LA ENFERMEDAD DEL EBOLA Y LOS VIAJEROS Alejandro Rísquez Centro de Vacunaciones VACUVEN Anexo C Centro Médico de Caracas, San Bernardino. www.vacuven.com.ve Alerta Sanitaria Internacional por la Enfermedad del virus del Ébola La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado un Alerta a la comunidad internacional acerca del peligro de la propagación de la enfermedad del virus del Ébola (EVE) más allá de los países africanos donde ya se presentan brotes con muchos casos y muertes. Los países afectados por la epidemia de Ébola son Liberia, Nigeria, Guinea y Sierra Leona todos ubicados en el África Subsahariana Occidental. El actual brote es el más grave de la historia, con 1.069 personas muertas y 1.975 casos confirmados para el 8 de agosto de 2014. El riesgo de que el virus del Ébola se contagie en un avión es bajo. No se han suspendido los vuelos ni el tráfico terrestre, se consideran de riesgo mínimo para los tripulantes y pasajeros de viajes aéreos internacionales siempre y cuando se tomen todas las previsiones. La OMS apoya las medidas de prevención que los países afectados y otros están tomando en aeropuertos, puertos y puntos de entrada terrestre para detectar a posibles personas infectadas. Las autoridades sanitarias nacionales advierten que se evite visitar los países donde se presentan los brotes de EVE hasta que se controle la enfermedad, a menos que sea esencial. La Enfermedad por el Virus del Ébola y su origen. La infección por el virus Ébola está enmarcada dentro de las denominadas Fiebres Hemorrágicas Febriles, en conjunto a muchos otros virus conocidos y muy frecuentes en nuestro hemisferio tales como Fiebre del dengue, Fiebre Amarilla, Leptopirosis, Enfermedad de Guanarito y otros virus exóticos como el Marburg, la Fiebre de Lassa y la Fiebre Hemorrágicas de Crimea Congo del África subsahariana. Se trata de una enfermedad zoonótica emergente, recientemente la infección “salto de especie”, de animales a los hombres; el primer brote humano reconocido fue en 1976 y han ocurrido 15 más hasta la fecha en los países africanos subsaharianos. El rápido desarrollo de brotes han generado gran consternación, inicialmente confinados a zonas rurales, son una verdadera amenaza de epidemias a grandes y populosas ciudades tales como la ciudad de Monrovia, capital de Liberia. La vigilancia, el estudio y las investigaciones, y sobre todo el control del EVE , es un esfuerzo interdisciplinario complejo, que traspasa fronteras internacionales e involucra la atención de científicos, clínicos, epidemiólogos y políticos de muchas áreas y estudios para proteger la salud humana. Cómo actúa el virus del Ébola y cómo se expresa El temible virus del Ébola actúa bloqueando el sistema inmune humano, o de protección del organismo, permitiendo la entrada y replicación del virus en órganos y sistemas generando inflamación, hemorragias y destrucción corporal. El cuadro clínico de la EVE se caracteriza por fiebre alta, malestar intenso, hasta la postración, dolores musculares y articulares, y también, dolores del abdomen y de cabeza. Además, pueden presentar erupciones y hemorragias que se complican con alta mortalidad del 55% para este episodio, pero que ha llegado al 90%. En los países africanos donde ocurren estos brotes y epidemia reconocidos, se complica el diagnostico por confundirse los síntomas y signos de la enfermedad con el paludismo o malaria que es endémico, o con otros cuadros similares como la Fiebre del Dengue o dengue severo, la leptopirosis, la fiebre tifoidea, y la fiebre del Chikungunya que son también frecuentes en esos parajes. La transmisión del virus del Ébola requiere el contacto directo de la persona con sangre, órganos, secreciones o fluidos de personas y animales infectados o muertos. En los países donde ocurren los brotes en estos momentos, se transmite por el contacto con animales infectados como murciélagos, primates (gorilas y monos), antílopes y cochinos de monte. Igual, al manipular o comer carne silvestre ilegal comercializada, potencialmente infectada. El período de incubación de la EVE varía de 2 a 21 días, con un promedio de 8 a 10 días No existe riesgo de transmisión durante el período de incubación. En caso de sospecha de la enfermedad se debe acudir al médico de inmediato y nunca automedicarse. No existen tratamientos específicos ni vacunas disponibles comercialmente para prevenir o curar los enfermos, el régimen de soporte de los síntomas y de las complicaciones son reposo, antipiréticos, analgésicos y antiinflamatorios, abundantes líquidos y vigilar los signos de alarma: fiebre alta, signos de deshidratación, erupciones o sangrados. El personal de salud debe extremar todas las medidas de protección, usar los equipos de seguridad al tratar a los pacientes o contactos. Cuando se trate de un paciente fallecido con historia clínica y epidemiológica compatible con EVE, se debe tomar un hisopado oral, y la autopsia está contraindicada. Los viajeros y la prevención: La EVE se transmite por contacto directo con los enfermos y con fluidos infectantes y no por transmisión aérea, por lo tanto, es muy difícil de transmitir a los tripulantes, viajeros de negocios, visitas a amigos o familiares y turistas. Los viajeros son claves en la transmisión de la enfermedad por lo tanto deben tomar todas las medidas de protección y seguridad para evitar la propagación de la enfermedad a otras regiones. Los viajeros y residentes de áreas afectadas pueden minimizar cualquier riesgo de adquirir la infección si evitan: Contacto con sangre o fluidos corporales de una persona sospechosa o infectada y de sus contactos por EVE. Contacto con o manipulación de animales salvajes vivos o muertos o se sus carnes crudas o poco cocidas. Tener actividad sexual con una persona enferma o convaleciente de EVE por al menos 7 semanas. Si entran en contacto con cualquier objeto contaminados por EVE, tales como agujas con sangre o fluidos humanos, los viajeros deben buscar asistencia inmediata de las autoridades sanitarias. Viajeros a su regreso de áreas epidémicas deben estar alertas de síntomas de la enfermedad, tales como fiebre, debilidad, dolores musculares, dolor de cabeza o de garganta, vómitos o diarreas, erupciones o sangrado, dentro de las 3 semanas del regreso, o si sospechan que han estado expuestos al virus del Ébola en áreas afectadas, deben buscar asistencia médica inmediata e informar que visitaron dichas zonas... Los viajeros deben apoyar y colaborar con las autoridades sanitarias. Recuerde, la enfermedad del virus del Ébola es rara. Si toma las medidas recomendadas y práctica medidas de higiene general y frecuente lavado de manos la posibilidad de infectarse y enfermar es mínima.