución popularmente conocida en Berlín. Era el punto de referencia no sólo para los científicos interesados por temas sexuales, sino también para quienes deseaban recibir consejo o tratamiento sobre cuestiones relacionadas con la sexualidad, para aquéllos que necesitaban informes médicos por asuntos jurídicosexuales, para los que se sentían perseguidos por la justicia a causa de su sexualidad y para quienes, sencillamente, tenían curiosidad por el tema. El Instituto organizaba visitas guiadas por sus colecciones, cursos populares y tardes de preguntas que tuvieron gran afluencia de público. Se pedía a los pacientes del Instituto que rellenasen un cuestionario sobre su vida sexual, elaborado por Magnus Hirschfeld, de los que llegó a haber alrededor de cuarenta mil contestados. Manfred Herzer califica el Institut für Sexualwissenschaft como un producto típico de la cultura de los años veinte, como lo fue el teatro de Bertold Brecht, la Weltbühne de Carl von Ossietzky o las películas de Fritz Lang88. Como tal fue saqueado y cerrado por la dictadura nacionalsocialista: el seis de mayo de 1933 cientos de estudiantes miembros de la asociación de ideología nacionalsocialista Deutsche Studentenschaft se presentaron en el Instituto con camiones y una banda de música. Entraron tirando la puerta y, mientras la banda 86 Isherwood escribió entre otras obras Goodbye to Berlin, sobre la que se realizó el guión de la película musical Cabaret. 87 Toda la información sobre los trabajadores, colaboradores y visitantes del Instituto está extraída de los textos de la exposición 75 Jahre Institut für Sexualwissenschaft -75 años del Instituto de Sexología-, producida por la Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft -Asociación Magnus Hirschfeld- y expuesta por primera vez en Berlín en verano de 1994. 88 M. Herzer (1992). 54 Angeles Llorca Diaz tocaba música militar, procedieron al saqueo del Instituto. El diez de mayo llevaron en procesión nocturna con antorchas el busto de Magnus Hirschfeld hasta la Opernplatz, donde lo arrojaron a la hoguera en que ardió junto a doce mil volúmenes de la biblioteca del Instituto. El edificio fue utilizado por la dictadura para diferentes departamentos de su organización antes de que fuera destruido por un bombardeo en 1943. En 1950 se volaron las ruinas que quedaban en pie porque suponían un peligro para los viandantes. El director del Archivo del Instituto, Karl Giese, partió al exilio para encontrarse con Hirschfeld, tuvo que abandonar Francia en 1934 y marchó a Viena y Bruno, donde se suicidó en 1938. Al psiquiatra Arthur Kronfeld se le prohibió en 1933 toda actividad pública; posteriormente, se le excluyó del trabajo en las cajas de seguros y se le retiraron la autorización para enseñar y la aprobación para trabajar como médico. En 1935 emigró a Suiza, donde no consiguió derecho de asilo y se trasladó en 1936 a Moscú, donde trabajó en el Instituto neuropsiquiátrico Gannuskin. En 1937 adquirió la nacionalidad soviética. En 1941 se suicidó, junto a su mujer, en Moscú. El dermatólogo Bernhard Schapiro emigró en 1933 a Zúrich y después a Israel. Al cirujano Ludwig Levy-Lenz se le retiró la nacionalidad alemana en 1939 y se exilió a El Cairo. El médico y pedagogo sexual Max Hodann fue arrestado en 1933, pero consiguió huir y partir al exilio en Estados Unidos. El abogado Felix Halle marchó en 1933 a Moscú y el psiquiatra Bernd Götz se exilió a Palestina en 193489. III.4 RELACIONES CON EL PSICOANALISIS 89 Toda la información sobre el destino de los colaboradores del Instituto está extraída de los textos de la exposición 75 Jahre Institut für Sexualwissenschaft. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 55 Como doctrina en desarrollo que situaba la sexualidad humana en el centro de sus teorías explicativas, el psicoanálisis resultó ser enormemente atractivo para algunos de los sexólogos de primeros de siglo, de la misma forma que los psicoanalistas seguían con interés la publicación de los trabajos de aquéllos. En 1905 aparecen los Tres ensayos para una teoría sexual, donde Sigmund Freud pone de relieve la importancia causal de la experiencia infantil en la elección de objeto sexual90. Con ello estaba servido el punto de controversia entre él y Hirschfeld, que, sin embargo, no estallaría hasta unos años más tarde. En la medida en que el psicoanálisis seguía refiriéndose a la constitución biológica como factor explicativo de la homosexualidad fue posible establecer puntos de encuentro entre ambas teorías. A finales de 1906 el Wissenschaftlich-humanitäres Komitee informa de la fundación en Viena de un subcomité presidido por Wilhelm Stekel y J. Nicoladoni. En mayo de 1907 figura Freud en las cuentas del Comité alemán con una contribución de veinte marcos. En la primavera de 1908 viaja Hirschfeld a Italia, donde pretende descansar de los problemas del Comité. De camino visita a Freud en Viena, donde tiene lugar su primer encuentro. La cooperación amistosa que se establece entre ambos desde entonces se traduce en la colaboración de varios psicoanalistas en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft, entre ellas la de Freud con un artículo sobre la relación entre las fantasías histéricas y la bisexualidad, que había preparado en realidad para el Jahrbuch. La elección del tema no es casual: el interés por el estudio de la bisexualidad era en aquella época, como veremos, uno de los puntos de interés común de los dos científicos. El quince de abril del mismo año se discute en la reunión de la Sociedad de los Miércoles una propuesta del 90 S. Freud [1905]. Ed. cit. IV, 1169-1237. 56 Angeles Llorca Diaz sexólogo alemán para colaborar en la elaboración de su cuestionario. Freud, Sadger, Adler, Hitschmann, Steiner y Wittels se muestran partidarios, al contrario que Stekel. Con ocasión de la distribución de este cuestionario el grupo aparece por primera vez en público dándose el nombre de Asociación Psicoanalítica y en diciembre Hirschfeld publica una versión del cuestionario en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft bajo el nombre "cuestionario psicoanalítico", agradeciendo en una nota su colaboración a Karl Abraham, Heinrich Koerber y Fülöp Stein, entre otros91. Esta versión se publicará después como separata y será mencionada varias veces en la correspondencia entre Freud y Jung, en la que éste se muestra partidario de terminar el trabajo común con Hirschfeld. Una cuarta versión del cuestionario se imprimirá en 1915 ya bajo el nombre "cuestionario psicobiológico"92. El día 21 de agosto de 1908 escribe Abraham a Freud: "¡La cosa va hacia adelante!. El día 27 celebrará sesión por primera vez la Asociación Psicoanalítica Berlinesa. Participarán los siguientes caballeros (sólo médicos): Hirschfeld, Iwan Bloch, Juliusburger y Körber (presidente de la Liga Monista). Creo que rápidamente vendrán otros"93. En la respuesta de Freud, fechada el 24 de agosto de 1908, podemos leer: "Le felicito por este comienzo. Berlín es un suelo difícil, pero lleno de importancia y sus esfuerzos por cultivarlo para nuestras intenciones son dignos de todo reconocimiento. De los miembros será, probablemente, sólo Juliusburger una completa 91 Esta versión del cuestionario de Hirschfeld puede consultarse en el Apéndice. 92 M. Herzer (1992), 103. 93 Abraham-Freud (Hrsg.) (1980), 60. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 57 ganancia, porque los otros tienen otros campos principales de interés, pero si éstos otros fueran sólo ligeramente tocados por algunos componentes, eso sería también valioso"94. Abraham había visitado a Hirschfeld a primeros de 1908 y posteriormente éste le envió algunos pacientes para tratamiento. El grupo psicoanalítico de Berlín fue el segundo en constituirse, tras el de Zúrich, además del de Viena. De sus primeros años de existencia se sabe poco, sólo desde 1910 en que se constituyó la Asociación Psicoanalítica Internacional aparecieron reseñas de las sesiones del grupo de Berlín en su Correspondenzblatt, en ellas se puede leer la participación de Hirschfeld el treinta y uno de agosto de 1910 "Sobre simbólica y fetichismo" y el cinco de enero del siguiente año sobre "Elementos psicológicos sobre un hijo de una relación incestuosa de padre e hija"95. Los dos últimos días de marzo de 1910 participa Hirschfeld en el Segundo Congreso Internacional de Psicoanálisis en Nürenberg, donde sucede el segundo encuentro entre él y Freud. Dos meses después aparece Un recuerdo infantil de Leonardo de Vinci, donde Freud, sin nombrar a Hirschfeld, abre polémica contra él96: "Los homosexuales han emprendido en nuestros días una enérgica campaña contra la limitación que las leyes imponen a su actividad sexual y gustan de presentarse, por boca de sus representantes teóricos, como una especie sexual diferenciada desde un principio: esto es, como un grado sexual intermedio y un tercer sexo. Según ellos, son hombres cuyas condiciones orgánicas los obligan desde su nacimiento a gustar del 94 Ibid., 61. 95 M. Herzer (1992), 109. 96 S. Freud [1910]. Ed. cit. V, 1577-1619. 58 Angeles Llorca Diaz hombre y a repeler, en cambio, a la mujer. Aunque por consideraciones de orden humanitario pudiéramos inclinarnos a suscribir sus peticiones, no debemos, en cambio, aceptar sus teorías, que han sido construidas sin tener en cuenta para nada la génesis psíquica de la homosexualidad"97, aunque más adelante afirma: "[...] no podemos tampoco rechazar la colaboración de factores constitucionales desconocidos, de los cuales se suele derivar exclusivamente, en general, la homosexualidad"98. Hirschfeld se muestra en principio expectante ante el desarrollo de la explicación de la homosexualidad por parte del psicoanálisis. En una reseña de este artículo de Freud en el Jahrbuch reproduce los fragmentos que considera más significativos y compara el trabajo psicoanalistas y sexobiólogos con el de los trabajadores de un túnel que hubieran empezado por dos lugares diferentes: si ambos mantienen la dirección correcta habrán de encontrarse en el centro99. En 1911 viaja Hirschfeld a Weimar para participar en el Tercer Congreso Psicoanalítico Internacional. Allí recibe en público un ataque verbal de C. G. Jung y a la vuelta de Weimar éste abandona la Asociación Psicoanalítica. En una carta del veintinueve de octubre del mismo año comunica Abraham a Freud sus fallidos intentos de que Hirschfeld reconsidere su postura. Tres días después escribe Freud a Jung: "En Berlín se ha separado Magnus Hirschfeld de nuestras líneas. Ninguna pena, es un tipo [...] poco apetitoso y no aparece estar en condiciones de 97 Ibid., 1598. 98 Ibid., 1599. 99 M. Hirschfeld (1910b). Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 59 aprender nada. Naturalmente pretexta la apreciación por su parte en el congreso. Susceptibilidad homosexual. ¡No derramemos lágrimas!"100. Tras su separación del movimiento psicoanalítico comienzan las críticas directas de Hirschfeld a la teoría de Freud. En Naturgesetze der Liebe -Leyes naturales del amor-, de 1912, reafirma su tesis de que la dirección del impulso sexual es tan innata como los caracteres sexuales primarios y critica duramente por primera vez la teoría psicoanalítica sobre la génesis de la homosexualidad. En el primer tomo de Geschlechtskunde (1926) dice haber profundizado en las teorías de Freud para conocer la influencia de los factores no constitucionales en la sexualidad, a pesar de lo cual está convencido de que no se corresponde con la realidad lo que esta escuela afirma acerca del efecto de los sucesos externos en la infancia sobre el desarrollo del impulso sexual. Sin embargo, expone a continuación estas teorías, porque considera que una obra sobre el estado actual de la sexología estaría incompleta sin ellas. Frente a la definición de algunos psicoanalistas de su teoría como "psicología profunda", opone Hirschfeld que no lo es suficientemente: para serlo no debería quedarse en el estudio del recién nacido, sino ir a los factores que determinan la sexualidad desde la concepción. La constitución sexual, adquirida e innata, es para él la causa primera de las manifestaciones sexuales y no los sucesos que sobre esa base acaecen. Tras esta crítica pasa a comentar las que considera contribuciones más importantes del psicoanálisis: la teoría sobre la histeria, el uso de la asociación libre, la teoría del desplazamiento, el superyó, el significado de los lapsus, el de los sueños, la simbólica sexual y la idea de que la vida mental hunde sus raíces en la sexual ("y ésta en la vida de las glándulas", añade 100 Cit. en M. Herzer (1992), 112. 60 Angeles Llorca Diaz él). Hirschfeld tiene por la más importante contribución de Freud su teoría de la represión sexual y los mecanismos de defensa a ella asociados. En esta obra no duda el autor en comentar los problemas del fundador del psicoanálisis con algunos de sus alumnos, con especial crudeza los que tuvo con Jung, quien igual que Adler, según Hirschfeld, habría intentado asexualizar el psicoanálisis. De Stekel dice que, por el contrario, habría dado todavía más importancia a la sexualidad, rechazando la de la constitución. Las teorías de Stekel serían las de Freud, pero en un grado superlativo, por lo que, se permite interpretar el sexólogo alemán, Freud habría tratado a Stekel con tanta brusquedad precisamente a consecuencia de haberse visto retratado en él101. III.5 OBRA SEXOLOGICA ESCRITA El mismo Magnus Hirschfeld distingue tres periodos creativos en su producción sexológica. El primero es el dedicado a la investigación y el trabajo de determinadas formas especiales de la vida sexual y amorosa humana -sobre todo de las distintas variantes sexuales intermedias-, de algunos trastornos del desarrollo sexual y de la influencia de drogas y alcohol sobre la vida sexual. Este periodo se cierra con dos obras compendiadoras, Die Transvestiten de 1910 y Die Homosexualität des Mannes und des Weibes -La homosexualidad del hombre y la mujer- de 1914. En el segundo se ciñó más al terreno de las dolencias sexuales mentales y su compendio serían los tres tomos de la Sexualpathologie, que aparecieron entre 1917 y 1920. El último es el dedicado al estudio de la vida sexual y amorosa humana en su totalidad. Sus expresiones más esenciales serían la creación del 101 M. Hirschfeld (1926), 179-243. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 61 Institut für Sexualwissenschaft en 1919 en Berlín y la obra Geschlechtskunde (1926-1930)102. - Primer periodo La producción sexológica de Hirschfeld se abre en 1896 con la obra Sappho und Sokrates. Wie erklärt sich die Liebe der Männer und Frauen zu Personen des eigenen Geschlechts? Safo y Sócrates. ¿Cómo se explica el amor de hombres y mujeres hacia personas del mismo sexo?-, con la que entra de lleno en el tema de la homosexualidad. Con la aparición del Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen tres años después inicia una serie de artículos sobre este mismo tema: "Die objektive Diagnose der Homosexualität" -El diagnóstico objetivo de la homosexualidadde 1899 y "Sind sexuelle Zwischenstufen zur Ehe geeignet?" ¿Son los estadios intermedios aptos para el matrimonio?- de 1901, serían los dos primeros. El tercero de la serie, "Ursachen und Wesen des Uranismus" -Causas y esencia del uranismo- de 1903 es más bien una monografía sobre la homosexualidad, dividida en los siguientes capítulos: - I. El niño úrnico - II. Lo armónico de la personalidad úrnica - III. La inextinguibilidad de la homosexualidad - IV. La necesidad natural de la homosexualidad - V. Heredad de la homosexualidad - Apéndice: historia de vida del trabajador úrnico Franz S. contada por él mismo 102 Ibid., VIII. 62 Angeles Llorca Diaz Junto al interés por el conocimiento de las causas de la homosexualidad se empeñó el autor en el estudio estadístico del número de homosexuales. Para ello, como ya sabemos, realizó dos encuestas, cuyos resultados fueron publicados también en el Jahrbuch bajo el título "Das Ergebnis der statistischen Untersuchungen über den Prozentsatz der Homosexuellen" -El resultado de las investigaciones estadísticas sobre el porcentaje de homosexuales- en 1904. En esta línea aparecerían más adelante "Neuere Ermittelungen über die Verbreitung der Homosexualität" -Nuevas pesquisas sobre la extensión de la homosexualidad- en 1912 y "Nachträge zu den neueren Ermittelungen über die Verbreitung der Homosexualität" -Suplementos a las nuevas pesquisas sobre la extensión de la homosexualidad- en 1913. La siguiente monografía publicada en el Jahrbuch en 1906, "Vom Wesen der Liebe. Zugleich ein Beitrag zur Lösung der Frage der Bisexualität" -De la esencia del amor. Igualmente una contribución a la solución de la cuestión de la bisexualidad-, se ordena en los siguientes capítulos: - I. La gran pasión amorosa - II. Impulso sexual y comercio sexual - III. Los estadios del amor - IV. La constancia relativa del impulso sexual - V. Sobre la teoría e historia de la bisexualidad - VI. Sobre la atracción parcial En 1910 aparece en Berlín, en la editorial de Alfred Pulvermacher & Co., Die Transvestiten. Eine Untersuchung über den erotischen Verkleidungstrieb -Los travestidos. Una investigación sobre el impulso erótico de transformismo-, en que Hirschfeld comunica sus investigaciones sobre el impulso erótico a vestir ropas correspondientes al otro sexo y para el que acuña el término Transvestitismus. La obra está dividida en tres grandes capítulos. En el primero de ellos, el casuístico, presenta la descripción minuciosa de veintisiete casos clínicos por él tratados o conocidos y pasa posteriormente a su análisis. La segunda parte está Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 63 dedicada a la consideración crítica de lo expuesto en la primera en los siguientes apartados: diagnóstico diferencial, el vestido como forma de expresión del estado psíquico, la teoría de los Zwischenstufen -estadios intermedios- (que sería publicado por separado el mismo año en la revista Sexual-Probleme bajo el nombre "Die Zwischenstufen-'Theorie'") y nombre, concepto, pronóstico y terapia del Transvestitismus. La tercera parte cierra el libro con un largo estudio histórico-etnológico del fenómeno. A Die Transvestiten seguirían todavía en 1912 dos artículos en el Jahrbuch sobre homosexualidad: "Über den Begriff der Widernatürlichkeit" -Sobre el concepto de antinatural- y "Gründe für das Angeborensein der Homosexualität" -Razones para lo innato de la homosexualidad-. Toda esta producción sobre homosexualidad culmina con Die Homosexualität des Mannes und des Weibes -La homosexualidad del hombre y la mujer- de 1914, publicado como tercer tomo del Handbuch der gesamten Sexualwissenschaft in Einzeldarstellungen -Manual de la completa sexología en monografías- que editaba Iwan Bloch. En su introducción cuenta el autor cómo Bloch le había convencido de la obligación de compendiar sus conocimientos sobre el tema trabajándolos desde diversos puntos de vista en función de todo el material que había ido recopilando en los años pasados: "La parte homosexual de la humanidad constituye en el gran mundo un mundo por sí, pequeño en relación al resto, pero suficientemente grande en extensión e importancia como para ser investigado de la forma más concienzuda. Quien quiera conocer y valorar correctamente esta terra incognita debe despojarse como un explorador para estudiar el territorio extraño desde su base. Sobre todo, el material desde el que el 64 Angeles Llorca Diaz investigador extrae sus conclusiones no debe ser un producto casual"103. Se trata, explica Hirschfeld, de una obra enciclopédica guiada, no tanto por la intención de decir cosas nuevas sobre el tema, como por la de ofrecer una ordenación visible, una elaboración creativa y una presentación sistemática de lo ya sabido sobre homosexualidad. La introducción finaliza con un largo listado de agradecimientos encabezado por los nombres de tres médicos, tres juristas y dos filólogos: Iwan Bloch, Ernst Burchard y Arthur Weil, Prätorius, Sassen y Dettmering, y Hermann Michaëlis y Hans Licht. El contenido de la obra se divide en dos grandes partes, una biológica y otra social, en la que los capítulos se reparten de la siguiente manera: PRIMERA PARTE: Hombres y mujeres homosexuales como manifestación biológica - I. Nombre y concepto de la homosexualidad masculina y femenina - II. El diagnóstico de la homosexualidad del hombre y de la mujer: El comportamiento de hombres y mujeres homosexuales frente al propio sexo - III. El diagnóstico de la homosexualidad del hombre y de la mujer: El comportamiento de hombres y mujeres homosexuales frente al otro sexo - IV. Infancia y madurez de muchachos y muchachas úrnicos. Diagnóstico temprano de la homosexualidad - V. El diagnóstico de la homosexualidad masculina y femenina: incongruencias sexuales: a) Caracteres del otro sexo en el terreno corporal 103 M. Hirschfeld (1914b), VII. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 65 - VI. El diagnóstico de la homosexualidad masculina y femenina: incongruencias sexuales: b) Caracteres del otro sexo en el terreno de la vida nerviosa y anímica - VII. Diagnóstico diferencial entre amistad y amor del mismo sexo - VIII. Diagnóstico diferencial entre homosexualidad y pseudo-homosexualidad - IX. Diagnóstico diferencial entre homosexualidad y bisexualidad - X. Diagnóstico diferencial entre homosexualidad y horror heterosexual - XI. Diagnóstico diferencial entre homosexualidad y los tres grupos restantes de transiciones sexuales: hermafroditismo, ginandromorfia y Transvestitismus - XII. Métodos de investigación de los hombres y las mujeres homosexuales - XIII. División de la homosexualidad masculina y femenina: puntos de vista generales - XIV. División de los homosexuales según su peculiaridad personal - XV. División de los homosexuales según la orientación de su gusto y las formas de satisfacción - XVI. División de los homosexuales según la formación y las manifestaciones que la acompañan - XVII. Causas y explicaciones de la homosexualidad masculina y femenina: razones a favor de lo innato de la homosexualidad - XVIII. Razones en contra de lo innato de la homosexualidad - XIX. La doble sexualidad como fundamento de la homosexualidad masculina y femenina (Zwischenstufentheorie) - XX. ¿Es la homosexualidad degeneración, enfermedad o variedad? 66 Angeles Llorca Diaz - XXI. Tratamiento y pronóstico de la homosexualidad masculina y femenina. Tratamiento mediante comercio heterosexual (terapia matrimonial) - XXII. Sobre tratamiento medicamentoso, higiénico, operativo y psíquico de la homosexualidad masculina y femenina - XXIII. Tratamiento de adaptación (terapia de acomodación) de la homosexualidad SEGUNDA PARTE: La homosexualidad del hombre y de la mujer como manifestación sociológica - XXIV. La extensión de la homosexualidad masculina y femenina: apoyos estadísticos - XXV. La homosexualidad en las diferentes capas sociales - XXVI. La homosexualidad en los pueblos germánicos, anglosajones y sus colonias - XXVII. La homosexualidad en los pueblos románicos y sus colonias - XXVIII. La homosexualidad en Europa oriental y Asia - XXIX. La homosexualidad en el reino animal - XXX. El papel de los hombres y las mujeres homosexuales dentro de la sociedad humana. Simbiosis de los homosexuales - XXXI. Vida grupal y puntos de encuentro de hombres y mujeres homosexuales - XXXII. Formas de relación de hombres y mujeres homosexuales - XXXIII. La historia de la homosexualidad. La homosexualidad en la Antigüedad clásica - XXXIV. La persecución de hombres y mujeres homosexuales mediante la ley y la sociedad. Las leyes correspondientes de la Tierra - XXXV. La persecución de los homosexuales mediante extorsionadores y chantajistas - XXXVI. Las consecuencias de la persecución Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 67 - XXXVII.El informe forense civil y penal de hombres y mujeres homosexuales - XXXVIII. La rehabilitación de hombres y mujeres homosexuales. Precursores de la lucha de liberación de Goethe hasta Krafft-Ebing - XXXIX. El movimiento organizado contra la persecución de los homosexuales. Los promotores intelectuales de la lucha de liberación Dentro de este período creativo en el tiempo, pero de contenidos claramente diferenciados, se pueden mencionar los artículos "Über Sexualwissenschaft" -Sobre la Sexología-, "Einteilung der Sexualwissenschaft" -División de la Sexología- y "Zur Methodik der Sexualwissenschaft" -Sobre el método de la Sexología-, publicados en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft en 1908 y la obra Naturgesetze der Liebe. Eine gemeinverständliche Untersuchung über den Liebes-Eindruck, Liebes-Drang und Liebes-Ausdruck -Leyes naturales del amor. Una obra inteligible sobre la impresión del amor, la impulsión del amor y la expresión del amor- de 1912. Si los tres artículos representan, junto a la revista en que se publicaron, el primer intento del autor de definir una ciencia sexológica en el contexto de las ciencias naturales, Naturgesetze der Liebe sería, según él mismo, su primera obra propia de estudios en el terreno biológico-sexual. Se trata de una investigación sobre el impulso sexual al modo de las Untersuchungen über die Libido sexualis -Investigaciones sobre la L. s.- de Albert Moll, en la que Hirschfeld busca distanciarse tanto de éste como de Freud. Significativamente, el volumen está dedicado a Ernst Haeckel y toma como punto de partida su expresión "quimiotropismo erótico" como fuente del amor. En el prólogo a la segunda edición se congratula el autor de que mediante esta obra haya sido reconocido el amor como objeto de investigación científica104. Precisamente "Amor 104 M. Hirschfeld [1912] (1914a), 1. 68 Angeles Llorca Diaz y ciencia" es el título de la introducción, a la que siguen tres grandes partes: - La impresión amorosa (la fase centrípeta del amor) - El impulso amoroso (la fase central del amor) - La expresión amorosa (la fase centrífuga del amor) - Segundo periodo Dos temas centrales ocupan a Hirschfeld en esta segunda fase: las implicaciones en la sexualidad de la secreción interna y la patología de la vida sexual humana. A este periodo pertenecen, entre otros muchos, los artículos "Kastratenstudien. Untersuchungen über sexuellen Chemismus" -Estudios sobre castrados. Investigaciones sobre el quimismo sexual- de 1912, "Zur Frage der psychischen Impotenz als Folgeerscheinung sexueller Totalabstinenz beim Manne" Sobre la cuestión de la impotencia psíquica como manifestación consecuente a la abstinencia total en el hombre- de 1913, "Ein Fall von Geschlechtsberechtigung bei einem drei Monate alten Kinde" -Un caso de determinación sexual en un bebé de tres meses- de 1914 (éstos dos últimos escritos con Ernst Burchard), "Sexuelle Hypochondrie und Skrupelsucht" -Hipocondría sexual y manía escrupulosa- de 1915, "Kryptorchismus und Infantilismus" -Criptorquidia e infantilismo- de 1916, "Die Psychoneurosen der Entwicklungsjahre" -Las psiconeurosis de los años de desarrollo- de 1916 (correspondiente a una conferencia ofrecida en la Ärztliche Gesellschaft für Sexualwissenschaft en mayo del mismo año), "Metatropismus" -Metatropismo- de 1917 (extraído de otra conferencia en la misma asociación) y "Die Untersuchungen und Forschungen von Professor E. Steinach über künstliche Vermännlichung, Verweiblichung und Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 69 Hermaphrodisierung" -Las investigaciones y exploraciones del profesor E. S. sobre masculinización, feminización y hermafroditización artificiales-, también de 1917 (se trata de una conferencia leída en el Wissenschaftlich-humanitäres Komitee en noviembre del año anterior). Según el mismo autor este periodo se cierra con los tres tomos de la obra Sexualpathologie. Ein Lehrbuch für Ärzte und Studierende -Patología sexual. Un tratado para médicos y estudiantes-, aparecidos entre 1917 y 1920, de los que ya en 1921 se hizo necesaria una segunda edición. En el prólogo, fechado en Berlín a primero de noviembre de 1916, recuerda Hirschfeld la aparición en latín en 1844 de la primera Psychopathia sexualis de la mano de Heinrich Kaan y en alemán en 1886 de la obra del mismo título de Richard von Krafft-Ebing. En los treinta años transcurridos desde entonces la sexología habría alcanzado un nivel muy distinto de conocimientos, especialmente el ámbito de las secreciones internas, prácticamente desconocida para Krafft-Ebing, que es precisamente la que guía la escritura de esta obra. La dependencia de lo mental de lo material que, según el autor, habría sido puesta de manifiesto por la investigación en secreciones internas, contribuiría a la dificultadosa delimitación entre los hechos psíquicos y los somáticos, razón por la que evita el título clásico y elige el de Sexualpathologie105, si bien sin renunciar a honrar con él, quizá irónicamente, a los seguidores del erudito de Viena: "A los seguidores de Krafft-Ebing dedico este libro. Si mi Sexualpathologie alcanza en nuestro tiempo el mismo fin que la Psychopathia sexualis en el suyo, entonces 105 M. Hirschfeld (1917a), V-IX. 70 Angeles Llorca Diaz se ha conseguido la meta a la que aspiro"106. El contenido de los tres volúmenes está repartido de la siguiente manera: Tomo I: Trastornos del desarrollo, con especial consideración de la onanía: - I. La carencia de glándulas sexuales - II. El infantilismo - III. La madurez precoz - IV. Crisis sexuales - V. La onanía (Ipsation) - VI. El automonosexualismo Tomo II: Estadios sexuales intermedios. La mujer masculina y el hombre femenino - I. Hermafroditismo - II. Androginia - III. Transvestitismus - IV. Homosexualidad - V. Metatropismo Tomo III: Trastornos en el metabolismo sexual, con especial consideración de la impotencia - I. Fetichismo (simbolismo sexual) - II. Hipererotismo - III. Impotencia - IV. Neurosis sexuales (represión sexual) - V. Exhibicionismo - Epílogo Posteriores a su Sexualpathologie son los artículos "Hodenbefunde bei intersexuellen Varianten" -Hallazgos en testículos de variantes intersexuales- de 1921 (conferencia en la Ärztliche Gesellschaft für Sexualwissenschaft de noviembre de 1920, donde expone los últimos resultados de Steinach en la exploración histológica del tejido testicular) y "Die intersexuelle Konstitution" -La constitución intersexual- de 1923. 106 Ibid., IX. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 71 - Tercer periodo En la línea iniciada en Naturgetze der Liebe de 1912, publica Hirschfeld entre 1926 y 1930 Geschlechtskunde, auf Grund dreißigjähriger Forschung und Erfahrung bearbeitet Ciencia sexual, redactada sobre la base de la investigación y la experiencia de treinta años-. En el prólogo, datado en Berlín a primero de diciembre de 1925, presenta el sexólogo la obra como un resumen del trabajo de su vida y como una exposición -y reconocimientode las aportaciones de otros al mismo terreno. Desde la aparición de los compendios de temática sexual de Forel y Bloch habían transcurrido casi dos décadas, por lo que cree el autor conveniente lanzar esta nueva obra como visión general de la vida sexual humana en correspondencia con el estado actual de la ciencia. A Forel y Bloch y a todos los que se ocupan de la cuestión sexual "tan seriamente como yo" dedica su Geschlechtskunde. Como entrada al texto coloca el médico pomerano al final de este prólogo las mismas palabras que figuran en la puerta de su Instituto de Sexología: Amori et dolori sacrum107. El índice de contenidos se reparte de la siguiente manera: Tomo I: Los fundamentos psiquicocorporales - I. Concepto y ámbito de la Geschlechtskunde. La sexualidad psiquicocorporal - II. Persecución sexual. La visión ascética del mundo - III. La abstinencia desde el punto de vista de la higiene sexual. La necesidad sexual humana - IV. ¿Educación sexual o superstición sexual? 107 M. Hirschfeld (1926), VII-XIII. 72 Angeles Llorca Diaz - V. Influencias dañinas sobre la vida sexual. Educación en la naturaleza - VI. Infancia y sexualidad. Las teorías sexuales de Freud - VII. La verdadera esencia de la autosatisfacción. La soledad sexual - VIII. Voluntad sexual y fuerza del impulso. Modo de vida y sabiduría de vida - IX. La maravilla de las glándulas sexuales. La madurez sexual corporal - X. La persona masculina y femenina. Los órganos sexuales - XI. El sexo intermedio. La condición constitucional de la homosexualidad - XII. La constitución sexual infantil. Fórmulas glandulares y sexo Tomo II: Deducciones y consecuencias - XIII. Leyes de la atracción del amor. Lazos sexuales, centro sexual, elección de tipo - XIV. Sensualidad y moralidad. Fetichismo y antifetichismo sexuales - XV. Actos sexuales. Del comercio de los sexos hasta el comercio sexual - XVI. Paternidad y maternidad. Cómo se forma una nueva persona - XVII. Embarazo y parto. Del primer grito al primer paso - XVIII. Fertilidad y voluntad de reproducción. El problema demográfico - XIX. De Malthus a Mendel. La mejora de la especie humana Tomo III: Ojeadas y panoramas - XX. Carga y descarga hereditarias. Selección voluntaria - XXI. Horda, estirpe y familia. Formación del matrimonio - XXII. Deformación del matrimonio. Matrimonios que no lo son - XXIII. La unión amorosa libre. Madres solteras y sus hijos - XXIV. El comercio sexual como profesión. Causas y superación de la prostitución Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 73 - XXV. Beneficiaros de la prostitución. Alcahuetes, rufianes y tratantes de mujeres - XXVI. Las enfermedades sexuales. ¿Cómo protegerse de la infección? - XXVII. Desviaciones en la dirección del impulso. Confesiones de raros sexuales - XXVIII. Sexualidad aumentada y disminuida. Asesinato con concupiscecia y exhibicionismo - XXIX. El derecho penal sexual. Atentados contra la libertad sexual - XXX: El amor en la edad. El problema del rejuvenecimiento Tomo IV: Ilustraciones Tomo V: Registros 74 Angeles Llorca Diaz IV. CONTENIDOS DE LA OBRA SEXOLÓGICA IV.1 LA "TEORIA" DE LOS ZWISCHENSTUFEN ESTADIOS INTERMEDIOSLa teoría de la intersexualidad de Magnus Hirschfeld se fundamenta principalmente en tres pilares: la aplicación al terreno sexual de la idea de Haeckel de que la ontogenesia repite la evolución filogenética -el proceso de división de los sexos tendría lugar de nuevo en cada individuo-; la tesis -ya presente en Amos Comenius, retomada en 1704 por Leibniz y 1751 por Linné- de que la naturaleza procede de forma gradual y no dando saltos108; y la observación empírica de casos. Desde sus primeros escritos sobre temas sexuales aborda el médico pomerano el de la diferenciación de hombres y mujeres. Los primeros esbozos de su teoría sobre la intersexualidad ya se encuentran en Sappho und Sokrates (1896). En "Die objektive Diagnose der Homosexualität" -El diagnóstico objetivo de la homosexualidad- de 1899 anota que cuanto más se amplía la investigación antropológica tanto más inciertos son los resultados en este terreno. A la vista de sus investigaciones hasta el momento, supone el autor que sólo es posible atenerse a diferencias sexuales referidas a tipos medios y las clasifica en cinco grupos: - el punto de formación de las células germinativas: . en la mujer: ovario para los óvulos . en el hombre: testículo para las células espermáticas - las vías que siguen las células germinativas: . en la mujer: trompa, matriz y vagina 108 R. Seidel (1969), 72. 76 Angeles Llorca Diaz . en el hombre: epidídimo, conducto espermático y pene - las propiedades corporales que aparecen con la primera madurez: . en la mujer: crecimiento del pecho, aparición del periodo y otras . en el hombre: crecimiento de la nuez, (cambio de voz), crecimiento de la barba, etc. - las diferencias mentales. Entre otras: . la mujer es más reproductiva, persistente, fiel, práctica, afectuosa, excitable, infantil, superficial y meticulosa que el hombre . el hombre es más activo, productivo, cambiante, emprendedor, ambicioso, fuerte y abstracto que la mujer - el impulso sexual: . la mujer se siente atraída por el hombre . el hombre por la mujer La constatación más importante sobre estas diferencias residiría en que todas ellas provienen de una constitución primaria igual para ambos sexos. Todas las diferencias, impulso sexual incluido, son de partida neutras y se desarrollan sólo como diferencias graduales. Puesto que en el crecimiento de los cinco grupos de características puede darse que determinadas partes se desarrollen demasiado y otras dejen de hacerlo demasiado pronto, existen numerosas desviaciones de los grados medios, que son tanto más frecuentes cuanto más tarde se comience a diferenciar el grupo al que pertenecen: cuanto antes se comienza a manifestar un carácter sexual, tanto con más seguridad actúa la naturaleza. Por ello la menor cantidad de ejemplos "fracasados" se encuentran en lo que se refiere a las gónadas, que son las que se constituyen antes (el verdadero hermafroditismo, estaría teóricamente descrito, pero no habría sido visto nunca en la práctica). En los cinco grupos, pues, las fronteras se relativizan y la diferencia entre los sexos, que parece tan evidente Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 77 a primera vista, no resulta ser primaria sino gradual. Las desviaciones observables en diferentes grupos guardan cierta relación entre sí: en los tres últimos se encontrarían difícilmente anormalidades aisladas, pudiéndose decir, como regla general, que cuando aparece una anormalidad en el tercero también se da en el cuarto y el quinto, y al revés, cuanto más contrario es el sentimiento sexual, tanto más caracteres intermedios de los grupos tercero y cuarto existirán. Este artículo, como vimos más arriba, abre el primer tomo del Jahrbuch für sexuelle Zwischestufen, y supone en él una primera aproximación a la explicación de qué son estos "estadios sexuales intermedios" a los que el anuario se consagra. Será cuatro años más tarde, en "Ursachen und Wesen des Uranismus" -Causas y esencia del uranismo- de 1903, donde Hirschfeld plantee por primera vez, como tal, su principio divisor de los Zwischenstufen de la siguiente manera: "Ninguna manifestación está aislada en la naturaleza, cada una muestra las innumerables conexiones con los demás cuerpos naturales, en todos lados hay transiciones; como entre el niño y el adulto, el joven y la joven, así representan entre el hombre y la mujer el urning y la urania una necesidad natural. Probablemente se hubieran podido reconocer y apreciar estas series de transiciones mucho antes si no aludieran a cada carácter sexual en sí, sin que correspondientemente estuvieran los otros implicados, pero en eso consiste precisamente la increíble variación y la casi inapreciable diversidad. En el fondo, cada persona es comprensible sólo mediante la proporción interna de mezcla entre partes masculinas y femeninas. De forma grosera, la diversidad de formas y la cantidad de desviaciones es tan grande que todo intento de colocar en un determinado orden los estadios intermedios corporales y mentales ha fracasado. Entre los hermafroditas verdaderos, los 78 Angeles Llorca Diaz pseudohermafroditas y los hermafroditas psíquicos, las formas en apariencia puramente somáticas y las a la vista puramente mentales, no se pueden establecer fronteras seguras. Con la cantidad de observaciones científicas se ha complicado el sistema siempre más, para al final simplificarse por el hecho de que, en el fondo, cada caso en la cantidad enorme de estadios intermedios constituye un caso en sí, una clase por sí, un sexo por sí. "El hombre completo y la mujer completa son en realidad sólo formas imaginarias que tenemos que llamar en nuestra ayuda para poseer un punto de partida para los estadios intermedios"109. Calculadas teóricamente en porcentajes las cantidades masculina y femenina de una persona, se darían casos desde el 99% masculino y 1% femenino hasta el 1% masculino y 99% femenino, teniendo en cuenta que alguien constituido, por ejemplo, en un 75% por elementos masculinos y en un 25% por femeninos no tendría que ser necesariamente un hombre. Lo que es válido para el conjunto lo sería también para las partes, para cada célula del individuo, para cada órgano, para cada propiedad. En Die Transvestiten dedica Hirschfeld un capítulo a la explicación de su "teoría" de los estadios sexuales intermedios, que fue publicado muy poco tiempo después en la revista Sexual-Probleme. A esta versión nos vamos a referir a continuación. En ella comienza considerando que esta "teoría" es uno de los logros y de las tareas más importantes, no sólo de la sexología, sino también de la biología y la psicología. El permanente entrecomillado de la palabra "teoría" -que es del autor y no nuestro- hace referencia a que, aunque de hecho se la denomine así, él no considera sino que se trata de un principio 109 M. Hirschfeld (1903), 126-127. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 79 divisor. Como veremos, se entiende, en general, como estadios sexuales intermedios, mujeres que poseen en su constitución rasgos masculinos y hombres que los poseen femeninos, en todos los grados posibles. Naturalmente, la condición previa de esta división habría de ser la cuestión que el autor se venía planteando desde hacía tiempo, la correcta aclaración de qué es masculino y qué es femenino: "[...] y en ello descansa la mayor dificultad y punto de discordia, toda vez que junto a características puramente masculinas y femeninas también hay otras que no son ni masculinas ni femeninas o, mejor expresado, son tanto masculinas como femeninas. Pero que este monto de características no condicionan la completa igualdad de los sexos está fuera de duda; los sexos pueden ser de igual valor o tener los mismos derechos, pero sin duda no son iguales"110. Si antes consideraba Hirschfeld cinco grupos diferentes de caracteres masculinos y femeninos, nos ofrece ahora una división en sólo cuatro: - los órganos sexuales - las restantes características físicas - el impulso sexual - las restantes características anímicas El hombre y la mujer, como absolutos representantes de su sexo son, para él, extremos construidos, abstracciones imposibles de ser observadas en la realidad: "Ya que en el uso del lenguaje se acostumbra a caracterizar a los poseedores de óvulos directamente como mujeres, a los portadores de 110 M. Hirschfeld (1910c), 116. 80 Angeles Llorca Diaz células espermáticas sencillamente como hombres, existen por tanto mujeres con porciones masculinas y hombres con femeninas, y estas formas mixtas son las que se comprenden bajo la expresión 'estadios sexuales intermedios'"111. El sexólogo alemán supone que el espermatozoide y el óvulo poseen antes de su unión un presignificado masculino o femenino y que la expresión de la herencia de ambos sexos estaría reunida en los cuerpos cromosómicos de ambos, de forma que los hijos heredan sus caracteres masculinos y femeninos tanto del padre como de la madre. Al primer grupo de estadios sexuales intermedios pertenecerían los hermafroditas en estricto sentido, si existieran, y todos los estadios intermedios con relación a los genitales. Al segundo, por ejemplo, los hombres con ginecomastia o las mujeres con pechos sin desarrollar, las mujeres con movimientos masculinos y todos los correspondientes a los caracteres físicos que no son genitales. Al tercero, entre otros, los hombres que tienen relaciones sexuales de forma femenina, como los que gustan de situarse debajo en el coito, los que aman mujeres agresivas, los de gustos masoquistas; mujeres que prefieren hombres femeninos o mujeres masculinas; bisexuales y homosexuales. En el grupo cuarto nos encontramos, por ejemplo, hombres con rasgos psíquicos femeninos, con gustos o sensibilidades más bien femeninos, hombres que se visten como mujeres o viven como tales, mujeres de carácter o pensamiento masculino o las que gustan de vestirse y vivir como hombres. Cada estadio sexual intermedio constituiría un tipo sexual. Suponiendo que dentro de cada uno de los cuatro grupos sólo existiera una característica diferencial (que podría ser masculina, femenina o masculina y femenina) el número de tipos sexuales resultantes sería de 34, y calculando un mínimo de cuatro características dentro de cada grupo tendríamos 316, lo que equivaldría a un monto de 43.046.721 tipos de estadios 111 Ibid., 123. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 81 intermedios. Todas estas variedades sexuales constituirían un círculo perfecto y cerrado, en cuya periferia los tipos intermedios serían sólo puntos especialmente marcantes y entre los que no existirían huecos vacíos. En realidad, pues, todos los humanos serían estadios intermedios y el número de variedades sexuales sería ilimitada. Se pueden considerar los estadios intermedios desde un punto de vista patológico (lo que sería impensable, dice Hirschfeld, para un biólogo de factura darwiniana), o tomar como patológicos los grados más fuertes y los más débiles como fisiológicos (en cuyo caso sería especialmente dificultoso trazar la línea divisoria entre ambos) o entenderlos, como él hace, como variedades sexuales. Cualquiera de estas tres posturas sería una decisión secundaria frente al hecho primario de que los estadios sexuales intermedios son una manifestación natural y significativa con la que se ha de contar. Partiendo de este principio divisorio se podría empezar a hablar de una teoría en el momento en que se busque la explicación de la presencia y la frecuencia de estas formas mixtas. Esta explicación radicaría en el hecho de que cada niño y cada niña, por provenir de una mezcla sexual de hombre y mujer, posee características paternas y maternas innatas, siendo la proporción de la herencia variable en cada caso. La explicación última, opina Hirschfeld, habrá de esperar a que la ciencia sea capaz de dar cuenta de por qué en unos casos se producen niñas y en otros niños. Finalmente, hacer responsable a la herencia de la existencia de estadios intermedios, hace concluir al autor que la conformación sexual como tal, tanto física como mental, es dependiente de ella y, por tanto, es una constitución preformada, relativamente independiente de influencias externas y que se mantiene esencialmente igual durante toda la vida. En su Sexualpathologie (1917-1920) vuelve sobre el tema en un capítulo del segundo tomo titulado "Estadios sexuales intermedios. La mujer masculina y el hombre femenino", donde comienza insistiendo en el carácter heredado de la 82 Angeles Llorca Diaz constitución sexual112: ya en los gametos que constituirán el huevo fecundado encontramos mucho de lo que más tarde caracterizará al futuro hombre y la futura mujer: la esencia pasiva, receptiva, expectacte del óvulo; la esencia activa, motórica, buscadora del espermatozoide. Las transiciones sexuales son divididas definitivamente en esta obra en los mismos cuatro grupos, si bien el que agrupaba los rasgos del impulso sexual es denominado ahora de los rasgos psicosexuales y se invierte el orden de los dos últimos, con la finalidad de reorganizar el esquema en función del momento de aparición de los caracteres incluidos en cada grupo. Lo primero en manifestarse en la historia sexual individual sería el aparato genital, posteriormente los demás rasgos sexuales corporales, más tarde la psique y, por último los rasgos sexuales dependientes de ella. Las transiciones sexuales entre hombre y mujer se agruparían, pues, en los siguientes cuatro grupos: - genitales (mezcla de órganos sexuales masculinos y femeninos): sería el hermafroditismo en sentido estricto, si existiera, y las variantes a él asociadas - somáticas (mezcla de otras diferencias sexuales masculinas y femeninas): es lo que Hirschfeld llama androginia y ginandria - psíquicas (mezcla de diferencias sexuales mentales): donde se incluiría el transvestismo - psicosexuales (impulso sexual masculino en la mujer, femenino en el hombre): donde nos encontraríamos la homosexualidad, la bisexualidad y el metatropismo - Estadios sexuales intermedios genitales 112 En 1913 había publicado Ernst Haeckel en el Jahrbuch für sexuelle Zwischestufen uno de sus últimos trabajos bajo el título "Gonochorismus und Hermaphroditismus" en el que aplicaba su "ley biogenética fundamental" al desarrollo sexual. Igual que cada individuo repetiría en su propio desarrollo el de la especie, así se repetiría en la historia individual el camino de la monosexualidad a la bisexualidad. E. Haeckel (1913). Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 83 Para cada ser, masculino o femenino, existe embrionariamente la misma forma genital originaria, siendo la diferencia posterior en este nivel, una cuestión de crecimiento de unas partes y regresión de otras. Pero sucede excepcionalmente que lo que debía crecer en un sexo a veces decrece o que lo que debería decrecer se desarrolla, pudiendo resultar así múltiples configuraciones en función de las partes que sufran este proceso anómalo. Y en este "más o menos" de la configuración genital descansa el hermafroditismo. Para la explicación de estos fenómenos propone Hirschfeld como causa fundamental un estado degenerativo heredado que provocaría ciertos trastornos funcionales: "También el hecho de que con mucha frecuencia el hermafroditismo se relacione con otros trastornos corporales y mentales de naturaleza endógena, demuestra que no se trata aquí nada menos que de un defecto genital, sino mucho más, de la manifestación parcial de un cuadro degenerativo [...] Pero la verdadera causa de estas desviaciones genitales hemos de buscarlas en trastornos funcionales del sistema poliglandular"113. La causa inmediata no ha de ser buscada sólo en las gónadas, sino también en la hipófisis y en las suprarrenales. El autor prefiere dejar de lado la teoría de algunos autores de que el hermafroditismo se explicaría por la existencia de un tercer tipo de óvulo114 mientras la medicina no pueda explicar que del óvulo fecundado se produzcan individuos de un sexo o de otro en proporciones casi iguales. 113 M. Hirschfeld (1918), 13. 114 Según Halban habría óvulos masculinos, femeninos y hermafroditas. 84 Angeles Llorca Diaz Estados previos al hermafroditismo serían la criptorquida y la hipospadia en el hombre, la hipertrofia del clítoris y la atrofia del útero en la mujer. En función de las partes que configuran los caracteres sexuales primarios, glandulares, tubulares y exteriores, distingue Hirschfeld entre: - hermafroditismo genitalis glandularis: tiene que ver tanto con la parte generativa como con la intersticial de las gónadas115 - hermafroditismo genitalis tubularis - hermafroditismo genitalis conjugalis - Estadios sexuales intermedios somáticos La androginia se definiría por la existencia de caracteres físicos no genitales (aunque vayan acompañados de ellos) correspondientes al otro sexo y dependientes de la secreción interna de las gónadas. Dado que, siguiendo los resultados de los experimentos de Steinach, la acción de las glándulas de secreción interna ejerce un efecto sexualizante de todas las células del organismo, existen numerosas variantes del tipo andrógino. De la misma manera que los estigmas andróginos se encuentran asociados entre ellos en numerosas variaciones, se dan también a menudo asociados a otras desviaciones del tipo sexual, que descansan en parte en el terreno de los órganos genitales y en parte en el de los caracteres sexuales psíquicos. En contra de la concepción de Krafft-Ebing, que entendía que una constitución corporal andrógina iba siempre ligada a la homosexualidad, Hirschfeld arguye que éstas pueden darse unidas, pero que su relación no sería en ningún caso una ley natural. 115 Sobre la base del hermafroditismo de la glándula de la pubertad, la parte intersticial, se pueden desarrollar, como veremos, la androginia, el Transvestitismus y la inversión del impulso sexual. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 85 Como patologías asociadas a la androginia describe el autor la manía y el delirio andróginos. La primera consistiría en la proyección exterior de una feminización o masculinización condicionada endocrinamente (el sujeto buscaría, con su arreglo personal y su comportamiento, ajustar su completa personalidad a los rasgos físicos correspondientes al otro sexo). En el delirio andrógino el sujeto creería que pertenece, efectivamente, al otro sexo y que su cuerpo está configurado en correspondencia con esta pertenencia supuesta. - Estadios sexuales intermedios psíquicos El ejemplo más característico de este grupo sería el Transvestitismus116, el impulso a vestir y a aparecer como perteneciente al sexo que no se corresponde con los órganos sexuales visibles. Para su explicación nos centraremos en la obra de 1910 en la que Hirschfeld acuñó este término como descriptor de una serie de fenómenos que había observado repetidamente en su consulta117. En ella expone la historia clínica de veintisiete casos, en su inmensa mayoría varones, cuyo común denominador es la 116 Utilizaremos para la expresión de este término en español la palabra "transvestismo", si bien Hirschfeld no acuña el término Transvestitismus en la acepción que se utiliza actualmente. Serán Harry Benjamin y Gutheil quienes separen en 1953 de forma clara, desde un punto de vista psiquiátrico, los síndromes del transvestismo y el transexualismo, dando lugar al uso actual de los dos términos. R. Seidel (1969), 109. 117 Hirschfeld elige el término Transvestismus, de trans y vestitus, utilizable para los dos sexos, constatando que su mayor desventaja es que, aun poniendo de manifiesto la parte más visible del fenómeno no toca de ninguna manera su esencia. 86 Angeles Llorca Diaz impulsión a vivir en la vestimenta de aquel sexo que no corresponde con la constitución corporal propia. El primer rasgo señalable sería que la ropa no supone "una cosa muerta", sino una forma de expresión de la personalidad interna, un signo de la forma de sentir. En la mayoría de los casos esta impulsión se puede observar desde la infancia, crece y aparece de forma más clara en la conciencia del individuo durante la pubertad y se mantiene invariable durante el resto de la vida. Desde temprano se une a ella cierto sentimiento de vergüenza o de pudor, que permite al investigador suponer su enraizamiento en la vida sexual. En muchos de ellos la tendencia no se reduce a la vestimenta, sino que lleva asociado el deseo de desempeñar socialmente el papel del otro sexo, lo que tiene como consecuencia llevar una especie de doble vida. Notable es también que el deseo de estar vestido y comportarse como mujer, en los varones, aparece con frecuencia precisamente en la compañía de mujeres. Otro fenómeno común consiste en que en los momentos en que el transvestismo es imposible, como en el trabajo o en situaciones sociales comprometidas, los sujetos llevan al menos una prenda de ropa correspondiente al otro sexo oculta tras las externas del propio (ropa interior, medias, corsés, etc.), que sirve en estos casos como pars pro toto. La vestimenta, además, no se reduce a tal en sentido estricto, sino que se extiende a sombreros, perfumes, joyas y otros accesorios, de manera que los hombres llegan a poseer un completo vestuario femenino, revistas de moda y, más allá del vestido, se observa la tendencia a vivir en un espacio femenino, realizar tareas del hogar y llevar a cabo un trabajo típicamente femenino. El deseo de realizar tareas femeninas llega hasta la ilusión de las correspondientes a la maternidad: concepción, embarazo, parto, lactancia y vida maternal juegan en la fantasía de estos varones un papel importante. Todas estas características, sigue Hirschfeld, no poseen, ni dándose juntas, los rasgos de una idea delirante: los sujetos conocen la contradicción profunda existente entre su Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 87 cuerpo y su psique, por lo que es comprensible que muchos de ellos deseen haber nacido como mujer, deseo que se da en estos casos con mucha mayor frecuencia que entre los homosexuales. Entre los varones homosexuales femeninos, por otra parte, se pueden apreciar muchos más estigmas femeninos que entre los travestidos, entre los que los caracteres sexuales secundarios, y en mucho mayor grado los primarios, corresponden formalmente a su constitución sexual externa. Otra característica común en los casos estudiados es la relativamente tardía aparición de la madurez sexual, especialmente del impulso sexual, que suele estar disminuido ante el impulso al cambio de ropas y, cuando se manifiesta, lo hace hacia una persona correspondiente a la constitución corporal del otro sexo. En lo que se refiere a la actividad sexual, casi todos los casos de varones analizados prefieren situarse en el coito debajo de su pareja. Los hombres travestidos manifiestan el deseo de tener relaciones con mujeres varoniles o con apariencia de tales, superiores a ellos corporal o mentalmente. Hirschfeld entiende que esta preferencia se da en muchos hombres no travestidos, especialmente en aquéllos que poseen rasgos psíquicos femeninos, de la misma forma que las mujeres con rasgos masculinos pueden preferir a hombres de características femeninas. Huye, sin embargo, nuestro autor, de generalizaciones, entendiendo que, llevado este argumento hasta el absurdo, se concluiría la existencia de reglas matemáticas de atracción entre hombres y mujeres. Que el hecho de cambiar la ropa conlleva un carácter erótico sin estar necesariamente relacionado con una segunda persona se deduce, dice Hirschfeld, de la sensación de placer sexual que a ella se asocia, además del sentimiento de vergüenza o de pudor mencionado antes: sería como si la parte masculina de la psique se excitase ante la parte femenina, como si el individuo no sólo se sintiera atraído por las mujeres del entorno, sino también por la "mujer interna". 88 Angeles Llorca Diaz Tanto como resulta peculiar la vida impulsiva de estas personas, lo es también, sigue el médico pomerano, el hecho de que parezcan poseer una elevada inteligencia. Casi todos, además, proceden de familias con buen estado de salud, lo que no excluye, según el autor de la obra, que al mismo tiempo no pueda estar presente una disposición neurótica, quizá incluso en el sentido de una constitución degenerativa. El diagnóstico diferencial de este cuadro ha de hacerse frente a los de homosexualidad, autoerotismo, en el sentido de Ellis (automonosexualismo según Rohleder o narcisimo según Näcke), masoquismo, fetichismo del vestido y paranoia (de la idea delirante de pertenecer al otro sexo). Diagnóstico que Hirschfeld plantea bajo el lema "en lugar de ninguna ley sin excepciones se debería decir ninguna excepción sin ley": a) En los casos de transvestismo no se puede hablar en absoluto de homosexualidad, mucho menos de verdadera o innata. Afeminación y homosexualidad son manifestaciones independientes: no todos los homosexuales son afeminados y no todos los afeminados son homosexuales. En caso de que el sujeto en cuestión sea, además, homosexual, el diagnóstico diferencial viene dado porque en los travestidos el impulso sexual se corresponde más bien con sus características físicas, en el homosexual con las psíquicas. b) Automonosexualismo se daría, según Rohleder, cuando el impulso sexual está dirigido exclusivamente hacia sí mismo. Autoerotismo, según Ellis, es el fenómeno de excitación sexual sin estimulación directa o indirecta de otra persona (lo que Latamendi llamó autoerastía). Ambos son fenómenos relacionados con lo que Hufeland llamó onanía mental, Kaan onanía psíquica, Jäger masturbación monosexual, Kurkiewicz Ipsatio y Näcke y Feré narcisismo y están claramente diferenciados del transvestismo en la medida en que en éste juega la ropa Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 89 del otro sexo el papel más importante y sí existe la capacidad de excitación por otras personas. c) El transvestimo recuerda más al fetichismo del vestido. Según Krafft-Ebing el interés sexual del fetichista varón se concentra exclusivamente en una determinada parte corporal de la mujer o también en una prenda determinada de su ropa. Pero una atracción parcial, dice Hirschfeld, que se dirige a la completa apariencia de una mujer es, en sí misma, una contradicción. Además, en los casos de fetichismo el objeto de preferencia se relaciona con una segunda persona o, en casos extremos, es excitante de forma aislada, pero nunca es una parte considerada como propia como sería el caso del transvestismo. d) En los casos presentados en el apartado de casuística se dan algunos en los que el autor aprecia ciertas tendencias masoquistas. Pero éstas pueden explicarse, dice, por el deseo de feminización: el desagrado corporal se ve compensado con creces por el agrado psíquico de sentirse como una mujer. El masoquismo sería, en todo caso, una manifestación que puede acompañar al impulso de vestirse con ropas del otro sexo, pero nunca el motivo causante; de la misma manera, en el caso de las mujeres travestidas no se daría siempre la presencia de deseos sádicos. e) Por más que los hombres travestidos se sientan como mujeres en las ropas de éstas y las mujeres como hombres en las de ellos, permanecen siempre conscientes de que no lo son. Si tuvieran la seguridad de pertenecer al otro sexo cuando se visten con sus ropas, se podría hablar, según Hirschfeld, de una idea delirante, de una enfermedad mental, de una paranoia. Si bien, ciertamente entre unos y otros se dan casos fronterizos en los que el diagnóstico diferencial resulta enormemente dificultoso. f) Por último, busca el autor diferenciar el cuadro del transvestismo del de las ideas obsesivas. Definidas por Westphal, serían elementos psíquicos que impulsan en 90 Angeles Llorca Diaz primer plano de la conciencia y sin tocar la inteligencia ni el conocimiento, que no se pueden ahuyentar pese a la oposición de quien las padece y que atraviesan el curso normal de las imaginaciones. El transvestismo poseería las características principales de este cuadro118. Hirschfeld opina que resulta también difícil diferenciar otro tipo de trastornos del cuadro de las obsesiones, como las manifestaciones que acompañan a la hipocondría, histeria, neurosis, melancolía, locura degenerativa, anomalías sexuales y de otro tipo. Incluso el enamoramiento sería difícilmente diferenciable de un estado obsesivo. Para él, en la determinación de una anomalía sexual, sea patológica o no, no debe bastar la constatación de su pertenencia a las manifestaciones obsesivas o a los impulsos delirantes, sino que se ha de estudiar sobre todo su mecanismo de aparición, las raíces en las que se basa, los elementos psíquicos inconscientes a los que toca, y en este tipo de cuestiones resultaría de gran ayuda la teoría de Freud. La causa última de esta manifestación remitiría a la de los demás estadios intermedios. En cuanto al pronóstico, el médico pomerano tiene la desaparición del impulso a travestirse por muy improbable, si bien dice no contar todavía con datos suficientes para establecer un juicio definitivo. En caso de que se quiera proceder al tratamiento él aconseja una unión de psicoanálisis con terapia sugestiva, además de un tratamiento general del sistema nervioso central, con vistas a fortalecer la energía de la voluntad, y una regulación de la forma de vida. En caso de que con la terapia no se alcance el fin deseado, Hirschfeld se pregunta en qué medida no sería aconsejable permitir que el paciente ceda a su impulso, puesto que, en palabras de Hartmann, la no satisfacción de un impulso puede ser un mal mucho mayor que su satisfacción. Por otra parte: 118 Según Magnan, cita Hirschfeld: impulsión, irresistibilidad, lucidez, intranquilidad y miedo y, finalmente, satisfacción consecutiva. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 91 "No tenemos derecho a maldecir a personas a las que no podemos curar, a las que no podemos ayudar. No tenemos derecho a juzgar a alguien porque su ser nos resulta extraño, incomprensible, quizá incluso hasta desagradable"119. En lo que se refiere a la posibilidad de matrimonio de personas travestidas, el autor aconseja incondicionalmente que la futura pareja conozca esta característica. Sin embargo, a pesar de que no se aprecian signos morbosos en estos pacientes y de que sus hijos gozan de buena salud, teme Hirschfeld que aparezcan rasgos de degeneración en la descendencia. En contra del matrimonio de las mujeres travestidas hablaría, además, su frecuente deseo de aventura y su espíritu intranquilo, que las incapacitaría en cierta medida para la vida del hogar familiar. En la última parte de esta obra, la históricoetnológica, procura el sexólogo alemán hacer una contribución a una futura primera historia del transvestismo. Concluye que el vestido y las ropas son una parte menos exterior de lo que se cree, en el sentido de que reflejan el interior de la persona, pero, al mismo tiempo, son elementos más externos de lo que se piensa, puesto que son símbolos, proyecciones externas del interior de la persona. Fundamentar esta esencia de la personalidad sería una de las principales tareas para poder juzgarla correctamente. - Estadios sexuales intermedios psicosexuales Pertenecen a este grupo el metatropismo, la bisexualidad y la homosexualidad, a la que dedicaremos el siguiente apartado. a) Metatropismo 119 M. Hirschfeld (1910a), 561. 92 Angeles Llorca Diaz Ya conocemos la distinción de Hirschfeld entre impulso sexual masculino y femenino, caracterizados como activo y pasivo respectivamente. De mayor importancia es para este tema el hecho de que el hombre haya de ser activo, según él, a la hora de introducir sus células germinativas en el cuerpo femenino, lo que para el sexólogo se traduce en que el varón, para este fin, se sitúa en el acto sexual encima de la mujer. En analogía con el heliotropismo de las plantas, habla Hirschfeld del quimiotropismo de las células germinativas como tropismo sexual o genotropismo. La atracción entre óvulo y espermatozoide, caracterizada por Häckel como "quimiotropismo erótico" se convierte así en espejo a pequeña escala de la relación sexual entre hombre y mujer. La lucha entre los sexos, según nuestro autor, se traduce en el impulso del hombre a tomar a la mujer y el de ésta a resistirse, siendo ambos impulsos constituyentes de unos y otras también fuera de la esfera amorosa: "Con independencia de si se dan en el hombre o en la mujer, dominar y tomar es el principio activomasculino, entrega y servidumbre el pasivofemenino"120. Si se ha llamado tropismo sexual al comportamiento "normal" de los sexos entre ellos, se puede de la misma manera denominar metatropismo al proceder "anormal", en que la mujer juega el papel activo y el hombre el pasivo. Krafft-Ebing ya había reconocido -y Eulenburg coincidió con él- que el comportamiento masoquista del hombre contenía un carácter femenino, mientras que el sádico de la mujer uno masculino. Hirschfeld añade, por su experiencia clínica, que el metropista heterosexual, igual que el homosexual y el travestido, ofrece una impresión femenina, no sólo psíquica, sino también corporalmente. La caracterización de Krafft-Ebing 120 M. Hirschfeld (1917b), 283. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 93 tocaría el núcleo del problema: el masoquismo del hombre y el sadismo de la mujer serían manifestaciones metatrópicas: "Desde el punto de vista psicosexual, el masoquismo de la mujer y el masoquismo del hombre son dos cosas básicamente distintas, e igualmente el sadismo del hombre y el de la mujer. En un caso se trata de un exceso, en el otro de una inversión, un caso significa sólo un aumento, pero el otro una inversión total del tipo sexual propio"121. En lo que se refiere a las denominaciones de esta manifestación, el médico pomerano es contrario a las de KrafftEbing (masoquismo) y Schrenck-Notzing (algolagnia) por considerar que no ponen de manifiesto el fenómeno subyacente. En sentido corporal, el hombre metatrópico se sentiría atraído por las características femeninas que representen lo contrario de lo que busca el hombre de tropismo sexual normal; en edad, las que le sobrepasan (la gerontofilia tendría que ver en los hombres casi siempre con el metatropismo infantil); espiritualmente, dos tipos de mujeres, la que es fuertemente intelectual y la que es inferior social, moral y mentalmente; y en cuanto al trabajo, la mujer con ocupación. El hombre metatrópico desea ser humillado y ello es posible en cinco sentidos: en cuanto a la posición (servilismo), la edad (metatropismo infantil), el sexo (metatropismo en que el hombre desea adoptar el papel de mujer y que ella adopte el masculino); la humillación como animal (metatropismo zoológico) y como cosa (metatropismo impersonal). En la relación del hombre metatrópico con la mujer, ésta ha de tomar el papel activo. Muchos, sigue el autor, viven su pasión por escrito, de donde la abundancia de literatura sadomasoquista; o mediante el intercambio de palabras; otros 121 Ibid., 283. 94 Angeles Llorca Diaz gustan de juegos en que se sienten inferiores, como jugar a ser alumno de la mujer; o desean realizar trabajos humillantes, como sirvientes; algunos prefieren ser tratados como si fueran animales; otros, ser privados de libertad; unos, ser pegados o fustigados; otros, son activos en actos picacistas -en término de Ellis-, en los que gusto y olfato tendrían un papel importante y cuyas manifestaciones más extremas serían la copro y la urolagnia; otros, finalmente, realizar el coito estando debajo de la mujer. La mujer metatrópica desea en el hombre formas débiles, tipos femeninos (por lo que gusta tanto de la amistad de homosexuales), más jóvenes que ella122 y que vistan de forma diferente al hombre medio, o con mucho arreglo o con mucho desarreglo, por lo que sienten también simpatía por los travestidos. La mujer metatrópica desea ser independiente del hombre, realizar trabajos elevados y dominar personas, valores y opiniones, tanto en la vida como en el amor. En cuanto a la relación con el varón gusta de ser viril, dar órdenes, dominar y adoptar una postura superior en el coito. Sólo en el terreno del picacismo se comporta pasivamente. El metatropismo no sólo se refiere necesariamente a personas del otro sexo: hay metatrópicos homosexuales y heterosexuales. En este caso, como en tantos otros, dice el sexólogo, las fronteras de lo fisiológico y lo patológico son imperceptibles. b) La bisexualidad La postura de Hirschfeld ante la existencia y la explicación de este fenómeno cambió con el tiempo. En "Ursachen und Wesen des Uranismus" -Causas y esencia del uranismo- (1903) dice carecer de material clínico para apreciar la importancia numérica de la bisexualidad. Teóricamente, ésta no se explica por la teoría de los estados sexuales intermedios, ya que 122 Un buen ejemplo de mujer metatrópica sería, dice Hirschfeld, George Sand. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 95 cada carácter sexual, entendía el autor entonces, puede desarrollarse masculina o femeninamente, por lo que una inclinación del impulso sexual hacia ambos sexos resultaría improbable. Tras sus investigaciones estadísticas sobre el número de homosexuales en Berlín al año siguiente, afirma la existencia de la bisexualidad, a la que incluye posteriormente en su esquema como un estadio sexual intermedio psicosexual. En Die Homosexualität des Mannes und des Weibes -La homosexualidad del hombre y la mujer- (1914) define, finalmente, como bisexual a quien se siente sexualmente atraído por personas de ambos sexos. Se refiere con ello a la orientación de la libido y no a la simple facultad de realizar o no actos sexuales. Los pseudohomosexuales y los casos descritos como homosexuales tardíos serían con frecuencia bisexuales. No se trata de una inclinación al 50%, sino de que la tendencia sexual exista hacia los dos sexos en mayor o menor medida. Tampoco el bisexual pueda preferir uno u otro sexo a voluntad, sino que la atracción depende de las impresiones del objeto deseado y de otros muchos factores. - El infantilismo El infantilismo es la permanencia de algunos caracteres del individuo en una fase infantil. Estaría fundado sobre trastornos de la secreción interna y llevaría asociado, en función de cada individuo y de cada tipo, determinadas anormalidades en el comportamiento sexual. En función de los cuatro grupos en que se dividen los estadios sexuales intermedios, se puede hablar de cuatro tipos de infantilismo: genital, somático, psíquico y psicosexual -desde la criptorquidia123 hasta el impulso sexual 123 M. Hirschfeld (1916a). 96 Angeles Llorca Diaz hacia niños124- en virtud de qué elementos sean los que en el desarrollo individual han permanecido estancados en una fase infantil. No se trata de un estadio sexual intermedio en el sentido de los que hemos visto hasta aquí, situados entre el hombre y la mujer ideales, sino dentro de la propia evolución sexual, pero que, en sus diferentes variantes, puede aparecer asociado a los estadios intermedios en sentido estricto. En "Die intersexuelle Konstitution" -La constitución intersexual- de 1923 hace Hirschfeld un repaso de sus investigaciones sobre intersexualidad humana: "Cuando hace 24 años edité el primer tomo de los Jahrbücher für sexuelle Zwischenstufen [...] la teoría de la intersexualidad humana era relativamente desconocida y chocaba con poca comprensión. Lo que hoy se da casi por todos como manifestación evidente, casi como banal, se tomaba todavía como grotesca idea loca. No habían aparecido entonces ni los trabajos biológicos de Neugebauer, Tandler y Steinach, ni las llamativas obras de Fließ, Freud y Weininger, y tampoco habían empezado los experimentos de cruces de Morgan, Goldschmidt y otros. Las leyes de la herencia de Mendel eran todavía pasto de un 'silencio mortal' y las opiniones de Brown Séquard sobre secreción interna no se habían tomado en serio; el concepto mismo de sexología era todavía casi tan desconocido como el nombre"125. La pasión con que Hirschfeld se entregaba al estudio de la variabilidad sexual se pone de manifiesto en muchos 124 M. Hirschfeld (1917a). 125 M. Hirschfeld (1923), 8-9. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 97 párrafos de los escritos que hemos ido comentando en este capítulo. Como ejemplo y para cerrar este capítulo traemos aquí las frases con que cierra él Die Transvestiten: "Dos manifestaciones hay en la naturaleza más milagrosas y asombrosas que todos los milagros bíblicos juntos: la herencia y la variedad, lo común y lo peculiar, lo perdurable y lo cambiante. Los milagros de la herencia, unidos a dos gametos [...] han sido muy estudiados en las últimas generaciones, si bien todavía no lo suficiente. Pero todavía mucho menos sabemos hasta ahora de las leyes de la variedad, de la esencia de la personalidad. "Los ejemplos dados aquí del grupo de los travestidos son casos evidentes, marcantes, aunque también relativamente raros; pero su importancia no descansa tanto en sí mismos como en que los grados más fuertes nos hacen comprensibles los más débiles. Hacia una dirección vimos cómo el impulso a vestirse como el otro sexo aumenta hasta la idea delirante del cambio de sexo, pero por el otro lado están las numerosas personas dispares en las que se manifiesta la misma tendencia del otro sexo de forma insignificante, pero reconocible y sin duda digna de atención. "Cuanto más profundicemos en la esencia de la personalidad, en tanto mayor medida reconoceremos que en este mundo rico en bellezas naturales y maravillas no hay nada tan atractivo y digno de ser reconocido y vivido como la persona"126. 126 M. Hirschfeld (1910a), 562. 98 Angeles Llorca Diaz IV.2 El impulso sexual - La finalidad del impulso sexual El interés de Magnus Hirschfeld por la homosexualidad le llevó necesariamente de forma inmediata a la investigación del impulso sexual, a cuya explicación teórica dedicaría muchas páginas a lo largo de su obra. La reproducción como fin último del impulso sexual en particular y de la naturaleza en general, tan explícita en los trabajos de diversos autores, resulta inaceptable para él. En "Ursachen und Wesen des Uranismus" -Causas y esencia del uranismo- (1903), ateniéndose a la separación de Albert Moll del impulso sexual en impulso de contrectación (impulso al acercamiento sexual, referido a los procesos centrales) y detumescencia (impulso a la descarga sexual, referido a procesos periféricos), plantea que el primero, que es el esencial en la dirección del impulso, no tiene que ver en absoluto con la procreación, mientras que el segundo, con todo lo importante que pueda ser para ella, no deja de estar subordinado a aquél. Tan clara ve esta diferencia que hipotetiza que si la reproducción humana volviese a ser asexual, la inclinación sexual no desaparecería por ello. Partiendo de la siguiente cita de Bunge: "La conjugación, la procreación sexual, no es esencial para la reproducción. Lo esencial es la procreación mediante la división de una célula, que no es algo distinto del crecimiento. Qué Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 99 significado tiene la procreación sexual, es algo que no sabemos"127, afirma Hirschfeld la equivalencia entre crecimiento y reproducción: crecimiento sería la reproducción dentro de las fronteras del individuo y procreación el crecimiento fuera de él. Por tanto, el individuo que crece fuera de sí mismo mediante la producción de nuevos pensamientos o de nuevas obras, se reproduce, y este tipo de reproducción no está vedada a los homosexuales. Frente a la idea de Möbius de la reproducción como fin primero de la naturaleza, Hirschfeld opone la de Wundt de la producción de creaciones mentales como fin de la vida. En "Vom Wesen der Liebe. Zugleich ein Beitrag zur Lösung der Frage der Bisexualität" -Sobre la esencia del amor. Igualmente una contribución a la solución de la cuestión de la bisexualidad- (1906) insiste en este tema al afirmar que todo impulso es necesariamente impulso hacia el placer, siendo cualquier otra finalidad, si la hubiera, inconsciente e impensada. - La constancia, la especificidad y el carácter innato del impulso sexual Otra diferencia que le interesa a nuestro autor establecer es la existente entre la dirección impulso sexual y acto sexual. En esta misma obra plantea que los reflejos genitales funcionan en muchos casos en que no se puede hablar de intervención del impulso, pudiéndose así hablar de una relativa independencia entre el centro sexual cerebral y el aparato genital. Por tanto, el acto sexual no es en absoluto una prueba demostrativa de la dirección del impulso sexual, más bien: "[...] la suma de los estímulos sensoriales necesarios es inversamente proporcional al impulso sexual, el grado de la actividad es 127 Bunge (1901): Lehrbuch der Physiologie. Cit. en M. Hirschfeld (1903), 156. 100 Angeles Llorca Diaz directamente proporcional a la fuerza de atracción del objeto"128. Especialmente importante para considerar si el acto sexual tiene su origen en el impulso sexual cerebral sería el comportamiento tras la relación sexual: los actos no correspondientes al gusto sexual se caracterizan porque no disminuyen la excitación sexual. Puesto que los actos sexuales, debido a la complicidad de su ocurrencia y al difícil significado de sus matices, no ofrecen seguridad como punto de partida para evaluar la dirección el impulso, Hirschfeld se propone buscar la solución de la mano de los grados más ligeros de atracción erótica. Se pueden distinguir, continúa, tres grados de atracción sexual: la excitación involuntaria de los sentidos, la producida mediante el contacto de la piel y la excitación y atracción sexual propiamente genital, que serían grados de la misma sensación. La manera de sentir en el segundo estadio sería, dice el autor, decisiva para dar cuenta de la naturaleza erótica o no de la atracción. Pero no queda conforme con esta división. Para él, todas las hipótesis vertidas en la literatura científica sobre el impulso sexual se habrían limitado a la construcción de nuevas expresiones para viejas manifestaciones -confundiéndose, como tantas veces, el descubrimiento de nuevas palabras con el de nuevos hechos- o a la división en partes, fases y componentes del impulso sexual. Y esta crítica sería tan válida para la división de Moll en impulso de contrectación y detumescencia, como para su propia distinción de tres estadios de atracción. Todas estas opiniones, sigue el autor, son correctas porque sólo son descriptivas, pero no tocan el núcleo del fenómeno: "El amor y el impulso sexual representan un movimiento molecular o una energía de naturaleza completamente específica fluyente por el sistema nervioso, casi similar a las ondas de calor, luz y 128 M. Hirschfeld (1906), 28. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 101 electricidad que fluyen por un cuerpo, de las cuales podemos opinar mucho sin delatar su formación molecular"129. A favor de la hipótesis de la existencia de células cerebrales sexuales hablaría el hecho de que la formación del "sentido sexual" (término que Hirschfeld opone a los de instinct de la reproduction de Gall y sens génésique de Moreau de Tours) es constante en cada individuo y extraordinariamente diferente entre individuos distintos. Que aparezca funcionalmente tarde en relación a otros sentidos no hablaría ni en contra su especificidad ni de su calidad innata. La idea de especificidad del sentido sexual contradice la afirmación de distintos investigadores -Iwan Bloch entre ellos- de que el impulso sexual humano está sometido a una fuerte necesidad de variación: se puede hablar de una interminable variación interindividual, de forma que no se pueden encontrar dos personas con el mismo impulso sexual, pero la necesidad de variación individual se mueve, dice Hirschfeld, entre fronteras muy estrechas en cuanto se han asentado las características del impulso. En la misma obra distingue tres rasgos del impulso sexual: su fuerza, la forma de manifestarse y su dirección. Y si bien no pretende con ellas hacer un análisis del impulso, le parece que, cuando menos, esta diferenciación resulta correcta para la psicopatología sexual, en la medida en que permite distinguir desviaciones que acontecen análogamente en homosexuales, bisexuales y heterosexuales: - en cuanto a la fuerza del impulso sexual: anestesia sexual, impotencia psíquica, frigidez, hiperestesias (erotomanía, priapismo, satiriasis, ninfomanía) y paradojas sexuales - en cuanto a la manifestación del impulso sexual: sadismo, masoquismo, onanía y exhibicionismo 129 Ibid., 60. 102 Angeles Llorca Diaz - en cuanto a la dirección del impulso sexual: fetichismo, paidofilia, gerontofilia, necrofilia, etc. Homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad estarían en dependencia de la dirección del impulso, pero no en un esquema que la considere desde un punto de vista patológico. Fuera de este esquema, la fuerza del impulso sería, con algunas variaciones, una constante. En cuanto a las formas de satisfacción distingue Hirschfeld dos básicas: el homo incubus, la forma masculina, cuyo grado morboso se manifiesta en el sadismo, y el homo sucubus, la forma femenina, cuyo grado morboso es observable en el masoquismo. Entre ellas existirían diferentes transiciones intermedias. El sadismo sería, para el autor, una hipertrofia de la actividad masculina y el masoquismo de la femenina -sobre esta idea, como vimos, descansa su concepto de "metatropismo"-; el hombre masoquista y la mujer sádica presentarían no sólo anímica, sino también corporalmente elementos del otro sexo. Estos caracteres activo y pasivo del impulso sexual, incluidas las formas extremas, se deben -tal y como indicó Krafft-Ebing en su Psychopathia sexualis- a la constitución del individuo, son propiedades innatas y constantes. Incluso la forma de practicar la actividad sexual manifiesta, según Hirschfeld, una menor necesidad de variación de lo que se cree. Igual que la fuerza y la manifestación del impulso, también está su dirección determinada de forma característica: no alcanza jamás a todos los hombres o a todas las mujeres, sino sólo a determinadas personas, que constituyen un grupo muy reducido, capaces de provocar "vibraciones" eróticas. Como todos los rasgos sexuales, sigue el autor en esta obra de 1906, el impulso sexual pasa por un estado de indeterminación o neutralidad antes de manifestarse su carácter propio, lo que lleva a algunos científicos a afirmar que la orientación del impulso sexual se determina y se decide mediante Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 103 influencias externas, teoría en la que se basa la creencia en la posibilidad de variarla mediante seducción, tratamiento u otros mecanismos. Para el sexólogo alemán, sólo la conformación de la psique sexual, de lo que él llama órgano nervioso central, la constitución interna, puede ser determinante del tipo de estímulos que "encienden" el impulso sexual. La fijación del impulso sexual se daría al mismo tiempo que la del carácter individual en sentido corporal y mental, finalizando ambas en la tercera década de vida. - La atracción parcial Nuestro autor critica también en esta obra la ley de atracción sexual propuesta por Weininger, según la cual se sentirían atraídos siempre un hombre y una mujer completos, aunque éstos se encuentren repartidos de diversa manera entre los dos individuos. En esta tesis, comenta Hirschfeld, lo que es correcto no es nuevo y lo que es nuevo no es correcto: no es nueva la idea de que se busca en el amor aquello de que se carece y es nueva, pero incorrecta, la de que en la atracción por un individuo se busca la mitad matemática que constituye el todo. Leonardo da Vinci, W. Helmus y Havelock Ellis habrían llamado la atención, por el contrario, sobre la similitud de las personas que se sienten atraídas entre sí. Para el médico pomerano es claro que la dependencia de la excitación sexual de la propia personalidad completa es la solución del problema sexual: no excita lo diferente ni lo igual, sino el resultado de una suma de elementos iguales y diferentes. Se podría suponer, sigue el autor, que la tendencia a persistir de la atracción por determinados tipos estaría en 104 Angeles Llorca Diaz contradicción con la atracción duradera por alguien, puesto que ese alguien cambia con el tiempo. La explicación de ello se encontraría, además de en la camaradería fuera de relación erótica y en el poder de la costumbre, en la atracción por determinados caracteres especiales: la atracción parcial, a la que Krafft-Ebing llamó fetichismo. Para Hirschfeld esta atracción es sólo morbosa cuando la parte es objeto de atracción con independencia de la persona. No es morbosa la atracción parcial en sí, sino que constituye la base de la atracción sexual total: de la suma de las atracciones parciales depende la fuerza del amor. La atracción parcial estaría, además, sujeta en casi todos los casos a un sexo determinado. Para la explicación del fetichismo se adhiere Krafft-Ebing a la teoría de Binet de la asociación ocasional, lo que para nuestro autor es insatisfactorio, porque, entiende, el objeto sexual no configura nunca el impulso sexual, sino que la dirección del impulso es primaria y su objeto secundario: en el amor no hay casualidades, sino leyes. Lo innato y primario es la esencia del carácter de la propia personalidad y, en correspondencia con esta esencia, el impulso sexual y el amor ("es un don de la naturaleza"): "Y además no es sólo la dirección del impulso en general, igual hacia qué sexo, lo único basado en la naturaleza, sino también la preferencia especial por un grupo de personas caracterizadas de determinada forma de ese sexo"130. Cuando alguien se siente atraído por una parte hay que suponer ésta como el resultado de una concentración simbólica; se trataría también de asociación de ideas, pero no ocasionales en el sentido de Binet y Krafft-Ebing, sino de representaciones, normalmente no conscientes para el individuo, que le unen al objeto deseado. Seguir este juego del pensamiento es, según Hirschfeld, una de las tareas científicas nuevas más apasionantes. 130 Ibid., 152-153. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 105 El hecho de que la atracción sexual esté basada en la parcial explica que tan variadas como son las personas lo sea el amor. La variabilidad del impulso sexual entre unos individuos y otros es absoluta y los que claman por la libertad, concluye el autor, deberían referirse más a la desigualdad de las personas que a su igualdad. Finalmente, las variaciones del impulso que resultan dañinas para un tercero deberían ser más bien objeto de la ciencia médica que de la justicia: "Los médicos serán los jueces del futuro"131. - El mecanismo reflejo del amor Seis años después de plantear esta teoría de la atracción parcial publicará Hirschfeld su obra Naturgesetze der Liebe -Leyes naturales del amor-. Su finalidad es una doble demostración: que el amante, a pesar de su actividad, no es el sujeto sino el objeto del amor, y que éste es un mecanismo reflejo escalonado al que se oponen los mecanismos de represión. El amor es, plantea el autor, algo que se desarrolla en el indiviudo como parte sufriente, de forma que el gran significado que pueda tener para una segunda persona y, más allá, para los que puedan nacer de la relación, son fenómenos secundarios. Lo primario sería el cambio en la propia esencia. "Amor", tal y como ha de ser entendido en esta obra, es el "involuntario ser atraído"132. El amor es su propio fin y no la reproducción: de la misma forma que el amor existe sin posibilidad de 131 Ibid., 284. 132 M. Hirschfeld [1912] (1914a), 32. 106 Angeles Llorca Diaz reproducción, ésta puede darse sin amor. Tal y como Albert Moll había dicho, aunque sin mencionarle, afirma Hirschfeld que no existe un impulso de procreación, pero sí un impulso sexual y, aunque la procreación fuera de hecho no sólo un efecto, sino un fin del amor, ello no querría decir que el amor exista para servirla, que ésta sea su única finalidad: "El amor podría así servir triplemente a la conservación de la vida. Primero, atándonos mediante el sentimiento de placer a la vida; segundo, uniendo dos individuos uno con otro, efectuando una conexión entre el 'yo' y el 'tú' de la que la humanidad se desarrolla como organismo más elevado; tercero, haciendo crecer al hombre y la mujer anímica y corporalmente más allá de sí mismos"133. Y todavía sin nombrar a Moll arremete Hirschfeld contra su diferenciación del impulso sexual: "Suena muy erudito hablar de impulso de contrectación, tumescencia y detumescencia [...], pero no es, bien considerado, más científico que si se quisiera dividir el impulso de [...] defecación en un impulso de aproximación al cuarto de baño y en uno de evacuación"134. La expresión "impulso de contrectación" es, para él, una tautología, puesto que en la misma esencia del impulso descansa su capacidad para impulsar al individuo allí donde será satisfecho. Tumescencia y detumescencia serían sólo fenómenos concomitantes. El autor entiende en esta obra el funcionamiento del amor, ese "involuntario ser atraído", como un mecanismo 133 Ibid., 42-43. 134 Ibid., 44. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 107 reflejo compuesto de tres fases: centrípeta (o de impresión), central y centrífuga (o de expresión). Los estímulos sexuales exteriores excitarían las terminaciones nerviosas de la superficie corporal y viajarían mediante los nervios asociados al órgano final, al cerebro. Aquí producirían una excitación sexual que buscaría periódicamente su satisfacción (en lugar de los estímulos externos se podría hablar también de recuerdos o fantasías). La excitación producida en el cerebro se encontraría con otros mecanismos de frenado y reguladores, contrainstintos o representaciones contrarias, que descansarían en terrenos higiénicos, éticos, religiosos, sociales o de otro tipo: "Se representa así el amor humano como una lucha entre reflejos y reflexiones, como un efecto conjunto de instinto e intelecto"135. Lo que hace el reflejo amoroso humano más complicado que otros es que la excitación sexual puede provenir de cada lugar de la superficie corporal y que, en realidad, no se trata de un reflejo simple, sino escalonado, donde excitación, deseo y reacción se retroalimentan. Al final de la escala refleja existiría en casi todos los seres vivos un momento en que el mecanismo trabaja casi de forma automática. De la misma forma que la fisiología de los estímulos emplea el término "tropismo" para las reacciones involuntarias -entendiendo por ello, desde Löb, movimientos regulados que mueven al ser vivo hacia determinados estímulos externos-, así como se habla de heliotropismo en las plantas o de quimiotropismo en los átomos, habla Hirschfeld de un "genotropismo" humano. No todas las impresiones sensoriales tendrían el efecto de una excitación sexual, sino sólo las que producen la excitación del órgano central, las que impulsan a una resolución sexual. Sin embargo, con frecuencia, el placer de determinadas impresiones visuales, auditivas u olfativas se remite a conexiones 135 Ibid., 45. 108 Angeles Llorca Diaz inconscientes con recuerdos sexuales, de forma que la asociación de ideas puede dotar de fundamento erótico inconsciente a impresiones que, en principio, no tienen la menor relación con la vida sexual. Toda la superficie corporal del objeto puede ser en todas sus partes punto de arranque de excitaciones sexuales, que se pueden clasificar en dos grupos: las que llegan a la superficie corporal mediante el aire (serían recibidas por la vista, el oído y el olfato) y las que llegan por contacto directo (gusto y tacto), siendo aquéllas primarias en el tiempo y éstas secundarias. En función de la teoría de la atracción parcial nunca sería la personalidad total la provocadora de excitación, sino que en todos los casos se darían impresiones que parten sólo de una parte o de algunas características del objeto y que provocan la excitación. A esta primera excitación se irían uniendo posteriormente las impresiones de otros atributos, que la refuerzan o disminuyen. La dificultad del amante para explicar qué le atrae o qué le repele se explicaría por tratarse de características inconscientes o difíciles de determinar, de particularidades especialmente pequeñas y tan variadas como personas existen. Estos estímulos especiales son tanto más efectivos cuanto más finamente está diferenciado el órgano de los sentidos a que afectan. El amor hacia un tipo, hacia una característica, es el punto de partida del amor: los órganos de los sentidos no reaccionan a todos los objetos de su alrededor, sino que realizan una selección dentro de un grupo determinado, que es siempre limitado, sea grande o pequeño. Puesto que el estímulo y la reacción sexual son observables, sigue Hirschfeld, es necesario suponer la existencia de una instancia intermedia, como en todos los reflejos, aunque ésta se oculte al observador. Sería la región del cerebro en que las energías sexuales centrípeta y centrífuga se encuentran y se transforman una en otra, el lugar central en que se localizarían las células definitorias de la dirección del amor. A la gran Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 109 especialización de las fuentes estimulares se ha de corresponder una especialización del lugar en que los estímulos se reciben: la diferencia de la orientación del impulso se debe, pues, a una diferencia del centro cerebral correspondiente, y no sólo la dirección del impulso, sino también la causa de ésta. La existencia de este centro sería la explicación de la gran variedad de gustos sexuales entre los individuos, que tendría, sigue el autor, dos consecuencias inmediatas: la imposibilidad de una valoración objetiva de la variedad de necesidades sexuales y la posibilidad de la ley natural que Darwin denominó "selección natural". Ya sabemos que, según Hirschfeld, en el amor se busca tanto la similitud como la diferencia: "No es exacto que en el amor sólo atrae lo distinto; tampoco es correcto que sólo lo igual atrae: debe existir un elemento actuante en una suma de propiedades diferentes e iguales [...]"136, pero existiendo siempre una preferencia por un tipo determinado. De nuevo se plantea aquí si esta predilección es innata o adquirida. A favor de su carácter innato presenta los siguientes argumentos: . la dirección del impulso es la misma desde la infancia más temprana (Freud habla también en sus Tres ensayos de una predisposición que se desarrolla en la infancia) . la dirección del impulso se une orgánicamente con gran fuerza a la personalidad: sólo es variable la actividad del impulso y su fuerza, pero no su dirección137 136 137 Ibid., 144. Aquí aprovecha Hirschfeld para criticar la terapia de asociación de Moll comparándola con un tratamiento que pretendiese curar a un ciego que oye muy bien aplicando fuentes de luz de gran fuerza a sus oídos. 110 Angeles Llorca Diaz . la analogía con todos los demás caracteres sexuales . lo dado no es la constitución de los estímulos externos sino la que los recibe Como vimos, para nuestro autor el principio de actividad es masculino y el de pasividad femenino. Cuanto más claramente domine la psique el elemento masculino o el femenino, tanto más fortaleza y unidad poseerá ésta, cuanto más compitan los dos elementos tanto más lábil y complicada será la vida anímica completa. Fuera de cuestión estaría también que para conocer la esencia de la personalidad y la de la atracción sexual, el punto de partida ha de ser, precisamente, esta mezcla de cuotas activas y pasivas. Las vías nerviosas que poseen su final y su punto de partida en el centro sexual cerebral son las siguientes: - vías de percepción - vías de imaginación (las imaginaciones sólo pueden representar a los estímulos que afectan los sentidos cuando poseen el mismo contenido para el que el centro sexual posee la excitabilidad específica): "El puente entre el estímulo sexual y el centro sexual, así como la conexión entre las importantes leyes del parcialismo y el electivismo sexual, están dados por asociaciones centrales, que hunden sus raíces en una psique sexual del todo específica"138. - vías de represión, que parten de la superficie cerebral y llegan al centro sexual funcionando como reguladores - vías de acción, que son las vías motoras conectadas en el centro sexual con las sensitivas y en relación con los centros cerebrales locomotores 138 Ibid., 159-160. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 111 - vías impulsivas: la excitación refleja no lleva siempre al acto sino con frecuencia sólo al impulso, a deseos e intenciones sexuales - debe existir, además, una conexión entre el centro sexual y otras partes del cerebro relacionadas con la especificidad espiritual del individuo Hirschfeld supone este centro sexual cerebral situado en mitad del cerebro (lo que probablemente habla más de la importancia que él le da que de sus conocimientos anatómicos) y pone en cuestión la idea de Gall de que sea el cerebelo el lugar del impulso sexual y la de otros autores de que lo sean la epífisis o la hipófisis. En cuanto a la influencia de las secreciones internas es de momento cauteloso en cuanto a su procedencia, puesto que considera que el centro sexual no queda sin actividad cuando se extirpan las gónadas139: "[...] la sustancia química que vitaliza las fuerzas dormidas en el centro sexual no proviene directamente de las gónadas y no está relacionada incondicionalmente y sin mediación a su presencia y su actividad"140. A esta sustancia química, cuyo efecto vitalizador sobre el centro sexual no sería comparable al de ninguna otra, la denomina, en el caso de los varones, Andrin, y supone, en las mujeres, la existencia de una sustancia similar, independiente de los ovarios, a la que llama Gynäcin. Si bien en su funcionamiento químico el hombre y la mujer serían iguales cualitativamente, no deja de comentar el 139 En 1912 había publicado Hirschfeld un artículo en que analizaba la influencia de la castración en la vida sexual, donde concluía la influencia de aquélla sobre la fuerza del impulso sexual, pero no sobre su orientación. M. Hirschfeld (1912a). 140 M. Hirschfeld [1912] (1914a), 179. 112 Angeles Llorca Diaz autor la creencia de algunos científicos en la existencia de una diferencia cuantitativa, aunque él sólo la admita con reservas. Según éstos, el impulso sexual de la mujer empezaría a manifestarse gracias a la relación sexual con el hombre, de donde se podría conluir que sólo tras la primera "inyección espermática" la sustancia química excitante de la mujer es vertida en el fluido sanguíneo. Pudiera ser, dice Hirschfeld, que el Andrin contenido en el vertido espermático fuera el agente excitante, en lugar de una sustancia propia de la mujer. En este tipo de mecanismos habría que buscar la explicación de la telegonía141. En cualquier caso, el efecto estimulante y regenerador de las sustancias masculinas llegadas así a la sangre de la mujer tendría su confirmación en que: "[...] la forma de la mujer, su expresión facial, su estado anímico y nervioso son influenciados a ojos vista a mejor mediante el comercio sexual"142. Las sustancias excitantes de secreción interna sólo tendrían un efecto irritativo sobre el sistema nervioso, pero no creativo: "Recordemos de nuevo brevemente las condiciones que hemos reconocido como previas de estos efectos orientados al exterior. Son tres. Primero, un lugar en nosotros mismos determinado sólo para los correspondientes estímulos exteriores, individual y organizado; segundo, objetos vivos de los que parten los estímulos sensoriales (o que en lugar de los estímulos directos permiten imágenes en el recuerdo), para los que el centro sexual posee la capacidad asociativa de recepción; tercero, una materia circulante en nosotros que empapa este 141 Semejanza del hijo no con su progenitor masculino, sino con una anterior pareja de la madre. Mientras Loisel y Orth suponían no sólo la existencia de este fenómeno, sino también una causalidad química en él, Rohleder cree más bien en una influencia psíquica. 142 Ibid., 185. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 113 lugar central despertándolo así a la vida y manteniéndolo vivo. De las excitaciones no son ni las nerviosas exteriores ni las químicas internas prescindibles. Si faltasen las exteriores se haría probablemente notar de la misma manera la tensión sexual interna en forma de una oscura hambre sexual, pero sería un impulso sin meta y sin gobierno. Si faltasen las materias excitantes internas, probablemente las impresiones exteriores llegarían también hasta el lugar central, pero allí se desviarían como sin efecto e indiferentes sexualmente, ya que falta la sustancia embriagadora cuya disgregación provoca el sentimiento de deseo"143. Al empezar a hablar de la fase centrífuga del reflejo amoroso distingue el sexólogo entre los términos amor y sexo -Liebe y Geschlecht-. El primero tendería hacia la monogamia, el segundo a la poligamia, porque el impulso sexual buscaría entre las manifestaciones próximas a su tendencia aquéllas que le son más cercanas. El amor sería el impulso sexual individualizado144: no sólo no se trata de elementos opuestos, sino que entre el impulso sexual más amplio y el amor individual existiría una línea continua. Al hablar de impulso sexual Geschlechtstrieb- se deben abarcar todas estas posibilidades y no tomar sólo en cuenta los acontecimientos genitales como pars pro toto, como harían, dice el autor, aquéllos que confunden impulso sexual con impulso de reproducción o con impulso de contrectación y detumescencia. Para evitar este reduccionismo él habla de un impulso amoroso -Liebestrieb- o sexual. Otra diferenciación importante es la que se plantea entre excitación o estímulo -Reiz- y deseo -Lust-, conceptos que poseen un doble sentido, subjetivo y objetivo: 143 144 Ibid., 186-187. Sin nombrarlo hace referencia Hirschfeld aquí a la idea de Bloch de una "individualización del amor" en la historia humana. 114 Angeles Llorca Diaz "De esta forma coinciden en nosotros la desembocadura de las excitaciones y la fuente del deseo y fuera de nosotros la fuente de las excitaciones y la desembocadura del deseo"145. "Sustancia embriagadora" llamaba Hirschfeld más arriba a las secreciones internas y nos recuerda que ya con anterioridad a los conocimientos médicos sobre la acción de las propias sustancias químicas en el mecanismo del amor se hablaba en las bellas letras de éste como embriaguez. De la misma forma que el placer sexual provoca una serie de cambios fisiológicos que pueden compararse con la embriaguez, su contrario, la vida sexual insatisfecha provocaría las reacciones contrarias. Estos cambios fisiológicos pueden desembocar en las neurosis de angustia y otros trastornos, ya que las sustancias desprendidas en el cuerpo mediante la actividad sexual representan un importante factor en su construcción. La cantidad necesaria de esta actividad estaría en dependencia de factores individuales146. La mitad motora del reflejo amoroso, la fase centrífuga, procuraría la consecución de tres objetivos: excitación, deseo y embriaguez147 y existirían dos formas opuestas de alcanzarlos: la activa, cuyo máximo representante sería Don Juan, y la pasiva, cuyo máximo exponente sería Werther. "Desde el momento en que uno aspiró a la posesión del otro, y ése es el mismo momento en que la naturaleza, probablemente en persecución de una mayor diferenciación y perfeccionamiento de los seres vivos, pasó a separar los sexos, comenzó entre ellos una lucha por el dominio que 145 Ibid., 190. 146 Hirschfeld supone que el uso de medios artificiales de embriaguez sería menor si en la cultura humana la actividad sexual fuera más satisfactoria. 147 Lo que implica, dice el sexólogo alemán, que quien ama se comporta de la forma más egoísta imaginable. Que el amor sea al mismo tiempo un sentimiento altruista, continúa, estaría en función de que el objeto que se desea poseer es, al mismo tiempo, un sujeto. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 115 todavía hoy no se puede entender como finalizada: la lucha por un sexo fuerte y uno débil"148. En esta competición sería el sexo masculino el mejor situado , de forma que, históricamente, la mujer se habría servido de la resistencia activa y pasiva a los deseos del hombre como armas150. El darse a las excitaciones corresponde a la pasividad, el deseo de ellas a la actividad del amor, y de la misma forma que la excitación y el deseo son uno dentro y fuera de nosotros, así la actividad y la pasividad en el amor son inseparables y se dan en diferentes proporciones en cada individuo. 149 Un medio de ganar el objeto amado tiene que ver no tanto con lo que hacemos como con lo que somos y aquí descansaría una razón de las estrechas relaciones entre productividad sexual e intelectual. Otra de ellas había sido puesta de manifiesto por Bloch y Freud con los términos "equivalentes sexuales" y "sublimación", respectivamente. Hirschfeld critica la escasa delimitación teórica de estos mecanismos, porque no cree que toda actividad humana haya de ser comprendida como sublimación de deseos sexuales. También los mecanismos de represión, con los que la expresión sexual habrá de competir, están fundamentados en la psique como los mecanismos reflejos. Los mecanismos psicológicos de represión de la libido pueden ser de naturaleza instintiva, intelectual o sugestiva. En este sentido entiende nuestro autor, como veremos, muchos de los efectos de las religiones sobre el impulso sexual. Factores represores serían la vergüenza, la subjetividad y la diferenciación de las sensaciones sexuales (normalmente inconscientes), las costumbres y la moral. 148 Ibid., 212-213. 149 Si bien Hirschfeld opina que el hombre no debe su dominio tanto a condiciones biológicas, como a su supremacía capitalista fundada en ellas. 150 Esta es una idea que nos encontramos con anterioridad en Eulenburg y Bloch. 116 Angeles Llorca Diaz Cuando las impresiones sexuales no encuentran su correspondiente expresión por la actuación de los mecanismos de represión no se satisface el impulso, sino que se crea un estado de displacer e intranquilidad, que no siempre puede pasar sin manifestarse de forma motora. La parte del impulso reprimido que provoca este desasosiego busca su expresión de diferentes formas: gritar, llorar, hablar151, escribir, viajar, etc. La neurastenia y la histeria, además de otros trastornos psíquicos, pueden tener aquí su origen, si bien no sistemáticamente. En qué lugar se sitúa el óptimo de actividad sexual depende del grado de excitabilidad, de la fuerza de la tensión creada, del poder de la represión y del ritmo cíclico personal. Para el médico pomerano, hay un ritmo sexual dependiente del ritmo vital (las diferentes edades), impulsivo (según el funcionamiento de las sustancias químicas influyentes; así, cuanto más fuerte sea la excitación interna por sustancias químicas tanto menor excitación externa se necesitará, y viceversa) y anual (según las estaciones del año). Estos ritmos mostrarían en su configuración final una independencia de la necesidad sexual y del funcionamiento de las gónadas: la capacidad de impresión sexual sería más duradera que la de expresión. - Las tres etapas históricas del amor Considerando el amor como fenómeno histórico humano, su carácter de mecanismo reflejo habría tenido su máxima expresión en un primer periodo. En el segundo, en el que según el autor nos encontramos todavía, habrían salido a primer plano los mecanismos represores. En el tercero, cuyos primeros signos ya aparecerían en el horizonte hace algunos siglos, se habrá de encontrar un equilibrio entre los mecanismos reflejos y los represores: del conocimiento de lo que hasta ahora en este terreno era desconocido se ha de llegar a una ley moral basada en fundamentos naturales. 151 Por ello, entiende Hirschfeld, es la palabra un instrumento eficaz en terapia. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 117 En Geschlechtskunde (1926-30) volverá Hirschfeld sobre la diferencia entre impulso sexual y amor: el impulso sexual busca un tipo, el amor un individuo. Puesto que el tipo abarca a muchas personas con las mismas propiedades corporales y psíquicas, entre los que el individuo deseado es sólo un personalidad que según el amante posee esas características en mejor y más fuerte conexión, es el impulso sexual polígamo, el amor, monógamo. El impulso sexual tiende al cambio y el amor a la permanencia, el primero llena al individuo de intranquilidad, el segundo de tranquilidad, y sólo el amor dota a las personas del equilibrio psiquicocorporal deseado, por lo que: "El hombre tiene derecho al amor, como a la alimentación, como al trabajo y al divertimento. Quien promociona el amor hace más felices a las personas, quien lo persigue, más infelices"152. La persecución del amor sería, precisamente, la característica principal de esta segunda fase de su historia. De la misma forma que existen relaciones entre sexualidad y clima las habría entre éste y la ascesis: la modalidad de ascesis de reformados y puritanos se adaptaría mejor a los países del norte de Europa, la del catolicismo a los del sur y la del budismo al paisaje indú. La transformación de fuerzas impulsivas sexuales en religiosas no hubiera sido posible, dice Hirschfeld, sin la existencia de cierto parentesco entre el éxtasis sexual y el religioso. Igual que se encuentran en algunas manifestaciones religiosas los equivalentes correspodientes a ciertas manifestaciones desviadas del impulso sexual, así se dan estrechas relaciones psicológicas entre el acto de entregarse a un dios y el de entregarse a una persona. Todo ello habría hecho posible el desarrollo exagerado de los mecanismos de represión del reflejo sexual, configurando esta segunda fase histórica de la que habría de salir: 152 M. Hirschfeld (1926), 24. 118 Angeles Llorca Diaz "La visión ascética del mundo ha tenido dos milenios de tiempo para desenvolverse y someterse a prueba. ¿Ha superado este tiempo de examen? ¿Le ha sido posible producir un ennoblecimiento de la humanidad?, ¿se han vuelto los hombres bajo su dominio más felices y más satisfechos, más perfectos, y también más morales, más puros y mejores? Pues ésta era la meta a conseguir, el pensamiento rector explícito [...]"153. La característica principal de la vida sexual humana sería que no está relacionada directamente con la naturaleza en virtud de influencias culturales: "En las cuestiones sexuales la cultura ha convertido al hombre en inseguro. Lo más fácil se ha vuelto lo más difícil. La voz de la naturaleza ha sido silenciada"154, y al resultado de esta operación llama el autor inseguridad sexual -Geschlechtsunsicherheit-. Insiste en que una de las consecuencias más terribles de este periodo es que los representantes religiosos de la ascesis sexual hayan conseguido también el favor de aquéllos que habían de gobernar a los pueblos, de manera que existen, en correspondencia con las diferentes morales religiosas, leyes que castigan determinadas manifestaciones del impulso sexual. Un concepto de gran importancia para la consideración jurídica de los actos sexuales sería el de "voluntad sexual" -Geschlechtswille-. De la misma forma que una persona no puede saltar sobre su sombra, tampoco puede pasar por encima de su constitución sexual, pero el hombre no es un producto de la herencia, sino el resultado de disposición y situación -Anlage y 153 Ibid., 55. 154 M. Hirschfeld (1928), 156. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 119 Lage- y sus actos no son sólo expresión de sus sensaciones, sino del impulso y la resistencia -Trieb y Widerstand-. Disposición e impulso son propiedades dadas con la constitución, innatas; situación y resistencia no lo son fundamentalmente, sino que se constituyen a lo largo de la vida y dependen esencialmente de la forma de vida y de las costumbres. Estas condiciones externas influyen en mayor grado, positiva o negativamente, la voluntad que regula el impulso sexual (en la medida en que éste es regulable): cuanto mejor sea la salud psiquicocorporal de una persona tanto más fuerte y sana será su voluntad sexual, que afectará a prácticamente todos los ámbitos de su vida, porque: "No hay ningún terreno de la forma de vida que no esté inluenciado por el sexo y que no influya en el sexo. La forma del trabajo y la diversión, la elección de profesión y de compañía, todo el entorno, la vestimenta, la vivienda y la alimentación de los hombres, todo lo que somos y lo que sucede con nosotros tiene alguna relación con el sexo. Discutir todos los puntos que aquí vienen a cuento significaría ampliar la ciencia del sexo -Geschlechtskunde- a la ciencia de la vida Lebenskunde-, significaría la concepción de una doctrina de la salud -Gesundheitslehre- desde el punto de vista sexológico [...]"155. - El amor como energía Si más arriba equiparaba el sexólogo alemán el amor y el impulso sexual a una energía de naturaleza específica fluyente por el sistema nervioso, en Geschlechtskunde afirmará que la ley de conservación de la energía es aplicable a la fuerza sexual. La suma de las energías activas y pasivas que se movilizan en el impulso amoroso será siempre la misma: 155 M. Hirschfeld (1926), 319. 120 Angeles Llorca Diaz "El amor es conversión de la energía pasiva en viviente"156. Existen, dice el autor, cuatro cosas que comparten el carácter de "eternas": materia, energía, espacio y tiempo, que serían reducibles, en primer lugar, a la energía que equivale al tiempo y a la materia equivalente al espacio y, puesto que con el paso del tiempo la energía agotada queda asociada indisolublemente a la materia, sólo permanece como elemento último "[...] la divinidad abarcadora interminable, eterna, de las religiones"157, de todo, diferentes que vendría a ser el "tao" de Laotse, la cosa en sí -Ding an sichde Kant, la razón esencial -Wesensgrund- de Eckehard y como quiera que hayan denominado otras personalidades, "[...] la mayoría [de ellas] con una conjugación especialmente fuerte de ambos sexos en sí"158, al gran "desconocido". Otro par que estaría en relación estrecha con los dos anteriores es el de hombre-mujer: "Tan místico, metafísico y paradójico (misterioso, sobrenatural y contradictorio en sí) como suena, así de claro reconoce el pensador que en la dualidad de hombre y mujer el hombre encarna la energía y el tiempo, la actividad creadora, el 156 Ibid., 336. 157 Ibid. 158 Ibid. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 121 elemento dador; la mujer, la materia, el espacio, la pasividad aceptante, el elemento abnegado [...]"159, lo que no quiere decir, como ya sabemos, que el hombre represente la energía y la mujer la materia, puesto que ambos serían esencialmente la una y la otra. Existen, según Hirschfeld, cinco pares conceptuales que se dan en oposición y en unidad indisoluble: energía y materia, tiempo y espacio, dios y mundo, hombre y mujer, espíritu y cuerpo, pero: "[...] como undécimo está encima y debajo, dentro y fuera de estos diez el sexo. El sexo resuelve todo lo dualístico (=contradictorio) en monístico (=en unidades) y todo lo monístico (=unitario) en dualístico (=en contradicciones). Quien lo pueda entender que lo entienda"160. Igual que en el impulso de alimentación se habla en el sexual, aunque con menos frecuencia, de metabolismo Stoffwechsel-. Sería todavía más correcto hablar, dice Hirschfeld, de una transformación de la energía sexual -Sexualkraftwechselmás que de la materia sexual -Sexualstoffwechsel-, de la transformación de la energía en reposo en energía vital y viceversa, en virtud de la ley de conservación de la energía. Lo común de todos los actos sexuales, desde los que responden a las primeras excitaciones hasta la mayor descarga sexual es la transformación de la energía en reposo. Esta energía tiene una doble finalidad: el fin general consciente sería el alivio -Entspannung-, no la procreación sino la liberación, que, según mostraría la experiencia, está asociada al mayor sentimiento de placer que existe (el "premio" de la naturaleza); el fin particular sería el ser determinado del que parten los estímulos que provocan la excitación: 159 Ibid., 336-337. 160 Ibid., 337. 122 Angeles Llorca Diaz "El amor es el premio para la vida. Quien ha de vivir sin amor ha sacado en la lotería de la vida un boleto sin premio. Quien no ha conocido el amor ha sido engañado en el salario de la vida"161. Pero no sólo es placentero el acto relacionado con el sexo, sino que todo el mundo estaría lleno de estímulos placenteros procurantes de placer y alegría, y serían éstos los que tan fuertemente nos atan a la vida. Finalmente, habla Hirschfeld de las diferentes curvas de placer de hombres y mujeres en el acto sexual. La de aquéllos sería más escarpada, mientras que la de éstas asciende y desciende más lentamente: se podría comparar, dice, la primera con el pene del varón y la segunda con el pecho de la mujer. 161 M. Hirschfeld (1928), 158. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 123 IV.3 LA HOMOSEXUALIDAD162 Como sabemos, Hirschfeld entró en el tema de la homosexualidad de la mano de una publicación bajo el seudónimo Th. Ramien: Sappho und Sokrates. Wie erklärt sich die Liebe der Männer und Frauen zu Personen des eigenen Geschlechts? -Safo y Sócrates. ¿Cómo se explica el amor de los hombres y mujeres hacia personas del mismo sexo?- de 1896. La obra se abre con una cita de Nietzsche: "Lo que es natural no puede ser inmoral"163, con lo que el autor se contesta de entrada la pregunta que había hecho figurar en el título: el amor de hombres y mujeres hacia personas del mismo sexo se explica, de alguna manera, por causas naturales. En las páginas siguientes se plantean las siguientes tres tesis: - la homosexualidad verdadera es siempre innata (en contra de la división de Krafft-Ebing y otros entre homosexualidad innata y la adquirida) - la esencia de la homosexualidad está en relación con la constitución primaria bisexual de todos los seres vivos - la homosexualidad no es una enfermedad - El carácter innato de la homosexualidad 162 "Homosexualidad" fue un término utilizado por primera vez en 1869 por el médico húngaro Karl Maria Benkert en un folleto publicado bajo el seudónimo K. M. Kertbeny. El mismo año el psiquiatra berlinés Carl Westphal acuñó el de "sentimiento sexual contrario", que fue retomado por Krafft-Ebing, Moll y Ellis para titular diferentes obras sobre el tema. "Uranismo", tan utilizado por Hirschfeld en sus primeras obras, fue acuñado por el jurista alemán Kalr Heinrich Ulrichs en 1864, que lo tomó de El Banquete de Platón, e "inversión", por Charcot y Magnan, en 1882. De estas denominaciones la que mayor acogida tuvo, finalmente, en la literatura científica fue la primera, si bien la terminación "sexual" condujo al uso del término como expresión de actos sexuales y no de la orientación del impulso, tal y como había sucedido con "pederastía" y "tribadismo". De importancia para Hirschfeld al utilizar cualquiera de estos términos es el referirse con ellos a la inclinación del impulso sexual, no a los actos del sujeto. M. Hirschfeld (1914b). 163 Cit. en M. Hirschfeld (1896), 35. 124 Angeles Llorca Diaz En el artículo que abre el primer tomo del Jahrbuch, "Die objektive Diagnose der Homosexualität" -El diagnóstico objetivo de la homosexualidad- de 1899 propone que la investigación sobre la persona homosexual no se restrinja a su sexualidad explícita, sino que se amplíe a la completa individualidad: las inclinaciones sexuales serían sólo síntomas, consecuencias secundarias de la psique como factor primario. Como vimos, ya en este artículo plantea el autor que el resultado más valioso de la investigación en el terreno de la homosexualidad sería la constatación de que entre hombre y mujer, en todos los aspectos mentales y corporales, sólo existen diferencias graduales, cuantitativas, que aparecen en todas las formas posibles entre ellos. La naturaleza trabaja de forma progresiva, se rige por la ley de no dar saltos, y la homosexualidad es una cuestión de "más o menos" en el desarrollo de ciertos caracteres, aunque éstos no sean observables en el momento del nacimiento: "Si los pertenecientes al 'tercer sexo'164 fueran tan fácilmente reconocibles en el nacimiento como los otros dos sexos, la cuestión de la homosexualidad no se habría convertido nunca en una cuestión"165. Para investigar este "más o menos" se lanzó nuestro autor, con paciencia y método dignos de Lombroso, a la realización de miles de mediciones de todos los aspectos corporales posibles en sus pacientes. La anamnesis, la observación clínica y el cuestionario psicosexual habrían de dar cuenta de los aspectos psicológicos. 164 Gustav Fritsch escribió en el Archiv für Sexualforschung el artículo "Das angeblich dritte Geschlecht des Menschen" -El supuesto tercer sexo del hombre-, en que considera el término "tercer sexo" como un invento del Wissenschaftlich-humanitäres Komitee, que no debería tener aplicación científica. La respuesta de Magnus Hirschfeld apareció en un artículo del mismo nombre publicado en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft de 1919: El término "tercer sexo", dice, se menciona ya en El Banquete de Platón y en el Kamasutra de Vatsyayana. Explica no haber usado nunca esta expresión en publicaciones científicas, sino la de "estadio sexual intermedio" o "hermafrodismo" y reconoce que Fritsch tiene razón al indicar que "tercer sexo" no debe ser expresión usada científicamente. M. Hirschfeld (1919). 165 M. Hirschfeld (1899), 5. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 125 En "Sind sexuelle Zwischenstufen zur Ehe geeignet?" -¿Son los estadios intermedios apropiados para el matrimonio?- de 1901 critica el médico pomerano el error de muchos colegas de pensar que la homosexualidad es una desviación que desaparece mediante el matrimonio. No sólo esta "terapia" sería inapropiada, sino que resulta difícil decidir si es deseable que los homosexuales tengan descendencia: si la descendencia no es homosexual estará en cualquier caso tarada hereditariamente. Para él, es indudable que la homosexualidad se da en muchas personas sanas y fuertes, pero también que aparece muchas veces sobre la base de una disposición familiar neuropática, por lo que se pregunta: "¿No será quizá la homosexualidad, que nace del suelo del lastre neuropático, un medio con el que la naturaleza se esfuerza en para poner fin a un linaje?"166. "Ursachen und Wesen des Uranismus" -Causas y esencia del uranismo- de 1903 es la primera gran monografía sobre el tema que Hirschfeld publica en el Jahrbuch y en la que critica especialmente la consideración de la homosexualidad que Iwan Bloch había expresado en sus Beiträge zur Aetiologie der Pscychopathia sexualis -Contribuciones a la etiología de la P. s.(1902-1903), insistiendo en la necesidad de la observación clínica para extraer conclusiones. El mismo término "homosexualidad" le parece una monstruosidad en su forma y en su contenido, porque, dice, en realidad el urning no ama al mismo sexo, sino a otro. El autor acentúa que homosexual es aquél que siente como tal, con independencia de su conducta sexual. La necesidad de variación sexual, tan traída y llevada por Bloch como causa de las desviaciones sexuales, no puede ser factor etiológico de la homosexualidad, puede afectar la forma de la actividad sexual, pero no la inclinación del impulso. 166 M. Hirschfeld (1901), 61. 126 Angeles Llorca Diaz El tema central de este artículo lo constituye la esencia innata de la homosexualidad. Krafft-Ebing y Moll ya concedían mayor peso a la constitución innata del individuo y un papel secundario a los momentos ocasionales en su formación; del otro lado estarían Tarnowsky, Schrenck-Notzing, A. Hoche, A. Cramer, K. Kautzner, Sänger, Meinert, Wollenberg, Rosenbach, Siemerlin y Bloch. Pero si los elementos ocasionales fueran causales, dice Hirschfeld, se habría encontrado una vía terapéutica. Para hablar de lo innato de una propiedad es de gran importancia, sigue el sexólogo, que ésta se presente, según los recuerdos del individuo, desde una edad temprana. Tanto Magnan como Schrenck-Notzing dan noticia de los recuerdos homosexuales tempranos de sus pacientes, pero Bloch opinaba que los homosexuales "falseaban" su autobiografía reinterpretándola en función de sus inclinaciones sexuales. Hirschfeld considera que la suposición de la existencia de un impulso sexual prepuberal indiferenciado en el sentido de Dessoir es sólo correcta en la medida en que se habla de un impulso latente, pero no inexistente. A favor del carácter innato de una propiedad, dice nuestro autor, habla el hecho de que esté ligada a toda la personalidad. Para la consideración de un enigma natural no debemos atenernos sólo a la parte, sino buscar en el todo: una parte corporal nos puede llevar a error, pero lo psíquico, "cuya importancia en nuestro tiempo tan materialista está tan infravalorada", nos acerca más a la solución. Puesto que hay más de dos sexos, no sólo la manifestación externa, sino el sentimiento interno es lo decisivo y las manifestaciones de este sentimiento interno no se limitan de ninguna manera, como sabemos, a los actos puramente sexuales. Pero, además, los tipos hombre-urning-urnindamujer no se alínean simplemente uno al lado del otro, sino que existen transiciones entre ellos: si considerásemos hombre, homosexual y mujer como tres sexos fuertemente diferenciados estaríamos cayendo en el mismo error que al considerar sólo dos. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 127 Igual que en el caso del hombre y la mujer, sólo se puede hablar del urning como tipo medio, que se definiría, según Hirschfeld, por su carácter situado entre uno y otro sexo: el urning no es tan activo como el hombre, pero tampoco tan pasivo como la mujer, y sus características físicas son una mezcla de las masculinas y las femeninas. La capacidad de amar del homosexual sería en todo equivalente a la del heterosexual. Igual que Näcke, opina el autor que no se ha de contemplar la homosexualidad bajo un punto de vista "teológico ni teleológico, sino científico": incluso cuando fuera la muerte de un linaje el final principal de la homosexualidad, sería innecesario suponer que la heterosexualidad es mejor que ella, ambas están enraizadas en lo más profundo de la personalidad. Así como los heterosexuales no pueden volverse homosexuales, los homosexuales no pueden volverse heterosexuales: "Esta absoluta congruencia que se extiende sin excepcion a todo lo que en el amor y en el impulso sexual hay de fisiológico y de patológico, de elevado y de bajo, de bueno y de malo, de hermoso y de odioso, es sólo comprensible y explicable si se trata de dos orientaciones del sentimiento análogas, una al lado de otra y formadas de igual manera también en sus causas"167. Hirschfeld interpreta todo el material recopilado por él como contrario a la teoría de Bloch de que la dirección del impulso sea fuertemente influenciable por causas ocasionales o que la necesidad de variación sea el fenómeno primario explicativo de toda la vida sexual. Si diferentes personas son influenciadas de diferente manera ante la misma ocasión, se ha de suponer en el resultado otra causa distinta a esta influencia: 167 M. Hirschfeld (1903), 104. 128 Angeles Llorca Diaz "La razón de ello sólo puede encontrarse en la diferente formación de la psique del afectado, sólo la diferente constitución puede producir que frente a las mismas condiciones los hombres se comporten tan diferentemente. Por ello lo esencial es la disposición innata168. Otra prueba de lo natural y original de una manifestación sería que ésta se ordenara en una serie de manifestaciones naturales emparentadas, de tal forma que su no existencia supusiera una carencia en la continuidad de esta línea, lo que se demostraría de forma clara para la homosexualidad. Sería altamente extraño, según el sexólogo alemán, que de todas las transiciones que hay de cada órgano y de cada función entre uno y otro sexo la del impulso sexual fuera una excepción. La inexistencia de la homosexualidad sería un misterio mucho mayor que su existencia: "Igual que se pudo contar de antemano, según el peso atómico, con las materias que faltaban en la tabla del sistema periódico de elementos antes de que se encontraran; igual que se describieron, según la distancia de los planetas, el lugar y la órbita de Neptuno antes de descubrirlo [...] así una cabeza inteligente hubiera podido demostrar la existencia de los homosexuales antes de haberlos visto cara a cara"169. Que las diferencias sexuales sean mayores entre los animales menos evolucionados (entre los machos y las hembras de algunos insectos, por ejemplo) que entre los humanos, hace descartable la idea de que la homosexualidad sea un atavismo en sentido evolutivo: si la aparición de dos sexos es un escalón más elevado en la escala evolutiva que su ausencia, de la misma 168 Ibid., 118. 169 Ibid., 126. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 129 forma, la existencia de estadios intermedios supone un progreso hacia la existencia de más sexos. Pero que la homosexualidad sea innata no supone, dice el autor, que sea heredada. Para él, la cuestión de cómo padres heterosexuales pueden tener hijos homosexuales es difícilmente contestable mientras no se sepa de qué depende que se tengan hijos o hijas170. Estadísticamente, sigue el sexólogo, está comprobado que la homosexualidad, casi nunca es heredada y esta constatación contradice el que sea en todos los casos un signo de degeneración, como lo entienden Magnan, Krafft-Ebing171, Möbius y Moll; igual que Hirschfeld y Burchard, Näcke ya había ido en contra de esta tesis. Si la homosexualidad estuviera en relación con la degeneración, no sólo los signos de ésta serían constatables en homosexuales, sino que la homosexualidad sería comprobable en gran medida en los degenerados, y éste no es el caso. Ciertamente, dice Hirschfeld, la homosexualidad representa una minoría dentro del sentimiento sexual, de forma que, comparativamente, puede ser considerada como anormal, pero no como una anomalía en sentido patológico. Eulenburg y Bloch entienden que la ubicuidad de la homosexualidad, su independencia de la época y del lugar, de la raza y de la forma de cultura, es un argumento contra la teoría de que es una manifestación de degeneración. Nuestro autor, que se congratula de estar en esto de acuerdo con Bloch, lamenta que, de la idea de que la homosexualidad no sea un producto cultural, no haya concluido éste que es un producto natural. Un argumento frecuentemente utilizado, por ejemplo por Wachenfeld y Krafft-Ebing, a favor del carácter patológico de la homosexualidad es el de su incapacidad para la 170 En Geschlechtskunde (1926-30) habla Hirschfeld por primera vez de la teoría cromosómica de la determinación sexual. 171 Krafft-Ebing había ya manifestado un cambio en su punto de vista en el tercer tomo del Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, diciendo: "[...] que el sentimiento sexual contrario en y por sí no debe ser considerado como degeneración psíquica o como enfermedad". R. v. Krafft-Ebing (1901), 6. 130 Angeles Llorca Diaz procreación. Como vimos, el médico pomerano opone a esta idea la de una capacidad productiva en otros sentidos, pero también la del carácter "derrochador" de la naturaleza: "[...] la materia productiva para la reproducción del comercio homosexual desaparece porcentualmente frente a la que se derrocha consciente e inconscientemente en el comercio sexual normal. La naturaleza creadora procede en todas partes de forma enormemente derrochadora con la materia productiva. Le basta cuando de esta materia sólo un porcentaje muy reducido sirve a la fertilización"172. Y termina este artículo con una declaración personal de intenciones: "En tanto el estado y la sociedad vean criminales en estos imposibilitados para la reproducción, pero no para el amor, la Edad Media no habrá llegado a su fin. Yo por mi parte no cejaré en la lucha por el derecho de estos oprimidos, no por afán de gloria, sino porque no podría soportar ser cómplice inactivo de una injusticia tan violenta"173. En Die Homosexualität des Mannes und des Weibes -La homosexualidad del hombre y la mujer- de 1914 vuelve sobre la relación entre reproducción y homosexualidad: "En cuanto se reconoce que la reproducción no es el fin último del amor, pierde la manifestación bajo este supuesto enigmática- de la homosexualidad una buena parte del enigma y, todavía en mayor grado, cuando se reconoce que 172 Ibid., 154. 173 Ibid., 159. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 131 el amor también es productivo cuando no brota de él una nueva vida, que también existe la fecundación espiritual y que el valor de una persona depende de los valores que crea, con independencia de si éstos son materiales o espirituales"174. En la misma obra enumera sinópticamente sus argumentos a favor del carácter innato de la homosexualidad: - la homosexualidad se abre paso a pesar de todas las costumbres y de la sugestión asociada a ella - en la infancia se aprecian en el niño que será homosexual determinados rasgos que lo diferencian de los demás - antes de la pubertad existe una atracción hacia personas del mismo sexo, si bien es inconscientemente sexual - casi todos los homosexuales recuerdan que su deseo sexual se orientó hacia los del mismo sexo desde el comienzo de la edad adulta - los primeros sueños eróticos poseen contenido homosexual - la homosexualidad se funde estrechamente con el resto de la personalidad - la homosexualidad (como la heterosexualidad) es inextinguible - la homosexualidad se asemeja a la heterosexualidad en todas las manifestaciones anímicas que la acompañan, si ésta es innata también lo será aquélla - todas las diferencias sexuales muestran desviaciones de la media masculina o femenina - entre la parentela consanguínea de los homosexuales se encuentran personas que poseen también caracteres intermedios 174 M. Hirschfeld (1914b), 312. 132 Angeles Llorca Diaz - la homosexualidad ha existido durante todos los tiempos y en todas las culturas Con estos argumentos rechaza el autor en esta obra que la necesidad de variación (Bloch), la abstinencia (Marcuse), la onanía (Braunschweig, Rohleder, Moll), la seducción (Groß), la sugestión (Tarnowsky, Schrenck-Notzing, Cramer, Casper), una asociación patológica (Binet) o una obsesión (Magnan) sean responsables de la aparición de la homosexualidad. Cercana a la concepción francesa, sigue Hirschfeld, estaría la hipótesis de Freud de la aparición de la homosexualidad por sucesos sexuales infantiles (influencias ocasionales), si bien no se refiere a un choc fortuit sino a la represión y otros procesos como responsables. Las escuelas francesa y vienesa coincidirían también en aceptar una disposición endógena. En sus Tres ensayos afirma Freud que la elección de objeto se determina por sucesos de la infancia temprana. Además de la constitución sexual menciona el psicoanalista otros factores influyentes, como la madurez sexual temprana en el sentido de Löwenfeld. Dentro del psicoanálisis, se ocupó también Sadger del tema de la etiología de la homosexualidad. Para él, además de la constitución sexual, se ha de considerar que el homosexual tendría en sus primeros años de vida tendencias heterosexuales anormalmente fuertes (hacia la madre) y bajo la impresión de las decepciones que destruyeron el ideal heterosexual se habría vuelto hacia la homosexualidad (hacia el padre). El factor último que explica por qué la represión lleva hacia una u otra dirección sería constitucional. Posteriormente dará Sadger más importancia en este proceso a la fijación de la libido en uno mismo, al narcisismo, que al papel del padre. Tanto Freud como Sadger, critica Hirschfeld, hablan de la constitución sexual como elemento determinante en la aparición de la homosexualidad, pero ésta no tiene un papel importante en la explicación última que ofrecen. Aparentemente, sigue el sexólogo, bajo el concepto "constitución" remiten los psicoanalistas a algo similar a Binet cuando habla de una "prédisposition", una hiperestesia nerviosa general (que estaría también presente en las teorías de Schäfer, Meynert y Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 133 Schrenck-Notzing). Para Hirschfeld lo determinante no sería una constitución neuro o psicopática, sino una constitución sexual individual. - El porcentaje de homosexuales Bajo el lema de que la tarea de la estadística es descubrir regularidades y leyes, llevó a cabo Hirschfeld dos investigaciones encaminadas a poner de manifiesto el porcentaje de heterosexuales, homosexuales y bisexuales existente en la población berlinesa. El resultado de estas investigaciones fue publicado en el artículo "Das Ergebnis der statistischen Untersuchungen über den Prozentsatz der Homosexuellen" -El resultado de las investigaciones estadísticas sobre el porcentaje de homosexuales- de 1904. La importancia de estas investigaciones descansaba en saber qué número de personas se hallaban bajo peligro de ser inculpadas jurídicamente por su inclinación sexual y en el desacuerdo existente entre los investigadores sexuales sobre el número de homosexuales. Así, Bloch hablaba en sus Beiträge de que la homosexualidad poseería significado social si el número de homosexuales fuera efectivamente el que éstos decían ser. Casper, Westphal y Krafft-Ebing suponían un porcentaje reducido de homosexuales, mientras que Näcke y Moll consideraban que debía ser bastante elevado. Ya en su trabajo Sappho und Sokrates se quejaba nuestro autor de que las cifras estimadas hasta entonces sobre el número de homosexuales eran puras conjeturas. Tras treinta pruebas hechas sobre muestras escogidas al azar, de las que se concluyó un porcentaje aproximado de 1,99 de homosexuales varones sobre la población total de hombres, se llevaron a cabo dos encuestas encaminadas al objetivo previsto, entendiendo que lo decisivo no era el acto sexual en sí sino el impulso sexual. 134 Angeles Llorca Diaz La primera encuesta se dirigió a tres mil estudiantes varones de la Escuela Superior Técnica de Charlottenburg, con la petición de que devolvieran cumplimentada una tarjeta en que se preguntaba si su impulso amoroso (sexual) se orientaba hacia hombres, mujeres o a ambos. De todas las cartas 103 fueron devueltas por el correo y de las restantes fueron contestadas 1756, de las que sesenta fueron anuladas. Los resultados fueron los siguientes: heterosexuales homosexuales bisexuales 1593 26 77 de 1696 " " = 94% = 1,5% = 4,5% Para Hirschfeld el resultado más importante no era tanto el número exacto obtenido, como el saber que a la hora de hablar de los "desviados de la norma" había que referirse a ellos en términos de porcentajes y no de por miles. Estos datos coincidían, además, aproximadamente, con los de otra investigación llevada a cabo en Amsterdam por von Römer. La segunda encuesta se llevó a cabo entre trabajadores del metal de Berlín, con lo que se pretendía abarcar a hombres de mayor espectro de edad, tanto solteros como casados y pertenecientes a la clase trabajadora. La elección del tipo de trabajo se debía a que éste se consideraba típicamente masculino, de la misma forma que los estudios de la muestra de la primera encuesta. La pregunta que se realizó esta vez hacía referencia a si el impulso sexual se había dirigido siempre hacia hombres, siempre hacia mujeres o a ambos, señalando en este último caso si había preferencia por uno de los dos sexos, con lo que se pretendía constatar la constancia de la orientación sexual. La tarjeta con esta cuestión se envió a 5721 trabajadores. 1137 volvieron devueltas por el correo y 1912 fueron contestadas. Después de anular 27 respuestas se obtuvieron lo siguientes resultados: - orientación hacia mujeres: 1802 94,25% = Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica - orientación hacia hombres: - hacia ambos igualmente: - hacia ambos con preferencia por las mujeres: - hacia ambos con preferencia por los varones: 135 22 = 1,15% 14 = 0,73% 36 = 1,88% 11 = 0,58% De donde Hirschfeld concluye un porcentaje de homosexuales del 1,73 (sumando los grupos segundo y quinto). Un resultado interesante de la investigación fue, para su autor, la constatación de la existencia real de bisexuales. Calculando la media entre los resultados de las tres encuestas, las dos de Berlín y la de Amsterdam, el sexólogo alemán conluye que el número de varones homosexuales ha de variar entre 1,5% (con sólo inclinación hacia los hombres) y 2,2% (sumando a los anteriores aquéllos que se sienten inclinados hacia hombres y mujeres, pero con preferencia por los primeros). Dada la constancia de las cifras, Hirschfeld cree haber apoyado estadísticamente la teoría de que la dirección del impulso sexual es constitucional e independiente de la edad del sujeto. Finalmente, haciendo un cálculo aproximado del número de actos homosexuales que se realizarían al año y que caerían bajo el artículo 175 del Código Penal Imperial y comparando la cifra resultante con el número de inculpados efectivamente al año por ello, resulta que sólo se penalizaba en Alemania entre 0,007% y 0,3% de los actos homosexuales, cifras que hablarían por sí mismas de la inutilidad de dicho artículo. - El diagnóstico de la homosexualidad En 1914 publicó Hirschfeld Die Homosexualität des Mannes und des Weibes -La homosexualidad del hombre y la 136 Angeles Llorca Diaz mujer-, donde dedica diferentes capítulos al tema del diagnóstico de la homosexualidad. El primer factor a tener en cuenta sería la constatación de atracción sexual hacia personas del mismo sexo y la de repulsión sexual por las del otro. En segundo lugar se ha de estudiar la presencia o no de dos características: incongruencias sexuales, es decir, rasgos sexuales psíquicos o corporales que no se corresponden con el carácter sexual de los genitales, y una disposición neuropática, no en sentido de degeneración, sino como una labilidad relativamente fuerte del sistema nervioso central presente también en otros miembros de la familia. De estas cuatro características es la más importante la primera. En todos los casos de homosexualidad, hasta la aparición del primer acto homosexual, se puede apreciar, dice Hirschfeld, una inclinación anímica hacia las personas del mismo sexo, que es muy anterior a la aparición de la conciencia de su carácter sexual. Näcke daba importancia en el diagnóstico de la homosexualidad al contenido homosexual de los sueños. Nuestro autor distingue en ellos dos grupos: aquéllos en los que se sueña con que uno realiza tareas correspondientes al otro sexo y aquéllos en que se sueña con relaciones eróticas con el mismo sexo. Tarnowsky destaca también la existencia de un sentimiento de vergüenza hacia el propio sexo, lo que a Hirschfeld le parece un buen indicador. Para el diagnóstico de la homosexualidad juega el comportamiento sexual frente al otro sexo un papel casi tan importante como frente al propio. Si éste está tintado de deseo aquél no lo está o es, sencillamente, indiferente. Los hombres y mujeres homosexuales se diferencian de los heterosexuales, en cuanto a las relaciones sexuales con el otro sexo, en su sentimiento antes, durante y después de la relación sexual: antes y durante el acto falta el deseo de él, durante el acto aparecen síntomas como eyaculación precoz o incapacidad para tocar los Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 137 genitales y tras él surgen sentimientos de rechazo, asco y hasta odio; la excitación sexual no sólo no desciende, sino que aumenta. Especialmente las mujeres homosexuales sometidas a la "obligación matrimonial" sufren con el tiempo de estados de miedo, insomnio y fuertes depresiones. Al margen de las relaciones sexuales, dice el sexólogo alemán, se observa en las relaciones con el otro sexo no sólo carencia de atracción, sino en algunos casos misoginia o androfobia. Por el contrario, puede aparecer también un sentimiento de camadería con el otro sexo referido a la pertenencia en cuanto al elemento sexual. Los hombres homosexuales se sienten especialmente atraídos en el plano afectivo por su madre, lo que sería, según el autor, una consecuencia del desarrollo homosexual infantil y no una causa, como pretende la escuela psicoanalítica. La presencia de signos ginándricos facilitaría el diagnóstico de la homosexualidad en edades tempranas. Sin llegar a conclusiones tajantes, sigue Hirschfeld, se puede decir que una mujer homosexual nunca será en sus rasgos psicosexuales igual que la mujer completamente femenina, lo que es aplicable también a los hombres homosexuales: el homosexual lleva desde el principio el sello de su característica física y mental. Tarnowsky, entre otros, aconseja apartar al niño de actividades que puedan considerarse femeninas para frenar así el desarrollo de una posible homosexualidad, contra lo que el médico pomerano argumenta que así se puede afectar al desarrollo nervioso del niño que, por otra parte, está determinado de forma innata a ser homosexual. Los juegos infantiles poseerían casi tanto valor diagnóstico como el contenido de los sueños eróticos. El diagnóstico de probabilidad del niño y la niña úrnicos se centraría en los siguientes tres puntos: - El muchacho úrnico prefiere juegos femeninos, posee caracteres, y con frecuencia también apariencia, femenina. La muchacha úrnica prefiere 138 Angeles Llorca Diaz juegos masculinos, posee caracteres masculinos en su esencia, sus movimientos y su apariencia - Frente al otro sexo: el muchacho se encuentra mejor en compañía de muchachas y se da una fijación anímica en la madre. La muchacha prefiere la compañía masculina y tiene una relación más estrecha con el padre - Frente al propio sexo: el muchacho siente un retraimiento instintivo y vergüenza frente a los muchachos y fantasea a menudo con un profesor o compañero. La muchacha siente vergüenza frente a sus iguales y fantasea con una profesora, una compañera u otra persona de su propio sexo Cada uno de estos síntomas no sería prueba de homosexualidad, pero en caso de que se den todos juntos se podría hablar con gran seguridad de estar en presencia de un urning o urninda. En lo que se refiere a la posesión de caracteres del otro sexo en el terreno corporal, el aparato genital de los homosexuales, sigue Hirschfeld, no muestra desviaciones notables frente al de heterosexuales (en contra de Ellis, que habla de una débil similitud con el infantil). Los espermatozoides tampoco muestran diferencias. Utero y ovarios de mujeres homosexuales serían más pequeños y se darían más a menudo en ellas trastornos de la menstruación (aparece más tarde y dura menos días al mes), que se vive como un suceso penoso. En los hombres homosexuales se daría periódicamente, con más frecuencia que en los demás, una serie de sucesos psíquicos que pueden corresponderse con la menstruación y se aprecia una especie de climaterio. Los trastornos propios de la época de maduración se dan en menor medida en las mujeres homosexuales. La voz profunda y la barba en los varones, el crecimiento de los pechos y las caderas en las mujeres, sufrirían ligeras variaciones en los homosexuales. La voz de hombres y mujeres homosexuales se sitúa mayormente entre las de alto y tenor. La nuez de las mujeres homosexuales es más masculina. La Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 139 cabellera de los hombres homosexuales es más fina, suave y abundante, la de las mujeres homosexuales relativamente fuerte y más corta que la de las heterosexuales. El vello púbico de los hombres homosexuales puede tener forma triangular femenina y el del cuerpo es menos frecuente que entre heterosexuales. Los defectos en el crecimiento de pechos, tanto en hombres como en mujeres, no son relacionables con el sentimiento sexual, si bien en mujeres homosexuales se puede observar incapacidad para el amamantamiento y un tamaño menor de las mamas y en los hombres pezones desacostumbradamente grandes. El desarrollo mayor de los hombros y de las caderas serían rasgos más frecuentes en las mujeres y los hombres homosexuales, respectivamente. En ellas son pies y manos mayores y en ellos menores que en los heterosexuales. El tipo de musculatura y la forma corporal resultante suele ser más masculina en las mujeres y más femenina en los hombres homosexuales, con más frecuencia que en los heterosexuales. La textura de la piel de los homosexuales se acerca también más a la del otro sexo que en los heterosexuales. En lo que se refiere a la presencia de caracteres del otro sexo en el terreno de la vida nerviosa y anímica, Hirschfeld empieza describiendo la gesticulación facial de hombres y mujeres como esencialmente diferente: "Quizá pudiera decirse que la mímica del hombre expresa una afirmación o una negación de la vida, la de la mujer es más una pregunta a la vida"175. La mímica de los homosexuales tiende más al tipo del otro sexo, como media, que en el caso de los heterosexuales. En cuanto al movimiento de brazos y manos, a la gesticulación en general, el autor considera la de algunos homosexuales tan característica del otro sexo que habla de "transgestismo". El 175 Ibid., 148-149. 140 Angeles Llorca Diaz movimiento del tronco es más femenino en los hombres homosexuales y más masculino en las mujeres de la misma condición. La forma de andar de los hombres homosexuales es, para el sexólogo alemán, definitivamente característica, de manera que afirma poder distinguir a uno de ellos según entra por su consulta. La escritura es definida como un movimiento especial en el que se reflejan muy diferentes rasgos de distintos campos del individuo y, puesto que la psique de la mujer y la del hombre se diferencian esencialmente, también lo hacen sus escrituras. En la de las mujeres homosexuales aparecen más rasgos masculinos y más femeninos en los hombres homosexuales que en el resto. El carácter psicomotor que se manifiesta tanto en la escritura como en la forma de andar tiene expresión también en una especie de sello vital, de forma que las mujeres homosexuales son más enérgicas, agresivas, heroicas y aventureras que las heterosexuales, lo que se traduce en sus actividades cotidianas o en la elección de profesión, mientras que en los hombres homosexuales se da una mayor sensibilidad ante la alegría, la esperanza, el entusiasmo y el dolor que entre los heterosexuales. En la inteligencia no ve el autor diferencias entre homosexuales y heterosexuales. La más débil musculatura masculina en el caso de los homosexuales se corresponde frecuentemente con una mayor "musculatura de la lengua", de forma que, igual que las mujeres, son especialmente habladores. Si bien, contra las apreciaciones de Moll, Hirschfeld considera que la atribución de una mayor costumbre de mentir a los hombres homosexuales no es más que un prejuicio o una prueba de la incapacidad del médico para ganarse su confianza. Los objetos de los que se hacen rodear los homosexuales muestran también diferencias frente a los de los heterosexuales, así, la casa en que viven, los adornos que utilizan, las telas, las ropas, etc. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 141 El sistema nervioso de hombres y mujeres homosexuales brinda dos características comunes: una gran elasticidad y una gran labilidad, de forma que es a veces difícil distinguir cuándo una respuesta nerviosa se puede atribuir a esta labilidad y cuándo a una constitución nerviosa. A pesar de la tríada de características señaladas (inclinación hacia el propio sexo, indiferencia o repulsa hacia el otro y caracteres propios del otro sexo) el diagnóstico de la homosexualidad resulta enormemente dificultoso. La inclinación erótica por el propio sexo resulta frecuentemente de difícil distinción de la que no lo es. En el segundo grupo se puede confundir la homosexualidad con la asexualidad o la monosexualidad. En el tercero nos encontramos con características presentes, pero difícilmente perceptibles, y rasgos notables del otro sexo, pero atribuibles a otra causa diferente de la homosexualidad. Sólo se puede hablar de verdadera homosexual cuando lo corporal tiene expresión en lo anímico, mientras que para las relaciones homosexuales sin sentimiento homosexual se ha de emplear, dice Hirschfeld, la expresión pseudohomosexualidad acuñada por Bloch: "Todo el problema de la homosexualidad se simplificaría esencialmente si el acto sexual fuera la expresión absoluta del impulso sexual. Pero éste no es -casi añadiría aquí desgraciadamente- sin más el caso [...]"176. El diagnóstico diferencial entre homosexualidad y horror heterosexual resulta importante jurídicamente, porque la homosexualidad de un miembro de la pareja se suele aducir como motivo de separación. En estos casos se ha de determinar si el rechazo se refiere a una persona en concreto, a todos los miembros de un sexo o a un carácter determinado del otro sexo. Las mayores manifestaciones de rechazo contra un sexo se suelen 176 Ibid., 187. 142 Angeles Llorca Diaz dar, dice Hirschfeld, por parte de los heterosexuales y no de homosexuales. La presencia de rasgos del otro sexo puede ser coincidente, como vimos, con la homosexualidad, y ayudar a su diagnóstico, pero no es conditio sine qua non, de hecho, los rasgos más visibles del otro sexo (como la barba en mujeres o la ginecomastia en hombres) se darían con más frecuencia en heterosexuales. Cada caso de homosexualidad requiere, además, para su diagnóstico, un examen detenido de la conformación del aparato genital, con vistas a diferenciar los casos de homosexualidad de los de mala atribución de sexo por rasgos hermafroditas. El transvestismo es, como ya vimos, un rasgo secundario en la homosexualidad y primario en la heterosexualidad. Ante un paciente Hirschfeld es partidario de no lanzar nunca la pregunta directa por su inclinación sexual. La entrevista habrá de comenzar por su vida sexual "normal": "[...] al paciente le es mucho más fácil hablar sobre el lado negativo de su estado, su frigidez sexual normal, que sobre la parte positiva, su inclinación hacia el propio sexo"177. Tras tratar la relación con el otro sexo se toca el tema de la excitación sexual involuntaria durante el sueño y la masturbación y después se puede preguntar por el contenido de sueños y fantasías y si la masturbación sucede de forma solitaria o en compañía. El siguiente punto sería la inclinación espiritual hacia el propio sexo y, progresivamente, si ha acaecido actividad sexual o si existe tendencia a ella con el propio sexo. Posteriormente se pasa a dar un repaso por la vida anímica del paciente en busca de rasgos o intereses andróginos y, muy detalladamente, por las características de la familia. Sólo entonces 177 Ibid., 238. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 143 se pasa a la exploración corporal. Finalmente, se ofrece al paciente un cuestionario, de forma que pueda pensar sobre las preguntas escritas con tranquilidad. Para el diagnóstico final se cotejaran los datos recogidos por el médico y los expuestos en el cuestionario por el paciente. - Las clasificaciones de la homosexualidad Ante la diversidad de las manifestaciones homosexuales muchos autores han propuesto diversas clasificaciones del fenómeno: en función de las características del homosexual (masculino o femenino), de quien provoca la atracción (personas jóvenes o mayores), de la actividad sexual (pasivos y activos), según el momento de aparición de la homosexualidad (innata o adquirida), etc. Hirschfeld critica estas clasificaciones insistiendo en la no existencia de dos individuos iguales, en que cada homosexual es un caso diferente por sí. Según su peculiaridad personal, la clasificación más correcta sería, según el autor, aquélla que diferencia entre hombres y mujeres homosexuales femeninos y masculinos, con muy diferentes grados entre ambos extremos y cuya proporción sería aproximadamente la misma. El médico alemán se muestra contrario a concluir de estas características personales los gustos del individuo en cuestión, lo que no quiere decir en absoluto que éstos sean independientes de aquéllas, sino que los factores que entran aquí en juego son enormemente variados y difíciles de considerar. Se daría sin duda una constancia del tipo de gusto. En "Vom Wesen der Liebe" de 1906 distinguía nuestro sexólogo tres grupos de homosexuales: efebófilos (gusto por jóvenes puberales y hasta los veinte años), andrófilos (entre veinte y cincuenta) y gerontófilos (hasta ancianos). En 1914 modifica este criterio distinguiendo dos grandes grupos y otros dos secundarios: en el caso de los hombres se hablaría de 144 Angeles Llorca Diaz efebófilos (entre catorce y veinte años) y andrófilos (desde el comienzo de la edad adulta hasta el de la vejez), contándose en cada uno de ellos el 45% de los homosexuales, y entre paidófilos y gerontófilos a partes iguales el restante 10%. En las mujeres se hablaría de partenófilas, ginecófilas, corófilas y graófilas, respectivamente. Esta diferenciación no supone una clasificación del gusto de los homosexuales, ya que dentro de cada grupo se darían diferencias en función de otras características de la persona deseada: que sea homo o heterosexual o que la orientación sexual del otro sea indiferente, que sea o no del mismo estrato social, que se establezca una relación de enseñante o de alumno, de actividad o de pasividad sexual, etc. Hirschfeld distingue, además, cuatro formas principales de relaciones homosexuales: manual, oral, femoral y anal (membral, para las mujeres), entendiendo que esta diferenciación tiene importancia criminal (unos actos están penalizados y otros no), pero no a la hora de valorar o entender a quienes las realizan o a la de establecer diferenciaciones morales como hacen Rohleder y Friedländer. Desde que Krafft-Ebing la propuso en su Psychopathia sexualis muchos autores aceptaron la división de la homosexualidad, en virtud de su aparición, en innata y adquirida. Para el médico pomerano, como sabemos, es sólo verdadera homosexualidad la constitucional y endógena; en función de ello algunos autores, como Bloch, dejaron de basarse en las suposiciones de Krafft-Ebing y comenzaron a distinguir entre homosexualidad verdadera o falsa, entre homosexualidad y pseudohomosexualidad. En la literatura forense y psiquiátrica de la época se distingue también entre homosexuales sanos y nerviosos o, lo que es lo mismo, entre los que tienen un sistema nervioso estable o lábil. Una última clasificación derivada de la praxis, dice Hirschfeld, es la que distingue entre homosexualidad complicada o sencilla, en función de vaya acompañada o no de anomalías del Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 145 impulso sexual. Diferenciación que es posible, según él, porque todas las perversiones que se observan en heterosexuales son también posibles en homosexuales. Resumiendo, se pueden distinguir tres grupos de hombres y mujeres adultos en función de la dirección de su impulso sexual: a) heterosexuales (aprox. 94%) b) homosexuales (aprox. 2%) c) bisexuales (aprox. 4%) Los hombres y mujeres homosexuales se pueden clasificar: I. Según sus propiedades personales: a) viriles (aprox. 50%) b) femeninos (aprox. 50%) eventualmente todavía se puede especificar más: a) fuertemente viriles (aprox. 25%) b) débilmente viriles (aprox. 25%) c) fuertemente femeninos (aprox. 25%) b) débilmente femeninos (aprox. 25%) II. Según la dirección del impulso: a) efebófilos o partenófilas (aprox. 45%) b) andrófilos o ginecófilas (aprox. 45%) y junto a ellos: c) paidófilos o corófilas (aprox. 5%) d) gerontófilos o graófilas (aprox. 5%), como grupos posteriores en función de la característica del objeto sexual: a) homoiófilos (aprox. 33,3%) b) aloiófilos (aprox. 33,3%) c) anfífilos (aprox. 33,3%) III. Según la actividad del impulso y con menor precisión: a) activos (aprox. 50%) b) pasivos (aprox. 50%) En función del acto mismo: a) manuales (aprox. 40%) b) orales (aprox. 40%) 146 Angeles Llorca Diaz c) femorales (aprox. 12%) d) anales para hombres y membrales para mujeres (aprox. 8%) IV. En función de la implantación de la homosexualidad: a) verdaderos (homosexualidad innata) b) falsos (pseudohomosexuales) V. Entre los cuales se distinguirían: a) los sanos o estables (aprox. 50%) b) los nerviosos o lábiles (aprox. 50%) VI. Una última clasificación sería la de: a) sencillos b) complicados Entendiendo, concluye el autor, que esta clasificación es artificial y que, como en todo en la naturaleza, las líneas delimitadoras no pueden ser claras tampoco aquí. - La doble sexualidad humana como fundamento de la homosexualidad masculina y femenina Celesia y Penta explican la presencia de la homosexualidad como un atavismo que remitiría a un tiempo en el que no había sexos. Hirschfeld busca, como sabemos, la explicación en otras causas. Para él, de la misma forma que no se puede determinar por qué un embrión se diferencia hacia un sexo u otro, no se puede saber por qué será hetero u homosexual. Igual que el embrión, dice, no posee en un principio un sexo determinado, si se pudiera localizar en todo su proceso el impulso sexual, se haría posible el hallazgo de restos de una originaria hermafrodisia del impulso. Lo que se traduce en que no se puede hablar de una enfermedad, sino en todo caso de un trastorno innato del desarrollo. Hirschfeld retoma aquí la comparación de Symonds y Ellis entre el daltonismo y la homosexualidad: "Esta comparación es tanto más remarcable cuanto que el daltónico, aunque ve el mundo de otra Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 147 forma que la mayoría de la gente, no puede ser considerado en sentido acostumbrado como un enfermo o un degenerado, sino sólo como perteneciente a una minoría"178. La investigación de las secreciones internas le parece a Hirschfeld uno de los caminos más seguros para ofrecer una mayor claridad sobre el tema de la homosexualidad. Bloch, y tras él Freud, se habrían situado contra la teoría de la degeneración como explicación de la homosexualidad. Löwenfeld habla también de la independencia de la homosexualidad de los procesos morbosos o degenerativos. Rohleder se refiere una disposición neuropática y Krafft-Ebing habla en su Psychopathia sexualis de degeneración, si bien varió su opinión posteriormente. Magnan y Möbius ven también en la homosexualidad un signo claro de degeneración. Hirschfeld niega categóricamente que la homosexualidad suponga por sí misma un estado de degeneración y, según su experiencia, la descendencia de los hombres y las mujeres homosexuales sería perfectamente sana. A pesar de ello, como vimos, desaconseja que los homosexuales tengan hijos por la posibilidad de que se transmitan ciertos rasgos degenerativos179. Según Moll la homosexualidad es una enfermedad porque supone una contradicción entre el estado corporal y mental del sujeto, lo que para nuestro autor sólo sería correcto si el homosexual estuviera constituido corporal y mentalmente como el heterosexual, pero no es éste el caso. 178 179 Ibid., 373. Hirschfeld no descarta que la homosexualidad sea un "truco" de la naturaleza para terminar un linaje en el que se van transmitiendo determinados rasgos propios de una constitución nerviosa. La homosexualidad no sería un estado morboso, sino la forma de acabar con la posibilidad de que éste se manifieste. El permanente malabarismo -valga la expresión- que hace Hirschfeld con sus argumentos en este tema puede entenderse, por otra parte, como un "truco", no de la naturaleza, sino suyo, para terminar con la frecuente costumbre de los psiquiatras de la época de "recetar" relaciones heterosexuales, e incluso el matrimonio, como terapia de la homosexualidad. 148 Angeles Llorca Diaz Hirschfeld caracteriza la homosexualidad de la siguiente manera: - la verdadera homosexualidad es siempre un estado innato - este estado innato descansa en una constitución específica homosexual del cerebro - esta constitución cerebral específica se caracteriza por una relación proporcional de sustancia hereditaria masculina y femenina - esta relación proporcional está acompañada frecuentemente por una fuerte labilidad del sistema nervioso - entre la constitución específica del órgano central y la labilidad nerviosa existe una relación causal - todas las causas externas son sólo efectivas en presencia de la constitución homosexual interna - las causas externas son manifestaciones tan generales que en el 99% de los casos la constitución homosexual innata aparece en la conciencia más tarde o temprano - la homosexualidad no es ni enfermedad ni degeneración, ni lastre ni crimen, sino un fragmento del orden natural, una variante sexual: "Muchos se han esforzado en resolver el enigma del amor homosexual; pero cómo si, en el fondo, no hay aquí más enigma que en cualquier otra manifestación natural. La pregunta por el 'porqué' no es siempre sólo un signo de profunda sabiduría, sino también a menudo de limitación infantil. Si alguien quisiera saber por qué hay mamíferos, o por qué personas, se creería inútil darle una respuesta, aunque valiese la pena una descripción de las diferentes especies de mamíferos o una investigación de las tareas de la humanidad. Vemos el hecho de su existencia como algo dado, porque la naturaleza es ilimitada en la producción de sus seres, también de aquéllos a los que el Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 149 hombre denomina sin sentido, con lo que no está dicho que lo sean, sino sólo que se lo parecen porque no se ajustan a la representación que él se hace cada vez del mecanismo del mundo intrincado en cada relación"180. - La terapia de la homosexualidad En función de su concepción de la homosexualidad, el sexólogo pomerano hace una crítica general a los tratamientos destinados a curarla, puesto que se basan en el falso criterio de que es una enfermedad. Schrenck-Notzing y Rohleder entienden que la homosexualidad es curable mediante hipnosis. Hirschfeld, que se adhiere en la valoración de estas terapias a la opinión de KrafftEbing, ve en ellas sólo un efecto de la sugestión y no un cambio en la orientación sexual. Por otra parte, añade, que un paciente así tratado comience a tener relaciones heterosexuales no habla de una cura y, mucho menos, de que se le haya hecho un buen servicio. Krafft-Ebing propuso en su Psychopathia sexualis tres pasos a seguir: a) lucha contra la onanía y los demás elementos dañinos de la vita sexualis, b) tratamiento de las neurosis relacionadas con la vita sexualis, y c) tratamiento psíquico, en el sentido de lucha contra los sentimientos homosexuales y favorecimiento de los heterosexuales. Precisamente en virtud de esta tercera vía algunos terapeutas aconsejaban el matrimonio a los homosexuales. Como ya sabemos, para nuestro autor es claro que la homosexualidad no desaparece mediante el matrimonio, que con él se daña, además, a la pareja y que existe cierta probabilidad de que la descendencia 180 Ibid., 395. 150 Angeles Llorca Diaz sea también homosexual o esté, cuando menos, hereditariamente dañada. A algunos pacientes, comenta el autor, se les trata de impotencia, ya que hablan más de ésta hacia con la mujer que de su inclinación hacia los hombres. Los medicamentos así utilizados tienden a aumentar la libido, que lo hace, en todo caso, en la dirección que ya tenía. En sentido contrario, se utilizan también medicamentos encaminados a reducir la libido y a evitar con ello que se realicen actos homosexuales, lo que, argumenta el autor, no es en absoluto tratar la homosexualidad, sino provocar la abstinencia o, en todo caso, la neutralidad del impulso sexual. Otros preparados utilizados ejercen su influencia sobre las glándulas del sistema endocrino, pero la opinión del sexólogo es que el conocimiento que se tiene de estos mecanismos es tan escaso que se debe ser cuidadoso y escéptico con estos tratamientos. En vista de los escasos resultados obtenidos con la terapia algunos médicos aconsejan el aislamiento (internar al paciente en una institución, como Burghauser y Braunschweig) o la castración (Rieger y Benedikt) para terminar con el problema. En cuanto a la primera, aparte de criticarla desde el punto de vista médico y ético, Hirschfeld arguye que sólo Berlín necesitaría un establecimiento con diez mil camas para sus hombres y mujeres homosexuales. Igual que Rohleder, él tiene la castración por una medida criminal. Los métodos psicológicos más usados serían, además de la terapia hipnótica, el psicoanálisis de Freud y la terapia de asociación de Moll. Nuestro autor entiende el psicoanálisis por incapacitado para el tratamiento de la homosexualidad: si bien los pacientes observan "una mejoría" al principio del tratamiento, aquélla no desaparece con éste. Stekel, en contra de Sadger, también declara no haber visto nunca un homosexual curado con el tratamiento psicoanalítico. En cuanto a la terapia de Moll remitimos a lo dicho más arriba en la nota 137. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 151 Magnus Hirschfeld propone como tratamiento para la homosexualidad lo que él llama tratamiento de adaptación o terapia de acomodación: Después de un fino reconocimiento y de establecer un diagnóstico diferencial, que el médico tiene la obligación de estar capacitado a hacer, la primera tarea consiste en tranquilizar al paciente explicándole que se trata de un impulso natural y no culpable. Los deprimentes intentos de cohabitación con el otro sexo deben terminarse, sobre todo, la idea de matrimonio. En caso de que el paciente sufra por su estado nervioso se aconseja una cura en un sanatorio bajo la dirección de un médico de confianza. Finalmente, se le recomiendan al paciente buenas lecturas y se le facilitan conexiones con personas con el mismo sentimiento sexual. Se procurará alimentar sus necesidades espirituales a través de medios culturales o asociaciones científicas, trabajos adecuados, etc. La cuestión más difícil a resolver sería la satisfacción del impulso sexual, puesto que aconsejar el comercio homosexual está penado por la ley. Se hablará al paciente de los perjuicios que las relaciones homosexuales pueden acarrearle y de las ventajas que éstas tendrían, de forma que la decisión última sea tomada por él. La terapia de adaptación no se terminaría aquí, sino que incluye la solución de múltiples problemas que los pacientes pueden llevar a la consulta, de los que los más importantes tienen que ver con las relaciones con su entorno social: si cambiar o no de trabajo, si viajar o trasladarse a un país en que los actos homosexuales no estén penalizados, si comunicar su naturaleza a las personas más allegadas, etc. - La homosexualidad y las secreciones internas En la medida en que se iba desarrollando, la investigación de las secreciones internas y, en especial, los experimentos de Eugen Steinach, iba ofreciendo a los sexólogos 152 Angeles Llorca Diaz de la época diferente material de estudio. Para nuestro autor, las investigaciones de Steinach tuvieron un triple significado en lo que se refiere al tema de la homosexualidad: sirvieron al objetivo de estudiar el fenómeno científicamente, ayudaron a su mejor valoración jurídica y en otros aspectos y, finalmente, abrieron perspectivas en su tratamiento. Hirschfeld, que en sus primeros trabajos asocia los estadios sexuales intermedios a una correlación orgánica neuronal, fue encontrando cada vez más en el efecto de la secreción interna su principio causal. Ya en 1912 presentó su teoría de las hormonas, que llamó Andrin y Gynäzin, cuyo efecto sobre el centro sexual cerebral comparó al de sustancias embriagantes, si bien sus estudios sobre castrados le hicieron suponer que no provenían de las gónadas. Con los experimentos posteriores de Steinach considera probada su teoría de la condición innata de las variedades intersexuales y su origen en el funcionamiento del sistema hormonal. Algunos autores hablaron, incluso, de la teoría Steinach-Hirschfeld181. En un trabajo aparecido el veinticuatro de octubre de 1916, consideraba Steinach que la explicación de la homosexualidad se remitía a la presencia de glándulas de la pubertad de carácter hermafrodita, dando la razón a Hirschfeld en su suposición de la disposición innata de la homosexualidad182. La única causa de todas las manifestaciones hermafroditas es, según el investigador de Viena, la existencia de glándulas de la pubertad hermadroditas por una diferenciación incompleta y, por tanto, en función del grado de incompletud de esta diferenciación se establecerían diversos grados de hermafrodismo. Hirschfeld ve aquí definitivamente confirmadas sus teorías sobre los estadios sexuales intermedios y encontró así la explicación que esperaba para su teoría de la intersexualidad: 181 R. Seidel (1969), 80-81. 182 E. Steinach (1916). Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 153 "Si la diferenciación no se ha llevado a cabo firmemente, de forma que están presentes y son efectivas células de la pubertad masculinas y femeninas al mismo tiempo, entonces se producen estadios sexuales intermedios, hermafroditas en el más amplio sentido"183 Con relación a los resultados de los experimentos llevados a cabo por Steinach implantando en animales tejido de testículos y de ovarios al mismo tiempo, el sexólogo alemán considera que constituyen sin duda una constatación de su concepción de la homosexualidad y otras manifestaciones emparentadas con ella, como los estadios de carácter bisexual condicionados constitucionalmente. Según K. F. Jordan, la investigación de la secreción interna habría convertido la teoría de Hirschfeld de la intersexualidad en una ley natural184. IV.4 LA PATOLOGIA SEXUAL Entre 1917 y 1920 publicó Hirschfeld los tres tomos de su Sexualpathologie, donde pretedía dar una nueva visión del tema frente a las Psychopathia sexualis de Kaan y Krafft-Ebing. En el epílogo del último volumen explica el autor que las diferencias entre esta obra y las precedentes se deben a la profundización y ampliación de la sexología en el tiempo que media entre unas y otra. Por ello también algunos de los nombres utilizados por Krafft-Ebing, como sadismo, masoquismo u onanía, han sido sustituidos por otros, como metatropismo, hipererotismo e Ipsation. En el mayor conocimiento que los sistemas nervioso y el endocrino juegan en el impulso sexual centra Hirschfeld su clasificación patológica: 183 M. Hirschfeld (1917c), 13. 184 K. F. Jordan (1918). 154 Angeles Llorca Diaz "Como esencia interna, punto nuclear y de partida de cada manifestación sexual patológica nos encontramos siempre de nuevo con el paralelismo psicoincretor, la igual dependencia del impulso y la peculiaridad sexual de arriba y abajo, de lo psíquico y lo material, de la corriente nerviosa y sanguínea, de los hemisferios cerebrales y del par de gónadas. Esta relación recíproca la reconocimos en los trastornos del desarrollo sexuales de la primera parte no menos que en los estadios intermedios sexuales de la segunda y en los trastornos del metabolismo sexual en el tercer tomo"185. Mediante estas conexiones orgánicas, por una parte, y su consideración causal, por otra, se eleva, dice Hirschfeld, el saber en el terreno sexual al grado de ciencia. El primer tomo (1917) está dedicado a los trastornos del desarrollo sexual, el segundo (1918) a los estadios intermedios y el tercero a los trastornos del metabolismo sexual (1920). Puesto que ya dedicamos un capítulo a la intersexualidad, seguiremos en esta exposición el orden establecido en los tomos primero y último. - Trastornos del desarrollo sexual En este volumen distingue el autor seis cuadros diferentes: carencias en las glándulas sexuales, infantilismo, madurez precoz, crisis sexuales, Ipsation y automonosexualismo. - I. Carencias en las glándulas sexuales 185 M. Hirschfeld (1920), 327. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 155 La ausencia de secreción externa provocaría infertilidad, la de interna la carencia o la formación anormal de numerosos caracteres sexuales. - II. Infantilismo Distingue Hirschfeld, como vimos, infantilismo genital, somático, psíquico y psicosexual, en virtud de qué elementos sean los que en el desarrollo individual han permanecido estancados en una fase infantil. El infantilismo estaría fundado sobre trastornos de las secreciones internas y llevaría asociado, en función de cada individuo y de cada tipo, determinadas anormalidades en el comportamiento sexual. - III. Madurez precoz No sería tan frecuente como el infantilismo y también podría dividirse en genital, somática, psíquica y psicosexual. - IV. Crisis sexuales En este apartado repite el autor lo dicho en su artículo "Die Psychoneurosen der Entwicklungsjahre" -Las psiconeurosis de los años de desarrollo- (1916), cuya exposición seguimos aquí. La explicación de los trastornos propios de los periodos de "evolución e involución sexual" ha de buscarse en causas nerviosas, sucesos del aparato genital y en el quimismo interno, teniendo en cuenta, además, el elemento puramente psíquico, sobre todo en individuos dispuestos neuropática o psicopáticamente. Sería esta disposición la explicación última de que ante los mismos hechos enfermen unos individuos sí y otros no. El médico alemán clasifica los trastornos de los periodos de evolución e involución sexual en los siguientes grupos: neurosis y psicosis de la pubertad, del climaterio, de la 156 Angeles Llorca Diaz menstruación, del embarazo, del alumbramiento, del puerperio y de la lactancia. En el caso de las manifestaciones fisiológicas de la pubertad la línea delimitadora con lo patológico es enormemente difícil de definir, por lo que sólo los grados avanzados han de considerarse como morbosos. En la mayoría de estos casos, como en los demás periodos evolutivos e involutivos, se podría afirmar una relación causal entre las neurosis y psicosis y los cambios en los órganos sexuales; hecho apoyado, según Hirschfeld, porque casi todas estas dolencias tienen un tinte directamente sexual. El autor divide en tres grupos las dolencias de la pubertad, en función de su duración y pronóstico: las del primero aparecen y desaparecen tras un tiempo más o menos corto durante la pubertad, las del segundo desaparece sólo con el final de ésta y las del tercero se asientan en la pubertad y se siguen manifestando posteriormente. En estos últimos casos se trataría de estados que se desarrollan sobre la base de una constitución psicopática. La ambigüedad con que Hirschfeld emplea la expresión "constitución psicopática" es explicada por él mismo de la siguiente forma: "Con el concepto de constitución psicopática, que posee el mismo significado que inferioridad psicopática, degeneración o disposición degenerativa, conseguimos un concepto agrupador que es indispensable para la comprensión de los trastornos mentales que aparecen en la pubertad. Ciertamente este concepto morboso deja que desear, es demasiado general y no está firmemente delimitado como contraste del ámbito de la constitución sana, fisiológicamente normal; y, sin embargo, no nos podemos pasar sin él si no queremos perder el suelo debajo de los pies en la abundancia de manifestaciones fluctuantes. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 157 También una división precisa de las constituciones psicopáticas choca con dificultades"186. Las dolencias típicas del climaterio, de las que enfermarían muchas personas con una carga neuropática o psicopática, se pueden dar no sólo en mujeres, sino también en hombres solteros, viudos o de constitución femenina. También las neurosis y psicosis de la menstruación se presentarían en algunos hombres en que existen ciertos rudimentos de trastornos menstruales, especialmente en hombres muy feminizados y, sobre todo, en travestidos. - V. Onanía (Ipsation) De las manifestaciones sexuales que acompañan a los años de desarrollo ninguna sería tan frecuente como la autosatisfacción187; puesto que su no existencia es mucho más rara no se la considera por sí una manifestación patológica. El sexólogo pomerano ve dos causas diferentes en la autosatisfacción sexual: una central y una periférica. La central sería la tendencia espontánea e instintiva del impulso a satisfacerse, lo que sucede cuando las secreciones internas de las glándulas sexuales erotizan (en término de Steinach) el centro nervioso sexual provocando un estado de tensión sexual. La periférica puede venir dada por seducciones de otras personas o por estímulos sobre los genitales provenientes del medio (roces con tejidos, cambios acaecidos por la menstruación, afecciones 186 187 M. Hirschfeld (1916b), 158. Hirschfeld opina que el término alemán Selbstbefriedigung es más explicativo del fenómeno que otros. Masturbation sería más utilizado desde que Rohleder lo empleó en el título de una monografía sobre el tema, y vendría a ser, con base latina, lo mismo que Cheiromanie con base griega. Ambas palabras hacen referencia al uso de la mano y nuestro autor considera más oportuno el uso de términos no tan restrictivos. Onanie vendría a significar en su uso bíblico más bien coitus interruptus, si bien se utiliza como masturbación desde que Tissot publicase en 1760 su obra De l'onanisme ou dissertation physique sur les maladies produites par la masturbation. Este término puede emplearse en el sentido de "onanismo mutuo", lo que sería una contradicción hablando de autosatisfacción. El polaco Kurkiewicz utiliza el término Ipsatio, que, para Hirschfeld, explicita mejor la actividad sexual sobre el propio cuerpo. Términos como Autismus (Bleuler), Autoerotismus (Ellis), Autoerastie (Latamendi) o Narzißmus (Näcke) deberían ser empleados, según él, en otros casos. M. Hirschfeld (1917a). 158 Angeles Llorca Diaz genitales o de la zona anal e irritaciones de zonas no necesariamente genitales, pero que obran efecto sobre su excitabilidad). El grado de excitación alcanzado de forma periférica estaría en relación con una disposición innata: cuanto más fuerte sea el sistema nervioso tanto mayores deberán ser los estímulos para provocar un estado necesitado de satisfacción, y viceversa. Hirschfeld critica aquí la insistencia de algunos psicoanalistas en el papel de las manipulaciones del personal de servicio encargado de lavar y vestir a los niños. Todos los grados de debilidad mental, la presencia de una constitución psicopática, favorecerían el impulso a la búsqueda de sensaciones placenteras en el propio cuerpo. El insomnio, la abstinencia y las tendencias anómalas del impulso sexual no satisfechas serían otras causas de masturbación. Acostumbradamente, sigue el autor, los hombres y mujeres desviados de la normalidad acompañan sus masturbaciones de imaginaciones de contenido también desviado, en función de sus gustos personales. En neurópatas o en personas en que la libido está anormalmente aumentada acontece ocasionalmente el orgasmo sin fricción de los órganos sexuales188. En virtud de las múltiples causas centrales y periféricas que pueden llevar a la onanía no es de extrañar que sea éste un fenómeno enormemente extendido en todas las culturas y tiempos, variando su frecuencia en función de múltiples factores personales, como la edad, si bien comenzaría ya en muchos casos desde la infancia. Las formas más extendidas de masturbación se podrían clasificar, según el médico pomerano, en manuales, femorales y a modo de cohabitación, en lo que se refiere a las centradas en los genitales. El autor menciona también la onanía mamal y uretral como ejemplos de variantes de aquéllas. Otra 188 A este suceso le denomina Rohleder "onanía mental o moral". Desde que Hufeland en su Makrobiotik hablara de una onanía mental -geistige Onanie- la expresión "onanía psíquica" se extendió por la literatura especializada sin entrar a dar con ello, critica Hirschfeld, una explicación del fenómeno. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 159 clasificación podría distinguir entre onanía prolongata, interrupta e incompleta, siendo la primera una variante en que el sujeto interrumpe con pausas el acto para prologar el placer, la segunda es interrumpida completamente (de forma voluntaria o no) antes del orgasmo y la tercera -introducida por Rohleder en la literatura científica- es aquélla en que la expulsión de semen no acompaña al orgasmo. Hirschfeld describe una especie de hipocondría onanista, en la que quienes practican la masturbación buscan en su cuerpo signos de enfermedad consecuente a ella. Después de ofrecer un pintoresco y crítico listado de estos posibles síntomas físicos, concluye el autor la imposibilidad de diagnosticar onanía objetivamente mediante una exploración física. Este hecho debería bastar, según él, para convencer a muchos médicos de que las consecuencias de la masturbación no pueden ser tan malas como se recoge en muchas obras. Nos encontramos aquí, dice él, con una sugestión en masa de la cual son víctimas numerosas personas: la masturbación no acarrea en personas sanas ninguna consecuencia dañina que no sea producto de la sugestión. Incluso en personas enfermas no se producen cambios que no puedan ser atribuidos a otros factores: no existe, según él, una enfermedad cuya causa específica sea la onanía; la única consecuencia de ésta que se puede afirmar con gran probabilidad sería una debilidad de la excitación nerviosa (neurastenia sexual) normalmente ocasional o local (ejaculatio praecox) en constituciones neuropáticas; además, pueden darse depresiones de coloración hipocondríaca como reacción endógena a la excitación sexual. En estos casos sería necesario, según el autor, emprender una terapia de la masturbación. Cinco serían los medios disponibles: psíquicos, higiénicos, medicamentosos, instrumentales y operativos. A los primeros pertenecerían la hipnosis y la educación; a los higiénicos, de nuevo la educación sexual y, además, el cuidado del cuerpo, el ejercicio físico, vestimenta y alimentación apropiadas y medidas psíquicas (fortalecimiento de la voluntad, tareas intelectuales, etc) y sexuales (abstinencia, matrimonio, etc.). Los medicamentosos (sedantes o medios homeopáticos), instrumentales (como los 160 Angeles Llorca Diaz cinturones para evitar poluciones) y operativos (ablación del clítoris o de los labios menores, castración, etc.) no son aconsejables, según el sexólogo, por causar mayores daños de los que pretenden evitar. En el primer tomo de su Geschlechtskunde (1926) mencionará la soledad sexual, la carencia de una segunda persona para satisfacer el impulso, como la más frecuente de las múltiples causas de la masturbación. En esta obra compara, además, los listados de signos por los que se manifiesta la masturbación según los libros especializados con los dados por los de la Inquisición para demostrar que una mujer es una bruja o que un hombre está poseído por el diablo y no dudará en calificar a los autores que hablan de las terribles consecuencias de la masturbación, entre los que menciona a Tissot y Kant, de hipocondríacos masturbatorios. La última causa de la masturbación, dice Hirschfeld, como la de cualquier acto sexual, habrá de ser buscada en la relación entre el impulso sexual y las resistencias que se le oponen; dos componentes que habrá de tener en cuenta la terapia sexual que pretenda enfrentarse con ella. - VI. El automonosexualismo Mientras que la Ipsatio se da sin imaginaciones o acompañada de pensamientos "adecuados", ya sean normales o no, el automonosexualismo sería un trastorno del desarrollo consistente en que la propia persona no es sólo el objeto corporal sino también el psíquico del acto sexual. "Narcisismo" o "autismo" serían términos que se adaptarían a este fenómeno. Los espejos o cualquier representación de uno mismo supondrían en este caso fuentes de excitación, de forma que se llega a dar una especie de autoexhibicionismo, pudiendo ser la causa de la excitación tanto el cuerpo (vestido o no) como partes de él, olores o sonidos propios y objetos utilizados por la misma persona, siendo así posible la presencia de una especie de fetichismo relacionado con objetos propios. El automasoquismo (como los autoflagelantes de la Edad Media), el carácter travestido y la mezcla con infantilismo son variantes de este fenómeno. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 161 Hirschfeld critica el esquema freudiano de desarrollo sexual, que supone el narcisismo como un estadio normal en el desarrollo de todos los hombres y mujeres, por entender que no existe base experimental ninguna en la que se soporte. Para él, el automonosexualismo constituiría un grupo bien diferenciado dentro de las perversiones sexuales; incluso, puesto que supone una coloración neuropática y una base constitucional psicopática como bastante probable en estos casos, entiende que la pérdida de los propios gametos en la autosatisfacción puede ser una medida profiláctica para impedir la extensión de la degeneración. Para el tratamiento de esta manifestación aconseja el autor la consideración de las causas y las consecuencias nerviosas, el fortalecimiento de la voluntad, la actividad intelectual y la regulación de la forma de vida. Tras estas medidas se puede intentar, por medio de la psicoterapia, la liberación del paciente de sus "enamoramientos autistas". Pero para comenzar una terapia se habrá de tener en cuenta la demanda del paciente, ya que no tenemos derecho, dice el sexólogo, a liberar a nadie de algo que le place, le tranquiliza y no causa daño al derecho de otro. - Trastornos en el metabolismo sexual Fetichismo, hipererotismo, impotencia, neurosis sexuales y exhibicionismo serían los cuadros pertenecientes a este grupo. - I. Fetichismo (simbolismo sexual) Como sabemos, para Hirschfeld, la atracción sexual no proviene nunca de la personalidad completa, sino que se basa en atracciones parciales. Krafft-Ebing ya distinguía el fetichismo fisiológico del patológico, que sería aquél que tiene que ver con el objeto con absoluta independencia de la persona, 162 Angeles Llorca Diaz diferenciación que hacía también Binet189 bajo el nombre de pequeño y gran fetichismo, dándose en éste último una completa sustitución de la persona por el objeto. Nuestro autor prefiere para este fenómeno la expresión "atracción parcial" o "simbolismo sexual", empleado por Eulenburg, que, según él, hablaría más de la esencia que de la apariencia de lo que nombra. Fetichismo sería el reverso del antifetichismo, que consistiría en una repulsión sexual por el todo a partir de la sentida por una parte. Las fronteras delimitadoras del fetichismo y el antifetichismo fisiológicos y patológicos son, dice el médico alemán, de difícil definición. El número de fetiches posibles sería ilimitado, puesto que no existe una parte del cuerpo, del adorno personal o una característica de la persona que no pueda ser parte objeto de atracción sexual. El diagnóstico diferencial habrá de hacerse frente al de autoerotismo, en el caso de que el sujeto lleve encima el objeto de atracción; frente al de masoquismo, por ejemplo en los casos de fetichismo del frío o de presión habría que distinguir si lo primario es la sensación orgánica o el objeto; y del sadismo, como en la atracción hacia anomalías o defectos. Frente a la teoría explicativa de Binet de una asociación fortuita, Hirschfeld supone un efecto recíproco de la constitución sexual del sujeto y de las experiencias vitales, entendiendo que es fundamentalmente la primera la responsable última. Sólo la individualidad psicosexual sería capaz de explicar que ante las mismas situaciones unos objetos se conviertan en fetiches para unas personas y otros para otras. El hecho de que existan como fetiches objetos que no aparecen en la infancia de los individuos hablaría, además, contra la teoría psicoanalítica de las impresiones infantiles como causantes del fenómeno. La atracción parcial no se basa, pues, en un encuentro casual, sino en la peculiaridad de la naturaleza 189 Binet acuñó el término "fetichismo" para la patología sexual en la obra Du Fétichisme dans l'amour de 1887. M. Hirschfeld (1920), 3. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 163 psicosexual individual, que explicaría la posibilidad de que se den determinadas asociaciones con determinados estímulos. Sería un proceso similar, como ya apuntó Lipschütz, al reflejo condicionado explicado por Pavlov, en que las secreciones internas intervendrían en la medida en que son responsables de la constitución psicosexual. En función del órgano captor de los estímulos del objeto, fetichismo y antifetichismo pueden ser clasificados en: ópticos, acústicos, olfativos, gustativos y tactiles, siendo los tres primeros distales y los dos últimos proximales. Los cinco tipos de fetichismo serían los que recibirían los nombres franceses de voyeurs, écouteurs, renifleurs, lêcheurs y frotteurs, respectivamente. El carácter patológico de la relación con el fetiche puede venir dado por dos vías: mediante la concentración exclusiva de las representaciones en el objeto o porque el placer sexual no venga dado por el coito con el poseedor del fetiche, sino por la manipulación de éste. Cuando esta manipulación, dice Hirschfeld, no está relacionada con los genitales, constituye una de las mayores desviaciones del gran fetichismo. En función de la parte del cuerpo objeto de atracción o repulsión sexual se puede distinguir entre fetichismo o antifetichismo de cabeza (de cabello, de trenzas, del color del cabello, de la barba, del color de los ojos, de nariz, de boca, de orejas, de barbilla, de lágrimas, etc.), de tronco (de pechos, caderas y genitales, de cuello, de nuez, etc.) y de extremidades (de manos, músculos de los brazos y piernas, de pies, de danza, etc.). El fetichismo coherente es el que tiene que ver con objetos relacionados con la persona (anillos, relojes, tatuajes, enrojecimiento de la piel) y el adherente con su ropa o adornos (corsés, zapatos, medias, uniformes, pieles, telas, etc.). El fetichismo de pieles, sigue el autor, facilitaría la comprensión de lo que Krafft-Ebing llama zoofilia y otros bestialismo o sodomía. Éste ya hablaba de la zoofilia como fetichismo de animales. Hirschfeld distingue los actos cometidos 164 Angeles Llorca Diaz por hombres con animales hembras, sobre todo en el campo, los cometidos por mujeres con animales machos, con más frecuencia en las ciudades, y los que llevan a cabo los homosexuales. Los hombres practicarían más bien la penetración, mientras que las mujeres se harían lamer los genitales por el animal. Esta es para Hirschfeld una de las desviaciones del impulso sexual menos perjudiciales para un tercero. Igual que con los animales, se pueden dar actos sexuales relacionados con el fetichismo de plantas, en función de su olor, tacto o forma, y con minerales, metales o piedras. Dentro de éste sería destacable el pigmalionismo (relación amorosa con estatuas), que guardaría con la necrofilia la misma relación que el de pieles con la zoofilia. - II. Hipererotismo Las secreciones internas juegan un papel muy importante en la concepción de Hirschfeld de la patología sexual, sobre todo en las desviaciones cuantitativas del impulso, a las que pertenecen, por un lado, el hipererotismo o crecimiento desmedido del impulso y, por el otro, el hipoerotismo o impotencia. La fuerza del impulso es, como vimos, independiente de su orientación. El problema del diagnóstico diferencial del hipererotismo, para nuestro autor, es la consideración de cuál es la medida no patológica del impulso sexual, que varía enormemente de unos individuos a otros. Desde un punto de vista jurídico la importancia de la fuerza del impulso sexual tiene que ver con su relación con la capacidad de controlarla. El sexólogo alemán critica el concepto de "paradojas sexuales" referidos al crecimiento de la libido en edad prepuberal y en la vejez. En el primer caso se hablaría, dice él, de madurez temprana y en el segundo no se puede considerar el estado como patológico a no ser que el crecimiento sea Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 165 especialmente fuerte. Prefiere, además, no usar los términos de satiriasis, ninfomanía o erotomanía, empleados por otros autores. En general, la capacidad de impresión sexual es más duradera con los años que la de expresión. A tener en cuenta en la valoración de la fuerza del impulso sexual serían factores como el clima, la raza, el ambiente, la familia, la forma de vida, los ritmos sexuales, el consumo de alcohol o drogas, etc. Como hipererotismo, dice Hirschfeld de forma genérica, se puede entender cualquier grado de la libido en que la demanda de actividad sexual se despierta inmediatamente o muy poco después de la distensión sexual y clasifica el fenómeno según sus formas polígama o monógama, a las que denomina polierotismo y superfijación, respectivamente. El hipererótico polígamo vive casi exclusivamente en la esfera sexual: "[...] es, por así decirlo, no una persona con un órgano sexual, sino un órgano sexual con una persona"190, lo que se traduce en una actividad de "caza" permanente de objetos sexuales. Estos hombres practican acostumbradamente, junto a la cohabitación o en su lugar, otro tipo de actos, como el comercio sexual oral, diferentes posturas en el coito, relaciones sexuales en lugares abiertos, etc. Notable es, siempre según Hirschfeld, que el estado de salud orgánico no sufre por estos excesos, excepción hecha de la neurosis sexual y de las enfermedades venéreas que se contraigan. A muchos de ellos les atribuye, además, "otras extravagancias", como la pasión por el juego o por drogas. En el caso de las mujeres estos estados se dan con la misma frecuencia y, tratándose sobre todo de familias sin medios, son una fuente de prostitución. El exhibicionismo, tan poco frecuente en mujeres, aparece precisamente cuando padecen de estados hipereróticos. En las mujeres estos estados se deben 190 M. Hirschfeld (1920), 88. 166 Angeles Llorca Diaz con más frecuencia a una incapacidad de los mecanismos de represión que a un aumento exagerado de la libido. En algunos casos se dan alucinaciones de coito en estas mujeres, normalmente en histéricas, y sensaciones orgásmicas en estados de sueño y de embriaguez. La imbecilidad, continúa el autor, se da con frecuencia entre los hombres y mujeres polieróticos, mientras que entre los monógamos sobrefijados no aparecen estados de debilidad mental, aunque sí con más frecuencia histerias, neuropatías o manías. Si en la forma polígama del hipererotismo la libido crece ante un tipo, en la monógama lo hace ante un individuo. En estos casos es aún más difícil la delimitación entre los estados fisiológicos y los patológicos. El exceso de pasión amorosa lleva, en unos casos, a una actividad desmedida, en otros, a un nivel exagerado de pasividad, dependencia y falta de voluntad, hasta el punto de que se puede hablar de obediencia sexual, que puede llevar a la utilización del otro para la comisión de delitos. Hirschfeld critica que Krafft-Ebing incluya estos últimos casos dentro del cuadro del masoquismo, si bien considera que el hipererotismo monógamo puede llevar al establecimiento de relaciones sadomasoquistas. La comprensión de estas conductas violentas en el terreno sexual la refiere el autor a que todo acto sexual contiene en sí algo de violencia y que en muchos casos resultaría difícil diferenciar el fracaso de la represión del hipererotismo (el aumento de la libido). De importancia para la comprensión de determinados actos violentos es el hecho de que muchos de estos hombres deban superar violentamente una resistencia para tener una erección. Un aumento de la libido en sentido sádico se ha de suponer, sigue Hirschfeld, donde existe la tendencia a maltratar Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 167 físicamente a la mujer191 en la relación sexual. En muchos casos se da sadismo de representación, cuando los malos tratos existen sólo en la fantasía. Entre estas fantasías (que a menudo conllevan un carácter obsesivo) y la consecución del acto hay una distancia que, dice Hirschfeld, el individuo no suele recorrer. Para reforzar su ilusión sexual se sirve el hipererótico de tres medios: la palabra, el escrito (lo que Bloch llamaba erotografomanía) y la imagen, apareciendo en estos casos equivalentes exhibicionistas, aunque no se trata muchas veces de actos realizados con una segunda persona, sino en solitario. El punto opuesto a la contemplación de estas colecciones lo constituiría el impulso a mostrarse en forma exagerada, del que el exhibicionismo sería una forma perversa. De la misma manera, el impulso a contemplar escenas sexuales, presente en casi todas las personas, tendría su expresión patológica en el "visionismo". El sentimiento de placer por el placer de los demás tiene también su forma extrema en el alcahueteo, especialmente en las mujeres. Otros excesos sexuales se encaminan a superar la resistencia de que hablábamos por medios físicos: lesiones, quemaduras, ataduras, cortes, pinchazos, etc., siendo su grado más elevado el asesinato con concupiscencia, que muchas veces se produce involuntariamente cuando sólo se pretendía hacer daño. Niños, jóvenes y mujeres prostitutas suelen ser las víctimas de estos excesos, cuyo opuesto sería el asesinato por celos o por venganza sexual. En el verdadero asesinato por placer sexual, sigue Hirschfeld, se produce el crimen en lugar del coito, como equivalente de él. Según su experiencia, los asesinos que caen dentro de esta categoría serían todos psicópatas sobre bases heredadas fuertemente degenerativas, sobre todo epilépticos o serios débiles mentales. Sólo un crimen relacionado con el placer sexual entraría dentro del terreno del sadismo; caracterizar como tal otros cuadros, entiende el autor, sería equivocar el diagnóstico. Se 191 El sadismo femenino y el masoquismo masculino no son tratados aquí, porque forman parte de las manifestaciones que nuestro autor denomina metatrópicas. 168 Angeles Llorca Diaz trataría habitualmente de personas a las que no se puede atribuir una fuerza natural brutal, sino que son habitualmente considerados como débiles, dándose así una especie de sobrecompensación. El impulso sádico se puede dirigir también a objetos sin vida, cuadros, estatuas, ropas, etc., combinándose así con representaciones antifetichistas o fetichistas. Aquí incluye el médico alemán, entre otros fenómenos, los atentados contra obras de arte por razones eróticas y el daño a las estatuas. El hipererotismo, junto al carácter sádico del acto y el sueño como fetiche serían factores a considerar en la explicación de la necrofilia, que suele llevarse a cabo, dice el autor, por tipos imbéciles o psicópatas. El hipererotismo físico, no necesariamente en relación con el psíquico, se caracterizaría por priapismo, frecuentes eyaculaciones, poluciones y espermatorrea. Causas de priapismo pueden ser disfunciones espinales, picaduras de insectos, estados de fuerte creatividad y enfermedades generales, como la epilepsia, la tuberculosis y otras. No se trata de un estado de excitación sexual, sino frecuentemente de erecciones acompañadas de dolor. Para las poluciones habrá de considerarse cuál es la frecuencia normal en cada individuo y las condiciones físicas y psíquicas que las originan. Mientras que éstas suceden normalmente por causas generales, la espermatorrea suele ser síntoma de problemas locales. El tratamiento del hipererotismo, termina Hirschfeld, debe ser sintomático y causal. El primero se relaciona con la higiene y la profilaxis sexual, pero debe incluir también sedativos medicamentosos y psíquicos. La terapia etiológica se centrará en la modificación de las secreciones internas y en casos extremos se refiere el sexólogo a la castración del individuo: si bien él cree que un juez o un médico no debiera ser partidario de estas medidas, sí comenta la existencia de casos en que ésta se ha llevado a cabo a solicitud del implicado, que normalmente Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 169 encuentra más fácil tras la operación el sometimiento a su voluntad del impulso sexual. - III. Impotencia Con este término se refiere Hirschfeld a los estados de disminución de la libido y de sus manifestaciones, tanto en hombres como en mujeres. Comienza criticando la división de la impotencia en coeundi y generandi. La incapacidad para la erección puede estar, dice él, condicionada orgánicamente, de forma periférica, espinal y central, pero puede ser también de naturaleza funcional, y ésta sería la más extendida, tanto en hombres como en mujeres. La orgánica sería total y la psíquica relativa. En realidad sería cada persona sólo relativamente potente y, por tanto, relativamente impotente, por lo que la división de la impotencia entre total y parcial es también incompleta. Un ejemplo de la parcial sería la matrimonial, en que el hombre es impotente sólo en la relación sexual con su mujer, y para cuyo tratamiento tiene el sexólogo por muy recomendable la ayuda de ésta. Hirschfeld, que aconsejará un tratamiento etiológico, propone una división de la impotencia según sus causas: - caída del impulso sexual (libido deficiens), un estado igualmente extendido en los dos sexos - caída del placer sexual (orgasmus deficiens), que acaece más en mujeres que en hombres - caída de la erección (erectio deficiens), la "verdadera impotencia" del varón. Se corresponde en la mujer con la falta de erección del clítoris, de forma que los movimientos del pene "no alcanzan el órgano del placer femenino", con lo que no se produce el orgasmo - caída de la eyaculación (ejaculatio deficiens y seiuncta), para los dos sexos 170 Angeles Llorca Diaz - caída de las glándulas sexuales (incretio deficiens), una anomalía que acontece más en hombres que en mujeres - en mujeres existen otras dos formas de impotencia, relacionadas con la incapacidad de gestar y de dar a luz (impotentia gestandi et parturiendi) Estas manifestaciones se pueden remitir a las cuatro estaciones principales del camino que sigue el impulso sexual, de las que resulta la siguiente división: - impotencia cerebral . carencia de impulso (anerotismo, asexualidad) . carencia de placer (anorgasmia) - impotencia espinal . trastornos de la erección . trastornos de la eyaculación - impotencia genital . defectos de los genitales masculinos, que impiden mecánicamente el coito . defectos de los genitales femeninos, que impiden: - el coito - la fecundación - el nacimiento - impotencia germinal . esterilidad masculina . esterilidad femenina La carencia de impulso sexual puede ser consecuencia del consumo de drogas o de enfermedades orgánicas con los mismos efectos, como algunas que afectan la secreción gonadal. La potencia es, además, dependiente del estado de ánimo, dándose estados paradójicos en que la tristeza o la desgracia aumentan la libido. Entre las anomalías del impulso que pueden llevar a impotencia cuenta Hirschfeld automonosexualismo, fetichismo, antifetichismo, representaciones Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 171 nerviosas represoras (como miedo al embarazo, sugestión de incapacidad de desflorar, sentimientos de miedo por abstinencia, por masturbación o relaciones con prostitutas, etc.). La ausencia de placer sería más frecuente en mujeres, según el autor, porque el hombre, como parte activa, procura y ejecuta el acto sexual en función de sus deseos. Se dan también casos de dolencias físicas que impiden la consecución del placer sexual. En el tomo segundo de su Geschlechtskunde (1928) vuelve sobre el tema de la ausencia de placer en las mujeres. Haciendo un repaso del tratamiento de otros autores, comenta que Otto Adler, en su obra Die mangelhafte Geschlechtsempfindung des Weibes -El sentimiento sexual defectuoso de la mujer- (1924, 4ª ed.), calcula el número de mujeres frígidas en un 10% y supone que este porcentaje podría ser en realidad cuatro veces mayor, mientras que Stekel entiende que la mitad de las mujeres serían de naturaleza frígida. La posición de Hirschfeld no es tan tajante, y cree que en muchos casos no se puede hablar de frigidez absoluta cuando las mujeres no experimentan sensaciones placenteras en el coito, sino que la rapidez de la eyaculación masculina sería una de las primeras causas a considerar, junto al infantilismo sexual. En cuanto a la apreciación de Adler de que la masturbación sería causa de frigidez, nuestro autor supone que sería más bien una consecuencia. Otra causa sería que el hombre no corresponda al gusto de la mujer, o que no correspondan a éste los hombres en general. La "muerte de la carne" llevada a cabo por creencias religiosas (como propone Anton Nyström en su obra Sexualleben und Gesundheit -Vida sexual y salud- de 1902) y otro tipo de creencias (como que el embarazo es más fácil cuando la mujer no siente durante la relación sexual) son mencionados también como elementos a tener en cuenta. Los trastornos de la erección incluibles en la impotencia espinal tendrían en parte causa orgánica (daños en la médula) y en parte funcional (representaciones y autosugestiones de naturaleza sutil e inconsciente que se oponen a la actividad 172 Angeles Llorca Diaz automática del centro espinal). Estas últimas serían las más frecuentes. Los trastornos espinales de la eyaculación se relacionarían con anomalías reflejas en el centro medular responsable. En caso de eyaculación precoz se trataría de una deficiencia sensorial, en la sejuncta de una motora. La impotencia genital es la atribuida a defectos de los genitales que impedirían mecánicamente el coito (en el hombre: defectos innatos o adquiridos del pene, tamaño anormalmente pequeño o grande del pene, hipospadia, fimosis, fracturas del pene y otras; y en la mujer: pseudohermafroditismo femenino, cierre de la vagina, prurito vulvar, estrechez vaginal, excesivo grosor del himen, presencia de una segunda membrana, etc.). La femenina, además de impedir el coito, puede imposibilitar la fecundación o el alumbramiento. La impotencia germinal hace referencia a la esterilidad, tanto masculina, como femenina. En la masculina habría que distinguir la no formación de gametos de la no eyaculación, y en la femenina de la imposibilidad de asentamiento del embrión en el útero y otras. La condición previa para el tratamiento de la impotencia es su correcto diagnóstico etiológico. En caso de que sea orgánica se tratará médicamente la causa que la produce. En las funcionales se tratará el estado neurótico general, no se aplicará terapia local sino individual y se usarán también procedimientos medicamentosos y físicos: implantación de un régimen que corresponda a la peculiaridad psíquica del paciente y de su enfermedad, que regule su forma de vida general y su comportamiento sexual y que trate específicamente la disfunción. El tratamiento psíquico se basará en la sugestión en hipnosis (el psicoanálisis puede servir de ayuda, pero no ser el único recurso). La sugestión perseguirá la mejoría del estado general del paciente, desactivar los acontecimientos, miedos y recuerdos que frenan la potencia y ofrecer la seguridad en la Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 173 propia capacidad sexual. Durante el tratamiento se prohibirá cualquier tipo de relación sexual, con la finalidad de paralizar la fuente de los frenos psíquicos, y se apoyará con medicamentos o terapia orgánica según los casos. Importante en esta terapia es la constancia de paciente y terapeuta. - IV. Neurosis sexuales (represión sexual) "Bajo neurosis sexuales entendemos dolencias y disfunciones del sistema nervioso central que se presentan en una persona a causa de comportamiento sexual inadecuado. Cada persona tiene su ley y su media sexual; si no sigue esta ley sexual interna, si se aparta demasiado de aquello que es necesario para él, hacia arriba o hacia abajo, en un grado que significa demasiado o demasiado poco para su individualidad, en una dirección que va contra su propia naturaleza (no contra la naturaleza de los demás), entonces a la larga sufre subjetivamente y enferma objetivamente"192. Hirschfeld incluye en este apartado la neurastenia sexual, la histeria y la hipocondría como causas etiológicas de lo que nosológicamente llama neurosis sexuales, porque no cree que los tres cuadros anteriores puedan entenderse siempre en relación con trastornos sexuales. Los estados morbosos que, según su experiencia, se dan más frecuentemente con las neurosis sexuales serían los de debilidad general (abulia, somnolencia), miedo sexual hacia el presente y el futuro (se trata de sensaciones de displacer que se presentan en todas las neurosis sexuales y que se manifiestan como fobias), sensaciones corporales displacenteras (dolor de cabeza, de corazón, tendencia a llorar, problemas de lenguaje, hiperestesias en la boca), vagotonías (enlentecimiento de la 192 Ibid., 221. 174 Angeles Llorca Diaz actividad del corazón, cambios del tono arterial, frío en manos y pies, sequedad de la piel, problemas estomacales, etc.), problemas de la esfera urogenital, manifestaciones nerviosas denominadas histéricas (como problemas de motilidad, temblores, enrojecimientos), etc. En los casos de histeria sexual, junto a las disfunciones vasomotoras y tróficas se dan con frecuencia también las de la secreción, los reflejos muestran desviaciones del comportamiento normal (suelen faltar o estar aumentados el palpebral y conjuntival, el vaginismo está con frecuencia presente en las mujeres y la eyaculación precoz en los varones), numerosos trastornos de la sensibilidad (hipersensibilidad de la piel, anestesia o semianestesia general o local, sensación de presión en la zona de los ovarios y dolores en diversas zonas del cuerpo). Una gran parte de las dolencias sexuales hipocondríacas193 aparecen, sobre todo en los varones, como fobias sexuales (sifilidofobia o fobia a otras enfermedades venéreas, hipocondría masturbatoria y de poluciones, de cohabitación, ideas obsesivas hipocondríacas, hipocondría de desfloración, de la constitución de los propios genitales o de los del compañero), obsesión celosa (en forma de ideas fijas, que se pueden convertir en delirio celoso), fantasía de que el compañero o compañera es homosexual, etc. A menudo estas fantasías adquieren un carácter paranoico, apareciendo la creencia de ser perseguido por motivos sexuales. Estos estados, que el autor observa con frecuencia en la época del climaterio masculino y femenino, se diferencian de la verdadera paranoia en que suelen tener mejor pronóstico. Uno de los síntomas más frecuentes que aprecia en las neurosis sexuales es el consumo de narcóticos, alcohol, tabaco, cocaína y otros, para combatir la intranquilidad interna y el miedo. La compulsión a comprar, la cleptomanía, la piromanía, el 193 Un estudio anterior sobre estas dolencias fue publicado ya por Hirschfeld en 1915 en su artículo "Sexuelle Hypochondrie und Skrupelsucht". Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 175 coleccionismo y la mentira patológica también se pueden entender como síntomas de estos trastornos. Hirschfeld no comparte la apreciación de Eulenburg y Lewandowsky de que la neurastenia o la histeria sean estados innatos. Si bien cree que puede existir un sistema nervioso relativamente lábil desde el nacimiento, considera que la ausencia de actividad sexual satisfactoria puede producir neurosis sexuales en los sistemas nerviosos más fuertes y mejor constituidos. En la explicación de estos estados coincide nuestro autor con Freud en lo que se refiere a cómo cada persona elabora su sexualidad y a las consecuencias de esta elaboración sobre la vida nerviosa y psíquica. Pero, como sabemos, él entiende que la sexualidad, sobre todo su orientación y su fuerza, es explicable por la constitución sexual individual, dependiente de las glándulas sexuales y su quimismo, y sin relación causal directa con complejos psíquicos y experiencias infantiles. Los factores que pueden ser causa de la expresión de neurosis sexuales, en la medida en que se alejan cualitativa o cuantitativamente de un óptimo sexual, máximo o mínimo, serían: abstinencia sexual194, relaciones sexuales inadecuadas, "amor infeliz", coitus interruptus o prolongatus, ejaculatio praecox, Ipsation, enfermedades venéreas, inmoderación sexual y sueños sexuales195. - V. Exhibicionismo196 "Bajo exhibicionismo entendemos la impulsión morbosa a satisfacerse sexualmente mediante el 194 Sobre los efectos de la abstinencia sexual escribió Hirschfeld con Iwan Bloch "Thesen über die sexuelle Abstinenzfrage" en 1911 y con Ernst Burchard "Zur Frage der psychischen Impotenz als Folgeerscheinung sexueller Totalabstinenz beim Manne" en 1913. 195 196 Ibid., 265. El término fue introducido en el terreno científico por Lasègue en el escrito "Les Exhibitionistes", publicado en la revista L'Union medicale del uno de mayo de 1877. Ibid., 294. 176 Angeles Llorca Diaz descubrimiento de las partes sexuales delante de los ojos de las personas que atraen sexualmente"197. La amplia casuística conocida por Hirschfeld en este terreno proviene de procesos jurídicos. En el exhibicionismo juegan, según él, un papel importante dos factores, uno endógeno, caracterizable exteriormente por intranquilidad nerviosa, estados de miedo y una mezcla de excitación y abatimiento, y otro exógeno, que parte de una impresión determinada que lleva a la exhibición y que posee siempre una naturaleza fetichista. De importancia diagnóstica menciona también los actos que acompañan a la exhibición, que pueden ocultar ante el terapeuta el verdadero carácter del acto. La satisfacción del acto exhibicionista sería esencialmente dependiente de la manera en que la "víctima" reacciona. Merzbach, Bloch y Wulffen ven en el exhibicionismo una forma de sadismo; para Hirschfeld, se podría caracterizar, en todo caso, como un acto masoquista, en la medida en que el actor se pone en situación de avergonzarse socialmente, pero entiende que el exhibicionismo es un estado obsesivo por sí, independiente de sadismo y masoquismo, y que se da casi específicamente en hombres. Sería una anomalía delimitada, cuyo núcleo consistiría en una reacción morbosa a un estímulo que obra de forma fetichista. Como condición previa supone una constitución psicopática, acostumbradamente de carácter infantil. Finalmente, confía el autor en que la investigación de las secreciones internas permitan con el tiempo la producción de un medio que aumente la capacidad voluntaria de control del impulso sexual en estos casos. 197 Ibid. V. LA CIENCIA SEXOLOGICA V.1 LA SEXOLOGIA COMO CIENCIA NATURAL. ARTICULOS PROGRAMATICOS Ya en "Vom Wesen der Liebe" de 1906 se quejaba Hirschfeld de que una manifestación natural tan significativa como el amor humano hubiera pasado hasta entonces inadvertida a la investigación natural, como si amor y ciencia fueran cosas opuestas: "Ciencia es el ordenamiento de la diversidad en uniformidades; conocimiento y juicio; ciencia natural, la consecución de leyes naturales mediante el conocimiento de las manifestaciones naturales. Todo ello alcanza ciertamente a la investigación de la vida sexual humana, para la que, además, más que nunca, es válido el que el espíritu del tratamiento es el que presta dignidad al objeto"198. Atribuye la complejidad de la solución científica de los problemas sexuales a la dificultad de acceso al objeto, al individualismo sexual, a la interminable diversidad del objeto y a la cantidad de los casos. Supone, además, que muchas opiniones diversas no serían, en realidad, más que sensibilidades diversas y, por último, critica que se caractericen con las mismas palabras cosas completamente distintas, produciéndose así muchas discusiones científicas estériles. Será en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft que editó en 1908 donde, fuertemente influenciado por Das Sexualleben unserer Zeit de Iwan Bloch (1907), publique tres artículos que pueden considerarse programáticos sobre la ciencia 198 M. Hirschfeld (1906), 4. 178 Angeles Llorca Diaz sexual: "Über Sexualwissenschaft" -Sobre la Sexología-, "Einteilung der Sexualwissenschaft" -División de la Sexología- y "Zur Methodik der Sexualwissenschaft" -Sobre el método de la Sexología-. En el primero de ellos, que abre el número de enero de la revista, comienza planteando que la Sexología no es una tierra nueva, sino que siempre hubo eruditos e investigadores que se enfrentaron a la cuestión de la vida amorosa y sexual, si bien sólo recientemente se habría hablado de una Sexología exacta, desarrollándose así un nuevo campo de investigación que puja por su reconocimiento: "Se ha querido negar a la Sexología el carácter científico, un destino que sufrieron en sus inicios muchas disciplinas que hoy gozan de gran reconocimiento"199. Distingue la ciencia del mero saber en que no sólo conoce los hechos como fenómenos aislados, sino que los enlaza explicándolos causalmente. La ciencia natural, a la que la Sexología pertenece: "[...] reúne las manifestaciones naturales, es decir, es sobre todo descriptiva, pero entonces también nos permite comprender los hechos, precisamente, y esto lo comparte con cada una de las demás ciencias, sobre todo también con la respetable trilogía teología, jurisprudencia y filosofía, mediante la introducción de ideas en los fenómenos y su unión mediante ellas. El principio fundamental del pensamiento es en este caso la simplificación, el análisis de las manifestaciones variadas en fenómenos básicos hasta el punto en que ya no es posible un mayor análisis. En tanto no abarquemos las cosas con nuestro pensamiento 199 M. Hirschfeld (1908a), 1. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 179 ninguna ciencia, y menos las altas, podrá prescindir de determinadas teorías"200. Como en cada rama de la ciencia natural, una de las tareas principales de la Sexología ha de ser el hallazgo de leyes naturales y fórmulas a partir de simples constataciones, agrupando y describiendo los fenómenos simples y deduciendo con ayuda del pensamiento la ley natural, que a su vez ha de servir para hacer comprensibles los nuevos fenómenos que se presenten al investigador. En el número de octubre de la revista se ocupa el autor de la división de la Sexología, a la que supone conformada por las siguientes ramas: anatomía sexual, química sexual, fisiología sexual, psicología sexual, evolución sexual, biología sexual comparada, higiene sexual, profilaxis sexual, política sexual, legislación sexual, ética sexual, etnología sexual, estudio de las variedades sexuales y patología sexual201. La anatomía sexual constituiría el fundamento de la Sexología: "No ha de limitarse sólo a la disección y descripción de los órganos propiamente sexuales, a la morfología de los caracteres sexuales secundarios, sino que ha de abarcar sobre todo el sustrato material del completo y diverso mundo de las manifestaciones sexuales. La anatomía sexual debe comprender cada parte corporal aislada, cada tejido corporal y, si es posible, hasta la estructura de la célula, donde finalmente quizás se llegue a un protoplasma de índole masculina y femenina, dos sustancias diferentes de cuya proporción en la 200 Ibid., 2. 201 M. Hirschfeld (1908b). 180 Angeles Llorca Diaz mezcla resulte la característica individualidad sexual"202. de una La química sexual ha de atender fundamentalmente el tema de la secreción interna. La fisiología sexual sería uno de los capítulos más importantes de la Sexología: "Si la fisiología general se ocupa de los acontecimientos y transformaciones de la vida animal y vegetal en estado normal, la fisiología sexual tiene por objeto los acontecimientos y transformaciones normales causados por el amor y el impulso sexual" 203. Estos acontecimientos deberían poder ser reducidos a leyes físicas y químicas, pero con ello, explica Hirschfeld, no se debe pensar nunca que se habrá entendido la esencia del amor: "Tan poco como estará resuelto el enigma de la vida en sus últimas causas cuando un día nos sea posible descomponer con microscopio y cuchillo el cuerpo en sus partes componentes más pequeñas y podamos especificar con exactitud según qué reglas circula la sangre, trabaja el músculo, se forma la sangre [sic] en el ojo y el sonido en el oído, igualmente tampoco habremos revelado el enigma del amor cuando hayamos descubierto la formación del deseo, las leyes de la atracción y el afecto, el significado de los caracteres sexuales secundarios [...]"204. Las tareas fundamentales de la fisiología sexual serían la fundamentación de las funciones de los órganos y los 202 Ibid., 570-571. 203 Ibid., 573. 204 Ibid., 573-574. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 181 caracteres sexuales y la explicación de las razones de que determinados objetos produzcan en individuos concretos en momentos específicos una excitación erótica. Esta última tarea es compartida con la psicología sexual, que no sólo se encargaría del estudio de los efectos psíquicos de los estímulos externos, sino también de las proyecciones de la vida sexual en el exterior: las relaciones entre vida sexual y cultura, arte, modas, usos, virtudes, carencias, etc. A la evolución sexual reserva el sexólogo la tarea de estudiar el desarrollo sexual de los individuos, de los cambios que la vida sexual experimenta desde la fecundación hasta la muerte y las etapas por las que atraviesa. De la misma manera, la biología sexual comparada ha de ocuparse del desarrollo sexual filogenético, al que también llama el autor "el del perfeccionamiento". Todas las ramas anteriores habrán de permitir conocer aquello que, desde un punto de vista sexual, resulta beneficioso y dañino para los humanos. De este terreno se ocuparía la higiene sexual, que, siempre "de la mano de un material de observación verdaderamente exacto"205, abordaría las cuestiones de la castidad, la higiene del comercio sexual, del matrimonio, la menstruación, el embarazo, puerperio y lactancia, del climaterio, la herencia, la prevención de la infertilidad y la fertilidad desmedida, las relaciones entre la forma de vida y la capacidad de dominar el impulso sexual y de la educación sexual. Como una rama especial de la higiene sexual entiende Hirschfeld la profilaxis sexual, la prevención de enfermedades asociadas a la vida sexual. La tarea de la política sexual sería el aprovechamiento del impulso sexual para el Estado, sobre todo, "en la consecución de un orden sexual"206. Las leyes del Estado, 205 Ibid., 577. 206 Ibid., 580. 182 Angeles Llorca Diaz por otra parte, no han de contradecir las naturales, y de ello se ocuparía la legislación sexual como rama de la política sexual. En relación con ésta última estaría la ética sexual: “Pero igual que la higiene sexual y la política sexual, la ética sexual, finalmente, tiene que doblegarse a la fisiología sexual. Herbert Spencer nos ha enseñado en su trabajo clásico Sobre los principios de la sociología y la ética que no hay otra ley moral que aquélla que resulta de la propia naturaleza humana. Una exigencia ética que sea imposible según la ley natural es un absurdo. Tampoco el moralista más estricto puede disponer exigencias morales como 'no comerás', 'no dormirás', 'no respirarás'"207. La ley de la igualdad habrá de ser el principal fundamento de la ética sexual: "Si queréis vosotros dos, personas adultas, que no se inmiscuya nadie en vuestra voluntad a dos que se muestra en vuestro amor y en vuestra relación, no os inmiscuyáis tampoco en la voluntad de amar de otras dos personas adultas"208. Para la ética sexual ha de ofrecer la etnología sexual un material especialmente valioso, concerniente a la historia de la vida sexual humana en todos los pueblos de la Tierra. Al mismo tiempo, la etnología serviría con sus datos al estudio de las variedades sexuales y de la patología sexual. Este último terreno, precisamente porque ha sido objeto de amplia consideración por parte de la medicina, no ha de ser supervalorado por la Sexología: 207 Ibid., 583. 208 Ibid., 584. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 183 "El amor sin complicaciones entre hombre y mujer es el torrente más extenso y fructífero, la arteria para la vida y, correspondientemente, también para la Sexología"209. Todas estas partes de la Sexología habrán de formar un todo orgánico superior, "Como los órganos aislados uno tras otro en su actividad dependiente del cuerpo se alzan en un organismo completo [...]"210. El tercero de los artículos programáticos, aparecido en el número de diciembre, está dedicado a los métodos de la Sexología211. Hirschfeld comienza insistiendo en la necesidad de partir de la reflexión natural y volver siempre a ella: "Esto diferencia la ciencia natural general esencialmente de otras disciplinas que, a causa de su elevada edad, han gozado frecuentemente todavía de una gran consideración, la teología, la ciencia del derecho y la filosofía, que se apoyan en conjunto, en medida fuertemente desigual, en la tradición y la reflexión. De forma puramente exterior se expresa esta contradicción en que las ciencias mencionadas tienen lugar en las universidades en un edificio central y en algunas salas para seminarios, mientras que la ciencia natural y la medicina necesitan bloques completos para albergar los institutos, laboratorios, clínicas, museos y colecciones necesarios para dar clases"212. 209 Ibid., 585. 210 Ibid., 588. 211 M. Hirschfeld (1908c). 212 Ibid., 681. 184 Angeles Llorca Diaz Puesto que la observación está dificultada para el investigador por enfrentarse con procesos psicofísicos de gran sutiliza y complejidad, que no se presentan sin más ante los sentidos del observador, se ha de contar con métodos de ayuda y con un material de observación muy extenso para poder proporcionar a la ciencia resultados utilizables. La anatomía sexual y la biología sexual comparada y patológica se habrán de servir de bisturí, medida y microscopio, técnicas avanzadas de coloración e iluminación y fotografía. La química utilizará los métodos que le son propios, de reacción y análisis, y la fisiología de la experimentación. Además de todos ellos: "[...] uno de los complementos más importantes de la observación en Sexología, como en el resto de la medicina práctica, es la anamnesis meticulosa, el cuestionario racional profundo, la exploración psicoanalítica"213. Contra las objeciones sobre la subjetividad e inexactitud de la información recogida mediante anamnesis alega el médico pomerano que el investigador puede tomar determinadas medidas de precaución encaminadas a la exactitud de los datos: el interrogador ha de ser hábil, el interrogado debe tener plena confianza en él y conocer la importancia de la veracidad de sus respuestas, se ha de cuidar no herir el pudor del interrogado, formular las preguntas de forma que no se note qué fines concretos se persiguen con cada una, evitar las preguntas sugerentes, etc. Otra fuente importante de datos para la Sexología serían las autobiografías y las biografías sexuales de diferentes personajes. 213 Ibid., 683. La expresión "exploración psicoanalítica" la utiliza Hirschfeld en un momento en que, como sabemos, había solicitado a algunos seguidores de Freud ayuda para la elaboración del cuestionario que se publica, precisamente, en este mismo artículo. En obras posteriores hablará más bien de exploración psicológica, psicosexual o, simplemente, anamnesis para referirse a esta técnica, aunque siempre concedió importancia a la aportación psicoanalítica en el desarrollo de este método de extracción de información. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 185 La encuesta es entendida también como método de gran ayuda en el descubrimiento de regularidades y leyes. De la misma forma que el mismo Hirschfeld se ocupó de averiguar con él el porcentaje de homosexuales varones en la población, propone investigar temas como la extensión de la masturbación, de la frigidez sexual, la impotencia, las tendencias fetichistas, la frecuencia del uso de anticonceptivos, del aborto provocado, etc. Ciencia auxiliar de la Sexología sería la lingüística, que puede contribuir a la explicación del origen de las palabras y de algunos aspectos de la vida mental. La creación de un archivo de Sexología, la publicación de revistas y monografías especializadas, la creación de asociaciones de sexólogos y la realización de congresos serían otros cuatro puntos importantes para el desarrollo de la nueva ciencia. En cuanto a qué se debe exigir al investigador sexual, nos dice el autor: "[...] primero, absoluta seriedad, debe estar lleno de lo elevado de su tarea, después, realismo incondicional unido con buen talento observador y, tercero, la capacidad de poder extraer consecuencias estrictamente lógicas, todo ello ininfluenciable por la opinión pública (que normalmente sólo es la opinión de aquéllos que hasta ahora pueden expresar la suya más alto), independiente de las simpatías y antipatías personales, libre de arrogancia e hipocresía"214. V.2 LA INFLUENCIA DEL MONISMO 214 Ibid., 703. 186 Angeles Llorca Diaz En sentido amplio, monismo es aquella Weltanschauung que entiende la existencia de un único principio o un único fundamento como constitutivo de la realidad215. Dios y mundo, espíritu (conciencia) y naturaleza, alma y cuerpo, energía y materia, son los principales opuestos a cuya unificación aspira216. Uno de sus principales defensores en Alemania, de gran influencia en esta época, fue Ernst Haeckel, que entendía el monismo desde un punto de vista evolutivo partiendo de las teorías de Darwin. Die natürliche Schöpfungsgeschichte -La historia de la creación natural-, uno de sus trabajos más importantes, se publicó en 1868, el mismo año del nacimiento de Hirschfeld. En 1906 fundó Haeckel el Deutsche Monistenbund Liga monista alemana-, a la que nuestro autor perteneció. Experiencia, causalidad y evolución son los tres ejes teóricos en que este monismo se basa y que, como fines prácticos, aboga por la separación entre iglesia y escuela, secularización del estado, prueba de salud de los contrayentes de matrimonio y otros.217. Más influencia en la obra posterior de Hirschfeld tendrá el monismo entendido según Wilhelm Ostwald. Este químico de Leipzig fundaba su monismo sustancial en el concepto cientificonatural de energía: él no sólo entendía las manifestaciones corporales como un producto de la energía, sino que también creyó poder hacer comprensibles los procesos psíquicos como capacidades de trabajo con transformaciones de energía en sentido cientificonatural218. En el primer congreso monista, celebrado en Hamburgo en septiembre de 1911, dio Ostwald una conferencia titulada "Die Wissenschaft" -La ciencia-, en la que distinguía ciencia de simple saber en virtud de que aquélla es capaz de hacer predicciones que posibilitan una mejora de la humanidad219. Las ciencias naturales, las únicas que, según 215 A. Drews (1908), 1. 216 Ibid., 40. 217 R. Seidel (1969), 14. 218 A. Drews (1907), 24. 219 W. Ostwald (1911), 20. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 187 él, poseerían un verdadero carácter como tales son clasificadas en esta conferencia, siguiendo a Auguste Comte, en un "sistema de las ciencias", en función de los grupos de conceptos que manejan, siendo posible la división de los conceptos en virtud de dos características: su contenido y su amplitud. El primer grupo de ciencias sería, para el químico de Leipzig, el de las del orden Ordnungswissenschaften- (lógica, matemática y geometría); el segundo, el de las físicas o energéticas -physische oder energetische Wissenschaften- (mecánica, química y física); y el tercero, el de las ciencias biológicas -biologische Wissenschaften(fisiología, psicología y sociología). La psicología es entendida por Ostwald como ciencia natural en la medida en que se construye sobre el edificio de la física como ciencia de las manifestaciones vitales que tienen que ver con el sistema nervioso central y de las funciones dependientes de él220. Cada ciencia técnica, de las que la medicina sería una de las más importantes, llamaría en su ayuda a algunas de estas ciencias puras221. La finalidad de la ciencia, por último, sería la misma que la de la completa existencia: la felicidad -Glück-, con lo que se llegaría a la cuestión fundamental de la ética, el fin primordial para el que las ciencias tienen que abrir camino222. La influencia de diversos autores de esta corriente en la obra de Hirschfeld se deja traducir en diferentes capítulos de su obra (la insistencia en una diferenciación gradual entre hombres y mujeres recuerda enormemente a la que Haeckel establecía entre animales y personas, así como la caracterización del amor y del impulso sexual como una corriente energética recuerda al concepto de energía de Ostwald), pero empieza a hacerse más patente a partir de Naturgesetze der Liebe -Leyes naturales del amor- (1912). En este trabajo repite la consideración de la Sexología como ciencia natural según lo hizo en su primer artículo programático, pero ahora caracterizando la ciencia, citando a Wilhelm Ostwald, de la siguiente manera: 220 Ibid., 34. 221 Ibid., 39. 222 Ibid., 43-45. 188 Angeles Llorca Diaz "El nombre ciencia se refiere, según su primer significado, a aquello que se sabe, donde bajo saber se entiende un conocimiento de lo pasado y lo presente. En su nuevo significado, por el contrario, ciencia debe denominar lo que, desde el conocimiento del pasado y del presente, posibilita la predicción del futuro. Sólo esta última caracterización hace de un saber una ciencia y todo saber no merece ser llamado ciencia si no posee esta aplicabilidad en el futuro"223. El autor vuelve a quejarse en esta obra de que las ciencias naturales, y dentro de ellas la psicología, no se hayan ocupado de la sexualidad humana. Precisamente la psicología, a la que Hirschfeld incluye, como Ostwald, dentro de las ciencias naturales, habría tenido que acercarse en primer término a este objeto de estudio, y ello por la importancia del sistema nervioso en el tema: "Puesto que el lugar y el órgano del amor es el alma, el cerebro y el sistema nervioso del hombre, no 'la carne', como enseña una orientación materialista todavía hoy muy extendida entre el pueblo. Los órganos sexuales mismos son sólo un instrumento del alma"224. Además del desprecio por la materia, nuestro autor supone en esta obra tres causas principales que habrían alejado a la ciencia del estudio de la vida amorosa: - el mimetismo sexual. De la misma forma que Darwin utiliza este concepto para explicar la similitud de plantas y animales al ambiente en que viven, él lo emplea para dar cuenta de que en el 223 W. Ostwald, en Monistische Sonntagspredigten 7, 9. Cit. en M. Hirschfeld [1912] (1914a), 50- 51. 224 M. Hirschfeld [1912] (1914a), 15. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 189 terreno sexual casi todas las personas se adaptan a su entorno: "La unidad de las impresiones no está en ningún terreno tan en contradicción con la variedad de los fenómenos como en el sexual"225 - diferencias en la comprensión de conceptos y expresiones básicas, como "amor" y "sexo" - inaccesibilidad del alma humana, que determina la incapacidad de los métodos de investigación Entre 1926 y 1930 publicó Magnus Hirschfeld su Geschlechtskunde -Ciencia sexual-, en la que emplea por primera vez el término que aparece en el título en lugar del acostumbrado Sexualwissenschaft. En toda la obra procura el autor el uso terminología de procedencia estrictamente alemana con intención de ser comprendido por un amplio público, pero ya en el primer tomo, establece la igualdad de los términos Sexualwissenschaft, Sexuologie, Sexologie y Geschlechtskunde226. En el primer capítulo de este primer volumen se ocupa del concepto y el ámbito de lo que llama Geschlechtskunde. Esta es para él una parte de la ciencia de la naturaleza, especialmente de la biología: "Si la ciencia natural comprende todas las manifestaciones naturales y sucesos de la vida sin excepción, la ciencia del sexo comprende sólo todas las formas de manifestarse y los efectos de la sexualidad"227. 225 Ibid., 17-18. 226 M. Hirschfeld (1926), 13. 227 Ibid., 3. 190 Angeles Llorca Diaz Pero, puesto que la sexualidad es la fuente de toda la vida, dice Hirschfeld, se podría considerar también que la ciencia de la vida es una parte de la sexual. Destaca el autor que desde hace un siglo se ha ido haciendo cada vez más claro en el círculo de los científicos naturales que las manifestaciones y expresiones corporales körperlich- y anímicas -seelisch- se relacionan dependiente e indisolublemente, existiendo entre ellas una relación recíproca inseparable. En lo que se refiere a la sexualidad humana, esta unidad animicocorporal -Körperseele- sería especialmente válida: nunca es sólo corporal o sólo psíquica, sino siempre las dos cosas al mismo tiempo. Por ello la ciencia sexual humana tiene como objeto: "[...] la total sexualidad psíquicocorporal"228. Uno de los temas que, como sabemos, más le preocupan es el de la clarificación de términos, por lo que en esta obra hace un repaso del significado de algunos conceptos que considera claves: sexo -Geschlecht-, sexualidad -Sexualität-, erótica -Erotik- y amor -Liebe-, cuyas raíces lingüísticas va analizando. El término sexo se emplearía referido a la sexualidad psiquicocorporal individual humana, la constitución sexual y la proyección sexual en su doble expresión masculina y femenina, en general, y a todas sus expresiones vitales, como hombres y mujeres, en particular. Como vimos en el apartado sobre el impulso sexual, es en esta obra donde el sexólogo pomerano entiende el sexo como factor "eterno" resolutivo de las dualidades objeto de preocupación del monismo. Allí donde Ostwald situaba la energía coloca Hirschfeld el sexo, al decir que, junto a los pares conceptuales energía y materia, tiempo y espacio, dios y mundo, hombre y mujer, espíritu y cuerpo, 228 Ibid., 7. Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 191 "[...] como undécimo está encima y debajo, dentro y fuera de estos diez el sexo. El sexo resuelve todo lo dualístico (=contradictorio) en monístico (=en unidades) y todo lo monístico (=unitario) en dualístico (=en contradicciones)."229. Sexualidad y erótica serían términos que se solapan, tanto en sus significados primarios como en su desarrollo histórico, y ambos se refieren a la sexualidad psiquicocorporal de los individuos particulares. En cuanto al amor, Hirschfeld repite aquí su caracterización como impulso sexual individualizado. La Sexología como ciencia natural había de encontrar en los hechos biológicos su principal fundamento. Precisamente fue su estricta orientación biológica el mérito que, como sexólogo, más a menudo se le reconoció a Magnus Hirschfeld en su tiempo. Sobre su obra sexológica escribió Heinrich Koerber: "La Sexuologie es el hijo más joven de la ciencia médica. Largo tiempo no conocida, ignorada, se ha ganado hace sólo como mucho tres décadas el oído atento del mundo científico. Representa hoy, como disciplina independiente, la ciencia de las manifestaciones y efectos de la sexualidad en sentido corporal y mental, individual y social. Pero sólo podrá hacer justicia a estas variadas tareas en la medida en que se mantenga orientada estrechamente a los hechos biológicos. Aquí descansa el gran servicio de Hirschfeld [...]"230. 229 Ibid., 337. 230 H. Koerber (1918), 36. 192 Angeles Llorca Diaz VI. 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Archiv für Frauenkunde und Eugenetik, VII, 173-174 - (1923): "Die intersexuelle Konstitution. Erweiterung eines am 16. März 1923 im hygienischen Institut der Universität Berlin gehaltenen Vortrags". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XXIII, 3-27 - (1926-1930): Geschlechtskunde, auf Grund dreißigjähriger Forschung und Erfahrung bearbeitet. Julius Püttmann Verlagsbuchhandlung, Stuttgart 198 Angeles Llorca Diaz Teil I (1926): Die körperseelischen Grundlagen Teil II (1928): Folgen und Folgerungen Teil III (1930a): Einblicke und Ausblicke Teil IV (1930b): Bilderteil Teil V (1930c): Registerteil - (1933): Die Weltreise eines Sexualforschers. BözbergVerlag, Brugg - (1934-1935): "Phantom Rasse". Wahrheit (Prag), XIIIXIV - (1986): Von einst bis jetzt. Geschichte einer homosexuellen Bewegung. Verlag Rosa Winkel (Herzer y Steakley, hrsg.), Berlin JORDAN, K. F. (1918): "Das Geschlechtsleben als Gegenstand der Naturforschung". En: PLOCK, G. (Hrsg.): "Festschrift zu Dr. Magnus Hirschfelds 50. 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Schluß des nichtbelletristischen Teils". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, II. Jahrgang, Heft 3, 319-341 - (1911c): "Die Bibliographie der Homosexualität aus den Jahren 1908 und 1909. Schluß des nichtbelletristischen Teils". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, II. Jahrgang, Heft 4, 409-442 Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 203 - (1911d): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem Jahre 1910". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, III. Jahrgang, Heft 1, 92-121 - (1912a): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem Jahre 1910 (Fortsetzung)". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären Komitees, III. Jahrgang, Heft 2, 230-242 - (1912b): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem Jahre 1910 (Fortsetzung und Schluß)". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären Komitees, III. 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Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären Komitees -Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XVIII-, 38-43 VI.2 BIBLIOGRAFIA SECUNDARIA ABRAHAM, H.-C.; FREUD, E.-L. (Hrsg.) (1980): Sigmund Freud - Karl Abraham, Briefe 1907-1926. Fischer Verlag, Frankfurt a.M. AMEZUA, E. (1992): Sexología, cuestión de fondo y forma: La otra cara del sexo. En: Revista de Sexología, 49-50. Publicaciones del Instituto de Sexología, Madrid - (1993): Los hijos de don Santiago, paseo por el casco antiguo de nuestra Sexología. En: Revista de Sexología, 49-50. Publicaciones del Instituto de Sexología, Madrid BAEKGAARD, E. (1985): "Das Sexualwissenschaftliche Institut in Berlin". Mitteilungen der Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 5, 32-35 208 Angeles Llorca Diaz BAUMGARDT, M. (1984): "Hirschfelds Testament". Mitteilungen der Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 4, 7-9 - (1985): "Zeittafel Magnus Hirschfeld". Mitteilungen der Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 6, 42-44 DOSE, R. 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Mitteilungen der Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 18, 13-32 210 Angeles Llorca Diaz - APENDICE: Cuestionario psicoanalítico de Magnus Hirschfeld1 Nuestro cuestionario2 dice así: Cuestionario Psicoanalítico Advertencia: En su propio interés y en el de la investigación científica le rogamos no escatimar tiempo ni esfuerzo y contestar las siguientes preguntas con estricta veracidad y lo más exactamente posible. Debe contar Vd. con la más estricta discreción. Quien albergue dudas sobre si firmar el cuestionario con su nombre completo, cuyo secreto cae dentro del secreto profesional médico, puede dotarle con un número o con cualquier letra. Para algunas preguntas, como por ejemplo aquéllas que se refieren a la procedencia y la infancia, sería recomendable una conversación con ascendientes mayores. Rogamos dejar sencillamente sin rellenar tanto las preguntas cuyas respuestas, contra toda previsión, despierten sospechas, como aquéllas cuya respuesta se desconoce. Le rogamos, además, completar en lo posible en el formato del cuestionario las preguntas que han de contestarse brevemente y las que poseen además una disposición particular. Finalmente, sería deseable, pero en ningún caso necesario, la adición de alguna fotografía (eventualmente en distintas edades), así como una segunda que reproduzca aproximadamente el tipo hacia el que tiende su inclinación. I. Personal a) Nombre, edad, sexo, raza, trabajo, lugar de residencia, religión. b) ¿Casado o no? II. Procedencia 1 2 M. Hirschfeld (1908c), 684-695. Para prevenir malentendidos, hago notar expresamente que este cuestionario no está preparado para los fines de una encuesta, sino que sólo ha de ser tomado en consideración como fundamento para las consultas y los dictámenes médicos. 212 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Angeles Llorca Diaz ¿Viven sus padres todavía; son éstos sanos, o de qué padecen; en su caso, de qué y a qué edad murieron? ¿Fueron los padres o los abuelos parientes consanguíneos (en caso de que sí, en qué modo, primo y prima, tío y sobrina, etc.)? ¿Acontecen frecuentemente en su familia matrimonios entre parientes consanguíenos (se casaron, por ejemplo, hermanos de sus parientes)? ¿Qué edad tenían los padres cuando Vd. nació? ¿Cuál era la diferencia de edad entre el padre y la madre? ¿Ha nacido Vd. dentro de un matrimonio? ¿Se parece Vd. más al padre o a la madre (corporal y mentalmente)? ¿Cuántas hermanas y hermanos son? ¿Cuál es la secuencia y la edad de los hermanos (por ej., hermano, hermana, yo, hermano)? ¿Sabe Vd. si la madre deseaba más antes de su nacimiento un niño o una niña? ¿Era la vida en común de los padres feliz o infeliz? ¿Se casaron los padres por inclinación o por razones externas (reproducción de un árbol genealógico, intereses económicos, etc.)? ¿Eran sus padres más bien cariñosos o severos con los niños? ¿Era más enérgico el padre o la madre? ¿Tenía Vd. mayor simpatía por uno de los padres? ¿Padecían parientes cercanos de disfunciones nerviosas o mentales (algo como espasmos, baile de San Vito, histeria, debilidad mental, melancolía o sífilis o desarrollo corporal deficiente, como hernia, labio leporino, deformación del oído, bocio, etc.); y esto: a) entre padres y abuelos? b) entre los hermanos mayores o más jóvenes? c) en la parentela restante? ¿Cómo se comportaban los padres frente a las bebidas espirituosas (cerveza, vino, aguardiente)? ¿Acaecieron suicidios entre los familiares? ¿En qué familiares y por qué motivos? Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 15. 16. 17. 18. 213 ¿Entraron parientes de forma notable en conflicto con la ley? ¿Se encuentran entre sus parientes muchos solteros mayores de 30 años (sobre todo entre sus hermanos)? ¿Hay miembros de la familia masculinos con apariencia femenina y femeninos con apariencia masculina? ¿Conoce Vd. casos en sus parientes (padres, hermanos, parientes colaterales) de inclinaciones sexuales anormales? III. Infancia y Juventud 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. ¿Cuándo aprendió Vd. a andar y a hablar? ¿Cómo y cuándo fueron la primera y la segunda dentición? ¿Padeció Vd. de encefalitis, lesiones craneales, dolores de cabeza, espasmos, baile de San Vito, estrabismo, anormalidades dentales, de estreñimiento crónico, de incontinencia nocturna; en su caso, hasta qué edad? ¿Era Vd. miedoso o espantadizo; cómo le fue con pesadillas, gritos nocturnos? ¿Tartamudeaba Vd.? ¿Sucedió comerse las uñas, chuparse el dedo, hurgarse en la nariz, inclinación a vagabundear, a mentir, a robar, a llorar en abundancia? ¿Prefería Vd. jugar con niños o con niñas? ¿Le gustaban más los juegos de chicos, como las bolas de nieve, las peleas, los caballos de batalla, los soldados, etc., o tendía Vd. a juegos infantiles femeninos, como muñecas, cocinar, hacer ganchillo y hacer punto? ¿Notaba Vd. que era distinto a los otros niños? ¿Le gustaba la soledad? ¿Se apartaba del trato con coetáneos? ¿Parecía Vd. llamativamente antes de la pubertad como una niña, o más como un niño? ¿Se hacían observaciones como "él es como una niña" o "ella es un puro muchacho"? ¿Se acuerda Vd. de sueños de su infancia, especialmente de aquéllos que se repetían frecuentemente? ¿Qué contenido tenían? 214 Angeles Llorca Diaz 27. ¿Cómo aprendió Vd. y hacia qué estaba Vd. mejor predispuesto? ¿Por qué asignaturas se interesó más en la escuela? ¿Fue Vd. castigado físicamente o si no duramente por sus padres o maestros? ¿En qué forma? ¿Cómo fue su educación? ¿Fue Vd. educado junto a muchos otros en una institución de pensionado, un claustro, una academia militar o en casa de sus padres? ¿Cómo fue la vida en la institución? ¿Acaecían allí seducciones sexuales por parte de compañeros mayores o de personajes más jóvenes o mayores; por parte femenina o masculina? ¿Existían amistades cálidas hacia camaradas o una adoración interior desacostumbrada hacia personajes adultos? ¿Hacía quién tendía Vd.? ¿Tuvo lugar el hecho de dormir con personajes adultos o no adultos (padre, madre, hermanos, personal doméstico u otros)? ¿En la misma cama o en la misma habitación? ¿Se bañaba Vd. junto con éstos? ¿Cuándo oyó Vd. hablar por primera vez de cosas sexuales y bajo qué circunstancias? ¿Tuvo Vd. vivencias sexuales ya antes de la pubertad y de qué tipo? ¿Se masturbaba Vd.? ¿Cuando empezó con ello? ¿Cómo llegó a ello? ¿Tuvieron lugar seducciones para ello por parte de personas de la misma edad, del mismo o del otro sexo? ¿Hasta qué edad, con qué intervalos, en qué manera y con qué fantasías se efectuaba, en su caso, la masturbación? ¿Cuándo llegó la madurez sexual; en su caso, la primera polución o menstruación? ¿Cuándo se desarrollaron otros signos de madurez sexual (como voz profunda, crecimiento de barba para el sexo masculino, del pecho para el femenino? ¿A qué edad tuvo lugar el primer intento de relación sexual y bajo qué circunstacias sucedió? 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. IV. Estado Actual Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 215 Para las preguntas subrayadas es posible añadir qué particularidades prefiere Vd. en el mismo aspecto en las otras personas. A. Particularidades y estado corporal 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. ¿Cuánto mide y pesa Vd.? (bastan datos aproximados, como pequeño, mediano, grande) ¿Los músculos están desarrollados fuerte o débilmente? ¿Es la carne blanda o dura (firme)? ¿Qué actividad corporal le gusta más, ya sea profesional, como deporte, juego, etc.? ¿Se inclina Vd. más al duro trabajo muscular, remar, montar, o a los movimientos gráciles como la danza, o es Vd. opuesto a toda actividad corporal; en su caso, por qué razones? ¿Son sus pasos pequeños, lentos, cortos y rápidos o grandes, firmes, solemnes? ¿Permanece el tronco quieto y afirmado al andar o sucede un contoneo en los hombros o las caderas? (mejor buscar el juicio de un tercero) ¿Sabe Vd. silbar? ¿Es su piel (el tono) más clara u oscura, pura o impura? ¿Es el pelo de la cabeza largo, grueso, más débil o fuerte? ¿Cómo es la vellosidad corporal (brazos, piernas, tripa, espalda, etc.)? ¿Cómo es el color del pelo y el peinado (a raya, desordenado, rizado, etc.)? ¿El crecimiento de la barba es duro o sólo hay pelusa? ¿Se ruboriza Vd. o palidece fácilmente? ¿Es la sensibilidad al dolor grande o pequeña? ¿Son manos y pies pequeños o grandes? (eventualmente, número de calzado) ¿Cómo da Vd. normalmente la mano? ¿Cómo es su escritura? En caso de que no haya rellenado Vd. mismo el cuestionario, rogamos aquí una prueba de su escritura. ¿Son las líneas del cuerpo más esbeltas, angulosas o redondeadas, especialmente en los hombros? ¿Son sus caderas más anchas o más estrechas que los hombros? (talla) ¿Cómo son los pechos? ¿Llenos, redondos, escasos o planos? ¿Son los pezones o las tetillas especialmente 216 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. Angeles Llorca Diaz grandes? ¿Hay excedentes atrofiados de restos de pezones, en su caso dónde? ¿Son las orejas grandes, separadas, aumentadas, pequeñas, finas o llamativas de alguna manera? ¿Cómo son los ojos? ¿Qué color tienen? ¿Es la mirada más firme o intranquila? ¿Tierna, cariñosa o dura, coqueta u ofrece alguna particularidad? ¿Tiene Vd. preferencia por determinados olores? ¿Le gustan los perfumes? ¿Tiene Vd. preferencia por comidas dulces o amargas, ácidas, saladas o fuertemente picantes? ¿Es la expresión facial más masculina o femenina, así como cómo la encuentran los demás? Se solicita fotografía (eventualmente también de aquella persona que corresponde a su gusto). ¿Cómo es la construcción de la laringe? ¿Se adelanta la nuez poco, fuertemente o en absoluto? ¿Es la voz aguda o grave, alta o baja, sencilla o melindrosa? ¿Tiene tendencia a hablar o cantar con falsete o con bajos? ¿Es Vd. zurdo? ¿Hay disfunciones del sistema nervioso, como dolor de cabeza, migraña, insomnio, gran lasitud, intranquilidad, temblores, vértigos? ¿Están presentes en los genitales o en su entorno defectos de formación apreciables? B. Propiedades y estado mental 62. 63. 64. ¿Cómo es su temperamento, más débil o fuerte? ¿Existe una fuerte sensibilidad hacia la alegría y el dolor? ¿Hay una inclinación particular hacia llorar o reír (Eventualmente también en ocasiones que no corresponde, como llorar de alegría, reír de dolor o de tristeza)? ¿Crece el llanto o la risa hasta ataques compulsivos? ¿Es su esencia más homogéneamente tranquila o es Vd. dependiente del humor, a menudo muy reprimido, a menudo retozón, alegre ("himmelhochjauchzend, zu Tode betrübt")? Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. 73. 74. 75. 76. 77. 78. 217 ¿Está Vd. con facilidad violento, furioso, excitado excesivamente (exaltado)? ¿Es el sentido familiar fuerte o débilmente expresado? ¿Depende Vd. mucho del padre o la madre? ¿Del hogar, la tierra, la patria? ¿Posee Vd. bondad, amabilidad, autosacrificio, filantropía, necesidad de amor? ¿Tiene una fuerte ambición, sobreestimación de la personalidad (o subestimación), susceptibilidad por la admiración y la aprobación, inclinación llamativa, afán de dominar? ¿Es Vd. hablador, curioso, callado? ¿Es aficionado a los chismes? ¿Es Vd. más bien desconfiado o confiado? ¿Cómo es Vd. frente a la religión (devoto, indeferente, no creyente, perteneciente a una secta)? ¿Cómo se sitúa Vd. frente a lo metafísico, la creencia en los milagros, la superstición, el espiritismo, las apariciones de espíritus, los presentimientos, la mística? ¿Tiene Vd. experiencias propias que apuntar en las que se sostenga su opinión; en ese caso, cuáles? ¿Ha cambiado Vd. de creencias? ¿Está presente la búsqueda de aventuras? ¿Tendencia a lo romántico? ¿Inclinación a vagabundear? ¿Es Vd. ordenado (pedantemente) o desordenado, puntual o impuntual, ahorrador o derrochador? ¿Colecciona Vd. algo; en su caso, qué? ¿Sufre Vd. impulsos obsesivos, fantasías o descuidos? En su caso, ¿de cuáles? ¿Es Vd. rencoroso o conciliador? ¿Tiene Vd. voluntad, energía, temor o valor fuertes o débiles? ¿Tiene Vd. una gran inclinación a vivir bien o a la modestia, al trabajo mental o corporal o a la comodidad? ¿Cómo es Vd. con el beber y el fumar? ¿Puede Vd. digerir bien las bebidas alcohólicas? ¿Cómo son la memoria, la atención, la fantasía? ¿Tiende Vd. a una esencia soñadora? ¿Le gusta a Vd. crear historias fantásticas? 218 Angeles Llorca Diaz 79. ¿Es su disposicion mental más bien nuevamente creada o ideológicamente compenetrada? ¿Más examinante o fácilmente influenciable (productiva, crítica o receptiva)? ¿Existe capacidad para las matemáticas y las tareas abstractas; condición literaria, artística, como talento para la pintura, la plástica, etc.? ¿Lee y estudia Vd. mucho? ¿Qué lecturas prefire (lecturas de trabajos científicos, poesías, arte, novelas policíacas, humorísticas, periódicos)? ¿Le gusta a Vd. escribir cartas? ¿Cómo se comporta Vd. ante la música? ¿Posee Vd. inclinación a la interpretación? ¿Qué personalidades de los mitos y la historia (pasada y actual) le interesan más, o son respectivamente su ideal? ¿Tiene Vd. tendencia a determinadas ocupaciones como cocinar, limpiar, trabajos manuales, o como deporte, caza, tiro, etc.? ¿Por qué temas se interesa Vd. especialmente?, por ejemplo, política, moda, teatro, caballos, flores, etc. ¿Toma Vd. parte en la vida política? ¿Es Vd. más bien comedido o radical? ¿Desempeña Vd. cargos honoríficos públicos? ¿Se siente Vd. contento con su trabajo, o por qué trabajo se siente Vd. atraído? ¿Juega la ropa un papel importante en sus pensamientos? ¿Le gustan más los vestidos sencillos o excéntricos, ceñidos o sueltos, de cuello alto o con el cuello libre? ¿Se da una fuerte atracción correspondiente o una aversión hacia el adorno? ¿Le gusta un color determinado; cuál? ¿Es Vd. en general más querido o no querido? ¿Le gusta vivir con relaciones sociales o más bien aislado en sí, solo? ¿Mejor en el campo, en una ciudad pequeña o en la gran ciudad? ¿Tiene Vd. una capacidad o un mérito especial que mostrar; en su caso, cuál? 80. 81. 82. 83. 84. 85. 86. 87. 88. 89. C. Impulso sexual 90. 91. ¿Tiene Vd. inclinaciones sexuales o carece de ellas por completo? ¿Hacia qué sexo se orienta su impulso sexual? Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 92. 93. 94. 95. 96. 97. 219 ¿Ha notado Vd. que la dirección de su impulso ha cambiado durante o después de la madurez sexual, o ha permanecido ésta siempre igual? ¿Cuáles son aproximadamente los límites superior e inferior de edad de las personas hacia las que Vd. tiende; o le da igual la edad? ¿Le atraen más las personas que están mental y socialmente por encima o por debajo de Vd.; las naturalezas más refinadas, delicadas o más rústicas, fuertes? ¿Prefiere Vd. un determinado estado? ¿Le gustan las personas sobre las que Vd. puede ejercer una educación? ¿De qué impresiones proviene la atracción que ejercen sobre Vd. las personas del sexo al que tiende? a) ¿De percepciones del sentido visual? ¿Qué le parece de la cara, del conjunto, especialmente bello? ¿Le excita más el cuerpo desnudo, vestido o a medias? b) ¿De percepciones del oído, es decir, le atrae particularmente la voz de la persona que le excita? c) ¿De percepciones del tacto? ¿Ejerce, por ejemplo, una atracción especial sobre Vd. la piel blanda y turgente o la musculatura que siente fuerte y rígida? d) ¿De percepciones del olfato? ¿Le atrae o le repugna la transpiración de determinadas personas? ¿Juega en ello algún papel la transpiración de determinadas partes del cuerpo? e) ¿O tiene Vd. la atracción por algo pura o predominantemente mental, tocante a las propiedades del carácter, la voluntad, el intelecto, etc.? ¿Le gusta una persona a causa de determinadas características que Vd. mismo posee igualmente o que Vd. no tiene, por ejemplo, en su caso, tamaño, color del pelo, formación espiritual, etc.? ¿Se siente movido su impulso sexual por personas con el tipo correspondiente del sexo que le atrae (es decir, por apariencias verdaderamente masculinas o verdaderamente 220 98. 99. 100. 101. 102. 103. 104. 105. 106. 107. 108. 109. Angeles Llorca Diaz femeninas), o por tipos sexuales menos pronunciados, es decir, mujeres que tienen aspecto y carácter masculino u hombres que muestran rasgos femeninos? ¿A qué sexo tiende Vd.; en su caso, qué contenido tienen sus sueños eróticos? ¿Llaman en público, en la calle, en el teatro, etc. más mujeres u hombres su atención? ¿En qué compañía se encuentra Vd. más a gusto? ¿Se interesa Vd. más por cuadros, fotografías, representaciones plásticas de personajes masculinos o femeninos? ¿Frente a qué sexo está Vd. despreocupado? ¿Posee Vd. un pudor pronunciado, y es mayor frente a personas femeninas o masculinas? ¿Es Vd. en sus inclinaciones más cambiante o estable? ¿Le gusta el 'flirt' (el llamado 'cortejo')? ¿Cómo distingue Vd. amistad y amor? ¿En qué se basa, según su opinión, una relación de amistad? ¿Tuvo lazos de amistad durante largo tiempo? ¿Puede la amistad para Vd. suplir al amor? ¿Contrajo Vd. matrimonio, y por qué razones? ¿Cómo fue la vida marital? ¿Tuvo Vd. hijos y cuántos? ¿Los quiere? ¿Ha notado Vd. en ellos particularidades (también en sentido sexual)? ¿Cómo era la fuerza y la dominabilidad del impulso sexual? ¿Considera Vd. éste para sí como invencible a la larga? ¿En qué medida se reprimieron las inclinaciones, en qué medida se doblegaron ante Vd. o fueron suplidas mediante masturbación? ¿Con qué frecuencia tuvieron o tienen lugar como media actividades sexuales? ¿Llega la satisfacción rápida o lentamente? ¿Qué tipo de actividad sexual corresponde más a su gusto? ¿Prefiere Vd. en la relación sexual una variante determinada? ¿Es su comportamiento en las relación sexual más masculinamente activo o femeninamente pasivo? ¿Tiene repugnancia o indiferencia hacia el acto normal? ¿Tuvieron lugar, a pesar de ello, intentos de llevarlo a Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica 110. 111. 112. 113. 114. 115. 116. 117. 118. 119. 120. 121. 122. 221 cabo? ¿Qué sensación tuvo Vd. después? ¿Existió una imposibilidad o un obstáculo para completar el acto sexual normal (impotencia, en su caso, causada por qué)? ¿Tiene Vd. relaciones con prostitutas y por qué (por ejemplo, carencia de otras relaciones, inclinación especial) o siente rechazo por ello? ¿Comprende el impulso sexual siempre sólo personas de uno o también personas del otro sexo; en el mismo o en igual, en su caso, en qué grado (bisexualidad)? ¿Es la relación exclusivamente posible con personas del otro sexo o también con personas del propio? ¿Tiene Vd. que imaginarse en la relación, con ayuda de la fantasía, una persona de distinto sexo a con la que tiene la relación? ¿Existió siempre inclinación a personas inmaduras sexualmente? ¿Tuvo Vd. inclinación a producir a la persona amada dolores corporales, humillaciones mentales, otros daños o actos violentos posibles (sadismo)? ¿Tuvo Vd. el deseo de sufrir un trato así por la persona amada? ¿Tiene Vd. una pasión predominante por determinadas partes del cuerpo (pelo, mano, pie, lunares, etc.) o por determinadas prendas de vestir (ropa blanca, zapatos, guantes, uniformes) o por determinados tejidos, como piel, terciopelo, seda, piel, charol, etc. (fetichismo)? ¿Le excita vestir la ropa del otro sexo (impulso al disfraz erótico)? ¿Tiende a desnudarse delante de otros (exhibicionismo)? ¿Le excita sexualmente sólo su propio cuerpo (automonosexualismo)? ¿Tiene Vd. tendencia a observar a otras personas en la ejecución de actos confidenciales (voyerismo)? ¿Le han excitado alguna vez los animales (zoofilia)? ¿Sufre Vd. de otra desviación sexual de la norma no mencionada aquí? En caso de que exista uno de los impulsos mencionados en 111-121. a) ¿Puede Vd. aclarar ese impulso? ¿Cree Vd. que es atribuible a una seducción, a un suceso 222 123. 124. 125. 126. 127. Angeles Llorca Diaz determinado en la infancia o en edad posterior o a una predisposición interna? b) ¿Cuándo y en qué ocasión descubrió Vd. el impulso anormal en sí? c) ¿Ha practicado Vd. esta inclinación? ¿Ha luchado Vd. fuertemente contra su naturaleza? ¿Con qué medios y con qué resultados? ¿Se sometió Vd. a un tratamiento médico, cuál, con qué resultados? ¿Se sintió Vd. muy infeliz? ¿Sufrió Vd. de tedio de la vida, intentó Vd. suicidarse? ¿Tuvo Vd. conflictos (contrariedades) con su familia, autoridades o de otro tipo; por ejemplo, chantajes? ¿Le produjo conflictos su impulso con su parecer religioso o social? ¿Qué opina Vd. mismo de su estado sexual? ¿Cree Vd. ser culpable o inocente, enfermo o sano, natural o contranatural? ¿Deseó Vd., si fuera posible, que cambiase su naturaleza, o está Vd. contento con su condición sexual actual? ¿Qué experiencias tiene Vd. con otros con respecto a anomalías sexuales como bisexualidad, homosexualidad, masoquismo, etc.? ¿Tiene relaciones en círculos de semejantes o está Vd. solo? ¿Conoce Vd. gente que siente como Vd.; cuántos aproximadamente? ¿En qué cantidad estima Vd. su número y por qué razones? ¿Ha observado a éstos más a menudo en miembros de determinados estados, clases, pueblos que en otros? ¿Se ha formado Vd. una opinión sobre la naturaleza de su propio sentimiento sexual y cuál? Otras observaciones.