NOTA DIARIO CLARIN DEL 13/02/2005 ECONOMIA REAL Economía de las drogas Gary Becker suele sorprender con temas no tradicionales para la economía. Esta vez le tocó al mercado de las drogas y otros productos ilegales. Sebastián Campanario scampanario@clarin.com.ar ¿Por qué la guerra contra las drogas es tan difícil de ganar? ¿Por qué los esfuerzos para reducir la oferta de drogas terminan generando un mayor poder de las bandas urbanas de revendedores y de los carteles internacionales de producción y tráfico de estupefacientes? Los alegatos en favor de la legalización de las drogas suelen provenir de rockeros o filósofos progresistas. Sin embargo, esta idea también cuenta con defensores desde el lado conservador. Un ejemplo es el semanario inglés The Economist, que sostiene una postura editorial en esta línea, con énfasis en las libertades individuales. Otro caso es el de Gary Becker, Premio Nobel de Economía de 1992 y precursor de esto de hablar de cosas no tradicionales para la ciencia de Adam Smith y Keynes. Aunque los temas que aborda son poco comunes, Becker es profesor de la Universidad de Chicago y neoclásico hasta la médula. En un reciente paper, "The economic theory of illegal goods: the case of drugs" ("La teoría económica de los bienes ilegales: el caso de las drogas"), Becker, Kevin Murphy (de Chicago) y Michael Grosman (NBER) concluyen que "combatir las drogas legalizándolas y fijando un alto impuesto a su consumo es más eficiente que continuar prohibiendo su uso". Los autores aseguran que una tasa alta sobre un bien legal provoca una disminución en la oferta y una suba en el precio más fuertes que las que origina la prohibición de ese bien, aún considerando que muchos productores optarán por seguir en la clandestinidad y evitar el impuesto. Becker, Murphy y Grossman demuestran su punto con un modelo teórico. Un esquema que, dicho sea de paso, se puede extrapolar a otros mercados de bienes ilegales, como la prostitución. El estudio tiene en cuenta que la elasticidad en la demanda de drogas (cuánto se altera el consumo ante una variación del precio) no es la misma para el caso de sustancias adictivas que para otros bienes. Y también toma en consideración la "presión de los pares" de un mismo grupo social ("peer pressure"): la influencia que ejerce sobre un consumidor su grupo de amigos y relaciones para que prosiga con su hábito. Aún teniendo en cuenta estos dos factores, la recomendación sigue siendo la de legalizar. Para los economistas, el hecho de que las drogas sean ilegales y no legales con altos impuestos puede explicarse, en buena medida, por el lado económico. En al análisis de Becker, Murphy y Grossman se muestra cómo una legalización con altos impuestos disuadiría de consumir en mayor medida a los adictos pobres que a los de clase media y alta. Para los investigadores, como las capas sociales más altas son las que gobiernan y detentan el poder, es normal que elijan el medio que mejor protege a sus hijos y allegados de las drogas: la prohibición lisa y llana. Demás está decir que el enfoque de Becker sobre la legalización de las drogas es objeto de fuertes controversias. Hay que tener en cuenta que se trata de un momento en el que en los Estados Unidos predomina la agenda de derecha de la administración Bush, para la cual que un economista ortodoxo de Chicago, multipremiado y tremendamente respetado en el medio académico salga a defender con vehemencia la legalización de las drogas es un asunto difícil de digerir. http://www.clarin.com/suplementos/economico/2005/02/13/n-00201.htm