LUNES 15 DE JULIO DE 2013 EDITORIALES Zarpar y navegar TRADICIÓN Y VERDAD Crimen sin castigo Jesús Silva-Herzog Márquez a coalición reformista superó un escollo importante. Las elecciones pudieron haber sido la estocada de muerte de esa extraña alianza política que se constituyó al arranque del gobierno. No lo aniquilaron porque cada fuerza política pudo colgarse medallas del voto; porque nadie perdió todo, porque nadie ganó todo. A pesar de los cambios en el calendario, las elecciones siguen siendo la coartada periódica del desacuerdo. Si bien es evidente que las elecciones regionales reflejan procesos locales, aquéllas son usadas una y otra vez como pieza del tablero nacional. El azar puso la moneda electoral en sintonía con los intereses de frágil pacto reformista. Puede decirse que ha ganado tiempo pero no que haya vencido sus obstáculos. El Pacto por México pudo aprovechar oportunidades que parecen imposibles de estabilizar en el tiempo. Invento imaginativo, el Pacto no es solución duradera. La primera ventaja del Pacto fue la sorpresa. En noviembre de 2012 nadie imaginaba la confluencia de las tres principales fuerzas políticas en un programa ambicioso y, a la vez, concreto. Las fuerzas coaligadas actuaron con rapidez y tino. Acertaron en la secuencia de las reformas y fueron capaces de mostrar, muy pronto, los frutos de su acuerdo. Los opositores no tuvieron tiempo de organizarse para la protesta. El pacto conformó un grupo compacto de negociadores que enfrentó adversarios débiles, dispersos y distraídos. Aún dentro de los propios partidos, el pacto pudo imponerse por la velocidad con la que se puso en pie. El vocabulario empleado entonces fue revelador: cambios para la recuperación de la rectoría del Estado. La expresión no era vacía: reflejaba la convicción de la clase política de que los intereses privados necesitaban ser acotados y que sólo a las fuerzas democráticamente representativas correspondía dictar la política pública. La coalición reformista enfrenta retos nuevos. Ya no queda sorpresa en el Pacto; los opositores han tenido ya tiempo para organizarse y diseñar una estrategia de resistencia; las coincidencias constitucionales tienen que descender a la legislación secundaria. La prisa del impulso inicial ha desaparecido. Si hace unos meses se podía percibir el ímpetu de reformas que se sucedían velozmente, ahora vemos lentitud, vacilación. Si antes era notable la cohesión de un grupo compacto que conducía las deliberaciones en el Congreso, hoy se aprecia nuevamente la complejidad de la negociación parlamentaria. Si antes los grupos afecta- L dos por las reformas eran tomados por sorpresa por la determinación de la coalición reformista, ahora los vemos nuevamente librando la batalla por la preservación del status quo. Las contrariedades del Pacto son, en realidad, las contrariedades del gobierno de Peña Nieto. Difícilmente puede negarse que su barco zarpó bien. Sorprendentemente bien. Pudo librarse de los viejos anclajes, se deshizo con agilidad de algunos fardos del pasado y se alejó rápidamente del puerto. Algunos celebraron que, como ya se había apartado del muelle en el que atracaba, había llegado al destino. No: apenas levó anclas. Pero, por mucho que celebren la prensa extranjera y sus publicistas nacionales, no ha llegado a ningún lado. Vale insistir, las reformas que ha permitido el Pacto por México no son en realidad, reformas. Son, más bien, fundamentos de reformas. No cuestiono que sean buenas plataformas. Digo que son eso: tarimas. No ha habido aún una reforma educativa: tuvimos buena prerreforma educativa. En esa materia, como en las otras, lo que sigue pendiente es lo complejo: el detalle del que depende el efecto de las reformas tan anunciadas. El panorama del presente es ya distinto al de diciembre del 2012. Los adversarios de la reforma educativa han cerrado filas, mientras sus promotores han perdido sentido de urgencia y dudan. La coalición reformista muestra sus grietas y el tiempo para el acuerdo se agota. Y el Pacto por México sigue siendo el gancho del que cuelga, no solamente la imagen, sino también la estrategia del gobierno federal. ¿Qué será la administración de Peña Nieto cuando, tarde o temprano, ese contrato sucumba? Su naturaleza es evidentemente transitoria: tarde o temprano los partidos se distanciarán y el pacto morirá. ¿Se prepara el gobierno federal para lo inevitable? ¿Nos ofrece un barco a la deriva? El gobierno de Peña Nieto encontró una estrategia inteligente para salir del muelle. No es claro que tenga un plan de navegación. Al parecer, sigue atado a una única hoja de ruta que mostraba la secuencia de pasos para salir del puerto. no para llegar al destino. El plan para desatracar el gobierno fue exitoso pero es ya insuficiente. Y sin embargo, el gobierno no parece tener más estrategia que soltar amarras. Zarpar no es navegar. http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/ Twitter: @jshm00 Jaque Mate Sergio Sarmiento El ganador “Para saber ganar hay que saber perder.” Henrique Capriles l final el resultado oficial reflejó lo que había adelantado el tan cuestionado Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Francisco (Kiko) Vega ganó la elección para el gobierno de Baja California con cerca de 25 mil votos de ventaja, 24,963 para ser precisos, o tres puntos porcentuales. El triunfo de Kiko Vega no deja de sorprender. Fernando Castro Trenti era favorito, tanto por los resultados de las encuestas previas como por la enorme cantidad de dinero que gastó. Castro Trenti era el candidato de Manlio Fabio Beltrones, quien lo impuso en el PRI frente a Jorge Hank Rhon y otros aspirantes. Su alianza Comprometidos por Baja California tenía el respaldo no sólo del PRI y el Partido Verde, sino también (sorprendentemente) del Partido del Trabajo y de una organización local llamada el Partido Encuentro Social. El despliegue de recursos fue abrumador. Los anuncios espectaculares de esta agrupación en carreteras y ciudades superan por mucho los de Unidos por Baja California, que incorpora al PAN, el PRD, Nueva Alianza y el Partido Estatal de Baja California. Que Movimiento Ciudadano haya lanzado a su propio candidato, Felipe Ruanova Zárate, era una maniobra para fortalecer a Castro Trenti. La candidatura estaba diseñada para atraer el voto de izquierda que no quería respaldar una alianza con el PAN. El que Ruanova haya obtenido más del 5 por ciento del voto es indicativo de que la estrategia funcionó. Hizo daño a Castro Trenti, sin embargo, la divulgación de información de que en 2010, cuando era senador, compró una casa en la ciudad de México por 10 millones de pesos y la puso a la venta después por 5 millones de dólares. Se informó también que tenía un yate en California, dos casas en Tijuana, un terreno en Ensenada y una residencia en San Diego además de la casa de Reforma. El PRI reviró ofreciendo información sobre las propiedades de Kiko Vega; pero al contrario de Castro Trenti, que siempre ha sido servidor público o legislador, el candidato del PAN-PRD ha tenido empresas privadas. A Ki- A 4 ko Vega, sin embargo, le pesaba el desgaste político del PAN tras 24 años de gobierno. A pesar de una fuerte abstención de 61 por ciento, los resultados muestran un voto razonado. Aun cuando Kiko Vega ganó el estado y el PAN-PRD el congreso local, el PRI se llevó los municipios de Ensenada, Tecate y, sobre todo, Tijuana, donde triunfó Jorge Astiazarán Orcí, un médico de 51 años con poca experiencia política y miembro del PRI apenas desde 2011. A Astiazarán se le considera cercano a Hank Rhon, de quien fue médico personal y secretario de desarrollo social en su gobierno en Tijuana. En una elección civilizada, hubo un incidente de violencia en Mexicali en que se quemaron algunas urnas. El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana presidido por César Castro Bojórquez tuvo un mal desempeño. Al desconocer públicamente el PREP, generó cuestionamientos a la limpieza del proceso, a pesar de que las supuestas irregularidades tenían que ver con el redondeo de la suma y no con las cifras mismas. Permitió además que se llevaran a cabo recuentos voto por voto en circunstancias en que la ley no lo acepta. Un intento de madruguete de César Camacho, presidente nacional del PRI, al cierre de las urnas el 7 de julio, marcó también la elección. Camacho exigió al PAN y al PRD que reconocieran un triunfo de Castro Trenti que nunca existió. El proceso ha terminado. Del lado positivo destaca un voto cruzado que sugiere la madurez del elector bajacaliforniano. Del otro lado de la balanza están las maniobras que demuestran que los políticos mexicanos aún no han aprendido a ser demócratas. RETENES El gobierno mexicano gasta millones en promover el turismo y la imagen de nuestro país en el exterior. Sin embargo, los retenes militares, como los que se despliegan en las carreteras de Baja California, se encargan de destruir los resultados. Twitter: @sergiosarmient4 Helio Flores Mirando a fondo Víctor Gonzalez Avelar Democracia a la mexicana OS MEXICANOS, aunque nos duela, no tenemos, es más, nunca hemos tenido, una tradición o cultura democrática. Nuestros antepasados históricos, los pueblos indígenas que habitaban y dominaban el Valle de México, eran culturas teocráticas autoritarias. Aquellos pueblos no tenían el más mínimo asomo democrático en su forma de gobierno. Los emperadores o tlatoanis eran venerados como dioses, a ellos no se les podía ni ver a los ojos bajo pena de muerte. De esos antecedentes venimos. LOS ESPAÑOLES que conquistar a nuestros pueblos nativos, tampoco hacían malos quesos en aquello de la democracia. Regidos por un emperador intocable y bajo las reglas demoniacas de la Santa Inquisición, nos implantaron durante trescientos años su mismo sistema autoritario y dictatorial de gobierno. NUESTROS GESTORES de la Independencia tampoco hablaron de democracia. Salidos casi todos de los curatos del Bajío o de los regimientos realistas, no concebían un sistema democrático, es más, no lo conocían. LOGRADA LA INDEPENDENCIA bajo las bases en un sistema de república federal éste nunca funcionó, ni podría haber funcionado nunca con una población dispersa, analfabeta y dividida en terribles castas o clases sociales. ELLO ORIGINÓ las interminables guerras intestinas por acceder al poder que padeció el país durante todo el siglo XIX. A ello se debe el surgimiento de los Iturbide, López de Santa Anna, Paredes, Bustamante, los Porfirio Díaz, los Victorianos Huerta etc. TAMBIÉN A LO MISMO se debió la invasión que sufrió México por el ejército norteamericano y la pérdida de los territorios de Texas, Nuevo México, Arizona, Colorado, la Alta California y parte de Oregon, esto por decir lo menos. También a nuestra falta de formación democrática es imputable la intervención francesa y el establecimiento del L imperio de Maximiliano de Habsburgo. HA SIDO SIEMPRE nuestra falta de formación democrática lo que nos llevó a ese terrible estado de cosas, en donde no podía subsistir ningún gobernante, sin la permanente amenaza de ser derrocado o asesinado por el que le seguía en el escalafón de mando. Era aquello tan peligroso para los presidentes en funciones, que finalmente se abolió el cargo de vicepresidente. SE PUEDE ASEGURAR que en toda la larga historia de este país, no fue sino hasta la elección de don Francisco I. Madero como presidente de México, que brilló por un instante y a plenitud la democracia entre nosotros. TODAS ESTAS reflexiones vienen hoy a la memoria del escritor con motivo de las pasadas elecciones del 7 de julio, en donde estuvieron involucrados más de 30 millones de mexicanos en 14 estados del país. En ellas participaron decenas de partidos políticos, algunos serios, otro verdaderamente “patito”; sin embargo la ciudadanía hizo uso de su sufragio. Que hubo abstencionismo sí; pero antes no votaba ningún mexicano. Que hubo incidentes también; pero antes ni incidentes había.; Que hubo impugnaciones sí; pero antes no había ni qué impugnar. Hoy por lo menos y después de 400 años empezamos a tener elecciones creíbles. Quizás las más caras del mundo, pues el IFE federal y los estatales devoran millones de pesos, pero elecciones al fin; No tenemos más democracia que ésta y en donde el gran negocio económico ha resultado para los partidos políticos y su dirigencia. DEMOCRACIA NUNCA antes la habíamos tenido. Estamos en camino de perfeccionarla y aunque será muy difícil institucionalizarla en un país con millones de pobres cuyo voto puede ser cooptado por un bulto de cemento o una despensa de alimentos, hemos avanzado y así deberemos continuar para que algún día tengamos el sistema democrático que todos queremos. Mirador Armando Fuentes Aguirre L os incrédulos pidieron un milagro a San Virila: -¿Por qué no haces que el río fluya cauce arriba? San Virila podía hacer que el río fluyera cauce arriba. Un pequeño movimiento de su mano y las aguas habrían empezado a correr en dirección contraria. Pero Virila resistió la tentación de la soberbia, que es la más grande de las tentaciones, y no hizo aquel mínimo ademán. Así, gracias a él, siguió operando el milagro mayor del universo, que es el de las leyes de la Naturaleza, dictadas por el Creador desde el principio de todos los tiempos para bien de sus criaturas. Los hombres no supieron eso, y se burlaron de Virila. Pero el santo se alejó sonriendo. Sabía que acababa de hacer el milagro mayor que cualquier hombre -y cualquier santo- puede hacer: respetar la armonía del mundo. ¡Hasta mañana!...