Hna. Tarcisia Ciavarella Alguien dijo: “La boda dura un día, el matrimonio es para toda la vida.” Un dicho que Papa Francisco explora muy bien en su última encíclica “La alegría del Amor” que trata sobre el amor en la familia, “Después del amor que nos une a Dios, el amor conyugal es la «máxima amistad» (AL 122-125). Es una unión que tiene todas las características de una buena amistad: búsqueda del bien del otro, reciprocidad, intimidad, ternura, estabilidad, y una semejanza entre los amigos que se va construyendo con la vida compartida (AL 122). El sacramento del matrimonio ofrece a la pareja la gracia para crear y participar de un proyecto de vida común, apoyándose mutuamente y compartiendo tanto los éxitos como los fracasos que seguramente se irán dando, donde Dios es el gran protagonista, quien capacita a los conyugues para llevar adelante su plan de salvación juntos. Durante el noviazgo se disfrutó al estar juntos y se tuvo la oportunidad de compartir experiencias que les permitieron conocerse uno al otro, esto los llevó, sin lugar a dudas, a decidir pasar el resto de la vida juntos. Sin embargo, lo que es un pequeño conocimiento es ahora más profundo al convivir las 24 horas del día, todos los días. Esto los obliga a realizar ajustes en el estilo personal para funcionar armónicamente como pareja. Es un proceso, en buena medida natural, pero que requiere del amor que se tienen y de la buena voluntad que cada uno pueda aportar. El matrimonio cambia la vida de la pareja llamada a construir una familia. Se requieren disposiciones para adaptarse, teniendo presente que son dos los interesados en lograr un proyecto común. Hay que vivir en un nuevo estilo de vida, con actitudes concretas: compartir, comunicar, consultar, tomarse en cuenta, ponerse de acuerdo, y mirar hacia el futuro juntos. Los compromisos, las salidas, los amigos, la manera de divertirse, y todo aquello que pudiera convertirse en un problema, debe ser consultado y llegar a acuerdos que favorezcan la buena funcionalidad del matrimonio. Los nuevos esposos deben tolerar sus imperfecciones, sus imprudencias, su falta de madurez; esto se consigue a través del amor que se profesan, y el diálogo sincero que nunca deberá faltar. Una buena relación de pareja no es producto de magia o milagro. Es el resultado de satisfacer en tiempo y en forma las necesidades individuales que se tengan, de resolver con oportuni- dad los problemas, de recordar día a día que el motivo de estar juntos es ser felices. Les compartimos algunos tips para lograr un amor profundo, tierno y duradero, donde todo es en común: - Busca siempre el segundo lugar. “Poner al otro por encima de uno mismo”. - Sé generoso en tus halagos Al menos una vez al día, busca algo positivo que decir a tu esposo/a. -En tiempos de crisis, sean uno solo: Nada une más a unos esposos que permanecer unidos en tiempos de crisis. Pasen muchos tiempos juntos. - Cree siempre lo mejor, y no lo peor, de tu esposo/a: “El amor todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Cor. 13.1-13). Construir un matrimonio sólido y duradero es el compromiso más importante de toda vida matrimonial. Es un gran proceso diario para asegurar un amor para toda la vida. “La verdadera alegría que se disfruta en familia no es algo superficial, no viene de las cosas, de las circunstancias favorables… La verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente el camino de la vida”. (Papa Francisco) REFLEXIONA Y ACTÚA: Reflexión a nivel personal El Arte de Pelear ¿Qué me disgusta de mi mismo/a cuando estoy peleando? 2. ¿Qué me disgusta de mi conyugue cuando estoy peleando? 3. Lee y medita Gén 32: 22-30. ¿Hay algún buen resultado en nuestras peleas? papeletas donde escribirá las palabras claves para un buen matrimonio. Los aportes pueden ser: Confianza mutua, calor humano, sinceridad, transparencia, No contradecirse, Concordia, coherencia y Ejemplaridad, Asumir ambos las responsabilidades educativas, Ser constantes los dos, etc. Se colocan sobre un muro. ´Se divide en grupos, a cada grupo se le da un número determinado de papeletas para que lo discutan y presenten en plenaria. El Arte de escuchar: Escr ibir , inter cambiar y dialogar en grupos de 5: 1. ¿Cómo te muestra tu esposo/a por su lenguaje no verbal – que te está escuchando? 2. ¿Cómo te muestra tu esposo/a con su lenguaje no verbal – que no te está escuchando? El saber escuchar es el factor más importante para un buen matrimonio. COMPROMISO Por persona en una tarjeta escribe 1. Reflexión Personal ¿Qué actitud o valor quiero adoptar en mi vida matrimonial? Escoger al menos 3. 2. Se comparte en pareja la reflexión y el compromiso adquirido. 3. Se forman grupos de 3 parejas cada uno. Comparten los aprendizajes y prácticas que desean incorporar en su vida matrimonial. Dinámica: Palabr as claves en el matrimonio. Se puede hacer como lluvia de ideas o da a cada participante cuatro