A fondo Niños en la Red, asomados al abismo 1.230 millones de personas en el mundo son usuarias de Facebook, y de ellas, la mitad tiene más de 200 amigos; 450 millones usan Whatsapp, y Snapchat, el último grito para adolescentes, envía al día 700 millones de imágenes que se autodestruyen al llegar a su destino. Para nuestros hijos, no hay diferencia entre el mundo virtual y el mundo real y, aunque no hay que demonizar la redes sociales, lo cierto es que en ellas existen los mismos peligros que fuera. Si uno no abre las puertas de su casa a un desconocido, ¿por qué lo agrega como amigo en las redes sociales? Primavera 2014 25 A fondo N o abras la puerta a desconocidos, no hables con extraños, no aceptes caramelos de alguien a quien no conoces... Frases habituales de cuando éramos pequeños que repetimos a nuestros hijos para protegerlos en el mundo físico pero, ¿y en el virtual? Los delincuentes acechan igual que antes, pero ahora a través de las nuevas tecnologías. Los pedófilos, los impostores, los estafadores, los ladrones... nos pueden vaciar la cuenta del banco o pueden llegar a abusar de nuestros hijos, que tienen además la puerta abierta a las drogas o se exponen a ser captados por bandas violentas juveniles. Sus propios compañeros de clase pueden convertirse en sus peores enemigos y difamarlos ante medio mundo, o extorsionarles y chantajearles. “El uso que en casa se le dé a Internet será el modelo para el menor; la implicación de la familia debe ser integral” No se trata de demonizar las nuevas tecnologías, pero sí de hacer hincapié en la importancia de mantener la seguridad y de tomar precauciones exactamente igual que lo hacemos cuando funcionamos en el mundo físico. “No hay que entrar en ‘modo paranoico’, no hay que criminalizar internet ni las redes sociales”, señala el jefe del Grupo de Delitos Telemáticos (GDT) de la Guardia Civil, el comandante Óscar de la Cruz, “la cuestión es que los padres sepan identificar los riesgos que hay y trasladárselos a los chavales” porque ponen en peligro su propia seguridad, su privacidad y la economía familiar. Y no sólo los padres; todo el entorno familiar juega su papel. Julián Millán, policía investigador de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) del Cuerpo Nacional de Policía y experto en redes sociales, añade que “el uso que en casa se le dé a Internet será el modelo para el menor”. Por eso, “la implicación de tíos, abuelos y familia más extensa debe ser integral. Además, los consejos y adver26 La Revista de las Familias Numerosas tencias de la vida real son extrapolables a la vida virtual. En este sentido, el entorno familiar es el que trasmite el sentido común con el que se deben usar las nuevas tecnologías”. Grooming y ciberacoso, lo más peligroso “¿Qué hace una niña de 8 años con un perfil abierto en Facebook, encerrada en el baño de su casa con un portátil y con la webcam funcionando?”, se pregunta el comandante De la Cruz al referir una de las últimas operaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil contra el ‘grooming’. Cuando la madre de la niña se dio cuenta, ya era demasiado tarde: su pequeña estaba siendo extorsionada sexualmente por un auténtico depredador en Internet. El ‘grooming’ es precisamente “lo más peligroso a día de hoy vinculado a las redes sociales. Un adulto que simula ser menor de edad para entrar en contacto con otro menor y, una vez ganada su confianza, le solicita fotos o vídeos de contenido sexual. Una vez ha obtenido esas primeras imágenes, comienzan las amenazas: las difundirá a todo su círculo de amigos y familiares en Internet si no continúa enviándole imágenes, cada vez más explícitas. Esto se convierte en una espiral que “en el peor de los casos puede llegar a que intente concertar un encuentro físico para abusar del menor”. El agente Millán añade que los contactos se suelen producir antes de los 13 Con muchos hermanos... L os expertos consultados coinciden en señalar que en familias numerosas, lo ideal será implicar a los hermanos mayores en la guía de los menores para un buen uso de las redes sociales. “Es cierto que el control parental requiere un tiempo de dedicación a los hijos, y en familias numerosas el tiempo se divide, pero los hermanos mayores pueden perfectamente tutorizar a los menores. Además, los pequeños son más receptivos cuando la información llega de otro menor”, señala Guillermo Cánovas, a lo que el comandante jefe del GDT de la Guardia Civil añade: “Al mayor se le podrá dar cierta responsabilidad, aunque él también va a tener sus problemas como adolescente”. El agente del CNP Julián Millán indica que “siempre existe un familiar mayor con el que el niño tiene un mayor grado de afinidad y del que va a aceptar ‘mejor’ los consejos y advertencias”. Y concluye: “Hay que crear un clima de confianza para conocer cualquier problema que pueda surgir”. A fondo años para satisfacer sus pretensiones sexuales una vez cumplida esa edad, que es la de “consentimiento sexual real, sin engaños, amenaza, violencia o dinero”. O bien se puede contactar con un hermano mayor cuando el objetivo real es uno de menos edad. El otro gran peligro que en la actualidad existe en Internet es el ‘ciberbullying’, que se agrava con respecto al acoso escolar tradicional en función de dos condicionantes: es constante, no hay descanso para la víctima puesto que no acaba al salir del colegio ni los fines de semana; y por otro lado, su difusión es mucho mayor, ya que se extiende a amigos de amigos de amigos, de modo que un chaval puede estar siendo acosado por personas que ni siquiera conoce y expuesto a un linchamiento virtual, un auténtico ensañamiento público del que es muy difícil escapar. >> El mejor control parental es hablar con los hijos P artiendo de la base de que el mejor sistema de control parental es el diálogo, en el mercado están disponibles herramientas para instalar en los ordenadores, los smartphone y las tablet. Algunas son más agresivas y otras, en base a determinadas reglas, generan alarmas cuando lo que está escribiendo el menor puede ser peligroso. Entonces, le envía un mensaje al padre. iOS, Android y Windows ya incorporan en sus sistemas mecanismos de control parental, de modo que se puede programar qué días y cuánto tiempo usar la tablet, el smartphone o el ordenador, si permite reproducción de música dependiendo del tipo de letra de las canciones, prohibir hacer compras, elegir si se quiere ver mensajes publicitarios, bloquear el acceso a determinadas páginas, informar de la actividad en Internet... Entre los sistemas actuales, que en la mayoría de los casos tienen versiones para PC y aparatos móviles, se encuentran: AVG Family Safety, Norton Online Family, Windows Live Family Safety, Kaspersky Pure, Cyberpatrol, Cybersieve, Cybersitter, K9 Web Proteccion, Mac OS Parental Control, McAfee Family Protection, Mobcip, Net Nanny, Net Intelligence, Open DNS Home, Optenet PC Web Filter, Profil Parental Filter 2, Puresight Owl, Safe Eyes, Xooloo, Family Shield, Escudo Web. Conductas saludables en Internet •No descargues aplicaciones que piden permisos que no son necesarios para hacerla funcionar (por ejemplo, las linternas que piden acceso a tus fotos y contactos). •Bloquea el acceso a tu webcam de aquellas Apps para las que no sea necesaria y ten siempre tapada tu webcam mientras no la estés utilizando. •Activa la geolocalización de tu dispositivo sólo cuando sea necesario. Recuerda que además si haces fotos con la geolocalización activada, en la foto quedan grabados metadatos entre los se encuentran las coordenadas del sitio en el que hiciste la foto. •Envía a través de los sistemas de mensajería instantánea sólo archivos o imágenes que no te importaría que llegaran a ser públicas. Al subir una foto, piensa si estás dispuesto a que la pueda ver todo el mundo, y para siempre. Nunca uses estos sistemas como privados, porque no lo son. •No añadas a nadie a tu perfil social que no conozcas en la vida real. •Explica claramente a tus hijos que conocido no es lo mismo que amigo. •Crea en tus hijos desconfianza con respecto a internet: se puede manipular cualquier cosa, las fotografías, los perfiles, las edades... Es bueno que los chicos no se lo crean todo, que se cuestionen todo, incluso si la persona con la que están chateando es real o no. •Usa siempre contraseñas en el ordenador y en los dispositivos móviles, y nunca se las des a tus hijos, aunque te abrumen con su insistencia. •Desmarca siempre las opciones de recordar contraseñas. Y cuando las escribas, o introduzcas datos bancarios, hazlo mejor con el teclado virtual. •Ojo con las App gratuitas; suelen ser las más agresivas, ya que pueden esconder troyanos que robarán toda la información que tengas en el teléfono: agenda, cuentas de correo electrónico, fotografías y vídeos personales, datos de todo tipo... Hay que supervisarlas y aconsejar a nuestros hijos. •Borra aplicaciones que no uses habitualmente. •Que tus hijos usen siempre en los chats apodos, y que nunca sean sugerentes ni llamativos ni tampoco que les identifiquen con su nombre, edad, lugar de residencia... •No cuelgues tu vida en Facebook, y tampoco la de tus hijos. Guillermo Cánovas explica que “hay niños que están en las redes desde que son una ecografía; ¿cómo les van a explicar de mayores los padres la importancia de la privacidad en las redes sociales? Se vuelca toda la infancia de los hijos en internet sin tener en cuenta su opinión”. Además, si la configuración es abierta, tus datos personales pueden ser utilizados o aprovechados por malintencionados. “No es la primera vez que los delincuentes aprovechan el anuncio de las vacaciones en Facebook para ir a robar a una casa o planificar un secuestro exprés”, añade el comandante De la Cruz. •Para que Whatsapp sea más seguro vacía por completo los chats y bórralos, así como controla la descarga de contenido multimedia. •Recuerda que el mejor antivirus eres tú. Ten cuidado con las wifi ya que, como explica el agente Millán, “no todas son de confianza”; utiliza encriptadores de archivos si son sensibles; opera en páginas con protocolo SSL (verás una ‘s’ detrás de ‘http’ y un candado en la barra de navegación), elimina siempre el historial de navegación; nunca reveles por email o móvil datos personales (dirección postal, datos bancarios, claves de acceso...). •Que cada hijo tenga en el ordenador una cuenta de acceso, jamás con privilegios de administrador aunque sí de usuario controlados por los padres. Primavera 2014 27 A fondo >> “El ciberacoso es una conducta aprendida: casi la mitad de los menores que acosan han sido previamente víctimas de acoso”, destaca Guillermo Cánovas, presidente de Protégeles, que añade: “Se trata de un sistema para hacerse respetar, para alcanzar el éxito o bien para solucionar problemas. La detección en casa no es fácil, aunque por norma la víctima suele tener cambios bruscos de humor y de estado anímico, se vuelve más retraído, deja de conectarse a internet, de mirar su correo...”. Algunos ejemplos de ciberacoso son: dar de alta a la víctima en un sitio web en el que se la pueda estigmatizar o ridiculizar; crear un perfil falso en nombre de la víctima para realizar demandas u ofertas sexuales; usurpar su identidad para hacer comentarios ofensivos sobre ter- Sistemas de mensajería instantánea en alza Whatsapp. Es la aplicación estrella; crece a un ritmo de 8.300 usuarios al día. El pasado mes de febrero, Facebook compró Whatsapp, dos años después de haberse hecho con Instagram. Snapchat. Con 100 millones de usuarios registrados, es la que más gusta a los adolescentes ya que las fotos y vídeos que se envían se autodestruyen en el dispositivo receptor en un tiempo mínimo de 10 segundos. Al destruirse las imágenes es campo abonado para el ‘sexting’, aunque no evita el que se hagan capturas de pantalla y las imágenes se distribuyan después. Backchat. Creada recientemente por Daniel Singer, un joven de 14 años, esta aplicación está basada en el anonimato. El propio Singer ha asegurado que Backchat es una forma de luchar contra los padres que fisgonean lo que sus hijos hacen en las redes sociales. En Backchat, que tiene 3 millones de usuarios, la identidad del remitente es siempre secreta, de ahí que a los adolescentes les produzca hasta cierta emoción. Sus mensajes también se autodestruyen. Whisper. No está permitido su uso a menores de 17 años, aunque la inmensa mayoría de los adolescentes no lo sabe, y de hecho, no se vigila la edad de los que acceden a ella. En esta aplicación los post no están ligados a una identidad, con lo que prima también el anonimato. El usuario escribe un mensaje y la aplicación le busca una foto adaptada al contenido, de modo que lo que se difunde es un texto sobreimpresionado en una foto, al estilo de los ‘memes’ de Internet. Telegram. Se ha convertido en el principal competidor de Whatsapp: en seis meses de vida se ha hecho con 5 millones de usuarios, y crece a un ritmo de 100 nuevas solicitudes de alta por segundo. 28 La Revista de las Familias Numerosas ceros; hacer correr en las redes sociales rumores sobre comportamientos reprochables atribuidos a la víctima; divulgar grabaciones en Internet en las que se la intimida, agrede o persigue... Delincuentes desde casa Pero nuestros hijos no sólo se exponen a ser las víctimas de un delito; también pueden ser autores. Guillermo Cánovas asegura que “sin saberlo, en muchas ocasiones desde su dormitorio, en pijama, mientras sus padres están viendo tranquilamente la tele en el salón, los menores pueden estar difundiendo contenidos ilegales, pueden estar amenazando, calumniando o usurpando identidades en redes sociales”. Y es que a veces no son conscientes, por ejemplo, de que enviar una fotografía con contenido sexual a la pareja siendo menores de edad, es distribución de pornografía infantil, que está penado con entre 1 y 5 años de cárcel (art. 189.1 del Código Penal). Esto es lo que se conoce como ‘sexting’, otro de los grandes peligros en la actualidad. El problema está, además, en cuando rompe la pareja: imágenes que se compartieron de forma voluntaria y en un clima de confianza se convierten en una potente arma arrojadiza, ya que se pueden convertir en virales sin ningún tipo de control. Y su sola tenencia (si los protagonistas de estas imágenes son menores de edad) es ya delito, y acarrea una pena de prisión de entre tres meses y 1 año. “Hay que vigilar al menor y advertirle de que puede incurrir en cualquier tipología delictiva, y de que, como autor de la misma, responderá legalmente. Y, en última instancia, responderán sus tutores legales”, advierte el agente Julián Millán. El ‘hasta mañana’ ha dejado de existir En los últimos seis meses de 2013, Tuenti, la que fuera red social por excelencia de los adolescentes y jóvenes, perdió el 58 % de sus usuarios. Facebook, también en caída libre, se ha quedado sin 3 millones de usuarios jóvenes en dos años. ¿Por qué? La explicación está en la explosiva entrada de los sistemas de mensajería instantánea en nuestras A fondo Clash of Clans, el juego de moda A rrasa entre los adolescentes y ya ocupa el primer puesto de los juegos multijugador online. Se trata de un juego de estrategia ambientando en el mundo vikingo que, aunque posee muchas virtudes, también tiene ciertos peligros. El principal, como señala Guillermo Cánovas, es que es un juego de alianzas y como tal, si esto no se controla, los chavales pueden acabar interaccionando con personas que no conocen. Por tanto, la regla de oro es que “pase lo que pase, nunca digas quién eres en realidad ni dónde vives ni facilites a otros jugadores tu verdadera dirección de correo electrónico o imágenes y fotografías tuyas”. vidas. Whatsapp es sin duda la estrella, pero ya tiene fuertes competidores, como es el caso de Telegram. La popularización de los smartphones (ya hay más gente que se conecta a internet desde el móvil que desde el ordenador) y la inmediatez en las conversaciones son sin duda sus grandes ventajas. “Ha desaparecido el ‘hasta mañana’, porque con estos sistemas se puede estar constantemente hablando”, comenta Cánovas. En este sentido, señala que “para ellos ya no se lleva Tuenti porque en realidad buscan la inmediatez y la rapidez. Los sistemas de mensajería instantánea son sus nuevas redes sociales: crean sus grupos, hablan en tiempo real y están en contacto con la gente que realmente quieren”. Nuestros hijos no sólo se exponen a ser las víctimas de un delito, también pueden ser autores Pero además, los smartphones y las tablet se han convertido ya en la puerta de acceso al mundo de internet y redes sociales de los más pequeños de la casa. Como pone de manifiesto Guillermo Cánovas, “hemos detectado una bajada en la edad de inicio de las nuevas tecnologías. Antes se accedía a internet a los 13-14 años, desde el ordenador de casa; ahora se hace a los 7-8-9 a través de la conectividad móvil, fundamentalmente desde los smartphones y las tablet de los padres”. Y desde luego no es nada raro ya ver a niños de 2 ó 3 años trasteando con la tablet. De hecho, el 38 % de los El 40 % de los jóvenes considera divertido hablar con un desconocido en las redes sociales, y lo que es más preocupante, el 50 % de los jóvenes de entre 13 y 19 años no ve muy peligroso quedar con un contacto desconocido de la Red niños menores de 2 años utiliza tablets y smartphones, según un estudio de Common Sense Media, y a los 8 años, el 72 % de los niños ya ha utilizado un smartphone o tablet. Esto sin duda puede ser una gran oportunidad para los padres, tal y como reconoce el presidente de Protégeles: “A muchos padres les es difícil llegar a sus hijos adolescentes, y sin embargo trabajar la prevención con niños de 8 años es fácil, porque a esa edad pasan todo el tiempo con sus padres, son más receptivos, no les importa que vean sus fotos... Es más, les gusta que los padres estén al tanto de todo y enseñarles lo que hacen”. Los padres podrán así explicarle a un hijo cómo configurar la privacidad de Instagram, por ejemplo, y hacerle ver que hay fotos en las que también hay amiguitos suyos y no es bueno compartirlas o qué decir y cómo decirlo por Whatsapp... “Se trata de normas vividas con los hijos”, concluye Cánovas. Sólo hay un problema: si los padres no están pendientes, los riesgos de exposición al ciberacoso y otras conductas peligrosas o la difusión de datos privados en internet se producen mucho antes. Y cuando ya son más mayores, entra en juego el componente de intimidad y privacidad. El comandante Óscar de la Cruz señala que “cuanto menor sea el niño, menos rechazo va a haber hacia una injerencia de los padres; cuando se trata de un adolescente, los padres tienen la obligación de estar pendientes”, pero respetando su intimidad. Siempre se pueden usar sistemas de control parental, aunque no es nada recomendable usar programas espías: “Las herramientas espía se meten en el correo, ven los mensajes... Esto no es recomendable, no es la mejor manera de solucionar un problema, más que nada porque el chico se va a poder conectar desde cualquier lado”. Hay que supervisar, educar e informar, pero no espiar: el control parental no es sinónimo de espionaje de los hijos. Guillermo Cánovas añade que “si un padre le dice a su hijo de 14 años que le deja tener un perfil en Facebook con la condición de que le agregue como amigo, lo normal es que el hijo se abra un segundo perfil con sus amigos. Si queremos ser respetuosos y prácticos, esas normas de supervisión se tienen que poner en práctica antes de los 1314. En definitiva, un niño que se inicia en las nuevas tecnologías a los 10 años con sus padres cuando tenga 14 ya tiene 4 de experiencia, y ya sabe qué se puede decir, cómo se configura una privacidad” y cuáles son los comportamientos de riesgo. Direcciones útiles www.protegeles.es www.kidsandteensonline.com www.gdt.guardiacivil.es www.elblogdeangelucho.com www.policia.es / #crecerseguros www.osi.es www.alia2.org www.seguridadweb20.es www.chaval.es Primavera 2014 29