914966. 1358. Tribunales Colegiados de Circuito. Séptima Época. Apéndice 2000. Tomo IV, Civil, P.R. TCC, Pág. 995. REMATE DE FINCA HIPOTECADA. CASO EN QUE PROCEDE NUEVO AVALÚO AUNQUE SE HAYA FIJADO PRECIO (ARTÍCULOS 511 Y 597 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL).- Este tribunal considera que en el procedimiento de remate de una finca hipotecada, en cuyo contrato base las partes establecen cierto precio para el caso de venta judicial, sin convenio expreso sobre adjudicación al acreedor, sí resulta aplicable la disposición consignada en el artículo 511 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, relativa a que procede el avalúo del bien, cuando en el transcurso del tiempo o por mejoras hubiere variado su precio. Ciertamente, la disposición en comento establece en primer término, la necesidad de que los bienes embargados se valúen antes de que se proceda a su venta en almoneda pública, en los términos prevenidos por el propio ordenamiento procesal; en segundo término dispone que no es necesario ese avalúo, cuando el precio conste en instrumento público, se haya fijado por consentimiento de los interesados o se determine por otros medios, según las estipulaciones del contrato y, en seguida, en el propio párrafo, separado únicamente por una coma, agrega "... a menos que en el curso del tiempo o por mejoras, hubiere variado el precio". De lo dicho se obtiene que: por regla general se requiere el avalúo de los bienes para sacarlos a remate; por excepción no se requiere ese avalúo, cuando existe ya una base fijada por las partes para esa venta; pero que, la excepción no opera, cuando el precio del bien ha variado con el solo transcurso del tiempo o por mejoras, desde que se estipuló por las partes, hasta cuando se pretende rematar, casos en los cuales sigue vigente la regla general que determina la necesidad del previo avalúo por los medios que fija la ley. Por tanto, cuando en un procedimiento de remate se encuentre que el caso encuadra en esa hipótesis legal que prevé la variación en el precio, el Juez debe ordenar el avalúo. No obsta para lo anterior, lo preceptuado en el artículo 597 del propio cuerpo normativo, comprendido en la sección tercera del capítulo V del título VII del código mencionado, capítulo en cuya sección primera se encuentra también el artículo 511, toda vez que, si bien es cierto que en el artículo 597 de referencia no se dispone directamente que ante la variación del precio de la finca hipotecada, por el transcurso del tiempo o por mejoras, proceda hacer avalúo de la misma para sacarla a remate, sino que señala expresamente que, "si en el contrato se ha fijado precio a la finca hipotecada sin convenio expreso sobre la adjudicación al acreedor, no se hará nuevo avalúo y el precio señalado será el que sirva de base para el remate", también es verdad que lo dispuesto en el artículo 511 constituye a no dudarlo una regla general que, para considerarse inaplicable o que constituye excepción en ciertos casos, requiere una regla expresa que así lo prevenga, puesto que sería innecesario que en cada disposición de un ordenamiento relacionado con una norma de menor generalidad en la que esté comprendida, tuviere que repetirse la regla general, ya que esto atentaría sin razón contra la técnica legislativa. La reiteración sólo se justifica en esa técnica, cuando es necesaria para aclarar alguna cuestión, a fin de evitar confusión al aplicarla a las relaciones jurídicas concretas, como sucede, verbigracia, con la norma contemplada en el segundo párrafo del artículo 511 indicado, relativa a que, cuando las partes han convenido en el contrato un precio para el remate, no se requiere nuevo avalúo, la cual se encuentra reiterada, por lo que respecta a fincas hipotecadas, en el artículo 597, ya que ahí la reiteración tiene su razón de ser, en que trata de evitar confusión con lo dispuesto por el artículo 2916 del Código Civil para el Distrito Federal, el cual al establecer que en el contrato de hipoteca puede convenir el acreedor con el deudor, en que se le adjudique el bien, requiere que el precio de la adjudicación sea el que se fije al exigirse la deuda y no al constituirse la hipoteca, y ello puede llevar al erróneo criterio -1- 914966. 1358. Tribunales Colegiados de Circuito. Séptima Época. Apéndice 2000. Tomo IV, Civil, P.R. TCC, Pág. 995. de que en todos los casos de adjudicación de fincas hipotecadas, se requiera avalúo para que la venta judicial, en su caso, se haga sobre la base del precio actual al exigirse la deuda, y esto no es así, ya que tal criterio sólo es aplicable para el caso de que existiera convenio sobre adjudicación fuera de subasta. Por tanto, siendo este último el propósito evidente del legislador en el artículo 597 en comento, es claro que no está limitada por excepción, la disposición consignada en la última parte del artículo 511, por lo que también resulta aplicable cuando se dé la variación del precio, por las razones apuntadas, de las fincas hipotecadas. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 204/87.-Baldomero Juárez Camacho.-11 de junio de 1987.-Unanimidad de votos.-Ponente: Efraín Ochoa Ochoa.-Secretario: Noé Adonai Martínez Berman. Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volúmenes 217-228, Sexta Parte, página 536, Tribunales Colegiados de Circuito. -2-