EL IMPACTO DE LAS NORMAS IFRS EN LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN Por: José Luis Najarro, Gerente Senior de Advisory, KPMG en Perú En el Perú, a partir de diciembre de 2011 y con excepción de las empresas del sector financiero regulado por la SBS, será obligatoria la presentación de los estados financieros bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF ó IFRS por sus siglas en inglés); sin embargo para producir estas informaciones, las empresas peruanas deben diseñar con suficiente anticipación el proyecto para incorporar los cambios en sus sistemas de información a los estándares IFRS. El proceso de estandarización a las normas IFRS se inició en el año 2005 en los países de la Unión Europea, Australia y Nueva Zelanda y se fue extendiendo año a año alrededor del mundo. En el año 2009, la norma llegó a Sudamérica y se adoptó en Chile, Ecuador y Venezuela. Actualmente son 110 países que requieren, permiten o están en proceso de adopción de las normas IFRS. Los cambios para la adopción de las normas IFRS generarán impactos en los diferentes procesos de la empresa, tales como: finanzas, contabilidad, presupuestos, y en algunos casos estos cambios serán transversales y afectarán a todos los procesos de la empresa. Por lo tanto, los sistemas que soportan estos procesos operacionales tendrán que ser flexibles para cumplir con los requerimientos que exigen las normas IFRS o tendrán que ser reemplazados. Los directivos de las empresas no pueden dejar de invertir en realizar los cambios requeridos en sus sistemas de información, debido a que de no hacerlo, ocasionaría un gran esfuerzo en ajustes manuales que podrían conducir a errores y al riesgo de no cumplir a tiempo con la emisión de los estados financieros para su presentación a las entidades regulatorias del país. Los cambios en los sistemas de información son más profundos que una simple migración, independientemente que el software sea del tipo “clase mundial” (SAP, ORACLE, etc.) o uno de menor tamaño, el sistema debe ser flexible y debería ser capaz, por ejemplo, de manejar contabilidades paralelas, que le permita cumplir con los requerimientos tributarios locales y al mismo tiempo los requerimientos contables financieros de las normas IFRS. La norma IFRS 8, por ejemplo, exige que las empresas en general emitan reportes por segmentos de negocio, que pueden ser unidades de negocio o áreas geográficas que representan más del 10% de las operaciones de la empresa y son informaciones que la gerencia utiliza para la gestión del negocio. Si esta información no está disponible en el sistema, es necesario hacer una reestructuración en los procesos y en el registro de los datos para poder emitir estados de resultados y balance por segmentos de negocio. El reporte en la moneda funcional es otro ejemplo. La moneda funcional es aquella del entorno económico principal en el que opera la empresa y cuando difiere de la moneda del país en el que opera la empresa, requiere que el sistema pueda contabilizar en doble moneda, local para cumplir con las entidades regulatorias peruanas y en la moneda funcional (el dólar por ejemplo) para propósitos de reporte en IFRS. Por otro lado, la NIC 16 (norma que está comprendida dentro del conjunto de normas IFRS), exige que los activos fijos del rubro de maquinarias y equipos de las plantas de producción, sean depreciados de acuerdo a un patrón de consumo (por ejemplo unidades producidas), que es diferente al método lineal de tasas fijas que establece la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, SUNAT. En este caso el sistema debe considerar ambos métodos de depreciación y contabilizarlos de forma separada. Es posible que no todos los cambios puedan estar listos para la transición en el primer año de adopción a las normas IFRS. El grado en el cual las organizaciones desarrollen las soluciones a corto y mediano plazo dependerá del tiempo, el costo y el compromiso de los recursos asignados. Sin embargo los cambios que permanezcan pendientes, no se deben postergar por un período largo, debido a que el uso excesivo de hojas de cálculo no es sostenible en el tiempo para los cambios que producirán las normas IFRS en el futuro. En ese sentido, el proceso de cambio a las normas IFRS debe tener como primera acción una etapa de diagnóstico, que permita evaluar las diferencias entre las normas contables que aplica la empresa y las normas IFRS y seguidamente, evaluar los impactos en el negocio, los procesos, los sistemas de información y las personas. En este diagnóstico deben participar la alta dirección, los responsables de las áreas operativas de la empresa, el personal de contabilidad y de impuestos y el personal del área de Tecnología de Información. Finalmente, los cambios en los sistemas de información pueden ser complejos y pueden tomar más tiempo de lo previsto (existen experiencias en otros países que subestimaron los cambios), por lo cual se recomienda tomar acciones en forma anticipada. Las acciones tempranas les permitirán a las empresas peruanas entender el impacto de los cambios, controlar los costos, y garantizar una transición eficiente al nuevo estándar de normas IFRS.