1 Esta publicación se ha llevado a cabo como resultado de la formación de un grupo Grupo de Trabajo organizado por el Centro de Formación, Innovación y Asesoramiento en Materia Educativa (CEFIAME) de la Consejería de Educación, Cultura y Turismo del Gobierno de La Rioja, para el curso 2013-2014. El Título del Grupo de Trabajo es “ Diseño de una tarea multidisciplinar en ESO” Los alumnos de 2º ESO de IES Comercio, Logroño del curso académico 2013-2014 han elaborado los artículos que aquí se presentan dirigidos por los siguientes profesores: María Celeste Cilla Alonso (Geografía e Historia) Ana María Lara Díez (Inglés) Pedro López Rodríguez (Geografía e Historia) Fidel Torcida Fdez-Baldor ( Biología y Geología) Logroño, mayo de 2014 2 PRESENTACIÓN Debido a un descubrimiento fortuito, Arturo -un alumno apasionado por los enigmas históricos- descubre que una de las coronas de la familia real inglesa alberga un “rubí”, que fue un preciado botín en una de las más célebres batallas libradas en la Edad Media en la ciudad de Nájera (La Rioja). Su agudo ingenio le convence de que no puede hacerlo él sólo, así comienza a cavilar como resolver este intrincado misterio. Sabe que sus profesores no le van a fallar e informa de su proyecto a la profesora de inglés, pues hay muchas páginas en este idioma que necesitará leer. Pero a la vez tiene dudas sobre las propiedades de la piedra preciosa que acaba de descubrir, por lo que será conveniente involucrar al especialista de Ciencias Naturales. En última instancia, el navegar por estos siglos oscuros de la Edad Media, exigirá también contar con los profesores de Historia. Esta idea disparataba, en un principio, despierta no solo el interés de sus profesores, sino también de todos sus compañeros. El proyecto recorre el Instituto, pero finalmente serán los alumnos de 2º de la ESO de IES COMERCIO en Logroño, los que acaben patrocinando esta búsqueda del conocimiento, para desentrañar las claves de cómo un rubí presente en la ciudad de Nájera terminó en la testa de la Corona inglesa. Tan importante descubrimiento merece ser publicado y presentado al resto de compañeros, padres, profesores y público en general. La investigación llevada a cabo por medio de una “webquest” ha concluido con estos artículos que espero te ayuden a desentrañar este enigma del rubí de la Corona y te anime a seguir investigando otros misterios por resolver de tiempos pasados 3 El Rubí de la Corona Imperial Londres, la capital del Reino Unido, esconde grandes tesoros entre sus edificios más emblemáticos y la Torre es uno de estos lugares donde podemos encontrar una interesante Historia que nos une con La Rioja en el tiempo. Una visita a Londres Cualquier turista que visita Londres incluye la Torre como atracción turística de primer orden, ya que es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Construida por el rey normando William “the Conqueror” en 1066 cuando se instala como rey de Inglaterra para frenar a los londinenses que se le oponían. Este edificio que hoy podemos admirar al lado del Támesis y del famoso Puente de la Torre está formado por diferentes dependencias que se han ido construyendo a lo largo de los siglos y que ha sido “home” (hogar) de los diferentes reyes que han regido Inglaterra. Como un grupo de turistas más, nos dirigimos a visitar este magnífico lugar y nos interesamos por ver y admirar las joyas de la monarquía inglesa que se exponen en uno de los edificios interiores. Las filas para visitar este tesoro son larguísimas y el tiempo que tienes para admirar todo ello es escaso. Sin embargo, no deja de llamarnos la atención una corona en la que destaca una gran piedra roja, un rubí. Es la llamada “Imperial State Crown”. Esta corona está considerada como el “regalia” o adorno más importante para los reyes de Inglaterra, ya que es la que llevan en la salida de la ceremonia de coronación cuando el nuevo monarca sale de “Westminster Abbey” (la Abadía de Westminster). El diseño de la corona es moderno pero las gemas son muy antiguas. ¿Cuál es el origen del rubí central? El origen de las gemas o piedras preciosas que forman esta corona es muy diverso. Nos centramos en el rubí situado en el centro y que tiene como nombre “ El rubí del Príncipe Negro” y averiguamos sobre su exótica procedencia. 4 El rubí del Príncipe Negro ¿Cómo llegó este rubí hasta el rey castellano? El nombre de esta piedra se debe a que fue Edward de Woodstock, príncipe de Gales de 1362 a 1372 , hijo de Enrique III quién la llevó a Inglaterra. Edward de Woodstock fue conocido como “The Black Prince” o príncipe negro debido al color de su atuendo y armadura. Cómo caballero medieval participó en las contiendas de la guerra de los cien años entre las coronas de Francia e Inglaterra, pero también tomó parte en la guerra que mantuvo Pedro I de Castilla contra su hermano Enrique de Trastámara. Gracias a su intervención en la batalla de Nájera el 3 de abril de 1367 Pedro I el Cruel recuperó el trono de Castilla y como pago a sus servicios el rey castellano le entregó entre otros pagos este rubí. Según los historiadores este rubí fue propiedad de los reyes moriscos de Granada cercanos a Sevilla donde residía el rey Pedro I el Cruel. El rey Muhammad fue expulsado de Granada por su cuñado Abu Zaid y se refugió en Sevilla. Así Pedro encontró un motivo para atacar Granada y anexionarse su territorio. Hizo que Abu Zaid se rindiera y como sabía que dicho rey tenía joyas de gran valor, incluyendo un gran rubí, durante el banquete hizo que mataran a todos sus asistentes hasta llegar al propio Abu Zaid al que asesinó el propio Pedro I. Al registrar el cadáver encontraron este rubí tan espectacular. Más allá de Granada, se cree que este rubí tiene su origen en las minas de Badakhshan en Afghanistan. Está considerado como un rubí espinela y su valor es tanto por su tamaño como por los momentos históricos en los que ha estado envuelto hasta llegar a ser parte principal de la “Imperial State Crown”. 5 INVESTIGACIÓN: ¿RUBÍ O ESPINELA?. El auténtico valor de una joya enigmática El denominado rubí de la corona imperial británica es una joya que ha “engañado” a sus poseedores durante años. Su valor económico no es tan alto como se pensaba En los grandes fastos del imperio británico, la reina Isabel II luce la corona imperial, en la que llama la atención en su centro el destello de un enorme rubí color sangre, del tamaño del huevo de una paloma. Se trata de una joya que fue sacada del tesoro real de la Alhambra de Granada en 1362 y que llegó unos años después a manos inglesas. Hoy conocemos, por los últimos estudios, que su origen más probable se halla en las minas de Mianmar, o quizás Tailandia. Fue el monarca Pedro I de Castilla quien se la regaló al Príncipe de Gales, Eduardo de Plantagenet, más conocido por el Príncipe Negro por ayudarle en la batalla de Nájera (La Rioja). Pedro I no pudo recompensarles con más botín que unas cuantas joyas personales. Entre ellas iba el rubí…. Esa joya en realidad no es un rubí, sino una espinela. El rubí tiene como característica principal un intenso y brillante color rojo que su propio nombre indica. Por su parte, las espinelas pueden tener varios colores, del blanco al azul, pasando por el verde, aunque la más apreciada es la piedra de color rojo. No es raro que, a la luz del día, una espinela roja de calidad supere en belleza a los propios rubíes, que aparecen más violáceos. Para disntinguir ambas piedras preciosas, hay que recurrir a la luz artificial, bajo la cual los rubís recobran su esplendor, mientras que las espinelas se muestran más apagadas y más parecidas a los granates. No es de extrañar entonces que durante siglos se confundió la espinela de la corona imperial británica. Un rubí rojo comparado con la gran espinela roja de la corona inglesa La monarquía inglesa siempre ha manifestado una gran inclinación por la ostentación de joyas. Las gemas o piedras preciosas son rocas o minerales al ser cortados y pulidos se pueden usar en la confección de joyas u objetos artísticos. Siempre han sido muy valiosas por su escasez, su durabilidad, su belleza y su perfección. Cuando hablamos de la belleza y perfección de una piedra, ya sea preciosa o semipreciosa, nos referimos a su color, brillo, transparencia y pureza. 6 La corona imperial británica es una de las más suntuosas y espectaculares de cuantas joyas poseen los reyes del planeta. Es una pieza de casi tres kilos de oro en los que hay engarzados 2.783 diamantes, 277 perlas, 4 esmeraldas, 17 zafiros y 5 rubíes. O mejor dicho 4 rubís y la espinela. Con sus 170 kilates (34 gramos), es la gema de su tipo más famosa del mundo. Su precio en el mercado podría alcanzar la cifra de 750 euros. Una cifra elevada. Claro que si fuera un rubí auténtico podría alcanzar los 5.000 euros de precio. Si además sumáramos el valor del resto de la corona, la cifra sería tan elevada que seguro que nos temblarían las manos si llegásemos a tener esta corona fabulosa en nuestras manos. Reyes ingleses exhibiendo sus valiosas coronas. 7 EL RUBÍ VIAJERO Historia de cómo el rubí llegó a la corona imperial británica pasando por ájera y otros lugares. Quizás nuestros lectores se hayan fijado alguna vez en una de las más famosas joyas de la corona británica, la corona imperial, que luce gran cantidad de diamantes, perlas, esmeraldas, zafiros y rubíes. Uno de esos rubíes es el tema de este artículo. Les contaremos su historia y cómo logró llegar a coronar la cabeza de los monarcas británicos. La corona imperial es una de las piezas más valiosas de las llamadas joyas de la corona. Pesa casi tres quilos y en ellas destaca el rubí al que se le ha llamado “del Príncipe Negro”, “de Pedro I el Cruel” y también “del rey Bermejo de Granada”. Antes de aclarar la procedencia tenemos que advertir a nuestros lectores que el rubí, no es en realidad un rubí sino una espinela. Se confundió con un rubí debido a que algunas de las espinelas rojas se parecen mucho a un rubí. Volvamos con nuestra Historia. ¿Cómo logró llegar a formar parte de las joyas de la corona británica? Se cree que se encontró en las minas de Myanmar o de Tailandia, pero no se sabe cómo la joya llegó al Reino de Granada. En el s. XIV este reino tenía muchos problemas y vivía una guerra civil entre varios candidatos al trono. Uno de ellos era Muhammad V, que fue depuesto del trono pero lo quería recuperar. Para lograrlo pidió ayuda al rey de Castilla Pedro I el Cruel. El otro candidato que se había proclamado monarca era Muhammad VI, el cual fue a Sevilla también a buscar el apoyo del rey castellano. Para convencerle de su ayuda llevaba muchas joyas y gemas como ofrenda de paz. Pero Pedro acabo asesinando a Muhammad VI. Con la muerte de Muhammad, se saquearon los tesoros y se encontraron tres grandes gemas, entre ellas un rubí. Ya tenemos el rubí o más bien la espinela en manos del rey castellano. Pasaron los años y ahora era el rey de Castilla al que le tocaba protagonizar una guerra civil contra su hermano Enrique de Trastámara. Éste, exiliado a Francia, volvió a Castilla en 1366 apoyado por tropas aragonesas y varias tropas mercenarias francesas comandadas por Bertrand du Guesclin. Pedro I contó con la ayuda de Eduardo 8 de Plantagenet, príncipe de Gales, hijo y heredero de Eduardo III y apodado “Príncipe Negro” parece que por el color de su armadura. Eduardo entró en Castilla y logró una gran victoria frente a las tropas de Enrique de Trastámara en la batalla de Nájera de 1367. Pedro I le había prometido tierras y dinero, pero el rey no cumplió su promesa. El Príncipe Negro volvió a Francia, sin más compensación que joyas y piedras preciosas, que Pedro le había entregado personalmente. Entre ellas el enorme rubí que le había robado a Muhammad VI. Es por toda esta historia por la cual al famosos rubí (aunque ya sabemos que es una espinela) se le conoce como “el rubí del Príncipe Negro”. La próxima vez que vean a un monarca inglés con la corona imperial ya sabrán más de cómo esta piedra preciosa tan viajera llegó a tan real cabeza. En la imagen, Isabel II y la Corona Imperial en la apertura del Parlamento 9 MÁS DE UN SIGLO DE RIVALIDAD “Después de más de un siglo, la guerra entre Francia e Inglaterra por el trono, termina.” Durante más de un siglo Francia e Inglaterra han mantenido una guerra que se inició por una disputa por un problema sucesorio y por las intenciones del monarca inglés de ser reconocido como rey de Francia. La guerra se complicó al ser el rey de Inglaterra al mismo tiempo que rey, vasallo del monarca francés. Hacia 1.337 se inició un conflicto armado entre Francia e Inglaterra conocido con el nombre de guerra de los Cien Años. Durante cerca de un siglo y medio se sucedieron periodos de actividad bélica y etapas de paz, y la implicación de otras potencias en el conflicto motivó que en ocasiones la guerra cambiara de escenario. Por ejemplo, la Guerra Civil en Castilla entre los hermanastros Pedro I y Enrique de Trastámara se puede considerar como un episodio de la Guerra de los 100 Años porque cada uno contó con el apoyo de un bando, Pedro de Inglaterra y Enrique de Francia. Intentaremos aclarar a nuestros lectores cómo se inició esa guerra tan interminable. Con la muerte de Carlos IV de Francia, acabó la dinastía de los Capetos. En Francia se aplicaba una ley conocida como “Sálica” que no permitía a las mujeres ni heredar, ni transmitir el trono. Carlos IV no dejaba herederos varones y este hecho originará un conflicto sucesorio. Por una parte, reclamará el trono Eduardo III de Inglaterra, sobrino del rey e hijo de Isabel de Francia. Si se aplicaba la ley sálica no se le podía reconocer como heredero y éste es el argumento que utilizó Felipe de Valois para proclamarse rey e iniciar una nueva dinastía. Tenemos que aclarar que el problema entre Francia e Inglaterra era todavía más complicado porque intervenían cuestiones de tipo feudal. El rey de Francia tenía como vasallo al rey de Inglaterra, que era por tanto rey y vasallo al mismo tiempo. Recordaremos que los vasallos estaban ligados a sus señores por un pacto de fidelidad y les tenía que rendir homenaje. ¿Cómo es esto posible? ¿Un rey al mismo tiempo puede ser vasallo? Pues sí y semejante lío de relaciones de dependencia se remontan a las posesiones que los reyes ingleses tenían en Francia y en las cuáles actuaban como señores feudales pero eran vasallos del rey de ese país Además de problemas sucesorios y territoriales, otros asuntos aumentaban la rivalidad entre Francia e Inglaterra. La guerra tuvo también intereses económicos, hasta el punto de que a veces se la ha denominado “la guerra de 10 la lana” o del “vino”. Se le llamaba así por los vínculos comerciales de los territorios franceses del rey inglés desde los que se exportaba a Inglaterra vino y sal e importaban lana. La Guerra de los 100 Años empezó con dominio inglés y como batallas significativas podemos destacar la de Crécy (1346) y la de Poitiers (1356), en la que fue capturado el rey francés. La guerra parecía terminar porque Eduardo III era reconocido como duque de Aquitania y a cambio renunciaba al trono de Francia. Está claro que la guerra no terminó, porque no se llamaría de los 100 Años. Continuó una fase de dominio francés en la que casi lograron expulsar de su territorio a los ingleses. Pero los problemas internos de los franceses permitieron a Enrique V de Inglaterra volver a ocupar zonas de Francia como Bretaña y Normandía. Este rey estuvo a punto de ser nombrado rey de Francia y de Inglaterra, pero al morir no pudo cumplir su sueño. La muerte de Enrique V abrió una nueva fase de enfrentamientos en la que destacó el asedio a la ciudad de Orleans y la figura de Juana de Arco. Finalmente Carlos VII será coronado en Reims y los franceses fueron reconquistando todo el territorio, aunque el país había quedado muy empobrecido. Cuando los franceses se hicieron con el dominio de Aquitania en 1453 la guerra se dio por terminada. A partir de esa época el poder de los señores feudales fue disminuyendo y aumentando, por el contrario, el poder de los monarcas. Era el final de la época feudal. 11 La Batalla de Nájera: un episodio decisivo de la guerra fraticida entre Pedro I y Enrique Trastámara La Batalla de Nájera un episodio de la Guerra Civil de Castilla que enfrentó al rey Pedro I de Castilla con su hermanastro, Enrique de Trastámara, que pretendía el trono. Esta guerra fratricida acontece en el marco general de la Guerra de los Cien Años, de rivalidad entre ingleses y franceses. La recompensa final de un rubí engastado en la corona inglesa le ha dado celebridad histórica. Una primera batalla de Nájera tuvo lugar el 24 de abril de 1360 en Navarrete. En ella se enfrentaron Pedro I, el legítimo heredero de la corona castellana y su hermano bastardo Enrique de Trastámara. Las tropas castellanas de Enrique de Trastámara fueron derrotados por su hermano. Al ser derrotado, Enrique de Trastámara huyó a Aragón y de ahí pasó a Francia. Enfrentamiento de la batalla de ájera entre Pedristas y Enriquistas La segunda batalla de Nájera tuvo lugar el 3 de abril de 1367, esta fue la más decisiva e importante de los dos enfrentamientos fraticidas. Enrique de Trastámara se enfrenta nuevamente a su hermano tras la anterior derrota en 1360. El enfrentamiento armado se saldó con la derrota de Enrique, apoyado por Francia y Aragón, a manos de su hermanastro Pedro, a quién apoyaban ingleses y gascones. Esta batalla se convierte en conflicto internacional porque el 23 de abril de 1366 Pedro sellaba el Tratado de Libourne con Eduardo de Woodstock, el Príncipe egro (heredero del rey inglés Eduardo III), este último se comprometía a restablecer el trono de Castilla a Pedro I, a cambio de una sustanciosa suma de dinero y de la entrega del rico señorío de Vizcaya. A este acuerdo se sumó Carlos II de Navarra, que obtendría territorios de Guipúzcoa, Álava y las plazas de Logroño, Calahorra y Navarrete, etc. De esta forma la guerra civil castellana pasaba a convertirse en un conflicto internacional, dentro del marco general de la Guerra de los Cien Años. Pedro I contaba con el apoyo del Príncipe Negro, que llegó a Castilla cruzando el Atlántico y por los Pirineos, fue a La Rioja, pasó el Ebro por Logroño y cogió el camino en dirección a Nájera; Jaime IV de Mallorca y Juan de Gante (que formaban el grupo de los Pedristas, los anglocastellanos). Enrique, por su parte, es ayudado por tropas francesas y otros más: Bertrand du Guesclin, Juan IV de Mauquenchy, mariscal de Francia, marqués de Villenay el rey Carlos V de Francia (el grupo de los Enriquistas, los francocastellanos). El rey francés le aconsejó a Enrique que no saliera a dar batalla sin antes tener un plan de combate, ya que el Príncipe Negro tenía consigo a los mejores caballeros y guerreros ingleses, pero éste imprudentemente, queriendo dar a sus tropas un testimonio de su valor, renunció al consejo de Carlos y avanzó. Escenario de la Batalla de ájera La batalla tuvo lugar en las proximidades de Nájera, entre las localidades de Ventosa y Navarrete. Por dejar el río desprotegido, 12 los Enriquistas, fueron un blanco fácil para las tropas inglesas y, nuevamente consiguieron ganar las tropas de Pedro por la superioridad de los arqueros del Príncipe Negro. Las tropas restantes de Enrique II huyeron a Nájera y muchos se ahogaron en el Río Najerilla, cuando estaban a punto de entrar en la ciudad. El desarrollo fue rápido ya que, aunque duró varias horas, poco después de empezar, se volvió caótica y confusa por las deserciones y huidas del ejército de Enrique por la inferioridad ante el azote de los arqueros ingleses. Enrique consiguió escapar, pero muchos de sus hombres y sus más cercanos colaboradores cayeron en la batalla o fueron apresados, este fue el caso de Bertrand du Guesclin, y cientos de soldados murieron, en la más sangrienta de las batallas de la guerra civil castellana. Pedro había ofrecido al Príncipe Eduardo una recompensa valorada en una cantidad incalculable de dinero, pero como no quiso cumplirla, éste le pago su ayuda con un rubí precioso, que en realidad es una espinela de color rojo que contiene en su interior un rubí con forma de lágrima. Éste tenía origen en el reino Nazarí de Granada, más recientemente había sido llevado al monasterio de la Santa Real de Nájera y había sido confiscado por Pedro por su fidelidad a su hermano. Eduardo de Woodstock no quedó muy satisfecho porque las tropas inglesas tuvieron un importante papel en la batalla, así que se dedicaron a saquear ciudades y después regresaron a su reino por la frontera. La Guerra Civil en Castilla termino tras la Batalla de Montiel (1359), que fue decisiva para el trono castellano, Bertrand du Guesclin, que ayudaba a Enrique II en la lucha, engañó a Pedro y ambos entraron a su tienda, Pedro fue asesinado a sangre fría por Enrique, con el apoyo de du Guesclin, que pronunciaba la celebre frase, que ha pasado a los anales de la historia: “ni quito, ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”. Enrique II, instauraba la dinastía de los Trastámara en Castilla. Otros documentos complementarios: - Vídeo: La Guerra Civil Castellana - Presentación: La Batalla de Nájera: el trono de Castilla está en juego. 13 LO QUE O LE PUEDE FALTAR A U CABALLERO MEDIEVAL PARA IR A LA GUERRA Las armas ofensivas y defensivas más importantes de la Edad Media. Si tienes previsto ir a la guerra o que tu señor feudal te llame para para ofrecerle servicios militares, echa una ojeada a este artículo para ver si tienes todo lo necesario. Entre las armas que un caballero medieval podía utilizar en la guerra estaban las que servían para atacar (ofensivas) y con las que se defendía (defensivas). La espada es una de las armas ofensivas más importantes y podían ser de muchos tamaños y formas. Había algunas bastante grandes, pero sólo se utilizaban para luchar a pie. En ellas se diferenciaban la hoja, la empuñadura y el pomo. La parte más decorada, a veces con joyas, era la empuñadura. Las espadas se solían heredar de los padres y algunos caballeros hasta les ponían nombre. Los lectores quizás se acuerden de la espada Tizona del Cid. El estoque es más corto que la espada. Otra arma ofensiva muy utilizada en la Edad Media fueron las lanzas que solían llevar los caballeros a caballo. Se elaboraban con madera y en la parte inferior con hierro. Mientras se camina se lleva en posición vertical y en combate, cuando se hicieron más largas, se llevaban bajo axila o encima del hombro, a la altura de la cabeza o de la cintura, en posición horizontal u oblicua. Éstas eran las armas de los caballeros, pero había otras armas menos nobles como la maza, un asta de madera con una esfera de puntas en un extremo, el hacha y la pica, hecha de un palo largo con un garfio de hierro ancho y puntiagudo en el extremo. En la guerra se podían utilizar también armas arrojadizas como el arco y la ballesta. El arco podía ser de madera o metal y era capaz de lanzar una flecha a más de 200 metros. La ballesta era un arco 14 rígido fijado a un soporte de madera que lanzaba flechas más cortas y anchas que las del arco. Queremos resaltar a nuestros lectores la importancia que tuvieron los arqueros ingleses en la época de la Guerra de los 100 Años en el s. XIV. El arco inglés era muy largo, medía cerca dos metros de altura. Fue decisivo en algunas batallas como la de Nájera de 1367 de la que quizás hayan oído hablar. ¿Y qué sería de un caballero sin su caballo? Pues no sería un caballero para empezar y si lo pierde en la batalla puede morir. Algunos guerreros o personajes literarios tienen caballos con un nombre, igual que la espada. Quizás recuerden a Babieca, Rocinante, Bucéfalo,… El caballo también iba protegido con la testera para la cabeza y el petral para el pecho. También llevaba la gualdrapa, tela con motivos heráldicos sobre la que va la silla. Si no querían perder la vida a las primeras de cambio, los caballeros debían protegerse con una buena cota, que estaba hecha con un tejido de anillas de hierro o de acero que estaban unidas. Podían pesar hasta 12 kilos porque las mallas fueron cada vez más grandes y tapaban las manos y las piernas. La armadura completa se l l a m a a rnés y estaba hecha de hierro o acero. Había que estar en forma para llevarla porque podía llegar a pesar 30 kilos y eso hacía que los caballeros se movieran de forma lenta y con dificultad. La armadura se componía de diversas piezas, como la coraza que cubre el tronco, el faldaje que protege hasta el comienzo de las piernas o las escarcelas que protegen los muslos. Otras partes del cuerpo se cubrían con rodilleras, coderas, hombreas y escarpines para los pies. Para protegerse la cabeza los caballeros se ponían yelmos, que al principio se hacían con cuero pero finalmente se hacían enteramente de hierro. Los yelmos podían tener una pieza móvil en la parte superior que era la visera. Hay otra pieza que es fundamental para que un caballero pueda defenderse y es el escudo, aunque con el uso de la armadura el escudo se utilizaba sobre todo en las justas. Sus dimensiones eran alrededor de 1'50 de alto y de 50 a 70 cm. de ancho. En la parte superior lleva unas correas para sujetarlo que se llaman braceras. Muchas veces se decoraban con emblemas heráldicos que simbolizaban el poder de su dueño. El tapiz de Bayeux es un gran lienzo bordado del siglo XI que relata los hechos que precedieron a la conquista de Inglaterra por los normandos en la batalla de Hastings. Es una fuente importante para conocer cómo era la guerra en la Edad Media. Si en este artículo no ha encontrado todo la información que necesitan, nuestros compañeros de redacción han profundizado en el tema de las armas medievales. La información la encontrarán en estos enlaces y en soportes que contienen muchas imágenes. La dirección de la revista desea que los tiempos de paz sean largos, pero en caso de conflicto en esta época tan belicosa de la Edad Media, esperemos que nuestra información sea de utilidad. Otros documentos complementarios: - Presentación: Las armas en la Edad Media - Mural colaborativo: Diccionario de imágenes de armas medievales: http://linoit.com/users/Guilleo2509/canv ases/inbox 15 GRAN EVENTO COMPETITIVO DE CABALLERÍA ORGANIZADO POR LOS ARQUEROS “ÁGUILAS DEL TIEMPO” VALOR, LEALTAD LEALTAD Y DIGNIDAD El día 30 de enero de 1365 dará lugar el XVIII Torneo Medieval de los Arqueros “Águilas del Tiempo”. El torneo se celebrará en Logroño, a orillas del río Ebro, en el lugar donde se celebra el mercado semanal. Este acto comenzará a mediodía. 16 ACTOS PROGRAMADOS --- Los dos equipos participantes estarán capitaneados por el caballero najerino Nicolás del Monte y por el caballero Guillermo de Villamediana. Los dos equipos medirán su valor en este gran combate. Cada equipo llevará su estandarte y los caballeros se enfrentarán con su montura y su lanza. Los caballeros que logren romper más lanzas se enfrentarán enfrentarán a pie con espadas y mazas. Al caballero ganador se le entregará un premio a mano de los jueces y las damas le homenajearán. El jurado estará compuesto por los arqueros del tiempo. Tras la entrega de premios tendrá lugar un gran banquete para rendir homenaje homenaje al caballero vencedor. Se servirán ricas viandas de la tierra y un plato principal de cordero asado con patatas panaderas al sarmiento. Todo ello regado con rico vino de la tierra. El banquete estará amenizado por juglares y trovadores que alegrarán alegrarán la fiesta con historias de caballeros y damas. 17 18