Contestación* al grito de las pasiones del Dr. Mariano Zavaleta por un amante de la Justicia apoyada con fe opinión de otros muchos imparciales. I). ' , ADVERTENCIAS AL LECTOR. Por ¿V tener criterio elevado, ni menos lucido ni á cerca de los dar mi persona -estilo y por otras consideraciones igualmente razona- , amor y respeto que profeso á la justicia, y mi sensibilidad que padecen con honor adversidades y miserias, me impulsan de un modo irresis~ bles se ha retardado la prensa tibie a paysanos conocidos de buen nombre, por na ni á la de deudo ó amigo , por no ser doctor ser la cutsa aflictiva é infamante contra haber sufrido quebranto alguno directo pero ; el 0 este paso. El amor paterno y carácter sacerdotal levantan ese grito que se dice de la razón con el el lugar que debe ocupar la verdad en el tribunal*^ , auxilio de la ficción y el sosfisma para darle supremo de la justicia pero no es cosa extraña ; que un defensor se empeñe de ese modo en , abogar por varios delincuentes complicados en un-mismo uno de que ellos le toca tan de cerca abogado un venerable sacerdote el como su propio , cuyo , instituto es hijo el , corazón la madre mas piadosa , de salvar trata ¿y qué diremos siendo al , de mayormente cuando Ella no obstante se conforma con perdón aun del peor de sus hijos? el delito, el que reclama , brazo justiciero que castiga al que cometió el delito. En vano son protestas de sana intención toda vez que no van desnudas y limpias de inmundicias. El empeño del Dr. Zavaleta claro está, es prevenir el animo de los jueces encargados en substanciación de la ruidosa causa de los capitulares de que habla Ja público con su grito arrogante á favor de noche del primero hasta los acusados en 5 de octubre último, contra el , conmoviendo para ello sangriento tumulto principiado el gobierno las autoridades del al en la y Honora- , Regnum divide condenación, pues el mism Dios ble Junta de Representantes, sin advertir cuando asienta el texto del Santo Evangelio sum que desolabitur, maldice á los les anuncia á que causan división los reos la sin ; tenible sentencia embargo le daremos > Dr. Zavaleta alguna satisfacción al es regular, ciñendonos únicamente á los dos puntos de su exposición. como " Primero: que deba sentirse y que juicio se merezcan los capitulares obsecuentes al llamacuyas firmas contiene la madrugada del siguiente dia dos, , „ miento que se les hizo á cabildo en bando publicado en y cuyas personas fuesen todas ó algunas , formaron la corporación jefe en S. Ignacio para la elección de gobierno." Palié como se le antoje ei defensor, „ el esta fecha conducta de sus protegidos; la , lo cierto del conocimiento que debían, de cual era tramado, á que fin se dirigía, que fuerza menor caso es, que no tomaron ellos la motivo de aquel tumulto el lo sostenía, ni , quien parte en el ó quienes lo habían menos procuraron de ningún modo contener- antes bien inmediamente pasaron a autorizarlo con su presencia lo, y disposiciones hasta el exi Tuvieron voluntad libre para hacer lo que pueblo sano, sensato é impacial dice qae sí. tremado catástrofe que lamentaremos eternamente, quisieron ? El defensor dice que no, pero En aquella misma noche fueron el ultrajadas á voces por los tumultuarios las autoridades del go- bierno y Honorable Junta de representantes impresos esparcidos hasta la , y al dia campaña, tolerándolo siguiente berían hacer en tales circunstancias los representantes de mentos ¿que providencias podrían dictar los mas publicamente con a sabiendas la corporación j>je. la En provincia? miembros separados insolentes ¿Y que de- aquellos terribles mo- de! cuerpo representativo, capa- ces de sujetar una tropa de perro* rabiosos? Remediarían algo con salir cada cual de su casa a ave riguar en plaza la , en ó el fuerte donde se habían alojado aquellas fieras , quien fermentaba su criminal osadia ? La prudencia les importó b buena suerte á los individuos de Corporación , ella les bien persuadidos , impuso deque el Honorable la profundo silencio que guardaron mientras fue tiempo de respirar, la infalible providencia no abandonaría á su querido pueblo , al cho de unos genios infernales, y de que los uracanes violentos son «le corta duración. cansemos el temor de los Representantes fue racional y provechoso al público, y el de , pitulares aparente ó fingido, y pe ju'Vial á la atacar y destruiré' infame tumulto de los vdes aspirantes, la fuerza que nos , cepto el terror y confusión de los capitulares mandaban , pasemos adelante , como lo ejecutó el modo seguro de el dia 5. viendo por sus propios al No Entonces ojos destrozada y que triunfaba el valor y la energía de los buenos ciudadanos deten gamos en observaciones tribiales, y de menos con- los revelados, jefes, oficiales y soldados. nos los ca- humanidad. El exorno, señor gobernador se condujo como buen militar á disponer llegó á su colmo capri- No segundo punto que propone en cuestión el defensor. acaba de hacerse de dos de los revoluciónanos , será conve"Si después de la ejecución que de dicha revolución , hasta desentrañar y penar todos sus augermen niente, ó no, perseguir el aunque Nosotros estamos todos de amerdo y conformes por la afirmativa , ' tores y cómplices." lleva la contraria el Dr. Zavaleta mundo mas rosa que hay en el firmemente persuadidos de que , saludable para el cuerpo político : la rectitud de la justicia es la todo hombre de bien la ama y ni peimanente, ella es, sin con ansia porque sin ella no hay nada bueno brillante sosteniendo en primer lugar la religión, disputa, la principal virtud que forma un estado imaginables para facilitar el bien público lo» arbitrios todos los el alma de la sociedad la respeta , la solicita que es : proporciona esta gracia poderoso y desvalido, es oficiosa con ella finalmente , como fiel culpado y el humanidad haciéndose abrazar del la Pero por desgracias un comercio inocente iu- de varios modos y con pretextos diferentes a la buena administración fiel v criminal se opone de agresores malvados se castiga uno y la iniquidad va en justicia , de suerte que apenas de cien cortos que sean sus alcanaumento ; es observación constante que no puede ocultarse á nadie por dado hasta ahora habernos de no Zavaleta, apesar del Dr. s , ni menos á la capacidad, y talentos causa. santa un rasgo de su decantado patriotismo á favor de nuestra por la prensa preparados por ó hábiles mal intencionados, siempre están dispuestos y Los incautos , necios incontrastable , que para auxiliar y proteger á los malhechores ; también es una verdal !o regular por lo mismo hace se comunidad, la contra atroz delito , aquel protector sea quien fuere, de un influjo é ínel causa de la gravedad y declarado de la justicia mas ó menos según sea la , . < , , , enemigo delin- y lo repetiré mil veces, entre los que incurables. cuentes y sus protectores es la causa de indecibles males poco menos no solo demonstrar que defensor el que con pretende fastidioso el arte No censuraremos indemnizarlos de la también sino tumulto formación del son inocentes los acusados en la haciéndonos cargo comisión omisión y estragos que sobrevinieron por su teres medianero , este pérfido comercio, vuelvo á decir , , responsabilidad á los , de cometer mil desatinos , piérdase el conducta de la H. J. y que se pierda , pero si ridiculizamos los rodeos con que trata de igualar la delante de todo un pueblo paciente es|a del excmo. señor gobernador con la de los capitulares de los tumultuarios desde pectador de la ostinada rebeldía con que procedieron en obsequio y favor desastrosa la se concluyó y sangrienta tragedia ; en del 2 hasta el anochecer el 5 que la mañana . naufragio hijo del que un padre es capaz por salvar á su , que deslucirá las paginas de la historia de nuestra famosa revolución. aplica á la Tampoco podemos disimular la siniestra y vienta interpretación que dicho Dr. fue de ninno la cual dia 5 amnistié declarada en el articulo 2". que contiene la acta celebrada el la espada puso las gún valor ni efecto porque los revelados ñola admitieron hasta que el fue<ro y curan Escusadas son tertulias y tertulianos los daños que causó el error no se realidad , , cosas en orden. ; los mal ó daño practicado con el arrepentimiento. La mejor política dicen de carece que designio el sabios es la fundada en equidad y justicia , inmediatamente se descubre todo porque en ignorancia vulgar, el primero que lo advierte es el pueblo apesar de su rectitud demás, jamas felicidad ó desgracia sale de este carácter conservando'e para lo con discurso ni los del , lo tocante á su convendremos con el Doctor Zavaleta en que mejantes delincuentes D, s; pues aun que le sea corr esto se mas favorable la deferencia en nuestro gobierno con respecto á selas ejecuciones proscripciones, y deportacio- que , acrecienten las fuerzas de los enemigos exteriores mas de temer, como manteniendo en nuestra compañía los infidentes y , no serán por eso traidores. paciente que tiene un dedo malo y para curar la mano pero el remedio se espera de se hace preciso cortarlo, ello es repugnante y doloroso á uno y otro No se persuada por esto el Dr. Zavaleta, que nos regocijamos al ver derrahacer la operación. lagrimas del infeliz, porque no somos tiranos como aquellos que da- Estamos en mar sangre la el caso del cirujano, y humana el ni las miseria e indigencia que padeban tormentos por complacencia; pero nos mueve á compasión la la tranquilidad publica ó de los cen las viudas y huérfanos de aquellos que sostubieron el orden y para buscar sus «límenmismos que sufrieron quebranto en su salud, ó han quedado imposibilitados según la graDeduciendo de aqui, que la pena aflictiva aun de la vida, se puede conmutar los. vedad del delito con didas y el ; por este medio quedarán hermanadas escarmiento con la humanidad en Si el Dr. Zavaleta escribe sibles del , de aquellas personas inmediatamente ofenequidad y la justicia, el castigo con la misericordia, sacrificio pecuniario, á beneficio , como y amantes del bien general rumbo que queda demarca Jo , la satisfacción : de la vindicta publica. dice, para nuestro gobierno y también para corazones senaseguro que todo lo que sea apartarse yo hago lo mismo y será exponerse á perderlo todo: no lo peimita Dios. J?. Imprenta t>¿ Jí la Independencia. y fe