PDF Document - Estación Biológica de Doñana

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LTER EN MÉXICO Y ESPAÑA
REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL
Revista Chilena de Historia Natural 83: 171-184, 2010
171
© Sociedad de Biología de Chile
TEMA ESPECIAL: INVESTIGACIÓN A LARGO PLAZO
Redes de Investigación Ecológica y Socio-Ecológica a Largo Plazo
(LTER y LTSER) en Iberoamérica: Los casos de México y España
LTER and LTSER in Ibero-America: The cases of Mexico and Spain
MANUEL MAASS 1, *, RICARDO DÍAZ-DELGADO2, PATRICIA BALVANERA1, ALICIA CASTILLO1
& ANGELINA MARTÍNEZ-YRÍZAR3
1
Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Campus
Morelia. A.P. 27-3 Sta. Ma. de Guido, Morelia, Michoacán, México 58090
2 Estación Biológica de Doñana, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, c/ Américo Vespuccio s/n, Isla de la
Cartuja, Sevilla, 41092, España
3 Instituto de Ecología, Unidad Regional de Hermosillo, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A. P. 1354,
Hermosillo, Sonora, México 83000
*Autor correspondiente: maass@oikos.unam.mx
RESUMEN
Las profundas diferencias económicas entre los países, combinadas con igualmente diferentes contextos
históricos, sociales y culturales complican enormemente la organización de procesos de investigación
científica a escala regional y global. Los diferentes países miembros de la Red Internacional de Investigación
Ecológica a Largo Plazo (ILTER) han armado sus propias redes atendiendo a las necesidades, características
y restricciones nacionales, pero con miras a participar de manera firme en el proceso internacional. En este
artículo se presenta una reseña pormenorizada de las experiencias de dos países iberoamericanos, México y
España, en su proceso de conformación de redes LTER nacionales. Los países comparten muchas similitudes
culturales, pero con algunas diferencias importantes que han determinado la forma particular en que cada
uno de ellos ha diseñado e implementado sus propias redes LTER. Se aborda para ambos casos el proceso de
conformación de sus Redes Nacionales en el contexto de su entorno internacional. Asimismo, describe
brevemente la manera como ambos grupos están participando en un primer esfuerzo de la red ILTER por
detonar un proyecto de colaboración científica a nivel internacional sobre las relaciones existentes entre los
motores socioeconómicos y los servicios ambientales de los ecosistemas.
Palabras clave: Chamela, Doñana, LTER-España, Mex-LTER, servicios ecosistémicos.
ABSTRACT
The profound differences between countries, combined with equally diverse historical, social and cultural
contexts enormously complicates the organization of scientific research processes at the regional and global
scales. The different member countries of the International Long-Term Ecological Research (ILTER)
initiative have created their own networks, taking into account their needs, characteristics and national
limitations, but with the vision of participating in a strong way in the international processes. In this article,
we present a detailed review of the experience of two Ibero-American countries, Mexico and Spain, in their
process of forming LTER networks. These two countries share many cultural similarities, but with some
important differences that have determined the specific form that each has designed and implemented for
their own networks. We address in both cases the process of conforming national networks in the
international context, and at the same time we describe briefly the way that each group has participated in
the first effort of the ILTER to coordinate a scientific project at the international level regarding the existing
relationships between socio-economic drivers and ecosystem services.
Key words: Chamela, Doñana, ecosystem services, LTER-España, Mex-LTER.
INTRODUCCIÓN
Ante la necesidad de lograr un mejor
entendimiento de los procesos ecológicos que
ocurren a escalas espaciales y temporales
grandes, se han creado en todo el mundo
redes de investigación ecológica de largo
plazo, conocidas como LTER por sus siglas en
inglés “Long Term Ecological Research”
(http://www.lternet.edu). La idea detrás de
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MAASS ET AL.
las redes LTER es sintonizar entre grupos
académicos aproximaciones conceptuales,
técnicas y metodológicas que permitan
comparar resultados de estudios sobre la
dinámica funcional de sistemas ecológicos
realizados en ambientes naturales altamente
contrastantes (Franklin et al. 1990, Gosz
1996).
Como es de esperar, no solo las
condiciones ambientales varían enormemente
entre países, sino también los recursos
materiales y humanos disponibles para poner
en operación estas redes LTER. Las
profundas diferencias económicas se
combinan con igualmente diferentes
contextos históricos, sociales y culturales
entre países, complicando enormemente la
organización de procesos de investigación
científica a escala regional y global. El reto de
este tipo de iniciativas es cómo lograr avanzar
de manera armónica a nivel internacional con
tal disparidad de recursos y contrastes
socioculturales, por lo que resulta
indispensable identificar o crear estrategias
para avanzar exitosamente en el desarrollo de
la Red Internacional de Investigación
Ecológica a Largo Plazo (ILTER por sus
siglas en inglés, http://www.ilternet.edu).
Solo reconociendo las disparidades en un
marco de respeto mutuo a las diferencias
culturales será posible ir consolidando una
iniciativa mundial de monitoreo y
experimentación de sistemas socioecológicos.
Los diferentes países miembros de la
ILTER han armado sus propias redes
atendiendo a las necesidades, características
y restricciones nacionales, pero con miras a
participar de manera firme al esfuerzo
internacional (ILTER 2000, Parr 2010). En las
siguientes líneas se presentan las
experiencias de dos países iberoamericanos,
México y España, los cuales comparten
muchas similitudes culturales, pero con
algunas diferencias importantes que han
determinado la forma particular en que cada
uno de ellos ha diseñado e implementado sus
propias redes LTER. Asimismo, y a manera de
ejemplo, se reseña la participación de ambos
países en el primer esfuerzo de la ILTER por
detonar un proyecto de colaboración a nivel
internacional sobre servicios ambientales.
EL CASO DE MÉXICO
Iniciativa LTER en México
La Red Mexicana de Investigación Ecológica a
Largo Plazo (Red Mex-LTER; http://
www.mexlter.org.mx) está conformada por 10
grupos académicos que cubren todo el país.
Fue creada en octubre de 2004 como una
iniciativa académica destinada a fomentar una
forma de investigación que permita abordar,
de manera interdisciplinaria, el estudio de
fenómenos ecológicos a escalas espaciales y
temporales amplias (Burgos et al. 2007, Maass
et al. 2008). La agenda de investigación de esta
Red fue definida con base en los grandes
temas de la agenda nacional, y en un análisis
de las posibilidades del país para contribuir a
la agenda internacional. Las siete Áreas
Temáticas identificadas y aplicables al estudio
de los ecosistemas naturales terrestres,
acuáticos y ecosistemas manejados de México
son: i) Patrones y control de la productividad
primaria en los ecosistemas; ii) Patrones y
control de la dinámica del agua, carbono y
nutrientes en los ecosistemas; iii) Papel de la
biodiversidad
en
la
estructura
y
funcionamiento de los ecosistemas; iv)
Patrones y frecuencia de las perturbaciones en
los ecosistemas; v) Efecto del cambio climático
en la estructura y funcionamiento de los
ecosistemas; vi) Interacciones al nivel de
interfase entre ecosistemas manejados y
naturales; y vii) Definición de criterios para el
manejo y conservación de los ecosistemas.
También, y siguiendo un mismo criterio de
empatar el trabajo de la Red Mex-LTER con la
agenda nacional y los intereses de la ILTER, se
identificaron siete tópicos de monitoreo que
acompañan a las Áreas Temáticas de
investigación. Estos incluyen: aspectos de
clima; características del suelo; flujos y
balances de agua, energía y nutrientes;
biodiversidad; abundancia de especies claves;
productividad primaria; y cambios en el uso
del suelo. Para cada uno de estos tópicos de
monitoreo se definieron cuatro niveles de
aproximación. Un primer nivel básico que
todos los grupos deben cumplir para ser
aceptados en la Red; un segundo nivel que
debe cubrirse desde el primer año de
incorporación a la Red; un tercer nivel que se
requiere completar durante los primeros cinco
LTER EN MÉXICO Y ESPAÑA
años de participación en la Red; y un cuarto
nivel definido con base en las condiciones
óptimas de monitoreo. Este último nivel no
tiene un tiempo perentorio para ser cubierto;
sin embargo, se define claramente hacia dónde
se quiere dirigir la Red, a fin de que se oriente
a aquellos grupos que tienen oportunidad de
alcanzar este nivel óptimo de monitoreo. La
definición de los niveles 2, 3 y 4 obedece a la
importancia del parámetro y la dificultad
técnica de medirlo. El nivel 2 se refiere a
procesos fácilmente medibles y muy
importantes para entender la dinámica
funcional del ecosistema como, por ejemplo, la
lluvia, algún indicador de productividad (e.g.,
la caída de hojarasca) y los niveles de
nutrientes en el suelo. El nivel 3 se refiere a
procesos que requieren mayor experiencia
técnica, así como la adquisición de
equipamiento, por ejemplo, la variación
espacial del clima, los flujos de agua en los
ríos, niveles de pozos, metales pesados, etc.
Por último, el nivel 4 se refiere a variables que
requieren equipos más sofisticados y una alta
experiencia
técnica,
como
torres
climatológicas para medir flujos de carbono,
evapotranspiración del dosel y balances de
energía.
Dada la participación multiinstitucional de
grupos que difieren en tiempos de
consolidación académica e infraestructura, es
de esperar que a la fecha no todos los grupos
cultivan las siete Áreas Temáticas de
investigación, ni cubren los siete tópicos de
monitoreo. Sin embargo, al ingresar a la Red
todos adquieren el compromiso de trabajar
para lograrlo. Se requiere cubrir un mínimo de
cuatro de las siete Áreas Temáticas y
establecer el compromiso de seguir el
programa progresivo de monitoreo.
El trabajo dentro de la Red Mex-LTER está
orientado a promover la colaboración
académica en el marco de proyectos de
investigación conjuntos. Sin embargo, la
inercia para el arranque de redes ha sido
enorme en un país con severas limitaciones
económicas, deficientes cuadros académicos
(particularmente en materia de investigación
ecosistémica) y un sistema científico que
durante décadas promovió la competencia y el
trabajo individual a costa de los procesos de
colaboración académica y el trabajo
interdisciplinario. Es por ello que para el
173
armado de proyectos de colaboración se
diseñó una estrategia a tres niveles de
integración. En un primer nivel, la Red
promueve y facilita que sus grupos, de manera
individual,
continúen
haciendo
su
investigación de largo plazo que los identificó
como potenciales miembros de la Red. El
segundo nivel de colaboración se detona
identificando intereses comunes entre varios
de los grupos, ya sea por su proximidad
geográfica, por un interés en contrastar
condiciones ecológicas o por su afinidad
institucional. Sin embargo, el nivel de
colaboración que más interesa a la Red es
aquel en el que todos los grupos participan en
lo que se denominan “Proyectos Estratégicos”.
Estos proyectos constituyen un verdadero reto
académico, dada la complejidad que significa
obtener los recursos y sintonizar los intereses,
habilidades y metodologías de tantos y tan
contrastantes grupos académicos. La clave
está en identificar un tema de investigación de
interés común y simplificar los requerimientos
a un nivel en el que todos puedan participar.
Las sinergias que surgen del trabajo colectivo
son tan enriquecedoras, que la aparente
simplicidad del planteamiento individual (lo
que tiene que hacer cada grupo) queda
superada por el trabajo de integración que un
proyecto de esta naturaleza genera.
Actualmente la Red Mex-LTER trabaja en la
conformación de varios proyectos estratégicos,
alrededor de las Áreas Temáticas de su agenda
de investigación. El proyecto más adelantado
se centra en aspectos relacionados con el tema
del agua, que por ser fundamental en la
dinámica de todo ecosistema, hace factible y
viable el planteamiento de un proyecto
estratégico en el que todos los grupos de la
red puedan participar (Rivera et al. 2008). Una
idea central del proyecto es que el manejo
apropiado del agua detona importantes
procesos de desarrollo económico y social. El
proyecto intenta contestar ¿cuál es la
capacidad de resiliencia de los principales
ecosistemas naturales existentes en México,
medida en términos de su funcionamiento
hidrológico? Detrás de esta pregunta, que solo
puede contestarse con investigación de largo
plazo, está el hecho de que el ser humano
compite, de manera muy exitosa, con los
ecosistemas naturales por los recursos
hídricos disponibles. Se trata de identificar qué
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MAASS ET AL.
tanto podemos extraer, contaminar o cambiar
el régimen hídrico de un ecosistema dado sin
que este pierda su integridad funcional a tal
grado que genere un cambio de estado el cual
no pueda proporcionar los servicios
ecosistémicos que requerimos como sociedad.
Aunque se trata de un proyecto de largo plazo,
se han identificado metas a corto plazo (tres
años), entre ellas, la elaboración de un primer
análisis integrado sobre los requerimientos
hidrológicos de los principales ecosistemas
naturales de México. Este primer análisis dista
de ser completo, pero será una muy
importante contribución al programa nacional
de pago por servicios ambientales el cual, está
basado en información científica fragmentada,
que ponen en duda el cumplimiento de los
supuestos de los modelos empleados.
Es importante enfatizar que el proceso de
construcción de la Red Mex-LTER no ha sido
fácil. Pasaron varios años hasta poner de
acuerdo a un grupo de 10 investigadores que
concibieron y estructuraron la propuesta para
definir los objetivos, metas y reglas de
operación de la Red. Una vez creada
oficialmente, han sido necesarios varios años
para sintonizar el trabajo colectivo e
implementar la estrategia planteada. Aspectos
geográficos, históricos y culturales han
contribuido en mayor o menor grado en el
proceso de arranque, del cual abordaremos los
aspectos más importantes.
No obstante el carácter de corto plazo que
domina en la mayoría de los estudios que se
realizan en las estaciones de campo, con el
tiempo el conocimiento se fue acumulando y
concentrando en las zonas donde se ubican
estas
estaciones
de
investigación,
convirtiéndolas en candidatas idóneas para
armar las redes LTER. En México, sin
embargo, más que armar una red de
estaciones de campo, el interés fue armar una
red de grupos de investigación. Esto es,
grupos académicos trabajando de manera
colectiva hacia el entendimiento de procesos
ecológicos complejos, solo abordables con
esfuerzos conjuntos, integrados y con una
fuerte capacidad de trabajo en equipo.
Naturalmente, algunas de las estaciones de
campo fueron materia prima para la
conformación de grupos.
La Red Mex-LTER no debe verse como una
red de monitoreo ambiental, sino como una
red de grupos académicos que utilizan el
seguimiento de largo plazo de variables
ecológicas claves como una herramienta de
trabajo y no como un fin. La idea ha sido
identificar o crear grupos mexicanos capaces
no solo de recopilar datos, sino de plantearse
preguntas de investigación, diseñar los
protocolos de muestreo, analizar la
información generada y publicar sus
resultados. Con esta estrategia se pretende
fortalecer a los grupos orientados en la misma
dirección, más que convertirse en meros
generadores de datos bajo la dirección de
grupos extranjeros, situación muy frecuente en
países con poco desarrollo científico local. De
lo que se trata es que al reconocer que se
tienen carencias académicas, se busquen los
mecanismos que permitan resolverlas
mediante un ambicioso programa de formación
de recursos humanos.
Este planteamiento de construir grupos
académicos soportados esencialmente por
investigadores nacionales, ha hecho el proceso
de creación de la Red Mex-LTER más lento,
pero sobre terreno más firme. Se aprecia la
colaboración extranjera y el proceso de
conformación de grupos se apoya fuertemente
en ella, pero se asegura un liderazgo,
crecimiento y coordinación en manos de los
investigadores locales.
Hay que reconocer que, no obstante en
México existen investigadores de alto nivel
académico, no hay una tradición de trabajo
colectivo. El armado de redes de investigación
no solo requiere resolver esta problemática y
buscar metas comunes, sino también resolver
aspectos económicos y técnicos. A este
respecto, el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (CONACYT) ha sido un gran
aliado. Desde su formación en el 2004, la Red
ha recibido apoyo económico por parte del
Consejo para operar una oficina y lograr una
adecuada movilidad académica. Asimismo, y a
través de su Programa de Apoyo a la
Investigación Básica, obtuvo financiamiento
para arrancar el proyecto estratégico sobre
ecohidrología antes mencionado. Más aún, la
actual administración del CONACYT ha dado
un paso sin precedentes en lo que se refiere a
estimular la investigación colectiva en México
al convocar este año, a la conformación de 14
redes temáticas de investigación a nivel
nacional. La Red Mex-LTER no solo contribuyó
LTER EN MÉXICO Y ESPAÑA
a la detonación de este proceso, sino que
además su experiencia ha sido muy útil en la
creación de algunas de estas redes,
particularmente la de Medio Ambiente y
Sustentabilidad de la que forma parte. Otros
aliados fundamentales en el armado de la Red
Mex-LTER
han
sido
entidades
gubernamentales y académicas, en particular
el Instituto Nacional de Ecología (INE), la
Comisión Nacional para el Uso de la
Biodiversidad (CONABIO), el Centro de
Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM y
el Instituto de Ecología, A.C. Su respaldo
moral, sustento económico y apoyo en especie
(e.g., instalaciones y salarios) han sido
indispensables para el despegue y operación
de la Red Mex-LTER.
Por último, nos referiremos al trabajo
interdisciplinario que realiza la Red MexLTER. De igual forma que la gran
biodiversidad ha definido rutas particulares del
desarrollo de las ciencias biológicas en
México, esta diversidad biológica y de paisajes
también congrega una gran diversidad de
etnias y grupos culturales en el país, lo que ha
contribuido al importante desarrollo que han
tenido
las
ciencias
sociales.
Desafortunadamente, estas y las ciencias
ambientales tienen poca interacción e
integración institucional, de tal forma que los
académicos de ambas disciplinas poco
colaboran entre sí. No obstante que la Red
Mex-LTER se conformó como una red de corte
ecológico, desde su inicio ha existido un
interés por incorporar aspectos sociales, esto
es, de transitar de una LTER hacia una LTSER
(Long-Term Socio-Ecological Research, Haberl
et al. 2006, Jardel et al. 2008). En un esfuerzo
por impulsar la colaboración entre ambos
campos del conocimiento, la Red Mex-LTER
ha identificado áreas temáticas de
investigación de corte socioambiental, bajo las
siguientes preguntas: ¿cuáles son los
contornos
de
vulnerabilidad
en
la
transformación de los Socio-Eco-Sistemas?;
¿cómo es que cambios demográficos afectan
las decisiones y prácticas de manejo de los
Socio-Eco-Sistemas local y regional?; ¿cómo
son las relaciones/valoraciones económicas en
cuanto a bienes y servicios brindados por los
Socio-Eco-Sistemas?;
¿cómo
están
estructuradas y cómo funcionan las
instituciones sociales (gobernanza) locales
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para el manejo de los Socio-Eco-Sistemas?;
¿qué papel desempeña la información y la
educación (formal, no formal e informal) en las
decisiones sobre manejo de Socio-EcoSistemas?; y ¿cuáles es la cultura ambiental
(percepciones y expectativas) de los
pobladores con respecto a la transformación
de sus Socio-Eco-Sistemas?
El proceso ha comenzado pero tenemos un
arduo camino por delante. No solo son
contados los académicos del campo de las
ciencias sociales interesados en incorporase
de lleno a la Red, sino también algunos
miembros de la Red no están convencidos por
convertirse en una LTSER. Sin embargo, el
cuerpo directivo de la Red tiene una firme
convicción de la necesidad de dar dicho paso y
muchas de las actividades grupales están
encaminadas a lograrlo.
EL CASO DE ESPAÑA
La Iniciativa LTSER en Europa
La red LTER-Europa (http://www.ltereurope.net) fue constituida en 2007, uniendo
las dos redes regionales de ILTER de Europa
Occidental y Oriental. En la actualidad está
conformada por 18 redes nacionales. Esta red
emerge como propuesta para abordar las
conclusiones de la Evaluación de los
Ecosistemas del Milenio (MEA 2005), el
Informe Global de Medio Ambiente (UNEP
2007) y varios informes de la Agencia Europea
de Medio Ambiente (EEA 2005, 2007), que
plantean la necesidad de integrar naturaleza y
sociedad para afrontar los retos de gestión de
la naturaleza. Nace como una red de “última
generación” compuesta por sitios tradicionales
LTER (escala local) y plataformas LTSER.
Estas plataformas han sido propuestas en
regiones propicias para la investigación socioecológica y su implementación busca una
eficiente gestión y conservación de la
naturaleza (Mirtl & Krauze 2007). La
constitución de LTER-Europa en 2007 conllevó
la propuesta de 16 plataformas LTSER piloto
según los criterios propuestos por Ohl et al.
(2007). Durante 2008, se han propuesto cuatro
nuevas plataformas LTSER en Europa,
poniendo de manifiesto el éxito de la iniciativa
con un total de 20 regiones LTSER. Todas ellas
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MAASS ET AL.
se han establecido en sitios LTER
tradicionales. Un reciente estudio realizado en
el marco de LTER-Europa ha puesto de
manifiesto los vacíos existentes en la cobertura
de las unidades socioecológicas de Europa por
las regiones LTSER establecidas (Fig. 1). La
estratificación en unidades socioecológicas se
obtuvo a partir del cruce de las unidades
ambientales establecidas por Metzger et al.
(2005) y la información socioeconómica
asociada a la base de datos de la Agencia
Europea de Medio Ambiente empleando los
datos del Producto Interior Bruto (PIB),
densidad poblacional y el nivel de
accesibilidad (densidad de infraestructuras de
comunicación). Los resultados muestran las
áreas biogeográficas y los contextos socioeconómicos sobrerrepresentados por los sitios
LTER y las regiones LTSER establecidas y
aquellas con baja o nula representación.
Sorprendentemente, para las regiones LTSER
existe una buena cobertura, si bien la región
Mediterránea se encuentra aún poco
representada.
LTER-ESPAÑA
Los orígenes de la red española de
investigaciones ecológicas de largo plazo
(LTER-España) se remontan a 2003 cuando un
grupo de trabajo de los científicos españoles
participantes en el IGBP (Internacional
Geosphere and Biosphere Programme), funda
REDOTE (Red Española de Observaciones
Temporales de Ecosistemas). REDOTE fue
una iniciativa cuyo objetivo principal era
identificar, recopilar y organizar en una base
Fig. 1: Nivel de representatividad de los sitios LTER y regiones LTSER en la red LTER-Europa con
respecto a las condiciones socioeconómicas (ingresos en euros por km2) frente al rango de regiones biogeográficas (modificado a partir de Metzger et al. 2005).
Level of representation of LTER sites and LTSER regions in the Europe LTER Network with respect to the socioeconomic conditions (income in Euros per km2) across the range of biogeographic regions (modified from Metzger
et al. 2005).
LTER EN MÉXICO Y ESPAÑA
de datos todas las actividades de investigación
ecológica a largo plazo y los programas
asociados relevantes para el seguimiento de
procesos naturales y la comprensión del
Cambio Global y su impacto en los
ecosistemas españoles.
Después de varios años de reuniones,
talleres e intenso trabajo, REDOTE compiló un
documento sobre esta iniciativa pionera acerca
de sus miembros y la información a largo plazo
disponible, accesible a través de su página web
(http://www.redote.org). Desde entonces,
REDOTE ha sido elemental para la selección
de los sitios candidatos para conformar LTEREspaña y en la identificación de los grupos
científicos destinados a coordinar las
actividades relacionadas con LTER tanto
dentro de España como integrados en las
iniciativas europea y global. Desde aquel
momento, esta protorred española puso de
manifiesto la firme intención de convertirse en
miembro reconocido de ILTER.
Al mismo tiempo, el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) comenzó a
apoyar la iniciativa involucrándose en la Red
Europea de Excelencia ALTER-Net. El CSIC,
con 28 centros de investigación en el área de
Recursos Naturales y más de 300 científicos en
plantilla ha conducido el proceso LTER,
impulsado principalmente por la Estación
Biológica
de
Doñana
(http://
www.ebd.csic.es), el Instituto de Recursos
Naturales (http://www.ccma.csic.es), el
Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología
de Sevilla (http://www.irnase.csic.es) y el
Centro de Estudios Avanzados de Blanes
(http://www.ceab.csic.es). Además de la
participación del CSIC en ALTER-Net, la
reciente creación de LTER-Europa ha
fomentado intensamente la participación de los
países europeos en la creación de redes
LTER/LTSER más eficaces y ha promovido
definitivamente el proceso LTER español.
El plan estratégico de LTER-España ha
tenido que hacer frente a la peculiar estructura
de gobierno del estado autonómico español
dada la descentralización existente en las
políticas relativas a investigación y
conservación del medio ambiente. El primer
Comité Ejecutivo provisional de LTER-España
decidió adoptar una estrategia ascendente
(“bottom-up”), priorizando las áreas protegidas
como candidatos potenciales, especialmente
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los Parques Nacionales (PPNN). Este criterio
se justifica desde diferentes perspectivas. Por
un lado, desde el año 2000 el Ministerio de
Medio Ambiente financia un programa
competitivo anual de investigación en PPNN.
Por otro lado, el Organismo Autónomo de
PPNN (OAPN, dependiente de ese ministerio)
se encuentra en pleno proceso de desarrollo e
implementación de un programa de
seguimiento ecológico a largo plazo en estas
zonas protegidas que coincide plenamente con
los objetivos de LTER-España. Por último, y no
menos importante, los PPNN requieren y
demandan para su gestión programas
científicos asociados de seguimiento ecológico
a largo plazo que permitan ofrecer
herramientas de manejo ante los procesos de
cambio global y la problemática específica de
cada área protegida.
Es precisamente durante el año 2007
cuando comienza la transferencia de la gestión
de los PPNN desde el gobierno central a los
gobiernos autonómicos. Esta coyuntura
política contribuye a solicitar por parte de
LTER-España a los sitios candidatos el
respaldo y apoyo institucional de los gobiernos
autonómicos correspondientes mediante
memorandos de entendimiento de acuerdo con
las recomendaciones de LTER-Europa. Estos
documentos recogen el compromiso explícito
en financiación, personal, infraestructura,
intercambio de datos, disponibilidad de
información en inglés entre otros. Este apoyo
se revela como esencial para garantizar la
implicación de los gobiernos regionales en la
financiación y soporte estructural de la
investigación y el seguimiento ecológico a
largo plazo en los sitios propuestos bajo su
administración y gestión.
Los grupos de investigación asociados a los
sitios candidatos han manifestado desde el
principio su voluntad y firme intención de
participar en el proceso de implementación de
la red española y se han comprometido en su
sostenimiento. Diferentes instituciones de
investigación, incluyendo varios centros del
CSIC, universidades y centros adscritos, así
como diferentes redes de investigación y
asociaciones como la Asociación Española de
Ecología Terrestre (AEET) y la Red Nacional
de la Ciencia del Cambio Global en la
Biodiversidad y Ecosistemas Mediterráneos
(GLOBIMED), han apoyado desde el
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MAASS ET AL.
comienzo el proceso LTER en España,
designando para cada sitio candidato un
responsable científico. De nuevo, siguiendo las
recomendaciones de LTER-Europa, se han
designado también responsables de gestión
para cada uno de los sitios candidatos, que en
la mayoría de los casos coinciden con los
directores conservadores de los espacios
protegidos.
Así en 2007 se propusieron 10 sitios
candidatos para conformar LTER-España, 9
sitios LTER tradicionales y 1 plataforma
LTSER. En virtud de su grado de
cumplimiento de los criterios establecidos la
propuesta fue aprobada mediante un amplio
consenso por parte del Comité Ejecutivo
provisional. La red de sitios se extiende por las
regiones biogeográficas de la Península
Ibérica, desde el bioma Eurosiberiano al
Mediterráneo árido, desde los ecosistemas
marinos a los alpinos, con espacios naturales
integrados en matriz urbana hasta las áreas
naturales más emblemáticas y menos
humanizadas. La inclusión de cuatro Parques
Nacionales (Doñana, Sierra Nevada,
Aigüestortes e Illas Atlánticas) se basa en el
sólido apoyo del OAPN y amplía los beneficios
de la red en el contexto de la gestión para
mejorar el conocimiento de los procesos
ecológicos a largo plazo y la colaboración
entre gestores y científicos. La estructura
ejecutiva de LTER-España refleja así la
peculiaridad del proceso de implementación
LTER en España. LTER-España ofrece varias
categorías de miembros con objeto de facilitar
la integración de la amplia y diversa
comunidad de científicos y gestores
participando con diferentes niveles de
compromiso (comité ejecutivo, comité
científico, responsables gestores de sitio,
responsables científicos de sitio y miembros
interesados).
A lo largo de 2007, las actividades de LTEREspaña de acuerdo con su hoja de ruta
consistieron en la formalización del Comité
Ejecutivo de la red, la estructura de
organización, la creación de redes funcionales
entorno
a
diferentes
temáticas
imprescindibles, tales como: desarrollo de una
base de datos y metadatos común y acceso
público a la información, diseño y actualización
de la web (http://www.lter-spain.net), tareas
de secretariado, definición de las áreas
centrales de investigación ecológica a largo
plazo y del plan estratégico compartido con la
red europea e internacional. Como horizonte
se estableció la candidatura de LTER-España
para ser aceptado como miembro de ILTER en
la reunión anual de 2008.
Las áreas principales de investigación de
LTER-España comúnmente establecidas, de
acuerdo con las prioridades de investigación
científica por parte de los miembros de la red y
con respecto a la problemática de gestión
asociada a cada uno de los sitios, son: Función
de la diversidad biológica en el funcionamiento
de los ecosistemas, en la resiliencia y en su
estructura; Patrones y frecuencias de las
perturbaciones y su papel en la dinámica de los
ecosistemas; Efectos del Cambio Global en el
funcionamiento de los ecosistemas y su
estructura (identificación de umbrales de
cambios irreversibles); Definición de criterios
de gestión adaptativa y en la toma de
decisiones para la conservación; Investigación
socioecológica a largo plazo.
El plan estratégico de LTER-España se
concentra en fomentar entre los científicos
españoles y los gestores de espacios
protegidos la investigación y seguimiento
ecológico a largo plazo mediante el empleo de
protocolos
metodológicos
comunes
actualizados y consensuados. De este modo,
LTER-España pretende promover las
actividades de investigación ecológica a largo
plazo de forma integrada a través de las áreas
principales de investigación de LTER-España y
las agendas científicas de LTER-Europa e
ILTER, garantizando e impulsando la difusión
y la divulgación de la implementación de las
actividades de la investigación ecológica a
largo plazo.
Otro de los aspectos fundamentales
desarrollados por LTER-España ha sido la
propuesta de unos parámetros ecológicos
mínimos para ser sistemáticamente medidos y
cuantificados en cada sitio de la red LTEREspaña con objeto de hacerlos comparables.
Estos parámetros se agrupan en cuatro
compartimentos: el medio abiótico, los
productores primarios, los consumidores y
parámetros relacionados con la influencia
humana. En la actualidad la red comparte
mayoritariamente la adquisición sistemática de
los parámetros meteorológicos, de estructura
forestal, de estado de las poblaciones de aves e
LTER EN MÉXICO Y ESPAÑA
invertebrados, de características edáficas, de
deposición atmosférica, de fenología y
parámetros limnológicos de las masas de agua.
Finalmente, en agosto de 2008, LTER-España
fue exitosa y formalmente aceptada como
miembro de ILTER y por ende de LTEREuropa.
ESTUDIO COMPARADO DE LOS SERVICIOS
AMBIENTALES
El concepto de servicios ecosistémicos ha sido
el marco de trabajo que está utilizando el
Comité Científico de la Red ILTER en su
primer esfuerzo por detonar un proyecto de
colaboración a nivel internacional entre sus
redes nacionales. El principal objetivo del
proyecto es identificar qué tanto las
diferencias culturales en la percepción y uso
de los servicios ecosistémicos limitan la
resiliencia de los socio-eco-sistemas (SES).
Esto se pretende lograr comparando el uso de
servicios ecosistémicos como función de la
percepción de los cambios en el suministro de
estos servicios, bajo un mismo tipo de bioma,
pero bajo diferentes sistemas culturales. El
modelo de trabajo fue desarrollado en 2007 por
la Red Americana LTER durante el diseño de
su iniciativa estratégica de investigación
conocida como ISSE, por sus siglas en inglés
“Integrative Science for Society and the
Environment” (Collins et al. 2007, Bourgeron
2008)
Tanto México (el sitio Chamela Mex-LTER)
como España (la plataforma LTSER-Doñana)
colaboran en este proyecto piloto de la ILTER.
Como parte del presente análisis en el que se
contrastan la forma que México y España han
ido implementado su programa LTER, se ha
decidido incluir una breve reseña de cómo
ambos países están abordando su participación
en la iniciativa ISSE.
El ejercicio comienza por la descripción del
socioecosistema siguiendo el marco
conceptual del ISSE (Fig. 2), incluyendo la
identificación de los servicios ecosistémicos
más críticos, su dirección de cambio, la
percepción que tiene la población de dichos
servicios así como los principales factores que
inducen estos cambios en la provisión del
servicio y las instituciones sociales que
permiten su manejo.
179
La aplicación de la aproximación ISSE en el
sitio Chamela Mex-LTER
En el caso particular de Chamela, el socioecosistema bajo análisis lo constituye la
cuenca del río Cuiztmala con una superficie un
poco mayor a los 1,000 km 2 y en el que
predominan las selvas bajas caducifolias con
alta diversidad biológica, en lomeríos suaves
con suelos someros y arenosos (Maass et al.
2005). En la parte alta de la cuenca se
desarrollan bosques de pino y de encino,
mientras que a lo largo de los cauces de los
ríos y las zonas aluviales de la parte media y
baja de la cuenca, se desarrolla una selva
mediana subcaducifolia sobre suelos planos,
profundos y ricos en nutrientes y materia
orgánica. El funcionamiento del ecosistema
responde en buena medida a los efectos de
pulsos de agua producto de la actividad
ciclónica y eventos El Niño. Ante la marcada
estacionalidad climática, con el 80 % de las
lluvias concentradas en tan solo 4-5 meses del
año, las plantas responden tirando sus hojas
durante la época de sequía, dándole ese
carácter deciduo tan conspicuo al bosque
tropical seco. La zona ha estado por varias
décadas bajo una constante presión de
transformación y cambio de uso del suelo,
convirtiendo a las selvas bajas en praderas
ganaderas y las selvas medianas en tierras de
cultivo. Una buena parte de la población se
encuentra dispersa en pequeño poblados
dentro de la cuenca, pero existe una
importante concentración en la parte alta y
baja de la cuenca. Arriba, en los márgenes de
la cuenca, se encuentra Villa Purificación, una
pequeña ciudad con más de 400 años de
historia y una población menor de 5,000
habitantes, y en la parte baja, se han
desarrollado pueblos y asentamientos
hoteleros con una importante actividad
turística a lo largo de la zona costera.
Se han identificado más de 10 grandes tipos
de servicios ecosistémicos en esta zona
(Maass et al. 2005). La provisión de productos
forestales y de un sustrato para el desarrollo
de la agricultura y ganadería son los servicios
más apreciados por la población local.
Asimismo, la belleza escénica es apreciada por
locales y visitantes. Sin embargo, las
limitaciones hídricas de la zona, el suministro
de agua limpia en pozos y ríos está menos
180
MAASS ET AL.
identificado como servicio del ecosistema, y
menos aún el servicio de control de
inundaciones.
En el esquema de trabajo del ejercicio ISSE
las seis preguntas que determinan el grado de
interacción entre los diferentes subsistemas
del socioecosistema y sus efectos sobre
escenarios futuros (Fig. 2) son: ¿cómo se
adapta el ecosistema de bosque tropical seco
(para simplificar “bosque”) a las presiones de
conversión a praderas ganaderas y a los pulsos
de lluvia y sequía de corto plazo mediante sus
atributos estructurales y funcionales?; ¿cómo
la alta diversidad del bosque ayuda o limita la
dinámica hidrológica, biogeoquímica y
productiva del ecosistema?; ¿qué procesos
ecosistémicos (o atributos estructurales) del
bosque proveen los diferentes servicios
ecosistémicos y a qué escala operan?; ¿qué
tanta resiliencia tiene el bosque (i.e., qué tanta
perturbación resiste el ecosistema sin cambiar
el estado en el que provee los servicios
ecosistémicos)?; ¿qué pierde o gana
(“tradeoff”) la población cuando el bosque es
trasformado en praderas ganaderas?; ¿cuál es
la percepción que tienen los diferentes
usuarios (“stakeholders”) de la cuenca de los
diferentes servicios ecosistémicos?; ¿cómo
responden los usuarios de la cuenca a este
conocimiento, o falta de él, en relación a los
servicios ecosistémicos?; ¿qué acciones
humanas tienen influencia en la frecuencia,
magnitud o forma en la que ocurren estos
pulsos de agua y presiones de transformación
del bosque, y qué factores directos o indirectos
determinan estas acciones humanas?; ¿qué
intervenciones técnicas, comunicativas o
instituciones pueden ser implementadas para
mejorar un manejo sustentable del bosque en la
cuenca del río Cuitzmala?
Fig. 2: Modelo de trabajo desarrollado por la Red Americana LTER durante el diseño de su
iniciativa estratégica de investigación conocida como ISSE (por sus siglas en inglés “Integrative
Science for Society and the Environment”, modificado de Collins et al. 2007). Los cuadros P1 a P6
corresponden a las preguntas que determinan el grado de interacción entre los diferentes subsistemas del socioecosistema.
Working model developed by the US LTER Network during its strategic plan design, known as ISSE (Integrative
Science for Society and the Environment, modified from Collins et al. 2007). The boxes P1 to P6 correspond to
questions that determine the degree of interaction between the different subsystems of the socio-ecoystem.
LTER EN MÉXICO Y ESPAÑA
Actualmente la cuenca se encuentra en un
estado de degradación caracterizado por un
régimen de conversión de bosque a pradera,
un proceso de fragmentación del terreno y
pérdida de la conectividad hidrológica, una
atomización de la tenencia de la tierra, una
pérdida de identidad del campesino y un
proceso de emigración. A pesar de ello, la
cuenca mantiene una razonable provisión de
servicios ecosistémicos y baja actividad
turística. Los tres posibles escenarios futuros
identificados por el Grupo son los siguientes:
(1) Un incremento en las actividades agropastoriles, caracterizado por un aumento en la
transformación y fragmentación de terreno,
una
mayor
demanda
de
servicios
ecosistémicos por parte de la población, una
menor provisión de estos servicios (excepto la
provisión de productos agropecuarios), una
pérdida de la conectividad hidrológica, así
como una pérdida del potencial turístico.
(2) Un aumento masivo en las actividades
turísticas, caracterizado por una disminución en
las tasas de conversión del suelo, un
incremento en las demanda de servicios
ecosistémicos, un incremento en la
privatización del terreno, un aumento en la
pérdida de identidad campesina y la detonación
de un proceso de inmigración en la región.
(3) Un manejo sustentable de la cuenca,
caracterizado por una conservación y
restauración del ecosistema original, un
aumento en la provisión de servicios
ecosistémicos, un mantenimiento de la
identidad campesina, la estabilización de la
población y el mantenimiento de un alto
potencial turístico.
La aplicación de la aproximación ISSE en la
plataforma LTSER Doñana
Las marismas de Doñana han sufrido dramáticas
transformaciones a lo largo del último siglo, a
consecuencia de la desecación de las zonas
inundables para cultivos, la canalización de los
brazos del río Guadalquivir, las medidas de
conservación de la biodiversidad y protección
frente al vertido tóxico de la mina de Aznalcóllar
en el año 1998 (Pain et al. 1998). La superficie
ocupada a principios del siglo XX por las
marismas de Doñana se estima en 1,500 km2
(Casado & Montes 1991). En la actualidad se
conservan 270 km2 lo que supone una pérdida
181
del 82 % de la superficie original. Además de la
pérdida de humedales, la influencia mareal, uno
de los principales factores de inundación previo a
las transformaciones humanas, fue limitada a
partir de 1984 mediante la construcción de un
dique a lo largo de la margen derecha del río
Guadalquivir denominado “montaña del río”.
Entre cambios tan dramáticos, el vertido tóxico
procedente de la balsa de lodos de la mina de
pirita de Aznalcóllar, situada en las proximidades
del río Guadiamar tributario de la marisma,
ocurrido en abril de 1998, conllevó la puesta en
marcha de un ambicioso proyecto de
restauración hidrológica de las marismas de
Doñana. El proyecto, denominado “Doñana
2005” financió diferentes actuaciones valoradas
en 140 millones de euros. Los objetivos
principales son la recuperación de la cantidad y
calidad de las aguas entrantes a Doñana de
acuerdo con una estrategia de restauración
adaptativa (Lee 1993, Holling 2002). Este
proyecto, que aúna los esfuerzos de diferentes
administraciones, pretende recuperar los
servicios ambientales o ecosistémicos
proporcionados por la marisma como respuesta
a los principales motores de cambio y las
presiones sobre la biodiversidad en las últimas
décadas (Chans & Díaz-Delgado 2005). Una de
las actuaciones más significativas busca
recuperar la secular influencia mareal por
medio de la eliminación de la “montaña del río”.
Esta decisión ha sido tomada por el comité
científico del proyecto asumiendo los riesgos
potenciales de nuevos episodios de
contaminación o de expansión de especies
invasoras (e.g., la Spartina densiflora Brong, un
helófito invasor de carácter mareal que se
encuentra confinado en el margen del río
Guadalquivir y en otras marismas mareales
desplaza eficazmente a la flora nativa, cf. Nieva
et al. 2003, Castillo et al. 2000). Esta situación
se convierte en un verosímil estado futuro del
sistema que puede evaluarse a través de la
aproximación metodológica ISSE.
El ejercicio común planteado en el marco
de ILTER que emplea la aproximación ISSE
pretende determinar a diferentes escalas las
relaciones existentes entre los motores socioeconómicos y los servicios ambientales de los
ecosistemas, permitiendo evaluar la magnitud
y dirección de las presiones sobre los
ecosistemas y su biodiversidad, así como la
reversibilidad de los procesos.
182
MAASS ET AL.
En Doñana se han identificado seis servicios
ecosistémicos como los más críticos que
interaccionan entre sí de la siguiente forma:
Uso para consumo humano de agua
subterránea vs. producción alimentos
(agricultura intensiva y bajo plástico) vs.
turismo masivo de temporada.
Capacidad de regulación de la inundación
por parte de la superficie marismeña vs.
producción alimentos (arrozal y piscicultura)
vs. función de retención de nutrientes y
sedimentos.
Regulación
de
riesgos
naturales
(meteotsunamis) vs. regulación de inundación
por parte de la superficie marismeña vs.
turismo masivo de temporada
De todos ellos se seleccionó como el más
crítico para el sistema la regulación de
inundación y el funcionamiento estuarino. El
esquema de trabajo plantea seis cuestiones que
determinan el grado de interacción entre los
diferentes subsistemas (socialeconómicoecológico) y sus efectos sobre escenarios
futuros (Fig. 2). En el caso de la plataforma
Doñana-LTSER son: ¿cómo el incremento en la
demanda de agua y el tráfico ribereño alterarán
la estructura y funcionamiento del ecosistema
estuarino?; ¿cómo las comunidades bióticas se
ven afectadas por los cambios en el
hidroperiodo de inundación, la influencia
mareal y las elevadas cargas de sedimentos?;
¿cómo los cambios en el funcionamiento de la
marisma afectarán la regulación de inundación,
el control estuarino y a la demanda hídrica para
los arrozales y la piscicultura?; ¿cómo los
cambios en la disponibilidad de agua dulce y en
el servicio de regulación de inundación
modificarán las políticas de conservación y
afectarán a las principales actividades
económicas (turismo y agricultura)?; ¿cómo
convergirán las políticas de conservación y de
desarrollo económico y cómo se regulará la tasa
de inmigración de acuerdo con los cambios en
el mercado económico?; y ¿cómo la
combinación del comercio, la conservación y las
políticas de desarrollo turístico influirán en el
régimen de inundación de las marismas de
Doñana y cuáles serán los principales puntos en
común de dichas políticas para un desarrollo
sostenible?
En el estado actual, el principal ecosistema
de Doñana es una marisma de carácter fluvial,
sin influencia mareal ni control estuarino en la
desembocadura del Guadalquivir, lo que
provoca frecuentemente episodios de extrema
turbidez que afectan a las actividades que
requieren agua dulce tales como el arrozal o la
piscicultura (Bustamante et al. 2009). Debido a
la construcción y prolongación de la montaña
del río se produce sobreinundación con
frecuencia en la marisma de Doñana. Esta
configuración reduce el riesgo de exposición a
eventos externos pero otorga un grado de
aislamiento a la marisma manteniéndola
hidrológicamente desconectada. Los posibles
escenarios de futuro son:
“Todo sigue igual”: Las aguas del río
Guadalquivir mantendrán su baja calidad, se
evitarán eventos de entrada de contaminantes en
la marisma, se limitará la invasión de especies
invasoras y se mantendrán hábitats y especies
características de humedales dulceacuícolas.
“Restauración de la permeabilidad”: El ya
aprobado plan de permeabilización entre la
marisma de Doñana y el río Guadalquivir
permitirá restablecer el funcionamiento
estuarino de la desembocadura del
Guadalquivir, si bien, se restablecerá el riesgo
de entrada de contaminantes a la marisma y
especies invasoras. Muy probablemente tenga
lugar una diversificación de hábitats de
especies reproductoras.
“Política activa de conservación”: Deben
controlarse los episodios de contaminación en
toda la cuenca fluvial y mareal, llevar a cabo
una gestión adaptativa que considere la
incertidumbre en el proceso de toma de
decisiones y convendría que las políticas de
conservación y desarrollo económico, tanto
locales como europeas, estuvieran basadas en
el mantenimiento de los servicios ambientales
sin comprometer el funcionamiento de los
ecosistemas ni su biodiversidad.
Posteriormente a los análisis individuales por
los países, se realizaron talleres de trabajo en los
que participaron otros países involucrados en el
proyecto, con el fin de producir una síntesis y de
identificación de patrones comunes.
CONSIDERACIONES FINALES
Como se puede apreciar, el proceso de
conformación de redes de investigación a escala
nacional constituye un verdadero reto ante las
limitaciones de recursos materiales y humanos
LTER EN MÉXICO Y ESPAÑA
de cada país en Iberoamérica. A pesar de las
diferencias administrativas y económicas, en
ambos casos (y casi de forma generalizada en
todas las redes nacionales de ILTER), la
iniciativa LTER se enfrenta fundamentalmente a
dos retos: la ausencia de estructuras de
administración y financiación nacionales para
redes conformadas por diferentes instituciones,
centros de investigación, universidades,
oficinas de gestión, etc. y la dificultad de
establecer colaboraciones efectivas entre
distintos grupos de investigación a escala
nacional. En ambas redes los objetivos son
similares, si bien, en la red española se
priorizaron como sitios candidatos aquellos bajo
una figura de protección dado el interés
especial de LTER-España en contribuir con sus
actividades a la conservación. Ambas redes
representan además las dos estrategias tipo
para la implementación de la red:
(1) Aproximación de arriba a abajo,
mediante el establecimiento de un comité
científico avalado por una institución
financiadora de ámbito nacional.
(2) Aproximación de abajo a arriba,
mediante la incorporación de miembros autofinanciados con objetivos compartidos
promoviendo la sinergia en función de los
puntos en común entre los distintos sitios.
Sin embargo, es posible ir avanzando hacia
una ciencia más integrada, más útil y sobre
todo, más comprometida con la sociedad. Un
aspecto clave para la completa implementación
de las redes es lograr una verdadera
vinculación entre el sector que genera el
conocimiento y el que lo pone en práctica. Este
es un tema complejo que quisiéramos abordar
como última reflexión.
Como plantean Vaughan et al. (2007), las
preocupaciones públicas son, cada vez más,
asuntos locales y sobre aspectos de
sustentabilidad ecológica. Hoy, más que
nunca, la sociedad demanda información que
le permita enfrentar la severa crisis ambiental.
Esta información debe ser aportada de manera
más integrada, útil, relevante, comprehensiva
y con carácter local. Ya no es posible evaluar el
éxito de la ciencia solo en función de cuánta
información científica se genera y se hace
disponible. Deben establecerse criterios que
permitan valorar la calidad de la información
generada en función de su utilidad y acierto en
la toma de decisiones y de cómo esta
183
información permite mejorar los resultados del
manejo y la situación ambiental.
Este planteamiento implica la necesidad de
realizar mejoras en la manera como se diseña
y se realiza la investigación y el seguimiento
ecológicos en nuestros países. Implica también
involucrar
al
investigador
en
la
responsabilidad de informar efectivamente a la
sociedad sobre las opciones que tiene para
enfrentar la problemática ambiental, así como
comunicarle cómo sus políticas y decisiones
de manejo repercuten en dicha problemática.
El planteamiento también conlleva el incluir “la
mejora de resultados” como un criterio
adicional del desempeño académico. Estos
cambios se presentan difíciles, sobre todo en
un sistema científico, de por sí, sujeto a un
proceso de evaluación excesiva. Sin embargo,
habrá que trabajar en ello si queremos que la
ciencia juegue el papel relevante que tiene en
la solución de la severa crisis ambiental.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos la invitación de Christopher
Anderson a participar en el encuentro chileno
para celebrar el Tercer Aniversario de la
Reserva de la Biosfera en Cabo de Hornos y el
Lanzamiento de la Red Chilena de Sitios de
Estudios Socio-Ecológicos a Largo Plazo. Se
agradecen la colaboración de Raúl Ahedo y
Salvador Araiza en la preparación del
manuscrito. Así también, los autores agradecen
los comentarios y sugerencias de Christopher
Anderson y de tres revisores anónimos durante
el proceso editorial. También se agradece a la
red ILTER el marco de trabajo habilitado para
permitir los estudios comparados entre redes.
La Red Mex-LTER agradece el financiamiento
del CONACYT y el INE-SEMARNAT, y el
Grupo Chamela del CONACYT y del Programa
PAPIIT de la UNAM. La red LTER-España
agradece al CSIC, a la Junta de Andalucía, a la
Xunta de Galicia, a la Diputación de Barcelona,
a la Generalitat de Catalunya y al Organismo
Autónomo de Parques Nacionales su apoyo
permanente para la implementación de la red
española de seguimiento e investigación
ecológica a largo plazo. Asimismo agradece al
Ministerio de Ciencia e Innovación Español la
financiación de las actividades de la red LTEREspaña merced al Proyecto ACI-Comités
MAASS ET AL.
184
ACI2008-0815
del
Programa
de
Internacionalización de la I+D. La plataforma
LTSER-Doñana agradece el financiamiento a
través de la red de excelencia ALTER-Net.
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Editor Asociado Invitado: Christopher Anderson
Recibido el 11 de mayo de 2009; aceptado el 4 de febrero de 2010
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