ÍNDICE AI: MDE 02/06/98/s 14 de octubre de 1998 Servicio de Noticias 200/98 Israel / Autoridad Nacional Palestina: la seguridad no debe servir de pretexto para cometer abusos contra los derechos humanos Amnistía Internacional ha pedido hoy a Israel, a la Autoridad Nacional Palestina y a Estados Unidos que garanticen que los derechos humanos no son arrojados de nuevo por la borda en el acuerdo sobre seguridad entre palestinos e israelíes que se negociará mañana. «En la región se cometen diariamente violaciones flagrantes de derechos humanos “en nombre de la seguridad” —ha manifestado Amnistía Internacional—. Una vez más, pedimos a los participantes en las negociaciones que reconozcan que la paz y la seguridad duraderas no se consiguen burlando la ley y la justicia, sino respetando de verdad los derechos humanos». El acuerdo de seguridad que se está negociando tiene por objeto abordar las denuncias israelíes de que la Autoridad Nacional Palestina no hace lo suficiente para luchar contra el «terrorismo». Según informes, los palestinos están insistiendo en que el acuerdo imponga también a Israel la obligación de tomar medidas contra los extremistas judíos que les atacan a ellos. «Dado el gran número de violaciones de derechos humanos cometidas por Israel y por la Autoridad Nacional Palestina con el pretexto de la “seguridad”, todo acuerdo sobre este asunto ha de contener disposiciones explícitas y detalladas para garantizar el respeto de los derechos humanos, en especial el derecho a la integridad física, a la seguridad de la persona y a ser sometido a un juicio justo», ha declarado Amnistía Internacional. Tanto Israel como la Autoridad Palestina han utilizado el pretexto de la «seguridad» para justificar abusos contra los derechos humanos. Israel ha legalizado, de hecho, la tortura, sometido a personas a detención administrativa y permitido a las fuerzas de seguridad cometer con impunidad ejecuciones extrajudiciales y otros homicidios injustificables. También en nombre de la «seguridad», la Autoridad Palestina ha efectuado detenciones arbitrarias masivas de presuntos miembros de los grupos Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y Guerra Santa Islámica (Yihad), a menudo tras atentados suicidas con bomba en los que han muerto civiles israelíes. Un Tribunal de Seguridad de Estado creado en 1995 ha condenado por diversos delitos a numerosos presuntos activistas islámicos tras someterlos a juicios manifiestamente injustos, a menudo de sólo unos minutos de duración. En las prisiones palestinas hay en la actualidad varios centenares de presuntos activistas islámicos, a los que se mantiene recluidos sin cargos ni juicio, en algunos casos desde hace ya casi cuatro años, y sin que sepan cuándo los dejarán en libertad. Este tipo de abusos cometidos por la Autoridad Palestina han sido con frecuencia consentidos e incluso fomentados por Estados Unidos. Ciertas autoridades palestinas han dicho a Amnistía Internacional que se ha ejercido sobre ellas presión externa para que detuvieran a presuntos partidarios de Hamas y Yihad. Tanto Israel como Estados Unidos aprobaron la creación del Tribunal de Seguridad del Estado en 1995. Estados Unidos ha actuado como intermediario en las negociaciones. Según informes, el jefe del departamento de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Israel ayuda desde el año pasado a redactar un acuerdo sobre seguridad. La semana pasada el director de la CIA estuvo en Israel para hablar sobre el acuerdo con jefes de seguridad israelíes y palestinos. «Dada su función decisiva en las negociaciones del acuerdo sobre seguridad, Estados Unidos no puede eludir su responsabilidad de velar por que este acuerdo garantice el respeto de los derechos humanos», ha manifestado Amnistía Internacional. La organización de derechos humanos ha pedido también que, cuando concluyan las negociaciones, las condiciones del acuerdo alcanzado se hagan públicas en su totalidad para poder comprobar que son compatibles con las normas de derechos humanos reconocidas internacionalmente.