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Genealogías Canarias: Faneque Hdez Bautista y Juan Ramón García Torres
SEGUNDA PARTE:
ASCENDENCIA ANDALUZA Y FRANCESA EN EL SEÑORÍO DE AGÜIMES
Matrimonios
I
IV
DIEGO DE TARIFA
N SEVILLA
¿JUAN DE TARIFA?
N SEVILLA
D 1529 LAS PALMAS AUTO DE FE 1530
JUAN ALEMÁN el viejo
N 1513 LAS PALMAS
TESTAMENTO 1590 AGÜIMES
MELCHOR DE ORDÓÑEZ
V
BALTASAR DE ALEMÁN
VI
LUIS DE MENDOZA ROMERO
N 1616 AGÜIMES
D 1680 AGÜIMES
BLAS DE ARTILES FALCÓN
N 1671 TELDE
D 1739 AGÜIMES
JUAN DÍAZ MARTÍN
N 1697 AGÜIMES
D 1768 AGÜIMES (JUAN GRANDE)
II
III
VII
VIII
IX
FRANCISCO DÍAZ FALCÓN
N 1731 AGÜIMES
X
BARTOLOMÉ JAÉN
N 1763 AGÜIMES
D 1828 AGÜIMES
ANTONIO JAÉN DÍAZ
N 1795 AGÜIMES (VEGA GRANDE)
XI
XII
JOSÉ ANDRÉS (SANTANA) SUÁREZ
N 1839 LAS PALMAS
XIII
PABLO VEGA MONTESDEOCA
N 1859 LAS PALMAS
XIV
RAFAEL HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ
N 1884 LAS PALMAS
D 1959 ARUCAS
LORENZO HERNÁNDEZ VEGA
N 1927 SAN LORENZO
XV
XVI
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
N 1955 LAS PALMAS
CATALINA LÓPEZ
N SEVILLA
ESCLAVA DE LUIS ÁLVAREZ
Dote del tío-abuelo
de la novia: canónigo
Pedro Cervantes
JUANA MELIÁN Y ORDOÑO
CATALINA DE ALVARADO
1625
LAS PALMAS
Iª DEL SAGRARIO
1652
AGÜIMES
Iª S SEBASTIÁN
1692
LAS PALMAS
Iª DEL SAGRARIO
1730
TELDE
Iª SAN JUAN
BAUTISTA
1765
AGÜIMES
Iª S SEBASTIÁN
1790
AGÜIMES Iª S
SEBASTIÁN
1830
LAS PALMAS
Iª DEL SAGRARIO
1864
LAS PALMAS
Iª SAN AGUSTÍN
1883
LAS PALMAS
Iª S AGUSTÍN
1910
LAS PALMAS
Iª S AGUSTÍN
1952
LAS PALMAS
Iª Sª FAMILIA
ISABEL LÓPEZ
MARÍA MAYOR LÓPEZ
N 1634 AGÜIMES
ISABEL ROMERO LÓPEZ
N 1668 AGÜIMES
D 1745 AGÜIMES
MARÍA FALCÓN
N 1697 TELDE
D 1769 AGÜIMES (JUAN GRANDE)
JOSEFA SOLER BARRERA
N AGÜIMES
D 1804 AGÜIMES (VEGA GRANDE)
JERÓNIMA DÍAZ
N 1770 AGÜIMES
D 1826 AGÜIMES (VEGA GRANDE)
JOSEFA ASCANIO LÓPEZ
N 1810 AGÜIMES (VEGA GRANDE)
Mª DOLORES JAÉN ASCANIO
N 1842 LAS PALMAS
ANTONIA SUÁREZ JAÉN
N 1865 LAS PALMAS
D 1943 LAS PALMAS
MAGDALENA VEGA SUÁREZ
N 1886 LAS PALMAS
D 1964 LAS PALMAS
PURA BAUTISTA GONZÁLEZ
N 1932 GÁLDAR
D 2008 MASPALOMAS
D) NUEVAS DATOS SOBRE EL ORIGEN DE JUAN ALEMÁN
Extracto del testamento de Juan Alemán, dictado el 22 febrero de 1590
ante Francisco Díaz Peloz, escribano público de la Villa de Agüimes:
"En el nombre de dios nuestro Señor e de la gloriosa virgen su bendita madre (…) sepan
quantos esta carta de mi testamento vieren como yo Juan Aleman el viejo vesino de la
villa de Aguimes estando enfermo del cuerpo (…)
Yten declaro que a mas de sinquenta años soy casado y velado con Juana Melyan my
lygitima muger y con ella resibi dote e casamyento cien cabras que podyan valer por
aquel tienpo a dobla cada una que me dio su tio el canonygo Servantes y mas le mandó
de ajuar y cosas de casa como sinquenta doblas (...)
Yten declaro que con la dicha mi muger tenemos tierras y casas en la isla de
Fuerteventura (...) de sus padres e yo e la dicha mi muger dimos poder a Baltasar
Aleman para que las vendiese (…)
Yten digo que por quanto yo tengo a mi hija Felipa de Servantes doncella en mi casa
que por mucho amor que le tengo y servicios que me a fecho le mejoro el tersio y quinto
de mis bienes (…)
Y para cunplir este mi testamento e las mandas en el contenidas nonbro por mis
albaseas a la dicha mi muger Juana Melyan y a Melchor hordoñes y Gaspar hordoñes
mis hijos (…)
Y cunplido este mi testamento y las mandas del, dexo por el remanyente de mis bienes y
nonbro por erederos dellos a Lucas Alyman my hijo difunto y por el a sus hijos Juan y
Catalina y a Luisa y Andresa sus hijos y a Melchor hordoñes y Gaspar hordoñes y
Baltasar Alyman y Juan Aleman y a Pedro de Servantes y a Salvador Alyman y a
Ysabel Rodrigues muger de Baltasar Martin y a los hijos de Luysa Guillama, muger
que fue de Francisco Hernandes, y a Felipa Servantes mis hijos legitimos y de la dicha
Juana Melyan my ligitima muger los quales ayan y ereden mis bienes (…) ques fecha la
carta en la villa de Aguymes beynte dos de febrero del año de quynientos noventa años
siendo testigos presentes el Lcdo Espino benefisyado de la Siudad de Telde y Francisco
Perera y Francisco Rodrigues e Juan (....) e Matias Espino vesinos desta isla y por el
dicho otorgante a quien yo el escribano de esta carta doy fe, conozco dijo que no sabía
escribir y a su ruego lo firmó un testigo."
El matrimonio de Juan Alemán con Juana Melián debió celebrarse
antes de 1540, pues, como ya habíamos adelantado, Juan nos señala en su
testamento que llevaba más de 50 años de casado. La constatación de su
numerosa descendencia con diez hijos que llegan a la edad adulta (once
como luego podrán comprobar) de seis apellidos diferentes (Alemán,
Cervantes, Melián, Ordónez, Rodríguez y Guillama) nos da idea de lo
compleja que puede ser la genealogía en el Quinientos.
Un hallazgo documental en una escribanía de Tenerife, un protocolo
notarial de fecha 3 de agosto de 1536 dictado ante Hernán González, nos
informa de que Juan Alemán, con gran sorpresa por nuestra parte, fue
vecino de dicha isla antes de su definitivo establecimiento en Gran Canaria:
“Juan Alimán y Juan Izquierdo el mozo, vecinos, venden a Tomás de Morales,
vecino, presente, 34 cabras que tienen en esta isla de las de Fuerteventura. Cada uno de
ellos le vende 17 cabras que serán escogidas entre 50, por precio de 10 doblas de oro y 2
reales. Juan Alimán, por ser mayor de 14 y menor de 25, jura cumplir este contrato y da
como su fiador a Pedro de Morales. Testigos: El bachiller Diego de Funes y Francisco
Bayardo, vecinos. Por no saber, Francisco Bayardo”.
No hay duda de que se trata de nuestro Juan de Alemán aunque el
apellido allí se escriba Alimán. El documento nos señala con aproximación
la fecha de su nacimiento y nos aclara que dicho evento no tuvo lugar en
Tenerife por cuanto se señala que Juan es vecino y no natural de dicha isla,
lo cual cuadra con nuestras conjeturas.
Deducimos de dicho documento que se está procediendo a la venta
de las cabras otorgadas como dote por el tío-abuelo de su esposa, Pedro
Cervantes, es decir que su casamiento con Juana pudo haberse producido
en este mismo año de 1536 lo cual coincidiría con las cuentas que hace el
propio Juan Alemán en su testamento. Puesto que Pedro Cervantes es un
canónigo de la Iglesia Catedral de Canaria podría pensarse que fue en El
Sagrario de Las Palmas donde debió realizarse el enlace; sin embargo
creemos que no fue allí sino en Tenerife donde tuvo lugar el evento para así
evitar inoportunas indagaciones sobre la ascendencia del novio, nacido en
la Ciudad Real de Las Palmas.
El negocio se entabla con un comprador llamado Tomás de Morales
originario de Fuerteventura (hijo de Diego Hernández de Vera el mozo y de
su esposa María de Liria o de Morales) y se hace en sociedad con Juan
Izquierdo, hijo de Juan Izquierdo el viejo y de Águeda Pérez, hija esta de
Gregorio Tabordo. Para más inri, (dicho esto con segundas: Iesus
Nazarenus Rex Iudiciorum) este Tomás de Morales, casado con Susana
Martín, es cuñado de Francisco Guillama, quien estuvo casado con Inés
Martín. Ya habíamos adelantado por otra parte que la tal Susana Martín
ejerció de madrina en diversos nacimientos en Las Palmas de fines de los
años 30 entre ellos el de Diego (1538) hermano de Juana Melián, la esposa
de Juan Alemán, y también el de Luis (1537), hijo de otro Tomás de
Morales. En cuanto a Pedro de Morales, del que hay que presumir más
cercanía por ser el fiador, sabemos que era igualmente natural de
Fuerteventura, hijo de Lucía de Morales y hermano de Bárbola Enríquez, y
relacionado por lo tanto familiarmente con los Melián.
Podemos convenir pues en que todos los nombrados, deudos
probables de Juana Melián, pertenecen a relevantes familias de hombres de
las islas, oriundos de Fuerteventura, que fueron invitadas por el
Adelantado Alonso Fernández de Lugo a repoblar Tenerife y más
concretamente el valle de Taganana en 1501. Ya comentamos en la
addenda de la primera parte de este artículo cómo Lorenzo Ordoño, el
abuelo materno de Juana Melián, aparece en Tenerife en 1523 realizando
tratos comerciales con alguno de ellos.
En la data colectiva de poblamiento de Taganana encontraremos con
toda probabilidad a familiares directos de la esposa de Juan Alemán:
“Don Alonso de Lugo, gobernador de las islas de Tenerife e de las islas de La
Palma do a vosotros los vecinos que estáis en esta isla que habéis venido de la isla de
Fuerteventura e algunos que vinieron de Lanzarote los cuales son Gregorio Tabordo e
Juan Perdomo e Gerónimo (Hernández), vos do e fago mercede de un lugar que se llama
Taganana con sus tierras e aguas de la comarca. Fecha a XVI días de mayo de 1501.
Son los a quien se da la dicha tierra: Pero Hernandes (de las Islas) e su fijo Pedro de
Vera e Gonzalo Mexía e Francisco Guillama e (Pedro) Picar (el viejo) e Juan Delgado e
Robin (Dumpierres) e Andrés Sánches e Pero Negrín e Alonso Sánches (de Morales) e
los dichos de Lanzarote. Digo que vos do el valle de Taganana con el agua e tierras para
cañaverales y latadas”. En la confirmación de la data en 1520 se añaden los
nombres de Antón Franco, yerno de Gonzalo de Mejía, Luis de Morales y
Juan Pérez el mozo.
Nos preguntamos por los vínculos que unen a este grupo de personas.
No creemos que estén unidos tan solo por su vecindad en origen pues
provienen de islas diferentes, Lanzarote y Fuerteventura; tampoco creemos
que lo estén por su posicionamiento antiseñorial a pesar de que estén los
Negrín de por medio. El Adelantado no haría tal afrenta a los Señores de
Lanzarote, Fuerteventura, Gomera y Hierro que fueron sus aliados durante
la primera fase de la conquista de Gran Canaria frente al poderoso Juan
Rejón, en el enfrentamiento que condujo al degüelle de su concuño el
gobernador Pedro de la Algaba y al destierro del Deán Bermúdez. Mucho
menos en un momento, a principios de siglo, en el que trata de asegurar el
mayorazgo para su hijastro Guillén Peraza.
La razón puede ser otra. Aunque Espinosa diga en su biografía que
Alonso Fernández de Lugo era “caballero de noble sangre y limpia” lo
cierto es que su concuño, el primer gobernador de Gran Canaria, era
judeoconverso, como también lo eran sus sobrinos Andrés Suárez Gallinato
y Jerónimo de Valdés, conquistadores a sus órdenes de La Palma y
Tenerife. Judeoconversos son asimismo muchos de sus hombres de
confianza como el extremeño Hernando de Llerena cuya madre fue
quemada por la Inquisición. El tal Hernando llegó a ostentar los cargos de
mayor importancia en la isla: Alguacil Mayor, Regidor, Teniente de
Gobernador en ausencia de Lugo, Alcalde Mayor, etc. Yendo al centro del
asunto diremos que Hernando de Llerena casó, después de la conquista de
Tenerife, con Ana Sánchez de Liria, natural de Fuerteventura, hija de
Diego de Liria el viejo y de Leonor Sánchez de Morales. ¿A dónde quiero
llegar con esta aparente digresión?
Mi conclusión es la de que se da una respuesta solidaria de los
judeoconversos canarios, grupo de pobladores que tiene una importante
presencia en las altas esferas de la isla de Tenerife, para acoger al hijo del
relajado en estatua Juan de Tarifa. La colonia judeoconversa proveniente
del Señorío promoverá su integración, casándolo después de cumplidos los
20, con Juana Melián, la nieta del noble hidalgo Lorenzo Ordoño, de las
islas, que por su relación familiar con los Cervantes, relevantes autoridades
eclesiásticas a salvo de toda sospecha, podía garantizar la protección debida
al joven Juan Alemán.
E) ESTABLECIMIENTO EN LA VILLA DE AGÜIMES
De lo que sí hay certeza plena es acerca del hecho de que el
matrimonio formado por Juan Alemán y Juana Melián se instala en
Agüimes a principios de los 50 cuando ya debían contar con varios hijos
nacidos en Tenerife. Las referencias más antiguas que tenemos de su
presencia en la Cámara Episcopal se corresponden efectivamente con el
comienzo de dicha década. En 1552 ya tuvimos oportunidad de ver el
protocolo por el que arrendaban tierras, propiedad de ciertos genoveses, en
La Longuera. En 1554 el matrimonio obtiene en repartimiento 50
fanegadas montuosas en Pajonales que habían solicitado al Obispado en
razón de que “nunca habían sido aprovechadas ni desmontadas”. Poco
después, en 1555, Juan Alemán compra a un vecino una casa en la misma
villa “fecha en tiempo de Grand Canaria, que se llama la casa honda”,
protocolo con el que se atestigua que Agüimes era un núcleo de población
muy anterior a la fundación en 1486 de la Cámara episcopal, hecho que con
frecuencia se olvida. Ubicar dicha propiedad quizá no sea tan difícil si
tenemos en cuenta que, como señala el cronista de la villa Don Francisco
Tarajano, hasta 1838 la actual calle Progreso era llamada calle Alemán. Al
comienzo de dicha vía en la conjunción con la plaza debió estar la Casa
Honda por los datos que nos aporta verbalmente nuestro respetado cronista.
Tres años más tarde, en 1558, a cambio de un canon anual de tres
doblas, el matrimonio se hace con algunas propiedades de mayor valor en
la venta de la Manda Pía del deán Zoilo Ramírez: “Un pedazo de tierra de
riego en que podía haber media suerte y media suerte de agua de la
Acequia real de Aguatona igual a un día con su noche por sus dulas”
(datos obtenidos de Historia de la Villa de Agüimes de Vicente Suárez
Grimón y Pedro Quintana Andrés). Debemos destacar que en esa operación
las otras siete familias beneficiarias (Escobar, López, Ávila, Álvarez,
Rodríguez, Díaz y Tovilleja) se hacen con propiedades muy superiores
equivalentes a un canon de 14 doblas per cápita. La explicación de la
irrupción de los recién llegados vecinos en la compra a censo perpetuo de
las propiedades del deán podría explicarse quizá por el hecho de que uno de
los dos administradores de la manda pía es el licenciado Juan de Cervantes,
es decir, un familiar de Juana Melián que parece querer favorecerles. Este
puede ser el motivo del traslado familiar desde Tenerife: la invitación por
parte de los deudos de la esposa, canónigos del cabildo catedralicio, a
asentarse en las tierras que administran en el Señorío Episcopal.
Con esto empezaron pero es evidente que durante la segunda mitad
del siglo sus propiedades crecieron hasta el punto de que las tierras que
están hoy a poniente del aeropuerto fueron llamadas “Los Llanos de Juan
Alemán” primicia que agradecemos al cronista de la Villa de Ingenio,
nuestro buen amigo Rafael Sánchez Valerón. Buena muestra del
incremento de su patrimonio la encontramos asimismo en un documento de
1559 por el que Alonso Sánchez, estante en esta isla, en nombre de don
Diego de Sa, Obispo de Canaria, otorga a Juan Alimán (a tributo por tres
vidas) una cuarta de tierra de riego en la Vega de Aguatona y un pedazo de
tierras de sequero en la Vega Castaña en que hay seis fanegadas. El tributo
anual es de una y cuatro doblas respectivamente, pagaderas en 4 de junio,
día en que las tierras se remataron en Alemán como mejor ponedor.
Puede ser tan solo una casualidad pero, volviendo atrás, a la partida
de bautismo de Juan, el niño nacido en la casa de Luis Álvarez, hemos de
recordar que fue su padrino el relajado en estatua Juan de Tarifa y que fue
su madrina la mujer de un tal Alonso Sánchez. Si se pudiera confirmar que
el esposo de esa señora, albardero por entonces, y el representante del
obispo son la misma persona habríamos resuelto muchas dudas acerca del
origen de Juan Alemán el viejo.
Como prueba añadida de la posible relación entre Juan Alemán y
Juan de Tarifa ya adelantamos en el artículo anterior un documento, que
volvemos a reproducir al pie de este párrafo, por el que un tal Luis Mejía
encomienda a Hernando Díaz de Morón, el suegro de Juan Alemán, el
cobro a los inquisidores de determinadas cantidades relacionadas con la
venta en su nombre de tierras de Juan de Tarifa. Parece deducirse del texto
que Luis Mejías es un familiar de Juan de Tarifa. Creemos que este a su
vez puede ser un familiar de Gonzalo Mejía, casado con Catalina Perdomo,
uno de los repobladores majoreros que funda Taganana. Aquí puede estar
la clave del engarce entre ambas familias: Hernán Díaz de Morón casará a
su hija Juana Melián Ordoño con el heredero de Juan de Tarifa o mejor
dicho con el heredero de determinados bienes de Juan de Tarifa que sus
familiares habían vendido en su nombre con premura antes de que el
Tribunal de la Inquisición dictara sentencia, de ahí la demanda presentada.
“Luis Mejías (vecino de Sevilla) da poder a Hernando Díaz de Morón (también de
Sevilla) para que cobre a los Inquisidores de la Isla de Gran Canaria el importe que Juan
de Tarifa, (vecino de Sevilla, estante en dicha isla, que fue preso por mandato de dichos
señores y ya difunto) cobró por la venta en su nombre de unas tierras de pan y azúcar
que tenía en dicha isla; y también para que cobre a Cristóbal de San Clemente y a Juan
de Ceberio las cantidades que le deben tanto de renta de dichas tierras como de los
precios por que las vendió (F.C. 3º, fol 35 v)
En el conjunto de documentos mostrados hay algo sin embargo que,
siendo honestos, no nos concuerda. Es el hecho de que Juan de Alemán no
firme su testamento u otros protocolos en los que es protagonista o testigo
por no saber escribir. Si efectivamente es el hijo o sobrino del mercader
Juan de Tarifa, el encomendado para ejercer de dependiente en la tienda de
Luis Fernández, no se entiende bien que no domine el arte de la escritura.
F) NOTAS SOBRE LA DESCENDENCIA DE JUAN ALEMÁN
Nos proponemos ahora, en las próximas líneas, contar lo que
sabemos de la descendencia de Juan Alemán a fin de facilitar el entronque
de muchas personas que en Gran Canaria llevan actualmente este apellido
o cuyos ancestros, como es mi caso, lo han llevado. Aclaramos para todos
ellos que su residencia inicial en la comarca estaba situada en la Villa de
Agüimes y posteriormente en el pueblo del Ingenio de la Villa de Agüimes
que es como se denomina en los protocolos del siglo XVI a este floreciente
núcleo de población que estuvo a punto de segregarse por entonces.
-Por orden de nacimiento, hablaremos en primer lugar de Lucas Alemán a
quien se señala como vecino de Telde en un protocolo de 1568. Lucas
estuvo casado con María de Salas y falleció tempranamente. De los hijos de
este matrimonio citados por su abuelo (Juan, Catalina, Luisa y Andresa)
sabemos por diversos documentos que Catalina convivió de pequeña con
sus abuelos, tras la muerte de su padre, y que portaba de adulta el apellido
De Salas de su madre. Es a través de sus restantes hijos por quienes
probablemente se extienda el apellido Alemán en la Ciudad de Telde.
-Por Melchor Ordóñez, el segundo de la prole, es por quien prosigue en
Agüimes el linaje estudiado en el cuadro que hoy les mostramos por lo que
de él hablaremos posteriormente.
-De Gaspar Ordónez sabemos que mantuvo su residencia en el Señorío y
que, casado con María Eufemia, tuvo al menos una hija que se llamó como
su madre y que casaría de mayor con Bartolomé Pérez de Ortega. Del hijo
de ambos, Llorente Pérez Ortega, parte otra línea que también llega hasta
el autor de estas líneas y que ha sido desarrollada en el cuadro que
acompaña a la primera parte de este artículo.
-De Baltasar Alemán tenemos algo más de información porque hemos
podido acceder, gracias a la gentileza del cronista de Ingenio Rafael
Sánchez Valerón, a la lectura de su testamento dictado en 1618 en el Valle
de Santa Inés de Fuerteventura. En él, Baltasar declara que, por no tener
descendencia, lega a sus hermanos Melchor Ordóñez y Felipa Melián las
propiedades que le corresponden por herencia de sus padres en la costa y en
los pajonales de Agüimes. Esta persona es la misma a la que Juan Alemán
el viejo encarga la venta de las propiedades de que disponía el matrimonio
en la isla de Fuerteventura, razón por la cual su hijo debió allí establecer su
residencia. Confirmación de su vecindad en dicha isla la encontramos en
Los Antiguos Protocolos de Fuerteventura (1578-1606) de Manuel Lobo
pues en dos de los extractos, fechados en 1585 y en 1606, aparece como
testigo el tal Baltasar Alemán.
-De Juan Alemán el mozo tenemos constancia de su presencia en Agüimes
en diversos protocolos de fines del XVI pero nada sabemos, por el
momento, de si tuvo o no descendencia. Hemos tratado infructuosamente
de seguir su trayectoria genealógica en los libros sacramentales de
Agüimes. ¿Podría ser este Juan Alemán el mozo el ascendiente de los
Alemán de la Ciudad de Las Palmas?
-De Pedro Cervantes ignoramos igualmente su paradero aunque no sería de
extrañar que hubiese profesado como clérigo al igual que su tío bisabuelo a
quien debe su nombre y apellido.
-A Salvador, el menor de los varones de esta saga, queremos destacarlo por
cuanto ha sido pieza clave en nuestras pesquisas para poder enlazar a los
Alemán del sur con los del norte de la isla. Salvador casó en Gáldar en
1589 con María de Quintana, hija de Pedro Miranda Valderrama y de
María de Quintana Cabrera, con la que tiene un único hijo, Juan de Alemán
Miranda, quien, casado con Isabel Mayor, será también nuestro ancestro en
otro línea que nos alcanza esta vez por línea materna. Posteriormente, en
segundas nupcias, Salvador casará con Leonor Guerra, quien le dio, al
menos, siete hijos que son, de mayor a menor, María, Salvador, Pedro,
Ana, Blas, Juan y Baltasar, de los que descienden, junto a los hijos de su
hermanastro, todos los Alemán de Gáldar. En las sucesivas ceremonias,
todas ellas oficiadas en la iglesia de Santiago, aparecen como padrinos de
bautismo personajes de apellido Guzmán o Benítez, descendientes de
Arminda y Catalina Michel, lo que nos da una idea de la relevancia social
de los cónyuges.
-De Isabel Rodríguez solo sabemos que fue esposa de Baltasar Martín y
que este, según algunos protocolos de la escribanía de Agüimes analizados,
era zapatero en los años 70 y alcalde de aguas de la Heredad en los 80. El
nombre y apellido de esta hija de Juan Alemán y Juana Melián nos parece
querer dar otra pista acerca de la posible conexión majorera de su familia
materna. Isabel Rodríguez, hija de Juan Fernández Machuca e Inés del
Placer (otro apellido normando de las islas orientales que proviene del
conquistador Jean Placière) estuvo casada con Pedro Negrín, natural de
Fuerteventura y luego vecino de Tenerife, isla en la que recibe numerosos
repartimientos en sociedad con Francisco Guillama. Como ven son
demasiadas las casualidades como para no pensar en que existe una
estrecha relación entre Juana Melián y los primeros colonos de Taganana.
-De Luisa Guillama, fallecida antes de 1590, sabemos que estuvo casada
con Francisco Hernández y que de este matrimonio provienen los Guillama
de la Villa de Agüimes, apellido que curiosamente solo lo portan mujeres,
y que de algún modo que aún no hemos esclarecido del todo relaciona a sus
ancestros por línea materna con Francisco Guillama, uno de los fundadores
del Taganana colonial.
-De Felipa Melián o Cervantes, que es como la apellida su padre, tenemos
más información gracias a la localización de su testamento dictado en
1621, un testamento que no llegó a legitimarse por las disensiones que
Felipa mantuvo con su marido, Antonio de Almeda Figueredo. Ante el
escribano de la Villa Felipa declara, al parecer con estupor por parte de su
esposo, que por no tener descendencia desea legar sus propiedades a una
sobrina suya a quien considera su hija: María Melián. De nuestra lectura
del documento colegimos que la tal María es hija de María Ordóñez, una de
sus hermanas, que, extrañamente, no es nombrada en el testamento de su
padre.
-De la tal María Ordóñez sin embargo tenemos la certeza de su existencia.
Así se recoge en la carta de dote otorgada en 1573 por Juan Alemán y
Juana Melián para casar a su hija, María Ordóñez, doncella, con Juan
López el mozo, hijo del regidor Pedro de Burgos y de su esposa María
López. Creemos que este matrimonio no llegó a realizarse pues dos años
después del contrato Juan López aparece ya casado con Juana de Trejo. En
el testamento frustrado de Felipa se dice que esta le debe a María Ordóñez,
beata, sin citar que era su hermana, medio quintal de higos a cuentas para
traer a María “su sobrina e hija”. Bien por la posible deserción de su
matrimonio para cobijarse en un convento, lo cual tuvo que disgustar a su
padre, bien por unos amores tardíos y ocultos, o bien por ambas cosas, es
probable que su padre no la haya citado como heredera. Lo cierto es que
habría que pensar, a la luz del testamento de su hermana, que María Melián
es hija ilegítima de María Ordóñez y quizá también lo fuera otra niña citada
en el mismo documento llamada Catalina Melián.
Haciendo balance, y antes de continuar con el linaje, destacaremos
que el apellido Alemán se transmite a cuatro de los hijos varones (Lucas,
Baltasar, Juan y Salvador), mientras que los restantes hermanos y hermanas
adquirirán unos apellidos (Cervantes, Ordóñez, Guillama, Rodríguez y
Melián), que parecen estar directamente relacionados con los de la familia
de la esposa. Pero lo realmente curioso es el nombre que se otorga a los
varones: el primogénito Lucas lleva el nombre de un evangelista; los tres
siguientes, el nombre de los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y
Baltasar; el siguiente es Juan, otro evangelista; el siguiente es Pedro, el
primer pontífice; y el más pequeño lleva el mismo nombre de Jesús el
Salvador. Se hace evidente para nosotros que Juan Alemán trata de evitar a
sus hijos los problemas derivados de su judaica ascendencia bautizándolos
con unos nombres bíblicos que, con la excepción de Juan el Bautista, se
relacionan solo con el Nuevo Testamento.
G) CONTINUIDAD DEL LINAJE
Es a través de Melchor Ordóñez, por quien continúa el linaje
estudiado en el cuadro inicial. Melchor contrajo matrimonio con Catalina
Alvarado, la hija del cantero vizcaíno García de Alvarado y de su esposa
canaria María Mayor, y se convertirá en un importante hacendado que
además se vio favorecido por la herencia de su hermano Baltasar, habiendo
ocupado la alcaldía ordinaria de la Villa, es decir, la de nombramiento
episcopal, a principios del siglo XVII.
Hijo de dicho matrimonio es Baltasar de Alemán quien fue, como su
padre, alcalde ordinario de la Villa. Casará con Isabel López, hija a su vez
de Francisco López y de Ana Márquez. La siguiente acta notarial que
explica el culto a la Virgen del Rosario es un documento excepcional pues
constituye una especie de censo del vecindario de la Villa a mediados del
siglo XVII en el que se aparecen muchos de nuestros ancestros agüimenses:
Extraído del libro de Francisco Tarajano: Agüimes en el corazón. P 22 y 23 Capítulo III
“La Virgen del Rosario, patrona de Agüimes”
“En la Villa de Agüimes en 27 de mayo de 1646, estando en la Iglesia Parroquial de
dicha Villa sus mercedes el bachiller Miguel Lozano, cura y parroquiano de ella, y
Francisco Espino de Valdivieso, alcalde real, y asimismo Baltasar Alemán, alcalde
ordinario, y juntamente con sus mercedes, el capitán Pedro López Trejo, y el capitán
Juan Bautista Jaén, el alférez Juan Alonso Romero y el alférez López Sánchez y el
alférez Miguel Arias Maldonado, y Gaspar González y Amador Lorenzo, y Salvador
Lorenzo, Juan Álvarez Mireles, Manuel González, Francisco Vizcaíno Artiles, Juan
Díaz de Bullón, el mozo, Francisco López Espino, Francisco Vizcaíno Caballero,
Salvador Pérez Caballero, Cristóbal López Morales, Juan Melián, Jorge Pérez Artiles,
Juan González Santana, Bartolomé de Alvarado, Cristóbal Suárez, Juan Alemán, Luis
Sánchez de Herrera, Simón Rodríguez de Quintana, Bernabé López Trejo, Diego de
Cabrera Betancor, Sebastián de Adai y Baltasar Hernández, todos vecinos de esta Villa,
unánimes y conformes, dijeron que por cuanto en el año pasado, por fin de él, vino
sobre nosotros y esta Isla la plaga de langosta y cigarra por cuya causa se fenecieron y
acabaron muchas de las sementeras que estaban hechas todas las más, a cuyo remedio
intercediendo, aunque pecadores, a aplacar su ira y todo fuese con misericordia,
pretendió este dicho lugar y sus vecinos, haciendo ajuntamento de ello, para nombrar
devota para que intercediese por nosotros, lo cual se echó por cédulas entre las cuales
venció a hacernos mercedes la Virgen del Rosario, señora nuestra, a quien y en su
nombre se le ha comenzado a pedir limosna. Y tratando al presente de nuevas
intercesiones para que se acabe y consuma esta dicha plaga y las demás que contra nos
fueren, dijeron de nuevo y siempre invocaban a la Virgen del Rosario a quien
determinaron y acordaron en pago, albricias y sacrificio se le haga su fiesta el primer
domingo del mes de abril de cada año perpetuamente…
La hija de Baltasar y Catalina, llamada como su abuela, María
Mayor, nacida en la Villa en 1634, continuará el linaje tras casarse muy
joven, a los 17, con Luis de Mendoza Romero, de 36, quien llegó a ser
alcalde ordinario entre 1655 y 1657. Esta es la partida de bautismo del tal
Luis donde se hace saber que su padre también fue primer edil de la
Cámara Episcopal:
Partida de Bautismo Iglesia San Sebastián Agüimes, Libro 1 - Folio 25 Vto - Año 1616.
"Hijo de Juan Alonso Romero, alcalde de su Señoria, y de Sebastiana Gonsales su
lexitima muger fue baptisado en esta santa Yglesia en dies y nueve de Março de mill y
seiscientos y dies y seis fue su padrino Juan Gutierres Davila cura de esta Santa Yglesia
resibio los Santos Oleos y baptisolo”. Andrés Solís.
Gracias a las aportaciones de Cristina López en su artículo
Repobladores de Telde y el Señorío de Agüimes, podemos divulgar que el
alférez Juan Alonso Romero, el padre de Luis, era hijo de Juan López
Romero (Telde 1550) y de Ana Mendoza; nieto, por línea paterna, de
Alonso López Romero (Telde 1526) y de Sebastiana de Mireles (Telde
1524); bisnieto del regidor Manuel López Delgado y de su esposa Juana
Romero; y tataranieto de Diego Romero el viejo y Brígida Perdomo.
Por Isabel Romero López (hija de Luis de Mendoza y de María
Mayor) continuará el linaje después de su casamiento con Blas Artiles
Falcón (hijo de Juan de Artiles y de Jerónima Ramos) ilustres apellidos en
los que no nos vamos a detener por reservarlos para otro trabajo. De los
hijos de dicho matrimonio, provenimos de María Falcón, nacida en Telde
en 1697 y casada en la misma ciudad a los 33 años con Juan Díaz Martín.
Por cierto, y como simple curiosidad, les comentaremos que ambos
cónyuges estuvieron a punto de necesitar dispensa para casarse pues eran
parientes en quinto grado: Juan Díaz Martín es hijo de Luisa Guillama y
nieto de Luis Alemán, personaje del que presumimos, no hemos podido
confirmarlo, que era nieto de Luisa Guillama y bisnieto por tanto de Juan
Alemán el viejo.
El apellido Díaz creemos que nos conduce de nuevo hacia
ascendientes andaluces pues va aparejado al gentilicio Bollullos. Por línea
paterna, Juan es hijo de Bartolomé Rodríguez, nieto de Juan Díaz de Bullón
(sic) y bisnieto de Bartolomé Martín casado con Águeda Dumpierres. Esta
Águeda que porta otro ilustre apellido normando, es a su vez hija de otro
Juan Díaz de Bullullos y de María Melián (¿Puede ser esta María la ahijada
de Felipa Melián?: por las fechas creemos que sí) y finalmente nieta de
Francisco Díaz de Bullullos y Ana Hernández.
Este Francisco Díaz es un vecino de Telde que en 1524 arrienda
tierras en Aguatona para cultivo de caña al portugués Alonso de Matos y
que hace petición de tierras y cuevas en 1554 estableciéndose en el pueblo
del Ingenio en el que va a ser fundador y mayordomo de la ermita de Ntra.
Sra. de Candelaria. Francisco testa en 1592 declarando que estuvo casado
con Ana Hernández y que tuvieron por hijos a Juan Díaz de Bullullos,
Anastasia de la Cruz y Catalina Díaz.
Volviendo al linaje estudiado, Francisco Díaz, el hijo de los primos
quintos Juan Díaz Martín y María Falcón, casará en Agüimes con Josefa
Agustina Barrera, hija de Lucas de Santa Ana Soler (hijo de padres
desconocidos) y Magdalena Barrera (hija de Agustín Alejo y María
Barrera) y juntos tendrán a Jerónima Díaz quien contrae matrimonio en
1790 con Bartolomé Jaén.
H) EL APELLIDO JAÉN
Después de este rápido descenso por la escala genealógica celebramos
la aparición del apellido Jaén, también de ascendencia andaluza. Lo
hacemos confeccionando una nueva escala en la que pueden ver a nuestros
ancestros de dicho apellido, desde su origen conocido en esta isla: el
mercader sevillano, acusado de prácticas judaizantes, Pedro Jaén, hasta su
entronque con Bartolomé Jaén, el marido de Jerónima Díaz. De los hijos
del sevillano Pedro Jaén: Juan Bautista Jaén, Francisco Jaén y Úrsula
Martín tenemos la constancia de la presencia en Agüimes en el siglo XVI
de dos de ellos. Francisco aparece como testigo en varios tratos en los años
70 y a fines de siglo lo vemos convertido en mayordomo de la ermita de
Ntra. Sra. de la Candelaria. Su hermana Úrsula, nacida en Telde en 1550,
por quien sigue la línea, aparece en un documento de 1599, casada con
Melchor Lorenzo, adquiriendo unas tierras de pan sembrar en la Vega de
Aguatona. Del primero de los hermanos citados Juan Bautista Jaén solo
tenemos la referencia de un posible descendiente: el citado como capitán en
el “censo” de vecinos que se enfrenta a la plaga de langostas de 1646, si
bien este podría ser un hijo de sus hermanos antes citados.
Matrimonios
PEDRO JAÉN (MERCADER)
N SEVILLA
MELCHOR LORENZO
ANA MARTÍN
FRANCISCO RAMÍREZ GÓMEZ
1613 AGÜIMES
BARTOLOMÉ RODRÍGUEZ
N 1622 AGÜIMES (EL INGENIO)
FRANCISCO JAÉN
N 1649 AGÜIMES
1647 AGÜIMES
BARTOLOMÉ JAÉN
1715 AGÜIMES
D 1746 AGÜIMES
SALVADOR JAÉN
N 1726 AGÜIMES
D 1806 AGÜIMES
BARTOLOMÉ JAÉN
N 1763 AGÜIMES
D 1828 AGÜIMES
1680 AGÜIMES
1752 AGÜIMES
1790 AGÜIMES
ÚRSULA MARTÍN DE JAÉN
N 1550 TELDE
MARGARITA DE LA CRUZ MARTÍN
ANNA RAMÍREZ DE LA CRUZ
N 1616 AGÜIMES (EL INGENIO)
MARCELINA TUBILLEJA DE CASTRO
N 1653 AGÜIMES
D 1732 AGÜIMES
LEONOR PÉREZ JIMÉNEZ
D 1756 AGÜIMES
MARÍA SÁNCHEZ DE ORTEGA
N 1731 AGÜIMES (VEGA GRANDE)
D 1790 AGÜIMES
JERÓNIMA DÍAZ
N 1770 AGÜIMES
D 1826 AGÜIMES
I) EL SINGULAR APELLIDO SANTANA
Hijo del matrimonio formado por Bartolomé Jaén y Antonia Díaz es
Antonio Jaén Díaz, casado en Las Palmas con Josefa Ascanio López.
Ambos han nacido en Vega Grande, es decir, Juan Grande en la actualidad
pero emigran a la ciudad a principios del siglo XIX instalando su residencia
en Los Barrancos de las Palmas, afluentes del Guiniguada próximos a los
riscos que coronan la ciudad vieja.
Una hija de este matrimonio, María Dolores Jaén Ascanio, continuará el
linaje tras su matrimonio con José Andrés Suárez. Ambos vienen a ser
tatarabuelos del que suscribe. Con ellos cerraremos el artículo no sin antes
hacer una breve recapitulación sobre el apellido Santana
Iglesia de San Agustín (L.P.G.C.), Libro 16 - Folio 155 vto - Año 1864.
"En la ciudad de Las Palmas, diocesis de Canarias a 17 de Agosto de 1864 a las siete de
la mañana en la parroquia Matriz de San Agustin, yo el infrascrito cura propio de esta
misma parroquia case y vele infacie eclesie por palabras de presente que hacen
verdadero y legitimo matrimonio a Jose Andres Suarez soltero de veinte y cinco años
siete meses de edad jornalero hijo legitimo de Pedro Santana y de Antonia Suarez
difuntos naturales y vecinos de esta ciudad en los barrancos, con Josefa Maria de los
Dolores Jaen soltera de este mismo vecindario de veinte y dos años cumplidos en Marzo
hija legitima de Antonio Jaen difunto y de Maria de los Dolores Ascanio, naturales de
Aguimes y vecinos de esta dicha ciudad en los barrancos, siendo testigos del acto Don
Jose Martin Fernandez y Josefa Ascanio vecinos de esta referida ciudad y para que
conste lo firmo. Emiliano Martinez de Escobar."
Como han podido leer en esta partida de matrimonio el novio rehúye
del apellido que le corresponde por su padre, Pedro Santana, y se adjudica
el de su madre, Antonia Suárez, para así evitar el oprobio social que
suponía llevar ese apellido. Su padre, Pedro Simón Santana, nacido el 25 de
octubre de 1790, es efectivamente hijo de padres desconocidos según
consta en la correspondiente partida de bautismo: “Expósito en la cuna de
San Martín de la ciudad capital”
Los comentarios a la despiadada costumbre, por suerte ya olvidada,
de poner el apellido Santana a todos los niños del Hospicio de la Ciudad
preferimos hacerlos con unos versos de mi poema genealógico El Árbol de
las Octavas alusivos a mi abuela Magdalena Vega Suárez que en puridad,
conforme a las costumbres de su época, debía haberse apellidado Vega
Santana:
El segundo apellido de mi abuela
oculta la historia de una mancha:
por evitar a los suyos vergüenza
truecan a un niño el sonoro Santana
por un Suárez que más quedo pareciera.
¡Qué desatino de ley el que marca
al hijo de padres desconocidos
azuzando el escarnio del vecino¡
J) CONCLUSIONES FINALES
Después de esta larga disertación, y siguiendo los consejos de mi
hermano Roberto, trataremos de hacer un brevísimo balance de lo
investigado. Creemos haber probado que todos los Alemán de Gran
Canaria proceden de una misma familia cuyo apellido se asocia a un
colectivo de mercaderes borgoñones que mantienen sus tradiciones y ritos
judaicos en unas islas en las que a principios del siglo XV, veinte años
después de la orden de expulsión o conversión, aún no había presencia
directa del Santo Oficio.
Juan Alemán el viejo es efectivamente el tronco de todos los Alemán de
Gran Canaria a través de su descendencia que extiende dicho apellido tanto
en el sur como en el norte de la isla. Su madre, según nuestras conjeturas,
fue una esclava, no sabemos bien si indígena o morisca, de la casa del
rabino Luis Álvarez; y su padre, uno de los judíos que visitaban dicha casa
o sinagoga a comienzos de la segunda década del siglo XVI en Las Palmas.
Bien podríamos pensar que fue Juan de Tarifa cuyo cuerpo corrupto fue
quemado en la hoguera en el Auto de Fe de 1530 en atención al hecho de
que es la persona que lo apadrina y lo mantiene en su casa hasta que se ve
obligado a huir; bien pudo ser alguno de los hermanos Alemán, Juan o
Martín, que visitaban con frecuencia la casa de Luis Álvarez. Nos hemos
decantado, sin certezas, por la primera posibilidad conjeturando que el
apellido Alemán le sería impuesto con la mayoría de edad por su tutor o
curador años después de la trágica muerte de su padre.
En uno u otro caso lo realmente relevante es la indudable ascendencia
judía de su progenitor y la conmoción que tuvo que vivir toda la comunidad
de judeoconversos en 1530 (un 10% de la población de la isla en las
cuentas de los propios inquisidores) por la prisión y suicidio de Juan de
Tarifa y la posterior requisa de sus propiedades. Y todo ello por
acusaciones tan graves como la de cocinar el cocido sin usar carne de
cerdo, trabajar en domingo, practicar sexo fuera del matrimonio o reunirse
en conciliábulos judaizantes. La reacción de esa comunidad pudo
determinar la acogida del joven Juan por parte de familias judeoconversas
procedentes de Fuerteventura que acuden a Tenerife como repobladores
bajo el amparo directo del Adelantado.
La gente más preparada de su época, la más hacendosa y productiva en
todos los campos de la economía, la más letrada pues dominan lenguas
diversas, la más cultivada en artes y ciencias como la medicina tuvo que
resignarse a aceptar la cruz por cuestión de supervivencia aunque su
impronta sin duda se mantendrá viva hasta nuestros días formando parte del
carácter emprendedor de muchos canarios cultos y librepensadores.
POSIBLES ILUSTRACIONES
Agüimes finales del siglo XIX
Fragmento del testamento de Juan Alemán el viejo 1590
Fragmento del testamento de Juan Díaz de Bullullos 1592
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