ASTURIAS El documento jurídico que regula el patrimonio cultural en Asturias es la Ley 1/2001, de 6 de marzo, de Patrimonio del Principado de Asturias. En ella, se define que integran “el Patrimonio Etnográfico de Asturias las expresiones relevantes o de interés histórico de las culturas y formas de vida tradicionales de los asturianos, desarrolladas colectivamente y basadas en conocimientos y técnicas transmitidos consuetudinariamente, esencialmente de forma oral”. Asimismo establece que: “se valorará, a efectos de su inclusión individualizada, cuando sus méritos así lo justifiquen, en alguna de las categorías que a tal efecto se establecen en la presente Ley, el interés etnográfico de los siguientes elementos”: a) Los lugares que conservan manifestaciones de significativo interés histórico de la relación tradicional entre el medio físico y las comunidades humanas que los han habitado. b) Los lugares vinculados a tradiciones populares, ritos y leyendas especialmente significativos. c) Las construcciones que manifiestan de forma notable las técnicas constructivas, formas y tipos tradicionales de las distintas zonas de Asturias. d) Los bienes muebles e inmuebles ligados a las actividades productivas preindustriales y protoindustriales, a las técnicas de caza y pesca y a las actividades artesanales tradicionales, así como los conocimientos técnicos, prácticas profesionales y tradiciones ligadas a los oficios artesanales. e) Los elementos representativos del mobiliario y el ajuar doméstico tradicionales, y del vestido y el calzado. f) Los juegos, los deportes, la música, las fiestas y los bailes tradicionales, con sus correspondientes instrumentos, útiles y complementos. g) Los refranes, relatos, canciones y poemas ligados a la transmisión oral. Respecto a la protección del patrimonio etnográfico asturiano este puede realizarse “a través de la declaración como Bien de Interés Cultural de los bienes que lo integran, de su inclusión en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, o en los Catálogos urbanísticos de protección, y mediante la aplicación en cualquier caso de las normas específicas contenidas en esta Ley o que desarrollen sus principios a través de la normativa urbanística, medio ambiental o de cualquier otra naturaleza que establezcan las Administraciones Públicas”. En lo que respecta a la arquitectura tradicional debemos prestar atención al artículo número setenta y cuatro. En este se define en su punto número uno que: “El Principado de Asturias y los Ayuntamientos procederán al estudio completo de los elementos de la arquitectura tradicional que individualmente tengan interés cultural o contribuyan de forma sustancial a configurar espacios que en conjunto lo tengan y a su inclusión en los catálogos urbanísticos de protección a que hace referencia el artículo 27, o a la aplicación de alguna de las restantes figuras de protección contempladas en la presente Ley. De esa forma se actuará en el caso de elementos que se encuentren en estado de ruina con objeto de promover su recuperación”. Además en ese mismo artículo se indica que “cuando se produzca estado de ruina, o manifiesto abandono por un período superior a diez años, de elementos de interés etnográfico que hayan sido objeto de protección el Ayuntamiento correspondiente tendrá la facultad de proceder a su expropiación. Efectuada la misma se podrá realizar su transmisión a particulares, instituciones o entidades que se comprometan a garantizar la conservación de sus valores culturales. La misma facultad tendrá el Principado de Asturias cuando se trate de bienes declarados de Interés Cultural o incluidos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias”. Como sucede en otras comunidades autónomas, en Asturias también se prioriza sobre determinadas tipologías de la arquitectura tradicional. En este caso serán los horreos, las paneras y cabazos, los inmuebles que adquieren especial protección tal y como describe el artículo setenta y cinco de la ley asturiana de patrimonio. En este artículo se “prohíbe la construcción de hórreos, paneras y cabazos desvinculados de la vivienda” y también se indica que “Los hórreos, paneras y cabazos de nueva factura deberán adecuarse a los materiales y características constructivas y morfológicas tradicionales de estas edificaciones en la zona correspondiente. Reglamentariamente, el Principado de Asturias regulará dicho aspecto, contemplando la diversidad tradicional de tipos en los distintos concejos”. En el mismo artículo en el punto tres se determina que “Sólo serán autorizables los usos de hórreos, paneras y cabazos que no menoscaben su valor cultural”. Respecto a su protección la citada ley determina que “Aun cuando no hayan sido declarados Bien de Interés Cultural ni incluidos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias los hórreos construidos con anterioridad al año 1900 que conserven sus características constructivas, estarán sujetos a las siguientes limitaciones: a) No podrán ser demolidos, ni total ni parcialmente, desmontados o trasladados de emplazamiento sin autorización de la Consejería de Educación y Cultura. b) No se podrá autorizar la construcción de cierres perimetrales totales o parciales a partir de sus soportes, ni la construcción de edificaciones adosadas a los mismos. c) Con la excepción de los casos en que, por razón de fuerza mayor, exista autorización al respecto de la Consejería de Educación y Cultura, no se podrán realizar sobre ellos más intervenciones que las de conservación y restauración, que se efectuarán, en todo caso, utilizando los materiales tradicionales que correspondan a su tipología”. Desde el punto de vista de la legislación existente en materia de la ordenación del territorio, en la Ley 1/2004, 22 abril, por el que se aprueba el texto refundido de las disposiciones legales vigentes en materia de Ordenación del Territorio y Urbanismo, podemos señalar el artículo cincuenta y seis en el que describe dentro de los objetivos generales del planeamiento urbanístico, el “favorecer la conservación de las formas tradicionales de asentamientos de la población en el territorio”. En este documento, debemos prestar atención al artículo ciento nueve en el que se indica que “con independencia de la aplicación de la legislación relativa al patrimonio cultural, en los lugares de paisaje abierto y natural de especial interés, sea rural o marítimo, o en las perspectivas que ofrezcan los conjuntos urbanos o núcleos rurales que posean características histórico-­‐artísticas, típicos o tradicionales, y en las inmediaciones de las carreteras y caminos de trayecto pintoresco, no se permitirá que la situación, volumen, altura de los edificios, muros y cierres y la instalación de otros elementos rompan la armonía del paisaje, desfiguren la perspectiva del mismo o limiten o impidan la contemplación del conjunto”. Posteriormente, en el Decreto 278/2007, de 4 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Ordenación del Territorio y Urbanismo del Principado de Asturias, se establece dentro del articulo siete, dedicado a los principios generales de la ordenación territorial y urbanística, la importancia de “La protección del patrimonio cultural, mediante la conservación, recuperación y mejora de los inmuebles que lo conforman, los espacios urbanos relevantes, los elementos y tipos arquitectónicos singulares, el patrimonio arqueológico y etnográfico, los paisajes de valor cultural e histórico y las formas tradicionales de ocupación humana del territorio”. Por último señalar que según la Ley de Patrimonio Cultural de Asturias, los conjuntos históricos declarados Bien de Interés Cultural han de contar con un Plan Especial de Protección. En tanto no se apruebe, la Consejería competente en materia de Patrimonio Cultural informará todas las actuaciones que requieran de licencia municipal, para garantizar su adecuación a los criterios generales de conservación del conjunto. Han existido tradicionalmente en la Consejería de Cultura, líneas de ayudas para la restauración-­‐rehabilitación de elementos etnográficos, entre las que destacan: - Subvenciones para la restauración de hórreos, paneras y cabazos por parte de particulares - Subvenciones para la restauración de molinos y otros ingenios hidráulicos - Subvenciones para elementos de cubierta vegetal. Asimismo indicar que la Consejería de Cultura ha acometido intervenciones directas en el conjunto de hórreos y paneras existentes en el núcleo de Espinaréu, en el concejo de Piloña.