Los insectos forman la mayor clase de los artrópodos y son, de hecho, el mayor de todos los grupos animales, con cerca de un millón de especies conocidas y ciertamente, muchas más por descubrir. Los insectos se encuentran constituídos por dos grandes grupos: los apterigota y los pterigota. Los pterigota reúnen a los hexápodos que presentan alas o esbozos alares en alguna fase del ciclo biológico; si bien, de forma secundaria esta pueden haber desaparecido a lo largo de su evolución. Al contrario de los apterigota, los pterigota siempre presentan metamorfosis previa al estado aldulto. Existen dos tipos de metamorfosis: directa o sencilla caracterizada porque los estados preimaginales (desde el huevo a adulto) son similares entre si y completa o indirecta cuando dichos estados son muy diferentes entre si. En el primer caso se habla de estado ninfales y es típico de los exopterigota y en el segundo caso se habla de estados larvarios y es caractarístico de los endopterigota. Son artrópodos, o sea, con apéndices articulados. Tienen seis patas por lo que también se les llama hexápodos. Los insectos constituyen las tres cuartas partes de todas las especies animales conocidas hasta ahora (cerca de un millón y medio) y se siguen descubriendo otras nuevas. El cuerpo del insecto está protegido por el exoesqueleto, o esqueleto externo, casi siempre rígido y, en algunos casos, de gran espesor. Dentro de los invetebrados, los artrópodos representa el grupo con extremidades articuladas, y dentro de ellos los insectos son los que tienen tres pares de articulaciones y mandibulas. Enfrentados a muy diversos climas, suelos y tipos de vegetación, la adaptación de una especie a un determinado entorno puede llevar a especializaciones asombrosas. Basta citar por ejemplo las 15 especies de mariposas del género Erebia que viven en el Pirineo, ocupando cada una un biotopo distinto. La gran diversidad de los insectos hace necesaria su clasificación en ordenes de especies parecidas. La reproducción de los insectos es sexual. Algunas especies se reproducen por partenogénesis. Otras constituyen sociedades con castas estériles y castas fecundas. En general son ovíparos y el desarrollo completo puede verificarse mediante mudas o metamorfosis, que comprenden tres estados: Larva, ninfa e imago o insecto adulto. El cuerpo del insecto está protegido por el exoesqueleto, o esqueleto externo, casi siempre rígido y, en algunos casos, de gran espesor. El cuerpo está dividido en cabeza, tórax y abdomen, con un número diverso de segmentos. Son artrópodos, o sea, con apéndices articulados. Tienen seis patas por lo que también se les llama hexápodos. Los insectos tienen en las antenas varios órganos sensitivos que recogen sensaciones de tacto, humedad, temperatura y sonido. Y también son sensibles al olfato y el gusto. La forma es muy variada de acuerdo con cada especie de insectos. Algunos insectos carecen de alas, pero la mayoría poseen dos o cuatro alas situadas en el tórax. Los movimientos de vuelo se producen mediante la acción de unas bandas musculares longitudinales y transversales del tórax. Las alas pueden presentar múltiples formas, colorido y tamaño. Algunos insectos poseen el primer par transformado en élitros duros protectores. Nímero de alas que puede tener un insecto: Dos alas Cuatro alas Sin alas Poseen un aparato circulatorio con corazón dorsal y ostíolos. Y un aparato respiratorio por tráqueas. Las tráqueas se abren al exterior por orificios o estigmas y se ramifican por todo el cuerpo del insecto. El sistema nervioso y sensorial es muy complejo. Algunos de estos incectos son fitófago es decir que se alimentan de vegetales y otros se alimentan de sangre como es el caso de algunos otros incectos como el zancudo u otros que buscan comidas mas dulces como las hormigas y cucarachas.