nados por Bob Barker, toda una institución de la televisión estadounidense –lleva al frente del concurso “La ruleta de la fortuna” (The Price is Right) desde 1972–. «Estoy encantado de ayudar en la misión de acabar con la destrucción del hábitat y la fauna silvestre en los océanos del mundo. Esta es una organización que pone estas palabras en acción», declaró el presentador. El Bob Barker es un rompehielos rápido, cuyo capitán es el sueco Peter Hammarstedt, al mando de una tripulación internacional formada en su mayor parte por voluntarios. Hammarstedt es un veterano de la organización y director de operaciones de buques de Sea Shepherd Australia, que también estuvo al mando del Bob Barker durante la última campaña antártica por la defensa de las ballenas, en la que tuvieron que sufrir las embestidas del impresionante ballenero-factoría japonés Nihin Maru. Desde Nueva Zelanda levó anclas el Sam Simon, un antiguo ballenero de la flota japonesa reconvertido por Sea Shepherd con mejores fines, y “bautizado” con el nombre del recientemente desaparecido productor de televisión y cocreador de la serie “Los Simpson”, otro mecenas del grupo. Su capitán es Sid Chakravarty, un marino de la India que, tras pasar una década trabajando en buques comerciales, decidió unirse a la caza de los furtivos por los océanos del mundo. Ambos barcos forman parte de la Neptun’es Navy, una flota ecologista formada por tres buques de más de 70 metros –además del Bob Parker y el Sam Simon, está el Steve Irwing– y un rápido triamarán monocasco llamado Brigitte Bardot –estuvo de visita en diciembre del pasado año en el Museo Marítimo de Bilbo–, además de otras embarcaciones como el velero Martin Sheen, que realiza investigaciones sobre los vertidos en el Golfo de México. El 17 de diciembre, en el banco Banzare, un sector de la costa de la Tierra de Wilkes en la Antártida Oriental donde la cuota de pesca es cero, el Bob Barker interceptó al Thunder en plena faena. Era la pieza mayor del lote de furtivos, un barco que ha operado bajo diferentes nombres y pabellones durante años –esta vez tenía bandera nigeriana–, y que Interpol calcula que ha proporcionado a sus propietarios más de 60 millones de dólares estadounidenses desde que fue inscrito en la lista negra de la CCAMLR en febrero de 2006. Recibió una notificación morada o de busca y captura después de una operación conjunta entre Nueva Zelanda, las autoridades australianas y noruegas en diciembre de 2013. El Thunder llevaba cuarenta tripulantes, la mayoría indonesios, aunque siete eran de nacionalidad española, se cree que gallegos, mientras que el capitán era chileno. Comenzaba así la persecución para el Bob Baker. Su objetivo: impedir que el Thunder cambiara de bandera De izquierda, a derecha, un tripulante del Bob Baker lanza botellas con notas en su interior dirigidas a la tripulación del Thunder. Dos días antes, el Thunder vira bruscamente y se acerca a sus perseguidores, que logran evitarlo. zazpika 1 1