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LEY DE VÍCTIMAS EN COLOMBIA: DEBILIDAD DE LA NORMA Y
MOVILIZACIÓN INSTITUCIONAL1
LAW OF VICTIMS IN COLOMBIA: WEAKNESS OF THE NORM AND
INSTITUTIONAL MOBILIZATION
Jhon Jairo Martínez González1
Recibido: 18 de septiembre de 2015 - Aceptado: 30 de octubre de 2015
Resumen
inductivas en el modelo clásico de la ciencia, con el apoyo de herramientas cualitativas enmarcadas
en la hermenéutica jurídica, la revisión de los limitantes y obstáculos al desarrollo del espíritu
normativo de la Ley de victimas en Colombia. Se parte del presupuesto de que la restitución de
el consecuente aumento del número de víctimas. Concluye el trabajo examinando como la posible
aplicación errada de esta normatividad podría re-victimizar a los grupos sociales afectados por el
desplazamiento sistemático y cuasi estructural que afecta al país.
Palabras clave: Ley 1448 de 2011, Ley de Victimas, Restitución de tierras, debilidad de la norma,
revictimización.
Abstract
of science, supported by qualitative tools framed in legal interpretation, review of the constraints
and obstacles to the development of the regulatory spirit victims Law in Colombia, based on the
damage to third parties with the consequent increase in the number of victims. The work concludes
by examining the possible misapplication of the regulations could re-victimize the social groups
affected by displacement and quasi-systematic structural affecting the country.
Keywords: 1448 Act 2011 Act Victims, restitution of land, weak rule revictimization.
Abogado de la Corporación Universitaria de Colombia IDEAS, Especialista en Derecho Administrativo de la Universidad Libre; candidato
a magister en derecho de la universidad Sergio Arboleda. Actualmente se desempeña como notario único del municipio San Benito Abad
en el departamento de Sucre. Contacto: jhonjairom@gmail.com
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Jhon J. Martínez G. - Ley de víctimas en Colombia: debilidad de la norma y movilización institucional
Introducción
–¿Qué quieres saber ahora? –pregunta el
guardián–. Eres insaciable. Todos se esfuerzan
por llegar a la Ley –dice el hombre–; ¿cómo es
posible entonces que durante tantos años nadie
más que yo pretendiera entrar? El guardián
comprende que el hombre está por morir, y
para que sus desfallecientes sentidos perciban
sus palabras, le dice junto al oído con voz
atronadora: –Nadie podía pretenderlo porque
esta entrada era solamente para ti. Ahora voy a
cerrarla (Kafka, 1983, p. 1133).
Desde que Colombia ingresó a estudiar
fáctica, se han realizado, intentos sistemáticos
de mas de 50 años de una guerra no declarada
con víctimas en toda la geografía nacional,
además de una cifra inconmensurable en la
destrucción del tejido social, la fragmentación
de la nación y la pervivencia de zonas grises y
alter legales en el territorio nacional. Producto
de estos intentos, es el informe ¡Basta Ya! del
Grupo de Memoria Histórica (2013), quienes
han logrado contabilizar las cifras y aproximarse
a una descripción del horror y la tragedia
humanitaria.
Al día de hoy poseemos más de 6 millones
de personas en condición de desplazamiento
forzoso, casi 30 mil desaparecidos, el 15% de
los habitantes de Colombia han resistido de
10% de las victimas del país han podido ser
reparadas y hasta el momento la Unidad de
Restitución de tierras contabiliza mas de 3.5
millones de hectáreas despojadas (Grupo de
Memoria Histórica, 2013).
Para hacer frente a esta magnitud de las
por Colombia, se ha estructurado un andamiaje
legal que posibilite viabilizar la reparación de
las victimas y resarcir en el marco de una justicia
restaurativa a las victimas y posibilitar transitar
el anhelado camino de la paz. Una de esas
intencionalidades es la ley 1448 de 2011. De
acuerdo a uno de sus ponentes el senador Juan
Fernando Cristo (2012, p. 10), en su exposición
de motivos precisaba cual era el alcance de esta
normatividad:
El objetivo principal de esta es el de conformar
una política de Estado en términos de
asistencia, atención, protección y reparación
normas internacionales de derechos humanos
o infracciones al Derecho Internacional
Humanitario. Ya en materia más precisa, la ley
1448 busca cobijar integralmente a las víctimas,
mediante mecanismos de asistencia, atención,
prevención, protección, reparación integral
con enfoque diferencial, acceso a la justicia
y conocimiento de la verdad. Esto, por medio
del ofrecimiento de herramientas para que
estas reivindiquen su dignidad y desarrollen su
modelo de vida.
victima acorde a la dimensión de las causas
alternativas jurídicas como la de la inversión de
la carga probatoria para el caso de los procesos
de restitución de tierras tal y como nuevamente
lo precisa Juan Fernando Cristo (2012, p. 12):
En este punto, cabe resaltar uno de los
principios que inspiraron la ley que es el de
la buena fe. Partiendo de este, en los procesos
denunciados, se invierte la carga de la prueba
información contenida en la denuncia y, en
otros casos, el que se vería afectado por la
pretensión de la víctima –sobre todo en temas
de restitución– quien debe probar que actuó
de buena fe, para que le sea compensada su
pérdida a raíz de un hipotético fallo a favor de
la víctima que lo llegase a perjudicar.
Al ser aprobada esta ley, surgen una serie de
acciones que implica un rediseño institucional
para poder movilizar las acciones del Estado y
una coordinación de las instituciones del Estado
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Colombiano, en pos del cumplimiento de los
objetivos trazados por la reglamentación de esta
ambiciosa directriz jurídica.
Un elemento vital de la normatividad es el
reconocimiento la magnitud del despojo y el
poder alter-legal de los grupos paramilitares en
hacer una contrarreforma agraria que propicio
la concentración y centralización de la tierra en
los grupos tradicionalmente hegemónicos en
Colombia. Al respecto Luis Jorge Garay (2012, p.
15) caracteriza la problemática rural partiendo
de la informalidad agraria y de las exclusiones
de la misma en los sistemas tradicionales de
propiedad:
El patrón de despojo devela claramente
la estructura rural del país: la excesiva
concentración de la propiedad y el elevadísimo
grado de informalidad en la relación jurídica
del campesinado con la tierra. En general, se
puede decir que más del 40% de la tierra en
Colombia no está formalizada, en términos
jurídicos, por parte de los campesinos,
puesto que no cuentan con los derechos
adquiridos en calidad de propietarios, según
la normatividad prevaleciente, al no disponer
de escrituras debidamente registradas. Es así
como solamente el 21,5% de los campesinos
que han sido despojados o han tenido que
abandonar forzosamente su tierra cuentan con
escritura registrada, es decir, son estrictamente
propietarios en el sentido jurídico del término
según el Código Civil colombiano.
Si a esta problemática sumamos el análisis de
James Robinson (2014) sobre la debilidad del
Estado Colombiano desde la visión de una
sociedad dual, es decir una sociedad cuyas
instituciones son fuertes en el centro, pero
débiles en la periferia, tendremos un ámbito
para pronosticar la debilidad de la normatividad
para las víctimas y en particular, estaríamos
asistiendo nuevamente a unas expectativas
fallidas dada el poco empoderamiento de los
grupos y asociaciones de víctimas en Colombia
tal y como lo señaló en su momento el análisis
de Latorre (2015), cuando explicaba los efectos
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de la sentencia T-025 en las comunidades y
grupos de desplazados en Colombia.
En este orden de ideas, y después de hacer una
aproximación preliminar a los problemas sociales
que enfrenta Colombia para hacer operativo el
intenta responder la pregunta problema: ¿cuales
son los limitantes estructurales y jurídicos que
debilitan la práctica jurídica emanada de la ley
1448 de 2011?.
Para iniciar la respuesta a esta pregunta, debemos
partir de las premisas jurídicas fundamentales,
derecho, y a la luz de tales postulados demostrar
como la ley 1448 de 2011, reconoce derechos
de algunos, conculcando los de otros y si bien
es cierto, les restituye a unas personas sus
derechos iniciales, a otras se los vulnera. De ahí
que el objetivo general implique caracterizar los
limitantes estructurales y jurídicos que impiden
la viabilidad normativa de la ley 1448 de 2011.
La metodología empleada en este trabajo de
y herramientas propias de la metodología
hermenéutica jurídica. Se revisaron la legislación
y la jurisprudencia, en torno a la ley en estudio;
en la fase de análisis de bibliografía secundaria.
De igual forma, se analizaron revistas y
periódicos durante el año 2011 al año 2015. La
estructura del trabajo se plantea en un solo ítem
que pretende analizar la debilidad de la norma
y la posible revictimizacion que ella conllevaría.
1. Debilidad de la norma y revictimización en
la ley 1448 de 2011
Comencemos señalando los vacíos de la
normatividad analizada. De ahí que sea
Enrique Vélez, Superintendente de Notariado y
registro (Diario El Colombiano, 2015):
Tenemos las falsas víctimas. Tengo que
reconocer que en Colombia pareciera que
Jhon J. Martínez G. - Ley de víctimas en Colombia: debilidad de la norma y movilización institucional
hiciéramos la ley y están buscando cómo hacer
la trampa y cómo aprovecharse de esa ley.
Hemos recibido denuncias recientes de falsas
víctimas fundamentalmente en Antioquia,
Córdoba, Santander y Sucre, donde personas
que vendieron muy bien sus predios, después
dicen que los amenazaron, que compraron
muy barato. El argumento que dan es el valor
de la escritura que es el avalúo comercial,
que obviamente es muy bajito y con ese tipo
de argumentos se han presentado. Esa es una
Además, el país se tendría que preparar para
el tema catastral porque uno dice me pagaron
muy barato, pero claro, pagaron fue lo que
inicialmente estaba en la escritura pública,
pero detrás de la escritura pública, esta el mejor
de los negocios en Colombia en lo rural, es que
el avalúo catastral que puede estar en el 20 o el
30 por ciento, y en una denuncia en la Unidad
de Restitución a usted le dicen: a usted sí lo
engañaron, pero realmente el pago pudo haber
sido distinto y no pudieron ser organizados en
guardar un cheque o el avalúo comercial. Esas
Aunado a lo anterior, es factible encontrar
en el panorama noticioso Colombiano las
estas preocupaciones (Noticias RCN, 2015) y
señalan todos los porblemas que ha generado la
plaicacion de la Ley 1448 de 2011:
“Cartel de falsos reclamantes de tierras puso
en alerta al Gobierno ya que tres de cada diez
solicitudes de restitución de tierras han sido
presentadas por ‘avivatos’. Un cartel de falsos
reclamantes en el programa de Restitución
de Tierras fue denunciado por el Gobierno y
congresistas. “El 30% de los reclamantes han
resultado falsas víctimas”, aseguró Aurelio
Iragorri, ministro de Agricultura. Por su parte,
Armando Benedetti, senador del Partido de
la U, comentó que hasta el momento no hay
ninguna denuncia sobre el tema. En tres años
hacen pasar por unas víctimas falsas y entonces,
¿no hay ningún preso por eso?”, dijo el senador.
Líderes de la oposición advirtieron que los
campesinos no están dispuestos a dejarse
quitar las tierras para ser entregadas a falsas
víctimas. Senadores de la Unidad Nacional y
de restitución de tierras para evitar el fracaso
de la misma”.
espíritu de la ley de víctimas, argumentando,
que aún es demasiado temprano para hacer un
balance y que falta sincronizar a las instituciones
del Estado, tal y como lo plantea el Director
territorial del Magdalena Medio de la Unidad
de Restitución de Tierras, Fabio Andrés Camargo
Gualdrón (Vanguardia.com, 2014):
El proceso de restitución de tierras es legal, es
un proceso que ha seguido incluso estándares
internacionales que Colombia acogió en la Ley
1448 de 2011. Después que se adelanta una
investigación administrativa y pasa ante los
jueces, y termina el proceso en una sentencia
favorable, decir que hay falsas reclamaciones
realmente no es racional. Es impensable que
con una autoridad administrativa y unos jueces,
o en el caso de los tribunales conformados
por tres magistrados de restitución que están
capacitados en el tema de restitución, se cuele
una falsa víctima. La restitución de tierras
primero es un derecho para las personas que
fueron víctimas de despojo por la violencia,
pero también es una obligación del Estado
compensar aquellos terceros que se encuentran
en los predios y que los adquirieron de buena
fe, exentos de culpa. Esa buena fe exenta de
jueces y los magistrados revisan en cada caso
para determinar si hay derecho al pago de la
compensación.
Veamos ahora elementos mas particulares de la
ley 1448 del 2011 y en especial el tema de la
heredad. En el artículo 3 de la ley, se establece
que: se consideran víctimas, para los efectos
de esta Ley, aquellas personas que individual
o colectivamente hayan sufrido un daño por
hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985,
como consecuencia de infracciones al Derecho
Internacional Humanitario o de violaciones
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de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión
También son víctimas el cónyuge, compañero o
compañera permanente, parejas del mismo sexo
y familiar en primer grado de consanguinidad,
primero civil de la víctima directa, cuando a
ésta se le hubiere dado muerte o estuviere
desaparecida. A falta de éstas, lo serán los
que se encuentren en el segundo grado de
consanguinidad ascendente.
Sobre el particular, es importante recalcar
que esta norma desconoce los derechos de
los herederos, aun siendo estos menores de
edad. Además nuestro ordenamiento jurídico
establece una serie de requisitos para que a una
persona le correspondan parte de los bienes de
otra y es así, como en el caso de compañeros
permanentes, para poder acceder a esos bienes,
se debe declarar la existencia de una sociedad
patrimonial de hecho; y para hacerlo, se requiere
que este en estado de soltería o que estando
casado, haya liquidado su sociedad conyugal
por lo menos un año antes de la convivencia,
condición que no fue considerada en esta ley.
Sumado a lo anterior, la norma aludida, no
considera aquel evento, en el que el compañero
permanente tiene a su nombre otros bienes
que se pudieron haber adquirido dentro de
la convivencia y que deberían hacer parte
de una sociedad patrimonial, la que una vez
liquidada, debería permitir que los bienes que
le debieron corresponder a la víctima fallecida
o desaparecida, puedan ser adjudicados a sus
herederos.
Esto permite inferir, que esta disposición
normativa reduce la masa herencial y que
pese al deber de vigilar con especial celo
las reglas sucesorales, cuando dentro de un
juicio hay menores de edad, a sus derechos
hereditarios, se le ha suprimido el porcentaje de
una sociedad patrimonial de hecho, que no ha
sido previamente declarada y que además no
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inmiscuye los bienes que tuviera ese compañero
permanente y que como ya se dijo, pudieron ser
adquiridos en la convivencia.
De otra parte, es conveniente revisar el contenido
del artículo 78 de la misma ley 1448 de 2011.
DE LA PRUEBA. Y que a sazón preceptúa:
“Bastará con la prueba sumaria de la propiedad,
posesión u ocupación y el reconocimiento
como desplazado en el proceso judicial, o en
su defecto, la prueba sumaria del despojo, para
trasladar la carga de la prueba al demandado
o a quienes se opongan a la pretensión de la
víctima en el curso del proceso de restitución,
salvo que estos también hayan sido reconocidos
como desplazados o despojados del mismo
predio”.
Lo que lleva a colegir que por imposición legal,
le corresponde al demandado demostrar que
esto no fue así. Hoy en día, las legislaciones
vigentes a nivel mundial, no imponen a ninguna
de las partes el demostrar su condición; ante
este tipo de situaciones lo importante para el
juez es quien tiene la prueba para llegar a la
verdad. Porque resulta, cuando menos ilógico,
imponerle ese carga a alguien, que quizás no
estuvo presente para el momento de esos hechos.
La propiedad raíz hace parte del comercio
habitual de los pueblos, y es por ello, que un
bien inmueble en 20 años puede no cambiar de
propietario o de poseedor, pero también, puede
ser objeto de muchos contratos traslaticios de
dominio o de posesión; y en este evento, sin
importar desde cuando se tiene esa propiedad
o la posesión, se le ha trasladado la carga de la
prueba al demandado.
Según la regla general cuando no está probado
algo, es porque eso no ha existido, o no ha
sucedido; muy al contrario de lo que aquí
acontece, cuando se convierte en un grave
indicio, el hecho que el demandado no tenga
pruebas para probar su calidad. De lo anterior,
Jhon J. Martínez G. - Ley de víctimas en Colombia: debilidad de la norma y movilización institucional
puede inferirse que si el poseedor o propietario,
no pueden demostrar que el demando no fue
objeto de desplazamiento forzado, puede
perder, o bien su tenencia, o bien su propiedad.
Para este caso en concreto, se pueden referir tres
clases de propietarios o poseedores, quienes
podrían convertirse en un futuro próximo en
unas nuevas víctimas, estos son a saber:
1. Poseedores de Buena Fe, con documento
privado o escritura pública de venta de
posesión y mejoras.
2. Propietarios de Buena Fe, con título
adquisitivo por sentencia judicial de
prescripción adquisitiva de dominio.
3. Propietarios de Buena Fe, con escritura pública
de adquisición de dominio. (Compraventa,
donación, dación en pago, transferencia a
Para una apreciación en contexto, de los
conceptos anunciados, resulta indispensable
una remisión a la normativa que regula el tema,
comenzando por el Artículo 762 del Código
la posesión en los siguientes términos:
“Concepto de posesión. La posesión es la
tenencia de una cosa determinada con ánimo
de señor o dueño, sea que el dueño o el que
se da por tal, tenga la cosa por sí mismo, o
por otra persona que la tenga .El poseedor es
reputado dueño, mientras otra persona no
Más adelante el artículo 2532 del Código Civil
dispone que:
“El lapso de tiempo necesario para adquirir por
esta especie de prescripción, es de diez (10)
años contra toda persona y no se suspende a
favor de las enumerados en el artículo 2530 de
la misma norma”.
Teniendo claro lo determinado por nuestro
Código Civil. Veamos en contraste lo que dice el
numeral 5 del artículo 77 de la ley 1448 de 2011:
“PRESUNCIONES DE DESPOJO EN RELACIÓN
CON LOS PREDIOS INSCRITOS EN EL
REGISTRO DE TIERRAS DESPOJADAS. En
relación con los predios inscritos en el
Registro de Tierras Despojadas y Abandonadas
Forzosamente se tendrán en cuenta las siguientes
de la posesión. Cuando se hubiera iniciado una
posesión sobre el bien objeto de restitución,
durante el periodo previsto en el artículo 75 y la
la presente ley, se presumirá que dicha posesión
nunca ocurrió”.
Sobre lo anterior, es claro advertir que si a hoy
2015, se inicia un proceso de prescripción
adquisitiva por un inmueble que se este
poseyendo antes de 2005 y a dicho inmueble
lo inscriben en el Registro de Tierras Despojadas
y Abandonas Forzadamente, este poseedor
no tendrá derecho a obtener la prescripción
adquisitiva del inmueble así lo haya poseído
de buena fe, haya hecho mejoras a este bien, o
incluso, haberlo convertido en productivo, sin
que antes de su intervención lo fuera.
Todo el esfuerzo tanto físico como económico
de un poseedor de buena fe, será frustrado
si recae sobre un inmueble inscrito en el
Registro de Tierras Despojadas y Abandonadas
Forzadamente. De otra parte, sobre las victimas
con título adquisitivo por sentencia judicial de
prescripción adquisitiva de dominio, el artículo
77 de la ley 1448 de 2011, numeral 3 expresa
lo siguiente:
“Presunciones legales sobre ciertos actos
administrativos. Cuando la parte opositora
hubiere probado la propiedad, posesión u
ocupación, y el posterior despojo de un bien
inmueble, no podrá negársele su restitución
con fundamento en que un acto administrativo
posterior legalizó una situación jurídica
contraria a los derechos de la víctima. Para
efectos probatorios dentro del proceso de
restitución, se presume legalmente que tales
actos son nulos. La nulidad de dichos actos
produce el decaimiento de todos los actos
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administrativos posteriores y la nulidad de
todos los actos y negocios jurídicos privados
que recaigan sobre la totalidad del bien o sobre
parte del mismo”.
Sumado a lo dicho: el artículo 77 de la ley 1448
“Presunción del debido proceso en decisiones
judiciales. Cuando el solicitante hubiere
probado la propiedad, posesión u ocupación,
y el posterior despojo de un bien inmueble, no
podrá negársele su restitución con fundamento
en que una sentencia que hizo tránsito a cosa
torno al sentido de la solución judicial a su
derecho
constitucional
fundamental
a
la
la cosa juzgada”. “Cosa juzgada material. Cosa
juzgada formal. Diferencias. Se distingue entre
los conceptos que en la doctrina se conocen
bajo las denominaciones de cosa juzgada
material y cosa juzgada formal. La segunda hace
que no se pueda volver a revisar la decisión
adoptada mediante fallo ejecutoriado dentro
del mismo proceso y por los mismos hechos
y fundamentos que motivaron tal resolución,
mientras que la primera, también conocida
como cosa juzgada sustancial, implica la
absoluta inmutabilidad de la sentencia en
o declaró la propiedad a favor de un tercero,
o que dicho bien fue objeto de diligencia de
amenazas o hechos de violencia que originaron
el desplazamiento y la de la sentencia que da
por terminado el proceso de que trata esta ley.
Para efectos probatorios dentro del proceso
de restitución, se presume que los hechos de
violencia le impidieron al despojado ejercer
su derecho fundamental de defensa dentro del
proceso a través del cual se legalizó una situación
contraria a su derecho. Como consecuencia de
lo anterior, el juez o Magistrado podrá revocar
las decisiones judiciales a través de las cuales
se vulneraron los derechos de la víctima y a
ordenar los ajustes tendientes a implementar y
La Corte Constitucional se ha referido en varias
ocasiones al principio de NON BIS IN IDEM,
del despojo”.
colación la Sentencia C-0214 de 1994 Que a la
En este sentido la jurisprudencia no es ajena a
este proceso, por ello es pertinente destacar la
“Cosa juzgada. Principio de seguridad jurídica.
la fuerza de verdad legal dentro del ámbito
individualizado del asunto litigioso resuelto, se
funda en el principio de la seguridad jurídica,
la cual para estos efectos, reside en la certeza
por parte de la colectividad y sus asociados
que se llevan al conocimiento de los jueces.
El principio de la cosa juzgada hace parte
indiscutible de las reglas del debido proceso
aunque no se halle mencionado de manera
expresa en el artículo 29 de la Constitución.
162
Todo juicio, desde su comienzo, está llamado
a culminar, ya que sobre las partes no puede
sino ante cualquier otro proceso y en relación
con cualquier motivo o fundamento, pues a
ella se accede por el agotamiento de todas las
posibilidades procesales y supone, por tanto,
que la actividad jurisdiccional del Estado se
desplegó íntegramente en relación con la
materia debatida”.
“Conceptualmente el principio non bis in ídem
consagra la prohibición de que a nadie se le
podrá sancionar dos veces por el mismo hecho.
del referido artículo 29, el principio es de corte
rigurosamente penal porque la norma lo enuncia
cuando establece los derechos del sindicado. No
obstante la prohibición también tiene aplicación
y debe observarse por la administración cuando
quiera que se coloque en trance de sancionar
a sus servidores o a los particulares. Referido a
la potestad sancionadora de la administración,
podría decirse que el principio non bis in ídem
constituye una garantía política en cuanto
se proscribe por mandato constitucional el
juzgamiento y la imposición de más de una
Jhon J. Martínez G. - Ley de víctimas en Colombia: debilidad de la norma y movilización institucional
sanción por un mismo hecho; pero igualmente
tiende a garantizar la seguridad jurídica, a través
de la intangibilidad o inalterabilidad de las
una situación jurídica favorable o desfavorable
la administración una situación jurídica
particular, salvo la posibilidad excepcional de
la revocación directa del acto administrativo,
no le es permitido a ésta volver de nuevo sobre
la cuestión que ha sido decidida”.
Sobre los derechos adquiridos, nuestra
Constitución Nacional en su artículo 58 que fue
0001 de 1999. Establece lo siguiente:
“Se garantizan la propiedad privada y los demás
derechos adquiridos con arreglo a las leyes
civiles, los cuales no pueden ser desconocidos
ni vulnerados por leyes posteriores. Cuando de
la aplicación de una ley expedida por motivos
de utilidad pública o interés social, resultaren
con la necesidad por ella reconocida, el interés
privado deberá ceder al interés público o
social. “ La propiedad es una función social
que implica obligaciones. Como tal, le es
inherente una función ecológica. El Estado
protegerá y promoverá las formas asociativas
y solidarias de propiedad. Por motivos de
por el legislador, podrá haber expropiación
mediante sentencia judicial e indemnización
de la comunidad y del afectado. En los casos
que determine el legislador, dicha expropiación
podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta
a posterior acción contencioso-administrativa,
incluso respecto del precio”.
En sentencia de diciembre 12 de 1994 del
Consejo de Estado, se manifestó: “el derecho
conservación o integridad está garantizada a
favor del titular del derecho, por una acción o
por una excepción. Ajusta mejor con la técnica
denominar “situación jurídica concreta o
subjetiva”, al derecho adquirido o constituido”.
El Consejo de Estado también ya se había referido
manifestar en sentencia de fecha 17 de marzo
de 1977, cuando dispuso que:
“Por derechos adquiridos, ha dicho la Corte,
se tienen aquellas situaciones individuales y
el imperio de una ley, y que por lo mismo
han creado a favor de sus titulares un cierto
derecho que debe ser respetado. Fundamento
de la seguridad jurídica y del orden social
en las relaciones de los asociados y de éstos
con el Estado, es que tales situaciones y
derechos sean respetados íntegramente
mediante la prohibición de que leyes
posteriores pretendan regularlos nuevamente.
Tal afectación o desconocimiento sólo está
permitido constitucionalmente en el caso de
generales o sociales y los individuales, porque
en este caso, para satisfacer los primeros, los
segundos deben pasar a un segundo plano”.
Con respecto a los PROPIETARIOS DE BUENA
FE, es prudente recabar en lo dicho por la ley
1448 de 2011 en su artículo 77 numeral 1:
“Presunciones de derecho en relación con
ciertos contratos. Para efectos probatorios
dentro del proceso de restitución, se presume de
derecho que existe ausencia de consentimiento,
o causa ilícita, en los negocios y contratos de
compraventa o cualquier otro mediante el cual
real, la posesión u ocupación sobre el inmueble
objeto de restitución, celebrados durante el
periodo previsto en el artículo 75, entre la víctima
de este, su cónyuge, compañero o compañera
permanente, los familiares o mayores de edad
con quienes conviva, sus causahabientes con
las personas que hayan sido condenadas por
grupos armados que actúan por fuera de la ley
cualquiera que sea su denominación, o por
estos últimos hayan actuado por sí mismos en
el negocio, o a través de terceros. La ausencia
de consentimiento en los contratos y negocios
mencionados en este numeral genera la
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inexistencia del acto o negocio de que se
trate y la nulidad absoluta de todos los actos o
negocios posteriores que se celebren sobre la
totalidad o una parte del bien”.
A lo mencionado debe agregarse lo dispuesto
por el numeral 2 de la misma ley 1448 de 2011,
cuando determina que:
“Presunciones legales en relación con ciertos
contratos. Salvo prueba en contrario, para efectos
probatorios dentro del proceso de restitución,
se presume que en los siguientes negocios
jurídicos hay ausencia de consentimiento o de
causa lícita, en los contratos de compraventa
y demás actos jurídicos mediante los cuales
derecho real, la posesión o la ocupación sobre
inmuebles siempre y cuando no se encuentre
que la situación está prevista en el numeral
anterior, en los siguientes casos:
a. En cuya colindancia hayan ocurrido actos
de violencia generalizados, fenómenos de
desplazamiento forzado colectivo, o violaciones
graves a los derechos humanos en la época
en que ocurrieron las amenazas o hechos de
violencia que se alega causaron el despojo o
abandono, o en aquellos inmuebles en donde
se haya solicitado las medidas de protección
individuales y colectivas relacionadas en la
Ley 387 de 1997, excepto en aquellos casos
autorizados por la autoridad competente, o
aquellos mediante el cual haya sido desplazado
la víctima de despojo, su cónyuge, compañero
o compañera permanente, los familiares o
mayores de edad con quienes convivía o sus
causahabientes.
b. Sobre inmuebles colindantes de aquellos
en los que, con posterioridad o en forma
concomitante a las amenazas, se cometieron
los hechos de violencia o el despojo se hubiera
producido un fenómeno de concentración de
la propiedad de la tierra en una o más personas,
directa o indirectamente; sobre inmuebles
vecinos de aquellos donde se hubieran
de la tierra como la sustitución de agricultura
de consumo y sostenimiento por monocultivos,
ganadería extensiva o minería industrial, con
posterioridad a la época en que ocurrieron las
amenazas, los hechos de violencia o el despojo.
164
c. Con personas que hayan sido extraditadas
que estos últimos hayan actuado por sí mismos
en el negocio, o a través de terceros.
d. En los casos en los que el valor formalmente
consagrado en el contrato, o el valor
efectivamente pagado, sean inferiores al
cincuenta por ciento del valor real de los
derechos cuya titularidad se traslada en el
momento de la transacción.
e. Cuando no se logre desvirtuar la ausencia
de consentimiento en los contratos y negocios
mencionados en alguno de los literales del
presente artículo, el acto o negocio de que se
trate será reputado inexistente y todos los actos
o negocios posteriores que se celebren sobre la
totalidad o parte del bien estarán viciados de
nulidad absoluta.
f. Frente a propiedad adjudicada de conformidad
con la Ley 135 de 1961 y el Decreto 561 de
1989, a empresas comunitarias, asociaciones
o cooperativas
campesinas, cuando con
posterioridad al desplazamiento forzado se
haya dado una transformación en los socios
integrantes de la empresa”.
El escenario es complejo y obviamente este
las debilidades internas de una normatividad
que propone restaurar a las víctimas lo que
le han quitado. Se hace necesario revisar las
contradicciones jurídicas de la norma y la
necesidad de replantear lo que esta propone, sin
olvidar que uno de los problemas del derecho
es precisamente cumplir con lo que éste se
compromete. Cuando no lo hace el derecho se
torna reactivo e ingresa en una debilidad de su
fuerza transformacional, dicho de otra forma es
lo que Luis Carcova denomina la opacidad del
derecho (2006).
De igual manera, lo que más se cuestiona
y jurisprudencial es la posibilidad de crear
víctimas de la ley 1448 de 2011. Es decir
basados en el principio de buena fe, la inversión
de la carga podría crear un nuevo escenario
hipotético de víctimas; de ahí la imperiosa
Jhon J. Martínez G. - Ley de víctimas en Colombia: debilidad de la norma y movilización institucional
necesidad de apuntarle a una institucionalidad
los postulados de esta ley.
Conclusiones
del mes de agosto del año 2015, según cifras
de la Unidad de restitución, hay 7.490.375
personas registradas como víctimas. Son sujeto
de atención y reparación 5.916.381 personas.
Para esto el gobierno nacional ha destinado una
cifra de 20 billones de pesos del presupuesto
nacional para implementar la ley 1448 de 2011.
Sólo en el año 2014 se destinaron 7 billones,
de esta cifra y se han pagado solicitudes de
atención humanitaria a 1.387.760 personas.
Las solicitudes en estudio de personas para ser
reparadas durante lo corrido de este mes alcanza
la cifra de 23.515.
A pesar de esta demanda y de la expectativas
de la sociedad civil, la Ley sigue pendiente de
1. El cuello de botella de la coordinación
interinstitucional, que tal y como ha venido
ocurriendo a partir de la sentencia T-025
del 2004, sigue siendo un problema de
ingeniería institucional y de movilización del
estado acorde a los nuevos lineamientos del
seguimiento a la materialización efectiva de
una política publica que debe transformar la
realidad para la cual se diseñó.
2. El problema jurídico de la inversión de la
carga probatoria. En este sentido es necesario
revisar hasta donde esta inversión convierte
en víctima al comprador de buena fe y de
igual forma se hace necesario revisar los
sistemas evaluadores de la prueba; así como
construir de forma innovadora sistemas
tecnologizados que posibiliten a través de
la coordinación de información coadyuvar a
que la prueba tenga criterios de validez.
3. Finalmente la necesidad de evaluar la
el presupuesto contemplado esta desfasado
para una realidad que aún no cesa. Es
decir, siguen incrementándose las víctimas
dado que los diálogos se han realizado en
en algunas regiones de Colombia sigue
dinámicas propias.
Para terminar, como se planteaba en el
parafraseando a Kafka, la puerta de la justicia
esta abierta a quienes deciden entrar. Es
necesario inicialmente abrir la puerta.
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