Imanol de Elorza Un Pintor del País Vasco por, Ricardo Torrijos 1 Quedan rigurosamente prohibido, sin autorización escrita del titular del Copyright bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento C 2006 Ricardo Torrijos Carmona Nº Registro Propiedad Intelectual M-002525/2006 ISBN-10 84 611 0268-1 nº Registro 611 26949 31-03-06 2 INDICE I - Semblanza de un Artista II- Introducción III- La Obra de Imanol Elorza IV - Colección Álvarez-Cabreja V – Los Oleorelieves de Elorza VI - Resumen y Comentarios 3 4 I-SEMBLANZA DE UN ARTISTA Mientras otros se desorbitan en paroxismos y en demencias psicodélicas, el artista eibarrés Manuel Elorza, se afana por pintar, como se debe pintar, con el alma pletórica y con la humildad que preconiza Elliot, para conseguir el milagro del Arte. Nacido y hecho hombre en un ambiente dominado por la técnica, Elorza siente la imperiosa necesidad de entregarse a los demás con la luz de la esperanza, la creatividad del lenguaje plástico. En 1947, adolescente todavía, concurre a la Exposición de Arte de Eibar obteniendo el primer premio, en la modalidad de plumilla. A partir de entonces, con envidiable afán de superación, no solamente crea trazos magistrales, sino que se recrea vistiéndolos de cromatismo. Sus tres años de juvenil estancia en el ubérrimo Brasil, le invitan a conocer técnicas modernas y a iniciarse en el modelado. Imprime luminosidad a sus lienzos y esta singularidad continúa patentizándose en todas sus creaciones. Transido de nostalgia, el autodidacta Manuel Elorza, regresa a su añorado rincón natal y con tesón, pero sobre todo con honestidad, se consagra ante el caballete. En medio del casi de manchas infames y aberraciones e la época que difunden “la muerte del Arte” anticipada por 5 Hegel, el impresionista eibarrés –residente en San Sebastián-, perpetúa en sus óleos, los angelus bidet, de la geografía eúskera. Cual laboriosa abeja creadora que intuye la proximidad del túnel invernal, Elorza liba también con premura, de estas blancas florerillas –nuestros caseríos-, salpiconadas sobre verdes de mil matices, o se extasía ante la danza marinera de unas frágiles chalupas… Porque es una verdad inexorable y entristecedora, que el País Vasco está cambiando de talante. Y antes de que sea tarde, Manuel Elorza, pintor itinerante y silencioso, desea embriagar su retina y volcar su corazón en el bien hacer plástico. Euskal-Errian cuenta en este artista, con otro de sus valiosos elementos, que ya ha encontrado el favor y el fervor que indudablemente se merece. Iñaki Linazasoro 6 II - INTRODUCCION 1.) Cómo Conocí a Imanol Elorza Antes de entrar en materia, quiero poner las cosas en su sitio. Considero oportuno dar una explicación de cómo entré en contacto, con el pintor eibarrés, cuyas andanzas narro en estas páginas. Mi primera visita a Getaria no la motivó mi interés por las artes plásticas, precisamente, sino por otras inquietudes. En el transcurso de mi vida, varias veces me han confundido con otras personas. Sorpresivamente -casi siempre-, quienes se equivocan me tratan en forma exquisita, con mucha reverencia. Se comportan como si yo fuese un personaje y les dejo actuar, pues me desagrada contradecir a las personas. En otras palabras, me toman por alguien de mayor nivel. Pues bien; eso volvió a ocurrirme una noche en un restaurante de la Calle Fuenterrabia, en San Sebastián. Se acercó a mi mesa un caballero y me explicó que me había estado observando, con atención, mientras cenaba. Tenía la impresión –me dijo-de que yo era un amante de la buena mesa y quería saludarme. Supuse que el buen señor sería miembro de algún grupo de gastrónomos, tan abundantes en el País Vasco y quería mostrarme su solidaridad. Me preguntó si conocía Getaria y le contesté que no. “En ese caso –respondió-, debe Ud. ir a visitarla, porque es el lugar donde mejor se come en la zona”. Le manifesté que, lamentablemente, ya no disponía de tiempo, pues al día siguiente, al final de la tarde, nos 7 íbamos a Paris. “Le da a Ud. el tiempo –contestó el servicial caballero-, pues Getaria se halla a sólo 30 kms. de San Sebastián. Le di las gracias por su gesto hospitalario y a la mañana siguiente tomé el autobús para Getaria. Mi claro propósito era comprobar si la calidad de su cocina, se correspondía con cuanto me había dicho y recomendado mi misterioso informante. El viaje no tuvo como objeto admirar pinturas y obras de arte, sino recrearme con las delicias culinarias que allí se ofertaban. Esa es la cruda verdad. La parada del autobús está en la carretera a la entrada del pueblo. De allí surgen dos calles paralelas, en cuesta descendente. Ambas conducen al mismo destino, al puerto. Tomamos la de la derecha y emprendimos la marcha cuesta abajo. La distancia es muy corta y pronto llegamos al muelle donde están amarrados los barcos de pesca. Continuamos nuestro paseo, a lo largo del muelle y en dirección al istmo donde finaliza. El muelle está bordeado de restaurantes y asadores, como era cerca del mediodía todavía no habían comenzado el servicio. 8 En la gráfica aparece un trío de expertos asadores en plena faena, durante una fiesta en Getaria. El numeroso público espera degustar su delicioso pescado asado a la parrilla. Era temprano, sobre las doce del medio día y se nos planteaba un dilema. Los restaurantes y asadores del Puerto comenzaban el servicio, un poco más tarde y nos apremiaba el tiempo. Debíamos regresar a San Sebastián para tomar el tren a Paris. Decidimos acercarnos a la carretera, a la parada del autobús y optamos por la calle que no conocíamos. Subiendo y a mitad de camino, encontramos un asador, en la acera de la derecha. Expusimos al dueño nuestra premura y nuestra curiosidad y gentilmente nos ofrecieron servirnos. Se imponía probar la especialidad de la casa: el besugo asado. El propio dueño se ocupó de prepararlo. 9 En la calle tenía una parrilla de carbón, para asar sus productos: los besugos y los chuletones. Me acerqué de curioso a ver como actuaba el parrillero. Dispuso el besugo sobre los hierros de la parrilla y de vez en cuando, lo rociaba con un líquido lechoso que tenía en una botella. No pude controlarme y le dije que nunca había visto asar el besugo de esa forma. Ante mi impertinente comentario, el asador, reaccionó como un vasco. No le concedió importancia a mi salida de tono. Se limitó a decirme lo siguiente, en forma muy circunspecta. “El Señor –dijo-, prueba mi besugo y después, el Señor opina cual le gusta más. El que el Señor había comido antes, o este que estoy preparando para el Señor”. Me quedé callado. Él terminó su faena en la parilla. Se llevó el besugo a la cocina, le quitó las espinas, le agregó unos ajos fritos y lo sirvió. En verdad, jamás había probado bocado semejante. ¡Cuán distinto ese besugo a los de antes! Aquel día recibí una lección de humildad y no la he olvidado nunca. Hasta ese memorable momento, mi pobre experiencia en materia de “Besugo Asado”era precaria. Sólo conocía la modalidad de tratarlo, en una cazuela de barro refractario. En Madrid, se encargaban de prepararlo unos expertos en el tema de asados, en las tahonas. Usualmente, asaban besugos, perniles de cerdo, lechones, corderos y piernas de ternera Constituía un plato de rigor ciertos días del año, en particular en las fiestas navideñas. Cuando tenía diez años lo comí, una vez, en un Restaurante muy famoso en Santander, llamado “Casa del Alcalde”. Se 10 Todo el litoral del País Vasco, ofrece a los amantes de la buena mesa una variedad de pescado de la más alta calidad. sentían muy orgullosos de su “Besugo Asado”. Ahora bien; no podía comparase su calidad con el de Getaria. 11 El dueño del restaurante me invitó a unas copas, después del almuerzo. Viendo mi interés por su pueblo natal, habló largo y tendido sobre su historia y costumbres. A su vez me formuló varias preguntas. De dónde venía, por qué me atraía el País Vasco y sobre mis quehaceres En una síntesis contesté sus preguntas. Mi familia procedía de Mendigorría y durante la Guerra Civil, estuve en los Refugios Vascos en Francia. De ahí venía mi interés por el País Vasco. Asimismo, le hablé en torno a mis actividades. En ese momento, estaba promoviendo una Muestra de Pintura Haitiana en Bilbao. Al enterarse de mi afición por la pintura, me recomendó visitar la Galería de Arte de Guetaria, donde funcionaba una Escuela de Pintura. Consideró debía de ir a verla antes de irme a San Sebastián. Seguí su consejo y allí me dirigí. La Galería de Arte y Estudio está ubicada en una vieja construcción medieval, en la calle Kataprona, 2. Casi frente al Restaurante El Cano y haciendo esquina con el puerto. Me recibió el dueño de la Galería, el pintor eibarrés Imanol Elorza. Me dispensó una hospitalidad muy cónsona con las tradiciones vascas. Tuve oportunidad de ver sus obras y fueron muy de mi agrado tanto su técnica, como su estilo. Un enfoque impresionista, plasmado en óleo con paleta, para darle relieve al cuadro. Cuando conocí a Elorza me interesaba a fondo el tema de la pintura. Estaba llevando a cabo una de las vivencias 12 profesionales más interesantes de mi agitada vida. Imanol Elorza me mostró algunas de sus obras, durante mi visita a su Galería-Taller, en Getaria. La Galería está ubicada en el sector del Puerto en una casa medieval. Su fiel perro Toki posa tranquilo ante el fotógrafo. Experimentaba en el área de la “promoción del hombre”, con óptimos resultados. Concretamente, promovían un grupo de jóvenes pintores haitianos en Europa, dando a conocer su obra. En la actualidad son consagrados maestros de la pintura naïf, en los Estados Unidos y Canadá. Su éxito me complace, porque la promoción del hombre constituye el quehacer mas noble y elevado del 13 espíritu humano Mantuve dicha actividad por espacio de dos años, pasados los cuales, mis jóvenes pintores pudieron actuar sin mi tutela. Por supuesto, nuestra afinidad por las artes plásticas y el carácter afable de Elorza, favoreció el desarrollo de nuestra amistad. La cultivo desde 1976, hasta los noventa visitaba Getaria, varias veces al año. Cuando iba, o volvía de Paris allí me reunía con Imanol. Como somos personas de costumbres, solíamos hacer siempre lo mismo. Ir a comer a “El Cano”, unos de mis platos predilectos, el marmitako. Recuerdo, perfectamente, a la patrona actuando de Directora de Sala. Una mujer de carácter e hiperactiva, cumplía muy bien su rol. Su marido no se quedaba atrás, manejando la cocina. Desde hace ya unos años, poco visito Getaria, pues mi existencia ha transcurrido por otras áreas geográficas. Unas latitudes totalmente diferentes. A comienzos de los noventa, mis andanzas tuvieron como escenario Escandinavia. Por “El Norte Primitivo, donde se ve del hombre el postrer limite”, como decía Rudyand Kipling. Mi interés por el Polo databa de tiempo atrás, de cuando tenía unos siete años. En aquellas fechas, las expediciones de Roald Admundson, Byrd y Novile, era la noticia del día. Motivaron mi interés por conocer la zona boreal. Unos cincuenta años depués (el 1991 y el 1992) pude satisfacer ese infantil deseo de ir al Círculo Polar dos veces. Los recorridos por Suecia, Finlandia y Rusia, fueron por demás interesantes. Tuve oportunidad de conocer los formidables trabajos de Aalvar Alto posiblemente el mejor arquitecto del Siglo XX-, asimismo de ver las obras del Ermitage, en San Petersburgo y el 14 Museo Pushkin. A partir de 1997, me atacó el phatos del Sur. Mis pasos me condujeron a las islas griegas, a Mónaco y al Mediterráneo, ese fue mi campo de acción. Ahí profesé mis cursos de “Cultura Helénica” y sobre dicho tema versó mi obra escrita. En resumen, desde 1990, poco voy al País Vasco Ahora, sin embargo, me suceda tal como le ocurrió a “Arrakoa el Sidrero”, quien tornó a Vasconia viejo y meditabundo, llevando en su corazón un tormento profundo. Al parecer, una vocecita, en mi recóndito ser, me empuja hacia mis orígenes. No lo se y me preocupa. Escucho la llamada con cierta prevención y no me atrevo a interpretarla. Sinceramente, valió la pena mi rápida visita a Getaria, pues arrojó un saldo, por demás positivo. En primer lugar, la impactante lección vivencial, en materia de cocina vasca. Observando insitu la técnica utilizada para asar los besugos. En segundo lugar, conocí a Imanol Elorza. En la gráfica se 15 muestra el edificio del “Restaurante El Cano” Enfrente se halla ubicado el estudio donde Imanol Elorza dicta sus clases y pinta sus obras. Este taller y escuela, tiene su asiento en un viejo caserón de piedra impresionante, por su arquitectura medieval. De mi primera visita a Guetaria, a la fecha de hoy, han transcurrido más de treinta años. Sin duda, constituye un lapso muy largo tiempo. Sin embargo, aún mantengo vivo mi interés, por tan simpática y acogedora villa. Como asimismo, por seguir cultivando la amistad con el pintor eibarrés. Producto de este interés ha sido el tomar dos decisiones. 1ª) Dedicar como un homenaje al quehacer profesional de Imanol de Elorza, estas modestas líneas. 2ª) Procurar visitar con mayor frecuencia el País Vasco, para disfrutar de sus paisajes, de su cocina y del amable trato con sus gentes. La primera decisión, por fortuna, ya pude realizarla, fácilmente y sin esfuerzo. Ahora bien; llevar al terreno de los hechos la segunda me costará mayor trabajo y tengo mis dudas de poder efectuarla. Dudo, por una simple razón, ha cambiado radicalmente mi circunstancia. Ya no es tan propicia como lo fuera en otro tiempo. Cuando desplazarme de un lado, a otro, era para mi una tarea factible y sencilla.. En la actualidad todo se me complica. 16 III-LA OBRA DE IMANOL ELORZA DIRECTOR DE LA ESCUELA DE PINTURA DE GETARIA 1.) Perfil del Artista Por espacio de cuarenta años, el artista eibarrés Imanol Elorza, se ocupa del noble quehacer de enseñar las Bellas Artes en el puerto de Getaria. En dicho lapso –en su taller ubicado en la calle Kataprena,2-, a varias generaciones de amantes de la pintura, imparte sus doctas lecciones. Tienen de particular sus grupos de estudiantes su composición. Lo integran niños, adolescentes y adultos. Con ellos, paleta en mano, sale el maestro a recorrer la campiña y la costa. Allí, los noveles artistas, captan, de forma directa, el hermoso mensaje de la naturaleza. Directamente lo copian, en sus cuadernos y caballetes, bajo las expertas directrices de su maestro. El quehacer de Imanol Elorza, no se limita a ejercer su loable vocación de profesor. Durante su ya larga vida, su activa paleta, ha producido centenares, quizás millares, de cuadros. Su extensa y meritoria obra, se halla dispersa en el mundo. Colgada en varios museos y Centros de Arte en España. Asimismo, en colecciones particulares de renombre. Unas, en el continente americano y otras, en Europa. Elorza, nació en Eibar en 1929 y se hizo hombre en un ambiente totalmente dominado por la técnica. Su ciudad natal siempre tuvo una clara vocación industrial. Eibar era 17 El Pintor Imanol Elorza, dándole unos retoques a su oleorelive titulado “La Fuente de Venus”. Entre otros curiosos detalles, tiene iluminación y echa un chorro de agua conocida, mundialmente, por sus fábricas de armas, de corte artesanal. En ese interesante medio, trabajó Elorza, siendo muy joven. Su tarea consistía en dibujar con un buril, el bajo relieve de las escopetas. La destreza adquirida al inicio de su vida le ha sido de enorme utilidad, en su actividad profesional. Basado en dichos principios, él creo un estilo, muy personal, en las artes plásticas, sus oleorelieves. Sin duda alguna, la técnica en cuestión constituye una innovación en la pintura. Para llegar a dominar la especialidad, le resultó de 18 suma utilidad su formación profesional en las artes, en el Brasil. En aquel país pasó tres años estudiando, in situ, cuidadosamente, los trabajos de los indios brasileños. Los realizaban en madera y luego los pintaban. Muy provechosa le resulto la citada experiencia. 2.) Un Breve Comentario Sobre la Villa de Getaria A su regreso del Brasil, Imanol Elorza, decide ubicarse en Getaria, un pintoresco pueblo vasco, situado a 30 kilómetros de San Sebastián, al Oeste de Zarauz. Quizás en su decisión pesaron ciertas razones. Su madre era de Getaria y de niño, cuando vivían en Eibar, lo llevaba allí y a Deba de vacaciones. Porque desde su infancia se sintió fuertemente atraído por el mar y por sus gentes. Getaria es una villa de muy vieja data. Los historiadores y geógrafos griegos y romanos la mencionan, junto con otras localidades del País Vasco. Dos autoridades en la materia: Gaiztarro y Gorotisidi ubican a Menosca en la actual Getaria. Confirman la presencia de las legiones romanas en el área, los hallazgos arqueológicos –monedas y trozos de cerámica-, realizados en el lugar. Al parecer, la etimología de Getaria procede de las palabras “quea” y “erriya”, cuya traducción sería “pueblo del humo”. Refiriéndose a las señales de humo hechas desde el Monte San Antón. Obedecían a dos finalidades distintas. En principio, para prevenir la presencia de naves enemigas y más tarde la de las ballenas. Durante los siglos XIV y XV la caza de ballenas constituyó el principal quehacer de la villa. En su escudo 19 aparece este cetáceo, que por espacio de largo tiempo representó su principal ingreso económico. Su bien ganada fama de pueblo de marineros y de expertos navegantes, data desde la Edad Media. También desde esa época su vida ha sido tranquila 20 La gráfica de la página anterior muestra un lienzo de Imanol Elorza aparece la Parroquia de Getaria. Se trata de una iglesia-fortaleza, solidamente construida en piedra. Sus muros han sido capaces de resistir, durante varios siglos, los duros embates del tiempo y las acometidas de hostiles visitantes. Las frecuentes incursiones de piratas de todas las latitudes, les mantuvo en permanente zozobra, por espacio de varios siglos. Por otro, su cercanía con Francia y las características de su abrigado puerto tampoco la favoreció. Porque en sus tierras y en sus aguas se libraron cruentas batallas, con funestos resultados. Para colmo de problemas, en 1597, un incendio acabó con la casi totalidad de sus casas. Las duras pruebas vividas por las gentes de Getaria, los hizo mas fuertes y perseverantes. De todas ellas salieron triunfantes. El puerto y el conjunto de casas del pueblo, inicialmente, era una isla. En el siglo XV se comenzó a construir el muelle de unión, entre la isla y tierra firme y el puerto, para la flota pesquera y de altura. Las casas de madera fueron sustituidas, paulatinamente, por viviendas de piedra. Se edificaron residencias señoriales, semifortalezas (las casas-torre), porque las circunstancias así lo reclamaban. Para hacerle frente a los incendios, construyeron casas de mampostería y sillerías. 21 El cuadro de Imanol Elorza muestra el “Catrapona”. Este túnel es una obra medieval, todavía el público la transita. Tiene una cripta-capilla. Al final de esta calle tiene su estudio el pintor En la actualidad Getaria es un destino turístico de primera magnitud, en la provincia de Guipúzcoa. Los responsables del Poder Local lo promueven en Internet, con folletos e informaciones en los mass media, con muy buenos resultados. El abanico de la oferta turística dispone de varias alternativas. Quizás uno de los mayores atractivos de la villa lo constituye su oferta gastronómica: Personalmente la considero una de las mejores de España. Cuenta con tres 22 restaurantes del más alto nivel. Son “Elkano”, “Kaia” y “Thalai-Pe”. Tiene once asadores, de verdadera categoría. Son “Abeta”, “Augusto”, “Astillero”, “Azkue”, “BogaBoga”, “Iribar”, Itxas-etxe”, “Kai-pe”, “Mayflower”, “Náutico” y “Fraile Buru”. Hay donde escoger. Comensales del mundo entero acuden diariamente, en particular de las costas de Inglaterra, Francia, Paises Bajos y Escandinavia. Llegan en sus embarcaciones privadas a disfrutar una restauración de alto bordo. Al tratarse de un público conocedor del tema, podemos darnos cuenta -en forma elocuente y objetiva- de la óptima calidad del producto gastronómico de Getaria. Por supuesto, la clientela de “tierra adentro”, de España y de Francia, también está compuesta personas de buen gusto. Sus vinos suponen otro atractivo, digno de tomarse en cuenta. El txacoli de Getaria es una denominación de origen, reconocida oficialmente. Según manifiestan los conocedores del tema, es excelente. Ahora bien, como yo, humildemente confieso que no lo soy, haré lo siguiente. Limitarme a transmitir a los lectores, el docto criterio, de los en verdad entendidos. “El Getariako Txakolina –dicen los expertos-, es algo más que un vino con una personalidad propia. Es el 23 heredero de una cultura y de una tradición mantenida durante siglos y elemento con voz propia en la vida y costumbres del pueblo vasco”. Nueve bodegas se acogen a la Denominación de Origen del Txacoli de Getaria. 3.) Getaria Residencia de un Pintor Toda una serie de razones, de orden estético y sentimental, movieron a Imanol Elorza, en su elección de residenciarse en Getaria. Porque pocas localidades en el mundo encierran, en sus muros, tanta belleza y tantos atractivos artísticos e históricos. La villa semeja un museo, o el decorado de una película de época. Sus dos calles arrancan de la carretera y descienden, en pronunciada cuesta, hasta el borde del mar. En Getaria, desde los primeros tiempos históricos, funciona un abrigado muelle, donde fondea una flota pesquera. En consecuencia, ha sido y es una villa de pescadores y marineros. Entre las dos, antes citadas calles y en la mitad de su trayecto, se halla emplazada una iglesia. Su construcción en piedra es sólida y ha resistido los prolongados embates de los siglos. Antaño tuvo una doble misión, de carácter sagrado, la una y militar, la otra. Servia para congregar a los fieles en su recinto, con la finalidad de rezar sus oraciones y efectuar sus prácticas religiosas. También se utilizaba el templo, como inexpugnable fortaleza, para defender a la población de las incursiones de los piratas. Pasaron los siglos y nada ha cambiado en su fisonomía externa. Sin embargo, como si cambiaron los tiempos, las misiones del templo variaron. Dejó de funcionar como un bastión defensivo y se 24 convirtió en una curiosidad turística. El visitante puede admirar monumentos de vieja data. La mencionada iglesia gótica de San Salvador (Siglo XIV) y San Martín. La torre Aldabar, la casa Larrumbide. El Ayuntamiento y las ermitas de San Prudencio y de San Antón. Todas estas edificaciones se hallan en un magnífico estado de conservación y son dignas de verse. En Getaria se conjuga el paisaje del Mar Cantábrico, con el de sus verdes lomas circundantes. ¡Cuán distinto son los efectos del paisaje en el espíritu humano! Para algunas personas, las montañas brumosas les deprimen y a otras, por el contrario, las tranquiliza. En Getaria se encuentra para todos los gustos. Todavía pueden contemplarse a los rudos marineros -después de una dura faena en la mar-, tomando el sol al soco de unos fardos. Asimismo observar, a sus bravías mujeres, remendando las redes y al otro lado de la carretera, allá arriba, en el monte, a los caseros reuniendo sus vacas. Constituye, pues, todo un espectáculo, descender por la calle hasta el final. Pasar los linderos urbanos y llegar hasta las últimas peñas. ¡Cuán fascinantes espectáculos se ofrecen al observador! Contemplar las olas, del mar embravecido, chocando contra las empinadas rocas que allí les sirven de valla. Ver el faro, firme en su asiento, desafiando la salvaje sinfonía de las olas y del viento. Es por demás interesante el singular paisaje, por su capacidad de hacer vibrar la fibra artística de cualquier espectador. 25 La fotografía nos muestra el ratón. Asi le llaman en Getaria, por su semejanza, al promontorio donde, prácticamente, termina la villa. El Monte de San Antón. En su cúspide está instalado un faro, para orientar a los navegantes. Pues bien; al efectuar un recorrido por la extensa obra del pintor eibarrés, yo me pregunto: ¿Cuántos de los actuales vecinos de la villa, cuantas de las casas de otros tiempos, adosados al risco y aún en uso, han servido de tema a Elorza? ¿Cuánto del quehacer diario de Getaria, ha sido plasmado por su inquieta paleta? Llegó a una conclusión: toda la actividad humana e histórica de esta interesante localidad ha quedado registrada, para la posteridad en sus lienzos. 4.) Unas Actividades Artísticas y de Maestro Desde su retorno a sus lares natales, Imanol Elorza, se ha mantenido en plena actividad. En el lapso comprendido entre 1974 y 1977 realizó doce exposiciones individuales en las siguientes entidades: En 1974, "Sala de la 26 Delegación de Cultura", de San Sebastián. En 1975, Cuadro de Imanol Elorza titulado “La Barandilla”. Se ve la bahía de San Sebastián, parte de la playa de La Concha, la isla de Santa Clara y los Montes Igeldo y Urgull, a los lados. “Galería Penélope", de Fuenterrabia; "Sala de Cultura de la Caja de Ahorros Municipal", de Eibar; "Galería de Arte Isalo", de Bilbao. En 1976, "Sala de la Caja de Ahorros Provincial", de San Sebastián; "Sala del Ayuntamiento", de Guetaria; "Sala de la Caja de Ahorros del Circulo Católico", de Burgos. En 1977, "Galería de Arte Ingres", de Madrid; "Museo de San Telmo", de San Sebastián; "Sala de la Caja Laboral Popular", de Arechavaleta; "Sala de Cultura de la Caja de Ahorros Municipal" de Vitoria. En abril de 1980, en su ciudad natal de Eibar presenta una serie de cuadros. Sirve de marco a su exposición la Sala de la Cultura y patrocina el evento La Caja de Ahorros Municipal de Donostia. Al año siguiente, en Azpeitia, en la Sala de Exposiciones Casa Anchieta, presenta 40 obras de diversos contenidos y estilos. Patrocina el acto la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa. 27 En Eibar, Imanol Elorza efectuó la exposición, con sus alumnos. El grupo lo componían niños, adolescentes y adultos. Un total de 35 personas de diversas edades. La iniciativa del pintor eibarrés mereció una serie de comentarios, muy positivos, por parte de los críticos de Prensa. Uno de ellos se expresó de la siguiente forma: "El aprendizaje del arte pictórico ha seguido muy distintos caminos a lo largo y ancho de la Historia. Pero lo curioso es lo siguiente. ·Esos caminos diversos, no se han eliminado mutuamente, con el correr de los tiempos. El establecimiento de las Academias o Escuelas de Bellas Artes o, más recientemente, de Facultades universitarias no han hecho desaparecer el taller del artista. Donde acuden unos pocos y se forman definitivamente para el arte. En los últimos tiempos, han proliferado en el mundo estos centros de aprendizaje, como el de Imanol Elorza. Precisamente con el nombre de talleres. Se trata de una serie de experiencias muy sui-generis, donde se produce un extraño fenómeno. Contrario a cuanto ocurre en el proceso tradicional, no son los estudiantes quienes acuden al artista, en busca de enseñanza. Son los artistas quienes, individualmente o en grupo, bajan al pueblo para iniciarle en el camino del arte..." 5.) Juan Sebastián El Cano En la quietud de su taller en Getaria, diversos son los trabajos de envergadura desarrollados por Elorza. Uno de ellos, consistió en recoger un importante acontecimiento del pasado de la villa. Le sirvió de inspiración para realizar toda una serie de lienzos. Se trata de la gesta del 28 ilustre guipuzcoano, Don Juan Sebastián Elcano. En varias oportunidades, este tema lo llevó a sus lienzos y lo expuso en diferentes Salas el País Vasco. Portada del catálogo de la Exposición sobre Don Juan Sebastián Elcano, presentada por Imanol Elorza, en el Museo de San Telmo de San Sebastián. Presenta al navegante en su lecho de muerte. Al cumplirse en Agosto de 1976, el 450 aniversario de la muerte de Elcano (1526-1976), Elorza decidió rendir un homenaje a su memoria. Consistió en preparar doce cuadros donde -sin palabras- se describen los detalles más resaltantes de la proeza imperecedera del ilustre marino guetariano. Comenzó por presentar la muestra en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Getaria. El contenido de sus obras no podía ser más elocuente. 29 Versaban sobre los siguientes temas: "Contando la aventura", "Barrio de Elcano", "Caserío Elcano-Goena", "Salida de la Armada", "La muerte de Magallanes", "Trueque de Mercancías", "Tormentas", "Dificultades al retorno", "Llegada a Sevilla", "Elcano con el Rey Carlos I", "Últimos recuerdos", "Sepultado en el Océano". Al año siguiente, en el Museo de San Telmo de San Sebastián, volvió a presentar la colección dedicada a la hazaña del universal guipuzcoano. En esta oportunidad, reforzó su exposición con temas vascos variados. El público le ovaciono con sus aplausos y los comentaristas de Prensa, le dedicaron, bastante espacio en sus columnas. Cuando se leen los relatos históricos de la epopeya de Elcano se llega a una triste conclusión, el esforzado navegante no recibió un trato justo. Ni por parte del rey, ni tampoco de sus funcionarios. Personalmente, no me extraña porque los monarcas de todos los tiempos y de todas las latitudes, suelen actuar así. No pagando, o pagando muy mal a quienes han servido al país. Repasemos los acontecimientos y veamos como actuaron Carlos I y sus funcionarios. La Expedición de Magallanes a la Especiería, donde iba el capitán Don Juan Sebastián Elcano, partió de Sevilla el 10 de agosto de 1519. La componían cinco naves con unos 250 hombres. El viaje se prolongó por espacio de tres años, menos catorce días. Regresaron el 8 de marzo de 1522 los sobrevivientes. El capitán Don Juan Sebastián Elcano, con 17 hombres abordo de “La Victoria”. La carga de especies, traída en el barco, compensó con creces todos los gastos de la Expedición. Esta singular hazaña tuvo 30 varios logros. Descubrir las islas de los Ladrones y de San Lázaro, demostrar la existencia de la Especiería y la redondez de la tierra. Carlos I le envió una carta a Don Juan Sebastián Elcano el 13 de septiembre de 1522, anunciándole su propósito de recibirle. Le concedió un escudo de armas, que en su parte inferior lleva el clavo, la canela y la nuez moscada. El 23 de enero de 1523 Carlos I emite una cédula real, concediendo a Elcano la suma de 500 ducados de oro. El 13 de febrero de 1523 el rey le perdona el haber vendido una nave a un extranjero. El 20 de mayo de 1525 el rey le envía otra carta anunciándole que le va a recibir y ordena se le paguen los 500 ducados prometidos. Al parecer nunca se los pagaron. En su testamento, fechado el 26 de julio de l526, se queja de la forma injusta como ha sido tratado. No tiene ninguna justificación, pues el trajo una mercancía valiosa. Ahora bien; los funcionarios de la Casa de Contratación, buscaron la manera de no honrar los compromisos contraídos, con el navegante. En los doce cuadros de Elorza, dedicados a este tema, plasma los principales sucesos del trascendente viaje. 6,) José María Iparraguirre el Bardo Popular del País Vasco En el año 1980, en noviembre, concluyo Imanol Elorza una de sus obras mas queridas, el retrato de José Maria Iparraguirre. La figura histórica del citado personaje (1820-1881), constituye toda una leyenda. Sin duda alguna, fue el bertsolari (bardo popular) de mayor prestigio del Pais Vasco, durante el Siglo XIX. Por su forma de expresar el arte, nos recuerda la metodología 31 utilizada por los aedos de la Vieja Grecia. Homero acompañaba sus narraciones heroicas (La Aliada y la Odisea), a los acordes de una lira. Igual método empleaba el bertsolari vasco y obtenía los mismos efectos. Con su guitarra en mano recitaba sus zorzicos. Iparraguirre puede considerarse como el típico vasco. Durante toda su vida demostró ser un hombre de sólida personalidad, hiperactivo, idealista, emprendedor y aventurero. Puso de manifiesto sus inquietudes y no tuvo miedo de arriesgar su vida defendiendo sus ideas. Le tocó vivir una época violenta con una España sacudida por una feroz Guerra Civil. Participó y como militaba en el bando perdedor, le tocó emprender el duro camino del exilio. Igual que nos ha sucedido a tanta gente. Pasó su destierro en Francia, Suiza, Alemania e Hispanoamérica. Después de largos años de exilio retornó a España. En un café de Madrid estrenó su canción más conocida: “El Gernikako Arbola”. Entre sus obras más famosas merecen especial atención: “Agur Euskalerriari” (Adiós Euskalerria), “Ume eder bat” (Un niño hermoso) y “Nere Etorrera Lur Maitena” (Mi regreso a la tierra querida). Aún resuenan, con nostalgia, en mis oídos los acordes de estas melodías. Las escuche, por primera vez, durante la Guerra Civil. Acompañados del txistu y de un acordeón, las entonaban, con sentida pasión mis compañeros en los Refugios del Gobierno de Euzkadi en Francia 32 El bertsolari, José María Iparraguirre -autor del Gernikako Arbola-, acompañado con su guitarra, evocaba las viejas tradiciones de Vasconia. Imanol Elorza lo capta, con los símbolos del Pueblo Vasco. 33 Pues bien: veamos las declaraciones hechas a la Prensa, en aquella oportunidad (1981), por Imanol Elorza: "Hace dos años empecé a madurar la idea de dedicar un cuadro a Iparraguirre. Porque en 1981 se conmemorará el primer centenario de su muerte. Mucho tiempo llevo trabajando en él. Comencé por profundizar en su vida. Después, estudié sus ideas y su mentalidad vasca. Con estos elementos de juicio, me puse, manos a la obra, a plasmar en el lienzo al "bardo de Urretxu". Tras largos meses de labor, ya el cuadro está terminado." Para lograr su propósito, debió efectuar Elorza un tremendo esfuerzo. Documentarse, a fondo en la biografía de su personaje y en un sin fin de detalles de todos los calibres. Por ejemplo: ¿Cómo eran sus manos? ¿Su guitarra? Obtener esa información, requirió desplazarse a Villareal de Urretxu, para conocer algunos datos, “Fui a Guernica -manifestó Imanol Elorza-, pues allí se conserva, en la casa de Juntas, algunas informaciones. La Diputación del Señorío de Vizcaya me ha dado toda clase de facilidades. Cuando la tuve en mis manos me emocioné. Para darle la mayor autenticidad posible, reflejé en el trabajo, hasta la ultima raspadura que encontré en la guitarra." Como le profesa un profundo afecto a su obra, no quiere desprenderse de ella, a ningún precio. Si está dispuesto a cederla por un tiempo -gratuitamente- a la cuidad natal del bardo, Urretxu. Como el País Vasco está muy apegado a sus costumbres, todavía la figura del bertsolari, tiene vigencia. En las fiestas de los pueblos narra en verso los problemas de la actualidad. La disciplina en cuestión exige un dominio a 34 fondo del euzkera, tarea no muy sencilla. Además, precisa quien la practica, tener ciertas condiciones per se. Por ejemplo la agilidad mental y la inteligencia verbal. Quien carezca de estos dones, jamás será un bertsolari. Por último debe de ser un auténtico poeta. En oportunidades se enfrentan dos bardos y el público decide quien es el vencedor. Javier de Aramburu dice al respecto: “Improvisar sólo tiene sentido –en todos los órdenes de la vida- si se hace con verso justo y rima adecuada”. Comparto, por completo su criterio. La poesía, como otras disciplinas tiene sus estrictas normas preceptivas y deben observarse. Quienes no actúan así suele ser porque les resulta imposible manejar las normas de la rima y porque les faltan los dones, antes enunciados. En resumen, no es bertsolari quien quiere, sino quien puede. 7.) El Homenaje a Pablo Picasso Por espacio de dos años estuvo trabajando Imanol Elorza en hacer una realidad, uno de sus proyectos de mayor envergadura: el "Gure Herria". La preparación de estudios y bocetos, consumió dos años, la realización de la obra, diez meses. Se trata de un mural de grandes dimensiones (Mide 2 x 8 metros). Su objeto consistió, en rendirle un sencillo homenaje, a Pablo Picasso, con motivo de celebrarse el centenario de su nacimiento. Le surgió la idea unos años antes, cuando pintaba un retrato del genial maestro. 35 En 1981 volvió a España el “Gernica” de Picasso. Estuvo en custodia en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, desde el final de la Guerra Civil, en 1939. Elorza le rindió un homenaje a Picasso, con motivo de celebrarse su centenario Según declaró a la Prensa Imanol Elorza: el propósito fundamental consistía en lo siguiente: "Pintar un lienzo capaz de hablar sobre los vascos, sobre su afán de superar las adversidades, sobre su cultura y sus creencias". "La obra no tiene nada que ver con el Guernica, pero si con el cubismo de Picasso. Tras la concepción de este cuadro, está un estudio profundo de Picasso, de Juan Gris y de todo el cubismo en general". "Gure Herria es una obra esencialmente vasca. Son los resultados de un profundo análisis de las creencias y la personalidad de los hombres que conviven en Vascota". En septiembre de 1981, expuso Imanol Elorza su mural en la galería "Erakus- Toki" de Getaria. Cuanto aparece en el cuadro fue estudiado y elaborado con sumo cuidado. El 36 mural, dentro de un claro estilo cubista, tiene un cierto enfoque expresionista. Elorza, al través de su obra, presenta la Historia del Pais Vasco. Arranca desde el lejano pasado, muestra el reciente ayer, y el presente actual. Asimismo, da a entender -utilizando una visión positiva- como podría ser el futuro provisor. Hace mucho énfasis en el espíritu de superación del pueblo vasco. Coincidió su exposición con el retorno del Guernica de Picasso a España. Desde el final de la Guerra Civil, el famoso cuadro había permanecido en custodia en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. 8.) El Teatro Como Tema de un Cuadro En el transcurso de su carrera artística, Imanol Elorza tomó como tema de sus cuadros los teatros. Posiblemente, comenzó con el Teatro Victoria Eugenia, de San Sebastián, entre los años sesenta y setenta. En aquellas fechas practicaba el óleo aplicado con paleta. Plasmó en un cuadro de mucho colorido, con la técnica impresionista, la fachada del teatro. En la actualidad dicha obra forma parte de la “Colección Alvarez-Cabrujas”, donde figura con el número 6. En páginas posteriores la reproducimos. Durante las décadas de los ochenta y los noventa se mantuvo muy activo reproduciendo el interior de los teatros. Se trataba de un trabajo muy minucioso en detalles, donde utilizó, de lleno, su técnica de oleorelieve. Tres coliseos acapararon su atención. El Gran Teatro Liceo de Barcelona, El Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián y el Teatro Arriaga de Bilbao. 37 Interior del Teatro Gran Liceo de Barcelona. Muestra, con minucioso detalle, el patio de butacas, los palcos y galería. Tiene 600 puntos de luz y sonorizacón, donde se reproducen grandes éxitos líricos del Liceo. Dada la importancia del famoso coliseo barcelonés, bien vale la pena el relatar algunos detalles de su interesante historia. Comenzó su construcción el año 1844, el proyecto tenía como meta un aforo ambicioso de cuatro mil espectadores. Concluyeron las obras y el teatro se inauguró en 1845. Pocos meses después un incendio lo volvió a destruir en 1861. Por espacio de largos once años se mantuvo cerrado. El 31 de enero de 1994 otro incendio, de mayor intensidad, le causó grandes daños. Volvió a reinaugurarse el 7 de octubre del 1996. Durante su larga trayectoria han desfilado por su escenario los artistas más calificados del mundo. 38 Una de los lugares donde mejor acogida ha tenido Imanol Elorza, es Barcelona. De la ciudad condal guarda el mejor de los recuerdos. Para el año 90 ya había expuesto en Cataluña en seis oportunidades. El evento que mejores recuerdos le trae a su memoria, es el realizado en el “Colegio de Ingenieros Técnicos de Lleida”. Acudió un público muy calificado y le plantearon interesantes preguntas sobre su técnica de oleorelieve. Su homenaje a la ciudad que tanto estima ha sido dedicarles su obra, de gran envergadura, “El Gran Teatro del Liceo de Barcelona”. Le llevó varios años concluirla, por ser un cuadro de grandes dimensiones y lleno de artificios. Elorza comenzó el cuadro en 1989 y lo terminó en 1992, tanto las personalidades de Cataluña, como las del País Vasco, le brindaron amplia colaboración. La obra mide 2 metros de largo, por 1.5 de alto. Se le incorporó fibra óptica, para los 500 puntos de luz que tenía el teatro, coordinados para reflejar los cambios producidos en la sala. En el escenario se ha representado el acto 3º de la ópera Aída, de Verdi. Es un homenaje al maestro Don José Mestres Cabanes. Otro detalle del cuadro consiste en lo siguiente. En una hora y media, la sonorización recoge los fragmentos musicales más famosos, interpretados en ese fabuloso coliseo. Cuando La Caja Guipuzcona de San Sebastián hizo la presentación del cuadro, mereció palabras muy amables de la audiencia catalana:”Cuadro que en este momento –era 1994- aumenta, si cabe, su valor testimonial y sentimental 39 debido al suceso de todos conocido”. Se refería al devastador incendio en enero de ese año. En junio de 1998 se ocupaba Imanol Elorza de preparar el cuadro en oleorelieve del Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián. En esta oportunidad le llevó mucho tiempo realizarlo. Porque no se trataba de plasmar la fachada, sino de recoger todo su interior. El escenario, el patio de butacas, los palcos, proscenios y galerías. En el centro del El oleorelieve de Elorza muestra el interior del Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián. En el escenario aparece la fachada del Teatro. cuadro se puede apreciar, las vistas que se captan desde el interior del teatro. Dispone de un juego de iluminación, 40 con 600 puntos de luz. Se incluye música y voces sonorizadas, obtenidas dentro del propio teatro. Imanol Elorza, suele realizar varias obras al mismo tiempo. No creo sea una faena sencilla, porque las ideas difícilmente vienen, pero con facilidad se dispersan. Sin embargo, él maneja este modo de operar y le va bien. Dándose el siguiente caso. Al mismo tiempo que pintaba el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, pintó el Teatro Arriaga de Bilbao 9.) Los Monumentos Religiosos Tema de Inspiración de los Pintores En todos los rincones de Vasconia, vamos a encontrar monumentos religiosos, de los más variados estilos y condición. Desde la humilde ermita, hasta la majestuosa catedral. En la página 32 mostramos un cuadro de la ermita de Irache, pintado por Imanol Elorza. El lugar está cargado de Historia. Entre otros monumentos, allí se halla un famoso monasterio benedictino. Exactamente, en el valle de Solana, en la pendiente Norte del Montejurra. Se fundó durante el periodo visigodo, funcionaba a principios del siglo X. Sancho II de Navarra, cuando iba a combatir a los moros, se detuvo, para ofrecerle a la Virgen cuanto conquistase a los infieles. En la iglesia del monasterio, colocó Sancho el Fuerte, las cadenas ganadas en la batalla de las Navas de Tolosa. En el convento hubo una Universidad y en su cátedra de Filosofía se dictó clases hasta 1833. 41 El País Vasco es prolifero en edificios religiosos. Se hallan presentes en todos los rincones de su geografía. Hasta en los más apartados lugares, los podemos encontrar. Catedrales, iglesias, basílicas, ermitas, santuarios, parroquias, conventos, monasterios, seminarios. Al ser el inventario de edificaciones tan extenso -debido a los profundos sentimientos religiosos de los habitantes de la zona-, están bien representados los diversos estilos arquitectónicos. Románico, gótico y barroco. Al través del tiempo, se ha dado la siguiente constante. Los pintores siempre encontraron inspiración, en el área religiosa. Si aplicamos el silogismo aristotélico, llegamos a una conclusión lógica: Imanol Elorza, no puede escapar a esa constante. Como tantos pintores de todas las latitudes-, también utilizó el tema de los monumentos religioso en sus cuadros. Porque en verdad, el tema siempre se prestó para la pintura. 42 En este trabajo reproduzco cinco obras suyas dedicas a los monumentos religiosos: La página 12, se ilustra con la “Parroquia de Getaria”; en esta misma página, puede verse la “Catedral del Buen Pastor” La catedral del Buen Pastor, del más depurado estilo gótico, se construyó a finales de Siglo XIX. Abrió sus puertas a los fieles el año 1897, es el mayor templo de San Sebastián. Está situada en el ensanche de Amara, en una plaza muy amplia. Su torre de 75 metros de altura, es visible desde toda la ciudad. Dentro de su producción -en el área específica de monumentos religiosos-, “La Catedral del Buen Pastor”, es la obra de mayor envergadura. Se trata de un oleorelieve de grandes dimensiones. Se expuso al público en 1997, con motivo de cumplir el templo su primer siglo de existencia. En la “Colección Alvarez-Cabreja”, hay tres cuadros de Imanol Elorza, dedicados a temas religiosos y el lector puede apreciarlos. Se trata de : “La Ermita de Irache” (Página 33), “La Parroquia de Artadi”(Página 35) y “La Parroquia de Irura” (Página 44). En las citadas páginas aparece la imagen de estos tres cuadros. Con los correspondientes comentarios, sobre el significado de las citadas iglesias. Ignoro la cantidad de monumentos religiosos que haya podido pintar Imanol Elorza, en el transcurso de su brillante carrera. Ahora bien; con toda seguridad deben ser muchos y han de pasar de los cinco aquí reseñados. 43 44 IV-LA COLECCIÓN ÁLVAREZ-CABREJA Algunos críticos de arte, al mencionar a Imanol Elorza, le llaman el pintor itinerante. Desde su regreso a Vasconia, no ha dejado de recorrer, paso a paso, todos los rincones del País Vasco y de estar en contacto permanente con sus gentes. Ese trajín andariego le permitió recoger in situ los testimonios mas relevantes -desde el punto de vista histórico, cultural y folklórico-, de la región. Todos ellos los llevó a sus lienzos y en la actualidad -como señalaba al comienzo- se hallan dispersos en el mundo. Se trata de un crecido número de obras, producidas en 40 años de duro trabajo. Ilustro éstas páginas con unas fotografías de algunos de los cuadros de Imanol Elorza. Forman parte de la colección "Álvarez-Cabreja", en Santo Domingo. Se trata de las siguientes obras. Tienen la particularidad, estas veintidós obras, de pertenecer a un período de la vida profesional de su autor. Cuando él estaba encuadrado dentro de la ortodoxia del impresionismo. Todas ellas han sido tratadas con la paleta. Los rozos de óleo adosados al lienzo dan relieve al contenido del cuadro. CATÁLOGO DE LAS OBRAS DE IMANOL ELORZA COLECCIÓN ALVAREZ-CABREJA 1 ERMITA DE IRACHE – IRATXEKO BAS – ELIZA 66 X 51 2. PARROQUIA DE ARTADI – ARTADIKO PORROKIA 66 X 51 45 3. CASERIO BLANCA – ENEA (FUENTERRABIA) BLANCA ENEA BASERRIA 4, VISTA. DE SAN SEBASTIAN – DONOSTIAKO IKUSPEGI 99 X 50 5, PUENTE DE ESTELLA – ESTELLAKO ZUBIA 99 X 50 6. TEATRO DE VICTORIA EUGENIA 99 X 50 7 PASADIZO DE FUENTERRABIA – HONDARRABIKO BIDETXO 99 X 50 8. JARDINES DE FUENTERRABIA – LORATEGIAK HONDARRABIA 55 X38 9. CASERIO DE GOYURIA (DURANGO) GOIURIAKO BASERRIA 50 X 65 10 CASA DE USURBIL – USURBILKO ETXEA 50 X 65 11 PARROQUIA DE IRURA – IRURAKO PORROKIA 50 X 66 12 SAN JUAN 50 X 65 13 CASTILLO DE URGUL – URGULEKO GAZTELUA 50 X 65 14 EL FARO DE GETARIA – GETARIAKO ITSAS ARGIA 50 X 65 15 SALIDA DEL PUERTO DE PASAJES. PASAIAKO KAIETATIK 98 X 74 16 TUNEL DE LA CARRETERA DE GETARIA A ZARAUZ 38 X 45 17 CASERIO EN LA BRUMA 18 PUENTE EN LA RÍA 19 JUGANDO CON LA VAQUILLA 20 CASERIO EN EL VALLE 21 PESCADORAS DE GETARIA REPARANDO LAS REDES 22 EL AITONA Y EL MAR 46 Descripción de Las Obras 1."Ermita de Irache" Número del catálogo: 1. La ermita se halla ubicada en Estella. Al fondo del cuadro, recoge el autor, el legendario Montejurra. El citado paraje ha constituido el lugar sagrado de los partidarios del rey Don Carlos. Porque en la época de las guerras civiles del siglo XIX, fue uno de los principales focos de la resistencia carlista. Parroquia de IRACHE Durante largos años –y como ha ocurrido con frecuenciaEspaña estuvo sometida a continuas Guerra Civiles. En aquella época los liberales, o isabelinos, se enfrentaron a 47 los tradicionalistas del rey Don Carlos, pretendiente al trono. Las familias del País Vasco sufrieron la dolorosa consecuencia de dividirse. Unos miembros pelearon en un bando y otros en el contrario. En mi propia familia en Mendigorria (Monte Rojo), mi abuelo fue capitán de infantería en los ejércitos liberales, en la Tercera Guerra Carlista. Mientras que sus suegros, Don Trifón de Albizu y Doña Valentina Beasoaín de Paulorena se mantuvieron fieles al pretendiente. Esa división familiar continuó hasta nuestros días. Los Mañeru y los Pagola estuvieron en el “Tercio de Montejurra”. Otros miembros del clan fuimos y somos leales a la II República Española. Para mis parientes y para mi la Guerra Civil concluyo y nos une el afecto, por llevar la misma sangre. Aunque mi primo, Silverio Pagola –que acaba de morir-, era un caballero mutilado y yo solo “disfrute” del estatus de quienes perdieron la guerra. Nunca peleamos por nuestras posiciones políticas. El fondo del cuadro aparece el Montejurra, escenario de violentos choques entre las tropas liberales del Gobierno y los guerrilleros carlistas. Por eso, desde aquella fecha se convirtió en el centro de reunión de la Comunión Tradicionalista. Allí iban sus partidarios a renovar su lealtad a su rey y a cantar en tono solemne: “Por Dios, por la Patria y el Rey”(Su himno de guerra). Así sucedió por espacio de mucho tiempo. Anualmente concurrían los carlistas con los siguientes objetivos: “Para todos juntos y en unión”, consolidar sus fuerzas de cohesión, dinamizar el grupo y tratar de mantener viva la idea de "La Santa Tradición". Ahora bien; no sólo ellos cantaron, en aquellos lados. 48 También lo hicieron, pero en tono jocoso, los soldados isabelinos por allí apostados. Le cantaban, con aire de jota, a las mujeres de Estella: "Carlistona mandilona - dónde tienes el marido - En los altos de Estella - haciendo fuego escondido." Las contiendas civiles en España, por desgracia han sido numerosas y sangrientas. Porque el vivir en discordia constituye una constante en nuestro pueblo. Es un legado de la Vieja Grecia, donde durante siglos, se mantuvieron en un permanente conflicto armado las Ciudades-Estado. Eufóricamente, Platón denominaba a tan calamitosa situación, “querella entre hermanos”. Ahora bien; el asunto visto a la española, difiere en algunos aspectos la vida en campaña por nuestra manera de ser. El español, no solo cultiva el sentido trágico de la vida como lo enuncia don Miguel de Unamuno, sino también el buen humor. En nuestras guerras civiles, siempre fue usual, en la línea de fuego, los enfrentamientos de palabras, canciones y poemas. Por lo general, tenían lugar por la noche y servían para enardecer los ánimos y combatir el aburrimiento.. Recuerdo, perfectamente, la letra y también la música de la copla, cantada por los soldados isabelinos, en el cerco de Estella. Quedó grabada en mi memoria, aquella memorable jota, por la siguiente razón. Siendo niño, un anciano liberal y republicano –que sirvió a las órdenes mi abuelo, en la III Guerra Carlista-, me la cantaba y me narraba los detalles de la campaña. Escuchando sus emotivos relatos aprendí de memoria aquellas lecciones de Historia y jamás la olvide. Aunque han transcurrido cerca de ochenta años. Las enseñanzas del Aitona perduran en mi mente. 49 2. Parroquia de Artadi En el cuadro de Imanol Elorza aparece la Parroquia de Artadi El pueblo se halla localizado en el municipio de Zumaya, Partido Judicial de Azpeitia (Guipúzcoa). Tiene particular interés, para el visitante este bello rincón del País Vasco. El paisaje, saturado de frondosos árboles y verde vegetación, sirve de cuadro a típicos caseríos y edificaciones. Para Imanol Elorza, el pintor itinerante, no hay rincón de su tierra que no la haya plasmado en sus lienzos. Ha sido un estudiado del quehacer de los vascos al través del tiempo. Minuciosamente recorrió el territorio –palmo a palmo-, con el propósito de conocer todos los lugares donde tuvieron lugar acontecimientos históricos 50 Ese incesante caminar le ha llevado a conocer los más apartados y singulares parajes. Como sería el caso de los yacimientos prehistóricos donde se hallan las pinturas rupestre. Según el artista, este tipo de manifestación plástica, le inspiró sus oleorelieves. Dichos contactos con la realidad le han servido como motivos de sus cuadros. No sólo se limitó a pintar caseríos, iglesias y viejas casas medievales. También ha sido un pintor de escenas marineras y de las manifestaciones industriales y de los personajes históricos y populares del país. 3. Caserío de Blanca Enea, Fuenterrabia El Caserío de Blanca Enea es uno de los mas pintorescos de la región En los campos de Fuenterrabia, como en el resto del País Vasco, abundan los caseríos. Se trata de la típica vivienda 51 unifamiliar. Sus estilos varían según el gusto y las posibilidades del propietario y la región. Ahora bien; la casi totalidad, de estas típicas construcciones, mantienen un principio: orientar su fachada principal hacia el Sur. 4."Vista de San Sebastián" Número del catálogo: 4. Recoge, en el centro del cuadro, un aspecto de la bahía, de la playa de la Concha, protegida por la isla de Santa Clara. Los citados detalles son captados desde la barandilla del paseo frente al mar. El observador, capta los dos famosos montes custodiando la ciudad, a ambos lados de la bahía: el Monte Igueldo, a la izquierda y el Monte Urgull, a la derecha, con su red de fortificaciones. En ese istmo, donde se une la tierra firme con el rocoso montículo tiene su asiento el casco viejo de la ciudad. En tiempos muy pretéritos, con seguridad, dicha zona sería la sede del Ágora y del quehacer público. Siguiendo las pautas de nuestra Cultura Occidental, marcadas en la Vieja Grecia. Como un recuerdo de aquellas cívicas actividades –de la res-publica-, han quedado elocuentes muestras. El Ayuntamiento, los Tribunales, el Teatro las plazas públicas llenas de gente y cantidad de pequeños restaurantes y tabernas. Aunque la mayoría son pequeños, por lo limitado de su espacio físico, la calidad de su cocina es excelente. Siempre se ven concurridos. En resumen, transcurrieron mas de veinticinco siglos y las directrices pautadas en Atenas, aún se ven funcionando en las ciudades de nuestro Mundo Occidental. 52 En la obra de Imanol Elorza vemos la bahía de San Sebastián, tomada desde la playa de La Concha. Al fondo el Monte Urgull, con el Castillo de la Mota y el Cementerio de los soldados de Lord Wellington Desde la Antigüedad Clásica resaltó San Sebastián por su paisaje. Los romanos la llamaban la Bella Easo, algunos de los tratadistas latinos la mencionan en sus crónicas. A comienzos del siglo XX, se convertía, durante los meses de verano, en el punto de reunión de los VIP españoles de la época. Por supuesto, los encabezaba el VIP de mas alto nivel, Alfonso XIII y su bella esposa (Siempre tuve espacial debilidad por esta dama. La recuerdo por su simpatía y por su hermosura). A la real pareja les acompañaba una pequeña elite de su Corte. Creo los llamaban caballeros de capa y servicio y damas de la reina. Aparte de los egregios personajes, venían pequeños burgueses y modestos elementos del estrato inferior de la clase media. En resumen, no cuantos querían, sino quienes podían. Por supuesto, no eran muchos. Pero de todas formas, la playa de la Concha se llenaba de “bañistas”. Así los denominaban. 53 Dada la afluencia de veraneantes, resultaba difícil –y abusivamente caro- encontrar habitaciones disponibles, en temporada. Por eso, quienes querían disfrutar del privilegio de veranear en San Sebastián, se veían obligados a hacer algo muy desagradable y ser victimas de un chantaje. “Bloquear” la habitación con suficiente tiempo. Sin duda, darse el caché de veranear en la Bella Easo, constituía “un lujo burgués”, como diría Lenin (Quien disfrutaba mucho haciendo frases). A las personas con menos recursos y a quienes no les caía bien el mundanal ambiente de VIPS, optaban por otros destinos. En Zarauz, pongo por caso, los “bañistas” poseían otras características. No era la rancia aristocracia de la sangre, precisamente, sino otra aristocracia mas respetable, en mi concepto. La correspondiente al término griego aristo: los mejores, los de mayor calidad humana, los en verdad practicantes de las “Nobles Virtudes Humana”. 1ª) La Búsqueda de la Sabiduría. 2ª) El Cultivo de las Bellas Artes. 3ª) La Práctica del Ejercicio Físico. Me estoy refiriendo, concretamente, a “Las Minorías Selectas”. Su máximo exponente en nuestro país veraneaba en una localidad de playa a veintitantos kilómetros de San Sebastián. En Zarauz, el pueblo colindante con Getaria. A finales del XIX y comienzos de los XX, los baños de mar estaban sujetos a estrictas reglas, como sucedía con ciertas normas higiénicas. Todavía al principio de los años 30 –recuerdo perfectamente-, los baños o podían ser pares, sino impares. Cuando tenía nueve años me salió una erupción y el diagnóstico fue categórico. Había tomado 54 sólo cuatro baños de mar. Como se precisaban nueve, me sumergieron en el líquido elemento, las cinco sesiones restantes. La gente no se podía bañar después de comer -ni en el mar, ni en el río, ni en la bañera- pues corría el riesgo de morirse y al parecer, el consejo funcionaba. La cosa iba aún más lejos, porque la prohibición incluía el afeitarse. Según parece, esa maldición dejó de producir efectos años mas tarde, afortunadamente. Los “bañeros” se hallaban firmes en sus posiciones, en playas y balnearios, para proteger a su rebaño. Las encopetadas damas, con su pintoresco atuendo playero, cogiditas de la mano se adentraban unos pasos en el mar. Jugaban con las olas y –con el agua no mas allá de la cintura- se sumergían brevemente en el agua. Al comienzo de la noche cambiaba de personajes la playa, pues solían concurrir otro tipo de damas. Sus niveles socioeconómicos eran mas humildes, pero los de pudor mas altos. A las pobres mujeres les daba vergüenza que las viesen bañándose. Aunque no dejaban visibles sus cuerpos, pues venían cubiertas –de la cabeza a los piescon sabanas, sin dejar nada de su anatomía visible. Durante los tres meses de la temporada veraniega, el Teatro Victoria Eugenia se mantenía abierto ofreciendo variados espectáculos. Los artistas trabajaban intensamente, para satisfacer a los distinguidos veraneantes. Igual sucedía en el Casino y en el Hotel. Las mesas de juego se veían muy concurridas. Tanto en la ruleta, como en los otros pasatiempos, se apostaban cantidades muy altas. El Hotel mantenía su ocupación a tope. Con la siguiente particularidad, disponía de habitaciones para los señores y para la servidumbre que 55 les acompañaba. Un detalle muy delicado, imposible de descuidar, o de pasar por alto, era la Buena Mesa. Aquellos personajes debían ser atendidos como correspondía a su alto rango y estaban acostumbrados. En San Sebastián, durante la temporada, las dos cocinas de más alto nivel gastronómico eran la del Gran Hotel y la del Casino. Ambas estuvieron comandadas -al mismo tiempo, hasta 1936- por un chef vasco de nombre Luis. El citado Super Jefe de Cocina dominaba la Alta Cocina Francesa. Además, entre otras gracias, preparaba seiscientos platos diferentes de frutos de mar. Posiblemente, era el más calificado del ramo en España. No lo se con certeza pues, al comienzo de los treinta, en el país no se llevaban esos records, como actualmente se hace. Todo el show palaciego duró hasta 1931, pues cuando abdicó Alfonso XIII algunos de sus acompañantes veraniegos optaron por irse de España. No estaban de acuerdo con lo sucedido al “pobrecito” Alfonso (Que ganaba al día/sus seis mil duritos de la patria mía) y se marcharon con el Señor. A lo cual el genial Don Luis de Tapia, en la “Libertad”, comentaba: “La nobleza empieza a pasar la ralla/ Se va la nobleza / Sí, sí, que se vaya”. Como la Historia de un pueblo, o de una ciudad, no se acaba porque unos personajes desaparezcan de escena, la Bella Easo ahí sigue pujante. Más llena de gente que nunca. Ahora en vez de una minoría espuria, una masa de veraneantes visita San Sebastián. Se trata de la “Mayoría Medía”. Vienen a disfrutar su privilegiada playa, su estupenda restauración y de sus interesantes festivales 56 culturales. Afortunadamente, con el progreso se han ampliado los lapsos de ocio y mayor número de personas se favorece del tiempo libre disponible. Ambos conceptos constituyen indicadores positivos, pues significan una mejora notoria. Sobre todo en cuanto respecta a la justicia social, si los comparamos con los tiempos pasados. 5."El puente de Estella" Número del catálogo: 5. La ciudad de Estella/Lizarra, se encuentra situada en las orillas del rió Ega, en Navarra. En la Edad Media fue residencia de los Reyes de Navarra. Asimismo, de los pretendientes carlistas. El puente sobre el Ega se ha mantenido al través del tiempo y ha resistido los embates de varias guerras. 57 6."Teatro Vitoria Eugenia en San Sebastián" Número del catálogo: 6. Construido a principios del siglo XX, se inauguró solemnemente el 20 de julio de 1912, al comenzar la temporada de verano. Dio realce a la ceremonia, de poner en servicio el Teatro que lleva su nombre, Dña. Vitoria Eugenia de Battemberg, reina de España. Actuó de madrina del regio evento. Todos los veranos, la egregia dama y su esposo, Don Alfonso XIII, pasaban el mes de agosto en San Sebastián, para huir del excesivo calor de Madrid. Con la pareja real se trasladaba lo mas granado de la Corte. El Teatro, el Casino y el Hotel, durante el período estival se veían concurridos, con los encopetados cortesanos. Su actividad crecía al máximo, corría el circulante y la demanda inducida elevaba el costo de la vida de la población. En el regio show, los donostiarras era meros espectadores. No veían los toros desde la barrera, sino de muy lejos. Creo que al ciudadano de a pie, maldita la gracia le haría, ver el despilfarro y el boato de aquella gente. 58 En la actualidad el Teatro Victoria Eugenia está sometido a un proceso de remodelación a fondo. Las autoridades municipales quieren situarlo a la altura de los tiempos, dotándolo de todos los adelantos tecnológicos. Se abrirá al público en el 2007. 7. "Pasadizo de Fuenterrabia" Número del catálogo: 7. Este cuadro de grandes proporciones, tiene varias peculiaridades. Una de ellas –sin duda la de mayor importancia-, consiste en haber figurado en los catálogos de varias exposiciones. Tuvieron lugar durante las décadas 8. “Jardines de Fuenterrabia” Fuenterrabia es una ciudad fronteriza de conocida tradición pesquera. Por hallarse justo en la demarcación territorial de dos naciones, en el transcurso del tiempo, cambió varias veces de soberanía. En oportunidades, perteneció a Francia y en otras a España. Se unió al Reino de Castilla en el año 1200. 59 El cuadro de Elorza muestra los frondosos Jardines de Fuenterrabia La ciudad se halla situada tan sólo 20 kms de San Sebastián. Exactamente a la derecha de la desembocadura del Bidasoa, en la margen derecha de la Ría Hondarribia. Por eso el nombre de la ciudad, en vascuence, es Hondarribia. Llama la atención del visitante el colorido de sus calles y jardines. La belleza de la policromia de las fachadas -muy dentro de los conceptos de la arquitectura del País Vasco), resulta impactante. Cada casa difiere de la del vecino, por tener su sello particular, sus propios colores. En sus balcones (que en verdad son galerías), exponen flores de distintos matices. El detalle –de la diversidad- le imprime dinamismo y le resta monotonía. En consecuencia, constituye un auténtico espectáculo refrescante, el pasear por las calles de tan pintoresco lugar. 60 Durante el verano sus playas, en la hermosa bahía de Txingudo, se ven muy concurridas. Igual sucede con sus restaurantes y asadores, montados a la orilla de la Ría. Ofrecen sardinas de la mejor calidad y como su precio es muy solidario, los asadores deben ser diligentes para poder satisfacer la demanda de los bañistas y de los visitantes. En la actualidad las principales fuentes de ingresos de la ciudad, proceden, básicamente del sector primario. La pesca y los cultivos de verduras y hortalizas. El sector de los servicios, marca la tendencia de superarlos y situarse a la cabeza, El propio desenlace de su Historia, provee a Fuenterrabia con unos activos turísticos de calidad. Me refiero a sus diversos monumentos, La iglesia gótica de Nuestra Señora de la Asunción, la puerta medieval de Santa María, el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (Siglo XVI) y el castillo de los Templarios y el de Carlos V 9. "El Caserío de Arrakoa el Sidrero" Número 9 del catálogo. Se trata del Caserío Goyuria, situado en la zona de Durango. Bien pudo haber sido el escenario donde vino a retirarse el legendario personaje, después de escuchar el llamado de la tierra. Arrakoa constituye el arquetipo del vasco inquieto que, en todas las épocas, ha recorrido el mundo. Fernández Ardavín le dedica un poema, en tetramétrica, a sus aventuras allende los mares y a su profunda nostalgia. 61 “En el fondo del valle, neblinoso y austero se alza el caserío de Arrakoa el Sidrero “Arrakoa es un vasco taciturno y severo de muy pocas palabra, pero de mucho dinero Salió jocundo en busca de aventuras a recorrer el mundo Al tornar a Vasconia, viejo y meditabundo trajo en su corazón un tormento profundo Cuando el rumor de lluvias lejano llega Discurre en el fondo de la bodega Arrakoa, Itzaguirre y Artega Atakoa fumando, sus aventuras narra Pero Itzaguirre, que es un viejo vizcaitarra echa un discurso, mientras apura una jarra de una picante sidra que ellos llaman pitarra es un discurso en un vascuence añejo sobre las libertades y fueros del Concejo 62 10. “Casa de Usurbil” La zona se halla ubicada en el Norte de la provincia de Guipúzcoa, al suroeste de Donostia. En pleno camino de San Sebastián a Bilbao, el río Oria la atraviesa, dividiendo al municipio, por la mitad. Aunque una parte del terreno es pantanoso, abundan los pequeños cultivos. 11. “Parroquia de Irura” La localidad de Irura se halla ubicada a unos 17 kms de San Sebastián. Está situada sobre el Monte Uztarre y en la orilla derecha del río Oria. Desde los inicios de los tiempos históricos, ha sido muy transitada, por encontrarse en una encrucijada de caminos. De ahí su importancia estratégica, comercial y política. Se 63 halla próxima a dos ciudades importantes: Tolosa y Villabona-Armasa. Su antigua parroquia, tenía como función realizar los servicios del culto. Ahora bien; en determinadas circunstancias se utilizaba para congregar a los pobladores del pueblo, en actos públicos 12. “Un Rincón de Pasajes de San Juan” Las fachadas de las casas del Pais Vasco, muestran características muy propias. Viene siendo algo así como una especie de sello diferenciador. Sin duda, lucen atractivas y llaman poderosamente la atención del visitante los recursos utilizados. Diversos 64 tonos de colores, en el frontis y en las vigas de maderas que sustentas las paredes y los miradores. Cantidades de macetas en los balcones con flores y plantas ornamentales, haciendo juego con los colores de la fachada. Definitivamente constituyen todo un vistoso espectáculo. En el cuadro de Elorza, se aprecia una típica fachada. El Castillo de Urgull” El Castillo de Santa Cruz de la Mota, se encuentra en la cumbre del Monte Urgull. Este sistema de fortificaciones se construyó en el Siglo XI y por espacio de muchos años constituyó un importante baluarte defensivo. Dentro de su recinto se halla el cementerio de los ingleses. Allí reposan los restos de los oficiales de Wellington muertos en el sector durante la Guerra de la Independencia. Posiblemente cuando el ejército del rey José se retiraba de España. La razón de sepultar los cadáveres de los oficiales ingleses en el recinto militar del Mote Urgull, en un cementerio exclusivo para ellos, obedecía a una discriminación. Al hecho de practicar el rito anglicano. La Iglesia Oficial de España, no podía permitir dar sepultura a protestantes en los cementerios del país. Aunque fuesen nuestros aliados y pese haber dado su vida por la noble causa de la Independencia. 65 Seguramente Wellington, famoso por su mal carácter y por su arrogancia, debió tener algunas trifulcas con los clérigos hispanos. Por aquellos lados operaban dos conocidos trabucaires: el cura Manuel Ignacio Santa Cruz y su colega el cura de Santa Clara. Estos dos siniestros personajes han pasado a la Historia, por sus crueles fechorías. Eran poco amistosos y violentos. Por supuesto, capaces –según las coplas populares- de jugarse a “cara y a cruz” lo que se terciara. En fin, paz a los restos de los soldados británicos y también a los de los guerrilleros con sotana. En la actualidad el Castillo de Urgull ya no tiene ni carácter defensivo, ni tampoco militar. Porque se ha convertido en un pacifico parque público, lleno de pinos y de una colorida vegetación. Ahora constituye un tranquilo lugar de esparcimiento. Ahí va la población a saturar sus pulmones de aire puro. Al mismo tiempo, recrea su espíritu con el bello paisaje del mar y la policromía de la naturaleza. 14. "El Faro de Getaria" Número del catálogo: 14. Recoge el interesante monumento, de tanta significación para la villa de Getaria. Sus luces señalaban a los navegantes la segura entrada al puerto. Ha sido “o-portus· en el mas amplio sentido de la palabra, tal y como la interpretaban los marinos de la Vieja Grecia. El faro de Guetaria funciona desde tiempo inmemorial. 66 La paleta de Elorza, capta el Faro de Guetaria 15. “Salida del Puerto de Pasajes” Se trata del principal puerto pesquero de Guipúzcoa. Se halla a 10 kms. de San Sebastián, en una de las mejores Rías del Cantábrico. Cuenta con varios monumentos y edificaciones históricas. El Castillo de Santa Isabel, los palacios de Platain, Villaviciosa y las iglesias de San Juan 67 (Gótica XVI) y San Pedro (XVII) 16. “Túnel de la Carretera Getaria-Zarauz” Interesante resulta este tramo carretero, pegado al borde del mar, que une los dos pueblos. El túnel es corto y en cuestión de unos minutos se atraviesa. 68 V - Los Oleorelives de Elorza Al comienzo de éstas páginas hice una mención somera, sobre el concepto de los oleorelieves. La palabra en cuestión la popularizó Imanol Elorza, pues él fue quien creó dicha técnica. En su mente quedó la metodología de los indígenas brasileros. Tallaban sus mascaras en madera y luego las pintaban. Basado en esa idea, se lanzó a crear un tipo de cuadro especial. Lo bautizo oleorelieve. Para lograr la sensación tridimensional de la obra, comienza por realizar su relieve en madera. La talla y le va incorporando diversos materiales, como seria el caso del acero inoxidable, aluminio, latón y otros. Así las perspectivas correspondientes a los diferentes planos logran una sensación óptica de profundidad más acentuada. Las formas adquieren, de esa manera, vida propia. Después, pinta al óleo el perfil de la silueta. Se trata de la búsqueda de conseguir resaltar las luces y las sombras. Su técnica puede considerarse, como una innovación en la concepción de la pintura. 69 70 VI - RESUMEN Y COMENTARIOS 1.) El Pais Vasco Francés Por espacio de ocho años (1968-1976), fui un asiduo visitante de los Bas Pyrinées (La región vasca de Francia). Allí solía trasladarme desde Paris los fines de semana. La zona de la Aquitania tiene para mi un particular encanto y bellos recuerdos. Tanto San Juan de Luz, como Hendaya, Bayona y Biarritz, poseen un atractivo singular. Durante el periodo romántico puso de moda ese lugar de Aquitania, una mujer extraordinaria, Doña Eugenia de Montijo. Todavía, por aquellos lados, funciona uno de los mejores restaurantes de Francia. “Le Prée d’Eugenie”, clasificado dentro de la categoría de TQ (Traditions et Qualité). El famoso restaurante, lleva su nombre en honor de la hermosa madrileña, esposa de Napoleón III. Mientras duró la dictadura, no viajaba a España, me contentaba con algo muy simple. Contemplar Fuenterrabia, desde la ribera del Bidasoa y desde el pico de Larun observar a Vera de Bidasoa. Resultaba placentero vivir, a plenitud, el ambiente vasco, pues tenía toda una gama de interesantes atractivos. 71 Han pasado casi cuarenta años y aún recuerdo mis gratas vivencia en la zona de Aquitania. 2.) Atractivos Turísticos y Gastronómicos de los Pirineos Atlánticos San Juan de Luz (En vascuence Donibane Tortzun), básicamente, es un puerto pesquero, sardinas, anchoas y atún son sus principales capturas. Al borde del mar funcionaba un mercado informal. Ahí concurrían una serie de artistas, del otro lado del Bidasoa, para exponer sus obras y retratar a las turistas. El mercado en cuestión, disponía de improvisados “servicios de restauración”. Su objeto consistía en calmar la sed y el apetito al público, por muy poco dinero. Nunca he podido olvidarlos, por la justa relación de calidad-precio, que mantenían. No es fácil reunir en un menú estos tres elementos: la sencillez, una calidad exquisita y un buen precio. Uno de los menús consistía en sardinas asadas, con un trozo de pan y una botella de vino (Sólo costaba 10 francos). Las sardinas del Golfo de Vizcaya constituyen un fabuloso bocado. Son grandes, robustas y con una capa de grasa apreciable. Asadas a la brasa y con su propia grasa, se tornan un auténtico manjar de dioses. En las cuatro ciudades mencionadas al comienzo, el visitante encuentra monumentos y joyas arquitectónicas de notable belleza, cargadas de Historia. Por su condición de hallarse en la línea fronteriza, han vivido la violencia de la guerra, en diversas oportunidades. Las ciudades en cuestión también han sido el escenario de amistosas reuniones internacionales y de la negociación de bodas reales. En la isla de Los Faisanes, en medio del Bidasoa, 72 se han protagonizado una serie de eventos del citado tipo. En aquellos verdes parajes el visitante lo pasa bien y se lleva un buen recuerdo, cosa muy importante. Porque el abanico de oferta es amplio y hay para todos los gustos. Se puede disfrutar del arte, de los paisajes, del relax, de las prácticas deportivas y muy en particular, de la gastronomía. Como señalaba en párrafos anteriores, en la región se encuentran restaurantes de la más alta categoría mundial (Clasificados en TQ). Asimismo, humildes mesones, típicos asadores y restauración a precios medios. Predomina la Cocina Vasca, surtida con productos locales. El jamón de Bayona, es muy bueno, en mi concepto dentro de la escala mundial-, puntea en segundo lugar. Le sigue en calidad al ibérico. Dentro del tema de la gastronomía vasca, de la región, quiero destacar algo que me impacto. Muy cerca de San Juan de Luz se halla la frontera. Unos autobuses urbanos llevan a los turistas hasta la falda del Monte Larun. Un tren de cremallera conduce a los viajeros a la cumbre, que es territorio español. Del otro lado del Monte se encuentra Vera de Bidasoa, el hogar de Don Pío Baroja, el genial escritor vaso, cuyas novelas devoré en mi juventud. No pude resistir la tentación, tomé el trencito y en cuestión de unos minutos me encontraba en España, de donde había salido hacía algunos años. Sentí una rara impresión. Por cierto, nada de atractivo tenía el lugar, por el contrario era una pequeña planicie pelada, sin vegetación. En ese reducido trozo de terreno, en la cúspide del monte, sin ningún orden urbanístico, habían construido una serie de 73 barracones. Me recordaban las instalaciones de zona franca de las Antillas Holandesas. Albergaban unos almacenes cargados de mercancía “típica”. Castañuelas, abanicos, peinetas, mantillas y toda clase de implementos españoles –Made in Hong Kong-, destinados a los turistas franceses. Por supuesto, los artículos los vendían en cantidad, pues eran muy baratos. Larun solo funcionaba sábados, domingos y feriados. Se llenaba de gente que iban a pasar el día, en territorio español. Aprovechaban las facilidades del enclave: ningún tipo de formalidades fronterizas, ni controles aduaneros. Los visitantes paseaban en suelo español, compraban recuerdos por poco dinero y degustaban la Cocina Hispana. El programa no podía ser mas atractivo. Entre otros, había un restaurante bastante amplio y bien montado, donde se daba un buen servicio. Para no romperse mucho la cabeza el dueño, ni complicar la elección a los clientes con una carta extensa, la casa ofrecía un sólo menú. Por cierto pantagruélico, pues sólo un atleta digestivo, o un comensal navarro era capaz de devorarlo. Entremeses Variados, Paella, Pollo a la Vasca, Postre, Café y una botella de vino per cápita. La calidad era excelente, la cantidad excesiva y el precio irrisorio. Cobraban unos 10 francos. Pese a tratase de una comida masiva y casi industrial, estaba muy bien lograda. Según me contó el patrón –de quien por supuesto me hice amigohabía ido a Valencia, con su mujer, para aprender a preparar la paella. En mi última visita a Larun me vi un poco apurado. Aquella vez –pudo ser la última-, todo empezó mal, desde 74 mi llegada a San Juan de Luz. Comenzaron por darme una mala noticia: el autobús a Larun, no funcionaba por haber concluido la temporada. El último circuló el día anterior. ¿Qué podía hace? Después de tomarme el trabajo de venir desde Paris, no quise interrumpir el programa y frustrarme. Encontré una solución muy fácil para llega a mi destino. Le pedí a un taxis que me llevara hasta el tren de cremallera. Ese si estaba en servicio. Más tarde ya yo veria, como resolver el problema de regresar a la estación de San Juan de Luz, para volver a Paris. Cuando terminé la comilona, bajé en el trencito. En el terminal le pedí a unos franceses que me hiciesen el favor de llevarme en su automóvil a San Juan de Luz. Fueron muy gentiles y me complacieron. Hasta ahí todo marchó perfectamente. Pero al apoltronarme, en los confortables butacones del tren, comenzó hacerme los efectos el vino y la tremenda comida. No me sentí muy bien. Quienes iban conmigo – como siempre sucede en estas situaciones-, se asustaron. Pero aquí estoy para contarlo, afortunadamente. Por supuesto, no sólo de buenos bocados vive el hombre, también requiere el poder satisfacer sus necesidades del espíritu. Si desea vivir su vida humana a plenitud y escapar de las fuerzas absorbentes que lo hunden en lo más profundo de la animalidad. En San Juan de Luz, aparte de ofrecer un sin número de restaurante -donde se come francamente bien-, también brinda al visitante alimento para el espíritu. Su Iglesia de San Juan Bautista (Siglo XVI), cuenta con un valioso retablo, del siglo XVII, digno de verse. Entre otras edificaciones históricas, está la casa de Luis XIV construida en 1643 y la casa del Infante edificada en la 75 época de Luis XIII. En San Juan de Luz tuvo lugar la boda de Luis XIV (El 9 de junio de 1660), con Maria Teresa de Austria, hija del rey Felipe IV de España. Como consecuencia del Tratado de Utrecht, en 1713, Francia perdió Terranova. A San Juan de Luz le afectó a su economía, pues sus principales ingresos se derivaban de la pesca de la ballena y del bacalao. A sus astilleros debió dársele otros fines. Bayona (Iparralde, en vascuence), ubicada en la confluencia de los ríos Nive y Adour es una ciudad muy antigua y de sorprendente belleza. Los romanos la llamaban Lapurdum. Entre todos sus monumentos, el más impactante, desde el punto de vista artístico y arquitectónico lo constituye la catedral de Santa María. Es de estilo gótico, fue construida en el siglo XIII y las agujas de sus altas torres, son visibles, desde lejos de la ciudad. Por su situación en la frontera con España, Bayona ha sido el escenario de sangrientas batallas y de históricas reuniones. En Bayona se llevaron a cabo algunos famosos convenios. Catalina de Médicis y Enrique IX, negociaron con el Duque de Alba en 1565. También en esa ciudad se efectuó una deshonrosa reunión de triste recuerdo para los españoles. Carlos IV y Fernando VII, se inclinaron de la forma más cobarde y servil ante Napoleón Bonaparte. Estos dos viles sujetos abdicaron del trono y se lo cedieron a Napoleón. Dentro de la Historia de España, tanto el padre, como el hijo, figuran como los reyes de la peor calaña que tuvo la Patria Hispana (Aunque hubo muchos). 76 Diversidad de historias y comentarios se cuentan de Bayona. Como una curiosidad -no confirmada por completo-, se dice que allí se inventó un sangriento instrumento. La bayoneta. ¿Quién fue su inventor? No vale la pena, ni me interesa saberlo. Prefiero olvidar los aspectos desagradables asociados a la simpática ciudad de Bayona. Como son Carlos IV, Fernando VII y la bayoneta. Más vale ensalzar sus monumentos y su jamón, porque es el mejor de Francia Cuando se sale de Irún y se entra en Francia, el primer puesto fronterizo es Hendaya. Ubicada en la desembocadura del Bidasoa, siempre ha sido una ciudad con mucho tráfico de viajeros, en ambas direcciones. Llegan turistas provenientes de las más diversas latitudes. Pero quizás el mayor número de sus visitantes viene de España. Casi la totalidad procede de las ciudades vecinas. Unos van de paseo a pasar el día Ahora bien: una cifra crecida arriba diariamente con otro propósito. Ir al supermercado a efectuar sus compras. Posiblemente, con la globalización y el Mercado Común, dicha cifra tiende a descender. Porque en la actualidad en los supermercados europeos los precios son similares en todas las ciudades. Hendaya tiene sus encantos y con seguridad, los conservará. Pasará el tiempo y otras generaciones, pero sus restaurantes y lugares confortables conservarán su clientela. Desde tiempo inmemorial su famoso balneario tiene permanente demanda. Algo similar sucede con su playa. Además, Hendaya dispone de sus fuentes de ingresos propias, procedentes de su puerto pesquero. 77 Como puesto fronterizo, en su demarcación, han tenido lugar una serie de hechos históricos. En la Isla de los Faisanes, en 1463, Luis XI tuvo un encuentro con Enrique IV de Castilla. En1526 allí se dejó en libertad a Francisco I, hecho prisionero en Pavía. Permaneció recluido un tiempo en la Torre de los Lujanes en Madrid. Después fue canjeado por sus dos hijos, en la Isla de los Faisanes. Los dejó como garantía del convenio negociado, con los españoles. Hasta donde yo se, el arrogante francés no honró su compromiso con Carlos V. El Cristianísimo Rey de Francia, continuó su alianza con el Gran Turco y sus flotas combinadas asolando las costas españolas del Mediterráneo.. En la Isla de los Faisanes, en 1615, hubo un intercambio de infantas. Isabel, hermana de Luis XIII, quedó comprometida con Felipe III. Años más tarde, el 1659 se firmo la Paz de los Pirineos y el acuerdo de la boda entre Luis XIV y Maria Teresa de Austria. A partir de 1856, la isla paso a depender alternativamente, de los dos paises. Desde 1901 alternan la soberanía, cada seis meses. El 23 de octubre de 1940 se celebró en Hendaya el histórico encuentro de dos dictadores. Adolfo Hitler y su protegido Francisco Franco. El tema a tratar fue la negociar la entrada de España en la II Guerra. Tengo amplia información de los detalles de aquel suceso. No lo comentaré aquí, porque no lo considero el lugar apropiado. 3.) En Torno a las Artes Plásticas en el País Vasco 78 Muchos siglos antes de los tiempos históricos comenzó el quehacer de los vascos, en las Artes Plásticas. Algunos de los sitios prehistóricos del País, datan de 200.000 años, del Paleolítico Inferior. En esos lugares el hombre autóctono dejó una serie de vestigios, aún visibles en nuestros días. En Vizcaya, Alava, Guipúzcoa y Navarra, todavía pueden contemplarse los monumentos funerarios, construidos por los vascos: dólmenes y cromlechs. La lista de dólmenes es extensa, por citar algunos, mencionaré los de Arrizala, Eguilaz, Valle de Kuoternigo, La Guardia, Elvillar, Furangatea y Venta de Arrako. Posiblemente, el situado en Sorginetxe sea el más espectacular. Aparte de las citadas manifestaciones del Arte Megalítica, se han descubierto pinturas rupestres, decorando el habitak del primitivo habitante de la zona. Sin duda, se trata de un hombre autóctono que siempre vivió allí. En otras palabras, no llegó de ninguna parte y sobre ese terreno se ha mantenido por espacio de siglos. Los autores de las pinturas rupestres de Venta de Laperra, Arenaza, Santimamiñe, Goikolau, Ekain, Altzerri, Alberdi, Isturitz y Etxeberriko, son los primeros pintores vascos. En el criterio de los expertos, las pinturas rupestres halladas en Santimaniñe, son las más representativas. En las paredes de sus cuevas plasmaban escenas arrancadas de la vida cotidiana. Pintaban los animales existentes en aquellos lados. Algunos ejemplares de la fauna han desaparecido de la zona. Como sería el caso de los bisontes, renos y grandes lagartos. Sin embargo otros, como el oso pardo, los ciervos, las cabras monteses y los caballos, todavía permanecen en la región. 79 Según manifiesta Imanol Elorza, las pinturas rupestres han influido en su proyecto de los oleorelieves. Cuando visitó las cuevas de Altamira, en Cantabria y Ekain, en el País Vasco le impactaron las pinturas. Le llamó la atención el relieve que adquirían las imágenes pintadas en la piedra. Como tomaban volumen y otra dimensión. Ese concepto, decidió incorporarlo a sus obras, para enriquecer su contenido. Conforme iban transcurriendo los siglos, los artistas autóctonos adaptaban su estilo a la época. Viene siendo lo usual en todas las culturas. El contacto con otras gentes influía en ellos y en su obra La romanización, el período visigótico y las corrientes de la Edad Media, han dejado su impronta en la pintura vasca. Todo ese proceso evolutivo puede apreciarse en la extensa obra expuesta en museos, iglesias, conventos, catedrales, ermitas y palacios diseminados en toda la geografía del País Vasco. Las personas interesadas en el tema, amantes de las artes plásticas, pueden satisfacer esta necesidad del espíritu, en los Museos de Vitoria, San Sebastián, Bilbao y Pamplona. Conservan verdaderas obras maestras y están muy bien organizados. Conozco muy por encima el de Bilbao y el de San Telmo en San Sebastián y más a fondo el de Vitoria. En el de Pamplona, no estuve nunca. De por sí, la ciudad de Vitoria posee unos valores artísticos, fuera de los parámetros corrientes. La ciudad en sí puede considerarse como un verdadero Museo, donde se conserva un patrimonio artístico extraordinario. Caminar por sus calles y sus plazas, constituye un paseo por la Historia. Los siglos, las generaciones han ido pasando por 80 allí y dejando sus huellas imborrables. En dos oportunidades Vitoria ganó el galardón de ser la ciudad más bella de Europa. El Poder Local se ha encargado de gestionar, inteligentemente, el urbanismo y el embellecimiento de la ciudad. Asimismo, ha sabido conservar sus valores eternos, propiciando el crecimiento espiritual de sus conciudadanos. En las décadas del setenta y del ochenta visité, con frecuencia Vitoria. Varias veces entrevisté al Alcalde, Don José Ángel Cuerda Montoya, quien me documentó sobre diversos temas. Me habló en torno a la historia y al desarrollo de la ciudad y e su gestión municipal. En Venezuela y República Dominicana, publiqué una serie de reportajes sobre Vitoria-Gateiz, con la información recogida en el Poder Local. 81 Como señalo en párrafos anteriores, el patrimonio artístico de Vitoria es el que mejor conozco del País Vascos. La ciudad tiene cuatro magníficos Museos, abiertos al público y a los estudiosos del tema. En ellos se exponen una extensa gama de obras de arte valiosas. Son el Museo de Bellas Artes, el Museo de Armería, el Museo de Arqueología de Alava y el Museo de la Heráldica Alavesa. Cada uno se ocupa de manejar un área diferente del quehacer artístico. Museo Provincial de Bellas Artes de Vitoria 82 De todos los Museos de Vitoria el de mayor importancia y el más completo, es el de Bellas Artes. Se halla ubicado en un edificio que en otro tiempo perteneció al Conde Dávila. Con minuciosidad, ha organizado la exposición de las obras, de forma y manera, de presentar conjuntos y no dejar escapar ningún detalle. En otras palabras, ha procedido como los grandes Museos del mundo. Cada una de sus Salas presenta una temática completa. Haré un breve recuento de las obras allí expuestas. En la Colección de la Diócesis se presentan diferentes obras de Arte Sacro. Los cuadros y esculturas corresponden a diferentes estilos y períodos, desde el arte medieval, hasta el barroco. Tiene tallas góticas, cuadros del Renacimiento y de artistas flamencos. La Pintura Hispana, está muy bien representada con obras del taller del Greco, de José Ribera, el Españoleto y de Alonso Cano, entre otros. En el área del Costumbrismo Vasco, figuran obras de pintores alaveses, vizcaínos y guipuzcoanos. Del vizcaíno Arteta se exhibe un cuadro titulado “Pescadora en el puerto”. Me llamó la atención, porque es un perfil caracterológico completo. El pintor demuestra un conocimiento a fondo de la tipología humana. La morfología somática de la pescadora, corresponde al leptosoma, asimismo sus manos. En el vestíbulo medio del rostro se aprecia su alto nivel de emotividad y se corresponde con la delgadez de su cuerpo. Interesante resulta el recorrido por el área dedicada al costumbrismo regional, porque reúne la realidad cultural de un pueblo. La Colección Escuela de Artes y Oficios, recoge la obra del pintor Ignacio Diaz de Olano, quien profesó su cátedra en esa Casa de Estudio. Durante la segunda mitad del Siglo XIX, fue el maestro de insignes 83 artistas. En otras Salas del Museo se exponen las pinturas de Fernando de Amárica y los grupos que integran la escuela vasca. En la Capilla Sextina se presentan obras de autores contemporáneos famosos. Joan Miró y Pablo Picasso, por citar algunos. El Museo de Armería se halla frente al Museo de Bellas Artes, lo donó a la ciudad Don Félix Alfaro Fournier. Como su nombre señala, se ocupa de conservar armamentos de todos los tipos y de todas las épocas. Sin duda, el ser humano ha tenido permanentemente la mala costumbre de ser agresivo y poco amistoso. No le bastaron sus puños, sus dientes y sus pies, para agredir a sus prójimos. Por eso, con el fin de potenciar su agresividad, se valió, al través de su Historia, de los más variados instrumentos. En las vitrinas del Museo se expone una diversidad de material, para agredirse los humanos. Muestra, cronológicamente, las expresiones más arcaicas de los armamentos.. Piedras de silex, talladas, rudamente, en el paleolítico inferior y puntas de lanzas, mejor trabajadas, del neolítico. Espadas de bronce, puñales de hierro y todo género de implementos incisos cortantes. Las citadas piezas datan de cuando el hombre comenzó a dominar la técnica de trabajar los metales. Según se van recorriendo las Salas del Museo el visitante percibe los cambios históricos acaecidos en la región. La presencia de otras gentes, aportando su tecnología en la fabricación de armas y adoptando el material indígena. 84 Los romanos en España sustituyeron su lanzas de Liguria, por la espada ibérica, En resumen, en el Museo y debidamente clasificado y en función del tiempo, se exhibe al público, el utillaje bélico de romanos, visigodos y caballeros medievales. Allí también están presentes las primeras armas de fuego: cañones, lombardas y mosquetes. Como recuerdo de la Guerra de la Independencia, posee, el Museo, un extenso surtido del equipo militar de los ejércitos napoleónicos. Cuadros, croquis y una maqueta muy amplia –con soldaditos de plomo-, donde se explican el desarrollo de la Batalla de Vitoria. El suceso tuvo lugar el 21 de junio de 1813 y fue inmortalizado con una sinfonía de Beethoven. Por supuesto, no podían faltar muestras de armas de lejanos paises. También conserva un recuerdo de Wellington, dejado a su paso por Vitoria. No es un artefacto bélico, sino la tetera y las tazas usadas por el arrogante británico, para tomar su the de las cinco. Uso todos los adjetivos peyorativos, cuando me refiero al estirado personaje, pues me resulta profundamente antipático. Don Francisco de Goya no debió limitarse a una simple amenaza, ni a escuchar los consejos de su sobrino, Debió descargarle su pistola en los sesos del aristócrata inglés, cuando le ofendió. Porque eso hizo Wellington, no parar de ofender a España y a los españoles, olvidándose de algo fundamental. Él estaba en Portugal y con la sangre y el valor de los españoles, pudo realizar su campaña y derrotar a las tropas napoleónicas. Ahora bien; cuando las fuerzas aliadas vencieron a Napoleón, se celebró un desfile militar en 85 Paris donde participaron los protagonistas de la victoria. Wellington no permitió la presencia de la representación del ejército español. Por eso digo, que Don Francisco de Goya –personaje a quien admiro como pintor y por sus ideas progresistas-, debió enviar a los infiernos, al petulante inglés. , Otro Museo de Vitoria es el de Arqueología de Alava, donde se conserva un valioso material encontrado en la zona. Sirve para documentar sobre el quehacer histórico del hombre autóctono. En sus distintas Salas se ocupa de los pobladores, de cada uno de los yacimientos explorados. Asimismo, de los monumentos megalíticos, de la cultura de las cuevas, de las invasiones El dolmen de Arrizala 86 indoeuropeas, de la romanización y de la Edad Media. Lógicamente, también hace un estudio, pormenorizado, de las actividades artísticas de los primeros pobladores de la región. De sus pinturas rupestres, tallas y piezas de cerámica. Sin duda, allí el estudioso puede enriquecer sus conocimientos. Porque, en verdad, cuenta con un valioso material arqueológico. En las diversas vitrinas del Museo se exponen el material arqueológico encontrado, en los yacimientos explorados. Asimismo, proporciona una información amplia y bien documentada, sobre cada tema tratado. La vitrina nº1 presenta los hallazgos recogidos en el Yacimiento de Murba. Datan del Paleolítico medio. Otras recogen los testimonios de los diferentes períodos, hasta llegar a la Edad Media. Haciendo un énfasis especial en la romanización. La vitrina 14 se ocupa del tema de las pinturas rupestres. Dichas muestras de cultura, los estudiosos, las sitúan al final del Bronce y la Edad del Hierro. Las fotografías fueron tomadas en las cuevas de Lazalday, Peña Rasgada y principalmente en la cueva de Solacueva. Todas ellas en la provincia de Alava. Los remotos artistas utilizan desde el estilo inspiración y aliciente a los pintores de nuestro tiempo. Quienes visiten la bella ciudad de Vitoria -si tiene inquietudes artísticas-, podrán disfrutar con el espectáculo de los tesoros expuestos en los Museos locales. Todos ellos exponen obras admirables. Recorrer sus Salas constituye un incentivo para el espíritu. En la ciudad de Bilbao se encuentra uno de los Museos más espectaculares y modernos del mundo, el 87 Guggenhein. Fue inaugurado, con gran solemnidad, el 18 de octubre de 1997. La idea de erigir este extraordinario Museo fue de la Fundación Solomon R. Guggenhein. Un ente de bona fide dedicado a `promover el arte y los Museos. La citada Fundación la creó en Nueva York en 1937, el industrial y filántropo Solomon Guggenheim. Amante de las bellas artes y particular de la pintura de vanguardia. Con el fin de promover esta corriente artística, puso en servicio un Museo, en el centro de la ciudad de Nueva York. Lo abrió con el nombre de la Fundación. Mas tarde su sobrina, organizó en la ciudad de Venecia, con su propia colección, otro Museo con el mismo nombre. El ente promotor siguió creciendo y trasladó su Museo de Nueva York, a un nuevo edificio en la 5ª Avenida y posteriormente abrió otro en la misma ciudad (Sector de Soho), Sus próximos pasos fueron Bilbao (1997), Berlín (2001), el Guggenheim Las Vegas. Últimamente inauguró “Las Vegas-Ermitage, asociado con el famoso Museo de San Petersburgo. En la actualidad la Fundación maneja la totalidad de los fondos artísticos de la Museos antes mencionados. Un trabajo de la envergadura del Guggenhim de Bilbao, consume una cierta cantidad de recursos y de tiempo. Las obras de construcción y puesta en servicio llevaron seis años. El proyecto del edificio y su ejecución estuvo a cargo del más calificado arquitecto del siglo XX, Frank Gehry. En 1989, ganó el Premio Priztker, máximo galardón mundial concedido a la creación arquitectónica. 88 En 1992 se llegó a un acuerdo, para construir el Museo: Tomaron parte la Fundación Solomo Guggenheim, la Diputación de Vizcaya y el Gobierno Vasco. Este último fue el principal financiero del proyecto. Tan importante como la ejecución de la obra, es el conjunto arquitectónico. Para construir el Museo se aprovecharon las estructuras de los puentes de la Salve y de Deusto. Semeja un barco varado en la ría, o una monumental flor metálica. Llaman poderosamente la atención por dos motivos muy originales. La estatua Poppy ubicada a la entrada y la “Fuente de Fuego”, situada en la parte posterior. Lanza llamas mezcladas con aguas de colores y constituye todo un espectáculo. La estatua es una creación de Jeff Koons y la fuente de Yves Klein. Cuando se inauguró el Museo, en 1997, comenzó exponiendo 250 obras. Unas fueron donadas por la Fundación y las otras adquiridas. Esta cifra se va incrementando con el paso de los años. La superficie interior del Museo tiene 24 mil metros cuadrados, divididos en tres plantas. Las obras más antiguas se exhiben en el piso superior y las más recientes, en los dos primeros pisos. Sin duda, el conjunto arquitectónico, formado por planchas cubiertas con escamas de titanio le dan una fisonomía ultra moderna a la capital de Vizcaya. Al parecer, el mantenimiento supone un esfuerzo extraordinario, pero bien vale la pena. Ahora bien; en cuestión de gustos y colores es difícil poner de acuerdo a la gente. Algunas personas prefieren los lineamientos clásicos, en materia arquitectónica y les choca los alardes vanguardistas y abstractos. Algo similar les sucede con la 89 pintura. Aunque algunas cosas, dentro de esta área específica, me cuestan mucho trabajo entender –si es que llego a entenderlas- me declaro agnóstico. Adopto una posición respetuosa y me limito a tratar de informar objetivamente. Como señalo al comienzo de este capítulo, mi información en materia de Museos del País Vasco es muy reducida. Se limita a los Museos de la ciudad de Vitoria, pues los he visitado en diversas oportunidades. Sí se que en Bilbao funcionan Pinacotecas y Salas de Exposiciones, desde hace muchos años. Tal sería el caso del Museo Vasco, del Diocesano, del Reproducciones Artísticas y el taurino, por mencionar algunos. Otros Museos en Vizcaya, serían el Euskal Herria, en Gernica; el del Pescador, en Bermeo y el Simón Bolívar, en Puebla de Bolívar. Sobre la provincia de Guipúzcoa podría decir lo siguiente. Mucho se ha hablado, últimamente del Museo “ChillidaLeku”. Está localizado en la localidad de Hernani, no lejos de San Sebastián y es por demás interesante. Se inauguró recientemente, el 16 de septiembre del 2000 y expone las obras del escultor vasco Eduardo Chillida. El Museo se halla instalado en la finca Zabalaga, propiedad del escultor. Ocupa una extensión de 12 ha, de cuidados parques y praderas. En ese bello escenario natural se exponen, al aire libre, 40 esculturas de gran tamaño. En un caserío del siglo XVI, totalmente restaurado, se exhibe un centenar de obras de pequeño tamaño de Chillida. Se trata de grabados y estampados en papel. 90 Chillida domina la técnica del estampado. Entre sus trabajos más comentados por la Prensa, están las estampas que preparó para el poemario de Jorge Guillén, titulado “Más Allá”. Hizo un trabajo similar para una de las obras del filosofo Martín Heidegger en 1959. La intención del insigne escultor, es dejar a las generaciones futuras una muestra, muy completa de su obra. Para realzar su valor artístico, les un marco natural apropiado de grandes dimensiones. Situado en un lugar muy representativo del paisaje vasco. Allí colocó sus obras, al aire libre, en la plena campiña y sin paredes que las opriman, como un gesto de libertad. San Sebastián cuenta con importantes Museos especializados en distintas ramas del quehacer humano. El de Ciencias, el Diocesano, el Naval y el Palacio del Mar, por nombrar algunos. Las principales ciudades de Guipúzcoa, también tienen sus Museos. En Irún, hay dos; en Legazpiz, cuatro; en Zarauz, dos; en Alea, dos; en Azpeitia, dos; en Beasain, uno. En la localidad de Ormaiztegi, se encuentra un Museo con el nombre del famoso general carlista, Zumalacarregi. Para concluir mi pequeña lista mencionaré el Museo de Confitería, en Tolosa y el Zuloaga en Zumeia. Está, dedicado al notable pintor vasco. Con relación al tema de los Museos del País Vasco, quiero señalar lo siguiente. Tan sólo me limité a mencionar algunos. Por supuesto, me quedé muy corto en la lista, pues hay muchos más. Ahora bien; mi propósito no era mostrar a los lectores un inventario completo, sino dar una idea de la inquietud artística de la región. Dicha inquietud, 91 constituye una constante, pues se mantiene presente, al través del tiempo. Como bien lo demuestra, la abundancia de obras dejadas a la posteridad, desde el inicio de los tiempos históricos. Hoy podemos admirarlas en las vitrinas y Salas de los Museos vascos. Cada época ha producido sus pintores, en las cuatro provincias vascongadas. Algunos de ellos, alcanzaron fama internacional, dada la calidad de sus cuadros. Preparar un resumen de la obra realizada por estos artistas constituye una tarea larga. Además, muy compleja y se precisaría mucho tiempo de poder llevarla a cabo. No me corresponde a mí el realizarla, por las siguientes razones. El objeto de este trabajo es muy simple y modesto. Se reduce a cubrir solo tres aspectos. 1º) Relatar la biografía de un pintor. 2º) Dar una breve información sobre su obra, sin entrar en profundidades técnicas. 3º) Hacer un comentario del interesante escenario donde ha protagonizado su existencia y le ha consagrado su trabajo artístico, el País Vasco. En resumen, me limité a efectuar una tarea sencilla y dentro de mis posibilidades, a una simple faena periodística. A un mero problema de comunicación 92 PERFIL DEL AUTOR El autor nació en Madrid en 1922. Es un apasionado helenista y en su ya larga vida se desempeñó como profesor y periodista. En el área de la docencia se inició en el nivel más modesto, como maestro de Educación Primaria, en los Campos de Refugiados Españoles en Francia y culminó como profesor de Post-Grado, en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. En el área del periodismo, también comenzó en forma autodidacta. Posteriormente, fue Director de un Semanario; ganó dos veces el Premio Nacional de Periodismo YMCA; se graduó en la especialidad y fue catedrático en la Escuela de Comunicación Social, de la UCAB de Caracas. Cursó su Educación Media en la Fundación Caldeiro de Madrid. Realizó sus Estudios Superiores, después de los 35 años, en el College des Sciences Sociales et Economiques de Paris, donde se diplomó en tres disciplinas: Relaciones Públicas e Información, Relaciones en el Trabajo y Economía. Siguió programas formativos de Gestión en la North West University; de “Enseñar a Enseñar” en la AID; de Sociometría (Fue discípulo directo del Dr. Jacob L. Moreno); de “Investigaciones en Profundidad” (Fue ayudante del Dr. Ernest Dichter) y de “Formación de Instructores de Gerencia por Objetivos”, en la American Management, de Nueva York. En el campo del pensamiento es un seguidor de las doctrinas del Dr. 93 José Ortega y Gasset. A su estudio y difusión –en sus cátedras y en su obra escrita- consagró gran parte de su vida. Es autor de los siguientes ensayos: “La Colonia Tovar”, “Finlandia como Modelo”, “La Forja de la Cultura de Occidente”, “Contenido y Significado del Ágora de Atenas”, “Meditaciones Sobre Grecia”, “Niza como Posibilidad”, “Meditaciones Sobre la Buena Mesa”, “Andanzas de un Niño de Francia” “Imanol Elorza, un Pintor del País Vasco”y “Unas Instituciones Madrileñas”. Su material didáctico es muy extenso. Entre otras obras, es el autor de: “Dinámica de las Relaciones Públicas”, “Caracterología”, “Oratoria”, “Retórica”, “Relaciones Públicas e Información” y “Enseñar a Enseñar Procesos de la Industria Hotelera”. Ha sido profesor de varias universidades: Central de Venezuela, “Andrés Bello” de Caracas, y “Experimental Simón Rodríguez” de Venezuela; “APEC” y “O&M”, de República Dominicana. Dictó cursos y conferencias en: Madrid, Washington, Atenas, El Pireo, Caracas, Santo Domingo, San Juan de Puerto Rico y en el Mediterráneo a bordo de las naves de “Royal Olympic Cruises”. Asimismo, fue asesor de importantes empresas multinacionales y centros oficiales. Fue Director del Semanario Español, publicación al servicio del Gobierno en el Exilio de la República Española. Actuó como editor de “Venezuela & Caribe Internacional”. Es miembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana y actúa como 94 corresponsal internacional de varios periódicos dominicanos y de Corprensa, en Miami Florida. 95 96