¿Qué es el BID? Iniciativa largamente esperada por los países latinoamericanos, el Banco Interamericano de Desarrollo se creó en 1959 como una institución de desarrollo con mandatos y herramientas novedosos para la época. Tras largos preparativos de los países latinoamericanos. Sus programas de préstamos y de cooperación técnica para proyectos de desarrollo económico y social fueron más allá del mero financiamiento, como era la costumbre entonces. Los programas e instrumentos del BID fueron tan efectivos que la institución se convirtió en modelo para la creación de todas las otras instituciones multilaterales de desarrollo a nivel regional y subregional. En la actualidad, el BID es el mayor de todos los bancos regionales de desarrollo del mundo y constituye la principal fuente de financiamiento multilateral para los proyectos de desarrollo económico, social e institucional, y los de comercio e integración regional, en América Latina y el Caribe. Misión En el convenio constitutivo del BID, los delegados de los países fundadores definieron la misión del Banco como la de "contribuir a acelerar el proceso de desarrollo económico y social, individual y colectivo, de los países miembros regionales en vías de desarrollo". Aun cuando esa misión se determinó hace alrededor de medio siglo, el Banco sigue esforzándose en dar cumplimiento a ese mandato, y adapta el enfoque y las modalidades de sus actividades y operaciones según las necesidades y los requerimientos de sus países miembros en la región. Objetivos y prioridades Los dos principales objetivos del Banco son reducir la pobreza y promover la equidad social, y lograr el crecimiento económico sostenible. Para conseguir estos objetivos, el Banco centra sus esfuerzos en cuatro áreas prioritarias de acción: Fomentar la competitividad, a través del apoyo a las políticas y programas que fomentan el potencial de desarrollo de un país en una economía global abierta. Modernizar el Estado, fortaleciendo la eficiencia y transparencia de las instituciones públicas Invertir en programas sociales que amplíen las oportunidades para los pobres. Promover la integración regional forjando vínculos entre los países a fin de que desarrollen mercados más grandes para sus bienes y servicios. Funciones Fundado en 1959, el BID se ha convertido en la principal fuerza catalizadora de movilización de recursos para América Latina y el Caribe. El Banco otorga préstamos y asistencia técnica a sus 26 países miembros en la región, con capital proporcionado por los mismos países y recursos obtenidos con la emisión de bonos en los mercados internacionales de capital. Las principales funciones del Banco son las siguientes: Usar los fondos provenientes de los mercados financieros, de su propio capital y de otros recursos para financiar los proyectos de desarrollo en sus países miembros. Complementar las inversiones privadas cuando no haya disponibilidad de capital privado en términos y condiciones razonables. Otorgar asistencia técnica para preparar, financiar, e implementar proyectos de desarrollo. Países miembros El BID se creó en 1959 como una asociación entre 19 países latinoamericanos y Estados Unidos. Los países miembros originales del BID son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y Estados Unidos. El número de países miembros aumentó con el ingreso de Trinidad y Tobago en 1967, país al que pronto se unieron Barbados y Jamaica en 1969, Canadá en 1972, Guyana en 1976, Bahamas (1977) y Suriname en 1980. Entre 1976 y 1986, ingresaron al Banco los 18 países miembros no regionales, que incluyen a 16 países europeos, Israel y Japón. Belice ingresó en 1992 y, tras la desintegración de Yugoslavia, en 1993 se unieron Croacia y Eslovenia. Las restantes repúblicas ex integrantes de Yugoslavia optaron por no solicitar ingreso al Banco, con la excepción de Serbia-Montenegro, la cual aún mantiene abierta la opción de ingreso al BID. La historia del BID El origen del BID se remonta a los esfuerzos iniciados durante la Primera Conferencia Interamericana de 1890 por crear una institución de desarrollo que hiciera frente a algunos de los problemas que enfrentaban en esa época América Latina y el Caribe. En 1958, el entonces Presidente de Brasil, Juscelino Kubitschek, presentó una propuesta para crear una institución de desarrollo regional que tuvo gran acogida en el hemisferio. Poco tiempo después, la Organización de Estados Americanos (OEA) redactaba el convenio constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo.Fundado en 1959, el BID es la más antigua y mayor institución de desarrollo regional del mundo. El Banco fue la primera organización regional con políticas e instrumentos de apoyo propios para el desarrollo económico y social. De esa manera, se convirtió en un modelo para la creación de bancos regionales de desarrollo en otras partes del mundo.El BID ha sido pionero en el apoyo a los programas sociales en la región mediante el desarrollo de instituciones económicas, sociales, educativas y de salud. También lidera los esfuerzos de integración regional y fue pionero en brindar apoyo directo al sector privado, especialmente a las microempresas.En sus cuarenta años de existencia, el Banco ha contribuido a la transformación de América Latina y el Caribe. Aun cuando queda mucho por hacer, la región muestra significativas mejoras en indicadores socioeconómicos como alfabetización, nutrición y expectativa de vida. ¿Qué hace el BID? El BID contribuye al desarrollo socioeconómico de América Latina y el Caribe a través de sus operaciones de préstamo, liderazgo de iniciativas regionales, actividades de investigación y de difusión de conocimiento, institutos y programas. El Banco ayuda a sus países miembros prestatarios a formular políticas de desarrollo y proporciona asistencia técnica y financiamiento para incentivar el crecimiento económico sostenible, reforzar la competitividad, promover la equidad social y combatir la pobreza, modernizar el Estado, y fomentar el libre comercio y la integración regional. Desde su creación en 1959 hasta fines de 2003, el Banco ha aprobado más de US$129.000 millones en préstamos y en garantías para financiar proyectos que demandaron una inversión total de US$291.000 millones, y ha otorgado US$1.950 millones en donaciones y financiamiento concesional para programas de cooperación técnica. Las entidades que pueden recibir préstamos del Banco son los gobiernos municipales, estatales, provinciales y nacionales, instituciones públicas autónomas, organizaciones de la sociedad civil y empresas privadas. ¿Cómo opera el BID? Las operaciones del Banco se ajustan a políticas que rigen todas sus actividades y a políticas sectoriales que sirven de orientación para determinadas actividades. El Banco tiene también una política de adquisiciones y una política sobre disponibilidad de información. El programa de préstamos del BID se rige por estrategias, entre las cuales cabe mencionar la estrategia institucional y las estrategias sectoriales. Los recursos financieros del Banco proceden de los países miembros, préstamos obtenidos en los mercados financieros, fondos en administración que tiene la institución y rembolsos de los préstamos. El BID usa estos recursos para financiar préstamos, donaciones, garantías e inversiones que apoyan proyectos de desarrollo en América Latina y el Caribe. Aunque el objetivo del BID no es obtener ganancias, la institución se rige por principios financieros similares a los de la banca privada. Percibe intereses por los préstamos que otorga como parte de sus actividades de administración y manejo de activos, y usa estrategias de gestión de caja para invertir los fondos que no requieren liquidez inmediata para efectuar desembolsos. El BID acepta los comentarios y las opiniones que el público formula sobre estrategias y políticas propuestas en el marco del programa de consultas y participación que el Banco organiza periódicamente. Asimismo, la institución promueve programas para alentar a los beneficiarios de los proyectos a participar más activamente en su preparación e implementación. Adicionalmente, ha establecido una política de divulgación de información que rige el acceso a la información sobre sus actividades operativas. El BID cuenta con numerosos comités y mecanismos para garantizar que sus proyectos y administración sean objeto de procesos adecuados de supervisión y auditoría. Asimismo, el Banco hace una evaluación de sus actividades a fin de estimar sistemáticamente los resultados de las actividades que financia y procesos afines. Por último, el BID ha establecido iniciativas, sistemas y mecanismos organizativos para cuantificar la eficacia en el desarrollo de los proyectos que financia y sus propias operaciones y prácticas.