E X C M O . AYUNTAMIENTO DE YECLA Servicio Municipal de Publicaciones Coordinación edición: Liborio Ruiz Molina Fotografía portada: Ramiro Soriano Composición e impresión: Victoria, Artes Gráficas - Yecla Encuademación: Castell - Murcia Edita: Excmo. Ayuntamiento de Yecla. Servicio Municipal de Publicaciones Depósito Legal: MU-952-1989 ISSN.: 1130-3581 ÍNDICE I. ARTÍCULOS. Prehistoria y Arqueología. "La Prehistoria reciente en el altiplano del norte de Murcia: Estado actual de la investigación sobre el III y II milenio a.C. en Yecla" Por José Martínez Pcñarroya. "Notas sobre el yacimiento Encolíticode La Balsa. (Yecla. Murcia)" Por Diego Vicente Carpena. "Precisiones sobre la cronología de Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla). La cerámica Campaniense A de la necrópolis del poblado" Por José Miguel García Cano. 7 19 23 Historia. "Bandos y bandolerismo en la Por Sebastian Molina Puche. "Los ayuntamientos yeclanos durante el periodo 1823-1831" Por Miguel Ortuño Palao. "Historia de la iluminación Por Ricardo Montes Bernárdez. Yecla del siglo XVII." 31 39 en Jumilla-Yecla" 49 Arte. "Ermitas rurales en Yecla" 55 Por Francisco Javier Delicado Martínez. Geografía. "El casco antiguo de Yecla, un espacio urbano estancado. Propuestas para su recuperación integral" 79 Por Francisco José Morales Yago. Etnografía. "Los Auroros de Yecla" 101 Por Salvador Martínez García "Bailes tradicionales en la Comarca del Altiplano (Jumilla-Yecla)" Por Emiliano Hernández Camón. "El molinode vapor de Yecla: Historiay arqueología Por Gerardo Palao Poveda. "Carpintería y ebanistería en Yecla (Murcia): apuntes para una historia" Por José Puche Forte. II. DOCUMENTOS. 113 industrial" 117 125 "Documentos para la Historia de Yecla y el Señorío de Villena del Archivo Histórico Nacional. Sección Nobleza.(I)" Por Aniceto López Serrano. "La aduana del puerto de Yecla como fuente de rentas" Por Jorge Ortuño Molina. "Un discurso del Padre Lasalde" Por C a r m e n Ortín Marco. 141 187 195 III. HISTORIOGRAFÍA YECLANA. "Historia de Yecla. De la Prehistoria Por Carlos Lasalde. (Obra publicada en Semanario Murciano. 1881). a la Edad Media" 201 ARTÍCULOS LA PREHISTORIA RECIENTE EN EL ALTIPLANO DEL NORTE DE MURCIA: ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL III Y II MILENIO A.C. EN YECLA. José Martínez Peñarroya. Introducción Paisaje El presente estudio pretende retomar una línea de investigación, que si bien ha tenido ocasión de manifestarse anteriormente, consideramos que no lo ha hecho con la sistemática que hubiera sido de desear. La prehistoria reciente del Altiplano de Jumilla y Yecla es conocida mediante episodios esporádicos, sin ahondar hasta el momento en una necesaria labor programada y que nos conduzca a una puesta en valor de las distintas manifestaciones materiales de esas épocas, así como permitirnos partir de unas bases más sol idas para establecer el panorama de la ocupación del territorio del altiplano en aquellos momentos. El origen de las líneas que hoy traemos a esta tribuna es algo remoto. En el año 1985 leímos nuestra memoria de licenciatura, presidiendo el tribunal calificador. siendo presidente del tribunal el Prof. Dr. D. Gratiniano Nieto Gallo1. En ella estudiábamos mediante el método estadístico un conjunto de cerámicas procedentes de uno de los estratos arqueológicos del Cerro de El Cuco(VilIanuevade la Jara. Cuenca) y elaborábamos la carta arqueológica de la Edad del Bronce del sector oriental de la Submescta Sur (Martínez Peñarroya 1985). En ella y junto con la mencionada provincia de Cuenca y la de Albacete. incluíamos el altiplano de Jumilla y Yecla, por considerar que participaba de caracteres geográficos con los anteriores, además de otra serie de elementos materiales que podían hacerlas afines. Posteriormente aportamos como comunicación a las Segundas Jornadas de Historia de Yecla una parte de estas líneas, como era el estudio socioeconómico de los materiales arqueológicos de la Edad del Bronce del altiplano y que actualmente hemos puesto al día, para ofrecer el estado de la cuestión a mas de una década de aquellos primeros trabajos2. La comarca geográfica de Jumilla -Yecla se configura con una personalidad propia frente a las restantes de la región de Murcia, a la que pertenece administrativamente. aunque constituye una cuña que geográfica y topográficamente penetra hacia la región manchega, poniendo en contacto ésta con el Sudeste peninsular. Pertenece a una unidad de relieve distinta que el resto de la región murciana, es decir, que al estar integrada en las estribaciones sudestes de la Submcseta Sur. hace que los elementos que forman la unidad geográfica son lo suficientemente relevantes como para diferenciar el área de otras colindantes. Así el relieve, el clima y la vegetación presentan matices mucho más continentales que en el resto de las áreas donde la proximidad a la costa (Campo de Cartagena). o la situación cercana a sistemas de transición, pero no pertenecientes a la Submcseta (Campo de Mula) hacen de estas áreas distintas geográficamente hablando de la que nos ocupa. El altiplano deJumilla-Yecla se halla separado del mar por las alineaciones montañosas de la Sierra del Buey, la Sierra del Carche, de Norte a Sur. Su clima es de carácter continental, siendo sus precipitaciones anuales en torno al valor de 300 mm (Puche 1989. Morales Gil 1972). Otra de sus características es la ausencia de cursos permanentes de agua. sustituyéndose estos por ramblas, como la del Judío en Jumilla. de orientación Norte - Sur y de una importancia en el poblamienlo que veremos mas adelante. La continuación de la meseta que hemos mencionado tiene unas alturas oscilantes entre los 400 y 700 metros de media, si bien en las zonas altas estas alturas superan los 800 metros. Así vemos la existencia de zonas predominantemente llanas donde abunda la vegetación de romero, tomillo y lentisco y las zonas de sierras, con la presencia de cerros mas o menos aislados donde aparecen encinares y pinares con mayor incidencia. Los extensos términos de Jumilla y Yecla se resuelven en una serie de valles que descienden hasta el mar desde el término de Villena4. Esta configuración geográfica condicionará en buena medida los patrones de asentamiento y aprovechamiento del entorno, y así el ochenta por ciento de los yacimientos conocidos de la prehistoria reciente son cerros, cuatro son abrigos, mientras que uno tan sólo es una cueva. En estos años no ha cambiado mucho el panorama de lo que ya conocíamos en aquel momento para el término de Yecla. aunque si ha variado el conocimiento de la prehistoria reciente, tanto en Levante, como en el Sudeste peninsular y en la región manchega. áreas entre las que se encuentra enclavada estratégicamente el territorio del que nos ocupamos5. Nos centramos en la prehistoria reciente de dicha comarca, y especialmente en la del término de Yecla, sin desvincular su tratamiento de otras colindantes, que tienen su propia personalidad, pero que en la dinámica planteada por la investigación en los últimos años, presentan un registro que supera la intención de nuestro estudio. En la zona existe una gran concentración de yacimientos arqueológicos pertenecientes al periodo 7 climáticas de las regiones del Sudeste peninsular, es la de Hellín - Tobarra. Aquí, inmediata a la murciana Cieza (Ayala y otros 1989) también se ha puesto en marcha un programa de investigaciones que ya ha tenido sus primeros resultados. sobre todo para asentamientos pertenecientes al segundo milenio a.C. (Ayala y otros 1988. Jordán Montes 1983, García López e Idáñez Sánchez 1984 y López Precioso y Noval Clemente 1990). Además disponemos ya de datos sobre el final de la Edad del Bronce, lo que nos puede iluminar sobre este periodo aún no bien conocido (López Precioso 1993. 1994). Aunque el origen de la investigación prehistórica en Jumilla se remonta a los primeros pioneros de la disciplina (Vilanova 1891), no será hasta la labor de Jerónimo Molina García, fundador del museo jumillano que lleva su nombre. cuando se intensifiquen los estudios de su término municipal. aunque más centrados en el primer milenio a.C. como fueron los trabajos desarrollados en Coimbra del Barranco Ancho (Molina García y otros 1974). Pero donde quedaron mejor plasmados los estudios territoriales y diacrónicos realizados fueron en las mencionadas cartas arqueológicas publicadas del término de Jumilla (Molina y Molina 1973. Molina y Molina 1991) y su contribución a la síntesis del poblamiento del segundo milenio a.C. (Molina 1986a). No obstante son también suyas las aportaciones al conocimiento de las manifestaciones del arte rupestre (Molina 1986b. 1989-90). o la tecnología cerámica del tercer milenio (Molina y Molina 1977). Destacamos asimismo uno de los conjuntos que está siendo mejor conocidos por las excavaciones llevada a cabo ya desde hace unos años, cual es el poblado de El Prado (Walker 1985. 1990 y Walker y Lillo 1983, 1984), asentamiento del tercer milenio, en llanura y sin elementos arquitectónicos complejos. Abordamos ya el paisaje yeclano. donde destacamos la figura de D. Cayetano de Mergelina. Sus trabajos tuvieron continuación en su discípulo D. Gratiniano Nieto Gallo, que realizó la primera síntesis sobre la prehistoria reciente de la comarca (Nieto 1986). Las primeras manifestaciones sobre el poblamiento del término son de cronología paleolítica, en el lugar denominado la Fuente de la Villa, con restos fechables en el Paleolítico Inferior, así como de momentos más cercanos, en la transición hacia el Paleolítico Superior (Montes y Molina 1992-9). Pero si Yecla destaca por ahora con luz propia en el registro material de las culturas prehistóricas del Sudeste peninsular es en la serie de manifestaciones artísticas que atesora en su suelo. Las últimas aportaciones al estudio del arle prehistórico en Yecla lo constituyen los trabajos de Mauro Hernández (1986b) y los de Mateo Saura (1992-93. 1995) y García del Toro (1996). basados en el conjunto arqueológico del Monte Arabí. compuesto de tres abrigos con pinturas, cuales son los Abrigos del Mediodía, Cantos de la Visera 1 \ Cantos de la Visera II, además de varios campos de petroglifos. posiblemente fechables en la Edad del Bronce (Blázquez \ Forte 1983). Hemos de mencionar la importancia de otros trabajos anteriores que destacan por poner de manifiesto en momentos muy tempranos de la investigación, la importancia de los conjuntos artísticos yeclanos (Cabré 1915, Breuil y Burkitt 1915. 1963, Mergelina 1922). Aportaciones como las de García del Toro (1984). nos recuerdan esas primeras investigaciones. cronológico mencionado, ya que la extensión relativa de los dos términos es elevada frente a otros inmediatos. Esta concentración también es debida a las labores de prospección llevadas a cabo, sobre todo en Jumilla (Molina y Molina 1973, Molina y Molina 1991). Historia de la investigación prehistórica. La historia de la investigación prehistórica en esta comarca está marcada por la presencia de una serie de investigadores que han desarrollado su labor en estas sierras. Asilos nombres de Cayetano de Mergelina, Gratiniano Nieto, Jose María Soler y Jerónimo Molina quedan indefectiblemente unidos a una continuada labor y de referencia obligada a cuantos continúan los estudios prehistóricos en el Altiplano de Jumilla - Yecla. Ya hemos indicado que el término municipal de Yecla se articula en torno a una serie de valles transversales, de los que también participan los términos vecinos de Villena y Jumilla. Estos dos últimos, especialmente el de Villena tiene numerosos antecedentes en la investigación de la Prehistoria reciente, como para detenernos en nuestra exposición. Ambos términos quedan unidos, en lo que a las investigaciones arqueológicas se refiere, y desde mediados del presente siglo, a dos recientemente desaparecidas personalidades señeras locales, que desarrollaron labores de investigación en sus respectivos municipios. Jose María Soler es la figura vinculada a las primeras etapas del estudio de la Prehistoria en Villena y responsable de investigaciones sobre las edades del Cobre (Soler 1981) o del Bronce de Villena (Soler 1976, 1986), así como las resultantes de sus trabajos centrales como fueron las excavaciones del Cabezo Redondo (Soler 1987) o también las desarrolladas en Terlinques (Soler y Fernández Moscoso 1970). Recientemente se ha realizado una acertada síntesis que supone una primera puesta en valor y desde una óptica de arqueología del territorio de los asentamientos del segundo milenio en el término (Jover y otros 1995), además de la continuación de los trabajos en el Cabezo Redondo (Hernández y otros 1996). También en Alicante, en las comarcas del Vinalopó, se sitúa el colindante término de Pinoso, situado al sur del de Villena y al sudeste del de Yecla, en el que se han realizado recientemente algunos estudios, que parecen apuntar a un modelo de emplazamiento territorial en la prehistoria reciente sobre emplazamientos más diversos de lo que parecía pensarse hasta hace unos años5. Al norte de Yecla, en tierras al baceleñas destacamos los trabajos realizados en el corredor de Almansa (Simón García 1984. 1987 y Hernández y Simón García 1993, 1994), el primer avance sobre la carta arqueológica de los yacimientos del segundo milenio a.C. que se realiza en Caudete (Pérez Amorós 1996) o las primeras aportaciones recientes al estado de la cuestión en el inmediato término de Montealegre del Castillo (Simón García 1986). Este programa de investigación del segundo milenio en el sudeste de la provincia de Albacete tiene por el momento como magnífico colofón la primera entrega de los resultados de la excavación arqueológica del Cerro del Cuchillo de Almansa (Hernández y otros 1994). Otra comarca perteneciente a esta provincia manchega, pero que se halla anexa al término de Jumilla y que participa plenamente de las características geográficas y 8 Del poblamiento asociado a estas manifestaciones de arte rupestre, aún no tenemos constancia, aunque disponemos de indicios sobre la existencia de registro arqueológico techablcs en el IV milenio a.C.6. En asentamientos o lugares con registro del tercer milenio podemos citar los trabajos realizados en la cueva de las Atalayas, donde además de niveles musterienses. también se han recuperado materiales calcolíticos7. Excavaciones arqueológicas sistemáticas sobre algún asentamiento fechado en el segundo milenio a.C. solamente se han realizado en el denominado Cerro de la Campana*, aunque en las intervenciones de urgencia realizados en el Pulpillo, también se han detectado materiales de esta época de uno de los sectores del yacimiento (Iniesta 1992-93). primera de ellas recoge aspectos concretos del urbanismo de aquel cuadrante peninsular, aunque la falta de investigación aludida en el altiplano deja el área en una incógnita. No conocemos las características del poblamiento del tercer milenio, pues no disponemos en Yecla de la localización de asentamientos en llanura, o vinculados a tierras bajas y que tengan como restos de estructuras, los denominados fondos de cabaña, o huellas de chozas de tendencia circular y cubiertas vegetales, sustentadas por postes de madera, evidenciados en sus huecos para la sustentación. En otros lugares de la región de Murcia podemos observar el desarrollo de poblados de estas características, como el del Barranco Hondo de Totana y que se hallan asociados a necrópolis, bien de cuevas artificiales, bien de sepulcros megalíticos, como es el caso de los existentes en los términos de Lorca y Puerto Lumbreras, aunque no presentes en Yecla. No obstante las manifestaciones artísticas existentes en nuestro término nos remiten a la existencia de poblamiento en este tercer milenio, aunque sus patrones de asentamiento y los recursos económicos de los que disponían aún no sean bien conocidos. Hemos de remontarnos en este apartado a la existencia de algunas manifestaciones en las áreas circundantes. Conocemos en el término de Villena la existencia, además de una serie de asentamientos, como la Casa de Lara y El Arenal de La Virgen, neolíticos, e incluso testimonio de poblamiento paleo y mesolílico, de un yacimiento calcolítico bien definido. como La Macolla. Existen también, como en el caso del mencionado Prado de Jumilla, unos yacimientos que por sus materiales y morfología pudieran hacernos pensar en fases anteriores al segundo milenio, como el enterramiento colectivo de la Cueva de las Delicias y el yacimiento de La Lagunilla. También el denominado enterramiento neolítico de la Cueva de las Lechuzas debería analizarse puntualmente, ya que, como en algunos lugares del Sudeste de la península, pudieran incluirse elementos que pertenecieran a un calcolítico inicial o pleno. Se han señalado en el término de Jumilla la presencia de varios yacimientos calcolíticos. No solo la referencia de Juan Vilanova (1891) a un cabezo situado al oeste de la población con materiales como una cuenta de serpentina, un hacha pulimentada de diorita, un cuchillo de pedernal y fragmentos de cerámicas decoradas con incisiones en los galbos exteriores, sino también las publicaciones sobre el yacimiento de El Prado (Walker 1985. 1990 y Walker y Lillo 1983, 1984). en curso de estudio en la actualidad. Asimismo se menciona (Molina y Molina 1976:26) la Cueva de los Tiestos y los enterramientos del Cabezo de las Salinas. Con ellos completamos la rápida mención de los asentamientos y lugares de enterramiento colectivo calcolíticos jumillanos, dejando para otra ocasión análisis pormenorizados de los mismos. Conocemos una serie de referencias (Nielo 1986:24) a asentamientos calcolíticos en el término de Yecla. como el de «La Borracha», La Cueva de las Rubiazas. La Cueva del Pino, Las Ramblas y los Abrigos del Rincón del Buen Aire. enterramientos colectivos con materiales como puntas de flecha de piedra tallada con pedúnculo y aletas y de tipo de «hoja de laurel». Asimismo se menciona la existencia de talleres al aire libre como el Castillico del Cerro González, el Disponemos así mismo de trabajos de carácter general, dentro de la abundante producción bibliográfica generada en la villa, sobre todo para la Historia Moderna y Contemporánea y que contrasta vivamente con la falta de investigación en otros términos, que tienen capítulos dedicados a la Prehistoria, aunque ya los años transcurridos hacen necesaria puestas al día que proponemos en estas líneas (Soriano Torregrosa 1972). Otros trabajos recogen la literatura de divulgación sobre la investigación arqueológica en Yecla (Azorín Cantó 1989)". Una visión de conjunto sobre el estado de las investigaciones prehistóricas en Yccla podemos consultar en Ruiz Molina y otros (1989), con treinta y cinco yacimientos catalogados y con información de los excavados desde 1984. Además disponemos de la publicación de las primeras Jornadas de Historia de Yecla (V V.AA. 1986) 10. y de los artículos de la presente revista Yakka, con lo que constatamos que la actividad no cesa en torno a las materias que nos ocupan. Hacia un modelo de asentamiento Hemos pasado revista a la historia de la investigación de la prehistoria reciente del Altiplano Jumilla - Yecla, así como de otras áreas anexas que son indicativas de una realidad aún no bien conocida. Abordamos ahora dos aspectos que nos pueden aportar alguna luz sobre la prehistoria reciente y que pueden ser tratados con la información de la que disponemos. Los modelos de asentamiento y la paleoeconomía son fragmentos de una realidad más compleja, que junto al estudio territorial y a manifestaciones como las funerarias pueden completar la visión de esta prehistoria reciente. El estudio completo de los asentamientos del tercer y segundo milenios a.C, y más con el volumen de los conocidos en el área, es tarca prácticamente imposible sino se proyecta desde unas bases de trabajo e investigación conjunta, máxime cuando el conocimiento que poseemos no es ni mucho menos desdeñable". Partimos para ello de síntesis generales de la prehistoria murciana y no de trabajos específicos, como los reseñados en el apartado anterior, que comentaremos más adelante. En estos trabajos de carácter general existe un cierto y comprensible vacío de la presencia de la prehistoria reciente del altiplano (Ayala 1995), mientras en otros se mencionan tímidamente aspectos de las características de los asentamientos (García Cano e Idáñez Sánchez 1983) o un primer y escueto intento de carta arqueológica provincial (García López y Buendía Noguera 1989). Dos son las síntesis recientes sobre la prehistoria de la región murciana (Eiroa 1989, 1995c). La 9 primera aproximación de conjunto al II milenio a.C. en el término y que nos ofrece una visión sobre la organización territorial del poblamiento y la presencia de asentamientos diferenciados, posiblemente según sus funciones específicas. (Jover Maestre y otros 1995). En el término de Caudete Pérez Amorós (1996) nos describe un panorama para el segundo milenio bastante sugestivo, con la presencia de asentamientos agrupados en dos grandes conjuntos, donde hay constancia de lugares centrales, así como la existencia de cuatro tipos de ubicaciones. Los yacimientos yeclanos que citamos a continuación, inscritos en el segundo milenio lo son por los materiales procedentes de lugares únicamente prospectados. aunque no se halla publicada la nómina de cada uno. Estos son el Cerro de los Moros o Arabilejo. Tobarrilla la Baja. Cerro de la Chimenea, El Portichuelo, El Serral, El Castillo, El Castellar, Cueva de los Moros, El Cerro de los Rincones, El Pulpillo, Cerro de la Magdalena, las Moratillas, El Cerro de los Conejos, El Cerro de los Rulos, El Arabí, El Cortijo y Las Zorreras. Se menciona que en el Cerro del Castillo, sobre el que hoy está el santuario de la Virgen existía un poblado argárico fortificado. que posteriormente fue destruido por las sucesivas ocupaciones (Molina 1986:409)". Existe una constante en el modelo de asentamiento en lodos ellos, la elección de cerros mas o menos altos, que propician el control del entorno y de los sislemas de comunicación natural, que se hacen especialmente significativos en la zona que tratamos. Respecto a la mencionada existencia de paramentos fortificados cálamos lugares como El Arabilejo14. El Cerro de los Conejos y El Cerro de los Rulos (situado en Monlealegre del Castillo. pero que participaría del mismo ecosistema). El Cortijo. Las Zorreras y El Cerro de la Finca de la Casa. Tampoco hay constancia por el momento de la existencia de recintos fortificados de tendencia circular. aunque si parecen estar presentes elementos defensivos añadidos a los paramentos murarios. como son torreones, como se menciona en el caso de Jumilla (Molina 1986). En cuanto a los primeros es obligado volver a citar los trabajos realizados en el corredor de Almansa y concretamente las excavaciones realizadas en el Cerro de El Cuchillo (Hernández y otros 1995) y que nos permiten apreciar un asentamiento de medianas dimensiones. que presenta la estructura de recinto fortificado de tendencia circular, con elementos que hacen muy interesante su análisis. como son el sistema de accesos y la plataforma de piedra situada al oeste y que bien pudiera tratarse de una base para la elevación de un sistema de atalaya. En las zonas mas llanas del término, coincidente con los fondos de los valles, zonas presumiblemente inundadas en otra época de mayor gradiente hídrico podrían haberse situado un tipo de asentamiento similar a los recintos de planta de tendencia circular. con o sin torre central, del tipo de las motillas y las morras manchegas. En lugares mas alejados, pero dentro del Vinalopó Medio existen algunos asentamientos en zonas llanas, que podían coincidir con un lipo de asentamiento que se está revelando como también característico del segundo milenio, aunque no presenten recintos fortificados, pero si que se instalen en el llano, como es el caso del Rincón de Almendricos de Lorca. con lo que el presunto y casi completo encastillamiento de las poblaciones del segundo milenio a.C. hoy ya es bastante discutido, incluso por sus propios defensores en el pasado lo Cerrico de los Conejos y La Morra del Moro, que si bien no conocemos los materiales, si podemos inferir su pertenencia a momentos anteriores a la plena Edad del Bronce. También debemos mencionar la existencia de una sepultura individual calcolítica en la Sierra del Cuchillo (Nieto y Martín 1983:301 y Nieto 1986:24. Eiroa 1995c:200), con elementos de ajuar en los que destacan los restos de bastantes vasos de yeso, un azuela de piedra pulimentada, dos punzones de hueso y algunas cuentas de collar bicórneas. Tenemos indicios de la existencia de otro enterramiento colectivo concretamente en el lugar denominado «Las Atalayas» (Nieto 1986:24. Eiroa 1995c: 198) con restos de cuatro individuos y de ajuar compuesto por fragmentos de cerámica bruñida, punzones de hueso y útiles líticos en forma de dientes de hoz. No podemos especificar más el fenómeno funerario ya que no contamos con otras manifestaciones en la demarcación de Yecla. como son las megalíticas. Tampoco podemos aportar mucha información sobre el urbanismo, siempre por causa de la falta de datos disponibles, aunque no es desdeñable la existencia de asentamientos con la presencia de un urbanismo primigenio del tipo del ya conocido en otras áreas del Sudeste peninsular. Respecto a ello y abundando en el lema del origen de la arquitectura en materiales sólidos no disponemos de dalos para afirmar la existencia de restos de recintos fortificados de tendencia circular, los denominados "encintados" en otras latitudes. No obstante y por las noticias que podemos cotejar en los términos colindantes es muy posible que este tipo de asentamiento se encuentre presente en cualquiera de los yacimientos en los que se tienen indicios de la existencia de paramentos fortificados. Se ha hecho mucho hincapié desde hace unas décadas en la generalización de los asentamientos con presencia de murallas y otros sistemas complejos de defensas en la prehistoria reciente del Sudeste y áreas inmediatas12. No obstante en la actualidad, como veremos más adelante, esta tendencia está en entredicho, hasta que no se realicen estudios más completos, y muy especialmente para el segundo milenio. En algunos de los yacimientos fechados en los inicios del segundo milenio a.C. de la comarca de Villena existe la referencia (Puntal de Carniceros y Peñón de la Zorra) de la presencia de fragmentos de cerámica campaniforme. hecho nada extraño, ya que por su situación cercana a Levante es posible la confluencia en Villena de portadores o productores de dicho elemento, hecho más relevante que la posibilidad de procedencia de estos materiales de las zonas situadas más al norte (provincias de Albacete y Cuenca) donde la presencia de objetos campaniformes es esporádica aunque no desconocida. En el altiplano la ausencia parecer ser completa de ejemplos de cerámica campaniforme (Ayala e Idáñez 1987), quedando éstos relegados por ahora a las zonas situadas al sur del río Segura (Eiroa 1995). Es de destacar que estos yacimientos si presentan unas características como asentamientos fortificados que nos hace plantear abiertamente la necesidad de una mayor definición de estos sistemas defensivos para Yecla, ya que la simple mención hoy día de la presencia de murallas, no es suficiente dada la variedad en tipología y uso de los ejemplos conocidos en otras áreas. En relación a ello citamos los trabajos realizados recientemente en la vecina Villena, con la redacción de la 10 ganaderos, no descartándose la existencia de un posible paso de ganado de las sierras Subbéticás a las altiplanicies. También señala que los materiales depositados en el Museo de Jumilla y que son considerados como argáricos están alejados de los tipos morfométricos de esta cultura. Las causas para esta diferencia las cifra en una deriva cultural local o en una cronología diferente a la argárica. Mauro Hernández (1986a:348) menciona que los argáricos no debieron de llegar a los corredores de la altiplanicie de Yecla - Jumilla, al menos en la primera mitad del II milenio, por lo que el Cerro de la Campana tiene mayores influencias del Bronce valenciano. El estudio de conjunto de Jerónimo Molina (1986) es atrayente y nos parece una buena proposición de intenciones al indicar la potencialidad del medio centenar de asentamientos. así como la presentación cartográfica de las vías de comunicación, aunque quizás no coincida exactamente la dirección de los flujos de desplazamiento. Es muy posible que la difusión del poblamiento se realice desde áreas interiores de la Meseta, ya que como actualmente parece que conocemos (Hernández 1986) las poblaciones argáricas no llegan a culminar su expansión en el altiplano. Pero quizás ésta si pudo producirse por la ruta de comunicación del Vinalopó, por constituir un área más sencilla de tránsito y con más recursos naturales que las áreas interiores del altiplano, que tendríamos que poner en relación en lo que a recursos económicos se refiere a las inmediatas áreas de Hellín - Tobaría. que nos parece un rasgo de indudable honradez científica y dice bastante en aras del progreso de nuestros estudios en determinadas áreas de nuestra geografía. En esta misma línea aportamos una cita, que aunque procedente de un texto de historia local, no específicamente arqueológica, pero que por las características apuntadas bien pudiera tratarse de asentamientos en ésta línea, habida cuenta de la constatación de otros ejemplos de túmulos en áreas inmediatas como Montealegre del Castillo u otras situadas en el sudeste albacetense, y que pertenecen plenamente al segundo milenio a.C.15. La constatación de asentamientos en llano en Caudete nos refuer/a en nuestra idea de la posible presencia de Yecla de modelos de asentamientos similares a los detectados en el campo de Loica. Otro de los Fenómenos, que por las similitudes con áreas circundantes, nos parece de crucial importancia es la estrategia de asentamiento durante este segundo milenio. Como ya hemos visto tenemos mas referencias sobre el mismo que sobre el desarrollado en el milenio anterior, bien poique se produce una cierta expansión demográfica, bien porque se ocupan nuevos territorios. Lo que sí parece claro, a tenor de los paralelos conocidos, es que no existen vacíos de asentamientos en los valles interiores y altiplanos de la región de Murcia y sudoeste de la provincia de Alicante. Tampoco estamos en condiciones de afirmar si el poblamiento se produce simultáneamente y en todos los lugares en los que hasta ahora se tiene constancia del mismo en el segundo milenio, o si por el contrario los asentamientos no son muy duraderos, produciéndose una serie de ocupaciones y abandonos a lo largo de todo el milenio. No obstante la voluntad de perduración sobre un mismo territorio es ahora más patente que antes, evidenciándose en un mayor tamaño de los lugares elegidos para vivir, así como un aparente mayor cuidado en la elección de los mismos por sus posibilidades estratégicas y defensivas. La situación en un área de transicción geográfica y por ende cultural puede configurar una personalidad propia a las manifestaciones de la Prehistoria reciente del altiplano de Jumilla - Yecla. Atrás han quedado las tesis sostenidas a mediados de este siglo donde las culturas prehistóricas, tanto del tercer y segundo milenio, se extendían prácticamente por toda la Península Ibérica. Hoy día ya se han establecido, o se está en proceso de discusión, los límites y la diacronía de cada una de las culturas que conforman el panorama del cuadrante sudeste de la Península, aunque las fronteras no son del todo nítidas, en especial para comarcas concretas donde confluyen las manifestaciones de dos o más culturas sincrónicas. Así desde lugares específicos por reunir un alto grado de estas características, como son los fortines destinados a la vigilancia de un determinado paso o valle, hasta los lugares fortificados, que son especialmente patentes en la vecina Villena, en el momento de cambio del milenio, y que presentan unas estructuras defensivas muy desarrolladas (Puntal de los Carniceros y Peñón de la Zorra). Otros asentamientos, y éste parece ser el caso del Cerro de la Campana y el propio Cabezo Redondo villenense, carecerían de estos sistemas defensivos murarios in situ, quizás por poseer otro tipo de defensa más territorial, como puede ser el mencionado control ejercido por establecimientos específicos, fortines, ya detectados en Villena. Lorca, o incluso en Elche. - caso del lugar denominado como Caramoro. situado en una de las márgenes del bajo Vinalopó y que controlaría el acceso a las partes mas altas del valle desde las llanuras costeras -. Vemos pues un modelo de control del territorio más complicado en este segundo milenio que en el primero, por lo que no sería de extrañar que estos modelos se repitieran también en Yecla. En esta línea de influencias es la presencia de elementos culturales de la Edad del Bronce manchego que se han manifestado recientemente en la excavación de uno de los asentamientos del norte murciano, como es el Cerro de las Víboras de Bagíl. Por otra parte la frontera del ya denominado estado argárico oscila del Segura al Vinalopó. aunque nunca hasta alcanzar las tierras altas alicantinas, como Alcoy. donde la plenitud del bronce valenciano queda bien evidenciada. Por ello, Yecla. en tierras geográficamente manchegas. colindante con lugares tan densamente poblados y en los que ya se está conociendo cada día mejor las estrategias de ocupación territorial, como es el Corredor de Al mansa, se nos presenta como un área clave. Estas tres realidades culturales del segundo milenio a.C. que hace menos de medio siglo, eran una misma, hasta las síntesis y delimitaciones espacio - cronológicas de autores como Miguel Tarradell, aparecen muy cercanas en el territorio yeclano. No creemos que podamos, ni ahora ni en un futuro mas o menos cercano, decantar las manifestaciones del poblamiento del segundo milenio a.C. en una u otra órbita. Pensamos que los lugares fronterizos, como ha quedado del imitado el presente, acusan suficientes elementos que puedan Otra cuestión a tratar es la posible pertenencia de estos asentamientos del segundo milenio al mundo argárico. Jerónimo Molina así parece definirlo, mientras que Vicente Lull se muestra más reacio a su plena adscripción argumentando que de los yacimientos no se tiene un nivel de conocimiento suficiente. Según el mismo autor (Lull 1983:417) los recursos necesarios para la supervivencia debían ser agrícolas y 11 momento conozcamos más datos sobre su morfología o funcionalidad. En las siguientes líneas realizamos un análisis socioeconómico a partir de los materiales arqueológicos de los yacimientos que cuentan con campañas de excavación. Una primera aproximación a estos análisis fue un anterior estudio nuestro (Martínez Peñarroya y Sánchez Meseguer 1988). donde ofrecíamos una visión conjunta de estos aspectos económicos. Como señalamos anteriormente el registro material se multiplica en representatividad si analizamos aisladamente los yacimientos excavados. En total contamos con la presencia de cuarenta y tres artefactos distintos, frente a los treinta y cuatro para el resto de los yacimientos no sometidos a programas de investigación. Si a ello unimos que el Cerro de la Campana presenta veinte y seis. Terlinques veinte y uno y El Cabezo Redondo mas de la veintena, se nos amplia el repertorio de los tres o cuatro útiles representados por termino medio en los yacimientos prospectados. Artefactos de piedra tallada, sobre todo denticulados, están presentes en los tres yacimientos, mientras que las lascas y los núcleos están constatadas en la Campana. Percutores. raspadores y raederas únicamente aparecen en Terlinques. Puntas de flecha sólo aparecen en los yacimientos villenenses. Respecto a útiles de piedra pulimentada la mayor variedad aparece en La Campana con molederas, machacadores. alisadores, afiladores, morteros, hachas, colgantes y un brazalete. En Terlinques aparecen hachas, brazales de arquero y un mazo, mientras que en el Cabezo Redondo también se hallan brazales de arquero, además de afiladores y alisadores. Como elemento de marfil hemos de destacar un botón de perforación en "V" de La Campana, además de punzones, colgantes, cuentas de collar, puntas de flecha. espátulas y una raedera en hueso. En Terlinques también aparece un botón de perforación en "V". punzones y cuentas de collar, repitiéndose los punzones en el Cabezo Redondo. yacimiento en el que se recuperó además un mango de asta. Los recipientes cerámicos y las cerámicas destinadas a almacenamiento aparecen en los tres asentamientos (utilizándose las últimas como sarcófago en el Cabezo Redondo), así como las cerámicas decoradas. Toberas. fusayolas. fichas y pesas de telar aparecen en el Cabezo Redondo, y los dos últimos elementos en el Cerro de la Campana. Los objetos de concha están presentes en forma de colgantes en los tres yacimientos. En útiles de metal el yacimiento que menor variedad presenta es el Cerro de la Campana, con puntas de flecha y punzones, mientras que en el Cabezo Redondo aparecen hachas, punzones y cuchillos de cobre y pendientes de oro. En Terlinques la variedad es mayor con cuchillos, pendientes de oro. espirales de plata y oro y fragmentos indeterminados de cobre. El estudio de las fuentes de materias primas tampoco se ha iniciado para el término de Yecla. aunque si tenemos dalos de las investigaciones que esta línea se están desarrollando en la vecina zona de Hellín y Tobarra, donde contamos con las primeras aportaciones para el estudio de estas fuentes de aprovisionamiento, como son los trabajos de Jordán Montes (1983) y el Interesante y sucinto artículo de Rivera Nuñez (1988) en el que se habla de ciertas plantas, similares a las habas, aunque sin mencionar ninguna adscripción cronológica. Las actividades agrícolas están bien constatadas. ser adscribibles a los tres, a no ser que claramente tengamos una serie de características meridianas para decantarnos por un tipo de influencias. Por el momento y en lo poco que conocemos de este momento podemos afirmar que las características por las que podemos identificar la cultura argárica no son aún evidentes. Primera propuesta paleoeeonómiea Hemos mencionadocon anterioridad que el presente artículo pretende ser una puesta al día de algunas variables del registro arqueológico. Vistos los modelos de asentamiento. abordamos las que definimos con el nombre de artefactos. soporte en muchas ocasiones de magníficos estudios de conjunto. En las líneas de investigación en las que se mueve hoy día el estudio de la Prehistoria de la Península Ibérica, no debemos olvidar que la recuperación de la información del contexto material arqueológico constituye solamente uno de los pasos necesarios para la interpretación total de un conjunto de actos realizados por los habitantes de un determinado entorno y en un momento cronológico concreto. El estudio del medio ambiente, las actividades socioeconómicas y. por ejemplo, sin que agolemos líneas de trabajo, la reconstrucción del contexto arquitectónico, son etapas fundamentales de la metodología de investigación prehistórica de nuestros días"'. Únicamente analizamos los materiales adscritos cultural mente a la Edad del Bronce, habiendo mencionando en el apartado anterior los asentamientos del tercer milenio, de los que casi no disponemos de información ergológica. No debemos olvidar tampoco que algunos yacimientos como la Cueva del Peliciego de Jumilla presentan materiales que muy bien podrían pertenecer a un momento anterior, pero que al no haber tenido ocasión de realizar estudios puntuales sobre los mismos no podemos aventurar unas conclusiones sobre su precisa cronología. La desigualdad de la información, que aludíamos con anterioridad, nos obliga a separare] tratamiento de los yacimientos excavados de los que solamente se han realizado calicatas. De los primeros y si unimos la información ergológica de todos ellos se nos revelan como de bastante variedad de útiles e instrumentos. Los tres yacimientos (Cerro de la Campana en Yccla y los villenenses del Cabezo Redondo y Terlinques) sometidos a un programa de excavaciones arqueológicas sistemáticas, aunque bastante espaciadas, se revelan abundantes en registro material. De bastantes de los yacimientos de la Edad del Bronce de Jumilla conocemos la existencia de materiales. En la mayoría predomina la presencia de objetos de piedra tallada como núcleos, lascas y denticulados, siendo más esporádica la de puntas de flecha (Cueva del Peliciego) o perforadores (Cerrico de los Conejos y abrigo del Vínculo). Así mismo aparecen algunos raspadores, pero en número mas reducido que los elementos anteriores. En cuanto a materiales de piedra pulimentada vemos la casi omnipresencia de molederas, tanto activas como pasivas y la esporádica de hachas (únicamente en cinco de los yacimientos tratados). Los útiles en hueso se hayan solamente representados por espátulas (Cerrico de los Conejos y Cueva del Peliciego) mientras que aparecen colgantes de concha en la Cueva de la Peña del Castellar. Se hace referencia a placas de pizarra en la Morra del Moro y en los Gorgociles del Escabezado, sin que por el 12 reciente de los actuales límites administrativos del municipio de Yecla. debe articular en primer término una prospección arqueológica, para comprobar la existencia de aquel en los lugares más favorables para ello. Partiendo de un proyecto de arqueología del paisaje se propone una prospección extensiva de cada uno de los posibles asentamientos que reúna un mayor número de factores para haber permitido el establecimiento de poblamicnto humano en el tercer y segundo milenio a.C. Así desde lugares vinculados a la extracción de materias primas. a los lugares estratégicos, con una relación de visibilidad y defensa acentuada, pasando por establecimientos cercanos a otros recursos naturales, como son el agua o las tierras más aptas para las labores agrícolasl8. Superada esta primera fase y delimitadas las áreas de mayor potencial, se acometería una segunda fase de prospección arqueológica intensiva, con recorridos de campo. de todos y cada uno de los yacimientos arqueológicos en los que se halla detectado la presencia o que reúnan un número suficiente de indicios para el establecimiento humano. Esta fase nos permitiría delimitar con mayor aproximación la distribución del poblamicnto. así con la puesta en valor de los distintos yacimientos. En una tercera lase se acometería la realización de sondeos arqueológicos en algunos de los yacimientos comprobados, para comprobar la potencia cstraligráfica de algunos de ellos y que nos permitan establecer una estrategia de futuras intervenciones que nos permitan generar un conocimiento más aproximado de la prehistoria reciente del término de Yecla. con forme a una serie de hipótesis conlrastables con nuestro posterior trabajo de campo. No podemos olvidar que el conocimiento que tenemos de la prehistoria reciente en Yecla es parcial, por lo que los detalles de asentamiento, así como la distribución territorial de los mismos, se nos escapan por el momento. No debemos pues aventurar conclusiones sobre esta distribución territorial hasta que no conozcamos con más profundidad la diacronía de la prehistoria reciente yeclana. Proyectos como el que proponemos y del que queremos que estas líneas sean un punto de partida pueden contribuir a conocimiento del paisaje y el poblamiento humano en unode los rincones más sugestivos, en una verdadera puerta del Sudeste, y que debe jugar un papel de primer orden en la investigación de la Prehisloria Reciente de la Península Ibérica. en especial las de transformación, que quedan ampliamente patentes en los centenares de restos de molinos de piedra que se han recuperado en el Cerro de La Campana. El aprovechamiento integral de distintos ecosistemas, monte. piedemonte y áreas inundadas, está representado en el registro material de los asentamientos excavados. Una zona de paso tradicional, un corredor natural hacia el Levante, poco a poco se nos esta configurando como un área con matices diferenciadores (beneficio intensivo de la agricultura. actividades metalúrgicas, como la presencia de un horno de fundición de metal en el Cerro de la Campana17) dentro de un marco social con personalidad propia. Conclusiones preliminares Del panorama expuesto del más del centenar de asentamientos conocidos en las altiplanicies del cierre sudeste de la Submesela Sur (comarcas albacetenses, murcianas y alicantinas) podemos deducir una intensa explotación del territorio por un numero elevado de individuos dispersos en una serie amplia de asentamientos. El papel que han debido de jugar los sistemas de comunicación natural en la zona creemos que aun no ha sido estudiado con detalle, máxime si contamos con elementos como el marfil en el segundo milenio y posiblemente la concurrencia el transporte y comercio de materias primas y útiles entre las zonas costeras y el interior de la Meseta. Naturalmente en ello debió de tener bastante importancia la existencia de dos zonas (Bronce Valenciano y Argar) de acusados rasgos y que propiciarían estas actividades económicas El estudio de la socioeconómica, hoy ampliada por los dalos que día a día ven la luz de la Submeseta Sur y toda la compleja problemática que la investigación del aprovechamiento del entorno en una zona, que como hemos mencionado no podemos calificar de plenamente levantina. sino que se ve matizada por unos rasgos de continentalidad en su situación de cierre y puerta suroriental de la Mancha, puede darnos las paulas para dolar al altiplano de Jumilla - Yecla de unos rasgos que le pueden ser inherentes en las zonas de contacto de tres de las facies en las que se ha definido la Edad del Bronce Pleno de la Península Ibérica. De momentos posteriores, de la primera mitad del primer milenio a.C, no disponemos de datos que puedan si quiera ofrecernos un primer panorama del poblamiento en los momentos finales de la Edad del Bronce para el termino de Yecla. Como ocurre en otros lugares del altiplano, c incluso mas alejadas del Levante, la sistematización de la Edad del Bronce Tardío está pendiente aún de realizar aquí, y aunque contamos con importantes aportaciones, como es la que se lleva a cabo en el Cabezo Redondo de Villena (Soler 1987) o la reciente y primera síntesis de Joaquín Lomba Maurandi (1995). No desearíamos que esta época se halle presente en el término, pero por el momento no tenemos indicios de que ello sea así. BIBLIOGRAFÍA AYALA JUAN. María Manuela (1995)"Edad del Bronce Antiguo y Medio: La cultura argárica". en Eiroa (ed.). Prehistoria de la Región de Murcia. Murcia. 227-262 AYALA JUAN. María Manuela e IDAÑEZ SANCHEZ. 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Deseamos en primer lugar estas líneas la figura de uno de los investigadores Arqueología peninsulares que estuvieron bajo cuya dirección y de la del Dr. 15 sirvan para recordar de la Prehistoria y vinculados a Yecla, Sánchez Meseguer participamos en las campañas de 1983 y 1985 de excavaciones arqueológicas sistemáticas en el Cerro Campana y profesor que nos inició, desde la Cátedra Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma Madrid, en el oficio de conocer y contar las culturas de épocas pretéritas. las de de de las 7 Javier García del Toro, comunicación a las segundas Jornadas de Historia de Yecla, 1987. 8 Estas se llevaron a cabo por parte de un equipo de la Universidad Autónoma de Madrid bajo la dirección de los Doctores Nieto Gallo y Sánchez Meseguer. Hasta el momento se han realizado cinco campañas en el yacimiento, la primera de las cuales en 1956 bajo la dirección de D. Cayetano de Mergelina y las siguientes en los años de 1975. 1983. 1984 y 1985 (Nieto y Martín de la Cruz 1983. Nieto y Sánchez Meseguer 1987). También hemos tenido ocasión de asistir a la lectura de la tesis doctoral de Dña. Ana María Garcés (1993). 2 Queremos también expresar nuestra gratitud a D. Liborio Ruiz Molina, director del Museo Arqueológico Municipal Cayetano de Mergelina. por permitirnos actualizar nuestros estudios anteriores, así como por las orientaciones recibidas sobre el estado de la investigación de la Prehistoria reciente en el territorio yeclano. 9 Trabajos como el presente constituye un punto de partida y una guía para la investigación posterior y son útiles para ofrecer un puntode vista social de la arqueología en un término municipal concreto. 3. En el área de estudio (Martínez Peñarroya 1985), hemos diferenciado en total ocho áreas geográficas: Alcarria, Serranía. Mancha. Estribaciones del Campo de Montiel, Sierra de Alcaraz. Hollín -Tobarra. Montealegre del Castillo - Almansa y Altiplano de Jumilla -Yecla. Pertenecen las dos primeras a la provincia de Cuenca, la tercera a las dos entidades provinciales y las restantes a la de Albacete, excepto la ultima perteneciente a Murcia. De estas áreas geográficas mencionadas la que presenta un mayor índice de asentamientos de la Edad del Bronce es la de Jumilla -Yecla, con 25 frente a 125 en total en el momento de redacción del trabajo, sin incluir el área de Villena, que también participa de las características geográficas del altiplano, ni los yacimientos publicados con posterioridad, como El Pulpillo (Iniesta 1992-93) incluidos en el presente estudio. 10 La investigación arqueológica en Yecla no cesa en los periodos prehistóricos, sino que también se están desarrollando estudios sobre el poblamiento del término durante el periodo hispanorromano, plasmado en establecimientos como la villa de los Torrejones, o el lugar denominado los Cipreses (Molina García 1969) e incluso de momentos posteriores dentro de la primera mitad del primer mileniod.C.(González Blanco 1986). De épocas ya plenamente medievales contamos con los recientes trabajos de Ruiz Molina (1995) para la Yakka islámica. 11 Por ello nuestra pretcnsión en un futuro es continuar desde los presupuestos establecidos, el tratamiento de la información de las distintas variables prehistóricas que concurren en el altiplano. 4 Las relaciones de similitud geográfica con los términos colindantes son altas. No debemos olvidar que esta zona es asimilable geológicamente hablando a la albaceteña Montealegre del Castillo, pero el carácter mas acusado de altiplano introduce un matiz diferenciado. La vegetación y la existencia de lagunas saladas son puntos de contacto entre ambas áreas 12 « ...para defenderse de posibles ataques, la mayor parte de los «habitats» del Bronce de la zona, solían estar emplazados en altos cabezos dominantes sobre las amplias extensiones de las que emergen, están protegidos por fuertes recintos amurallados, torreados en muchas ocasiones, como se ha indicado, lo que da a estos poblados un evidente carácter mediterráneo. Dentro de estos recintos se disponían las chozas sin un afán urbanístico premeditado, generalmente se trataba de pequeñas estancias de planta cuadrangular o redondeada, dentro de las cuales se desarrollaba la vida familiar.» (Nielo 1986:26). 5 En las prospecciones realizadas hasta el momento destacan asentamientos como El Calafuch: «La estructura del cerro es amesetada. en una franja bastante estrecha, cerrándose por la cara norte en un pequeño acantilado que da al lugar una cierta consistencia defensiva. Hacia el sur aparecen restos de construcciones que podrían ser murallas o abancalamientos de regularización del terreno: estas construcciones se disponen de forma paralela y están hechas con piedras de gran tamaño.» (Seva Román 1991:42). También existe otro tipo de asentamientos, como el denominado Lel (Seva Román 1991:54), situado en llano y rodeado de otros relieves de mayor altura. Podemos entrever patrones de asentamiento muy distintos, en altura fortificados y en llano sin defensas apreciables. modelo del que ya se tiene conocimiento para otras comarcas, como es la lorquina. 13 Aspectos como estos no cabe duda que deben ser revisados. ya que quizás están basados sólo en evidencias cerámicas procedentes de prospecciones de superficie realizadas hace mas de dos décadas. 14 «El del Arabilejo está defendido por una fuerte muralla escalonada en su parte inferior, acerca del cual ya había algunas referencias [Mergelina 1922:88]». (Nieto Gallo 1986:25) 6 Se hallaron dos vasijas en una cueva del Monte de Los Secos, a 700 m. s.n.m. y situada a unos trece km. en dirección sudeste del casco urbano de Yecla. Se hallaban asociadas a un fragmento de cerámica cardial, cinco cuchillos líticos, dos cuentas de colar y un fragmento de hueso decorado. (Ruiz Molina 1988) l5 «Igualmente neolíticos o eneolíticos, deben ser los túmulos de «La Perdiz», «Cegarrón», «El Fator» y otros lugares, hoy en su mayoría destruidos o desaparecidos totalmente al ser utilizadas las piedras en otros menesteres por los propietarios 16 de los terrenos donde se hallaban. Tales túmulos debieron ser cámaras sepulcrales, según se deduce por los restos óseos en ellos encontrados.» . Soriano Torregrosa 1972:50 16 En esta línea de investigación nuestras primeras aproximaciones socioeconómicas se vieron plasmadas sobre la motilla de Santa María del Retamar (Argamasilla de Alba Ciudad Real) (Colmenarejo y otros 1987, 1988). Una de estas aproximaciones es la de Garcés Tarragona (1993) sobre el material cerámico del Cerro de la Campana. También hemos desarrollado estudios socioeconómicos monográficos sobre vasos coladores cerámicos (Martínez Peñarroya 1996), en especial referencia a la Submeseta Sur. 17 La falta de publicaciones específicas sobre los trabajos desarrollados en los asentamientos de la Edad del Bronce de Yecla, como es el Cerro de la Campana, que aunque tenemos constancia que se hallan iniciados, nos impide por el momento la caracterización de este asentamiento, con relación a los inmediatos conocidos, o incluso a otros más alejados, pero que puedan participar de elementos de la misma cultura, como es el caso de los asentamientos manchegos y levantinos. 18 En esta primera loma de contacto se utilizarían todos los documentos cartográficos y las series de fotografías aéreas completas para el término, partiendo de los más antiguos a los más modernos, para establecer estas áreas de posible mayor incidencia. Así mismo se recopilaría toda la información bibliográfica y material disponible, analizando lodos los restos arqueológicos adscribibles a esa cronología y que se hallan depositados en el Museo Arqueológico Municipal Cayetano de Mergelina. NOTAS SOBRE EL YACIMIENTO ENEOLÍTICO DE LA BALSA (YECLA. MURCIA). Diego Vicente Carpena comprobar si habían algunas mas, (1) y así fue como encontramos, en la superficie de la viña los siguientes (2) materiales arqueológicos : El trabajo que presento, en cierto aspecto es producto de la casualidad, por las circunstancias en que conocí el paraje arqueológico. Lo he dividido en seis breves capítulos, que vienen ilustrados con planos y dibujos confeccionados por mí. Igualmente acompaño al final una relación bibliográfica. En el primer capítulo comento las circunstancias del descubrimiento y el motivo de la prospección. En el segundo, hago una descripción de su situación geográfica. Seguidamente, en el tercer capítulo me adentro en el comentario del yacimiento. En el capítulo cuarto realizo una detallada descripción de los materiales arqueológicos recogidos en superficie. El capítulo quinto trata de las conclusiones que deduzco de todo lo anteriormente expuesto. Por último, relato los yacimientos de la misma cultura existentes en el término municipal de Yecla, localizados sobre un mapa. Hachas de piedra Fragmentos de hachas Sílex 2 20 126 Cerámica 28 Huesos Molusco marino (conus) Molinos barquiformes 9 1 13 Atentamente le saluda Diego Vicente Carpena SITUACIÓN GEOGRÁFICA.El paraje de la balsa, está situado en el Hondo del Campo, a una distancia de Yecla de 6,5 Km. y se accede a él por la carretera de Pinoso (comarcal 3223). Ocupa el fondo de una amplia llanura con suave pendiente hacia el Se., formada entre las Sierras del Príncipe al Norte, y la Sierra del Serral y de la Teja al sur. la sierra de Enmedio al Este y los Montes del Boalaje y Algezares al Oeste. En esta zona concurren las aguas procedentes de las avenidas torrenciales que durante siglos han ido depositando materiales de arrastre y embalsando el lugar en las épocas de grandes lluvias. Debido a estas condiciones de abundancia de agua y fertilidad de las tierras, los hombres del Eneolítico instalarían aquí un campamento que les permitiera desarrollar su economía agrícola-ganadera y cuyos restos aparecen ahora diseminados por una superficie superior a los diez mil metros cuadrados; estando localizado el núcleo principal en el punto 695714 de la Hoja N° 845 del Mapa Militar de España a Escala 1: 50.000, correspondiente a las coordenadas geográficas siguientes: 38° 34' 30" de latitud Norte y 1° 03' 17" de longitud Oeste, siendo su altitud media de 548 mts. EL DESCUBRIMIENTO.Para explicarlo, me limitare a transcribir la carta que envié el día 20 de Febrero de 1987 a la "Casa Municipal de Cultura". Museo Arqueológico: Pongo en su conocimiento, que el pasado día 13 de febrero, comprobando la noticia de un posible yacimiento prehistórico, nos acercamos al paraje de "La Balsa ", donde el padre del alumno Miguel Ángel Quiles Molina, había encontrado unas hachas de piedra, cuando podaba una viña, y comprobamos, una vez en el lugar, que aparecían por la superficie de la viña en cuestión, gran cantidad de fragmentos de cerámica, sílex, molinos enteros y rotos, huesos, hachas de piedra pulimentada de color negro, y fragmentos de otras de distintos tamaños. El motivo de esta prospección fue que explicando en clase de 6" Nivel de E.G.B. del Colegio P. "San José de Calasanz", el tema de la Prehistoria, el alumno antes mencionado, dijo que su padre había encontrado "martillos de piedra" negros y muy pulidos..., por lo que le preguntamos al padre del niño que nos indicara el lugar para ir nosotros a DECRIPCIÓN DEL LUGAR.No se ven restos de muros de hogares ni de fortificación, pues la zona está totalmente cultivada y no ha cesado de recibir aluviones y materiales de arrastre que se han ido sedimentando y formando una capa sobre el primitivo suelo del Campamento. 19 cada vez mayor, por lo que la prospección que nosotros efectuamos al tener noticias del primer hallazgo, consistió en ir al lugar y recoger sobre la superficie lo que aparecía a simple vista, y que sin duda habían dejado al descubierto las labores agrícolas. En una visita posterior, concretamente el 30-8-89 descubro que han desfondado y arrancado la viña de la izquierda de la casa, ahora se ve clarísimo la extensión del yacimiento pues han quedado al descubierto grandes manchas de cenizas con abundante cerámica fragmentada y restos de huesos grandes posiblemente de equidos; por lo menos hay una veintena de hogares diferentes en unos 3.000m. cuadrados. De los poblados eneolíticos se conoce muy poco, estarían formados por cabañas más o menos circulares construidas por un tapial o zócalo de piedra suelta y un techo de palos y ramajes que como es natural han desaparecido (3). 58 piezas, de ellas 33 pertenecen a molares de équidos y cápridos. 5 punzones. 2 espátulas. Concha: 12 piezas de moluscos marinos; de ellas 1 conus y 9 valvas de almeja, tres perforadas. Piedra: a).- Sílex: (Láminas I-II-III). 20 cuchillos de sección trapezoidal, de diversa coloración, blanco, gris, beig; las medidas de algunos de ellos son: 8x2,7x0,7; 5,4x2,3x0,7; 6,7x 1.3x0,4; 3,6x1,4x0,3 cm. 6 cuchillos de sección triangular, de coloraciones gris, beig; las medidas de tres de ellos son: 6x 1, 4x0,4; 5,9x1,4x0,6; 5x1,7x0,9 cm. 139 cuchillos de diferentes formas, tamaños y colores. 7 puntas de flecha, de el las 4 romboidales, 1 foliacea y2depedúnculoconaletasincipientes,lacoloración del silex es blanca, gris melado y beig, y las medidas de algunas de ellas son: 3,5x 1,2; 3x 1,2; 2,6x 1,9cm. 17 puntas de flecha de diferentes formas, tamaños y colores. 1 buril de pico de loro en color gris de 4x1,2x0,7 cm. 1 buril más. 4 cuchillos planos, 2 de 6x 1,60x0,7 y 4,7x 1,7x0,7 cm. 2 puntas triangulares de 5,8x5,3x0,8 cm. y 2,7x2,6x0,7 cm. 1 elemento de hoz. MATERIALES ARQUEOLÓGICOS.-,(4) Cerámica: 416 fragmentos de pasta basta, moldeada a mano, con desgrasantes micaceos, calcareos y algunos con jumillita; de ellos 56 pertenecen a bordes de vasijas; 20 presentan mamelones o asas de pezón, desde pequeñas protuberancias, hasta planas o puntiagudas; 2 con asa plana perforada en el centro; 8 contienen jumillita como desgrasante (cristales de flogopita); 1 decorado con dos bandas incompletas impresas cuando el barro estaba aún blando; y 1 con decoración de impronta de valva de almeja. 2 de ellos presentan fondos de vasijas planas. Hueso: LÁMINA I LAMINA II 20 1 colgante de colmillo de jabalí de 4,3 cm. con dos ranuras en su extremo más fino por donde iría atado. d).- Molinos: 13 enteros o muy pocos fragmentados. Más de 50 fragmentos de molinos diseminados por el suelo del yacimiento, algunos enteros o casi enteros, barquiformes o aplanados. CONCLUSIÓN.Por la gran cantidad de lascas de silex. abundantes núcleos y nódulos, cuchillosy raspadores y puntas de Hecha también de silex; cerámica tosca hecha a mano, con desgrasantes bastos. micáceos o con jumillita. algunas con decoración de mamelones, bandas impresas o impronta de almeja, y por los fondos planos. Por los molinos barquiformes y aplanados: hachas y azuelas generalmente planas, pulidas, de diversos tamaños y color negro..., se debe tratar de uno de esos "Talleres al aire libre" (5), no fortificado, pues estamos en el Periodo Eneolítico y en el llano, y que se instaló en un lugar rico en recursos de caza y con buenas y favorables condiciones para desarrollar una incipiente agricultura. También llegamos a la misma conclusión si comparamos los materiales de este yacimiento con los de sus vecinos de Jumilla y Villena pertenecientes a esta misma Cultura, pues aparecen idénticos cuchillos de sílex, los mismos tipos de puntas de flecha, las mismas formas de hachas y azuelas, fondos planos en las cerámicas, y el caso particular de los yacimientos eneolíticos de esta zona que es la presencia de cerámica con jumillita como desgrasante, lo cual hace suponer que hubo un contacto, un comercio y una comunicación entre ellos. Citaremos El Prado (6) de Jumilla como el más representativo, y La Macolla y Cueva del Lagrimal (7) de Villena, donde han aparecido cerámicas "centelleantes", sugerente nombre con que las bautizó D. José Ma Soler. LAMINA III 16 núcleos preparados o núcleos de lascas con las huellas de los últimos cuchillos que de ellos salieron, las medidas de algunos de ellos son: 5,6x5x4; 5x5x4; 4x4,5x3 cm. 2 extremos inferiores de núcleos preparados. 788 piezas de sílex correspondientes a fragmentos de cuchillos, raspadores, nodulos, lascas retocadas, restos de taller, etc. b).- Hachas pulidas: 24 de diversos tamaños y variedades de piedra (sobre todo pórfido y en menor cantidad pizarra), de color negro o gris oscuro, las medidas de algunas son: 18,5x5,4x3.5 cm; 15.2x7x4.5; 14x5.7x3,5; 14x7x3,5; 11,7x6x4; 1 1x5,6x3,6 cm. 10 medias hachas. 97 fragmentos de diferentes tamaños. 1 piedra porfídica con forma de hacha pero sin desbastar. 3 pulidoras de piedra granítica blanca. 1 piedra circular perforada con una de sus caras pulida. 1 piedra pómez. 1 pesa de telar con dos agujeros. 1 proyectil de honda redondo de pórfido. 2 bolitas de cuarcita. c).- Objetos de adorno: 1 colgante de piedra pulida de color gris en forma de L abierta, perforado con un agujero en su extremo más largo. YACIMIENTOS DE LA MISMA CULTURA.- (Lámina IV) En el término municipal de Yecla. tenemos otros yacimientos que también pertenecen al periodo Eneolítico, Calcolítico o Bronce I Mediterráneo, como son la sepultura individual que Juan Muñoz Gil descubrió en la Sierra del Cuchillo: otra sepultura correspondiente a un segundo enterramiento en una cueva de Las Atalayas y que excavó García del Toro en 1982; otro localizado en La Ceja, del que se han extraído dos pequeños cuencos de cerámica clara hecha a mano y dado a conocer por M. Conejero; en el Monte de los Secos y a muy pocos metros del término municipal de Villena, una pequeña cueva excavada por José Ma Soler dio también restos de esta cultura. Y por último también se han encontrado en los Torrejones lascas y nódulos de sílex, puntas de Hecha de sílex, cerámica basta hecha a mano y hachas de piedra pulimentadas y de color negro. NOTAS: 1.- Ángel Luis Quiles Quiles. 2.- Estos materiales arqueológicos fueron depositados en la Casa Municipal de Cultura de Yecla el 21 de febrero de 1987. 3.- García del Toro J.R. La Prehistoria desde el Paleolítico al Neolítico. Historia de La región Murciana. Tomo 2. pag. 53. 4.- Agradezco la colaboración de Nicandro Albert Juan y Martín Azorín Cantó que me acompañaron al Yacimiento y 21 encontraron buena parte de estos materiales. 5.- Jiménez Lorente, S. 1983.- Introducción a la problemática de los talleres de sílex al aire libre en la provincia de Murcia. XVI C.N.A. Murcia-Cartagena. 6.- Molina Grande Ma A. y Molina García J. "La Jumillita como desgrasante de la cerámica Eneolítica local" Jumilla (Murcia). Murgetana n° 47. 1977. Murcia. 7.- José María Soler "La Macolla, poblado Eneolítico de llanura en Villena (Alicante)". Primer Congreso de Historia del País Valenciano. Volumen II - 1981. LÁMINA IV 22 PRECISIONES SOBRE LA CRONOLOGÍA FINAL DE COIMERA DEL BARRANCO ANCHO (JUMILLA). LA CERÁMICA CAMPANIENSE A DE LA NECRÓPOLIS DEL POBLADO José Miguel García Cano Recientemente y en esta misma revista ha sido publicado un artículo sobre la cronología final de Coimbra del Barranco Ancho por Federico Rubio Gomis (1995). razón por la cual analizaremos en este trabajo la cerámica campanicnse A de la necrópolis del Poblado, única estación del conjunto de Coimbra que posee suficientes ítems, campanienses dentro de contextos cerrados con estratigrafía vertical y horizontal. Se ha considerado cerámica campaniense A a los productos procedentes del golfo de Nápoles fabricados con arcillas de la cercana isla de Ischia, con un repertorio formal un tanto arcaizante que preside al conjunto de la producción, tal y como definió en su momento el profesor Lamboglia (1952: 163-206) y posteriormente los doctores Morel y Sanmartí (MOREL. 1978: 156-161; ÍDEM, 1980: 101-102; SANMARTÍ. 1978: 21-22). Los talleres inician su actividad en el siglo IV a.C. imitando repertorios áticos, pero su producción industrial destinada al comercio exterior empieza tras el dominio romano de la zona y sobre todo con la entrada en funcionamiento del puerto de Pouzzoli y la fundación de una colonia allí el 194 a.C. Esta colonia favoreció la exportación masiva del producto a todo el Mediterráneo occidental (MOREL, 1978: 157: ÍDEM, 1981). Técnicamente la campaniense A se caracteriza por estar hecha con arcillas de color rojo o rojo amarronado, es dura, granulosa, micácea, compacta y de fractura recta su barniz es negro brillante a veces con irisaciones y reflejos metálicos, el barniz deja ver las líneas del torno. En el fondo externo suele llevar huellas digitales debido al proceso de barnizado por inmersión. En el fondo interno presenta a menudo un disco amarronado consecuencia del apilamiento de los vasos en la cocción. En cuanto a su decoración, en época primitiva y arcaica presenta decoraciones variadas y complejas, combinando pintura, incisión, impresión y relieve. Estas decoraciones llegarán a estandarizarse, reduciéndose en la primera mitad del siglo II a.C. a dos: roseta central o cuatro sellos-palmetas u hojas-. Hacia el 150-140 a.C. aparece una nueva decoración a base de círculos concéntricos, quizás por influencia de la campanicnse B. Las decoraciones irán degenerándose, llegando a desaparecer a fines de este siglo. Morel distinguió varios estadios (MOREL, 1980:102). PRIMITIVA.- Atestiguada en Ischia en el siglo IV a.C. se trata de imitaciones de la cerámica ática y capuana. ARCAICA.- Documentada en Ischia entre el 280-200 a.C. Exportada esporádicamente. Comporta en su repertorio la forma 21/25AL. con tres palmetas radiales. ANTIGUA.- Cronológicamente cubre entre el 220-190 a.C. Exportada a partir del 200 a.C. comporta las formas 23L., 33aL. y F815l aM.. MEDIA.- Cubre el siglo II a.C. (190-100). Masivamente exportada. Repertorio formal más extenso: 5L, 6L, 8bL, 27bL. 27aL, 27/55L. 28L. 31L. 34L. 36L, 55L. 65L. 68L y F3222M. Para matizar cronológicamente este amplio periodo,.I.P. Morel apunta tomar referencia de la campaniense del pécio del Gran Congloué para el primer cuarto del siglo II a.C. La campaniense A de Cartago para el II cuarto de siglo, la campaniensc de Entremont para el tercero y finalmente yacimientos como Pollentia fundado hacia el 123 a.C. para el último cuarto del siglo II a.C. TARDÍA.- Primera mitad del siglo a.C, todavía exportada, pero de manera distinta según las regiones y con un repertorio muy pobre 1L., 5/7L. y 113 de Morel. En Coimbra el conjunto documentado es muy homogéneo estando formado casi en exclusiva por boles de la forma 27a-bL/F2784M y un fragmento de copa de la forma 68b o c de Morel. El lote corresponde a un momento final de la campanicnse A Antigua en tránsito hacia la Media, esto es, entre el 220-180 a.C. 1. BOLS F27a-bL./F2784M.- Se han recobrado dos copas completas de las tumbas 16/20. n° 913. figura 1-2 y 55, n° 5541, figura 1-1, así como fragmentos que permiten reconstruir el perfil a falta de la base de otras dos copas de las tumbas 19. n° 1843. figura 1-4 y 43. n° 3499. figura n° 1-3. también poseemos dos bases de los ajuares de los enterramientos n° 27. n° 2463, figura 2-23 y 35. n° 2762. figura 2-21. Finalmente mencionar que procedentes de fuera de conjuntos cerrados se han recuperado otros 19 fragmentos de boles que en su totalidad pueden adscribirse a la F27L. en sus variantes a y b (figura 2-1 a 19 y 22). Dentro de esta forma los números 1849 y 3499 cuyos bordes son algo mas reentrantes están próximos a la variante < a> y tienen sus paralelos mas cercanos en boles del esterco- 913. y el n° ALB-1549 presenta un borde más recto. Ambas copas llevan como decoración una roseta central en relieve de siete pélalos y bolón central como las de Coimbra (RUBIO GOMIS, 1986: 242. figura 10 (ALB-1533): 262. figura 1 13 (ALB-1599). Estas piezas han sido consideradas por J. Pérez Ballester como del taller de las Pequeñas Estampillas. Véase PÉREZ BALLESTER. 1987: 71. Nosotros no las hemos podido estudiar directamente). lero .J1 del Oppidum de Castells en Nages estudiado por Michael Py (1978: 43-70). Para la forma nuestras piezas se asemejan al n° 267 de la capa 9a fechable entre el 200-175 a.C. (PY, 1978: 58. figura I 1-267) y a los números 325 y 328 del estrato 9c datables entre el 225-200 a.C. (PY. 1978: 59. figura 13-325 y 328), pese a todo el ejemplar n° 913 sigue siendo un poco más reentrante. La decoración de estas copas es la misma en todas las unidades conservadas: Una roseta central impresa en relieve en el fondo interno de la copa, formada por seis pétalos alrededor de un pequeño punto o bolón central n° 1843. figura 1 -4. n° 2017. figura 2-22 y n° 2762, figura 2-21 de las tumbas 16/20. 18 y 35 respectivamente. Un paralelo exacto volvemos a encontrarlo en Nages n° 249 de la capa 8 del estercolero Jl fechable hacia 175 a.C. (PY. 1978: 58, figura 16-249). existe otro paralelo en la pieza n° 1670 de la Cindadela de Rosas con una cronología anterior al 200 a. C. (SANMARTÍ, 1978: 549550, números 16-70, láminas 92 y 116). Por último analizar dentro de ese conjunto de copas la n° 5541, figura 1 -1 hallada en la tumba n° 55, que morfológicamente es casi idéntica a las precedentes pero tiene el borde algo menos reentrante, estando más próxima a los números 321. 323 y 325 de la capa 9c del basurero de Nages fechables entre el 225-200 a.C. (PY, 1978:59. figura 13-321.323 y 325). En cuanto a la roseta central impresa posee un pélalo mas que las anteriores y lleva además pistilos entre los pétalos. En conjunto el lote se podría datar entre el último cuarto del siglo III a.C. y los primeros años del siglo II a.C; pensamos que una fecha inmediatamente posterior a la finalización de la segunda guerra púnica aunque todavía en el siglo III a.C. sería la más adecuada para el grupo que estaría en relación directa con otra serie muy parecida de campaniense A hallada en el cercano poblado de El Amarejo, también con boles de la forma 27bL., n° 296 a 298, decorados con una roseta central con esta misma cronología (BRONCANO Y BLÁNQUEZ. 1985:263266, figuras 95 y 145). La distribución de estas copas en Murcia es relativamente escasa documentándose boles en Cigarralejo (CUADRADO, 1978:28, número 1.140-929. figura 3-4. Decorado con una roseta central de seis pétalos y botón central). Caberico del Tesoro (GARCÍA CANO, GARCÍA CANO Y RUIZ VALDERAS, 1989: números 80-83 y 85-87. figuras 14 y 15) y en la ciudad de Cartagena (Materiales inéditos procedentes de las excavaciones de urgencia realizadas en el casco urbano, conservados en el Museo Arqueológico Municipal de esta ciudad. Agradecemos la información a Elena Ruiz). En el resto de la península además de los ingentes lotes de Rosas y Ampurias (SANMARTÍ. 1978) contamos con ejemplares comparables a los aquí estudiados en Tossal de Tenalles en Sidamunt (BARBERA. 1964-1965: 158-159. n° 64-65. figura 9-13 y I4) y Líria(MEZQUIRIZ, 1954: 173-174. n° 18) o en la supuesta necrópolis ibérica de Orán cuyos materiales se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, en donde el n° 65 de catálogo -un bol 27bL.- posee como decoración una roseta de siete pétalos y botón central, fechada por Santos Velasco en el último cuarto del siglo III a.C. (SANTOS VELASCO, 1983: 326, n° 65, figura 10-3). Entre los materiales sin contexto de la necrópolis de la Albufereta (Alicante) existen dos boles de la forma 27a ó b L. El n° ALB1533 tiene un borde muy reentrante como nuestro ejemplar n° 2. COPA F68b o c M/E3131M.- Es una copa de paredes convexas con asas verticales, bífidas unidas por un lazo vertical, pie alto y cónico con moldura. Junto al borde externo suele presentar una acanaladura. En cuanto a la decoración lleva frecuentemente pintura blanca superpuesta, bandas junto al borde interno, y en el fondo interno dos círculos concéntricos. En nuestra necrópolis solo se ha recuperado una base con el inicio del pie de fuera de contexto n° 2578, figura 2-20. En el fondo interno el barniz ha tomado una coloración marión con el cerco característico del apilamiento de vasos en el horno. Estas copas están presentes en el pecio del Gran Congloué con una fecha de inicio del siglo II a.C. (BENOIT. 1961: 79-80), mientras que Morel le asigna una cronología del 170 más o menos para la variante b o c (MORLL. 1965: 98. figura 1-5), datación muy próxima a la que otorga Py a piezas procedentes del estercolero de Nages en torno al 175 a.C. (PY. 1978:58, n°211). Enrique Sanmartí considera que esta forma pudo iniciarse a finales del siglo III a.C, pero con su momento álgido en la primera mitad del siglo siguiente (SANMARTÍ. 1978: 167-168. Véase también el n° 95 de catálogo). Por tanto pensamos que nuestra copa se inserta perfectamente dentro de la cronología general de la forma en los primeros años del siglo II a.C. tampoco se puede precisar más debido a lo fragmentario de la pieza. En nuestra Región se han documentado copas de la forma 68 de Morel en la necrópolis del Cabecico del Tesoro (GARCÍA CANO, GARCÍA CANO Y RUIZ VALDERAS, 1989: 149-150. números 191-198) y Los Nietos (CRUZ PÉREZ, 1987: 191. figura 21). 3. CONSIDERACIONES FINALES.Visto el material campaniensc adscribible en su totalidad al tipo A clásico definido por Lamboglia. nos resultan increíbles, por no considerarlas absurdas, las consideraciones que sobre estas cerámicas en concreto mantiene Federico Rubio para situar la destrucción de Coimbra del Barranco Ancho a mediados del siglo III a.C. " ' . Estratigráficamente son las tumbas de la última fase las que contienen en sus ajuares cerámica campaniensc A, representada de una manera casi monolítica por boles de la forma 27L.- existe una base de copa 68b o c de Morel-, dos copas completas y restos de al menos otras cuatro en ajuares funerarios y casi una veintena de fragmentos de los estratos superficial y primero. Como ha quedado visto son precisamente estos materiales los que ayudan a concretar la cronología final de uso de este nivel de enterramientos y por ende de la necrópolis del Poblado en los inicios del siglo II antes de Nuestra Era. Por otro lado ponen de manifiesto la llegada a estas 24 ANCIENNE 36. 1976. Besançon. pp. 85-122. MOREL. J.P.: 1981.- "La produzione della ceramica campana: Aspelti economica e sociali". SOCIETA ROMANA E PRODUZIONE SCHIAVISTICA. I MERE MERCATI F SCAMBI NEL MEDITERRANEO, pp. 81-97. PÉREZ BALLESTER. J.: 1987.- "El taller de las Pequeñas Estampillas. Revisión y precisiones a la luz de las cerámicas de barniz negro de Gabii (Lalium). Los últimos hallazgos en el levante y sureste español". ARCHIVO ESPAÑOL DF ARQUEOLOGÍA 60. Madrid, pp. 43-72. PY. M.: 1978.- "Aparition et dcveloppemcnt des importations de ceramique campanienne A sur l' oppidum des Castel (Nages. Gard). D' apres les fouilles du deptoir J 1". ARCHEOLOGIE EN LANGUEDOC I. pp. 43-70. RUBIO GOMIS, F. : 1986.- La necrópolis de la Albufereta de Alicante (Valencia. España). ACADEMIA DE CULTURA VALENCIANA. SERIE ARQUEOLÓGICA I 1. Valencia. RUBIO GOMIS. 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Entre estos navicularios probablemente habrían algunos comerciantes griegos con experiencia sobre los tipos de transacciones, principales mercados y gustos de la sociedad ibérica en esta materia (GARCÍA CANO. 1997: 118). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.BARBERA FARRAS, J.: 1964-65.- "La cerámica barnizada de negro del poblado ilergeta del Tossal de les Tenalles de Sidamunt (Lérida)". AMPURIAS XXVI-XXVII. Barcelona. pp. 135-163. BENOIT. F.: 1961.- "Fouilles sous marines. L'epavedu Grand Congloué á Marseillc". XIV SUPLEMENT DE GALLIA. París. BRONCANO. S. Y J.J. BLANQUEZ PÉREZ: 1985.- El Amarejo (Bonete. Albacete). EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN ESPAÑA 139. Madrid. CRUZ PÉREZ, M.L.: 1987.- "Necrópolis ibérica de Los Nietos (Cartagena). Campañas de excavaciones 1984-1985". EXCAVACIONES Y PROSPECCIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA REGIÓN DE MURCIA 1. Murcia, pp. 183-255. CUADRADO DÍAZ, E.: 1978.- "Cerámica campaniense del taller de las Pequeñas Estampillas en Cigarralejo (Mula. Murcia)". 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Coimbra del Barranco Ancho (Cerámica Campaniense A: Boles F27L/F2764M; Copa -n°20- F68b o cM/F3131M) - Figura 2 - 27 HISTORIA BANDOS Y BANDOLERISMO EN LA YECLA DEL SIGLO XVII Sebastián Molina Puche Estos bandos medievales son sin duda los más famosos y estudiados, incluso en el marco del antiguo Reino de Murcia 3 , pero lógicamente, no son los únicos, ya que se trata de un fenómeno que, al menos en su dimensión local, llega hasta el siglo XIX. En cuanto al bandolerismo, ocurre algo parecido, pues el que se desarrolla en tierras murcianas en la centuria del seiscientos, ha pasado tradicionalmcnte desapercibido, bajo la ingente cantidad de estudios dedicados al bandolerismo de otras épocas y otras regiones, como pueda ser el desarrollado en tierras catalanas y valencianas a lo largo de los siglos XVII y XVIII 4 . o el andaluz del siglo XIX. este último con toda su carga romántica y novelesca. INTRODUCCIÓN.Antes de dar comienzo a este somero análisis de un tema tan complejo (y tan poco estudiado en el contexto regional murciano), sería conveniente dar una explicación del por qué del estudio de dos fenómenos diferentes en un solo trabajo. A lo largo de la exposición, intentaremos demostrar como, al menos en el caso yeclano, ambas muestras de conflictividad y violencia están totalmente relacionadas, pero es preciso aclarar que dicha relación no es ningún descubrimiento novedoso, pues sólo hace falta echar un vistazo a cualquier documento de la época, para observar que los propios contemporáneos tenían muy claro las implicaciones entre ambos fenómenos. Así, aunque sean las banderías medievales y el bandolerismo del siglo XIX (producto en muchos casos de la Guerra de Independencia y de las Guerras Carlistas) los primeros que nos vienen a la mente cuando se tratan estos temas, éste trabajo pretende demostrar, que ambos fenómenos se desarrollaron de una manera virulenta en el Reino de Murcia (en este caso lomando a Yecla como ejemplo), y que su importancia e implicaciones demuestran que no se trata de unos casos aislados y anecdóticos. Sin ir más lejos, vamos a tomar la definición que Sebastián de Covarrubias nos ofrece de las palabras bando y bandolero: "Bando. Nombre toscano; el pregón que se da, llamando algún delincuente que se ha ausentado, y de aquí se dijeron bandidos y bandoleros, comúnmente bandolear, por estar echando bando y pregón contra ellos en la república. Bandolero. El que ha salido a la montaña llevando en su compañía algunos de sn bando. Éstos suelen desamparar sus casas y lugares, por vengarse de sus enemigos, los cuales, siendo nobles, no matan a nadie de los que se topan, aunque para sustentarse les quitan parte de lo que llevan. Otros bandoleros hay que son derechamente salteadores de caminos, y éstos no se contentan todas veces con quitar a los pasajeros lo que llevan, si no maltratarlos y matarlos. Contra unos y otros hay en los reinos de Castilla y Aragón gran solicitud para prenderlos y castigarlos" '. LA CONFLICTIVIDAD EN LA EDAD MODERNA.Como ya hemos anotado, bandos y bandolerismo no son sino una demostración de conflictividad y violencia en el Antiguo Régimen. Si se buscan las raíces más profundas de ambos fenómenos, nuestros pasos deben dirigirse al estudio del sistema de gobierno de la monarquía española de los Austrias, un sistema en el que la cohesión social no puede explicarse sin un alto ni- Una vez aclarado el por qué de tratar el bandolerismo y los bandos oligárquicos de manera conjunta, es preciso explicar el marco cronológico del estudio. El fenómeno de los bandos suele verse enmarcado en los siglos XIV y XV. conflictos de clientelas desencadenados esencialmente para el control del poder: facciones aristocráticas alrededor del trono, facciones oligárquicas a escala regional o local 2 . 1 Véase Petrel Marín, Aurelio. "Los bandos del marquesado en el siglo XV". Actas del congreso de historia del Señorío de Villena. Instituto de Estudios Albacetenses. 1987. Martínez. Carrillo, M.L. "Manueles y Fajardos". Academia Alfonso X el Sabio. 1986. Murcia. 4 Para el caso valenciano véase García Martínez, Sebastián. "Valencia bajo Carlos II. Bandolerismo, reivindicaciones agrarias y servicios a la monarquía". Villena. 1991. Casey, James."El Reino de Valencia en el siglo XVII". Edit. Siglo XXI. 1983. Madrid. V.V.A.A. "Homenaje al Doctor Sebastián García Martínez". 1988. Valencia. 1 Covarrubias Orozco, Sebastián de. "El Tesoro de la Lengua Castellana o Española. Madrid 1611. Editorial Castalia. 1994. Madrid. : Lemennier, Cuy. "Economía, sociedad y política en Murcia y Albacete (s. XVI-XVIIt). Edit. Academia Alfonso X el Sabio. 1990. Murcia. 31 La conflictiviciad, pues, viene dada porque la parcela de poder que ha delegado la Corona, es muy sugerente, puesto que los señores, y sobretodo las oligarquías locales, obtienen un poder casi ilimitado en sus municipios, con un mínimo control por parte del poder central. De esta manera ocurre que suele aparecer en los distintos municipios un pequeño número de familias que van a intentar monopolizar el gobierno del Concejo. Los conflictos comienzan, como ya hemos dicho, cuando estas familias no llegan a un acuerdo en la división del poder10, cuando la oligarquía de un lugar debe enfrentarse con un poder extraño a ella (caso del marqués de los Vélez en Mula), o cuando la impunidad de éstas llega a un cierto límite, y se roza el mal gobierno o se rompe el orden social, como en la ciudad de Murcia durante las Comunidades", o como ya veremos más tarde, en el caso yeclano. La situación más común es la del enfrentamicnto entre varios bandos, siendo raro que sea una sola familia la que detente el poder durante mucho tiempo, ya que más tarde o más temprano suelen surgir voces discordantes 12 . La conlliclividad se hace más patente cuando entra en juego el factor bandolerismo, venga o no de la mano de los conflictos por el poder. El Reino de Murcia era un lugar que por muchos motivos favorecía la aparición del bandolerismo: sus peculiaridades geográficas, con lugares de difícil acceso como pueden ser montañas y zonas anfibias, con grandes zonas deshabitadas, y lo que es más importante, su carácter de reino frontera, lo que permitía que hubiese un gran sector de la población con armas, y facilitaba que los bandoleros pudiesen huir de la justicia en un momento dado, sobre lodo a tierras valencianas, convirtiéndose por el mismo motivo en el refugio de bandoleros del Reino de Aragón 13 . En resumen, la turbulencia de la Murcia del Antiguo Régimen no puede asimilarse a luchas entre estamentos o a enfrentamienlos entre clientes, ya que resulta ser una miscelánea de ambas, es decir, una mezcla de conflictos verticales y horizontales 14 , de lo cual va a ser uno de los mejores ejemplos el caso yeclano, como a continuación vamos a ver. vel de consenso, pues las fuerzas del orden son, a todos los efectos, casi inexistentes5. De esta manera, las élites "provinciales" y locales sellaban con la monarquía el compromiso de preservar un orden social que les era muy favorable, a cambio de contribuir a la imposición de los principios supremos de fidelidad y obediencia al trono6. Aquí entra en juego el consenso: la Corona es consciente de que no tiene capacidad de dirigir, de gobernar por si sola lodos los territorios e instituciones de la monarquía (no hay que olvidar el escasísimo número de funcionarios reales), y además no se puede enfrentar directamente con esas élites locales, de manera que lo mejor que puede hacer para que su autoridad no se vea cuestionada, es utilizar a esas élites, cediéndoles una parcela de poder que por costumbre le pertenece, a condición de que sigan sus dictámenes y les sean fieles. En aquellos lugares donde tradicionalmente había tenido importancia la institución del señorío, va a ser la aristocracia la que va a firmar el pacto, ya que ésta va a depender en exceso de la protección que la monarquía le brinda frente a sus acreedores, del amparo que le concede a la indivisibilidad de sus mayorazgos, del flujo de mercedes y rentas que recibe de aquella, para a cambio contribuir a la defensa de la integridad de los territorios de la monarquía y al fortalecimiento de su autoridad. Éste es el caso valenciano7, mientras que en el murciano, carente casi por completo de una aristocracia fuerte, a excepción del marqués de los Vélez, el pacto lo van a sellar las oligarquías municipales, que desde la Edad Media estaban investidas de amplias atribuciones, debiendo asegurar el orden y la justicia en sus amplios términos municipales8. Si hasta ahora hemos hablado de lo consensual, producto del pacto entre una monarquía en proceso de formación de un sistema absolutista, y una élite con necesidad de legitimar su posición, ahora debemos centrarnos en lo conflictivo de la sociedad, aquello que directamente es el causante de la violencia social en las dos facetas que analizamos: bandos y bandolerismo. La lucha entre dos o más facciones suele deberse, básicamente a una causa muy simple, la lucha por el poder, aunque puede tener múltiples facetas: EL CASO YECLANO.- - Luchas entre varios bandos oligárquicos por la conquista y ejercicio del poder municipal, propio de toda la geografía hispana entre los siglos XVI y XIX. - Luchas por la puesta en entredicho del régimen señorial allá donde está establecido, particularmente violenta en tiempos de crecimiento económico, sorda cuando se hunde la renta feudal". Hasta ahora hemos tratado el tema del bandolerismo y los enfrentamientos entre facciones, de una manera más o menos genérica y teórica. En esta parte del trabajo, nos vamos a detener en el caso de Yecla como ejemplo de lo anteriormente dicho. El seiscientos yeclano ha sido definido como "el siglo de la violencia"15 por la gran cantidad de enfrentamientos sangrientos que se registran a lo largo de la centuria. 5 Lemeunier, (".. y González Castaño, J. "Señores y Oligarcas. Las luchas políticas en Mula durante los siglos XVI y XVII". Áreas nº 10, Univ. Murcia. 6 Cátala Sanz, J.A. "Violencia nobiliaria y orden público en Valencia durante el reinado de Felipe III. Una reflexión sobre el poder de la nobleza y la autoridad de la monarquía". Estudis n° 12. Universidad de Valencia. 1904. pp. 105-121. 7 Cátala Sanz, J.A. "Violencia nobiliaria y orden público..." op. cit. p. 106. 8 Lemeunier, G. "Economía, sociedad y política en Murcia..." op. cit. p. 275. '' Lemeunier, G y Gónzalez Castaño, J. "Señores y oligarcas..." op. cit. p. 120. "' Contreras, Jaime. "Solos contra Riquelmes". Edit. Anaya. 1989, Madrid. 11 Owens, J.B. "Rebelión, monarquía y oligarquía murciana en la época de Carlos V". Universidad de Milicia. 1980. 12 Lemeunier, G. y González Castaño, .1. "Señores y oligarcas..." op. cit. pp. 277-278. 13 Lemeunier, G. "Economía, sociedad y política..." op. cit. pp. 273-275. 14 Lemeunier, G. y González Castaño, J. "Señores y oligarcas..." op. cil. p. 119. 15 Blázquez Miguel, J. "Yecla en su historia". Editorial Arcano. Toledo. 1988. p. 164. 32 para llegar a principios del siglo XVII con los dos alcaldes ordinarios y dieciséis regidores 21 . Bianualmente eran elegidos dos alcaldes ordinarios. uno por el estado noble, y otro por el estado llano. La función de estos era practicamente la misma que la de los tenientes del Corregidor o los Alcaldes Mayores, con la diferencia de que éstos eran designados por el Corregidor, y aquellos por el Concejo. La elección de estos alcaldes era uno de los privilegios de la villa de Yccla. Los regidores eran elegidos anualmente el día de San Juan por los regidores salientes, y éstos designaban a su vez, a los cargos de carácter técnico-. Sus funciones consistían, en sentido amplio, el gobierno de la villa, es decir, ordenanzas de policía, reparto de los impuestos, gestión patrimonial municipal, reglamentación de la vida económica, y regulaban las actividades agrarias. Sólo el derecho privado quedaba fuera de su gestión23. Como puede observarse, el poder de los regidores como grupo colegiado era amplísimo. Ésta era. pues, la estructura interna del Consejo yeclano, y las funciones de los que lo componían. Ahora vamos a estudiar los conflictos que se produjeron por el acceso a éstos cargos, los intentos de monopolizar el gobierno municipal, y las reacciones a estos intentos. En pocas palabras, los bandos yeclanos. La definición es totalmente adecuada para una villa en la que, a lo largo del siglo, se dan lodos los tipos de violencia individual y colectiva habidos y por haber: desde asesinatos pasionales, a invasiones de bandoleros, pasando por asesinatos políticos y motines por hambre"'. Nos vamos a centrar en la violencia debida a causas políticas y al bandolerismo, dejando de lado el resto de casos. y vamos a intentar dar explicación a los mismos. Como ya hemos indicado anteriormente, en el caso yeclano, bandos y bandolerismo están fuertcmentc relacionados. pero como los factores causantes de ambos fenómenos no son los mismos, y a fin de hacer más sencilla la comprensión de los mismos, vamos a tratarlos por separado, aunque sin perder la perspectiva de dicha interrelación. E L C O N C E J O YECLANO.Como hemos visto, la causa principal que lleva a las facciones que existen en la vida local a atacarse, es el acceso al Concejo, y el intento de controlar la institución, en otras palabras, la causa principal era la consecución del poder municipal, una parcela de poder muy apetecible, pues ésta permite la extensión de los bienes territoriales, una imposición en los conflictos legales, el enriquecimiento por manipulación de los fondos públicos, el tráfico de influencias y el crecimiento del prestigio 17 . LOS BANDOS YECLANOS: C O M P O N E N T E S Y FINES. Lo primero que hay que hacer antes de dedicarnos al análisis del fenómeno banderizo, es describir la estructura del Concejo. Yecla es una de las villas pertenecientes al Marquesado de Villena, hasta que los Reyes Católicos la convierten en tierra de realengo, incluida en el Corregimiento de Chinchilla18. La máxima autoridad, lógicamente, es el Corregidor, un cargo emanado directamente de la Corte, que nunca se puso a la venta, y cuyo prestigio emanaba y corría paralelo con el de la monarquía 19 . El Corregidor era elegido para ejercer su función durante un año. unas funciones que hacían de él gobernador civil y militar del Corregimiento, y justicia mayor del mismo. En ciertas Corregidurías, como por ejemplo en Murcia, el Corregidor disponía de una serie de subalternos, que ejercían como representantes suyos, que eran elegidos por él, y que realizaban su función en aquellas villas o ciudades que por su importancia o lejanía lo necesitaban. Éstos subalternos eran los Tenientes y Alcaldes Mayores. Como ya se comentó al principio de este trabajo, el origen del problema radica en la propia estructura del sistema político de la Monarquía Hispánica, es decir, el proyecto de monopolización regia de la violencia legítima nacía coartado por la dimensión insuperable de sus contradicciones internas24: no existían medios materiales para impedir los actos violentos de la población, y no habían medios para impedir que los que accedían a un puesto político no se aprovecharan de ello. Por si este problema de índole nacional fuera poco, en Yecla se observan una serie de factores que permiten una mayor virulencia de las banderías. Por un lado, el privilegio de elegir alcaldes ordinarios, junto a la necesidad de que uno de ellos sea del estamento noble, provoca desde un principio problemas: al ser electivo. este cargo suele recaer en personas de la población (a excepción del alcalde por el estado noble, como ahora veremos), lo que supone que. en la mayoría de las ocasiones, éste, no va a ser imparcial, de tal manera que el cargo más importante de la villa es causa de enfrentamiento entre bandos. Por su parte, el Concejo de Yecla, estaba formado, en el último tercio del siglo XVI por "...dos alcaldes hordinarios v dos alcaldes de la hermandad y seis regidores y un alguazil mayor y un teniente suyo y quatro escribanos y dos procuradores del número... "20. composición que varió con el tiempo, Por otro lado, Yecla es una villa sin hidalgos: "dixeron que la mayor parte de los vecinos de la dicha villa son personas que andan en el offiçio de la carretería y tragineros y otros son labradores y ganaderos y mucha parte de jornaleros y que solamente conoscen vn hidalgo de la dicha villa que se dize Diego de Laso Vera Ochoa el (¡nal tiene executoria rreal en forma por la Udiençia de la çidad de Granada el qual 16 Blazquez Miguel] .1. "Yccla cu su historia". Edil. Arcano. Toledo. 1988. p. 164 17 Lemounirr, G. y González Castaño, J. "Señores y oligarcas". op. cit. p. 132 l8 Soriano Torregrosa, F. "Historia de Yccla" Excmo. Ayuntamiento de Yecla, 1972, pp. 109-125. 19 21 Blazquez Miguel, .J. "Yecla en el siglo XVII". op. cit. p. 343. Relaciones topográficas de los pueblos del Reino de Murcia (1575-1579)". Estudio y transcripción de Cebrián Abollán, A. y Cano Valoro, J. Universidad de Murcia. 1992. Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII". op. cit. p. 359. Lemounier, G. "Economía, sociedad y política..." op. cit. p, 27 23 Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII". op. cit. p. 352. 24 Cátala Sanz, J.A. "Violencia nobiliaria..." op. cit. p. 107. 20 22 33 y lógicamente colabore con ellos 29 . Con el enlace matrimonial entre Francisco de Yarza y Catalina de Amaya. además de reforzarse los lazos políticos. se ven satisfechas las expectativas de las dos partes. Yarza va a poder hacer uso del poder económico y social de la familia de su esposa, y los Amaya. familia con obsesiones nobiliarias. afianza su poder en el Concejo y asciende en el escalafón social por medio de un auténtico hidalgo 30. Se trata de un ejemplo típico de enlace matrimonial entre un hidalgo empobrecido y una rica heredera del pueblo llano. goza de los priuilegios y eçençiones de hijosdalgo",25 hidalgo que no era oriundo de Yecla. En una villa sin nobles, y con la obligación de tener al menos uno. lo que se tuvo que hacer fue permitir, e incluso promover la "importación" de hidalgos, lo que en su momento fue otro foco de conflictos. En cuanto a la elección de regidores en el día de San Juan, ese fue otro factor causante de violencia, hasta que se produjo la venalidad de los mismos a partir de 1623, año en el que se reduce las regidurías de 16 a 8. las cuales son vendidas por la Corona como oficios perpetuos 26 . Así las regidurías se hacen hereditarias, de manera que sólo los puestos "técnicos" de tipo judicial (alcaldes ordinarios) son objeto de elección a partir de ese año. y hasta 1680 en que van a ser sustituidos por Tenientes de Corregidor 27 . Ya hemos visto cuáles eran los posibles motivos de enfrentamiento. vamos a pasar ahora a describir quiénes eran los enfrentados. Al principio de este epígrafe advertíamos que tal vez no sería muy correcto hablar de bandos en la villa de Yecla. con esto nos referíamos a que. siguiendo la descripción que de éstos hace Guy Lemeunier 2 8 , en el caso que nos ocupa, sólo podemos hablar de un bando como tal. que a lo largo del siglo va a intentar monopolizar el poder concejil, y que se encuentra enfrentado a buena parte de la población. Así. si seguimos el modelo creado por el autor anterior, sólo hay un grupo en el que se pueden ver las características propias de un bando, a saber: un grupo de familias vinculadas por la sangre, cuyos vínculos se refuerzan evcntualmentc por un matrimonio: con un círculo formado por los más viejos de los que emana el mando, frente al grupo de los más jóvenes. que suelen ser los autores de los golpes de mano: y alrededor del núcleo central, formado por la familia (o familias) dominante. los dependientes de ésta, desde el llamado "grupo doméstico" de los que habitan la casa, hasta los que se ocupan de la explotación del patrimonio, que forman todo un ejército clientelar que se rige por una relación de patronato reforzada por distintos tipos de "parentescos ficticios". Para ver lo productivo que fue económicamente el enlace para el hidalgo, en el apendice documental (documento n° 2) se recoge la relación de tierras que tenía el matrimonio. así como las compras y ventas, apartado éste muy representativo porque se demuestra cómo la adquisición y enajenación de tierras suele realizarse entre personas pertenecientes al mismo grupo oligárquico (de los Ríos. Sánchez de Amaya. Eugenio de Molina...). Sería muy interesante estudiar la dote (si ésta se conserva) que llevó Catalina de Amaya al matrimonio, así como el testamento de ambos. En 1616 aparece otro hidalgo. Tomás de Lordieta, también colaborador aunque menos activo del bando Amaya. que se turnará en el oficio de alcalde por el estado noble con Francisco de Yarza, durante más de diez años. Continuando con los componentes del bando, debemos destacara los escribanos Miguel Pérez Bravo. Eugenio de Molina y Ginés de los Ríos, así como a las familias Vicente. de los Ríos. Olivares. Serrano de Espejo. Ortuño y Puche, que suelen ocupar los puestos de regidores, refuerzan su posición haciéndose familiares del Santo Oficio, se unen entre ellos matrimonialmente. así como en política y negocios, y se caracterizan por lener aspiraciones nobiliarias, cosa que van a conseguir por medio de ejecutorias entre finales del siglo XVII (el primero va a ser Pedro Puche y Serrano de Espejo, caballero de la Orden de Montesa en 1692) y todo el siglo XVIII 31. Junto a estas familias, toda una serie de clientes y paniaguados, que van a ser los que en muchas ocasiones cometan los delitos de sangre. Así que puede definirse al bando Yarza-Amaya como un grupo oligárquico, como una verdadera élite de poder, que pretende justificar su posición en el Concejo mediante el ennoblecimiento, distinguiéndose del resto de la población a los que gobiernan. En cuanto al otro grupo con el que el bando YarzaAmaya se enfrenta, si seguimos las mismas pautas para definirlos que con el anterior, no puede decirse que se líate de un bando, ya que más bien se trata de un sector mucho más heterogéneo, formado por un grupo de personas a quienes sólo los une la oposición al bando anterior, y sobre todo, el intento de que no logren monopolizar el gobierno municipal. Los nombres y apellidos que aparecen enfrentados al bloque Yarza-Amaya son muy cambiantes a lo largo del tiempo, por lo que no parece que se trate de un grupo de las características antes nombradas. Por decirlo de alguna malicia. no parece que estuviesen "organizados". Así. puede hablarse de toda una compleja trama de relaciones horizontales y verticales, que hacen de un grupo heterogéneo con un fin común, un bando. En Yecla. el único bando existente es el formado por la familia Yarza-Amaya. y su extensa red de aliados y clientes, que son los que a lo largo del siglo XVII van a dominar la escena municipal. La familia Yarza-Amaya nacede una alianza matrimonial entre el hidalgo Francisco de Yarza y Olacarán y Catalina de Amaya, hija de uno de los potentados locales. Francisco de Yarza aparece por vez primera en Yecla en 1615, a la muerte del hidalgo Diego de la Sobera Ochoa. del que ya hemos hablado. Procede de Oñate (Guipúzcoa), de una familia de evidente nobleza de linaje. Su venida a Yecla se debe a que es llamado por los Amaya para que ocupe el ahora vacante puesto de alcalde ordinario por el estamento hidalgo, 25 "Relaciones topográficas..." op. cit. p. 369. Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII" op. eit. pp. 359-361 Blazquez Miguel, J. "Yeela en el siglo XVII". op. cit. p. 347. 28 Lemeunier, G.. "Economía, sociedad y política..." op. eit. pp. 279- 26 27 29 Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII" op. cit. pp. 64-67 Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII". op. cit. p. 65. 31 Ortuño Palao, M. "Yecla en el siglo XVIII". Murcia. 1980. 30 284. 34 penalidades, entre ellas el empobrecimiento y el estado de tensión en el que viven. Los motines suelen ser más vandálicos que sangrientos (quema de las pruebas de nobleza del grupo oligárquico en 1650: destrozos en las casas de los regidores en 1668). y suelen durar sólo unas horas, aunque las represalias van a ser muy duras. En varias ocasiones van a ser apoyados por grupos de bandoleros, como vamos a ver a continuación. No se trata de un ataque a la autoridad regia, (no son movimientos revolucionarios), sino motines que van atener como objetivo el ataque contra el mal gobierno, como es el caso de las Comunidades de Murcia 39 . Así que tenemos, un grupo en proceso de ennoblecimiento, que actúa como una oligarquía en toda regla, y que a falla de una legitimación social determinante, utiliza la violencia para que sus aspiraciones no sean frenadas. No puede hablarse del enfrentamienlo entre dos bandos. ya que el grupo realmente establecido se muestra muy cohesionado, mientras que el que Blázquez Miguel llama "bando popular" no parece ser tal si no que se trata del conjunto de la población, que se ve discriminado, y que no puede hacer nada contra ellos, porque su posición y sus redes de influencia lo impiden. De tal manera que sería más propio hablar de violencia oligárquica o vertical consecuencia de un proceso de oligarquización. que de bandos. Blázquez Miguel ha titulado a este grupo como "bando popular"32, debido a que defienden, en teoría, los intereses del pueblo frente a los abusos del "bando oligárquico", cuando realmente parece que. la serie de personajes que este autor agrupa en torno a ese hipotético bando, no son más que un grupo de personas, que tuvieron la desgracia de enfrentarse a los Yarza-Amaya. e intentaron que no llegasen a copar todas las cotas de poder. De ahí la heterogeneidad del "bando popular": el alcalde Juan de Escajedo, los regidores Pedro Muñoz Andrés. Antón Ortega. José Pérez, y Francisco Marti--- de la Torre, labradores como Martín Muñoz Salcedo. jornaleros como Juan Pinar... Los enfrentamientos eran muy frecuentes, y por término general la peor parle se la llevaban los del "bando popular": en 1638 es asesinado el regidor Pedro Muñoz Andrés, siendo a todas luces el inductor Francisco de Yarza 33. En 1639 son asesinados Juan Sanz. Pascual García López y Sebastián Soriano. por asesinos pagados por los Yarza-Amaya 34 . Ese mismo año es asesinado el regidor Antón de Ortega por Pedro Vicente, del bando oligárquico, que tras el asesinato se va a convertir en bandolero 35 . Los enfrentamientos son continuos a lo largo del siglo, siendo más de una treintena de actos violentos cometidos pollos Yarza-Amaya. y cualquiera que se atreviese a ponerse en su contra, ya fuera en el terreno político como en el personal36. La impunidad con la que los componentes del bando de los Yarza y los Amaya se dedican a exterminar a todo aquel que se pone en su camino (impunidad porque haciendo uso de su posición política, la mayor parte de las veces quedan sin castigo), da al conflicto un carácter que podríamos definir como "mafioso". al igual que hace James Casey para referirse al bandolerismo valenciano 37 . EL BANDOLERISMO.Ya hemos observado el clima de tensión y violencia que vive la villa de Yecla a lo largo del siglo XVII. Pero a lo anterior hay que añadirle otro factor: el bandolerismo. En este siglo el bandolerismo, llegó a constituir una auténtica plaga que a todos, ricos y pobres, nobles y plebeyos. burgueses y campesinos, afectaba por igual. Yccla fue una de las zonas más castigadas del reino de Murcia, llegando a convertirse en foco endémico de estos delincuentes 40 . Es esta una plaga propia de épocas en crisis, y va a ser esta misma una de las principales razones por las que puede explicarse el enorme aumento de este fenómeno en la zona de Yecla. No pretendemos analizar el bandolerismo a nivel nacional. ni mucho menos intentar analizar las causas y consecuencias del mismo, pues no es ése el objetivo de este trabajo. lo único que vamos a intentar es describir los posibles nexos de unión que tiene el bandolerismo con el fenómeno de oligarquización anteriormente estudiado. Hemos intentado demostrar que no se trata del enfrentamiento de dos bandos, si no más bien de un conflicto en e! que un grupo de privilegiados impone su ley sobre el resto de la población. Cuando alguien hace públicos los abusos de poder de esos pocos, es eliminado, como le sucedió al regidor Antón de Ortega, que al parecer no quiso entrar en el juego. Esa perspectiva nos hace ver el conflictode una manera distinta, pues aunque ocurran algunos casos de violencia horizontal (es decir, entre componentes del Concejo), lo que prima es el enfrenlamiento vertical, esto es. entre un grupo en vías de ennoblecimiento y oligarquización. y el resto del pueblo. En este sentido pueden analizarse los distintos motines populares que se van a registrar a lo largo del siglo. Estos motines populares que se van a registrar a lo largo del siglo. Estos motines son los de 1650. 1661. 1664 y 166838 en los que la población armada, va a tomar como objetivo de su furia al Ayuntamiento y a los componentes del mismo. Las razones son simples, la población está cansada de los abusos de los ediles, a los que culpan de todas sus Lo primero que hay que tener en cuenta, es el marco en el que se desarrolla este fenómeno, es decir, un clima de tensión agravado por una coyuntura económica de crisis. El bandolero yeclano suele verse abocado a la delincuencia por dos motivos esenciales: la miseria generalizada, o por enfrentamientos políticos. El primer caso suele ser el del bandolero que podríamos llamar "de base", mientras que el segundo suele ser el que dirige el grupo, sobre todo si pertenece al bando caciquil (caso 32 Yecla en el siglo XVII" op. cit. p. 357 y otras. Ibidem. pp. 413-414 34 Ibidem,pp. 414-415 35 Ibidem. pp. 415-418 36 Ibidem. pp. 409-428 37 Casey, J. "El reino de Valencia...", op. cit., pp. 212-229. 38 Blázquez Miguel "Yecla en el siglo XVII". pp. 423-424. 33 39 Owens, J.B. "Rebelión, monarquía...", op. cit. Blázquez Miguel, J. "El capitán Martín Soriano Zaplana". Yecla. 1983. pp. 65-6S. 40 35 Pero la clave está en saber hasta que punto el fenómeno bandolero es un movimiento de rebeldía contra la corona o el gobierno que la representa en el Corregimiento. Está muy claro que los bandoleros huyen en primer término del gobierno municipal, que es el encargado de formar las levas entre 1629 y finales de siglo. Pero si la negativa a ir a la guerra pone en jaque al Concejo 47 , a quien le está demostrando infidelidad es al Rey. de manera que se convierten en traidores, fuera de la ley. Al Concejo no se le demuestra el más mínimo respeto. como puede observarse en las invasiones que. por parte de las distintas cuadrillas de bandoleros, se producen en 1658, 1659 y 1669, en las cuales los bandoleros tienen como objetivo el propio Cabildo Municipal, y la liberación de presos, lo que significa un ataque frontal a la oligarquía yeclana. En cuanto al Corregidor, que es ya directamente el representante del Rey en estas tierras, y por lo tanto con una gran autoritas, para los grupos de bandoleros no va a ser más que otro objetivo a acosar, viéndose en muchas ocasiones desbordado por los acontecimientos, e incluso vencido por ellos. Casey dice que estas demostraciones de rebeldía no son más que incidentes aislados, y que por término general no atacaban a la Corona 48 . En el caso yeclano, las demostraciones de rebeldía no son tan aisladas, pero sería muy difícil hablar de bandolerismo como movimiento contra la Corona, siendo más fácil verlo como una faceta más de las luchas por el poder municipal, o contra el caciquismo de unos pocos. de Pedro Vicente, autor material del asesinato del regidor Antón de Ortega), o es un personaje relevante de la oposición política al mismo (caso del regidor Francisco Martínez de la Torre), aunque también hay casos en los que un desheredado de la fortuna comanda un grupo de bandoleros (caso del labrador arruinado Alonso Ibáñez). El bandolero suele ser utilizado en las luchas políticas por el poder en el concejo, y no pocas veces aparece como autor material de asesinatos de personajes relevantes del mismo, como ocurrió con Bartolomé y Ginés Rovira. Martín Andrés. José y Pedro Castaño. Juan Gil y Pedro Bañón. vecinos de Yecla contratados por los caciques de Villena Luis de Mergelina y Cristóbal de Selva, para que asesinaran a Pedro Fernández, lo cual hicieron 41 . Pero no sólo fueron utilizados por los bandos de los distintos municipios, sino que también intervinieron en las luchas políticas. Así. cuando Alonso Cerezo Ortuño. regidor perpetuo de Yccla, familiar del Santo Oficio, alcalde Mayor y gobernador de Montealegre. y enfrentado a la facción del otro regidor-bandolero Martínez de la Torre, invade Yccla con 200 hombres a caballo. (agosto de 1658, ver apéndice documental. documento n° 1). es para vengarse de sus enemigos políticos, y para que coloquen en el ayuntamiento a personajes de su agrado 42. Hay que tener en cuenta una serie de factores que facilitan la acción de estos grupos armados. Por un lado, la situación geográfica de Yecla. muy cercana al Reino de Valencia, donde pueden huir de la justicia castellana en un momento dado. Por otro lado, la poca capacidad que tiene el Corregidor de Chinchilla para frenar a estas cuadrillas, primero porque se encuentra muy lejos de donde se producen los hechos, y segundo porque su capacidad para reclutar hombres rápidamente es muy poca. Luego no hay un poder fuerte que impida la acción de estas partidas, pese a las patrullas de hombres armados que las villas afectadas por esta plaga habían formado 43 , aunque esa insuficiencia de fuerzas a disposición de las autoridades es algo común a todos los territorios de la monarquía. pues en el caso de Valencia ocurre algo igual". Hay que unir a estos dos factores el hecho de que eran muchos los personajes que prestaban ayuda a los bandoleros, tanto gentes del pueblo, como los propios representantes del Concejo que los utilizaban en sus luchas, como ha estudiado en el caso valenciano J a m e s Casey 45 . Ante la imposibilidad de enfrentarse directamente a los criminales, las autoridades tratan de hostigar a éstos que los cobijan, con muy poco éxito, todo hay que decirlo. Para resolver el problema, y visto que las autoridades no pueden frenar a cuadrillas que, en muchas ocasiones superan los cien o doscientos hombres armados, la Corona solía ofrecer periódicamente amnistías, con la condición de que sirvieran al Rey en los ejércitos de Milán o Nápoles, o en plazas fuertes como Orán 46 . 41 Blázquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII". Op. cit. p. 433. 42 Ibidem, pp 439-440. Blázquez Miguel, J. "El capitán..." op. cit. p. 65-68. 44 Casey, J. "Valencia en el siglo XVII" op. cit p. 225. 43 45 Casey, J. "Valencia en el siglo XVII" op. cit p.p. 210-219. Blázquez Miguel, J. "Aportación yeclana a la defensa de las costas en el siglo XVII: milicianos y bandoleros". Yakka. 1992-93. pp. 41-49. 46 47 48 36 Blázquez Miguel, J. "El capitán Martín...", op. cit. pp. 6-65. Casey, J. "Valencia en el...", op. cit p. 212. cumplan pena de quatro ducados en que desde luego se les da por condenados lo contrario haziendo y aplican para la camara de su magd quarta parte para montados atento es necessario a su rreal servicio: con lo qual se acabo este decreto y lo firmaron los señores alcaldes y dos señores rregidores por todos.- Juº de los Rrios Moreno andres Açorin Muñoz Jusepe Puche de los Rios Antonio de Ortega ante mi Pedro de Ortega. APÉNDICE DOCUMENTAL.Documento nº 1. 16 Agosto 1658. Yecla. En la villa de Yecla en diez y seis dias del mes de agosto de mil y seisçientos y çinquenta y ocho años se juntaron los señores don Juan de los Rrios Moreno y Andres Açorin rregidores y tenientes de alcaldes ordinarios por impedimento de don Josepe de Yarza y Amaya y Ju° Yague alcaldes ordinarios desta villa y Antonio de Ortega Francisco Puche Yague Jusepe Puche de los Rrios Jusepe de Ortega rregidores y Anton Palao alguacil mayor como justicia y regimiento desta dha villa//Y dixeron que por quanto sus merçedes tienen despachado propio a el ss° corregidor deste partido dandole noticia de lo ynquieto que esta el lugar con tanta gente de armas que ay en ella y pedido se benga para que procure mirar por la paz y quietud desta rrepublica y castigar los que tubieran caussas para ello y por que su benida de el dho peon parece se tarda por donde se presume biene su md y para que se le tenga prebenida cassa con lo necesario. Documento nº 2. Propiedades de Francisco de Yarza y Olacarán, esposo de Catalina de Amaya. - 13 fanegas en el Pulpillo (dadas a trueque a Juan Bautista de Amaya. 1623). - Tierra en la Hoya del Carche: - 12'5 fanegas recibidas por trueque del anterior, vendidas a Juan de los Ríos, 1645. - 10 fanegas recibidas por trueque de Bartolomé Ruiz Puche y Elvira de Amaya, 1623. - 2 fanegas compradas a Bartolomé Sanchez de Amaya, 1623. - 2 fanegas compradas a Luis de Villanueva y María Noguera, 1636. - Vende 24 fanegas a Juan de los Rios Moreno, 1638. - Vende 9 fanegas a Juan de los Rios Moreno, 1646. - 4 fanegas compradas a Francisco Muñoz Fuenteeillas, 1623. - 3.000 cepas en la Hoya de los Baños (dadas por trueque a Eugenio de Molina y Ana Ortuño, 1631). - 16 fanegas en la Huerta y un bancal en el Rasillo, recibidos por trueque de los anteriores. - 3 fanegas en la Balsa Nueva, compradas a Antón Azorin en 1631 y vendidas a Ginés Azorin en 1633. - 2 fanegas en la Hoya del Pozo, vendidas a Francisco Muñoz Fuentecillas en 1623. - 8 celemines en la Huerta, vendidos a Bartolomé de Amaya en 1633. - 800 cepas en el Rasillo, compradas a Damián Santa, 1633. Acordaron de nombrar y nombraron por señores comissarios a los señores Francisco Puche Yague y Jusepe de Ortega rregidores a los quales se les da poder y comission en bastante forma para que puedan sacar y librar de propios lo necesario de donde se hallare mas pronto a los quales se les notifique lo acepten e yo el es° lo notifique y dixeron lo aceptan. Asimismo acordaron que atento quando se rrescibio a dho ssor corregidor para el que viniese para lo rreferido se le avisso podia benir con toda siguridad rrespecto de que el lugar estaba quieto y aora por berse a la vista desta villa en la partida de la cassa blanca que estan mucho numero de personas y caballos de que no se puede presumir nada bueno dixeron que para que su md de dho ssor corregidor benga con toda la siguridad posible se buelba a despachar otro propio dandole avisso de lo rreferido para si neçesario fuere sadra todo el cavildo y la gente desta villa el qual se despache con toda brebedad segun el casso rrequiere. Otrosi acordaron rrespecto de la noticia que a sus merçedes se les a dado de la mucha gente que esta en el campo y a la vista desta villa procurando escussar los daños que pueden sobrebenir de si se rresuelben a querer entrar en esta villa a el sacar los pressos que estan en la carçel publica de ella y que en dha gente ay personas y cabezas que les tienen a su orden se los escriba pidiendoles les escusen el arrimarse a esta villa y el quitarse de la vista della por el escandalo que caussan a sus becinos con el peligro de perderse para que de no hacerlo se dara quema a los señores de el rreal cosexo y señor virrey del rreyno de balencia por tener noticia que en dha gente ay comprehendidos de el dho reyno para que se procure de el rremedio neçesario. Dixeron que por quanto la villa esta como ha rreferido y muchos señores rregidores estan en sus haçiendas y eredades y por estar como se esta aguardando el ssor corregidor acordaron se les despache personas a don Franco Ortuño y Olivares y a don Fernando Ybañes don Bartolome Sanchez de Amaya y a Juan Loçano de Amaya rregidores para que luego se les de el aviso sin dilaçion alguna bengan a esta villa y lo 37 LOS AYUNTAMIENTOS DURANTE EL PERIODO 1823-31 Miguel Ortuño Palao Regidores: En 1823 cae denotada por segunda vez la Constitución de Cádiz. Por un lado la reacción, el absolutismo y la opresión, y. por otro, la demagogia, el sectarismo y la anarquía, anulan las posibilidades de entendimiento entre los españoles. Únase a ello la independencia de los pueblos americanos de habla hispana y la incapacidad de Fernando VII. "mezquino c hipócrita....auténtico símbolo de la perfidia y de la bajeza". como lo ha calificado Carlos Seco Serrano. José Palao Palao Francisco Antonio Diputados: Síndico: Secretario: Por lo que respecta a Yecla hay que hacer dos puntalizaciones. La primera es que, si en España la represión del 23 es más fuerte que la absolutista del 14 y que la liberal del 20, aquí no presenta caracteres tan dramáticos y es minoritaria. gracias sobre lodo a un gran alcalde, a Belmonte. La segunda. que si al período 1823-33 se le conoce en la historia patria como la "década ominosa" en Yecla no dura dos lustros, ya que a fines de 1831 empieza una época dc transición que, junto con la regencia de María Cristina, será el lema del próximo capítulo. Ortuño y Ortuño Fulgencio López Santa Pedro Puche Juan Pedro Azorín Sanano Pedro Ximénez Palao Francisco Román Pedro Antonio García Palao El 3 de julio se reúnen nueve concejales de la anterior Corporación liberal presididos por Pascual Navarro, para dar cumplimiento al oficio recibido el día anterior, firmado por el corregidor villenero Joaquín de Mergclina (de este oficio ya dimos cumplida cuenta en el capítulo anterior). Los concejales aceptan su cese y citan a los regidores del primer período absolutista. Una hora después se presenta Quílez en su ealidad de regidor perpetuo y pasa a ejercer provisionalmente la jurisdicción ordinaria como regente. Toman posesión los que arriba se indican y acuerdan poner en libertad a los detenidos políticos y decirles que reseñen los padecimientos sufridos durante el "pretendido sistema constitucional". A las diez de la noche levantan la sesión. En el anterior trabajo, señalábamos cómo el trienio liberal acababa con la invasión de los llamados "cien mil hijos de San Luis". Pero nosotros hemos ahora de centrarnos en la historia local y vemos que el 11 de mayo, doce días antes de que los franceses conquistaran Madrid, gran parte del vecindario se levantó al grito de "viva el Rey absoluto" y derribó en la Plaza del Ayuntamiento la lápida que la rotulaba como de la Constitución. Yecla fue el primer pueblo de la comarca en alzarse contra los liberales, un alzamiento precipitado, porque al poco fuerzas liberales de Murcia, de Alicante y de Chinchilla se lanzaron sobre Yecla. Hubo varios muertos en un combate en las inmediaciones de la población. Los constitucionales fusilan a José Aroca, apresan a los realistas más significados, que sufren vejaciones y fuertes multas, y reponen la lápida destruida. El jefe de esta columna liberal era el comandante Eguaguirre. que estaba a las órdenes del general Ballesteros. Quílez (1775-1855) era hijo de Joaquín Quílez Yarza y Francisca Ortega Ortega; casó en 1809 con Lorenza Jordán Cebrián (1780-1853); luchó contra los franceses en la Guerra de la Independencia y éstos le saquearon su lujosa casa de la calle de San Antonio; dueño de la Hoya Hermosa y segundo propietario de la población, fue investido como caballero de la Real Maestranza de Ronda. Años después, en el 36. fue expedientado por no admitir en su vivienda al coronel que le asignaron. El secretario García Palao (1759-1831) era un abogado partidario del absolutismo; ejerció en el Ayuntamiento del año 11 al 20. y fue cabo de Ronda de la Real Hacienda; a pesar de estos cargos salió huyendo cuantío la invasión francesa de 1812. A principios de junio cambia el panorama. Los realistas de Valencia conquistan Yecla, y la villa pasa a la obediencia de la Junta Provincial de Gobierno, constituida el día 3 y presidida por José Bermúdez de Cañas. Así empieza la narración específicamente municipal. Del 6 al 13 de julio de 1823 Regente: Regidores: Del 3 al 6 de julio de 1823. Joaquín Quílez. Ortega Felipe Santiago Muñoz Azorín Juan Ignacio Ortuño y Ortuño Regente: Joaquín Quilez Ortega Pedro González Amoraga 39 Diputados: Síndico: hacía un par de años estaba habitualmente enfermo. Miguel Lorente era coadjutor de la Asunción, y su hermano Alfonso. también presbítero, coadjutor del Niño Jesús: ambos eran dueños de la Cañada del Pulpillo y en 1839 construirían allí una ermita dedicada a Santa Catalina. Miguel vivía en la calle Aguado.n° 3. y murió en 1848; Alfonso tenía su casa en San José, entre la de Menchirón y la de Mergelina. falleció en 1855 a los 70 años de edad. En la última sesión de este breve Ayuntamiento hace acto de presencia el teniente coronel Andrés de Morales para recoger todas las armas que tenga el vecindario, bajo sanción de cincuenta ducados, y formar la Milicia Voluntaria, destinada a "la seguridad interior y exterior". Juan Martínez. García Francisco Azorín Cerezo Roque Ortuño Puche Pedro José Lorenzo Cerezo La nueva y provisional Corporación queda constituida por capitulares de los años 18, 19 y 20, tras haber renunciado por enfermedad Miguel Rubio Ibáñez Ccrvera y Carlos Marco López. Se presenta entonces el presbítero Pedro Ruiz Ortuño. que era un furibundo absolutista, para exigir "en representación de muchos vecinos" que se excluyan a Fulgencio López, a Pedro Puche y a Pedro Azorín, por ser adictos al sistema constitucional y el día 9 es Juan Antonio García Soriano el que lleva un escrito, en nombre del pueblo, para que no sean regidores ni los tres anteriores ni Miguel Díaz Gil, Juan Martínez García, Pascual Lorenzo Cobos y Matías SánchezAmaya Lorenzo. Del 18 de julio al 26 de septiembre de 1823 Alcalde Mayor: Simón Martínez. López.-Atalaya Síndico: Pedro Lorenzo Mellinas Gil Todos los demás cargos continúan. Algunos de los excluidos aceptan y se callan. Otros responden con cierto tono de ironía. Así Sánchez-Amaya, que da las gracias por el gran favor que le hacen al no poder ser regidor, o Miguel Díaz que también agradece a las personas que tanto se interesan por el bien público y se tiene por despedido. Pascual Lorenzo arguye "que no era ni dejaba de ser constitucional". El único que protesta y no se conforma es Juan Martínez que afirma su fidelidad al Rey absoluto. El 18 de julio llega el comisionado regio Aquilino Pérez Ansaldo para nombrar alcalde mayor interino a Simón Martínez y para el puesto de síndico, que este desempeñaba a Pedro Lorenzo-Mellinas. En los dos días que está en Yecla. Ansaldo adopta una serie de medidas: derribar la lápida de la Constitución, tres noches de festejos, que la carne sólo se venda en la carnicería y no en casas particulares, y destituir como maestro y como organista a Nadal Careliano Company por ser desafecto a S.M. (Sobre Carchano ya hablé en "La vida de Yecla en el siglo XVIII"; fue un personaje curiosísimo: desempeñó los oficios de tejedor, relojero, músico, procurador y enseñante). El principal problema, como casi siempre, es el económico. Cuesta mucho poder atender "los extraordinarios pedidos que desde la Fuente la Higuera y ciudad de Villena exige el ejército francés". Del 13 al 17 de julio de 1823 Regente: Regidores nobles: Joaquín Quílez Ortega Juan Ignacio Ortuño y Ortuño Felipe Santiago Muñoz Azorín Pascual Ximénez de Notal Spuche Miguel María Puche-Torres y Abellán Regidores Generales: Pedro González Amoraga José Remigio de Jiguera Antonio Palao Juan Martín Ibáñez Val Diputados: Francisco Azorín Cerezo Roque Ortuño Puche José Pablo Azorín Antonio de la Santa Ortega Síndico: Simón Martínez López.-Atalaya Lo que resulta extraño es que fuera nombrado alcalde Simón Martínez (1780-1842). ya que este abogado se había inscrito en la Milicia Nacional; había sido alcalde en otro momento crítico, en 1814; estaba casado con Antonia Azorín Castaño. El nuevo síndico Lorenzo-Mellinas (1777-1864). hijo de Francisco Lorenzo-Mellinas y de Bernarda Gil de Alarcos y casado con Ana Dolores Lorenzo Pérez de los Cobos, era capitán del Ejército en situación de retirado. Pertenecía a una familia de gran influencia social. Sus hermanos eran Francisco (1777-1834. liberal, del que se hablará en el próximo número), Felipe (1769-1834, regidor años después, soltero). Bernardo (1770-1820, escribano, asesor municipal durante la ocupación francesa de 1812) y Pascual (1783-1846. primero fue comandante jefe de la Milicia Real y después abrazó la ideología liberal y luchó contra los carlistas, hasta que se retiró como teniente coronel). En este azaroso mes interviene nuevamente el corregidor Mergelina con el fin de designar un Ayuntamiento de total fidelidad y en el que los regidores estén clasificados en los dos estados tradicionales. Para conseguir esto delega toda su autoridad en el regente Quílez y en el sacerdote Miguel Lorente Azorín. Ambos nombran a los anteriormente relacionados, al tiempo que declaran definitivamente cesados a Sánchez-Amaya. Fulgencio López. Pedro Puche. Juan Martínez, Miguel Díaz y Pedro Azorín, y determinan que todos los acuerdos municipales se notifiquen al público por si alguien quiere "exponer alguna queja o agravio". Hizo también Ansaldo otros nombramientos: Pascual Martínez Corbalán. escribano del Pósito: Antonio Polo y Vicente Tomás, procuradores de número: Roque Ortuño. representante de los herreros, etc. Ratificó el nombramiento de las cinco maestras de niñas de la localidad. La Regencia, por Decreto del 24 de julio, priva de empleo y sueldo a lodos los desafectos o que hubiesen pertenecido a la Milicia Constitucional. Para dar cumplimiento, el 19 de agosto se acuerda cesar a los escribanos Bautista de Toda. Azorín Cerezo, Muñoz Ortuño e Ibáñez Castillo, y al preceptor de Latinidad Agustín Gómez. Con brevedad dire- ¿Quién era el presbítero Lorente? Actuaba en nombre del párroco Miguel Ramón de Moncada y Cuenca, quien desde 40 Alfonso" (se refiere al Barbudo). También se reconoce que solamente se han recogido nueve fusiles, mas hay que tener en cuenta que las partidas absolutistas de los comandantes José Rodríguez de Vera. Juan Jover, Jaime Sarria y Andrés Morales requisaron mucho armamento sin dejar recibos que lo acreditaran. Y a las diez de la noche el pueblo se amotina. Exige una más dura represión y obligan al alcalde a aceptar una serie de medidas extraordinarias: cerrar las puertas de la villa, expulsar a los forasteros, arrestar a dos liberales, deponer a los guardas de monte por su conexión con los facinerosos, revisar pasaportes, relacionara los que fueron voluntarios en la Milicia Nacional y obligara una contribución económica a los nobles. En esta sesión se nombran jefes de puestos a los cuatro absolutistas más notorios: Pascual Ximénez de Notal Spuche (1765-1830. comandante de la partida de Honrados Escopeteros). Pascual Spuchc Lorenzo (1772-1838. diputado provincial en la guerra de la Independencia, exalcalde y fiscal de Montes de la Marina: casado con Ana María Spuche Muñoz). Fulgencio Martínez Román (1780-1840, abogado y escribano del Juzgado; casado con Teresa Torregrosa Simó) y José Ibáñez Lara. Días después la superioridad pide al Ayuntamiento 70.000 reales para ayuda al ejército de Bcssiercs. acantonado en Chinchilla, al que desde el 1 de septiembre habrá que mandar diariamente 150 raciones de pan, 80 de cebada y 400 de vino. Las peticiones son continuas y agobiantes: a las tropas francesas que pasan por Villena se les envían 100 arrobas de vino y otros alimentos; a las acampadas en Novelda, 385 fanegas de trigo, 700 de cebada. 2.800 arrobas de paja. 1.053 cántaros de vino y 700 cabezas de ganado. El pueblo se ha quedado empobrecido y sin reservas. La lápida con el nombre de Plaza Real se coloca el 18 de septiembre. Y el 26 el obispo nombra vicario de la Villa al presbítero yeclano Marcos López del Castillo y Núñcz Cortés (1769-1834, hidalgo, párroco del Niño y. al poco, ecónomo de la Iglesia Vieja: en 1832 se le condecora con el Escudo de la Fidelidad, pero al año siguiente tiene que salir huyendo por absolutista). Este sacerdote sustituía a Pedro Palao Palao. mos unas notas de estas personas acusadas de liberales. Francisco Bautista de Toda y Molina (1790-1857), hijo de Francisco y Marcelina, casado con María Nicomedes Ortega Puche, abogado y notario, capitán de la Milicia. Es encarcelado y conducido a la prisión de Valencia, acusado de pertenecer a los carbonarios, sociedad secreta semejante a la masonería. En la época isabelina será secretario del Ayuntamiento y. en 1840, lo declararán Benemérito de la Patria. Juan Azorín Cerezo (1762-1838), hijo de Martín Azorín-Vicente Muñoz y María Cerezo Ibáñez, casado con Joaquina Puche Martínez; procurador de los Tribunales. En la siguiente etapa política, escribano y secretario del Ayuntamiento. Bartolomé Bañón Ortuño (1770-1829). abogado y procurador, escribano de almotacenía o fiel de carnicería. A fines de la guerra de la Independencia había sido secretario de la Corporación municipal. Pascual Ibáñez Castillo (1780-1834), casado con Benita Mendoza de Haro, licenciado en Derecho, escribano desde 1807. Fue el que en 1820 leyó la Constitución de Cádiz en un solemne acto. Casi siempre se ponía la contracción "del" entre sus dos apellidos para distinguirse de su homónimo hijo, también escribano. Agustín Gómez (1786-1861) fue un franciscano del convento de Villanueva de la Jara (Cuenca) y, al exclaustrarse, regresó a su pueblo natal, como asignado a la parroquia de la Asunción. Era profesor de Literatura y preceptor de Latinidad. El mencionado comisionado regio nombró a Antonio Contreras alcalde de las Reales Cárceles y alguacil vigilante de campo y huerta, "por los servicios hechos a la causa del Rey y para precaver los desórdenes, excesos y robos que ordinariamente se cometen en los frutos del término". El 30 de julio se publica un bando nombrando alcaldes de barrio entre personas leales "para conservar la paz y tranquilidad, averiguación de sospechosos y castigo de aquellos que pueden turbar al vecindario". El pueblo se divide en ocho cuarteles y aparece una de las primeras relaciones de calles. Son las cuarenta siguientes: Aguado. Alfarería, Blas Ibáñez. Boticas, Calaveras, Camino Real, Carlos, Carnicería Vieja, Castillo, Concepción, Corredera, Cruz de Piedra, Forte, Hospital, Iglesia. Jabonerías. Juana Valera, Morera, Niño Jesús, Nueva, Oliverica, Once Vigas, Parras, Peso, Plaza, Puerta de la Villa, Rosa, Salsipuedcs, San Antonio, San Cristóbal, San Felipe, San Francisco, San José, San Juan, San Pascual, San Ramón. San Roque, Santa Bárbara, Santo Cristo y Serratillas. Del 26 de septiembre de 1823 al 11 de octubre de 1824 Alcalde Mayor: Mateo Abellán Lozano Los demás cargos continúan. El 26 de septiembre, el comisario regio Carlos Ullman nombra Alcalde Mayor interino al licenciado Mateo Abellán Lozano, teniendo en cuenta "la buena conducta moral y política" de este jumillano y sus conocimientos literarios y políticos. Ya veremos que en realidad fue un hombre apocado que tuvo que afrontar dispulas y disensiones. En la última decena de noviembre se celebran tres días de fiesta por la liberación de Fernando VII (1 de octubre) y su entrada en Madrid (13 de noviembre). Consistieron en iluminación, música de orquesta, desfile de cien jinetes de las tropas del general Rafael Sempere aquí acantonadas, bajada de la Virgen del Castillo y una arenga por paite del presbítero Rafael López del Castillo y Andrés (1764-1840. párroco del Niño Jesús y hombre de marcado talante absolutista: en 1800 adquirió el excelente paso de Cristo ante la Cruz, obra de José Esteve Bonet). Un día cargado de acontecimientos fue el 29 de agosto. cuando se constituye la Milicia Realista para luchar contra "cuadrillas de malhechores y bandidos que ocupan este término y ponen contribuciones y exigen otros sacrificios a los propietarios, en oprobio y mengua de la nación". Se felicita a Fernando VII y se le asegura que este pueblo "ha sido el primero en estas provincias que ha derribado la lápida de la Constitución; ...y que sólo quiere Religión Católica Romana y Rey absoltuto". Y al general Jorge Bessieres se le agradece "el inestimable favor que este pueblo ha recibido libertándolo de los insultos y amenazas con que aterraba la columna volante al mando de Eguaguirre y partida de Chaleco", y se le expone "el peligro en que está el pueblo y los cortijos de este término por la partida de ladrones, todos o la mayor parte de la de Jaime 41 hijos del demonio. El alcalde, al escuchar esto. se dirige al obispo para que le prohiba predicar, porque estas expresiones alarmantes y seductoras apagan el heroico entusiasmo de estos vecinos... y es de temerse una sedición y alboroto". El Consejo de S.M. exonera de su cargo, a petición propia, al regidor noble Felipe Santiago Muñoz, al tener 69 años; el 6 de junio le sustituye el abogado Joaquín Gregorio Tárraga. Y en la festividad de San Juan, como era secular costumbre se nombra a los dos alcaldes de la Santa Hermandad, cargos que recaen en Pedro Antonio Puche-Torres Abellán (1792-1834) y en Pascual A/orín Rentero. En la primera sesión en que interviene Puche-Torres (que es sobrino carnal del alcalde), la del 13 de julio, se enfrenta a lodos los regidores por atacar a la primera autoridad con "repetidos lenguajes y desaires, con insultos, desobediencias y dicterios nada decorosos, hechos y dichos en público. con escándalo de los concurrentes. ...y de día en día van tomando más alas y orgullo, dando por ello margen a fatales consecuencias y a ser la nota, risa y platillo de los lugares comarcanos". Ortuño le replica que es Abellán el que tiene la culpa de que no se le respete al no castigar a los constitucionales y comuneros que se están organizando y envalentonando. (Recordemos que en este mes de julio empieza en España un año de dura represión, dirigida por Calomarde). Los alborotos de diciembre son tan grandes que se teme una revuelta general de la población empobrecida. Scmpcrc exige que antes de las seis de la tarde del día 29 se le entreguen 50.000 reales; el Ayuntamiento responsabiliza a los regidores del período constitucional, y el 30 son detenidos los once capitulares y el secretario del trienio liberal que se encontraban en la Villa. Se lardaría un mes para que el militar consiguiera el dinero. Los problemas también se agravan dentro de las propias filas absolutistas. Se eligen los regidores para 1824, pero llega el 1 de enero y estos no acuden, excusándose en la violenta situación que existe con el ejército. El día de Reyes los electos se niegan a jurar el cargo, y el alcalde decide que continúe el actual Ayuntamiento y que sean detenidos los que no han querido tomar posesión. Ingresan en prisión Joaquín Gregorio Tarraga. Juan Jesús Ortuño, Antonio Soriano, José Soriano-Carrasco, Fulgencio Martínez. José Rodríguez, Donato Díaz y Francisco Carpena. Al confuso y oscilante 1823 le sigue un año angustioso y lleno de tribulaciones. Durante nueve días de enero el comandante Pascual Lorenzo-Mellinas, con cuatro oficiales y cincuenta y tres soldados, da una batida por la zona de Pinoso y Jumilla. En el mes siguiente aumenta la agitación. Los llamados "enemigos del Altar y del Trono" dan por las noches vivas a Riego; se realizan registros por las casas; Hilario Juan de Gómez, uno de los cabecillas huye del pueblo; incluso el regidor Antonio Palao es detenido. El más decidido realista, el más audaz en las persecuciones, sigue siendo Pascual Spuche. La única nota favorable es que el monfortino Antonio Limiñana establece una fábrica de licores. Empiezan los enfrentamientos del regidor decano Juan Ignacio Ortuño. al que le siguen los restantes capitulares, contra el alcalde Abellán. Le exigen a éste que presente la fianza establecida por la ley. El replica que es interino y ya ha renunciado al cargo. Hasta le desobedecen cuando pide veinte hombres para que. mandados por el comandante José Español. ataquen a Jaime el Barbudo que merodea por el Carche. Los alcaldes de barrio se suprimen en abril. En este mes se ausenta el cirujano Pedro Antonio Serrano y es sustituido por Isidoro Zaplana. con sueldo anual de 300 ducados. Yecla, a pesar de lodo, no olvida sus tradiciones y celebra la fiesta de San Marcos, no en la Magdalena como era tradicional, sino en la ermita de San Juan, a causa de las circunstancias. Recuerdan los regidores que en esta fecha, iras la procesión y misa en la Magdalena, "se repartía la caridad a todos los fieles y necesitados. ...dando gracias al Todopoderoso por la victoria de las armas españolas y francesas en la batalla de Almansa, en la que se afianzó la Corona en la Casa de Borbón". Si nombran aquí a los franceses es para asociarlos a los que ahora están defendiendo a Fernando VIL Un gran escándalo se produce el 16 de mayo, al predicar en la Iglesia Vieja el fraile exclaustrado Juan Palao Santa (m. 1859; fue pasante en el Seminario murciano de San Fulgencio; en 1812 pronunció el sermón en defensa de las Cortes de Cádiz y se distinguió siempre por sus ideas liberales). Desde el pulpito se atreve a decir que las autoridades locales proceden por venganza y por particulares resentimientos. que en esta época se han producido más desórdenes que nunca y asegura que es pecado mortal el decir "mueran los negros" (o liberales) y que los "blancos" (o absolutistas) son La lucha municipal, que acabará con el alcalde, continúa. Llega a tal punto que el 14 de agosto los regidores no se reúnen en la Casa Consistorial, sino en la particular de Ortuño y con asistencia de Pascual Spuche. el hombre fucile de la situación, "cabeza de todos los realistas de esta Villa". La debilidad del alcalde permite que sean los regidores quienes tomen la iniciativa en circunstancias muy críticas, pues hay rumores de un pronto alzamiento de los constitucionales, de que desde Gibraltar hasta Valencia toda la costa está amenazada y de que muchos "insurrectos" se están agrupando en la Sierra de Crevillente. Todo esto se comunica a Pedro Fermín de Iriberry. jefe político de Alicante y realista valiente y decidido. Y Spuche recorre los pueblos de Caudete. Elda. Petrel, Novelda. Monóvar. Monforte y Elche para animara los realistas. En la madrugada del 17 se dice que gente armada viene a liberar a los presos y aunque a la sesión asisten dos oficiales del Ejército, Ortuño reconoce que el pueblo está "amilanado". A primeros de septiembre el principal defensor del alcalde. Puche-Torres, se incorpora al ejército y es sustituido por Gaspar Tárraga López del Castillo (1802-1834). hijo de Pedro José Joaquín Tárraga Auñón y Pascuala María López del Castillo y Núñez-Cortés. Este, dos años después, sería alférez de los Voluntarios Realistas y moriría soltero. Sus dos hermanos fueron Joaquín Gregorio (1790-1840). abogado. capitán realista, escribano de número y notario apostólico del Obispado, en cuyos cargos sería depuesto al incorporarse en 1833 al carlismo. Del otro. Juan Manuel (1801-1838) hablaremos en el capítulo siguiente al ser figura destacada entre los seguidores de Don Carlos; su muerte, a garrote vil, causó honda consternación. Forestas lechas tiene lugar un disparate histórico. Para dar cumplimiento a la R.O. de 23 de julio, se entregan a la Intendencia de Policía de Murcia, el 19 de agosto, cuatro libros capitulares correspondientes al trienio constitucional. Para su constancia indico que fueron los siguientes: el de 1820 con 174 42 sueldo anual de 6.600 reales y para un sexenio. Por su delicada salud realiza su juramento ante el obispo de Cartagena y aplaza su toma de posesión al 29 de octubre. Siguen los anteriores capitulares, pero la situación ha cambiado radicalmente. Belmonte es persona bondadosa, enemigo de extremismos y dispuesto a atender a todos. Tres problemas intenta resolver el nuevo alcalde. Uno es el sanitario, puesto que el único médico que quedaba, Antonio Palao de Espejo y Santa (1740-1835). abandona su profesión por su avanzada edad y "por el poquísimo aprecio que se hace a los facultativos", ya que son muchos los que no le pagan la iguala. Estaba titulado por la Universidad de Valencia y era además bachiller en Filosofía por la de Orihuela; poco antes de morir, ya casi centenario, pudo asistir en el Pósito a la representación de una comedia suya, titulada "Un rasgo de la piedad de Doña María Cristina de Borbón". Para sustituirlo se acuerda que sean tres los médicos y que a cada uno el Ayuntamiento le abone 600 ducados anuales; el primero nombrado fue el jumillano José Bascuñana. La segunda cuestión era la económica. Cinco meses antes estaba la arroba de harina a 18 reales y la libra de pan a cinco cuartos y medio; ahora están a 24 reales y a 7 cuartos. respectivamente. En las actas capitulares leemos que "los infelices jornaleros y menestrales están absolutamente fallos de lodo trabajo", y que hay "extraordinaria hambre, agudas enfermedades y mendicidad, hasta el extremo de haber fallecido algunos miserables por falta de medios". Belmonte crea una Junta de Caridad, manda construir cauces para dar trabajo y exige que la Empresa de San Isidro, que utiliza agua propia del Heredamiento, pague en justicia lo que debe, ya que durante siete u ocho años no ha abonado ninguna cantidad. Y la tercera cosa que el alcalde aspira a resolver es la pacificación de los espíritus y la reposición de los injustamente cesados. El primero en ser readmitido es el ilustre José Soriano García. En otra ocasión comenté el largo y razonado escrito que el interesado envía al Ayuntamiento: es un ejemplo de buena prosa, de lógica irrebatible y de altura de miras, y bien merece un artículo explicativo. La Corporación, atendiendo "al grito de la humanidad", lo repone y le entrega las llaves de la escribanía porque sabe que usará de su oficio "con la legalidad y pureza que exige la confianza pública". Soriano lo agradece y acepta y. generosamente, renuncia a la que tenía agregada del escribano José Yagüe Ibáñez. para descargarse de tanto trabajo y para atemperarse "a la cortedad de vista que padece". Los papeles de Yagüe pasan al yeclano José López Campos (1785-1865). escribano que ejercía en Montealegre y que era "benemérito de la Patria en grado heroico y eminente. condecorado con la Cruz de los Defensores de Zaragoza"; años después sería notario en Albacete. También es readmitido. con toda satisfacción Ibáñez del Castillo. folios, el de 21 con 181, el de 22 con 70 y el de 23 con 47. Ninguno de ellos ha sido recuperado por el Consistorio yeclano. Del 11 al 29 de octubre de 1S24 Alcalde interino: Regidores nobles: Juan Ignacio Ortuño y Ortuño Joaquín Quílez Ortega Joaquín Gregorio López del Castillo Pascual Ximénez de Notal y Spuche Francisco Muñoz González Regidores generales: Antonio Beltrán Puche José Juan Gil Juan Martínez Laosa Pablo Aguirre Rodríguez. Diputados: Francisco Az.orín Cerezo Roque Ortuño Puche José Pablo Azorín Simón Az.orín Síndico: Pedro Lorenzo-Mellinas Gil Tan imposible era la convivencia cntre el alcalde y los concejales que éstos llegan a prohibirle que abriera el correo oficial, si no era en presencia de la mayoría de los capitulares. Esta insostenible situación acaba el 11 de octubre con la llegada, en calidad de comisionado regio con plenos poderes, del licenciado Pascual Ramírez Cerezo, abogado y alcalde mayor de Montealegre del Castillo. Éste ordena separar de sus cargos a los desafectos al Rey y. en consecuencia, destituye al alcalde Abellán y a los regidores Puche-Torres. GonzálezAmoraga. Antonio Palao. Martín Ibáñez, Jiguera y Antonio de la Santa, y nombra nuevo Ayuntamiento, interinamente presidido por Ortuño. En la toma de posesión han de jurar "no pertenecer ni haber pertenecido a ninguna logia ni asociación secreta,...ni reconocer el absurdo principio de que el pueblo es arbitro en variar la forma de los Gobiernos establecidos". Sólo fueron 18 días los que duró este alcalde, suficientes para demostrar un talante cruel y resentido. Su defensor era Pascual Spuche. jefe ahora de la comandancia realista de Yecla y Caudete. sustituido en sus ausencias por Pedro López del Castillo. Ortuño. con espíritu sectario, cesa en sus cargos a tres grandes yeclanos: al escribano Ibáñez del Castillo, por haber sido miliciano: al letrado Pedro José Lorenzo Cerezo (17701848. casado con Pascuala Puche-Torres Andrés), acusado de haber sido, durante el trienio, juez de 1a instancia en Murcia, Novelda y Chinchilla y de "recibir sospechosos", y al escribano José Soriano García (1775-1857). que merece apartado especial. A éste, bisabuelo del escritor José Martínez Ruiz. se le achaca "haber sido escribano o secretario de la Jefatura de la ciudad de Murcia y ser su casa punto de reunión de decididos constitucionales, y según la opinión pública es el que sostiene e ilumina al partido liberal con sus consejos". De 10 de abril de 1825 a 6 de mayo de 1826 De 29 de octubre de 1824 a 10 de abril de 1825 Alcalde Mayor: Regidores nobles: Juan Belmente Francisco Muñoz González José Sáez Juan Jesús Ortuño y Ortuño Pedro Alcántara Ibáñez y Ortega Regidores Generales: Antonio Beltrán Puche José Juan Ortuño Alcalde Mayor: Juan Belmonte Los restantes cargos continúan. Por fin Yecla va a tener un alcalde en propiedad. El 28 de septiembre el Rey designa al licenciado Juan Belmonte, con 43 En España empiezan las conspiraciones e intentonas liberales. Bessieres, el antaño perseguidor, se cambia de bando y conquista tierras por Segovia y Cuenca: es detenido y fusilado el 26 de abril. En esta situación Belmonte. con talante imparcial, reconoce que en Yecla existe "una rivalidad funesta en los dos partidos opuestos, ...siguiéndose de aquí el no mirarse todos los vecinos como hijos de una gran familia". Califica a los liberales de "insensatos y revolucionarios" y a los realistas de "envidiosos y codiciosos": ambos "quieren tener siempre encendida la lea de la discordia" y él. como alcalde está en la obligación de desterrar "toda voz y nomenclatura odiosa e irritante que divida ánimos y signifique otra diferencia o diversidad que la de españoles buenos y malos". Para asesorarse acuerda citar a "sacerdotes y personas sensatas" a una reunión extraordinaria. Juan Martínez Liosa Pablo Aguirre Rodríguez Diputados del Común: Francisco Donato Díaz Az.orín Dionisio Guardiola Francisco Carpena Ruiz Francisco Palao Ruiz Síndico personero: Pedro Regalado López del Castillo y Ortega Procurador general: Pascual Spuche Lorenzo Alcaldes S" Hermandad: Joaquín Gregorio Tarraga López del Castillo Fulgencio Martínez Román El nuevo Ayuntamiento, designado por la Chancillería de Granada en nombre del rey, toma posesión el 10 de abril. Es uno de los más jóvenes de este siglo, ya que la media de edad no llega a los cuarenta años. Esto indica el afán de renovación que impulsa Belmonte. Empiezan en un buen momento; han sido muchas las lluvias, tan beneficiosas para unas tierras casi siempre amenazadas de sequía. En acción de gracias, procesión con las imágenes de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores. Y va a ser el agua el principal conflicto que se presenta al Consistorio. La Empresa de San Isidro, con el fin de descubrir nuevos caudales hídricos en el Cerro de la Fuente, profundiza en varios lugares "con pérdida o extravío del manatial principal, que es el que, además de abastecer de aguas al común, causa la riqueza principal de la Villa". Se llegó a un arreglo tras una serie de reuniones en las que intervinieron los principales propietarios del Heredamiento. Estos eran José Ortega Pina, Juan Cayetano Ibáñez Ortega. Cristóbal de Mergelina y Selva, Joaquín Quílez Ortega, Pascual Lorenzo-Mellinas Gil, José Serrano de Espejo Ortuño, María de Yarza Soriano, Lucio María Ortuño Ortuño y Juan Ignacio Ortuño Ortuño. Se celebra ésta el 6 de julio. La opinión de Spuche es catastrofista al igual que la del párroco del Niño Jesús. Juan Antonio López Noajas, quien refleja su sectarismo absolutista al elogiar el "horror implacable a la nominada Constitución y sus máximas" que la población tiene. En cambio los más conspicuos presentan una situación de mucha más tranquilidad. Así el sacerdote Joaquín Marco Gómez (natural de Liétor; fue ecónomo en Cieza y en el Niño y ahora es de la Asunción; murió en Yecla en 1850), quien indica que "este pueblo religioso cumple con las leyes divinas y humanas, dando ejemplo a los circunvecinos, particularmente desde la época feliz en que se posesionó el Sr. D. Juan Belmonte". Manuel Serrano, coadjutor de la Asunción, se alegra "del buen orden y paz que reina en esta Villa". Y el teniente coronel Andrés de Morales manifiesta que ha recorrido muchos lugares por toda España y "apenas se hallará un pueblo que se asemeje al presente, pueblo devoto y religioso;...no hay ni es de esperar se fomente disgusto alguno". También se estudia el retroceso económico que ha sufrido la población en los últimos años, debido no sólo a las guerras y a las luchas intestinas, sino "principalmente por haberse perdido una numerosa porción de miles de olivos de su término, efecto de las nieves y hielos que ocurrieron a fines de 1821, decayendo la agricultura de un modo inconcebible". En cuanto a la enseñanza que pudiéramos llamar secundaria, existen dos aulas. Una regida por Agustín Gómez, presbítero de ideología constitucional y que repetidamente se intenta clausurar. Otra, la del caudetano Tomás Díaz y Guzmán (1745-1830), realista a carta cabal, quien ejerce desde 1772 y que por su edad avanzada presenta la dimisión. Resulla triste leer la exposición de este preceptor de Gramática y Latinidad, al que se le deben bastantes honorarios: "las pagas son tan escasas que muchos días el exponente está expuesto a una vergonzosa mendicidad" y, con amargura, suplica "que este pobre viejo pueda acabar su triste vejez sin estafar a ninguno". Se reconoce que hubo excesos, quizá por lo mucho que se padeció con los constitucionales, pero en el momento actual sólo hay en el juzgado seis expedientes por asuntos políticos. Son éstos: 1.- De Spuche contra Juan Muñoz Ortega, que fue quien lo apresó. 2.- De Spuche contra Francisco Párez y Antonio Marco, que lo apalearon. 3.- De Simón Martínez contra Francisco García Yago. 4.- De Pascual Martíncz-Corbalán contra Muñoz Ortega. 5.- De Marcos López del Castillo, vicario eclesiástico, contra Joaquín Madrona Chinchilla (pronto quedó anulado por defunción del denunciado). 6.- Del anterior Ayuntamiento contra los escribanos Muñoz Ortuño, Azorín Cerezo y Bautista de Toda. El mayor susto se produce el 20 de febrero de 1826 cuando un correo comunica que los liberales han desembarcado en Guardamar y se han hecho fuertes en la Muela del Cid. Hacia Petrel salen las fuerzas de guarnición existentes en Yecla. con el teniente coronel Morales, el capitán Francisco Golf y el teniente Francisco Tomás. Los médicos eran Juan Baeza y Antonio Palao Martínez: a ellos se une el yeclano Simón Polo Martínez (18001880). del que hablaremos en otro capítulo por su importancia política y social. En un informe sobre sanidad se dice que Yecla tiene cerca de 3.000 vecinos, es decir, unos 13.000 habitantes. Se producen por diversos motivos, dos dimisiones de regidores nobles; Juan Jesús Ortuño y Pedro Alcántara Ibáñez. sustituidos por Matías Carpena Aliaga y Juan Rubio Díaz. Y se solicita al obispo la fundación de un convento de religiosas, algo que tardaría más de medio siglo en ser realidad. Belmonte reorganiza a los Voluntarios Realistas y para mantener la disciplina expulsa a ocho de ellos: cuatro por insubordinados, dos por inmorales y otros dos por ladrones. El batallón constaba de cuatro compañías, una de ellas de granaderos. La oficialidad estaba constituida por el comandante Pascual Spuche; los capitanes Pedro Regalado López del 44 Juan Jesús Ortuño y Ortuño Regidores generales: José Rodríguez Aguirre Castillo, Francisco Muñoz Gonzalez, Joaquín Gregorio Tarraga y Juan Ignacio Ortuño: los tenientes Pedro LorenzoMellinas. Pedro Antonio Azorín Ortega. Francisco Donato Díaz y Fulgencio Martínez; los subtenientes Pedro Ruiz Alonso. José Juan Gil. Ángel Lorente y Antonio de la Santa; el alférez Gaspar Tarraga y los ayudantes Antonio Soriano Munera y José Ibáñez. Para el armamento de estas fuerzas se consigue un préstamo de 10.000 reales entre las familias más pudientes. Diputados: Síndico: Yecla va a vivir durante más de cuatro años una gran inestabilidad municipal. Se prevé el final del fernandismo absolutista y son pocos los que apetecen desempeñar cargos. Unos ponen excusas, otros dimiten, no faltan quienes se ausentan del pueblo. Hay un continuo trasiego de capitulares. Indicaré sólo los que son sustituidos, con algunas de sus alegaciones, y quienes le suceden: 1.- Sánchez-Amaya (tiene 77 años y está paralítico y casi ciego), por Pedro Regalado López, del Castillo. 2.- Juan Jesús Ortuño (enfermo), por José Palao Palao. 3.- Rodríguez Aguirre. por Juan Juan Rubio. 4.- Roque Ortuño (adolece de la ingle, de asma y de reúma), por Salvador Román. 5.- Matías Ortega (al estar más de un año en el cargo). por Cristóbal María Muñoz. Azorín. Destacan tres celebraciones de carácter diverso. El 21 de julio, rogativas y preces para aplacar a Dios por el robo sacrilego de un copón lleno de Sagradas Formas cometido en Aljucer en la noche del 14 dejunio. El 9 de octubre, fiestas en homenaje al Rey. Y el 16 de diciembre, misa con Te Deum, concierto musical e iluminación por la feliz, terminación de la sublevación de Cataluña; se refieren a los llamados "agraviados", radicales absolutistas que establecieron en Manresa una Junta Superior del Principado y se rindieron el 28 de septiembre. El coronel Diego de Lerma. jefe de una columna volante para perseguir bandoleros que están ejecutando asesinatos y robos, pide donativos entre los noventa y siete yeclanos más pudientes. Se recaudan 2.774 reales. Los siete mayores contribuyentes fueron: Virtudes Ortega y del Portillo. Joaquín Quílez. Juan Cayetano Ibáñez. Cristóbal Ensebio de Mergelina, Eligenia Serrano Ortuño, Pascual Lorenzo Gaytán y Francisco Muñoz. Herrero. ¿En que calles vivían este casi centenar de hacendados? Como curiosidad, para conocer la distribución económica de la Villa, las indico seguidamente: 23 en Nueva (actuales de España y Juan Ortuño). 22 en San Antonio (comprendía también la actual de Colón). 10 en San José (incluía la de Pascual Amat). 6 en Santa Bárbara. 5 en Hospital. 4 en San Pascual, 3 en San Ramón. Aguado (Corbalán) y San Francisco, 2 en Camino Real. Niño. Plaza. Corredera y Cruz de Piedra, y 1 en San Roque. Serratillas. Rosa. Carnicería. Blas Ibáñcz. Castillo. San Cristóbal y Salsipuedes. De 6 de mayo de 1826 a 5 de abril de 1827 Alcalde Mayor: Regidores nobles: Regidores generales: Diputados: Juan Belmonte Simón Martínez López-Atalaya Valentín López Díaz Antonio de la Santa Ortega José Rubio Ortega Marcos Hernández Gregorio Martínez Soriano Dionisio Martínez García Manuel Ortega Simón García Puche Pedro Ruiz Alonso Síndico personero: Francisco Donato Díaz Azorín Roque Ortuño Puche Agustín Torregrosa Simó Jerónimo Rubio Martín García García Martín Ortega Palao Matías Ortega Palao El hecho de no lomar posesión el día 1 de enero, como estaba ordenado, se debía a la morosidad de la Real Chancillería en expedir los nombramientos, que tenían validez para un año. El primer asunto que este Ayuntamiento aborda es el de la enseñanza; se reconoce que hay "escasez y casi abandono de la educación de los niños", porque faltan mucho a la escuela y ésta no está bien atendida. Ea profesión de maestro no es apetecible, al tener como únicos ingresos las aportaciones de los escolares. Para estimular estas vocaciones se acuerda que dos Centros sean totalmente sufragados por la Corporación y sus plazas se cubran mediante concurso. En cumplimiento de la orden de 23 de junio se envía una relación de los asalariados de Propios que son adictos al Rey. Son los siguientes: el alcalde Belmonte, el preceptor Tomás Ruiz. el mayordomo José Rodríguez, el cirujano Isidro Zaplana, la partera Rita Tolsa. las maestras Concepción Amat, Rosa Pérez, Joaquina Puche y Lucía Santa, el secretario García Palao. el alcaide Antonio Conlrcras. los alguaciles Francisco Santulario y Miguel Ximénez y el pregonero Antonio Jorge. Está pendiente de "purificación", pero sin inspirar ninguna confianza, el maestro jubilado Nadal Careliano. En agosto, una resolución de la Real Junta de Examen y Liquidación de Créditos contra Francia declara que no hay lugar a restituir el millón y pico de reales que la Villa entregó a los franceses durante la Guerra de la Independencia. Si alguien quiere reclamar, tendrá que entablar un recurso de apelación. Esto produce una profunda decepción en la Corporación y en los particulares perjudicados. De 3 de febrero de 1828 a 14 de enero de 1829 De 5 de abril de 1827 a 3 de febrero de 1828 Alcalde Mayor: Regidores nobles: Alcalde Mayor: Regidores nobles: Juan Bel monte Francisco Soriano-Carrasco Milla Matías Sánchez-Amaya y Lorenzo Antonio Soriano y Munera Juan Belmonte Joaquín Quílez Ortega José Palao Palao Miguel Hidalgo de Quintana y Pérez Herrero Felipe Lorenz.o-Mellinas Gil 45 de Yecla. que seguidamente resumimos. Esta Villa, con renombre de rica, ha pasado a ser pobre. Los olivos han disminuido en su valor y en su producción: la mitad de ellos están en terrenos endebles, sin el arraigo debido y con decrepitud, ya que. después de cincuenta o sesenta años, apenas producen, a causa también de las inclemencias de las heladas que hubo din-ante tres años consecutivos. Las viñas están atacadas por la enfermedad del gusano, lo que ha obligado a rebajar el precio y la exportación, arrastrando también a los aguardientes y otros licores que antes se fabricaban en abundancia y se expedían a precios subidos. La ganadería también ha decaído. Y la arriería, antaño tan lucrativa, ha casi desaparecido; ya no hay recuas que vayan a Cataluña, a las Vascongadas, a las tíos Castillas, a Extremadura y aun a Portugal y Francia; los carreteros que llevaban vino a Murcia se han reducido a la mitad. Y acaba con esta triste frase: "No se presenta esperanza". Regidores generales: Francisco Juan Ortega José Castaño Soriano Martín Díaz Vergara Juan Puche Díaz Diputados: Antonio Castaño (alias Cera) Pedro Ortín Palao (alias Lalo) Síndico: José Gosálvez. Continúan las protestas de los que han sido elegidos concejales: les asusta el cargo, no sólo por "la borrascosa época de vicisitudes políticas", sino también por las ruinas de las Finanzas municipales desde que fueron saqueadas por las tropas galas hace dos decenios. Pero sólo se admite la dimisión de tres regidores, y esto en agosto: Quílez, Francisco Juan y José Castaño, sustituidos respectivamente por Miguel Juan Ibáñez. Lorenzo Carpena Vicente y Juan García Rivas. Hay que reconocer que una constante de las Corporaciones yeclanas ha sido la preocupación por la enseñanza. En un lenguaje muy de la época, se expresa la queja de que "la tierna juventud se halla privada de los beneficios que en otro tiempo conseguían bajo la dirección de dos maestros conocidos y facultados, los cuales no sólo enseñaban la Gramática. sino que inspiraban a sus discípulos los sentimientos y hábitos de respeto, subordinación, cortesanía y religiosidad". Y en una lamentación -cantinela de siempre-se califica de "estragados" a estos años "en que ya apenas se reconoce la juventud por su inocencia". A mayor abundancia, presentan también un certificado de lo entregado a tropas y milicias desde 1808 hasta 1824. que supone la cantidad de 699.039 reales y 17 maravedís, estimando la fanega de trigo a 28 reales. Pero el alcalde no quiere sólo lamentarse y aporta también soluciones. Y no hay otras que enajenar algunos tic los siguientes terrenos: I.- El coto de Salinas, sujeto al Departamento de Marina de Cartagena: son tres cuartos de legua de distancia. poblado de pinos y maderas útiles; su valor 200.000 reales. 2.- Las herradas del Ardal. desde Cerro Redondo hasta el mojón de Jumilla: 500 fanegas de terreno, valoradas en 40.000 reales. 3.- Los olivos de la Decarada, agregados a la Subdelegación de Montes, de los que se cobra la décima parte del fruto; calculados en 20.000 reales. 4.- El coto de los Gavilanes, también sujeto a la Marina. con un cuarto de legua, sólo de leña; 60.000 reales. 5.- Un cordel de la vereda de la Balsa a los Cerneos del Campo, de unas 25 fanegas, estimado en 20.000 reales. Se va a Murcia en varias ocasiones para conseguir la rebaja o aceptar los remedios. Nada se consigue. Mientras, en la Corte suceden hechos importantes: el 17 de mayo muere la reina Amalia, tercera esposa de Fernando VII y éste vuelve a casarse el 22 de septiembre con una princesa que pronto traerá nuevos aires políticos a la nación española; nos referimos a María Cristina de Napóles. Es año de sequía. No sólo las rogativas se hacen con las imágenes del Nazareno y la Dolorosa, sino también bajando al Cristo del Sepulcro; por cierto que en esta bajada se prohibía bajo multa que fueran mujeres y que hubiera diversiones públicas mientras el Señor estaba en el pueblo. Al mencionar el Castillo, el acta municipal dice que "allí se veneran las prendas más queridas de nuestra piedad". Los encargados del Castillo eran sacerdotes o personas religiosas, con los cargos de director y de tesorero, más varios hermanos ermitaños que tenían que ser admitidos por el Ayuntamiento. Algunos de éstos arrastraban vidas azarosas: por ejemplo, en 1830 ingresa el paisano Nicolás Román, cuya novelesca existencia resumimos así: fraile lego: de 1808 a 1811 soldado en la Guerra de la Independencia: en 1811 marcha a América para luchar contra los independentistas; se casa en Montevideo y tiene dos hijos: el "Gobierno insurgente" lo expulsa y regresa solo y pobre a España. Medita seriamente y. "convencido de los infortunios del mundo", se retira a este santuario para venerar a Cristo y a la Virgen. De 14 de enero a 31 de diciembre de 1829 Continuad problema de los bandoleros. Lerma pide 25 voluntarios para dar una batida: los 1.000 reales de gasto son adelantados por Quílez y Spuche. Por R. Cédula de 8 de junio se confirma al Ayuntamiento en el privilegio de nombrar los cargos de corredor y almotacén y los oficios de escribanos públicos, previo pago respectivo de 2.660 y 22.000 reales. Realmente era reconocer lo ya concedido por Felipe III el 2 de mayo de 1619. Se designa escribano a Ramón Quílez. Muñoz, a pesar de las protestas de Joaquín Tárraga, quien alegaba increíblemente no sólo sus méritos políticos, sino también su prosapia. Quiere la corporación conseguir la rebaja de un tercio de las contribuciones ordinarias y del cupo de la sal. Para ello, con fecha 29 de agosto en vía un detallado relato de la situación Alcalde Mayor: Regidores nobles: Juan Bel monte Francisco Ibáñez Ortega José Serrano de Espejo Ortuño y Lorenzo Francisco Muñoz y Herrero Juan Martínez García Regidores generales: José Bautista Alarcón Pedro Forte Martín Az.orín Soriano Juan Palao Cerezo Diputados: Francisco Campos Pedro García Mateo Síndico: Pascual Spuche Lorenzo Continúan las protestas porque nadie quiere ser capitu- 46 1812 se entregaron del Pósito 123.567 reales y 31 maravedíes para las tropas españolas, y en 1812 se sacaron 89.312 reales y 20 maravedíes para las francesas. La energía y sensatez que caracterizaban al alcalde Beimonte se comprueba en este hecho significativo. El 1 de octubre formula las propuestas para regidores del próximo año. El 15 de noviembre la R. Chancillería multa a la Corporación con 555 reales más 222 de costas, porque en la propuesta recibida había personas con lacha legal. Y el 18 de ese mes devuelve la misma relación de nombres porque eslima en conciencia que no hay otra mejor y no está dispuesto a admitir la menor modificación. Defiende una a una todas las propuestas; así. por ejemplo, de Luis Antonio de Mergelina (que es el "caballero Mergelina". que aparece en "La Voluntad" azoriniana)diee: "Oficial retirado del Ejército.... fiel y leal vasallo: es su riqueza de las mayores del pueblo, si no es la superior: goza de un concepto público nunca desmerecido y no puede imputársele ninguna tacha". El 24 de diciembre la Chancillería anula las mullas y las costas, y acepta la propuesta en su totalidad. lar, pero sólo son (res las que se aceptan: Francisco Ibáñez, Serrano de Espejo y Francisco Muñoz reemplazados por Francisco Antonio Ortuño y Ortuño, Juan Puche-Torres Ortuño y Pedro Carpena Rico. El maestrante de Ronda Juan Cayetano Ibáñez solicita del Rey que su hijo Pedro Alcántara Ibáñez Ortega (que es tío del Cura-Obispo) no desempeñe nunca cargos municipales, porque se ha eximido del servicio militar a causa de "la imbecilidad de su salud"; efectivamente, tenía disminuidas sus facultades intelectuales y marchó a Archena. donde murió septuagenario. El extremoso clima de Yecla hace que en abril se tengan rogativas para pedir la lluvia, y en mayo y junio vengan avenidas tan tremendas que talan los panizos, los frutos y parte del arbolado. Se vuelve al tema de las contribuciones que el Ayuntamiento ha de pagar a Murcia. Es un cupo superior a la verdadera riqueza del término. La instancia del pasado año no ha dado resultado alguno. Esta es la razón fundamental de no querer ser regidor, dicen, poique se empobrecen. Si esta nueva petición no diera resultado, no existe otra solución que poner la Villa en manos del Rey y que las rentas sean administradas por los empleados de la Real Hacienda. El mayor elogio que se pudo hacer a este alcalde fue el remitido por el propio Ayuntamiento a la Real Cámara de Castilla, con fecha 19 de octubre. Lo sintetizo así: Beimonte no ha perdonado fatigas; inspeccionó calles, callejones y entradas del pueblo: compuso el piso de la Plaza Real y de otras calles que lo tenían incómodo y peligroso: ensanchó, allanó y cubrió de piedras los caminos de Almansa. Caudete y Villena: construyó el camino del Rasillo con un puente de piedra de sillería sobre la acequia madre; hizo limpieza, poda y replantación de las alamedas y paseos públicos: rehabilitó el Lavadero, que durante muchos años había estado inservible, con argamasa y losas de Monóvar. para que pudieran lavar al mismo tiempo hasta doscientas mujeres: reconstruyó el abrevadero de la Balsa, a una legua de la población. "Ha unido lo útil con lo hermoso....él y su familia han dado ejemplo de religiosidad y moralidad". Fomentó la instrucción pública con continuas visitas a las escuelas. Ha impartido justicia con equidad y delicadeza, y todas sus providencias han sido confirmadas por la Cnancillería sin queja alguna. 1830 Alcalde Mayor: Regidores nobles: Regidores generales: Juan Belmonte Pascual Ortuño Amaya Antonio Palao y Palao de Moreno Francisco Azorín Soriano Pascual Azorín Azorín Martín Marco Bailón Juan Rubio Vicente Rafael Madrona Diputados: Síndico: Pascual Juan Ibáñez José Palao Ortuño Dionisio Martínez. García José Soriano Ruiz Resulta innecesario reseñar las protestas para no ser concejal porque la superioridad ya no hace caso. En esta Corporación sólo se admite la renuncia de Pascual Ortuño, por enfermedad, sustituido por Pedro Díaz Ortega. Se desechan todas las demás, aunque aleguen tener 69 años o siete hijos o ser pobre o deber a la Hacienda. Se rehabilitan en este año a las dos personas que resultaban más peligrosas para los absolutistas. Una era el escribano Bautista de Toda, que desde el sumario del año 23 pasó por otros procesamientos y por una nueva condena en el 27. La otra, el preceptor Agustín Gómez, que a mediados de noviembre logra la "purificación" y se le repone en la enseñanza. con el sueldo anual de 300 ducados. Los estudios de Latinidad, previos al ingreso en la Universidad, contaban con más de setenta estudiantes. El fiel secretario de Ayuntamiento y buen colaborador de Beimonte. Pedro Antonio García Palao. fallece el 26 de diciembre a los 71 años de edad. Hasta el 13 de ese mes había asistido a todas las sesiones. Llevaba 30 años de escribano en Yecla y antes lo había sido de Alicante y Murcia. De 1 de enero a 22 de noviembre de 1831 Alcalde Mayor: Regidores nobles: Como cada abril, no fallan las rogativas para que llueva. Fl Ayuntamiento es ahora más riguroso en la prohibición de juegos y diversiones durante la semana de penitencia; a los contraventores se les impondrá ocho días de arresto y multa de ocho ducados. Con el fin de aclarar y justificar cuentas, el contador de Rentas de la Provincia certifica que. en los años 1808. 1811 y 47 Juan Beimonte Juan Cayetano Ibáñez Onega Luis Antonio de Mergelina y Serrano de Espejo Regidores generales: Francisco Puche-Torres Sánchez Matías García Rivas Pedro Azorín Ferri Diputados: Juan Martínez. Díaz. Miguel Ibáñez Soriano Juan García González Rafael Antonio Rentero Síndico: Martín Díaz. Vergara Pascual Spuche Lorenzo y unos cuantos cipreses: además los ganados y caballerías lo están destruyendo todo. Su última providencia, fechada el 18 de noviembre, el mismo día de su marcha, es prohibir que entren los ganados, reconstruir las hormas de piedra y repoblar el cerro con olivos, pinos, higueras y olmos. Con la loma de posesión del nuevo alcalde, cuatro días después, empieza para Yecla una nueva etapa que corresponde al capítulo siguiente. En estos meses actúa de Secretario del Ayuntamiento el escribano Ramón Quílez Muñoz (1797-1872); era hijo de José Quílez Yarza y de Joaquina Muñoz Castaño; este abogado actuaría de notario hasta 1870. La etapa que historiamos, en el plano local acaba realmente a finales de 1831. dos años antes de lo que ocurre en la nación, como al principio señalamos. Con el cese de Belmonte, empieza una época de transición que la incluiremos en el próximo artículo como preámbulo de la regencia de María Cristina. Si en los años anteriores costaba constituir los Ayuntamientos y eran muchas las dimisiones, ninguno como 1831 .ya que los ocho regidores fueron sustituidos en algún caso hasta cinco veces, por lo que resultaba imposible realizar ninguna actividad municipal seria. Tan complicado son los cambios que me limitaré a consignar los nombres de cesantes y sustitutos: Ibáñez Ortega, sustituido por Cristóbal María Muñoz A/orín, y éste por Antonio de la Santa Ibáñez. Mergelina. sucesivamente por Pascual Lorenzo-Mellinas. Fulgencio Puche Lorente. Martín Lorenzo Martínez, Luis Yagüe Palao y Juan Azorín Palao. Puche-Torres, por Francisco Martínez-Corbalán Herrero y José García Soriano. Matías García, por Antonio Castaño. Pedro Azorín (por defunción), por Juan Palao Quílez. Fernando Pérez Hernández y Simón García. Juan Martínez, por Pedro Puche Campos. Alonso Yago Ruiz. Cristóbal Muñoz y Pedro Ibáñez Soriano. Juan García, por Ginés Rodriguez Bautista y José Navarro Martínez. Ante esta situación, el alcalde comunica a Murcia que en este pueblo de más de 2.700 vecinos, los asuntos públicos "se hallan en un todo paralizados" por el continuo cambio de regidores, lo cual ocasiona "indiferencia en unos y disgustos en otros". Nos resulta extraño saber que se permitía pagar. menos en las contribuciones, con moneda francesa, que era la que más corría en el comercio y no sólo en Yecla. En agosto se llevan preso a Murcia al escribano del Real Pósito Pascual Martínez-Corbalán. La realidad era que en España, como suele suceder en etapas más o menos opresoras. se producen levantamientos, generalmente ineficaces. reprimidos con especial dureza. Hay intentonas e incursiones como las de Valdés. hermanos Bazán. Vera. Mina o Mílans del Bosch. La más importante de este año es la de José María de Torrijos (su secretario era nuestro paisano Antonio Lorenzo Gaylán), que penetra por Gibraltar, lanza una proclama para que se levanten los españoles, resiste más de tres meses y acaba siendo fusilado con cincuenta y dos de los suyos el 1 de diciembre, en Fuengirola; Espronceda le dedicó un soneto y Antonio Gisbert pintó esta terrible escena. Unos meses antes. el 24 de mayo y en Granada era ejecutada Mariana Pineda por haber bordado para los liberales una bandera con el lema de "Ley. Libertad. Igualdad": tenía 27 años de edad. El 16 de octubre se comunica que ha sido nombrado alcalde mayor el licenciado Segundo Herrero y Sanz, que desempeñaba igual cargo en Saldaña. Antes de despedirse, el bueno de Belmonte quiere arreglar las laderas del monte del Castillo en el mayor abandono desde la invasión francesa de 1812; se talaron entonces los árboles y sólo quedan tres olmos 48 HISTORIA DE LA ILUMINACION EN JUMILLA Y YECLA Ricardo Montes Bernárdez INTRODUCCIÓN.JUMILLA.La iluminación de las calles en la Región se remonta al siglo XVIII correspondiendo la iniciativa a particulares. económicamente «bien situados», de Murcia y Cartagena. El origen fue instalar frente a sus casas una serie de faroles de aceite que ellos mismos costeaban. Siguiendo su ejemplo los ayuntamientos de las poblaciones mencionadas decidieron instalar farolas en el resto de sus municipios. Cartagena fue la primera en inaugurar el servicio de alumbrado público (1797) y dos años más tarde lo hacía Murcia (1799). Posteriormente, es decir, ya en la primera mitad del siglo XIX, pero más despacio, se irían sumando a este importante adelanto otros municipios como Lorca (1830) y Caravaca (1843). Hay que aguardar, por tanto, a rebasar el ecuador del siglo para observar dos momentos de aceleración en el proceso regional del alumbrado. Por fin, en 1856 inauguran: Aguilas, Cieza, Fortuna, Molina, Moratalla, Totana y Yecla. Sin embargo. aún son muchas las localidades a oscuras y la mayoría de ellas no consiguen afrontar su costo hasta el momento en que se produce el primer cambio de combustible, (de aceite a petróleo), es decir, a partir de 1862-65. Se iluminan entonces: Abarán, Bullas. Cehegín y Mazarrón. Otras tendrán que esperar incluso diez y veinte años para poder permitirse semejante gasto (Alguazas, Ceutí, Librilla, San Javier. San Pedro del Pinatar, Torre Pacheco. La Unión). En 1863 surtía el combustible para el alumbrado público Pedro Martínez y lo hacía por 588 reales mensuales. Arreglaba los faroles Pedro García. Los serenos, que percibían un salario mensual de 60 reales, eran José López e Ignacio Yuste Puche. Pero al año siguiente el primero dejó su puesto y fue sustituido por Pascual Abellán Martínez. También los vendedores de combustible cambiaron, siendo ahora Juan José Guardiola y José Navarro Lencina. Se encargó de las reparaciones a Pedro Lozano Gutiérrez. A finales de ese mismo 1864 se produjo de nuevo un relevo en el proveedor de combustible, esta vez a favor de Luis Bernal y Jiménez, por 2.500 reales trimestrales, precio que en 1865 y 1866 subiría hasta 185 escudos, siendo el subastero José Guardiola Sánchez. Este año su población alcanzaba los 2.485 habitantes. En 1869 la inestabilidad política que se padecía generaba una desconfianza que se reflejaba incluso en las actas capitulares cuando aludían a que, con vistas a la subasta pública a celebrar, se exigiera al rematante el total del remate como fianza. Sólo tres años más tarde, en septiembre de 1872. se acordaba extender el alumbrado a las zonas nuevas de la población al tiempo que se aprobaba la creación de una cuarta plaza de sereno. Para 1889 ya existían seis serenos y un cabo. Los presupuestos sufrieron diversos altibajos hasta el fin de siglo. Así, en 1880 la partida por el concepto que nos ocupa ascendía a 3.500 pesetas que se incrementaron en 2.000 pesetas para 1886 llegando hasta 5.000 entre 1889 y 1891. sin embargo, se restringieron hasta 3.500 pesetas en 1894. Los arrendatarios del petróleo también fueron variando: Fulgencio García Ferrer lo fue durante 1886 y 1887: Antonio Bañón Lentisco obtuvo contrata desde 1889 hasta 1891. En cuanto a los faroles, pasaron de 137 a 160 en 1886. El 19 de noviembre de 1894 el ayuntamiento, presidido por Francisco Palazón Ramírez aprobaba la instalación de una central de luz eléctrica. El presupuesto inicial se elevaba a 125.000 pesetas, cantidad de la que se acordó ingresar una primera mitad en el Banco de España para su entrega en el momento en que llegasen «máquinas, calderas, dinamos v cables». Se daban así los primeros pasos para dotar a la ciudad de alumbrado eléctrico, pero mientras ésto pasaba de proyecto a realidad, el petróleo continuó siendo la base de la iluminación vial. En 1898 el subastero era Angel Aticnza La tercera fase de esta pequeña historia de la iluminación pública viene marcada por la aparición de un Huido revolucionario: la electricidad y es el momento en que terminan de incorporarse los municipios rezagados en este tipo de progreso: Aledo, Campos del Río. Albudeite, Ojós, Pliego, Ricote y Ulea. En esta nueva carrera que se produce por la electrificación se situó a la cabeza entre las primeras localidades Cartagena (1893). seguida de Abarán (1896), Blanca (1892). Cieza y Mazarrón (1896); Caravaca de la Cruz y Mula (1897): y Yecla (1898). Merece mención aparte el alumbrado a base de gas, sistema que intentaron diversas poblaciones como Yecla o Aguilas pero que sólo utilizaron Cartagena (1861). Murcia (1867) y La Unión (1892). Una vez contemplado someramente el panorama regional pasamos a detenernos sobre la historia concreta de este proceso, tal como lo vivieron los pueblos y sus gentes del Noreste murciano. 49 Molinos del Segura dejó a la ciudad sin luz desde las 9 de la noche, por fallos internos de funcionamiento. Jiménez, año que resultó considerablemente graboso para el ayuntamiento ya que tuvo que reponer farolas y sillares que habían sido destrozados por el agua en el muro de contención de la rambla de la Alquería. Al año siguiente consiguió el contrato José Segura que. por cierto era también quien abastecía de aguas a Jumilla. El Centro Industrial y de Consultas Electrotécnicas Isaac Peral, de Madrid, se comprometió, a través de su representante Alejandro Pérez. Vil. a realizar las obras de instalación necesarias para electrificar Jumilla en seis meses con una prórroga de dos. Las condiciones del contrato estipulaban: una concesión del servicio, en exclusiva, por 30 años, los precios de cada lámpara y el horario. Por su parte, la empresa se comprometía a devolver el anticipo recibido de 62.500 pesetas en diez. años. Comenzaron las compras de materiales e incluso la instalación de postes y cableado, pero graves problemas se fueron acumulando: retraso en las entregas, incumplimiento de plazos, prórrogas, el fallecimiento del propio Peral, en Berlín el 23 de mayo de 1895, contribuyeron a revocar el contrato definitivamente en octubre de ese mismo año. A continuación se intentó subastar, en dos ocasiones, el material eléctrico que acabó siendo vendido a precio de saldo, desmontando incluso el cableado. Así concluyó el primer intento de electrificación del alumbrado. YECLA.En enero de 1856 se inauguró el alumbrado público por aceite, sus principales protagonistas fueron: como constructor de faroles. Bernardino Lozano (por su trabajo cobraría a plazos 6.000 reales): el hierro para los mismos fue aportado por Fernando Clemente y costó 870 reales: Francisco Amat instaló una gran columna para la farola de la plaza pública (458 reales): el instalador de los faroles. Cristóbal Sánchez, percibió 956 reales. En la partida presupuestaria correspondiente al tema se especificaban otros trabajos menores que se remuneraron a: José Rodríguez. Alejandro Izquierdo y José Muñoz. El proveedor de aceite en estos comienzos era José Agueda y cobraba 470 reales al mes. Al año siguiente fue sustituido por Pascual Varela quien se vería beneficiado por el considerable aumento del alumbrado cuyo costo ascendió a 765.50 reales mensuales. En 1860 y 1861 se mantenía el consumo y gasto anteriores, pero el proveedor era entonces Antonio Gil. recuperando la contrata al año siguiente Pascual Varela. Fue precisamente Varela quien poco después se haría con el encargo de las iluminaciones especiales, como por ejemplo la correspondiente a la visita de la reina a Murcia durante la festividad de la Purísima Concepción. El segundo intento lo afrontaron los hermanos Antonio y José Segura Sánchez mediante una propuesta que presentaron en octubre de 1899, pero en enero del siguiente año tuvieron que solicitar la rescisión del contrato por no poder cumplir lo estipulado en el mismo. El tercero y definitivo tuvo lugar en 1900 y como protagonista a la empresa Molinos del Segura, radicada en Archena, que se ofrecía a construir una línea de 40 km de longitud para suministro de fluido al alumbrado público. Aceptada la propuesta por el ayuntamiento, Jerónimo Ruiz Hidalgo. su presidente, comenzó a solicitar la correspondiente servidumbre de paso a Abarán (noviembre de 1900) y a Cieza (diciembre de 1900). acabando por inaugurar el 22 de agosto de 1901. A partir de 1864 se daba en Yecla una situación laboral un tanto especial. De los dos serenos contratados por el ayuntamiento, uno era Miguel García que ejercía oficio de tal y como tal cobraba por ello, pero el otro. Antonio Gil. antiguo arrendador, hacía ahora las veces de sereno-farolerosubalterno y cobraba 90 reales mensuales por su trabajo y 580 por el combustible. El cambio de moneda, del real al escudo, producido a mediados del siglo XIX ofrece nuevos e interesantes datos. Así. en 1867. para una población de 2.507 vecinos, había contratados dos serenos, Miguel García y Antonio Martínez, que cobraban 9.3 escudos mensuales cada uno por su trabajo. Los faroles se aumentaron en julio de ese mismo año. instalándose 16 nuevos por un monto de 160 escudos. Fueron fabricados por el conocido maestro hojalatero Bernardino Lozano mientras que el hierro para su manufactura lo sirvió José Mora Parra a quien se le abonaron 32 escudos. En cuanto al gasto de combustible mensual, éste se elevaba por aquél entonces a 74.7 escudos. En agosto se instaló por fin el último farol alcanzando con él la cantidad de 77 unidades. En 1903 se cambiaba la iluminación de gas por electricidad en el teatro al precio de 1.250 pesetas. Al año siguiente, en enero-febrero, la comisión de policía urbana realizaba un estudio con el fin de establecer un alumbrado supletorio para cuando se produjeran las interrupciones del fluido eléctrico. Al mismo tiempo sabemos que el petróleo, surtido por Angel Atienza. era todavía el sistema de alumbrado para la Alquería y Fuente del Pino. Hubo de esperar al mes de abril de 1906 para que la empresa Molinos del Segura iniciara una expansión cuyo primer movimiento fue llevar una línea de corriente a la almazara de José Guardiola Porras. Dando un salto en el tiempo, nos situamos en abril de 1915 y vemos como Eugenio María Espinosa de los Monteros y Abellán, barón del Solar de Espinosa, solicitaba una concesión para suministro de energía. La línea iría desde Omblancas. a 3 km del casco urbano, hasta unos molinos (harinero y aceitero) y a su propia casa. Para ello solicita servidumbre de paso a 28 propietarios. En un segundo momento amplía el proyecto para dar luz a un sector de Jumilla con un presupuesto de 32.716.44 pesetas. Los gastos mensuales fueron ascendiendo ligeramente durante los años siguientes. Suministraban el aceite Pascual Candela. Juan Andrés y Pablo Carpena Rubio. Para 1872 ya estaban contratados tres serenos que recibían 26.25 pesetas mensuales cada uno. Pero el paso del tiempo fue deteriorando los faroles, por lo que once años después, en 1883 hubo de encargarse al hojalatero Luis Ripoll un repaso general de los mismos. El 24 de octubre de 1887 el Concejo tomaba la determinación de cambiar el alumbrado de petróleo por el de gas, pero nunga llegó a ejecutarse el proyecto. Prueba de ello es que desde 1890 hasta 1895 el presupuesto anual para alumbrado (por petróleo) era de 5.000 pesetas que subieron a 6.500 para los cinco años restantes del siglo. El verano de 1922. en vísperas de la festividad de San Pedro, estaba el pueblo en plenas fiestas cuando la empresa 50 Molino de Falcó y Monte de Quebradas (Hellín). solicitaba establecer una línea de electricidad para Yecla en tanto que la Sociedad Juan A. Collado Ibañez y Compañía hacía otro tanto en 1915 para transportar energía desde Yecla a Caudete, con un tendido de poco más de 15 km. En abril de 1917 el gobernador enviaba una circular a los ayuntamientos a fin de ahorrar carbón, pues escaseaba a consecuencia de la Guerra Mundial. y pedía informasen sobre cómo producían la energía eléctrica y el número de compañías existente en cada municipio. Yccla contesta diciendo que sólo hay dos empresas en ese momento: José Blanch, que se alimenta con piñuelo. y Electra Chinchilla, con sede en Hollín, que produce la energía mediante salto de agua. El gerente de esta empresa era Luis Herrero Carpena quien, por cierto, pocos meses después traspasó el crédito que tenía por el alumbrado a Industria Eléctrica. Y en 1919 ya había en la ciudad instaladores profesionales de luz eléctrica como Emilio Muñoz Palao. En 1920 Eléctrica Yeclana se constituyó en cooperativa con Heliodoro Redondo como primer presidente. A éste le sucedió en el cargo en 1925: José María Carpena. alcalde entonces y. posteriormente, jesuíta; Francisco Gran Paya, en 1927: y Sixto Palao Serrano, en 1930. En la primavera de 1925 la problemática no era tanto la extensión de la red de alumbrado o la pertenencia de postes o acometidas, sino la escasez y pobreza de la luz. especialmente en la Glorieta y el Parque. En 1935 entró en liza un nuevo empresario, José Llaudet Soler, que nada menos que desde Almansa solicitaba autorización para transportar energía eléctrica mediante un tendido de 13 km de longitud. Una vez instalado en Yecla deseaba continuar hasta Villena. BIBLIOGRAFIA GEA ROVIRA. E. 1994-95: «Jumilla. Isaac Peral y el centenario de un proyecto inacabado». Revista El picarcho. n° 81. 82 y 84. Jumilla, pp.: 32-34: 26-29: y 30-34. MONTES BERNARDEZ. R. (e.p.): «Historia de la iluminación en la Región de Murcia». ORTUÑO PALAO. M. 1991: «Yecla día a día». Edit. Duo. Yecla. 403 págs. PALAO POVEDA. G. 1991: «Las industrias extractoras de aceites y jaboneras en Yecla». Revista Yakka n° 3. Yecla. pp.: 65-96. Con el inicio de la siguiente centuria, es decir, en 1901 y 1902. curiosamente bajóel presupuesto municipal para este servicio a 5.200 pesetas anuales. Era entonces el subastero José Soriano Yagüe quien ese mismo año lo traspasaría a Ricardo Maestre Martínez. Otro tanto pasaría en 1903 cuando Manuel Pavía cedía sus derechos de arrendatario a Francisco Martínez, mientras el presupuesto continúa a la baja hasta situarse en las 5.050 pesetas. Y aún disminuiría algo más para 1905. quedándose en 4.896,40 pesetas. Mientras, se van produciendo tímidos intentos para cambiar el petróleo por la electricidad, el alhameño Manuel Daza y Gomez, inventor del «Toxpiro», había instalado en 1897 en Yccla un molino harinero de vapor y un año después. concretamente en octubre de 1898. Manuel Crusat Durey montaba, aprovechando el molino de vapor, una central eléctrica que enseguida fue capaz de suministrar fluido en Yccla. Sin embargo, debieron surgir problemas de difícil solución porque para 1900 el ayuntamiento dejó sin efecto sus compromisos con Crusat y encargó a Juan Alsina Roses la instalación del nuevo alumbrado público. No obstante, pocos debieron ser los adelantos en el proyecto municipal cuando sólo dos años más tarde se le hacía el mismo encargo a José Cañete. encargo que hubo de resultar igualmente infructuoso cuando al año siguiente, en mayo de 1903. Rogelio Manresa Illán presentaba al Concejo su propuesta de instalación de alumbrado público por electricidad. Se le concedió y en mayo de 1904 solicitaba la necesaria concesión para llevar el fluido desde Yccla a Caudete (algunos años después solicitaba otra concesión en Los Almadenes, dentro del t.m. de Cieza. para producir energía eléctrica). Yecla vió su primera empresa de instalaciones y venta de aparatos eléctricos en 1904. se llamaba Eléctrica Yeclana y estaba ubicada en el camino de la estación con punto de venta en la calle España. Sería esta empresa precisamente quien en 1906 se hiciera cargo del alumbrado público. Para el mes de enero de 1907 se daba de alta en Yccla la fábrica de electricidad Enrique Castellet y en febrero de ese mismo año se instaló iluminación eléctrica en el teatro Concha Segura. También fue entonces cuando entró en escena José Blanch. rico propietario de fábricas de aceite y harina que acabaría introduciéndose en el ramo de la electricidad. En junio de 1908 Eléctrica Yeclana amplió el alumbrado de la Glorieta en 400 bujías, por 60 pesetas más al mes. Es el momento en el que los empresarios del sector comienzan a proliferar. haciéndose feroz competencia, cruzando tendidos y complicando el mercado hasta convertir el panorama de las contratas y concesiones en un complicado revoltijo de difícil comprensión. Por ejemplo, en 1910 la Sociedad Navarro y Compañía, propietaria de las centrales eléctricas denominadas AGRADECIMIENTOS Quiero agradecer expresamente el apoyo y la colaboración prestada, en las difíciles y largas horas de búsqueda y recopilación de datos, por amigos y compañeros como Emiliano Hernández Carrión, Liborio Ruiz, Gerardo Palao y Miguel Orluño. 51 ARTE ERMITAS RURALES DE YECLA (I) Francisco Javier Delicado Martínez Si meditáramos sobre el tema (en este país hace mucha falta la meditación y la concienciación). observaríamos que la despoblación del campo y el envejecimiento del edificio son las causas principales de su ruina: la primera por abandono y falta de protección ante el posible vandalismo y la segunda por la necesidad de continuos retejos en las ermitas. No olvidemos -y ahora particularizamos-, pese al clima benigno de Yccla y de Jumilla, que el retraso de estas operaciones por falla de recursos o de celo, inicia daños irreversibles. En poco tiempo una gotera hace combar la techumbre. Las maderas, por lo general en mal estado por el largo tiempo transcurrido, entran en fase ruinosa con gran celeridad. Es una de las excusas que muchas veces se busca para declarar un edificio en ruina. Torres y espadañas ya no se reconstruyen, cuando el uso de la campana ha desaparecido o esta no existe. Mientras que sobre el techo de la vieja ermita anidan palomas adueñándose de su interior, las tejas vuelan cuando el viento azota y el edificio envejece. Es este un patrimonio de particulares en áreas rurales que ha sido con frecuencia objeto de un uso poco noble (almacén para aperos de labranza, establos o depósitos de grano, e incluso garaje) aunque difícil de cambiar, pues esta función ayuda aunque poco vistosamente a su conservación. Como recuerda Martín González acerca de cualquier edificio de carácter histórico, la descripción, la planimetría y la fotografía del monumento constituyen un testigo de cargo y una prueba de control que pueden resultar decisivos a la hora de impedir un derribo. Es evidente que no se podrá proteger todo, pero por lo menos se evitarán derribos clandestinos2. Pedro Olivares, que fue Director General de Cultura de la Región de Murcia, en unas declaraciones manifestadas unos años atrás al Diario La Opinión. (Murcia. 7 de julio de 1993). exponía la necesidad de un catálogo patrimonial que evite el expolio y que documente con claridad lo que poseemos, su ubicación y estado actual". En lo que concierne a la comarca del Altiplano, tomamos el testigo y asumimos el reto. De ahí. las páginas que Las viejas ermitas del campo yeclano son fuentes de la memoria y constituyen vestigios de la arquitectura popular del pasado que, pese a su pobreza, interesa conservar. Las páginas que el lector tiene ante sí pretenden dar a conocer a propios y extraños un legado del pasado que, aunque sencillo, ha de constituir parte de esa herencia a transmitir a las generaciones venideras. Confiemos, pues, que las líneas que siguen y el buen criterio de los humanos ayuden a tan noble propósito. 1. PORTICO El patrimonio artístico de las ciudades paulatinamente vasiendo dado a conocer (modélicos los Catálogos de Monumentos dedicados a la Comunidad Foral de Navarra, dirigidos por la Dra. Ma Concepción García Gaínza) y el gran público va tomando conciencia de lo que se ha dado en llamar «Bien de Interés Cultural», un legado del pasado a conservar y proteger. Pero, ¿qué ocurre con el patrimonio rural de los municipios, ése que por su escasa prestancia, obra menor o diseminación es relegado a un segundo lugar, y al que rara vez se le presta la atención debida?. Tan solo cuando la depredación causa estragos y ya no hay solución al caso, surge, se alza alguna que otra tímida voz de denuncia pidiendo protección, que con frecuencia podemos leer en notas marginales de las páginas de la prensa diaria. De ahí la acuciante y necesaria catalogación de las obras de arte publicando sistemáticamente el resultado de las investigaciones. El patrimonio rural, en cualquier área o zona de nuestro país, siempre ha sido el gran perjudicado. Sobre esle asunto traemos a colación aquella magnífica conferencia que pronunciara el gran historiador del arle Dr. Juan José Martín González, titulada «Problemas que suscita la conservación del legado arquitectónico y algunas soluciones», impartida en Trujillo en 1977. en donde manifestaba su desasosiego por aquellos edificios devocionales -las ermitas-, enclavados en zonas rurales a las que se le ha prestado escasa atención. cuando vino a decir: «En este ámbito queda un tipo de arquitectura que nos llena de preocupación: las ermitas. La pérdida de uso se acrecienta: emociona ver estos santuarios rurales, rodeados de olmos, hov en el más triste abandono»1. 2 MARTÍN GONZÁLEZ, J. J.: op.cit. PARRA, A.: "Cultura. Patrimonio histórico-artístico regional, un edificio que se cae (I)". Diario La opinión. Murcia, domingo 7 de julio de 1993. p. 35. 1 3 MARTÍN GONZÁLEZ. Juan José: "Problemas que suscita la conservación del legado arquitectónico y algunas soluciones". Actas del I Congreso Español de Historia del Arte . Trujillo, junio de 1977. 55 Por otra parle, las ermitas requerían para su cuidado y mantenimiento un aval por parle del propietario de la heredad donde éstas se asentaban, que consistía en unas tierras, cuyo producto anual (ya fuese grano, aceite o viña), lasado en maravedíes garantizaba los objetivos señalados (que conllevaba la adquisición de ornamentos; la atención del edificio; los pagos al capellán por la celebración de los cultos y oficios; y otros). A caballo entre los siglos XIX y XX, serán diversos capellanes (el clero secular siempre fue muy crecido en Yecla, sobre todo en el siglo XVIII-). los que funden y doten algunas ermitas: es el caso de Antonio Palao, llamado «el cura Higo», que dota la Ermita de El Calderón en 1902; Antonio Polo Soriano, más conocido por «el cura Mohano». que a sus expensas edifica (?) la Ermita de las Casas de Vellot; y Macedonio Vidal Herrero, que hacia 1915 mejora y reconstruye la del Pulpillo (FIG. 1). Las advocaciones en su mayoría solían coincidir con la onomástica del propietario de la ermita. En el agro yeclano con frecuencia encontramos varias dedicadas a santos de la orden franciscana, como a San Antonio de Padua, al que se le erigen tres ermitas, y a San Pascual Baylón. que deambuló por estos parajes; así como otras de devoción mariana puestas bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción. Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora de los Dolores y Nuestra Señora del Rosario. Y para la edificación de cualquier ermita era preceptivo la solicitud previa y el permiso correspondiente que autorizaba el prelado de la diócesis tras la oportuna visita siguen en ese nuestro constante afán por dar a conocer y divulgar un patrimonio histórico disperso, el de las ermitas rurales de Yecla, al que la atención prestada siempre ha sido nula. 2. LAS ERMITAS: MEDIO RURAL Y COYUNTURA ECONOMICA. La aparición de las ermitas en el agro yeclano tiene su origen en el siglo XVII (El Carrascalejo, Los Hilos, Los Charquillos. etc.), acrecentándose el número de las edificadas en la última década del XVIII (El Carche, Marisparza, El Pozuelo, La Hoya del Río), último tercio del XIX (Casa Potra) y nueva proliferación en las primeras décadas del siglo XX, donde potentados y terratenientes invirtieron en grandes haciendas: tierras situadas en áreas donde ya existían manantiales de agua o acuíferos (Tobarrillas, El Pulpillo, La Fuente del Pinar. Casa Cañizares,...). Especialmente el siglo XVIII supuso el poblamiento de los campos, convirtiéndose los cortijos en aldeas con lo que aparece un poblamiento disperso, favoreciendo el reagrupamiento de la población alrededor de las ermitas. A la vez que disminuye la ganadería se acrecienta la roturación de campos, con un incremento espectacular de la producción de cereales y de aceite, teniendo un gran desarrollo los viñedos en tierras de secano, siendo la cerealicultura la base de la economía y los campos se abren a la colonización por los señores. FIG. 1. Ermitas rurales del término municipal de Yecla. Croquis de situación por J. Delicado. 56 Yecla (Yecla. 1865) indicará que pastora] al lugar, emitiéndose tras su visura y ante el notario público la escritura de propiedad o título de la ermita, redactadas casi todas en los mismos términos y normativas (que tenían que ser exentas, sin ventanas al exterior: que no se podía pernoctar en las mismas ni sus dueños ni huéspedes; las dimensiones aproximadas; la dotación con el número de tierras a las que se comprometía para su mantenimiento; la decencia en la misma; etc.). «Hay varios oratorios en casas particulares y muchas ermitas pequeñas en las casas de campo» 7 . Ya en el siglo XX son varios los autores que. con mayor o menor fortuna, se han aproximado al lema. Fausto Soriano Torregrosa en su Historia de Yecla (Valencia. 1950). hace sólo mención de las ermitas de la ciudad, y entre las del campo cita la de la Magdalena por haber residido algún tiempo en ella los frailes alcantarinos 8 . Más explícito es Miguel Ortuño Palao que las reseña en la relación que ofrece de parajes, corlados y sierras en el libro El habla de Yecla (Murcia. 1987), mientras que el mismo autor en Yecla. día a día (Yecla. 1991)9 transcribe aquellas ermitas de las que da referencia Juan Blázqucz en las obras que se dirán y reseña otras existentes en la contornada. Significación especial para la historia de Yecla adquieren dos obras capitales del historiador y especialista de la Edad Moderna Juan Blázquez Miguel: Yecla en el siglo XVII (Yecla. 1988) v Yecla en su historia (Toledo. 1988). En la primera, que corresponde a su tesis doctoral, documenta las ermitas que pertenecieron al siglo XVII. mientras que en la segunda -un verdadero compendio de la historia de la villa hasta la guerra del francés- hace lo propio con las referentes al siglo XVIII10: centuria en cuya última década asistimos a una fiebre constructiva por este tipo de edificaciones en el campo. 3. LA HISTORIOGRAFÍA Y EL TRATAMIENTO DE LAS E R M I T A S DE YECLA EN LAS F U E N T E S IMPRESAS. Escasa es la atención que le ha sido prestada a las ermitas del agro yeclano por la historiografía de todo tiempo, careciéndose hasta el presente trabajo de una monografía al uso. Uno de los primeros autores en proporcionar noticia escueta sobre estos sencillos vestigios de leño y mampuesto es Bernardo Espinal! y García, quien en el último tercio del siglo XVIII y a través de su obra el Atlante Español o Descripción General de todo el Reyno de España (Madrid. 1778). manifiesta en el Tomo I. que dedica al «Reyno de Murcia», acerca de Yecla. que «fuera de la villa está la Hermila de la Magdalena, v en los Cortijos del campo hay un sin número de otras hermitas. en donde se dice Misa los días festivos»4. Un suelto (una breve página muy apretada de contenido) del periodista Martín Azorín Cánovas y el maestro Tomás Ruiz Cánovas, titulado «Las ermitas rurales pueden desaparecer. Una treintena se esparcen por nuestro término municipal», publicado en el Boletín Informativo Municipal CIUDAD DE YECLA (Yecla. Ayuntamiento, octubre de 1997, n°7. p. 13), proporciona una somera relación indicativa de las existentes y llama la atención sobre su precario estado. subrayando que si bien son de escaso interés artístico, tienen un encanto romántico (y damos fe de ello, particularizando en un caso: en el del paisaje y entorno poéticos de la Casa del Cura, edificios bellos por su ruina donde la romántica impronta de su fachada, con el tan característico remate y cornisa barroca que la coronaban han sido hechos desaparecer recientemente sin ninguna sensibilidad de las gentes hacia el pasado). Sucinto también (página y mediadedicadas) el capítulo que los mismos autores dedican a las ermitas yeclanas en un artículo nominado «Arquitectura rural en el término municipal de Yecla». que dan a conocer en la Revista de Estudios Yeelanos YAKKA (Yecla. Ayuntamiento. 1992-1993. pp. 92-93). en el que enumeran algunas de las ermitas del campo. y comentan su tipo de arquitectura y estado de conservación. También por mismas fechas o un poco antes, el capitán de infantería c historiador Cosme Gil Pérez de Ortega en su manuscrito Fragmentos históricos de la villa de Yecla (Yecla, 1769). destaca en el capítulo 2o de su obra el Eremitorio o Santuario de la Magdalena, tratando sobre su fundación y describiendo las obras de pintura que acogía 5 . A promedios de la centuria siguiente Pascual Madoz e Ibáñez, autor celebrado por su ingente Diccionario Gcográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. (Madrid. 1849. Tomo XVI). dice en torno de la Iglesia parroquial de la Asunción y ermitas del campo: «En la feligresía que esta parroquia tiene dentro de la población hay seis ermitas -anotamos que eran las de San Roque, Santo Hospital. Nuestra Señora de las Nieves. Santa Bárbara y San Cayetano- v en el campo hay hasta 30» 6 . Pocos años después el caótico y visionario Pascual Giménez Rubio en su Memoria de apuntes para la historia de 7 GIMÉNEZ RUBIO, Pascual: Memoria de apuntes para la historia de Yecla . Yecla. Imprenta de Juan Azorín, 1865. p. 293. 8 SORIANO TORREGROSA, Fausto : Historia de Yecla. Valencia. Impresos Cosmos. 1950, p. 101. 9 ORTUÑO PALAO. Miguel; El habla de Yecla. Murcia. Academia Alfonso X el Sabio. 1987. pp. 121 y ss.: ORTUÑO PALAO. Miguel: Yecla día a día. Yecla. Ediciones Dúo. 1991. p. 356. 10 BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan: Yecla en el siglo XVII. Yecla. Tipografía Narsio. 1988. pp. 314-318: BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan: Yecla en su historia. Toledo, Editorial Arcano, 1988. Vol. I. pp. 234-235. 4 ES PINALT Y GARCÍA. Bernardo: Atlante Español o Descripción General de todo el Reyno de España . Madrid. Imprenta de Pantaleón Aznar. 1778, Tomo I (dedicado al "Reyno de Murcia"), p. 161. s GIL PÉREZ DE ORTEGA. Cosme : Fragmentos históricos de la villa de Yecla. Yecla. 1769. ms. (Publicado impreso en la Revista de Estudios Yeclanos YAKKA. Yecla. Ayuntamiento. 1992-1993. núm. 4). " MADOZ E IBÁÑEZ. Pascual: Diccionario Geográfico-estadísticohistórico de España y sus posesiones de Ultramar. Madrid. 1849. Vol. XVI, p. 430. 57 Juan Alvarez de Mendizabal. Como evocación franciscana, además de la Iglesia de San Francisco de Asís, enclavada en la parte baja de la población, que aunque maltrecha subsiste. queda en el recuerdo el que fue primer cenobio o asentamiento de los frailes, la Ermita de la Magdalena, originaria de fines del siglo XV. que. pasamos a documentar (la primitiva ermita del Pozuelo también era del XVI pero al no quedar resquicio de la misma no se incluye en el presente estudio que -reiteramos de nuevo-, se centra exclusivamente en aquellos edificios que permanecen en pie o de los que se conserva algún resto material): Por último se destaca -esbozo de publicaciones anteriores- el estudio de documentación llevado a cabo por el citado Juan Blázquez Miguel, en colaboración con el periodista Martín Azorín Cantó, titulado «Ermitas rurales yeclanas», publicado en la Revista de Estudios Yeclanos YAKKA. (Yecla. 1991. n° 3. pp. 59-63). Ambos autores realizan un barrido secuencial documentando y proporcionando noticia de licencias, dotaciones y fechas de erección, de las ermitas edificadas en el agro yeclano durante el siglo XVIII. partiendo de la apoyatura documental conservadaen el Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Yecla. A nosotros nos resta ahora conjugar el documento con lo que dice el monumento (es mucho lo desaparecido), así como efectuar la datación de aquellas otras ermitas que se levantaron en el transcurso de los siglos XIX y XX. de las cuales algunas hemos venido publicando periódicamente, a través de trabajos sueltos, en alguna que otra revista no especializada de difusión local (Actualidad. Yecla. 19911992) y en diversos boletines y programas de fiestas patronales, desde 1992 a 1997. * El Eremitorio de la Magdalena es la ermita rural más antigua de Yecla. ya que en muchos testamentos aparecen donativos para la misma, constando como antigua ya en 1530 (A.H.P.N.Y.. Leg. 1/1). Los franciscanos, llegados a Yecla en 1565. la acondicionaron y ampliaron. Por cédula de 26 de mayo del mismo año el rey Felipe II autorizó que el Concejo de Yecla aportara la cantidad de 50.000 maravedíes anuales de sus propios y rentas para el sostén de la ermita y construcción de un convento, morando en la Magdalena hasta 1582, trasladándose por lo inhóspito y alejado del lugar a la Ermita de San Sebastián, extramuros de la entonces villa, mientras se edificaba el convento nuevo en la parte baja de la población. que se concluiría en 1612 y del que tomaron posesión (consúltese al respecto DELICADO MARTÍNEZ. Francisco Javier: «Una aproximación de los escultores y pintores valencianos a la obra de imaginería de la Iglesia de San Francisco, de Yecla». Archivo de Arte Valenciano. Valencia. 1984, pp. 44-55). Lo viejo del convento de la Magdalena fue derribado hacia 1994. 4. GENESIS Y EVOLUCION DE LAS ERMITAS EN LA DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA Diversas son las ermitas que se extienden por las campiñas y dehesas de Yecla. que se cimentaron en el discurrir de cinco centurias, comprendidas desde el siglo XVI hasta fines del siglo XX. Se procede, pues, en las páginas del presente capítulo, a documentar las propias de cada siglo. citando sólo aquéllas que permanecen en pie o. aunque derruidas, conservan algún elemento arquitectónico que puede ser de interés y permite su datación. Las ermitas de los siglos XVII y XVIII no citadas en este contexto se entienden desaparecidas, por lo que remitimos al interesado, a los estudios del historiador Juan Blázquez, que documenta puntualmente las correspondientes a dichos períodos históricos. 4.2. Las ermitas del siglo XVII Tres son las ermitas, en mal estado de conservación. que perviven en el campo yeclano pertenecientes al siglo XVII y que seguidamente relacionamos: Hay que indicar que de suma importancia para el desarrollo de una parte de este apartado ha sido la tesis doctoral del historiador Juan Blázquez Miguel, Yecla en el siglo XVII. (Yecla. Tipografía Narsio. 1988), que recoge en la misma aquellas ermitas que se erigieron o existían en el mencionado siglo. Otro trabajo muy válido del mismo autor, realizado en colaboración con el periodista Martín Azorín Cantó, y que venimos reiterando, ha sido el titulado «Ermitas rurales yeclanas» (Revista de Estudios Yeclanos YAKKA. Yecla, Ayuntamiento, 1991. n° 3) que documenta varias de las ermitas que se edificaron en el transcurso del siglo XVIII. En ambas publicaciones los autores hacen constar la fuente principal de información consultada: el Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Yecla (A.H.P.N.Y.). cuyas siglas e indicación de signatura citaremos, acompañando al extracto o resumen del documento de referencia. * La Ermita del Carrascalejo sita en el paraje del mismo nombre y cuya advocación se desconoce. Data del año 1605 (y no de 1602). según consta en la inscripción acuñada sobre la piedra del escudo de armas que surmonta el dintel de la puerta. Se halla arruinada, conservando una buena parle de su portada labrada en piedra de sillería. * La Ermita de los Hitos, dedicada a San José y enclavada en el paraje del mismo nombre, junto a la Venta Nueva y de la que hay noticia en 1622. se conserva en precario estado siendo interesantes las pinturas murales de San Antonio Abad y de San Miguel Arcángel, del siglo XVIII que acoge su interior. Según la documentación aportada por Juan Blázquez la Ermita de los Hitos en el año referido es dejada en herencia por Juana Lorenzo a una hija suya del mismo nombre (A.H.MP.N.Y.. Leg. 4/1). 4.1. El siglo XVI v los franciscanos * La Ermita de Casas de Selva en la Hoya del Mollidar. que creemos se trata de un edificio que se conserva en dicho paraje, acaso modificado, y que Juan Blázquez documenta en 1688 puesta bajo la advocación de San Pedro apóstol, que fue dotado con las aportaciones hechas por Pedro Sabido es que los franciscanos dominaron la vida religiosa de la ciudad de Yecla durante casi tres siglos, desde 1565 en que se establecieron en el Eremitorio de la Magdalena, hasta su expulsión en 1835 según el decreto dcsamortizador de 58 «Expediente de título de la Ermita del Arabí». Yecla. 1 de octubre de 1748). Fue puesta bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción y posteriormente de San Antonio de Padua. Se conserva en buen estado su estructura arquitectónica. de una gran sencillez. La ermita fue remozada en la posguerra. Puche Carrasco y Catalina Ortuño (A.H.P.N.Y.. Leg. 15/12). Posteriormente, y de acuerdo a los nuevos tiempos, Pedro Serrano Spuche se obliga con lodos sus bienes a cuidar de dicha ermita (A.H.P.N.Y., Leg. 52. 2. fol. 93). 4.3. Auge del siglo XVIII * La Ermita de la Balsa, de la que subsiste la caja del edificio en la partida de dicho nombre, data de 1778. puesto que con fecha de 28 de abril del año citado Luis Antonio de Mergelinadotadicha ermita con 6'5 fanegas de tierra, valoradas en 3.900 reales, que proporcionaba una alta renta anual (A.H.P.N.Y., Leg. 9. 2, fol. 71). De las numerosas ermitas que se edificaron o mejoraron a lo largo del siglo XVIII hay que dejar constancia de la relación que sigue, según secuenciación cronológica, habiendo nueve sobrevivido, mal que bien, a la incuria de los siglos. En alguna de ellas su datación en la documentación escrita coincide con la fecha que se inscribe sobre el pórtico que les precede, como es el caso de la del Pozuelo. * La Ermita de la Casa del Cerro Viejo es una humilde construcción adscribible a promedios del XVIII. o algo más tarde, con restos de pinturas murales en su interior (epítetos doctrinales) y maltrecha en la actualidad. Juan Blázquez da cuenta de que en el paraje de los Cerros del Campo José Díaz Muñoz con lecha de mayo de 1754 dota una ermita con 12 fanegas de tierra en dicha partida valoradas en 2.000 reales (A.H.P.N.Y., Leg. 63.5. fol. 82). Desconocemos si tendrá que ver o no con el paraje de referencia. * La Ermita del Espinar, con pinturas murales en su interior aunque de arquitectura extremadamente sencilla, es obra que asignamos a la primera mitad del siglo XVIII. Juan Blázquez da noticia de que una ermita bajo la advocación del Dulce Nombre de Jesús fue dotada en 2 de abril de 1734 con 41 fanegas de tierra en el Cerro valoradas en 2,640 reales, junto al Carche. Presenta la techumbre hundida y se halla en mal estado. Formaba parte de una heredad que fue sucesivamente de los Ortega. Portillo y Tomás. * La Ermita de Casa Ygarza (o Yarza). puesta bajo la advocación de San Antonio de Padua. de la Cañada del Pulpillo. Debe corresponderse con la mencionada en el mismo paraje por Blázquez Miguel y Azorín Cantó, quienes la documentan en el siglo anterior, dando cuenta de que que José de Yarza Olazarán en 1688 edifica una ermita en su heredamiento del Pulpillo. dotándola con diez fanegas en el Hondo de la Cañada y otras diez lindantes con las anteriores (A.H.P.N.Y., Leg. 1 12/7). En el siglo XVIII. con fecha 8 de octubre de 1793 Miguel Gil Marco confirma la dotación efectuada por su antepasado Yarza Olazarán. a la Ermita de la cañada del Pulpillo. consistente en 20 fanegas de tierra en esa partida (A.H.P.N.Y., Leg. 1 12/7. folio 174). Hoy derruida en los últimos tiempos fue propiedad de la familia GonzálezMoro. * La Ermita del Arabí (llamada en lo antiguo «de la Veredilla») o de Casas de Ibáñcz, edificada en el paraje del Pozuelo, data de promedios del XVIII. Fue dotada en 1 de octubre de 1748 con ocho ducados de renta cada año, siendo edificada en 1752. perteneciendo al heredamiento de Pedro Palao de Espejo (FIG. 2). (Archivo de José Prats Ibáñcz. * La Ermita de Marisparza desapareció a fines del siglo XIX. Estaba situada en el paraje del mismo nombre, en hacienda o Casa del Pintado Díaz. La documentación exhumada por Juan Blázquez refiere que en 22 de junio de 1785 Felisa Pascual Díaz de Alarcos dota una ermita en Marisparza con dos fanegas en la misma partida, tasadas en 3.600 reales. mientras que en 15 de septiembre de 1793 termina su construcción ofreciendo diez fanegas (A.H.P.N. Y.). Leg. 125. 1 folio 122;y Leg. 112,7 lolio 158).Se puso bajo la invocación de Nuestra Señora de la Concepción. Poseía un buen lienzo de la titular que fue vendido hacia 1945 a un coleccionista de antigüedades (Debo y agradezco la noticia al fotógrafo Estanislao Ripoll Díaz, de Yecla). * La Ermita del Pozuelo o de la Casa Marta en el paraje de igual nombre fue erigida en el año 1794. según reza la inscripción que se halla sobre su pórtico, y puesta bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario. Conservaba un retablo de madera de estilo neoclásico con un buen y gran lienzo de la Aparición de Nuestra Señora del Rosario a Santo Domingo d e Guzmán. del círcu1o de1 pintor de Vicente López, FIG. 2 - "Acta notarial extendida por el notario público Bartolomé Azorín dando te y razón de la bendición, en el año 1752. de la Ermita de la Veredilla (o del Arabí). puesta bajo la advocación de San Antonio de Padua en heredamiento de Pedro Palao de Espexo". Documento dado en la Villa de Yecla. a 7 de junio de 1752. 59 hoy una casa de labranza. Ortuño Palao aporta noticia de que debió erigirse en 1815. perteneciendo en aquella época a Cristóbal M a Muñoz. que fue sustraído en 1989. siendo una de las ermitas de Yeela mas interesantes en cuanto a su patrimonio artístico mueble y mejor conservado hasta el momento de su expolio. Por otra parte la documentación aportada por Juan Blázquez refiere que en 24 de febrero de 1794 el presbítero Matías Fontes Pérez dota la ermita de Nuestra Señora del Rosario, en El Pozuelo, con una renta de 15 ducados anuales, con cargo al heredamiento de su propiedad, unas 40 fanegas de tierra en dicha partida (A.H.P.N.Y., Leg. 52. 3, folio 37). Por noticia aportada por Pilar Polo Carreres, propietaria que fue en parle de la ermita, sabemos que ésta perteneció en el pasado a Matías Díaz- Marta Cerezo que la edificó, heredando Agueda Díaz-Marta Palao de Espejo. * La Ermita de la Casa de las Cebollas, situada en el paraje homónimo, que estuvo dedicada a la ¿Sagrada Familia? Hoy sin culto, su interior ha sido renovado para vivienda y usos agrícolas. Perteneció durante el siglo XIX a José Azorín Ortega heredando su hijo Juan Azorín Bautista y vendiéndola, por minoría en edad, su tutor y lío Miguel Azorín Ortega. * La Ermita de las Casas del Cura, asentada nada más atravesar el Portichuelo en dirección a Pinoso, de promedios del siglo XIX (o quizás algo antes), era de estilo tardobarroco por la cornisilla de perfil mixtilíneo. junto a la espadaña, de ladrillo, que coronaba su fachada, hoy impunemente desprovista de tan característicos adornos. * La Ermita del Carche de la Casa de la Ermita, en la Boquera del Carche. De gran prestancia y planta de cruz griega centralizada por cúpula, data de fines del siglo XVIII y posee elementos barrocos, obra del arquitecto Pedro Guilabert de hacia 1795. El pórtico, de un solo arco, se ubica sobre la fachada principal y se pone en relación con el existente en la Ermita del Pozuelo (Casa Marta). Sobre el retablo mayor presidía un cuadro de Cristo Crucificado. Consta documentada por Juan Blázquez. quien aporta noticia de que en 25 de febrero de 1795 José Quílez Yarza, clérigo de menores, construye una ermita en El Carche, dotándola expléndidamente con un cuarto de jornal de huerto en el Plano, valorado en 5.800 reales y otro tanto en la Redomilla, con un cuarto de agua para el riego tasado en 6.000 reales (A.H.P.N. Y.. Leg. 132, 3, fol. 27). Uno de sus últimos propietarios fue Antonio Prats Cañizares que la legó a Remedios Verdú Prats. Es la ermita rural de mayor categoría arquitectónica en parajes yeclanos que debiera restaurarse a conciencia, relejando sendas cúpulas del crucero y torrecilla-campanario. * La Ermita de la Casa de la Andaluza en el paraje de El Cerro, es una ermita que dejó de cumplir su función años atrás, sirviendo para acoger útiles del campo, aunque su estructura arquitectónica se halla en buen estado. Permanece adosada a unas casas de labor en el paraje del mencionado. situado más allá de la Umbría del Factor. El edificio, con cubierta exterior a una sola vertiente, debe datar de la primera mitad del XIX, habiendo perdido lodo su contenido mueble. * La Ermita de la Casa de los Cuatro Ojos, próxima al paraje de El Madroño y de mediados del XIX. está fechada en este siglo en el interior sobre la puerta de entrada. Fue puesta bajo la denominación de Nuestra Señora de los Dolores y presidía su altar una imagen de dicha advocación, vestidera y de mal fario que hoy se halla, sobre retablo actual, en la giróla de la Iglesia parroquial de la Purísima Concepción, de Yecla. La ermita perteneció a la familia Navarro Torres y su estructura exteriores semejante a la de la Ermita de las Casas de Selva, de la Hoya del Mollidar, aquélla mucho más antigua. * La Ermita de la Casa de la Hoya del Río, en la Umbría de Peña Blanca, puesta bajo la invocación de la Virgen de Lourdes (a ppios del XX), que anteriormente debió poseer distinta advocación ya que data de fines del siglo XVIII. Juan Blázquez refiere que en 13 de julio de 1797 Catalina Sánchez de Amaya, viuda de José de la Torre Martínez, dota la ermita situada en la Umbría de Peña Blanca con dos fanegas junto a ella, las cuales producen una renta de quince ducados anuales (A.H.P.N.Y., Leg. 132.5, fol. 62). Muy sencilla, con tipología de barraca, permanece en pie y carece de interés artístico. * La Ermita de la Casa Potra fue edificada por el maestro de obras José Mora Parra hacia 1875. siendo una sencilla construcción exenta que se dedicó a San Francisco de Asís, propiedad en el pasado, junio con la casa de labor, de Miguel Azorín Ortega, quien la dejó a sus descendientes. Hoy se halla en el mayor abandono finca y tierras. En ella nada a destacar. 4.4 El Siglo XIX Doce son las ermitas que adscribimos al siglo XIX. * La Ermita de la Casa de los Pinos (FIG. 3) en la Carrasquilla, está dedicada a San Pascual Baylón. según la inscripción acuñada sobre un azulejo albo de la fachada, que la data en 1879. fecha de su erección. Fue propiedad de Germán Giménez Maestre, heredando su viuda Josefa Verdú (vive), y presenta el interés de su impronta neobarraca en el gracioso juego del remate de la cornisa, con el empleo decurva y contracurva en su perfil y los dos pebeteros que la flanquean. * La Ermita de Nuestra Señora del Carmen, de la casa labor de los Portillos (no el oratorio del interior de la mansión, del XX, que se mencionará), en el paraje de Tobarril las la Baja, es una sencilla y vulgar construcción exenta, de muy de principios del XIX o de fines del XVIII, que perdió su contenido mueble en la última guerra y hoy se halla en precario estado. Sin ningún interés. * La Ermita de la Rabosera (I). de Casa Spuche, en el paraje de la Rabosera. Muy cuidado su interior, debe datar de 1881. lecha de la construcción de la aneja casa de labor y residencia de los propietarios, la familia Spuche. según recuerda * La Ermita de los Hitos, cuya advocación se desconoce (no es la que subsiste dedicada a San José), enclavada en el paraje del mismo nombre, que fue edificada y constituye 60 del mueble en la década de los sesenta quedarán muchas casas de labor abandonadas a su suerte (La Maneta, El Fator, Casas de Selva, El Portichuelo, Caparrota, etc.). * La Ermita de los Charquillos, desaparecida y de la que desconocemos los propietarios. Fue construida en 1901 por el maestro albañil Francisco Albiñana Sánchez, formando parte c integrada en una casa de labor que subsiste, sobre cuyo tejado todavía permanece una espadaña, a falla de campana. en el paraje de los Charquillos. En dicho paraje existió otra ermita edificada en el siglo XVII -año 1641 - bajo la invocación de «La Expectación de Nuestra Señora». (A.H.P.N.Y.. Leg. 52/2). * La Ermita del Calderón, dedicada a la Purísima Concepción, localizada en el paraje de El Calderón. Antigua y acaso del XVII. fue remodelada o mejorada en el año 1902, según reseña la inscripción que reza sobre su fachada: «Año 1902». En la misma, retablito de azulejos que representa «La Coronación de la Virgen María por la Santísima Trinidad», del XIX. y procedente de anterior ermita u hornacina de la ciudad. Perteneció al sacerdote Antonio Juan Palao quien la vendió a sus actuales propietarios, los hermanos José y Antonio Martínez Sánchez. FIG. 3 - Ermita de la Casa de los Pinos, en el paraje de la Carrasquilla. Yecla. Año 1879. (Foto Javier Delicado, 1992). unos azulejos encastrados en uno de sus muros. La ermita debió ser represtinada tras de la guerra hacia 1940, habiendo perdido la campana de la espadaña que campea sobre la vertiente del tejado. * La Ermita de Casas de Vellot, ofrendada a San Antonio de Padua en la Herrada del Manco, es una construcción rural que puede datar del último tercio del siglo XIX, que fue propiedad del capellán Antonio Polo Soriano (el cura Mohano), adquiriéndola después el sacerdote (por 1900) José Azorín Yagüe. Consta documentada en 1899 la colocación del Viacrucis cuya licencia fue concedida por el Obispo de la diócesis el día 8 de noviembre. El interior albergaba un buen lienzo de Un Cristo en majestad, traído de tierras de América, en paradero ignorado. La ermita, muy descuidada, debería ser restaurada. * La Ermita de la Casa Castañona, del paraje de los Torrejones, fue edificada en estilo neogótico en la primera década del siglo y puesta bajo la denominación de Nuestra Señora del Pilar, siendo su propietario Manuel OrtuñoValcárcel y llevándose sus descendientes las obras (?) que albergaba a Madrid. Posteriormente sirvió de garaje y almacén de útiles de labranza, hallándose hoy la finca abandonada. * El Oratorio de Nuestra Señora de la Saleta, que forma parte y se integra dentro de la mansión y casa de labor de los Portillo, una casona de porte suburbano enclavada en Tobarrillas la Baja. Fue propiedad de José del Portillo y del Portillo y de María de la Saleta Spuche y Lacy. que hoy poseen sus descendientes. Preside dicho oratorio una interesante imagen de Nuestra Señora de la Saleta, talla escultórica que representa a la Virgen María acompañada de dos pastorecillos, obra de José Antonio López Palao de la primera década del XX. * La Ermita de San Agustín del Minado de la Fuente Álamo, de fines del siglo XIX, fue construida por la familia Soriano Candela, conocidos popularmente por «Caporuchos», quienes vendieron la casa de labranza a Blas «Ríñones». La imagen titular de San Agustín que acogía, atribuida al escultor Venancio Marco Roig, hoy se encuentra en la antesacristía de la Iglesia parroquial del Niño Jesús. La ermita, sin ningun interés artístico ni detalle ornamental de interés, permanece al presente en abandono y semihundida. * La Ermita de la Fuente del Pinar en el paraje del mismo nombre, edificada muy a inicios del siglo XX si no lo es de últimos del XIX, perteneció, junto con la finca rústica a la que permane adosada, a Francisco Aynat Albarracín (18661916) y Virtudes Portillo, quienes testaron -ermita y haciendaen favor de la Iglesia, creándose una fundación para administrar estos bienes. Ignoramos la titularidad que ostentó dicha ermita. * La Ermita de la Casa del Hoyo, que se puso bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, es obra de fines del siglo XIX que perteneció a Francisco Grau Paya. Hoy propiedad de «Los Saturnos» y semihundida, poseía una arquitectura algo noble, de estilo neoclásico, todavía observable en los elementos de la lachada. 4.5. El siglo XX v el éxodo del campo a la ciudad. * La Ermita del Pulpillo, puesta modernamente bajo el título de San Francisco de Paula, fue reedificada hacia el año 1915 por el sacerdote Macedono Vidal, quizás sobre otra ermita anterior de fines del siglo XVIII. Conservada con gran dignidad, hoy es propiedad, junio con la heredad, del industrial Joaquín Contreras Martínez. Nueve ermitas y un oratorio son los edificios de arquitectura religiosa rural, de carácter privado, pertenecientes a la vigésima centuria, que documentamos según cronología secuenciada, la mayor parte de ellas levantadas durante la primera mitad del siglo. Tras de la guerra y a partir de los años cuarenta, habrá un abondono del campo, con el consiguiente éxodo de las gentes a la ciudad, y con el auge de la industria * La Ermita de Casa Cañizares (o de Buenavista). dedicada al Corazón de Jesús, fue construida, también por 61 (Casas de Ibáñez).- 5.2. El Ardal. Ermita, s. XIX. (Casa del Fracho).- 5.3. La Balsa. Ermita de Nuestra Señora de la Aurora, s. XIX. (Caserío de la Balsa).- 5.4. La Bronquina.. Ermita de San Cayetano, 1955.- 5.5. El Calderón. Ermita de la Purísima Concepción, reformada en 1902.- 5.6. Cañada del Pulpillo. Ermita de San Antonio de Padua. siglo XVIII. (Casa Ygarza o Yarza).- 5.7. El Carche (Sierra del Carche). Ermita del Carche. 1795. (Casa de la Ermita).- 5.8. El Carrascalejo. Ermita del Carrascalcjo. 1605.-5.9. La Carrasquilla. Ermita de San Pascual Baylón. 1879. (Casa de los Pinos).- 5.10. Casa Cañizares. Ermita del Sagrado Corazón de Jesús. Principios del XX. (Buenavista).-5.11. Casa del Cerro Viejo. Ermita. Promedios del siglo XVIII. (Casa del Cerro).-5.12. Casa de las Cebollas. Ermita, siglo XIX.- 5.13. Caserío del Cerro. Ermita Primera mitad del XIX. (Casa de la Andaluza).- 5.14. Casas del Cura. Ermita, siglo XIX.- 5.15. Casa Cuatro Ojos. Ermita de Ntra. Sra. de los Dolores, siglo XIX. (Casa de los Luna, de la familia Navarro).- 5.16. Casas Potra (¿La Revertiente?). Ermita de San Francisco de Asís. Fines siglo XIX.- 5.17. Los Charqui líos. Ermita de San A n t o n i o Abad. 1901. <Desaparccida>.- 5.18. El Espinar. Ermita, siglo XVIII.5.19. Fuente La Negra. Oratorio de Ntra. Sra. de la Asunción. Fines del XIX. ( B a l n e a r i o de Fuente la Negra) <Dcsaparccido>.- 5.20. Fuente del Pinar. Ermita de San Francisco de Asís (?). siglo XIX.- 5.21 .La Herrada del Manco. Ermita de San Antonio de Padua. s. XIX. (Casas de Vellot).5.22. Los Hitos. Ermita de San José. 1622. Oratorio, siglo XVIII. Ermita. 1815.- 5.23. La Hoya del Mollidar. Ermita. (Casas de Selva).- 5.24. El Hoyo. Ermita de Ntra. Sra. del Carmen, siglo XIX. (Casa del Hoyo).-5.25. El Llano. Ermita. s. XIX. (Casas de Quinlanilla). <Dcsaparecida>.- 3.26. La Magdalena (sierra de). Ermita de Sta. María Magdalena, h. 1530. <Derruida>.- 5.27. Marisparza. Ermita de Nuestra Señora de la Concepción. 1784-1793. (Casa de Pintado Díaz). <No e x i s t o . - 5.28. Minado de la Fuente Alamo. Ermita de San Agustín, siglo XIX. (Villa de San Agustín).-5.29. El Pozuelo. Ermita de la Virgen del Rosario. 1794. (Casa Marta).-5.30. El Pulpillo. Ermita de San Francisco de Paula (antes de San Juan Bautista), siglo XX.- 5.31. La Rabosera. Ermita de San Pascual Baylón. c. 1942. (Casa Spuche).-5.32. La Rabosera. Ermita de San José. 1976. (Casa de Pedro Herrero).- 5.33. Sierra de Salinas. Ermita del Sagrado Corazón de Jesús, hacia 1920.5.34. Tobarrillas La Baja. Oratorio de Ntra. Sra. de la Saleta. s. XIX. (Mansión de los Portillo). Ermita de la Virgen del Carmen, s. XIX.- 5.35. Los Torrejones. Ermita ele la Virgen del Pilar, fines del XIX. (Casa Castañona).- 5.36. Umbría del Factor. Ermita de San Pascual Baylón. siglo XIX. <Arruinada>.- 5.37. Umbría de Peñas Blancas. Ermita de la Virgen de Lourdes, siglo XIX. (Casa de la Hoya del Río. Campules).- 5.38. Venta de las Quebradas. Ermita del Sagrado Corazón de Jesús, siglo XX. 1915, a instancias del alcalde conservador Luis Ibáñez Pisana (1866-1937) y su mujer Enriqueta Musso. sus propietarios. Posteriormente fue adquirida la hacienda por José Ruiz Marco, marmolista de Novelda. que la rige. Sobre la fachada de la ermita campea un retablito de azulejos del Sagrado Corazón de Jesús y una espadaña con campana, que debe llevar la inscripción de la data sobre el bronce, lo que nos daría la clave de la fecha exacta de la erección de la ermita. * La Ermita de la Venta de las Quebradas, con la advocación del Sagrado Corazón de Jesús, es del primer tercio del siglo, de estilo neogótico. que ha sido modernamente (hacia 1980) restaurada, hallándose en aceptable estado de conservación. Desconocemos a sus actuales propietarios, antes de Pedro del Portillo y del Portillo e hija María. * La Ermita de la Bronquina, ofrendada a San Cayetano. Edificada a instancias del periodista Siro López. Sanjuán en 1956 (fecha que ostenta la campana), es una construcción exenta de estilo neogótico y forma parte de un chalet contiguo, hallándose en buen estado de conservación. * La Ermita de la Rabosera (II). con la designación de San José, forma parte de la hacienda de Pedro Herrero Spuche. un chalet de reciente construcción, cuya ermita data de 1976, fecha en que fue concedida la licencia, por parte del obispado de la Diócesis de Cartagena, para celebrar misa en la misma. 5. INVENTARIO Y CATALOGACION DE LAS ERMITAS RURALES DE YECLA Como hemos anotado en algún lugar, trazar el inventario y acometer el estudio detallado de las ermitas que jalonan los campos de Yecla era una tarea urgente y necesaria, nada fácil de realizar, teniendo en cuenta los imprevistos y las dificultades que ha habido que superar (negativa de sus dueños a ser visitadas, riesgo de la integridad física, etc.). aunque sólo por el cúmulo de anécdotas ha merecido la pena. Treinta y ocho (de ellas, algunas desaparecidas y otras totalmente arruinadas) son las ermitas y oratorios estimados en la presente investigación que mediante su descripción y documentación fotográfica se contribuye al mejor conocimiento de un patrimonio arquitectónico, de carácter popular, hoy tan disminuido, que por diferentes circunstancias había sido olvidado y al que la historia hasta 1988 (será con Juan Blázquez y Azorín Cantó) no le había prestado la debida atención. Las páginas que siguen, pues. pretenden cubrir ese vacío, y ayudar a su difusión y eficaz protección; el de un patrimonio rural e histórico que ha venido sufriendo estragos y depredaciones en los últimos años, y que. caso por caso, iremos comprobando. El orden onomástico de caseríos, lugares, partidas y parajes que a continuación se ofrece, permite una más rápida localización de la ermita, así como el conocimiento de la advocación que tuvo o tiene y la época o momento de su edificación. Posteriormente, se procede al estudio sistemático y particularizado de cada una de ellas, según un índice alfabético: 5.1. El Arabí. Ermita de San Antonio de Padua. 1752. 5.1. EL ARABI Ermita de San Antonio de Padua, 1752. (Casas de Ibáñez) Por la carretera que conduce de Yecla a Montealegre del Castillo y tras ser alcanzada la cota del km. 15 (a la derecha queda el paraje de Los Hitos, con antigua venta -hoy convertida en casa de labranza- y ermita en desuso), nos desviaremos a la 62 izquierda para tomar el camino del Arabí que lleva al cortijo del Olivar. Alcanzado éste y tras recorrer breve trecho viraremos a nuestra izquierda para introducirnos en un camino de herradura por el que se accede a las «Casas de Ibáñez», caserío distante 17 kilómetros de la ciudad y emplazado cerca del monte Arabí. en un paisaje en el que predominan los campos de viñedos, de cereales y de olivares, así como pastizales para la ganadería ovina. El caserío está compuesto por un grupo de casas de laboreo, dedos plantas, con balconcillos protegidos por herrajes de los denominados de «buche de paloma» (denominados así por la forma curva que describen), similares a otros vistos en El Carrascalejo y en los Charquillos; corrales y establos para ganado; pozo y ermita con palomar. fieles: y asimismo ha de tener los vasos sagrados y ornamentos necesarios para la celebración del Sanio Sacrificio: Y para su subsistencia y reparos, le mandamos dote a dicha hermita en ocho ducados en cada un año, sobre hypotecas seguras, y libres de todo gravamen, otorgando las escrituras correspondientes por ante escrivano que dé fée, de la que se pondrá una copia, o testimonio en el archivo de esta parroquial. v se ha de de lomar razón en el libro correspondiente de fábrica...»" Según recoge la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana (Madrid. Espasa-Calpe. S.A.. 1977. Tomo LXX. p. 676). el Caserío del Arabí (pues así se conoce el lugar) contaba en el censo del año 1910 con 24 edificios, muchos ya arruinados, y 65 habitantes. Notable es el pozo, profundo y de gran capacidad. allí existente, provisto de noria para enganchar caballerías (tracción animal), protegido por un lechado de vigas de madera y cañizo. Un sistema de cuerdas asidas a la noria y una garrucha permiten la extracción de agua mediante pozales. En el exterior, pileta de piedra labrada, de una sola pieza que sirve de abrevadero, fechadaenel borde superior mediante incisión. en el año «1761». Sobre la puerta de trenzado metálico, que protege el acceso al pozo, un cartel recuerda al extenuado errabundo: «Caminante: Te ofrezco el agua que calmará tu sed. Solo te pido que me cuides y me trates bien» (Y en este punto es el historiador quien se permite la licencia, en ese su peregrinar por tierras de España, de sentirse saciado por haber bebido de aquella agua, pura y cristalina, que sació su sed en más de una ocasión, durante las cálidas tardes de eslío, bajo un sol implacable, en ésa su búsqueda de ermitas, para su estudio en dcfensa del patrimonio histórico-artístico. por las campiñas yeclanas). En el año de 1752 la ermita, que se pondría bajo la invocación de San Antonio de Padua, ya estaba edificada. siendo bendecida por el doctor Roque Palao de Espexo, Theniente Vicario eclesiástico de la villa y hermano del propietario de la hacienda Pedro Palao de Espexo. según se desprende de la lectura del acta notarial de fecha 7 tic junio de 1752, dada en dicho heredamiento, término y jurisdicción de la expresada villa de Yecla. ante el notario público Bartolomé Soriano Azorín. de cuyo contexto transcribimos a la letra lo que sigue: «oi dia de la fecha, acompañado dicho Sr. Thenienle de Vicario, de los señores Dn Joseph Serrano Expejo. Cura ecónomo de la Yglesia Parroquial de esla dicha villa: de Dn Antonio Marco Santa. Presbítero: Benito López Vicente, sacristán de ella: y otras personas religiosas y eclesiásticas, y de mí d i c h o N o t a r i o , se e o n s t i t u i ó en el herademiento de dicho Dn Pedro Palao de Espexo. en el que se halla erigida y favricada dicha hermila: Y siendo como entre siete y ocho de la mañana de este día reconoció, y visitó su Merzed la referida hermita. y habiéndola hallado decente, y arreglada, y ornamentada, y con los vasos sagrados, y vestidura sacerdotal, y demás requisitos prevenidos en dicho tiempo v licencia, se dispuso, v formándose procesión decente con dicho acompañamiento de sacerdotes eclesiásticos y religiosos, bendixo la referida hermilatcon las ceremonias. y circunstancias prevenidas en el Ritual Romano: lodo lo qual el referido Dn Pedro Palao Espexo. en el que se halla eligida y favricada dicha hermila: Y siendo como entre siete y ocho de la mañana de este día reconoció, y visitó su Merzed la referida hermila. y habiéndola hallado decente, y arreglada, y ornamentada. v con los vasos sagrados, y vestidura sacerdotal, y demás requisitos prevenidos Por escritura de propiedad o «Título de la Hermita del Araví» (sic), sabemos que a mediados del siglo XVIII el pailón Pedro Palaode Espexo era poseedor de un heredamiento de tierra en el partido, que llamaban en lo antiguo «de la Veredilla». en el paraje del Arabí. campo y enclave situado a dos leguas de la entonces villa. Según manifiesta dicho título, quien administraba aquel heredamiento -especialmente en tiempo de cosechas- solía quedarse sin misa lanío en días festivos como de precepto, al igual que su familia, además de los jornaleros que atendían aquellas tierras, los labradores y gentes de los heredamientos contiguos, por lo que solicitó permiso en 1748 del Obispado de Cartagena para edificar una ermita, siéndole concedida por Juan Matheo López. Obispo de dicha diócesis, la oportuna licencia en dicho año «para que pueda fabricar en dicho partido una hermila de treinta pies de largo y veinte de ancho, separada de la casa, y sin comunicación alguna a ella, ni a otra, de forma, que no ha de poderse oyr misa, ni por ventana, tribuna, o resquicio alguno, pues nada de estas comunicaciones ha de tener a las casas sino solamente puerta al campo, y sobre ella una campana para convocar a los 11 A.J.P.I. (Archivo de Jose Prats Ibáñez. Yecla). Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Licencia de edificación de una ermita en heredamiento de Pedro Palao de Espexo. en el partido de la Veredilla. término y jurisdicción de la villa de Yecla. otorgada por Juan Matheo. Obispo de la diócesis de Cartagena". Yecla. 1 de octubre de 1748. I h. en f..ms. 63 seguida certificazión de haverlo así executado. las que después pasará al patrono para su custodia...» 13 en dicho tiempo y licencia, se dispuso, y formándose procesión decente con dicho acompañamiento de sacerdotes eclesiásticos v religiosos, bendixo la referida hermita con las ceremonias y circunstancias prevenidas en el Ritual Romano: todo lo qual el referido Dn Pedro Palao Espexo lo pidió por testimonio, el que doi como dicho es..." 1 2 (Conviene recordar para los no iniciados, que en aquel entonces -promedios del siglo XVIII- en Yecla la Iglesia parroquial era la de Nuestra Señora de la Asunción, más conocida en lo contemporáneo por «Iglesia Vieja»). Por el acta o certificación emitida por el notario Angel Santín con motivo de la descrita visita pastoral. conocemos que era propietario de la Ermita de Nuestra Señora de la Asunción el hacendado Bonifacio Palao. habiéndose dado notificación de la providencia de la visita que antecede en misma data al párroco de la Asunción, Francisco Ramón de Moneada y Botia, quien en diligencia firmada en Yecla. en 30 de junio de 1794. certifica que «haviendo pasado a reconocer la referida hermita en el día veinte de Junio de mil setecientos noventa y quatro. la hallé conforme a lo mandado, forrado el ara, y colocada según rúbrica, los hornamentos reformados, quitado el palomar y lodo uso doméstico de la pieza que lo cubre. quedando en todo decente, y bien dispuesta para zelebrar el Santo Sacrificio de la Misa. Y a su consecuencia fijé sobre la pila del agua bendita, v previne se leiese en la primera misa el cedulón, en que se inserta la excomunión maior «late sentencia ipso laclo incurrenda» impuesta contra los que duerman en la hermita inclusoel zelebrante. v también el mandado de la Santa Visita, en que se proibe se tenga combersacioncs en ella v se haga gestión alguna contraria al decoro debido al lugar sagrado...»1'1 Transcurría 1793, un 12 de septiembre, cuando tuvo lugar la visita pastoral a la ermita (que tenía por titular a Nuestra Señora de la Asunción, en lugar de San Antonio de Padua. tal y como se hace constar en la escritura fundacional) de Ventura Sanchez Amorós, beneficiado Cura propio de la parroquial de Montealegre y Visitador General de la diócesis de Cartagena (en representación del obispo Victoriano López Gonzalo) quien, tras hacer oración en ella, manifestó algunos reparos y en vista de ello «mandó su merced que se forre la Ara de lienzo crudo, fixándose ésta quatro dedos distantes al labio exterior del frontal; y medio dedo reverso de alto sobre su mesa: que no se ve de la mesa encarnada. haciéndose otra en su lugar, forrándose en lienzo fino; poniéndose en dicho Altar los lienzo prevenidos por rúbrica: que se haga un juego de corporales; y media dozena de purificadores y una casulla de damasco encarnada, contado lo correspondiente: Y por los abusos que ha tocado, v de que a mayor abundamiento está informado se hacen en las hermitas: mandó igualmente que baxo la pena de excomunión mayor «lata sententia ipso facto incurrenda abique ulteriore juridica declaratione». ninguna persona, o personas, duerman en dicha hermita. ni en la sacristía, incluyendo en esta prohivición al mismo celebrante, ni hagan gestión que no sea dirigida al culto divino: y quitándose el palomar que hay sobre dicha hermita. y el uso doméstico de la pieza que a esta le cubre, baxo la misma pena: notificando al Cura esta Providencia para que instruya de ella al patrono, a los Ecónomos, y al Guardián del Combento de este Pueblo, afín de que lo haga presente a los religiosos que están baxo su obediencia. puraque le conste: a cuyo efecto se entreguen a dicho Párroco las dilixencias poniendo en Otras visitas pastorales acaecerían sin incidencia alguna en el transcurso del siglo XIX: una primera tendría lugar el día 1 4 d e febrero de 1825, realizada por Luis Santiago Vado, Presbítero beneficiado de la Iglesia Arcedianal de Villena y Visitador en Comisión o representación de Antonio Posadas Rubín de Celis, Obispo de la diócesis de Cartagena. acompañado del notario Roque de Múas. época en que era propietario de la ermita Antonio Palao Moreno: y otra segunda acontecería el día 31 de agosto de 1849, perpetrada por Mariano Barrio Fernández. Obispo de la diócesis, acompañado del Secretario de visita José Ruiz Sánchez, a quienes los dueños del heredamiento (y en representación de los mismos, Pascual Ibáñez Castillo) solicitaron las indulgencias pertinentes ante la devoción que se le dispensa a la imagen que sirve de patrono de laErmita, San Antonio de Padua, siendo concedidos «cuarenta días de Indulgencia a todas las personas de a m b o s sexos que devotamente rezaran un Padre Nuestro y "A.J.IM. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Certificación de la visita pastoral realizada a la ermita de Ntra. Sra. de la Asunción en el partido de la Veredilla o Arabí campo, por Ventura Sanchez y otorgada por el notario Angel Santín. Yecla. 12 de septiembre de 1793. 2 h. en f.. ms. '"A.J.P.I. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Certificación del reconocimiento efectuado en la ermita del Arabí por Francisco Ramón de Moneada y Botía. Cura de la Iglesia parroquial de la villa de Yecla". Yecla. 30 de junio de 1794. 12 A.J.P.I. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Acta de bendición de una ermita edificada en el heredamiento de la Veredilla y puesta bajo la invocación de San Antonio de Padua. otorgada ante el notario Bartolomé Soriano Azorín". Yecla. 1 de junio de 1752. I h. en f. ms. 64 de la misma aloja -o albergó- en su interior un palomar. El solado de la ermita, primitivamente de losetas de barro, ha sido recubierto de una fina capa de cemento. Un ventano situado en el muro de la izquierda según se entra, o lado del Evangelio, proporciona luz a la estancia. Formando parte del cuerpo del edificio se integra la sacristía, adosada a la cabecera, con puerta de acceso de madera practicada desde el presbiterio, del lado de la Epístola. que denota, como particularidad, servir de confesonario al integrar una rejilla. Solado de losetas cuadradas de barro y ventanuco protegido por reja. Existió puerta lateral al exterior. hoy tapiada. Ave María ante la imagen de San Antonio de Padua. que aquí se menciona: y si a este santo se le hace Novena concedemos oíros cuarenta días de Indulgencia por cada día de Novena: rogando en uno v otro caso a Dios. Nuestro Señor, por las necesidades de la Iglesia y del Estado...» 15 La ermita fue devastada en 1936 perdiéndose su contenido mueble y siendo convertida en pajar. Tras la guerra civil fue reparada, siendo bendecida el 25 de agosto de 1941 por el presbíterílo Angel Muñoz Castillo, coadjutor de la Parroquia de la Purísima C o n c e p c i ó n y encargado accidentalmente de la Iglesia parroquial del Niño Jesús, a cuya jurisdicción corresponde el paraje del Arabí campo. Eran poseedores de la misma en ese tiempo Rodrigo Muñoz Ibáñez y Fausto Ibáñez Maestre, descendientes todos en quinto grado del fundador de la ermita por la rama de Francisca Palao Moreno, consorte de Pascual Ibáñez Castillo. Hoy. cuando este estudio histórico y artístico abordamos. la ermita del Arabí es propiedad compartida de José Prats Ibáñez. a quien públicamente agradecemos la consulta de la documentación que nos ha proporcionado referente a la escritura fundacional o título de la ermita, y que nos ha ayudado a perfilar su datación y trazar, con precisión y cronología secuenciada. su historia y vicisitudes. La fachada principal, situada a los pies, muy sencilla y sin adornos, presenta puerta de madera de doble hoja. adintelada, rematándose por una cornisa almenada añadida en 1940 sobre la vertiente del tejado y una cruz de misma época en el centro, solución nada afortunada. (En nuestra opinión mejor suerte hubiese corrido la colocación de una espadaña como remate, provista de su correspondiente campana). Antecede a la ermita un jardincillo con fuente en el centro, protegido por una empalizada o cerca de obra y hierro. Sobre los dos puntales de ladrillo o pilonos que flanquean la verja de acceso figura la fecha en que fue construida por el cantero del Arabí, cuyo nombre desconocemos: «Año 1929». Como ya se ha recordado líneas arriba, la ermita fue arrasada en 1936, constatándose entre las obras desaparecidas un cuadro del titular de la ermita San Antonio de Padua. óleo sobre lienzo de grandes dimensiones (de aprox. 200 x 120 cms.). copia de Murillo"'. anónimo, que existía sobre el único altar; y un cuadro de San Jerónimo, óleo sobre lienzo, de aprox. 100x80cms.. de autor desconocido, dícese de discípulo de El Greco (?). que se hallaba sobre la panda izquierda o lado del Evangelio. Las piezas de escultura y de pintura, sin interés artístico, que actualmente acoge la ermita, son las siguientes: Sobre la mesa del altar y en repisa, imagen del titular San Antonio de Padua. escultura en olot de 105 cms. de altura. procedente de las talleres Bachaca, del año 1940. El santo viste el hábito de la orden franciscana, ceñido con cordón en la cintura y lleva al Niño Jesús sobre el brazo izquierdo. Junto a la anterior, y en repisillas. pequeñas imágenes (de entre 25 y 35 cms. de altura) de Santa Rita de Casia, del lado de la izquierda, y de San Ignacio de Lovola. del lado de la derecha. En la mesa del altar un Crucifijo. Otras imágenes advertidas. bien de escayola o pasta de madera y de pequeño formato, son una Purísima Concepción, una Milagrosa, y alguna otra sin identificar. FIO. 5. Ermita de Casas de Ibáñez o del Arabí. Yecla. Año 1752. (Foto J. Delicado. 1993) La Ermita de Casas de Ibáñez (FIG. 5). también conocida por Ermita del Arabí. en origen puesta bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción y más modernamenmtc de San Antonio de Padua. es un muy sencillo edificio de caja rectangular, con unas dimensiones de 1 1 metros de longitud y cinco de anchura, datando su construcción del año 1752. De una sola nave alargada con techo o forjado de viguetas de madera y revoltones, presenta cabecera recta y cubierta exterior a doble vertiente de teja árabe. El entramado En las pandas laterales, pinturas murales al fresco del siglo XVIII, representando la del lado del Evangelio a San Pedro; y la del lado de la Epístola a Santa Clara, ambas de tosca factura y arte popular, subrayando que el rostro de la sania Clara todavía evidencia el impacto del hachazo que recibió por mentes turbulentas en los tristes sucesos de 1936. Con unas medidas de 94.5 cms. de alto por 71 cms. de anchura, ambas pinturas, deberían de ser restauradas por profesionales de la 15 A.J.P.I. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Instancia de Pascual Ibáñez Castillo, vecino de Yecla. dirigida al obispo de la diócesis de Cartagena, solicitando indulgencias para la imagen de San Antonio de Padua. y concesión de las mismas por pane del prelado Mariano Barrio". Yecla. 31 de agosto de 1849. I h. en f.. ms. 16 A.J.P.I. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Acta de bendición de la Ermita restaurada de la labor del "El Arabí". término de Yecla". Yecla. 25 de agosto de 1941. I h. en f.. ms. (Existe copia de la misma en el Archivo de la Iglesia parroquial del Niño Jesús, de Yecla). 65 últimos tiempos de cobijo para maquinaria agrícola. Se tienen noticias de que fue expoliada en la guerra civil. Se trataba de una construcción de caja rectangular, de la que solo permanecen en pie los muros de los costados. obrados de tapial, con huecos o nichos que albergaron esculturas, así como el dintel de la puerta situado a los pies. compuesto por un travesaño de madera de pino a punto de ceder (si no lo ha hecho ya cuando esto escribimos). La cabecera tic la ermita se haya desfigurada al abrirse un gran hueco que permitía el acceso de vehículos. Observando atentamente lo que de la fábrica resta. sobre los muros del interior se advierten ménsulas de arranque recurvadas, lo que nos hace pensar que la nave cubrió con bóveda de cañón, mientras que al exterior, sobre armadura de leño la cubierta era a doble vertiente y de teja árabe. Se carece de cualquier documentación acerca de la ermita y obras que en su interior pudo albergar. restauración. Así mismo localizamos una litografía enmarcada de San Ramón Nonato, acaso del XIX. y varias oleografías sin mérito de Cristo en la Cruz y de la Inmaculada Concepción. En la sacristía un crucifijo pequeño y una mesa de revestir. Un viacrucis de madera con estampas exorna las paredes del recinto, obradas de mampuesto y pintadas imitando sillar. De entre las ermitas dispersas del habitat rural en el término municipal de Yccla la Ermita de Casas de Ibáñez o del Arabí. junto con la del Pulpillo. como antiguas, son las que se hallan mejor conservadas y cuidadas (y de entre las modernas. las de la Rabosera y la de la Bronquina, todas edificadas durante el siglo XX). Las Casas de Ibáñez (en el Arabí campo), casas de labranza algunas de las cuales contaron con almazara y bodega. fueron protagonistas en uno de los pasajes de la novela Carta de Yecla (Murcia. Imprenta Provincial, 1968), escrita por Pilar Polo Carreres (tristemente fallecida en 1997). cuando dice: 5.3. LA BALSA Ermita de ¿Nuestra Señora de la A u r o r a ? , siglo XIX (Casas de la Balsa) «Era un edificio grandote, con dos casas unidas y anchos corrales, la fachada estaba enlucida de blanco hasta la altura de las puertas, y la parte de arriba, que tenía unos balconcillos, de la vivienda de los dueños, pintados de rojo. Un palomar cuadrado sobresalía en el tejado y a la izquierda una recoleta capilla, con su diminuto atrio, lleno de verdolaga, invitaba a la oración, con una cruz en la puerta» 17 Por la carretera 3223 que discurre de Yecla a Pinoso. a la altura del kilómetro 6'5 y del lado izquierdo de la misma. se ubica un caserío de principios del XIX. con raíces más antiguas, que se conoce con el nombre de Casas de la Balsa. En el mismo y formando parte de una de las casas de labor, en uno de sus flancos esquineros, se ubica un edificio que fue ermita hasta poco tiempo atrás, dedicada a Nuestra Señora de la Aurora (?). por ser el lema representado sobre la pintura que existía en el único altar. Como hecho anecdótico de un pasado no lejano cabe reseñar que fueron famosos los bailes que se hacían en el caserío, sobre lodo durante la recolección de la oliva y en época de vendimia 18 , en las espaciosas cocinas de esta casa labor. «Casa-Malva», como denomina la antecitada escritora en su novela 19 , y en cuya ermita es noticia se celebró en 1990 la boda de un colono a petición del mismo. La hacienda, en el transcurso de la centuria pasada. fue propiedad de Pascual López. Domínguez (1850-1946) quien testó en sus descendientes, hallándose algunas de las casas hoy deshabitadas y en desamparo, mientras que olías permanecen ocupadas por labradores al cuidado de lo que producen aquellas tierras de abundantes cereales y viñedos. El edificio que sirvió de ermita (posteriormente destinado a uso agrícola) permanece en pie y su estructura corresponde a una elevada caja de planta rectangular, que cubre a dos aguas y cuya cumbrera fue habilitada para palomar. Tuvo puerta de ingreso por uno de los costados, mientras que en el testero de los pies una discreta ventana abierta sobre el muro proporcionaba luz a la nave de la ermita. 5.2. EL ARDAL Ermita, s. XIX. (Casa del Fracho) Por el camino del Ardal hoy asfaltado (antiguo trazado que fue de la línea de ferrocarriles de la VAY), que parte desde la carretera de Pinoso a la salida de Yccla. se llega al apeadero del Rosario, en el paraje del Espinar, distante diez kilómetros de la población. Desde este punto, un camino carretero a nuestra derecha nos conducirá, tras atravesar las Casas de Palao. a la casa del Fracho. distante cuatro kilómetros del apeadero reseñado, en el límite ya de la mojonera con Jumilla, en el Hondo del Pozo y paraje del Ardal. donde se halla en despoblado una ermita arruinada, de desconocida advocación, con la techumbre hundida, que debió servir en los No hay referencia de otras obras de culto que pudiera acoger su interior. En 1778 hay noticia de que Luis Antonio de Mergelina dotó una ermita en la partida de La Balsa, con 6'5 fanegas en dicha partida, valoradas en 3.900 reales20. 5.4. LA BRONQUINA Ermita, de San Cayetano. 1955. (Chalet de Siro López Sanjuán) Por la carretera comarcal 3223 que transita de Yecla a Pinoso y tras acceder a la cota del kilómetro 9.5 un camino 17 POLO CARRERES. Pilar: Carlas de Yecla. Murcia. Imprenta Provincial. 1968, p. 122. 18 ANÓNIMO: "Folklores y festejos: Bailes en la Casa de los Ibáñez". Relatos del ayer. Yecla. Universidad Popular. 1988. p. 16. 19 POLO CARRERES. Pilar: op. cit., p. 122. 20 BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan y AZORÍN CANTÓ. Martín: "Ermitas rurales yeclanas". YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos). Yecla. Ayuntamiento. 1991. nº 3. p. 62. 66 La campana sobre la copa de bronce acuña las siguientes inscripciones: «A Mari Carmen y Maribel López Bailón. Madrid. Carabanchel Bajo». Y «A San Cayetanopatrón de la Bronquina. Año 1956». Zócalo exterior pintado de gris y resto de muros hasta la cornisa enjalbelgados. Recercado de huecos y salientes en tono rosáceo. A cada lado de la ermita se abren ventanas de arco apuntado que proporcionan luz a la estancia. Ya en el interior, el presbiterio, al que se llega salvando dos escalones que protege una barandilla de forja, aparece centralizado por una mesa de altar con la imagen del titular San Cayetano ¿ de escayola? y traza reciente. A ambos lados, imágenes de serie en escultura de San Siro y de San Rafael Arcángel. En el rincón izquierdo un confesonario de madera de una sola hoja. En el cuerpo de la nave y sobre repisas adosadas a los muros, dos imágenes pequeñas esculturadas de la Virgen del Carmen y de Santa Isabel. Del resto de la estructura arquitectónica, muy sencilla, nada a destacar. El lugares cada 7 de agosto cita y punto de encuentro de lugareños y vecinos venidos de parajes próximos (el Carrascalejo, Casas de la Alterca y la Revertiente), que celebran las fiestas de la Bronquina coincidiendo con la onomástica del santo titular San Cayetano desde el discurrir de 1950. Fiestas que son las únicas que subsisten en zonas rurales del término municipal de Yecla (a excepción de las de la pedanía de Raspay) sobre las que se ha interesado el costumbrista local José Puche Forte22, en las que tienen -o tenían- lugar las tradicionales hogueras (pese a ser verano) y los bailes populares. situado a la izquierda nos conducirá tras atravesar las Casas de la Alterca y el Carrascalejo, al caserío de la Bronquina, distante doce kilómetros de la ciudad, en tierras de viñedos. La aldea se compone de añosas casas de labranza, de tejavana en su mayoría, algunas abandonadas; chalets o casas de recreo y de campo de nueva planta; y una ermita moderna, de propiedad particular; todo entre campos de tierra bronca sin roturar. El paraje en 1910 contaba con 48 habitantes y refiere Ortuño Palao que estas tierras al cultivarse producen vino de excelente calidad21. Ya en el lugar y en terrenos de un chalet cercado por un murete y trenzado de espino, junto a la casa, se localiza la Ermita de San Cayetano (FIG. 9), más conocida por «Ermita de la Bronquina» debiendo en nombre al paraje sobre el que 5.5. EL CALDERÓN Ermita de la Purísima Concepción. 1902. (Heredad de los Martínez Sánchez) Por la carretera comarcal 3314. Yecla-Jumilla, y tras alcanzar el kilómetro 14, dentro ya del término de Jumilla donde se localiza la Casa Venta, giraremos a nuestra derecha para introducirnos por un camino de herradura que parte, junto a un copudo pino, en dirección hacia el paraje de El Calderón, recorriendo tres kilómetros para dar con el caserío, distante diecisiete kilómetros de la ciudad en rumbo suroeste y cercano a las estribaciones de los Picarios, a una altitud media de 800 metros sobre el nivel del mar. El paraje contaba en 1920 con 21 habitantes23. El paraje aparece presidido por unas casas de labor, propiedad que fue del sacerdote Antonio Juan Palao. más conocido por el «cura Higo», fallecido en 1930, quien vendió las tierras a sus actuales propietarios Juana, Tomás, José y Antonio Martínez Sánchez. A unos 200 metros de éstas y sobre un altozano que envuelve una densa pinada se halla una ermita. Dicha Ermita está dedicada a la Purísima Concepción. Es una construcción de principios del siglo XX, edificada en el año 1902, según la inscripción que reza en el ángulo superior de la fachada, que fue levantada a expensas del sacerdote mencionado, Antonio Palao. FIG. 9 Ermita de San Cayetano. Paraje de la Bronquina. Yecla. Año 1955. (Foto Javier Delieado. 1992). asienta, propiedad de la viuda de Siró López Sanjuán (19001970), periodista que fue en Yecla. La ermita, dedicada a San Cayetano, es una construcción reciente, exenta, de estilo neogoticista, edificada de ladrillo y bien conservada, que data de hacia 1955. De planta rectangular, cabecera recta y techo de perfil trapecial o de artesa invertida, ocupa una superficie de 8,85 metros de longitud y 5 metros de anchura aproximadamente. El pavimento del interior es de baldosas en ajedrazado blanco y negro , con cubierta exterior a dos aguas, de teja moruna. La fachada principal y única se sitúa a los pies. En su alzado presenta puerta de ingreso sencilla de doble hoja bajo arco gotizante apuntado por el que se accede mediante dos gradas. Surmonta ventana circular con decoración calada y el hastial se remata con cornisa de perfil mixtilíneo con empleo de curva y contracurva, situando bolinches en los extremos. En el centro, espadaña de un solo hueco con campana fechada en 1956. Frontón triangular de remate con pináculos y cruz de obra. 22 PUCHE FORTE. José: "Las Fiestas de la Bronquina". ACTUALIDAD ( La revista de Yecla). Yecla. septiembre de 1991. n° 6. pp. 22-23 23 ORTUÑO PALAO. Miguel: op. cit., p. 140. 21 ORTUÑO PALAO, Miguel: El habla de Yecla. Murcia. Academia Alfonso X el Sabio. 1987. p. 140. 67 del altar subsiste una hornacina tapiada que albergó una escultura del titular. En el muro derecho, ventano protegido con reja de cruz. Adosada a la cabecera de la ermita se halla una edificación, obrada en mampuesto, de traza postrera, que albergó un horno, ya sin use). No hay ningún vestigio artístico que nos permita identificar la época a la que se adscribe la ermita, que no creemos anterior al siglo XVIII. Sí nos han informado que en los últimos tiempos fue propiedad de la familia González Moro. El historiador Juan Blázquez Miguel aporta noticia documentada acerca de dos ermitas que se erigieron en éste o en parajes próximos: Sobre la primera refiere que el día 8 de octubre de 1793 Miguel Gil Marco confirma la dotación efectuada por su antepasado Francisco de Yarza y Olazarán a la ermita de la Cañada del Pulpillo. consistente en 20 fanegas de tierra en esa partida; y sobre la segunda, que en 14 de diciembre de 1797 Felipe Santiago Muñoz y Azorín dota a la ermita de las Moralillas con el importe de arrendamiento anual de su casa en la plaza, que era la contigua al mesón situado bajo la lonja, que era también suyo, cuyo importe asciende a 300 reales25. ¿Corresponde alguna de las dos noticias referidas a la Ermita de la Casa Ygarza. o se trata más bien de sendas ermitas desaparecidas?. El apellido Yarza nos induce a pensar se trate de la ermita aquí estudiada. Exenta, de planta rectangular y con solado de losetas de barro, posee unas dimensiones de 10,40 metros de longitud y 3.95 metros de anchura. Armadura interior de parhilera con limas (en forma de artesa) y cubierta exterior a dos aguas con teja árabe. Del lado del Evangelio se acusan al exterior dos contrafuertes por el desnivel del terreno. Sorprende que tanto los muros laterales como los de la cabecera estén obrados de tapial. Sencilla fachada a los pies encalada con puerta de ingreso adintelada que protege una puerta metálica de una sola hoja. Surmonta un retablo de azulejos de 60 x 60 cms. (9 azulejos de 20 x 20 cms. dispuestos en cuadrado) que debe proceder de alguna hornacina que en tiempos presidió alguna que otra calle de Yecla (o anterior ermita) y que representa La Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, de principios del siglo XIX, procedente de taller u obrador valenciano, copia de algún cuadro o tabla del pintor Juan de Juanes. Dos de los azulejos se hallan muy deteriorados siendo ilegible la leyenda que campea sobre los mismos, alusiva a su advocación. Carece de espadaña. En el interior, retablo de madera neogótico de principios de siglo, con imagencitas modernas de la Purísima Concepción, titular de la ermita, copia de la patrona de Yecla. sobre un hueco acristalado. En los laterales del retablo, del lado de la derecha Santa Teresa de Jesús, y del lado de la izquierda San Isidro Labrador, ambas esculturas de serie y recientes. Al reverso de la puerta de acceso una litografía o cuadro sin mérito de ¿San Cristóbal? En la sacristía, reliquia (una tibia) de San Bonifacio (?) Adosada a la Ermita subsiste una vieja edificación que nos hace pensar pueda tratarse de los restos de otra anterior ermita. En el Calderón era costumbre celebrar durante el verano fiestas y verbenas populares en tiempos de cosechas. 5.7. EL CARCHE (Sierra del Carche) Ermita, fines del XVIII (Casa de la Ermita) Por la comarcal 3223. que trancurre de Yecla a Pinoso, se accede a la carretera del Ardal que nos conducirá. tras atravaesar el Espinar, a la Boquera del Carche (en otros tiempos paraje conocido como La Graya), situado a 27 kilómetros de la ciudad en dirección sur. Allí, delimitada pollas sierras de las Pansas y la loma de las Gamellejas, se localiza la dehesa del Carche formadas por tierras de viñedos y labrantío, donde concurre la Heredad de la casa de la Ermita: casa de labor compuesta por una serie de edificaciones rurales que incluye (o incluían) vivienda con sus correspondientes dependencias, granero, aljibe y ermita, dando esta última nombre a la casa de labor, que contó con importantes bodegas. con una extensión de 160 a 180 hectáreas de viñedos. 5.6. CAÑADA DEL PULPILLO. Ermita de San Antonio de Padua. ¿siglo XVIII? (Casa Ygarza o Yarza) En la carretera que enlaza Yccla con Montealegre del Castillo y a ocho kilómetros de la capital municipal, se localiza, junto a la misma y de lado de la derecha, la Casa Ygarza (denominada en otros tiempos Yarza). en un terreno yermo cercado de viñedos, al pie de las Moralillas y muy próximo al Pulpillo. El caserío se compone de unas casas de labranza que habilitan planta baja y piso, varios pozos ya sin uso y una ermita arruinada. En un pasado no remoto debió ser lugar agrícola de cierta entidad, ya que en 1910 contaba con 23 habitantes24. La Ermita de Casa Ygarza, que estuvo bajo la advocación de San Antonio de Padua. hoy en evidente y palmaria ruina, es una construcción exenta de disposición rectangular obrada de manipostería, con unas dimensiones de 6 metros de longitud y 5 metros de anchura. Cubierta exterior hundida. A los pies, sencilla puerta adintelada y sobre la mesa 24 En lo antiguo, estas tierras, como ha estudiado Liborio Ruiz Molina, corresponden a un establecimiento agrícola romano, habiéndose localizado sillares pertenececientes a algún edificio notable de la época, además de hallarse abundante cerámica romana (terra sigilata)26. 25 BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan y AZORÍN CANTÓ. Martín. "Ermitas rurales yeclanas". YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos). Yecla. Ayuntamiento, abril de 1991. núm. 3, pp. 62-62. 26 RUIZ MOLINA. Liborio y MUÑOZ LÓPEZ. Francisco: GuíaMuseo Arqueológico Municipal Cayetano de Merjelina. Yecla-Murcia. Yecla. Ayuntamiento. 1989. p. 22. Ibidem. p. 142. 68 de protección. Arrancado parte del escudo heráldico de la Boquera del Carche». (También el mismo autor da cuenta en otro trabajo periodístico, con el título de «Yecla: Ermitas y viejas casonas sufren ruina y expolio». Diario La Verdad. Murcia, miércoles 26 de junio de 1991. p. 14. del estado de desidia abandono en que se encuentra el patrimonio de la arquitectura rural). Del ladode la Epístola y junto al presbiterio, torrecillacampanario (?), cegada, de disposición octogonal con cubierta a ocho aguas y desprovista, como la cúpula reseñada, de tejas que interesaría retejar. Adosado al presbiterio o cabecera permanece una edificación aneja, que debió hacer las veces de sacristía, con cubierta exterior a una sola vertiente y puerta de acceso del exterior, sin entidad alguna, habilitada para almacén, útiles de labranza o maquinaria agrícola en tiempo pasado y cercano. Este lado de la ermita evidencia, por el marco de obra que lo encuadraba visible todavía sobre el muro, haber acogido un retablo de azulejos, hoy también en paradero desconocido. El interior de la ermita, encalado, muy deteriorado por desprendimiento de la pintura ornamental y humedades (patente y visible recercando vanos y central izando claves de arcos y lunetos), ha perdido el patrimonio mueble que lo exhornó, tres pinturas sobre lienzo, ubicadas una en la cabecera y dos en el crucero, cuyos marcos de madera dorados, vacíos. todavían permanecen presidiendo los altares, cual testigos mudos del ayer. Así el presbiterio se resiente de haber sitio despojado de un lienzo de Cristo Crucificado. óleo de grandes dimensiones, barroco y de autor desconocido. Lo mismo ocurre con las dos pinturas desaparecidas de los lados del crucero, de menor tamaño que el primero y situado en los brazos del crucero sobre altarcillos barrocos, único resto de lo antiguo que subsiste «in situ». FIG. 13 - Ermita de la Boguera del Carche. Casa de la Ermita. Yecla. Fines del XVIII (Foto Pascual Pérez, 1992). La ermita (FIG. 13) dala de fines del siglo XVIII y debió ser construida por el arquitecto Pedro Guilabert, discípulo de Lorenzo Alonso, hacia 179527. Es de estilo barroco, llamando la atención por su esbeltez y donaire, siendo arquitectónicamente la más importante de cuantas existen en los parajes rurales de Yecla. de aquí que desde estas lineas pidamos un plan de protección y conservación urgente para la misma, cuyas competencias debieran asumir los organismos culturales competentes del municipio o de la región. De planta de cruz griega, centraliza volteo de cúpula sobre tambor romo que apea sobre pechinas y perforado por vanos cuadriformes al exterior y orbiculares al interior, habiendo sido cegados algunos de los mismos. La cúpula al exterior, presenta en la actualidad su superfice revocada de cemento, habiendo perdido las tejas en gradaciones azules y blancas que la recubrían, tan características en su color de la zona levantina y que han sido reutilizadas (sin ninguna impunidad y desmantelando un edificio de interés artístico) en algunas cubiertas del granero y habitáculos de la casa de labor aneja. En el interior de la ermita destacan las pilastras de orden corintio y el sencillo entablamento denticulado que recerca lodo el conjunto. La ermita ha sido documentada por Juan Blázquez Miguel y Martín Azorín Cantó, quienes han constatado en la documentación localizada como con fecha de 25 de febrero de 1795, el clérigo de menores «José Quílez Yarza dota y construye una ermita en el Carche, dolándose espléndidamente con un cuarto de jornal de huerta en el Plano, valorado en 5.800 reales. y otro tanto en la Redomilla. con un cuarto de agua para el riego, tasado en 6.000 realcs»28. Fecha y momento que deben corresponder al de la erección de la ermita, cuya obra debió estar concluida en un espacio no superior a dos años. También Juan Blázquez aporta noticia de otra ermita que pudo existir en El Carche, o en sus inmediaciones, de fines del siglo XVII. quizás más modesta que la aquí estudiada. cuandodiccque«con fecha de 2 de marzo de 1705, José Quilez de los Ríos dota la ermita que había sido edificada por Elvira Quilez de Amaya. la cual no estaba consagrada a pesar del tiempo transcurrido, con cuatro fanegas de tierra junto a ella en el Carche»29. Propietarios de la ermita fueron en décadas pasadas Antonio Prats Cañizares, quien tras fallecer la legó junto con las tierras, a Remedios Prats Verdú, y ésta a Carmen Guardiola Verdú y al ingeniero industrial Alberto Albert. Sólida construcción, refuerza las esquinas del edificio, dintel y marco de la puerta de ingreso, labrados en piedra de sillería, mientras que muros y paramentos exteriores permanecen obrados en manipostería y ladrillo, ocultos por diversas capas de enlucido. A la puerta (de recio maderamen) de ingreso. adintelada, de la ermita, y situada a los pies, antecede un pórtico de un solo arco de medio punto, elaborado en ladrillo y que descansa sobre pilares de sección cuadrada, cubriéndose con un tejaroz a tres aguas, provisto de tejas azules y blancas; pórtico semejante al visto en la Ermita de la Casa Marta en El Pozuelo. Por encima del pórtico y encastrado sobre el muro de los pies se hallaba un escudo heráldico de piedra, del siglo XVIII, desaparecido (o hecho desaparecer) en el transcurso del año 1991. De su expolio se hizo eco el periodista Martín Azorín Cantó a través de las páginas del Diario La Verdad (Murcia. 10 de junio de 1990. p. 21). en un artículo titulado «Yecla: Diversas ermitas rurales han sido expoliadas por falta 28 BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan y AZORÍN CANTÓ. Martín: "Ermitas rurales yeclanas" YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos). Yecla. Ayuntamiento, 1991. nº 3. p. 61. 29 Ibidem, p. 61. : ' LOZANO SANTA. Juan: Historia antigua y moderna de Jumilla. Murcia. Manuel Muñoz, impresor. 1800. p.9. 69 El interior presentaba la techumbre plana (hasta hace poco tiempo eran visibles los travesanos de madera de pino). los muros obrados de tapial encalados y un hueco o ventana abierto sobre el muro del lado del Evangelio, hoy tapiado, que proporcionaba luz al recinto. Del presbiterio resta la hornacina abierta en cuarto de esfera, con unas medidas de 133 cms. de altura y 77 cms. de anchura, de lo que se deduce que la imagen titular fue una escultura de talla de madera. La ermita manifiesta su impronta renacentista a través de los restos que subsisten de la portada, labrada en piedra de sillería y compuesta por una puerta de ingreso adintelada, encima de la cual ostenta en relieve un escudo de armas algo deteriorado, con un pino y una campana, coronado por cimerado yelmo, con una inscripción y el año de la erección: «SIVA ORA PRO. 1605» (y no 1602 como equívocamente anotaron Blázquez Miguel y Azorín Cantó). Adosadas a la fábrica de la ermita (que poseyó cubierta exterior a dos aguas) persisten dos construcciones modernas, con cubierta a una vertiente, destinadas para guardar aperos y otros útiles de labranza. La casona solariega reseñada como la ermita debieron de pertenecer a algún caballero hidalgo, según atestigua el escudo de armas sobre la segunda localizado, quizás pertenecientes a familias de los Azorines. Históricamente, y en torno del paraje, solo hallamos noticia documentada en las «Relaciones Topográficas de 1575», que mandara hacer el rey Felipe II. y que han sido dadas a conocer por Juan Blázquez, señalando, dando respuesta al capítulo 25 de las mismas, que el cortijo del Carrascalejo pertenecía -hablamos de la segunda mitad del siglo XVI- a los herederos de Francisco Olivares. La Ermita del Carrascalejo (que aunque muy sencilla tiene de interés la portada), constituye un vestigio histórico del pasado a conservar, al menos lo que subsiste. Por ello sería de desear la preservación limpia de su entorno, evitando se convierta éste en un vertedero de desechos y basuras, tal como advertimos en la parle trasera de la ermita, cuando la visitamos en el umbral de 1995 con el fin de realizar el estudio que aquí hemos expuesto. Entre las ermitas de Yecla conservadas en el habitat rural, esta de la Casa de la Ermita es la de mayor prestancia y entidad, que debiera ser protegida con Nivel 1. dentro de la catalogación de edificios protegidos que viene llevando a cabo el Ayuntamiento de la ciudad. Próximo al lugar y confrontando con la ermita se halla un interesante aljibe de cimbra con dos pilas de decantación, de gran capacidad, que ha sido catalogado y dado a conocer por el arqueólogo e historiador Liborio Ruiz Molina30. 5.8. EL CARRASCALE.IO Ermita. 1605 Por la carretera comarcal 323 de Yecla a Pinoso y tras alcanzar el kilómetro 9'5, y antes de llegar al Portichuelo, un desvío situado a nuestra izquierda (el de la derecha se dirige a Casas de Potra) nos conducirá, tras vadear las casas de la Alberca. al paraje del Carrascalejo. distante en torno a los doce kilómetros de distancia de la ciudad. El caserío con denso arbolado, está presidido por una notable casona solariega torreada, acaso de fines del siglo XVIII. distribuida en tres plantas (baja, noble y andana), muy reformada en la actualidad. Presenta en la planta noble balcones con antepecho de forja que apoyan en tornapuntas rectiformes. Las esquinas de la edificación se refuerzan con sillares de piedra caliza. dispuestos en forma de sillares encadenados. En el ángulo de esquina, sencillo reloj de sol. con caracteres numéricos de horas en romano (de los escasos que restan en Yecla. contabilizados, en piedra, los de la Casa del Cura Obispo, de 1804. en El Pulpillo; el de un caserón de la Hoya Hermosa, de 1805: y pintados, en una de las casas de labor deshabitadas de la Casa de las Cebollas, y en la fachada de la Iglesia de San Francisco, de hacia 1748, de Yecla) 31 . En los aledaños se observan otras construcciones menores formando poblado: casas de labranza de dos plantas con sus proporcionadas bodegas en el subsuelo: un aljibe de sección cuadrada con cuerpo de obra, labrado en piedra de sillería y encalado y rematado por un bolinche; y una ermita antigua que confronta con el caserón torreado descrito. 5.9. LA CARRASQUILLA Ermita de San Pascual Bavlón. 1879 (Casa de los Pinos) La Ermita del Carrascalejo. cuya advocación se ignora (y aún desconocen los más viejos del lugar) y a la que da nombre el paraje, permanece hoy y desde muchos años atrás en evidente estado de ruina, quedando semioculta a los ojos del visitante por el denso y tupido manto de hiedra que la cubre (y así se dice, como recordaban los románticos del XIX. que «la ruina se hace bella»). Dala de principios del XVII y es de las más vetustas (por antigua) entre las conservadas del habitat rural de Yecla. Por la carretera de Yecla a Fuenteálamo y a una distancia de nueve kilómetros de la población, un camino ele herradura situado a nuestra derecha nos conducirá a la Casa de los Pinos, lugar de dehesas y pastizales apartado diez kilómetros de la ciudad en dirección noroeste y próximo a los cortijos de los Olmos y de la Carrasquilla, en el paraje de éste último nombre. No lejos, se divisan los cerros de las Atalayas. Atendiendo a la historia, el paraje aparece reseñado a fines del siglo XVI en las «Relaciones Topográficas de la villa de Yecla». mandadas hacer por el monarca Felipe II. donde, en la respuesta al capítulo 19. que trata de las sierras existentes en el término de la villa, se menciona acerca de la sierra del Puerto de la Carrasquilla «que está a legua y media desta dicha villa a la mano izquierda del poniente en poca distancia» 32 . De una sola nave, posee planta rectangular con unas dimensiones aproximadas a los diez metros de longitud y seis metros de anchura. Junto al presbiterio, de cabecera recta, se adosa la sacristía, con la que comunica mediante sendas puertas situadas a uno y otro lado de la desaparecida mesa de altar. 30 RUIZ MOLINA, Liborio: "Aljibes cimbrados en el área de Yecla". I Coloquio de Historia y Medio Físico. Almería. Instituto de Estudios Almerienses. 1989, p. 615. 31 DELICADO MARTÍNEZ. Francisco Javier: "Relojes solares en parajes yeclanos". El Yeclano Ausente . Yecla. Imp. La Levantina, eneromarzo 1993. núm. 23. pp. 26-27. 32 BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan: Yecla en tiempos de Felipe II (1556-I598). Yecla. Imp. La Levantina. 1981, p. 29. 70 Aquí cada 17 de mayo (onomástica de San Pascual Baylón) hasta 1975 se vino celebrabando fiesta en honor de] santo con la tradicional misa, además de la gazpachada y bailes con verbena. Remontándonos al siglo XVIII hay que hacer mención que en el paraje de la Carrasquilla se había edificado olía ermita en el año 1740, cuyo paradero ignoramos (acaso tenga que ver con unas ruinas anejas a la cabecera de la ermita aquí estudiada) y acerca de la cual se habían perdido sus escrituras. Ello nos es conocido por la aportación documental de Juan Blá/quez Miguel, cuando apunta que en 19 de septiembre de 1793 doló Miguel Gil Marco dicha ermita con cinco fanegas de tierra34. El caserío está compuesto por alguna que otra casa de labranza del siglo XVIII. con fachada encalada y puerta de acceso bajo arco de medio punto desfigurado, cobertizos para ganado y una ermita del último tercio del siglo XIX. Pinada y al j i be cercanos. Sobre uno de los portones del aprisco o establo campea un discreto azulejo del patrón de los animales San Antonio Abad, orlado con cenefa de tono azul, de factura reciente. 5.10. CASA CAÑIZARES Ermita del Sagrado Corazón de Jesús, de principios del XX. (Buena vista) Por la carretera comarcal 3223 de Yeela a Pinoso (magníficamente asfaltada en el tramo que corresponde al término municipal de la primera), y tras alcanzar la cota del kilómetro 14*5, del lado de la derecha hallaremos la. en otro tiempo, denominada Casa Cañizares, hoy Buenavista. lugar cercado por su actual propietario (lo es José Ruiz Marco. marmolista de Novelda) que dispone de casa de labranza. chalet o residencia de los propietarios, depósitos de agua y una ermita moderna de principios del siglo XX. que protege, a ambos lados, una densa arboleda. Cercano al lugar, y por un camino forestal, con el que también comunica la Casa Buenavista. se localizan las Casas de Selva, caserío en parle abandonado, y ambos (Buenavista y Casas de Sel va) enclavados en el paraje conocido por la Hoya del Mol I ¡dar (por deformación en el habla popular, del Moñigal). en terrenos de desniveles que delimitan la Herrada de la Sierra. FIG. 20 Ermita de San Pascual Baylón, de la Casa de los Pinos en el paraje de la Carrasquilla. Yecla. Año 1879. (Archivo Fot. Javier Delicado. 1992). La Ermita de la Casa de los Pinos (FIG. 20). dedicada a San Pascual Baylón (según recuerda un azulejo con la fecha de construcción colocada sobre la lachada) y pobre. aunque bella en su discreta significación arquitectónica, es una sencilla estructura de planta rectangular que permanece adosada a otras construcciones rurales de tejavana en la cabecera y costado derecho. Ocupa en planta unas dimensiones de 6,25 metros de longitud por 4.42 metros de ampiaría y data del año 1879. De una sola nave posee cabecera recta y cubierta a dos aguas. Muros de mampostería enjalbelgados en el exterior. El interior no pudo ser visitado al no localizarse a los guardacaseros ni disponer de la llave correspondiente. La fachada, de impronta neobarroca. queda centralizada por la puerta de acceso en madera de doble hoja. bajo arco adintelado. Encima, óculo protegido por reja de cruz con ventano interno cuadriforme y cornisa superior de quebrado perfil con empleo de curva y contracurva. El hastial alojó una espadaña ya perdida. En el remate diminuto azulejo blanco, roto en el ángulo inferior izquierdo, con la inscripción en azul: «HERMITA / DE / S(A)N PAS(CU)AL BAYLON /EDIFICADA/AÑO 1879». Sobre los pilares o contrafuertes de las esquinas sendos pebeteros de remate maltrechos. Entre las imágenes que alberga o acogió la ermita se noticia un San Pascual Baylón, talla escultórica en madera de aproximadamente 120 cms. de altura, titular de la misma; y un lienzo antiguo de advocación desconocida ¿acaso un «Buen Pastor»?, dícese trasladado por sus dueños a Yecia. La Ermita de la Casa de los Pinos (que era atendida por el capellán Juan Ibáñez Azorín) fue propiedad del medico Germán Giménez Maestre (Yecla. 1908-1981). que fue muchos años presidente de la Asamblea Local de la Cruz Roja y a cuya memoria fue dedicada una calle en Yeela, en el barrio del Sol33, heredando su viuda Josefa Verdú Díaz. Casas y ermita fueron propiedad en otro tiempo de Luis Ibáñez Pisana (1866-1937), alcalde conservador que fue de Yeela en la década de los años diez, y de su mujer Enriqueta Musso, pasando después la propiedad a ser adquirida por Eduardo Cañizares Clavijo. La Ermita (FIG. 22). dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, es un edificio que data de hacia 1915. de planta rectangular, bien proporcionado y de una sola nave de cabecera recta que cubre a dos aguas, con unas dimensiones tic 9"8() metros de longitud y 5 metros de anchura, con los muros exteriores encalados. Sobre la fachada, situada a los pies, con ingreso bajo arco de medio punto, con resalles de ladrillo visto y puerta de forja acristalada. preside un retablo moderno de azulejos dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, y sobre lo alto una espadaña provista de campana. Detrás, junto a la cabecera. se dispone la sacristía, con cubierta exterior a una vertiente. El interior de la misma, que no pudimos visitar (domingo 5 de abril de 1991) por las escasas facilidades dadas de quien atiende la propiedad (y que aún así agradecemos el 33 ORTUÑO PALAO. Miguel: Yecla. día a día. Yecla, Ediciones Dúo, 1991. p. 18. 34 BLÁZQUEZMIGUEL.Juan y AZORÍN CANTÓ.Martín:"Ermitas rurales yeclanas". YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos). Yecla. Ayuntamiento, 1991, n° 3. p. 62. 71 igual modo fue alterada la fisonomía de la espadaña del remate (que debió albergar una campana), sirviendo de palomar y de tiro de chimenea, que permanece rematada por una cruz con veleta de forja, circunstancia ésta que nos indujo pensar se trataba -como lo es- de una ermita, acaso de fines del siglo XVIII. por las pinturas murales que conserva. En las paredes del interior y del lado de la Epístola o derecho según se entra, restos de disertaciones teológicas o epítetos doctrinales escritas en castellano, muy sencillos. difíciles de interpretar, al haber permanecido ocultos por sucesivos repintes, y que podrían recuperarse. En dos de ellas todavía pudimos leer: «Por maldecir / de tal grado (?) / serás condenado». Y: «De pie... /.. dislocado». Y acaso esta ermita se corresponda con la reseñada por Blázqucz Miguel y Azorín Cantó, cuando refieren que en el Cerro del Campo el 20 de mayo de 1754. José Díaz Muñoz ofrece doce fanegas en dicha partida valoradas en 2.000 reales para la dote. (AHPNY.. Leg. 63, 5, fol. 82). Debemos la loralización de la ermita reseñada, y correspondiente visita, al amigoCosme Muñoz Ortega, perfecto conocedor del agro yeclano y honesto ciudadano muy interesado por el arte y la cultura de su tierra, a quien dedicamos estas líneas y agradecemos de buen grado el tiempo que nos dedicó y su atención. F'IG. 22 - Ermita del Sagrado Corazón de Jesús. Casa Cañizares, hoy Buenavista. Yecla. De hacia 1915 (Foto Javier Delicado, abril de 1991). haberla podido fotografiar externamente), se halla algo descuidado, ignorando las obras de escultura o de pintura que pueda aeoger. Es éste uno de los parajes más bellos y fértiles del agro yeclano y la ermita de Cañizares reunía a muchos colonos de la contornada en días festivos, que acudían a cumplir con el precepto dominical de oir misa. 5.12. CASA DE LAS CEBOLLAS. Ermita ¿de la Sagrada Familia?, siglo XVIII 5.11. CASA DEL CERRO VIEJO Ermita. Promedios del siglo XVIII (Casa de la ¿Capellanía?) Por la carretera comarcal 3223 que transcurre entre Yecla y Almansa. y tras alcanzar la cola del kilómetro 12. tomaremos a nuestra derecha la traviesa (en época romana, el trazado de la Vía Augusta) que, procedente de Moniealegre del Castillo, se dirige hacia Caudete, protegida por firme asfáltico, para, tras recorrer cuatro kilómetros (del lado de la izquierda avistaremos la Fuente del Pinar), acceder a la Casa de las Cebollas, añejo enclave asentado en terreno bronco y yermo, y situado en el lado derecho de la traviesa mencionada, a escasos cuatrocientos metros de distancia, limítrofe con el término municipal de Caudete. en la divisoria provincial (o de Comunidades) de Murcia y Albacete, alejado diecisiete kilómetros de la ciudad de Yecla en dirección norte, a una altitud de 750 metros sobre el nivel del mar y cruzada por la rambla que desciende desde la Fuente del Pinar. Tomando la carretera que conduce de Yecla a la Fuente Álamo y tras recorrer cuatro kilómetros, un desvío a nuestra izquierda nos conducirá a la Umbría del Factor (o Fator) que atravesaremos, prosiguiendo el itinerario por camino terrero unos diez kilómetros con un paisaje pedregoso. bordeando las estribaciones del Cerro de los Picarlos y de la sierra de la Magdalena, que nos llevará por una rambla, tras pasar la Cañada del Puerto, al paraje de la Casa del Cerro Viejo, donde unos copudos árboles saldrán a nuestro encuentro, un caserío fantasmal, sin vida, en el que se agrupan varias casas de labor, un aljibe moderno de grandes dimensiones que todavía sigue recogiendo agua de lluvia de los tejados próximos (a tenor del entremado de cañerías que allí haya instalado) y una ermita, que pasa desapercibida para el viajero. La ermita, cuya advocación quizás se pusiera bajo el Dulce Nombre de Jesús y que permanece adosada a una nave industrial, ha venido utilizándose en los últimos años como vivienda, con paredes medianeras levantadas en su interior para este fin. hallándose en la actualidad abandonada y no conservando ningún elemento de interés ni arquitectónico ni artístico. La fábrica, muy sencilla, obrada de manipostería, es de planta rectangular, con unas dimensiones aproximadas de 8 metros de longitud y 4 metros y medio de anchura, de una sola nave, con techo plano de viguetas de madera con revoltones y cubierta exterior a doble vertiente de teja árabe. La primitiva puerta de acceso se halla desfigurada al haber sido tapiada (el hueco interno fue utilizado como alacena) y haberse modificado el ingreso de la misma, viéndose desplazado algo hacia la derecha, donde se ha abierto un nuevo hueco que queda descontextualizado respecto del eje central de la fachada. De El caserío, lo viejo del lugar, queda conformado por unas desvencijadas casonas ele labranza de fines del siglo XVIII. con un reloj de sol con su gnomo sobre una de las esquinas, anejos corrales y pozos secos. Enfrente, una ermita de época coetánea dcsacralizada y utilizada hoy para vivienda o trasterío. La Ermita de la Casa de las Cebollas, de desconocida titularidad (aunque siempre presidió su altar un cuadro de «La Sagrada Familia», compuesto por la Virgen con San José, el Niño Jesús y San Juanito) se halla orientada hacia el sur. siendo un sencillo edificio de caja rectangular, que posee unas dimensiones de 9'20 metros de longitud y 5'23 metros de anchura, obrado de mampostería, que cubre a doble vertiente con teja moruna. Datable en la segunda mitad del siglo XVIII. la cabecera (cuya techumbre permanecía hundida en nuestra última visita acaecida en 1994) es plana y presenta al exterior 72 muro de la cabecera restos de un altar de obra, entre pilastrillas de yeso que disocian sobre el muro, y en relieve, arcos de medio punto que albergaron o enmarcaron pinturas sobre lienzo, cuya advocación desconocemos. La fábrica del edificio, con el techo plano, que ha sido rebajado, se halla en buen estado de conservación y carece de interés artístico. contrafuerte alamborado, donde se abre un hueco o ventano para la iluminación de lo que pudo ser la sacristía. Exento el edificio en origen, del lado de la izquierda se le adosó un cobertizo para carros, mientras que en el lado de la derecha se ha edificado un techado que alberga útiles y aperos de labranza. Sencilla fachada a los pies con puerta de ingreso central izada bajo arco adintelado, modificada. Sobre el remate restos de una espadaña desprendida, de un solo hueco. Sobre el único altar existía un lienzo de La Sagrada Familia, representando a la Virgen María, San José, el Niño Jesús y San Juanito, pintado al óleo, de 144 x 103 cms., obra del siglo XVIII y copia de algún grabado de la época, hoy conservado en colección particular de Yecla. Según nuestras notas históricas obtenidas por transmisión oral, el caserío perteneció en la pasada centuria a José Azorín Ortega, quien tras fallecer y por ley de mayorazgo heredó su hijo mayor Juan Azorín Bautista, menor en edad. siendo tutor su lío Miguel Azorín Ortega, que vendió la finca35. La ermita carece de interés artístico y ningún vestigio mueble (pinturas, tallas) «in situ» conserva del pasado, habiendo sido transformado su interior, que hacia 1950 fue convertido en almacén de grano. De las viejas casas de labranza anejas, de dos plantas. nada a destacar, hallándose hoy arruinadas. En el entorno de la Casa de las Cebollas, hoy una heredad agrícola, se ha hallado cerámica de época romana. existiendo un minado de agua próximo. Colindante con Caudete (Albacete) se encuentra la Ermita de Casa Tallada, de traza moderna y perteneciente a aquél término. 5.14. CASA CUATRO OJOS Ermita de Nuestra Señora de los Dolores, s. XIX. (antes Casa de los Luna) Por la carretera de Yecla a Fuenteálamo y tras sobrepasar diez kilómetros de recorrido tomaremos un desvío a nuestra izquierda, por camino de herradura que conduce hacia la aldea de El Madroño. En dicho trayecto, y antes de llegar a la anterior, localizaremos la Casa de los Cuatro Ojos (así denominada por utilizar gafas uno de sus propietarios en tiempo pasado), distante doce kilómetros de la ciudad y cercano al caserío del Pozuelo. El lugar y sus aledaños fue propiedad en la primera mitad del siglo XX de María y Serafina Navarro Torres (algunos de los miembros de esta familia residieron en Valencia), que dejaron en herencia, una parte de la finca en usufructo a los PP. Jesuítas y luego a los Misioneros de Bombay. y otra parte a su sobrino Pablo Ubach Navarro, quien vendió posteriomente a Juan Albujer Navarro, labrador que durante años había cuidado de las tierras, vendiéndolas también posteriomentc. El caserío dispone de un grupo de casas de tejavana. una ermita adosada, aljibe y vivienda que cuando nosotros visitamos la casa en el verano de 1992 se hallaba en remodelación. El entorno lo conforman viñedos, árboles frutales (perales) y pastizales. La Ermita de la Casa de los Cuatro Ojos, puesta bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, es un edificio obrado de manipostería y enjalbelgado. de planta rectangular, con unas dimensiones de 10.70 metros de longitud y 4.52 metros de anchura, datando su construcción de la primera mitad del siglo XIX. y de estructura exterior pareja a la Ermita de las Casas de Selva, en la Hoya del Mollidar. De una sola nave (no pudimos contemplar el interior por no disponer su entonces propietario de la llave correspondiente), con lecho de viguetas de madera ocultas por cielo raso, presenta cabecera recta y cubierta exterior a doble vertiente de teja árabe, hoy hundida y en reparación la parle posterior. El entramado del viguerío alberga un palomar. Dos ventanucos exteriores situados de lado de la izquierda y protegidas por reja proporcionan luz al recinto. 5.13. CASERIO DEL CERRO Ermita. Primera mitad del XIX. (Casa de la Andaluza) Por la carretera que discurre de Yecla a Fuenteálamo y tras caminar cuatro kilómetros, un desvío a nuestra izquierda nos llevará a la Umbría del Factor (o Fator), paraje que atravesaremos, continuando por camino de herradura un largo trecho (unos ocho kilómetros) que nos conducirá al Caserío del Cerro (Casa de la Andaluza), una hacienda de labor antigua, cuya ermita allí enclavada no creemos anterior al siglo XIX. La ermita ocupa uno de los flancos esquineros del grupo de casas de labranza. Obrada de tapial y de notables proporciones, presenta planta rectangular y cubierta exterior a una vertiente, con las superficies exteriores revocadas de cal. El acceso se sitúa a los pies en el centro con puerta de ingreso adintelada. Encima, sobre la lisa superficie de la fachada, se abre un óculo que sirve de cámara de ventilación de las cubiertas, mientras que en la panda del lado de la izquierda se abren dos ventanas que describen arquitos de medio punto, y cuya función es la de proporcionar luz al recinto interior. En la cúspide del pilar de esquina o contrafuerte de la fachada se inscribe una discreta cruz de forja con veleta. El interior de la ermita, hoy utilizado como granero y albergue de utillaje vario del campo, conserva adosado al La lachada principal se sitúa a los pies y presenta puerta de acceso centralizada de madera, de una sola hoja, bajo arco adintelado. Sobre el alero del tejado una espadaña desprovista de campana (que se rompió) y rematada por una veleta de forja. Entre las imágenes que albergó la ermita se citan (sobre la mesa del altar barroca, de las denominadas «de barriga» por la forma que adoptan), una Virgen de los Dolores. titular de la misma, tosca hechura de bastidor de mediados del XIX, revestida con manto negro, de la que se hizo donación hacia 1940 a la Iglesia parroquial de la Purísima Concepción 35 Agradezco estas noticias a Francisco Azorín Albiñana, abogado y bibliotecario, de Yecla. 73 Lo viejo del edificio de las Casas del Cura (FIG. 31 ). toponímico que desconócese a qué obedece (quizás algún clérigo con posesiones que junto a ellas edificó una ermitita). está formado por tres o cuatro casas de labranza adosadas que habilitan planta baja y andana, tejados a una vertiente y o Iglesia Nueva de Yecla. donde hoy preside uno de los aliares de la girola; y una pintura antigua, en paradero desconocido, de la Inmaculada Concepción, óleo sobre lien/o. del que desconocemos época y autoría. Sencillo via crucis en cuadritos de estampa e inscripción mural, con caracteres en negro contra el muro testero de los pies, en el que se podrá leer: «Siendo mayordomos de la Virgen... 18(90)» (?)36. Formando parte del cuerpo del edificio se integraba la sacristía en el lado de la derecha, que comunicaba con la casa de labranza aneja. 5.15. CASAS DEL CURA Ermita, s. XIX. Por la carretera comarcal C-3223 que transcurre de Yecla a Pinoso hoy completamente remozada, y tras atravesar el Portichuelo, accederemos a la cota del kilómetro 12. lugar donde se ubica las Casas del Cura, bello paraje por las casas arruinadas que allí subsisten, distante doce kilómetros de la ciudad (dos leguas para los antiguos) que permanece del imitado por la Hoya del Mollidar (del Moñigal, según el decir popular) y la Herrada de la Sierra. Para allegarse al lugar en cuestión. que se identifica desde la carretera a nuestra derecha, dejaremos a nuestra izquierda la carretera comarcal, y recorreremos escasos cincuenta metros de camino de herradura, entre viñedos y olivares, para dar con el caserío que preside un añoso y esbelto ciprés. FIG. 31-Ruinas de Casas del Cura y Ermita. Yecla, (Foto Archivo Javier Delicado, abril de 1992). fachadas que en otro tiempo permanecieron encaladas o pintadas en tonalidades azul, rosa o malva según era el gusto de pintar las fachadas a fines del XIX; algún que otro establo semihundido: una ermita y un aljibe con su pílela de piedra, junto a un ciprés centenario: lodo en propiedades que fueron ele Pedro o Julián Palao. Cual perpetuo vigía permanece un palomar quebrado que asoma por encima de los tejados. Campos de viñas y surcos de labrantío componen el resto. Y junto a su apelativo y un número de teléfono, en graffili. un texto recuerda o recordaba: «Se compra teja de cañón vieja». Si el paraje es digno de ser llevado al lienzo por esas casas rurales ruinosas conservadas (y así procedía una joven pintora que coincidió en una de nuestras visitas investigadoras -a la que luego seguirían otras- en el acontecer de abril de 1992). no le anda a la zaga la añosa ermita, bella por su sencillez (ahora desfigurada, como se dirá) y la romántica ensoñación del entorno desvencijado. Bosquejando noticias, apuntando rebuscas acerca del paraje, traemos a colación la sorpresa que éste causó en Ismael Galiana, periodista del Diario «La Opinión de Murcia», quien en el fascículo núm. 4 titulado «Campos de Yecla» de la obra La Región de Milicia, pueblo a pueblo (Murcia. La Opinión. 1990. Tomo I. p. 102). describe el lugar, paisaje y paisanaje, según sigue, que con funde con el ele «Casas de Selva», incluida la fotografía que reproduce: «Giramos en el cruce con el camino que lleva a Villena. Verdes praderas que se pierden casi en el horizonte ele la Sierra del Serral. Extensiones ele pastos y bosquecillos ele árboles forman el panorama que nunca hubiéramos soñado como divisable en esta Yecla manchega y levantina pero no inglesa. Un paisaje de campo de golf. La Ermita de Casas del Cura, de ignorada advocación ¿acaso de San Pedro apóstol?, hoy sin culto alguno y de estilo tardobarroco, obra de promedios o de fines del siglo XIX. es un edificio de planta rectangular, anexionado a unas casas de labranza, que posee unas dimensiones de 6,91 metros de longitud y 3,73 metros de anchura. La cubierta exterior, de teja árabe, es a una vertiente. El interior, que nos fue negado ver por quien aquellas tierras regentaba (pese a saberse de nuestro noble fin para su estudio y catalogación), presenta techumbre plana y cabecera recta, según es lo usual en la tipología de ermitas rurales que permanecen anexionadas o formando conjunto con casas de labor, rara vez aisladas. Ignoramos lo que puede o pudo albergaren cuanto a imágenes, altares o retablos (acaso alguno obrado en yeso), aunque no erraríamos al apuntar que desde tiempo pasado dicho recinto (acaso desde la guerra civil) ha venido utilizándose para cobijar aperos de labranza o destino de cochera, tan común también en otras ermitas dispersas por el agro yeclano. y habida cuenta de la puerta de entrada. demasiado grande para puerta de ermita, que sería agrandada posteriormente. Y a cincuenta metros de la cinta asfáltica. Casas de Selva (Casas del Cura, debe decir). Hemos dado con ella. Ni un alma, total abandono. La torre torcida de un palomar que fuera antaño. Un aljibe que sigue recogiendo para nadie agua de lluvia. Cuatro casas que se caen a pedazos. Aquí nacerían, aquí crecerían, aquí se multiplicarían los de Selva, pero aquí murió también todo rastro de vida». 36 Debemos muchos de los datos aquí relacionados sobre la Ermita de la Casa de los Cuatro Ojos a la lúcida memoria de Argimiro Azorín Pérez. de Yecla. 74 de 7,17 metros de longitud y 5,50 metros de anchura. Con estructura bien conservada, desde la posguerra se ha venido destinando para albergar útiles y pertrechos de laboreo (remolques de tractores). El interior, de cabecera recta, presenta la techumbre plana con el entramado de madera (travesaños) a la vista. estando desprovista hoy de cualquier elemento u ornato religioso (mesa de altar, lienzos, etc.) al haber sido destinado el recinto a usos agrícolas. Sencilla fachada a los pies con puerta de ingreso adintelada y agrandada, de doble hoja, surmontada por ventana rectangular y óculo encima (como cámara de ventilación para la techumbre), desprovistos de cualquier elemento decorativo. Cubierta exterior a doble vertiente y de teja árabe. Sobre su único altar con frontal de madera presidió una pintura antigua de San Francisco de Asís, óleo sobre lienzo perdido en la guerra civil, como todas otras piezas de la ermita. Como pieza de orfebrería interesante albergó un cáliz del siglo XIX. hoy en paradero desconocido. También poseyó una armariada para ornamentos religiosos39. La ermita y heredad de la Casa Potra fueron propiedad de Miguel Azorín Ortega, quien testó en herencia a favor de José Azorín Fornet y éste en sus hijos, entre ellos en el farmacéutico Juan de Dios Azorín Molina. Dejamos constancia de que para poder edificar una ermita en el campo, predio o heredades, se precisaba poseer el correspondiente permiso o licencia del obispado de Cartagena, que se obtenía en las visitas pastorales que realizaban los prelados o visitadores representantes. Las ermitas u oratorios rurales solían ser dotadas con alguna cantidad estipulada de dinero o su valor en tierras, con cuyo beneficio o producto se aseguraba su conservación y función (mantenimiento del culto religioso, adquisición de ornamentos nuevos, pago al celebrante, etc.). y ello se hacía constar o se especificaba en el correspondiente Título o Escritura de propiedad de la ermita. La fachada, situada a los pies de la ermita, obrada de mampuesto y ladrillo como toda la caja del edificio y enfoscada de azul, ostenta puerta de ingreso de madera de doble hoja claveteada, bajo arco adintelado de leño. Surmonta -mejor dicho surmontaba, por que ya es pasado y no existe- un gracioso remate de obra con empleo de curva y contracurva en la cornisa y una espadaña de un solo hueco, de ladrillo, que perdió la campana en época incierta y que reproducimos en una instantánea de 1992, documento gráfico que ya es historia. puesto que la referida cornisilla, habida cuenta de la actitud de sus actuales propietarios, intolerantes con el mundo de la cultura, fue desmantelada en el transcurso de 1997, privándola del sello barroco, sencillo pero identificadorde una época, que la exornaba. En la parle posterior de la ermita, casas de labranza de nueva planta encaladas, confrontando con algún que otro añoso aljibe. Juan Blázquel Miguel y Martín Azorín Cantó aportan noticia de que el 6 de julio del año 1798 Francisco Muñoz Vicente Ibáñez dota una ermita situada en el Portichuelo con una viña sita junto a ella, valorada en más de 7.000 y cuya renta anual es superior a los quince ducados37. De otra parte, son varias las entidades de población con ermita que surgieron en el ayer y quedaron registradas a lo largo y ancho de la cercana Hoya del Mollidar: es el caso de las Casas de Selva, la Casa de Cañizares (hoy Buenavista, con ermita de hacia 1915), la Venta de las Quebradas, etc. 5.16. CASAS POTRA Ermita de San Francisco de Asís (de fines del XIX) Por la carretera comarcal C-3223, Yecla-Pinoso, se accede al Portichuelo (km. 9'5) y desde allí un desvío situado a nuestra derecha nos conducirá. tras recorrer escasos doscientos metros, al paraje de Casas Potra, distante en torno a los diez kilómetros de la ciudad. El caserío, asentado en el llano, lo conforma un grupo de casas de labranza abandonadas, algún que otro aljibe y una ermita ya sin culto. Acompaña al entorno una zona de arbolado, amplios campos de viñedos y delimitando el horizonte, los Cerricos del Campo y la Sierra del Serral. Escasísimas por raras son las referencias documentales que pueden hallarse en torno al paraje de Casas Potra. Bajo este toponímico, de entre la abundante bibliografía consultada sobre Yecla, tan solo encontramos escueto registro a través de Miguel Ortuño Palao cuando menciona en su obra El habla de Yecla (Murcia, Academia Alfonso X el Sabio, 1987). entre los toponímicos de otros parajes el de «Casa Potra. Con ermita»38. Cabe pensar que el paraje que estudiamos pudiera tener en época pretérita otra denominación o fuese de nueva colonización en época más reciente. La Ermita de Casas Potra, puesta bajo la advocación de San Francisco de Asís, es una construcción exenta que se debe al maestro de obras José Mora Parra (1837-1897), también tallista, y que sería edificada hacia 1875. De planta reclangular y muros obrados de tapial, posee unas dimensiones 37 BLÁZQUEZ MIGUEL. J. y AZORÍN CANTÓ. M: op. cit, p. 63. ORTUÑO PALAO. Miguel: El habla de Yecla. Murcia. Academia Alfonso X el Sabio. 1987. p. 143. 39 Debo estas noticias artísticas a la historiadora de arte María José López Azorín. de Yecla. descendiente en línea directa de la familia Azorín Fornet, propietarios de la Casa Potra. 38 75 GEOGRAFÍA "EL CASCO ANTIGUO DE YECLA, UN ESPACIO URBANO ESTANCADO. PROPUESTAS PARA SU RECUPERACIÓN INTEGRAL" Francisco José Morales Yago A sor Trinidad anchura, con la casi total ausencia de amplios espacios de ocio. El crecimiento de la ciudad se ha visto afectado por varios factores: INTRODUCCIÓN.El presente trabajo ha nacido como fruto de uno de los cursos de Doctorado realizado en la Universidad Nacional a Distancia (U.N.E.D.), Facultad de Geografía e Historia, dentro del programa del departamento de Geografía titulado: "Asentamientos humanos y actividades económicas ", el nombre del curso es "Actuaciones en áreas internas. La problemática de los Cascos históricos" dirigido por el profesor Dr. D. Antonio Zárate Martín - La existencia de Agua. La fuente principal que abastece la ciudad queda situada al Norte de la misma, este hecho ha influido notablemente en la ubicación de la ciudad a la Umbría del Cerro, con los consiguientes inconvenientes desde el punto de vista climatológico: Vientos fríos, falta de soleamiento y humedad, etc. - La barrera topográfica del Cerro del Castillo. La falta de accesibilidad dificulta la expansión del núcleo con dirección sur. - Presencia de Tierras de Cultivo. La llamada Vega constituye una amplio colector o zona de drenaje desde la edad media se trata de una zona de regadíos, con tierras de primera calidad, al estar situadas al norte de la ciudad han efectuado un prolongado "tirón" de los habitantes, en la actualidad este espacio por excelencia de gran rentabilidad agraria esta pasando a formar parte de un gran cambio en los usos del suelo. orientados a la instalación de viviendas unifamiliares aisladas de carácter residencial o veraneo. El objetivo básico del trabajo es el estudio del área central de una ciudad, atendiendo especialmente a la problemática de estos cascos antiguos. Concretando más el trabajo que presentamos está dedicado al casco antiguo de la Ciudad de Yecla. un espacio que en su día fue por su funcionalidad el área central y que en la actualidad ha sido relegada su importancia tanto comercial, como cultural a parámetros de marginalidad en mucho de estos aspectos. Junto a una degradación progresiva de las edificaciones, figura por su propia morfología viaria un espacio de difícil accesibilidad, de callejuelas poco atractivas al comercio. El contraste es curioso, mientras determinados espacios de Huerta se están urbanizando, lo que ha sido el origen urbano de la cuidad está poco menos que perdiéndose. La pérdida de población del Barrio mientras la ciudad crece lenta pero progresivamente también será uno de los elementos más importantes a la hora de analizar este espacio. A la Iuz de la ciencia geográfica, una vez conocidas las limitaciones y potencialidades del espacio propondremos una serie de ideas que ayuden a la revitalización del mismo, tambien habrá que tener en cuenta el marco de medidas adoptadas a través de los programas municipales o privadas que desgraciadamente son todavía insuficientes... Esperamos que el trabajo resulte ameno y puedan dar idea de la situación de gravedad que este espacio padece. - Vías de acceso. Las carreteras o vias de comunicación tienen una forma tentacular, penetrando por el límite norte en la ciudad, la orientación sur ha quedado relegada. - Barrera Física del Tren. Hasta el año 1969 se mantiene la línea de tren que cierra todo el crecimiento noreste de la ciudad, por causas psicológicas nadie se instala "al otro lado de la vía". - Barrera física del nuevo cementerio. En 1833 se traslada el cementerio desde el centro de la ciudad hasta la zona conocida por "Las Pozas", este hecho determinará el cierre de la ciudad por su extremo Sur. El resultado de todo ello es la configuración de un casco urbano de forma alargada, la ciudad ha crecido más hacia los extremos, sobre todo en la parte Este en donde existe más suelo, destacando varias áreas urbanas: I. El Casco antiguo en el Conjunto urbano actual.En la actualidad, el rasgo más destacado en el conjunto urbano de Yecla es el contraste entre los barrios ubicados en ladera y piedemonte del llamado "Cerro del Castillo" y los asentados en las zonas bajas o de Vega, por otro lado la compacidad del caserío es enorme, el aprovechamiento máximo del suelo ha hecho que la ciudad crezca más en altura que - El Casco Antiguo: (Objeto de nuestro trabajo). - El Ensanche, proyectado a partir del S. XVIII. es el área de mayor superficie de la ciudad, estamos ante un desarrollo racional y ordenado, representado por el plan ortogonal o en 79 varias pinceladas definidoras: cuadrícula, calles anchas y rectas que se cortan de forma paralela. Conecta los barrios altos (topográficamente de la ciudad) con la Vega, dentro de la gran extensión del Ensanche destacamos el centro del mismo: Calle Rambla-S. FranciscoCallejón Ancho esta área urbana recoge la mayor parte de la vida cultural y administrativa de la ciudad, así como la mayor densificación de equipamientos. También ha recibido los mayores efectos de la especulación en décadas anteriores. - Progresivo vaciamiento: Existe una importante perdida de población, la abundancia de personas mayores con un profundo apego contrasta con las preferencias de los jóvenes que prefieren vivir en otros barrios de la ciudad que disfrutan de mayores equipamientos. - Envejecimiento: Como anteriormente señalábamos la presencia de jubilados y personas mayores es dcstacable, (en próximo apartado ofreceremos datos). - Ocupación por las personas de menores posibilidades económicas: Se detectan habitantes forasteros, trabajadores de sectores poco cual i ficados y eventuales, desde luego que las personas con un nivel económico medio-alto no viven en la zona, excepto claro está algunas excepciones. -Deterioro en las construcciones: Muchas viviendas están próximas a la centena de años, la rehabilitación y renovación aunque existe crece a un ritmo muy lento, este hecho hace que encontremos muchas viviendas abandonadas, en ocasiones utilizadas como lugares de almacenamiento de enseres de las personas que han marchado a vivir a otros barrios de la ciudad. - Los Barrios Periféricos, se trata de parle de la ciudad construida en los últimos treinta años, el gran florecimiento industrial que experimenta la ciudad a partir de los años 60 es el motor de arranque. Destacamos la presencia de una serie de barrios bien conectados a la malla urbana, prolongando en algunos casos el ensanche desarrollado durante los S.XVIII y XIX hasta llegar el extrarradio de la ciudad. Falta de equipamientos y aspecto de ciudad dormitorio, en donde las relaciones vecinales están olvidadas, son los rasgos más destacables. En este anillo exterior de barrios destacamos; García Lorca. Estación. Serratillas y Barrio del Sol. este último muy bien conectado y con grandes perspectivas en la mejora de calidad de vida. Abundan en lodos ellos las viviendas de protección pública. - Podemos diferenciar dadas las características demográficas. usos del suelo y morfológicas tres zonas: 1o Barrio de Casas Altas-Peñón. Abarcaría paite de los distritos censales 1 y sobre todo 2. sería la zona más deprimida y degradada, las actuaciones no deberían demorarse mucho. 2° Iglesia Vieja y calles adyacentes. Es la parle más monumental del espacio a estudiar, aunque desde varios años se está llevando a cabo un plan de remodelación y rehabilitación de este conjunto las actuaciones deben extenderse a otros edificios, así como la correcta aplicación de las normas urbanísticas del P.G.O.U. vigente. Abarcaría parte de los distritos censales 3 y 4. II. Personalidad del Casco Antiguo de Yecla.El espacio que estamos estudiando a través de este curso de Doctorado no tiene la consideración legal de "Casco histórico Artístico", aunque alberga un monumento nacional y varios de interés turistico-regional. La delimitación espacial del mismo resulta bastante sencilla, tanto desde el punto de vista físico como perceptivo, en el primer aspecto destaquemos la ubicación en las zonas de mayor elevación topográfica de la ciudad, en plena ladera del Cerro del Castillo, entre las hipsohipsas 620-660. el resto del casco urbano queda por debajo de este nivel de altitud llegando en las zonas más bajas de Vega a Ios 580m. ( l ) 3° Zona de Transición. Se trata de la franja que delimita el casco antiguo del ensanche, es una zona de gran dinamismo comercial y administrativo, las construcciones incontroladas y excesiva permisibilidad de tiempos pasados han traido como consecuencia la destrucción de una buena parte del legado pasado, recuperar lo perdido es imposible, mantener lo existente es viable, aunque convendría una reordenación en aspecto tan puntuales como el tráfico, calles peatonales, aparcamientos, aplicación de ayudas a la rehabilitación y protección. El rasgo fundamental es un conjunto de calles laberínticas. angostas y retorcidas. El trazado del plano es irregular con adaptación en la calles de orientación S-N a las torrenteras que descienden del Cerro a la Vega buscando su nivel de base. Por tanto, esta zona no registra peligro de drenaje. El ambiente de estas calles tiene un tono privado, hermético (2) . Las casas sufren desniveles en sus plantas, se cimientan sobre roca. El nivel de construcción en cuanto alturas casi nunca supera la planta baja y alta, existiendo la denominada casa "tejavana" de una sola planta baja. Abundan por supuesto las viviendas unifamiliares entremedianeras frente a bloque de pisos, la falta de accesibilidad debido a la estrechez del viario dificulta el paso de tráfico rodado, que tiene muy poca relevancia en relación al resto de la ciudad. La verdad es que podemos hablar de un gran contraste entre la serenidad de este espacio en donde parece que la vida transcurre más despacio y el nervioso ritmo del resto de la ciudad. Otros aspectos a destacar serían aquellos relacionados con la población, aunque tendremos oportunidad de estudiar el tema a fondo en el siguiente apartado, tan solo destacar III. Los componentes demográficos.Para hacernos de entrada una idea de la población que actualmente reside en el Casco Antiguo de Yecla. creo que podríamos destacar tres ideas base, que dejarían claramente la situación actual, la primera sería la diferente dinámica del Barrio antiguo con respecto a la ciudad que viene experimentando un lento pero estable y positivo crecimiento, mientras que el mismo está sufriendo pérdidas en efectivos desde la década de los 70. En segundo lugar destaca tanto la presencia de un índice de envejecimiento importante como la ausencia ele personas de clase media o alta que vivan en el barrio, este último aspecto no ha variado mucho en relación a olios periodos, el primero es más dcstacable. 80 ya que se encuentran ubicados a "caballo" entre el Barrio Antiguo y las zonas de más reciente creación de la ciudad, por ejemplo el distrito Uno abarca las callejuelas más intrincadas y el Barrio de nueva creación de las Herratillas en donde las características morfológicas o demográficas nada tienen de relación, igual ocurre con el distrito quinto, este error en la forma de concebir el padrón nos perjudica enormemente a los estudiosos de la zona, ya que intentar sacar conclusiones a partir de estos dalos serían un gran defecto de base, por ello optamos por estudiar solo aquellos distritos censales que realmente se circunscriben al Barrio Antiguo, serían los números 2,3 y 4. Los dalos que arrojan son lo bastanle significativos para entender este retroceso poblacional: En último lugar mencionar que existen importantes diferencias en las características demográficas de los distintos barrios que componen el espacio que estudiamos, mientras que la zona de transición presenta las mismas características que el resto de la ciudad, los Barrios de Casas Altas e Iglesia Vieja, sobre lodo el primero presentan los desequilibrios mas destacados. III.1. Densidad baja de población. Abandono desequilibrado de barrios. Los últimos censos y padrones reflejan esta clara tendencia de retroceso demográfico, el espacio que estudiamos quedaría plasmado en cinco distritos censales, aunque debido a su configuración dos de ellos solo entrarían en parte, Padrón 1.986 Padrón 1.991 Padrón 1.996 diferencia 1986-96 en % Distrito 2 1.688 1.671 1.585 -6'10 Distrito 3 1.244 1.178 1.017 -18'24 Distrito 4 2.077 1.893 1.814 - 8'85 21.414 22.620 23.729 +9'75 Resto Ciudad que tenemos sobre la explotación de este tipo de datos es del Padrón de 1986, al cual lógicamente acudimos, la verdad es que una decisión administrativa puede acarrear posteriormente importantes problemas a la hora de estudiar determinados aspectos de la población, igual ocurrirá con el hecho de no preguntar la actividad profesional o el grado de estudios solo de forma voluntaria, es por ello que gran parte de nuestro estudio tendrá que basarse en la encuesta personal a los habitantes del barrio. Los últimos datos como anteriormente indicábamos vienen del año 1986 y son los siguientes, según el índice de Sauvy (3): Conclusiones: Los datos reflejan claramente la realidad de este Barrio, en tan sólo diez años el distrito n° 3 (barrio de Casas Altas ha perdido más de un 18% de sus electivos, los otros dos barrios entre un 6 a 8 %, y sobre lodo teniendo en cuenta que el resto de los distritos de la ciudad han pasado en esto diez años de un total de efectivos de 21.414 a 23.729 lo que equivaldría a + 9'75 % de aumento. III.2. Proporción de jóvenes y ancianos. Envejecimiento progresivo. Desgraciadamente los padrones realizados en los últimos años no reflejan este tipo de dalos, la pirámide de edades por distritos censales no ha sido realizada, la última referencia Grupos de edad Distrito 2 Distrito 3 0-19 470(28'll) 356 (28'80) 607 (30'47) 8.354(3178) 20-59 830 (49'64) 579 (46'84) 977 (49'04) 13.118 (49'91) + de 60 372(22'24) 301 (24'35) Distrito 4 Población global de Yecla 408 (20'48) Los datos son significativos en cuanto a los mayores de 60 años se observa que en los tres distritos está por encima del 20% con una media del 2235 % , mientras que en el resto de la ciudad la media se sitúa cuatro puntos más baja 18 '29%, por tanto como conclusión destacamos ese mayor número de presencia de personas mayores en el Barrio Antiguo que en el resto de la ciudad. 4.809 (18'29) ya que no se encuentran elaborados, en nuestro trabajo de campo, así como perceptivamente podemos destacar dos rasgos sobresalientes el primero sería el de las personas mayores que viven en la zona, la mayoría (95%) han nacido en la ciudad, por el contrario entre los jóvenes existen familias enteras procedente de otros puntos de la geografía nacional como Andalucía y Albacete, así como varias familias magrebíes, aunque estos últimos se encuentran en cualquier parte de la ciudad. III.3 Composición por lugar de nacimiento de los habitantes. No hemos podido extraer dalos absolutos del Padrón. 81 III.2. los únicos dalos que hemos podido extraer del a Padrón municipal se refieren al año 1.986 y presentan diferencias que destacan al barrio del resto de la ciudad. III.4 Estructura de actividades económicas, social, grado de instrucción., etc. Como anteriormente comentábamos en el apartado - Rama de actividadDistritos Trabajadores 2 29'45. 3 4 Media Resto ciudad 29'07 27'92 28'81 31'68 Buscan 1 a vez 4'44 2'70 1'71 2'95 2'42 Parados 5'69 5'15 7'22 6'02 4'26 A destacar de estos dalos como el número de trabajadores es menor en el área de estudio, lógicamente porque existen más pensionistas, por otro lado también la incidencia del Paro es mayor, destacaríamos la presencia en el Barrio de muchos trabajadores temporales tanto en el campo como en la industria. - Grado de InstrucciónDistritos 2 3 4 Analfabetos 10'13 8'36 7'67 8'72 4'86 46'38 33'23 42'35 42'19 Primaria Incompleta 47'45 Media El resto de niveles es muy similar, aunque en Bachillerato y estudios Universitarios el nivel de la zona es muy bajo en relación al resto de la ciudad. De los dalos destacamos sobre todo el índice de personas que no saben leer ni escribir, es el doble en relación al resto de la ciudad. Resto ciudad Destaquemos seguidamente algunos topónimos, nombres de calles que reflejan fielmente su fisonomía: - Rasgos geográficos: Casas Altas, El Peñón, Salsipuedes. Ramblizo. Arrabal (desaparecido el nombre). - Gremiales: Jabonería y Carnicería. -Ciudades o hechos históricos destacables: Granada. Filipinas. Isabel la Católica, Tetuán. Algeciras. Cuevas del Poniente. Desde luego un rasgo importante a destacar de este barrio sería el silencio, frente al ajetreo y bullicio de las calles comerciales del Ensanche. TV. El paisaje urbano. Morfología del Casco Antiguo IV.1. Emplazamiento topográfico de los Barrios que componen el casco antiguo El barrio antiguo se encuentra ubicado en la ladera Norte del llamado "Cerro del Castillo", ocupando actualmente el caserío las curvas de nivel desde 580-660 metros. Se observa una perfecta adaptación de las viviendas a los desniveles topográficos así como al descenso de aguas a través de torrentes, hoy dia enmascarados por el asfalto. La sensación de ascenso y descenso hacia el barrio es un factor determinante en su personalidad intrincada. I V.3. La Construcción urbana. Entramado cerrado El entramado consiste en la forma de ordenarse y agruparse los edificios en el interior de la ciudad. Esta ordenación. ni es la misma en todas las partes de la ciudad, ni se ha efectuado siempre de igual modo, sino que ha ido evolucionando con el paso del tiempo, según las distintas tendencias urbanísticas. En el caso del conjunto que estudiamos encontramos un claro entramado cerrado: los edificios se sitúan unos junto a los otros de manera continua, se forman manzanas compactas aunque casi nunca de forma regular, dejando pequeños palios individuales interiores (7) . IV.2. El plano urbano. Entramado irregular Este recinto representa el llamado plano irregular o desordenado (4), cronológicamente es el más antiguo de la ciudad y por supuesto el primero en utilizarse. Recoge desde la fundación de la ciudad (5 ) hasta el S.XVI. El primer rasgo a destacar es la forma del viario, calles laberínticas, retorcidas que en ocasiones acaban en forma de fondo de saco, el nivel de lachada sufre fluctuaciones, " e s decir " las casas no se alinean el igual saliente, la alineación indefinida de una perspectiva continua queda rota. El ambiente de estas calles tiene un tono privado, hermético, existen calles en recodo que se vuelven sobre sí mismas, callejones sin salida que forman plazuelas con breves (6) ensanches como la plaza del Rincón. Bailén, etc. IV.3.1. Características de las viviendas y edificios Para realizar este apartado partimos básicamente de tres fuentes de información, aunque en la practica, sólo la última nos ayudará a obtener datos reales sobre el espacio estudiado, comparando el Casco antiguo con el resto de la ciudad: 1- El censo de viviendas y Catastro de Urbana ( Sólo refleja datos globales de la ciudad). 2- El Plan General de Ordenación Urbana. 82 sin distinguir los distinto barrios, aunque esta fuente no sirve para conocer características propias de la zona de estudio, los dalos globales nos ayudarán a comparar con el trabajo realizado a través de una encuesta, de esta forma obtendremos los siguientes resultados en cuanto a los distintos factores que distinguen a las viviendas (los datos serán presentados en %): 3- El trabajo de campo (Elaboración de una encuesta y comparación con el resto de la ciudad). El I.N.E. (8) en los distintos censos de vivienda realizados a través de varios años posee una de las mejores fuentes para conocer, tanto el volumen como las características de la vivienda, pero encontramos un gran problema: los datos que aparecen siempre son de forma global para todo el municipio, - Ocupación de las viviendas (viviendas habitadas) Yecla Barrio Antiguo Diferencia 84.33 71.20 13.13 Conclusiones: El barrio antiguo está menos habitado que el resto de la ciudad. - Superficie de las viviendas en m/2 Yecla Barrio Antiguo Diferencia Hasta 30 0.29 0.41 0.12 31-61 4.74 9.05 4.31 61-90 33.93 45.80 11.86 91-120 40.73 31.76 8.97 más de 120 20.31 13.04 7.27 Conclusiones: Las viviendas por lo general son de menores superficies en el barrio antiguo. - Antigüedad de viviendas Más de 50 años Entre 50-25 años Menos de 25 años Conclusiones: Es evidente que las Yecla Barrio Antiguo 17.43 51.78 22.03 37.5 60.54 10.72 viviendas tienen una construcción más Diferencia 34.35 15.48 49.82 antigua en el barrio antiguo. - Estado de conservación Yecla Barrio Antiguo Diferencia Ruinoso-malo 4.07 15.54 11.46 Con alguna deficiencia 9.09 37.60 28.51 Bueno 86.84 46.86 39.98 Conclusiones: Se presentan estados de deterioro más importantes en el barrio antiguo, la rehabilitación y renovación deben ser urgentes, ya que el estado de abandono está creciendo. - N° de habitaciones Yecla Barrio Antiguo Diferencia Hasta tres habitaciones 1.39 4.76 3.37 De 4-5 habitaciones 49.84 63.31 13.47 Más de 6 habitaciones 48.77 31.93 16.84 Conclusiones: Se aprecian diferencias significativas en las habitaciones del Barrio antiguo ya que existen menos y son más pequeñas. - Instalaciones: Agua luz gas canalizado teléfono baño calefacción Refrigeración (por cualquier medio) Yecla 99.97 99.66 3.74 69.66 97.75 97.57 5.54 Barrio Antiguo 98.43 97.12 0.15 18.25 85.70 71.13 0.3 Diferencia 1.54 2.54 3.59 51.41 12.05 26.44 5.24 Conclusiones: Los datos no son muy distantes en cuanto a necesidades básicas (Luz y agua), el grado de confort de las viviendas es muy diferente, por ejemplo calefacción a gas o agua (radiadores) es muy difícil encontrar en el barrio antiguo, sólo aparatos eléctricos así como el nivel de teléfonos es muy bajo. - Régimen de tenencia Yecla Propia y/o con pagos 86.41 Alquilada u otra forma 13.59 Conclusiones: Datos muy similares. Barrio Antiguo 89.33 10.67 83 Diferencia 2.92 2.92 - Grado de satisfacción de los vecinos Yecla Barrio Antiguo Diferencia (en relación a lugar de emplazamiento) Satisfechos 85.40 74.90 10.5 No satisfechos 14.60 25.10 10.5 Conclusiones: Las personas mayores del Barrio antiguo sienten mucho apego por el mismo y se encuentran contentos porque han vivido allí siempre, aunque todos, jóvenes y mayores se quejan de la falta de equipamientos de uso colectivo (sohre lodo sanitario: Farmacia, centro de Salud, etc.). En general están más descontentos que el resto de los ciudadanos. III.3.2. Volumen de construcción (En base al P.G.O.U. y trabajo de campo) incluso fijar precios por debajo de las 25.000 en C/ Bailen o Serratillas, el atractivo en esta zona es nulo, a destacar como excepción la C/Jumilla en donde los precios se elevan debido a la gran accesibilidad de esta calle con el ensanche a través de la C/ Santa Bárbara. El segundo corte realizado refleja una clara realidad: el crecimiento del suelo progresivo en la dirección S-N.amedida que abandonamos el barrio los precios se incrementan, partiendo de la C/ Isabel La Católica en donde nos situamos en las 20.000 ptas.. pasamos progresivamente por C/ Carnicería 45.000. C/ Concejal Sebastián Pérez. 75.000. C/ Corredera 85.000 y finalmente la C/ Hospital, integrada en el Ensanche en donde se sobrepasan las 100.000 m/2. Queda patente que en el conjunto urbano, la zona que estudiamos no tiene el atractivo suficiente para la adquisición de solares y realización de construcciones. - Densidad de edificación La densidad de edificación en comparación con el resto de la ciudad es baja, concretamente de 47 edificios por ha., aunque claro está habría que matizar dentro del casco antiguo en determinadas zonas, en donde esta media es distinta, por ejemplo en la Iglesia Vieja y alrededores, la media disminuye debido precisamente a este edificio singular y al espacio abierto en donde se instala el mercadillo semanal, por el contrario la zona de Transición (C/ Epifanio Ibáñez u Horma del Niño elevan el n° de edificios hasta casi 60 en base al intenso aprovechamiento del suelo en esta área). - Altura de los edificios Se trata de un aspecto destacado y palpable, el 97% de las viviendas en el barrio antiguo nunca supera la planta baja y una altura, la norma del PB+1 o sólo PB, incluso el Plan General vigente contempla esta realidad, salvaguardando el nivel de cornisa en PB+1. (Zona 3 del P.G.O.U.) Por el contrario el resto de la ciudad la edificación en altura es muy destacable, edificios de cuatro-cinco plantas son los más comunes, aunque también en épocas pasadas se hayan construido edificios de más de siete, con las consiguientes aberraciones urbanísticas que este hecho ha desencadenado en el paisaje urbano de la ciudad. V. Los Usos del suelo. El Equipamiento Comercial y Servicios en general. V. 1. Uso residencial Es el más destacado de la zona, el 95% aproximadamente del suelo utilizado en la zona está dedicado a este uso. a destacar sería la presencia de núcleos familiares muy pequeños normalmente de un miembro (viudo-a) o matrimonio. anecdóticamente destaca la presencia de varias familias gitanas que son las únicas familias numerosas de la zona. - Densidad de viv/ha edificada Como resultado de la escasa altura de las construcciones y del emplazamiento de las mismas la densidad de viviendas por ha. es baja, teniendo una media de unas 67 viv/ha. prácticamente cada edificio es una vivienda unifamiliar, lógicamente de cara al futuro no se preveen cambios relevantes. V.2. Uso industrial Es prácticamente inexistente, a destacar un pequeño taller de talla en madera que a penas ocupa 30 m/2. nunca ha sido esta zona lugar de atracción para instalar establecimientos industriales, la intrincada topografía dificulta el acceso. III.3.3. Precio del suelo (Trabajo de campo) Presentamos dos cortes longitudinales uno en la orientación E-W y el otro S-N, en primer lugar a destacar como factor común para todo el barrio es que por regla general los precios son más bajos que en el resto de la ciudad, aunque determinadas calles de forma puntual se encuentran prácticamente casi al mismo nivel que los solares más elevados de la ciudad. En el corte dirección E-W observamos como la calle Concejal Sebastián Pérez, es lugar de elevados precios, anchura de calle, proximidad al ayuntamiento y mercado central inciden directamente en elevar los precios del suelo por encima de las 70.000 ptas m/2 seguidamente el conjunto de callejuelas como La Rosa. Quevedo, Blas Ibáñez. Castillo, etc no logran nunca superar las 40.000 ptas m/2, sin lugar a dudas los precios más bajos de la ciudad, puntualmente podemos V.3. El equipamiento comercial. Deficiencias más graves. La contradicción es el aspecto más destacable. en los barrios de Iglesia Vieja y Casas Altas la presencia de establecimientos comerciales brilla por su ausencia; a destacar una panadería en C/ Filipinas y una tienda de comestibles en C/ Algeciras, por el contrario en la zona de transición desde este barrio antiguo al ensanche encontramos las calles más densificadas de la ciudad en cuanto a equipamientos comerciales, son por excelencia las calles más tradicionales de la ciudad; por ejemplo: C/ Niño Jesús. Hospital o Corredera, en donde la mayoría de edificios poseen en su planta baja algún establecimicto comercial, a destacar que la mayoría son de pequeñas dimensiones, superando muy pocas veces los 150 m/2. 84 cabinas telefónicas no existen, comercios de alimentación, se observa una clara dependencia de esta parte de la ciudad con respecto al ensanche que aglutina la mayoría de las funciones urbanas, los habitantes del Barrio se encuentran en una total desventaja en cosas tan básicas como comprar un medicamento, ir al banco o cortarse el pelo. También en el aspecto social las diferencias son palpables, la presencia de personas mayores frente a nuevos matrimonios. o de familias de bajas rentas diferencian esta parte de la ciudad respecto al resto. Se desprende como en los últimos años esta centralidad comercial de estas calles aunque continúa siendo la más importante de la ciudad no ha impedido el nacimiento en otras partes de la ciudad de comercios de todo tipo, a descatar el eje del Mercado de San Cayetano y C/ Esteban Díaz en pleno ensanche nacido a partir del S. XIX y sobre todo el S. XX, en donde debido a las buenas condiciones del viario y regularidad de manzana se están instalando a un gran ritmo establecimientos comerciales de dimensiones superiores. No obstante en el barrio que estudiamos se sitúa el mercado central de Abastos que junto al mercadillo de los Miércoles supone un gran tirón comercial para la zona ejerciendo gran centralidad respecto al casco urbano, existe cierta tendencia a la especialización localizacional de las funciones tendiendo a agruparse espacialmente, ya que dependen de unos mismos factores locacionales: ropa y calzados en C/ Niño-Hospital; bares alrededor de la Plaza Mayor, etc. VI. Propuestas de Actuación. Conclusiones. Una vez hemos conocido a través de los apartados anteriores, cual es la realidad de este barrio, aportaremos ideas para iniciar una recuperación sostenida y viable, será necesario abordar la problemática del abandono poblacional, la rehabilitación y renovación urbana, la falta de equipamientos colectivos, etc. La realidad del barrio está clara: existe un lento, pero progresivo abandono del barrio con el consiguiente deterioro urbanístico del mismo, por tanto en primer lugar se debe intentar que los que todavía viven no se vayan, y por otro lado el gran parque de viviendas no habitadas vuelva de nuevo a revitalizarse. No se trata de renovar urbanísticamente al barrio dotándolo de mayor accesibilidad, cosa prácticamente imposible por lo intrincado de la topografía, el camino de la rehabilitación debe ser el aplicado, hasta ahora sólo un porcentaje de viviendas muy bajas ha sido renovado, las ayudas e incentivos fiscales podría ser una buena solución, por ejemplo el entorno monumental de la Iglesia Vieja podría ser restaurado dando lugar a que ejerciera el lirón urbanístico que hoy día no posee, es curioso indicar como se están creando zonas de expansión urbana en lugares hasta hace poco tiempo de huerta y lo que siempre ha sido ciudad se está despoblando. existe pues un crecimiento despilfarrador del suelo. V.4. Servicios comunitarios en general: (Análisis) En cuanto a esta serie de establecimientos que tendrían un carácter: sociocultural, sanitario, administrativo, deportivo, escolar, etc. destacamos la misma tendencia que en el apartado anterior, en los barrios de Casas Altas e Iglesia Vieja a excepción del anfiteatro de la Iglesia Vieja que se suele utilizar como máximo un par de veces en verano para alguna representación teatral o concierto no existe ningún tipo de infraestructura, museos, salas de exposiciones, biblioteca, Universidad Popular, etc se ubican en el Ensanche . En cuanto a los aspectos sanitarios no existe ni tan siquiera un dispensario médico, los habitantes deben recorrer algunos más de 3 km para ir al Centro de Salud u Hospital ubicados ambos en el nuevo barrio del Sol, en la periferia de la ciudad., existe la promesa desde hace varios años de instalar un ambulatorio, pero según las perpectivas tampoco irá ubicado precisamente en esta zona. El espacio administrativo se ubica a modo de zoning alrededor de la Plaza Mayor en cuanto a las dependencias municipales, el resto como serían: Juzgado, Notaría, Registro de la Propiedad, despacho de profesiones liberales, asesorías o consultas médicas queda muy alejado de los barrios anteriormente señalados. En cuanto a instalaciones deportivas, la inauguración del Pabellón Herratillas cubre en buena parte el Barrio de Casas Altas, en la zona que estudiamos no existe ni un solo gimnasio privado. Respecto a centros de enseñanza a destacar la puesta en marcha a principio de los años 90 del Colegio "La Pedrera" que cubre perfectamente la enseñanza primaria para la zona, los centros de secundaria están alejados, a través de los distintos censos de alumnado observamos como este Colegio sufre un gran estancamiento en cuanto a la llegada de nuevos alumnos. A modo de resumen en cuanto a los Usos del Casco antiguo de Yecla, queremos destacar el aislamiento que padece la zona, más de carácter funcional y social que físico, aunque este último también es destacable por lo intrincado de la topografía y falta de accesibilidad a un entramado callejero de morfología irregular y grandes pendientes. El aislamiento funcional lo referimos a la falta de equipamientos existentes, por ejemplo algo tan sencillo como Tampoco fuera del aspecto residencial existe un uso del Barrio, como puede ocurrir en otras ciudades, por ejemplo en Alicante(9) el barrio antiguo asume una función de zona de ocio con la instalación de muchos pubs. en la zona de estudio apenas podemos destacar un par de ellos y se encuentran próximos a la transición con el Ensanche. El entorno del barrio antiguo a las faldas del Cerro del Castillo es uno de los lugares paisajísticamente hablando más bellos de la ciudad, sin caer en el romanticismo, creo que este aspecto no ha sabido contemplarse en el Plan General de Ordenación urbana actual, así como tampoco han existido iniciativas públicas de gran envergadura para revitalizar la zona, por ejemplo la creación del gran Parque del Castillo sólo ha quedado en la instalación del pequeño jardín de la Pedrera. no se ha realizado un cinturón de accesibilidad por la parle del Cerro que facilitara la entrada de tráfico rodado al Barrio, así como la posibilidad de realizar un gran paseo. Estéticamente el barrio esta completamente descuidado. algunos vecinos que han restaurado las lachadas han pasado de los materiales tradicionales como era el mortero de cal a utilizar el ladrillo visto o gres, el impacto ambiental ante la arquitectura tradicional existente es "horroroso", Las actuaciones que precisa el Casco Antiguo deben tener un carácter de urgencia para varios aspectos que desta- 85 to. esperemos que se pueda afianzar alguna iniciativa que tenga como resultado la potenciación del Casco Antiguo de la ciudad. En definitiva el aislamiento funcional y social que padece este barrio, así como la pérdida de sus electivos demográficos y el crecimiento del envejecimiento junto a la paralización en la rehabilitación del entramado urbano son los rasgos más destacados de este barrio que requiere una rápida actuación, aunque la recuperación del espacio no es un hecho irreversible puede de seguir así convertirse en algunos aspectos en poco reversible. Determinadas partes de la ciudad se encuentran sino muertas, prácticamente agonizantes, deseamos que con una mayor voluntad política y mental ización de los vecinos este barrio tan entrañable para la idiosincrasia de los yeclanos pueda volver de nuevo a recuperarse curemos seguidamente, aunque también debe cubrir otras actuaciones con un carácter más a largo plazo. 1o Remodelación de infraestructuras urbanas: asfaltado o empedrado según su caso. 2o Dotación de mayores espacios de ocio y de servicios mínimos como: jardines, Hogar del pensionista, consultorio médico, guarderías, biblioteca, etc. 3o Revisión de la normativa urbanística para la zona, promoviendo la rehabilitación o renovación urbana según el caso mediante incentivos fiscales ( Licencias de obras, asesoramiento técnico, etc.). 4o Plantear la posibilidad de tener exenciones fiscales para los comerciantes que se pudieran ubicar dentro de la zona. 5o Se podría crear un Plan de revitalización del Casco Antiguo en el cual bajo la dirección del Ayuntamiento se recogieran propuestas de los distintos colectivos de la ciudad. así como una Asociación de Amigos del Casco Antiguo, en otras ciudades próximas funcionan bastante bien. También seria muy importante implicar a las entidades de crédito (Cajas de Ahorros o empresas privadas) para que pudieran subvencionar algunos proyectos, por ejemplo de cara a la rehabilitación de algunos edificios que amenazan ruina, ej. Ermita de Santa Bárbara. 6o Esta claro que la forma irregular de las parcelas y su pequeño tamaño obstaculizan el empleo de técnicas industrializadas de construcción y reducen la rentabilidad de la edificación (10), este problema debería ser subsanado con fórmulas que necesariamente deben venir de la administración pública, ya que la iniciativa privada no está dispuesta a ganar menos, cuando lo puede hacer más en otras áreas de la ciudad " ", por tanto la compra de edificios para dotarlos de otros servicios también podría ser una buena iniciativa pública sobre todo comparando los bajos precios de la zona en relación a otras partes de la ciudad. La iniciativa pública por parte del gobierno autonómico en la construcción de viviendas brilla por su ausencia, en los últimos años se han construido más de 100 viviendas de protección pública, ninguna de ellas se ubica en el Barrio que estudiamos. 7o Vivir en el Barrio Antiguo en la actualidad no queda "muy bien socialmenle" existe cierto aspecto connotativo. de comparar a los habitantes de la zona como los más incultos y de peores rentas, no queda precisamente muy prestigioso decir "Vivo en el Barrio de Casas Altas", aparece un sentimiento de marginalidad por parte de un amplio sector de la población. Esta realidad actual tiene a mi juicio un gran obstáculo que salvar, mentalizar a los ciudadanos de que este espacio de la ciudad les ofrece la tranquilidad que buscan y que puede ser dolado de las deficiencias que actualmente soporta es un proyecto a largo plazo. Observando el actual proyecto Leader II para la zona se ha elaborado un programa de actuación basado en nueve puntos, de los cuales tímidamente dos de ellos pueden hacer referencia al tema que tratamos: Punto 3. Ayudas a la Inversión empresarial en el sector turístico. Punto 4. Ayudas a la Inversión en Establecimientos comerciales Todavía este programa se encuentra en fase de proyec- VIL NOTAS (1) Elias García. M.P. " El municipio de Yecla. Estudio físico y demográfico. Tesis de Licenciatura inédita: Departamento de Geografía de la Universidad de Murcia. 1960. (2) Chueca Goitia. F. Breve historia del urbanismo. Alianza Editorial. Madrid 1982. (3) Bel Adell, C. Datos Básicos para el estudio de la población en la Región de Murcia. Departamento de Geografía de la Universidad de Murcia, 1985. (4) Cárter; H. El estudio de geografía urbana IEAL. Madrid. 1971. (5) Ortuño Palao.M. Las calles de Yecla. Excmo. Ayuntamiento. Yecla 1982. (6) Chueca Goitia, F.La destrucción del Legado urbanístico en España. Ed.Espasa-Calpe. Madrid 1977. (7) Zárate Martin. A. El espacio interior de la ciudad. Ed. Síntesis. Madrid 1991. (8) Instituto Nacional de Estadística. Resumen de datos sobre diversos censos de Vivienda. (9) Atlas Sociodemográfico de la Ciudad de Alicante. Dpto. de Geografía de la Universidad de Alicante en colaboración con el Ayuntamiento y Diputación. 1987. (10) Zárate Martín. A. y Vázquez González. A. El Casco histórico de Toledo. ¿Un espacio urbano vivo? Ed. Zocodover Toledo 1983. (11) Zárate Martin. A. "Teoría y practica de la rehabilitación en España". Boletín de la Real Sociedad Geográfica, tomo CXXVIII. 1992. pp. 321-359. VIII. BIBLIOGRAFIA VIII. 1.Bibliografía general. Andrés Sarasa. J.L. "Estructura urbana de Murcia" Academia Alfonso X "El sabio" n° 97. Murcia 1988. Bailly. A.S. "La percepción del espacio urbano" IEAL. Madrid. 1979. Carter: H. "El estudio de geografía urbana" IEAL. Madrid. 1971. Chueca Goitia. F. "Breve historia del urbanismo" Alianza Editorial. Madrid 1982. Chueca Goitia. F. La destrucción del Legado urbanístico en España. Ed.Espasa-Calpe. Madrid 1977. 86 Antiguo. 4. Distrito Censales que configuran el conjunto. 5. Habitantes en cada distrito censal por sexos. 6. Curvas de nivel o topografía del barrio. 7. Edificación de alturas. 8. El Valor del Suelo. Cortes transversales. 9. El Valor del Suelo. Corles transversales de Este-Oeste. 10. El Valor del Suelo. Cortes transversales de Norte-Sur. 1 1. Mapa de usos del suelo predominantes. 12. Mapa de localización según profesiones liberales. 13. Mapa de localización según actividad comercial. George. P. Geografía urbana Ed. Ariel; Barcelona 1969. Jackson. J.N. "La información y la planificación territorial y urbana" Ed. Labor, Barcelona, 1978. Paherai, Ph y otros "Elementos de análisis urbano" IEAL, Madrid 1983. Zárate Martín. A. El mosaico urbano. Ed. Cincel n° 13. Madrid. 1986. Zárate Martín. A. El espacio interior de la ciudad. Ed. Síntesis. Madrid 1991. Zárate Martín, A. Lectura e interpretación de la ciudad. UNED. Madrid 1993. Zarate Martín. A. Teoría y práctica de la rehabilitación en España". Boletín de la Real Sociedad Geográfica, tomo CXXVIII. 1992, pp. 321-359. Zárate Martín, A. y Vázquez González. A. El Casco histórico de Toledo. ¿Un espacio urbano vivo? Ed . Zocodover Toledo 1983. Comentario de Fotografías. VIII. 2. Bibliografía Local Cortina. J y Gris. J. La industria del mueble en Yecla. Ed. Regional de Murcia. 1982. Elias García. M.P. "El municipio de Yecla. Estudio físico y demográfico. Tesis de Licenciatura inédita: Departamento de Geografía de la Universidad de Murcia, 1960. López Serrano. A. Yecla: Una Villa del Señorío de Villena. S.XIII-XVI. Tesis Doctoral publicada por el Ayuntamiento de Yecla y Academia Alfonso X "El Sabio". 1997. Morales Gil. A. El altiplano de Jumilla-Yecla. Dpto. de Geografía de la Universidad de Murcia. 1972. Ortuño Palao. M. Las calles de Yecla. Excmo. Ayuntamiento. Yecla 1982. Palao Poveda. C. " Análisis de Yecla como núcleo industrial" Anales de Filosofía y Letras de la Universidad de Murcia n° XIX. Curso 1960-61. Soriano Torregrosa. F. Historia de Yecla. Ed. Domenech, 2a edición. Yecla 1972. Foto n" I Vista general de "léela desde el "Cerro del Castillo", en primer término el Barrio Antiguo, la altura en la edificación y morfología del viario lo diferencia del resto del conjunto urbano. Fl casco antiguo queda ubicado alrededor de las laderas del Cerro adaptándose perfectamente a la topografía existente. VIII. 3. CARTOGRAFÍA P.G.O.U. del año 1972. P.G.O.U del año 1984. I.G.M.E.. Hoja 845(27-33) Escala I: 50.000. Año 1981. Consejería de Política Territorial y Obras Públicas. Mapas a I: 10.000 y 1:25.000. Año 1992. Y vuelo a 1:5000 en año 1986 VIII. 4. OTRAS FUENTES Archivo Histórico Municipal de Yecla. Sección Obras y Urbanismo. Legajos 508-571. Excmo. Ayuntamiento de Yecla (Desde aquí mi sincero agradecimiento a los Servicios Técnicos del Ayuntamiento, especialmente a D. Antonio Puche Martínez). Guía callejero Oficial de Yecla. INDICE DE FIGURAS Foto nº 2 Vista general de la ciudad desde el "Paso de la Bandera, la gran compacidad del caserío, agolpándose los edificios dejan pocos espacios de ocio. Al fondo la Vega delimita perfectamente el espacio urbano del agrícola. aunque cada vez este espacio se está rururbanizando más. convirtiéndose en lugar de residencia de veraneo sin ningun atractivo agrario. 1. Evolución urbana de Yecla. desde el S.XIII-XX. 2. Localización del Barrio Antiguo en el entramado urbano. 3. Imagen perceptiva de la división por Barrios del Casco 87 Foto nº 6. Vista General de la C/ Puerto Rico, debido a la estrechez del viario se prohibe el aparcamiento de vehículos en toda la calle. Foto n° 3. Confluencia de varias calles entorno a la Plaza de la Asunción (C/ Carnicería. Granada e Isabel la Católica), nos dan idea de lo intrincado del Callejero, estamos ante un plano irregular en donde no se guarda la misma alineación sobre el vial. Foto nº4. Los entrantes y salientes de las casas (en este caso C/ Filipinas), la estrechez de estas calles presentan un aspecto laberíntico dificultando enormemente el acceso de vehículos, se forma un ambiente hermético, apacible. en donde parece que la vida se detiene o por lo menos fluye a lento ritmo. Foto n"7. Ejemplo del estado de algunas casas, el tipo de material empleado (mampostería irregular de piedra, revocado con yeso -arena y enlucida con cal hidráulica) son originarios de la zona, se observa su estado de ruina inminente. Foto n°5. C/ San Bartolomé y San Felipe: el callejero se adapta perfectamente a la topografía desnivelada del Barrio, destaca el alineamiento de cornisas. Foto n°8. Casa en fase de rehabilitación, ejemplos como éste son raras excepciones en la zona. 88 Foto nº 9. Vista de la archiconocida C/ Iglesia, en donde se yergue el arco de los Reyes Católicos levantado en 1488 con motivo de la visita de tales monarcas a la villa de Yecla. se trata de un lugar de paso y acceso al Casco Antiguo. Foto n° 11. La "Iglesia Vieja" edificada a finales del S.XV constituyó durante muchos siglos el punto central y neurálgico de la ciudad, en la actualidad no pasa de ser un Monumento Nacional, mal restaurado por su excesivo hormigonamiento e infrautilizado. La rehabilitación del entorno monumental de la zona podría ayudar a recuperar parte de su peso específico perdido en el conjunto urbano. es un hito en la recuperación del Casco. Foto nº 10. Casas Consistoriales en plena zona de transición entre el Barrio Antiguo y el Ensanche del S. XVIII-XIX. se trata de un espacio muy concurrido, sería necesario recuperar parte de la monumentalidad perdida por construcciones realizadas en los décadas de los 60-70 que rompen la armonía de conjunto. 89 Fig. 1. Evolución urbana de Yecla desde la Edad Media a nuestros dias. 90 Fig. 2. Localización del Barrio Antiguo en el Casco urbano de Yecla. 91 Fig. 3. Imagen perceptiva de la división por áreas del Barrio Antiguo. fig. 4. Distritos censales que configuran el Barrio Antiguo. 92 Fig. 5. Número de habitantes por distritos censales y por sexo en el Barrio Antiguo. Fig. 6. Estudio de Topografía. Curvas de Nivel en el Barrio Antiguo. 93 Fig. 7. Detalle de la edificación en alturas en un sector del Barrio Antiguo 94 Fig. 8. Cortes transversales Valoración del suelo urbano, Fig. 9. Corte transversal E-W de valores del suelo en barrio antiguo (en ptas./m2) 95 Fig. 10. Corte transversal S-N de valores del suelo en barrio antiguo (en ptas./m2) Fig. 11. Usos del suelo predominantes en el Barrio Antiguo 96 Fig. 12. Usos del suelo según profesiones liberales en el Barrio Antiguo. Fig. 13. Usos del suelo según actividad comercial en el Barrio Antiguo. 97 ETNOGRAFÍA LOS AUROROS DE YECLA Salvador Martínez García Debemos reflexionar profundamente sobre estas y otras cosas relacionadas con la música popular y las costumbres, para tomar conciencia de nuestra identidad y la realidad que la amenaza. A MODO DE INTRODUCCIÓN.Con un pasado glorioso, la aurora vive momentos difíciles en la actualidad, la no incorporación de elementos jóvenes que porten el ritual, no asegura la supervivencia de las hermandades con el peligro que esto conlleva para el patrimonio cultural del que son custodios. Los tiempos que corren hacen difícil, casi imposible, la integración de savia nueva en los grupos de auroras, la ausencia de religiosidad en la sociedad actual, más laica, y con otras necesidades, aleja de forma implacable a ambos mundos. Un axioma, define con exactitud la situación actual de la aurora en todos aquel los sitios donde se practica, siendo este una de las premisas fundamentales de la Etnomusicología: "En la música se refleja la sociedad que la creó" y la sociedad actual, desgraciadamente, está de espaldas a esta manifestación popular. ¿Debemos y podemos conformarnos? En conciencia, no. tenemos que hacer un esfuerzo para que este legado mantenido con celo de forma encomiable, por unas personas excepcionales, no desaparezca. Es probable que para esto haya que adaptar algunas cosas, siendo necesario que se mantenga algún punto de contacto, porque, con seguridad, y al igual que ha pasado con otras hermandades, más tarde o más temprano, morirá, perdiéndose de nuevo, como con otros muchos ámbitos de la cultura popular, un poco más de nosotros. ESBOZO HISTÓRICO.Estas son algunas de las cosas, que en una larga entrevista realizada durante el mes de septiembre de 1997. me contaron los auroras de Yecla, dirigidos por D. Argimiro Azorín, Hermano Mayor de la Hermandad. Los auroros de Yecla, al igual que otras muchas hermandades y cofradías de advocación Mariana, al servicio de la Virgen de la Aurora, comienzan su andadura entre los siglos XVII y XVIII; y si bien, en muchos casos no quedan testimonios del inicio de la actividad de estas, en Yccla. el nacimiento de la hermandad queda bien documentado por un memorable acontecimiento ocurrido en el año 1752 con la entrada de la Virgen de la Aurora, en la ciudad el 28 de enero de ese año a las cinco de la tarde, con grandes fiestas y agasajos. Ya en este siglo, en el año 1956, un fuego destruyó la imagen dejando intacta solamente la cara de la misma, siendo reconstruida posteriormente en la que es hoy. A principios de este siglo eran más de un centenar los auroros que componían la hermandad, pasando actualmente. con la inclusión de algunas mujeres (cosa que ha sucedido en otras campanas y que les ha permitido sobrevivir hasta hoy día) a casi la veintena, quedando en total en estos tiempos. once hombres, cuatro de ellos entonadores y siete mujeres. La actual hermandad es heredera, en todo, de la cofradía original fundada en el siglo XVIII. no conociéndose ni quedando reflejado en las actas que se conservan de este siglo, hasta el año 1952, que hubiera otras Hermandades o se hubiera producido alguna escisión por algún u otro motivo. La actividad habitual de los auroros, aunque más restringida hoy, consistía en las tradicionales "despiertas", que efectuaban todas las madrugadas de fiestas y domingos del año. Estas despiertas ocurrían por igual en todas las hermandades de auroros. Primeramente, se reunían a la puerta de la iglesia, alrededor de las cinco de la mañana y tras el "Ave María" se entonaba la primera Salve para después, acompañados por un farol y loque de campana, marchar por las calles elegidas para el recorrido, deteniéndose frente a cada domicilio. sobre todo de cofrades, para entonar alguna salve. Terminado Este preámbulo refleja una realidad para el estudioso, el entendido o el aficionado, la aurora necesita de apoyo institucional sin condiciones, el nuevo auroro debe de sentir que su actividad obtiene una respuesta, debe mostrar lo que sabe y debe enseñarlo, transmitirlo a pesar de que las costumbres han cambiado, dejándolo fuera de juego, y gran parte de las cosas que formaban el corpus de su actividad, no se realizan hoy día. ni de la misma forma, ni en los mismos lugares o simplemente no se realizan. A todas luces se hace necesario que las personas encargadas de los ámbitos culturales se sensibilicen para ofrecer al auroro la posibilidad de actuar y cantar en los sitios más diversos, desde campañas de educación para escolares a conciertos en toda la extensión de la palabra; la posibilidad de que. sin trabas, puedan ofrecer en su entorno y contexto el tipo de actividad tradicional de la aurora, Despiertas. Misas de Gozo... o de que puedan integrarse en la actividad habitual de las Casas de Cultura, de sus zonas, para ensayar o enseñar la aurora. 101 distintas épocas que nos ayudarían, de forma precisa, a obtener una clara visión del fenómeno sonoro de los auroras. Diversas teorías, apuntan a que los auroras tienen un pasado más antiguo que las fechas que tenemos como del inicio de su actividad. No podemos olvidar, que siendo un rilo al servicio de la religiosidad (el auroro reza cantando), haya puntos de conexión, muy fuertes, con la historia y la evolución del canto culto de la iglesia cristiana, así, si bien no conocemos el origen ni el autor de los cantos de la aurora, si podemos afirmar, que de cualquier forma, sea porque fueron aprendidos del culto o porque las inventó alguien, al pasar a la devoción popular, durante siglos, han adoptado las formas y maneras de la música popular, teniendo una evolución distinta a la que hubieran tenido por otro camino, convirtiéndose de este modo en "una música peculiar, de ámbito popular, con las características propias del folklore de su zona, con la particularidad de servir a la fe y a la religiosidad y por lo tanto con elementos heredados de la musica culta religiosa de la que asimila todos sus avances y descubrimientos en materia musical". Con esta definición, es posible englobar la mayor parle del fenómeno auroro en nuestro país. el recorrido se llegaba a la iglesia para celebrar la "Misa de Alba". Actualmente en Yecla. dado ya el poco número de hermanos cantores y de "tarja", hace más de 25 años que ya no se realizan de forma regular estas despiertas. Otra costumbre, que se conserva y muy sacrificada. como mencionan los propios Auroras, es la del "Cuadro de la Virgen", el cual recorre las casas del pueblo durante todo el año, permaneciendo una semana en cada una de ellas, durante la cual, y en esta casa se reúnen los auroras, por las noches, a cantary re/arel Rosario, para posteriormente, el domingo, tras un pequeño convite, consistente en "pastas" típicas, cambiar de domicilio. Por desgracia esta actividad dejó de realizarse en el año 1980. Eran dos los cuadros que se utilizaban para este menester, el más joven de ellos con fecha de 1907 fue el último que desfiló; el otro, que se encuentra en la iglesia de Santa Bárbara para el culto, dala de 1856. por lo que con seguridad, la costumbre del "cuadro" no puede ser anterior a esta lecha. Otra actividad de la hermandad era la de celebrar "Rosarios de la Aurora", en fiestas Marianas señaladas. recomiendo las calles con la imagen de la Virgen. Las fechas tradicionales de estos Rosarios eran, el 28 de enero o el domingo siguiente, que es la fiesta de aniversario, el 25 de marzo (la Anunciación). el viernes de Dolores, el 15 de agosto (la Asunción de la Virgen), el 8 de septiembre (la Nati viciad de la Virgen) y el primer domingo de Octubre (la Virgen del Rosario). Estos tres últimos y el aniversario son los únicos Rosarios que se siguen celebrando en la actualidad. Después de un detallado y concienzudo análisis de la música de los auroras de Yecla. se puede afirmar, que no revisten grandes diferencias estilísticas con otras hermandades de la región de Murcia, salvo las particularidades propias de esta zona. El rasgo esencial de la música aurora es el canto antifonario, en Yecla. el tipo de Antífona utilizada, es la responsorial, donde un solista alterna con el coro. Es este, un rasgo diferenciador y significativo con respecto a los auroras de la huerta de Murcia, es difícil dar una explicación en un solo sentido de esta peculiaridad, posiblemente la ubicación geográfica de Yecla, como tierra de encrucijada, lindante con varias provincias, pueda ser la causa, pero también, ésta pueda estar, en la reducción del número de cantores que a lo largo de la historia ha obligado a adaptarse a la aurora en cada momento a una nueva situación. Por último, para terminar esta breve biografía, es de resaltar el ímprobo esfuerzo que hacen estos hombres y mujeres para mantener una tradición a duras penas, solamente con una pequeña ayuda por parte del ayuntamiento, que a mi entender y después de haber visto desaparecer algunas Hermandades en años de estudio de la aurora en nuestro país, me parece excesivamente corla, más cercana a la limosna que a la noble causa que sirve. Además de la colaboración, según me cuentan, de algunas entidades privadas del pueblo, iniciativa que es digna merecedora de todo elogio. El elemento formal de todas las salves es su carácter estrófico, rasgo propio de la música popular europea, donde las frases musicales, supeditadas al texto, se repiten de forma continuada con cada nueva estrofa. El ritmo, es isométrico. responde a una métrica en la que es perceptible una regularidad. El entonador din-ante la ejecución de sus pasajes a sólo, utiliza una especie de ritmo libre, marcado por las respiraciones, que en la transcripción de las partituras aparece con un calderón sobre las notas. Para el acompañamiento utilizan la campana, al igual que todos los grupos auroras, aunque en Yecla se usan unas campanillas pequeñas, siendo de resaltar en su utilización y forma de tocar su coincidencia rítmica con las unidades métricas de la canción. Su papel es el de avisar y servir tic referencia para comenzar, terminar, respirar o alargar una nota o grupo de ellas. Es utilizada, en los pasajes rítmicos con una figura característica en toda la aurora regional (corchea con puntillo y semicorchea), en los calderones realiza repiquetees que marcan la longitud de éstos, y en las notas largas acentuados, apoya con un golpe sobre ellas. Es de destacar que las campanillas, que no se utilizan en todos los cantos, son de difícil ejecución por lo que son portadas por el guía o entonador. ... DE LA MÚSICA.Para un oyente acostumbrado a la música occidental, la sonoridad particular de la música de los auroros. puede resultar extraña, incluso, para investigadores expertos, desentrañar y dar una explicación a este fenómeno suele suponer, la mayoría de las veces, un reto de gran dificultad. Como meros oyentes, tendríamos que preguntarnos cuestiones como ¿Qué hace tan particular esta música? ¿Dónde la han aprendido y quien la ha enseñado? ¿Tiene autor conocido? ¿Por qué se canta? Y un largo etcétera de preguntas que con seguridad ayudarían a entender el proceso por el cual esto es así y no de otra manera. Sin embargo, un oído atento, podría formular otras cuestiones más al fondo de la cuestión, que atañen a la música y al hecho sonoro en si. que darían respuestas correctas a preguntas como ¿Cuántas voces participan? ¿Cómo se distribuyen estas voces? ¿Hay algún tipo de simultaneidad armónica? ¿Cómo se produce la melodía y que rasgos tiene? ¿El tipo de ritmo y acompañamiento? ¿La dependencia del texto? ¿La articulación y el estilo del canto? Y un largo etcétera en el que podríamos encontrar vestigios de La melodía de la aurora de Yecla se desenvuelve con 102 Fluidez en el ámbito diatónico de los modos eclesiásticos de la misma manera que las Formas folklóricas europeas. En la ejecución, sin embargo, se hacen muy evidentes, ligeras desviaciones de tono, producidas por los cantores de forma natural, que dan movilidad a los pasajes corales y un aspecto general de relajación continuo con repetidos glisandos por grados conjuntos. Predominan los intervalos de segunda. seguidos por la tercera menor, siendo este un rasgo característico también de otras auroras. Melódicamente hay baslante contraste entre las partes del solista, rítmicamente más variadas y con figuras más breves y las partes del coro, muy característico en esta aurora, con poco movimiento melódico y largas notas acentuadas. El ámbito de los intervalos usados en estas salves es pequeño, las melodías se desenvuelven cómodamente por movimientos conjuntos para abordar los límites superior e inferior, no alcanzando casi nunca distancias superiores al intervalo de sexta. con gran esfuerzo, sobre este fenómeno musical en nuestra región, donde puede ampliar la información que no se encuentra en este trabajo relativa a generalidades sobre, la historia o la música de los Auroros. de lo que es con todo derecho partícipe, Yecla. Agradecer a Juana Martínez Yago, su enorme ayuda prestada, impulsando, alentando y organizando el encuentro con los auroros para poder realizar este ensayo. Su trabajo, disponibilidad, colaboración y eficacia son merecedoras de mi más sincera gratitud. Extender también este agradecimiento a los auroros de Yecla. quien de forma desinteresada han hecho fácil y amena la comunicación, resaltando su gran profesionalidad y felicitarles por la enorme y altruista labor que realizan custodiando y mimando un legado único: su aurora, la aurora de Yecla. Aunque con ausencia de polifonía, en las salves de Yecla. es posible deducir, a partir de la melodía, armonía y cadencias tonales, rasgo característico de un último sustrato. añadido a estas músicas durante el siglo XVIII y presente en otros estilos folklóricos de nuestro país. Antiguamente, eran dos los entonadores que hacían la linea solista, uno por alto y otro por bajo, pero al perderse esta costumbre acabó también así el único resquicio de simultaneidad sonora. El estilo de canto no es forzado, desgranándose este de forma Huida y suave, resaltando, la acentuación de las notas fuertes del compás y una enorme profusión de glisandos, portamentos y notas de adorno, ejecutadas con precisión de manera sistemática, con figurando el color tonal que le confiere su peculiaridad. El número de salves, en cuanto a músicas diferentes, que se conservan es de 9, divididas en: gozos, salves y coplas, además de villancicos en tiempo de Navidad, éstos interpretados con acompañamiento de instrumentos. Actualmente se tiene conciencia de una música más que se ha perdido al haberla olvidado los entonadores. Los ciclos en los que se dividen para cantar son los propios de la aurora: Ordinario, donde se le canta a los Santos más populares, Pasión, Navidad y Difuntos, en este último existe una copla llamada "El reloj de los difuntos" donde se va cantando a las diversas horas que van pasando. Otro estilo que se puede cantar en cada momento del año, es el utilizado para los enfermos, entonándose para este menester solamente dos coplas cortas. Los gozos, y salves, suelen ser largos con estribillo, teniendo versos octosílabos y las coplas, sin embargo, tienen textos de siete versos y uno que se repite con número desigual de sílabas. La temática, es la propia de la aurora: Veneración Mariana, Santos, Pasión del Señor. Difuntos. Ánimas y Enfermos. En conclusión, la aurora de Yecla entronca sin dificultad con la tradición musical del Mediterráneo y que rasgos particulares la hacen única dentro de la diversa unidad de todas las auroras. A continuación se acompaña una transcripción de todas las músicas de la Aurora de Yecla, donde es posible observar lo explicado con anterioridad. Para profundizar en este tema, remitimos al lector a algunos buenos libros, editados BIBLIOGRAFÍA BÁSICA SOBRE LA AURORA EN MURCIA."Grupos para el ritual festivo". Varios Autores. 1987. Editora Regional Murciana. "Los Auroros en la Región de Murcia". Varios Autores. 1993. Editora regional Murciana. "Los Auroros de la huerta de Murcia". Salvador Martínez García. 1994. Publicaciones Trenti. Murcia. 103 Gozos históricos de la Virgen de la Aurora Auroros de Yecla 104 Salve de Difuntos Auroros de Yecla 105 Coplas a la Virgen del Carmen Auroros de Yecla 106 Canto de Pasión Auroros de Yecla 107 La Pureza Auroros de Yecla 108 Salve a la Purísima Concepción Auroros de Yecla 109 Bendita sea tu Pureza Auroros de Yecla 110 Villancico Auroros de Yecla 111 Coplas a la Virgen de la Aurora Auroros de Yecla 112 BAILES TRADICIONALES EN LA COMARCA DEL ALTIPLANO (JUMILLA-YECLA) Emiliano Hernández Carrión Pero dentro de las pocas danzas que nos han quedado, hemos podido recuperar algunas, que consideramos de una larga tradición, a pesar de no conocer su evolución ni las posibles transformaciones que han sufrido. Comenzamos con una de las más antiguas INTRODUCCIÓN Es indudable que desde tiempo inmemorial han existido danzas de tipo ritual en toda la Comarca del Altiplano, aunque solamente fuesen por asimilación de otras bailadas en las proximidades, y que han quedado reflejadas en las pinturas rupestres de los alrededores (Los Grajos; Cieza y Cueva de la Vieja; Alpera) Los escritores clásicos cuando hablan de los pueblos de la Península Ibérica, mencionan la gran afición de estos a la danza, por lo general de tipo ritual y con un marcado carácter religioso. La arqueología de época ibérica (y son varios los autores que coinciden en esta interpretación) demuestra que existían tipos de danzas en honor a las divinidades del panteón ibérico. Prueba de ello son: el vaso de los danzantes de la Alcudia de Elche, o el vaso de Liria llamado de "la sardana", o el pínax hallado en la Serreta de Alcoy, donde además se representa una mujer locando la doble flauta, en torno a una dama entronizada, con dos niños en sus brazos, y como no mencionar el friso de piedra caliza, hallado en Jaén, y que se conoce como el de la "Danza Bastetana". En todos los casos se han interpretado como danzas. Estas por lo general se desarrollaban en el interior de los templos, o en las procesiones que se celebraban en honor a sus divinidades; costumbre que perduró en España, hasta las prohibiciones de Carlos III. Pero el tema de las prohibiciones de las danzas y bailes, no es nuevo ni exclusivo del Rey Ilustrado, pues en el III Concilio de Toledo (589) el canon 23 prohibe ya las danzas dentro de iglesias y cementerios, y el Papa Zacarías en el 744 vuelve a prohibir los bailes en el interior de las iglesias, prácticas muy extendidas en la época. Por todo esto no nos debe extrañar que en nuestra Comarca queden tan pocas danzas anteriores al siglo XVIII. pues como veremos los gobernantes locales eran fieles cumplidores de las prohibiciones. Por otro lado, si como afirma Aurelio Capmany (1944. p. 180) las procesiones de Semana Santa tienen su origen en las danzas ambulatorias, en las que el pueblo y el clero hacían un cortejo solemne, en el que se mezclaba lo religioso y lo profano. En una Comarca como esta, en la que la Semana Santa cuenta con una larga tradición y un arraigo popular que no tienen otras fiestas, podemos asegurar que en el Altiplano hubo danzas rituales desde tiempo prehistóricos. LAS ENREDAS Es un baile de los denominados de ritual, típico de Jumilla y considerado como el más antiguo de todos los que se ejecutan en la Comarca. Lo bailan dos parejas en un compás de tres por cuatro, con un ritmo lento y sostenido. Se puede encuadrar dentro de la familia de las seguidillas. En la obra '"Jumilla en sus tradiciones". Guardiola Tomás (1971, p. 78) dice que Las Enredás era el "insustituible complemento de bodas o bautizos, de cumpleaños y de festividades solemnes". Lo que demuestra que era un baile muy arraigado y conocido en la zona. Olivares Bernal (1960, pp. 5 - 16) le atribuye un origen ibérico, y lo interpreta como una danza de reconciliación entre dos clanes que estuvieron a punto de enfrentarse y saldaron la disputa con la creación de esta danza. Todo esto lo dice basándose en la simpleza de los movimientos, en la posición de partida de las parejas, en el hecho de iniciar el baile los hombres, dándose la mano y cambiando de posición para mezclarse con la pareja contraria, lo que enlaza, aunque el autor no lo especifique, con lo escrito por Estrabón sobre las danzas Bastetanas (CARO BAROJA 1992. p. 246). Olivares hace todo un alarde de ingenio entre los pasos y posiciones del baile, así como de la simbología del origen del mismo, alegando que su creación fue exclusiva para celebrar dicha reconciliación de los clanes. También argumenta el mismo autor otros detalles, como el que no se sustituyan las parejas hasta que termine el baile, o la continua disposición de los danzantes entre el cuadrado y el triángulo, en clara alusión al compás de tres por cuatro de la música. Aunque la letra en los momentos actuales no es significativa, a pesar de ser de tema jumillano, si demuestra el amor del hombre por su tierra. Cuando se recuperó a finales de los años cuarenta, por la Sección Femenina de Jumilla, se incluyó en su música el repiqueteo de las castañuelas, que no lo tenía el baile antes, lo que se conoce por testimonios escritos de finales del siglo pasado; en los momentos actuales se vuelve 113 Se baila en corro o en dos filas paralelas situadas frente a frente, con una persona en el centro, que es la que mantiene la atención del baile y la encargada de invitar a bailar al resto de los danzantes, mientras estos hacen palmas y cantan la canción. Luna Samperio (1997) lo recogió en 1974. como tradición oral en Molinicos (Albacete), a una mujer de 78 años. Es curioso, en este sentido, que siendo en la actualidad, como ya hemos apuntado, un baile infantil, cuando el poeta andaluz Muñoz San Román le escribe al folklorista Martínez Torner y le describe este baile, le dice que se canta por Navidad solamente, y en las fiestas de personas mayores. a bailar sin castañuelas. García Soriano (1980) dice que es un "baile popular en el que bailan dos parejas entrecruzándose en las mudanzas". continúa diciendo que se denomina así por el intento que hace la mujer de enredar al hombre durante el baile. Respecto al paso del baile, Morote Magán (1993. p. 136) opina que es el de una jota murciana, con un estribillo de los denominados "Paso de matalaraña". Consideramos que este baile, si no tiene una antigüedad tan lejana como se le atribuye, si es uno de los más antiguos de los que se conservan en la Comarca, pues además de tener una letra que se aparta del general de los temas cantados por la zona, tiene una mezcla que no se define claramente, dentro de ninguna de las grandes familias de los bailes, aunque nos inclinamos por la seguidilla. FANDANGO DEL VINO Este baile fue recuperado por D a . Juana Martínez Yago. dentro de la Escuela Municipal de Artes y Costumbres Populares "Arabí" de Yecla (hoy desaparecida). Esta danza se bailaba en las bodas, y en ella los danzantes eran los novios. que entre baile y aplausos, la novia depositaba un vaso de vino sobre su cabeza y el novio bebía de él. González Castaño (1992. pp. 301 - 302) lo encuadra dentro de las danzas rituales, aunque reconoce que se llega a bailar fuera del contexto de la boda. La recuperadora 1 dice que es un fandango, que con el tiempo se ha relentizado. Por los movimientos y la forma de ejecutarlo, se puede fechar en el siglo XVIII. LA CARRASQUILLA O CARRASQUILLAS Baile de tipo lúdico, típico de la Comarca, que fue recuperado en la pedanía de la Raspay (Yecla), algunos autores consideran que es una degeneración de la jota, pero de paso más corto, aunque los movimientos son igual de rápidos y alegres. El canto son cinco estrofas con letra de contenido picaro, lo que ha llevado a pensar que era para provocar al hombre, puesto que las mujeres al ejecutar el baile, se les sube el refajo en exceso. Por nuestra parte consideramos que no tiene nada que ver una cosa con otra. En cuanto al origen del baile, Ortuño Palao (1993, p. 78) considera que se bailaba en el campo, al final de la jornada, para celebrar la recogida de las cosechas. Mientras que otros autores la consideran como un baile que se inició en los cantos y bailes infantiles y que con posterioridad se incorporó a la tradición popular (HERNÁNDEZ CARRIÓN 1993, p. 79) Queremos llamar la atención, que el mismo baile en la zona de Yecla se le denomina en singular, "Carrasquilla" y en la zona de Jumilla se le llama en plural. "Carrasquillas". Tanto una denominación como la otra, son topónimos muy extendidos por la geografía nacional, y Larrea Palacios (1968, p. 650) en un estudio sobra la danza española, lo denomina Corrosquilla. DANZA DEL C O R P U S CHRISTI Aunque no conocemos ni los bailes ni la música. consideramos muy interesante la documentación aportada por José M a . Lozano Pérez (1995. pp. 42 - 48) al recoger, entre la información referida a la organización, actividades y demás pormenores de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Jumilla, la celebración de danzas, los días del Corpus y Jueves Santo, al menos durante más de ciento cincuenta años. Estudiando el libro de cuentas de la Cofradía, v según lo explícito que fuese el mayordomo encargado de anotar las cuentas aquel año, pues cada año se cambiaba de mayordomo. así podemos sacar datos interesantes y concluyentes. Por este libro de cuentas sabemos que se ejecutaba una danza al estilo de los seises actuales sevillanos; los danzantes eran ocho y un maestro de ceremonias, acompañados de un dulzainero (el tío de la pila) traído de fuera de la localidad. fundamentalmente de Valencia o Murcia. Se bailaba en el interior de la iglesia, frente al altar mayor con el Altísimo presente, y Jueves Santo, frente al monumento realizado ai efecto. Nosotros suponemos que la misma danza o una versión de la misma era la que se bailaba en la procesión, por ser una costumbre muy usual y extendida en este tipo de ceremonias, como hemos apuntado en la introducción. BAILE DE LA J E R I G O N Z A DEL F R A I L E (ZIRINGONZA) Este baile que hoy en día pasa desapercibido, por ser un baile infantil, al que no se ha prestado la suficiente atención en la Comarca, pero que se encuentra recogido ya. en los tratados de partituras de los vihuelistas del siglo XVI. y está recopilado en los cancioneros de Salamanca, Burgos y en el propio de Murcia realizado por Verdú, además de las versiones que se han documentado en Asturias, Zamora, Madrid y Sevilla (MARTÍNEZ TORNER. E. pp. 122 - 128). Nos referimos a esa cancioncilla. que lleva por estribillo: Al principio, los danzantes, eran niños de la propia localidad, pero al correr del tiempo, se encargaba a un grupo "profesional" de fuera del municipio, que incluso introducían elementos nuevos. Por ejemplo: Cuentas del 25 de junio de 1640 hay un asiento que dice: "12 reales que costó el aderezar quatro máscaras y de pintar una cruz para un camino que iuan en la dança". Por lo que deducimos también que la danza cambiaba cada cierto tiempo, o según el criterio del mayordo- Que la quiero ver bailar saltar y brincar, dar vueltas al aire, con su jerigonza, por lo bien que lo bailas hermosa busca compaña. Que salga usted (fulanito). 114 jumillana)" Murgetana, n° 14. Murcia. Academia Alfonso X El Sabio (pp. 91 - 102). ORTUÑO PALAO, Miguel. 1993. "Baile de la Carrasquilla" en Gran Enciclopedia de la Región de Murcia Vol. 3. Murcia. Ayalga. (p. 78). mo responsable de organizar las fiestas aquel año. Cuando los danzantes eran de Jumilla, se les compraba un par de zapatillas todos los años. También se alquilaban los trajes o libreas de raso y los sombreros, que eran negros y de pieos, todo esto se adquiría generalmente en Murcia, y como curiosidad, se alquilaban ya usados por ser más baratos. En la segunda mitad del s. XVIII. la Cofradía contaba, entre sus propiedades, con dos juegos de ocho libreas, así como sus correspondientes sombreros, lo que le permitía alquilar un juego de libreas, generalmente el viejo, a otras cofradías, entre ellas a la de Yecla: "12 reales que han devido cobrar por el alquiler de las libreas viejas que se prestaron a Yecla"; esta anotación se reeoge en las cuentas de los años: 1761 al 65, siempre en lechas próximas a la festividad del Corpus Christi. Lo que nos induce a pensar en un tipo de representación o ceremonial parecido en Yeela. NOTAS 1 Información personal de la autora, a la que agradecemos su colaboración. La danza dejó de representarse tras la prohibición de Carlos III en 1780. por la que "en ninguna iglesia... sea Catedral, Parroquia o Regular, haya en adelante danzas y gigantones; y cese del todo estas prácticas en las procesiones y demás funciones eclesiásticas, como poco conformes a la gravedad y decoro que en ellas se requiere." El Propio José Mª Lozano clasifica esta danza del Corpus y Jueves Santo como Religioso-Cortesana, muy propia del barroco. Es lamentable que no se hayan conservado partituras, ni descripción de este tipo de danza, que documentalmente sabemos de su existencia. BIBLIOGRAFÍA: CAPMANY. Aurelio. 1944. "El Baile y la Danza*" en Folklore y costumbres de España, vol II. Barcelona, De. Alberto Martín, (pp. 167-418). CARO BAROJA, Julio. 1992. "El eslío Festivo". Barcelona. Círculo de Lectores. GARCÍA SORIANO, .1. 1980. "Vocabulario del dialecto murciano" Torrejón de Ardoz (1 a ed. Madrid 1932). GONZÁLEZ CASTAÑO. Juan. 1992. "Las Danzas en la Región de Murcia" en Tradición y danza en España. Madrid. Museo español de arte contemporáneo, abril - mayo (pp. 298 - 308). GUARDIOLA TOMAS. Lorenzo. 1971. "Jumilla en sus tradiciones". Murcia. El Autor. HERNÁNDEZ CARRIÓN, EMILIANO. 1993. "Baile de las Carrasquillas" en Gran Enciclopedia de la Región de Murcia. Vol. 3, Murcia. Ed. Ayalga. (p. 79) LOZANO PÉREZ, J. Ma.. 1995. "La Cofradía del Santísimo Sacramento y su participación en la Semana Santa". Jumilla, Libro de Semana Santa de Jumilla, (pp. 31 - 50). LUNA SAMPERIO. Manuel. 1997. "Documentos de Tradición Oral. Provincia de Albacete". Compact disc. 2 vol. Albacete. Diputación Provincial. MARTÍNEZ TORNER, Eduardo. 1944. "La Canción tradicional española" en Folklore y costumbres de España, vol II. Barcelona, De. Alberto Martín, (pp. 7 - 166). MOROTE MAGÁN. Pascuala. 1993. "Cultura tradicional de Jumilla II: El Cancionero popular". Jumilla, Excmo. Ayuntamiento. OLIVARES BERNAL. Juan. 1960. "Las Enredás (danza 115 EL MOLINO DE VAPOR DE YECLA: Historia y arqueología industrial Gerardo Palao Poveda industria de transformación agraria 1. y junto a la carretera, lo que facilitaría el movimiento de mercancías y productos. En el escrito citado se pide al Ayuntamiento y a los propietarios c interesados en el Heredamiento del agua principal, que se le concedan gratuitamente de ocho a diez cubas del país diarias (entre 5 y 6 mil litros) de agua para alimentar la maquinaria. Se basan en que los vecinos de Yecla tienen que llevar a moler el trigo a Villena, Sax o Cieza y que el molino de vapor podrá moler diariamente 220 fanegas de granos, que es a lo que asciende el consumo de la población; ésta se verá beneficiada por una bajada de los precios y una mejor calidad de las harinas. Junto a la petición se presenta un proyecto de molino de vapor con cuatro pares de muelas, con el nombre de «La Ceres», firmado por Manuel Daza y Gómez2 como director del mismo. En él se insiste que le permitan establecer una bomba que extraiga el agua que necesita, pues de no ser así se verían obligados a comprar el agua a los aguadores públicos, lo que encarecería los productos. El Ayuntamiento, en sesión extraordinaria del 4 de enero de 1879, a la que asisten los representantes de los propietarios del Heredamiento del agua principal y D.Manuel Daza y Gómez como representante y cosocio de D. Pedro Fernández del Rincón, acuerda conceder la toma de agua por medio de una bomba para alimentarla maquinaria del molino. no pudiendo usarla para otros fines y debiendo pagar 500 pesetas anuales por el aprovechamiento que se le concede. tampoco puede aumentar el número de muelas sin permiso. El molino harinero instalado por Manuel Daza sería conocido desde el primer momento como «el molino de vapor», su enorme popularidad se debió a que utilizaba una máquina de vapor, la primera que se instalaba en Yecla, y que era como la llegada a la ciudad de la revolución industrial iniciada por James Watt en 1765. El edificio constaba primitivamente de dos naves situadas perpendicularmente. una para la maquina de vapor, semifija. de caldera multitubular y con una potencia de 16 cabal los, y otra para los cuatro pares de muelas, con sus mecanismos de rotación, medios de transmisión, maquina limpiadora del trigo y cedazo. En resumen, el molino harinero diseñado por Manuel Daza suponía acabar con el problema que tenía Yecla para transformar sus trigos en harinas, la llegada a la ciudad de la máquina de vapor (símbolo de la revolución industrial) y una industria que aprovechaba la materia prima local, el piñuelo de 1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS Las industrias de transformación agraria tienen gran tradición en Yecla, ya en el año 1735 se tienen noticias de la existencia de unos 66.000 olivos, cuya producción, llevada a las almazaras, proporcionaba más de 100.000 litros de aceites de buena calidad. Con los aceites de mayor acidez se obtenían jabones, habiendo fábricas a finales del siglo XVIII. Los datos de finales del siglo citado nos hablan también de la existencia de vides que proporcionaban uva para producir, en las bodegas, cerca de 1 millón de litros de vino; los de peor calidad y los orujos de uva proporcionaban la materia prima para la elaboración de aguardientes, leche de anís y mistelas, quemándose miles de arrobas en estas fábricas. igualmente se obtenían vinagres de los desperdicios de toneles y vasijas. En esta época se obtienen en Yecla 1'5 millones de kilos de trigo e igual cantidad de cebada, medio millón de kilos de centeno y avena, mitad de cada uno. y más de 50.000 kilos de maiz. Para moler todos estos cereales se contaba con un molino de viento (la molineta del cerro del Castillo) y numerosos molinos de agua, que eran insuficientes, llevándose a moler parle de los cereales a las poblaciones cercanas. Este panorama industrial continuaría hasta finales del siglo XIX en que se instalan industrias rectificadoras para la obtención de alcoholes y extractores de aceites de orujo, destacando entre ellas la alcoholera de Pascual García Candela (1874), y el molino de vapor para harinas (1879), que es el motivo de este trabajo. 2. HISTORIA DEL MOLINO DE VAPOR. En el paraje conocido como del Puente o del Rebalso, situado frente a la Plaza de Toros y al lado de la carretera de Fuenteálamo. existía un molino harinero de agua de Prieto y Cremades. En las Actas del Ayuntamiento de Yecla aparece un escrito el 21 de mayo de 1878, presentado por el abogado madrileño Pedro Serapio Fernández del Rincón, solicitando la concesión de permiso para construir un moderno molino harinero en este paraje, pues la situación del mismo, donde se piensa instalar la fábrica, está próximo al cauce de las aguas del Heredamiento o Fuente Principal, necesarias en cualquier 1 17 problemas, por ejemplo, en el acta del pleno municipal del 1 de abril de 1918 se refleja que una comisión de concejales nombrada para emitir un informe del agua que aprovechaba el Sr.Blanch en el molino de vapor, informa «que en el cauce que hay en el actual cargadero de carros-cuba y bajo el nivel del agua existen cuatro tubos de toma de agua, habiendo también otra boca o agujero por donde se tomaba agua, y que en el citado establecimiento hay varias balsas y un pozo, que el propietario decía que era de agua viva, pero que al haber bocas que aparecen sobre dicho pozo, se da a creer que contenga también agua procedente del cauce de la Principal; piensan que dada la importancia de las industrias que se explotan, la cantidad de agua consumida debe ser superior a la concedida, pero no se puede apreciar con exactitud por ir debajo de tierra; por otra parte, por el lado norte del edificio se vierten aguas, que no vuelven al cauce de la Principal, se estancan y despiden mal olor, constituyendo un foco de infección»; por todo lo anterior opinan que debe hacerse un depósito para suministrar a las industrias y que se pueda aforar el agua que se consume, pagando por ella, y se deberán evitar igualmente los vertidos al exterior. las almazaras, para abastecer sus necesidades de energía. A pesar de los avances tecnológicos que supuso en su día la instalación de este «molino de vapor», pasados quince años debieron de aparecer problemas económicos en su explotación. pues en 1894 el Ayuntamiento de Yecla desestima una instancia de Manuel Da/.a para que se le perdone el agua que debe por el aprovechamiento del molino, las deudas eran de 3.291 pesetas. Como diez años antes debía de pagar 500 pesetas anuales, quiere decir que estaba varios años sin pagar el agua. En 1898 el ingeniero barcelonés Manuel Crusat i Durey montó en el molino de vapor una central eléctrica «con los últimos adelantos» de la época, según consta en el acta del Ayuntamiento del 14 de diciembre, movida por la máquina de vapor del mismo, ésta movía un pistón que hacía girar los alternadores, (fabricados en Alemania), que suministraban el fluido a Yecla 3, lo que nos confirma que sus instalaciones, reconvertidas, seguían siendo útiles . Posteriormente José Blanch Duran (empresario catalán que empezó como bodeguero exportando a Francia. Italia y Egipto), creó la Sociedad «José Blanch Sociedad en Comandita» y en 1915 restableció la fábrica de harinas del molino de vapor y continuó con el funcionamiento de la central eléctrica, la «Industrial Eléctrica», denominando al complejo industrial «La Industrial Yeclana». que era una de las más importantes industrias de la zona; en esta época la primitiva fábrica de harina constaba de varias zonas diferenciadas, junto a la entrada destacaba el molino harinero, modificado posteriormente, que tenía dos plantas, a su derecha seguía estando junto a el la nave donde estaban instaladas la máquina de vapor y las calderas; junto a ella se instaló una almazara con almacén para la aceituna en la primera planta, detrás se encontraba la central eléctrica, y. finalmente, en otra zona se encontraba la extractora de aceites; además se elaboraban jabones y otros productos químicos (entre ellos el acetato de cal), habiendo un químico alemán " al frente de la industria química. En esa época, marzo de 1918. el Ayuntamiento se hacía eco del malestar o alarma producida en el vecindario por la considerable alza que había experimentado el precio del fluido eléctrico, tanto para consumo particular como público. D. José Blanch demuestra numéricamente que la subida no es caprichosa, pues ha habido un aumento en el costede las diferentes materias que emplea en su negocio, por lo que venía liquidando con grandes pérdidas, en vista de lo cual se decide posponer las posibles medidas. La empresa de José Blanch Durán ofrecía mejor servicio que la de Chinchilla y Cia.. por lo que acabó absorbiéndola el mes de julio de 1918. El excesivo costo de la energía y los problemas financieros hicieron desaparecer la empresa de José Blanch. que fué vendida al joven empresario catalán del sector oleícola Martín Martí Font ; la Eléctrica Yeclana se constituyó en Cooperativa en 1920. con Heliodoro Redondo Balboa como presidente, quedándose con la instalación de los cables y suministrando la energía desde los saltos del Júcar. En esta etapa de José Blanch modificaron el primitivo molino harinero, situándolo en un edificio de dos plantas. de forma que los molinos se situaban en un segundo piso, allí se molía el trigo, en el primer piso se cernía y se separaba el salvado y en la planta baja se envasaba la harina. Este sistema de trabajo «en cascada» aprovecha la gravedad y supone un ahorro de mano de obra frente al sistema antiguo, «en horizontal», en una sola planta, llevando los operarios los productos de un lado a otro. En la época de Martín Martí Font el molino de vapor se dedicó exclusivamente al sector del aceite funcionando la magnífica almazara y la extractora de aceites de orujo, lo que conllevó la desaparición del molino harinero, de la industria química y de la central eléctrica; los turbulentos tiempos de la guerra supusieron el desmantelamiento de la central, el volante del generador (que era una pieza única y de gran interés) fué desmontado y vendido en 1936. Durante este periodo apenas hubo actividad en el molino de vapor. lo que supuso grandes pérdidas económicas. Al acabar la contienda se unieron cuatro empresas, ésta, una de Hollín, otra de La Palma (Cartagena) y otra de Villena, creando la Aceitera de Levante S.A.. la casa central estaba en Villena, dirigida por José Rochcr (que fue alcalde de esa localidad). Otra novedad es que era casi autosuficiente en materia energética, en efecto, el orujo de aceituna procedente de su almazara, juntocon los de otras al mazaras de la zona y de fuera (llegaban grandes cantidades en el tren, procedentes de Andalucía). era llevado a la fábrica en carros, lo que proporcionaba un movimiento enorme de los mismos por toda Yecla, se llevaban a la extractora para extraerles el aceite, y el residuo que quedaba, llamado piñuelo o chispe, era el combustible de la máquina de vapor. Ésta era el corazón de la fábrica, la que movía los generadores de electricidad, los molinos harineros. las piedras cónica y cilindrica de la almazara y los elevadores del trigo y las aceitunas. También proporcionaba energía para diversa maquinaria auxiliar de la fábrica. El molino de vapor fue vendido por Martín Martí Font, a finales de los años 40. al empresario almanseño José Rodríguez García, que en esos momentos regentaba el Teatro Regio, éste lo vendió rápidamente al empresario catalán Juan Turu Vila. que desde 1920 tenía una extractora de aceites de orujo y de pepita de uva en la carretera de Caudete, con lo que El molino de vapor seguía dependiendo del suministro de agua de la Fuente Principal y este hecho acarreaba 1 18 3. ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL: Restos de la maquinaria utilizada pasaba a controlar mayoritariamente el sector oleícola yeclano. Este empresario6 compró la alcoholera de Bartolomé Bañón (ARCLESA) en 1952 y creó el mayor complejo industrial de Yecla. Para distinguir las dos zonas del mismo se denominaba al molino de vapor «Aceitera Turu» y «Fábrica de Granillo» a la fábrica de la carretera de Caudete. Juan Turu Vila obtenía flemas alcohólicas y aceites en las dos fábricas del complejo; en la Aceitera Turu se instalaron unos molinos Daverio para moler el grano de pepita de uva en el lugar que ocuparon los molinos harineros; posteriormente se eliminó la alcoholera y siguieron trabajando en la almazara y la extractora, finalmente mediados los años 60 se produjo el cierre definitivo del molino de vapor o Aceitera Turu, trasladándose parle de las instalaciones a la fábrica de la carretera de Caudete, pues al concentrar la mano de obra se eliminaban costes. En el palio de la fábrica se encontraba una de las piezas más modernas instaladas, una prensa para escurrir el agua de la brisa que provenía de los calderines de obtención de alcohol, que por haberse tratado con vapor, contenía mucha agua y se le quitaba parte de la humedad antes de meterla al secadero, ver Foto 6. Junto a la prensa se encontraba el secadero de brisas de uva o de orujos de oliva, al que se llevaban después de pasar por la prensa, estando junto a él el tornillo sin fin que lo alimentaba. Este modelo de secadero provenía de Jaén, tenía dentro una turbina y al lado un horno que metía el aire caliente por la parte de arriba del secadero y. lo movía a contracorriente de la materia a secar; ésta era lanzada hacia arriba mediante unos rotores o hélices, secándose al contacto con el aire caliente mientras se movía hacia arriba y abajo, de manera continua. Este sistema de secadero tenía el inconveniente de que se incendiaba con relativa frecuencia, por lo que quedó obsoleto y fué sustituido por el sistema trommel, que mueve la mercancía a secar a lo largode un cilindro, acorriente con el aire caliente que la seca. 2. MEMORIA GRÁFICA DEL MOLINO DE VAPOR Las instalaciones del molino de vapor, cerradas, fueron objeto de diversas agresiones y robos, por suerte antes de su demolición se hicieron una serie de fotografías a los edificios del mismo, que nos permitirán recordar esta emblemática industria yeclana, en la Foto 1 podemos ver una vista lateral en la que se aprecia el cauce de las aguas de la Fuente Principal, de las que se suministraba al mismo. La Foto 2 nos muestra una vista de la fábrica de frente, en la zona marcada con 1 se situaba la extractora de aceite de orujo; en la zona 2 se ve el molino harinero; en la zona 3 se situaban la máquina de vapor con sus calderas y de ella parle la chimenea; detrás de esta y con el número 4 se sitúa la zona de la almazara, que fué una de las más importantes de su tiempo; finalmente en la zona posterior, marcada con el 5, se situaba la central eléctrica. En la Foto 3 se aprecian mejor, con el 5 y el 6, la antigua central eléctrica, habiendo en las mismas una fábrica de muebles en el momento de hacer el reportaje gráfico. Entrando a la fábrica se encontraban a mano izquierda las oficinas, que a pesar del deterioro seguían presentando un aspecto elegante, los mostradores de atención al público eran de madera tallada, como vemos en la Foto 4. Este gusto por la decoración de un edificio industrial era propio de su época, los artesonados de la fábrica y el lugar de almacenamiento de aceituna eran de madera de mobila, sostenidos por enormes vigas (todo ello de un valor enorme fué desmontado y vendido antes de demoler el edificio), los dinteles de las puertas que daban acceso a los distintos locales de la fábrica estaban realizados en ladrillos formando dibujos, los restos de barandillas (que no se llevaron los ladrones de metales) eran de hierro forjado y las pilastras metálicas que sostienen los decantadores de aceite tenían forma de columnas. En la zona de extracción de aceite de orujo sólo quedaba el decantador, asentado sobre pilastras simulando columnas, realizado con remaches o roblonado, es decir. realizado en una época en que no existía la soldadura, lo que siempre es un indicio de antigüedad en la maquinaria de hierro. La zona más antigua c interesante de la fábrica es la de la máquina de vapor que dió nombre a la fábrica, que fué descrita por Manuel Daza como «semifija, de caldera multilubular y con una potencia de 16 caballos», que en la actualidad se puede contemplar frente al IES Castillo Puche; aquí la vemos en las Fotos 7 y 8, en las que destacan el volante y el sistema de regulación del paso de vapor por válvula de mariposa7. Junto al volante vemos, Foto 9, la bomba de alimentación de la caldera, a la que posteriormente se le adaptaría un motor eléctrico. Al otro lado de la pared donde se encontraba el volante se situaba la rueda que transmitía el giro de éste y, mediante correas y poleas, a través de embarrados, se iba transmitiendo la energía de la máquina de vapor a toda la fábrica; como curiosidad añadir que las correas de transmisión estaban fabricadas de piel de camello. El volante y la rueda de la máquina de vapor eran, pues, como el corazón de esta industria. Junto a la máquina de vapor se encontraban dos calderas que suministraban la energía en forma del vapor; la de la Foto 10 es una del tipo Lancaster, fabricadas en esta localidad inglesa, remachada, con dos hornos y parecida a las de los antiguos ferrocariles. El que hubiesen dos hornos permitía al fogonero el limpiar la parrilla de uno de ellos mientras seguía funcionando el otro y se mantenía continuamente la presión del vapor (el que las calderas no se apagasen suponía trabajar los tres turnos de ocho horas, a lo largo del día). Conviene recordar que el trabajo del fogonero era muy duro, exigía destreza y era de una gran responsabilidad, pues el riesgo de explosión era continuo. La segunda caldera era más moderna, la vemos en la La vista de la Foto 5 corresponde al patio interior de la fábrica, con el número 1 se señala al molino harinero, con el 2 se muestra la puerta de entrada a la extractora de aceites de orujo, podemos admirar su bello dintel y la magnífica puerta de madera; la puerta señalada con el 3 nos llevaría a la sala de la máquina de vapor y con el número 4 apreciamos la parle más moderna de la fábrica. 119 recuerda que en la región catalana fueron pioneros de la industria aceitera, produciéndose la maquinaria, la tecnología e, incluso, los empresarios (José Blanch Durán. Juan Turu era hijo de un empresario de Granollers que montó la primera extractora de aceites de pepita de uva en España y Martín Martí era hijo de otro empresario del sector oleícola de Reus) y muchos de los gerentes o encargados de las fábricas (como José Ginebreda Pí o Francisco Martí). Detrás de la almazara se encontraría lo que fueron la central eléctrica y la fábrica de alcohol, que en la época que se realizó el reportaje fotográfico no quedaban restos de las mismas y había instalada una fábrica de muebles, el único interés de la zona es que por allí se encontraban los restos de la bomba hidráulica y el cauce del que se sacaban las aguas que suministraban la fábrica, que vemos en la foto 20. Foto 11, fue traída por Juan Turu desde Molina de Segura en los años 50, era de construcción alemana y tenía un horno único alrededor del cual podía leerse «HEINA STAHLER WEIBENAU—dBIEG»; en la-foto vemos junto a la puerta del horno un ventilador de caracol que servía para insuflarle aire. En la foto 12 podemos ver la parte superior de la caldera, la campana, desde la que se repartía el vapor a toda la fábrica. Junto a la sala de la máquina de vapor se encontraba el molino harinero, que en la época de José Blanch se había transformado para trabajar en cascada; fué desmantelado en la época de Martín Martí Font, y posteriormente Juan Turu situó en la zona unos molinos eléctricos Daverio, suizos, que se adaptaron a la molienda de granillo o pepita de uva, los vemos en la foto 13, situados unos sobre otros para trabajar en cascada, como se hacía con el cereal, había otros junto a los de la imagen. En la habitación contigua a la de los molinos se situaba un depósito de agua mantenido sobre vigas de acero, para suministrar a las calderas, el agua de Yecla tiene excesiva dureza y era sometida a un proceso de descalcificación en el descalcificador de resinas cambiadoras de la foto 14, modelo que sería obsoleto en la actualidad. Entre la sala de la máquina de vapor y la almazara había un taller de reparaciones, en el que se conservaban dos piezas interesantes, una taladradora muy grande que se movía por una polca unida a la máquina de vapor, a la que posteriormente se le adaptó una manivela, para trabajar manualmente y que vemos en la foto 15. La otra pieza era una piedra de afilar o afiladora, que vemos en la foto 16, ésta se mantuvo siempre accionada por poleas, mostrando la imagen el hueco de la pared a través del que salía la correa que la unía a las ruedas y embarrados del otro lado de la pared. Otras estancias que se encontraban en el trayecto eran los vestuarios de los trabajadores, el almacén de herramientas y las subidas a los pisos superiores. Llegados a la almazara se podía contemplar, como en la foto 17, el lecho o artesonado de madera sobre el que se almacenaba la aceituna, tras haberla subido mediante una tolva; una vez allí irían alimentando los molinos, un trabajador echaba las aceitunas a moler mediante una pala y un embudo que regulaba la cantidad, a través de una trampilla del techo. En la almazara se encontraban dos tipos de molinos de aceituna, el de piedras cónicas y el de piedras cilindricas; en la foto 18 se aprecia la situación en alto del molino de piedras cónicas, junto al que se encontraba un depósito de agua caliente, para dar humedad y facilitar la molienda de las aceitunas, que solían estar un poco secas; en éstos se produce la primera molienda de la aceituna, que la destroza, pasándose en este estado al molino de piedras cilindricas*, situado en un plano inferior, como vemos en la foto 21. En este molino se producía la segunda molienda, se «fregaba» o desliceraba la aceituna molida, rompiéndose las células de la misma, de forma que se extraía mayor cantidad de aceite. Una vez realizada la segunda molienda se pasaba la pasta molida a las prensas hidráulicas, de las que habían seis en la almazara; en estas prensas sube la cabeza y aprieta la pasta, haciendo que suelte el aceite. En los restos de una de ellas, se leía la inscripción «TALLER DE CONSTRUCCIÓN DE JOSÉ Mª MALLORQUÍ REUS» . un detalle que nos 4. EPÍLOGO Como hemos visto en las fotografías, a pesar de los destrozos y robos sufridos por el molino de vapor, éste conservaba en buen estado algunos edificios (sus puertas. etc.), así como la máquina de vapor y toda la almazara. La concejala Angela Tarrero, trás haber hablado con su último propietario, Heriberto Turu (que estaba dispuesto a venderlo por una cantidad muy módica), pidió en 1988 al pleno del Ayuntamiento de Yecla que se comprase y se dedicase a Museo Etnográfico, la propuesta no tuvo éxito y a principios de los 90 fue demolido, lográndose únicamente que la máquina de vapor se salvara y está colocada frente al I.E.S. Castillo Puche. Por desgracia su chimenea (hoy semiderruida), es lo único que se mantiene de lo que fué el símbolo de la industrialización yeclana, un trozo de la pequeña historia de Yecla, que daba el primer paso para transformarse de una sociedad eminentemente agrícola y estancada en otra industrial y dinámica, como es la actual. BIBLIOGRAFÍA 1. LÓPEZ SERRANO, A. (1989). Yecla: Un ejemplo de socialismo agrario (1914-1918). Murcia. Academia Alfonso X el Sabio. 2. ORTUÑO PALAO M. (1972).Yecla y su Caja de Ahorros. Alicante. Caja de Ahorros del Sureste de España. 3. PALAO POVEDA C. (1960). El municipio de Yecla. Estudio económico. Tesis de Licenciatura. Universidad de Murcia. 4. PALAO POVEDA G. (1987). «Arqueología industrial: El molino de vapor de Yecla». II Jornadas de Historia de Yecla. (En prensa). 5. PALAO POVEDA G. (1989). «La industria del alcohol en Yecla». Yakka. N° 1. Yecla. Servicio Municipal de Publicaciones. 49-60. 6. PALAO POVEDA G. (1991). «Las industrias exlractoras de aceite y jaboneras en Yecla». Yakka. N 13. Yecla. Servicio Municipal de Publicaciones. 65-79. 7. SORIANO TORREGROSA, F. (1972). Historia de Yecla. Valencia. Ed. Doméncch. 120 OTROS máquina de vapor, si pensamos, es un detalle moderno para una maquinaria cuyos orígenes se remontan a los romanos. Actas de Sesiones del Excmo. Ayuntamiento de Yecla. Archivo Histórico Municipal de Yecla. Obras y Urbanismo. Leg. 543. INFORMACIÓN ORAL Heriberto Turu Casao (empresario, hijo de Juan Turu Vila) Martín Martí Ortega (hijo de Martín Martí Font) Sebastián Lidó Azorín (su abuelo, padre y tios trabajaron en el Molino de vapor) Francisco Huesca Azorín (empleado en la fabrica de Turu). NOTAS: 1 Todas las industrias yeclanas estaban situadas junto a las acequias de la Fuente Principal o de la Hidráulica San Pascual, el agua es de importancia vital para las mismas. 2 Manuel Daza y Gómez era un ex-oficial carlista que fue exiliado en Yecla, miembro honorario de la Academia de Inventores de París, ideó numerosos inventos, destacando el tóxpiro, un cohete que emitía gases tóxicos al explotar y con el que se esperaba vencer a la escuadra norteamericana en la guerra de Cuba. 3 En 1903 se crea la Eléctrica Yeclana y se inaugura el alumbrado eléctrico en la población, que supuso un hito en la modernización de la ciudad, no figurando Manuel Daza ni Pedro S. Fernández del Rincón entre las personas que forman la Junta Directiva. 4 Al químico alemán le llamaban don Pablo, era de aspecto fuerte, colorado y rollizo, de buen humor, cuentan que se bañaba en la balsa en pleno invierno; se fue a Alemania al acabar la 1a Guerra Mundial, siendo sustituido por un ingeniero madrileño. Como curiosidad comentar que el citado Don Pablo decía al abuelo de Sebastián Lidó, que trabajaba en la fábrica, que si quería le proporcionaba fórmulas para fabricar perfumes, con las que se haría rico en España, pero que para hacer lo mismo en Alemania necesitaría mayores conocimientos. 5 Martín Martí Font llegó a Yecla con sólo 17 años, su padre le compró la fábrica y en ella siguió trabajando después de haberla vendido, como encargado. Casó con una yeclana y fue un popular poeta, colaborador en las revistas de las Fiestas de la Virgen, en las que escribía con singular gracejo y utilizando unas expresiones del lenguaje popular yeclano, que conocía perfectamente. 6 A Juan Turu no le afectó tan negativamente la guerra como a Martín Martí, porque durante la misma estuvo fabricando jabones en una pequeña industria, junto a su casa que se vendían muy bien. Al acabar la contienda compró la alcoholera de Pascual García con Bartolomé Bailón, creando una empresa llamada ARCLESA (Alcoholeras Reunidas de Centro Levante); le vendió su parte a Bartolomé Bañón, que sufrió la quiebra de la misma, siendo adquirida de nuevo, en 1952. por Juan Turu, intermediando en la operación su hijo Heriberto Turu. 7 La válvula de mariposa fue en su día el primer sistema de autocontrol o automoción de la máquina de vapor, un "cerebro" que mantenía prácticamente constante la cantidad de vapor que entraba en la caldera. Si entraba exceso de vapor en la cámara se aceleraba la rotación y subían las pesas, con lo que se cerraba la válvula; al bajar la presión las pesas giraban más despacio, caían y abrían la válvula. permitiendo más entrada de vapor. La importancia de este mecanismo de automatización es tan grande, que la válvula de mariposa es el símbolo de los Ingenieros Industriales. 8 Este molino de piedras cilindricas ocupaba el lugar de otro más antiguo, que fue desmantelado en la época de Martín Martí en que se potenció la industria aceitera. Sobre el molino se ven los embarrados y ruedas que transmitían el movimiento creado en la Foto 1 Foto 2 Foto 3 121 Foto 4 Foto 7 Foto 8 Foto 5 Foto 6 Foto 9 122 Foto 13 Foto 10 Foto 11 Foto 14 Foto 12 123 Foto 18 Foto 15 Foto 19 Foto 16 Foto 17 Foto 20 124 LA CARPINTERÍA Y EBANISTERÍA EN YECLA "APUNTES PARA UNA HISTORIA" José Puche Forte DEDICATORIA. muebles. En la mayoría de los hogares de nuestro pueblo se guardaba la ropa en un hueco hecho en la pared que disponía de unas cuantas lejas de madera, éste no se cubría siquiera con una puerta sino con una simple cortina de tela. Fueron escasas las familias que disponían de arcas para guardar sus ajuares. Todo el mobiliario que podía haber en una vivienda se componía de una mesa y unas cuantas banquetas de madera para poderse sentar, ya que las sillas tampoco abundaban. El catre y la "almarga" o jergón era el elemento esencial para el reposo. Los más pobres, dormían sobre una simple saca llena de paja o un jergón de "falfollas" (envolturas) de "panochas" (mazorcas). sobre el cual ponían un colchón de lana. La "artesa" para el amasado del pan. apenas se conocía, pues la mayoría de las mujeres realizaban esta laboren un lebrillode barro, para ellas era suficiente. A los artesanos de la madera que a lo largo de la historia, han enseñado y perfeccionado la técnica del mueble. Y a todos aquellos que con su esfuerzo y dedicación han contribuido a impulsar la industria de la madera de Yecla, hasta llegar al progreso de hoy. INTRODUCCIÓN.En estudios anteriores, presente los oficios de los toneleros y los "aperaores". En esta ocasión me creo en el deber de mostrar los orígenes de la carpintería y ebanistería en Yecla, nuestro pueblo, hasta que estos oficios se convirtieron en la industria seria y progresiva de nuestros días. No pretendo hacer una historia de estos dos oficios, que más quisiera yo. Pero sí que quisiera resaltar aspectos de la artesanía de la madera en distintas épocas de nuestra historia. En estos apuntes he recogido, en parte, los sistemas de los talleres artesanos antiguos, algunos nombres de los maestros carpinteros, trabajos realizados por ellos, técnicas artesanas desaparecidas, el nacimiento de la industria de la madera y otras curiosidades que pueden servir de referencia para que algún día no muy lejano se pueda hacer una historia seria sobre la carpintería y ebanistería de nuestro pueblo; pues creo que ya va haciendo falla. No menciono aquí las profesiones de los tallistas y torneros, ya que deseo hacer un estudio aparte sobre estos artísticos oficios. También los orígenes del diseño, la tapicería y otras profesiones afines, merecen otros apartados que las identifiquen de una forma particular. Para poder hacer este modesto trabajo, he tenido que consultar a muchas personas e indagar en la historia y en la prensa antigua de nuestro pueblo. A pesar de ello son sólo unos sencillos apuntes que nos ayudarán a comprender mejor esa lucha por el progreso de unos hábiles artesanos a lo largo de nuestra historia. Desde los años 1552 a 1638. hay en Yecla cinco carpinteros, destacando entre ellos Juan García1. También sabemos que en el año 1660. sólo había en Yecla dos carpinteros. parece ser, que este no era un oficio de mucho porvenir, ya que estos trabajaban de una forma simultanea. A los aprendices de esta época se les contrataba por siete años sin sueldo alguno. y al final de este periodo, se les daba un vestido y las herramientas necesarias para poder ejercer el oficio. En ocasiones, era necesario ir a Villena para completar el aprendizaje, debido a que allí había mejores profesionales, y además en esa ciudad se efectuaban los exámenes necesarios para poder conseguir el título de maestro carpintero2. Parece ser. que a partir de 1690 no fue necesario desplazarse de Yecla para conseguir este título, ya que los aspirantes eran examinados por Pedro Soriano. carpintero con título reconocido3. Los carpinteros de este periodo simultaneaban la carpintería con algún que otro mueble de tipo rústico. EL SIGLO XVIIINo cabe duda, de que el siglo XVIII supuso para Yecla un gran adelanto; y al igual que crecía la ciudad con calles amplias y rectas, también crecía el bienestar y las pretensiones de sus habitantes. Los muebles se fueron imponiendo. Las arcas empezaron a ser un objeto común (ilus. 1), la silla se va implantando porsu comodidad. Aparecen las primeras tarimas. "abuelas" de los cómodos y modernos sol as. También hicieron su tímida aparición los primeros armarios de madera con puertas. Las cocinas se llenan de plateras, cuchareros, LOS SIGLOS XVI Y XVIIAlejémonos por unos momentos de nuestros días, y pensemos en aquella pequeña villa de Yecla de los siglos XVI y XVII, cuando solamente los más hacendados, muy escasos por cierto, podían tener el privilegio de poseer algunos escasos 125 (Ilus. I) Arca siglo XIX (mediados) puchereros y otros elementos útiles que la decoran. Las "artesas" de madera fueron sustituyendo a los lebrillos, llenando las "amasadores" yeclanas (hueco bajo las escaleras en donde se amasaba el pan). Los catres empezaron a dar paso a las primeras camas, muy altas por cierto y cargadas de colchones. En fin, fue esta una época en la que la comodidad empezó a manifestarse en el mobiliario, dando origen a los primeros artesanos del mueble, o lo que es lo mismo, al principio de la ebanistería. La palabra ebanista, no aparece en las relaciones de los oficios de la Yecla del siglo XVIII. Parece ser, que este es un nombre aplicado a mediados o finales del siglo XIX, por lo menos en nuestro pueblo. Tenemos documentos que afirman que en el año 1775 hay en Yecla 14 carpinteros, y que el sueldo medio de cada uno de ellos al año era de 1.260 reales de vellón (un real de vellón tiene 34 maravedíes o 25 céntimos de peseta), y en 1760 cobraban 1.080 reales de vellón. Es curioso que el sueldo de los aperadores era el mismo que el de los carpinteros en este periodo. A los oficiales artesanos se les calculaba un jornal diario ya que trabajaban unos 180 días al año 4 . (Ilus. 2) Puerta de cuarterones, S. XVIII. usaba el típico "palo". Es durante el siglo XVIII cuando se ponen de moda los típicos postigos en las casas de los grandes agricultores. Casi todos ellos están hechos de madera de pino con grandes clavos de forja que las refuerzan. Son de dos batientes y por lo general llevan uno o dos postiguillos, todas ellas disponen de un rústico y gran llamador en hierro forjado. También en las casas empiezan a aparecer las puertas de dos hojas muchas ellas con llamadores en forja que posteriormente serían sustituidos por los de latón o bronce. Hay que resallar las puertas de las casas palacio o solariegas, ya que algunas de éstas estaban trabajadas en madera de roble con grandes peinazos, siendo por lo general de dos batientes con uno o dos portillos o postiguillos. Estaban reforzadas con escuadras de hierro interiores y provistas de artísticas cerraduras con fallevas en hierro forjado al igual que sus llamadores. Algunas de ellas, como la de la Casa de los Ortega (hoy Casa Municipal de Cultura) llevan cuatro, los dos de la parte superior no son como mero adorno, sino que se usaban para poder llamar sin necesidad de tener que bajar del caballo. Las puertas interiores de estas grandes casas acostumbraban a ser de nogal o mobila. también de recios batientes. LA CARPINTERÍA ANTIGUA Y EL MUEBLE.De estos carpinteros del siglo XVIII, son típicas aquel las puertas de cuarterones (ilus. 2) hechas en mobila o nogal, emboquilladas a mano y cogidas al cerco por medio de goznes. Algunas, aunque pocas, aún pueden apreciarse en las salas de las antiguas casas yeclanas. De éstas, es digna de mención la puerta de la Iglesia Vieja que da hacia la plaza. A pesar de su altura y sus proporciones, aún se conserva en buen estado, pudiéndose apreciar su parle interior ya que la exterior se encuentra chapada de zinc. En cuanto a las puertas de las casas, hay que resaltar que las de los siglos XVI y XVII eran por lo general de un solo batiente, estaban hechas de madera de pino, gruesas barras formaban el armazón que se cubría en la cara exterior por tabletas de la misma madera sujetas al armazón con gruesos clavos de forja de cabeza redonda o con cabeza triangular saliente, que son los más antiguos. El barrón interior lleva dos colas, la superior va alojada en un agujero que lleva el dintel y la inferior termina en un grueso espárrago de hierro que se sujeta al suelo por el sistema de "tejuelo" (chapa cuadrada de hierro que lleva un taladro). Para trabarlas desde dentro se En cuanto al mobiliario típico del siglo XVIII. nos queda la silla "frailera" (ilus. 3) de alto respaldo, las arcas con cerrojo de pletina y ancha puntilla de madera recortada en su base, algunas llevaban departamento secreto. También tenemos las típicas almargas de tijera con cordeles y las de banquillo con tablas. La mesa tocinera es otro de estos muebles, algunas fabricadas en madera de castaño. Son más raros los muebles "canteranos" (ilus. 4) (especie de buró) con departamentos y secretos para poder guardar las joyas. Estos muebles son 126 cuando acababan su aprendizaje se examinaban para alcanzar el grado de maestro, ya que si querían conseguirlo debían de hacerlo en otras localidades más industrializadas5. En el año 1803, ya tenemos en Yecla 21 carpinteros. Hay que resaltar que en la mayoría de los casos las familias quedaban ligadas de padres a hijos a un mismo oficio, y los carpinteros no rompían estas normas. Así, por ejemplo, Juan Bautista de Todo trabajó durante medio siglo y su hijo Miguel: Pedro Soriano Díaz. Juan Sánchez, Francisco López de Andrés, Benito López-Atalaya Puche y Pedro Ortín, apodado "Mañas" por su habilidad, fueron algunos carpinteros de esta época 6. Como ya quedó anotado anteriormente, el carpintero es el que hacía también los muebles ya que la ebanistería aún no existía como especialidad. En 1811 se reconoce como maestro carpintero aprobado en Murcia a Pedro González, hijo de Pedro "El Mañas"7. En una relación tomada en Yecla en el año 1847, aparecen 28 carpinteros establecidos en Yccla. Todos el los se comprometen a trabajar durante dos meses "marzo y abril" para las obras de la Iglesia Nueva, sin recibir ninguna retribución. Para su conocimiento cito aquí sus nombres: - José Bañón Puche - Francisco Bautista Castaño - Julián Cerezo Díaz - Pedro González Al moraga - Marcos Hernández - Francisco Herrero Azorín - Pedro Herrero Azorín - Alejandro Izquierdo Puche - José Antonio Iniesta - José Antonio Ihañez - Francisco Marco Gómez - Juan Martínez - Martín Molina - José Ortín García - Pedro Ortín García - José Ortuñü Andrés - Miguel Ortuño Puche - Juan Puche Serrano - Pedro Puche Palao - José Rodríguez - Juan Román Sánchez - Pablo Román Vicente - Pedro Román Vicente - Salvador Román Vicente - Francisco Román Vicente - Rafael Sánchez - Simón Sánchez - Manuel Sortario Pérez8. Como dato curioso de esta profesión, vemos que en 1864 el Ayuntamiento pone al maestro carpintero Julián Cerezo Díaz como encargado de sellar las medias fanegas. celemines, medios celemines y cuartillos en toda clase de tiendas 9. Al correr de los años, al finalizar el siglo XIX. en 1892. tenemos otra relación con los siete carpinteros más distinguidos en Yecla durante este periodo, estos son: José Mora Parra. Antonio Marco Roch, Cristóbal Tortosa Laguardia. Bernardo Villanueva González, Felipe Alonso Marco. Joaquín Izquierdo Roses y Pedro Ortín Forte 10. (Ilus. 3) Silla frailera, S. XVIII. (Dibujo del autor). característicos de finales de este siglo aunque se estilan también hasta mediados del siglo XIX. Se podrían mencionar otros muebles, pero sería extendernos demasiado. (Ilus. 4) Mueblo Canterano. S. XIX. Propiedad de Jesús Martínez "La Teatina" EL SIGLO XIX.La centuria del XIX, sobre todo en su última mitad, sería la gran impulsora en el arte del mueble y también la que pondría las bases con la formación de aquellas tímidas industrias que empezarían a florecer a principios de nuestro siglo. Esta contaría en su gran renovación con grandes artífices. No cabe la menor duda de que entre todos ellos José Mora Parra, más conocido popularmente como "El Maestro Mora", fue el más destacado y celebre de todos aquellos artesanos, al cual le dedicaremos un apartado por su importancia. A principios del siglo XIX aparecen registrados en Yecla 17 carpinteros y dos tallistas, incluyendo aprendices. Parece ser que no existían gremios profesionales, y al igual que ocurriera en el siglo XVII, eran pocos los aprendices que EL MAESTRO MORA.Creo que éste es un apartado propicio para dedicarlo al gran maestro artesano José Mora Parra o "Maestro Mora" (ilus. 5) que es como se le conocía. Nace en Yccla el año 1837. De su matrimonio con Vicenta Albert Roses tiene a José Mª, Vicente, Francisco, Rafael, Carmelo, Luis, Ramón. Pedro y Manuela. Sus hijos fueron todos excelentes carpinteros, de entre ellos Carmelo fue muy popular debido a sus camas torneadas (ilus. 6). algunas de ellas son verdaderas obras de arte. Manuela también se casa con el carpintero Pedro Ortín Martínez". Este es un hecho elocuente de la cantera de carpinteros yeclanos salidos de una sola familia. 127 carpintero famoso del que después hablaremos. Caben muchas posibilidades de que José Mora trabajara parle de la carpintería del Colegio de Escolapios (1859), ya que algunas de sus puertas se le atribuyen a él. Lo que sí se sabe con certeza, es que fue el carpintero de la Iglesia Nueva. Hizo plantillas y andamios y al parecer trabajó en los tres arcos con tirada que hay en el presbiterio, ya que los arquitectos, ante la dificultad recurrieron a él. Obra suya fueron las cancelas en madera de mobila de dicho templo, las cuales desaparecieron en el 36. Estas llevaban columnas redondas y cornisas a juego con la arquitectura del templo. También construyó la gran plataforma del coro sobre la que estaba el famoso órgano de gran peso, lodo esto se sostenía sobre la cancela que iba flanqueada por cuatro columnas. Al coro se ascendía por una escalera de caracol, también hecha de madera. Realizó todos los confesionarios que había en dicha iglesia y gran parle de los retablos hoy desaparecidos. Podemos decir que era el carpintero oficial de la Purísima, ya que por sus manos pasaban todos los trabajos que allí se hacían. En 1885. hizo una carroza para la Virgen del Castillo. También hay posibilidades de que participara en la carpintería del convento de las Concepcionistas y en el Asilo de Ancianos. Algunos le atribuyen el piso de madera del salón Primitivo (antigua C.N.S.). pero esto queda en el terreno de la suposición y no se puede probar. José Mora Parra era un hombre dedicado a la carpintería artística, y en especial a la religiosa, entre sus encargos hizo algunos para fuera de Yecla. Pero este artesano hizo también muebles, algunos de ellos aún pueden contemplarse. A Don Maeedonio Vidal le hizo un buró con cuerpo alto en marquetería (ilus.7); mueble que reformaría su hijo Carmelo en 1901 para (Ilus. 5) José Mora Parra o "Maestro Mora" 1837-1897. (Ilas. 6) Cama de Carmelo Mora. De 1910 a 1915. El taller lo tendría en la calle que hoy lleva su nombre, en lo que después sería parte de la fábrica de Muebles Azorín. Junto al taller estaba su casa; al parecer de los que la conocieron, estaba hecha con verdadero gusto. Tenía una galería abaleonada en madera realizada por él. Ésta daba la vuelta a un gran patio cuadrado. Posiblemente el proyecto saliera de sus manos, ya que junto a carpintería y muebles, llegó a proyectar algún que otro plano de obras. Hay que tener en cuenta que este hombre era conocido y apreciado en el pueblo por su gran habilidad c inteligencia. Hace algunos años aún se conservaba el voladizo del tejado de la que fuera su casa, hecho en madera y sostenido por escuadras talladas. En su taller trabajaron con él algunos de sus hijos, entre ellos Carmelo, que llegó a ser un gran tornero en aquellos años en los que el torno se manejaba a fuerza de pedal. Su yerno Pedro Luis fue otro de los oficiales; éste era hermano del sacerdote Carmelo Ortín y padre de Pedro Ortín "Mañas", otro (Ilus. 7) Mueble Oratorio. Obra del Maestro Mora para el Sacerdote Macedonio Vidal. Finales S. XIX. Reformado en 1901 por su hijo Carmelo. 128 empleadas para estos trabajos han desaparecido y otras son practicamente ignoradas por los oficiales de hoy día. Dentro de las herramientas que hoy día nos son extrañas por su escaso o nulo manejo tenemos: la "galera", de mayor tamaño que la garlopa más conocida en nuestro pueblo por "garlopón". La garlopa, ésta es una herramienta que en ocasiones aún llega a emplearse para algunos trabajos. El "garlopín", cepillo algo más pequeño que la garlopa. Los cepillos acanaladores, media punta, bocil o cepillo de moldurar. machihembra; cepillo de tipo corriente, el cual es muy empleado en los trabajos de hoy día. Cepillo de vuelta, muy empleado por los aperadores y toneleros, y también dentro de la carpintería de otro tiempo. La terraja: el guillame, que en ocasiones aún se emplea para hacer rebajos. Gubias, escoplos y formones están en plena vigencia. Desaparecieron las barrenas de puño. sólo se emplean la de pequeño calibre. También lo hizo el berbiquí, que ha sido suplantado por la pistola taladradora. Las azuelas ha tiempo que desaparecieron, al igual que lodo tipo de sierras manuales; sólo ha quedado el serrucho, que por su eficacia es insustituible. El gramil es otra de las herramientas empleadas que se resiste a desaparecer. Hay otras herramientas o accesorios; los congrieles, empleados para el encolado de tableros, es un sistema desaparecido, aunque en ocasiones aún se echa mano de esta técnica. También es curioso el recordar el sistema de encolado con cola caliente, el cual llegó a emplearse hasta casi finales de los años cincuenta. Era muy tradicional aquello de calentar varios cazos al baño maría dentro de un recipiente. Aquella cola negra sólo valía mientras estaba caliente, cuando se enfriaba empezaba a hacer hebras y había que poner el recipiente a calentar de nuevo, mientras se cogía otro; y así con este sistema era necesario tener encendido el fuego, faena que recaía sobre los aprendices, mientras se encolaba; la verdad es que no se conocía otro. Después llegó a usarse una cola blanca, conocida como "casco" dentro del gremio, a la cual había que añadir unos polvos para que catalizase e hiciera su electo. Esta cola era bastante resistente y dio paso a los producios usados hoy día que son menos complicados y más prácticos. convertirlo en oratorio. En la casa de la Asociación de Mayordomos, hay una mesa de despacho que se le atribuye a él. Aún quedan puertas, plafones, torneados y pilares de escaleras en madera también torneada, en algunas casas yeclanas, que salieron de sus manos, aparte de los muebles que pudiera realizar, parece ser que su trabajo más famoso fue una esfera cosmográfica ideada por el Padre Lasalde. Ésta se presentó en la Exposición Universal de París en 1878; por lo cual recibe grandes elogios del profesorado francés. Otra similar. la lleva a la Exposición Pedagógica de Madrid de 1882 y obtiene Medalla de Plata. La "revista Calasancia" de índole nacional, le llama en varias ocasiones "inteligente artesano" l2 . Este celebre maestro carpintero fallece en Yecla en 1897, a la edad de 60 años. De los otros carpinteros destacados en esta época apenas si nos han llegado noticias, salvo de Cristóbal Tortosa Laguardia, cuyos descendientes han seguido el oficio de carpintero hasta hoy día. En cuanto a Bernardo Villanueva González sabemos que fue padre de los famosos carpinteros Pepe y Teófilo Villanucva, a los cuales tenemos un lugar reservado, ya que eran verdaderos artistas trabajando la madera. TÉCNICAS Y CURIOSIDADES DEL OFICIO.Antes de pasar a nuestro siglo, sería interesante el resaltar algunas de las técnicas y herramientas ya desaparecidas sin olvidarnos, por supuesto, de algunos materiales que ya quedaron en el olvido. En cuanto a la técnica del oficio lo primordial era el conocimiento de la madera, la forma de corlarla, teniendo en cuenta sus anillos y velas para que ésta no se torcicra o garceara, y no se trabajaba hasta que estuviera bien seca. Bien es verdad que al consumirse menos cantidad de madera que hoy día. ésta estaba a veces en mejores condiciones. El sacar barras de un tronco cuando no había sierra mecánicas para hacerlo era un trabajo laborioso, pues había que aplanar una cara con la azuela y después alisarla con la garlopa. Para sacar tabletas de un tronco se usaba el tronceador (sierra ancha de más de 1'50 mts. de larga, manejada por dos personas). También se empleaba la sierra bracera (bastidor con cuatro puños que llevaba la sierra en el centro), para cuyo manejo también eran necesarias dos personas. Para sacar las cuatro caras de una barra a escuadra se requería mucha habilidad, comprobando una y otra vez con escuadra o cartabón y usando galorpa o cepillo hasta tenerla a punto. Los ensamblajes también requerían una cierta maestría, ya que emboquillados y espigas se hacían de forma manual a base de formón, escoplo, martillo y sierra. Ensamblajes a media madera. ingletes con espigas invisibles, ensamblajes a cola de milano. etc. Había infinidad de maneras, muchas de ellas poco usuales o desechadas en la ebanistería actual. El enlazado a cola de milano de aquellos anchos cajones, tenían tal perfección, que en muebles por los que han pasado muchos años aún se encuentran tan fuertes como cuando se hicieron. El emboquillado y filigranas de aquellas viejas puertas de cuarterones que aún quedan en algunas salas de casas yeclanas, son verdaderas obras de arle. Teniendo en cuenta que esas molduras se hacían a mano con el bocil (cepillo de moldurar) y ajustadas unas a otras a inglete con verdadera perfección. Todas estas técnicas llevaban consigo muchas horas de banco en un trabajo muy laborioso. Muchas de las herramientas No es cuestión de perdernos en técnicas o formas de trabajo ya que se podrían exponer muchas más. creo que con las apuntadas es más que suficiente. EL SIGLO XX.El siglo que nos ha locado vivir, ha sido el gran impulsor de la ebanistería en Yecla hasta formar esa potente industria que hoy posee. A principios de siglo, ya se aprecia en el pequeño taller un atisbo de convertirse en pequeña industria. En una relación de los oficios de 1915. aparecen censados en Yecla 77. entre carpinteros y ebanistas 15 . Antes de entrar de lleno en el nacimiento de la industria yeclana, creo que es conveniente el resallar a los grandes artesanos que durante este siglo, han sido, con su buen hacer. los promotores del mueble y la carpintería yeclana. Se que en esta labor han colaborado muchos, pero de ellos solamente destacaré a tres debido al contenido de sus obras. ARTESANOS FAMOSOS.José Villanucva Sanchiz, nace en Yecla allá por el año 129 1882. Fue un gran carpintero y un excelente tallista. También trabajó la ebanistería, aunque por encargo. Losmuebles salidos de sus manos, son verdaderas piezas de museo. Se dedicó principalmente a la carpintería artística y religiosa. Su taller estuvo en la calle de Colón (hoy pastelería). Entre sus oficiales podemos contar a Miguel Ibáñez Bañón, Francisco Azorín Teva "el Lino", Rafael Azorín, Antonio Carpena, Pascual Puche Alacid, y algunos más que después destacarían con industrias propias. No cabe duda que su gran obra fue la urna del Cristo del Sepulcro (ilus. 8), hecha en 1941, ayudado por Miguel Ibáñez. Algunos la han atribuido a su hermano Teófilo, el cual la restauró en 1958, para quitarle peso a los cristales. Es digna de mención la puerta de la Caja de Ahorros (C.A.M.) (ilus.9) y toda la carpintería exterior y gran parte de las puertas del interior, hecha por sus manos allá por 1915. También la carpintería de la casa n° 31 de la calle de San Ramón, de corte modernista. Realizó el pulpito del Niño, desaparecido en el 36. El retablo de la capilla de San Francisco, también de dicha iglesia. El retablo de la ermita del Pulpillo (que aún existe). La capintería del Juzgado de 1a Instancia (hoy cafetería). El piso o entarimado de un salón de la casa de los Ortega (hoy sala de exposiciones de la Casa Municipal de Cultura), etc,. Otra de sus obras famosas fue el kiosco del Parque, realizado sobre (Ilus. 8) "Urna del Stmo. Cristo del Sepulcro". Obra de José Villanueva Sanchiz. Año 1941. (Ilus. 10) Proyecto del Kiosco del Jardín. José Villanueva Sanchiz. Sobre 1922. 1922 (ilus. 10). En su casa se conservan muebles de excelente factura, y al igual ocurre en otras casas de la ciudad. Este gran artesano muere en Yecla en 1955, a los 73 años. Teófilo Villanueva Sanchiz, hermano del anterior. Nace en Yecla en el año 1886. Al igual que ocurriera con el "Maestro Mora". Teófilo es el carpintero oficial de la Purísima. Lo mismo hace allí instalaciones eléctricas, que adorna con flores las carrozas para las procesiones, o monta un monumental Belén para Navidad. Pero su especialidad es la carpintería religiosa; aunque a más de un maestro albañil le enseñara a proyectar unas escaleras de forma circular. Su taller cambia con facilidad de emplazamiento. Lo instala en su casa de la calle Forte y por último lo trasladaría al edificio ruinoso del "Hospitalico" antes de que fuese Centro Maternal. Los oficiales que tiene no le duran mucho, debido a la inestabilidad de su trabajo. Uno de sus oficiales más apreciado y fiel fue Pedro Disla. Acabada la Guerra Civil, hizo casi todos los retablos de las capillas de la Purísima y también algunos confesionarios. (Ilus. 9) Puertas Caja de Ahorros del Mediterráneo. Obra de José Villanueva. Sobre 1915. 130 Son obra suyael retablo del altar mayor de las Concepcionistas y el de San José del Niño. Hizo los pulpitos que había en las monjas Concepcionistas y en la iglesia del Asilo de Ancianos. Como mobiliario tiene la cajonería de la sacristía de laPurísima y también son suyas algunas carrozas de la Semana Santa; aunque hoy se han reformado. Dentro de sus obras más curiosas figuran el cordón con nudo tallado de la lámpara de la sacristía de la Purísima y el "Palomar" del Jardín con su rústica balsa que data de los años treinta. Al parecer también son obra suya las puertas del Ayuntamiento, según informes de la familia. Era Teófilo hombre de ideas rápidas para la invención. Entre sus trabajos también se encuentran algunas tallas. A principio de los años 30 fue profesor de dibujo en la escuela de la Juventud Católica Española. Este polifacético artesano fallece en Yecla en 1969, a los 84 años. un aperador yeclano (se desconoce el nombre) comience a desarrollar una actividad industrial de tipo artesano en la madera. Se incrementa notablemente la producción con serrerías mecánicas y empieza una incipiente industria de fabricación de mesas y sillas producidas en grandes series y se comercializan en las provincias limítrofes, hasta que hay materia prima. Cuando ésta empieza a escasear, a dos oficiales del citado taller se le ocurre la idea de iniciar la fabricación de muebles de ebanistería que por su mejor calidad y acabado pueden hacer más rentable su trabajo. Así es como al principio del presente siglo se inicia la fabricación de muebles en Yecla, bajo la dirección de estos dos oficiales, Pedro Chinchilla Candela y Rafael Azorín Fernández 14 . Esto debió de ocurrir allá por los años 1915-18. Esta empresa funciona con naturalidad hasta principio de los años 20 en que se disuelve. Como consecuencia de esto, algo después nacen dos empresas distintas, cada una de ellas bajo un titular. Es interesante apuntar que las primeras máquinas para trabajar la madera que se traen a Yecla, es precisamente cuando estos dos empresarios estaban unidos en sociedad. Parece ser que por los años 20, sólo están en Yecla las industrias de Pedro Chinchilla y Rafael Azorín. Después con el auge experimentado tras la Primera Guerra Mundial van apareciendo otras pequeñas fábricas. A mediados de los 20 hay en Yecla 7 industrias dedicadas a la madera como ebanistería, aunque parecen ser de poca importancia. Estos empresarios se lanzan con más entusiasmo que conocimientos técnicos a participar en la Exposición de Valencia de 1927-28, con un modelo de comedor que al precio de 550 pesetas, fue premiado y producido en grandes series inundando el mercado con gran éxito 15 . El resto son pequeños talleres que trabajan casi en régimen familiar, algunos ocupan la parle anterior de la vivienda o simplemente una habitación. También son muchos los oficiales que en su casa tienen un banco en donde realizan sus pequeños trabajos de encargos, como puertas de mediano tamaño para ventanas, armarios, conejeras, cogedores, cunas, queseras, tapaderas para tinajas, etc. Pedro Ortín Mora, más conocido como "Periquín Mañas", nieto del "Maestro Mora" por parte materna, es el último de estos tres artesanos. Hombre muy remirado en su trabajo, debido a ello nunca hizo dinero. Se dedicó también a la carpintería artística y religiosa, pero también realizó la doméstica o de obras. Trabajó en el taller con su padre y allí continuó después de haber muerto éste. El taller estaba en la calle de España junto a la casa de Don Cayetano de Mergelina. Después se instala en taller propio, también en la calle de España, dando salida a la calle de San Antonio. Generalmente trabajaron su padre y él acompañado de algún aprendiz. Trabajo con ellos como oficial Francisco López. A este taller acudía el escultor José Antonio López Palao "El Rauca" para hacer allí sus trabajos más delicados. Como obras suyas podemos catalogar un templete para la iglesia del Niño, desaparecido en el 36. El tornavoz del púlpito de la Purísima y cuatro confesionarios. Los desaparecidos durante la Guerra los hizo su abuelo. El retablo del Castillo, lo hizo junto a su tío Carmelo Mora, allá por los años 1942-43 (hoy se encuentra en la iglesia del Hospital ico). También son obra suya los palcos del Salón de Actos de la antigua C.N.S. (hoy CC.OO.). Este artesano muere en Yecla a principio de los años 70, cuando contaba 75 años de edad. Estaban los artesanos carpinteros que aunque no fueron tan famosos como los mencionados anteriormente, siempre estarán en el recuerdo popular. Estos se dedicaban generalmente a la carpintería de obras, como José Pascual Ortuño; José Soriano, más conocido por "Pepe Clara"; o Perico "culocmpinao"; el maestro Parra, cuñado de Villanueva; Manuel Marco; Miguel Carpena "El Caudetano"; Cristóbal Tortosa; Antonio Puche "El Zanca"; Rafael "El Gangas"; Manuel Moragón; etc. Algunos de ellos también se dedicaron a la ebanistería. Después se recuerda el taller de los "Flautas", "Los Antolinos" y algunos más. Todos ellos y alguno más que puede haber quedado en el olvido fueron los promotores de la carpintería y en parte de la ebanistería actual. EL NACIMIENTO DE LA INDUSTRIA.- (Ilus. 11) Propaganda de Muebles Azorín. aparecida en la Revista ¡Adelante!. n° 152. 29 de junio de 1929. A mediados del siglo XIX, debido al fenómeno de la desamortización (1836), son muchas las extensiones de terreno que pasan a manos particulares creándose numerosos latifundios. Como un medio de obtener ingreso de los mismos se producen talas masivas de pinos. Esta existencia de materia prima maderera en cantidad abundante, fue el motivo de que La empresa "Muebles Azorín" (ilus. 11) empieza a funcionar en la calle de San Pascual a principio de los años 20. Sobre 1924 se traslada a la calle de Maestro Mora, en el local que ocupara un molino desde 1912. Comprando años más 131 éste tenía la obligación de enseñarle el oficio hasta que pudiese valerse por sí mismo y trabajar en el banco. La madera para hacer los muebles la daban sin preparar, el oficial la tenía que trazar con arreglo a un dibujo o plano de taller y llevarla a la máquina correspondiente. El aprendiz cuando empezaba sus primeros muebles también debía de seguir este sistema. A finales de los años 20, un aprendiz solía ganar unos 50 céntimos diarios. Debido a este bajo salario, la empresa podía permitirse el tener varios aprendices, de ellos saldría la cantera que más tarde daría prestigio y fuerza a la industria. Por otro lado los aprendices tenían gran ánimo de superación ya que mientras no aprendieran el oficio el salario sería mínimo. Por lo general los oficiales trabajaban casi siempre a destajo ganando un sueldo de 6 a 8 pesetas diarias. En eslaépocacl jefe de fábrica era Paco Chinchilla, hijo del dueño. Éste era un gran dibujante y preparaba los diseños y las plantillas para los modelos en producción. Uno de los trabajos que realizó esta fábrica en compañía de Juan Puche (padre de Beltrán) fue parte de la carpintería interior de la Caja de Ahorros (CAM). Para tener una idea de lo que era esta industria cito algunos detalles de un artículo aparecido en el periódico yeclano "¡Adelante!", n° 21 del 23 de octubre de 1926. Su título es: "Una visita a los nuevos talleres Chinchilla". Entre otras cosas se dice que es uno de los fabricantes de muebles de más gusto y láctica, destacando su laboriosidad y honradez... Los talleres Chinchilla son modelo de pericia, gusto artístico en su fabricación original y de seriedad comercial... En el piso principal se encuentra la sección de barnizado o pulimento de muebles en donde trabajan varias jóvenes. Después de hacer un recorrido por las distintas secciones, termina diciendo: el edificio inaugurado recientemente en la calle de San Antonio 149, es amplio y magnífico. tarde la casa del "Maestro Mora" que estaba contigua. En la planta baja se instala una exposición de muebles y el piso superior se emplea como vivienda. Como oficiales antiguos de dicha empresa se recuerdan a Marco Ros, José Pascual Ortuño "El Fraile", José Antonio Cano, Francisco Azorín Pérez "El Camarero"; y después a Pedro Muñoz, José Gil Ortega, Perico "El Flauta", Domingo, "El Limonero", etc. Como mujeres a Josefa Gil, Ginesa Castillo Puche, Paca "La Chorrona", Concha Contreras, Carmen, Pilar, etc. Hombres y mujeres que ya se jubilaron. En esta industria se fabrica bastante el mueble de marquetería, y el de armazón contrachapado. En la rústica máquina caladora con ballestas de madera, un hombre o una mujer serraba con verdadera precisión las piezas que debían de ajustar en los huecos. Mientras sus manos movían la pieza la sierra subía y bajaba por mediación del pie que movía continuamente el pedal. Aún quedan como recuerdos comerciales de mediados de los años 20 o principio de los 30, aquellos percheros que llevaban el nombre de la empresa trabajado en marquetería. (Ilus. 12). Mueble de los Talleres Chinchilla. Década de los años 20. La fábrica de Muebles Chinchilla se inicia en lo que fuera un almacen de esparto en la calle de San Antonio (hoy Esteban Díaz), esquina con Francisco Castaño. También empieza a funcionar a principio de los años 20. Pasados algunos años se ampliaría la industria, habilitando como accesorio un local contiguo al Salón Brandy, en donde antes hubo una fábrica de muñecas, allí se trasladaría parte del pulimento y algunos oficiales de banco, entre ellos Antonio Puche. En este local, se fabricaban comedores en gran cantidad (ilus 12), ya que parece ser que estos tuvieron una gran aceptación. Como oficiales de esta industria se recuerdan a Francisco Azorín Chinchilla, Martín Teva, Francisco Azorín Teva (El Lino), Pedro Coloma, José Ruiz, José Serrano Marco, Francisco Pérez Serrano, más conocido por el Pérez "el de los arradios", que hacía todo el trabajo de talla; Francisco García, Pepe "Santisma", Rafael "el Gangas", que después se establecería de carpintero, etc. Y como aprendices: José Jover, Cristóbal Villascusa, Abdón Bañón, Ignacio Palao, Arsenio Martínez, Ramón Ortín, etc. Estas industrias eran las academias en donde se enseñaba la profesión, ya que los aprendices cuando entraban en ellas, eran puestos cada uno a disposición de un oficial diferente, (Ilus. 13). Factura de principios de siglo. 132 la geografía española. A pesar de todo ello la industria tiene más auge, nuevos ebanistas se aventuran en montar su propia empresa, tales como Rovira y Muñoz, Muebles Ortega, la Cooperativa de Muebles Esteban Díaz, Los Antolinos, Muebles Puche, Agustín Díaz, Zafrilla y Saurín, Muebles Bañón, Ruiz Hermanos Tableros, etc. Antes de seguir adelante, expondré los dos motivos que impulsaron a la industria yeclana. Uno fue la Cooperativa, sobre lodo al caer en crisis, razón ésta que dio motivo a que muchos cooperadores se establecieran por su cuenta. El otro y principal fue la creación de la Feria del Mueble, que debido a su pujanza, impulsó a muchos trabajadores a probar suerte en una nueva aventura, la de montar su propia empresa. También deseo tener un pequeño delalle para aquellos transportistas de los años 50, que cargaban los muebles en sus carros para llevarlos a la estación o a "Transportes Palao". que hacía la ruta de Alicante. Aquellos carros que en cada viaje sólo lograban transportar un comedor o un dormitorio, razón ésta por la que a veces tenían que hacer varios viajes al día. Vaya por Juan Muñoz "El Limonero" y Manuel Gil o "Manolo el de la Estación", que es como se le conocía, el más sincero homenaje. Esta empresa pasa de padres a hijos hasta desaparecer recientemente. Tuvo una gran crisis a finales de los años 40, ésta dio motivos a que dentro de la misma se formara la Cooperativa de Muebles Esteban Díaz, de la que después hablaremos. Como curiosidad aparte presento aquí una factura de principios de siglo (ilus.13). En ella puede apreciarse la relación que había entre la carpintería y la tonelería, y también puede verse el coste de la vida de esta época. A finales de los años 20 o principio de los 30. nace la empresa de Beltrán Puche. Juan, su padre, tuvo taller de carpintería en la calle de España. Beltrán fue un idustrial de la ebanistería que realizó muy buenos muebles. Su primer taller estuvo también en la calle de España, cercano al de su padre, en dirección a la estación. Después lo trasladaría a la calle de San José, hasta que desapareció. De esta industria salieron muy buenos muebles. Fue la tercera fábrica de Yecla a principio de los años 40. De entre sus oficiales destacó Juan Díaz Puche "El Jardinero", buen artesano de la madera y gran conocedor del dibujo y la tornería. Se estableció a finales de los años 40, hasta principio de los 60. Fue profesor de ebanistería en la Escuela de Formación Profesional durante 14 años. Dentro de esta época de los años 20 y 30 ocurrieron dos siniestros en talleres de muebles de nuestra ciudad. En el año 1927, el 30 de abril, a las 6 de la tarde, hay un incendio en la fábrica de José Román Carpena. destruyéndose todas las existencias. Las pérdidas ocasionadas se valoraron en unas 20.000 pesetas "'. También se declara otro incendio el día 7 de noviembre de 1931. Este destruye el taller de carpintería de Tomás Pou, en la calle de San Antonio l7. LAS COOPERATIVAS.Duranle los años 30. la industria del mueble se acopla a las circunstancias de un desfase económico surgido a finales de los años 20. A pesar de las dificultades subsistían las mismas empresas. Se crea una cooperativa de la madera durante la Guerra Civil, que desaparece en el 39 (siento el no haber conseguido una relación de los trabajadores que la formaron). Acabada la Guerra, la industria se encuentra en la más grande penuria económica y aunque siguen las mismas empresas que en los años 20. ha de renovarse su actividad con más entusiasmo, buscando mercados anteriores para poder seguir adelante, haciendo el mueble de calidad que los almacenistas ya reconocían en el mueble yeclano. A principio de los años 40. hay oficiales destacados de algunas industrias que se independizan creando pequeños talleres familiares o con la ayuda de otros trabajadores. Algunos. como la empresa de Beltrán Puche, llegan a tener éxito, pues en el año 1942 sólo hay tres industrias en Yecla: Chinchilla. Azorín y la mencionada de Beltrán. Al final de los años 40. hay una gran crisis en el sector. Ésto da motivo a que la empresa de Chinchilla se vea en la necesidad de despedir a los trabajadores, ya que es imposible el seguir adelante. Es entonces cuando ocurre algo insólito. El Párroco Arcipreste de la Purísima. José Esteban Díaz ocupaba el cargo de Delegado Comarcal de Sindicatos, razón ésta que le hace sentir más de cerca el problema social de unas 80 familias que se pueden quedar sin empleo. Negocia con la empresa y ve que la salida más airosa para ambas partes, es formar una cooperativa. Ésta se crea en 1949 con 95 cooperativistas. Se inician los trámites y la sociedad empieza a funcionar dentro de la misma empresa hasta que se pueda levantar un local propio en donde poder trabajar todos los cooperadores. Vencidas muchas dificultades, este párroco por medio de su influencia y su tesón logra que el 15 de junio de 1950 se coloque la primera piedra de la ansiada Coopcrativa. Marcelino Olaechea. arzobispo Acabada la Guerra Civil, hay una gran crisis, aunque subsisten las mismas empresas. No faltan ocasiones en que el trabajo realizado se cobra en especie. Los propietarios de pequeños talleres luchan por mantener sus mercados, e incluso salen algunas empresas nuevas como la de Muebles Lino, Ramón Ortín, Muebles Cano, Carpena, etc. En cuanto a las industrias afines al mueble, Paco Rico puso a final de los años 20 o principio de los 30 una fábrica de somieres. A principio de los años 40, Ramón Orlín monta una fábrica de somieres con las antiguas máquinas de Paco Rico que ya había cerrado su industria. Aparte de somieres, hace mesas de camilla, cunas, etc. Éstos serían los inicios de esta gran fábrica de muebles. Después el hijo de Paco Carpena pondría otra industria también de somieres. Parece ser que había trabajo para las dos industrias. Esta época de los 40 fue muy difícil, ya que el empresario aparte de atender la empresa y luchar con los bancos para mantener el crédito, debía de hacer de representante de sus propios productos. Me contaba Ramón Orlín. que con una moto que se compró, hacía el recorrido por las provincias de Valencia, Alicante, Albacete, Murcia, Almería y Jaén, visitando a los clientes. En verdad que la vida de empresa fue dura en aquellos años. La década de los años 50, a pesar de la gran dificultad de crear empresas, que en muchos casos hace que se desista. por motivos de que las vías de comunicación del pueblo no están en consonancia con la época en que se vive. Las carreteras son polvorientas y están en pésimo estado y la vía del ferrocarril es estrecha y dificulta la comunicación con muchos puntos de 133 de Valencia, bendice el acto, y empiezan las obras dirigidas por el arquitecto Pablo Cantó Infesta. En 1952 el valor de la empresa sobrepasa los dos millones de pesetas y los trabajadores pasan ya de 130. La Cooperativa Obrera de Muebles "Esteban Díaz", que así se llamó, en su época de más esplendor llegó a albergar de 140 a 150 trabajadores, de ellos 50 son mujeres que trabajan en la sección de pulimento. Llegó a haber dentro de la empresa una gran armonía, celebrándose algunas fiestas sociales entre los cooperadores, entre ellas el día de Reyes. Éstos daban juguetes a todos los hijos de los cooperadores, menores de 14 años. (Ilus. 13-C). Ambiente laboral del taller y pulimento. Cooperativa Obrera de Muebles Esteban Díaz. Foto archivo Tani. Años 50. empieza con muebles modulares hechos en aglomerado contrachapado (ilus. 13-C). Trabajos que quedan como recuerdo son la cancela y los bancos de la Parroquia de la Purísima. Se hicieron varios pedidos para los ministerios, en especial para el de Educación Nacional. Éste rechazó un pedido consistente en pupitres, mesas para profesores, sillas. armarios de dos puertas, por no haberse servido en el tiempo contratado. Éste fue el motivo principal junto con otros, de que en la sociedad se abriera una gran crisis, que fue degenerando hasta llegar a su cierre definitivo, a mediados de los años 70. El Presidente que más tiempo estuvo al cargo de la sociedad fue Ovidio Martínez. Cuando la entidad entró en crisis, la Delegación Provincial de Sindicatos o la Obra de Cooperación puso a Luis Lucas Pastor, que mantuvo la sociedad hasta su cierre definitivo. Como oficiales aún se recuerdan, entre otros, a Miguel Lorente, Francisco Vallet, Silvio Villascusa. Manuel Férriz. Ignacio Palao, José Serrano, Carmelo Gras. En el lapizado estuvo Abdón y en la sección de tableros Francisco Bañón. Como tornero José Azorín Navarro, "El Nano", antiguo profesional de la empresa Chinchilla. La lista era larga y han quedado muchos nombres. Fueron faltando los salarios, los problemas se agrandaban y los trabajadores, poco a poco, fueron abandonando la Cooperativa para buscar trabajo en otras industrias o montar talleres propios. Se fue disgregando la sociedad hasta quedar en ella los de más edad, en espera de su jubilación. Este fue el triste final de una gran obra, cuya lenta muerte dio origen a la apertura de nuevas empresas que al pasar los años marcarían una expansión industrial. Causa pena el ver los recios muros que se resisten a caer. En el frontón de la calle de Pablo Picasso pueden verse (Ilus. 13-A) Puerta diseñada por Manuel Marco "Maoño". Años 30. Esta industria tuvo sus diseñadores propios. Primero sería Manuel Marco "Maoño" (ilus. 13-A) y después Andrés Puche Férriz (ilus. 13-B). Ambos proyectaron con gran aceptación y gusto los más variados modelos. En su primera época los muebles eran armazonados y allá por 1960 se (Ilus. 13-B). Comedor diseñado por Andrés Puche Férriz. Cooperativa Obrera de Muebles Esteban Díaz. Años cincuenta. 134 las siglas C.O.M.E.D., que nos recuerdan a aquel párroco con una honda inquietud social, que todo lo hizo por los trabajadores y por el bien de Yecla. Entre sus ruinas aún se pueden ver apilados aquellos muebles que no se pudieron servir a tiempo. A mediados de los años 60, un grupo de amigos, todos ellos trabajadores de la madera, se asocian y alquilan el antiguo taller de Beltrán Puche que permanecía cerrado algunos años. Su inquietud es formar una cooperativa dedicada a la fabricación de muebles. Después de muchos avatares logran su propósito el día 27 de julio de 1966 en que se levanta acta de la reunión inicial para constituir una Cooperativa Industrial. Ésta se aprueba en el B.O.E. (Boletín Oficial del Estado) el día 9 de diciembre de dicho año con el nombre de Cooperativa Obrera Yeclana del Mueble (C.O.Y.M.). domiciliándose la entidad en la calle de San José n° 50, local en el que hace más de un año iniciaran su trabajo. Se elige como Presidente a Francisco Romero García. en el momento de su constitución cuenta con 15 socios. En marzo del año 1967 ya hay 23, entre cooperadores y aspirantes a serlo. En marzo del 68 son 30 los componentes. Tienen necesidad de ampliar los locales alquilando a un vecino la planta alta de su casa. Pero esto no es suficiente, la maquinaria es vieja y el taller no requiere las condiciones necesarias para la fabricación que exige la competencia. Es por ello que a base de muchos sacrificios y de hipotecarse muchas familias, se consigue que en julio del 68 la Cooperativa tenga una nave nueva al final de la calle Cruz de Piedra. Esta obra ha sido planificada por los propios socios con vista a una mayor producción. Si al principio estos trabajadores empezaron trabajando para otras fábricas, ahora ya tienen diseños propios dibujados por ellos mismos. Se empieza construyendo mueble castellano que por estas lechas goza de éxito. Pero al pasar el tiempo se acuerda fabricar mueble de tipo nórdico, de 1 incas rectas, pul i mentados a poliester, ya que este estilo se presta a ser fabricado en grandes series. Entusiasmo y trabajo no falta. Se tiene camión propio para realizar los transportes a domicilio, pero hay un gran problema y es que el préstamo de algo más de dos millones de pesetas prometido por la Obra de Cooperación no llega. La crisis aumenta, hay que terminar de pagar las obras y al mismo tiempo comprar materias primas para poder seguir adelante. A esto se añade que unos quieren destacar cobrando sueldos más elevados que otros. Todas estas razones hacen que la crisis aumente en gran manera, los trabajadores llevan cuatro meses sin cobrar, el desaliento y la desconfianza cunden entre los socios. Cuando el préstamo llega, es demasiado tarde, pues los socios ya han decidido disolver la sociedad, cuestión que se lleva a cabo ante el Delegado Comarcal de Sindicatos el día 18 de abril de 1969, cerrando definitivamente el 22 del mismo mes. Esta es la pequeña historia de otra cooperativa abocada al fracaso debido a la desatención económica. Por desgracia parece ser que no ha cuajado este tipo de sociedad, sobre todo en lo referente al mueble. No obstante, después se han creado algunas Asociativas Laborales. Este es el sistema que buscan para independizarse aquellos trabajadores más desfavorecidos económicamente, pero no por ello faltos de entusiasmo por engrandecer la economía de su pueblo. LA FERIA DEL MUEBLE.La idea inicial de hacer en Yecla una Exposición Local del Mueble, que daría origen a nuestra Feria, nace del industrial 135 Ramón Ortín. Como Presidente que era del Sindicato Local de la Madera. lo expone ante la Junta Sindical, ésta acepta la idea. Esto ocurre en 1958. Este promotor de la idea, pide al alcalde el Colegio de los Escolapios para celebrar allí el primer certamen, pero la primera autoridad se lo deniega. Esto daría motivos a que pasaran dos años. En 1960 está de alcalde José Martínez Sánchez (1960-71), Ramón insiste con su idea (ya no era presidente del Sindicato en esta fecha) al nuevo alcalde. que no sólo lo autoriza sino que preside la reunión que se celebra en el mismo Colegio con los 14 o 15 empresarios de la madera que por entonces había. Se ve que la fecha más idónea para celebrar esta Exposición Local es el mes de septiembre. ya que aparte de estar los alumnos de dicho colegio de vacaciones, también coincide con la Feria del Juguete. Se elige por unanimidad como Presidente a Ramón Ortín Alonso para llevar a cabo la Feria. Este nombra una comisión para coordinar los trabajos. Esta "Exposición Local del Mueble" se celebra del 24 de septiembre al 5 de octubre de 1961. Se celebra con el consentimiento del alcalde sin pedir la autorización del Ministerio de Comercio, por miedo a que lo deniegue. La inauguración corrió a cargo del Delegado Provincial de Sindicatos de Murcia, Carlos Iglesias Selgas. 18 expositores con 32 stands fue el producto de este primer Certamen. Las empresas participantes de esta primera Feria (no oficial) fueron: - Muebles Azorín - Muebles Lino - Cooperativa de Muebles Esteban Díaz - Muebles José Antonio Cano - Muebles Francisco Azorín - Muebles Muñoz y Soriano - Ruiz Hnos. Chapas y Tableros - Galerías Polo (tapicerías) - Ramón Orlín "Somieres Ortín" - Muebles Figues - Muebles Agustín Díaz - Muebles Chinchilla - Muebles José Muñoz - Muebles Bañón - Muebles Ortega - Muebles Revira y Muñoz - Muebles Carpena - Casa Nazario (tapicerías) En esta primera Feria (ilus. 14) se alcanzó un éxito rotundo en ventas sobrepasando las pretensiones. Tuvo tal éxito en la provincia y pueblos limítrofes que tuvo que ampliarse el certamen 15 días. Al acto de clausura se invitó al Gobernador Civil de Murcia Antonio Luis Soler Bans, el cual quedó sorprendido del triunfo obtenido. La verdad sea dicha, es que esta primera Feria del Mueble de Yecla fue la primera feria monográfica del mueble de España. En 1962 se hace la Ia Feria del Mueble e Industrias Afines con carácter y autorización oficial. Ésta se celebra del 15 al 30 de septiembre. El recinto sigue siendo el colegio. A esta Feria se invita a industriales de Valencia. Hecho que dio lugar a que en 1963 se adelantaran a los yeclanos a pedir una feria con carácter nacional. La Feria del Mueble sigue celebrándose en el Colegio los años siguientes hasta que en el verano de 1968 se construye un edificio exclusivo para este fin, éste se realiza en un periodo de 93 días, inaugurándose este mismo año el 24 de septiembre con la VII Feria Provincial del Mueble e Industrias Afines. Para que se tenga una idea más concreta del éxilo de esta Feria así como del avance de la industria del mueble en nuestra ciudad, expongo el siguiente estadillo: mucha valentía y arrojo por parte de muchos trabajadores que se aventuraron, a veces sin una base económica estable, pero con un gran conocimiento del oficio y muchas ganas de triunfar. Unos lo han conseguido, otros han perecido en el intento. Se puede afirmar que la agricultura yeclana ha sido el trampolín que ha financiado en gran parte al sector industrial del mueble. El proceso de ampliación de la industria del mueble en Yecla se produjo de la siguiente forma: los agricultores yeclanos avalaban con sus bienes al hijo, al yerno. o a otros familiares que trabajando en las fábricas, habían decidido establecerse montando su propia industria, ya lucia abriendo un pequeño taller o alquilando una pequeña nave del entonces naciente polígono industrial situado en la carretera de Jumilla. Otros acudían al sector privado solicitando préstamos para poder establecerse. Muchas de estas incipientes industrias fueron creciendo a base de vender sus productos y abriéndose a nuevos mercados, pudiendo comprar las naves alquiladas e incluso ampliarlas, hasta convertirlas en lo que son hoy día. Algunos invirtieron parte de sus ganancias en la agricultura, de ahí que una parte del agro yeclano sea propiedad de los industriales del mueble. También ha jugado un papel importante para la industria yeclana. el arreglo de sus carreteras ya que a partir de los años 60 se han ido acondicionando para el transporte, ocupando las funciones del desaparecido ferrocarril. Han pasado los años, en la actualidad la industria del mueble es la más importante de Yecla, ya que son unas 180 empresas entre carpinterías, ebanisterías y tapicerías las que tienen el sector, con unos 2.600 trabajadores empleados en las distintas industrias. Si ha habido una gran expansión del mueble en Yecla. se debe al riesgo y a la valentía de todos aquel los que montaron sus industrias, algunos con gran esfuerzo y sacrificio. Pero también se debe al trabajo de muchos obreros que día a día se han esforzado en perfeccionar las técnicas del oficio, a veces trabajando en pésimas condiciones de seguridad e higiene. porque así lo requerían aquellos momentos de crisis en que lo más importante era la competencia. (Ilus. 14). Carte! de la 1a Feria Oficial del Mueble. FERIA Ia Of. IIa IIIa IVa Va VIa VII a VIII a IXa AÑO STANDS 1962 43 1963 49 1964 60 1965 69 1966 96 1967 111 1968 126 1969 129 1970 149 SUPERFICIE EXPOSITORES 700 m/2 24 (Colegio) 1.025 m/2 25 (Colegio) 1.325 m/2 29 (Colegio) 1.525 m/2 40 (Colegio) 2.800 m/2 48 (Colegio) 3.160 m/2 58 (Colegio) 3.612 m/2 66 (Feria) 3.612 m/2 71 (Feria) 4.112 m/2 81 (Feria) Después se ampliaría el edificio para poder dar cabida a nuevos expositores hasta llegar a lo que es hoy día. A pesar de que la Feria ha sido el elemento principal que ha impulsado la industria del mueble de Yecla, hay algunos empresarios que pasan de ella olímpicamente. Quizás por orgullo al gozar de una buena situación económica en su empresa, demostrando con ello una falta de civismo, sin tener en cuenta que gracias al apoyo y al mucho trabajo que ha costado mantenerla año tras año, se ha ampliado el mercado del mueble a escala nacional e internacional, dando trabajo a gran parle de obreros yeclanos y hasta forasteros y abriendo un indiscutible prestigio del mueble de Yecla. El florecimiento de la industria ha llevado consigo luchas entre empresarios y trabajadores. Unos por defender sus bienes o mejorar su industria, los otros por mejorar sus bajos salarios. Pero a pesar de las circunstancias, el Convenio del sector no está a la altura que debiera. Pero eso podría ser tema para otro estudio. Aquí solamente he querido reflejar el tesón de unos y otros, en mejorar el bienestar de un pueblo modernizando su industria, a veces a costa de grandes sacrificios por ambas partes. CONCLUSIÓN.- LA EXPANSIÓN.- Para terminar, quiero recordar algunos carpinteros y ebanistas que no han sido mencionados anteriormente, pero que popularmente eran muy conocidos, tales como: Paco Ortuño, Francisco Saurín, Pepe "el Casiano". Antonio Villanueva, gran tallista, sobrino de Pepe y Teófilo Villanueva. Pompeyo Beltrán, Rafael González García. Miguel Marco "Maoño" y su padre, Román "el Calero". Carlos, los célebres "Santonuevos", Hermenegildo, Pedro Puche Bañón, José Antonio "el Señoré", Juan Soriano Palao "el Tori". Pedro O b s e r v a n d o el gráfico de la Feria e x p u e s t o anteriormente, nos daremos cuenta de que a partir de mediados de los años 60, la industria de la madera de Yecla se dispara en un auge expansivo en el que día a día se abren nuevas fábricas, dando un fortalecimiento económico a nuestro pueblo y proporcionando trabajo a sus habitantes. El proceso no ha sido sencillo, ha sido producto de 136 Este trabajo fue escrito en aprecian algunas variaciones actual. Ejemplo: En lo que Muebles "Esteban Díaz" hoy Medina Morales, José Ballester "el Trisque", Salcedo, Jesús Pou, Francisco García, oficial de Pepe Villanueva y gran colaborador en la urna del Cristo del Sepulcro, y muchos más, que harían esta lista interminable, ya que han sido muchos los artesanos de la madera que ha habido en Yecla. Algunos pueden quedaren el olvido aunque no ha sido esa mi intención; este trabajo y mi recuerdo va con lodos ellos sin omitir a ninguno. También debo de pedir disculpas por los apodos o "motes" aparecidos a lo largo de este trabajo. Pero creo, que no hay otra forma de que todos ellos sean conocidos popularmente. pues al fin y al cabo, ésta era. y aún sigue siendo, una costumbre muy usada en Yecla para poder reconocer a todos sus vecinos. AGRADECIMIENTO.Para poder realizar este trabajo, ha sido necesario el consultar a diversas personas. Todas ellas han colaborado amable y desinteresadamente, aportando todos aquellos datos que ellos conocían. Es por ello que las cito aquí en prueba de gratitud. Estas son: José Jover, Andrés Puche Férriz, Josefina Villanueva, Loli Ortega Villanueva, Francisco Ortín Marco, Luis y Rafael Azorín (padre e hijo), Manuel Gil Polo, José Azorín Muñoz, Antonio Quintanilla, Argimiro Azorín Pérez, Juan Soriano Palao, Francisco Azorín García (sacerdote), María de los Llanos Díaz Molina, y Ramón Ortín Alonso (fallecido). Desde aquí doy a todos ellos mis más sinceras gracias por haber contribuido a que se conozca algo más la historia de nuestro pueblo, sobre todo en lo referente a la carpintería y ebanistería que es el objetivo de este estudio. NOTAS.(1).- "Extracto de un libro de la Iglesia Vieja". Miguel Ortuño Palao. Revista Municipal "Se hace saber". n° 11, pag. 9. (2) (5).-"Yecla en su Historia". Juan Blázquez Miguel. Toledo 1988. (2) = pags. 138 y 139. (5) = pag. 251. (3).- "Yecla en el siglo XVII". Juan Blázquez Miguel. Tipografía Narsio. Yecla 1988. pag 124. (4) (6).- "La vida en Yecla en el siglo XVIII". Miguel Ortuño Palao. Academia Alfonso X "el Sabio". Murcia 1979. (4) = pags. 151 -154. (6) = pag. 151. (7) (8) (9) (10) (17).- "Yecla día a día". Miguel Ortuño Palao. Ediciones Dúo. Yecla 1991.(7) = pag. 63. (8) = pag. 103. (9) = pag. 166 (10) = pag. 351. (17) = pag. 342. (11) (12).- "Las calles de Yecla". Miguel Ortuño Palao. Imprenta La Levantina, Yecla. 1982. (11) = pag. 121. (12) = pag. 121. (13).- "Yecla: un ejemplo de socialismo agrario". Aniceto López Serrano. Academia Alfonso X "el Sabio", Murcia, 1989. Pag. 212. (14) (15).- "La industria del mueble en Yecla". Jorge Cortina/ Joaquín Gris. Impreso en Industrias Gráficas Jiménez Godoy, Murcia 1982. (14) = pag. 32. (15) = pag. 33. (16).- Periódico "¡Adelante!" 30 de abril de 1927. (18).-"Historia de Yecla". Fausto Soriano Torregrosa. Impreso en la Editorial J. Doménech, Valencia 1972.pag. 33. 137 1993; es por ello que se con arreglo a la realidad fuera la Cooperativa de se han edificado pisos. DOCUMENTOS DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE YECLA Y DEL SEÑORÍO DE VILLENA DEL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL SECCIÓN NOBLEZA (I) Aniceto López Serrano A la muerte de Enrique IV. si bien, debido a su posicionamicnto a favor del rey de Portugal y de Juana la Bcltraneja en la guerra de sucesión al trono de Castilla, perdió la mayor parle de las localidades pertenecientes al antiguo Marquesado de Villena, logró conservar casi en su integridad el inmenso poder, riquezas y honores que había acumulado durante el reinado de su protector. Sus herederos no se conformaron con la inestimable pérdida de estas posesiones tratando de recuperarlas por todos los medios a su alcance, aunque su esfuerzo nunca se vio coronado por el éxito, no teniendo otro remedio que resignarse. Sirvieron a los reyes en diversas empresas y uno de ellos fue fundador de la Real Academia Española de la Lengua, a principios del siglo XVIII. En 1780 Diego Pacheco y Fernández de Velasco al ganar el pleito sobre la herencia de los Velasco, y con ella el título del ducado de Frías, hubo de cambiar su primer apellido Pacheco por el de Fernández de Velasco pasando a ser el XIII duque de Frías. Al morir sin herederos en 1798 Felipe López Pacheco. XII marqués de Villena y duque de Escalona, la titularidad pasó también Diego Fernández de Velasco que acaparó, además, los títulos de duque de Uceda y conde de Montalván. por lo que en lo sucesivo serán los duques de Frías los herederos de la casa de los Pacheco. Durante toda la Edad Media los documentos escritos tuvieron un poder mágico ante los villanos analfabetos. Los nobles, por su parte, fueron especialmente celosos en la custodia de sus títulos, derechos y cuantos documentos pudieran tener alguna relación con sus privilegios, poder, exenciones, etc. Así lo reconoce el propio José Fernández de Velasco. XVIII duque de Frías, en la introducción que él mismo hizo para el Inventario de Pilar León Tello, sobre los documentos acumulados por la casa de Frías a lo largo de los tiempos. El documento era "la piedra angular de todo un sistema complejo de relaciones humanas y su valor probatorio se necesitaba tanto para la defensa y conservación de intereses económicos como para la obtención de honores y prebendas" 2. Sin duda, por todo ello. la conservación de los archivos nobiliarios ha sido una preocupación común en España de todas las familias y los documentos han ido pasando de generación en generación hasta llegar hasta nosotros. Hoy toda esta masa documental INTRODUCCIÓN.Los documentos cuya transcripción se ofrece a continuación pertenecen lodos a los fondos del Archivo de los duques de Frías, herederos de la Casa de los Pacheco. Todos absolutamente hacen referencia a Yecla y, por extensión, a la mayor parte de las poblaciones que pertenecieron al Señorío de Villena. Este arranca, como tal, en el mismo momento en que se culmina la reconquista del reino de Murcia, aunque su extensión no fue la misma a lo largo del tiempo. De las localidades inicialmente incluidas en la concesión a don Manuel por su hermano el infante don Alfonso, sólo permanecieron en él las poblaciones de Villena, Sax, Yecla, Almansa, Tobarra, Hellín, Chinchilla, Albacete, Jorquera, Alcalá y Ves. Este extenso territorio vino a configurarse como un estado tapón entre los reinos de Castilla y Aragón y su posesión ambicionada por los monarcas y señores de una y otra parte de la frontera. Sufrió diversos avalares a lo largo de los siglos XIV y XV, revirtiendo a la corona en varias ocasiones. Don Enrique de Trastámara que lo poseyó por su matrimonio con Juana Manuel, la última heredera de los Manuel, lo cedió, por primera vez con el título de marqués, a don Alfonso de Aragón, caballero de la familia real aragonesa, en recompensa por su inestimable ayuda para arrebatarle el trono de Castilla a su hermanastro Pedro I. Durante la primera mitad del siglo XV perteneció sucesivamente a tres de los hijos de don Fernando de Antequera. designado rey de Aragón por el Compromiso de Caspe. Tuvo que soportar las turbulencias propias del período hasta que Juan II lo entregó a don Juan Pacheco, también con el título de marques, a solicitud de su hijo el príncipe don Enrique que lo había recibido como dote por su matrimonio con doña Blanca de Navarra, hija de don Juan de Navarra, uno de los tres infantes, futuro Juan II de Aragón. Juan Pacheco era un caballero de ascendencia portuguesa, perteneciente al segundo escalón de la nobleza, que supo hacerse con la voluntad del joven y veleidoso heredero de la corona castellana, que desde un principio lo colmó de honores y riqueza. Don Juan Pacheco fundó tres mayorazgos, al primero de los cuales fue vinculado el título de marqués de Villena y heredado por su hijo mayor Diego López Pacheco, que llegó a ser uno de los caballeros más importante de Castilla por su poder, posesiones y riqueza. -Pilar LEÓN TELLO Inventario del Archivo de los duques de Frías. Dirección General de Archivos y Bibliotecas y Casa de los duques de Frías. Madrid. 1955. Vol I. pág. XI. 1 Esta sección del Archivo Histórico Nacional está ubicada en Toledo. 141 los Pacheco, excepción hecha de algunos ya publicados en dos trabajos anteriores: Yecla, una villa del Señorío de Villena (s. XII-XVI), editada por la Academia Alfonso X el Sabio y En torno a los problemas y confusión jurídica en la posesión del Señorío de Villena (s. XV y XVI), de próxima publicación en Miscelánea Medieval Murciana. Dada la extensión de los documentos, se han dividido en dos grupos. En el primero se incluyen todos aquellos producidos en la época de Juan Pacheco y que fundamentalmente viene referidos a las concesiones llevadas a cabo por Juan II de Castilla y el todavía príncipe don Enrique, las actuaciones del marqués para subsanar los defectos de forma en que incurrió el monarca y los posteriores acuerdos entre Enrique IV. el infante don Juan de Aragón y Juan Pacheco. En el próximo número de Yakka se incluirá el segundo grupo de documentos correspondientes al periodo de su hijo Diego López Pacheco, empezando por la aceptación del testamento de su padre, la capitulación de 1476 con los Reyes Católicos y los esfuerzos posteriores para recuperar los territorios perdidos por las citadas capitulaciones y los posteriores de 1480. constituye una fuente inestimable para la reconstrucción de la historia, aunque no se debe olvidar que estos documentos constituyen uno de los posibles puntos de vista de los hechos ocurridos, por lo que una historia construida exclusivamente con la visión que ellos nos aportan estaría tremendamente sesgada al responderá la perspectiva de las clases privilegiadas que constituían una ínfima minoría de los habitantes de este país. No obstante lo dicho, hay que reconocer que resultan de una enorme útilidad por facilitar infinidad de datos y testimonios que. debidamente contrastados con otras fuentes, facilitan la reconstrucción de los hechos desde una perspectiva global. El primer inventario documental de los fondos de los duques de Frías fue llevada a cabo por María Teresa de la Peña y Pilar León Tello. Luego, esta última, preparó una edición en dos tomos que vio la luz en 1955. Por ella se daban a conocer los fondos del archivo. El segundo volumen es el que se refiere a la Casa de los Pacheco y Téllez Girón. El propio duque de Frías, dueño de los archivos y autor de la introducción de la publicación reconoce la pérdida de muchos legajos debido, entre otras causas a los "insectos y roedores ", pero también al "abandono y la incuria; muchos se destruyeron en los asaltos y robos... Guerras y turbulencias también han menguado el número de los legajos y a estas calamidades tenemos que añadir las cuestiones de criterio en cuanto al interés de los documentos... Por último otro motivo grave de pérdidas cuantiosas es el político, por el cual todo aquel inmenso arcano de documentos <comprometedores>, en ocasiones, terminan en el fuego" 3 No cabe duda, que algunos de estos documentos desaparecidos debían de referirse a Yecla y a otras localidades del Señorío de Villena, como resulta fácil de constatar. Corpus Documental: I 1444-IX-13. Toledo. El príncipe don Enrique da poder a Alfonso Téllez Girón para que en su nombre tome posesión de las villas de Medina del Campo, Arando de Duero, Olmedo, Roa y la ciudad de Chinchilla y otras villas y lugares del Marquesado de Villena que le había dado su padre el rey Juan II. Se incluye la carta -Roa 16 de abril de 1444- por la que éste le había donado todos estos territorios al casarse con la infanta doña Blanca de Navarra. A . H . N . Sección Nobleza. Duques de Frías. 129/35. Ya las recensiones de los documentos realizadas por León Tello, recogidas en estos Inventarios, resultaban una información preciosa para muchos historiadores. Con posterioridad, se procedió a microfilmar una parte de los documentos, con lo que era posible contar con el contenido preciso de los mismos. La política llevada a cabo por el Ministerio de Cultura de recuperar para el Patrimonio Nacional todos estos fondos de los archivos nobiliarios han culminado con la cesión de los mismos al Archivo Histórico Nacional. Con este rico patrimonio documental de las diferentes casas nobiliarias se ha organizado una Sección monográfica en el antiguo Hospital de Tavera, en Toledo, debidamente rehabilitado. Se han mantenido las colecciones pero ha sido nuevamente reclasificada toda la documentación. Esta sección del Archivo Histórico Nacional, aunque aun no ha sido abierta al público, funciona con un servicio de fotocopia, por lo que se puede disponer de la reproducción de casi todos los documentos, al menos de los referidos a la casa de los Pacheco. El Señorío de Villena había pasado a lo largo de la primera mitad del siglo XV por un período de absoluta inestabilidad política, sumido en continuas guerras debido a la ambición de los infantes de Aragón, hijos de don Fernando de Antequera que sucesivamente aspiraron a la posesión del Señorío. Primero, don Alfonso -futuro Alfonso Vde Aragón que había casado con doña María, hija de Enrique III y hermana de Juan II-. Después don Enrique casado con doña Catalina, también hermana de Juan II y, finalmente, Juan cuya hija, Blanca, se había prometido en matrimonio con el príncipe heredero de Castilla. Don Juan, rey de Navarra, al concertarse el matrimonio de su hija doña Blanca con el infante don Enrique había recibido de Juan II de Castilla la administración de todas las localidades del Señorío, concedidas como dote a ambos príncipes por su matrimonio, hasta tanto no se celebrara la boda, pero terminó posesionándose de manera plena. En abril de 1444, una vez celebrado el matrimonio entre Blanca y Enrique, éste obtuvo autorización de su padre para proceder a la ocupación de Chinchilla y del resto de las villas del Señorío de Villena que legítimamente le correspondían y cuya posesión era detentada por su suegro. El príncipe, a su vez, dio poder a don Alfonso Téllez Girón, padre de don Juan Pacheco para que tomara la posesión por él y, en su nombre, diera a sus habitantes garantía de perdón de cuantos delitos hubiesen podido cometer como consecuencia de las revueltas y turbulencias que se habían producido en los últimos tiempos. Poco después, el príncipe iniciaría personalmente la ofensiva Una parte importante de la historia de Yecla y del resto de las localidades del Señorío de Villena ha permanecido encerrada en estos archivos. Abrirla al conocimiento directo de los ciudadanos c investigadores parecía una tarea importante. A continuación se ofrece la transcripción de la casi totalidad de los documentos, referidos a Yecla y por extensión a la mayor parte de las localidades que constituyeron el Marquesado de 3 Pilar LEÓN TELLO Inventario del Archivo ...Vol. II, pág. VI. 142 dote, fazedero, segund dicho es. por los dichos procuradores del dicho señor rey de Navarra, se ayan de ratificare ratifiquen por el dicho señor rey de Navarra personalmente, dentro de quarenta dias contaderos del dia de la firma de los presentes capítulos e que los dichos señores reyes de Castilla e de Navarra ayan de ratificar c corroborar e avn de nuevo fazer e firmar, ratifiquen c firmen los dichos contrabtos de donaçion e constituçion de la dicha dote e lo contenido en ellos, dentro de çinquenta dias despues que sera venida la dicha despensaçion. Las quales dichas villas c Marquesado c la posesion de aquellas que ayan de ser entregadas realmente e se entreguen al dicho señor rey de Nauarra o a sus procuradores o procurador, dentro de çinquenta dias contaderos del dia que los dichos desposorios seran fechos por los dichos prinçipe c infanta personalmente, segund de yuso se contiene, con todas sus tierras e terminos e pertenençias, derechos e rentas ordinarias, asi de martiniegas e yantares, escriuanias, portadgos e infurciones.4 como otros qualesquier pertenesçientes al señorío de aquellas c con la jurediçion çevil e criminal, alta e baxa, mero mizto inperio para cxerçiçio de las quales jurediçiones e inperio, el dicho señor rey de Navarra aya a diputar e dipute personas aceptas al dicho señor rey de Castilla. con poder suficiente para resçebir e cobrar las dichas rentas c derechos, las quales rentas ordinarias e derechos, enteramente seran para el dicho señor rey de Navarra ... (roto) de las villas del Marquesado e jurediçion susodicha, en nonbre del señor rey de Navarra e fazer todas las otras cosas çerca de aquesto que podría el dicho rey de Navarra fazer. seyendo ... (roto) de apellaçion e petiçion o suplicaçion recurso o qualquier otra manera, las cabsas o personas subjetas a la dicha juredicion non puedan ser sacadas de los regnos e distritos del señor rey de Castilla e con ... (roto) se entendía fasta tanto que sea solennizado el dicho matrimonio en la forma susodicha. quedando todavía las fortalezas e castillos que son en las dichas villas e Marquesado acostunbrados de tener, a vso e costunbre de España, en poder e por el dicho señor rey de Castilla e los alcaides de aquellos fagan e ayan de fazer el pleito e homenaje al dicho rey de Castilla e esten e se pongan en aquellas de su motu e voluntad, tanto quanto las dichas villas e Marquesado seran en poder del dicho señor rey de Nauarra, en la forma susodicha e despues de solennizar el dicho matrimonio, segund que dicho es, todas las dichas villas e Marquesado, rentas e derechos e jurediçion e inperio de aquellas sean para sustentaçion de dicho matrimonio e por consiguiente (?) las dichas fortalezas estén por el dicho señor prinçipe e ponga alcaides en aquellas para que las ayan por el e le fagan el pleito homenaje por... (roto) despues de dicho matrimonio consumado, sin fijo o fija, fijos o fijas procreados del dicho matrimonio, lo que Dios non quiera, que todas las dichas villas e Marquesado con lodo lo sobredicho tornen al dicho señor rey de Castilla. para desalojar del marquesado a los partidarios de su suegro. En octubre entraba sin dificultad en Chinchilla, Albacete y Hellín y en noviembre las tropas del príncipe ya habían ocupado Villena, Yecla y Sa.x. Don Enrique, por la graçia de Dios, prinçipe de Asturias, fijo promogenito, heredero del muy alto e muy poderoso prinçipe y esclareçido, my señor e padre, el rey don Juan de Castilla e de Leon, por quanto el dicho rey my señor me fizo merçed por su carta, firmada de su nonbre e sellada con su sello, de las villas de Medina del Canpo e Aranda de Duero. Roa e Olmedo c todas las villas e lugares del Marquesado de Villena con la çebdat de Chinchilla e con todas las villas c lugares que su señoría tenia e poseía en el dicho Marquesado al tienpo que se fezieron c firmaron los tratos de la paz entre su alteza e el rey don Juan de Nauarra e sus regnos c el suyo, segund mas conplidamente se contiene en la dicha carta del dicho rey my señor que su señoría me mando dar c dio en la dicha razon, la qual es fecha en esta guisa: Don Juan por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Gallizia, de Seuilla, de Cordoua, de Murçia, de Jahen, del Algarbe, de Algeziras c señor de Vizcaya e de Molina, a los duques, condes, ricos omnes, maestres de las Ordenes, priores c los del my Consejo e oidores de la my Abdiençia e alcaldes e notarios e alguaziles e otros justiçias de la my casa c corte e chançelleria c a los conçejos, alcaldes e los regidores, caualleros, escuderos e omnes buenos de las villas de Medina del Canpo e Aranda de Duero e Roa e Olmedo e de todas las villas e lugares del Marquesado de Villena, con la çebdat de Chinchilla e con todas las villas c lugares que yo, en el dicho Marquesado tenia e poseía al tienpo que se fezieron e firmaron los tratos de la paz entre my e el rey don Juan de Nauarra e mys regnos e el suyo c fueron concordados los desposorios e matrymonio del prinçipe don Enrique, my muy caro e muy amado fijo con la prinçesa doña Blanca, su muger, my muy cara c muy amada sobrina e a los alcaides c otras qualesquier personas que tienen los castillos e fortalezas c casas fuertes de las dichas villas del dicho Marquesado con la dicha çebdat de Chinchilla c a todos otros qualesquier mis subditos e naturales de qualquier estado o condiçion, preheminençia o dignidad que sean e a qualquier o qualesquier de vos a quien esta my carta fuere mostrada o el traslado della signado de escriuano publico, salud e graçia. Sepades que entre las otras cosas contenidas en los dichos tractos econtrabtos de la dicha paz e desposorios e matrimonio, fechos c firmados e jurados por my e por el dicho rey de Navarra, se contienen çiertos capítulos que dizen en esta guisa: Item, es apuntado, convenido e concordado entre e por las dichas partes, que por el dicho señor rey de Castilla sean c ayan de ser dadas, dentro los dichos tres dias, por contrabtos sufiçientes al dicho señor rey de Navarra por dotar e dar en dote e con la dicha señora infanta, las villas de Medina del Canpo e Aranda de Duero, Roa c Olmedo e lodo el Marquesado de Villena con la çebdat de Chinchilla e con todas las villas c lugares que el dicho señor rey de Castilla en el tiene e posee; e que el dicho señor rey de Navarra, en aquel mesmo dia e ora, por sus procuradores aya de dar e de por contrabtos sufiçientes las dichas villas e Marquesado e rentas e jurediçion de aquellas, todo enteramente en c por dote, con la dicha señora infanta, al dicho señor prinçipe e que la dicha donaçion o constituçion de E agora, quanto por la graçia de Dios fue solepnizado el matrimonio entre el dicho prinçipe, my fijo e la dicha prinçesa su muger. por lo que segund a tenor e forma de los dichos capítulos de la dicha paz e concordia avidas, las dichas villas e tierras e derechos e jurediçion e inperio de aquello devicron 4 Tributo que se pagaba al señor por razón del solar de las casas. 143 e fagades e conplades todas las otras cosas e cada vna dellas. Castillos solariegos son temidos a su señor, guardando todavía el tenor e forma de los dichos capítulos suso encorporados e segund que en ellos se contiene e quedando sienpre subjetas la dicha çebdat e villas e lugares c cada vna dellas a la restituçion e para que se tornen e restituian a mi en el caso contenido en los dichos capitulos, segund que en ellos se contiene. E asi mesmo, que agora e en todo por sienpre quede e yo retomo e retengo para mi en las dichas çebdat e villas e lugares, alcavalas e terçias e pedidos e monedas quando los otros de mis regnos me los ovieren a pagar, e mineras de oro e plata e otros metales, e la mayoría de la justiçia, e las otras cosas que pertenesçen al soberano señorío real e se non pueden apartar del. E por esta mi carta o por su traslado signado de escrivano publico, mando e do poder e actoridat e facultad a vos. el prinçipe, mio fijo, para que podades entrar e lomar la dicha çebdat e villas e lugares e cada una dellas e sus castillos e fortalezas e tierras e terminos e lugares e vos apoderar de lodo ello, vos o quien vuestro poder oviere. Yo, por la presente, vos do e entrego e traspaso el señorío e propiedat e la tenençia e posesion real, corporal, cevil e natural de todo ello e de cada cosa e parte dello e poder e abtoridat para que la entrar e tener e retener e contener e defender, en caso que falledes, ende, qualquier resistençia actual o verbal, con quanto o con nada, ayuntada o apartadamente. E mando a todos los sobredichos e a cada vno dcllos e a todos los dichos mis subditos e moradores de qualquier estado o condiçion, prehemineçia o dignitat que sea, que a cada quien que vos mandaredes o enbiaredes mandar de mi parte e de la vuestra poderosamente con sus personas e gentes e armas se encuentren con vos o a quien vos les enbiaredes mandar o venir a los lugares donde los mandedes o enbiaredes, que den (?) e fagan e cunplan todas las cosas e cada vna dellas que en esta razon e para la cxecuçion de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, vos, de mi parte o de la vuestra...(roto) sobredicho. Dizire mandar de manera que se faga e cunpla con efecto lo en esta mi carta contenido e cada cosa e parte dello e que non pongan nin conprometan poner en ello nin en parle dello en la... (roto) dicho e cada cosa o parte dello quiero e es mi merçed e voluntad que se entienda e aya lugar, que se cunpla en la dicha çebdat e en todas las otras villas e lugares... (roto) ... (roto) non fagades ende al por alguna manera, so pena de la mi merçed... (roto) e mando al oírme que esta mi carta mostrare o su traslado signado como dicho es, que los enplaze que parezcan ante mi en la mi corte, do quier que yo sea, los conçejos por sus procuradores e los oficiales e las otras personas singulares, personalmente, del dia que los enplazare fasta quinze dias primeros seguientes, so la dicha pena a cada uno. E mando so pena de la mi merçed e de privaçion del ofiçio, a qualquier cscrivano publico que para ello fuere llamado que de ende al que la mostrare, testimonio signado con su signo, porque yo sepa en como se cunple mi mandado. Dada en la villa de Roa, a diez e seis dias de abril, año del nasçimiento de nuestro señor Jhesu Christo de mill quatroçientos e quarenta e quatro años. Yo el Rey. Yo el dotor Fernando Diaz de Toledo. En voz e referendario del rey e su secretario, la fiz escriuir por su mandado. Registrada. e deven ser para sustentaçion del dicho matrimonio c por siguiente, desde entonçes las dichas fortalezas devieron e deven estar por el dicho prinçipe, my fijo e el devio e debe poner alcaides en aquellas para que las tengan por el e le fagan pleito e homenaje por ellas, segund la constunbre de mys regnos, por ende quiero e me plaze e es my merçed e voluntad que lo sobredicho aya efecto e execuçion. E porque entiendo que cunple asi a my serviçio e al bien de la cosa publica, paz e sosiego de mys regnos e señorios, mande dar esta my carta por la qual mando a las dichas villas e lugares e asi mesmo a la dicha çebdat de Chinchilla e las villas e lugares del dicho Marquesado e a cada (?) uno dellos e a los conçejos e vezinos e moradores dellos, de qualquier estado o condiçion preheminençia o dignidat que sean e a los alcaides de los castillos e fortalezas de la dicha çebdat e villas e lugares e a cada una deltas e a cada uno de vos. ayades c resçibades por vuestro señor por razon del dicho dote e de la constituçion del e de los contrabtos en esta razon sobre ello firmados e jurados al dicho prinçipe don Enrique, my muy caro e my muy amado fijo e que obedezcades e cunplades sus cartas e mandamientos como de vuestro señor e dedes c entreguedes a el o a quien su poder oviere, los castillos c fortalezas de la dicha çebdat e villas e lugares e lo apoderedes, en lo alto e baxo dcllos. por manera que le sea entregado lodo ello a toda su voluntad e que lo asi fagades e conplades e fagan e cunplan, non enbargante qualquier juramento c pleito e omenaje que por los dichos castillos c fortalezas tengan fecho a my o al dicho rey don Juan de Navarra o a otro por my o por el. en qualquier manera o por qualquier razon o cabsa o color que sea o ser pueda; e faziendoío e conpliendolo asi, de my propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto de que quiero vsar e vso en esta parte como rey e soberano señor, non reconosçiente superior en lo tenporal. que lo alzo e quito e suelto, una. dos e tres vezes e los do por libres e quitos dello. a ellos e su linaje, para sienpre jamas. E les mando que lo asi fagan e cunplan, non enbargante qualesquier cosas, asi de sustançia como de solenidat e en otra qualquier manera que se requiera en la entrega de los castillos e fortalezas, asi de derechos e leyes de mis regnos como de estado e costunbre e fazañas de España. E yo lo alzo e quito e dispenso con ello en quanto a esto atañe, porque cunple asi a my serviçio e a bien de la cosa publica de mis regnos e al paçifico estado e tranquilidat dellos. E los vnos nin los otros non fagan ende al, por alguna manera, so pena de la mia merçed e de caer por ello en mal caso e de las otras penas establesçidas contra aquellos que tienen castillos e fortalezas por su rey e señor natural e que los non dan nin entregan cada que gelos demandan nin los quieren acojer nin resçebir en ellos. E otrosi. mando a vos los alcaides sobredichos e cada vno de vos que resçibades al dicho prinçipe. mi fijo o al que su poder ouiere en la dicha çebdat e villas e lugares e en cada una dellas, como a señor dellas, por razon e vigor del dicho dote e de la dicha costituçion del, asi de noche como de dia, irado o por paz, con pocos o con munchos e le fagades pleito e omenaje e juramento como a vuestro señor, como suso dicho es. E consintades al dicho prinçipe mi fijo o a quien su poder oviere, tener e exerçer la justicia e jurediçion alta e baxa, çeuil e creminal e mero mizto inperio, en la dicha çebdat e villas e lugares e en cada vna dellas e la conplir e exercer. E le recudades e fagades recudir con todas las rentas e pechos e derechos e penas e calonias pertenesçientes al señorío de la dicha çebdat e villas e lugares e de cada vna dellas Por ende, por esta carta do e otorgo todo mi poder conplido, libre. llenero 5 bastante, segund que lo yo he. a vos 5 Completo, sin limitación. 144 casos que aquí non van nonbradas nin espeçificadas e que segund derecho requieren e deven aver en si espeçial mandado. E quando conplido e bastante poder yo he para todo lo que dicho es e para cada una cosa e parle dello, e el dicho rey mi señor me da por la dicha su carta suso encorporada. otro tal e tan conplido poder, do e otorgo a vos, el dicho Alfonso Tellez. con todas sus jurediçiones. dependençias e mergençias e convexidades. En testimonio de lo qual vos mande dar esta mi carta, en que firme mi nonbre e mande a mi segretario de yuso escripto, que la signase con su signo e mande la sellar con mi sello. Dada en la mui noble çebdat de Toledo, a quinze dias de seienbrc, año del nasçimicnto de nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta e quatro años. Testigos que fueron presentes, llamados e rogados para lo que dicho es e que vieron aqui firmar su nonbre al dicho señor prinçipe. Yo el Prinçipe. Yo Giron, ofiçial del conçello del dicho señor prinçipe. E Diego Arias de Auila, segretario del dicho señor prinçipe. E Juan de Trozillo repostero de camas de su alteza. E yo Juan Perez de Alvar, escrivano de nuestro señor el rey e su notario publico en la su corte e en todos los sus regnos e señorío del dicho señor prinçipe. Porque fui presente a esto que dicho es con los dichos testigos, escrevi esta carta, e de mandamiento del dicho señor prinçipe e de su otorgamiento aqui en mi presençia e de los dichos testigos firmo, su nonbre. Por ende, fize aqui este mio signo a tal-Rubrica-en testimonio. Alfonso Tellez Giron, del Consejo del dicho rey mi señor e señor de la villa de Belmente, espeçialmente, para que por mi e en mi nonbre e para mi, vos o quien vuestro poder para ello oviere, podades tomar e tomedes, en mi nonbre e para mi, el señorío, jurediçion çeuil e criminal, mero e mizto inperio e la posesion o posesiones del dicho Marquesado de Villena, con la çebdat de Chinchilla e sus tierras e terminos e jurediçiones e con todas las villas e lugares e castillos e fortalezas de dicho Marquesado e para que por mi e en mi nonbre podades poner e pongades en las dichas villas e lugares e castillos e fortalezas, alcaldes e alguaziles e alcaides para que tengan por mi e en mi nombre los oficios de alcaldías e alguaziladgos e alcaides de los castillos e fortalezas de la dicha çebdat e de las dichas villas e castillos. E para que en mi nonbre e para mi, fagades cobrar e dar a quien los cobre e recabde todos los maravedis e renta e pechos e derechos e otras qualesquier cosas a mi devidas e pertenesçientes, en las dichas villas e lugares del dicho Marquesado con la dicha çebdat de Chinchilla e al señorío dellas anexas; e los maravedís de alcavalas e terçias e otras cosas devidas al dicho rey mi señor, en la dicha çebdat de Chinchilla e villas e lugares del dicho Marquesado, para quenta de lo que he de aver de su merçed. E para que podades jurar e juredes en mi anima, que le seran guardados e mantenidos e les fare guardar e conplir todos sus previllejos e buenos usos e costunbres que han usado e les han seido guardados fasta aquí. E que los non dare nin entregare nin enajenare con ninguna nin algunas personas en tienpo que sea, salvo que sienpre seran mios e para mi; despues de mis días para la corona real de los regnos e señoríos del dicho rey mi señor. E mando a los conçejos, alcaldes, alguaziles, regidores, cavalleros, escuderos, ofiçiales e omnes buenos de la dicha çebdat de Chinchilla e de las dichas villas e lugares del dicho Marquesado, que luego, sin ningund otro detenimiento, entreguen e fagan entregar a vos, el dicho Alfonso Tellcz o a quien vuestro poder oviere, la dicha çebdat e villas e lugares e todo lo que dicho es. E otrosí, mando a los alcaides de las fortalezas del dicho Marquesado que luego, sin otro detenimiento, entreguen e fagan entregar los dichos castillos e fortalezas al dicho Alfonso Tellez o a quien su poder oviere, so pena de caer en aquel mal caso e en las penas en que caen los alcaides que deniegan fortalezas a su señor, que entregandonos las dichas fortalezas e por esta mi carta, los alzo e quito los pleitos e omenajes que por los dichos castillos e fortalezas tienen fechos, lo qual, les alzo e quito una, dos e tres vezes e mas si mas es nesçesario. E otrosí, mando a los dichos conçejos, caualleros, escuderos e otras qualesquier personas del dicho Marquesado que cunplan los mandamientos de vos el dicho Alfonso Tellez, bien e como si en propia persona yo fiziese los dichos mandamientos e por los aztos e penas que de mi parte vos les dixieredes c mandaredes, las quales, yo pongo e he por puestas. E para que sobre todo lo que dicho es e sobre cada una cosa o parte dello por mi e en mi nonbre podades fazer e fagades todas las promesas e seguros a qualesquier personas del dicho Marquesado, por qualesquier cosas que ayan fecho e vieredes e entendieredes que cunple a mi serviçio que sean perdonados e asegurados. E asi mesmo, para que en mi nonbre podades fazer e mandar fazer todas las promesas e aseguramientos que yo mesmo por vertud de la dicha carta del dicho rey mi señor suso encorporada faria e fazer podría por presente seyendo. aunque sean de alguna de aquellas cosas e II 1445-IX-27. Chinchilla. Carta de poder de Juan Pacheco a Gonzalo de Soto, alcaide de Hellín para que en su nombre tomara posesión y recibiese el juramento y pleito homenaje de las villas de Villena, Yecla y Sax y de los lugares de la tierra de Alarcón. Sacada de una copia notarial hecha en Belmonte en 1751. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 3/14. Una vez desalojados del Señorío los partidarios del infante don Juan de Aragón, después de la batalla de Olmedo, el príncipe don Enrique conseguiría de su padre autorización para entregarlo a Juan Pacheco a quien previamente le había otorgado el título de marqués de Villena. Gonzalo de Soto, alcaide de Hellín fue apoderado de don Juan Pacheco para tomar posesión de las villas de Villena, Sa.x y Yecla, recontar sus vecinos y recibir el pleito homenaje de sus vasallos. Sepan quantos esta carta de poder vieren como yo, don Juan Pacheco, marques de Villena, mayordomo mayor del prinçipe, mi señor, señor de la villa de Moguer, por raçon que el rey nuestro señor c el dicho principe mi señor me hiçieron merçed de juro de heredad para siempre jamas de las villas de Villena e Yecla e Sax e a cumplimiento de mill vasallos en comun e tierra de Alarcon que su merçed apartaron e mandaron apartar del dicho Marquesado con sus tierras e terminos e distritos, justiçias e jurediçiones altas e baxas, çeviles e criminales e mero e misto emperio e pechos e derechos e vasallos y penas e caloñas pertenesçientes al señorío de las dichas villas e segun que se contiene en çiertas sus cartas que sobre ello mandaron dar, por ende otorgo e conozco que do e otorgo todo mi poder conplido, segund que lo yo he e segund que mejor e mas cumplidamente lo puedo e debo dar, de derecho, con libre e general administraçion, a vos Gonçalo de Soto, alcaide de la villa de Hellin, para que por mi y en mi nombre podades 145 la legalidad, pero su posterior cesión a don Juan Pacheco iba en contra de las normas establecidas en las citadas Cortes, añadiendo un elemento más de confusión a la situación, ya de por sí complicada, en que había quedado la posesión del Señorío, pues don Juan de Aragón no había sido oficialmente desposeído ni tampoco había renunciado. Consciente don Juan Pacheco del carácter antijurídico de su posesión, ocupó con rapidez el territorio, lo flanqueó con la tenencia legal de varias localidades, como Jumilla y Utiel, en las que se habían guardado las debidas formalidades. Pacheco recabó en repetidas ocasiones de Juan II la subsanación de los defectos de forma que revestían las donaciones recibidas. Ya en febrero de 1446 consiguió del monarca castellano una confirmación de la concesión de las villas de Villena, Yecla y Sax, nuevamente ratificada el 16 de abril, mediante un privilegio rodado. Este documento revestía una mayor solemnidad al estar refrendado por los grandes y obispos de Castilla, en un intento de sustituir la expresa autorización de las Cortes exigida por la normativa promulgada en 1442. presentar e presentedes las dichas cartas e cada una dellas e pedir dellas cumplimiento e podades tomar e resçibir e tomades e reçibades por mi e en mi nombre la tenençia e posesion e casi posesion de las dichas villas de Villena e Yecla e Sax e de otros qualesquier lugares en la dicha tierra e comun de Alarcon a complimiento de los dichos mill vasallos, de todo e de cada cosa dello. E usar de la justicia çevil e criminal, alta e baxa e mero e misto imperio de las dichas villas e lugares suso dichas e la exercer e poner alcaldes e alguacil e otras justicias e oficiales e recibir e recaudar rentas, pechos e derechos e caloñas e omezillos, pertenecientes al señorío de las dichas villas c lugares de cada una dellas e hazer e exercer lodos los otros autos e cosas e cada una dellas, pertenescientes a lo suso dicho e a cada cosa e parte dello e para que podades recibir c recibades el juramento e pleito omenaje e otro qualquier auto que sobre ello se requiere e hazer por mi y en mi nombre e en mi anima qualquicr juramento o juramentos, cerca de sus previlegios e buenos usos e costumbres que siempre ovieron e de que usaron e les fueron guardados e todas las otras cosas e cada una dellas que sobre ello se requieran e que yo mesmo faria e hazer prodria presente sellendo e quam cumplido c bastante poder como yo he e puedo haver para lo que dicho es e para cada cosa dello e para lo dello dependiente e mergente. combiniente tal e tam bueno e tan cumplido lo do e otorgo a vos. el dicho Gonçalo de Soto e otorgo de lo haver por firme e baledero, so obligaçion de todos mis bienes que para ello obligo e otorgo de lo haver por firme e baledero. en testimonio de lo qual vos di esta carta de poder en que escrevi mi nombre e por mayor firmeza rogue al notario publico de suso escrito que la sinase de su sino. Fecha en la ciudad de Chinchilla. veinte e siete dias del mes de septiembre, año del nascimiento de nuestro señor Jesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta e çinco años. En el nombre de Dios. Padre c Fijo e Espiritu Santo que son tres personas e un solo Dios verdadero que bive e regna por sienpre jamas e de la bienaventurada Virgen Gloriosa. Santa Maria, su madre, que yo tengo por abogada de todos los mis regnos en todos los mis gechos a honra e serviçio suyo e de la corte çelestial e del bienaventurado apostol, señor Santiago. luz e espejo de las Españas. patron e guardador de los reyes de Castilla. Porque convenible y razonable cosa es a los reyes e a los prinçipes fazer graçias e merçedes a los sus subditos e naturales e acreçentarlos en sus onras e estados, espeçialmente a aquellos que bien e lealmcntc e con pura voluntad lo sirven c aman su serviçio; e el rey e el prinçipe que la tal graçia e merçed fazen ha de catar en ello tres cosas: la primera, que merçed es aquella que le demanda: la segunda, quien es el que la demanda o como gela meresçe o puede meresçer: la tercera. que es provecho o el dañoque le por ello puede venir. Por ende, acatando e considerando lodo esto, quiero que sepan por este mi prcvillejo rodado o por su traslado abtorizado en manera que faga fe, todos los que agora son e seran de aqui adelante, como yo don Johan por la graçia de Dios rey de Castilla e de Leon, de Toledo, de Gallizia e de Sevilla, de Cordova. de Murçia, de Jahen, del Algarve, de Algeçira e señor de Vizcaya e de Molina, reinante en uno con el prinçipe don Enrique, mi muy caro e muy amado fijo primogenito, heredero en los reinos de Castilla e de Leon, vi una mi carta escrita en papel, firmada de mi nombre e sellada de mi sello de la poridad de çera que es fecha en esta guisa: Testigos que fueron presentes al otorgamiento del dicho poder. Alfonso Tellez, el Mozo e Lope de la Torre e Juan González de la Plazuela. El Marques. E yo, Gil Gomez Pinar, escrivano de nuestro señor el rey e su notario publico en la su corte e en todos los sus regnos c señorios que al otorgamiento deste dicho poder por el dicho señor marques que en mi presencia firmo su nombre, en uno con los dichos testigo. presente fui e lo escrivi e saque en esta publica forma e por ende fize aqui este mio signo en testimonio. Gil Gomez, notario. III 1446-IV-16. Toro. Privilegio rodado de Juan U confirmando la donación de las villas de Villena, Sax y Yecla realizada por el príncipe don Enrique a don Juan de Pacheco. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 9/3 y 4/4. Don Johan. por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova. de Murçia, de Jahen, del Algarbe, de Algezira, señor de Bizcaya e de Molina, a vos el mi chançeller e notarios e los otros mis ofiçiales que estades a la labia de los mis sellos, salud e graçia. Sepades que yo vi una mi carta firmada de mi nonbre e sellada con mi sello. el tenor de la qual es este que se sigue: Las cortes de Vallado!id de 1442, en un intento de poner coto al proceso imparable de señorialización en que se estaba sumiendo el reino castellano, prohibieron la enajenación de cualquier ciudad, villa o lugar perteneciente al patrimonio real, salvo casos muy excepcionales y cumpliendo una serie de requisitos muy estrictos. Sólo quedaron exceptuadas las donaciones realizadas a miembros de la familia real, con la prohibición expresa de enajenarlas y la obligatoria reversión a la corona. Así, pues, la inicial donación de las villas del Señorío de Villena al príncipe don Enrique estaba dentro de Don Johan por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Gallizia. de Sevilla, de Cordova. de Murçia, de Jahen, del Algarbe, de Aljezira e señor de Bizcaya e de Molina. Por quanto yo ove dado liçençia e abtoridad a vos, el prinçepe don Enrique, mi muy caro e muy amado fijo primogenito. heredero para que podiesedes dar a don Johan Pacheco, mi 146 mi merçed e voluntad que de aqui en adelante, para siempre jamas los dichos lugares e vasallos que asi le dicredes con sus terminos e terretorios discretos e pertenençias sean por si e sobre si apartados e escretados. libres e quitos de la dicha villa de Alarcon e de su termino e jurediçion e señorio e sugeçion e non subgetos nin obligados a ello en cosa alguna, bien asi e tan conplidamente como si nunca oviesen seido aldeas nin lugares de la dicha villa nin subgetos nin obligados a ella en cosa alguna: e yo por la presente, do mi consenso e plenaria e perpetua abtoridad para todo lo suso dicho e para cada cosa e parte dello e interpongo a ello e a cada cosa e parte dello mi real decreto e quiero que vala e sea firme e estable e valedero para sienpre jamas, non enbargante quelesquier leyes e fueros e derechos e ordenamientos e stilos. costunbres e cartas e previllejos e rescriptos e toda otra cosa, asi de fecho como de derecho, de qualquier natura, vigor, cielo, calidad e misterio que en contrario sea o ser pueda e alço e quito toda objeçion e subgeçion e todo otro ostaculo e inpedimento que lo pudiese o pueda enbargar o perjudicar, en qualquier manera e suplo qualesquier defetos e otras qualesquier cosas, asi de sustançia como de solepnidad e en otra qualquier menera neçesarias o conplideras e provechosas de se suplir para validaçion o corroboraçion de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, non enbargante las leyes que dizen que las cartas dadas contra ley o fuero o derecho o ordenamiento deuen ser obedesçidas e non conplidas, aunque contengan qualesquier clausulas derogatorias e otras firmezas que las leyes e fueros e derechos non pueden ser derogados saluo por cortes, ca yo del dicho mi propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto dispenso contra todo ello e contra cada cosa e parte dcllo, lo abrogo e derogo en quanto a esto atañe e atañer puede; e mando a vos el dicho principe, mi fijo e a los duques, condes. perlados, marqueses, ricos ornes, maestres de las ordenes, priores, comendadores e subcomendadores. alcaides de los castillos e casas fuertes e llanas e a los del mi Consejo e oidores de la mi Audiençia, alcaldes, alguaçiles, otras justicias de la mi casa e corte e chançillería e a todos los conçejos, alcaldes e alguaziles. regidores, cavalleros, escuderos e ornes buenos de todas las çebdades e villas e logares de los mis reinos e señorios e qualquier o qualesquier dellos e a otros qualesquier mis vasallos e subditos e naturales de qualquier estado o condiçion, preheminencia o dignidad que sean o a qualquier o qualesquier dellos que lo guarden e cunplan e fagan guardar e conplir en todo e por todo, segund que en esta mi carta se contiene e que non vayan nin pasen nin consientan ir nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello, agora nin en algund tienpo nin por alguna manera. E los vnos nin los otros non fagan ende al por alguna manera, so pena de la mi merçed e privaçion de los oficios e de confixcaçion de los bienes de los que lo contrario fiçieren para la mi camara. E seguro por mi fe real, como rey e soberano e señor de lo ansi guardar e conplir e mandar guardar e conplir, todo e cada cosa e parte dello e de non ir nin venir nin pasar nin consentir nin permitir ir nin venir nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello. agora nin en algund tienpo nin por alguna manera nin cabsa nin raçon que sea o ser pueda; e sobre esto mando al mi chançiller e notarios e a los otros que estan a la tabla de los mis sellos que vos den e libren e pasen e sellen esta mi carta e den e libren e pasen a los mis sellos mi carta de previllejo lo mas firme e bastante que menester ovieredes en esta razon e con qualesquier vasallo, marques de Villena e del mi Consejo e vuestro mayordomo mayor, la vuestra villa de Agreda e su tierra con sus castillos e fortalezas e con todas las otras sus pertenençias en emienda e remuneraçion de los muchos e buenos e leales serviçios quel dicho marques a mi e, otrosi, a vos a fecho e façe de cada dia e que yo vos daría por ella su equivalençia. E agora, por quanto por algunas razones conplideras a mi serviçio, a mi plaçe que la dicha villa de Agreda quede en vos e que vos dedes al dicho marques en otra parte mill basallos, los quales han de ser en esta guisa: la dicha villa de Villena e su tierra e las villas de Saje e Yecla, con sus fortalezas e con la justiçia e jurediçion alta e baxa, çevil e creminal e mero e misto imperio e rentas e pechos e derechos e penas e caloñas pertenesçientes al señorío de las dichas villas e de cada una dellas e si en ellas non oviere conplimento para los dichos mill basallos. quel restante le dedes en aldeas de tierra de la vuestra villa de Alarcon. Por ende, yo por la presente, vos do liçençia e conplida abtoridad para que podades dar e enajenar e dedes e enajenedes por juro de heredad al dicho marques don Johan Pacheco, los dichos mili vasallos en las dichas villas de Villena e Saje e Yecla, con sus tierras e fortalezas e con todo lo otro suso dicho e cada cosa e parte dello con sus pertenencias como suso dicho es; e si en ellas no oviere aconplimento de los dichos mill basallos que le podades dar e dedes el restante que fallesçiere para conplimento dello. en qualesquier aldeas, logares de tierra de la dicha vuestra villa de Alarcon, como dicho es, para que lo aya lodo por juro de heredad para sienpre jamas e lo pueda vender e canbiar e enajenar e façer dello e en ello como de cosa suya propia, ca yo por la presente fago merced e gracia e donaçion de todo ello e de cada cosa e parte dello al dicho señor marques e que lo do por juro de heredad para siempre jamas, segund e por la forma e manera que vos el dicho principe, mi fijo, ge la dieredes e otorgaredes e interpongo mi decreto e abtoridad real a todo ello e a cada cosa e parte dello para que bala e sea firme e estable e valedero para siempre jamas, non enbargante qualquier proibiçion o proibiçiones, vedamiento o vedamientos, defendimiento o defendimientos que yo aya fecho e por vos ayan seido otorgadas de non enajenar lo suso dicho o qualquier cosa o parte de ello con qualesquier clausulas e penas e submisiones e comisiones o en otra qualquier manera e de qualquier natura e efecto, vigor, calidad e misterio que en contrario sea nin otra qualquicr cosa que sea o ser pueda, ca yo de mi propio motu e cierta çiençoa e poderío real absoluto de que quiero usar e uso en esta parte, auiendolo aqui todo por expresado e declarado, bien asi como si de palabra a palabra aquí fuese especificado, lo alço e lo quito e de nuevo revoco e anulo e do por ninguno e de ningund valor; e quiero e mando e es mi merçed e voluntad que sin enbargo dello. podades dar e enajenar al dicho marques, en el e en sus herederos e subcesores los dichos mill basallos, como dicho es; e dar e librar sobre ello e para la execuçion dello qualesquier cartas o provisiones e fazer e otorgar qualesquier contrabtos, con todas e qualcsquier firmezas e renunciaciones e obligaciones e le dar e traspasar la tenençia e posesion e propiedad e señorío dello e de cada cosa e parte dello. con sus pertenencias. E es mi merçed de apartar e eximir e por la presente aparto e eximo de la dicha villa de Alarcon e su jurediçion e señorio e sugeçion e distrito e termino e territorio, los lugares e vasallos que vos el dicho principe, mi fijo, dieredes al dicho marques para conplimiento de los dichos mill vasallos e quiero e mando e es 147 que fuese o sea en contrario o en diminuçion della. que quiero e es mi merçed que vala e sea firme e valedera para agora e para sienpre jamas segund dicho es. E por esta dicha mi carta o por su treslado signado de escrivano publico, mando a los conçejos e a los alcaldes, alguaziles e regidores, cavalleros. escuderos e oficiales comes buenos de las dichas villas de Villena, Yecla e Saje e de cada una e qualquier dellas que resçiban por su señor a vos, el dicho Johan Pacheco marques de Villena e para agora e para sienpre jamas vos presten toda reverençia, obediençia, cunplan vuestras cartas e mandamientos e de aquel o aquellos que vuestro poder ovieren e vos guarden toda lealtad e fidelidad como a su señor e vos fagan e prometan todos los juramentos, pleitos e omenajes e fidelidades que buenos e leales vasallos deven fazer e guardar a su señor e despues de vos a vuestros subçesores e aquel o aquellos que de vos ovieren cabsa en el dicho señorio e que vos recudan e fagan recodir a vos e a los vuestros subçesores e a los que de vos ovieren cabsa con todos los derechos, rentas e maravedís e marteniegas e escrivanias e portadgos e serviçios, pechos e derechos, montes, dehesas, tributos, çensos, al señorío de las dichas villas e de cada una dellas pertenesçientes en qualquier manera o por qualquier razon o cabsa. E mando a los alcaides de los castillos e fortalezas de las dichas villas e de cada una dellas e a qualesquier otras personas que tienen los dichos castillos e fortalezas o en ellos estan que luego que por vos el dicho Johan Pacheco marques o por aquel o aquellos que vuestro poder ovieren para ello, fueren requeridos o enviados requerir o en qualquier manera sopieren de esta dicha merçed que vos yo he fecho e fago, que entreguen e fagan entregar e apoderar a vos el dicho marques e aquel o aquellos que vuestro poder para ello ovieren, los dichos castillos e fortalezas e vos apoderen dellos, asi de lo alto como de lo baxo con todos sus pertrechos, armas e bastimentos e entregando e apoderando de los dichos castillos e fortalezas a vos el dicho Johan Pacheco marques o al que vuestro poder para ello oviere a toda vuestra volontad. E yo por la presente alço e quito una e dos e tres vezes e mas, si mas es neçesario, qualquier juramento, pleito homenaje que los dichos alcaides e personas, por los dichos castillos e fortalezas tienen fechos a mi o a otra qualquier persona e los do por libre e quitos dellos a ellos e a sus linajes. E por quanto en las dichas mis villas de Villena e Yecla e Saje non ay conplimienlo de los dichos mill vasallos e segund lo que dicho es, yo le devo façer merçed al dicho marques para conplimíento del dicho numero de mill vasallos en qualesquier aldeas de la mi tierra de Alarcon. Por ende, por esta dicha mi carta, fago merçed e donaçion por juro de heredad para sienpre jamas a vos, el dicho Johan Pacheco marques de todas e qualesquier aldeas e terminos e jurediçion de la dicha mi villa de Alarcon, do los vos quesieredes e nonbraredes fasta conplimienlo de los dichos mill vasallos sobre aquellos que ay en las dichas villas de Villena e Yecla e Saje. E quiero e es mi merced que vos ayades los dichos lugares, aldeas de la dicha villa e tierra de Alarcon fasta conplimiento de los dichos mill vasallos, segund dicho es, por juro de heredad para sienpre jamas e para vuestros herederos e subçesores con el señorío e jurediçion çevil e creminal e mero e mixto inperio e con todos los terminos e montes e aguas corrientes e manantes e estantes. segund e en la manera que vos yo he fecho e fago merçed de las dichas villas de Villena e Yccla e Saje con los terminos e montes e distritos c jurediçiones e segund e en la manera que clausulas de rogatorias e otras firmezas. Dada en la villa de San Martin de Valdeiglesias, treçe dias de setienbre. año del nasçimiento de nuestro Señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta e çinco años. Yo el Rey. E yo el dolor Ferrando Díaz de Toledo, oidor e refrendario del rey e su secretario la fiz escrevir por su mandado. Registrada. E por vigor de la dicha mi carta de liçençia suso encorporada. el dicho prinçipe, mi muy caro e muy amado fijo, dio una su carta firmada de su nonbre e sellada con su sello al dicho don Johan Pacheco, marques de Villena, mi vasallo e del mi consejo, su tenor de la qual es este que se sigue: Don Enrique por la graçia de Dios prinçipe de Asturias, fijo primogenito heredero del muy alto e muy esclareçido principe e muy poderoso señor, mi señor e padre, el rey don Johan de Castilla e de Leon, por quanto acatando los muchos e buenos e muy leales serviçios que vos don Johan Pacheco marques de Villena, mi mayordomo mayor avedes fecho al dicho rey mi señor e a mi, yo vos prometí e ove a dar mill vasallos e despues de liçençia e mandamiento del dicho rey, mi señor, vos obe de prometer e prometí de dar por juro de heredad la mi villa de Agreda con toda su tierra e con las fortalezas della e de su tierra e en enmienda de los dichos mill vasallos e de la dicha villa de Agreda que en lugar dellos yo asi vos prometí e obe de dar, de liçençia e mandado de dicho rey. mi señor, fue acordado e me fue mandado que yo vos oviese de dar e diese e fiçiese merçed e donaçion por juro de heredad para sienpre jamas, de mill vasallos en la manera siguiente: que vos diese la mi villa de Villena e las villas de Saje e Yecla con sus fortalezas e que vos conpliese en vasallos e tierra en qualesquier aldeas de tierra de la mi villa de Alarcon fasta conplimienlo de los dichos mill vasallos, segund mas largo se contiene en la carta de liçençia que en esta raçon el dicho rey mi señor me dio. E por fazer merçed a vos el dicho Johan Pacheco, en parte de remuneraçión de los dichos servicios e con abtoridad e liçençia del dicho rey mi señor, fago vos merçed e pura donaçion por juro de heredad para sienpre jamas, para vos e para vuestros herederos e subçesores de la dicha villa de Villena e de las villas de Yccla e Saje con el señorío e jurediçion cevil e creminal, mero e mixto imperio, en alto e baxo con todos los pechos, serviçios. derechos, escrevanias, martiniegas, portadgos e otras cosas al señorío de las dichas villas pertenençientcs e con todos sus terminos, montes, prados e aguas corrientes e manantes e estantes e con todo lo a mi pertenesçiente en el señorío de las dichas villas e de cada una de ellas, con sus castillos e fortalezas, para que ayades e tengades las dichas villas e lo que dicho es por juro de heredad para siempre jamas, para vos e para vuestros herederos e subçesores e para vender, enpeñar e enajenar e fazer de las dichas villas, castillos e fortalezas e de cada una dellas e de todo lo que dicho es, como de cosa vuestra propia, traspasando vos, segund por la presente carta e tradiçion della vos traspaso e do el señorío libre e direto, propiedad e posesion e casi posesion çevil e natural e corporal de las dichas mis villas, castillos e fortalezas e cada una dellas e de todo lo que dicho es e vos fago verdadero señor e poseedor de todo ello. E quiero e es mi merçed que esta dicha donaçion e merçed que vos he fecho e fago, vos vala e sea firme e valedera para agora e para sienpre jamas, segund e por la forma e manera que dicho es. non enbargante qualquier cabsa ni razon, asi de fecho como de derecho, que dezir nin allegar nin pensar se puede. 148 los dichos maravedís, serviçios, martiniegas. escrivanias. portadgos, pechos e derechos al señorío de los dichos lugares pertenesçicntes e vos presten e fagan toda reverençia e subjeçion como a su señor e guarden e cunplan todas las otras e qualesquier cosas que buenos e leales vasallos fazen e guardar deben a su señor. E los unos nin los otros non fagan ende al por alguna manera, so pena de la merçed del dicho rey mi señor e mia e de las penas contenidas en la dicha liçençia quel dicho rey mi señor dio sobre esta raçon e so pena de caher e aver caido por el mesmo fecho en mal caso e de privaçion de los ofiçios e confiscaçion de los bienes, los quales por el mesmo fecho lo contrario faziendo o non faziendo e conpliendo bien e fielmente lo susodicho, confisco e aplico e he por confiscados e aplicados para la mi camara, so la qual dicha pena, mando a qualquier escrivano publico que para esto fuere llamado que de, ende, testimonio de como los unos e los otros cunplen e obedesçen esta dicha mi carta, porque yo sepa en como se cunple mi mandado. E yo por la presente, do liçençia e facultad e abtoridad e mando al dicho don Johan Pacheco marques o aquel o aquellos que su poder ovieren para que por su propia abtoridad pueda e puedan entrar e tomar e ocupar las dichas villas e lugares, castillos e fortalezas e sus terminos, agora falle resistençia abtual o berbal o otra qualquier. ora non;e sobre ello façer e faga e mande façer contra los rebeldes o resistentes qualesquier premias, fuerças, rigores e contra sus bienes que entendieren. Dada en la villa de Almagro, veinte e quatro dias de setienbre, año del nasçimiento del nuestro Señor Jeshu Christo, de mill e quatroçientos e quarenta c çinco años. Va escripto sobre raido o diz. con.Yo el Prinçipe. Yo Diego Sanchez de Madrid, secretario del prinçipe nuestro señor, la fiç escrevir por su mandado. Registrada. fuere limitado e amojonado e declarado por el bachiller Mateos Fernandez de Medina del Canpo, mi vasallo, al qual yo di e do poder por la presente para ello e para que en mi nonbre e logar pueda ir e vaya a contar e cuente los vezinos e vasallos de las dichas villas de Villena e Saje e Yecla e sobre los vezinos e vasallos que fallar e en las dichas villas, pueda ir e vaya a los dichos lugares de tierra de Alarcon, donde vos el dicho Johan Pacheco declaredes que quesieredes que vos sea fecho conplimiento de los dichos mill vasallos, que los cuente e asi contados en mi nonbre e lugar vos los asigne por vuestros vasallos fasta conplimiento del dicho numero de mill vasallos sobre los que asi fallare en las dichas villas. E a los dichos lugares de tierra de Alarcon asigne termino e limite mojones a los quales dichos lugares que ansi el dicho bachiller asignare e declarare de lo de la dicha tierra de la dicha mi villa de Alarcon para conplimiento de los dichos mill vasallos, con los terminos quel limitare e asignare a los dichos lugares, por la presente los eximo e quito e aparto de la dicha mi villa de Alarcon e de su jurediçion e terminos e subjeçion. E quiero e es mi merçed e mando que los dichos lugares nin algunos dellos en los dichos terminos que, ansi, el dicho bachiller limitare nin los vezinos e moradores dellos nin sus bienes sean subjetos nin obligados en cosa alguna a la dicha villa de Alarcon nin a la jurediçion de sus alcaldes e justiçia nin guardas de cavalleros de la sierra nin en repartimientos nin tributos algunos nin en otra cosa alguna, antes quiero e es mi merçed que sea jurediçion e señorío sobre si de vos, el dicho Johan Pacheco marques e de vuestros herederos e subçesores e de aquel o aquellos que de vos ovieren cabsa o subjetos o de jurediçion de la villa o lugar que vos el dicho marques queseredes. E mando al conçejo, alcaldes, juez, alguazil, cavalleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos de la dicha mi villa de Alarcon que no se entrometan agora ni en ningund tienpo e contraríen ni perturben esta dicha merçed nin alguna cosa nin parte de ella en algund tienpo ni por alguna manera. antes la guarden e cunplan e la fagan guardar e conplir en todo e por lodo, segund e por la forma e manera que en dicha merçed se contiene, pues es mi merçed e mando que como quier que el dicho apartamiento se faga de la dicha villa de Alarcon e de sus terminos, los dichos logares e terminos que los vezinos e moradores dellos que agora son e seran de aqui adelante que goçen de todos los previllejos, franquezas, esençiones e inmunidades que gozavan e gozan los vezinos de la dicha villa e tierra de Alarcon e ellos gozaban antes que fuesen apartados de la dicha villa e de sus terminos e que puedan paçer las yervas con sus ganados, bever las aguas, cortar montes, caçar la caça, usar e gozar de todos los trrminos de la dicha mi villa de Alarcon e su tierra franca e libremente, segund e por la manera que usavan e gozavan antes e a los vezinos que eran de la dicha villa de Alarcon en antes del dicho apartamiento e por esta misma manera usen e goçen los de la dicha villa de Alarcon e su tierra en los terminos de los dichos lugares que asi fueren apartados de la dicha villa de Alarcon e limitados para vos, el dicho marques. E otrosi, mando a los conçejos e alcaldes e alguaziles e los regidores e omes buenos de los dichos lugares de tierra de Alarcon que, asi, el dicho bachiller contare e asignare para conplimiento de los dichos mill vasallos, obedezcan por su señora vos, el dicho Johan Pacheco marques de Villena e vos presenten toda reverençia e obedençia e guarden toda fidelidad e vos recudan e fagan recodir con todos E el dicho don Johan Pacheco marques de Villena, pediome por merçed que aprovase e confirmase las dichas cartas e todo lo en ellas e en cada una de ellas contenido e que le mandase dar mis cartas de previllejo sobre la dicha razon. E yo tovelo por bien e por esta mi carta, de mi çierta çiençia confirmo e aprovo la dicha mi carta e asi mesmo, la sobredicha carta del dicho prinçepe mi fijo, suso encorporadas e todo lo en ellas e en cada una de ellas contenido e que le mandase dar mis cartas de previllejo sobre la dicha razon. E yo tovelo por bien e por esta mi carta, de mi çierta çiençia confirmo e aprovo la dicha mi carta e asi mesmo, la sobredicha carta del dicho prinçepe mi fijo suso encorporadas e todo lo en ellas e en cada una dellas contenido e vos mando que veades las dichas cartas e dedes e libredes e pasedes a los dichos mis sellos, mis cartas e previllejos de las cosas suso dichas e de cada una dellas las mas firmes e bastantes que menester oviere en la dicha razon e non fagades ende al so pena de la mi merced. Dada en la villa de Madrid a veinte dias del mes de febrero, año del nasçimiento del nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta e seis años. Va escripto entre renglones o diz, leales e o diz terrilorios. Yo el rey. Yo el dotor Ferrando Diaz de Toledo, oidor e refrendario del rey e su secretario, la fiz escrevir por su mandado. Registrada. E agora, por quanto vos el dicho don Johan Pacheco marques de Villena e mi vasallo e del mi Consejo e mayordomo mayor del dicho prinçipe don Enrique, mi muy caro e muy amado fijo, me pedistes por merçed que porque mejor e mas conplidamente vos valiesen e fuesen guardadas las dichas mis cartas e otrosi, la dicha carta del dicho prinçipe mi fijo, en la sobredicha mi 149 a dar e pagar e la mayoría de la justiçia e milicias de oro e de plata e otros metales e todas las otras cosas e cada una dellas que pertenesçen al señorío real e se non pueden apartar del. E por este mi previllejo o por su traslado abtorizado en manera que faga fe, mando e defiendo firmemente que ninguno nin algunos non sean osados de ir nin pasar nin contradezir a vos el dicho don Johan Pacheco marques de Villena nin a los dichos vuestros herederos e subçesores nin aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa e dependençia nin alguno dellos, contra la dicha carta del dicho prinçipe mi fijo nin contra la merçed e cosas en ella contenidas nin contra las dichas mis cartas e liçençia e abtoridad e confirmaçion e merçed e aprovaçion por mi, por ellas fechas, nin contra lo otro que dicho es. en ellas contenido nin contra este mi previllejo nin contra cosa o parte dello por lo quebrantar o menguar en algun tienpo nin por alguna manera nin razon nin color que sea o ser pueda; e a qualquier o qualesquier que lo fezieren no les valdria e yo desde agora mando que les non vala e a vuestra la mi ira e a sus cuerpos e a lo que oviese me tornaría e pecharme y a. E yo desde agora mando que me pechen las penas en las dichas mis cartas e del dicho prinçipe mi fijo, contenidas e mas dos mill doblas de oro castellanas e a vos el dicho don Johan Pacheco, marques de Villena e a los dichos vuestros herederos c subçesores e a quien vuestra voz o suya toviese, todas las costas e daños e menoscabos que por ende, reçebiesedes o feziesedes, doblados, sobre lo qual todo que de suso dicho es e sobre toda cosa e parte dello por este mi previllejo o por su traslado signado, como dicho es. mando al dicho prinçipe don Enrique mi muy caro e muy amado fijo e a los duques, marqueses, condes, maestres de las ordenes, perlados, ricos ornes e a los de mi Consejo a al mi justiçia mayor e oidores de la mi abdiençia e alcaldes e otros juezes. alguaziles e otras justizias qualesquicr de la mi casa e corte e cnançilleria e a los mis adelantados e merinos, comendadores e subcomendadores e alcaides de los castillos e casas fuertes e llanas e otros aportellados qualesquiere a todos e qualesquier mis vasallos e otras qualesquier personas mis subditos e naturales de qualquier estado o condiçion, preheminençia. dignidad que sean e cada uno dellos, que guarden e cunplan e fagan e manden guardar e conplir todo lo en la sobredicha carta del dicho prinçipe mi fijo e en las sobredichas mis cartas e cada una dellas contenido. E otrosi, lo contenido en este dicho mi previlejo e cada parte dello e non bayan nin pasen nin consientan ir nin pasar contra ello nin contra parte dello en algund tienpo nin por alguna manera, razon nin color que sea, so las dichas penas; e si alguno o algunos contra ello o contra alguna cosa o parte dello fueren o pasaren o quisieren ir o pasar que ge lo non consientan, mas que defiendan e anparen en todo ello con las dichas mis cartas e con la dicha carta del dicho prinçipe mi fijo, suso encorporadas e con este dicho mi previllejo a vos e a vuestros herederos e subçesores e aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa, dependençia e a cada uno dellos en la dicha merçed e en todo lo otro en las dichas mis cartas e del dicho prinçipe mi fijo, contenido e en todo lo otro que dicho es e sobre ello e sobre cada cosa dello, e que prendan en bienes de aquel o aquellos que contra ello o contra parte dello fueren o pasaren, por las dichas penas e los guarden para fazer dellos lo que la mi merced fuere e que emienden e fagan emendar a vos, el dicho marques don Johan Pacheco e a los otros que dicho es e a cada uno de vos e dellos e a quien vuestra voz o carta encorporadas e asi mesmo vos e aquel e aquellos que de vos o dellos oviesen cabsa e dependençia pudiesedes e pueda usar e gozar para sienpre jamas de las merçedes por el dicho prinçipe don Enrique mi muy caro e muy amado fijo, fechas por la sobredicha su carta a vos el dicho don Johan Pacheco, marques de Villena e por juro de heredad para sienpre jamas, de la dicha villa de Villena e de las dichas villas de Yecla e Saje e sus castillos e fortalezas e con el señorío e jurediçion cevil e creminal e mero e mixto inperio e pechos e seruiçios e derechos e escrivanias e martiniegas e portadgos e de las otras cosas en la sobredicha su carta contenidas. E otrosí, de la dicha liçençia e abtoridad e facultad que yo por las sobredichas mis cartas suso encorporadas di al dicho prinçipe mi fijo, para que vos diese e feziese la dicha merçed de las dichas villas de Villena e Yecla e Saje e de lo otro que en las dichas mis cartas c en la sobre dicha su carta contenido es, otrosí, de la dicha mi aprovaçion e confirmaçion que yo dello feziese por las dichas mis cartas al dicho prinçipe mi fijo e a vos el dicho marques don Johan Pacheco e de todas las otras merçedes e graçias e cosas en las dichas mis cartas e del dicho prinçipe, mi muy caro e muy amado fijo e en cada una dellas incluso e contenido e de cada cosa dello, a vos fuese guardado e mantenido en todo tienpo, que vos confirmase e aprovase la sobredicha carta del dicho prinçipe, mi muy caro e muy amado fijo e, otrosi, las dichas mis cartas e las merçedes en ellas contenidas e sobre ello vos mandase dar mi carta de previllejo rodado, escripto en pergamino de cuero e sellado con el mi sello de plomo pendiente en filos de seda. E yo el sobredicho rey don Johan, acatando los buenos e leales servicios que vos el dicho marques don Johan Pacheco avedes fecho, asi a mi como al dicho prinçipe, mi fijo e entiendo que faredes de aqui adelante, e por vos fazer bien e merçed tovelo por bien e por este mi previllejo de mi çierta çiençia, vos confirmo e aproevo la dicha carta del dicho prinçipe don Enrique, mi mui caro e muy amado fijo, en la sobredicha mi carta encorporada e las dichas merçedes e graçias e cosas por el dicho prinçipe mi fijo a vos, el dicho don Johan Pacheco marques de Villena, por la sobredicha su carta fechas de las dichas villas de Villena e Yecla e Saje con sus castillos c fortalezas e de lo otro suso dicho a ellas pertenesçientes, contenidas en la dicha carta e cada cosa e parte dello. E otrosí, aproevo la sobredicha mi carta en ella inclusa e la dicha liçençia e abtoridad por ellas e por cada una dellas por mi dada al dicho prinçipe mi fijo, para lo que de suso dicho es e en ellas e en cada una dellas se contiene. E otrosi, vos aproevo e confirmo la dicha confirmaçion e aprovaçion por mi fecha por las sobredichas mis cartas e por cada una e qualquier dellas, de las sobredichas merçedes e de todo otro en ellas e en la dicha carta del dicho prínçipe mi fijo, contenido e cada cosa e parte dello, e mando que vala e sea todo guardado a vos el dicho marques don Johan Pacheco, mi vasallo e del mi Consejo e a los dichos vuestros herederos e subçesores e aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa o dependençia por sienpre jamas, segund e como e en la manera e forma que en las sobredichas mis cartas e del dicho prinçipe mi fijo, se contiene e con aquellas mismas clausulas e vinculos en ellas contenido. Pues es mi marçed que sienpre quede en las dichas villas e lugares e en sus tierras e terminos, para los reyes que despues de mi fueren en los dichos mis reinos e para la corona real de mis reinos, alcavalas e terçias e pedidos e monedas, quando los otros mis reinos me las ovieren 150 Sarmiento, conde de Santa Marta e adelantado mayor de Gallizia. vasallo del rey. confirma. Don Pero Afan de Ribera. adelantado e notario mayor de la Andaluzia, confirma. Don Pero Fajardo, adelantado mayor del reino de Murçia, confirma. Don Johan de Selva, alferez mayor del rey e notario mayor de Toledo, confirma. Pero Sarmiento, repostero mayor del rey, confirma. Juan Ramírez de Arellano, señor de los Cameros. vasallo del rey, confirma. Don Pedro de Gueuara, señor de Oventas, vasallo del rey, confirma. Don Pedro de Ayala, merino mayor de Guipúzcoa, confirma. Pero Lopez de Ayala. de aposentador mayor del rey e su alcalde mayor de Toledo. confirma. La iglesia de Toledo, baca, confirma. Don Pedro de Estuñiga, conde de Plasençia, justiçia mayor de la ( ) del rey, confirma. Don Pedro Ferriz de Blasco, conde de Baro. señor de la casa de Salas, camarero mayor del rey, confirma. Don Garçia Enriquez. arçobispo de Sevilla, confirma. Don ( ) Manrique, obispo de Oviedo, confirma. Don Pero Baca. obispo de Leon, confirma. Don Ruberto de Moya, obispo de Osma, confirma. Don Johan de Meya, obispo de Çamora, confirma. La iglesia de Salamanca, baca, confirma. Don ( ) obispo de Coria, confirma. Don ( ) obispo de Badajoz. confirma. Don Alvar Perez Osorio, obispo de Astorga. confirma. Don Alfonso, obispo de çebdad Rodrigo, confirma. Don Garçia, obispo de Lugo, confirma. Don ( ) obispo de Mondoñedo, confirma. Don Luis Pimentel, obispo de Tuy, confirma. Don Johan, conde de Armenaque e de Cangas e Tinco, vasallo del rey, confirma. Don Juan Manrique, conde de Castañeda, chançeller mayor del rey, confirma. Don Pero Ponçe de Leon, conde de Arcos, vasallo del rey. confirma. Don Ferrando Alvarez de Toledo, conde de Alva. vasallo del rey, confirma. Don Pero Alvarez de Osario, conde de Trastamara, señor de Villalobos, vasallo del rey, confirma. Don Rodrigo de Villandrano, conde de Ribadeo, vasallo del rey. confirma. Don Pero Niño, conde de Guelva, señor de Çagales, confirma. Don Pero de Acuña, conde de Valençia, confirma. Don Gonzalo de Guzman, conde de Yelves. vasallo del rey. confirma. Don Alfonso de Guzman, señor de Orgaz, alguazil mayor de Sevilla, confirma. Don Pedro, señor de Aguilar, vasallo del rey, confirma. Diego Ferriz, señor de Baena, mariscal de Castilla, confirma. Pero Garçia de Herrera, mariscal de Castilla, confirma. Pedro de Mendoça, señor de Almaçan. vasallo del rey, confirma. El dolor Ferrando Diaz de Toledo, relator del rey e su refrendario e notario mayor de los previllejos rodados. confirma. Yo Johan Sanchez de Valladolid, escrivano del dicho señor rey, lo fiz escrevir por su mandado. Alfonso bachiller. Johan Legar, dotor. Registrada. suya toviere, de todas las cosías e daños e monoscabos que por ende, se vos. e les recresçeren doblados, bien e cunplidamente en guisa que a vos nin a ellos non mengüe ende, cosa alguna. E demas, por qualquicr o qualesquier por quien fincare de lo asi fazer e conplir, mando al ome que les este mi previllejo mostrare o el dicho traslado signado como dicho es, que los enplaze que parezcan en la dicha mi corte del dia que los enplazare fasta quinze dias primeros seguientes, so las dichas penas a cada vno, so las quales mando a qualquicr escrevano publico que para esto fuere llamado que de ende testimonio signado con su signo para que yo sepa en como se cunple mi mandado. E desto vos mando dar este mi previllejo, escripto en pergamino de cuero e rodado c sellado con mi sello de plomo pendiente en filos de seda a colores. Dado en la çebdad de Toro, dieziseis dias del mes de abril, año del nasçimiento de nuestro Salvador Jhesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta e seis años. Va escripto entre renglones o diz mayor e o diz dello e o diz o e o diz tan e o diz don e o diz merçed e o diz que e o diz villas e o diz que e o diz los e o diz regidores e en tres lugares o diz e, e o diz del rey; e sobre raido o diz en e en dos lugares o diz mando e o diz en e o diz Saje e o diz en e o diz alcaldes e o diz fiel; e emendado en dos lugares o diz faga e o diz Yecla e o diz promisiones e o diz presente e o diz apoderado e o diz amojonado e o diz mineras e o diz mayoría e o diz fueren e raido en tres lugares e en cada raedura va puesta una raya de tinta. E yo el sobredicho rey don Johan reinante en uno con el prinçipe don Enrique mi fijo, en Castilla, en Leon, en Toledo, en Gallizia, en Sevilla, en Cordova, en Murçia, en Jahen. en el Algarbe, en Algezira. en Baeça, en Badajoz, en Vizcaya, en Molina, otorgo este previllejo e confirmolo. Don Alvaro de Luna, maestre de la orden de la cavalleria de Santiago c condestable de Castilla e conde de Alburquerque. confirma. Don Fadrique, primo del rey, almirante mayor de la mar. confirma. Don Johan de Guzman, primo del rey, duque de Medina sidonia e conde de Niebla. vasallo del rey, confirma. Don Yñigo Lopez de Medoza, marques de Santillana, conde del Real de Mançenales e señor de las casas de Mendoça e de la Vega, vasallo del rey, confirma. Don fray Pedro Giron, maestre de la orden de cavalleria de Calatrava, confirma. Don fray Gutierre de Solo de Mayor, maestre de la orden de Alcantara, confirma. Don Fray Gonzalo de Quiroga, prior de San Juan, confirma. Don Alfonso Pimentcl, conde de Bcnavente. vasallo del rey, confirma. Don Lois de la Çerda, conde de Medinaçeli, vasallo del rey, confirma. Don Pedro, señor de Montealegre, vasallo del rey, confirma. Don Alvaro de Ysorna, arçobispo de Santiago, capellan mayor del rey, confirma. Don Tobia de Çervantes, cardenal de San Pedro, administrador perpetuo de la iglesia de Segovia, confirma. Don Alfonso de Santa Maria, obispo de Burgos, confirma. Don Pedro, obispo de Palencia, confirma. Don Lope de Barrienlos, obispo de Cuenca, confirma. Don Alfoso de Fucnteseca, obispo de Avila, confirma. Don Alfonso Carrillo, obispo de (Çigüença, confirma. Don fray Diego, obispo de Cartagena, confirma. Don Sancho, obispo de Cordova, confirma. Don fray Juan, cardenal de Sant Sisto, administrador perpetuo de la iglesia de Orense, confirma. Don Gonçalo, obispo de Jahen, confirma. Don Pedro, obispo de Calahorra, confirma. Don Gonçalo, obispo de Plasençia. confirma. Don ( ) obispo de Cadiz, confirma. Don Diego Manrique. IV 1449-VII-10. Zaragoza. Juan 1 de Navarra aprueba la posesión por Juan Pacheco de las villas de Alarcón, Chinchilla, Yecla, Castillo de Garci Muñoz y Sax que le habían sido concedidas por Juan II a petición de su hijo el príncipe don Enrique. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. I 18/5. Ya hemos hecho referencia a la confusión jurídica que a lo largo de todo el siglo XV se generó en la posesión del Señorío de Villena. Uno de los elementos que más contribuyó a la misma fue el hecho de su ocupación por el infante don Juan, rey de Navarra y futuro rey de Aragón. Posteriormente. otorgada la titularidad a don Juan Pacheco, aquel siguió adelantado mayor del reino de Leon, confirma. Don Diego 151 merçedes e donaçiones que vos fueron fechas e son fechas e vos tenedes de la dicha çebdad de Chinchilla e villas de Alarcon e del Castillo de Garçimuñoz e Yecla e Sax con sus fortalezas, tierras e terminos e jurediçiones e mero e mixto inperio, pechos e derechos e con todo lo en ellas c en cada vna de ellas al señorío suyo dellas pertenesçientes. E prometemos e otorgamos por firme estipulaçion, por nos e por nuestros herederos e subçesores, asi vniversales como singulares que agora ni en ningund tienpo nos nin ellos por ningund titulo. color ni causa nin razon que sea o ser pueda nin otro por nos nin por ellos nin por alguno de ellos non iremos nin iran nin consentiremos nin consintiran ir nin venir contra la dicha merced e donaçion que vos fue fecha, de la dicha çebdad e villas e tierras e señoríos nin contra vuestros herederos e subçesores, asi vniversales como singulares, antes agora e en quanto vivieremos e vivieran los dichos nuestros herederos e subçesores loamos e aprobamos e ellos loaran a aprobaran las dichas merçedes e donaçiones e traspasaçiones que por el dicho señor prinçipe vos son fechas, de las dichas çebdad e villas e de todo e cada cosa de lo que dicho es e otrosi, de qualesquier otros que dellas e de lo que dicho es, por el dicho señor rey vos son e seran fechas so qualquier o qualesquier forma que sean. E porque vos el dicho don Johan Pacheco marques de Villena, mas libre e seguramente podais haber e tener lo susodicho por juro de heredad para sienpre jamas, de la dicha nuestra propia e libre voluntad, sin otra premia nin engaño nin induçimiento alguno e sin otra contradiçion e puramente, por esta presente carta çedemos, renunçiamos e traspasamos en vos el dicho don Johan Pacheco marques de Villena, por juro de heredad para sienpre jamas qualquier derecho, titulo, propiedad, açion, señorio, posesion e quasi posesion e otra qualquier cosa que nos temernos e tenemos e nos pertenesçia e pertenesçio e puede pertenesçer a la dicha çebdad de Chinchilla e a las dichas villas de Alarcon e Castillo de Garçimuñoz. Yecla e Sax, con sus castillos e fortalezas, tierras, terminos, jurediçiones, mero e misto inperio, señorio, pechos e derechos e con todo lo que en ellas e en cada una de ellas a nos pertenesçio en qualquier manera e por qualquier razon, façiendo vos, segund por la presente vos façemos, señor e verdadero poseedor de lodo ello para que vos ayades la dicha çebdad e villas e todo lo que dicho es, por juro de heredad para siempre jamas, para vos e vuestros herederos e subçesores e para las vender e enpeñar, dar, trocar, canbiar, enagenar e facer de ellas e en ellas como de cosa vuestra propia e queremos e nos plaçe que esta dicha renunçiaçion, çesion e traspasamiento que nos avemos fecho e façemos en vos. el dicho marques de Villena, non solo sea havida por fecha e otorgada por nos el dia de la fecha desta cscriptura, mas ante del tienpo e razon que nos estabamos en los regnos de Castilla e paçificamente teniamos e poseiamos la dicha çebdad, villas e logares, castillos e fortalezas e todo lo que dicho es e cada cosa dello, por quanto en el dicho tienpo nos lo ovimos otorgado, asi e por la presente. de agora para entonces e de entonces para agora, vos lo otorgamos; e porque con mas titulos podais aver e poseer lo suso dicho por juro de heredad, nos por la presente de nuestra pura, grata voluntad, sin premia nin dolo nin induçimiento alguno, vos façemos donaçion pura, sin condiçion alguna que es dicha entre vivos, non revocable, de la dicha çebdad de Chinchilla e villas de Alarcon e Castillo de Garçimuñoz, Yecla e Sax, con sus castillos e fortalezas e con todo lo que dicho es reivindicándolo como propio. No obstante, la arbitraria actuación del valido de Juan II, don Alvaro de Luna al encarcelar a nobles castellanos tan importantes como el almirante de Castilla, don Fadrique Henríquez, padre de Juana, segunda mujer de don Juan de Navarra, facilitó la alianza de éste con don Juan Pacheco. Esto propició un principio de entendimiento entre el marqués de Villena y el infante aragonés. Este, en un gesto de buena voluntad, aunque sin renunciar totalmente a sus derechos sobre diversas localidades del Señorío de Villena, ahora en posesión de don Juan Pacheco, aprobaba en julio de 1449 la posesión que éste ejercía sobre las mismas y mandaba a sus partidarios en el marquesado que aceptaran la autoridad del marqués. Don Juan, por la graçia de Dios, rey de Navarra, gobernador general de Aragon e de Siçilia, duque de Nemos, de Monblanch, de Peñafiel. conde de Ribagorza, señor de la çebdad de Balaguer e lugarteniente del muy esclareçido señor rey de Aragon, nuestro señor hermano. Por la presente escriptura de nuestra propia, pura, espontanea voluntad, sin ningun dolo, fuerça ni induçimiento, otorgamos que por quanto el señor don Juan, rey de Castilla e de Leon, fizo donaçion, graçia e merçed, por juro de heredad, por sienpre jamas, al muy ilustre señor don Henrique, prinçipe de Asturias, su fijo promogenito, heredero, nuestro muy caro e muy amado sobrino, de la çebdad de Chinchilla e de las villas de Alarcon e de Garçimuñoz e Yecla e Sax, con sus fortalezas e jurediçiones, pechos e derechos e con todas las otras cosas al señorío de la dicha çebdad e villas e sus tierras e terminos pertenesçientes, segund mas largo en las cartas de merçed que dellas le fizo se contiene. Despues, el dicho señor prinçipe canbio c troco la dicha çebdad e villas e castillos con vos clon Johan Pacheco, marques de Villena, su mayordomo mayor. E asi mesmo, vos novo fecho donaçion e marçed e traspasaçion de las villas de Alarcon, de Yecla e Sax e sus fortalezas, tierras e terminos e jurediçiones, por çiertas causas que a el le plugo, por manera que vos, el dicho marques, sois señor e liçito poseedor de la dicha çebdad de Chinchilla e villas de Alarcon e Castillo de Garcimuñoz e Yecla e Sax e de sus castillos e fortalezas, tierras e terminos segund mas largamente se contiene en las cartas de merçed que de las dichas çebdad e villas que vos fueron dadas. E porque nos pretendíamos e pretendemos haber derecho en algund tienpo e de ello ovimos fecho e feçimos renunçiaçion, donaçion e traspasamiento al dicho señor prinçipe, segund mas largo se contiene en una escriptura que nos sobre raçon dimos, firmada de nuestro nombre e sellada con nuestro sello e signada de escribanos e aquella aviendo por rata, firme e non la contradiçiendo e por mas convalidaçion e firmeza de los titulos e derechos e razon que aveis a tener e poseer por juro de heredad para sienpre jamas la dicha çebdad de Chinchilla e las otras villas de Alarcon e del Castillo de Garçimuñoz e de Yecla e Sax con sus castillos e fortalezas e tierras e terminos e jurediçiones e mero e misto inperio e pechos e derechos e todas las otras cosas al señorío de ellas pertenesçientes, por quanto nos, vos somos en cargo e obligado a façer c otorgar lo que de juso se contenia, segund muchas causas e razones que a nos son notorias e conosçidas e salva nuestra conçiençia, non podríamos nin deberíamos façer otra cosa por causas finales e inpulsoras que ya ovieron su final e conplido efeto, por esta dicha carta consentimos e aprobamos e nos plaçe de las dichas 152 cargo e obligado a vos. el dicho marques, nos façimos e façemos lo suso dicho e puesto que caso de ingratitud pudiese aver o otro qualquier caso por do la dicha donaçion se pudiese revocar, partimos nos de todo ello. Otrosi, renunçiamos e partimos de nos e de nuestros subcesores el derecho que diçe que las donaciones deben ser insinuadas quando esçeden Cierta suma, que nos de aqui insinuamos e avemos por insinuada esta dicha donaçion. E por quanto nos en estos regnos non avernos juez nin al presente superior ante quien pudiese ser fecha la dicha insinuaçion, por absençia del muy esclarecido señor rey de Aragon, nuestro señor hermano e nos somos gobernador e su lugarteniente general en sus reinos, nos avemos por fecha e aprobada la dicha insinuaçion. Otrosi, renunciamos e partimos de nos e de los dichos nuestros subçesores el derecho que diçe que quando algunas personas estan despojadas de algunas tierras o benefiçios, espeçialmente de toda su sustançia o de la mayor parte, que se presume fuerza en las tales renunçiaçiones o traspasaçiones, que en este caso nos otorgamos que la non ovo nin hay nin de lo tal nos entendemos nin queremos ayudar, quanto mas que otorgamos e confesamos que ante que partiesemos de los regnos de Castilla e estando e poseyendo lo suso dicho pacificamente, vos prometimos e aseguramos e aun feçimos la dicha renunçiaçion, çesion, donaçion e traspasamiento e, salva nuestra conçiençia, non pudiesemos çesar de lo façer, segund lo feçimos e façemos, porque vos eramos tenido e obligado a ello. Otrosi, renunçiamos e partimos de nos el derecho que diçe que esçepçion de dolo e engaño non se puede renunciar. mayormente que otorgamos que lo non ovo nin ay e renunçiamos todo remedio de restituçion integrun e todo remedio e auxilio del señor rey de Castilla e de otro qualquier general e particular que de su ofiçio, çierta çiençia, poderio absoluto o en otra qualquier manera, nos pudiese aprovechar contra lo que dicho es. Otrosi, renunçiamos los derechos que diçen que general renunçiaçion non vala e que non puede ninguno renunciar mas de aquello que sabe, que nos como rey somos certificado e informado e sabedor de todos los derechos que nos podian e pueden pertenesçer, de los quales expresamente nos partimos e quitamos. Otrosi. renunçiamos el derecho que dice que el engaño non solo se prueva e cavsa quando expresamente es cometido o fecho, mas aun quando de la cosa misma e de la gran lesion que alguno de los contrayentes padesçen en ella sobre que se façe el contrato, que aqui non ovo nin ay lesion alguna nin otro engaño, segund lo que dicho es e que alguno oviese de nuestra sabiduria, nos partimos della e pedimos de graçia al dicho señor rey de Castilla e rogamos e damos poder a qualesquier justicias de los regnos de Castilla e de Leon, a cuya jurediçion sometemos nuestras tierras, rentas e bienes, que si nos o los dichos nuestros subcesores non guardaren o cunplieren lo contenido en esta escriptura e cada cosa e parte dello o fueremos o vinieremos o ellos fueren o vinieren contra ello o contra parte dello, que executen e fagan executar en las dichas nuestras tierras, rentas e bienes suyos e vendan e rematen a buen precio o malo, con orden o sin orden de almoneda e sin ser çitado, oido nin vençido sobre ello, aviendonos por esta carta, segund nos avenios por çitado e llamado para todo ello e fagan pago a vos, el dicho marques de Villena e a vuestros subçesores, de la dicha pena de las dichas doscientas mill doblas e que non enbargante que la dicha pena sea pagada o non, que todavia seamos tenido de guardar e e cada cosa dello. E pedimos por merçed al dicho señor rey de Castilla que allende de los títulos e cartas de merçedes que teneis de ello, vos de e otorgue qualesquier otras aptuaçiones, ratificaçiones e títulos desta dicha renunçiaçion, cesion, donaçion e traspasamiento que avemos fecho e façemos en vos, el dicho marques de Villena, de lo que dicho es, asi de la data de agora como de la dala e tienpo que teníamos e poseíamos paçificamente la dicha çebdad e villas e logares que dicho es o de la data por venir, como vos mas quisieredes, con qualesquier fuerzas, clausulas, suplencia de defectos, de su poderío real absoluto e çierta çiençia e propio motu, en otra qualquier manera que mas vos aproveche, quitando e removiendo de nos e de nuestros subçesores qualquier o qualesquier remedios, derechos, auxilios ordinarios e extraordinarios, asi de fecho como de derecho, que nos hayamos o podamos aver e nos pertenescan o puedan pertenesçer en qualquier manera, que de agora por entonçes e de entonçes para agora e aun del tienpo que nos abiamos e poseíamos paçificamente lo suso dicho, nos lo havemos consentido e consentimos e abemos aprobado e aprobamos y prometemos por firme estipulaçion, obligando a nos e a nuestros herederos e a nuestras villas e lugares e vasallos e bienes e rentas, asi patrimoniales como fiscales, que nos avemos e abremos e nos pertenesçen e podran pertenesçer en los regnos de Castilla e de Leon e de Navarra e de Aragon e Sicilia, que nos tememos e gardaremos e conpliremos e ellos ternan e gardaran e conpliran lo contenido en esta escriptura e cada una cosa dello, e nos nin ellos nin algunos non iremos nin consentiremos ir nin venir, nin ellos nin alguno de ellos iran nin vernan nin consentiran ir nin venir contra ello nin contra cosa nin parte dello en algun tienpo nin por alguna manera nin so ningund color nin causa que sea, so pena que por el mismo fecho perdamos e ayamos perdido qualesquier vasallos, tierras, rentas, oficios, dignidades, castillos, fortalezas que nos avemos e abremos e los dichos nuestros herederos e subçesores han e abran en los dichos regnos de Castilla e de Leon. E demas, que vos pechemos e paguemos en pena, doscientas mill doblas de oro de la lid, castellanas e las dichas penas pagadas e executadas o non pagadas nin executadas, que todavia nos e los dichos nuestros herederos e subçesores seamos tenidos a tener e guardar e conplir lo contenido en esta dicha escriptura, para lo qual mejor asi façer, renunçiamos e partimos de nos e de los dichos nuestros herederos e subçesores, qualquier remedio, recurso, ausilio que avenios e podamos aver o los dichos nuestros herederos e subçesores han o pueden aver, asi de fecho como de derecho, para poder ir e venir contra lo que dicho es o contra alguna cosa o parte dello. renunçiando, segund por la presente renunçiamos qualesquier derechos. fueros, leyes de partidas e de ordenamientos e derechos municipales, previllejos, costunbres e otras qualesquier cosas que nos pudiesen conpeter, asi por derechos, usos e costunbres, leyes e fueros e previllejos de los dichos regnos de Castilla e de Leon como de Aragon e Navarra o por derecho comun, para no aver de ser tenido para lo suso dicho, aviendo sido, segund somos cierto e sabidos de los tales derechos e remedios. E demas, renunçiamos e partimos de nos e de los dichos nuestros herederos e subçesores las leyes e derechos que diçen que las donaçiones se pueden revocar por casos de ingratitud, la qual ingratitud otorgamos que la non ovo nin pueda aver, pues que por causas finales e conplidas a que nos seamos e somos en 153 una cum sigilli appensione prefati domini regis signavi. Anno terçio pontificatus domini mei, Nicholai pontifiçe, indiçione XII. infidem e testimonium omnium et sinagtoris preemiserum rogalus et requeritus et constal derasis et emendatis ut supra. E yo, Lope Rodríguez de Quiros, escribano del muy esclareçido e poderoso señor el rey de Castilla e su notario publico en la su corte que en lodo lo suso dicho fui presente en uno con los dichos testigos e en presencia de mi e de los dichos testigos, en uno con el notario de suso, el dicho señor rey de Navarra, de su grata e libre voluntad fizo e otorgo e juro e prometio todo lo contenido en esta escriptura e la firmo e a su ruego e otorgamiento la fiz escrevir e por ende fiz aqui este mio signo en testimonio de verdat. Lope Rodriguez. cunplir e nos fagan guardar e conplir lo contenido en esta escritura. E rogamos e pedimos a qualesquier cavalleros, amigos e confederados nuestros que agora avernos o ovieremos de aqui adelante, que puesto que son o sean juntos con nos en qualquiera amistanza e confederaçion e con qualesquier vínculos, juramentos e firmezas que si nos o otro por nos o que de nos aya avido o oviere cabsa o titulo, fueremos o vinieremos contra lo que dicho es o contra qualquier parte dello e lo non guardaremos e conplieremos, que non enbargante las dichas confederaçiones e amistanzas se junten con vos el dicho marques de Villena, non solo para defension de lo contenido en esta escriptura, mas aun para en todos casos contra nos. E por mas firmeza e validaçion de lo contenido en esta escriptura e de cada cosa dello, sin premia, engaño ni otro induçimiento, juramos a Dios e a Santa Maria e a las palabras de los Santos Evangelios e a esta señal de Cruz en que ponemos nuestra mano e prometemos por nuestra fe, como rey e façemos pleito e omenage una, dos e tres vezes, segund fuero e costunbre de España, en manos de don Fadrique, nuestro primo, almirante mayor de Castilla, que agora e en quanto vivieremos e en todo tienpo, bien e fiel e verdaderamente tememos e guardaremos e cunpliremos e por nos sera tenido, guardado e cunplido todo lo que dicho es e cada una cosa e parte dello sin otra cautela e engaño; non iremos nin vernemos nin consentiremos ir nin venir contra ello nin contra parte dello en algund tienpo nin por alguna manera por ninguno de los titulos nin causas que dichas son nin por otro remedio nin recurso alguno. Nin pediremos nin enviaremos pedir nin inpetrar absoluçion, dispensaçion, relajaçion nin comutaçion deste juramento de lo que aqui prometemos nin de cosa dello. E puesto que nos sea dada e otorgada por el Santo Padre, de su propio motu, çierta çiençia e poderio absoluto e en otra qualquier manera o a nuestro pedimiento o postulaçion o de otro alguno, non usaremos nin nos aprovecharemos della e en todo tienpo ternemos e guardaremos lo aqui contenido. E en firmeza de lo qual firmamos esta escriptura de nuestro nonbre e mandamosla sellar con nuestro sello e rogamos a los escribanos de yuso escriptos, uno del reino de Castilla e otro del reino de Aragon, que la signasen de sus signos e los presentes que fuesen dello testigos, los quales fueron, el dicho almirante mayor de Castilla e don Rodrigo Manrique, maestre de Santiago e fray Fernando de Çernadilla e mosen Juan de la Panda, comendador de las Casas de Cuenca e Henrique de Figueiredo e Alfonso de Torres, secretario del dicho maestre; que fue fecha e otorgada esta escriptura por el dicho señor rey de Navarra en la çebdad de Çaragoça que es en el regno de Aragon, a diez dias del mes de julio, año del nasçimiento de nuestro Salvador Jhesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta e nueve años. Va escripto entre raido do diçe escribanos e tenemos e graçia. Yo el rey Juan. V 144?-sm-sd. Seguro conjuramento que hizo el rey Juan 11 de Castilla, prometiendo a Juan Pacheco que no se le restituirían al rey de Navarra ni a su hija la princesa doña Blanca ni Chinchilla ni cualquier otra villa del Marquesado ni por él ni por su hijo, el príncipe don Enrique. A . H . N . Sección Nobleza. Duques de Frías. 118/3. Don Juan Pacheco deseaba salvaguardar a toda costa sus posesiones del Señorío de Villena por lo que no escatimó medios ni actuaciones para ello. Por una parte, negoció con don Juan de Navarra el reconocimiento de sus derechos sobre las localidades del Señorío y por otra intentó, con todos los medios a su alcance, obtener garantías del rey de Castilla de que no consentiría bajo ningún concepto la restitución de sus posesiones a don Juan de Navarra ni a su hija doña Blanca y que igualmente impediría que lo llevara a cabo su hijo don Enrique. Y si no pudiese evitarlo le compensaría con rentas y vasallos equivalentes a lo que perdiera por la ocupación que llevara a cabo el rey de Navarra. Don Johan por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de Jahen, del Algarve, de Algezira e señor de Vizcaya e de Molina, por quanto vos don Johan Pacheco marques de Vi llena, mayordomo mayor del prinçipe don Enrique, mi muy caro e muy amado fijo primogenito, heredero de mis regnos e del mi Consejo, tenedes e poseedes la çebdad de Chinchilla e las villas e logares del Marquesado de Villena que fueron del rey don Juan de Nauarra, quel en el dicho Marquesado tenia e poseia e gelas yo mande quitar por justas e legítimas causas e fize dellas merçed al dicho prinçipe mi fijo e, despues, por mi liçençia e mandamiento las ovistes vos, el dicho marques del dicho prinçipe mi fijo, por çierto troque que por algunas dellas vos le distes, e de algunas otras de las dichas villas e logares vos fize yo merçed. E agora vos, el dicho marques, vos reçelades quel dicho rey de Navarra entre en mis regnos por mi mandado e consentimiento o permision o que lo yo mandare o consintiere o permitiere restituir en la dicha çebdad e villas e logares del dicho Marquesado, quel asi tenia e poseía o en alguna parte dello, de lo qual a vos vernia daño. E como quier que yo no tengo en voluntad nin plazera a Dios que lo yo mande nin consienta nin permita entrar nin restituir, antes asi yo como el dicho principe mi fijo, tenemos jurado lo contrario e aun vos, el dicho marques en algunos recabdos que me tenedes fechos me tenedes jurado de non ser en ello, mas antes Et ego Françiscus Ferraçi, clericus Çesaraugustani. dioçesis antiqua, apostolica, publiçus notarius, omnibus supradictis presens fui, una cum testibus supraescriptis e vidi qualiter predictus dominus rex Navarra sua propia, pura e mera libertate conçesit, laudavit el aprobavit juramento et promisit ora supradicta et prefertur tenere e complere ac eçian sua propia manu signavit, seque ora cum notario infraescripto in notam simple ex qua hoc presens publicum instrumentum per alium me aliis ocupato negoçis fideliter seribere feçi et in hanc publicam formam redigi meo nomine et signo consuetis, 154 del dicho rey de Navarra o de otras personas algunas, quisiere entrare tomar e ocupar centrare e lomare e ocupare las dichas çebdades e villas c logares del dicho Marquesado o otro o otros por ella o en otra qualquier manera, que en tal caso el dicho prinçipe mi fijo, sea tenudo e obligado de me ayudar a lo restituir con su casa e gente a vos, el dicho marques. Asi mesmo, e si acaesçiere quel dicho prinçepe mi fijo, lo contrario de lo suso dicho fizierc, metiendo al dicho rey de Navarra en los dichos mis regnos o permitiendolo o consintiendolo o siendo en derecho o en fecho o en consejo dello, lo que yo non puedo querer, o el por fuerça vos quisiese tomar la dicha çebdad e villas e logares e desapoderar dello o diere favor e ayuda a la dicha prinçesa o a sus herederos e subçesores para ello, segund dicho es, que en el tal caso, vos el dicho marques. juntando vos conmigo por vuestra persona e con vuestras gentes, yo sea temido e obligado c me obligo de gelo resistir e defender vos los, en la manera suso dicha e dar todo favor e ayuda a vos, el dicho marques, para que vos non sea tomada a vos nin a vuestros herederos nin subçesores cosa alguna nin parte dello. De lo qual vos mande dar la presente, firmada de mi nonbre e sellada con mi sello. Dada ( ) dias de ( ) año del nasçimiento de nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta e ( ) años. Yo el rey. Yo Pero Ferriz de Loica la fiz escrevir por mandado de nuestro señor el rey. ser contraello, si lo tal tentare o quisiere fazer, segund que mas cunplidamente en ios dichos recabdos de juramentos se contiene. Pues por mas seguridad vuestra e a mayor abundamiento yo, por la presente, vos seguro e prometo por mi fe real, e juro a Dios e a Santa María e a esta señal de Cruz e a las palabras de los Santos Evangelios, corporalmente con mis manos tenida, e fago pleito e omenaje una e dos e tres vezes en manos de vos, don Alvaro de Luna, maestre de Santiago, mi condestable de Castilla, que estades presente e lo de mi resçebides, que si acaesçiere, lo que Dios non quiera, quel dicho rey de Navarra entre en estos mis regnos, que lo non mandare nin consentire nin permitire, en tal caso nin en otro alguno, dar nin entregar nin restituir en la dicha çebdad e villas e logares del dicho Marquesado que vos tenedes e poseedes nin en sus castillos e fortalezas nin en algunas dellas nin en cosa alguna a ellas nin al señorío dellas nin de algunas dellas pertenesçiente, nin consentire nin permitire que vos sean quitadas las dichas çebdad e villas e logares nin los castillos nin fortalezas dellas nin cosa alguna de lo aellas pertenesçiente nin a la tenençia e posesion vel casi dello nin de cosa alguna nin parte dello, a vos nin a vuestros herederos nin subçesores, por el dicho rey de Navarra nin por la prinçesa su fija nin por sus herederos nin subçesores dellos nin de qualquier dellos, antes vos defendere e amparare en todo ello e en la tenençia e posesion vel casi dello a vos e a ellos. E si en qualquier manera yo las mandare restituir e tornar al dicho rey de Navarra o a la prinçesa su fija e a sus herederos e subçesores o a qualquer dellos o consentiere o permitiere que las entren e tomen ellos o qualquier dellos que, en el tal caso, vos fare e dare e entregare, e a los dichos vuestros herederos e subçesores e a cada uno dellos, primeramente, por emienda dellos, otros vasallos e rentas sobre vasallos, conpensando la demasía que oviere de vasallos, en la renta e de la renta, en los vasallos, de lo uno a lo otro; e todo esto susodicho e cada cosa dello se entienda asi en el caso quel dicho señor rey de Navarra entre en estos regnos como en el caso que non entrare e lo yo mandare e consintiere e permitiere restituir en lo suso dicho o en alguna cosa dello. Pues es mi merçed que si el dicho principe mi fijo, lo que no es de querer, fuese, teniendo vos con el e en su casa la manera que tenedes o en qualquier otra manera le seguiesedes, o vos el dicho marques de Villena fuesedes de derecho o de fecho o de consejo o consentiesedes o permitiesedes quel dicho rey de Navarra entrase en los dichos mis regnos e se apoderase de las dichas villas e logares del dicho Marquesado o dieredes favor o ayuda a ello e non aiudaredes a mi el dicho señor rey, para quel non entre en ellos nin se apodere de la dicha çebdad e villas e logares del dicho Marquesado, quel asi en el tenia e poseía, que en el tal caso yo non sea temido nin obligado nin constreñido a fazer la dicha emienda nin cosa alguna nin parte de lo suso dicho, porque si el dicho prinçipe mi fijo, en qualquier tienpo e en qualquier via e forma e manera o por qualquier causa, razon o color que sea o ser pueda directa o indirectamente diere liçençia o abtoridad o consentimiento o permitiere que la dicha prinçesa su mujer demande o entre o tome o ocupe o otro o otros en su nonbre. las dichas villas e logares, castillos e fortalezas sobredichas del dicho Marquesado, o si el dicho prinçipe mi fijo por si e por su causa mesma. qualquier quella sea o ser pueda, lo fiziere, que en los tales casos o en qualquier dellos yo non sea tenudo a la dicha emienda. O si acaesçiere que la dicha prinçesa con favor VI 1455-11-19. Zaragoza. El rey don Juan de Navarra propone a Enrique IV que para terminar con las contiendas que había entre las dos coronas cedería él las fortalezas y villas que tenía en Castilla a cambio de un juro de tres cuentos y medio de maravedí excepto Chinchilla, Albacete, Yecla. Sax y otras poblaciones que serían para don Juan Pacheco. A . H . N . Sección Nobleza. Duques de Frías. 8/1 y 8/2. El problema sobre la posesión de las localidades del Señorío de Villena persistiría, casi durante todo el reinado de Juan II y Enrique IV. Don Juan de Navarra, a pesar de haber reconocido la legitimidad de la posesión de las mismas por don Juan Pacheco trataría de conseguir ventajas económicas de su sobrino Enrique por la renuncia definitiva a la titularidad del Señorío. Así, le plantearía cederle todos sus derechos sobre las posesiones que tenía en Castilla a cambio de una renta anual de 3.500.000 maravedís. Al muy alto e muy ilustre prinçipe don Enrique, por la graçia de Dios rey de Castilla e de Leon, nuestro muy caro e muy amado sobrino. Don Johan por esta misma graçia, rey de Navarra, infante, gobernador general de Aragon e de Seçilia, duque de Nemos e de Montblanq, conde de Ribagorza e señor de la çebdad de Balaguer. Salud con acreçentamiento de toda prosperidad e bien aventurança. Muy alto e nuestro muy caro e muy amado sobrino, ya sabedes e a todos son notorios. espeçialmente en los reinos de España, los debates e contiendas. diferencias que procurandolo el enemigo del umanal linaje, fueron movidas, acaesçieron e se siguieron por algunos tienpos entre el muy alto e muy esclaresçido prinçipe, el rey don Johan de gloriosa memoria vuestro padre, nuestro muy caro e muy amado primo e sus regnos e tierras e señoríos e subditos e vasallos e naturales dellos, de la una parte: e nos e nuestro 155 çebdad e villas e logares e tierras e castillos e fortalezas e heredamientos e a todas las otras cosas e cada una de ellas, que nos abiamos e teniamos e poseíamos en qualquier manera. E asi mesmo, en las que, oy dia, nos abemos e tenemos e poseemos en los dichos 'vuestros regnos e señoríos, e nos pertenesçian e pertenesçer podían en qualquier manera, fasta el presente dia. E que nos, el dicho rey de Navarra ayamos de fazere fagamos, por razon de la dicha trasaegion e abenençia e equiualençia e conpusiçion e pacto e contracto e promision, renunciaçion e traspasamiento e çesion e dexamiento de todo ello e de cada cosa e parte dello, en vos el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino, e asi mesmo. en los dichos don Johan Pacheco, marques de Villena e maestre don Pedro Giron e a cada uno dellos, como e de lo que suso es dicho e declarado e espegificado. Rey. muy caro e muy amado sobrino, acatando e considerando prinçipalmente lo que cunple a serviçio de Dios e al bien comun e reposo e tranquilidad e paçificaçion de los regnos e señorios de amas las partes e de todas las Yspañas e por quitar e desviar los sobredichos inconvenientes que por causa de los dichos escandalos e males e daños e debates, disensiones e questiones e diferençias que se podrían, muy mas adelante, seguir entre nosotros e nuestros regnos e regnicolas e vasallos e subditos e naturales dellos e porque non sea permitido que aquellos de aqui adelante, ayan lugar nin sean continuados nin mucho menos acreçentados. acatando que desto se sigue e puede seguir singular serviçio a nuestro señor Dios e grand benefiçio e bien comun e quietaçion e paçifico estamiento e sosiego, non solo de toda España, mas aun de la mayor parte del pueblo español. E asi mesmo, abido respeto e consideraçion a los tan grandes e muy çerca nos debdos, asi de consanguinidad como de afinidad que por la graçia de Dios son entre vos e nos, e como todos ayamos orto e nasçimiento de una e esa mesma e illustrisima prosapia de la vuestra casa de Castilla, acordamos de vos pedir e rogar e por la presente vos pedimos e rogamos que por respecto e consideragion de las cosas susodichas e otras que justa e razonablemente vos deven mover, espeçialmente por evitaçion. çesaçion de los dichos escandalos e inconvenientes e males e dañose por quetar e amover todas dubdas e pleitos e questiones e contençiones que sobre lo suso dicho son e se esperavan ser. vos plega, de vuestro real e absoluto poderío e çierta çiençia, declarar todas las dichas çebdad e villas e logares e jurediçiones e cada una dellas e, asi mesmo, todas las otras villas e logares e castillos e fortalezas e tierras que nos, al presente, tenemos e poseemos en vuestros regnos e señorios e la propiedad e señorío e posesion e quasi posesion e detentaçion e derecho e uso dellas, con todas sus rentas e derechos e pertinençias, aver seido e poder ser alienables, non enbargante qualquier mayoradgo o mayoradgos vinculo o vinculos, subjeccion o subjecçiones e restituçion e submision e submisiones, trasmision e trasmisiones, obligaçion o obligaçiones e modos e condiçiones, instituçion e instituçiones. sustituçion o sustituçiones e prohibiçion e prohibiçiones e subrrogaçion o subrrogaçiones, ipoteca e ipotecas e otras qualesquier cosas con qualesquier penas e en qualquier menera, vigor e efecto e qualidad e misterio a que las dichas çebdad e villas e lugares e tierras e jurediçiones e señorios e heredamientos e sus pertinençias e todo lo otro, que nos abiamos e poseíamos en vuestros regnos e señorios e pertenesçia e pertenesçer podían a nos e nuestros herederos e subçesores, anullando e desatando regno de Nauarra e tierras e vasallos e subditos e naturales, de la otra; por causa de las cuales fueron mandadas tomar e ocupar por el dicho rey vuestro padre todas las çebdad e villas e logares e tierras e señoríos e jurediçiones que nos abiamos e teniamos e poseiamos en los vuestros regnos e señorios, algunas de las cuales, el dicho rey vuestro padre e otros por su mandado, tovieron e poseyeron en su vida e, despues aca, vos abedes tenido e poseido e tenedes e poseedes algunas dellas por subçesion e herençia del dicho rey vuestro padre. Asi mesmo, los nobles e magnificos don Johan Pacheco marques de Villena, vuestro mayordomo mayor e don Pedro Giron maestre de Calatrava, vuestro camarero mayor, amos de vuestro Consejo e cada uno dellos e otros vuestros vasallos e subditos e naturales han tenido e tienen algunas dellas. E otrosí, nos abemos tenido e al presente tenemos algunas de las dichas villas e logares e castillos e fortalezas. E sobre las cosas susodichas se han interpuesto algunas personas entre nosotros, por final çesaçion e evitaçion de guerras e disensiones e discordias e debates e contiendas e diferençias e otros muchos males e daños e escandalos e intolerables e non reparables inconvientes, que por causa de lo susodicho se podría seguir en grand deserviçio de Dios e en daño comun de amas las partes. E que por desviar e escusar lodo esto, se toviese e fiziese entre nosotros conpusiçion e trasacçion e abenençia e provision e pacto e contracto, por el cual las dichas çebdad e villas e lugares e tierras que nos teníamos e poseíamos en los dichos vuestros regnos e tierras e señorios e en qualquier partidas dellos, e vos el dicho rey de Castilla tenedes e poseedes e tienen e poseen qualesquier vuestros vasallos e subditos e naturales en qualquier manera, e asi mesmo, las que nos al presente tenemos, aya de quedar e quede todo e cada cosa e parte dcllo en vos, el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino, como vuestras propias, para vos e para vuestros herederos e subçesores por juro de heredad para sienpre jamas, e fueras de la çebdad de Chinchilla e de las villas de Alarcon e Albaçete e Hellin e Tovarra c Yecla e Sax el Castillo de Garçi Muñoz e el Villarejo de Fuentes e Sant Clemente con sus tierras e fortalezas e jurediçiones e señoríos e con todas la otras sus pertenençias que han de quedar e quedan en el dicho marques don Johan Pacheco. E afueras de la villa de Peñafiel con su tierra e fortaleza e jurediçion e señorío e con todas las otras pertinençias que ha de quedar e queda con el dicho maestre don Pedro Giron, para que cada uno de ellos aya lo que susodicho es, para si e para sus herederos e subçesores por juro de heredad. E afueras de la villa de Atiença e su tierra con su castillo e fortaleza e con todas sus pertinençias que nos abemos vender dentro de çierto termino. E que vos el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino, por razon de la dicha trasacçion e abenençia e equivalencia e conpusiçion e promision e pacto e contracto e de todo lo susodicho, ayades de dar e dedes e asignar e asignedes por juro de heredad, en cada un año, para sienpre jamas, situados e puestos por salvados en çiertas rentas de los dichos vuestros regnos, tres cuentos e medio de maravedis a nos, el dicho rey de Navarra, en hemienda e por hemienda e pago e satisfaçion de todo lo susodicho e de cada cosa e parte dello e por qualquier derecho e titulo e causa e razon e color e acçion e demanda e petiçion, en caso que nos, alguno oviesemos e conpetiesemos e conpeter pudiese a nos e a nuestros herederos e desçendientes e subçesores, a la dicha 156 cosa e parte dello sean o ser puedan e dispensando con todo ello e con cada cosa o parte dello. E para presentar esta nuestra petiçion a vos el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino, por quanto nos. al presente, somos ocupados de muchos e muy arduos negocios conplideros al servicio del muy alto e muy Ilustre don Alfonso, rey de Aragon e de las dos Seçilias. nuestro muy caro e muy amado hermano. Señor e asi mesmo, porque en absençia del dicho rey, nuestro muy caro e muy amado hermano, señor, de nesçesario abemos de entender acerca de las cosas nesçesarias e conplideras e provechosas al regimiento e governaçion e bien publico de los sus regnos e tierras e señorios e a la execuçion de la justicia dellos, constituimos e diputamos en nuestro logar en quanto tañe a todo lo suso dicho e a cada cosa e parte dello, a Enrique de Figueredo. vuestro guarda e vasallo, al qual por la presente fazemos e constituimos e ordenamos e establecemos por nuestro cierto, suficiente, abundante procurador e nuncio especial e le damos e otorgamos libre. llenero, conplido. bastante poderío con libre e llenera e general administraçion para todo lo suso dicho e para cada cosa e parte dello e para todas las otras cosas e actos, asi judiçiales como extrajudiçiales e otros qualesquier que para ello se requieran, aunque sean mayores o mas mayores de lo suso dicho e tales e de tal natura e condiçion que demanden e requieran aber nuestro espeçial e espreso mandado e nos los abemos aquí por espresados e declarados e espeçificados, asi como si aqui fuesen puestos e nonbrados. E prometemos e otorgamos de lo aber e lo abremos por firme e estable e valedero para agora e para sienpre jamas e non ir nin venir nin pasar nin consentir nin permitir ir nin venir nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello agora nin en algund tienpo nin por alguna manera nin causa nin razon nin color que sea o ser pueda, relevando e relevamos al dicho nuestro procurador de toda carga de satisdaçion c fiaduria e de judiçio sisti e de judicato solvendo, con todas sus clausulas necesarias e oportunas, para lo qual obligamos todos nuestros bienes, asi muebles como raizes. fiscales e patrimoniales e otros qualesquier, abidos e por aber. ca nos, por la presente, de nuestra libre e agradable e espontanea voluntad, sin premia nin coacçion alguna, juramos en nuestra verdadera palabra e fe real e al nonbre muy santo, terrible e glorioso de nuestro señor Dios e a la Virgen gloriosa nuestra señora, Santa María, reina de los cielos e a esta señal de Cruz e a las palabras de los Santos Evangelios, corporalmente con nuestras manos tenidos e fazemos vox a la casa santa de Iherusalem e, asi mesmo, pleito e omenaje, una e dos e tres vezes, segund fuero de España, en manos e poder del dicho Enrique de Figueredo. guarda del dicho rey de Castilla, cavallero fijodalgo que esta presente e lo de nos reçibe, que esta petiçion fazemos de nuestra libre e agradable voluntad e movido por las causas suso dichas e porque entendemos que cunple asi a servicio de Dios e bien de todas las partes e que la non revocaremos nin entendemos revocar nin ir nin venir nin pasar nin iremos nin vernemos nin pasaremos, por nos nin por otro, contra ella nin contra cosa alguna de lo suso dicho, directe nin indirecte, callada nin espresamente, en juiçio nin fuera de juiçio nin pediremos nin recibiremos absoluçion nin dispensaçion nin relaxaçion deste dicho juremento nin conmutaçion del dicho voto nin usaremos della en caso que nos sea otorgada por nuestro Santo Padre o por qualquier prelado o persona que poder aya de la otorgar; quier que nos e revocando e casando e que anuledes e desatedes e revoquedes e casedes tales mayoradgos e titulos e derechos e cada vno dellos e otros qualesquier, en caso que algunos oviesen. con todas sus clausulas e vinculos e modos e condiçiones e penas e obligaçiones e submisiones e trasmisiones e subjecçiones e restituçion e en otra qualquier manera e con qualesquier prohibiçiones e vedamientos de qualquier natura, vigor, efecto, qualidad e misterio que sean o ser puedan, quier sean dados e fetchos e confirmados o aprovados por los reyes de glosiosa memoria, nuestros progenitores o por infantes e duques e condes e ricos omes o por otros qualesquier de qualquier estado, condiçion, preheminençia o dignidad que sean, por otros previllejos e sobrecartas e alvalaes e confirmaçiones o por testamentos cobdeçiellos e gracias e donaciones e instituçiones e sostituçiones e legatos o prelegatos e contractos o en otra qualquier manera e forma e por qualquier via e titulo e con qualesquier firmezas e vínculos e clausulas e abrogaçiones e derogaçiones e dispensaçiones e non obstantes otras firmezas de qualquier natura, vigor, efecto, qualidad e misterio que sean o ser puedan porque nos libre e esentamente podamos disponer e dispongamos de todo ello e de cada cosa e parte dello, como de bienes e cosas alienables e que libremente se ayan podido e puedan enagenar e traspasar en vos. el dicho rey de Castilla. E asi mesmo. en los dichos marques, don Johan Pacheco e maestre, don Pedro Giron, en cada uno de vos como e lo que suso es dicho e declarado e espeçificado, todo esto e cada cosa dello, sin enbargo nin contradiçion alguna que sea o ser pueda, revocando e anullando e casando e que de todo revoquedes e anuledes e casedes los tales previllejos e cartas e sobrecartas e alvalaes e testamentos e codiçellos e graçias e donaçiones e contractos e vinculos e prohibiçiones e subjeçiones e instituciones e sustituciones e trasmisiones e obligaciones e traslaçiones e todo lo otro e cada cosa e parte dello, de qualquier natura, vigor, efecto e qualidad e facultad e inventario que pueda ser o pueda enbargar, inpedir, contrariar o prejudicar a qualquier trasacçion o trasacçiones, conpusiçion o conpusiçiones, eguala o egualas, renunciaçion o renunçiaçiones, alienaçion o alienaçiones, que nos el dicho rey de Navarra fizieramos de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, en vos el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino. E asi mesmo, en los dichos marques, don Johan de Pacheco e maestre, don Pedro Giron, en cada uno dellos como de lo que suso es dicho e declarado, que a cada uno dellos tañen e pertenesçen como suso es dicho, e de qualquier derecho e titulo e demanda e acçion e petiçion real e personal e de otra qualesquier cosa de qualquicr natura, vigor, efecto. qualidad e misterio que a ello o a qualquier cosa o parte dello e a la propiedad e posesion dello e de cada cosa o parte dello abemos e nos pertenesçe en qualquier manera a nos e a nuestros herederos e subçesores e desçendientes e a cada uno de nos, non enbargante los tales mayoradgo o mayoradgos, nin otros qualesquier vinculos e obligaçiones e subjeçiones e submisiones e prohibiçiones e penas e obligaçiones e otras qualesquier cosas de qualquier natura, vigor, electo, qualidad e misterio que en contrario sean o ser puedan, nin qualesquier obstaculos que lo enbargar pudiesen, abrogando e derogando de vuestro propio motu e çerta çiençia e plenario poderio real absoluto, todas e qualesquier leyes, fueros, derechos, ordenamientos, estilos e costunbres e fazañas e otras qualesquier cosas que en contrario de todo lo suso dicho e de qualquier 157 Enrique IV al ascender al trono castellano, presionado por don Juan Pacheco, trata de enmendarlos defectos jurídicos en los que se había incurrido al concedérsele la ciudad y villas del Señorío de Villena ya que. como apuntamos en su momento, las Cortes de Valladolid de 1442 habían prohibido la enajenación de cualquier localidad de Castilla, si no era en circunstancias excepcionales y cumpliendo una serie de requisitos que en el caso de don Juan Pacheco no se habían tenido en cuenta. Ahora Enrique IV trata de subsanar dichas formalidades en las cortes de Córdoba de 1455 consiguiendo su autorización y validando solemnemente las donaciones realizadas diez años antes. sea dada e otorgada, propio motu o a nuestra postulaçion o de otro, aunque todo concurra ayuntada o apartadamente e que lo asi Taremos e gardaremos e observaremos e conpliremos inbiolablemenle para sienpre jamas. E porque esto sea firme e non venga en dubda firmamos la presente de nuestro nonbre e la mandamos sellar con nuestro sello, la qual otorgamos ante los notarios publicos e testigos yuso escriptos que para ello fueron llamados e rogados por testigos, que fue fecha e otorgada en la çebdad de Çaragoga, diez e nueve dias de febrero, año del nasçimiento de nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e çinquenta e çinco años. Yo el rey Juan. Testigos que a esto fueron presentes llamados e rogados. presentes la ilustrisima señora reina de Aragon e de las dos Seçilias e el manifico don Fadrique, almirante mayor de Castilla, es a saber: el magnifico e honorable mosen Ferrer de la nuestra Justiçia de Aragon e Johan Carrillo de Cordova e mosen Pero Vaea del Consejo del señor rey de Navarra e Galçeran Oliver. thesorero de la dicha señora reina de Aragon. Va enmendado en la sesta plana o diz aqui, vala e non le enpezca. Yo, Alfonso Gonçalez de la Hoz, secretario del muy alto e muy esclarecido e poderoso prinçipe, el rey my señor de Castilla e de León e contador mayor de su casa e de su Consejo e por autoridad del ilustrisimo señor rey de Aragon, notario publico por todos sus regnos e señoríos, fui presente al otorgamiento de todo lo suso dicho, en uno con el prudente e discreto Anton Nogueras, secretario del dicho señor rey de Aragon e protonotario del dicho señor rey de Navarra e del su Consejo e por autoridades dellos e del dicho rey, mi señor de Castilla, notario publico en todos sus regnos e señoríos. E otrosi, presentes los testigos de suso nonbrados e por ruego e otorgamiento del dicho señor rey Navarra que en esta escriptura firmo su nonbre. este publico instrumento en uno con el dicho Anton Nogueras escrevir fize: el qual va escripto en tres fojas de papel e mas esta en que va mi signo e en fin de cada plana va señalado de nuestros nonbres. E por ende fiz aqui este mio signo acostunbrado en testimonio. Alfonso Gonzalez, notario. E yo Anton Nogueras, secretario del serenisimo señor rey de Aragon e de las dos Seçilias e protonotario del dicho señor rey de Navarra e del su Consejo e por abtoridades dellos e del dicho señor rey de Castilla, notario publico por todos los sus regnos e señoríos, fui presente al otorgamiento de todo lo suso dicho en uno con el prudente e discreto Alfonso Gonçalez de la Hoz, secretario del dicho señor rey de Castilla e contador mayor de su casa e de su Consejo. E otrosi, presentes los otros testigos de suso nonbrados. E por ruego e otorgamiento del dicho señor rey de Navarra que en esta escritura firmo su nonbre, este publico instrumento en uno con el dicho Alfonso Gonçalez de la Hoz, escriuir fize; el qual va escrito en quatro fojas de papel con esta en que va mi signo e en fin de cada plana va señalado de nuestros nonbres e por ende, fiz aqui este mio signo acostunbrado en testimonio de verdad. Va enmendado en esta mia signatura o diz Castilla. Anton Nogueras. Don Enrique por la graçia de Dios, rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Galliçia. de Cordova. de Murcia, de Jahen. del Algarve, de Algezirae señor de Vizcaya e de Molina. acatando e considerando la grand lealtad e fidelidad de vos, don Johan Pacheco marques de Villena, mi mayordomo mayor e del mi Consejo e los muchos e buenos e leales e señalados e agradables serviçios que vos me abeis fecho e fazedes de cada dia e en alguna enmienda e remuneracion dellos, los quales son notorios e publicos e magnifiestos e por la presente por tales los yo he e declaro e afirmo e porque el dicho rey, mi señor e padre, ovo fecho merçed e graçia e donaçion, pura e perfecta e non revocable que es dicha entre bivos, a vos el dicho don Johan Pacheco marques de Villena, en parte de alguna enmienda e remuneraçion de los dichos serviçios que vos abiades fecho asi a el como a mi, de las villas de Belmonte e Alarcon e el Castillo de Garçia Muñoz e Villarejo e Sant Clemente e Villena e Almansa e Yecla e Sax e de la çebdad de Chinchilla e villas de Alvaçete e Hellin e Tovarra e Jumilla e de las villas de Alcala. Vees, Xorquera e de las villas de Villanueva de la Fuente e el Bonillo e Munuera e Lezuzae de la villa de Utiel e, asi mesmo, de las villas de Villanueva de Barca Rota e Salvatierra e Salvaleon e de la villa de Çea e otrosi, de la villa de Moguer con sus tierras e castillos e fortalezas e justiçia e jurediçiones altas e baxas e mero misto imperio. E otrosi, yo seyendo prinçipe de Asturias, vos ove fecho e fize merçed e graçia e donaçion con liçençia del dicho rey mi señor, de algunas de las dichas villas e tierras e castillos e fortalezas e jurediçiones. E otrosi, el dicho rey, mi señor e padre, aprovo e confirmo las merçedes e graçias e donaçiones que vos yo ove fecho de las dichas villas e tierras e castillos e fortalezas e jurediçiones. E asi mesmo, el dicho rey mi señor e padre, fizo merced e graçia e donaçion a doña Maria Puertocarrero marquesa de Villena, mujer de vos, marquesa de la villa de Villanueua del Fresno, con su castillo e fortaleza, con su tierra e termino e jurediçion. de lo qual todo, el dicho rey mi señor e padre, mando dar e dio sus cartas de merçedes e previllegios sellados con su sello de plomo pendiente en filos de seda. E asi mesmo, vos yo mande dar mis cartas de merçedes, firmadas de mi nonbre e selladas con mi sello, segund que esto e otras cosas mas largamente en las dichas cartas e previllegios se contiene, su thenor de los quales, yo he aqui por insertos e encorporados. bien asi como si de palabra a palabra aqui fuesen puestos e dellos e de cada uno dellos, por çierto e sabido. Eotrosí, por quanto vos el dicho marques, conpraste por vuestros propios dineros la villa de la Villa Robledo del conde don Rodrigo Manrique e, asi mesmo. los logares de Alvalejo e Piqueras e Altarejos con sus tierras e terminos e jurediçiones, de Gomez Manrique, su hermano. Por ende, por la presente, de mi propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto de que quiero usar e uso en esta presente, VII 1455-VI-6. Córdoba. Enrique IV, a instancias de los procuradores del reino, reunidos en las Cortes de Córdoba, confirma a don Juan Pacheco las donaciones que le había hecho de Belmonte, Almansa, Villena, Sax, Yecla y otras villas. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 2/3 y 3/8. 158 serviçio e a bien de la cosa publica de vuestros regnos e porque otros tomen del lo buen exenplo para vos servil en toda lealtad e animosidad, segund que el dicho marques don Juan Pacheco. lo ha servido e sirve de cada dia. Muy humillemente suplicamos a vuestra señoría que por ley fecha, ordenada e establecida en estas corles e ayuntamientos le plega aprovar e loar e confirmar las dichas merçedes e graçias e donoçiones e todo lo en ellas e en cada una dellas contenido. E aun si para validaçion dellas nesçesario e conplidero e provechoso es al dicho don Johan Pacheco marques de Villena e a sus herederos e subçesores. del dicho nuestro asenso e consenso, gelas faga e otorgue de nuevo, todo esto e cada cosa dello, non enbargante la ley que el dicho rey nuestro señor, vuestro padre, fizo e ordeno e estableçio con çierto juramento en las cortes e ayuntamiento de Valladolid, en el año que paso de mill e quatrocientos e quarenta e dos años, a a petiçion de los procuradores de vuestros regnos e con consejo de los tres estados dellos, en que se contiene que se non pueda fazer nin faga merced nin graçia nin donaçion de çebdad nin villa nin logar nin tierra de vuestra corona real e reinos, si non por çiertos serviçios señalados e con expreso consentimiento de çiertos procuradores de vuestros regnos, asi allende de los puertos como de aquende los puertos e con acuerdo, e de acuerdo e consejo de los del vuestro consejo o de la mayor parte dellos en numero de personas, con çierta solepnidad e en çierta forma contenida en la dicha ley, segund que esto e otras cosas mas largamente en ella se contiene, abiendolas por expresadas e declaradas, nin otrosi enbargantes otras qualesquier leyes e fueros e derechos e estilos e costunbres e fazañas e obreçiones e subreçiones e obstaculos e inpedimentos e proebiçiones e vedamientos e defendimientos e ínterditos e abrogaçiones c derogaçiones e non obstançias e otras qualesquier cosas, asi de fecho como de derecho, de qualquier natura, bigor, efecto e calidad e misterio que en contrario sean o ser puedan, por tal manera que las dichas donaçiones e graçias e merçedes e remuneraçiones e cada una dellas, asi por el dicho rey nuestro señor vuestro padre, como por vuestra alteza, fechas al dicho don Juan Pacheco marques de Villena, de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, perpetua e non revocablemente, para sienpre jamas, sean e queden firmes e estables e valederas. inmunes, eseptas, bien, asi, e tan cunplidamente como si preçedieran a la dicha ley e a todo lo otro suso dicho e a cada cosa dello, lo qual vuestros regnos e señoríos entienden ser asi conplidero a vuestro seruiçio e lo ternan a vuestra alteza en singular merçed e asi lo afirmamos e juramos a vuestra alta señoria, segun que la dicha ley lo requiere. Muy alto e muy exçelente e muy poderoso e virtuoso rey e señor. Dios aya todos tienpos en su espeçial guarda, vuestra leal persona, con acreçentamiento de mucha vida e salud e Vitoria e ensalçamiento, amen. De lo qual enviamos a vuestra alteza esta petiçion, firmada de nuestros nonbres e signada de Pedro Sanchez del Castillo, vuestro escrivano de camara e escrevano de los vuestros fechos, que fue fecha e otorgada en la muy noble çebdad de Cordova, a çinco dias de junio, año del naçimiento del nuestro señor Jhesu Christo. de mill e quatroçientos e çinquenta e çinco años. Payo Pedro, Pero Diaz, siervo de vuestra señoría. Pero Fernandez, muy humille siervo de vuestra señoría. Diego Arias, el adelantado, vuestro humille servidor. Rodrigo Çapata, vuestro humille servidor. Alfonso Fernandez, Juan de Torres, Diego, vuestro humill servidor que asi por respecto e consideraçion de las cosas suso dichas como de otras conplideras a mi serviçio e al bien de la cosa publica de mis regnos e porque asi me fue suplicado por los procuradores de mis regnos que a la sazon estavan en mi corte, asi de las çebdades e villas de aquende de los puertos como de allende de los puertos, estando ayuntados en cortes por mi mandado, presentes e llamados para ello, segund se contiene por una su petiçion, firmada de sus nonbres e signada de escrivanos publicos, su thenor de la qual es este que se sigue: Muy alto e muy poderoso e muy exçelente e virtuoso rey e señor. Los procuradores de vuestros regnos que por mandado de vuestra alteza somos llamados e aqui somos ayuntados en esta vuestra çebdad de Cordova, sobre las cosas conplideras a vuestro seruiçio e a bien comun e paçifico estado e tranquilidad de vuestros regnos, con muy humille e devida reverençia besamos vuestros pies e vuestras manos e muy humillemente nos encomendamos en merçed de vuestra real magestad, la qual sabe que el glorioso rey don Johan, nuestro señor vuestro padre, cuya anima Dios aya e, asi mesmo. vuestra alta señoria acatando los altos e muchos e buenos e leales e señalados serviçios que el noble e magnifico don Juan Pacheco, marques de Villena, vuestro mayordomo mayor e del vuestro Consejo. fizo al dicho señor vuestro padre e ha fecho e faze a vuestra alteza, de cada dia. los quales han redundado e redundan en onor de la corona real de vuestros regnos e pacifico estado e tranquilidad e pro comun dellos. E por evitar e escusar dellos muchos escandalos e intolerables e non reparables inconvenientes que en ellos e contra el bien publico e paz e sosiego dcllos se pudieran seguir, segund que a todos es conosçido e notorio, publico e magnifiesto, asi en vuestros regnos e señoríos como fuera dellos e en alguna enmienda e remuneraçion de los dichos serviçios, le fizo e fezistes merçed e graçia e donaçion, por juro de heredad para sienpre jamas, para el e para sus herederos e subçesores e para aquel o aquellos que del o dellos obieren cabsa, de la çebdad de Chinchilla e de las villas de Villena e Alarcon e Albaçete c Hellin e Tovarra e Yecla e Sax e Almansa e el Castillo de Garçia Muñoz e Sant Clemente e el Villarejo de Fuentes e Villanueva de Barcarrota e Salvatierra e Salvaleon e Utiel e Jumilla e Villanueva de la Fuente e el Bonillo e Munuera e Lozuza, con sus castillos e fortalezas e justiçia e jurediçion alta e baxa, çevil e criminal e mero mixto inperio e rentas e pechos e derechos pertenesçientes al señorio dellas e con todas las otras sus pertenençias, segund que mas largamente se contiene en las cartas e previllegios que el dicho señor rey, vuestro padre e, asi mesmo. vuestra alta señoría sobre ello le mandastes dar e le fueron dadas. Muy alto e muy poderoso e muy esçelente e virtuoso rey e señor, vuestros regnos, considerada la persona e linages e grandes meritos del dicho don Juan Pacheco, marques de Villena e los singulares serviçios que ha fecho e de cada dia faze a vuestra señoría loan e apruevan e por la presente loamos e aprovamos las dichas merçedes e graçias e donaçiones, asi por el dicho rey vuestro padre como por vuestra señoria, fechas al dicho marques don Juan Pacheco, de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, en todo e por todo, segund que en ellas e en cada una dellas se contiene. E damos e prestamos a todo ello e a cada cosa e parte dello nuestro expreso asenso e consenso, bien asi como si del comienço fuera dado e todos vuestros regnos las han por bien enpleados en el e porque entendemos que cunple, asi, a vuestro 159 guardado e mantenido en todo e por todo, bien e conplidamente sin diminuiçion alguna, todo esto e cada cosa e parte dello, segund e por la forma e manera e con esas mismas calidades e firmezas e clausulas e abrogaçiones e derogaçiones e non obstançias e otras qualesquier cosas de qualquier natura, bigor, efecto e calidad e misterio, contenidas en los dichos previllegios e cartas e alvalaes e sobrecartas que dello tenedes e delo non revocar nin desfazer nin menguar nin contradezir nin anular, general nin espeçialmente nin ir nin venir nin pasar nin consentir nin permitir que persona nin personas algunas de qualquier estado o condiçion, preheminençia o dignidad que sean, vayan nin vengan nin pasen ante ello nin cotra cosa alguna nin parte dello, mas que vos defendere e anparare e mandare defender e anparar en todo ello e en cada cosa e parte dello, por manera que lo ayades e tengades e poscades libre e segura e paçifica e quietamente, segund e por la forma e manera que en los dichos prcvillegios e cartas e alvalaes e sobrecartas se contiene. E mando a los mis contadores mayores e al mi mayordomo e contador de la despensa e raçiones de la mi casa que pongan e asienten en los mis libros, el treslado abtorizado desta mi carta e dexen en vos el oreginal e que vos libren de aqui adelante, todo lo que teniades puesto e asentado en los dichos libros del dicho rey mi señor e padre e mios. E que lo asi fagan e cunplan, non enbargante quelquier revocaçion general o espeçial, con qualesquier clausulas e firmezas e de qualquier natura que sea o ser pueda, con qualesquier abrogaçiones e derogaçiones que yo aya fecho o faga de aqui adelante, en qualquier manera e por qualesquier cabsas e razones e motivos que a ello me ayan movido e muevan, porque mi merçed e voluntad es que, lo tal, se non aya entendido nin entienda nin estendido nin estienda, quanto esto suso dicho nin a cosa alguna nin parle dello, mas que aya seido e sea e todavía se entienda aber seido e ser salvo e exçepto e intacto. Otrosí, mando a los duques, condes, marqueses, ricos omes, maestres de las ordenes, priores e a los del mi Consejo e oidores de la mí Abdiençia e al mi justiçia mayor e alcaldes e alguaziles de la mi casa e corte e chançilleria e a los comendadores e subcomendadores e alcaides de los castillos e casas fuertes e llanas e a los mis adelantados e merinos e a todos los conçejos, alcaldes e alguaziles. regidores, cavalleros, escuderos e omes buenos de todas las çebdades e villas e logares de los mis regnos e señoríos e a otros qualesquier mis vasallos e subditos e naturales de qualquier estado o condiçion, preheminençia o dignidad que sean e a cada uno dellos que lo guarden e cunplan e fagan guardar e conplir en todo e por todo, segund que en esta mi carta se contiene e que non vayan nin pasen nin consientan ir nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello, agora nin en algund tienpo nin por alguna manera nin cabsa nin razon nin color que sea o ser pueda, mas que den todo favor e ayuda por que se guarde e faga e cunpla, con efecto, todo lo suso dicho e cada cosa e parte dello e que sobre esto non me requieran nin consulten nin esperen otra mi carta nin mandamiento nin segunda jusion1, ca mi merçed e voluntad final e deliberada, es que se faga e guarde e cunpla todo asi para agora e para sienpre jamas, non enbargante qualesquier cosas, asi de fecho como de derecho, de qualquier natura, bigor, efecto, calidad, misterio que en contrario sean o ser puedan, nin ley o contrato e prematica vuestras leales manos besa. Enrique que besa las manos a vuestra señoría. Rodrigo de Cascales, humille servidor de vuestra alteza, que vuestras manos besa. Juan de Alcala, el vuestro humille servidor de vuestra alteza. Lope Lopez, humille siervo de vuestra alteza. Françisco Ramírez, el que besa las manos de vuestra señoría. Juan de Torres, muy humille servidor de vuestra señoría. Luis Gonçalez, Diego Garçia, Pedro de Sant Estevan, Françisco de Miranda, Rodrigo de Vera. Gotius Mene, doctor. Lope de la Torre, vuestro muy humille servidor. Fernand Gonçalez, Diego Pedro de Mayorga. Françisco de Valdes que vuestras virtuosas manos humillemente besa. Juan de Mena e yo el dicho Pedro Sanchez del Castillo, escrevano suso dicho que por ruego e pedimienlo de los dichos procuradores que aqui en esta petiçion e suplicaçion firmaron sus nonbres, la fiz escrevir e fiz aqui este mio signo en testimonio de verdad. Pedro Sanchez. Por ende, yo el sobredicho rey don Enrique, de mi cierta çiençia e propio motu e poderio real absoluto de que quiero usar e uso en esta presente, vos ratifico, confirmo e apruevo todas las dichas graçias e merçedes e donaçiones e conçesiones e liçençias e confirmaçiones e conpras.E asi mesmo, qualquier facultades que tenedes del dicho señor rey, mi señor e nuestras, e otras qualesquier merçedes e graçias e donaçiones e cosas de qualquier natura, bigor, efecto, calidad o misterio que sea o ser pueda que el dicho rey don Johan, mi señor e mi padre de esclareçida memoria, cuya anima Dios aya; e asi mesmo, yo en el tienpo que era prinçipe de Asturias, e cada uno de nos, vos ovimos e abemos fecho e dado e otorgado e vos yo fize e di e el dicho rey, mi señor vos dio, e aprovo e confirmo e todo lo que en ellas es contenido, segund e por la forma e manera que en ellas e en cada una dellas se contiene, asi de la dicha çebdad, como de las dichas villas e logares e tierras e señoríos e castillos e fortalezas e ofiçios e jurediçiones e rentas e pechos e derechos e heredamientos e qualesquier dignidad e facultades. E asi mesmo, qualesquier maravedis de juro de heredad e de merçed de por vida e de cada un año e de mantenimiento e de tierras e raçiones e quitaçiones e otras qualesquier cosas de qualquier natura e condiçion que sean, asi los que tenedes puestos e asentados en los libros e nominas del dicho rey. mi señor e padre e en los mios, en el tienpo que yo era prinçepe de Asturias, como en otra qualquier manera e con qualesquier clausulas e facultades e prerrogativas e qualquier privellegios e cartas e alvalaes e sobrecartas que abedes e tenedes, asi del dicho rey, mi señor e padre como de mi e de todo lo en ellos e en cada uno dellos contenido, lo qual todo e cada cosa e parte dello, yo he aqui por declarado e inxerto e encorporado, bien asi como si de palabra a palabra aqui fuese puesto. Asi, quiero que aya esta mesma fuerça e bigor como si de todo ello e de cada cosa e parte dello aqui fuese fecha expresa e espeçial mençion. Eaun mayor abondamiento, si nersçesario e conplidero e provechoso vos es, yo por la presente, vos lo otorgo e do e conçedo de nuevo e vos fago graçia e merçed e donaçion e conçesion de todo ello e de cada cosa e parte dello como de cosa mia propia e libre e quita e desenbargada, con esas mesmas firmeças e calidades e conçesiones e facultades e segund e por la forma e manera que en los dichos previllegios e cartas e alvalaes e sobrecartas que del dicho rey mi señor e mias que, de todo ello tenedes, se contiene; aseguro e prometo por mi verdadera fe e palabra real como rey e señor de vos, lo guardar e conservar e mantener e fazer e mandar que vos sea 1 160 mandato detrimentos que vniversal e particularmente en esta vuestra casa real e regno e en los naturales dellos por las inmensas donaciones por vuestra alteza fechas, en espeçial en la potençia e actoridad de vuestra corona real, los quales por experiencia son notorios. Por ende, muy humillemenle suplicamos a vuestra magestad que por las cabsas susodichas e que se podrian dezir e especialmente porque segund lo dado, lo que adelante se diese redundaria en diminuçion e, propiamente, division o alienaçion de vuestros regnos e señorios e de vuestra corona real, los quales sois obligados conservar e aumentar e non disminuir nin enajenar nin dividir nin de la corona separar; e segund derecho e leyes de vuestros regnos, mande e estatuia e por ley por sienpre valedera, ordene vuestra señoría que non podades dar de fecho nin de derecho nin terminos nin jurediçiones nin fortalezas de juro de heredad nin cosa alguna dello, salvo a los dichos señores reina e prinçipe o a qualquier dellos, con clausula que las non puedan enagenar nin trocar nin desapartar. E si lo dieredes o dieren que sea ninguna la tal dadiva o merçed e que por ella non pase propiedad nin posesion e que la tal merçed o dadiva non sea cunplida, antes sin pena alguna, se pueda fazer resistencia actual o verbal de qualquier calidad que sea o ser pueda, aunque sea con tumulto de gentes de armas. E quier se cunpla e non cunpla la tal merçed o donoçion e quier aya la tal tenençia e posesion quier non que aquel a quien se fiziese non, gane derecho alguno a la propiedad nin a la posesion nin al usofruto della, ante en todo tienpo sea obligado a lo restituir a vuestra real magestad e merçed e a vuestra corona real e a los señores reyes o rey que despues de vuestra merçed subçedieren con todas sus rentas e frutos que rendiesen o pudiesen rendir como violento poseedor. E que los vezinos de las tales çebdades e villas e logares e castillos se puedan tornar e tornen a la vuestra corona real de vuestros regnos por su propia autoridad en qualquier tienpo e resistir por fuerça de armas o en otra manera al tal a quien fuere fecha la dicha merçed, sin pena alguna, non enbargante qualesquier pleito omenaje e juramento e fidelidad o pleitos omenajes o juramentos o fidelidades que ayan fechos. Eotrosi, non enbargantes qualesquier renunçiaçion e renunçiaçiones que tengan o ayan fecho de la dicha ley e pacto e contracto e por las qualcs merçedes o merçed non se gane derecho nin causa de perescrevir por perescripçion alguna de año e dia nin de diez nin de veinte nin de trainta nin de quarenta nin de çient años nin de otro tienpo mayor o menor, ante que, sin enbargo de las tales merçedes o merçed, sienpre sea abido lo que asi fuere dado o donado o enajenado por de vuestra corona real, non enbargante qualesquier clausulas derogatorias generales o espeçiales que en las dichas merçedes se contengan, aunque la dicha ley sea encorporada en ellas o revocada o anulada o casada, aunque sea segunda o tercera o quarta jusiones e quantas quier que sean e que vuestra señoria lo otorgue por ley real e por parçion o contracto. Que con nos e con todos vuestros regnos ponga, pues, los dichos vuestros regnos e nosotros, en su nonbre, vos servimos con grandes quantias para vuestras necesidades e de vuestros regnos, por razon dello e por que la dicha ley real e parçion e contracto sea de mas abtoridad e por todos guardada como pertenesçe a tan alto prinçipe e señor e que vuestra alteza, por vuestro serviçio e abmento de vuestra corona real, diga e otorgue por la dicha ley e parçion e contracto que, en quanto vuestra señoria fiziese las dichas merçed o merçedes o donaçion o alienaçion o perviniere sançion que el dicho rey don Johan, mi señor e padre, que Dios de santo paraíso, fizo e ordeno en el ayuntamiento de Valladolid, a petiçion de los procuradores de sus regnos, el año que paso de mill e quatroçientos e quarenta e dos años, su thenor de la qual es este que se sigue: Muy alto e esclareçido prinçipe e muy poderoso rey e señor, vuestros humilldes servidores, los procuradores de las çebdades e villas de los vuestros regnos, besamos vuestras manos e nos encomendamos en la vuestra merçed, la qual bien sabe en como vuestra señoría ha dado ciertas aldeas e villas e logares de algunas çebdades e villas e las ha dividido e apartado dellas para las dar, desde diez años a esta parte, en lo qual las dichas çebdades e villas han reçebido grand agravio e daño. Por ende, señor, muy humillmente suplicamos a vuestra alteza que le plega revocar las tales merçedes e donaçiones que dellas ha fecho e las torne a unir e encorporar a las dichas çebdades e villas de quien fueron apartadas, segund que primeramente estavan e que de aqui adelante non se puedan apartar nin dar. A esto vos respondo que quanto a lo por venir yo he mandado proveer sobre ello, por la manera que entiendo que cunple a mi serviçio e guarda e conservaçion de mi patrimonio e de la corona real de mis regnos e del bien publico dellos, segund se contiene en una mi carta, firmada de mi nonbre e sellada con mi sello que en esta razon mande dar, su thenor de la qual es este que se sigue: Don Juan, por la graçia de Dios, rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de Jahen, del Algarve, de Algezira e señor de Vizcaya e de Molina a los infantes duques, condes, ricos omes, maestres de las ordenes, priores, comendadores e a los del mi Consejo e oidores de la mi Abdiençia e alcaldes e alguaziles e otras justiçias e ofiçiales de la mi casa c corte e chançelleria e al conçejo, alcaldes, merinos, regidores, cavallcros, escuderos e omes buenos de la muy noble çebdad de Burgos, cabeça de Castilla, e mi camara, e a todos los conçejos, alcaldes, alguaziles, regidores, cavalleros, escuderos e omes buenos de todas las çebdades e villas e logares de los mis regnos e señoríos e a qualquier o qualesquier de vos a quien esta mi carta fuere mostrada, salud e graçia. Sepades que yo, estando en la noble villa de Valladolid e estando y conmigo la reina doña María, mi muy cara e muy amada mugere el rey don Juan de Navarra, mi muy caro e muy amado primo e el prinçipe don Enrique, mi muy caro e muy amado fijo e el infante don Enrique, maestre de Santiago, mi muy caro e muy amado primo e el almirante don Fadrique, mi primo e çiertos condes e prelados e ricos omes e cavalleros e dolores del mi Consejo e los procuradores de las çebdades e villas de mis regnos que conmigo estan, me fueron dadas por los dichos procuradores çiertas petiçiones, entre las quales se contiene una petiçion que dize en esta guisa: Muy alto e muy esclareçido prinçipe e muy poderoso señor, vuestros omilldes servidores, procuradores de las vuestras çebdades e villas de los vuestros regnos, con muy humille e devida reverençia besamos vuestras manos e nos encomendamos a vuestra merçed, la qual, bien sabe como sobre la suplicaçion por nos fecha a vuestra real majestad para que non diese çebdades nin villas nin se diesen por los muy esclareçidos señores reina e prinçipe, nin vuestra merçed en ello consintiese, por vuestra señoría nos es mandado que declaremos e pongamos en forma lo que suplicamos e pedimos. Muy poderoso señor, vuestra alta señoría ve los trabajos e 161 petiçion e abido respecto e consideraçion a los muchos e buenos e señalados seruicios que los dichos mis regnos me han fecho e fazen de cada dia, espeçialmente en las nesçesidades que han ocurrido e ocurren en mis regnos e a los pedidos e monedas con que me han servido para conplir las dichas nesçesidades e especialmente a este pedido e monedas que agora me otorgan para las nesçesidades que al presente me ocurren, es mi merçed de mandar e ordenar e mando e ordeno por la presente, la qual quiero que aya fuerza e bigor de ley e parçion e contracto firme e estable, fecho e firmado e unido entre partes, que todas las çebdades, villas e logares nuestros e sus fortalezas e villas e logares e aldeas e terminos e jurediçiones e fortalezas dellas e de cada una dellas, ayan seido e sean de su natura inalienables e inperescriptibles para sienpre jamas e ayan quedado e queden sienpre en la corona real de mis regnos e para ella e que yo nin mis subçesores nin alguno dellos non las ayamos podido nin podamos enagenar en todo nin en parte nin en cosa alguna dellas, porque si por nescesidad, asi por razon de seruiçios señalados como en otra qualquier manera yo, nesçesariamente deva e aya de fazer merçed de vasallos, que esto non se pueda fazer por mi nin por los reyes que en mi logar subçedieren en mis regnos, salvo seyendo primeramente vista e conosçida la tal nesçesidad por mi o por los reyes que despues de mi fueren como dicho es, con consejo e de consejo e de acuerdo de los del mi Consejo que a la sazon en mi corte estoviesen e de la mayor parte dellos en numero de personas, e asi mesmo, con consejo e de consejo e acuerdo de seis procuradores, de seis abades, quales yo nonbrase aquende los puertos, si de alli se obiese de fazer la tal merced de vasallos o de allende los puertos, si de alla se obiere de fazer la tal merced, tanto que los dichos procuradores, asi los unos como los otros, sean de las çebdades que estan agora aqui presentes sus procuradores o de la mayor parte destos procuradores en numero de personas, seyendo todos, seis, llamados e presentes espeçialmente para esto, con juramento. que asi los del consejo como los dichos procuradores, sobre ello fagan en forma devida de derecho, de dar el dicho consejo. bien e leal e verdaderamente, pospuesta toda afeçion e amor e toda otra cosa que en contrario sea o ser pueda, e que si por otra forma se diese o fiziese, que la donaçion o otra qualquier alienaçion aya seido e sea ninguna e si contra el thenor e forma de lo suso dicho fuere proçedido a qualquier alienaçion que por el mesmo fecho e por ese mismo derecho, aquella aya seido e sea ninguna e de ningund valore la non aya podido nin pueda aber nin ganar aquel en quien fuere fecha nin sus herederos nin subçesores nin aya podido nin pueda pasar nin pase de la propiedad e señorio nin posesion nin detentaçion dello nin cosa alguna dello, en aquel en quien fuese enagenada nin en sus herederos e subçesores nin aya podido ni pueda ganar nin prescrevir en ningund tienpo nin por alguna manera, mas que sienpre aya quedado e quede en la corona real de mis regnos e para ella e aquella se aya podido e pueda defender e alçar en todo tienpo e se tornar para mi e para la corona real de mis regnos e la yo pueda tomar e tome sin otro conosçimiento de causa e que la tal çebdad o villa o logar o termino o castillo o fortaleza que asi fuese enegenado contra el thenor e forma de lo suso dicho, que pueda resistir e resista, sin caher en caso nin pena alguna de fecho nin de derecho a la tal alienaçion, non enbargante qualesquier cartas e mandamientos e previllegios que yo aya dado e diere en contrario de lo suso dicho, con algun acto dello. que por el mesmo fecho se constituya vuestra merçed por non señor nin administrador de lo que asi se diere o quisiere dar e que lo tal todavia quede inmediatamente para la corona real de vuestros regnos e que lo non podades enagenar en otros algunos parientes o estraños nin en prelados nin en religiosos, por via de donaçion nin encomienda nin en otra manera alguna e non podades dar el uso nin fruto dello, aunque consientan las çebdades e villas e logares que asi dieredes o los vezinos dellos. e quel tal consentimiento non de dereeho alguno nin vala contra el thenor e forma desta dicha ley e contrabto. Por lo que vuestra merçed ha dado a la señora prinçesa para su mantenimiento en su vida, que aya logar por ser cosa justa e razonable, pero que lo tal non lo pueda la dicha prinçesa enagenar con vuestro consentimiento e actoridad nin sin el; e que non podades revocar esta dicha ley en cortes nin fuera de cortes, expresa nin calladamente, con causa nin sin ella. E que desto faga vuestra alteza e la dicha señora reina e el dicho señor principe, juramento solepne de lo asi tener e guardar e conplir; e de vuestra señoría e dellos non pedir dispensaçion nin relaxaçion nin absoluçion nin conmutaçion del dicho juramento nin usar de cosa alguna dello, aunque sea otorgado por el Santo Padre de su propio motu, e que vuestra merçed otorgue lo suso dicho por merçed e ley e contracto e parçion perpetua e non revocable, sin enbargo de qualquier derecho general o espeçial que sea o ser pueda contra la dicha ley o parçion o contracto e espeçialmente del derecho que dize que cada uno sea libre o poderoso de dar o disponer de lo suyo a su libre voluntad e del derecho que dize que parçion que se faga para que el señor de sus bienes non los pueda enajenar que non vala. E de los derechos que dizen que propio e libre es a los reyes e prinçipes de dar e fazer merçed, que esto non enbargante las leyes e las partidas e fueros e ordenamientos e usos e costunbres e estilos de vuestros regnos e que lo suso dicho aya logar, asi en lo que la vuestra merçed agora tiene e posee de la corona real de vuestros regnos, como en las villas e logares que de aqui adelante pertenesçieren a la dicha vuestra corona real por virtud de la clausula del testamento del muy virtuoso rey don Enrique, bisabuelo o por otra qualquier via o titulo, para que se non pueda enajenar nin dar; e asi mesmo. que los dichos señores reina e prinçipe otorguen e juren de non dar nin donar nin enajenar cosa alguna de lo que de vuestra merçed han habido o por vuestra señoría les es dado, aunque aya fecho merçedes del tal del qual, non sea abida la posesion actual o fizieren de aqui adelante, pero que por seruiçios señalados fechos en la guerra de los moros o en otros regnos en tienpo de guerra o con otro rey o regno, e non en otra manera, vuestra merçed pueda fazer merçed o donaçion de vasallos de villas e logares que non sean notables nin prinçipales nin sean tierras e aldeas e terminos dellas a las personas que lo obieren de aber, con consejo e consentimiento de todos los que a la sazon estovieren en vuestro consejo, que non obieren debdo de sangre con aquel o aquellos a quien obiere vuestra señoría de fazer las tales merçedes o donaçiones e de la mayor parte de numero de personas de los del dicho vuestro Consejo, faziendo primeramente vuestra señoría juramento e los tales del dicho vuestro Consejo, que las tales personas deven aber las tales merçedes e que por vuestra señoría les deven ser fechas. E yo veiendo que es conplidero a mi serviçio e a guarda de la corona real de mis regnos e a pro e bien comun dellos, de proveer e mandar proveer çerca de lo contenido en la dicha 162 cabsa nin cabsas algunas que sean o ser puedan. E en caso que lo enajenen, que non vala la tal alienaçion e aya seido e sea ninguna e de ningund valor por el mesmo fecho e aunque la yo confirmare general o espeçialmente. Lo qual todo suso dicho e cada cosa e parte dello, mando e ordeno e quiero e es mi merçed que se faga e guarde asi, sin enbargo nin contrario alguno e so las mesmas non obstançias e firmezas e abrogaçiones e derogaçiones e segund e por la forma e manera e con las mesmas calidades, prohibiçiones e non obstancias que de suso, por mi esta ordenado en las otras donaçiones e alienaçiones sobredichas. E desa mesma mi çierta çiençia e propio motu e poderio real absoluto, non enbargantes qualesquier cosas que en contrario sean, segund e por la forma e manera que de suso por mi es ordenado. Pero por esta ley e parçion, non es mi merçed e voluntad de derogar nin revocar qualesquier previllegios e merçedes que las dichas mis çebdades e villas e logares o alguna dellas tengan de mi o de los reyes onde yo vengo, antes quiero que esten en su virtud e valor. porque vos mando a todos e a cada uno de vos, los gardedes e cunplades e fagades guardar e conplir en todo e por todo, segund que en esta mi carta se contiene e que non vayades nin pasades nin consintades ir nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello, agora nin en algund tienpo nin alguna manera. E los unos nin los otros non fagades ende al por alguna manera, so la pena de la mi merced e de privaçion de los oficios e de confiscaçion de los bienes de los que lo contrario fiziesedes, para mi camara e de lo qual mande dar esta mi carta, firmada de mi nonbre e sellada con mi sello. Dada en la villa de Valladolid, çinco dias de mayo, año del nasçimiento de nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta e dos años. Yo el rey. Yo el doctor Fernando Diaz de Toledo, oidor e refrendario del rey e su secretario, la fiz escrevir por su mandado. qualesquier casos e penas e abrogaçiones e derogaçiones e otras firmezas, los quales es mi merçed que ayan seido e sean ningunos e de ningund valor, aunque sean de primera e de segunda jusion e dende en adelante con qualesquier penas e clausulas derogatorias generales o espeçiales, ca mi merçed e voluntad es que por las non conplir, non incurran en caso nin penas algunas e que non enbarguen nin puedan enbargar a esta mi carta nin esto suso dicho nin a cosa alguna o parte dello, las leyes que dizen que las cartas dadas contra ley o fuero o derecho deven ser obedeçidas e non conplidas, aunque contengan qualesquier clausulas derogatorias e otras firmezas e que las leyes e fueros e derechos valederos non puedan ser derogados, salvo por cortes nin otras qualesquier leyes, fueros e derechos e ordenamientos e cartas e previllegios, aunque sean valados con juramento e pleito omenaje e voto e aunque contengan qualesquier clausulas derogatorias generales o espeçiales e leyes, fueros, derechos, ordenamientos e fazañas e costunbres e otras qualesquier firmezas e abrogaçiones e derogaçiones e aunque se digan proçeder e ser dados de mi propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto e por primera e segunda jusion e dende en adelante; nin enbargante otras qualesquier cosas de qualquier natura, efecto, bigor, realidad e misterio que en contrario sean o ser puedan, ca yo de mi propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto, las abrogo e derogo e caso e anulo en quanto son o podrian ser contra esta mi ley o contra qualquier cosa o parte de lo en ella contenido. E mando e ordeno que non valan nin ayan fuerça alguna. E juro e prometo por mi fe real e al nonbre de Dios e a esta señal de Cruz e a las palabras de los Santos Evangelios, corporalmente tenidos con mis manos, presentes los sobredichos e otros del mi Consejo e asi mesmo, los dichos procuradores de las çebdades e villas de mis regnos que conmigo estan, por ante el mi secretario yuso escripto, de lo asi guardar e conplir realmente e con efecto e de non ir nin pasar nin consentir nin permitir ir nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello, en algund tienpo nin por alguna menera, lo qual todo lo suso dicho e cada cosa e parte dello, quiero e es mi merçed e voluntad que aya logar e se entienda, salvo quanlo tañe a las mis villas de Jumilla e Utiel de las quales e de cada una dellas yo pueda libremente disponer, non enbargantc lo suso dicho. E otrosi, salvo en lo que yo he dado o diere a la reina, mi cara e amada muger e al prinçipe don Enrique mi muy caro e muy amado fijo primogenito heredero e a la prinçesa, su mujer, mi muy cara e muy amada fija e a qualquier e qualesquier dellos, los quales quiero e es mi merçed que lo ayan e puedan aber para en todas sus vidas e llevar e lleven las rentas e derechos ordinarios e penas e caloñas pertenesçientes al señorío dello e non mas nin allende e que non pueda pasar nin pase a otros algunos, mas que despues dellos se torne e quede en la corona real de mis regnos e para ella e aya seido inalienabile e inprescriptibile para sienpre jamas, como suso dicho es, e se non pueda enagenar nin prescrevir nin aya podido pasar nin pase la tenençia e posesion, propiedad e señorío dello nin cosa alguna dello a otra persona nin personas algunas de qualquier estado o condiçion, preheminençia o dignidad que sean. E a un mayor ahondamiento, que al tienpo que ge lo diere, ellos e cada vno dellos, juren de lo asi guardar e tener e conplir e de lo nunca enajenar en persona nin en personas algunas de qualquier estado o condiçion, preheminençia o dignidad que sean nin por La qual dicha mi carta e lo en ella contenido es mi merçed de mandar guardar e que se guarde en todo e por todo, segund que en ella se contiene e quanto a lo pasado, yo entiendo mandar ver en ello e proveer por la menera que cunple a mi servicio e a bien de los mis regnos, la qual dicha ley suso encorporada, non inpide nin enbarga nin puede inpedir nin enbargar la merced que yo fago al dicho don Johan Pacheco, marques de Villena e lo contenido en esta mi carta nin cosa alguna nin parte dello, por quanto asi en las merçedes fechas por el dicho rey, mi señor e mi padre, como por mi al dicho marques don Johan Pacheco e en esta dicha mi carta intervinieron real e verdaderamente todas las causas sustanciales e necesarias que para validaçion e firmeza de todo ello e de cada cosa e parte dello se requiere, segund el thenor e forma de la dicha ley. E a mayor ahondamiento, si necesario e conplidero es por mayor firmeza e corroboraçion de lo contenido en esta mi carta e de cada cosa e parte e articulo dello, con la dicha ley suso encorporada e con todas las clausulas e penas e abrogaciones e derogaciones e non obstançias e con todas las otras cosas e cada una dellas en ella contenidas, yo el dicho rey don Enrique, conformandome con los dichos procuradores que esto me suplicaron e con su acuerdo e consejo de la mayor parte en numero de personas de los del mi Consejo, entendiendo ser asi conplidero a mi serviçio e al bien publico de mis regnos e por justas e razonables causas que a ello me mueven, yo del dicho mi propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto de que 163 de Medina Sidonia, conde de Niebla, vasallo del rey, confirma. Don Alfonso de Pimentel, conde de Benavente. vasallo del rey, confirma. Don Yñigo Lopez de Mendoza, marques de Santillana, conde del real de Manzanares e señor de las Casas de Mendoza e de la Vega, confirma. El maestradgo de Santiago, vaca. Don Pero Giron, maestre de la horden de cavalleria de Calatrava, confirma. El maestradgo de Alcantara, vaca. Don Luis de la Cerda, conde de Medinaçeli, vasallo del rey, confirma. Don Fray Johan de Valençuela, prior de Sant Johan, confirma. Diego Manrique, conde de Trebiño, confirma. Don Pero Manuel, señor de Montealegrc, confirma. Don Rodrigo de Lunas, arçobispo de Santiago, confirma. Don Johan, conde de Armenaque e de Cangas e Tineo, vasallo del rey, confirma. Don Johan Manrique, conde de Castañeda, chaçeller mayor del rey, confirma. Don Johan Ponçe de Leon, conde de Arcos, vasallo del rey, confirma. Don Fernando Alvarez de Toledo. conde de Alva, vasallo del rey, confirma. Don Pedro Alvarez Osorio, conde de Trastornara, señor de Villalobos, vasallo del rey, confirma. Don Diego Sarmiento, conde de Santa Marta e adelantado mayor de Gallizia, vasallo del rey, confirma. Don Johan de Acuña, conde de Valencia, confirma. Don Grabiel Manrique, conde de Osorno, confirma. Don Johan de Silua. conde de Çifuentes, confirma. Don Pedro de Villandrado, conde de Ribadeo, confirma. El conde don Gonzalo de Guzman, vasallo del rey, confirma. Don Diego Fernandez de Baena, conde de Cabra, confirma. Don Pedro Alvarez Osorio, conde de Lemos, señor de las tierras de Ribera e Cabrera, vasallo del rey, confirma. Don Alfonso Carrillo, arçobispo de Toledo, primado de las Españas, chançeller mayor de Castilla, confirma. Don Alfonso de Fonseca, arçobispo de Sevilla, confirma. La iglesia de Burgos, vaca. Don Pedro, obispo de Palençia, confirma. Don Luis de Acuña, obispo de Segovia, confirma. Don Fray Lopez de Barrientes, obispo de Cuenca, confirma. Don Fernando de Lujan, obispo de Sigüenza, confirma. Don Martin Fernandez de Vilches, obispo de Avila, confirma. Don Diego, obispo de Cartajena, confirma. Don Fray Gonzalo, obispo de Cordova, confirma. Don Gonzalo, obispo de Jaen, confirma. Don Johan de Carbajal, cardenal de Sant Angelo, administrador perpetuo de la iglesia de Plasençia, confirma. Don Pedro Vaca, obispo de Leon, confirma. Don Yñigo Manrique, obispo de Oviedo, confirma. Don Pedro, obispo de Osma, confirma. Don Johan de Mella, obispo de Çamora, confirma. Don Gonzalo, obispo de Salamanca, confirma. Don Fernando, obispo de Coria, confirma. Don Lorenço Suarez de Figueroa, obispo de Badajoz, confirma. Don Fray Pedro de Silva, obispo de Orense, confirma. Don Alvaro Osorio, obispo de Astorga, confirma. Don Alfonso, obispo de Çibdad Rodrigo, confirma. Don García, obispo de Lugo, confirma. Don Alfonso. obispo de Mondoñedo, confirma. Don Luis Pimentel, obispo de Tuy, confirma. Pero Afan de Rivera, adelantado e notario de Andalucía, confirma. Pero Faxardo, adelantado mayor del reino de Murcia, confirma. Don Rodrigo Puerto Carrero, conde de Medellin, repostero mayor del rey, confirma. Johan Ramírez de Arellano, señor de los Cameros, vasallo del rey, confirma. Don Yñigo de Guevara, señor de Oñate. vasallo del rey, confirma. Pedro de Ayala, merino mayor de Guipozcoa, confirma. Pedro Lopez de Ayala, aposentador mayor del rey e su alcalde mayor de Toledo, confirma. Diego Arias de Avila. contador mayor del rey e su secretario, confirma. Don Aluaro quiero usar e uso en esta parte, dispenso e indugo contra ello e contra cada cosa e parte dello mi plenaria e perfecta dispensaçion e lo abrogo e derogo e revoco e caso e anulo en quanto a esto atañe o atañer puede. E otrosí, non enbargante otras qualesquier leyes, fueros, derechos, ordenamientos e prematicas, sançiones e cartas e rescriptos e escriptos e costunbres e fazañas e otras qualesquier cosas que en contrario sean o ser puedan ni otrosi enbargante la ley que dize que las cartas dadas contra ley o fuero o derecho deven ser obedeçidas e non conplidas, aunque contengan qualesquier clausulas derogatorias e abrogarorias e otras firmezas e que las leyes e fueros e derechos balederos non puedan ser revocados solvo por cortes, lo qual todo e cada cosa e parte dello, non enbargante, quiero e mando e es mi merçed e voluntad que se faga, guarde e cunpla, todo lo que yo mando por esta mi carta, la qual quiero que aya fuerza de ley e sea guardada e observada como ley fecha e estableçida e promulgada en cortes e alço e quilo toda objecçion e subrecçion e todo otro obstaculo e inpedimento, asi de fecho como de derecho que vos pudiese o pueda enbargar o perjudicar en qualquier manera. E suplo qualesquier defectos e obmisiones e otras qualesquier cosas, asi de esençia e de sustançia como de solepnidad e en otra qualquier manera nesçesarias e conplideras de se suplir para perpetua validaçion e corroboraçion de las dichas graçias e merçedes e donaçiones e remuneraciones, e desta mi carta de confirmaçion e nueva graçia e merçed e remuneraçion e donaçion e de todo lo en ella contenido e de cada cosa e parte dello, abiendo aqui por espresadas e declaradas. E quiero e mando e me plaze e es mi merced e voluntad que todo ello sea abido, asi como si del comienço aqui fuera puesto e en ello e en cada cosa e parte dello obiera intervenido; e los unos nin los otros non fagan ende al por alguna manera, so pena de la mi merçed e de privaçion de los ofiçios e de confiscaçion de los bienes de los que lo contrario fizieren para la mi camara. E sobre esto, mando al mi chançeller e notarios e a los otros mis ofiçiales que estan a la tabla de los mis sellos que vos den e libren e pasen e sellen mi carta e previllegio en la dicha razon, la mas firme e bastante que conplidero e nesçesario fuere, con qualesquier clausulas derogatorias c abrogaçiones e derogaçiones. E los unos nin los otros non fagan ende al, so las dichas penas, de lo qual mende dar la presente, firmada de mi nonbre e sellada con mi sello. Dada en la muy noble çebdad de Cordova a seis dias de junio, año del nasçimiento de nuestro señor Jhesu Christo, de mill e quatroçientos e çinquenta e cinco años. Yo el rey. Yo el doctor Fernando Diaz de Toledo, oidor e refrendario del rey e de su Consejo e su secretario e notario mayor de los previllegios rodados, la fize escrevir por su mandado. Yo Diego Arias de Avila, contador mayor de nuestro señor el rey e su secretario e escrivano mayor de los sus previlegios e confirmaciones, la fize escreuir por su mandado. Registrada. Diego Arias. Alfonsus, liçençiatus. Yo, el sobredicho rey don Enrique, en uno con la reina doña Juana, mi muy cara e amada muger e con los infantes don Alfonso e doña Ysabel, mis muy caros e muy amados hermanos, en Castilla, en Leon, en Toledo, en Gallizia, en Sevilla, en Cordova, en Murçia, en Jahen. en Badajoz, en el Algarves, en Algezira, en Vizcaya, en Molina, otorgo este previllegio e confirmolo. Don Caide, rey de Granada, vasallo del rey, confirma. Don Fadrique. primo del rey, almirante mayor de la mar, confirma. Don Johan de Guzman, primo del rey. duque 164 contenidas en la dicha petiçion e suplicaçion suso encorporada e por otras nesçesarias c justas e muy conplideras a serviçio de Dios e al bien de la cosa publica e, asi mesmo. a bien de todas las partes e por evitaçion e çesaçion e fin e acabamiento de los debates e pleitos e quistiones e contiendas e disensiones e diferençias que eran e esperavan ser, por las razones e causas de que se façe mençion en la dicha petiçion e suplicaçion suso encorporada e por otras legitimas e suficientes cabsas que a ello nos mueven, conçernientes al serviçio de Dios e queriendo inponer e inponiendo fin nesçesario e convenible e oportuno a todo ello e por bien publico e paçifico estado e tranquilidat e sosiego de todas las partes e de todos los otros a quien tañe o atañer puede e de la los reinos e tierras e señorios e vasallos e subditos e naturales nuestros e asi mesmo, de los sobredichos muy illustres reyes, nuestros muy caros e muy amados tios e de sus regnos e tierras e señoríos e vasallos e subditos e naturales de cada uno dellos e porque el actor e fazedor de la paz non puede ser bien servido de sus fieles, salvo en tienpo de paz e de concordia, çesantes las discordias e debates e pleitos e contiedas e obstaculos e inpedimentos que les enbargar o contrariar pudiesen, pero todavia con entençion de non perjudicar nin perjudicando en cosa alguna a nuestro derecho nin de los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron, nin de alguno dellos nin a nuestros herederos e subçesores e de los sobredichos e de cada uno dellos, asi en la posesion como en la propiedad e señorio o casi posesion e detentaçion nin en otra cosa alguna que sea o ser pueda, mas que todo aquello aya quedado e quede perpetuamente e inviolablemente por sienpre jamas intacto e en su fuerça e vigor e firmeza, sin alguna lesion, perjuizio nin contradiçion alguna que sea o ser pueda, por la presente declaramos, de nuestra çierta çiençia e propio motu e plenario poderio real absoluto de que queremos usar e vsamos, en esta parte, aver seido e ser alienables e se aver podido e poder enajenar, sin enbargo nin contrario nin obstaculo alguno que sea o ser pueda e aber podido pasar libremente, sin carga nin anbargo nin inpedimiento alguno que sea o ser pueda, a nos e a nuestros herederos e subçesores todas las dichas çibdad e villas e lugares e castillos e fortalezass e tierras e jurediçiones e señoríos e rentas e pechos e derechos e todas las otras cosas e cada una dellas de que se façe minçion en la dicha petiçion suso encorporada e segund e por forma suso encorporada e segond e por la forma e manera que en ella se contiene e por el dicho rey de Navarra, nuestro muy caro e muy amado tio, por ella nos es pedido e demandado, e asi mesmo, a los dichos marques don Johan Pacheco e maestre don Pedro Giron e a cada uno dellos e a sus herederos e subçesores, las dichas çibdad e villas e lugares e castillos e fortalezas c tierras e juridiçiones e señoríos e todas las otras cosas e cada una dellas a ello anexas e pertenesçientes; es a saber: en cada uno dellos, como e de lo que suso es dicho e declarado, que ha e tiene e posee e le pertenesçe como suso dicho es, lo qual todo susodicho e cada cosa e parte dello estableçemos e ordenamos e mandamos e queremos e nos plaze e es nuestra merçed final e deliberada que se faga e cunpla e guarde e observe asi, e aya e consiga plenario efecto e cunplida execuçion, non enbargante qualquier mayoradgo o mayoradgos, testamento o testamentos, instituçion o instituçiones, codeçillo o codeçillos, legato o legatos, prelegato o prelegatos, manda o mandas o otro qualquier contracto e contractos, asi por causa de muerte como entre Perez de Guzman, alguazil mayor de Sevilla, confirma. Don Alfonso, señor de Aguilar, confirma. Diego Fernandez de Buena, mariscal de Castilla, confirma. Don Pedro de Ayala, mariscal de Castilla, confirma. Don Pedro de Mendoza, señor de Almazan e guarda mayor del rey, confirma. Johan de Tovar, vasallo del rey, confirma. El doctor Fernando Diaz de Toledo. relator del rey e su notario mayor de los previllegios rodados, confirma. Don Alvaro de Estuñiga, conde de Plasençia justiçia mayor de la casa del rey, confirma. Don Pero Fernandez de Velasco, conde de Aro, señor de la Casa de Salas, camarero mayor del rey, confirma. Pedro de Acuña, señor de Dueñas, guarda mayor del rey, confirma. Juan de Tovar, guarda mayor del rey e señor de Çerrico, confirma. VIII 1455-VIII-9. Sevilla. Enrique IV acepta la propuesta de su tío el rey de Navarra por la que éste le cede todos los derechos que pudieran corresponderle sobre sus posesiones en el reino de Castilla a cambio de tres cuentos y medio de maravedí, considerando enajenables todas las villas que el monarca navarro había tenido en Castilla. Chinchilla, Alarcón, Yecla y otras villas permanecerían en poder de don Juan Pacheco, marqués de Villena. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 118/7. Este documento forma parte del contencioso mantenido entre el infante don Juan de Aragón y Enrique ¡V por sus posesiones en el reino de Castilla. En el mismo, Enrique IV, una vez resuelto en las Cortes de Córdoba de este mismo año el problema legal que existía en la donación realizada a don Juan Pacheco por Juan 11 de Castilla y don Enrique, cuando todavía era príncipe, contestó afirmativamente a la propuesta del rey de Navarra para resolver el contencioso. Este renunciaba a todos sus derechos sobre las diversas localidades que había poseído en Castilla a cambio de 3.500.000 maravedís, comprometiéndose a respetar la propiedad de las mismas a sus actuales poseedores, Juan Pacheco y su hermano Pedro Girón. Don Enrique por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de Jahen, del Algarbe, de Algezira e señor de Vizcaya e de Molina. Vimos una petición a nos enbiada por el muy illustre rey don Johan de Nauarra, nuestro muy caro e muy amado tio, la qual nos fue presentada por el liçiençiado Ruy Garçia de Villalpando, nuestro oidor e del nuestro Consejo, su procurador, firmada de su nonbre e sellada con su sello e signada de escrivanos e notarios publicos, su thenor de la qual es este que se sigue: Sigue el contenido de la petición del rey de Navarra contenida en el Documento V, variando únicamente el lugar, la fecha y los testigos de la misma. En el presente documento figura Barcelona y fecha de 30 de junio de 1455, signada pollos escribanos Antón Nogueras y Juan Díaz, de Toledo, pero el contenido es exactamente el mismo. Por ende, nos el sobredicho rey don Enrique, avida sobre todo lo susodicho nuestra legitima e sufiçiente e perfecta e solepne informaçion e diligente exanimaçion por las cabsas 165 parte dello al dicho rey de Navarra, nuestro muy caro e muy amado tio e a sus herederos e subçesores e descendientes del. para que lo non puedan demandar nin ir nin venir nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello, en juiçio nin fuera de juizio, agora nin en algunt tienpo nin ellos nin alguno dellos ayan nin puedan pedir nin demandar nin ayan nin puedan aber demanda nin derecho nin açion nin petiçion nin otro qualquier recurso por via ordinaria nin exordinaria nin por oficio de juez nin en otra qualquier manera a lo suso dicho nin acosa alguna nin parte dello, por razon de los dichos mayorazgos e vinculos nin por cosa alguna de lo susodicho nin en otra qualquier manera, lo qual todo e cada cosa e parte dello nos, por la presente, lo quitamos e amovemos del dicho nuestro propio motu e plenario poderio real absuluto e de nuestra çierta çiençia, alzando e alçamos e quitamos, por la presente, toda obreçion e subreçion e todo otro obstaculo e inpedimiento, asi de fecho como de derecho, de qualquier natura, bigor, efecto, calidad o misterio que enbargar o perjudicar pudiese a todo lo susodicho e a qualquier cosa o parte dello, en esta nuestra carta contenido, aunque sea tal e de tal natura e bigor e efecto e calidad e misterio de lo qual aqui deviese ser fecha espresa e espeçial mençion, ca nos lo avenios aqui por espresado e espeçificado e lo abrogamos e derogamos como susodicho es; e por la presente damos e otorgamos licencia e abtoridad e plena e libre facultad a vos el dicho rey de Navarra, nuestro muy caro e muy amado tio. para que por causa e razon de la dicha transaçion e abenençia e conbenençia e conposiçion e promision e pacto e contracto o en otra qualquier manera e por qualquier via e forma que para valer e ser firme se requiere, podades renunciar, çeder e dexar e transpasar en nos e en nuestros herederos e subçesores e ansi mesmo en los dichos marques, don Johan Pacheco e maestre, don Pedro Giron e en sus herederos e subçesores e en cada uno dellos lo que a el tañe e pertenesçe, como susodicho es, las sobredichas çibdad e villas e lugares e heredamientos e tierras e castillos e fortalezas e señorios, jurediçiones e rentas e pechos e derechos e todas las otras cosas susodichas e cada una dellas e la tenençia e posesion e propiedad e señorío e la casi posesion e propiedad e juro e uso de todo ello e de cada cosa e parte dello e todos e qualesquier derechos e titulos e demandas e acciones e peticiones e recursos, asi reales como personales e en otra qualquier menera que a vos, el dicho rey de Navarra, nuestro muy caro e muy amado tio e a vuestros herederos e subçesores e desçendientes de vos, pertenesçian o pertenesçer podian, en todo ello e en cada cosa e parte dello e por causa e razon dello, en caso que alguno vos pertenesçiese o pertenesçer pudiese e nos podades fazer e otorgar e fagades c otorguedes, por las razones e cabsas e preçio que de suso es dicho, todas e qualesquier çesion o çesiones, renunçiaçion e renunçiaçiones, remision e remisiones, dexamiento o dexamientos, traspasamiento o traspasamientos e transaçion c transaçiones, liberaçion e liberaçiones, quitamiento o quitamientos e todo otro qualquier pacto e contracto e obligaçion de qualquier natura, especie e bigor e fuerça e calidad e misterio e efecto que sea o ser pueda con qualesquier renunçiaciones e penas e obligaçiones e firmezas e a todo ello e a cada cosa e parte dello, de nuestro propio motu e çierta çiencia e plenario poderio real absoluto de que queremos usar e usamos, en esta parte, como rey e soberano señor de nuestros regnos, non reconosçiente superior en lo tenporal drllos, salvo a solo Dios por el qual los bivos, e subgesion o subçesiones, suyeçion o subyeçiones, arrestituçion e obligaçion e obligaçiones, subrogaçion o subrogaçiones, submision o submisiones, transmision o transmisiones e vinculos e prohibiçion o prohibiçiones, substituçion e substituçiones e modos e condiçiones e disposiçiones e ordenanzas e estableçimientos con qualesquier penas e prohibiçiones e vedamientos e en otra qualquier manera e otras qualesquier cosas de qualquier natura, bigor, efecto, calidad e misterio que sea o ser pueda que de las dichas çibdat e villas e lugares e tierras e señorios e jurediçiones o de qualquier cosa o parte dello ayan seido o fuesen fechas e otorgadas e establecidas e ordenadas e dipuestas asi, por el illustre infante e conde don Sancho nuestro bisabuelo, como por los muy illustre don Fernando rey de Aragon e de Seçilia e la reina doña Leonor, su legitima mujer, nuestros abuelos de gloriosa memoria, cuyas animas Dios aya e por cada uno dellos e por los otros reyes, nuestros progenitores e por cada uno dellos o por otros qualesquier, asi infantes e duques como condes e ricos omes e varones e otras qualesquier personas de qualquier estado o condiçion o dignidad o preheminençia que sean o ser puedan en qualquier menera e por qualesquier titulos e cosas, aunque sean urgentes e nesçesarias e oportunas e otras qualesquier o sinplemente e sin ellas, nin enbargantes qualesquier previllejos e rescriptos e cartas e sobrecartas e alvalaes e otras quelesquier escripturas e todas e qualesquier conçesiones e confirmaçiones e aprovaçiones de qualquier natura e fuerça e bigor e thenor e calidad e efecto que sean o ser puedan, aunque sean de segunda yusion e, dende en adelante, e contengan qualesquier clausulas de qualquier inportançia e firmeza que sea o ser pueda, lo qual todo e cada cosa e parte dello aviendolo como lo avenios aqui por expresado e declarado, bien asi e tan conplidamente como si de palabra a palabra aqui fuese especificado e dello de todo su thenor e forma e fecha espresa e espeçial mençion, lo desatamos e disolvemos, revocamos, casamos e anulamos e lo avemos por ninguno e de ningunt balor e aun por non fecho nin pasado nin otorgado, bien asi como si nunca oviese seido fecho nin çelebrado nin establecido nin dispuesto, aunque contengan qualesquier abrogaçiones e derogaçiones, renunçiaçiones e dispensaçiones e otras firmezas e non obstançias qualesquier e aunque se digan o muestren ser fechas de propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto de los dichos reyes e reinas o por otras qualesquier personas de qualesquier estado o condiçion, preminencia o dignidad que sean o ser puedan, como suso dicho es e damos por ninguno e de ningunt valor e rotos e casos e conçelados e queremos e mandamos e establecemos que non valan nin fagan fee en juizio nin fuera de juizio, los tales mayorazgos e testamentos e codeçillos e previllejos e cartas e sobrecartas e alvalaes e dispensaçiones e contractos e qualesquier confirmaçiones e aprovaçiones e otras qualesquier escripturas e sentençias e rescriptos sobre ello e sobre cada cosa o parte dello e para firmeza e balidaçion dello, fechas e dadas e otorgadas e pasadas en qualquier manera, las quales e cada una dellas, con todas sus clausulas e firmezas e vinculos e con otras qualesquier cosas de qualquier inportançia e efecto e de qualquier natura e misterio e bigor e calidad que sean o ser puedan, avemos aqui por espresadas e declaradas, asi como si de palabra a palabra aqui fuesen puestas, inxertas e encorporadas e las abrogamos e derogamos e inponemos perpetuo silençio sobre ello e sobre cada cosa e 166 notarios e alcaldes e alguaziles e otras justiçias de la nuestra casa e corte e chançilleria e a nuestros adelantados e merinos e a los comendadores e subcomendadores, alcaides de los castillos e casas fuertes e llanas e a los concejos, alcaldes, alguaziles, regidores, cavalleros, escuderos e omes buenos de todas las çibdades e villas e lugares de los nuestros regnos e señorios e a otros qualesquier nuestros vasallos e subditos e naturales de qualquier estado o condiçion, preheminençia o dignidad que sean e a qualquier o qualesquier dellos, que lo guarden e cunplan e observen e fagan guardar e conplir, realmente e con efecto, en todo e por todo, segunt que en esta nuestra carta se contiene e que non hayan nin pasen nin consientan ir nin pasar contra ello nin contra alguna cosa nin parte dello en algunt tienpo, por alguna manera nin cabsa nin razon nin color que sea o ser pueda, mas que por sus personas e con sus gentes e armas den e fagan dar todo el favor e ayuda que les fuere pedido para que se faga e cunpla e guarde e execute todo lo susodicho e cada cosa e parte dello, que non pongan nin consientan poner en ello nin en cosa alguna nin parte dello enbargo nin contrario alguno por cabsa alguna nin razon nin color que sea o ser pueda e los unos nin los otros non fagades nin fagan, ende al, por alguna manera, so pena de la nuestra merçed e de privaçion de los ofiçios e de confiscaçion de los bienes de los que lo contrario fiçieren para la nuestra camara; e sobresto mandamos al nuestro chaçeller c notarios que estan a la tabla de los nuestros sellos que den e fagan dar e libren e pasen e sellen a los dichos marques don Johan Pacheco e maestre don Pedro Giron e a cada uno dellos e de sus herederos e subçesores dellos e de cada uno dellos, cada e quando les fuere pedido, todas e qualesquier nuestras cartas e sobrecartas e previllejos, las mas firmes e bastantes que ser puedan, para balidaçion e corroboraçion e confirmaçion e aprovaçion e conplida e perfecta execuçion de todo lo susodicho e de cada cosa e parte dello, con qualesquier clausulas derogatorias e abrogatorias e otras firmezas e non obstançias, de lo qual mandamos la presente dar firmada de nuestro nonbre e sellada con nuestro sello. Dada en la muy noble e muy leal çibdad de Sevilla a nueve dias de agosto año del nasçimiento del nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e Cinquenta e cinco años. Yo el rey. Yo el doctor Fernando Diaz de Toledo oidor e refrendario del rey e del su Consejo e su secretario e notario mayor de los previlejos rodados, la fize escrevir por su mandado. Registrada. Alfonsus liçençiatus. reyes regnan. Nos por la presente interponemos e damos e otorgamos nuestro espreso consentimiento e liçençia e abtoridad e real e libre e perfecta facultad e solepne e perpetuo e firme decreto para que vala e sea firme, estable e valedero para sienpre jamas, non enbargantes otras qualesquier leyes e fueros c derechos e ordenamientos e cartas e rescriptos e previllejos nin qualesquier protestaçiones e reclamaçiones e otros qualesquier actos nin otra qualquier cosa nin qualesquier obstaculos e inpedimientos de qualquier natura, bigor, efecto e calidad e misterio que en contrario sea o ser pueda, de todas las cosas sobredichas e de cada una dellas, suso en esta nuestra carta contenidas, asi en lo que tañe a la derogaçion e disoluçion e desatamiento e desfaçimiento de los tales mayoradgos e binculos e obligaçiones e prohibiçiones, en caso que algunos oviese, e a la declaraçion que por esta nuestra carta façemos, aber seido e ser alienables las sobredichas çibdad e villas e lugares e tierras e castillos e fortalezas e todo lo otro susodicho e cada cosa e parte dello e a todo lo otro que a esto tañe o atañer puede en qualquier manera, como en lo que tañe a esta dicha liçençia e actoridad e decreto e a todo lo otro que susodicho es, lo qual todo e cada cosa e parte dello, de la dicha nuestra çierta çiençia e propio motu e plenario poderio real absoluto, nos, por la presente, abrogamos c derogamos, alzamos e quitamos e amovemos en quanto es o ser pudiese contra lo en esta carta nuestra contenido e contra qualquier cosa o parte dello. E ansi mesmo, las leyes e derechos que dicen que las cartas dadas contra ley o fuero o derecho e ordenamiento deven ser obedesçidas e non conplidas, aunque contengan qualesquier firmezas e renunçiaçiones e abrogaçiones e derogaçiones e clausulas e non obstançias e que las leyes e fueros e derechos valederos non pueden ser derogados salvo por otros, fechos en cortes, ca sin enbargo, de todo lo suso dicho e de cada cosa dello e de qualquier obreçion c subreçion e de otra qualquier cosa de qualquier inportançia e efecto e bigor e calidad e misterio que lo enbargar o perjudicar pudiese, queremos e mandamos e nos plaçe que vala e sea firme e estable e sea guardado perpetuamente para sienpre jamas, todo lo susodicho e cada cosa dello e todos e qualesquier contractos que sobre ello fueren tenidos, celebrados, fechos e otorgados e qualesquier juramentos e pleitos e omenajes que sobre ello se fiziesen, conformes a lo susodicho e por la presente suplimos de nuestro plenario real, absoluto poderío e propio motu e çierta çiençia, todos e qualesquier defectos de qualquier natura que sea, en caso que aya intervenido e intervengan e todas las cosas, suso en esta nuestra carta contenidas e en cada una dellas e en los contractos que por vos, el dicho rey de Navarra, nuestro muy caro e muy amado tio, sobre ello fueren fechos e otorgados, el thenor e forma de los quales con todas sus fuerzas e calidades, de qualquier natura, bigor. efecto que sean o ser puedan, nos los avernos aqui por enxertos e encorporados, bien asi como si de palabra a palabra aqui fuesen puestos e los aprovamos e confirmamos, letificamos c corroboramos en todo e por todo, segunt que en ellos fuere contenido e asi mesmo, todas otras qualesquier cosas, ansi de substancia como de solepnidad, como en otra qualquier manera que para validaçion e corroboraçion perpetua de todo ello e de cada cosa e parte dello se requiere; e por la presente o por su traslado signado de escrivano publico, mandamos a los infantes, duques, condes, marqueses, ricos omes, maestres de las ordenes, priores e a los del nuestro Consejo e oidores de la nuestra Abdiençia e IX 1456-VII-12. Córdoba. Enrique IV confirma los acuerdos entre él y el rey don Juan de Navarra, por los que éste le cede todas las fortalezas y villas que tenía en Castilla a cambio de un juro de tres cuentos y medio de maravedí, excepto Chinchilla, Albacete, Yecla, Sa.x y otras villas y lugares que pertenecían a don Juan Pacheco y Peñafiel a don Pedro Giron, a los que les fueron confirmadas. A.H.N. Sección Nobleza. Osuna. Leg. 96, fol 6. Copia de 1837. El presente documento pertenece a la casa de Osuna, herederos de Pedro Girón, hermano de Juan Pacheco y está igualmente relacionado con el contencioso entre el infante don Juan de Aragón y la corona de Castilla, estando por medio ambos nobles a quienes los reyes castellanos les habían concedido ciertas localidades que habían pertenecido al rey 167 incorporados, sobre la qual dicha renunciacion e trasacion e paccion e remision e quitamiento e cesion e dejamiento e traspasamiento e avenencia e promision, el dicho rey de Navarra, mi tio, fizo e otorgo ciertos instrumentos publicos de uno e ese mesmo tenor, que son firmados de su nombre e sellados con su sello e signados de notario publico que dicen en esta guisa: In nomine Dei, amen: sepan quantos este publico instrumento o su traslado signado de escriuano publico vieren, como nos, don Juan, por la graçia de Dios, rey de Navarra, infante gobernador general de Aragon e de Seçilia, duque de Nemos e de Momblanq, conde de Ribagorza e señor de la çibdad de Balaguer, por razon que entre nos e vos e el muy alto e muy ilustre don Enrique, rey de Castilla e de Leon, nuestro muy caro e muy amado sobrino e nos, mediante la muy ilustre doña Maria, reina de Aragon e de Secilia, nuestra muy cara e muy amada hermana, fueron concordados, concluidos e fechos, ciertos capítulos entre los qual es se contienen ciertos capíiulos, el thenor de los quales es este que se sigue: primeramente, que el señor rey de Navarra por si e por sus herederos e subçesores e desçendientes e por cada uno dellos, renuncie e traspase en el dicho señor rey de Castilla e en sus herederos e subcesores o en quien el quisiere, por via de transaccion e avenençia e igualanza e conpusiçoon e pacto e promision o por otro qualquier contracto que para ello cunpla. por razon de los tres quentos e medio de maravedis de juro de heredad que el dicho señor rey de Castilla da e asigna al dicho señor rey de Navarra, las villas de Medina del Campo e Olmedo e Cuellar e Roa e Aranda e Briones e todas las otras villas e logares e castillos e fortalezas e tierras e señoríos e jurediciones e heredamientos con todas sus rentas e pechos e derechos e tercias e justicias e juredicion cevil e criminal alta e baja e títulos e todas las otras cosas e cada una dellas de qualquier natura que sean, que el tiene e avia e tenia e le pertenescen e pertenescer podian en qualquier manera e por qualesquier derechos e títulos en los regnos e señoríos del dicho señor rey de Castilla e de Leon e toda e qualquier restitucion, asi por espoliacion como por otro qualquier interdicto e causa e razon e derecho e accion e por qualquier previllegio que a todo lo susodicho o a qualquier cosa o parte dello les compete o competer puede por qualquier via e auxilio e recurso e beneficio e fasta este presente dia de la firma destos capitulos en los sobredichos reinos e tierras e señorios del dicho señor rey de Castilla e la tenencia e posesion e casi posesion e detentacion e propiedad e señorio de todo ello e de cada cosa e parte dello e todas e qualesquier demandas e acciones e derechos e peticiones reales e personales, ordinarias e extraordinarias, útiles e directas e varias e mistas e otras qualesquier del rey de Navarra e sus herederos e desçendientes e a cada uno dellos como quier e en qualquier menera le competen e pertenescen e compete e pertenescer pueden, en qualesquier cibdades e villas e logares e tierras e jurediciones en los dichos regnos e señoríos del dicho señor rey de Castilla e por causa e razon dellas e contra qualquier o qualesquier personas singulares e concejos c universidades e otros qualesquier en qualquicr manera e por quier causa e razon quier sea o ser pueda, todo esto e cada cosa dello fasta este presente dia de la firma destos capítulos e esto afuera de la cibdad de Chinchilla c de las villas c logares e tierras c otras cosas yuso mencionadas que tienen e poseen, don Juan Pacheco marques de Villena e don Pedro Giron maestre de de Navarra. Contiene la confirmación de los acuerdos llevados a cabo por ambos monarcas y por ellos se garantizaba la posesión de las poblaciones objeto de la controversia a sus actuales poseedores, Juan Pacheco y Pedro Girón. Aunque como ya hemos dicho antes la renuncia del rey de Navarra no era gratuita. Este largo contencioso no terminaría aquí, antes bien se prolongaría durante varios años más y no se resolvería definitivamente hasta la entronización de don Juan como rey de Aragón, con el nombre de Juan II. Don Enrique por la gracia de Dios rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Cordova, de Murcia, de Jaen, del Algarbe, de Algecira e señor de Vizcaya e de Molina. por razon que el muy ilustre rey don Juan de Navarra, mi tio, con cierta licencia e autoridad por mi a el dada e otorgada e por razon de tres cuentos de maravedís de juro de heredad para siempre jamas que le yo mande situar de su voluntad e otorgamiento e consentimiento en ciertas rentas de mis reinos, e por otras causas e razones fizo remision e quitamiento e cesion e dejamiento e traspasamiento e promision e avenencia e trasaccion e paccion e renunciación en mi de todo e qualquier derecho que en qualquier menera pertenecia o pertenecer podia, en las villas de Medina del Campo e Olmedo e Cuellar e Roa e Aranda e Briones e en todas otras qualesquier villas e logares e tierras e castillos e fortalezas e señorios e jurediciones e otras qualesquier cosas de qualquier natura que sean o ser puedan quel havia e tenia e poseía en mis regnos e pertenescian e pertenescer podian a el o a sus herederos e subcesores e descencientes por qualquier derecho o titulo o accion o obligacion o peticion para que lo yo hoviese e haya para mi e para mis herederos e subcesores e pueda facer e faga dello como de cosa mia propia libre e quitamente, todo esto, exepta la villa de Atienza e su tierra e castillo e fortaleza con todas sus pertenencias, por quanto el dicho rey de Navarra, mi tio, havia de vender para pagar la dote e arras de la reina doña Juana, su muger. E otrosí, excepta la cibdad de Chinchilla e las villas de Alarcon c Albacete e Hellin e Tovarra e Yecla e Sax el Castillo de Garci Muñoz e Sant Clemente e el Villarejo de Fuentes, con sus tierras e fortalezas e con todas las otras sus pertenencias que, asi mesmo, renuncio e traspaso en don Juan Pacheco marques de Villena, mi mayordomo mayor e del mi Consejo e excepta la villa de Peñafiel con su titulo e tierra c castillo c fortaleza e con todas las otras sus pertenencias que, asi mesmo, renuncio e traspaso en don Pedro Giron maestre de Calatrava, mi camarero mayor e del mi Consejo, el qual dicho marques don Juan Pacheco, havia e tenia e poseia e ha e tiene c posee justa e Iigitimamente la dicha cibdad de Chinchilla e las villas de Alarcon e Albacete e Hellin e Tovarra e Yecla e Sax e el Castillo de Garci Muñoz e Sant Clemente e el Villarejo de Fuentes con sus tierras e fortalezas c con todas las otras sus pertenencias e, asi mesmo, el dicho maestre don Pedro Giron, la dicha villa de Peñafiel con su tierra e castillo e fortaleza como cosa suya propia, libre e quita con buena fe e justos e derechos títulos e por justas causas e por tales las apruebo e declaro de mi cierta ciencia e sabiduría, los quales he yo aquí por inxertos c encorporados c lodo lo en ellos e en cada uno de ellos contenido, bien asi como si de palabra a palabra aqui fuese puesto e dello e de cada cosa e parte dello fecha expresa e especial mencion e quiero que haya esa mesma fuerza e vigor, bien asi como si de palabra aqui fuesen 168 susodicho o a qualquicr cosa o parte dello le competa o competer pueda por qualquier via e auxilio e recurso e beneficio, para que lo haya libre e quita e desembargadamente por juro de heredad para siempre jamas. E, otrosi. que el dicho señor rey de Navarra renuncie e ceda e traspase en los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e en cada uno dellos, por lo que a cada uno dellos atañe e pertenesce, como dicho es, todos e qualesquier derechos e demandas e acciones e peticiones reales e personales, ordinarias e estraordinarias e varias e mistas e otras qualesquier que le competen e pertcnescen e competer e pertenescer pueden a las dichas cibdad de Chinchilla e villas e logares e tierras suso nombradas, que en cada uno dcllos ha de renunciar, como susodicho es e por causa e razon dellas e contra los concejos e universidades e personas singulares, vecinos e moradores dellas e de cada una dellas e contra sus bienes e subcesores e herederos para que el dicho rey de Castilla e, asi mesmo, los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e cada uno dellos, lo que en el se ha de renunciar, como dicho es, e sus herederos e subcesores dcllos c de cada uno ellos e los que dellos e de cada o qualquier dellos ovieren causa, lo puedan aver e hayan libre e quita e esenta e desembargadamente para siempre jamas, por juro de heredad e lo puedan aver e tener e poseer e puedan facer e fagan de todo ello e de cada cosa e parte dello cada uno lo que en el ha de ser renunciado, como dicho es, como de cosa suya propia. libre e quita e esenta e desembargada. E que de aqui adelante el dicho señor rey de Navarra nin otro por el nin por causa nin razon dello non se pueda intitular nin intitule nin llamar nin llame duque de la dicha Peñafiel nin por otro titulo alguno nin señor de la dicha cibdad nin villas nin logares nin de alguna dellas e que el dicho señor rey de Navarra confiera e otorgue que el dicho señor rey de Castilla e, asi mesmo. los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e cada uno dellos, como susodicho es, tienen e poseen las susodichas cibdades e villas e logares e todo lo otro susodicho e cada cosa e parte dello, que asi en ellos e en cada uno dellos renuncia e traspasa como susodicho es e les pertenesce a qualquier o qualesquier dellos e de cada uno dellos, asi por virtud desta dicha renunciacion e cesion e traspasamiento e contracto, como por qualesquier otros justos e derechos títulos que a ello e a cada cosa e parte dello tienen e les pertenesce e pertenescer pueden e que asi, sobre esto e sobre cada cosa e parte dello e para la eviccion e saneamiento de todo ello e de cada cosa e parte dello, de todas e qualesquier personas de qualquicr estado o condicion preeminencia o dignidad que sean que lo vengan demandando, contrariando o embargando, todo o qualquier cosa o parte dello. asi por via o titulo de mayoradgo como por otro qualquier vinculo o vinculos e demandas e derechos e titulos e acciones e obligaciones e hipotecas o otra qualquier manera e por qualesquier causas e razones que sean o ser puedan, el dicho señor rey de Navarra, por si e por sus bienes e por sus herederos e subcesores. les faga e de e otorgue contractos firmes e bastantes, con todas e qualesquier firmezas e renunciaciones e obligaciones e clausulas que les cumplan para el dicho saneamiento, evicion e validacion e firmeza de todo ello, pero que el dicho señor rey de Navarra nin sus herederos nin subcesores nin alguno dellos, no sean tenudos nin obligados a la dicha evicion e seneamiento de todo lo susodicho nin de cosa alguna nin parte Calatrava, las quales ha de renunciar e traspasar en ellos. segund que en adelante se contiene e, asi mesmo. que el dicho señor rey de Navarra renuncie e traspase en el dicho señor rey de Castilla todo juro de heredad e tierras e mercedes e tierra para lanzas e mantenimientos e maravedises e doblas e florines, asi de los que tenia asentados en los libros del dicho señor rey don Juan de Castilla e de Leon, que Dios haya, como en otra qualquier causa e razon e todos e qualesquier heredamientos e bienes muebles e raices e lodo e qualquier señorío e qualesquier demandas e derechos e acciones, asi reales como personales e varias e mistas e otras qualesquier que había e le competia e podia haver e le competer, fasta este presente día de la firma destos capitulos, contra el dicho señor rey de Castilla e contra sus bienes e regnos e tierras e vasallos e subditos e naturales, en quelquier manera que le non quede demanda nin recurso alguno por ello nin por cosa alguna nin parte dello, mas que lodo ello e cada cosa e parte dello sea e quede en el dicho señor rey de Castilla e para el e para sus herederos e subcesores para siempre jamas, escepta e sacada la villa de Atienza e su tierra con su fortaleza e juredicion. la qual ha de vender el dicho señor rey de Navarra fasta en sesenta dias primeros siguientes del dia del otorgamiento destos capítulos para pagar a la señora reina de Navarrra, su mujer, la dote e arras, porque la dicha villa e su fortaleza esta a ella hipotecada. E, otrosi, quel dicho señor rey de Navarra por si e por sus herederos e subcesores e descendientes e por cada uno dellos, por razon de la dicha trasacion e igualanza e avenencia e compusicion e promision e pacto e por otro qualquier contracto que para ello cumpla e por razon de los dichos tres cuentos e medio de maravedis, renuncie e dexe e traspase en el dicho don Juan Pacheco marques de Villena e en sus herederos e subcesores, la dicha cibdad de Chinchilla e las villas de Alarcon e Albacete e Hcllin e Tovarra e Yecla e Sax e Castillo de Garcia Muñoz e Sant Clemente e el Villarejo de Fuentes con sus tierras e fortalezas e justicia e juredicion cevil e criminal alta a baja e mero e mixto imperio e rentas c tercias e pechos e derechos e con todas las otras sus pertenencias e a la tenencia e posesion e casi posesion e detentacion e propiedad e señorío e derechoec uso de todo ello e de cada cosa e parte dello e toda e qualquier restitucion, asi por espoliacion como por otro qualquicr interdicto e causa o razon o de derecho o accion o por qualquier prcvillegio. que a todo lo susodicho o a qualquier cosa o parte dello le compete o competer pueda, por qualquier viae auxilio e recurso e beneficio. E, asi mesmo, renuncie e dexe e traspase en el dicho don Pedro Giron, maestre de Calatrava e en sus herederos e subcesores por razon de la dicha trasacion e igualanza e avenencia e compusicion e promision e pacto e por otro qualquier contracto que para ello cumpla e por razon de los dichos tres quentos e medio de maravedis, la villa de Peñafiel con sus titulos e tierra e fortaleza e justicia e juredicion cevil e criminal, alta e baja e mero misto imperio e rentas e tercias e pechos e derechos e con todas las otras sus pertenencias e todas e qualesquier demandas e derechos e acciones que a ello o a qualquier cosa o parte dello e por causa e razon dello le competen e pertenescen e pertenescer e competer pueden, en qualquicr manera e por qualquier causa o titulo e razon e toda e qualquier restitucion, asi por espoliacion como por otro qualquicr interdicto e causa e razon e derecho e accion e por qualquicr previllegio, que a todo lo 169 ovieren causa, la dicha villa de Peñafiel e su tierra e castillo e fortaleza e con todas las otras sus pertenencias, que asi el dicho señor rey de Navarra en el ha de renunciar, como e por lo que susodicho es, e los herederos e subcesores dellos e de cada uno dellos e lo puedan vender e empeñar, donar, trocar, cambiar e prometer e enajenar e facer dello e en ello como de cosa suya propia, libre e quita e desembargada; que todo lo susodicho nin cosa alguna nin parte dello que asi el dicho señor rey de Navarra ha de renunciar en el dicho señor rey de Castilla nin, otrosi, la dicha cibdad de Chinchilla e villas e logares e tierras nin cosa alguna de las sobredichas que asi. el dicho señor rey de Navarra ha de renunciar en los sobredichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron, en cada uno dellos como e lo que susodicho es nin cosa alguna nin parte dcllo, non haya seido nin pueda ser nin sea nin quede obligado nin hipotecado nin sometido en cosa alguna a los dichos tres cuentos e medio de maravedís del dicho juro de heredad nin aparte nin cosa alguna dellos nin por ello nin a la paga e solucion dellos nin de parte dellos nin a cosa alguna nin parte dello nin a alguna demanda nin accion nin peticion nin recurso nin regreso que sea o ser pueda, principal nin accesoria nin subsidiariamente nin en otra manera nin por otra via alguna, por ellos nin por causa o razon dellos; e que agora nin en algund tiempo del mundo, por alguna causa nin razon nin color nin derecho nin titulo que sea o ser pueda, el dicho señor rey de Navarra nin sus herederos e subcesores e descendientes nin alguno dellos nin otro por el nin por ellos nin qualquier justicia e juez, non pueda entrar nin tomar nin ocupar nin embargar nin perturbar nin retener nin entren nin lomen nin ocupen nin retengan en tiempo de paz nin de guerra. aunque la dicha guerra sea de los regnos de Aragon e de Navarra, a los regnos de Castilla o entre algunos dellos. las dichas cibdad e villas e logares e tierras nin cosa alguna de lo sobredicho, de que asi se han de facer las dichas renunciaciones como dicho es, nin se apoderar dcllo nin de cosa alguna nin parte dcllo nin lo lomar nin ocupar nin embargar nin sequestrar nin retener por oficio de juez nin por su mandado e actoridad nin por propia actoridad nin en otra qualquier manera por pinoracion nin obligacion o contracto esecutorio que traya aparejada execucion nin por via de entrega de sentencia interloculoria o definitiva, pasada en cosa juzgada, o paga o solucion e asentamiento o amparo nin execucion nin por via de marca o represaría nin por la eviccion e saneamiento de los dichos tres quentos e medio de maravedís nin de cosa alguna nin parte dellos nin al interes e daños dellos nin de cosa alguna nin parte dellos nin por penas nin costas nin en otra manera nin por otra via nin causa nin razon alguna que sea o ser pueda, asi pasada, presente como venidera de qualquier natura, efecto, qualidad e misterio que sea o ser pueda c que agora nin en algun tiempo del mundo, por alguna causa nin razon nin color nin derecho nin titulo nin accion nin obligacion o hipoteca nin en otra manera alguna que sea o ser pueda, non haya quedado nin quede, de aqui adelante, al dicho señor rey de Navarra nin a sus herederos e subcesores e descendientes nin a otros por el nin por ellos, demanda nin derecho nin accion nin peticion nin remdio nin recurso nin regreso nin otra cosa alguna que sea o ser pueda, por causa e razon de los presentes capítulos nin de lo en ellos contenido nin en otra manera nin por otra causa nin derecho nin accion alguna que sea o ser pueda, a las sobredichas cibdad e villas e dello, asi del dicho señor rey de Castilla como a los dichos marques e maestre nin a sus herederos e subcesores nin alguno dellos, agora nin en algun tiempo nin por alguna manera e forma, en quanto toca e atañe al señor rey de Aragon en el caso quel dicho señor rey de Aragon viniese demandando o contrariando o embargando todo lo suso dicho o qualquier cosa parte dello por qualquier via o titulo o razon o derecho o accion que le competiese o competer pudiese, a todo ello o a qualquier cosa o parte dello, salvo por causa que a ello oviese dado o diese el dicho señor rey de Navarra por cesion o traspasamiento e renunciacion o por otra qualquier manera de alienacion que el dicho señor rey de Navarra oviese fecho al dicho señor rey de Aragon, que en este caso el dicho señor rey de Navarra sea tenudo a la dicha eviccion de saneamiento del dicho señor rey de Aragon e que asi mesmo, el dicho señor rey de Navarra non sea tenudo nin obligado a la dicha eviccion e seneamiento al dicho marques, don Juan Pacheco nin a sus herederos nin subcesores nin alguno dellos por lo que toca e atañe e puede tocar e atañer, a la dicho villa e Castillo de Garci Muñoz e al señorío e juredicion della e de lo anexo e pertenesciente al señorío della e a la propiedad e posesion, vel casi, della de que en este capitulo de suso se face mencion. E otrosi, que el dicho señor rey de Navarra aya de embiar e embie pidiendole e rogandole que declare aver seido e poder ser alienables las dichas cibdad e villas e logares e todo lo susodicho e cada cosa e parte dello, non embargantes qualesquier mayoradgos e vínculos nin otros qualesquier obstaculos e impedimentos que en contrario sean o ser puedan, segund que largamente se contiene en la dicha peticion, la qual va señalada de Alfonso Gonzalez de la Hoz, secretario del dicho señor rey de Castilla e de Anton Nogueras, protonotario del dicho señor rey de Navarra. Item, es apuntado e concordado, avenido e igualado entre las dichas partes que el dicho señor rey de Castilla e, otrosi, los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e cada uno dellos e sus herederos e subcesores universales e singulares e aquel o aquellos que dellos o de qualquier dcllos oviesen titulo, razon e causa e ayan e puedan aver e tener e poseer e ayan e tengan, para en todo tiempo, pacifica e quietamente, como cosa suya propia, libre e quita e desembargada, asi en vida del dicho señor rey de Navarra como de sus herederos e subcesores e de cada uno e qualquier dellos, por juro de heredad para siempre jamas, es a saber: el dicho señor rey de Castilla las dichas villas e logares que asi el dicho señor rey de Navarra ha de renunciar e traspasar en el dicho señor rey de Castilla, como e por lo que suso dicho es e todas las otras cibdades e villas e logares e otras qualesquicr cosas que el dicho señor rey de Navarra havia e tenia e poseia e al presente tiene e posee en los regnos e señorios del dicho señor rey de Castilla, exceptas e sacadas las dichas cibdad de Chinchilla e las villas e logares suso nombradas e que, asi mesmo, el dicho marques don Juan Pacheco c sus herederos e subcesores e aquel o aquellos que del o dellos ovieren causa, ayan e tengan libre e quita e desembargadamente para siempre jamas, como susodicho es, la dicha cibdad de Chinchilla e las otras villas e logares e castillos e fortalezas e tierras e todas las otras cosas susodichas e cada una deltas que el dicho señor rey de Navarra, asi en el dicho marques ha de renunciar, como e por lo que susodicho es e en el dicho maestre don Pedro Giron e sus herederos e subcesores e aquel o aquellos que del o dellos 170 monasterio nin con persona de orden nin de religion nin con persona que sea de fuera de los regnos e señorios del dicho señor rey de Castilla, sin su licencia e especial mandado, excepto sus herederos o descendientes del dicho señor rey de Navarra, universales o singulares, los quales los puedan haver e los dichos tres quentos e medio se hayan de situar al dicho señor rey de Navarra en tal forma e manera que le sean ciertos e salvos c seguros y para ello les seran dados por el dicho señor rey de Castilla los previllejos e albalaes e cartas e sobrecartas e fuertes e firmes e bastantes que cunplan, firmadas de su nombre e selladas con su sello e señaladas de sus contadores para que el dicho señor rey de Navarra e sus herederos e subcesores e aquel o aquellos que del o dellos ovieren causa, ayan los dichos tres quentos e medio de maravedis por virtud de los dichos previllejos e cartas que por el dicho señor rey de Castilla le seran mandadas dar, como dicho es, por juro de heredad para siempre jamas, asi en vida del dicho señor rey de Castilla como de sus subcesores, sin haver de sacar nuevo previllejo e confirmacion dellos nin de parte dellos e que esto sea asi espresado c puesto en el privillejo que en esta razon le ha de ser dado, de los dichos tres quentos e medio, como dicho es e que el dicho señor rey de Navarra e sus herederos e subcesores e los que por el o por ellos los ovieren de haver, puedan sacar e saquen en cada un año de los regnos de Castilla a los regnos de Aragon o de Navarra, libremente e sin pena alguna, los dichos tres quentos e medio de maravedís, que asi el dicho señor rey de Navarra ha de aver, como dicho es, en moneda de blancas o moneda de oro o moneda de plata, sin pagar derecho alguno por las dichas monedas e asi mesmo, los puedan sacar en otras qualesquier cosas c averíos, pagando por ellos los derechos acostunbrados, tanto que las tales cosas nin alguna dellas non sean de las vedadas por las leyes de los regnos del dicho señor rey de Castilla e que acaesciendo mandamiento de la moneda de blancas que al presente corren en los regnos e señoríos del dicho señor rey de Castilla, de la qual se han de pagar los dichos tres quentos e medio de maravedis de que de suso se hacer mencion; el dicho señor rey de Navarra los aya en la moneda que a la sazon correre en los dichos regnos e señorios del dicho señor rey de Castilla, al respecto de lo que dicha moneda agora vale, en esta moneda de blancas, cresca o mengüe o sea desfecha, asi mesmo, para que estos tres quentos e medio sean ciertos e seguros al dicho señor rey de Navarra e a sus herederos c subcesores, asi en vida del dicho señor rey de Castilla como de sus herederos e subcesores que reinaren despues del e por quitar todas colusiones e fraudes, que se tenga esta manera: que sea presente al arrendar de las tales rentas en que se situan los dichos tres quentos e medio, en uno con los contadores del dicho señor rey, cada c quando aquellas se ficieren e arrendaren, la persona que el dicho señor rey de Navarra e sus herederos e subcesores para esto deputaren, porque vea lo que se hace e asi mesmo, que la tal persona sea presente en uno con los dichos contadores al dar e tomar de las fianzas, segund la ordenanza del quaderno del dicho señor rey de Castilla e esto en quanto atañe a lo que fuere situado al dicho señor rey de Navarra en la tal renta e seyendo la tal persona contenta de la tal fianza en nombre del dicho señor rey de Navarra, el dicho señor rey de Castilla nin sus bienes non sea temido nin obligado a lo tal, en caso que la fianza non sea bastante en la quantia de que fuere tomada. E logares e castillos e fortalezas e tierras e sus pertenencias nin a las otras cosas susodichas de que el dicho señor rey de Navarra ha de facer e faza las dichas renunciaciones en el dicho señor rey de Castilla e, otrosí, en los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron, en cada uno dellos como e de lo que susodicho es e declarado nin a la propiedad e posesion dello nin de cosa alguna nin parte dello nin por causa e razón dello, mas que todo ello e cada cosa e parte dello sea e quede en ellos e en cada uno dellos, libre e quila e descmbargadamcnte,.como susodicho es e lo hayan e tengan c puedan haver e tener e poseer ellos e sus herederos e subcesores e aquel o aquellos que de cada uno dellos ovieren causa e les haya quedado e quede intacto e illeso e desembargado, libre e esento e quito e inmune para siempre jamas, sin alguna carga nin condicion nin contradiccion nin vejacion nin molestacion nin ("aligacion nin inquietacion nin otro contrario nin recurso nin regreso nin remedio alguno, principal e accesorio e subsidiariamente o en otra qualquier manera o por qualquier via, directe o indirecte que sea o ser pueda. Item, es convenido, apuntado e concordado entre las dichas partes quel dicho señor rey de Castilla por razon de la dicha transacion e avenencia e compusicion e renunciacion e cesion e contracto e pacto e dejamiento e traspasamiento de que en los capitulos proximos, ante deste, face mencion, aya de dar e asignar e de e asigne al dicho señor rey de Navarra e a sus herederos e subcesores, por juro de heredad, en cada un año para siempre jamas, los dichos tres quentos e medio de maravedís, los quales dichos tres quentos e medio de maravedís el dicho señor rey de Castilla, por si e por sus herederos e subcesores aya de asignar e asigne al dicho señor rey de Navarra e a sus herederos e subcesores en cada un año, como dicho es, para que los ayan en las cibdades e villas e logares e rentas de los regnos de Castilla de que adelante se face mencion, es a saber: en las rentas de los diezmos de la mar de Castilla, un quento de maravedí; en el servicio e montadgo de los ganados de los regnos e señorios del dicho señor rey de Castilla, un quento de maravedi e docientos mill maravedis; en el servicio e medio servicio de las aljamas de los judíos e moros de los dichos regnos e señorios del dicho señor rey de Castilla, trecientos mill maravedis; en las rentas de los diezmos e aduanas de los obispados de Osma e Sigüenza e de Calahorra, docientos mill maravedis; en las rentas e alcavalas de la merindad de Allende Hebro, quatrocientos mill maravedis; en las alcabalas de la cibdad de Salamanca e su tierra e obispado, docientos mill maravedis; en las alcabalas de la cibdad de Zamara e su tierra e obispado, docientos mil maravedís. Asi son cumplidos los dichos tres quentos e medio de maravedis en la manera que dicha es e, si esto non bastase para los dichos tres quentos e medio, quel dicho señor rey de Castilla aya de dar e de, situados e puestos por salvados, los maravedis que restaren para cumplimiento de los dichos tres quentos e medio, en otros logares ciertos e bien parados donde el dicho señor rey de Navarra e sus herederos e subcesores o aquel o aquellos que del o dellos ovieren causa, puedan aver los dichos tres cuentos e medio e los ayan e cobren en cada un año perpetuamente para siempre jamas e los puedan vender e empeñar e dar e donar e trocar e cambiar e renunciar e traspasar e enajenar e facer dellos e en ellos e en cada cosa e parte dellos como de su cosa propia libre e quita e desembargada, tanto que lo non puedan facer nin fagan con eglesia nin con 171 Castilla, nos situastes e mandastes poner por salvados, en ciertas rentas, los tres quentos e medio de maravedís de juro de heredad, de que se face mencion en los dichos capítulos suso encorporados, segund que mas largamente se contiene en las cartas e previllejos e sobrecartas que en esta razon nos mandastes dar e distes, firmados de vuestro nombre e sellados con vuestro sello, de los quales. por la presente, otorgamos por contento e lo rescibimos e pasaron a nuestra parte e poder, en razon de lo qual renunciamos las leyes que dicen que la entrega e paga de la cosa debe ser fecha ante el escribano e testigos de la carta e que. fasta en dos años, es temido de probar la paga aquel que la ovo de facer e todas las otras leyes e derechos que Pablan en razon de la pecunia e del haver non visto nin contando e porque sobre esto nos emviamos cierta nuestra peticion al dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino, el qual nos dio e concedio para ello cierta licencia e consenso e premision, con interposicion de su decreto e abtoridad real, segund se contiene por una su carta escripia en pergamino de cuero, firmada de su nombre e sellada con su sello de plomo pendiente en filos de seda, en la que va encorporada la dicha nuestra peticion, su thenor de lo quel todo es esto que se sigue: asi mesmo, si por non pagar el primero tercio o el segundo, se oviere de poner embargo en la renta o se oviere de coger en fieldad e se ovieren de poner receptores o fieles cogedores en ella que, en tal caso, pueda ser e sea presente la persona que el dicho señor rey de Navarra para ello diputare, porque vea e sepa lo que renta la tal renta e lo escriba, si quisiere, porque non pueda ser fecha en ello fraude nin encubierta alguna, los quales dichos tres quentos e medio de juro de heredad, se causaran e fundaran en c por causa de la sobredicha transacion e avenencia e igualanza e compusicion e pacto e contracto que entre las dichas partes se ha de facer e celebrar e de las renunciaciones e dejamientos e traspasamientos de que de suso se face mencion, facenderas por el dicho señor rey de Navarra al dicho señor rey de Castilla e a los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e a cada uno dellos. E los tres quentos e medio de maravedis sean puestos por salvados e la paga dellos se haga en cada un año, de tercio en tercio e comienza el primero tercio del dia de la firma destos presentes capítulos en adelante e que el dicho señor rey de Castilla sea temido de mandar e librar al dicho señor rey de Navarra, cada que por su parte le fuere pedido, todas las provisiones que cumplan para que sea recudido con los dichos tres quentos e medio de maravedis al dicho señor rey de Navarra o a quien su poder oviere e a sus herederos e subcesores, en cada un año, por los arrendadores e recabdadores e fieles e cogedores e receptores de las dichas rentas en que han de ser o fueren situados e puestos por salvados, sin haver de sacar nin mostrar otra carta nin libramiento de los sus contadores mayores nin de qualesquier thesoreros e recabdadores. E si por ventura el dicho señor rey de Castilla o otro por el e sus heredores e subcesores embargaren la dicha paga o fueren o pasaren contra la dicha asignacion, que por el mismo fecho, cada que lo tal acaesciere. sean temidos e obligados de pagar e paguen al dicho señor rey de Navarra e a sus herederos e subcesores todo lo que por el dicho señor rey de Castilla o por su parte o por sus herederos e subcesores fuere embargado o retenido, con todas las costas e daños e menoscabos que, por ende, se le siguieren e que los contratos e recabdos que en razon de la dicha transacion e avenencia e igualanza c conpusicion e pacto e de las dichas renunciaciones e situacion e otros qualesquier que se han de facer e otorgar, por amas las dichas partes, sobre lo contenido en este capitulo e en los otros sobredichos ante deste, se fagan firmes e bastantes, validos juramentos e pleitos e omenajes e votos e con todas las firmezas c renunciaciones e obligaciones de bienes, para la evicion e saneamiento de los dichos tres quentos e medio, por manera que aquellos valan e sean firmes e traigan consigo aparejado execucion e por que la entencion e voluntad final e deliberada de nos el dicho rey de Navarra fue e es que los dichos capítulos c todo lo en ellos e en cada uno dellos contenido, se faga e guarde e compla e aya real e efectual e perfecta e cumplida execucion e asi entendemos que cumple a servicio de Dios e al bien comun de la cosa publica c al pacifico estado e tranquilidad c paz c concordia e sosiego c quitacion de todas las partes a quien atañe e de los regnos e señoríos e tierras e vasallos e subditos e naturales dellos e de cada uno dellos e a evitacion de todas discordias e debates e disensiones e diferencias e escandalos e peligros e intolerables e non reparables inconvenientes, que de lo contrario se podrían seguir c recrecer e queriendo dar e dando fin a aquellas e, otrosi, por quanto vos, el dicho rey de Sigue la propuesta del rey de Navarra sobre la devolución de las propiedades y posesiones en el reino de Castilla, contenido en el Documento V y la inicial aceptación de don Enrique IV, contenida en el Documento VIII. Después, sigue un prolijo y reiterativo documento en el que se repiten las condiciones de entrega de los posesiones al rey de Castilla, a don Juan Pacheco y a don Pedro Girón, expedido por don Juan de Navarra con fecha 10 de noviembre de 1455 en parecidos términos a lo recogido en el documento XI. Finalmente, sigue la confirmación de todos los acuerdos por Enrique IV. Y porque mi entencion final e deliberada fue e es que todas las cosas suso dichas e cada una dellas. valan e sean firmes e inviolables e perpetuamente sean guardadas e observadas para siempre j a m a s , sin c o n t r a d i c c i o n nin o b s t a c u l o nin impedimento nin otra cosa alguna de qualquier natura, vigor. electo, qualidad e misterio que en contrario sea o ser pueda c asi cumple a servicio de Dios e mio e a bien comun ce paz e sosiego de mis regnos e para quitar e desviar dellos escandalos e inconvenientes que segund la experiencia muestra eficaz, de todas las cosas fasta aqui se han seguido e podrían seguir mas adelante e aun, porque asi me fue suplicado por los procuradores de mis regnos en estas corles e ayuntamientos que yo fice en la muy noble cibdad de Cordoba este año de la data desta mi carta e por ende, yo de mi propio motu e cierta ciencia e poderío real absoluto de que quiero usar en esta parte. como rey e soberano señor de mis regnos. non reconscientc superior en lo temporal dellos. dentro de los quales son situadas las dichas cibdad e villas e lugares e tierras e castillos e fortalezas e todas las otras suso dichas e cada una dellas e porque, segund derecho e leyes de mis regnos. el derecho del poderio del rey es tal que todas las leyes e derechos tiene so si e porque el su poderío non lo ha de los omes, mas solamente de Dios, cuyo logar tiene en todas las cosas temporales de sus regnos e avido, primeramente, sobre todo esto mi solepne tratado e acuerdo e deliberacion con los perlados e otros 172 uno dellos lo que tañe, como suso dicho e declarado es. e al dicho rey don Juan de Navarra, mi tio nin a sus herederos e subcesores e descendientes nin a otro por ellos nin otra persona alguna de qualquier estado o condicion, preeminencia o dignidad que sean, non quede nin queda en ello nin en cosa alguna nin parte dello nin a la tenencia e posesion e quasi posesion e detentacion e propiedad e señorío e uso e exercicio dello e de cada cosa e parte dello, demanda nin derecho nin accion nin peticion nin recurso nin otra cosa alguna, porque sea o ser pueda, antes, si nescesario o complidero o provechoso es a los sobredichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e a sus herederos e subcesores e a cada uno dellos. yo por la presente, non perjudicando en cosa alguna a los derechos e titulos que ellos han e tienen a las dichas cibdad e villas e logares e tierras e castillos e fortalezas e a todo lo suso dicho e cada cosa dello e a la propiedad e señorío e tenencia e posesion e casi posesion e detentacion e exercicio e uso de todo ello e de cada cosa e parte dello, mas corroborando aquello e que todo aquello e cada cosa e parte dello les sea e quede, todos tiempos, ileso e intacto e libre e quito, como suso dicho es, les fago a cada uno dellos, de lo que suso declarado es, pura, propia gracia, donacion e non revocable, que es dicha entre vivos, de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello como de cosa mia propia e por mi poseida e de todo e qualquier derecho e demanda e accion e peticion que a ello o a qualquier cosa o parte dello me competa o competer pueda, en qualquier manera e por qualquier titulo e causa e razon que ser pueda e les do e traspaso la tenencia e posesion e propiedad e señorio e la quasi posesion e detentacion e uso e exercicio de todo ello e de cada cosa e parte dello e poder e facultad e actoridad para lo retener e continuar e defender e resistir e repeler, con armas o sin armas. a qualquier o qualesquicr que por qualquier titulo e actoridad. con armas o sin armas, lo quieran e tienten de invadir o entrar o tomar e ocupar e pertubar o les inquietar o molestar sobre ello, a ellos o a qualquier dellos o a sus herederos e subcesores o aquel o aquellos que dellos o de qualquier dellos ovieren causa e que puedan facer e fagan la dicha resistencia e repulsion, sin pena e sin caluña alguna, en caso que tallen o les sea fecha qualquier resistencia actual o verbal e aunque todo concurra ayuntada o apartadementc. la qual dicha gracia e donacion e cesion e todo lo otro suso dicho e cada cosa dello, como mas e mejor e a su pro e saneamiento se requiere. fago a los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron, a cada uno dellos, como de lo que suso dicho es. a mayor ahondamiento e guarda e saneamiento dellos e de cada uno dellos e de sus herederos e subcesores. en parte de alguna emienda e remuneracion de los altos e nobles servicios que cada uno dellos me han fecho e facen de cada dia, los quales son notorios e por tales los he e apruebo e afirmo, por esta mi carta, contra la qual confirmacion quiero e mando que non pueda ser rescebida nin admitida probanza alguna. directe nin indirecte e alzo e quito toda obrepcion e suybrepcion e todo otro obstaculo e impedimento, asi de fecho como de derecho, de qualquier natura, vigor, efecto, qualidad e misterio que pudiese o pueda embargar o perjudicar a lo suso encorporado e a lo que en esta mi carta es o sera contenido o a qualquier cosa o parte dello e suplo qualesquier defectos. en caso que algunos oviese e otras qualcsquier cosas, asi de esencia e sustancia, como de solepnidad. nescesarias e grandes de mis rcgnos e caballeros e doctores del mi Consejo e con los dichos procuradores de mis regnos e con su acuerdo e consejo, confirmo e apruebo la dicha renunciacion e remision e quitamiento e cesion e promision e avenencia e trasaccion e paccion e dexamiento e traspasamiento e alienacion e todas las otras cosas e cada una dellas. contenidas en el dicho instrumento suso encorporado; e interpongo a todo ello e a cada cosa e parte dello mi solepnc decreto e actoridad real para que vala e sea firme, estable e valedero en todo e por lodo, perpetuamente para siempre jamas. E quiero e mando e declaro e dispongo que yo e mis herederos e subcesores podamos aver e ayamos libre e quita e desembargadamente, para siempre jamas, las dichas villas de Medina del Campo c Olmedo e Cuellar e Roa e Aranda e Briones e todas las otras villas e logares e tierras e castillos e fortalezas e señoríos e juridiciones e todas las otras cosas e cada una dellas que el rey de Navarra, mi tio, avia e tenia e poseia en mis regnos e señorios e le pertenescian e pertenescer podian, por causa e titulo e derecho e voz e razon e accion e peticion e obligacion e hipoteca o en otra qualquier manera, a el o a sus herederos e subcesores e descendientes e a cada uno dcllos e a la propiedad e señorío e posesion e casi posesion e detentacion e uso e execucion de todo ello e de cada cosa e parte dello, lo qual todo e cada cosa e parte dello, el dicho rey de Navarra, mi tio, en mi e en mis herederos e subcesores renuncio e traspaso, segund dicho es, todavia excepta la dicha villa de Atienza, segund que de suso se face mencion e, asi mesmo, exceptas la dicha cibdad de Chinchilla c las dichas villas de Alarcon e Albacete e Hellin e Tovarra e Yecla e Sax e el Castillo de Garci Muñoz e Sant Clemente e el Villarejo de Fuentes con sus tierras e fortalezas e con todas las otras sus pertinencias que dicho señor rey de Navarra, mi tio, asi mesmo, renuncio e traspaso en el dicho marques don Juan Pacheco e, otrosi, excepto la dicha villa de Peñafiel e su tierra con su castillo e fortaleza e con todas las otras pertinencias que, asi mesmo, renuncio e traspaso en el dicho don Pedro Giron maestre de Calatrava, el qual dicho marques don Juan Pacheco, tiene e posee justa e legitamente por justos e derechos titulos e puede e deve tener e poseer por si e para sus herederos e subcesores e para aquel o aquellos que del ovieren causa e titulo, la dicha cibdad de Chinchilla e las dichas villas de Alarcon e Albacete e Hellin e Tovarra e Yecla e Sax e el Castillo de Garci Muñoz e Sant Clemente e el Villarejo de Fuentes, con sus tierras e fortalezas e con todas las otras sus pertinencias e pueda facer de todo e cada cosa e parte dello como de cosa suya propia e libre e quita e desembargada. E, asi mesmo, el dicho maestre don Pedro Giron, tiene e posee justa e legitimamente por justos e derechos titulos e puede e debe tener e poseer para si e para sus herederos e subcesores, libre e quitamente, la dicha villa de Peñafiel e su tierra con su castillo e fortaleza e con todas las otras sus pertinencias e puede facer de todo ello e de cada cosa e parte dello como de cosa suya propia, libre e quita, por quanto asi la propiedad e señorío como la tenencia e posesion e casi posesion e detentacion e uso e exercicio e todo qualquier derecho e accion e obligacion e hipoteca e voz e razon e titulo que al dicho rey de Navarra, mi tio o a sus herederos o subcesores e descendientes, pertenescia o pertenescer podia, por qualesquier manera e por qualquier causa e razon e todo lo suso dicho e en cada cosa e parte dello, fue e es del dicho marques don Juan Pacheco e mestre don Pedro Giron, de cada 173 encorporado e dello fecha espresa c especial mencion e pronuncio e declaro e mando por mi juicio e sentencia real que los dichos mayoradgos e vinculos e obligaciones e firmezas e facultades e subrogaciones e instituciones e substituciones e trasmisiones e suyecciones e restitucion e submision e fideicomisos e pactos e condiciones e penas e modo e hipotecas e los dichos previllejos e cartas e testamentos e cobdeçillos e contractos e otras dispusiciones e cscripturas e leyes e todo lo otro suso dicho e cada cosa dello, non pudo ser fecho nin valer, en caso que pudiera ser fecho, que deve ser desalado e yo asi lo desato e caso c anullo como aquello que tendio e tiende en daño comun e enoxa de la cosa publica de mis regnos e dio causa para delinquir, por lo qual. segund derecho e leyes de mis regnos. non valio nin vale nin devio nin deve sortir efecto nin eficacia nin subsistencia alguna e que, sin embargo de todo ello, la dicha cibdad e villas e lugares e todas las otras cosas suso dichas e cada una dellas, siempre fueron e pudieron ser alienables e el dicho rey de Navarra, mi tio, las pudo renunciar e traspasar en mi e. asi mesmo, en los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron. segund e lo que en cada uno dellos renuncio e traspaso, como dicho es, todo esto e cada cosa dello, sin embargo nin contrario nin obstaculo nin impedimento alguno que sea o ser pueda e que pudo pasar e paso el señorío de lodo ello e la traslacion del en mi e. asi mesmo, en los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e en cada uno de nos. segund lo que suso dicho es declarado e especificado e se pudo bien facer en nos e en cada uno de nos, la dicha alienacion e todo lo otro suso dicho e cada cosa dello e que non quedo nin queda en ello nin en cosa alguna nin parte dello nin a ello nin a cosa alguna dello nin causa nin razon dello, demanda nin derecho nin accion nin peticion real nin personal nin otro recurso nin remedio que sea o ser pueda, ordinario nin extraordinario, vario nin mixto nin por oficio de juez, noble nin mercenario nin en otra qualquier manera e via que sea o ser pueda, principal nin acesoria nin incidentemente nin por beneficio de restitucion, in intregum nin en otra qualquier manera nin por qualquier via nin auxilio nin rucurso que sea o ser pueda nin a sus herederos e subcesores e descendientes nin a otro por el nin por ellos nin a otra persona nin personas algunas de qualquier estado o condicion, preeminencia o dignidad que sean, directe nin indirecte nin principal nin accesoria nin incidentemente nin en otra manera alguna, lo qual todo suso dicho e cada cosa e parle dello yo, por la presente, estingo e lo quito e privo e amuevo de mi cierta ciencia e propio motu e poderío real absoluto, como suso dicho es, asi quanto al señorío e propiedad como a la tenencia e posesion real e corporal, cevil e natural e a la detentacion e restitucion de espoliacion e en otra qualquier manera e obligacion e accion e previllejada e no previllejada que sea o ser pueda e les competa o compeler pueda, en juicio o fuera de juicio, todo esto suso dicho c cada cosa dello. non e m b a r g a n t e s q u a l e s q u i e r leyes, fueros e d e r e c h o s . ordenamientos, estilos e costumbres e fazañas e carias e rescriptos e previllejos e otra qualquier cosa, asi de fecho como de derecho, de qualquier efecto, qualidad e vigor e misterio que en contrario sea o ser pueda, aviendo e lo he aqui por expresado c declarado, bien asi como si de palabra a palabra aqui fuese puesto e fecho dello, espresa e especial mencion. Otrosi, non embargante las leyes que dicen que las cosas de c o m p l i d e r a s o p r o v e c h o s a s de se suplir, principal o acesoriamente, para perpetua validacion e corroboracion de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, non embargantes qualesquier mayoradgo o mayoradgos e vinculos e firmezas e facultades e subrogacion o subrogaciones. institucion o instituciones, susyecion o subyeciones. submision o submisiones, obligacion e obligaciones e fideicomisos e pactos e condiciones e penas e modo e hipoteca e hipotecas e otras qualesquier cosas, de qualquier natura, vigor, efecto. qualidad e misterio que sea o ser puedan, fechas e ordenadas por los reyes de gloriosa memoria, mis progenitores o por qualquier dellos e, especialmente, por el infante don Sancho, mi bisabuelo e por el rey don Fernando de Aragon, mi abuelo e por la reina doña Leonor, su muger. mi abuela, cuyas animas Dios aya o por otros qualesquier reyes o personas de qualquier estado o condicion, preeminencia o dignidad que sean, en qualquier menera e por qualesquier causas, aunque sean pias e urgentes e nescesarias o en otra qualquier manera, con qualesquier fuerzas e vinculos e firmezas e clausulas e importancias de qualquier natura, vigor, efecto, qualidad o misterio que sean o ser puedan, por las quales o por qualquier o qualesquier dellos se conteniese o aya seido mandado, dicho e ordenado, establecido e dispuesto que la dicha cibdad e villas e lugares non pudiesen ser trasmisibles nin enejenadas nin pudiesen pasar nin pasasen, salvo en ciertas personas nin se pudiesen perder por delito nin maleficio nin escesos nin crimen alguno, mayor nin menor, aunque fuesen crimen de lesa mayestatis e que en los tales casos o en otros qualesquier. cada que acaesciere lo tal, por el mesmo fecho o en otra qualquier manera pasase e se trasmitiese o a otros qualesquier e lo qucllos oviesen e pudiesen aver e sus herederos e, asi mesmo, en caso que, ende, fuese dicho e dispuesto e mandado o ordenado que la dicha cibdad e villas e lugares e castillos e fortalezas e bienes e heredamentos e cosas, hayan seido o fuesen de su natura o en otra qualquier manera inalienabiles e imprexcriptibiles e que se non pudiesen pasar nin enagenar por caso nin causa alguna, aunque aquella fuese urgente o nescesaria e otra qualquier e que non pudiese pasar el señorío nin la traslacion del nin la posesion e quasi posesion e detentacion de lo susodicho o de qualquier cosa o parte dello, a persona nin personas algunas de qualquier estado o condicion, preeminencia o dinidad e por cartas e testamentos e cobdecillos e contractos e otras dispusiciones e cscripturas que sobre ello ayan seido fechas o a sus herederos e subcesores o en otra qualquier manera e aunque contengan otras qualesquier prohibiciones e defendimientos e clausulas e aunque ayan fuerza e vigor de ley o en otra qualquier manera e de qualquier vigor, efecto, qualidad e misterio e yo, movido por las causas suso dichas e por otras justas e ligitimas e notorias que la experiencia ha mostrado e muestra de cada dia, por las quales cumple asi a servicio de Dios e mio e a cxccucion de la mi juisticia e al bien publico e paz e sosiego de mis regnos e para quitar e desviar dellos muy grandes escandalos e non reparables inconvenientes que fasta aqui se han seguido en mis regnos e se podrían seguir mas adelante por causa d lo suso dicho, lo caso e irrito e revoco e anullo e desato e lo do todo por ninguno e de ningund valor e lo he por non fecho nin pasado, bien asi como si nunca oviera seido nin fuera, rerum natura aviendo e lo he aqui por expresado e declarado, bien asi como si de palabra a palabra aqui fuese 174 contra qualquier o qualesquier dellos o contra otros qualesquier que dellos o de qualquier dcllos ovieren causa, en qualquier manera. E si contra el tenor e forma desta mi carta e aposicion de decreto real, el qual yo, por ello pongo, alguna cosa ficieren o conoscieren e pronunciaren o sentenciaren o judgaren o procedieren o ejecutaren o asentaren de facer e conoscer e pronunciar e judgar e sentenciar e proceder o egecutar, a sabiendas o morantemente, que, por el mesmo fecho e por ese mismo derecho, asi por defecto de juredicion como en otra qualquier manera de nullidad, aya seido e sea ninguno e de ningund efecto e valor todo lo que asi ficicren e judgaren e sentenciaren e pronunciaren e procedieren e executaren e todo ello e cada cosa e parte dello sea avido por non fecho e non pueda aver nin aya nin conseguir nin consigera efecto nin subsistencia alguna. E yo. por la presente, lo anullo e do por ninguno e de ningund valor e por tal lo he e declaro, asi como aquello que seria fecho e procedido contra mi expreso defendimiento e mandamiento. E otrosi. mando a los sobredichos e a cada uno dellos que cada que sobre ello fueren requeridos por los sobredichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron o por sus herederos e descendientes e subcesores e por aquel o aquellos que dellos o de qualquier dellos ovieren causa, que sin me requerir nin consultar sobre ello nin esperar otra mi carta nin segunda yusion, les den e fagan dar por sus personas e con sus gentes e armas todo favor e ayuda que les pidieren para continuar e retener e tener e poseer al dicho marques don Juan Pacheco, la dicha cibdad de Chinchilla e las villas de Alarcon e Albacete de Hellin e Tovarra e Yecla e Sax e el Castillo de Garci Muñoz e Sant Chínente e el Villarejo de Fuentes, con sus tierras e fortalezas e con todas otras sus perticncias e al dicho maestre don Pedro Giron, la dicha villa de Peñafiel e su tierra, con su castillo e fortaleza e con todas las otras sus pertenencias e para resistir e resistan, con armas o sin armas, a todas e qualesquier personas de qualesquier estado o condicion, preheminencia o dignidad que sean, que lo quieran embargar o contrariar o entrar o tomar, en qualquier manera o por qualquier titulo o causa o razon e color que sea o ser pueda e que lo asi fagan e c u m p l a n , non e m b a r g a n t e s q u a l e s q u i e r mis cartas e provisiones, aunque contengan qualesquier penas de mal caso e otras qualesquier de qualquier importancia e con qualesquier clausulas abrogatorias e derogatorias e otras qualesquier que sean o ser puedan e asi mesmo. non embargante, que fallen o les sea fecha qualquier resistencia actual o verbal, con armas o sin armas o en otra qualquier manera e aunque todo concurra ayuntada o apartadamente. E los unos nin los otros non fagan. ende al. por alguna manera, so pena de la mi merced e de caer por ello en mal caso e de privacion de los oficios e de confiscacion de los bienes de los que lo contrario ficieren para mi camara e de perdere que ayan perdido por el mismo fecho, las tierras e mercedes e raciones e quitaciones e otros qualesquier maravedises que de mi han, tienen en qualquier manera e, demas, por qualquier o qualesquier dellos por quien fincas e de lo asi facer, mando al ome que les esta mi carta mostrare o su traslado signado de escriuano publico, que los emplace que parescan ante mi en la mi corte, do quier que yo sea, del dia que los emplazara a quince dias primeros siguientes e mando, so pena de la mi merced e de privacion del oficio e di diez mill maravedis para la mi camara, a qualquier escrivano publico que para esto fuere llamado, que de ende al que la uno non ge las puede el rey o principe tirar nin quitar sin causa legitima nin las dar a otro e quel rescripto e carta que contra esto fuese dado seria contra derecho natural e que deven ser llamados e oidos aquellos a quien tañe, en caso que se elixiese ellos aver fecho e cometido algunas cosas, porque las deviesen perder e que las cartas e rescriptos dadas contra ley o fuero o derecho deven ser obedecidas e non complidas, aunque contengan qualesquier abrogaciones e las leyes e fueros e derechos e otra firmezas e clausulas e aunque las tales cartas e rescriptos sean de primera e segunda yusion o dende en adelante e que las tales deban ser avidas por obreticias e subreticias e que non deben valer nin ser obedecidas nin complidas e que las leyes e fueros e derechos valederos non pueden ser revocados, salvo por otros lechos en cortes, ca yo por la presente, la qual quiero e mando que aya fuerza e vigor de la ley, asi c o m o fecha e ordenada e establecida e pronunciada en cortes e asi como si a ella oviesen precedido e en ella interviniesen e se subsiguiesen, todas aquellas cosas e cada una dellas que para lo tal se requiere, todo esto e cada cosa dello, yo queriendo usar e usando del dicho mi poderio real absoluto e porque soy cierto que lo suso dicho e en esta mi carta contenido, cumple asi a servicio de Dios e mio e a bien e pacifico estado e tranquilidad de la cosa publica de mis regnos e por evitacion de los dichos e s c a n d a l o s e inconvenientes, dispenso contra lodo lo suso dicho e contra cada cosa e parte dello e contra otra qualquier cosa que en contrario sea o ser pueda, de lo en esta mi carta contenido e indugo contra todo ello e contra cada cosa e parte dello mi plenisima e perfecta dispensacion real e quiero e me plaze e mando e es mi merced e voluntad que se faga e observe e guarde inviolablemente, para agora e para siempre jamas, todo lo suso dicho e cada cosa e parte dello, sin contradiccion nin obstaculo alguno que sea o ser pueda, segund que lo yo quiero e mando por esta mi carta. E mando a los infantes, duques, condes, marqueses, ricos omes, maestres de las ordenes, priores e a los del mi Consejo e oydores de la mi Audiencia e al mi justicia mayor e alcaldes e alguaciles e otras justicias de la mi casa e corte e chancilleria e a los comendadores e subcomendadores, alcaides de los castillos e casas fuertes e llanas e a los mis adelantados e merinos e otros qualesquier mis j u e c e s ordinarios e estraordinarios, delegados e subdelegados, comisarios e otros qualesquier e a lodos los concejos, alcaldes e alguaciles, regidores, caballeros. escuderos e omes buenos de todas las cibdades e villas e lugares de los mis regnos e señoríos e a otros qualesquier mis vasallos e subditos e naturales de qualquier estado o condicon, preeminencia o dignidad que sean e a qualquier o qualesquier dellos que guarden e complan e fagan guardar e complir en todo e por todo, segund que en esta mi carta se contiene, para agora e para siempre jamas e que non vayan nin pasen nin consientan nin permitan ir nin venir nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello por alguna nin razon nin color que sea o ser pueda nin se entrometan de conoscer nin conozcan de demanda nin pleito nin quistion nin controversia nin lid nin otra cosa alguna que contra ello o contra qualquier cosa o parte dello sea o ser pueda, en qualquier manera, quier sea movida contra mi o contra el mi procurador fiscal e promotor de la mi justicia c contra los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e contra cada uno dellos e contra sus herederos e subcesores e descendientes o 175 Fresno e Salvatierra e Salvaleon e sus tierras e terminos que son en el obispado de Badajoz. E de los logares de Padilla e Manzanilla e Morpeses de Yuso e Morpeses de Suso e Oreja e Fuente Pedrosa e Canalejas e la Torre e sus tierras e terminos que son en el obispado de Segovia; çebdad e villas e logares que don Johan Pacheco, marques de Villena, mi mayordomo mayor, ha e tiene en estos nuestro reinos e señorios, segund suelen andar en renta de alcavalas e terçias en los años pasados. e a cada uno de vos a quien esta mi carta fuere mostrada o el traslado della signado de escrivano publico, salud e graçia. Sepades que en el arrendamiento que yo mande fazer e se fizo por masa de las alcavalas e terçias de los dichos mis reinos e señoríos de los quatro años por quales yo mande arrendar. que comenzaron en el año pasado de mill e quatroçientos e çinquenta e çinco años, quedaron por arrendar las alcavalas e terçias de las çebdades e villas e logares que los duques, condes e marqueses e algunos perelados e cavalleros de los dichos mis reinos, tienen en ellos entre las quales fincaron por arrendar las rentas de las alcavalas e terçias desas dicha çebdad e de las otras dichas villas e logares que el dicho marques tiene, como dicho es, e las quales dichas rentas de las dichas alcavalas e terçias de los dichos quatro años con el recabdamiento dellas; e los mis contadores mayores, por mi mandado, pusieron en almoneda publica aqui en la mi corte en el estrado7 de las mis rentas, e non paresçio quien las puxase en preçios razonables. E porque cunple a mi serviçio que las dichas rentas se afielden e non esten en fieldad 8 segund que estan, mi merçed e volontad es que Diego de Ordas, mi basallo, bezino de Segovia, faga e atienda por mi e en mi nombre, por granado o por menudo, todas las dichas rentas de las dichas alcavalas e terçias desta dicha çebdad de Chinchilla e de las otras dichas villas e logares de suso contenidas. E cada una dellas, de los dichos quatro años e de cada uno dellos; es a saber, las rentas de cada parte de cada una dellas sobre si juntamente o cada una dellas por si, como mas entendiere que cunple a mi serviçio en qualesquier partes o logares quel quisiere e que las remate de todo remate en las personas que por ellas mayores preçios dieren e con las condiçiones e salvado de los años pasados e que les de e pueda dar sus cartas de arrendamiento e arrendamientos de las dichas rentas e sus cartas de contrato de como le contrataron en ellas de fianzas e su pagamiento segund la mi ordenanza, e los quales dichos arrendadores, que de las dichas rentas fueren, es mi merçed que las cojan e recabden por las leyes e condiçiones de los quadernos con que el rey don Juan, mi señor e padre, de gloriosa memoria cuya anima Dios aya, mando cojer e recabdar las dichas alcavalas e terçias en los años pasados de mill e quatroçientos e çinquenta e vno e çinquenta e dos años. E que el dicho Diego de Hordas, mi vasallo, reçeba e recabde por mi e en mi nonbre, todos los maravedis que valieren e porque se arrendaren las dichas rentas e cada una dellas, para lo que mando dar esta mi carta en la dicha razon; porque vos mando, vista esta mi carta o el dicho traslado signado, como dicho es, a todos c a cada uno de vos en vuestros logares e jurediçiones que dexedes e consintades al dicho Diego de Ordas fazer e arrendar las dichas alcavalas e terçias de esa dicha çebdad de Chinchilla e Albaçete e Hellin e Tovarra e Villena e Almansa e Yecla e Sax e Jumilla e Alcala del Rio e Xorquera e Ves e Utiel e Atarejos e Piqueras e Albaladejo e Belmonte e San Clemente e el Castillo de Garçi Muñoz e mostrare testimonio signado con su signo, sin dineros, porque yo sepa en como se cumple mi mandado. E desto, mande dar esta mi carta de previllegio, firmada de mi nombre e rodado e sellado con mi sello. Dada en la muy noble cibdad de Cordoba, a doce dias de jullio, año del nascimiento del nuestro señor Jhesu Christo de milile quatrocientos e cinquenta e seis años. Primera escripto sobre rayado o diz sus e do diz corroboracion e o diz vos en el dicho e o diz desdendientes e o diz callada e o diz por nos e o diz detentacion e o diz otras. Va escripto entre renglones o diz dicho e o diz dellos e o diz dellos e o diz e perfecta e o diz e subcomendadores e o diz de escrivano. Vala e non le empezca. Yo el rey. E yo el dotor Fernando Diaz de Toledo, oydor e refrendario del rey e del su Consejo e su secretario e notario mayor de los privilegios rodados, la fice escrevir por su mandado. Registrada. X 1458-111-28 Madrid. Enrique IV encarga a Diego de Hordas la recaudación de las tercias y alcabalas de Chinchilla, Albacete, Hellín, Yecla y otras villas dependientes del marqués de Villena, durante cuatro años. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 3/2. Los reyes cuando otorgaban a los nobles la propiedad y/o jurisdicción de ciudades o villas siempre guardaban para sí algunos impuestos que eran especificados en las cartas de concesión. Entre los tributos que se reservaba la corona estaban, especialmente, las tercias reales y las alcabalas. Este era un impuesto general que data de la época de Alfonso XI. Con Enrique III adquirió definitivamente carácter de renta fija y ordinaria grabando todas las compraventas en el diez por ciento del valor del producto. Inicialmente, una parte la satisfacía el vendedor y la otra el comprador, pero en el siglo XV era pagada exclusivamente por el vendedor. Las tercias reales consistían en la recaudación por los monarcas de las dos novenas partes del diezmo eclesiástico. Ambos impuestos y algunos otros, se los reservaban los monarcas, aunque a lo largo del siglo XV muchos nobles terminaron apropiándose de ellos con lo que incrementaron sobremanera sus ingresos a cambio de esquilmar el patrimonio real. Don Enrique por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de Jaen, del Algarve, de Algeziras e señor de Vizcaya e de Molina a los conçejos, corregidores, alcaldes, alguaziles, cavalleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos de la çebdad de Chinchilla e de las villas de Almansa, Hellin e Tobarra e Villena eAlbazele e Yecla e Sax e Jumilla e Alcala del Rio e e Xorquera e Ves e sus terminos e sus tierras e terminos e jurediçiones que son en el obispado de Cartajena e de la villa de Utiel e de los lugares de Altarejos e Piqueras e Alvaladejo e sus tierras e terminos que son en el obispado de Cuenca e de las villas de Belmonlc e San Clemente c el Castillo de Garçi Muñoz e Alarcon e Yniesta e la Robda e los logares de sus tierras e cañadas e tenençias que son en el partido del Marquesado de Villena. E de las villas de Villanueua de la Fuente e el Bonillo e Muñera e Luzuza e Villarrobledo e sus tierras e terminos que son en el Arçedianazgo de Alcaraz. E de la villa de Moguer e su tierra e termino que es en el partido del condado de Niebla e de las villas de Villanueva de Barcarrota e Villanueva del 176 dichos maravedís e otras cosas de las dichas alcavalas e terçias de esas dichas çebdad e villas e logares e de cada una dellas de los dichos quatro años e de cada uno dellos, segund dicho es, por esta dicha mi carta e por el dicho su traslado signado como dicho es, le mando que vos prenda los cuerpos e vos tenga presos e bien recabdados e vos non de sueltos ni fiados. e vos tome e prenda vuestros bienes de cada uno de vos e de vuestros fiadores que daredes e ovieredes dado en las dichas rentas, asi muebles como raizes e los venda e remate en publica almoneda como por maravedis del mi aver. E de los maravedis que valieren se entregue de todos los dichos maravedis e otras cosas que devedes e devieredes e ovieredes a dar de las dichas mis rentas, en la manera que dicho es. E es mi merçed e mando que por defecto de las fianças que el dicho Diego de Ordas asi tomare e reçibiere de los arrendadores e otras personas que del, arrendare las dichas rentas e cada una dellas de los dichos quatro años e de cada uno dellos, no le pueda ser inputada ni cargada ni se inpute ni cargue culpa ni cargo alguno ni el dicho Diego de Ordas sea tenido ni obligado a lo remediar nin sanar; ca desde agora como de entonçes e de entonçes como de agora, aprueuo e loo e he por bueno el dicho arrendamiento que el dicho Diego de Ordas asi fiziere e las fiangas que en la dicha razon reçebiere. E por esta mi carta mando a los dichos mis contadores mayores que asienten en los mis libros de las rentas el dicho arrendamiento o arrendamientos que el dicho Diego de Ordas asi fiziere de las dichas rentas de los dichos años e de cada uno dellos, porque lo puedan poner o pongan en las reçebtas 10 que dieren a los mis contadores mayores de las mis cuentas. E, otrosi, mando que por ningunos ni algunos de los dichos mis contadores mayores e contadores de rentas ni por otra persona alguna no les sean demandadas otras diligençias ni otra razon alguna salvo aquellas que el dicho Diego de Ordas fiziere o diere firmadas de su nonbre e signadas de escrivano publico, conteniendo por ellas como fueron apregonadas las dichas rentas e cada una dellas en la villa e logar dende las asi fizieron. de como se remataron en la persona o personas que del, las arendaren e por los pregios e contias de maravedis que por ellas hallo. Lo qual, es mi merçed que se faga e cunpla, asi segund que por esta mi carta lo yo mando, non enbargante que qualesquicr leyes e ordenanzas e usos e costunbres que en contrario desto sean o ser puedan, con las quales e con cada una dellas dispongo en quanto a esto. E los vnos ni los otros non fagades ni fagan, ende al, por alguna manera, so pena de la mi merged e de diez mill maravedís para la mi camara e a cada uno por quien fincare de lo asi fazer e cunplir. E demas, mando al ome que vos esta mi carta mostrare o el dicho su traslado signado como dicho es, que vos cnplaze que parezcades ante mi en la mi corte, doquier que yo sea, los conçejos por vuestros procuradores e uno o dos de los ofiçiales de cada logar, personalmente, con poder de los otros, del dia que vos enplazare a quinze dias primeros siguientes, so la dicha pena a cada uno, a dezir por qual razon non conplides mi mandado. So la qual mando a qualquier escrivano publico que para esto fuere llamado que de ende, al que vos la mostrare, testimonio signado con su signo, para que yo sepa como se cunple mi mandado. Dada en la villa de Madrid a vente e ocho dias de margo, año del nazimiento del nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e çinquenta e ocho años. E mando a los dichos mis contadores mayores que tomen en si. Alarcon e Yniesta e la Robda e Villanueua de la Fuente e El Bonillo e Munera e Lozuza e Villarrobledo e Moguer e Villanueua de Barcarrota e Villanueua del Fresno e Salvatirra e Salvaleon e Padilla e Manganilla e Morpeses de Yuso e Morpeses de Suso e Oreja e Fuente Pedrosa e Canalejas e la Torre e sus tierras e terminos e juredicçiones e cada una dellas. de los dichos quatro años que comenzaron primero dia de enero del dicho año pasado de mill e quatroçientos e çinquenta e çinco años e se cunpliran en fin de mes de dizicnbre deste año de la data de esta mi carta e de cada uno dellos, por granado o por menudo, de esa dicha çebdad e cada una villa e logar sobre si, con las condiçiones e salvado de los años pasados, segund dicho es e rematarlas en la persona o personas que mayores preçios dieren por ellas e por cada una dellas, tanto que de las rentas de cada un partido se faga su renta e preçio sobre si, segun dicho es; e que las pueda fazer e faga en la dicha çebdad e villas e logares suso dichas o en otras qualesquier çebdades o villas o logares que el quisiere e entendiere que cunple a mi serviçio e que recudades e fagades recudir a las personas que, asi, del arrendare las dichas rentas con los maravedis e otras cosas que han valido o rendido e valieren e rendieren en los dichos quatro años e en cada uno dellos, mostrandovos sus cartas de rendimientos de como arrendaron del, las dichas rentas e sus cartas de contrato de como lo contrataron en ellas, de fianças a su pagamiento, segund la mi hordenança, los quales dichos arrendadores e cada uno dellos, es mi mandado que cojan e recabden e demanden las dichas rentas e cada una dellas, por las dichas leyes e condiçiones de los dichos quadernos del dicho rey mi señor, de los dichos años pasados de çinquenta e vno e çinquenta e dos e de qualquier dellos. E, otrosi, por esta mi carta o por el dicho su traslado signado, como dicho es, mando a vos, los dichos conçejos e corregidores e alcaldes e regidores e otros ofiçiales suso dichos, desta dicha çebdad de Chinchilla e villas e logares susodichos e de cada una dellas e a los arrendadores e fieles e cojedores e terçeros e deganos 9 e mayordomos e otras personas qualesquier que han cojido e recabdado e cojen c recabdan e ovieren de cojer e de recabdar en renta o en en fieldad o en terçera o en otra manera qualquiera, las dichas rentas de las dichas alcavalas e terçias desta dicha çebdad e villas e logares de suso dichas e de cada una dellas, de los dichos quatro años e de cada uno dellos; e rendades e fagades rendir al dicho Diego de Ordas, con todos los maravedis de pan e vino e ganados e otras cosas qualesquier que las dichas alcavalas e terçias desta dicha çebdad e villas e logares, de suso dichas, han valido e rendido e valieren e rindieren e porque se arrendaren en los dichos quatro años e en cada uno dellos, con todo, bien e conplidamente en guisa que le non niegue, ende, cosa alguna, por quanto mi merçed e voluntad es que los regiba e recabde para fazer dellos lo que le yo mandare e cunpliere a mi serviçio. E dadgelos e pagadgelos a los plazos e en la manera que a mi los abedes a dar e pagar e de lo que le dicredes e pagaredes tomad sus cartas de pago que se vos han reçebido en quenta. E a otro alguno nin algunos non recudades nin fagades recudir de cosa alguna de lo que dicho es, si non ser çiertos que quanto de otra guisa dieredes e pagaredes o fiziesedes dar o pagar que lo perderedes e vos non sera reçebido en quenta e aberlo hedes a pagar otra vez a mi o al dicho Diego de Ordas. en mi nonbre. E si non dieredes o pagaredes al dicho Diego de Ordas los 177 e lides e contiendas, las quales el dicho rey de Castilla e nos conprometimos e posimos en poder del muy reverendo in Chisto, padre don Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo. primado de las Españas, chançeller mayor de Castilla e en los ilustres c magnificos don Juan Pacheco, marques de Villena e don Enrique, conde de Alva de Liste e en el magnifico comendador Juan Fernandez Galindo, todos del Consejo del dicho señor rey de Castilla, nuestro muy caro e amado sobrino. para que ellos viesen, librasen, decidiesen, determinasen e atajasen las dichas diferençias e lides e contiendas, como ellos quisiesen e por bien tomasen. Los quales. por vertud del dicho compromiso que entre el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino e nos, dieron cierta sentençia, la qual por nos los dichos reyes, espresamente fue consentida, loada, aprovada, amologada, segund que en el dicho conpromiso e segund la aprovaçion e consentimiento, mas largamente se contiene. E entre las otras cosas contenidas en la dicha sentençia se contiene un capitulo que dize asi: el traslado desta mi carta e lo pongan e asienten en los nuestros libros e sobre escrivan el orginal, non enbargante qualesquier mercedes e leyes e pramaticas sançiones que en contrario sean, con las quales de mi çierta çiençia e propio motu, yo dispenso. Va hemendado o diz dichas al e o diz Almansa. Yo, el Rey. Yo, Alvar Gomez, de Çebdad Real, secretario de nuestro señor el rey, la fíz escrevir por su mandado. Conçejos e corregidores, alcaldes, alguaziles, cavalleros. escuderos e ofiçiales e omes buenos de la çebdad de Chinchilla e de todas las otras villas e logares contenidas en esta carta. XI S/f-S/L-. Don Juan II de Aragón y Navarra, en cumplimiento de los acuerdos llevados a cabo con Enrique IV, renuncia en favor de Juan de Pacheco, marqués de Villena v maestre de Santiago, traspasándole cualquier derecho que le pudiese haber quedado referido a la posesión de la ciudad de Chinchilla y villas de Yecla, Sax, Hellín, Albacete, Alarcón, Tobarra, el Castillo de Garci Muñoz, San Clemente y Villarejo de Fuentes. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 100/1. Item, que los capitulos e renunçiaçiones e çesiones e traspasaçiones e donaçiones e otros qualesquier contratos e escripturas de qualquier utilidad oficio e misterio que fueren fechos e otorgados en nonbre de los dichos señores reyes en las villas de Agreda e Almançan e, despues, por ellos confirmados e jurados e reteficados e por virtud de los dichos capitulos lechos, dados e otorgados e los prometidos de los maravedis de juro de heredad, que el dicho rey, nuestro señor, dio al dicho rey de Aragon, nuestro señor, reforme, ratifique e aprueve e de nuevo se otorge e faga, segund e por la forma e manera que en ellos se contiene, por el dicho rey, nuestro señor e por el dicho señor rey de Aragon e por las otras personas a quien los dichos capitulos e contractos e escripturas atañe, quand fuertes, conplidos e bastantes, para firmeza e validacion dellos se requieran e fazerse puedan, las quales dichas reconfirmaciones de la dicha paz e de las dichas renunciaciones e contractos e cosas suso dichas, se ayan de fazer e otorgar e otorguen e fagan dentro de dos meses primeros siguientes, contados desde el dia de la data desta sentencia, las qualcs se trayan a nos, los dichos juezes, dentro deste termino para que las demos a las partes a quien atañe. Por ende, nos el dicho don Juan, rey de Aragon e de Navarra. de nuestra çierta çiençia e libre e agradable e espontanea volontad. aviendo los dichos compromiso e sentencias e el tenor dellos aqui por espresos, laudamos, aprovamos, reteficamos e amologamos la dicha sentençia arbitraria, dada por los dichos arzobispo de Toledo e marques de Villena e conde de Alva de Liste e comendador Juan Fernandez Galindo. E nos plaze e queremos e prometemos de la tener e guardar e observar e mantener inviolablemente, agora e para siempre jamas e aquella e el capitulo suso incorporado contenido, sequiendo e abiendo consideracion de los buenos e señalados seruiçios que vos, el dicho marques, nos abeis fecho, que son a nos e a todos nosotros e por tales los abemos e aprovamos e queremos que en ningund tienpo seades temidos a los provar e porque, sienpre, vos trabajastes e procurastes con todas vuestras tuercas e a todo vuestro bueno e leal poder, porque la buena paz e concordia e amor del dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino e nos e sus reinos e señorios e tierras e nuestros reinos e señorios e tierras, fuese guardado e oservado e fuesen quitadas, entre nos, todas discordias e diferencias e estraniezas e incovinientes e Este documento parece un borrador realizado por el infante don Juan de Aragón sobre su renuncia a la ciudad de Chinchilla y demás villas del Señorío de Villena, entregado a don Juan Pacheco para que éste diera su conformidad. Un documento de parecido contenido fue recogido en la confirmación llevada a cabo por Enrique IV en 1456, conservado en el archivo de los duques de Osuna. (Véase Documento IX). Del mismo se deduce que a la hora de llevar a efecto los acuerdos alcanzados en la década de los cincuenta, volvieron a surgir disidencias entre Enrique IV y don Juan de Navarra por lo que ambos reyes, de mutuo acuerdo, nombraron como mediadores al arzobispo de Toledo, don Alonso Carrillo, primado de las Españas, al propio Juan Pacheco, al conde de Alba y al comendador Juan Fernández. Galindo para resolver las diferencias. El presente documento sería un borrador de la aceptación de las propuestas de los mediadores, cuando don Juan ya ocupaba el trono de Aragón, entrando, así, este interminable conflicto en la recta final para su solución definitiva. No consta en el documento fecha alguna, pero debió de producirse con posterioridad a 1458, año en que el infante don Juan, a la muerte de su hermano Alfonso V. fue proclamado rey de Aragón. In Dei nomine. Amen. Conosçida cosa sea a todos los que este publico instrumento vieren como nos, don Juan, por la graçia de Dios rey de Aragon e de Nauarra, etc.. por quanto nos, seyendo rey de Navarra e infante, de razon fezimos e otorgamos al ilustre e magnifico Juan Pacheco, marques de Villena, mayordomo mayor del muy alto e muy ilustre don Enrique, rey de Castilla e de Leon, nuestro muy caro e muy amado sobrino, vn contrato con juramento e voto e pleito omenaje, firmado de nuestro nonbre e sellado con nuestro sello e signado de escrivanos e notarios publicos, el tenor del qual es este que se sigue: Aqui ha de entrar todo el contrato. E porque despues que por nos, fue fecho e otorgado el dicho contrato e juramento e voto e pleito omenaje, entre el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino e nos, e entre sus reinos e nuestros ovo algunas diferençias e debates I78 e razones suso dichas, vos fazemos merçed e gracia e donaçion. çesion, traspasaçion pura, perfecta e non revocable, que es dicha entre bivos, para vos, el dicho marques don Juan Pacheco e para vuestros herederos e subçesores e fijos e desçendientes e para aquel o aquellos que de vos o dellos o de qualquier dellos ovieren cabsa, por juro de heredad, por sienpre jamas. E para lo vender e dar e trocar, canbiar e enpeñar e enagenar e para fazer dello e en ello todo lo que quisieredes e por bien tuvieredes, asi como de cosa vuestra propia. E de todo ello e de cada una cosa e parte dello, nos desapoderamos e desenenbestimos e a los dichos nuestros fijos e herederos e subcesores, e lo damos e donamos e çedemos e traspasamos a vos, el dicho marques don Juan Pacheco e a los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores universales e singualares e aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa e titulo, en tal manera que a nos nin en nos nin a los dichos nuestros fijos, herederos e subçesores e desçendientes, despues de nos nin a otra persona alguna, no ha quedado nin queda ningun titulo nin derecho nin penas nin ipoteca nin abçion nin obligaçion nin petiçion nin otro remedio nin recurso alguno a la dicha çebdad e villas e logares e castillos e fortalezas nin a cosa alguna nin parte de lo suso dicho nin lo retenemos nin queremos retener a nos nin para nos nin para los dichos nuestros fijos e desçendientes e herederos e subçesores, despues de nos, nin para otro alguno mas que vos, el dicho marques don Juan Pacheco, lo ayades e cogades todo e sea vuestro, libre e quito e desenbargado e de los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores. despues de vos, e de aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren titulo o cabsa. sin ninguna contienda nin debate e sin perturbacion nin molestia e sin ningund ostaculo e inpedimento. E confesamos e otorgamos que en el dicho contrato e pacto e voto, suso encorporado en este dicho contrato que vos, de nuevo, fazemos e otorgamos nin en cosa alguna dellos, no ha interbenido nin interbino nin interbiene fiçion nin simulaçion nin arte nin cautela nin fraude nin engaño nin dolo, requisa nin de vos, el dicho marques don Juan Pacheco nin de otra persona alguna que oviese dado nin diese cabsa para que lo feziesemos e otorgasemos, antes que abemos seido e somos cierto e çertificado e bien informado de todo lo que en el dicho contrato e pacto e juramento e voto e de lo contenido en este dicho contrato e esta dicha merçed e graçia e donaçion e çesion e traspasaçion que vos fazemos. E de todo ello nos plaze e consentimos en ello e en cada cosa dcllo, en qualquicr manera e valor que sea o ser pueda, aunque fuese e se podiese dar que fuese enorme, enormisima e intolerable, en ningun daño e detrimento nuestro e de nuestro patrimonio e de todos nuestros bienes e tierras e vasallos e señoríos e de la mayor parte dellos. Otrosí, prometemos e nos obligamos, por nos e por los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes, despues de nos, a vos, el dicho marques don Juan Pacheco e a vuestros fijos e herederos e desçendientes, despues de vos, e a aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa, e a vuestro procurador sofiçiente, que esta presente, reçibiente por vos e en vuestro nonbre e con vuestro poder bastante, esta dicha obligaçion e todo lo contenido en este dicho instrumento e cada cosa e parte dello e a los escrivanos e notarios publicos. yuso escriptos, como ante1 publicas por firme estipulaçion e quedasemos en buena e verdadera e perpetua paz. Asi mismo. abiendo c o n s i d e r a c i o n al grand debdo de sangre e consanguinidad que la marquesa, doña Maria Puertocarrero, vuestra mujer e vuestros fijos han con la reina doña Juana, nuestra muy cara e muy amada mujer e con nuestros fijos e en nuestra casa e por otras muchas razones que nos a ello mueven, de nuestra libre e agradable e espontanea voluntad, sin premia e sin fuerça e sin dolo nin engaño e sin otra arte nin cautela alguna, aprovamos. reteficamos, loamos e confirmamos la dicha sentençia arbitraria e el dicho contrato suso encorporado e cada cosa dello e todas las confisiones 11 e renunçiaciones e traspasamiento e revision e dexamiento e çesion e pago e transançion e todas las otras cosas e cada una dellas, contenidas en el dicho contracto de suso encorporado e jura e voto e pleito omenaje e todo lo en el contenido e cada una cosa dello, segund e por la forma e manera que en el dicho contracto se contiene e de nuevo lo otorgamos, todo e cada cosa de lo contenido en el. E porque nuestra intençion siempre fue e es que todo aquello para siempre sea guardado. agora, seyendo rey de Aragon e Navarra e de Çeçilia e seyendo mas poderoso e teniendo mas reinos e señorios, otorgamos e conosçemos que si algund titulo o derecho o abçion o petiçion o ipoteca o penas e obligaçion e otro qualquier remedio o recurso nos ha quedado e queda e conpetc o pertenesce c puede conpeter o pertencsçer a nos e los dichos nuestros fijos e descendientes e herederos e subçesores. despues de nos, e a otros qualesquier que de nos e dellos o de qualquicr dellos han abido e ovieren o han titulo o cabsa a la dicha çebdad de Chinchilla e a las dichas villas de Alarcon e Albaçete e Hellin e Tovarra e Yecla e Sax e al Castillo de Garçia Muñoz e a Sant Clemente e al Villarejo de Fuentes e sus aldeas e tierras e fortalezas e a la justicia e jurediçion çevil e criminal, alta e baxa e mero misto imperio, rentas e pechos e derechos e terçias e a las otras sus pertenençias e a la tenençia e posesion e casi posesion e propiedad e señorio de todo ello e a qualquicr cosa e parte dello e a todas las otras cosas e a cada una dellas que en vos e a vos, el dicho marques, renunçiamos, çedemos e traspasamos, por el dicho pacto e contrato e juramento e voto de suso encorporado, de nuevo agora, lo renunçiamos, çedemos e traspasamos a vos, el dicho don Juan Pacheco marques de Villena e vos façemos renunçiaçion, çesion e traspasaçion de todo e qualquier derecho, boz, abçion, recurso, que nos e los dichos nuestros fijos, herederos e suçesores o otras qualesquier personas por nos o por ellos han o podemos aber e nos pertenesçe o pertenesçer pueda, en qualquicr manera, al señorio e propiedad e a la posesion, vel casi, e a la tenençia e detentaçion de todo lo suso dicho. E todo lo apartamos e quitamos de nos e de los dichos nuestros fijos, herederos e subçesores e de cada uno de nos. E lo traspasamos e dexamos en vos e para vos, el dicho marques de Villena e para los dichos vuestros herederos e subçesores e para aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa. E confesamos que todo es vuestro e vos pertenesçe e que a nos nin a los dichos nuestros herederos e subçesores non queda ni pertenesçe cosa alguna en ello ni en parte dello. E por mas seguridad, si algun derecho o abçion o voz o remedio de derecho çevil o de las gentes, nos o los dichos nuestros herederos o subcesores abemos e nos queda c nos pertenesce de la dicha çebdad e villas e logares e castillos e fortalezas e a las otras cosas suso dichas o a cada una dellas, por las cabsas 1 179 (palabra ilegible) cada cosa e parte de ello e de non ir nin vernir nin iremos nin vernemos contra ello nin contra cosa alguna ni parte de ello en algun tienpo nin por alguna manera nin razon que sea e ser pueda, so pena de ( ) mill florines de buen oro e de justo peso de la ley e cuño de Aragon, la qual dicha pena, si en ella cayeremos o los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes, despues de nos o qualquier dellos, que sean para vos, el dicho marques don Juan Pacheco e para los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes, despues de vos, e para aquel o aquellos que de vos o dellos obieren cabsa. A la qual dicha pena nos obligamos, por pena e en nonbre de pena e por interes conbençional e por firme estipulaçion e pacto que con vos ponemos e con el dicho vuestro procurador, por vos e en vuestro nonbre, resçebiente la dicha estipulaçion e pacto. E la dicha pena, pagada o non pagada, que todavia seamos temidos e obligados a tener e guardar e conplir todo lo contenido en el dicho contrato e juramento e voto de suso encorporado. E otrosi, lo contenido en este instrumento, salvo en lo que toca a la villa del Castillo de Garçi Muñoz e al señorío e propiedad e posesion e casi posesion della, que non queremos hobligados a la eviçion 12 e saneamiento della; para lo qual todo suso dicho e para cada cosa e parte de ello, asi tener e guardar e conplir e que lo guardaremos e tememos e conpliremos, realmente e con efecto, obligamos a nos e a todas nuestras villas e logares. tierras e vasallos e bienes muebles e raizes, patrimoniales e fiscales, abidos e por aber. E otrosí, obligamos e ipotecamos a ello, espresamente, el un quento l3 e medio de maravedis de juro de heredad en cada un año, de los tres quentos e medio de maravedis de juro de herededad quel dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino, nos tiene asegurados en çiertas rentas de çiertas çebdades e villas e logares de sus reinos, por cabsa de la çesion, renunçiaçion e traspasamiento e pacto e contrato que fezimos al dicho rey de Castilla, nuestro caro e muy amado sobrino e con el e a vos e con vos, el dicho marques don Juan Pacheco e al dicho maestre don Pedro Giron. segund que en el contrato, que de suso va encorporado, se contiene. E queremos e consintimos e nos plaze que el dicho un quento e medio de maravedis de juro de heredad, en cada año, ayan quedado e queden e puedan ser e sean espresamente ipotecados e obligados a la dicha eviçion e saneamiento de lo contenido en el contrato suso encorporado, en quanto toca a vos, el dicho marques. Otrosí, a lo contenido en este contrato en que vos fazemos la entrega e donaçion e a los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes e aquel o aquellos que de vos o dellos, ovieren cabsa e para guarda e observacion e conplimiento de todo lo contenido en el contrato e juramento de suso encorporado e de todo lo contenido en este instrumento e cada cosa e parte dello, el qual dicho un quento e medio de maravedis, que asi vos obligamos e ipotecamos, son los que adelante se faze minçion e conbiene a saber: los doszientos mill maravedis que tenemos asegurados en las rentas e alcavalas de la çebdad de Salamanca e en su tierra e obispado e ciento e ochenta mill maravedis, en la renta de las alcavalas de la çebdad de Çamora e su obispado de los dozientos mill maravedís que alli tenemos asegurados. E otrosi, trescientos mill maravedis que tenemos asegurados en el servicio e medio serviçio de los judios e moros de Castilla e los otros ochoçientos e veinte mill maravedis, fincables en la renta del serviçio e montadgo, donde nos lo tenemos pacto que faremos e guardaremos e cunpliremos todo lo contenido en el contrato e juramento e voto suso encorporado e todo lo contenido en este contrato e que no iremos nin vernemos contra ello nin contra cosa alguna dello. E otrosí, que vos faremos sanas e çiertas e paçificas las dichas çebdad e villas e lugares e tierras e castillos e fortalezas e los otros derechos, heredamientos e bienes e todo lo otro suso dicho e cada una cosa e parte de ello, de que vos obimos fecho e fezimos la dicha renunçiaçion e çesion e traspasamiento e pacto e contrato e juramento e voto de suso encorporado. E asi mismo lo contenido en este contrato e de que, agora, vos fazemos la dicha merçed e donaçion e de vos lo fazer todo çierto e de paz e sano e libre e quito e desenbargado, asi de los fijos e herederos e subçesores e desçendientes del señor rey de Aragon de loable recordaçion, nuestro muy caro e muy amado hermano e señor, que santo paraiso aya, como de otras personas que son a nos conjuntos e propincuos e desçendientes o trasversales e de nuestra consaguinidad e parentela que sean o ser pueda, e conçeios e uneversidades e iglesias e monasterios e de otros qualesquier que vos lo vengan demandado o enbargado o contrariado en juizio o fuera de juizio, asi en la propiedad e señorio como en la tenençia e posesion e casi posesion e detentaçion de todo lo suso dicho e de qualquier cosa o parte dello o en otra qualquier manera, de qualquier natura o calidad e condiçion que sea o ser pueda, asi por via e titulo de mayoradgo como por otros qualesquier vinculos, instituçiones e sustituçiones e restituçiones e sumisiones e ipotecas e penas e obligaçiones o por otra qualquier abçion o petiçion o obligaçion o remedio o recurso, que sea o ser pueda; e que vos non moveremos, nin ellos nin alguno dellos non vos moveran nin vos traheremos nin traheran sobre ello nin sobre cosa alguna nin parte dello, a pleito nin a rebuelta nin contienda alguna en juizio nin fuera de juizio. E nos obligamos e prometemos por nos e por los dichos nuestros fijos, herederos e subçesores e desçendientes, despues de nos, de vos sacar a paz e salvo e indepne e a los dichos vuestros fijos, herederos e subçesores e aquel o aquellos que de vos o de ellos obieren cabsa de todo lo suso dicho e de cada una cosa e parte de ello e de tomar e que tomaremos, por vos, la box e abtoria e defension del tal pleito o pleitos, cabsa o cabsas e lides e contiendas que por los fijos, herederos e subçesores e desçendientes del dicho rey de Aragon, nuestro hermano e por nos e por los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores o por las otras dichas personas o por cada uno o qualquier de nos o de otro, fueren movidos e traidos a vos, el dicho marques don Juan Pacheco e a los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes, despues de vos e aquel o aquellos que de vos o dellos obieren cabsa. E de los prosegir e fenesçer a nuestras propias dispensas e costas, en qualquier manera que lo sepamos e veniere a nuestra notiçia e de los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes, despues de nos, quier seamos sobrello requeridos o non requeridos e a mas del pleito contestado o despues, aunque sea dada sentençia definitiva contra vos e contra los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores, despues de vos, e contra aquel o aquellos que de vos o dellos obieren cabsa, en vuestra presençia o de vuestro procurador o suyo o en vuestra absençia e rebeldia o suya, e quier sea por via de juizio o por abitraçion o conpromiso o en otra qualquier manera. E nos obligamos de tener e guardar e conplir todo lo suso dicho e 180 dichos nuestros fijos herederos e subçesores e desçendientes. despues de nos, de non nos ayudar nin aprovechar, agora nin en algund tienpo ni por alguna manera, del dicho pacto e contrato de suso encorporado nin de los dichos capitulos nin de algunos dellos nin de otros qualesquier contratos e instrumentos que sobre ello e por cabsa e razon dello nos aya fecho e otorgado el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino e faziere e otorgare de aqui adelante, nin de otras qualesquier cartas e provisiones que sobre ello ayan dado e dieren, con todas e qualesquier fuerças e firmezas e premias e votos e juramentos e clausulas e de non usar nin usaremos dellos nin de cosa alguna dello, en juizio nin fuera de juizio, de fecho nin por derecho e de todo ello nos partimos e desvestimos e de nuestra ayuda e favor e de los dichos nuestros fijos e herederos, subçesores, despues de nos e lo renunciamos por lo que atañe a lo suso dicho, quedando en su fuerça e vigor los dichos contratos e instrumentos e los dichos capitulos e todas las otras cosas en ellos contenidas, en tal menera que todavia quede a salvo a nos, el dicho rey de Aragon e de Navarra e a los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores e deçendientes e aquel o aquellos que de nos o de ellos ovieren cabsa, los otros dos quentos de maravedis, fincables, de que en el dicho pacto e contrato suso encorporado se faze minçion, libres e quitos; e ( ) que non sean asegurado. Asi, que son por todos el dicho un quemo e medio de maravedis, los quales vos ipotecamos e obligamos, como dicho es. E queremos e nos plaze que sean e queden a vos ipotecados e obligados para agora e para sienpre jamas, en nuestro tienpo e de nuestros fijos e herederos e subçesores e de otras qualesquier personas e en otra qualquier manera. E que sean e puedan ser, el dicho un quento e medio de maravedis de juro de heredad, demandados e executados e vendidos e rematados e se faga e pueda fazer en ellos e en cada uno de ellos, todas las otras cosas que se farian e podrían fazer en otros nuestros bienes propios que non sean inmunes nin libres ni esentos nin tengan esençion nin inmunidad nin vinculo alguno e que sienpre ayan de pasar e pasen a qualquier o qualesquier personas que los ovieren, con el cargo de la dicha obligaçion e sumision e ipoteca e de todo lo otro suso dicho; non enbargante que en el contrato de suso encorporado e en los capitulos que son pasados entre el dicho rey de Castilla e entre nos se contienen que los dichos tres quentos e medio de maravedis non puedan ser ipotecados nin obligados a la dicha çebdad de Chinchilla e a las otras villas e logares e a las otras cosas que pedimos e renunçiamos e traspasamos en el dicho rey de Castilla e en vos, el dicho marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron nin a la eviçion e saneamyento dello. E non enbargante que en el dicho contrato e capitulos se contiene, que nos nin nuestros fijos e herederos, subçesores non seamos tenidos nin obligados al dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino nin a vos, los dichos marques e maestre nin a vuestros fijos e herederos, a la eviçion e saneamiento del dicho rey de Aragon e de sus herederos e subçesores. Ca sin enbargo, de lo suso dicho e de cada cosa dello, otorgamos e queremos e consentimos e nos plaze que el dicho un quento e medio de maravedis de juro de heredad ayan quedado e queden e esten ipotecados e obligados a vos, el dicho marques don Juan Pacheco e a los dichos vuestros herederos e subçesores e desçendientes, despues de vos, e aquel o aquellos que de vos o de ellos ovieren cabsa, asi por la dicha eviçion 14 e saneamiento, como por la guarda e oservançia de la dicha çesion e renunçiaçion e traspasamiento e pacto e contrato de suso encorporado e de todo lo suso dicho e de cada cosa dello e desta dicha merçed e graçia e donaçion que vos, agora, fazemos e de todo lo contenido en este dicho instrumento e de cosa dello; e que sean e puedan ser demandados, executados e vendidos, el dicho un quento e medio de maravedis e que se fagan e puedan fazer dellos e en ellos, todas las otras cosas que se farian e podrian fazer de otros bienes que non fuesen inmunes nin libres nin esentos nin ayan tenido nin tengan la dicha inmunidad e esencion e vinculo e libertad. Asi mismo, otorgamos e nos plaze e consentimos de ser e estamos obligados, nos e los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores. a vos. el dicho marques don Juan Pacheco e a los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes, despues de vos, a la dicha ebiçion e saneamiento del dicho rey de Aragon, nuestro muy caro e muy amado hermano, señor, e de los dichos sus fijos e herederos e subçesores e desçendientes e de aquel o aquellos que del o dellos ovieren cabsa. puramente, sin ninguna exençion ni limitacion, segund e por la forma e manera que nos obligamos e estamos obligados por este presente contrato a la dicha eviçion e saneamiento de otras qualesquier personas. Acerca desto. otorgamos e prometernos, por nos e por los nin queden nin puedan ser nin sean obligados nin ipotecados a la dicha ebiçion e saneamiento de que en este dicho instrumento se faze minçion, nin otra cosa alguna de lo suso dicho e en este dicho instrumento contenido nin a otra cosa alguna, segund mas largamente se contiene en los dichos capitulos e contratos de suso encorporados. E por la presente. damos e otorgamos libre e bastante poder al dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino e a los oidores de su Abdiençia e los alcaldes e juezes e justiçias de sus reinos e tierras e señorios e de otros qualesquier regnos e señorios, a la jurediçion de los quales, en esta parte, nos sometemos, renunciando segund que renunciamos nuestro propio fuero e juredicion e previllejo a que nos constringan e apremien por todos los remedios del derecho e a los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes, a que tengamos e guardemos e cunplamos las cosas suso dichas e cada una dellas. E, si lo asi non guardaremos e cunplieremos que faga e pueda fazer entrega e execuçion en nos e en nuestros bienes e en los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes, despues de nos e en sus bienes e en el dicho un quento e medio de maravedis, asi por lodo lo principal. como por la dicha pena, si en ella cayeremos. E que vendan e rematen los tales bienes c los dichos un quento e medio de maravedis, de juro de heredad en cada año, en manera que sea fecho pago a vos, el dicho marques don Juan Pacheco e a los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes, depues de vos, bien, asi e a tan cumplidamente, como si fuese dada sentencia definitiva sobre ello, entre partes, por juez conpetente e fuese fecho proceso juridico e la dicha sentencia fuese pasada en cosa juzgada e fuese consentida por las dichas partes c que todo esto vala e sea firme, non enbargante que la dicha subastaron e execuçion e almoneda e venta e remate, non sea guardada la solenidad e orden e forma del derecho nin las otras cosas que se requieren, asi de sustancia como de solepnidad o en otra qualquier manera e Cerca de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, 181 e de Corcega, conde de Barcelona, duque de Athenas e de Neopatria e encara, conde de Rossellon e de Cerdanya otorgamos, conoscemos que, por quanto nos, en días pasados, ante de ser venida en nos la sucesion destos resgnos de Aragon. seyendo rey de Navarra e infante e gobernador general de Aragon e de Secilia, por nos e por nuestros herederos e s u b c e s o r e s e d e s c e n d i e n t e s e por cada huno dellos renunciamos e traspasamos en el muy illustre, nuestro muy caro e muy amado sobrino, el rey de Castilla e Leon e en sus herederos e subcesores e en quien el quisiese e, asi mesmo. en el marques don Joan Pacheco e en el maestre don Pedro Giron e en sus herederos e subcesores e en quien ellos quisiesen, por via de trasaccion e aviniença e igualança. composicion e pacto e remision e por otro qualquicr contracto que para ello cumpliese, çierta cibdad e villas e logares e fortalezas e castillos e s e n y o r i o s e j u r e d i c i o n e s e heredamientos e bienes muebles e raizes c rentas e derechos e otras qualesquier cosas, de qualquier manera que fuesen, que nos teníamos e poseiamos en los regnos del dicho rey de Castilla e de Leon e que a nos e a nuestros herederos e descendientes pertenecian e podrian pertenescer, por qualquier manera, en las dichas cibdad e villas e logares e fortalezas e castillos e senyorios e jurediciones e heredamientos e bienes muebles e raizes e rentas e derechos e otras qualesquier cosas, de qualquier natura que fuesen, que nos teníamos e poseíamos en los dichos regnos de Castilla e de Leon e contra qualesquier universidades e conçeios e personas singulares de los dichos regnos e senyorios, por razon de la qual transaccion e abenencia e composicion e renunciacion e contracto e pacto e traspasacion de todas las dichas cosas e de cada huna dellas e de otras, contenidas en los dichos contractos, el dicho senyor rey de Castilla nos hovo de dar e asignar e dio e asigno para nos e para nuestros herederos e subcesores. por juro de eredat. por cada un anyo, para siempre jamas, tres cuentos e medio de maravedis de renta de cada hun anyo, los quales nos dio e asigno en esta manera: en las rentas de los diezmos de la mar de Castilla, un cuento de maravedis e en el servicio e montadgo de los ganados de los regnos del dicho rey de Castilla, un cuento e dozientos mil maravedis e en el servicio e medio servicio de las aljamas de los judíos e moros de los regnos del dicho rey de Castilla, dozientos mil maravedis e en las rentas de los diezmos e aduanas de los obispados de Osma, de Çigüenza e Calahorra, dozientos mil maravedis e en las rentas de las alcabalas de la merindad dallende Ebro, quatrozientos mil maravedis e en las alcabalas de la çibdad de Salamanca e de su tierra e obispado, dozientos mill maravedis e en las alcabalas de la çibdad de Çamora e su tierra e obispado. dozientos mil maravedis; asi que fueron complidos los dichos tres cuentos e medio de maravedis en la manera que dicha es. E si lo sobredicho no bastase para los dichos tres cuentos e medio de maravedis, el dicho rey de Castilla se obligo de dar. situados e puestos por salvados, los dichos maravedis que restasen de los dichos tres cuentos e medio de maravedis en lugares ciertos e bien parados, donde nos e nuestros herederos e subçesores e aquel o aquellos que de nosotros hoviesen cabsa, los quisiesemos haver, para lo qual e para que nos fuesen ciertos e salvos e seguros, nos fueron dados por el dicho rey de Castilla grandes previllegios e albalaes e cartas e sobrecartas, firmes e bastantes, firmadas de su nombre e selladas con su sello e señaladas de los sus contadores, los renunçiamos e partimos de nos e de nuestro favor e ayuda. todas las leyes, fueros e derechos e todas las otras cosas e cada una de ellas, de que nos partimos e renunçiamos e, nos, hemos partido e renunçiado en el dicho contrato e pacto de suso encorporado. abiendolo aqui todo por espreso e declarado, bien e como si aqui fuese todo de palabra a palabra fuese aqui inxerto e puesto; e de todo ello nos partimos e lo renunciamos, e por mas firmeza e corroboracion de lo suso dicho, prometemos e juramos por nuestra fe e palabra real, a Dios e a Santa María e a esta señal de la Cruz, en que corporal mente posimos nuestra mano derecha e a las palabras de los Santos Evangelios, e fazemos pleito omenaje en manos de cavallero, ome fijodalgo que esta presente, una e dos e tres vezes e quantas mas se requieren, segund uso e costunbre de España, e voto solepne e a la casa santa de Jherusalem de tener e guardar e conplir e que tememos e guardaremos e cunpliremos todas las cosas suso dichas e cada una de ellas, çesante rodo fraude e engaño, arte e cautela e fiçion e simulaçion e toda otra qualquier cosa que enbargase o podiese enbargar a lo suso dicho e de non ir nin venir nin iremos nin vernemos contra ello nin contra cosa alguna nin parte de ello, direte nin indirete, espresa nin calladamente, en juizio nin fuera de juizio, de fecho nin por derecho, en publico nin en e s c o n d i d o nin en otra manera a l g u n a . E que non demandaremos asoluçion nin relaxaçion nin dispensaçion nin comutaçion del dicho juramento e pleito omenaje e voto e non usaremos nin nos aprovecharemos della, aunque nos sea otorgada a nuestra postulaçion o de otra qualquicr persona o por propio motu o en otra qualquicr manera e aunque todo ello concurra ayuntada e apartadamente e que lo asi tememos e guardaremos e cunpliremos e observaremos inbiolablemente, en todo tienpo e para sienpre jamas. E por que esto sea cierto e firme... XII 1464-111-23. Zaragoza. El rey don Juan de Navarra y de Aragón, por la mediación del rey de Franela, renuncia a los tres cuentos y medio de maravedí acordados con el rey Enrique IV por la cesión que había hecho de diferentes localidades, entre ellas la ciudad de Chinchilla y las villas de Hellín, Yecla, Sax, etc., a favor del propio rey de Castilla, de don Juan Pacheco y de don Pedro Girón. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 118/6. El presente documento pone punto y final al largo contencioso sobre la posesión de varias localidades del Señorío de Villena que, con anterioridad a don Juan Pacheco, habían pertenecido al infante don Juan de Aragón. Este, que había mantenido el litigio por más de dos décadas, se mostró dispuesto a resolver definitivamente el problema cuando fue ascendido al trono aragonés al morir su hermano Alfonso V, renunciando a todos los derechos que tenía en Castilla y desistiendo, incluso, de la compensación económica acordada con Enrique IV con la mediación del rey de Francia. Con este documento quedaba resuelto definitivamente la disputa entre ambos reyes hispánicos. Conocida cosa sea a quantos la presente vieren e oyeren como nos. don Juan por la gracia de Dios rey de Aragon, de Navarra, de Secilia, de Valencia, de Mallorquas. de Cerdenya 182 o fiziere de aqui adelante e a mayor ahondamiento e a mayor firmeza, como meior podemos, otorgamos e consentimos, en quanto es provecho al dicho rey de Castilla e a los dichos marques de Villena don Joan Pacheco e maestre don Pedro Giron e a cada huno dellos. que por nos e por nuestros herederos e subcesores e dependientes e por cada huno dellos. que facemos e otorgamos, de nuevo, las dichas renunciaciones e traspasaciones e contractos e votos e juramentos e pleito e homenajes que, asi fazemos. en el dicho rey de Castilla e en los dichos marques don Joan Pacheco e maestre don Pedro Giron e en sus herederos e subcesores e descendientes e en quien ellos quisieren, por lo que atanye a cada huno, por pacto e promision e por otros qualesquier contractos, que para ellos mas les cumpla; e confesamos de nuestra libre e espontanea voluntat que todo lo sobredicho que asi renunciamos e traspasamos en el dicho rey de Castilla e en los dichos marques don Joan Pacheco c maestre don Pedro Giron e en cada huno dellos, es suyo e les pertenesce, por justos e derechos titulos e non a nos nin a nuestros herederos e subcesores e descendientes nin a otros por nos; e como meior podemos nos desapoderamos a nos e a nuestros herederos e descendientes e subcesores e partimos de qualquicr senyorio c derecho e posesion e detencion e accion e quereia e defension e oficio de juez o denunciacion evangelica o judicial o canonica o de otro qualquicr auxilio e privilegio e beneficio e restitucion, ahunque sea por una despoliacion o por otro qualquicr interdicto o por otra qualquicr manera e qualquicr remedio ordinario que nos pertenezca o pueda pertenescer. por linage o por natura o por merced o donacion o compra o contracto o por herencia, asi de los señores reyes, nuestros padres e madres e avuelos. como por sucesion o herencia del señor rey don Alfonso de Aragon, nuestro hermano, que Dios haya o de qualquicr hijo o pariente nuestro o por otro qualquier titulo o derecho o por otra qualquier manera e lo cedemos e traspasamos e renunciamos todo en vos, el dicho rey de Castilla e en vuestros herederos e subcesores e en vos, los dichos marques don Joan Pacheco e maestre don Pedro Giron e en vuestros herederos e subcesores e descendientes e en cada huno de vos. por la parte que le atanye, segund dicho es; e queremos e nos plaze que lo hayades todo libre e desembargadamente. sin cargo nin condicion nin imposicion nin submision nin excepcion alguna e que podades lodo lo sobredicho e cada cosa e parte dello, vos los dichos, rey de Castilla e marques don Joan Pacheco e maestre don Pedro Giron e qualquier que de vos hoviere cabsa. por lo que le atanye facer e fagades como de cosa vuestra propia, la meior e mas quita e meior parada que oy dia havedes e hovieredes de aqui adelante e venderlo e troquarlo e empnyarlo e donarlo e enajenarlo e facer dello e en ello como quisieredes e por bien tovieredes, a toda vuestra libre volontat, para que por vuestra propia actoridat podades continuar e continuedes qualquier posesion de todo lo sobredicho e de cada cosa e parte dello e, si cumplidero vos fuere, tomarla e aprehenderla de nuevo e, otrosi, como meior podemos, por nos e por nuestros herederos e descendientes e por cada huno dellos, cedemos e renunciamos e traspasamos en vos. el dicho rey de Castilla e en vuestros herederos e subcesores e en qualquier que de vos hoviere cabsa, los dichos tres cuentos e medio de juro de heredat que asi nos senyalastes e escrevistes e posistes por salvado en vuestros libros, por razon de la dicha quales dichos tres cuentos e medio de maravedis se fundaron e cabsaron por la dicha traspasacion e pactos e contractos que asi fecimos al dicho rey de Castilla e los dichos marques, don Joan Pacheco e maestre, don Pedro Giron, sobre lo qual todo e sobre otras cosas, otorgamos ciertos contractos e juramentos e pleito e homenages, firmes e bastantes con muchas firmezas e obligaciones e remuneraciones e clausulas e penas, segund mas largo en los dichos contractos e juramentos e recabdos que en la dicha razon pasaron, se contiene; e por quanto, despues de asi fechos e otorgados los dichos contractos e juramentos e botos e pleito e omanages entre el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino e nos e entre los sus regnos e los nuestros, hovo algunas diferencias, las quales, asi el dicho rey de Castilla como nos, comprometimos e pusimos en manos del serenisimo rey de Francia, nuestro muy caro e muy amado hermano e confederado, el qual, entre nosotros e nuestros regnos fizo cierta provision e declaracion e, entre otras cosas, ordeno e declaro e determino quel dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino, por compensacion e pagamiento c solucion de algunas de las cosas convenidas en el dicho compromiso, asi. por nosotros fecho, haya para si todos e qualesquier maravedís de juro de heredat e de por vida e de cada anyo que nos haviamos e teníamos del dicho rey de Castilla, situados e asentados en qualesquier rentas de sus regnos e asentados en sus libros, en qualquier manera que sea e que nos dexasemos, al dicho rey de Castilla, los dichos maravedis para que lodos sean personalmente del dicho rey de Castilla e quel pueda facer de los dichos maravedis a su buen plazer e que,. desto. nos c nuestros herederos le diesemos las letras e contractos que para ello fuesen nescesarios. E asi mesmo, le dariamos e rendiriamos las cscripturas que teniamos de los dichos maravedis e que por la dicha declaracion que asi fue fecha, que nos renunciasemos a los dichos maravedis, los quales hovimos en recompensacion de las suso dichas tierras e maravedis que asi teniamos en Castilla, non fuese entendido que nos nin nuestros herederos e subcesores podamos facer ni haver alguna accion, preservacion nin demanda contra el dicho rey de Castilla nin contra sus herederos nin subcesores nin contra otras qualesquier personas de las dichas tierras e senyorios e cosas, las quales nos renunciamos por los dichos maravedis en el tiempo presente e venidero; antes, fue pronunciado e declarado que los dichos contractos de las dichas renunciaciones quedasen en su fuerza e vigor, segunt se contiene en la dicha declaracion, fecha por el dicho rey de Francia, la qual. por nos. fue aprobada e consentida e. por ende, queriendola cumplir e guardar como meior podemos, de nuestra libre e deliberada voluntat, aprobamos e consentimos e loamos e omologamos la dicha sentencia e declaracion, dada por el dicho rey de Francia e todo lo en ella contenido e el dicho capitulo, suso declarado e los capítulos e renunciaciones e cesiones e donaciones e traspasaciones e contractos e juramentos e pleytos e homenages e otras qualesquier cscripluras c recabdos que por nos fueron otorgados, cerqua de lo suso dicho e cada cosa c parte dello e nos p l a z e e lo queremos e prometemos de lo observar e tener e complir. agora e para siempre jamas. E, asi mismo, aprovamos, loamos e confirmamos qualquicr merced o gracia o traspasacion o otro contracto que el dicho rey de Castilla, fasta aquí, de lo sobredicho e parte dello, haya fecho 183 juez nin demandacion nin remedio principal nin subsidiario nin ordinario nin extraordinario nin por otra qualquier manera o forma, pensada o por pensar e que. agora nin en algund tiempo del mundo, por alguna cabsa nin razon nin color nin derecho nin titulo que sea o ser pueda, nos nin nuestros fijos nin herederos nin descendientes nin otras personas nin por ellos nin por qualquier justicia o juez nin otra persona, que de nos o dellos haya cabsa o color, non podamos nin puedan entrar nin lomar nin ocupar nin embargar nin perturbar nin molestar nin retener nin en tiempo de paz nin de guerra, ahunque sea en los regnos de Aragon e Navarra, a los regnos de Castilla e entre algunos dellos. justa o injustamente nin por otro qualquicr color, pensado nin por pensar, cosa alguna de lo que asi renunciamos e traspasamos, nin nos poderaremos dello nin de parte dello, por sentencia nin por oficio o actoridat de juez, ahunque fuese pasada en cosa juzgada nin por otra actoridat nin por razon de ipoteca o pinoracion o obligacion o contracto executorio o sentencia interlocutoria o definitiva. ahunque traía aparejada execucion nin por espoliacion nin rescripto nin compensacion, ahunque sea mas liquida o reconvencion, nin por retencion en qualquier caso, ahunque sea previsto de derecho, nin por marca nin receptoría nin por saneamiento de otras cosas a que fueredes obligado nin por penas nin costas nin danyos o intereses nin por juredicto nin privilegio nin otra via nin cabsa nin razon nin color alguno. que sea o ser pueda, asi pasado, presente como venidero, de qualquier natura o qualidad o misterio que sea o ser pueda c que, sin embargo de todo ello, queden en vos e en vuestros herederos e subcesores c en quien de vos llovieren cabsa, segund dicho es. libre e quito para siempre jamas, sin cargo nin retencion nin condicion nin contradicion, nin excepcion alguna, de fecho nin de derecho. E prometemos e otorgamos e nos obligamos, por nos c por nuestros regnos e senyorios e por nuestras cibdades e villas e logares e castillos e fortalezas c vasallos e subditos e naturales e por nuestros herederos e subcesores e por cada huno dellos e por nuestros bienes muebles c raizes e semovientes e acciones c otros qualesquier. havidos c por haver. que guardaremos e guardaran e compliran todo lo suso dicho e todo lo en en esta carta contenido e las dichas renunciaciones e traspasaciones e qualquier parte dello. en todo tiempo del mundo, sin oponer contra ello nin contra parle dello suspension nin excepcion nin limitacion nin condicion nin otra razon e que non iremos nin vernemos nin iran nin venían nin atentaremos nin atentaran, de fecho nin de derecho, en juizio nin fuera del. justa nin injustamente, ir nin venir contra ello nin parte dello, so pena del doblo de todo lo sobredicho c de cada cosa e parte dello; e la pena pagada o non. que todavía e para siempre lodo lo sobredicho quede firme e que la dicha pena se someta quantas vezes en ella caeremos e mas de vos pagar todas las costas e damos e intereses que por la dicha razon vos recebieredes o vos o olios por vos o vuestros herederos e subcesores o qualquier dellos. sobre lo qual todo e cada parte dello, queremos que seades creído por vuestra simple paraula. sin liquidacion nin prevencion nin juizio nin sentencia nin juramento alguno. E que por ello, asin de lo prencipal. si vos non fuere sano, como de la dicha pena, si en ella cayeremos e de las dichas cosas e danyos e intereses, vos podades embargar, por vuestra propia actoridat, de nos c de nuestros regnos e senyorios e vasallos e subditos e de qualquicr nuestros bienes e suyos, asi mobles traspasacion e cesion e renunciacion, segund dicho es que nos teniamos e haviamos de haver en las dichas rentas e logares, suso dichos e qualesquier otros maravedis, asi de juro de heredat como de por vida e otras qualesquier rentas e cosas que nos pertenescen en los dichos regnos, con todos los previlegios e umentos e fuerzas e penas e facultades que nos lo teniamos e nos pertcncscian e los podiamos haver, de fecho e de derecho e por otra qualquier manera, e qualquier acciones e derechos reales e personales e mixtos e qualesquier escripturas, ahunque sea por via de espoliacion, e qualquier interdicto e qualquier beneficio, previlegio o recurso o remedio ordinario o extraordinario o oficio de juez, o querella o denunciacion evangelica o judicial o canonica o qualquier excepcion e defension o condicion, con cabsa o sin cabsa o color, pensada o non pensada, que a lo sobredicho o qualquier cosa o parte dello nos pertenesciese, asi para haver e cobrar los dichos tres cuentos e medio de maravedis en las dichas rentas e lugares que nos fueron senyalados. como contra vos el dicho señor rey de Castilla e contra vuestros herederos e subcesores e contra qualesquier conceios e universidades e recabdadores e arrendadores e otras qualesquier personas singualares. de qualquier estado e condicion que sean, de lo qual todo, cada cosa e parle dello, nos desapoderamos e partimos e lo renunciamos e cedemos e lo traspasamos en vos, el dicho rey de Castilla o en quien vos quisieredes e por bien tovieredes e queremos e nos plazc que, demas e allende de la dicha renunciacion e traspasacion por nos fecha de las dichas cibdad e villas e logares e de todo lo sobredicho, los dichos tres cuentos e medio, con todo lo dependiente dellos. asi de los anyos pasados como de los anyos por venir e de aqui adelante, para siempre jamas, sean vuestros, libres e quitos e de vuestros herederos e subcesores e de quien vos quisieredes e por bien tovieredes, ca nos vos absolvemos e damos por libre e quito de lodo ello e de qualquier cosa del lo e parte dello, por manera que, a nos nin a nuestros herederos e subcesores, despues de nos, non quede derecho nin posesion nin remedio nin recurso alguno a ello nin a parte dello e que vos, el dicho rey de Castilla, lo podades vender e empenyar e dar e tornar e troquar e cambiar e facer dello e en ello como de cosa vuestra propia, la mas libre, quita e meior para cada que oy dia havedes e hovieredes de aqui adelante. E, si cumplidero vos es, por la presente, nos constituymos por vuestro poseedor, en vuestro nombre, de lodo ello e de cada cosa e parte dello e vos facemos e constituymos actor e procurador, como en cosa vuestra propia, a vos e a quien de vos hoviere cabsa e queremos e declaramos que, asi las dichas cibdad e villas e logares e fortalezas ejurediciones e senyorios e bienes e heredamientos e rentas e otras qualesquier cosas suso dichas que nos teníamos e poseyamos e nos pertenescian e podían pertenescer en los dichos regnos de Castilla e de Leon, como en los dichos tres cuentos e medio que tenemos de juro de heredat, en los libros del dicho rey de Castilla e en las dichas rentas e logares, como en otros qualesquier maravedis e rentas e derechos e cosas que nos pertenescian e pudiesen partenescer, en los dichos regnos que nos teniamos e poseiamos, como dicho es, e contra qualesquier conceios e universidades e arrendadores e personas singulares, dellos nin en parte dellos, non nos queden nin pertenezcan, de fecho nin de derecho, agora nin en algund tiempo, demanda alguna nin accion nin peticion nin excepcion nin defension nin oficio de 184 impedimiento, que es o pueda ser, contra lo sobredicho o parte dcllo, cerqua de lo qual renunciamos e partimos de nos e de nuestros fijos e herederos c subcesores e de nuestros vasallos c subditos, qualesquier error e ignorancia o qualquicr dolo o fraude o lesion, ahunque sea muy enorme e enormísimo e de todo nuestro patrimonio o de la mayor parte. E las leyes que fablan del enganyo e decepcion en todo e en mas de la meitat de lo justo. E la ley omni aliter de verbo obli. E las leyes de derechos que fablan de las renunciaciones e donaciones e contractos que se facen sin cabsa legitima e con cabsa e la cabsa non se sigue nin interviene. E la ley e derecho que dize que non vale la renunciacion del que esta desposeído de la cosa que renuncia e de lodos sus bienes o de la mayor parte. E la ley e derecho que dize que ninguno puede renunciar a lo que non sabe pertenescerle. E las leyes e derechos que desatan los contractos fechos con dolo exproposito o re ipsa o quando el dolo o lesion da cabsa al contracto. E la ley e el derecho que dize que los derechos naturales o prohibitivos o que vienen de linage o natura non pueden ser renunciados. Otrosi, renunciamos qualquicr beneficio o previlegio de restitucion in yure gencium o por clausula general o por espoliacion o por miedo o inducimiento o coaccion o por otro qualquicr interdicto. E las leyes e derechos que dizen que los bienes de mayoradgos e subyectos a restitucion o condicionados o vinculados non pueden ser renunciados nin traspasados. E la ley e derecho que en los tales contractos c donaciones requieren insignuacion, ca dello e de cada parte dello facemos tantas c tan diversas e apiadas renunciaciones c traspasaciones, una de otra e, por tal manera, que non sea menester insignuacion alguna. E la ley e derecho que dizc que ninguno non puede someter en alvedrio o poder de la parte a quien se obliga, en especial interviniendo resistencia o escandalo nin se puede poner a interdicto de juez estranyo e. puesto que se someta, que se puede arrepentir. E la ley e derecho que dize que las penas non pueden ser executadas sin primero ser demandadas e provadas c sentenciadas. E la ley e derecho que dize que para qualquicr gran agravio o lesion se puede pedir restitucion del contracto que omne face. E las leyes e derechos que dan grandes privilegios a los reyes o cavalleros o privilegiados en lo que facen c otorgan. E las leyes c derechos que dizen que los bienes que pertenescen por testamento o por algunas disposiciones non se pueden renunciar sin ver e leer e examinar el dicho testamento e disposicion. E la ley e derecho que dize que por el derecho e escriptura. nuevamente fallada, se puede pedir restitucion o remedio contra el contracto que alguno faze, ca declaramos que esta es nuestra deliberada voluntat; otrosi, renunciamos qualesquier faccion e simulacion e qualquicr derecho escripto o non escripto e costumbre e ordenança e fuero e pacto e juramento e acto e oficio de juez e exenpcion e denunciacion e defension e otro qualquier remedio que nos pudiese aprovechar e a vos e a qualquicr de vos empece e qualesquier ferias de pan e vino cojer, presentes o por venir, e a demanda en escripto e qualquicr renuncia e orden de derecho que se requiera en las entregas e esenpciones e contractos e el traslado desta carta e qualquicr privilegio o derecho ganado o por ganar o haver. E la ley en que dize que la general renunciacion non viene en las cosas en que es nescesaria especial o especifica renunciacion o mencion e que non se comprenden las cosas que non es verosimile que alguno en especial renuncie. E la ley en que dize que general como raizes e patrimoniales e otros qualesquier que nos hayamos e nos pertenezcan en qualquier manera e que, nos nin nuestros herederos nin subcesores nin otros por nos, non apellaremos nin suplicaremos nin querellaremos nin reclamaremos de cosa alguna que en la dicha razon sea fecha en juizio nin fuera del, nin allegaremos nulidat nin oficio de juez, excepcion ni defension nin denunciacion nin otro remedio ordinario e extraordinario alguno, para lo qual meior tener, cumplir e guardar e non ir nin venir contra ello nin parte dello nin atentar de ir nin venir, por nos e por nuestros herederos e subcesores e por nuestros bienes e regnos e senyorios e vasallos e subditos e por qualquier dellos, damos poder al dicho rey de Castilla e a los dichos marques don Joan Pacheco e maestre don Pedro Giron, por lo que les atanye e atanyer puede e a quien su poder hoviere o dellos hoviere cabsa e a sus herederos e subcesores, para que nos lo fagan asi tener e guardar e complir, por su propia actoridat e sin juez e sin guardar orden nin solepnidat de derecho o si quisieren, a qualquicr oidor o juez de los regnos de Castilla, a la juredicion de los quales nos sometemos, renunciando nuestro propio fuero e privilegio, ahunque non sean nuestros juezes por domizilio nin por contracto o debito nin por otra manera, ahunque. ende, non seamos fallados, nos nin las cosas sobredichas que asi fuere la dicha contienda, para que nos lo fagan, asi, complir e guardar, asi en lo principal como en las dichas penas e costas c danyos e intereses, si en ello cayeremos, como si lodo e cada parte dello fuese asi juzgado por sentencia de juez competente, a nuestro consentimiento c fuese pasado en cosa juzgada e executado a nuestro consentimiento e todo paresciese por contracto executorio e desaforado, segund dicho es. E queremos e nos plaze e vos pedimos, como meior podemos e elevemos, que asi las dichas cibdad e villas e logares como los dichos tres cuentos e medio de juro de heredat, como de todas las dichas cosas que nos pertenescian e podían pertenescer en los dichos regnos de Castilla e contra qualquicr persona dellos, sea quitado e cesado e rematado de los libros e registros e protocolos e contadores e oficiales e notarios e escrivanos e otros qualesquier logares e do quier que sean, e non fagan fe alguna de aqui adelante, en juizio nin fuera del e. si lo sobredicho o qualquier parte dello es o era o podia ser subjecto a algun mayoradgo, con licencia e facultat de los regnos de Castilla e de otros, por testamento o por estrema voluntat o contracto o voto o juramento, o era inalienable o suyecto a restitucion o tenia qualesquier vínculos o penas o submisiones o reparaciones o fuerças o decisiones de nos, o en algun tiempo o por qualquicr manera havia o podia venir o pertenescer a otro o tenia otro embargo o impedimiento, nos, como rey e senyor, de nuestro propio motu e cierta sciencia e poderio real, como meior podemos e devenios, lo quitamos e removemos e suplimos por firmeza de lo suso dicho e de qualquier parte dello, qualquier defecto, asi de sustancia como de solemnidat. que en ello intervenga e pedimos al dicho rey de Castilla, en cuya juredicion es lo sobredicho, que anule e revoque e quite los dichos mayoradgos. si algunos hay e qualquicr prohibicion e alienacion e vinculo e subyeccion e restitucion e susmision e firmeza e juramento e fuerça e otra qualquier cosa que lo sobredicho pueda contrariar o embargar. por qualquicr manera, de fecho o de derecho e que supla qualesquier defectos de sustancia o de solemnidat c qualquicr orrepcion o subrecion e otro qualquicr obstaculo e 185 e cerre contra de raidos e emendados, en la primera plana de la primera pieza, en la linea primera, donde se lee e en el m e en la segunda plana de la dicha primera pieza, en la linea xxxii donde se lee nuestro e en la primera plana de la v e ultima pieza, en la ii linea donde dize tengan. renunciacion non vala. la queremos de nuestra cierta sciencia que vala, tanto como si todas las leyes e derechos e ordenanzas c lucros e costumbres e sentencias e otras qualesquicr cosas que consistan en fecho o derecho, que a nos e a nuestros herederos e subcesores o a qualquier dellos pudiese aprovechar e a vos e a qualquier de vos e a vuestros herederos e subcesores empecer fuese, aqui incorporadas de parabla a parabla e fuesen por nos terminadas en forma devida, en lo qual todo e en cada parte dello. por la presente vos otorgamos qualquier contracto o renunciacion e traspasacion e libre e quito e particion o qualquier otra cosa de qualquier vinculos o fuerças o posturas o renunciaciones que mas vos cumplan, para validacion de lo sobredicho e de cada parte dello. E por mayor corrobaracion e firmeza de lo sobredicho juramos a Dios e por nuestra fe e paraula real e a Santa Maria e a esta senyal de Cruz e a las palabras de los Santos Evangelios, doquier que son e, asi mesmo, faciendo voto a la casa santa de Jerusalem e pleito e homenage en manos de mosen Ferrer de la nuestra justicia de Aragon, homc fijodalgo. una e dos e tres vezes, segund consumible de Espanya. en presencia de vos, Pedro de Baeça, guarda del dicho rey de Castilla e en nombre de los dichos rey de Castilla c marques de Villena e maestre don Pedro Giron, que aceptades las dichas renunciaciones e traspasaciones e todo lo en esta carta contenido c todo lo sobredicho e es e paso por verdad e que en ello non hay simulacion nin faccion nin induzimienlo e de lo guardar e cumplir e mantener e non ir nin venir, directe en publico nin escondido, de fecho nin de derecho, en juizio nin fuera del, contra todo lo sobredicho nin contra parte dello. e que fasta aqui non havemos lecho nin fezimos otro contracto nin juramento nin prestacion nin reclamacion nin otra cosa que sea en contrario de lo sobredicho nin lo Paremos nin atentaremos facer de aqui adelante, en ningun tiempo nin por alguna manera, e que si lo fezieremos que nos non vala e, dende agora, nos imponemos perpetuo silencio sobre lodo ello e que cayamos e incurramos en las penas en que caen los que quebrantan el juramento c voto e pleito e homenage. que fazer de lo qual todo, non pediremos nin demandaremos absolucion nin relaxacion nin conmutacion nin interpretacion nin modificacion, nin usaremos della ahunque nos sea otorgada de propio motu e cierta sciencia del Santo Padre o de otro qualquier prelado o persona, nin nos ayudaremos de querella nin demandador) nin defension nin oficio de juez nin de otro remedio ordinario nin extraordinario, cerqua de lo sobredicho nin parte dello. En testimonio de lo qual firmamos en esta escriplura nuestro nombre e sellárnosla con nuestro sello e otorgarnosla ante el presente notario c testigos yuso cscriplos. Que fue fecha en nuestra çibdat de Çaragoça a veinte tres dias del mes de marzo en el año del nascimiento de nuestro Salvador Jhesu Christo de mil quatrocientos sesenta quatro. Yo el rey. Presentes testimonios fueron a las cosas susodichas los magníficos miçer Joan Pages, vicecanciller, miçer Nicolau Pinades, (ilegible) de Santa Maria del Mar de Barcelona e mosen Galceran Olmer. conseyero del dicho señor rey. Signo de mi. Pedro Doliet. del dicho serenisimo senyor rey de Aragon, secretario e por su actorial notario publico por todos sus regnos e senyorios que a las sobredichas cosas, en uno con los testigos suso nombrados, presente fue, c aquellas. de mandamiento del dicho senyor rey de Aragon, escrivir fiz 186 LA ADUANA DEL PUERTO DE YECLA COMO FUENTE DE RENTAS(1) Jorge Ortuño Molina El estudio y conocimiento de la fiscalidad de un Estado es imprescindible para conocerlo en su esencia. El saber los resortes de los que se vale para poder recaudar los fondos económicos con los que luego se sustenta, es obligatorio. Cada sociedad tiene un modo de hacerlo y éste es uno de los rasgos que la caracteriza c individualiza. El presentar aquí este texto viene motivado por el hecho de mostrar un pequeño ejemplo de cómo se nutría la Hacienda castellana medieval y cómo el Estado tenía la posibilidad de abastecerse de las rentas de los subditos en un momento de la historia de nuestra sociedad en el que la maquinaria administrativa moderna se encontraba en el génesis de su existencia, amen de ver cómo va a experimentar cambios la naturaleza de las rentas de las que se abastece y adueña la clase dominante. los dichos puertos esten e residan con sus libros e registros en las dichas casas para resçebir las dichas mercadurias e manifestaçiones deltas segund e en la manera e so aquellas penas que e hazen e deben hazer en las nuestras casas e aduanas... En tales edificios era donde se registraban el paso de todas las personas con sus pertenencias y se satisfacían las tarifas. La ya mencionada incapacidad de la administración regia, por su estado de evolución y progresivo perfeccionamiento., hacía imposible que la Corona, o en su caso el titular del señorío, pudiese hacer frente personalmente al control del cobro de todas las rentas. Por ello la Corona, fundamentalmente, arrendaba a particulares el cobro de tal o cual impuesto. El arrendamiento no se hacía nunca a personal eclesiástico, miembros del Consejo Real, oidores, alcaldes, alguaciles, escribanos, personas poderosas en general, miembros de Ordenes militares en razón de que nadie tuviese demasiada fuerza y pudiera utilizarla de una manera abusiva 3 , aunque no siempre fue así. Desde la formación de las primeras grandes unidades políticas se vio la necesidad de recaudar los recursos necesarios que permitiesen la existencia misma de dicha unidad. Una de las primeras fuentes de las que se valió fueron, precisamente, los ingresos obtenidos por las aduanas. Es uno de los medios más sencillos puesto que, en este caso concreto, es el individuo el que se acerca a las autoridades recaudadoras y no éstas las que deben buscar a los contribuyentes. Con el sólo hecho de obligar a las personas circular por lugares determinados y colocarse en puntos estratégicos, se tiene asegurada la recaudación. El arrendamiento del cobro de rentas podía hacerse mediante subasta pública (almoneda) al mejor postor. Solía arrendarse el cobro de rentas en grandes circunscripciones (obispados y reinos) con lo que se creaba la figura del recaudador mayor. Este a su vez podía nombrar otra serie de oficiales (fieles. cogedores...) que se encargaban de recibir las rentas específicas en lugares concretos. Conseguir el nombramiento de Recaudador Mayor solía reportar cuantiosos beneficios puesto que. aunque la Contaduría Mayor de Hacienda (luego se verá) realizaba unas aproximaciones previas sobre el monto que podría suponer la recaudación del impuesto, cifra con la que luego salía la subasta, siempre existía una notable diferencia entre lo que se pagaba en la almoneda con lo que luego se recaudaba verdaderamente. Ya se esmeraban en demasía los oficiales de la renta, que ponían excesivo celo en el cobro de tales impuestos, aumentando las guardias, haciendo comisos indebidos y utilizando métodos brutales y coercitivos 4 . Las aduanas se localizaban en los principales nodos de comunicación, enclaves que unían las vías principales de conexión entre entidades regionales. El régimen aduanero, pues, seguía las directrices del gran comercio; con ello se beneficiaba del rico tráfico de mercancías. al mismo tiempo que servía para encauzarlo (obligaban a su paso por él) y lo fomentaban o lo disminuían dependiendo de la presión arancelaria 2 . La donación que hacen los Reyes Católicos a Guillén Marque fue de las casas de aduanas de Yecla y Almansa, y esto es porque en cada frontera fiscal era obligada la existencia de unas casas donde el escriuano o escrutemos de las aduanas de Cada recaudador debía presentar una fianza y sus fiadores que asegurasen a la Hacienda Real, concejil o señorial el cobro de la cantidad fijada. Además el recaudador necesitaba toda 1 Quiero expresar mi agradecimiento al doctor Miguel Rodríguez LLopis y a Liborio Ruiz Molina por la colaboración prestada, sin la cual este artículo no podría haber sido realizada. 2 Ladero Quesada. M. A. "La Hacienda Real de Castilla en el siglo XV". Universidad de La Laguna. 1973. Pág. 95. 3 Ibidem pág. 27 Menjot. D. Fiscalidad y Sociedad. Los murcianos y el impuesto en la Edad Media. Murcia, 1986. pág. 326 4 187 La pena impuesta a los mercaderes que no cumplían las obligaciones aduaneras solía ser la pérdida de la mercancía por descaminada, es decir por circular o entrar de forma ilegal, a favor de los arrendadores de la recaudación del impuesto, lo cual solía provocar en ocasiones abusos de poder y requisas ilegales por los beneficios que conllevaba 6. Se necesitaba un documento acreditativo de pago o de legitimidad (albala de guia). Además de los controles en las aduanas, que exigían los albalaes, existían numerosas guardas por los caminos encargados de controlar las cargas y su debida tramitación 7 . El motivo de la existencia de aduanas en esta zona de Yecla. Almansa, Chinchilla... vienen determinado por la zona de encrucijada natural de caminos que supone esta comarca. Es zona obligada de paso entre Levante y Andalucía, entre la Mancha castellana y el Levante, Castilla y el reino de Murcia. Ya desde los romanos fue importante zona de tránsito, como lo demuestran los restos de calzadas romanas que quedan por la comarca. La reorganización hacendística castellana de Enrique III en 1403 señala como puertos secos, en la diócesis de Cartagena. a Almansa, Yecla y Albacete. Sin embargo, parece probable que fuese con Pedro I y su reglamentación de Valladolid de 1351 cuando aparece la aduana de Yecla 8 (con Alfonso X no existía), ya que con la regulación de 1380 que lleva a cabo el primer Marqués de Villena, don Alfonso de Aragón, queda recogida Yecla. junto a Almansa lugar de cobro del almojarifazgo y portazgo. Las rentas provenientes del tráfico de mercancías venían favorecidas, en dirección a Murcia, debido a las especiales características del clima de la región murciana y por su situación de frontera, lo que provocaba que gran parte del territorio estuviese despoblada y sólo fuese cultivada la vega del Segura. Ello daba lugar a que la producción de cereales. ganado, vino y pescado era suficiente para abastecer a todo el reino en años buenos, pero en los malos (guerra, desastres climatológicos...) las cosechas no eran suficientes (algo bastante corriente) y era entonces necesario recurrir a los terrenos de la Corona en La Mancha o a los campos del Marquesado de Villena 9, donde era gravada la mercancía al pasar, ya que el Señorío de Villena llegó a convertirse en un territorio casi a u t ó n o m o , donde las ó r d e n e s del monarca eran sistemáticamente desoídas, y cuyos subditos de los reinos de Murcia y Toledo recibían el mimo trato de extraños que los una caterva de notarios, guardas, oficiales que le permitiesen llevar a cabo la recaudación con la mayor seguridad posible. Todo arrendamiento debía sujetarse y comprometerse a respetar las normas legales que regían cada una de las rentas y a su percepción, aunque dejaban suficiente margen para la consecución de beneficios, normas recogidas en una ley básica (cuaderno). La existencia de este sistema de funcionamiento viene marcada, como ya se dijo, por la imposibilidad de la administración de hacer frente a todo el territorio, pero además. también por el hecho de que así, la Corona se aseguraba la percepción de una cantidad y antes de que se produjese el cobro de la misma. Dinero que le venía seguro y le servía para hacer frente a sus cuantiosos gastos. Todo el sistema tributario se hallaba sumamente fraccionado, yaque vemos como incluso hay una disociación entre el lugar físico donde se recogen los impuestos y la institución que los recauda. Los recaudadores debían pagar un alquiler por el uso de la aduana que pertenecía a los concejos o a la Corona, y que ésta a su vez podía donar (haciendo mercedes como el ejemplo que mostramos en el apéndice). Por encima de los recaudadores existía la Contaduría Mayor de Hacienda (Contadores Mayores) que tenía el control sobre los ingresos y gastos del dinero de la Corona, promovía y organizaba el cobro de rentas y derechos, ordenaba los pagos a realizar, se encargaban de controlar los arrendamientos... Los contadores mayores también tenían atribuciones judiciales en todos los litigios tocantes a la Hacienda. Debían registrar en sus libros (libros de lo salvado) todas las mercedes, privilegios y exenciones que los monarcas otorgaban libremente. Si dicho privilegio no quedaba debidamente registrado en sus informes, éste no tenía validez. De ahí la cédula del rey don Fernando, en el texto propuesto, instando a sus contadores mayores que registren el privilegio dado a Guillén Marque. Junto a la Contaduría Mayor de Hacienda, se encontraba la Contaduría Mayor de Cuentas, que era el órgano que vigilaba la rectitud de todas las gestiones con dinero de la Hacienda Real. Era la encargada de liquidar todas las deudas acumuladas. La cantidad de tributos y rentas que se cobraban era cuantiosa, cuyo análisis queda bastante alejado del espacio disponible y propósito fijado. Tal vez hacer mención al almojarifazgo. Éste era un impuesto de origen islámico, incorporado a la hacienda castellana en el siglo XIII. El término almojarifazgo servía para designar a los derechos que se cobraban por la entrada y salida de mercancías y ganado, así como los distritos o circunscripciones en que se organizaba el territorio para el cobro de tales impuestos. En cada circunscripción se especificaba claramente lo que debía gravarse y en que cuantía. En el Marquesado de Villena, en los siglos XIV y XV, el almojarife era un oficial señorial que en nombre del Marqués cobraba los impuestos y vigilaba la tarea de los otros oficiales 5 . Para el pleno control de las mercancías se obligaba a los comerciantes y ganaderos a circular, entrar y salir de los reinos por los mismos lugares y, salvo algún pretexto de peso, no se podía cruzar los puertos por la noche. 6 Sírvanos de ejemplo el caso ocurrido en la ciudad de Murcia, donde Fernando de Toledo, vecino de la ciudad, protesta ante la requisa hecha por Fernando García de Alcaraz. hermano del recaudador mayor del reino, de un cargamento de pastel que iba en dirección a Toledo al tomarla el recaudador por descaminada diciendo que venía de Aragón cuando Fernando de toledo afirma que la mercancía ha salido del mercado de la ciudad de Murcia. (A. Mun. Murcia. Acta Capitular 1433-1434. (22-VI-1434). Fol. 64r). 7 Menjot. D. 0p. Cit. pág. 315. s López Serrano. A. Yecla: una villa del Señorío de Villena. Siglos XIII al XVI. Academia Alfonso X. 1997. pág. 255. 9 Martínez Carrillo. Ma de los Ll. "El comercio en el sureste peninsular en la Baja Edad Media. Sectores principales y política de actuación" en Miscelánea Medieval Murciana. Vol. XIX-XX. Años 1995-1996. Págs. 137-188. 5 Val Valdivieso, Ma I del. "La nobleza frente a la crisis del s. XIV: Don Alfonso de Aragón y sus ordenanzas sobre recaudación de rentas en el Marquesado de Villena", en Congreso de Historia del Señorío de Villena. Albacete. 1987. págs. 145-156. 188 señalar otra de las funciones que tenían las aduanas: la regulación de la economía. La prohibición de la circulación de ciertos productos o el cierre total de las aduanas servía para realizar una política proteccionista, favoreciendo a los artesanos y comerciantes del reino o señorío. Existían además una serie de productos que no estaban permitidos que fuesen exportados (cosas vedadas) como son el oro, plata o vellón (bien en bruto o en moneda) pan. trigo, cebada, centeno. legumbres, maderas, caballos, yeguas, armas. Con ello se pretendía atesorar riquezas (política premercantilista), alimentar al propio pueblo y no dejar que el contrario se pudiese reforzar con elementos provenientes del propio reino o señorío 15 . Este control de cosas vedadas estaba a cargo de los guardas o alcaldes de sacas. Pero, no obstante, habitualmente se permitía que los viajeros llevasen más dinero que el permitido para uso y gasto personal, se exportaban caballos y animales de tiro, y el comercio de alimentos era constante. aragoneses del reino de Valencia en las aduanas de Yecla y Almansa 10 . Sin embargo, no sería el comercio con Murcia la principal dirección de intercambios, sino que las aduanas se beneficiaban fundamentalmente del comercio de las mercancías que iban en dirección de los puertos levantinos de Alicante y Valencia: queremos que en las dichas villas de Almansa e Yecla, en cada una de ellas, aya una casa de aduana donde se cogan e resçiban los dichos nuestros derechos de los dichos puertos, e se registren e descarguen e pongan en ellas todas las mercadurías que entraren o salieren por los dichos puertos de Almansa e Yecla, destos dichos nuestros regnos a los dichos regaos de Aragon e Valençia. Esta zona de Almansa y Yecla era eminentemente ganadera, además de ser junto a Chinchilla, Jorquera y Zarra, uno de los lugares más importantes para los ganados de la Mesta, lo que aportaba cuantiosos ingresos económicos por los impuestos de asadura, montazgo, portazgo..." Además de los ganados meseteños, estaban los vecinos que poseían ganados, en razonable cantidad 12 . Junto a ello, y con firmando el carácter de lugar de paso de mercancías, según Ortuño Palao, en Yecla destacaba el oficio de carretero. Por ello es significativo que la ciudad tuviese que contribuir a la guerra de Granada, en 1488, con tres carretas con sus acémilas y sus hombres correspondientes 13 . Desde los puertos y aduanas se debía combatir, por medio de los recaudadores y alcaldes de sacas, el contrabando de mercancías, que eran cruzadas de un territorio a otro, sin el previo paso por la aduana, lo cual provocaba, como indica el texto que por no aver las dichas casas e adunas en los dichos puertos se encubren algunos de los dichos derechos e las dichas nuestras rentas de los dichos puertos ha resçibido e resçiben diminuçion e daño. El comercio con Valencia hacía que pasara por la aduana arroz, especias, productos tintóreos (como la grana que abundaba por esta zona del sureste), pescado fresco o en salazón, pasas, ganado para carne y lana sobre todo, manufacturas como paños, ganado para tiro y labranza... Pero principalmente fluía la lana que iba de estas tierras en dirección a los puertos de Alicante y Valencia donde había una importante colonia de mercaderes genoveses que pagaban a mayor precio. En general los precios aragoneses eran mucho más tentadores que los de la propia comarca. Esto provocó que la pequeña industrias manufactureras locales se viesen desabastecidas, por lo que el corregidor del Marquesado Diego de Heredia en 1466 prohibió la venta de lana a italianos y aragoneses, no dejando que circulasen por la aduana de Yecla y Almansa dichos productos 14 . Esto nos da pie para Pero la habilidad de los contrabandistas era muy grande, y lo atractivo de las ganancias que se obtenían de tal comercio ilegal, junto al hecho de que los dirigentes locales no sólo no ponían todo su empeño en acabar con el contrabando, sino que además participaban en el mismo, pues prácticamente eran los únicos que disponían de un excedente de los productos de la tierra y de la ganadería 16 . De todo lo dicho se deduce que el control nunca sería suficiente. A ello se une el que los vecinos de Yecla. y en general de toda la comarca, tenían el privilegio de estar exentos del pago de impuestos de aduanas. Eximidos desde la concesión del fuero de Lorca a Yecla en tiempos del infante don Manuel, del pago del diezmo, portazgo, almojarifazgo, montazgo y herbaje siempre que fuese para el uso de los vecinos 17 . De este modo había quienes se traían productos de otros, especialmente valencianos, como propios, cobrando luego un tanto por ciento a sus propietarios 18 . Además se conocían todas las sendas y caminos por los que pasar escapando al control de las aduanas. 10 Prctcl Marín. A. Breve bosquejo histórico del Señorío de Villena y sus Instituciones. Albacete. 1980. pág. 6. 11 López Serrano, A. Op. Cit. Pág. 247. 12 Como ejemplo a lo expresado, mostramos la relación efectuada en tiempos del reí nado de Carlos I (no ha podido fijarse con exactitud la fecha del informe, aunque parece inscribirse en la década de 1530) de gran parte de los pueblos de España, y en lo referente a Yecla Dice: "Yecla que es en el Marquesado de Villena tiene quatroçientos y çinco vezinos pecheros, en los quales ay çinquenta vezinos, dos mas o menos que son ricos y tienen ganados y lauores en razonable cantidad, y en los demas ay la mitad que tienen razonable pasada y los otros [to]dos son jornaleros e gente neçesitada. tiene buenos términos de pastos y lauores. acudeles el agua razonablemente. Pagaron de seruiçio el año de quinientos y veynte e ocho treynta e nueve mil y çinquenta maravedis. Paresçenos que deuen pagar quarenta y dos mill y çinquenta maravedis". (A.G.S. Contaduría General. Legajo 768. Fol. 320-320v.). La incorporación de Yecla a la jurisdicción de la Corona fue precedida por la petición insistente de los vecinos de la ciudad de seguir manteniendo sus privilegios. Algo que los Reyes Católicos hicieron al reconocer tal privilegio aviendo acatamiento a los muchos e buenos e leales servicios que la dicha villa de Yecla e los vezinos della nos ha fecho e fizieron, asi a los reyes pasados de gloriosa memoria nuestros antecesores, como a nos, especialmente quando se reduzieron a nuestro servicio al tiempo que el rey de Portugal entro en los dichos nuestros regnos de Castilla, e por les fazer bien e 15 Ladero Quesada, M.A. La Hacienda... pág. 96 y ss. Menjot. D. Fiscalidad y sociedad... pág. 333. 17 López Serrano. A. Op. Cit. pág. 260. l8 BIázquez Miguel. J. Yecla en el siglo XVII. Yecla. 1988. pág. 247. 16 13 Ortuño Palao. M. Yecla día a día. Yecla. 1991. Pág. 124. 14 Pretel Marín, A. Almansa medieval: una villa del Señorío de Villena en los siglos XIII, XIV Y XV. Albacete. 1980. 189 Gracias a estas mercedes y privilegios va a surgir además una nueva nobleza, nobleza de servicio, frente a la antigua aristocracia. Proceso que se ve acelerado con la instauración de la dinastía trastámara. Los nobles que van obteniendo cargos en la maquinaria política y administrativa, se valdrán de dicho poder para arrogarse la cesión de derechos regalinos de tránsito. El Señorío de Villena es un buen ejemplo de ello. Creado a partir de las tierras dadas por Alfonso X a su hermano el infante don Manuel en la zona de La Mancha de Montearagón. llegaría a convertirse en un auténtico "Estado Tapón" entre Castilla y Aragón, gracias a la política inteligente e intrigante de sus titulares que mostrando siempre ambigüedades y posturas inciertas llegaron a tener un trato de igual con los monarcas castellanos y aragoneses 21 . La estratégica situación del señorío lo hacía un lugar obligado de paso, por lo que pronto los señores vieron una posibilidad de importantes ingresos con el cobro de derechos en los puertos secos. Para poder sacar adelante el máximo partido a las rentas hubo de perfeccionarse el modo de recaudación. Con el ordenamiento de 1380. Alfonso de Aragón consigue el establecimiento claro, preciso y totalmente regulado de los derechos económicos sobre el tránsito por sus dominios, y una mayor garantía de que éstos serían percibidos por su autoridad y beneficio. Con ello, además de afianzar sus rentas, favorece el afianzamiento de su poder sobre el señorío 25 . En tal ordenamiento se regulaba la recaudación de los gravámenes en las aduanas por el comercio y paso de mercancías. El cobro estaba organizado en circunscripciones o almojarifazgos, detallando cuidadosamente lo que se debía cobrar en ellos. La zona del señorío perteneciente al obispado de Cartagena se dividió en siete distritos, a saber: Villena, Chinchilla-Albacete, Almansa, Yecla, Jorquera-Alcalá-Ves, Hellín, Tobaría 26 . Tanto Alfonso de Aragón, primer Marqués de Villena. como posteriormente los Pacheco no supieron o no lograron ganarse las simpatías de sus súbditos. El poder que intentaron instaurar resultaba despótico y sumamente opresivo sobre las villas y ciudadanos. A éstos aún les restaba en la memoria los vagos recuerdos de los años de gobierno de los Manuel. La presión fiscal y el control sobre todos los aspectos de la vida en las vil las cada vez era mayor. Hasta 1469 los cargos de los fieles de la renta y almojarifazgo en la villa de Almansa eran designados por el concejo. Poco después eran los arrendadores y las autoridades del Marqués quienes los nombraban. Estos norespetaban la exención del almojarifazgo de los residentes ya que aumentaron su intensidad en el cobro de rentas vulnerando así los privilegios ante la necesidad señorial de aumentar su tesoro; dinero necesario para poder seguir manteniendo su poder y peso en la Corte. Las oligarquías locales no iban a despreciar una actividad especulativa como era el ser fieles de las rentas y recaudación de la alcabala. almojarifazgo y otros impuestos, que con poco riesgo de merced e voluntad es que agora e de aquí adelante para sienpre jamas la dicha villa de Yecla e los vezinos e moradores della, los que verdaderamente son afueren vezinos de la dicha villa e en ella tovieren sus casas de morada e vivienda principal, sean francos que no ajan de paga ni paguen diezmo ni portadgo ni almoxarifadgo ni otro derecho alguno en los puertos de Murcia e Loira ni en otras partes de los nuestros regnos de Castilla19. La aduana parece ser que estaba situada en la entrada principal del pueblo, en la Casa de la Torre, y el topónimo de calle de la aduana parece que pervivió hasta hace bien poco. Actualmente correspondería con la calle Miguel Golf20. Desde los orígenes de la aduana (siglo XIV), hasta el primer cuarto del siglo XVIII en el que desapareció, su historia fue muy larga, resultando los siglos XV y XVI los de mayor importancia y rendimiento dentro de la corona de Castilla21. A finales del siglo XV, Yecla vive unos años de bonanza y esto se refleja en el volumen de mercancías que pasan por la aduana. Esta prosperidad viene proporcionada por la conversión de Yecla en villa de realengo, el fin de la guerra civil, la política de los monarcas de concesión de mercados y ferias francas, la unión de las dos Coronas, lo cual supone unos años de importancia para la aduana por el gran trabajo al que se ve sometida 22 , siendo muy apetitoso su arrendamiento. Hasta aquí nuestra intención ha sido la de remarcar la importancia y características de la aduana, así como su valor como fuente de riquezas. Pero el presente texto nos muestra o nos deja ver otro aspecto más del arrendamiento de tal institución. Y este no es otro que la nueva vía de la que va a disponer la nobleza y la Corona de perpetuar y consolidar sus rentas mediante la consecución de puestos en la administración cercanos al dinero que les reportan, a ellos personalmente, pingües beneficios. Entrados ya en los siglos XIV y XV, la renta tradicional que obtenían los poderosos de sus posesiones rústicas ha caído peligrosamente. La organización del trabajo y la propiedad, en la que el dueño era el propietario pero no el poseedor, aseguraba a los titulares la percepción de un canon de por vida, a cambio de perder lodo dominio útil sobre el suelo. El paso de los años provocó que la renta pagada por el campesino se devaluase produciéndose una mengua en las arcas dominicales y crisis en el sector nobiliar al ver peligrar sus recursos, pilón sobre el que se asentaba su poder. La respuesta de los nobles va a ser la de apoyar a la monarquía, que si bien hay personajes concretos que se opongan, como grupo sí que prestará esa ayuda. Con ello van a conseguir mercedes y favores reales que permitirán que sigan manteniendo su posición de preeminencia porque ya no sólo la tierra y la ganadería permiten su reproducción 2 '. 19 Albalá de los Reyes Católicos a sus contadores mayores ratificando los privilegios de exención a Yecla (1484-agosto-28. Toledo). Reflejado en TORRES FONTES Yecla en el reinado de los Reyes Católicos (notas y documentos para su historia). Murcia 1954. Apéndice documental n.° 7. Recogido en Yakka. N.º 5. 1994. págs. 109-126. 20 López Serrano. A. Yecla... pág. 256. 21 Blázqucz Miguel, J. Op. Cit, pág. 251. 22 Torres Fontes, J. Op. Cit. pág 115. 23 Val Valdivieso. Ma I. del "La nobleza frente a la crisis..." pág. 145 y ss. 24 Pretel Marín. A. Bosquejo histórico... pág. 3. Val Valdivieso. Op. cit. 26 Pretel Marín. A. "Almojarifazgo y derechos señoriales del siglo XIV: un ordenamiento de don Alfonso de Aragón en las Juntas de Almansa de 1380" en Studia Historica in honorem Vicente Martínez Morellla. alicante. 1985. págs. 329-371. 25 190 inversión proporcionaban buenas ganancias. Los Pacheco utilizarían este arma para ganarse adeptos dentro de los grupos de poder locales y crear banderías dentro de ellos27. Con el estallido de la guerra en el Marquesado (1475), Yccla pasó a ser una villa de realengo tras la loma de la ciudad en nombre de los reyes por el Adelantado del reino de Murcia Pedro Fajardo en 1476 28. Con los Reyes Católicos, como ya se mencionó en su momento, la aduana de Yecla vivió sus años más prósperos, equiparándose o quedando inserta en el distrito de Requena 29 , tal vez la aduana más importante del reino. Al igual que antes los señores, los monarcas verán en el arrendamiento o cesión de las aduanas, o de sus casas, un modo de ganarse adeptos y consolidarse en el trono con la creación de un corpus favorable a su causa de pequeños nobles y burgueses, al tiempo que se les pagaba o recompensaba por sus servicios prestados. En este contexto se inscribe el documento presentado. Si siglos antes los poderosos daban a sus vasallos en beneficio o feudo un pedazo de tierra, ahora conceden mercedes de cargos y rentas, más acorde con los nuevos tiempos. reinos de Castilla para los de Valencia y para enbarcar en el puerto que llaman de Alicante y para la ciudad de Valencia y es camino paro las partes dichas y pora lo ciudad y puerto de Carthagena...32 Guillén Marque, vecino de Valencia, reside en la Corte de los reyes, y es vasallo de los monarcas (criado), prestando servicio en el séquito del príncipe don Miguel. Debido a la labor desempeñada los Reyes Católicos decidieron concederle en merced, por juro de heredad (suyo en propiedad) la titularidad de las casas de aduanas, por las que recibiría una cantidad de los arrendadores de la renta, ajenos totalmente a él. tras llegar a un acuerdo (igualación) con los mismos. En el nombre de la Santa Trenidad e de la eterna/ vnidad. padre e fijo e espiritu sancto. que son tres perso/ nas e vn solo Dios verdadero que biue e reyna por/ syenpre sin fin e de la bien aventurada virgen/5 gloriosa nuestra señora Sancta Maria madre de nuestro señor/ Ihesu Christo, verdadero Dios, e verdadero honbre, a quien Yo/ tengo por señora e por abogada en todos los/ mis fechos e a honrra e serviçio suyo, e del bienaventurado/ apostol señor Santiago, luz e espejo de las Españas,/ 10 patron e guiador de los reyes de Castilla e de Leon/ e de todos los otros sanctos e sanctas de la corte/ celestial, quiero que sepan por esta mi caria de preuillejo/ o por su treslado, sygnado de escriuano publico, todos los/ que agora son o seran de aqui adelante, como/ 15 Yo, doña Juana, por la gracia de Dios reyna de Castilla/ de Leon etc. vy vna çedula del rey e de la reyna/ nuestros señores padres, escrita en papel e firmada de / sus nonbres e sobre escripia e librada de los mis contadores/ mayores. Fecha en esta guisa./20 El Rey e la Reyna/ APÉNDICE DOCUMENTAL l510-mayo-17. Madrid.- Carta de privilegio otorgada por lo reina Juana I, reina de Castilla, o favor de Guillén Marque, confirmándole la donación de las casas de la aduana de Almansa y Yecla. Inserta merced de los Reyes Católicos a Guillén Marque, de las aduanas citados, dada en Madrid el 22-mayo-1499; y cédula de Fernando el católico a los contadores para que asienten la merced en los libros de lo salvado, dada el 6noviembre-1507. (A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas. Mercedes y Privilegios. Legajo 256. 1). La posesión de tales casas debió de ser importante, ya que años después, en 1521. un oligarca importante de la villa de Almansa, Alonso de Pina, compró la titularidad de las casas a Guillen Marque 30 , y su hijo y heredero puso mucho empeño en que Felipe II le reconociese los derechos que de antiguo disfrutó Guillen Marque 31 . Familia la de los Pina de mucha importancia en la comarca, ya que fueron grandes terratenientes y ocuparon importantes cargos en la vida municipal de Almansa y Chinchilla, y que no quisieron desaprovechar la fuente de ingresos que suponían las aduanas para mantener y acrecentar su poder social y económico. Por quanto somos ynformados e çerteficados que en los puertos de Almansa e/ Yecla no ay hechas nuestras casas de aduanas donde los nuestros recabdadores de los/ diezmos y aduanas e almoxarifadgo cojan e reçiban los nuestros derechos e se escriuan/e registren e descarguen e pongan las mercadurias e otras qualesquier/ 23 cosas que entran e salen destos nuestros reynos de Castilla a los nuestros reynos/de Aragon e Valençia. segund que se haze en los otros puertos donde se/ cogen los diezmos y aduanas, e que por non aver las dichas casas e a/ duanas ni los dichos puertos se encubren algunos de los dichos derechos e las dichas/ nuestras rentas de los dichos puertos ha resçibido e resçiben dimi/ 30 tuiçion e daño, queremos que en las dichas villas de [Al] mansa e Yecla en cada/ vna dellas, aya vna casa de aduana donde se cogan e resçiban los dichos nuestros derechos/ de los dichos puertos, o se registren e descarguen e pongan en ellas todas/las mercadurias que entraren e salieren por los dichos puertos de Almansa/ e Yecla. destos dichos nuestros reynos a los dichos reynos de Aragon e/35 Valençia. Que no se puedan coger los dichos derechos ni registrar ni descargar ni/ poner las dichas mercadurias en otra cosa ni parte alguna en las dichas/ villas salvo en las dichas casas de aduanas. La importancia de la aduana se mantendría aún a lo largo de toda la centuria del XVI. quedando el testimonio recogido en la Relación Topográfica de los pueblos que mandó realizar el monarca Felipe II en los años centrales de la década de 1570, y que en respuesta a la pregunta 55 sobre si era un pueblo de tránsito, el informe afirma que como esleí dicha villa sea puerto y casa de aduana como tienen declarado es pueblo pasadero en que por el pasan mercaderías y pasaderos de los 27 Pretel Marín. A. Almansa medieval... 28 Torres Fontes. Op. Cit. pág. 110. 29 López Serrano. A. Yecla... pág. 255. 30 La compra se efectuó en Villena (10-XI-1521) por un valor de 18.750 maravedís (A.G.S. secc. Mercedes y Privilegios Leg. 256,1) 31 Carta de cesión hecha por Alonso de Pina, vecino de Almansa. a su hijo y heredero Luis de Pina, regidor de Chinchilla, y fechada el 5-11-1563 en Almansa. (A. G.S.:secc. Mercedes y Privilegios. Leg. 256.1) 32 Cebrián Abellán. A. y Cano Valero. J. Relaciones Topográficas de los pueblos del reino de Murcia. Universidad de Murcia. 1992. pág. 371. 191 dicho presçio. E olrosi vos manda/ mos que tengays las dichas casas hechas e reparadas en todos tienpos para syenpre jamas e/que sean buenas a vista de los governadores (e corregidores) que fueren del dicho marquesado de cada vno en su tiempo, e sy/80 las dichas casas no tuvieredes reparadas c buenas segund/ dicho es que los dichos governadores c corregidores pue/ dan hazer las reparar de los dichos alquiles que asy ovieren/ de pagar los dichos recabdadores c sean obligados el dicho Guillen/ Marque e sus herederos e subçesores de resçebir en cuenta/*5 a los dichos recabdadores los maravedís que asy gastaren en el reparo/ de las dichas casas por mandado de los dichos corregidores c governadores o de sus/ lugarthenientes, segund dicho es en que pueda coger los dichos derechos de descargar/ e tener las dichas mercadurías. Por ende/ por hazer bien e merçed a vos Guilleon Marque, nuestro cria/ do, acatando los muchos e buenos e leales servicios/40 que nos avedes lecho e hazedes en cada dia, e en alguna/enmienda e remuneraçion dellas, vos fazemos merçed/ que podades hazer e hagades e tengades por juro de/ heredad para syenpre jamas, para vos e para vuestros herederos e/ subçesores e para aquel o aquellos que de vos o dellos o vieren cabsa, de tener las dichas/45 casas de aduanas en las dichas villas de Almansa e Yecla en las quales e en cada/ vna dellas es nuestra merçed e mandamos que los nuestros recabdadores que agora son e/seran de aqui delante de los diezmos e aduanas e almoxarifadgo de los dichos puertos,/ e a qualesquier de sus hazedores e al qualesquiera recabdadores e fieles e cogedores e otros/ qualesquier personas que tienen o tovieren cargo de resçebir e cobrar los dichos/50 diezmos e aduanas e almoxarifadgo de los dichos puertos de Almansa e Yecla e de/ cada vno dellos que en la dicha casa de aduana de cada vna de las dichas villas/ cogan e restriban e recabden los dichos derechos de las dichas nuestras rentas./ E que todas e qualesquier personas que fueren o vinieren por los dichos puer/ tos con todas e qualesquier mercadurias las vayan alli a registrar/55 e manifestar e descargar e poner e no en otra parte alguna, se/ gund e so las penas contenidas en las leyes e contenidos de nuestro quaderno de los/ dichos diezmos e aduanas que hasta agora estan fechas e mandamos hazer de aquí adelante./ E mandamos que los maravedís de los dichos alquiles/ vos den e paguen los dichos arrendadores c recabdadores mayores, ofiçiales e cogcdorcs/90 que son o fueren de aqui adelante o que tovieren cargo de [coger] de las dichas/ rentas de los dichos puertos c de cada vno dellos que bien sean por encabeçamiento o por/ arrendamiento o resçebtoria o en fieldad o en otra qualquier manera que vos/den e paguen los dichos maravedís en cada vn año por las dichas casas de adua/ nas en la manera que dichas es a vos c a vuestros herederos e subçesores e aquel o/95 aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa por juro de heredad para syenpre/ jamas de mas e allende del presçio prinçipal que a nos ovieren a dar e/ pagar por los dichos puertos. E que nuestro escriuano o escriuanos de las aduanas de los dichos puertos esten e resydan con sus libros/e registros en las dichas casas para resçebir las dichas mercadurias e manifestaçiones dellas,/60 segund e en la manera e so aquellas penas que se hazen e deben hazer en las nuestras casas e aduanas/ de la villa de Requena e de la çibdad de Murçia que se contiene en las dichas leyes e cuestiones. E es nuestra merçed e mandamos/ que ayades o llevedes por el alquiler de las dichas casas e por cada vna dellas el presçio convenible que/ vos ygualaredcs con los dichos nuestros arrendadores e recabdadores mayores, e con las otras personas/ que tienen o tovieren cargo de resçebir e recabdar las dichas rentas e derechos de diezmo e aduanas con cada/65 una en su tienpo. E sy no vos coçertaredes e ygualaredes con los dichos mis arrendadores e recabdadores mayores/ e otras presonas que tovieren a su cargo los predichos puertos con alguna de ellos, es nuestra merçed e man/damos que el nuestro governador que agora fuere del dicho marquesado o su lugartheniente tasen e moderen el presçio/ convenible que ovieredes de aver del dicho alquiler e los asy tasaren e moderaren por cada vn de los años de su/ arrendamiento vos sea dado e pagado por cada vno en su tienpo lo que para el dicho tienpo fuese tasado./70 E sy por el dicho tienpo fuere tasado e sy por el dicho presçio o presçios convenible que asy fuere tasado e mo/ derado por los dichos governador del marquesado o su lugartheniente non quisieredes dar las dichas/ casas o alguna dellas nin que se descarguen e pongan las dichas mercadurías e se cojan e recabden las/ dichas nuestras rentas de diezmos e aduanas e almoxarifadgo segund e como dicho es en tal caso los/ nuestros arrendadores c recabdadores mayores e fieles e cogedores e otras qualesquicr presonas que tienen e/75 tuviesen cargo de coger los dichos puertos puedan syn pena alguna alquilar e/ tomar otras casas en cada vna de las dichas villas en que asy se descarguen las dichas mercadurías/ e se cobren los dichos nuestros derechos por el tienpo que no os conçertaredes en el E mandamos a los nuestros contadores mayores/ que cada e quando arrendaren las dichas rentas de los diezmos e adua/ nas e almoxarifadgo de los dichos puertos los encabeçen e arryenden con con/100 diçion que se paguen los dichos alquiles del mas del presçio que nos ovieremos de aver por las/ dichas rentas de los dichos puertos c asyenten esta merced que vos hazemos en los nuestros libros de lo sainado/ e vora [sic] sobre escriuan e bueluan sobre escripta e vos den e libren sy la pidieredes nuestra carta de preuillejo/ c las otras cartas e sobrecartas que menester ovieredes para que se guarde e cunpla esta dicha merced/ que vos hazemos. E mandamos al nuestro chançiller e notarios e otros ofiçiales que estan a la tabla/103 de los nuestros sellos que vos den e libren e pasen e sellen la dicha nuestra carta de preuillcjo buestro susodicho la/ mas fuerte c firme e bastante que les pidieredes e menester ovieredes. E los vnos ni los/otros non fagades ni fagan de al por alguna manera so penade la nuestra merçed, e de diez/ mill maravedís para la nuestra camara a cada vno por quien fincare de lo asy hazer e cunplir. Dada/ en la villa de Madrid a veynte e dos dias del mes de mayo año del nasçimiento de nuestro salvador Ihesu Chrislo de/110 mill e quatroçientos e noventa e nueve años. Yo el rey, Yo la reyna. Yo Gaspar de Grizia/ secretario del rey e de la reyna nuestros señores, la fize escreuir por su mandado./ Asentose esta cedula del rey don Hernando e de la reyna doña Ysabel, que santa gloria aya./ Antes desto, escripta en los libros de lo saluado de la reyna, nuestra señora, que tienen los/ sus contadores mayores por vertud de vna cedula del dicho señor rey don Hernando, su padre, que para ello/115 dio fecha en esta guisa: El Rey y contadores mayores: Sabed que Guillen Marque me hizo relaçion diziendo que 192 treslado sygnado como dicho es, mando/ a los dichos contadores, alcaldes, alguaziles. regi/ dores, cavalleros. escuderos, e oficiales, e/l65 omes buenos de las dichas villas de Al/ mansa e Yecla. e a los arrendadores, e recabdadores/ mayores, e resçebtores que son o fueren de los dichos diezmos (e aduanas)/ de los dichos puertos que vos recabdan e hagan recabdar/con los dichos alquiles de las dichas casas, tasadas segund/170 e por la forma e manera que en la dicha çedula suso encor/porada se contiene, e que tomen vuestras cartas de pago e despues de/ vos de los dichos vuestros herederos e subçesores e de aquel/ o aquellos que de vos e dellos ovieren cabsa e del que lo oviere/ de recabdar por vos e por ellos porque les sean resçebidos/175 en cuenta e les no sean pedidos ni demandados otra vez. Pero/ sea entendido e entiendase que por vertud de esta dicha/ mi carta ni de sus treslados sygnados e cartas de pago ni en otra/ manera no an de ser reseçeuidas en cuenta a los dichas arrendadores e recabdadores mayores/ de los dichos diezmos e aduanas maravedis ni otra cosa alguna/180 por razon de los dichos alquiles de las dichas casa sin de/ alguna dellas por quanto los arrendamientos que de las / dichas rentas se hizieren se haran con condiçion que esta dicha/ merçed sea guardada e cunplida en todos e por todos/ como en las dichas çedulas se contiene, syn que por ella sea puesto des/185 mento alguno. E los vnos ni los otros non fagades ni/ fagan ende al por alguna manera so pena de la mi merçed e de/ X U [diez mil maravedís] para la mi camara e etc. E de esto vos mando dar e dy/esta mi carta de preuillejo escripta en pargamino de cuero e sellada/ con mi sello de plomo e pendiente en filos de seda a colores/190 e librada de los contadores mayores e de otros ofiçiales/de mi casa. Dada en la villa de Madrid a diez e siete dias/ del mes de mayo, año del nasçimiento de nuestro salvador Ihesu Christo de/ mill e quinientos e diez años. yo/ e la serenisima reyna, mi muy clara e muy amada muger que aya santa gloria, le hizimos merçed/ de las casas del aduana de Yecla e Almansa por vna nuestra carta firmada de nuestros nonbres, y dize que vosotros no/ la quereys asentaren los nuestros libros a cabsa de ser pasado el año en que se avia de asentar. Por ende yo vos mando/ que asenteys la dicha carta de merçed en los nuestros libros que vosotros thenedes no enbargante que sea pasado/l20el tienpo que se avya de [a]sentar, e sobre escripia e librada de vosotros que la tor/ neys al dicho Guillen Marque para que la tenga por titulo de la dicha merçed, ca yo/, por la presente, vos reliedo de qualquier cargo o culpa que por ello vos pueda ser/ ynputado. Fecha en Burgos a seys dias del mes de novienbre de/ mill e quinientos e syete años. Yo el rey. Por mandado de su alteza, Lope Cun/125 Chillos. Por ende, los conyejos, governadores e las otras presonas en esta çedula/ antes de esto escripta, contadores vedla e cunplidla en todo e por todo como en ella se contiene e sus altezas por ella/ vos lo enbian mandar. Pero sea entendido e entiendase que por vertud desta dicha çedula ni de sus treslados/sygnados e cartas de pago ni en otra manera no han de ser rebebidos en cuenta maravedis ni otra cosa alguna a los dichos/ arrendadores e recabdadores mayores e almoxarifes e otras presonas en esta dicha çedula de sus altezas contenidas desde que sal/130 gan los arrendamientos que de aqui adelante dellas deshizieren, deshagan con condicion que esta dicha/ merçed sea guardada e cunplida en todo e por todo como en ella se contiene syn que por ella sea puesto/ desmerito alguno. Mayordomo Rodrigo de la Rua, Ortuño Velasco, Pedro Yañez, Christoval Davila./ E agora por quanto por parte de vos el dicho Guillen Marque, camarero del prinçipe don Miguel (mi muy caro e muy amado sobrino),/ me fue suplicado e pedido por merçed que porque la dicha merçed/135 de las dichas casas de aduanas mejor e mas cunplidamente vos fuese/ guardada e cunplida, vos mandase dar mi carta de preuillejo dellas/ para que las ayades e tengades de por merçed en cada un año por/juro de heredad para syenpre jamas para vos, e para vuestros herederos/ 140 e subçesores, e para aquel e aquellos que de vos e dellos ovyeren/ cabsa, como en la dicha çedula suso encorporada se contiene. E por quanto/ se falla por los mis libros e nominas de lo salvado en/ como esta en ellos asentada la dicha çedula suso encorporada (la qual quedo e queda cargada)/ en poder de los mis ofiçiales de los dichos libros. Por ende, yo/145, la sobredicha reyna doña Juana e por hazer bien/ e merçed a vos el dicho Guillen Marque, e despues de vos/ a los dichos vuestros herederos e subçesores e aquel/ o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa, tovelo/ por bien e confirmovos e apruevovos la dicha/150 çedula de los dichos reyes mis señores padres/suso encorporada e la merçed en ella contenida, e/ mando que vos vala e sea guardada en todo/e por todo como en ella se contiene. E tengo por bien ees mi/merçed que ayades e tengades de mi, por merçed, en cada/155 vn año para syenpre jamas para vos, e para los dichos vuestros/ ferederos e subçesores e para aquel o aquellos que de/ vos e dellos ovieren cabas, las dichas casas de aduanas de las/dichas villas de Almansa e Yecla, con las fianzas e condiçiones/ e segund e por la forma e manera que en la dicha çedula/ 160 de los dichos reyes mis señores padres suso encorporada/ se contiene e declara. E por esta dicha mi carta de preuillejo e por el/ dicho 193 UN DISCURSO DEL PADRE LASALDE Carmen Ortín Marco tiempo...Es tolerante, dúctil; habla con dulzura...A los niños el P. Lasalde los trata con delicadeza, con una delicadeza tan enérgica en el fondo que les pone respeto y hace inútiles los castigos violentos...Y no grita, no amenaza, no aterra:...los observa y estudia sus juegos cuando retozan por el patio...Es un hombre bueno y un hombre sabio". La segunda es en el capítulo III de la segunda parte de la misma obra: "El P. Lasalde aparece en el recibimiento. Está más delgado que antaño; su cara es más pálida y más buida; tiene más pronunciadas las arrugas que entrecoman su boca. Y la nerviosidad de sus manos se ha acentuado. ...sus silencios habituales son más largos ahora que antes; a veces se queda largo rato absorto". En esta conversación con el viejo escolapio, éste le dice que no sabe lo que tiene, que cree que es cansancio, que ha trabajado mucho, y le da este consejo: "Todo es vanidad. ...vive bien; sé bueno, humilde". Posteriormente, Lasalde ocupará importantes cargos, dado su prestigio. En 1902. consultor provincial; en 1903. visitador general; en 1904, provincial honorario de las Escuelas Pías. Poco después cae en un lastimoso estado, y aún así, asiste al Capítulo provincial de mayo de 1906. Al mes siguiente lo envían a Portillo de Toledo, su pueblo natal, para que sus familiares lo cuiden; fallece el 4 de septiembre. No supo la terrible noticia del incendio de su Colegio yeclano. ocurrido el 17 de agosto; de haberlo conocido hubieran sido muy amargos sus últimos días. Detengamos ahora brevemente nuestra atención en la "Oratio ad Capitulum Provinciale". impresa en Madrid, en la imprenta de la viuda e hija de Gómez Fuentenebro, calle de Bordadores, n° 10. año 1899; seis páginas. Lo firma "Carolus a V. de Pace". Carlos de la Virgen de la Paz. El ponerse detrás del nombre una advocación religiosa es una norma calasancia que continúa en la actualidad y que se efectúa en la toma de hábitos. A modo de ejemplo citaremos a unos cuantos contemporáneos de Lasalde. poniendo entre paréntesis la advocación elegida: Andrés Espinosa Malilla (Virgen de los Dolores), Tomás Sáez del Caño (Madre de Dios), Manuel Gómez Peña (Asunción), Juan José Peña Peña (Virgen del Carmen) y Ángel Vinagre Alonso (Corazón de María). De nuestra época y relacionados con Yecla podemos señalar: José Navarro Escrivá (Santísimo Sacramento), José Ramón Pérez López (Jesús y María), José María Iborra (Niño Jesús), Vicente Gaspar Fontestad (Santa Teresa del Niño Jesús) y Juan Bautista Ramón (Inmaculada Concepción). La figura del P. Carlos Lasalde Nombela ha sido estudiada de modo exhaustivo por el Dr. Fernando López Azorín. Este ilustre ycelano. en su obra "Yecla y el Padre Lasalde" (Murcia. Novograf, 1994). ha dado a conocer lo mucho que este escolapio hizo por Yecla, no sólo como enseñante sino también como investigador. Ha sido el quien me ha proporcionado el discurso que. en ocasión solemne, pronunció Lasalde y que brevemente comentare; al final pondré el texto original en latín y después la traducción que me he permitido hacer, empleando en lo posible un lenguaje actualizado. Antes de referirnos a esta "Oratio" lasaldiana, conviene que centremos la figura de este padre calasancio. Viene a Yecla en 1868 y se marcha en el 82; son catorce años fundamentales en la biografía de nuestro protagonista, ya que llega con 27 años de edad y se marcha con 41. Aquí realiza una profunda transformación y mejora del Colegio durante su rectorado, publica obras de materias diversas, influye de modo decisivo en la sociedad yeclana y es el primero que estudia los importantes descubrimientos en el templo ibérico del Cerro de los Santos. Todo ello, reitero, puede estudiarse en el citado libro de López Azorín. El 23 de septiembre de 1882 marcha a Getafe como maestro de novicios. En el 87 es nombrado Cronista General de las Escuelas Pías de España. En el 94 pasa a Madrid como rector del célebre Colegio de San Fernando y en el 98 vuelve a Getafe para dedicarse a la terminación de varias de sus obras. tanto de Historia como de Pedagogía, a más de un Diccionario Latino. En esta época es cuando pronuncia la "Oratio" de la que después se hablará. Estando en Getafe recibe la visita de José Martínez Ruiz. a quien había conocido en Yecla, no como alumno, sino como escolar del Centro religioso que Lasalde dirigía. Es interesante ver las descripciones correspondientes a diversas épocas, que el futuro Azorín hace de Lasalde. Cuando lo conoce en los años 81 -82, Lasalde está en la plenitud y máximo vigor de sus facultades. Diecisiete años después, cuando lo ve en Getafe. empieza su decadencia física aunque tiene mucho que aportar inlelectualmente. Veamos estos dos momentos en la prosa del maestro de la Generación del 98. La primera descripción está en el capítulo XVI de la primera parte de "La Voluntad": "El P. Lasalde es un hombre delgado, de ojos brillantes, de nariz pronunciada; su cara tiene una rara expresión de inteligencia, de viveza, de candor y malicia -malicia buena- a un mismo 195 Esta parte central de su discurso podría subdividirse en tres aspectos: a) Los electores. Son todos los presentes y han de emitir su voto sin ser motivados por amistad, odio o ambición. Necesitan, en cambio de la reflexión y de la oración, y como modelo arguye la elección del sucesor de Judas en el apostolado, tal como nos narran los Hechos de los Apóstoles. b) Los elegidos. Han de ser hombres que sepan y quieran gobernar la Congregación con el espíritu de Cristo; aduce para ello, las enseñanzas de Pablo a Tito y a Timoteo. c) Las reglas que pueden añadir o reformar. Nunca serán caprichosas, sino ajustadas a las Sagradas Escrituras y a las Constituciones de San José de Calasanz. En esta "Oratio" sigue Lasalde, en gran parte, el esquema clásico del discurso. Los tres primeros párrafos corresponden al "exordium", y presenta a quienes habla (escolapios por razón de cargos o electos), para qué están éstos convocados (elección de superiores y aprobación de normas) y a qué bien se ha de aspirar (honra de la Congregación y de la Iglesia). La "narrado" está entremezclada con la "argumentado". Tras una exposición, presenta siempre un alegato, lógicamente basado en la doctrina neotestamentaria, de modo casi exclusivo en las epístolas paulinas. No faltan las interrogaciones retóricas, ésas de respuestas innecesarias de tan obvias o claras. Su estilo es sobrio, directo y limpio. No es un orador "crisóstomo" o "boca de oro", con arrebatos grandilocuentes y pomposos; tampoco es monótono y cerebral, porque su oratoria, siempre coherente, está animada por lo que en el lenguaje eclesiástico se llama "unción", toque sagrado de caridad cristiana y de experiencia sobrenatural intensamente vivida. Tan claro y espiritual es, dentro de su sencillez, que consigue la "captatio benevolentiae", captar la atención de sus oyentes. El epílogo, que ocupa el último párrafo, es una invocación a Dios para que ilumine mentes y corazones y se consiga lodo lo anteriormente expuesto. Pero más que exégesis de este discurso conviene su lectura textual, que es lo que a continuación presentamos. DISCURSO AL CAPÍTULO PROVINCIAL.- ORATIO AD CAPITULUM PROVINCIALE.- "Atiende al ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas" (Colas.. IV, 15). Vide ministerium quod accepistiin Domino, ut illud impleas. (Cotos., IV, 15.) Está cerca, queridísimos Padres, el solemne día en el que. guiados por el Espíritu Santo, tenemos que tratar acerca de las sagradas e importantes cuestiones de nuestra Congregación. Todos los que estamos reunidos aquí, bien por razón del cargo o bien pollos votos de los religiosos, convenimos en que hemos sido enviados para que deliberemos sobre el supremo bienestar de la Provincia y elijamos a aquellos Superiores que sepan gobernarla acertadamente. También para que nuestras determinaciones no miren nuestro propio agrado o quizá el de algunos religiosos, sino para que, con la inspiración del Espíritu Santo, convengan al mayor incremento de la piedad. Y también estamos persuadidos de que la salud moral de la Provincia redundará en la de toda la Congregación y aun en honra de la Iglesia Católica, puesto que las familias religiosas son dignidad de la Iglesia. Así pues, ahora, toda la Provincia, toda la Congregación y toda la Iglesia Universal de Cristo, me parece que lanzan a nuestros oídos aquel las palabras del apóstol Pablo: "A tiende al ministerio...". Adest, carissimi Paires, solemnis ille dies, in quo, Spiritu Sancto duce, de sanctissimis gravissimisque nostrae Congregationis rebus agendum est nobis. Quotquot enim hic vel munere officii vel religiosorum suffragiis congregad sumus, ideo convenisse debemus, ideo missi sumus ut de suprema totius Provinciae salute consultantes, hos superiores eligamus, qui eam optime regere sciant; hoc etiam non quod nobis ipsis placeat, non quod quibusdam forsitan religiosis gratum sit statuamus, sed quod, Spiritu Sancto afflante, ad maius pietatis incrementum pertinere videbitur. Et hoc nobis persuasum sit, Provinciae salutem in totius Congregationis salutem redundaturam, atque etiam in Catholicae Ecclesiae decus; decus enim Ecclesiae sunt familiae religiosae. Itaque nunc mihi tota Provincia, nunc cuncta Scholarum Piarum Congregatio, nunc universa Christi Ecclesia auribus nostris illa Pauli Apostoli verba adspirare videtur: Vide ministerium... Ciertamente somos nosotros los que, no sólo debemos elegir a los ministros más idóneos para la Provincia, y para sus Comunidades, sino que también hemos de discutir unas leyes con las que nuestra Provincia se gobierne excelentemente. Nuestros antepasados, amadísimos Padres, con todo derecho. quisieron un Estatuto, en cuyos Capítulos se designara los ministros antes de establecerlas leyes. Así, por tanto, si los que están al frente son idóneos, casi que no sería obstáculo el que faltasen las leyes. Pero, en caso contrario, aunque tuviésemos leyes santísimas, si los dirigentes no son aptos, se derrumbaría todo el Estado aunque estuviera firme y sólidamente constituido. Mas antes de tratar sobre los que han de ser elegidos Superiores, me parece oportuno pronunciar algunas palabras sobre los que hemos de ser electores. Como nuestra elección, para que pueda considerarse excelente, tiende a conseguir él provecho de la Religión, es necesario que estemos libres de toda pasión, de la amistad, del odio o de la fuerza de cualquier otro deseo. Aquel que para desempeñar este Et certe ministri Provinciae sumus, qui et illi et omnibus illitis domibus idoneos ministros eligere, et leges, quibus optime regatur, rogare debemus. Jure optimo, carissimi Paires, maiores nostri statutum voluerunt ut prius in Capitulis de ministris eligendis quam de legibus ferendis ageretur. Si enim qui praesunt idonei sint, parum vel minime obest quod leges desint. Contra vero, quamvis sanctissimae sint leges, si qui praesunt non sint idonei, omnis respublica, quamvis firma et optime constituta, magna dilabatur ruina. Sed ante quam de iis, qui in superiores eligendi sunt, faciam, aliqua de nobis, qui electuri sumus, opportunum mihi verba facere videtur. Quum electio nostra, ut optima dici possit, commodum Religionis efficere debeat, necesse est ut ab omni libidine. \9é santísimo y gravísimo deber se haya acercado movido por el afecto. la inquina, la ambición, el deseo o el placer, ése sentirá que se precipita por un abismo. ¿ Quién ignora que las cosas que se ejecutan por frivolidad o por egoísmo conducen a la desgracia ? Sería horrible querer anteponer nuestra conveniencia y nuestra voluntad a la conveniencia de la Religión y a la voluntad de Dios. Obrando nosotros de esta manera sería impío y necio esperar que Dios estuviera presente y que nosotros consiguiéramos el buen acierto en los asuntos de la Congregación. ¿Han de emitirse nuestros votos de un modo necio o temerario? Lejos de mí pensar así, pero debemos tener a la vista siempre la conveniencia de la Religión y sopesar diligentemente de qué manera podemos conseguirlo y cómo debemos tratar, con valentía, lo que nos parezca más apropiado para lograrlo. Y, para que esto se consiga según la promesa, está patente un recto camino, no sólo fácil, sino recomendado con un admirable ejemplo. Los apóstoles, reunidos en Jerusalén, habían de elegir al hombre que sucediera a Judas en el apostolado. Y estando allí los hermanos del Señor, y algunos discípulos excelentes por su doctrina y por sus costumbres, y otros probados en dar testimonio del Señor, a pesar de esto, ninguno de el los fue elegido hasta que los apóstoles, retirándose a orar, hubieran dicho: "Tú, Señor, que penetras el corazón de todos, muéstranos a cuál eliges..." (Act., I, 24). Y si aquellos apóstoles de Jesús, que tenían varones ejemplares para elegir, no los juzgaron por el sentimiento, ni según la carne o la sangre, sino que recurrieron a la oración, ¿acaso no convendría que nosotros también tomáramos ese mismo camino, si queremos esperar un resultado favorable, es decir, según la voluntad de Dios?. amicitia, odio aut alicuius cupiditalis vi liberi simus. Qui enim ad hoc gravissimum sanctissimumquc munus obeundum vel amore, vel odio, vel studio, vel desiderio, vel libidine exagitatus accesserit, se praeceps ire sentiat. Quis enim nesciat quae ex levitate aut cupiditate fiani, cea in calamitatem devenire? Horrendum igitur erit commodum el voluntatem nostram Religionis commodo et voluntati Dei velle anteferre. Impium autem stultumque nobis ita agentibus Deum adesse et secunda nos uti fortuna in rebus Congregationis sperare. Quid igitur ¿inconsulte vel etiam temere suffragia a nobis emittenda sunt? Longe a me ut ita sentiam, sed prae oculis Religionis commodum habere debemus, idque, quo modo consequi possimus, mature perpendere. quaeque ad illud consequendum aptiora videantur, ea strenue agere debemus. Atque ut id ex voto succedat ampia via patet et expedita et optimo exemplo commendata. Apostoli Ierosolimis congregati electuri erant virum qui Iudae in apostolatum succederet. Quumque ibi essent fratres Domini, etiam discipuli doctrina et moribus excellentes, nonnulli etiam testimonio Domini comprobati, nullus tamen eorum fuit electus quin prius Apostoli ad orationem confugientes dixerint: Tu, Domine, qui corda nosti omnium ostende quem elegeris... (Act., 1,24.) Si ergo illi, Apostoli Iesu, viros habentes optimos quos eligerent, non suo sensu, neque secundum carnem et sanguinem iudicarunt, sed ad orationem confugerunt, nonne opportebit nos quoque eadem via incedere, si successum exspectare, si voluntatem Dei facere velimus? Itaque, Car. Pat., ni, antequam ad suffragia emittenda accedamus, elementissimi Dei auxilium enixe petierimus, neque voluntatem Dei nos fecisse, neque electionem prosperam Congregationi eventuram credere debemus. Precemur igitur Deum Patrem a quo omnis procedit exitus, precemur Dominum Iesum, qui est vera sapientia aeterna, precemur B. Mariam, Congregationis nostrae matrem atque custodem fidelissimam, quo mentes nostrae illuminabuntur, ut prudenter et ex Dei voluntate in omnibus procedamus. Por tanto, queridísimos Padres, si antes de que nos acerquemos a emitir nuestros votos no hemos pedido con empeño el auxilio del Dios clementísimo, no debemos creer que hemos cumplido con la voluntad divina, ni que vamos a conseguir una elección conveniente para la Congregación. Pidamos a Dios Padre, del que procede todo bien; ruguemos a Nuestro Señor Jesús, que es la verdadera sabiduría eterna; supliquemos a la Bienaventurada María, Madre y guardiana fidelísima de nuestra Congregación, para que sean iluminadas nuestras mentes y para que procedamos en todas las cosas con prudencia y según la voluntad de Dios. Hasta aquí es lo que se ha de considerar sobre nosotros. Ahora hay que tratar, como así está ordenado, sobre los que han de ser elegidos. Todo lo que, en este asunto, pueda yo decir está expresado, abierta y llanamente, en nuestras Constituciones, y ya conocéis cómo opino yo. ¿ Qué puedo recordaros que no esté en la memoria de todos vosotros y, sobre todo, cuando también está promulgado, con claridad, en los Libros Sagrados? Frecuentemente Dios habló sobre quiénes deben ser ¡os que dirijan a los pueblos, igualmente Pablo, queriendo abarcar todas las ideas sobre este divino asunto, en sus cartas a Timoteo y a Tito describió las costumbres y condiciones de los que han de regir las iglesias. Como sé que vosotros tenéis esto muy reciente, porque lo habéis leído con muchísima frecuencia, no lo menciono ahora. Sólo os ruego que tengáis en cuenta esto: si por vuestros votos llega a ser elegido Superior uno que no conviene, ¿qué consecuencias tendría para nuestra Congregación v para nosotros mismos? Es muy corriente esta insensatez entre los hombres, de tal manera que no les importa nada, con tal de que las cosas se hagan según su gusto. Y no es obstáculo, como la experiencia nos demuestra, que esos hombres cuantas veces se han dejado llevar por el capricho, sin consultar a Dios, han trabajado inútilmente o, incluso, han trabajado en contra de ellos mismos. Porque siempre es absurdo tratar los asuntos con precipitación, pero, cuando se trata del mayor bien de la Congregación, no sólo diré que es absurdo, sino loco y pecaminoso; ya que, en primer lugar, vamos a debilitar a la Congregación, si colocamos al frente de la misma a unos hombres que no saben o que no quieren gobernarla, y, después. Dios nos exigiría los daños que se siguieran a la Congregación por los errores de esos Superiores y de sus discípulos. Hactenus de nobis, nunc vero de iis, qui eligendi sunt dicendum est: ita enim est praescriptum. Sed quod in hac ego re dicere possim, in nostris Constitutionibus plane et aperte expressum est, idque, ut opinor, calletis. Quanti igitur esse potest, quae in omnium oculis sunt, memorare? Praecipue quum in Sacris quoquc Libris plane sancitum sil? Saepe enim eloquutus est Deus quales esse debeant qui praesunt populis; et quasi omnia hac de re divina eloquia Paulus complectere voluisset, ad Timotheum et ad Titum seribens, velut in tabula, corum, qui ecclesiis praeficiendi essent, mores depinxit. Quod prefecto, quum certo sciam vos in promptu habere, saepissime enim legistis, hic non referam. Hoc tantum, quaeso, percipite: Si is, quem non decet, nostris suffragiis superior devenerit, quid Congregationi nostrae, quid nobis ipsis eveniet? Ea est saepe hominum insania, ut nihil pensi habeant dummodo res ex sua libidine agantur. Nec obest quod illis experientia compertum sit, se frustra, vel etiam in se ipsos laborasse, quoties, Deo inconsulto, aliqua cupiditate ducuntur. Absurdum quidem est ita in rebus parvi momenti agere; at quum de summa Congregationis salute agatur, id non dicam absurdum verum insanum et vere criminosum. Primum enim labefactatum eamus Congregationem, quum viros qui eam regere nesciant vel nolint, praefecerimus. Deinde Congregationis incommoda, superiorum errores, ipsorum religiosorum ac etiam discipulorum certo subsequutura aeterna damnatio per Deum de manibus nostris est requirenda. Quare 197 Han de golpear profundamente en nuestras mentes aquellas palabras de Pablo: "Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo " (Hebr., X, 21). No solamente en el futuro, sino también en este tiempo, modifiquemos el modo de nuestra administración para ajustamos a las palabras del Salvador. En el libro de los Jueces, cap. IX. habéis leído la historia de Abimelec. Movido por la ambición, se atrae a hombres malvados, conmueve al pueblo y, finalmente, es elegido rey de los suyos. Pero su crimen no permaneció mucho tiempo impune. Un fuego salió de él y devoró a los suyos, y de los suyos a él. Por lo cual, si alguna vez las palabras del Apóstol pudieran aplicarse con toda justicia sería ahora: "No seas precipitado en imponer las manos a nadie, no vengas a participar en los pecados ajenos". (1ª Tim., V, 22). penitus in mentibus nostris illa Pauli verba obstrepant: Horrendum est nos incidere in manus Dei viventis Haebr.. X. 31). Neque in futuro tantum, sed in hocetiam saeculo reddemus rationem villieationis nostrae. ut Salvatoris verbis utar. In Libro Iudicum cap. IX legislis historian] Abimelec. Ambitione ductus homines perditos sollicitat. commovel populum, rex denique a suis eligitur. Sed non diu eius crimen remansit inultum. Ignis ab eo exivit, quisuos, a suis qui ipsum devoraverit. Quare, si unquam alias, certe hic optimo iure adhiberi poterunt Apostoli verba: Manus cito nemini imposueris, neque commiscearis peccatis alienis. (I Timoth.. V, 22). Dixi iam, carissimi Patres, de nobis, dixi etiam de his qui in Superiores eligendi sunt, pauca certe, sed ea quum ex Sacris Littens desumpta sint, longis sermonibus aptiora iudicavi. Reliquum est ut de his, quae ad leges pertinent, quid, quo animo, quaque mente a nobis agendum sit aliquid dicatur. Et hic quoque monemur illis verbis: Vide ministerium, quod accepisti a Domino ut illud impleas. Quum ca sit hominum conditio, ut sensim in malum prolabantur, neque illa sese, quum conveniunt, exuere possint conditione; ideo familia e religiosa e sanctissimi segent institutis, et, ut Sanctus Pater noster Josephus ail, praeviis constitutioni bus circumvallari debent; quod nisi fíat in interitum certissime ruant. Sic igitur factum est ut, quamvis a Sanctis Fundatioribus et a Summis Pontificibus regulari observantiae provisum sit, omnibus tamen congregationibus religiosis novarum legum condendarum relicta sit facultas. Quid autem convenit novas leges ferre quum antiquae non custodiantur? Nonne curare ut antiquae observentur praestat? Hoc certe commendabat Apostolus ad Timotheum scribens: Bonun depositum custodi. Quae audisti a me per multos testes haec continencia fidelibus hominibus. (II, II, 2.) Idque etiam Titum monebat praecipiens: Loquere quae decent sanam doctrinam (II, 1); id est, quae didicisti, quae a me doctus es. Quid nunc igitur nostri erit? Antiquas leges abrogare ut novas feramus? an antiquas novis cumulare? an quidquid libuerit statuere? Minime vero, sed si quid forte non provisum, si quid ad morum reformationem, si quid ad riostras leges plene observandas pertinerc videbitur hoc potissimun a nobis consulendum est. Queridísimos Padres, ya he hablado de nosotros, y también de los que han de ser elegidos Superiores. He tratado unas cuantas cosas más apropiadas para largas disertaciones, excepto las que han sido lomadas de las Sagradas Escrituras. Talla decir algo sobre lo que pertenece a las leyes, y con qué ánimo y con (pié espíritu ha de ser tratado por nosotros. Y también aquí amonestaremos con estas palabras: "Atiende al ministerio que has recibido de Dios, para que lo cumplas". Y, como la naturaleza humana poco a poco se desliza hacia el mal y los hombres no se pueden despojar de esa condición cuando conviene, las familias religiosas se ajustan a sus sagradas Constituciones y, como dijo nuestro Santo Padre, losé, deben rodearse de previos Reglamentos, porque, de no ser así, con toda certeza. caerían en un precipicio. Y se hizo de tal manera que, aunque por los Santos Fundadores y por los Sumos Pontífices se cuidó de la observancia de las reglas, sin embargo se dejó a todos las Congregaciones religiosas la facultad de crear nuevas leyes. Pero, ¿por qué conviene crear nuevas leyes cuando las antiguas no se guardan ? ¿No sería mejor procurar que se observaran las antiguas? Ciertamente esto es lo (pie recomendaba el Apóstol cuando escribía a Timoteo: "... y lo que me oíste a mí ante muchos testigos, encomiéndalo a hombres fieles" (2ª, II, 2). Ya Tito también le aconsejaba: "Habla de modo conveniente y ajustado a la sana doctrina" (II, 1), es decir, lo que has aprendido, lo que has conocido por mí. Por tanto, ahora, ¿qué será lo más conveniente? ¿Derogar las antiguas leyes para hacer otras nuevas ?, ¿ o unir las antiguas con las nuevas?, ¿o hacer lo (pie se quiera? ¿De ninguna manera! Pero si algo no hubiese sido previsto, o si algo no pareciese apropiado a la reforma de las costumbres o algo sirviera para guardar mejor nuestras leyes, esto sí ha de ser meditado de modo especial por nosotros. Y debemos procurarlo con tal ánimo, uo como yo lo haya dicho, sino como deseo que vosotros lo escuchéis del propio Apóstol: "Esfuérzate por presentarle ante Dios, probado como un obrero ejemplar, que distribuye sabiamente la palabra sin desviarse de la verdad" (2ª Tim.. II, 15). Y sea de tal manera vuestro espíritu, (pie merezca la aprobación de Dios, y que lodos los asuntos que se traten sean rectos y emanen de un corazón sincero. Con todo, esto solo no es suficiente, sino que es necesario que al obrar no nos inclinemos ni a derecha ni a izquierda, yendo siempre por el camino de la caridad y acordándonos de aquel precepto: "Esto has de enseñar, protestando ante Dios no ocuparse en disputas vanas, que para nada sirven, si uo es para perdición de los oyentes " (2ª Tim., II, 14). Así pues, queridísimos Padres, roguemos a Dios y a Nuestro Señor Jesucristo para que el Espíritu Santo, al que antes hemos invocado, ilumine nuestras mentes y mueva nuestros corazones v. de esta forma, la prosperidad de la Provincia, de la Religión y de la Iglesia comience por los Superiores que se han de elegir y por los asuntos que se han de consultar y así permanezcan largo tiempo. Así sea. Quo vero animo id curare debeamus, non ego dixerim, sed ab Apostolo vos audire cupio: Sollicite cura te ipsum probabilem exhibere Deo operarium inconfusibilem, recle tractantem verbum veritatis (II Tim., II, 15). Is itaque sit animus nostcr ut a Deo probetur, et, quae res tractentur, rectae sint et ex animo recto manantes. Neque id solum sufficiat, sed necesse est ut in agendo neque ad dexteram neque ad sinistram declinemus, incedentes semper via charitatis, memores illius praecepti: Noli contendere verbis, ad nihil enim utile est nisi ad subversionem audientium (II Tim., II. 14.) Itaque. Patres carissimi, oremus Deum et Dominum nostrum Iesum Christum ut Spiritus Sanctus, quem paulo ante invocavimus, nostras illuminet mentes, moveatque corda, sicque prosperitas Provincia, Religionis, Ecclesiae á superioribus eligendis et a rebus consultandis ordiatur el longum permaneat. Amen. Carolus a V. de Pace Carlos de la Virgen de la Paz 198 HISTORIOGRAFÍA YECLANA 201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 SERVICIO MUNICIPAL DE PUBLICACIONES Concejalía de Cultura Excmo. Ayuntamiento de Yecla PUBLICACIONES DEL SERVICIO MUNICIPAL. P.V.P. CARPENA CHINCHILLA, Francisco José. 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C/ España, 37 - Tel. 968 79 18 99 30510 YECLA (Murcia) 219