Homenaje a Machado- 75 Aniversario de su Muerte Viernes, 6 de junio de 214 Casa Museo de Antonio Machado Ayuntamiento de Segovia GUION DE LA ACTUACIÓN DE LOS ALUMNOS DE 6ºB ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------DIRECTOR: Silencio, silencio; a ver esas cámaras, luces, sonido, preparados actores y actrices, todos en su sitio, vamos a empezar. ¡Regidor, comencemos! CLAQUETA: Los niños de Segovia recitan a Antonio Machado, invitados por el Ayuntamiento de Segovia. Escena Primera. Toma primera. ¡Acción! CORO: Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierra de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero. (Musicado) MACHADO: ¡Ah, cuando yo era niño soñaba con los héroes de la Ilíada! Áyax era más fuerte que Diomedes, Héctor, más fuerte que Ayax, y Aquiles el más fuerte; porque era el más fuerte...¡Inocencias de la infancia! ¡Ah, cuando yo era niño soñaba con los héroes de la Ilíada! PROVERBIOS Y CANTARES – XVIII ------------------------Nací en Sevilla una noche de Julio de 1875, en el Palacio de las Dueñas. Los recuerdos de mi ciudad natal son todos infantiles, porque a los ocho años viajé a Madrid con mis padres y me eduqué en la Institución Libre de Enseñanza, a cuyos maestros guardo vivo afecto y profunda gratitud… Todavía recuerdo mis largas noches junto a ms fieles compañeros, camaradas en la aventura que es el arte, y como juntos escuchábamos las baladas con las que disfrutábamos, las risas y lo sueños que compartíamos de conocer un mundo nuevo. Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno; y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno. Mi adolescencia y mi juventud son madrileñas. Aunque también viajé por toda España y algo por Francia. Después de pasar un largo tiempo lejos de mi querido hermano Manuel, pude ir por fin a visitarlo a París, donde me empapé de esa cultura que me abrió nuevos horizontes Fruto de estos viajes es mi primer libro, “Soledades” que, además, es un humilde homenaje a Rubén Darío, a quién admiro. He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas; he navegado en cien mares, y atracado en cien riberas. En todas partes he visto (… ) gentes que danzan o juegan, cuando pueden, y laboran sus cuatro palmos de tierra. (…) Son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan, y en un día como tantos, descansan bajo la tierra. ----------------------CLAQUETA: Los niños de Segovia recitan a Antonio Machado, invitados por el Ayuntamiento de Segovia. Escena Segunda. Toma primera. ¡Acción! “La primavera besaba…” (ACTÚAN LOS ALUMNOS DE 1º DE PRIMARIA DEL FRAY JUAN) ----------------------En 1907, obtuve la Cátedra de Lengua Francesa, que ejercí durante cinco años en Soria. Allí conocí a Leonor, mi gran amor, con la que me casé en 1909, cuando ella tenía 15 años recién cumplidos y yo ya tenía los 34. En 1912, se editó mi tercer libro, Campos de Castilla. Me pareció el romance la suprema expresión de la poesía y quise escribir un nuevo romancero. Aunque mis romances no emanan de las heroicas gestas, sino del pueblo que las compuso y de la tierra donde se cantaron… El primer ejemplar se los dediqué a mi mujer: A mi Leonorcica del alma, Antonio Cuando nos vimos por primera vez, no hicimos sino recordarnos. Aunque te parezca absurdo, yo he llorado cuando tuve conciencia de mi amor hacia ti, por no haberte querido toda la vida. Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido -ya conocéis mi torpe aliño indumentario-; mas recibí la flecha que me asignó Cupido y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario. Por desgracia, ese mismo año de 1912 Leonor moriría por una grave enfermedad. Por estos campos de la tierra mía, bordados de olivares polvorientos, voy caminando solo, triste, cansado, pensativo y viejo. (…) ¡Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería! Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar. Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía. Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar. ---------------------CLAQUETA: Los niños de Segovia recitan a Antonio Machado, invitados por el Ayuntamiento de Segovia. Escena Tercera. Toma primera. ¡Acción! (ACTÚAN LOS ALUMNOS DE 2º DE LOS MARISTAS) ---------------------- Tras la muerte de Leonor, me trasladé a Baeza hasta 1919 y visité casi todas las ciudades de Andalucía. Allí vio la luz la segunda edición de mi obra Campos de Castilla, en la que se incluían nuevos poemas y los “Proverbios y cantares”. Desdeño las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una. ¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera mi verso como deja el capitán su espada: famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada. El 26 de noviembre de 1919 me trasladé a Segovia, donde encontré esta pensión por el modestísimo precio de 3,50 pesetas al día en una aún más modesta. En Segovia asistí a la fundación de la Universidad Popular, junto el marqués de Lozoya, Blas Zambrano (padre de María Zambrano), Ignacio Carral, Mariano Quintanilla, … Cada fin de semana me iba a Madrid para participar en su rica vida cultural . No creáis, a veces estaba tan ocupado que llegué a perder el tren de regreso a Segovia, donde tenía que dar clase en el Instituto que ahora se llama Mariano Quintanilla. Frecuentaba bastante el Café Castilla, que estaba en la Plaza Mayor. En 1927, fui elegido miembro de la Real Academia Española, pero nunca llegó a tomar posesión de su sillón. Como le dije entonces s Unamuno, "era un honor al cual no aspiré nunca; casi me atreveré a decir que aspiré a no tenerlo nunca. Pero Dios da pañuelo a quien no tiene narices…” Aquí en Segovia, en 1928, conocí a Pilar de Valderrama, que pertenecía a la alta burguesía madrileña, estaba casada y era madre de tres hijos; era autora de algunos libros de poemas. Durante casi nueve años fue mi musa, mi inspiradora y " el oscuro objeto de mi deseo"; yo la puse un nombre poético, Guiomar, que hoy es el nombre que los segovianos han puesto a la estación del AVE. En Segovia, tuve el honor de poder recibir a la Segunda República Española, el 16 de abril de 1931. En el balcón del Ayuntamiento icé la bandera tricolor: "¡Aquellas horas, Dios mío, tejidas todas ellas con el más puro lino de la esperanza, cuando unos pocos viejos republicanos izamos la bandera tricolor en el Ayuntamiento de Segovia! (...) Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, la primavera traía a nuestra república de la mano.". En octubre de 1931 me trasladé a Madrid, para ocupar allí una cátedra de francés. Allí viví unos años felices con mi madre y la familia de mi hermano. Por desgracia, la Guerra Civil truncó nuestras esperanzas e ilusiones de una España nueva. ¡Madrid, Madrid! ¡Qué bien tu nombre suena, rompeolas de todas las Españas! La tierra se desgarra, el cielo truena, tú, sonríes con plomo en las entrañas. Tuve que trasladarme a Valencia y finalmente exiliarme de España y mi cuerpo quedó sin vida en Colliure (Francia), el 22 de febrero de 1939. Mi alma, aquí me tenéis permanece para siempre. En el bolsillo de mi abrigo quedaron los últimos versos que escribí: Estos días azules y este sol de la infancia. Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. A mi trabajo acudo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habitó, el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. Y cuando llegue el día del último viaje y esté a partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar. (musicado) ________________________________ CLAQUETA: Los niños de Segovia recitan a Antonio Machado, invitados por el Ayuntamiento de Segovia. Escena Cuarta. Toma primera. ¡Acción! (ACTÚAN LOS ALUMNOS DE 2º DEL DOMINGO DE SOTO) ________________________________ RUBÉN DARÍO: ORACIÓN POR ANTONIO MACHADO Misterioso y silencioso iba una y otra vez. Su mirada era tan profunda que apenas se podía ver. Cuando hablaba tenía un dejo de timidez y de altivez. Y la luz de sus pensamientos casi siempre se veía arder. Era luminoso y profundo como era hombre de buena fe. Fuera pastor de mil leones y de corderos a la vez. Conduciría tempestades o traería un panal de miel. Las maravillas de la vida y del amor y del placer, cantaba en versos profundos cuyo secreto era de él. Montado en un raro Pegaso, un día al imposible se fue. Ruego por Antonio a mis dioses, ellos le salven siempre. Amén. Rubén DaríoRubén Darío “Aprende a dudar y acabarás dudando de tu propia duda; de este modo premia Dios al escéptico y al creyente” “Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas” “Converso con el hombre que siempre va conmigo. Quien habla solo, espera hablar con Dios un día” “Cuatro principios a tener en cuenta: Lo contrario es también frecuente. No basta mover para renovar. No basta renovar para mejorar. No hay nada que sea absolutamente empeorable” “Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer” “Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas” “Hoy es siempre todavía” “La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés” “Para dialogar, preguntad primero; después... escuchad” “Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar” “Tengo a mis amigos, en mi soledad, cuando estoy con ellos, qué lejos están” “Todo necio confunde valor y precio” “Descubrí el secreto del mar meditando sobre una gota de rocío” “Algunos desesperados sólo se curan con una soga; otros, con siete palabras: la fe se ha puesto de moda” “En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa” DIRECTOR: ¡CORTEN! ¡CORTEN! ES SUFICIENTE