Los principales 10 mitos sobre el cáncer de mama Pregunte a cualquier mujer cuál es la enfermedad que más teme contraer y, probablemente, le responda que es el cáncer de mama. Pregúntele cuál es la principal causa de muerte entre las mujeres y la respuesta, probablemente, sea la misma. Y es incorrecta. El cáncer de mama se encuentra en sexto lugar entre las enfermedades más mortales para las mujeres en los Estados Unidos, después de la enfermedad cardíaca, otros tipos de cáncer, la apoplejía, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD, por sus siglas en inglés) y la neumonía/gripe. Las mujeres tienen una probabilidad 8 veces mayor de morir por enfermedad cardíaca que por cáncer de mama. Incluso si se considera solamente el cáncer, el de mama no es el más mortal. El cáncer de pulmón causa la muerte del doble de mujeres por año que el cáncer de mama. Sin embargo, sí es cierto que hay más mujeres de 35 a 54 años que mueren por cáncer de mama que por cualquier otra enfermedad, y ese es uno de los motivos por el que esta enfermedad es la peor pesadilla de las mujeres. “El motivo verdaderamente convincente por el que las personas consideran al cáncer de mama en una escala diferente es que todo el mundo conoce a alguien con cáncer de mama. Muchos de nosotros conocemos a alguien de 40 a 50 años que padece esta enfermedad, pero no conocemos a nadie con enfermedad cardíaca a esa edad”, explica Barbara Brenner, Directora Ejecutiva de Breast Cancer Action, un grupo de información y apoyo de San Francisco. “Como es la principal causa de muerte de mujeres de 30 a 55 años, todos conocen alguna historia trágica, y la historia trágica se traduce en mucho temor... Sabemos que las mujeres tienden a sobrestimar el riesgo”. El cáncer de mama también es una enfermedad en la que proliferan los mitos. Si bien recibe muchísima atención de los medios de difusión, una gran cantidad de la información que circula es incorrecta. A continuación, se presentan algunos mitos y conceptos erróneos que vale la pena corregir: Mito n.º 1: Si lo contraigo, moriré La cantidad de mujeres a las que se les diagnostica cáncer de mama aumenta sustancialmente cada año, pero la tasa de mortalidad está en constante disminución. El 83% de las mujeres a las que se les diagnostica cáncer de mama siguen vivas después de 5 años de haber recibido el diagnóstico. En la década del 60, ese porcentaje era del 64%. Esta mejora en los resultados se logró gracias a la existencia de mejores tratamientos y al diagnóstico precoz mediante mamografías y exámenes regulares de las mamas, incluidos los autoexámenes mensuales de las mamas. Mito n.º 2: En la actualidad, todas las mujeres tienen una probabilidad en ocho de padecer cáncer de mama La tan citada frase “una de cada ocho” se aplica a las mujeres que se están acercando al final de su vida. Una mujer de 20 años, por ejemplo, tiene una probabilidad en 2,500 de padecer cáncer de mama en los próximos 10 años, mientras que las probabilidades de una mujer de 30 años son de una en 250 para ese mismo período. A los 40 años de edad, la probabilidad es de una en 67; entre los 50 y los 60 años, de una en 30; y entre los 60 y los 70, de una en 29. El riesgo de “uno en ocho” es el riesgo acumulativo de por vida de padecer cáncer de mama si se vive, al menos, hasta los 85 años. Mito n.º 3: Si mi madre tuvo cáncer de mama, yo también lo tendré Si su madre o su hermana tuvieron cáncer de mama, las probabilidades de que usted contraiga la enfermedad se duplican. Es decir, si no hubiera antecedentes familiares, tendría una probabilidad del 1.5% de padecer la enfermedad en los próximos cinco años; con sus antecedentes familiares, esa probabilidad aumenta al 3%. Mito n.º 4: Si en mis análisis sale que tengo mutaciones genéticas, tengo un enorme riesgo de padecer cáncer de mama Solamente del 5% al 10% de los casos de cáncer de mama son resultado de las mutaciones de BRCA1 y BRCA2 en los genes. La manera en la que una mutación en particular influye en el riesgo que usted tiene de padecer cáncer de mama depende de los demás factores de riesgo que usted ya puede tener. Por ejemplo, si 10 o más personas de diferentes generaciones de su familia tuvieron cáncer de mama, una mutación especialmente peligrosa de BRCA1 puede originar un 85% de probabilidades de padecer la enfermedad a los 70 años de edad. Sin embargo, si solamente tiene algunos parientes que han tenido cáncer de mama, esa mutación, probablemente, represente una probabilidad de 56%, como máximo, de que le diagnostiquen la enfermedad antes de que cumpla 70 años. Puede consultar a un asesor especializado en genética para que le brinde asesoramiento sobre si es aconsejable que se haga las pruebas. Su médico puede ayudar a determinar si usted tiene una suficiente predisposición genética que justifique que tome medicamentos preventivos. Mito n.º 5: Si no tengo antecedentes familiares y hago ejercicio, como bien y no fumo, probablemente no padezca cáncer de mama Lamentablemente, no es así. Aproximadamente el 70% de las mujeres a las que se les diagnostica cáncer de mama no tienen factores de riesgo identificables. Haga ejercicio, siga una dieta baja en grasas, evite el tabaco y beba alcohol solamente con moderación, porque todo ello ciertamente la ayudará a prevenir la enfermedad cardíaca, la diabetes y otras afecciones potencialmente mortales. Además, las investigaciones demuestran que existe una relación entre el cáncer de mama y beber más de una bebida alcohólica por día. Pero, como en realidad no se sabe cuál es la causa del cáncer de mama, hay muy poco que pueda hacer para prevenirlo. Mito n.º 6: En general, solamente las mujeres de raza blanca padecen cáncer de mama La verdad es que, si bien el cáncer de mama se diagnostica con más frecuencia entre las mujeres de raza blanca, el porcentaje de mujeres afroamericanas que mueren a causa de la enfermedad es mayor. El índice de diagnóstico es un 13% superior entre las mujeres de raza blanca. Pero, según la Sociedad Americana del Cáncer, después de cinco años, solamente el 71% de las mujeres afroamericanas a las que se les diagnostica cáncer de mama continúan con vida, en comparación con el 86% de las mujeres de raza blanca. La mayoría de los expertos atribuye la diferencia al menor acceso que tienen las mujeres de raza negra a servicios adecuados de atención de la salud. Según el Instituto Nacional del Cáncer, las mujeres de raza blanca, de raza negra y hawaianas, como grupo, tienen los mayores índices de incidencia de la enfermedad. Los índices más bajos se observan entre las mujeres amerindias, vietnamitas y coreanas. (El índice de cáncer de mama entre las mujeres de raza blanca es cuatro veces más elevado que el de las mujeres coreanas, que tienen el índice de incidencia más bajo). Nadie sabe a qué se debe esta diferencia, aunque hay teorías no demostradas de que los grupos que tienen una menor incidencia de la enfermedad consumen menos grasas. Algunos investigadores y representantes de las mujeres que tienen la enfermedad dicen que existe una correlación entre la incidencia del cáncer de mama y los contaminantes industriales. Mito n.º 7: Las mujeres contraen cáncer de mama por usar corpiños con aro En algunos círculos, se dice que los corpiños con aro obstruyen el flujo linfático. Es una teoría interesante, pero no hay pruebas de que sea cierta. Mito n.º 8: El cáncer de mama es una enfermedad de mujeres La incidencia de cáncer de mama en hombres es poco común: la enfermedad se diagnostica únicamente en alrededor de 1,600 hombres por año, lo que representa menos del 1% de todos los casos de cáncer de mama. Sin embargo, el 25% de los hombres que padecen cáncer de mama mueren a causa de la enfermedad, en gran medida, porque los hombres, y con frecuencia sus médicos, no saben que pueden contraerla, lo que hace que el cáncer alcance un estadio avanzado antes de que se inicie el tratamiento. Mito n.º 9: Si un bulto duele, no es cáncer de mama La sensibilidad asociada con los bultos, en particular si son de naturaleza cíclica, suele ser una buena señal. Pero muchos tumores mamarios que son malignos también pueden doler. Lo ideal es que el médico controle todo lo que sea sospechoso. Mito n.º 10: Con la mamografía, se pueden detectar todos los casos de cáncer de mama Por el momento, las mamografías son la única herramienta más importante para detectar tumores mamarios. Permiten detectar el 85% de estos tumores, pero sigue habiendo un 15% que no se puede detectar. La detección de tumores que se desarrollan en tejido glandular denso es más difícil que la detección en tejido adiposo, y algunas mujeres, especialmente las que son delgadas, jóvenes o premenopáusicas, o las que están haciendo un tratamiento de reemplazo hormonal, tienen mamas densas (más tejido glandular y menos grasa). Para las mujeres cuyas mamas son densas, puede resultar útil la realización de una ecografía o una resonancia magnética en combinación con una mamografía. Para obtener más información acerca del cáncer de mama, visite empireblue.com. La información se proporciona exclusivamente con fines educativos y no debe interpretarse como asesoramiento médico. Consulte a su médico para que lo asesore sobre cambios que pueden afectar su salud. Reimpreso con permiso de Consumer Health Interactive; Copyright Ó 2001 Consumer Health Interactive; actualizado en enero de 2004. Los servicios son prestados por Empire HealthChoice HMO, Inc. y/o Empire HealthChoice Assurance, Inc., licenciatarios de Blue Cross and Blue Shield Association, una asociación de planes de Blue Cross y Blue Shield independiente. ® 360° Health es una marca registrada de Anthem Insurance Companies, Inc. Los nombres y símbolos de Blue Cross and Blue Shield son marcas registradas de Blue Cross and Blue Shield Association.