PC 2758 - NotiCel

Anuncio
E-15-0246
ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO
17ma. Asamblea
Legislativa
6ta. Sesión
Ordinaria
CÁMARA DE REPRESENTANTES
P. de la C. 2758
17 DE NOVIEMBRE DE 2015
Presentado por los representantes Perelló Borrás, Rivera Ruiz de Porras, Hernández López,
Bianchi Angleró, Aponte Dalmau, Báez Rivera, Cruz Burgos, De Jesús Rodríguez, Diaz
Collazo, Franco González, Gándara Menéndez, Hernández Alfonzo, Hernández
Montañez, Jaime Espinosa, López de Arrarás, Matos García, Méndez Silva, Natal Albelo,
Ortiz Lugo, Pacheco Irigoyen, Rodríguez Quiles, Santa Rodríguez, Torres Cruz, Torres
Ramírez, Torres Yordán, Varela Fernández, Vassallo Anadón y Vega Ramos
Referido a la Comisión de Gobierno
LEY
Para enmendar los Arts. 6.001, 6.002, 6.003, 6.007, 6.009, 6.017 y 9.011 de la Ley 78-2011,
según enmendada, conocida como Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo
XXI, a los fines de extender la franquicia electoral a las personas extranjeras
domiciliadas en Puerto Rico; para adaptar las papeletas y tarjetas electorales a esos
efectos; para ordenar a la Comisión Estatal de Elecciones que reglamente los
detalles necesarios para la implementación de esta ley; y para otros fines
relacionados.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El derecho al voto, como una manifestación de la libertad de expresión, protege el
derecho del individuo a exteriorizar como guste los contenidos de su conciencia, al
mismo tiempo que establece la premisa indispensable para la formación de opinión
pública, sobre cuyo régimen está fundado el gobierno democrático. Véase La Nueva
Constitución de Puerto Rico, Escuela de Administración Pública, Río Piedras, Ed. U.P.R.,
1954, pág. 205. Nuestra historia constitucional, enmarcada en nuestra relación con
Estados Unidos, demuestra la importancia de este derecho trascendental.
2
La Constitución de Estados Unidos establece que “[e]l derecho a votar de los
ciudadanos de los Estados Unidos que tengan 18 ó más años de edad no será negado o
restringido por los Estados Unidos o por cualquier estado por causa de edad”. Véase Art.
XXVI, Sec.1, Const. EU, LPRA, Tomo 1. Es preciso notar que la Ley Suprema federal se
limita a reconocer que los ciudadanos estadounidenses gozan del mencionado derecho
constitucional pero no detalla qué se requiere para ser elector, ni excluye la concesión
estatutaria del derecho al voto a personas que no tengan la ciudadanía estadounidense.
Más que una simple omisión, ello se debe a que durante la convención constitucional de
Estados Unidos se rechazó la inclusión una disposición constitucional para delimitar los
requisitos para que una persona pudiera votar en elecciones estatales o federales. G.L.
Neuman, “We are the people”: Alien suffrage in German and American perspective, 13
Mich. J. Int’l L. 259, 294 (1992).
En cambio, la Constitución federal dejó en manos de los estados el poder de
delinear los requisitos para que una persona sea considerada elector al disponer que la
Cámara de Representantes y el Senado de los Estados Unidos se compondrían de
miembros elegidos “por el pueblo de los distintos estados y los electores en cada estado
cumplirán con los requisitos exigidos a los electores de la Cámara más numerosa de la
Asamblea Legislativa de dicho estado”. Véanse Art. 1, Secs. 2 y 3, Art. XVII, Const. EU,
LPRA, Tomo 1. Véase, además, Lassiter v. Northampton County Election Board, 360 US
45 (1959). De esta forma, los estados establecen los requisitos para votar en las elecciones
para los cargos estatales y los requisitos establecidos por los estados para votar por
miembros del cuerpo legislativo más numeroso también determinan quiénes pueden
votar por los congresistas de Estados Unidos. Katzenbach v. Morgan, 384 US 641, 647
(1966). Véanse además, Carrington v. Rash, 380 US 89, 91 (1965); Gray v. Sanders, 372 US
368 (1963); Guin v. US, 238 US 347 (1915).
Este poder de los estados de Estados Unidos sobre su propio sistema electoral es
tan amplio e indiscutible que el Tribunal Supremo federal declaró nula una ley mediante
la cual el Congreso pretendió fijar la edad de los votantes para las elecciones estatales.
Véase Oregon v. Mitchell, 400 US 112 (1970).
Respecto al asunto particular de esta medida, es preciso destacar que hubo un
periodo histórico durante el cual muchos estados ejercieron su facultad de delimitar
quiénes pueden ejercer el voto y permitieron el sufragio de personas que no tenían la
ciudadanía estadounidense. Véanse A. Keyssar, The Right to Vote: The contested History
of Democracy in the United States, 22-42, 65-69, 103-108 (2 ed. 2009); J. Raskin, Legal
Aliens, Local Citizens: The Historical, Constitutional and Theoretical Meanings of Alien
Suffrage, 141 U. Pa. L. Rev. 1391, 1397-1417 (1993). A pesar de que el Tribunal Supremo
federal no resolvió en los méritos si ello era permisible, hizo pronunciamientos inclinados
a reconocer que conceder el voto a personas que no poseían la ciudadanía estadounidense
es constitucional. En Dred Scott v. Sanford, 60 US 393, 405 (1856), concluyó que “each
State may still confer all the rights and privileges of the citizen of a State upon an alien,
3
or any one it thinks proper, or upon any class or description of persons; yet he would not
be a citizen in the sense in which that word is used in the Constitution of the United
States”. Como ejemplo, reconoció que algunos estados permitían el derecho al voto de
personas extranjeras no naturalizadas. Íd., pág. 422.
Dos décadas más tarde, el más alto foro federal señaló que la ciudadanía
estadounidense no siempre ha sido una condición precedente para disfrutar del derecho
al voto. Minor v. Happersett, 88 US 162 (1874) (“citizenship has not in all cases been made
a condition precedent to the enjoyment of the right of suffrage”). Asimismo, en Pope v.
Williams, 193 US 621 (1904), sostuvo la validez de un estatuto de Maryland que requería
que sus nuevos residentes hicieran una declaración de intención de ser residente del
estado un año antes de registrarse para votar. Resolvió que “[t]he State might provide
that persons of foreign birth could vote without being naturalized, and, as stated by Mr.
Chief Justice Waite in Minor v. Happersett, such persons were allowed to vote in several
of the States upon having declared their intentions to become citizens of the United
States”. Íd.
Igualmente, en 1973, el Tribunal Supremo federal declaró inválida una ley de
Nueva York que requería la ciudadanía estadounidense para solicitar empleo en el
gobierno estatal y señaló que “citizenship is a permisible criterion for limiting [voting]
rights”. Sugarman v. Dougall, 413 US 634, 649 (1973). Al calificar el criterio como
“permisible”, reconoció que los estados tienen la facultad para decidir si incluir o no este
criterio entre los requisitos para que una persona pueda ejercer el voto. Sobre esto, el
profesor Gerald L. Neuman indica que “it appears to be settled doctrine that, so far as the
federal Constitution is concerned, alien suffrage is entirely discretionary, neither
constitutionally compelled nor constitutionally forbidden”. Neuman, supra, pág. 292.
En fin, la Constitución federal no exige que una persona sea ciudadana
estadounidense para poder ejercer el voto. Ante esta realidad, el Congreso
estadounidense recurrió a la vía estatutaria y aprobó la Illegal Immigration Reform and
Immigration Responsibility Act, Pub. L. No. 104-208, 110 Stat. 3009 (1996). Entre sus
disposiciones, prohibió que las personas extranjeras ejercieran el voto en elecciones para
puestos federales, es decir, para el puesto del Presidente, Vicepresidente, miembros del
Senado, miembros de la Cámara de Representantes, delegado para el Distrito de
Columbia o el Comisionado Residente. Sin embargo, el Congreso limitó la aplicación de
esta prohibición a las elecciones federales y reconoció la posibilidad de que los estados
permitan a las personas extranjeras votar en elecciones estatales. En específico, establece
lo siguiente:
18 U.S. CODE § 611 - VOTING BY ALIENS
(a) It shall be unlawful for any alien to vote in any election held solely or in
part for the purpose of electing a candidate for the office of President,
4
Vice President, Presidential elector, Member of the Senate, Member of
the House of Representatives, Delegate from the District of Columbia,
or Resident Commissioner, unless—
(1) the election is held partly for some other purpose;
(2) aliens are authorized to vote for such other purpose under a State
constitution or statute or a local ordinance; and
(3) voting for such other purpose is conducted independently of voting
for a candidate for such Federal offices, in such a manner that an
alien has the opportunity to vote for such other purpose, but not an
opportunity to vote for a candidate for any one or more of such
Federal offices. […]
Vemos, pues, que el ordenamiento jurídico federal reconoce que los estados
pueden permitir a las personas extranjeras votar en elecciones estatales si la elección no
representa una oportunidad para que voten por algún candidato a algún puesto federal.
Es necesario reconocer que existen disposiciones federales que penalizan el fraude
electoral de personas que no son ciudadanas estadounidenses y hacen declaraciones
falsas sobre su estatus migratorio para votar o registrarse para participar en elecciones.
Véanse 42 USCA sec. 1973gg-10(2); 18 USCA secs. 911, 1015(f). De igual forma, el
Immigration and Nationality Act establece que “any alien who has voted in violation of
any Federal, State, or local constitutional provision, statute, ordinance, or regulation is
deportable”. 8 USCA sec. 1227(a)(6)(A). No obstante, estas disposiciones atienden
actuaciones contrarias a la ley y no excluyen la posibilidad de que los estados legislen
para extender la franquicia electoral a las personas extranjeras independientemente de su
estatus migratorio.
En cuanto a nuestra jurisdicción, la Ley Orgánica Foraker del 12 de abril de 1900
(Ley Foraker) proveyó para que los “electores capacitados de Puerto Rico” eligieran a los
miembros que en ese entonces compondrían la Cámara de Delegados y al Comisionado
Residente. Esta ley no detalló quién se consideraría “elector capacitado”. Más tarde, el
Acta Jones, Carta Orgánica de 1917 de Puerto Rico (Ley Jones), dispuso que todos los
miembros de la Asamblea Legislativa fueran electos por el Pueblo. Contrario a su
predecesora, el Artículo 35 de la Ley Jones sí detalló los requisitos para ser un “elector
capacitado” al disponer lo siguiente:
En las primeras elecciones que se celebren de acuerdo con esta Ley, los
electores capacitados serán aquellos que tengan las condiciones de electores
con arreglo a la ley actual. Después de esas elecciones los electores deberán
ser ciudadanos de los Estados Unidos, que hayan cumplido veintiún años
de edad, y tengan las demás condiciones que se prescribieren por la
5
Asamblea Legislativa de Puerto Rico; Disponiéndose, que no se impondrá
ni exigirá en ningún tiempo a ningún elector condición alguna que
envuelva la posesión de propiedad. (Énfasis suplido).
Posteriormente, la Ley de Relaciones Federales con Puerto Rico, Ley Pública 600
del 3 de julio de 1950, proveyó para la organización de un gobierno constitucional por el
Pueblo de Puerto Rico. En su Artículo 2, autorizó a la Asamblea Legislativa a redactar
una constitución que creara un gobierno republicano e incluyera una carta de derechos.
Según su Artículo 3, si la constitución era aprobada por el Congreso estadounidense,
“entraría en vigor de acuerdo con sus términos”. El Artículo 5 dispuso que, al momento
que la Constitución de Puerto Rico entrara en vigor, quedarían derogados varios
Artículos de la Ley Jones, incluyendo el citado Artículo 35 que enumeraba los requisitos
para ser elector.
En 1952, se aprobó la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. De
entrada, su Preámbulo establece “que entendemos por sistema democrático aquel donde
la voluntad del pueblo es la fuente del poder político, donde el orden político está
subordinado a los derechos del hombre y donde se asegura la libre participación del
ciudadano en las decisiones colectivas”. Const. ELA, LPRA, Tomo 1. Más adelante, la
Sección 4 de su Artículo VI sobre disposiciones generales específica que
[s]erá elector toda persona que haya cumplido dieciocho años de edad, y
reúna los demás requisitos que se determine por ley. Nadie será privado
del derecho al voto por no saber leer o escribir o por no poseer propiedad.
Se dispondrá por ley todo lo concerniente al proceso electoral y de
inscripción de electores, así como lo relativo a los partidos políticos y
candidaturas. Const. ELA, supra, Art. VI, Sec. 4.
De esta forma, mediante la aprobación de nuestra Constitución quedó derogada
la exigencia del Artículo 35 de la Ley Jones, supra, de que la persona fuera ciudadana de
Estados Unidos para poder votar. En su lugar, el único requisito constitucional que se
impuso en cuanto a quién puede considerarse elector es que la persona tenga dieciocho
(18) años de edad. Además, dispuso que la Asamblea Legislativa tiene la facultad
constitucional de reglamentar el resto del proceso electoral.
Es revelador señalar, además, que la Constitución sí exigió la ciudadanía
estadounidense para poder aspirar a cargos gubernamentales: la Sección 5 del Artículo
III la requiere para ser miembro de la Asamblea Legislativa, la Sección 3 del Artículo IV
la requiere para ser Gobernador y la Sección 9 del Artículo V la requiere para ser juez del
Tribunal Supremo. Véanse Const. ELA, supra, Art. III, Sec. 5; Art. VI, Sec. 3; Art. V, Sec. 9.
Sin embargo, a pesar de reconocer la importancia de esta exigencia para ocupar este tipo
de puestos, los Constituyentes no requirieron la ciudadanía estadounidense al momento
de delinear las exigencias para que una persona pudiera votar. De hecho, la intención de
6
flexibilizar los requisitos para el sufragio fue claramente manifestada por el Delegado
Reyes Delgado, quien expresó que “[l]a principal innovación que hacemos en las leyes
vigentes es la de que reducimos el derecho electoral en cuanto se refiere a la edad, a
dieciocho años. Y, limitando el derecho lo menos posible hemos sido partidarios de que
en ninguna forma haya otra limitación más allá de la sanidad mental, de la posesión de
los sentidos, para ejercer el derecho”. 1 Diario de Sesiones de la Convención
Constituyente 566. Aunque la disposición constitucional aprobada no estableció la edad
de dieciocho (18) años, quedó demostrada la intención de mantener los requisitos lo más
flexible posible. En ese mismo sentido, la Comisión de Carta de Derechos expresó en su
Informe que “de igual manera la universalidad del sufragio no establece autoridad
electoral en menores o en dementes o en personas sin requisitos de residencia. Tanto en
éste como en todos los demás artículos interesamos fijar básicas normas constitucionales
y no detalles reglamentarios”. 1 Diario de Sesiones de la Convención Constituyente 3177.
Nótese que la Comisión hizo referencia a requisitos de residencia y no a requisitos de
ciudadanía.
Así lo reconoció también nuestro Máximo Foro judicial en Ramírez de Ferrer v.
Mari Brás, 144 DPR 141 (1997), donde resolvió que un ciudadano puertorriqueño tenía
derecho a votar a pesar de haber renunciado a su ciudadanía estadounidense. Sostuvo lo
siguiente:
la Constitución del Estado Libre Asociado, aprobada tanto por el
Presidente como por el Congreso de los Estados Unidos, se fijaron
concretamente los términos y condiciones esenciales relativos al sufragio
en Puerto Rico, en el Art. II, sección 2 y Art. VI, sección 4, de nuestra ley
fundamental. Se trata, pues, de asuntos regidos específicamente por
nuestra Constitución, por ende, libres de autoridad superior. Así lo
reconoció el propio gobierno de los Estados Unidos, en su comunicación
oficial a las Naciones Unidas sobre el Estado Libre Asociado,
mencionada antes, en la cual se señaló, en lo pertinente, que: "The People
of Puerto Rico will participate effectively in their government through
universal, secret and equal suffrage, in free and periodic elections...
which are assured freedom from undemocratic practices by the
[Commonwealth's] Constitution itself. These elections will be
conducted... ...without interference by the U.S."
En resumen, pues, el poder de determinar los requisitos para ejercer el
derecho al voto en nuestra jurisdicción, corresponde esencialmente al
Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Se trata de una amplia facultad
para determinar y reglamentar todo lo concerniente al proceso electoral,
incluyendo identificar quiénes son electores capacitados. Esta amplia
facultad, está limitada únicamente por lo que disponga sobre el
particular nuestra propia Constitución, incluyendo su Carta de
7
Derechos, que estamos comprometidos a interpretar en forma armoniosa
con la de los Estados Unidos. Íd., pág. 172.
Como consecuencia de lo anterior, la Asamblea Legislativa tiene la facultad y la
obligación de aprobar aquella reglamentación que salvaguarde el derecho al voto y que
propenda a la realización de un proceso electoral justo, ordenado, libre de fraude,
honesto, íntegro y democrático. Véanse, McClintock v. Rivera Schatz, 171 DPR 584 (2007);
P.A.C. v. E.L.A. I., 150 DPR 359 (2000); P.S.P., P.P.D., P.I.P. v. Romero Barceló, 110 DPR
248 (1980). Ese poder incluye la facultad de determinar los requisitos para ejercer el
derecho al voto, incluyendo la identificación de quiénes son los electores capacitados,
cuya única limitación es lo que dispone nuestra Constitución respecto a la edad. Ramírez
de Ferrer v. Mari Brás, supra. Por su parte, el Tribunal Supremo estadounidense ha
sostenido que “[t]he methods by which the people of Puerto Rico and their
representatives have chosen to structure the Commonwealth’s electoral system are
entitled to substantial deference”. Rodríguez v. Popular Democratic Party, 457 US 1, 8
(1982).
Esta flexibilidad es cónsona con nuestra tendencia histórica de ampliar la
franquicia electoral: a los que no tienen propiedad en 1917; a las mujeres en 1929; a los
analfabetas en 1936; y a los jóvenes en 1970. Esto, a su vez, ha impulsado el
reconocimiento de los derechos civiles y constitucionales de estos grupos.
Actualmente, el Art. 6.003 del Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo XXI,
Ley 78-2011, según enmendada, dispone que: “será elector de Puerto Rico todo ciudadano
de los Estados Unidos de América y de Puerto Rico domiciliado legalmente en la
jurisdicción de Puerto Rico y que a la fecha del evento electoral programado haya
cumplido los dieciocho (18) años de edad, esté debidamente cualificado con antelación a
la misma, y no se encuentre incapacitado mentalmente según declarado por un Tribunal”.
16 LPRA sec. 4063. Para efectos de esta ley, domicilio es donde el elector:
tenga establecida una residencia o esté ubicada una casa de alojamiento en
la cual reside y en la cual giren principalmente sus actividades personales
y familiares habiendo manifestado su intención de allí permanecer. Un
elector no pierde su domicilio por el hecho de tener disponible para su uso
una o más residencias que sean habitadas para atender compromisos de
trabajo, estudio o de carácter personal o familiar. No obstante, el elector
debe mantener acceso a la residencia en la cual apoya su reclamo de
domicilio y habitar en ella con frecuencia razonable. Aquella persona que
residiere permanentemente en una casa de alojamiento, en una égida,
centro de retiro, comunidad de vivienda asistida o facilidad similar para
pensionados, veteranos o personas con necesidades especiales, podrá
reclamar esa residencia como domicilio electoral si cumple con las
condiciones de que en torno a ésta giran principalmente sus actividades
8
personales, por razones de salud o incapacidad si ha manifestado su
intención de allí permanecer hasta una fecha indeterminada, mantiene
acceso y habita en ella con frecuencia razonable. Un elector no podrá
reclamar que ha establecido su domicilio en una casa de vacaciones o de
descanso. Una persona que se encuentre en Puerto Rico prestando servicio
militar, cursando estudios o trabajando temporalmente no adquiere, por
ese hecho, su domicilio electoral en Puerto Rico. Sin embargo, podría
adquirir dicho domicilio si se establece en una residencia en Puerto Rico y
hace manifiesta su intención de allí permanecer. La intención de
permanecer conforme se establece en este Artículo, se determinará a base
de factores tales como la relación del elector con la comunidad, la presencia
de su familia inmediata en la residencia donde giran sus actividades
personales, declaraciones para fines contributivos y otros factores análogos.
Véase, Art. 6.004 del Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo XXI, 16
LPRA sec. 4064.
Según las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas, actualmente,
unos 232 millones de personas buscan en países distintos al de nacimiento nuevas
oportunidades de mejorar su vida y desarrollar sus conocimientos. Aproximadamente,
la mitad son mujeres.1 Ante esta realidad, sesenta y cinco (65) países han reconocido
algún tipo de derecho al sufragio a personas extranjeras o inmigrantes ya sea a nivel local,
estatal o federal.2 Por ejemplo, en Alemania se les reconocen todas las libertades civiles y
permite a los no-ciudadanos(as) unirse a organizaciones sociales y culturales. En
Argentina, aunque las personas extranjeras no pueden votar en las elecciones nacionales,
desde 1920 se les reconoce el derecho al voto a los extranjeros en las diferentes regiones.
Sobre esto, es necesario citar lo que la National Immigration Law Center
correctamente señaló sobre el voto de la comunidad inmigrante en Estados Unidos: “In
the wake of the 2012 elections, with Latino and Asian voters participating in record
numbers, the 2013 state legislative sessions witnessed a significant increase in proimmigrant activity. Issues that had been dormant or had moved in a restrictive direction
for years, such as expanding Access to driver’s licenses, gained considerable traction,
along with measures improving access to education and worker’s rights for
immigrants”.3
http://www.un.org/es/events/migrantsday/ (última visita: 17 de noviembre de 2015).
Countries that Grant Some Voting Rights to Foreign Residents, http://ronhayduk.com/wpcontent/uploads/2013/03/Voting-Rights-World-Table-Eng-D2.pdf (última visita: 17 de noviembre de
2015).
3 Inclusive Policies Advance Dramatically in the States: Immigrants’ Access to Driver’s Licenses, Higher
Education, Workers’ Rights, and Community Policing, National Immigration Law Center,
http://www.nilc.org/nr090413.html (última visita: 17 de noviembre de 2015).
1
2
9
En cuanto a nuestra jurisdicción, el Censo del 2010, realizado por el United States
Census Bureau, reveló que Puerto Rico tenía 3,725,789 habitantes. De esa cantidad,
171,147 residentes en Puerto Rico se identificaron como inmigrantes provenientes de
otros países. La comunidad más cuantiosa fue la proveniente de República Dominicana:
68,036. De hecho, muchos de los(as) hijos(as) de estas personas poseen la ciudadanía
estadounidense y muchos(as) otros(as) que no tienen un estatus migratorio oficial fueron
traídos(as) a nuestra jurisdicción por sus padres o madres. Actualmente, estas personas
extranjeras domiciliadas en Puerto Rico no pueden votar por quienes componen el
gobierno al cual están inmediatamente sujetos en el país donde viven.
Ante este marco jurídico y fáctico, es necesario que se apruebe legislación para
ampliar la franquicia electoral más allá del requisito de ciudadanía. Recordemos que el
derecho constitucional norteamericano no impone esta limitación. De hecho, es meritorio
destacar que no es la primera vez que, en nuestra jurisdicción, se determina que requerir
la ciudadanía estadounidense a una persona extranjera residente en Puerto Rico para que
pueda ejercer algún derecho atenta contra los principios de igualdad ante la ley
garantizados en las Secciones 1 y 7 del Artículo II de nuestra Constitución. De Paz Lisk
v. Aponte Roque, 124 DPR 472, 491-492 (1989). La jurisdicción federal también ha
limitado considerablemente el poder de los estados para condicionar la concesión de
privilegios y beneficios públicos a que el o la recipiente tenga la ciudadanía
estadounidense. Véanse, Toll v. Moreno, 458 US 1 (1982); Plyer v. Doe, 457 US 202 (1982);
Nyquist v. Mauclet, 432 US 1 (1977); Hampton v. Mow Sun Wong, 426 US 88 (1976); In re
Griffiths, 413 US 717 (1973); Sugarman v. Dougall, 413 US 634 (1973); San Antonio
Independent School Dist. v. Rodríguez, 411 US 1, 35 (1973); Graham v. Richardson, 403
US 365 (1971); Takahashi v. Fish Comm’n, 334 US 410 (1948); Truax v. Raich, 239 US 33
(1915).
Ante todo, lo determinante es que la persona demuestre que está domiciliada en
Puerto Rico y haga manifiesta su intención de permanecer en nuestro país. De esta forma,
el sistema democrático de gobierno enunciado en el Preámbulo de nuestra Constitución
cobra verdadero significado, al reconocer que las personas extranjeras domiciliadas en
Puerto Rico forman parte de la comunidad puertorriqueña, colaboran con su desarrollo
y están sujetas al poder político del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, por lo que
también deberían participar libremente en las decisiones colectivas que les afectan a
diario.
Ahora bien, para extender la franquicia electoral a las personas extranjeras
domiciliadas en Puerto Rico, debemos cumplir con la exigencia federal de que las
personas que no son ciudadanas estadounidenses que estarían autorizadas por esta ley a
votar en las elecciones generales por los candidatos a puestos estatales no voten por el(la)
candidato(a) a comisionado(a) residente, por ser un puesto federal. Al mismo tiempo,
debemos garantizar que el voto sea secreto y que se reduzca al mínimo el riesgo de
discrimen al cual podría estar sujeta la persona extranjera de ser así identificada en los
10
colegios electorales. A esos efectos, esta medida provee para la creación de una papeleta
estatal especial para personas extranjeras domiciliadas en Puerto Rico. Esta solo permitirá
al(la) elector(a) votar por el(la) candidato(a) a Gobernador(a), pero no incluirá la
candidatura a comisionado(a) residente. Al momento de acudir al colegio electoral
correspondiente, la persona extranjera domiciliada en Puerto Rico se identificará
mediante una tarjeta electoral que indicará que la persona no podrá votar por el(la)
comisionado(a) residente y se le entregará la papeleta estatal especial. El resto de los(as)
electores(as) utilizarán la papeleta estatal tradicional que contiene ambas candidaturas.
Ambas papeletas serán del mismo color y serán depositadas en la misma urna. De esta
forma, se garantiza que la persona extranjera domiciliada en Puerto Rico no vote en la
elección federal. Al mismo tiempo, se protege el derecho a que el voto sea secreto al
reducir la posibilidad de que el(la) elector(a) sea identificado por otras personas allí
presentes como una persona extranjera domiciliada en Puerto Rico.
En virtud de lo anterior y de la política pública de integración de las comunidades
extranjeras, esta Asamblea Legislativa reconoce que la población de personas extranjeras
sin estatus migratorio oficial es parte de nuestra sociedad y que concederle derechos
como estos resultarán en una mayor participación democrática y política, mientras refleja
el ejercicio de la igualdad y dignidad individual. Lo contrario sería negar la existencia de
estos seres humanos en nuestro País, ignorando así las primeras líneas de nuestra Carta
de Derechos: “La dignidad del ser humano es inviolable. Todos los hombres son iguales
ante la ley. No podrá establecerse discriminación alguna por motivo de raza”.
DECRÉTASE POR LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE PUERTO RICO:
1
Artículo 1.-Se enmienda el Art. 6.001 de la Ley 78-2011, según enmendada,
2
conocida como Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo XXI, para que lea como
3
sigue:
4
“Artículo 6.001.-Derechos y Prerrogativas de los Electores.-
5
Reconocemos como válidos y esenciales los siguientes derechos y
6
prerrogativas a los efectos de garantizar el libre ejercicio de la franquicia electoral,
7
así como lograr la más clara expresión de la voluntad del pueblo:
8
9
1.
la administración de los organismos electorales de Puerto Rico
dentro de un marco de estricta imparcialidad, pureza y justicia;
11
1
…
2
11.
la preeminencia de los derechos [electorales del ciudadano] del
3
electorado sobre los derechos y prerrogativas de todos los partidos y
4
agrupaciones políticas;
12.
5
el derecho del electorado [Derecho del ciudadano (a) y de todo
6
ciudadano americano con derecho al voto] de que en todo proceso
7
electoral ordinario o especial que se lleve a cabo al amparo de las
8
disposiciones de esta Ley, incluyendo los relacionados a la
9
inscripción de electores, expedición de tarjetas de identificación de
10
electores, información a los electores, campañas de orientación,
11
reglamentación y la impresión de papeletas oficiales y de muestra,
12
entre otros, se utilicen ambos idiomas español e inglés; y
13.
13
…”
14
Artículo 2.-Se enmienda el Art. 6.002 de la Ley 78-2011, según enmendada,
15
conocida como Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo XXI, para que lea como
16
sigue:
17
“Artículo 6.002. -Electores.-
18
Es toda persona calificada que haya cumplido con los requisitos de
19
inscripción en el Registro General de Electores. Todo elector que ejerza su derecho
20
al voto deberá hacerlo conforme al precinto al cual pertenece su inscripción. [, si]
21
Si el elector vota fuera de su precinto, se le adjudicará durante el escrutinio general
22
el voto emitido para los cargos de Gobernador y Comisionado Residente. Si una
12
1
persona extranjera domiciliada en Puerto Rico cumple con los requisitos para ser
2
considerado elector conforme a lo dispuesto en el Art. 6.003 de este Código y vota fuera de
3
su precinto, se le adjudicará durante el escrutinio el voto emitido únicamente para el cargo
4
de Gobernador.”
5
Artículo 3.-Se enmienda el Art. 6.003 de la Ley 78-2011, según enmendada,
6
conocida como Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo XXI, para enumerar sus
7
párrafos y lea como sigue:
8
“Artículo 6.003. Requisitos del elector:
9
(1)
Será elector de Puerto Rico todo ciudadano de los Estados Unidos de
10
América y de Puerto Rico domiciliado [legalmente] en la
11
jurisdicción de Puerto Rico y que a la fecha del evento electoral
12
programado haya cumplido los dieciocho (18) años de edad, esté
13
debidamente cualificado con antelación a la misma[,] y no se
14
encuentre incapacitado mentalmente según declarado por un
15
Tribunal.
16
(2)
Será elector de Puerto Rico toda persona que, aunque no sea ciudadano de
17
los Estados Unidos o de Puerto Rico, tenga permiso de residencia legal
18
permanente emitido por el gobierno de Estados Unidos, que tenga su
19
domicilio en Puerto Rico, que manifieste su intención de permanecer en
20
Puerto Rico, que domine el idioma español o el inglés y que a la fecha del
21
evento electoral programado haya cumplido los dieciocho (18) años de edad,
22
esté debidamente cualificada con antelación a la misma, no se encuentre
13
1
incapacitada mentalmente según declarado por un Tribunal y que haya
2
residido en Puerto Rico durante el último año previo al evento electoral
3
programado.
(3)
4
Será elector de Puerto Rico toda persona que, aunque no sea ciudadano de
5
los Estados Unidos o de Puerto Rico, tenga su domicilio en Puerto Rico, que
6
manifieste su intención de permanecer en Puerto Rico, que domine el idioma
7
español o el inglés y que a la fecha del evento electoral programado haya
8
cumplido los dieciocho (18) años de edad, esté debidamente cualificada con
9
antelación a la misma, no se encuentre incapacitada mentalmente según
10
declarado por un Tribunal y que haya residido en Puerto Rico durante los
11
últimos dos (2) años previos a la fecha del evento electoral programado.
12
Artículo 4.-Se enmienda el Art. 6.007 de la Ley 78-2011, según enmendada,
13
conocida como Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo XXI, para que lea como
14
sigue:
15
“Artículo 6.007.-Solicitud de Inscripción.-
16
(1)
Toda persona que interese figurar en el Registro General de Electores
17
se le deberá completar una solicitud de inscripción juramentada la
18
cual incluirá al menos la siguiente información del solicitante:
19
(a)
…
20
21
22
…
(2)
A todo elector se le asignará un número electoral único y
permanente el cual se utilizará para identificar el expediente del
14
1
elector. Este número será distinto al número del seguro social. El
2
número de seguro social será mantenido confidencialmente por la
3
Comisión de conformidad con las disposiciones de la Ley Núm. 243
4
de 10 de noviembre de 2006 y la legislación federal aplicable y no
5
podrá ser divulgado a un tercero excepto cuando se requiera por ley
6
o por un Tribunal.
7
(3)
Además de cumplir con lo requerido en el Inciso (1) de este
8
Artículo, t[T]odo solicitante que sea ciudadano de los Estados Unidos
9
de América por naturalización deberá presentar una certificación
10
acreditativa del hecho de su naturalización o pasaporte de los
11
Estados Unidos vigente al momento de haber nacido en un país
12
extranjero y sea ciudadano americano deberá presentar al momento
13
de inscribirse una certificación del Departamento de Estado de los
14
Estados Unidos de América acreditativa de esos hechos o pasaporte
15
de los Estados Unidos de América vigente. De haber nacido en los
16
Estados Unidos de América, sus territorios o posesiones, deberá
17
presentar un acta de nacimiento, pasaporte u otro documento oficial
18
y fehaciente que exprese inequívocamente su fecha y lugar de
19
nacimiento.
20
(4)
Además de cumplir con lo requerido en el Inciso (1) de este Artículo, todo
21
solicitante que sea persona extranjera domiciliada en Puerto Rico y que
22
tenga permiso de residencia legal permanente emitido por el gobierno de
15
1
Estados Unidos deberá certificar mediante la presentación de una
2
declaración jurada ante notario que reside en Puerto Rico, que para la fecha
3
del evento electoral programado habrá residido en Puerto Rico durante el
4
último año previo al evento, tiene la intención de continuar domiciliado en
5
Puerto Rico y que domina el idioma español o el inglés.
6
a.
A los fines de cotejo de identidad, sujeto a lo dispuesto por la Sección
7
303 de la Help America Vote Act de 2002 (“HAVA”), aplicará lo
8
siguiente:
9
i.
En el caso de un solicitante a quien se le ha expedido una
10
licencia de conducir válida y vigente, el solicitante deberá
11
identificarse mediante su licencia de conducir y deberá incluir
12
su número de licencia de conducir en su solicitud.
ii.
13
En el caso de un solicitante a quien no se le ha expedido una
14
licencia de conducir válida y vigente, el solicitante podrá
15
identificarse mediante la tarjeta de residencia permanente
16
provista por el gobierno de Estados Unidos. El Estado deberá
17
asignarle un número que servirá para identificar al solicitante
18
para propósitos del registro electoral.
19
b.
Para demostrar su cumplimiento con los años de residencia, el
20
solicitante podrá mostrar como evidencia al notario cualesquiera
21
documentos que evidencien fehacientemente su presencia en Puerto
22
Rico, incluyendo pero sin limitarse a los siguientes:
16
1
i. Pasaporte con sello de admisión,
2
ii. Récords escolares oficiales de las escuelas puertorriqueñas a las
que ha asistido,
3
iii. Diplomas o certificados emitidos por instituciones de
4
enseñanza puertorriqueñas,
5
6
iv. Récords de viajes,
7
v. Récords médicos,
8
vi. Récords oficiales de empleo,
9
vii. Récords oficiales de alguna entidad religiosa confirmando
participación en ceremonias religiosas,
10
viii. Copias de recibo de giros (“money orders”) para dinero
11
enviado dentro o fuera del país,
12
13
ix. Certificados de nacimiento de niños nacidos en Puerto Rico
14
x. Récords de transacciones bancarias,
15
xi. Recibos de licencia o registro de vehículos de motor,
16
xii. Contratos de deudas, hipotecas o arrendamientos,
17
xiii. Recibos de impuestos,
18
xiv. Recibos de pólizas de seguro, o
19
xv. Recibos de renta o facturas de utilidades.
20
(5)
Además de cumplir con lo requerido en el Inciso (1) de este Artículo, todo
21
solicitante que sea persona extranjera domiciliada en Puerto Rico y cumpla
22
con los requisitos del Artículo 6.003(3) de este Código deberá certificar
17
1
mediante la presentación de una declaración jurada ante notario que reside
2
en Puerto Rico, que para la fecha del evento electoral programado habrá
3
residido en Puerto Rico durante los dos (2) años previos al evento, que tiene
4
la intención de continuar domiciliado en Puerto Rico y que domina el
5
idioma español o el inglés.
6
a.
A los fines de cotejo de identidad, sujeto a lo dispuesto por la Sección
7
303 de la Help America Vote Act de 2002 (“HAVA”), aplicará lo
8
siguiente:
9
i. En el caso de un solicitante a quien se le ha expedido una
10
licencia de conducir válida y vigente, el solicitante deberá
11
identificarse mediante su licencia de conducir y deberá incluir
12
su número de licencia de conducir en su solicitud.
13
ii. En el caso de un solicitante a quien no se le ha expedido una
14
licencia de conducir válida y vigente y sí se le ha expedido
15
alguna identificación oficial vigente emitida por alguna entidad
16
gubernamental de su país de origen, el solicitante deberá
17
identificarse mediante esa identificación oficial y deberá
18
incluirla en su solicitud. Para que la identificación sea válida,
19
deberá contener el nombre, fecha de nacimiento, foto y firma de
20
la persona, así como la fecha de expedición y de expiración de la
21
identificación. Ejemplos de este tipo de identificación son:
22
pasaporte o documento de identidad nacional emitido por el país
18
1
de origen, certificado de nacimiento con foto, identificación
2
escolar o militar con foto o cualquier documento de inmigración
3
emitido por el gobierno de Estados Unidos que contenga nombre
4
y foto. La identificación deberá ser debidamente certificada por
5
la autoridad competente y deberá estar traducida al español o
6
inglés. El Estado deberá asignarle un número que servirá para
7
identificar al solicitante para propósitos del registro electoral.
8
iii. En el caso de un solicitante a quien no se le ha expedido una
9
licencia de conducir válida y vigente ni tenga una identificación
10
oficial con foto emitida por alguna entidad gubernamental de su
11
país de origen, el solicitante podrá identificarse mediante
12
declaración jurada otorgada ante un notario público, quien lo
13
identificará mediante tres testigos de conocimiento. El Estado
14
deberá asignarle un número que servirá para identificar al
15
solicitante para propósitos del registro electoral.
16
b.
Para demostrar su cumplimiento con los años de residencia, el
17
solicitante podrá mostrar como evidencia al notario cualesquiera
18
documentos que evidencien fehacientemente su presencia en Puerto
19
Rico, incluyendo pero sin limitarse a los siguientes:
20
i. Pasaporte con sello de admisión,
21
ii. Récords escolares oficiales de las escuelas puertorriqueñas a las
22
que ha asistido,
19
iii. Diplomas o certificados emitidos por instituciones de
1
enseñanza puertorriqueñas,
2
3
iv. Récords de viajes,
4
v. Récords médicos,
5
vi. Récords oficiales de empleo,
6
vii. Récords oficiales de alguna entidad religiosa confirmando
participación en ceremonias religiosas,
7
viii. Copias de recibo de giros (“money orders”) para dinero
8
enviado dentro o fuera del país,
9
10
ix. Certificados de nacimiento de niños nacidos en Puerto Rico
11
x. Récords de transacciones bancarias,
12
xi. Recibos de licencia o registro de vehículos de motor,
13
xii. Contratos de deudas, hipotecas o arrendamientos,
14
xiii. Recibos de impuestos,
15
xiv. Recibos de pólizas de seguro, o
16
xv. Recibos de renta o facturas de utilidades.
17
(6)
A todo solicitante se le proveerá copia de su transacción electoral al
18
momento de realizar la misma y quedará una copia para el archivo
19
de la Comisión.
20
21
(7)
La Comisión establecerá centros para inscripción donde estarán
ubicadas las juntas de inscripción permanente.”
20
1
Artículo 5.-Se enmienda el Art. 6.009 de la Ley 78-2011, según enmendada,
2
conocida como Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo XXI, para que lea como
3
sigue:
4
“Artículo 6.009.-Tarjeta de Identificación Electoral.-
5
La tarjeta de identificación electoral contendrá por lo menos la fecha en que
6
sea emitida, el nombre y apellidos, género, color de ojos, estatura, así como la firma
7
o marca, según fuere el caso, la fotografía, fecha de nacimiento, número electoral
8
del elector y número de control de la misma. De tratarse de un elector extranjero
9
residente en Puerto Rico, la tarjeta de identificación electoral indicará que este no podrá
10
votar por el cargo de comisionado residente. La Comisión preparará conjuntamente con
11
la tarjeta de identificación electoral un expediente con los datos, el precinto y
12
Unidad Electoral asignados al elector. Al momento de la entrega de la tarjeta de
13
identificación electoral el elector deberá firmar un registro adoptado por la
14
Comisión donde hará constar que ha recibido la misma. La Comisión conservará
15
copia de las tarjetas de identificación electoral en un archivo en estricto orden
16
alfabético o en un sistema de archivo electrónico.
17
Al adoptarse medios de votación, inscripción o afiliación utilizando nuevas
18
tecnologías electrónicas, de ser necesario, la Comisión producirá y distribuirá
19
tarjetas de identificación de electores compatibles con dichos medios electrónicos
20
o utilizará sistemas vigentes estructurados por el [Gobierno] Estado Libre Asociado
21
de Puerto Rico.”
21
1
Artículo 6.-Se enmienda el Art. 6.017 de la Ley 78-2011, según enmendada,
2
conocida como Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo XXI, para que lea como
3
sigue:
“Artículo 6.017. Procedimiento de recusación
4
5
(a).
Para que se proceda a la exclusión de un elector que aparezca en el Registro
6
General de Electores deberá presentarse ante la comisión local concernida
7
una solicitud de recusación y/o exclusión de dicho elector por uno o más
8
de los siguientes fundamentos:
9
(1).
Que el elector no es ciudadano de Puerto Rico o de los Estados
10
Unidos de América y no es una persona extranjera domiciliada en Puerto
11
Rico que cumpla con los requisitos para ser considerado elector conforme a
12
lo dispuesto en el Art. 6.003 de este Código;
13
(2).
…
14
(3).
…
15
(4).
…
16
(5).
…
17
(6).
…
18
(7).
…
19
(b).
…
20
(1).
…
21
(2).
…
22
(3).
…
22
(4).
1
…
2
(c).
…”
3
Artículo 7.-Se enmienda el Art. 9.011 de la Ley 78-2011, según enmendada,
4
conocida como Código Electoral de Puerto Rico para el Siglo XXI, para que lea como
5
sigue:
6
“Artículo 9.011.-Papeletas. –
7
En toda elección general se diseñarán [tres (3)] cuatro (4) papeletas [de color
8
de fondo diferente], una de las cuales incluirá bajo la insignia del partido político
9
correspondiente a sus candidatos a gobernador y a comisionado residente; otra
10
incluirá bajo la insignia del partido político correspondiente a su candidato a gobernador;
11
otra incluirá bajo la insignia del partido político correspondiente a los candidatos
12
a legisladores; y otra donde bajo la insignia del partido político correspondiente se
13
incluirá el nombre de los candidatos a alcalde y legisladores municipales. Todas las
14
papeletas deberán tener un color de fondo diferente, excepto las primeras dos que incluyen
15
candidatos a la gobernación las cuales tendrán que ser del mismo color y serán depositadas
16
en la misma urna. Estas deberán estar diseñadas de manera que el elector tenga total
17
control de las mismas hasta el momento en que las registre y grabe su voto en un
18
dispositivo de votación o escrutinio electrónico mediante su interacción directa
19
con la máquina de votación o escrutinio electrónico. Las instrucciones serán
20
impresas en los idiomas español e inglés.
23
1
Sujeto a lo dispuesto en esta Ley, la Comisión determinará mediante
2
reglamento, el diseño y texto que deberán contener las papeletas a usarse en cada
3
elección.
4
En cada papeleta se imprimirán, en inglés y español, respectivamente,
5
instrucciones sobre la forma de votar. El texto de las instrucciones en ingles será
6
el siguiente, acorde con la papeleta de que se trate:
7
8
9
10
Papeleta estatal:
INSTRUC[C]TIONS TO CAST A VOTE ON THE STATE BALLOT
On this ballot you have the right to vote for one candidate for Governor and
one candidate for Resident Commissioner.
HOW TO CAST A STRAIGHT-PARTY VOTE
11
12
In order to vote for straight-party, place a single valid mark in the blank
13
space under the emblem for your party of preference and make no other markings
14
on the ballot.
15
HOW TO CAST A SPLIT-TICKET (SPLIT BALLOT) VOTE
16
To cast a split ticket vote, place a valid “mark” next to a candidate or a
17
combination of candidates outside of your party’s column, or write-in the name or
18
another person of your preference for the appropriate office using the last column
19
for Direct-Nomination Votes. Bear in mind that you can only vote for one (1)
20
candidate for Governor and one (1) candidate for Resident Commissioner.
21
HOW TO VOTE FOR INDIVIDUAL CANDIDATES
24
1
When a voter has no interest in voting for a particular party and wants to vote
2
exclusively for individual candidates, the voter must place a valid “mark” next to
3
the candidate or candidates of his or her preference, or may vote for others persons
4
not listed on the ballot as candidates by writing their names under the appropriate
5
position title using the Direct-Nomination column. Bear in mind that you may
6
only vote for one (1) candidate for Governor and one (1) candidate for Resident
7
Commissioner.’
8
Papeleta estatal para electores extranjeros domiciliados en Puerto Rico:
9
10
INSTRUCTIONS TO CAST A VOTE ON THE GOVERNOR BALLOT
On this ballot you have the right to vote for one candidate for Governor.
11
HOW TO VOTE FOR INDIVIDUAL CANDIDATE
12
When a voter has no interest in voting for a particular party and wants to vote exclusively
13
for an individual candidate, the voter must place a valid “mark” next to the candidate of
14
his or her preference, or may vote for other person not listed on the ballot as candidate by
15
writing his or her name under the appropriate position title using the Direct-Nomination
16
column. Bear in mind that you may only vote for one (1) candidate for Governor.
17
Papeleta municipal:
18
…”
19
Artículo 8.-La Comisión Estatal de Elecciones (CEE) establecerá mediante
20
reglamento el proceso para que cualquier persona extranjera domiciliada en Puerto Rico
21
pueda inscribirse en el Registro General de Electores; y para que pueda votar en la
22
papeleta estatal para electores extranjeros domiciliados en Puerto Rico, la papeleta
25
1
legislativa y la papeleta municipal. Dicha reglamentación deberá ser cónsona con el
2
derecho constitucional al sufragio secreto. También deberá observar las exigencias
3
federales establecidas en la Sección 303 de la Help America Vote Act de 2002 (“HAVA”),
4
en cuanto al registro de estos electores, particularmente con el requisito de que el
5
solicitante presente un número de licencia de conducir válida o se le asigne un número
6
de identificación único. La CEE deberá aprobar esta reglamentación dentro del término
7
de noventa (90) días contados a partir de la aprobación de esta ley.
8
Artículo 9.-Cláusula de Separabilidad.
9
Si cualquier cláusula, párrafo, subpárrafo, artículo, disposición, sección o parte de
10
esta Ley fuere anulada o declarada inconstitucional, la sentencia a tal efecto dictada no
11
afectará, perjudicará, ni invalidará el resto de esta Ley. El efecto de dicha sentencia
12
quedará limitado a la cláusula, párrafo, subpárrafo, artículo, disposición, sección o parte
13
de la misma que así hubiere sido anulada o declarada inconstitucional.
14
Artículo 10.-Vigencia.
15
Esta Ley entrará en vigor inmediatamente tras su aprobación.
Descargar