pensamiento científico

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LIBRO 3
EL DESARROLLO DEL
PENSAMIENTO CIENTÍFICO
OCCIDENTAL.
Impacto sobre la Cultura
CONTENIDO DE LA OBRA COMPLETA
LIBRO 1
ÉTICA
La necesidad de una ética práctica para, llegar al
entendimiento de los seres humanos entre sí y de ellos con la
Naturaleza.
CAPÍTULO 1
PROYECCIONES DE LA NATURALEZA HUMANA
1.1.0 El orden social del prehomínido. El orden social de la
manada
1.2.0 La “historia” de Adán y Eva es todavía una realidad vigente
1.1.1 La Razón, el nuevo ingrediente de la Creación
1,2.2 ¿Cuál es el papel de la razón en el ordenamiento de la Vida?
1.2.3 El dilema fundamental para el ser humano en relación con la
Naturaleza: ¿Relación d Poder o de liderazgo?
1.2 4 Síntoma de dominación del líder: El Carisma
1.2 5 Síntomas del efecto sinergético de la acción del líder: La fe
de sus seguidores
1.2 6 Consecuencias de la experiencia de la fe: La autoridad del
líder o, en caso contrario, su negación: El escepticismo
1.2.7 La autoridad del líder, consecuencia de la fe: Origen del
orden social eficaz, de la disciplina auténtica dentro del orden
establecido
1.2.8 ¿Es posible forjar nuevos usos, nuevas costumbres, nuevos
órdenes, nueva cultura?
1.3.0 La Ética
1.3.1 El lenguaje, expresión del carácter, camino del
entendimiento
1.3.2 La solución verbal de los conflictos
2
1.3.3 La Cultura de la Vida: La liberación del espíritu humano de
las garras del primitivo animal prehomínido
1.3.4 La liberación del espíritu humano de la tiranía, de la
hegemonía, de la dependencia, del dominio indiscriminado de los
hombres poderosos.
1.3.5 La liberación del espíritu humano de los condicionamientos,
de los determinismos de la Cultura.
1.3.6 El pensamiento utópico, como herramienta para la
liberación del espíritu humano.
CAPÍTULO 2
DEL MITO A LA RAZON
2.1.0 El principio de la razón.
2.2.0 Respuesta humana a sus retos vitales.
2.3.0 La noción de deidad
2.3.1 la imagen de los dioses en la mente humana de la
modernidad.
2.3.2 La deificación de los fenómenos de la Naturaleza, y su
relación con la experiencia inmediata del hombre al entrar en
contacto con ellos
2.3.3 ¿Son razonables las luchas religiosas, desde el punto de
vista del presupuesto de la fe?
2.4.0 La sustitución en las sociedades secularizadas del
pensamiento religioso por el pensamiento ideológico.
2.5.0 ¿Es posible la construcción de una ética universal?
2.6.0 El trabajo de desarrollar las herramientas idóneas para la
interacción social justa.
2.7.0 El Estado moderno y sus compromisos humanos.
LIBRO 2
GLOBALIZACIÓN ECONOMICA
¿Oportunidad o frustración?
3
CAPÍTULO 3
TEMA ESTRATÉGICO DE FONDO EN LA POLITICA
CONTEMPORÁNEA
3.1.0 La política internacional.
3.2.0 El tema de la Globalización.
3.2.1 La globalización bipolar.
3.2.2 La globalización del Mundo en los tiempos finales del
Imperio Castellano.
3.2.3 La globalización anglosajona
3.2.4 La globalización mirada desde un ángulo moderno.
3.0.0 ¿Tiene o no tiene la Vida su propio sentido?
3.1.0 El eje de la respuesta: La propuesta del Amor
3.5.0 El proceso de la energía
3.6.0 La consciencia de la realidad actual
CAPÍTULO 4
LA CONSCIENCIA DE SÍ MISMO
4.1.0 Las preguntas fundamentales.
4.2.0 ¿Puede la Ciencia afrontar el reto de proponer las bases
físicas de una humanidad sostenible?
4.2.1. La navegación oceánica.
4.2.2 Otros horizontes de la Ciencia
4.2.3 La visión del conflicto.
4.3.0 ¿Podemos contar con el apoyo de la Ciencia en el esfuerzo
serio de prescindir de la Guerra?
4.3.1 Algunas consecuencias de los cambios en el
comportamiento de la Naturaleza Humana por acción del
Hombre.
4.3.2 La herencia de su vieja condición animal.
4.3.3 ¿Podría ser la globalización, como ha sido planteada, acaso
un enorme e imprático absurdo?
4.3.4 El etiquetado de los hombres, ¿un sofisma de distracción?
4
4.3.5 La globalización al estilo propuesto por las grandes
potencias económicas del Planeta.
4.4.0 El inhóspito medio siberiano modela muchas de nuestras
viejas costumbres y tradiciones políticas.
4.4.1 Los tonguses
4.4.2 Los vogules, los ostiakos y los samoyedos, los mongoles,
los tchouktche, los koriakos. Los kamtchadalos.
4.4.3 Los turcómanos.
4.4.4 Los kirguishes.
CAPÍTULO 5
LAS CONDICIONES CIVILIZADAS DE VIDA
5.1.0 La Realidad
5.2.0 El conocimiento de la Realidad
5.3.0 El pensamiento científico
5.4.0 Derribando paradigmas científicos
5.5.0 El legado imperecedero de la cultura cristiana occidental a
los pueblos americanos.
5.6.0 De cara a un cambio de actitud frente a las propuestas éticas
de la civilización moderna occidental
5.7.0 Influencia del conflicto generado entre el mundo moderno y
la ciencia contemporánea en el desempeño del técnico y del
ingeniero
5.8.0 La crisis del ingeniero en Colombia
5.9.0 Consecuencias del rompimiento del eje cultural de
Occidente en la cultura contemporánea
5.10.0 Una consecuencia de los descubrimientos científicos de la
actualidad: La necesidad de un nuevo encuentro del Hombre con
la Naturaleza
5.11.0 El origen del comportamiento de los occidentales y su
forma de hacer cultura.
5.12.0 ¿Son o no una realidad, la madurez mental de la Ciencia,
de la Cultura Occidental?
5.13.0 ¿Qué podría significar todo aquello para el científico, el
técnico, el ingeniero actuales?
5
5.14.0 Cambios importantes en la mentalidad de Occidente
generados por la experiencia científica
5.15.0 Una mirada retrospectiva. Una mirada dentro de nosotros
mismos
5.16.0 Una utopía digna de realización
5.17.0 Una noción de ecología humana, consecuencias de su
aplicación a la vida humana
5.18.0 Avances científicos que abren nuevos horizontes en el
conocimiento de la Realidad.
LIBRO 3
EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO
OCCIDENTAL
CAPÍTULO 6
ORIGEN, APLICACIONES
6.1.0 Introducción al pensamiento científico
6.1.1 Qué es el pensamiento científico
6.1.2 La lógica científica
6.1.3 El lenguaje científico
6.1.4 La experimentación. Los modelos experimentales
6.1.5 El desarrollo y significación de los instrumentos de
observación
6.2.0 La dinámica del pensamiento científico. El rompimiento de
paradigmas del pensamiento científico.
6.2.1 El origen humilde de la Ciencia
6.2.2 El mundo que supera la Ciencia como disciplina reconocida
6.3.0 Empieza a romperse el eje de la Cultura
6.4.0 La Gran Controversia
6.5.0 El gran conflicto ético entre la Reforma y la Contrarreforma
6.6.0 La extraordinaria obra misional de los jesuitas en América y
Asia
6.7.0 Influencia del pensamiento científico en la vida cotidiana
6
CAPITULO 7
LA TECNOLOGÍA
7.1.0 La Técnica
7.2.0 La dinámica de la tecnología
7.3.0 El valor de la tecnología Obsolescencia de los modelos
científicos y tecnológicos. El rompimiento de paradigmas
7.4.0 El aporte de la técnica a la vida cotidiana
7.4.1 La Revolución Industrial
7.4.2 El espíritu de los hombres que lograron la Revolución
Industrial
7.4 3 El movimiento obrero. Antecedentes de la Revolución Rusa
de Octubre de 1917
7.4.4 La transformación de las sociedades tradicionales en
sociedades urbanas
CAPITULO 8
LA INGENIERIA
8.1.0 La solución práctica de los problemas humanos. Uso
racional de los recursos naturales.
8.2.0 Uso de los recursos naturales en la industria humana.
Instrumentación de la Industria. La reutilización y reciclaje de
deshechos. El equilibrio Ecológico
8.3.0 El manejo de la Crisis por los Ingenieros. La crisis de la
Ingeniería
8.4.0 La influencia de la Ingeniería en la vida cotidiana
8.4.1 El proyecto de ingeniería más grande en 4.000 años desde
Keops, cambia la suerte de una nación
LIBRO 4
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
CAPÍTULO 9
7
DEL GENIO HUMANO
9.1.0 Las raíces del europeo que partió la Historia Universal en
dos con el descubrimiento de América.
9.2.00 De la economía primitiva a la economía contemporánea.
9.2.1 De la caza y la pesca.
9.2.2 La Rueda
9.2.3 El manejo de los metales
9.2.4 La Guerra
9.2.5 La Navegación
9.3.0 De Stonehengue al urbanismo actual. El desarrollo industrial
9.3.1 En la Europa antigua
9.3.2 En la América primitiva
9.3.3 La evolución de las culturas americanas hasta su
reencuentro con el Viejo Mundo
9.4.0 El desafío que representa para el científico el medio social
actual
9.5.0 El establecimiento de estructuras sociales humanas para el
desarrollo de empresas colectivas
9.6.0 Reparos a la “ciencia ficción” como medio eficaz para la
ambientación de las mentes jóvenes al mundo moderno
9.7.0 El nuevo reto de las Ciencias: Darle las oportunidades al
Hombre, no quitárselas
9.8.0 El Hombre tiene habilidades para moverse en los espacios
del espíritu. Es esencialmente espiritual
Libro 5
EL HOMBRE EN AMERICA
CAPITULO 10
LAS CULTURAS DE MESOAMÉRICA
10.1.0 Los pueblos originarios
10.2.0 Los huastecos y otros pueblos inmigrantes
8
10.3.0
10.4.0
10.5.0
10.6.0
10.7.0
10.7.1
10.7.2
10.6.0
10.6.1
10.8.2
10.8.3
10.8.4
10.8.5
10.9.0
Las culturas superiores de Mesoamérica
Los Aztecas
Las culturas de Zacatenco y Ticomán
Las culturas de Coloma y Nayarit
El pueblo tarasco
El pueblo tarasco
La cerámica tarasca
La cultura olmeca
La cerámica olmeca
La escultura olmeca
El país olmeca
La arquitectura y el urbanismo
Los tesoros artísticos
La cultura teotihuacana
CAPÍTULO 11
EL IMPERIO AZTECA
11.1.0 El significado de la religión
11.2.0 Algunos aspectos de la vida material
11.3.0 Algunos aspectos de la vivienda y el urbanismo
11.4.0 La escultura azteca.
11.5.0 La pintura19.6.0 Aspectos de su estructura política
11.7.0 Aspectos de la industria artesanal
11.8.0 La metalurgia y los trabajos en plumas, piedra y otros
CAPITULO 12
LA CULTURA MAYA
12.1.0 El Medio Natural. La Economía. Su área de dispersión
12.2.0 La historia maya
12.2.1 El Viejo Imperio y su cultura
12.2.2 El urbanismo
12.2.3 La población y su legado cultural
12.2.4 El Clan, base de la organización social
12.2.5 Las demandas de su vida cotidiana tipifican su industria
9
12,2.6 La agricultura y el espacio para la civilización
12.2.7 Copán: El centro científico. La Meca del arte y la
civilización maya
12.8.0 La lectura de los jeroglíficos mayas
12.2.9 La decadencia del Viejo Imperio
12.2 10 El testimonio arqueológico
12.2.11 El testimonio documental
12.2.12 El Nuevo Imperio maya
12.2.13 Significado universal de la cultura maya
12.2.14 La religión de los mayas
CAPÍTULO 13
LAS ANTIGUAS CULTURAS DEL PERÚ
13.1.0 La era incipiente
13.1.1 El período pre – agrícola
13.1.2 El período agrícola antiguo
13.2.0 La era del desarrollo
13.2.1 El período formativo
13.2.2 El período cultista
13.2.3 El período experimental
13.3.0 La era floreciente
13.4.0 La era climática
13.4.1 El período expansionista
CAPÍTULO 14
EL IMPERIO INCA
14.1.0 La historia
14.2.0 La vida económica
14.2.1 La caza y la pesca
14.2.2 La cría de animales domésticos
14.2.3 La agricultura
14.2.4 La preparación de los alimentos
14.2 5 El vestido
14.2.6 El ciclo de la vida de las personas
10
14.2.7 La arquitectura y el urbanismo
14.2.8 Otras obras de ingeniería: Caminos, puentes y obras de
riego
14.2.9 El uso de los caminos. El transporte. Las comunicaciones.
14.2 10 La mayor expresión de plenitud artística peruana: Los
textiles
14.2.11 La cerámica. La metalurgia. Otras artes menores
14.3.0 La organización social
14.4.0 La organización política
14.5.0 La Religión
14.5.0 Algunos aspectos de la vida intelectual
CAPITULO 15
LOS PUEBLOS DE LA REGIÓN SEPTENTRIONAL
OCCIDENTAL DE SUR AMÉRICA
15.1.0 Panorama humano general
15.2.0 Las migraciones y las interacciones entre las poblaciones
aborígenes en Sur América septentrional
15.3.0 La arquitectura, La vivienda La agricultura
15.4.0 La Agricultura El transporte. Las vías. Las comunicaciones
15.5.0 El transporte, las vías, las comunicaciones La metalurgia
15.6.0 La Metalurgia.
15.7.0 Los hilados y tejidos. El Arte rupestre. La cerámica. La
Escultura. Otras artes
15.7.1 El arte rupestre
15.7.2 La cerámica.
15.6.3 La escultura.
15.8.0 La organización social. La familia. El parentesco
15.9.0 Algunos aspectos de la organización política
15.10.0 La visión religiosa y el culto
15.11.0 Similitudes con las culturas peruanas
15.12.0 Extensión de la memoria americana sobre su tradición.
Testimonios Sobre su vida cotidiana y acerca de su proyección
espiritual.
CAPÍTULO 16
11
EL CHOQUE DE DOS MUNDOS
16.1.0 ¿Acaso tienen alma los indios americanos?
16.2.0 A pesar de la oposición de los intereses creados las
misiones jesuitas demostraron que es posible el rescate del
Hombre; Todavía más, que debería ser considerado un proyecto
político inaplazable
16.3.0 El mundo feliz posible
16.4.0 Hacia la búsqueda de un sincretismo cultural
LIBRO 6
LA ENERGÍA; COMBUSTIBLE DE LA VIDA
CAPÍTULO 17
NUESTRO HOGAR UNIVERSAL
17.1 0 El impulso primigenio y la evolución del Universo.
17.1.1 El Big Bang
17.1.2. La formación del primer elemento de la Tabla Periódica:
El Hidrógeno
17.1 3 Las primeras generaciones de estrellas
17.1.4 La formación de los elementos más pesados. La formación
de los sistemas estelares de segunda generación
17.1.5 La Materia: ¿Una forma de “condensación” de la Energía?
El proceso de la Evolución.
17.1.6 El Universo: Colosal escenario de la Vida
17.1.7 La Vía Láctea: Nuestra galaxia
17.1.8 Nuestro sistema solar. Desarrollo local del proceso de la
Energía
17.2.0 El Ciclo del Carbón: El sistema fundamental de la
economía de la Vida.
17.2.1 El “Árbol” de la Vida, y la interacción de sus “ramas” en
cada hábitat. La ecología natural. Mantenimiento y regeneración
12
del Medio Ambiente. La Ecología Natural. Simbiosis con la
especie humana. Relaciones con su “liderazgo” interespecífico.
17.2.2 La Economía Humana vista como un capítulo de la
Economía Natural
17.2.3 El proceso de la evolución con rostro humano
17.3.0 Las Leyes de la Termodinámica. El concepto de Entropía.
17.3.1 Aplicaciones generales de las leyes de la Termodinámica
17.3.2 Aplicaciones de las leyes de la termodinámica a la
economía de la Vida y a la economía humana
CAPÍTULO 18
EL SIGNIFICADO CÓSMICO DEL TRABAJO HUMANO
18.1.0 La visión del Trabajo desde el punto de vista de la
Ergonomía
18.1.1 El funcionamiento del cuerpo como “instrumento” de
trabajo del sujeto humano.
18.1.2 El rendimiento en el trabajo y en el deporte. Los deportes
de alto rendimiento
18.1.3 La Ergonomía como materia interdisciplinaria de la
Ingeniería y la Medicina
18.1.4 La Energía, su obtención y disposición: Propósitos básicos
del Trabajo
18.1.5 La movilización y transformación de los recursos naturales
18.1.6 El Trabajo visto como una opción de “encuentros” <<no
fortuitos>> del Hombre con los demás seres de la Naturaleza.
18.2.0 Algunas categorías económicas expresadas en términos
ergonómicos. Aplicación del cálculo vectorial al estudio del
balance económico. Efectos a corregir, en las aplicaciones
perversas de la tecnología electrónica a los conceptos
desactualizados de la Economía Clásica: La deformación y el
empobrecimiento de la visión de la persona humana.
18.2.1 La unidad de medida del valor económico del Trabajo: El
Ergio.
18.2.2 Valor económico – social de la salud física y mental.
18.2 3 Especificaciones de las cargas de trabajo.
13
18.2.4 Los requerimientos nutricionales. Las condiciones
ambientales para los altos rendimientos
18.2.5 El cuerpo humano como “activo” básico para aprovechar
en el Trabajo.
18.3.0 La estructura social vista como un “supracuerpo”.l
18.3.1 El cálculo económico del valor de los riesgos.
18.4 0 La noción de Industria
18.4.1 Cálculo del costo.
18.4.2 Las líneas de abastecimiento
18.4.3 El “Mercado”. Estructura, dinámica, personalidad.
Tendencias, modas, relaciones con la Cultura
18.4.4 Los problemas que soluciona la Industria
18.4.5 El control ciudadano de la actividad pública, Una
“auditoría” muy singular.
18.4.6 Infraestructura Industrial, infraestructura de poblamiento.
Desarrollo urbanístico y de infraestructura
18.4 7 El manejo económico y el liderazgo de la gestión industrial
18.4 8 El apoyo estratégico del Trabajo y el desarrollo de la
consciencia del consumidor
CAPÍTULO 19
LA INDUSTRIA ALIMENTARIA: UN ENFOQUE
NOVEDOSO DEL TEMA
19.1.0 No hay una identidad clara ni una visión integral de la
Industria de Alimentos
19.1.1 Hay millones de empresas que ofrecen “comida” para
cubrir la “demanda” de alimentos
19.1.2 La noción del consumidor acerca de sus necesidades
nutricionales. Racionalización de la educación, desde el punto de
vista de la nutrición optima.
19.1.3 Las tendencias económicas en la evolución de la demanda.
La nueva consciencia del bienestar.
19.1.4 Necesidad para el empresario de conocer acerca de los
requerimientos nutricionales de su cliente
19.1.5 El ajuste de la oferta industrial de alimentos con los
requerimientos nutricionales del consumidor
14
19.2.0 La salud a partir de la buena nutrición
19.2.1 Presupuesto de vida, de rendimiento ocupacional,
requerimientos de servicios de salud y seguridad social
19.2.2 Optimización de la inversión en los recursos humanos, en
el aparato productivo y en la seguridad social
19.3.0 El desarrollo de un plan coherente de ofertas para una
industria de alimentos con visión global
19.3.1 Desarrollo de fuentes de abastecimiento primarias
confiables en la tierra y en el mar
19.3.2 Influencia de las formas de tenencia de la tierra en la
eficiencia de su uso como fuentes de recursos primarios para la
alimentación.
19.3.3 Requerimiento de la planificación integral vertical de los
empresarios a lo largo de toda la cadena de abastecimiento.
LIBRO 7
CAPÍTULO 20
DEL CAOS, DE LA ANARQUÍA AL ORDEN
20.1.0 El lenguaje que uso, por naturaleza, el que usa todo ser
humano, es un lenguaje simbólico
20.2.0 La implementación de una ética práctica
20.3.0 La “Psicología de la Forma” y la visión en profundidad de
la Realidad
20.4.0 El Enfoque técnico fundamental: El aprovechamiento de
las fuentes energéticas del Sistema Solar
APÉNDICE:
Encíclica “Caritas in Veritate” de Benedicto XVI. Ver:
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/do
cuments/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-inveritate_sp.html
15
CONTENIDO DE ESTE LIBRO
LIBRO 3
EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO
OCCIDENTAL
CAPÍTULO 6
ORIGEN, APLICACIONES
6.1.0 Introducción al pensamiento científico
6.1.1 Qué es el pensamiento científico
6.1.2 La lógica científica
6.1.3 El lenguaje científico
6.1.4 La experimentación. Los modelos experimentales
6.1.5 El desarrollo y significación de los instrumentos de
observación
6.2.0 La dinámica del pensamiento científico. El rompimiento de
paradigmas del pensamiento científico.
6.2.1 El origen humilde de la Ciencia
6.2.2 El mundo que supera la Ciencia como disciplina reconocida
6.3.0 Empieza a romperse el eje de la Cultura
6.4.0 La Gran Controversia
6.5.0 El gran conflicto ético entre la Reforma y la Contrarreforma
6.6.0 La extraordinaria obra misional de los jesuitas en América y
Asia
6.7.0 Influencia del pensamiento científico en la vida cotidiana
CAPITULO 7
LA TECNOLOGÍA
7.1.0 La Técnica
7.2.0 La dinámica de la tecnología
16
7.3.0 El valor de la tecnología Obsolescencia de los modelos
científicos y tecnológicos. El rompimiento de paradigmas
7.4.0 El aporte de la técnica a la vida cotidiana
7.4.1 La Revolución Industrial
7.4.2 El espíritu de los hombres que lograron la Revolución
Industrial
7.4 3 El movimiento obrero. Antecedentes de la Revolución Rusa
de Octubre de 1917
7.4.4 La transformación de las sociedades tradicionales en
sociedades urbanas
CAPITULO 8
LA INGENIERIA
8.1.0 La solución práctica de los problemas humanos. Uso
racional de los recursos naturales.
8.2.0 Uso de los recursos naturales en la industria humana.
Instrumentación de la Industria. La reutilización y reciclaje de
deshechos. El equilibrio ecológico.
8.3.0 El manejo de la Crisis por los Ingenieros. La crisis de la
Ingeniería
8.4.0 La influencia de la Ingeniería en la vida cotidiana
8.4.1 El proyecto de ingeniería más grande en 4.000 años desde
Keops, cambia la suerte de una nación
17
CAPÍTULO 6
SU ORIGEN. SU DESARROLLO. SU CONTEXTO.
SUS APLICACIONES
6.1.0 INTRODUCCIÓN AL PENSAMIENTO
CIENTÍFICO.
Cuando hablamos del pensamiento científico, estamos
hablando del resultado de la rigurosa observación y
sistematización, del uso de los sistemas simbólicos
matemáticos para la expresión de resultados, desarrollados
en Occidente, a partir del conocimiento, las observaciones
y experiencias consecuentes de hombres como Nicolás
Copérnico (1473 – 1543), Galileo Galilei (1564 – 1642),
Isaac Newton (1642 – 1727), Juan Kepler (1571 – 1630) y
otros, cuyos trabajos empezaron a ser recopilados,
editados, estudiados y usados como fundamento de
trabajos posteriores, formándose así un verdadero cuerpo
de doctrina, de pensamiento básico, bien establecido, que
daría, finalmente, origen a la revolución tecnológica de la
actualidad.
El pensamiento científico occidental no es ni original, ni
autónomo. Hace acopio del trabajo de filósofos y
pensadores del mundo antiguo y de épocas anteriores de
nuestra Era, del aporte de conocimientos de muchas de las
culturas orientales, como la china, la árabe, la india la
egipcia, y, en mayor escala aunque no necesariamente en
importancia, de la griega. No sólo tenemos el deber de
tener en cuenta aportes como el de Aristóteles, el de
Euclides, el de Ptolomeo, entre muchísimos otros, sino de
18
verdaderas disciplinas como la de la Aritmética, el
Álgebra, y técnicas de manejo de materiales como el
bronce, el hierro, entre otros, que pueden considerarse
básicos para el buen desempeño de la civilización actual.
Es importante entender, que los logros tecnológicos de
hoy, tienen un antecedente de valor singular, y se basan en
el trabajo de miles de años de hombres de mente aguda y
observadora, que le aportaron a las viejas culturas
humanas el soporte físico que les permitió sobrevivir
tiempo suficiente para ocupar un espacio propio en nuestra
memoria.
6.1.1 ¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO?
El pensamiento es un producto del ejercicio de la mente. Suele
hablarse del pensamiento económico, sociológico, religioso,
primitivo, revolucionario, etc. Según sea la naturaleza de ese
producto.
El pensamiento científico se refiere a productos de la mente
relacionados con la Ciencia. La Ciencia es la disciplina que busca
conjugar, en un sistema coherente el conocimiento obtenido,
principalmente, en la observación de la Naturaleza y de los
fenómenos naturales, en un Universo que es esencialmente
dinámico. El cuerpo de la Ciencia abarca, principalmente, el
conocimiento que ha logrado ser sistematizado luego de la
correspondiente observación e interpretación de los datos
obtenidos. Esto se logra cuando las hipótesis científicas alcanzan
su confirmación, es decir, cuando ha podido verificarse que se
cumplen en realidad.
Una hipótesis aparentemente sencilla, es la afirmación que hace
un joven a sus amigos, por ejemplo, cuando dice ser capaz de
derribar un mango de su lugar en el árbol, con un leño que ha
logrado recoger en el suelo, a la distancia a la que se encuentra de
él. Sus amigos no son tan crédulos y él lanza su leño, apremiado
19
por ellos, con la mente puesta en lograr su objetivo y lo consigue.
Ello confirma la hipótesis, lo cual hace de ella algo cierto, algo
real. En caso de haber fallado la conclusión sería precisamente la
contraria.
Las dificultades de observación, en realidad, y la interpretación de
los datos se hacen mas difíciles y puede apreciarse cómo la
posición y los intereses del observador afecten la manera como el
objeto es percibido. En otras palabras, los datos obtenidos en la
contemplación del objeto observado son afectados por el
observador. Por ejemplo: ¿Qué ocurre si en dicho árbol hay diez
mangos para tumbar y el joven lo logra en un intento con ocho?
¿Puede ese resultado confirmar la afirmación? Tal vez sí, o puede
ser que no. Si el propósito es por ejemplo ganar una apuesta en
dinero o ganarse el liderazgo del grupo, en el grupo de amigos
puede desatarse una controversia sobre la capacidad que el joven
que derriba los mangos dice tener. La noción de capacidad puede
ser admitida en el caso de ocho mangos derribados, lo que tal vez
no se dé si sólo lo logra con seis. Todo depende de cómo sea
considerado por todos y cada uno, en términos del resultado, qué
significa ser o no ser capaz.
Mientras la hipótesis no sea confirmada, en términos señalados
por el observador, no forma rigurosamente parte del conjunto de
conocimientos que llamamos pensamiento científico.
No
obstante, puede ser tema de constante interés científico, puesto
que eventualmente, puede llegar a formar parte de él.
Los sistemas coherentes de razonamiento lógico en que se
concretan los distintos apartes del pensamiento científico tienen
un nombre: Construcciones interpretativas. Un ejemplo de
construcción interpretativa es la estructura lógica que se establece
entre los datos de un problema, la pregunta que en él se da y su
respuesta o solución. En la Ciencia es común ese estilo de
plantear el trabajo investigativo y las respuestas teóricas de
muchos interrogantes, como se dan por ejemplo en la Física, que
buscan su confirmación práctica para ser incorporada
definitivamente al cuerpo del conocimiento científico.
20
La función lógica que vincula a las construcciones interpretativas
con la realidad, a través de la experimentación se llama regla de
correspondencia. La veracidad de esa regla de correspondencia es
la que se confirma cuando se logra verificar que cierta hipótesis se
cumple en la práctica.
6.1.2 LA LÓGICA CIENTÍFICA
Los sistemas de razonamiento que conducen a afirmaciones
científicas, así sean teóricas, forman parte de las que hemos
llamado, pues, construcciones interpretativas. Por lo tanto, esos
sistemas coherentes que hemos llamado construcciones
interpretativas tienen una estructura lógica interna de
razonamientos. De ello puede deducirse algo de sumo interés:
¿Cómo puede concebirse la frontera del conocimiento científico
con el ámbito oscuro de lo desconocido?
La frontera del conocimiento científico con lo desconocido no es
una línea continua, como podría ser la línea costera que separa la
tierra firme de la superficie del mar. Un continuo reto científico es
el de confirmar, en la práctica, muchas hipótesis a las que se va
llegado a través de cadenas de razonamientos en las más diversas
disciplinas científicas. En algunos casos se logra hacer coincidir
los límites teóricos de algunas construcciones interpretativas con
los de otras. En este caso las “islas” del conocimiento se crecen.
En otros casos se logran confirmaciones prácticas de sus hipótesis
y, como consecuencia, las “islas” del conocimiento se incorporan
al “continente”, al cuerpo principal del pensamiento científico.
Cada hipótesis confirmada se convierte en el punto de partida de
nuevos razonamientos, del establecimiento de nuevas
construcciones interpretativas y luego nuevas hipótesis con sus
consecuentes confirmaciones prácticas. Esa actividad de la mente
humana determina la dinámica en la evolución del pensamiento
científico. Hoy, las fronteras de la ciencia tienen el aspecto de los
litorales de un gran “continente” cuya costa está tachonada de
“islas”que nacen y entran en el proceso de ser incorporadas a él.
21
6.1.3 EL LENGUAJE CIENTÍFICO.
La lógica científica requiere de un medio expresivo que use
signos para expresar el significado de los razonamientos lógicos y
de las reglas de correspondencia. En la disciplina científica el
lenguaje, por excelencia, es el lenguaje matemático.
Las matemáticas permiten la expresión precisa de las propiedades
del objeto de la observación científica, en términos de los medios
y de los datos disponibles para el observador, en el caso de ser
materialmente alcanzables, según el método de observación, la
calidad del instrumento a utilizar, la clase de datos que se espera
obtener, la forma como se interpretarán los resultados y la forma
como habrá de concluir el observador. En otras palabras, el
observador limita, con sus posibilidades de observación la
naturaleza y la calidad de la percepción del objeto observado. El
desarrollo de nuevos medios de observación abre constantemente
los horizontes de la investigación científica y permiten
constantemente nuevos hallazgos científicos.
Muchas veces, aún en asuntos sencillos, parece muy difícil captar
exactamente las propiedades buscadas del objeto, en los procesos
experimentales, pero, aún en esos casos, la Ciencia permite un
conocimiento de él, si se quiere, práctico y útil, según la
utilización que se le dé a la información. Por ejemplo, cuando se
trata de medir la distancia entre dos puntos, (de aproximadamente
80 metros) usando una lienza de tela de unos 20 metros de largo.
El hacerlo, introduce algunos factores de error: La lienza estira y
es difícil colocar una vez el extremo de la lienza luego del final
preciso de la medida anterior. Ello introduce errores visibles en la
medida de la distancia y permite determinar que algunas medidas
se repiten con cierta frecuencia, aunque no pocas veces se
presentan algunas discrepancias.
Heissemberg ha establecido una solución matemática a su
principio de incertidumbre, que se basa en esa realidad. En una
gráfica cartesiana (de ejes X e Y cortados en ángulo recto, donde
en Y se colocan las frecuencias en que se dan las longitudes
22
medidas y en X, las medidas halladas) donde se registren los
datos observados se establece que muchas medidas se concentran
alrededor de un lugar especial de la gráfica. Parece claro concluir,
que, la longitud precisa a medir está dada dentro del rango de
frecuencia donde se repiten más veces los datos obtenidos. El
establecimiento de soluciones confiables y útiles, en situaciones
semejantes a ésta, es, a menudo, el objetivo más importante de las
ciencias experimentales, en la inmensa mayoría de sus casos de
experimentación.
El lenguaje matemático, principalmente, medio de expresión del
pensamiento científico, es algo fundamentalmente dinámico.
Wilhelm Leibnitz (1646-1716) nacido en Hanoover, desarrolla, al
mismo tiempo que Isaac Newton, el cálculo infinitesimal, al cual
llama diferencial. Puede ser considerado el precursor lejano de la
actual lógica matemática y simbólica. Desde joven ambiciona
traducir en símbolos unívocos, no sólo las proposiciones
lingüísticas sino también las de la lógica.
El desarrollo de los ordenadores electrónicos que empieza a
mediados del siglo XX y el desarrollo de un sistema de registro de
datos y de operaciones con ellos sobre la base de un código
numérico manejado en base binaria,-o base dos (al cual se puede
traducir todo dato que se exprese en base diez, que es la base
usual), ha permitido, en cierta forma, la realización de ese sueño.
Los diez primeros números que se usan normalmente en base diez
pueden escribirse en base dos así:
Base 10
1
2
3
4
5
6
7
8
Base 2
1
10
11
100
101
110
111
1000
23
9
10
1001
1010
La adopción de esa base permitió el uso de elementos cargables
eléctricamente, que, combinados con otros elementos sin carga
eléctrica, podían servir para codificar información numérica en
una memoria electrónica.
Los primitivos ordenadores eléctricos típicos de los años sesentas
tales como el conocido 1401 de IBM, necesitaban ser instalados,
junto con sus unidades de impresión en cinta magnética, en
grandes salones de algo así como 150 a 200 metros cuadrados. La
memoria, entonces, estaba construida con “condensadores” de
silicio (material semiconductor), que se llamaban “transistores”.
De allí el nombre que se le dio al valle californiano donde se
situaron los diseñadores de “Hardware” y “Software” que han
producido la revolución actual de sistematización y operación de
información y sus plantas productoras, el “valle del silicio”.
Ahora, en un computador (palabra mas usual entre nosotros para
designar al ordenador) de escritorio, la miniaturización de esos
complejos ha hecho el milagro de meter todo el aparataje de aquel
salón en una cajita liviana de latón que lleva en su interior una
multitud de tarjetas con pequeños circuitos impresos y sus
respectivos “chips”, con no mas de 3.600 cc. de volumen.
El desarrollo del Hardware o de los equipos electrónicos, ha
generado una “explosión” mundial de empresas dedicadas a
producir software y a comercializarlo. Este software no es otra
cosa que una forma de lenguaje lógico codificado, que el
computador “entiende”, y que es el producto de la evolución de
las antiguas instrucciones sencillas, que se va dando a medida que
las aplicaciones son más amplias y complejas.
Podría decirse que el desarrollo de esa industria contemporánea
ha producido, a su vez, otra explosión en la extensión del
conocimiento científico por todas partes, resolviendo las
dificultades físicas para la cercanía humana quedando ya por
24
superar, solamente, la barrera de las aptitudes humanas para la
apertura y una mejor comunicación.
Otro gran paso dado en el desarrollo del lenguaje científico lo ha
dado la Antropología. Mediante el conocimiento fragmentario de
la historia antigua, es decir, del contexto histórico, de las
costumbres registradas, de los elementos de lenguaje
sobreviviente, se ha logrado llegar a la estructura simbólica de
muchas inscripciones halladas, han podido llenarse los vacíos
comprensivos y descifrarse el sentido de símbolos desconocidos.
En 1822, Juan Francisco Champollion (1790-1832) logró
descifrar los textos de la piedra Roseta hallada en 1799 en Egipto.
En ella se hallaban jeroglíficos egipcios acompañados por su
versión griega. Esa piedra proporcionó la clave para entender los
textos de las inscripciones en las pirámides y otras fuentes de
inscripciones del antiguo Egipto. En 1802 Grotefend, arqueólogo
alemán estableció las bases para interpretar la escritura
cuneiforme propia de las culturas tempranas del Cercano y Medio
Oriente. Para ello se basó en el texto persa de las inscripciones
trilingües (iránico, elamita y acadio) de Behistun. En 1857, con
esa base y con el aporte de calificados investigadores, la Real
Sociedad Asiática de Londres, anunció que había sido descifrado
el secreto de aquella escritura. Estos descubrimientos han
despejado el camino al conocimiento de la vida, de la economía, y
de la política en aquel mundo antiguo. Por medio de la lectura
lograda de aquellas escrituras se ha conseguido amplio acceso a
documentos tan abundantes y preciosos como los archivos de los
palacios reales de Ugarir y Alalakh que datan del segundo milenio
antes de Cristo. En 1863 Charles Brasseur de Bourgbourg (18141874) viajero y escritor francés, examinando la Relación de cosas
de Yucatán escrita en 1566 por Diego de Landa (1524-1579),
religioso a historiador español, obispo de Yucatán, encontró la
clave para interpretar una amplia serie de adornos y jeroglíficos
mayas. Queda por encontrar el camino para descifrar la escritura
pictográfica del viejo Perú.
¿Qué significa todo aquello para el tema que nos ocupa? Significa
que la Antropología ha logrado penetrar los sistemas lógicos y
25
conocer aspectos importantes de la historia antigua en
documentos originales y, lo que es más importante, en el lenguaje
científico, con el rigor propio de la metodología experimental de
la Ciencia. Ello significa que su metodología permitirá “traducir”
a la lectura científica el pensamiento y la lógica de otras culturas
contemporáneas facilitando a otros pueblos su incorporación a la
civilización y abriéndoles los horizontes de un conocimiento que
poco a poco será de dominio de toda la humanidad. La
arqueología occidental ha aportado su metodología experimental
que le ha permitido a arqueólogos rusos, chinos y japoneses
adentrarse en el estudio de la prehistoria y protohistoria de los
pueblos asiáticos y ha aportado las bases para el establecimiento
de una cronología comparada con los datos de las culturas del
Cercano y Medio Oriente.
Sin embargo no sólo en el campo antropológico avanza la
Ciencia; en 1870 George Cantor (1845-1918) matemático,
empezó a estudiar las propiedades de los subconjuntos de puntos
del sistema de los números reales y del espacio euclidiano ndimensional. Ello sucedió alrededor de la búsqueda de soluciones
a algunos problemas en la teoría de las series de Fourier. Estos
subconjuntos de puntos no eran necesariamente ciertos intervalos
de curva, curvas completas, superficies, poliedros u otras formas
muy familiares. De hecho, eran muy caprichosos. Se planteó la
idea de que si se representa el conjunto de los números reales en
una línea semirrecta, a partir de un punto 0 y se toman puntos
situados a distancias x = 1,2,3,4,...etc. sólo se da un punto que
cumple la condición de estar a la distancia x del punto 0. En el
supuesto de que todas las operaciones que se hagan con números
reales siempre sus resultados son otros números contenidos por la
semirrecta, ¿qué pasaría si se consideraran, además, los puntos
que pudieran estar por fuera de ella? Entonces habría una
infinidad de puntos que cumplen la condición de estar a una
distancia, por ejemplo, x = 3 del punto 0, que describirían una
superficie esférica. A todos esos puntos Hausdorff los llamó
“vecindad” y la definió como subconjunto del conjunto S que
contiene todos los puntos que están a todas las distancias x (hasta
el infinito) del punto 0 y lo llamó “espacio topológico”. Esto
26
significó que las matemáticas tradicionales podían considerarse
un caso particular de las matemáticas concebibles en todo el
espacio topológico.
Ese trabajo abrió las puertas a nuevos desarrollos matemáticos
más allá del campo cubierto por las matemáticas tradicionales. Su
trabajo, continuado por muchos otros matemáticos, dió origen a la
Topología, disciplina moderna que se ocupa de la “Teoría de
Conjuntos”, relaciones entre conjuntos, operaciones con
conjuntos, etc.
6.1.4 LA EXPERIMENTACIÓN.
LOS MODELOS EXPERIMENTALES.
Por lo que hemos venido tratando, el estudiante puede darse
cuenta que en la disciplina científica el tema de la
experimentación es muy relevante. Las Ciencias son,
fundamentalmente, ciencias experimentales y, dentro de la
práctica de los científicos se le da un relieve singular a la
tecnología de la experimentación, que no es otra cosa que una
metodología probada como exitosa en la clase de ejercicios a
realizar. Por ejemplo, en el ejercicio de la medicina, hoy, el
control de la salud se realiza con procedimientos especiales que
deben ser conocidos por el profesional que hace las pruebas de
salud. El departamento de Control de Calidad de las empresas está
dotado de un catálogo de metodologías de prueba destinadas a
asegurar que la materia prima, paso a paso a través de todos los
procesos, cumpla las especificaciones que exigen los equipos
productivos para trabajar a los niveles de rendimiento esperados y
mantener los desperdicios y el material defectuoso dentro de los
rangos determinados por el diseño industrial del proceso.
Es muy importante que el científico pueda tener un alto grado de
confianza en la experiencia que le permitirá derivar de ella
conocimientos nuevos suficientemente sólidos. Sólo en la medida
en que puedan ser confirmadas las hipótesis científicas puede ello
27
ser una realidad, y puede afirmarse, con certeza que la Ciencia
avanza.
Los modelos experimentales son “paquetes” de procedimientos
experimentales que cumplen la condición de calidad de los datos
a obtener y que permiten una interpretación adecuada de ellos
para llegar a conclusiones prácticas y útiles dentro de los niveles
de confianza deseados, según el objetivo que busca el científico.
El eje de todo modelo experimental es la expresión matemática
que permite, dados unos datos experimentales obtenidos,
anticipar, cuál es el comportamiento general del proceso industrial
o del fenómeno que se investiga, por decirlo de alguna manera, a
nivel teórico. En general, esa expresión matemática se da en
función de la relación de variables situadas en planos o espacios
de tres o más dimensiones, referidos a sistemas de coordenadas
cartesianas, rectangulares, angulares o de cualquier otra clase. La
realidad es que todo procedimiento experimental tiene sus
limitaciones prácticas, igual que los instrumentos usados para la
observación. A veces, el principal tropiezo del científico es el de
carecer del modelo adecuado para desarrollar su trabajo
investigativo, caso en el cual, antes de proseguir su trabajo, debe,
desarrollar el procedimiento experimental que necesita y que le
garantiza la calidad de su trabajo.
Mediante el desarrollo de los métodos experimentales ha sido
posible establecer los procedimientos para hacerle seguimiento,
muy particularmente, al desarrollo de la actividad vital de
inmensa cantidad de especies vivas de utilidad para la economía
humana. Mediante esos procedimientos ha sido posible
incrementar la productividad de la producción agrícola, silvícola y
pecuaria de manera impresionante, con la sola acción de
seleccionar para la producción comercial individuos de alto
rendimiento. En ganado de leche, la presión de selección artificial
del ganado de raza Holstein, que lleva ya más de 120 años en
Norteamérica, combinada con el mantenimiento de una buena
alimentación, ha logrado producciones comunes de 40, 50 y hasta
60 litros de leche promedio por día en lactancias de 305 días,
contra lactancias de razas todavía poco seleccionadas de 4 y 5
28
litros promedio diario. De estudios realizados en las bananeras de
Urabá (Colombia), los cultivadores han logrado mejorar en los
últimos veinte años sustancialmente la calidad y el volumen de la
cosecha bananera haciendo un estudio, del producto de los
individuos de la plantación. Mediante la clonación de los mejores
individuos y la renovación del cultivo usando solamente plantas
de esa procedencia, se ha podido hasta doblar la producción por
hectárea de banano, obviamente, manteniendo el balance de
nutrientes en el suelo mediante la adición de suplementos
orgánicos y minerales.
6.1.5 EL DESARROLLO Y SIGNIFICACIÓN
DE LOS INSTRUMENTOS DE OBSERVACIÓN.
Antes que Galileo Galilei modificara el telescopio para sus
observaciones astronómicas e inventara el microscopio, la única
fuente de observación era la de los hechos inmediatamente dados
y perceptibles por los sentidos. Cuando Isaac Newton (16421727) meditaba debajo de un manzano vio caer una manzana y
ese hecho lo inspiró y lo condujo a estudiar y desarrollar su teoría
el movimiento de caída libre de los cuerpos. El pasó obviamente
al uso de procedimientos científicos para su trabajo. Sin embargo,
con el tiempo, ya en el Siglo XX, aunque sus descubrimientos
eran válidos, dentro de magnitudes terrestres, se vería que eran
casos particulares de teorías mucho mas amplias, al nivel de las
magnitudes cósmicas del Universo, desarrolladas cuando la
astronomía había llegado a ser una disciplina mucho mas madura,
a lo cual contribuye sustancialmente el trabajo de Albert Einstein
(1879-1955).
El invento del microscopio logra descorrer el velo del mundo de
lo más pequeño. Luis Pasteur (1822-1895), con su ayuda, despejó
el camino para zanjar una agria disputa que se venía dando, desde
el Siglo XII, entre los partidarios de la intervención divina directa
(¿?) en la generación de la vida y los partidarios de la llamada
“generación espontánea”. El microscopio demuestra, como el
telescopio, su idoneidad para mejorar el conocimiento de la
29
Realidad, más allá de lo posible sobre la base de la observación
directa de lo inmediatamente dado.
Hoy producirían hilaridad las recomendaciones precientíficas de
algunos personajes para obtener ciertos resultados. Algo que
entonces se podía mirar con seriedad y, quizás, alguna
preocupación. Van Helmont, médico belga, expone interesantes
métodos para hacer nacer ratones y escorpiones adultos sin el
previo concurso de sus padres: “si una vasija que contenga trigo
se tapa bien con una camisa sucia, al cabo de pocos días el
fermento proveniente de la camisa transformado por el olor de los
granos, convierte el trigo en ratones”...”Exponed al sol un ladrillo
al cual se le ha hecho un hueco y en el cual se ha colocado hierba,
luego de taparlo con otro ladrillo encima, y al cabo de pocos días
veréis transformada la hierba en escorpiones”(Sinopsis de
Biología General. Botánica y Zoología aplicada. Hno. Daniel. Ed.
Bedout. Medellín 1952)
Redi, medico de Toscana, prueba que los gusanos (larvas de la
mosca doméstica), que salen espontáneamente de la carne, lo
hacen porque provienen de los huevos que las moscas ponen
sobre ella. Recomienda cubrirla con un lienzo y con ello se evita
el percance. Spallanzani, sacerdote italiano, concluye, luego de
muchas observaciones, que los corpúsculos que nacen en
infusiones diversas cuando se colocan al aire, provienen de
gérmenes que vagan libremente en él. Sus trabajos animan a
muchos estudiosos y curiosos, entre ellos a Luis Pasteur.
Pasteur hizo muchos experimentos con fermentos. En uno de ellos
coloca varias retortas esterilizadas con un líquido fermentable, y
conectadas al exterior con largos tubos sinuosos. En otro juego de
retortas, los tubos están taponados con motas de algodón estéril.
El líquido no fermenta. Una vez confirmado esto, sopla al interior
de los tubos y, al momento, el líquido entra en proceso de
fermentación. Ello se explica porque el polvo y otras impurezas
portadoras de gérmenes contenidas en el aire han sido removidas
por Pasteur al soplar y han ido a parar al líquido fermentable.
30
El día de hoy la implementación del trabajo científico
experimental es impresionante e invade constantemente, incluso,
el mercado de implementos de la vida cotidiana.
6.2.0 LA DINÁMICA DEL PENSAMIENTO
CIENTÍFICO.
EL ROMPIMIENTO DE PARADIGMAS.
El conflicto entre las viejas formas del conocimiento
comprometidas con los intereses establecidos, y los
nuevos conocimientos logrados.
A partir del trabajo de Galileo Galilei el desarrollo de la Ciencia
adquiere una dinámica meteórica. Pero es imposible entender este
proceso si se estudia aisladamente del contexto en que se da. Ya
en las secciones anteriores hemos visto algunos pasos dados en la
labor en que han participado muchos hombres inquietos. Hemos
visto el contraste entre el saber científico riguroso y saberes que
surgen de la especulación sin fundamento cierto. Ello señala una
diferencia abismal entre el mundo antes y después de Galileo
Galilei, Juán Kepler y e Isaac Newton, para asumir una frontera
razonable.
Ese contexto tiene también una historia que encierra, entre sus
pliegues, el drama humano sentido y vivido en épocas muy
primitivas por una supervivencia incierta, cuya incesante, y no
pocas veces, angustiosa búsqueda, finalmente es el motor de
nuestra evolución específica que dura casi veinte millones de
años. En nuestra Edad Antigua, esa lucha ha cambiado. Egipto,
Mesopotamia, Persia, Grecia, Roma son imperios construidos a
golpes de piedras, bronces y hierros. El ser humano ha logrado
imponerse a la fuerza a otros designios. Construye entonces los
primeros imperios. Pero es la fuerza el fundamento que garantiza
su existencia Entonces ya hay “ingenieros” precientíficos que
construyen fortalezas e ingenios militares de ataque y defensa. En
este aspecto nada ha cambiado hasta nuestro tiempo, aunque la
misma ciencia moderna nos da ya gritos de alarma porque ahora
31
se está dando cuenta que vivimos en un mundo finito que
requiere, no solo prudencia en la demanda de los recursos de vida
de que nos provee, sino sumos cuidados, orientados a preservarlos
y a incrementarlos.
Nuestro período pos - romano, está determinado en Occidente por
las luchas militares que alcanzan, antes de la coronación de
Carlomagno, primer monarca en la historia europea, en el año 800
después de Cristo, un equilibrio relativo, que da origen a la
llamada Edad Media, que va hasta el Renacimiento europeo. En
esta época se consolida la sociedad feudal, formada por una casta
militar, monarcas reconocidos, señores independientes, familias
nobles, cortes imperiales, en puja por obtener y mantener
privilegios económicos y honoríficos, y una masa de población
que busca su protección contra el despojo, sometida a los albures
de la guerra, a la servidumbre en el Campo, e independiente y
dedicada a las artesanías y oficios “serviles y vulgares” en el
“burgo”, en la ciudad. Al mismo tiempo, España sufre la invasión
del Imperio Islámico que alcanza algunos territorios del sur de
Francia, mas allá de los Pirineos, de donde emana una corriente
cultural de singular importancia para agregar a otras influencias
orientales y a las fuentes que aporta la Iglesia Católica Romana
desde sus monasterios, para la formación del patrimonio cultural
de Occidente.
Tres fenómenos de singular importancia se dan en un período
corto de tiempo que los hacen coincidir en algún momento, más o
menos entre el año 1300 y el año 1500 de nuestra Era, que
producen el fermento en que se cuece el mundo actual. El viaje de
Marco Polo al Asia, El Renacimiento y el descubrimiento de
América, este último acontecimiento, posible, por el desarrollo de
la navegación oceánica, que, superando limitaciones técnicas, de
conocimiento geográfico, venciendo reticencias de los mecenas y
miedos de las tripulaciones, casi insuperables, frente a los
misterios de un mundo desconocido, más allá de las “columnas de
Hércules”.
32
Estos fenómenos no solo trastornan la superficial paz que reina en
Europa, dado el precario equilibrio militar logrado entre los
distintos imperios, sino que conmueve los cimientos de una
sociedad inmensamente austera, pobre, asentada sobre el
ascetismo y los valores cristianos propuestos por la jerarquía de la
Iglesia Católica Romana. La influencia oriental a través del
comercio, rompe el eje de la cultura cristiana, le infunde al
espíritu de los pueblos europeos nuevas energías que se
manifiesta en una vitalidad desacostumbrada, en el renacimiento
de múltiples expresiones culturales. El oro y especialmente la
plata americanos, enjuagan los déficits comerciales con Oriente y
enriquecen a la burguesía europea, que queda dotada así de
medios para, unos siglos mas adelante, fundar las bases de la
civilización contemporánea.
Luego de haber sido introducido desde el mundo árabe,
principalmente a través del Califato de Córdoba y a través del
ejercicio de las artesanías y el Comercio con Oriente, la Ciencia y
varios instrumentos científicos como la Aritmética, el Álgebra, la
Geometría, empiezan a abrir el horizonte de la actividad artesanal
e industrial de la época. Desde Galileo Galilei, no sólo cambian
por completo el mundo, sino que, como decíamos, ponen las
bases de la civilización moderna en Occidente.
La evolución de las ciencias se da principalmente como
consecuencia de las observaciones astronómicas. La noción del
Universo en la época medieval basada sobre los modelos
aristotélico y ptolomeico se derrumban estrepitosamente.
Aristóteles pensaba que el Universo mas allá de la Luna era un
mundo eterno, perfecto, inmutable e incorruptible, siendo, mas
acá de la Luna justamente lo contrario, efímero, imperfecto,
cambiante y corruptible. Ptolomeo pensaba que la Tierra era el
centro del Universo. Era lógico que así fuera, si la Tierra era el
hogar del Hombre, criatura amada por Dios, y hecha a su imagen
y semejanza, según la idea medieval. Galileo observa que esas
creencias no tienen fundamento y asume la idea del Universo de
Copérnico. La observación de montañas en la Luna y de manchas
en la esfera solar le permite concluir que no se puede opinar así de
33
la región más allá de la Luna. Observa las fases de Venus y al
planeta Júpiter con sus cuatro lunas mayores, viendo la forma
como rotan alrededor del gran planeta, de lo cual concluye que es
el Sol el centro de giro del universo conocido, y no la Tierra. De
la tremenda controversia desatada trataremos más adelante.
Sobre las bases establecidas por Galileo y Kepler (1571 –1630),
quien descubre las leyes de la gravitación universal (Los cuerpos
con masa se atraen con una fuerza proporcional al producto de sus
masas e inversamente proporcional al cuadrado de sus distancias)
desarrolla Isaac Newton las leyes físicas de los cuerpos en
movimiento, entre muchos otros trabajos.
En 1455 Johan Gutemberg (1400?-1468?), establecido en
Estrasburgo, ha desarrollado la imprenta de caracteres móviles.
Su primera obra impresa es la conocida “Biblia Latina de 42
líneas. A partir de entonces empiezan a difundirse obras que
extienden la cultura por doquier, algo imposible hasta entonces.
La influencia de la Imprenta es indiscutible en el Renacimiento,
que marca una época de transformación total de la vida en
Occidente. Posteriormente a los trabajos de Galileo, Kepler y
Newton, se dan pasos hacia lo que serán la Revolución Industrial
y la sociedad moderna, que tienen significado, no solo como
historia de la Ciencia sino de la Técnica y la Ingeniería. El
ingeniero escocés James Watt (1.736-1819) construye la primera
máquina de vapor en 1784, aún antes de que Carnot le diera forma
al ciclo termodinámico que lleva su nombre y que sirve de base
teórica para el funcionamiento de la máquina. Este invento le abre
posibilidades a la industria en gran escala. Charles Darwin (18091882) naturalista y fisiólogo inglés, descubre los principios de la
evolución de las especies vivas, cuya teoría expone en su famosa
obra “Del origen de las especies por medio de la selección
natural”. Juan Gregorio Mendel (1.822-l884) monje y botánico
austriaco descubre las leyes de la herencia estudiando el efecto de
los cruces e hibridación de plantas. Alejandro Graham Bell (18471922), físico escocés-norteamericano inventa el teléfono en 1876.
Thomas Edison (1847-1912), físico norteamericano, inventa,
entre muchas cosas, el fonógrafo, la bombilla incandescente y
34
mejora el teléfono. Sigmund Freud (1856-1939) siquíatra
austríaco, crea, a través de muchos años de labor y
experimentación la teoría del sicoanálisis y la doctrina del
subconsciente. Henry Ford (1863-1947), desarrolla el principio de
la producción en serie en su automóvil Ford T. Wilbur (18671912) y Orvill (1871-1948) Wright construyen y vuelan en 1903
el primer avión, máquina mas pesada que el aire, capaz de
despegar del suelo por sus propios medios. Niels Bohr (18851962), físico danés, desarrolla la primera teoría realista sobre la
estructura del átomo en 1912. Albert Einstein (1879-1955),
elabora su Teoría de la Relatividad apoyada sobre las
observaciones contemporáneas del universo lejano. Sus
descubrimientos producen una de las conmociones más
revolucionarias de la Ciencia, al afirmar, como decíamos atrás,
que la física newtoniana no es una física universal, sino que sus
principios son un caso particular de ella. Karl Gustav Jung (18751961) hace contribuciones sustanciales a la teoría del sicoanálisis.
La lista de las contribuciones de hombres distinguidos o
anónimos sería interminable, y seguro que esta modesta lista no
solo se queda corta, sino que puede tener omisiones
imperdonables. Sólo que con esta lista el lector, estudiante o
investigador pueden apreciar cómo se van abriendo nuevos
horizontes al conocimiento humano actual donde han echado
raíces la tecnología, la industria humana, muchas disciplinas
técnicas contemporáneas y muchas prácticas cotidianas
maravillosamente implementadas por ellas en el presente,
dándonos una visión del mundo moderno radicalmente diferente
al que se conocía hace solamente cincuenta años.
No obstante, aunque la Humanidad se beneficia inmensamente en
su implementación con técnicas de producción y de otras índoles
diferentes, con máquinas y herramientas de gran valor práctico,
que en su seno han sido desarrolladas, no logra asimilar aquellos
avances del conocimiento y producir, en el concepto de sí misma,
el vuelco que la Ciencia y la Técnica han logrado en la
implementación de su vida. Muchos motivos se dan que lo
impiden, algunos de los cuales han sido ya puestos en evidencia
35
por las corrientes más novedosas de las ciencias actuales como la
física cuántica. La vida cotidiana, económica, social y política de
la humanidad, hoy, acumula, la no despreciable suma de
doscientos años de atraso respecto del desarrollo actual del
pensamiento científico. Algunos de los motivos que parecen más
relevantes nos ocuparán enseguida
6.2.1 EL ORIGEN HUMILDE DE LA CIENCIA.
La Ciencia, para empezar, nace en el seno de nuestra cultura
como si fuera una criatura bastarda, estorbosa, no deseada,
moralmente peligrosa. Casi debe cultivarse en la clandestinidad.
Se la considera casi una actividad subversiva. Sus cultores son
considerados casi conspiradores contra el orden establecido sobre
“sólidas” consideraciones filosóficas. Pero no es para menos, la
Ciencia, arte burgués por excelencia, compite desventajosamente
frente a la Filosofía, la Teología, la Jurisprudencia, la Medicina
auténticos exponentes de cultura, tal cual es concebida en la
jerarquizada y nobiliaria sociedad medieval. Solamente ellas
hacen hombres sabios, ilustres, dignos, educados honorables. Sólo
en ellas se encuentra mérito para justificar la formación del
estudiante en la Universidad. Son las únicas que capacitan para
las actividades administrativas y jurídicas de alta responsabilidad.
Es allí donde se educan los nobles. La esencia de la cultura
cristiana, pues, no fluye al vulgo, que quizás, impulsado por la
necesidad de protección o por la presión coercitiva de los señores,
adquiere ciertas costumbres y valores coherentes con ella
No es de extrañar que el trabajo realizado por Leonardo Da Vinci,
escrito e ilustrado en lengua vulgar haya pasado desapercibido en
su tiempo. Las grandes catedrales europeas son verdaderas obras
maestras anónimas. Salvo contadas excepciones, no se conocen
los nombres de sus geniales constructores. Solamente los de los
obispos y los reyes que ordenaron su construcción. Tampoco es
de extrañar que las observaciones astronómicas de Galileo Galilei
que lo llevan a conclusiones que contradicen, aparentemente la
doctrina tradicional, haya sido considerado un rebelde, casi un
hereje, lo cual le cuesta la cárcel de por vida, no obstante, que él
36
mismo afirma, que el tema de la astronomía nada tiene que ver
con el tema de la Fe. ¿Cómo concebir que el Hombre, criatura
amada y predilecta de Dios no sea el centro del Universo? El
mismo James Watt constructor de la primera máquina de vapor,
no es ni mucho menos una persona educada. ¡Es un simple
artesano! Esa actitud tirante y desconfiada, entre quienes se han
formado en el marco del pensamiento tradicional, como fue
vivido entonces, y los que no lo han hecho, permanece sin mucho
cambio, en nuestros días. Entre nosotros es muy conocido, entre
los que manejan la cosa pública, el conflicto que se plantea en la
escogencia de candidatos a puestos públicos cuando los
candidatos son “políticos” o “técnicos”.
La Ciencia nace y se mueve entre los artesanos y los comerciantes
citadinos (burgués viene de burgo, ciudad). Los artesanos hacen
sus cuentas, los comerciantes también. Las costumbres de ahorro,
de austeridad, de gusto por el dinero, son consideradas
abiertamente como algo indecente, como muestras de un espíritu
mezquino, carente de grandeza. Podría decirse que a la Ciencia, a
pesar de sus logros, todavía no se le han reconocido los méritos
que tiene como disciplina humana, por excelencia, ni el potencial
que encierra en la concepción de una nueva cultura humana
inmensamente más prometedora que cuantas hemos conocido,
sobre principios que no contradicen, que confirman lo esencial del
conocimiento del mundo humano tradicional, que abrirá puentes
entre las más diversas culturas humanas, desde cuyo punto de
vista, pueden vislumbrarse las posibilidades de una efectiva
síntesis del pensamiento humano de todos los tiempos.
6.2.2 EL MUNDO QUE SUPERA LA CIENCIA
COMO DISCIPLINA RECONOCIDA.
La Ciencia tiene en sus principios no pocos escollos, aunque
posteriormente se gana por sí misma, poco a poco, un puesto
importante entre las disciplinas humanas mas reconocidas. Algo
difícil de entender hoy, es el motivo por el cual en aquella época
se dan tales actitudes en la sociedad. El Estado, entonces, es un
37
Estado cristiano. Para entender esa situación es preciso
transportarse mentalmente a una época en que difundir la cultura
es casi imposible. Nadie ha inventado todavía la imprenta y se
carece, por completo, de medios. En Occidente se vive en
condiciones de gran pobreza y de dura austeridad. No existe una
autoridad reconocida. La población apenas sale de la barbarie
después de más de cuatrocientos años de caída la última autoridad
romana, del imperio occidental el año 476 de nuestra era. Valioso
material cultural yace en los monasterios donde se guardan los
documentos de la tradición de la Iglesia, se traducen de diversas
lenguas al latín, lengua oficial, se analizan y se interpretan a la luz
del conocimiento de entonces. Todavía en tiempos del imperio,
San Agustín (354-430), nacido en Tagaste, Norte de África,
converso luego de una vida disoluta, elabora su doctrina
teológica, asignándole a la Fe, es decir a la acción directa de Dios,
toda eficacia en la realización del bien humano. Él ve el origen
del mal humano en el ejercicio del “libre albedrío” Aunque Santo
Tomás de Aquino (1225-1274) teólogo católico italiano y Doctor
de la Iglesia, niega aquella doctrina, reconociendo que las causas
segundas, como la Naturaleza y los mismos hombres son eficaces
análogamente, identificando las diferencias en su dimensión, con
la Causa Primera, que es Dios. Se ve, históricamente, que la
manera de pensar de San Agustín está muy extendida. Hoy, sólo
el advenimiento de un régimen político diferente, de carácter
liberal, nos proporciona la experiencia, insólita en el planeta hasta
el advenimiento de la Revolución Francesa, de conocer la
existencia de los estados seculares, ciertamente eficaces en
asuntos profanos, y la separación de la Religión (las relaciones
con Dios en cuanto sea reconocido) de la sociedad secular. Y,
dentro de esa experiencia, se ve más absurdo todavía que el ser
humano sea simplemente, como lo concibe San Agustín, una
“figura decorativa” del Mundo, un ser contemplativo sin
capacidad de cambiar eficientemente su suerte. Algo que
contradice la experiencia de los últimos dos siglos de civilización
occidental. De todas maneras esta materia está íntimamente ligada
a la ética oficial de la Iglesia, que, de alguna manera, se refiere al
reconocimiento de una realidad humana, de una realidad
38
universal, tal cual la percibía y la interpretaba la Iglesia en la
época Medieval.
Europa institucionalmente, empieza el año 800 de nuestra Era
cuando el papa León III corona como emperador de Occidente en
la hoy ciudad alemana de Aquisgran, a Carlo Magno, rey de las
tribus francas. Allí, la autoridad monárquica se entrelaza
íntimamente con la autoridad religiosa, La nobleza, entonces
formada por rústicos líderes y guerreros tribales, funde sus
destinos con los de la Iglesia que entra legándole a la nueva
Europa la herencia que queda de la cultura imperial romana y su
religión, la religión cristiana, que había sido asumida como
religión oficial del Estado Romano por Constantino el Grande
(Entre 270 y 288-337), el año 313 de nuestra era, cuando siendo
emperador promulgó el edicto de Milán. Carlo Magno funda las
escuelas cristianas que empiezan la divulgación del cristianismo y
empiezan a aparecer las primeras universidades La Universidad
de Bolonia, de las más antiguas, se forma en el año 1119
alrededor de las enseñanzas de Irneiro y Graciano, maestros de
derecho, que se dan en forma continua. Antes en Grecia y en
Roma (¿Es, tal vez, el caso de Jesús de Nazaret en el Medio
Oriente Romano?) se dan esas asociaciones de maestros y
discípulos pero no son permanentes. La Universidad “universitas
magistrorum et scholariorum” es una institución que se concreta
como asociación espontánea, autónoma y voluntaria de discípulos
con su maestro. En la universidad el maestro es escuchado,
venerado, amado y seguido por sus discípulos. Es posible que en
una sociedad como la europea la doctrina generada por hombres
sabios que han logrado interpretar admirablemente una
experiencia humana milenaria, haya alcanzado la categoría de un
mandato. Entonces, lo que pudo ser producto de una sesuda
reflexión toma la forma de un dogma, con sus lamentables
consecuencias pedagógicas en la época y en el posterior
desarrollo de la cultura en Occidente.
El proceso de evolución social conduce, ya en la Edad Media, a
una sociedad muy jerarquizada que se ha llamado sociedad
feudal, austera, cerrada, manejada casi autoritariamente, por una
39
nobleza militar, constantemente comprometida en la conquista de
territorios vecinos o con la defensa de los propios, en un esfuerzo
que consume todas las energías disponibles. El producto resulta
ser una sociedad inestable que se resquebraja poco a poco cuando,
como consecuencia de los viajes de Marco Polo a Oriente, se
ensancha el mundo conocido (aunque en tiempos de Roma ya se
traían sedas de China, tan apreciadas que, en peso habían
alcanzado el precio de los metales preciosos), se inicia el
comercio de mercaderías orientales, la introducción de otros
valores, la acumulación de riquezas, que convierten a muchos
mercaderes en hombres poderosos capaces de financiar las
campañas militares y, aún de manipular a las autoridades
monárquicas.
El orden “convencional”, más bien impuesto, en aquella sociedad
es profundamente moral y se basa en los valores promulgados por
el pensamiento escolástico. Su filosofía es influida profundamente
por la teología cristiana de la época, de la cual la doctrina tomista
es su máxima y más apreciada exponente. Santo Tomas de
Aquino construye una filosofía y una teología fundamentadas en
la doctrina de Aristóteles, reconociendo, expresamente, la gran
coherencia entre aquella y el pensamiento cristiano. Coherencia
que manifiesta, en el fondo, la gran calidad del trabajo realizado
en época de los primeros cristianos para hermanar la doctrina
aprendida a Jesús con los valores propios de la cultura griega, lo
que allanó el camino de la cristianización de la civilización
romana. Su construcción filosófica, de rigor lógico incomparable,
hace de la Filosofía una ciencia, anticipándose, tal vez, al
fenómeno del desarrollo del pensamiento científico que nos
ocupa, explorando con su reflexión espacios que parece, muchos
de ellos, van siendo reencontrados en la investigación científica
actual. Para él la Naturaleza, en general, y el ser humano, en
particular, son protagonistas del proceso de la redención humana
que no se pueden desconocer.
6.3.0 EMPIEZA A ROMPERSE EL EJE DE LA
CULTURA.
40
El gran conflicto cultural se empieza a sentir cuando comienzan a
darse los primeros movimientos protestantes. La reforma
protestante representa, en cierta forma, la escisión dentro de este
conflicto, del eje religioso de la Cultura, que hasta ese momento
lo forma la Iglesia Católica Romana. La religión protestante, tal
vez pueda decirse, es la “religión” del nuevo movimiento cultural.
Enrique VIII (1491-1547) rey de Gran Bretaña, Martín Lutero
(1483-1546) reformador en Alemania, Juan Calvino (1509-1564)
francés y Ulrico Zwinglio (1484-1531) reformadores en Suiza,
ven menguada la autoridad papal, por diversos motivos, entre
ellos, porque no cede en su política de Estado (que tiene base
moral frente al compromiso matrimonial de Enrique VIII con Ana
Bolena, por corrupción, (en cuanto al comercio con las
indulgencias) y por los efectos de la nueva realidad económica
generada por el comercio con Oriente, en una sociedad pobre
como la europea.
Podría decirse, también, que la Ciencia sufrirá, en el porvenir, los
efectos de esa gran escisión. En Francia se da la revolución
política. Ilustrada que se enfrenta con su República al sistema
monárquico. En Alemania se da, en el fondo del conflicto, un
enfrentamiento entre el carácter de los teutones, muy racional y
consecuente con la moral cristiana, tal como la practican ellos, y
el carácter latino, permisivo, no muy exigente, tal como se
practica en los países latinos, como Italia, donde incluso los papas
tienen una conducta no muy ortodoxa.
En los países latinos, particularmente Italia, empieza el
Renacimiento. En Inglaterra, bastante distanciada de Francia en
sus asuntos de Estado, y donde el carácter insular del país lo hace
bastante independiente, la revolución es, más que todo económica
y asume la religión protestante más en plan de emancipación
política del papado que otra cosa. La separación de los aspectos
religiosos de los seculares, tal como se dan hoy día, dificulta la
comprensión de la constante interrelación que se da, entonces,
entre los asuntos políticos de Estado, los de la sociedad secular,
propiamente dichos y lo que llamaríamos hoy asuntos religiosos.
41
Todo, en aquella época es tema integral de la Cultura, -como un
todo-.
“Todo fue una consecuencia de la exaltación del interés por el
hombre, del descubrimiento del hombre y de la revalorización de
la persona humana”. Eso era el humanismo, eso fue el
Renacimiento; no el descubrimiento de los textos clásicos, ni las
escuelas griegas, como se ha creído. Todo ocurría ahora en el
hombre y en torno al hombre. La persona humana, abandonada en
la Edad Media –nótese el estancamiento de las ciencias
relacionadas con el hombre y con el cuerpo humano, como la
anatomía, en todo el período, -la persona humana y su contorno
decíamos- eran ahora objeto de particular atención. El hombre
volvía a vivir en este mundo, no para el otro.
Un afán de inmortalidad –la vida puede ser amable, gloriosa-, de
vivir intensamente acucia al hombre del Renacimiento. Queda
atrás el hombre ascético de la Edad Media. Ahora mandan los
sentidos. Manda cuanto lisonjea a los sentidos: el poder, el dinero,
el amor, el arte. El hombre nuevo no es solo humano; es
demasiado humano. Porque el Renacimiento es el Humanismo,
pero es también su exageración. Los papas y los cardenales tienen
queridas y bastardos, despachan a sus enemigos con el veneno,
practican sin freno el nepotismo, lo venden todo: el perdón, las
sinecuras, los capelos cardenalicios, todo. Pero la mayor parte del
dinero que sacan exprimiendo a la Cristiandad se va en el
patrocinio de las artes. El Papa prototípico del Renacimiento es,
sin duda, León X (Breviarios del Fondo de Cultura Económica
México DF 1964 Antonio Ramos Oliveira: Historia Social y
Política de Alemania p 142).
El conflicto parte la Historia de Occidente en dos, a partir de la
Revolución Francesa, en 1792. Pero no solamente eso: Enfrenta
políticamente dos mundos: De un lado quedan la escolástica, la
Iglesia Católica Romana, la monarquía, y del otro la Ilustración,
la sociedad liberal burguesa en cuyo medio se mueve y se
desarrolla la Ciencia. Lo que empieza en Francia no es una simple
revolución. ¡Es el dramático rompimiento del eje de la Cultura, en
42
todos sus aspectos vitales! Sin embargo, cuando se habla de ello,
se tiene la impresión de que la turbulencia política es total; se
extiende por todos los medios políticos hasta las masas de
población de la Comuna de París. Sin embargo no es masiva ni
siquiera al nivel de toda Francia. Apenas afecta la vida campesina
y la de otras ciudades diferentes a París. Cambia sí, radicalmente
el proceso político, la clase dirigente y el espíritu que rige en el
país. Francia corre el peligro de desaparecer como nación
organizada. Sesenta de sus ochenta departamentos están
sublevados contra París. Está desamparada, en quiebra y su
territorio se encuentra rodeado por los ejércitos ingleses y los
ejércitos de los príncipes alemanes. La república jacobina se
defiende desesperadamente mediante el terror que inspira la
guillotina, que no es algo patológico o apocalíptico para la clase
media que la sustenta. En catorce meses de esfuerzo supremo
logra derrotar a las fuerzas enemigas, ocupando Bélgica y sus
ejércitos son más fuertes que nunca. Se apresta entonces para una
campaña de veinte años de triunfos militares. Allí empieza la era
napoleónica. Todos los revolucionarios posteriores han
considerado a ésta como la primera república popular del Mundo
y sirve como modelo de los movimientos revolucionarios que han
seguido.
En los acontecimientos que se dan en Francia se inicia la
desestabilización del poder monárquico en América, lugar donde
se vive el drama humano generado por el conflicto y las luchas
que se desencadenan. Las reclamaciones campesinas de los
comuneros de la Nueva Granada se dan dentro del más puro
espíritu popular español y la respuesta del virrey- arzobispo
Caballero y Góngora es la traición. Los escrúpulos de conciencia
reflejan el espíritu de contradicción de científicos, que, como
Francisco José de Caldas, no pueden aceptar la renuncia de sus
creencias religiosas, y al mismo tiempo, a reconocer la fuerza de
los motivos que lo mueven a la revolución. El conflicto se encona
y se acentúa la acción de los mecanismos que usan los poderes
políticos, ya para aferrarse al poder, ya para apoderarse de él
como se da en nuestro proceso revolucionario. Podría decirse que
en América los intereses de la Ciencia colisionan, no
43
esencialmente aunque sí políticamente, con los intereses de la
Santa Inquisición, órgano represivo fundado por el Concilio de
Verona en 1183 para controlar las herejías. Ello se ve claramente
con las dificultades de José Celestino Mutis (1732-1808) en sus
cátedras de “Filosofía Natural”,-Física-, en el Colegio del Rosario
de Santa Fe de Bogotá en el año de 1760, en que viajó a
establecerse en la Nueva Granada y en el año de 1808, año de su
muerte, sólo logra defenderse precariamente mediante los
documentos que certifican expresamente que su misión es
ordenada personalmente por el Rey.
No es poco el lastre que representa ese conflicto para el desarrollo
de la Ciencia, en general, y para su aprovechamiento en el
“despegue” de las repúblicas americanas emancipadas en
particular. En su afán de reconquistar a la Nueva Granada, en
1815, se inicia, hasta concluir, la eliminación en el cadalso la flor
y nata de la juventud granadina, formada en el espíritu de la
Ciencia en más de treinta años de labor pedagógica de Mutis en la
Expedición Botánica y en su cátedra del Colegio del Rosario,
decapitando así, según el decir de Luis López de Mesa, el
inmediato porvenir de Colombia.
La sociedad moderna, en medio de una época turbulenta y de
desorientación, sin par, e inestabilidad revolucionaria no solo
rompe con su pasado, con su tradición, con sus raíces. Multitud de
maneras de pensar, de ideologías diferentes, aparecen por doquier
enfrentándose encarnizadamente. Hay movimientos que
defienden los derechos absolutistas de los monarcas. Los
movimientos radicales liberales, los socialistas, de diversos
matices forman partidos, elaboran sus propios idearios políticos
de lucha, cada cual en busca de la reivindicación de un sector
social que considera víctima de la injusticia, de la rapacidad de
los poderosos. Son tiempos inflamados por la pasión, llenos de
excitación. No hay tiempo ni ánimo de controversia, de discusión,
de debate. Se conspira, se ataca de palabra y de hecho, se hace la
Guerra. Mientras en América, se vive constantemente en guerra
civil, la humanidad presencia impávida, cómo en Europa se
consolidan y alinean las diversas naciones tras sus preferencias
44
ideológicas, formando usan la Ciencia como fuente de su
prestigio, como señal de su voluntad de poderío, como medio de
intimidación, como fundamento técnico de su establecimiento
militar y chocan en pavorosas guerras, la I y la II guerras
mundiales, que no son otra cosa que las dos confrontaciones
tribales mas terribles que conozca la historia humana. Pero no
sólo eso; a nuestra generación le toca contemplar el nacimiento y
la caída del más impresionante imperio conocido, nacido del
proyecto político de un partido, formado en la mentalidad de las
luchas políticas que se dan en Occidente: La URSS.
En Gran Bretaña la inquisición anglicana logra introducir en
sectores importantes de la población muchas virtudes burguesas,
como austeridad de vida, ahorro, honestidad, lealtad, etc. A
finales del Siglo XVIII, cuando es inventada la máquina de vapor
se completan las condiciones que le dan a Gran Bretaña la
posibilidad de ser la primera nación industrial del planeta. Existe
una fuerte migración del Campo, a medida que hombres de visión
comercial que prosperan en el comercio compran la tierra.
Prospera el comercio de esclavos que aportan mano de obra
barata a las plantaciones de algodón americanas. La Gran Bretaña
posee la mayor flota comercial del mundo y posee dominios en
ultramar que representan un mercado potencial impresionante
para sus productos. La aparición de la máquina de vapor hace
posible el desarrollo del transporte terrestre hasta los puertos, le
abre opciones a la explotación masiva de las minas de acero y
carbón, permite el montaje de los primeros talleres movidos por
energía distinta a la energía humana y animal. La
industrialización es la fórmula perfecta. Como consecuencia, se
disparan los índices productivos y se da, por primera vez en el
planeta, lo que se llama “acumulación de capital”. En Gran
Bretaña, sobre la doctrina de hombres como Jeremías Bentham
(1748-1832), el padre del utilitarismo, la burguesía inglesa se
dedica a hacer dinero y a construir aquel imperio económico. Así
se da la gran Revolución Industrial.
El genio científico de los ingleses logra tales resultados que
despierta la admiración en los países americanos de habla
45
hispana, que se debaten en medio de la guerra y la miseria. Pero
no solo del genio científico, en sí mismo, sino de los ingleses, que
han logrado plasmar sobre la base de su espíritu decidido, el
testimonio de grandes realizaciones económicas.
Aún sin alcanzar los logros y madurez de nuestra época, la
Ciencia alienta, junto con aquellas grandes revoluciones una
visión casi mágica del porvenir, de lo que es, verdaderamente el
“progreso” en los políticos de los países que se van liberando,
determinando en sus expectativas políticas una mentalidad
utópica típica. Sin saber siquiera muchas de las intimidades de
aquellos procesos políticos y sociales y las consecuencias
colaterales que puedan deparar esas experiencias, se aprovechan
con el apoyo obligado de todo argumento político, para sacar
adelante iniciativas absurdas. Colocadas en tiempos recientes
estas naciones en el “limbo” político nominadas lo menos
peyorativamente posible, como naciones en “desarrollo” pero
vistas como naciones pobres, incapaces, sin capacidad
protagónica frente al resto de Occidente; sus líderes siguen el
ejemplo de sus ídolos extranjeros de ensueño, no pocas veces, sin
saber cómo, logran la victoria en la Guerra, en la lucha sectaria
por el poder hegemónico, en el triunfo de los más fuertes sobre
los más indefensos; consolidan su legitimidad, su prestigio
internacional, el camino para su madurez política, para su
desarrollo económico y social. En medio de la pobreza, emulan,
con los suyos, a los grandes ejércitos del mundo y con sus
batallas, a las grandes batallas militares de ellos buscando en la
imitación una solución que los conduzca mágicamente hacia el
éxito.
Sin embargo, la llegada a la Era de las Armas Absolutas y el fin
de la Guerra Fría en 1990 marcan el fin, también, de una carrera
científica, cuya contribución había sido invertida, principalmente,
en la construcción de medios bélicos, capaces de causar enormes
daños, incluso acabar con todo rastro de vida sobre la Tierra, esta
vez, sin darle ninguna ventaja a sus usuarios, tal vez ni siquiera un
poder disuasivo.
46
Tres espacios nuevos de actividad humana abren más horizontes
al avance del conocimiento científico y en ellos se plantean
nuevos retos a los que debe responder la técnica del hombre
actual: La navegación espacial, la sistematización electrónica de
datos y la robotización de diferentes procesos tecnológicos,
particularmente en el área de lo que se llama nanotecnología, que
incursiona en el campo de lo muy pequeño.
Vamos, como lo propusimos al principio de esta sección, a
dedicar ahora un espacio a la revisión de ciertas dinámicas de la
historia que pueden explicar la acción de las fuerzas humanas más
importantes que dieron lugar a esa evolución científica, el por qué
actuaron donde actuaron y, tal vez, lo que es de singular interés
para nosotros, sus efectos sobre la sociedad americana,
particularmente en el área de la antigua América Española. Esas
fuerzas, por su forma de actuar, Han dado lugar a una tremenda
frustración, algo que no es de simple interés académico, sino de
palpitante actualidad humana, y eso, a pesar de su dirigencia, cuya
consciencia estaba lejos de advertir el verdadero significado de
cuanto acontecía. Por ello nuestra sociedad se ha debatido en la
miseria y ha sido sometida, poco a poco sin percibirlo claramente,
a una dependencia intolerable, económica y política, de las nuevas
metrópolis del poderío mundial sin que nos hayamos movilizado,
como es preciso que lo hagamos, en la persecución de nuestra
propia redención. Seamos tan sucintos como sea posible y
abandonemos la exposición de innumerables personajes, fechas y
sucesos, yendo mejor al proceso como se da, que es el verdadero
objetivo del presente trabajo, Tal vez esto sea más didáctico.
El nacimiento de Europa, en el año ochocientos, como entidad
política, se da en un momento de la historia en que el antiguo
imperio romano occidental, ya reducido a un pasado histórico, se
enfrenta a la amenazadora presencia del imperio turco otomano
por el oriente y del Islam también por el oriente y por el sur.
Dentro de ese clima se dan las cruzadas, acciones militares
destinadas a ablandar las posiciones del Islam, al menos en los
territorios en que la tradición cristiana ubica la ocurrencia de la
vida de Jesús y los primeros pasos de la Iglesia naciente. Nace
47
después de una época en que la autoridad del papado había pasado
por dificultades sin cuento, para ser restituida luego con gran
esfuerzo. Nace un poco antes de que se definiera el llamado cisma
de Oriente, cuyos amagos de independencia se concretan cuando
las Cruzadas se toman a Constantinopla, sede del patriarca de la
Iglesia Oriental y capital del antiguo imperio Romano Oriental, y
que finalmente cayó en manos de los turcos otomanos el año de
1453. Nace Europa, luego de tiempos de corrosivas herejías que
le han quitado a la Iglesia Católica Romana energías invaluables.
Así empieza en Europa su Estado Cristiano, generador luego de la
sociedad medieval, con su manera singular de entender la
espiritualidad cristiana, creador de la Inquisición, institución
dedicada a mantener la pureza doctrinal del ideario cristiano.
Dentro de ese ambiente encontramos a una España acabada de
salir de una guerra de ocho siglos de lucha por liberarse del
poderío del Islam (717 – 1492), de los moros, encarnado, en
España, finalmente, en el califato de Córdoba. Es una España
poblada de guerreros, con espíritu indomable forjado en las más
duras batallas. La fe cristiana es una fe viva, pero vivida con un
ardor que quema. En 1492 los reinos de Castilla y Aragón, que
conjugan en cabeza de sus monarcas, la reina Isabel y Fernando
de Aragón, esposos, prácticamente la totalidad del territorio
liberado de los moros, y algunas, provincias del sur de Italia y el
norte de Europa, son los que patrocinan el primer viaje de Colón y
reciben del Papa la “donación” de los territorios descubiertos y
adquieren con él el compromiso de cristianizar a sus habitantes.
Es muy difícil, sin conocer aquella realidad, entender el tenaz
espíritu de un pueblo que forja un imperio capaz de mantener en
sus manos, por casi ciento cincuenta años, el poder hegemónico
sobre toda Europa y que se enfrenta a la empresa gigantesca de
explorar, y conquistar un mundo absolutamente desconocido, con
una extensión decenas de veces mayor que su propio territorio
patrio y que se compromete a aculturar a otros pueblos de los
cuales nada conoce.
Como los mismos españoles creían, el destino les depara el turno
de la gloria. Se sienten, por demás, un pueblo privilegiado. La
48
historia de la cultura, que consideran su raíz, muestra cómo las
grandes civilizaciones se sitúan cada vez más al occidente.
Primero se dan las grandes culturas orientales: Persia, la cultura
asirocaldea, Egipto. Luego vienen los griegos, luego los romanos
y ahora les corresponde a ellos. Mas allá de Gibraltar no hay hasta
ese momento, finales del siglo XV, otro país que goce de su
posición.
España, luego del Descubrimiento, no obstante, domina los
mares. Sus flotas mercante y militar no tienen rival. Ha logrado
desarrollar una floreciente industria naval y un plantel de
magníficos navegantes. Entonces el eje de su poderío continental
deriva nuevamente hacia el occidente. Su imperio continental se
convierte en un imperio atlántico, basado en su poderío naval,
que, en lo militar, se transformará, con el tiempo, en su talón de
Aquiles. El oro y la plata fluyen a raudales de América. En
Europa se desarrollan muchas industrias, crece el comercio,
emerge, cada vez más una burguesía opulenta, que se capitaliza
más y más, adquiriendo un poder que rivaliza con el poder real,
basado en recursos económicos de capital capaces de financiar
empresas militares, económicas y políticas de toda índole. El
comercio con Oriente se vuelve más ágil: El oro y la plata
americanos suplen el déficit comercial creciente que Europa
mantiene con Oriente y le sirve a los monarcas para comprar
reinos, pagar deudas, financiar campañas militares.
Sin que hoy se pueda tener todo muy claro, se ve que el
Renacimiento Europeo, el Descubrimiento de América, el freno
del avance de los imperios otomano e islámico, el gran
crecimiento comercial con Oriente y el surgimiento de una
burguesía europea rica, tienen gran coincidencia histórica. Hay
mucha literatura dispersa pero falta todavía el trabajo de síntesis
que permita conocer la respuesta más adecuada a la pregunta que
se hacen muchos historiadores: ¿Puede establecerse entre aquellos
eventos casi contemporáneos una relación de causa a efecto?
¿Dónde se genera aquel proceso de desarrollo sin precedentes?
Aunque la respuesta no es muy categórica, parece ser que todo
arranca con el estímulo de la opulencia de los reinos orientales
49
percibida a través de las magníficas mercaderías que de allí se
obtienen. Cristóbal Colón piensa, por ejemplo en las especias de
la India, sueño que los portugueses realizan cruzando por el cabo
de la Buena Esperanza y pasando por el sur del África del
Atlántico al Índico. Sin embargo sus cálculos, un tanto atrevidos,
le dicen que viajando hacia el occidente se puede llegar a la India
en tiempo razonable, tal vez en unos tres meses. Luego todos los
procesos se retroalimentaron entre sí.
El predominio español en el mar, indiscutible a desde fines del
siglo XV, se ve amenazado durante el siglo XVI. Las marinas de
países como Inglaterra, Francia y Holanda, que se van
convirtiendo en potencias navales y comerciales, lo mismo que
piratas y bucaneros, comienzan a merodear por mares todavía
controlados por España. La frecuencia de sus incursiones se
incrementa y éstas ganan en poderío hasta ser capaces de
interferir seriamente el comercio de América hacia Sevilla,
principal puerto español receptor de los envíos americanos. El
asunto sube a rivalidades políticas y España se ve precisada a
realizar campañas navales para tratar de reducir sus riesgos
comerciales, con resultados desastrosos. Es evidente la
incapacidad creciente de España para colonizar y defender sus
dilatados territorios americanos. Holanda intenta asentar colonias
en el Brasil. En Norteamérica lo hace en el territorio que ocupa
hoy Nueva York. Los ingleses puritanos establecen en 1621 una
colonia en lo que hoy es Boston, luego del Mayflower. Los
franceses se asientan en la parte occidental del actual Canadá. Es
evidente también que en aquellos reinos se duda de la legitimidad
del Papa en su acción de entregar en patronato el territorio de
América al reino de Castilla.
La fecha en que se inicia decididamente el declive de la
hegemonía española está alrededor de 1640, después de que
Portugal, esperanzada en mantener sus posesiones ultramarinas,
principalmente en las Indias Orientales con el apoyo del poderío
español, es atacada allí por los holandeses y fracasa en su defensa.
Hoy España incluiría el territorio portugués si la suerte de las
armas hubiera sido diferente, pues su intención es unirse al
50
imperio español frente a la inminente guerra contra Francia. La
pérdida de la Flota Invencible, combinada de España y Portugal
en 1588 es decisiva. En la batalla naval de la Dunas, en 1639 y en
una nueva batalla naval frente a las costas del Brasil, en 1640 la
suerte de las armas no es para España. La falta de control de los
mares llega a su climax este año, hasta el punto de que ese año de
l640 no arriba a Sevilla embarque alguno de metales preciosos.
Los historiadores tienen para el declive español un conjunto de
diversas explicaciones. Solamente que, todo llega a concretarse en
la suerte de las armas de una potencia con su poder
sustancialmente menguado. Ese declive marca cambios
sustanciales de la política colonial española en América, cuando
la misma España es invadida por Napoleón. Empiezan entonces a
desaparecer los efectos de la casa de los Ausburgos en el manejo
de la política colonial. Empiezan a surgir en América Española las
políticas de corte borbónico. El comercio con la metrópoli
empieza a ser manejado de acuerdo con nuevas políticas que
incluyen en el comercio masivo a casas comerciales holandesas,
francesas, e inglesas que terminan arruinando el comercio
artesanal tradicional establecido anteriormente. Esas políticas
incluyen también a grandes compañías financieras capaces de
comprometerse en grandes operaciones de crédito mercantil.
Todo ello es un anticipo de lo que ocurriría en siglos posteriores,
a partir del momento en que el poderío de los mares pasa a manos
de los ingleses, conservado por ellos hasta 1914, época en que
estalla la Primera Guerra Mundial, y de lo que ocurriría en
Inglaterra como consecuencia de inventos técnicos, como la
máquina de vapor: La conocida Revolución Industrial.
El reino portugués, como el reino español, es, en su edad de oro,
un imperio oceánico y vive casi las mismas vicisitudes del
Imperio español. Es un pueblo de caracteres y personalidad muy
definidos, que habita inicialmente un pequeño territorio formado,
en parte, por terrenos del antiguo reino leonés y, en parte, por
algunas tierras gallegas ubicadas al sur del río Linia. Dado su
pequeño hogar y su ubicación extrema en la costa occidental de la
península ibérica, está bien dispuesto a la vida de mar y se ha
51
dotado a sí mismo de una magnífica industria naval que le ha
permitido lanzarse a los azares del mar en busca, en otros lados,
de lo que no encuentra en su propia casa. Expulsado el Islam de
Lisboa y de la región al sur, el país adquiere, poco más o menos
su configuración geográfica actual.
Los conflictos internacionales del siglo catorce y la evolución de
la burguesía en aquella época enfrentan, por primera vez a
Portugal con Castilla, siendo en adelante realmente un rival suyo.
Unidos burgueses y caballeros se oponen, a la muerte de su
soberano Fernando I, a la ocupación de su territorio por Castilla y
nombran, como soberano a Juan I, anterior maestre de la orden de
Avis. Este se alía con Inglaterra y vence a Castilla en la batalla de
Ajubarrota, iniciándose así su expansión marítima. En 1415 tiene
lugar la expedición a Céuta bajo el comando de Enrique el
Navegante (1390-1460) hijo de Juan a quien se le atribuye la
fundación de la gran escuela de navegación de Sagres. En 1420
logra el dominio de Madeira. En 1445 obtiene el dominio de las
Azores y en 1460 consigue el dominio del golfo de Guinea. En
1487 Bartolomé Díaz rodea Africa por primera vez en la historia
y Vasco de Gama llega a la India en 1498, iniciando una nueva
ruta de mar para las especias, pudiendo iniciarse, desde Lisboa, su
comercio a toda Europa con un gran cargamento de ellas,
constituyéndose en una de sus principales fuentes de
abastecimiento. En 1500 Pedro Álvarez Cabral descubre las
costas del Brasil. Quedan así abiertas al comercio portugués las
rutas oceánicas del Atlántico y del Índico.
En 1581 luego del intento fallido del rey Sebastián I (1557-1578)
de dominar a Marruecos, donde muere en la batalla de
Alcazarquivir, la corona portuguesa queda en manos de Felipe II
rey de España, iniciándose así una unión que dura sólo unos
sesenta años, hasta cuando se define el ocaso del poderío español.
Nuevamente la burguesía y la nobleza del país aprovechan que
estalla la guerra entre España y Francia, y se rebela Cataluña,
proclaman su separación de España y nombran rey de Portugal a
Juan IV (1640-1656). En guerra constante que se da entre
Holanda y España, durante aquel período de la Historia, Portugal
52
pierde poco a poco sus posesiones de Oriente, pero logra
conservar sus posesiones americanas mediante el tratado de
Tordesillas firmado en 1494 por los reyes Católicos de Castilla y
Juan II de Portugal, en el cual Castilla Otorga a Portugal el
derecho a disfrutar de las posesiones americanas situadas mas acá
del meridiano que pasa a 370 leguas al occidente de las islas de
Cavo Verde. Ya se sabía de incursiones portuguesas clandestinas
y el tratado pone, definitivamente, en manos de Portugal el
territorio de la futura nación brasileña. El tratado exige la
modificación de los términos de la bula Inter - Coetera de
Alejandro VI, papa romano, quien mediante ella, en 1493, le
otorga al reino de Castilla el dominio de las tierras que ha
descubierto Cristóbal Colón en su primer viaje, concretándolas a
todos los territorios que se hallen mas allá del meridiano que pase
a 100 leguas al occidente de las islas de Cabo Verde.
Por la mente de Colón rondan los fantasmas de Enrique el
Navegante y de los intrépidos navegantes portugueses que logran
tan grandes hazañas, y no sabe cómo convencer a los reyes
Católicos de la importancia que reviste para Castilla el apoyo a
semejante empresa. Colón hace sus cálculos náuticos, los corrige
y pule constantemente, en un esfuerzo que caracteriza a la gente
educada en un arte como la de la navegación, que hace en la
época, constantes aportes al conocimiento del Planeta. El vulgo
solo puede seguir el camino que le abren los aventureros mas
arrojados, los navegantes de escuela, los comerciantes, los
financistas y sus líderes militares. Para el vulgo europeo el mundo
conocido está rodeado de una realidad fantástica, de abismos
insondables que van al infierno, de monstruos terribles, de mares
tempestuosos. Ello explica las reacciones de la tripulación de las
carabelas de Colón cuando escasean el agua y la comida sin que
se vea tierra. Los cálculos de Colón para llegar a costas hindúes
equivalen a dos tercios de la distancia real encontrada, en su
primer viaje, hasta la Española donde logra desembarcar y
reabastecerse. Muy probablemente, si no hubieran encontrado
territorio americano, ellos no lo sabían, hubieran perecido
probablemente de inanición, sin recorrer ni la mitad del camino,
en su travesía hacia la India. El entender esta realidad puede
53
conducirnos a considerar el temor humano que tuvo que ser
vencido, la confianza de aquellos hombres de empresa en lo que
les descubría su reflexión y el arrojo con que asumieron los retos.
De ello, producto de su espíritu indomable, se ha beneficiado la
humanidad entera de hoy.
Cuando Cristóbal Colón se encuentra con América en 1492
ignora, por completo, el reto que le espera a Occidente, al papado,
a los reyes de Castilla, cabezas entonces de una cultura que cree
tener en sus manos la clave para explicar, sin excepción, la
realidad que se presenta a sus sentidos, por exótica y extraña que
pueda resultar. Colón, líder de una sociedad renacentista europea,
acabada de salir de la Edad Media, pero sumida todavía en un
cosmos misterioso y terrible, se enfrenta al mundo neolítico
americano, a una distancia de miles de años de experiencia vital
de la suya, sin haber vivido, quizás, las experiencias que el pueblo
colonizador traía en su consciencia, en especial, su agitada
tradición y su vida guerrera, dependiendo, más que de sus
recursos alimenticios, de su arte productiva, lo eran, de su
destreza militar, de su determinación guerrera, de su capacidad de
sacrificio, para sobreponerse a las acciones de sus enemigos. Si en
ello hubieran sido inferiores a lo que fueron, otros hubieran sido
nuestros colonizadores. Por ello su ocaso dió origen a la anarquía
política, haciendo que sus antiguas colonias sufrieran las
consecuencias de los designios de las armas a nivel del Planeta.
Sin saberlo, en América se enfrentan la espada de acero y la cota
de malla de los europeos con la piedra pulimentada y el cuerpo
desnudo de los indios americanos, dos edades de la cultura
humana. Era casi imposible, entonces que se entendieran.
Nosotros nos sorprendemos de la realidad de nuestras formas de
violencia. Sin embargo, con los siglos parece evidente que ésta se
ha atemperado. De algún modo las fibras de los acontecimientos
históricos más violentos se dan entreveradas con el hilo del
espíritu humano, para producir hechos notables que poco a poco
van hilvanando los ribetes de las civilizaciones. Francisco de
Victoria (1486-1546), dominico, jurista y teólogo español,
establece las bases jurídicas del derecho internacional moderno.
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Es tan valioso su aporte a nuestra institución del Derecho que
profundizaremos un poco más adelante en su obra. Pero la fibra
del Espíritu es aún evidente en épocas mucho más antiguas. En la
historia antigua de nuestra estirpe europea, gravita, a un mismo
tiempo un mundo de cultura, de esfuerzo por superarse, de
civilización y un mundo de destrucción y barbarie. En la época de
los sumerios, lo que se conoce, nos muestra un mundo
absolutamente inestable de jerarcas autoritarios. Un mundo en que
estirpes enteras se extinguen o son absorbidas por los vencedores
y reducidas a la esclavitud. Un mundo en que las ciudades
conquistadas son barridas hasta sus cimientos y sus campos
fértiles esterilizados con sal. Nínive, entre muchas otras ciudades,
capital del imperio asirio, cuyos restos hallados recientemente,
fueron fechados a 4.000 años a de C., fue destruida en el 612 a. de
C por los medos. Sus habitantes pasados por las armas y reducida,
por completo, a cenizas. La conquista de Canaán, tierra prometida
por Dios al pueblo de Israel, desde la época de Abraham, es
conquistada por éste en guerra que vence a treinta y un reyes con
sus ciudades, todas barridas hasta sus cimientos y sus habitantes
pasados a cuchillo. Ello ocurre, más o menos 1.500 años a. de C.
A fines del primer milenio de nuestra era en aquellas mismas
tierras de Oriente se observa todavía un nutrido movimiento
migratorio de pueblos que se debaten entre la presión extranjera y
sus propias necesidades de manutención. Ya ha llegado a su fin la
era de los más antiguos imperios como los de Mesopotamia,
Asiria y Caldea. Ya han pasado el gran imperio persa de Darío, el
imperio helenístico de Alejandro, el imperio romano. Su
experiencia política demuestra cómo la seguridad de la cultura se
establece sobre las armas. Así se ve qué ocurre en épocas más
recientes en Europa, unos de los herederos de su cultura, cuando
consideramos la sociedad feudal, y cómo logra su equilibrio en un
“status quo” armado, que limita, con base en pactos secretos y
negociaciones destapadas, el resonar de las armas. No obstante,
entre los pliegues de esa historia fluye otra, donde hecha sus
raíces, la civilización, donde crece la consciencia humana de la
realidad y la cultura. Todavía se vive el ocaso y absorción de unos
55
pueblos por otros, con el consiguiente malestar entre las distintas
etnias, culturas, religiones y dinastías reinantes.
Al avanzar los árabes y el Islam, sobre el territorio ocupado por
los antiguos persas no obstante, Oriente vive en medio de la
Guerra, un ambiente de esplendor y se da, también allá su
renacimiento espiritual. Muchos hombres sabios beben sabiduría
de su tradición y de otras tradiciones. Su saber es fomentado por
los gobernantes y sus cortes para su solaz, para encontrar caminos
justos para su política, para encontrar la verdad. Esos hombres
son amados, respetados, seguidos por todos. La controversia, la
discusión de sus tesis se vuelve actividad de noches enteras. Este
proceso se da en el Islam y de manera semejante dentro del
imperio turco. Empieza, aunque con no pocas susceptibilidades de
prestigios reales vulnerados, con cierto ecumenismo, cierta
tolerancia. Entre las disciplinas que se cultivan están las
matemáticas, la medicina, la filosofía, la lingüística, la metafísica
y la religión. Entre las lenguas se cultivan, entre otras, el árabe, el
hebreo, el sánscrito, el siríaco, el persa, el griego. Las obras ya
escritas en un idioma más antiguo se traducen a los más modernos
para ser estudiadas y discutidas. Hay un período donde se da
especialmente la traducción de obras al árabe para ponerlas a la
disposición de sus eruditos.
Así las distintas culturas son estimadas en general y trascienden
sus propios límites ayudando a enriquecer las culturas más
modernas. Los clásicos griegos y persas no se eclipsan, viven y su
sabiduría prosigue su influencia. Platón, Aristóteles, Hipócrates,
Sócrates, y muchos otros son ampliamente conocidos. Abú Nasr
al-Farabi (950-1051) de nuestra era, citado por S. F. Afnan en “El
Pensamiento de Avicena”, dice cómo “elaboró extensamente una
teoría de la profecía, la política y la organización del Estado”. Son
épocas de esplendor, material y espiritual, de búsqueda de la
verdad, tolerancia frente a los demás pensamientos, de debates de
ideas. La influencia de esta extraordinaria civilización penetra a
Europa e influye en ella, en especial, a través de la tradición de la
Iglesia Católica, del comercio con Oriente y del califato de
56
Córdoba. En gran medida, esa influencia ha significado la
posibilidad de ser y de desarrollarse del mundo actual.
Es importante conocer algunas intimidades del ocaso del imperio
español, y sus consecuencias más inmediatas para ellos, no sólo
porque nos ha afectado directamente a los americanos del sur,
sino porque representa, quizás un caso único en la historia en
Occidente, el colapso de una civilización en poco más de un siglo,
después de ser un imperio capaz de ejercer su poderío
hegemónico sobre todos los países europeos y en cuyos dominios
“no se ocultaba el sol”. El análisis exhaustivo se sale, por
completo del objetivo de este trabajo, por lo cual nos referiremos
a los aspectos mas relevantes del tema.
Para entender correctamente el problema, es importante que nos
salgamos del esquema que representa el mapa político de las
naciones europeas, tal y conforme se hace hoy con los mapas
actuales y que afecta sustancialmente la realidad psicológica y la
escala de valores, el sentido de pertenencia social y lealtades
propios de los pueblos .de épocas posteriores a la caída definitiva
del imperio romano, más o menos en el año 400 de nuestra era. Su
disolución significó simplemente la desaparición del yugo político
y de las cargas impositivas que éste determinó en los pueblos
durante la época activa del imperio. Lo que hoy es Europa, pues
entonces nadie tenía conciencia de esa identidad, estaba ocupado
por multitud de pequeños reinos, ciudades independientes,
gobernados por monarcas, con sociedades divididas en castas, en
estamentos, según como espontáneamente se desarrollaba el juego
social interno y la competencia por mantenerse vivos frente a la
acción de los pueblos vecinos. Eran algo así como pequeñas
culturas donde se daban maneras singulares de ver el mundo.
Hispania, antigua provincia romana, ya no existía. Sin embargo su
antigua vida de vecindad dejó su rastro de identidad. A finales de
la Edad Media ya existían en la península Ibérica, con su
personalidad propia, los reinos de León, Navarra, Guipuzcua,
Cataluña, Galicia, Castilla, Aragón, Valencia, entre otros y luego
de la caída de los moros, Andalucía. En las islas británicas
existían los reinos de Irlanda, Gales, Escocia e Inglaterra Lo que
57
hoy es Alemania estaba ocupado por trescientos principados
independientes. En la península itálica estaban los reinos de
Nápoles, Sicilia, las ciudades independientes de Venecia,
Florencia.
Desde los tiempos romanos, ya las Galias, otra provincia romana,
estaba poblada por dos grandes grupos étnicos: Los galos y los
francos, los últimos, importante tribu germana. Cuando el papa
León III corona a Carlomagno, rey de los francos, como
emperador romano en el año 800, éste ya ha integrado bajo su
dominio la mayor parte de todo el territorio del antiguo imperio
de la Roma Occidental y ya en 778 el imperio islámico en la
antigua Hispania había sufrido la primera gran ofensiva exitosa de
Carlomagno. Muchos contemporáneos califican este acto como
un esfuerzo por resucitar el viejo imperio romano de Occidente.
Así nace el nuevo Imperio Romano Germánico que no logra
subsistir mucho tiempo. A fines de la Edad Media ya había
desaparecido. La costumbre de los germanos de subdividir el
reino entre los herederos de los monarcas y el creciente poder de
los señores de las diferentes provincias, lo diluyeron poco a poco.
De aquella época data la formación de los condados franceses de
Cerdeña, Ampurias, Urgel, Pallars, Rosellón y Ribagorza, lo
mismo que los españoles de Gerona y Barcelona. Los reinos y los
imperios crecen con la Guerra, con los arreglos matrimoniales
entre las casas reales, por negociaciones para la transferencia de
dominios territoriales, por transacciones económicas. Estos, entre
otras cosas, tienen significación por la renta que producen sus
impuestos para el monarca, sus recursos naturales, la posibilidad
de establecer alianzas productivas para la defensa o el ataque
militar contra los rivales. El reino aragonés, en 1492 abarcaba el
dominio sobre el territorio de Nápoles y Sicilia. El matrimonio de
Fernando, su soberano, con la reina Isabel la Católica de Castilla
constituye el núcleo del futuro imperio español que, fuera de
Portugal, finalmente mantiene bajo su dominio los demás reinos
de la península ibérica.
España, así constituida, permanece en la mayor parte de su
espíritu, imbuida en la mentalidad de la Edad Media. Son
58
característicos su talante caballeresco, valores como su sentido del
honor, su manera de interpretar el espíritu cristiano, su sentido del
deber hasta el sacrificio de la vida, las artes militares clásicas,
desarrolladas hasta el extremo, un poco caducas para la época.
Todo lo cual vive profundamente en cada español y está más vivo
que nunca al momento del descubrimiento de América.
Quien piense que para un reino pequeño como Castilla, típico en
sus dimensiones, es posible dedicarse a disfrutar de la riqueza
encontrada allí, sueña realmente. Eso les pasaba a muchos
españoles de finales del siglo XVI, particularmente, altos
personajes con pretensiones políticas e influencia sobre los
distintos organismos de Poder, incluso el monarca, que, por mala
suerte para el Imperio, no estaban a la altura que las
circunstancias políticas les imponían. La determinación del genio
español había decaído desde la época del Descubrimiento de
América, interesándose mas por las intrigas cortesanas y de
palacio y por el logro de privilegios destinados al mantenimiento
de posiciones de gran prestancia y poder.
Paradójicamente la riqueza de América contribuye, no poco, a la
decadencia española. Esta riqueza, representada principalmente
en plata y oro, es punto de partida del enriquecimiento de las
burguesías europeas y del desarrollo artesanal que, siglos después,
servirían de base a las revoluciones burguesas sociales
económicas y políticas que darían origen al mundo moderno. La
expulsión de gran parte de la población mora, altamente
preparada para el trabajo artesanal, que se ha tomado
tradicionalmente como origen de la decadencia española, no es el
único motivo. El boato de sus cortes, la creciente urgencia de
medios de defensa, el costo de innumerables privilegios a los que
nadie renuncia voluntariamente, conducen al establecimiento de
un complicadísimo y avaro sistema impositivo que hace
incompetente la producción local, incluso la campesina.
La población emigra, a América y otros países europeos,
abandona la tierra, vende sus medios de labranza. El eludir las
responsabilidades de una producción que no es sostenible hace
59
que quien pueda, aspire a oficios distintos, como el muy
apreciado de las letras. Los conventos crecen por doquier y la
cantidad de médicos sobrepasa, por mucho las necesidades. Crece
la mendicidad y se reduce dramáticamente la población,
productiva, base impositiva para el ingreso, por impuestos, de las
finanzas públicas. La metrópoli se convierte en importadora neta
de toda clase de productos y su déficit lo paga con la plata y el oro
americanos. Ya ni siquiera su transporte se hace en naves
españolas, sino en naves de otras nacionalidades. La falta de vías
adecuadas para el transporte de trigo y vino a los puertos
españoles, hace incosteable e imposible la exportación de estos
artículos a lomo de mula, lo que los hace incompetentes. Los
sucesores de Felipe II, el rey prudente, jugaron a la revaloración y
desvalorización de la moneda, al juego de la inflación, para sacar
ganancia. En el último caso, sin ninguna indemnización a los
poseedores de la misma, produciendo quiebras masivas entre los
artesanos y comerciantes que las poseían. En una ocasión,
alrededor de 1600, la moneda de vellón, que era acuñada en cobre
y plata se siguió acuñando solamente en cobre, con una ganancia
del 100% para la corona.
La población española calculada en 1600 en unos 8.000.000 de
almas se reduce a poco más de 5.000.000 en 1723. La población
de Burgos pasa de los 5.000 habitantes a sólo 823 en 1616. Entre
los años de 1594 y 1646, las principales ciudades de Castilla han
perdido la mitad de su población. La ciudad de Sevilla, la segunda
más populosa del reino, ha perdido las tres cuartas partes de su
población entre 1620 y 1680 y sus fértiles tierras ya casi no se
cultivan. “De aquí que, por más que los tributos y exacciones de
todo género se han elevado al triple de lo que eran antes, el
descenso de la población y de las riquezas y bienes ha reducido el
total de lo que el Estado recauda a menos de un tercio de lo que
recaudaba antaño”, según R. Trevor Davies.
Luego, el estímulo de salarios altos no devengados por la falta de
ocupación de las plazas de trabajo existentes, estimula la
inmigración de extranjeros que comercian, en especial, con
mercancías importadas de otros países, no siempre por las vías
60
legales. Incluso América se surte ya de mercancías importadas de
otros países diferentes de España.
Dice R. Trevor Davies: “Un memorial elevado al Rey por el
consejo de Sevilla en 1643 (Allí se había instituido en 1624 un
consulado mercantil con el título de Almirantazgo para flamencos
y alemanes) dice que los mercaderes portugueses y extranjeros
avecinados en la ciudad son los más ricos de todos y los que
poseen en realidad los negocios más lucrativos de las Indias y casi
la totalidad de las riquezas que de ellas se traen. El monopolio
español del comercio con el Nuevo Mundo descubierto y
conquistado por España, había pasado a ser poco más que un
recuerdo”.
Los españoles no tenían mucha estima por los trabajos artesanales
o “serviles”. Por ello, a pesar de los altos salarios que llegaron a
pagarse, sólo los extranjeros se sienten atraídos a ellos.
Trabajaban un tiempo y regresaban a sus países de origen con sus
ahorros. Según R. Trevor Davies “Poblaciones enteras de Francia
que tienen poco comercio y escasa industria, se enriquecen a base
de este tráfico, tanto o más lucrativo que los que a él se dedican;
obtienen en España grandes beneficios sin necesidad de llevar allí
capital alguno salvo su industria y su trabajo”.
Todo ello conduce a la imposibilidad de mantener tropas
suficientes para la defensa, avituallarlas y entrenarlas
adecuadamente, además de mantenerlas en el nivel de moral de
antaño. Ello lleva al descalabro militar y a la pérdida del imperio.
En 1659, España firma con Francia la Paz de los Pirineos, en la
isla de los Faisanes en el río Bidasoa, que pertenece a ambos
países. Con ella, España logra, no obstante grandes sacrificios
territoriales, la añorada paz, una paz más duradera.
La madre patria nos deja en herencia una experiencia histórica sin
precedentes: Una dolorosa lección para la posteridad que
nosotros, sus descendientes, hemos de recoger para bien de
nuestros hijos. El germen de un orden institucional que ha servido
de base para establecer el Derecho Internacional y el Derecho de
61
Gentes, y las instituciones que hoy procuran y procurarán en el
futuro ser una alternativa a la guerra y la violencia en las
relaciones entre los hombres y entre sus Estados. Tenemos,
además la certidumbre de haber sido iniciados en una cultura de
ambiciones sin precedentes, colosal. La cristianización de los
americanos significa más que atraerlos a la fe católica romana,
según lo entendemos hoy. Es, ni más ni menos, llevar hasta ellos
la Civilización, obviamente tal cual era entonces, y ganárselos en
el plan de hacer efectivo su propio bien. Elementos
inconfundibles de esa civilización son degustados por muchos de
nuestros antepasados indianos y por los pueblos europeos
asentados en estas tierras: Las misiones de los jesuitas en el
Paraguay con el pueblo guaraní y las misiones de los mismos en
los llanos orientales del Nuevo Reino de Granada nos dejan una
experiencia inolvidable. Pero colma la grandeza del espíritu
humano, la actitud de aquellos que sin la menor duda y con la
mayor responsabilidad respetan, propician y llevan a cabo la gran
controversia indiana y aquel emperador, nada menos que Carlos I
de España (Carlos V de Alemania), que acata el orden que de allí
emana, promulgando las Nuevas Leyes, acto revolucionario que
conmueve al mundo de entonces. Sólo la mengua del poder del
Estado español, hasta límites inverosímiles frustra tamaño
empeño.
Francisco de Vitoria en su “Des Indis” hace la crítica al
comportamiento belicoso de los conquistadores en América. “En
la controversia indiana “es también un altísimo fallo jurídico el
que profiere el maestro de Salamanca” dice Enrique Caballero
Escobar en “América una Equivocación”. De un lado alinea el
Requerimiento “que redactaran el doctor Palacio Rubio, Fray
Ginés de Sepúlveda, la junta de Burgos, Matías de Paz y muchos
otros “herederos intelectuales de Enrique de Susa autor de la
Summa Aurea, alcaloide del fanatismo incomprensivo”. Del otro
lado alinea a Fray Bartolomé de las Casas, a Fray Antonio de
Montesinos y a los inconformes con el régimen adoptado por los
conquistadores, los sindicados de socavar la autoridad del Papa y
el derecho divino de los reyes. Cita Caballero Escobar a
Berthelemy, gran jurista francés contemporáneo que se refiere a
62
Vitoria y su trabajo en los siguientes términos: “Es una obra
maestra de método, una bella construcción lógica, elegante,
sólida, armoniosa. El estilo es nervioso, preciso, conciso, ninguna
amplificación puramente oratoria, ninguna grandilocuencia, el
método es absolutamente científico.”
“Con toda naturalidad el maestro desbarata el andamiaje
conceptual de la Edad Media. Aunque Alejandro VI hubiera
hecho la repartición del continente entre dos príncipes, el Papa,
para Vitoria, no es soberano civil o temporal de todo el orbe” por
la sencilla razón de que Cristo, a quien representa en la Tierra,
tampoco lo fue, en cuanto hombre, y por el contrario aclaró que
“mi reino no es de este mundo”. Así, no pudo transmitir una
posesión que no ejerció (ni tenía en mente ejercer)”. Ya había
escrito antes Vitoria: “Los paganos no están de ningún modo
sujetos al Papa, y por esto no puede (el Papa) dar a los príncipes
un arbitrio político que no tiene”.
La justificación del papado, fundamento del poder de los reyes
durante la Edad Media no es, por otra parte, algo improvisado.
Está referida a la doctrina que emana de las ideas de San Agustín,
acerca de la Ciudad de Dios y la Ciudad de los hombres, la
primera trascendente y la segunda incapaz de trascender sus
propios límites terrenales. La intervención del papa sobre el poder
temporal era entendida como un mecanismo para lograr, en la
práctica, esa trascendencia espiritual de la Ciudad de Dios hacia el
mundo de los humanos. Las iglesias nacidas en medio del imperio
romano y propiciadas por la intervención imperial del César,
Constantino, el primero de ellos, y las nacidas en medio de los
reinos bárbaros que le sucedieron, casi todos germanos, como los
francos, los vándalos, los visigodos, los burgundíes, los
ostrogodos, han servido de punto de apoyo para muchos reyes
bárbaros justificar su autoridad. “Los dioses de los romanos
ampararían sólo a los romanos, pero el Dios cristiano es de todos
y con El se puede negociar. Es preciso reconocer que se trata de
una actitud que riñe con el sentido cristiano de la Divinidad. Sin
embargo, expresa una dificultad fundamental de la manera de ser
de estos pueblos, para profundizar más en la esencia del
63
cristianismo, como lo es también, para ellos, un verdadero
enigma, la refinada organización administrativa del imperio
romano. Clodoveo (465-511) rey de los francos, a partir del año
481 y conquistador de un gran territorio, se convierte al
cristianismo por el cumplimiento de una promesa suya de
bautizarse si gana una de sus varias batallas contra los alemanes
en el año 496 que tiene perdida, al invocar al Dios cristiano,
inspirado por su mujer Clotilde, sobrina católica de Gondebaudo
rey arriano de los burgundios. Es bautizado por el obispo de
Reims San Remigio, con sus tres mil soldados siendo, en
adelante, un gran propagador, a sangre y fuego, del cristianismo
en todos sus dominios. En esa y en muchas historias semejantes
se aprecia la influencia, la simbiosis de los poderes espiritual y
temporal que sirve de base, en la Edad Media, a la fórmula papal,
por medio de la cual éste le otorga los territorios americanos
descubiertos a los monarcas de Castilla y Portugal, no, sin sentirse
eximidos de la tarea de cristianizar a su población.
Sigue Escobar en relación al tema tratado por Francisco de
Vitoria relacionado, a su vez, con un posible reconocimiento de
legitimidad de la Conquista: “En cuanto a la legitimidad de la
conquista, ella puede esgrimirse, pero sólo sobre terrenos no
ocupados (res nullius); no sobre tierras pacíficamente habitadas.
Vitoria se opone igualmente a que se imponga la fe por la fuerza.
Equivaldría a propiciar, anota, un sacrilegio por conversión
simulada al influjo y bajo presión de las armas. Tampoco autoriza
bautizar a los niños sin el consentimiento de los padres. Ello iría
contra la patria potestad. En cuanto al canibalismo de los
naturales y su idolatría, ello no da títulos a los cristianos para
arrebatarles sus posesiones, ya que los cristianos a diario ofenden
también a Dios con otros pecados como el homicidio y la
blasfemia. Otorgar título a un soberano para castigar los pecados
de otro pueblo, llevaría a los príncipes a hacerse la guerra por
juzgarse más o menos justos y a entablar una danza de soberanías
por faltas que solo a Dios cabe juzgar”.
Carlos V se conmueve con aquella dura opción. Sin embargo cede
al final y se deja asesorar de Vitoria para la redacción de las
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Nuevas Leyes que luego de la gran controversia entre Fray
Bartolomé de las Casas y el Cardenal Loaysa primero y no más de
ocho años después con Ginés de Sepúlveda respecto del pésimo
uso de la institución de la Encomienda por parte de los colonos
españoles en América, producen, prácticamente una revolución
política en América. Allí se empieza a esculpir, como
consecuencia de la realidad americana, el Derecho de Gentes.
En la América misma se enfrentan la grandeza del Espíritu que
puede nutrir con su sabiduría a la Civilización Occidental y la
pequeñez y mezquindad de aquellos seres animados solo por la
ambición de lograr el bien personal y que fueron un factor de
frustración interna en el esfuerzo de lograr para América y su
población la redención a la que tenían pleno derecho. En un
imperio destinado a sucumbir mas pronto de lo que en aquel
tiempo alguien pudiera imaginar, la anarquía se plantea como
opción real de una tarea que no pocos desean protagonizar y que
logran suplantar, en la medida que la autoridad real es más
impotente. El espíritu recio del peninsular sencillo se forja en
siete siglos de lucha contra el invasor moro, hombro a hombro
con sus conductores militares (717-1492). No es de extrañar, pues
la dureza de su trato con el americano. Así se explica la pasión, el
celo, también, con que Fray Antonio de Montesinos, Fray
Bartolomé de las Casas obispo de Chiapas y mas tarde, el apóstol
de los negros, Pedro Claver y tantos hombres probos más,
adelantan su ministerio, a veces equivocadamente, pero de buena
fe, con firmeza, con dedicación, con abnegación, con entrega.
6.4.0 LA GRAN CONTROVERSIA.
La Gran Controversia, destinada a conmover la consciencia de la
humanidad sobre el valor universal de la vida humana,
cualesquiera sean sus orígenes, se suscita alrededor,
principalmente, de la institución de la Encomienda, mediante la
cuál se encomienda el tutelaje de indios a su titular con el fin de
ser iniciados en la civilización. Entonces ello estaba significado
por la evangelización. El encomendero recauda el impuesto de la
Corona y el suyo propio “de lo que justamente deban pagar de allí
65
en adelante, quedándoles con qué poder pasar, dotar, y alimentar
sus hijos, reparo y reserva para cuidarse de sus enfermedades, y
suplir otras necesidades comunes, de modo que paguen menos,
que en su infidelidad, guardando en todo lo que está dispuesto. Es
de notar que en el período de Conquista los naturales estaban
sometidos a la expoliación de su propiedad por parte de los
vencedores, quienes financiaban con ese botín el mantenimiento
de los nuevos asentamientos y la paga de sus soldados. Esa es la
costumbre guerrera de los europeos.
“Jiménez de Quesada mostró desde el principio pocas
inclinaciones a respetar las leyes que protegían a los indios y no
bien tomó posesión de las nuevas tierras, procedió a disponer de
ellas y de sus gentes como un gran señor feudal consumado el
saqueo de las riquezas acumuladas por los chibchas, para
conseguir lo cual no vaciló en ordenar la muerte y tortura de los
monarcas nativos. Quesada repartió a sus capitanes y válidos, en
Encomiendas, las tribus y parcialidades indígenas asentadas en la
Sabana y provincia de Tunja”. (Ind. LIiév. Ag.)
La llegada de Nicolás de Federman y Sebastián de Belalcázar a
Bogotá en la misma época, suscita un grave problema de
competencia para Quesada. La repartición de sus encomiendas en
aquella zona extensa y poblada representa una tentación
irresistible para ambos. Se da comienzo a una lucha sorda entre
ellos y se forman bandos de partidarios. A sí mismos se
denominan “quesadistas”, peruvianos” y “alemanes”. Cita
Indalecio Liévano Aguirre al historiador Plazas quien describe la
contienda surgida en la misma cuna de la nacionalidad:
“Aún no se había adelantado Quesada a otros tratos, -dice-,
cuando sabedor Belalcázar de la llegada de otra expedición (la de
Federman) concibió el proyecto de convenirse con el alemán y
arrojar a Quesada del país, para lo cual, con la mayor rapidez,
pasó con su gente el río Magdalena y se acuarteló en Boza”.
Descubriendo la intención de Belalcázar se apresta con sus tropas
y veinte mil indios a defender sus posesiones No obstante, todos
66
los sacerdotes de las distintas huestes logran aplacar los ánimos y
proponen que se parta el territorio en tres porciones iguales,
solicitando al Rey que otorgue los títulos correspondientes. Así se
efectúa. Mas tarde Quesada logra negociar la parte de Federman
con éste por la suma de cuatro mil pesos oro y con la compra de
sus caballos. Además asimila la pequeña tropa de éste a la suya
propia.
No quedando completamente zanjada la disputa, y apareciendo en
el horizonte el fantasma de los herederos de Alonso Luis de Lugo,
-precisamente aquellos a quienes Lugo, gobernador de Santa
Marta, puede entregar con plena autoridad aquellas tierras-, a
cuyas órdenes había llevado a cabo Gonzálo Jiménez de Quesada
el sojuzgamiento del reino de los chibchas, temeroso de que ellos
también reclamaran lo suyo, apresuró su viaje a España acordado
con sus rivales, para someter sus pretensiones al juicio de la
Corona.
Lugo, reanuda el conflicto de las encomiendas solicitando a los
cabildos de las ciudades fundadas, cuatro, entre ellas Bogotá y
Málaga, anular el repartimiento de Quesada, a lo cual se resisten.
Entonces lo hace él en persona y se apropia de los tributos de los
mismos en vez de proceder a otros repartimientos. En catorce
meses que logra disfrutar de ellos, se gana una suma cercana a los
doscientos mil pesos oro.
Se suscita entonces un clima generalizado de violencia en que no
es fácil aplicar las ordenanzas de la Corona. Se levantan los
señores, los caciques y los indios, en una época en que esta
conducta constituye, según el parecer de todos ellos, en la única
esperanza de defensa contra la tiranía de los nuevos amos. “La
mas cierta ocasión y causa de esta conspiración era y fue que a la
sazón los Encomenderos empezaron a pedir a los indios de sus
encomiendas los tributos y demoras que por razón de las
encomiendas les habían de dar y como en esta razón no había
ninguna tasa ni moderación en elevar y pedir los tributos, sino que
cada Encomendero pedía lo que le parecía, y los indios no estaban
hechos aún a este yugo y entonces le empezaron a recibir,
67
quisieron ver si lo podían echar de sí con tiempo”. (cita de
Indalecio Liévano Aguirre de Pedro de Aguado p 43).
Sigue Indalecio: “Tales insurrecciones periódicas se debelaban
con la brutalidad característica de los tiempos y so pretexto de
“pacificar la tierra” se multiplican los malos tratos a los indios y
su implacable explotación. Contra todas las leyes se les
condenaba a trabajar en las minas, se les conducía a climas
intolerables para sus organismos y eran obligados a formar parte
de las caravanas de cargueros que transitaban por los senderos de
nuestras cordilleras. Una minoría de privilegiados, dueños de la
tierra, titulares de Encomiendas y nombrados Regidores de los
Cabildos por Quesada y por Lugo, vivían como señores feudales,
mientras en el subfondo de la sociedad millares de aborígenes
rumiaban en silencio su terrible tragedia y muchos soldados de las
huestes conquistadoras, que no habían sido favorecidos en el
reparto del botín, engrosaban las filas de la gleba irredenta y en
bandas de salteadores y bandoleros asolaban la tierra”.
“El precario acatamiento prestado en el Nuevo Mundo a las
ordenanzas Reales sobre las Encomiendas, dio como resultado la
apertura, en la Corte, de la antigua controversia sobre el status
jurídico de los indios. En esta oportunidad que podemos situar en
1540, el gran debate debía concluir en forma inesperada, porque
al frente del partido que defendía en España a los aborígenes
apareció un hombre extraordinario, cuya encendida pasión por la
justicia induciría a la Corona a tomar las medidas mas
revolucionarias: El monje dominico Bartolomé de las Casas. A
diferencia de muchos teólogos y juristas que participaron en
aquella célebre controversia, Las Casas tenía una experiencia
objetiva y personal sobre la naturaleza de los grandes problemas
que iban a debatirse. A las Antillas llegó como soldado de fortuna
en las primeras fases de la Conquista y pronto figuró entre los
encomenderos privilegiados que en las islas se distinguieron por
su crueldad contra los indios. Nadie hubiera adivinado en el altivo
y ambicioso soldado de aquella época al humilde sacerdote y
apasionado polemista a quien la historia llamaría el Apóstol de los
indios”.
68
“…En su famoso tratado “Remedios…..para la Reforma de las
Indias” presentado a Carlos V, resumía así su ideal central:”Que
todos los indios que hay en todas las Indias, así los ya sujetos
como los de aquí en adelante se sujetasen, se pongan y reduzcan e
incorporen a la Corona Real de Castilla y de León, en cabeza de
Vuestra Majestad, como súbditos y vasallos que son y ningunos
estén encomendados a cristianos españoles y…. que ni ahora ni en
ningún tiempo jamás puedan ser sacados ni enajenados de la
dicha Corona Real ni encomendados”.
“Las graves acusaciones que presentó Las Casas contra los
conquistadores y el dramático relato que hizo al Emperador de los
padecimientos de los indios, indujeron a Carlos V a convocar en
Valladolid, una Junta especial para que estudiara el problema de
las Encomiendas y escuchara a Las Casas. Igualmente ordenó
investigar la conducta de los miembros del Consejo de Indias,
pues consideró inexplicable que en América se hubieran cometido
tantas tropelías y crímenes sin que el Consejo tomara las medidas
oportunas para evitarlos o sancionarlos. “Carlos V –dice Hanke –
ordenó una visita de inspección al propio Consejo de Indias, cosa
que indica que se pensaba que algo andaba mal allí…El Consejo
estuvo suspendido en sus funciones desde Junio de 1542 hasta
febrero de 1543. Durante el curso se descubrió que el Dr. Beltrán ,
el miembro más antiguo del Consejo, había aceptado donativos en
dinero de Cortés, Hernán Pizarro y Diego de Almagro, por lo que
se le puso una multa y se le destituyó del Consejo. El obispo de
Lugo, que se oponía a la abolición de la Encomienda, también fue
multado, destituido del Consejo y expulsado de la Corte. El
Emperador perdió también la confianza del Cardenal Loaisa,
presidente del Consejo, debido a varias quejas que no se hicieron
públicas por su elevada posición. Carlos V nombró al obispo de
Cuenca Sebastián Ramírez, decidido contradictor de las
Encomiendas, para que le ayudara al Cardenal en el despacho de
los asuntos de Indias”
“La famosa Junta de Valladolid, reunida en 1542 fue integrada
por el Emperador con los siguientes personajes del Reino: El
69
Obispo Sebastián Ramírez, presidente del Consejo de Valladolid;
don Juan de Zúñiga comendador mayor de Orleans; el Cardenal
de Toledo, García de Loaisa, presidente del Consejo de Indias;
don Francisco de Cobos, secretario del Consejo; don Hernando de
Guevara, del Tribunal del Rey; los doctores Gregorio López y
Jacobo González del Consejo de Indias; los licenciados Salmerón,
Mercado Gutiérrez Velásquez y el Doctor Bernardo de Lugo”.
“Esta histórica Junta fue el epicentro de una controversia de valor
universal, cuyos temas no han perdido aún su actualidad. A ella se
presentó Las Casas para exponer de palabra las famosas “Veinte
Razones” sostenidas en su tratado “Remedios para la reforma de
la Indias”, que tan profunda impresión causaron al Emperador”
Por desgracia no se conservó el texto de sus intervenciones en
Valladolid y debemos limitarnos a citar el resumen que de las
“Veinte Razones” hizo uno de sus biógrafos, resumen
naturalmente desprovisto de la pasión inflamada y del ímpetu
combativo que distinguieron siempre las polémicas del famoso
dominico”.
“Explica Las Casas –dice su biógrafo- las condiciones bajo las
cuales el Papa Alejandro VI concedió a los reyes de Castilla la
propiedad de las Indias, de las cuales resulta que no podían estos
dispensarse de hacer por los indios, y a favor de la Religión, lo
ofrecido al Pontífice. Combate el abuso de donar los indios a
particulares en encomiendas y feudos. Dice que los españoles
laicos no se hallaban en condiciones de enseñar virtudes a los
indios ni las verdades del cristianismo. Establece que el único
medio de cimentar la paz entre los indios y los españoles, es
declarando que los unos son tan libres como los otros, que todos
componen una familia de hermanos unidos por los lazos de la
humanidad. ….Afirma que los españoles eran enemigos mortales
de los indios, y por tanto, incapaces de instruirlos o procurarles
algún bien espiritual o temporal…. Enseña que los indios eran
libres antes de ser súbditos del Rey de Castilla, y que al pasar de
un dominio al otro no han podido perder su libertad; muy al
contrario, debían tener nuevas ventajas. Las leyes del derecho
común y las que rigen el reino de España privan de su privilegio
70
al que abusa codiciosamente de su prójimo, de su Rey o de su
patria; y los Encomenderos no podían llevar más lejos el abuso de
su poder sobre los indios. Por otro lado los reyes de España nunca
han decretado que los indios sean siervos de señores particulares.
Afirma que si no se devuelve la libertad a los indios se
despoblarán las Américas (como realmente ocurrió) y se perderán
para España, siendo inmensas para la Corona. El sistema de
Encomiendas jamás permitirá que los reyes de España puedan
conocer la verdad de los acontecimientos que allí pasan, siendo al
mimo tiempo un obstáculo para la administración de justicia, la
gran distancia a que se hallan de España. Con la libertad de los
indios puede consolidarse el poder de los reyes de España en
Indias, y los mismos salvajes se aprovecharían de la civilización y
del cristianismo. Por último dice que cuando los indios sean
declarados patrimonio de la Corona, los españoles de ambos
mundos no tendrán ocasión, con la posesión de aquellos
desgraciados, de pecar mortalmente haciendo imposible su
salvación”.
“El principal contradictor de Las Casas fue el Cardenal Loaisa,
presidente del Consejo de Indias, quien había mostrado, como lo
reveló la investigación ordenada por el Emperador, una
sospechosa predilección por los Encomenderos y quien trató, con
gran habilidad, de introducir dudas en la Junta sobre la exactitud
de los hechos en que fundaba Las Casas sus argumentaciones y de
magnificar las consecuencias que se seguirían para la Corona si se
aceptaban las ideas del Dominicano. Sin referirse al tratamiento
que se daba a los indios en el Nuevo Mundo, Loaisa planteó el
problema desde el punto de vista de la doctrina medieval de la
“Sociedad Ordenada”, en cuyos distintos planos jerárquicos,
debían situarse, de acuerdo con su rango, la clase que combatía, la
que oraba y la masa de trabajadores consagrados a las tareas
manuales”. “La doctrina está bien descrita en un documento de la
época que dice” “En la República bien ordenada es necesario que
haya hombres ricos, para que puedan resistir a los enemigos y los
pobres de la tierra para vivir debajo de su amparo, como los hay
en todos los reinos donde hay política, buen orden y estabilidad,
así como lo hay en España y otros reinos. Y si esa tierra (el Nuevo
71
Mundo) se ha de perpetuar, error grande es pensar que han de ser
tratados los pobladores iguales; España no se conservaría, ni reino
alguno, si en él no hubiese señores y príncipes y ricos hombres; y
en esta tierra (América) no puede haber hombres ricos ni
poderosos no teniendo pueblos encomendados, como dicho es,
por todas las haciendas y granjerías que se trabajan por los indios
de los pueblos que están encomendados a los españoles y fuera de
éstos no hay manera para otra granjería”.
La moderación de Las Casas, de por sí exaltado, ejerce inusitada
influencia sobre la mayoría de los miembros de la Junta que se
inclina a favor de Las Casas. A no ser por insinuación del padre
Victoria (Francisco de Vitoria de quien hablamos atrás), en
contrario, anota Hanke citado por Indalecio Liévano Aguirre, el
Emperador estuvo a punto de ceder nuevamente el Perú a los
Incas, haciéndolo desistir para que el cristianismo no pereciera
allí.
La Junta de Valladolid concluyó sus tareas con las
recomendaciones revolucionarias que sirvieron de fundamento a
las Leyes Nuevas, las cuales fueron aprobadas por el Monarca el
20 de noviembre de 1542. Su naturaleza significa una renovación
profunda del Derecho Indiano.
Dos de dichas leyes, dicen:” Ordenamos y mandamos que de aquí
en adelante, ningún Virrey, Gobernador, Audiencia, Descubridor
ni otra persona alguna puede encomendar indios por nueva
provisión, ni por renunciación, ni donación, venta ni otra
cualquiera forma, ni modo, ni herencia; sino que muriendo la
persona que tuviere en encomienda los indios, sean puestos en
nuestra real Corona” (Ind. Liévano A. p 49)
Estalla entonces en América la conmoción política. “Los
Encomenderos de la sabana y de Tunja invaden en masa a la
Capital y una gran multitud de gentes armadas y enfurecidas
rodea la residencia de Quesada y le pide públicamente que se alce
en armas contra el Rey, como lo habían hecho Pizarro (Gonzalo,
hermano de Francisco y Hernán), y cuelgue de un árbol al
72
visitador Montaño (quien había puesto en la práctica la ejecución
de la Leyes Nuevas en el Nuevo Reino de Granada).
“A estas desenfrenadas insinuaciones contestó el Mariscal
Quesada en los siguientes términos. “Verdad es que el Reino se
halla en todo el aprieto que representa, pero también lo es que en
obediencia al Rey, primero debemos poner al cuchillo las cabezas
que a la resistencia la mano…. Aunque Montaño cortase todas las
cabezas del Reino y la primera la suya (la de Quesada)…jamás
asentiría a que un juez Superior se prendiese sin orden del Rey o
de persona a quien diese facultad para ello”.
“A partir de este momento se define la frontera que separa a
Quesada de muchos de los conquistadores españoles. Quesada,
ciertamente es el mas decidido y tenaz defensor de los
Encomenderos y de las realidades sociales creadas en América en
la época brutal de de la Conquista, pero el resuelve sus pleitos con
la Corona de manera diferente a Pizarro” (Ind. Liév. A. p 70)
“Pero en su carácter de defensor de los encomenderos, Quesada se
vio colocado muy pronto ante uno de los más difíciles problemas
de filosofía política y las soluciones a que acudió para resolverlo
fueron influidas, desafortunadamente por los rasgos menos
atractivos de su personalidad. Ese problema se le planteó a
Quesada, como a todos los conquistadores, por la contradicción
evidente que existía entre los intereses de los Encomenderos,
fundados en la brutal explotación de los indios, y las leyes y
doctrinas de la Corona, cuya letra y espíritu habían sobrepasado
ya el ámbito meramente legislativo y gracias al genio político de
de las Casas se habían convertido en clima espiritual de una
época, en consenso público que hacía reaccionar
inconscientemente a las gentes contra las pretensiones abusivas de
los Encomenderos de América. El poder económico y social que
poseían, es verdad, los grandes señores de la Conquista, pero ese
poder estaba huérfano de una justificación doctrinaria que le diera
legitimidad. Los Encomenderos tenían la riqueza, pero los
grandes teólogos españoles y las Casas habían ganado la batalla
decisiva de los principios”.
73
“Reconocido, como se debe reconocer, los méritos militares de
Quesada y sus insignes cualidades de hombre de letras – que tan
acertadamente ha sabido destacar uno de los más distinguidos
historiadores colombianos, don Enrique Otero D´ Acosta – no
debe olvidarse que su mejor título de honor se deriva del empeño
que mostró, por lo general, en inculcar a los estamentos
privilegiados del Reino un tipo de conducta política que les
permitiera defender sus gabelas y preeminencias sin acudir
necesariamente a la subversión, como era la costumbre de la
época”
Teóricamente, el problema de solucionar la contradicción entre
los intereses de los Encomenderos, fundados en la brutal
explotación de los indios y las leyes y doctrinas de la Corona,
cuya letra y espíritu habían sobrepasado ya el ambiente
meramente legislativo para convertirse, gracias al genio político
de Las Casas, en “clima espiritual de una época”, tenía una salida:
Enfrentar a las Leyes de Indias con una doctrina que le diera
legitimidad moral y política a los intereses de los Encomenderos.
Tal solución fue adoptada por el principal defensor de los
Encomenderos en España: El Cardenal de Sevilla.
“Quesada no quiso o no pudo llevar a efecto esta empresa, no
obstante sus destacadas cualidades de hombre de letras y la
audacia y optimismo con que emprendió hazañas intelectuales tan
ambiciosas como la de escribir su célebre “Antijovio”. Se sintió
inseguro al defender las conveniencias de los Encomenderos en
un clima doctrinario adverso. Renunció entonces con una astucia
y una malicia muy suyas a hacer la defensa frontal de sus
convicciones en el “terreno vidrioso” en que estaba planteado el
gran debate doctrinario de su tiempo y optó por la “vía oblicua”
de organizar una coalición frondista de los magnates y notables
del Nuevo Reino para “perseguir, denostar, y recusar a todos los
funcionarios de la Corona que se negaran a reconocer –como
reconocieron Armendáriz, Góngora y Galarza- de que los
intereses y privilegios de los beneméritos de la Conquista debían
tener primacía, en la vida cotidiana del Reino, sobre las teorías y
74
las leyes promulgadas en Europa por inspiración de hombres de
toga y monjes ilusos que desconocían el terreno y engañaban al
Rey. Era la institucionalización de la fórmula: Se obedece pero no
se cumple” (Idem. P 71).
Mientras Quesada logra engrosar en América su partido con sus
hábiles tácticas, en España llega a su parte culminante el
conflicto. “Ya el escenario y los presupuestos de la antigua
controversia se habían modificado considerablemente y entre los
Encomenderos de América la nobleza española y el alto clero
peninsular se había establecido una sólida alianza, destinada a
contrarrestar el tipo de ofensivas ideológicas que realizó Las
Casas en la primera Junta de Valladolid. La revocación de las
Leyes Nuevas fortaleció esa alianza y la habilísima dirección del
cardenal de Sevilla, el gran enemigo de Las Casas, le dio la
unidad requerida para oponerse a los movimientos esporádicos
del partido indigenista, falto de jefe desde el momento en que el
gran dominico partió para su Sede Episcopal en el Nuevo
Mundo”.
“Convencido el Cardenal de Sevilla, Fernando Valdés, de que en
ausencia de una doctrina moral y política que justificara el
sojuzgamiento de los indios por los Encomenderos, sería
imposible evitar que Las Casas y sus seguidores invocaran con
éxito la filosofía cristiana para defender a los naturales del Nuevo
Mundo, se empeñó en conseguir que el más inteligente y erudito
de los hombres de letras de su época, Juan Ginés de Sepúlveda
(1490-1573), gran jurista español llamado el “Tito Livio
Español”, acometiera la tarea de legitimar, racionalmente, desde
el punto de vista católico, las guerras de conquista en América y
la sujeción servil de los indios en las Encomiendas”.
Sepúlveda escribe una célebre obra para justificar la rapiña y
saqueo de los conquistadores y Encomenderos en América:
“Democrates Secundus” o “De las justas causas de la guerra
contra los indios”. Su doctrina puede sintetizarse así:
75
“1º. Las guerras que se hicieron por los españoles contra los
indios fueron justas, por la causa y autoridad que había para
ponderarlas”.
“2º. Los Indios, como menos enterados, debían someterse a los
españoles, mas prudentes y perfectos y, si no querían hacerlo, que
debía sujetárseles por medio la fuerza”.
“3º. Que debía someterse por las armas, siendo imposible por otro
camino, a aquellos cuya condición natural es que deben obedecer
a otros, si es que rehusan su imperio”.
Para defender esas tesis se apoya en Aristóteles, Santo Tomás,
San Agustín, el Antiguo Testamento y los juristas de Bolonia.
“Del Deuteronomio, por ejemplo, toma los siguientes versículos
en apoyo de sus doctrinas: “Comerás del despojo de tus enemigos,
los cuales Jehová tu Dios, te entregó”… Herirás a todo varón
suyo a filo de espada” (Indal. Liév. A. p77)
“Sepúlveda solicitó al Consejo de Indias su obligada licencia para
la publicación de su obra.”La obra causó gran perplejidad en el
Consejo y no obstante la defensa que de ella hizo el Cardenal de
Sevilla….los consejeros se abstuvieron de dar un juicio
favorable” Acudió entonces Sepúlveda al Consejo Real de
Castilla, donde estaban representados los intereses que mayor
simpatía tenían por sus doctrinas y dicho Consejo hubiera
autorizado la obra de no haberse interpuesto oportunamente el de
Indias. Esta discrepancia entre los dos altos cuerpos consultivos
del Reino, los indujo a someter el libro al estudio de la
Universidades de Alcalá y Salamanca, que hicieron elogio de las
dotes intelectuales del autor, pero se negaron a recomendar la
publicación. Molesto Sepúlveda por esta resistencia tenaz, tradujo
su libro del latín al español, hizo un compendio de él para que
circulara subrepticiamente en España y envió dicho compendio a
Italia, a fin de que allí se publicara profusamente” (Ind. Liév. A p
77)
76
Estando de paso por ciudad de México supo de estas noticias Las
Casas, y “sumadas a los resultados estériles de su prolongada
lucha contra los Encomenderos de Centro América, le indujeron a
renunciar definitivamente a la Diócesis de Chiapa, para regresar a
España a librar la mas grande y decisiva batalla de su vida. “No
volvía triunfante –dice uno de sus biógrafos- sino mas bien como
un acusado, rodeado de odios, de prevenciones y de enemigos”.
Su primer cuidado al llegar a Valladolid fue conseguir un
ejemplar del libro de Sepúlveda, de los muchos que circulaban
subrepticiamente. “Esa obra era mas que un simple libro; era la
formulación de la filosofía de los poderosos, la legitimación
literaria de los abusos del fuerte contra el débil, del rico contra el
pobre, del español contra el indio”… (Ind. Liév. A. p 78).
“Renacieron con él las energías de la juventud y ante el
Emperador, el príncipe Felipe y el Concejo de Indias arguyó
incansablemente contra los principios del “Democrates Secundus”
y sostuvo que el permiso de publicar una obra que contradecía
todas las doctrinas tradicionales de la Corona equivalía a sustituir
dichas doctrinas por las de Sepúlveda”.
Cuando Sepúlveda se enteró de lo que hacía Las Casas, empezó a
defenderse con carta al príncipe Felipe, encargado del gobierno en
ausencia del Emperador. Pronto el conflicto desbordó”el discreto
recinto de los Consejos y se convirtió en el tema obligado de la
Corte, las universidades, los monasterios y las calles de
Valladolid. Los contendores se cruzaron furibundas agresiones y a
su alrededor se congregaron los partidos que desde el principio de
la Conquista se habían disputado la dirección intelectual de la
política indiana. Todo el poder de la riqueza, del prestigio y de las
instituciones tradicionales -como la nobleza, el alto clero y los
cardenales españoles- apoyaban a Sepúlveda, mientras a Las
Casas lo seguían los estudiantes de la universidades, los frailes
predicadores y misioneros, algunos de los grandes teólogos
españoles del siglo XVI y las gentes de los suburbios de
Valladolid”.
77
“La batalla hubiera sido desigual de no haber contado Las Casas,
como contó, con el apoyo de la Corona, apoyo que permitió
enfrentarse impunemente a todos los poderes consagrados de la
sociedad española. Carlos V y su hijo no dejaron de advertir las
implicaciones trascendentales que tenía la controversia entre el
erudito y el fraile y se resistieron a prohijar una filosofía como la
del “Demócratas Secundus”, que debía servir de justificación a
los conquistadores para restaurar el feudalismo peninsular. No
quiere decir que el Emperador y su hijo desearan tomar, de
inmediato decisiones contra los Encomenderos del Nuevo Mundo;
las conmociones, todavía recientes del Perú y otros lugares de
Ultramar, les indicaban la necesidad de proceder con la mayor
prudencia y por eso la discreta negativa del permiso de
publicación para la obra de Sepúlveda les parecía la manera ideal
de evadir momentáneamente el fallo de fondo sobre las espinosas
materias de doctrina que constituían el tema del litigio.”
Dándose cuenta Sepúlveda de cuanto acontecía, intenta hacerse
sentir e insiste ante el Monarca acerca de la trascendencia de las
doctrinas sustentadas en su obra, y “a fin de debilitar la causa de
los indigenistas, induce a sus parciales a acusar abiertamente a las
Casas de hereje luterano, de enemigo del orden, y de estar aliado
con los adversarios tradicionales de España”.
“Como lo esperaban los seguidores de Sepúlveda y el mismo
Cardenal de Sevilla, la controversia adquirió rápidamente grandes
proporciones y despertó tan furibundos odios, de parte y parte,
que la Corona se vio precisada a considerar la conveniencia de
atender a las solicitudes de Sepúlveda en el sentido de convocar
una Junta para que decidiera si se autorizaba o no la impresión del
“Democrates Secundus”.
“La hábil definición que del temario de la Junta hizo la Corona,
tocaba el fondo del problema teórico debatido entre Las Casas y
Sepúlveda, a quienes distanciaba ideológicamente el juicio que les
merecía las llamadas guerras de conquista”.
78
“La famosa Junta fue convocada para el verano de 1550 y el
Emperador designó para integrarla a Melchor Cano, Fray
Domingo de Soto, Fray Bartolomé de Miranda, Bernardino
Arévalo y diez altos funcionarios del Concejo de Indias,
encabezados por el Cardenal de Sevilla, quien debió presidirla”.
Sepúlveda solicitó la revocatoria de Melchor Cano, Domingo de
Soto, y algunos juristas, por considerar que sus propios
partidarios estaban en desventaja, a lo cual la Corona respondió
desfavorablemente.
La Junta se instaló el 7 de julio de 1550. Le tocó hablar a
Sepúlveda primero. Se apoyó en la “Historia General y Natural de
las Indias” de Oviedo, en una pormenorizada narración de los
vicios de los naturales del Nuevo Mundo, “su antropofagia, sus
idolatrías, los horrendos sacrificios humanos, de sus ritos
espantables”….Se apoyó en citas del Antiguo Testamento y “La
Política” de Aristóteles cuyos capítulos sobre la esclavitud le
merecieron los mas altos elogios,…Le tocó luego a Las Casas,
quien no traía un discurso sino el famoso tratado “Argumentum
Apologie”, destinado a demoler las doctrinas expuestas por
Sepúlveda en “Democrates Secundus”. “Cuando se refirió a los
argumentos de Sepúlveda para defender las guerras de conquista,
indignado, Las Casas dijo, -citado por Indalecio Liévano Aguirre,”El fin que en las Indias…pretenden y deben pretender los Reyes
de Castilla como cristianos, es la predicación de la fe, para que
aquellas gentes se salven. Y los medios para este efecto no son
robar, escandalizar, cautivar, despedazar hombres y despoblar
Reinos y hacer heder y abominar la fe y la religión cristiana entre
los infieles pacíficos”. Al tratar el cargo que se le hacía de poner
en peligro, con sus doctrinas, la legitimidad de los derechos de la
Corona en Indias, afirmó (cita de Indalecio Liev. A. p 82): “ El
doctor (Sepúlveda) funda estos derechos sobre que nuestras armas
y nuestra fuerza física son superiores a las de los indios, Esto
equivale simplemente a poner a nuestros Reyes en posición de
tiranos. El derecho de esos Reyes se asienta en que han de
extender el evangelio y que gobernarán rectamente a las naciones
indígenas”.
79
Agotado el tema la Junta se disolvió. La experiencia de anteriores
graves sucesos, según se debatió en Valladolid indujo al
Emperador y a Felipe a decidir el litigio en forma discreta y, eso
sí, se mantenía el fallo de no publicar la obra de Sepúlveda. Los
miembros de la Junta, recibieron, parece, instrucciones reservadas
en este sentido y solo uno de ellos, el doctor Anaya, rindió
concepto escrito sobre los temas controvertidos.
“La Corona, en cambio, procedió a tomar medidas prontas e
inequívocas. Por Real Cédula del 19 de octubre de 1550 dada en
San Martín, ordenó que se recogieran todos los libros y
traducciones de la obra de Sepúlveda. En el Nuevo Mundo, los
ejemplares que circularon de Sepúlveda se convirtieron en “la
biblia” de los Encomenderos y éstos hicieron de él su héroe.” Por
ello, Felipe II años después, promulgó una nueva cédula para
recoger los ejemplares de la obra que circulaban en América. Sólo
Menéndez y Pelayo la rescató de después de trescientos años de
olvido en 1892.
Dice Henke citado por Liévano Aguirre: “La disputa de
Valladolid se destaca claramente, no como una contienda personal
entre un fraile y un erudito, ni como una violenta argumentación
para aprobar o desaprobar el tratado de Sepúlveda, sino como el
testimonio apasionado de un hecho decisivo en la historia de la
humanidad. Por no haber triunfado las ideas de Sepúlveda, se dió
un paso más, penoso e inseguro, en el camino de la justicia para
todas las razas. Porque hablar Las Casas en Valladolid a favor de
los indios americanos, su larga y complicada argumentación tenía
también otra utilidad. Fortaleció a todos aquellos que en su
tiempo y en los siglos que siguieron trabajaron con la creencia de
que todos los pueblos del mundo son hombres, no hombrecillos,
ni medio hombres, sino hombres”. “Por eso en la Junta de
Valladolid se eleva Las Casas a una de las más altas cimas de la
historia cuando repite, ante aquel Tribunal de letrados, esa frase
suya, de valor universal que tan frecuentemente le venía a los
labios”:
80
“¡Todos los pueblos del mundo son hombres!” (Idem P 83).
Cuando a finales del siglo XVIII el orden monárquico tambalea
en Europa bajo la presión de nuevas fuerzas políticas, esta vez la
Ilustración de carácter burgués, han pasado doscientos años de
aquellos gloriosos años de la Gran Controversia que sienta las
bases del actual Derecho de Gentes. España yace postrada e
impotente. Ha sucumbido en lucha heroica, despiadada, casi
salvaje, típica de su tiempo, por una honrosa posición como
potencia de primer orden. Entonces, la Europa culta y erudita, de
lejos, muy de lejos, y sin entenderla, arremete nuevamente contra
América, contra lo que queda en el Nuevo Mundo del que fuera el
imperio donde “no se ocultaba el sol.” La enjuicia, ajena a los
grandes debates que se han dado antes, y en que la consciencia
cristiana de Occidente, en cabeza de la sociedad española, ha
proferido su fallo. De un juicio sin recato, sin que se reconozca en
él así sea de la menor objetividad científica, el mínimo
conocimiento de la Realidad. ¿Acaso ha quedado en el olvido,
entre los pliegues de la Historia, una historia digna de pasar a la
posteridad, la obra heroica de prohombres universales, digna de
perpetuarse en la memoria humana occidental, al lado de los
grandes de Persia, Egipto, Grecia y Roma? ¿Acaso ha quedado en
el olvido la obra ciclópea de una gran nación, que en un esfuerzo
superior a sus fuerzas, con el espíritu quijotesco que la ha
caracterizado siempre, hizo el intento de construir para los
americanos, a pesar de toda oposición, el paraíso de sus sueños?
Lo cierto, la Realidad, es que el eje de la Cultura ha derivado
hacia otras latitudes. ¡Ya no pasa por España! Y es importante
que, en honor a la justicia y al valor inconmensurable de aquella
obra, reivindiquemos su memoria y abramos espacio en nuestra
consciencia, para que nosotros y nuestros descendientes, sin el
menor complejo de inferioridad podamos disfrutar del patrimonio
cultural que hemos heredado en línea directa y que en justicia
también a nosotros nos pertenece
Desde mediados del siglo XVIII Jorge Luis Bufón (1707-1788)
naturalista y escritor francés, hace eco de la especie que circula en
toda Europa acerca de la inferioridad del mundo americano.
81
Encuentra al medio americano inclemente para la vida (¿?), Lo
encuentra demasiado húmedo, demasiado cálido. Para él y para
muchos antes que él es “esa porción inmadura de la tierra”, es el
Occidente aún no formado. Los animales son mas pequeños que
en el viejo mundo, las alimañas llegan a ser gigantescas, los seres
humanos son débiles, imberbes e impúberes. El puma o león
americano es más pequeño que el león del viejo mundo, mas
cobarde y no tiene melena. El “elefantucho” americano, el tapir, o
danta, se queda corto frente a sus homólogos africano y asiático,
llegando apenas a la talla de un ternero de seis meses.
Según Antonello Gerbi, la denigración mayor de toda la
naturaleza americana llega a un insuperable extremo con la
“Recherches Philosophie que sur les Americains, o Memories
interesants pour servir a l´historie de l´espece Humaine”, del
abate Corneille de Paw , obra fechada en Berlín, en 1768, época
de oro del enciclopedismo. Es mucho mas radical que Bufón:
Los “salvajes” de América son “bestias” o poco mas que bestias,
que “odian las leyes” de la sociedad y los frenos de la educación,
viven cada uno por su cuenta, sin ayudarse los unos a los otros, en
un estado de indolencia, de completo envilecimiento. El salvaje
no sabe que tiene que sacrificar una parte de su libertad para
cultivar su genio, “y sin cultura no es nada”.
De de Paw dice, además, Antonello Gerbi: “De Paw generaliza
impertérritamente y afirma, muy serio, que los perros (en
América) no saben ladrar, que la carne de vaca se hace estoposa y
que los genitales del camello dejan de funcionar. Explica que los
peruanos son como estos camellos, puesto que son impúberes (“es
la muestra de su degeneración, como ocurre con los eunucos)”.
Nos habla de salvajes que tienen el cráneo piramidal o cónico y
de americanos del Marañón cuya cabeza es “cúbica o cuadrada”,
lo cual será, ciertamente, el colmo de la extravagancia humana,
pero se ha visto sin embargo en cierta pintura del siglo XX, de lo
más parisina, y (hacer ese tipo de representaciones pictóricas o
alusiones al tema), es por lo demás una costumbre bastante
difundida y bien conocida de los antropólogos. Y en polémica con
82
el inca Garcilazo, niega todo lo que esta refiere de los incas, y nos
describe en cambio aquella famosa ciudad del Cuzco como un
amontonamiento de casuchas, sin tragaluces ni ventanas “todas
ellas demolidas, naturalmente por los españoles, de manera que lo
único que ha quedado es una pared”. En una de esas casuchas del
Cuzco había una especie de universidad (los “amáutas”) “donde
ciertos ignorantes titulados, que no saben leer ni escribir,
enseñaban filosofía a otros ignorantes que no sabían hablar”.
Hasta el hierro, el poco hierro que se encuentra en América, se
hecha a perder, es “infinitamente inferior al de nuestro continente,
de suerte que ni clavos se pueden fabricar”.
“El descubrimiento de América, pues, no se logra para el resto de
Europa sólo con los cuatro viajes de Colón, con las grandes
epopeyas vividas por los grandes exploradores peninsulares,
como Vasco Núñes de Balboa quien encuentra el Mar del Sur
(Océano Pacífico) en 1573, como Gonzalo Jiménez de Quesada
cuando encuentra la tierra de los Muiscas en 1536, y como
Francisco de Orellana quien encuentra el río de las Amazonas en
1542. ¡Quién sabe, para cuántos occidentales, el descubrimiento
de América no ha terminado todavía!. Salvo, quizás, de la
América del Norte, actualmente anglosajona, casi despoblada en
aquella época.
Solo dos sucesos horadan la tremenda oscuridad que reina en
Europa acerca de la realidad del Nuevo Mundo: Las
“expediciones botánicas” que funda la Corona Española en sus
diversos virreinatos americanos, muy particularmente la fundada
en la Nueva Granada bajo la dirección del sabio José Celestino
Mutis hasta su muerte en 1808. El otro suceso es el viaje de
Alexander von Humboldt a América, por la misma época, entre
1801 y 1804 en tiempos de Carlos III de España, en plan de
explorar el territorio. Humboldt merece el reconocimiento de
prócer americano, ya que dedica el resto de su vida a divulgar sus
hallazgos. La labor conjunta de aquellos hombres llevada a cabo
dentro del mayor rigor científico posible en aquella época,
descubre, finalmente, la verdadera faz de América al Mundo.
Representa un escrutinio científico, sin igual, de la geografía, la
83
flora, la fauna, las gentes, en general, de los recursos disponibles
y de la economía de unos dominios que se debatían, entonces, en
la miseria y sobre los que se tenía la mas crasa ignorancia. Las
autoridades coloniales habían estado inquietas por mucho tiempo
porque la producción era pobre, se “aguantaba mucha hambre” y
se hacían comparaciones, constantemente, con la abundante y
variada producción agrícola de la nación china, infinitamente mas
poblada que la nuestra, y capaz con creces, de sostener bien
alimentada su población.
El movimiento renacentista que conduce a Occidente hacia la
experiencia del Mundo Contemporáneo, tal cual lo conocemos
hoy, que termina moviéndose dentro de las dimensiones políticas
marcadas por la cultura burguesa, particularmente después de la
Revolución Francesa de 1792, la revolución política y social que
significa la emancipación de la Unión de los Estados del Norte
(EE. UU. de América) del control de Inglaterra y por la
Revolución Industrial que se da en Inglaterra a partir de finales
del siglo XVIII, plantea el surgimiento de un conflicto
fundamental de carácter ético, entre los valores propios de la
sociedad cristiana a la manera medieval que para muchos efectos
prácticos, a nivel político quedan atrás y los de la sociedad
moderna, burguesa, la cual, desde el marco de un régimen de
libertades individuales sin cortapisas, le ha “soltado las riendas” a
una empresa humana nueva que se ha constituido, hoy por hoy, en
único motivo que mueve la vida humana a todos los niveles de la
sociedad: Hacer fortuna a cualquier costo, pero hacer fortuna. Ese
conflicto, que a pocos ha interesado resolver, ha producido el
rompimiento del eje de la Cultura Occidental, no solo su
desplazamiento de la metrópoli del imperio español, quizás a
Inglaterra y Francia, en los siglos inmediatamente anteriores, y a
partir de la Segunda Guerra Mundial, hacia los EE. UU. de
Norteamérica, por lo cual muchos avances en el conocimiento de
la Realidad del mundo concreto en que vivimos, producto de
experiencias de extraordinario valor humano, y capaces de servir
de cimiento a grandes instituciones sociales modernas, como la
constitución del propio Estado, el establecimiento de nuevas
formas de relación social e internacional y la formulación de los
84
grandes proyectos políticos globales que tanta falta hacen hoy al
hombre, con el fin de conformar sociedades políticas estables y de
gran dinamismo, han perdido vigencia en la consideración de
quienes dirigen los destinos de la Humanidad en este momento.
Ahora, cuando parecen agotadas las posibilidades de vida pacífica
y civilizada, dentro del actual modelo sociopolítico imperante en
el Mundo, es no solo prudente sino urgente buscar alternativas de
acción y vida a las actuales, antes de que sea demasiado tarde y la
dinámica de los acontecimientos y de la violencia desencadenada
con furor nos precipiten en la guerra generalizada, cuando es mas
apremiante dedicar los recursos disponibles a la sustentación de la
vida.
6.5.0 EL GRAN CONFLICTO ÉTICO ENTRE LA
REFORMA Y LA CONTRAREFORMA.
Por ello es importante plantear el conflicto que surge entre la ética
calvinista, que como se decía arriba, enfrenta a la ética medieval,
y el conflicto que se perfila y se percibe a través de una noción de
vida institucionalizada, que se va desarrollando durante el
Renacimiento, hasta la caída del imperio español. En otras
palabras, el conflicto entre la ética que asume prioritariamente,
incluso por encima del propósito de sobrevivir, el interés de
amasar fortuna, práctica que se apodera más y más de nosotros en
la actualidad, sean cuales fueren las consecuencias, entre ellas, la
posible degradación, y aún desaparición, de la vida humana, y
otra ética cristiana más moderna, sobre cuya base se han realizado
experiencias muy exitosas de desarrollo social y económico,
como las de los jesuitas en Los Llanos de Colombia y Venezuela
y en sus reducciones indígenas del Paraguay durante los siglos
XVII y XVIII, ética sobre la que se ha construido el ideal de una
sociedad justa, fundada en el trabajo de hombres libres, nacida no
ya del espíritu ascético que se había forjado en medio de una
profunda desconfianza de la riqueza, sino de la convicción de que
todos los hombres somos igualmente dignos de disfrutarla como
85
producto de nuestro trabajo, habiendo sido recibida de su fuente,
una naturaleza ubérrima, con casi infinita largueza.
“El problema central que se debatió en el campo de la ética
económica medieval fue la usura. El ataque masivo realizado
contra los usureros por los teólogos, canonistas y Concilios, se
comprende dado el problema de carácter religioso planteado por
la usura. Cobrar por ayudar al prójimo y servirse de la miseria y
las necesidades ajenas para derivar utilidades, se consideró un
pecado capital y los Concilios Ecuménicos de Lyon, en 1274, y de
Viena, en 1312, promulgaron la más severa legislación contra los
usureros. Se les excluyó de la comunidad católica y se prohibió
su entierro cristiano. Sus testamentos se declararon nulos y
ningún individuo, ni sociedad, podían arrendarles casas, ni tener
comercio alguno con ellos. A los magistrados que en las cortes
reconocieran eficacia jurídica a los contratos de que se servían los
prestamistas para disfrazar sus operaciones, se les conminó con la
excomunión. De acuerdo con las disposiciones del Concilio de
Viena, los usureros sólo podían librarse de las penas pronunciadas
contra ellos si se avenían a restituir las ganancias obtenidas por la
usura” (Indal Liévano Aguirre. Los Grandes Conflictos Sociales y
Económicos de Nuestra Historia. Tomo II Ediciones Nueva
Prensa Bogotá. P 14).
“No quiere ello decir que los principios normativos reflejaran
exactamente la realidad social de la Edad Media. La continua
lucha de la Iglesia contra las prácticas económicas de la época
demuestra que tales principios se desconocían frecuentemente y la
insistencia de los Concilios en prohibir la usura a los eclesiásticos,
permite suponer que ellos no eran ajenos, como no lo fueron, a
una actividad tan mal mirada por teólogos y canonistas. Se
cometería un error, sin embargo, si de ese reconocimiento se
pretendiera deducir que las doctrinas de la Iglesia no tuvieron
efecto alguno sobre la conducta del hombre medieval. Todo lo
contrario. Los “bárbaros” que salieron de los bosques del Norte o
de las planicies desérticas del Asia y se precipitaron, como fieras
de presa, sobre el mundo occidental, adoptaron gradualmente,
gracias a la profunda religiosidad de la Edad Media, unos
86
principios éticos que otorgaban protección a los humildes contra
los abusos de los poderosos”( Idem. P 15).
Ya en una época muy tardía, en tiempos de Federico Nitetzche
(1844-1900), éste mismo consigna su opinión respecto de los
efectos del cristianismo en aquel entonces, y es citado por
Indalecio Liévano Aguirre como soporte de su orientación en el
tema:
“El odio que profesaba Federico Nietzche al cristianismo le
permitió comprender, como pocos han comprendido, la
profundidad de la obra realizada por la Iglesia y en su famoso
libro, “El Anticristo”, consignó estas brutales sentencias, que
constituyen la mejor defensa de la Iglesia Católica: <<Lo que hizo
posible el cristianismo no fue, como se cree, la corrupción de la
Antigüedad noble. Nunca se combatirá bastante la imbecilidad de
los sabios que sostienen semejante tesis. En la época en que las
capas de parias enfermos y corrompidos se cristianizaron en todo
el imperio romano, el tipo contrario, la distinción, existía en la
forma más bella y acabada. La mayoría se hizo entonces señora;
la democracia de los instintos cristianos obtuvo la victoria…..
Dios en la cruz, ¡no se comprende la terrible intención que hay
detrás de ese símbolo! Todo lo que padece, todo lo que está
colgado de la cruz es divino…. El cristianismo se puso del lado de
todo lo débil, de todo lo bajo, de todo lo fracasado, y formó un
ideal en oposición a los instintos de conservación de la vida
fuerte. En el cristianismo figuran en primera línea los instintos de
los esclavos, de los subyugados y los oprimidos; las castas más
bajas son las que buscan en él su salvación…. Otorgar la
inmortalidad a Pedro y a Pablo ha sido el atentado más
monstruoso contra la parte noble de la humanidad… Nadie tiene
hoy la osadía de los privilegios, de los derechos de dominación, y
del sentimiento de las distancias. El sentimiento aristocrático ha
sido minado soterradamente por la mentira de la igualdad de las
almas…>>” (Idem. P. 15).
“El ideal de la Edad Media, fundado en el principio de que la
sociedad es una entidad espiritual y no una máquina económica,
87
fue sistematizado en las trascendentales disposiciones del
Derecho Canónico sobre la usura, y en sus definiciones del “justo
precio”, el “salario necesario”, y la “ganancia legítima”. Este
ideal alcanzó su expresión más completa en el libro monumental
de un monje salido de una de las Ordenes religiosas fundadas por
el genio español: el dominico Tomás de Aquino” (Idem. P 16).
“La famosa “Suma Teológica” de Santo Tomás, cuya grandeza
conceptual podía hacer pensar que ella serviría de preludio de una
nueva época, sólo alcanzó a ser el epílogo de la Edad Media.
Cuando el monje dominico resumía toda la experiencia
acumulada por la sabiduría medieval, ya comenzaban a sentirse
esos ruidos sordos y subterráneos que anunciaban la proximidad
de las grandes revoluciones. Tomás de Aquino no los oyó y en la
paz de su celda conventual continuó escribiendo el libro que
sellaría con singular magnificencia el final de una gran época. Su
obra no tuvo mayor influencia por la súbita modificación de las
condiciones que mantuvieron durante siglos el delicado equilibrio
social de la Edad Media. Esas condiciones comenzaron a
transformarse cuando las Cruzadas restablecieron el contacto
entre Europa y el Oriente, se redujo la presión del Islam y pudo
reanudarse el comercio en el Mediterráneo, Entonces el espíritu
de lucro reapareció con inusitado rigor y el contacto con el lujo
oriental despertó de nuevo en el hombre europeo la ambición de
disfrutar de una existencia grata y confortable. Un mundo que
había estado privado largamente de la abundancia y el lujo,
absorbió con voracidad los productos de civilizaciones mas
refinadas y a través de ellos adquirió un concepto distinto de la
riqueza. El precio justo, la ganancia legítima y la interdicción de
la usura, perdieron su eficacia restrictiva y la balanza comercial
de Europa con Oriente se tornó deficitaria y hubo de compensarse
con el flujo de los metales preciosos que venían de América. El
comercio dió origen a gigantescas fortunas y los Fúcar, los Welser
y los Médicis, para no citar sino los principales, convirtieron el
oficio de la usura de la Edad Media en el núcleo central de la
actividad económica de la nueva época. La tierra reseca de la
Edad Media, azotada por los vientos de espiritualismo ascético, se
vio humedecida, irrigada por una corriente de vitalidad
88
hedonística, por una desenfrenada gula de bienes materiales. Esa
tierra reseca se convirtió en selva, y de esa selva emergió el nuevo
hombre sin frenos éticos, la magnífica bestia de presa, cuyos
modelos serían los “condottieri” italianos, los conquistadores
españoles, los piratas ingleses, los negreros portugueses, y los
comerciantes y banqueros alemanes e italianos. El proceso llegó a
su culminación cuando un miembro de la familia Médicis, de esa
familia que hizo fortuna y construyó su poderío con la práctica de
la usura, se ciñó la Tiara Pontificia y se sentó en el trono de San
Pedro. Fue Giovanni de Médicis –quien gobernó a la Iglesia como
León X- el autor de la famosa Bula, de 1517, en la que se autorizó
la venta de Indulgencias para financiar la construcción de la
Basílica de San Pedro” (Idem. P 16).
El movimiento renacentista, consecuencia de la transformación
del mundo medieval al ser introducidos nuevos valores en la
Cultura, frente a la realidad social europea, en que la gente vivía
sometida a los caprichos de una casta militar y eclesiástica
omnipotentes y, no pocas veces, corrupta, que actuaba bajo el
amparo moral de unos principios éticos aplicados con rigor y
disciplina espartanos, le abre posibilidades prácticas reales a un
nuevo propósito de vida, que, al nivel de la inteligencia típica de
la burguesía dedicada al comercio, particularmente con Oriente y
enriquecida con el oro y la plata proveniente de las ricas minas de
las Indias Occidentales parecen perfectamente legítimas y ponen
en sus manos reales oportunidades de redención: Esas
posibilidades prácticas se concretan con la dedicación de la vida a
amasar grandes fortunas, a través de las cuales logra su
emancipación y accede definitivamente al Poder. El espíritu
renacentista se rebela contra el espíritu ascético del Mundo
Medieval que se forjó en medio de una profunda desconfianza por
la riqueza (Idem. P 33)
“La actitud (medieval) que se transformó en una ética que tenía
una forma peculiar de relacionar la moral con la riqueza, la
condenaba como pecaminosa. Algo explicable esa rebelión,
aunque Calvino la deformó por completo reduciendo su
proyección a legitimar el enriquecimiento de una minoría, los
89
burgueses puritanos, suponiendo abiertamente que sus actividades
“dirigidas por una mano invisible” poseía la virtud de beneficiar a
toda la humanidad (algo que no ocurre automáticamente si no se
da la acción humana para conseguirlo de manera expresa).
Calvino creía en la predestinación, doctrina que aplica a su teoría
religiosa”. Separa, en su propuesta ética, el “afán de lucro” de “la
Moral” y sustituye, según Indalecio Liévano Aguirre, la noción de
“Cultura” por la de “Lucha por el Enriquecimiento”. Pero “el
verdadero paso revolucionario del ascetismo del medioevo no
tanto lo constituye la ética de Calvino sino la postura de quienes
propusieron entonces introducir en el ámbito de la teología, la
política y la economía tradicionales los radicales cambios que
parecían indispensables para emancipar la riqueza de conceptos
morales “anticuados” y hacer de ella no un mero instrumento para
el beneficio de minorías supuestamente bendecidas por Dios, sino
el elemento esencial y necesario para construir un nuevo orden en
el mundo, desembarazado de la convicción agustiniana de una
ineludible contradicción entre la Ciudad de Dios y la Ciudad del
Hombre”. He ahí la Reforma. Sin embargo, “ la humanidad no
estaba fatalmente obligada a oscilar entre la influencia
constrictora de la doctrina medieval de la Gracia y la sola
emancipación de un grupo de “predestinados” (los “santos
visibles” de este mundo).
“Para modelar su arquetipo histórico sobre la frágil masa de la
arcilla humana, Calvino [emulando los episodios de la Inquisición
creada por la Iglesia Católica Romana, de aciaga recordación]
organizó en Ginebra y lo mismo hicieron sus continuadores en
Inglaterra y Norteamérica, una verdadera Inquisición, cuya
finalidad era imprimir a los creyentes las virtudes que Calvino
situó en el centro de su sistema moral: la sobriedad, el ahorro, la
diligencia y el repudio de los placeres de los sentidos. En Ginebra,
como después en Nueva Inglaterra, se estableció una feroz
“policía de las costumbres” y todas las acciones de los
particulares fueron objeto de acuciosa vigilancia y de sanciones
draconianas. El presupuesto familiar, los gastos menores, las
diversiones, el modo de vestir, el atuendo de las mujeres, las
oraciones y los deberes conyugales, fueron sometidos a la
90
permanente y alerta intervención de la nueva Iglesia. En sus
observaciones sobre este aspecto del calvinismo dice Max Weber:
<<La concupiscencia aneja al coito, es considerada como
pecaminosa y por tanto en un pudendum>>. El teatro fue también
motivo de particular aversión por parte de los calvinistas y por sus
influencias se cerraron, en masa, los teatros de los países
occidentales donde dominaban sus sectas. Hasta el famoso teatro
de Stratford, fue clausurado por los puritanos, lo cual explica el
odio que profesaba Shakespeare a los sórdidos hijos de Calvino.
Pero no se crea que la “crianza” del burgués puritano se efectuó
por medios suaves o tolerantes. Para anclar la moral burguesa en
el alma de los creyentes, Calvino prendió la hogueras de la
Inquisición protestante. Su alma de moralista sádico gozaba
presenciando los castigos que decretaban los “santos” contra los
infractores de las severas restricciones exigidas por su “moral de
la avaricia”. Centenares de víctimas fueron torturadas en las
cárceles de Ginebra y llevadas a las hogueras, bajo la mirada
febril del nuevo Papa de los protestantes. El caso del sabio
español Miguel Servet, a quien se debe el descubrimiento de la
circulación de la sangre, fue uno entre tantos, famoso apenas por
la celebridad de la víctima…..(Idem. P 26).
“La moral calvinista tuvo dramáticas consecuencias para el
destino de la humanidad. Por ella el espíritu de lucro se convirtió
en sinónimo de santidad y la pobreza en síntoma anticipado de
reprobación…..Las naciones cuyas clases dirigentes se
impregnaron de la ética puritana, dejaron de considerar la
explotación del pobre como hecho censurable y la juzgaron como
una virtud del rico. << Ya Calvino-observa Weber- había dicho
que “el pueblo”, es decir, la masa de los trabajadores y artesanos,
sólo obedece a Dios cuando se mantiene en la pobreza; esta
afirmación sería “secularizada” por los holandeses en el sentido
de que los hombres sólo trabajan cuando la necesidad los impulsa
a hacerlo, y la formulación de ese leit-motiv de la economía
capitalista condujo mas tarde a construir la teoría de la
“productividad” de los salarios bajos>>” (Idem p 27)
91
“Del concepto de los ricos predestinados se pasó pronto al de los
pueblos y las razas predestinadas”. ..”Calvino y sus sucesores
comprendieron que el Nuevo Testamento representa una
revolución contra el espíritu de la casta de negociantes judíossimbolizada por los fariseos, los publicanos y los rabinos- y sus
predilecciones fueron, por lo tanto, para el Antiguo Testamento.
Jehová, el Dios terrible, el Dios del “pueblo escogido”, reemplazó
en la mente del puritano a la figura amable de Jesús, quien no
tenía Elegidos, había venido a redimir a todos los hombres y
arrojó a los mercaderes del templo porque <<mi casa es casa de
oración y no cueva de ladrones>>. En el alma del puritano se
repitió el drama del Calvario; Jesús no triunfó sobre Jehová, sino
Jehová sobre Jesús y la ética dio un salto atrás de dos mil años”
(Idem. P 27)
Renació entonces en el mundo, como era natural que sucediera, la
esclavitud, institución que la Iglesia (Católica) casi había logrado
extinguir. Los continentes de color se vieron asaltados por las
“naciones predestinadas”, por los “pueblos elegidos”, los cuales
reanudaron la monstruosa piratería de la trata de negros. Y como
si todo esto fuera poco, en el curso de corto lapso, las naciones
occidentales pasaron de la ética que prohibía la usura a la
institucionalización de la prisión por deudas. Así se resolvió, en
parte, el problema de la escasez de mano de obra en las colonias
puritanas de Norteamérica. Los deudores de la plutocracia
calvinista inglesa fueron enviados a los dominios, encadenados
como esclavos, para pagar (en Inglaterra) las sumas adeudadas,
con el producto de su venta, como siervos, a los plantadores del
Nuevo Mundo” (Idem. P 28).
“Sólo en un país dominado por la ética puritana, como Inglaterra,
podía concebirse la posibilidad de que se dieran leyes llamadas
“de pobres”, para perseguir deliberadamente a los pobres. “Solo
ese tipo de ética podía explicar la existencia, en las ciudades
inglesas, de esas infames bastillas, llamadas Casas de Trabajo, en
las que se amontonaban los desocupados no para recibir un alivio
sino para ser “castigados” por estar sin trabajo. Sólo bajo el
régimen de la burguesía puritana podían explicarse las doctrinas
92
que, en los siguientes términos, describe el historiador inglés
Tawny: <<Se quejaban los empresarios de que, en comparación
con los holandeses, los obreros ingleses eran indulgentes y vagos-- Que de ello se deducía la conveniencia de los altos precios (de
los bienes de consumo de primera necesidad) los cuales no eran
una desgracia sino una fortuna, porque de esa forma se compelía a
los asalariados a ser más industriosos; que los altos salarios, lejos
de ser una bendición, eran una desgracia, porque ellos conducían
a las “orgías semanales”. Cuando estas doctrinas se aceptaron, fue
natural que los rigores de la explotación económica se predicaran
como un deber público y, con pocas excepciones, los escritores de
la época difieren solamente en los métodos por los cuales la
severidad debería ser ventajosamente organizada….El rasgo mas
curioso de todo este debate, fue la absoluta negativa a admitir que
la sociedad tenía alguna responsabilidades en las causas de la
miseria general>>” (ídem. P 28).
“Sería inadecuado continuar este estudio sin tratar de inquirir cuál
era el tipo de Estado que la dinámica de la ética calvinista
propendía a engendrar. El problema tiene particular interés porque
numerosos historiadores y tratadistas, inclusive católicos, suponen
que la organización dada por Calvino a su Iglesia, condujo, por
secularización, nada menos que al Estado Democrático. …Nos
referimos a la Iglesia Puritana, concretamente a la Congregación
alista, porque esa Iglesia constituyó el verdadero Estado puritano
y de ella se derivó, gradualmente, el orden político propio de la
ética calvinista. El gran sociólogo protestante, Perry Miller, en su
estudio “Los Puritanos y la Democracia”, describe en los
siguientes términos, la organización de la Iglesia Calvinista en la
Nueva Inglaterra, núcleo formativo de la nación norteamericana:
<<La política de la Iglesia establecida en Nueva Inglaterra es la
que hoy llamamos Congregación al. Lo cual significa, para
decirlo crudamente, que la Iglesia fue concebida como compuesta
de las gentes que podían certificar que tenían una experiencia
religiosa y estaban calificados para convertirse en lo que los
Fundadores llamaban “santos visibles”…. La iglesia así
concebida, se compone de la congregación exclusiva de los
cristianos profesos. El resto de la comunidad fue rigurosamente
93
excluido…No debe olvidarse que, aún en los primeros días,
cuando la convicción religiosa llegaba a su máxima altura, sólo un
quinto de la población fue considerada hábil, o se encontraron
hábiles ellos mismos, para tomar el Juramento de Alianza. …El
resto, con escasas excepciones, convino en su exclusión de la
Iglesia, reconociendo que no merecían participare en ella y
orando para que se les otorgara la gracia de conseguirlo….En
Hartford, Connecticut, uno de los colegas de del gran Thomas
Hooker, el mas completo teórico del Congregacionalismo
puritano, resumía el sistema diciendo que el Congregacionalismo
<<significaba una democracia silenciosa en frente de una
aristocracia activa>> (Idem P 29).
“Solo por virtud de la propaganda de las naciones protestantes se
pudo hacer creer a la Humanidad que ese sistema tenía algún
parentesco con la Democracia. Su natural evolución política y
económica, a través del proceso de secularización, demuestra todo
lo contrario. La teoría calvinista de los Elegidos, de los burgueses
convertidos en “santos visibles”, se tradujo en las doctrinas
políticas de Locke, en Inglaterra, y de Madison, en Estados
Unidos, según las cuales, el fin esencial del Estado es proteger a
los propietarios contra los desposeídos y, en manera alguna,
defender a los oprimidos contra los abusos de las clases
acaudaladas”. De estas premisas se derivó el llamado Estado
Burgués de Derecho, de estirpe calvinista y anglosajona, en el que
se institucionalizó el sufragio de los Elegidos, o sea, el sufragio
condicionado, como lo estuvo durante el siglo XIX, a la posesión
de propiedad y renta por los votantes. Del Estado Burgués de
Derecho, cuyos principios llevaron a la realidad los puritanos
ingleses y los constituyentes norteamericanos, dice Harold Lasky
con sobrada razón: << Su Estado no es más que un contrato entre
un grupo de negociantes que forman una compañía de
responsabilidad limitada cuya ley constitutiva prohíbe a los
consejeros todas aquellas prácticas de las que, hasta su época, los
Estuardos habían sido culpables…El buen ciudadano es el
hombre que ha logrado o está logrando la prosperidad; la ley debe
ser la que él concibe como necesaria. Las libertades que busca
son las libertades que necesita. De la crisis moral del Siglo XII
94
emergió, en efecto, un liberalismo, pero acordado a las
implicaciones de la religión del éxito. No es una religión que
difiera profundamente de una época a otra. Es el credo del fariseo
Es el que hace de las posesiones externas la prueba del carácter,
y asocia el mérito social con una ley que él ha moldeado para sus
propios fines…Habiendo hecho de la desigualdad un artículo
implícito de su fe (la Predestinación), invita luego a la libertad a
quienes se les niega los medios para alcanzarla>>” (Idem. P 30).
“Uno de los principales autores de la Constitución
norteamericana, James Madison, resumió el concepto del Estado
Burgués de Derecho en el famoso discurso que pronunció en la
Convención Constituyente de Filadelfia, discurso al cual
pertenecen los siguientes apartes: <<Actualmente prevalecen los
intereses de los terratenientes; pero con el andar del tiempo,
cuando el número de éstos sea comparativamente pequeño, ¿no
perderán la preponderancia en las elecciones venideras? Y, si no
se toman medidas adecuadas para impedir esto, ¿qué será de
nuestro gobierno? En Inglaterra, hoy en día, si se le diese el
derecho de votar a gentes de toda clase, la propiedad de los
terratenientes no tendría seguridad: se establecería la ley agraria
Si estas observaciones son justas, nuestro gobierno debe dar
seguridad contra toda innovación de los intereses permanentes del
país…El gobierno debe constituirse de manera que proteja a la
minoría opulenta contra las mayorías>>. Y Alexander Hamilton,
otro de los artífices de la Constitución norteamericana, declaró en
el célebre debate de la Convención Constituyente: <<Poco afecto
tengo a la majestad de la multitud y renuncio teda pretensión a su
apoyo…! ¿El pueblo! ¡El pueblo es una gran bestia!>> (Idem p.
31).
Que existía el camino obvio de libertar a todos los hombres (de la
pobreza y el sometimiento), camino que los Humanistas del
Renacimiento trataron de reivindicar para la cultura, pero cuyo
hilo perdieron entre las ruinas y los empolvados manuscritos del
mundo clásico, ¡sí!.
95
“Para que ese acto histórico de liberación general tuviera plena
eficacia, debía operarse en el mismo campo de la Teología, donde
las doctrinas de la Predestinación y de la Gracia (como se
entendían entonces) habían modelado al hombre de la Edad
Media y se preparaban a forjar al burgués puritano”. “Esa
empresa fue la Contrarreforma, cuya gestión se debe
principalmente a un gran español: Ignacio de Loyola. Su acción
va mucho más allá que las de Lutero y Calvino: Reivindica la
doctrina del “Libre Albedrío”. Es decir, no lo libera de Dios, sino
que es la voluntad de un hombre libre que se salva por sus obras
en este mundo. Loyola revoluciona la ética medieval, pero no
para establecer el reinado de “los elegidos”, sino para rehacer el
mundo, en un orden en que tengan cabida también los oprimidos
y los humildes. Dice el gran historiador austriaco, Fulop Millar
(citado por Indalecio Liévano Aguirre): “Pocos son los hombres
que en ninguna época histórica han llevado una idea a sus últimas
consecuencias, con tal energía, realizando un pensamiento con tan
extraordinaria tensión, influido en el conocimiento, el sentimiento
y la conducta humana, como Ignacio de Loyola”.
“De la misma manera que sólo la oligarquía de los “santos
visibles” tenía derecho a intervenir en la Iglesia Calvinista, en el
Estado Burgués de Derecho, su hijo legítimo, únicamente se
permitía votar a quienes disponían de renta y propiedad, como
ocurrió en todos los países capitalistas hasta tiempos
relativamente recientes, incluyendo nuestra patria. La Cultura
Occidental, corroída por la ética de Calvino, necesitó (y sigue
necesitando) de que corriera mucha sangre de humildes y
proletarios, para que le fuera posible, con el sufragio universal,
darle un golpe decisivo a la moral utilitaria de los Elegidos”:
“En el campo económico el proceso de secularización de la ética
puritana tiene desarrollos no menos significativos. Los llamados
economistas clásicos se encargan de convertir en supuestas leyes
científicas las cuatro falacias que el calvinismo apuntaló, con su
moral, en el siglo XVI. Enumerémoslas” (Idem P 32).
96
“1º. Que una sociedad solo puede ahorrar cuando se confía esa
función a un grupo de privilegiados y se les deja usar del capital
de acuerdo con la dinámica de su propio y desmedido apetito de
lucro. Tal fue el sustituto seudocientífico de la doctrina teológica
de los Elegidos”.
“2º. Que las personas elegidas para la función de capitalizar
utilizarán el capital en las inversiones que habrán de beneficiar
automáticamente a la sociedad como un todo. Adam Smith, quien
antes de dedicarse a la Economía fue profesor de moral
protestante en Edimburgo, dice al respecto: “Cuando un hombre
dirige su industria, él persigue solamente su propia ganancia y
esto, como en muchos otros casos, es dirigido por una mano
invisible a promover un fin que no es parte de su intención…Al
buscar su propio interés, él promueve el de la sociedad mas
efectivamente que cuando real y conscientemente se propone
promoverlo”. La expresión de Adam Smith “dirigido por una
mano invisible” tiene claro sabor teológico y en ella readvierte la
presencia del Dios de Calvino, dirigiendo a sus Elegidos”.
“3º. El concepto de que para aumentar la “productividad” del
trabajo de los obreros es necesario llevar a los últimos extremos
su miseria. “Cualquiera que no sea idiota conoce –decía Arthur
Young- que las clases bajas se deben mantener en la pobreza,
porque de lo contrario, nunca serán industriosas”. Tal era la
versión racionalista de la confusión establecida por Calvino entre
los pobres y los réprobos”.
“4º. La división del mundo, por virtud de la llamada “Ley de la
División del Trabajo”, formulada por Adam Smith, en dos zonas
destinadas respectivamente a ser la una rica y la otra pobre. La
primera zona coincidía, naturalmente, con el territorio geográfico
sometido a las plutocracias de estirpe calvinista, y en ella debían
cumplirse los procesos económicos que requerían mayor
complejidad, inteligencia y rendían mayores utilidades. En
cambio, en la segunda zona, - formada por los continentes
llamados de “color”-sus gentes y recursos sólo podían dedicarse a
la producción de materias primas, cuyos precios, por la acción de
97
una ley científica igualmente misteriosa, no debían guardar
proporción ninguna, sino todo lo contrario, con los precios de los
productos de las metrópolis protestantes. La institucionalización
de los “términos de intercambio” desfavorables para los llamados
pueblos atrasados, era la versión racionalista del dogma de las
“naciones predestinadas”.
“Los burgueses y sus ideólogos de turno se burlaron, en otras
épocas de los que apellidaban las “antiguallas” de la Edad Mediael salario justo, el precio justo, las ganancias legítimas, y el
interdicto de la usura-; no está lejos el día, sin embargo, en que la
Humanidad agotará sus reservas para el asombro, cuando trate de
explicarse cómo fue posible que los principios que acabamos de
describir se hicieran pasar como “verdades científicas” por cerca
de dos siglos” (Idem P33).
Loyola (1491-1556) y su orden trabajaron por cambiar el mundo.
Un teólogo de la orden, Luis de Medina, elaboró en detalle su
doctrina del “Libre Albedrío”, con su “Concordia Liberia arbitrio
cum gracia donis, divina presencia et divina praedestinatione”,
considerada una demoledora crítica a la teología agustino-tomista,
con seria oposición de luteranos y calvinistas. Durante el siglo
XVIII, la física clásica y las ciencias naturales con los
descubrimientos de Charles Darwin, publicados en 1859 que
aceptaban como reales el principio de causalidad y el
determinismo naturales, parecieron reforzar la idea religiosa de la
Predestinación. Además, la teoría de la evolución de las especies
parecía confirmar la idea de que sólo podrían sobrevivir los más
aptos, es decir, “los Elegidos”. Sólo que con el avance de la
investigación científica se ve que los principios de la elección de
los más “aptos” y la probabilidad de acertar en ella, ejercicio
típico, de la mente reflexiva humana, el uno y consecuencia del
riesgo de error en la percepción humana y en su interpretación de
la Realidad, el otro, son factores muy importantes en el proceso
de la evolución de la vida, ya que pueden alterar
fundamentalmente los presupuestos irracionales de la teoría de
Darwin, porque el hombre puede optar libremente, aunque pueda
98
equivocarse, y asumir libremente sus líneas de acción, algo que es
coherente con los planteamientos de Medina (Idem. P 39).
San Ignacio presintió, genialmente, que los llamados pueblos
atrasados serían el escenario grandioso donde se ganaría o se
perdería la batalla contra la plutocracia calvinista y desde el
momento en que se formó el primer núcleo de la Compañía,
comenzó el planteamiento y desarrollo de la grandiosa labor
misional de la Orden, labor que tendría sus eximios ejecutores en
los jesuitas Francisco Javier, Mateo Ricci, Adam Schall, Roberto
Nobili, Verbiest, Da Costa, Pedro Claver, Martini, Sandoval, etc.
No se trataba ya de obtener “conversiones”, ni de efectuar, en
forma ligera, bautismos en masa –como lo hacían las órdenes
tradicionales- sino de seguir el principio ignaciano que vinculaba
la propagación de la fe con el aporte, a los pueblos convertidos,
de aquellos elementos de la civilización de Occidente –fueran
ellos científicos, culturales, o económicos- que podían contribuir
a mejorar su presente condición, su acervo de conocimientos y su
bienestar. Las misiones, por ello, no fueron una simple avanzada
del imperialismo de Occidente, sino que ellas implicaron el mas
serio esfuerzo para contener ese imperialismo y situar las
relaciones entre el Este y el Oeste en el plano de un nuevo tipo de
entendimiento cultural “sin pueblos escogidos”, ni “plutocracias
predestinadas” (Idem. P. 62).
La obra temporal de los discípulos de Loyola comienza,
explicablemente, por la formulación de la teoría del Estado
Democrático, según el cual, la soberanía reside en el pueblo y el
Estado se constituye por pacto, teoría que ellos presentaron con
notable anterioridad a Rousseau (Idem. P 41).
En 1613, Francisco de Suárez (1548-1617), jesuita, en su
“Defensa de la Fe”, es autor de una revolucionaria doctrina, en la
que reconoce que la comunidad civil es libre por derecho natural
y no está sometida a ningún hombre por fuera de ella misma y que
en sí misma tiene todo el poder. Su régimen, si no lo cambia es el
democrático, pero si quiere privarse de su potestad puede
transferirla a una persona o a un senado. La Comunidad, en
99
cuanto es inmediatamente regida por Dios es libre y sui juris, la
cual libertad no excluye sino que incluye el poder de regirse a sí
misma y de mandar a sus miembros; lo que excluye es la
sumisión de sus miembros a otro hombre por derecho natural,
porque a ninguno concedió Dios tal poder…Con ello le dio un
golpe demoledor al derecho divino de los reyes. Ya en 1599,
fundado en el concepto de “Soberanía Democrática”, el jesuita
Juan de Mariana (1536-1624), preceptor del heredero de la corona
española formula la legitimidad del tiranicidio, “cuando la
potestad real es legítima y tiene origen en el
pueblo”…Ciertamente la república, de la que nace el poder regio,
puede, cuando así lo exijan las cosas, emplazar al Rey y, si
desprecia la salud y los consejos del pueblo, puede hasta
despojarlo de la Corona, porque cuando transmitió sus poderes al
príncipe, no se despojó del poder supremo” (Idem P 41).
“Cuando el gobernante ocupó el poder con la fuerza y con las
armas, sin derecho alguno y sin el consentimiento de los
ciudadanos, es lícito quitarle la vida y despojarlo del trono”.
(Idem P. 42)
En América Española, armados de semejantes convicciones, los
discípulos de Loyola efectúan su sensacional experimento, dentro
de su tarea fundamental misional, dedicada a la propagación de la
Fe. Ello, sin embargo, no está exento de muchas dificultades y
oposiciones muy serias desde todos los ámbitos de la sociedad y
aún, desde dentro de la misma Iglesia Católica, de donde no
faltan acusaciones, incluso, de herejía.
Ellos no conciben la propagación de la Fe como una brutal
imposición, sino como un amplio proceso de armonización de
credos, que en cada cultura representan la existencia de valores
universales, en los que se expresan también los valores esenciales
del cristianismo. En Oriente aprenden los idiomas de los pueblos
donde llevan a cabo su labor misional. En América aprenden
también las lenguas de los pueblos con quienes trabajan. Elaboran
sus gramáticas… “consiguieron el prodigio de uniformar los
numerosos dialectos que hablaban los indígenas de la vasta zona
100
que circundaba sus Reducciones en el Paraguay”. Tradujeron al
guaraní las obras europeas necesarias para adiestrarlos en los
oficios industriales, la técnica militar, y las artes, logrando una
transformación extraordinaria en solo una generación. Buscaron
una conciliación entre los dogmas de la Religión Católica, del
Budismo, y del Confusionismo. Todas acciones demasiado
atrevidas para su época, quizás también para la nuestra.
Sus planteamientos económicos no son menos atrevidos: Las
distintas economías sociales que se constituyen en América se
capitalizan a nivel colectivo, las inversiones de los ahorros se
invierten de acuerdo a las conveniencias de la Comunidad, todo lo
cual riñe con la forma de hacerlo dentro de los cánones
tradicionales de la sociedad feudal y los introducidos por la ética
calvinista en la práctica económica, incluso, moderna. En
América su éxito se convierte en una verdadera amenaza para la
incompetente organización económica colonial y, cuantas veces
fue preciso, se acudió a su expulsión con el propósito de
conjurarla. Su labor no es la de “convertir a los pueblos atrasados
en material apto para la explotación capitalista (burguesa), sino
dotarlos de los elementos culturales y económicos necesarios para
hacerlos inmunes a esa explotación”. Podría decirse, para
proporcionarle autonomía a su propio esfuerzo para salir del
atraso, para desarrollarse.
De la crisis de la consciencia cristiana que se sitúa en el siglo
XVI, según Indalecio Liévano Aguirre, resultan dos concepciones
del mundo aguerridamente asumidas por sus respectivos
mentores: La calvinista, basada en la predestinación y en la ética
de los Elegidos y la ignaciana, basada en el libre albedrío y la
igualdad de todos los hombres. Sin embargo, “la lucha decisiva –
dice Spengler citado por Indalecio Liévano Aguirre- , entre el
espíritu de Calvino y el espíritu de Loyola fue la que después de
la caída de la Armada Española dominó toda la política
mundial….En el centro de Europa la Reforma y la contrarreforma
se peleaban por una pequeña ciudad imperial y por un par de
míseros cantones suizos. En cambio, en el Canadá, en la
desembocadura del Ganges, en El Cabo, en el Misisipi, eran
101
tomadas entre Francia, España, Inglaterra, y Holanda,
resoluciones decisivas en las que se enfrentaban estas dos grandes
organizaciones de religión en Occidente” (Idem. P. 47).
Las trabas que opuso la obra misionera de los jesuitas a la
penetración comercial de las nuevas potencias europeas en
territorio asiático y los conflictos doctrinarios surgidos
internamente dentro de la Iglesia Católica, entre los jesuitas y
comunidades como los dominicos y los franciscanos, en el seno,
particularmente del concilio de Trento, convocado por Pablo III y
reunido a partir de 1545, fueron causa de que el avance
espectacular de la cultura Occidental en ese continente,
adelantada por los jesuitas, se frenara estrepitosamente. “<<El
cristianismo –dice el gran historiador Will Durat –perdió su
oportunidad a principios del siglo XVIII, al surgir un conflicto
entre los jesuitas y otras ordenes católicas en China>>”(Idem. P
83).
Las Misiones jesuitas en China se derrumbaron como
consecuencia de la acción del vicario papal en ese país. Mientras
estas fueron eficaces, como mencionamos arriba, constituyeron un
obstáculo muy serio para la expansión del imperialismo comercial
y colonial de los europeos. “Así se explica la completa
uniformidad de la oposición que los gobiernos europeos
desataron contra los misioneros jesuitas en Oriente, oposición que
tuvo mayor eficacia por las objeciones de carácter teológico
presentadas al Papado por las ordenes rivales de la compañía.
(ILA II, p 82). “El Vaticano cometió el error, fatal para la Iglesia
y la cultura de Occidente, de ceder ante las formidables presiones
de que se le hizo objeto y sin atender a las brillantes defensas que
presentaron los jesuitas de su tarea misional, ordenó a monseñor
Maigrot, vicario papal en Fukien, tomar las disposiciones del caso
para poner término a aquellas actividades de los misioneros
jesuitas que no encajaran dentro de la ortodoxia tradicional. El
error de tales instrucciones se agravó por las peculiaridades del
carácter del Vicario….. cuya ignorancia de la mentalidad oriental
era de unas dimensiones que hoy todavía asombra a los
historiadores. No bien llegó a Pekín, trató despectivamente a los
102
misioneros y expidió un Edicto increíble, en el cual ponía en tela
de juicio la autoridad del Emperador sobre las comunidades
cristianas de China, amenazaba con excomuniones a los
sacerdotes y conversos que no se sometieran a las rutinas de la
liturgia tradicional y con tono altanero irrespetaba las tradiciones
chinas. Los efectos de la conducta de Maigrot fueron
catastróficos. El Vicario fue llamado, un tiempo después, a
Palacio y al final de una violenta escena con el Emperador, se le
expulsó del Imperio y el partido de mandarines y letrados que no
simpatizaban con los jesuitas consiguió que se decretaran medidas
francamente hostiles contra todas las actividades misioneras
cristianas. Las tareas adelantadas durante un siglo por Ricci y sus
sucesores fueron desbaratadas de una plumada por este obispo
perfumado e imprudente, a quien el Pontífice, en mala hora,
confió la tarea de intervenir en el delicado litigio entre los jesuitas
y las ordenes religiosas rivales.” El cristianismo –dice el gran
historiador citado por Indalecio Liévano Aguirre- perdió su
oportunidad a principios del siglo XVIII, al surgir un conflicto
entre los jesuitas y otras ordenes católicas en China. Los jesuitas
con su política peculiar habían hallado fórmulas mediante las
cuales podían darse formas cristianas a los elementos esenciales
de la piedad china –el culto a los antepasados y la adoración del
Cielo- sin atacar arraigadas instituciones ni poner en peligro la
estabilidad moral de la China; pero los dominicos y franciscanos
exigieron una interpretación mas estricta y atacaron toda la
teología y el ritual chinos como invenciones diabólicas. El
ilustrado Emperador K´ang – hsi se mostraba propicio al
cristianismo; confió sus hijos a preceptores jesuitas y ofreció, con
ciertas condiciones, convertirse en cristiano. Al adoptar
oficialmente la Iglesia Católica la rígida actitud de los dominicos
y franciscanos, K´ang – hsi retiró su apoyo al cristianismo y sus
sucesores decidieron oponerse a él activamente. En días
posteriores, el voraz imperialismo de Occidente menguó la fuerza
persuasiva de las prédicas cristianas de los jesuitas y precipitó la
aparición del apasionado anticristianismo de los chinos
revolucionarios (Idem P. 81).
103
6.6.0 LA EXTRAORDINARIA OBRA MISIONAL
DE LOS JESUITAS EN AMERICA.
En la América Española no fue menor el celo de la misión jesuita.
Aquella adquiere sus dimensiones en dos campos, con los
esclavos negros que venían del África y con las más primitivas
poblaciones de la frontera geográfica
representada,
principalmente, por la orinoquía y la amazonia en el norte de
Suramérica y por la tierra de los guaraníes al sur. La cual fue
llevada a cabo con igual derroche de ingenio y creatividad.
La importación en masa de esclavos africanos, muy fuertes, es
autorizada por la Corona española en vista de la reducción
dramática de la población indígena del país, particularmente, por
su traslado en gran volumen del altiplano, en el caso de Nuevo
Reino de Granada, de Quito y del Perú, a climas malsanos y
calientes. Su motivo aparente fue el de aliviar la carga laboral que
soportaba el indio, por cuya reivindicación luchó Las Casas. No
obstante la retórica oficial, incapaz la autoridad virreinal de hacer
realidad sus presupuestos, ya que la sociedad colonial se sostenía
con el trabajo servil del indígena, se sostendría, ahora sí, sin
tapujos ni eufemismos, con el trabajo de los esclavos africanos,
cazados, como si fueran animales en África Central. ¡Ni mas ni
menos, la sociedad colonial americana retrocedía, a pesar de los
avances acerca de su consciencia de la realidad humana, de la
cultura española (que no europea), a las condiciones propias de
trabajo del antiguo Imperio Romano y otras sociedades antiguas,
cuya economía estaba soportada en el trabajo esclavo de pueblos
sojuzgados y esquilmados, sin piedad, de su riqueza! ¡Retrocedía
nada menos que mil quinientos años! No es otra fuente en donde
el alma de muchos de nuestros empresarios bebe su
“experiencia”, y de donde se nutre su disposición a abusar de su
poder, como abusaron, muchos de nuestros antepasados, sin
lograr establecer, en un país ubérrimo, como el nuestro, una
economía próspera y eficiente.
104
La ética ignaciana contradice, por completo, aquellas prácticas
que eran más coherentes, quizás, con la ética calvinista. ¡Y en la
prédica y en la práctica los jesuitas combatieron con denuedo la
esclavitud!
“El pequeño colegio de los jesuitas en Cartagena se convirtió
entonces en el centro de una extraordinaria cruzada en defensa de
los infortunados esclavos. En los archivos del Tribunal de la
Inquisición existe, desgraciadamente incompleto, el proceso
seguido por el Santo Oficio al padre jesuita Luis de Frias, por
razón del sermón que predicó el primer viernes de cuaresma del
año de 1614, sermón en el cual formuló la declaración
revolucionaria que los autos del proceso sintetizan así: “Dijo el
dicho padre Frías que era mayor pecado dar un bofetón a un
moreno (negro) que no a un Cristo, y volviendo a repetir esta
razón, dijo y volvió a decir que era mayor pecado dar un bofetón
a un moreno, por ser hechura e imagen viva de Dios, que no aquel
Cristo , señalando con la mano al Santo Cristo que está en la
Iglesia de esta ciudad, en el altar de la mano derecha del Altar
Mayor, porque dar un bofetón a un moreno es dárselo a una
imagen viva de Dios y dárselo a un Cristo es a un pedazo de palo
o de madera, imagen muerta, que tan solo significa lo que es.”
(Idem. P. 92)
“Esas palabras fueron calificadas de “sacrílegas” y “malsonantes”
y se ordenó la detención del padre Frías para someterlo al
correspondiente juicio inquisitorial del Santo Oficio”. (Idem. P.
92)
“Fue el padre jesuita Alonso de Sandoval, a quien correspondió
dar los primeros pasos para organizar una misión entre los negros
y a él se debe un libro monumental, escrito en Cartagena y
publicado en Sevilla, en el cual realizó un exhaustivo estudio de
la esclavitud, sus antecedentes, las características de las razas
africanas sujetas a servidumbre, y las técnicas misioneras mas
adecuadas para evangelizar a los negros. En su obra titulada
“Naturaleza, Policía Sagrada y Profana, Costumbres, Ritos y
Catecismo Evangélico de todos los Etíopes”, se encuentra uno de
105
los estudios mas completos de sociología y etnografía africanas y
la descripción caracteriológica de las distintas razas que los
negreros, después de sus infames cacerías en el África Central,
conducían a los puertos de Cacheu, la isla de Cabo Verde, Sao
Thomé, y San Pablo de Loanda, en donde los embarcaban con
destino a las antillas y el Norte y Sur del Continente
Americano”.(Idem. P 93)
“Aunque el padre Sandoval no trata específicamente en su obra el
problema de la legitimidad de la esclavitud, la condena cuando
defiende la libertad y la igualdad de todos los hombres o cuando
refiere a la manera como absolvía las consultas que al respecto le
formulaban los negros en Cartagena. “Entre todas las cosas
humanas –dice Sandoval- ninguna posesión es más rica y hermosa
que la libertad. Todo el oro del mundo y todos los haberes de la
Tierra no son suficiente precio de la humana libertad…Creó Dios
al Hombre, no solo en respeto por los demás hombres, sino en
respeto por el mismo Dios; pues nos dejó en mano de nuestro
libre albedrío para que hiciésemos lo que se nos antojase,
siguiendo el mal, el vicio, a la virtud. El bien de la libertad en
ninguna cosa se echa mas de ver que en los males y trabajos de la
esclavitud… Con la esclavitud se comienzan todos los daños y
trabajos, y una como continua muerte, porque los esclavos viven
muriendo y mueren viviendo”. He aquí, aplicada a la condenación
de la esclavitud, la ética ignaciana del libre albedrío”. (Idem. P.
95)
“No obstante lo anterior, la más importante obra del padre
Sandoval fue el descubrimiento de la vocación de un joven
profeso de la Compañía de Jesús, quien largamente había vacilado
en pronunciar los votos finales del sacerdocio, porque no se sentía
seguro de la solidez de su vocación. Este joven se llamaba Pedro
Claver”. Entre muchas otras cosas: “Como ayudante de Sandoval,
fue a los buques negreros, entró en las prisiones donde se
amontonaban los esclavos antes de ser vendidos y visitó el
hospital de San Lázaro, sitio de reclusión de los negros leprosos.
En medio de aquellos horribles espectáculos descubrió Claver su
destino y pidió al padre Sandoval que le preparara para ordenarse.
106
El día 3 de abril de 1662, al pronunciar sus votos solemnes como
sacerdote de la Compañía de Jesús, agregó a ellos la fórmula
personalísima que definiría su vida: “Pedro Claver, esclavo de los
negros para siempre” (Idem. P. 96).
Como consecuencia de su actividad, dado que ya a partir de
mediados del siglo XVI se veía decaer ostensiblemente el espíritu
de la monarquía y que los encomenderos y propietarios
aprovechaban el relajamiento de los controles relativos a la
política indigenista, para beneficiarse personalmente, los jesuitas
fueron presionados cada vez mas, hasta que tuvieron que
replegarse poco a poco a aquellas regiones marginales poco
codiciadas por aquellos, es decir, hacia las fronteras de la
civilización colonial, hacia aquellos lugares donde las
características “salvajes” del territorio y la “belicosidad” de los
indios, como California, Mainas, el Amazonas, la Orinoquía y el
Paraguay, no despertaban mayor interés de españoles y criollos.
“La gigantesca empresa de civilizar a las numerosas tribus que
habitaban los Llanos Orientales del Nuevo Reino, tenían dos
etapas obligadas: La exploración de aquellos vastos territorios
salvajes y la reunión de los indígenas en pueblos o Reducciones,
en cuya órbita debían adquirir los hábitos de la vida civilizada e
ingresar a un tipo de organización económica, designada para
emanciparlos de su miseria” (Idem. P. 101).
“Partiendo de sus bases en Chita, Támara y Páuto, los jesuitas
comenzaron la exploración de los llanos del Casanare, avanzaron
por el Meta, y siguieron el curso del Orinoco hasta su
desembocadura en el Atlántico. Estas exploraciones en que se
hicieron famosos los misioneros José Gumilla, Monteverde,
Neira, Román y Rivero, fueron continuadas por la reunión en
“pueblos” de una crecida población indígena. Cuyas simpatías
supieron ganarse los jesuitas, porque su conducta se inspiró en el
principio que el padre Gumilla sintetizaba así: “ Para conquistar
almas hay que andar con el rostro alegre en las revueltas; todo ha
de ser amor y por amor con chicos y grandes y nada de castigos,
no solo de obra, ni aún de palabra que sea áspera” (Idem. P. 102).
107
“En concordancia con la ocupación del Meta y del Orinoco, los
discípulos de Loyola se lanzaron, desde Popayán y Quito, a la
conquista del Caquetá, del Putumayo y del Amazonas. En esta
empresa, cuyas dificultades nunca se ponderarán bastante,
descollaron los misioneros jesuitas Juan Lorenzo Lucero, “el
mayor hombre –dice Velasco- que en el siglo XVII vio el Reino
de Quito”. Y el padre Samuel Fritz, quien “dejó a la posteridad, anota el notable historiador Daniel Ortega Ricaurte- su admirable
mapa del Amazonas, su precioso diario lleno de detalles curiosos
y murió en Quito a los 71 años de edad, 42 de los cuales fueron
empleados por él en las misiones amazónicas, en la mas agitada
de las obras de la catequesis del Nuevo Mundo. Fue llamado, con
toda justicia, el apóstol del Amazonas. De tal manera pudieron los
jesuitas realizar descubrimientos geográficos tan sensacionales,
como el de la comunicación por agua, entre el Orinoco y el
Amazonas y sus Misiones se convirtieron en una gigantesca
frontera móvil que custodiaba los intereses de España frente al
ambicioso e inteligente imperialismo portugués”.”Fácil hubiera
sido a España. –escribe Hipólito Jeréz- quedarse con todo el curso
del Amazonas descubierto por Gonzalo Pizarro, estudiado por
Orellana y misionado y colonizado por los jesuitas españoles,
hasta las bocas del Río Negro. Allí fundó el Padre Fritz, bohemio
de Nación, hasta treinta y ocho pueblos…Las calumnias contra la
Compañía de Jesús fueron la raíz y el origen de que un tercio del
Brasil actual no hable castellano y que gran parte de ese tercio de
la Amazonia media no sea colombiano” (Idem. P.102).
“Los alcances de este plan civilizador no era el producto de una
desmedida voluntad de dominio geográfico o un apetito de
espacios ilimitados, sino que en él se cumplía el demarcamiento
gradual del vasto escenario en el cual iba a efectuarse el gran
experimento social que los jesuitas comenzaron en el Paraguay y
que en los Llanos Orientales, de haber contado con tiempo
suficiente, hubiera adquirido dimensiones extraordinarias” (Idem.
P. 103).
108
“¿Cómo podría definirse este experimento? Su naturaleza puede
apreciarse mejor en las misiones guaraníes donde él alcanzó su
máximo esplendor, pero el estudio de sus desarrollos en los
Llanos Orientales permite seguir mas detalladamente sus primeras
etapas, todavía no desdibujadas por sus brillantes éxitos
finales”…. (Idem. P. 103)
“Para apreciar la magnitud de la obra realizada por los discípulos
de Loyola en los Llanos Orientales, debemos comenzar por
conocer el estado en que se hallaban los aborígenes. Los jesuitas
no encontraron una población nativa dotada de un relativo grado
de sociabilidad, sino tribus dispersas, que vivían en los estadios
de la mas cruda barbarie, cuyas lenguas y dialectos eran
increíblemente primitivos, y sus precarios usos económicos se
reducían a la pesca y recolección de frutos. Los achaguas, los
giraras, los tunebos, los caribes, los sálivas y los chiricoas
andaban desnudos y poseían un ánimo generalmente belicoso, que
costó la vida a muchos misioneros. El padre Gumilla hace la
siguiente descripción de algunas de las tribus del Orinoco: “La
primera noticia que las naciones retiradas tienen de que los
hombres se visten, es cuando un misionero entra por primera vez
en sus tierras, acompañado de algunos indios ya cristianos y
vestidos al uso que requieren aquellos excesivos calores….Todas
las naciones de aquellos países, a excepción de muy pocas, se
untan, desde la coronilla de la cabeza hasta la punta de los pies de
aceite y achiote…. …Los caberres y muchos caribes usan por gala
muchas sartas de dientes y muelas de gente, para dar a entender
que son valientes, por ser los despojos que así ostentan de sus
enemigos que mataron; con esos adornos y su macana en la mano
y la flauta, llamada fatuto en la otra, salen los indios engalanados
para los días ordinarios” (Idem. P. 103).
“Enfrentados los misioneros a este dramático primitivismo, no se
limitaron con familiarizar a los indígenas con las formas externas
del culto católico, ni se propusieron quebrar su indómita
independencia para sojuzgarlos a los pobladores blancos, sino que
dieron comienzo a la difícil tarea de construir, con aquellos
precarios materiales humanos, las bases de un nuevo tipo de
109
sociedad. El padre jesuita Gumilla sintetizaba, en los términos
siguientes, los principios elementales, de carácter social y
económico, que debían seguirse para abrir las puertas de la
civilización a los aborígenes: “ Al principio –dice en su obra “El
Orinoco Ilustrado-, parte pagando y parte rogando, consiga el
misionero que la colectividad de los indios, en forma conjunta,
haga una sementera cuantiosa, y en ella un platanal grande para
los muchachos de la escuela, porque es cosa muy importante, y no
solo sirve para los chicos de la escuela, sino también para las
viudas pobres, para los huérfanos y para los enfermos; y sucede
que viendo los indios cuán bien se emplean aquellos frutos,
renuevan con gusto la sementera común en adelante.” (Idem. P.
104)
Sigue la cita que hace Indalecio Liévano Aguirre de Gumilla: “El
atractivo mas eficaz para establecer un pueblo nuevo y afianzar en
él las familias salvajes, es buscar un herrero y armar una fragua,
porque es mucha la afición que le tienen los indios a este oficio,
por la grande utilidad que les da el uso de las herramientas que
antes ignoraban. Todos quieren aprender el oficio y muchos se
aplican y lo aprenden muy bien” (Idem. P. 104).
“No importa menos buscar uno o mas tejedores de los pueblos ya
establecidos para que tejan allí el hilo que traen de ellos, porque la
curiosidad los atrae al ver urdir y tejer, y el ver vestidos a los
oficiales y a sus mujeres les va excitando el deseo de vestirse y se
aplican a hilar algodón, que abunda, y del que finalmente se
visten” (Idem. P. 104).
“La fábula de Orfeo, de quien fingió la Antigüedad que con la
música atraía las piedras, se verifica con ventaja en las misiones
de estos hombres, porque es cosa reparable cuánto les encanta y
embeleza la música….Así, una de las primeras diligencias de las
fundaciones del nuevo pueblo, ha de ser conseguir un maestro de
solfeo de otro pueblo antiguo, y establecer escuela de música para
dicho fin” (Idem. P. 104).
110
“El rápido aumento de la productividad económica de las
misiones y las perspectivas ilimitadas que ofrecían los llanos, en
la medida que sus potencialidades humanas y económicas se
incorporaban al proceso de desarrollo, indujo a los padres de la
Compañía a concebir el grandioso proyecto que el historiador
Plaza describe así:”El portento de aquellas creaciones era la obra
del espíritu de asociación y de un sistema económico y
filantrópico conducido por la mano firme de la inteligencia y de la
prudencia. La idea de establecer una escala de comunicaciones
mercantiles desde las márgenes del Meta hasta las posesiones
portuguesas y las aguas del atlántico, surcando el Orinoco y el
Amazonas, proyectada por los jesuitas, espantó al Gabinete de
Madrid y aceleró la muerte del Instituto. Este plan
portentosamente civilizador, hubiera variado la faz del continente
sudamericano”. (Idem. P. 108)
Aquella empresa de desarrollo económico, como cualquiera otra,
necesita cada vez más cuantiosos recursos. Para el efecto, fundan
los jesuitas sus haciendas, las cuales debían proveer recursos
nuevos para financiar su empresa misional. Dentro de sus formas
de actuar, está la de resistirse a la idea de deprimir el consumo
básico de la población para financiar desarrollo. Ello explica
aquellas fundaciones. Las fundaciones de las haciendas las hacen
los jesuitas sobre la base de adjudicación de tierras realengas.
“Cómo proporcionar dichos fondos a los Resguardos era una de
las finalidades esenciales de las Haciendas de los llanos, los
jesuitas, adoptaron, al final, el sistema de traspasar la propiedad
de ellas a las distintas reducciones. Cuando se decretó la
expulsión de los jesuitas de los dominios americanos, el
gobernador de los Llanos, Francisco Domínguez, hizo la siguiente
relación, en su informe a las autoridades, de la naturaleza y
funciones de las Haciendas jesuitas en los Llanos: “El Hato de
Beyotes –dice- como los otros de su naturaleza en los demás
pueblos de la misión de Casanare, que estuvo al cuidado de los
extinguidos jesuitas, lo fundaron éstos con cortos fondos propios,
destinando sus productos indistintamente, y según ocurría, para
bienes de los indios en común, adorno de las iglesias, gastos de
fábrica, etc., reservando en sí, dichos extintos jesuitas, el derecho
111
de propiedad de los citados hatos, hasta que determinaron
cederlos a cada pueblo respectivamente como lo hicieron antes, y
lo repitieron en el año pasado de 1739 siendo provincial el padre
Tomás Casanova.” (ILA p 108). Cuando los aportes de las
haciendas no fueron suficientes, los jesuitas “acudieron a un
nuevo procedimiento, el cual les suscitó la mas pugnas oposición
por parte de la oligarquía territorial del Reino y los gobernadores
españoles: con estímulos oportunos lograron canalizar los ahorros
de la economía colonial hacia las empresas de la Orden que
operaban en el área de dicha economía. De esta manera una
considerable masa de capitales ociosos vino a incrementar los
recursos financieros de que podía disponer la Compañía para
acelerar el desarrollo de las misiones de los Llanos”. (Idem. P.
110).
La “conquista” espiritual de las tribus indómitas y primitivas del
Paraguay fue lograda por los jesuitas por su manera singular de
aproximación, totalmente diferente de los intentos que hicieron
los colonos criollos y españoles. “Misioneros solitarios e inermes
penetraron en aquellos territorios inexplorados, que
valerosamente habían defendido los indios, y para ganarse la
atención y simpatía de los guaraníes –palabra que en su lengua
significa “guerreros”- se sirvieron de la música y del canto, que
causaron primero la curiosidad y luego la franca adhesión de los
aborígenes. Los instrumentos musicales de los misioneros
rompieron la monotonía de la selva, y atraídos por sus melodías,
comenzaron los indígenas a rodear a los sacerdotes blancos,
algunos de los cuales tenían ya las primeras nociones de la lengua
guaraní y pudieron, por tanto, establecer los primeros contactos
humanos con los naturales. Fue esta la época de los padres
Lorenzana, Maceta, Díaz Taño, y González –llamado este último
el Demóstenes guaraní por su dominio de la lengua aborigenépoca que sería continuada por las actividades del padre Montoya,
quien daría término a sus tareas con un libro célebre sobre las
Reducciones del Paraguay.”(Idem. P. 118).
Los guaraníes eran una raza de origen caribe, de “fornidos
varones” que amaban la guerra y cuyas rudas instituciones se
112
acoplaban bien a su carácter belicoso y esforzado. Las tribus
estaban gobernadas por un Consejo de Ancianos y sus prácticas
económicas, muy primitivas, se orientaban principalmente a la
pesca, la recolección de frutos, el cultivo elemental de la
mandioca, el maíz y el tabaco. “Hachas y cuchillos, martillos,
lanzas y punzones de flecha, -dice Gova- eran las armas del
guaraní para el diario trabajo y la propia defensa” (Idem. P. 118).
Las misiones jesuitas significan, para ellos, un espectacular
cambio de su forma de vida.
Al poder dedicarse al aprovechamiento de la tierra, luego de una
dispendiosa fase exploratoria inicial, el uso de la tierra se define
como se hizo en las misiones de los Llanos del Nuevo Reino de
Granada. El Campo de los Hombres se cultiva en forma privada,
en terrenos repartidos a propósito de las cosechas, por familia.
Cuando los campos se empobrecen es preciso cambiar dicho lugar
por otro más fértil. El Campo de Dios es cultivado en común por
todos, en ciertas épocas del año. Sus frutos se almacenan en
almacenes especiales y de ellos disfrutan, entre otros, las viudas,
los huérfanos, los enfermos que no pueden trabajar. Además, en
un principio se esforzaron en producir ciertas cosechas, en el
Campo de Dios, que servían para exportar y poder adquirir
instrumentos de labranza y otros artículos necesarios para sus
labores productivas. Una de esas cosechas era la hierba mate.
Todos allí están dedicados al estudio de las distintas artes y
oficios, incluso las autoridades, muy particularmente de la
agricultura. Los ganados y los caballos son de propiedad común;
los bueyes destinados a las labores agrícolas y sus implementos
también. Por turnos pasan de campo en campo para arar los
terrenos productivos (Idem. P. 120).
“La construcción de pueblos se acomodó estrictamente a las
exigencias del sistema económico adoptado por los misioneros.
La siguiente descripción, hecha por Paramás, da una idea bastante
exacta del interior y características del área urbana de las
reducciones paraguayas: “El centro de la colonia –dice- era
siempre una Iglesia amplia y por lo general bellamente adornada.
A un lado de la iglesia se encontraba el cementerio, al otro lado el
113
Colegio, que incluía también la escuela. Al lado de ésta se
levantaba la casa municipal, con los graneros públicos, y los
talleres de los oficios industriales y artesanales. Al lado del
cementerio estaba la casa de viudas, de la cual una parte servía
también como hospital. Delante de la Iglesia había siempre una
gran plaza con una estatua, y alrededor se extendían,
generalmente en disposición de rectángulo la vivienda particular
de los indios, con sus aleros salientes y galerías” (Idem. P.121).
Con el tiempo, “los jesuitas introdujeron en ellas (las misiones)
una avanzada división del trabajo, a fin de aumentar la
productividad laboral de los indígenas y destinar, en forma
permanente, extensas áreas territoriales a la producción de
productos exportables, cuya venta en el extranjero y en el ámbito
de la economía colonial, debía permitir la adquisición de los
elementos indispensables para acelerar el desarrollo. “El comercio
exterior de la República India –dice Fullop Millar (citado por
ILA)- se efectuaba sin dinero; se cambiaban productos del país y
artículos de manufactura indígena, como azúcar, cera, miel,
tabaco, pieles, géneros de algodón, cueros, trabajos de torno, y
otros, por mercancías europeas. Éxito especial tuvieron los padres
jesuitas en la mejora del rústico Ylex Paraguayensis, hasta
convertirlo en una especie de planta de té; el té obtenido de esta
forma y llamado té del Paraguay constituyó por mucho tiempo
uno de los mas importantes artículos de exportación de las
Reducciones…..” (Idem. P.121).
“Una de las primeras preocupaciones de los misioneros jesuitas
fue la de familiarizar a los indios con los oficios mecánicos y los
principios elementales de las matemáticas. Ello los indujo a
adoptar un sistema pedagógico cuyo objeto era enseñarlos a fijar
la atención, porque los usos primitivos de su anterior vida salvaje,
los inclinaba a ser distraídos y refractarios a todo trabajo que
exigiera esfuerzos de concentración constante. Así se explica por
qué los jesuitas dieron particular importancia al establecimiento
de relojería, y talleres de fabricación de relojes en las Misiones,
talleres y escuelas en las que los indios adquirían el tipo de
entrenamiento que necesitaban para incorporarse, de lleno, a los
114
usos de la civilización mecánica. Procedimientos semejantes
emplearon los jesuitas en otras regiones de América –como en el
mismo Paraguay- y a ellos se refiere Jules Manzini en los
siguientes términos: “Para realizar esta obra, la asombrosa aptitud
sicológica de los jesuitas recurrió a medios cuyo delicado ingenio
es de todo punto de vista admirable. Por ejemplo imponían a los
indios trabajos que requerían tiempo y mucha habilidad, con
objeto de desarrollar en ellos ese notable orgullo del trabajo
cumplido, tan necesario para que se le tenga cariño, Los encajes
que parecen tejidos por arañas, o las joyas minuciosamente
cinceladas que los indios del Paraguay o de México fabrican aún
hoy día, no sin orgullo, subsisten cual testimonio de la destreza y
la emulación que los misioneros supieron despertar en otro tiempo
en el alma oscura de los guaraníes o de las hordas aborígenes de
Nueva España”. (Idem. P. 122).
“¿Cómo fueron posibles los sorprendentes resultados de las
Reducciones guaraníes? ¿Qué circunstancias permitieron que los
indios, hallados por los jesuitas desnudos por las selvas, llegaran,
en menos de una centuria, a vivir en treinta y una Reducciones,
donde tenían sus casas, escuelas, talleres de oficios, iglesias y un
nuevo y asombroso género de vida? ¿Qué sucedió para que en el
ámbito de las misiones guaraníes se presentaran hechos tan
significativos como los que Fulop Millar relata así: “Las mujeres
indias imitaban de manera fiel los ricos encajes de Bravante, y un
grupo de obreros indios construyó hasta un órgano excelente, con
arreglo al modelo europeo. Los indios esculpían figuras y
copiaban los libros de misa de suerte que nadie podía decir cuál
era el ejemplar impreso y cual el escrito… Las trompetas
construidas por los indios igualaban a los productos de la
industria musical de Nuremberg, y sus relojes no cedían a los
fabricados en los talleres de Ausburgo” (Idem. P. 128).
“La respuesta de estos interrogantes se encuentra en la naturaleza
misma del sistema misionero jesuita, el cual establecía una
conexión indisoluble entre la propagación de la fe y el
mejoramiento de las condiciones de vida de los nuevos adeptos al
cristianismo. La técnica del desarrollo económico se impuso a los
115
jesuitas porque sus empresas misioneras en América los
colocaron frente a la dramática realidad que hoy solemos
denominar “problemas de los pueblos atrasados”. (Idem. P
128)…Cita Indalecio a Francisco Bausa gran historiador
uruguayo, quien explica así su filosofía y sus propósitos: “Por
primera vez se hacía en los dominios americanos de España, el
ensayo leal de la civilización cristiana en toda su pureza, sin que
fuera parte a perturbarlo las maléficas intercurrencias que
disolvieron los esfuerzos de Las Casas y desacreditaron los
trabajos de tantos otros cooperadores suyos. Por primera vez
también, desde que el cristianismo era doctrina y ley aceptada por
el mundo, se producía en un rincón del universo la lucha de una
idea solidaria contra los inconvenientes de una fuerza material y
las contrariedades de la barbarie….Los jesuitas introdujeron en
sus reducciones los elementos mas avanzados de la civilización.
Todos los oficios mecánicos, todas las artes útiles fueron
enseñados a los indígenas. La imprenta vulgarizó entre ellos, a la
par de los secretos de su propia lengua, estudiada y reducida a
principios científicos por los jesuitas, las maravillas de la religión
y las concepciones del arte…En la manera de organización social
de las reducciones y en el reparto equitativo de los tributos entre
sus habitantes, creen algunos ver el trasunto del sistema de los
incas peruanos, cuyo gobierno dicen haber plagiado allí. El
mecanismo de gobierno de los misioneros nacía de las
constituciones jesuitas mismas, y nadie podría aventurarse a decir
que Loyola al darlas, y Laínez y Aquaviva al perfeccionarlas,
hubieran tenido ocasión de imitar la idolatría peruana. Lo que hay
de cierto es, que estando ellas modeladas en las instrucciones de
los Apóstoles y reglas subsiguientes de los Padres de la Iglesia,
vino a resultar de su aplicación a una República Cristiana, tal,
como lo había soñado, en el silencio de sus meditaciones,
aquellos primitivos propagadores de la fe” (Idem. P. 129)
El pensamiento de los jesuitas respecto de la Riqueza discrepaba
radicalmente, incluso, de las Leyes de Indias. “Para comprender
estas discrepancias es necesario tener en cuenta que en la
legislación indiana solo se planteó a medias el problema de la
justicia social porque su tendencia fue defender a los oprimidos
116
contra los abusos de los poderosos y así abocar a fondo el
problema de las causas de la pobreza. El Estado español, por
influencia de su ideología medieval, no advirtió con suficiente
claridad, al promulgar sus Leyes, que los padecimientos de los
humildes no solo tenían su origen en los abusos de los magnates
de la Colonia, sino también en el escaso desarrollo económico de
las sociedades americanas.” (Idem. P. 116).
Las misiones jesuitas son, en sí, la sede de una revolución. “El
carácter revolucionario de las misiones jesuitas se deriva de la
premisa que les sirve de punto de partida, premisa, que implica un
expreso reconocimiento de los vínculos que suelen ligar las
injusticias sociales con el atraso general de las sociedades”.
(Idem. P. 116) … Sus formas de organización reñían básicamente
con las que tenía la administración española, muy particularmente
en el Río de la Plata y en el Paraguay. Ellos no aceptaban que “los
pueblos indígenas colocados bajo su dependencia se dieran a
nadie en forma de Encomiendas. Pidieron, así mismo, que las
autoridades civiles (en sus reducciones) se eligieran entre los
naturales de los pueblos, y anunciaron que se disponían a hacer
una repartición equitativa de los bienes adquiridos por el trabajo,
señalando un límite prudente a las fatigas de los indígenas. Felipe
IV, en presencia de esos reclamos de los jesuitas y de la
repugnancia de los naturales a ser empadronados y sujetos al
servicio de los Encomenderos, hizo particular gracia a los indios
del Paraná y el Uruguay, concediéndoles, además de la
incorporación directa a la Corona, que les libertaba de la tutela de
los Encomenderos, la exención de todo tributo durante los
primeros diez años de su reunión al gremio de la Iglesia.”(Idem.
P. 117). Ello les acarreó a los jesuitas la indignación de los
encomenderos
La actitud de los encomenderos no se origina en el posible
despojo de privilegios ya disfrutados, máxime, que, al menos en
su etapa inicial, no tenían mucho interés en los pueblos cobijados
por las Reducciones jesuitas, pues eran belicosos y salvajes. Sin
embargo les incomoda sobremanera su posición de no aceptar que
los indios puestos bajo su custodia sean, en algún momento,
117
entregados en tutela a los encomenderos. (Idem.. P 117). Esa
actitud era una innovación, en contra de la práctica de las demás
órdenes monásticas, que evangelizaban a los indios, a fin de
incorporarlos en mejores condiciones a la vida de las
encomiendas. “Desde entonces quedó planteado un litigio entre
los jesuitas, los encomenderos y las órdenes religiosas
tradicionales, litigio que tendrá sus mas explosivas consecuencias
a mediados del siglo XVIII: La expulsión de los jesuitas del
territorio americano (Idem. P. 117).
“Con respecto a las reducciones guaraníes escribió Montesquieu
en el “Espíritu de las Leyes”: “Es una gloria para la Compañía de
Jesús haber mostrado por primera vez al mundo cómo es posible
la unión de religión y humanidad. Por su parte D´Alambert, una
de las glorias de la Ilustración y codirector de la Enciclopedia,
formuló parecidas observaciones: “Mediante la Religión escribió- alcanzaron los jesuitas en el Paraguay una autoridad
moral apoyada puramente en su arte de convencer y en su modo
suave de gobierno”…Un tiempo después el sociólogo protestante
Young en su obra “Católicos y Protestantes”, consiguió la
siguiente opinión: “La influencia de los jesuitas que han
adoctrinado a estos indios y les han enseñado los usos de la vida
civilizada, se ha visto coronada con el éxito mas brillante. Jamás
se ha conseguido análogo resultado con una población donde la
diversidad de razas, lo cálido del clima, y la inferior capacidad
intelectual favorecían tan poco…. Pero quien comprendió mejor
la importancia del experimento jesuita fue precisamente el gran
enemigo de la Compañía de Jesús, el propio Voltaire, quien en su
obra “Ensayo sobre las Costumbres” sintetizó en una frase, la
trascendencia histórica de las Reducciones guaraníes: “Parecían escribió- un triunfo de la humanidad” Nada mejor podría decirse
de las misiones jesuitas. ¿Cómo no iban a ser un triunfo, si en las
Reducciones paraguayas se avanzó revolucionariamente en la
exploración de las vías mas idóneas para resolver el doble
problema de la justicia social y el desarrollo económico de los
pueblos atrasados?” (Idem. P. 130).
118
Es aquella una “colosal tarea inconclusa” que se inicia con
ostensibles equivocaciones en 1492, pero que logra su
aclimatación y sus mayores realizaciones por obra de hombres
heroicos, movidos por una fe inconmovible, y orientados por una
ética de general reconocimiento entre sus benefactores. Allí inició
su realización, si se quiere en términos incipientes todavía, por
falta de tiempo, una civilización basada en el trabajo de hombres
libres, que quedó trunca por razones estratégicas de política
internacional, en las que España, nuestra metrópoli entonces, salió
definitivamente desfavorecida. Tal vez puede exponerse, como
otro motivo, tal vez una desafortunada decisión papal que ya se ha
comentado arriba.
En la lucha de liberación americana se ve clara la huella dejada
por la política española de tiempos de Las Casas y por la labor
misional de Ignacio de Loyola y sus seguidores, en lo que
constituye el más serio esfuerzo por trasplantar la civilización
europea al territorio americano. Sin proponérselo, la experiencia,
el contacto íntimo con los valores esenciales del espíritu cristiano
sembrado por ellos, ha logrado incubar en el alma de los
habitantes de América una cultura propia con un claro sentido de
la vida humana, situación que debió ser considerada, por nuestros
primeros conductores, en el momento de la liberación para
empezar a construir sobre esos cimientos el gran edificio de
nuestra nacionalidad. Para desgracia nuestra y de la Humanidad
eso no se hizo así. Una vez asumido el control de la situación,
procedieron afanosamente a borrar todo vestigio del antiguo
régimen, para instalar el modelo republicano, tal y conforme
había sido adoptado en las naciones de régimen liberal, luego de
la Revolución Francesa. Quizás era difícil entonces entender que
con su acción no trataban de liberar solamente a unas naciones de
su dependencia colonial, sino que las estaban sacando del camino
de la Civilización para entregarlas a otras formas más sutiles de
dominación por poderes completamente extraños, nuevamente.
No es posible esgrimir otra explicación para que Simón Bolívar
en su primera campaña de liberación de Venezuela, haya tenido
que luchar contra Bóves y sus llaneros, americanos como los más,
pero alineados, en esta campaña del lado realista. Lo mismo
119
podría decirse de los pueblos indígenas de Quito y Perú, y del
pueblo de Pasto que luchó contra Antonio Nariño en tiempos de la
Patria Boba. Más que la liberación, ven en los criollos el
propósito de someterlos a una servidumbre más dura todavía que
la sufrida durante la Colonia y sobre ellos sienten proyectarse las
sombras de los antiguos encomenderos, probablemente sus
directos antepasados.
Pero en América, la aplicación de la ética calvinista, iba a
producir un nuevo desastre, que la memoria histórica de la
población actual apenas registra y recuerda, muy vagamente: La
gran tragedia humana de las caucheras de principios del siglo XX.
El novelista colombiano José Eustasio Rivera (1889-1928) ha
escrito una novela famosa en su tiempo, “La Vorágine”, en la cual
describe las atrocidades cometidas contra los indígenas de las
regiones amazónicas por los empresarios de la explotación
caucheras. Ello solo viene a confirmar cuán difícil es esperar que
sin una visión clara del sentido de la vida humana, puedan
adelantarse, dentro de normas de prudencia y justicia, el
desarrollo y el manejo de grandes empresas de beneficio humano.
Y llegamos al final de un extenso relato de acontecimientos
históricos que han modelado profundamente la vida que vivimos
en los países de la antigua América Española, por no decir del
planeta entero que se enfrenta a retos inimaginados antes, con
nuestros manojos de tremendas frustraciones, con el testimonio
vivo de grandes obras culturales humanas de inmensos resultados
socioeconómicos , en un planeta colmado de riquezas para el
disfrute de la vida, pero lleno de miseria, de resentimientos, de
envidia, de odios, de ambiciones, de codicia, de suspicacia, de
desconfianza, que nos han brindado un siglo XX de guerras, de
anarquía, de destrucción general de las civilizaciones, entre ellas
la nuestra.
El escepticismo, la desesperanza generadas en la especie humana
por doscientos años de penetración de una cultura occidental
reducida sólo a su “corteza técnica” y en manos de una nueva
clase de seres humanos con mente secularizada, sin un claro
120
sentido de su existencia y de la existencia humana en general, que
ha dedicado el producto del trabajo de todos, solamente para el
beneficio de unos pocos privilegiados, que ha producido durante
todo el siglo XX dos reacciones masivas de rechazo que han
logrado conmover al Mundo, en un atrevido plan de explorar otras
alternativas de vida, lo que se ha dado, con éxito o no, pero que
definitivamente son testimonio de una actitud humana de
descontento frente a las opciones de vida actuales.
Una de ellas es el movimiento socialista marxista leninista, que se
enfrenta a la sociedad burguesa, se propone la destrucción de
todos los engendros institucionales suyos, la toma del poder y de
los medios de la producción por la clase popular, para que ella se
ocupe directamente de su propia redención. En su tiempo, logró
amenazar muy seriamente al mundo occidental y llegó a dominar
a más de la mitad de la población del Globo.
En su nombre se han producido sangrientos holocaustos humanos,
comparables a los causados en Europa, durante la Segunda Guerra
Mundial por los secuaces de la Alemania nazi.
La otra es el movimiento juvenil hippie de 1960, que se inicia con
las artes, particularmente la música. Es un movimiento de rechazo
que resulta, inicialmente del enfrentamiento con la cultura que ha
generado injusticias evidentes para ella como la Guerra de
Vietnam.
Salvo en la China, en algunos países asiáticos, en Cuba, donde el
movimiento marxista se consolida, luego de setenta años de
convulsiones sociales, de agresivos movimientos obreros,
estudiantiles y campesinos, de regímenes despóticos y totalitarios,
de amenazas de guerras internacionales devastadoras, incluso el
holocausto nuclear que está dos o tres veces por desencadenarse,
de multitud de conspiraciones internas, termina derrumbándose en
1990.
Como gigantesco condensador humano, a través de las
experiencias generadas por el modo de ser, de vivir, de
relacionarse la burguesía en toda Europa, se cargan sus pueblos de
121
base de energía revolucionaria, caudal que logra canalizar Carlos
Marx (1818-1883), luego de sus observaciones acerca de lo que
ocurre en Inglaterra en pleno desarrollo de la llamada Revolución
Industrial. Ello ocurre cuando funda en Londres, en 1864 la I
Internacional Socialista. Carlos Marx va a vivir Londres, con su
familia en el año de 1848.
Nace en el seno de una familia judía, luego se convierte al
protestantismo y siendo inicialmente liberal gira ideológicamente
hacia el socialismo. En Gran Bretaña presencia la situación de
mujeres y niños trabajando en jornadas extenuantes y en
condiciones absolutamente infrahumanas en los primeros talleres
que “da a luz” la Revolución Industrial. Principalmente en
Manchester, ciudad británica donde empieza aquel movimiento
revolucionario. Cita Eric J. Hobsbaum en su obra “Revoluciones
Burguesas”, un testimonio de Federico Engels, amigo personal de
Carlos Marx y coautor de algunas de sus obras, en su obra
“Condition of the Working Class in England”:
“Un día paseaba por Manchester con uno de esos señores de clase
media. Le hablé de los desgraciados y pobres barrios bajos y
llamé su atención hacia las terribles condiciones de aquella parte
de la ciudad en la que viven los obreros de las fábricas. Le dije
que en mi vida jamás había visto una ciudad tan mal construida.
Me escuchó pacientemente y en la esquina de la calle en que nos
despedimos, comentó: “Y, sin embargo, se gana mucho dinero en
ella”. ¡Buenos días!”.
El detonador de la explosión revolucionaria, que se dio en Rusia
en Octubre de 1917, es la guerra ruso-japonesa de 1905, en la cual
Rusia se lleva la peor parte. Los excesivos gastos de una guerra
que se pierde porque no se logra acopiar los medios necesarios
para ganarla, le impiden al zar proveer oportunamente y en
cantidad suficiente de medios de vida a su población. El clamor
del pueblo por alimentos, para no morir de hambre, siempre es
correspondido
favorablemente.
Sin
embargo
ahora,
sorpresivamente, en mala hora, se le ocurre al zar reprimir la
demanda de su pueblo con las tropas de un ejército, que es uno de
122
los símbolos de la Nacionalidad, que ha sido siempre amado,
respetado, admirado, y considerado carne de su propia carne. Ello
causa una desazón general sin precedentes.
A Vladimir Ilich Lenin (1870-1924) le toca ser el “para rayos” de
aquellas energías, el canal, a través del cual se desencadena
aquella aterradora “tormenta” humana. Inaugura un régimen de
fuerza que dura setenta años. Alexander Soljenitsin (nacido en
1918) novelista ruso, en épocas ya muy posteriores, en su novela
“Archipiélago Gulag”, escrita clandestinamente en su prisión,
describe los testimonios de la terrible experiencia sufrida por
numerosos ciudadanos soviéticos, tomada del relato de los
mismos, lo mismo que de la suya propia. Basada en la
información que maneja el novelista, hace cálculos sobre la
magnitud de la tragedia de su Nación, contado el lapso de tiempo
transcurrido desde la revolución de octubre hasta la muerte de
José Stálin (1879- 1953).
El Gulag es el sistema de prisiones y campos de concentración
siberianos ubicados, muchos de ellos, en los archipiélagos que
rodean la costa siberiana del Océano Ártico y en los estuarios de
los ríos que desembocan allí. Al momento de escribir su novela,
calcula que aproximadamente un tercio de la población purga
penas desproporcionadas por alguna violación del código penal
soviético increíblemente duro, sistema penal que encarcela por
mera sospecha y solo libera cuando el reo prueba, si lo logra, su
inocencia. Mas o menos, 70 a 80 millones de convictos,
sometidos a condiciones de alimentación, albergue, y trabajo
inhumanas, sin calefacción en los fríos árticos, horarios de catorce
horas diarias y mas, con una mortalidad que alcanza casi al 100%
de la población recluida. Su sistema penal tiene un refinamiento
respecto del sistema penal del régimen nazi de Adolfo Hítler en
Alemania, con Stálin y Pol Pot (de Cambodia) durante los años
sesentas, los mayores criminales de Estado reconocidos en el
Mundo durante el siglo XX: Sus convictos, que no son ya judíos
y, de los que se afirma perecieron unos 6 millones de ellos en los
campos de concentración nazis, no van a parar en masa a las
cámaras de gas, sino a trabajos forzados, a construir, como mano
123
de obra esclava, obviamente sin paga, las grandes obras de
infraestructura de aquella región del país, como presas, canales
fluviales, vías férreas, caminos y carreteras, edificaciones de
vivienda, plantas industriales, etc., hasta terminar sus días
exhaustos y ateridos de frío en cualquier zanja o a campo abierto
donde, insepultos, son pasto de los lobos. Vuelven muy pocos,
uno de ellos Alexander Soljenitsin., quien logra hacer llegar
subrepticiamente alguno de sus manuscritos por fuera del país
para ser publicado en el extranjero en 1974.
Todo allí es manejado con gran discreción y lejos de la mirada
imprudente de la prensa del “Mundo Libre”, como se
autodenominan las naciones occidentales desde la guerra contra la
Alemania Nazi (1939-1945).
Hay sin embargo otros datos escalofriantes mencionados por
Soljenitsin en su “Archipiélago Gulag”, que no parecen sacados
de la vida real: Dentro del período mencionado, los países de la
Unión Soviética han perdido la no despreciable cantidad de 66
millones de habitantes, el 25% de su población, 20 millones de
ellos caídos en la campaña alemana de Rusia en 1941 y el resto,
ya ajusticiados, ya purgados del régimen, incluyendo la familia
real y la parte de la nobleza que no logró escapar. Es de notar la
desaparición de 39.000 altos oficiales de las fuerzas militares
soviéticas purgados por Stálin, por haber estado en íntimo
contacto con la Abwer, núcleo del ejército alemán de Hitler, que
se ha formado y que se entrena durante la década de los treinta en
Rusia al abrigo del control del Tratado de Versalles firmado luego
de la Primera Guerra Mundial en 1919. Poblaciones enteras son
deportadas en masa de sus asentamientos tradicionales,
embarcadas en camiones y trenes, para ser abandonadas en
territorio extranjero, inhóspito, sin reservas de alimentos, sin ropa
fuera de la que llevan puesta, sólo para quebrantar su resistencia
física y espiritual al régimen. Esa es la suerte de pequeñas
naciones como Lituania, Letonia, Estonia, y otras.
Difícilmente puede imaginarse alguien de nuestro tiempo, que en
pleno siglo XX, en aras de un proyecto político utópico y
124
singular, como aquel, un conjunto de naciones civilizadas como
de aquella magnitud tenga que verse obligado a pagar semejante
precio, sin contar muchas muertes por inanición, la angustia de
familias enteras abandonadas a su suerte o sumidas en la
incertidumbre frente a sus seres queridos encarcelados y
desaparecidos. ¿No es aquella una verdadera catástrofe? Sin
embargo, paradójicamente, sendos movimientos afines a éste se
incuban alrededor del planeta para hacer suyo el Mundo por la
fuerza.
Desde tiempos de Stalin se pone en marcha una política imperial
que puede compararse con la más cruda política imperial de
tiempos antiguos, justificada, esta vez, en motivos ideológicos,
con la intención de reducir, finalmente a la impotencia a toda
sociedad burguesa, muy particularmente la de los EE. UU. de
América, cabeza del “Mundo Libre”. Esa política tiene, no
obstante un tropiezo: El enemigo es poderoso. No se puede luchar
frontalmente contra él. Es preciso montar un procedimiento
táctico capaz de obviar las formas convencionales de la guerra
para lograr la victoria por otros medios: Se pone en práctica la
guerra de guerrillas, apoyada en la diplomacia oficial soviética y
todas sus instituciones estatales, entre ellos su prensa y medios de
propaganda, y se adopta una ética acomodaticia que debe rendir
los máximos dividendos militares: No hay procedimiento
moralmente vedado en las guerras populares revolucionarias.
Todas las acciones son lícitas, si van encaminadas al triunfo del
Pueblo en su lucha por la toma del Poder. Es lícito explotar, en el
propio beneficio, los conflictos internos que aquejan a las
naciones que se proponen conquistar. Dentro de ese esquema de
pensamiento se suceden hechos que cambian de alguna manera la
historia moderna: Corea y Manchuria son invadidos por Rusia en
el marco de la Segunda Guerra Mundial en 1945, luego de
declarar la guerra a un Japón derrotado ya por los EE. UU. de
Norteamérica. China cae en 1949. Cuba cae en manos de Fidel
Castro en 1959, quien con la ayuda de muchos jefes no
comunistas, logrando mantener encubiertas, por un tiempo, sus
verdaderas intenciones. Viet Nam, Laos y Cambodia caen luego
de larga contienda con franceses y norteamericanos en 1965. Con
125
una política de defensa de dudosa ética, pero con el apoyo de EE.
UU., en el cono sur latinoamericano, las naciones logran superar
el peligro. La caída del régimen soviético en 1990 produce el fin
del Imperio en África y en Centroamérica.
En una lucha que ya lleva más de cuarenta años en Colombia, la
guerrilla marxista se mantiene, provocando la reacción armada de
los ejércitos de los narcotraficantes, reduciendo, por ahí derecho
el país a cenizas. Ha logrado la “reforma agraria” al revés y ha
conseguido, paradójicamente la mayor concentración de riqueza
que nunca antes se hubiera podido soñar. En Colombia, en los
últimos veinte años, ha logrado cambiar, por completo, la
estructura de la propiedad de la Tierra y de la propiedad raíz en
general, habiendo quedado éstas, sólo en manos de los que tengan
los medios para defenderlas, ya que la fuerza pública, salvo en
contadas excepciones, hasta ya iniciado el siglo XXI, ha
demostrado su más completa ineficacia en sus resultados.
Dentro de las tácticas propagandísticas utilizadas para
desinformar a la opinión pública sobre la Realidad, es famosa la
estrategia de usar la mentira, expresamente para generar en la
conciencia del común que regularmente se mantiene al margen de
las fuentes idóneas de información, una impresión distorsionada o
definitivamente falsa de la Realidad: “Una mentira es en sí misma
una mentira, pero repetida cientos de veces se vuelve “verdad”.
Esta es una invención tomada de Goebel, ministro de propaganda
de Hitler y aplicada en la guerra revolucionaria promovida por
Stálin contra el mundo entero. Su régimen se especializa en la
tarea de sembrar rumores nunca confirmados, de los
acontecimientos más fantásticos, para servir de “cortina de humo”
y encubrir así sus propias intenciones y sus propios movimientos.
La ética del movimiento marxista- leninista en todo el mundo,
está caracterizada por la relación que su proyecto político tiene
con las sociedades burguesas, que son, finalmente, su verdadero
enemigo político. Como decíamos arriba, en esa lucha política
todos los medios son lícitos, incluso el engaño, la traición, la
guerra, la violencia, sean cuales fueren sus consecuencias a nivel
126
humano. Para ella ningún sacrificio humano es grande frente al
valor del Poder para la clase proletaria estar en condiciones de
lograr, por sí misma, su propia redención. Stálin acuñó el término
de “Patria Socialista” para designar la postura del Estado
Soviético frente a las relaciones de la clase obrera y la actividad
sindical con el Estado Burgués de sus patrias nacionales. Ese
estímulo y ese principio de acción política, fue el origen de no
pocas campañas subversivas destinadas a apoyar el esfuerzo de
las poblaciones nativas por quebrantar la estabilidad institucional
de las naciones elegidas para ser tomadas. Es importante recordar,
cómo en la misma Francia, cuando era invadida por Hitler en
1941, antes de que la invasión de Hitler a Rusia en 1942 los
hiciera enfrentarse definitivamente, el movimiento socialista
francés dispone sus “quintas columnas” detrás de las líneas
defensivas francesas para apoyar a las fuerzas invasoras que
lograron ocupar el tercio norte del país.
El fin de la Segunda Guerra Mundial no es la paz, no obstante las
esperanzas guardadas en las cuatro esquinas del Globo. ¿Qué le
depara el futuro a aquella Europa arruinada y postrada de la
Posguerra? Stálin no puede perder la oportunidad que le brinda la
Historia en bandeja de plata para sus propios fines. De las fuerzas
militares enfrentadas en el conflicto, la única que no se
desmoviliza es la armada soviética. No bien se inicia la
reconstrucción, se inicia la intimidación en el orden militar, que a
la postre, se transforma en la llamada “Guerra Fría”. Su primera
acción de importancia es el bloqueo de Berlín en 1949. Su
objetivo es el de medir la determinación de Occidente, liderado
por EE. UU., para defenderse…y fracasa. El mundo presencia,
entonces una desaforada carrera armamentista y un esfuerzo
inusitado por lograr un adecuado nivel económico para
sustentarla, que se plasma en los llamados planes quinquenales. Y
en esa violenta carrera de armamentismo lucha encarnizada de
voluntades que dura cuarenta años, de 1950 a 1990, la industria de
armamentos en el mundo y la política de beligerancia produce dos
aciagos resultados: Uno, polarizan la visión, el pensamiento y la
voluntad de toda la población del planeta hacia ambos extremos
ideológicos enfrentados y dos, reorientan a todos los Estados del
127
mundo en la elección de sus propósitos, definitivamente hacia la
guerra, sea de agresión o de defensa, y hacia la búsqueda de la
mejor estrategia para alcanzar la victoria. Las tareas de asegurar la
supervivencia y lograr niveles de vida dignos, pasan a un segundo
plano o se olvidan. Todos los recursos se aplican a la preparación
bélica y a la producción y adquisición de armamentos.
Con apoyo decisivo de la Ciencia, las naciones más fuertes
desarrollan los sistemas de armas modernos hasta que todo el
esfuerzo llega a una encrucijada. Desencadenar la ofensiva o
poner en práctica la defensa contra ella ha dejado de ser práctico:
Ambas pueden afectar tanto al enemigo como a sí mismo. Pero no
solo eso. Internamente empiezan los movimientos nacionales para
sacudirse el yugo que es casi insoportable: El pueblo alemán
oriental se rebela en 1953 contra el Imperio, Hungría lo hace en
1956, Checoeslovaquia en 1968, con la esperanza implícita de una
reacción occidental que los favorezca, que no se da. Todos esos
movimientos logran ser ahogados en sangre por la armada
soviética. Sin embargo se debilita cada vez mas la estructura
interna del Imperio y la corrupción hace su agosto en la
economía. La competencia militar termina en “tablas” y se define,
más bien, en el campo económico: Su carga, enormemente
pesada, termina aplastando a la URSS en 1990.
Durante casi un siglo vive la humanidad entera pendiente de un
holocausto mas devastador que la Primera y Segunda guerras
mundiales, pensando casi exclusivamente en la defensa y quizás
en la agresión, doctrinas políticas nacidas, tal vez unos cientos de
años atrás, en épocas oscuras de violencia e inestabilidad social y
política sin precedentes, como son las doctrinas de la Ilustración,
la ética de la sociedad burguesa, y las doctrinas que mueven a los
socialistas actuales de corte marxista-leninista a la acción política.
Con ello no se han mejorado las opciones de una vida más digna.
Con ello solamente se ha conseguido perturbar a la humanidad
con la práctica de acciones políticas que solamente prolongan en
el tiempo la inestabilidad social y el sufrimiento humano
imperantes en la época en que se han originado. Si se suma a los
males sociales que genera el capitalismo casi salvaje, con la
128
descomposición generada por una lucha social casi demente con
fines, podríamos decir, de largo plazo, sólo se consigue la
formación de una consciencia humana, de un elemento humano
sin la menor esperanza de vida civilizada, cerrado al exterior,
desconfiado, dispuesto apenas al uso de la fuerza para conseguir
lo que desea, sin el menor respeto por nadie, haciendo cada vez
mas difícil la convivencia civilizada. Para muchos seres humanos
vivos ahora alrededor de nosotros, esa forma de vida representa su
única visión de las opciones de vida que existen para ellos. Su
influencia, en ausencia de una diplomacia, de una acción
educativa que siembre en ellos la visión realista de otras opciones
o, aún, de una acción de represión eficaz que reduzca
definitivamente la impunidad, multiplica sin cesar, entre nosotros,
consolida más firmemente en las consciencias esa opinión de la
Realidad.
¿Puede compararse aquel fenómeno socialista, a la luz del
conocimiento científico actual, a un gran terremoto producido por
la acumulación de fuerzas, tales como se dan en el embate de las
placas continentales entre sí, donde la presión creciente produce,
al ocurrir una falla estructural de la placa un movimiento telúrico
como el propuesto? Tal vez sí, y es posible que esta alegoría no
corresponda simplemente a una imagen de la realidad, sino que
sea la realidad misma.
La visión juvenil de un cambio de vida empieza a vislumbrarse
en Norteamérica, particularmente entre los estudiantes
universitarios, cuando ésta se lanza a su emancipación de todo
tipo de convención social, rechazando de plano las escasas
opciones de acción que le permite la “sanción social” de una
sociedad que le parece mojigata, pasiva, sometida a un orden en
que ha dejado de creer. Nixon y su Watergate se convierten en
símbolos del descrédito público, de la falta de liderazgo, de
capacidad de convocatoria de unos hombres de Estado, de un
régimen político y social que no colma, ni por poco, las
aspiraciones de los jóvenes de todo el país. Su noción del “amor
libre”, que demuestra su connotación de libertad de vida sexual,
se practica, por doquier, aún en el Campus Universitario, que se
129
convierte en especial en California y las mayores ciudades, en
albergue de multitud de parejas que se hacen el amor sin
preocuparse de resguardarse, siquiera, de las miradas más
imprudentes. Acuden en masa a conciertos de música Pop, de
Rock donde se excitan hasta el paroxismo transformándose esos
eventos en verdaderas orgías de sexo y droga. La música y
diferentes expresiones artísticas, en estado de éxtasis máximo,
producido con drogas, es su principal pasión. Representa, para
ellos, sin más intensa expresión de vida. La expresión musical y la
pintura, con una serie de coloridos y formas, completamente
nuevos y novedosos, representan un nuevo “mundo interior” de
carácter denominado por ellos “sicodélico”.
Desconectados de la vida cotidiana de su sociedad, han
deambulado por el mundo entero explorando otras ideologías y
maneras de ser, otras culturas y sus formas de expresión. Se han
aficionado mucho a las culturas orientales, las que interpretan y
buscan aplicar a su vida de manera singular. Muchas veces sin
trabajo, se dedican a actividades desacostumbradas de rebusque
para subsistir dificultosamente. En su búsqueda la delincuencia
tiene la oportunidad de nutrirse de oferta fresca e ingenua de
mano de obra de jóvenes que de otra manera morirían de frío e
inanición. Forman pandillas, colonias de jóvenes que quieren
regresar a la Naturaleza y que desconocen, por completo, la
debilidad del soporte material de sus novedosas actitudes. Sus
harapos, su evidente descuido, el mugre, de su cuerpo, su cabello
y su barba sin cortar, hirsuto, denotan su estado de depresión
colectiva. Su afán de originalidad, su espíritu rebelde, su
irreverencia y aparente fuerte personalidad, dan origen a una
“moda” que se extiende, aún, entre muchos mayores que adaptan
sus modos de comportamiento, a modo de identificación. Ello,
agregado a la música y a las artes sicodélicas, cuyos mensajes
seductores invitan a vivir intensamente las experiencias que
pregonan, da origen a una nueva especie de subcultura, práctica,
sin profundidad, individualista, basada en la experimentación
improvisada de esas nuevas experiencias. Su ética se basa en la
máxima valoración de las emociones y de las sensaciones como
signo de vitalidad. Descalifica y se cierra a todo tipo de represión
130
que pueda limitar o condicionar sus espontáneas expresiones. Le
permite a sus seguidores eludir la realidad, sustraerse de ella. Les
remite al pasado revaluando y acogiendo todo lo esotérico. Les
infunde una visión pesimista y sombría, de la existencia. Acoge la
práctica de interpretar la experiencia sobre la base de
explicaciones mágicas. Abre nuevos caminos existenciales en el
interior de cada cual, permitiéndole sumergirse en sus orgías y
rituales primitivistas, en un mundo interior fantástico de imágenes
de formas increíbles teñidas de coloridos de intensidad
desconocida, a la manera del ritual del yagué de las tribus
amazónicas. Permite una visión plana, sin proyecciones,
intrascendente de la vida, sin Dios, con una nula visión de
humanidad, más allá de la experiencia que representan los
individuos mas cercanos o a algunos conjuntos de ellos, es
materialista, Su conciencia de su realidad cotidiana se basa en la
consideración de una elemental concepción mecanicista de la
vida.
Ese comportamiento denota, el carácter de seres humanos sin un
sentido expreso de la vida, enajenados del mundo real. En ese
“paraíso” de las “libertades individuales” de los cónyuges, el
trauma de los niños que se crían sin amor por la inestabilidad
familiar y la falta de compromiso de los padres con los hijos, hace
su agosto y se convierte en un mal social. Quizás por la
experiencia vivida desde niños, muchos jóvenes no aceptan las
referencias paterna y materna que su cultura les ofrece y tratan de
asumir actitudes y papeles reñidos con la convención social.
Muchos de ellos son huérfanos, porque la vida de sus padres
representa la pérdida irreparable de un bien que no tiene sustituto,
entregada por algo que para ellos no tiene sentido: Una guerra
innecesaria, injusta, inoportuna. Para salir de su acostumbrado
estado depresivo la juventud necesita el estímulo de los
estupefacientes, inicialmente la marihuana, cuyo comercio
empieza a darse masivamente a mediados de la década de los
sesenta.
Quizás para encontrarle ocupación a su juventud desarraigada el
gobierno de los EE. UU. de América instituye los llamados
131
“Cuerpos de Paz. Aquellos jóvenes vinculados al proyecto deben
aportar ayuda e iniciativa para salir del atraso a los sectores más
deprimidos de las sociedades latinoamericanas. Sin embargo,
paralelamente pasa algo “inconcebible”: se dan los primeros
pasos de una nueva actividad comercial que no viola la ética
imperante en el mundo de los negocios, que empieza a enriquecer,
sin medida, los bolsillos de quienes se dedican a ella, que en unas
pocas décadas transforma, por completo, los negocios,
particularmente en Colombia y EE. UU., y en Colombia la
tenencia de la tierra y la estructura económica y social, con una
influencia más eficaz y decisiva que la generada por la política
subversiva de los movimientos guerrilleros de Colombia: El
tráfico de marihuana, que se asocia luego con el de cocaína lo
hace mas tarde con los negocios de droga asiática, como la
heroína, el opio, el hachís y otros compuestos artificiales
producidos en la industria química europea. Su principal mercado
es el de las naciones desarrolladas de Norteamérica y Europa
especialmente. En este momento, ha sido aclimatada la mejor
variedad de marihuana colombiana a los suelos de los parques
nacionales norteamericanos donde su cosecha ha subido ya a la
segunda más importante del país, después del maíz. En la década
de los noventa, la caída del régimen soviético se da en medio de
una crisis económica general, agravada por los antiguos jerarcas
del régimen que sustraen todo lo que pueden de las cajas de las
instituciones que tienen que abandonar. Y la prensa mundial
anuncia unos años mas tarde que el PIB de la sola Rusia, año por
año, está representado en un 42% aproximadamente, por las
actividades desarrolladas por la “mafia rusa”, en negocios
difíciles de confirmar. En Colombia, los decomisos de
precursores de cocaína en la década de los noventas, confirman
que provienen en un 88% de los antiguos países de detrás de la
“Cortina de Hierro” en tiempos de la Guerra fría. Diversas
evidencias de años recientes, demuestran que las mafias
latinoamericanas, las italianas y las rusas están asociadas en sus
negocios internacionales, manejando las conexiones que necesitan
para tener libre de perturbación su camino comercial, ya desde
América como desde Asia. Holanda ha liberado y despenalizado
totalmente el comercio de estupefacientes igual que otras formas
132
de comercio y explotación humana movidos por el Crimen
Internacional.
Pero no solo el Crimen se beneficia de este proceso social:
Aunque esa cultura parece haberse diluido un poco en el presente,
lo cierto es que ha logrado una amplia simbiosis con la cultura
emanada de la ética que regula la vida al nivel de las sociedades
urbanas mas avanzadas del planeta en la actualidad, la cual no es
otra que la ética que regula a la sociedad burguesa, y su régimen
“capitalista” la ética de Calvino. La “sociedad de Consumo” ha
tomado todos aquellos motivos para desarrollar el universo de sus
ofertas de sus motivaciones publicitarias y capitalizar
comercialmente sus opciones. Otra forma de influir en la cultura
actual, está relacionada con el ajuste, en términos de
trascendencia, de muchos valores humanos, muchos de los cuales
han sido asimilados, con su nuevo sentido, en la vida social
moderna. Por ejemplo, la noción de amor ha sido reducida a su
sola connotación sexual. Ahora, efectuar una relación genital, se
dice “hacer el amor”. Nuestras sociedades opulentas viven sus
experiencias armando alrededor del sexo, como motivo central de
sus fines hedonistas, los rituales significativos de su forma de
vida: La hembra siempre en plan de seducir al macho; el macho
en plan de conquistar a la hembra. Los hijos no cuentan en sus
planes. La Familia es una institución que pierde su vigencia a
pasos agigantados. La arquitectura urbana ya se dedica a la
construcción de habitáculos minúsculos para personas solas. La
planeación del Trabajo se despreocupa, por completo, hoy, de los
requerimientos de la unidad familiar, solo importa la integridad
del proceso de producir riqueza capitalizable, allí donde sus
opciones económicas le son mas favorables. Las
responsabilidades sociales, pues, pasan a un segundo plano.
Mientras la “plebe”, arrinconada en barrios miserables, donde ni
siquiera encuentra el cobijo que busca para guarecerse y no
perecer en medio de la multitud de conflictos irresolutos que nos
agobian, donde, a duras, penas logran sobrevivir en duras e
inciertas jornadas de rebusque, de logros magros y ocasionales, en
otros lugares, el sueño de alcanzar la posesión del dinero
necesario para pagar el precio de posesión de los mejores cuerpos,
133
los más excitantes encuentros y aventuras, las más exuberantes
“vedettes”, es otro motivo ya, que mueve a la encarnizada lucha
por conseguir fortuna. Y el acceso a esas “diversiones” se les da
socialmente, hoy, el sentido de un nuevo símbolo de poder. Como
consecuencia de esa influencia, la lucha por la existencia en la
sociedad burguesa- capitalista actual, ha asumido ribetes de
mayor dramatismo, es mucho más cruel, más inhumana, más
despiadada, más salvaje que nunca.
Para lograr una visión diferente de ella, es importante lograr una
observación disciplinada de la historia que se salga del marco de
los acontecimientos relativamente recientes, y del juego ético que
los han provocado y han afectado de tal manera nuestro carácter,
nuestra consciencia y nuestro inconsciente de acuerdo a la
experiencia concreta que nos ha tocado en suerte vivir. En el
mundo moderno, ya bien implementado, queda para la Ciencia la
interesante opción de cambiar nuestro carácter y por ende nuestra
forma de vida para mejorar sustancialmente nuestras opciones de
vida. Muy particularmente las naciones de la antigua América
Española tenemos en nuestra tradición cultural lecciones éticas y
experiencias de orden económico, social y político invaluables en
la superación de nuestro problema. De la misma manera, para
ayudar al resto de la humanidad a hacerlo. Nuestra exploración
sincera y abierta de esas opciones, seguramente nos descubrirá la
riqueza de las lecciones vitales que nuestros antepasados nos han
legado, pero que por nuestra ignorancia, nuestra estrechez de
miras, derivadas del medio social dividido en multitud de
“departamentos estanco”, de un estado esquizofrénico
generalizado que solo nos permite visiones muy pobres y relativas
de la Realidad, no hemos logrado entrever. De hecho, quizás,
porque la ética calvinista que domina el ambiente internacional
del mundo actual a través del comercio y la influencia de las
naciones anglosajonas, no se preocupa ni tiene compromisos
culturales de ninguna especie, la cultura occidental se olvida de la
formación de una consciencia clara de la Realidad. Quizás se
espera que tal consciencia surja espontáneamente con la
evolución de la humanidad. Lo cierto es que, parece ser, que ello
no es tan fácil y se dan múltiples factores que no le permiten
134
viabilidad. Hay intereses que no ven de buenos ojos que la gente
tenga idea de una verdad diferente a la que les conviene. El
Mundo, o mejor los mundos de hoy, no solo se han divorciado
entre sí sino que se han separado de sus raíces. Nos ha quedado
imposible a unos coincidir en el aprendizaje y el conocimiento del
sentido de la vida que otros conocen y aprenden. Parece casi
imposible superar los relativismos de nuestras percepciones de
una realidad, de una experiencia que bien podría ser lugar de
encuentro de los hombres y no motivo de conflicto. Parece como
si para muchos, el mantener masivamente a los hombres lejos de
las fuentes del saber trascendente, de la Realidad objetiva, los
hace más flexibles, manejables, domesticables, subyugables, y
últimamente explotables hasta el extremo de ser sólo proveedores
de dinero, a pesar de la destrucción de sus centros cerebrales de
decisión, por medio del uso de sustancias nocivas como el alcohol
y los estupefacientes. Con esas deleznables bases muchos tratan
de mantenerse en la cúpula del Poder, en el “Mundo Libre” de
hoy manejado por nuevos despotismos anónimos, que desean
mover nuestras fibras como si se tratara de cuerdas de marionetas,
desde las sombras. Así se ha generalizado el uso de mecanismos
de influencia y manipulación, sutiles unos y abiertamente
frenteros otros, como el chantaje, la intimidación, las amenazas, y
formas refinadas de terrorismo.
El mundo moderno, mecanicista, sin visión profunda del ser,
inmensamente tecnificado en su implementación sigue casi
salvaje en su esencia humana. Podría decirse que al mismo
tiempo, y a pesar de las desventajas que ello representa, ha
inventado, la manera de reducir sustancialmente su nivel de vida.
La inseguridad generalizada, el crecimiento de la delincuencia y
del crimen son síntomas elocuentes de esa afirmación. Nuestro
Mundo Moderno es la materialización de la novela de George
Orwell “1984”. Pero se ha dado, no por la acción de un único
poder totalitario, sino también de la anarquía también conformada
por millares de pequeños mundos manejados en forma totalitaria.
Esa realidad la vivimos en Colombia. Ese es el producto del
ejercicio de la libertad sin responsabilidades con la humanidad, en
medio de un mundo poblado sólo de individuos, y movido sólo
135
por el afán de lucro, de fama, de popularidad, de exclusivos
disfrutes hedonistas. De seguir las cosas así, la sociedad moderna
deriva peligrosamente hacia un modelo de realidad social donde
el ser humano, como tal, estará mas indefenso que nunca, en
términos de sus mas apremiantes necesidades de supervivencia y
desarrollo, aparentemente libre, pero manipulado, apremiado,
vapuleado, solo, en un medio mezquino, por no decir que estéril
para la vida, que le pone a su disposición un pobre manojo de
opciones de vida objetivas a escoger, dada las propuestas que
alcanza a concretar de su limitado entorno social inmediato.
El derrotero señalado por la Religión, como fuente de sabiduría,
ha sido abandonado por el mundo moderno en un proceso de
secularización que ya ha puesto a la humanidad, ahíta de su
propia suficiencia, en el plan de abierto ateismo. ¿Pero cuál es el
problema? ¿Es el yugo irracional de sus dogmas sobre la mente de
sus seguidores? ¿Es acaso la actitud reverente de los fieles que les
hace aceptar un poder que “esclaviza”, que ata su libertad de
pensamiento? ¿Es el atraso que representa su manera de pensar,
frente al desarrollo del pensamiento moderno? ¿Es acaso que ha
encontrado la forma de reemplazarla por la Ciencia, un
mecanismo más idóneo para llegar al conocimiento de la
Realidad? Muchas preguntas semejantes y respuestas diversas
pueden darse, según el alcance de la visión de la Realidad de
quien se lo proponga.
A mediados del siglo XVI, le correspondió al famoso Rey Akbar
llamado también el Gran Mongol, bisnieto de Tamerlán, ofrecerle
a los jesuitas la gran oportunidad de llegar a China con el
cristianismo. En su capital Futipur Sikri mandó construir un gran
palacio que se llamaba el “Palacio de Piedra”, en medio del cual
había una gigantesca sala de debates para que los voceros de todas
las religiones vivas expusieran, en presencia del Monarca los
principios cosmogónicos y litúrgicos de sus respectivos credos.
Se dio cuenta que los jesuitas habían abierto una misión en Goa y
habían logrado la conversión de una gran cantidad de parias.
Entonces les invitó para que expusieran la doctrina del
cristianismo en el Palacio de Piedra, en medio de los brahamanes
136
hindúes, de los “sufis” persas y de los “mullas” musulmanes. “La
invitación fue aceptada en el entendimiento de que los jesuitas se
tomarían el tiempo necesario para que llegara el grupo de
teólogos versados en orientalismo que fueron solicitados al
General de la Orden. Los jesuitas enviados por el Colegio
Romano fueron: Rodolfo de Aquaviva, Jerónimo Javier, sobrino
del gran santo (Francisco Javier), Emanuel Pinheiro y Benedicto
Goes, todos los cuales se harían famosos en el Asia” (ILA p 65)
Cuando se dio el debate, su cronista da nota del superior
desempeño de los jesuitas. Pero hay algo de sumo interés: Fue
posible encontrar la correspondencia de la doctrina cristiana a las
doctrinas de las distintas religiones asiáticas allí representadas.
Ello se dio con gran sorpresa de los presentes y con la aceptación
incondicional de los misioneros, dado el aquilatado significado
universal atribuido a su palabra, algo que bien pudiera haber sido
una aspiración temeraria de ellos, mayormente en esa época.
Luego siguió un proceso misional de inconmensurable éxito, que
duró casi cien años, con el lamentable fin descrito atrás.
Según Hans Küng, teólogo alemán contemporáneo, el gran aporte
ético de dos de las tres religiones proféticas que existen a la
cultura humana, el judaísmo y el Islam, son los diez
mandamientos, una simple lista de diez mandatos que deben ser
cumplidos por todo buen judío o musulmán para merecer su
salvación. Abraham y Moisés están en la raíz y son reconocidos
por los seguidores de ambos credos. La otra religión, la Católica
Romana, que reconoce también su valor, tiene un mensaje que
dar, un único mandamiento nuevo dado por Jesús a sus
discípulos: “Amaos los unos a los otros como yo os he
amado”….“Por
eso
os
conocerán.”.
Para
muchos,
contemporáneos nuestros el pretender cumplir aquellos diez
preceptos es un verdadero tormento, es casi un acto de entrega
inaceptable de la libertad a la que el ser humano tiene derecho. El
hacerlo con amor es un acto de liberación. El intento de construir
un mundo nuevo con amor, como lo hicieron Fray Antonio de
Montesinos, Fray Bartolomé de las Casas, Pedro Claver, Ignacio
de Loyola, Francisco Javier, José Celestino Mútis, y mucho más,
es un acto que merece ser recordado e imitado por siempre. Es el
137
Amor que trasciende la Realidad Universal, la que le da a todo el
Universo un sentido cierto en todo su movimiento. Es el Espíritu
el que le da significado a su orden, profundidad y sentido a su
dinámica, a lo que de otra manera solo sería un conjunto
mecánico de interacciones más. En él se inspira todo acto de
solidaridad auténtico.
6.7.0 INFLUENCIA DEL PENSAMIENTO
CIENTÍFICO
EN LA VIDA COTIDIANA ACTUAL
La sola comparación de las formas de vida típicas de las
sociedades modernas hace cincuenta años y las actuales aporta
evidencias del cambio. Hace cincuenta años apenas se podía soñar
sobre lo que hoy está siendo realidad. Sin querer ser exhaustivo,
menciono algunas áreas donde la Ciencia ha permitido para la
técnica y la ingeniería verdaderas maravillas, que influyen
masivamente en la forma de vivir de toda la población,
habiéndose, incluso, combinado sus influencias, ha evolucionado
todo a su paso, aunque pocos sean conscientes de ello: La más
decisiva la Electrónica, que ha revolucionado los sistemas de
ordenadores y sus múltiples aplicaciones, entre ellas, las
aplicaciones en la Salud, el control numérico para equipos de
laboratorio y producción industrial; ha invadido casi todos los
campos técnicos haciendo posible tareas que antes eran
imposibles, permitiendo el procesamiento y almacenamiento de
cantidades colosales de datos en pocos segundos; la Astrofísica,
que ha permitido la navegación espacial controlada desde tierra,
con suficiente precisión como para colocar en órbita satélites no
tripulados destinados a mejorar los sistemas terrestres de
comunicaciones; la Química, que ha permitido el desarrollo de
familias enteras de nuevos materiales para ser usados en
proyectiles, satélites, combustibles, implementos para condiciones
ambientales extremas, y características diferentes a los
convencionales
haciendo
posible
todo
aquello;
La
Electromecánica, que ha permitido el desarrollo de la robótica,
138
útil en la construcción de aparatos manipulables a control remoto,
en la realización de operaciones industriales repetitivas, entre
otras cosas.
Lastimosamente, se trata de una revolución tecnológica cuyo
desarrollo
no
se
genera
masivamente
en
países,
“subdesarrollados” como el nuestro, donde el presupuesto para la
educación es todavía pequeño, donde el cubrimiento de la
formación universitaria es todavía insuficiente y donde la misma
clase dirigente, igual que la población no han tomado todavía
consciencia de lo que significan el conocimiento del Medio
Ambiente, de la Civilización, de la Cultura en cuyo contexto
vivimos para ser mas capaces de aprovechar correcta y
completamente las oportunidades de vida que ellos nos ofrecen.
La Ciencia trabaja más bien a largo plazo y en investigación
básica, y hoy día, en que ha avanzado a terrenos mucho más
extraños, intrincados e inaccesibles que aquellos donde se mueven
en su labor cotidiana los técnicos y los ingenieros, va delante de la
técnica y la ingeniería preparando el terreno para su avance.
Como ejemplo, desde hace unos cincuenta años se trabaja en el
control de la reacción termonuclear, o sea la fusión de hidrógeno
(o más bien de sus isótopos deuterio y tritio) en helio, con el
propósito de tener una fuente limpia de energía y poder
reemplazar las actuales centrales nucleares que funcionan a base
de plutonio, cuyos desechos radiactivos se están volviendo un
problema, ya que su actividad sigue por varios miles de años. Una
de las aplicaciones de la tecnología que allí se desarrolle, servirá,
entre otras cosas, para descomponer el agua en sus dos
componentes, hidrógeno, que es el combustible limpio, por
excelencia y oxígeno que respiramos.
El pensamiento científico, pues, tiene una influencia indirecta en
la vida cotidiana, no por eso pasando a un segundo plano en
importancia, ya que sirve de fundamento a la técnica y a la
ingeniería. Para entender qué hace de la Ciencia el valor que
tiene, cómo ha acelerado el conocimiento de la Realidad,
consideremos algunos fenómenos naturales cuya observación
139
llevó al dominio de ciertas técnicas que tienen ahora valor
trascendental para la vida humana, pero cuyo desarrollo significó
siglos, milenios, probablemente de observación casual, de
reflexión muy ocasional, de escasa curiosidad del ser humano,
entonces acosado por otros problemas angustiosos. En contraste,
desde 1950, la prensa registra el tremendo esfuerzo y rápidos
logros de verdaderos equipos humanos de trabajo ocupados en
desarrollar los medios y los procedimientos de eventos tan
complejos como colocar en órbita el primer satélite artificial de la
Tierra, al primer hombre y llevar al primer hombre vivo a la Luna
y regresarlo, como se dio el 4 de julio de 1969. Entonces, no valía
la previsión, ante sucesos inesperados frente al sinnúmero de
accidentes, de explosiones en plataforma sin lograr siquiera el
despegue de los vehículos espaciales, la inmensa dificultad para
mantenerlos en la trayectoria adecuada y mil problemas más.
Todo ello desde hace décadas superado y convertido ya en rutina
diaria, obviamente con riesgos, como lo comprueban los
accidentes de los trasbordadores Chalenger y Columbia, pero
mínimos. Refirámonos al descubrimiento y uso del fuego, las
aplicaciones de las corrientes de agua y de las corrientes de aire.
Entre esos fenómenos naturales podemos considerar
El fuego.
El fuego tiene una importancia crucial para la humanidad. Es
válido preguntarse si hubiera sido posible para ella sobrevivir sin
fuego en las temporadas invernales en las latitudes europeas , en
las noches frías de la primavera y del otoño, aún siendo posible
colonizar las cavernas que colonizó durante la época de la última
glaciación. Es válido preguntarse, sin considerar qué importancia
tiene el fuego en la salvación de estirpes humanas que lograron
ampliar sensiblemente sus dietas alimenticias en épocas de
hambrunas y sed que, se sabe ya, exterminaron sin remedio
pueblos enteros en Africa Asia y tal vez algunas estirpes
europeas. Estamos hablando de 80.000 a 100.000 años atrás.
140
Probablemente la primera experiencia acerca del fuego que les
depara su todavía primitivo cerebro se relaciona con las
tremendas tormentas eléctricas que se dan en las grandes llanuras
por donde deambulan. Nada más fácil para aquellos pueblos
primitivos, familias errantes de no más de veinte a treinta
individuos, nómadas, sin vivienda permanente fija, recolectores
de frutos, de huevos, de alguna que otra carroña, cazadores,
considerar que aquel fuego es una señal de los dioses, luego
sacado del rescoldo de algún tronco humeante reconocido su
poder mágico, como regalo suyo, que da calor, que cuece los
alimentos, se vuelve el eje, en el hogar, de los ceremoniales de la
vida religiosa y de la comunidad, como se ha constatado en los
hallazgos arqueológicos de muchos pueblos del Neolítico. Sin el
fuego hubieran sido imposibles la Edad del Bronce, la Edad del
Hierro. Sin el fuego es inconcebible la industria moderna, la vida
moderna.
Hay en ese fenómeno natural que ya no nos sorprende, por
sencillo, vulgar y familiar que parezca, algo de singular
importancia para el científico actual, que lo conduce, en conjunto
con muchos otros fenómenos naturales observados y con el
conocimiento del Cosmos actual, a mirarlo como un testimonio
mas de que el mundo en que vivimos, es esencialmente dinámico;
no es aquel mundo estático eterno que conociera Newton: Cuando
se enciende, el fuego sigue ardiendo espontáneamente con
desprendimiento de calor. Ello tiene una gran significación en la
comprensión que se tiene, en la actualidad, del universo en que
vivimos.
La energía solar que evapora las aguas.
A tierra firme llega el aire húmedo del mar impulsado por el
viento, que al elevarse a zonas atmosféricas mas frías suelta la
humedad que se convierte en nubes. En las mañanas de invierno
se levanta la niebla de los campos, cuando sale el Sol. Nos es
familiar la lluvia que se desprende de esas nubes, que acrecienta
los caudales de quebradas y ríos para precipitarse nuevamente al
mar. Es un ciclo de movimiento que se sucede incesantemente
141
que tampoco nos sorprende. A nadie se le ocurre que esas aguas
corrieran hacia arriba y hace centurias en Europa y sucede todavía
hoy en Asia, África y en América, entre nosotros, que la fuerza de
esas corrientes se usa para mover ruedas Felton, molinos de
granos, trilladoras de café, para subir agua a mayores alturas
mediante “arietes”.y multitud de implementos mas que alivian al
hombre en su trabajo cotidiano. En la modernidad se mueven
gigantescos dínamos o generadores de energía eléctrica para
mover infinidad de máquinas industriales, ferrocarriles,
implementos domésticos, entre otros, en un proceso constante.
La flotabilidad de los cuerpos sólidos en los líquidos.
Aunque es una pequeña digresión, veamos un importante
principio que permite, desde tiempos inmemoriales, aún un poco
inconscientemente, la utilización de embarcaciones para moverse
sobre el agua. Se trata del principio de Arquímedes. Arquímedes
(287-212 a. de C.)? geómetra y físico descubre un principio físico
simple pero de primordial importancia en la hidrodinámica actual,
y practicado igual que el fuego, muy intuitivamente en el mundo
entero en diversas formas de navegación: “Todo cuerpo
sumergido en un fluido (en agua) experimenta una pérdida de
peso equivalente al peso del fluido (del agua) desalojado”. Hierón
rey de Siracusa la ciudad natal de Arquímedes, sospecha que a
una corona que ha mandado hacer a un joyero le han puesto una
mezcla de plata. Llama al sabio para que le ayude a resolver el
enigma, pero, en principio, no logra concebir una solución. En
cierta ocasión cuando se baña, sin embargo, observa que en el
agua levanta más fácilmente sus piernas que cuando está fuera de
ella. De un salto sale del agua lleno de tal entusiasmo que olvida
vestirse y sale corriendo gritando ¡Eureka! ¡Lo logré! ¡Lo logré!
De su experiencia había sacado su famoso procedimiento para
calcular el peso específico de los cuerpos referido al agua. Como
se ve, no siempre el descubrimiento de la Ciencia se anticipa a las
aplicaciones de las técnicas, pues no ha sido necesario conocer el
principio de Arquímedes para que sea posible la navegación.
La energía de los vientos.
142
Uno de los grandes problemas de la navegación del siglo XV se
refiere al misterio que rodea a las fuentes de la fuerza de
locomoción: El viento. Todavía en una época en que se duda y se
especula mucho sobre la redondez de la Tierra, las observaciones
de los navegantes se orientan al estudio de las corrientes de aire
predominantes en el océano. Se trazan mapas, se calculan
latitudes y longitudes para escoger las rutas y solo se aventuran a
las grandes travesías cuando tienen indicios de no llegar a zonas
de calma donde es imposible moverse. Con no pequeñas dosis de
temeridad, las rutas se abren con gran riesgo de morir de
inanición, pero se registra información que se puede capitalizar
para posteriores viajes. Son los casos de Cristóbal Colón en su
primer viaje, en que toca suelo americano, los viajes de Enrique el
Navegante hacia Oriente cruzando el continente africano al sur
del cabo de la Buena Esperanza y de Fernando de Magallanes y
de Sebastián el Cano que cruzaron por el sur del continente
americano hacia Japón. Otro auxiliar para la navegación oceánica
es entonces el conocimiento que se tiene de cosmografía, que, por
medio del sextante, ya se puede aprovechar para registrar la
posición de los navíos en el océano, con referencia a las estrellas
más notables de la esfera celeste que ya se conocen desde antiguo.
Ello permite registrar, con bastante precisión la ubicación
geográfica de las corrientes de aire y de las rutas oceánicas
halladas. El tema de las corrientes de aire y su explicación, es uno
de los temas de estudio de la meteorología moderna.
El vuelo de vehículos más pesados que el aire
Otra aplicación no tan extendida, del conocimiento y explicación
de las corrientes de aire, es el vuelo en vehículos más livianos que
el aire. La observación de las corrientes de aire ascendente, menos
densas, mueve a la construcción de los globos aerostáticos. A
principios del siglo XX se desarrollo, con accidentes, numerosos
y lamentables, la navegación en zeppelines, inflados con el
inflamable hidrógeno, llegándose, incluso, a cruzar el Océano
Atlántico. Se considera, en la actualidad, una técnica descartada.
En la época moderna este sistema de vuelo es utilizado para
143
enviar en globos inflados con helio, gas inerte, instrumentos de
investigación meteorológica.
En las Ciencias Naturales el camino recorrido es vasto y fructífero
en su corta existencia. En una de sus aplicaciones, el campesino
moderno y como consecuencia la humanidad entera, se benefician
de la producción de alimentos y de diversos tipos de materia
prima industrial proveniente de las industrias agrícolas pecuarias
y mineras, en calidad y cantidad nunca antes vistas. En pocos
campos se han vulgarizado tanto, como aquí, los métodos
experimentales, la investigación pura. Mediante procedimientos
científicos, probados se desarrollan semillas mejoradas, se
seleccionan estirpes de plantas y animales más eficientes, se
hacen cruces de variedades para lograr efectos como el vigor
híbrido, se han logrado incorporar, mediante técnicas de última
generación, la transgénesis, entre ellas, la incorporación de
cualidades especiales de distinto tipo, como la resistencia a ciertas
enfermedades. Se estudian la flora y la fauna del suelo, los
microorganismos, de los que se ha encontrado una relación
simbiótica muy fructífera en la agricultura. El manejo del suelo,
de las plantas, de los animales, se empieza a llevar a cabo
integralmente, como una asociación de organismos vivos, cuya
vida se da en relación a una mutua referencia.
Aunque no ha sido un objetivo propuesto por la Ciencia, al menos
como sí se dio con la fundación de las “expediciones botánicas”
en toda la América Española a finales del siglo XVIII, una de las
cuales vio su luz en Santafé de Bogotá bajo las órdenes de José
Celestino Mútis, y con el viaje a América del barón Alexander
von Humboldt por la misma época, es la experiencia del trabajo
en equipo tal como se realiza actualmente en la investigación de
amplios y complejos temas. El avance, paso a paso, de las
complejas empresas científicas de hoy, nos da una lección sobre
la forma como debe ser abordado, en adelante, el estudio de temas
cotidianos, que nunca antes se habían enfrentado conjuntamente,
lo que todavía se da en países como el nuestro, -Colombia-, de
manera fragmentaria y aislada llegando a caer en el olvido y,
finalmente, en el fracaso. Podemos dar algunos ejemplos: El
144
estudio de los efectos sobre el clima global del Planeta, de las
excretas industriales y del transporte en todo el mundo; la
empresa de colocar un hombre en la Luna iniciada por el
presidente de EE. UU. de América en l963 y culminada el 4 de
julio de 1969; El estudio ambiental del planeta Marte, la
determinación de los factores clave, a tener en cuenta, para la
colocación de hombres en Marte; el establecimiento de la
tecnología necesaria y la implementación y desarrollo de un
proyecto viable, dentro de márgenes de seguridad razonables,
para realizarlo.
Los grandes retos políticos de hoy sólo pueden enfrentarse
eficazmente con decisión, y un equipo humano de trabajo a toda
prueba. La falta de colaboración oportuna de un equipo humano,
bien calificado, tiene fatales consecuencias. Durante la II Guerra
Mundial, Albert Speer, ministro de la industria de armamentos de
Hitler, se vio precisado, con ocasión del inicio de los masivos
bombardeos aliados a las grandes concentraciones industriales de
Alemania, a dispersar la industria de rodamientos, clave en la
industria de armamentos, para evitar daños decisivos. Los aliados
habían considerado que los poderes dictatoriales de Hitler le
habían permitido hacía tiempo, esa acción. Sin embargo no fue
así. La gran resistencia de las autoridades provinciales,
interesadas en evitar los efectos inmediatos de la guerra en sus
regiones, fue insuperable. Los bombardeos se sucedieron en 1942,
1943 y 1944 con consecuencias devastadoras: En sólo seis meses
a partir de febrero de 1944, la producción alemana de rodamientos
bajó al 29% de lo que era originalmente (Memorias. Albert Speer
p 408).
En la industria aeronáutica actual europea se ve cómo la
complejidad de las partes que integran a una aeronave moderna
incluido el instrumental que le exige la seguridad en la
aeronavegación y las conexiones en tierra, exige una precisa labor
de equipo. El vuelo mismo es ya una compleja y sistematizada
acción de conjunto. Todo ello no se lleva a cabo mediante el
manejo que hacen del asunto grandes estructuras de mando
jerarquizado semimilitar, o grandes estructuras burocráticas. Se
145
maneja por medio de la coordinación de tareas por empresas
líderes, la ejecución de programas de producción de partes e
implementos de empresas asociadas al programa principal
mediante negociaciones contractuales, destinadas a definir
compromisos, funciones, responsabilidades, en la persecución de
una meta común. Así se avanza en el trabajo que en unos dos o
tres años, a partir de este año, de 2004, culminará en la entrega de
los primeros Airbus 380 de 800 pasajeros, cuya operación estará
también garantizada por los pedidos de compañías aéreas que han
servido de soporte a las primeras órdenes de producción.
En la vida cotidiana, incluso en áreas relacionadas con la
economía campesina mas artesanal y de tradiciones mas
arraigadas, en naciones en “proceso de desarrollo” como
Colombia, se dan ya producciones en escala comercial en
productos como la palma de aceite, la caña de azúcar, el banano,
el café, el cacao, el algodón, el ganado bovino, la avicultura,
tradicionalmente producidos en grande escala comercial, pero en
forma independiente y con alto nivel de riesgos. Instituciones
como la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, no pocas
veces intervenida, interferida y disfrutada por los cuadros
administrativos del Estado como botín burocrático, puede ser un
modelo de las instituciones que han liderado, no obstante, con
éxito,
actividades productivas privadas. La gran empresa
industrial, en el área textil, en la producción de alimentos para
animales, comercializadoras de grasas, empresas dedicadas al
sacrificio y exportación de ganado bovino, empresas productoras
de embutidos cárnicos, grandes empresas dedicadas al trillado y a
la comercialización de granos, como arroz, grandes empresas
cerveceras, grandes comercializadoras al detal de alimentos, ropa
y diversos tipos de mercancía, han logrado incursionar, con éxito,
en el liderato, el fomento y el desarrollo de cultivos y producción
de diversas especies, como el ajonjolí, la cebada, la yuca, la soya,
el algodón, el cerdo, las frutas, las verduras, las confecciones, los
productos alimenticios empacados, y muchos otros productos,
dándole el respaldo de su solidez financiera, de una demanda
segura para productos con especificaciones normalizadas, de un
mercado seguro y a precios negociados o fijos. Otros que no
146
logran aquella ventaja florecen con dificultad y dentro de unos
riesgos de fracaso muy altos. Esa experiencia muestra el valor de
la integración vertical, como sistema estructural productivo que
articula el proceso productivo de empresas que, de otra manera
tendrían una suerte muy aleatoria, al lograr cierta ordenación de
todo el proceso con referencia a los requerimientos del
consumidor.
En Colombia no se ha hecho nunca una evaluación comparativa
de los resultados económicos obtenidos por medio de las
articulaciones verticales que hemos logrado. Varias de ellas son
verdaderas organizaciones burocráticas, apenas uno de los
esquemas organizacionales existentes, que cargan con altos costos
administrativos, otras son empresas comerciales que trabajan
estrictamente bajo la perspectiva de su propio y exclusivo interés
comercial, cuando no es el Estado, entidad burocrática por
excelencia, que se mueve básicamente por el interés político de
las corrientes partidistas que se turnan en el poder, por la voluntad
de protagonismo, de imagen exitosa, frente al electorado, de los
funcionarios públicos, no siempre sintonizados con el
requerimiento de quienes están involucrados en la tarea
productiva, que se mantienen precariamente en la “cuerda floja”,
con grandes riesgos de caer al abismo. Frente al tema que nos
ocupa, vale la pena mirar la experiencia del Estado socialista de la
URSS fundado en las expectativas de la organización burocrática,
y de sus estados asociados, particularmente del lado europeo, lo
mismo que sus consecuencias humanas: Formaron una estructura
productiva burocratizada, jerárquica, centralizada, que colapsa en
1990 a los setenta años de la revolución que le dio origen, por su
propio peso y el peso de la corrupción, incapaz de soportar el
compromiso de su propia defensa contra EE. UU. de América, en
la Guerra Fría. El contraste entre la pujanza empresarial de las
poblaciones de Alemania Occidental y Alemania Oriental, nos da
lecciones acerca del efecto de aquella naturaleza, en un pueblo,
que, cuarenta y cinco años atrás no se diferenciaba del primero.
La experiencia europea resalta por sus resultados. No sólo se da
en las grandes industrias como la aeronáutica sino en industrias
alimenticias como el cultivo de la fresa. Los cultivadores de fresas
147
de toda Europa están integrados. Diariamente reciben indicación
de cómo recogen la cosecha, según la demanda. Si es muy alta
respecto de la producción ordenan coger aún las fresas un poco
verdes. Si está un poco sobreabastecido el mercado recogen sólo
las maduras. Todos los cosecheros empacan su producto de
manera idéntica para todo el mercado, exactamente como quiere
tomar su producto el consumidor de la estantería del
supermercado. Todo el fruto recolectado durante el día se entrega
antes de las 5 p. m. y a las 7 a. m., los transportadores están
entregando la fruta en todas las tiendas del continente.
A una situación de franca desindustrialización ha pasado
Colombia con su apertura económica de 1994, en que la
estructura productiva en gran escala ha quedado reducida a 5.700
empresas de más de 200 trabajadores y capitales efectivos de más
de $ 5, 400.000.000 de capital. Ello representa, en número el
0.5% del millón de empresas productivas existentes. La pequeña y
mediana empresas, representan la base productiva de la economía
colombiana, que responde por el 57% del empleo y contribuye
con el 30% del PIB. Ese hecho podría significar que la
consciencia de la gente que ha tenido qué emprender su propio
negocio para enfrentar el reto de su vida, está siendo forjada, no
como empleada de empresas burocratizadas sino, como
empresaria independiente, sometida con pleno conocimiento y
con coraje a sus propios riesgos. Esto representa un punto de
partida ideal para planes futuros de desarrollo del país. Así se
puede forjar en Colombia una nueva forma de especialización del
trabajo, que podría conducir a la reconstrucción de su estructura
industrial, conforme a las normas organizacionales más modernas
existentes, contando con las posibilidades de aporte de esa gran
cantidad de pequeñas empresas productivas con que cuenta el
país.
El efecto general en las condiciones de vida de la población de
todas las naciones del Planeta, como consecuencia del progreso
material que se ha conseguido sobre las bases del conocimiento
de la realidad aportado por la Ciencia es muy positivo, auque no
ha trascendido a todas las naciones con la misma contundencia ni
148
en cada una de ellas, por parejo a toda la población. En Colombia
podemos, a grandes rasgos, señalar los efectos en algunas áreas de
la vida más representativas: El área de la salud, que mejora
constantemente con los sistemas de salud obligatoria y que amplía
su cubrimiento cada año, con los programas de vacunación de la
niñez y erradicación de endemias; el manejo de los problemas de
salud propios de la tercera edad. El área de la nutrición, que
mejora con la educación de la población, la cual aprende a
balancear sus alimentos; el manejo de las dietas de alimentación
de personas de edad con problemas de salud, que manejan los
puntos de salud obligatoria. Sus consecuencias han sido: La
reducción de los índices de mortalidad infantil, la reducción de los
índices de mortalidad en la tercera edad, mejorando las
expectativas de vida. Ello ha tenido sin duda efectos en la
composición, por edades de la pirámide de población. Veamos
algunas estadísticas:
149
POBLACIÓN POR SEXO SEGÚN GRUPOS DE EDAD TOTAL NACIONAL
Censo 1938
Edad (años)
Total (miles)
Hombres (miles) Mujeres (miles)
0a1
291.15
146.32
144.82
1a4
1,046.81
525.46
521.35
5 a 14
2,314.98
1,176.82
1,138.16
15 a 24
1,714.18
827.46
886.71
25 a 44
2,157.83
1,064.53
368.45
45 a 59
737.51
369.06
198.46
60 a 79
375.78
177.32
198.46
80 o más
58.82
23.19
35.63
8,701.82
4,612.76
4,389.05
Pirámide de Población
Rango de Edades
Total nacional
60 a 79
25 a 44
5 a 14
Población
total
0a1
-
2,0 4,0
00.0 00.0
0 población
0
Cantidad de
150
Censo de 1964
Edad (años)
Total (miles) Hombres (miles)
oa1
3,085.75
1,562.26
5a9
2,800.74
1,418.52
10 a 14
2,269.04
1,148.49
15 a 19
1,766.04
836.26
20 a 24
1,417.38
671.27
25 a 29
1,165.82
549.67
30 a 34
1,030.30
500.22
35 a 39
924.42
443.16
40 a 44
718.68
359.94
45 a 49
592.22
291.25
50 a 54
518.30
262.25
55 a 59
331.60
167.13
60 a 64
339.97
163.82
65 a 69
189.55
92.21
70 a 74
148.99
68.30
75 a79
83.70
39.38
80 a 84
57.13
23.65
85 y más
44.89
16.85
17,484,510.00
8,614,652.00
8,869,858.00
Pirámide de Población
80 ...
70 ...
Rango de Edades
Total nacional
Mujeres (miles)
1,523.49
1,382.22
1,120.22
929.76
746.10
616.15
530.08
481.25
358.74
300.97
256.05
164.48
176.15
97.34
80.69
44.32
33.49
28.04
60 ...
50 ...
Población
total
40 ...
30 ...
20 ...
10 ...
oa1
-
2, 4,
00 00
0.0 0.0
Cantidad
de
0 0
población
151
Censo de 1993
Edades (años) Total (miles)
Hombrtes (miles) Mujeres (miles)
oa4
3,754.87
1,914.39
1,840.48
4a9
3,816.67
1,943.38
1,873.30
10 a 14
3,840.63
1,947.26
1,893.38
15 a 19
3,301.44
1,614.19
168.25
20 a 24
3,156.53
1,508.25
1,648.28
25 a 29
2,077.53
1,420.30
1,557.24
30 a 34
2,693.27
1,303.84
1,389.43
35 a 39
2,219.75
1,060.00
1,159.40
40 a 44
1,735.93
864.69
871.24
45 a 49
1,323.82
650.12
673.70
50 a 54
1,139.50
559.52
579.98
55 a 59
855.27
413.84
441.00
60 a 64
798.00
388.86
409.37
65 a 69
539.72
260.41
279.31
70 a 74
417.49
201.40
216.08
75 a 79
260.42
123.91
136.00
80 a 84
161.96
73.11
88.00
85 y más
116.82
48.74
68.08
33,109,840.00
16,296,539.00
16,813,301.00
Pirámide de Población
80 a 84
70 a 74
60 a 64
Rango de Edades
Total
50 a 54
Población
total
40 a 44
30 a 34
20 a 24
10 a 14
oa4
-
5,000
.00
Cantidad de
población
152
INDICADORES DE LA DINÁMICA DEMOGRÁFICA
Tasas implícitas en las proyecciones
Crecimiento
Crecimiento
Mortalidad
Natalidad / mil
natural/mil
Período total/mil
/mil
habitantes
habitantes
habitantes
habitantes
1950 1955
28.96
31.17
47.44
16.27
1955 1960
29.76
32.29
45.42
13.12
1960 1965
30.06
32.79
44.17
11.38
1965 1970
28.22
30.96
40.95
9.99
1970 1975
23.56
25.98
34.72
8.75
1975 1980
22.81
24.89
32.60
7.71
1980 1985
21.40
23.20
29.86
6.66
1985 1990
19.89
21.36
27.80
6.43
1990 1995
19.45
20.54
26.97
6.43
1995 2000
18.71
18.70
24.49
5.79
2000 2005
16.84
16.83
22.31
5.48
2005 2010
15.16
15.16
20.57
5.41
2010 2015
13.69
13.68
19.25
5.57
2015 2020
12.35
12.24
18.14
5.79
2020 2025
10.97
10.96
17.09
6.12
2025 2030
9.60
9.60
16.07
6.48
2030 2035
8.10
8.10
15.19
7.09
2035 2040
7.06
7.06
14.74
7.68
2040 2045
6.07
6.07
14.33
8.27
2045 2050
5.19
5.19
13.96
8.76
Fuente: DANE. Colombia. Proyecciones quinquenales de población por sexo y edad,
1950 - 2050. Serie Estudios Censales No. 1, julio de 1998
153
INDICADORES DE LA DINÁMICA DEMOGRÁFICA
Tasas implícitas en las proyecciones
Crecimiento
Crecimiento
Mortalidad
Natalidad / mil
natural/mil
Período total/mil
/mil
habitantes
habitantes
habitantes
habitantes
1950 1955
28.96
31.17
47.44
16.27
1955 1960
29.76
32.29
45.42
13.12
1960 1965
30.06
32.79
44.17
11.38
1965 1970
28.22
30.96
40.95
9.99
1970 1975
23.56
25.98
34.72
8.75
1975 1980
22.81
24.89
32.60
7.71
1980 1985
21.40
23.20
29.86
6.66
1985 1990
19.89
21.36
27.80
6.43
1990 1995
19.45
20.54
26.97
6.43
1995 2000
18.71
18.70
24.49
5.79
2000 2005
16.84
16.83
22.31
5.48
2005 2010
15.16
15.16
20.57
5.41
2010 2015
13.69
13.68
19.25
5.57
2015 2020
12.35
12.24
18.14
5.79
2020 2025
10.97
10.96
17.09
6.12
2025 2030
9.60
9.60
16.07
6.48
2030 2035
8.10
8.10
15.19
7.09
2035 2040
7.06
7.06
14.74
7.68
2040 2045
6.07
6.07
14.33
8.27
2045 2050
5.19
5.19
13.96
8.76
Fuente: DANE. Colombia. Proyecciones quinquenales de población por sexo y edad,
1950 - 2050. Serie Estudios Censales No. 1, julio de 1998
154
Los gráficos anteriores no son propiamente pirámide de población
como las que se usan tradicionalmente para expresar ese
fenómeno de población. Sobre la base de la población de hombres
y de mujeres, separadamente, podría construirse la pirámide.
Hemos optado por hacer una gráfica sobre el total de la población
de ambos géneros sumada que muestra los mismos perfiles de
población por edades que queremos considerar este momento. La
gráfica muestra perfectamente el perfil que se ve en la pirámide
de población correspondiente.
Mirando las tasas de mortalidad infantil para el período de 1950 a
1955, proyectando hacia atrás tales tasas de mortalidad, que
parecen mucho más altas que las más recientes, puede explicar la
baja población infantil en el censo de 1938, cuando todavía era el
país agrícola, y puede señalarlo, además, como un motivo que
impedía un crecimiento rápido de la población. El censo de l964
muestra una pirámide de población de gran población infantil.
Allí se ve el efecto en las mermas de la mortalidad infantil. El
censo de l993 muestra los efectos del aumento de la esperanza de
vida, de una merma substancial en el índice de natalidad y una
reducción substancial también de los índices de mortalidad
infantil. La pirámide de población de 1993, con su reducción de
población infantil y aumento de la gente de mayor edad, es típica
de las naciones urbanizadas.
Decíamos atrás que la Ciencia, normalmente, no tiene propósitos
tan inmediatos como la técnica y la ingeniería, aunque una
disciplina suya, la ciencia experimental no solo tiene significado
como un medio idóneo para formarse una idea mas clara de la
realidad física, sino como camino para que cada cual, discipline el
ejercicio de su vida, en una sin igual misión pedagógica que le es
155
inherente ya que aporta referencias concretas de ella, invaluables
cuando se trata del crecimiento de la consciencia humana, así sea
sobre la base de la experiencia cotidiana. El trabajo de muchos
hombres a lo largo de los siglos y aún de los milenios, unos
conocidos recordados y venerados, otros, los mas, anónimos y
olvidados, no solo sabios, eruditos, sino apenas curiosos y
prácticos, ha logrado cosechar para bien de la humanidad un gran
conjunto de conocimientos confirmados que representan un
patrimonio humano indiscutible y que sirven de plataforma de
lanzamiento del espíritu humano en su avance decidido hacia
nuevas metas en todas sus disciplinas, incluidas la Filosofía, la
Metafísica y la Teología, que pueden cambiar, aún mas, la visión
que tenga la humanidad de la Realidad. Que pueden aportar
fundamentos a una nueva ética que le replantee al Hombre la
urgencia de cambios fundamentales en su actitud hacia ella.
En este momento se ha llegado al conocimiento del genoma
humano. Algo así como la molécula compleja que representa la
fórmula para la constitución del organismo humano. También se
conocen ya algunos genomas de plantas y animales. Con ello se
abren horizontes novísimos y amplísimos que implican enorme
responsabilidad para quienes frecuentan esos temas. Casi podría
decirse que hemos encontrado la “llave” de la manipulación
genética intencionada de la Vida, vedada hasta ahora por eones de
años a cualquier propósito de ser inteligente alguno en la
Naturaleza conocida, para bien o para mal de ella misma. Por ello
vale la pena preguntarse: ¿Se halla o no el ser humano
adecuadamente preparado, en la actualidad, para afrontar esa
magna responsabilidad? Tal vez nunca fue tan evidente, como
hoy, y tan relevante para el Hombre, poseer una visión global de
su vida más en conformidad más en armonía con su medio
ambiente natural. Y está aquí otra de las grandes contribuciones
de la Ciencia a la toma de consciencia acerca de una realidad que,
tarde o temprano, le hará cambiar de manera contundente,
determinante, imperativa, amenazante, inexorable, a todos los
humanos su actitud. La técnica de la clonación, ya aplicable a los
humanos, plantea un problema ético que todavía muy pocas
personas están en capacidad de afrontar. ¿Vamos a utilizarlo
156
como un recurso nuevo para la humanidad? ¿Vamos a sumirla en
un nuevo género de problemas, para agregarlo a los graves
problemas del aborto, de la procreación de hijos indeseados, de
niños que nacen fuera de una familia amorosa que los acoja y
quedan sometidos al abandono?
El generar desequilibrios ambientales de la magnitud en que se
presentan hoy, significa un riesgo común, insoluble aún,
individualmente, hasta para aquellos que han pensado,
cotidianamente, que consiguiendo grandes fortunas pueden
comprar su seguridad a cualquier precio y en muchos casos lo han
logrado. Hemos llegado por este camino, abierto por la ética
calvinista, al convencimiento que llegaron, por el camino de las
armas, quienes buscaron, hasta el fin, el poder disponer de medios
disuasivos o amenazadores insuperables contra sus enemigos,
como el uso de medios de destrucción masiva, representados por
los sistemas ofensivos y defensivos que incluyen el uso las
bombas nuclear y termonuclear: Hemos llegado a un nuevo
umbral, mas allá del cual, las ventajas económicas de unos pocos
serán inútiles frente a las posibilidades de una catástrofe de
grandes proporciones capaz de arrastrar a la humanidad entera a
la extinción.
Con los casos vistos, un poco someramente arriba, es posible
tener una ilustración, acerca del alcance de la influencia de la
Ciencia en el mundo actual a nivel cotidiano. Su principal valor,
es el opuesto pero el complemento, quizás, del punto de partida de
toda nueva consideración mítica o religiosa. Su valor está en la
rectitud y objetividad de su intención, en el rigor y orden de su
procedimiento investigativo, en la disciplina que le exige a quien
se dedica a ella. Es claro que su misión no es otra que llegar, por
fuera de toda duda al conocimiento de una parte de la Realidad, a
la realidad física.
157
CAPÍTULO 7
LA TECNOLOGÍA.
7.1.0 LA TÉCNICA
Históricamente, la técnica, podría decirse, es la consecuencia de
la aplicación del conocimiento a la solución de un problema
práctico por el Hombre: Es el procedimiento práctico
implementado que, se supone, conduce a esa solución. La eficacia
de la técnica está determinada por el nivel de conocimiento puesto
en juego en su implementación. Por ejemplo, si un cazador
inexperto de las cavernas que apenas conoce la fuerza y la
agilidad de su presa resuelve cazar solo a un oso, armado con una
hacha de piedra, tiene grandes probabilidades de fracasar. Si,
luego de consultar su iniciativa con compañeros mas
experimentados, planea su cacería con lanzas de piedra y en
compañía de ocho amigos mas, tiene muchas mas probabilidades
de éxito.
En la Edad Moderna, sin embargo, donde la sociedad humana ha
evolucionado mucho y donde la Ciencia ha aportado el
fundamento de conocimiento sobre el cual se idea la técnica,
podríamos decir que ésta es el procedimiento de trabajo práctico
establecido, con el fin de resolver un problema humano sobre la
base de la interpretación científica de la realidad observada.
Cuando se habla de tecnología, estamos hablando de técnicas
cuya lógica las hace eficaces para alcanzar los fines propuestos.
En términos generales, la realidad de esa eficacia tiene que ver
con una experiencia suficiente que confirme esa pretensión de la
técnica. Por lo que hemos visto ya, en un universo que evoluciona
y que, a nivel de nuestro propio mundo, lo hace de manera tan
peculiar, la técnica puede ser tan eficaz, como pueda ser fiel el
conocimiento del objeto observado en que se sustenta y como
158
pueda ser la eficiencia de la solución que el técnico proponga. Por
ejemplo, la técnica de la navegación a vela es tan eficaz, como sea
el conocimiento de las corrientes de aire que sirve de base para el
diseño de la ruta que recorrerá el navegante y según las
condiciones náuticas de la nave y de las velas que la impulsan.
El proyecto de los navegantes del siglo XV no solo tiene que ver
con la escogencia de la ruta a seguir, escoger el tipo de navío mas
conveniente, calcular el tiempo que dure la expedición,
determinar el número de navíos de la misma, calcular las
provisiones de agua y comida, anticiparse, en sus soluciones, a las
dificultades que se puedan presentar, prepararse sicológicamente
a enfrentar con entereza no sólo los riesgos de su empresa, sino
enfrentarse a las dudas de sus patrocinadores, de sus financistas, a
los miedos de su tripulación cuya imaginación se nutría en esa
época con historias fantásticas de monstruos que pueblan el
océano, de mares tempestuosos allende las “columnas de
Hércules”, donde quien se aventure no regresa jamás y cuyos
límites son, nada mas y nada menos, que los abismos que
conducen a los mismos infiernos.
El reto de los técnicos modernos no es diferente de aquel. Sólo
que el pensamiento científico aporta un conocimiento muy
avanzado comparativamente con aquellos proyectos de los
navegantes, del medio en que se ponen en práctica. Para su firme
auxilio dispone de implementación y manejo de la misma a toda
prueba, y la ciencia experimental le aporta sus medios de
observación y experimentación muy seguros. Obviamente, debe
contar con las intrigas con intereses que no quieren que el técnico
cumpla su cometido, que buscan sacarlo de su ruta, desviar los
recursos de que dispone, cambiar sus propósitos, desacreditar sus
procedimientos, proyectar en él la imagen que le interesa de la
Realidad, que buscan capitalizar para sí el crédito de su trabajo,
coger para sí una parte importante de la remuneración a que tiene
derecho y mil cosas mas. A Cristóbal Colón también le fueron
desconocidos y esquilmados por los Reyes Católicos los
privilegios prometidos, por los hallazgos para la Corona de
Castilla y Aragón, a que dieran lugar sus viajes. De haberlos
159
cumplido, no hubiera habido en el mundo una fortuna mayor que
la de él. Y murió pobre, igual que Hernán Cortés, el conquistador
de México.
Hay una razón de fondo que hace eficaz a la técnica: El “modo de
ser” de la Naturaleza, Su manera de evolucionar. Sin la
posibilidad de disponer, a su favor, de algún proceso espontáneo
de la Naturaleza, o en su defecto, la disponibilidad de alguna
forma de energía aprovechable, es inútil para el técnico pensar en
soluciones para los problemas que enfrenta. Tiene que buscarlas
en otro lugar. Dentro del trabajo del científico, incluso, una de sus
labores más fructífera a corto plazo, es la de buscar esos procesos
espontáneos de la Naturaleza donde quiera que pueda hallarlos y,
en el otro caso, buscar las fuentes de energía que pongan a su
alcance su aprovechamiento técnico. Cuando se ha implementado
el envío de sondas espaciales al sistema solar, tal como se ha
llevado a cabo durante la segunda mitad del siglo XX, los
científicos han pensado en escoger las fechas favorables al
lanzamiento, según la alineación de los planetas y sus lunas a lo
largo de la trayectoria fijada, para aprovechar sus fuerzas de
gravedad en el impulso de los artefactos.
¿Qué significa esa actitud, esa disposición en la estrategia de
acción del científico, desde el punto de vista ético? Algo que
parece insólito a los ojos del mundo arrogante y autosuficiente de
nuestro tiempo: Es obediente, meticulosamente obediente al orden
de la Naturaleza, a aquel orden que le garantiza la coronación
exitosa de sus proyectos. En la década de los sesenta, siendo
estudiante de química en la Escuela de Minas de la Universidad
Nacional de Colombia, seccional de Medellín, preguntaba e
indagaba en cierto momento por las razones que había para que
las reacciones químicas, en su mayoría, se dieran
espontáneamente en un sentido pero casi nunca en el inverso, a no
ser inyectando de alguna manera energía. Evidentemente unas de
ellas eran exotérmicas y otras endotérmicas, pero ¿Por qué? Nadie
supo nunca darme la explicación. Entonces, nadie en mi
universidad conocía la razón. De suerte que la descripción de
aquellas reacciones y sus fórmulas tuve que asimilarlas, de
160
memoria, como habían sido indicadas por el profesor, en aquella
época. Hoy sin embargo esta parece ser la explicación: Todo el
proceso de desarrollo de la energía potencial contenida en el
“huevo cósmico”, a partir de la Gran Explosión, ha generado un
universo en expansión. La fuerza del proceso expansivo
determina la velocidad con que fluye la energía de unos estados a
otros, siendo modificada en su magnitud y en su forma por la
naturaleza de las interacciones de la materia, de los cuerpos, de
los astros según ella se da. Pero con una condición de importancia
crucial: Neto, todos los procesos que se van produciendo dejan en
todos los ambientes en que se suceden, remanentes de energía
disponibles para nuevos procesos o ciclos subsiguientes. Esa
energía, quizás, sea el factor que inclina la balanza de las
probabilidades, a favor de que en algunos sitios del Universo,
como la Tierra, una verdadera singularidad en medio del
Universo, se den los procesos de organización de la “materia”, tal
como los conocemos y haya sido posible, no tan azarosamente, el
fenómeno de la Vida y aquellas reacciones exotérmicas no tengan
otro sentido que el de ser formas de transferencia local de
aquellos remanentes de energía que la Naturaleza invierte en
nuevos procesos o ciclos subsiguientes.
Sin que sepamos qué es la energía, los humanos hemos aprendido
a usarla. Para aplicar un método usado por los antiguos para
“describir” sus misterios y poderlos manejar, usemos un término
típico del lenguaje mítico universal: La energía es el “aliento” con
que Dios mueve su Universo. Nada se mueve sin él, nadie conoce
su origen ni cómo actúa, pero es parte de nuestra realidad. Acerca
de ella se conocen dos leyes físicas, que hasta ahora nadie ha
desvirtuado, y que se llaman las leyes de la Termodinámica. En
términos muy simples son las siguientes:
1ª. Ley: La energía no se crea ni se destruye. Sólo se transforma.
2ª Ley: La ley de la Entropía. Ningún proceso termodinámico
para obtener energía es totalmente eficiente (en un 100%). Parte
de ella queda invertida espontáneamente en formas no
161
recuperables de energía. (Profundizar un poco en la teoría del
caos)
En un motor de combustión interna, la energía cinética que se
obtiene proviene de la energía del combustible que se transforma
(1ª Ley de la Termodinámica). Pero no toda se transforma en
energía cinética. Parte se transforma en desgaste, parte en calor,
etc. (2ª Ley de la Termodinámica).
La Naturaleza, podría decirse, posee su propia “técnica”, para
nosotros todavía insondable. El despertar de nuestra consciencia
reflexiva nos hace conscientes de tiempos pasados inmemoriales,
en que nuestra estirpe dependió para todo de fuerzas “ciegas”, que
nos han proporcionado todo lo que nos ha hecho ser como somos
ahora. Los científicos modernos hablan del azar. Pero de un azar
que se entiende así a la escala humana del Tiempo. Un azar, que
en tiempo humano plantea algo casi absolutamente improbable y
fuera de todo interés para cualquier matemático humano, pero que
a la escala del tiempo cósmico se transforma en certeza. La
especie humana, desde que apareció, no ha vivido la experiencia
de completar siquiera una revolución alrededor del centro de su
propia galaxia, que dura 200 millones de años y asiste a la
realidad de un mundo con vida pujante que, a la luz de nuestra
escala temporal es casi un imposible. El proceso de la energía, es
fundamentalmente creador y en las condiciones propias de
nuestro hogar planetario ha producido resultados que
sorprenderían a cualquier observador inteligente situado fuera de
nuestro mundo. Algo que debería sorprendernos, cada día,
también a nosotros mismos, si nuestra soberbia característica no
hubiera atrofiado ese atributo propio de la gente sencilla: ¡Tener
la capacidad de sorprenderse por algo!
Carsten Bresch , en su obra “La Vida un estadio intermedio”,
hace capítulo por capítulo la descripción de cómo se da el proceso
evolutivo universal y de nuestro planeta. Para ello se basa en
presupuestos científicos de nuestro tiempo, conforme se van
dando las condiciones ambientales adecuadas, para que los
“azarosos” encuentros de unos elementos estructurales con otros
162
dentro de un nivel de probabilidades despreciable, sean los
precisos para que se den las primeras asociaciones permanentes,
como el agua (H20) el ácido sulfhídrico (H2S), anhídrido
carbónico (C02), óxido nítrico (N203), amoníaco (NH3), etc.
En nuestra galaxia, el núcleo y sus brazos son los “laboratorios”
donde nacen las estrellas con sus sistemas solares. El centro de la
misma es un espacio de congestión inimaginable de astros
celestes, huecos negros, que generan la fuerza de atracción que
mantiene unida a su rededor a toda la galaxia. Sus condiciones de
temperatura, de decenas de millones de grados centígrados, las
presiones inconcebibles para cualquier mente humana, que allí se
dan, cuerpos celestes que se roban unos a otros sus atmósferas en
una actividad frenética, átomos que pierden sus electrones,
muestran algunas observaciones de aquella inhóspita región. En
esa vecindad se han detectado moléculas pesadas de casi 120
productos diferentes, como el acetileno, el alcohol etílico, la
sacarosa, etc.
En nuestro mundo, ya bastante evolucionado, lo que antes se daba
en forma fortuita, azarosa, en todos los espacios disponibles, mas
adelante se da obedeciendo a impulsos eléctricos, magnéticos o de
cualquier otra naturaleza, en un proceso de especialización
incipiente, en espacios un poco más seleccionados, que “buscan”
el mantenimiento de la integridad física de las “estructuras”, cada
vez más complejas, formadas. Pueden ser éstas compuestos
salinos, cristales, moléculas complejas, seres unicelulares, algo
distinto a lo que sigue ocurriendo en el movimiento de las grandes
masas estelares. Aquel impulso ha logrado intensificar las
frecuencias de encuentro que favorecen mayores probabilidades
de integración en “estructuras” orgánicas de orden superior. La
constitución de esas “estructuras” superiores no es posible sin la
aparición primero de las más simples. La aparición de toda la
gama de compuestos minerales, de moléculas, de seres
unicelulares, multicelulares, etc., en una interacción que se
especializa en los mares, en la tierra, en los bosques, en las
sabanas, en general en los casi infinitos hábitats del planeta,
forman una intrincada “cadena de la vida”, de la que todos los
163
seres vivos inferiores y superiores derivan su sustento, Esa cadena
de la vida se retroalimenta a partir de la energía que llega del Sol
y tiene un nombre: El “Ciclo del Carbón”. Todo aquel intrincado
mecanismo es dinámico y se desarrolla o involuciona en algunos
medios, constantemente.
7.2.0 LA DINÁMICA DE LA TECNOLOGÍA.
Hasta hace muy poco tiempo se consideraba que solamente el ser
humano tenía aptitudes creativas. Que las demás especies
vegetales y animales asumían modelos de conducta fijos. En
tiempos de Linneo (1707-1778), naturalista sueco, cuyo sistema
de clasificación de las especies vivas es todavía válido, se creía
que las especies diversas eran producto conjunto evidentemente
del carácter de cada especie y el efecto modificador del ambiente
al cual estaban adaptadas, pero eran en sí mismas perfectas,
acabadas. Sin embargo, las observaciones de los zoólogos en las
manadas de antílopes africanos y de sus depredadores , muestra
algo que parecía inconcebible: Los especímenes jóvenes aprenden
de los experimentados y constantemente se dan mejoras en las
tácticas de defensa, haciendo mas difícil la captura de presas por
parte de los depredadores. Estos, entonces, deben afinar sus
procedimientos de ataque y recuperar las opciones perdidas, para
evitar que se pierda el equilibrio perdido y sus nuevos gastos de
energía, sitúen a la especie en plan de extinción (las leonas que
cazan en Africa tienen un consumo de energía equivalente al 90%
de lo que obtienen en su alimentación). De la misma manera, la
superpoblación de antílopes puede amenazar las existencias de
pasturas, haciéndolo, por ahí derecho, con otras especies que las
comparten.
En Asia, en Birmania, queriendo hacer un manejo de las
poblaciones de elefantes adecuado a las reservas de alimentos y
evitar que invadan los campos de cultivo de los campesinos, se
controló la población sacrificando a los de mayor edad,
ocurriendo algo increíble: Las poblaciones de elefantes jóvenes
perdieron su memoria, su sentido de orientación, no sabían cómo
164
buscar su comida, obraban como “locos”. No sabían aparearse
oportunamente, no entendían el código de olores y sonidos de la
Selva, para prevenir y eludir el ataque de sus depredadores. Se
había sacrificado, pues, a los portadores de la “cultura técnica” de
la especie.
No existe la certeza, de si la corteza cerebral, particularmente, de
algunas especies singularmente bien dotadas, les proporciona, así
sea una vaga consciencia de sí misas. Sin embargo, algunos
animales, como el chimpancé han aprendido a usar espartillos herramientas-, y desarrollan técnicas para extraer termitas asidas a
él para comer, por los agujeros de los termiteros.
Con esa visión general del entorno, concentrémonos ahora en el
ser humano y su técnica, tal como se dio entre las culturas que
antecedieron a nuestra cultura occidental. Ocurre, que cuando
nuestros antepasados inventaron la escritura, lo que sucedió en
Mesopotamia hace unos 6.000 años, ya se habían dado pasos muy
importantes en el desarrollo tecnológico. Se calcula que hace
500.000 años ya se movían los primeros hombres verdaderos
sobre la superficie terrestre, luego de más de 10.000.000 de años
de evolución desde el eslabón que une la estirpe humana con la de
los antropoides.
Cuando aparecen las primeras referencias escritas, ya ha sido
descubierto el procedimiento para encender el fuego, se tienen las
primeras referencias grabadas sobre la rueda, ha sido superada la
difícil iniciación de la agricultura y la ganadería y se han
extinguido ya, por motivo de los cambios ocurridos en el clima,
varias estirpes humanas, particularmente, en el continente
africano y en el continente eurasiático. Para tener alguna luz que
ilumine un poco lo que se da en aquella época, hemos de acudir
en apoyo de la arqueología y la paleontología. Las obras de arte,
las herramientas, el lugar donde se encuentran las osamentas
mezcladas con los huesos de los animales que sirven de alimento,
dicen bastante de todas las costumbres y las técnicas de vida más
comunes. La cronología de esos yacimientos puede determinarse
según la edad geológica de las capas de suelo que contienen los
165
yacimientos. Pero hay una técnica mas precisa, la técnica del
Carbono 14 (isótopo del Carbono 12), asimilado por los cuerpos
vivos, que, al morir éstos empieza su descomposición a lo largo
de períodos de hasta cientos de miles de años a una tasa anual
conocida.
De acuerdo con estos medios, podemos establecer una cronología
de las manifestaciones de vida humana en el planeta, lo mismo
que hacer un seguimiento a la evolución de su tecnología. Muchos
testimonios de artículos elaborados en materiales muy
perecederos se han perdido, Sin embargo, dado que se han hallado
similitudes muy grandes con pueblos contemporáneos nuestros
que viven todavía en la Edad de Piedra, por comparación con
éstos, se pueden sacar conclusiones muy elocuentes.
Una manifestación del espíritu creador, entre los humanos,
“empieza en el momento en que el hombre crea, no con un
objetivo utilitario, como hacen los animales, sino para representar
o expresar” algo, declara René Huyghe (Historia del Arte Salvat.
Arte Prehistórico. Louis René Nourer p- 17 Salvat Mexicana de
Ediciones S. A. de CU. 1976).
Tomemos un cordel a escala 1 mm igual a 1 siglo, para tener una
idea comparativa de los períodos de tiempo que transcurren entre
los principales eventos descubiertos. Así entenderemos mejor el
tiempo requerido por el Hombre para su evolución tecnológica.
Una mandíbula del Keniapithecus, descubierta por el Dr. Leakey,
unida a dos cantos de piedra rodados, rotos naturalmente, pero
con marcas de utilización, se remonta a 20.000.000 de años (en
1973 se pensaba solamente en una antigüedad de 3.000.000 de
años para este fósil). El otro extremo del cordel cuyo extremo está
en nuestras manos, está a 200 metros de nosotros. Este espécimen
vivió a finales del mioceno segunda mitad del terciario o
cenozoico. “El artesano, tanto si es el autralopithecus como si es
el pitecántropo, ha elegido el canto rodado, porque su masa y su
forma natural, le sugieren la herramienta que desea y que ya ha
imaginado en su mente”.
166
En la cuenca de Baringo se halla un molar prehumano. Está
fechado a unos 10.000.000 de años atrás. El punto sobre el cordel
está a unos 100 metros de nosotros.
Hasta aquí, la humanidad mas remota solo conoce un
rudimentario utillaje de cantos rodados que se desastillan al
golpearlos entre sí. Su poca longevidad, -treinta a cuarenta años-,
y la escasa población, unas pocas decenas de miles en todo un
continente, hacen muy difícil la extensión de las técnicas
aprehendidas. Sin embargo, algunas formas de herramientas se
imponen, casi al mismo tiempo en muchas partes.
Hace 800.000 años (industria “abbevilliense”) se da una forma de
herramienta buscada y lograda por los artesanos. Es tallada por
dos lados. Tiene de 15 a 30 cms. Es de sílex y proviene de cantos
rodados a los que se les conserva la ganga del bloque original. El
trabajo se hace con vigorosos golpes con un percutor de piedra.
“Es una “herramienta universal”, apta para los mas diversos usos.
También es una “forma”, con una simetría, un equilibrio de
masas, lo cual pone en evidencia la existencia de una diferente
intención. El fenómeno está a ocho metros de nosotros en el
cordel. Todavía no ha comenzado el cuaternario.
Hacia 150.000 años de nosotros aproximadamente, las bifaces de
sílex se transforman en “almendra”, característica de la
civilización “acheulense”, de Saint Acheul suburbio de Amiens,
en el Somme. Su forma es afilada, a menudo, tallada a partir de
una esquirla de sílex. Su sección es menor, de forma plana,
ligeramente hinchada en la base para una mejor prensión. La
punta tiene un acabado perfecto conseguido con un percutor de
madera que permite cortes precisos y finos. “La bella almendra
acheulense ofrece un indiscutible aerodinamismo que anuncia
nuestras formas modernas. Los técnicos han bautizado esta forma
alargada como “gota de aceite”, y posee maravillosas cualidades
de penetración y eficacia” (idem p 19). Este hallazgo se da a 1.50
mts. de nosotros en el cordel. Estamos en pleno final del
pleitoceno en la era cuaternaria.
167
A 50.000 años atrás de nosotros el hombre de Neandertal, posee
raspadores de sílex de corte perfecto y puntas cortadas sobre
cantos rodados delgados. Se trata de herramientas cuya acabada
técnica conduce a formas artísticas cuya ejecución pone de
manifiesto el goce de un artesano convertido en artista (idem p
19) En Toirano se encuentra cómo hace trazos en arcilla con los
dedos, al azar,. Luego empieza a describir la forma de los
animales que le sirven de sustento, mamuts, bisontes y renos,
propios de la época magdaleniense. Estamos ya en la edad actual
en el cuaternario. Este evento está colocado a 50 cms, de nosotros
en la cuerda.
Luego entre el milenio quince y diez antes que nosotros, la última
glaciación en Eurasia obliga al hombre de Neandertal y CrooMañón, contemporáneo suyo, a buscar refugio ante el clima
riguroso. Las planicies calcáreas y sus acantilados y despeñaderos
ofrecen abrigo en sus innumerables cuevas. Allí nace la idea de
las cuevas refugio pero también de las cuevas santuario y el arte
de las cuevas en el monte Castillo, Altamira, Niaux y otros.
Estamos a 15-10 cms en el cordel y estamos todavía en la
prehistoria. El ser humano todavía vive de la caza y la pesca. Su
arte “animalístico” es característico de esa época y dura mientras
no aprenda a pastorear animales y a cultivar la tierra. Entonces
cambiará también su expresión artística. Es todavía el paleolítico,
la época de la técnica de la piedra tallada.
Hacia el año 10.000 el clima es más húmedo y cálido, dando
origen al desarrollo de praderas y bosques. El hielo retrocede. El
mamut, el bisonte y el reno se han extinguido. El ciervo y el
jabalí, asumen el papel de pieza de caza. El ser humano se sale de
las cavernas al aire libre. El arte animalista se sale de la
profundidad de las cavernas, liberándose, además de su primitivo
valor mágico – religioso. Ya su suerte no depende por completo
de los dioses y la magia no es el único medio de comunicación
con su fuente de vida. Los dioses son una ayuda complementaria
de la civilización.
168
El arte se “laiciza”. Por el año 8.000 antes que nosotros, cerca de
Rouffignac, se recogen ya cosechas de gramíneas, que significan
un complemento alimenticio importante para el producto de la
caza. Aparece francamente la agricultura. El arte animalista decae
y aparecen formas de arte abstracto y se usa para decorar otra
nueva manifestación artística: La cerámica, típica de los pueblos
agricultores. Nuestro cordel nos muestra este evento a 8 cms. De
nosotros. Se nota en el arte de pueblos mas recientes pastoriles la
persistencia de motivos animalísticos esquematizados, que dan a
entender su ascendencia en los primitivos pueblos cazadores.
Las espirales y los motivos curvilíneos abstractos caracterizan a
las antiguas culturas chinas del Yang Chao, lo que se repite como
ilustración en la cerámica de Tripolié en Ucrania, desde el
Dnieper hasta el Danubio inferior. La economía a la que se asocia
es la agricultura del trigo, la cebada, el mijo que se asocian a su
vez, a la cría del cordero, la cabra, el cerdo, y el caballo, animales
que han sido domesticados. La gran oleada agrícola de los
cultivadores del “loess”, llega al centro de Europa y se desborda
por la Hesbava y llega hasta la llanura parisiense, por un corredor
que queda entre las nieves provenientes de la cadena alpina y los
hielos provenientes de los glaciares del norte.
Hacia el año 10.000 (a de C.) en Saint Germain de la Riviére
(Gironde), la sepultura de un magdaleniense presenta un doble
dintel de piedras, y el abate Breuíl lo denomina un microdolmen.
La idea es ya “megalítica” aunque la ejecución no sea todavía
monumental.
En Teviec, isla del Morbihan, provincia francesa, unos túmulos
señalan las sepulturas de los años 7.000 al 6.000 (a. de C). Son un
presagio de las mostabas y pirámides.
En Bretaña en la isla de Carn, fechada en 3.270 antes de nuestra
era, es hallada una sepultura en forma de tholos, una pequeña obra
de piedras montadas en voladizo circular y coronadas con una
gran losa formando la llave de la bóveda. El tholos de la isla de
Bono está fechada en el año 3.125. Para el año 3.000 Occidente se
169
cubre de dólmenes y empieza a erizarse de menhires que
proliferan en el curso del segundo milenio. En nuestro cordel, esto
ocurre a 3 y dos cms de nosotros, ya, en pleno megalítico, edad
humana del neolítico, la edad de la piedra pulimentada, antes de la
edad de los metales.
Ya hacia el año 1.800 antes de nuestra era, Stonehenge construido
y consagrado al culto solar es el símbolo del megalítico
occidental. Ya es una obra de arquitectura.
En América no se han hallado testimonios del origen de estirpe
humana alguna. Allí se dan las glaciaciones que se dan en
Eurasia, al norte y también en la parte meridional del continente.
América tiene su propio paleolítico, con fechas que superan, tal
vez los 30.000 años de antigüedad para hallazgos en
Norteamérica.
En Suramérica se ha encontrado una cultura en las cuevas de
Lagoa Santa, Brasil, que, de acuerdo con los hallazgos de cráneos
entre la baja California y Argentina, parece que pobló todo el
continente y puede ser el origen de muchos de los pueblos
hallados por los españoles. Su antigüedad está fechada a unos
10.000 años de nosotros. La diferencia entre el fechado medio de
los hallazgos realizados en Norteamérica, unos 12.000 años de
antigüedad, y en Suramérica, de unos 2.000 años, puede significar
que, al menos, parte de la población de este último continente,
proviene de migraciones venidas del Asia antes de, o durante la
última glaciación.
Los pueblos hallados por los españoles tienen manejo del oro, y
otros metales como la plata y la tumbaga, pero los usan para fines
ornamentales. Todavía se mantienen en el Neolítico o edad de la
piedra pulimentada.
El Stonehenge europeo ya se ha metido bastante en el período
histórico. La prehistoria europea y americana, no obstante,
todavía se mantienen mientras otros pueblos como el sumerio de
Mesopotamia y el egipcio ya tienen escritura y han fundado sus
170
dos magníficas civilizaciones. Allí comienza nuestra historia,
unos 4.000 años antes de Cristo, a cuatro centímetros de nosotros
en nuestro cordel.
Mientras Europa todavía no está civilizada, una tribu procedente
del Norte, quizás de Rusia, llega al Medio Oriente, aportando sus
conocimientos de la metalurgia, primero del oro, la plata, y el
cobre que luego amalgaman con el estaño para llegar a un metal
mas duro: El bronce. En todo el Medio Oriente se generaliza la
metalurgia del bronce, dando origen a una nueva era técnica: La
Edad del Bronce. En esa época van coincidiendo la iniciación de
la historia en documentos escritos, la Edad del Bronce y la
iniciación de dos importantes civilizaciones: La de los caldeos y
la de los egipcios. La extensión del uso de los metales empieza un
poco antes, en el año 5.000 antes de Cristo, a unos 5 cms de
nosotros en el cordel.
A otra raza venida del Norte también, llamada nórdica, que pobló
a Europa y Asia, se le debe el aporte técnico del hierro, metal mas
difícil de obtener pero mas duro que el bronce. En la ruina del
palacio de Korshabad, cerca de Nínive, fechada en 1209 antes de
Cristo, son hallados cerca de 160.000 kilos de objetos de hierro lo
que indica la forma como se extendió su uso. La metalurgia del
hierro, que abre una nueva era técnica en el Mundo, se extiende
primero entre los hititas alrededor del año 1.300 antes de Cristo.
Aquellos cambios técnicos no se dan de improviso sino que se
van dando en pueblos diferentes en momentos diferentes, pero
que terminan dándose conjugados entre sí. En la Edad de Bronce
no desaparece totalmente el uso de la piedra pulimentada y con el
hierro, no desaparece totalmente el uso del bronce.
En América, cuando aparece la cultura maya unos 317 años
después de Cristo, una magnífica civilización comparable a las
del Medio Oriente, ya sus precursores de lengua maya habían
descubierto la agricultura, lo que se calcula, ocurrió entre el
tercero y segundo milenio antes de Cristo. Las artes escultóricas,
sobre piedra, mucho mas difíciles de trabajar que la madera, de la
171
cual no queda ninguna referencia, se desarrolla entre los mayas a
partir del siglo IV de nuestra era. Los antecedentes mayas,
probados arqueológicamente, sobre la base de la epigrafía, el arte,
la arquitectura y la cerámica, datan de aproximadamente 3 ó 4
siglos antes de Cristo ( Sylvanus G. Morley. La Civilización
Maya. Versión española de Adrián Recinos, p 53 Fondo de
Cultura Económica. Cuarta edición. México 1961).
En el Perú, la agricultura y la cerámica empiezan juntas a
desarrollarse en pueblos preincaicos entre los años 1250 y 1200
antes de Cristo. La agricultura representa el inicio de la
civilización en la región, donde se introduce el cultivo del maíz.
Algunos indios americanos empezaron a plantar tubérculos y
semillas hace unos 5.000 años ((J. Alden Mason. Las Antiguas
Culturas del Perú. P 42. Fondo de Cultura Económica. Traducción
española de Margarita Villegas de Robles. Primera edición.
México 1962). Se considera un período agrícola antiguo que va
del año 25.00 a 1250 años antes de Cristo. La agricultura que
encontraron los españoles, muestra las mejoras de la producción a
partir de las mismas plantas en su estado salvaje. El período
Chavín, que va del año 850 al 500 antes de Cristo, aparecen los
primeros edificios ceremoniales no aptos para vivienda.
De las antiguas culturas mexicanas, se habla de relaciones con los
asiáticos, particularmente del imperio camboyano y del chino
entre los milenios segundo y primero antes de Cristo. La
semejanza de la agricultura mesoamericana con la asiática de esas
procedencias, aspectos de la religión, la cerámica, en su
decoración y los rasgos raciales de los olmecas, el pueblo mas
primitivo que se inicia en la civilización, parecen dar testimonio
de esa relación, algo aceptado ya por los arqueólogos, aunque no
se sabe todavía cómo se dio. Pudo ser una relación directa, por el
mar, bordeando las costas continentales y no por tierra, ya que
Norteamérica estaba poblada por primitivos habitantes que lo
hubieran hecho imposible (Walter Krickeberg.. Las Antiguas
culturas Mexicanas. Ps. 410-415.Fondo de Cultura Económica.
Traducción de Sita Garst y Jasmin Reuter. Primera edición
española México 1961) ).
172
De la cultura del hierro y de la cultura pastoril de los pueblos
africanos del Níger llevados como esclavos a América, se
beneficiaron los hacendados de la colonia española. Su cultura
benefició más que el conocimiento propio de los criollos y
españoles en el éxito económico de sus estancias. Es sabido que
muchas veces el manejo íntegro de aquellas era entregado a los
capataces africanos con magníficos resultados.
De todo lo anterior podemos concluir:
Desde muy temprano, el Espíritu que anima la vida humana se
muestra en la curiosidad, en el afán de salir de su interior, de
expresarse estéticamente, que caracteriza el diseño de sus
herramientas, de manera diferente al mero utilitarismo, lo que
podría aparecer a los ojos de quien no es sensible a ello, como
única motivación en su elaboración. De allí arranca la dinámica
de su cultura sobre una base material, tangible: Su desarrollo
tecnológico. Y sobre esas dos realizaciones, su civilización, que
podría considerarse un estadio logrado de su cultura.
Las civilizaciones humanas más representativas, como logros
humanos, son algo muy tardío. La trayectoria de la evolución
tecnológica se acelera y es definitivamente muy empinada en la
época moderna, después de Galileo Galilei, y mas adelante a
partir de la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, en
que los paradigmas de la civilización son superados por doquier,
dando cabida a nuevas civilizaciones más y más avanzadas, a
velocidad vertiginosa. Dentro de ese concepto global y general,
cabe un análisis que tiene aplicación práctica en la actualidad. La
técnica tiene, en el mundo complejo de hoy, múltiples
aplicaciones. Sirve para ser aplicada, inmediatamente, en la
obtención de recursos de vida como alimentos, vestido, vivienda,
diversos servicios, etc., objeto de gran parte de la institución
industrial. Sirve para ser aplicada en el desarrollo institucional, en
su proyección, diseño, implementación y manejo. Sirve para
proyectar, establecer, implementar y manejar las relaciones
humanas e institucionales que forman la estructura social.
173
Dentro de las últimas aplicaciones mencionadas, podemos
destacar las dos últimas: Su aplicación en el desarrollo
institucional y en las relaciones humanas e institucionales, que se
refieren al nivele micro, -visión de las partes, y al nivel macro,
visión del conjunto.
En el área micro, donde se mueven la empresa privada, los
titulares de la “propiedad”, como institución que tipifica el sector,
a partir de principios del siglo XX con Federico Taylor (18561915) ingeniero y economista norteamericano, se da comienzo al
estudio científico y sistematizado del trabajo en el ámbito de la
empresa productiva. Ello ha abierto un fructífero y prometedor
espacio para ser aprovechado por la tecnología y la ingeniería
modernas.
En el área macro se han desarrollado industrias globales de
singular importancia pero con grandes obstáculos, como los
Seguros, forma de repartición de riesgos solidariamente en las
sociedades con economías de cambio, las industrias de la
seguridad social, en que los costos de los servicios se reparten de
la misma manera solidaria, los servicios, pensionales, las
industrias financieras, los Servicios Públicos, reducidos hoy a
demandas muy elementales de la vida cotidiana de las
poblaciones, en un borroso espacio público en que compiten, el
ciudadano por un nivel de vida mejor y los funcionarios públicos
por sus privilegios burocráticos, los conspiradores, los criminales,
los rebeldes, cada cual en busca del dividendo que le interese
sacar de allí.
El espacio público es aquel donde se ubica la “cosa pública” cuya
denominación se deriva del término romano–“res: cosa”- que
describe la idea romana básica de la Realidad, y la palabra
“pública” que se refiere en la legislación romana, base del
andamiaje jurídico moderno del Derecho en Colombia, a lo
propio del Común. En ese espacio se mueven las sociedades
políticas, los estados, las organizaciones no gubernamentales y
muchas instituciones más, en forma, no pocas veces, precarias.
174
Las técnicas de relación, están basadas todavía en la fuerza, como
la intimidación, la presión política abierta, el imperio, la
revolución, la guerra, en un desfase histórico y técnico
impresionante. Es un campo donde la Ciencia, la Técnica y la
Ingeniería tienen un extenso campo dónde realizar su trabajo. Es
allí donde vale la pena, entre otras cosas, ponerle cortapisas a los
males generales causados por la competencia a ultranzas, por el
imperio, por la anarquía, por la guerra, como técnicas de relación
social, de ejercicio de la autoridad, por medio de alternativas
novedosas y suficientemente atractivas.
7.3.0 EL VALOR DE LA TECNOLOGÍA.
OBSOLECENCIA DE MODELOS CIENTÍFICOS
Y TECNOLÓGICOS.
Si se habla de las civilizaciones de Eurasia, por donde pasa el eje
de la dinámica evolutiva que da origen a las sociedades
occidentales, y de las que hemos hablado en las secciones
precedentes, podríamos concluir que el desarrollo técnico es un
trampolín importante para el desarrollo de la Cultura. Se puede
decir que durante un largo pasado, que se extiende durante
600.000 años, se van incubando los cimientos técnicos de nuestra
cultura, para asumir, con la entrada activa de la Ciencia como
actor de la Cultura a partir de los descubrimientos de Galileo
Galilei, y luego de la Revolución Francesa y la Revolución
Industrial, como decíamos arriba, un ritmo frenético.
Después del Renacimiento, que se da principalmente durante los
siglos XV y XVI en Europa, en que la Ciencia entra a ser
protagonista de la Cultura, no puede hablarse de paradigmas
científicos todavía propiamente dichos, aunque sí tecnológicos.
La Edad Media aporta a la Cultura Occidental una visión cósmica
que ha tomado sus criterios de diversas vertientes culturales,
asumidos muchos de ellos como inamovibles. Por ello la actitud
independiente asumida por Galilleo Galilei es tomada como una
actitud de rebelión, peligrosa, subversiva, sacrílega, que le merece
el presidio, si no la muerte en la hoguera. Los medios de
175
observación y las referencias para interpretar lo observado son
incipientes o determinados categóricamente por las autoridades
imperantes, mediante una pedagogía dogmática que usa el
conocimiento filosófico y metafísico de entonces, reunidos en las
doctrinas escolásticas, como medios para consolidar su dominio
autoritario y absoluto sobre un vulgo de origen diverso, con
valores y costumbres heterogéneas, mediante el uso coactivo de
un aparato represivo durísimo, como son la estructura del poder
feudal a través del cual actúa la casta militar dominante, y el
Tribunal de la Inquisición. La Contrarreforma, empresa religiosa
destinada a luchar contra la Reforma Protestante, es apoyada
decisivamente por Ignacio de Loyola fundador de la Compañía de
Jesús, quien adelanta, con el fundamento de una ética cristiana
muy avanzada, una tarea misional sin precedentes en la historia y
un éxito avasallador. Todo termina, sin embargo, con el ocaso del
Imperio Español a finales del siglo XVII, que le da el paso al
predominio hegemónico de otras potencias, Inglaterra, Francia y
Países Bajos. En adelante, el eje de la cultura occidental pasa por
esos países. En el fondo de todo, lo que se presenta es una crisis
militar de un imperio, en el cual la técnica militar, el manejo del
Estado por una casta privilegiada que no renuncia a sus
privilegios, que no maneja con habilidad los asuntos económicos,
cuya mentalidad bien encuadrada en la experiencia de la Edad
Media, le impide ver el fenómeno revolucionario que se cuece
bajo sus propios pies. Entonces, sobreviene la crisis. La estructura
y las artes militares de las armas españolas han sido muy exitosas
uno o dos siglos atrás, pero han perdido actualidad y están siendo
superadas. El manejo del Estado cambia, La iniciativa en lo
económico se ha perdido, sin embargo ellos se mantienen rígidos,
inflexibles, apegados a una ortodoxia que se hunde.
Frente a esa técnica de manejo del Poder, los movimientos
burgueses de la Ilustración, aunque luego de la Revolución
Francesa derivan poco a poco hacia sus propias formas de
hegemonía, enfrenta el principio de la Libertad como soporte del
régimen republicano y toda una tecnología de manejo de los
asuntos públicos, que ha regido hasta hoy en la mayoría de las
naciones que han adoptado una cultura de corte occidental. En
176
Alemania, Suiza y Francia, la Reforma protestante rompe la
unidad de la cultura medieval, asume una nueva postura ética e
ideológica, y orientada por Lutero, Zwinglio y Calvino se rebelan
contra el Papa de Roma y producen una cruentísima conmoción
general. La autoridad monárquica en Francia pierde piso y
credibilidad hasta hacer crisis. La revolución estalla
definitivamente en 1792 y la burguesía logra mantener el poder,
que intenta salirse de sus manos, por acción de la anarquía y aún
de los movimientos socialistas, pero que se consolida
definitivamente con la gestión militar de Napoleón Bonaparte
(1769-1821). La burguesía inglesa asume la ética calvinista y se
entrega alrededor del año de 1830 a la tarea de usufructuar, para
sí, los dictados éticos del pensamiento calvinista.
En varios intentos por reaccionar contra los abusos de la
burguesía, los movimientos socialistas intentan reivindicar los
derechos de las grandes masas de trabajadores urbanos que se han
llevado la peor parte como consecuencia de una Revolución
Industrial, manejada con la orientación de la ética calvinista. En
1848 fracasa pero en 1917 triunfa. Durante el siglo XX más de la
mitad de la población del Orbe vive bajo sus dominios. Pero en
1990, gran parte de su estructura se hunde, la URSS y sus
satélites, cuyos Estados estaban establecidos sobre gigantescas
organizaciones burocráticas colapsan. Ello ocurre, bajo el peso de
su propia ineficiencia y de la corrupción de los funcionarios,
frente al reto de ganar la Guerra Fría…pero no lo logran.
Por la misma época, en que se precipita la Revolución Francesa y
despega el proceso innovador de la Revolución Industrial, como
vimos más atrás, se produce la crisis de la agricultura. Las
pérdidas de las cosechas de años secos como ocurre en 1816,
1817 y 1836, producen hambrunas impresionantes. En Irlanda
golpean las hambrunas especialmente fuerte. La máquina de
vapor, el taller fabril, el ferrocarril y la navegación a vapor,
representan una revolución tecnológica salvadora. Las fábricas en
Inglaterra pueden absorber los excedentes de población
desocupada, el comercio puede llevar comida donde hay hambre.
El porvenir de las naciones se vislumbra por esos caminos.
177
¿Quién puede decir no a esa oportunidad? Esa es la razón por la
cual Inglaterra se convierte en la primera nación industrial del
planeta. Es un problema práctico, sí, sin embargo, conlleva el
renacer en el medio de una nueva directriz cultural, de una nueva
consideración respecto a lo que es el Hombre; en un nuevo orden,
una nueva ética, que ya tiene muchos intereses a favor,
particularmente entre los comerciantes mas acaudalados y entre
los financistas mas audaces y ambiciosos, con la experiencia de
poder adquirida de tiempo atrás, cuyas compañías ya han
financiado grandes aventuras militares a los monarcas, la
“compra” de lealtades de grandes señores, de grandes señoríos, de
provincias enteras para engrosar sus dominios, con buenos
dividendos para ellos. Desde luego, la generalidad de la gente, no
entiende el fondo del asunto, menos el vulgo raso y el
campesinado. Para gran parte de la población europea,
especialmente en las comunidades mas aisladas, el mundo no ha
cambiado radicalmente. Todavía vive conforme a sus tradiciones.
¿Hasta cuándo?
En América Española también se gesta la Revolución. La
apadrinan los criollos. Es, sin embargo, un movimiento de elites.
Son los hijos de los conquistadores, que un día se rebelaron
cruentamente en el Perú y que han mantenido desde Quesada, en
la Nueva Granada, una actitud de señores independientes. Ellos
han captado su mecánica pero están lejos del nuevo espíritu, el
cual fluye muy lentamente cuando la independencia es una
realidad, desde los líderes del movimiento hacia todo el estamento
dirigente que asumirá, en un momento dado el Poder. Las
traiciones a Antonio Nariño, presidente de la Nueva Granada y
comandante en jefe de la expedición al sur en la batalla de por la
toma de Pasto uno de cuyos hechos más bochornoso, que
transformó una victoria segura, en la derrota, el abandono del
Comandante y su prisión, por parte de los realistas el 11 de mayo
de 1814, en misión encomendada por el Congreso Federal de la
Nueva Granada durante la Patria Boba, y el atentado del 25 de
septiembre de 1830 realizado en Santa Fe de Bogotá, contra
Simón Bolívar pocos meses antes de su muerte, después de su
heroica lucha libertadora, los dos máximos lideres populares de
178
Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, dicen de ese
espíritu.
Mientras tanto, la población más “civilizada” vive todavía,
apaciblemente, en pueblos y veredas, bajo el régimen ético y
moral de la Edad Media y la población indígena de la frontera
selvática no asimilada, es indiferente a todo cuanto acontece. Si
no se ve nuestra realidad así de descarnada, es imposible
entender, cómo nuestro país, a pesar de vivir los efectos de la
Revolución Industrial, desde principios del siglo XX en
Antioquia, para llegar a cubrir todo el país en la segunda mitad de
ese siglo, nunca ha llegado a tener una industria verdaderamente
pujante, nunca pudo desarrollar, a plenitud, antes bien ha dejado
desaparecer su red de ferrocarriles, la navegación fluvial, su red
de carreteras, sus puertos, su aviación, todo lo cual ha naufragado
en medio del aislamiento, la corrupción, los privilegios, la
incompetencia, la negligencia, la mas crasa insolidaridad.
De otra manera sería muy difícil entender cómo se rompe la
unidad de la Gran Colombia, que solamente dura 11 años, en
1831, cómo es imposible el sueño de una gran nación bolivariana
después de la Batalla de Ayacucho en 1824, cómo perdemos a
Panamá en 1903, cómo ahora, todavía, carecemos de una clara
identidad nacional, de cómo solamente el futball logra
convocarnos, cómo es posible que apenas de 1950 a l953,
hayamos cumplido la segunda etapa, la etapa ideológica, la batalla
popular de nuestra lucha revolucionaria por la independencia,
cómo es posible que, mientras la nación se encuentra y se
desarrolla trabajosamente, se de en nuestro territorio, a partir de la
década de los sesentas y todavía a la altura del año 2004, la mayor
batalla de reivindicación popular del mundo, sin que nuestra
dirigencia se abra con sensatez a grandes soluciones, sin que los
líderes de esa reivindicación desistan de su utopía, de una victoria
total del socialismo sobre la burguesía, por la vía armada a poco
más de 10 años de haber colapsado el mundo socialista de la
URSS y sus satélites. Son todas lecciones contundentes, que,
después de casi doscientos años de experiencias nefastas, pueden
mostrarnos los efectos, a largo plazo, de la “técnica” de la Guerra,
179
de la Violencia abierta o soterrada, con elementos para el manejo
del Poder, como las luchas intestinas, la traición, la intriga,
destinadas a labrar la suerte de sectores privilegiados de la
Nación, por encima de los intereses generales de todo un pueblo.
Y aún después de todo aquello, nuestro mundo actual, que quiso
ser universal y no lo ha sido, que apenas en la época actual, tal
vez a partir de la década de los sesentas, y ahora, ya en pleno
siglo XXI, en países como el nuestro, con la ayuda del
“transistor”, la televisión, las telecomunicaciones, logra penetrar
las últimas fronteras sociales, vemos a la luz de los
descubrimientos de las ciencias actuales, que requiere de una
reparación, que ha conducido al planeta entero a una verdadera
encrucijada: O tomamos consciencia, nos repartimos
equitativamente los frutos de nuestro trabajo y luchamos, en
común, por mantener efectivas las opciones de vida que nos
ofrece el medio natural en que vivimos, o la demente lucha en que
caigamos nos las quitará a todos, por igual. Eso es real en
Colombia, en América Latina, en Africa, en Irak, en China, en el
resto de Asia, en Rusia, en Oceanía, en Europa, en Norteamérica.
Salir de esa encrucijada es el reto, ahora, de los técnicos, de los
empresarios, de los estadistas actuales, del hombre culto, en
particular, del ser humano en general.
La Guerra, la Violencia, como “técnicas” para manejar las
relaciones humanas, es una solución inadecuada a los conflictos
que se presentan entre las múltiples esferas de vida humana en
que se ha atomizado el mundo contemporáneo
7.4.0 EL APORTE DE LA TÉCNICA A LA VIDA
COTIDIANA.
Nos vamos a referir a dos aportes singularmente importantes de la
técnica en la vida cotidiana: Un poco más extensamente a la
forma como la tecnología industrial influye sobre las tecnologías
imperantes a finales de la edad pre-industrial, cuando la
agricultura, tal cual se desarrolla entonces, es prácticamente
180
incapaz de responder a la demanda de alimentos. El manojo de las
nuevas técnicas que llamamos Industrialismo, no llega solo y no
es interpretado como lo haríamos hoy, quizás, después de recorrer
con mirada retrospectiva la tragedia que la humanidad vive allí.
Llega en medio de una crisis profunda de humanidad, que unos
cuantos interpretan como una oportunidad de redención personal
que no se repetiría otra vez en la historia. Una crisis de
humanidad que no es otra cosa que el caos más brutal. El mundo
moderno no arrebata su suerte al mundo anterior. El mundo
moderno surge en Occidente de las cenizas que quedan de una
catástrofe inconmensurable. El sacrificio humano, no solo de los
que sufren las consecuencias, sino de aquellos apegados al dinero
y las riquezas que construyen sus fortunas para asegurar un futuro
cierto, es indescriptible. No es sólo la rotura de un paradigma
teórico-técnico, no es solo un tema académico de interés para
entender cómo pensamos hoy. ¡No! Es el precio que la humanidad
tiene que pagar en un momento clave de su historia para cambiar
su curso, ya que la condujo directamente al abismo. Eso ocurre
solamente hace 150 años. La realidad es que los empresarios
privados ingleses, con su ordinariez y falta de cultura, tozudez y
arrojo inconcebibles, movidos quizás por su afán de lucro,
coronaron con éxito su tarea, con todos sus defectos y carencias,
para bien y para mal de la humanidad, y lograron arrastrar tras de
sí a todo el mundo conocido. Fuera de toda consideración teórica,
esa es, con justicia, la pura realidad. Una realidad que,
obviamente, a la luz del nuevo conocimiento científico, a la luz de
la técnica, es preciso rectificar, ya que nos conduce nuevamente al
abismo, un abismo perceptible, por ejemplo en Colombia, por las
consecuencias de la guerra, la violencia y el descontento social. Y
en el Mundo, por los efectos en el medio ambiente generados por
una presión desmedida de la Civilización sobre los recursos
naturales disponibles.
Esa presión desmedida sobre los recursos naturales del Planeta,
está conduciendo a gobiernos poderosos, pero tal vez sin la visión
política suficiente, a abusos con otros pueblos, en cuyos territorios
y bajo cuyo dominio, reconocido por el derecho internacional, se
encuentran a menudo esos recursos naturales. El desconocimiento
181
de esos derechos, en virtud de doctrinas acomodaticias o de otras
razones, puede tener consecuencias impredecibles y catastróficas
para el mundo del mañana. La Guerra, la Violencia, la
Conspiración, el desconocimiento de los derechos ajenos, para
lograr el predominio sobre los otros, supuestamente mas débiles,
el imperio sobre el Hombre, en consideración a cualquier fin, son
“herramientas técnica” cuyo uso tenemos que superar. Veremos
cómo es ese caos, que afectó la vida de todo Occidente, como un
todo, caos que nos espera si no corregimos a tiempo nuestro
comportamiento.
En justicia deberíamos referirnos también al desarrollo de
instituciones magníficas como la Universidad Pública, que al lado
de instituciones de formación técnica como es el Sena en
Colombia y la educación pública, que derivan de la corriente
liberal que se inicia en la Revolución Francesa, tiene un potencial
gigantesco aún insuficientemente aprovechado, también de las
comunicaciones modernas, que han hecho posible, por primera
vez en la historia, que los seres humanos tengan la posibilidad
física de encontrarse, así sea en forma virtual, aunque estén en
cualquier lugar del planeta, acceder a archivos de información,
como bibliotecas virtuales, escuelas, colegios, universidades a
distancia, páginas web de cualquier lugar del mundo donde haya
algo qué aprender, y que, partiendo del “transistor” hace unos
cuarenta o cincuenta años, le ha llevado civilización a todos los
pueblos anteriormente aislados del planeta. El desarrollo de este
tema merecerá un espacio mayor mas adelante.
7.4.1 LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Al tiempo que la Revolución Francesa es la consecuencia, entre
otras, de una apabullante crisis de autoridad del régimen que se
hunde, La forma como se han asumido los beneficios de la
Revolución Industrial, muestran su valor frente a las crisis
recurrentes de la agricultura y frente a las posibilidades de
conjurar el hambre y mantener el aparato económico funcionando
en forma constante. Algo parecido a lo que acontece con el
182
descubrimiento de la agricultura y la domesticación de animales
en la antigüedad, cuando la expectativa de producir los alimentos
hace menos incierta la suerte de los pueblos, permite la vida
sedentaria lo que se refleja en un crecimiento de la población, de
unas decenas de miles de habitantes a finales de la prehistoria a la
de varios millones a la altura del siglo XVIII. El primer censo
serio de la historia se lleva a cabo en Gran Bretaña en 1831. Era
evidente, sin embargo, el aumento de la población, frente a la
población de Europa en épocas prehistóricas. Países como
Portugal y España, podrían tener ya unos 5.000.000 y 8.000.000
de habitantes respectivamente.
En la época preindustrial una de las causas principales de angustia
por el hambre, son las crisis recurrentes por pérdidas de cosechas.
Generalmente se dan muy localizadas. En 1816, 1817, 1846 y
1848 se da una hambruna generalizada, la última de las cuales
hace que se desencadene la Revolución. Este movimiento de
ideología liberal pero de hondo contenido social, empieza en Gran
Bretaña en 1842 por una depresión de orden agrario y se extiende
al continente en 1848. Por primera vez el proletariado toma
consciencia de sí como grupo social y unido a la pequeña
burguesía se lanza a la lucha por su reivindicación en muchas
ciudades europeas. No es coincidencia que Marx y Engels
publiquen ese año (1848) el Manifiesto Comunista, que apenas
influye en los resultados, puesto que logra ser controlada por
elementos liberales moderados.
Sin embargo, se trata esencialmente de un movimiento urbano, así
se dé incluso en pequeñas villas. Los campesinos tienden a ser
conservadores. La famosa libertad no los entusiasma. Mas bien la
propiedad de la tierra con libertad significa una “soledad llamada
libertad” ( Eric J. Hobsbawm. Las Revoluciones Burguesas P 198.
Talleres Gráficos de Ediciones Castilla, S. A. Ediciones
Guadarrama Madrid 1964). No les llama la atención cultivar tierra
propia. Ya cultivan las tierras del señor. La leña les sale regalada
o muy favorable cuando la cortan en el bosque del señor. En
tiempos de malas cosechas, el señor les brinda su ayuda. El señor
les ayuda a reparar su vivienda, les ayuda, en caso de extrema
183
pobreza, a pagar sus impuestos. El señor les suministra el pasto
para sus animales. Todo ello había evolucionado hacia el derecho
consagrado en Prusia a favor del campesino. La Revolución llega
al campo en forma de una reforma agraria que expropia
principalmente y vende las tierras de la Iglesia y los grandes
territorios señoriales a propietarios comerciales.
El motor de la Revolución en Europa es el ejército de Napoleón.
Las victorias militares son el argumento de derecho de Francia
sobre los señoríos extranjeros. No se extiende, por lo tanto, a
aquellos países donde no llega su influencia. Entre 1792 y 1815
habrá guerra en Europa. Una guerra que tiene dos caras muy
diferentes. Se enfrentan poderes estatales y señoriales y, por otro
lado, sistemas sociales e ideologías. Francia como estado, se
enfrenta o alía con otros para sus fines o intereses. Francia, como
revolución convoca a otros pueblos para derribar la tiranía y
abrazar la libertad, a lo que se oponen, desde el interior de las
distintas sociedades las fuerzas conservadoras o reaccionarias.
Quien haya observado el proceso de la Revolución de octubre de
1917 liderada por Lenin en Rusia y su trayectoria hasta 1990,
tiempo del “Glasnost” y de la “Perestroika” con Gorvachov,
puede entender, tal vez, el proceso revolucionario francés, ya que
salvo su líder militar, Napoleón, que no podía ser replicado, toda
su estrategia militar, política, incluso el uso del terror, toda su
política revolucionaria al interior de las naciones rivales, su lógica
de acción política, son sacadas del modelo francés.
No fue poco la contribución del mito napoleónico al éxito de la
Revolución Francesa, mito del cual quedaba muy poco, después
que un segundo y más pequeño Napoleón se encargara de
desvanecerlo entre 1851 y 1870 (Idem P 103)
En Inglaterra, donde la enemistad tradicional con Francia hace
que los parámetros de la política francesa no tengan tanta acogida,
es la Reforma Protestante y, ante todo, la máquina de vapor lo que
la impulsa decididamente por las vías de la otra revolución
burguesa, la Revolución Industrial. La máquina de vapor es el
medio para acercar las distintas regiones en un mundo de escasos
184
medios de comunicación disponibles. La mayor parte de la
población de Occidente sigue siendo campesina en 1830. Sólo
hay en el Mundo una ciudad industrial de mas de 1.000.000 de
habitantes: Londres, una de mas de 500.000 almas: París y fuera
de Inglaterra, hay solo diecinueve ciudades de 100.000 habitantes.
Sólo una nación, Inglaterra, tiene su economía industrializada en
1848 y, como consecuencia, puede acariciar el sueño de dominar
el Mundo. Entre 1840 y 1850 la transformación industrial de las
demás naciones es muy incipiente. Sólo Estados Unidos de
Norteamérica pensaba Richard Cobden en 1835, podrá ser serio
competidor de los ingleses en veinte años mas –lo que consigue a
través de la inmigración masiva de muchos hombres calificados
del viejo mundo en toda suerte de artes industriales- .Los
alemanes apuntan en la misma dirección, pero los propósitos,
todavía, no son sino eso. No son verdaderas realizaciones. Europa
Central se acerca también vertiginosamente a los umbrales de la
Revolución Industrial (Idem. P 209).
A partir de 1830 que es el momento crítico, en que todo empieza
a cambiar visiblemente, fuera de Inglaterra, en el período de
veinte años desde la Revolución Francesa y de las demás guerras
subsiguientes, resulta poco progreso inmediato excepto en
Estados Unidos. Los cimientos de la futura industria, en especial
de gran parte de la industria pesada, no han sido instalados en la
Europa napoleónica sino hasta 1815. Sin embargo, la derrota final
de Napoleón en este año, y en el período de 1815 a 1830, significa
un período de verdadero retroceso en el plan de industrialización
europeo. La industria autóctona tambalea bajo la crisis y la
competencia extranjera. La industria algodonera norteamericana
es alcanzada por la crisis. La urbanización de la población es
todavía muy lenta. En 1828 la población rural en Francia aumenta
más aprisa que la urbana. Fuera de Inglaterra, Estados Unidos y
Francia, el número de máquinas de vapor en la década de 1820 a
1830 no merece la menor atención de los estadísticos.
En Estados Unidos de América, la industrialización sigue adelante
luego de su guerra de independencia. En 1810 duplica ya el área
de su tierra cultivada, multiplica por siete su flota mercante y
185
avanza notablemente su producción mecanizada. El molino
harinero de correas de transmisión de Oliver Evans representa un
avance real de los norteamericanos en esa época.
Como veíamos, a partir de 1830 todo cambia rápidamente, hasta
el punto de que los problemas que acarrea el industrialismo, que
le son característicos, como el nuevo proletariado industrial, los
horrores de una vertiginosa emigración del Campo a la Ciudad,
son objeto de serias discusiones en Europa Occidental y
constituyen la pesadilla de todos los gobernantes y economistas.
A partir de entonces, Bélgica duplica su dotación de máquinas de
vapor y triplica su caballaje. Pasa de 354 con 11.000 caballos a
712 con 30.000 caballos. En 1850 posee 2.300 máquinas de vapor
con 66.000 caballos de potencia y produce al año casi 6.000
toneladas de carbón, tres veces más que en 1830. En 1830 no
había compañías mineras en Bélgica. En 1841 casi la mitad del
carbón extraído en Europa pertenece a sus compañías. Krupp en
Alemania instala su primera máquina de vapor en 1835. Las
primeras chimeneas de los grandes campos carboníferos del Rhur
se instalan en 1837. El primer horno de coke se instala en el gran
centro siderúrgico checo de Vitcowice en 1836 y el primer
laminador de Falck en Lombardía se instala entre 1830-1840. Sin
embargo, fuera de Francia y Bélgica, el período de verdadera
industrialización en Europa se da a partir de 1848, señalando la
apertura de las distintas regiones y empresas conocidas hoy y que
son base de la naciente industria europea (Idem. P 215).
Mirando aquellos años, se comprende lo que significa aquella
atmósfera de excitantes experimentos técnicos y audacia sin
límites, inquietantes empresas innovadoras. La apertura del Oeste
Medio americano significa otra cosa con la segadora mecánica
“Cyrus”, McCormic de 1834. Los primeros 2.500 litros de trigo
despachados hacia el Este desde Chicago sólo se sabe lo que
significaron realmente, luego de 1850. En 1846 la factoría que se
arriesga a fabricar las primeras 100 segadoras mecánicas es muy
felicitada por su osadía. Es, entonces, verdaderamente difícil
encontrar socios con decisión suficiente, arrojo suficiente y
energía para construir semejantes aparatos y lo mas difícil,
186
encontrar granjeros convencidos de la conveniencia de usarlas.
Esta época significa la construcción sistemática de ferrocarriles y
de la industria pesada europea. Incidentalmente significa también
la revolución de las técnicas de inversión. Si los hermanos
Pereire, no se hubieran convertido en los grandes aventureros de
las finanzas después de 1851, no se le prestaría atención a un
proyecto que constituye una verdadera novedad, de “una oficina
de préstamos e hipotecas” en que la industria recibiría préstamos
de todos los capitalistas en las condiciones mas favorables por
medio de los mas ricos banqueros que actúan como fiadores, que
inútilmente sometieron a la aprobación del gobierno francés en
1830.
Institucionalmente Inglaterra carece de obstáculos serios para el
desarrollo capitalista después de su lenta incubación desde unos
299 años atrás. En Inglaterra se dio en las provincias una
estimulante “cosecha” de hombres de negocios. En Manchester,
una de sus ciudades provinciales, sus hombres de empresa no
tardarían en pactar con Londres, con la intención de ponerle a la
capital sus propias condiciones para hacer viables y seguros sus
negocios. Además, éstos adquirían la consciencia de su “clase”.
No solo de pertenecer al punto intermedio entre la pobrecía y los
acaudalados.
No ocurre lo mismo en el Continente: Las instituciones gremiales,
con sus maestros, oficiales y aprendices que manejan una
economía de pequeña escala dentro de una legislación municipal
meticulosa dedicada a la protección de sus humildes súbditos, son
un verdadero obstáculo, y la economía permanece casi intacta
hasta la década de 1830 a 1840. Un mecanismo usado para
resolver el problema, fue el establecimiento de uniones aduaneras,
en las que el Estado Prusiano tenía especial interés. Otro
obstáculo mayor, estaba representado en la gran modestia del
nivel de vida de la clase media alemana, típica de una sociedad
cuajada en la más rígida austeridad (Idem. P 217). Estados
Unidos, por otra parte, tiene que superar su último obstáculo para
ser una potencia económica mundial: El sur aristocrático,
partidario del libre intercambio, tiene que ser vencido por el norte
187
industrial y proteccionista en la guerra civil de 1861 a 1865. Su
política proteccionista data de 1816. El sur no se industrializa sino
que intercambia libremente su algodón y su tabaco con Inglaterra
(Idem. P 221). Federico List, economista alemán citado por
Hobsbaum rechaza una economía internacional que hace de
Inglaterra la única potencia industrial y aboga por el
proteccionismo (Idem. P 223).
La fortuna de los industriales de esta época se hace con productos
baratos. La legislación y los gremios vigilan los precios y la
calidad en Europa, orden que es roto poco a poco. Qué distantes
las oportunidades de finales del siglo XIX en adelante, de los
estáticos ideales jerárquicos de aquel pasado, cuando von Scheel,
jefe del gobierno de Hanoover, se niega a conceder un cargo
gubernamental a un pobre abogado joven, porque su padre es
encuadernador y el hijo debía seguir el oficio de su padre. Eso
resulta ahora pernicioso y ridículo
En Francia no se da nunca un desarrollo industrial comparable al
de Inglaterra y Estados Unidos porque los franceses no quieren
producir en gran escala y productos baratos sino de lujo y su
sociedad consumidora se compone principalmente de pequeños
burgueses y campesinos modestos que no demandan demasiado.
A Rusia, cuyo futuro de gran potencia ya se presiente, no llegan
las nuevas industrias hasta 1860. Los zares abren minas y fundan
algunas fábricas sobre la base de terratenientes como patronos y
siervos como obreros desde el siglo XVIII pero languidecen poco
a poco. En Europa Meridional, España incluida, la escasez de
carbón frena, entonces, toda iniciativa.
Por ello, una parte del continente y del mundo asciende y la otra
se estanca y decrece. Ambos fenómenos no se pueden entender
aislados. Inglaterra y algunos otros países ya industrializados
barren la industria artesanal de la faz de la civilización y aspiran a
ser la “tienda” del Mundo. La India en Asia y Egipto en Africa se
desindustrializan visiblemente. Nada parece mas natural que los
países menos adelantados produzcan sus alimentos y, quizás,
188
alguna materia prima importante para cambiarla por manufacturas
inglesas.
Egipto es la primera nación no blanca del mundo que liderada por
Mohamed Alí intenta modernizar, a partir de 1821 su economía.
Sin embargo, las armas occidentales lo impiden. En 1848 ya es
evidente qué países serán industriales y qué países serán
subdesarrollados en adelante. Estos últimos se mueven bajo la
presión de las políticas exportadoras e importadoras de las
grandes empresas o la presión militar de las potencias
occidentales (Idem. P224)
De todas maneras se dan fenómenos que revolucionan la vida
humana: Aumenta la población y se desarrollan inmensamente las
comunicaciones. Esto último alivia las hambrunas localizadas por
las pérdidas de cosechas, ya con el transporte de productos desde
otra parte, ya con la migración de la población de las regiones
afectadas.
Estados Unidos aumenta su población casi seis veces entre 1790 y
1850, pasando de 4.000.000 de habitantes a 23.000.000 de
habitantes. La población del Reino Unido se duplica entre 1800 y
1850 y casi se triplica desde 1750 hasta entonces. La de Prusia
casi se duplica entre 1646 y 1800, igual que la de Rusia. Ello no
se da en Irlanda donde en 1847 se da una pavorosa hambruna que
le cuesta la vida a casi 1.000.000 de personas. Otro 1.000.000
emigra. En 1820 su población era de 7.000.000 de habitantes. En
1846 tenía 8.500.000 habitantes. Ya en 1851 baja a 6.500.000
habitantes. (Idem. P206).
El otro gran cambio es el de las comunicaciones. En 1848 estaban
en la infancia pero tenían considerable importancia práctica en
Inglaterra, Estados Unidos, Bélgica, Francia y Alemania, aunque
se construyeron también muchos caminos y carreteras. En el
imperio austríaco, se abrieron unos 50.000 kilómetros de caminos
y carreteras entre 1830 y 1850. En España se duplica su pequeña
red de carreteras. Estados Unidos multiplica sus caminos para
diligencias ocho veces, de 21.000 millas en 1800 a 170.000 millas
189
en 1850. Al mismo tiempo abre la navegación de agua dulce en
los lagos Erie, Chesapick y Ohio. Francia construye 2.000 millas
de canales entre 1800 y 1847. El tonelaje de naves para la
navegación se duplica en Occidente entre 1800 y 1840, y ya los
barcos de vapor unen a Inglaterra y Francia en 1822 y suben y
bajan por el Danubio. De la misma manera se desarrolla el correo.
Las tarifas postales inventadas por Rowland Hill en 1839
perfeccionadas con los sellos adhesivos en 1841 lo facilitan
mucho. Entre 1830 y 1840 el número de cartas enviadas
anualmente en Francia sube desde 64.000.000 a 94.000.000 de
envíos. (Idem. P212)
De las ciudades del mundo de mas de 100.000 habitantes, aparte
de Lyon en Francia, sólo las inglesas y las americanas poseen
verdaderos centros industriales. El centro industrial típico es una
ciudad mediana o un conjunto de pueblos. Milán al norte de Italia,
tiene solamente dos máquinas de vapor en 1841.
7.4.2 EL ESPÍRITU DE LOS HOMBRES QUE
HICIERON LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Es bueno pasar revista, ahora, al espíritu de aquellos hombres que
logran la Revolución Industrial. Ello ofrece una justificación al
comportamiento, a la visión política y a la ética de la sociedad
burguesa contemporánea. Puntualicemos algunos comentarios de
Hobsbaum en su obra “Revoluciones Burguesas” al respecto:
“Había un orden en el Universo pero ya no era el orden del
pasado. Había un solo dios cuyo nombre era vapor y que hablaba
con la voz de Malthus, de McCullogh o de cualquier otro que
utilizase las máquinas”(Idem. P 230).
“El grupo de intelectuales agnósticos del siglo XVIII y los
seudoeruditos y escritores de que oían hablar ellos, no oscurecían
el hecho de que en su mayor parte estuvieran demasiado ocupados
en ganar dinero para molestarse por algo ajeno a ese propósito.
Estimaban a sus intelectuales, incluso cuando, como Richard
190
Cobden (1804-1865), no fueran afortunados como hombres de
negocios, pero evitaban las ideas poco prácticas o excesivamente
sofisticadas, pues eran hombres cuya falta de instrucción les hacía
sospechar de todo lo que no fuera empírico. El científico Charles
Babbage (1792-1871) les propuso en vano sus métodos
científicos. Sir Henry Cole, el precursor del dibujo industrial, la
formación técnica y la racionalización del transporte, les
proporcionó (con la interminable ayuda del príncipe consorte) el
más brillante monumento de sus esfuerzos, la Gran Exposición de
1851. A pesar de lo cual fue apartado de la vida pública como un
entrometido aficionado a la burocracia, lo cual -como toda
interferencia gubernativa- era detestada por aquellos cuando no
ayudaba directamente a sus beneficios. George Stephenson, el
minero autodidacto dominó los nuevos ferrocarriles
imponiéndoles el ancho de vías-nunca pensó en otra cosa- mucho
mas que el imaginativo, sofisticado e intrépido ingeniero
Isambard Kingdom Brunel quien no tiene mas monumento en el
panteón de los ingenieros construido por Samuel Smiles, que la
infame frase: “Medido por los resultados prácticos y provechosos,
los Stephenson eran indiscutiblemente los hombres a los que
había qué seguir”. Los filósofos radicales. Hicieron todo lo
posible por crear una red de “Institutos mecánicos” -libres de los
errores políticamente desastrosos que los operarios insistían,
contra natura, en hacer oír en tales sitios- para adiestrar a los
técnicos de las nuevas industrias basadas científicamente. En
1848, la mayor parte de ellos estaban moribundos a causa de la
opinión general de que la instrucción técnica enseñaría a los
ingleses (como si fueran distintos a los alemanes y los franceses)
cosas inútiles”(Idem. P 230).
”Un protestantismo pietista, gazmoño, anti-intelectual, con la
obsesión de la moralidad puritana hasta el punto de que la
hipocresía era su compañera automática, dominaba aquella época
desolada. “La virtud –dice GM Young- avanzaba sobre un ancho
frente invencible” y pisoteaba al no virtuoso, al débil, al pecador
(es decir a aquellos que ni hacían dinero ni eran capaces de
dominar sus gastos emocionales o financieros) sobre el fango al
que pertenecían y que apenas merecían la caridad de los mejores.
191
En ello había cierto sentido económico capitalista. Los pequeños
empresarios tenían que sacar mucho provecho de sus negocios si
querían llegar a ser grandes empresarios. Las masas de nuevos
proletarios tenían que imponerse el ritmo industrial del trabajo
con la mas draconiana disciplina laboral o pudrirse si no querían
aceptarla. Y, sin embargo, todavía se contrae el corazón a la vista
del paisaje (urbano) construido por aquella generación” (Idem. P
231).
“Nada se ve en Coketown sino lo que fue seriamente trabajado. Si
los miembros de una secta religiosa construyen allí una capilla –
como hicieron los miembros de dieciocho sectas religiosas-,
harían un piadoso almacén de ladrillo rojo, que a veces (pero esto
solo en los ejemplares mas ricamente decorados) tendrá una
campana en una jaula instalado en lo mas alto…. La cárcel podría
haber sido el hospital y el hospital podría haber sido la cárcel, el
ayuntamiento podría haber sido uno u otro, o cualquiera otra cosa,
pues todo parece lo contrario de lo que es por virtud de su
construcción….” (Idem. P 231).
“Esta desvaída devoción al utilitarismo burgués que los
evangelistas y los puritanos compartían con los agnósticos
“filósofos radicales” del siglo XVIII que la ponían en palabras
lógicas para ellos, producía su propia belleza funcional en líneas
de ferrocarril, puentes y almacenes y su romántico horror en las
interminables hileras de casitas grises o rojizas, que, ennegrecidas
por el humo, se extendían en torno a la fortaleza de la fábrica.
Lejos de ella vivían los nuevos burgueses (si habían acumulado
dinero suficiente para mudarse) distribuyendo dinero a los
misioneros que se esforzaban en proporcionar recursos, educación
moral y asistencia a los pobres negros idólatras. Los hombres
personificaban el capital que demostraban su derecho a gobernar
al mundo; sus mujeres, privadas por el dinero de sus maridos
hasta de la satisfacción de dedicarse a las tareas domésticas,
personificaba las virtudes de su clase: estúpida (“ser una chica
dulce y buena sin preocuparse de más”) mal educadas, nada
prácticas, teóricamente asexuales, sin bienes propios y protegidas.
192
Eran el único lujo que aquella época de sobriedad y ahorro se
permitían” (Idem. P 232).
..“Desde luego había algunos fabricantes inteligentes, expertos y
cultos que acudían a las reuniones de la recién creada Asociación
Británica para el avance de la Ciencia, pero sería erróneo suponer
que representan el conjunto de su clase”(Idem. P 231).
“Una generación de esos hombres se formó en los años
comprendidos entre Trafalgar y la Gran Exposición. Sus
predecesores criados en la escuela social de comerciantes
provincianos cultos y racionalistas y ministros disidentes, y
apoyados en la armazón intelectual del siglo XVIII, eran quizás
menos bárbaros: el alfarero Josiah Wedgwood (1730-1795) era
miembro de la Real Sociedad de Arqueólogos y de la Sociedad
Lunar con Mathew Boston, su socio James Watt y el químico y
revolucionario Priestley (su hijo Thomas, experto en fotografía,
editó periódicos científicos y subvencionó al poeta Coleridge). El
fabricante del siglo XVIII construía naturalmente sus fábricas con
arreglo a los libros de los arquitectos jorginos. Sus sucesores, si
no mas cultos, eran al menos mas pródigos, pues en la década de
1840 -50 había ganado suficiente dinero para gastarlo
alegremente en residencias seudoaristocráticas, en ayuntamientos
seudogóticos y seudorenacentistas y en reconstruir en sentido
perpendicular sus capillas modestas, utilitarias o clásicas. Pero
entre la era jorgiana y victoriana hubo la que se llamó con razón
la fría era de la burguesía y de las clases trabajadoras cuyos
rasgos fijó Dickens para la eternidad con “Tiempos Difíciles”
(Idem. P 231).
“Por otra parte, una cultura tan profundamente formada por la
corte y la aristocracia como la francesa no perdería sus
huellas…Antiguamente, los reyes tenían favoritas oficiales; ahora
las tenían los acaudalados hombres de negocios…. Así, la
marcada preocupación de la prosa literaria francesa con sus sutiles
análisis de las relaciones personales (procedentes de los escritores
aristocráticos del siglo XVII) o el patrón dieciochesco de las
193
relaciones sexuales entre enamorados, se convirtieran en parte
esencial de la civilización burguesa parisina” (Idem. P 226).
“El absoluto desprecio de los “civilizados” por los “bárbaros”
(entre los que se incluían a la masa de trabajadores pobres del
país) descansaba sobre ese sentimiento de superioridad
demostrada. El mundo medio virgen estaba abierto para todos.
Los que se negaran a cruzar sus umbrales demostraban una falta
de inteligencia personal, de fuerza moral o de energía que
automáticamente les condenaba; o cuando mejor, a una herencia
histórica o radical que debería invalidarles eternamente, como si
ya hubieran hecho uso para siempre de sus oportunidades. El
período que culminó a mediados del siglo XIX fue por tanto, una
época de dureza sin igual, no solo porque la pobreza que rodeaba
a la respetabilidad de la clase media era tan espantosa, que los
nativos ricos preferían no verla, dejando que sus horrores causara
impacto en los visitantes extranjeros (como hoy los horrores de
los suburbios indios), sino también porque los pobres, como
bárbaros del exterior, eran tratados como si no fueran seres
humanos. Si su destino era ser obreros industriales, no pasaban de
ser una masa que arrojar en el molde de la disciplina por la pura
coacción, que aumentaba con la ayuda del Estado la ya
draconiana disciplina de la fábrica (Era característico que la
opinión de la clase media contemporánea no viese la
incompatibilidad entre el principio de la igualdad ante la ley y los
deliberadamente discriminatorios códigos laborales, que, como el
inglés, de amo y criado de 1823, castigaba con prisión a los
obreros que infrigieran el contrato y a los patronos con modestas
multas si acaso. Debían estar constantemente al borde de la
indigencia, pues de otra manera no trabajarían por ser inaccesibles
a los motivos “humanos”. “Es muy conveniente para el propio
trabajador, decían a Villermé algunos patronos hacia 1840, estar
acosados constantemente por la necesidad, pues así no darán mal
ejemplo a sus hijos y su pobreza será una garantía de su buena
conducta” (Idem. 243)
“Solo había un paso desde tal actitud hasta el reconocimiento
formal de la desigualdad que, como afirmó Henri Baudrillart en
194
su conferencia inaugural en el Colegio de Francia en 1853, era
uno de los tres pilares de la sociedad humana (los otros dos eran
la propiedad y la herencia). Así pues, la sociedad jerárquica se
reconstruyó sobre los cimientos de la desigualdad formal, pero
había perdido lo que la hacía tolerable en otros días: la convicción
social general de que los hombres tenían obligaciones y derechos,
de que la virtud no era sencillamente el equivalente del dinero, y
de que el orden mas bajo, aunque bajo, tenía derecho a vivir en
sus modestas vidas en la condición social en que Dios les había
llamado” (Rev Bur p 343) …”Tres posibilidades se abrían al
pobre que se encontraba al margen de la sociedad burguesa y sin
protección efectiva en las regiones todavía inaccesible de la
sociedad tradicional. Podría esforzarse en hacerse burgués; podría
volver a la tierra, o podría rebelarse” (Idem. P 243).
“Lo primero, como hemos visto, no solo era técnicamente difícil
para quienes carecían de un mínimo de bienes o instrucción sino
también profundamente desagradable. La introducción de un
sistema puramente utilitario de conducta social, la anarquía
salvaje de la sociedad burguesa…parecía a los hombres criados en
las sociedades tradicionales un poco mejor que la maldad
desenfrenada. “En nuestro tiempo, - decía uno de los
desesperados tejedores a mano de Silesia que se amotinaron
inútilmente contra su destino en 1844- Los hombres han
inventado excelentes artes, para debilitar y minar la vida de los
demás. Pero ¡ay! Nadie piensa en el séptimo mandamiento que
prohíbe robar. Ni recuerda el comentario de Lutero cuando dice:
Amaremos y temeremos al Señor, así que no quitaremos nada a
nuestro prójimo, sus bienes o dinero, ni los adquiriremos con
falsedad o engaño, sino que, por el contrario, le ayudaremos a
conservar y aumentar su vida y su caudal”. Aquel hombre hablaba
por todos los que se encontraban arrastrados a un abismo por
quienes representaban las fuerzas del infierno “(Idem. P 246) …
“por otra parte, había muchos mas que, enfrentados con una
catástrofe social no la entendían y empobrecidos, explotados,
hacinados en suburbios en donde se mezclaban el frío y la
inmundicia o en los extensos complejos de los pueblos
industriales en pequeña escala, se hundían en la
195
desmoralización….El alcohol era “la salida mas rápida de
Manchester (Lille o Borinage)” (Idem. P 248).
“Pero, desde luego, los contemporáneos que deploraban la
desmoralización de los nuevos pobres urbanos no exageraba,
Todo coincidía para agrandarla. Las ciudades y zonas industriales
crecían rápidamente, sin plan ni supervisión, y los más
elementales servicios de la vida de la ciudad no conseguían
ponerse a su paso. Faltaban casi por completo los de limpieza de
la vía pública, abastecimiento de agua, sanidad y vivienda para la
clase trabajadora. La consecuencia mas patente de este abandono
urbano fue la reaparición de grandes epidemias de enfermedades
contagiosas (motivadas por el agua) como el cólera, que
reconquistó a Europa desde 1831 y barrió el continente desde
Marsella a San Petesburgo en 1833 …y otra vez mas tarde. Los
terribles efectos de ese descuido fueron tremendos, pero las clases
medias y altas no los sintieron. El desarrollo urbano en nuestro
período fue un gigantesco proceso de segregación de clases, que
empujó a los nuevos trabajadores pobres a grandes
concentraciones de miseria alejados de los centros del gobierno y
los negocios, y de las nuevas zonas residenciales de la
burguesía…. Solo a partir de 1848, cuando las nuevas epidemias
desbordando los suburbios empezaron a matar también a los ricos,
y las desesperadas masas que vivían en ellos asustaron a los
poderosos, se emprendió una sistemática reconstrucción y mejora
urbana”(Idem. P 248).
“La bebida no era la única muestra de desmoralización. El
infanticidio, la prostitución, el suicidio, y el desequilibrio mental
fueron relacionados con aquel cataclismo económico y social,
gracias, sobre todo, a los trabajos de algunos médicos
contemporáneos a los que hoy podemos llamar precursores de la
medicina social (cita Hobsbaum aquí a algunos de ellos con su
nota adicional, que sigue) “La larga lista de doctores a quienes
debemos mucho de nuestro conocimiento de la época –y de su
subsiguiente mejoría- contrasta vivamente con la general
indiferencia y crueldad de la opinión burguesa. Villermé y los
colaboradores de los Anales de higiene pública fundados por él en
196
1829, Kay, Tackrah, Simon, Graskell y Farr en Inglaterra y varios
en Alemania merecen ser recordados con mas amplitud de lo que
de hecho son” (Idem. P 249).
“Tanto el aumento de la criminalidad como de la violencia, a
menudo sin finalidad determinada, eran una especie de ciega
afirmación personal contra las fuerzas que amenazaban con
destruir a la humanidad” (Idem. P 249).“Todas esas formas de
distorsión de la conducta social tenían algo de común entre ellas e
incidentalmente, con la ayuda de “uno mismo”, eran tentativas
para escapar del destino de ser un pobre hombre trabajador, o al
menos olvidar o aceptar la pobreza y la humillación”…(Idem. P
249)“La alternativa para la evasión o la derrota era la rebelión. La
situación del trabajo de los pobres, y especialmente del
proletariado industrial que formaba su núcleo, era tal que la
rebelión no solo fue posible sino obligada. Nada más inevitable en
la primera mitad del siglo XIX que la aparición de los
movimientos laboral y socialista, así como el desasosiego
revolucionario de las masas. La revolución de 1848 fue su
consecuencia directa”(Idem. P250).
“Pero de hecho, la miseria, -la creciente miseria como pensaban
muchos-, que llamaba mas la atención, aparte de catástrofes
totales como la de Irlanda, era la de las ciudades y zonas
industriales en donde los pobres se extenuaban menos
pasivamente y menos inadvertidamente. Todavía es cuestión que
se debate si sus ingresos eran mejores; pero como hemos visto, no
cabe duda que la situación general de los pobres en las ciudades
es pavorosa. Las diferencias entre unas regiones y otras, entre los
diversos tipos de trabajadores, y los distintos períodos
económicos, así como las deficiencias de las estadísticas, parece
difícil responder decididamente a tales preguntas, aunque
cualquier significativa mejora puede ser excluida antes de 1848 (o
quizás 1844 en Inglaterra), y podemos asegurar que la brecha
entre ricos y pobres era cada vez mas ancha y mas visible. La
época en que la baronesa de Rotchild llevaba joyas por valor de
millón y medio de francos al baile de máscaras del Duque de
Orleáns (1842) era la misma en que John Brigth describía a las
197
mujeres de Rochdale: Dos mil mujeres y muchachas pasaban por
las calles cantando himnos; era un espectáculo singular e
impresionante, casi sublime. Terriblemente hambrientas,
devoraban una hogaza con avidez indescriptible. Si el pan hubiera
estado cubierto de fango, lo hubieran devorado igual” (Idem. P
251).
“Pero sin duda, la verdadera pobreza era peor en el campo y
especialmente entre los jornaleros, los trabajadores domésticos
rurales y los campesinos que vivían en tierras pobres y estériles.
Una mala cosecha, -como la de 1789, 1817, 1832, 1847-,
provocaba verdaderas hambres sin la intervención de catástrofes
adicionales como la competencia de las manufacturas inglesas
que destruyó hasta sus cimientos a la industria del hilo de Silesia.
Después de la ruinosa cosecha de 1813 en Lombardía, muchas
gentes se sustentaban solo con hierbas y forrajes, con pan hecho
de hojas de habas, y bayas silvestres. Un mal año como el de 1817
pudo producir, incluso en la próspera y tranquila Suiza, un exceso
de defunciones sobre los nacimientos. El hambre europea de
1846-48 palidece junto al cataclismo del hambre Irlandesa pero
no por eso fue menos real. En Prusia Oriental y Occidental (1847)
un tercio de la población había dejado de comer pan, y se
alimentaba solo de patatas. En las austeras y paupérrimas aldeas
de las montañas del centro de Alemania, en donde hombres y
mujeres se sentaban en troncos, carecían casi de ropas de cama y
bebían en cuencos de barro por falta de cristal, la población estaba
tan acostumbrada a una dieta de patatas y recuelo, que durante las
épocas de hambre, los componentes de los servicios de socorro
tenían que enseñarles a comer los garbanzos y las gachas que les
suministraban. El hambre y el tifus arrazaban los campos de
Flandes y Silesia, en donde los tejedores de lino libraban su
encarnizada batalla contra la industria moderna” (Idem. P 251).
“Las probabilidades de vivir de los niños nacidos en los años de
1840 eran dobles en los trabajadores de Wiltshire y Rutland (no
muy altos por cierto) que los de Manchester y Liverpool. Pero
entonces –por poner sólo un ejemplo- hasta que el vapor se
introdujo en el trabajo hacia finales del último siglo, las
198
enfermedades producidas por el polvo del metal apenas se
conocían en los talleres metalúrgicos de Sheffild. Pero en 1842, el
50% de los pulidores de metales de 30 años, el 79% de los de
cuarenta y el 100% de los de más de cincuenta estaban enfermos
de los pulmones” (Idem. P 252).
7.4.3 LA RESPUESTA DEL MOVIMIEWNTO
OBRERO.
ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN RUSA DE
OCTUBRE DE 1917
“El movimiento obrero proporcionó una respuesta al grito del
hombre pobre”…”No era el “pobre” el que se enfrentaba al
“rico”. Una clase específica, la clase trabajadora, obreros o
proletariado, se enfrentaban a otra, patronos y capitalistas. La
Revolución Francesa dio confianza a esta nueva clase, la
revolución industrial imprimió en ella la necesidad de una
movilización permanente. La novedad y rapidez del cambio social
que les absorbía, incitó a los trabajadores a pensar en los términos
de una sociedad completamente distinta, basada en sus
experiencias e ideas opuestas a las de sus opresores. Sería
cooperativa y no competidora, colectivista y no individualista.
Sería “socialista”. Y representaría no el eterno sueño de la
sociedad libre, que los pobres solo pueden alcanzar en las raras
ocasiones de una revolución social general, sino una alternativa
permanente y practicable al presente sistema….”la discusión
intelectual en Inglaterra y Francia dio lugar al concepto y a la
palabra “socialismo” en los años de 1820” (Idem. P 256)
La sociedad burguesa occidental que nos tocó en suerte vivir, es
el producto de la superación del caos vivido en Occidente hasta
finales del siglo XIX, si nos negamos a reconocer que la historia
económica y política del siglo XX, con la revolución rusa de
octubre de 1917, con las dos guerras mundiales y sus secuelas, no
es más que la prolongación, en nuestro tiempo, de aquel caos. Si
lo reconocemos, podremos comprender, que la práctica del
Terrorismo, de la Guerra, de la Violencia que nos agobian hoy,
199
son consecuencias lógicas de ese caos. El reto, pues, de la
sociedad humana en general, de sus empresarios, estadistas,
ingenieros, técnicos, científicos y hombres cultos en las distintas
ramas de la disciplina humana, es superarlo, no seguir en los
forcejeos, en las escaramuzas bélicas estratégicas, en las
demostraciones de poderío, en las retaliaciones o en las respuestas
de represalia.
Es necesario aliviar las malformaciones del, carácter individuales
y colectivas, patologías como la neurosis y muchas otras
enfermedades que se originan en un mundo marcado por toda
clase de agresiones en pequeña y grande escala. Hay muchos
motivos que demandan más sensatez. Es importante adoptar,
como política, el respeto de los espacios de cada cual, ser muy
claro en la determinación de los espacios privados y los espacios
públicos, definir muy bien sus fronteras, evitar la invasión del
terreno ajeno. No podemos olvidar que el animal que somos es
esencialmente territorial y gregario, a su manera. Es necesario
preservar y darle el valor que merecen a instituciones de alcance
universal, tales como son la Familia y la Comunidad, así como las
ha institucionalizado. Instituciones sociales cuya misión es servir
de cuna de la personalidad, la primera, y medio ambiente social
de vida humana básico, la segunda. Es preciso proteger su
sostenibilidad y su vitalidad. Es preciso poner en marcha otras
organizaciones que se han fundado luego de terribles bélicas para
prevenirlas, y que operan al nivel mundial, como la Organización
de las Naciones Unidas, el Tribunal Internacional de Justicia,
cuya labor es ya notable y que plantean ya un incipiente pero
prometedor soporte del orden mundial. Su desarrollo,
implementación, y uso a fondo, deberían ser objetivos prioritarios
e inmediatos de la política exterior de todas las naciones del
planeta. ¿Es esa propuesta una utopía? ¿Cómo la de Tomás Moro
(1478-1535), canciller de Enrique VIII, monarca de Inglaterra
quien publicó su obra “Utopía”?
¡Desde luego que sí! Él supo presentarle a su Rey la situación del
reino en una época en que los monarcas pensaban más en hacer la
Guerra que en administrar sus reinos. Tomás Moro fue más
200
explícito en puntualizar la tragedia de aquel pueblo que en hallar
soluciones acertadas (Germán Arciniegas. América en Europa. P
55. Plaza y Janés. Editora Colombia S. A. Bogotá 1980). Ocurre
que en nuestro mundo moderno estamos infinitamente mejor
dotados que él para conseguirlo. Pero nosotros, que hemos
“amasado” los medios económicos que se necesitan para
intentarlo, apenas nos bastan nuestro tiempo y nuestras energías
para pensar en acrecentarlos. Con ello solamente estamos
consiguiendo cavar nuestra tumba y la de la humanidad entera.
Para hacer de la utopía una realidad se necesita primero tener una
visión amplia del tema, una consciencia de las falencias que se
quiere superar. Astete en su sencillo y conocido catecismo de vida
cristiana nos habla de siete pecados capitales y siete virtudes o
hábitos que debemos arraigar en nosotros, para combatirlos:
Contra soberbia humildad, contra avaricia templanza, contra
lujuria castidad, contra ira paciencia, contra gula templanza,
contra envidia caridad, contra pereza diligencia. Segundo, contar
con la voluntad de lucha que nos exijan las circunstancias
particulares de cada uno, contar con el tiempo y los medios
materiales y espirituales que estemos dispuestos a invertir;
tercero, tener la determinación firme e irreductible de lograrlo, y
cuarto, cultivar la fe y la confianza de pueblos y naciones para
asegurar una respuesta nutrida a la convocatoria que se haga para
tal fin. Es preciso adiestrar cuadros de mando, para que la
iniciativa pueda ser manejada en conjunto y puedan establecerse
los planes de trabajo, y los respectivos equipos de especialistas en
las distintas áreas del mismo. Es posible que su iniciación parta de
un cerebro iluminado, pero la tarea es, forzosamente, una tarea de
equipo. Ello es posible en nuestras naciones atrasadas, solamente
cuando salgan del aislamiento, no sólo físico, sino sicológico en
que se mantienen, por carencia de medios o determinación de los
poderes que los dominan.
Robert Smith Baden Powell de Geewell, Gran Bretaña, fundó el
movimiento scout en Africa en 1908. Su método pedagógico se
basa en la atracción mágica que la Naturaleza y el mundo de los
animales ejercen sobre los niños. Su pedagogía, “aprender
201
jugando” para los niños “lobatos”, “aprender haciendo”, para los
scouts y “aprender sirviendo” para los adultos pioneros, funciona
alrededor de la práctica de los campamentos ecológicos y de las
historias del “Libro de la Selva”, escrito por Rudyard Kipling para
los niños. Bob y Bill, llamados así cariñosamente por los
seguidores de su famosa terapia de los “doce pasos”, fundaron
“Alcohólicos Anónimos”, para luchar contra la enfermedad del
alcoholismo, el 10 de junio de 1935 en Akron EE. UU, de
Norteamérica. Quienes conozcan estos movimientos pueden dar
fe acerca de sus logros, particularmente, en términos de la
formación de la juventud y de la recuperación, frente a los
estragos producidos por el alcohol en el carácter de la persona
humana. Igual que Bartolomé de Las Casas, quien llegó a
América como un conquistador más, siendo un encomendero
furibundamente explotador del indio, convirtiéndose luego en su
gran defensor, éstos transformaron sus vidas y le han ayudado a
muchos la transformación de las suyas (Enrique Caballero
Escobar. América una Equivocación. P 181. Editorial Pluma
Bogotá 1980). En otras palabras, han hecho el “milagro”, han
hecho de aquella utopía una realidad. Vencen cada día a la
Muerte. Esa lucha no es tan dramática y ostentosa como la lucha
militar, pero es más decisiva, también, en ocasiones es heroica.
Una expresión popular nuestra dice:: “El mundo es de los
valientes” (mas no de los cobardes y pusilánimes).
7.4.4 LA TRANSFORMACIÓN DE LAS
SOCIEDADES TRADICIONALES
EN SOCIEDADES URBANAS
En nuestro país, en sus raíces, nuestra población blanca buscaba
el trato de la hidalguía, rehuía el trabajo, especialmente el trabajo
material. Nuestra población negra, particularmente la de las
regiones del África menos desarrolladas, era poco diligente y no
tenía incentivos para el trabajo. En nuestra población indígena el
trabajo productivo había sido descargado en la mujer, la cual se
sentía explotada. (Idem. Páginas 204 y 243) Este factor tuvo que
ver seriamente con el mestizaje, ya que significaba para ella
202
alguna forma de liberación. En la Europa bárbara y medieval, aún
en las sociedades en que posteriormente se distinguiría la gente
por su laboriosidad, el hombre se ocupaba, generalmente, sólo en
la Guerra. Si no había guerra se dedicaba al ocio. En la
humanidad del mañana, como lo veremos más adelante, ese
hábito va a ser un lujo impracticable. El desarrollo posterior de la
Historia generada por el trabajo de formación del carácter
burgués, obra del la Iglesia Protestante puritana, la experiencia de
los jesuitas en sus misiones, en lo profundo de la selva, con la
civilización de pueblos completamente primitivos,. produjeron
cambios revolucionarios en el carácter de la población humana
que nos dan lecciones de cultura imperecederos. En el primer
caso, quizás, sin ese trabajo hubiera sido imposible el desarrollo
de la sociedad industrial moderna. En el segundo caso, se tiene el
más grandioso precedente de transformación de pueblo alguno,
que permite hacerse ilusiones entre otras cosas, sobre las
posibilidad, muy ciertas, de una civilizaciones humanas
avanzadas en el Trópico.
Así las cosas, y a pesar de toda la oposición y la resistencia
interpuesta, la realidad muestra que la cultura burguesa se
extiende sin cesar y penetra constantemente la totalidad de las
sociedades humanas del Planeta. Todavía mas, puede decirse que,
desde antes de terminarse la década de los sesenta, con sus
virtudes y sus defectos, ha logrado la transformación de la
humanidad, de ser, esencialmente, un conjunto de sociedades
agrícolas y pastoriles, a ser, una humanidad predominantemente
urbana. Al viejo establecimiento de la Revolución Industrial del
siglo XIX en Norteamérica y Europa donde han florecido las
industrias clásicas, como la industria textil, la minería del carbón,
la industria del acero, la navegación a vapor, se suceden las
industrias provenientes de los inventos de finales de este siglo,
como el teléfono, el automóvil, el avión, y tal vez la mas
importante de todas ellas, la industria del petróleo, entre otras. El
pensamiento científico nos ha revelado aspectos desconocidos de
la Realidad, la técnica va evolucionando conforme a ella, se hace
más eficiente. Pero es evidente la urgencia de transformar al ser
humano. ¿Cuántos tropiezos se viven en el mundo moderno
203
porque en la generalidad de la vida cotidiana siguen imperando
formas inadecuadas para el manejo de las relaciones sociales,
porque la realidad de la vida humana no se estima justamente?
En países que todavía no han asimilado la cultura burguesa, caso
particular el de Colombia, aún a finales del siglo XX, la Industria
se mueve perezosa y confusamente hacia vagos propósitos de
carácter privado y económico, entre el éxito y el caos, derivando
finalmente hacia la consolidación de la sociedad clasista,
rígidamente jerarquizada, conforme a lo cual se establece la
especialización en el trabajo, como un tardío remedo de las
formas medievales de estructura laboral, de la jerarquización de
los oficios. El resultado se parece al que se produjo en el medio
revolucionario francés, y después en el europeo, en que tuvieron
su origen los movimientos socialistas más importantes del siglo
XVIII, la toma de consciencia del obrero industrial de su
condición de clase explotada y las instituciones obreras, como los
sindicatos
De todas maneras, al paso que llevan las cosas, aunque ya parece
evidente la urgencia de una “reingeniería” de su cultura, de su
estructura, de sus metas, de su visión ética, la sociedad burguesa
cambia constantemente, bajo su propia óptica, para bien o para
mal, el carácter del hombre. El Campo es mirado ya de manera
diferente. Empieza, por ejemplo, el reino de la agricultura
industrial, como se da en la zona del maíz, en el centro de Estados
Unidos de América desde 1930, que, junto con la industria de
primera generación, la de la producción masiva y en grande
escala, deben ser nuevamente reformadas a partir de 1950 por
otros conceptos. La actitud temeraria de los primeros empresarios
que confían en vender lo que producen a los precios mínimos por
la escala de producción, ya no es considerada segura. El
“consumidor”, individualmente y colectivamente considerado
empieza a ser el punto de referencia del productor a partir de
mediados del siglo. Busca, entonces, el equilibrio de su oferta con
la demanda de aquel. Sólo mientras su inversión está justificada
por la demanda de sus productos, tiene un valor económico
consolidado. De otra manera, en la medida en que no se dé
204
aquello es como botar el dinero a la alcantarilla. Las grandes
factorías ceden su espacio a plantas industriales más pequeñas y
ágiles. El factor de la obsolescencia empieza a tener sentido
práctico como expectativa de los proyectos industriales y las
inversiones deben tener entonces un tiempo de duración finito,
suficiente para pagarle al inversionista el costo y un rédito
razonable. Eso pasa, particularmente, en la industria de la
construcción, en la fabricación de equipos industriales, de
automóviles, equipo de transporte, el Hardwer y softwer en la
industria electrónica dedicada a la informática.
Flota en ese ambiente innovador una inquietud que parece
pertinente: ¿Es inteligente, es realista, es justa, la postura de una
cultura que asume que la humanidad es esencialmente un
conglomerado de individuos, en posesión de libertad de acción en
el sentido más amplio imaginable, sin más? ¿Es razonable que nos
formarnos una expectativa diferente de la realidad humana, por
ejemplo de una realidad humana más justa, más estable, con más
probabilidades de permanencia, con un orden más sólido que el de
la actual? ¿Es prometedor el esfuerzo que se invierta en esa
empresa? Vamos por partes:
Si comparamos el caldo de cultivo primigenio de la Vida con ese
medio de “cultivo de vida humana”, donde supuestamente se
gestan su sociedad, las leyes de su orden, se pueden encontrarse
entre ambas nociones alguna semejanza. Ambos son dinámicos.
En el primero es evidente la forma azarosa en que se ha dado el
inicio de todas las formas de asociación de lo que llamamos
“materia” (Nota: “La Vida un Estadio Intermedio”). En el
segundo, que también es dinámico hay fuerzas manipuladoras del
proceso evolutivo. La vida humana no se desarrolla de manera
enteramente libre, y sus restricciones obedecen a concepciones de
la vida humana demasiado pobres que riñen, incluso, con
experiencias que evidencian posibilidades mucho más fructíferas
de la vida humana de las alcanzadas por la actual civilización. En
el caso de la civilización burguesa hay que contar con una
intencionalidad de sus líderes, así no sea la más recta y
transparente. El inicio de la civilización actual en un verdadero
205
caos, justifica, como punto de partida esa apreciación. Sin
embargo, han surgido nuevas formas de asociación, muy
inestables por cierto, que se sostienen, individualmente, en una
puja permanente por mantenerse, en un medio social turbulento.
Esas experiencias hacen que la gente del común, conciba la
Realidad así. Pero entender el Mundo así, no es inteligente, no es
realista, no es justo.
Mientras las cosas sigan como están, en esas condiciones, por más
que se desee tener una visión macroscópica de la Cultura
Occidental, una visión de su sentido, sin contar con la última
tradición de unidad de la Cultura, es un esfuerzo ilusorio, no es
posible. Simplemente no existe. La cultura occidental actual, en
su versión burguesa, carece de espíritu integral, es una
supererstructura mecánica que obedece a su propia inercia, a los
intereses de los pequeños espíritus de sus propios gestores, como
se dió en la antigua sociedad militar medieval de corte feudal. ¡No
sabe para dónde va! Solo existen infinidad de visiones
microscópicas en el mundo, cada una en puja por imperar, en la
medida de su propio poder. El hombre mismo, encarnado en miles
de millones de seres humanos concretos cae en el mundo entero
bajo la presión de ese engendro imperial que justifica su
existencia en la “legitimidad” del principio de “libre empresa”,
del concepto del derecho de “propiedad”, tal cual han sido
diseñados en el marco de la ética calvinista, sin referencia alguna
a responsabilidades humanas, puesto que desde su punto de vista,
para efectos prácticos, la Humanidad no existe como una realidad
tangible, y carece de valor la posibilidad de que pueda ser algo
real. En sus discursos, muchos hombres públicos, buscando
argumentos teóricos de respaldo para sus propias posturas
ideológicas o políticas, se refieren a conceptos irreales como
“comunidad internacional”, “sociedad civil”, “opinión pública”,
“comunidad”, cuyo uso constante hace pensar a la gente del
común, que efectivamente existen esas entidades. Pero mientras
no se trabaje por su desarrollo y consolidación, seguirán siendo
solo fantasías. Es por ello que tenemos que emprender, cuanto
antes, la tarea de su edificación. Ello exige a quienes la inicien
familiarizarse con lo esencial de la tradición de nuestra cultura,
206
con su concepción del hombre, con la visión contemporánea de la
realidad física y salirse, definitivamente, del esquema de
pensamiento generado a partir de la visión calvinista del Hombre.
Uno de los objetivos de este trabajo es aportar una explicación de
los motivos de semejante sugerencia.
207
CAPITULO 8
LA INGENIERÍA
8.1.0 LA SOLUCION PRÁCTICA DE LOS PROBLEMAS
HUMANOS.
USO RACIONAL DE LOS RECURSOS NATURALES.
Se dice que el mundo moderno es el paraíso de los ingenieros. Sin
embargo, eso no es siempre cierto. En regiones como América
Latina, en países como Colombia, donde el interés por el bien de
la población se centra esencialmente en los procesos electorales,
donde sectores enteros de la población provienen de antiguas
comunidades de donde han tenido que emigrar y que han sido
destruidas, en muchos años de violencia, donde pocos parecen
mirar seriamente en un sentido distinto del retórico, el significado
práctico de personalidad del pueblo, de la nación, a quienes hacen
sus ofertas de bienes, de servicios, cuya vida dicen cultivar,
proteger, apoyar, donde la respuesta general a las presiones de la
competencia externa de la economía, de la corruptela interna, de
la violencia generalizada, de la Guerra, del crimen organizado, ha
sido casi siempre improvisada, tardía, impracticable,
intrascendente, cuando no es el producto de una imposición,
donde esa respuesta ha sido insuficientemente decidida, enérgica,
contundente, pedagógica, allí, paradójicamente, la ingeniería está
en crisis. Mientras en las grandes potencias se multiplican las
especialidades en la ingeniería para atender los diferentes frentes
de preparación de los próximos vuelos de exploración al Sistema
Solar, los próximos viajes tripulados a Marte y mil industrias mas,
en nuestros países, difícilmente se logra mantener en
funcionamiento la red vial, la de telecomunicaciones, la de los
servicios públicos fundamentales, como agua potable, energía y
alcantarillado domiciliarios, las fronteras naturales yacen
abandonadas a su suerte, generalmente en un proceso de
devastación desordenada, la agricultura, en desleal competencia
208
extranjera, se arruina, la infraestructura industrial se hunde, los
servicios públicos de seguridad social y de salud se deterioran
constantemente en su insolvencia.
Los ingenieros militares, con esa denominación, se dedican, desde
los tiempos de Babilonia (Tomada por Ciro en 539 a. de C.), a
construir fortificaciones, a poner a punto los sistemas defensivos
de las ciudades, la gran muralla china, e infinidad de implementos
defensivos y ofensivos, como catapultas, murallas, fortines, etc.
Muchas de sus técnicas han sido desarrolladas desde tiempos de
los vikingos, los portugueses y los españoles, no solo en sus
construcciones navales de alto rendimiento, sino en la proyección
de la navegación oceánica que abrió por primera vez el Mundo al
comercio generalizado y, por supuesto, a la dominación imperial
de las naciones mas poderosas.
El desarrollo del pensamiento científico y de la técnica, le han
abierto nuevos horizontes al ingeniero, a cuya labor le
proporcionan bases de certidumbre y de solidez no concebibles
antes. Son clásicas ya la ingeniería de minas, la ingeniería civil
(para las obras civiles), la ingeniería de caminos, la ingeniería
química, la ingeniería de petróleos, la ingeniería agrícola, la
ingeniería forestal, la ingeniería sanitaria, la ingeniería eléctrica,
la ingeniería electrónica, la ingeniería mecánica, la ingeniería
industrial, la ingeniería de sistemas, la ingeniería biológica, y
dentro de ella se dan infinidad de especialidades, como la
hidráulica, la electrotecnia, la geología, la mecánica de suelos, la
metalurgia, los ferrocarriles, el transporte, las construcciones
navales, la aeronáutica, navegación oceánica, navegación aérea,
etc., para nombrar unas cuantas, quizás, muy pocas. El desarrollo
de las sociedades humanas más sofisticadas y opulentas, hubiera
sido mucho más difícil sin el concurso de los ingenieros.
Se puede decir que los ingenieros son clave en el funcionamiento
de la vida moderna, han sido auxiliares muy importantes en el
desarrollo de la infraestructura urbana de las ciudades, las redes
de comunicaciones, los puertos de embarque, las redes de
servicios públicos básicos, la industria minera, la producción
209
agropecuaria, la producción industrial. Ahora incursiona en
espacios que tienen íntima relación con la Cultura, no ya como
simple auxiliar de empresarios, gobernantes, instituciones sociales
de distinto tipo, sino como agente del desarrollo humano, con el
mismo nivel protagónico de los humanistas, en sus diferentes
disciplinas, de los empresarios en sus diversas especialidades, de
los hombres de Estado. Su responsabilidad en el aprovechamiento
eficaz y eficiente de los recursos técnicos no lo inhibe ya, como
algo fundamental en su labor, de tomar consciencia de sus
compromisos con la Humanidad, como un todo, y de su
disposición a interponerlos frente a la adopción de cualquier
compromiso particular. Esa consciencia es la que lo lleva a
hacerse preguntas respecto a su responsabilidad en la
construcción de una humanidad, como la actual, que adolece de
evidentes desequilibrios como los que venimos describiendo en
todo este trabajo, respecto a su postura frente a quienes han
contratado sus servicios, no ya desde el punto de vista del
cumplimiento de compromisos contractuales adquiridos
libremente, sino desde el punto de vista de lo que aquellos están
logrando con sus servicios. Las herramientas que la Ciencia y la
Técnica han puesto a su disposición, dada su relación con la
consciencia moderna de la realidad física que en esas disciplinas
se da, implican para el ingeniero un serio compromiso.
La ingeniería ha sido acrítica, salvo en el terreno de lo científico y
técnico. Su papel evolutivo lo resuelve poniendo en práctica la
tecnología más eficaz y que le permite un uso más eficiente de sus
recursos. Su valor en la modernidad se pone más de relieve a
medida que la Ciencia y la Tecnología avanzan. Los ingenieros
tienden a especializarse según los frentes de trabajo donde se
aplican en su labor. Van éstos desde la obtención de minerales
necesarias a la vida de las sociedades complejas de nuestro
tiempo, como el carbón, el acero, el petróleo, el aluminio, los
metales preciosos, los abonos químicos naturales, la obtención de
productos del suelo, como el algodón, las maderas, los alimentos,
la construcción de sistemas de comunicación viales, como las
carreteras, los ferrocarriles, los medios fluviales, marítimos y
aéreos, las construcciones civiles, como redes de acueducto,
210
alcantarillado, infraestructura de vivienda, de industria, en el
establecimiento y manejo de relaciones humanas, como las
relaciones industriales, comerciales, interinstitucionales, el
desarrollo, la construcción y manejo de ingenios para el
aprovechamiento de diversas formas de energía, como los
mecánicos, eléctricos, electrónicos, hidroeléctricos, eólicos, entre
muchos otros.
Las tareas del ingeniero se han desarrollado conforme a los
designios y las formas del poder imperante. La confección de sus
paquetes tecnológicos y de sus ofertas, obedecen principalmente a
estrategias dictadas por los requerimientos de la Guerra y el afán
de lucro de quienes se benefician, principalmente, de la existencia
de la Industria y de su operación. Ambos, la Guerra y la empresa
industrial vista de esta manera (parece difícil, por lo pronto, verla
de otra manera), tienen dinámicas enteramente diferentes entre sí
y diferentes de la dinámica de la evolución humana, aunque El
interés del Estado y el interés de la empresa productiva,
particularmente en la etapa actual de desarrollo industrial
(hablando de las grandes potencias industriales del Globo), en que
el potencial productivo supera al potencial de la demanda, se dan
las condiciones necesarias de alianzas de mutuo beneficio, ante la
posibilidad de penetrar a nuevos mercados externos, encontrar
nuevas fuentes de ingreso, para mantener los niveles de
crecimiento económico y poderío político que desean,
obviamente, a costa de comprometer a las autoridades de otras
naciones con intereses que les son ajenos, de reducir su iniciativa,
su capacidad de movimiento, a niveles de parálisis, de hipotecar
el trabajo productivo de sus nacionales haciendo nulas sus
opciones de desarrollo, reduciendo su influencia y posibilidades
de manejo del propio espacio geográfico, de desconocer,
mediante cualquier pretexto, incluso los derechos soberanos, la
soberanía de otras naciones consideradas mas débiles desde el
punto de vista de su desarrollo económico y su poderío militar.
Para entender la situación de desequilibrio a la que ha llegado la
sociedad humana en cuanto el aprovechamiento y disfrute de las
posibilidades de un mejor nivel de vida, consideremos las
211
siguientes cifras: En un mundo de 6.000 millones de almas, se
calcula que hay una población endémicamente hambrienta de
1.200 millones de almas. Sin embargo, se calcula en esa misma
cantidad de almas la población que sufre de la enfermedad de la
obesidad, grave secuela de la opulencia y mortal enemigo de la
salud. En total, una población de 2.400 millones de personas con
problemas graves de salud, el 40% de la población mundial.
Los ingenieros, frente a aquellas cifras de desolación, deberíamos
cuestionarnos, y promover el mismo cuestionamiento entre los
técnicos y los científicos: ¿De qué ha servido nuestro trabajo?
¿Estamos ayudando a los seres humanos a forjar para ellos y sus
hijos un mundo mejor? O, por el contrario, ¿Estamos ayudándole
a nuestros empresarios, a nuestros estadistas, a forjar su fortuna,
sus imperios económicos y políticos, a acrecentar su poder, su
capacidad de dominación, haciendo mas y mas precaria la
condición de los oprimidos, aún siquiera, sin el beneficio tangible
de quienes disfrutan de ese poder?
Sin un claro sentido de la vida, y en busca de soluciones prácticas
a su ruina física, en los sectores populares mas deprimidos, en
regiones campesinas olvidadas y de niveles de vida
endémicamente bajos, la gente humilde en América Latina se abre
a soluciones no convencionales, respondiendo de manera peculiar
a las cortapisas que el medio social les impone en su esfuerzo por
sobrevivir, justificándose y escudándose en el principio de la
“libre empresa”. En medio de los cultivos “sin futuro”, que no les
devuelven su inversión, cultivaron marihuana hace unos veinte
años y ahora están cultivando amapola y coca, muy bien pagadas
por los traficantes. El daño humano es evidente, sus dimensiones
plantean una verdadera catástrofe universal. Desgraciadamente la
demanda es inconmensurable y aporta cantidades de dinero
inconcebibles a las redes de sus mercaderes. Es uno de los precios
pagados por la humanidad, por los errores que representa una
civilización permisiva que permite la explotación humana sin
dejar otras opciones disponibles, como lo ha hecho la sociedad
burguesa occidental. Esa “demanda” no es por la existencia de
una necesidad objetiva. Es el producto de una intoxicación
212
generalizada, de una adicción masiva que permite la evasión de la
Realidad, de la angustia que ella genera, con secuelas
permanentes en términos de salud mental, de desequilibrio físico
y emocional, de desadaptación y de incapacitación para el
ejercicio de una vida social responsable. El Tiempo de Bogotá,
publica en su edición del 1º de agosto del 2004, citando un
informe del Fondo Monetario Internacional, y menciona un
lavado de dólares (sin contar éuros y otras monedas), del crimen
organizado de dimensiones escalofriantes, calculadas para un año
en US$ 600.000 millones de dólares incluido el comercio humano
de mujeres y niños. El narcotráfico lava unos US$ 250.000
millones de dólares. Esta suma representa el 5.6% del PIB del
Mundo, ocho veces el PIB de Colombia. Todo con la complicidad
de autoridades venales y de funcionarios privados y empresarios
irresponsables. Este es un ejemplo de los gigantescos problemas
humanos que la ingeniería está en la obligación de señalar y
ayudar a resolver.
Como vamos a ver, la Ingeniería incursiona ya en un campo
trajinado apenas por las Humanidades, la Filosofía, la Metafísica.
Los ingenieros hemos tomado consciencia de que nuestro trato
con el ser humano se refiere a una realidad que trasciende los
límites de la realidad física, del mundo material, tal como
entendemos hoy la “materia”, a razones que trascienden los
límites de la relación mecánica de los fenómenos naturales
observables. Nuestra disciplina, que nace y se enriquece de
aportes innegables que se desprenden de “la corteza técnica” de
nuestra cultura, no puede negarse a considerar que sirve,
esencialmente al Hombre, esté éste encarnado en directores
empresariales, en propietarios de tierras, en jefes de estado, o en
pobladores de algún barrio popular urgidos de fuentes de trabajo,
en un grupo de campesinos arruinados por la competencia desleal,
etc. Como consecuencia de esa consciencia, nos damos cuenta,
del valor humano de lo que hemos aportado, como base material,
física, que le ha permitido a una parte no despreciable de la
población del Planeta, alcanzar un nivel de vida mejor.
213
A principios del siglo XX Federico Taylor (1856-1915) abre el
camino a la Ingeniería Industrial, que se ocupa del aspecto
organizacional de las unidades productivas, habiendo sido un
factor de importancia capital en la racionalización del trabajo
industrial a nivel macroeconómico, y a la mejora de los
rendimientos, de la eficiencia en la aplicación de los distintos
factores productivos, entre otras cosas, dentro de los cuales figura,
en primer plano, la aportación del trabajador con su labor
cotidiana. En la economía del trabajo, a la simple evaluación del
tiempo dedicado a una operación manual, por medio de un
cronómetro, se ha pasado en épocas mas recientes a descomponer
la tarea de cada oficio, que se da generalmente en ciclos
repetitivos, en elementos más simples, para establecer el método
objetivo de acción dispuesto para el trabajador. Luego cada uno
de esos elementos se divide en acciones simples que el trabajador
realiza con los distintos miembros de su cuerpo independiente
pero coordinadamente, cuya duración en tiempo se da en tablas
elaboradas a propósito de una evaluación total del oficio, para
terminar eliminando los movimientos innecesarios y adecuando el
puesto de trabajo, de suerte que pueda ser puesto en práctica un
método mas sencillo y económico para realizarlo. Esta escuela de
trabajo en la industria fabril se denomina “taylorismo”. El
taylorismo se basa esencialmente en un principio que es
constantemente reafirmado por Taylor: El presupone la existencia
de un amplio margen entre lo que un trabajador está en capacidad
potencial de hacer y lo que hace en general. La tarea de la
dirección general de la Empresa consiste en reducir ese margen
cuanto le sea posible. Es evidente aquí, en un trabajo que se ha
desarrollado bajo la dirección y los objetivos de los empresarios,
la intención de reducir las opciones de vida del trabajador
industrial en áreas diferentes a las del trabajo en la fábrica, con
desmedro de su vida particular, de sus relaciones familiares, de
otras formas de realización personal que sólo a él le competen,
para sacar mejor partido de sus disponibilidades, de su tiempo, de
sus energías.
En forma un tanto ambiciosa, y probablemente quedándose
demasiado corta, como se ve, dadas las consecuencias nefastas del
214
medio ético en que se ha concebido, se ha denominado, este
nuevo campo disciplinario en algunos medios de Norteamérica y
Europa como “Ingeniería Humana”(A. T. Welford, D. V.Glass,
Michael Argyle, J. N. Morris. Sociedad. Problemas y Métodos de
Estudio. P. 205. Ediciones Martínez Roca. Barcelona 1966). Los
trabajos de Taylor y sus continuadores, se enmarcan,
primariamente, dentro de las organizaciones de producción
industrial mas desarrolladas en su época, con estructura
burocrática y con una distribución de funciones a los diferentes
niveles de la organización, hasta llegar a los oficios
personalizados del obrero, cuyo conjunto, permite la
transformación completa de los materiales requeridos en
productos acabados, listos para su uso. Una de las aplicaciones
del trabajo de los ingenieros industriales ha sido la evaluación
económica del aporte obrero en el producto final. Dentro de la
metodología adoptada, desde tiempos de Taylor, fue asumida
como aceptable la evaluación del tiempo dedicado por cada
obrero individual a la ejecución de su oficio, en el supuesto que
sumando el tiempo de todos los oficios puede determinarse el
tiempo total requerido para la transformación aludida. Se
acostumbra a dar ese tiempo en términos de las horas-hombre
requeridas. Con algunas variantes, ese es el procedimiento que se
sigue aplicando ahora en la evaluación del aporte obrero en el
producto final industrial.
Esta tendencia de los estudios del Trabajo se extendió por toda
Europa y sirvió de base al prospecto de su industrial durante casi
todo el siglo XX. Las novedades de la ingeniería industrial fueron
incorporadas, así mismo, a los programas de desarrollo industrial
contemplados en el sistema de planificación central de la URSS y
sus satélites, las cuales, no obstante el hundimiento del Estado
socialista en 1991 y los efectos del régimen totalitario en el
carácter y espíritu del trabajador industrial, logró colocar el
potencial industrial de Rusia en el segundo lugar en el Mundo
después de los EE. UU. de América.
El trabajo de avanzar en este tipo de temas ha sido muy difícil y la
urgencia de realizar un trabajo de alta calidad humana ha tenido
215
muchos tropiezos: Las instituciones universitarias en el Viejo
Mundo han sido renuentes al auspicio de trabajos de investigación
de temas prácticos en la Industria, manejada tradicionalmente por
gente de baja o inexistente preparación académica. Ello es mas
patente en la sociedad muy tradicionalista de la Gran Bretaña. Se
alude a que la sociedad clasista de la actualidad conserva algunos
valores típicos de la sociedad feudal, que discrimina claramente
entre el trabajo “digno” de los nobles y el trabajo de “baja
condición” de los plebeyos. Por otra parte, es evidente la actitud
de los directores de empresa que solamente se interesan en
trabajos de investigación que puedan mejorar su posición
competitiva o sus márgenes de beneficio. La experiencia, en la
labor que ha sido posible, demuestra que la calidad en los
resultados del trabajo investigativo es muy superior cuando
quienes lo realizan poseen una adecuada formación práctica y
teórica (Idem. P 190). Es importante tener en cuenta que, en
nuestros medios políticos, en que suelen exhibirse los pergaminos
académicos y los currículum universitarios como expedientes de
erudición y capacidad de desempeño administrativo, se discrimina
entre los aspirantes a puestos públicos “políticos” y los
simplemente “técnicos”. El adelantar esta tarea de alta calidad,
podría ser un reto importante de la Universidad Pública.
Con base en el trabajo investigativo de la Universidad de Leipzig,
en la década de los treinta, se viene trabajando en el mismo
terreno de la “ingeniería humana”, con otra denominación: La
Ergonomía. Esta vez sobre la base de otro tipo completamente
diferente de consideraciones: El metabolismo basal, como fuente
información respecto de la capacidad del organismo humano de
dar un cierto rendimiento en su trabajo. El mismo principio se ha
desarrollado bastante para analizar el rendimiento de los
deportistas en su desempeño deportivo. A nivel industrial se ha
trabajado mucho mas extensamente en las condiciones
ambientales en el puesto de trabajo que limitan el verdadero
potencial de rendimiento de las personas que trabajan. Entre esas
condiciones se han estudiado el aspecto anatómico de los espacios
de movimiento, medios auxiliares, como sillas, mesas y otros
implementos, cargas máximas a llevar o mover, etc., el factor de
216
iluminación, el ruido, la temperatura, todo lo cual incide, no solo
en el rendimiento sino en los índices de accidentalidad en el
trabajo. Es importante la consideración de una sana y suficiente
alimentación. En la sociedad contemporánea, todavía se tejen
expectativas absurdas acerca del rendimiento esperable en el
trabajo de personas que no ingieren los alimentos suficientes o sin
un balance adecuado, porque sus bajos ingresos no se lo permite,
de personas que dejan de comer por beber alcohol, de personas
que han aguantado hambre desde su niñez. Aquí, aparece, por
primera vez para el ingeniero, la evidencia de un cambio urgente
en el cuadro general del comportamiento social humano, el cual
nace no solo de nuestra ignorancia respecto de lo que significa
para nosotros nuestro propio cuerpo, maravilloso activo donado
por la Naturaleza para nuestro disfrute, sino de que
desconocemos, no solo los patronos sino los trabajadores, los
profesionales liberales, los empresarios, los juristas, los estadistas,
en general, aún las gentes cultas, el significado de la salud física y
mental, de la integridad de uso de las facultades físicas y
mentales, en cada persona y en los distintos conjuntos de ellas,
para él ejercicio eficaz de la vida cotidiana y de la acción social
que debe ser interpuesta frente a los factores alienantes, para
conservarla. Entra entonces el ingeniero, con su dotación
científica y técnica, a ser un protagonista de la Cultura, en
conjunto con los filósofos, con los metafísicos, con los
humanistas y, por qué no, con las instituciones religiosas, que se
ocupan de los destinos mas elevados de la persona humana. El
Universo, la Humanidad, no son sólo “materia”, no son sólo
partes de un engranaje mecánico gigantesco entrelazadas. Pero su
ser, por lo que sabemos, particularmente la Humanidad, necesita
de su propio espacio físico, de los medios necesarios de
sustentación material, de lo cual, en principio, al menos
teóricamente dispone, solo que las divisiones, el sectarismo, las
discordias, la prepotencia de unos sobre otros, no nos permiten
verlo así, y la desadaptación de nuestra consciencia a una realidad
tan objetiva como es posible tenerla hoy y las malas costumbres,
que con esa referencia descubrimos en nosotros, nos alejan más y
más de toda posibilidad de compartirlos.
217
Si la sola contemplación de los aspectos microsociales de las
relaciones humanas nos demuestran aquellas protuberantes
falencias de la sociedad occidental de hoy, la contemplación
macrosocial nos descubre aspectos todavía más inquietantes:
Uno de ellos se refiere a la racionalización en el uso de recursos
naturales, cada vez más escasos, en industrias necesarias o útiles
y, ojalá no, en otras perjudiciales. La consciencia, del ingeniero,
su formación científica y técnica debería servir para que la
sociedad disponga, en ellas, de medios idóneos para discernir,
escoger en qué invertir sus esfuerzos y hacer razonablemente su
inversión. Desde este punto de vista, el panorama que presentan
muchas industrias clandestinas, manejadas intencionalmente a
escondidas de la luz pública, como el comercio de armamento, el
comercio humano, la industria y el comercio de estupefacientes,
de alcohol, de tabaco y otros vicios, es desolador. Es obvio que,
sin la ayuda profesional supuestamente con adecuada formación,
su proliferación sería más difícil. Además, parece evidente en la
actualidad, el crecimiento inusitado de una actividad criminal,
egoísta, cerrada a toda reflexión, a toda consideración humanitaria
diferente de su propio e inmediato interés, e interesada
exclusivamente en el lucro, de la cual se beneficia cada vez mayor
cantidad y mas destapado ejército de cómplices, decididos y
dispuestos al beneficio personal a cualquier costo, realizada ya
por medio de organizaciones poderosas incluso estructuradas en
redes internacionales de comercio, capaces de intimidar, de
amenazar a los individuos, a la población en conjunto, a las
autoridades estatales a todos los niveles, de realizar tareas de
interdicción de las acciones policiales de gran envergadura. Sus
negocios crecen con el apoyo de funcionarios corruptos, de
instituciones secretas de distinta índole, como acciones orientadas
a imponer sus iniciativas, en conspirar en contra del orden
nacional e internacional para asegurar la realización de sus
objetivos. El conjuro de tales actividades requiere de la
humanidad, desde ya, su inmediata atención, el cierre de sus filas
alrededor de su propia defensa, en plan de protegerse, en
conjunto, a sí misma, en plan de desenmascarar al emboscado
donde quiera que se encuentre, de evitar que se haga fuerte, que
218
logre imponer su control estratégico sobre ella. Para ello es
importante que se asocie alrededor de propósitos claros, que se
solidarice, que su consciencia sea suficientemente clara frente al
peligro real a enfrentar. La ingeniería tiene una amplia tarea que
cumplir para asegurar la sostenibilidad de esa empresa.
En el mundo moderno, la Cultura Occidental, para ser reconocida,
tal cual es esencialmente, necesita reivindicarse con un nuevo
comportamiento, a los ojos de todos los pueblos del mundo que
han recibido, por su influjo, inconmensurables perjuicios. Esa
magna tarea empieza por la reparación y el resarcimiento de los
daños causados. Desde el punto de vista de un ingeniero moderno,
con formación científica y técnica avanzadas, esa labor se
percibiría como el desarrollo de un proceso político destinado a
“invertir” nuevas energías positivas adecuadas para neutralizar las
energías negativas que yacen en la “memoria” histórica de la
Humanidad, en su consciencia, en su subconsciente, en su
inconsciente, para que aquel gigantesco “condensador humano”
no se siga disparando, provocando nuevos dolores, nuevas
tragedias, nuevos cataclismos bélicos. Esa tarea no solo es ardua y
compleja. Requiere el concurso conjugado de todas las disciplinas
humanas, de todos los seres humanos de buena voluntad que se
logren reunir, para una colosal tarea de sanación, para establecer
los fundamentos de una nueva pedagogía, para que la relación con
el otro, con el viajero que está lejos de su hogar, con el extraño,
deje de ser una experiencia castradora, deprimente, frustrante, y
sea nuevamente una experiencia de hospitalidad, acogedora,
prometedora, enriquecedora. Tal vez como lo fue en tierras de
Oriente para Marco Polo, cuyas maravillas lo movieron a iniciar
un vínculo comercial y una relación cultural inmensamente
prometedores.
Con las consideraciones anteriores, nos colocamos los ingenieros
en un terreno muy diferente que aquellos en los cuales teníamos
que trabajar, sin cuestionarnos, sobre la base de especificaciones
fijadas por determinados contratistas, y sin saberse el valor real de
la labor que nos era preciso realizar. Podemos mirar
retrospectivamente la obra realizada y reconocer a sus verdaderos
219
usufructuarios. El desarrollar especialidades como la Ingeniería
Industrial, la Ingeniería Administrativa y otras afines, ha entrado
en contacto más íntimo con el ser humano, partiendo de espacios
de trabajo situados, aparentemente lejos de él, como el campo
militar, las obras civiles, y otros. Tal vez ha encontrado motivos
suficientes para proponer cambios radicales en el comportamiento
de los hombres civilizados y su apertura para entender mejor sus
relaciones con el entorno natural, cuando hace unos doscientos
años pensaba, con arrogancia, que había logrado emanciparse del
orden natural al cual se pensaba sometido, para depender, en
adelante de su propia iniciativa, de su propia capacidad creadora,
de su propia fuerza. ¡Qué ingenuidad, qué mayúscula
equivocación!
El descubrimiento del origen de nuestras fuerzas para vivir, para
trabajar y producir, para procrear y permanecer demuestra con
claridad meridiana que su fuente no está en nosotros mismos.
Nuestra especie y su economía, dependen casi enteramente e
inmediatamente, del proceso termodinámico que se da dentro del
Sistema Solar, y del cual el planeta entero con sus pobladores,
plantas, animales y humanos nos beneficiamos. La explicación de
aquel proceso termodinámico merecerá un espacio especial más
adelante, por lo cual solamente nos referiremos ahora a su
existencia. Sólo mencionaremos aquí algo importante: De su
conocimiento y adecuado aprovechamiento, derivarán en el futuro
la Humanidad y las demás especies vivas prácticamente todas sus
opciones de supervivencia. De no lograrlo, perecerán.
8.2.0 EL USO DE LOS RECURSOS NATURALES EN
LA INDUSTRIA HUMANA.
LA INSTRUMENTACIÓN DE LA INDUSTRIA.
LA REUTILIZACIÓN Y RECICLAJE DE
DESECHOS.
EL EQUILIBRIO ECOLÓGICO.
La sola lectura de este largo título representa uno de los
horizontes más prometedores de la Ingeniería. La ingeniería, en su
220
variante destinada mas expresamente al apoyo de la gestión
humana, en relación a su entorno físico y humano, una de las
áreas en que su consciencia y la consciencia de las personas, a
todos los niveles, está menos avanzada.
Decíamos atrás que las energías de que disponemos para el
desarrollo de nuestras tareas no se originan en nosotros mismos.
Su fuente esencial está en el Sol, centro, fuente de energía,
encendida desde hace unos 6.000 millones de años y con
combustible suficiente para otros seis mil millones de años mas.
Vana es entonces la expectativa de que la civilización occidental
ha logrado encontrar el camino para “emancipar” a la humanidad
de la Naturaleza, para dominarla y ponerla a su servicio. Pues
bien: La especie humana apenas despierta a la consciencia de su
pertenencia a una sociedad natural que es vital para su propia
supervivencia: El llamado Ciclo del Carbono. Esta gran sociedad
tiene un forzado intermediario para la captación de las energías
que mueven todo su engranaje: El Reino Vegetal. El proceso
evolutivo de la Naturaleza la ha dotado de un valioso medio para
hacer disponible la energía radiada que llega del Sol en “materias
primas” para nuestra industria de transformación, pero también
para la vida de innumerables especies de animales que pueblan el
Planeta. Privados de esa energía, nuestra vida cesaría
instantáneamente y sin ella es imposible también el menor
movimiento.
Para entender la maravilla de ese proceso, consideremos los
hallazgos en lugares inaccesibles de nuestro universo cercano, en
este caso, el centro de nuestra galaxia, La Vía Láctea, hecho por
los astrofísicos modernos. En condiciones físicas que superan
toda posibilidad de imaginación, en una región de alta congestión
de masas estelares que pierden su atmósfera por acción de las
fuerzas de gravedad de sus vecinas, entregadas, a su vez, al
movimiento, en sus órbitas, mas frenético que cabe en la mente
humana, en medio de masas de gas hirviente a presiones y
temperaturas inverosímiles de decenas de millones de grados
centígrados, en medio de colisiones colosales y de ruidos
ensordecedores, han sido identificadas en el espectro de luz mas
221
de 120 clases diferentes de moléculas pesadas. Entre ellas pueden
mencionarse el amoníaco, el acetileno, el alcohol, y el azúcar. Lo
maravilloso de nuestro “laboratorio natural terrestre” se relaciona
con la posibilidad de llegar a varios de estos productos,
particularmente el azúcar y el alcohol, en las condiciones
ambientales de clima propias de nuestro mundo, mediante una
familia de moléculas complejas que poseen los tejidos vegetales,
que tienen una sorprendente propiedad: Catalizar la síntesis del
agua con el gas carbónico del aire formando glucosa y liberando
oxígeno. En multitud de reacciones paralelas se sintetizan
proteínas, vitaminas, encimas y todos los componentes del tejido
vegetal útiles a las especies animales y al mismo Hombre, que los
consumen como alimento. De la misma manera se generan la
celulosa, componente básico de la madera, de la fibra de algodón,
el aceite de las semillas oleaginosas, los aceites esenciales de
diversas plantas y frutos, con sus aromas y sabores, resinas,
gomas, ceras, sustancias con aplicaciones en farmacia y
muchísimos productos mas. Esa propiedad catalizadora, se origina
en la existencia de una familia de moléculas “milagrosa” que se
llaman clorofila, que le imprime su color verde típico a la
vegetación de prados, bosques, sabanas, pastizales y rastrojos lo
mismo que a las poblaciones microscópicas marinas que
contribuyen con gran parte de la liberación del oxígeno necesario
para mantener las concentraciones del gas en la atmósfera, aún en
las condiciones precarias determinadas por las excretas de gases
industriales que genera la civilización, con sus chimeneas y sus
legiones de vehículos automotores en movimiento.
Para tener una idea de la capacidad de la radiación solar de
generar riqueza, miremos algunas cifras provenientes de
observaciones cuidadosas de los físicos que nos dan información
de mucho interés al respecto: La Tierra que tiene un diámetro de
12.700 kilómetros, está situada del Sol a 149.7 millones de
kilómetros. La Tierra interfiere 1/1.000.000.000 de la energía
radiada por el Sol. Ello representa un promedio de 1.94 calorías
/cms2 de área por minuto, en los lugares donde el rayo de luz cae
perpendicularmente al suelo, por ejemplo, en el ecuador terrestre
a las 12 del día, haciendo caso omiso de las pérdidas que se tienen
222
por la interferencia de la atmósfera, de la contaminación
atmosférica, de las nubes, que son importantes. Esta recibe el
nombre de la Constante Solar. Tal radiación, que es recibida en
diferente intensidad por unidad de superficie en las diferentes
latitudes y longitudes planetarias, porque la radiación no incide
perpendicularmente en toda la superficie esférica del planeta ni en
horas diferentes del día, explica gran parte de la diferencia
climática predominante en la región tropical, en la zona templada
y en las regiones polares, teniendo, a su vez, tremendas
implicaciones en la economía de la vida humana. Se sabe, por
ejemplo, que la madera triplica su crecimiento en el trópico,
comparativamente a como lo hace en sectores cercanos al círculo
polar ártico.
Es posible y vale la pena tener una idea de la importancia
económica de esa energía. En el supuesto de que toda la energía
radiada fuese invertida en la producción de glucosa, con perfecta
eficiencia, sin interferencias de nubes, de contaminación, etc., en
un área de 2.5 kilómetros cuadrados, al medio día, en un buen
suelo tropical cercano al Ecuador, sería posible producir, en
media hora 435 toneladas de glucosa (Fotosíntesis. Isaac Asimos
p 151Plaza y Janés S. A. Editores. Traducción de J. Ferrer Aleu
Barcelona 1980). En la práctica eso es difícil de lograr, pero vistas
las proporciones, se entiende la contribución de la energía solar a
la economía y la riqueza del planeta, en la cual, todos los seres
que toman parte en el proceso se benefician con su parte y se
constituyen, sin duda, en agentes de capital importancia en su
aprovechamiento por parte de todos los seres vivos. O dicho de
otra manera, todos ellos son un recurso natural de valor esencial
para la vida en general, y para la vida humana, particularmente,
todos aquellos que, descubrimos, juegan un papel fundamental en
el sostenimiento de nuestra vida, por ejemplo, la población de
microorganismos que medran en nuestro sistema digestivo y nos
ayudan en la transformación de los alimentos en formas
digestibles y aprovechables directamente por nosotros, o muchos
otros seres que nos vienen acompañando como “socios” casi
obligados nuestros, desde que inventamos la agricultura y
domesticamos los primeros animales. Vale la pena, así sea sólo
223
mencionar los nuevos amigos que la ciencia moderna nos gana
con multitud de trabajos investigativos, como los que se hacen
con insectos, muchos de ellos incómodos y hasta dañinos como el
mosquito anofelex. Este momento se trabaja aislando diversos
antibacterianos del sistema circulatorio de ellos, generados por su
sistema de defensas y ya se ha demostrado su valor terapéutico.
No solo ocurre eso con los demás seres vivos. Esa realidad hace
que debamos mirar con otros ojos a aquellos seres humanos que,
aún sin tener consciencia de lo que hacen realmente, representan
eslabones claves en la cadena de nuestra vida. Entre ellos
podemos mencionar a los campesinos y los pueblos vinculados
mas de cerca a la tierra, a los diferentes ríos, lagos, desiertos,
montañas, estepas, selvas húmedas, regiones heladas, océanos y
los diversos hábitats que ellos generan, de todas las razas, de
todas las culturas, cuya variedad nos muestra la respuesta
multifacética de la vida humana, de la iniciativa humana a los mas
variados y extremos medios climáticos, medrando siempre el
Hombre con éxito, aún sin la ayuda de la técnica moderna. Todos
ellos trabajan transformando en recursos útiles para el Hombre
todo lo que obtienen y nos lo ponen a la disposición. Tal vez
debamos enterrar conceptos ideales no muy sensatos, pero en los
que han creído muchos y sobre cuya base se ha intentado hacer
realidad proyectos políticos absurdos por no decir que criminales,
que nos hablan de seres, razas y culturas inferiores y superiores.
¿En relación con qué referencias? Puede haber seres humanos con
una consciencia mas elaborada, con aptitudes mas desarrolladas
en un sentido que en otros, mejor adaptados a unos medios
naturales que a otros, sí. A veces por escasez de recursos
materiales, por un medio ambiente demasiado duro, por falta de
oportunidades para hacerlo, por causas patológicas, o por
cualquier otra razón, esa consciencia no se desarrolla como
quisiéramos. Sin embargo nuestro patrimonio genético, lo mismo
que todo lo que representa la Vida, en su conjunto, son un
patrimonio universal invaluable y son susceptibles de
desarrollarse. Todo depende de nuestra voluntad, de nuestra
intención, de nuestra inventiva, de nuestro genio creador,
dispuestos a aprovecharlos.
224
La vida entera bajo esa mirada, representa una estructura
termodinámica impresionante y sobrecogedora que se mueve por
acción exterior, en una dirección inexplicable por la sola
interacción mecánica de sus partes. Aunque muchos no sean
sensibles a ello, detrás de todo ese andamiaje de la vida real se
esconde una realidad inmaterial, intangible que lo permea. El
Espíritu que se constituye en la razón fundamental de su ser. El
manejo, cada vez más eficiente, de la energía disponible para la
vida humana y para todos los seres vivos que están asociados al
esfuerzo de su aprovechamiento, lo hacen más eficaz y representa,
desde este punto de vista, un horizonte de interés singular para el
ingeniero. Quizás, en definitiva, este esfuerzo, interpretado de tal
manera, será el que le permita entender, sintéticamente, lo que ha
significado su Obra, desde un punto concreto universal, lo que
representa para la vida humana la disciplina científica, el
desarrollo técnico, la ingeniería, dándole un sentido de unidad a lo
que hizo siempre de manera aislada en sus casi infinitas
especialidades, es decir, dándole sentido de unidad a sus
construcciones físicas y estructurales, desde el punto de vista del
aprovechamiento eficaz y eficiente de las disponibilidades de
energía. Con ello podrá llegar a economías energéticas
inconcebibles antes, mantener y aún, desarrollar nuevas opciones
vitales, que de otra manera podrían perderse para siempre o
quedarían invertidas en formas no disponibles, que solamente
acrecentaría la entropía del sistema termodinámico global.
Pero hay algo de valor singular: Toda esa concepción hace que
tengamos que mirar, con otros ojos, a aquellos seres humanos
que, aún sin tener consciencia de lo que realmente significan para
nosotros, representan eslabones claves en la sustentación de la
vida humana moderna, esencialmente burguesa, asentada,
obviamente, en una realidad que tiende a sintetizarse alrededor de
la vida en la Ciudad: Ellos son los pueblos que mencionábamos
atrás, se hallan hoy vinculados mas de cerca de la tierra, a los ríos,
a las montañas, al mar, los que trabajan con los bosques, la fauna
silvestre, los que sacan los minerales de las entrañas de la Tierra,
los navegantes, igual que los que trabajan en la transformación de
225
sus productos en recursos utilizables y en ponerlos a nuestra
disposición.
La instrumentalización de la vida humana con infraestructura,
instituciones sociales para articularla y organizarla, con
establecimientos industriales, organizaciones productivas, nueva
tecnología, no deberían tener otro fin que servir de soporte a la
expresión del Espíritu, a su diferente dinámica, a su diversa
manera de ser, aunque su ubicación en el mundo material tiene
sus limitaciones de tipo práctico que poco a poco son superadas.
De alguna manera la intuición de los especialistas en “mercadeo”
y las transformaciones que han producido en la Industria parece
apuntar, en términos de estructura organizacional, en la dirección
correcta, aunque en la aplicación al servicio humano universal no
es muy convincente.. El hecho de estar la humanidad inserta en
sus múltiples hábitats en el mundo de los seres vivos, en la misma
Naturaleza, hace pensar en aspectos poco considerados: La
reutilización de ciertos deshechos, la industria del Reciclaje y la
transformación de ciertos residuos en formas utilizables por otros
seres vivos que nos permitan cerrar el círculo del Ciclo del
Carbono y mantener el equilibrio ecológico del planeta.
Los requerimientos de la población mundial, 6.000 millones de
almas en la actualidad, son sustancialmente mayores, y no solo en
recursos materiales, sino en espacio físico, que los requerimientos
de las decenas de millones que poblaban el Planeta a finales de la
Edad Agrícola y pastoril en que la manutención humana dependía
de lo que proviniera de esta fuente y todo movimiento debía
hacerse sólo con el apoyo de la fuerza animal. Son casi
infinitamente mayores que los que demandaba la humanidad con
sus centenas de miles de pobladores en la época prehistórica, que
vivían solamente de la caza, la pesca y la recolección de frutos
silvestres.
El esfuerzo del desarrollo de casi doscientos años de evolución en
la Era Industrial, se ha concentrado en formas de producción de
rentabilidad inmediata o en actividades deseables por su “alta
condición”, por su prestigio, dando a entender que no pocos
226
valores de la Edad Media y aún del inicio del industrialismo
sobreviven, se resisten todavía al racionalismo contemporáneo,
dejando vacía de iniciativa una área muy importante de actividad
industrial, incursionando en ella solamente gente sencilla, la
generalidad de las veces impreparada, individualmente, sin el
menor respaldo, movida solamente por la necesidad de eludir la
muerte por inanición, de la misma manera que muchos derriban
selva para, apenas, sobrevivir. Podemos hablar aquí a una
intencionalidad que deja vacíos en áreas que ofrecen vastas
oportunidades de trabajo, por ejemplo, en el tratamiento de
basuras urbanas, de la contaminación del aire, de las aguas, de los
desechos industriales tóxicos, como son el plomo y el mercurio.
De una intencionalidad de encartar a otros con desechos
inmanejables, como los desechos radiactivos, generando, como se
generan hoy, situaciones de grave peligro, por sustancias cuya
degradación puede durar decenas de miles de años. Otra industria
dañina que no reutiliza sus sobrantes de Guerra es la industria de
armamentos, cuya “contaminación” sigue causando devastación,
aún cuando los conflictos han sido zanjados. Podríamos hablar
aquí también de otras formas de contaminación que generan,
particularmente la pérdida del potencial de acción, del espíritu
humano al minar al hombre física y sicológicamente, como se da
por el alcohol, los estupefacientes, el tabaco, muchas
enfermedades causadas por la acción de organismos patógenos
que medran en medio del abandono, el mugre, el desaseo, el
desorden y que podrían controlarse con sanas costumbres en
higiene y limpieza, entre otros. Podríamos hablar también de la
“contaminación” que genera en el espíritu de la cultura toda
forma de imposición, de imperio exterior, de intolerancia, de
tiranía, de limitación física, como se dan por acción de la miseria,
el hambre, la falta de recursos, por la ignorancia, por las presiones
sicológicas que implican el uso perverso de la tecnología, como la
publicidad sexual, la subliminal, la propaganda política y
religiosa, por la acción amenazadora y destructora del Crimen.
Todas aquellas formas de intencionalidad no hacen otra cosa que
limitar las opciones de vida humana, a veces hasta hacerla casi
imposible.
227
El ideal de las “libertades fundamentales”, que se sobreentiende
en todo régimen democrático, se refiere fundamentalmente a las
posibilidades de que el espíritu humano se pueda expresar
libremente y pueda, servir de base a la acción humana, haciendo
que su cosecha, la nueva realidad, sea consecuente con él. En el
mundo cada vez mas complejo en que vivimos, la especialización
progresiva del trabajo hace que la inventiva del genio humano, la
sabiduría de los hombres se reparta más que antes. Nadie puede
decir la última palabra, nadie puede considerarse eximido de
errores, el liderazgo pueden desempeñarlo muchos, finalmente, es
preciso tomar decisiones con firmeza y asumir responsablemente
con compromiso y sin eludirlas, las consecuencias. Eso lo hacen
los hombres de Fe. La honestidad en las posturas asumidas es la
fuente de la confianza,- la fe de muchos referida a las perspectivas
del compromiso mutuo-. El logro de una postura clara común
debería ser el propósito de todo esfuerzo de conciliación, no lo
que intencionalmente se busca muchas veces, con el engaño, la
intimidación, el encubrimiento, la calumnia, el imperio, la
falsificación de la Realidad. Precisamente una de las cualidades
que distinguen al ser humano de los demás seres de la Naturaleza,
que sepamos, es su desarrollada capacidad de reflexión, de
discernimiento. Ello le permite moverse físicamente en el tiempo
y en el espacio, adaptarse, conforme a sus necesidades sentidas, a
su percepción de las exigencias del medio natural, prefigurando
diversas circunstancias ideales, virtuales y contemplándose en ese
escenario ideal. Por eso el ser humano es un ser social y político.
Dicho de otra manera, antes de moverse físicamente el ser
humano está en capacidad de moverse en el mundo ideal antes de
hacerlo en el mundo físico. Podría decirse que de ese modo
puede “planear” sus movimientos, corregir muchos errores,
avanzar en la constitución de nuevas formas de acción, por
ejemplo pasar de la acción individual a la acción comunitaria.
Ello se debe a la evolución que ha tomado nuestro cerebro,
magnífica herramienta nuestra y singular regalo de la Naturaleza.
Pero a menudo, e históricamente, nuestro afán indiscriminado de
competencia, no solo desprecia esta extraordinaria cualidad
humana de adaptación, en un mundo superpoblado y complicado
como el actual, sino que busca la forma de sembrar en otros el
228
error, hacer que den sus pasos físicos en la dirección incorrecta
para que se precipiten en el abismo, pudiendo monopolizar,
entonces toda opción de vida. De entrada, es el primer problema a
resolver por los ingenieros, los hombres de empresa, los estadistas
de todas las naciones del Mundo en la reforma de la sociedad
burguesa contemporánea y de la ética que la mueve. Su primer
objetivo deberá ser el conocimiento general de la Verdad. Luego
empezar a construir el Porvenir, cambiando las estrategias
políticas de la Guerra, de la conspiración, de la subversión, del
fomento de la anarquía, por formas cada vez más avanzadas de
cooperación. Para ese propósito, sin duda, son muy valiosas las
experiencias y los logros de instituciones que han sido fundadas
ante la evidencia de las duras consecuencias de la Guerra,
particularmente la Organización de las Naciones Unidas y otras
como el Tribunal Internacional de Justicia. Si se logra, ello
permitirá cambiar el Mundo, construir cada vez más firmemente
el organismo supraindividual que impropiamente llamamos hoy
Humanidad.
Ahora, nos referiremos al equilibrio ecológico. Este se refiere al
balance entre las especies vivas. Cuando este balance cambia se
generan problemas en el Medio Ambiente. En distintas épocas se
han conocido diversas plagas que han azotado a la humanidad.
Podrían mencionarse, por ejemplo, la langosta, que ha devastado
varias veces, entre otras, las cosechas en la región subsahariana, la
invasión durante el siglo XVI de la rata negra asiático, portadora
del cólera, que redujo la población de Europa, más o menos a los
2/3 de la que era. Podría hablarse aquí también del ser humano y
su capacidad perturbadora. Durante los siglos XV y XVI la
migración europea introdujo enfermedades desconocidas en
América como la viruela, que en pocas decenas de años redujo la
población aborigen a 1/3 de la original, con gran desmedro de la
economía.
Este momento, los tremendos desequilibrios dentro de la especie
humana están traduciéndose en la destrucción masiva y fuera de
todo control, de porciones muy importantes de bosques, de
diversas especies vegetales y animales. Ya veíamos atrás, que en
229
nuestro país, Colombia, se pierden más de 100.000 hectáreas de
bosque, por la acción indiscriminada de colonos que viven en la
miseria, abandonados, tras un magro e incierto sustento. Veíamos
atrás también el lamentable estado de contaminación de las aguas
dulces de uno de los países más ricos en agua del Mundo, como
es el nuestro, Colombia. La región amazónica brasileña, por no
decir de la peruana, ecuatoriana y colombiana, el “pulmón verde
del planeta”, sufre, año a año tremendas transformaciones. Una de
las industrias amenazadas, que da sustento a muchas de las
poblaciones aborígenes de la región, que se han visto obligadas a
emigrar a los “cinturones de miseria” de Manaos y otras ciudades,
es la de las tradicionales nueces del brasil, muchas de cuyas vetas
naturales han sido taladas para abrirle espacio a otras actividades,
teniendo aquellas que abandonar sus comunidades huyendo del
hambre.
Considerando aquello, no debe ser extraño para el lector, el papel
crucial del ingeniero en el plan de recuperar y conservar los
recursos naturales del planeta lo mismo que disponer de un uso
adecuado de ellos, evitar su desperdicio, y tratar de mantener el
balance ecológico que hace mas efectivo el aprovechamiento de la
energía solar disponible. Ello puede mejorar sustancialmente las
opciones de vida generales, y aún, abrir opciones adicionales para
una mayor población humana.
Por último, nos referiremos a un aspecto de la “solidaridad” que
en la sociedad burguesa más avanzada se ha explotado como un
negocio: Los seguros. El problema de fondo está íntimamente
relacionado con los diferentes riesgos que corre la gente, en sus
diversas actividades y durante su vida, relacionados, básicamente,
con los riesgos que cada persona, individualmente considerada, y
las asociaciones productivas a las que se vincula, tiene de
mantener los ingresos que necesita para sobrevivir. Las personas
adultas tenemos compromisos de diferente índole, por ejemplo, si
somos padres de familia, con esposa e hijos, con la educación de
ellos y algo muy natural, con el período de la tercera edad, en que
no es fácil proveer lo necesario para vivir. Particularmente en las
grandes ciudades, el pago de servicios públicos, el disfrute de
230
vivienda propia con créditos de largo plazo, tienen que contar,
necesariamente, con los ingresos de quien trabaja. El problema de
ahorrar durante la vida de trabajo lo necesario para sustentarse en
la vejez es palpitante hoy y tiene que ver con los ingresos del
trabajo.
Si, hipotéticamente, se pudiera establecer un plan financiero de la
vida de cada persona a lo largo de su vida, de ingresos y egresos,
por ejemplo, podría llegase a la conclusión de si la gente gana con
qué vivir o no, y de cómo pueden atenderse, entre otras cosas, los
rubros que mencionábamos arriba. Eso es lo que tratan de
calcular, en forma realista o fantasiosa los actuarios y
aseguradores. En una sociedad muy organizada esos cálculos
pueden ser muy realistas. En una sociedad desordenada esos
cálculos adolecen de muchas fallas e incertidumbres. De todas
maneras, en una economía de cambio, en gran medida, la
solidaridad se puede practicar para asegurar las posibilidades de
sobrevivir, repartiendo socialmente y en el tiempo, el costo de los
riesgos de vida de cada uno. Eso puede hacerse, por ejemplo,
estableciéndose en la vida de cada clase de personas, según como
vive, como trabaja, como se moviliza, etc., las probabilidades que
tiene de incapacitarse para trabajar y producir. Quien toma un
seguro de éstos, paga una cuota periódica, que le garantiza, en la
eventualidad de una incapacidad, recibir una renta que le permita
cumplir sus compromisos. En el fondo, de manera muy sencilla,
esto es lo que significan los seguros.
Ya, a nivel global, a nivel de los estados, se han desarrollado
nociones de importancia capital, particularmente dos: La
seguridad social y la seguridad de la vejez. La seguridad social se
refiere, principalmente a la salud, la seguridad de la vejez,
principalmente a la incapacidad permanente de las personas de la
tercera edad para proveer por sí mismos para su sostenimiento.
Evidentemente, la vida solamente es posible mientras el cuerpo, su soporte físico-, funcione. En una sociedad organizada, estos
servicios de seguridad son prestados, en parte por el Estado y en
parte por la economía privada. Su objetivo es, no solo garantizar
los ingresos individuales durante toda la vida, sino mantener el
231
“parque humano de trabajo” en plena capacidad de producir.
Pensar en esto significa, pensar en la salud integral de los
ciudadanos, pero también pensar en la integridad física de las
instituciones productivas donde los ciudadanos trabajan, producen
y ahorran. Nuevamente nos traslada el tema al espinoso punto de
la responsabilidad de los empresarios y estadistas, por no decir
que de los ingenieros, en establecer un derrotero claro que
determine la disciplina de vida del ciudadano como una
condición, sin e qua non, es imposible vivir en el mundo
civilizado. Pero no solo eso: Es muy importante establecer la
conducta del dirigente respecto de los fondos con que se financia
ese sistema de seguridad. En Colombia hemos tenido una
experiencia tenebrosa en este campo, dado que sus magnitudes en
pesos son muy altas y despiertan la codicia de no pocos
funcionarios públicos y el trabajador, obrero general,
especializado o empleado, solo se interesan en vigilar los niveles
de salario y sus implicaciones.
Se ve aquí la urgencia ciudadana de implementar un sistema de
vigilancia global, lo que debe ser implementado con instituciones
eficaces y eficientes destinadas a cuidar las inversiones del
ciudadano en su seguridad social y en su pensión de vejez, que si
existen hoy, desarrollan su actividad de manera dispersa. Me
estoy refiriendo aquí a las asociaciones del consumidor, a muchas
ONG, a muchos sindicatos de toda índole, a las Juntas de acción
Comunal, etc., que deben vigilar las decisiones de los gremios
empresariales, de los gobiernos, a todos los niveles del Estado,
como municipios, departamentos y nación, de las relaciones
internacionales, con el fin de hacer factibles sus presupuestos de
rentabilidad de sus ahorros. Es tal la magnitud de esos ahorros en
países como Colombia, que la financiación de su desarrollo
económico bien pudiera realizarse con esos ahorros y no con
crédito extranjero (hacer comparaciones, en cifras, con el caso
chileno que ha adoptado esta modalidad para financiar su
desarrollo económico).
Remato con una historia que ilustra, a fondo, el tema de la
solidaridad y sus consecuencias:
232
En cierta ocasión, el interventor de una compañía constructora
visitó, en su primer día de trabajo, la obra de turno, donde dos de
los frentes de trabajo estaban en manos de dos subcontratistas
diferentes, que, obviamente, empleaban formas diferentes de
manejo de su negocio. La obra era una gran catedral. Uno de los
frentes avanzaba mas rápido de lo previsto pero el otro se quedaba
rezagado respecto de las expectativas del proyecto completo.
Averiguar las razones de esos sucesos era la tarea que se había
impuesto en esa visita el interventor.
Al llegar a la obra por el sector del frente, se encontró con un
grupo de trabajadores que discutían con su capataz las órdenes
recibidas, y, más que ayudarse, parecían estorbarse unos a otros y
daban muestras de disgusto con la labor que realizaban. Preguntó,
entonces, a uno de ellos: ¿Qué hacen ustedes este momento? Y
este respondió: Tenemos que pegar en nuestro turno 2.000
ladrillos. Ya es el medio día y no llevamos 800. Yo estoy
perdiendo mucho tiempo porque se me llevan, sin decir nada, mi
herramienta y cuando la necesito no sé donde encontrarla. Si
pudiera trabajar solo sé que rendiría el doble. Si me dejaran
trabajar, sé que mi sueldo sería el mejor de todos, pero ante la
envidia de los otros nada puedo hacer. El capataz, exhausto de
empujar, le confesó al inspector que la dotación de herramienta
estaba incompleta y no había podido lograr que le enviaran lo que
faltaba. Confesó también al interventor de la obra su impotencia
para poner fin al desorden imperante y contener las arremetidas
agresivas de su personal, entre sí, lo mismo que su intención
fallida de cumplir su meta de trabajo.
Al llegar en su recorrido a la zona del fondo de la edificación,
encontró a un hombre solitario reflexionando inclinado sobre un
plano y midiendo algunas distancias. Le preguntó: ¿Qué haces?
Quiero revisar la ubicación del altar mayor, le respondió. No
quiero que nos equivoquemos y tengamos que desbaratar después
lo hecho. ¿Y tu gente? Mire, trabajan allí, mas adelante. ¿Solos?
No. Pero ellos saben lo que tienen que hacer. Yo ya les di las
directivas que necesitaban, y he revisado su trabajo y todo está
233
correcto. Además he resuelto ya las inquietudes que algunos de
ellos tenían, respecto de la tarea de hoy. Este momento me
dispongo a preparar la tarea de mañana. ¡Son gente calificada y
muy animada! Bien, permítame, paso a hacerles algunas
preguntas. No tenga cuidado señor, en seguida lo acompaño.
Cada cual parecía desempeñar su parte del trabajo sin interferir
con los demás. Trabajaban todos en silencio y parecían
preocuparse poco de lo que ocurría por fuera de su puesto de
trabajo. Aparentemente, las cosas iban aquí mejor. ¡hola
muchachos! ¿Qué hacen? ¡Construimos una catedral hermosísima
doctor! Cuando esté lista será la mayor del Mundo construida en
ladrillo…. ¡Y va a ser famosa por eso! Replicó otro más allá.
¿Cómo le parece que va la catedral de Villa Nueva de Medellín, la
ciudad industrial de Colombia?.. Contestó otro espontáneamente,
según se sentía estimulado por el reto. Cuando se despidió de
ellos, empezando por el capataz, lo hicieron de mano y con una
amplia sonrisa en sus labios, orgullosos de su contribución a
aquella gran obra. De vuelta a su vehículo exclamó, entre dientes,
algo que su conductor no logró entender: ¡Qué diferencia la que
hace el Espíritu en el trabajo! ¡Nunca me sentí mejor inspirado y
más satisfecho del informe que voy a pasar!
Como reto inmediato, para el próximo futuro, la Cultura
Occidental tiene un reto a mediano plazo, particularmente
significativo por ser quienes son sus protagonistas, por el poderío
creciente de sus estructuras, por las consecuencias de su acción en
relación a nuestros propósitos políticos. Hablamos aquí del
surgimiento de China, nación oriental por excelencia, el país mas
poblado del Planeta, como gran potencia económica mundial,
cuyos requerimientos de materias primas básicas presionan
constantemente el desarrollo de su producción en el mundo entero
para evitar desequilibrios sustanciales entre la oferta y la demanda
de los mismos. Hablamos, así mismo del creciente poderío del
crimen organizado, dedicado a aprovechar en beneficio de sus
mentores todas las oportunidades de “enriquecerse”que hallen en
su camino, con absoluto desprecio de todo interés humano, a
cualquier costo.
234
Ahora el turno es de China pero en las décadas de los ochenta y
de los noventa, a finales del siglo pasado, las potencias
capitalistas de Occidente tuvieron a Japón en la mira, dada la
extraordinaria fortaleza de su economía y observando en la
competitividad propia debilidades que planteaban evidentes fallas
estructurales de la economía occidental. La norma de calidad ISO
9.000, criatura occidental, desarrollada en Norteamérica,
destinadas a obtener la competitividad relativa que faltaba,
representa la respuesta concreta de aquel reto comercial. La
noción de Calidad Total representa entre los japoneses su
respuesta colectiva al reto de prestar, con los recursos disponibles,
el optimo servicio, entregar el producto óptimo, empeño que
asume cada hombre con derroche de compromiso. Los japoneses
se sienten, en sus islas, tripulantes de una gran nave oceánica,
para el éxito de cuyo “viaje” todos se sienten comprometidos a
cooperar. La recesión de finales de los noventa fue un revés para
su economía pero poco a poco se va recuperando. ISO 9.000
procura sembrar en Occidente la semilla de esa fortaleza,
encontrando escollos muy importantes en su propósito, porque, a
falta de solidaridad de empresarios y trabajadores en sus
propósitos empresariales, a falta de una auténtica consciencia de
los objetivos del trabajo de quienes lo desempeñan, de la urgencia
de que sea aceptada por ellos la concertación de sus
responsabilidades, hace necesaria la presencia de un “policía” al
pié de cada puesto de trabajo, o rígida y exigente la auditoría que
requieren los altos niveles de calidad en Occidente, haciendo, a su
vez, su propósito económico demasiado costoso y a su gestión
económica verdaderamente incompetente.
La sociedad burguesa occidental con sus inconvenientes:
Íntimamente
fragmentada,
individualista,
materialista,
hegemónica, regida por un afán competitivo y de lucro
desmedidos e irracionales, aislada de sus raíces tradicionales,
acosada por las angustias de las crisis recurrentes, incapaz de
proporcionar una visión global, de conjunto, suficientemente
coherente de la Realidad, de los objetivos de su política (si es que
existe) de corto, mediano y largo plazo, sin una postura muy clara
235
respecto del significado que le merecen los mas altos valores
humanos, va a tener enormes dificultades para mantener su
coherencia, su identidad, su integridad, ya que la experiencia que
ha generado su presencia en Oriente, salvo los afortunados
contactos ocurridos durante los siglos XVI y XVII, ha dejado en
esos pueblos un sabor amargo, ha generado imponderable
resentimiento y odio y envalentonada con su poder militar actual,
impone sus intereses con arrogancia mal disimulada, incluso a
riesgo de desencadenar la Guerra. Muy difícil será establecer unas
bases ciertas, universalmente aceptables y sólidas para sus
relaciones con el resto del mundo, si no resuelve internamente, en
lo fundamental, sus conflictos.
Frente al Crimen, está igualmente desarmada la sociedad
burguesa occidental. La falta de un carácter definido les permite a
los criminales disimular sus intenciones, legitimar sus actividades,
sanear su patrimonio mal habido mediante la aplicación de los
inocentes e ideales principios de la ética burguesa. Da la
impresión que el principio de “libre empresa”, por ejemplo, no
diferencia entre actividades sanas, útiles, benéficas y otras
dañinas, destructivas. En el fondo, el espíritu de la sociedad
burguesa se queda demasiado corto frente a los requerimientos
humanos que plantea a la sociedad burguesa su propia realidad.
Por ello el único recurso con que cuenta para mantener el orden,
para la lucha contra la delincuencia, el crimen en todas sus
manifestaciones, el terrorismo, es su mecanismo de coacción, de
fuerza. He ahí un nuevo reto para los ingenieros, los empresarios
y los estadistas.
8.3.0 EL MANEJO DE LA CRISIS POR LOS
INGENIEROS.
LA CRISIS DE LA INGENIERÍA.
En países como Colombia suele hablarse de la crisis de la
Ingeniería, porque los estados carecen de presupuestos de
inversión para obras públicas, ante otras “urgencias”; porque la
Empresa Privada no tiene nuevos proyectos de envergadura,
236
porque se amplía, con sus excedentes propios en el extranjero;
porque la Guerra y la violencia han alejado al capital y a la
inversión extranjeros y han arruinado el patrimonio de
innumerables empresarios grandes y pequeños, entre muchas
razones mas. Entonces se explica así el alto índice de
desocupación, el crecimiento desmesurado del trabajo informal,
no solamente entre gente del común, sino entre la gente
“educada”, los profesionales, incluidos los ingenieros. Entre
nosotros no es raro ver médicos, ingenieros, abogados,
arquitectos, economistas, conduciendo taxi; a químicos trabajando
en laboratorios de cocaína y heroína.
Sin embargo, en países capaces de desarrollar proyectos de
implementación modernos para la vida urbana, para la educación,
para la robotización de diversas operaciones industriales, de
desarrollo de nuevas industrias, de obtención de nuevos
materiales, como lo logrado con los cables de fibras ópticas en el
cableado de las telecomunicaciones, con las fibras de carbono en
la construcción de partes estructurales para aeronaves, con las
cubiertas de cerámica resistentes a la alta temperatura de
reingreso a la atmósfera de naves espaciales, no solo los
ingenieros tienen trabajo sino que se especializan más y más.
A casi nadie, entre nosotros, por ejemplo, preocupan nuestras
fronteras naturales, vastas reservas verdes repletas de materiales
útiles, por ejemplo en farmacia, plantas como la palma seje,
productora de aceite de comer con propiedades nutritivas
semejantes al aceite de oliva, como el caucho natural,
insustituible, que de allí de origina, maderas variadísimas,
multitud de especies vegetales que ni siquiera han sido
clasificadas; grandes reservas verdes surcadas por grandes y
caudalosos ríos que esperan su domesticación, geologías
totalmente desconocidas que pueden esconder innumerable
riqueza minera, pueblos primitivos completamente olvidados
esperando su redención económica y social. La tarea de la
Expedición Botánica de José Celestino Mutis y las grandes obras
misionales de los jesuitas en los llanos orientales de Colombia,
por ejemplo, no tienen continuadores y se quedan ostensiblemente
237
en el olvido. Por ello podría decirse que la crisis de la ingeniería
es la crisis de nuestra sociedad. Es más importante, para la
generalidad, la visión microscópica e individual de la
responsabilidad de vivir, incluso en las prioridades de los
funcionarios públicos, a quienes les interesan mas sus ingresos y
sus prebendas, no importa de donde provengan y si pueden, en el
futuro, seguir resultando. En el fondo, parece preciso que le
busquemos soluciones a nuestra crisis social y ellas traerán reales
alternativas de trabajo, no solo para los ingenieros sino para
todos, en general, como alternativas a la Guerra, la Violencia y la
Anarquía.
8.4.0 LA INFLUENCIA DE LA INGENIERÍA
EN LA VIDA COTIDIANA.
Si revisamos en nuestra casa, nuestro lugar de trabajo, la calle, la
infinita variedad de implementos que encontramos por doquier, el
solo considerar que hace cien años prácticamente ninguno de ellos
existía, podemos entender las diferencias entre nuestro mundo y
aquel mundo que apenas entraba en la Edad Industrial. El recorrer
las calles, entrar a una tienda, a un banco, entrar por Internet,
muchas veces a archivos del otro lado del mundo, para acceder,
casi instantáneamente, a información especializada, son actos
enteramente distintos ahora. Se puede ver cómo la oferta de frutas
y toda clase de mercaderías de consumo son variadas y
constantes, aún cuando la oferta está por fuera de la estación de
cosecha. Apenas sube un poco el precio. El desarrollo comercial
llega a conectar, hoy, por ejemplo, los grandes centros
consumidores del hemisferio norte del planeta con las zonas
productoras del hemisferio sur, en tiempos de invierno, cuando en
el hemisferio sur está exactamente en la estación contraria, en
verano. En tiempo de cosecha. Ello es posible mediante los
desarrollos actuales de la navegación, de los sistemas de
información, de los sistemas de frío, de las instituciones que
operan todos esos medios, de los procedimientos modernos
operativos que se ponen en práctica. Distintas ramas de la
Ingeniería han prestado su apoyo valiosísimo a esos desarrollos.
238
Obviamente, el frente de la civilización tecnológica moderna no
avanza igual en todas partes. Los países en desarrollo se quedan a
la zaga, aunque los modos propios de la vida urbana avanzan sin
cesar. Muchas industrias agrarias y pecuarias como la ganadería,
el cultivo de frutales, cereales, soya, algodón, palma de aceite,
caña de azúcar, entre otras, empiezan a adoptar métodos
modernos de producción y comercialización. Hoy día es difícil
que un agricultor se aventure en una cosecha sin tener su
comercialización asegurada. Por intermedio de muchas grandes
empresas, la gente aprende a trabajar conforme a la “nueva”
civilización.
Así, las grandes hambrunas de hace 150 años en Europa y en
nuestros propios campos y ciudades son ya cosa del pasado.
Ahora los problemas son un poco diferentes: El café, el petróleo,
las tasas de cambio monetarias suben y bajan dentro de cierto
rango de equilibrio entre la oferta y la demanda, dentro del cual se
establece, a su vez cierta escala de precios. La crisis de la
Organización Internacional del Café produjo en la década de los
noventa, en Colombia, una baja profunda de los precios que les
llevó la ruina y la miseria a regiones enteras.. Es la versión
industrial de las antiguas crisis de escasez y hambrunas de la
agricultura y ello obliga a los agricultores menos eficientes o
marginales a moverse, sin dudas, a otras actividades. Así se ha
conjurado en Colombia la crisis cafetera, situándose los precios a
niveles de subsistencia y entrando el gremio de los cultivadores
del grano a buscar para, su beneficio, las ventajas comparativas
del café suave colombiano, de su variedad de climas, de la
experiencia de los cultivadores del Campo, para buscar ingresos
adicionales con la oferta de cafés especiales, de alto aprecio en los
mercados de café del Mundo.
Todo es posible mediante el apoyo de la Ciencia, de la Técnica,
de la Ingeniería, que no están ausentes en ningún nivel, de la
actividad productiva. El tener contacto con esas nuevas opciones,
se abre un panorama cultural no imaginado siquiera antes, pese al
carácter escéptico de muchos, que, incluso empieza a cambiar con
el liderazgo de aquellas. Si algo nos descubren sus doscientos
239
años de actividad, cada vez mas rigurosa, metódica y profunda, es
que no pueden dejar de contar con el Espíritu que anima a todo el
Universo, en sus partes y en su conjunto. Nunca es mas patente
que hoy, el significado de la búsqueda de las religiones, por
ejemplo, del significado del Hombre, del mundo físico, como un
todo. A la contemplación que han logrado los astrofísicos del
Universo, tal como se hace hoy, del mundo exterior, es importante
que pasemos a la contemplación de nuestro propio interior. El
Universo, nuestro mundo, nosotros mismos evolucionamos, para
nuestro entendimiento actual, en forma impredecible, pero no
ciegamente. Unos párrafos atrás hablaba del Porvenir como un
reto para los ingenieros, los empresarios y los estadistas. Sí, pero
no solo para ellos. Los artesanos, los artistas, los científicos, los
médicos, los juristas, los humanistas, los poetas, los letrados, los
filósofos, los teólogos, en general, los artífices de la Cultura, las
expresiones vivas del espíritu humano, tienen un papel decisivo
qué cumplir. Un escritor colombiano, William Ospina, en su obra
“Es Tarde para el Hombre”, tiene una visión pesimista al
respecto. ¿Qué es para él el Hombre?, Acaso la realización actual
de la Humanidad puede atribuírsele al Hombre integralmente,
cuando es precisamente su espíritu el que ha sido aplastado con la
violencia, con la Guerra, con la anarquía, con los estados
imperiales, movidos por unos cuantos individuos, que se han
apoderado durante toda la Historia de nuestra suerte, que han sido
objeto, quizás de nuestra fe, nuestro culto? ¡Creo que no! Todo lo
contrario. ¡Es el tiempo del Hombre! La contribución de hombres
sencillos a la civilización actual, por cuestionable que ella sea,
como los inventores de la máquina de vapor, del motor de
explosión, del teléfono, del automóvil, del avión, etc., hace su
memoria imperecedera como la de los pintores rupestres de
Altamira, los constructores de dólmenes en la Edad de Piedra
europea, de Confucio, Sócrates, Aristóteles, Platón, Avicena,
Jesús de Nazareth, Tomás de Aquino, Leonardo Da Vinci,
Shakespeare, entre muchos mas cuya mención llenaría todas las
páginas de este trabajo. Todos ellos tienen algo en común: Dan
testimonio del Espíritu, no solo del ser Humano, sino de su
realidad trascendental que penetra y mueve al Universo entero.
240
Todos ellos han participado y seguirán participando como
espíritus vivos en la tremenda tarea de conducir a la Humanidad
hacia su destino vital en el escenario físico de su materialización
física. El saberse parte de semejante tarea de transformación
humana, de los logros que ha alcanzado y del futuro que podría
esperarnos, es un estímulo muy positivo para los jóvenes que
desean servir a la humanidad de esa misma manera. Así sea que
muchos intentan el enriquecimiento con industrias viles como los
alucinógenos, con la miseria de los consumidores, no solo en
dinero sino en su salud física, la experiencia les muestra que su
éxito depende de las redes de distribución que hacen la conexión
entre el consumidor y el productor. Es decir, en cierta forma, con
la labor “solidaria” de sus cadenas de distribución, que nace de un
espíritu malvado, perverso quizás, pero que mueve al conjunto de
los que se benefician de su comercio. En la agricultura moderna,
aún en países poco avanzados, como ya veíamos arriba, pocos se
atreven a dar pasos en la producción de cosechas básicas como
arroz, yuca, maíz, papa, plátano u otros, sin planear
anticipadamente las condiciones de su colocación en el Mercado,
como precio, formas de entrega, empaque, etc., en otras palabras,
estableciendo, así sea rudimentariamente, cierta forma de
asociación supraindividual destinada a garantizar la recuperación
del esfuerzo invertido.
Esta experiencia esencialmente práctica, permite articular la
actividad de muchas personas en pro de un beneficio común. En
la sociedad moderna existen ya instituciones que permiten el
seguimiento detallado de cada producto individual, de materias
primas, por la “cadena de abastecimientos”.IAC en Colombia,
maneja los “códigos de barras” que identifican cada producto
colombiano y establece la diferencia real entre unos y otros. Sobre
esa base se pueden manejar inventarios detallados, registrar
movimientos de ingresos y egresos, en unidades y valorados en
cualquier moneda, permanentemente actualizados, aún en
almacenes que manejan 60.000 a 100.000 productos distintos. Esa
ayuda de la Ingeniería y otras destinadas al establecimiento de
asociaciones o instituciones adecuadamente reglamentadas,
estables, eficientes, manejadas con ecuanimidad y justicia por un
241
bien común concreto, pueden ofrecer alternativas de solución real
de los conflictos, frente a otras alternativas tradicionales, como la
Guerra y la Violencia. Obviamente este tipo de soluciones no
puede excluir, sino todo lo contrario, incluir una alta valoración
de la persona humana, muy particularmente, en la medida en que
está comprometida con la consecución del objetivo común. Cada
uno se constituye, entonces, en un recurso real para los demás, en
un verdadero “coequipero” de trabajo con ellos.
Para llegar allá es preciso superar el comportamiento actual de los
hombres individualmente considerados y de las asociaciones,
productivas o no, que forman, con intenciones perversas, como
eludir responsabilidades laborales, apropiarse de secretos
industriales, ocupar recursos financieros y espacios necesarios
para labores constructivas mas importantes, para lograr la
enajenación de patrimonios ajenos, para monopolizar
oportunidades, en una palabra, no para unir esfuerzos en pro de un
beneficio común, sino para hacerle daño a otros, para beneficiarse
del trabajo ajeno, etc.
El ingeniero debe entender que una de las condiciones de su
trabajo, por práctico y concreto que él sea, debe esencialmente
ser, la de poseer una visión universal de sus fines, no la de formar
partido en la procura de otros fines que riñen, de alguna manera,
con el bien común. Su forma de abrir caminos para la acción
humana, de abrir oportunidades de realización, es, entre otras
cosas, una forma de permitirle al ser humano la edificación de su
consciencia de la Realidad, por encima de los problemas atávicos
que han afectado históricamente sus relaciones con los demás; es
darle la oportunidad de experimentar la necesidad de un orden
ético universal esperanzador para los hombres, que le dé solidez y
sentido a su labor cotidiana, a la sociedad humana que sobre esos
cimientos se construya. Efectivamente, la mecánica de la
estructura social, su condición material, no encierran en sí el
misterio de su funcionamiento, no bastan para explicar el correcto
o defectuoso del mismo. Muchas veces, es preciso buscar la
explicación en el espíritu que la anima. Es la manera de liderar el
242
establecimiento de una nueva realidad humana, de abrirse a una
cultura nueva y más amplia de la Vida.
8.4.1 EL PROYECTO DE INGENIERÍA MÁS
GRANDE EN 4.000 AÑOS DESDE KEOPS,
CAMBIA LA SUERTE DE UNA NACIÓN.
Uno de los proyectos de ingeniería más eficaces en el cambio del
carácter de una nación, en este caso de la nación panameña, es la
construcción del canal de Panamá. Su magnitud, en términos de
movimiento de material (tierra, roca y otros), representa sesenta y
tres veces los movidos en Keops. La construcción del canal de
Panamá a principios del siglo XX, luego de la secesión de
Panamá, es conocida como una de las obras monumentales
mayores en la historia de la ingeniería, iniciada en su etapa
exitosa en 1904 y terminada en 1914.
Lesseps (1805-1894), político francés, quien construyó el canal de
Suez y quien se propone, de cuenta de Colombia, construir el
Canal de Panamá en la segunda mitad del siglo XIX, fracasa en su
intento. La gran obra, era muy superior a los medios técnicos
disponibles entonces para los franceses. Particularmente el
tamaño de los medios mecánicos es insuficiente frente a un diseño
casi inverosímil que plantea un corte de ochenta y cinco metros de
profundidad en la montaña que separa las vertientes atlántica y
pacífica del istmo, en el llamado paso de Culebra, en un tramo de
15 kilómetros de longitud solamente, para dar paso a los navíos al
nivel del mar. Sin embargo, Lesseps es derrotado, más bien por la
fiebre amarilla y el paludismo que menguan casi hasta la
impotencia las fuerzas de su personal de trabajo. Sus pérdidas en
vidas, asciende a la no despreciable cifra de 16.000 trabajadores
durante el tiempo que dura el intento.
Los trabajos son reiniciados en 1904 y en julio de 1905 asume la
dirección de los trabajos el ingeniero ferroviario John Stevens, de
52 años de edad, de gran experiencia en el corte de vías férreas en
las montañas Rocallosas (EE. UU.), quien ostenta el récord de
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haber construido más kilómetros de vías férreas que ningún otro
ingeniero de su tiempo. Su designación es hecha directamente por
el presidente de EE.UU., Teodoro Roosvel, con el acuerdo entre
ambos de evitar, por todos los medios, los escollos burocráticos.
John Stevens es un constructor ferroviario, no un político. Los
móviles del Presidente son patrióticos, económicos y militares.
La experiencia le demuestra a Steven cuán importante son la
salud y la moral de los hombres vinculados al proyecto. Se ha
dado cuenta del ambiente pesimista que reina en los campamentos
y de las condiciones de insalubridad existentes alrededor de ellos.
Panamá, entonces, es considerado el territorio más insalubre del
planeta. Reina en el lugar de los trabajos una temperatura media
de cincuenta y cinco grados centígrados y llueve torrencialmente
ocho meses del año.
En Panamá conoce al médico Dr. William Worgass de 49 años,
director del hospital Ancón, que tiene el extraordinario récord de
haber terminado con la fiebre amarilla en Cuba años antes.
Worgass opinaba que el virus de la fiebre amarilla tenía por
vector transmisor (como resultó cierto después) un mosquito que
habitaba, no la selva tropical húmeda sino las poblaciones
habitadas, que adolecían de múltiples condiciones de
reproducción en canales de agua estancada, en basureros
encharcados, en calles húmedas, en recipientes abandonados
llenos de agua, etc. Ha buscado en vano, el apoyo de las
autoridades del Istmo y de EE. UU. En la Zona del Canal para
adelantar fumigaciones masivas de las viviendas y el drenaje de
los depósitos de agua. John Stevens no sólo lo escucha. En
conjunto con Worgass emprende el más ambicioso y costoso
programa sanitario que se haya emprendido en país alguno.
Cuatrocientos hombres fumigando casa por casa utilizan en total
120 toneladas de sulfuro. Se cierran burdeles, se derriban
cuchitriles de mala muerte, se arreglan calles y caminos. La fiebre
amarilla es vencida para sorpresa e incredulidad de todos con un
resultado decisivo para Stevens: la moral y el entusiasmo de sus
trabajadores mejoran substancialmente. Stevens se constituye en
un verdadero líder de su gente.
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Empieza una campaña igualmente masiva contra el paludismo.
Todos los trabajadores tienen que consumir su dosis diaria de
quinina. Delante de la vía férrea que se va construyendo van las
brigadas de hombres regando aceite en los posos de agua de la
selva, drenando zanjones de agua, instalando en los caseríos y
campamentos acueductos modernos y de agua limpia. Es un
hecho que todo el mundo, particularmente los trabajadores de
origen extranjero, sufren los rigores de la fiebre recurrente del
paludismo, entre ellos, el mismo Dr. Worgass. La población local
ha desarrollado ya gran resistencia contra la enfermedad. Cuando
se logra vencer al paludismo, casi unos 22.000 trabajadores han
muerto víctimas de los dos flagelos, la fiebre amarilla y el
paludismo. Entonces el ánimo invade a la población trabajadora y
se labora a ritmo frenético.
Stevens considera que la clave para un mayor rendimiento de los
trabajos está en el transporte férreo de los materiales removidos.
Pero…¿Dónde colocarlos? El río Chagres derrama en la época de
lluvias cantidad de agua que estorba inmensamente las labores de
excavación. Es cuando se le ocurre que se debe construir una gran
represa destinada a represar las aguas del río Chagres. Allí, en la
tapa, depositará todo el material transportado y el agua del lago
formado alimentará con sus aguas el canal en tiempo seco. Así se
forma el lago Katún, el más grande lago artificial del Mundo. Para
aquella labor Stevens busca en su país las mayores locomotoras
de carbón posibles, igual que excavadoras y cargadores de las
mayores dimensiones que pudiese encontrar. Así logra superar los
escollos de los franceses, que solamente disponían de un equipo
relativamente liviano de movimiento de tierra y rocas.
Pero su mayor innovación es la propuesta que le hace a Roosvel
de cambiar radicalmente el diseño de los dispositivos del Canal.
Le propone reducir substancialmente la ciclópea tarea de romper
por roca maciza un paso de ochenta y cinco metros de
profundidad y quince kilómetros de largo para un canal a nivel.
Propone elevar las naves a la altura mayor posible con un sistema
de esclusas a ambos costados de la montaña. Si aquello funciona
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(nadie sabe que así sea a ciencia cierta) la economía es evidente y
la viabilidad del proyecto se acerca muchísimo más a lo
realizable. Todo se hace según los diseños de Stevens, aunque
éste, por razones todavía desconocidas, se retira de la Obra y no
está presente en su inauguración. No obstante, tanto John Stevens
y William Worgass son considerados en su país como verdaderos
héroes nacionales. Stevens, a su muerte en 1916, es sepultado con
honores de hombre de Estado (National Geographic. Documental
de televisión).
No es de despreciar la actitud decidida de Roosvel para plantear
sus objetivos políticos. El está muy enterado del “Gran Juego”
como se le dice a la alta política, en el argot diplomático de
principios del siglo XX.. El pueblo de su país entiende muy
someramente su movida, igual que ocurre en los nuestros, cuya
vida cotidiana es muy divorciada de las altas actividades del
Estado. Más adelante lo entenderá cuando su presidente tenga que
mover su potencial naval del Océano Atlántico al Océano Pacífico
y viceversa, como consecuencia del estallido de la Segunda
Guerra Mundial. De no contar con el Canal, hubiera tenido que
perder varios meses para hacer el mismo movimiento, ya por el
Cabo de Hornos en Suramérica, o por el Cabo de Buena
Esperanza en África del Sur. Es algo que sólo él y algunos de los
estrategas políticos de su nación discuten, seguramente, en la
intimidad.
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