ESTUDIO DE LA EVOLUCIÓN DE LA ARMADURA DEL CABALLERO EN LA CORONA DE ARAGÓN DURANTE EL SIGLO XIII A TRAVÉS DE CUATRO FUENTES Darío Español Solana 1 Índice de contenidos 1. INTRODUCCIÓN----------------------------------------------------------------------------------3 1.1. Tema de investigación y justificación de su relevancia------------------------------------3 1.2. Ámbito geográfico y cronológico-------------------------------------------------------------3 1.3. Exposición de los contenidos------------------------------------------------------------------3 2. ANTECEDENTES. EL CABALLERO ARAGONÉS DEL SIGLO XII.--------------4 3. ESTUDIO DE LAS FUENTES PROPUESTAS-----------------------------------------------5 3.1. Las fuentes----------------------------------------------------------------------------------------5 3.1.1. Pinturas murales de la conquista de Mallorca----------------------------------------5 3.1.2. Biblia de Maciejowski-------------------------------------------------------------------6 3.1.3. Documento templario de 1289. Encomienda de Monzón--------------------------6 3.1.4. Techumbre de la catedral de Teruel---------------------------------------------------7 3.2. Interpretación de las fuentes: armas, armaduras y vestuario a través de ellas-----------7 4. EVOLUCIÓN DE LA AMADURA EN LA CORONA DE ARAGÓN. 1200-1300-------11 4.1. Armaduras---------------------------------------------------------------------------------------11 4.2. Cascos y yelmos--------------------------------------------------------------------------------12 4.3. Gambesones, perpuntes y sobrecotas--------------------------------------------------------13 5. CONCLUSIONES---------------------------------------------------------------------------------14 6. BIBLIOGRAFÍA-----------------------------------------------------------------------------------14 Anexos-----------------------------------------------------------------------------------------------------15 Listado de imágenes------------------------------------------------------------------------------------16 2 1.- INTRODUCCIÓN 1.1 Tema de investigación y justificación de su relevancia La Edad Media fue un periodo oscuro y gris, dice la máxima extendida entre ciertos sectores historiográficos. A pesar de que esa afirmación requiere no pocos matices, puede decirse que el arte de la guerra contribuyó a extenderla. Con todo, la guerra, considerada como lid campal donde los guerreros batallaban de forma individual y con poca compenetración hasta formar una carnicería sobre el campo de batalla, no fue tan oscura y gris como se ha venido considerando; la organización militar existió, tanto que durante el medievo se nacía y vivía para la guerra. La ingeniería militar moldeó los ejércitos y los guerreros a lo largo de sus mil años de historia, donde ningún detalle era dejado a su suerte: el caballero era una cara inversión que convenía mantener con vida. La Corona de Aragón vivió a lo largo del siglo XIII un periodo de expansión irrefrenable. Esa centuria será testigo de cómo los monarcas aragoneses abandonan el sueño imperial del Midi francés tras la derrota de Pedro II en Muret, y que quedará refrendado en el tratado de Corbeil de 1258, y de cómo se inicia con su hijo Jaime I la expansión mediterránea (conquista de Mallorca y Valencia), continuada por Pedro III (conquista de Sicilia). A lo largo de este siglo, la armadura del caballero aragonés evolucionó al ritmo europeo, pero desarrollando peculiaridades propias. La incorporación de la sobreveste o sobrecota, traída de Tierra Santa; la utilización del perpunte sobre la loriga o la preeminencia del capacete serán algunas de las características evolutivas básicas de la armadura, cuya culminación total comenzará a darse a partir de mediados del siglo XIV, cuando las placas de acero hagan su aparición y terminen por cubrir completamente en los siglos posteriores el cuerpo del caballero. Este trabajo de investigación aborda la evolución de la armadura del caballero aragonés a lo largo del siglo XIII, utilizando como piedra angular cuatro fuentes básicas, tres de ellas pictóricas y una escrita. También se pondrá en relación esta evolución con el desarrollo armamentístico del caballero, paralelo al cambio en los elementos de protección. 1.2 Ámbito geográfico y cronológico Circunscribimos el objeto de este trabajo a la evolución de la armadura del caballero aragonés y catalán, corazón bélico y paradigmático de la nobleza medieval en la Corona de Aragón, cuya preponderancia fue fundamental en las conquistas desarrolladas en esta centuria pero también en el devenir de las políticas reales. Las noblezas catalana y aragonesa fueron esos brazos insoslayables de los que los reyes del siglo XIII no pudieron renegar, a pesar de que la animadversión entre corona y nobleza tuvo su máxima expresión en estas décadas. El marco cronológico de este trabajo, como ya se ha especificado anteriormente, abarca todo el siglo XIII, en concreto los reinados de Pedro II, Jaime I, Pedro III, Alfonso III y Jaime II. 1.3 Exposición de los contenidos Este trabajo de investigación comienza con un repaso a los antecedentes de la armadura del caballero en el siglo XIII, analizando su predecesora del siglo XII. A continuación se presentan y se analizan, por separado, las cuatro fuentes seleccionadas para realizar este trabajo, focalizando el análisis al objeto de nuestra investigación. Y para terminar, a modo de síntesis, se desglosará el estudio propiamente dicho de la evolución de la armadura del caballero aragonés del siglo XIII, tomando como referencia las fuentes que 3 anteriormente se habrán presentado. Al final de todo se adjuntará un anexo con imágenes de las tres fuentes pictóricas y la transcripción de la fuente documental. 2.- ANTECEDENTES. EL CABALLERO ARAGONÉS DEL SIGLO XII. La panoplia ofensiva y defensiva del caballero aragonés del siglo XIII bebe directamente de la evolución armamentística del siglo anterior. El siglo XII es una centuria convulsa para los territorios de la Corona de Aragón. Tras la unión matrimonial entre la reina de Aragón Petronilla y el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, los territorios del reino de Aragón y los del condado de Barcelona se reunirán bajo un mismo soberano. Ramón Berenguer IV, ya como princeps de Aragón, reconquistará la taifa de Lérida y la de Tortosa, y afianzará el avance cristiano hacia el sur. Su hijo y sucesor, el rey Alfonso II, continuará con la política expansionista, consolidando sus relaciones feudovasalláticas con el sur de Francia. En pleno fervor por viajar a Tierra Santa, el caballero del siglo XII irá adoptando innovaciones en su panoplia, algunas serán consecuencia del desarrollo militar espontáneo, común a los ejércitos europeos, y otras las adoptará por su permeabilización con distintas culturas. La primera prenda que se colocaba el caballero eran los calzones, que solían fabricarse de lino o lana. Sobre ellos, cubriendo la mayor parte de la superficie de las piernas, el caballero se colocaba las calzas. Las calzas solían estar confeccionadas con las mismas telas que el calzón e iban anudadas al cíngulo mediante cordones, únicamente en la parte delantera. El calzado solía colocarse sobre ellas, y algunas iban provistas de suelas de cuero. Ya con esta prenda colocada, el caballero se ponía las calzas de malla o brahoneras1. Las calzas de malla eran un elemento similar a sus correspondientes de tela, que se anudaban también al cíngulo. Estaban realizadas de tejido de malla, es decir: anillas de acero entrelazadas. Las brahoneras, por su parte, eran calzas de malla abiertas por detrás, que se unían entre sí mediante correas y/o cordones. Una vez colocada la parte de las piernas, el caballero pasaba a vestirse la parte de arriba. La camisa era una prenda también de lino o lana que llegaba por debajo de las caderas. Sobre ella, se colocaba una pieza fundamental de la armadura del caballero: el gambesón. Este elemento recibe muchos nombres. Todo parece indicar que en la Corona de Aragón, a tenor de las indicaciones que el propio Jaime I da en su Llibre dels feyts, se le denominaba perpunte. El perpunte podía tener distintos usos2. El más extendido por todo el occidente cristiano era el uso que se le hacía colocándolo directamente sobre el cuerpo del caballero, debajo de la loriga. Otra denominación de esta prenda habría sido aketon, proveniente de la voz arábiga al-qutun (algodón)3. Esta pieza de tela cubría ampliamente el torso del guerrero y le protegía de los golpes contundentes por su robustez y grosor, pues el interior solía rellenarse de tela, estopa u otros materiales. Asimismo, permitía al caballero protegerse del roce de la propia armadura. Sobre el perpunte iba la loriga o cota de mallas, cuyo nombre utilizado en Aragón en el medievo fue azberc, como luego analizaremos en una de las fuentes estudiadas en este trabajo. La loriga era una gran camisa de mallas, realizada a base de anillos de acero entrelazados. Podía ser de distintos tamaños, pero como norma general solía cubrir los muslos y los brazos del caballero. El almófar era la capucha de malla, que podía ser una pieza exenta o unida a la propia loriga. Para proteger el cabello del roce de la malla y para reforzar la protección del almófar, la cabeza se recubría con una cofia de armar, del mismo material del que estaba hecho el perpunte. Y para terminar, el caballero se colocaba una prenda de vestir importada de Tierra Santa, cuya utilidad era aislar el tejido de malla de los 1 HOOK, C y NICOLLE, D.: Knight of Outremer, 1187-1344 A.C., London, 1996. Su uso específico en los territorios de la Corona de Aragón se analizará en los epígrafes siguientes. 3 GRAVETT C. y TURNER G.: English medieval knight 1200-1300, London, 2002, p. 23. 2 4 rayos de sol, algo que podía propiciar que el caballero tuviera un acceso de calor4. Se denominaba sobreveste o sobrecota. Era una prenda de tela, por lo general sin mangas, que cubría el torso y las piernas del caballero. Estaba abierta por detrás y por delante para permitirle montar, y a partir del siglo XIII sirvió para distinguir al caballero en batalla y mostrar su heráldica. El escudo propio del siglo XII es el escudo con forma de lágrima. Paulatinamente otras formas en los escudos se irán haciendo dueñas del campo de batalla, como es el de forma heráldica, que tendrá su apogeo, como nos indicarán las fuentes seleccionadas, en el siglo XIII. Sin duda las dos armas fundamentales de las guerras medievales en la península ibérica fueron la espada y la lanza. La lanza no sufrió variación alguna entre los siglos XI, XII y XIII5. La del siglo XII en la península, incluida la Corona de Aragón, crece en tamaño con respecto a la de la centuria anterior. Mide de 35 a 45 cm. de largo, y mantendrá estas medidas para todo el siglo XIII, algo que propiciará que las armaduras defensivas y los escudos evolucionen para detener este tipo de armas6. La espada, por su parte, es el arma medieval por antonomasia. Define al caballero y es un símbolo religioso en sí, más, si cabe, en este convulso siglo XII, donde las bases ideológicas de la cristiandad andan redefiniéndose con la oleada de fervor que suponen las cruzadas. La espada es un símbolo de Dios. En esta centuria, es fiel heredera del siglo anterior, algo que no comenzará a cambiar hasta la llegada del siglo XIII que nos ocupa, y que analizaremos con más detalle en sucesivos epígrafes. Otras armas son el hacha, la maza o la daga; armas que seguirán en uso a partir de 1200. 3.- ESTUDIO DE LAS FUENTES PROPUESTAS 3.1 Las fuentes Pinturas murales de la conquista de Mallorca: La conquista de la isla de Mallorca tuvo lugar entre los años 1229 y 1231 por las tropas catalanas y aragonesas del rey Jaime I el Conquistador. Esta fuente se encuentra en la actualidad en el Museo Nacional de Arte de Catalunya, en Barcelona. Se trata de tres paneles de frescos que fueron encontrados en al Palacio Aguilar (Barcelona), datados entre 1285 y 1290 (reinando Alfonso III). Fueron restauradas en 1961; su estado de conservación es bueno, aunque faltan varios fragmentos. Su estilo es el denominado de pintura profana de conmemoración de gestas y hechos históricos. Los tres paneles muestran momentos decisivos de la conquista de la isla (fig. 1); sin duda, el autor o autores tenían en cuenta los hechos pasados que narraban, y ajustaron su relato pictórico a lo sucedido, tal como informan las fuentes documentales. El primer panel parece mostrar las cortes de Barcelona de 1228, acontecimiento en el que se preparó y ratificó la conquista de Mallorca. Se reconoce la muralla y el campanario románico de la catedral. El segundo panel es el que se ha identificado con la batalla de Portopí. La representación muestra la muerte de un caballero, junto a la imagen de varios sarracenos y las montañas y árboles mallorquines de fondo. Y, por último, el tercer panel sitúa en el centro al rey Jaime I, sentado frente a la tienda real, flanqueado por sus lugartenientes, religiosos y laicos. En una tienda lateral, otros dos personajes departen del mismo modo que en la primera escena. 4 HOOK, C y NICOLLE, D., op. cit., p. 46. DE HOFFMEYER, A. B.: “Las armas en la historia de la Reconquista”, Gladius Vol. especial, (1988), pp. 31-101, p. 42. 6 CIRLOT, J. E.: “La evolución de la lanza en Occidente”, Gladius VI, (1967), pp. 5-18, p. 14. 5 5 Esta obra pictórica supone una fuente de insoslayable consideración para reconstruir el arte militar aragonés del siglo XIII. La heráldica7y la interpretación de armas y armaduras nos ofrecen una información muy valiosa a este respecto. El principal problema al que nos enfrentamos en la interpretación de esta fuente es la datación de lo representado. El artista o los artistas que pintaron los paneles, ¿representaron a los caballeros catalanes y aragoneses con fidelidad a cómo iban vestidos en la conquista de Mallorca en 1229, o los caballeros fueron desarrollados a partir de modelos de caballeros de 1285, fecha de realización de los paneles? ¿La representación se hizo en arreglo a una documentación seria y real? Estas dudas, que para nada deben tomarse de forma baladí, son fundamentales para interpretar y sacar conclusiones con respecto a nuestro estudio. Lo que parece evidente es que el autor representó a los caballeros con fidelidad pictórica, pues otras fuentes nos informan de ello. Como luego analizaremos con detalle, existen no pocos indicios de que los personajes representados pertenecen a la fecha de la conquista de Mallorca, pues sus armaduras responden a patrones de 1229; algo que, paradójicamente, no sería lo habitual. Ahora bien, no podemos dar una solución cerrada a este asunto, sino realizar una comparación con otras fuentes para ofrecer una respuesta más o menos fiable. Biblia de Maciejowski: También recibe el nombre de Biblia de los Cruzados. Se trata de un documento de gran belleza pictórica, compuesto por 46 folios. Es una biblia ilustrada medieval del Antiguo Testamento. En la actualidad se conserva en la Biblioteca y Museo Morgan, en Nueva York. Las iluminaciones de la biblia poseen una riqueza artística considerable, por cuanto se considera una obra maestra del gótico (fig. 2). Se cree que pudo haber sido hecha por seis miniaturistas distintos, en Francia, alrededor del año 1250. Las iluminaciones muestran aspectos de la vida cotidiana medieval: vestidos, medios de transporte, instrumentos musicales; es una fuente para la interpretación del medievo sin parangón, por la riqueza pictórica, la calidad de representación y la información visual. En el aspecto militar, constituye una de las fuentes más completas para su estudio. La fidelidad con que es representado el caballero, el arquero o el infante hace de esta esta obra un hito fundamental para estudiar las armas y las armaduras en todo el occidente cristiano. Se ha tomado como referencia para nuestra investigación la biblia de Maciejowski por constituir una fuente universal en el estudio de la armadura del caballero en toda la Edad Media cristiana. Además, la proximidad del reino francés, influencia recíproca de la Corona de Aragón, hace de esta fuente un documento indispensable para el estudio del caballero aragonés del siglo XIII. Documento templario de 1289. Encomienda de Monzón: La fuente documental que hemos seleccionado para este trabajo de investigación es un documento fechado en 1289. Se ubica en el Archivo Histórico Nacional, en concreto en el denominado Libro Verde de Monzón, folio 360. Los comendadores templarios solían realizar inventarios de las posesiones habidas en las encomiendas. El que desglosa este documento incluye todo tipo de bienes militares, armas y armaduras, pero también bestias de carga, animales de cría y otras posesiones. Es curioso constatar cómo en el inventario aparecen hasta los prisioneros que las cárceles de la encomienda privaban de libertad. La encomienda templaria de Monzón fue una de las más prósperas y poderosas de la Corona de Aragón. A la cabeza de la encomienda se situaba el comendador, que tenía su sede en el castillo de Monzón. Era asistido por el resto de frares, que constituían el cabildo templario; entre ellos estaban los caballeros, los sargentos, los capellanes y los donados. El documento tiene un significado crucial para nuestra investigación por dos motivos. El primero tiene que ver con la gran cantidad de datos que este aporta. El número de 7 Que ha ayudado a poner nombre a varios de los personajes que muestran los paneles y que su estudio no abordaremos aquí por no constituir el objeto de nuestra investigación. 6 elementos defensivos y armas de los que da cuenta es amplísimo, conformando un listado fundamental para entender qué armaduras y armas se utilizaban en la corona de Aragón en la segunda mitad del siglo XIII. El segundo motivo radica en el valor lingüístico del documento. El inventario está hecho en lengua vernácula, por lo que nos permite conocer cómo se llamaba a estos elementos en la propia época en que fueron usados. Sin duda, nos topamos con términos que desconocíamos, y nos cercioramos de que, en ocasiones, estamos utilizando términos equivocados o neologismos. Techumbre de la catedral de Teruel: Este templo fue elevado al rango de catedral en 1587, cuando se constituyó la diócesis turolense. La iglesia de Santa María de Mediavilla comenzó a construirse en el año 1200 y estaría terminada en torno a 1258, al rematarse con la torre mudéjar. La techumbre de la fábrica está construida en madera, al estilo par y nudillo, cuyo antecedente habría que situarlo en las techumbres de estilo almohade. La decoración de la misma discurre por todas las piezas de madera que la conforman, constituyendo lo que algunos han catalogado como la Capilla Sixtina del mudéjar (fig. 3). Los elementos ornamentales pueden agruparse en cuatro motivos: geométricos, epigráficos, vegetales y figurados. Para el estudio que nos atañe, hemos seleccionado las imágenes decorativas que aluden a momentos de la vida caballeresca. En la actualidad, los estudios historiográficos realizados sobre la techumbre aproximan su datación en torno al año 1270. 3.2 Interpretación de las fuentes: armas, armaduras y vestuario a través de ellas Un repaso fundamental por todas las fuentes nos informa de que las dos armas por antonomasia que esgrimen los caballeros son la espada y la lanza. Las pinturas murales de la conquista de Mallorca ofrecen varios ejemplos de espadas. En una de esas imágenes, se puede apreciar cómo un caballero, que parece ser Guillem de Bearn, blande una espada en plena carga de caballería (fig. 4). Se trataría de una espada de una mano, sencilla. Otra imagen a destacar es la del guerrero que abate a un sarraceno sobre las murallas de Mallorca (fig. 5). Lo que lleva en la mano parece ser una daga, en vista de que el arma carece de guarda. Con todo, la información más valiosa que esta fuente nos ofrece es la indumentaria militar de los caballeros catalanes y aragoneses. Podemos observar cómo todos ellos llevan los mismos elementos (figs. 6 y 7): capacete decorado con los colores de la casa, loriga de manga larga con manoplas sobre calzas de malla y, encima de ella, vestimenta militar muy característica, cuya interpretación puede llevarnos a varias conclusiones. La sucesión clásica de la indumentaria militar europea8 suele vestir al caballero con gambesón o perpunte bajo la loriga, seguida de la sobreveste con los colores de la casa9. En esta imagen se pude apreciar cómo la loriga es la primera prenda, sin permitirnos discernir si bajo ella los caballeros visten gambesón o no. Inmediatamente encima los guerreros llevan lo que parece ser una sobreveste de manga corta o túnica militar, decorada con los colores propios, y rematada por otra prenda superior. Esta prenda, a tenor del dibujo que presenta, muy similar al tejido cosido del gambesón, nos induce a pensar que se trataría de un perpunte acolchado sin mangas, colocado sobre la prenda militar y como apoyo a la loriga. De ser así, nos encontramos con que los caballeros aragoneses, al contrario que la moda europea, colocarían un perpunte sobre la indumentaria militar y la armadura. Nos es imposible saber si bajo la loriga los caballeros portan también otro gambesón para protegerse del roce de la misma; las otras fuentes nos inducen a pensar que sí. La decoración pictórica que muestran los capacetes sobre almófar, algunos de ellos con nasal, también nos parece una información relevante. Los capacetes pintados con los colores de la casa, ¿son propios de los caballeros aragoneses? Sin poder 8 9 La que nos ofrecerá, por ejemplo, la biblia de Maciejowski. GRAVETT C. y TURNER G., op. cit., p. 20. 7 ofrecer una conclusión cerrada, cabe señalar que este detalle nos da una información genuina sobre las costumbres militares aragonesas del siglo XIII. A la hora de interpretar esta fuente, debemos tratar la duda que nos surgía al inicio de la investigación: ¿las pinturas murales representan la indumentaria y los elementos militares de los caballeros que acompañaron a Jaime I en la conquista de Mallorca de 1229, o muestran caballeros de 1285, época en la que fueron pintados? La solución a este desfase es crucial para acotar la evolución de las armaduras en la Corona de Aragón a lo largo del siglo XIII. Existen indicios que nos informan de que el artista representó a caballeros de 1229. Lo hizo cincuenta y seis años después, algo que no era lo común. Si esto es así, el autor debía poseer una conciencia histórica amplia, algo que no parece tan descabellado puesto que representó el mural siguiendo la misma línea argumental que traza la crónica de Bernat Desclot, escrita en torno a la misma época. Además, los caballeros son representados con elementos propios de 1229, y no con objetos contemporáneos a su realización. Así, la utilización de capacetes sobre almófar en todos los caballeros, y la ausencia total de placas metálicas en brazos o piernas10, o de yelmos completos (fig. 2), propios de 1285, nos hace decantarnos por esta posibilidad. Ahora bien, hemos localizado otro indicio que podría desmentir esta hipótesis. Este se encuentra de nuevo en la imagen de Guillem de Bearn (fig. 4). En ella podemos apreciar cómo este parece ir protegido con una rodillera metálica (¿?) en su rodilla izquierda. Estos elementos defensivos no se introdujeron hasta bien entrado el siglo XIII11, por lo que estaríamos ante una evidencia contraria a la hipótesis que se nos plantea. La explicación que se podría oponer es que la rodillera se tratase de una brahonera de cuero reforzado y policromado, elemento que se colocaba para proteger las rodillas de golpes en batalla. En cualquier caso, no podemos afirmar categóricamente que el artista o los artistas estuvieran representando fielmente a caballeros aragoneses de 1229. Por lo que en este asunto debemos mostrarnos todavía prudentes. La riqueza y la variedad pictórica de la biblia de Maciejowski nos permiten afirmar que nos encontramos ante una de las fuentes más completas para el estudio de las armas y la indumentaria militar europea del siglo XIII. Como antes señalábamos, la lanza y la espada son las armas más representadas, pero no las únicas. Un repaso exhaustivo a las iluminaciones nos permite concluir que la espada y la lanza son las armas del caballero, pero no de todos los guerreros representados; los infantes suelen portar otras armas. Las imágenes 8 y 10 muestran a varios guerreros portando distintos tipos de armas, algunas muy diferentes a las clásicas espadas y lanzas. Encontramos variedad de hachas, algunas de ellas, por su tamaño, nos inducen a pensar que se trata de alabardas (fig. 13). La figura 11, en su parte izquierda, muestra lo que parece ser una porra con púas. Creemos que nos encontramos ante una maza alargada, probablemente de madera. El infante de la parte inferior izquierda de la misma iluminación (detalle fig. 10) sostiene con ambas manos un arma de filo, cuya posición no nos permite apreciar si se trata de un hacha o algún tipo de mandoble. Donde sí podemos apreciar un mandoble o arma de filo de dos manos es en la figura 2, donde un caballero parte por la mitad a otro desde su caballo. Otra extraña arma es la que sostiene el caballero de la parte central de la figura 9; creemos que es la misma que aparece en las figuras 11 y 17, justo por detrás de los combatientes12. A nuestro juicio, se trataría de un bracamarte o un fausal, apto para utilizarse con ambas manos. Otras armas que aparecen son los arcos, las ballestas y un fundíbulo como arma de asedio. Las espadas en la Corona de Aragón no variaron en demasía entre los siglos XI y XIII. A partir de esta última centuria, aparecerán nuevas espadas, más largas, hasta llegar a la espada de mano y media o bastarda, propia del siglo XIV y XV. Las espadas de este periodo 10 Propias ya a partir de los años 50-60 del siglo XIII. Segunda mitad. 12 En la lámina 11, detrás de un caballero con capacete azul; y en la 17, detrás de la corona sobre yelmo que porta el rey. 11 8 pueden clasificarse en varios tipos13. Por un lado encontramos las espadas con el pomo en forma de nuez, cuya naturaleza se considera arcaica. El segundo tipo es el de las espadas con el pomo esférico y el arriaz recto. El tercero tipo el de las que poseen el pomo con ornamentación concéntrica, también de arriaz recto. Este segundo y tercer tipo se perfilan como los modelos más extendidos. Un submodelo del tercer tipo es el que incluye espadas con el pomo esférico seccionado por ambas caras. El tipo cuatro posee también dos submodelos, el primero es el de pomo esférico y arriaz arqueado, y el segundo es el de pomo esférico y arriaz en forma de gancho. Y para terminar, el tipo cinco es el modelo con pomo esférico seccionado y arriaz en forma de gancho. El detalle de las ilustraciones de la biblia de Maciejowski no nos permite certificar con detalle la naturaleza de las espadas que aparecen, pero a simple vista se puede afirmar que los ilustradores representaron espadas del primer y segundo tipo, por un lado, y del tipo cuatro, en concreto el submodelo del arriaz arqueado (fig. 11), por otro. Las múltiples combinaciones que las iluminaciones nos muestran con respecto a la indumentaria militar, nos dan una información muy valiosa de cómo se vestía el caballero en el siglo XIII. Las lorigas son con almófar, y cubren íntegramente las mangas, incluso mediante manoplas que, creemos, formarían parte de la manga y llevarían en la parte inferior de la muñeca una abertura para que el guerrero pudiera extraer las manos. Las visten los caballeros, predominando en los infantes otro tipo de protecciones. Aparecen galvanizadas o negras, como se aprecia en la figura 9. En todas las láminas hemos localizado cinco tipos distintos de protecciones para la cabeza. Por un lado encontramos los que se protegen únicamente con almófar. La mayoría de ellos van provistos de ventalle, que cierra en la barbilla y la boca, por debajo de la nariz, muy similar a los que se representan en los paneles de la conquista de Mallorca. La combinación almófar y casco cónico con nasal es la más común. También encontramos la combinación de almófar y capacete (detalle fig. 19). O capelina o chapel de fer, con o sin almófar. Esta protección, junto con el capacete, predomina más entre la infantería (fig. 10). Y, por último, almófar con yelmo completo. Este yelmo se difunde por Europa a partir de la segunda mitad del siglo XIII. Se trata de un yelmo con forma de tonel, cuyo uso en castilla habría sido mayor que en los territorios de la Corona de Aragón14. Bajo este tipo de yelmo, el caballero, a partir de 1270, colocará un pequeño bacinete metálico que le servirá de apoyo para reforzar la cabeza15. La característica principal de todos ellos es su policromado. En vista de lo representado en las fuentes, los caballeros del siglo XIII pintaban sus yelmos. La principal diferencia que apreciamos con respecto a la fuente anterior, es la falta de similitud con respecto a la indumentaria militar. La biblia de Maciejowski representa a los caballeros a la usanza clásica europea: gambesón, cota de mallas y sobreveste, en ese orden; algo que difiere de lo representado en los paneles de la conquista de Mallorca. ¿Característica propia de los caballeros de la Corona de Aragón? Por el contrario, el infante viste gambesón o perpunte sobre túnica y saya, sin cota de mallas ni almófar, y prefiriendo la capelina para protegerse la cabeza. El análisis del documento templario de 1289 viene a corroborar la información que las fuentes pictóricas nos ofrecen. En el inventario que los frares templarios hicieron de los bienes de la encomienda podemos apreciar una buena cantidad de elementos de carácter militar: armas y armaduras. El hecho de que se trate de un recuento nos induce a pensar que todo lo inventariado fue de uso común y básico, es decir: fueron las armas y las armaduras 13 CIRLOT, M. V.: “La evolución de la espada en la sociedad catalana de los siglos XI al XIII”, Gladius, XIV, (1978), pp. 9-58, p. 17 y ss. 14 DE HOFFMEYER, A. B., op. cit., p. 81. 15 DE HOFFMEYER, A. B., op. cit., p. 80. y FINÓ J. F.: “L’art Militaire en France au XIIIe siecle”, Gladius, VIII, (1969), pp. 23-37, p. 24. 9 más utilizadas y propias de ese siglo. Voy a ir desgranando los términos que aparecen, insertándolos en el análisis de esta investigación. XII azbercs, los VI amb canpamayls e VI meys de campayls: con azberc se refiere a la cota de malla completa o loriga. Este documento muestra claramente que en la Corona de Aragón se llamaba a esta pieza de la misma forma que se hacía en el resto de Europa: hauberk. Los términos cota de mallas o loriga son neologismos. Con campayls o campamayls se refiere al clásico almófar o cofia de malla. Dice que seis van unidos a la cota y seis no. Aquí vemos que esta pieza podía ir tanto exenta como unida a la loriga. IX camisols: se trata del denominado lorigón o camisola de mallas. Hay que advertir la diferencia entre el azberc y el camisol, el primero cubría todo el torso y las extremidades hasta las rodillas. Probablemente estaba provisto de manoplas de malla. El camisol, en cambio, era más pequeño y solía ser de manga corta. III guarniment de cavals: protecciones para el caballo. Lo más probable es que fueran de cota de mallas. V parels de calces de ferre: calzas de cota de malla. III Barbudes: todo un enigma. ¿Existían los barberas de malla, sin capucha? Parece que eran utilizadas para proteger hombros y cuello. IIII penats: ¿penachos? En ese caso, ¿en relación con los pivotes de ballesta? ¿O se trata de penachos para los cascos, a la usanza clásica? Esto último parece improbable, aunque no puede descartarse. Otra posibilidad es que se trate de pendones; en catalán la voz que designa este elemento es penò. Si aceptamos que se trata de penachos, estamos ante el uso de un elemento del que no dan cuenta las otras fuentes. ¿Estaba la utilización de los penachos circunscrita a la participación en torneos? ¿Se llevaban en batalla? ¿Eran elementos tan importantes como para incluirlos en un inventario de armas y bienes militares? ¿Se llevaban sobre el yelmo? IIII espases, maces de ferre: espadas y mazas de hierro. Unes cuirasses: el nombre nos hace pensar que se trata de petos de acero, pero estas piezas no surgen hasta el siglo XIV. Yo me inclino más a pensar que eran petos de cuero cocido, endurecido o tachonado, o reforzado con placas de acero, modelos arcaicos de las futuras brigantinas. Según Bruhn de Hoffmeyer16, estos elementos serían tipos de perpunte reforzados con cuero y placas de acero. VIII perpuntz: de nuevo la utilización del perpunte parece ampliamente extendido. No podemos aseverar que el uso que se le daba en 1289 fuera como el que parecen darle los caballeros en los paneles de la conquista de Mallorca. Los caballeros y sargentos templarios llevaban la sobreveste templaria sobre la loriga. Bajo ella, previsiblemente, era donde vestían el perpunte. C coffes: ¿cofías? En ese caso, ¿eran de malla? No. Lo más probable es que se trate de cofias acolchadas, que protegían el pelo, la piel y la barba del almófar. Estaban hechas con el mismo material que el perpunte. Una gran balesta de corn, I balesta de corn turquesa, altra de corn de corn, balestes de fust destrep: todas estas ballestas parecen armas fijas para defender el castillo de Monzón. La acotación de que se trata de “grandes ballestas” nos hace pensar que no se trata de ballestas de mano. XIII balestes de fust: En este caso sí parece referirse a ballestas de mano. III capels de ferre: las denominadas capelinas o chapel de fer. Son los cascos con visera que podemos observar en la infantería de la biblia de Maciejowski; los llevaba la infantería, los sargentos templarios y los arqueros. I elms: se refiere a un yelmo cerrado o de tonel, tal como muestran los caballeros de la biblia de Maciejowski. Estos yelmos se siguieron utilizando hasta bien entrado el siglo XIV. 16 DE HOFFMEYER, A. B., op. cit., p. 80. 10 La techumbre de la catedral de Teruel también supone otra fuente relevante para el estudio de la indumentaria militar en el siglo XIII. La variedad de las imágenes que posee la estructura es muy amplia; para nuestra investigación hemos seleccionado las que hacen referencia únicamente a aspectos bélicos. La vestimenta que se adivina en las imágenes de caballería es la clásica que ya muestra la biblia de Maciejowski. El caballero vestiría perpunte bajo la loriga, colocando la sobreveste con un cíngulo sobre ella. Almófar cerrado, probablemente con ventalle. En este caso, las imágenes no parecen respaldar la sucesión de vestuario que presentan los caballeros aragoneses de la conquista de Mallorca, algo que podría explicar que entre los caballeros de ambas obras mediasen cuarenta años17. Sea como sea, no se aprecia que los caballeros o los infantes utilicen el perpunte sobre la loriga. Algunos aspectos que cabe destacar es la utilización de yelmo de tonel, propio de 1270, también policromado. En otra imagen (fig. 22) puede verse cómo un infante hace uso de un bracamarte; sin duda, su representación en las obras pictóricas nos induce a pensar que era un arma muy extendida. Mención especial hay que hacer de los escudos. Todos los escudos vistos en las fuentes responden a un modelo propio del siglo XIII, tanto los que aparecen en la biblia de Maciejowski (figs. 15, 17 y 18) como en la techumbre de la catedral de Teruel (figuras 21, 22 y 23). Se trata del escudo del tipo heráldico, en ocasiones en forma de U. Es el escudo que llevaba el caballero en torneo, cuyo uso también se extendió en batalla. Los colores heráldicos del caballero solían decorar este tipo de escudos, de ahí su nombre. No obstante, es un tipo que también puede verse en los que portan los caballeros de la conquista de Mallorca. No son los únicos escudos que las fuentes muestran. La biblia de Maciejowski recoge entre sus iluminaciones dos tipos de escudo más. El primero es el escudo pavés o con forma de lágrima (fig. 2). Se trata de un modelo triangular. En la iluminación puede verse a un infante que lleva a la espalda este tipo de escudo. Asimismo, la techumbre de la catedral de Teruel también muestra a un guerrero haciendo uso de este tipo (fig. 24). El escudo de lágrima fue el propio de los siglos X y XI, cuyo uso también se extendió al XII, denominado de tipo normando o almendrado. Por lo que respecta a su representación en las fuentes, todo parece indicar que este escudo, que va cayendo en desuso, sigue siendo utilizado por la infantería. La caballería, no obstante, se identifica con el heráldico, propio del siglo XIII. El otro tipo de escudo que la biblia nos muestra es el redondo (figs. 11 y 15). 4.- EVOLUCIÓN DE LA AMADURA EN LA CORONA DE ARAGÓN. 1200-1300. 4.1 Armaduras La evolución de las armaduras en esta centuria será mínima. Tendremos que esperar hasta entrado el siglo XIV para asistir a la explosión de protecciones en la armadura del caballero, donde las placas de acero irán cubriendo su cuerpo. Primero se protegerán los brazos y las piernas, luego el torso. En este siglo XIII reconocemos el uso generalizado de la loriga o cota de mallas, cuyo nombre en la Corona de Aragón, en las lenguas vernáculas aragonesa y catalana, fue azberc, como muestra el documento templario de 1289. La loriga cubría el torso y los brazos del caballero. Iba provista de manoplas (fig. 9, derecha), en cuyas muñecas existía una abertura para extraer las manos. Otro modelo de loriga más pequeño era el denominado camisol. Se trataba de una camisola de mallas o lorigón, por lo general, de manga corta. Creemos que su uso estaba destinado a la infantería o la caballería ligera. En las piernas el caballero se colocaba las calzas de malla o brahoneras, ligadas al cíngulo mediante cordones. En este 17 Si aceptamos como válida la teoría de que los caballeros de los paneles de la conquista de Mallorca fueron pintados siguiendo patrones de vestimenta militar propios de 1229. 11 sentido, el desarrollo evolutivo de la armadura medieval se mantuvo prácticamente inalterado en toda la centuria. Las lorigas podían ser galvanizadas o negras, como muestran las fuentes (figs. 9 y 11). Se colocaban por la parte de abajo y cubrían la práctica totalidad del cuerpo del guerrero (fig. 20). Hay que rescatar un detalle de una de las iluminaciones de la biblia de Maciejowski (fig. 15). El personaje gigante que representa a Goliath lleva unas placas de acero en las espinillas. Se trata de unas grebas arcaicas, de media caña, que venían a sustituir a las calzas de malla. Esto demuestra que en la fecha en que fue realizada la biblia, 1250, el uso de placas de acero para complementar la loriga ya estaba en marcha, iniciando el proceso de metamorfosis del caballero a la que hemos aludido anteriormente. También se detectan otras piezas más ambiguas, como las denominadas barbudes, creemos que piezas de malla, parecidas a mantos del obispo, que se colocaban para proteger las clavículas y el cuello. Asimismo, las lorigas podían ir provistas de almófar. En otros casos, el almófar era una pieza exenta de la misma. Es a finales de este siglo XIII cuando podemos apreciar nuevos elementos que vendrán a complementar la loriga. Así, el documento templario de 1289 da conocimiento de las denominadas cuirasses, armaduras de cuero con piezas de acero en su interior que se colocaban sobre el azberc. Al parecer, nos encontramos ante modelos arcaicos de brigantinas, armaduras que se harán comunes a partir de la segunda mitad del siglo XIV. 4.2 Cascos y yelmos Los cascos que el siglo XIII hereda de la anterior centuria son el capacete, con o sin nasal, y el casco cónico con nasal. Durante este siglo, estos dos modelos de casco continuarán utilizándose, como muestran las fuentes estudiadas. Bajo el casco, el caballero usaba el almófar, denominado campamayl en las fuentes documentales aragonesas. El almófar cubría toda la cabeza, podía ser exento o unido a la loriga y, en ocasiones, protegía la boca con una prolongación denominada ventalle. El capacete, propio de los ejércitos hispanos18, al igual que el casco cónico con nasal, se colocaba sobre el almófar con el barbuquejo bajo la barbilla. En las primeras décadas del siglo, el casco con nasal evoluciona. El caballero coloca protecciones metálicas en la zona de los ojos y la nariz, constituyendo los primeros ejemplos de yelmos tempranos. Como muestra la biblia de Maciejowski, el yelmo terminará por cubrir la cabeza completamente, y en algunos casos tendrá una forma característica, con la parte de arriba plana; será el denominado yelmo de tonel, ya instituido completamente en la panoplia básica del caballero europeo hacia 1250. Los caballeros aragoneses no fueron una excepción. Hacia 1270, fecha en la que fue pintada la techumbre de la catedral de Teruel, en batalla solían llevarlo, como muestra una de las pinturas. Estos tres tipos de casco eran propios de la caballería, sobre todo el yelmo. La característica más particular que muestran las fuentes pictóricas es que el caballero prolicromaba su casco. En las pinturas de la conquista de Mallorca, los caballeros aragoneses y catalanes utilizaban el soporte metálico del casco para pintar los colores propios de su casa o su señor. Lo mismo muestran las otras dos fuentes. La biblia de Maciejowski, a pesar de utilizar una gama de colores básica, representa en sus iluminaciones los cascos y yelmos de los caballeros pintados. Y lo mismo puede decirse de las pinturas de la techumbre de Teruel. ¿Era propio de todos los caballeros del occidente cristiano? En cualquier caso, podemos afirmar que el caballero aragonés del siglo XIII policromaba su casco o yelmo, la mayor parte de las ocasiones con los colores de su casa, los mismos que también lucía en la sobreveste, las gualdrapas de la montura u otros elementos como rodilleras y protecciones. Las fuentes también informan de los elementos que eran propios de la infantería. El documento templario de 1289 da cuenta de cascos denominados capels de ferre. Se trata de 18 DE HOFFMEYER, A. B., op. cit. 12 un tipo de casco llamado capelina, con forma de sombrero. La biblia de Maciejowski los presenta en la cabeza de los miembros de la infantería, por lo que se infiere que, en el caso de la encomienda templaria de Monzón, protegería la cabeza de los sargentos templarios. También podían ir policromados, o no (fig. 13). Otro de los cascos propios de la infantería era el capacete, al igual que la capelina se colocada en la cabeza sin almófar (fig. 13). Bajo el casco y el almófar, el caballero se colocaba una cofia de perpunte, la denominada cofia de armar. Era acolchada y protegía la cabeza, tanto de los golpes del enemigo como de las propias agresiones del almófar y el casco. Cuando no se llevaba almófar, también protegía la cabeza, esta vez únicamente bajo el casco (fig. 13). 4.3 Gambesones, perpuntes y sobrecotas Como se ha señalado anteriormente, el caballero europeo del siglo XIII viste sobre la camisa el gambesón, pieza que en la Corona de Aragón se le denomina perpunte. Sobre él se pone la loriga o cota de mallas, y encima la sobreveste, fijada a la cintura mediante un cíngulo o cinturón de cuero. El detalle de la figura 19 da cuenta de esta sucesión. La imagen permite ver el gambesón, color crudo, asomando por el cuello del caballero. ¿Esto era así en todo el occidente cristiano? Sabemos que el perpunte era, en ocasiones, la prenda defensiva básica de la infantería, y así lo corroboran las iluminaciones de la biblia de Maciejowski. Pero en el caso de la caballería, ¿era el perpunte una pieza que siempre iba debajo de la cota de mallas? En el caso de los caballeros aragoneses, las fuentes nos obligan a responder que no. El propio Jaime I en el Llibre dels feyts informa de que su perpunte ha sido dañado por el enemigo, por lo que nos obliga a pensar que lo llevaría en una posición principal, expuesta a los golpes. Asimismo, las pinturas murales de la conquista de Mallorca del Museo Nacional de Arte de Catalunya muestran a los caballeros aragoneses vestidos con una prenda larga sobre una saya o sobreveste heráldica, y, a su vez, todas estas prendas encima de la loriga. Han invertido el proceso. Las características de la prenda principal nos inducen a pensar que se trata de un perpunte sin mangas, que los caballeros colocarían para complementar la loriga. Sin duda, la utilización así de este elemento tiene su lógica: era más caro y complicado reparar una cota de mallas que un perpunte, eso tal vez explicaría la predilección de los caballeros aragoneses y catalanes por colocar esta pieza arriba de todo. Por consiguiente, debemos preguntarnos: ¿llevarían los caballeros otro perpunte bajo la cota de mallas, o esta estaría en contacto directo con el cuerpo? No podemos responder a esta pregunta, pero la lógica nos dice que bajo ella llevarían algún tipo de perpunte o gambesón de manga larga interior. Por otro lado, los caballeros aragoneses de la primera mitad del siglo XIII ¿llevaban de esta manera la indumentaria militar, al contrario de como la usaban los caballeros del resto de Europa? Sí podemos aseverar, si tomamos como cierto que las pinturas de la conquista de Mallorca representan a caballeros de 1229 y no de 1285, que los caballeros de la Corona de Aragón tuvieron una forma muy particular de colocarse los elementos de su armadura. Elementos que, en vista de las imágenes policromadas de la techumbre de la catedral de Teruel, acabarían usando como lo hacía el resto de la caballería europea, ya hacia finales del siglo. Para terminar, tenemos que decir que el uso de la sobreveste también se hizo general. Bien se utilizó bajo el perpunte o sobre la loriga, pero solía mostrar los colores de la casa nobiliaria. Era una prenda propia de la caballería. No obstante, quizás este elemento no fuera tan general como creemos, pues las pinturas de la catedral de Teruel muestran a los caballeros vestidos únicamente con loriga y calzas de malla, sin sobreveste. ¿Casualidad? ¿Excepciones? 13 5.- CONCLUSIONES El caballero aragonés terminó el siglo XII usando capacetes y cascos con nasal y loriga. A lo largo del siglo XIII, aparecen los yelmos completos y las capelinas, llevadas mayormente por la infantería; y el caballero comienza a colocar de forma efímera las primeras placas de acero protegiendo su cuerpo. Protege sus piernas con calzas de cota de malla y policroma los cascos y yelmos, por lo general con los colores de su casa, del mismo modo que decora la sobreveste y las gualdrapas del caballo. Terminará el siglo complementando la loriga y la sobreveste con la cuirasse. Usa el perpunte tanto debajo como encima de la loriga, algo que caracteriza al caballero aragonés en batalla, a diferencia de la usanza europea. Los caballeros aragoneses comenzaron la centuria usando la sucesión de los elementos defensivos como se ha explicado anteriormente, pero hacia el último tercio los terminaron usando en el mismo orden que lo hacían los caballeros del resto de Europa. El caballero usa almófar bajo el casco, y protege el pelo y la cabeza de este con una cofia de armar, hecha del mismo material que el perpunte. La loriga le cubre los brazos, y tiene unas manoplas que formen parte de la misma. También suele llevar lorigón, pieza más pequeña, de manga corta y que recibió el nombre de camisol. Con estos elementos, el caballero aragonés afrontará el nuevo siglo, donde nuevas piezas de defensa se incorporarán a su armadura y definirán el horizonte militar europeo del siglo XIV. 6.- BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA BOFARULL, A. y FLOTATS, M. (trans.): Historia del rey de Aragón don Jaime I el Conquistador, Barcelona, 1848. CIRLOT, J. E.: “La evolución de la lanza en Occidente”, Gladius VI, (1967), pp. 5-18. CIRLOT, M. V.: “La evolución de la espada en la sociedad catalana de los siglos XI al XIII”, Gladius, XIV, (1978), pp. 9-58 DE HOFFMEYER, A. B.: - “Introduction to the history of the european sword”, Gladius, I, (1961), pp. 30-75. “Las armas en la historia de la Reconquista”, Gladius Vol. especial, (1988), pp. 31101. EMBELTON, G y WISE, T.: Medieval european armies, London, 1975. FINÓ J. 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Encomienda templaria de Monzón: “En l'an de MCCLXXXIX, decimos calendas Junii, Frare Arnau de Timor, Castelá de Monço, reconech l'estament de Castelle de tota la Bailia de Monço así en deutes, en viandes com en altres cosas presents, frare G. de Castellany, frare Gilabert de Cerviá, frare Bernat de Alagars, comanador de Confito, frare Joan de Torres, segués comanador de Castelló, frare Ramón de Sant Domí, comanador de Litera, frare R. de Cerdá, comanador de la Ribera, frare P. de Montanyana y els altres frares de aquet Convent. Primerament a en los castell XII azbercs, los VI amb campamayls e VI meys campayls, IX camisols, III guarniments de caval, IX cubertes e una delantera de caval, V parels de calces de ferre, III barbudes, IIII penats, IIII espases, maces de ferre, unes cuirases, VIII perpuntz, una gran balesta de corn, cen escutz e C coffes, I balesta de corn turquesa, altra de corn de corn, balestes de corn destrep, XX balestes de fust entre corn e de II peus, III balestes de fust destrep. Item ha en la batllía de fora III camisols, IIII azbercs, la I amb campay, I perpunt, III capels de ferre(11), I elms(12), XIII balestes de fust, son les III detrep e III de corn. Item ha entre lo Castell et la Batlía XLVIII catius e una cativa, XLI mulaces e I roci entre semalaria e darada. V rocine e II mules que cabalgan los frares de la Batlía… XIII vaques, vedels III, II vedeles, I tor, XIII egues, III mulaces e I mulat de sobran, V jonecs, XIII besties somerines e CLXXXII porcs exivernats. Item entre el Castell e la Batllía LXV bacons de carnsalada, DCCCXI caps entre ovelles et cabres exivernats, CCL moltons, obs e la taula del Castell. Item bastament de çabateria de cuiram prim et de gros tro a Nadal et en la sartería drap de lí en la ferrería ferre et hacer tro Nadal. Item roma en lo Castell per adespesa LXXXV kahis entre farina et forment que bastaran be amb lo guany dels molins tro en Agost ví et oli bastament al novel part tot aço roman entrel Castell et la Batllía, DLC cahiç de forment et CCCC k. dordi et roma en lo Castell CCCC quintals doli dels quals asignam C quintals a la cena del Rei et C quintals per ales cequies et altres obres qui sont tot día necessaries de fer en lo Castell. Item dun hon a Fraga del señal enguan CCCX sols, et de temps del noble en R. de Moncada, CCCX sols. Item la …una na…T…sa que en ptenen de II, mes et III meses a ença lo peatge et les calonies de Fraga de que deuriem aver be M. sols, les companyes son pagades tro el dia del Capitol el Castell et la Batllía roman sens tot deute.” 15 Listado de imágenes Figura 1. Pinturas murales de la conquista de Mallorca. Vista general. Museo Nacional de Arte de Catalunya. Wikimedia Commons. Figura 2. Iluminación biblia de Maciejowski. Wikimedia Commons. 16 Figura 3. Techumbre catedral de Teruel. Vista general. www.aragonmudejar.com Figura 5. Caballeros aragoneses en la muralla de Mallorca. Wikimedia Commons. Figura 4. Guillermo de Bearn. Wikimedia Commons. 17 Figura 6. Rey Jaime I con sus caballeros. Wikimedia Commons. Figura 7. Detalle Jaime I. Wikimedia Commons. Figura 8. Caballeros. Wikimedia Commons. 18 Figura 9. Biblia de maciejowski. Folio 3. Wikimedia Commons. Figura 10. Infante. Wikimedia Commons. Wikimedia Commons. Figura 11. Biblia de Maciejowski. Folio 10. 19 Figura 12. Biblia de Maciejowski. Batalla del fundíbulo. Wikimedia Commons. Figura 13. Biblia de Maciejowski. Folio 27. Wikimedia Commons. 20 Figura 14. Biblia de Maciejowski. Kruciata. Wikimedia Commons. Figura 15. Biblia de Maciejowski. Goliath. Wikimedia Commons. 21 Figura 16. Biblia de Maciejowski. Folio 37. Wikimedia Commons. Figura 17. Biblia de Maciejowski. Folio 29. Wikimedia Commons. 22 Figura 18. Biblia de Maciejowski. Folio 1. Wikimedia Commons. Figura 19 y 20. Biblia de Maciejowski. Detalle caballero y Detalle loriga. Wikimedia Commons. Figura 20. Techumbre catedral de Teruel. Caballeros. www.almendron.com 23 Figura 21. Techumbre catedral de Teruel. Combate. www.almendron.com Figuras 20 y 21. Techumbre catedral de Teruel. Caballero y Escudo www.almendron.com Esta obra de Darío Español Solana se encuentra bajo una Licencia Creative Commons AtribuciónNoComercial 3.0 Unported. 24