001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 5 www.elboomeran.com JUAN CRUZ RUIZ EGOS REVUELTOS Una memoria personal de la vida literaria 81 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 6 1.a edición: febrero de 2010 © Juan Cruz Ruiz, 2010 Diseño de la colección: Lluís Clotet y Ramón Úbeda Diseño de la cubierta: Estudio Úbeda Reservados todos los derechos de esta edición para Tusquets Editores, S.A. – Cesare Cantù, 8 – 08023 Barcelona www.tusquetseditores.com ISBN: 978-84-8383-221-9 Depósito legal: B. 1.511-2010 Fotocomposición: Pacmer, S.A. – Alcolea, 106-108, 1.° – 08014 Barcelona Impresión: Limpergraf, S.L. – Mogoda, 29-31 – 08210 Barberà del Vallès Encuadernación: Reinbook Impreso en España Queda rigurosamente prohibida cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación total o parcial de esta obra sin el permiso escrito de los titulares de los derechos de explotación. 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 7 Índice Prólogo. Sin egos no hay paraíso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La lista de Barnatán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Descubrimiento de los tigres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Don Julio en el hotel superburgués . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carcajadas en el umbral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Don Camilo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¡Carlos, no hay limones! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bombas en Chamberí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El abrigo de Brines . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El licor que Guillermo no habría de beber . . . . . . . . . . . . Toco tus labios en Aix-en-Provence . . . . . . . . . . . . . . . . . . Y a mí quién me saca de aquí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La pared dicta los sueños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La memoria se revuelve . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los amigos se van y tú esperas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mantenga encendidas las luces del Palace . . . . . . . . . . . . . Sombra de Buenos Aires . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Malentendido y verano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El ego inevitable y en lo oscuro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bajo el cielo protector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . En la visible oscuridad, riendo y llorando . . . . . . . . . . . . . Con don Juan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aquel hombre sudoroso en México . . . . . . . . . . . . . . . . . . El vendaval de invierno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los bares, las bebidas y la vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vengo del cielo celeste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 23 41 53 57 63 71 81 91 97 103 113 119 127 175 183 189 199 203 229 243 251 257 281 291 303 331 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 8 Golpee, compruebe que estoy fuerte . . . . . . . . . . . . . . . . . La prosa egocéntrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Triunfo y soledad de don Camilo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cuba en Londres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Adioses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sombra y brillo de Susan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los caballeros tranquilos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ventajas del Ventolín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . As Time Goes By . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Retorno a Leicester . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341 357 363 373 379 391 403 415 443 463 Apéndices Índice onomástico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 469 Créditos de las fotografías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 000 [Fotografías] . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265-280 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 9 A Isabel Polanco, en memoria. A Marta Donada, a Gisèle Etcheverry A Jesús Ceberio, a Daniel Gavela A Manuel Longares, a Vicente Verdú A María Dolores Adsuar, a Ulises Ramos, a Marian Montesdeoca Este libro también está dedicado a los escritores, a los lectores, a los libreros, a los editores, a las agentes y a los agentes. A todos los que tienen que ver con lo que la gente llama la vida literaria 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 11 Él se cree sordo desde que no oye hablar de su gloria. Thackeray, sobre Chateaubriand A mano amada, cuando la noche impone su costumbre de insomnio y convierte cada minuto en el aniversario de todos los sucesos de una vida; allí, en la esquina más negra del desamparo, donde el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras, los recuerdos me asaltan. Unos empuñan tu mirada verde, otros apoyan en mi espalda el alma blanca de un lejano sueño, y con voz inaudible, con implacables labios silenciosos, ¡el olvido o la vida!, me reclaman. Reconozco los rostros. No hurto el cuerpo. Cierro los ojos para ver más hondo, y siento que me apuñalan fría, justamente, con ese hierro viejo: la memoria. Ángel González, «A mano amada» Breves acotaciones para una biografía 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 13 Prólogo Sin egos no hay paraíso Los egos son la materia misma de la escritura. A lo largo de casi cuarenta años de relación con escritores, en el ejercicio del periodismo o en el desarrollo de una actividad cultural suculenta en épocas de transición cultural y literaria, tuve el privilegio de comprobar qué mueve a los autores. Los mueve la pasión, y los mueve la vocación, pero el motor principal es el ego; no están solos en ello, el ego nos mueve a todos. En el mecanismo de su autoestima desempeñan un papel muy importante los editores; en tiempos más actuales, ese papel ha sido asumido también por los agentes literarios. Cómo no, en esta edificación de los egos desempeña también un papel principal el eco que su producción literaria halla en los medios de comunicación. El ego sin eco no es ego, sino frustración. El escritor busca su foto en los medios, y también la busca el editor: se dice que un libro vale las columnas que te dedica la prensa, y así lo ve el editor muchas veces: da igual lo que digan del libro, que aparezca, y que sea a toda plana. Los periodistas no saben (no sabemos) la importancia capital que una línea tiene en la autoestima de un escritor. El ego es estimulado por las familias, por el contacto con los lectores, por los autógrafos, por las entrevistas, por la peana que la realidad sitúa debajo de los escritores para que éstos vean su sombra más o menos alargada. Los egos son pacíficos y tiernos o son violentos y mayúsculos, engreídos. Todos son posibles, y aceptables, aunque quienes sufran los embates de los egos se sientan disminuidos ante la tormentosa autoestima de los autores; los editores tienen que asumir esas erupciones de ánimo o de desánimo que vienen de las reacciones satisfechas o decepcionadas de sus autores 13 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 14 como un hecho de la vida, no como una desgracia. Si no reaccionaran, probablemente tampoco seguirían escribiendo. Es su motor, su adrenalina. Ningún escritor, ni el más humilde, escapa al avance implacable de su propio ego, que a veces le agarra a él también del cuello y le lanza o le elimina, según la intensidad del eco que alcance la obra en la que puso lo mejor de su esfuerzo. Y si alguien dice que no tiene ego, y he asistido a muchas exhibiciones de esta (falsa) modestia, es que el ego está en algún sitio, y aparecerá, acaso con más violencia que los egos a los que uno ya está acostumbrado. El editor ha de estar dispuesto a esa irrupción; puede estallar de noche, o de madrugada, o al amanecer, y la causa puede ser que el autor no encontró en los grandes almacenes su obra recién publicada, o que alguien le avisó de una fiesta a la que él no fue convocado. El autor discreto de pronto ha sentido la llamada de la selva de su ego y agarra el teléfono, descarga su adrenalina sobre el editor despistado y ya le arruina el día, la semana o el futuro contrato. Hay que estar preparado para ello, eso aprendí ejerciendo el oficio, y lo aprendí experimentándolo. Un día, muy de madrugada, escuché en casa dos de esas llamadas; un autor se había sentido decepcionado porque en la librería de unos grandes almacenes no estaba su libro, y otro me reprochaba que no hubiera recibido una invitación para ir a una copa navideña de la editorial. Eran los dos mensajes que había en el contestador; Navidad, soledad absoluta, el editor regresa a casa y ése es el bagaje que le ha dejado la despedida del año. Ambas llamadas tuvieron lugar, en efecto, entre el 28 de diciembre y el fin de año de 1996, cuando ya llevaba cuatro años como editor; esas dos quejas sonaron en mi contestador a las dos de la madrugada, a mi regreso de vacaciones. ¿Qué podía hacer? Lo único que hice, aparte de lamentar el olvido y maldecir a los que no repusieron la novela del autor decepcionado, fue quitar el contestador. Para siempre. Pero no podía quitar a los autores, tenía que seguir lidiando con sus egos, que les alimentaban a ellos y alimentaban, sin duda, el catálogo de la editorial. Todos los egos son respetables. La asignatura más difícil de los editores es el aprendizaje del respeto del ego; si no la aprueban 14 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 15 no son nada. Los que publican libros ajenos se saben una prolongación necesaria de los otros. Ese esfuerzo está ya en la propia naturaleza del oficio. Si eso no se entiende, si no se entiende la grave inseguridad del autor (aunque sea el mayor egocéntrico del catálogo) ante la aventura de publicar, es mejor dejar el oficio. El cultivo del ego ajeno empieza por el ego propio. El editor tiene su ego, diluido en el ego de sus escritores. De la combinación de este ego A y de este ego B nace la literatura, que luego se multiplica en el ego de los lectores, de los críticos, de los agentes literarios, y así sucesivamente. Es un oficio de egos, pero como todos los oficios; el mecánico está encantado de ser el que mejor arregla coches excelentes, que a su vez son el orgullo del fabricante, y así sucesivamente. En el caso del mundo editorial, el editor asume que ha de estar en segundo plano, su actitud es vicaria en el sentido más estricto: cuenta las buenas nuevas de sus autores, él no existe, y el editor que insiste en existir al nivel de sus autores termina rompiendo la fidelidad mutua, que se basa, tácitamente, en la modestia del vicario. Eso es así, y habrá excepciones, qué duda cabe. El autor proviene de un esfuerzo raro: horas y horas encerrado consigo mismo y con sus papeles; puede simular (o sentir) arrogancia, deja su manuscrito sobre la mesa del editor y espera de éste consejo o complacencia, pero en general busca complacencia. Según su importancia en el catálogo, estará más o menos nervioso, exigirá más o menos atención o halagos, directamente o a través de sus agentes, pero en algo se parece a todos, a los nuevos o a los humildes: cree que ha escrito una obra maestra, lo siente, lo percibe, en su soledad eso es lo que le ha dictado su conciencia, o su intuición. ¿Y qué espera? Que después de ese esfuerzo haya mimo, coronas de flores, páginas de premio, que le rindan culto a su ego porque ya está harto de mirarse ante un espejo solitario, preguntando lo que se preguntaba la madrastra de Blancanieves. ¿Y qué hace el editor? Cumplir con su oficio, que en parte es complacer al autor. ¿Y cuando no lo hace? También cumple su oficio. ¿Lo entiende el escritor? No siempre; mi experiencia es que resulta muy raro que lo entienda, o al menos que lo entienda del todo. El editor está muy acostumbrado a escuchar esta bravata: 15 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 16 «Quiero tu opinión sincera». Para descubrir después que el subtexto de esa frase dice exactamente esto: «Quiero que te guste». Jorge Amado, el novelista brasileño, viajó a Roma para participar en un encuentro sobre el libro brasileño. Contaba que mientras caminaba por las calles de la capital italiana se topó con un enorme póster fotográfico en el que se veía él mismo de tamaño natural. Debajo del póster se leía, en italiano: «Jorge Amado, el mejor escritor brasileño». Se quedó henchido, glorioso ante su triunfo, y siguió andando. Cien metros más adelante, encontró otro póster exactamente igual, pero en él se veía de tamaño natural a su amigo, pero escritor también, João Ubaldo Ribeiro, con esta inscripción también en italiano: «João Ubaldo Ribeiro, el mejor escritor brasileño». Y comentó Jorge Amado: –Así que durante cien metros fui el mejor escritor brasileño. Los escritores caminan para ser los mejores, de su barrio, de su ciudad, de su país. Del mundo entero. Ninguno se conforma con menos, pero no todos pueden llegar a ser aquello a lo que aspiran. Muchas veces se resignan por el camino y otras veces los halla el olvido mientras teclean la que va a ser su obra maestra, esta vez sí. Todos esos esfuerzos son naturales e incluso hermosos, animan a la sociedad literaria a seguir adelante, compitiendo. La competencia es, como el ego, parte de la naturaleza del oficio. Muchos escritores, en todo el mundo, han tenido alguna vez la vanagloria de la que presumía, riéndose de sí mismo, Jorge Amado, y el que diga que no es cierto, que él no compite, es probablemente quien con más ahínco genera en sus neuronas la obligación de ganar. La vanidad no es una excepción, ni en éste ni en tantos oficios. Y es natural. Juan Carlos Onetti pasó a la historia –y está en la Historia– dejando la imagen de que era un hombre descreído de la fama y de sus excrecencias; y no era enteramente así. A él, como a cualquiera, le preocupaba el eco de las noticias sobre su figura y sobre su obra; él jamás presumió de lo contrario, y sin embargo la crónica literaria lo tomó como símbolo, precisamente, de la entereza de la humildad ante los embates de la soberbia. No era soberbio, no lo era, pero le gustaba que aparecieran avisos (anuncios) de sus libros, quería que los críticos se hicieran eco 16 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 17 de lo que escribía, y jamás dejaba al azar la escritura, que cuidaba hasta el último detalle, aunque el público creyera que era un hombre que tiraba las hojas al lado de la cama donde había decidido pasar su última década. Ernesto Sábato, al que la historia ha puesto en el lado de los humildes, también tiene su ego instalado en el alma, y se interesa por lo que ocurra con lo que publica como si no hubiera llegado a los 90 años, cuando se cree que la gente ya está para otras cosas. Durante esa experiencia (que continúa, en cierto modo, porque un periodista, que es lo que soy ahora, otra vez, cultiva una parte importante del ego del autor, de la misma manera que cultiva el suyo) he visto de todo: egos picudos, egos redondos, egos aguerridos, egos olvidadizos, egos reivindicativos, egos superlativos... Un día dije, y lo cuento en este libro, que los escritores desayunan egos revueltos; los hay revueltos, fritos, escalfados; y ninguno es desdeñable, y ay del editor que no quiera desayunar con los egos que desayunan sus autores. En algún momento, puede que esos egos se le atraganten, o por la exageración o por la reiteración, pero si uno no asume que ha de digerirlos –como los deben digerir los propios autores– estará tirando piedras contra el propio oficio. Muchas veces pensé que sería útil –para mí, para mis colegas, los editores y los periodistas– poner en común algunos sucesos que tienen que ver con los autores, con sus sentimientos, con sus actitudes y con sus egos; todo es ego en la casa de los artistas, y todo contribuye a que su obra avance sobre las muletas de la propia estima. Y entonces pensé en escribir este libro. Es una memoria personal; es decir, pocas de las cosas que se cuentan no me tuvieron a mí como testigo; no cuento, claro está, lo que supe detrás de lo que era público; hago perfiles de personas a las que he conocido íntimamente, pero en ningún caso me adentro en lo que ellos hicieron o dijeron en la intimidad de su casa o de un despacho; o, por lo menos, jamás he querido contar, y no he contado, me parece, sucesos o anécdotas que revelen conversaciones o frases que los escritores me pidieron expresamente que omitiera en mis conversaciones con otros. Algo que aprendí en este oficio, y que es una de las grandes 17 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 18 virtudes del trabajo del editor, es que uno es también un confidente; en periodismo, que es mi otro oficio, te pagan para que cuentes lo que has escuchado, no importa dónde y a veces no importa cómo; pero en el mundo editorial te pagan para que seas opaco, una sombra detrás de la luz de los autores. Buscando fotos para acompañar este libro me encontré con muchas en las que estoy ejerciendo ese oficio de acompañante, de sombra insistente; imagino que a veces demasiado insistente. Me pidió Emiliano Martínez, director general de Santillana entonces, que me hiciera cargo de Alfaguara (y, en ese momento, de los otros sellos del grupo editorial, Taurus, Aguilar y El País Aguilar), y yo tenía 43 años. En aquel periodo, además, disponía de tiempo y energía para ocuparme de este nuevo oficio hasta la extenuación. En algunas fotografías se observa esa extenuación; eran noches largas, compañías obligatorias, copas hasta el amanecer... La vida editorial puede llegar a ser (si uno se deja) también una vida social intensa; es muy duro (para mí lo era) dejar a un autor solo en la gran ciudad, si lo habías invitado, y además era necesario establecer todo tipo de contactos, y esos contactos no se podían hacer (eso creía yo) tan sólo en el despacho; así que parecía natural que fuera también una época excesivamente alcohólica, por la fuerza social que tiene la noche y por la propensión natural que uno tiene a comunicarse bebiendo. Recuerdo que un día me dijo José Luis López Aranguren, volviendo en un avión, desde Barcelona: –Tenga cuidado; veo que está tomando mucho, no se me haga un borrachito. Me dio un vuelco el corazón, no sólo por el respeto que sentía por Aranguren, sino porque esa percepción suya era muy peligrosa para alguien que trabajaba a favor de los intereses de otros. Algo parecido me dijo entonces Miriam Gómez, la mujer de Guillermo Cabrera Infante, durante un curso que yo dirigía en El Escorial. Esas advertencias fueron balsámicas, y me ayudaron a ahuyentar el ogro de la facilidad a la que nos inclina la bebida. Había en mí, entonces, una enorme ansiedad por llegar, por estar, por entretener; tomé a sorbos muy rápidos aquel oficio al que había llegado como por casualidad, y creí que era urgente apren18 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 19 der. Probablemente, me faltó sosiego, pero aprendí tanto. Yo era un periodista, y avanzaba rápidamente (claro que no sé si con aprovechamiento) hacia los meandros de un oficio que exigía pudor, recato; tenía que ser una sombra, debía lograr que los otros brillaran. Y tenía que ser un hombre discreto, también de apariencia. No era un sacrificio: era una obligación. Y me gustaba esa obligación. Decía Manuel Vicent, en esa época, que yo era como esos chinos que se afanan en tener en movimiento a la vez todos los platillos; pero, añadía, «siempre mantiene unos platillos más altos que otros». Probablemente: me ocupaba mucho más de los autores que acababan novedades, les organizaba presentaciones, fiestas, encuentros, comidas; y a los que estaban aún escribiendo los llamaba en días precisos de la semana, los invitaba, les daba buenas noticias, procuraba que su ego estuviera feliz en esos tiempos de incertidumbre, cuando no se sabe si lo que se escribe es una obra maestra o papel para reciclar. Y durante algunos años de mi vida esa pasión por estar al lado constituyó la verdadera naturaleza de mi personalidad. Aprendí muchísimo del carácter de los escritores, de sus obsesiones, de sus ambiciones, de su inseguridad y de su genio. También hay aquí mucho de lo que supe de los autores por mi trabajo como periodista; pero no es un libro de entrevistas, ni de crítica literaria, ni un ajuste de cuentas, eso jamás; algunas veces aclaro en el libro algunos malentendidos, pero en ningún caso he querido sacar, porque no sé, la daga del resentimiento, de la venganza o del odio. Entre otras cosas, también, porque de eso también se vacuna uno ejerciendo este oficio vicario de editor, o así debería ser. Es, digo, una memoria personal, y por tanto es también una memoria personal de mi ego; muchas veces, en el trabajo con los escritores, sentí envidia por lo que hacían; me hubiera gustado escribir sus libros; esto, que podría ser un defecto, procuré convertirlo en un valor: como editor, hablaba de los libros ajenos como si yo mismo los hubiera escrito, con más entusiasmo incluso. Procuré siempre ahuyentar la tentación de aparecer como uno de los autores; yo no era un autor, era un editor, eso debería quedar claro siempre; y aunque seguí escribiendo libros o artículos, ni en las conversaciones con ellos, ni en las presentacio19 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 20 nes que hice de sus libros, que fueron abundantes, mezclé mi vocación con mi oficio. Fue una decisión y casi la consecuencia de un libro de estilo, que cumplí a rajatabla, a sol y a sombra, en los momentos de euforia y en los momentos de melancolía. En un decálogo (del que hablo aquí) sobre cómo han de ser las relaciones de los editores con los autores, escribí una vez que los autores se pueden juntar si ellos se juntan, que no es conveniente que los junte el editor porque no sabría a quién premiar más, a quién dedicar mayor atención, o más continuada. Es una exageración, pero algo de cierto hay: la relación autor/editor es de cuerpo a cuerpo; en sociedad, pueden mezclarse, naturalmente, porque para eso están las fiestas, pero en comidas o en despachos es mejor que el autor vea en el editor una relación de privilegio. Una vez se me mezclaron en un almuerzo dos autores de categoría o edad similares; el editor le hablaba a uno, y observaba cómo el otro daba golpes impacientes en la mesa, hasta que le tocara recibir su turno de atención. El autor requiere atención, el editor no debe dispersarla. Eso aprendí. Cuidar de autores se convierte, en algún momento, en un gozo y en una pesadilla a la vez, porque adviertes como en un espejo sus ansiedades, y quisieras calmarlas, y sus querencias, y querrías colmarlas. En ningún caso, en la travesía que aquí se cuenta, he querido faltar al respeto ni de las memorias ni de las personalidades, muertas o vivas; si en algún momento se desliza un barrido de imagen y resultan de la contemplación de los rostros algunas injusticias o adjetivos superfluos se deberá más a mi torpeza al escribir que a mi deseo de abrazarlos, a los que están y a los que se han ido. En este libro aparecen algunos autores de mi generación o más jóvenes, algunos de los cuales fueron o son autores de Alfaguara o de otras editoriales; unos vinieron en mi tiempo y otros ya estaban ahí y tuvieron la gentileza de creer que el proyecto saldría adelante, aunque un periódico de Madrid publicó, en junio de 1992, cuando fui nombrado, que yo llegaba a Alfaguara «para cerrarla». Pero no es un libro sobre ellos, aunque los cite circunstancialmente. Me he centrado sobre todo en los más veteranos, desde Francisco Ayala (que murió, a los 103 años, cuando ya el 20 001-228 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:53 Página 21 libro estaba en proceso de revisión) a Mario Vargas Llosa y Manuel Vicent. Los que les han seguido son tan abundantes y representan hoy tanto en la literatura y en mi propia memoria que merecen un libro aparte aunque aquí, repito, salgan en función del relato que he querido ir siguiendo. Arturo Pérez-Reverte, a quien le hizo mucha gracia aquella caricatura cariñosa que hizo Vicent del editor animando los platos chinos, suele indicarme que ése, Los platos chinos, podría ser un buen epígrafe para esa otra memoria acerca de los egos revueltos de los más jóvenes. Pero he aquí la historia que he querido contar. Comienza, además, por la memoria, cómo ésta nos alienta o nos traiciona, cómo nos agarra o cómo nos hunde, cómo nos subleva y cómo nos martiriza. Sin memoria no hubiera escrito ni una línea, y menos de un libro como éste. Ahora que lo presento, porque lo he terminado, debo decir, sin orgullo alguno, y tampoco como excusa, que lo escribí casi sin mirar notas; esto, ya digo, no es mérito sino un método. Quise que lo narrado tuviera el efecto, e incluso el estilo, de una memoria que se dice de pronto, como si uno se dirigiera en un tren a un amigo que quiso saber qué había hecho prácticamente desde que dejó la escuela. Y es curioso: yo empecé a encontrarme con gente, para que me contara cuál era el estado de su espíritu, desde que salí de la escuela. A estas alturas, más de cuarenta años después, me sigue dejando perplejo lo que le hace a la memoria el conocimiento de los seres humanos, siempre sorprendentes, siempre únicos, casi siempre iguales entre sí. Para lo bueno y para lo malo. Escribí el libro durante estos tres últimos años, a veces en aviones o trenes, casi siempre en El Médano (Tenerife) y Madrid. Y esta introducción que ya acabó fue escrita en junio de 2009 en Santillana del Mar, durante un curso organizado por Santillana y Alfaguara y titulado Lecciones y maestros, dedicado esta vez a Luis Mateo Díez, a Antonio Muñoz Molina y a Ángeles Mastretta. Al contrario de lo que insinúo aquí sobre las reuniones de escritores, estos tres estuvieron encantados de estar juntos, me pareció. Londres, Tenerife, Madrid, 2007-2009 21 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 14:54 Página 469 Índice onomástico Abdelouahed, 244, 247, 250 Aguirre, Jesús, 95, 135, 146, 149, 305, 422-424 Ahnlund, Knut, 363, 369, 370 Alatriste, Sealtiel, 64, 123, 223, 333, 407, 452, 463, 465 Albee, Edward, 136 Alborch, Carmen, 335 Alcalá-Zamora, Niceto, 83 Aldecoa, Ignacio, 63-65, 67, 140, 161 Aldecoa Rodríguez, Ignacio, 65 Aldecoa Rodríguez, Susana, 65 Aleixandre, Vicente, 187, 195, 404 Alemany, Luis, 39, 45 Alighieri, Dante, 196 Allende, Salvador, 72, 77 Almendros, Néstor, 378 Almodóvar, Pedro, 189, 394, 399, 406 Almunia, Joaquín, 75 Alonso Quintero, Elfidio, 205 Alonso Rodríguez, Elfidio, 205 Alonso, María Rosa, 205 Altares, Pedro, 74, 75 Altolaguirre, Manuel, 229 Alvar, Manuel, 320 Álvarez, Carlos Luis (Cándido), 226, 227 Amado, Jorge, 16, 307 Amado, José María, 229, 230 Amat, Núria, 452 Ampudia, María, 127, 233, 299, 301, 302 Ana Belén (María del Pilar Cuesta), 357 Anderson, Lindsey, 31 Andreu, Blanca, 260, 262, 263 Andronico, Maria, 403, 405 Antolín, Enriqueta, 260 Aparicio, Juan Pedro, 260 Arangurem José Luis L., 18, 54, 95 Areilza, José María de, 204, 216 Arguedas, José María, 111, 115, 311 Arias Navarro, Carlos, 37, 421 Arias, Juan, 381 Aristóteles, 38, 40 Armas, Alberto de, 69 Armas Marcelo, JJ., 435 Aron, Edith, 103, 104, 109, 121-123 Arozena, José, 63, 64, 67-69 Arrabal, Fernando, 38, 39, 167, 168 Arrieta, Adolfo, 384 Arzalluz, Xabier, 189 Asquerino, María, 94 Atwood, Margaret, 163 Atxaga, Bernardo, 170 Aub, Max, 81 Ávila, Pedro, 454, 457 Ayala, Francisco, 20, 81, 83, 84, 93, 110, 198, 203-210, 216, 295 Ayala, Julián, 75 Ayala, Nina, 206 Azaña, Manuel, 79, 86, 87, 316 Azcona, Rafael, 26, 64, 65, 138-140, 142-149, 177, 215, 229, 291, 403, 417, 422, 424, 445 469 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 Aznar, José María, 138, 282, 283, 329, 360 Azúa, Félix de, 114, 130, 257, 448, 455 Bacon, Francis, 157, 180, 230, 417419, 461 Balbín, José Luis, 94 Balcells, Carmen, 61, 261, 311, 347, 349, 436, 437, 446-453 Ballinger, Bill, 27 Baltasar, Basilio, 218 Balzac, Honoré de, 380 Barcha, Mercedes, 58, 59 Bardot, Brigitte, 172, 173 Barnatán, Marcos Ricardo, 24, 36, 37, 45, 92, 97, 99, 104, 105, 108, 120, 129, 191, 200, 258, 374, 378, 464, 465 Baroja, Pío, 53, 54, 55, 56 Barral, Carlos, 49, 78, 85, 91, 263, 296, 300, 305, 427, 453-457, 459 Barral, Concha, 213, 216, 218, 226 Barral, Yvonette, 456 Barrios, Nuria, 244, 248 Bassets, Lluís, 27 Bautista, Consuelo, 456 Bea, Andrea, 305, 388 Beckett, Samuel, 140, 315, 392 Benedetti, Mario, 64, 133, 219, 221, 223, 224, 229-232, 234-238, 240, 241, 243, 302, 312, 386-389, 407 Benedetti, Raúl, 239, 240 Benet, Eugenio, 262 Benet, Juan, 56, 64, 94, 110, 111, 114, 130, 233, 257-263, 297-299, 303, 305, 348, 349, 382, 427, 459 Benito, Juan, 130, 131 Beresford, 33 Bergamín, José, 54, 416 Berger, John, 66, 140, 180, 229, 291, 305, 394, 416 Bergman, Ingmar, 444, 461, 462 Berlanga, Luis G., 139, 362 Bernárdez, Aurora, 119, 120, 233 470 8/1/10 14:54 Página 470 Bertolucci, Bernardo, 245, 246 Betancor, Josefina, 453 Bilbao, Mary Cruz, 417, 418 Birkin, Jane, 172-174 Bofill, Ricardo, 113 Bogart, Humphrey, 119, 306, 409 Bono (Paul David Hewson), 171 Borges, Jorge Luis, 36, 187, 189-201, 203, 207, 232, 343, 369, 384, 403, 416, 417, 426 Borrás, Rafael, 456 Bosso, Jorge, 289 Botero, Fernando, 437-439 Bovaira, Fernando, 26 Bowles, Jane, 244 Bowles, Paul, 163, 229, 243, 244, 246250, 302, 416 Bradlee, Ben, 150-152 Bravo, Pablo, 250 Bremer, Juan José, 335 Brines, Francisco, 91-93, 95, 96, 97, 295 Brown, Dan, 27 Brown, Tina, 153 Bryce Echenique, Alfredo, 254, 319329, 340, 388, 389, 440 Buenaventura, Ramón, 243 Buero Vallejo, Antonio, 128 Buñuel, Luis, 309, 465 Burgess, Anthony, 31, 32 Burton, Richard, 69, 136 Caballero Bonald, José Manuel, 91, 96, 131, 204, 295-298, 316, 319, 459-461 Cabrera Infante, Guillermo, 18, 24, 26, 28, 31, 32, 36, 37, 40-43, 4548, 58, 88, 89, 91, 96-100, 157, 180, 191, 255, 373-378, 451, 464 Cabrera, Blas, 83 Camacho, Rosita, 82 Camba, Julio, 192 Campanella, Hortensia, 240, 241 Camus, Albert, 139, 141, 154-157, 249, 281 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 Cancio, Raúl, 206 Cantalapiedra, Aurelio, 294 Capote, Truman, 119 Carandell, Luis, 263 Caro Baroja, Julio, 51, 53-57, 180, 208 Carroll, Lewis, 42, 115 Casanovas, Mercedes, 237 Casares, Carlos, 422 Castaño, Marina, 131-133, 363, 366, 370-372 Castellet, Josep Maria, 57, 91, 379, 454 Castilla del Pino, Carlos, 227 Castro, Ángeles de, 353, 354 Castro, Fidel, 44, 45, 78, 105, 236 Cattermole, Barbara, 34 Cattermole, Brian, 34 Cattermole, Jenny, 34 Cattermole, Michael, 34 Ceberio, Jesús, 169, 171, 381 Cebrián, Juan Luis, 87, 133, 152, 166, 172, 190, 214, 215, 229-232, 257, 282, 285, 359, 360, 367, 368, 381 Cela Conde, Camilo José, 131, 363 Cela Trullok, Jorge, 131, 365, 426, 427 Cela Trullok, Camilo José, 53, 54, 63, 64, 67-71, 81, 88, 91, 130-133, 139, 180, 183, 204, 208, 225, 295, 308, 353, 356, 357, 361-373, 416, 417, 426, 427, 432, 434, 461, 462 Cela, Julia, 85 Celaya, Gabriel, 175, 296, 301, 323 Celis, Barbara, 153 Cerecedo, Cuco, 37 Cervantes, Miguel de, 196 Chacón, Dulce, 111, 248, 249, 303, 306, 309, 314, 448, 449 Chamorro, Demetria, 66 Chandler, Raymond, 64, 119, 306 Chao, Ramón, 253, 307, 316, 383 Chavez, Anita, 319, 328 Chirbes, Rafael, 171 Chumy Chúmez (José María González Castrillo), 65 14:54 Página 471 Cioran, Emil, 341 Clotas, Salvador, 83 Cobiella, Rafael, 412 Coelho, Ceferino, 409, 410 Cohn-Bendit, Daniel, 166 Colón, Cristóbal, 185 Comas, Antonio, 448 Comas, José, 158, 159, 163 Conde, Rosario, 69, 130, 363 Conrad, Joseph, 425 Conte, David, 379, 382 Conte, Rafael, 57, 130, 253, 257, 263, 342, 343, 379-382, 427 Corbalán, Pablo, 381 Cortázar, Julio, 36, 64, 100, 103, 104, 107-123, 180, 223, 233, 263, 310312, 323, 327, 342, 345, 383, 384, 428, 464 Corugedo, Fernando, 131, 371 Cossío, José María de, 368 Coy, Javier, 31 Crawford, Joan, 245 Crémer, Victoriano, 296 Cruz García, Eva, 24, 26, 30, 32, 3335, 138, 369, 461 Cuerda, José Luis, 26 Cueto, Juan, 175, 177-180, 192-194, 420 Cuevas, José Luis, 317, 424 Curtiz, Michael, 447 Dalí, Salvador, 416 Daniel, Jean, 151, 155, 156 Davis, Bette, 245 De Gaulle, Charles, 205 De la Serna, Jesús, 381 De la Vega, Garcilaso, 92 De los Ríos, César Alonso, 138 De Vera, Cristino, 66, 92 Del Río, Pilar, 398, 405, 406, 408, 410-413, 415 Del Valle Menéndez, Antonio, 37 Delgado, Fernando, 75, 94, 96, 191, 218, 293 Delgado, Josefina, 200 471 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 Delibes, Miguel, 54, 55, 352, 353-357 Delkáder, Augusto, 214 Deneuve, Catherine, 173, 174 Déniz, Jaime, 335 Depardieu, Gerard, 171 Di Stéfano, Alfredo, 460, 461 Díaz Marínez, Manuel, 375, 376 Díaz, Jesús, 375, 376 Díaz, Lola, 222, 223, 243 Diego, Gerardo, 198 Domingo, José, 63 Domínguez Anadón, José Ángel, 51 Donada, Marta, 146, 222, 237, 239, 243, 304, 407 Donoso, José, 58, 336-341 Donoso, Pilar, 58, 336-339 Doreste, Javier, 398 Dostoievski, Fedor, 146, 427 Dunlop, Carol, 109, 110, 120 Duras, Marguerite, 105, 384 Durrell, Lawrence, 105 Echevarría, Ignacio, 170, 171 Edwards, Jorge, 58, 78, 79, 169, 328 Elezcano, Amaya, 165, 168, 223, 237, 243, 407, 410, 430, 464, 465 Eliano, Mariana, 239, 240 Elliott, John H., 185 Eliot, T.S., 82 Eliseo Alberto, 375, 376 Eliseo Diego, 375 Eloy Martínez, Tomás, 133, 134, 138, 139, 151, 186, 345, 349, 350, 353 Erice, Víctor, 130, 140, 141 Escohotado, Antonio, 130 Escuredo, Rafael, 298 Esedín del Ródano, Edmundo A., 34 España, María, 357, 358 Espert, Núria, 136 Espriu, Salvador, 214, 215 Estefanía, Joaquín, 91, 301, 381, 455 Estrada, Susana, 420 Esteves, Fernando, 219-221, 223, 465 Evans, Harold, 151-154 472 8/1/10 14:54 Página 472 Ezcurra, José Ángel, 128, 129, 211, 227 Fajardo, Herminia, 315 Fajardo, José Luis, 48, 94, 189, 227, 420 Falú, Eduardo, 346 Fátima (asistente de Ayala), 211, 212 Faulkner, William, 64, 119, 195, 306, 310 Felipe, León, 84, 184, 296, 316, 318, 443 Fellini, Federico, 145 Feria, Luis, 295 Fernán Gómez, Fernando, 26, 94, 218, 227 Fernández de Castro, Javier, 35 Fernández Ferrer, Antonio, 198 Fernández Figueroa, Juan, 38 Fernández Rosado, Esteban, 221 Fernández Santos, Jesús, 161 Fernández, Luis, 41 Fernández-Santos, Ángel, 64, 139, 140, 142, 143 Ferrater, Gabriel, 455 Ferreiro, Celso Emilio, 316 Ferreri, Marco, 145 Ferrero, Jesús, 448 Ferro, Manuel, 383 Fichte, Johann Gottlieb, 38 Fidalgo, Feliciano, 94, 106, 158-163, 167, 171-174, 230, 381 Finisterre, Alejandro, 318 Flórez, Marisa, 361 Follet, Ken, 410 Forest, Genoveva, 386 Fowles, John, 31, 32 Fraga Iribarne, Manuel, 132 Francisco, Martín de, 412, 413 Franco Francisco, 24, 74, 75, 82, 86, 91, 93, 205, 258, 288, 318, 323, 384, 386, 460 Franco, Antonio, 215 Fuentes Lemus, Carlos, 465, 466 Fuentes Lemus, Natasha, 465 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 Fuentes, Carlos, 58, 79, 192, 318, 335, 345, 452, 463-466 Fujimori, Alberto, 327, 389, 438-441 Gabilondo, Iñaki, 227 Gadamer, Hans-Georg, 38 Gades, Antonio, 337 Gainsbourgh, Serge, 174 Galán, Diego, 161, 218, 224, 228 Galiardo, Juan Luis, 146 Gallimard, Antoine, 253 Gálvez, Antonio, 105, 154, 384 Gamoneda, Antonio, 388 Ganivet, Ángel, 66, 139 Garcés, Jordi, 452 García Barcha, Gonzalo, 59 García Cabrera, Pedro, 76, 77 García de Antelo, Miguel, 71 García Hortelano, Juan, 94, 127, 130, 233, 257, 260, 263, 297, 299-302, 319, 382, 427, 448, 457, 459 García Lorca, Federico, 31, 196, 426 García Márquez, Gabriel, 57-61, 63, 74, 75, 291, 309, 310, 321, 323, 326, 337, 427, 428, 434, 443, 446, 451, 464, 466 García Montero, Luis, 204, 211, 322, 457, 459 García Nieto, José, 132 García Padilla, Manuel, 420 García Padilla, Pilar, 24, 27, 28, 31, 34, 35, 103, 178 García Ramos, Juan Manuel, 78, 306 García Sánchez, José Luis, 142 Gastón, Amparitxu, 301 Gibson, Ian, 31 Gil de Biedma, Jaime, 176, 178, 263, 296, 301, 337, 368, 369, 447, 458, 459 Gimferrer, Pere, 49, 57, 83, 186, 370, 379 Giner de los Ríos, Francisco, 316 Gleichman, Gabi, 363, 364, 461, 462 Gómez Aguilera, Fernando, 410 Gómez de Liaño, Javier, 360 14:54 Página 473 Gómez, José Luis, 248, 249 Gómez, Miriam, 18, 42, 47, 97-100, 180, 255, 373, 374, 376-378 Góngora, Luis de, 437, 441 González Fraga, Elvira, 341, 343, 345 González Mateos, Domingo (Dominguín), 63 González León, Adriano, 324, 325 González Vergel, Alberto, 128 González Villahoz, Rodolfo, 223, 243 González, Ángel, 36, 87, 91, 94, 175, 263, 296-298, 300, 413, 454, 457461 González, Felipe, 75, 206, 282, 283, 366, 404 González, Juan, 430 González, Pedro, 292 González, Secundino, 428 Goya, Francisco de, 429 Goytisolo, José Agustín, 175-178, 300 Goytisolo, Juan, 232, 394, 397 Granda, Fernando, 358, 359 Grande, Félix, 91, 306, 316, 318, 358 Grandes, Almudena, 204, 322, 457 Grass, Günter, 23, 48, 51, 159, 249, 261, 428-435, 465 Grosso, Alfonso, 300 Grunert, Hans, 430 Grunert, Ute, 429-431 Guelbenzu, José María, 146, 365, 379, 427 Guevara, Ernesto (Che), 26, 44, 110, 156, 230, 449 Guillermoprieto, Alma, 133, 151 Gumucio, Juan Carlos, 440 Gutiérrez, Ricardo, 460 Hammett, Dashiell, 306 Hamsun, Knut, 456, 461 Handke, Peter, 91, 150 Haro Tecglen, Eduardo, 128, 134, 205, 211, 213-219, 222-228, 287, 359, 362, 419 473 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 Hemingway, Ernest, 310, 321, 337 Henreid, Paul, 377 Hermida, Jesús, 365 Hernández, Felisberto, 231 Hernández, José, 314, 315 Hernández, Miguel, 426 Herralde, Jorge, 167-169, 448 Hierro, José, 291-295 Hitchcock, Alfred, 75 Hitler, Adolf, 429 Hockney, David, 420 Hortet, Yvonne, 455 Houellebecq, Michel, 166-169 Hoyas, Joaquina, 444, 446, 456 Humboldt, Alexander von, 74, 75 Huston, John, 47 Ibargüengoitia, Jorge, 79, 325, 377 Iglesias, Julio, 174 Imbert, Jacqueline, 383 Isabel II de Inglaterra, 421 Jacobs, Bárbara, 332, 333, 335, 336 Jiménez Leal, Orlando, 378 Jiménez, José Alfredo, 175 Jiménez, Juan Ramón, 195 Joyce, James, 315 Juan de Borbón y Battemberg, 421 Juan Carlos I, 282, 356, 421 Junquera, Rosa, 407 Kant, Inmanuel, 40 Karvelis, Ugné, 116 Kertész, Imre, 158, 159, 163-166 Kipling, Rudyard, 137, 195 Kodama, María, 193, 195, 197, 198, 200, 201 Korda (Alberto Díaz Gutiérrez), 156 Kusminsky, Matilde, 345 Laborda, Juan José, 455 Lacruz, Mario, 406, 407, 447 474 8/1/10 14:54 Página 474 Laín Entralgo, Pedro, 95 Larralde, José, 163 Larraya, José Miguel, 216, 224, 364 Lawrence, David Herbert, 30 Le Carré, John, 451 Le Pera, Alfredo, 346, 347 Leguina, Joaquín, 285 Leguineche, Manuel, 211, 355, 364 Lemus, Silvia, 452, 465, 466 León Barreto, Luis, 75 Lezama Lima, José, 393 Liébana, Ginés, 253 Lindo, Elvira, 177 Llamazares, Julio, 114, 257, 258, 308, 366-369, 425, 432, 458 Lledó, Emilio, 37-40, 42, 88, 92, 167 Löbsack, Grita, 428 Longares, Manuel, 91 Lope, Manuel de, 113-116, 120, 123, 124, 154, 257, 260, 291 López Alegre, Luz, 235, 237-239, 241, 386 López, Charo, 175, 177 López, Juanjo, 218 Lorite, Ana, 159 Lozano, Rafael, 85, 135, 136, 139, 148 Lugones, Leopoldo, 196 Lundkvist, Arthur, 369 Machado, Antonio, 408 Machado, Emilio, 435 Magán, Luis, 461, 462 Mann, Thomas, 132 Manrique, César, 251, 397-399, 406, 465 Marcos (subcomandante), 285, 286 Marías, Javier, 79, 114, 130, 257, 308, 374 Marichal Salinas, Carlos, 84, 85 Marichal Salinas, Miguel, 84 Marichal, Juan, 53, 79, 81-88, 316 Márquez Reviriego, Víctor, 127, 128, 129, 211 Marsé, Berta, 444, 446, 456 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 Marsé, Juan, 49, 74, 337, 361, 419, 443-446, 448, 449, 456 Marsillach, Adolfo, 134, 135, 137139, 146, 148, 149, 337, 362 Martí, José, 99 Martín Gaite, Carmen, 64, 67, 297 Martín Garzo, Gustavo, 352, 353 Martín, José, 253, 362 Martín, Mónica, 452 Martín, Silvia, 207, 208, 210, 253, 362 Martínez Morenoi, Ezequiel, 309 Martínez Sarrión, Antonio, 64, 257, 262, 263, 297, 303 Martínez, Emiliano, 18, 232 Martini, Juan, 64, 221, 223, 465 Marx, Karl, 360 Masoliver, Juan Antonio, 374, 378, 460 Massiel, 322, 323, 326, 389 Mastretta, Ángeles, 21 Mateo Díez, Luis, 21, 260 Maturana, Gonzalo, 340 Matute, Ana María, 448 Maura, Antonio, 416 Mayer, Peter, 453 Mayoral, Marina, 260 McDowell, Malcom, 31 Mellizo, Felipe, 422, 459 Méndez Ferrín, Xosé Luis, 316 Mendicutti, Eduardo, 457 Mendoza, Eduardo, 448 Merino, José María, 260 Mernissi, Fátima, 400 Mertin, Ray-Güde, 409 Michelena, Pedro María, 137 Miele, Marco, 404 Millás, Juan José, 260 Miller, Henry, 105, 428 Miquelarena, Jacinto, 137 Miranda Podadera, Luis, 39 Miró, Joan, 433 Mitterrand, François, 171, 172 Moix, Ana María, 448 Moix, Terenci, 176, 177, 179, 448 Molina, César Antonio, 204 Molina, Miguel de, 385 14:54 Página 475 Molina-Foix, Vicente, 114, 130, 257, 374, 378, 460 Mondrian, Pietr, 104, 109, 121 Monteagudo, Isabel, 164, 165 Montero, Isaac, 382 Monterroso, Augusto, 323, 331-334, 336 Montesinos, Vladimiro, 327, 389, 439, 441 Moore, Henry, 24 Moravia, Alberto, 209, 210 Mordzinski, Daniel, 154-156, 168 Moreno Galván, José María, 124, 125, 127, 128 Moura, Beatriz de, 448 Muchnik, Mario, 111, 391, 455 Muchnik, Nicole, 111 Muguerza, Javier, 189 Muhr, Dorotea (Dolly), 306, 307 Munárriz, Miguel, 178, 179 Munné, Antoni, 452 Muñoz Molina, Antonio, 21, 171, 177, 308, 366 Napoleón, 254 Navarro, Piluca, 94, 189 Negrín, Juan, 81 Neruda, Pablo, 51, 71-73, 75-77, 79, 89, 180, 195, 443 Nierga, Gemma, 218 Nieva, Francisco, 167, 298 Nixon, Richard, 150 Noches, Nelson, 60 Noches, Soledad, 60 Novais, José Antonio, 323 Obama, Barak, 392 Omar, Alberto, 75 Onetti, Jorge, 304, 305 Onetti, Juan Carlos, 16, 64, 81, 111, 112, 119, 180, 220, 223, 224, 249, 300, 303-315, 323, 336, 388, 441 Ontañón, Francisco, 124 Ordóñez, Antonio, 125 475 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 Ortega Spottorno, José, 190, 192, 356, 403 Ortega y Gasset, José, 192, 403, 404 Ortiz, Letizia, 466 Ossa, Carlos E., 71, 72, 219, 220 Oteiza, Jorge, 252 Otero Barral, Malcolm, 328, 456 Padorno, Manuel, 453 Palomo (doctor), 85 Paniagua, Domingo, 53, 54 Parker, Charlie, 119 Pavese, Cesare, 141 Paz, Octavio, 82, 83, 105, 180, 183187, 192, 196, 360, 383, 384 Peces-Barba, Gregorio, 189 Pemán, José María, 361, 362 Pereda, Rosa María, 378 Pérez Minik, Domingo, 33, 49, 53, 57, 58, 63, 64, 67, 69, 76, 77, 81, 82, 84, 88, 125, 128, 137, 211, 213, 229, 243, 295, 379, 403 Pérez Plasencia, Ezequiel, 134 Pérez, Bernardo, 159 Pérez-Reverte, Arturo, 21, 71-73, 127, 219-221, 223, 260, 410, 419 Périch, Jaume, 447 Perón, Eva, 205 Perrin, Jacques, 25 Pessoa, Fernando, 422 Picasso, Pablo Ruiz, 41, 77, 119, 160, 297 Pinochet, Augusto, 71, 197 Pîñón, Nélida, 449 Platón, 38, 40, 136 Poirot, Lucho, 77 Polanco, Isabel, 183, 291, 408, 409, 412, 465 Polanco, Jesús, 225, 233-235, 262, 282, 285, 294, 348, 360, 465 Pombo Angulo, Manuel, 354 Pombo, Álvaro, 66, 459-461 Pompidou, Georges, 106, 159, 381 Porcel, Baltasar, 445 Portera, Alberto, 247 476 8/1/10 14:54 Página 476 Posadas, Carmen, 282, 283 Prada, Juan Manuel de, 169, 170 Pradera, Javier, 85, 163, 189-191, 198, 257, 423 Prado, Benjamín, 457 Primo de Rivera, José Antonio, 138 Proust, Marcel, 162, 230 Puértolas, Soledad, 322 Puig, Manuel, 253, 254, 378 Puigserver, Fabià, 214 Pujol, Jordi, 283 Quintero, Jesús, 223, 248 Quiñones, Fernando, 358 Rabal, Francisco, 94 Ramírez, Pedro J., 360 Ramírez, Pepín, 397, 398 Ramírez, Sergio, 375 Ramis, Pepa, 94, 295 Ramoncín (José Ramón Martínez Márquez), 357, 362 Raphael (Miguel Rafael Martos Sánchez), 385 Regás, Rosa, 49, 50, 444 Reguera, Daniel, 346, 347 Reyes, Pilar, 223, 465 Ribeiro, João Ubaldo, 16 Ribeyro, Julio Ramón, 330 Richmond, Carolyn, 203, 204, 206, 211, 212 Ridruejo, Dionisio, 38, 95 Ridruejo, Pitita, 357 Rieff, David, 391, 394, 395 Riera, Carme, 448 Rioyo, Javier, 175, 395, 458 Rivas Cherif, Enrique de, 87 Rivas, Manuel, 25, 132, 420, 460 Rivera, Susi, 298, 457, 461 Roa Bastos, Augusto, 347-351, 353 Robbe-Grillet, Alain, 381 Robles, Marta, 218 Rocío Jurado (María del Rocio Trinidad) 385 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 8/1/10 Rodríguez Lafuente, Fernando, 335 Rodríguez Rivero, Manuel, 146, 365, 427 Rodríguez, Josefina, 64, 65 Rodríguez, Juantxu, 196 Romero, Carmen, 366 Ros, Carmen, 260 Rubio, Mariano, 282 Rulfo, Juan, 61, 300, 310, 315-318, 424 Russell, Bertrand, 128 Saavedra, Jerónimo, 189 Sábato, Ernesto, 17, 299, 336, 341346, 379 Sabina, Joaquín, 322, 457 Sáenz, Miguel, 428 Sagarra, Joan de, 448 Salazar, Antonia, 36 Salinas de Gortari, Carlos, 452 Salinas, Jaime, 85, 87, 127, 130, 146, 150, 153, 163-165 234, 257, 260, 261, 348, 365, 427, 428, 431, 432 Salinas, Pedro, 87 Salinas, Solita, 81, 84, 85, 87, 316 Sampedro, José Luis, 225, 234, 260 San Martín, Eduardo, 131, 341, 360 Sánchez Dragó, Fernando, 370, 371 Sánchez Ferlosio, Rafael, 64, 66 Sánchez Harguindey, Ángel, 142, 146, 301, 378 Sánchez-Guisande, María Fernanda, 351, 352 Sánchez-Ortiz, Emilio, 48, 51, 53, 105-108, 159, 252, 253, 323, 383, 435 Sanz de Soto, Emilio, 244 Saramago, José, 183, 394, 398, 399, 405-413, 415, 416, 434, 465 Sartorius, Nicolás, 128 Sartre, Jean-Paul, 42 Sastre, Alfonso, 231, 386 Satué, Enric, 348 Savall, Lorenzo, 230 Savater, Fernando, 91, 341, 378, 404 14:54 Página 477 Scalfari, Eugenio, 151, 157 Scari, Raúl, 384 Schavelzon, Guillermo, 122, 146, 234, 236, 261, 427 Schultz, Marisol, 223 Schwarzenegger, Arnold, 442 Schwartz, Carlos A., 68, 107, 108, 114 Scianna, Fernando, 403 Sciascia, Leonardo, 91, 192, 229, 403, 404 Scott Fitzgerald, Francis, 64, 448 Seberg, Jean, 466 Sellés, Anna, 284, 285 Semprún, Jorge, 180, 300, 301, 366, 367, 457, 460 Sender, Ramón J., 81 Serrano, Marcela, 71, 72, 219, 220 Serrat, Joan Manuel, 236, 241, 288, 289 Sarduy, Severo, 36, 105, 251, 252, 254, 255, 263, 294, 378, 383, 384, 437 Silió, Elisa, 353 Sillitoe, Alan, 30, 31, 48 Silva, Ariel, 239-241, 386 Silva, Julio, 121 Skármeta, Antonio, 171 Smith, Patty, 401 Sofía (reina de España), 396 Sontag, Susan, 305, 391-393, 395401, 406, 465 Sorela, Pedro, 332 Soriano, Mercedes, 260 Soriano, Oswaldo, 83 Soriano, Rafael, 456 Styron, William, 251 Suárez, Adolfo, 360, 422 Suárez, Gonzalo (Martín Girard), 50, 143, 177 Suñén, Luis, 146, 365, 427 Swanson, Gloria, 339 Talens, Jenaro, 92 Tarradellas, Josep, 444, 446 Taylor, Liz, 69 477 229-488 EGOS REVUELTOS.qxd:Maquetación 1 Tierno Galván, Enrique, 360, 428 Toledo, José, 85, 237, 247, 291, 300, 302 Tomás y Valiente, Francisco, 143 Tomasello, Luis, 121 Toribio, José Luis, 96, 292, 293, 420 Torrente Ballester, Gonzalo, 132, 133, 196, 347, 348, 351-353, 426 Torrente Sánchez-Guisande, Álvaro, 351 Torres, Maruja, 218, 219, 222, 223 Torres, Rosana, 368 Tovar Bobillo, Antonio, 316 Tovar Llorente, Antonio, 95, 96 Trapiello, Andrés, 86-88 Trianin, Marie Jo, 183-186 Trueba, David, 129, 378 Trueba, Fernando, 143, 161, 374, 378 Trujillo, Leónidas, 434 Ullán, José-Miguel, 105, 154, 316, 383-385 Umbral, Francisco, 91, 94, 132, 154, 306, 316, 357-362, 383-385, 445 Unamuno, Miguel de, 66, 139, 155, 192, 207, 410 Uriarte, Jon, 150, 153, 154 Urrutia, Matilde, 73, 74, 75, 76, 77 Vadim, Roger, 173 Val, Tomás, 37 Valdano, Jorge, 282, 344 Valdés, Hernán, 73 Valdés, Zoé, 375, 376, 378 Valente, José Ángel, 154, 383, 384 Vallat, Anne-Marie, 375, 376, 378 Vallcorba, Jaume, 164-167 Vallina, Sonsoles, 250 Valls, Fernando, 169, 170 Van Gogh, Vincent, 155 478 8/1/10 14:54 Página 478 Vargas Llosa, Mario, 21, 36, 58, 91, 163, 185, 253, 307-310, 321, 327, 374, 378, 417, 419, 432-441, 449, 451, 464, 466 Vargas, Morgana, 58, 438 Vargas Llosa, Patricia, 58, 309, 374, 378, 435, 436, 440, 442 Vázquez Montalbán, Manuel, 190, 213, 215, 281-284, 286-290, 359, 447, 448, 452, 453 Vázquez, Daniel, 284, 290 Vázquez, María Esther, 199, 200 Verdú, Vicente, 177, 405, 420 Vergano, Serena, 113 Vicent, Manuel, 19, 63, 146, 173, 216, 218, 219, 222, 259, 263, 286, 419-422, 424, 425 Vidal, Joaquín, 364, 366, 369 Viglietti, Daniel, 236 Vila-Matas, Enrique, 25, 26, 331, 332, 384 Vilariño, Idea, 386 Visor, Chus, 229, 237, 322, 388, 458 Visor, Miguel, 425 Voight, John, 106 Welles, Orson, 50 Westerdahl, Eduardo, 76, 77, 125 Wilson, Harold, 31 Wolff, Tobias, 464 Woolf, Virginia, 31, 395 Youdelman, Susi, 138, 148 Yuste, José Luis, 233 Zambrano, María, 383, 384, 416, 417 Zuluaga, Conrado, 64, 223, 465 Zúñiga, Juan Eduardo, 260 Zurbarán, Francisco de, 418