LIBRO 3 EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO OCCIDENTAL. Impacto sobre la Cultura CONTENIDO DE LA OBRA COMPLETA LIBRO 1 ÉTICA La necesidad de una ética práctica para, llegar al entendimiento de los seres humanos entre sí y de ellos con la Naturaleza. CAPÍTULO 1 PROYECCIONES DE LA NATURALEZA HUMANA 1.1.0 El orden social del prehomínido. El orden social de la manada 1.2.0 La “historia” de Adán y Eva es todavía una realidad vigente 1.1.1 La Razón, el nuevo ingrediente de la Creación 1,2.2 ¿Cuál es el papel de la razón en el ordenamiento de la Vida? 1.2.3 El dilema fundamental para el ser humano en relación con la Naturaleza: ¿Relación d Poder o de liderazgo? 1.2 4 Síntoma de dominación del líder: El Carisma 1.2 5 Síntomas del efecto sinergético de la acción del líder: La fe de sus seguidores 1.2 6 Consecuencias de la experiencia de la fe: La autoridad del líder o, en caso contrario, su negación: El escepticismo 1.2.7 La autoridad del líder, consecuencia de la fe: Origen del orden social eficaz, de la disciplina auténtica dentro del orden establecido 1.2.8 ¿Es posible forjar nuevos usos, nuevas costumbres, nuevos órdenes, nueva cultura? 1.3.0 La Ética 1.3.1 El lenguaje, expresión del carácter, camino del entendimiento 1.3.2 La solución verbal de los conflictos 2 1.3.3 La Cultura de la Vida: La liberación del espíritu humano de las garras del primitivo animal prehomínido 1.3.4 La liberación del espíritu humano de la tiranía, de la hegemonía, de la dependencia, del dominio indiscriminado de los hombres poderosos. 1.3.5 La liberación del espíritu humano de los condicionamientos, de los determinismos de la Cultura. 1.3.6 El pensamiento utópico, como herramienta para la liberación del espíritu humano. CAPÍTULO 2 DEL MITO A LA RAZON 2.1.0 El principio de la razón. 2.2.0 Respuesta humana a sus retos vitales. 2.3.0 La noción de deidad 2.3.1 la imagen de los dioses en la mente humana de la modernidad. 2.3.2 La deificación de los fenómenos de la Naturaleza, y su relación con la experiencia inmediata del hombre al entrar en contacto con ellos 2.3.3 ¿Son razonables las luchas religiosas, desde el punto de vista del presupuesto de la fe? 2.4.0 La sustitución en las sociedades secularizadas del pensamiento religioso por el pensamiento ideológico. 2.5.0 ¿Es posible la construcción de una ética universal? 2.6.0 El trabajo de desarrollar las herramientas idóneas para la interacción social justa. 2.7.0 El Estado moderno y sus compromisos humanos. LIBRO 2 GLOBALIZACIÓN ECONOMICA ¿Oportunidad o frustración? 3 CAPÍTULO 3 TEMA ESTRATÉGICO DE FONDO EN LA POLITICA CONTEMPORÁNEA 3.1.0 La política internacional. 3.2.0 El tema de la Globalización. 3.2.1 La globalización bipolar. 3.2.2 La globalización del Mundo en los tiempos finales del Imperio Castellano. 3.2.3 La globalización anglosajona 3.2.4 La globalización mirada desde un ángulo moderno. 3.0.0 ¿Tiene o no tiene la Vida su propio sentido? 3.1.0 El eje de la respuesta: La propuesta del Amor 3.5.0 El proceso de la energía 3.6.0 La consciencia de la realidad actual CAPÍTULO 4 LA CONSCIENCIA DE SÍ MISMO 4.1.0 Las preguntas fundamentales. 4.2.0 ¿Puede la Ciencia afrontar el reto de proponer las bases físicas de una humanidad sostenible? 4.2.1. La navegación oceánica. 4.2.2 Otros horizontes de la Ciencia 4.2.3 La visión del conflicto. 4.3.0 ¿Podemos contar con el apoyo de la Ciencia en el esfuerzo serio de prescindir de la Guerra? 4.3.1 Algunas consecuencias de los cambios en el comportamiento de la Naturaleza Humana por acción del Hombre. 4.3.2 La herencia de su vieja condición animal. 4.3.3 ¿Podría ser la globalización, como ha sido planteada, acaso un enorme e imprático absurdo? 4.3.4 El etiquetado de los hombres, ¿un sofisma de distracción? 4 4.3.5 La globalización al estilo propuesto por las grandes potencias económicas del Planeta. 4.4.0 El inhóspito medio siberiano modela muchas de nuestras viejas costumbres y tradiciones políticas. 4.4.1 Los tonguses 4.4.2 Los vogules, los ostiakos y los samoyedos, los mongoles, los tchouktche, los koriakos. Los kamtchadalos. 4.4.3 Los turcómanos. 4.4.4 Los kirguishes. CAPÍTULO 5 LAS CONDICIONES CIVILIZADAS DE VIDA 5.1.0 La Realidad 5.2.0 El conocimiento de la Realidad 5.3.0 El pensamiento científico 5.4.0 Derribando paradigmas científicos 5.5.0 El legado imperecedero de la cultura cristiana occidental a los pueblos americanos. 5.6.0 De cara a un cambio de actitud frente a las propuestas éticas de la civilización moderna occidental 5.7.0 Influencia del conflicto generado entre el mundo moderno y la ciencia contemporánea en el desempeño del técnico y del ingeniero 5.8.0 La crisis del ingeniero en Colombia 5.9.0 Consecuencias del rompimiento del eje cultural de Occidente en la cultura contemporánea 5.10.0 Una consecuencia de los descubrimientos científicos de la actualidad: La necesidad de un nuevo encuentro del Hombre con la Naturaleza 5.11.0 El origen del comportamiento de los occidentales y su forma de hacer cultura. 5.12.0 ¿Son o no una realidad, la madurez mental de la Ciencia, de la Cultura Occidental? 5.13.0 ¿Qué podría significar todo aquello para el científico, el técnico, el ingeniero actuales? 5 5.14.0 Cambios importantes en la mentalidad de Occidente generados por la experiencia científica 5.15.0 Una mirada retrospectiva. Una mirada dentro de nosotros mismos 5.16.0 Una utopía digna de realización 5.17.0 Una noción de ecología humana, consecuencias de su aplicación a la vida humana 5.18.0 Avances científicos que abren nuevos horizontes en el conocimiento de la Realidad. LIBRO 3 EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO OCCIDENTAL CAPÍTULO 6 ORIGEN, APLICACIONES 6.1.0 Introducción al pensamiento científico 6.1.1 Qué es el pensamiento científico 6.1.2 La lógica científica 6.1.3 El lenguaje científico 6.1.4 La experimentación. Los modelos experimentales 6.1.5 El desarrollo y significación de los instrumentos de observación 6.2.0 La dinámica del pensamiento científico. El rompimiento de paradigmas del pensamiento científico. 6.2.1 El origen humilde de la Ciencia 6.2.2 El mundo que supera la Ciencia como disciplina reconocida 6.3.0 Empieza a romperse el eje de la Cultura 6.4.0 La Gran Controversia 6.5.0 El gran conflicto ético entre la Reforma y la Contrarreforma 6.6.0 La extraordinaria obra misional de los jesuitas en América y Asia 6.7.0 Influencia del pensamiento científico en la vida cotidiana 6 CAPITULO 7 LA TECNOLOGÍA 7.1.0 La Técnica 7.2.0 La dinámica de la tecnología 7.3.0 El valor de la tecnología Obsolescencia de los modelos científicos y tecnológicos. El rompimiento de paradigmas 7.4.0 El aporte de la técnica a la vida cotidiana 7.4.1 La Revolución Industrial 7.4.2 El espíritu de los hombres que lograron la Revolución Industrial 7.4 3 El movimiento obrero. Antecedentes de la Revolución Rusa de Octubre de 1917 7.4.4 La transformación de las sociedades tradicionales en sociedades urbanas CAPITULO 8 LA INGENIERIA 8.1.0 La solución práctica de los problemas humanos. Uso racional de los recursos naturales. 8.2.0 Uso de los recursos naturales en la industria humana. Instrumentación de la Industria. La reutilización y reciclaje de deshechos. El equilibrio Ecológico 8.3.0 El manejo de la Crisis por los Ingenieros. La crisis de la Ingeniería 8.4.0 La influencia de la Ingeniería en la vida cotidiana 8.4.1 El proyecto de ingeniería más grande en 4.000 años desde Keops, cambia la suerte de una nación LIBRO 4 ANTECEDENTES HISTÓRICOS CAPÍTULO 9 7 DEL GENIO HUMANO 9.1.0 Las raíces del europeo que partió la Historia Universal en dos con el descubrimiento de América. 9.2.00 De la economía primitiva a la economía contemporánea. 9.2.1 De la caza y la pesca. 9.2.2 La Rueda 9.2.3 El manejo de los metales 9.2.4 La Guerra 9.2.5 La Navegación 9.3.0 De Stonehengue al urbanismo actual. El desarrollo industrial 9.3.1 En la Europa antigua 9.3.2 En la América primitiva 9.3.3 La evolución de las culturas americanas hasta su reencuentro con el Viejo Mundo 9.4.0 El desafío que representa para el científico el medio social actual 9.5.0 El establecimiento de estructuras sociales humanas para el desarrollo de empresas colectivas 9.6.0 Reparos a la “ciencia ficción” como medio eficaz para la ambientación de las mentes jóvenes al mundo moderno 9.7.0 El nuevo reto de las Ciencias: Darle las oportunidades al Hombre, no quitárselas 9.8.0 El Hombre tiene habilidades para moverse en los espacios del espíritu. Es esencialmente espiritual Libro 5 EL HOMBRE EN AMERICA CAPITULO 10 LAS CULTURAS DE MESOAMÉRICA 10.1.0 Los pueblos originarios 10.2.0 Los huastecos y otros pueblos inmigrantes 8 10.3.0 10.4.0 10.5.0 10.6.0 10.7.0 10.7.1 10.7.2 10.6.0 10.6.1 10.8.2 10.8.3 10.8.4 10.8.5 10.9.0 Las culturas superiores de Mesoamérica Los Aztecas Las culturas de Zacatenco y Ticomán Las culturas de Coloma y Nayarit El pueblo tarasco El pueblo tarasco La cerámica tarasca La cultura olmeca La cerámica olmeca La escultura olmeca El país olmeca La arquitectura y el urbanismo Los tesoros artísticos La cultura teotihuacana CAPÍTULO 11 EL IMPERIO AZTECA 11.1.0 El significado de la religión 11.2.0 Algunos aspectos de la vida material 11.3.0 Algunos aspectos de la vivienda y el urbanismo 11.4.0 La escultura azteca. 11.5.0 La pintura19.6.0 Aspectos de su estructura política 11.7.0 Aspectos de la industria artesanal 11.8.0 La metalurgia y los trabajos en plumas, piedra y otros CAPITULO 12 LA CULTURA MAYA 12.1.0 El Medio Natural. La Economía. Su área de dispersión 12.2.0 La historia maya 12.2.1 El Viejo Imperio y su cultura 12.2.2 El urbanismo 12.2.3 La población y su legado cultural 12.2.4 El Clan, base de la organización social 12.2.5 Las demandas de su vida cotidiana tipifican su industria 9 12,2.6 La agricultura y el espacio para la civilización 12.2.7 Copán: El centro científico. La Meca del arte y la civilización maya 12.8.0 La lectura de los jeroglíficos mayas 12.2.9 La decadencia del Viejo Imperio 12.2 10 El testimonio arqueológico 12.2.11 El testimonio documental 12.2.12 El Nuevo Imperio maya 12.2.13 Significado universal de la cultura maya 12.2.14 La religión de los mayas CAPÍTULO 13 LAS ANTIGUAS CULTURAS DEL PERÚ 13.1.0 La era incipiente 13.1.1 El período pre – agrícola 13.1.2 El período agrícola antiguo 13.2.0 La era del desarrollo 13.2.1 El período formativo 13.2.2 El período cultista 13.2.3 El período experimental 13.3.0 La era floreciente 13.4.0 La era climática 13.4.1 El período expansionista CAPÍTULO 14 EL IMPERIO INCA 14.1.0 La historia 14.2.0 La vida económica 14.2.1 La caza y la pesca 14.2.2 La cría de animales domésticos 14.2.3 La agricultura 14.2.4 La preparación de los alimentos 14.2 5 El vestido 14.2.6 El ciclo de la vida de las personas 10 14.2.7 La arquitectura y el urbanismo 14.2.8 Otras obras de ingeniería: Caminos, puentes y obras de riego 14.2.9 El uso de los caminos. El transporte. Las comunicaciones. 14.2 10 La mayor expresión de plenitud artística peruana: Los textiles 14.2.11 La cerámica. La metalurgia. Otras artes menores 14.3.0 La organización social 14.4.0 La organización política 14.5.0 La Religión 14.5.0 Algunos aspectos de la vida intelectual CAPITULO 15 LOS PUEBLOS DE LA REGIÓN SEPTENTRIONAL OCCIDENTAL DE SUR AMÉRICA 15.1.0 Panorama humano general 15.2.0 Las migraciones y las interacciones entre las poblaciones aborígenes en Sur América septentrional 15.3.0 La arquitectura, La vivienda La agricultura 15.4.0 La Agricultura El transporte. Las vías. Las comunicaciones 15.5.0 El transporte, las vías, las comunicaciones La metalurgia 15.6.0 La Metalurgia. 15.7.0 Los hilados y tejidos. El Arte rupestre. La cerámica. La Escultura. Otras artes 15.7.1 El arte rupestre 15.7.2 La cerámica. 15.6.3 La escultura. 15.8.0 La organización social. La familia. El parentesco 15.9.0 Algunos aspectos de la organización política 15.10.0 La visión religiosa y el culto 15.11.0 Similitudes con las culturas peruanas 15.12.0 Extensión de la memoria americana sobre su tradición. Testimonios Sobre su vida cotidiana y acerca de su proyección espiritual. CAPÍTULO 16 11 EL CHOQUE DE DOS MUNDOS 16.1.0 ¿Acaso tienen alma los indios americanos? 16.2.0 A pesar de la oposición de los intereses creados las misiones jesuitas demostraron que es posible el rescate del Hombre; Todavía más, que debería ser considerado un proyecto político inaplazable 16.3.0 El mundo feliz posible 16.4.0 Hacia la búsqueda de un sincretismo cultural LIBRO 6 LA ENERGÍA; COMBUSTIBLE DE LA VIDA CAPÍTULO 17 NUESTRO HOGAR UNIVERSAL 17.1 0 El impulso primigenio y la evolución del Universo. 17.1.1 El Big Bang 17.1.2. La formación del primer elemento de la Tabla Periódica: El Hidrógeno 17.1 3 Las primeras generaciones de estrellas 17.1.4 La formación de los elementos más pesados. La formación de los sistemas estelares de segunda generación 17.1.5 La Materia: ¿Una forma de “condensación” de la Energía? El proceso de la Evolución. 17.1.6 El Universo: Colosal escenario de la Vida 17.1.7 La Vía Láctea: Nuestra galaxia 17.1.8 Nuestro sistema solar. Desarrollo local del proceso de la Energía 17.2.0 El Ciclo del Carbón: El sistema fundamental de la economía de la Vida. 17.2.1 El “Árbol” de la Vida, y la interacción de sus “ramas” en cada hábitat. La ecología natural. Mantenimiento y regeneración 12 del Medio Ambiente. La Ecología Natural. Simbiosis con la especie humana. Relaciones con su “liderazgo” interespecífico. 17.2.2 La Economía Humana vista como un capítulo de la Economía Natural 17.2.3 El proceso de la evolución con rostro humano 17.3.0 Las Leyes de la Termodinámica. El concepto de Entropía. 17.3.1 Aplicaciones generales de las leyes de la Termodinámica 17.3.2 Aplicaciones de las leyes de la termodinámica a la economía de la Vida y a la economía humana CAPÍTULO 18 EL SIGNIFICADO CÓSMICO DEL TRABAJO HUMANO 18.1.0 La visión del Trabajo desde el punto de vista de la Ergonomía 18.1.1 El funcionamiento del cuerpo como “instrumento” de trabajo del sujeto humano. 18.1.2 El rendimiento en el trabajo y en el deporte. Los deportes de alto rendimiento 18.1.3 La Ergonomía como materia interdisciplinaria de la Ingeniería y la Medicina 18.1.4 La Energía, su obtención y disposición: Propósitos básicos del Trabajo 18.1.5 La movilización y transformación de los recursos naturales 18.1.6 El Trabajo visto como una opción de “encuentros” <<no fortuitos>> del Hombre con los demás seres de la Naturaleza. 18.2.0 Algunas categorías económicas expresadas en términos ergonómicos. Aplicación del cálculo vectorial al estudio del balance económico. Efectos a corregir, en las aplicaciones perversas de la tecnología electrónica a los conceptos desactualizados de la Economía Clásica: La deformación y el empobrecimiento de la visión de la persona humana. 18.2.1 La unidad de medida del valor económico del Trabajo: El Ergio. 18.2.2 Valor económico – social de la salud física y mental. 18.2 3 Especificaciones de las cargas de trabajo. 13 18.2.4 Los requerimientos nutricionales. Las condiciones ambientales para los altos rendimientos 18.2.5 El cuerpo humano como “activo” básico para aprovechar en el Trabajo. 18.3.0 La estructura social vista como un “supracuerpo”.l 18.3.1 El cálculo económico del valor de los riesgos. 18.4 0 La noción de Industria 18.4.1 Cálculo del costo. 18.4.2 Las líneas de abastecimiento 18.4.3 El “Mercado”. Estructura, dinámica, personalidad. Tendencias, modas, relaciones con la Cultura 18.4.4 Los problemas que soluciona la Industria 18.4.5 El control ciudadano de la actividad pública, Una “auditoría” muy singular. 18.4.6 Infraestructura Industrial, infraestructura de poblamiento. Desarrollo urbanístico y de infraestructura 18.4 7 El manejo económico y el liderazgo de la gestión industrial 18.4 8 El apoyo estratégico del Trabajo y el desarrollo de la consciencia del consumidor CAPÍTULO 19 LA INDUSTRIA ALIMENTARIA: UN ENFOQUE NOVEDOSO DEL TEMA 19.1.0 No hay una identidad clara ni una visión integral de la Industria de Alimentos 19.1.1 Hay millones de empresas que ofrecen “comida” para cubrir la “demanda” de alimentos 19.1.2 La noción del consumidor acerca de sus necesidades nutricionales. Racionalización de la educación, desde el punto de vista de la nutrición optima. 19.1.3 Las tendencias económicas en la evolución de la demanda. La nueva consciencia del bienestar. 19.1.4 Necesidad para el empresario de conocer acerca de los requerimientos nutricionales de su cliente 19.1.5 El ajuste de la oferta industrial de alimentos con los requerimientos nutricionales del consumidor 14 19.2.0 La salud a partir de la buena nutrición 19.2.1 Presupuesto de vida, de rendimiento ocupacional, requerimientos de servicios de salud y seguridad social 19.2.2 Optimización de la inversión en los recursos humanos, en el aparato productivo y en la seguridad social 19.3.0 El desarrollo de un plan coherente de ofertas para una industria de alimentos con visión global 19.3.1 Desarrollo de fuentes de abastecimiento primarias confiables en la tierra y en el mar 19.3.2 Influencia de las formas de tenencia de la tierra en la eficiencia de su uso como fuentes de recursos primarios para la alimentación. 19.3.3 Requerimiento de la planificación integral vertical de los empresarios a lo largo de toda la cadena de abastecimiento. LIBRO 7 CAPÍTULO 20 DEL CAOS, DE LA ANARQUÍA AL ORDEN 20.1.0 El lenguaje que uso, por naturaleza, el que usa todo ser humano, es un lenguaje simbólico 20.2.0 La implementación de una ética práctica 20.3.0 La “Psicología de la Forma” y la visión en profundidad de la Realidad 20.4.0 El Enfoque técnico fundamental: El aprovechamiento de las fuentes energéticas del Sistema Solar APÉNDICE: Encíclica “Caritas in Veritate” de Benedicto XVI. Ver: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/do cuments/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-inveritate_sp.html 15 CONTENIDO DE ESTE LIBRO LIBRO 3 EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO OCCIDENTAL CAPÍTULO 6 ORIGEN, APLICACIONES 6.1.0 Introducción al pensamiento científico 6.1.1 Qué es el pensamiento científico 6.1.2 La lógica científica 6.1.3 El lenguaje científico 6.1.4 La experimentación. Los modelos experimentales 6.1.5 El desarrollo y significación de los instrumentos de observación 6.2.0 La dinámica del pensamiento científico. El rompimiento de paradigmas del pensamiento científico. 6.2.1 El origen humilde de la Ciencia 6.2.2 El mundo que supera la Ciencia como disciplina reconocida 6.3.0 Empieza a romperse el eje de la Cultura 6.4.0 La Gran Controversia 6.5.0 El gran conflicto ético entre la Reforma y la Contrarreforma 6.6.0 La extraordinaria obra misional de los jesuitas en América y Asia 6.7.0 Influencia del pensamiento científico en la vida cotidiana CAPITULO 7 LA TECNOLOGÍA 7.1.0 La Técnica 7.2.0 La dinámica de la tecnología 16 7.3.0 El valor de la tecnología Obsolescencia de los modelos científicos y tecnológicos. El rompimiento de paradigmas 7.4.0 El aporte de la técnica a la vida cotidiana 7.4.1 La Revolución Industrial 7.4.2 El espíritu de los hombres que lograron la Revolución Industrial 7.4 3 El movimiento obrero. Antecedentes de la Revolución Rusa de Octubre de 1917 7.4.4 La transformación de las sociedades tradicionales en sociedades urbanas CAPITULO 8 LA INGENIERIA 8.1.0 La solución práctica de los problemas humanos. Uso racional de los recursos naturales. 8.2.0 Uso de los recursos naturales en la industria humana. Instrumentación de la Industria. La reutilización y reciclaje de deshechos. El equilibrio ecológico. 8.3.0 El manejo de la Crisis por los Ingenieros. La crisis de la Ingeniería 8.4.0 La influencia de la Ingeniería en la vida cotidiana 8.4.1 El proyecto de ingeniería más grande en 4.000 años desde Keops, cambia la suerte de una nación 17 CAPÍTULO 6 SU ORIGEN. SU DESARROLLO. SU CONTEXTO. SUS APLICACIONES 6.1.0 INTRODUCCIÓN AL PENSAMIENTO CIENTÍFICO. Cuando hablamos del pensamiento científico, estamos hablando del resultado de la rigurosa observación y sistematización, del uso de los sistemas simbólicos matemáticos para la expresión de resultados, desarrollados en Occidente, a partir del conocimiento, las observaciones y experiencias consecuentes de hombres como Nicolás Copérnico (1473 – 1543), Galileo Galilei (1564 – 1642), Isaac Newton (1642 – 1727), Juan Kepler (1571 – 1630) y otros, cuyos trabajos empezaron a ser recopilados, editados, estudiados y usados como fundamento de trabajos posteriores, formándose así un verdadero cuerpo de doctrina, de pensamiento básico, bien establecido, que daría, finalmente, origen a la revolución tecnológica de la actualidad. El pensamiento científico occidental no es ni original, ni autónomo. Hace acopio del trabajo de filósofos y pensadores del mundo antiguo y de épocas anteriores de nuestra Era, del aporte de conocimientos de muchas de las culturas orientales, como la china, la árabe, la india la egipcia, y, en mayor escala aunque no necesariamente en importancia, de la griega. No sólo tenemos el deber de tener en cuenta aportes como el de Aristóteles, el de Euclides, el de Ptolomeo, entre muchísimos otros, sino de 18 verdaderas disciplinas como la de la Aritmética, el Álgebra, y técnicas de manejo de materiales como el bronce, el hierro, entre otros, que pueden considerarse básicos para el buen desempeño de la civilización actual. Es importante entender, que los logros tecnológicos de hoy, tienen un antecedente de valor singular, y se basan en el trabajo de miles de años de hombres de mente aguda y observadora, que le aportaron a las viejas culturas humanas el soporte físico que les permitió sobrevivir tiempo suficiente para ocupar un espacio propio en nuestra memoria. 6.1.1 ¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO? El pensamiento es un producto del ejercicio de la mente. Suele hablarse del pensamiento económico, sociológico, religioso, primitivo, revolucionario, etc. Según sea la naturaleza de ese producto. El pensamiento científico se refiere a productos de la mente relacionados con la Ciencia. La Ciencia es la disciplina que busca conjugar, en un sistema coherente el conocimiento obtenido, principalmente, en la observación de la Naturaleza y de los fenómenos naturales, en un Universo que es esencialmente dinámico. El cuerpo de la Ciencia abarca, principalmente, el conocimiento que ha logrado ser sistematizado luego de la correspondiente observación e interpretación de los datos obtenidos. Esto se logra cuando las hipótesis científicas alcanzan su confirmación, es decir, cuando ha podido verificarse que se cumplen en realidad. Una hipótesis aparentemente sencilla, es la afirmación que hace un joven a sus amigos, por ejemplo, cuando dice ser capaz de derribar un mango de su lugar en el árbol, con un leño que ha logrado recoger en el suelo, a la distancia a la que se encuentra de él. Sus amigos no son tan crédulos y él lanza su leño, apremiado 19 por ellos, con la mente puesta en lograr su objetivo y lo consigue. Ello confirma la hipótesis, lo cual hace de ella algo cierto, algo real. En caso de haber fallado la conclusión sería precisamente la contraria. Las dificultades de observación, en realidad, y la interpretación de los datos se hacen mas difíciles y puede apreciarse cómo la posición y los intereses del observador afecten la manera como el objeto es percibido. En otras palabras, los datos obtenidos en la contemplación del objeto observado son afectados por el observador. Por ejemplo: ¿Qué ocurre si en dicho árbol hay diez mangos para tumbar y el joven lo logra en un intento con ocho? ¿Puede ese resultado confirmar la afirmación? Tal vez sí, o puede ser que no. Si el propósito es por ejemplo ganar una apuesta en dinero o ganarse el liderazgo del grupo, en el grupo de amigos puede desatarse una controversia sobre la capacidad que el joven que derriba los mangos dice tener. La noción de capacidad puede ser admitida en el caso de ocho mangos derribados, lo que tal vez no se dé si sólo lo logra con seis. Todo depende de cómo sea considerado por todos y cada uno, en términos del resultado, qué significa ser o no ser capaz. Mientras la hipótesis no sea confirmada, en términos señalados por el observador, no forma rigurosamente parte del conjunto de conocimientos que llamamos pensamiento científico. No obstante, puede ser tema de constante interés científico, puesto que eventualmente, puede llegar a formar parte de él. Los sistemas coherentes de razonamiento lógico en que se concretan los distintos apartes del pensamiento científico tienen un nombre: Construcciones interpretativas. Un ejemplo de construcción interpretativa es la estructura lógica que se establece entre los datos de un problema, la pregunta que en él se da y su respuesta o solución. En la Ciencia es común ese estilo de plantear el trabajo investigativo y las respuestas teóricas de muchos interrogantes, como se dan por ejemplo en la Física, que buscan su confirmación práctica para ser incorporada definitivamente al cuerpo del conocimiento científico. 20 La función lógica que vincula a las construcciones interpretativas con la realidad, a través de la experimentación se llama regla de correspondencia. La veracidad de esa regla de correspondencia es la que se confirma cuando se logra verificar que cierta hipótesis se cumple en la práctica. 6.1.2 LA LÓGICA CIENTÍFICA Los sistemas de razonamiento que conducen a afirmaciones científicas, así sean teóricas, forman parte de las que hemos llamado, pues, construcciones interpretativas. Por lo tanto, esos sistemas coherentes que hemos llamado construcciones interpretativas tienen una estructura lógica interna de razonamientos. De ello puede deducirse algo de sumo interés: ¿Cómo puede concebirse la frontera del conocimiento científico con el ámbito oscuro de lo desconocido? La frontera del conocimiento científico con lo desconocido no es una línea continua, como podría ser la línea costera que separa la tierra firme de la superficie del mar. Un continuo reto científico es el de confirmar, en la práctica, muchas hipótesis a las que se va llegado a través de cadenas de razonamientos en las más diversas disciplinas científicas. En algunos casos se logra hacer coincidir los límites teóricos de algunas construcciones interpretativas con los de otras. En este caso las “islas” del conocimiento se crecen. En otros casos se logran confirmaciones prácticas de sus hipótesis y, como consecuencia, las “islas” del conocimiento se incorporan al “continente”, al cuerpo principal del pensamiento científico. Cada hipótesis confirmada se convierte en el punto de partida de nuevos razonamientos, del establecimiento de nuevas construcciones interpretativas y luego nuevas hipótesis con sus consecuentes confirmaciones prácticas. Esa actividad de la mente humana determina la dinámica en la evolución del pensamiento científico. Hoy, las fronteras de la ciencia tienen el aspecto de los litorales de un gran “continente” cuya costa está tachonada de “islas”que nacen y entran en el proceso de ser incorporadas a él. 21 6.1.3 EL LENGUAJE CIENTÍFICO. La lógica científica requiere de un medio expresivo que use signos para expresar el significado de los razonamientos lógicos y de las reglas de correspondencia. En la disciplina científica el lenguaje, por excelencia, es el lenguaje matemático. Las matemáticas permiten la expresión precisa de las propiedades del objeto de la observación científica, en términos de los medios y de los datos disponibles para el observador, en el caso de ser materialmente alcanzables, según el método de observación, la calidad del instrumento a utilizar, la clase de datos que se espera obtener, la forma como se interpretarán los resultados y la forma como habrá de concluir el observador. En otras palabras, el observador limita, con sus posibilidades de observación la naturaleza y la calidad de la percepción del objeto observado. El desarrollo de nuevos medios de observación abre constantemente los horizontes de la investigación científica y permiten constantemente nuevos hallazgos científicos. Muchas veces, aún en asuntos sencillos, parece muy difícil captar exactamente las propiedades buscadas del objeto, en los procesos experimentales, pero, aún en esos casos, la Ciencia permite un conocimiento de él, si se quiere, práctico y útil, según la utilización que se le dé a la información. Por ejemplo, cuando se trata de medir la distancia entre dos puntos, (de aproximadamente 80 metros) usando una lienza de tela de unos 20 metros de largo. El hacerlo, introduce algunos factores de error: La lienza estira y es difícil colocar una vez el extremo de la lienza luego del final preciso de la medida anterior. Ello introduce errores visibles en la medida de la distancia y permite determinar que algunas medidas se repiten con cierta frecuencia, aunque no pocas veces se presentan algunas discrepancias. Heissemberg ha establecido una solución matemática a su principio de incertidumbre, que se basa en esa realidad. En una gráfica cartesiana (de ejes X e Y cortados en ángulo recto, donde en Y se colocan las frecuencias en que se dan las longitudes 22 medidas y en X, las medidas halladas) donde se registren los datos observados se establece que muchas medidas se concentran alrededor de un lugar especial de la gráfica. Parece claro concluir, que, la longitud precisa a medir está dada dentro del rango de frecuencia donde se repiten más veces los datos obtenidos. El establecimiento de soluciones confiables y útiles, en situaciones semejantes a ésta, es, a menudo, el objetivo más importante de las ciencias experimentales, en la inmensa mayoría de sus casos de experimentación. El lenguaje matemático, principalmente, medio de expresión del pensamiento científico, es algo fundamentalmente dinámico. Wilhelm Leibnitz (1646-1716) nacido en Hanoover, desarrolla, al mismo tiempo que Isaac Newton, el cálculo infinitesimal, al cual llama diferencial. Puede ser considerado el precursor lejano de la actual lógica matemática y simbólica. Desde joven ambiciona traducir en símbolos unívocos, no sólo las proposiciones lingüísticas sino también las de la lógica. El desarrollo de los ordenadores electrónicos que empieza a mediados del siglo XX y el desarrollo de un sistema de registro de datos y de operaciones con ellos sobre la base de un código numérico manejado en base binaria,-o base dos (al cual se puede traducir todo dato que se exprese en base diez, que es la base usual), ha permitido, en cierta forma, la realización de ese sueño. Los diez primeros números que se usan normalmente en base diez pueden escribirse en base dos así: Base 10 1 2 3 4 5 6 7 8 Base 2 1 10 11 100 101 110 111 1000 23 9 10 1001 1010 La adopción de esa base permitió el uso de elementos cargables eléctricamente, que, combinados con otros elementos sin carga eléctrica, podían servir para codificar información numérica en una memoria electrónica. Los primitivos ordenadores eléctricos típicos de los años sesentas tales como el conocido 1401 de IBM, necesitaban ser instalados, junto con sus unidades de impresión en cinta magnética, en grandes salones de algo así como 150 a 200 metros cuadrados. La memoria, entonces, estaba construida con “condensadores” de silicio (material semiconductor), que se llamaban “transistores”. De allí el nombre que se le dio al valle californiano donde se situaron los diseñadores de “Hardware” y “Software” que han producido la revolución actual de sistematización y operación de información y sus plantas productoras, el “valle del silicio”. Ahora, en un computador (palabra mas usual entre nosotros para designar al ordenador) de escritorio, la miniaturización de esos complejos ha hecho el milagro de meter todo el aparataje de aquel salón en una cajita liviana de latón que lleva en su interior una multitud de tarjetas con pequeños circuitos impresos y sus respectivos “chips”, con no mas de 3.600 cc. de volumen. El desarrollo del Hardware o de los equipos electrónicos, ha generado una “explosión” mundial de empresas dedicadas a producir software y a comercializarlo. Este software no es otra cosa que una forma de lenguaje lógico codificado, que el computador “entiende”, y que es el producto de la evolución de las antiguas instrucciones sencillas, que se va dando a medida que las aplicaciones son más amplias y complejas. Podría decirse que el desarrollo de esa industria contemporánea ha producido, a su vez, otra explosión en la extensión del conocimiento científico por todas partes, resolviendo las dificultades físicas para la cercanía humana quedando ya por 24 superar, solamente, la barrera de las aptitudes humanas para la apertura y una mejor comunicación. Otro gran paso dado en el desarrollo del lenguaje científico lo ha dado la Antropología. Mediante el conocimiento fragmentario de la historia antigua, es decir, del contexto histórico, de las costumbres registradas, de los elementos de lenguaje sobreviviente, se ha logrado llegar a la estructura simbólica de muchas inscripciones halladas, han podido llenarse los vacíos comprensivos y descifrarse el sentido de símbolos desconocidos. En 1822, Juan Francisco Champollion (1790-1832) logró descifrar los textos de la piedra Roseta hallada en 1799 en Egipto. En ella se hallaban jeroglíficos egipcios acompañados por su versión griega. Esa piedra proporcionó la clave para entender los textos de las inscripciones en las pirámides y otras fuentes de inscripciones del antiguo Egipto. En 1802 Grotefend, arqueólogo alemán estableció las bases para interpretar la escritura cuneiforme propia de las culturas tempranas del Cercano y Medio Oriente. Para ello se basó en el texto persa de las inscripciones trilingües (iránico, elamita y acadio) de Behistun. En 1857, con esa base y con el aporte de calificados investigadores, la Real Sociedad Asiática de Londres, anunció que había sido descifrado el secreto de aquella escritura. Estos descubrimientos han despejado el camino al conocimiento de la vida, de la economía, y de la política en aquel mundo antiguo. Por medio de la lectura lograda de aquellas escrituras se ha conseguido amplio acceso a documentos tan abundantes y preciosos como los archivos de los palacios reales de Ugarir y Alalakh que datan del segundo milenio antes de Cristo. En 1863 Charles Brasseur de Bourgbourg (18141874) viajero y escritor francés, examinando la Relación de cosas de Yucatán escrita en 1566 por Diego de Landa (1524-1579), religioso a historiador español, obispo de Yucatán, encontró la clave para interpretar una amplia serie de adornos y jeroglíficos mayas. Queda por encontrar el camino para descifrar la escritura pictográfica del viejo Perú. ¿Qué significa todo aquello para el tema que nos ocupa? Significa que la Antropología ha logrado penetrar los sistemas lógicos y 25 conocer aspectos importantes de la historia antigua en documentos originales y, lo que es más importante, en el lenguaje científico, con el rigor propio de la metodología experimental de la Ciencia. Ello significa que su metodología permitirá “traducir” a la lectura científica el pensamiento y la lógica de otras culturas contemporáneas facilitando a otros pueblos su incorporación a la civilización y abriéndoles los horizontes de un conocimiento que poco a poco será de dominio de toda la humanidad. La arqueología occidental ha aportado su metodología experimental que le ha permitido a arqueólogos rusos, chinos y japoneses adentrarse en el estudio de la prehistoria y protohistoria de los pueblos asiáticos y ha aportado las bases para el establecimiento de una cronología comparada con los datos de las culturas del Cercano y Medio Oriente. Sin embargo no sólo en el campo antropológico avanza la Ciencia; en 1870 George Cantor (1845-1918) matemático, empezó a estudiar las propiedades de los subconjuntos de puntos del sistema de los números reales y del espacio euclidiano ndimensional. Ello sucedió alrededor de la búsqueda de soluciones a algunos problemas en la teoría de las series de Fourier. Estos subconjuntos de puntos no eran necesariamente ciertos intervalos de curva, curvas completas, superficies, poliedros u otras formas muy familiares. De hecho, eran muy caprichosos. Se planteó la idea de que si se representa el conjunto de los números reales en una línea semirrecta, a partir de un punto 0 y se toman puntos situados a distancias x = 1,2,3,4,...etc. sólo se da un punto que cumple la condición de estar a la distancia x del punto 0. En el supuesto de que todas las operaciones que se hagan con números reales siempre sus resultados son otros números contenidos por la semirrecta, ¿qué pasaría si se consideraran, además, los puntos que pudieran estar por fuera de ella? Entonces habría una infinidad de puntos que cumplen la condición de estar a una distancia, por ejemplo, x = 3 del punto 0, que describirían una superficie esférica. A todos esos puntos Hausdorff los llamó “vecindad” y la definió como subconjunto del conjunto S que contiene todos los puntos que están a todas las distancias x (hasta el infinito) del punto 0 y lo llamó “espacio topológico”. Esto 26 significó que las matemáticas tradicionales podían considerarse un caso particular de las matemáticas concebibles en todo el espacio topológico. Ese trabajo abrió las puertas a nuevos desarrollos matemáticos más allá del campo cubierto por las matemáticas tradicionales. Su trabajo, continuado por muchos otros matemáticos, dió origen a la Topología, disciplina moderna que se ocupa de la “Teoría de Conjuntos”, relaciones entre conjuntos, operaciones con conjuntos, etc. 6.1.4 LA EXPERIMENTACIÓN. LOS MODELOS EXPERIMENTALES. Por lo que hemos venido tratando, el estudiante puede darse cuenta que en la disciplina científica el tema de la experimentación es muy relevante. Las Ciencias son, fundamentalmente, ciencias experimentales y, dentro de la práctica de los científicos se le da un relieve singular a la tecnología de la experimentación, que no es otra cosa que una metodología probada como exitosa en la clase de ejercicios a realizar. Por ejemplo, en el ejercicio de la medicina, hoy, el control de la salud se realiza con procedimientos especiales que deben ser conocidos por el profesional que hace las pruebas de salud. El departamento de Control de Calidad de las empresas está dotado de un catálogo de metodologías de prueba destinadas a asegurar que la materia prima, paso a paso a través de todos los procesos, cumpla las especificaciones que exigen los equipos productivos para trabajar a los niveles de rendimiento esperados y mantener los desperdicios y el material defectuoso dentro de los rangos determinados por el diseño industrial del proceso. Es muy importante que el científico pueda tener un alto grado de confianza en la experiencia que le permitirá derivar de ella conocimientos nuevos suficientemente sólidos. Sólo en la medida en que puedan ser confirmadas las hipótesis científicas puede ello 27 ser una realidad, y puede afirmarse, con certeza que la Ciencia avanza. Los modelos experimentales son “paquetes” de procedimientos experimentales que cumplen la condición de calidad de los datos a obtener y que permiten una interpretación adecuada de ellos para llegar a conclusiones prácticas y útiles dentro de los niveles de confianza deseados, según el objetivo que busca el científico. El eje de todo modelo experimental es la expresión matemática que permite, dados unos datos experimentales obtenidos, anticipar, cuál es el comportamiento general del proceso industrial o del fenómeno que se investiga, por decirlo de alguna manera, a nivel teórico. En general, esa expresión matemática se da en función de la relación de variables situadas en planos o espacios de tres o más dimensiones, referidos a sistemas de coordenadas cartesianas, rectangulares, angulares o de cualquier otra clase. La realidad es que todo procedimiento experimental tiene sus limitaciones prácticas, igual que los instrumentos usados para la observación. A veces, el principal tropiezo del científico es el de carecer del modelo adecuado para desarrollar su trabajo investigativo, caso en el cual, antes de proseguir su trabajo, debe, desarrollar el procedimiento experimental que necesita y que le garantiza la calidad de su trabajo. Mediante el desarrollo de los métodos experimentales ha sido posible establecer los procedimientos para hacerle seguimiento, muy particularmente, al desarrollo de la actividad vital de inmensa cantidad de especies vivas de utilidad para la economía humana. Mediante esos procedimientos ha sido posible incrementar la productividad de la producción agrícola, silvícola y pecuaria de manera impresionante, con la sola acción de seleccionar para la producción comercial individuos de alto rendimiento. En ganado de leche, la presión de selección artificial del ganado de raza Holstein, que lleva ya más de 120 años en Norteamérica, combinada con el mantenimiento de una buena alimentación, ha logrado producciones comunes de 40, 50 y hasta 60 litros de leche promedio por día en lactancias de 305 días, contra lactancias de razas todavía poco seleccionadas de 4 y 5 28 litros promedio diario. De estudios realizados en las bananeras de Urabá (Colombia), los cultivadores han logrado mejorar en los últimos veinte años sustancialmente la calidad y el volumen de la cosecha bananera haciendo un estudio, del producto de los individuos de la plantación. Mediante la clonación de los mejores individuos y la renovación del cultivo usando solamente plantas de esa procedencia, se ha podido hasta doblar la producción por hectárea de banano, obviamente, manteniendo el balance de nutrientes en el suelo mediante la adición de suplementos orgánicos y minerales. 6.1.5 EL DESARROLLO Y SIGNIFICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE OBSERVACIÓN. Antes que Galileo Galilei modificara el telescopio para sus observaciones astronómicas e inventara el microscopio, la única fuente de observación era la de los hechos inmediatamente dados y perceptibles por los sentidos. Cuando Isaac Newton (16421727) meditaba debajo de un manzano vio caer una manzana y ese hecho lo inspiró y lo condujo a estudiar y desarrollar su teoría el movimiento de caída libre de los cuerpos. El pasó obviamente al uso de procedimientos científicos para su trabajo. Sin embargo, con el tiempo, ya en el Siglo XX, aunque sus descubrimientos eran válidos, dentro de magnitudes terrestres, se vería que eran casos particulares de teorías mucho mas amplias, al nivel de las magnitudes cósmicas del Universo, desarrolladas cuando la astronomía había llegado a ser una disciplina mucho mas madura, a lo cual contribuye sustancialmente el trabajo de Albert Einstein (1879-1955). El invento del microscopio logra descorrer el velo del mundo de lo más pequeño. Luis Pasteur (1822-1895), con su ayuda, despejó el camino para zanjar una agria disputa que se venía dando, desde el Siglo XII, entre los partidarios de la intervención divina directa (¿?) en la generación de la vida y los partidarios de la llamada “generación espontánea”. El microscopio demuestra, como el telescopio, su idoneidad para mejorar el conocimiento de la 29 Realidad, más allá de lo posible sobre la base de la observación directa de lo inmediatamente dado. Hoy producirían hilaridad las recomendaciones precientíficas de algunos personajes para obtener ciertos resultados. Algo que entonces se podía mirar con seriedad y, quizás, alguna preocupación. Van Helmont, médico belga, expone interesantes métodos para hacer nacer ratones y escorpiones adultos sin el previo concurso de sus padres: “si una vasija que contenga trigo se tapa bien con una camisa sucia, al cabo de pocos días el fermento proveniente de la camisa transformado por el olor de los granos, convierte el trigo en ratones”...”Exponed al sol un ladrillo al cual se le ha hecho un hueco y en el cual se ha colocado hierba, luego de taparlo con otro ladrillo encima, y al cabo de pocos días veréis transformada la hierba en escorpiones”(Sinopsis de Biología General. Botánica y Zoología aplicada. Hno. Daniel. Ed. Bedout. Medellín 1952) Redi, medico de Toscana, prueba que los gusanos (larvas de la mosca doméstica), que salen espontáneamente de la carne, lo hacen porque provienen de los huevos que las moscas ponen sobre ella. Recomienda cubrirla con un lienzo y con ello se evita el percance. Spallanzani, sacerdote italiano, concluye, luego de muchas observaciones, que los corpúsculos que nacen en infusiones diversas cuando se colocan al aire, provienen de gérmenes que vagan libremente en él. Sus trabajos animan a muchos estudiosos y curiosos, entre ellos a Luis Pasteur. Pasteur hizo muchos experimentos con fermentos. En uno de ellos coloca varias retortas esterilizadas con un líquido fermentable, y conectadas al exterior con largos tubos sinuosos. En otro juego de retortas, los tubos están taponados con motas de algodón estéril. El líquido no fermenta. Una vez confirmado esto, sopla al interior de los tubos y, al momento, el líquido entra en proceso de fermentación. Ello se explica porque el polvo y otras impurezas portadoras de gérmenes contenidas en el aire han sido removidas por Pasteur al soplar y han ido a parar al líquido fermentable. 30 El día de hoy la implementación del trabajo científico experimental es impresionante e invade constantemente, incluso, el mercado de implementos de la vida cotidiana. 6.2.0 LA DINÁMICA DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO. EL ROMPIMIENTO DE PARADIGMAS. El conflicto entre las viejas formas del conocimiento comprometidas con los intereses establecidos, y los nuevos conocimientos logrados. A partir del trabajo de Galileo Galilei el desarrollo de la Ciencia adquiere una dinámica meteórica. Pero es imposible entender este proceso si se estudia aisladamente del contexto en que se da. Ya en las secciones anteriores hemos visto algunos pasos dados en la labor en que han participado muchos hombres inquietos. Hemos visto el contraste entre el saber científico riguroso y saberes que surgen de la especulación sin fundamento cierto. Ello señala una diferencia abismal entre el mundo antes y después de Galileo Galilei, Juán Kepler y e Isaac Newton, para asumir una frontera razonable. Ese contexto tiene también una historia que encierra, entre sus pliegues, el drama humano sentido y vivido en épocas muy primitivas por una supervivencia incierta, cuya incesante, y no pocas veces, angustiosa búsqueda, finalmente es el motor de nuestra evolución específica que dura casi veinte millones de años. En nuestra Edad Antigua, esa lucha ha cambiado. Egipto, Mesopotamia, Persia, Grecia, Roma son imperios construidos a golpes de piedras, bronces y hierros. El ser humano ha logrado imponerse a la fuerza a otros designios. Construye entonces los primeros imperios. Pero es la fuerza el fundamento que garantiza su existencia Entonces ya hay “ingenieros” precientíficos que construyen fortalezas e ingenios militares de ataque y defensa. En este aspecto nada ha cambiado hasta nuestro tiempo, aunque la misma ciencia moderna nos da ya gritos de alarma porque ahora 31 se está dando cuenta que vivimos en un mundo finito que requiere, no solo prudencia en la demanda de los recursos de vida de que nos provee, sino sumos cuidados, orientados a preservarlos y a incrementarlos. Nuestro período pos - romano, está determinado en Occidente por las luchas militares que alcanzan, antes de la coronación de Carlomagno, primer monarca en la historia europea, en el año 800 después de Cristo, un equilibrio relativo, que da origen a la llamada Edad Media, que va hasta el Renacimiento europeo. En esta época se consolida la sociedad feudal, formada por una casta militar, monarcas reconocidos, señores independientes, familias nobles, cortes imperiales, en puja por obtener y mantener privilegios económicos y honoríficos, y una masa de población que busca su protección contra el despojo, sometida a los albures de la guerra, a la servidumbre en el Campo, e independiente y dedicada a las artesanías y oficios “serviles y vulgares” en el “burgo”, en la ciudad. Al mismo tiempo, España sufre la invasión del Imperio Islámico que alcanza algunos territorios del sur de Francia, mas allá de los Pirineos, de donde emana una corriente cultural de singular importancia para agregar a otras influencias orientales y a las fuentes que aporta la Iglesia Católica Romana desde sus monasterios, para la formación del patrimonio cultural de Occidente. Tres fenómenos de singular importancia se dan en un período corto de tiempo que los hacen coincidir en algún momento, más o menos entre el año 1300 y el año 1500 de nuestra Era, que producen el fermento en que se cuece el mundo actual. El viaje de Marco Polo al Asia, El Renacimiento y el descubrimiento de América, este último acontecimiento, posible, por el desarrollo de la navegación oceánica, que, superando limitaciones técnicas, de conocimiento geográfico, venciendo reticencias de los mecenas y miedos de las tripulaciones, casi insuperables, frente a los misterios de un mundo desconocido, más allá de las “columnas de Hércules”. 32 Estos fenómenos no solo trastornan la superficial paz que reina en Europa, dado el precario equilibrio militar logrado entre los distintos imperios, sino que conmueve los cimientos de una sociedad inmensamente austera, pobre, asentada sobre el ascetismo y los valores cristianos propuestos por la jerarquía de la Iglesia Católica Romana. La influencia oriental a través del comercio, rompe el eje de la cultura cristiana, le infunde al espíritu de los pueblos europeos nuevas energías que se manifiesta en una vitalidad desacostumbrada, en el renacimiento de múltiples expresiones culturales. El oro y especialmente la plata americanos, enjuagan los déficits comerciales con Oriente y enriquecen a la burguesía europea, que queda dotada así de medios para, unos siglos mas adelante, fundar las bases de la civilización contemporánea. Luego de haber sido introducido desde el mundo árabe, principalmente a través del Califato de Córdoba y a través del ejercicio de las artesanías y el Comercio con Oriente, la Ciencia y varios instrumentos científicos como la Aritmética, el Álgebra, la Geometría, empiezan a abrir el horizonte de la actividad artesanal e industrial de la época. Desde Galileo Galilei, no sólo cambian por completo el mundo, sino que, como decíamos, ponen las bases de la civilización moderna en Occidente. La evolución de las ciencias se da principalmente como consecuencia de las observaciones astronómicas. La noción del Universo en la época medieval basada sobre los modelos aristotélico y ptolomeico se derrumban estrepitosamente. Aristóteles pensaba que el Universo mas allá de la Luna era un mundo eterno, perfecto, inmutable e incorruptible, siendo, mas acá de la Luna justamente lo contrario, efímero, imperfecto, cambiante y corruptible. Ptolomeo pensaba que la Tierra era el centro del Universo. Era lógico que así fuera, si la Tierra era el hogar del Hombre, criatura amada por Dios, y hecha a su imagen y semejanza, según la idea medieval. Galileo observa que esas creencias no tienen fundamento y asume la idea del Universo de Copérnico. La observación de montañas en la Luna y de manchas en la esfera solar le permite concluir que no se puede opinar así de 33 la región más allá de la Luna. Observa las fases de Venus y al planeta Júpiter con sus cuatro lunas mayores, viendo la forma como rotan alrededor del gran planeta, de lo cual concluye que es el Sol el centro de giro del universo conocido, y no la Tierra. De la tremenda controversia desatada trataremos más adelante. Sobre las bases establecidas por Galileo y Kepler (1571 –1630), quien descubre las leyes de la gravitación universal (Los cuerpos con masa se atraen con una fuerza proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de sus distancias) desarrolla Isaac Newton las leyes físicas de los cuerpos en movimiento, entre muchos otros trabajos. En 1455 Johan Gutemberg (1400?-1468?), establecido en Estrasburgo, ha desarrollado la imprenta de caracteres móviles. Su primera obra impresa es la conocida “Biblia Latina de 42 líneas. A partir de entonces empiezan a difundirse obras que extienden la cultura por doquier, algo imposible hasta entonces. La influencia de la Imprenta es indiscutible en el Renacimiento, que marca una época de transformación total de la vida en Occidente. Posteriormente a los trabajos de Galileo, Kepler y Newton, se dan pasos hacia lo que serán la Revolución Industrial y la sociedad moderna, que tienen significado, no solo como historia de la Ciencia sino de la Técnica y la Ingeniería. El ingeniero escocés James Watt (1.736-1819) construye la primera máquina de vapor en 1784, aún antes de que Carnot le diera forma al ciclo termodinámico que lleva su nombre y que sirve de base teórica para el funcionamiento de la máquina. Este invento le abre posibilidades a la industria en gran escala. Charles Darwin (18091882) naturalista y fisiólogo inglés, descubre los principios de la evolución de las especies vivas, cuya teoría expone en su famosa obra “Del origen de las especies por medio de la selección natural”. Juan Gregorio Mendel (1.822-l884) monje y botánico austriaco descubre las leyes de la herencia estudiando el efecto de los cruces e hibridación de plantas. Alejandro Graham Bell (18471922), físico escocés-norteamericano inventa el teléfono en 1876. Thomas Edison (1847-1912), físico norteamericano, inventa, entre muchas cosas, el fonógrafo, la bombilla incandescente y 34 mejora el teléfono. Sigmund Freud (1856-1939) siquíatra austríaco, crea, a través de muchos años de labor y experimentación la teoría del sicoanálisis y la doctrina del subconsciente. Henry Ford (1863-1947), desarrolla el principio de la producción en serie en su automóvil Ford T. Wilbur (18671912) y Orvill (1871-1948) Wright construyen y vuelan en 1903 el primer avión, máquina mas pesada que el aire, capaz de despegar del suelo por sus propios medios. Niels Bohr (18851962), físico danés, desarrolla la primera teoría realista sobre la estructura del átomo en 1912. Albert Einstein (1879-1955), elabora su Teoría de la Relatividad apoyada sobre las observaciones contemporáneas del universo lejano. Sus descubrimientos producen una de las conmociones más revolucionarias de la Ciencia, al afirmar, como decíamos atrás, que la física newtoniana no es una física universal, sino que sus principios son un caso particular de ella. Karl Gustav Jung (18751961) hace contribuciones sustanciales a la teoría del sicoanálisis. La lista de las contribuciones de hombres distinguidos o anónimos sería interminable, y seguro que esta modesta lista no solo se queda corta, sino que puede tener omisiones imperdonables. Sólo que con esta lista el lector, estudiante o investigador pueden apreciar cómo se van abriendo nuevos horizontes al conocimiento humano actual donde han echado raíces la tecnología, la industria humana, muchas disciplinas técnicas contemporáneas y muchas prácticas cotidianas maravillosamente implementadas por ellas en el presente, dándonos una visión del mundo moderno radicalmente diferente al que se conocía hace solamente cincuenta años. No obstante, aunque la Humanidad se beneficia inmensamente en su implementación con técnicas de producción y de otras índoles diferentes, con máquinas y herramientas de gran valor práctico, que en su seno han sido desarrolladas, no logra asimilar aquellos avances del conocimiento y producir, en el concepto de sí misma, el vuelco que la Ciencia y la Técnica han logrado en la implementación de su vida. Muchos motivos se dan que lo impiden, algunos de los cuales han sido ya puestos en evidencia 35 por las corrientes más novedosas de las ciencias actuales como la física cuántica. La vida cotidiana, económica, social y política de la humanidad, hoy, acumula, la no despreciable suma de doscientos años de atraso respecto del desarrollo actual del pensamiento científico. Algunos de los motivos que parecen más relevantes nos ocuparán enseguida 6.2.1 EL ORIGEN HUMILDE DE LA CIENCIA. La Ciencia, para empezar, nace en el seno de nuestra cultura como si fuera una criatura bastarda, estorbosa, no deseada, moralmente peligrosa. Casi debe cultivarse en la clandestinidad. Se la considera casi una actividad subversiva. Sus cultores son considerados casi conspiradores contra el orden establecido sobre “sólidas” consideraciones filosóficas. Pero no es para menos, la Ciencia, arte burgués por excelencia, compite desventajosamente frente a la Filosofía, la Teología, la Jurisprudencia, la Medicina auténticos exponentes de cultura, tal cual es concebida en la jerarquizada y nobiliaria sociedad medieval. Solamente ellas hacen hombres sabios, ilustres, dignos, educados honorables. Sólo en ellas se encuentra mérito para justificar la formación del estudiante en la Universidad. Son las únicas que capacitan para las actividades administrativas y jurídicas de alta responsabilidad. Es allí donde se educan los nobles. La esencia de la cultura cristiana, pues, no fluye al vulgo, que quizás, impulsado por la necesidad de protección o por la presión coercitiva de los señores, adquiere ciertas costumbres y valores coherentes con ella No es de extrañar que el trabajo realizado por Leonardo Da Vinci, escrito e ilustrado en lengua vulgar haya pasado desapercibido en su tiempo. Las grandes catedrales europeas son verdaderas obras maestras anónimas. Salvo contadas excepciones, no se conocen los nombres de sus geniales constructores. Solamente los de los obispos y los reyes que ordenaron su construcción. Tampoco es de extrañar que las observaciones astronómicas de Galileo Galilei que lo llevan a conclusiones que contradicen, aparentemente la doctrina tradicional, haya sido considerado un rebelde, casi un hereje, lo cual le cuesta la cárcel de por vida, no obstante, que él 36 mismo afirma, que el tema de la astronomía nada tiene que ver con el tema de la Fe. ¿Cómo concebir que el Hombre, criatura amada y predilecta de Dios no sea el centro del Universo? El mismo James Watt constructor de la primera máquina de vapor, no es ni mucho menos una persona educada. ¡Es un simple artesano! Esa actitud tirante y desconfiada, entre quienes se han formado en el marco del pensamiento tradicional, como fue vivido entonces, y los que no lo han hecho, permanece sin mucho cambio, en nuestros días. Entre nosotros es muy conocido, entre los que manejan la cosa pública, el conflicto que se plantea en la escogencia de candidatos a puestos públicos cuando los candidatos son “políticos” o “técnicos”. La Ciencia nace y se mueve entre los artesanos y los comerciantes citadinos (burgués viene de burgo, ciudad). Los artesanos hacen sus cuentas, los comerciantes también. Las costumbres de ahorro, de austeridad, de gusto por el dinero, son consideradas abiertamente como algo indecente, como muestras de un espíritu mezquino, carente de grandeza. Podría decirse que a la Ciencia, a pesar de sus logros, todavía no se le han reconocido los méritos que tiene como disciplina humana, por excelencia, ni el potencial que encierra en la concepción de una nueva cultura humana inmensamente más prometedora que cuantas hemos conocido, sobre principios que no contradicen, que confirman lo esencial del conocimiento del mundo humano tradicional, que abrirá puentes entre las más diversas culturas humanas, desde cuyo punto de vista, pueden vislumbrarse las posibilidades de una efectiva síntesis del pensamiento humano de todos los tiempos. 6.2.2 EL MUNDO QUE SUPERA LA CIENCIA COMO DISCIPLINA RECONOCIDA. La Ciencia tiene en sus principios no pocos escollos, aunque posteriormente se gana por sí misma, poco a poco, un puesto importante entre las disciplinas humanas mas reconocidas. Algo difícil de entender hoy, es el motivo por el cual en aquella época se dan tales actitudes en la sociedad. El Estado, entonces, es un 37 Estado cristiano. Para entender esa situación es preciso transportarse mentalmente a una época en que difundir la cultura es casi imposible. Nadie ha inventado todavía la imprenta y se carece, por completo, de medios. En Occidente se vive en condiciones de gran pobreza y de dura austeridad. No existe una autoridad reconocida. La población apenas sale de la barbarie después de más de cuatrocientos años de caída la última autoridad romana, del imperio occidental el año 476 de nuestra era. Valioso material cultural yace en los monasterios donde se guardan los documentos de la tradición de la Iglesia, se traducen de diversas lenguas al latín, lengua oficial, se analizan y se interpretan a la luz del conocimiento de entonces. Todavía en tiempos del imperio, San Agustín (354-430), nacido en Tagaste, Norte de África, converso luego de una vida disoluta, elabora su doctrina teológica, asignándole a la Fe, es decir a la acción directa de Dios, toda eficacia en la realización del bien humano. Él ve el origen del mal humano en el ejercicio del “libre albedrío” Aunque Santo Tomás de Aquino (1225-1274) teólogo católico italiano y Doctor de la Iglesia, niega aquella doctrina, reconociendo que las causas segundas, como la Naturaleza y los mismos hombres son eficaces análogamente, identificando las diferencias en su dimensión, con la Causa Primera, que es Dios. Se ve, históricamente, que la manera de pensar de San Agustín está muy extendida. Hoy, sólo el advenimiento de un régimen político diferente, de carácter liberal, nos proporciona la experiencia, insólita en el planeta hasta el advenimiento de la Revolución Francesa, de conocer la existencia de los estados seculares, ciertamente eficaces en asuntos profanos, y la separación de la Religión (las relaciones con Dios en cuanto sea reconocido) de la sociedad secular. Y, dentro de esa experiencia, se ve más absurdo todavía que el ser humano sea simplemente, como lo concibe San Agustín, una “figura decorativa” del Mundo, un ser contemplativo sin capacidad de cambiar eficientemente su suerte. Algo que contradice la experiencia de los últimos dos siglos de civilización occidental. De todas maneras esta materia está íntimamente ligada a la ética oficial de la Iglesia, que, de alguna manera, se refiere al reconocimiento de una realidad humana, de una realidad 38 universal, tal cual la percibía y la interpretaba la Iglesia en la época Medieval. Europa institucionalmente, empieza el año 800 de nuestra Era cuando el papa León III corona como emperador de Occidente en la hoy ciudad alemana de Aquisgran, a Carlo Magno, rey de las tribus francas. Allí, la autoridad monárquica se entrelaza íntimamente con la autoridad religiosa, La nobleza, entonces formada por rústicos líderes y guerreros tribales, funde sus destinos con los de la Iglesia que entra legándole a la nueva Europa la herencia que queda de la cultura imperial romana y su religión, la religión cristiana, que había sido asumida como religión oficial del Estado Romano por Constantino el Grande (Entre 270 y 288-337), el año 313 de nuestra era, cuando siendo emperador promulgó el edicto de Milán. Carlo Magno funda las escuelas cristianas que empiezan la divulgación del cristianismo y empiezan a aparecer las primeras universidades La Universidad de Bolonia, de las más antiguas, se forma en el año 1119 alrededor de las enseñanzas de Irneiro y Graciano, maestros de derecho, que se dan en forma continua. Antes en Grecia y en Roma (¿Es, tal vez, el caso de Jesús de Nazaret en el Medio Oriente Romano?) se dan esas asociaciones de maestros y discípulos pero no son permanentes. La Universidad “universitas magistrorum et scholariorum” es una institución que se concreta como asociación espontánea, autónoma y voluntaria de discípulos con su maestro. En la universidad el maestro es escuchado, venerado, amado y seguido por sus discípulos. Es posible que en una sociedad como la europea la doctrina generada por hombres sabios que han logrado interpretar admirablemente una experiencia humana milenaria, haya alcanzado la categoría de un mandato. Entonces, lo que pudo ser producto de una sesuda reflexión toma la forma de un dogma, con sus lamentables consecuencias pedagógicas en la época y en el posterior desarrollo de la cultura en Occidente. El proceso de evolución social conduce, ya en la Edad Media, a una sociedad muy jerarquizada que se ha llamado sociedad feudal, austera, cerrada, manejada casi autoritariamente, por una 39 nobleza militar, constantemente comprometida en la conquista de territorios vecinos o con la defensa de los propios, en un esfuerzo que consume todas las energías disponibles. El producto resulta ser una sociedad inestable que se resquebraja poco a poco cuando, como consecuencia de los viajes de Marco Polo a Oriente, se ensancha el mundo conocido (aunque en tiempos de Roma ya se traían sedas de China, tan apreciadas que, en peso habían alcanzado el precio de los metales preciosos), se inicia el comercio de mercaderías orientales, la introducción de otros valores, la acumulación de riquezas, que convierten a muchos mercaderes en hombres poderosos capaces de financiar las campañas militares y, aún de manipular a las autoridades monárquicas. El orden “convencional”, más bien impuesto, en aquella sociedad es profundamente moral y se basa en los valores promulgados por el pensamiento escolástico. Su filosofía es influida profundamente por la teología cristiana de la época, de la cual la doctrina tomista es su máxima y más apreciada exponente. Santo Tomas de Aquino construye una filosofía y una teología fundamentadas en la doctrina de Aristóteles, reconociendo, expresamente, la gran coherencia entre aquella y el pensamiento cristiano. Coherencia que manifiesta, en el fondo, la gran calidad del trabajo realizado en época de los primeros cristianos para hermanar la doctrina aprendida a Jesús con los valores propios de la cultura griega, lo que allanó el camino de la cristianización de la civilización romana. Su construcción filosófica, de rigor lógico incomparable, hace de la Filosofía una ciencia, anticipándose, tal vez, al fenómeno del desarrollo del pensamiento científico que nos ocupa, explorando con su reflexión espacios que parece, muchos de ellos, van siendo reencontrados en la investigación científica actual. Para él la Naturaleza, en general, y el ser humano, en particular, son protagonistas del proceso de la redención humana que no se pueden desconocer. 6.3.0 EMPIEZA A ROMPERSE EL EJE DE LA CULTURA. 40 El gran conflicto cultural se empieza a sentir cuando comienzan a darse los primeros movimientos protestantes. La reforma protestante representa, en cierta forma, la escisión dentro de este conflicto, del eje religioso de la Cultura, que hasta ese momento lo forma la Iglesia Católica Romana. La religión protestante, tal vez pueda decirse, es la “religión” del nuevo movimiento cultural. Enrique VIII (1491-1547) rey de Gran Bretaña, Martín Lutero (1483-1546) reformador en Alemania, Juan Calvino (1509-1564) francés y Ulrico Zwinglio (1484-1531) reformadores en Suiza, ven menguada la autoridad papal, por diversos motivos, entre ellos, porque no cede en su política de Estado (que tiene base moral frente al compromiso matrimonial de Enrique VIII con Ana Bolena, por corrupción, (en cuanto al comercio con las indulgencias) y por los efectos de la nueva realidad económica generada por el comercio con Oriente, en una sociedad pobre como la europea. Podría decirse, también, que la Ciencia sufrirá, en el porvenir, los efectos de esa gran escisión. En Francia se da la revolución política. Ilustrada que se enfrenta con su República al sistema monárquico. En Alemania se da, en el fondo del conflicto, un enfrentamiento entre el carácter de los teutones, muy racional y consecuente con la moral cristiana, tal como la practican ellos, y el carácter latino, permisivo, no muy exigente, tal como se practica en los países latinos, como Italia, donde incluso los papas tienen una conducta no muy ortodoxa. En los países latinos, particularmente Italia, empieza el Renacimiento. En Inglaterra, bastante distanciada de Francia en sus asuntos de Estado, y donde el carácter insular del país lo hace bastante independiente, la revolución es, más que todo económica y asume la religión protestante más en plan de emancipación política del papado que otra cosa. La separación de los aspectos religiosos de los seculares, tal como se dan hoy día, dificulta la comprensión de la constante interrelación que se da, entonces, entre los asuntos políticos de Estado, los de la sociedad secular, propiamente dichos y lo que llamaríamos hoy asuntos religiosos. 41 Todo, en aquella época es tema integral de la Cultura, -como un todo-. “Todo fue una consecuencia de la exaltación del interés por el hombre, del descubrimiento del hombre y de la revalorización de la persona humana”. Eso era el humanismo, eso fue el Renacimiento; no el descubrimiento de los textos clásicos, ni las escuelas griegas, como se ha creído. Todo ocurría ahora en el hombre y en torno al hombre. La persona humana, abandonada en la Edad Media –nótese el estancamiento de las ciencias relacionadas con el hombre y con el cuerpo humano, como la anatomía, en todo el período, -la persona humana y su contorno decíamos- eran ahora objeto de particular atención. El hombre volvía a vivir en este mundo, no para el otro. Un afán de inmortalidad –la vida puede ser amable, gloriosa-, de vivir intensamente acucia al hombre del Renacimiento. Queda atrás el hombre ascético de la Edad Media. Ahora mandan los sentidos. Manda cuanto lisonjea a los sentidos: el poder, el dinero, el amor, el arte. El hombre nuevo no es solo humano; es demasiado humano. Porque el Renacimiento es el Humanismo, pero es también su exageración. Los papas y los cardenales tienen queridas y bastardos, despachan a sus enemigos con el veneno, practican sin freno el nepotismo, lo venden todo: el perdón, las sinecuras, los capelos cardenalicios, todo. Pero la mayor parte del dinero que sacan exprimiendo a la Cristiandad se va en el patrocinio de las artes. El Papa prototípico del Renacimiento es, sin duda, León X (Breviarios del Fondo de Cultura Económica México DF 1964 Antonio Ramos Oliveira: Historia Social y Política de Alemania p 142). El conflicto parte la Historia de Occidente en dos, a partir de la Revolución Francesa, en 1792. Pero no solamente eso: Enfrenta políticamente dos mundos: De un lado quedan la escolástica, la Iglesia Católica Romana, la monarquía, y del otro la Ilustración, la sociedad liberal burguesa en cuyo medio se mueve y se desarrolla la Ciencia. Lo que empieza en Francia no es una simple revolución. ¡Es el dramático rompimiento del eje de la Cultura, en 42 todos sus aspectos vitales! Sin embargo, cuando se habla de ello, se tiene la impresión de que la turbulencia política es total; se extiende por todos los medios políticos hasta las masas de población de la Comuna de París. Sin embargo no es masiva ni siquiera al nivel de toda Francia. Apenas afecta la vida campesina y la de otras ciudades diferentes a París. Cambia sí, radicalmente el proceso político, la clase dirigente y el espíritu que rige en el país. Francia corre el peligro de desaparecer como nación organizada. Sesenta de sus ochenta departamentos están sublevados contra París. Está desamparada, en quiebra y su territorio se encuentra rodeado por los ejércitos ingleses y los ejércitos de los príncipes alemanes. La república jacobina se defiende desesperadamente mediante el terror que inspira la guillotina, que no es algo patológico o apocalíptico para la clase media que la sustenta. En catorce meses de esfuerzo supremo logra derrotar a las fuerzas enemigas, ocupando Bélgica y sus ejércitos son más fuertes que nunca. Se apresta entonces para una campaña de veinte años de triunfos militares. Allí empieza la era napoleónica. Todos los revolucionarios posteriores han considerado a ésta como la primera república popular del Mundo y sirve como modelo de los movimientos revolucionarios que han seguido. En los acontecimientos que se dan en Francia se inicia la desestabilización del poder monárquico en América, lugar donde se vive el drama humano generado por el conflicto y las luchas que se desencadenan. Las reclamaciones campesinas de los comuneros de la Nueva Granada se dan dentro del más puro espíritu popular español y la respuesta del virrey- arzobispo Caballero y Góngora es la traición. Los escrúpulos de conciencia reflejan el espíritu de contradicción de científicos, que, como Francisco José de Caldas, no pueden aceptar la renuncia de sus creencias religiosas, y al mismo tiempo, a reconocer la fuerza de los motivos que lo mueven a la revolución. El conflicto se encona y se acentúa la acción de los mecanismos que usan los poderes políticos, ya para aferrarse al poder, ya para apoderarse de él como se da en nuestro proceso revolucionario. Podría decirse que en América los intereses de la Ciencia colisionan, no 43 esencialmente aunque sí políticamente, con los intereses de la Santa Inquisición, órgano represivo fundado por el Concilio de Verona en 1183 para controlar las herejías. Ello se ve claramente con las dificultades de José Celestino Mutis (1732-1808) en sus cátedras de “Filosofía Natural”,-Física-, en el Colegio del Rosario de Santa Fe de Bogotá en el año de 1760, en que viajó a establecerse en la Nueva Granada y en el año de 1808, año de su muerte, sólo logra defenderse precariamente mediante los documentos que certifican expresamente que su misión es ordenada personalmente por el Rey. No es poco el lastre que representa ese conflicto para el desarrollo de la Ciencia, en general, y para su aprovechamiento en el “despegue” de las repúblicas americanas emancipadas en particular. En su afán de reconquistar a la Nueva Granada, en 1815, se inicia, hasta concluir, la eliminación en el cadalso la flor y nata de la juventud granadina, formada en el espíritu de la Ciencia en más de treinta años de labor pedagógica de Mutis en la Expedición Botánica y en su cátedra del Colegio del Rosario, decapitando así, según el decir de Luis López de Mesa, el inmediato porvenir de Colombia. La sociedad moderna, en medio de una época turbulenta y de desorientación, sin par, e inestabilidad revolucionaria no solo rompe con su pasado, con su tradición, con sus raíces. Multitud de maneras de pensar, de ideologías diferentes, aparecen por doquier enfrentándose encarnizadamente. Hay movimientos que defienden los derechos absolutistas de los monarcas. Los movimientos radicales liberales, los socialistas, de diversos matices forman partidos, elaboran sus propios idearios políticos de lucha, cada cual en busca de la reivindicación de un sector social que considera víctima de la injusticia, de la rapacidad de los poderosos. Son tiempos inflamados por la pasión, llenos de excitación. No hay tiempo ni ánimo de controversia, de discusión, de debate. Se conspira, se ataca de palabra y de hecho, se hace la Guerra. Mientras en América, se vive constantemente en guerra civil, la humanidad presencia impávida, cómo en Europa se consolidan y alinean las diversas naciones tras sus preferencias 44 ideológicas, formando usan la Ciencia como fuente de su prestigio, como señal de su voluntad de poderío, como medio de intimidación, como fundamento técnico de su establecimiento militar y chocan en pavorosas guerras, la I y la II guerras mundiales, que no son otra cosa que las dos confrontaciones tribales mas terribles que conozca la historia humana. Pero no sólo eso; a nuestra generación le toca contemplar el nacimiento y la caída del más impresionante imperio conocido, nacido del proyecto político de un partido, formado en la mentalidad de las luchas políticas que se dan en Occidente: La URSS. En Gran Bretaña la inquisición anglicana logra introducir en sectores importantes de la población muchas virtudes burguesas, como austeridad de vida, ahorro, honestidad, lealtad, etc. A finales del Siglo XVIII, cuando es inventada la máquina de vapor se completan las condiciones que le dan a Gran Bretaña la posibilidad de ser la primera nación industrial del planeta. Existe una fuerte migración del Campo, a medida que hombres de visión comercial que prosperan en el comercio compran la tierra. Prospera el comercio de esclavos que aportan mano de obra barata a las plantaciones de algodón americanas. La Gran Bretaña posee la mayor flota comercial del mundo y posee dominios en ultramar que representan un mercado potencial impresionante para sus productos. La aparición de la máquina de vapor hace posible el desarrollo del transporte terrestre hasta los puertos, le abre opciones a la explotación masiva de las minas de acero y carbón, permite el montaje de los primeros talleres movidos por energía distinta a la energía humana y animal. La industrialización es la fórmula perfecta. Como consecuencia, se disparan los índices productivos y se da, por primera vez en el planeta, lo que se llama “acumulación de capital”. En Gran Bretaña, sobre la doctrina de hombres como Jeremías Bentham (1748-1832), el padre del utilitarismo, la burguesía inglesa se dedica a hacer dinero y a construir aquel imperio económico. Así se da la gran Revolución Industrial. El genio científico de los ingleses logra tales resultados que despierta la admiración en los países americanos de habla 45 hispana, que se debaten en medio de la guerra y la miseria. Pero no solo del genio científico, en sí mismo, sino de los ingleses, que han logrado plasmar sobre la base de su espíritu decidido, el testimonio de grandes realizaciones económicas. Aún sin alcanzar los logros y madurez de nuestra época, la Ciencia alienta, junto con aquellas grandes revoluciones una visión casi mágica del porvenir, de lo que es, verdaderamente el “progreso” en los políticos de los países que se van liberando, determinando en sus expectativas políticas una mentalidad utópica típica. Sin saber siquiera muchas de las intimidades de aquellos procesos políticos y sociales y las consecuencias colaterales que puedan deparar esas experiencias, se aprovechan con el apoyo obligado de todo argumento político, para sacar adelante iniciativas absurdas. Colocadas en tiempos recientes estas naciones en el “limbo” político nominadas lo menos peyorativamente posible, como naciones en “desarrollo” pero vistas como naciones pobres, incapaces, sin capacidad protagónica frente al resto de Occidente; sus líderes siguen el ejemplo de sus ídolos extranjeros de ensueño, no pocas veces, sin saber cómo, logran la victoria en la Guerra, en la lucha sectaria por el poder hegemónico, en el triunfo de los más fuertes sobre los más indefensos; consolidan su legitimidad, su prestigio internacional, el camino para su madurez política, para su desarrollo económico y social. En medio de la pobreza, emulan, con los suyos, a los grandes ejércitos del mundo y con sus batallas, a las grandes batallas militares de ellos buscando en la imitación una solución que los conduzca mágicamente hacia el éxito. Sin embargo, la llegada a la Era de las Armas Absolutas y el fin de la Guerra Fría en 1990 marcan el fin, también, de una carrera científica, cuya contribución había sido invertida, principalmente, en la construcción de medios bélicos, capaces de causar enormes daños, incluso acabar con todo rastro de vida sobre la Tierra, esta vez, sin darle ninguna ventaja a sus usuarios, tal vez ni siquiera un poder disuasivo. 46 Tres espacios nuevos de actividad humana abren más horizontes al avance del conocimiento científico y en ellos se plantean nuevos retos a los que debe responder la técnica del hombre actual: La navegación espacial, la sistematización electrónica de datos y la robotización de diferentes procesos tecnológicos, particularmente en el área de lo que se llama nanotecnología, que incursiona en el campo de lo muy pequeño. Vamos, como lo propusimos al principio de esta sección, a dedicar ahora un espacio a la revisión de ciertas dinámicas de la historia que pueden explicar la acción de las fuerzas humanas más importantes que dieron lugar a esa evolución científica, el por qué actuaron donde actuaron y, tal vez, lo que es de singular interés para nosotros, sus efectos sobre la sociedad americana, particularmente en el área de la antigua América Española. Esas fuerzas, por su forma de actuar, Han dado lugar a una tremenda frustración, algo que no es de simple interés académico, sino de palpitante actualidad humana, y eso, a pesar de su dirigencia, cuya consciencia estaba lejos de advertir el verdadero significado de cuanto acontecía. Por ello nuestra sociedad se ha debatido en la miseria y ha sido sometida, poco a poco sin percibirlo claramente, a una dependencia intolerable, económica y política, de las nuevas metrópolis del poderío mundial sin que nos hayamos movilizado, como es preciso que lo hagamos, en la persecución de nuestra propia redención. Seamos tan sucintos como sea posible y abandonemos la exposición de innumerables personajes, fechas y sucesos, yendo mejor al proceso como se da, que es el verdadero objetivo del presente trabajo, Tal vez esto sea más didáctico. El nacimiento de Europa, en el año ochocientos, como entidad política, se da en un momento de la historia en que el antiguo imperio romano occidental, ya reducido a un pasado histórico, se enfrenta a la amenazadora presencia del imperio turco otomano por el oriente y del Islam también por el oriente y por el sur. Dentro de ese clima se dan las cruzadas, acciones militares destinadas a ablandar las posiciones del Islam, al menos en los territorios en que la tradición cristiana ubica la ocurrencia de la vida de Jesús y los primeros pasos de la Iglesia naciente. Nace 47 después de una época en que la autoridad del papado había pasado por dificultades sin cuento, para ser restituida luego con gran esfuerzo. Nace un poco antes de que se definiera el llamado cisma de Oriente, cuyos amagos de independencia se concretan cuando las Cruzadas se toman a Constantinopla, sede del patriarca de la Iglesia Oriental y capital del antiguo imperio Romano Oriental, y que finalmente cayó en manos de los turcos otomanos el año de 1453. Nace Europa, luego de tiempos de corrosivas herejías que le han quitado a la Iglesia Católica Romana energías invaluables. Así empieza en Europa su Estado Cristiano, generador luego de la sociedad medieval, con su manera singular de entender la espiritualidad cristiana, creador de la Inquisición, institución dedicada a mantener la pureza doctrinal del ideario cristiano. Dentro de ese ambiente encontramos a una España acabada de salir de una guerra de ocho siglos de lucha por liberarse del poderío del Islam (717 – 1492), de los moros, encarnado, en España, finalmente, en el califato de Córdoba. Es una España poblada de guerreros, con espíritu indomable forjado en las más duras batallas. La fe cristiana es una fe viva, pero vivida con un ardor que quema. En 1492 los reinos de Castilla y Aragón, que conjugan en cabeza de sus monarcas, la reina Isabel y Fernando de Aragón, esposos, prácticamente la totalidad del territorio liberado de los moros, y algunas, provincias del sur de Italia y el norte de Europa, son los que patrocinan el primer viaje de Colón y reciben del Papa la “donación” de los territorios descubiertos y adquieren con él el compromiso de cristianizar a sus habitantes. Es muy difícil, sin conocer aquella realidad, entender el tenaz espíritu de un pueblo que forja un imperio capaz de mantener en sus manos, por casi ciento cincuenta años, el poder hegemónico sobre toda Europa y que se enfrenta a la empresa gigantesca de explorar, y conquistar un mundo absolutamente desconocido, con una extensión decenas de veces mayor que su propio territorio patrio y que se compromete a aculturar a otros pueblos de los cuales nada conoce. Como los mismos españoles creían, el destino les depara el turno de la gloria. Se sienten, por demás, un pueblo privilegiado. La 48 historia de la cultura, que consideran su raíz, muestra cómo las grandes civilizaciones se sitúan cada vez más al occidente. Primero se dan las grandes culturas orientales: Persia, la cultura asirocaldea, Egipto. Luego vienen los griegos, luego los romanos y ahora les corresponde a ellos. Mas allá de Gibraltar no hay hasta ese momento, finales del siglo XV, otro país que goce de su posición. España, luego del Descubrimiento, no obstante, domina los mares. Sus flotas mercante y militar no tienen rival. Ha logrado desarrollar una floreciente industria naval y un plantel de magníficos navegantes. Entonces el eje de su poderío continental deriva nuevamente hacia el occidente. Su imperio continental se convierte en un imperio atlántico, basado en su poderío naval, que, en lo militar, se transformará, con el tiempo, en su talón de Aquiles. El oro y la plata fluyen a raudales de América. En Europa se desarrollan muchas industrias, crece el comercio, emerge, cada vez más una burguesía opulenta, que se capitaliza más y más, adquiriendo un poder que rivaliza con el poder real, basado en recursos económicos de capital capaces de financiar empresas militares, económicas y políticas de toda índole. El comercio con Oriente se vuelve más ágil: El oro y la plata americanos suplen el déficit comercial creciente que Europa mantiene con Oriente y le sirve a los monarcas para comprar reinos, pagar deudas, financiar campañas militares. Sin que hoy se pueda tener todo muy claro, se ve que el Renacimiento Europeo, el Descubrimiento de América, el freno del avance de los imperios otomano e islámico, el gran crecimiento comercial con Oriente y el surgimiento de una burguesía europea rica, tienen gran coincidencia histórica. Hay mucha literatura dispersa pero falta todavía el trabajo de síntesis que permita conocer la respuesta más adecuada a la pregunta que se hacen muchos historiadores: ¿Puede establecerse entre aquellos eventos casi contemporáneos una relación de causa a efecto? ¿Dónde se genera aquel proceso de desarrollo sin precedentes? Aunque la respuesta no es muy categórica, parece ser que todo arranca con el estímulo de la opulencia de los reinos orientales 49 percibida a través de las magníficas mercaderías que de allí se obtienen. Cristóbal Colón piensa, por ejemplo en las especias de la India, sueño que los portugueses realizan cruzando por el cabo de la Buena Esperanza y pasando por el sur del África del Atlántico al Índico. Sin embargo sus cálculos, un tanto atrevidos, le dicen que viajando hacia el occidente se puede llegar a la India en tiempo razonable, tal vez en unos tres meses. Luego todos los procesos se retroalimentaron entre sí. El predominio español en el mar, indiscutible a desde fines del siglo XV, se ve amenazado durante el siglo XVI. Las marinas de países como Inglaterra, Francia y Holanda, que se van convirtiendo en potencias navales y comerciales, lo mismo que piratas y bucaneros, comienzan a merodear por mares todavía controlados por España. La frecuencia de sus incursiones se incrementa y éstas ganan en poderío hasta ser capaces de interferir seriamente el comercio de América hacia Sevilla, principal puerto español receptor de los envíos americanos. El asunto sube a rivalidades políticas y España se ve precisada a realizar campañas navales para tratar de reducir sus riesgos comerciales, con resultados desastrosos. Es evidente la incapacidad creciente de España para colonizar y defender sus dilatados territorios americanos. Holanda intenta asentar colonias en el Brasil. En Norteamérica lo hace en el territorio que ocupa hoy Nueva York. Los ingleses puritanos establecen en 1621 una colonia en lo que hoy es Boston, luego del Mayflower. Los franceses se asientan en la parte occidental del actual Canadá. Es evidente también que en aquellos reinos se duda de la legitimidad del Papa en su acción de entregar en patronato el territorio de América al reino de Castilla. La fecha en que se inicia decididamente el declive de la hegemonía española está alrededor de 1640, después de que Portugal, esperanzada en mantener sus posesiones ultramarinas, principalmente en las Indias Orientales con el apoyo del poderío español, es atacada allí por los holandeses y fracasa en su defensa. Hoy España incluiría el territorio portugués si la suerte de las armas hubiera sido diferente, pues su intención es unirse al 50 imperio español frente a la inminente guerra contra Francia. La pérdida de la Flota Invencible, combinada de España y Portugal en 1588 es decisiva. En la batalla naval de la Dunas, en 1639 y en una nueva batalla naval frente a las costas del Brasil, en 1640 la suerte de las armas no es para España. La falta de control de los mares llega a su climax este año, hasta el punto de que ese año de l640 no arriba a Sevilla embarque alguno de metales preciosos. Los historiadores tienen para el declive español un conjunto de diversas explicaciones. Solamente que, todo llega a concretarse en la suerte de las armas de una potencia con su poder sustancialmente menguado. Ese declive marca cambios sustanciales de la política colonial española en América, cuando la misma España es invadida por Napoleón. Empiezan entonces a desaparecer los efectos de la casa de los Ausburgos en el manejo de la política colonial. Empiezan a surgir en América Española las políticas de corte borbónico. El comercio con la metrópoli empieza a ser manejado de acuerdo con nuevas políticas que incluyen en el comercio masivo a casas comerciales holandesas, francesas, e inglesas que terminan arruinando el comercio artesanal tradicional establecido anteriormente. Esas políticas incluyen también a grandes compañías financieras capaces de comprometerse en grandes operaciones de crédito mercantil. Todo ello es un anticipo de lo que ocurriría en siglos posteriores, a partir del momento en que el poderío de los mares pasa a manos de los ingleses, conservado por ellos hasta 1914, época en que estalla la Primera Guerra Mundial, y de lo que ocurriría en Inglaterra como consecuencia de inventos técnicos, como la máquina de vapor: La conocida Revolución Industrial. El reino portugués, como el reino español, es, en su edad de oro, un imperio oceánico y vive casi las mismas vicisitudes del Imperio español. Es un pueblo de caracteres y personalidad muy definidos, que habita inicialmente un pequeño territorio formado, en parte, por terrenos del antiguo reino leonés y, en parte, por algunas tierras gallegas ubicadas al sur del río Linia. Dado su pequeño hogar y su ubicación extrema en la costa occidental de la península ibérica, está bien dispuesto a la vida de mar y se ha 51 dotado a sí mismo de una magnífica industria naval que le ha permitido lanzarse a los azares del mar en busca, en otros lados, de lo que no encuentra en su propia casa. Expulsado el Islam de Lisboa y de la región al sur, el país adquiere, poco más o menos su configuración geográfica actual. Los conflictos internacionales del siglo catorce y la evolución de la burguesía en aquella época enfrentan, por primera vez a Portugal con Castilla, siendo en adelante realmente un rival suyo. Unidos burgueses y caballeros se oponen, a la muerte de su soberano Fernando I, a la ocupación de su territorio por Castilla y nombran, como soberano a Juan I, anterior maestre de la orden de Avis. Este se alía con Inglaterra y vence a Castilla en la batalla de Ajubarrota, iniciándose así su expansión marítima. En 1415 tiene lugar la expedición a Céuta bajo el comando de Enrique el Navegante (1390-1460) hijo de Juan a quien se le atribuye la fundación de la gran escuela de navegación de Sagres. En 1420 logra el dominio de Madeira. En 1445 obtiene el dominio de las Azores y en 1460 consigue el dominio del golfo de Guinea. En 1487 Bartolomé Díaz rodea Africa por primera vez en la historia y Vasco de Gama llega a la India en 1498, iniciando una nueva ruta de mar para las especias, pudiendo iniciarse, desde Lisboa, su comercio a toda Europa con un gran cargamento de ellas, constituyéndose en una de sus principales fuentes de abastecimiento. En 1500 Pedro Álvarez Cabral descubre las costas del Brasil. Quedan así abiertas al comercio portugués las rutas oceánicas del Atlántico y del Índico. En 1581 luego del intento fallido del rey Sebastián I (1557-1578) de dominar a Marruecos, donde muere en la batalla de Alcazarquivir, la corona portuguesa queda en manos de Felipe II rey de España, iniciándose así una unión que dura sólo unos sesenta años, hasta cuando se define el ocaso del poderío español. Nuevamente la burguesía y la nobleza del país aprovechan que estalla la guerra entre España y Francia, y se rebela Cataluña, proclaman su separación de España y nombran rey de Portugal a Juan IV (1640-1656). En guerra constante que se da entre Holanda y España, durante aquel período de la Historia, Portugal 52 pierde poco a poco sus posesiones de Oriente, pero logra conservar sus posesiones americanas mediante el tratado de Tordesillas firmado en 1494 por los reyes Católicos de Castilla y Juan II de Portugal, en el cual Castilla Otorga a Portugal el derecho a disfrutar de las posesiones americanas situadas mas acá del meridiano que pasa a 370 leguas al occidente de las islas de Cavo Verde. Ya se sabía de incursiones portuguesas clandestinas y el tratado pone, definitivamente, en manos de Portugal el territorio de la futura nación brasileña. El tratado exige la modificación de los términos de la bula Inter - Coetera de Alejandro VI, papa romano, quien mediante ella, en 1493, le otorga al reino de Castilla el dominio de las tierras que ha descubierto Cristóbal Colón en su primer viaje, concretándolas a todos los territorios que se hallen mas allá del meridiano que pase a 100 leguas al occidente de las islas de Cabo Verde. Por la mente de Colón rondan los fantasmas de Enrique el Navegante y de los intrépidos navegantes portugueses que logran tan grandes hazañas, y no sabe cómo convencer a los reyes Católicos de la importancia que reviste para Castilla el apoyo a semejante empresa. Colón hace sus cálculos náuticos, los corrige y pule constantemente, en un esfuerzo que caracteriza a la gente educada en un arte como la de la navegación, que hace en la época, constantes aportes al conocimiento del Planeta. El vulgo solo puede seguir el camino que le abren los aventureros mas arrojados, los navegantes de escuela, los comerciantes, los financistas y sus líderes militares. Para el vulgo europeo el mundo conocido está rodeado de una realidad fantástica, de abismos insondables que van al infierno, de monstruos terribles, de mares tempestuosos. Ello explica las reacciones de la tripulación de las carabelas de Colón cuando escasean el agua y la comida sin que se vea tierra. Los cálculos de Colón para llegar a costas hindúes equivalen a dos tercios de la distancia real encontrada, en su primer viaje, hasta la Española donde logra desembarcar y reabastecerse. Muy probablemente, si no hubieran encontrado territorio americano, ellos no lo sabían, hubieran perecido probablemente de inanición, sin recorrer ni la mitad del camino, en su travesía hacia la India. El entender esta realidad puede 53 conducirnos a considerar el temor humano que tuvo que ser vencido, la confianza de aquellos hombres de empresa en lo que les descubría su reflexión y el arrojo con que asumieron los retos. De ello, producto de su espíritu indomable, se ha beneficiado la humanidad entera de hoy. Cuando Cristóbal Colón se encuentra con América en 1492 ignora, por completo, el reto que le espera a Occidente, al papado, a los reyes de Castilla, cabezas entonces de una cultura que cree tener en sus manos la clave para explicar, sin excepción, la realidad que se presenta a sus sentidos, por exótica y extraña que pueda resultar. Colón, líder de una sociedad renacentista europea, acabada de salir de la Edad Media, pero sumida todavía en un cosmos misterioso y terrible, se enfrenta al mundo neolítico americano, a una distancia de miles de años de experiencia vital de la suya, sin haber vivido, quizás, las experiencias que el pueblo colonizador traía en su consciencia, en especial, su agitada tradición y su vida guerrera, dependiendo, más que de sus recursos alimenticios, de su arte productiva, lo eran, de su destreza militar, de su determinación guerrera, de su capacidad de sacrificio, para sobreponerse a las acciones de sus enemigos. Si en ello hubieran sido inferiores a lo que fueron, otros hubieran sido nuestros colonizadores. Por ello su ocaso dió origen a la anarquía política, haciendo que sus antiguas colonias sufrieran las consecuencias de los designios de las armas a nivel del Planeta. Sin saberlo, en América se enfrentan la espada de acero y la cota de malla de los europeos con la piedra pulimentada y el cuerpo desnudo de los indios americanos, dos edades de la cultura humana. Era casi imposible, entonces que se entendieran. Nosotros nos sorprendemos de la realidad de nuestras formas de violencia. Sin embargo, con los siglos parece evidente que ésta se ha atemperado. De algún modo las fibras de los acontecimientos históricos más violentos se dan entreveradas con el hilo del espíritu humano, para producir hechos notables que poco a poco van hilvanando los ribetes de las civilizaciones. Francisco de Victoria (1486-1546), dominico, jurista y teólogo español, establece las bases jurídicas del derecho internacional moderno. 54 Es tan valioso su aporte a nuestra institución del Derecho que profundizaremos un poco más adelante en su obra. Pero la fibra del Espíritu es aún evidente en épocas mucho más antiguas. En la historia antigua de nuestra estirpe europea, gravita, a un mismo tiempo un mundo de cultura, de esfuerzo por superarse, de civilización y un mundo de destrucción y barbarie. En la época de los sumerios, lo que se conoce, nos muestra un mundo absolutamente inestable de jerarcas autoritarios. Un mundo en que estirpes enteras se extinguen o son absorbidas por los vencedores y reducidas a la esclavitud. Un mundo en que las ciudades conquistadas son barridas hasta sus cimientos y sus campos fértiles esterilizados con sal. Nínive, entre muchas otras ciudades, capital del imperio asirio, cuyos restos hallados recientemente, fueron fechados a 4.000 años a de C., fue destruida en el 612 a. de C por los medos. Sus habitantes pasados por las armas y reducida, por completo, a cenizas. La conquista de Canaán, tierra prometida por Dios al pueblo de Israel, desde la época de Abraham, es conquistada por éste en guerra que vence a treinta y un reyes con sus ciudades, todas barridas hasta sus cimientos y sus habitantes pasados a cuchillo. Ello ocurre, más o menos 1.500 años a. de C. A fines del primer milenio de nuestra era en aquellas mismas tierras de Oriente se observa todavía un nutrido movimiento migratorio de pueblos que se debaten entre la presión extranjera y sus propias necesidades de manutención. Ya ha llegado a su fin la era de los más antiguos imperios como los de Mesopotamia, Asiria y Caldea. Ya han pasado el gran imperio persa de Darío, el imperio helenístico de Alejandro, el imperio romano. Su experiencia política demuestra cómo la seguridad de la cultura se establece sobre las armas. Así se ve qué ocurre en épocas más recientes en Europa, unos de los herederos de su cultura, cuando consideramos la sociedad feudal, y cómo logra su equilibrio en un “status quo” armado, que limita, con base en pactos secretos y negociaciones destapadas, el resonar de las armas. No obstante, entre los pliegues de esa historia fluye otra, donde hecha sus raíces, la civilización, donde crece la consciencia humana de la realidad y la cultura. Todavía se vive el ocaso y absorción de unos 55 pueblos por otros, con el consiguiente malestar entre las distintas etnias, culturas, religiones y dinastías reinantes. Al avanzar los árabes y el Islam, sobre el territorio ocupado por los antiguos persas no obstante, Oriente vive en medio de la Guerra, un ambiente de esplendor y se da, también allá su renacimiento espiritual. Muchos hombres sabios beben sabiduría de su tradición y de otras tradiciones. Su saber es fomentado por los gobernantes y sus cortes para su solaz, para encontrar caminos justos para su política, para encontrar la verdad. Esos hombres son amados, respetados, seguidos por todos. La controversia, la discusión de sus tesis se vuelve actividad de noches enteras. Este proceso se da en el Islam y de manera semejante dentro del imperio turco. Empieza, aunque con no pocas susceptibilidades de prestigios reales vulnerados, con cierto ecumenismo, cierta tolerancia. Entre las disciplinas que se cultivan están las matemáticas, la medicina, la filosofía, la lingüística, la metafísica y la religión. Entre las lenguas se cultivan, entre otras, el árabe, el hebreo, el sánscrito, el siríaco, el persa, el griego. Las obras ya escritas en un idioma más antiguo se traducen a los más modernos para ser estudiadas y discutidas. Hay un período donde se da especialmente la traducción de obras al árabe para ponerlas a la disposición de sus eruditos. Así las distintas culturas son estimadas en general y trascienden sus propios límites ayudando a enriquecer las culturas más modernas. Los clásicos griegos y persas no se eclipsan, viven y su sabiduría prosigue su influencia. Platón, Aristóteles, Hipócrates, Sócrates, y muchos otros son ampliamente conocidos. Abú Nasr al-Farabi (950-1051) de nuestra era, citado por S. F. Afnan en “El Pensamiento de Avicena”, dice cómo “elaboró extensamente una teoría de la profecía, la política y la organización del Estado”. Son épocas de esplendor, material y espiritual, de búsqueda de la verdad, tolerancia frente a los demás pensamientos, de debates de ideas. La influencia de esta extraordinaria civilización penetra a Europa e influye en ella, en especial, a través de la tradición de la Iglesia Católica, del comercio con Oriente y del califato de 56 Córdoba. En gran medida, esa influencia ha significado la posibilidad de ser y de desarrollarse del mundo actual. Es importante conocer algunas intimidades del ocaso del imperio español, y sus consecuencias más inmediatas para ellos, no sólo porque nos ha afectado directamente a los americanos del sur, sino porque representa, quizás un caso único en la historia en Occidente, el colapso de una civilización en poco más de un siglo, después de ser un imperio capaz de ejercer su poderío hegemónico sobre todos los países europeos y en cuyos dominios “no se ocultaba el sol”. El análisis exhaustivo se sale, por completo del objetivo de este trabajo, por lo cual nos referiremos a los aspectos mas relevantes del tema. Para entender correctamente el problema, es importante que nos salgamos del esquema que representa el mapa político de las naciones europeas, tal y conforme se hace hoy con los mapas actuales y que afecta sustancialmente la realidad psicológica y la escala de valores, el sentido de pertenencia social y lealtades propios de los pueblos .de épocas posteriores a la caída definitiva del imperio romano, más o menos en el año 400 de nuestra era. Su disolución significó simplemente la desaparición del yugo político y de las cargas impositivas que éste determinó en los pueblos durante la época activa del imperio. Lo que hoy es Europa, pues entonces nadie tenía conciencia de esa identidad, estaba ocupado por multitud de pequeños reinos, ciudades independientes, gobernados por monarcas, con sociedades divididas en castas, en estamentos, según como espontáneamente se desarrollaba el juego social interno y la competencia por mantenerse vivos frente a la acción de los pueblos vecinos. Eran algo así como pequeñas culturas donde se daban maneras singulares de ver el mundo. Hispania, antigua provincia romana, ya no existía. Sin embargo su antigua vida de vecindad dejó su rastro de identidad. A finales de la Edad Media ya existían en la península Ibérica, con su personalidad propia, los reinos de León, Navarra, Guipuzcua, Cataluña, Galicia, Castilla, Aragón, Valencia, entre otros y luego de la caída de los moros, Andalucía. En las islas británicas existían los reinos de Irlanda, Gales, Escocia e Inglaterra Lo que 57 hoy es Alemania estaba ocupado por trescientos principados independientes. En la península itálica estaban los reinos de Nápoles, Sicilia, las ciudades independientes de Venecia, Florencia. Desde los tiempos romanos, ya las Galias, otra provincia romana, estaba poblada por dos grandes grupos étnicos: Los galos y los francos, los últimos, importante tribu germana. Cuando el papa León III corona a Carlomagno, rey de los francos, como emperador romano en el año 800, éste ya ha integrado bajo su dominio la mayor parte de todo el territorio del antiguo imperio de la Roma Occidental y ya en 778 el imperio islámico en la antigua Hispania había sufrido la primera gran ofensiva exitosa de Carlomagno. Muchos contemporáneos califican este acto como un esfuerzo por resucitar el viejo imperio romano de Occidente. Así nace el nuevo Imperio Romano Germánico que no logra subsistir mucho tiempo. A fines de la Edad Media ya había desaparecido. La costumbre de los germanos de subdividir el reino entre los herederos de los monarcas y el creciente poder de los señores de las diferentes provincias, lo diluyeron poco a poco. De aquella época data la formación de los condados franceses de Cerdeña, Ampurias, Urgel, Pallars, Rosellón y Ribagorza, lo mismo que los españoles de Gerona y Barcelona. Los reinos y los imperios crecen con la Guerra, con los arreglos matrimoniales entre las casas reales, por negociaciones para la transferencia de dominios territoriales, por transacciones económicas. Estos, entre otras cosas, tienen significación por la renta que producen sus impuestos para el monarca, sus recursos naturales, la posibilidad de establecer alianzas productivas para la defensa o el ataque militar contra los rivales. El reino aragonés, en 1492 abarcaba el dominio sobre el territorio de Nápoles y Sicilia. El matrimonio de Fernando, su soberano, con la reina Isabel la Católica de Castilla constituye el núcleo del futuro imperio español que, fuera de Portugal, finalmente mantiene bajo su dominio los demás reinos de la península ibérica. España, así constituida, permanece en la mayor parte de su espíritu, imbuida en la mentalidad de la Edad Media. Son 58 característicos su talante caballeresco, valores como su sentido del honor, su manera de interpretar el espíritu cristiano, su sentido del deber hasta el sacrificio de la vida, las artes militares clásicas, desarrolladas hasta el extremo, un poco caducas para la época. Todo lo cual vive profundamente en cada español y está más vivo que nunca al momento del descubrimiento de América. Quien piense que para un reino pequeño como Castilla, típico en sus dimensiones, es posible dedicarse a disfrutar de la riqueza encontrada allí, sueña realmente. Eso les pasaba a muchos españoles de finales del siglo XVI, particularmente, altos personajes con pretensiones políticas e influencia sobre los distintos organismos de Poder, incluso el monarca, que, por mala suerte para el Imperio, no estaban a la altura que las circunstancias políticas les imponían. La determinación del genio español había decaído desde la época del Descubrimiento de América, interesándose mas por las intrigas cortesanas y de palacio y por el logro de privilegios destinados al mantenimiento de posiciones de gran prestancia y poder. Paradójicamente la riqueza de América contribuye, no poco, a la decadencia española. Esta riqueza, representada principalmente en plata y oro, es punto de partida del enriquecimiento de las burguesías europeas y del desarrollo artesanal que, siglos después, servirían de base a las revoluciones burguesas sociales económicas y políticas que darían origen al mundo moderno. La expulsión de gran parte de la población mora, altamente preparada para el trabajo artesanal, que se ha tomado tradicionalmente como origen de la decadencia española, no es el único motivo. El boato de sus cortes, la creciente urgencia de medios de defensa, el costo de innumerables privilegios a los que nadie renuncia voluntariamente, conducen al establecimiento de un complicadísimo y avaro sistema impositivo que hace incompetente la producción local, incluso la campesina. La población emigra, a América y otros países europeos, abandona la tierra, vende sus medios de labranza. El eludir las responsabilidades de una producción que no es sostenible hace 59 que quien pueda, aspire a oficios distintos, como el muy apreciado de las letras. Los conventos crecen por doquier y la cantidad de médicos sobrepasa, por mucho las necesidades. Crece la mendicidad y se reduce dramáticamente la población, productiva, base impositiva para el ingreso, por impuestos, de las finanzas públicas. La metrópoli se convierte en importadora neta de toda clase de productos y su déficit lo paga con la plata y el oro americanos. Ya ni siquiera su transporte se hace en naves españolas, sino en naves de otras nacionalidades. La falta de vías adecuadas para el transporte de trigo y vino a los puertos españoles, hace incosteable e imposible la exportación de estos artículos a lomo de mula, lo que los hace incompetentes. Los sucesores de Felipe II, el rey prudente, jugaron a la revaloración y desvalorización de la moneda, al juego de la inflación, para sacar ganancia. En el último caso, sin ninguna indemnización a los poseedores de la misma, produciendo quiebras masivas entre los artesanos y comerciantes que las poseían. En una ocasión, alrededor de 1600, la moneda de vellón, que era acuñada en cobre y plata se siguió acuñando solamente en cobre, con una ganancia del 100% para la corona. La población española calculada en 1600 en unos 8.000.000 de almas se reduce a poco más de 5.000.000 en 1723. La población de Burgos pasa de los 5.000 habitantes a sólo 823 en 1616. Entre los años de 1594 y 1646, las principales ciudades de Castilla han perdido la mitad de su población. La ciudad de Sevilla, la segunda más populosa del reino, ha perdido las tres cuartas partes de su población entre 1620 y 1680 y sus fértiles tierras ya casi no se cultivan. “De aquí que, por más que los tributos y exacciones de todo género se han elevado al triple de lo que eran antes, el descenso de la población y de las riquezas y bienes ha reducido el total de lo que el Estado recauda a menos de un tercio de lo que recaudaba antaño”, según R. Trevor Davies. Luego, el estímulo de salarios altos no devengados por la falta de ocupación de las plazas de trabajo existentes, estimula la inmigración de extranjeros que comercian, en especial, con mercancías importadas de otros países, no siempre por las vías 60 legales. Incluso América se surte ya de mercancías importadas de otros países diferentes de España. Dice R. Trevor Davies: “Un memorial elevado al Rey por el consejo de Sevilla en 1643 (Allí se había instituido en 1624 un consulado mercantil con el título de Almirantazgo para flamencos y alemanes) dice que los mercaderes portugueses y extranjeros avecinados en la ciudad son los más ricos de todos y los que poseen en realidad los negocios más lucrativos de las Indias y casi la totalidad de las riquezas que de ellas se traen. El monopolio español del comercio con el Nuevo Mundo descubierto y conquistado por España, había pasado a ser poco más que un recuerdo”. Los españoles no tenían mucha estima por los trabajos artesanales o “serviles”. Por ello, a pesar de los altos salarios que llegaron a pagarse, sólo los extranjeros se sienten atraídos a ellos. Trabajaban un tiempo y regresaban a sus países de origen con sus ahorros. Según R. Trevor Davies “Poblaciones enteras de Francia que tienen poco comercio y escasa industria, se enriquecen a base de este tráfico, tanto o más lucrativo que los que a él se dedican; obtienen en España grandes beneficios sin necesidad de llevar allí capital alguno salvo su industria y su trabajo”. Todo ello conduce a la imposibilidad de mantener tropas suficientes para la defensa, avituallarlas y entrenarlas adecuadamente, además de mantenerlas en el nivel de moral de antaño. Ello lleva al descalabro militar y a la pérdida del imperio. En 1659, España firma con Francia la Paz de los Pirineos, en la isla de los Faisanes en el río Bidasoa, que pertenece a ambos países. Con ella, España logra, no obstante grandes sacrificios territoriales, la añorada paz, una paz más duradera. La madre patria nos deja en herencia una experiencia histórica sin precedentes: Una dolorosa lección para la posteridad que nosotros, sus descendientes, hemos de recoger para bien de nuestros hijos. El germen de un orden institucional que ha servido de base para establecer el Derecho Internacional y el Derecho de 61 Gentes, y las instituciones que hoy procuran y procurarán en el futuro ser una alternativa a la guerra y la violencia en las relaciones entre los hombres y entre sus Estados. Tenemos, además la certidumbre de haber sido iniciados en una cultura de ambiciones sin precedentes, colosal. La cristianización de los americanos significa más que atraerlos a la fe católica romana, según lo entendemos hoy. Es, ni más ni menos, llevar hasta ellos la Civilización, obviamente tal cual era entonces, y ganárselos en el plan de hacer efectivo su propio bien. Elementos inconfundibles de esa civilización son degustados por muchos de nuestros antepasados indianos y por los pueblos europeos asentados en estas tierras: Las misiones de los jesuitas en el Paraguay con el pueblo guaraní y las misiones de los mismos en los llanos orientales del Nuevo Reino de Granada nos dejan una experiencia inolvidable. Pero colma la grandeza del espíritu humano, la actitud de aquellos que sin la menor duda y con la mayor responsabilidad respetan, propician y llevan a cabo la gran controversia indiana y aquel emperador, nada menos que Carlos I de España (Carlos V de Alemania), que acata el orden que de allí emana, promulgando las Nuevas Leyes, acto revolucionario que conmueve al mundo de entonces. Sólo la mengua del poder del Estado español, hasta límites inverosímiles frustra tamaño empeño. Francisco de Vitoria en su “Des Indis” hace la crítica al comportamiento belicoso de los conquistadores en América. “En la controversia indiana “es también un altísimo fallo jurídico el que profiere el maestro de Salamanca” dice Enrique Caballero Escobar en “América una Equivocación”. De un lado alinea el Requerimiento “que redactaran el doctor Palacio Rubio, Fray Ginés de Sepúlveda, la junta de Burgos, Matías de Paz y muchos otros “herederos intelectuales de Enrique de Susa autor de la Summa Aurea, alcaloide del fanatismo incomprensivo”. Del otro lado alinea a Fray Bartolomé de las Casas, a Fray Antonio de Montesinos y a los inconformes con el régimen adoptado por los conquistadores, los sindicados de socavar la autoridad del Papa y el derecho divino de los reyes. Cita Caballero Escobar a Berthelemy, gran jurista francés contemporáneo que se refiere a 62 Vitoria y su trabajo en los siguientes términos: “Es una obra maestra de método, una bella construcción lógica, elegante, sólida, armoniosa. El estilo es nervioso, preciso, conciso, ninguna amplificación puramente oratoria, ninguna grandilocuencia, el método es absolutamente científico.” “Con toda naturalidad el maestro desbarata el andamiaje conceptual de la Edad Media. Aunque Alejandro VI hubiera hecho la repartición del continente entre dos príncipes, el Papa, para Vitoria, no es soberano civil o temporal de todo el orbe” por la sencilla razón de que Cristo, a quien representa en la Tierra, tampoco lo fue, en cuanto hombre, y por el contrario aclaró que “mi reino no es de este mundo”. Así, no pudo transmitir una posesión que no ejerció (ni tenía en mente ejercer)”. Ya había escrito antes Vitoria: “Los paganos no están de ningún modo sujetos al Papa, y por esto no puede (el Papa) dar a los príncipes un arbitrio político que no tiene”. La justificación del papado, fundamento del poder de los reyes durante la Edad Media no es, por otra parte, algo improvisado. Está referida a la doctrina que emana de las ideas de San Agustín, acerca de la Ciudad de Dios y la Ciudad de los hombres, la primera trascendente y la segunda incapaz de trascender sus propios límites terrenales. La intervención del papa sobre el poder temporal era entendida como un mecanismo para lograr, en la práctica, esa trascendencia espiritual de la Ciudad de Dios hacia el mundo de los humanos. Las iglesias nacidas en medio del imperio romano y propiciadas por la intervención imperial del César, Constantino, el primero de ellos, y las nacidas en medio de los reinos bárbaros que le sucedieron, casi todos germanos, como los francos, los vándalos, los visigodos, los burgundíes, los ostrogodos, han servido de punto de apoyo para muchos reyes bárbaros justificar su autoridad. “Los dioses de los romanos ampararían sólo a los romanos, pero el Dios cristiano es de todos y con El se puede negociar. Es preciso reconocer que se trata de una actitud que riñe con el sentido cristiano de la Divinidad. Sin embargo, expresa una dificultad fundamental de la manera de ser de estos pueblos, para profundizar más en la esencia del 63 cristianismo, como lo es también, para ellos, un verdadero enigma, la refinada organización administrativa del imperio romano. Clodoveo (465-511) rey de los francos, a partir del año 481 y conquistador de un gran territorio, se convierte al cristianismo por el cumplimiento de una promesa suya de bautizarse si gana una de sus varias batallas contra los alemanes en el año 496 que tiene perdida, al invocar al Dios cristiano, inspirado por su mujer Clotilde, sobrina católica de Gondebaudo rey arriano de los burgundios. Es bautizado por el obispo de Reims San Remigio, con sus tres mil soldados siendo, en adelante, un gran propagador, a sangre y fuego, del cristianismo en todos sus dominios. En esa y en muchas historias semejantes se aprecia la influencia, la simbiosis de los poderes espiritual y temporal que sirve de base, en la Edad Media, a la fórmula papal, por medio de la cual éste le otorga los territorios americanos descubiertos a los monarcas de Castilla y Portugal, no, sin sentirse eximidos de la tarea de cristianizar a su población. Sigue Escobar en relación al tema tratado por Francisco de Vitoria relacionado, a su vez, con un posible reconocimiento de legitimidad de la Conquista: “En cuanto a la legitimidad de la conquista, ella puede esgrimirse, pero sólo sobre terrenos no ocupados (res nullius); no sobre tierras pacíficamente habitadas. Vitoria se opone igualmente a que se imponga la fe por la fuerza. Equivaldría a propiciar, anota, un sacrilegio por conversión simulada al influjo y bajo presión de las armas. Tampoco autoriza bautizar a los niños sin el consentimiento de los padres. Ello iría contra la patria potestad. En cuanto al canibalismo de los naturales y su idolatría, ello no da títulos a los cristianos para arrebatarles sus posesiones, ya que los cristianos a diario ofenden también a Dios con otros pecados como el homicidio y la blasfemia. Otorgar título a un soberano para castigar los pecados de otro pueblo, llevaría a los príncipes a hacerse la guerra por juzgarse más o menos justos y a entablar una danza de soberanías por faltas que solo a Dios cabe juzgar”. Carlos V se conmueve con aquella dura opción. Sin embargo cede al final y se deja asesorar de Vitoria para la redacción de las 64 Nuevas Leyes que luego de la gran controversia entre Fray Bartolomé de las Casas y el Cardenal Loaysa primero y no más de ocho años después con Ginés de Sepúlveda respecto del pésimo uso de la institución de la Encomienda por parte de los colonos españoles en América, producen, prácticamente una revolución política en América. Allí se empieza a esculpir, como consecuencia de la realidad americana, el Derecho de Gentes. En la América misma se enfrentan la grandeza del Espíritu que puede nutrir con su sabiduría a la Civilización Occidental y la pequeñez y mezquindad de aquellos seres animados solo por la ambición de lograr el bien personal y que fueron un factor de frustración interna en el esfuerzo de lograr para América y su población la redención a la que tenían pleno derecho. En un imperio destinado a sucumbir mas pronto de lo que en aquel tiempo alguien pudiera imaginar, la anarquía se plantea como opción real de una tarea que no pocos desean protagonizar y que logran suplantar, en la medida que la autoridad real es más impotente. El espíritu recio del peninsular sencillo se forja en siete siglos de lucha contra el invasor moro, hombro a hombro con sus conductores militares (717-1492). No es de extrañar, pues la dureza de su trato con el americano. Así se explica la pasión, el celo, también, con que Fray Antonio de Montesinos, Fray Bartolomé de las Casas obispo de Chiapas y mas tarde, el apóstol de los negros, Pedro Claver y tantos hombres probos más, adelantan su ministerio, a veces equivocadamente, pero de buena fe, con firmeza, con dedicación, con abnegación, con entrega. 6.4.0 LA GRAN CONTROVERSIA. La Gran Controversia, destinada a conmover la consciencia de la humanidad sobre el valor universal de la vida humana, cualesquiera sean sus orígenes, se suscita alrededor, principalmente, de la institución de la Encomienda, mediante la cuál se encomienda el tutelaje de indios a su titular con el fin de ser iniciados en la civilización. Entonces ello estaba significado por la evangelización. El encomendero recauda el impuesto de la Corona y el suyo propio “de lo que justamente deban pagar de allí 65 en adelante, quedándoles con qué poder pasar, dotar, y alimentar sus hijos, reparo y reserva para cuidarse de sus enfermedades, y suplir otras necesidades comunes, de modo que paguen menos, que en su infidelidad, guardando en todo lo que está dispuesto. Es de notar que en el período de Conquista los naturales estaban sometidos a la expoliación de su propiedad por parte de los vencedores, quienes financiaban con ese botín el mantenimiento de los nuevos asentamientos y la paga de sus soldados. Esa es la costumbre guerrera de los europeos. “Jiménez de Quesada mostró desde el principio pocas inclinaciones a respetar las leyes que protegían a los indios y no bien tomó posesión de las nuevas tierras, procedió a disponer de ellas y de sus gentes como un gran señor feudal consumado el saqueo de las riquezas acumuladas por los chibchas, para conseguir lo cual no vaciló en ordenar la muerte y tortura de los monarcas nativos. Quesada repartió a sus capitanes y válidos, en Encomiendas, las tribus y parcialidades indígenas asentadas en la Sabana y provincia de Tunja”. (Ind. LIiév. Ag.) La llegada de Nicolás de Federman y Sebastián de Belalcázar a Bogotá en la misma época, suscita un grave problema de competencia para Quesada. La repartición de sus encomiendas en aquella zona extensa y poblada representa una tentación irresistible para ambos. Se da comienzo a una lucha sorda entre ellos y se forman bandos de partidarios. A sí mismos se denominan “quesadistas”, peruvianos” y “alemanes”. Cita Indalecio Liévano Aguirre al historiador Plazas quien describe la contienda surgida en la misma cuna de la nacionalidad: “Aún no se había adelantado Quesada a otros tratos, -dice-, cuando sabedor Belalcázar de la llegada de otra expedición (la de Federman) concibió el proyecto de convenirse con el alemán y arrojar a Quesada del país, para lo cual, con la mayor rapidez, pasó con su gente el río Magdalena y se acuarteló en Boza”. Descubriendo la intención de Belalcázar se apresta con sus tropas y veinte mil indios a defender sus posesiones No obstante, todos 66 los sacerdotes de las distintas huestes logran aplacar los ánimos y proponen que se parta el territorio en tres porciones iguales, solicitando al Rey que otorgue los títulos correspondientes. Así se efectúa. Mas tarde Quesada logra negociar la parte de Federman con éste por la suma de cuatro mil pesos oro y con la compra de sus caballos. Además asimila la pequeña tropa de éste a la suya propia. No quedando completamente zanjada la disputa, y apareciendo en el horizonte el fantasma de los herederos de Alonso Luis de Lugo, -precisamente aquellos a quienes Lugo, gobernador de Santa Marta, puede entregar con plena autoridad aquellas tierras-, a cuyas órdenes había llevado a cabo Gonzálo Jiménez de Quesada el sojuzgamiento del reino de los chibchas, temeroso de que ellos también reclamaran lo suyo, apresuró su viaje a España acordado con sus rivales, para someter sus pretensiones al juicio de la Corona. Lugo, reanuda el conflicto de las encomiendas solicitando a los cabildos de las ciudades fundadas, cuatro, entre ellas Bogotá y Málaga, anular el repartimiento de Quesada, a lo cual se resisten. Entonces lo hace él en persona y se apropia de los tributos de los mismos en vez de proceder a otros repartimientos. En catorce meses que logra disfrutar de ellos, se gana una suma cercana a los doscientos mil pesos oro. Se suscita entonces un clima generalizado de violencia en que no es fácil aplicar las ordenanzas de la Corona. Se levantan los señores, los caciques y los indios, en una época en que esta conducta constituye, según el parecer de todos ellos, en la única esperanza de defensa contra la tiranía de los nuevos amos. “La mas cierta ocasión y causa de esta conspiración era y fue que a la sazón los Encomenderos empezaron a pedir a los indios de sus encomiendas los tributos y demoras que por razón de las encomiendas les habían de dar y como en esta razón no había ninguna tasa ni moderación en elevar y pedir los tributos, sino que cada Encomendero pedía lo que le parecía, y los indios no estaban hechos aún a este yugo y entonces le empezaron a recibir, 67 quisieron ver si lo podían echar de sí con tiempo”. (cita de Indalecio Liévano Aguirre de Pedro de Aguado p 43). Sigue Indalecio: “Tales insurrecciones periódicas se debelaban con la brutalidad característica de los tiempos y so pretexto de “pacificar la tierra” se multiplican los malos tratos a los indios y su implacable explotación. Contra todas las leyes se les condenaba a trabajar en las minas, se les conducía a climas intolerables para sus organismos y eran obligados a formar parte de las caravanas de cargueros que transitaban por los senderos de nuestras cordilleras. Una minoría de privilegiados, dueños de la tierra, titulares de Encomiendas y nombrados Regidores de los Cabildos por Quesada y por Lugo, vivían como señores feudales, mientras en el subfondo de la sociedad millares de aborígenes rumiaban en silencio su terrible tragedia y muchos soldados de las huestes conquistadoras, que no habían sido favorecidos en el reparto del botín, engrosaban las filas de la gleba irredenta y en bandas de salteadores y bandoleros asolaban la tierra”. “El precario acatamiento prestado en el Nuevo Mundo a las ordenanzas Reales sobre las Encomiendas, dio como resultado la apertura, en la Corte, de la antigua controversia sobre el status jurídico de los indios. En esta oportunidad que podemos situar en 1540, el gran debate debía concluir en forma inesperada, porque al frente del partido que defendía en España a los aborígenes apareció un hombre extraordinario, cuya encendida pasión por la justicia induciría a la Corona a tomar las medidas mas revolucionarias: El monje dominico Bartolomé de las Casas. A diferencia de muchos teólogos y juristas que participaron en aquella célebre controversia, Las Casas tenía una experiencia objetiva y personal sobre la naturaleza de los grandes problemas que iban a debatirse. A las Antillas llegó como soldado de fortuna en las primeras fases de la Conquista y pronto figuró entre los encomenderos privilegiados que en las islas se distinguieron por su crueldad contra los indios. Nadie hubiera adivinado en el altivo y ambicioso soldado de aquella época al humilde sacerdote y apasionado polemista a quien la historia llamaría el Apóstol de los indios”. 68 “…En su famoso tratado “Remedios…..para la Reforma de las Indias” presentado a Carlos V, resumía así su ideal central:”Que todos los indios que hay en todas las Indias, así los ya sujetos como los de aquí en adelante se sujetasen, se pongan y reduzcan e incorporen a la Corona Real de Castilla y de León, en cabeza de Vuestra Majestad, como súbditos y vasallos que son y ningunos estén encomendados a cristianos españoles y…. que ni ahora ni en ningún tiempo jamás puedan ser sacados ni enajenados de la dicha Corona Real ni encomendados”. “Las graves acusaciones que presentó Las Casas contra los conquistadores y el dramático relato que hizo al Emperador de los padecimientos de los indios, indujeron a Carlos V a convocar en Valladolid, una Junta especial para que estudiara el problema de las Encomiendas y escuchara a Las Casas. Igualmente ordenó investigar la conducta de los miembros del Consejo de Indias, pues consideró inexplicable que en América se hubieran cometido tantas tropelías y crímenes sin que el Consejo tomara las medidas oportunas para evitarlos o sancionarlos. “Carlos V –dice Hanke – ordenó una visita de inspección al propio Consejo de Indias, cosa que indica que se pensaba que algo andaba mal allí…El Consejo estuvo suspendido en sus funciones desde Junio de 1542 hasta febrero de 1543. Durante el curso se descubrió que el Dr. Beltrán , el miembro más antiguo del Consejo, había aceptado donativos en dinero de Cortés, Hernán Pizarro y Diego de Almagro, por lo que se le puso una multa y se le destituyó del Consejo. El obispo de Lugo, que se oponía a la abolición de la Encomienda, también fue multado, destituido del Consejo y expulsado de la Corte. El Emperador perdió también la confianza del Cardenal Loaisa, presidente del Consejo, debido a varias quejas que no se hicieron públicas por su elevada posición. Carlos V nombró al obispo de Cuenca Sebastián Ramírez, decidido contradictor de las Encomiendas, para que le ayudara al Cardenal en el despacho de los asuntos de Indias” “La famosa Junta de Valladolid, reunida en 1542 fue integrada por el Emperador con los siguientes personajes del Reino: El 69 Obispo Sebastián Ramírez, presidente del Consejo de Valladolid; don Juan de Zúñiga comendador mayor de Orleans; el Cardenal de Toledo, García de Loaisa, presidente del Consejo de Indias; don Francisco de Cobos, secretario del Consejo; don Hernando de Guevara, del Tribunal del Rey; los doctores Gregorio López y Jacobo González del Consejo de Indias; los licenciados Salmerón, Mercado Gutiérrez Velásquez y el Doctor Bernardo de Lugo”. “Esta histórica Junta fue el epicentro de una controversia de valor universal, cuyos temas no han perdido aún su actualidad. A ella se presentó Las Casas para exponer de palabra las famosas “Veinte Razones” sostenidas en su tratado “Remedios para la reforma de la Indias”, que tan profunda impresión causaron al Emperador” Por desgracia no se conservó el texto de sus intervenciones en Valladolid y debemos limitarnos a citar el resumen que de las “Veinte Razones” hizo uno de sus biógrafos, resumen naturalmente desprovisto de la pasión inflamada y del ímpetu combativo que distinguieron siempre las polémicas del famoso dominico”. “Explica Las Casas –dice su biógrafo- las condiciones bajo las cuales el Papa Alejandro VI concedió a los reyes de Castilla la propiedad de las Indias, de las cuales resulta que no podían estos dispensarse de hacer por los indios, y a favor de la Religión, lo ofrecido al Pontífice. Combate el abuso de donar los indios a particulares en encomiendas y feudos. Dice que los españoles laicos no se hallaban en condiciones de enseñar virtudes a los indios ni las verdades del cristianismo. Establece que el único medio de cimentar la paz entre los indios y los españoles, es declarando que los unos son tan libres como los otros, que todos componen una familia de hermanos unidos por los lazos de la humanidad. ….Afirma que los españoles eran enemigos mortales de los indios, y por tanto, incapaces de instruirlos o procurarles algún bien espiritual o temporal…. Enseña que los indios eran libres antes de ser súbditos del Rey de Castilla, y que al pasar de un dominio al otro no han podido perder su libertad; muy al contrario, debían tener nuevas ventajas. Las leyes del derecho común y las que rigen el reino de España privan de su privilegio 70 al que abusa codiciosamente de su prójimo, de su Rey o de su patria; y los Encomenderos no podían llevar más lejos el abuso de su poder sobre los indios. Por otro lado los reyes de España nunca han decretado que los indios sean siervos de señores particulares. Afirma que si no se devuelve la libertad a los indios se despoblarán las Américas (como realmente ocurrió) y se perderán para España, siendo inmensas para la Corona. El sistema de Encomiendas jamás permitirá que los reyes de España puedan conocer la verdad de los acontecimientos que allí pasan, siendo al mimo tiempo un obstáculo para la administración de justicia, la gran distancia a que se hallan de España. Con la libertad de los indios puede consolidarse el poder de los reyes de España en Indias, y los mismos salvajes se aprovecharían de la civilización y del cristianismo. Por último dice que cuando los indios sean declarados patrimonio de la Corona, los españoles de ambos mundos no tendrán ocasión, con la posesión de aquellos desgraciados, de pecar mortalmente haciendo imposible su salvación”. “El principal contradictor de Las Casas fue el Cardenal Loaisa, presidente del Consejo de Indias, quien había mostrado, como lo reveló la investigación ordenada por el Emperador, una sospechosa predilección por los Encomenderos y quien trató, con gran habilidad, de introducir dudas en la Junta sobre la exactitud de los hechos en que fundaba Las Casas sus argumentaciones y de magnificar las consecuencias que se seguirían para la Corona si se aceptaban las ideas del Dominicano. Sin referirse al tratamiento que se daba a los indios en el Nuevo Mundo, Loaisa planteó el problema desde el punto de vista de la doctrina medieval de la “Sociedad Ordenada”, en cuyos distintos planos jerárquicos, debían situarse, de acuerdo con su rango, la clase que combatía, la que oraba y la masa de trabajadores consagrados a las tareas manuales”. “La doctrina está bien descrita en un documento de la época que dice” “En la República bien ordenada es necesario que haya hombres ricos, para que puedan resistir a los enemigos y los pobres de la tierra para vivir debajo de su amparo, como los hay en todos los reinos donde hay política, buen orden y estabilidad, así como lo hay en España y otros reinos. Y si esa tierra (el Nuevo 71 Mundo) se ha de perpetuar, error grande es pensar que han de ser tratados los pobladores iguales; España no se conservaría, ni reino alguno, si en él no hubiese señores y príncipes y ricos hombres; y en esta tierra (América) no puede haber hombres ricos ni poderosos no teniendo pueblos encomendados, como dicho es, por todas las haciendas y granjerías que se trabajan por los indios de los pueblos que están encomendados a los españoles y fuera de éstos no hay manera para otra granjería”. La moderación de Las Casas, de por sí exaltado, ejerce inusitada influencia sobre la mayoría de los miembros de la Junta que se inclina a favor de Las Casas. A no ser por insinuación del padre Victoria (Francisco de Vitoria de quien hablamos atrás), en contrario, anota Hanke citado por Indalecio Liévano Aguirre, el Emperador estuvo a punto de ceder nuevamente el Perú a los Incas, haciéndolo desistir para que el cristianismo no pereciera allí. La Junta de Valladolid concluyó sus tareas con las recomendaciones revolucionarias que sirvieron de fundamento a las Leyes Nuevas, las cuales fueron aprobadas por el Monarca el 20 de noviembre de 1542. Su naturaleza significa una renovación profunda del Derecho Indiano. Dos de dichas leyes, dicen:” Ordenamos y mandamos que de aquí en adelante, ningún Virrey, Gobernador, Audiencia, Descubridor ni otra persona alguna puede encomendar indios por nueva provisión, ni por renunciación, ni donación, venta ni otra cualquiera forma, ni modo, ni herencia; sino que muriendo la persona que tuviere en encomienda los indios, sean puestos en nuestra real Corona” (Ind. Liévano A. p 49) Estalla entonces en América la conmoción política. “Los Encomenderos de la sabana y de Tunja invaden en masa a la Capital y una gran multitud de gentes armadas y enfurecidas rodea la residencia de Quesada y le pide públicamente que se alce en armas contra el Rey, como lo habían hecho Pizarro (Gonzalo, hermano de Francisco y Hernán), y cuelgue de un árbol al 72 visitador Montaño (quien había puesto en la práctica la ejecución de la Leyes Nuevas en el Nuevo Reino de Granada). “A estas desenfrenadas insinuaciones contestó el Mariscal Quesada en los siguientes términos. “Verdad es que el Reino se halla en todo el aprieto que representa, pero también lo es que en obediencia al Rey, primero debemos poner al cuchillo las cabezas que a la resistencia la mano…. Aunque Montaño cortase todas las cabezas del Reino y la primera la suya (la de Quesada)…jamás asentiría a que un juez Superior se prendiese sin orden del Rey o de persona a quien diese facultad para ello”. “A partir de este momento se define la frontera que separa a Quesada de muchos de los conquistadores españoles. Quesada, ciertamente es el mas decidido y tenaz defensor de los Encomenderos y de las realidades sociales creadas en América en la época brutal de de la Conquista, pero el resuelve sus pleitos con la Corona de manera diferente a Pizarro” (Ind. Liév. A. p 70) “Pero en su carácter de defensor de los encomenderos, Quesada se vio colocado muy pronto ante uno de los más difíciles problemas de filosofía política y las soluciones a que acudió para resolverlo fueron influidas, desafortunadamente por los rasgos menos atractivos de su personalidad. Ese problema se le planteó a Quesada, como a todos los conquistadores, por la contradicción evidente que existía entre los intereses de los Encomenderos, fundados en la brutal explotación de los indios, y las leyes y doctrinas de la Corona, cuya letra y espíritu habían sobrepasado ya el ámbito meramente legislativo y gracias al genio político de de las Casas se habían convertido en clima espiritual de una época, en consenso público que hacía reaccionar inconscientemente a las gentes contra las pretensiones abusivas de los Encomenderos de América. El poder económico y social que poseían, es verdad, los grandes señores de la Conquista, pero ese poder estaba huérfano de una justificación doctrinaria que le diera legitimidad. Los Encomenderos tenían la riqueza, pero los grandes teólogos españoles y las Casas habían ganado la batalla decisiva de los principios”. 73 “Reconocido, como se debe reconocer, los méritos militares de Quesada y sus insignes cualidades de hombre de letras – que tan acertadamente ha sabido destacar uno de los más distinguidos historiadores colombianos, don Enrique Otero D´ Acosta – no debe olvidarse que su mejor título de honor se deriva del empeño que mostró, por lo general, en inculcar a los estamentos privilegiados del Reino un tipo de conducta política que les permitiera defender sus gabelas y preeminencias sin acudir necesariamente a la subversión, como era la costumbre de la época” Teóricamente, el problema de solucionar la contradicción entre los intereses de los Encomenderos, fundados en la brutal explotación de los indios y las leyes y doctrinas de la Corona, cuya letra y espíritu habían sobrepasado ya el ambiente meramente legislativo para convertirse, gracias al genio político de Las Casas, en “clima espiritual de una época”, tenía una salida: Enfrentar a las Leyes de Indias con una doctrina que le diera legitimidad moral y política a los intereses de los Encomenderos. Tal solución fue adoptada por el principal defensor de los Encomenderos en España: El Cardenal de Sevilla. “Quesada no quiso o no pudo llevar a efecto esta empresa, no obstante sus destacadas cualidades de hombre de letras y la audacia y optimismo con que emprendió hazañas intelectuales tan ambiciosas como la de escribir su célebre “Antijovio”. Se sintió inseguro al defender las conveniencias de los Encomenderos en un clima doctrinario adverso. Renunció entonces con una astucia y una malicia muy suyas a hacer la defensa frontal de sus convicciones en el “terreno vidrioso” en que estaba planteado el gran debate doctrinario de su tiempo y optó por la “vía oblicua” de organizar una coalición frondista de los magnates y notables del Nuevo Reino para “perseguir, denostar, y recusar a todos los funcionarios de la Corona que se negaran a reconocer –como reconocieron Armendáriz, Góngora y Galarza- de que los intereses y privilegios de los beneméritos de la Conquista debían tener primacía, en la vida cotidiana del Reino, sobre las teorías y 74 las leyes promulgadas en Europa por inspiración de hombres de toga y monjes ilusos que desconocían el terreno y engañaban al Rey. Era la institucionalización de la fórmula: Se obedece pero no se cumple” (Idem. P 71). Mientras Quesada logra engrosar en América su partido con sus hábiles tácticas, en España llega a su parte culminante el conflicto. “Ya el escenario y los presupuestos de la antigua controversia se habían modificado considerablemente y entre los Encomenderos de América la nobleza española y el alto clero peninsular se había establecido una sólida alianza, destinada a contrarrestar el tipo de ofensivas ideológicas que realizó Las Casas en la primera Junta de Valladolid. La revocación de las Leyes Nuevas fortaleció esa alianza y la habilísima dirección del cardenal de Sevilla, el gran enemigo de Las Casas, le dio la unidad requerida para oponerse a los movimientos esporádicos del partido indigenista, falto de jefe desde el momento en que el gran dominico partió para su Sede Episcopal en el Nuevo Mundo”. “Convencido el Cardenal de Sevilla, Fernando Valdés, de que en ausencia de una doctrina moral y política que justificara el sojuzgamiento de los indios por los Encomenderos, sería imposible evitar que Las Casas y sus seguidores invocaran con éxito la filosofía cristiana para defender a los naturales del Nuevo Mundo, se empeñó en conseguir que el más inteligente y erudito de los hombres de letras de su época, Juan Ginés de Sepúlveda (1490-1573), gran jurista español llamado el “Tito Livio Español”, acometiera la tarea de legitimar, racionalmente, desde el punto de vista católico, las guerras de conquista en América y la sujeción servil de los indios en las Encomiendas”. Sepúlveda escribe una célebre obra para justificar la rapiña y saqueo de los conquistadores y Encomenderos en América: “Democrates Secundus” o “De las justas causas de la guerra contra los indios”. Su doctrina puede sintetizarse así: 75 “1º. Las guerras que se hicieron por los españoles contra los indios fueron justas, por la causa y autoridad que había para ponderarlas”. “2º. Los Indios, como menos enterados, debían someterse a los españoles, mas prudentes y perfectos y, si no querían hacerlo, que debía sujetárseles por medio la fuerza”. “3º. Que debía someterse por las armas, siendo imposible por otro camino, a aquellos cuya condición natural es que deben obedecer a otros, si es que rehusan su imperio”. Para defender esas tesis se apoya en Aristóteles, Santo Tomás, San Agustín, el Antiguo Testamento y los juristas de Bolonia. “Del Deuteronomio, por ejemplo, toma los siguientes versículos en apoyo de sus doctrinas: “Comerás del despojo de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios, te entregó”… Herirás a todo varón suyo a filo de espada” (Indal. Liév. A. p77) “Sepúlveda solicitó al Consejo de Indias su obligada licencia para la publicación de su obra.”La obra causó gran perplejidad en el Consejo y no obstante la defensa que de ella hizo el Cardenal de Sevilla….los consejeros se abstuvieron de dar un juicio favorable” Acudió entonces Sepúlveda al Consejo Real de Castilla, donde estaban representados los intereses que mayor simpatía tenían por sus doctrinas y dicho Consejo hubiera autorizado la obra de no haberse interpuesto oportunamente el de Indias. Esta discrepancia entre los dos altos cuerpos consultivos del Reino, los indujo a someter el libro al estudio de la Universidades de Alcalá y Salamanca, que hicieron elogio de las dotes intelectuales del autor, pero se negaron a recomendar la publicación. Molesto Sepúlveda por esta resistencia tenaz, tradujo su libro del latín al español, hizo un compendio de él para que circulara subrepticiamente en España y envió dicho compendio a Italia, a fin de que allí se publicara profusamente” (Ind. Liév. A p 77) 76 Estando de paso por ciudad de México supo de estas noticias Las Casas, y “sumadas a los resultados estériles de su prolongada lucha contra los Encomenderos de Centro América, le indujeron a renunciar definitivamente a la Diócesis de Chiapa, para regresar a España a librar la mas grande y decisiva batalla de su vida. “No volvía triunfante –dice uno de sus biógrafos- sino mas bien como un acusado, rodeado de odios, de prevenciones y de enemigos”. Su primer cuidado al llegar a Valladolid fue conseguir un ejemplar del libro de Sepúlveda, de los muchos que circulaban subrepticiamente. “Esa obra era mas que un simple libro; era la formulación de la filosofía de los poderosos, la legitimación literaria de los abusos del fuerte contra el débil, del rico contra el pobre, del español contra el indio”… (Ind. Liév. A. p 78). “Renacieron con él las energías de la juventud y ante el Emperador, el príncipe Felipe y el Concejo de Indias arguyó incansablemente contra los principios del “Democrates Secundus” y sostuvo que el permiso de publicar una obra que contradecía todas las doctrinas tradicionales de la Corona equivalía a sustituir dichas doctrinas por las de Sepúlveda”. Cuando Sepúlveda se enteró de lo que hacía Las Casas, empezó a defenderse con carta al príncipe Felipe, encargado del gobierno en ausencia del Emperador. Pronto el conflicto desbordó”el discreto recinto de los Consejos y se convirtió en el tema obligado de la Corte, las universidades, los monasterios y las calles de Valladolid. Los contendores se cruzaron furibundas agresiones y a su alrededor se congregaron los partidos que desde el principio de la Conquista se habían disputado la dirección intelectual de la política indiana. Todo el poder de la riqueza, del prestigio y de las instituciones tradicionales -como la nobleza, el alto clero y los cardenales españoles- apoyaban a Sepúlveda, mientras a Las Casas lo seguían los estudiantes de la universidades, los frailes predicadores y misioneros, algunos de los grandes teólogos españoles del siglo XVI y las gentes de los suburbios de Valladolid”. 77 “La batalla hubiera sido desigual de no haber contado Las Casas, como contó, con el apoyo de la Corona, apoyo que permitió enfrentarse impunemente a todos los poderes consagrados de la sociedad española. Carlos V y su hijo no dejaron de advertir las implicaciones trascendentales que tenía la controversia entre el erudito y el fraile y se resistieron a prohijar una filosofía como la del “Demócratas Secundus”, que debía servir de justificación a los conquistadores para restaurar el feudalismo peninsular. No quiere decir que el Emperador y su hijo desearan tomar, de inmediato decisiones contra los Encomenderos del Nuevo Mundo; las conmociones, todavía recientes del Perú y otros lugares de Ultramar, les indicaban la necesidad de proceder con la mayor prudencia y por eso la discreta negativa del permiso de publicación para la obra de Sepúlveda les parecía la manera ideal de evadir momentáneamente el fallo de fondo sobre las espinosas materias de doctrina que constituían el tema del litigio.” Dándose cuenta Sepúlveda de cuanto acontecía, intenta hacerse sentir e insiste ante el Monarca acerca de la trascendencia de las doctrinas sustentadas en su obra, y “a fin de debilitar la causa de los indigenistas, induce a sus parciales a acusar abiertamente a las Casas de hereje luterano, de enemigo del orden, y de estar aliado con los adversarios tradicionales de España”. “Como lo esperaban los seguidores de Sepúlveda y el mismo Cardenal de Sevilla, la controversia adquirió rápidamente grandes proporciones y despertó tan furibundos odios, de parte y parte, que la Corona se vio precisada a considerar la conveniencia de atender a las solicitudes de Sepúlveda en el sentido de convocar una Junta para que decidiera si se autorizaba o no la impresión del “Democrates Secundus”. “La hábil definición que del temario de la Junta hizo la Corona, tocaba el fondo del problema teórico debatido entre Las Casas y Sepúlveda, a quienes distanciaba ideológicamente el juicio que les merecía las llamadas guerras de conquista”. 78 “La famosa Junta fue convocada para el verano de 1550 y el Emperador designó para integrarla a Melchor Cano, Fray Domingo de Soto, Fray Bartolomé de Miranda, Bernardino Arévalo y diez altos funcionarios del Concejo de Indias, encabezados por el Cardenal de Sevilla, quien debió presidirla”. Sepúlveda solicitó la revocatoria de Melchor Cano, Domingo de Soto, y algunos juristas, por considerar que sus propios partidarios estaban en desventaja, a lo cual la Corona respondió desfavorablemente. La Junta se instaló el 7 de julio de 1550. Le tocó hablar a Sepúlveda primero. Se apoyó en la “Historia General y Natural de las Indias” de Oviedo, en una pormenorizada narración de los vicios de los naturales del Nuevo Mundo, “su antropofagia, sus idolatrías, los horrendos sacrificios humanos, de sus ritos espantables”….Se apoyó en citas del Antiguo Testamento y “La Política” de Aristóteles cuyos capítulos sobre la esclavitud le merecieron los mas altos elogios,…Le tocó luego a Las Casas, quien no traía un discurso sino el famoso tratado “Argumentum Apologie”, destinado a demoler las doctrinas expuestas por Sepúlveda en “Democrates Secundus”. “Cuando se refirió a los argumentos de Sepúlveda para defender las guerras de conquista, indignado, Las Casas dijo, -citado por Indalecio Liévano Aguirre,”El fin que en las Indias…pretenden y deben pretender los Reyes de Castilla como cristianos, es la predicación de la fe, para que aquellas gentes se salven. Y los medios para este efecto no son robar, escandalizar, cautivar, despedazar hombres y despoblar Reinos y hacer heder y abominar la fe y la religión cristiana entre los infieles pacíficos”. Al tratar el cargo que se le hacía de poner en peligro, con sus doctrinas, la legitimidad de los derechos de la Corona en Indias, afirmó (cita de Indalecio Liev. A. p 82): “ El doctor (Sepúlveda) funda estos derechos sobre que nuestras armas y nuestra fuerza física son superiores a las de los indios, Esto equivale simplemente a poner a nuestros Reyes en posición de tiranos. El derecho de esos Reyes se asienta en que han de extender el evangelio y que gobernarán rectamente a las naciones indígenas”. 79 Agotado el tema la Junta se disolvió. La experiencia de anteriores graves sucesos, según se debatió en Valladolid indujo al Emperador y a Felipe a decidir el litigio en forma discreta y, eso sí, se mantenía el fallo de no publicar la obra de Sepúlveda. Los miembros de la Junta, recibieron, parece, instrucciones reservadas en este sentido y solo uno de ellos, el doctor Anaya, rindió concepto escrito sobre los temas controvertidos. “La Corona, en cambio, procedió a tomar medidas prontas e inequívocas. Por Real Cédula del 19 de octubre de 1550 dada en San Martín, ordenó que se recogieran todos los libros y traducciones de la obra de Sepúlveda. En el Nuevo Mundo, los ejemplares que circularon de Sepúlveda se convirtieron en “la biblia” de los Encomenderos y éstos hicieron de él su héroe.” Por ello, Felipe II años después, promulgó una nueva cédula para recoger los ejemplares de la obra que circulaban en América. Sólo Menéndez y Pelayo la rescató de después de trescientos años de olvido en 1892. Dice Henke citado por Liévano Aguirre: “La disputa de Valladolid se destaca claramente, no como una contienda personal entre un fraile y un erudito, ni como una violenta argumentación para aprobar o desaprobar el tratado de Sepúlveda, sino como el testimonio apasionado de un hecho decisivo en la historia de la humanidad. Por no haber triunfado las ideas de Sepúlveda, se dió un paso más, penoso e inseguro, en el camino de la justicia para todas las razas. Porque hablar Las Casas en Valladolid a favor de los indios americanos, su larga y complicada argumentación tenía también otra utilidad. Fortaleció a todos aquellos que en su tiempo y en los siglos que siguieron trabajaron con la creencia de que todos los pueblos del mundo son hombres, no hombrecillos, ni medio hombres, sino hombres”. “Por eso en la Junta de Valladolid se eleva Las Casas a una de las más altas cimas de la historia cuando repite, ante aquel Tribunal de letrados, esa frase suya, de valor universal que tan frecuentemente le venía a los labios”: 80 “¡Todos los pueblos del mundo son hombres!” (Idem P 83). Cuando a finales del siglo XVIII el orden monárquico tambalea en Europa bajo la presión de nuevas fuerzas políticas, esta vez la Ilustración de carácter burgués, han pasado doscientos años de aquellos gloriosos años de la Gran Controversia que sienta las bases del actual Derecho de Gentes. España yace postrada e impotente. Ha sucumbido en lucha heroica, despiadada, casi salvaje, típica de su tiempo, por una honrosa posición como potencia de primer orden. Entonces, la Europa culta y erudita, de lejos, muy de lejos, y sin entenderla, arremete nuevamente contra América, contra lo que queda en el Nuevo Mundo del que fuera el imperio donde “no se ocultaba el sol.” La enjuicia, ajena a los grandes debates que se han dado antes, y en que la consciencia cristiana de Occidente, en cabeza de la sociedad española, ha proferido su fallo. De un juicio sin recato, sin que se reconozca en él así sea de la menor objetividad científica, el mínimo conocimiento de la Realidad. ¿Acaso ha quedado en el olvido, entre los pliegues de la Historia, una historia digna de pasar a la posteridad, la obra heroica de prohombres universales, digna de perpetuarse en la memoria humana occidental, al lado de los grandes de Persia, Egipto, Grecia y Roma? ¿Acaso ha quedado en el olvido la obra ciclópea de una gran nación, que en un esfuerzo superior a sus fuerzas, con el espíritu quijotesco que la ha caracterizado siempre, hizo el intento de construir para los americanos, a pesar de toda oposición, el paraíso de sus sueños? Lo cierto, la Realidad, es que el eje de la Cultura ha derivado hacia otras latitudes. ¡Ya no pasa por España! Y es importante que, en honor a la justicia y al valor inconmensurable de aquella obra, reivindiquemos su memoria y abramos espacio en nuestra consciencia, para que nosotros y nuestros descendientes, sin el menor complejo de inferioridad podamos disfrutar del patrimonio cultural que hemos heredado en línea directa y que en justicia también a nosotros nos pertenece Desde mediados del siglo XVIII Jorge Luis Bufón (1707-1788) naturalista y escritor francés, hace eco de la especie que circula en toda Europa acerca de la inferioridad del mundo americano. 81 Encuentra al medio americano inclemente para la vida (¿?), Lo encuentra demasiado húmedo, demasiado cálido. Para él y para muchos antes que él es “esa porción inmadura de la tierra”, es el Occidente aún no formado. Los animales son mas pequeños que en el viejo mundo, las alimañas llegan a ser gigantescas, los seres humanos son débiles, imberbes e impúberes. El puma o león americano es más pequeño que el león del viejo mundo, mas cobarde y no tiene melena. El “elefantucho” americano, el tapir, o danta, se queda corto frente a sus homólogos africano y asiático, llegando apenas a la talla de un ternero de seis meses. Según Antonello Gerbi, la denigración mayor de toda la naturaleza americana llega a un insuperable extremo con la “Recherches Philosophie que sur les Americains, o Memories interesants pour servir a l´historie de l´espece Humaine”, del abate Corneille de Paw , obra fechada en Berlín, en 1768, época de oro del enciclopedismo. Es mucho mas radical que Bufón: Los “salvajes” de América son “bestias” o poco mas que bestias, que “odian las leyes” de la sociedad y los frenos de la educación, viven cada uno por su cuenta, sin ayudarse los unos a los otros, en un estado de indolencia, de completo envilecimiento. El salvaje no sabe que tiene que sacrificar una parte de su libertad para cultivar su genio, “y sin cultura no es nada”. De de Paw dice, además, Antonello Gerbi: “De Paw generaliza impertérritamente y afirma, muy serio, que los perros (en América) no saben ladrar, que la carne de vaca se hace estoposa y que los genitales del camello dejan de funcionar. Explica que los peruanos son como estos camellos, puesto que son impúberes (“es la muestra de su degeneración, como ocurre con los eunucos)”. Nos habla de salvajes que tienen el cráneo piramidal o cónico y de americanos del Marañón cuya cabeza es “cúbica o cuadrada”, lo cual será, ciertamente, el colmo de la extravagancia humana, pero se ha visto sin embargo en cierta pintura del siglo XX, de lo más parisina, y (hacer ese tipo de representaciones pictóricas o alusiones al tema), es por lo demás una costumbre bastante difundida y bien conocida de los antropólogos. Y en polémica con 82 el inca Garcilazo, niega todo lo que esta refiere de los incas, y nos describe en cambio aquella famosa ciudad del Cuzco como un amontonamiento de casuchas, sin tragaluces ni ventanas “todas ellas demolidas, naturalmente por los españoles, de manera que lo único que ha quedado es una pared”. En una de esas casuchas del Cuzco había una especie de universidad (los “amáutas”) “donde ciertos ignorantes titulados, que no saben leer ni escribir, enseñaban filosofía a otros ignorantes que no sabían hablar”. Hasta el hierro, el poco hierro que se encuentra en América, se hecha a perder, es “infinitamente inferior al de nuestro continente, de suerte que ni clavos se pueden fabricar”. “El descubrimiento de América, pues, no se logra para el resto de Europa sólo con los cuatro viajes de Colón, con las grandes epopeyas vividas por los grandes exploradores peninsulares, como Vasco Núñes de Balboa quien encuentra el Mar del Sur (Océano Pacífico) en 1573, como Gonzalo Jiménez de Quesada cuando encuentra la tierra de los Muiscas en 1536, y como Francisco de Orellana quien encuentra el río de las Amazonas en 1542. ¡Quién sabe, para cuántos occidentales, el descubrimiento de América no ha terminado todavía!. Salvo, quizás, de la América del Norte, actualmente anglosajona, casi despoblada en aquella época. Solo dos sucesos horadan la tremenda oscuridad que reina en Europa acerca de la realidad del Nuevo Mundo: Las “expediciones botánicas” que funda la Corona Española en sus diversos virreinatos americanos, muy particularmente la fundada en la Nueva Granada bajo la dirección del sabio José Celestino Mutis hasta su muerte en 1808. El otro suceso es el viaje de Alexander von Humboldt a América, por la misma época, entre 1801 y 1804 en tiempos de Carlos III de España, en plan de explorar el territorio. Humboldt merece el reconocimiento de prócer americano, ya que dedica el resto de su vida a divulgar sus hallazgos. La labor conjunta de aquellos hombres llevada a cabo dentro del mayor rigor científico posible en aquella época, descubre, finalmente, la verdadera faz de América al Mundo. Representa un escrutinio científico, sin igual, de la geografía, la 83 flora, la fauna, las gentes, en general, de los recursos disponibles y de la economía de unos dominios que se debatían, entonces, en la miseria y sobre los que se tenía la mas crasa ignorancia. Las autoridades coloniales habían estado inquietas por mucho tiempo porque la producción era pobre, se “aguantaba mucha hambre” y se hacían comparaciones, constantemente, con la abundante y variada producción agrícola de la nación china, infinitamente mas poblada que la nuestra, y capaz con creces, de sostener bien alimentada su población. El movimiento renacentista que conduce a Occidente hacia la experiencia del Mundo Contemporáneo, tal cual lo conocemos hoy, que termina moviéndose dentro de las dimensiones políticas marcadas por la cultura burguesa, particularmente después de la Revolución Francesa de 1792, la revolución política y social que significa la emancipación de la Unión de los Estados del Norte (EE. UU. de América) del control de Inglaterra y por la Revolución Industrial que se da en Inglaterra a partir de finales del siglo XVIII, plantea el surgimiento de un conflicto fundamental de carácter ético, entre los valores propios de la sociedad cristiana a la manera medieval que para muchos efectos prácticos, a nivel político quedan atrás y los de la sociedad moderna, burguesa, la cual, desde el marco de un régimen de libertades individuales sin cortapisas, le ha “soltado las riendas” a una empresa humana nueva que se ha constituido, hoy por hoy, en único motivo que mueve la vida humana a todos los niveles de la sociedad: Hacer fortuna a cualquier costo, pero hacer fortuna. Ese conflicto, que a pocos ha interesado resolver, ha producido el rompimiento del eje de la Cultura Occidental, no solo su desplazamiento de la metrópoli del imperio español, quizás a Inglaterra y Francia, en los siglos inmediatamente anteriores, y a partir de la Segunda Guerra Mundial, hacia los EE. UU. de Norteamérica, por lo cual muchos avances en el conocimiento de la Realidad del mundo concreto en que vivimos, producto de experiencias de extraordinario valor humano, y capaces de servir de cimiento a grandes instituciones sociales modernas, como la constitución del propio Estado, el establecimiento de nuevas formas de relación social e internacional y la formulación de los 84 grandes proyectos políticos globales que tanta falta hacen hoy al hombre, con el fin de conformar sociedades políticas estables y de gran dinamismo, han perdido vigencia en la consideración de quienes dirigen los destinos de la Humanidad en este momento. Ahora, cuando parecen agotadas las posibilidades de vida pacífica y civilizada, dentro del actual modelo sociopolítico imperante en el Mundo, es no solo prudente sino urgente buscar alternativas de acción y vida a las actuales, antes de que sea demasiado tarde y la dinámica de los acontecimientos y de la violencia desencadenada con furor nos precipiten en la guerra generalizada, cuando es mas apremiante dedicar los recursos disponibles a la sustentación de la vida. 6.5.0 EL GRAN CONFLICTO ÉTICO ENTRE LA REFORMA Y LA CONTRAREFORMA. Por ello es importante plantear el conflicto que surge entre la ética calvinista, que como se decía arriba, enfrenta a la ética medieval, y el conflicto que se perfila y se percibe a través de una noción de vida institucionalizada, que se va desarrollando durante el Renacimiento, hasta la caída del imperio español. En otras palabras, el conflicto entre la ética que asume prioritariamente, incluso por encima del propósito de sobrevivir, el interés de amasar fortuna, práctica que se apodera más y más de nosotros en la actualidad, sean cuales fueren las consecuencias, entre ellas, la posible degradación, y aún desaparición, de la vida humana, y otra ética cristiana más moderna, sobre cuya base se han realizado experiencias muy exitosas de desarrollo social y económico, como las de los jesuitas en Los Llanos de Colombia y Venezuela y en sus reducciones indígenas del Paraguay durante los siglos XVII y XVIII, ética sobre la que se ha construido el ideal de una sociedad justa, fundada en el trabajo de hombres libres, nacida no ya del espíritu ascético que se había forjado en medio de una profunda desconfianza de la riqueza, sino de la convicción de que todos los hombres somos igualmente dignos de disfrutarla como 85 producto de nuestro trabajo, habiendo sido recibida de su fuente, una naturaleza ubérrima, con casi infinita largueza. “El problema central que se debatió en el campo de la ética económica medieval fue la usura. El ataque masivo realizado contra los usureros por los teólogos, canonistas y Concilios, se comprende dado el problema de carácter religioso planteado por la usura. Cobrar por ayudar al prójimo y servirse de la miseria y las necesidades ajenas para derivar utilidades, se consideró un pecado capital y los Concilios Ecuménicos de Lyon, en 1274, y de Viena, en 1312, promulgaron la más severa legislación contra los usureros. Se les excluyó de la comunidad católica y se prohibió su entierro cristiano. Sus testamentos se declararon nulos y ningún individuo, ni sociedad, podían arrendarles casas, ni tener comercio alguno con ellos. A los magistrados que en las cortes reconocieran eficacia jurídica a los contratos de que se servían los prestamistas para disfrazar sus operaciones, se les conminó con la excomunión. De acuerdo con las disposiciones del Concilio de Viena, los usureros sólo podían librarse de las penas pronunciadas contra ellos si se avenían a restituir las ganancias obtenidas por la usura” (Indal Liévano Aguirre. Los Grandes Conflictos Sociales y Económicos de Nuestra Historia. Tomo II Ediciones Nueva Prensa Bogotá. P 14). “No quiere ello decir que los principios normativos reflejaran exactamente la realidad social de la Edad Media. La continua lucha de la Iglesia contra las prácticas económicas de la época demuestra que tales principios se desconocían frecuentemente y la insistencia de los Concilios en prohibir la usura a los eclesiásticos, permite suponer que ellos no eran ajenos, como no lo fueron, a una actividad tan mal mirada por teólogos y canonistas. Se cometería un error, sin embargo, si de ese reconocimiento se pretendiera deducir que las doctrinas de la Iglesia no tuvieron efecto alguno sobre la conducta del hombre medieval. Todo lo contrario. Los “bárbaros” que salieron de los bosques del Norte o de las planicies desérticas del Asia y se precipitaron, como fieras de presa, sobre el mundo occidental, adoptaron gradualmente, gracias a la profunda religiosidad de la Edad Media, unos 86 principios éticos que otorgaban protección a los humildes contra los abusos de los poderosos”( Idem. P 15). Ya en una época muy tardía, en tiempos de Federico Nitetzche (1844-1900), éste mismo consigna su opinión respecto de los efectos del cristianismo en aquel entonces, y es citado por Indalecio Liévano Aguirre como soporte de su orientación en el tema: “El odio que profesaba Federico Nietzche al cristianismo le permitió comprender, como pocos han comprendido, la profundidad de la obra realizada por la Iglesia y en su famoso libro, “El Anticristo”, consignó estas brutales sentencias, que constituyen la mejor defensa de la Iglesia Católica: <<Lo que hizo posible el cristianismo no fue, como se cree, la corrupción de la Antigüedad noble. Nunca se combatirá bastante la imbecilidad de los sabios que sostienen semejante tesis. En la época en que las capas de parias enfermos y corrompidos se cristianizaron en todo el imperio romano, el tipo contrario, la distinción, existía en la forma más bella y acabada. La mayoría se hizo entonces señora; la democracia de los instintos cristianos obtuvo la victoria….. Dios en la cruz, ¡no se comprende la terrible intención que hay detrás de ese símbolo! Todo lo que padece, todo lo que está colgado de la cruz es divino…. El cristianismo se puso del lado de todo lo débil, de todo lo bajo, de todo lo fracasado, y formó un ideal en oposición a los instintos de conservación de la vida fuerte. En el cristianismo figuran en primera línea los instintos de los esclavos, de los subyugados y los oprimidos; las castas más bajas son las que buscan en él su salvación…. Otorgar la inmortalidad a Pedro y a Pablo ha sido el atentado más monstruoso contra la parte noble de la humanidad… Nadie tiene hoy la osadía de los privilegios, de los derechos de dominación, y del sentimiento de las distancias. El sentimiento aristocrático ha sido minado soterradamente por la mentira de la igualdad de las almas…>>” (Idem. P. 15). “El ideal de la Edad Media, fundado en el principio de que la sociedad es una entidad espiritual y no una máquina económica, 87 fue sistematizado en las trascendentales disposiciones del Derecho Canónico sobre la usura, y en sus definiciones del “justo precio”, el “salario necesario”, y la “ganancia legítima”. Este ideal alcanzó su expresión más completa en el libro monumental de un monje salido de una de las Ordenes religiosas fundadas por el genio español: el dominico Tomás de Aquino” (Idem. P 16). “La famosa “Suma Teológica” de Santo Tomás, cuya grandeza conceptual podía hacer pensar que ella serviría de preludio de una nueva época, sólo alcanzó a ser el epílogo de la Edad Media. Cuando el monje dominico resumía toda la experiencia acumulada por la sabiduría medieval, ya comenzaban a sentirse esos ruidos sordos y subterráneos que anunciaban la proximidad de las grandes revoluciones. Tomás de Aquino no los oyó y en la paz de su celda conventual continuó escribiendo el libro que sellaría con singular magnificencia el final de una gran época. Su obra no tuvo mayor influencia por la súbita modificación de las condiciones que mantuvieron durante siglos el delicado equilibrio social de la Edad Media. Esas condiciones comenzaron a transformarse cuando las Cruzadas restablecieron el contacto entre Europa y el Oriente, se redujo la presión del Islam y pudo reanudarse el comercio en el Mediterráneo, Entonces el espíritu de lucro reapareció con inusitado rigor y el contacto con el lujo oriental despertó de nuevo en el hombre europeo la ambición de disfrutar de una existencia grata y confortable. Un mundo que había estado privado largamente de la abundancia y el lujo, absorbió con voracidad los productos de civilizaciones mas refinadas y a través de ellos adquirió un concepto distinto de la riqueza. El precio justo, la ganancia legítima y la interdicción de la usura, perdieron su eficacia restrictiva y la balanza comercial de Europa con Oriente se tornó deficitaria y hubo de compensarse con el flujo de los metales preciosos que venían de América. El comercio dió origen a gigantescas fortunas y los Fúcar, los Welser y los Médicis, para no citar sino los principales, convirtieron el oficio de la usura de la Edad Media en el núcleo central de la actividad económica de la nueva época. La tierra reseca de la Edad Media, azotada por los vientos de espiritualismo ascético, se vio humedecida, irrigada por una corriente de vitalidad 88 hedonística, por una desenfrenada gula de bienes materiales. Esa tierra reseca se convirtió en selva, y de esa selva emergió el nuevo hombre sin frenos éticos, la magnífica bestia de presa, cuyos modelos serían los “condottieri” italianos, los conquistadores españoles, los piratas ingleses, los negreros portugueses, y los comerciantes y banqueros alemanes e italianos. El proceso llegó a su culminación cuando un miembro de la familia Médicis, de esa familia que hizo fortuna y construyó su poderío con la práctica de la usura, se ciñó la Tiara Pontificia y se sentó en el trono de San Pedro. Fue Giovanni de Médicis –quien gobernó a la Iglesia como León X- el autor de la famosa Bula, de 1517, en la que se autorizó la venta de Indulgencias para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro” (Idem. P 16). El movimiento renacentista, consecuencia de la transformación del mundo medieval al ser introducidos nuevos valores en la Cultura, frente a la realidad social europea, en que la gente vivía sometida a los caprichos de una casta militar y eclesiástica omnipotentes y, no pocas veces, corrupta, que actuaba bajo el amparo moral de unos principios éticos aplicados con rigor y disciplina espartanos, le abre posibilidades prácticas reales a un nuevo propósito de vida, que, al nivel de la inteligencia típica de la burguesía dedicada al comercio, particularmente con Oriente y enriquecida con el oro y la plata proveniente de las ricas minas de las Indias Occidentales parecen perfectamente legítimas y ponen en sus manos reales oportunidades de redención: Esas posibilidades prácticas se concretan con la dedicación de la vida a amasar grandes fortunas, a través de las cuales logra su emancipación y accede definitivamente al Poder. El espíritu renacentista se rebela contra el espíritu ascético del Mundo Medieval que se forjó en medio de una profunda desconfianza por la riqueza (Idem. P 33) “La actitud (medieval) que se transformó en una ética que tenía una forma peculiar de relacionar la moral con la riqueza, la condenaba como pecaminosa. Algo explicable esa rebelión, aunque Calvino la deformó por completo reduciendo su proyección a legitimar el enriquecimiento de una minoría, los 89 burgueses puritanos, suponiendo abiertamente que sus actividades “dirigidas por una mano invisible” poseía la virtud de beneficiar a toda la humanidad (algo que no ocurre automáticamente si no se da la acción humana para conseguirlo de manera expresa). Calvino creía en la predestinación, doctrina que aplica a su teoría religiosa”. Separa, en su propuesta ética, el “afán de lucro” de “la Moral” y sustituye, según Indalecio Liévano Aguirre, la noción de “Cultura” por la de “Lucha por el Enriquecimiento”. Pero “el verdadero paso revolucionario del ascetismo del medioevo no tanto lo constituye la ética de Calvino sino la postura de quienes propusieron entonces introducir en el ámbito de la teología, la política y la economía tradicionales los radicales cambios que parecían indispensables para emancipar la riqueza de conceptos morales “anticuados” y hacer de ella no un mero instrumento para el beneficio de minorías supuestamente bendecidas por Dios, sino el elemento esencial y necesario para construir un nuevo orden en el mundo, desembarazado de la convicción agustiniana de una ineludible contradicción entre la Ciudad de Dios y la Ciudad del Hombre”. He ahí la Reforma. Sin embargo, “ la humanidad no estaba fatalmente obligada a oscilar entre la influencia constrictora de la doctrina medieval de la Gracia y la sola emancipación de un grupo de “predestinados” (los “santos visibles” de este mundo). “Para modelar su arquetipo histórico sobre la frágil masa de la arcilla humana, Calvino [emulando los episodios de la Inquisición creada por la Iglesia Católica Romana, de aciaga recordación] organizó en Ginebra y lo mismo hicieron sus continuadores en Inglaterra y Norteamérica, una verdadera Inquisición, cuya finalidad era imprimir a los creyentes las virtudes que Calvino situó en el centro de su sistema moral: la sobriedad, el ahorro, la diligencia y el repudio de los placeres de los sentidos. En Ginebra, como después en Nueva Inglaterra, se estableció una feroz “policía de las costumbres” y todas las acciones de los particulares fueron objeto de acuciosa vigilancia y de sanciones draconianas. El presupuesto familiar, los gastos menores, las diversiones, el modo de vestir, el atuendo de las mujeres, las oraciones y los deberes conyugales, fueron sometidos a la 90 permanente y alerta intervención de la nueva Iglesia. En sus observaciones sobre este aspecto del calvinismo dice Max Weber: <<La concupiscencia aneja al coito, es considerada como pecaminosa y por tanto en un pudendum>>. El teatro fue también motivo de particular aversión por parte de los calvinistas y por sus influencias se cerraron, en masa, los teatros de los países occidentales donde dominaban sus sectas. Hasta el famoso teatro de Stratford, fue clausurado por los puritanos, lo cual explica el odio que profesaba Shakespeare a los sórdidos hijos de Calvino. Pero no se crea que la “crianza” del burgués puritano se efectuó por medios suaves o tolerantes. Para anclar la moral burguesa en el alma de los creyentes, Calvino prendió la hogueras de la Inquisición protestante. Su alma de moralista sádico gozaba presenciando los castigos que decretaban los “santos” contra los infractores de las severas restricciones exigidas por su “moral de la avaricia”. Centenares de víctimas fueron torturadas en las cárceles de Ginebra y llevadas a las hogueras, bajo la mirada febril del nuevo Papa de los protestantes. El caso del sabio español Miguel Servet, a quien se debe el descubrimiento de la circulación de la sangre, fue uno entre tantos, famoso apenas por la celebridad de la víctima…..(Idem. P 26). “La moral calvinista tuvo dramáticas consecuencias para el destino de la humanidad. Por ella el espíritu de lucro se convirtió en sinónimo de santidad y la pobreza en síntoma anticipado de reprobación…..Las naciones cuyas clases dirigentes se impregnaron de la ética puritana, dejaron de considerar la explotación del pobre como hecho censurable y la juzgaron como una virtud del rico. << Ya Calvino-observa Weber- había dicho que “el pueblo”, es decir, la masa de los trabajadores y artesanos, sólo obedece a Dios cuando se mantiene en la pobreza; esta afirmación sería “secularizada” por los holandeses en el sentido de que los hombres sólo trabajan cuando la necesidad los impulsa a hacerlo, y la formulación de ese leit-motiv de la economía capitalista condujo mas tarde a construir la teoría de la “productividad” de los salarios bajos>>” (Idem p 27) 91 “Del concepto de los ricos predestinados se pasó pronto al de los pueblos y las razas predestinadas”. ..”Calvino y sus sucesores comprendieron que el Nuevo Testamento representa una revolución contra el espíritu de la casta de negociantes judíossimbolizada por los fariseos, los publicanos y los rabinos- y sus predilecciones fueron, por lo tanto, para el Antiguo Testamento. Jehová, el Dios terrible, el Dios del “pueblo escogido”, reemplazó en la mente del puritano a la figura amable de Jesús, quien no tenía Elegidos, había venido a redimir a todos los hombres y arrojó a los mercaderes del templo porque <<mi casa es casa de oración y no cueva de ladrones>>. En el alma del puritano se repitió el drama del Calvario; Jesús no triunfó sobre Jehová, sino Jehová sobre Jesús y la ética dio un salto atrás de dos mil años” (Idem. P 27) Renació entonces en el mundo, como era natural que sucediera, la esclavitud, institución que la Iglesia (Católica) casi había logrado extinguir. Los continentes de color se vieron asaltados por las “naciones predestinadas”, por los “pueblos elegidos”, los cuales reanudaron la monstruosa piratería de la trata de negros. Y como si todo esto fuera poco, en el curso de corto lapso, las naciones occidentales pasaron de la ética que prohibía la usura a la institucionalización de la prisión por deudas. Así se resolvió, en parte, el problema de la escasez de mano de obra en las colonias puritanas de Norteamérica. Los deudores de la plutocracia calvinista inglesa fueron enviados a los dominios, encadenados como esclavos, para pagar (en Inglaterra) las sumas adeudadas, con el producto de su venta, como siervos, a los plantadores del Nuevo Mundo” (Idem. P 28). “Sólo en un país dominado por la ética puritana, como Inglaterra, podía concebirse la posibilidad de que se dieran leyes llamadas “de pobres”, para perseguir deliberadamente a los pobres. “Solo ese tipo de ética podía explicar la existencia, en las ciudades inglesas, de esas infames bastillas, llamadas Casas de Trabajo, en las que se amontonaban los desocupados no para recibir un alivio sino para ser “castigados” por estar sin trabajo. Sólo bajo el régimen de la burguesía puritana podían explicarse las doctrinas 92 que, en los siguientes términos, describe el historiador inglés Tawny: <<Se quejaban los empresarios de que, en comparación con los holandeses, los obreros ingleses eran indulgentes y vagos-- Que de ello se deducía la conveniencia de los altos precios (de los bienes de consumo de primera necesidad) los cuales no eran una desgracia sino una fortuna, porque de esa forma se compelía a los asalariados a ser más industriosos; que los altos salarios, lejos de ser una bendición, eran una desgracia, porque ellos conducían a las “orgías semanales”. Cuando estas doctrinas se aceptaron, fue natural que los rigores de la explotación económica se predicaran como un deber público y, con pocas excepciones, los escritores de la época difieren solamente en los métodos por los cuales la severidad debería ser ventajosamente organizada….El rasgo mas curioso de todo este debate, fue la absoluta negativa a admitir que la sociedad tenía alguna responsabilidades en las causas de la miseria general>>” (ídem. P 28). “Sería inadecuado continuar este estudio sin tratar de inquirir cuál era el tipo de Estado que la dinámica de la ética calvinista propendía a engendrar. El problema tiene particular interés porque numerosos historiadores y tratadistas, inclusive católicos, suponen que la organización dada por Calvino a su Iglesia, condujo, por secularización, nada menos que al Estado Democrático. …Nos referimos a la Iglesia Puritana, concretamente a la Congregación alista, porque esa Iglesia constituyó el verdadero Estado puritano y de ella se derivó, gradualmente, el orden político propio de la ética calvinista. El gran sociólogo protestante, Perry Miller, en su estudio “Los Puritanos y la Democracia”, describe en los siguientes términos, la organización de la Iglesia Calvinista en la Nueva Inglaterra, núcleo formativo de la nación norteamericana: <<La política de la Iglesia establecida en Nueva Inglaterra es la que hoy llamamos Congregación al. Lo cual significa, para decirlo crudamente, que la Iglesia fue concebida como compuesta de las gentes que podían certificar que tenían una experiencia religiosa y estaban calificados para convertirse en lo que los Fundadores llamaban “santos visibles”…. La iglesia así concebida, se compone de la congregación exclusiva de los cristianos profesos. El resto de la comunidad fue rigurosamente 93 excluido…No debe olvidarse que, aún en los primeros días, cuando la convicción religiosa llegaba a su máxima altura, sólo un quinto de la población fue considerada hábil, o se encontraron hábiles ellos mismos, para tomar el Juramento de Alianza. …El resto, con escasas excepciones, convino en su exclusión de la Iglesia, reconociendo que no merecían participare en ella y orando para que se les otorgara la gracia de conseguirlo….En Hartford, Connecticut, uno de los colegas de del gran Thomas Hooker, el mas completo teórico del Congregacionalismo puritano, resumía el sistema diciendo que el Congregacionalismo <<significaba una democracia silenciosa en frente de una aristocracia activa>> (Idem P 29). “Solo por virtud de la propaganda de las naciones protestantes se pudo hacer creer a la Humanidad que ese sistema tenía algún parentesco con la Democracia. Su natural evolución política y económica, a través del proceso de secularización, demuestra todo lo contrario. La teoría calvinista de los Elegidos, de los burgueses convertidos en “santos visibles”, se tradujo en las doctrinas políticas de Locke, en Inglaterra, y de Madison, en Estados Unidos, según las cuales, el fin esencial del Estado es proteger a los propietarios contra los desposeídos y, en manera alguna, defender a los oprimidos contra los abusos de las clases acaudaladas”. De estas premisas se derivó el llamado Estado Burgués de Derecho, de estirpe calvinista y anglosajona, en el que se institucionalizó el sufragio de los Elegidos, o sea, el sufragio condicionado, como lo estuvo durante el siglo XIX, a la posesión de propiedad y renta por los votantes. Del Estado Burgués de Derecho, cuyos principios llevaron a la realidad los puritanos ingleses y los constituyentes norteamericanos, dice Harold Lasky con sobrada razón: << Su Estado no es más que un contrato entre un grupo de negociantes que forman una compañía de responsabilidad limitada cuya ley constitutiva prohíbe a los consejeros todas aquellas prácticas de las que, hasta su época, los Estuardos habían sido culpables…El buen ciudadano es el hombre que ha logrado o está logrando la prosperidad; la ley debe ser la que él concibe como necesaria. Las libertades que busca son las libertades que necesita. De la crisis moral del Siglo XII 94 emergió, en efecto, un liberalismo, pero acordado a las implicaciones de la religión del éxito. No es una religión que difiera profundamente de una época a otra. Es el credo del fariseo Es el que hace de las posesiones externas la prueba del carácter, y asocia el mérito social con una ley que él ha moldeado para sus propios fines…Habiendo hecho de la desigualdad un artículo implícito de su fe (la Predestinación), invita luego a la libertad a quienes se les niega los medios para alcanzarla>>” (Idem. P 30). “Uno de los principales autores de la Constitución norteamericana, James Madison, resumió el concepto del Estado Burgués de Derecho en el famoso discurso que pronunció en la Convención Constituyente de Filadelfia, discurso al cual pertenecen los siguientes apartes: <<Actualmente prevalecen los intereses de los terratenientes; pero con el andar del tiempo, cuando el número de éstos sea comparativamente pequeño, ¿no perderán la preponderancia en las elecciones venideras? Y, si no se toman medidas adecuadas para impedir esto, ¿qué será de nuestro gobierno? En Inglaterra, hoy en día, si se le diese el derecho de votar a gentes de toda clase, la propiedad de los terratenientes no tendría seguridad: se establecería la ley agraria Si estas observaciones son justas, nuestro gobierno debe dar seguridad contra toda innovación de los intereses permanentes del país…El gobierno debe constituirse de manera que proteja a la minoría opulenta contra las mayorías>>. Y Alexander Hamilton, otro de los artífices de la Constitución norteamericana, declaró en el célebre debate de la Convención Constituyente: <<Poco afecto tengo a la majestad de la multitud y renuncio teda pretensión a su apoyo…! ¿El pueblo! ¡El pueblo es una gran bestia!>> (Idem p. 31). Que existía el camino obvio de libertar a todos los hombres (de la pobreza y el sometimiento), camino que los Humanistas del Renacimiento trataron de reivindicar para la cultura, pero cuyo hilo perdieron entre las ruinas y los empolvados manuscritos del mundo clásico, ¡sí!. 95 “Para que ese acto histórico de liberación general tuviera plena eficacia, debía operarse en el mismo campo de la Teología, donde las doctrinas de la Predestinación y de la Gracia (como se entendían entonces) habían modelado al hombre de la Edad Media y se preparaban a forjar al burgués puritano”. “Esa empresa fue la Contrarreforma, cuya gestión se debe principalmente a un gran español: Ignacio de Loyola. Su acción va mucho más allá que las de Lutero y Calvino: Reivindica la doctrina del “Libre Albedrío”. Es decir, no lo libera de Dios, sino que es la voluntad de un hombre libre que se salva por sus obras en este mundo. Loyola revoluciona la ética medieval, pero no para establecer el reinado de “los elegidos”, sino para rehacer el mundo, en un orden en que tengan cabida también los oprimidos y los humildes. Dice el gran historiador austriaco, Fulop Millar (citado por Indalecio Liévano Aguirre): “Pocos son los hombres que en ninguna época histórica han llevado una idea a sus últimas consecuencias, con tal energía, realizando un pensamiento con tan extraordinaria tensión, influido en el conocimiento, el sentimiento y la conducta humana, como Ignacio de Loyola”. “De la misma manera que sólo la oligarquía de los “santos visibles” tenía derecho a intervenir en la Iglesia Calvinista, en el Estado Burgués de Derecho, su hijo legítimo, únicamente se permitía votar a quienes disponían de renta y propiedad, como ocurrió en todos los países capitalistas hasta tiempos relativamente recientes, incluyendo nuestra patria. La Cultura Occidental, corroída por la ética de Calvino, necesitó (y sigue necesitando) de que corriera mucha sangre de humildes y proletarios, para que le fuera posible, con el sufragio universal, darle un golpe decisivo a la moral utilitaria de los Elegidos”: “En el campo económico el proceso de secularización de la ética puritana tiene desarrollos no menos significativos. Los llamados economistas clásicos se encargan de convertir en supuestas leyes científicas las cuatro falacias que el calvinismo apuntaló, con su moral, en el siglo XVI. Enumerémoslas” (Idem P 32). 96 “1º. Que una sociedad solo puede ahorrar cuando se confía esa función a un grupo de privilegiados y se les deja usar del capital de acuerdo con la dinámica de su propio y desmedido apetito de lucro. Tal fue el sustituto seudocientífico de la doctrina teológica de los Elegidos”. “2º. Que las personas elegidas para la función de capitalizar utilizarán el capital en las inversiones que habrán de beneficiar automáticamente a la sociedad como un todo. Adam Smith, quien antes de dedicarse a la Economía fue profesor de moral protestante en Edimburgo, dice al respecto: “Cuando un hombre dirige su industria, él persigue solamente su propia ganancia y esto, como en muchos otros casos, es dirigido por una mano invisible a promover un fin que no es parte de su intención…Al buscar su propio interés, él promueve el de la sociedad mas efectivamente que cuando real y conscientemente se propone promoverlo”. La expresión de Adam Smith “dirigido por una mano invisible” tiene claro sabor teológico y en ella readvierte la presencia del Dios de Calvino, dirigiendo a sus Elegidos”. “3º. El concepto de que para aumentar la “productividad” del trabajo de los obreros es necesario llevar a los últimos extremos su miseria. “Cualquiera que no sea idiota conoce –decía Arthur Young- que las clases bajas se deben mantener en la pobreza, porque de lo contrario, nunca serán industriosas”. Tal era la versión racionalista de la confusión establecida por Calvino entre los pobres y los réprobos”. “4º. La división del mundo, por virtud de la llamada “Ley de la División del Trabajo”, formulada por Adam Smith, en dos zonas destinadas respectivamente a ser la una rica y la otra pobre. La primera zona coincidía, naturalmente, con el territorio geográfico sometido a las plutocracias de estirpe calvinista, y en ella debían cumplirse los procesos económicos que requerían mayor complejidad, inteligencia y rendían mayores utilidades. En cambio, en la segunda zona, - formada por los continentes llamados de “color”-sus gentes y recursos sólo podían dedicarse a la producción de materias primas, cuyos precios, por la acción de 97 una ley científica igualmente misteriosa, no debían guardar proporción ninguna, sino todo lo contrario, con los precios de los productos de las metrópolis protestantes. La institucionalización de los “términos de intercambio” desfavorables para los llamados pueblos atrasados, era la versión racionalista del dogma de las “naciones predestinadas”. “Los burgueses y sus ideólogos de turno se burlaron, en otras épocas de los que apellidaban las “antiguallas” de la Edad Mediael salario justo, el precio justo, las ganancias legítimas, y el interdicto de la usura-; no está lejos el día, sin embargo, en que la Humanidad agotará sus reservas para el asombro, cuando trate de explicarse cómo fue posible que los principios que acabamos de describir se hicieran pasar como “verdades científicas” por cerca de dos siglos” (Idem P33). Loyola (1491-1556) y su orden trabajaron por cambiar el mundo. Un teólogo de la orden, Luis de Medina, elaboró en detalle su doctrina del “Libre Albedrío”, con su “Concordia Liberia arbitrio cum gracia donis, divina presencia et divina praedestinatione”, considerada una demoledora crítica a la teología agustino-tomista, con seria oposición de luteranos y calvinistas. Durante el siglo XVIII, la física clásica y las ciencias naturales con los descubrimientos de Charles Darwin, publicados en 1859 que aceptaban como reales el principio de causalidad y el determinismo naturales, parecieron reforzar la idea religiosa de la Predestinación. Además, la teoría de la evolución de las especies parecía confirmar la idea de que sólo podrían sobrevivir los más aptos, es decir, “los Elegidos”. Sólo que con el avance de la investigación científica se ve que los principios de la elección de los más “aptos” y la probabilidad de acertar en ella, ejercicio típico, de la mente reflexiva humana, el uno y consecuencia del riesgo de error en la percepción humana y en su interpretación de la Realidad, el otro, son factores muy importantes en el proceso de la evolución de la vida, ya que pueden alterar fundamentalmente los presupuestos irracionales de la teoría de Darwin, porque el hombre puede optar libremente, aunque pueda 98 equivocarse, y asumir libremente sus líneas de acción, algo que es coherente con los planteamientos de Medina (Idem. P 39). San Ignacio presintió, genialmente, que los llamados pueblos atrasados serían el escenario grandioso donde se ganaría o se perdería la batalla contra la plutocracia calvinista y desde el momento en que se formó el primer núcleo de la Compañía, comenzó el planteamiento y desarrollo de la grandiosa labor misional de la Orden, labor que tendría sus eximios ejecutores en los jesuitas Francisco Javier, Mateo Ricci, Adam Schall, Roberto Nobili, Verbiest, Da Costa, Pedro Claver, Martini, Sandoval, etc. No se trataba ya de obtener “conversiones”, ni de efectuar, en forma ligera, bautismos en masa –como lo hacían las órdenes tradicionales- sino de seguir el principio ignaciano que vinculaba la propagación de la fe con el aporte, a los pueblos convertidos, de aquellos elementos de la civilización de Occidente –fueran ellos científicos, culturales, o económicos- que podían contribuir a mejorar su presente condición, su acervo de conocimientos y su bienestar. Las misiones, por ello, no fueron una simple avanzada del imperialismo de Occidente, sino que ellas implicaron el mas serio esfuerzo para contener ese imperialismo y situar las relaciones entre el Este y el Oeste en el plano de un nuevo tipo de entendimiento cultural “sin pueblos escogidos”, ni “plutocracias predestinadas” (Idem. P. 62). La obra temporal de los discípulos de Loyola comienza, explicablemente, por la formulación de la teoría del Estado Democrático, según el cual, la soberanía reside en el pueblo y el Estado se constituye por pacto, teoría que ellos presentaron con notable anterioridad a Rousseau (Idem. P 41). En 1613, Francisco de Suárez (1548-1617), jesuita, en su “Defensa de la Fe”, es autor de una revolucionaria doctrina, en la que reconoce que la comunidad civil es libre por derecho natural y no está sometida a ningún hombre por fuera de ella misma y que en sí misma tiene todo el poder. Su régimen, si no lo cambia es el democrático, pero si quiere privarse de su potestad puede transferirla a una persona o a un senado. La Comunidad, en 99 cuanto es inmediatamente regida por Dios es libre y sui juris, la cual libertad no excluye sino que incluye el poder de regirse a sí misma y de mandar a sus miembros; lo que excluye es la sumisión de sus miembros a otro hombre por derecho natural, porque a ninguno concedió Dios tal poder…Con ello le dio un golpe demoledor al derecho divino de los reyes. Ya en 1599, fundado en el concepto de “Soberanía Democrática”, el jesuita Juan de Mariana (1536-1624), preceptor del heredero de la corona española formula la legitimidad del tiranicidio, “cuando la potestad real es legítima y tiene origen en el pueblo”…Ciertamente la república, de la que nace el poder regio, puede, cuando así lo exijan las cosas, emplazar al Rey y, si desprecia la salud y los consejos del pueblo, puede hasta despojarlo de la Corona, porque cuando transmitió sus poderes al príncipe, no se despojó del poder supremo” (Idem P 41). “Cuando el gobernante ocupó el poder con la fuerza y con las armas, sin derecho alguno y sin el consentimiento de los ciudadanos, es lícito quitarle la vida y despojarlo del trono”. (Idem P. 42) En América Española, armados de semejantes convicciones, los discípulos de Loyola efectúan su sensacional experimento, dentro de su tarea fundamental misional, dedicada a la propagación de la Fe. Ello, sin embargo, no está exento de muchas dificultades y oposiciones muy serias desde todos los ámbitos de la sociedad y aún, desde dentro de la misma Iglesia Católica, de donde no faltan acusaciones, incluso, de herejía. Ellos no conciben la propagación de la Fe como una brutal imposición, sino como un amplio proceso de armonización de credos, que en cada cultura representan la existencia de valores universales, en los que se expresan también los valores esenciales del cristianismo. En Oriente aprenden los idiomas de los pueblos donde llevan a cabo su labor misional. En América aprenden también las lenguas de los pueblos con quienes trabajan. Elaboran sus gramáticas… “consiguieron el prodigio de uniformar los numerosos dialectos que hablaban los indígenas de la vasta zona 100 que circundaba sus Reducciones en el Paraguay”. Tradujeron al guaraní las obras europeas necesarias para adiestrarlos en los oficios industriales, la técnica militar, y las artes, logrando una transformación extraordinaria en solo una generación. Buscaron una conciliación entre los dogmas de la Religión Católica, del Budismo, y del Confusionismo. Todas acciones demasiado atrevidas para su época, quizás también para la nuestra. Sus planteamientos económicos no son menos atrevidos: Las distintas economías sociales que se constituyen en América se capitalizan a nivel colectivo, las inversiones de los ahorros se invierten de acuerdo a las conveniencias de la Comunidad, todo lo cual riñe con la forma de hacerlo dentro de los cánones tradicionales de la sociedad feudal y los introducidos por la ética calvinista en la práctica económica, incluso, moderna. En América su éxito se convierte en una verdadera amenaza para la incompetente organización económica colonial y, cuantas veces fue preciso, se acudió a su expulsión con el propósito de conjurarla. Su labor no es la de “convertir a los pueblos atrasados en material apto para la explotación capitalista (burguesa), sino dotarlos de los elementos culturales y económicos necesarios para hacerlos inmunes a esa explotación”. Podría decirse, para proporcionarle autonomía a su propio esfuerzo para salir del atraso, para desarrollarse. De la crisis de la consciencia cristiana que se sitúa en el siglo XVI, según Indalecio Liévano Aguirre, resultan dos concepciones del mundo aguerridamente asumidas por sus respectivos mentores: La calvinista, basada en la predestinación y en la ética de los Elegidos y la ignaciana, basada en el libre albedrío y la igualdad de todos los hombres. Sin embargo, “la lucha decisiva – dice Spengler citado por Indalecio Liévano Aguirre- , entre el espíritu de Calvino y el espíritu de Loyola fue la que después de la caída de la Armada Española dominó toda la política mundial….En el centro de Europa la Reforma y la contrarreforma se peleaban por una pequeña ciudad imperial y por un par de míseros cantones suizos. En cambio, en el Canadá, en la desembocadura del Ganges, en El Cabo, en el Misisipi, eran 101 tomadas entre Francia, España, Inglaterra, y Holanda, resoluciones decisivas en las que se enfrentaban estas dos grandes organizaciones de religión en Occidente” (Idem. P. 47). Las trabas que opuso la obra misionera de los jesuitas a la penetración comercial de las nuevas potencias europeas en territorio asiático y los conflictos doctrinarios surgidos internamente dentro de la Iglesia Católica, entre los jesuitas y comunidades como los dominicos y los franciscanos, en el seno, particularmente del concilio de Trento, convocado por Pablo III y reunido a partir de 1545, fueron causa de que el avance espectacular de la cultura Occidental en ese continente, adelantada por los jesuitas, se frenara estrepitosamente. “<<El cristianismo –dice el gran historiador Will Durat –perdió su oportunidad a principios del siglo XVIII, al surgir un conflicto entre los jesuitas y otras ordenes católicas en China>>”(Idem. P 83). Las Misiones jesuitas en China se derrumbaron como consecuencia de la acción del vicario papal en ese país. Mientras estas fueron eficaces, como mencionamos arriba, constituyeron un obstáculo muy serio para la expansión del imperialismo comercial y colonial de los europeos. “Así se explica la completa uniformidad de la oposición que los gobiernos europeos desataron contra los misioneros jesuitas en Oriente, oposición que tuvo mayor eficacia por las objeciones de carácter teológico presentadas al Papado por las ordenes rivales de la compañía. (ILA II, p 82). “El Vaticano cometió el error, fatal para la Iglesia y la cultura de Occidente, de ceder ante las formidables presiones de que se le hizo objeto y sin atender a las brillantes defensas que presentaron los jesuitas de su tarea misional, ordenó a monseñor Maigrot, vicario papal en Fukien, tomar las disposiciones del caso para poner término a aquellas actividades de los misioneros jesuitas que no encajaran dentro de la ortodoxia tradicional. El error de tales instrucciones se agravó por las peculiaridades del carácter del Vicario….. cuya ignorancia de la mentalidad oriental era de unas dimensiones que hoy todavía asombra a los historiadores. No bien llegó a Pekín, trató despectivamente a los 102 misioneros y expidió un Edicto increíble, en el cual ponía en tela de juicio la autoridad del Emperador sobre las comunidades cristianas de China, amenazaba con excomuniones a los sacerdotes y conversos que no se sometieran a las rutinas de la liturgia tradicional y con tono altanero irrespetaba las tradiciones chinas. Los efectos de la conducta de Maigrot fueron catastróficos. El Vicario fue llamado, un tiempo después, a Palacio y al final de una violenta escena con el Emperador, se le expulsó del Imperio y el partido de mandarines y letrados que no simpatizaban con los jesuitas consiguió que se decretaran medidas francamente hostiles contra todas las actividades misioneras cristianas. Las tareas adelantadas durante un siglo por Ricci y sus sucesores fueron desbaratadas de una plumada por este obispo perfumado e imprudente, a quien el Pontífice, en mala hora, confió la tarea de intervenir en el delicado litigio entre los jesuitas y las ordenes religiosas rivales.” El cristianismo –dice el gran historiador citado por Indalecio Liévano Aguirre- perdió su oportunidad a principios del siglo XVIII, al surgir un conflicto entre los jesuitas y otras ordenes católicas en China. Los jesuitas con su política peculiar habían hallado fórmulas mediante las cuales podían darse formas cristianas a los elementos esenciales de la piedad china –el culto a los antepasados y la adoración del Cielo- sin atacar arraigadas instituciones ni poner en peligro la estabilidad moral de la China; pero los dominicos y franciscanos exigieron una interpretación mas estricta y atacaron toda la teología y el ritual chinos como invenciones diabólicas. El ilustrado Emperador K´ang – hsi se mostraba propicio al cristianismo; confió sus hijos a preceptores jesuitas y ofreció, con ciertas condiciones, convertirse en cristiano. Al adoptar oficialmente la Iglesia Católica la rígida actitud de los dominicos y franciscanos, K´ang – hsi retiró su apoyo al cristianismo y sus sucesores decidieron oponerse a él activamente. En días posteriores, el voraz imperialismo de Occidente menguó la fuerza persuasiva de las prédicas cristianas de los jesuitas y precipitó la aparición del apasionado anticristianismo de los chinos revolucionarios (Idem P. 81). 103 6.6.0 LA EXTRAORDINARIA OBRA MISIONAL DE LOS JESUITAS EN AMERICA. En la América Española no fue menor el celo de la misión jesuita. Aquella adquiere sus dimensiones en dos campos, con los esclavos negros que venían del África y con las más primitivas poblaciones de la frontera geográfica representada, principalmente, por la orinoquía y la amazonia en el norte de Suramérica y por la tierra de los guaraníes al sur. La cual fue llevada a cabo con igual derroche de ingenio y creatividad. La importación en masa de esclavos africanos, muy fuertes, es autorizada por la Corona española en vista de la reducción dramática de la población indígena del país, particularmente, por su traslado en gran volumen del altiplano, en el caso de Nuevo Reino de Granada, de Quito y del Perú, a climas malsanos y calientes. Su motivo aparente fue el de aliviar la carga laboral que soportaba el indio, por cuya reivindicación luchó Las Casas. No obstante la retórica oficial, incapaz la autoridad virreinal de hacer realidad sus presupuestos, ya que la sociedad colonial se sostenía con el trabajo servil del indígena, se sostendría, ahora sí, sin tapujos ni eufemismos, con el trabajo de los esclavos africanos, cazados, como si fueran animales en África Central. ¡Ni mas ni menos, la sociedad colonial americana retrocedía, a pesar de los avances acerca de su consciencia de la realidad humana, de la cultura española (que no europea), a las condiciones propias de trabajo del antiguo Imperio Romano y otras sociedades antiguas, cuya economía estaba soportada en el trabajo esclavo de pueblos sojuzgados y esquilmados, sin piedad, de su riqueza! ¡Retrocedía nada menos que mil quinientos años! No es otra fuente en donde el alma de muchos de nuestros empresarios bebe su “experiencia”, y de donde se nutre su disposición a abusar de su poder, como abusaron, muchos de nuestros antepasados, sin lograr establecer, en un país ubérrimo, como el nuestro, una economía próspera y eficiente. 104 La ética ignaciana contradice, por completo, aquellas prácticas que eran más coherentes, quizás, con la ética calvinista. ¡Y en la prédica y en la práctica los jesuitas combatieron con denuedo la esclavitud! “El pequeño colegio de los jesuitas en Cartagena se convirtió entonces en el centro de una extraordinaria cruzada en defensa de los infortunados esclavos. En los archivos del Tribunal de la Inquisición existe, desgraciadamente incompleto, el proceso seguido por el Santo Oficio al padre jesuita Luis de Frias, por razón del sermón que predicó el primer viernes de cuaresma del año de 1614, sermón en el cual formuló la declaración revolucionaria que los autos del proceso sintetizan así: “Dijo el dicho padre Frías que era mayor pecado dar un bofetón a un moreno (negro) que no a un Cristo, y volviendo a repetir esta razón, dijo y volvió a decir que era mayor pecado dar un bofetón a un moreno, por ser hechura e imagen viva de Dios, que no aquel Cristo , señalando con la mano al Santo Cristo que está en la Iglesia de esta ciudad, en el altar de la mano derecha del Altar Mayor, porque dar un bofetón a un moreno es dárselo a una imagen viva de Dios y dárselo a un Cristo es a un pedazo de palo o de madera, imagen muerta, que tan solo significa lo que es.” (Idem. P. 92) “Esas palabras fueron calificadas de “sacrílegas” y “malsonantes” y se ordenó la detención del padre Frías para someterlo al correspondiente juicio inquisitorial del Santo Oficio”. (Idem. P. 92) “Fue el padre jesuita Alonso de Sandoval, a quien correspondió dar los primeros pasos para organizar una misión entre los negros y a él se debe un libro monumental, escrito en Cartagena y publicado en Sevilla, en el cual realizó un exhaustivo estudio de la esclavitud, sus antecedentes, las características de las razas africanas sujetas a servidumbre, y las técnicas misioneras mas adecuadas para evangelizar a los negros. En su obra titulada “Naturaleza, Policía Sagrada y Profana, Costumbres, Ritos y Catecismo Evangélico de todos los Etíopes”, se encuentra uno de 105 los estudios mas completos de sociología y etnografía africanas y la descripción caracteriológica de las distintas razas que los negreros, después de sus infames cacerías en el África Central, conducían a los puertos de Cacheu, la isla de Cabo Verde, Sao Thomé, y San Pablo de Loanda, en donde los embarcaban con destino a las antillas y el Norte y Sur del Continente Americano”.(Idem. P 93) “Aunque el padre Sandoval no trata específicamente en su obra el problema de la legitimidad de la esclavitud, la condena cuando defiende la libertad y la igualdad de todos los hombres o cuando refiere a la manera como absolvía las consultas que al respecto le formulaban los negros en Cartagena. “Entre todas las cosas humanas –dice Sandoval- ninguna posesión es más rica y hermosa que la libertad. Todo el oro del mundo y todos los haberes de la Tierra no son suficiente precio de la humana libertad…Creó Dios al Hombre, no solo en respeto por los demás hombres, sino en respeto por el mismo Dios; pues nos dejó en mano de nuestro libre albedrío para que hiciésemos lo que se nos antojase, siguiendo el mal, el vicio, a la virtud. El bien de la libertad en ninguna cosa se echa mas de ver que en los males y trabajos de la esclavitud… Con la esclavitud se comienzan todos los daños y trabajos, y una como continua muerte, porque los esclavos viven muriendo y mueren viviendo”. He aquí, aplicada a la condenación de la esclavitud, la ética ignaciana del libre albedrío”. (Idem. P. 95) “No obstante lo anterior, la más importante obra del padre Sandoval fue el descubrimiento de la vocación de un joven profeso de la Compañía de Jesús, quien largamente había vacilado en pronunciar los votos finales del sacerdocio, porque no se sentía seguro de la solidez de su vocación. Este joven se llamaba Pedro Claver”. Entre muchas otras cosas: “Como ayudante de Sandoval, fue a los buques negreros, entró en las prisiones donde se amontonaban los esclavos antes de ser vendidos y visitó el hospital de San Lázaro, sitio de reclusión de los negros leprosos. En medio de aquellos horribles espectáculos descubrió Claver su destino y pidió al padre Sandoval que le preparara para ordenarse. 106 El día 3 de abril de 1662, al pronunciar sus votos solemnes como sacerdote de la Compañía de Jesús, agregó a ellos la fórmula personalísima que definiría su vida: “Pedro Claver, esclavo de los negros para siempre” (Idem. P. 96). Como consecuencia de su actividad, dado que ya a partir de mediados del siglo XVI se veía decaer ostensiblemente el espíritu de la monarquía y que los encomenderos y propietarios aprovechaban el relajamiento de los controles relativos a la política indigenista, para beneficiarse personalmente, los jesuitas fueron presionados cada vez mas, hasta que tuvieron que replegarse poco a poco a aquellas regiones marginales poco codiciadas por aquellos, es decir, hacia las fronteras de la civilización colonial, hacia aquellos lugares donde las características “salvajes” del territorio y la “belicosidad” de los indios, como California, Mainas, el Amazonas, la Orinoquía y el Paraguay, no despertaban mayor interés de españoles y criollos. “La gigantesca empresa de civilizar a las numerosas tribus que habitaban los Llanos Orientales del Nuevo Reino, tenían dos etapas obligadas: La exploración de aquellos vastos territorios salvajes y la reunión de los indígenas en pueblos o Reducciones, en cuya órbita debían adquirir los hábitos de la vida civilizada e ingresar a un tipo de organización económica, designada para emanciparlos de su miseria” (Idem. P. 101). “Partiendo de sus bases en Chita, Támara y Páuto, los jesuitas comenzaron la exploración de los llanos del Casanare, avanzaron por el Meta, y siguieron el curso del Orinoco hasta su desembocadura en el Atlántico. Estas exploraciones en que se hicieron famosos los misioneros José Gumilla, Monteverde, Neira, Román y Rivero, fueron continuadas por la reunión en “pueblos” de una crecida población indígena. Cuyas simpatías supieron ganarse los jesuitas, porque su conducta se inspiró en el principio que el padre Gumilla sintetizaba así: “ Para conquistar almas hay que andar con el rostro alegre en las revueltas; todo ha de ser amor y por amor con chicos y grandes y nada de castigos, no solo de obra, ni aún de palabra que sea áspera” (Idem. P. 102). 107 “En concordancia con la ocupación del Meta y del Orinoco, los discípulos de Loyola se lanzaron, desde Popayán y Quito, a la conquista del Caquetá, del Putumayo y del Amazonas. En esta empresa, cuyas dificultades nunca se ponderarán bastante, descollaron los misioneros jesuitas Juan Lorenzo Lucero, “el mayor hombre –dice Velasco- que en el siglo XVII vio el Reino de Quito”. Y el padre Samuel Fritz, quien “dejó a la posteridad, anota el notable historiador Daniel Ortega Ricaurte- su admirable mapa del Amazonas, su precioso diario lleno de detalles curiosos y murió en Quito a los 71 años de edad, 42 de los cuales fueron empleados por él en las misiones amazónicas, en la mas agitada de las obras de la catequesis del Nuevo Mundo. Fue llamado, con toda justicia, el apóstol del Amazonas. De tal manera pudieron los jesuitas realizar descubrimientos geográficos tan sensacionales, como el de la comunicación por agua, entre el Orinoco y el Amazonas y sus Misiones se convirtieron en una gigantesca frontera móvil que custodiaba los intereses de España frente al ambicioso e inteligente imperialismo portugués”.”Fácil hubiera sido a España. –escribe Hipólito Jeréz- quedarse con todo el curso del Amazonas descubierto por Gonzalo Pizarro, estudiado por Orellana y misionado y colonizado por los jesuitas españoles, hasta las bocas del Río Negro. Allí fundó el Padre Fritz, bohemio de Nación, hasta treinta y ocho pueblos…Las calumnias contra la Compañía de Jesús fueron la raíz y el origen de que un tercio del Brasil actual no hable castellano y que gran parte de ese tercio de la Amazonia media no sea colombiano” (Idem. P.102). “Los alcances de este plan civilizador no era el producto de una desmedida voluntad de dominio geográfico o un apetito de espacios ilimitados, sino que en él se cumplía el demarcamiento gradual del vasto escenario en el cual iba a efectuarse el gran experimento social que los jesuitas comenzaron en el Paraguay y que en los Llanos Orientales, de haber contado con tiempo suficiente, hubiera adquirido dimensiones extraordinarias” (Idem. P. 103). 108 “¿Cómo podría definirse este experimento? Su naturaleza puede apreciarse mejor en las misiones guaraníes donde él alcanzó su máximo esplendor, pero el estudio de sus desarrollos en los Llanos Orientales permite seguir mas detalladamente sus primeras etapas, todavía no desdibujadas por sus brillantes éxitos finales”…. (Idem. P. 103) “Para apreciar la magnitud de la obra realizada por los discípulos de Loyola en los Llanos Orientales, debemos comenzar por conocer el estado en que se hallaban los aborígenes. Los jesuitas no encontraron una población nativa dotada de un relativo grado de sociabilidad, sino tribus dispersas, que vivían en los estadios de la mas cruda barbarie, cuyas lenguas y dialectos eran increíblemente primitivos, y sus precarios usos económicos se reducían a la pesca y recolección de frutos. Los achaguas, los giraras, los tunebos, los caribes, los sálivas y los chiricoas andaban desnudos y poseían un ánimo generalmente belicoso, que costó la vida a muchos misioneros. El padre Gumilla hace la siguiente descripción de algunas de las tribus del Orinoco: “La primera noticia que las naciones retiradas tienen de que los hombres se visten, es cuando un misionero entra por primera vez en sus tierras, acompañado de algunos indios ya cristianos y vestidos al uso que requieren aquellos excesivos calores….Todas las naciones de aquellos países, a excepción de muy pocas, se untan, desde la coronilla de la cabeza hasta la punta de los pies de aceite y achiote…. …Los caberres y muchos caribes usan por gala muchas sartas de dientes y muelas de gente, para dar a entender que son valientes, por ser los despojos que así ostentan de sus enemigos que mataron; con esos adornos y su macana en la mano y la flauta, llamada fatuto en la otra, salen los indios engalanados para los días ordinarios” (Idem. P. 103). “Enfrentados los misioneros a este dramático primitivismo, no se limitaron con familiarizar a los indígenas con las formas externas del culto católico, ni se propusieron quebrar su indómita independencia para sojuzgarlos a los pobladores blancos, sino que dieron comienzo a la difícil tarea de construir, con aquellos precarios materiales humanos, las bases de un nuevo tipo de 109 sociedad. El padre jesuita Gumilla sintetizaba, en los términos siguientes, los principios elementales, de carácter social y económico, que debían seguirse para abrir las puertas de la civilización a los aborígenes: “ Al principio –dice en su obra “El Orinoco Ilustrado-, parte pagando y parte rogando, consiga el misionero que la colectividad de los indios, en forma conjunta, haga una sementera cuantiosa, y en ella un platanal grande para los muchachos de la escuela, porque es cosa muy importante, y no solo sirve para los chicos de la escuela, sino también para las viudas pobres, para los huérfanos y para los enfermos; y sucede que viendo los indios cuán bien se emplean aquellos frutos, renuevan con gusto la sementera común en adelante.” (Idem. P. 104) Sigue la cita que hace Indalecio Liévano Aguirre de Gumilla: “El atractivo mas eficaz para establecer un pueblo nuevo y afianzar en él las familias salvajes, es buscar un herrero y armar una fragua, porque es mucha la afición que le tienen los indios a este oficio, por la grande utilidad que les da el uso de las herramientas que antes ignoraban. Todos quieren aprender el oficio y muchos se aplican y lo aprenden muy bien” (Idem. P. 104). “No importa menos buscar uno o mas tejedores de los pueblos ya establecidos para que tejan allí el hilo que traen de ellos, porque la curiosidad los atrae al ver urdir y tejer, y el ver vestidos a los oficiales y a sus mujeres les va excitando el deseo de vestirse y se aplican a hilar algodón, que abunda, y del que finalmente se visten” (Idem. P. 104). “La fábula de Orfeo, de quien fingió la Antigüedad que con la música atraía las piedras, se verifica con ventaja en las misiones de estos hombres, porque es cosa reparable cuánto les encanta y embeleza la música….Así, una de las primeras diligencias de las fundaciones del nuevo pueblo, ha de ser conseguir un maestro de solfeo de otro pueblo antiguo, y establecer escuela de música para dicho fin” (Idem. P. 104). 110 “El rápido aumento de la productividad económica de las misiones y las perspectivas ilimitadas que ofrecían los llanos, en la medida que sus potencialidades humanas y económicas se incorporaban al proceso de desarrollo, indujo a los padres de la Compañía a concebir el grandioso proyecto que el historiador Plaza describe así:”El portento de aquellas creaciones era la obra del espíritu de asociación y de un sistema económico y filantrópico conducido por la mano firme de la inteligencia y de la prudencia. La idea de establecer una escala de comunicaciones mercantiles desde las márgenes del Meta hasta las posesiones portuguesas y las aguas del atlántico, surcando el Orinoco y el Amazonas, proyectada por los jesuitas, espantó al Gabinete de Madrid y aceleró la muerte del Instituto. Este plan portentosamente civilizador, hubiera variado la faz del continente sudamericano”. (Idem. P. 108) Aquella empresa de desarrollo económico, como cualquiera otra, necesita cada vez más cuantiosos recursos. Para el efecto, fundan los jesuitas sus haciendas, las cuales debían proveer recursos nuevos para financiar su empresa misional. Dentro de sus formas de actuar, está la de resistirse a la idea de deprimir el consumo básico de la población para financiar desarrollo. Ello explica aquellas fundaciones. Las fundaciones de las haciendas las hacen los jesuitas sobre la base de adjudicación de tierras realengas. “Cómo proporcionar dichos fondos a los Resguardos era una de las finalidades esenciales de las Haciendas de los llanos, los jesuitas, adoptaron, al final, el sistema de traspasar la propiedad de ellas a las distintas reducciones. Cuando se decretó la expulsión de los jesuitas de los dominios americanos, el gobernador de los Llanos, Francisco Domínguez, hizo la siguiente relación, en su informe a las autoridades, de la naturaleza y funciones de las Haciendas jesuitas en los Llanos: “El Hato de Beyotes –dice- como los otros de su naturaleza en los demás pueblos de la misión de Casanare, que estuvo al cuidado de los extinguidos jesuitas, lo fundaron éstos con cortos fondos propios, destinando sus productos indistintamente, y según ocurría, para bienes de los indios en común, adorno de las iglesias, gastos de fábrica, etc., reservando en sí, dichos extintos jesuitas, el derecho 111 de propiedad de los citados hatos, hasta que determinaron cederlos a cada pueblo respectivamente como lo hicieron antes, y lo repitieron en el año pasado de 1739 siendo provincial el padre Tomás Casanova.” (ILA p 108). Cuando los aportes de las haciendas no fueron suficientes, los jesuitas “acudieron a un nuevo procedimiento, el cual les suscitó la mas pugnas oposición por parte de la oligarquía territorial del Reino y los gobernadores españoles: con estímulos oportunos lograron canalizar los ahorros de la economía colonial hacia las empresas de la Orden que operaban en el área de dicha economía. De esta manera una considerable masa de capitales ociosos vino a incrementar los recursos financieros de que podía disponer la Compañía para acelerar el desarrollo de las misiones de los Llanos”. (Idem. P. 110). La “conquista” espiritual de las tribus indómitas y primitivas del Paraguay fue lograda por los jesuitas por su manera singular de aproximación, totalmente diferente de los intentos que hicieron los colonos criollos y españoles. “Misioneros solitarios e inermes penetraron en aquellos territorios inexplorados, que valerosamente habían defendido los indios, y para ganarse la atención y simpatía de los guaraníes –palabra que en su lengua significa “guerreros”- se sirvieron de la música y del canto, que causaron primero la curiosidad y luego la franca adhesión de los aborígenes. Los instrumentos musicales de los misioneros rompieron la monotonía de la selva, y atraídos por sus melodías, comenzaron los indígenas a rodear a los sacerdotes blancos, algunos de los cuales tenían ya las primeras nociones de la lengua guaraní y pudieron, por tanto, establecer los primeros contactos humanos con los naturales. Fue esta la época de los padres Lorenzana, Maceta, Díaz Taño, y González –llamado este último el Demóstenes guaraní por su dominio de la lengua aborigenépoca que sería continuada por las actividades del padre Montoya, quien daría término a sus tareas con un libro célebre sobre las Reducciones del Paraguay.”(Idem. P. 118). Los guaraníes eran una raza de origen caribe, de “fornidos varones” que amaban la guerra y cuyas rudas instituciones se 112 acoplaban bien a su carácter belicoso y esforzado. Las tribus estaban gobernadas por un Consejo de Ancianos y sus prácticas económicas, muy primitivas, se orientaban principalmente a la pesca, la recolección de frutos, el cultivo elemental de la mandioca, el maíz y el tabaco. “Hachas y cuchillos, martillos, lanzas y punzones de flecha, -dice Gova- eran las armas del guaraní para el diario trabajo y la propia defensa” (Idem. P. 118). Las misiones jesuitas significan, para ellos, un espectacular cambio de su forma de vida. Al poder dedicarse al aprovechamiento de la tierra, luego de una dispendiosa fase exploratoria inicial, el uso de la tierra se define como se hizo en las misiones de los Llanos del Nuevo Reino de Granada. El Campo de los Hombres se cultiva en forma privada, en terrenos repartidos a propósito de las cosechas, por familia. Cuando los campos se empobrecen es preciso cambiar dicho lugar por otro más fértil. El Campo de Dios es cultivado en común por todos, en ciertas épocas del año. Sus frutos se almacenan en almacenes especiales y de ellos disfrutan, entre otros, las viudas, los huérfanos, los enfermos que no pueden trabajar. Además, en un principio se esforzaron en producir ciertas cosechas, en el Campo de Dios, que servían para exportar y poder adquirir instrumentos de labranza y otros artículos necesarios para sus labores productivas. Una de esas cosechas era la hierba mate. Todos allí están dedicados al estudio de las distintas artes y oficios, incluso las autoridades, muy particularmente de la agricultura. Los ganados y los caballos son de propiedad común; los bueyes destinados a las labores agrícolas y sus implementos también. Por turnos pasan de campo en campo para arar los terrenos productivos (Idem. P. 120). “La construcción de pueblos se acomodó estrictamente a las exigencias del sistema económico adoptado por los misioneros. La siguiente descripción, hecha por Paramás, da una idea bastante exacta del interior y características del área urbana de las reducciones paraguayas: “El centro de la colonia –dice- era siempre una Iglesia amplia y por lo general bellamente adornada. A un lado de la iglesia se encontraba el cementerio, al otro lado el 113 Colegio, que incluía también la escuela. Al lado de ésta se levantaba la casa municipal, con los graneros públicos, y los talleres de los oficios industriales y artesanales. Al lado del cementerio estaba la casa de viudas, de la cual una parte servía también como hospital. Delante de la Iglesia había siempre una gran plaza con una estatua, y alrededor se extendían, generalmente en disposición de rectángulo la vivienda particular de los indios, con sus aleros salientes y galerías” (Idem. P.121). Con el tiempo, “los jesuitas introdujeron en ellas (las misiones) una avanzada división del trabajo, a fin de aumentar la productividad laboral de los indígenas y destinar, en forma permanente, extensas áreas territoriales a la producción de productos exportables, cuya venta en el extranjero y en el ámbito de la economía colonial, debía permitir la adquisición de los elementos indispensables para acelerar el desarrollo. “El comercio exterior de la República India –dice Fullop Millar (citado por ILA)- se efectuaba sin dinero; se cambiaban productos del país y artículos de manufactura indígena, como azúcar, cera, miel, tabaco, pieles, géneros de algodón, cueros, trabajos de torno, y otros, por mercancías europeas. Éxito especial tuvieron los padres jesuitas en la mejora del rústico Ylex Paraguayensis, hasta convertirlo en una especie de planta de té; el té obtenido de esta forma y llamado té del Paraguay constituyó por mucho tiempo uno de los mas importantes artículos de exportación de las Reducciones…..” (Idem. P.121). “Una de las primeras preocupaciones de los misioneros jesuitas fue la de familiarizar a los indios con los oficios mecánicos y los principios elementales de las matemáticas. Ello los indujo a adoptar un sistema pedagógico cuyo objeto era enseñarlos a fijar la atención, porque los usos primitivos de su anterior vida salvaje, los inclinaba a ser distraídos y refractarios a todo trabajo que exigiera esfuerzos de concentración constante. Así se explica por qué los jesuitas dieron particular importancia al establecimiento de relojería, y talleres de fabricación de relojes en las Misiones, talleres y escuelas en las que los indios adquirían el tipo de entrenamiento que necesitaban para incorporarse, de lleno, a los 114 usos de la civilización mecánica. Procedimientos semejantes emplearon los jesuitas en otras regiones de América –como en el mismo Paraguay- y a ellos se refiere Jules Manzini en los siguientes términos: “Para realizar esta obra, la asombrosa aptitud sicológica de los jesuitas recurrió a medios cuyo delicado ingenio es de todo punto de vista admirable. Por ejemplo imponían a los indios trabajos que requerían tiempo y mucha habilidad, con objeto de desarrollar en ellos ese notable orgullo del trabajo cumplido, tan necesario para que se le tenga cariño, Los encajes que parecen tejidos por arañas, o las joyas minuciosamente cinceladas que los indios del Paraguay o de México fabrican aún hoy día, no sin orgullo, subsisten cual testimonio de la destreza y la emulación que los misioneros supieron despertar en otro tiempo en el alma oscura de los guaraníes o de las hordas aborígenes de Nueva España”. (Idem. P. 122). “¿Cómo fueron posibles los sorprendentes resultados de las Reducciones guaraníes? ¿Qué circunstancias permitieron que los indios, hallados por los jesuitas desnudos por las selvas, llegaran, en menos de una centuria, a vivir en treinta y una Reducciones, donde tenían sus casas, escuelas, talleres de oficios, iglesias y un nuevo y asombroso género de vida? ¿Qué sucedió para que en el ámbito de las misiones guaraníes se presentaran hechos tan significativos como los que Fulop Millar relata así: “Las mujeres indias imitaban de manera fiel los ricos encajes de Bravante, y un grupo de obreros indios construyó hasta un órgano excelente, con arreglo al modelo europeo. Los indios esculpían figuras y copiaban los libros de misa de suerte que nadie podía decir cuál era el ejemplar impreso y cual el escrito… Las trompetas construidas por los indios igualaban a los productos de la industria musical de Nuremberg, y sus relojes no cedían a los fabricados en los talleres de Ausburgo” (Idem. P. 128). “La respuesta de estos interrogantes se encuentra en la naturaleza misma del sistema misionero jesuita, el cual establecía una conexión indisoluble entre la propagación de la fe y el mejoramiento de las condiciones de vida de los nuevos adeptos al cristianismo. La técnica del desarrollo económico se impuso a los 115 jesuitas porque sus empresas misioneras en América los colocaron frente a la dramática realidad que hoy solemos denominar “problemas de los pueblos atrasados”. (Idem. P 128)…Cita Indalecio a Francisco Bausa gran historiador uruguayo, quien explica así su filosofía y sus propósitos: “Por primera vez se hacía en los dominios americanos de España, el ensayo leal de la civilización cristiana en toda su pureza, sin que fuera parte a perturbarlo las maléficas intercurrencias que disolvieron los esfuerzos de Las Casas y desacreditaron los trabajos de tantos otros cooperadores suyos. Por primera vez también, desde que el cristianismo era doctrina y ley aceptada por el mundo, se producía en un rincón del universo la lucha de una idea solidaria contra los inconvenientes de una fuerza material y las contrariedades de la barbarie….Los jesuitas introdujeron en sus reducciones los elementos mas avanzados de la civilización. Todos los oficios mecánicos, todas las artes útiles fueron enseñados a los indígenas. La imprenta vulgarizó entre ellos, a la par de los secretos de su propia lengua, estudiada y reducida a principios científicos por los jesuitas, las maravillas de la religión y las concepciones del arte…En la manera de organización social de las reducciones y en el reparto equitativo de los tributos entre sus habitantes, creen algunos ver el trasunto del sistema de los incas peruanos, cuyo gobierno dicen haber plagiado allí. El mecanismo de gobierno de los misioneros nacía de las constituciones jesuitas mismas, y nadie podría aventurarse a decir que Loyola al darlas, y Laínez y Aquaviva al perfeccionarlas, hubieran tenido ocasión de imitar la idolatría peruana. Lo que hay de cierto es, que estando ellas modeladas en las instrucciones de los Apóstoles y reglas subsiguientes de los Padres de la Iglesia, vino a resultar de su aplicación a una República Cristiana, tal, como lo había soñado, en el silencio de sus meditaciones, aquellos primitivos propagadores de la fe” (Idem. P. 129) El pensamiento de los jesuitas respecto de la Riqueza discrepaba radicalmente, incluso, de las Leyes de Indias. “Para comprender estas discrepancias es necesario tener en cuenta que en la legislación indiana solo se planteó a medias el problema de la justicia social porque su tendencia fue defender a los oprimidos 116 contra los abusos de los poderosos y así abocar a fondo el problema de las causas de la pobreza. El Estado español, por influencia de su ideología medieval, no advirtió con suficiente claridad, al promulgar sus Leyes, que los padecimientos de los humildes no solo tenían su origen en los abusos de los magnates de la Colonia, sino también en el escaso desarrollo económico de las sociedades americanas.” (Idem. P. 116). Las misiones jesuitas son, en sí, la sede de una revolución. “El carácter revolucionario de las misiones jesuitas se deriva de la premisa que les sirve de punto de partida, premisa, que implica un expreso reconocimiento de los vínculos que suelen ligar las injusticias sociales con el atraso general de las sociedades”. (Idem. P. 116) … Sus formas de organización reñían básicamente con las que tenía la administración española, muy particularmente en el Río de la Plata y en el Paraguay. Ellos no aceptaban que “los pueblos indígenas colocados bajo su dependencia se dieran a nadie en forma de Encomiendas. Pidieron, así mismo, que las autoridades civiles (en sus reducciones) se eligieran entre los naturales de los pueblos, y anunciaron que se disponían a hacer una repartición equitativa de los bienes adquiridos por el trabajo, señalando un límite prudente a las fatigas de los indígenas. Felipe IV, en presencia de esos reclamos de los jesuitas y de la repugnancia de los naturales a ser empadronados y sujetos al servicio de los Encomenderos, hizo particular gracia a los indios del Paraná y el Uruguay, concediéndoles, además de la incorporación directa a la Corona, que les libertaba de la tutela de los Encomenderos, la exención de todo tributo durante los primeros diez años de su reunión al gremio de la Iglesia.”(Idem. P. 117). Ello les acarreó a los jesuitas la indignación de los encomenderos La actitud de los encomenderos no se origina en el posible despojo de privilegios ya disfrutados, máxime, que, al menos en su etapa inicial, no tenían mucho interés en los pueblos cobijados por las Reducciones jesuitas, pues eran belicosos y salvajes. Sin embargo les incomoda sobremanera su posición de no aceptar que los indios puestos bajo su custodia sean, en algún momento, 117 entregados en tutela a los encomenderos. (Idem.. P 117). Esa actitud era una innovación, en contra de la práctica de las demás órdenes monásticas, que evangelizaban a los indios, a fin de incorporarlos en mejores condiciones a la vida de las encomiendas. “Desde entonces quedó planteado un litigio entre los jesuitas, los encomenderos y las órdenes religiosas tradicionales, litigio que tendrá sus mas explosivas consecuencias a mediados del siglo XVIII: La expulsión de los jesuitas del territorio americano (Idem. P. 117). “Con respecto a las reducciones guaraníes escribió Montesquieu en el “Espíritu de las Leyes”: “Es una gloria para la Compañía de Jesús haber mostrado por primera vez al mundo cómo es posible la unión de religión y humanidad. Por su parte D´Alambert, una de las glorias de la Ilustración y codirector de la Enciclopedia, formuló parecidas observaciones: “Mediante la Religión escribió- alcanzaron los jesuitas en el Paraguay una autoridad moral apoyada puramente en su arte de convencer y en su modo suave de gobierno”…Un tiempo después el sociólogo protestante Young en su obra “Católicos y Protestantes”, consiguió la siguiente opinión: “La influencia de los jesuitas que han adoctrinado a estos indios y les han enseñado los usos de la vida civilizada, se ha visto coronada con el éxito mas brillante. Jamás se ha conseguido análogo resultado con una población donde la diversidad de razas, lo cálido del clima, y la inferior capacidad intelectual favorecían tan poco…. Pero quien comprendió mejor la importancia del experimento jesuita fue precisamente el gran enemigo de la Compañía de Jesús, el propio Voltaire, quien en su obra “Ensayo sobre las Costumbres” sintetizó en una frase, la trascendencia histórica de las Reducciones guaraníes: “Parecían escribió- un triunfo de la humanidad” Nada mejor podría decirse de las misiones jesuitas. ¿Cómo no iban a ser un triunfo, si en las Reducciones paraguayas se avanzó revolucionariamente en la exploración de las vías mas idóneas para resolver el doble problema de la justicia social y el desarrollo económico de los pueblos atrasados?” (Idem. P. 130). 118 Es aquella una “colosal tarea inconclusa” que se inicia con ostensibles equivocaciones en 1492, pero que logra su aclimatación y sus mayores realizaciones por obra de hombres heroicos, movidos por una fe inconmovible, y orientados por una ética de general reconocimiento entre sus benefactores. Allí inició su realización, si se quiere en términos incipientes todavía, por falta de tiempo, una civilización basada en el trabajo de hombres libres, que quedó trunca por razones estratégicas de política internacional, en las que España, nuestra metrópoli entonces, salió definitivamente desfavorecida. Tal vez puede exponerse, como otro motivo, tal vez una desafortunada decisión papal que ya se ha comentado arriba. En la lucha de liberación americana se ve clara la huella dejada por la política española de tiempos de Las Casas y por la labor misional de Ignacio de Loyola y sus seguidores, en lo que constituye el más serio esfuerzo por trasplantar la civilización europea al territorio americano. Sin proponérselo, la experiencia, el contacto íntimo con los valores esenciales del espíritu cristiano sembrado por ellos, ha logrado incubar en el alma de los habitantes de América una cultura propia con un claro sentido de la vida humana, situación que debió ser considerada, por nuestros primeros conductores, en el momento de la liberación para empezar a construir sobre esos cimientos el gran edificio de nuestra nacionalidad. Para desgracia nuestra y de la Humanidad eso no se hizo así. Una vez asumido el control de la situación, procedieron afanosamente a borrar todo vestigio del antiguo régimen, para instalar el modelo republicano, tal y conforme había sido adoptado en las naciones de régimen liberal, luego de la Revolución Francesa. Quizás era difícil entonces entender que con su acción no trataban de liberar solamente a unas naciones de su dependencia colonial, sino que las estaban sacando del camino de la Civilización para entregarlas a otras formas más sutiles de dominación por poderes completamente extraños, nuevamente. No es posible esgrimir otra explicación para que Simón Bolívar en su primera campaña de liberación de Venezuela, haya tenido que luchar contra Bóves y sus llaneros, americanos como los más, pero alineados, en esta campaña del lado realista. Lo mismo 119 podría decirse de los pueblos indígenas de Quito y Perú, y del pueblo de Pasto que luchó contra Antonio Nariño en tiempos de la Patria Boba. Más que la liberación, ven en los criollos el propósito de someterlos a una servidumbre más dura todavía que la sufrida durante la Colonia y sobre ellos sienten proyectarse las sombras de los antiguos encomenderos, probablemente sus directos antepasados. Pero en América, la aplicación de la ética calvinista, iba a producir un nuevo desastre, que la memoria histórica de la población actual apenas registra y recuerda, muy vagamente: La gran tragedia humana de las caucheras de principios del siglo XX. El novelista colombiano José Eustasio Rivera (1889-1928) ha escrito una novela famosa en su tiempo, “La Vorágine”, en la cual describe las atrocidades cometidas contra los indígenas de las regiones amazónicas por los empresarios de la explotación caucheras. Ello solo viene a confirmar cuán difícil es esperar que sin una visión clara del sentido de la vida humana, puedan adelantarse, dentro de normas de prudencia y justicia, el desarrollo y el manejo de grandes empresas de beneficio humano. Y llegamos al final de un extenso relato de acontecimientos históricos que han modelado profundamente la vida que vivimos en los países de la antigua América Española, por no decir del planeta entero que se enfrenta a retos inimaginados antes, con nuestros manojos de tremendas frustraciones, con el testimonio vivo de grandes obras culturales humanas de inmensos resultados socioeconómicos , en un planeta colmado de riquezas para el disfrute de la vida, pero lleno de miseria, de resentimientos, de envidia, de odios, de ambiciones, de codicia, de suspicacia, de desconfianza, que nos han brindado un siglo XX de guerras, de anarquía, de destrucción general de las civilizaciones, entre ellas la nuestra. El escepticismo, la desesperanza generadas en la especie humana por doscientos años de penetración de una cultura occidental reducida sólo a su “corteza técnica” y en manos de una nueva clase de seres humanos con mente secularizada, sin un claro 120 sentido de su existencia y de la existencia humana en general, que ha dedicado el producto del trabajo de todos, solamente para el beneficio de unos pocos privilegiados, que ha producido durante todo el siglo XX dos reacciones masivas de rechazo que han logrado conmover al Mundo, en un atrevido plan de explorar otras alternativas de vida, lo que se ha dado, con éxito o no, pero que definitivamente son testimonio de una actitud humana de descontento frente a las opciones de vida actuales. Una de ellas es el movimiento socialista marxista leninista, que se enfrenta a la sociedad burguesa, se propone la destrucción de todos los engendros institucionales suyos, la toma del poder y de los medios de la producción por la clase popular, para que ella se ocupe directamente de su propia redención. En su tiempo, logró amenazar muy seriamente al mundo occidental y llegó a dominar a más de la mitad de la población del Globo. En su nombre se han producido sangrientos holocaustos humanos, comparables a los causados en Europa, durante la Segunda Guerra Mundial por los secuaces de la Alemania nazi. La otra es el movimiento juvenil hippie de 1960, que se inicia con las artes, particularmente la música. Es un movimiento de rechazo que resulta, inicialmente del enfrentamiento con la cultura que ha generado injusticias evidentes para ella como la Guerra de Vietnam. Salvo en la China, en algunos países asiáticos, en Cuba, donde el movimiento marxista se consolida, luego de setenta años de convulsiones sociales, de agresivos movimientos obreros, estudiantiles y campesinos, de regímenes despóticos y totalitarios, de amenazas de guerras internacionales devastadoras, incluso el holocausto nuclear que está dos o tres veces por desencadenarse, de multitud de conspiraciones internas, termina derrumbándose en 1990. Como gigantesco condensador humano, a través de las experiencias generadas por el modo de ser, de vivir, de relacionarse la burguesía en toda Europa, se cargan sus pueblos de 121 base de energía revolucionaria, caudal que logra canalizar Carlos Marx (1818-1883), luego de sus observaciones acerca de lo que ocurre en Inglaterra en pleno desarrollo de la llamada Revolución Industrial. Ello ocurre cuando funda en Londres, en 1864 la I Internacional Socialista. Carlos Marx va a vivir Londres, con su familia en el año de 1848. Nace en el seno de una familia judía, luego se convierte al protestantismo y siendo inicialmente liberal gira ideológicamente hacia el socialismo. En Gran Bretaña presencia la situación de mujeres y niños trabajando en jornadas extenuantes y en condiciones absolutamente infrahumanas en los primeros talleres que “da a luz” la Revolución Industrial. Principalmente en Manchester, ciudad británica donde empieza aquel movimiento revolucionario. Cita Eric J. Hobsbaum en su obra “Revoluciones Burguesas”, un testimonio de Federico Engels, amigo personal de Carlos Marx y coautor de algunas de sus obras, en su obra “Condition of the Working Class in England”: “Un día paseaba por Manchester con uno de esos señores de clase media. Le hablé de los desgraciados y pobres barrios bajos y llamé su atención hacia las terribles condiciones de aquella parte de la ciudad en la que viven los obreros de las fábricas. Le dije que en mi vida jamás había visto una ciudad tan mal construida. Me escuchó pacientemente y en la esquina de la calle en que nos despedimos, comentó: “Y, sin embargo, se gana mucho dinero en ella”. ¡Buenos días!”. El detonador de la explosión revolucionaria, que se dio en Rusia en Octubre de 1917, es la guerra ruso-japonesa de 1905, en la cual Rusia se lleva la peor parte. Los excesivos gastos de una guerra que se pierde porque no se logra acopiar los medios necesarios para ganarla, le impiden al zar proveer oportunamente y en cantidad suficiente de medios de vida a su población. El clamor del pueblo por alimentos, para no morir de hambre, siempre es correspondido favorablemente. Sin embargo ahora, sorpresivamente, en mala hora, se le ocurre al zar reprimir la demanda de su pueblo con las tropas de un ejército, que es uno de 122 los símbolos de la Nacionalidad, que ha sido siempre amado, respetado, admirado, y considerado carne de su propia carne. Ello causa una desazón general sin precedentes. A Vladimir Ilich Lenin (1870-1924) le toca ser el “para rayos” de aquellas energías, el canal, a través del cual se desencadena aquella aterradora “tormenta” humana. Inaugura un régimen de fuerza que dura setenta años. Alexander Soljenitsin (nacido en 1918) novelista ruso, en épocas ya muy posteriores, en su novela “Archipiélago Gulag”, escrita clandestinamente en su prisión, describe los testimonios de la terrible experiencia sufrida por numerosos ciudadanos soviéticos, tomada del relato de los mismos, lo mismo que de la suya propia. Basada en la información que maneja el novelista, hace cálculos sobre la magnitud de la tragedia de su Nación, contado el lapso de tiempo transcurrido desde la revolución de octubre hasta la muerte de José Stálin (1879- 1953). El Gulag es el sistema de prisiones y campos de concentración siberianos ubicados, muchos de ellos, en los archipiélagos que rodean la costa siberiana del Océano Ártico y en los estuarios de los ríos que desembocan allí. Al momento de escribir su novela, calcula que aproximadamente un tercio de la población purga penas desproporcionadas por alguna violación del código penal soviético increíblemente duro, sistema penal que encarcela por mera sospecha y solo libera cuando el reo prueba, si lo logra, su inocencia. Mas o menos, 70 a 80 millones de convictos, sometidos a condiciones de alimentación, albergue, y trabajo inhumanas, sin calefacción en los fríos árticos, horarios de catorce horas diarias y mas, con una mortalidad que alcanza casi al 100% de la población recluida. Su sistema penal tiene un refinamiento respecto del sistema penal del régimen nazi de Adolfo Hítler en Alemania, con Stálin y Pol Pot (de Cambodia) durante los años sesentas, los mayores criminales de Estado reconocidos en el Mundo durante el siglo XX: Sus convictos, que no son ya judíos y, de los que se afirma perecieron unos 6 millones de ellos en los campos de concentración nazis, no van a parar en masa a las cámaras de gas, sino a trabajos forzados, a construir, como mano 123 de obra esclava, obviamente sin paga, las grandes obras de infraestructura de aquella región del país, como presas, canales fluviales, vías férreas, caminos y carreteras, edificaciones de vivienda, plantas industriales, etc., hasta terminar sus días exhaustos y ateridos de frío en cualquier zanja o a campo abierto donde, insepultos, son pasto de los lobos. Vuelven muy pocos, uno de ellos Alexander Soljenitsin., quien logra hacer llegar subrepticiamente alguno de sus manuscritos por fuera del país para ser publicado en el extranjero en 1974. Todo allí es manejado con gran discreción y lejos de la mirada imprudente de la prensa del “Mundo Libre”, como se autodenominan las naciones occidentales desde la guerra contra la Alemania Nazi (1939-1945). Hay sin embargo otros datos escalofriantes mencionados por Soljenitsin en su “Archipiélago Gulag”, que no parecen sacados de la vida real: Dentro del período mencionado, los países de la Unión Soviética han perdido la no despreciable cantidad de 66 millones de habitantes, el 25% de su población, 20 millones de ellos caídos en la campaña alemana de Rusia en 1941 y el resto, ya ajusticiados, ya purgados del régimen, incluyendo la familia real y la parte de la nobleza que no logró escapar. Es de notar la desaparición de 39.000 altos oficiales de las fuerzas militares soviéticas purgados por Stálin, por haber estado en íntimo contacto con la Abwer, núcleo del ejército alemán de Hitler, que se ha formado y que se entrena durante la década de los treinta en Rusia al abrigo del control del Tratado de Versalles firmado luego de la Primera Guerra Mundial en 1919. Poblaciones enteras son deportadas en masa de sus asentamientos tradicionales, embarcadas en camiones y trenes, para ser abandonadas en territorio extranjero, inhóspito, sin reservas de alimentos, sin ropa fuera de la que llevan puesta, sólo para quebrantar su resistencia física y espiritual al régimen. Esa es la suerte de pequeñas naciones como Lituania, Letonia, Estonia, y otras. Difícilmente puede imaginarse alguien de nuestro tiempo, que en pleno siglo XX, en aras de un proyecto político utópico y 124 singular, como aquel, un conjunto de naciones civilizadas como de aquella magnitud tenga que verse obligado a pagar semejante precio, sin contar muchas muertes por inanición, la angustia de familias enteras abandonadas a su suerte o sumidas en la incertidumbre frente a sus seres queridos encarcelados y desaparecidos. ¿No es aquella una verdadera catástrofe? Sin embargo, paradójicamente, sendos movimientos afines a éste se incuban alrededor del planeta para hacer suyo el Mundo por la fuerza. Desde tiempos de Stalin se pone en marcha una política imperial que puede compararse con la más cruda política imperial de tiempos antiguos, justificada, esta vez, en motivos ideológicos, con la intención de reducir, finalmente a la impotencia a toda sociedad burguesa, muy particularmente la de los EE. UU. de América, cabeza del “Mundo Libre”. Esa política tiene, no obstante un tropiezo: El enemigo es poderoso. No se puede luchar frontalmente contra él. Es preciso montar un procedimiento táctico capaz de obviar las formas convencionales de la guerra para lograr la victoria por otros medios: Se pone en práctica la guerra de guerrillas, apoyada en la diplomacia oficial soviética y todas sus instituciones estatales, entre ellos su prensa y medios de propaganda, y se adopta una ética acomodaticia que debe rendir los máximos dividendos militares: No hay procedimiento moralmente vedado en las guerras populares revolucionarias. Todas las acciones son lícitas, si van encaminadas al triunfo del Pueblo en su lucha por la toma del Poder. Es lícito explotar, en el propio beneficio, los conflictos internos que aquejan a las naciones que se proponen conquistar. Dentro de ese esquema de pensamiento se suceden hechos que cambian de alguna manera la historia moderna: Corea y Manchuria son invadidos por Rusia en el marco de la Segunda Guerra Mundial en 1945, luego de declarar la guerra a un Japón derrotado ya por los EE. UU. de Norteamérica. China cae en 1949. Cuba cae en manos de Fidel Castro en 1959, quien con la ayuda de muchos jefes no comunistas, logrando mantener encubiertas, por un tiempo, sus verdaderas intenciones. Viet Nam, Laos y Cambodia caen luego de larga contienda con franceses y norteamericanos en 1965. Con 125 una política de defensa de dudosa ética, pero con el apoyo de EE. UU., en el cono sur latinoamericano, las naciones logran superar el peligro. La caída del régimen soviético en 1990 produce el fin del Imperio en África y en Centroamérica. En una lucha que ya lleva más de cuarenta años en Colombia, la guerrilla marxista se mantiene, provocando la reacción armada de los ejércitos de los narcotraficantes, reduciendo, por ahí derecho el país a cenizas. Ha logrado la “reforma agraria” al revés y ha conseguido, paradójicamente la mayor concentración de riqueza que nunca antes se hubiera podido soñar. En Colombia, en los últimos veinte años, ha logrado cambiar, por completo, la estructura de la propiedad de la Tierra y de la propiedad raíz en general, habiendo quedado éstas, sólo en manos de los que tengan los medios para defenderlas, ya que la fuerza pública, salvo en contadas excepciones, hasta ya iniciado el siglo XXI, ha demostrado su más completa ineficacia en sus resultados. Dentro de las tácticas propagandísticas utilizadas para desinformar a la opinión pública sobre la Realidad, es famosa la estrategia de usar la mentira, expresamente para generar en la conciencia del común que regularmente se mantiene al margen de las fuentes idóneas de información, una impresión distorsionada o definitivamente falsa de la Realidad: “Una mentira es en sí misma una mentira, pero repetida cientos de veces se vuelve “verdad”. Esta es una invención tomada de Goebel, ministro de propaganda de Hitler y aplicada en la guerra revolucionaria promovida por Stálin contra el mundo entero. Su régimen se especializa en la tarea de sembrar rumores nunca confirmados, de los acontecimientos más fantásticos, para servir de “cortina de humo” y encubrir así sus propias intenciones y sus propios movimientos. La ética del movimiento marxista- leninista en todo el mundo, está caracterizada por la relación que su proyecto político tiene con las sociedades burguesas, que son, finalmente, su verdadero enemigo político. Como decíamos arriba, en esa lucha política todos los medios son lícitos, incluso el engaño, la traición, la guerra, la violencia, sean cuales fueren sus consecuencias a nivel 126 humano. Para ella ningún sacrificio humano es grande frente al valor del Poder para la clase proletaria estar en condiciones de lograr, por sí misma, su propia redención. Stálin acuñó el término de “Patria Socialista” para designar la postura del Estado Soviético frente a las relaciones de la clase obrera y la actividad sindical con el Estado Burgués de sus patrias nacionales. Ese estímulo y ese principio de acción política, fue el origen de no pocas campañas subversivas destinadas a apoyar el esfuerzo de las poblaciones nativas por quebrantar la estabilidad institucional de las naciones elegidas para ser tomadas. Es importante recordar, cómo en la misma Francia, cuando era invadida por Hitler en 1941, antes de que la invasión de Hitler a Rusia en 1942 los hiciera enfrentarse definitivamente, el movimiento socialista francés dispone sus “quintas columnas” detrás de las líneas defensivas francesas para apoyar a las fuerzas invasoras que lograron ocupar el tercio norte del país. El fin de la Segunda Guerra Mundial no es la paz, no obstante las esperanzas guardadas en las cuatro esquinas del Globo. ¿Qué le depara el futuro a aquella Europa arruinada y postrada de la Posguerra? Stálin no puede perder la oportunidad que le brinda la Historia en bandeja de plata para sus propios fines. De las fuerzas militares enfrentadas en el conflicto, la única que no se desmoviliza es la armada soviética. No bien se inicia la reconstrucción, se inicia la intimidación en el orden militar, que a la postre, se transforma en la llamada “Guerra Fría”. Su primera acción de importancia es el bloqueo de Berlín en 1949. Su objetivo es el de medir la determinación de Occidente, liderado por EE. UU., para defenderse…y fracasa. El mundo presencia, entonces una desaforada carrera armamentista y un esfuerzo inusitado por lograr un adecuado nivel económico para sustentarla, que se plasma en los llamados planes quinquenales. Y en esa violenta carrera de armamentismo lucha encarnizada de voluntades que dura cuarenta años, de 1950 a 1990, la industria de armamentos en el mundo y la política de beligerancia produce dos aciagos resultados: Uno, polarizan la visión, el pensamiento y la voluntad de toda la población del planeta hacia ambos extremos ideológicos enfrentados y dos, reorientan a todos los Estados del 127 mundo en la elección de sus propósitos, definitivamente hacia la guerra, sea de agresión o de defensa, y hacia la búsqueda de la mejor estrategia para alcanzar la victoria. Las tareas de asegurar la supervivencia y lograr niveles de vida dignos, pasan a un segundo plano o se olvidan. Todos los recursos se aplican a la preparación bélica y a la producción y adquisición de armamentos. Con apoyo decisivo de la Ciencia, las naciones más fuertes desarrollan los sistemas de armas modernos hasta que todo el esfuerzo llega a una encrucijada. Desencadenar la ofensiva o poner en práctica la defensa contra ella ha dejado de ser práctico: Ambas pueden afectar tanto al enemigo como a sí mismo. Pero no solo eso. Internamente empiezan los movimientos nacionales para sacudirse el yugo que es casi insoportable: El pueblo alemán oriental se rebela en 1953 contra el Imperio, Hungría lo hace en 1956, Checoeslovaquia en 1968, con la esperanza implícita de una reacción occidental que los favorezca, que no se da. Todos esos movimientos logran ser ahogados en sangre por la armada soviética. Sin embargo se debilita cada vez mas la estructura interna del Imperio y la corrupción hace su agosto en la economía. La competencia militar termina en “tablas” y se define, más bien, en el campo económico: Su carga, enormemente pesada, termina aplastando a la URSS en 1990. Durante casi un siglo vive la humanidad entera pendiente de un holocausto mas devastador que la Primera y Segunda guerras mundiales, pensando casi exclusivamente en la defensa y quizás en la agresión, doctrinas políticas nacidas, tal vez unos cientos de años atrás, en épocas oscuras de violencia e inestabilidad social y política sin precedentes, como son las doctrinas de la Ilustración, la ética de la sociedad burguesa, y las doctrinas que mueven a los socialistas actuales de corte marxista-leninista a la acción política. Con ello no se han mejorado las opciones de una vida más digna. Con ello solamente se ha conseguido perturbar a la humanidad con la práctica de acciones políticas que solamente prolongan en el tiempo la inestabilidad social y el sufrimiento humano imperantes en la época en que se han originado. Si se suma a los males sociales que genera el capitalismo casi salvaje, con la 128 descomposición generada por una lucha social casi demente con fines, podríamos decir, de largo plazo, sólo se consigue la formación de una consciencia humana, de un elemento humano sin la menor esperanza de vida civilizada, cerrado al exterior, desconfiado, dispuesto apenas al uso de la fuerza para conseguir lo que desea, sin el menor respeto por nadie, haciendo cada vez mas difícil la convivencia civilizada. Para muchos seres humanos vivos ahora alrededor de nosotros, esa forma de vida representa su única visión de las opciones de vida que existen para ellos. Su influencia, en ausencia de una diplomacia, de una acción educativa que siembre en ellos la visión realista de otras opciones o, aún, de una acción de represión eficaz que reduzca definitivamente la impunidad, multiplica sin cesar, entre nosotros, consolida más firmemente en las consciencias esa opinión de la Realidad. ¿Puede compararse aquel fenómeno socialista, a la luz del conocimiento científico actual, a un gran terremoto producido por la acumulación de fuerzas, tales como se dan en el embate de las placas continentales entre sí, donde la presión creciente produce, al ocurrir una falla estructural de la placa un movimiento telúrico como el propuesto? Tal vez sí, y es posible que esta alegoría no corresponda simplemente a una imagen de la realidad, sino que sea la realidad misma. La visión juvenil de un cambio de vida empieza a vislumbrarse en Norteamérica, particularmente entre los estudiantes universitarios, cuando ésta se lanza a su emancipación de todo tipo de convención social, rechazando de plano las escasas opciones de acción que le permite la “sanción social” de una sociedad que le parece mojigata, pasiva, sometida a un orden en que ha dejado de creer. Nixon y su Watergate se convierten en símbolos del descrédito público, de la falta de liderazgo, de capacidad de convocatoria de unos hombres de Estado, de un régimen político y social que no colma, ni por poco, las aspiraciones de los jóvenes de todo el país. Su noción del “amor libre”, que demuestra su connotación de libertad de vida sexual, se practica, por doquier, aún en el Campus Universitario, que se 129 convierte en especial en California y las mayores ciudades, en albergue de multitud de parejas que se hacen el amor sin preocuparse de resguardarse, siquiera, de las miradas más imprudentes. Acuden en masa a conciertos de música Pop, de Rock donde se excitan hasta el paroxismo transformándose esos eventos en verdaderas orgías de sexo y droga. La música y diferentes expresiones artísticas, en estado de éxtasis máximo, producido con drogas, es su principal pasión. Representa, para ellos, sin más intensa expresión de vida. La expresión musical y la pintura, con una serie de coloridos y formas, completamente nuevos y novedosos, representan un nuevo “mundo interior” de carácter denominado por ellos “sicodélico”. Desconectados de la vida cotidiana de su sociedad, han deambulado por el mundo entero explorando otras ideologías y maneras de ser, otras culturas y sus formas de expresión. Se han aficionado mucho a las culturas orientales, las que interpretan y buscan aplicar a su vida de manera singular. Muchas veces sin trabajo, se dedican a actividades desacostumbradas de rebusque para subsistir dificultosamente. En su búsqueda la delincuencia tiene la oportunidad de nutrirse de oferta fresca e ingenua de mano de obra de jóvenes que de otra manera morirían de frío e inanición. Forman pandillas, colonias de jóvenes que quieren regresar a la Naturaleza y que desconocen, por completo, la debilidad del soporte material de sus novedosas actitudes. Sus harapos, su evidente descuido, el mugre, de su cuerpo, su cabello y su barba sin cortar, hirsuto, denotan su estado de depresión colectiva. Su afán de originalidad, su espíritu rebelde, su irreverencia y aparente fuerte personalidad, dan origen a una “moda” que se extiende, aún, entre muchos mayores que adaptan sus modos de comportamiento, a modo de identificación. Ello, agregado a la música y a las artes sicodélicas, cuyos mensajes seductores invitan a vivir intensamente las experiencias que pregonan, da origen a una nueva especie de subcultura, práctica, sin profundidad, individualista, basada en la experimentación improvisada de esas nuevas experiencias. Su ética se basa en la máxima valoración de las emociones y de las sensaciones como signo de vitalidad. Descalifica y se cierra a todo tipo de represión 130 que pueda limitar o condicionar sus espontáneas expresiones. Le permite a sus seguidores eludir la realidad, sustraerse de ella. Les remite al pasado revaluando y acogiendo todo lo esotérico. Les infunde una visión pesimista y sombría, de la existencia. Acoge la práctica de interpretar la experiencia sobre la base de explicaciones mágicas. Abre nuevos caminos existenciales en el interior de cada cual, permitiéndole sumergirse en sus orgías y rituales primitivistas, en un mundo interior fantástico de imágenes de formas increíbles teñidas de coloridos de intensidad desconocida, a la manera del ritual del yagué de las tribus amazónicas. Permite una visión plana, sin proyecciones, intrascendente de la vida, sin Dios, con una nula visión de humanidad, más allá de la experiencia que representan los individuos mas cercanos o a algunos conjuntos de ellos, es materialista, Su conciencia de su realidad cotidiana se basa en la consideración de una elemental concepción mecanicista de la vida. Ese comportamiento denota, el carácter de seres humanos sin un sentido expreso de la vida, enajenados del mundo real. En ese “paraíso” de las “libertades individuales” de los cónyuges, el trauma de los niños que se crían sin amor por la inestabilidad familiar y la falta de compromiso de los padres con los hijos, hace su agosto y se convierte en un mal social. Quizás por la experiencia vivida desde niños, muchos jóvenes no aceptan las referencias paterna y materna que su cultura les ofrece y tratan de asumir actitudes y papeles reñidos con la convención social. Muchos de ellos son huérfanos, porque la vida de sus padres representa la pérdida irreparable de un bien que no tiene sustituto, entregada por algo que para ellos no tiene sentido: Una guerra innecesaria, injusta, inoportuna. Para salir de su acostumbrado estado depresivo la juventud necesita el estímulo de los estupefacientes, inicialmente la marihuana, cuyo comercio empieza a darse masivamente a mediados de la década de los sesenta. Quizás para encontrarle ocupación a su juventud desarraigada el gobierno de los EE. UU. de América instituye los llamados 131 “Cuerpos de Paz. Aquellos jóvenes vinculados al proyecto deben aportar ayuda e iniciativa para salir del atraso a los sectores más deprimidos de las sociedades latinoamericanas. Sin embargo, paralelamente pasa algo “inconcebible”: se dan los primeros pasos de una nueva actividad comercial que no viola la ética imperante en el mundo de los negocios, que empieza a enriquecer, sin medida, los bolsillos de quienes se dedican a ella, que en unas pocas décadas transforma, por completo, los negocios, particularmente en Colombia y EE. UU., y en Colombia la tenencia de la tierra y la estructura económica y social, con una influencia más eficaz y decisiva que la generada por la política subversiva de los movimientos guerrilleros de Colombia: El tráfico de marihuana, que se asocia luego con el de cocaína lo hace mas tarde con los negocios de droga asiática, como la heroína, el opio, el hachís y otros compuestos artificiales producidos en la industria química europea. Su principal mercado es el de las naciones desarrolladas de Norteamérica y Europa especialmente. En este momento, ha sido aclimatada la mejor variedad de marihuana colombiana a los suelos de los parques nacionales norteamericanos donde su cosecha ha subido ya a la segunda más importante del país, después del maíz. En la década de los noventa, la caída del régimen soviético se da en medio de una crisis económica general, agravada por los antiguos jerarcas del régimen que sustraen todo lo que pueden de las cajas de las instituciones que tienen que abandonar. Y la prensa mundial anuncia unos años mas tarde que el PIB de la sola Rusia, año por año, está representado en un 42% aproximadamente, por las actividades desarrolladas por la “mafia rusa”, en negocios difíciles de confirmar. En Colombia, los decomisos de precursores de cocaína en la década de los noventas, confirman que provienen en un 88% de los antiguos países de detrás de la “Cortina de Hierro” en tiempos de la Guerra fría. Diversas evidencias de años recientes, demuestran que las mafias latinoamericanas, las italianas y las rusas están asociadas en sus negocios internacionales, manejando las conexiones que necesitan para tener libre de perturbación su camino comercial, ya desde América como desde Asia. Holanda ha liberado y despenalizado totalmente el comercio de estupefacientes igual que otras formas 132 de comercio y explotación humana movidos por el Crimen Internacional. Pero no solo el Crimen se beneficia de este proceso social: Aunque esa cultura parece haberse diluido un poco en el presente, lo cierto es que ha logrado una amplia simbiosis con la cultura emanada de la ética que regula la vida al nivel de las sociedades urbanas mas avanzadas del planeta en la actualidad, la cual no es otra que la ética que regula a la sociedad burguesa, y su régimen “capitalista” la ética de Calvino. La “sociedad de Consumo” ha tomado todos aquellos motivos para desarrollar el universo de sus ofertas de sus motivaciones publicitarias y capitalizar comercialmente sus opciones. Otra forma de influir en la cultura actual, está relacionada con el ajuste, en términos de trascendencia, de muchos valores humanos, muchos de los cuales han sido asimilados, con su nuevo sentido, en la vida social moderna. Por ejemplo, la noción de amor ha sido reducida a su sola connotación sexual. Ahora, efectuar una relación genital, se dice “hacer el amor”. Nuestras sociedades opulentas viven sus experiencias armando alrededor del sexo, como motivo central de sus fines hedonistas, los rituales significativos de su forma de vida: La hembra siempre en plan de seducir al macho; el macho en plan de conquistar a la hembra. Los hijos no cuentan en sus planes. La Familia es una institución que pierde su vigencia a pasos agigantados. La arquitectura urbana ya se dedica a la construcción de habitáculos minúsculos para personas solas. La planeación del Trabajo se despreocupa, por completo, hoy, de los requerimientos de la unidad familiar, solo importa la integridad del proceso de producir riqueza capitalizable, allí donde sus opciones económicas le son mas favorables. Las responsabilidades sociales, pues, pasan a un segundo plano. Mientras la “plebe”, arrinconada en barrios miserables, donde ni siquiera encuentra el cobijo que busca para guarecerse y no perecer en medio de la multitud de conflictos irresolutos que nos agobian, donde, a duras, penas logran sobrevivir en duras e inciertas jornadas de rebusque, de logros magros y ocasionales, en otros lugares, el sueño de alcanzar la posesión del dinero necesario para pagar el precio de posesión de los mejores cuerpos, 133 los más excitantes encuentros y aventuras, las más exuberantes “vedettes”, es otro motivo ya, que mueve a la encarnizada lucha por conseguir fortuna. Y el acceso a esas “diversiones” se les da socialmente, hoy, el sentido de un nuevo símbolo de poder. Como consecuencia de esa influencia, la lucha por la existencia en la sociedad burguesa- capitalista actual, ha asumido ribetes de mayor dramatismo, es mucho más cruel, más inhumana, más despiadada, más salvaje que nunca. Para lograr una visión diferente de ella, es importante lograr una observación disciplinada de la historia que se salga del marco de los acontecimientos relativamente recientes, y del juego ético que los han provocado y han afectado de tal manera nuestro carácter, nuestra consciencia y nuestro inconsciente de acuerdo a la experiencia concreta que nos ha tocado en suerte vivir. En el mundo moderno, ya bien implementado, queda para la Ciencia la interesante opción de cambiar nuestro carácter y por ende nuestra forma de vida para mejorar sustancialmente nuestras opciones de vida. Muy particularmente las naciones de la antigua América Española tenemos en nuestra tradición cultural lecciones éticas y experiencias de orden económico, social y político invaluables en la superación de nuestro problema. De la misma manera, para ayudar al resto de la humanidad a hacerlo. Nuestra exploración sincera y abierta de esas opciones, seguramente nos descubrirá la riqueza de las lecciones vitales que nuestros antepasados nos han legado, pero que por nuestra ignorancia, nuestra estrechez de miras, derivadas del medio social dividido en multitud de “departamentos estanco”, de un estado esquizofrénico generalizado que solo nos permite visiones muy pobres y relativas de la Realidad, no hemos logrado entrever. De hecho, quizás, porque la ética calvinista que domina el ambiente internacional del mundo actual a través del comercio y la influencia de las naciones anglosajonas, no se preocupa ni tiene compromisos culturales de ninguna especie, la cultura occidental se olvida de la formación de una consciencia clara de la Realidad. Quizás se espera que tal consciencia surja espontáneamente con la evolución de la humanidad. Lo cierto es que, parece ser, que ello no es tan fácil y se dan múltiples factores que no le permiten 134 viabilidad. Hay intereses que no ven de buenos ojos que la gente tenga idea de una verdad diferente a la que les conviene. El Mundo, o mejor los mundos de hoy, no solo se han divorciado entre sí sino que se han separado de sus raíces. Nos ha quedado imposible a unos coincidir en el aprendizaje y el conocimiento del sentido de la vida que otros conocen y aprenden. Parece casi imposible superar los relativismos de nuestras percepciones de una realidad, de una experiencia que bien podría ser lugar de encuentro de los hombres y no motivo de conflicto. Parece como si para muchos, el mantener masivamente a los hombres lejos de las fuentes del saber trascendente, de la Realidad objetiva, los hace más flexibles, manejables, domesticables, subyugables, y últimamente explotables hasta el extremo de ser sólo proveedores de dinero, a pesar de la destrucción de sus centros cerebrales de decisión, por medio del uso de sustancias nocivas como el alcohol y los estupefacientes. Con esas deleznables bases muchos tratan de mantenerse en la cúpula del Poder, en el “Mundo Libre” de hoy manejado por nuevos despotismos anónimos, que desean mover nuestras fibras como si se tratara de cuerdas de marionetas, desde las sombras. Así se ha generalizado el uso de mecanismos de influencia y manipulación, sutiles unos y abiertamente frenteros otros, como el chantaje, la intimidación, las amenazas, y formas refinadas de terrorismo. El mundo moderno, mecanicista, sin visión profunda del ser, inmensamente tecnificado en su implementación sigue casi salvaje en su esencia humana. Podría decirse que al mismo tiempo, y a pesar de las desventajas que ello representa, ha inventado, la manera de reducir sustancialmente su nivel de vida. La inseguridad generalizada, el crecimiento de la delincuencia y del crimen son síntomas elocuentes de esa afirmación. Nuestro Mundo Moderno es la materialización de la novela de George Orwell “1984”. Pero se ha dado, no por la acción de un único poder totalitario, sino también de la anarquía también conformada por millares de pequeños mundos manejados en forma totalitaria. Esa realidad la vivimos en Colombia. Ese es el producto del ejercicio de la libertad sin responsabilidades con la humanidad, en medio de un mundo poblado sólo de individuos, y movido sólo 135 por el afán de lucro, de fama, de popularidad, de exclusivos disfrutes hedonistas. De seguir las cosas así, la sociedad moderna deriva peligrosamente hacia un modelo de realidad social donde el ser humano, como tal, estará mas indefenso que nunca, en términos de sus mas apremiantes necesidades de supervivencia y desarrollo, aparentemente libre, pero manipulado, apremiado, vapuleado, solo, en un medio mezquino, por no decir que estéril para la vida, que le pone a su disposición un pobre manojo de opciones de vida objetivas a escoger, dada las propuestas que alcanza a concretar de su limitado entorno social inmediato. El derrotero señalado por la Religión, como fuente de sabiduría, ha sido abandonado por el mundo moderno en un proceso de secularización que ya ha puesto a la humanidad, ahíta de su propia suficiencia, en el plan de abierto ateismo. ¿Pero cuál es el problema? ¿Es el yugo irracional de sus dogmas sobre la mente de sus seguidores? ¿Es acaso la actitud reverente de los fieles que les hace aceptar un poder que “esclaviza”, que ata su libertad de pensamiento? ¿Es el atraso que representa su manera de pensar, frente al desarrollo del pensamiento moderno? ¿Es acaso que ha encontrado la forma de reemplazarla por la Ciencia, un mecanismo más idóneo para llegar al conocimiento de la Realidad? Muchas preguntas semejantes y respuestas diversas pueden darse, según el alcance de la visión de la Realidad de quien se lo proponga. A mediados del siglo XVI, le correspondió al famoso Rey Akbar llamado también el Gran Mongol, bisnieto de Tamerlán, ofrecerle a los jesuitas la gran oportunidad de llegar a China con el cristianismo. En su capital Futipur Sikri mandó construir un gran palacio que se llamaba el “Palacio de Piedra”, en medio del cual había una gigantesca sala de debates para que los voceros de todas las religiones vivas expusieran, en presencia del Monarca los principios cosmogónicos y litúrgicos de sus respectivos credos. Se dio cuenta que los jesuitas habían abierto una misión en Goa y habían logrado la conversión de una gran cantidad de parias. Entonces les invitó para que expusieran la doctrina del cristianismo en el Palacio de Piedra, en medio de los brahamanes 136 hindúes, de los “sufis” persas y de los “mullas” musulmanes. “La invitación fue aceptada en el entendimiento de que los jesuitas se tomarían el tiempo necesario para que llegara el grupo de teólogos versados en orientalismo que fueron solicitados al General de la Orden. Los jesuitas enviados por el Colegio Romano fueron: Rodolfo de Aquaviva, Jerónimo Javier, sobrino del gran santo (Francisco Javier), Emanuel Pinheiro y Benedicto Goes, todos los cuales se harían famosos en el Asia” (ILA p 65) Cuando se dio el debate, su cronista da nota del superior desempeño de los jesuitas. Pero hay algo de sumo interés: Fue posible encontrar la correspondencia de la doctrina cristiana a las doctrinas de las distintas religiones asiáticas allí representadas. Ello se dio con gran sorpresa de los presentes y con la aceptación incondicional de los misioneros, dado el aquilatado significado universal atribuido a su palabra, algo que bien pudiera haber sido una aspiración temeraria de ellos, mayormente en esa época. Luego siguió un proceso misional de inconmensurable éxito, que duró casi cien años, con el lamentable fin descrito atrás. Según Hans Küng, teólogo alemán contemporáneo, el gran aporte ético de dos de las tres religiones proféticas que existen a la cultura humana, el judaísmo y el Islam, son los diez mandamientos, una simple lista de diez mandatos que deben ser cumplidos por todo buen judío o musulmán para merecer su salvación. Abraham y Moisés están en la raíz y son reconocidos por los seguidores de ambos credos. La otra religión, la Católica Romana, que reconoce también su valor, tiene un mensaje que dar, un único mandamiento nuevo dado por Jesús a sus discípulos: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”….“Por eso os conocerán.”. Para muchos, contemporáneos nuestros el pretender cumplir aquellos diez preceptos es un verdadero tormento, es casi un acto de entrega inaceptable de la libertad a la que el ser humano tiene derecho. El hacerlo con amor es un acto de liberación. El intento de construir un mundo nuevo con amor, como lo hicieron Fray Antonio de Montesinos, Fray Bartolomé de las Casas, Pedro Claver, Ignacio de Loyola, Francisco Javier, José Celestino Mútis, y mucho más, es un acto que merece ser recordado e imitado por siempre. Es el 137 Amor que trasciende la Realidad Universal, la que le da a todo el Universo un sentido cierto en todo su movimiento. Es el Espíritu el que le da significado a su orden, profundidad y sentido a su dinámica, a lo que de otra manera solo sería un conjunto mecánico de interacciones más. En él se inspira todo acto de solidaridad auténtico. 6.7.0 INFLUENCIA DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO EN LA VIDA COTIDIANA ACTUAL La sola comparación de las formas de vida típicas de las sociedades modernas hace cincuenta años y las actuales aporta evidencias del cambio. Hace cincuenta años apenas se podía soñar sobre lo que hoy está siendo realidad. Sin querer ser exhaustivo, menciono algunas áreas donde la Ciencia ha permitido para la técnica y la ingeniería verdaderas maravillas, que influyen masivamente en la forma de vivir de toda la población, habiéndose, incluso, combinado sus influencias, ha evolucionado todo a su paso, aunque pocos sean conscientes de ello: La más decisiva la Electrónica, que ha revolucionado los sistemas de ordenadores y sus múltiples aplicaciones, entre ellas, las aplicaciones en la Salud, el control numérico para equipos de laboratorio y producción industrial; ha invadido casi todos los campos técnicos haciendo posible tareas que antes eran imposibles, permitiendo el procesamiento y almacenamiento de cantidades colosales de datos en pocos segundos; la Astrofísica, que ha permitido la navegación espacial controlada desde tierra, con suficiente precisión como para colocar en órbita satélites no tripulados destinados a mejorar los sistemas terrestres de comunicaciones; la Química, que ha permitido el desarrollo de familias enteras de nuevos materiales para ser usados en proyectiles, satélites, combustibles, implementos para condiciones ambientales extremas, y características diferentes a los convencionales haciendo posible todo aquello; La Electromecánica, que ha permitido el desarrollo de la robótica, 138 útil en la construcción de aparatos manipulables a control remoto, en la realización de operaciones industriales repetitivas, entre otras cosas. Lastimosamente, se trata de una revolución tecnológica cuyo desarrollo no se genera masivamente en países, “subdesarrollados” como el nuestro, donde el presupuesto para la educación es todavía pequeño, donde el cubrimiento de la formación universitaria es todavía insuficiente y donde la misma clase dirigente, igual que la población no han tomado todavía consciencia de lo que significan el conocimiento del Medio Ambiente, de la Civilización, de la Cultura en cuyo contexto vivimos para ser mas capaces de aprovechar correcta y completamente las oportunidades de vida que ellos nos ofrecen. La Ciencia trabaja más bien a largo plazo y en investigación básica, y hoy día, en que ha avanzado a terrenos mucho más extraños, intrincados e inaccesibles que aquellos donde se mueven en su labor cotidiana los técnicos y los ingenieros, va delante de la técnica y la ingeniería preparando el terreno para su avance. Como ejemplo, desde hace unos cincuenta años se trabaja en el control de la reacción termonuclear, o sea la fusión de hidrógeno (o más bien de sus isótopos deuterio y tritio) en helio, con el propósito de tener una fuente limpia de energía y poder reemplazar las actuales centrales nucleares que funcionan a base de plutonio, cuyos desechos radiactivos se están volviendo un problema, ya que su actividad sigue por varios miles de años. Una de las aplicaciones de la tecnología que allí se desarrolle, servirá, entre otras cosas, para descomponer el agua en sus dos componentes, hidrógeno, que es el combustible limpio, por excelencia y oxígeno que respiramos. El pensamiento científico, pues, tiene una influencia indirecta en la vida cotidiana, no por eso pasando a un segundo plano en importancia, ya que sirve de fundamento a la técnica y a la ingeniería. Para entender qué hace de la Ciencia el valor que tiene, cómo ha acelerado el conocimiento de la Realidad, consideremos algunos fenómenos naturales cuya observación 139 llevó al dominio de ciertas técnicas que tienen ahora valor trascendental para la vida humana, pero cuyo desarrollo significó siglos, milenios, probablemente de observación casual, de reflexión muy ocasional, de escasa curiosidad del ser humano, entonces acosado por otros problemas angustiosos. En contraste, desde 1950, la prensa registra el tremendo esfuerzo y rápidos logros de verdaderos equipos humanos de trabajo ocupados en desarrollar los medios y los procedimientos de eventos tan complejos como colocar en órbita el primer satélite artificial de la Tierra, al primer hombre y llevar al primer hombre vivo a la Luna y regresarlo, como se dio el 4 de julio de 1969. Entonces, no valía la previsión, ante sucesos inesperados frente al sinnúmero de accidentes, de explosiones en plataforma sin lograr siquiera el despegue de los vehículos espaciales, la inmensa dificultad para mantenerlos en la trayectoria adecuada y mil problemas más. Todo ello desde hace décadas superado y convertido ya en rutina diaria, obviamente con riesgos, como lo comprueban los accidentes de los trasbordadores Chalenger y Columbia, pero mínimos. Refirámonos al descubrimiento y uso del fuego, las aplicaciones de las corrientes de agua y de las corrientes de aire. Entre esos fenómenos naturales podemos considerar El fuego. El fuego tiene una importancia crucial para la humanidad. Es válido preguntarse si hubiera sido posible para ella sobrevivir sin fuego en las temporadas invernales en las latitudes europeas , en las noches frías de la primavera y del otoño, aún siendo posible colonizar las cavernas que colonizó durante la época de la última glaciación. Es válido preguntarse, sin considerar qué importancia tiene el fuego en la salvación de estirpes humanas que lograron ampliar sensiblemente sus dietas alimenticias en épocas de hambrunas y sed que, se sabe ya, exterminaron sin remedio pueblos enteros en Africa Asia y tal vez algunas estirpes europeas. Estamos hablando de 80.000 a 100.000 años atrás. 140 Probablemente la primera experiencia acerca del fuego que les depara su todavía primitivo cerebro se relaciona con las tremendas tormentas eléctricas que se dan en las grandes llanuras por donde deambulan. Nada más fácil para aquellos pueblos primitivos, familias errantes de no más de veinte a treinta individuos, nómadas, sin vivienda permanente fija, recolectores de frutos, de huevos, de alguna que otra carroña, cazadores, considerar que aquel fuego es una señal de los dioses, luego sacado del rescoldo de algún tronco humeante reconocido su poder mágico, como regalo suyo, que da calor, que cuece los alimentos, se vuelve el eje, en el hogar, de los ceremoniales de la vida religiosa y de la comunidad, como se ha constatado en los hallazgos arqueológicos de muchos pueblos del Neolítico. Sin el fuego hubieran sido imposibles la Edad del Bronce, la Edad del Hierro. Sin el fuego es inconcebible la industria moderna, la vida moderna. Hay en ese fenómeno natural que ya no nos sorprende, por sencillo, vulgar y familiar que parezca, algo de singular importancia para el científico actual, que lo conduce, en conjunto con muchos otros fenómenos naturales observados y con el conocimiento del Cosmos actual, a mirarlo como un testimonio mas de que el mundo en que vivimos, es esencialmente dinámico; no es aquel mundo estático eterno que conociera Newton: Cuando se enciende, el fuego sigue ardiendo espontáneamente con desprendimiento de calor. Ello tiene una gran significación en la comprensión que se tiene, en la actualidad, del universo en que vivimos. La energía solar que evapora las aguas. A tierra firme llega el aire húmedo del mar impulsado por el viento, que al elevarse a zonas atmosféricas mas frías suelta la humedad que se convierte en nubes. En las mañanas de invierno se levanta la niebla de los campos, cuando sale el Sol. Nos es familiar la lluvia que se desprende de esas nubes, que acrecienta los caudales de quebradas y ríos para precipitarse nuevamente al mar. Es un ciclo de movimiento que se sucede incesantemente 141 que tampoco nos sorprende. A nadie se le ocurre que esas aguas corrieran hacia arriba y hace centurias en Europa y sucede todavía hoy en Asia, África y en América, entre nosotros, que la fuerza de esas corrientes se usa para mover ruedas Felton, molinos de granos, trilladoras de café, para subir agua a mayores alturas mediante “arietes”.y multitud de implementos mas que alivian al hombre en su trabajo cotidiano. En la modernidad se mueven gigantescos dínamos o generadores de energía eléctrica para mover infinidad de máquinas industriales, ferrocarriles, implementos domésticos, entre otros, en un proceso constante. La flotabilidad de los cuerpos sólidos en los líquidos. Aunque es una pequeña digresión, veamos un importante principio que permite, desde tiempos inmemoriales, aún un poco inconscientemente, la utilización de embarcaciones para moverse sobre el agua. Se trata del principio de Arquímedes. Arquímedes (287-212 a. de C.)? geómetra y físico descubre un principio físico simple pero de primordial importancia en la hidrodinámica actual, y practicado igual que el fuego, muy intuitivamente en el mundo entero en diversas formas de navegación: “Todo cuerpo sumergido en un fluido (en agua) experimenta una pérdida de peso equivalente al peso del fluido (del agua) desalojado”. Hierón rey de Siracusa la ciudad natal de Arquímedes, sospecha que a una corona que ha mandado hacer a un joyero le han puesto una mezcla de plata. Llama al sabio para que le ayude a resolver el enigma, pero, en principio, no logra concebir una solución. En cierta ocasión cuando se baña, sin embargo, observa que en el agua levanta más fácilmente sus piernas que cuando está fuera de ella. De un salto sale del agua lleno de tal entusiasmo que olvida vestirse y sale corriendo gritando ¡Eureka! ¡Lo logré! ¡Lo logré! De su experiencia había sacado su famoso procedimiento para calcular el peso específico de los cuerpos referido al agua. Como se ve, no siempre el descubrimiento de la Ciencia se anticipa a las aplicaciones de las técnicas, pues no ha sido necesario conocer el principio de Arquímedes para que sea posible la navegación. La energía de los vientos. 142 Uno de los grandes problemas de la navegación del siglo XV se refiere al misterio que rodea a las fuentes de la fuerza de locomoción: El viento. Todavía en una época en que se duda y se especula mucho sobre la redondez de la Tierra, las observaciones de los navegantes se orientan al estudio de las corrientes de aire predominantes en el océano. Se trazan mapas, se calculan latitudes y longitudes para escoger las rutas y solo se aventuran a las grandes travesías cuando tienen indicios de no llegar a zonas de calma donde es imposible moverse. Con no pequeñas dosis de temeridad, las rutas se abren con gran riesgo de morir de inanición, pero se registra información que se puede capitalizar para posteriores viajes. Son los casos de Cristóbal Colón en su primer viaje, en que toca suelo americano, los viajes de Enrique el Navegante hacia Oriente cruzando el continente africano al sur del cabo de la Buena Esperanza y de Fernando de Magallanes y de Sebastián el Cano que cruzaron por el sur del continente americano hacia Japón. Otro auxiliar para la navegación oceánica es entonces el conocimiento que se tiene de cosmografía, que, por medio del sextante, ya se puede aprovechar para registrar la posición de los navíos en el océano, con referencia a las estrellas más notables de la esfera celeste que ya se conocen desde antiguo. Ello permite registrar, con bastante precisión la ubicación geográfica de las corrientes de aire y de las rutas oceánicas halladas. El tema de las corrientes de aire y su explicación, es uno de los temas de estudio de la meteorología moderna. El vuelo de vehículos más pesados que el aire Otra aplicación no tan extendida, del conocimiento y explicación de las corrientes de aire, es el vuelo en vehículos más livianos que el aire. La observación de las corrientes de aire ascendente, menos densas, mueve a la construcción de los globos aerostáticos. A principios del siglo XX se desarrollo, con accidentes, numerosos y lamentables, la navegación en zeppelines, inflados con el inflamable hidrógeno, llegándose, incluso, a cruzar el Océano Atlántico. Se considera, en la actualidad, una técnica descartada. En la época moderna este sistema de vuelo es utilizado para 143 enviar en globos inflados con helio, gas inerte, instrumentos de investigación meteorológica. En las Ciencias Naturales el camino recorrido es vasto y fructífero en su corta existencia. En una de sus aplicaciones, el campesino moderno y como consecuencia la humanidad entera, se benefician de la producción de alimentos y de diversos tipos de materia prima industrial proveniente de las industrias agrícolas pecuarias y mineras, en calidad y cantidad nunca antes vistas. En pocos campos se han vulgarizado tanto, como aquí, los métodos experimentales, la investigación pura. Mediante procedimientos científicos, probados se desarrollan semillas mejoradas, se seleccionan estirpes de plantas y animales más eficientes, se hacen cruces de variedades para lograr efectos como el vigor híbrido, se han logrado incorporar, mediante técnicas de última generación, la transgénesis, entre ellas, la incorporación de cualidades especiales de distinto tipo, como la resistencia a ciertas enfermedades. Se estudian la flora y la fauna del suelo, los microorganismos, de los que se ha encontrado una relación simbiótica muy fructífera en la agricultura. El manejo del suelo, de las plantas, de los animales, se empieza a llevar a cabo integralmente, como una asociación de organismos vivos, cuya vida se da en relación a una mutua referencia. Aunque no ha sido un objetivo propuesto por la Ciencia, al menos como sí se dio con la fundación de las “expediciones botánicas” en toda la América Española a finales del siglo XVIII, una de las cuales vio su luz en Santafé de Bogotá bajo las órdenes de José Celestino Mútis, y con el viaje a América del barón Alexander von Humboldt por la misma época, es la experiencia del trabajo en equipo tal como se realiza actualmente en la investigación de amplios y complejos temas. El avance, paso a paso, de las complejas empresas científicas de hoy, nos da una lección sobre la forma como debe ser abordado, en adelante, el estudio de temas cotidianos, que nunca antes se habían enfrentado conjuntamente, lo que todavía se da en países como el nuestro, -Colombia-, de manera fragmentaria y aislada llegando a caer en el olvido y, finalmente, en el fracaso. Podemos dar algunos ejemplos: El 144 estudio de los efectos sobre el clima global del Planeta, de las excretas industriales y del transporte en todo el mundo; la empresa de colocar un hombre en la Luna iniciada por el presidente de EE. UU. de América en l963 y culminada el 4 de julio de 1969; El estudio ambiental del planeta Marte, la determinación de los factores clave, a tener en cuenta, para la colocación de hombres en Marte; el establecimiento de la tecnología necesaria y la implementación y desarrollo de un proyecto viable, dentro de márgenes de seguridad razonables, para realizarlo. Los grandes retos políticos de hoy sólo pueden enfrentarse eficazmente con decisión, y un equipo humano de trabajo a toda prueba. La falta de colaboración oportuna de un equipo humano, bien calificado, tiene fatales consecuencias. Durante la II Guerra Mundial, Albert Speer, ministro de la industria de armamentos de Hitler, se vio precisado, con ocasión del inicio de los masivos bombardeos aliados a las grandes concentraciones industriales de Alemania, a dispersar la industria de rodamientos, clave en la industria de armamentos, para evitar daños decisivos. Los aliados habían considerado que los poderes dictatoriales de Hitler le habían permitido hacía tiempo, esa acción. Sin embargo no fue así. La gran resistencia de las autoridades provinciales, interesadas en evitar los efectos inmediatos de la guerra en sus regiones, fue insuperable. Los bombardeos se sucedieron en 1942, 1943 y 1944 con consecuencias devastadoras: En sólo seis meses a partir de febrero de 1944, la producción alemana de rodamientos bajó al 29% de lo que era originalmente (Memorias. Albert Speer p 408). En la industria aeronáutica actual europea se ve cómo la complejidad de las partes que integran a una aeronave moderna incluido el instrumental que le exige la seguridad en la aeronavegación y las conexiones en tierra, exige una precisa labor de equipo. El vuelo mismo es ya una compleja y sistematizada acción de conjunto. Todo ello no se lleva a cabo mediante el manejo que hacen del asunto grandes estructuras de mando jerarquizado semimilitar, o grandes estructuras burocráticas. Se 145 maneja por medio de la coordinación de tareas por empresas líderes, la ejecución de programas de producción de partes e implementos de empresas asociadas al programa principal mediante negociaciones contractuales, destinadas a definir compromisos, funciones, responsabilidades, en la persecución de una meta común. Así se avanza en el trabajo que en unos dos o tres años, a partir de este año, de 2004, culminará en la entrega de los primeros Airbus 380 de 800 pasajeros, cuya operación estará también garantizada por los pedidos de compañías aéreas que han servido de soporte a las primeras órdenes de producción. En la vida cotidiana, incluso en áreas relacionadas con la economía campesina mas artesanal y de tradiciones mas arraigadas, en naciones en “proceso de desarrollo” como Colombia, se dan ya producciones en escala comercial en productos como la palma de aceite, la caña de azúcar, el banano, el café, el cacao, el algodón, el ganado bovino, la avicultura, tradicionalmente producidos en grande escala comercial, pero en forma independiente y con alto nivel de riesgos. Instituciones como la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, no pocas veces intervenida, interferida y disfrutada por los cuadros administrativos del Estado como botín burocrático, puede ser un modelo de las instituciones que han liderado, no obstante, con éxito, actividades productivas privadas. La gran empresa industrial, en el área textil, en la producción de alimentos para animales, comercializadoras de grasas, empresas dedicadas al sacrificio y exportación de ganado bovino, empresas productoras de embutidos cárnicos, grandes empresas dedicadas al trillado y a la comercialización de granos, como arroz, grandes empresas cerveceras, grandes comercializadoras al detal de alimentos, ropa y diversos tipos de mercancía, han logrado incursionar, con éxito, en el liderato, el fomento y el desarrollo de cultivos y producción de diversas especies, como el ajonjolí, la cebada, la yuca, la soya, el algodón, el cerdo, las frutas, las verduras, las confecciones, los productos alimenticios empacados, y muchos otros productos, dándole el respaldo de su solidez financiera, de una demanda segura para productos con especificaciones normalizadas, de un mercado seguro y a precios negociados o fijos. Otros que no 146 logran aquella ventaja florecen con dificultad y dentro de unos riesgos de fracaso muy altos. Esa experiencia muestra el valor de la integración vertical, como sistema estructural productivo que articula el proceso productivo de empresas que, de otra manera tendrían una suerte muy aleatoria, al lograr cierta ordenación de todo el proceso con referencia a los requerimientos del consumidor. En Colombia no se ha hecho nunca una evaluación comparativa de los resultados económicos obtenidos por medio de las articulaciones verticales que hemos logrado. Varias de ellas son verdaderas organizaciones burocráticas, apenas uno de los esquemas organizacionales existentes, que cargan con altos costos administrativos, otras son empresas comerciales que trabajan estrictamente bajo la perspectiva de su propio y exclusivo interés comercial, cuando no es el Estado, entidad burocrática por excelencia, que se mueve básicamente por el interés político de las corrientes partidistas que se turnan en el poder, por la voluntad de protagonismo, de imagen exitosa, frente al electorado, de los funcionarios públicos, no siempre sintonizados con el requerimiento de quienes están involucrados en la tarea productiva, que se mantienen precariamente en la “cuerda floja”, con grandes riesgos de caer al abismo. Frente al tema que nos ocupa, vale la pena mirar la experiencia del Estado socialista de la URSS fundado en las expectativas de la organización burocrática, y de sus estados asociados, particularmente del lado europeo, lo mismo que sus consecuencias humanas: Formaron una estructura productiva burocratizada, jerárquica, centralizada, que colapsa en 1990 a los setenta años de la revolución que le dio origen, por su propio peso y el peso de la corrupción, incapaz de soportar el compromiso de su propia defensa contra EE. UU. de América, en la Guerra Fría. El contraste entre la pujanza empresarial de las poblaciones de Alemania Occidental y Alemania Oriental, nos da lecciones acerca del efecto de aquella naturaleza, en un pueblo, que, cuarenta y cinco años atrás no se diferenciaba del primero. La experiencia europea resalta por sus resultados. No sólo se da en las grandes industrias como la aeronáutica sino en industrias alimenticias como el cultivo de la fresa. Los cultivadores de fresas 147 de toda Europa están integrados. Diariamente reciben indicación de cómo recogen la cosecha, según la demanda. Si es muy alta respecto de la producción ordenan coger aún las fresas un poco verdes. Si está un poco sobreabastecido el mercado recogen sólo las maduras. Todos los cosecheros empacan su producto de manera idéntica para todo el mercado, exactamente como quiere tomar su producto el consumidor de la estantería del supermercado. Todo el fruto recolectado durante el día se entrega antes de las 5 p. m. y a las 7 a. m., los transportadores están entregando la fruta en todas las tiendas del continente. A una situación de franca desindustrialización ha pasado Colombia con su apertura económica de 1994, en que la estructura productiva en gran escala ha quedado reducida a 5.700 empresas de más de 200 trabajadores y capitales efectivos de más de $ 5, 400.000.000 de capital. Ello representa, en número el 0.5% del millón de empresas productivas existentes. La pequeña y mediana empresas, representan la base productiva de la economía colombiana, que responde por el 57% del empleo y contribuye con el 30% del PIB. Ese hecho podría significar que la consciencia de la gente que ha tenido qué emprender su propio negocio para enfrentar el reto de su vida, está siendo forjada, no como empleada de empresas burocratizadas sino, como empresaria independiente, sometida con pleno conocimiento y con coraje a sus propios riesgos. Esto representa un punto de partida ideal para planes futuros de desarrollo del país. Así se puede forjar en Colombia una nueva forma de especialización del trabajo, que podría conducir a la reconstrucción de su estructura industrial, conforme a las normas organizacionales más modernas existentes, contando con las posibilidades de aporte de esa gran cantidad de pequeñas empresas productivas con que cuenta el país. El efecto general en las condiciones de vida de la población de todas las naciones del Planeta, como consecuencia del progreso material que se ha conseguido sobre las bases del conocimiento de la realidad aportado por la Ciencia es muy positivo, auque no ha trascendido a todas las naciones con la misma contundencia ni 148 en cada una de ellas, por parejo a toda la población. En Colombia podemos, a grandes rasgos, señalar los efectos en algunas áreas de la vida más representativas: El área de la salud, que mejora constantemente con los sistemas de salud obligatoria y que amplía su cubrimiento cada año, con los programas de vacunación de la niñez y erradicación de endemias; el manejo de los problemas de salud propios de la tercera edad. El área de la nutrición, que mejora con la educación de la población, la cual aprende a balancear sus alimentos; el manejo de las dietas de alimentación de personas de edad con problemas de salud, que manejan los puntos de salud obligatoria. Sus consecuencias han sido: La reducción de los índices de mortalidad infantil, la reducción de los índices de mortalidad en la tercera edad, mejorando las expectativas de vida. Ello ha tenido sin duda efectos en la composición, por edades de la pirámide de población. Veamos algunas estadísticas: 149 POBLACIÓN POR SEXO SEGÚN GRUPOS DE EDAD TOTAL NACIONAL Censo 1938 Edad (años) Total (miles) Hombres (miles) Mujeres (miles) 0a1 291.15 146.32 144.82 1a4 1,046.81 525.46 521.35 5 a 14 2,314.98 1,176.82 1,138.16 15 a 24 1,714.18 827.46 886.71 25 a 44 2,157.83 1,064.53 368.45 45 a 59 737.51 369.06 198.46 60 a 79 375.78 177.32 198.46 80 o más 58.82 23.19 35.63 8,701.82 4,612.76 4,389.05 Pirámide de Población Rango de Edades Total nacional 60 a 79 25 a 44 5 a 14 Población total 0a1 - 2,0 4,0 00.0 00.0 0 población 0 Cantidad de 150 Censo de 1964 Edad (años) Total (miles) Hombres (miles) oa1 3,085.75 1,562.26 5a9 2,800.74 1,418.52 10 a 14 2,269.04 1,148.49 15 a 19 1,766.04 836.26 20 a 24 1,417.38 671.27 25 a 29 1,165.82 549.67 30 a 34 1,030.30 500.22 35 a 39 924.42 443.16 40 a 44 718.68 359.94 45 a 49 592.22 291.25 50 a 54 518.30 262.25 55 a 59 331.60 167.13 60 a 64 339.97 163.82 65 a 69 189.55 92.21 70 a 74 148.99 68.30 75 a79 83.70 39.38 80 a 84 57.13 23.65 85 y más 44.89 16.85 17,484,510.00 8,614,652.00 8,869,858.00 Pirámide de Población 80 ... 70 ... Rango de Edades Total nacional Mujeres (miles) 1,523.49 1,382.22 1,120.22 929.76 746.10 616.15 530.08 481.25 358.74 300.97 256.05 164.48 176.15 97.34 80.69 44.32 33.49 28.04 60 ... 50 ... Población total 40 ... 30 ... 20 ... 10 ... oa1 - 2, 4, 00 00 0.0 0.0 Cantidad de 0 0 población 151 Censo de 1993 Edades (años) Total (miles) Hombrtes (miles) Mujeres (miles) oa4 3,754.87 1,914.39 1,840.48 4a9 3,816.67 1,943.38 1,873.30 10 a 14 3,840.63 1,947.26 1,893.38 15 a 19 3,301.44 1,614.19 168.25 20 a 24 3,156.53 1,508.25 1,648.28 25 a 29 2,077.53 1,420.30 1,557.24 30 a 34 2,693.27 1,303.84 1,389.43 35 a 39 2,219.75 1,060.00 1,159.40 40 a 44 1,735.93 864.69 871.24 45 a 49 1,323.82 650.12 673.70 50 a 54 1,139.50 559.52 579.98 55 a 59 855.27 413.84 441.00 60 a 64 798.00 388.86 409.37 65 a 69 539.72 260.41 279.31 70 a 74 417.49 201.40 216.08 75 a 79 260.42 123.91 136.00 80 a 84 161.96 73.11 88.00 85 y más 116.82 48.74 68.08 33,109,840.00 16,296,539.00 16,813,301.00 Pirámide de Población 80 a 84 70 a 74 60 a 64 Rango de Edades Total 50 a 54 Población total 40 a 44 30 a 34 20 a 24 10 a 14 oa4 - 5,000 .00 Cantidad de población 152 INDICADORES DE LA DINÁMICA DEMOGRÁFICA Tasas implícitas en las proyecciones Crecimiento Crecimiento Mortalidad Natalidad / mil natural/mil Período total/mil /mil habitantes habitantes habitantes habitantes 1950 1955 28.96 31.17 47.44 16.27 1955 1960 29.76 32.29 45.42 13.12 1960 1965 30.06 32.79 44.17 11.38 1965 1970 28.22 30.96 40.95 9.99 1970 1975 23.56 25.98 34.72 8.75 1975 1980 22.81 24.89 32.60 7.71 1980 1985 21.40 23.20 29.86 6.66 1985 1990 19.89 21.36 27.80 6.43 1990 1995 19.45 20.54 26.97 6.43 1995 2000 18.71 18.70 24.49 5.79 2000 2005 16.84 16.83 22.31 5.48 2005 2010 15.16 15.16 20.57 5.41 2010 2015 13.69 13.68 19.25 5.57 2015 2020 12.35 12.24 18.14 5.79 2020 2025 10.97 10.96 17.09 6.12 2025 2030 9.60 9.60 16.07 6.48 2030 2035 8.10 8.10 15.19 7.09 2035 2040 7.06 7.06 14.74 7.68 2040 2045 6.07 6.07 14.33 8.27 2045 2050 5.19 5.19 13.96 8.76 Fuente: DANE. Colombia. Proyecciones quinquenales de población por sexo y edad, 1950 - 2050. Serie Estudios Censales No. 1, julio de 1998 153 INDICADORES DE LA DINÁMICA DEMOGRÁFICA Tasas implícitas en las proyecciones Crecimiento Crecimiento Mortalidad Natalidad / mil natural/mil Período total/mil /mil habitantes habitantes habitantes habitantes 1950 1955 28.96 31.17 47.44 16.27 1955 1960 29.76 32.29 45.42 13.12 1960 1965 30.06 32.79 44.17 11.38 1965 1970 28.22 30.96 40.95 9.99 1970 1975 23.56 25.98 34.72 8.75 1975 1980 22.81 24.89 32.60 7.71 1980 1985 21.40 23.20 29.86 6.66 1985 1990 19.89 21.36 27.80 6.43 1990 1995 19.45 20.54 26.97 6.43 1995 2000 18.71 18.70 24.49 5.79 2000 2005 16.84 16.83 22.31 5.48 2005 2010 15.16 15.16 20.57 5.41 2010 2015 13.69 13.68 19.25 5.57 2015 2020 12.35 12.24 18.14 5.79 2020 2025 10.97 10.96 17.09 6.12 2025 2030 9.60 9.60 16.07 6.48 2030 2035 8.10 8.10 15.19 7.09 2035 2040 7.06 7.06 14.74 7.68 2040 2045 6.07 6.07 14.33 8.27 2045 2050 5.19 5.19 13.96 8.76 Fuente: DANE. Colombia. Proyecciones quinquenales de población por sexo y edad, 1950 - 2050. Serie Estudios Censales No. 1, julio de 1998 154 Los gráficos anteriores no son propiamente pirámide de población como las que se usan tradicionalmente para expresar ese fenómeno de población. Sobre la base de la población de hombres y de mujeres, separadamente, podría construirse la pirámide. Hemos optado por hacer una gráfica sobre el total de la población de ambos géneros sumada que muestra los mismos perfiles de población por edades que queremos considerar este momento. La gráfica muestra perfectamente el perfil que se ve en la pirámide de población correspondiente. Mirando las tasas de mortalidad infantil para el período de 1950 a 1955, proyectando hacia atrás tales tasas de mortalidad, que parecen mucho más altas que las más recientes, puede explicar la baja población infantil en el censo de 1938, cuando todavía era el país agrícola, y puede señalarlo, además, como un motivo que impedía un crecimiento rápido de la población. El censo de l964 muestra una pirámide de población de gran población infantil. Allí se ve el efecto en las mermas de la mortalidad infantil. El censo de l993 muestra los efectos del aumento de la esperanza de vida, de una merma substancial en el índice de natalidad y una reducción substancial también de los índices de mortalidad infantil. La pirámide de población de 1993, con su reducción de población infantil y aumento de la gente de mayor edad, es típica de las naciones urbanizadas. Decíamos atrás que la Ciencia, normalmente, no tiene propósitos tan inmediatos como la técnica y la ingeniería, aunque una disciplina suya, la ciencia experimental no solo tiene significado como un medio idóneo para formarse una idea mas clara de la realidad física, sino como camino para que cada cual, discipline el ejercicio de su vida, en una sin igual misión pedagógica que le es 155 inherente ya que aporta referencias concretas de ella, invaluables cuando se trata del crecimiento de la consciencia humana, así sea sobre la base de la experiencia cotidiana. El trabajo de muchos hombres a lo largo de los siglos y aún de los milenios, unos conocidos recordados y venerados, otros, los mas, anónimos y olvidados, no solo sabios, eruditos, sino apenas curiosos y prácticos, ha logrado cosechar para bien de la humanidad un gran conjunto de conocimientos confirmados que representan un patrimonio humano indiscutible y que sirven de plataforma de lanzamiento del espíritu humano en su avance decidido hacia nuevas metas en todas sus disciplinas, incluidas la Filosofía, la Metafísica y la Teología, que pueden cambiar, aún mas, la visión que tenga la humanidad de la Realidad. Que pueden aportar fundamentos a una nueva ética que le replantee al Hombre la urgencia de cambios fundamentales en su actitud hacia ella. En este momento se ha llegado al conocimiento del genoma humano. Algo así como la molécula compleja que representa la fórmula para la constitución del organismo humano. También se conocen ya algunos genomas de plantas y animales. Con ello se abren horizontes novísimos y amplísimos que implican enorme responsabilidad para quienes frecuentan esos temas. Casi podría decirse que hemos encontrado la “llave” de la manipulación genética intencionada de la Vida, vedada hasta ahora por eones de años a cualquier propósito de ser inteligente alguno en la Naturaleza conocida, para bien o para mal de ella misma. Por ello vale la pena preguntarse: ¿Se halla o no el ser humano adecuadamente preparado, en la actualidad, para afrontar esa magna responsabilidad? Tal vez nunca fue tan evidente, como hoy, y tan relevante para el Hombre, poseer una visión global de su vida más en conformidad más en armonía con su medio ambiente natural. Y está aquí otra de las grandes contribuciones de la Ciencia a la toma de consciencia acerca de una realidad que, tarde o temprano, le hará cambiar de manera contundente, determinante, imperativa, amenazante, inexorable, a todos los humanos su actitud. La técnica de la clonación, ya aplicable a los humanos, plantea un problema ético que todavía muy pocas personas están en capacidad de afrontar. ¿Vamos a utilizarlo 156 como un recurso nuevo para la humanidad? ¿Vamos a sumirla en un nuevo género de problemas, para agregarlo a los graves problemas del aborto, de la procreación de hijos indeseados, de niños que nacen fuera de una familia amorosa que los acoja y quedan sometidos al abandono? El generar desequilibrios ambientales de la magnitud en que se presentan hoy, significa un riesgo común, insoluble aún, individualmente, hasta para aquellos que han pensado, cotidianamente, que consiguiendo grandes fortunas pueden comprar su seguridad a cualquier precio y en muchos casos lo han logrado. Hemos llegado por este camino, abierto por la ética calvinista, al convencimiento que llegaron, por el camino de las armas, quienes buscaron, hasta el fin, el poder disponer de medios disuasivos o amenazadores insuperables contra sus enemigos, como el uso de medios de destrucción masiva, representados por los sistemas ofensivos y defensivos que incluyen el uso las bombas nuclear y termonuclear: Hemos llegado a un nuevo umbral, mas allá del cual, las ventajas económicas de unos pocos serán inútiles frente a las posibilidades de una catástrofe de grandes proporciones capaz de arrastrar a la humanidad entera a la extinción. Con los casos vistos, un poco someramente arriba, es posible tener una ilustración, acerca del alcance de la influencia de la Ciencia en el mundo actual a nivel cotidiano. Su principal valor, es el opuesto pero el complemento, quizás, del punto de partida de toda nueva consideración mítica o religiosa. Su valor está en la rectitud y objetividad de su intención, en el rigor y orden de su procedimiento investigativo, en la disciplina que le exige a quien se dedica a ella. Es claro que su misión no es otra que llegar, por fuera de toda duda al conocimiento de una parte de la Realidad, a la realidad física. 157 CAPÍTULO 7 LA TECNOLOGÍA. 7.1.0 LA TÉCNICA Históricamente, la técnica, podría decirse, es la consecuencia de la aplicación del conocimiento a la solución de un problema práctico por el Hombre: Es el procedimiento práctico implementado que, se supone, conduce a esa solución. La eficacia de la técnica está determinada por el nivel de conocimiento puesto en juego en su implementación. Por ejemplo, si un cazador inexperto de las cavernas que apenas conoce la fuerza y la agilidad de su presa resuelve cazar solo a un oso, armado con una hacha de piedra, tiene grandes probabilidades de fracasar. Si, luego de consultar su iniciativa con compañeros mas experimentados, planea su cacería con lanzas de piedra y en compañía de ocho amigos mas, tiene muchas mas probabilidades de éxito. En la Edad Moderna, sin embargo, donde la sociedad humana ha evolucionado mucho y donde la Ciencia ha aportado el fundamento de conocimiento sobre el cual se idea la técnica, podríamos decir que ésta es el procedimiento de trabajo práctico establecido, con el fin de resolver un problema humano sobre la base de la interpretación científica de la realidad observada. Cuando se habla de tecnología, estamos hablando de técnicas cuya lógica las hace eficaces para alcanzar los fines propuestos. En términos generales, la realidad de esa eficacia tiene que ver con una experiencia suficiente que confirme esa pretensión de la técnica. Por lo que hemos visto ya, en un universo que evoluciona y que, a nivel de nuestro propio mundo, lo hace de manera tan peculiar, la técnica puede ser tan eficaz, como pueda ser fiel el conocimiento del objeto observado en que se sustenta y como 158 pueda ser la eficiencia de la solución que el técnico proponga. Por ejemplo, la técnica de la navegación a vela es tan eficaz, como sea el conocimiento de las corrientes de aire que sirve de base para el diseño de la ruta que recorrerá el navegante y según las condiciones náuticas de la nave y de las velas que la impulsan. El proyecto de los navegantes del siglo XV no solo tiene que ver con la escogencia de la ruta a seguir, escoger el tipo de navío mas conveniente, calcular el tiempo que dure la expedición, determinar el número de navíos de la misma, calcular las provisiones de agua y comida, anticiparse, en sus soluciones, a las dificultades que se puedan presentar, prepararse sicológicamente a enfrentar con entereza no sólo los riesgos de su empresa, sino enfrentarse a las dudas de sus patrocinadores, de sus financistas, a los miedos de su tripulación cuya imaginación se nutría en esa época con historias fantásticas de monstruos que pueblan el océano, de mares tempestuosos allende las “columnas de Hércules”, donde quien se aventure no regresa jamás y cuyos límites son, nada mas y nada menos, que los abismos que conducen a los mismos infiernos. El reto de los técnicos modernos no es diferente de aquel. Sólo que el pensamiento científico aporta un conocimiento muy avanzado comparativamente con aquellos proyectos de los navegantes, del medio en que se ponen en práctica. Para su firme auxilio dispone de implementación y manejo de la misma a toda prueba, y la ciencia experimental le aporta sus medios de observación y experimentación muy seguros. Obviamente, debe contar con las intrigas con intereses que no quieren que el técnico cumpla su cometido, que buscan sacarlo de su ruta, desviar los recursos de que dispone, cambiar sus propósitos, desacreditar sus procedimientos, proyectar en él la imagen que le interesa de la Realidad, que buscan capitalizar para sí el crédito de su trabajo, coger para sí una parte importante de la remuneración a que tiene derecho y mil cosas mas. A Cristóbal Colón también le fueron desconocidos y esquilmados por los Reyes Católicos los privilegios prometidos, por los hallazgos para la Corona de Castilla y Aragón, a que dieran lugar sus viajes. De haberlos 159 cumplido, no hubiera habido en el mundo una fortuna mayor que la de él. Y murió pobre, igual que Hernán Cortés, el conquistador de México. Hay una razón de fondo que hace eficaz a la técnica: El “modo de ser” de la Naturaleza, Su manera de evolucionar. Sin la posibilidad de disponer, a su favor, de algún proceso espontáneo de la Naturaleza, o en su defecto, la disponibilidad de alguna forma de energía aprovechable, es inútil para el técnico pensar en soluciones para los problemas que enfrenta. Tiene que buscarlas en otro lugar. Dentro del trabajo del científico, incluso, una de sus labores más fructífera a corto plazo, es la de buscar esos procesos espontáneos de la Naturaleza donde quiera que pueda hallarlos y, en el otro caso, buscar las fuentes de energía que pongan a su alcance su aprovechamiento técnico. Cuando se ha implementado el envío de sondas espaciales al sistema solar, tal como se ha llevado a cabo durante la segunda mitad del siglo XX, los científicos han pensado en escoger las fechas favorables al lanzamiento, según la alineación de los planetas y sus lunas a lo largo de la trayectoria fijada, para aprovechar sus fuerzas de gravedad en el impulso de los artefactos. ¿Qué significa esa actitud, esa disposición en la estrategia de acción del científico, desde el punto de vista ético? Algo que parece insólito a los ojos del mundo arrogante y autosuficiente de nuestro tiempo: Es obediente, meticulosamente obediente al orden de la Naturaleza, a aquel orden que le garantiza la coronación exitosa de sus proyectos. En la década de los sesenta, siendo estudiante de química en la Escuela de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, seccional de Medellín, preguntaba e indagaba en cierto momento por las razones que había para que las reacciones químicas, en su mayoría, se dieran espontáneamente en un sentido pero casi nunca en el inverso, a no ser inyectando de alguna manera energía. Evidentemente unas de ellas eran exotérmicas y otras endotérmicas, pero ¿Por qué? Nadie supo nunca darme la explicación. Entonces, nadie en mi universidad conocía la razón. De suerte que la descripción de aquellas reacciones y sus fórmulas tuve que asimilarlas, de 160 memoria, como habían sido indicadas por el profesor, en aquella época. Hoy sin embargo esta parece ser la explicación: Todo el proceso de desarrollo de la energía potencial contenida en el “huevo cósmico”, a partir de la Gran Explosión, ha generado un universo en expansión. La fuerza del proceso expansivo determina la velocidad con que fluye la energía de unos estados a otros, siendo modificada en su magnitud y en su forma por la naturaleza de las interacciones de la materia, de los cuerpos, de los astros según ella se da. Pero con una condición de importancia crucial: Neto, todos los procesos que se van produciendo dejan en todos los ambientes en que se suceden, remanentes de energía disponibles para nuevos procesos o ciclos subsiguientes. Esa energía, quizás, sea el factor que inclina la balanza de las probabilidades, a favor de que en algunos sitios del Universo, como la Tierra, una verdadera singularidad en medio del Universo, se den los procesos de organización de la “materia”, tal como los conocemos y haya sido posible, no tan azarosamente, el fenómeno de la Vida y aquellas reacciones exotérmicas no tengan otro sentido que el de ser formas de transferencia local de aquellos remanentes de energía que la Naturaleza invierte en nuevos procesos o ciclos subsiguientes. Sin que sepamos qué es la energía, los humanos hemos aprendido a usarla. Para aplicar un método usado por los antiguos para “describir” sus misterios y poderlos manejar, usemos un término típico del lenguaje mítico universal: La energía es el “aliento” con que Dios mueve su Universo. Nada se mueve sin él, nadie conoce su origen ni cómo actúa, pero es parte de nuestra realidad. Acerca de ella se conocen dos leyes físicas, que hasta ahora nadie ha desvirtuado, y que se llaman las leyes de la Termodinámica. En términos muy simples son las siguientes: 1ª. Ley: La energía no se crea ni se destruye. Sólo se transforma. 2ª Ley: La ley de la Entropía. Ningún proceso termodinámico para obtener energía es totalmente eficiente (en un 100%). Parte de ella queda invertida espontáneamente en formas no 161 recuperables de energía. (Profundizar un poco en la teoría del caos) En un motor de combustión interna, la energía cinética que se obtiene proviene de la energía del combustible que se transforma (1ª Ley de la Termodinámica). Pero no toda se transforma en energía cinética. Parte se transforma en desgaste, parte en calor, etc. (2ª Ley de la Termodinámica). La Naturaleza, podría decirse, posee su propia “técnica”, para nosotros todavía insondable. El despertar de nuestra consciencia reflexiva nos hace conscientes de tiempos pasados inmemoriales, en que nuestra estirpe dependió para todo de fuerzas “ciegas”, que nos han proporcionado todo lo que nos ha hecho ser como somos ahora. Los científicos modernos hablan del azar. Pero de un azar que se entiende así a la escala humana del Tiempo. Un azar, que en tiempo humano plantea algo casi absolutamente improbable y fuera de todo interés para cualquier matemático humano, pero que a la escala del tiempo cósmico se transforma en certeza. La especie humana, desde que apareció, no ha vivido la experiencia de completar siquiera una revolución alrededor del centro de su propia galaxia, que dura 200 millones de años y asiste a la realidad de un mundo con vida pujante que, a la luz de nuestra escala temporal es casi un imposible. El proceso de la energía, es fundamentalmente creador y en las condiciones propias de nuestro hogar planetario ha producido resultados que sorprenderían a cualquier observador inteligente situado fuera de nuestro mundo. Algo que debería sorprendernos, cada día, también a nosotros mismos, si nuestra soberbia característica no hubiera atrofiado ese atributo propio de la gente sencilla: ¡Tener la capacidad de sorprenderse por algo! Carsten Bresch , en su obra “La Vida un estadio intermedio”, hace capítulo por capítulo la descripción de cómo se da el proceso evolutivo universal y de nuestro planeta. Para ello se basa en presupuestos científicos de nuestro tiempo, conforme se van dando las condiciones ambientales adecuadas, para que los “azarosos” encuentros de unos elementos estructurales con otros 162 dentro de un nivel de probabilidades despreciable, sean los precisos para que se den las primeras asociaciones permanentes, como el agua (H20) el ácido sulfhídrico (H2S), anhídrido carbónico (C02), óxido nítrico (N203), amoníaco (NH3), etc. En nuestra galaxia, el núcleo y sus brazos son los “laboratorios” donde nacen las estrellas con sus sistemas solares. El centro de la misma es un espacio de congestión inimaginable de astros celestes, huecos negros, que generan la fuerza de atracción que mantiene unida a su rededor a toda la galaxia. Sus condiciones de temperatura, de decenas de millones de grados centígrados, las presiones inconcebibles para cualquier mente humana, que allí se dan, cuerpos celestes que se roban unos a otros sus atmósferas en una actividad frenética, átomos que pierden sus electrones, muestran algunas observaciones de aquella inhóspita región. En esa vecindad se han detectado moléculas pesadas de casi 120 productos diferentes, como el acetileno, el alcohol etílico, la sacarosa, etc. En nuestro mundo, ya bastante evolucionado, lo que antes se daba en forma fortuita, azarosa, en todos los espacios disponibles, mas adelante se da obedeciendo a impulsos eléctricos, magnéticos o de cualquier otra naturaleza, en un proceso de especialización incipiente, en espacios un poco más seleccionados, que “buscan” el mantenimiento de la integridad física de las “estructuras”, cada vez más complejas, formadas. Pueden ser éstas compuestos salinos, cristales, moléculas complejas, seres unicelulares, algo distinto a lo que sigue ocurriendo en el movimiento de las grandes masas estelares. Aquel impulso ha logrado intensificar las frecuencias de encuentro que favorecen mayores probabilidades de integración en “estructuras” orgánicas de orden superior. La constitución de esas “estructuras” superiores no es posible sin la aparición primero de las más simples. La aparición de toda la gama de compuestos minerales, de moléculas, de seres unicelulares, multicelulares, etc., en una interacción que se especializa en los mares, en la tierra, en los bosques, en las sabanas, en general en los casi infinitos hábitats del planeta, forman una intrincada “cadena de la vida”, de la que todos los 163 seres vivos inferiores y superiores derivan su sustento, Esa cadena de la vida se retroalimenta a partir de la energía que llega del Sol y tiene un nombre: El “Ciclo del Carbón”. Todo aquel intrincado mecanismo es dinámico y se desarrolla o involuciona en algunos medios, constantemente. 7.2.0 LA DINÁMICA DE LA TECNOLOGÍA. Hasta hace muy poco tiempo se consideraba que solamente el ser humano tenía aptitudes creativas. Que las demás especies vegetales y animales asumían modelos de conducta fijos. En tiempos de Linneo (1707-1778), naturalista sueco, cuyo sistema de clasificación de las especies vivas es todavía válido, se creía que las especies diversas eran producto conjunto evidentemente del carácter de cada especie y el efecto modificador del ambiente al cual estaban adaptadas, pero eran en sí mismas perfectas, acabadas. Sin embargo, las observaciones de los zoólogos en las manadas de antílopes africanos y de sus depredadores , muestra algo que parecía inconcebible: Los especímenes jóvenes aprenden de los experimentados y constantemente se dan mejoras en las tácticas de defensa, haciendo mas difícil la captura de presas por parte de los depredadores. Estos, entonces, deben afinar sus procedimientos de ataque y recuperar las opciones perdidas, para evitar que se pierda el equilibrio perdido y sus nuevos gastos de energía, sitúen a la especie en plan de extinción (las leonas que cazan en Africa tienen un consumo de energía equivalente al 90% de lo que obtienen en su alimentación). De la misma manera, la superpoblación de antílopes puede amenazar las existencias de pasturas, haciéndolo, por ahí derecho, con otras especies que las comparten. En Asia, en Birmania, queriendo hacer un manejo de las poblaciones de elefantes adecuado a las reservas de alimentos y evitar que invadan los campos de cultivo de los campesinos, se controló la población sacrificando a los de mayor edad, ocurriendo algo increíble: Las poblaciones de elefantes jóvenes perdieron su memoria, su sentido de orientación, no sabían cómo 164 buscar su comida, obraban como “locos”. No sabían aparearse oportunamente, no entendían el código de olores y sonidos de la Selva, para prevenir y eludir el ataque de sus depredadores. Se había sacrificado, pues, a los portadores de la “cultura técnica” de la especie. No existe la certeza, de si la corteza cerebral, particularmente, de algunas especies singularmente bien dotadas, les proporciona, así sea una vaga consciencia de sí misas. Sin embargo, algunos animales, como el chimpancé han aprendido a usar espartillos herramientas-, y desarrollan técnicas para extraer termitas asidas a él para comer, por los agujeros de los termiteros. Con esa visión general del entorno, concentrémonos ahora en el ser humano y su técnica, tal como se dio entre las culturas que antecedieron a nuestra cultura occidental. Ocurre, que cuando nuestros antepasados inventaron la escritura, lo que sucedió en Mesopotamia hace unos 6.000 años, ya se habían dado pasos muy importantes en el desarrollo tecnológico. Se calcula que hace 500.000 años ya se movían los primeros hombres verdaderos sobre la superficie terrestre, luego de más de 10.000.000 de años de evolución desde el eslabón que une la estirpe humana con la de los antropoides. Cuando aparecen las primeras referencias escritas, ya ha sido descubierto el procedimiento para encender el fuego, se tienen las primeras referencias grabadas sobre la rueda, ha sido superada la difícil iniciación de la agricultura y la ganadería y se han extinguido ya, por motivo de los cambios ocurridos en el clima, varias estirpes humanas, particularmente, en el continente africano y en el continente eurasiático. Para tener alguna luz que ilumine un poco lo que se da en aquella época, hemos de acudir en apoyo de la arqueología y la paleontología. Las obras de arte, las herramientas, el lugar donde se encuentran las osamentas mezcladas con los huesos de los animales que sirven de alimento, dicen bastante de todas las costumbres y las técnicas de vida más comunes. La cronología de esos yacimientos puede determinarse según la edad geológica de las capas de suelo que contienen los 165 yacimientos. Pero hay una técnica mas precisa, la técnica del Carbono 14 (isótopo del Carbono 12), asimilado por los cuerpos vivos, que, al morir éstos empieza su descomposición a lo largo de períodos de hasta cientos de miles de años a una tasa anual conocida. De acuerdo con estos medios, podemos establecer una cronología de las manifestaciones de vida humana en el planeta, lo mismo que hacer un seguimiento a la evolución de su tecnología. Muchos testimonios de artículos elaborados en materiales muy perecederos se han perdido, Sin embargo, dado que se han hallado similitudes muy grandes con pueblos contemporáneos nuestros que viven todavía en la Edad de Piedra, por comparación con éstos, se pueden sacar conclusiones muy elocuentes. Una manifestación del espíritu creador, entre los humanos, “empieza en el momento en que el hombre crea, no con un objetivo utilitario, como hacen los animales, sino para representar o expresar” algo, declara René Huyghe (Historia del Arte Salvat. Arte Prehistórico. Louis René Nourer p- 17 Salvat Mexicana de Ediciones S. A. de CU. 1976). Tomemos un cordel a escala 1 mm igual a 1 siglo, para tener una idea comparativa de los períodos de tiempo que transcurren entre los principales eventos descubiertos. Así entenderemos mejor el tiempo requerido por el Hombre para su evolución tecnológica. Una mandíbula del Keniapithecus, descubierta por el Dr. Leakey, unida a dos cantos de piedra rodados, rotos naturalmente, pero con marcas de utilización, se remonta a 20.000.000 de años (en 1973 se pensaba solamente en una antigüedad de 3.000.000 de años para este fósil). El otro extremo del cordel cuyo extremo está en nuestras manos, está a 200 metros de nosotros. Este espécimen vivió a finales del mioceno segunda mitad del terciario o cenozoico. “El artesano, tanto si es el autralopithecus como si es el pitecántropo, ha elegido el canto rodado, porque su masa y su forma natural, le sugieren la herramienta que desea y que ya ha imaginado en su mente”. 166 En la cuenca de Baringo se halla un molar prehumano. Está fechado a unos 10.000.000 de años atrás. El punto sobre el cordel está a unos 100 metros de nosotros. Hasta aquí, la humanidad mas remota solo conoce un rudimentario utillaje de cantos rodados que se desastillan al golpearlos entre sí. Su poca longevidad, -treinta a cuarenta años-, y la escasa población, unas pocas decenas de miles en todo un continente, hacen muy difícil la extensión de las técnicas aprehendidas. Sin embargo, algunas formas de herramientas se imponen, casi al mismo tiempo en muchas partes. Hace 800.000 años (industria “abbevilliense”) se da una forma de herramienta buscada y lograda por los artesanos. Es tallada por dos lados. Tiene de 15 a 30 cms. Es de sílex y proviene de cantos rodados a los que se les conserva la ganga del bloque original. El trabajo se hace con vigorosos golpes con un percutor de piedra. “Es una “herramienta universal”, apta para los mas diversos usos. También es una “forma”, con una simetría, un equilibrio de masas, lo cual pone en evidencia la existencia de una diferente intención. El fenómeno está a ocho metros de nosotros en el cordel. Todavía no ha comenzado el cuaternario. Hacia 150.000 años de nosotros aproximadamente, las bifaces de sílex se transforman en “almendra”, característica de la civilización “acheulense”, de Saint Acheul suburbio de Amiens, en el Somme. Su forma es afilada, a menudo, tallada a partir de una esquirla de sílex. Su sección es menor, de forma plana, ligeramente hinchada en la base para una mejor prensión. La punta tiene un acabado perfecto conseguido con un percutor de madera que permite cortes precisos y finos. “La bella almendra acheulense ofrece un indiscutible aerodinamismo que anuncia nuestras formas modernas. Los técnicos han bautizado esta forma alargada como “gota de aceite”, y posee maravillosas cualidades de penetración y eficacia” (idem p 19). Este hallazgo se da a 1.50 mts. de nosotros en el cordel. Estamos en pleno final del pleitoceno en la era cuaternaria. 167 A 50.000 años atrás de nosotros el hombre de Neandertal, posee raspadores de sílex de corte perfecto y puntas cortadas sobre cantos rodados delgados. Se trata de herramientas cuya acabada técnica conduce a formas artísticas cuya ejecución pone de manifiesto el goce de un artesano convertido en artista (idem p 19) En Toirano se encuentra cómo hace trazos en arcilla con los dedos, al azar,. Luego empieza a describir la forma de los animales que le sirven de sustento, mamuts, bisontes y renos, propios de la época magdaleniense. Estamos ya en la edad actual en el cuaternario. Este evento está colocado a 50 cms, de nosotros en la cuerda. Luego entre el milenio quince y diez antes que nosotros, la última glaciación en Eurasia obliga al hombre de Neandertal y CrooMañón, contemporáneo suyo, a buscar refugio ante el clima riguroso. Las planicies calcáreas y sus acantilados y despeñaderos ofrecen abrigo en sus innumerables cuevas. Allí nace la idea de las cuevas refugio pero también de las cuevas santuario y el arte de las cuevas en el monte Castillo, Altamira, Niaux y otros. Estamos a 15-10 cms en el cordel y estamos todavía en la prehistoria. El ser humano todavía vive de la caza y la pesca. Su arte “animalístico” es característico de esa época y dura mientras no aprenda a pastorear animales y a cultivar la tierra. Entonces cambiará también su expresión artística. Es todavía el paleolítico, la época de la técnica de la piedra tallada. Hacia el año 10.000 el clima es más húmedo y cálido, dando origen al desarrollo de praderas y bosques. El hielo retrocede. El mamut, el bisonte y el reno se han extinguido. El ciervo y el jabalí, asumen el papel de pieza de caza. El ser humano se sale de las cavernas al aire libre. El arte animalista se sale de la profundidad de las cavernas, liberándose, además de su primitivo valor mágico – religioso. Ya su suerte no depende por completo de los dioses y la magia no es el único medio de comunicación con su fuente de vida. Los dioses son una ayuda complementaria de la civilización. 168 El arte se “laiciza”. Por el año 8.000 antes que nosotros, cerca de Rouffignac, se recogen ya cosechas de gramíneas, que significan un complemento alimenticio importante para el producto de la caza. Aparece francamente la agricultura. El arte animalista decae y aparecen formas de arte abstracto y se usa para decorar otra nueva manifestación artística: La cerámica, típica de los pueblos agricultores. Nuestro cordel nos muestra este evento a 8 cms. De nosotros. Se nota en el arte de pueblos mas recientes pastoriles la persistencia de motivos animalísticos esquematizados, que dan a entender su ascendencia en los primitivos pueblos cazadores. Las espirales y los motivos curvilíneos abstractos caracterizan a las antiguas culturas chinas del Yang Chao, lo que se repite como ilustración en la cerámica de Tripolié en Ucrania, desde el Dnieper hasta el Danubio inferior. La economía a la que se asocia es la agricultura del trigo, la cebada, el mijo que se asocian a su vez, a la cría del cordero, la cabra, el cerdo, y el caballo, animales que han sido domesticados. La gran oleada agrícola de los cultivadores del “loess”, llega al centro de Europa y se desborda por la Hesbava y llega hasta la llanura parisiense, por un corredor que queda entre las nieves provenientes de la cadena alpina y los hielos provenientes de los glaciares del norte. Hacia el año 10.000 (a de C.) en Saint Germain de la Riviére (Gironde), la sepultura de un magdaleniense presenta un doble dintel de piedras, y el abate Breuíl lo denomina un microdolmen. La idea es ya “megalítica” aunque la ejecución no sea todavía monumental. En Teviec, isla del Morbihan, provincia francesa, unos túmulos señalan las sepulturas de los años 7.000 al 6.000 (a. de C). Son un presagio de las mostabas y pirámides. En Bretaña en la isla de Carn, fechada en 3.270 antes de nuestra era, es hallada una sepultura en forma de tholos, una pequeña obra de piedras montadas en voladizo circular y coronadas con una gran losa formando la llave de la bóveda. El tholos de la isla de Bono está fechada en el año 3.125. Para el año 3.000 Occidente se 169 cubre de dólmenes y empieza a erizarse de menhires que proliferan en el curso del segundo milenio. En nuestro cordel, esto ocurre a 3 y dos cms de nosotros, ya, en pleno megalítico, edad humana del neolítico, la edad de la piedra pulimentada, antes de la edad de los metales. Ya hacia el año 1.800 antes de nuestra era, Stonehenge construido y consagrado al culto solar es el símbolo del megalítico occidental. Ya es una obra de arquitectura. En América no se han hallado testimonios del origen de estirpe humana alguna. Allí se dan las glaciaciones que se dan en Eurasia, al norte y también en la parte meridional del continente. América tiene su propio paleolítico, con fechas que superan, tal vez los 30.000 años de antigüedad para hallazgos en Norteamérica. En Suramérica se ha encontrado una cultura en las cuevas de Lagoa Santa, Brasil, que, de acuerdo con los hallazgos de cráneos entre la baja California y Argentina, parece que pobló todo el continente y puede ser el origen de muchos de los pueblos hallados por los españoles. Su antigüedad está fechada a unos 10.000 años de nosotros. La diferencia entre el fechado medio de los hallazgos realizados en Norteamérica, unos 12.000 años de antigüedad, y en Suramérica, de unos 2.000 años, puede significar que, al menos, parte de la población de este último continente, proviene de migraciones venidas del Asia antes de, o durante la última glaciación. Los pueblos hallados por los españoles tienen manejo del oro, y otros metales como la plata y la tumbaga, pero los usan para fines ornamentales. Todavía se mantienen en el Neolítico o edad de la piedra pulimentada. El Stonehenge europeo ya se ha metido bastante en el período histórico. La prehistoria europea y americana, no obstante, todavía se mantienen mientras otros pueblos como el sumerio de Mesopotamia y el egipcio ya tienen escritura y han fundado sus 170 dos magníficas civilizaciones. Allí comienza nuestra historia, unos 4.000 años antes de Cristo, a cuatro centímetros de nosotros en nuestro cordel. Mientras Europa todavía no está civilizada, una tribu procedente del Norte, quizás de Rusia, llega al Medio Oriente, aportando sus conocimientos de la metalurgia, primero del oro, la plata, y el cobre que luego amalgaman con el estaño para llegar a un metal mas duro: El bronce. En todo el Medio Oriente se generaliza la metalurgia del bronce, dando origen a una nueva era técnica: La Edad del Bronce. En esa época van coincidiendo la iniciación de la historia en documentos escritos, la Edad del Bronce y la iniciación de dos importantes civilizaciones: La de los caldeos y la de los egipcios. La extensión del uso de los metales empieza un poco antes, en el año 5.000 antes de Cristo, a unos 5 cms de nosotros en el cordel. A otra raza venida del Norte también, llamada nórdica, que pobló a Europa y Asia, se le debe el aporte técnico del hierro, metal mas difícil de obtener pero mas duro que el bronce. En la ruina del palacio de Korshabad, cerca de Nínive, fechada en 1209 antes de Cristo, son hallados cerca de 160.000 kilos de objetos de hierro lo que indica la forma como se extendió su uso. La metalurgia del hierro, que abre una nueva era técnica en el Mundo, se extiende primero entre los hititas alrededor del año 1.300 antes de Cristo. Aquellos cambios técnicos no se dan de improviso sino que se van dando en pueblos diferentes en momentos diferentes, pero que terminan dándose conjugados entre sí. En la Edad de Bronce no desaparece totalmente el uso de la piedra pulimentada y con el hierro, no desaparece totalmente el uso del bronce. En América, cuando aparece la cultura maya unos 317 años después de Cristo, una magnífica civilización comparable a las del Medio Oriente, ya sus precursores de lengua maya habían descubierto la agricultura, lo que se calcula, ocurrió entre el tercero y segundo milenio antes de Cristo. Las artes escultóricas, sobre piedra, mucho mas difíciles de trabajar que la madera, de la 171 cual no queda ninguna referencia, se desarrolla entre los mayas a partir del siglo IV de nuestra era. Los antecedentes mayas, probados arqueológicamente, sobre la base de la epigrafía, el arte, la arquitectura y la cerámica, datan de aproximadamente 3 ó 4 siglos antes de Cristo ( Sylvanus G. Morley. La Civilización Maya. Versión española de Adrián Recinos, p 53 Fondo de Cultura Económica. Cuarta edición. México 1961). En el Perú, la agricultura y la cerámica empiezan juntas a desarrollarse en pueblos preincaicos entre los años 1250 y 1200 antes de Cristo. La agricultura representa el inicio de la civilización en la región, donde se introduce el cultivo del maíz. Algunos indios americanos empezaron a plantar tubérculos y semillas hace unos 5.000 años ((J. Alden Mason. Las Antiguas Culturas del Perú. P 42. Fondo de Cultura Económica. Traducción española de Margarita Villegas de Robles. Primera edición. México 1962). Se considera un período agrícola antiguo que va del año 25.00 a 1250 años antes de Cristo. La agricultura que encontraron los españoles, muestra las mejoras de la producción a partir de las mismas plantas en su estado salvaje. El período Chavín, que va del año 850 al 500 antes de Cristo, aparecen los primeros edificios ceremoniales no aptos para vivienda. De las antiguas culturas mexicanas, se habla de relaciones con los asiáticos, particularmente del imperio camboyano y del chino entre los milenios segundo y primero antes de Cristo. La semejanza de la agricultura mesoamericana con la asiática de esas procedencias, aspectos de la religión, la cerámica, en su decoración y los rasgos raciales de los olmecas, el pueblo mas primitivo que se inicia en la civilización, parecen dar testimonio de esa relación, algo aceptado ya por los arqueólogos, aunque no se sabe todavía cómo se dio. Pudo ser una relación directa, por el mar, bordeando las costas continentales y no por tierra, ya que Norteamérica estaba poblada por primitivos habitantes que lo hubieran hecho imposible (Walter Krickeberg.. Las Antiguas culturas Mexicanas. Ps. 410-415.Fondo de Cultura Económica. Traducción de Sita Garst y Jasmin Reuter. Primera edición española México 1961) ). 172 De la cultura del hierro y de la cultura pastoril de los pueblos africanos del Níger llevados como esclavos a América, se beneficiaron los hacendados de la colonia española. Su cultura benefició más que el conocimiento propio de los criollos y españoles en el éxito económico de sus estancias. Es sabido que muchas veces el manejo íntegro de aquellas era entregado a los capataces africanos con magníficos resultados. De todo lo anterior podemos concluir: Desde muy temprano, el Espíritu que anima la vida humana se muestra en la curiosidad, en el afán de salir de su interior, de expresarse estéticamente, que caracteriza el diseño de sus herramientas, de manera diferente al mero utilitarismo, lo que podría aparecer a los ojos de quien no es sensible a ello, como única motivación en su elaboración. De allí arranca la dinámica de su cultura sobre una base material, tangible: Su desarrollo tecnológico. Y sobre esas dos realizaciones, su civilización, que podría considerarse un estadio logrado de su cultura. Las civilizaciones humanas más representativas, como logros humanos, son algo muy tardío. La trayectoria de la evolución tecnológica se acelera y es definitivamente muy empinada en la época moderna, después de Galileo Galilei, y mas adelante a partir de la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, en que los paradigmas de la civilización son superados por doquier, dando cabida a nuevas civilizaciones más y más avanzadas, a velocidad vertiginosa. Dentro de ese concepto global y general, cabe un análisis que tiene aplicación práctica en la actualidad. La técnica tiene, en el mundo complejo de hoy, múltiples aplicaciones. Sirve para ser aplicada, inmediatamente, en la obtención de recursos de vida como alimentos, vestido, vivienda, diversos servicios, etc., objeto de gran parte de la institución industrial. Sirve para ser aplicada en el desarrollo institucional, en su proyección, diseño, implementación y manejo. Sirve para proyectar, establecer, implementar y manejar las relaciones humanas e institucionales que forman la estructura social. 173 Dentro de las últimas aplicaciones mencionadas, podemos destacar las dos últimas: Su aplicación en el desarrollo institucional y en las relaciones humanas e institucionales, que se refieren al nivele micro, -visión de las partes, y al nivel macro, visión del conjunto. En el área micro, donde se mueven la empresa privada, los titulares de la “propiedad”, como institución que tipifica el sector, a partir de principios del siglo XX con Federico Taylor (18561915) ingeniero y economista norteamericano, se da comienzo al estudio científico y sistematizado del trabajo en el ámbito de la empresa productiva. Ello ha abierto un fructífero y prometedor espacio para ser aprovechado por la tecnología y la ingeniería modernas. En el área macro se han desarrollado industrias globales de singular importancia pero con grandes obstáculos, como los Seguros, forma de repartición de riesgos solidariamente en las sociedades con economías de cambio, las industrias de la seguridad social, en que los costos de los servicios se reparten de la misma manera solidaria, los servicios, pensionales, las industrias financieras, los Servicios Públicos, reducidos hoy a demandas muy elementales de la vida cotidiana de las poblaciones, en un borroso espacio público en que compiten, el ciudadano por un nivel de vida mejor y los funcionarios públicos por sus privilegios burocráticos, los conspiradores, los criminales, los rebeldes, cada cual en busca del dividendo que le interese sacar de allí. El espacio público es aquel donde se ubica la “cosa pública” cuya denominación se deriva del término romano–“res: cosa”- que describe la idea romana básica de la Realidad, y la palabra “pública” que se refiere en la legislación romana, base del andamiaje jurídico moderno del Derecho en Colombia, a lo propio del Común. En ese espacio se mueven las sociedades políticas, los estados, las organizaciones no gubernamentales y muchas instituciones más, en forma, no pocas veces, precarias. 174 Las técnicas de relación, están basadas todavía en la fuerza, como la intimidación, la presión política abierta, el imperio, la revolución, la guerra, en un desfase histórico y técnico impresionante. Es un campo donde la Ciencia, la Técnica y la Ingeniería tienen un extenso campo dónde realizar su trabajo. Es allí donde vale la pena, entre otras cosas, ponerle cortapisas a los males generales causados por la competencia a ultranzas, por el imperio, por la anarquía, por la guerra, como técnicas de relación social, de ejercicio de la autoridad, por medio de alternativas novedosas y suficientemente atractivas. 7.3.0 EL VALOR DE LA TECNOLOGÍA. OBSOLECENCIA DE MODELOS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS. Si se habla de las civilizaciones de Eurasia, por donde pasa el eje de la dinámica evolutiva que da origen a las sociedades occidentales, y de las que hemos hablado en las secciones precedentes, podríamos concluir que el desarrollo técnico es un trampolín importante para el desarrollo de la Cultura. Se puede decir que durante un largo pasado, que se extiende durante 600.000 años, se van incubando los cimientos técnicos de nuestra cultura, para asumir, con la entrada activa de la Ciencia como actor de la Cultura a partir de los descubrimientos de Galileo Galilei, y luego de la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, como decíamos arriba, un ritmo frenético. Después del Renacimiento, que se da principalmente durante los siglos XV y XVI en Europa, en que la Ciencia entra a ser protagonista de la Cultura, no puede hablarse de paradigmas científicos todavía propiamente dichos, aunque sí tecnológicos. La Edad Media aporta a la Cultura Occidental una visión cósmica que ha tomado sus criterios de diversas vertientes culturales, asumidos muchos de ellos como inamovibles. Por ello la actitud independiente asumida por Galilleo Galilei es tomada como una actitud de rebelión, peligrosa, subversiva, sacrílega, que le merece el presidio, si no la muerte en la hoguera. Los medios de 175 observación y las referencias para interpretar lo observado son incipientes o determinados categóricamente por las autoridades imperantes, mediante una pedagogía dogmática que usa el conocimiento filosófico y metafísico de entonces, reunidos en las doctrinas escolásticas, como medios para consolidar su dominio autoritario y absoluto sobre un vulgo de origen diverso, con valores y costumbres heterogéneas, mediante el uso coactivo de un aparato represivo durísimo, como son la estructura del poder feudal a través del cual actúa la casta militar dominante, y el Tribunal de la Inquisición. La Contrarreforma, empresa religiosa destinada a luchar contra la Reforma Protestante, es apoyada decisivamente por Ignacio de Loyola fundador de la Compañía de Jesús, quien adelanta, con el fundamento de una ética cristiana muy avanzada, una tarea misional sin precedentes en la historia y un éxito avasallador. Todo termina, sin embargo, con el ocaso del Imperio Español a finales del siglo XVII, que le da el paso al predominio hegemónico de otras potencias, Inglaterra, Francia y Países Bajos. En adelante, el eje de la cultura occidental pasa por esos países. En el fondo de todo, lo que se presenta es una crisis militar de un imperio, en el cual la técnica militar, el manejo del Estado por una casta privilegiada que no renuncia a sus privilegios, que no maneja con habilidad los asuntos económicos, cuya mentalidad bien encuadrada en la experiencia de la Edad Media, le impide ver el fenómeno revolucionario que se cuece bajo sus propios pies. Entonces, sobreviene la crisis. La estructura y las artes militares de las armas españolas han sido muy exitosas uno o dos siglos atrás, pero han perdido actualidad y están siendo superadas. El manejo del Estado cambia, La iniciativa en lo económico se ha perdido, sin embargo ellos se mantienen rígidos, inflexibles, apegados a una ortodoxia que se hunde. Frente a esa técnica de manejo del Poder, los movimientos burgueses de la Ilustración, aunque luego de la Revolución Francesa derivan poco a poco hacia sus propias formas de hegemonía, enfrenta el principio de la Libertad como soporte del régimen republicano y toda una tecnología de manejo de los asuntos públicos, que ha regido hasta hoy en la mayoría de las naciones que han adoptado una cultura de corte occidental. En 176 Alemania, Suiza y Francia, la Reforma protestante rompe la unidad de la cultura medieval, asume una nueva postura ética e ideológica, y orientada por Lutero, Zwinglio y Calvino se rebelan contra el Papa de Roma y producen una cruentísima conmoción general. La autoridad monárquica en Francia pierde piso y credibilidad hasta hacer crisis. La revolución estalla definitivamente en 1792 y la burguesía logra mantener el poder, que intenta salirse de sus manos, por acción de la anarquía y aún de los movimientos socialistas, pero que se consolida definitivamente con la gestión militar de Napoleón Bonaparte (1769-1821). La burguesía inglesa asume la ética calvinista y se entrega alrededor del año de 1830 a la tarea de usufructuar, para sí, los dictados éticos del pensamiento calvinista. En varios intentos por reaccionar contra los abusos de la burguesía, los movimientos socialistas intentan reivindicar los derechos de las grandes masas de trabajadores urbanos que se han llevado la peor parte como consecuencia de una Revolución Industrial, manejada con la orientación de la ética calvinista. En 1848 fracasa pero en 1917 triunfa. Durante el siglo XX más de la mitad de la población del Orbe vive bajo sus dominios. Pero en 1990, gran parte de su estructura se hunde, la URSS y sus satélites, cuyos Estados estaban establecidos sobre gigantescas organizaciones burocráticas colapsan. Ello ocurre, bajo el peso de su propia ineficiencia y de la corrupción de los funcionarios, frente al reto de ganar la Guerra Fría…pero no lo logran. Por la misma época, en que se precipita la Revolución Francesa y despega el proceso innovador de la Revolución Industrial, como vimos más atrás, se produce la crisis de la agricultura. Las pérdidas de las cosechas de años secos como ocurre en 1816, 1817 y 1836, producen hambrunas impresionantes. En Irlanda golpean las hambrunas especialmente fuerte. La máquina de vapor, el taller fabril, el ferrocarril y la navegación a vapor, representan una revolución tecnológica salvadora. Las fábricas en Inglaterra pueden absorber los excedentes de población desocupada, el comercio puede llevar comida donde hay hambre. El porvenir de las naciones se vislumbra por esos caminos. 177 ¿Quién puede decir no a esa oportunidad? Esa es la razón por la cual Inglaterra se convierte en la primera nación industrial del planeta. Es un problema práctico, sí, sin embargo, conlleva el renacer en el medio de una nueva directriz cultural, de una nueva consideración respecto a lo que es el Hombre; en un nuevo orden, una nueva ética, que ya tiene muchos intereses a favor, particularmente entre los comerciantes mas acaudalados y entre los financistas mas audaces y ambiciosos, con la experiencia de poder adquirida de tiempo atrás, cuyas compañías ya han financiado grandes aventuras militares a los monarcas, la “compra” de lealtades de grandes señores, de grandes señoríos, de provincias enteras para engrosar sus dominios, con buenos dividendos para ellos. Desde luego, la generalidad de la gente, no entiende el fondo del asunto, menos el vulgo raso y el campesinado. Para gran parte de la población europea, especialmente en las comunidades mas aisladas, el mundo no ha cambiado radicalmente. Todavía vive conforme a sus tradiciones. ¿Hasta cuándo? En América Española también se gesta la Revolución. La apadrinan los criollos. Es, sin embargo, un movimiento de elites. Son los hijos de los conquistadores, que un día se rebelaron cruentamente en el Perú y que han mantenido desde Quesada, en la Nueva Granada, una actitud de señores independientes. Ellos han captado su mecánica pero están lejos del nuevo espíritu, el cual fluye muy lentamente cuando la independencia es una realidad, desde los líderes del movimiento hacia todo el estamento dirigente que asumirá, en un momento dado el Poder. Las traiciones a Antonio Nariño, presidente de la Nueva Granada y comandante en jefe de la expedición al sur en la batalla de por la toma de Pasto uno de cuyos hechos más bochornoso, que transformó una victoria segura, en la derrota, el abandono del Comandante y su prisión, por parte de los realistas el 11 de mayo de 1814, en misión encomendada por el Congreso Federal de la Nueva Granada durante la Patria Boba, y el atentado del 25 de septiembre de 1830 realizado en Santa Fe de Bogotá, contra Simón Bolívar pocos meses antes de su muerte, después de su heroica lucha libertadora, los dos máximos lideres populares de 178 Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, dicen de ese espíritu. Mientras tanto, la población más “civilizada” vive todavía, apaciblemente, en pueblos y veredas, bajo el régimen ético y moral de la Edad Media y la población indígena de la frontera selvática no asimilada, es indiferente a todo cuanto acontece. Si no se ve nuestra realidad así de descarnada, es imposible entender, cómo nuestro país, a pesar de vivir los efectos de la Revolución Industrial, desde principios del siglo XX en Antioquia, para llegar a cubrir todo el país en la segunda mitad de ese siglo, nunca ha llegado a tener una industria verdaderamente pujante, nunca pudo desarrollar, a plenitud, antes bien ha dejado desaparecer su red de ferrocarriles, la navegación fluvial, su red de carreteras, sus puertos, su aviación, todo lo cual ha naufragado en medio del aislamiento, la corrupción, los privilegios, la incompetencia, la negligencia, la mas crasa insolidaridad. De otra manera sería muy difícil entender cómo se rompe la unidad de la Gran Colombia, que solamente dura 11 años, en 1831, cómo es imposible el sueño de una gran nación bolivariana después de la Batalla de Ayacucho en 1824, cómo perdemos a Panamá en 1903, cómo ahora, todavía, carecemos de una clara identidad nacional, de cómo solamente el futball logra convocarnos, cómo es posible que apenas de 1950 a l953, hayamos cumplido la segunda etapa, la etapa ideológica, la batalla popular de nuestra lucha revolucionaria por la independencia, cómo es posible que, mientras la nación se encuentra y se desarrolla trabajosamente, se de en nuestro territorio, a partir de la década de los sesentas y todavía a la altura del año 2004, la mayor batalla de reivindicación popular del mundo, sin que nuestra dirigencia se abra con sensatez a grandes soluciones, sin que los líderes de esa reivindicación desistan de su utopía, de una victoria total del socialismo sobre la burguesía, por la vía armada a poco más de 10 años de haber colapsado el mundo socialista de la URSS y sus satélites. Son todas lecciones contundentes, que, después de casi doscientos años de experiencias nefastas, pueden mostrarnos los efectos, a largo plazo, de la “técnica” de la Guerra, 179 de la Violencia abierta o soterrada, con elementos para el manejo del Poder, como las luchas intestinas, la traición, la intriga, destinadas a labrar la suerte de sectores privilegiados de la Nación, por encima de los intereses generales de todo un pueblo. Y aún después de todo aquello, nuestro mundo actual, que quiso ser universal y no lo ha sido, que apenas en la época actual, tal vez a partir de la década de los sesentas, y ahora, ya en pleno siglo XXI, en países como el nuestro, con la ayuda del “transistor”, la televisión, las telecomunicaciones, logra penetrar las últimas fronteras sociales, vemos a la luz de los descubrimientos de las ciencias actuales, que requiere de una reparación, que ha conducido al planeta entero a una verdadera encrucijada: O tomamos consciencia, nos repartimos equitativamente los frutos de nuestro trabajo y luchamos, en común, por mantener efectivas las opciones de vida que nos ofrece el medio natural en que vivimos, o la demente lucha en que caigamos nos las quitará a todos, por igual. Eso es real en Colombia, en América Latina, en Africa, en Irak, en China, en el resto de Asia, en Rusia, en Oceanía, en Europa, en Norteamérica. Salir de esa encrucijada es el reto, ahora, de los técnicos, de los empresarios, de los estadistas actuales, del hombre culto, en particular, del ser humano en general. La Guerra, la Violencia, como “técnicas” para manejar las relaciones humanas, es una solución inadecuada a los conflictos que se presentan entre las múltiples esferas de vida humana en que se ha atomizado el mundo contemporáneo 7.4.0 EL APORTE DE LA TÉCNICA A LA VIDA COTIDIANA. Nos vamos a referir a dos aportes singularmente importantes de la técnica en la vida cotidiana: Un poco más extensamente a la forma como la tecnología industrial influye sobre las tecnologías imperantes a finales de la edad pre-industrial, cuando la agricultura, tal cual se desarrolla entonces, es prácticamente 180 incapaz de responder a la demanda de alimentos. El manojo de las nuevas técnicas que llamamos Industrialismo, no llega solo y no es interpretado como lo haríamos hoy, quizás, después de recorrer con mirada retrospectiva la tragedia que la humanidad vive allí. Llega en medio de una crisis profunda de humanidad, que unos cuantos interpretan como una oportunidad de redención personal que no se repetiría otra vez en la historia. Una crisis de humanidad que no es otra cosa que el caos más brutal. El mundo moderno no arrebata su suerte al mundo anterior. El mundo moderno surge en Occidente de las cenizas que quedan de una catástrofe inconmensurable. El sacrificio humano, no solo de los que sufren las consecuencias, sino de aquellos apegados al dinero y las riquezas que construyen sus fortunas para asegurar un futuro cierto, es indescriptible. No es sólo la rotura de un paradigma teórico-técnico, no es solo un tema académico de interés para entender cómo pensamos hoy. ¡No! Es el precio que la humanidad tiene que pagar en un momento clave de su historia para cambiar su curso, ya que la condujo directamente al abismo. Eso ocurre solamente hace 150 años. La realidad es que los empresarios privados ingleses, con su ordinariez y falta de cultura, tozudez y arrojo inconcebibles, movidos quizás por su afán de lucro, coronaron con éxito su tarea, con todos sus defectos y carencias, para bien y para mal de la humanidad, y lograron arrastrar tras de sí a todo el mundo conocido. Fuera de toda consideración teórica, esa es, con justicia, la pura realidad. Una realidad que, obviamente, a la luz del nuevo conocimiento científico, a la luz de la técnica, es preciso rectificar, ya que nos conduce nuevamente al abismo, un abismo perceptible, por ejemplo en Colombia, por las consecuencias de la guerra, la violencia y el descontento social. Y en el Mundo, por los efectos en el medio ambiente generados por una presión desmedida de la Civilización sobre los recursos naturales disponibles. Esa presión desmedida sobre los recursos naturales del Planeta, está conduciendo a gobiernos poderosos, pero tal vez sin la visión política suficiente, a abusos con otros pueblos, en cuyos territorios y bajo cuyo dominio, reconocido por el derecho internacional, se encuentran a menudo esos recursos naturales. El desconocimiento 181 de esos derechos, en virtud de doctrinas acomodaticias o de otras razones, puede tener consecuencias impredecibles y catastróficas para el mundo del mañana. La Guerra, la Violencia, la Conspiración, el desconocimiento de los derechos ajenos, para lograr el predominio sobre los otros, supuestamente mas débiles, el imperio sobre el Hombre, en consideración a cualquier fin, son “herramientas técnica” cuyo uso tenemos que superar. Veremos cómo es ese caos, que afectó la vida de todo Occidente, como un todo, caos que nos espera si no corregimos a tiempo nuestro comportamiento. En justicia deberíamos referirnos también al desarrollo de instituciones magníficas como la Universidad Pública, que al lado de instituciones de formación técnica como es el Sena en Colombia y la educación pública, que derivan de la corriente liberal que se inicia en la Revolución Francesa, tiene un potencial gigantesco aún insuficientemente aprovechado, también de las comunicaciones modernas, que han hecho posible, por primera vez en la historia, que los seres humanos tengan la posibilidad física de encontrarse, así sea en forma virtual, aunque estén en cualquier lugar del planeta, acceder a archivos de información, como bibliotecas virtuales, escuelas, colegios, universidades a distancia, páginas web de cualquier lugar del mundo donde haya algo qué aprender, y que, partiendo del “transistor” hace unos cuarenta o cincuenta años, le ha llevado civilización a todos los pueblos anteriormente aislados del planeta. El desarrollo de este tema merecerá un espacio mayor mas adelante. 7.4.1 LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Al tiempo que la Revolución Francesa es la consecuencia, entre otras, de una apabullante crisis de autoridad del régimen que se hunde, La forma como se han asumido los beneficios de la Revolución Industrial, muestran su valor frente a las crisis recurrentes de la agricultura y frente a las posibilidades de conjurar el hambre y mantener el aparato económico funcionando en forma constante. Algo parecido a lo que acontece con el 182 descubrimiento de la agricultura y la domesticación de animales en la antigüedad, cuando la expectativa de producir los alimentos hace menos incierta la suerte de los pueblos, permite la vida sedentaria lo que se refleja en un crecimiento de la población, de unas decenas de miles de habitantes a finales de la prehistoria a la de varios millones a la altura del siglo XVIII. El primer censo serio de la historia se lleva a cabo en Gran Bretaña en 1831. Era evidente, sin embargo, el aumento de la población, frente a la población de Europa en épocas prehistóricas. Países como Portugal y España, podrían tener ya unos 5.000.000 y 8.000.000 de habitantes respectivamente. En la época preindustrial una de las causas principales de angustia por el hambre, son las crisis recurrentes por pérdidas de cosechas. Generalmente se dan muy localizadas. En 1816, 1817, 1846 y 1848 se da una hambruna generalizada, la última de las cuales hace que se desencadene la Revolución. Este movimiento de ideología liberal pero de hondo contenido social, empieza en Gran Bretaña en 1842 por una depresión de orden agrario y se extiende al continente en 1848. Por primera vez el proletariado toma consciencia de sí como grupo social y unido a la pequeña burguesía se lanza a la lucha por su reivindicación en muchas ciudades europeas. No es coincidencia que Marx y Engels publiquen ese año (1848) el Manifiesto Comunista, que apenas influye en los resultados, puesto que logra ser controlada por elementos liberales moderados. Sin embargo, se trata esencialmente de un movimiento urbano, así se dé incluso en pequeñas villas. Los campesinos tienden a ser conservadores. La famosa libertad no los entusiasma. Mas bien la propiedad de la tierra con libertad significa una “soledad llamada libertad” ( Eric J. Hobsbawm. Las Revoluciones Burguesas P 198. Talleres Gráficos de Ediciones Castilla, S. A. Ediciones Guadarrama Madrid 1964). No les llama la atención cultivar tierra propia. Ya cultivan las tierras del señor. La leña les sale regalada o muy favorable cuando la cortan en el bosque del señor. En tiempos de malas cosechas, el señor les brinda su ayuda. El señor les ayuda a reparar su vivienda, les ayuda, en caso de extrema 183 pobreza, a pagar sus impuestos. El señor les suministra el pasto para sus animales. Todo ello había evolucionado hacia el derecho consagrado en Prusia a favor del campesino. La Revolución llega al campo en forma de una reforma agraria que expropia principalmente y vende las tierras de la Iglesia y los grandes territorios señoriales a propietarios comerciales. El motor de la Revolución en Europa es el ejército de Napoleón. Las victorias militares son el argumento de derecho de Francia sobre los señoríos extranjeros. No se extiende, por lo tanto, a aquellos países donde no llega su influencia. Entre 1792 y 1815 habrá guerra en Europa. Una guerra que tiene dos caras muy diferentes. Se enfrentan poderes estatales y señoriales y, por otro lado, sistemas sociales e ideologías. Francia como estado, se enfrenta o alía con otros para sus fines o intereses. Francia, como revolución convoca a otros pueblos para derribar la tiranía y abrazar la libertad, a lo que se oponen, desde el interior de las distintas sociedades las fuerzas conservadoras o reaccionarias. Quien haya observado el proceso de la Revolución de octubre de 1917 liderada por Lenin en Rusia y su trayectoria hasta 1990, tiempo del “Glasnost” y de la “Perestroika” con Gorvachov, puede entender, tal vez, el proceso revolucionario francés, ya que salvo su líder militar, Napoleón, que no podía ser replicado, toda su estrategia militar, política, incluso el uso del terror, toda su política revolucionaria al interior de las naciones rivales, su lógica de acción política, son sacadas del modelo francés. No fue poco la contribución del mito napoleónico al éxito de la Revolución Francesa, mito del cual quedaba muy poco, después que un segundo y más pequeño Napoleón se encargara de desvanecerlo entre 1851 y 1870 (Idem P 103) En Inglaterra, donde la enemistad tradicional con Francia hace que los parámetros de la política francesa no tengan tanta acogida, es la Reforma Protestante y, ante todo, la máquina de vapor lo que la impulsa decididamente por las vías de la otra revolución burguesa, la Revolución Industrial. La máquina de vapor es el medio para acercar las distintas regiones en un mundo de escasos 184 medios de comunicación disponibles. La mayor parte de la población de Occidente sigue siendo campesina en 1830. Sólo hay en el Mundo una ciudad industrial de mas de 1.000.000 de habitantes: Londres, una de mas de 500.000 almas: París y fuera de Inglaterra, hay solo diecinueve ciudades de 100.000 habitantes. Sólo una nación, Inglaterra, tiene su economía industrializada en 1848 y, como consecuencia, puede acariciar el sueño de dominar el Mundo. Entre 1840 y 1850 la transformación industrial de las demás naciones es muy incipiente. Sólo Estados Unidos de Norteamérica pensaba Richard Cobden en 1835, podrá ser serio competidor de los ingleses en veinte años mas –lo que consigue a través de la inmigración masiva de muchos hombres calificados del viejo mundo en toda suerte de artes industriales- .Los alemanes apuntan en la misma dirección, pero los propósitos, todavía, no son sino eso. No son verdaderas realizaciones. Europa Central se acerca también vertiginosamente a los umbrales de la Revolución Industrial (Idem. P 209). A partir de 1830 que es el momento crítico, en que todo empieza a cambiar visiblemente, fuera de Inglaterra, en el período de veinte años desde la Revolución Francesa y de las demás guerras subsiguientes, resulta poco progreso inmediato excepto en Estados Unidos. Los cimientos de la futura industria, en especial de gran parte de la industria pesada, no han sido instalados en la Europa napoleónica sino hasta 1815. Sin embargo, la derrota final de Napoleón en este año, y en el período de 1815 a 1830, significa un período de verdadero retroceso en el plan de industrialización europeo. La industria autóctona tambalea bajo la crisis y la competencia extranjera. La industria algodonera norteamericana es alcanzada por la crisis. La urbanización de la población es todavía muy lenta. En 1828 la población rural en Francia aumenta más aprisa que la urbana. Fuera de Inglaterra, Estados Unidos y Francia, el número de máquinas de vapor en la década de 1820 a 1830 no merece la menor atención de los estadísticos. En Estados Unidos de América, la industrialización sigue adelante luego de su guerra de independencia. En 1810 duplica ya el área de su tierra cultivada, multiplica por siete su flota mercante y 185 avanza notablemente su producción mecanizada. El molino harinero de correas de transmisión de Oliver Evans representa un avance real de los norteamericanos en esa época. Como veíamos, a partir de 1830 todo cambia rápidamente, hasta el punto de que los problemas que acarrea el industrialismo, que le son característicos, como el nuevo proletariado industrial, los horrores de una vertiginosa emigración del Campo a la Ciudad, son objeto de serias discusiones en Europa Occidental y constituyen la pesadilla de todos los gobernantes y economistas. A partir de entonces, Bélgica duplica su dotación de máquinas de vapor y triplica su caballaje. Pasa de 354 con 11.000 caballos a 712 con 30.000 caballos. En 1850 posee 2.300 máquinas de vapor con 66.000 caballos de potencia y produce al año casi 6.000 toneladas de carbón, tres veces más que en 1830. En 1830 no había compañías mineras en Bélgica. En 1841 casi la mitad del carbón extraído en Europa pertenece a sus compañías. Krupp en Alemania instala su primera máquina de vapor en 1835. Las primeras chimeneas de los grandes campos carboníferos del Rhur se instalan en 1837. El primer horno de coke se instala en el gran centro siderúrgico checo de Vitcowice en 1836 y el primer laminador de Falck en Lombardía se instala entre 1830-1840. Sin embargo, fuera de Francia y Bélgica, el período de verdadera industrialización en Europa se da a partir de 1848, señalando la apertura de las distintas regiones y empresas conocidas hoy y que son base de la naciente industria europea (Idem. P 215). Mirando aquellos años, se comprende lo que significa aquella atmósfera de excitantes experimentos técnicos y audacia sin límites, inquietantes empresas innovadoras. La apertura del Oeste Medio americano significa otra cosa con la segadora mecánica “Cyrus”, McCormic de 1834. Los primeros 2.500 litros de trigo despachados hacia el Este desde Chicago sólo se sabe lo que significaron realmente, luego de 1850. En 1846 la factoría que se arriesga a fabricar las primeras 100 segadoras mecánicas es muy felicitada por su osadía. Es, entonces, verdaderamente difícil encontrar socios con decisión suficiente, arrojo suficiente y energía para construir semejantes aparatos y lo mas difícil, 186 encontrar granjeros convencidos de la conveniencia de usarlas. Esta época significa la construcción sistemática de ferrocarriles y de la industria pesada europea. Incidentalmente significa también la revolución de las técnicas de inversión. Si los hermanos Pereire, no se hubieran convertido en los grandes aventureros de las finanzas después de 1851, no se le prestaría atención a un proyecto que constituye una verdadera novedad, de “una oficina de préstamos e hipotecas” en que la industria recibiría préstamos de todos los capitalistas en las condiciones mas favorables por medio de los mas ricos banqueros que actúan como fiadores, que inútilmente sometieron a la aprobación del gobierno francés en 1830. Institucionalmente Inglaterra carece de obstáculos serios para el desarrollo capitalista después de su lenta incubación desde unos 299 años atrás. En Inglaterra se dio en las provincias una estimulante “cosecha” de hombres de negocios. En Manchester, una de sus ciudades provinciales, sus hombres de empresa no tardarían en pactar con Londres, con la intención de ponerle a la capital sus propias condiciones para hacer viables y seguros sus negocios. Además, éstos adquirían la consciencia de su “clase”. No solo de pertenecer al punto intermedio entre la pobrecía y los acaudalados. No ocurre lo mismo en el Continente: Las instituciones gremiales, con sus maestros, oficiales y aprendices que manejan una economía de pequeña escala dentro de una legislación municipal meticulosa dedicada a la protección de sus humildes súbditos, son un verdadero obstáculo, y la economía permanece casi intacta hasta la década de 1830 a 1840. Un mecanismo usado para resolver el problema, fue el establecimiento de uniones aduaneras, en las que el Estado Prusiano tenía especial interés. Otro obstáculo mayor, estaba representado en la gran modestia del nivel de vida de la clase media alemana, típica de una sociedad cuajada en la más rígida austeridad (Idem. P 217). Estados Unidos, por otra parte, tiene que superar su último obstáculo para ser una potencia económica mundial: El sur aristocrático, partidario del libre intercambio, tiene que ser vencido por el norte 187 industrial y proteccionista en la guerra civil de 1861 a 1865. Su política proteccionista data de 1816. El sur no se industrializa sino que intercambia libremente su algodón y su tabaco con Inglaterra (Idem. P 221). Federico List, economista alemán citado por Hobsbaum rechaza una economía internacional que hace de Inglaterra la única potencia industrial y aboga por el proteccionismo (Idem. P 223). La fortuna de los industriales de esta época se hace con productos baratos. La legislación y los gremios vigilan los precios y la calidad en Europa, orden que es roto poco a poco. Qué distantes las oportunidades de finales del siglo XIX en adelante, de los estáticos ideales jerárquicos de aquel pasado, cuando von Scheel, jefe del gobierno de Hanoover, se niega a conceder un cargo gubernamental a un pobre abogado joven, porque su padre es encuadernador y el hijo debía seguir el oficio de su padre. Eso resulta ahora pernicioso y ridículo En Francia no se da nunca un desarrollo industrial comparable al de Inglaterra y Estados Unidos porque los franceses no quieren producir en gran escala y productos baratos sino de lujo y su sociedad consumidora se compone principalmente de pequeños burgueses y campesinos modestos que no demandan demasiado. A Rusia, cuyo futuro de gran potencia ya se presiente, no llegan las nuevas industrias hasta 1860. Los zares abren minas y fundan algunas fábricas sobre la base de terratenientes como patronos y siervos como obreros desde el siglo XVIII pero languidecen poco a poco. En Europa Meridional, España incluida, la escasez de carbón frena, entonces, toda iniciativa. Por ello, una parte del continente y del mundo asciende y la otra se estanca y decrece. Ambos fenómenos no se pueden entender aislados. Inglaterra y algunos otros países ya industrializados barren la industria artesanal de la faz de la civilización y aspiran a ser la “tienda” del Mundo. La India en Asia y Egipto en Africa se desindustrializan visiblemente. Nada parece mas natural que los países menos adelantados produzcan sus alimentos y, quizás, 188 alguna materia prima importante para cambiarla por manufacturas inglesas. Egipto es la primera nación no blanca del mundo que liderada por Mohamed Alí intenta modernizar, a partir de 1821 su economía. Sin embargo, las armas occidentales lo impiden. En 1848 ya es evidente qué países serán industriales y qué países serán subdesarrollados en adelante. Estos últimos se mueven bajo la presión de las políticas exportadoras e importadoras de las grandes empresas o la presión militar de las potencias occidentales (Idem. P224) De todas maneras se dan fenómenos que revolucionan la vida humana: Aumenta la población y se desarrollan inmensamente las comunicaciones. Esto último alivia las hambrunas localizadas por las pérdidas de cosechas, ya con el transporte de productos desde otra parte, ya con la migración de la población de las regiones afectadas. Estados Unidos aumenta su población casi seis veces entre 1790 y 1850, pasando de 4.000.000 de habitantes a 23.000.000 de habitantes. La población del Reino Unido se duplica entre 1800 y 1850 y casi se triplica desde 1750 hasta entonces. La de Prusia casi se duplica entre 1646 y 1800, igual que la de Rusia. Ello no se da en Irlanda donde en 1847 se da una pavorosa hambruna que le cuesta la vida a casi 1.000.000 de personas. Otro 1.000.000 emigra. En 1820 su población era de 7.000.000 de habitantes. En 1846 tenía 8.500.000 habitantes. Ya en 1851 baja a 6.500.000 habitantes. (Idem. P206). El otro gran cambio es el de las comunicaciones. En 1848 estaban en la infancia pero tenían considerable importancia práctica en Inglaterra, Estados Unidos, Bélgica, Francia y Alemania, aunque se construyeron también muchos caminos y carreteras. En el imperio austríaco, se abrieron unos 50.000 kilómetros de caminos y carreteras entre 1830 y 1850. En España se duplica su pequeña red de carreteras. Estados Unidos multiplica sus caminos para diligencias ocho veces, de 21.000 millas en 1800 a 170.000 millas 189 en 1850. Al mismo tiempo abre la navegación de agua dulce en los lagos Erie, Chesapick y Ohio. Francia construye 2.000 millas de canales entre 1800 y 1847. El tonelaje de naves para la navegación se duplica en Occidente entre 1800 y 1840, y ya los barcos de vapor unen a Inglaterra y Francia en 1822 y suben y bajan por el Danubio. De la misma manera se desarrolla el correo. Las tarifas postales inventadas por Rowland Hill en 1839 perfeccionadas con los sellos adhesivos en 1841 lo facilitan mucho. Entre 1830 y 1840 el número de cartas enviadas anualmente en Francia sube desde 64.000.000 a 94.000.000 de envíos. (Idem. P212) De las ciudades del mundo de mas de 100.000 habitantes, aparte de Lyon en Francia, sólo las inglesas y las americanas poseen verdaderos centros industriales. El centro industrial típico es una ciudad mediana o un conjunto de pueblos. Milán al norte de Italia, tiene solamente dos máquinas de vapor en 1841. 7.4.2 EL ESPÍRITU DE LOS HOMBRES QUE HICIERON LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Es bueno pasar revista, ahora, al espíritu de aquellos hombres que logran la Revolución Industrial. Ello ofrece una justificación al comportamiento, a la visión política y a la ética de la sociedad burguesa contemporánea. Puntualicemos algunos comentarios de Hobsbaum en su obra “Revoluciones Burguesas” al respecto: “Había un orden en el Universo pero ya no era el orden del pasado. Había un solo dios cuyo nombre era vapor y que hablaba con la voz de Malthus, de McCullogh o de cualquier otro que utilizase las máquinas”(Idem. P 230). “El grupo de intelectuales agnósticos del siglo XVIII y los seudoeruditos y escritores de que oían hablar ellos, no oscurecían el hecho de que en su mayor parte estuvieran demasiado ocupados en ganar dinero para molestarse por algo ajeno a ese propósito. Estimaban a sus intelectuales, incluso cuando, como Richard 190 Cobden (1804-1865), no fueran afortunados como hombres de negocios, pero evitaban las ideas poco prácticas o excesivamente sofisticadas, pues eran hombres cuya falta de instrucción les hacía sospechar de todo lo que no fuera empírico. El científico Charles Babbage (1792-1871) les propuso en vano sus métodos científicos. Sir Henry Cole, el precursor del dibujo industrial, la formación técnica y la racionalización del transporte, les proporcionó (con la interminable ayuda del príncipe consorte) el más brillante monumento de sus esfuerzos, la Gran Exposición de 1851. A pesar de lo cual fue apartado de la vida pública como un entrometido aficionado a la burocracia, lo cual -como toda interferencia gubernativa- era detestada por aquellos cuando no ayudaba directamente a sus beneficios. George Stephenson, el minero autodidacto dominó los nuevos ferrocarriles imponiéndoles el ancho de vías-nunca pensó en otra cosa- mucho mas que el imaginativo, sofisticado e intrépido ingeniero Isambard Kingdom Brunel quien no tiene mas monumento en el panteón de los ingenieros construido por Samuel Smiles, que la infame frase: “Medido por los resultados prácticos y provechosos, los Stephenson eran indiscutiblemente los hombres a los que había qué seguir”. Los filósofos radicales. Hicieron todo lo posible por crear una red de “Institutos mecánicos” -libres de los errores políticamente desastrosos que los operarios insistían, contra natura, en hacer oír en tales sitios- para adiestrar a los técnicos de las nuevas industrias basadas científicamente. En 1848, la mayor parte de ellos estaban moribundos a causa de la opinión general de que la instrucción técnica enseñaría a los ingleses (como si fueran distintos a los alemanes y los franceses) cosas inútiles”(Idem. P 230). ”Un protestantismo pietista, gazmoño, anti-intelectual, con la obsesión de la moralidad puritana hasta el punto de que la hipocresía era su compañera automática, dominaba aquella época desolada. “La virtud –dice GM Young- avanzaba sobre un ancho frente invencible” y pisoteaba al no virtuoso, al débil, al pecador (es decir a aquellos que ni hacían dinero ni eran capaces de dominar sus gastos emocionales o financieros) sobre el fango al que pertenecían y que apenas merecían la caridad de los mejores. 191 En ello había cierto sentido económico capitalista. Los pequeños empresarios tenían que sacar mucho provecho de sus negocios si querían llegar a ser grandes empresarios. Las masas de nuevos proletarios tenían que imponerse el ritmo industrial del trabajo con la mas draconiana disciplina laboral o pudrirse si no querían aceptarla. Y, sin embargo, todavía se contrae el corazón a la vista del paisaje (urbano) construido por aquella generación” (Idem. P 231). “Nada se ve en Coketown sino lo que fue seriamente trabajado. Si los miembros de una secta religiosa construyen allí una capilla – como hicieron los miembros de dieciocho sectas religiosas-, harían un piadoso almacén de ladrillo rojo, que a veces (pero esto solo en los ejemplares mas ricamente decorados) tendrá una campana en una jaula instalado en lo mas alto…. La cárcel podría haber sido el hospital y el hospital podría haber sido la cárcel, el ayuntamiento podría haber sido uno u otro, o cualquiera otra cosa, pues todo parece lo contrario de lo que es por virtud de su construcción….” (Idem. P 231). “Esta desvaída devoción al utilitarismo burgués que los evangelistas y los puritanos compartían con los agnósticos “filósofos radicales” del siglo XVIII que la ponían en palabras lógicas para ellos, producía su propia belleza funcional en líneas de ferrocarril, puentes y almacenes y su romántico horror en las interminables hileras de casitas grises o rojizas, que, ennegrecidas por el humo, se extendían en torno a la fortaleza de la fábrica. Lejos de ella vivían los nuevos burgueses (si habían acumulado dinero suficiente para mudarse) distribuyendo dinero a los misioneros que se esforzaban en proporcionar recursos, educación moral y asistencia a los pobres negros idólatras. Los hombres personificaban el capital que demostraban su derecho a gobernar al mundo; sus mujeres, privadas por el dinero de sus maridos hasta de la satisfacción de dedicarse a las tareas domésticas, personificaba las virtudes de su clase: estúpida (“ser una chica dulce y buena sin preocuparse de más”) mal educadas, nada prácticas, teóricamente asexuales, sin bienes propios y protegidas. 192 Eran el único lujo que aquella época de sobriedad y ahorro se permitían” (Idem. P 232). ..“Desde luego había algunos fabricantes inteligentes, expertos y cultos que acudían a las reuniones de la recién creada Asociación Británica para el avance de la Ciencia, pero sería erróneo suponer que representan el conjunto de su clase”(Idem. P 231). “Una generación de esos hombres se formó en los años comprendidos entre Trafalgar y la Gran Exposición. Sus predecesores criados en la escuela social de comerciantes provincianos cultos y racionalistas y ministros disidentes, y apoyados en la armazón intelectual del siglo XVIII, eran quizás menos bárbaros: el alfarero Josiah Wedgwood (1730-1795) era miembro de la Real Sociedad de Arqueólogos y de la Sociedad Lunar con Mathew Boston, su socio James Watt y el químico y revolucionario Priestley (su hijo Thomas, experto en fotografía, editó periódicos científicos y subvencionó al poeta Coleridge). El fabricante del siglo XVIII construía naturalmente sus fábricas con arreglo a los libros de los arquitectos jorginos. Sus sucesores, si no mas cultos, eran al menos mas pródigos, pues en la década de 1840 -50 había ganado suficiente dinero para gastarlo alegremente en residencias seudoaristocráticas, en ayuntamientos seudogóticos y seudorenacentistas y en reconstruir en sentido perpendicular sus capillas modestas, utilitarias o clásicas. Pero entre la era jorgiana y victoriana hubo la que se llamó con razón la fría era de la burguesía y de las clases trabajadoras cuyos rasgos fijó Dickens para la eternidad con “Tiempos Difíciles” (Idem. P 231). “Por otra parte, una cultura tan profundamente formada por la corte y la aristocracia como la francesa no perdería sus huellas…Antiguamente, los reyes tenían favoritas oficiales; ahora las tenían los acaudalados hombres de negocios…. Así, la marcada preocupación de la prosa literaria francesa con sus sutiles análisis de las relaciones personales (procedentes de los escritores aristocráticos del siglo XVII) o el patrón dieciochesco de las 193 relaciones sexuales entre enamorados, se convirtieran en parte esencial de la civilización burguesa parisina” (Idem. P 226). “El absoluto desprecio de los “civilizados” por los “bárbaros” (entre los que se incluían a la masa de trabajadores pobres del país) descansaba sobre ese sentimiento de superioridad demostrada. El mundo medio virgen estaba abierto para todos. Los que se negaran a cruzar sus umbrales demostraban una falta de inteligencia personal, de fuerza moral o de energía que automáticamente les condenaba; o cuando mejor, a una herencia histórica o radical que debería invalidarles eternamente, como si ya hubieran hecho uso para siempre de sus oportunidades. El período que culminó a mediados del siglo XIX fue por tanto, una época de dureza sin igual, no solo porque la pobreza que rodeaba a la respetabilidad de la clase media era tan espantosa, que los nativos ricos preferían no verla, dejando que sus horrores causara impacto en los visitantes extranjeros (como hoy los horrores de los suburbios indios), sino también porque los pobres, como bárbaros del exterior, eran tratados como si no fueran seres humanos. Si su destino era ser obreros industriales, no pasaban de ser una masa que arrojar en el molde de la disciplina por la pura coacción, que aumentaba con la ayuda del Estado la ya draconiana disciplina de la fábrica (Era característico que la opinión de la clase media contemporánea no viese la incompatibilidad entre el principio de la igualdad ante la ley y los deliberadamente discriminatorios códigos laborales, que, como el inglés, de amo y criado de 1823, castigaba con prisión a los obreros que infrigieran el contrato y a los patronos con modestas multas si acaso. Debían estar constantemente al borde de la indigencia, pues de otra manera no trabajarían por ser inaccesibles a los motivos “humanos”. “Es muy conveniente para el propio trabajador, decían a Villermé algunos patronos hacia 1840, estar acosados constantemente por la necesidad, pues así no darán mal ejemplo a sus hijos y su pobreza será una garantía de su buena conducta” (Idem. 243) “Solo había un paso desde tal actitud hasta el reconocimiento formal de la desigualdad que, como afirmó Henri Baudrillart en 194 su conferencia inaugural en el Colegio de Francia en 1853, era uno de los tres pilares de la sociedad humana (los otros dos eran la propiedad y la herencia). Así pues, la sociedad jerárquica se reconstruyó sobre los cimientos de la desigualdad formal, pero había perdido lo que la hacía tolerable en otros días: la convicción social general de que los hombres tenían obligaciones y derechos, de que la virtud no era sencillamente el equivalente del dinero, y de que el orden mas bajo, aunque bajo, tenía derecho a vivir en sus modestas vidas en la condición social en que Dios les había llamado” (Rev Bur p 343) …”Tres posibilidades se abrían al pobre que se encontraba al margen de la sociedad burguesa y sin protección efectiva en las regiones todavía inaccesible de la sociedad tradicional. Podría esforzarse en hacerse burgués; podría volver a la tierra, o podría rebelarse” (Idem. P 243). “Lo primero, como hemos visto, no solo era técnicamente difícil para quienes carecían de un mínimo de bienes o instrucción sino también profundamente desagradable. La introducción de un sistema puramente utilitario de conducta social, la anarquía salvaje de la sociedad burguesa…parecía a los hombres criados en las sociedades tradicionales un poco mejor que la maldad desenfrenada. “En nuestro tiempo, - decía uno de los desesperados tejedores a mano de Silesia que se amotinaron inútilmente contra su destino en 1844- Los hombres han inventado excelentes artes, para debilitar y minar la vida de los demás. Pero ¡ay! Nadie piensa en el séptimo mandamiento que prohíbe robar. Ni recuerda el comentario de Lutero cuando dice: Amaremos y temeremos al Señor, así que no quitaremos nada a nuestro prójimo, sus bienes o dinero, ni los adquiriremos con falsedad o engaño, sino que, por el contrario, le ayudaremos a conservar y aumentar su vida y su caudal”. Aquel hombre hablaba por todos los que se encontraban arrastrados a un abismo por quienes representaban las fuerzas del infierno “(Idem. P 246) … “por otra parte, había muchos mas que, enfrentados con una catástrofe social no la entendían y empobrecidos, explotados, hacinados en suburbios en donde se mezclaban el frío y la inmundicia o en los extensos complejos de los pueblos industriales en pequeña escala, se hundían en la 195 desmoralización….El alcohol era “la salida mas rápida de Manchester (Lille o Borinage)” (Idem. P 248). “Pero, desde luego, los contemporáneos que deploraban la desmoralización de los nuevos pobres urbanos no exageraba, Todo coincidía para agrandarla. Las ciudades y zonas industriales crecían rápidamente, sin plan ni supervisión, y los más elementales servicios de la vida de la ciudad no conseguían ponerse a su paso. Faltaban casi por completo los de limpieza de la vía pública, abastecimiento de agua, sanidad y vivienda para la clase trabajadora. La consecuencia mas patente de este abandono urbano fue la reaparición de grandes epidemias de enfermedades contagiosas (motivadas por el agua) como el cólera, que reconquistó a Europa desde 1831 y barrió el continente desde Marsella a San Petesburgo en 1833 …y otra vez mas tarde. Los terribles efectos de ese descuido fueron tremendos, pero las clases medias y altas no los sintieron. El desarrollo urbano en nuestro período fue un gigantesco proceso de segregación de clases, que empujó a los nuevos trabajadores pobres a grandes concentraciones de miseria alejados de los centros del gobierno y los negocios, y de las nuevas zonas residenciales de la burguesía…. Solo a partir de 1848, cuando las nuevas epidemias desbordando los suburbios empezaron a matar también a los ricos, y las desesperadas masas que vivían en ellos asustaron a los poderosos, se emprendió una sistemática reconstrucción y mejora urbana”(Idem. P 248). “La bebida no era la única muestra de desmoralización. El infanticidio, la prostitución, el suicidio, y el desequilibrio mental fueron relacionados con aquel cataclismo económico y social, gracias, sobre todo, a los trabajos de algunos médicos contemporáneos a los que hoy podemos llamar precursores de la medicina social (cita Hobsbaum aquí a algunos de ellos con su nota adicional, que sigue) “La larga lista de doctores a quienes debemos mucho de nuestro conocimiento de la época –y de su subsiguiente mejoría- contrasta vivamente con la general indiferencia y crueldad de la opinión burguesa. Villermé y los colaboradores de los Anales de higiene pública fundados por él en 196 1829, Kay, Tackrah, Simon, Graskell y Farr en Inglaterra y varios en Alemania merecen ser recordados con mas amplitud de lo que de hecho son” (Idem. P 249). “Tanto el aumento de la criminalidad como de la violencia, a menudo sin finalidad determinada, eran una especie de ciega afirmación personal contra las fuerzas que amenazaban con destruir a la humanidad” (Idem. P 249).“Todas esas formas de distorsión de la conducta social tenían algo de común entre ellas e incidentalmente, con la ayuda de “uno mismo”, eran tentativas para escapar del destino de ser un pobre hombre trabajador, o al menos olvidar o aceptar la pobreza y la humillación”…(Idem. P 249)“La alternativa para la evasión o la derrota era la rebelión. La situación del trabajo de los pobres, y especialmente del proletariado industrial que formaba su núcleo, era tal que la rebelión no solo fue posible sino obligada. Nada más inevitable en la primera mitad del siglo XIX que la aparición de los movimientos laboral y socialista, así como el desasosiego revolucionario de las masas. La revolución de 1848 fue su consecuencia directa”(Idem. P250). “Pero de hecho, la miseria, -la creciente miseria como pensaban muchos-, que llamaba mas la atención, aparte de catástrofes totales como la de Irlanda, era la de las ciudades y zonas industriales en donde los pobres se extenuaban menos pasivamente y menos inadvertidamente. Todavía es cuestión que se debate si sus ingresos eran mejores; pero como hemos visto, no cabe duda que la situación general de los pobres en las ciudades es pavorosa. Las diferencias entre unas regiones y otras, entre los diversos tipos de trabajadores, y los distintos períodos económicos, así como las deficiencias de las estadísticas, parece difícil responder decididamente a tales preguntas, aunque cualquier significativa mejora puede ser excluida antes de 1848 (o quizás 1844 en Inglaterra), y podemos asegurar que la brecha entre ricos y pobres era cada vez mas ancha y mas visible. La época en que la baronesa de Rotchild llevaba joyas por valor de millón y medio de francos al baile de máscaras del Duque de Orleáns (1842) era la misma en que John Brigth describía a las 197 mujeres de Rochdale: Dos mil mujeres y muchachas pasaban por las calles cantando himnos; era un espectáculo singular e impresionante, casi sublime. Terriblemente hambrientas, devoraban una hogaza con avidez indescriptible. Si el pan hubiera estado cubierto de fango, lo hubieran devorado igual” (Idem. P 251). “Pero sin duda, la verdadera pobreza era peor en el campo y especialmente entre los jornaleros, los trabajadores domésticos rurales y los campesinos que vivían en tierras pobres y estériles. Una mala cosecha, -como la de 1789, 1817, 1832, 1847-, provocaba verdaderas hambres sin la intervención de catástrofes adicionales como la competencia de las manufacturas inglesas que destruyó hasta sus cimientos a la industria del hilo de Silesia. Después de la ruinosa cosecha de 1813 en Lombardía, muchas gentes se sustentaban solo con hierbas y forrajes, con pan hecho de hojas de habas, y bayas silvestres. Un mal año como el de 1817 pudo producir, incluso en la próspera y tranquila Suiza, un exceso de defunciones sobre los nacimientos. El hambre europea de 1846-48 palidece junto al cataclismo del hambre Irlandesa pero no por eso fue menos real. En Prusia Oriental y Occidental (1847) un tercio de la población había dejado de comer pan, y se alimentaba solo de patatas. En las austeras y paupérrimas aldeas de las montañas del centro de Alemania, en donde hombres y mujeres se sentaban en troncos, carecían casi de ropas de cama y bebían en cuencos de barro por falta de cristal, la población estaba tan acostumbrada a una dieta de patatas y recuelo, que durante las épocas de hambre, los componentes de los servicios de socorro tenían que enseñarles a comer los garbanzos y las gachas que les suministraban. El hambre y el tifus arrazaban los campos de Flandes y Silesia, en donde los tejedores de lino libraban su encarnizada batalla contra la industria moderna” (Idem. P 251). “Las probabilidades de vivir de los niños nacidos en los años de 1840 eran dobles en los trabajadores de Wiltshire y Rutland (no muy altos por cierto) que los de Manchester y Liverpool. Pero entonces –por poner sólo un ejemplo- hasta que el vapor se introdujo en el trabajo hacia finales del último siglo, las 198 enfermedades producidas por el polvo del metal apenas se conocían en los talleres metalúrgicos de Sheffild. Pero en 1842, el 50% de los pulidores de metales de 30 años, el 79% de los de cuarenta y el 100% de los de más de cincuenta estaban enfermos de los pulmones” (Idem. P 252). 7.4.3 LA RESPUESTA DEL MOVIMIEWNTO OBRERO. ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN RUSA DE OCTUBRE DE 1917 “El movimiento obrero proporcionó una respuesta al grito del hombre pobre”…”No era el “pobre” el que se enfrentaba al “rico”. Una clase específica, la clase trabajadora, obreros o proletariado, se enfrentaban a otra, patronos y capitalistas. La Revolución Francesa dio confianza a esta nueva clase, la revolución industrial imprimió en ella la necesidad de una movilización permanente. La novedad y rapidez del cambio social que les absorbía, incitó a los trabajadores a pensar en los términos de una sociedad completamente distinta, basada en sus experiencias e ideas opuestas a las de sus opresores. Sería cooperativa y no competidora, colectivista y no individualista. Sería “socialista”. Y representaría no el eterno sueño de la sociedad libre, que los pobres solo pueden alcanzar en las raras ocasiones de una revolución social general, sino una alternativa permanente y practicable al presente sistema….”la discusión intelectual en Inglaterra y Francia dio lugar al concepto y a la palabra “socialismo” en los años de 1820” (Idem. P 256) La sociedad burguesa occidental que nos tocó en suerte vivir, es el producto de la superación del caos vivido en Occidente hasta finales del siglo XIX, si nos negamos a reconocer que la historia económica y política del siglo XX, con la revolución rusa de octubre de 1917, con las dos guerras mundiales y sus secuelas, no es más que la prolongación, en nuestro tiempo, de aquel caos. Si lo reconocemos, podremos comprender, que la práctica del Terrorismo, de la Guerra, de la Violencia que nos agobian hoy, 199 son consecuencias lógicas de ese caos. El reto, pues, de la sociedad humana en general, de sus empresarios, estadistas, ingenieros, técnicos, científicos y hombres cultos en las distintas ramas de la disciplina humana, es superarlo, no seguir en los forcejeos, en las escaramuzas bélicas estratégicas, en las demostraciones de poderío, en las retaliaciones o en las respuestas de represalia. Es necesario aliviar las malformaciones del, carácter individuales y colectivas, patologías como la neurosis y muchas otras enfermedades que se originan en un mundo marcado por toda clase de agresiones en pequeña y grande escala. Hay muchos motivos que demandan más sensatez. Es importante adoptar, como política, el respeto de los espacios de cada cual, ser muy claro en la determinación de los espacios privados y los espacios públicos, definir muy bien sus fronteras, evitar la invasión del terreno ajeno. No podemos olvidar que el animal que somos es esencialmente territorial y gregario, a su manera. Es necesario preservar y darle el valor que merecen a instituciones de alcance universal, tales como son la Familia y la Comunidad, así como las ha institucionalizado. Instituciones sociales cuya misión es servir de cuna de la personalidad, la primera, y medio ambiente social de vida humana básico, la segunda. Es preciso proteger su sostenibilidad y su vitalidad. Es preciso poner en marcha otras organizaciones que se han fundado luego de terribles bélicas para prevenirlas, y que operan al nivel mundial, como la Organización de las Naciones Unidas, el Tribunal Internacional de Justicia, cuya labor es ya notable y que plantean ya un incipiente pero prometedor soporte del orden mundial. Su desarrollo, implementación, y uso a fondo, deberían ser objetivos prioritarios e inmediatos de la política exterior de todas las naciones del planeta. ¿Es esa propuesta una utopía? ¿Cómo la de Tomás Moro (1478-1535), canciller de Enrique VIII, monarca de Inglaterra quien publicó su obra “Utopía”? ¡Desde luego que sí! Él supo presentarle a su Rey la situación del reino en una época en que los monarcas pensaban más en hacer la Guerra que en administrar sus reinos. Tomás Moro fue más 200 explícito en puntualizar la tragedia de aquel pueblo que en hallar soluciones acertadas (Germán Arciniegas. América en Europa. P 55. Plaza y Janés. Editora Colombia S. A. Bogotá 1980). Ocurre que en nuestro mundo moderno estamos infinitamente mejor dotados que él para conseguirlo. Pero nosotros, que hemos “amasado” los medios económicos que se necesitan para intentarlo, apenas nos bastan nuestro tiempo y nuestras energías para pensar en acrecentarlos. Con ello solamente estamos consiguiendo cavar nuestra tumba y la de la humanidad entera. Para hacer de la utopía una realidad se necesita primero tener una visión amplia del tema, una consciencia de las falencias que se quiere superar. Astete en su sencillo y conocido catecismo de vida cristiana nos habla de siete pecados capitales y siete virtudes o hábitos que debemos arraigar en nosotros, para combatirlos: Contra soberbia humildad, contra avaricia templanza, contra lujuria castidad, contra ira paciencia, contra gula templanza, contra envidia caridad, contra pereza diligencia. Segundo, contar con la voluntad de lucha que nos exijan las circunstancias particulares de cada uno, contar con el tiempo y los medios materiales y espirituales que estemos dispuestos a invertir; tercero, tener la determinación firme e irreductible de lograrlo, y cuarto, cultivar la fe y la confianza de pueblos y naciones para asegurar una respuesta nutrida a la convocatoria que se haga para tal fin. Es preciso adiestrar cuadros de mando, para que la iniciativa pueda ser manejada en conjunto y puedan establecerse los planes de trabajo, y los respectivos equipos de especialistas en las distintas áreas del mismo. Es posible que su iniciación parta de un cerebro iluminado, pero la tarea es, forzosamente, una tarea de equipo. Ello es posible en nuestras naciones atrasadas, solamente cuando salgan del aislamiento, no sólo físico, sino sicológico en que se mantienen, por carencia de medios o determinación de los poderes que los dominan. Robert Smith Baden Powell de Geewell, Gran Bretaña, fundó el movimiento scout en Africa en 1908. Su método pedagógico se basa en la atracción mágica que la Naturaleza y el mundo de los animales ejercen sobre los niños. Su pedagogía, “aprender 201 jugando” para los niños “lobatos”, “aprender haciendo”, para los scouts y “aprender sirviendo” para los adultos pioneros, funciona alrededor de la práctica de los campamentos ecológicos y de las historias del “Libro de la Selva”, escrito por Rudyard Kipling para los niños. Bob y Bill, llamados así cariñosamente por los seguidores de su famosa terapia de los “doce pasos”, fundaron “Alcohólicos Anónimos”, para luchar contra la enfermedad del alcoholismo, el 10 de junio de 1935 en Akron EE. UU, de Norteamérica. Quienes conozcan estos movimientos pueden dar fe acerca de sus logros, particularmente, en términos de la formación de la juventud y de la recuperación, frente a los estragos producidos por el alcohol en el carácter de la persona humana. Igual que Bartolomé de Las Casas, quien llegó a América como un conquistador más, siendo un encomendero furibundamente explotador del indio, convirtiéndose luego en su gran defensor, éstos transformaron sus vidas y le han ayudado a muchos la transformación de las suyas (Enrique Caballero Escobar. América una Equivocación. P 181. Editorial Pluma Bogotá 1980). En otras palabras, han hecho el “milagro”, han hecho de aquella utopía una realidad. Vencen cada día a la Muerte. Esa lucha no es tan dramática y ostentosa como la lucha militar, pero es más decisiva, también, en ocasiones es heroica. Una expresión popular nuestra dice:: “El mundo es de los valientes” (mas no de los cobardes y pusilánimes). 7.4.4 LA TRANSFORMACIÓN DE LAS SOCIEDADES TRADICIONALES EN SOCIEDADES URBANAS En nuestro país, en sus raíces, nuestra población blanca buscaba el trato de la hidalguía, rehuía el trabajo, especialmente el trabajo material. Nuestra población negra, particularmente la de las regiones del África menos desarrolladas, era poco diligente y no tenía incentivos para el trabajo. En nuestra población indígena el trabajo productivo había sido descargado en la mujer, la cual se sentía explotada. (Idem. Páginas 204 y 243) Este factor tuvo que ver seriamente con el mestizaje, ya que significaba para ella 202 alguna forma de liberación. En la Europa bárbara y medieval, aún en las sociedades en que posteriormente se distinguiría la gente por su laboriosidad, el hombre se ocupaba, generalmente, sólo en la Guerra. Si no había guerra se dedicaba al ocio. En la humanidad del mañana, como lo veremos más adelante, ese hábito va a ser un lujo impracticable. El desarrollo posterior de la Historia generada por el trabajo de formación del carácter burgués, obra del la Iglesia Protestante puritana, la experiencia de los jesuitas en sus misiones, en lo profundo de la selva, con la civilización de pueblos completamente primitivos,. produjeron cambios revolucionarios en el carácter de la población humana que nos dan lecciones de cultura imperecederos. En el primer caso, quizás, sin ese trabajo hubiera sido imposible el desarrollo de la sociedad industrial moderna. En el segundo caso, se tiene el más grandioso precedente de transformación de pueblo alguno, que permite hacerse ilusiones entre otras cosas, sobre las posibilidad, muy ciertas, de una civilizaciones humanas avanzadas en el Trópico. Así las cosas, y a pesar de toda la oposición y la resistencia interpuesta, la realidad muestra que la cultura burguesa se extiende sin cesar y penetra constantemente la totalidad de las sociedades humanas del Planeta. Todavía mas, puede decirse que, desde antes de terminarse la década de los sesenta, con sus virtudes y sus defectos, ha logrado la transformación de la humanidad, de ser, esencialmente, un conjunto de sociedades agrícolas y pastoriles, a ser, una humanidad predominantemente urbana. Al viejo establecimiento de la Revolución Industrial del siglo XIX en Norteamérica y Europa donde han florecido las industrias clásicas, como la industria textil, la minería del carbón, la industria del acero, la navegación a vapor, se suceden las industrias provenientes de los inventos de finales de este siglo, como el teléfono, el automóvil, el avión, y tal vez la mas importante de todas ellas, la industria del petróleo, entre otras. El pensamiento científico nos ha revelado aspectos desconocidos de la Realidad, la técnica va evolucionando conforme a ella, se hace más eficiente. Pero es evidente la urgencia de transformar al ser humano. ¿Cuántos tropiezos se viven en el mundo moderno 203 porque en la generalidad de la vida cotidiana siguen imperando formas inadecuadas para el manejo de las relaciones sociales, porque la realidad de la vida humana no se estima justamente? En países que todavía no han asimilado la cultura burguesa, caso particular el de Colombia, aún a finales del siglo XX, la Industria se mueve perezosa y confusamente hacia vagos propósitos de carácter privado y económico, entre el éxito y el caos, derivando finalmente hacia la consolidación de la sociedad clasista, rígidamente jerarquizada, conforme a lo cual se establece la especialización en el trabajo, como un tardío remedo de las formas medievales de estructura laboral, de la jerarquización de los oficios. El resultado se parece al que se produjo en el medio revolucionario francés, y después en el europeo, en que tuvieron su origen los movimientos socialistas más importantes del siglo XVIII, la toma de consciencia del obrero industrial de su condición de clase explotada y las instituciones obreras, como los sindicatos De todas maneras, al paso que llevan las cosas, aunque ya parece evidente la urgencia de una “reingeniería” de su cultura, de su estructura, de sus metas, de su visión ética, la sociedad burguesa cambia constantemente, bajo su propia óptica, para bien o para mal, el carácter del hombre. El Campo es mirado ya de manera diferente. Empieza, por ejemplo, el reino de la agricultura industrial, como se da en la zona del maíz, en el centro de Estados Unidos de América desde 1930, que, junto con la industria de primera generación, la de la producción masiva y en grande escala, deben ser nuevamente reformadas a partir de 1950 por otros conceptos. La actitud temeraria de los primeros empresarios que confían en vender lo que producen a los precios mínimos por la escala de producción, ya no es considerada segura. El “consumidor”, individualmente y colectivamente considerado empieza a ser el punto de referencia del productor a partir de mediados del siglo. Busca, entonces, el equilibrio de su oferta con la demanda de aquel. Sólo mientras su inversión está justificada por la demanda de sus productos, tiene un valor económico consolidado. De otra manera, en la medida en que no se dé 204 aquello es como botar el dinero a la alcantarilla. Las grandes factorías ceden su espacio a plantas industriales más pequeñas y ágiles. El factor de la obsolescencia empieza a tener sentido práctico como expectativa de los proyectos industriales y las inversiones deben tener entonces un tiempo de duración finito, suficiente para pagarle al inversionista el costo y un rédito razonable. Eso pasa, particularmente, en la industria de la construcción, en la fabricación de equipos industriales, de automóviles, equipo de transporte, el Hardwer y softwer en la industria electrónica dedicada a la informática. Flota en ese ambiente innovador una inquietud que parece pertinente: ¿Es inteligente, es realista, es justa, la postura de una cultura que asume que la humanidad es esencialmente un conglomerado de individuos, en posesión de libertad de acción en el sentido más amplio imaginable, sin más? ¿Es razonable que nos formarnos una expectativa diferente de la realidad humana, por ejemplo de una realidad humana más justa, más estable, con más probabilidades de permanencia, con un orden más sólido que el de la actual? ¿Es prometedor el esfuerzo que se invierta en esa empresa? Vamos por partes: Si comparamos el caldo de cultivo primigenio de la Vida con ese medio de “cultivo de vida humana”, donde supuestamente se gestan su sociedad, las leyes de su orden, se pueden encontrarse entre ambas nociones alguna semejanza. Ambos son dinámicos. En el primero es evidente la forma azarosa en que se ha dado el inicio de todas las formas de asociación de lo que llamamos “materia” (Nota: “La Vida un Estadio Intermedio”). En el segundo, que también es dinámico hay fuerzas manipuladoras del proceso evolutivo. La vida humana no se desarrolla de manera enteramente libre, y sus restricciones obedecen a concepciones de la vida humana demasiado pobres que riñen, incluso, con experiencias que evidencian posibilidades mucho más fructíferas de la vida humana de las alcanzadas por la actual civilización. En el caso de la civilización burguesa hay que contar con una intencionalidad de sus líderes, así no sea la más recta y transparente. El inicio de la civilización actual en un verdadero 205 caos, justifica, como punto de partida esa apreciación. Sin embargo, han surgido nuevas formas de asociación, muy inestables por cierto, que se sostienen, individualmente, en una puja permanente por mantenerse, en un medio social turbulento. Esas experiencias hacen que la gente del común, conciba la Realidad así. Pero entender el Mundo así, no es inteligente, no es realista, no es justo. Mientras las cosas sigan como están, en esas condiciones, por más que se desee tener una visión macroscópica de la Cultura Occidental, una visión de su sentido, sin contar con la última tradición de unidad de la Cultura, es un esfuerzo ilusorio, no es posible. Simplemente no existe. La cultura occidental actual, en su versión burguesa, carece de espíritu integral, es una supererstructura mecánica que obedece a su propia inercia, a los intereses de los pequeños espíritus de sus propios gestores, como se dió en la antigua sociedad militar medieval de corte feudal. ¡No sabe para dónde va! Solo existen infinidad de visiones microscópicas en el mundo, cada una en puja por imperar, en la medida de su propio poder. El hombre mismo, encarnado en miles de millones de seres humanos concretos cae en el mundo entero bajo la presión de ese engendro imperial que justifica su existencia en la “legitimidad” del principio de “libre empresa”, del concepto del derecho de “propiedad”, tal cual han sido diseñados en el marco de la ética calvinista, sin referencia alguna a responsabilidades humanas, puesto que desde su punto de vista, para efectos prácticos, la Humanidad no existe como una realidad tangible, y carece de valor la posibilidad de que pueda ser algo real. En sus discursos, muchos hombres públicos, buscando argumentos teóricos de respaldo para sus propias posturas ideológicas o políticas, se refieren a conceptos irreales como “comunidad internacional”, “sociedad civil”, “opinión pública”, “comunidad”, cuyo uso constante hace pensar a la gente del común, que efectivamente existen esas entidades. Pero mientras no se trabaje por su desarrollo y consolidación, seguirán siendo solo fantasías. Es por ello que tenemos que emprender, cuanto antes, la tarea de su edificación. Ello exige a quienes la inicien familiarizarse con lo esencial de la tradición de nuestra cultura, 206 con su concepción del hombre, con la visión contemporánea de la realidad física y salirse, definitivamente, del esquema de pensamiento generado a partir de la visión calvinista del Hombre. Uno de los objetivos de este trabajo es aportar una explicación de los motivos de semejante sugerencia. 207 CAPITULO 8 LA INGENIERÍA 8.1.0 LA SOLUCION PRÁCTICA DE LOS PROBLEMAS HUMANOS. USO RACIONAL DE LOS RECURSOS NATURALES. Se dice que el mundo moderno es el paraíso de los ingenieros. Sin embargo, eso no es siempre cierto. En regiones como América Latina, en países como Colombia, donde el interés por el bien de la población se centra esencialmente en los procesos electorales, donde sectores enteros de la población provienen de antiguas comunidades de donde han tenido que emigrar y que han sido destruidas, en muchos años de violencia, donde pocos parecen mirar seriamente en un sentido distinto del retórico, el significado práctico de personalidad del pueblo, de la nación, a quienes hacen sus ofertas de bienes, de servicios, cuya vida dicen cultivar, proteger, apoyar, donde la respuesta general a las presiones de la competencia externa de la economía, de la corruptela interna, de la violencia generalizada, de la Guerra, del crimen organizado, ha sido casi siempre improvisada, tardía, impracticable, intrascendente, cuando no es el producto de una imposición, donde esa respuesta ha sido insuficientemente decidida, enérgica, contundente, pedagógica, allí, paradójicamente, la ingeniería está en crisis. Mientras en las grandes potencias se multiplican las especialidades en la ingeniería para atender los diferentes frentes de preparación de los próximos vuelos de exploración al Sistema Solar, los próximos viajes tripulados a Marte y mil industrias mas, en nuestros países, difícilmente se logra mantener en funcionamiento la red vial, la de telecomunicaciones, la de los servicios públicos fundamentales, como agua potable, energía y alcantarillado domiciliarios, las fronteras naturales yacen abandonadas a su suerte, generalmente en un proceso de devastación desordenada, la agricultura, en desleal competencia 208 extranjera, se arruina, la infraestructura industrial se hunde, los servicios públicos de seguridad social y de salud se deterioran constantemente en su insolvencia. Los ingenieros militares, con esa denominación, se dedican, desde los tiempos de Babilonia (Tomada por Ciro en 539 a. de C.), a construir fortificaciones, a poner a punto los sistemas defensivos de las ciudades, la gran muralla china, e infinidad de implementos defensivos y ofensivos, como catapultas, murallas, fortines, etc. Muchas de sus técnicas han sido desarrolladas desde tiempos de los vikingos, los portugueses y los españoles, no solo en sus construcciones navales de alto rendimiento, sino en la proyección de la navegación oceánica que abrió por primera vez el Mundo al comercio generalizado y, por supuesto, a la dominación imperial de las naciones mas poderosas. El desarrollo del pensamiento científico y de la técnica, le han abierto nuevos horizontes al ingeniero, a cuya labor le proporcionan bases de certidumbre y de solidez no concebibles antes. Son clásicas ya la ingeniería de minas, la ingeniería civil (para las obras civiles), la ingeniería de caminos, la ingeniería química, la ingeniería de petróleos, la ingeniería agrícola, la ingeniería forestal, la ingeniería sanitaria, la ingeniería eléctrica, la ingeniería electrónica, la ingeniería mecánica, la ingeniería industrial, la ingeniería de sistemas, la ingeniería biológica, y dentro de ella se dan infinidad de especialidades, como la hidráulica, la electrotecnia, la geología, la mecánica de suelos, la metalurgia, los ferrocarriles, el transporte, las construcciones navales, la aeronáutica, navegación oceánica, navegación aérea, etc., para nombrar unas cuantas, quizás, muy pocas. El desarrollo de las sociedades humanas más sofisticadas y opulentas, hubiera sido mucho más difícil sin el concurso de los ingenieros. Se puede decir que los ingenieros son clave en el funcionamiento de la vida moderna, han sido auxiliares muy importantes en el desarrollo de la infraestructura urbana de las ciudades, las redes de comunicaciones, los puertos de embarque, las redes de servicios públicos básicos, la industria minera, la producción 209 agropecuaria, la producción industrial. Ahora incursiona en espacios que tienen íntima relación con la Cultura, no ya como simple auxiliar de empresarios, gobernantes, instituciones sociales de distinto tipo, sino como agente del desarrollo humano, con el mismo nivel protagónico de los humanistas, en sus diferentes disciplinas, de los empresarios en sus diversas especialidades, de los hombres de Estado. Su responsabilidad en el aprovechamiento eficaz y eficiente de los recursos técnicos no lo inhibe ya, como algo fundamental en su labor, de tomar consciencia de sus compromisos con la Humanidad, como un todo, y de su disposición a interponerlos frente a la adopción de cualquier compromiso particular. Esa consciencia es la que lo lleva a hacerse preguntas respecto a su responsabilidad en la construcción de una humanidad, como la actual, que adolece de evidentes desequilibrios como los que venimos describiendo en todo este trabajo, respecto a su postura frente a quienes han contratado sus servicios, no ya desde el punto de vista del cumplimiento de compromisos contractuales adquiridos libremente, sino desde el punto de vista de lo que aquellos están logrando con sus servicios. Las herramientas que la Ciencia y la Técnica han puesto a su disposición, dada su relación con la consciencia moderna de la realidad física que en esas disciplinas se da, implican para el ingeniero un serio compromiso. La ingeniería ha sido acrítica, salvo en el terreno de lo científico y técnico. Su papel evolutivo lo resuelve poniendo en práctica la tecnología más eficaz y que le permite un uso más eficiente de sus recursos. Su valor en la modernidad se pone más de relieve a medida que la Ciencia y la Tecnología avanzan. Los ingenieros tienden a especializarse según los frentes de trabajo donde se aplican en su labor. Van éstos desde la obtención de minerales necesarias a la vida de las sociedades complejas de nuestro tiempo, como el carbón, el acero, el petróleo, el aluminio, los metales preciosos, los abonos químicos naturales, la obtención de productos del suelo, como el algodón, las maderas, los alimentos, la construcción de sistemas de comunicación viales, como las carreteras, los ferrocarriles, los medios fluviales, marítimos y aéreos, las construcciones civiles, como redes de acueducto, 210 alcantarillado, infraestructura de vivienda, de industria, en el establecimiento y manejo de relaciones humanas, como las relaciones industriales, comerciales, interinstitucionales, el desarrollo, la construcción y manejo de ingenios para el aprovechamiento de diversas formas de energía, como los mecánicos, eléctricos, electrónicos, hidroeléctricos, eólicos, entre muchos otros. Las tareas del ingeniero se han desarrollado conforme a los designios y las formas del poder imperante. La confección de sus paquetes tecnológicos y de sus ofertas, obedecen principalmente a estrategias dictadas por los requerimientos de la Guerra y el afán de lucro de quienes se benefician, principalmente, de la existencia de la Industria y de su operación. Ambos, la Guerra y la empresa industrial vista de esta manera (parece difícil, por lo pronto, verla de otra manera), tienen dinámicas enteramente diferentes entre sí y diferentes de la dinámica de la evolución humana, aunque El interés del Estado y el interés de la empresa productiva, particularmente en la etapa actual de desarrollo industrial (hablando de las grandes potencias industriales del Globo), en que el potencial productivo supera al potencial de la demanda, se dan las condiciones necesarias de alianzas de mutuo beneficio, ante la posibilidad de penetrar a nuevos mercados externos, encontrar nuevas fuentes de ingreso, para mantener los niveles de crecimiento económico y poderío político que desean, obviamente, a costa de comprometer a las autoridades de otras naciones con intereses que les son ajenos, de reducir su iniciativa, su capacidad de movimiento, a niveles de parálisis, de hipotecar el trabajo productivo de sus nacionales haciendo nulas sus opciones de desarrollo, reduciendo su influencia y posibilidades de manejo del propio espacio geográfico, de desconocer, mediante cualquier pretexto, incluso los derechos soberanos, la soberanía de otras naciones consideradas mas débiles desde el punto de vista de su desarrollo económico y su poderío militar. Para entender la situación de desequilibrio a la que ha llegado la sociedad humana en cuanto el aprovechamiento y disfrute de las posibilidades de un mejor nivel de vida, consideremos las 211 siguientes cifras: En un mundo de 6.000 millones de almas, se calcula que hay una población endémicamente hambrienta de 1.200 millones de almas. Sin embargo, se calcula en esa misma cantidad de almas la población que sufre de la enfermedad de la obesidad, grave secuela de la opulencia y mortal enemigo de la salud. En total, una población de 2.400 millones de personas con problemas graves de salud, el 40% de la población mundial. Los ingenieros, frente a aquellas cifras de desolación, deberíamos cuestionarnos, y promover el mismo cuestionamiento entre los técnicos y los científicos: ¿De qué ha servido nuestro trabajo? ¿Estamos ayudando a los seres humanos a forjar para ellos y sus hijos un mundo mejor? O, por el contrario, ¿Estamos ayudándole a nuestros empresarios, a nuestros estadistas, a forjar su fortuna, sus imperios económicos y políticos, a acrecentar su poder, su capacidad de dominación, haciendo mas y mas precaria la condición de los oprimidos, aún siquiera, sin el beneficio tangible de quienes disfrutan de ese poder? Sin un claro sentido de la vida, y en busca de soluciones prácticas a su ruina física, en los sectores populares mas deprimidos, en regiones campesinas olvidadas y de niveles de vida endémicamente bajos, la gente humilde en América Latina se abre a soluciones no convencionales, respondiendo de manera peculiar a las cortapisas que el medio social les impone en su esfuerzo por sobrevivir, justificándose y escudándose en el principio de la “libre empresa”. En medio de los cultivos “sin futuro”, que no les devuelven su inversión, cultivaron marihuana hace unos veinte años y ahora están cultivando amapola y coca, muy bien pagadas por los traficantes. El daño humano es evidente, sus dimensiones plantean una verdadera catástrofe universal. Desgraciadamente la demanda es inconmensurable y aporta cantidades de dinero inconcebibles a las redes de sus mercaderes. Es uno de los precios pagados por la humanidad, por los errores que representa una civilización permisiva que permite la explotación humana sin dejar otras opciones disponibles, como lo ha hecho la sociedad burguesa occidental. Esa “demanda” no es por la existencia de una necesidad objetiva. Es el producto de una intoxicación 212 generalizada, de una adicción masiva que permite la evasión de la Realidad, de la angustia que ella genera, con secuelas permanentes en términos de salud mental, de desequilibrio físico y emocional, de desadaptación y de incapacitación para el ejercicio de una vida social responsable. El Tiempo de Bogotá, publica en su edición del 1º de agosto del 2004, citando un informe del Fondo Monetario Internacional, y menciona un lavado de dólares (sin contar éuros y otras monedas), del crimen organizado de dimensiones escalofriantes, calculadas para un año en US$ 600.000 millones de dólares incluido el comercio humano de mujeres y niños. El narcotráfico lava unos US$ 250.000 millones de dólares. Esta suma representa el 5.6% del PIB del Mundo, ocho veces el PIB de Colombia. Todo con la complicidad de autoridades venales y de funcionarios privados y empresarios irresponsables. Este es un ejemplo de los gigantescos problemas humanos que la ingeniería está en la obligación de señalar y ayudar a resolver. Como vamos a ver, la Ingeniería incursiona ya en un campo trajinado apenas por las Humanidades, la Filosofía, la Metafísica. Los ingenieros hemos tomado consciencia de que nuestro trato con el ser humano se refiere a una realidad que trasciende los límites de la realidad física, del mundo material, tal como entendemos hoy la “materia”, a razones que trascienden los límites de la relación mecánica de los fenómenos naturales observables. Nuestra disciplina, que nace y se enriquece de aportes innegables que se desprenden de “la corteza técnica” de nuestra cultura, no puede negarse a considerar que sirve, esencialmente al Hombre, esté éste encarnado en directores empresariales, en propietarios de tierras, en jefes de estado, o en pobladores de algún barrio popular urgidos de fuentes de trabajo, en un grupo de campesinos arruinados por la competencia desleal, etc. Como consecuencia de esa consciencia, nos damos cuenta, del valor humano de lo que hemos aportado, como base material, física, que le ha permitido a una parte no despreciable de la población del Planeta, alcanzar un nivel de vida mejor. 213 A principios del siglo XX Federico Taylor (1856-1915) abre el camino a la Ingeniería Industrial, que se ocupa del aspecto organizacional de las unidades productivas, habiendo sido un factor de importancia capital en la racionalización del trabajo industrial a nivel macroeconómico, y a la mejora de los rendimientos, de la eficiencia en la aplicación de los distintos factores productivos, entre otras cosas, dentro de los cuales figura, en primer plano, la aportación del trabajador con su labor cotidiana. En la economía del trabajo, a la simple evaluación del tiempo dedicado a una operación manual, por medio de un cronómetro, se ha pasado en épocas mas recientes a descomponer la tarea de cada oficio, que se da generalmente en ciclos repetitivos, en elementos más simples, para establecer el método objetivo de acción dispuesto para el trabajador. Luego cada uno de esos elementos se divide en acciones simples que el trabajador realiza con los distintos miembros de su cuerpo independiente pero coordinadamente, cuya duración en tiempo se da en tablas elaboradas a propósito de una evaluación total del oficio, para terminar eliminando los movimientos innecesarios y adecuando el puesto de trabajo, de suerte que pueda ser puesto en práctica un método mas sencillo y económico para realizarlo. Esta escuela de trabajo en la industria fabril se denomina “taylorismo”. El taylorismo se basa esencialmente en un principio que es constantemente reafirmado por Taylor: El presupone la existencia de un amplio margen entre lo que un trabajador está en capacidad potencial de hacer y lo que hace en general. La tarea de la dirección general de la Empresa consiste en reducir ese margen cuanto le sea posible. Es evidente aquí, en un trabajo que se ha desarrollado bajo la dirección y los objetivos de los empresarios, la intención de reducir las opciones de vida del trabajador industrial en áreas diferentes a las del trabajo en la fábrica, con desmedro de su vida particular, de sus relaciones familiares, de otras formas de realización personal que sólo a él le competen, para sacar mejor partido de sus disponibilidades, de su tiempo, de sus energías. En forma un tanto ambiciosa, y probablemente quedándose demasiado corta, como se ve, dadas las consecuencias nefastas del 214 medio ético en que se ha concebido, se ha denominado, este nuevo campo disciplinario en algunos medios de Norteamérica y Europa como “Ingeniería Humana”(A. T. Welford, D. V.Glass, Michael Argyle, J. N. Morris. Sociedad. Problemas y Métodos de Estudio. P. 205. Ediciones Martínez Roca. Barcelona 1966). Los trabajos de Taylor y sus continuadores, se enmarcan, primariamente, dentro de las organizaciones de producción industrial mas desarrolladas en su época, con estructura burocrática y con una distribución de funciones a los diferentes niveles de la organización, hasta llegar a los oficios personalizados del obrero, cuyo conjunto, permite la transformación completa de los materiales requeridos en productos acabados, listos para su uso. Una de las aplicaciones del trabajo de los ingenieros industriales ha sido la evaluación económica del aporte obrero en el producto final. Dentro de la metodología adoptada, desde tiempos de Taylor, fue asumida como aceptable la evaluación del tiempo dedicado por cada obrero individual a la ejecución de su oficio, en el supuesto que sumando el tiempo de todos los oficios puede determinarse el tiempo total requerido para la transformación aludida. Se acostumbra a dar ese tiempo en términos de las horas-hombre requeridas. Con algunas variantes, ese es el procedimiento que se sigue aplicando ahora en la evaluación del aporte obrero en el producto final industrial. Esta tendencia de los estudios del Trabajo se extendió por toda Europa y sirvió de base al prospecto de su industrial durante casi todo el siglo XX. Las novedades de la ingeniería industrial fueron incorporadas, así mismo, a los programas de desarrollo industrial contemplados en el sistema de planificación central de la URSS y sus satélites, las cuales, no obstante el hundimiento del Estado socialista en 1991 y los efectos del régimen totalitario en el carácter y espíritu del trabajador industrial, logró colocar el potencial industrial de Rusia en el segundo lugar en el Mundo después de los EE. UU. de América. El trabajo de avanzar en este tipo de temas ha sido muy difícil y la urgencia de realizar un trabajo de alta calidad humana ha tenido 215 muchos tropiezos: Las instituciones universitarias en el Viejo Mundo han sido renuentes al auspicio de trabajos de investigación de temas prácticos en la Industria, manejada tradicionalmente por gente de baja o inexistente preparación académica. Ello es mas patente en la sociedad muy tradicionalista de la Gran Bretaña. Se alude a que la sociedad clasista de la actualidad conserva algunos valores típicos de la sociedad feudal, que discrimina claramente entre el trabajo “digno” de los nobles y el trabajo de “baja condición” de los plebeyos. Por otra parte, es evidente la actitud de los directores de empresa que solamente se interesan en trabajos de investigación que puedan mejorar su posición competitiva o sus márgenes de beneficio. La experiencia, en la labor que ha sido posible, demuestra que la calidad en los resultados del trabajo investigativo es muy superior cuando quienes lo realizan poseen una adecuada formación práctica y teórica (Idem. P 190). Es importante tener en cuenta que, en nuestros medios políticos, en que suelen exhibirse los pergaminos académicos y los currículum universitarios como expedientes de erudición y capacidad de desempeño administrativo, se discrimina entre los aspirantes a puestos públicos “políticos” y los simplemente “técnicos”. El adelantar esta tarea de alta calidad, podría ser un reto importante de la Universidad Pública. Con base en el trabajo investigativo de la Universidad de Leipzig, en la década de los treinta, se viene trabajando en el mismo terreno de la “ingeniería humana”, con otra denominación: La Ergonomía. Esta vez sobre la base de otro tipo completamente diferente de consideraciones: El metabolismo basal, como fuente información respecto de la capacidad del organismo humano de dar un cierto rendimiento en su trabajo. El mismo principio se ha desarrollado bastante para analizar el rendimiento de los deportistas en su desempeño deportivo. A nivel industrial se ha trabajado mucho mas extensamente en las condiciones ambientales en el puesto de trabajo que limitan el verdadero potencial de rendimiento de las personas que trabajan. Entre esas condiciones se han estudiado el aspecto anatómico de los espacios de movimiento, medios auxiliares, como sillas, mesas y otros implementos, cargas máximas a llevar o mover, etc., el factor de 216 iluminación, el ruido, la temperatura, todo lo cual incide, no solo en el rendimiento sino en los índices de accidentalidad en el trabajo. Es importante la consideración de una sana y suficiente alimentación. En la sociedad contemporánea, todavía se tejen expectativas absurdas acerca del rendimiento esperable en el trabajo de personas que no ingieren los alimentos suficientes o sin un balance adecuado, porque sus bajos ingresos no se lo permite, de personas que dejan de comer por beber alcohol, de personas que han aguantado hambre desde su niñez. Aquí, aparece, por primera vez para el ingeniero, la evidencia de un cambio urgente en el cuadro general del comportamiento social humano, el cual nace no solo de nuestra ignorancia respecto de lo que significa para nosotros nuestro propio cuerpo, maravilloso activo donado por la Naturaleza para nuestro disfrute, sino de que desconocemos, no solo los patronos sino los trabajadores, los profesionales liberales, los empresarios, los juristas, los estadistas, en general, aún las gentes cultas, el significado de la salud física y mental, de la integridad de uso de las facultades físicas y mentales, en cada persona y en los distintos conjuntos de ellas, para él ejercicio eficaz de la vida cotidiana y de la acción social que debe ser interpuesta frente a los factores alienantes, para conservarla. Entra entonces el ingeniero, con su dotación científica y técnica, a ser un protagonista de la Cultura, en conjunto con los filósofos, con los metafísicos, con los humanistas y, por qué no, con las instituciones religiosas, que se ocupan de los destinos mas elevados de la persona humana. El Universo, la Humanidad, no son sólo “materia”, no son sólo partes de un engranaje mecánico gigantesco entrelazadas. Pero su ser, por lo que sabemos, particularmente la Humanidad, necesita de su propio espacio físico, de los medios necesarios de sustentación material, de lo cual, en principio, al menos teóricamente dispone, solo que las divisiones, el sectarismo, las discordias, la prepotencia de unos sobre otros, no nos permiten verlo así, y la desadaptación de nuestra consciencia a una realidad tan objetiva como es posible tenerla hoy y las malas costumbres, que con esa referencia descubrimos en nosotros, nos alejan más y más de toda posibilidad de compartirlos. 217 Si la sola contemplación de los aspectos microsociales de las relaciones humanas nos demuestran aquellas protuberantes falencias de la sociedad occidental de hoy, la contemplación macrosocial nos descubre aspectos todavía más inquietantes: Uno de ellos se refiere a la racionalización en el uso de recursos naturales, cada vez más escasos, en industrias necesarias o útiles y, ojalá no, en otras perjudiciales. La consciencia, del ingeniero, su formación científica y técnica debería servir para que la sociedad disponga, en ellas, de medios idóneos para discernir, escoger en qué invertir sus esfuerzos y hacer razonablemente su inversión. Desde este punto de vista, el panorama que presentan muchas industrias clandestinas, manejadas intencionalmente a escondidas de la luz pública, como el comercio de armamento, el comercio humano, la industria y el comercio de estupefacientes, de alcohol, de tabaco y otros vicios, es desolador. Es obvio que, sin la ayuda profesional supuestamente con adecuada formación, su proliferación sería más difícil. Además, parece evidente en la actualidad, el crecimiento inusitado de una actividad criminal, egoísta, cerrada a toda reflexión, a toda consideración humanitaria diferente de su propio e inmediato interés, e interesada exclusivamente en el lucro, de la cual se beneficia cada vez mayor cantidad y mas destapado ejército de cómplices, decididos y dispuestos al beneficio personal a cualquier costo, realizada ya por medio de organizaciones poderosas incluso estructuradas en redes internacionales de comercio, capaces de intimidar, de amenazar a los individuos, a la población en conjunto, a las autoridades estatales a todos los niveles, de realizar tareas de interdicción de las acciones policiales de gran envergadura. Sus negocios crecen con el apoyo de funcionarios corruptos, de instituciones secretas de distinta índole, como acciones orientadas a imponer sus iniciativas, en conspirar en contra del orden nacional e internacional para asegurar la realización de sus objetivos. El conjuro de tales actividades requiere de la humanidad, desde ya, su inmediata atención, el cierre de sus filas alrededor de su propia defensa, en plan de protegerse, en conjunto, a sí misma, en plan de desenmascarar al emboscado donde quiera que se encuentre, de evitar que se haga fuerte, que 218 logre imponer su control estratégico sobre ella. Para ello es importante que se asocie alrededor de propósitos claros, que se solidarice, que su consciencia sea suficientemente clara frente al peligro real a enfrentar. La ingeniería tiene una amplia tarea que cumplir para asegurar la sostenibilidad de esa empresa. En el mundo moderno, la Cultura Occidental, para ser reconocida, tal cual es esencialmente, necesita reivindicarse con un nuevo comportamiento, a los ojos de todos los pueblos del mundo que han recibido, por su influjo, inconmensurables perjuicios. Esa magna tarea empieza por la reparación y el resarcimiento de los daños causados. Desde el punto de vista de un ingeniero moderno, con formación científica y técnica avanzadas, esa labor se percibiría como el desarrollo de un proceso político destinado a “invertir” nuevas energías positivas adecuadas para neutralizar las energías negativas que yacen en la “memoria” histórica de la Humanidad, en su consciencia, en su subconsciente, en su inconsciente, para que aquel gigantesco “condensador humano” no se siga disparando, provocando nuevos dolores, nuevas tragedias, nuevos cataclismos bélicos. Esa tarea no solo es ardua y compleja. Requiere el concurso conjugado de todas las disciplinas humanas, de todos los seres humanos de buena voluntad que se logren reunir, para una colosal tarea de sanación, para establecer los fundamentos de una nueva pedagogía, para que la relación con el otro, con el viajero que está lejos de su hogar, con el extraño, deje de ser una experiencia castradora, deprimente, frustrante, y sea nuevamente una experiencia de hospitalidad, acogedora, prometedora, enriquecedora. Tal vez como lo fue en tierras de Oriente para Marco Polo, cuyas maravillas lo movieron a iniciar un vínculo comercial y una relación cultural inmensamente prometedores. Con las consideraciones anteriores, nos colocamos los ingenieros en un terreno muy diferente que aquellos en los cuales teníamos que trabajar, sin cuestionarnos, sobre la base de especificaciones fijadas por determinados contratistas, y sin saberse el valor real de la labor que nos era preciso realizar. Podemos mirar retrospectivamente la obra realizada y reconocer a sus verdaderos 219 usufructuarios. El desarrollar especialidades como la Ingeniería Industrial, la Ingeniería Administrativa y otras afines, ha entrado en contacto más íntimo con el ser humano, partiendo de espacios de trabajo situados, aparentemente lejos de él, como el campo militar, las obras civiles, y otros. Tal vez ha encontrado motivos suficientes para proponer cambios radicales en el comportamiento de los hombres civilizados y su apertura para entender mejor sus relaciones con el entorno natural, cuando hace unos doscientos años pensaba, con arrogancia, que había logrado emanciparse del orden natural al cual se pensaba sometido, para depender, en adelante de su propia iniciativa, de su propia capacidad creadora, de su propia fuerza. ¡Qué ingenuidad, qué mayúscula equivocación! El descubrimiento del origen de nuestras fuerzas para vivir, para trabajar y producir, para procrear y permanecer demuestra con claridad meridiana que su fuente no está en nosotros mismos. Nuestra especie y su economía, dependen casi enteramente e inmediatamente, del proceso termodinámico que se da dentro del Sistema Solar, y del cual el planeta entero con sus pobladores, plantas, animales y humanos nos beneficiamos. La explicación de aquel proceso termodinámico merecerá un espacio especial más adelante, por lo cual solamente nos referiremos ahora a su existencia. Sólo mencionaremos aquí algo importante: De su conocimiento y adecuado aprovechamiento, derivarán en el futuro la Humanidad y las demás especies vivas prácticamente todas sus opciones de supervivencia. De no lograrlo, perecerán. 8.2.0 EL USO DE LOS RECURSOS NATURALES EN LA INDUSTRIA HUMANA. LA INSTRUMENTACIÓN DE LA INDUSTRIA. LA REUTILIZACIÓN Y RECICLAJE DE DESECHOS. EL EQUILIBRIO ECOLÓGICO. La sola lectura de este largo título representa uno de los horizontes más prometedores de la Ingeniería. La ingeniería, en su 220 variante destinada mas expresamente al apoyo de la gestión humana, en relación a su entorno físico y humano, una de las áreas en que su consciencia y la consciencia de las personas, a todos los niveles, está menos avanzada. Decíamos atrás que las energías de que disponemos para el desarrollo de nuestras tareas no se originan en nosotros mismos. Su fuente esencial está en el Sol, centro, fuente de energía, encendida desde hace unos 6.000 millones de años y con combustible suficiente para otros seis mil millones de años mas. Vana es entonces la expectativa de que la civilización occidental ha logrado encontrar el camino para “emancipar” a la humanidad de la Naturaleza, para dominarla y ponerla a su servicio. Pues bien: La especie humana apenas despierta a la consciencia de su pertenencia a una sociedad natural que es vital para su propia supervivencia: El llamado Ciclo del Carbono. Esta gran sociedad tiene un forzado intermediario para la captación de las energías que mueven todo su engranaje: El Reino Vegetal. El proceso evolutivo de la Naturaleza la ha dotado de un valioso medio para hacer disponible la energía radiada que llega del Sol en “materias primas” para nuestra industria de transformación, pero también para la vida de innumerables especies de animales que pueblan el Planeta. Privados de esa energía, nuestra vida cesaría instantáneamente y sin ella es imposible también el menor movimiento. Para entender la maravilla de ese proceso, consideremos los hallazgos en lugares inaccesibles de nuestro universo cercano, en este caso, el centro de nuestra galaxia, La Vía Láctea, hecho por los astrofísicos modernos. En condiciones físicas que superan toda posibilidad de imaginación, en una región de alta congestión de masas estelares que pierden su atmósfera por acción de las fuerzas de gravedad de sus vecinas, entregadas, a su vez, al movimiento, en sus órbitas, mas frenético que cabe en la mente humana, en medio de masas de gas hirviente a presiones y temperaturas inverosímiles de decenas de millones de grados centígrados, en medio de colisiones colosales y de ruidos ensordecedores, han sido identificadas en el espectro de luz mas 221 de 120 clases diferentes de moléculas pesadas. Entre ellas pueden mencionarse el amoníaco, el acetileno, el alcohol, y el azúcar. Lo maravilloso de nuestro “laboratorio natural terrestre” se relaciona con la posibilidad de llegar a varios de estos productos, particularmente el azúcar y el alcohol, en las condiciones ambientales de clima propias de nuestro mundo, mediante una familia de moléculas complejas que poseen los tejidos vegetales, que tienen una sorprendente propiedad: Catalizar la síntesis del agua con el gas carbónico del aire formando glucosa y liberando oxígeno. En multitud de reacciones paralelas se sintetizan proteínas, vitaminas, encimas y todos los componentes del tejido vegetal útiles a las especies animales y al mismo Hombre, que los consumen como alimento. De la misma manera se generan la celulosa, componente básico de la madera, de la fibra de algodón, el aceite de las semillas oleaginosas, los aceites esenciales de diversas plantas y frutos, con sus aromas y sabores, resinas, gomas, ceras, sustancias con aplicaciones en farmacia y muchísimos productos mas. Esa propiedad catalizadora, se origina en la existencia de una familia de moléculas “milagrosa” que se llaman clorofila, que le imprime su color verde típico a la vegetación de prados, bosques, sabanas, pastizales y rastrojos lo mismo que a las poblaciones microscópicas marinas que contribuyen con gran parte de la liberación del oxígeno necesario para mantener las concentraciones del gas en la atmósfera, aún en las condiciones precarias determinadas por las excretas de gases industriales que genera la civilización, con sus chimeneas y sus legiones de vehículos automotores en movimiento. Para tener una idea de la capacidad de la radiación solar de generar riqueza, miremos algunas cifras provenientes de observaciones cuidadosas de los físicos que nos dan información de mucho interés al respecto: La Tierra que tiene un diámetro de 12.700 kilómetros, está situada del Sol a 149.7 millones de kilómetros. La Tierra interfiere 1/1.000.000.000 de la energía radiada por el Sol. Ello representa un promedio de 1.94 calorías /cms2 de área por minuto, en los lugares donde el rayo de luz cae perpendicularmente al suelo, por ejemplo, en el ecuador terrestre a las 12 del día, haciendo caso omiso de las pérdidas que se tienen 222 por la interferencia de la atmósfera, de la contaminación atmosférica, de las nubes, que son importantes. Esta recibe el nombre de la Constante Solar. Tal radiación, que es recibida en diferente intensidad por unidad de superficie en las diferentes latitudes y longitudes planetarias, porque la radiación no incide perpendicularmente en toda la superficie esférica del planeta ni en horas diferentes del día, explica gran parte de la diferencia climática predominante en la región tropical, en la zona templada y en las regiones polares, teniendo, a su vez, tremendas implicaciones en la economía de la vida humana. Se sabe, por ejemplo, que la madera triplica su crecimiento en el trópico, comparativamente a como lo hace en sectores cercanos al círculo polar ártico. Es posible y vale la pena tener una idea de la importancia económica de esa energía. En el supuesto de que toda la energía radiada fuese invertida en la producción de glucosa, con perfecta eficiencia, sin interferencias de nubes, de contaminación, etc., en un área de 2.5 kilómetros cuadrados, al medio día, en un buen suelo tropical cercano al Ecuador, sería posible producir, en media hora 435 toneladas de glucosa (Fotosíntesis. Isaac Asimos p 151Plaza y Janés S. A. Editores. Traducción de J. Ferrer Aleu Barcelona 1980). En la práctica eso es difícil de lograr, pero vistas las proporciones, se entiende la contribución de la energía solar a la economía y la riqueza del planeta, en la cual, todos los seres que toman parte en el proceso se benefician con su parte y se constituyen, sin duda, en agentes de capital importancia en su aprovechamiento por parte de todos los seres vivos. O dicho de otra manera, todos ellos son un recurso natural de valor esencial para la vida en general, y para la vida humana, particularmente, todos aquellos que, descubrimos, juegan un papel fundamental en el sostenimiento de nuestra vida, por ejemplo, la población de microorganismos que medran en nuestro sistema digestivo y nos ayudan en la transformación de los alimentos en formas digestibles y aprovechables directamente por nosotros, o muchos otros seres que nos vienen acompañando como “socios” casi obligados nuestros, desde que inventamos la agricultura y domesticamos los primeros animales. Vale la pena, así sea sólo 223 mencionar los nuevos amigos que la ciencia moderna nos gana con multitud de trabajos investigativos, como los que se hacen con insectos, muchos de ellos incómodos y hasta dañinos como el mosquito anofelex. Este momento se trabaja aislando diversos antibacterianos del sistema circulatorio de ellos, generados por su sistema de defensas y ya se ha demostrado su valor terapéutico. No solo ocurre eso con los demás seres vivos. Esa realidad hace que debamos mirar con otros ojos a aquellos seres humanos que, aún sin tener consciencia de lo que hacen realmente, representan eslabones claves en la cadena de nuestra vida. Entre ellos podemos mencionar a los campesinos y los pueblos vinculados mas de cerca a la tierra, a los diferentes ríos, lagos, desiertos, montañas, estepas, selvas húmedas, regiones heladas, océanos y los diversos hábitats que ellos generan, de todas las razas, de todas las culturas, cuya variedad nos muestra la respuesta multifacética de la vida humana, de la iniciativa humana a los mas variados y extremos medios climáticos, medrando siempre el Hombre con éxito, aún sin la ayuda de la técnica moderna. Todos ellos trabajan transformando en recursos útiles para el Hombre todo lo que obtienen y nos lo ponen a la disposición. Tal vez debamos enterrar conceptos ideales no muy sensatos, pero en los que han creído muchos y sobre cuya base se ha intentado hacer realidad proyectos políticos absurdos por no decir que criminales, que nos hablan de seres, razas y culturas inferiores y superiores. ¿En relación con qué referencias? Puede haber seres humanos con una consciencia mas elaborada, con aptitudes mas desarrolladas en un sentido que en otros, mejor adaptados a unos medios naturales que a otros, sí. A veces por escasez de recursos materiales, por un medio ambiente demasiado duro, por falta de oportunidades para hacerlo, por causas patológicas, o por cualquier otra razón, esa consciencia no se desarrolla como quisiéramos. Sin embargo nuestro patrimonio genético, lo mismo que todo lo que representa la Vida, en su conjunto, son un patrimonio universal invaluable y son susceptibles de desarrollarse. Todo depende de nuestra voluntad, de nuestra intención, de nuestra inventiva, de nuestro genio creador, dispuestos a aprovecharlos. 224 La vida entera bajo esa mirada, representa una estructura termodinámica impresionante y sobrecogedora que se mueve por acción exterior, en una dirección inexplicable por la sola interacción mecánica de sus partes. Aunque muchos no sean sensibles a ello, detrás de todo ese andamiaje de la vida real se esconde una realidad inmaterial, intangible que lo permea. El Espíritu que se constituye en la razón fundamental de su ser. El manejo, cada vez más eficiente, de la energía disponible para la vida humana y para todos los seres vivos que están asociados al esfuerzo de su aprovechamiento, lo hacen más eficaz y representa, desde este punto de vista, un horizonte de interés singular para el ingeniero. Quizás, en definitiva, este esfuerzo, interpretado de tal manera, será el que le permita entender, sintéticamente, lo que ha significado su Obra, desde un punto concreto universal, lo que representa para la vida humana la disciplina científica, el desarrollo técnico, la ingeniería, dándole un sentido de unidad a lo que hizo siempre de manera aislada en sus casi infinitas especialidades, es decir, dándole sentido de unidad a sus construcciones físicas y estructurales, desde el punto de vista del aprovechamiento eficaz y eficiente de las disponibilidades de energía. Con ello podrá llegar a economías energéticas inconcebibles antes, mantener y aún, desarrollar nuevas opciones vitales, que de otra manera podrían perderse para siempre o quedarían invertidas en formas no disponibles, que solamente acrecentaría la entropía del sistema termodinámico global. Pero hay algo de valor singular: Toda esa concepción hace que tengamos que mirar, con otros ojos, a aquellos seres humanos que, aún sin tener consciencia de lo que realmente significan para nosotros, representan eslabones claves en la sustentación de la vida humana moderna, esencialmente burguesa, asentada, obviamente, en una realidad que tiende a sintetizarse alrededor de la vida en la Ciudad: Ellos son los pueblos que mencionábamos atrás, se hallan hoy vinculados mas de cerca de la tierra, a los ríos, a las montañas, al mar, los que trabajan con los bosques, la fauna silvestre, los que sacan los minerales de las entrañas de la Tierra, los navegantes, igual que los que trabajan en la transformación de 225 sus productos en recursos utilizables y en ponerlos a nuestra disposición. La instrumentalización de la vida humana con infraestructura, instituciones sociales para articularla y organizarla, con establecimientos industriales, organizaciones productivas, nueva tecnología, no deberían tener otro fin que servir de soporte a la expresión del Espíritu, a su diferente dinámica, a su diversa manera de ser, aunque su ubicación en el mundo material tiene sus limitaciones de tipo práctico que poco a poco son superadas. De alguna manera la intuición de los especialistas en “mercadeo” y las transformaciones que han producido en la Industria parece apuntar, en términos de estructura organizacional, en la dirección correcta, aunque en la aplicación al servicio humano universal no es muy convincente.. El hecho de estar la humanidad inserta en sus múltiples hábitats en el mundo de los seres vivos, en la misma Naturaleza, hace pensar en aspectos poco considerados: La reutilización de ciertos deshechos, la industria del Reciclaje y la transformación de ciertos residuos en formas utilizables por otros seres vivos que nos permitan cerrar el círculo del Ciclo del Carbono y mantener el equilibrio ecológico del planeta. Los requerimientos de la población mundial, 6.000 millones de almas en la actualidad, son sustancialmente mayores, y no solo en recursos materiales, sino en espacio físico, que los requerimientos de las decenas de millones que poblaban el Planeta a finales de la Edad Agrícola y pastoril en que la manutención humana dependía de lo que proviniera de esta fuente y todo movimiento debía hacerse sólo con el apoyo de la fuerza animal. Son casi infinitamente mayores que los que demandaba la humanidad con sus centenas de miles de pobladores en la época prehistórica, que vivían solamente de la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres. El esfuerzo del desarrollo de casi doscientos años de evolución en la Era Industrial, se ha concentrado en formas de producción de rentabilidad inmediata o en actividades deseables por su “alta condición”, por su prestigio, dando a entender que no pocos 226 valores de la Edad Media y aún del inicio del industrialismo sobreviven, se resisten todavía al racionalismo contemporáneo, dejando vacía de iniciativa una área muy importante de actividad industrial, incursionando en ella solamente gente sencilla, la generalidad de las veces impreparada, individualmente, sin el menor respaldo, movida solamente por la necesidad de eludir la muerte por inanición, de la misma manera que muchos derriban selva para, apenas, sobrevivir. Podemos hablar aquí a una intencionalidad que deja vacíos en áreas que ofrecen vastas oportunidades de trabajo, por ejemplo, en el tratamiento de basuras urbanas, de la contaminación del aire, de las aguas, de los desechos industriales tóxicos, como son el plomo y el mercurio. De una intencionalidad de encartar a otros con desechos inmanejables, como los desechos radiactivos, generando, como se generan hoy, situaciones de grave peligro, por sustancias cuya degradación puede durar decenas de miles de años. Otra industria dañina que no reutiliza sus sobrantes de Guerra es la industria de armamentos, cuya “contaminación” sigue causando devastación, aún cuando los conflictos han sido zanjados. Podríamos hablar aquí también de otras formas de contaminación que generan, particularmente la pérdida del potencial de acción, del espíritu humano al minar al hombre física y sicológicamente, como se da por el alcohol, los estupefacientes, el tabaco, muchas enfermedades causadas por la acción de organismos patógenos que medran en medio del abandono, el mugre, el desaseo, el desorden y que podrían controlarse con sanas costumbres en higiene y limpieza, entre otros. Podríamos hablar también de la “contaminación” que genera en el espíritu de la cultura toda forma de imposición, de imperio exterior, de intolerancia, de tiranía, de limitación física, como se dan por acción de la miseria, el hambre, la falta de recursos, por la ignorancia, por las presiones sicológicas que implican el uso perverso de la tecnología, como la publicidad sexual, la subliminal, la propaganda política y religiosa, por la acción amenazadora y destructora del Crimen. Todas aquellas formas de intencionalidad no hacen otra cosa que limitar las opciones de vida humana, a veces hasta hacerla casi imposible. 227 El ideal de las “libertades fundamentales”, que se sobreentiende en todo régimen democrático, se refiere fundamentalmente a las posibilidades de que el espíritu humano se pueda expresar libremente y pueda, servir de base a la acción humana, haciendo que su cosecha, la nueva realidad, sea consecuente con él. En el mundo cada vez mas complejo en que vivimos, la especialización progresiva del trabajo hace que la inventiva del genio humano, la sabiduría de los hombres se reparta más que antes. Nadie puede decir la última palabra, nadie puede considerarse eximido de errores, el liderazgo pueden desempeñarlo muchos, finalmente, es preciso tomar decisiones con firmeza y asumir responsablemente con compromiso y sin eludirlas, las consecuencias. Eso lo hacen los hombres de Fe. La honestidad en las posturas asumidas es la fuente de la confianza,- la fe de muchos referida a las perspectivas del compromiso mutuo-. El logro de una postura clara común debería ser el propósito de todo esfuerzo de conciliación, no lo que intencionalmente se busca muchas veces, con el engaño, la intimidación, el encubrimiento, la calumnia, el imperio, la falsificación de la Realidad. Precisamente una de las cualidades que distinguen al ser humano de los demás seres de la Naturaleza, que sepamos, es su desarrollada capacidad de reflexión, de discernimiento. Ello le permite moverse físicamente en el tiempo y en el espacio, adaptarse, conforme a sus necesidades sentidas, a su percepción de las exigencias del medio natural, prefigurando diversas circunstancias ideales, virtuales y contemplándose en ese escenario ideal. Por eso el ser humano es un ser social y político. Dicho de otra manera, antes de moverse físicamente el ser humano está en capacidad de moverse en el mundo ideal antes de hacerlo en el mundo físico. Podría decirse que de ese modo puede “planear” sus movimientos, corregir muchos errores, avanzar en la constitución de nuevas formas de acción, por ejemplo pasar de la acción individual a la acción comunitaria. Ello se debe a la evolución que ha tomado nuestro cerebro, magnífica herramienta nuestra y singular regalo de la Naturaleza. Pero a menudo, e históricamente, nuestro afán indiscriminado de competencia, no solo desprecia esta extraordinaria cualidad humana de adaptación, en un mundo superpoblado y complicado como el actual, sino que busca la forma de sembrar en otros el 228 error, hacer que den sus pasos físicos en la dirección incorrecta para que se precipiten en el abismo, pudiendo monopolizar, entonces toda opción de vida. De entrada, es el primer problema a resolver por los ingenieros, los hombres de empresa, los estadistas de todas las naciones del Mundo en la reforma de la sociedad burguesa contemporánea y de la ética que la mueve. Su primer objetivo deberá ser el conocimiento general de la Verdad. Luego empezar a construir el Porvenir, cambiando las estrategias políticas de la Guerra, de la conspiración, de la subversión, del fomento de la anarquía, por formas cada vez más avanzadas de cooperación. Para ese propósito, sin duda, son muy valiosas las experiencias y los logros de instituciones que han sido fundadas ante la evidencia de las duras consecuencias de la Guerra, particularmente la Organización de las Naciones Unidas y otras como el Tribunal Internacional de Justicia. Si se logra, ello permitirá cambiar el Mundo, construir cada vez más firmemente el organismo supraindividual que impropiamente llamamos hoy Humanidad. Ahora, nos referiremos al equilibrio ecológico. Este se refiere al balance entre las especies vivas. Cuando este balance cambia se generan problemas en el Medio Ambiente. En distintas épocas se han conocido diversas plagas que han azotado a la humanidad. Podrían mencionarse, por ejemplo, la langosta, que ha devastado varias veces, entre otras, las cosechas en la región subsahariana, la invasión durante el siglo XVI de la rata negra asiático, portadora del cólera, que redujo la población de Europa, más o menos a los 2/3 de la que era. Podría hablarse aquí también del ser humano y su capacidad perturbadora. Durante los siglos XV y XVI la migración europea introdujo enfermedades desconocidas en América como la viruela, que en pocas decenas de años redujo la población aborigen a 1/3 de la original, con gran desmedro de la economía. Este momento, los tremendos desequilibrios dentro de la especie humana están traduciéndose en la destrucción masiva y fuera de todo control, de porciones muy importantes de bosques, de diversas especies vegetales y animales. Ya veíamos atrás, que en 229 nuestro país, Colombia, se pierden más de 100.000 hectáreas de bosque, por la acción indiscriminada de colonos que viven en la miseria, abandonados, tras un magro e incierto sustento. Veíamos atrás también el lamentable estado de contaminación de las aguas dulces de uno de los países más ricos en agua del Mundo, como es el nuestro, Colombia. La región amazónica brasileña, por no decir de la peruana, ecuatoriana y colombiana, el “pulmón verde del planeta”, sufre, año a año tremendas transformaciones. Una de las industrias amenazadas, que da sustento a muchas de las poblaciones aborígenes de la región, que se han visto obligadas a emigrar a los “cinturones de miseria” de Manaos y otras ciudades, es la de las tradicionales nueces del brasil, muchas de cuyas vetas naturales han sido taladas para abrirle espacio a otras actividades, teniendo aquellas que abandonar sus comunidades huyendo del hambre. Considerando aquello, no debe ser extraño para el lector, el papel crucial del ingeniero en el plan de recuperar y conservar los recursos naturales del planeta lo mismo que disponer de un uso adecuado de ellos, evitar su desperdicio, y tratar de mantener el balance ecológico que hace mas efectivo el aprovechamiento de la energía solar disponible. Ello puede mejorar sustancialmente las opciones de vida generales, y aún, abrir opciones adicionales para una mayor población humana. Por último, nos referiremos a un aspecto de la “solidaridad” que en la sociedad burguesa más avanzada se ha explotado como un negocio: Los seguros. El problema de fondo está íntimamente relacionado con los diferentes riesgos que corre la gente, en sus diversas actividades y durante su vida, relacionados, básicamente, con los riesgos que cada persona, individualmente considerada, y las asociaciones productivas a las que se vincula, tiene de mantener los ingresos que necesita para sobrevivir. Las personas adultas tenemos compromisos de diferente índole, por ejemplo, si somos padres de familia, con esposa e hijos, con la educación de ellos y algo muy natural, con el período de la tercera edad, en que no es fácil proveer lo necesario para vivir. Particularmente en las grandes ciudades, el pago de servicios públicos, el disfrute de 230 vivienda propia con créditos de largo plazo, tienen que contar, necesariamente, con los ingresos de quien trabaja. El problema de ahorrar durante la vida de trabajo lo necesario para sustentarse en la vejez es palpitante hoy y tiene que ver con los ingresos del trabajo. Si, hipotéticamente, se pudiera establecer un plan financiero de la vida de cada persona a lo largo de su vida, de ingresos y egresos, por ejemplo, podría llegase a la conclusión de si la gente gana con qué vivir o no, y de cómo pueden atenderse, entre otras cosas, los rubros que mencionábamos arriba. Eso es lo que tratan de calcular, en forma realista o fantasiosa los actuarios y aseguradores. En una sociedad muy organizada esos cálculos pueden ser muy realistas. En una sociedad desordenada esos cálculos adolecen de muchas fallas e incertidumbres. De todas maneras, en una economía de cambio, en gran medida, la solidaridad se puede practicar para asegurar las posibilidades de sobrevivir, repartiendo socialmente y en el tiempo, el costo de los riesgos de vida de cada uno. Eso puede hacerse, por ejemplo, estableciéndose en la vida de cada clase de personas, según como vive, como trabaja, como se moviliza, etc., las probabilidades que tiene de incapacitarse para trabajar y producir. Quien toma un seguro de éstos, paga una cuota periódica, que le garantiza, en la eventualidad de una incapacidad, recibir una renta que le permita cumplir sus compromisos. En el fondo, de manera muy sencilla, esto es lo que significan los seguros. Ya, a nivel global, a nivel de los estados, se han desarrollado nociones de importancia capital, particularmente dos: La seguridad social y la seguridad de la vejez. La seguridad social se refiere, principalmente a la salud, la seguridad de la vejez, principalmente a la incapacidad permanente de las personas de la tercera edad para proveer por sí mismos para su sostenimiento. Evidentemente, la vida solamente es posible mientras el cuerpo, su soporte físico-, funcione. En una sociedad organizada, estos servicios de seguridad son prestados, en parte por el Estado y en parte por la economía privada. Su objetivo es, no solo garantizar los ingresos individuales durante toda la vida, sino mantener el 231 “parque humano de trabajo” en plena capacidad de producir. Pensar en esto significa, pensar en la salud integral de los ciudadanos, pero también pensar en la integridad física de las instituciones productivas donde los ciudadanos trabajan, producen y ahorran. Nuevamente nos traslada el tema al espinoso punto de la responsabilidad de los empresarios y estadistas, por no decir que de los ingenieros, en establecer un derrotero claro que determine la disciplina de vida del ciudadano como una condición, sin e qua non, es imposible vivir en el mundo civilizado. Pero no solo eso: Es muy importante establecer la conducta del dirigente respecto de los fondos con que se financia ese sistema de seguridad. En Colombia hemos tenido una experiencia tenebrosa en este campo, dado que sus magnitudes en pesos son muy altas y despiertan la codicia de no pocos funcionarios públicos y el trabajador, obrero general, especializado o empleado, solo se interesan en vigilar los niveles de salario y sus implicaciones. Se ve aquí la urgencia ciudadana de implementar un sistema de vigilancia global, lo que debe ser implementado con instituciones eficaces y eficientes destinadas a cuidar las inversiones del ciudadano en su seguridad social y en su pensión de vejez, que si existen hoy, desarrollan su actividad de manera dispersa. Me estoy refiriendo aquí a las asociaciones del consumidor, a muchas ONG, a muchos sindicatos de toda índole, a las Juntas de acción Comunal, etc., que deben vigilar las decisiones de los gremios empresariales, de los gobiernos, a todos los niveles del Estado, como municipios, departamentos y nación, de las relaciones internacionales, con el fin de hacer factibles sus presupuestos de rentabilidad de sus ahorros. Es tal la magnitud de esos ahorros en países como Colombia, que la financiación de su desarrollo económico bien pudiera realizarse con esos ahorros y no con crédito extranjero (hacer comparaciones, en cifras, con el caso chileno que ha adoptado esta modalidad para financiar su desarrollo económico). Remato con una historia que ilustra, a fondo, el tema de la solidaridad y sus consecuencias: 232 En cierta ocasión, el interventor de una compañía constructora visitó, en su primer día de trabajo, la obra de turno, donde dos de los frentes de trabajo estaban en manos de dos subcontratistas diferentes, que, obviamente, empleaban formas diferentes de manejo de su negocio. La obra era una gran catedral. Uno de los frentes avanzaba mas rápido de lo previsto pero el otro se quedaba rezagado respecto de las expectativas del proyecto completo. Averiguar las razones de esos sucesos era la tarea que se había impuesto en esa visita el interventor. Al llegar a la obra por el sector del frente, se encontró con un grupo de trabajadores que discutían con su capataz las órdenes recibidas, y, más que ayudarse, parecían estorbarse unos a otros y daban muestras de disgusto con la labor que realizaban. Preguntó, entonces, a uno de ellos: ¿Qué hacen ustedes este momento? Y este respondió: Tenemos que pegar en nuestro turno 2.000 ladrillos. Ya es el medio día y no llevamos 800. Yo estoy perdiendo mucho tiempo porque se me llevan, sin decir nada, mi herramienta y cuando la necesito no sé donde encontrarla. Si pudiera trabajar solo sé que rendiría el doble. Si me dejaran trabajar, sé que mi sueldo sería el mejor de todos, pero ante la envidia de los otros nada puedo hacer. El capataz, exhausto de empujar, le confesó al inspector que la dotación de herramienta estaba incompleta y no había podido lograr que le enviaran lo que faltaba. Confesó también al interventor de la obra su impotencia para poner fin al desorden imperante y contener las arremetidas agresivas de su personal, entre sí, lo mismo que su intención fallida de cumplir su meta de trabajo. Al llegar en su recorrido a la zona del fondo de la edificación, encontró a un hombre solitario reflexionando inclinado sobre un plano y midiendo algunas distancias. Le preguntó: ¿Qué haces? Quiero revisar la ubicación del altar mayor, le respondió. No quiero que nos equivoquemos y tengamos que desbaratar después lo hecho. ¿Y tu gente? Mire, trabajan allí, mas adelante. ¿Solos? No. Pero ellos saben lo que tienen que hacer. Yo ya les di las directivas que necesitaban, y he revisado su trabajo y todo está 233 correcto. Además he resuelto ya las inquietudes que algunos de ellos tenían, respecto de la tarea de hoy. Este momento me dispongo a preparar la tarea de mañana. ¡Son gente calificada y muy animada! Bien, permítame, paso a hacerles algunas preguntas. No tenga cuidado señor, en seguida lo acompaño. Cada cual parecía desempeñar su parte del trabajo sin interferir con los demás. Trabajaban todos en silencio y parecían preocuparse poco de lo que ocurría por fuera de su puesto de trabajo. Aparentemente, las cosas iban aquí mejor. ¡hola muchachos! ¿Qué hacen? ¡Construimos una catedral hermosísima doctor! Cuando esté lista será la mayor del Mundo construida en ladrillo…. ¡Y va a ser famosa por eso! Replicó otro más allá. ¿Cómo le parece que va la catedral de Villa Nueva de Medellín, la ciudad industrial de Colombia?.. Contestó otro espontáneamente, según se sentía estimulado por el reto. Cuando se despidió de ellos, empezando por el capataz, lo hicieron de mano y con una amplia sonrisa en sus labios, orgullosos de su contribución a aquella gran obra. De vuelta a su vehículo exclamó, entre dientes, algo que su conductor no logró entender: ¡Qué diferencia la que hace el Espíritu en el trabajo! ¡Nunca me sentí mejor inspirado y más satisfecho del informe que voy a pasar! Como reto inmediato, para el próximo futuro, la Cultura Occidental tiene un reto a mediano plazo, particularmente significativo por ser quienes son sus protagonistas, por el poderío creciente de sus estructuras, por las consecuencias de su acción en relación a nuestros propósitos políticos. Hablamos aquí del surgimiento de China, nación oriental por excelencia, el país mas poblado del Planeta, como gran potencia económica mundial, cuyos requerimientos de materias primas básicas presionan constantemente el desarrollo de su producción en el mundo entero para evitar desequilibrios sustanciales entre la oferta y la demanda de los mismos. Hablamos, así mismo del creciente poderío del crimen organizado, dedicado a aprovechar en beneficio de sus mentores todas las oportunidades de “enriquecerse”que hallen en su camino, con absoluto desprecio de todo interés humano, a cualquier costo. 234 Ahora el turno es de China pero en las décadas de los ochenta y de los noventa, a finales del siglo pasado, las potencias capitalistas de Occidente tuvieron a Japón en la mira, dada la extraordinaria fortaleza de su economía y observando en la competitividad propia debilidades que planteaban evidentes fallas estructurales de la economía occidental. La norma de calidad ISO 9.000, criatura occidental, desarrollada en Norteamérica, destinadas a obtener la competitividad relativa que faltaba, representa la respuesta concreta de aquel reto comercial. La noción de Calidad Total representa entre los japoneses su respuesta colectiva al reto de prestar, con los recursos disponibles, el optimo servicio, entregar el producto óptimo, empeño que asume cada hombre con derroche de compromiso. Los japoneses se sienten, en sus islas, tripulantes de una gran nave oceánica, para el éxito de cuyo “viaje” todos se sienten comprometidos a cooperar. La recesión de finales de los noventa fue un revés para su economía pero poco a poco se va recuperando. ISO 9.000 procura sembrar en Occidente la semilla de esa fortaleza, encontrando escollos muy importantes en su propósito, porque, a falta de solidaridad de empresarios y trabajadores en sus propósitos empresariales, a falta de una auténtica consciencia de los objetivos del trabajo de quienes lo desempeñan, de la urgencia de que sea aceptada por ellos la concertación de sus responsabilidades, hace necesaria la presencia de un “policía” al pié de cada puesto de trabajo, o rígida y exigente la auditoría que requieren los altos niveles de calidad en Occidente, haciendo, a su vez, su propósito económico demasiado costoso y a su gestión económica verdaderamente incompetente. La sociedad burguesa occidental con sus inconvenientes: Íntimamente fragmentada, individualista, materialista, hegemónica, regida por un afán competitivo y de lucro desmedidos e irracionales, aislada de sus raíces tradicionales, acosada por las angustias de las crisis recurrentes, incapaz de proporcionar una visión global, de conjunto, suficientemente coherente de la Realidad, de los objetivos de su política (si es que existe) de corto, mediano y largo plazo, sin una postura muy clara 235 respecto del significado que le merecen los mas altos valores humanos, va a tener enormes dificultades para mantener su coherencia, su identidad, su integridad, ya que la experiencia que ha generado su presencia en Oriente, salvo los afortunados contactos ocurridos durante los siglos XVI y XVII, ha dejado en esos pueblos un sabor amargo, ha generado imponderable resentimiento y odio y envalentonada con su poder militar actual, impone sus intereses con arrogancia mal disimulada, incluso a riesgo de desencadenar la Guerra. Muy difícil será establecer unas bases ciertas, universalmente aceptables y sólidas para sus relaciones con el resto del mundo, si no resuelve internamente, en lo fundamental, sus conflictos. Frente al Crimen, está igualmente desarmada la sociedad burguesa occidental. La falta de un carácter definido les permite a los criminales disimular sus intenciones, legitimar sus actividades, sanear su patrimonio mal habido mediante la aplicación de los inocentes e ideales principios de la ética burguesa. Da la impresión que el principio de “libre empresa”, por ejemplo, no diferencia entre actividades sanas, útiles, benéficas y otras dañinas, destructivas. En el fondo, el espíritu de la sociedad burguesa se queda demasiado corto frente a los requerimientos humanos que plantea a la sociedad burguesa su propia realidad. Por ello el único recurso con que cuenta para mantener el orden, para la lucha contra la delincuencia, el crimen en todas sus manifestaciones, el terrorismo, es su mecanismo de coacción, de fuerza. He ahí un nuevo reto para los ingenieros, los empresarios y los estadistas. 8.3.0 EL MANEJO DE LA CRISIS POR LOS INGENIEROS. LA CRISIS DE LA INGENIERÍA. En países como Colombia suele hablarse de la crisis de la Ingeniería, porque los estados carecen de presupuestos de inversión para obras públicas, ante otras “urgencias”; porque la Empresa Privada no tiene nuevos proyectos de envergadura, 236 porque se amplía, con sus excedentes propios en el extranjero; porque la Guerra y la violencia han alejado al capital y a la inversión extranjeros y han arruinado el patrimonio de innumerables empresarios grandes y pequeños, entre muchas razones mas. Entonces se explica así el alto índice de desocupación, el crecimiento desmesurado del trabajo informal, no solamente entre gente del común, sino entre la gente “educada”, los profesionales, incluidos los ingenieros. Entre nosotros no es raro ver médicos, ingenieros, abogados, arquitectos, economistas, conduciendo taxi; a químicos trabajando en laboratorios de cocaína y heroína. Sin embargo, en países capaces de desarrollar proyectos de implementación modernos para la vida urbana, para la educación, para la robotización de diversas operaciones industriales, de desarrollo de nuevas industrias, de obtención de nuevos materiales, como lo logrado con los cables de fibras ópticas en el cableado de las telecomunicaciones, con las fibras de carbono en la construcción de partes estructurales para aeronaves, con las cubiertas de cerámica resistentes a la alta temperatura de reingreso a la atmósfera de naves espaciales, no solo los ingenieros tienen trabajo sino que se especializan más y más. A casi nadie, entre nosotros, por ejemplo, preocupan nuestras fronteras naturales, vastas reservas verdes repletas de materiales útiles, por ejemplo en farmacia, plantas como la palma seje, productora de aceite de comer con propiedades nutritivas semejantes al aceite de oliva, como el caucho natural, insustituible, que de allí de origina, maderas variadísimas, multitud de especies vegetales que ni siquiera han sido clasificadas; grandes reservas verdes surcadas por grandes y caudalosos ríos que esperan su domesticación, geologías totalmente desconocidas que pueden esconder innumerable riqueza minera, pueblos primitivos completamente olvidados esperando su redención económica y social. La tarea de la Expedición Botánica de José Celestino Mutis y las grandes obras misionales de los jesuitas en los llanos orientales de Colombia, por ejemplo, no tienen continuadores y se quedan ostensiblemente 237 en el olvido. Por ello podría decirse que la crisis de la ingeniería es la crisis de nuestra sociedad. Es más importante, para la generalidad, la visión microscópica e individual de la responsabilidad de vivir, incluso en las prioridades de los funcionarios públicos, a quienes les interesan mas sus ingresos y sus prebendas, no importa de donde provengan y si pueden, en el futuro, seguir resultando. En el fondo, parece preciso que le busquemos soluciones a nuestra crisis social y ellas traerán reales alternativas de trabajo, no solo para los ingenieros sino para todos, en general, como alternativas a la Guerra, la Violencia y la Anarquía. 8.4.0 LA INFLUENCIA DE LA INGENIERÍA EN LA VIDA COTIDIANA. Si revisamos en nuestra casa, nuestro lugar de trabajo, la calle, la infinita variedad de implementos que encontramos por doquier, el solo considerar que hace cien años prácticamente ninguno de ellos existía, podemos entender las diferencias entre nuestro mundo y aquel mundo que apenas entraba en la Edad Industrial. El recorrer las calles, entrar a una tienda, a un banco, entrar por Internet, muchas veces a archivos del otro lado del mundo, para acceder, casi instantáneamente, a información especializada, son actos enteramente distintos ahora. Se puede ver cómo la oferta de frutas y toda clase de mercaderías de consumo son variadas y constantes, aún cuando la oferta está por fuera de la estación de cosecha. Apenas sube un poco el precio. El desarrollo comercial llega a conectar, hoy, por ejemplo, los grandes centros consumidores del hemisferio norte del planeta con las zonas productoras del hemisferio sur, en tiempos de invierno, cuando en el hemisferio sur está exactamente en la estación contraria, en verano. En tiempo de cosecha. Ello es posible mediante los desarrollos actuales de la navegación, de los sistemas de información, de los sistemas de frío, de las instituciones que operan todos esos medios, de los procedimientos modernos operativos que se ponen en práctica. Distintas ramas de la Ingeniería han prestado su apoyo valiosísimo a esos desarrollos. 238 Obviamente, el frente de la civilización tecnológica moderna no avanza igual en todas partes. Los países en desarrollo se quedan a la zaga, aunque los modos propios de la vida urbana avanzan sin cesar. Muchas industrias agrarias y pecuarias como la ganadería, el cultivo de frutales, cereales, soya, algodón, palma de aceite, caña de azúcar, entre otras, empiezan a adoptar métodos modernos de producción y comercialización. Hoy día es difícil que un agricultor se aventure en una cosecha sin tener su comercialización asegurada. Por intermedio de muchas grandes empresas, la gente aprende a trabajar conforme a la “nueva” civilización. Así, las grandes hambrunas de hace 150 años en Europa y en nuestros propios campos y ciudades son ya cosa del pasado. Ahora los problemas son un poco diferentes: El café, el petróleo, las tasas de cambio monetarias suben y bajan dentro de cierto rango de equilibrio entre la oferta y la demanda, dentro del cual se establece, a su vez cierta escala de precios. La crisis de la Organización Internacional del Café produjo en la década de los noventa, en Colombia, una baja profunda de los precios que les llevó la ruina y la miseria a regiones enteras.. Es la versión industrial de las antiguas crisis de escasez y hambrunas de la agricultura y ello obliga a los agricultores menos eficientes o marginales a moverse, sin dudas, a otras actividades. Así se ha conjurado en Colombia la crisis cafetera, situándose los precios a niveles de subsistencia y entrando el gremio de los cultivadores del grano a buscar para, su beneficio, las ventajas comparativas del café suave colombiano, de su variedad de climas, de la experiencia de los cultivadores del Campo, para buscar ingresos adicionales con la oferta de cafés especiales, de alto aprecio en los mercados de café del Mundo. Todo es posible mediante el apoyo de la Ciencia, de la Técnica, de la Ingeniería, que no están ausentes en ningún nivel, de la actividad productiva. El tener contacto con esas nuevas opciones, se abre un panorama cultural no imaginado siquiera antes, pese al carácter escéptico de muchos, que, incluso empieza a cambiar con el liderazgo de aquellas. Si algo nos descubren sus doscientos 239 años de actividad, cada vez mas rigurosa, metódica y profunda, es que no pueden dejar de contar con el Espíritu que anima a todo el Universo, en sus partes y en su conjunto. Nunca es mas patente que hoy, el significado de la búsqueda de las religiones, por ejemplo, del significado del Hombre, del mundo físico, como un todo. A la contemplación que han logrado los astrofísicos del Universo, tal como se hace hoy, del mundo exterior, es importante que pasemos a la contemplación de nuestro propio interior. El Universo, nuestro mundo, nosotros mismos evolucionamos, para nuestro entendimiento actual, en forma impredecible, pero no ciegamente. Unos párrafos atrás hablaba del Porvenir como un reto para los ingenieros, los empresarios y los estadistas. Sí, pero no solo para ellos. Los artesanos, los artistas, los científicos, los médicos, los juristas, los humanistas, los poetas, los letrados, los filósofos, los teólogos, en general, los artífices de la Cultura, las expresiones vivas del espíritu humano, tienen un papel decisivo qué cumplir. Un escritor colombiano, William Ospina, en su obra “Es Tarde para el Hombre”, tiene una visión pesimista al respecto. ¿Qué es para él el Hombre?, Acaso la realización actual de la Humanidad puede atribuírsele al Hombre integralmente, cuando es precisamente su espíritu el que ha sido aplastado con la violencia, con la Guerra, con la anarquía, con los estados imperiales, movidos por unos cuantos individuos, que se han apoderado durante toda la Historia de nuestra suerte, que han sido objeto, quizás de nuestra fe, nuestro culto? ¡Creo que no! Todo lo contrario. ¡Es el tiempo del Hombre! La contribución de hombres sencillos a la civilización actual, por cuestionable que ella sea, como los inventores de la máquina de vapor, del motor de explosión, del teléfono, del automóvil, del avión, etc., hace su memoria imperecedera como la de los pintores rupestres de Altamira, los constructores de dólmenes en la Edad de Piedra europea, de Confucio, Sócrates, Aristóteles, Platón, Avicena, Jesús de Nazareth, Tomás de Aquino, Leonardo Da Vinci, Shakespeare, entre muchos mas cuya mención llenaría todas las páginas de este trabajo. Todos ellos tienen algo en común: Dan testimonio del Espíritu, no solo del ser Humano, sino de su realidad trascendental que penetra y mueve al Universo entero. 240 Todos ellos han participado y seguirán participando como espíritus vivos en la tremenda tarea de conducir a la Humanidad hacia su destino vital en el escenario físico de su materialización física. El saberse parte de semejante tarea de transformación humana, de los logros que ha alcanzado y del futuro que podría esperarnos, es un estímulo muy positivo para los jóvenes que desean servir a la humanidad de esa misma manera. Así sea que muchos intentan el enriquecimiento con industrias viles como los alucinógenos, con la miseria de los consumidores, no solo en dinero sino en su salud física, la experiencia les muestra que su éxito depende de las redes de distribución que hacen la conexión entre el consumidor y el productor. Es decir, en cierta forma, con la labor “solidaria” de sus cadenas de distribución, que nace de un espíritu malvado, perverso quizás, pero que mueve al conjunto de los que se benefician de su comercio. En la agricultura moderna, aún en países poco avanzados, como ya veíamos arriba, pocos se atreven a dar pasos en la producción de cosechas básicas como arroz, yuca, maíz, papa, plátano u otros, sin planear anticipadamente las condiciones de su colocación en el Mercado, como precio, formas de entrega, empaque, etc., en otras palabras, estableciendo, así sea rudimentariamente, cierta forma de asociación supraindividual destinada a garantizar la recuperación del esfuerzo invertido. Esta experiencia esencialmente práctica, permite articular la actividad de muchas personas en pro de un beneficio común. En la sociedad moderna existen ya instituciones que permiten el seguimiento detallado de cada producto individual, de materias primas, por la “cadena de abastecimientos”.IAC en Colombia, maneja los “códigos de barras” que identifican cada producto colombiano y establece la diferencia real entre unos y otros. Sobre esa base se pueden manejar inventarios detallados, registrar movimientos de ingresos y egresos, en unidades y valorados en cualquier moneda, permanentemente actualizados, aún en almacenes que manejan 60.000 a 100.000 productos distintos. Esa ayuda de la Ingeniería y otras destinadas al establecimiento de asociaciones o instituciones adecuadamente reglamentadas, estables, eficientes, manejadas con ecuanimidad y justicia por un 241 bien común concreto, pueden ofrecer alternativas de solución real de los conflictos, frente a otras alternativas tradicionales, como la Guerra y la Violencia. Obviamente este tipo de soluciones no puede excluir, sino todo lo contrario, incluir una alta valoración de la persona humana, muy particularmente, en la medida en que está comprometida con la consecución del objetivo común. Cada uno se constituye, entonces, en un recurso real para los demás, en un verdadero “coequipero” de trabajo con ellos. Para llegar allá es preciso superar el comportamiento actual de los hombres individualmente considerados y de las asociaciones, productivas o no, que forman, con intenciones perversas, como eludir responsabilidades laborales, apropiarse de secretos industriales, ocupar recursos financieros y espacios necesarios para labores constructivas mas importantes, para lograr la enajenación de patrimonios ajenos, para monopolizar oportunidades, en una palabra, no para unir esfuerzos en pro de un beneficio común, sino para hacerle daño a otros, para beneficiarse del trabajo ajeno, etc. El ingeniero debe entender que una de las condiciones de su trabajo, por práctico y concreto que él sea, debe esencialmente ser, la de poseer una visión universal de sus fines, no la de formar partido en la procura de otros fines que riñen, de alguna manera, con el bien común. Su forma de abrir caminos para la acción humana, de abrir oportunidades de realización, es, entre otras cosas, una forma de permitirle al ser humano la edificación de su consciencia de la Realidad, por encima de los problemas atávicos que han afectado históricamente sus relaciones con los demás; es darle la oportunidad de experimentar la necesidad de un orden ético universal esperanzador para los hombres, que le dé solidez y sentido a su labor cotidiana, a la sociedad humana que sobre esos cimientos se construya. Efectivamente, la mecánica de la estructura social, su condición material, no encierran en sí el misterio de su funcionamiento, no bastan para explicar el correcto o defectuoso del mismo. Muchas veces, es preciso buscar la explicación en el espíritu que la anima. Es la manera de liderar el 242 establecimiento de una nueva realidad humana, de abrirse a una cultura nueva y más amplia de la Vida. 8.4.1 EL PROYECTO DE INGENIERÍA MÁS GRANDE EN 4.000 AÑOS DESDE KEOPS, CAMBIA LA SUERTE DE UNA NACIÓN. Uno de los proyectos de ingeniería más eficaces en el cambio del carácter de una nación, en este caso de la nación panameña, es la construcción del canal de Panamá. Su magnitud, en términos de movimiento de material (tierra, roca y otros), representa sesenta y tres veces los movidos en Keops. La construcción del canal de Panamá a principios del siglo XX, luego de la secesión de Panamá, es conocida como una de las obras monumentales mayores en la historia de la ingeniería, iniciada en su etapa exitosa en 1904 y terminada en 1914. Lesseps (1805-1894), político francés, quien construyó el canal de Suez y quien se propone, de cuenta de Colombia, construir el Canal de Panamá en la segunda mitad del siglo XIX, fracasa en su intento. La gran obra, era muy superior a los medios técnicos disponibles entonces para los franceses. Particularmente el tamaño de los medios mecánicos es insuficiente frente a un diseño casi inverosímil que plantea un corte de ochenta y cinco metros de profundidad en la montaña que separa las vertientes atlántica y pacífica del istmo, en el llamado paso de Culebra, en un tramo de 15 kilómetros de longitud solamente, para dar paso a los navíos al nivel del mar. Sin embargo, Lesseps es derrotado, más bien por la fiebre amarilla y el paludismo que menguan casi hasta la impotencia las fuerzas de su personal de trabajo. Sus pérdidas en vidas, asciende a la no despreciable cifra de 16.000 trabajadores durante el tiempo que dura el intento. Los trabajos son reiniciados en 1904 y en julio de 1905 asume la dirección de los trabajos el ingeniero ferroviario John Stevens, de 52 años de edad, de gran experiencia en el corte de vías férreas en las montañas Rocallosas (EE. UU.), quien ostenta el récord de 243 haber construido más kilómetros de vías férreas que ningún otro ingeniero de su tiempo. Su designación es hecha directamente por el presidente de EE.UU., Teodoro Roosvel, con el acuerdo entre ambos de evitar, por todos los medios, los escollos burocráticos. John Stevens es un constructor ferroviario, no un político. Los móviles del Presidente son patrióticos, económicos y militares. La experiencia le demuestra a Steven cuán importante son la salud y la moral de los hombres vinculados al proyecto. Se ha dado cuenta del ambiente pesimista que reina en los campamentos y de las condiciones de insalubridad existentes alrededor de ellos. Panamá, entonces, es considerado el territorio más insalubre del planeta. Reina en el lugar de los trabajos una temperatura media de cincuenta y cinco grados centígrados y llueve torrencialmente ocho meses del año. En Panamá conoce al médico Dr. William Worgass de 49 años, director del hospital Ancón, que tiene el extraordinario récord de haber terminado con la fiebre amarilla en Cuba años antes. Worgass opinaba que el virus de la fiebre amarilla tenía por vector transmisor (como resultó cierto después) un mosquito que habitaba, no la selva tropical húmeda sino las poblaciones habitadas, que adolecían de múltiples condiciones de reproducción en canales de agua estancada, en basureros encharcados, en calles húmedas, en recipientes abandonados llenos de agua, etc. Ha buscado en vano, el apoyo de las autoridades del Istmo y de EE. UU. En la Zona del Canal para adelantar fumigaciones masivas de las viviendas y el drenaje de los depósitos de agua. John Stevens no sólo lo escucha. En conjunto con Worgass emprende el más ambicioso y costoso programa sanitario que se haya emprendido en país alguno. Cuatrocientos hombres fumigando casa por casa utilizan en total 120 toneladas de sulfuro. Se cierran burdeles, se derriban cuchitriles de mala muerte, se arreglan calles y caminos. La fiebre amarilla es vencida para sorpresa e incredulidad de todos con un resultado decisivo para Stevens: la moral y el entusiasmo de sus trabajadores mejoran substancialmente. Stevens se constituye en un verdadero líder de su gente. 244 Empieza una campaña igualmente masiva contra el paludismo. Todos los trabajadores tienen que consumir su dosis diaria de quinina. Delante de la vía férrea que se va construyendo van las brigadas de hombres regando aceite en los posos de agua de la selva, drenando zanjones de agua, instalando en los caseríos y campamentos acueductos modernos y de agua limpia. Es un hecho que todo el mundo, particularmente los trabajadores de origen extranjero, sufren los rigores de la fiebre recurrente del paludismo, entre ellos, el mismo Dr. Worgass. La población local ha desarrollado ya gran resistencia contra la enfermedad. Cuando se logra vencer al paludismo, casi unos 22.000 trabajadores han muerto víctimas de los dos flagelos, la fiebre amarilla y el paludismo. Entonces el ánimo invade a la población trabajadora y se labora a ritmo frenético. Stevens considera que la clave para un mayor rendimiento de los trabajos está en el transporte férreo de los materiales removidos. Pero…¿Dónde colocarlos? El río Chagres derrama en la época de lluvias cantidad de agua que estorba inmensamente las labores de excavación. Es cuando se le ocurre que se debe construir una gran represa destinada a represar las aguas del río Chagres. Allí, en la tapa, depositará todo el material transportado y el agua del lago formado alimentará con sus aguas el canal en tiempo seco. Así se forma el lago Katún, el más grande lago artificial del Mundo. Para aquella labor Stevens busca en su país las mayores locomotoras de carbón posibles, igual que excavadoras y cargadores de las mayores dimensiones que pudiese encontrar. Así logra superar los escollos de los franceses, que solamente disponían de un equipo relativamente liviano de movimiento de tierra y rocas. Pero su mayor innovación es la propuesta que le hace a Roosvel de cambiar radicalmente el diseño de los dispositivos del Canal. Le propone reducir substancialmente la ciclópea tarea de romper por roca maciza un paso de ochenta y cinco metros de profundidad y quince kilómetros de largo para un canal a nivel. Propone elevar las naves a la altura mayor posible con un sistema de esclusas a ambos costados de la montaña. Si aquello funciona 245 (nadie sabe que así sea a ciencia cierta) la economía es evidente y la viabilidad del proyecto se acerca muchísimo más a lo realizable. Todo se hace según los diseños de Stevens, aunque éste, por razones todavía desconocidas, se retira de la Obra y no está presente en su inauguración. No obstante, tanto John Stevens y William Worgass son considerados en su país como verdaderos héroes nacionales. Stevens, a su muerte en 1916, es sepultado con honores de hombre de Estado (National Geographic. Documental de televisión). No es de despreciar la actitud decidida de Roosvel para plantear sus objetivos políticos. El está muy enterado del “Gran Juego” como se le dice a la alta política, en el argot diplomático de principios del siglo XX.. El pueblo de su país entiende muy someramente su movida, igual que ocurre en los nuestros, cuya vida cotidiana es muy divorciada de las altas actividades del Estado. Más adelante lo entenderá cuando su presidente tenga que mover su potencial naval del Océano Atlántico al Océano Pacífico y viceversa, como consecuencia del estallido de la Segunda Guerra Mundial. De no contar con el Canal, hubiera tenido que perder varios meses para hacer el mismo movimiento, ya por el Cabo de Hornos en Suramérica, o por el Cabo de Buena Esperanza en África del Sur. Es algo que sólo él y algunos de los estrategas políticos de su nación discuten, seguramente, en la intimidad. 246