Tres generaciones en el mercado: César Gadea y Gloria Nos hemos acercado al puesto que regenta César Gadea junto con su mujer Gloria. César continua la actividad iniciada por su abuelo José en 1951 y que transmitió a su padre, también de nombre José. César y al fondo Gloria César pertenece a la tercera generación de la familia Gadea que continua con el negocio familiar. Este dato coincide con algunos de sus proveedores más significativos, que de forma ininterrumpida desde 1951 les han venido suministrando sus productos. Es el caso de Conservas “Zallo” de Bermeo en Vizcaya que les proveen del bonito del Norte o de “Tepesqué” especialistas en boquerón al ajillo en conserva y Rezumar, su suministrador de anchoas en aceite. Esta coincidencia nos permite afirmar la importancia de contar con proveedores fiables y de amplia trayectoria profesional. Nos cuenta cómo selecciona la partida de latas de cinco kilogramos de bonito del Norte. No se conforma solamente con abastecerse de su proveedor habitual, sino que le solicita que le remita latas de diferentes lotes,para seleccionar la que más se adapta a los gustos de sus clientes. Una vez elegido el lote, formula el pedido de todo el año para asegurar el mantenimiento del sabor y cualidades del bonito que sirve a granel. Este producto se elabora con bonitos pescados en temporada alta del Cantábrico, que coincide con la primavera y principios del verano y rápidamente se procesa para elaborar un producto en conserva de excelente calidad y sabor. Otro producto que nos llama la atención es la anchoa del Cantábrico en conserva, que César nos recomienda encarecidamente, ya que su sabor se diferencia de las anchoas pescadas en otros mares. Los salazones de bacalao son muy apreciados por sus clientes, procediendo en su mayoría proceden de Islandia, la zona geográfica más idónea para esta especie piscícola. En los años cincuenta del siglo pasado apenas se consumía pescado fresco en Zaragoza, habida cuenta de las dificultades logísticas y de transporte de aquellos tiempos. En cambio, los salazones de pescado no presentaban dificultades técnicas para su transporte y distribución, si bien no eran un plato de mucha reputación, asociándose su consumo con las clases más bajas. Esta situación ha cambiado hoy en día, elaborándose deliciosos platos basados en estos productos. En las paredes de su puesto se exhiben, además de las conservas de pescado, conservas de marisco (mejillones). de legumbres y de verduras. Mención especial merece la miel de la casa Fortea de Barbastro, que se ofrece en diferentes variedades: milflores, eucalipto, romero, brezo, tomillo y naranjo, etc. Llegamos a otro punto fuerte de su actividad: los encurtidos. Así, en su mostrador podemos distinguir hasta veintisiete variedades de encurtidos. De ellas, identificamos diecisiete variedades de aceitunas, entre las que cabe señalar las variedades locales como: negra de Aragón; negra de Aragón aliñada con ajo; negra nueva arrugada, cascada de Caspe y negra suave al agua. Finalmente no nos resistimos a preguntarle si habrá una cuarta generación al frente del negocio familiar. César bajo la atenta mirada de su esposa Gloria, no se atreve a negarlo rotundamente, aunque tiene la impresión que sus hijos han tomado caminos diferentes. De todos modos, el mundo da muchas vueltas y un puesto en el mercado asegura el poder ganarse la vida. En este punto, señala que hay descendientes de otros compañeros y compañeras, que no pensaban continuar la actividad, pero que trabajan actualmente en el mercado, al ofrecerles un medio de vida. César y Gloria son optimistas con el futuro del mercado. Se imaginan trabajando en él, pero admiten que lo más importante es asegurar que se pueda seguir ofreciendo un producto de calidad a un buen precio y para ello, se debe garantizar el futuro de este mercado con detallistas que como ellos, pongan todo su empeño y experiencia en mantener a sus clientes actuales y no descuiden el atraer a los más jóvenes.