artículo especial Seguridad quirúrgica Andrés Combalia Coordinador de Calidad y Seguridad. Instituto Clínic de Especialidades Médicas y Quirúrgicas (ICEMEQ). Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Clínic de Barcelona. Facultad de Medicina. Universidad de Barcelona. Barcelona. Puntos clave • Los procedimientos quirúrgicos pueden ser también el origen de graves complicaciones. En la atención sanitaria quirúrgica se debe prevenir y reducir los riesgos asociados a estos tratamientos y técnicas. • Cuando se vaya a realizar una técnica quirúrgica puede utilizarse una lista de verificación que incluya: asegurarse de identificar correctamente al paciente; disponer del consentimiento informado; disponer de las necesarias pruebas complementarias; confirmar los diferentes aspectos sobre la historia del paciente y su tratamiento, y marcar la zona a intervenir. H ablar de la seguridad del paciente no es nuevo. Se dice que todo empezó con la publicación del Instituto Americano de Medicina “To err is human: building a safer health system”1, pero se ha hablado de este tema durante años. Ha sido un tema recurrente en la historia de la medicina, pero nunca había sido tan debatido como en la última década. Así por ejemplo, en 1847, Semmelweis ya relacionó la reducción de la fiebre puerperal y el fallecimiento de las pacientes con el lavado de manos2. Sus recomendaciones no fueron atendidas y el fallecimiento por fiebre puerperal siguió en el 20% durante su época. No obstante, la vida de Semmelweis sí cambió de forma radical. Por sus palabras fue expulsado de su hospital y de su universidad. En nuestros días, al igual que Semmelweis abogaba hace ya 150 años, en todos los hospitales se enfatiza acerca de la necesidad del lavado de manos previo a cada contacto con un nuevo paciente. En 1917, Codman remarcaba la importancia de cuantificar e informar sobre los resultados obtenidos por los diferentes hospitales y sus cirujanos3 y, al igual que Semmelweis, fue ignorado y su carrera siguió un curso similar a la de su colega dejando el Hospital de Massachusetts en el que ejercía. En 1964, en otra publicación acerca de la seguridad de los pacientes se indicaba que las lesiones iatrogénicas podrían llegar a ocurrir hasta en el 20% de los pacientes hospitalizados4. Al principio de los años setenta, el American College of Surgeons y la American Surgical Association encontraron que la mitad de las complicaciones no graves y aproximadamente la tercera parte de las muertes ocurridas durante una cirugía podían ser prevenidas5. No obstante, en el 80% de los casos, los efectos adversos no se reconocen ni se comunican6,7. La seguridad de los pacientes, entendida como la dimensión de la calidad asistencial que busca reducir y prevenir los riesgos asociados a la atención sanitaria, es un aspecto clave del ámbito asistencial. Su relevancia nace del imperativo ético de la no maleficencia “primun non nocere” y del convencimiento de que no es aceptable que un paciente presente daños derivados de la atención sanitaria recibida, la cual se espera sea sanadora y proporcione una mejor calidad de vida8. Recientemente se ha acuñado el término “cultura de seguridad”: el profesional, los pacientes y el resto de los agentes del sistema han de conocer que, si bien el error www.jano.es | diciembre 2011 10-MONO combalia.indd 63 63 15/12/11 10:05:20 artículo especial Seguridad quirúrgica A. Combalia humano puede aparecer, hay que adoptar las medidas para que las causas que lo producen sean reducidas de forma sistemática9,10. En cualquier sistema sanitario, el volumen de cirugías es cada día mayor. Los tratamientos quirúrgicos van en aumento año tras año y, en muchas ocasiones, la cirugía es la única opción para curar una enfermedad; para paliar sus complicaciones evolutivas, y para reducir la mortalidad. Pero no se nos escapa que, de forma paradójica, los procedimientos quirúrgicos pueden ser el origen de complicaciones graves, incluida la muerte11. Médicos y cirujanos tratan este tipo de complicaciones cada día. Pero nos referimos aquí a las complicaciones que no son la consecuencia de la enfermedad o de los problemas que pueda tener el paciente, sino de errores que se producen en el tratamiento de su enfermedad. Algunos autores han comunicado que la tasa de complicaciones en cirugía en general sería del 36%, pero que los efectos adversos ocurridos en los quirófanos podrían ser la causa de hasta un 18%12. Un estudio publicado por la American Academy of Orthopaedic Surgeons mostró los siguientes “errores frecuentes” en la especialidad de cirugía ortopédica y traumatología: errores técnicos, falta de toma de precauciones, carencias en la utilización de exámenes complementarios, faltas en la actuación frente a estos, medicamentos incorrectos (ya sea en las dosis o en el propio fármaco), inadecuada monitorización y comunicación incorrecta13. No deja de ser sorprendente, y alarmante, que algunos de estos fallos —como el uso inapropiado o la interpretación inadecuada de los exámenes complementarios— hayan aumentado durante los últimos años. Antes de que la tecnología informática estuviera disponible, si por ejemplo un paciente tenía una radiografía anormal de tórax, el radiólogo hubiera llamado al cirujano y le hubiera informado sobre el resultado. Lo mismo era válido para el patólogo ante un examen anormal. Hoy en día, en que los informes de las pruebas están colgados en el sistema informático, muchos médicos y hospitales todavía no han implantado un mecanismo para advertir al médico responsable acerca de una alteración en los exámenes complementarios. Si el médico responsable olvida el seguimiento de alguna de las pruebas, el resultado anómalo puede no ser reconocido hasta haber ocasionado un daño al paciente6. Es por ello que cada vez más se solicita la implicación del paciente para preguntar específicamente a su médico sobre el resultado de sus pruebas: deben colaborar en la defensa del posible error. El desarrollo de alertas automáticas en los hospitales y en los despachos de los profesionales será esencial para evitar retrasos y errores. Deberían estudiarse y comunicarse las tasas de errores en las especialidades quirúrgicas de los distintos centros. Uno de los pocos estudios sobre los efectos adversos indicaba que hasta un 66% de todos ellos estaban relacionados con intervenciones quirúrgicas14. Sorpren- 64 dentemente, el 54% de todos estos efectos adversos eran prevenibles y el 5,6% resultaron en fallecimiento. Los autores identificaron 8 procedimientos quirúrgicos que podían acarrear un elevado riesgo de efectos adversos prevenibles. La incidencia de efectos adversos en las artroplastias totales de cadera y rodilla fue del 5,1%; en la cirugía del raquis, del 6,4%; en la fijación interna de las fracturas, del 2,8% y en las artroscopias, del 2,3%. Tres especialidades acumulaban el 66,9% de los efectos adversos quirúrgicos: cirujanos generales, obstetras y ginecólogos, y cirujanos ortopédicos. Uno de los problemas más importantes en los hospitales son las infecciones nosocomiales. Representan el 50% de las complicaciones mayores de un hospital. En relación con la seguridad quirúrgica, los cirujanos deben recordar que el 25% de estas infecciones ocurren sobre la zona intervenida. La infección postoperatoria puede ser una complicación, pero también puede ser la consecuencia de un error. Puede ser un error, por ejemplo, si no se administra el antibiótico requerido en el preoperatorio o en el momento adecuado y a la dosis apropiada. La tasa de este error es alarmantemente elevada. Otro de los problemas quirúrgicos es el olvido de instrumentos o de gasas en el interior del organismo6 (fig. 1). Gawande et al15 reportaron que ocurrían aproximadamente 2.700 casos cada año en Estados Unidos, con un coste de unos 36.000 dólares del año 2004 por cada caso. En el año 2004, 75 pacientes fallecieron por este error. Las indemnizaciones por malapraxis fueron elevadas. Hay que reconocer que la tasa de error es muy baja, considerada dentro de un nivel de una muy elevada excelencia. En concreto, la tasa de error es la considerada a un nivel “Seis Sigma”, el cuales equivalente a la seguridad de la industria aeronáutica (Nota: Un proceso nivel Seis Sigma en la industria indica que el 99,99966% de los productos fabricados estarían libres de defecto; 3,4 defectos por millón16). No obstante, cada vez que ocurre uno de estos eventos ocupa una página en los periódicos. Ningún paciente espera alojar un instrumento quirúrgico o una gasa en el interior de su organismo después de una intervención quirúrgica. Gawande et al encontraron 3 factores asociados a este error: la cirugía de urgencias, los pacientes obesos y los cambios inesperados en el procedimiento quirúrgico. La cirugía del lado erróneo es una complicación poco frecuente en cirugía ortopédica pero con serias consecuencias para el paciente, el cirujano y la institución sanitaria, debiéndose poner todas las medidas necesarias para evitar que se produzca. El concepto de “cirugía del lado erróneo” aparece en 1995 cuando un varón fue amputado de la pierna equivocada en el University Community Hospital de Tampa en Florida y después hubo que amputarle la pierna correcta17. En la práctica médica es una complicación poco frecuente, pero que puede ocasionar serias consecuencias para el paciente, diciembre 2011 | www.jano.es 10-MONO combalia.indd 64 15/12/11 10:05:20 artículo especial Seguridad quirúrgica A. Combalia Figura 1 Olvido de una gasa en el interior del organismo (flecha) Detectada al efectuar una radiografía antes de abandonar el quirófano. Figura 2 el cirujano y la institución hospitalaria, puesto que implica además a las compañías aseguradoras. Este error afecta a todas las especialidades quirúrgicas y puede ser debido a distintas situaciones: una deficiente planificación preoperatoria; fallo en los controles hospitalarios; fallo del cirujano o fallo en la comunicación pacientecirujano (fig. 2). Kwan et al18 informan de una incidencia de un error de lado por cada 112.994 cirugías, pudiéndose presentar una demanda por esta causa en cualquier hospital cada 5 o 10 años. En el año 2001, la Joint Commission on Accreditation for Health Care Organisations (JCAHO), recomendaba unas estrategias para evitar este error y establecía unos procesos para asegurar la correcta cirugía mediante varios pasos: a) marcaje del lado a intervenir (fig. 3); b) uso de una lista de verificaciones; c) obtener una verificación oral del paciente; d) vigilar el cumplimiento de estos procesos, y e) considerar que el equipo quirúrgico tenga un “tiempo libre” para verificar que se trata del paciente, el procedimiento y el lado correcto. Se recomienda que el paciente comente el acto quirúrgico y el lado a operar con el equipo médico antes de la cirugía, asignando al propio paciente alguna responsabilidad en evitar este error. Entre 1995 y 2003, la JCAHO recogió unos 2.299 eventos centinela, de los que 278 fueron errores del lado de la cirugía19 y en diciembre de 2003 estableció la eliminación del error de lado como uno de los 10 National Patient Safety Goals creando un protocolo universal20,21 para estandarizar los procedimientos que se deben realizar antes de iniciar la cirugía con la verificación correcta de una lista de datos, como consenso entre expertos de diferentes especialidades y respaldado por más de 40 asociaciones médicas. El Hospital Naval Cherry Point, en Carolina del Norte, sugiere la implementación de una herramienta Descubra las diferencias: ¿en qué lado tiene la fractura? www.jano.es | diciembre 2011 10-MONO combalia.indd 65 65 15/12/11 10:05:21 artículo especial Seguridad quirúrgica A. Combalia educacional que recoja y simplifique los componentes necesarios para conseguir los objetivos de la JCAHO en los dedos de una mano a modo de recordatorio (fig. 4). Los autores sugieren su difusión en todas las áreas quirúrgicas a modo de recordatorio para profesionales y usuarios de tal forma que se vea que la seguridad del paciente es una prioridad del centro22. Los errores del sistema son responsables de la gran mayoría de los errores médicos. De acuerdo con Reason23 el factor humano juega un papel importante. El cerebro humano, dicen, puede retener solamente 5 informaciones en su memoria a corto plazo. Un estándar subóptimo o la observación de errores no son únicamente problema de algunos pocos, sino que están omnipresentes en el sistema de salud. Los buenos médicos y cirujanos cometen errores. Krizek12 identificaba 5 problemas que en su opinión podían frenar la mejora de la calidad en la atención quirúrgica de los pacientes: a) la ausencia de datos verídicos sobre la incidencia de efectos adversos; b) la carencia de guías de prácti- Figura 3 ca clínica o protocolos con análisis de resultados; c) la falta de una cultura de asumir la responsabilidad; d) la necesidad de compensar a los pacientes perjudicados, y e) la dificultad en confesar los errores. En este contexto, en el año 2002, la 55.ª Asamblea Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó a la creación de programas encaminados a garantizar la seguridad de los pacientes en los sistemas de salud. Como parte de esta iniciativa, en enero de 2007 se creó el programa “La Cirugía Segura Salva Vidas” (Safe Surgery Saves Lives) con la intención de mejorar la seguridad de los procedimientos quirúrgicos24. Los especialistas implicados identificaron 4 áreas en las que debían centrarse los esfuerzos: la prevención de la infección quirúrgica, la seguridad en el acto anestésico y en el período perioperatorio, y conseguir un sistema estandarizado de evaluación de la actividad quirúrgica que permita la comparación y el seguimiento de la implementación de posibles medidas de mejora. Una de las recomendaciones del grupo de expertos fue la ela- Marcar el lado a intervenir Es recomendable firmar con las siglas del cirujano y señalar con claridad la zona a intervenir. La marca debe ser visible tras la preparación y entallado del paciente. 66 diciembre 2011 | www.jano.es 10-MONO combalia.indd 66 15/12/11 10:05:22 artículo especial Seguridad quirúrgica A. Combalia boración de una “lista de verificación para la seguridad quirúrgica”. La lista —que hoy por hoy todavía no es de obligado cumplimiento— pretende ser una guía práctica, de fácil implementación, con la finalidad de mejorar la seguridad de los pacientes quirúrgicos y poder reducir al máximo la posibilidad de errores. Con esta lista se pretende imponer una rutina que compruebe una serie de apartados (19 apartados en su versión inicial) en 3 momentos críticos de todo procedimiento quirúrgico: a) antes de la inducción anestésica; b) antes de la incisión quirúrgica, y c) antes de que el paciente abandone el quirófano (fig. 5). Se trata de una lista de comprobación —derivada de la experiencia en el mundo de la aviación, donde estas listas de comprobación son norma— y que pretende verificar con todo el equipo quirúrgico que todos los aspectos cruciales se han cumplido. La propia OMS sugiere la realización de modificaciones en su lista con la finalidad de adaptarlas a cada país y a cada medio. La mayoría de los pasos indicados pueden parecer obvios11, pero por obvios es incluso más fácil su olvido y no concederles la importancia que merecen. Como ejemplo, diremos que las autoridades aéreas (administración) obligan a los pilotos (cirujanos) a cumplimentar una lista de verificación antes del despegue (preoperatorio); durante el despegue (incisión), Figura 4 y después del aterrizaje (postoperatorio inmediato) e intentan no dejar nada a expensas de la memoria o experiencia del equipo (comandante y azafatas [cirujano, anestesista y personal de enfermería]). Alguna de estas listas de verificación ya se ha introducido en determinados países, en particular en el ámbito de la anestesia25. En cirugía se han iniciado también propuestas desde el Colegio Americano de Cirujanos26. En 2009, un trabajo multicéntrico publicado en la revista New England Journal of Medicine demuestra que un listado simple de comprobación como el propuesto por la OMS reduce de forma significativa la tasa de complicaciones y de fallecimientos asociados a la cirugía, independientemente del nivel del centro estudiado27. La tasa de mortalidad antes de 30 días previos a la aplicación de la lista de comprobación fue del 1,5% y tras su aplicación se redujo al 0,8%. Las complicaciones durante el ingreso hospitalario se vieron reducidas del 11 al 7% (p < 0,001) tras la introducción del listado de “chequeo”. La conclusión de este y de otros trabajos recientemente publicados es que la aplicación de una checklist se asocia a una reducción de las tasas de mortalidad y complicaciones entre los pacientes mayores de 16 años intervenidos de una cirugía no cardíaca sea cual sea el tipo de hospital. Asegurar el procedimiento correcto, en el paciente correcto y en el lugar correcto Una mano que ayuda a garantizar procedimientos correctos Im ág e Ou t” es Co iente en ación del pac “Tim Identific Marca del sitio Una mano que ayuda a garantizar procedimientos correctos nse nti mie nto Paso 1: consentimiento informado El consentimiento debe incluir: - Nombre completo del paciente - Zona del procedimiento - Nombre del procedimiento - Motivo del procedimiento Échese una mano ...para aumentar la seguridad de los pacientes Im ág e Ou t” en es ación d el pacie n “Tim Identifi c Marca del sitio Paso 2: marcaje de la zona a intervenir El marcaje debe ser realizado por el cirujano o por otro miembro destacado del equipo quirúrgico No marcar zonas que no deben ser intervenidas te Co ns en tim ien to Échese una mano Paso 3: identificación del paciente El equipo deberá preguntar al paciente que diga (no que confirme): - Su nombre completo - Número de la Seguridad Social o fecha de nacimiento - Zona a intervenir - Verificar las respuestas del paciente sobre el marcaje que se ha efectuado, pulsera de identificación, formulario de consentimiento informado Paso 4: Un momento de reflexión “time out” Antes de comenzar la intervención tomar un “tiempo libre” para confirmar: - Verificación de la presencia del paciente correcto - Marcaje en el lugar correcto - Procedimiento a efectuar - Disponibilidad del instrumental quirúrgico ...para aumentar la seguridad de los pacientes Paso 5: exploraciones mediante imagen Si se necesitan exploraciones complementarias, verificar si son correctas y están correctamente identificadas con el nombre del paciente www.jano.es | diciembre 2011 10-MONO combalia.indd 67 67 15/12/11 10:05:22 artículo especial Seguridad quirúrgica A. Combalia BIBLIOGRAFÍA Cualquier paciente que llega a la cirugía y confía en ella para curar o aliviar su padecimiento espera que el equipo quirúrgico aplique todo su saber y conocimiento para evitar cualquier error que pueda tener graves consecuencias para su salud. Es nuestra obligación prestarle la mejor atención en calidad y seguridad efectuando todas cuantas comprobaciones sean necesarias antes, durante y al finalizar el acto quirúrgico. Este proceder se verá gratificado no sólo por la satisfacción del paciente, sino también por la del propio cirujano y de la sociedad. De forma paralela, pero no de menor importancia en la actualidad, los servicios de salud agradecerán el recorte de gastos que comporta la reducción de complicaciones9,11,28. 1.Kohn LT, Corrigan JM, Donaldson MS. Committee on Quality of Health Care in America. Institute of Medicine. To Err Is Human: Building a Safer Health System. Washington, DC: National Academy Press; 2000. 2.Nuland SB. The doctors’ plague: germs, childbed fever and the strange story of Ignác Semmelweis. New York: W.W. Norton; 2003. 3.Codman EA. A study in hospital efficiency. Reprinted. Oakbrook Terrace, Illinois: Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations; 1996. 4.Weinstein JN, Bronner KK, Morgan TS, Wennberg JE. Trends and geographic variations in major surgery for degenerative diseases of the hip, knee and spine. Health Aff (Millwood). 2004;Suppl Variation:VAR81-9. J 5.Brody JE. Incompetent surgery is found not isolated. New York Times, January 27; 1976. p. 24. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Figura 5 6.Herndon JH. 2004 ABJS Earl McBride lecture: patient safety: past, present, and future. Clin Orthop Relat Res. 2005;440:242-50. Lista de verificación para la seguridad quirúrgica Campaña de la OMS La Cirugía segura salva vidas (SSSL) Hospital Clínic de Barcelona Etiqueta identificativa Antes (Sign in) (Registro de entrada de quirófano) Fecha (dd/mm/aa) Hora: Al inicio (Time out) (Registro previo al inicio de la cirugía) Después (Sign out) (Registro de salida de quirófano) Identificación miembros del equipo quirúrgico sí / no Nombre de la intervención realizada anotado Confirmación paciente sí / no Confirmación procedimiento sí / no Recuento de material realizado sí / no / no aplicable sí / no Procedimiento previsto Lateralidad D / I / no procede Confirmación lateralidad Consentimiento anestésico sí / no Consentimiento quirúrgico sí / no Ejecutado chequeo material sí / no Alergias sí / no Advertencia cirujano sobre cirugía, duración, hemorragia, maniobras específicas sí / no VAD Equipamiento disponible sí / no sí / no Advertencias anestesiólogo: Factores de riesgo específicos sí / no Riesgo aspiración Aspirador disponible sí / no sí / no Advertencias enfermería: Disponibilidad material necesario sí / no Esterilidad OK sí / no Riesgo hemorrágico Confirma reserva sangre sí / no sí / no Dificultad canulación venosa sí / no Pulsioximetría % Profilaxis ATB administrada en la inducción anestésica: sí / no / no procede RX, TAC disponibles: Firma: Firma: sí / no / no procede Muestras patológicas etiquetadas sí / no / no procede Problemas con el equipamiento sí / no Transfusión realizada sí / no Bolsas en nevera sí / no Planificación recuperación - CMA LRPA Intermedias LCI - Otros sí / no / no procede Firma: Nota: Cualquier otra incidencia relevante debe ser anotada al dorso de esta hoja. Gracias por su colaboración. ATB: antibióticos; D: derecha; I: izquierda; TC: tomografía computarizada. Modificada y adaptada del modelo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), utilizada en el Hospital Clínic de Barcelona. 68 diciembre 2011 | www.jano.es 10-MONO combalia.indd 68 15/12/11 10:05:22 artículo especial Seguridad quirúrgica A. Combalia 7.Grau J, Santiñá M, Combalia A, Prat A, Suso S, Trilla A. Seguretat en Cirurgia Ortopèdica i Traumatologia. Com detectar els Esdeveniments Adversos en els Serveis Hospitalaris. Revista de Cirurgia Ortop i Traumatol. 2010 (1): 17-22. 8.Alava F, Davins J, Elvira D, Esquerra M, Fabré P, Garcia A, et al. L’estratègia en seguretat del pacient a Catalunya. Ann Medicina. 2010;93:146-8. 9.Grau J, Santiñá M, Combalia A, Prat A, Suso S, Trilla A. Fundamentos de seguridad clínica en cirugía ortopédica y traumatología. Rev Ortp Traumatol. 2010;54:251-8. 10.Santiñá M, Combalia A, Prat A, Suso S, Baños M, Trilla A. Contribución de un programa de calidad asistencial al desarrollo de un Instituto de Gestión Clínica del Aparato Locomotor. Rev Ortp Traumatol. 2008;52:233-7. 11.Grande L. Mejorar la seguridad en el quirófano reduce la mortalidad hospitalaria. Cir Esp. 2009;86:329-30. 19.The Joint Commission. Sentinel Event Alert, Issue 24: A follow-up review of wrong site surgery. December 5; 2001. Disponible en: http://www.jointcommission.org/sentinel_ event_alert_issue_24_a_follow-up_review_of_wrong_site_ surgery/ 20.Larson L. Patient safety. A prescription for certainly: a new wrong site surgery protocol. Trustee. 2004;57:30-1. 21.Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organisation. Universal Protocol for preventing wrong site, wrong procedure and wrong person surgery. AORN J. 2006; 84 Suppl 1:S27-9. 22.Ludwick S. Surgical Safety: Addressing the JCAHO Goals for Reducing Wrong-site, Wrong-patient, Wrong-procedure Events. En: Henriksen K, Battles JB, Marks ES, Lewin DI, editors. Advances in Patient Safety: From Research to Implementation (Volume 3: Implementation Issues). Rockville (MD): Agency for Healthcare Research and Quality (US); 2005. 12.Krizek TJ. Surgical error: ethical issues of adverse events. Arch Surg. 2000;135:1359-60. 23.Reason J. Human error. New York: Cambridge University Press; 1990. 13.American Academy of Orthopaedic Surgeons. Closed Claims Study: Orthopaedics Medical Error; 2002. Disponible en: http://www.aaos.org/ 24.World Health Organization. Patient safety. Safe Surgery Saves Lives. Disponible en: http://www.who.int/patientsafety/ safesurgery/en/ 14.Gawande AA, Thomas EJ, Zinner MJ, Brennan TA. The 25.Hart EM, Owen H. Errors and omissions in anesthesia: a pilot study using a pilot’s cheklist. Anesth Analg. 2005;101:246-50. incidence and nature of surgical adverse events in Colorado and Utah in 1992. Surgery. 1999;126:66-75. 15.Gawande AA, Studdert DM, Orav EJ, Brennan TA, Zinner MJ. Risk factors for retained instruments and sponges after surgery. N Engl J Med. 2004;348:229-35. 26.Rowell KS, Turrentine FE, Hutter MM, Khuri SF, Henderson WG. Use of national surgical safety improvement program data as a catalyst for quality improvement. J Am Coll Surg. 2007;204:1293-300. 16.Six Sigma. Disponible en; http://en.wikipedia.org/wiki/Six_ Sigma 27.Haynes AB, Weiser TG, Berry WR, Lipsitz SR, Breizat AH, Dellinger EP, et al; Safe Surgery Saves Lives Study Group. A 17.Carney BL. Evolution of wrong site surgery prevention strategies. AORN J. 2006;83:1115-8, 1121-2. 18.Kwaan MR, Studdert DM, Zinner MJ, Gawande AA. Incidence, patterns, and prevention of wrong-site surgery. Arch Surg. 2006;141:353-8. surgical safety checklist to reduce morbidity and mortality in a global population. N Engl J Med. 2009;360:491-9. Epub 2009 Jan 14. 28.Michaels RS, Makary MA, Dahab Y, Frassica FJ, Heitmiller E, Rowen LC, et al. Achieving the National Quality Forum’s “Never Events”: prevention of wrong site, wrong procedure, and wrong patient operations. Ann Surg. 2007;245:526-32. www.jano.es | diciembre 2011 10-MONO combalia.indd 69 69 15/12/11 10:05:22