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ÍNDICE
DIRECTORIO
Editor en Jefe
Ramón López
ramon.lopez@eton.edu.mx
Etapas de Panda
Nicole Dieter
nicole.dieter@eton.edu.mx
Diseño de Portada e Interiores
Andrés Díaz Ceballos Boy
joseandres.diazceballos@eton.edu.mx
Tradición que
no muere...
Asesor de Imagen
Carlos Ramírez
carlos.ramirez@eton.edu.mx
Asistente Editorial
Manuel Sánchez
manuel.sanchez@eton.edu.mx
Conoce la
experiencia
Colaboradores
Nicole Vázquez
nicolemarie.vazquez@eton.edu.mx
Diego Laviada
diego.laviada@eton.edu.mx
Inés Riojas
ines.riojas@eton.edu.mx
¿Qué tipo de
persona eres?
María Mena
maria.mena@eton.edu.mx
Sebastián Miranda
sebastian.miranda@eton.edu.mx
Vanessa Torres
vanessa.torres@eton.edu.mx
Eddy Kreimerman
Horóscopos
eduardo.kreimerman@eton.edu.mx
Isabel Villalobos
isabel.villalobos@eton.edu.mx
Paloma Xucla
paloma.xucla@eton.edu.mx
Hee Soo Moon
heesoo.moon@eton.edu.mx
Romina De La Vega
romina.delavega@eton.edu.mx
María José De Labra
mariajose.delabra@eton.edu.mx
Ramón López
Toda creación artística en donde participa talento joven es muy difícil de describir con palabras, Así que
voy a contar la historia de Panda a través de sus editores principales y sus logros inmediatos.
La Etapa Ana Isabel Abad o la Inquisición Artística
No es nuevo para nuestros lectores saber que el proyecto
fue iniciado por la alumna Ana, cuando tuve el honor de
ser invitado como maestro coordinador. En esa etapa Ana
integró a muchos compañeros de su generación, que con
gran entusiasmo fueron editores y colaboradores, pero no
eran muy constantes, así que era una persecución creativa para tener los artículos y lograr resultados. Lo mejor:
inicia Eduardo Kreimerman, un gran coordinador.
salían cada quince días y hasta dos por semana. Lo mejor:
una gama de grandes editores lo acompañaron.
La Etapa Emilio Rodarte o El Diablo viste de Panda
Indisciplinado, creativo y con un potencial único, Emilio
toma las riendas de la edición e impone una forma diferente de editar Panda; este tipo de edición se sigue ocupando en la actualidad. Fue una etapa de gran creatividad
como nunca se había visto hasta entonces. Los Pandas
La etapa actual o El Quinto Sol
Grandes editores y un gran equipo entusiasta de todas
las generaciones dan vida a Panda. Larga vida a Panda,
Ubuntu Panda, Ubuntu Panda Eton, Familia.
La Etapa María Fernanda Alfaro o El Gran Dictador
Con un alto potencial, crea una nueva forma de editar
la revista, que intercala con los editores de la etapa
pasada, superando las ediciones de la etapa anterior.
Gritos, amenazas y sombrerazos traen a los Pandas
trabajando de sol a sol.
1
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Miss Lorena Gámez
por Nicole Vázquez
Profesor Joel Colunga
por Diego Laviada
Miss Bachl
por Inés Riojas
Aquí esta Miss Lorena,
ella es blanca y no morena, y
la muerte es la calaca
que por lo tanto es más flaca.
Joel en su clase pensaba,
mientras él a la luna miraba,
de Verne un libro leía
e inspirado quedó ese día.
Miss Bachl, nuestra maestra,
que enseña Biología
y cantando nos demuestra,
toda su sabiduría.
Por ser buena maestra,
come con su muerte a su diestra,
por bufete hay que correr,
con el pan de muerto a comer.
Construyó su propio cohete
para llegar el 4 de diciembre,
esperó hasta el Perigeo
y se despidió de la clase de Geo.
También enseña Historia,
del Eton en otro grado
y con su buena memoria
siempre junto a su gato.
El cempazúchitl hay que oler,
corre que ella se va a esconder,
Miss Lorena empieza correr
la muerte la va a comer.
Preparó el amortiguador,
un par de perros llevó,
listo estaba para despegar
pero oxígeno olvidó llevar.
En su laboratorio
observando animales,
se ahogó con chilorio,
porque odia vegetales.
Hasta luego, buena suerte,
que ya aquí se encuentra la muerte,
por eso ya no hay nada que hacer,
a la tumba la va a meter.
El proyectil ya había despegado
y Joel sin aire había quedado, la
órbita de la Tierra cruzó
y Joel tristemente falleció.
A Tampa volaron cenizas,
que vimos en microscopio,
eso nos da esperanzas,
de verla en el cielo con
telescopio.
Profesor Ramón López
por María Mena
Habla y enseña rápido,
sus alumnos sorprendidos,
hacían muchos ruidos,
para haber comprendido.
Él se desesperaba,
explicando doble vez,
por su gran rapidez
cansado estaba.
Él tuvo que matarse
por la desesperación,
todos dijeron “fíjense”,
se ha muerto Ramón.
Miss Martha Alicia
por Sebastián Miranda
Miss Lorena
por Vanessa Torres
Martha Alicia Tovar murió,
pero su cuerpo nadie vio,
tal vez alguien se lo robó
¿o podría ser que revivió?
Estaba la calavera
muy sentada en la escalera,
ahí viene la Miss Lorena,
asustada por su pena.
Y su esposo ahora enviudó
y él muy triste se suicidó,
sus hijos huérfanos quedaron
y perdieron a su madre
que siempre amaron.
La muerte no va a descansar,
hasta la maestra encontrar,
ya que se quiere vengar
de que la obligaron a estudiar.
Hoy sus hijos están muy tristes,
ya que extrañan todos sus chistes,
a pesar de que ya se fue
su presencia aquí siempre tendré.
Su salón hoy esta vacío
esto a muchos les da escalofrío,
todos extrañan a la Miss
no solo los de México, también los
de otro país.
Los alumnos sorprendidos
no lo podían creer,
que a la maestra Lorena
no la volverán a ver.
Sus alumnos se murieron,
no es difícil de entender,
se murieron de tristeza
porque no pudieron aprender.
3
El principio...
Hace 4 años, cuando cursaba segundo de secundaria, el Profesor
Ramón, junto con Ana Isabel Abad (quien se graduó hace unos
años) se acercó a mí y me preguntó si quería escribir para una nueva revista estudiantil. Hoy, 4 años después, recuerdo ese momento
y me asombro al ver cuánto ha crecido PANDA. Hace dos años
tuve la oportunidad de trabajar como Coordinador Editorial, y esto
me permitió forjar muy buenas amistades y conocer a personas
de mucha calidad humana, pero sobre todo, ver el impresionante
crecimiento de un proyecto que comenzó como una revista de seis
páginas. PANDA se ha consolidado como una voz dentro la comunidad estudiantil, y espero que después de irme del Colegio, siga
siendo una voz fuerte entre los alumnos.
Eddy Kreimerman Meyohas
President of the Student Government Association
Eton School
Nuestro equipo.
Orgullosamente podemos afirmar que los integrantes de la revista
PANDA somos un grupo unido y abierto a nuevas opciones
e ideas, cada miembro aporta algo especial a la comunidad. Que
no falte agradecer a los maestros que nos han ayudado para crear
la revista, principalmente a Ramón López. Somos un proyecto que
ha recorrido mucho y llegaremos a más. No solo los que escriben
artículos son parte de este grupo, también tú lo eres, por el simple
hecho de leer este mensaje. Les agradezco por todo lo que me han
dado, gracias por los momentos, risas y experiencias, y les aseguro
que este año será de los mejores que la revista ha tenido.
-Isabel Villalobos
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Querido lector,
He estado en PANDA alrededor de tres años, y déjame contarte que
es una experiencia como ninguna otra. Todos alguna vez hemos
visto en las películas que el grupito de los matados siempre está armando el anuario en un salón que parece la oficina personal de Miranda Pristley (El diablo viste a la moda), pero permíteme decirte
que eso no es realidad. Tal vez en algún lugar de lujo sí, pero aquí
no. En PANDA hemos hecho, armado, desarmado, volado y salvado
más de 51 ediciones, también hemos rescatado más de 150 copias
que los alumnos dejan tirados. Todos cooperamos y trabajamos en
cada edición, y te podemos asegurar que tanto como hacerlos, editarlos y publicarlos es tan difícil como realizar una ecuación de Miss
Lorena cuando está de malas. Pero siempre sale (tarde o temprano,
pero sale). La revista es de mí para ti y de los pandas para todos los
demás, ya que una vez PANDA, siempre serás PANDA. La revista
es algo que yo, como individuo, siempre recordaré.
Sinceramente,
Manuel Sánchez
“PANDA, siempre ahí cuando lo necesitas.”
A mí me gusta que en PANDA me pudo divertir y aprender cosas
nuevas. Lo que más me agrada es que todos somos parte del equipo
y nos ayudamos en muchos aspectos. Cada uno hace la parte que
quiere, también puede expresarse y decir sus ideas al grupo, y lo
mejor es que todos se la pasan bien haciendo la revista juntos.
-Paloma Xucla
“PANDA es mi hogar, mi familia, mis amigos y personas a
quienes nunca voy a olvidar, pues forman una parte muy importante de lo que he vivido y lo que viviré. PANDA es una experiencia
y una alegría. Aquí todos reímos, lloramos, nos enojamos, preocupamos y flojeamos por igual, nos ayudamos, confiamos en cada uno
y juntos pasamos un tiempo inolvidable. Para mí, PANDA es un
lugar donde olvido mis preocupaciones y me la paso bien.
Les doy las gracias a todos por aceptarme como parte de su familia
y espero que sigan así.”
-Heesoo Moon
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Hee Soo Moon
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PERSONALIDAD A - PESIMISTA
¿Odias al mundo? ¿Te gusta estar solo? ¿Piensas que la humanidad ya no tiene caso? Entonces eres una persona pesimista. Siempre ves el lado malo de todas las cosas y NUNCA te esperas un
final feliz. Prefieres estar solo(a) y encerrarte en tu mundo antes
de socializar y juntarte con otras personas. No confías fácilmente
en alguien y siempre dudas antes de hacer algo. Sientes que el
mundo está en tu contra y nunca estás satisfecho(a) con tu vida.
PERSONALIDAD B - OPTIMISTA
Tu vida siempre han sido unicornios y arcoiris. No importa qué
tan mal esté la situación, siempre la enfrentas con una gran sonrisa y siempre le ves el lado positivo a toda la vida. Seguramente,
nunca has pensado “Y qué tal si...” y nunca has dudado de tus
decisiones. Eres una persona sociable y confías en todos aunque
no los conozcas, pues nadie es del todo malo. Tú eres el tipo de
persona que siempre está para todo y avanza sin mirar atrás.
PERSONALIDAD C - REALISTA
Tú no tienes una vida de negro ni ves todo color de rosa, simplemente ves la realidad de las cosas. A veces te confunden por alguien pesimista, pero realmente no lo eres, simplemente juzgas la
situación por los hechos más que por una visión o pensamiento.
Tienes un pensamiento crítico y sueles llegar a tus conclusiones
después de considerar todos los factores que hay. Usas la lógica y
el razonamiento sobre todo y eres el tipo de persona que no cree
hasta ver.
7
Aries~ marzo 21- abril 20 (elemento: fuego):
Esta semana deberás visualizar y confiar en ti mismo para que todo fluya con armonía.
Vienen buenos cambios laborales y profesionales en tu vida también tendrás una salida
divertida con tus amigos que disfrutarás mucho.
Tus números de suerte para esta semana son: 1-5-41-35.
Tu color es ROJO: color de la pasión y fuerza con ellos se refuerzan los deseos y las
cualidades positivas que quieres ser.
Tauro~ abril 21- mayo 21 (elemento: tierra):
No te presiones mucho, eso que tanto esperas pronto llegará, esta es una buena semana
para empezar una relación con alguien o al fin expresar tus sentimientos hacia alguien.
Tus números de la suerte para esta semana son: 2-9-63-46.
Tu color es VERDE: color de la naturaleza por excelencia, representa armonía crecimiento fertilidad y frescura.
Géminis~ mayo 22- junio 20 (elemento: aire):
Tus relaciones sociales serán de gran ayuda en los retos que pronto enfrentarás. Dedicarte un poco más de tiempo, ya veras que todo fluirá de buena manera si te lo propones.
Tus números de la suerte para esta semana son: 8-76-62-9.
Tu color es el AMARILLO: color que simboliza la luz del sol y representa la alegría,
felicidad, inteligencia y la energía que llevas dentro.
Cancer~ junio 21- julio 22 (elemento: agua):
No desperdicies ningún momento para triunfar y dar un paso más hacia delante, ten
más seguridad en ti mismo. Esta es una buena semana para comunicarte más
con la gente y salir de tu zona confort.
Tus números de la suerte para esta semana son: 1-51-62-3.
Tu color es BLANCO: color que se asocia a la luz, bondad, inocencia y pureza, se considera el color de la perfección.
Leo~ julio 21- agosto 22 (elemento: fuego):
Esta es una buena semana para probar cosas nuevas, confía en ti porque con eso resolverás la duda que llevas dentro. Obtendrás la victoria que tanto has esperado tener.
Tus números de la suerte para esta semana son: 1-86-75-4.
Tu color es DORADO: color que representa las energías y la inspiración y aleja los miedos y simboliza la realeza.
Virgo~ agosto 23- septiembre 22 (elemento: tierra):
Esta será una buena semana para el amor y la felicidad. Vas a recibir una noticia para ti y
amigos o familiares.
Tus números de la suerte para esta semana son: 8-92-23-8.
Tu color es CAFÉ: color café significa la tierra la madera y es un color cálido que representa la constancia la sencillez y la amabilidad.
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Isabel Villalobos
Romina De La Vega
María José De Labra
Libra~ septiembre 23- octubre 22 (elemento: aire):
Mantente relajado ante los chismes, ya que esta semana vas a tener éxito en lo que más lo
necesitas. Vas a necesitar mucha creatividad para un proyecto que viene esta semana.
Tus números de la suerte son: 99-8-64-6.
Tu color es el AQUA: el color que se asocia con la protección y la curación emocional.
Scorpio~ octubre 23- noviembre 21 (elemento: agua):
Piensa bien antes de tomar decisiones en las que has tenido duda por mucho tiempo.
Esta es una buena semana para comunicar tus sentimientos. Vas a tener un mejor resultado del que esperabas en algún trabajo o examen.
Tus números de la suerte para esta semana son: 3-45-92-5.
Tu color es el NEGRO: color muy intenso, ya que tiene una visibilidad muy alta y se
suele utilizar para representar autoridad y fortaleza.
Sagitario~ noviembre 22- diciembre 21(elemento: fuego):
Tendrás un gran reto esta semana, pero tus amigos te ayudarán en lo necesario, así que
ten paciencia y pronto se resolverá. Es probable que esta semana conozcas a gente de
muy buena influencia en tu vida.
Tus números de la suerte para esta semana son: 9-41-62-8.
Tu color es el MORADO: aporta la estabilidad del azul y la energía del rojo, se asocia
con la sabiduría, la creatividad, la magia y el misterio.
Capricornio~ diciembre 22- enero 20 (elemento: tierra):
Esta es tu semana de la suerte así que tendrás mucho éxito y triunfarás en lo que te propongas. Te vendría bien una salida de vez en cuando, ya que estás un poco estresado con
el trabajo.
Tus números de la suerte para esta semana son: 0-88-8-62.
Tu color es el BEIGE: color que representa el poder, la elegancia, la formalidad y el
misterio.
Acuario~ enero 21- febrero 28 (elemento: aire):
Tu personalidad y atracción te abrirán las puertas a una nueva relación amorosa. Puede
que esta semana alguno de tus amigos necesite de tu ayuda, no te preocupes, la respuesta
al conflicto está en ti.
Tus números de la suerte para esta semana son: 7-18-42-9.
Tu color es el TURQUESA: color que simboliza la salud, la fidelidad, la juventud y el
amor verdadero.
Piscis~ febrero19- marzo 20 (elemento: agua):
Esta es una buena semana para conocer gente nueva y crear amistades. En esta semana
triunfarás en cualquier reto que te propongas si lo haces con dedicación y determinación.
Tus números de la suerte para esta semana son: 5-14-42-3.
Tu color es el NARANJA: color que representa la energía, las buenas vibras y la felicidad
y confianza.
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Al golpe del
Macuahuitl
No me ven,
pero me
escuchan
josemanuel.tapia@eton.edu.
mx
Jose Manuel Tapia
sofia.uribe@eton.edu.mx
Sofia Uribe
danna.macias@eton.edu.mx
Danna Macias
emilia.deleon@eton.edu.mx
renata.leyva@eton.edu.mx
isabela.calva@eton.edu.mx
andrea.madrigal@eton.edu.
mx
Renata Leyva
Andrea Madrigal
alexa.delapaz@eton.edu.mx
Alexa de la Paz
Emilia De Leon
Isabela Calva
diego.laviada@eton.edu.mx
Diego Laviada
andria.lopezmontes@eton.
edu.mx
Andria López Montes
clara.dearteaga@eton.edu.
mx
diegofrancisco.calderon@
eton.edu.mx
andrea.bravo@eton.edu.mx
Clara de Arteaga
Andrea Bravo
Diego Calderón
Rodrigo Garcia
marthastephany.delrio@
eton.edu.mx
agustin.fernandez@eton.edu.
mx
regina.gomez@eton.edu.mx
Martha del Río
Regina Gómez
rodrigo.garcia@eton.edu.mx
Agustin Fernandez
de sus hombres en Tenochtitlan. Para mi
sorpresa, la reunión de estas dos tropas del
este no fue pacífica y el líder que llego primero a estas tierras triunfo y se le unieron los
demás.
Mientras tanto, en la gran Tenochtitlan, el caos se apodera de la atmósfera. Las
calles de la bella ciudad estaban inundadas
de un color rojo sombrío, tanto tez pálida
como morena yacía acostada sin vida en
las avenidas de Tenochtitlan. La gente pálida, rápidamente abandonó la metrópolis.
Con una mirada caída y con una herida en
su corazón marcharon lúgubremente hacia
Tlaxcala con lagrimas brotando de sus ojos
mar. Un episodio triste, ni más ni menos,
con casualidades en ambos bandos. Sentí
pena por los dos, ver morir al Tlatoani
apedreado por su propia gente me causó un
hueco en el corazón y lo que más pena me
dio fue ver que el alma del ejercito blanco
estaba sediento por venganza.
Los días pasaron y mientras estas
bestias con plumas en sus caras planificaban, tallaban su propio ingenio en
máquinas capaces de moverse sobre tierra
y agua, cortaban suministros para abastecer a Tenochtitlan, la venganza divina cayó sobre los mexicas. Mi creación
moría tan rápido como las hojas caen
de los árboles en otoño. Estaba presenciando como un espectador silencioso
la caída de mi gente, esperando el día en
que el ejército del otro lado del mar arrasará con la metrópolis del ombligo de
la tierra. Preparándome para el olvido,
preparándome para el golpe que recibiría mi corazón al ver a mis hijos morir.
Preparándome para mi muerte ahora sin
sacrificios, preparándome para la eternidad, preparándome para ver el último
golpe del Macuahuitl.
Colaboradores
manuel.sanchez@eton.edu.mx
Diseño de Imagen
Manuel Sánchez
carlos.ramirez@eton.edu.mx
Conociendo
lo desconocido
Asesor de Imagen
Carlos Ramírez
joseandres.diazceballos@eton.edu.mx
Diseño de Portada e Interiores
Andrés Díaz Ceballos Boy
nicole.dieter@eton.edu.mx
Nicole Dieter
ramon.lopez@eton.edu.mx
ÍNDICE
11
Editor en Jefe
Ramón López
DIRECTORIO
Ilustraciones
Andria López Montes
Diego Laviada
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mi puesto, más que mis hermanos que comparten conmigo la gloria.
A sorpresa mía, en cuanto profanan
con su planta mi suelo, hombres con el
mismo dialecto se encuentran y ahora con
un integrante más, parten hacia el norte. No
tardaron los hombres blancos del este en
derramar las primeras gotas de sangre. Con
esta victoria a su favor, emprenden hacia el
norte con mujeres, entre ellas una traductora.
Siguiendo su recorrido, llegan a
Ulúa, en donde un mensajero de la ciudad
de las tunas les ofrece oro con la condición
de que fugasen de esta tierra, y fue en este
momento preciso que me di cuenta que ellos
no eran dioses. Su mirada llena de envidia
y ambición cuando posaron su vista sobre
el metal los delató por completo. No estaba
muy seguro de lo que eran, pero afirmado
estaba que a ellos no les pertenecía esta tierra.
Andrea Bravo
Martha del Río
Llamaron a la puerta, era el agorero, traía consigo una carta,
de parte del rey Fernando de Aragón. No recuerdo la última
vez que había recibido una carta proveniente de él. Tendría
que salir inmediatamente hacia el nuevo territorio al que
llamaban Colhúa. El rey estaba preocupado por el poder que
Colón conseguiría con este nuevo descubrimiento, es por eso
que solicitaba la expedición de Vasco Núñez de Balboa.
Nuestro barco zarpó en septiembre de 1510. La nave no era
muy lujosa; de hecho había poco espacio. Tuve que compartir
mi camarote con un marino español llamado Gonzalo Guerrero, quien viajaba con nosotros por razones ajenas a mi.
Siguiendo su rumbo, la gente del este
se encontraría con el pueblo independiente
de Tlaxcala en donde unieron fuerzas para
derrocar al imperio. Siguiendo la ruta hacia
Tenochtitlan, pasan por la gran Cholula,
aliada de Tenochtitlan. Con mis propios
ojos presencié el asesinato frío de mi propia
creación, y con esta muestra de poder, no
solo los demás pueblos se vieron intimidados, sino hasta yo me quedé sin palabras. Sin
nada que los detuviera, marcharon hacia la
ciudad prometida.
El ejército del otro lado del mar llega
a Tenochtitlan con ambición en sus almas.
El Tlatoani Moctezuma los recibe personalmente y los acoge por ocho meses, siendo
prisionero en su propia tierra.
En las costas del este, embarca una
nueva tropa de hombres blancos y con
ellos viene otro ser de color oscuro como la
noche. El líder del ejército del Este marcha
para encontrarse con ellos, dejando a varios
En una semana alcanzamos nuestro destino. Desembarcamos en la
Península de Yucatán y establecimos un pequeño campamento a
la orilla del mar al que llamamos
Darién. Estuvimos casi un año explorando estas nuevas tierras. Casi
al finalizar el año, empezamos a
empacar para nuestro retorno a
Cuba; poco después zarpamos.
El 15 de agosto de 1511 hubo una
gran e inesperada tormenta. El
barco sufrió grandes daños y los
pasajeros tuvieron problemas. No
muchos sobrevivimos, y los que
sí, terminamos varados en una
pequeña isla frente a Jamaica. En tierra firme contamos
20 cabezas, entre ellas Gonzalo Guerrero. Sabíamos que
no podíamos quedarnos mucho tiempo en este lugar
porque los recursos eran limitados. Rápidamente nos
dispusimos a construir una pequeña balsa de remos. Al
poco tiempo partimos, pero se alzaron algunas dificultades y después de un tiempo de tratar de encontrar
nuestro rumbo y de perder a la mayoría de mis compañeros, las corrientes marítimas nos arrastraron hacia
las costas de Yucatán.
1
2
Estuvimos unos días caminando antes de que nos
llevarán hasta un pequeño establecimiento. Al
llegar nos encerraron, pasaron unos cuantos días,
perdí la cuenta, no nos dejaban salir y tampoco
nos alimentaban. Éramos solo Guerrero y yo,
encerrados en una celda, sin comida y con agua
escasa. Los que parecían ser soldados se burlaban
de nosotros desde fuera, pero había algo más: nos
analizaban, nuestra forma de hablar, de mover, de
actuar, parecían tener mucha curiosidad, como
si nunca hubieran visto algo igual. Justo cuando
creíamos que moriríamos, llegó alguien diferente
a los soldados, con un aire de poder y grandeza.
Dirigió un par de palabras a los soldados y momentos después, estos nos estaban abriendo la
puerta y ayudándonos a levantar. Guerrero y yo
estábamos tan confundidos que permanecimos petrificados. Nos dirigieron fuera de lo que parecía ser una
clase de calabozo.
Nos llevaron caminando por las
calles, que estaban llenas de personas, hacia un pequeño templo situado en lo alto de un monte. La gente
nos veía como si fuéramos unos
extraterrestres o algo de otro mundo.
No comprendía a dónde nos llevaban
ni por qué, pero se notaba que ya no
La historia empieza con un pueblo
oprimido, cegado por la ambición, que viajó
desde las tierras áridas del norte hacia la
tierra prometida del sur. Guiados por mi
hermano Huitzilopochtli, este pueblo llegó
al lago de Texcoco en donde los pueblos
nativos los subestimaron y los humillaron,
y sin embargo, este pueblo renació entre
las cenizas para fundar el imperio más
grande que el oeste haya visto, manipulando e intimidando a base de miedo y sangre
derramada en nombre de los dioses. El
pueblo Mexica cambiaría la historia de mi
tierra para siempre, pero ni siquiera yo, su
creador, pude imaginar la caída de Tenochtitlan, ni siquiera yo, el dios de la vida, pude
imaginar tanta muerte.
Presencié el comienzo y veré el final,
viví en el tiempo del primer sol y viviré
eternamente en el olvido recordando los
momentos en donde me alababan. Viviré
teniendo el sentimiento eterno de la duda,
porque ni si quiera yo sé de dónde vienen o
quién creó a los hombres blancos del Este.
Era una tarde fría en la gran Tenochtitlán, y sin embargo, el cielo estaba encendido con las llamas más intensas de un atardecer, cuando el crepúsculo tomaba lugar en el
cielo, y el sol terminaba su camino; el Tlatoani recibió el mensaje de que yo caminaba
en la morada de los vivos.
Mientras tanto en el sur, ballenas de
madera encallaban en tierra maya. De las
entrañas de esta bestia, emergen criaturas
desconocidas a mis ojos. Eran muy diferentes tanto a mí como a mi creación, vestían
de plata, mientras que yo de plumas estaba
hecho. Con una tez pálida, cara emplumada
y ojos soberbios montan sobre fieras alienígenas. Así como yo y mi gente, ocultando su
velo arrogante, en su iris irradia la maravilla.
Hombre o dios, yo nunca supe de alguien
más que caminara sobre la faz de la tierra y
mucho menos de alguien que compartiera
Al llegar a Yucatán éramos cuatro hombres. Era un territorio
desconocido para nosotros, cuando habíamos estado aquí un
tiempo antes, no visitamos esta zona. Poco después aparecieron
unos salvajes, traían armas extrañas que usaban para matar a
otros hombres. Nos veían de forma peculiar, y después de unos
segundos corrieron hacia nosotros de una manera no amigable.
Mataron a dos de nuestros hombres y nos capturaron a mi compañero, Guerrero, y a mí.
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8
frutos que crecieron por sus propias manos.
Presencié la unificación de diferentes aldeas
creando solo una, tanto en el norte como
en el sur, y presencié incontables actos
de amor al igual que incontables actos de
soberbia, valentía y compasión. Mis hijos
me bautizaron bajo el nombre de Kukulcan
en el sur y en la lengua que suena hermosa,
nací como Quetzalcoatl, la serpiente emplumada. Sin embargo, el destino de mi
creación cambio en un segundo del tiempo
cósmico.
Ilustraciones
Regina Gómez
Danna Macias
tenían esas vibras de violencia, ahora nos trataban incluso con respeto y amabilidad.
Al llegar a la cima del monte y entrar a lo que parecía ser un templo, nos esperaba un banquete. Estábamos tan hambrientos que apenas los salvajes mostraron señales de que era para
nosotros, nos sentamos y empezamos a comer.
Después de esto, se nos permitió involucrarnos en su sociedad. Con el tiempo íbamos adquiriendo más conocimiento sobre su cultura y sus costumbre, y hasta logramos comunicarnos
en su idioma fluentemente. Claro que aunque se nos trataba con respeto y honor, no éramos
emperadores. Teníamos que ganarnos nuestra comida y vivienda. Yo hice muchos amigos, y
Guerrero logró formar una familia.
Un día, luego de unos cuantos años, 8 para ser exacto, llegó la noticia de que unas montañas
flotantes habían llegado a la costa de Veracruz. Sabía que no tardarían mucho en llegar hasta
el pequeño pueblo en donde estaba, y así pasó. En unas pocas semanas, 1519, un español al
que llamaban Cortés llegó
al pueblo. Al conocernos,
me contó sobre su misión y
al darme cuenta de que era
parecida a lo que el rey nos
había pedido hace tantos
años, decidí unirme a él
y ayudarlo con la barrera
del lenguaje; sin embargo,
mi compañero y amigo,
Guerrero, no lo hizo, ya
que él no quería dejar a su
familia en ese pueblo al que
ya habíamos empezado a
llamar hogar.
En las desoladas tierras del continente
en donde el sol muere, donde el tiempo es
relativo a los astros y las águilas se posan
en nopales, se me otorgó la responsabilidad de sembrar la vida durante los tiempos
del quinto sol. Con huesos y maíz, mis
hijos tatuaron su huella sobre las tierras
del ombligo del universo. Como un espectador silencioso, observé la evolución
de mi creación, los vi tallar su ingenio en
herramientas y los vi con esas herramientas trotar al paso del mamut. Vi en sus ojos
el hambre insaciable que la curiosidad les
brindaba y vi como la curiosidad les dio
Jose Manuel Tapia
Agustin Fernandez
Rodrigo Garcia
Diego Calderón
3
7
Es así como termina la historia
ignorada de la Conquista Española
liderada por el gran Hernán Cortés. Sin
mi padre, la historia invisible que nos
ha llenado a todos de riquezas no sería
nada. Espero que después de leer esto
se den cuenta de todo lo que se van a
perder después de mi asesinato y será
cuando ustedes no me verán, pero me
escucharán.
Clara de Arteaga
Alexa de la Paz
Andrea Madrigal
Renata Leyva
Sofia Uribe
Me ven, pero no me escuchan. Me encuentro enterrado entre los hechos que hacen mi
historia una realidad. Si quieres escuchar de un hombre cuyas palabras son fantasmales, sigue
leyendo: Mi nombre es Martín Cortés, hijo del más grande conquistador del mundo. Me distingo por la sangre azteca que fluye en mis venas por parte de mi madre Doña Marina, mejor
conocida como la Malinche; la gran traductora de Hernán Cortés, para algunos la traidora y
para otros la heroína. La Historia que he escuchado tantas veces bajo diferentes luces ahora es
tiempo de contarla y que todo el mundo sepa la verdad.
El intento de hacer las paces con los
mexicas fue fallido y en vez de eso los
echaron de su ciudad. Lo que ellos no
sabían es que en el barco de Narváez se
encontraba un esclavo negro que traía
consigo viruela. Esta enfermedad fue la
responsable de matar a los pocos Mexicas
que habían sobrevivido a la brutal masacre,
sin dejar rastro alguno de sangre azteca
que ahora quedará
por siempre
Todo empezó en 1519 en la tercera expedición bajo órdenes de Diego Velázquez y dirigida por mi padre. Esta expedición venía de Cuba a una isla en ese entonces desconocida, ahora
bautizada Cozumel. Al llegar, mi padre fue bienvenido con una grata sorpresa: dos compatriotas, Gerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero, que habían naufragado hace ya algunos años.
Una vez adaptados a este estilo de vida fueron capaces de enseñarle a mi padre sus costumbres
y tradiciones. Los nativos tuvieron una gran desconfianza y se levantaron en armas, pero mi
padre, siendo el gran estratega que es, obtuvo una gloriosa victoria.
impregnada en las calles de Tenochtitlán.
Finalmente mi padre se preparó para el
asalto final, tomó a Cuauhtémoc como
prisionero y Tenochtitlán cayó en poder
de los españoles, mejor dicho, en manos
de mi padre.
inútilmente tuvo las agallas de cuestionarlo
cuando estaba bajo el directo cargo del rey
Carlos V, se dirigió de regreso con sus tropas y, al llegar, se dio cuenta de que Alvarado había creado una ola de caos.
Ilustraciones
Isabela Calva
Emilia De Leon
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6
Mientras se llevaba a cabo la
fiesta dedicada a los dioses Tláloc
y Quetzalcóatl, toda la ciudad de
Tenochtitlán se reunió en el Templo Mayor, y ahí fue cuando Alvarado
decidió atacar, masacrando a mujeres,
niños y hombres. Fue durante esta
misma matanza que el mismo pueblo
decidió matar a su “protector” Moctezuma, lanzándole piedras hasta morir,
culpándolo por haberles abierto las
puertas a los intrusos. Una vez que
mi padre terminó con Narváez, quien
Sorprendentemente, el supuesto “gran protector” Moctezuma los recibió con los brazos
abiertos y les dio refugio durante 8 meses. Ambos aprendieron a convivir y por todo ese tiempo, los pueblos se llevaron como hermanos, hasta que Diego Velázquez mandó a uno de sus
peones llamado Pánfilo de Narváez para encontrar a Cortés y decirle que regresara a Cuba. Mi
padre, siendo el hombre que era, decidió enfrentar cara a cara a Narváez dejando a Pedro de
Alvarado a cargo de sus tropas en la ciudad de Tenochtitlán.
Una vez conquistado Cozumel, las tropas
de mi padre se dirigieron a lo que ahora es
Tabasco, donde hubo un enfrentamiento y por
segunda vez ganó la batalla. Como recompensa
le dieron a mi padre 20 mujeres, pero solo una
destacaba: mi madre, “La Malinche”. Ella no
solo destacó por su belleza, sino también por su
manera de usar más de una lengua, el Maya y
el Náhuatl. La expedición de mi papá continuó
a San Juan de Ulúa; al llegar ahí hombres de la
capital le ofrecieron hermosos obsequios, entre
ellos, metales preciosos como el oro y la plata
a cambio de que regresaran al lugar del cual
provenían.
grande, consistía en llegar a la capital y adueñarse de todas las riquezas; para ello se alió con
los enemigos de los mexicas, los tlaxcaltecas, y juntos pelearon con los aliados de los mexicas.
Después de varias batallas y con un ejército de más de 150 personas, llegaron a su destino final,
en donde estaban seguros de que iban a pelear la batalla más sangrienta de sus vidas.
En ese momento mi padre no sabía lo que estaba sucediendo. Había una leyenda que se
contaba desde hace siglos que establecía que Quetzalcóatl, el dios de la guerra, algún día regresaría acompañado de otro dios a Tenochtitlán. Estos dioses se acercarían desde el oriente,
el mismo oriente que pisó mi padre hace varias décadas. Cuando los Mexicas escucharon los
rumores, asumieron que los españoles eran los dioses, pero claro siempre hay alguien que duda
si estos mismos rumores son verdaderos; en este caso, este alguien fue nada más y nada menos
que el Tlatoani Moctezuma. Moctezuma le pidió a Cortés que regresara su tierra, pero mi
padre no sería hoy el mejor conquistador si se hubiese rendido al tan solo escuchar el eco de la
primera advertencia.
En 1519, mi padre, Cortés, fundó Villa Rica de la Veracruz, donde lo nombraron capitán
general de la tercera expedición en México. Sin embargo, mi padre tenía una visión más
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Mientras se llevaba a cabo la
fiesta dedicada a los dioses Tláloc
y Quetzalcóatl, toda la ciudad de
Tenochtitlán se reunió en el Templo Mayor, y ahí fue cuando Alvarado
decidió atacar, masacrando a mujeres,
niños y hombres. Fue durante esta
misma matanza que el mismo pueblo
decidió matar a su “protector” Moctezuma, lanzándole piedras hasta morir,
culpándolo por haberles abierto las
puertas a los intrusos. Una vez que
mi padre terminó con Narváez, quien
Sorprendentemente, el supuesto “gran protector” Moctezuma los recibió con los brazos
abiertos y les dio refugio durante 8 meses. Ambos aprendieron a convivir y por todo ese tiempo, los pueblos se llevaron como hermanos, hasta que Diego Velázquez mandó a uno de sus
peones llamado Pánfilo de Narváez para encontrar a Cortés y decirle que regresara a Cuba. Mi
padre, siendo el hombre que era, decidió enfrentar cara a cara a Narváez dejando a Pedro de
Alvarado a cargo de sus tropas en la ciudad de Tenochtitlán.
Una vez conquistado Cozumel, las tropas
de mi padre se dirigieron a lo que ahora es
Tabasco, donde hubo un enfrentamiento y por
segunda vez ganó la batalla. Como recompensa
le dieron a mi padre 20 mujeres, pero solo una
destacaba: mi madre, “La Malinche”. Ella no
solo destacó por su belleza, sino también por su
manera de usar más de una lengua, el Maya y
el Náhuatl. La expedición de mi papá continuó
a San Juan de Ulúa; al llegar ahí hombres de la
capital le ofrecieron hermosos obsequios, entre
ellos, metales preciosos como el oro y la plata
a cambio de que regresaran al lugar del cual
provenían.
grande, consistía en llegar a la capital y adueñarse de todas las riquezas; para ello se alió con
los enemigos de los mexicas, los tlaxcaltecas, y juntos pelearon con los aliados de los mexicas.
Después de varias batallas y con un ejército de más de 150 personas, llegaron a su destino final,
en donde estaban seguros de que iban a pelear la batalla más sangrienta de sus vidas.
En ese momento mi padre no sabía lo que estaba sucediendo. Había una leyenda que se
contaba desde hace siglos que establecía que Quetzalcóatl, el dios de la guerra, algún día regresaría acompañado de otro dios a Tenochtitlán. Estos dioses se acercarían desde el oriente,
el mismo oriente que pisó mi padre hace varias décadas. Cuando los Mexicas escucharon los
rumores, asumieron que los españoles eran los dioses, pero claro siempre hay alguien que duda
si estos mismos rumores son verdaderos; en este caso, este alguien fue nada más y nada menos
que el Tlatoani Moctezuma. Moctezuma le pidió a Cortés que regresara su tierra, pero mi
padre no sería hoy el mejor conquistador si se hubiese rendido al tan solo escuchar el eco de la
primera advertencia.
En 1519, mi padre, Cortés, fundó Villa Rica de la Veracruz, donde lo nombraron capitán
general de la tercera expedición en México. Sin embargo, mi padre tenía una visión más
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Clara de Arteaga
Alexa de la Paz
Andrea Madrigal
Renata Leyva
Sofia Uribe
Es así como termina la historia
ignorada de la Conquista Española
liderada por el gran Hernán Cortés. Sin
mi padre, la historia invisible que nos
ha llenado a todos de riquezas no sería
nada. Espero que después de leer esto
se den cuenta de todo lo que se van a
perder después de mi asesinato y será
cuando ustedes no me verán, pero me
escucharán.
Me ven, pero no me escuchan. Me encuentro enterrado entre los hechos que hacen mi
historia una realidad. Si quieres escuchar de un hombre cuyas palabras son fantasmales, sigue
leyendo: Mi nombre es Martín Cortés, hijo del más grande conquistador del mundo. Me distingo por la sangre azteca que fluye en mis venas por parte de mi madre Doña Marina, mejor
conocida como la Malinche; la gran traductora de Hernán Cortés, para algunos la traidora y
para otros la heroína. La Historia que he escuchado tantas veces bajo diferentes luces ahora es
tiempo de contarla y que todo el mundo sepa la verdad.
El intento de hacer las paces con los
mexicas fue fallido y en vez de eso los echaron de su ciudad. Lo que ellos no sabían es
que en el barco de Narváez se encontraba
un esclavo negro que traía consigo viruela. Esta enfermedad fue la responsable
de matar a los pocos Mexicas que habían
sobrevivido a la brutal masacre, sin dejar
rastro alguno de sangre azteca que ahora
quedará
por siempre impregnada
Todo empezó en 1519 en la tercera expedición bajo órdenes de Diego Velázquez y dirigida por mi padre. Esta expedición venía de Cuba a una isla en ese entonces desconocida, ahora
bautizada Cozumel. Al llegar, mi padre fue bienvenido con una grata sorpresa: dos compatriotas, Gerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero, que habían naufragado hace ya algunos años.
Una vez adaptados a este estilo de vida fueron capaces de enseñarle a mi padre sus costumbres
y tradiciones. Los nativos tuvieron una gran desconfianza y se levantaron en armas, pero mi
padre, siendo el gran estratega que es, obtuvo una gloriosa victoria.
en las calles de Tenochtitlán. Finalmente
mi padre se preparó para el asalto final,
tomó a Cuauhtémoc como prisionero
y Tenochtitlán cayó en poder de los
españoles, mejor dicho, en manos de mi
padre.
inútilmente tuvo las agallas de cuestionarlo
cuando estaba bajo el directo cargo del rey
Carlos V, se dirigió de regreso con sus tropas
y, al llegar, se dio cuenta de que Alvarado
había creado una ola de caos.
Ilustraciones
Isabela Calva
Emilia De Leon
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frutos que crecieron por sus propias manos.
Presencié la unificación de diferentes aldeas
creando solo una, tanto en el norte como
en el sur, y presencié incontables actos
de amor al igual que incontables actos de
soberbia, valentía y compasión. Mis hijos
me bautizaron bajo el nombre de Kukulcan
en el sur y en la lengua que suena hermosa,
nací como Quetzalcoatl, la serpiente emplumada. Sin embargo, el destino de mi
creación cambio en un segundo del tiempo
cósmico.
Ilustraciones
Regina Gómez
Danna Macias
tenían esas vibras de violencia, ahora nos trataban incluso con respeto y amabilidad.
Al llegar a la cima del monte y entrar a lo que parecía ser un templo, nos esperaba un banquete. Estábamos tan hambrientos que apenas los salvajes mostraron señales de que era para
nosotros, nos sentamos y empezamos a comer.
Después de esto, se nos permitió involucrarnos en su sociedad. Con el tiempo íbamos adquiriendo más conocimiento sobre su cultura y sus costumbre, y hasta logramos comunicarnos
en su idioma fluentemente. Claro que aunque se nos trataba con respeto y honor, no éramos
emperadores. Teníamos que ganarnos nuestra comida y vivienda. Yo hice muchos amigos, y
Guerrero logró formar una familia.
Un día, luego de unos cuantos años, 8 para ser exacto, llegó la noticia de que unas montañas
flotantes habían llegado a la costa de Veracruz. Sabía que no tardarían mucho en llegar hasta
el pequeño pueblo en donde estaba, y así pasó. En unas pocas semanas, 1519, un español al
que llamaban Cortés llegó
al pueblo. Al conocernos,
me contó sobre su misión y
al darme cuenta de que era
parecida a lo que el rey nos
había pedido hace tantos
años, decidí unirme a él
y ayudarlo con la barrera
del lenguaje; sin embargo,
mi compañero y amigo,
Guerrero, no lo hizo, ya
que él no quería dejar a su
familia en ese pueblo al que
ya habíamos empezado a
llamar hogar.
En las desoladas tierras del continente
en donde el sol muere, donde el tiempo es
relativo a los astros y las águilas se posan
en nopales, se me otorgó la responsabilidad de sembrar la vida durante los tiempos
del quinto sol. Con huesos y maíz, mis
hijos tatuaron su huella sobre las tierras
del ombligo del universo. Como un espectador silencioso, observé la evolución
de mi creación, los vi tallar su ingenio en
herramientas y los vi con esas herramientas trotar al paso del mamut. Vi en sus ojos
el hambre insaciable que la curiosidad les
brindaba y vi como la curiosidad les dio
Jose Manuel Tapia
Agustin Fernandez
Rodrigo Garcia
Diego Calderón
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estábamos tan confundidos que permanecimos petrificados. Nos dirigieron fuera de lo que parecía ser una
clase de calabozo.
Nos llevaron caminando por las
calles, que estaban llenas de personas, hacia un pequeño templo situado en lo alto de un monte. La gente
nos veía como si fuéramos unos
extraterrestres o algo de otro mundo.
No comprendía a dónde nos llevaban
ni por qué, pero se notaba que ya no
La historia empieza con un pueblo
oprimido, cegado por la ambición, que viajó
desde las tierras áridas del norte hacia la
tierra prometida del sur. Guiados por mi
hermano Huitzilopochtli, este pueblo llegó
al lago de Texcoco en donde los pueblos
nativos los subestimaron y los humillaron,
y sin embargo, este pueblo renació entre
las cenizas para fundar el imperio más
grande que el oeste haya visto, manipulando e intimidando a base de miedo y sangre
derramada en nombre de los dioses. El
pueblo Mexica cambiaría la historia de mi
tierra para siempre, pero ni siquiera yo, su
creador, pude imaginar la caída de Tenochtitlan, ni siquiera yo, el dios de la vida, pude
imaginar tanta muerte.
Presencié el comienzo y veré el final,
viví en el tiempo del primer sol y viviré
eternamente en el olvido recordando los
momentos en donde me alababan. Viviré
teniendo el sentimiento eterno de la duda,
2
porque ni si quiera yo sé de dónde vienen o
quién creó a los hombres blancos del Este.
Era una tarde fría en la gran Tenochtitlán, y sin embargo, el cielo estaba encendido con las llamas más intensas de un atardecer, cuando el crepúsculo tomaba lugar en el
cielo, y el sol terminaba su camino; el Tlatoani recibió el mensaje de que yo caminaba
en la morada de los vivos.
Mientras tanto en el sur, ballenas de
madera encallaban en tierra maya. De las
entrañas de esta bestia, emergen criaturas
desconocidas a mis ojos. Eran muy diferentes tanto a mí como a mi creación, vestían
de plata, mientras que yo de plumas estaba
hecho. Con una tez pálida, cara emplumada
y ojos soberbios montan sobre fieras alienígenas. Así como yo y mi gente, ocultando su
velo arrogante, en su iris irradia la maravilla.
Hombre o dios, yo nunca supe de alguien
más que caminara sobre la faz de la tierra y
mucho menos de alguien que compartiera
Estuvimos unos días caminando antes de que nos
llevarán hasta un pequeño establecimiento. Al
llegar nos encerraron, pasaron unos cuantos días,
perdí la cuenta, no nos dejaban salir y tampoco
nos alimentaban. Éramos solo Guerrero y yo,
encerrados en una celda, sin comida y con agua
escasa. Los que parecían ser soldados se burlaban
de nosotros desde fuera, pero había algo más: nos
analizaban, nuestra forma de hablar, de mover, de
actuar, parecían tener mucha curiosidad, como
si nunca hubieran visto algo igual. Justo cuando
creíamos que moriríamos, llegó alguien diferente
a los soldados, con un aire de poder y grandeza.
Dirigió un par de palabras a los soldados y momentos después, estos nos estaban abriendo la
puerta y ayudándonos a levantar. Guerrero y yo
Al llegar a Yucatán éramos cuatro hombres. Era un territorio
desconocido para nosotros, cuando habíamos estado aquí un
tiempo antes, no visitamos esta zona. Poco después aparecieron
unos salvajes, traían armas extrañas que usaban para matar a
otros hombres. Nos veían de forma peculiar, y después de unos
segundos corrieron hacia nosotros de una manera no amigable.
Mataron a dos de nuestros hombres y nos capturaron a mi compañero, Guerrero, y a mí.
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mi puesto, más que mis hermanos que comparten conmigo la gloria.
A sorpresa mía, en cuanto profanan
con su planta mi suelo, hombres con el
mismo dialecto se encuentran y ahora con
un integrante más, parten hacia el norte. No
tardaron los hombres blancos del este en
derramar las primeras gotas de sangre. Con
esta victoria a su favor, emprenden hacia el
norte con mujeres, entre ellas una traductora.
Siguiendo su recorrido, llegan a
Ulúa, en donde un mensajero de la ciudad
de las tunas les ofrece oro con la condición
de que fugasen de esta tierra, y fue en este
momento preciso que me di cuenta que ellos
no eran dioses. Su mirada llena de envidia
y ambición cuando posaron su vista sobre
el metal los delató por completo. No estaba
muy seguro de lo que eran, pero afirmado
estaba que a ellos no les pertenecía esta tierra.
Andrea Bravo
Martha del Río
Llamaron a la puerta, era el agorero, traía consigo una carta,
de parte del rey Fernando de Aragón. No recuerdo la última
vez que había recibido una carta proveniente de él. Tendría
que salir inmediatamente hacia el nuevo territorio al que
llamaban Colhúa. El rey estaba preocupado por el poder que
Colón conseguiría con este nuevo descubrimiento, es por eso
que solicitaba la expedición de Vasco Núñez de Balboa.
Nuestro barco zarpó en septiembre de 1510. La nave no era
muy lujosa; de hecho había poco espacio. Tuve que compartir
mi camarote con un marino español llamado Gonzalo Guerrero, quien viajaba con nosotros por razones ajenas a mi.
Ilustraciones
Andria López Montes
Diego Laviada
En una semana alcanzamos nuestro destino. Desembarcamos en la
Península de Yucatán y establecimos un pequeño campamento a
la orilla del mar al que llamamos
Darién. Estuvimos casi un año explorando estas nuevas tierras. Casi
al finalizar el año, empezamos a
empacar para nuestro retorno a
Cuba; poco después zarpamos.
El 15 de agosto de 1511 hubo una
gran e inesperada tormenta. El
barco sufrió grandes daños y los
pasajeros tuvieron problemas. No
muchos sobrevivimos, y los que
sí, terminamos varados en una
Siguiendo su rumbo, la gente del este
se encontraría con el pueblo independiente
de Tlaxcala en donde unieron fuerzas para
derrocar al imperio. Siguiendo la ruta hacia
Tenochtitlan, pasan por la gran Cholula,
aliada de Tenochtitlan. Con mis propios
ojos presencié el asesinato frío de mi propia
creación, y con esta muestra de poder, no
solo los demás pueblos se vieron intimidados, sino hasta yo me quedé sin palabras. Sin
nada que los detuviera, marcharon hacia la
ciudad prometida.
El ejército del otro lado del mar llega
a Tenochtitlan con ambición en sus almas.
El Tlatoani Moctezuma los recibe personalmente y los acoge por ocho meses, siendo
prisionero en su propia tierra.
En las costas del este, embarca una
nueva tropa de hombres blancos y con
ellos viene otro ser de color oscuro como la
noche. El líder del ejército del Este marcha
para encontrarse con ellos, dejando a varios
pequeña isla frente a Jamaica. En tierra firme contamos
20 cabezas, entre ellas Gonzalo Guerrero. Sabíamos que
no podíamos quedarnos mucho tiempo en este lugar
porque los recursos eran limitados. Rápidamente nos
dispusimos a construir una pequeña balsa de remos. Al
poco tiempo partimos, pero se alzaron algunas dificultades y después de un tiempo de tratar de encontrar
nuestro rumbo y de perder a la mayoría de mis compañeros, las corrientes marítimas nos arrastraron hacia
las costas de Yucatán.
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josemanuel.tapia@eton.edu.
mx
Jose Manuel Tapia
sofia.uribe@eton.edu.mx
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Isabela Calva
Renata Leyva
Emilia De Leon
Sofia Uribe
Danna Macias
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Andrea Madrigal
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Alexa de la Paz
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Clara de Arteaga
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Andrea Bravo
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Martha del Río
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Regina Gómez
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Diego Laviada
andria.lopezmontes@eton.
edu.mx
Andria López Montes
diegofrancisco.calderon@
eton.edu.mx
Diego Calderón
rodrigo.garcia@eton.edu.mx
Rodrigo Garcia
agustin.fernandez@eton.edu.
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Agustin Fernandez
de sus hombres en Tenochtitlan. Para mi
sorpresa, la reunión de estas dos tropas del
este no fue pacífica y el líder que llego primero a estas tierras triunfo y se le unieron los
demás.
Mientras tanto, en la gran Tenochtitlan, el caos se apodera de la atmósfera. Las
calles de la bella ciudad estaban inundadas
de un color rojo sombrío, tanto tez pálida
como morena yacía acostada sin vida en
las avenidas de Tenochtitlan. La gente pálida, rápidamente abandonó la metrópolis.
Con una mirada caída y con una herida en
su corazón marcharon lúgubremente hacia
Tlaxcala con lagrimas brotando de sus ojos
mar. Un episodio triste, ni más ni menos,
con casualidades en ambos bandos. Sentí
pena por los dos, ver morir al Tlatoani
apedreado por su propia gente me causó un
hueco en el corazón y lo que más pena me
dio fue ver que el alma del ejercito blanco
estaba sediento por venganza.
Los días pasaron y mientras estas
bestias con plumas en sus caras planificaban, tallaban su propio ingenio en
máquinas capaces de moverse sobre tierra
y agua, cortaban suministros para abastecer a Tenochtitlan, la venganza divina cayó sobre los mexicas. Mi creación
moría tan rápido como las hojas caen
de los árboles en otoño. Estaba presenciando como un espectador silencioso
la caída de mi gente, esperando el día en
que el ejército del otro lado del mar arrasará con la metrópolis del ombligo de
la tierra. Preparándome para el olvido,
preparándome para el golpe que recibiría mi corazón al ver a mis hijos morir.
Preparándome para mi muerte ahora sin
sacrificios, preparándome para la eternidad, preparándome para ver el último
golpe del Macuahuitl.
Al golpe del
Macuahuitl
No me ven,
pero me
escuchan
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