RESEÑA HISTÓRICA DE QUINTANA DE FUSEROS ASENTAMIENTO La historia de Quintana y su entorno se remonta, con mucha probabilidad, a tiempos de los celtas. Los distintos castros que hay en sus alrededores son huellas que dan prueba de ello: a saber Los Castros de la Ferrería, Mata La Torre, Castro de la Pinilla..., el propio pueblo está asentado en la ladera oriental del castro de Las Estorcas (Castro Rubio). Sin embargo, no se han hecho estudios arqueológicos que avalen con mayor objetividad esta afirmación de origen celta, aunque Javier Rivera Blanco en su “Guía de El Bierzo” (Ed. Nebrija) nos menciona que ya en 1906 el gran arqueólogo Gómez-Moreno localizó en la región más de treinta castros con claros indicios de aquella cultura y uno de ellos en Quintana de Fuseros, pero no podemos afirmar a cuál de ellos se referiría. Los Castros Mata La Torre Las Estorcas (Ubicación de algunos de los castros existentes en la localidad) 1 (Restos de utensilios hallados en el castro de Mata La Torre: Crisol, moldes, molinos) No menos cierto es también que la romanización dejara patente aquí su huella. Su propio nombre, como veremos más adelante, así lo corrobora. Además, podemos observar, cómo el núcleo del trazado urbano lo constituye una calzada principal que lo recorre de norte a sur y, siguiendo ese mismo trayecto discurre un reguero, que capta el agua del río a unos cientos de metros al norte de pueblo. Perpendiculares a la calzada principal salen otras calles dirección este y en pendiente como arterias que se abastecen de la primera. Posteriormente también haremos referencia a este dato de vía central 2 (Trazado del reguero paralelo a la calle principal) o más importante. Sin embargo, al igual que con la reminiscencia celta, tampoco hay vestigios más relevantes para determinar con suma claridad esta teoría. Tan solo queda patente el miliario que hay al pie de la escalera exterior que sube al campanario de la actual iglesia. Pero por desgaste negligente o a propósito no se determina inscripción alguna en el mismo que nos pudiera aportar datos al respecto. Algunos incluso llegan a afirmar que, la hasta ahora nunca localizada Interamnium Flavium, estuvo ubicada en sus alrededores. No es sencillo mantener dicha teoría pero hay algunos indicios que la pueden avalar. Claramente se desprende del Intinerarium Provinciarum Antonini Augusti (s. III) y de la Tabula Peutingeriana (s.IV) atribuida a Ptolomeo, que Asturica Augusta (Astorga) fue eje principal de comunicaciones en la provincia de León y por ende de Hispania. Los datos documentados del Itinerai y de la Tabula, aunque no están exentos de errores, son de indudable valor cuando se trata de buscar caminos romanos, pues los recorridos que recoge se efectúan sobre ellos salvo cuando se especifica lo contrario. De esas distintas vías que parten desde Astorga, nos centraremos en la de ASTORGA-BRAGA que en Bérgidum (Castro Ventosa en la actual Cacabelos) se bifurca por Chaves o por Valdeorras. Lo que queda patente, tanto en el Intinerarium de Antonini como en la Tabula, es que la ciudad de Interamnium Flavium se encontraba entre Astúrica y Bérgidum. Si de 3 esta última ya no hay dudas que estaba en Castro Ventosa, sólo hay que determinar dónde podría hallarse la desconocida Interamnium Flavium. (Trazado de las vías romanas del Intinerarium de Antonini. Fuente: El Miliario Extravagante. GonzaloArias.net) Cuando Carlos Lemour (1720-1785), ingeniero constructor de la carretera de Astorga a La Coruña, que trazó la actual N VI desde Astorga a Cacabelos pasando por Bembibre, se encontró con vestigios claros de la calzada romana bajando desde el puerto de Manzanal por Torre del Bierzo. Aunque Lemour no dejó nada escrito, sus sucesores en la obra así lo pusieron de manifiesto y dichas pruebas se pueden ratificar en la actualidad. La dispersión de los miliarios que sirvieron a esta calzada por zonas aledañas (San Juan de Montealegre, San Justo de Cabanillas, Quintana...), aunque para muchos despista, cabe la certeza de que hubo otros caminos, entre Astúrica y Bergidum, diferentes al que siguió Carlos Lemour. Sobre el trazado entre Astorga y Cacabelos se han escrito muchas teorías, pero ninguna demostrada con vestigios materiales de la vía romana encontrados sobre el terreno y que pueden llevar a incertidumbres. Una de esas teorías es la que sostiene que hubo otro camino (VIA NOVA) que, saliendo de Astorga hacia Bergidum, pasaba más al norte salvando el puerto del Manzanal. Existe un camino poco mencionado, VIA AL NORTE, y con signos claros de ser romano conocido como camino Antiguo de Astorga. Sale desde ésta en dirección norte por el valle del río Tuerto y alcanza la localidad de Sueros de Cepeda. No se conoce su continuidad pero desde ahí bien pudiera seguir hasta llegar a Brañuelas. Desde aquí pasaría hacia Almagarinos y seguiría por Rodrigatos, 4 Igüeña, Boeza, Quintana, San Justo de Cabanillas, Noceda, Losada, Rodanillo y Cacabelos. En este trayecto estaría situada Interramnium Flavium que, con bastante exactitud, se determinaría siguiendo las medidas que especifica el Itinerario de Antonino. Mientras, cualquiera de las poblaciones intermedias, podría autoapropiarse el privilegio de ser la cuna de la ciudad perdida de los romanos. De igual modo, como defendería D. Manuel Olano, del Museo de Bembibre y buen conocedor de la comarca, Torre del Bierzo, Las Ventas, Bembibre, San Román..., que están situadas en el otro trazado. (Posible discurrir de la Vía Nova) Hoy sabemos cómo construían los romanos las vías con sus zanjas, capas, bordillos, espesor, anchura... Así como la pendiente que en ningún caso superaba el 6% ya que, aunque inicialmente se utilizaban para facilitar el avance o desplazamiento de las legiones romanas, rápidamente se aprovechaban para fines administrativos y comerciales. En este caso concreto para transportar el oro que se extraía de Las Médulas. Con este análisis encontraríamos pruebas a favor: las pendientes de Manzanal son difíciles de mantener con ese 6% y no sería tarea fácil el acarreo del material por lo que habría de buscarse otra ruta para este menester; pero también en contra: los romanos, a la hora de cruzar cauces, buscaban vados que no superaran esa pendiente, o construían puentes que no desaparecían de manera sencilla Cualquier afirmación ha de ser objetiva y por lo tanto contrastada. “Los miliarios se mueven, las vías no”, sostiene el experto Isaac Moreno. Los vestigios materiales de la propia vía son los que fijan su trazado y no las elucubraciones a las que podamos acostumbrarnos. EL NOMBRE El pueblo ofrece muchos topónimos que bien podrían indicar el origen del mismo. Los estudiosos de la materia, cuando buscan el origen de la Plaza de la Quintana (una de las más famosas con este nombre) en Santiago de Compostela, se refieren a que es una puerta o plaza delante del camposanto en donde se vendían víveres. 5 En los campamentos romanos era una calle transversal ("via principalis") o quizá la "quinta via" o "quintana" donde también se emplazaba el mercado. Algunos autores deducen que, la abundancia de este topónimo al norte del Duero, tiene su causa en que esta región tardó más en ser romanizada y en las zonas que tienen ese nombre, parece ser que los campamentos romanos permanecieron más tiempo. En época medieval el término quintana hacía referencia a una plaza cerrada al lado de una iglesia o casa de labor, por tanto sería PATIO o EXPLANADA CERRADA. Otras interpretaciones del origen de la palabra la hacen proceder del latín Quinta, estando relacionada con la agricultura. Su significado más corriente es el de FINCA de utilidad o VILLA DE CULTIVO o recreo, cuyos colonos pagaban la quinta parte de sus frutos como renta. Hay zonas de España en que aparece una gran profusión de topónimos de quinta y quintana denominando poblaciones además de caminos, fuentes y arroyos con este nombre. El sobrenombre de Fuseros que lleva Quintana es porque al norte existió otro pueblo denominado así, que posteriormente desapareció quedando anexionado al actual. Por tanto, su significado sería como "LA FINCA DE FUSEROS”. Fuseiros se denominaba a los artesanos de la madera, que habitaban este paraje y, que se especializaron en la fabricación de fusos (husos para hilar la lana), madreñas, cucharas y otros útiles de madera. Se puede ver en www.serrasblo.org. Que, en localidades del Altoaragón, se les llamaba fuseros como apodo a los que acudían a las romerías llevando fusos de filar. Era frecuente en muchas zonas, que los poblados se especializaran en algún tipo de artesanía para intercambiar con los poblados vecinos. Así, en Librán había muchos telares donde se llevaba la lana ya hilada para ser tejida en paños. Pero hay algo más en Quintana y es que río abajo, en la Ferriría, surgieron algunas fraguas (ferrirías) para fabricar útiles de hierro. Este poblado también se unió al núcleo de Quintana, por lo que su nombre completo sería Quintana de Fuseros y de las Ferrirías. No es tarea fácil dar constancia escrita de la existencia de este pueblo. Es bien sabido para este menester del valor que tienen los documentos de los archivos eclesiásticos. Extractamos de la Colección Documental de la Catedral de Astorga – CDCA-(Colección Fuentes y Estudios de Historia Leonesa del Centro de Estudios e Investigación “San Isidoro”): En 1929 don Claudio Sánchez-Albornoz publicaba un artículo en el Anuario de Historia del Derecho bajo el título “Un viaje a los Archivos Catedrales del Norte”, en el que dedicaba al de Astorga algo menos de dos líneas: Nada contiene de esta época –siglos XI al XII- el archivo catedral de Astorga, quemado por los ingleses en la Guerra de la Independencia. El archivo catedralicio asturiciense fue quemado por los ingleses en la Guerra de la Independencia, en 1814, como bien decía don Claudio. Si de por sí la tarea que nos ocupa es difícil, los ingleses nos la complicaron aún más. Don Julián González Prieto en sus dos obras Vexu Kamin y Pai Frolanus (Ediciones Monte Casino 2004 y 2006 respectivamente) hace mención a un documento de archivo privado denominado KARTA DE GUNDISALVO A FROILANO, fechado en el año 1002 que habla de un viejo camino a Santiago que viniendo por la Omañas y descendiendo un poco llegaría a Cacabelos. Dice así: “Por Fasgar fuimos al paso alto entre dos montañas, donde rezamos a Santiago en su ermita, que allí hicieron para agradecerle haber vencido a los moros. Bajamos por las Colinas del Moro y sus lomas rojas, hasta la cruz alta donde todos los peregrinos dejaron un canto como recuerdo. Fuimos a Tauron (el autor lo traduce como Quintana de Fuseros)) y, en su monasterio, 6 descansamos de jornada tan cansada y muchos durmieron al raso junto a hogueras, para calentarse. Por su calzada, que nos dijeron venía desde Astorga fuimos hasta Losada donde estaba nuestro hermano Genadio, el de Montes, tan querido por Vos, por nuestro señor don Alfonso y por los peregrinos...”. Así pues, si tuviéramos la certeza de que Quintana fue Taurón o ésta estuvo ubicada en sus alrededores, éste sería el primer documento escrito del que se tendría constancia de esta población. Y no le falta sentido por ser un pueblo situado entre Colinas y Losada y también porque la cruz alta es referencia de la llamada Cruz Cercena, situada entre Igüeña y el propio Quintana. Quizás Tauron pudo ser Ineramnium Flavium a la que hemos mencionado antes. Sin embargo, se ha de reseñar que de este documento privado del que habla Julián González no se tiene un conocimiento más generalizado y lleva a tener dudas sobre su autenticidad. Además de traducir Quintana por Taurón se habla de la ermita de la Peña que debió construirse posteriormente, de los majuelos de uvas que por aquella época no parece se habían plantado aún en aquellas tierras y también del botillo cuya elaboración fue posterior y para la misma se usaron la especias traídas por los conquistadores de América. Este conjunto de particularidades no hace muy fiable el documento pero aquí queda constancia del mismo para un más exhaustivo análisis por los expertos. Según se especifica en la citada obra CDCA (Ref. B. BN, ms. 4357, Tumbo Negro, f. 41r, núm. 430 y CIT. : QUINTANA PRIETO, Temas Bercianos, II, 224) se tiene constancia escrita de que la población de Fuseros existía a través de un documento, fechado el 12 de julio de 1045: “ Los hermanos Domingo, Susana,Jeremías, Velita y Nonido donan al monasterio de Santa Leocadia de Castañeda una heredad en Fuseros y otra en Cabanillas, con todas sus tierras, viñas y más bienes raíces que allí tuviesen <<hasta la última y mínima piedra>>”. Paraje de Fuseiros 7 En la misma colección CDCA (Ref. B. BN, ms 4357, Tumbo Negro, f. 41r, núm. 425; C. AHN, ms. 1197b, f. 320. Noticia y CIT. : QUINTANA PRIETO, Temas Bercianos, II, 229.- ÍD., Obispado de Astorga s. XI, 378) otro documento de 25 de diciembre de 1072: “Meninto y su mujer, Gontina, donan al monasterio de Santa Leocadia de Castañeda y su abad Juan toda la heredad que tenían en Fuseros <<así de casas con todo su menaje como de tierras, viñas, solares, ortales, árboles fructuosos e infructuosos y más pertenencias>>”. También en la CDCA (Ref. B. BN, ms. 4357, Tumbo Negro, f. 41r, núm. 434 y CIT. : QUINTANA PRIETO, Temas Bercianos, II, 236) documento de 15 de enero de 1088: “Citi Mineliz dona al monasterio de Santa Leocadia de Castañeda una tierra en Fuseros, ubicada en Tababollos, colindante con Citi Fernández y el propio monasterio. En Perales, otra tierra colindante con Menendo Domínguez. Otra tierra en Prado, colindante con Citi Fruendiz. Finalmente la parte que le correspondía de la heredad y casa de su madre, en Inorgado”. Este documento crea controversia ya que, el conocido monasterio de Santa Leocadia de Castañeda, se sitúa en la propia localidad que lleva su nombre, cerca de Toreno a 30 Km de Quintana y, sin embargo, aquí se habla de una propiedad en Fuseros que colinda con el propio monasterio. Es probable que se tratase de otro monasterio con igual denominación a la Santa referida. La vida monástica de aquella época, a la muerte del impulsor o creador de la abadía o cenobio (San Genadio en este caso), favorecía que los sucesores se dispersaran y crearan su propio monacato. Recordaremos, que en la referida KARTA DE GUNDISALVO, igualmente se habla del monasterio junto a Tauron y sin embargo, de la misma manera que con Interamnium Flavium, no hay más evidencias acreditadas al efecto. Del mismo modo según se especifica en la citada CDCA (Ref. B. BN, ms. 4357, Índice, Testamentos, f. 252, núm. 27 y C. ACAstorga, ms. 4/16, f. 17v, núm. 14 y f. 53v, sin núm.) se constata un documento, fechado en Astorga el 21 de octubre 1310: “Testamento del clérigo Juan Bartolomé. Entrega al cabildo de Astorga cuanto había heredado de us padres en Verdenosa, para fundar un aniversario, detallando estas propiedades. Dona además, a la iglesia de Quintana de Fuseros cuantos bienes tenía en las parroquias de San Pedro de Fuseros y Santa María de Quintana de Fuseros. El cabildo recibió concretamente: La mitad...”. Aquí pues, se describe la coexistencia de la dos poblaciones a las que antes se hizo referencia. A lo largo del siglo XV, Quintana de Fuseros no podrá librarse del dominio berciano que sobre esas tierras ejercen los Osorio, a la sazón Condes de Lemos, cuyas andanzas y luchas plasmó Enrique Gil y Carrasco en su novela histórica “El Señor de Bembibre”. Posiblemente en las descripciones de los territorios que hace se estuviera refiriendo a alguno de los parajes de Quintana. En ese marco histórico cabe destacar el Señorío de Bembibre donde, tal como relata Gregoria Cavero Domínguez en su estudio INTRODUCCIÓN A LA NOBLEZA Y SEÑORIOS DEL BIERZO BAJOMEDIEVAL, primero (siglo XIII) permanece bajo el dominio de la familia de la Cerda de la Casa de Medinacelli, pasando posteriormente (mediados siglo V) a la Casa de Alba de Liste, que está en manos de los Enríquez. La autora escribe que “Don Enrique Enríquez compró a su pariente Luis de la Cerda, Conde de Medinaceli, el Señorío de la Cuenca del Boeza”, cuyo eje era el río que lleva dicho nombre. Nos sigue relatando que dicho señorío “se extendía desde Colinas de Martín Moro hasta la villa de Bembibre y comprendía los siguientes lugares: Bembibre, Calmosos, Almagarinos, Almázcara, Arlanza, El Valle, Tedejo, Boeza, Cabanillas, Castrillo del Monte, Colinas del Campo de Martín Moro, Folgoso de la 8 Ribera, Herrería de Marcial, Igüeña, Lbaniego, Matachana, Los Montes, Paradasolana, Pobladura de las Regueras, Quintana de Fuseros, La Ribera, Robledo de la Traviesas, Rodanillo, Rodrigados, Rozuelo, San Pedro Castañero, San Román, Santibáñez, San Esteban de Toral, Tremor de Arriba, Cerezal, Tremor de Abajo, Turienzo Castañero, Villaverde de los Cestos, Villar de las Traviesas, Villaviciosa de Perros, Viloria, Viñales y Urdiales”. Otro autor, Alfonso Franco Silva, en su libro LA FORTUNA Y EL PODER nos ilustra sobre la tendencia fundamental de los linajes a dominar por completo toda la vida de sus territorios no solo acaparando beneficios económicos sino incluso otros tales como la de elegir el personal eclesiástico de las villas de su señorío. Estos beneficios se pueden observar de manera muy singular en el marquesado de Villafranca, título nobiliario que los Reyes Católicos concedieron en mancomún al matrimonio formado por Juana Osorio y Bazán y Luis Pimentel y Pacheco, el 15 de septiembre de 1486 para solventar el pleito mantenido con Rodrigo Enriquez de Castro (Conde Lemos). Sin embargo, señala el autor que tales beneficios eclesiásticos se remontan al 7 de abril de 1456 “cuando Juana González, señora de Cubillos, cede a Don Pedro Álvarez Osorio lospatronatos y benficios de las villas de Valtuille de Yuso, Canes, Arganda, Villabuena, Quirós, Santa María de Narayola, La Balgona, Baraya, Rodanillo, Matachana, Almázcara, Robledo, Santalla de Piélago, Folgoso, Igüeña, Colinas, Quintana de Fuseros, San Salvador de Robledo, Santibáñez de Villar de Robledo, Santiago de Villar, La Baña, Requejo, Villagatón, Villanueva y otras igllesias del Bierzo, Bembibre, Cepeda y otras partes del obispado de Astorga. El 28 de abril de 1456, don Álvaro Osorio, obispo de Astorga y primo del conde de Lemos, aprueba y confirma esta donación. A partir de este año, por tanto, el conde de Lemos y sus sucesores los marqueses de Villafranca tendrán la facultad de nombrar los clérigos de todos esos lugares que siempre serán personas adictas y fieles a sus señores”. En el Bierzo en los siglo XV y XVI dos sectores son los más importantes en el campo de la Industria: el textil que afecta a una gran parte de la población campesina (lino), destacando sobre todo la zona del Boeza y el siderúrgico que es el más importante, y que tiene como base la construcción de un número importante de ferrerías. Ya al final del s. XV, se construyen las ferrerías de Herrerías de Valcarce, Arnado y Ponte Petre (Selmo) y Marciel. Mediante privilegio real se otorga a un grupo de personas el Fuero de Ferrerías para la explotación del hierro creándose así el pueblo de LAS FERRERIAS DE MARCIEL, anejo a Quintana. Dicho privilegio fue aceptado por Quintana en público concejo firmando el acuerdo denominado de LA CONCORDIA. El derecho español de esta época (siglo XII, prorrogado hasta el XIX) en materia de recursos minerales partía del principio regalista con claro origen en el Derecho Romano- estableciendo el dominio eminente del príncipe sobre el subsuelo y sus riquezas, al objeto de crear una fuente importante de ingresos para el monarca, que evitase el establecimiento de impuestos que gravasen al pueblo. En el Fuero Viejo de Castilla, aprobado en las Cortes de Nájara en 1138 reinando Alfonso VIII, se consignaba que las minas de oro, plata y plomo, eran del Señorío del Rey y nadie podía explotarlas sin su autorización. De ello queda constancia, también, en la Partida 3ª de Alfonso X el Sabio y, en especial, en las Ordenanzas de Felipe II, de 22 de agosto de 1584. En referencia a las Herrerías de Marciel, José A. Balboa de Paz en la Mitología Berciana escribe, que la vecina de Quintana, Florinda Álvarez cuenta que su abuela le decía que cuando ya nadie vivía en el pueblo de Herrerías de Marciel había una culebra de tal tamaño que parecía una serpiente, con cabeza como la de un gato, y que se metía en los homos de las casas abandonadas, asustando a la gente que no se 9 atrevía a pasar por allí. Aún hoy día hay gente que mantiene ciertas mitologías de este tipo sobre el citado emplazamiento. En la misma Colección antes citada, pero en este caso en el Catálogo del Archivo Histórico Diocesano de León de 1528 a 1604, se cita “Legajo de escrituras públicas conteniendo los siguientes documentos: ... 1547: Venta de una huerta un vecino de Quintana de Fuseros a favor del cura de Tedejo.....” Javier Rivera Blanco dice en su Guía del Bierzo (Ed. Nebrija 1978) que la “Iglesia fue construida en el tercer cuarto del siglo XVI” por Alonso de Calero y Juan de la Tejeira; “sin embargo la actual, muy sencilla y de una sola nave, es obra remozada posteriormente”. Pero tiene más consistencia José Mª Voces Jolías en su libro Arte religioso del Bierzo en el siglo XVI (Ed. Archivo diocesano de Astorga) cuando especifica en la pag. 113 que “por unas causas u otras, varios de los monumentos religiosos que se levantaron en El Bierzo durante el siglo XVI ya no han llegado a nuestros días…”. “…con fecha 6 de mayo de 1559 Alonso de Calero y Juan de la Tijera, maestros de cantería, presentan su postura con el plano correspondiente para la obra de nueva planta de la iglesia parroquial de Quintana de Fuseros. Asimismo el 2 de mayo de 1561 se les encarga la obra de dicha iglesia. El contrato lleva el plano (A.D.A. leg. 1559-3º.fol. 6-V y leg.1561-1º fol.2-V). Pero en la actualidad no se conserva dicha iglesia. No consta si se perdió o nunca llegó a edificarse. Pero nos importa el plano en sí mismo, porque es de las pocas plantas en cruz latina que nos ofrece el renacimiento berciano. El resto de las obras que conocemos de estos mismos maestros de cantería no tiene nada que ver con la cruz latina”. No parece muy acertada la idea de que las ruinas que hay de una torre, y de las que, como diremos, doscientos años después se trasladan s us enseres a la ermita de San Claudio, hubieran sido de esta iglesia. Por las características de la obra, que se desprenden del plano no parece razonable afirmar que esas ruinas son las de la citada iglesia. Además, tal como eran las construcciones de aquella época, no seria muy acertado que sólo resistiera en pie ese período. 10 Según Rivera Blanco en la obra citada, Quintana poseía una cruz de plata del siglo XVII que pesaba 22 marcos (11,900 Kg.) y fue realizada por el platero ponferradino Juan de Villalobos pero actualmente desaparecida. Los retablos de la actual iglesia, refiere Rivera, que tienen escaso mérito: en el mayor es destacable una copia libre de San Marcelo de León de Gregorio Fernández, sin interés. De cierta calidad es una imagen de Santo Obispo, del último cuarto del Siglo XVI y de escuela de Becerra. También reseña como otros datos que el día 10 de septiembre del año de 1666 el pintor ponferradino José de Salzes contrató la pintura, dorado y estofado del tabernáculo de esta iglesia. Suponemos que se trataba de la iglesia encargada a Alonso de Calero y Juan de la Tijera. En el Archivo de la Real Cancillería de Valladolid se reseña documento fechado en 1591: Pleito de Juan y Andrés Alvarez, vecinos de Quintana de Fuseros (León). Real Audiencia y Chancillería de Valladolid > Sala de hijosdalgo > Pleitos de hijosdalgo. En el Censo de Castilla de 1591 se referencia al lugar de Quintana de Fuseros y Herrería perteneciente a Tierra de Bembibre, demarcación de Ponferrada con: “Total de vecinos 55 (Pecheros 44, hidalgos 13, clérigos 2). En el mismo Censo podemos observar los datos de otras poblaciones cercanas. A saber: Igüeña 55 (33-16-1), Boeza 30 (26-3-1), Folgoso 99 (65-2-2), La Ribera 102 (78-22-2), Cabanillas 40 (20-19-1), San Justo 40 (38-1-1), El Valle 42 (26-14-2) y Villaviciosa de Perros 20 (17-2-1). En el Archivo de la Real Cancillería de Valladolid se reseña documento fechado el 19-10-1596 sobre ejecutoria del pleito litigado por Jerónimo de la Vega e Inés Garcái, su mujer, vecinos de Tordehumos (Valladolid), con el fiscal del rey, Concejo y estado de los pecheros de dicha villa sobre reconocimiento de la hidalguía del primero a través de su matrimonio con dicha Inés, hija de Antonio García, vecino de Quintana de Fuseros (León), difunto, en virtud de un privilegio real. Escribano del pleito: Gaspar de Cerecedo. Real Audiencia y Chancillería de Valladolid > Registro de ejecutorias. También en el mismo Archivo y Registro de ejecutorias se indican otras tres más: EL 30-06-1067, ejecutoria del pleito litigado por Francisco García, Gabriel García y consortes, vecinos de Las Herrerías de Marciel (León), Bembibre (León) y Cabanillas (León), con los de Quintanilla de Fuseros (León), Tedejo (León), Albares (León), San Justo de Cabanillas (León) y consortes, el 07-03-1609 ejecutoria del pleito litigado por Juan García, vecino de Herrerías de Marciel (León), y consortes con los concejos de Quintana de Fuseros (León), Albares (León), Cabanillas (León), y Bembibre (León) y consortes –figura como escribano de ambos pleitos Santiago de Latre-, y el 07-1673 ejecutoria del pleito litigado por Miguel Álvarez, vecino de Quintana de Fuseros (León). En el Archivo Histórico Nacional, Consejo de Órdenes se reseña documento fechado en 1705 que describe: Título: Rodríguez y Álvarez, Francisco. Signatura: OM-CABALLEROS. SANTIAGO. EXP.7103. Índices de descripción: -Caballeros de la Orden de Santiago -León (Provincia) -Orden de Santiago -Quintana de Fuseros (León) -Rodríguez Álvarez, Francisco. En el Archivo General de Indias, Casa de la Contratación se reseña documento que describe: Título: ANTONIO DE ROSAS. Signatura: CONTRATACIÓN, 5462, N.82 11 Fecha: 1706-02-05 Alcance y Contenido: Expediente de información y licencia de pasajero a Indias de Antonio de Rosas, corregidor de la provincia de Otavalo, en Quito, a Perú, con las siguientes personas: -Juana Rosa de Aguinaga, mujer. -Juan Bautista Gallego, criado, natural de Madrid, hijo de Diego Gallego y de María Carrión. - Pablo Calverón, criado, natural de Quintana de Fuseros (Astorga), hijo de Juan Vicente Calvero y de Dominga Lorenza. El 8 de enero de 1714, según consta en el Archivo Diocesano de Astorga, muere doña Águeda Puente, siendo la primera persona que se entierra en el cementerio que aún se utiliza en la actualidad, situado junto a la Ermita del Santo Cristo de la Cabaña, así que desde esta fecha se abandona el antiguo cementerio situado en el paraje de “El Fontanal” y del que se conserva las ruinas de una torre. El 05-1744 en el registro de ejecutorias mencionado se referencia otra del pleito litigado por María de Vega y su hijo Juan González, vecinos de Quintana de Fuseros (León). En el Archivo de la Real Cancillería de Valladolid se reseña documento con fecha de 1745: Pleito de Gregorio López, vecino de Quintana de Fuseros (León). Real Audiencia y Chancillería de Valladolid > Sala de hijosdalgo > Pleitos de hijosdalgo. El Real Decreto de Fernando VI de 10 de octubre de 1749 pone en marcha el llamado Catastro del Marqués de la Ensenada, como paso previo a una reforma fiscal, que sustituyera las complicadas e injustas rentas provinciales por un solo impuesto. Impuesto, llamado La Única Contribución, que no se llegó a implantar, pero que ha dejado un importante volumen de archivos ya que, entre 1750 y 1754, todas las poblaciones de “las Castillas” fueron sometidas a un interrogatorio, compuesto por 40 preguntas y, denominado Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la Ensenada. Las Respuestas Generales se conservan en diversos Archivos Estatales y constituyen la más antigua y exhaustiva encuesta disponible sobre los pueblos de la Corona de Castilla a mediados del siglo XVIII. 12 (Ruinas de la antigua iglesia y cementerio) En el año 1752: Ocupando el lugar actual de la Iglesia existía una ermita, “La capilla llamada de San Claudio” que según unas cuentas del señor obispo, se ordenaba recoger todo lo de la Iglesia en ruinas y trasladarlo a la capilla de San Claudio, que por supuesto no tenía torre. Basándonos en documentos de la propia Iglesia se sitúa en este año el momento en que alargaron la Iglesia e hicieron la torre: “Por unas tablas de chopo, a Don Pedro Arias Valcarcel vecino de Ell Valle, para hacer el altar mayor... tantos reales”, y en otra parte: “Para hacer el mismo altar, a Miguel García, de Quintana, y un tal Juan Arias, de Noceda... tantos reales”. El 3 de marzo de 1753 se redacta el interrogatorio del lugar de las Herrerías de Marciel, anejo al de Quintana y, el 29 de mayo del mismo año, se redacta el del propio lugar de Quintana. Según estos documentos Quintana tenía una población de 66 vecinos con 157 casas y en Las Herrerías de Marciel había 9 vecinos, 9 casas y sólo quedaba una fragua. En Quintana, además había seis molinos, 97 pajares y una taberna que pagaba una renta al común. Pertenecía al condado de Ariste, ducado de Frías. http://pares.mcu.es/Catastro/servlets/ServletController?ini=0&accion=0&mapas=0&tipo=0 Cabe destacar expresamente, aunque este dato no se observa en los documentos citados sino en los resúmenes provinciales, los fondos que poseía la Cofradía de Ánimas de Quintana no sólo aquí sino también en otros pueblos como Cabanillas de San Justo o Villaviciosa de Perros, así como los que poseía la Fábrica de San Claudio también de Quintana o la imagen de Santa Lucía de la ermita de las Herrerías de Marciel. (EL CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA EN LEÓN. Inventario de los fondos del archivo histórico provincial. Colección Fuentes y Estudios 13 de Historia Leonesa del Centro de Estudios e Investigación “San Isidoro” de Taurino Burón Castro). Según la obra Profesionales y rentas del trabajo en los pueblos de la Corona de Castilla a mediados del siglo XVIII del I.N.E. se resumen los datos de Quintana de Fuseros para los 66 vecinos de la siguiente manera: Labrador…………..46080 (reales) Lencero………….. 902 “ Tabernero……….. 100 “ Colonos………….. 1788 “ Bueyes…………… 36 “ TOTAL……….49906 “ Y los de Las Herrerías de Marcial para sus 9 vecinos: Cerrajero………….. 540 (reales) Labrador………….. 4860 “ TOTAL………. 5400 “ (Ermita Santo Cristo, lugar de celebración religiosa de la Cofradía de Ánimas) También en el Archivo de la Real Cancillería de Valladolid se reseña con fecha de 1767: Pleito de Manuel García, vecino de Quintana de Fuseros (León), jurisdicción de Bembibre (León). Real Audiencia y Chancillería de Valladolid > Sala de hijosdalgo > Pleitos de hijosdalgo. El Censo de Floridablanca de 1787 indica los siguientes datos de vecindad para Quintana de Fuseros con Herrerías: < 7 años 7 a 16 años 16 a 25 años 25 a 40 años TOTAL SOLTEROS CASADOS VIUDOS 12 12 13 13 14 14 10 10 - 14 40 a 50 años > 50 años TOTAL 20 8 77 3 42 16 3 29 4 2 6 Según el Diccionario Geográfico de España y Portugal de Sabatian de Miñano, hacia 1797, la población de Quintana era de 260 habitantes Ya en siglo XIX la historia de estos lugares está redactada en el Diccionario Geográfico-estadístico-histórico de D. Pascual Madoz editado en 1843, que citamos textualmente: QUINTANA DE FUSEROS: L. en la prov. de León (14 Leg), part. jud. de Ponferrada (4 ½), dióc. Astorga (13), aud. terr. y c.g. cia territorial y c. g. de Valladolid (32), ayunt. de Igüeña. SIT. á la falda de un monte en sitio sombrío y triste; su CLIMA es frío; sus enfermedades más comunes, pulmonías, tercianas y catarros. Tiene 58 CASAS; escuelas de primeras letras dotada con 160 rs., á que asisten 20 niños; igl. parr. (San Claudio), servida por un cura de ingreso y presentación de ocho voces legas; una ermita (al Sto. Cristo), y buenas aguas potables. Confina con Igüeña, Cabanillas y Boeza. El TERRENO es de ínfima calidad, y le fertilizan en parte, las aguas de un arroyo llamado San Claudio, que es uno de los principales ramales del Boeza. Los CAMINOS dirigen á los pueblos limítrofes y á Bembibre, de cuyo punto recibe la CORRESPONDENCIA. PROD.: centeno, lino, patatas, castañas y algunas manzanas; cría ganados; caza mayor y menor, y pesca de truchas. IND.: telares de lienzos del país y algún molino harinero. POBL.: 40 vec., 200 alm. CONTR.: con el ayunt. HERRERIAS DE MARCIEL: con este nombre se conoce una herrería que hubo en la prov. de Leon, part. jud. de Ponferrada: hace muchos años se halla despoblada. Los restos del artefacto y habitaciones de los dependientes que constituian la pobl., se hallan á la orilla der. del r. Boeza á una leg. N. del pueblo de este nombre. El abandono de la fáb. y la consiguiente despoblación, se atribuyen á la escasez y mala calidad del mineral y á la construcción de otros artefactos de la misma clase en puntos mas accesibles y de caminos mejores para facilitar la extracción. Queda patente que, en poco menos de cien años, la disminución de la población fue muy considerable. En el Catastro de 1753 se contaban 73 vecinos entre los dos pueblos y en el Censo de Floridablanca 77 vecinos. En el Diccionario de Madoz de 1843 se contabilizaban sólo 40 vecinos en Quintana, pues el otro, se constata en la misma obra, que hace ya años se halla despoblado. Es decir, un 25% menos de este último sobre los dos anteriores. Es muy probable que la contienda, iniciada en 1808 contra la invasión francesa, tuviera mucho que ver en esta disminución de los habitantes. A los alistamientos de los bercianos para defender su tierra integrándose en el “Regimiento de Voluntarios de León” (5 de junio de 1808) habría que añadir la alta mortandad, sobre todo entre la población infantil, que el conflicto y los saqueos acarrearon. Sir John Moore comandó las fuerzas británicas en la Península Ibérica. Cuando Napoleón llegó a España con 200.000 hombres, Moore atrajo a los franceses hacia el norte mientras se retiraba para reembarcar tropas en los puertos de La Coruña y Vigo. “El último día de 1808, las tropas inglesas llegaron a Bembibre para pernoctar después de la dura retirada desde Astorga, tras haber atravesado el frío puerto de Manzanal, en pleno invierno. Marchaban en retirada para abandonar la península, rendidos ante los franceses comandados por el general Soult… La ciudad de Bembibre vivió uno de los momentos más tristes de la historia, y en el subsuelo los historiadores consideran que debe haber varios 15 centenares, e incluso miles de cadáveres de soldados que perecieron por la entrada de las tropas, otros muertos por el tifus u otras enfermedades, e incluso por el frío”. (Fragmento de talweg.blogspot.com). No cabe duda alguna de que las poblaciones cercanas sufrieron saqueos por parte de unas u otras tropas (franceses o ingleses). Y también, que los soldados junto con los animales que les acompañaban, caballos y burros principalmente, buscaban refugio en esos lugares, provocando graves epidemias difíciles de atajar en aquella época. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL En el Diccionario Geográfico-Estadístico de Pablo Riera y Sans (1881-1887) figura Quintana con 280 habitantes y 142 edificios, de los que 71 están inhabilitados. 1882: El 4 de febrero de este año pasa el primer tren a vapor por Bembibre. Gran obra de ingeniería con decenas de túneles para salvar el Puerto de Manzanal y en especial el nº 16 -“El Lazo”-, denominado así por su similitud a esta figura ya que la vía da un giro completo sobre sí misma cruzándose a mayor altura (dos veces pasa el ferrocarril por la localidad de La Granja de San Vicente). Una de las innovaciones más importantes de la llamada Revolución Industrial llegaba a tan sólo 20 km. de Quintana. En 1900 nació la tía Ana que vivió hasta 1990. Esta mujer no aprendió a leer ni a escribir, “Un deprendi a liyere ni a’scribire”, pero tenía en su memoria las tradiciones más populares así como muchas historias personales de aquellos que vivieron en Quintana en el siglo XIX. Era una persona muy sagaz de amplia y vasta cultura popular que nos dejó un amplio legado como este pareado: Lus amores de l’outrañu Ya se vuelven a querere Son cumu lus verdes praus Que vuelven a reverdecere 1912: La primera mina de carbón de la zona, del río Boeza, fue “La Rufina”, que fue solicitada su explotación el 18 de Noviembre de 1912. En este mismo año se construye la carretera de Las ventas a Folgoso. Los medios de comunicación se van acercando. Entre el año 1912 y 1920 se abren las primeras minas en los límites del pueblo en el paraje de “los Mozones”. En esos inicios vinieron gentes de Asturias a trabajar, cuando las abrieron, porque en la zona nadie sabía cómo postear, ni como picar o poner la madera etc., El primer fallecido en la mina parece ser que fue Francisco Alvarez Alvarez (padre de Amadeo y Benigno, casado con Ramona Vega) el 8 de julio de 1916 en la denominada mina de “Pin”, situada frente a los lavaderos de MINEX. En el libro registro de defunciones del ayuntamiento figura “por hemorragia interna” como causa de muerte, así que probablemente hubo un desprendimiento y resultó aplastado. Según nos cuenta su nieta Teresa falleció el primer día que fue a trabajar y que su cuerpo fue trasladado hasta el pueblo a lomos de un burro (ambulancia de la época). Triste destino el de este señor ya que, habiendo ido con otros vecinos a segar a Almázcara, regresó al pueblo porque no le gustaba el sitio y se puso a trabajar en la mina. Al regresar sus vecinos se encontraron con el fatal desenlace de que Francisco había fallecido en el tajo. En aquellos tiempos los de Quintana y otros pueblos se marchaban, en las épocas de cosecha, a ganarse el sustento a otras zonas, principalmente en la recolección de cereales. “Ir a las siegas” se convirtió en algo cotidiano durante muchos años llegando incluso hasta bien entrada 16 la segunda mitad del siglo XX, pues aún viven bastantes que dan prueba de sus caminatas (porque iban andando) hasta la Vega Baja del Bierzo y la Omaña. Hay que destacar, que las cuadrillas se formaban no solo con hombres, sino con un gran número de mujeres a las que se les debe enorme respeto por su entrega reservada en ésta y otras muchas labores. Volviendo con las minas, cuentan que, al principio, sólo hacían galerías llanas porque no había luz ni motores. En la “Chana Boeza” sacaron mucho carbón y muy bueno y en los agujeros de “Valdecouso” también. Lo transportaban en vagones arrastrados por bueyes, mulos o caballos. En “Las Arriguerinas” abrieron algunas minas pequeñas. La más importante era la del “Gallego”, de nombre Claudio Tabeada. Este hombre vivía en Bembibre igual que un tal Don Patricio que abrió también sobre 1930 en las “Llamas de Valdaceite”. De nuevo hay que encumbrar el esfuerzo de la mujeres, ya que en todas las minas trabajaban muchas mozas de acribadoras y para cargar camiones a "nacional". En los años 30 ya se daban planos inclinados como la mina de Don Patricio, lo que indica que ya había luz eléctrica para motores, seguramente gasolina, aunque a los pueblos no llegara hasta años más tarde. (Monumento al minero, ubicado en La Pinilla) Nos dice Pepe de Agustín, que su padre empezó a trabajar en 1933 en la mina del Gallego y, su primer sueldo fue de 75 pts, (0,45 céntimos de €) ,lo que era una fortuna para una familia que vivía en plena Edad Media. El minero tenía que poner la ropa, el carburo y antes cree que también las herramientas. Trabajaban 6 días a la semana y libraban los domingos, si todo andaba bien, pero el amo podía decirles que fueran el domingo a achicar agua o a limpiar tajos que se hundían. Esto no cambió hasta los años 40. Esta mina de Don Patricio, que era favorable a la República, luego se convirtió, tras la Guerra Civil, en la mina de Rodrigañez. Supuestamente tuvo que venderla para pagar deudas. También, dice Pepe, haber oído que hubo gente del pueblo, que se trasladaba hasta Villablino con parejas de bueyes y carros para transportar carbón a 17 Bembibre antes de abrir la vía del tren. Era famosa la cuesta de ”La Florida” entre Santa Marina y Rodanillo. Allí se rompían yugos, subeos y cornales. Es una cuesta muy dura. Uno de los que, al parecer, hizo estos portes fue el “Tío Lorenzán”. Y además nos cuenta Pepe una coplilla que recuerda oír tararear a su madre Manuela sobre la famosa cuestecita: "Ese buey de la derecha lleva la cornal rompida rota de tanto tirar pu la cuesta la florida" La gente de este pueblo hizo transporte más largos pues, incluso llevaron con sus carros manzanas y otros frutos hasta Astorga. La “Tía Baltasara” (abuela de Marcelo, Luis y Sara) les contaba las peripecias de estos viajes, siendo ella bastante niña, sobre todo para subir el carro por “El Manzanal”. También fue frecuente el llevar carros de carbón vegetal, que hacían con los “tuerganos” quemados y enterrados en pozos del monte –aún hoy se aprecian señales-, a Bembibre por el Camino del Valle. Luisa Barredo nos cuenta que hubo tres personas del pueblo que se fueron a trabajar en la construcción del Canal de Panamá (el canal se inauguró el 15 de agosto de 1914), aunque no recuerda fechas. Dichos hombres eran Manuel López, conocido como el “tío Manolón” (abuelo de Luisa), Francisco Molinero “tío Vizcayo” y Pedro Álvarez “tío Perlado”. Ganaban una peseta al día y aunque su estancia no debió ser buena, les permitió traer unos ahorros con los que comprar algunas tierras y demás. El tal “tío Manolón” con su pareja de bueyes, muy famosa según dice su nieta, llamados “Gallardo” y “Moreno”, parece ser que llegó a vender castañas y fruta hasta Valderas y Sahagún de Campos. Destreza, osadía y sobre todo un gran tesón y esfuerzo es lo que nos demostró esta gente. 1919. Fue un año que tuvo gran importancia para el desarrollo de la vida en Quintana. Por una parte y con la apertura de las primeras minas se aprendió a arrancar la piedra y a trabajar con ella, lo cual dio como resultado que se abriera la cantera entre “Valdecouso” y “Los Mozones”. Esto supuso un cambio radical en la construcción de las casas ya que la piedra es de “grano molar” que se trabaja con cierta facilidad pero resistente. Se puede apreciar esta piedra en las paredes de las casas hechas desde entonces. Anteriormente, según cuenta Agustín, tenían que buscar piedra por donde podían como el río, las “lleras” y también la arrancaban en el “Castro de la Pinilla”. Pero esta piedra no era de buena calidad para hacer paredes altas por su mala disposición para construir el “lienzo” de las mismas. Con el trabajo en la cantera surgieron canteros que aprendieron a picar y labrar la piedra algunos de los cuales se hicieron famosos por sus trabajos como Tono de Rosaura, “Tío Lico”, “El Maique”, etc. Podemos apreciar su trabajo en las fuentes que nos dejaron del año 1942 y en el puente de “La Pinilla” entre 1957 y 1958. Actualmente esta cantera ha sufrido una agresión feroz por los especuladores del carbón que la han dejado sin posibilidades de ser explotada. El otro gran aporte de este año fue la construcción de “El lagar”. Se constituyó como una sociedad cooperativa fundada por 45 partícipes. Tenía su libro de constitución con una serie de normas a cumplir, que formaban los estatutos de la sociedad. Este libro fundacional está actualmente desaparecido. La llegada del coche de línea de Pelines en el año 1979 tuvo un efecto muy negativo para este monumento, hallándose actualmente en una situación jurídica un tanto extraña. También el lavadero del canalón recientemente restaurado fue víctima de estos problemas. 18 Según José Mourille López, hacia 1920, Quintana tenía 317 habitantes, que le suponía ser la población del Ayuntamiento de Igüeña con mayor número de habitantes. Estos son lo datos que aparecen en “Los pueblos de León. Años 20” editado en 1995 por La Crónica 16 de León. POBLACIONES DEL AYUNTAMIENTO DE IGÜEÑA IGÜEÑA ALMATARINOS COLINAS DEL CAMPO DE MARTIN MORO ESPINA DE TREMOR MONTES DE LA ERMITA (LOS) POBLADURA DE LAS REGUERAS QUINTANA DE FUSEROS RODRIGATOS DE LAS REGUERAS TREMOR DE ARRIBA URDIALES DE COLINAS TOTAL HABITANTES DE HECHO 310 188 HABITANTES DE DERECHO 343 197 231 289 171 274 295 180 187 317 193 337 177 273 142 2.285 195 297 151 2.462 (El Lagar en la actualidad) 1925: Se construyeron lo que ahora llamamos las escuelas viejas, donde actualmente se han instalado el consultorio médico y el despacho de la junta vecinal (planta baja) además de la asociación juvenil que ocupa la planta alta. Para hacer esas escuelas se vendieron las Baragañas. Desde Eras de Fradas hasta Perales, entonces eran terrenos comunales aprovechados para el pastoreo. Se adjudicaron a los vecinos que las compraban mediante sorteo público. Las parcelas 19 son cuadradas y aparentemente similares en tamaño. Los maestros están mal pagados y sobreviven a duras penas con la ayuda de los vecinos y dando clases nocturnas para los adultos que trabajan y que les pagan por las clases. La escuela anterior estaba situada en una casa, ya caída pero aún visible, “encima del rigueiru a la cimada de la calle del medio”. A principios de siglo hay un porcentaje muy alto de analfabetismo, principalmente entre las mujeres. Sólo una pequeña parte de la población es capaz de leer y escribir. Los niños no acuden a la escuela, excepto en invierno cuando los trabajos en el campo se paralizan. En el año 1926 aparece publicado un artículo escrito por Modesto Medina Bravo (Nacido en Madrid en 1900 desarrolló su actividad docente en la provincia de León entre 1923 y 1931. Desde 1925 fue Inspector de Primera Enseñanza) editado en Buenos Aires por Revista del centro región leonesa donde se menciona “Los Canilleiros (de Quintana de Fuseros)”. A finales de 1927 publica la primera edición de “Tierra Leonesa” en la imprenta y librería Jesús López, ensayo geográfico sobre la provincia de León. Para su elaboración, con su mochila a la espalda, la cámara fotográfica, el mapa, la brújula y el cuaderno de notas, iba de un pueblo a otro, algunas veces a caballo pero casi siempre a pié, estudiando “in situ”, la “geografía viva”, a la que no puede llegarse con sólo el estudio en textos y mapas. De ahí la importancia de su testimonio. En referencia a la Comarca de Bierzo escribe: "Es de mucho empleo todavía el carro de madera, cuyo eje gira con las ruedas, produciendo un estridente chirrido, a lo que llaman cantar el carro… La ruedas de estos carros, carecieron primitivamente de llanta y eran muy gruesas. Ahora llevan cubiertas de hierro, en ocasiones, hasta clavos de gruesa cabeza, sujetándolas. El traje era el mismo de toda la región montañosa, de pardo y, las mujeres,, vestidas al modo de Galicia, con corpiño, En Quintana de Fuseros, ayuntamiento de Igüeña, gastan aún las mujeres una prenda de paño, el “canilleiro”, con la que se cubren las pantorrillas, liándose después, en espiral, una cinta de la misma tela”. Incluso, refuerza el comentario con un dibujo: Dando testimonio de buen conocedor de la comarca sigue: “Con excepción de la llanura, los pueblos bercianos se instalan en el curso de los ríos, llegando algunos a zonas muy altas por razón de los aprovechamientos para el ganado. Hay grandes extensiones de monte donde no se ve un poblado y, son sólo recorridas por rebaños o 20 por los naturales, que, queman incomplamente al aire los tuérzanos, raíces de brezo, para hacer carbón destinado a laventa. 1928: Entre este año y 1931 se avanza un poco más y se construye el tramo de carretera de Folgoso a Boeza. Anteriormente estos pueblos estaban unidos por un camino que discurría por el lado izquierdo del río. Para su construcción se emplearon gentes de ambas localidades y de los pueblos cercanos como Quintana. Alguno de los que allí trabajó nos cuenta que los salarios estaban entre las 4 y 5 pesetas por día. Lo más importante es que, además de crear empleo, Quintana se acerca otro poquito a Bembibre, núcleo de mayor pujanza más próximo, pues ya está a tan solo 4 km. de una vía asfaltada. Pero aún habrían de pasar muchos años para que los vecinos pudieran ver y pisar el alquitrán cerca de sus casas. 1929: Empieza la gran emigración a América pues era el sueño dorado de muchas personas. Se intentaba salir de la miseria y la pobreza que asolaba, no sólo a este pueblo sino al país entero, y algunos casos como Aurora (hermana de Manuela) cuando el marido no se encontraba en condiciones de salud o físicas para enfrentarse a la emigración, era la mujer la que se veía obligada a dejar el hogar. Aurora se desplazó a la Argentina para desempeñar la casa. Su marido Dutino, al que llamaban “Pallarés”, apenas podía moverse y se quedó aquí con dos niñas de corta edad, pero el destino no fue tan floreciente, pues él falleció de una pulmonía en 1932 y sus hijas años más tarde, así que Aurora nunca regresó. Y esa mala suerte de no volver les ocurrió a muchos, ya que, cuando tuvieron la ocasión, pues económicamente les iba bien, no regresaron. La mayor parte de los emigrantes se dirigían a Cuba que hasta finales del siglo XIX era parte de España. Algunos de los que fueron enviados a allí como soldados se quedaron en aquel país como nuevos habitantes del mismo. A principios del siglo XX fueron muchos los que emigraron a Cuba, algunos de ellos se quedaron con el mote de “cubano” como fue el caso de Pepito, también Vicente “El Habanero”, también José “Peseto”, el padre de Agustín fue muchas veces. Algunos emigrantes establecieron negocios y prosperaron como fue el caso de un hombre que se estableció de boticario en base a los conocimientos de las hierbas medicinales en el pueblo. El marido de la tia Maximina que viajó a EEUU fue otro de los que se movieron por el norte. El padre de la tia Carmen de “Riego” al que llamaban tío “Vizcayo” estuvo en las islas Filipinas. Tras la independencia de Cuba ya las cosas comenzaron a cambiar y poco a poco Argentina se fue convirtiendo en el centro donde la mayoría de los que se iban, tenían como destino de sus viajes. Algunos regresaban en cuanto juntaban algún dinero, otros se quedaban a hacer fortuna y lo lograban, olvidándose de su pueblo que era una tierra pobre. Unos regresaban sin dinero por haberse fiado de gente que les estafaron sus ahorros o ganancias y otros con peor suerte enfermaban y tenían que regresar a intentar curarse en su pueblo. La gran mayoría iban pensando en volver y pagar deudas pero el destino tenía reservados diferentes caminos para cada cual. Después aquellos países entraron en recesión y ya no les compensaba la vuelta a la madre patria. 1933: Se construye el Camino de las Candales y el puente sobre el río mediante un convenio con Don Florencio García, posteriormente alcalde de Ponferrada, para dar paso a los primeros camiones que se vieron por estos lugares, cuya función era transportar el carbón con la apertura de la mina “Consolación”, la primera de esta zona. 21 1934: No se conoce con exactitud pero entre este año y el anterior un grupo de vecinos, parece que dirigidos por Marcelino “El Tío Tano”, que había estado haciendo “Las Américas” ponen en marcha la construcción de una pequeña central hidroeléctrica para abastecer de luz al pueblo. Así Quintana tuvo el privilegio de, ya entonces, disponer de electricidad. 1936: Si no fuera por lo que sobrevino a partir del 18 de julio, éste año siempre sería recordado por haberse iniciado en el mismo la posibilidad de arar los llamados “Arrotos”. Terrenos comunales de monte bajo pero selváticos que se concedían para fueran limpiados de toda esa maleza y así tuvieran la capacidad de ser sembrados. La cosecha que daban de centeno era altísima ya que el terreno al ser virgen concedía ese privilegio, pero el “romper” todas las dificultades del mismo con arados de madera debía ser de gran envergadura, tanto para el humano como para los pobres animales que tiraban del arado. En aquella época se talarían bastantes fresnos para reemplazar los muchos arados que se rompían. LA GUERRA CIVIL 1936-1939: Quintana no podía ser menos y, al igual que la gran mayoría de poblaciones de España, también tiene su trozo de historia en esta época de tan amargos y tristes recuerdos. El común de los habitantes supo guardar las rencillas y no hacerlas aflorar. Un tal Aparicio (familiarmente conocido por Panicio) supo mantener a raya a los cabecillas matones de Noceda, que hacían estragos por la zona, y apenas pudieron entrar en el pueblo. Sin embargo no todo fue tan sencillo. En Quintana y los pueblos de alrededor se habían instalado gentes venidas de otras partes buscando trabajo en las minas. Había una población obrera numerosa. La CNT y principalmente los asturianos que acudieron a esta minas crearon las bases de los primeros sindicatos. La sede del sindicato estaba situada en la casa donde después vivían el “Tío Cascareiro” y Agustina. Uno de los mejores trabajadores y fundador de la CNT en El Bierzo, así es conceptuado en la organización, fue Mederico Serna, asesinado en el limite de León con Asturias, perteneciente a la partida liderada por el maestro de Folgoso. Aunque se le consideraba asturiano, algunos nos aclaran que era natural de Medina del Campo. Llegó a estas tierras y estaba casado con Esperanza, a la que Antolín “Piquetas” consideraba como hermana adoptiva y que como tal relación han mantenido los descendientes de ambos. Tuvo cinco hijos y uno de ellos, Vicente, muy joven falleció en la “jodida mina”. Los demás abandonaron el pueblo en la década de los 50 en busca de mejor trabajo y sustento. Estos primeros sindicalistas consiguieron arrancar a los patronos mejoras salariales, sociales, sanitarias, económicas y sobre todo, concienciar a la gente de clases, estatus, explotadores y explotados, capital y mano de obra. Pero fundamentalmente han sido los ejemplos y los precursores de los que posteriormente consiguieron EL CONVENIO ESPECIAL DE LA MINERIA DEL CARBÓN. Gracias al cual las pensiones, las viudas, las reconversiones, y las prejubilaciones … tanto dinero y bienestar social han aportado al pueblo. Se ha de reconocer y destacar el gran esfuerzo de aquellos trabajadores y no creer que todo cayó del cielo. Y los herederos y sucesores ahora no se acuerdan ni quieren reconocer, que gracias a aquel duro pasado de lucha y trabajo hoy se disfruta de un estatus que no es general, ni genérico en el resto de la piel de toro. Solamente compárese la pensión media de viudedad en el resto del país o la pensión media de cualquier otra actividad. La consecuencia es que la mayoría de estas generaciones se mueren pegados a la bombona del oxígeno y que 22 las medias de supervivencia no son las mismas, pero las diferencias económicas son abismales. Miguel del Romero uno de los mejores entibadores de la zona, pertenecía a este sindicato (fue tesorero) y junto con el anteriormente aludido Mederico, se comieron las listas y archivos literalmente, para que no fueran a manos del enemigo y los usaran para represalias. Para no soportar la persecución permanente y convencido por su familia, se entregó y fue inmediatamente (sin ningún tipo de instrucción) enviado a primera línea de fuego en mitad de la contienda, a pesar de lo cual sobrevivió. Estuvo en el frente de Asturias donde coincidió con Alfonso (el de Emilia). Otro personaje de los pocos que estuvo en los dos bandos y contaba que hizo trincheras en el Naranco (al lado de Oviedo) en los dos bandos y por ambas laderas. Cuando vio la cosa difícil desertó de las milicias y se entregó al bando nacional donde de inmediato lo reclutaron y, sin despiojarlo siquiera, lo pusieron a disparar en primera línea, en lo más peligroso. También merece especial comentario el tío Tano que huyó (¿disfrazado de cura?) a la Argentina y volvió totalmente reconvertido hasta el punto que era suscriptor del Alcazar y de los más devotos feligreses de la parroquia. El sindicato estaba dirigido por un comité cuya cabeza más importante era un tal “Maroto” que estaba casado y tenía una hija pequeña. El administrador y tesorero del sindicato era Marcelino, el “Tío Tano”, que se marchó a la Argentina por miedo a las represalias. El día 18 de Julio de 1936 el sindicato reunió a todos los mineros que pudo en “La plazuela” y decidieron dar apoyo al gobierno de la república. Para ello, ese mismo día, ya marcharon todos los que se juntaron por Cabanillas, San Justo y por la “Quiruela” hasta Noceda. Anduvieron por Noceda y parece que entraron en algunas casas, quizás de gente bien, pero sin causar mayores daños. Desde allí junto con los que se les habían unido de esos pueblos bajaron a “tomar” Bembibre. En Bembibre se reunieron con los mineros de las zonas de Torre, Tremor etc. En Bembibre se decidió bajar a Ponferrada y muchos bajaron mientras que otros ya dieron la vuelta. En Ponferrada ya la Guardia Civil dominó las calles con disparos que mataron a varios, entre ellos el padre de Baldomero Pol. Desde ese momento las cosas empezaron a cambiar. Lo peor de todo fue que la locura colectiva ya se había adueñado del país y de una forma u otra todos se vieron involucrados en aquella vorágine. Muchos perdieron la vida y a muchos otros la vida le quedó arcada para el resto de sus días al igual que a sus familias. Pasarán generaciones hasta que aquellos rescoldos se puedan considerar apagados del todo. Los falangistas de Noceda comenzaron a organizar batidas igual que los de Iqueña y Folgoso que también vinieron al pueblo a la “caza”. El más peligroso era sin duda “El embustero” de Noceda y su banda. Este individuo había estado viviendo en Quintana, trabajando en la mina, y conocía a todo el mundo. Sabía quienes eran de una idea y de otra y por eso les tenía tantas ganas a los que buscaba y sabía donde buscarlos. Era un tipo sin escrúpulos y lo único que tenía era envidia, capaz además de matar a cualquiera sin importarle nada. En cierta ocasión llegó con su banda de matones, escopeta al hombro, y encontró al “Tío Juanico”, padre de Agustín de Manuela, soltando las vacas del carro en la casa de Rosario, que era donde tenía la cuadra (todo el mundo volaba por donde podía cuando se sabía que llegaban los falangistas) y vio una magüeta en el llamazón. “El Embustero” la conoció y supo que era del tío Aurelio de Narcisa (otro al que le tenía ganas). Y cuenta Pepe que le dijo a su abuelo el “Tío Juanico”:Juan vete a por aquella jata y tráela. Su abuelo le dijo que no podía dejar las vacas solas. – “O vas ahora mismo o te pego dos tiros” le replico nuevamente “El Embustero”. Dice Pepe que su 23 abuelo dejó el carro sin soltar y a por la vaca al “Llamazón”. Cuando llegó al medio de “Las Pozas” se paró y dio la vuelta pensando que ya se le habría pasado el cabreo. Cuando bajaba ya cerca de las huertas llegó el “Tío Cascallana” (abuelo de los Caspín), que a voces y con la manos en la cabeza le gritaba – “Juan vamos a por ella que si volvemos sin nada nos mata a los dos”. Subieron los dos juntos a por la vaca, la bajaron y para Noceda se la llevaron. Allí se la zamparon a cuenta del tío Aurelio y la tía Narcisa. En 1936 asesinaron a Eulogio, hijo del “Tío Goxieiro”, hermano de Pepe (General del Ejército), Natalia, Amable (maestra nacional del pueblo durante bastantes años), Miguel y Rufino. Fue monje cisterciense en el Monasterio de Viaceli, situado en Cóbreces, Cantabria. Ha estado a punto de ser beatificado por la Iglesia Católica, pero no ha sido posible ya que, según sus familiares, la Iglesia dice que no cumple ciertas condiciones como: saber del cadáver o tener testigos de su ubicación. Parece que prendieron a varios monjes, les cosieron la boca, les ataron una piedra al cuello y los arrojaron al mar en la Bahía de Santander. De todas formas los monjes tienen una gran placa en su claustro con los nombres de los hermanos mártires (sin reconocimiento oficial) y para Gloria de Quintana ahí está el hermano Eulogio. El día 3 de diciembre, de madrugada, hacia las dos, se llevaron a los Padres y Hermanos Cistercienses de la checa. Unos llevaban amarradas sus muñecas con cuerdas, otros amarrados de dos en dos". No se supo más de ellos ni se encontraron sus cadáveres, lo que hace suponer que o fueron despeñados por el acantilado del Faro de Cabo Mayor, o sumergidos a la entrada de la bahía de Santander, o fusilados en las tapias del Cementerio de Ciriego. Aunque ha habido indicios de las tres posibilidades, hasta ahora solamente se sabe con certeza que fueron a la muerte por ser religiosos. Que los mataron por odio a la fe, y que fueron fieles a Cristo en todo momento. Preparados con tanto fervor remota y próximamente, anhelando con tantas ganas morir por Cristo, y enardecidos por el ejemplo del P. Pío que con tanto ardor los preparó hasta el último instante, es justo suponer que la paz, serenidad y fortaleza, estimulados mutuamente, las vivieron hasta el fin. El hecho de que no hayan aparecido corrobora que murieron, y su muerte expresa su fidelidad hasta dar la vida por Cristo. Si hubiesen apostatado, no los hubiesen matado. (Fragmento del libro: COMO INCIENSO EN TU PRESENCIA. P.Pío Heredia y compañeros “Mártires de Vía Celi”). http://www.aviaceli.com/martires.htm Sólo una persona fue víctima en los límites o alrededores de la localidad. Se trataba de Domingo, hermano de Angel, hijos de Esteban (“Tío Estebanurro”). Este Domingo, aquel año de 1936, había quedado de guardia de viñas solo para la parte del “Rebollo”. Había dos guardas. Una de esas veces que vinieron los falangistas uno de ellos bajó hasta el puente de “La Pinilla” a mirar para “Reguera la Viña” y Domingo, que estaba guardado en el castro de La Pinilla, al verlo, bajó junto a él para decirles que le dieran una escopeta. Al cabo de un rato subieron para “La Plazuela” y Domingo fue a pedirle al “Embustero” que le dieran una escopeta porque él era el guarda de las viñas. En “La Plazuela”, uno de los que venía lo reconoció de cuando fueron a Noceda el día 18. Se lo dijo a los otros y esa fue su sentencia. Allí mismo le ataron las manos, se lo llevaron y lo mataron. Fueron muchos los movilizados por la guerra desde gente que ya estaba cerca de los 30 años como Vicente “El Habanero” hasta gente más joven que no había cumplido los 20. No todos los movilizados fueron al frente. Según cuenta Agustín de Manuela, además de Vicente y el mismo, estuvieron Miguel de Romero, Benigno (“Tío Cabra”), Pedro “El Chusco”, Eduardo “El Sastre” y Olegario (seguro que se olvida 24 alguno). Todos pudieron regresar a la tierra que les vió nacer excepto Olegario (21 años), hijo de la “Tía María” (“La Morica”, vecina de “La Italiana”), que tuvo la desgracia de dejarse la piel en aquella locura. Según Agustín, murió en el frente de Teruel sobre Diciembre de 1937. Estaba destinado en Infantería en la zona llamada del Cerro Gordo cercana a las minas de Utrillas. Agustín estaba en las sierras de Albarracín cercanas al lugar. Puntualizar que uno de los que más tiempo estuvo, ya que lo reclutaron al principio y estuvo hasta 6 meses después del fin de la guerra, fue Baldomero Molinero (el cartero) y además estuvo en Zapadores, un cuerpo de élite. Por ser un experto artificiero en voladuras de puentes polvorines y fuertes, estuvo en todos los frentes y los movilizaban cada poco a donde se les necesitaba. Dice Santiago el hijo de “Buergas” que le gustaba narrar que al finalizar la guerra recibieron un pequeño homenaje los seis supervivientes de su escuadra en Coruña donde se licenció (le regalaron seis latas de sardinas y un salvo conducto para viajar en tren sin límite de kilómetros, “hasta onde quisiera”). Manuel Olano Pastor en una artículo periodístico (Argutorio nº 12/11 de 1º Semestre de 2004) escribe: “Finalizado el conflicto, la resistencia mantuvo en vilo al ejército franquista, lo que se infiere de una circular emitida en Bembibre el 8 de noviembre de 1939... Desgraciadamente es cierto el peligro de los rojos; brotan por generación espontánea. Batidos en la Cabrera se corren hacia esta parte y aparecen en Molina, y, acorralados en Asturias, asoman por las cercanías del Bierzo. Hace ocho días bajaron seis, armados con fusiles, a Quintana de Fuseros, donde robaron lo que tuvieron a mano...” Pero mejor veamos como nos cuenta este episodio Pepe de Agustín: “Esta partida de maquis bajaron directamente a robar lo que pudieran en casa de “Panicio” (actual casa “El Vasco”), que se constituyó como el cabeza de la Falange en Quintana y que además tenía una cantina donde pensaban encontrar comida y quizás también bebida. Bajaron por el ñabal de “Pepito” donde “Felipín” metía las vacas. En el momento que saltaron a la calle desde el “ñabal”, estaba Agustín sacando la “mañiza” de hierba del pajar, al que saludaron con un “arriba España”. Iban vestidos de Guardia Civil. Entraron dos, y los otros quedaron por la parte de arriba de la calle donde entran Julián y “Vasco” para los corrales. Paraban a la gente que pasaba por la calle y les mandaban ponerse junto a la pared de la bodega de Otero, sin dejar de apuntarles con las armas. Al rato ya había un grupo de gente allí parada. Y si alguno decía que marchaba le apuntaban y amenazaban. En esto que va Amadeo y toca al ganado. En cuanto sonaron las campanas salieron de casa “Panicio” y se fueron corriendo por las “Estorcas”. Venían buscando comida y provisiones”. Cuando Manolo “Buergas” les cuenta a sus hijos este episodio, que a su vez se lo oyó a su padre Andrés “el Andarillo”, que lo vivió en primera persona por ser vecino del lugar de los hechos, le añade algún detalle más: Ocurrió que estos maquis bajaron por donde dice Pepe, entraron dos y se quedaron otros dos como escoltas fuera, a la gente que se acercaba de casualidad les mandaban parar sin más (entre ellos “el Andarillo”). No venían a robar lo que pudieran y al azar, traían la consigna de hablar directamente con “Panicio” (como jefe de Falange en Quintana). Se da la circunstancia que la citada casa tiene una puerta por la parte de abajo que da al reguero, por la que “Panicio” avisó para que tocaran a fuego y dijeran que el fuego era en su casa. La gente acudió, creyendo que había efectivamente fuego (en un momento y prácticamente todo el pueblo, como era habitual) lo que le salvó la bolsa y la vida. O eso, o una masacre, lógicamente aunque los huidos era gente sensata que, no mataban por matar, como otros, ni robaban porque si, como alguno. Se han hecho largos y detallados estudios sobre este tema de la Guerra Civil y es cierto que hubo abusos por ambos bandos. Pero la posguerra fue larguísima y terrible para los 25 vencidos. Indudablemente en Quintana, aunque parece que fue menos cruenta no todo fue de color rosa gracias a Panicio. En este pueblo, como en tantos otros, hubo gente perseguida y acosada durante mucho tiempo después de la guerra.. Otro Domingo, el marido de la tía Antonia, padre de Teresa (Porfirio) y Tino (Aidita), aunque no murió directamente en la contienda, le propinaron tal paliza que no se recuperó y a los dos meses de agonía murió en su domicilio dejando viuda y huérfanos totalmente desamparados. No mataron al Angelón, Federico, Manuel España “Tascas” (aunque natural de Cabanillas por sus mujer y sus hijos se le considera de Quintana), etc. porque no pudieron, porque no los pillaron, pero no porque no lo intentaran, o porque Panicio lo impidiera. Como episodios a destacar entre muchos podríamos citar dos. “Tascas” se libró en Cabanillas del “Melucho” (uno de los de Noceda) cuando le apuntaba, gracias a la osadía que cualquier humano es capaz de esgrimir cuando la muerte la tienes tan cerca. Estuvo escondido durante mucho tiempo en el monte y esa partida de Noceda cuando localizaron su “chozo” le prendieron fuego mientras lo rodeaban, escopeta en mano, creyendo que estaba dentro pero no fue así. Luego se entregó y paso largo tiempo en la cárcel ubicada donde hoy está el Hostal de San Marcos de categoría especial en hoteles. Allí comió ratas para no morir de hambre. El otro episodio sería el de Marcelino (“Patarita”), huérfano que fue criado durante algún tiempo en Quintana y que al regresar de joven a pasar días en el pueblo se casó con Baltasara. Era el conserje de la Diputación de León (“Palacio de los Guzmanes”) donde nacieron dos de sus hijos. Al finalizar la guerra fue denunciado y acusado de ayudar a los vencidos. No sirvió de nada que tuviera una desmedida invalidez teniendo que abandonar la ciudad de León en el máximo período de tiempo de veinticuatro horas. Se fue a Quintana y aún así tuvo la suerte de ir de Bembibre al pueblo por un camino distinto al que algunos habían creído y donde le esperaban para matarle junto a su mujer y esos dos hijos de cuatro y dos años. Posteriormente fue reconocida la injusticia y reintegrado en su puesto, pero tuvieron que pasar quince años de destierro y penurias pues él no tenía capacidad para labrar el campo. Evidentemente merecen mucho más homenaje, esta gente vencida, que los vencedores. No olvidemos que fueron represaliados por defender el orden, la Constitución y la República legalmente establecidos, en definitiva ellos no fueron los que se REBELARON. En fin no merece más dedicación este tema, aunque merecería la pena. Como anécdota contaremos que Pedro “el Chusco” fue voluntario a la guerra con diecisiete años, además requeté y camisa azul. Cuando volvió sus mejores amigos y compadres fueron “Tascas” y Federico destacados maquis y contrarios en la contienda. Por lo que hemos de concluir: no los movían las ideologías, eran sobre todo PAISANOS (en el más amplio sentido de la palabra) que estuvieron en uno u otro sitio por circunstancias. Es decir, en Quintana se dio una peculiaridad muy trascendental para los señalados como "republicanos" porque, a diferencia de otros pueblos y lugares del país, estos hombres pudieron seguir viviendo y conviviendo con sus vecinos como siempre debió ser. LA POSGUERRA 1940: Gentes de Quintana emigran a los países de Nuevo Continente. A partir de 1492 los españoles concibieron la idea de que las tierras de América o las Indias Occidentales eran abundantes y fértiles y en ellas se podía alcanzar la fortuna. Los que 26 embarcaron con Colón y en los viajes sucesivos eran gente desafortunada, presidiarios que huían de la justicia y personas con (Torre de la Iglesia y el reloj) 2 0 0 9 ansias de riqueza. La travesía era tan incierta y peligrosa que sólo los que no tenían nada que perder se embarcaban en la aventura (parece que estamos hablando de las actuales pateras). La idea recurrente era regresar a España enriquecido, aunque no siempre se alcanzaba tal meta. “Hacer las Américas”, hoy, mantiene ese carácter lucrativo de ir a la búsqueda figurada del oro. 27 (Fuente de la Plazuela) 2 0 0 9 La gente de Quintana también emprendió su particular viaje y cruzaron el “charco”, el Atlántico, en busca de prosperidad. Algunos regresaron y otros se quedaron allí para siempre, pero sus descendientes siempre estarán en el recuerdo de esta humilde tierra. 1942: En este año se realiza la traída de aguas a tres fuentes ubicadas en el casco urbano desde unos manantiales llamados “El Brañuelo” , así como la compra y posterior colocación de un reloj en la torre de la Iglesia. Ya no se tenía que acarrear el agua desde la fuente “El Cura” o similares, pues ahora estaba relativamente cerca de casa incluso algunos con más suerte a la puerta. Además, una campana nos proporcionaba la hora del día para situarnos mejor en el tiempo. No había necesidad de ir a la casa del “Tío Tomajillo” a observar el reloj de sol en su fachada, o buscar otro tipo de orientación, pues el día estaba muy cerrado de nubes y no se reflejaba la sombra del palito. Sin embargo hemos de resaltar que cuando se intentó colocar el 28 reloj, el mecanismo de pesas para tocar era más largo que la torre existente y no podía tocar. Así pues se contrató a una cuadrilla de canteros gallegos, llamados “Los Cerdeiras”, que con sus hábiles manos para picar la piedra alargaron la torre. Todavía algunos recuerdan los andamios construidos al efecto con dos largos chopos como el que los mozos preparaban para hacer “El Pendón”. Posteriormente, aprovechando la misma traída se construyó en el norte del pueblo, en el paraje denominado de “El Canalón”, “El Lavadero” para que las mujeres sintieran menos los rigores del invierno y el sol del verano a sus espaldas mientras lavaban las ropas. Después de estar abandonado durante bastantes años, actualmente ha sido rehabilitado gracias a unos fondos y al trabajo desinteresado de unos pocos. (El Lavadero ya restaurado) 2 1943: El “Tío Vizcayo” consigue la “Licencia de Tabacos” para ejercer la venta 0 de ese producto en el bar de su propiedad. Posteriormente vendió esta posesión, 0 quizás porque su única familia era su hermano el “Tío Pimiento”, a “Tato”, que también 9 traspasó llegado a su jubilación. Puede parecer anecdótico este hecho pero tiene su importancia ya que la apertura y comercialización de un establecimiento de estas característica, aún hoy en día, está regulado por el Comisionado para el Mercado de Tabacos, que es un Organismo autónomo de la Administración General del Estado adscrito al Ministerio de Economía y Hacienda. 1944: De la mano de Lorenzo “La Caramela” llega al pueblo la primera bicicleta de la que tengamos testimonio. Cabe recordar que la invención de la misma con el diseño más parecido al que conocemos data de 1890, así que tuvieron que transcurrir más 50 años hasta que la viésemos rodar por este lugar. El 3 de enero de 1944 se produce un grave accidente de ferrocarril en el túnel nº 20 en la localidad de Torre del Bierzo. El tren accidentado era el Correo-Expreso 421 que desde Madrid llegaba diariamente a Coruña y Vigo. Los muertos del accidente oscilan entre los 78 de un acta oficial, hasta los 500 del Libro Guinness, pasando por los probables 250. 29 De este mismo año es el acta que reproducimos a continuación y que nos ilustra sobradamente con su lectura: -El 20-10.-1944 es presidente Don Manuel González Álvarez y Vocales Don Francisco Arias Peña Y Don Rogelio Álvarez López. Levantan acta, junto con la comisión encargada de la traída del agua para la reparación y conservación sucesiva de las fuentes. - “Desde el día de la fecha perderán el derecho a figurar como vecinos de este pueblo, aún cuando residan en él, todos aquellos que no hallan satisfecho las cuotas que se les impusieron para la traída de aguas. Por tanto, no tendrán derecho al aprovechamiento de aguas para el riego ni otros varios, como son leñas, tuérganos, fuyacos, carbón, pastos comunales etc...si alguno de ellos se sobrepasara, será retenido su carro o feije con cualquier clase de aprovechamiento que traiga y, subastado en público concejo, además de exigirle daños y perjuicios ante la autoridad competente. - No se les repartirá el racionamiento, aunque tengan la correspondiente cartilla, pues si ellos se consideran sin deberes, el pueblo los excluye de todo derecho. - Los vecinos que vengan de fuera y fijen aquí su residencia, pagarán 150 pesetas. Si alguien de fuera se casa con persona de aquí y fijen en este pueblo su residencia, pagará 75 pesetas. Pasaran a engrosar estos fondos a los de los dañadores de las fuentes. Serán exigidos por una comisión y todo el vecindario queda obligado a colaborar y descubrir a los dañadores que obran de mala fe, pues de lo contrario se arruinará la traída de aguas que tantos sacrificios costó”. 1945: Un vecino emprendedor, el “El Tío Miguel” inicia la elaboración de gaseosas en un pequeño local de la parte norte del pueblo. El agua de los manantiales del “Brañuelo” ya no se queda en el casco urbano sino que, a través de esta naciente industria, se empieza a distribuir por la comarca. Aquella principiante fábrica tuvo su continuación familiar en la actual “Espumosos López S.L.” De este año reproducimos también este acta: -El 21-1-1945 se acordó solicitar a la compañía eléctrica “la Siderúrgica de Ponferrada”, tenga a bien conceder alumbrado al pueblo en general, especificando el número de luces por vecino, y firmando los vecinos al lado de las luces solicitadas. 30 (Ruinas de los lavaderos de CIRSA. Se han demolido y ya no se pueden ver) 1950-1951: Se conecta la luz de la ELSA desde la mina de MINEX a la población, colocando el transformador a la entrada del pueblo por “Las Linares”. Se permiten los “Arrotos” de los parajes de “Ramines” y “Los Mozones”. Aunque el terreno era duro de roer, en esa época se empieza a usar el arado de hierro. Este resistía mejor las piedras y las raíces, así que se rompía menos. 1954: Un grupo de amigos o compañeros (Heriberto, Antonio, Avelino y Aniceto, más tarde Domingo) crearon la orquesta “Flor” y extendieron su música por distintos lugares de la provincia. Alguno de los componentes, si insistimos mucho, aún nos deleita con sus melodías. En este mismo año hubo un intento de prestar el servicio de viajeros por Boeza que emprendió Venancio Rojo “El Pollo”. Compró un pequeño autobús, al que cuenta llamaba “La Rubia”, y como no tenia licencia para conducir contrató a un conductor de Almazcara, pero el empeño duró poco; suponemos que el precio del billete y número de viajeros no era rentable (las subvenciones estatales a este tipo de servicios y otro muchos aún tardarían muchos años en llegar). 1957-1958: Se construye el “Puente de La Pinilla” donde demuestran sus conocimientos los canteros del pueblo como Tío Tono, “Lico”, Logio, “Furriel”…. Desde Boeza y llegando al pueblo daban la bienvenida al viajero los lavaderos de una mina, pero además el camino se bifurcaba en dos puentes muy cercanos ambos. Parecía una revolución de accesos en toda regla. Por estos mismos años inicia la empresa “Balín” un servicio de viajeros por el camino de “Las Canadales” pero no tenía una frecuencia diaria. Era fácil adivinar su llegada en los meses de verano, pues el polvo que levantaba por “El Toral”, “La Grisuela” y “El Rollo” se vislumbraba casi desde cualquier lugar en que te encontraras. También, posteriormente “El Embustero” recogió el testigo de “Balín” pero, de igual modo que años ante “El Pollo”, abandonó y a las pobres gentes de Quintana no le quedaron mas que el burro y sus piernas. 1958: Se construye la carretera de Bembibre a El Valle. Es de destacar este evento porque la previsión de la Diputación de León, promotora de la obra, era 31 continuar la misma hasta Quintana. El trayecto más corto desde el pueblo a Bembibre es sin duda utilizando esta vía. Los vecinos siempre la usaron para acercarse a allí, no sólo para los ya referidos transportes con carro, sino para otros menesteres a caballo, en burro o a pie, pues la distancia entre los dos núcleos se acorta unos seis km. La idea de D. José Eguiagaray Pallarés, presidente de la Diputación, era unir El Valle con Quintana y a la altura de “Rabinas” (por donde siempre fue el camino) hacer un ramal para Cabanillas y San Justo, pero estos se opusieron porque querían un enlace directo para ellos desde El Valle. A tal pretensión la famosa frase del Presidente: “Me es más barato traer a vivir a la calle de Ordoño II a los habitantes de Cabanillas y San Justo que construir la carretera en esas condiciones. La vida da estos disgustos y Quintana se quedó sin la ansiada carretera. Aproximadamente sobre el año 1959 empieza a realizar el servicio de viajeros de Bembibre a Boeza la empresa Fernández, lo que supone que a la distancia de poco más de cuatro kilómetros de caminata ya puede uno enlazar, dentro de lo posible, con un medio de transporte eficaz. En la década de 1950 hay que destacar las múltiples fraguas de las que dispuso el pueblo, Todos los hermanos “Los Pinto” (Aurelio, Victorino, Angelón, Lico, Tono) tenían la suya propia. Y varios vecinos más también, entre otros “Pellejón”, el “Tío Sierra”, Federico…. Llegan además las primeras cocinas de hierro con depósito donde se podía tener agua caliente al efecto. Decían que las mejores eran las del número 9 y se traían de Vizcaya. Las dos primeras también pertenecieron a “Los Pinto”, Aurelio y Baltasara. Cabe destacar en el mismo período el gran número de Telares (Flora, Saturna, Manuela, etc. ) donde se hacían verdaderas obras de arte (los mantones) con los trozos de telas que ya no se usaban. Eso si era reciclaje en regla. Merecen especial mención los molinos arineros de agua que llegaron a ser más de una decena: dos en Minex, uno en “La Pinilla”, uno en Las Escuelas, “Rengas”, “Pontón”, “La Patoya”, cuatro más por los parajes de “Carrallabrada” y “La Canalina”, y uno “El Nuevo” en la fábrica antigüa de la luz. Como se sembraba mucho y se molía también mucho no podían faltar hornos para cocer pan. Se podían contabilizar entre veinte y treinta hornos. 32 Molino de La Canalina en restauración PRIMEROS PASOS HACIA EUROPA En el año 1960 se construyen de hormigón los puentes que unen las dos orillas del arroyo. Eran de madera y todos los años había que repararlos y renovarlos. El “Tío Pepón” fue el adjudicatario de las obras. La llegada del cemento permite otro tipo de construcción más resistente. El dinero necesario se consigue con la venta de la madera de “La Devesa” que cortaban los mozos del pueblo y se vendía a comerciantes de ese sector. 1961: Hacia cinco años (1956) que habían comenzado las primeras emisiones regulares de televisión en España pero por estos lugares aún se seguían las noticias por medio de las radios fijas y se dejaban ver los transistores y porta-casetes que, principalmente, traían los emigrantes. Sin embargo en este año aparecen los primeros receptores de televisión en el pueblo. El bar de Benito y Nely, situado junto a la Iglesia, coloca uno de estos. Las antenas se sitúan en el denominado “Castro Rubio” (“Las Estorcas”) para poder captar la onda y los cables se extienden ladera abajo hasta alcanzar los aparatos. Su ubicación era en terrenos particulares y el tendido también cruza fincas con dueño, pero una vez más la caballerosidad y la amistad hacen la ardua tarea de aunar esfuerzos. Ver Eurovisión, los Barcelona-Madrid o el “Tiempo” en el Telediario para saber si al día siguiente se puede ir a segar “El Llarguín” o no, bien merece la pena dejar que pase el cable junto a las zarzas o el castaño, pues no les hace daño. 1964: Llega el servicio telefónico al pueblo. Aunque de forma un tanto arcaica, pensarán muchos, pues sólo se instala un aparato en casa de Pepe y Florinda. Por fin la gente de Quintana podía comunicarse con sus familiares a través de ese medio. Ya no sólo eran las cartas que “Mero el Cartero” llevaba y traía con su caballo desde Noceda. El llamar desde allí a otro lugar era bastante sencillo (algunas veces teníamos lo que ahora llaman los peritos “overbooking”), pero la verdadera traca 33 se producía cuando desde la distancia se intentaba comunicar con alguien del pueblo. Había que dar avisos, muchas veces previos, y esto muchas veces era una odisea. Aún con todos esos inconvenientes el hecho supuso un gran avance, pues te enterabas de un acontecimiento en tu familia con relativa prontitud. Sin ese artilugio podíamos tardar muchos días para saber de la noticia, aunque ahora no sólo la conocías tú sino todos los que estaban tomando el vermouth o comprando el pan. “La tienda de Cabezo” era como el comienzo de las grandes superficies de hoy que conocemos como “Centros Comerciales y de Ocio” donde encontramos de todo. Allí, además del teléfono y chatos de vino, había panadería casera, conservas, ferretería, menaje, prendas de vestir, calzado… y salón de baile o cine según terciara el día o la celebración. Una solemnidad para el recuerdo era, cuando en las vísperas a las “Fiestas Patronales”, las mujeres se reunían en torno a cubos y calderos para batir los huevos y hacer los roscones, que metía en el horno donde Pepe igualmente cocía el pan. 1965: Antonio de Ceferina y Benito de Nely compran, el día 7 de septiembre según nos declara el propio Antonio, un Land Rover y comienzan a realizar un concierto de traslado de viajeros por el Camino de las Candales. Este fue el primer servicio de transporte público propiamente dicho con el contó el pueblo y único durante mucho tiempo. Posteriormente se separarían organizándose individualmente con lo que el beneficio para los vecinos fue mayor al poder contar con dos vehículos. Las décadas de los 60 y 70 es cuando Quintana supera los 600 habitantes, pero es también cuando comienza la diáspora en busca de otros trabajos mejor remunerados y de perspectivas más halagüeñas. La emigración a los países europeos como Alemania, Francia y Suiza se hace patente, igual que en el resto de España, en esta localidad. Casi todos regresaron, alguno incluso falleció y allí quedaron sus restos para siempre, pero a la vuelta ya no se asentaron en Quintana sino en núcleos de mayor pujanza económica. Su pretensión no sólo era la de ganar ellos en calidad de vida sino además la de proporcionar a sus hijos un futuro mejor. Durante La Navidad de 1970 (21 de Diciembre 1970 al 3 de Enero 1971) se produce en la península Ibérica una de las mayores olas de frío de las que se conservan datos. Aunque no hay constancia de las temperaturas que se 34 (En estas fotografías se puede observar el contraste del aspecto que tenía las calles en la segunda de la década de 1960 y actualmente. Son frente al bar “La Calzada” y desde ese mismo lugar la calle en dirección norte, donde el reguero fue canalizado bajo el asfalto cuando se instaló el agua corriente en las casas). 35 RED ABASTECIMIENTO DE AGUAS A LAS VIVIENDAS. 2009B 36 ASÍ ESTÁN NUESTRAS CALLES EN MARZO 2009B alcanzaron en el pueblo, baste decir que debieron ser bajísimas. La ciudad de León registró -11º y -13º los días 27 y 29 de diciembre respectivamente. Además los chorros de las fuentes ornamentales se helaron por completo creando un gran espectáculo visual. Los que mejor sufrieron ese temporal fueron los que habían salido a estudiar 37 fuera, pues las calefacciones de la gran mayoría de los colegios habían reventado y el comienzo del segundo trimestre se retrasó hasta finales de enero. 1972: Habían pasado 30 años desde la llegada del agua a las fuentes pero aún no estaba en la casas. Además, aunque se hacían esfuerzos por ubicar pozos de desechos, estos no servían de mucho y por las calles corrían los desagües de casas y cuadras. Pero este año, por fin y mediante fondos de la Diputación, se realiza el alcantarillado general y la acometida de agua potable en las casas, aprovechando los mismos manantiales de “El Brañuelo” (traída del agua a tres fuentes en el año 1942) y la construcción de un depósito. A partir de ahora “El Lavadero” pasaría a la historia pues ya se podía instalar en la casas, para descanso de tantas mujeres, la lavadora. El año 1973 está marcado a nivel nacional por la llegada al Ministerio de Educación de D. Julio Rodríguez Martínez que estableció el año escolar “Juliano” (así llamado en referencia a su nombre), consistente en hacerlo coincidir con el año natural. Así pues, los estudiantes de Quintana no comenzaron el curso 1973-1974 hasta enero de 1974 (las vacaciones de verano duraron hasta navidad) con vistas a finalizarlo en diciembre del mismo año. Sin embargo, una vez iniciadas las clases en enero, cesan a Julio como ministro y en su lugar nombran a D. Cruz Martínez Esteruelas. No fue nada extraño que nada mas tomar posesión vuelva a decretar que el curso, al igual que en el resto de países europeos, comience en otoño y finalice con la llegada del verano. Para ajustarlo de nuevo, se recortaron un poquito las materias y se alargó hasta julio la finalización de las clases. Todo esto no sería tan curioso si no fuera porque el tal Cruz Martínez era hijo de un señor criado en Quintana. Una de las maneras de prestar atención a los niños hospicianos era entregarlos a las familias que los solicitaran a cambio de una prestación económica, se suponía que para cuidarlos y educarlos. La cruda realidad es que los utilizaban para las tareas mas agotadoras con mala alimentación (para casi todos los miembros de la casa era mala pero para estos peor) y con apenas tiempo de aprender a leer o escribir. Es fácil distinguirlos por el apellido “Blanco” que todos llevaban por no ser reconocidos por alguno, incluso los dos, de sus progenitores. En cuanto alcanzaban los catorce o dieciséis años trataban de independizarse y algunos permanecieron el pueblo por el cariño o amistad que les vinculó a las personas con las que habían compartido esos años. Sin embargo, otros se fueron buscando un provenir mejor y quizás a sus ascendientes. En fin, volviendo al aludido Cruz, algunos vecinos con la sana intención de solicitar su ayuda para el pueblo donde había correteado su padre, acudieron a él y, aunque parezca mentira, les recibió y mantuvieron una entrevista cordial. Pero todo se quedó solo en eso: saludos, complacidos, conforme… 38 (Panorama de un rincón del pueblo a finales de los años 70 y en la actualidad) 1975: De nuevo el espíritu de “Fuenteovejuna” –todos a una-, por el que siempre se caracterizó este pueblo, se pone de manifiesto al dotar de cemento las principales calles de la localidad. Fue un arduo trabajo de todos los vecinos que además pusieron utensilios y herramientas que nunca recuperaron. Pero la obra ahí quedó para disfrute de propios y demostración del resto de poblaciones. Un muchacho joven y alegre se atrevió a remitir a un periódico provincial un pequeño artículo que 39 repr oduc imos a conti nuac ión. Se trata ba de José Luis Vidal , bom bero que falle ció, años mas tard e, en acto de servi cio en la ciudad de Valladolid. Mientras la política sufría la convulsión de la muerte de Franco, el pueblo aunaba esfuerzos para dejar libres de barrizal son dos principales arterias urbanas. 1976: Llega la democracia al país y también en el pueblo de vislumbra la luz de los nuevos aires de libertad. La claridad llega a las calles y se instala un alumbrado público con determinados elementos que ya no depende sólo de la buena voluntad del pedáneo para colocar una bombilla en determinada esquina. A partir de ese momento no se podían hacer trastadas amparándonos en la oscuridad, pero había mejor forma de acercarse a jugar la partida en el bar o avisar al vecino para que fuera a regar el “prao de Chanos”. Incluso en las noches bochornosas de verano, algunos empezaban a permitirse el buen hábito de realizar paseos nocturnos. 1979-1980: Se construye la carretera de Noceda hasta Quintana. Es de resaltar la forma en que, la inmensa mayoría de los vecinos ceden, sin contraprestación alguna, parte de sus tierras. Igualmente realizan, en muchos casos, de manera particular y coste propio los trabajos de contención de los terrenos y el acceso a los mismos. Primero se realiza la explanación y asentamiento del firme para posteriormente (dos años) asfaltarla. Pero ya con la primera de estas tareas – explanación y firme compacto- se consigue el servicio regular de viajeros, que actualmente persiste, desde Bembibre a través de la empresa Autos Pelines. 1981: Mediante la compra de unos terrenos por parte de los vecinos en el Humiral, junto a las escuelas llamada “Nuevas”, se inicia la instalación de zonas 40 deportivas y de recreo. En este lugar se construye posteriormente la denominada Casa de Cultura. En el transcurso del año se amplía el cementado de más calles con el esfuerzo de la gran mayoría de vecinos. (Grupo de vecinos cementando la calle de Los Rabanales) 1982-1985: Se prolonga la carretera que venía desde Noceda hasta Boeza continuando a Igüeña y se realiza el asfaltado de la misma. 1989: Mediante RD 2248/1984, de 28 de noviembre, sobre extensión del servicio telefónico en el medio rural, se determina la implantación de esta utilidad en todos los pueblos del territorio español. A Quintana llega con un poco de retraso –5 años-, pero llega y todos los vecinos, de forma individual, tienen la posibilidad de conectarse a la red telefónica. Durante las fiestas del 15 de Agosto de este año se da un hecho curioso en el pueblo: Debido al número de solteros que habitan en el mismo, se prepara una caravana de mujeres que tiene eco en los principales medios de difusión como puede apreciarse en la referencia del teletexto que se detalla. No se puede hacer crítica alguna ni a favor ni en contra, simplemente decir que, fruto de aquel encuentro y otro posterior, no se produjo pareja alguna. 41 1990: Se hace público en el Boletín Oficial de Castilla y León, de 13 de Noviembre el DECRETO 212/1990, de 8 de noviembre, por el que se declara de utilidad pública y ejecución urgente la Concentración Parcelaria de la zona de NocedaQuintana de Fuseros (León). La urgencia brilla por su ausencia, pero en los Presupuestos de la Junta de CyL para 2009, según los distintos medios de comunicación, se tiene en cuenta esta iniciativa tan esperada durante muchos años. El Pleno de las Cortes de Castilla y León aprobó hoy con los votos a favor del PP y la abstención del PSCL y UPL, los Presupuestos Generales de la Comunidad para 2009, que ascienden a 10.584 millones de euros, un 1,93 más que este año, y la inclusión de seis enmiendas de la oposición y tres transaccionadas por valor de 1,3 millones de euros… Por otra parte, las Cortes de Castilla y León aprobaron la introducción de tres enmiendas en la Consejería de Agricultura por valor de 400.000 euros, dos más en Familia con un coste de 700.000 euros y una transaccionada en Cultura por 200.000 euros… Así, en la Consejería de Agricultura y Ganadería, que cuenta con un presupuesto total de 676,59 millones de euros, se incorporaron tres enmiendas del Grupo Parlamentario Socialista (las números 30, 32 y 33) que hacen referencia al inicio de las obras de concentración parcelaria en Noceda-Quintana de Fuseros, a la ampliación de la partida presupuestaria para la concentración parcelaria en La Tuda y la realización de caminos rurales en la Reserva de Villafáfila. 1997: Se publica en la Revista de Folklore patrocinada por Caja España y la Fundación Joaquín Díaz el artículo “Lengua y tradicción del Bierzo Alto (I) de Aníbal Arias Barredo, donde se da a conocer el lenguaje de esta comarca. Y nada mejor para 42 ello en palabras del autor: ”… ofrecer las representaciones de mi pueblo natal Quintana de Fuseros, sencillamente porque es lo que mejor conozco, un material de primera mano, objeto de vivencias personales en la casa y en la calle”. Todos los que deseen conocer algo de esta localidad sólo tienen que recrearse con la lectura de los contenidos de estos articulos. 2003: En este año se organiza la 1ª Ruta MTB Quintana de Fuseros con gran éxito de público y participantes. Desde ese año se ha venido convocando sin interrupción y fruto de la superación de este acontecimiento es que en el año 2009, el pueblo acogerá la “Final de la VI copa Hispabike de BTT” que se celebró el sábado 13 de junio por la tarde para la categoría de escuelas y el domingo 14 de junio por la mañana la Gran final de dicha prueba donde pudimos no sólo ver sino también disfrutar enormemente con las Avd. San Mamés , 69 * TLF. 987 227 254* León categorías: Cadete, Junior, Sub-23,Eltite y Master. El Ayuntamiento de Igüeña, la Asociación Juvenil de Quintana de Fuseros, el Polideportivo Bembibre BTT,y el CD Publimar, hicieron todo lo posible para que fuera un gran éxito esta fiesta de BTT. Ese mismo año de 2003 se hace pública la web www.fuseros.org de Ovidio Molinero Segura donde se da a conocer Quintana de Fuseros desde distintos aspectos como historia, etimología, vestigios, etc. 2007: Ildefe –Instituto Leonés de Desarrollo Económico, Formación y Empleo- es la sociedad municipal del Ayuntamiento de León que se encarga de la promoción económica y el fomento del empleo. Desde su fundación en el año 2000, Ildefe desarrolla diversas actuaciones especialmente orientadas a emprendedores. En este contexto de apoyo permanente al espíritu emprendedor, Ildefe ejecuta el proyecto Imagina de la iniciativa comunitaria Equal, desde marzo de 2005 a diciembre de 2007. Los inventores -personas imaginativas, creadoras, emprendedoras- son los protagonistas de la revista “Nuestros Inventores”. La publicación de 2007 refleja, a través de entrevistas, la experiencia de 23 innovadores –particulares y pequeñas empresas, principalmente- que demuestran cómo la innovación puede estar presente en los más diversos sectores y aspectos de la vida. 43 Una de las seleccionadas fue: Sistema modular de corte longitudinal. Descripción: Sierra que permite hacer cortes en diversas posiciones y longitudes. Está planteado para cortar madera, pero puede utilizarse para otros materiales. Aplicaciones: Cualquier superficie plana. Estado: Patente a nivel nacional. Ventajas: Por su reducido tamaño permite cortar tablas en árboles de grandes dimensiones que se encuentran en lugares de muy difícil acceso. Nombre del inventor: Olegario Segura Parrilla. Profesión: Mecánico Edad: 55 años. Lugar de nacimiento: Quintana de Fuseros (León) .Lugar de residencia: Rodanillo (León). Olegario Segura, apostilla el autor del artículo, ha inventado una sierra que permite un corte de gran longitud sobre cualquier material. Su reducido tamaño permite que se pueda transportar a cualquier lugar, en especial a aquellos de difícil acceso. DEMOGRAFÍA Población de Quintana en años anteriores a 1950: 1591: 55 vecinos. 1753: 75 “ (Quintana 66 y Herrerías 9) 1787: 77 “ (Quintana más Herrerías) 1797: 260 habitantes. 1843: 200 “ 1881: 280 “ 1900: 290 “ 1910: 250 “ 1920: 317 “ 1930: 360 “ 1940: 534 “ Población de Quintana en los últimos 58 años, por año y número de habitantes censados. 1950: 496 1975: 622 2001: 328 1956: 571 1981: 538 2006: 288 1960: 618 1986: 504 2008: 267 1965: 667 1991: 398 1970: 648 1996: 360 OTROS DATOS PRESIDENTES DE LA JUNTA VECINAL: 1934: Felipe García 1936: Manuel Álvarez Arias 1939: Ángel Álvarez García 1942: Manuel Álvarez Arias 1944: Manuel González Álvarez 1947: Isidro Segura Segura 1949: Isidro Segura Segura 1952: Isidro Segura Segura 1954: Valentín Molinero Álvarez 44 1959: Rogelio García Arias 1961: Valentín Molinero Álvarez (Escuelas) 1963: José Antonio Álvarez Castro 1965: José Antonio Álvarez Castro 1968: Isidro Álvarez Vega 1969: Manuel Álvarez Arias 1971: Eloy Castro Arias 1979: Adolfo Segura García 1983: Francisco Espinosa Marqués 1987: Eloy Castro Arias 1991: José Crespo García 1995: Antonia Rojo García 1999: Juan Santiago Segura 2003: Isidro Álvarez Barredo 2007: Isidro Álvarez Barredo 2011: Isidro Álvarez Barredo COMPARATIVO CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA (1750-1754) Nombre de 1 la población Mineria y 17 manufactura QUINTANA DE FUSEROS HERRERIAS DE MARCIEL FOLGOSO DE LA RIBERA 1 casa 8 molinos 6 molinos fragua + 3 4 lagares arruinadas LA RIBERA DE FOLGOSO BOEZA IGÜEÑA 8 molinos 3 lagares 1 batán/pisón 5 molinos 10 molinos 18 Esquilmos 201 49 135 73 186 200 66 9 63 30 90 157 casas 97 pajares 9 casas 4 pajares 1 corral 108 211 casas 98 pajares 34 bodegas 67 ccc 139 casas 54 pajares 12 bodegas 41 ccc 82 casas 74 pajares 19 solares 217 casas 98 pajares 14 casas arr. Nombre de 1 la población COLINAS LOS MONTES URDIALES NOCEDA CABANILLAS SAN JUSTO DE CABANILLAS Mineria y 17 manufactura 5 molinos 4 molinos 3 molinos 2 pisones 41 molinos 5 molinos 7 molinos 256 160 33 143 14 103 48 29 24 24 casas 12 pajares 13 terrados 180 44 63 289 casas 112 pajares 84 casas 49 pajares 115 casas 55 pajares 19 Colmenas 20 Ganadería 21 Vecindario 22 Casas 18 Esquilmos 19 Colmenas 20 Ganadería 21 Vecindario 22 Casas Nombre de 1 la población 47 casas 28 casas 19 7 pajares pajares 7 terrados 9 terrados QUINTANA DE FUSEROS ROZUELO EL VALLETEDEJO VILLAVICIOSA DE PERROS BEMBIBRE PONFERRADA 6 molinos 1 molino 3 lagares 2 molinos 4 lagares 3 molinos 2 lagares 10 molinos 6 hornos 12 lagares 10 molinos 1 cortijo de fábrica-suela 201 21 105 5 63 48 Mineria y 17 manufactura 18 Esquilmos 19 Colmenas 20 Ganadería 45 21 Vecindario 22 Casas 66 31 157 casas 97 pajares 39 casas 20 pajares 61 bodegas 78 112 casas 51 pajares 47 solares 81 bodegas 21 138 + 2 ext 510 45 casas 16 pajares 10 bodegas 164 casas 69 pajares 18 bodegas 20 solares 570 casas 46