TEMA 32: APRENDEMOS AMAR EN FAMILIA OBJETIVOS: - Descubrir que en la familia se manifiesta, vive y crece el amor de Dios. - Profundizar los mandamientos: cuarto, quinto, sexto y noveno aplicándolo en la vida diaria de los niños. FORMACIÓN DE CATEQUISTAS El cuarto mandamiento encabeza la segunda tabla. Indica el orden de la caridad. Dios quiso que después de Él, honrásemos a nuestros padres, a los que debemos la vida y que nos han transmitido el conocimiento de Dios. Se expresa en positivo y se dirige a los hijos en sus relaciones con los padres. Honrar, relacionado con los padres se entiende por “respetar”. Es decir, admirar y querer o amar a los padres y acoger sus enseñanzas. Así el libro del Eclesiástico hablando de la gratitud a nuestros padres dirá: “Con todo tu corazón honra a tu padre, y no olvides los dolores de tu madre. Recuerda que por ellos has nacido, ¿cómo les pagarás lo que contigo ha hecho? (7, 27-28). También el libro de los Proverbio anima a ser dóciles y obedientes a nuestros cuando dice: “Guarda, hijo mío, el mandato de tu padre y no desprecies la lección de tu madre… en tus pasos ellos serán tu guía: cuando te acuestes, velarán por ti; conversarán contigo al despertar” (6, 20-22) “El hijo sabio ama la instrucción, el arrogante no escucha la represión” (13,1). El cuarto mandamiento recuerda a los hijos mayores de edad sus responsabilidad para con los padres. En la medida en que ellos pueden, deben prestarles ayuda material y moral en los años de vejez y durante sus enfermedades, y en momentos de soledad o de abatimiento. El libro del Eclesiásticos recoge esta responsabilidad con estas palabras: “Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le causes tristeza. Aunque haya perdido la cabeza, sé indulgente, no le desprecies en la plenitud de tu vigor. La ayuda prestado al Padre no quedará en el olvido, te servirá de reparación de tus pecados. Como blasfemo es el que abandona a su padre, maldito del Señor quien maltrata a su madre (3, 12-16). Como catequistas mandamiento? podemos preguntarnos: ¿Cómo vivo este cuarto ORIENTACIONES PARA LA CATEQUESIS El niño vive más directamente en su vida el cuarto mandamiento; mientras que el quinto le queda muy lejos al no vivir de cerca el aborto, la eutanasia, la guerra Tema 32, Aprendemos a amar en familia Página 1 y el terrorismo; el sexto el noveno en muchos todavía no se ha desarrollado ese instinto sexual que les lleva a desear y pensar impuro (sucio o feo). Necesitas tener preparado las imágenes: aborto, de persona mayor enferma que se esté casi muriendo, terrorismo, animales muertos, árboles quedamos; de mar lleno de petróleo. Para hacer la Foto palabra con los niños. Propongo el cuento de la Bella y la Bestia para abordar el sexto y noveno mandamientos que plantean el “no pensar ni desear actos impuros”. TESTIMONIAR LA FE Descubriendo los mandamientos: cuarto, quinto, noveno y sexto La palabra prohibida. Consiste que el resto del grupo averigüen la palabra exacta que otro intenta decir sin mencionarla directamente. En cada palabra se elige a un niño distinto del grupo. El catequista le dice al oído las pistas para que a su vez el se la diga al resto del grupo. Cada vez que se termine de dar las pistas sobre la palabra. El catequistas, pide al grupo que vayan a la página 155 del catecismo y que busquen exactamente el número del mandamiento. Así sucesivamente. o Cuarto mandamiento: “Honrarás (respetar, agradecer, cuidar) a tu padre y a tu madre”. Por ejemplo: le damos las siguientes pistas al niño/a para que los otros averigüen la frase: Primera pista: “No lo hacemos cuando chichamos a papá o mamᨠSegunda pista: “No lo hacemos cuando no les damos las gracias a papá o mamá por todo lo que nos dan”. Tercera pista: “No lo hacemos cuando el colegio me dicen que no me parezco a papá o mamá”. o Quinto mandamiento: No Matarás. Damos las siguiente pistas: Primera: “Ocurre cuando una mujer aborta a un niño/a” Segunda: “Suele ocurrir en las guerras” Tercera: “Ocurre cuando a una persona enferma se le adelanta la muerte”. o Sexto y noveno mandamiento: “No cometerás actos impuros”. “No consentirás pensamientos ni deseos impuros”. Damos las siguientes pistas: Primera: “Tiene que ver cuándo piensa cosas feas con los demás” Segunda: “Tiene que ver cuando uno hace solo cosas feas” Tercera: “Tiene que ver cuando uno mira suciamente a un niño/a” Tema 32, Aprendemos a amar en familia Página 2 o Cantamos con gestos la frase de la página 97: “En la familia se manifiesta, vive y crece el amor de Dios”. Los mandamientos aplicados a la vida diaria del niño Cuarto mandamiento: “Honrarás a tu padre y a tu madre”. o Lee el párrafo primero y pregunta: ¿Qué es para ti honrar a tu madre y a tu madre? o Puedes terminar insistiendo que “honrar a tu padre y a tu madre” significa, respetar lo que dice; hacerle caso en todo lo te enseñan; hablar bien de ellos; no pensar mal de ellos; ayudarle en todo lo que necesiten. o Pon el video de la dirección de recursos. Quinto mandamiento: “No matarás”. o Lee el párrafo segundo y pregunta: ¿Por qué no debemos matar o quitar la vida a nadie? (La vida es un don de Dios. Sólo Dios la da y la quita, y por eso debemos cuidarla y respetarla). o Foto-palabras. Llevamos fotocopiadas algunas imágenes de: aborto, de persona mayor enferma que se esté casi muriendo, terrorismo, animales muertos, árboles quedamos; de mar lleno de petróleo. Le pedimos que elijan una donde para ellos es más dura la muerte y le pedimos que nos expliquen por qué. o Puedes terminar insistiendo que es verdad que ellos “no matan” pero si hacen daño a los demás cuando: se burlan de los compañeros, lo insultan y pegan; cuando se aprovecha de los más pequeños y de los inmigrantes o diferentes, y también cuando no cuidan y respetan la naturaleza. o Pon el video de la dirección de recursos. Sexto y noveno mandamiento: “No cometerás actos impuros”. “No consentirás pensamientos ni deseos impuros”. o Lee el párrafo tercero y pregunta: ¿En qué consiste no hacer, consentir y desear actos impuros? (En respetar y valorar el cuerpo como don de Dios y amar como Él quiere). o Lo que es puro (sin mezcla con alguna cosa: “ese alcohol es puro”; limpio de suciedad: “agua cristalina”; casto y honesto: “siento por ella un amor puro”). o El cuento de la bella y la bestia. Resumen del cuento: Durante un viaje un hombre acaba en un castillo mágico habitado por una bestia, que termina encerrándolo. Para salvarlo, su hija menor se ofrece para quedar con la bestia a cambio de la libertad de su padre. En el palacio, la Bestia trata a Bella con grandes atenciones y comienzan a hacerse amigos, hasta que Bella abandona el castillo para ir a visitar a su padre enfermo, prometiendo regresar. Al retrasarse a su vuelta, la Bestia está a punto de morir de tristeza, y cuando Bella le encuentra así le confiesa su amor, Tema 32, Aprendemos a amar en familia Página 3 deshaciendo el encantamiento que encerraba a un príncipe bajo la forma de bestia. Después de leer el cuento preguntamos: ¿Cómo es el amor que tiene la Bestia a la joven Bella? ¿Cómo es el amor que tiene Bella a la Bestia? ¿Por qué vuelve Bella? o Pon el video que te sugiero en recursos. o Puedes terminar diciendo que ellos “no piensa ni desean nada impuro” porque nunca mira a una niño/a con ojos sucios y pensando en cosas feas con ellas, porque cuida y respeta su cuerpo. INICIAR EN LA CELEBRACIÓN Significado de la alianza en el matrimonio. Preguntamos: ¿Qué es una alianza? ¿Por qué se la ponen los novios? (Para expresar que están casados y recordarse a sí mismo el amor y la fidelidad con la persona que se ha casado en la vida diaria) Recordar que todos los años la Iglesia celebra en Navidad la fiesta de la Sagrada Familia. En esa fiesta le damos gracias a Dios por la familia de Jesús y por la nuestra y le pedimos que seamos y vivimos como ella. Cantamos con gestos la frase de la página 97: “En familia se manifiesta, vive y crece el amor de Dios”. ALENTAR EN LA VIDA CRISTIANA Lee el texto de la página 97 y pregunta: Pablo: ¿Qué dice que somos? De estas actitudes: ¿Conoces su significado? ¿Cuál vives mejor? ¿Cuál necesita mejorar con tu familia? De aquí puede salir el compromiso para la semana. También podemos pedir que nos digan qué mandamiento necesitan mejorarlo y por qué. Según lo que digan se le puede aconsejar que hagan algo concreto durante la semana para practicarlo. En familia: Los niños preguntan a sus padres qué significa para ellos honrarlos. Personal: Cualquiera de lo que salgan del texto y de los mandamientos. ENSEÑAR A ORAR Tema 32, Aprendemos a amar en familia Página 4 Dadnos y corazón (señalamos el corazón) grande (hacemos con las dos manos un corazón grande) para amar (señalamos el corazón). Dadnos un corazón fuerte (levantamos las dos manos) para amar (señalamos el corazón). Rezamos juntos la oración de la página 97 y le pedimos que digan en voz alta aquella frase o palabra que le gustaría decírsela al Señor. Cuando se diga en voz alta la frase al terminar se puede cantar la estrofa: Dadnos un corazón… RECURSOS http://www.youtube.com/watch?v=3qS9o9xHsQ4. Presenta presentando a los niños. Duración seis minutos y medio. el cuarto mandamiento http://www.youtube.com/watch?v=MMvdozEUKIc. Presenta presentando a los niños. Duración seis minutos y medio. el quinto mandamiento http://www.youtube.com/watch?v=3KIQAmYwfLk. Presenta presentado a los niños. Duración seis minutos y medio. el sexto mandamiento CUENTO DE LA BELLA Y LA BESTIA Erase una vez... un mercader que, antes de partir para un largo viaje de negocios, llamó a sus tres hijas para preguntarles qué querían que les trajera a cada una como regalo. La primera pidió un vestido de brocado, la segunda un collar de perlas y la tercera, que se llamaba Bella y era la más gentil, le dijo a su padre: "Me bastará una rosa cortada con tus manos." El mercader partió y, una vez ultimados sus asuntos, se dispuso a volver cuando una tormenta le pilló desprevenido. El viento soplaba gélido y su caballo avanzaba fatigosamente. Muerto de cansancio y de frío, el mercader de improviso vio brillar una luz en medio del bosque. A medida que se acercaba a ella, se dio cuenta que estaba llegando a un castillo iluminado. "Confío en que puedan ofrecerme hospitalidad", dijo para sí esperanzado. Pero al llegar junto a la entrada, se dio cuenta de que la puerta estaba entreabierta y, por más que llamó, nadie acudió a recibirlo. Entró decidido y siguió llamando. En el salón principal había una mesa iluminada con dos candelabros y llena de ricos manjares dispuestos para la cena. El mercader, tras meditarlo durante un rato, decidió sentarse a la mesa; con el hambre que tenía consumió en breve tiempo una suculenta cena. Después, todavía intrigado, subió al piso superior. A uno y otro lado de un pasillo larguísimo, asomaban salones y habitaciones maravillosos. En la primera de estas habitaciones chisporroteaba alegremente una lumbre y había una cama mullida que invitaba al descanso. Era tarde y el mercader se dejó tentar; se echó sobre la cama y quedó dormido profundamente. Al despertar por la mañana, una mano desconocida había depositado a su lado una bandeja de plata con una cafetera humeante y fruta. El Tema 32, Aprendemos a amar en familia Página 5 mercader desayunó y, después de asearse un poco, bajó para darle las gracias a quien generosamente lo había hospedado. Pero al igual que la noche anterior, no encontró a nadie y, agitando la cabeza ante tan extraña situación, se dirigió al jardín en busca de su caballo que había dejado atado a un árbol, cuando un hermoso rosal atrajo su atención. Se acordó entonces de la promesa hecha a Bella, e inclinándose cortó una rosa. Inesperadamente, de entre la espesura del rosal, apareció una bestia horrenda que iba vestida con un bellísimo atuendo; con voz profunda y terrible le amenazó: " ¡Desagradecido! Te he dado hospitalidad, has comido en mi mesa y dormido en mi cama y, en señal de agradecimiento, ¿vas y robas mis rosas preferidas? ¡Te mataré por tu falta de consideración!" El mercader, aterrorizado, se arrodilló temblando ante la fiera: ¡Perdóname! ¡Perdóname la vida! Haré lo que me pidas! ¡La rosa era para mi hija Bella, a la que prometí llevársela de mi viaje!" La bestia retiró su garra del desventurado. "Te dejaré marchar con la condición de que me traigas a tu hija." El mercader, asustado, prometió obedecerle y cumplir su orden. Cuando el mercader llegó a casa llorando, fue recibido por sus tres hijas, pero después de haberles contado su terrorífica aventura, Bella lo tranquilizó diciendo: " Padre mío, haré cualquier cosa por ti. No debes preocuparte, podrás mantener tu promesa y salvar así la vida! ¡Acompáñame hasta el castillo y me quedaré en tu lugar!" El padre abrazó a su hija: "Nunca he dudado de tu amor por mí. De momento te doy las gracias por haberme salvado la vida. Esperemos que después..." De esta manera, Bella llegó al castillo y la Bestia la acogió de forma inesperada: fue extrañamente gentil con ella. Bella, que al principio había sentido miedo y horror al ver a la Bestia, poco a poco se dio cuenta de que, a medida que el tiempo transcurría, sentía menos repulsión. Le fue asignada la habitación más bonita del castillo y la muchacha pasaba horas y horas bordando cerca del fuego. La Bestia, sentada cerca de ella, la miraba en silencio durante largas veladas y, al cabo de cierto tiempo empezó a decirles palabras amables, hasta que Bella se apercibió sorprendida de que cada vez le gustaba más su conversación. Los días pasaban y sus confidencias iban en aumento, hasta que un día la Bestia osó pedirle a Bella que fuera su esposa. Bella, de momento sorprendida, no supo qué responder. Pero no deseó ofender a quien había sido tan gentil y, sobre todo, no podía olvidar que fue ella precisamente quien salvó con su sacrificio la vida de su padre. "¡No puedo aceptar!" empezó a decirle la muchacha con voz temblorosa, “Si tanto lo deseas..." "Entiendo, entiendo. No te guardaré rencor por tu negativa." La vida siguió como de costumbre y este incidente no tuvo mayores consecuencias. Hasta que un día la Bestia le regaló a Bella un bonito espejo de mágico poder. Mirándolo, Bella podía ver a lo lejos a sus seres más queridos. Al regalárselo, el monstruo le dijo: "De esta manera tu soledad no será tan penosa". Bella se pasaba horas mirando a sus familiares. Al cabo de un tiempo se sintió inquieta, y un día la Bestia la encontró derramando lágrimas cerca de su espejo mágico. "¿Qué sucede?" quiso saber el monstruo. "¡Mi padre está muy enfermo, quizá muriéndose! ¡Oh! Desearía tanto poderlo ver por última vez!" "¡Imposible! ¡Nunca dejarás este castillo!" gritó fuera de sí la Bestia, y se fue. Al poco rato volvió y con voz grave le dijo a Bella: "Si me prometes que a los siete días estarás de vuelta, te dejaré marchar para que puedas ver a tu padre." ¡Qué bueno eres conmigo! Has devuelto la felicidad a una hija devota." le agradeció Bella feliz. El padre, que estaba enfermo más Tema 32, Aprendemos a amar en familia Página 6 que nada por el desasosiego de tener a su hija prisionera de la Bestia en su lugar, cuando la pudo abrazar, de golpe se sintió mejor, y poco a poco se fue recuperando. Los días transcurrían deprisa y el padre finalmente se levantó de la cama curado. Bella era feliz y se olvidó por completo de que los siete días habían pasado desde su promesa. Una noche se despertó sobresaltada por un sueño terrible. Había visto a la Bestia muriéndose, respirando con estertores en su agonía, y llamándola: "¡Vuelve! ¡Vuelve conmigo!" Fuese por mantener la promesa que había hecho, fuese por un extraño e inexplicable afecto que sentía por el monstruo, el caso es que decidió marchar inmediatamente. "¡Corre, corre caballito!" decía mientras fustigaba al corcel por miedo de no llegar a tiempo...Al llegar al castillo subió la escalera y llamó. Nadie respondió; todas las habitaciones estaban vacías. Bajó al jardín con el corazón encogido por un extraño presentimiento. La Bestia estaba allí, reclinada en un árbol, con los ojos cerrados, como muerta. Bella se abalanzó sobre el monstruo abrazándolo: "! No te mueras! No te mueras! Me casaré contigo!" Tras esas palabras, aconteció un prodigio: el horrible hocico de la Bestia se convirtió en la figura de un hermoso joven. "¡Cuánto he esperado este momento! Una bruja maléfica me transformó en un monstruo y sólo el amor de una joven que aceptara casarse conmigo, tal cual era, podía devolverme mi apariencia normal. Se celebró la boda, y el joven príncipe quiso que, para conmemorar aquel día, se cultivasen en su honor sólo rosas en el jardín. He aquí porqué todavía hoy aquel castillo se llama "El Castillo de la Rosa". Tema 32, Aprendemos a amar en familia Página 7