Descargar FIR - Ramsar Sites Information Service

Anuncio
Ficha Informativa de los Humedales de
Ramsar (FIR) – Versión 2006-2008
Se puede descargar en la siguiente dirección: http://www.ramsar.org/ris/key_ris_index.htm.
Categorías aprobadas en la Recomendación 4.7 (1999) y modificadas por la Resolución VIII.13 de la 8ª Conferencia de las Partes Contratantes
(2002) y Resoluciones IX.1, Anexo B, IX.6, IX.21 y IX. 22 de la 9ª Conferencia de las Partes Contratantes (2005).
1. Nombre y dirección del compilador de la Ficha:
Laura Martínez Ríos del Río
Coalición para la protección de Bahía de San Quintín:
Pro Esteros, A. C., Terra Peninsular, A. C., The Nature
Conservancy, Pronatura Noroeste, A. C.
Calle 4ª #210 esq. con Moctezuma, Zona Centro
Ensenada, Baja California C.P. 22830
Tel. y fax: (646) 178-60-50 y 178-01-62
Correo-e: proesteros@gmail.com
PARA USO INTERNO DE LA OFICINA DE RAMSAR.
DD MM YY
Designation date
Site Reference Number
2. Fecha en que la Ficha se llenó /actualizó:
Junio 28 de 2007
3. País:
México
4. Nombre del sitio Ramsar:
Bahía de San Quintín
5. Designación de nuevos sitios Ramsar o actualización de los ya existentes:
Esta FIR es para (marque una sola casilla):
a) Designar un nuevo sitio Ramsar ; o
b) Actualizar información sobre un sitio Ramsar existente 6. Sólo para las actualizaciones de FIR, cambios en el sitio desde su designación o anterior
actualización:
No aplica
7. Mapa del sitio incluido:
a) versión impresa (necesaria para inscribir el sitio en la Lista de Ramsar): sí X -o- no 
b) formato digital (electrónico) (optativo): sí X -o- no 
8. Coordenadas geográficas (latitud / longitud): 30° 20‟ N y 30° 32‟ N, 115° 55‟ W y 116° 02‟
W
9. Ubicación general:
La Bahía de San Quintín se localiza en la Delegación de San Quintín, Municipio de Ensenada, Baja
Califonia, México, en la costa occidental de la península. Cerca de la bahía y hacia el Este se localizan
los poblados de San Quintín y Lázaro Cárdenas. La población importante más cercana es la ciudad de
Ensenada, cabecera municipal, ubicada a 180 Km. al Norte y con una población de alrededor de
400,000 habitantes.
10. Altitud: (media y/o máx. y mín.) Min.: 10 msnm, Max.: 260 msnm (Volcán Kenton)
11.Área: (en hectáreas) 5,438 ha.
12. Descripción general del sitio:
La región de San Quintín está formada por una planicie costera, conocida como Valle de San Quintín, y
una laguna costera ligeramente hipersalina, la Bahía de San Quintín. La actividad agrícola de riego,
sujeta a los aportes de agua subterránea, domina el valle; la acuacultura de ostras, dependiente de los
nutrientes y la materia orgánica de las surgencias, domina la bahía. Este hábitat es el componente más
sureño (junto con el área de El Rosario) de la provincia florística Californiana y de la provincia
faunística San Dieguense (Aguirre et al., 1999; POEBC, 2005), y contiene varias especies y subespecies
endémicas de plantas y animales. La parte marina del sistema puede todavía ser considerada como un
ambiente prístino, con marismas y lechos de pastos marinos donde se protegen diversas especies de
peces durante su etapa de vida como juveniles y que constituyen uno de los sitios de invernación más
importantes (refugio y sitios de alimentación) a una importante población de aves migratorias entre las
que se cuenta la branta negra (Branta bernicla nigricans). La bahía ha sido sitio de estudio, tanto para
investigadores mexicanos como para norteamericanos, durante los últimos 30 años, en los que se ha
generado información base para medir y evaluar los cambios ocurridos en partes de la costa
californiana.
13. Criterios de Ramsar:
1 • 2 • 3 • 4 • 5 • 6 • 7 • 8 • 9
14. Justificación de la aplicación los criterios señalados en la sección 13 anterior:
Criterio 1: La Bahía de San Quintín es uno de sólo dos humedales en la costa occidental de Baja
California, que representan lo que en épocas pasadas era un ecosistema más común en la región
biogeográfica Californiana. Su biodiversidad deriva de su alta productividad, al ser un ecosistema que
cuenta con una gran variedad de hábitats en un saludable estado de conservación y de estar ubicada en
una región biogeográfica Mediterránea de transición entre zonas templadas y subtropicales. En esta área
convergen flora y fauna con afinidades tropicales y templadas, dándole un carácter único a la región
(Aguirre et al., 1999). Por las características antes mencionadas, el humedal es considerado raro o poco
común para esta región biogeográfica (Californiana).
Criterio 2: La Bahía de San Quintín alberga las poblaciones reproductoras más importantes de una
especie y cinco subespecies de aves amenazadas o en peligro: el rascón picudo californiano (Rallus
longirostris levipes), la polluela negra (Laterallus jamaicensis), el charrán mínimo (Sterna antillarum browni), el
gorrión sabanero (Passerculus sandwichensis beldingi), la perlita bajacaliforniana norteña (Polioptila californica
atwoodi) y el chorlo nevado occidental (Charadrius alexandrinus nivosus) (Massey y Palacios, 1994). Es la
zona de mayor densidad de parejas de Polioptila californica atwoodi (Massey y Palacios, 1994); y es el único
lugar en la costa del Pacífico de Baja California en que se han avistado recientemente polluelas negras
(Laterallus jamaicensis) (Erickson et al., 1992), especie en peligro de extinción (NOM-059-ECOL-2001).
Asimismo existen poblaciones de búho cuerno corto (Asio flammeus) y halcón peregrino (Falco peregrinus)
(Aguirre et al., 1999), especies bajo Protección Especial según la NOM-059-ECOL-2001. Para el caso
de los mamíferos, tenemos la presencia de la musaraña adornada (Sorex ornatus): Es probable que la
actividad agrícola en la región haya restringido el ámbito de distribución de esta especie, lo que la coloca
en la categoría de sujeta a protección especial por la NOM-059-ECOL-2001 (Aguirre et al., 1999).
En el contexto regional, la Bahía de San Quintín es la única área natural en la región Mediterránea de la
Alta y Baja California que permanece relativamente intacta en sus funciones ecológicas como laguna
costera, a la vez que es un área escénica de gran belleza. Muchas de las especies y subespecies de
conservación prioritaria dependen en gran medida de la salud o estado de conservación de este humedal
para su supervivencia (Aguirre et al., 1999).
Criterio 3: En San Quintín existen al menos diez especies de plantas endémicas a la zona Mediterránea,
tales como Astragalus harrisonii (Fabaceae), Chorizanthe chaetophora (Polygonaceae), Chorizanthe interposita,
Chorizanthe jonesiana, Chorizanthe turbinata, Dudleya anthony (Crassulaceae), Erigonum fastigiatum, Hazardia
berberidis (Compositae), Oenothera wigginsii (Onagraceae) y Senecio californicus var. Anemophilus (Compositae);
el matorral costero es el mejor preservado en Baja California y ocurre en forma de manchas extensas en
el estado. Los prados de plantas marinas y vegetación de marisma son los mejor conservados de todos
los existentes en las lagunas costeras de Baja California. Varias especies de plantas formadoras de dunas
alcanzan el límite de su distribución sureña en la Bahía de San Quintín: Cakile maritima (cohete marino),
Ambrosia chamissonis y Carpobrotus chilensis. El sistema de dunas costeras ubicado entre Ensenada y San
Quintín, con 25 especies, es el más diverso de Baja California (Aguirre et al., 1999). En cuanto a la
fauna, podemos citar a la Musaraña adornada (Sorex ornatus): Endémica del mediterráneo
bajacaliforniano (Mellink, 2002). Alcanza el límite Sur de su distribución al Norte de El Socorro, unos
20 Km. al Sur de San Quintín.
Criterio 4: La Bahía de San Quintín es importante en el contexto biogeográfico de la región Baja
Californiana., pues es hábitat, zona de reproducción e invernación de varias especies y subespecies de
aves, como se mencionó en el Criterio 2. Además, acoge a más de 25,000 aves playeras migratorias
durante el invierno (Page et al., 1997); es un punto muy importante del corredor migratorio del Pacífico
para aves acuáticas, playeras y canoras, por ejemplo el playero occidental (Calidris mauri) y la branta
negra (Branta bernicla nigrans), de la cual se sabe que entre el 30 y 50% de su población total inverna en la
zona (Massey y Palacios, 1994). Por otra parte, la planta conocida como pico de ave de la marisma
(Cordylanthus maritimus maritimus), sólo crece actualmente en siete localidades de la región Californiana,
siendo la Bahía de San Quintín uno de estos sitios, donde se registró un agrupamiento muy grande de
esta especie en 1986 (Zembal y Massey, 1986; en Martínez-Fragoso, 1992), (Aguirre et al., 1999). Es
también área de invernación para rapaces como el tecolote llanero (Athene cunicularia), el búho cuerno
corto (Asio flammeus) y el halcón peregrino (Falco peregrinus) (Aguirre et al., 1999).
Criterio 5: En los años de 1991, 1992 y 1993 se realizaron censos de aves playeras migratorias
invernantes en los humedales costeros de Baja California. Los censos llevados a cabo en la Bahía de San
Quintín registraron totales de 24,016, 27,291 y 25,649, respectivamente (Page et al., 1997). Sin embargo
no se cuenta con estudios más actuales al respecto.
Criterio 6: La población de Rallus longirostris levipes, especie en peligro de extinción, en la Bahía de San
Quintín es mayor que la población total de esta subespecie en toda California (Zembal y Massey, 1981).
El umbral del 1% que da Wetlands International (2002) para el rascón picudo californiano (Rallus
longirostris levipes) es de 10. La bahía también es sitio de invernación para el 30-50% de la población total
de la branta negra (Branta bernicla nigricans), cuyo umbral del 1% (Wetlands International 2002) es de 50.
15. Biogeografía
a) región biogeográfica: Baja California
b) sistema de regionalización biogeográfica (incluya referencia
bibliográfica): Regionalización
Biogeográfica de México. Referencia: CONABIO, 1998. La Diversidad Biológica de México: Estudio
de País, 1998. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México.
16. Características físicas del sitio:
Clima: A nivel regional, la corriente marina de California, proveniente de Alaska, viaja por el fondo
marino y al llegar a zonas poco profundas genera la advección de aguas frías ricas en nutrientes
(surgencias), las cuales a su vez aportan viento frío y húmedo a la atmósfera pero las temperaturas
cálidas en la península provocan la pérdida de esta humedad. En presencia del fenómeno de El Niño el
ciclo natural se invierte, provocando pulsos de abundancia y escasez de nutrientes, lo cual es una de las
fuerzas motoras más importantes de la biodiversidad local (Pro Esteros, 2000). La temperatura media
anual es de 15.8 °C, con mínimas y máximas de 0 °C y 42 °C. Los meses más fríos son de diciembre a
marzo y los más cálidos de julio a octubre. La precipitación media anual es de 138.8 mm (Pro Esteros,
2000).
Geología: Las terrazas y mesetas costeras están formadas por una secuencia de rocas sedimentarias
marinas constituidas por areniscas, limolitas y lutitas de la Formación Rosario del Cretácico Superior, y
la Mesa de San Simón está conformada por conglomerados del Plioceno compuesto por fragmentos de
granito y caliza metamorfizada cementados por una matriz arcillosa-arenosa. Durante el Pleistoceno y
Reciente dio inicio la actividad volcánica localizada al poniente de la planicie costera que formó el
Campo Volcánico de San Quintín (CVSQ). Este corta y se desarrolla sobre el relleno sedimentario
neogénico que sobreyace a la Formación Alisitos del Cretácico, y consiste en por lo menos 12 conos
cineríticos de composición basáltica que se esparcieron en un área irregular de aproximadamente 190
Km.2. El valle fluvial de San Quintín y la laguna costera de San Quintín confirman que la laguna
costera de Bahía Falsa es de origen tectónco y contemporáneo con las terminales del vulcanismo
(complejo volcánico de San Quintín) que emergió al SW de la planicie costera durante el Pleistoceno
(Pro Esteros, 2000).
Hidrología Superficial: La Región Hidrológica No. 1 (Baja California Noroeste-Ensenada) tiene su
vertiente sobre el océano Pacífico. Una de sus cuencas es “A” (nombrada Arroyo Escopeta-Arroyo San
Fernando), que cuenta con dos subcuencas, f (Arroyo La Escopeta) y e (Arroyo San Simón); estos dos
últimos abarcan los arroyos La Escopeta, Nueva York, Agua Chiquita y San Simón. Además, sus
desembocaduras llegan al Complejo Lagunar de las Bahías San Quintín y Falsa (CLBSQF). El
escurrimiento superficial se caracteriza por venir de la Sierra San Pedro Mártir, y en el Valle de San
Quintín éste es del 0 al 5%, siendo el Arroyo San Simón el principal escurrimiento que llega al
CLBSQF. El cálculo de la precipitación media anual de la cuenca del Arroyo San Simón se realizó para
34 años, de 1960 a 1993, y dio como resultado 247.26 mm anuales; el área de la cuenca es de 1,671
Km.2 y comprende 66.896 Km.2 (4.0%) de superficie permeable, 160.00 Km.2 (9.58%) de área
semipermeable y 1444.104 Km.2 (86.42%) de área impermeable. El coeficiente de escurrimiento medio
de la cuenca es de 8.77%, con un volumen de escurrimiento medio anual de 42‟ 030,139.33m3. El
volumen mínimo de escurrimiento, 8‟ 141,338.25 m3, se presentó en 1961, y el volumen máximo de
escurrimiento, 202‟ 861,281.50 m3, se acumuló principalmente en los meses de enero-febrero de 1993
(Pro Esteros, 2000).
Hidrología Subterránea: Las formaciones geológicas de la región definen los tipos de unidades
geohidrológicas del Valle de San Quintín. En la cuenca baja existen dos unidades: la semipermeable por
el contenido de areniscas de origen marino que forman las terrazas y la permeable, que son depósitos
aluviales y de litoral que constituyen la unidad de almacenamiento y extracción de agua subterránea. El
acuífero de San Simón tiene una recarga de 13.0 Mm3 y una extracción de 13.5 Mm3, donde se corre el
riesgo de agotarlo en caso de incrementar su extracción. Es importante resaltar que, producto de la
sobrexplotación de los mantos freáticos y por su cercanía con el medio marino, se presenta la intrusión
de agua de mar (Pro Esteros, 2000).
Medio Marino: Las lagunas costeras se encuentran flanqueadas por dos barras arenosas: la de Bahía
Falsa, formada entre dos volcanes, con una extensión de 7 Km. y la de Punta Azufre, de
aproximadamente 5.5 Km. en la parte Sur de Bahía San Quintín. Abarcan un área de 42 Km.2, con una
profundidad promedio de 2 m y un volumen aproximado de 90x106 m3. La boca de acceso a las lagunas
se encuentra permanentemente abierta, conectada al mar por un canal de 15 m de profundidad, la cual
va disminuyendo hacia el interior. Es una laguna costera hipersalina que presenta un comportamiento
antiestuarino con aportes de agua dulce a través del Arroyo San Simón en época de lluvias (Pro Esteros,
2000).
Temperatura del agua El intervalo de temperatura es de 13.3 °C a 25.3 °C, con un promedio anual
de 18.4 °C, mientras que para otoño e invierno se reportan un máximo de 16 °C y un mínimo de 13.5
°C. Para invierno-primavera el mínimo es de 12.8 °C y el máximo de 20.3 °C (Pro Esteros, 2000).
Salinidad Existe homogeneidad en la columna de agua, con valores máximos de 34 ‰ y mínimos de
33.6 ‰ para otoño. En invierno la salinidad se comporta de manera inversa a la fluctuación de la
marea, con valores disminuyendo en el flujo y aumentando en el reflujo, al igual que la temperatura, y
tiene además un gradiente con los valores de fondo levemente más altos que los superficiales. También
se tienen para invierno-primavera valores de 34.27 ‰ a 36.86 ‰. (Pro Esteros, 2000).
Oxígeno El rango varía de 3.4 a 6.8 ml/l durante el otoño, y de 5.5 a 6.8 ml/l en invierno. Su
distribución superficial se relaciona con la temperatura; esto es, en invierno el contenido de oxígeno es
mayor y en verano menor. Otros autores han encontrado, para las estaciones de invierno y primavera,
un intervalo de 4.23 a 7.73 ml/l (Pro Esteros, 2000).
Potencial de hidrógeno (pH) Se reporta un valor mínimo de 8.4 y un máximo de 8.55 unidades de
pH para invierno y primavera (Pro Esteros, 2000).
Velocidad del viento La velocidad del viento en otoño e invierno varía de 2 a 12 m/s. Durante el
verano se presentan vientos del NW que alcanzan hasta 9.7 m/s, y los vientos dominantes registrados
en los últimos años fueron con dirección NW y SW principalmente, y SE para 1997, con una velocidad
promedio de 10 m/s (Pro Esteros, 2000).
Mareas Al no existir agentes internos de consideración, como descargas de agua dulce constantes, hay
un predominio de la marea astronómica en la circulación y en el intercambio del volumen con el
océano. El intervalo de mareas promedio es de 2.22 m, con un intervalo medio en mareas equinocciales
de 3.18 m (Pro Esteros, 2000).
Circulación marina La circulación termohalina en la laguna se ve afectada principalmente por
procesos de evaporación y calentamiento; la diferencia de temperatura y salinidad entre el mar abierto y
las lagunas hace que domine la circulación por diferencia de densidad. La marea astronómica es el
factor de mayor importancia en la hidrodinámica de ambos brazos de la laguna. La respuesta de la
circulación del agua al efecto del viento es mayor en regiones cercanas a la Boca en Bahía Falsa y a las
regiones más cercanas a la Cabeza en Bahía San Quintín. Los tiempos de residencia son mayores en las
zonas más internas de ambos brazos de agua. La capacidad de dispersión en Bahía Falsa es menor que
en Bahía San Quintín. La densidad disminuye hacia el interior de la bahía y aumentan la temperatura y
la salinidad; por lo tanto, la temperatura es el factor más importante en la distribución de densidad, es
decir, el proceso de calentamiento domina sobre el de evaporación. Esto hace que en la mayoría de los
casos las aguas tiendan a fluir hacia fuera de la bahía por la superficie y el agua de mar fluya por debajo.
En la zona comprendida desde el codo hasta la cabeza de Bahía San Quintín las distribuciones
verticales de las variables evidencian también la existencia en algunos casos de circulación por
gradientes de densidad gobernada por la salinidad, indicando la influencia de la evaporación, debida a
los vientos y a la baja humedad del aire (Pro Esteros, 2000).
Tiempo de residencia del agua Se ha estimado que el intercambio de agua entre la bahía y el océano
se realiza en un promedio de tres semanas. Sin embargo, estudios más recientes mencionan un tiempo
de residencia máximo de 32 días (para una partícula que recorre toda la bahía) y un promedio mínimo
de tres horas en donde se presenta una contracorriente Norte; en cuanto a Bahía Falsa, varía de 85
horas (3.5 días) a 328 horas (13.6 días), con un promedio de 209 horas (8.7 días) (Pro Esteros, 2000).
Corrientes La corriente residual es uno o dos órdenes de menor magnitud que la debida a la marea.
Sin embargo, los flujos persistentes de entrada y salida brindan condiciones de renovación permanente,
lo que puede ser importante en estudios ecológicos, de calidad del agua y de transporte de sedimentos.
La corriente residual promedio en el interior es de 0.04 m/s (Pro Esteros, 2000).
Partículas sólidas Este término incluye el seston, que contempla los aspectos de composición y
concentración. Los valores de seston total registrados en la bahía varían de 0.4 a 14.8 mg/l, mientras
que la fracción orgánica es de 0.2 a 7.6 mg/l y la inorgánica va de 0 a 11.6 mg/l. El porcentaje de
terrígenos presentes en el material en suspensión probablemente afecta el crecimiento por el gasto
energético extra que utiliza el organismo en la separación de partículas alimenticias (Pro Esteros, 2000).
Sedimento Existen cuatro tipos de sedimentos en la zona: 1) arena fina en áreas cercanas a la barra
Oeste de la bahía; 2) arcilla compacta y componentes de arena y limo en el canal principal; 3) arena
mezclada con limos de tamaño medio en las praderas de Zostera; y por último, 4) limo con contenidos
altos de materia orgánica y sin materia vegetal visible en la parte central de la zona de cultivo (Pro
Esteros, 2000).
Surgencias En las cercanías de isla San Martín se localiza una zona de surgencia que tiene influencia
sobre el agua de la bahía y de manera más particular sobre Bahía Falsa, lo que le aporta, durante los
meses de mayo a agosto, aguas relativamente frías y ricas en nutrientes (Pro Esteros, 2000).
Metales traza En Bahía San Quintín existen dos fuentes de aporte de metales. La primera está
asociada a nutrientes por medio de surgencias, principalmente del cadmio y el zinc; la segunda se
compone de material detrítico de la erosión del batolito peninsular (cobre y hierro, principalmente) y
del material ígneo del complejo volcánico rico en aluminio, hierro, manganeso, cromo y níquel. En
Bahía Falsa, que se caracteriza por estar conformada por sedimentos finos con un contenido de materia
orgánica relativamente alto, existe una acumulación de cadmio en éstos. En un estudio se reporta que
los valores de metales pesados en la almeja cultivada Chione fueron, para el plomo, de 0.463 ppm, y para
el cadmio, de 0.174 ppm (Pro Esteros, 2000).
Productividad primaria Bahía San Quintín es un cuerpo de agua fértil al igual que Bahía Falsa, la cual
posee un patrón de sucesión fitoplanctónica regular donde se verifica la mayor influencia de las aguas
oceánicas sobre esta última. La productividad primaria media superficial es de 27 mgCm3/h, con un
intervalo de ±3.2 El ciclo de mareas influye fuertemente en las variaciones diurnas de concentraciones
de clorofila “a”. Son abundantes los feopigmentos (productos de degradación de la clorofila) en Bahía
San Quintín, lo que puede ser índice de alta productividad secundaria. Los gradientes de
concentraciones presentes son más fuertes durante el otoño y el verano, con una distribución en
parches. Los valores de clorofila “a” varían de 0.8 a 15.7 mg/m3, con un promedio de 3.1 mg/m3 (Pro
Esteros, 2000).
Fosfatos y silicatos La concentración de fosfatos y silicatos en Bahía San Quintín aumenta en forma
general de la boca hacia el interior de la misma. Alcanzan valores muy altos, arriba de 4µM para fosfatos
y más de 38µM para silicatos. Las concentraciones de ambos en la boca son más altas en verano que en
invierno por el efecto de las surgencias. Las mayores concentraciones en el interior no provocan
necesariamente un aumento de biomasa en el fitoplancton, ya que esta depende, además, de los
gradientes de temperatura y salinidad, encontrándose en verano menor biomasa asociada a mayores
concentraciones de nutrientes. La bahía es un cuerpo productor de nutrientes inorgánicos en solución.
Sus abundantes poblaciones de pastos marinos actúan como trampa de material orgánico, ocurriendo
en el fondo un intenso proceso de remineralización (Pro Esteros, 2000).
Fallas geológicas Existen varias fallas en el valle, cuya distribución es la siguiente: una al Sur del
Arroyo Santo Domingo, en la Colonia Vicente Guerrero y otra ubicada en el cauce del Arroyo Nueva
York, hacia el Este del poblado de San Quintín. Hacia el sureste del valle se localizan tres fallas que
bordean la meseta de San Simón, en el Arroyo Agua Chiquita; otra en la parte Sur del cauce del Arroyo
San Simón y una más ubicada entre las anteriores, conocida como “Escarpe Cantú”, la cual es un
alineamiento que sobresale marcando la terminación abrupta de las terrazas marinas, extendiéndose 20
Km. en dirección Noroeste-Sureste y terminando cerca del poblado Ejido Francisco Villa. Además,
hay dos fallas normales menores, una al Sur de la Laguna Figueroa, que termina en la desembocadura
del Arroyo Nueva York en la Bahía San Ramón y otra que abarca desde el Volcán Riveroll hasta la
costa. (Pro Esteros, 2000)
Sismicidad Se considera a la región como asísmica, dada la baja ocurrencia de sismos en el área que
abarca desde el Valle de San Quintín hacia el Sur hasta el paralelo 28° (Pro Esteros, 2000).
Tsunamis Para que un sismo cause un maremoto se necesita que éste tenga ciertas características,
entre otras: una magnitud mínima de 6.5 grados en la escala de Richter, que esté asociado a una falla
vertical del lecho marino y que tenga una profundidad focal somera (menor de 60 km). Los sismos que
ocurren en la Península de Baja California, al estar asociados a fallas de tipo horizontal, no causan
maremotos, de tal forma que la costa del Valle de San Quintín no presenta riesgo alguno por
maremotos de origen local. Sin embargo, la costa occidental de Baja California es la más vulnerable al
arribo de este tipo de fenómenos de origen lejano, procedentes de la fuente sísmica más activa del
mundo, el Cinturón Sísmico Circunpacífico (Periódico Oficial del Estado de B. C., 2 mayo 2003; Pro
Esteros, 2000).
Inundaciones y desbordamiento de cauces de arroyos En general, las inundaciones se presentan
en zonas donde el drenaje natural, urbano o agrícola es insuficiente cuando se presentan eventos
extremos de lluvia. A esto se suma la obstrucción del cauce natural de los arroyos y afluentes por la
depositación de desechos sólidos. Las lluvias que se han registrado con precipitaciones mayores al
100% de la media anual se han presentado en 1965, 1976, 1978, 1979, 1980,1982, 1983, 1993 y 1995. La
estadística analizada correspondió a los años de 1959 a 1995. El año de 1993 se caracterizó por la
presencia de lluvias máximas, jamás antes registradas, presentándose avenidas en los principales
escurrimientos de los arroyos Santo Domingo y San Simón, entre otros, provocando el derrumbe de
puentes carreteros e inundaciones en las partes bajas de los pueblos ribereños. Por lo que respecta a los
riesgos que se presentan debido al posible desbordamiento de arroyos, se considera que los arroyos que
presentan mayor peligro para la población del Valle de San Quintín son: Santo Domingo, Agua
Chiquita, Nueva York, San Simón y La Escopeta (Pro Esteros, 2000).
Sequías Las pérdidas económicas que éstas ocasionaron en la agricultura y la ganadería durante el
período de 1988-1995 fueron: 19,930 ha de cultivo, 1,347 cabezas de ganado, 14,325 ha forestales. Se
registraron más de 61 incendios forestales. La sequía más larga de la cual se tiene conocimiento tuvo
una duración de casi 22 años, desde 1956 hasta 1977, causando grandes pérdidas a la ganadería. La
última sequía se presentó durante siete años, de 1983 a 1990, y redujo el hato ganadero de 10,000
cabezas de ganado vacuno a sólo 1,000 (Pro Esteros, 2000).
Erosión del suelo La actividad agrícola en el área constituye la principal causa de erosión inducida.
Asimismo, la problemática en la tenencia y especulación de la tierra y el interés por desarrollar usos
habitacionales, tales como fraccionamientos, son otras causas de la deforestación que trae como
consecuencia la erosión del suelo (Pro Esteros, 2000).
Erosión hídrica El agua, el viento, los cambios térmicos y los agentes biológicos y mecánicos son
causantes de la erosión; en el caso de la erosión hídrica la importancia del escurrimiento superficial
constituye el principal agente de remoción y arrastre del material intemperizado. Asimismo, la actividad
agrícola y la deforestación sin prácticas de control adecuadas constituyen las principales causas de
erosión inducida (Pro Esteros, 2000).
Heladas Se presentan en el invierno en los meses de diciembre, enero y febrero, con una duración de
1 a 8 días, afectando principalmente al cultivo de tomate (Pro Esteros, 2000).
17. Características físicas de la zona de captación: El área aproximada de cada cuenca se encuentra
determinada por el uso potencial de los siguientes acuíferos: la cuenca de Santo Domingo, 1,660 Km.2,
la cuenca de San Quintín, 950 Km.2, y la cuenca de San Simón 1,930 Km.2; juntas abarcan un total de ~
4,500 Km.2. Estas tres cuencas están incluidas en la región hidrológica 1 (Ensenada), las cuales drenan
al Océano Pacífico (Martínez-Fragoso, 1992). De acuerdo a la carta de suelo publicada en el Atlas
Nacional del Medio Físico, en Bahía San Quintín existen tres tipos de suelo (Martínez-Fragoso, 1992):
• Unidad Solonchak (Z): este tipo de suelo se caracteriza porque presenta un alto contenido de
sales en algunas partes o en todo el suelo. La vegetación típica que lo cubre es de pastizales o
halófitas, y es menos suceptible a la erosión; las subunidades que lo conforman son: Gleyco (Zg),
Mólico (Zm), Órtico (Zo) y Takyrico (Zt).
• Unidad Andosol (T): este tipo de suelo está formado por las cenizas de los volcanes, es de color
negro en la superficie y es altamente suceptible a la erosión. Las subunidades que lo conforman
son: Húmico (Th), Mólico (Tm}, Órtico (To) y Vítrico (Tv).
• Unidad Xerosol (X): este tipo de suelo es de color claro en la superficie, pobre en materia
orgánica y la vegetación que lo cubre característicamente son pastizales y arbustos, y la
suceptibilidad a la erosión es baja. Las subunidades que lo conforman son: Cálcico (Xk), Gypsico
(Mg), Háplico (Xh) y Lúvico.
El clima que corresponde a la región es: BWks (e)
Donde: B = Grupo de climas secos W = Clima muy árido k = Clima templado con verano cálido y
temperatura media anual entre 12 y 18° C. s = Régimen de lluvias de invierno: por lo menos tres veces
mayor cantidad de lluvia en el mes más húmedo de la mitad fría del año que en el más seco. e =
Oscilación anual de las temperaturas medias mensuales: extremoso (entre 7 y 14° C).
18. Valores hidrológicos:
Recarga de mantos acuíferos El Valle de San Quintín recibe importantes recargas hidráulicas a
través de los arroyos La Escopeta, Nueva York, Agua Chiquita y San Simón; de estos, destaca el último
por la magnitud y cantidad de agua que descarga en épocas de lluvia extraordinarias, así como por la
cantidad de materiales que deposita tanto en el valle como en la Bahía de San Quintín. Este gran
cúmulo de sedimentos permeables ha permitido que se acumule agua en el subsuelo, dando origen a la
presencia de acuíferos que se han opuesto al avance del agua marina, la cual, sin embargo, ha logrado
avanzar en los últimos años debido a la sobreexplotación de estos acuíferos para la agricultura del valle.
Sedimentación La tasa de depositación en Bahía Falsa fue calculada por medio de trampas de
sedimento durante un ciclo anual. Existe una variación estacional de 13.7 kg/m2/mes en verano y una
mínima de 5.8 kg/m2/mes durante el invierno. El producto del metabolismo de los ostiones cultivados
en la bahía contribuye a la tasa de depositación. La media de la materia orgánica en el sedimento fue de
8%. La tasa de biodepositación (por ostiones) fué de 0.5 g ostra/día; en total, los individuos en cultivo
pueden contribuir con un mínimo de 400 kg diariamente.
19. Tipos de humedales
a) presencia:
Marino/costero: A • B • C • D • E • F • G • H • I • J • K • Zk(a)
Continental: L • M • N • O • P • Q • R • Sp • Ss • Tp • Ts • U
• Va • Vt • W • Xf • Xp • Y • Zg • Zk(b)
Artificial: 1 • 2 • 3 • 4 • 5 • 6 • 7 • 8 • 9 • Zk(c)
b) tipo dominante: Enumere los tipos dominantes por orden de importancia (por zona) en el sitio Ramsar, empezando
por el tipo que abraca más superficie. H; J; G; F; E; B;
20. Características ecológicas generales:
Canal principal/planicies lodosas La característica dominante de Bahía San Quintín son sus
planicies lodosas. La vegetación característica de este hábitat es de dos tipos: la marina, formada por
extensos bancos del pasto marino Zostera marina, el cual cubre varias hectáreas y está mejor desarrollada
en la parte media de la bahía; estos pastos permanecen ligeramente sumergidos durante la marea baja.
El otro tipo de vegetación consiste en una extensa marisma que abarca casi la mitad de los márgenes
más bajos de la bahía y esta sujeta al régimen de mareas. Ambos tipos de vegetación son contiguos,
pero usualmente se encuentran separados por una amplia o estrecha franja de arena o lodos. Los
canales más hondos de la bahía (~ 1 m) en marea baja se encuentran libres de pastos marinos. Existen
canales con un profundidad menor a esta y grandes extensiones someras, que al verse expuestas en
marea baja se puede observar que están bordeados por la Zostera marina. Generalmente los canales
tienen una profundidad de 5 a 7 m, con un registro de 11.6 m. El brazo Este de la bahía posee sólo
escasos parches de pasto marino. La flora algal de la bahía es inconspicua, a excepción de las epífitas de
Zostera marina; las macroalgas están confinadas a la playa rocosa a lo largo de la península entre los dos
brazos de la bahía. A pesar de esto varias especies se pueden encontrar con una abundancia moderada.
Las planicies poseen numerosos canales de marea que corren a través de la marisma y las planicies
lodosas. En estas planicies es posible observar colonias de algas verdes. Estos tapetes algales
comúnmente se encuentran en áreas arcillo-silicosas de la zona intermareal (Pro Esteros, 2002).
Marisma Extensas marismas sujetas a inundación periódica por las mareas se encuentran a lo largo del
margen Norte y Este del brazo Este de la bahía. La morfología de esta área es de dunas pequeñas y
planicies sin rocas; por el contrario, la parte central y Oeste de la bahía se caracterizan por sus bordes
agudos con afloramiento de roca volcánica. Las marismas se ubican en la parte noroeste del brazo Este
y se encuentran en cuatro planicies relativamente pequeñas localizadas entre estos afloramientos. Las
marismas predominan en la playa sureste y Sur de la bahía. La zona baja de la marisma en casi todas las
áreas consiste en una banda de Spartina foliosa. Por encima de la zona de Spartina predomina la marisma
de Salicornia virginica sola o mezclada con otras especies. En tiempos pasados el brazo Oeste de la bahía
estuvo inundado; es por esto que estas marismas son más viejas que aquellas que se desarrollaron a lo
largo de la playa interna del brazo de la Bahía San Quintín (Pro Esteros, 2002).
Transición (dunas, vegetación costera y suelos volcánicos) La marisma de Salicornia virginica cede
gradualmente su lugar a la vegetación árida de las zonas más altas. Esta estrecha zona de transición se
caracteriza por tres especies de la marisma: Salicornia subterminalis, Distichlis spicata y Frankenia palmeri, las
cuales no están sujetas a inundaciones periódicas por la marea y sólo sufren inundaciones en invierno
en mareas extraordinariamente altas y en la primavera son inundadas por agua dulce. El ecotono más
común entre la marisma y la vegetación de tierras altas se da en lomeríos y colinas arenosas. Pocas
marismas son cortadas de manera abrupta por el afloramiento de roca volcánica o dunas.
Recientemente, el disturbio en las dunas ha provocado que éstas se diseminen directamente a la
marisma por acción de los fuertes vientos del noroeste (Pro Esteros, 2002).
Matorral costero y matorral desértico El matorral costero se mezcla con el chaparral en las laderas
con exposición Sur, característicamente secas y rocosas, y se vuelve dominante a bajas elevaciones.
Estas comunidades tienen una apariencia más abierta, con más cactáceas y varias especies de plantas de
vida corta. Los arbustos son menos verdes, rígidos y leñosos, con hojas más delgadas y blandas.
Muchas de las especies son parcialmente deciduas. El matorral costero lo encontramos confinado a la
costa de Tijuana a El Rosario (Pro Esteros, 2002).
Ripario El sistema ripario de la costa del Pacífico está formado por arroyos semi-perennes que
sustentan campos agrícolas en los valles y las planicies. Ninguno de estos arroyos desemboca en el mar
desde su origen, excepto durante la temporada de lluvias. Cada hábitat ripario tiene elementos muy
característicos propios a ese lugar. Ciertas especies son comunes a todos aquellos hábitats que se han
conservado relativamente prístinos (Pro Esteros, 2002).
Campos agrícolas Un estudio en 1985 acerca de las malezas en los campos de cultivo reportó un total
de 48 especies en 16 familias, todas ellas fanerógamas. Cuatro familias fueron las más comunes en los
campos de cultivo (Gramineae, Compositae, Brassicaceae and Chenopodiaceae). Los principales
productos agrícolas son: tomate, fresa, flores, papas, cebollita de cambray, chile, calabacitas, lechuga,
repollo, pepino, calabaza, alfalfa, cebada, avena, trigo, pastizales de centeno, etc. (Pro Esteros, 2002).
21. Principales especies de flora:
Pico de ave de la marisma (Cordylanthus maritimus maritimus): Es endémica de la región
biogeográfica Californiana. Crece solamente en las regiones superiores de las marismas costeras, donde
hay inundación debida a un patrón regular de mareas, pero no diario. Es un hemiparásito sobre las
raíces de las plantas, aunque no se conoce la magnitud del parasitismo. Se le encuentra creciendo en
asociación con varias especies de plantas de marismas, pudiendo cualquiera de ellas ser plantas
huéspedes. Dada su restringida distribución geográfica (en Baja California sólo se le encuentra en el
Estero de Punta Banda y en la Bahía de San Quintín) y sus requerimientos de hábitat, el futuro de esta
especie se prevé muy precario. Su limitado crecimiento en Baja California indica que pudiera ser una
especie en peligro de extinción en México, al igual que en Estados Unidos (Martínez-Fragoso, 1992,
Zedler et al., 2001).
Dudleya (Dudleya anthonyi): Esta especie crece en las faldas de los volcanes de San Quintín y es
endémica a esa área y a la cercana Isla San Martín. En esta isla su distribución se ve restringida debido a
la introducción de conejos. El desarrollo de centros turísticos o de casas de campo en San Quintín
podría también eliminar a esta especie del área (Martínez-Fragoso, 1992).
Pasto marino (Zostera marina): El pasto marino es la especie de alga predominante en bahías y áreas
costeras protegidas a lo largo de la costa del Pacífico de Baja California. La preservación y
mantenimiento de hábitats saludables de pasto marino es importante tanto para la economía como para
la ecología de la región, pues proporcionan alimento y sustrato para una variedad de especies de peces y
moluscos (Barnard 1962; Rosales-Casián 1996, 1997; en Ward et al., 2003), algunas de las cuales son
base para la pesquería local de subsistencia y la pesquería comercial (p. ej., maricultura de mariscos,
pesca de langosta, pesca deportiva) (Aguirre-Muñoz et al., 2001; Ibarra-Obando et al., 2001; en Ward et
al., 2003). El pasto marino sirve de alimento a varias especies de aves migratorias que incluyen a patos y
gansos, p. ej. la branta negra, que migra desde Alaska para pasar el invierno en las lagunas costeras de
Baja California. En estas localidades la branta se alimenta exclusivamente de Z. marina (Ibarra-Obando y
Ríos, 1993, Ward et al., 2003, Derksen y Ward, 1993).
Hierba cordón (Spartina foliosa): Localmente muy común, domina la marisma baja y puede por ello
ser considerada biogeográficamente importante, ya que al Norte de la región Californiana esta especie
se ha vuelto escasa en los humedales. Además, cuando la hierba cordón es abundante, provee un
excelente hábitat de anidación para el rascón picudo californiano (Rallus longirostris levipes), especie en
peligro de extinción (Massey et al., 1984).
Especies introducidas:
• Hielito (Mesembryanthemum crystallinum)
• Hielito (Mesembryanthemum nodiflorum)
22. Principales especies de fauna:
Aves
Rascón picudo californiano (Rallus longirostris levipes): Especie considerada “probablemente
extinta en el medio silvestre”, según la Norma Oficial Mexicana NOM-ECOL-059-2001. La población
de Rallus longirostris levipes en la Bahía de San Quintín en 1981 era mayor que la población total de esta
subespecie en toda California (Zembal y Massey, 1981; en Aguirre et al., 1999), aunque no se cuenta con
datos recientes sobre su situación actual. De acuerdo a Eddelman et al. la principal amenaza para esta
especie es la fragmentación y destrucción de su hábitat como producto de la urbanización (Eddelman et
al., 1988). A esta amenaza pueden añadirse otras, como el avance de la agricultura sobre la marisma alta;
el uso de pesticidas en los hábitats agrícolas, lo que representa un peligro para la avifauna y sus fuentes
de alimentación; el pastoreo excesivo de chivas y vacas, amenaza reciente sobre las marismas de la
Bahía, que conduce a la pérdida de cobertura emergente, pisoteo y perturbación de aves anidantes, y
puede tener efectos profundamente negativos sobre las aves que anidan en el suelo, como el rascón; el
disturbio humano es también una amenaza para la conservación de las áreas naturales y los recursos de
este humedal. La cercanía de la Bahía de San Quintín a los principales centros de población de
California la vuelve accesible para turistas con diversos intereses (caza y pesca deportivas, campismo,
navegación, buceo, etc.), y la presión sobre sus áreas naturales y sus recursos se da todo el año
(http://www.fws.gov/birds/waterbirds/statusassessment/Clapper%20Rail5.pdf).
Polluela negra (Laterallus jamaicensis coturniculus): Especie protegida por la NOM-ECOL-059-
2001 en la categoría de Peligro de Extinción (Aguirre et al., 1999), ha sido detectada recientemente en la
Bahía de San Quintín (Erickson et al., 1992). Históricamente su ámbito de distribución abarcaba desde
San Quintín hacia el Norte hasta San Telmo pero el hábitat para esta especie en esa zona ha
desaparecido (Wilbur, 1987, Erickson et al., 1992), por lo que la Bahía de San Quintín es un área de
suma importancia para la conservación de la polluela negra en el Noroeste de Baja California.
Charrán mínimo (Sterna antillarum browni): La bahía se considera área de anidación para esta
especie. En Baja California se sabía hasta hace poco que esta ave anidaba solamente en el Estero de
Punta Banda y en la Bahía de San Quintín, en la costa Oeste, y en la Laguna Percebú, en la costa Este.
A esta lista de sitios de anidación debe añadirse la Laguna Figueroa, en la costa Oeste, donde en dos
visitas realizadas en junio y julio de 1990 se encontraron nidos activos, realizándose observaciones y
mediciones para conocer su éxito reproductivo (Palacios y Alfaro, 1991). El charrán mínimo está sujeto
a protección especial, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-ECOL-059-2001, pues se
encuentra en peligro de extinción. Su hábitat de anidación lo conforman las dunas y playas arenosas,
donde se dan las principales amenazas para esta especie: perturbación y disturbio por actividades
humanas tales como el paso de vehículos todoterreno durante la temporada de reproducción, que
destruyen nidos, huevos y crías (Martínez-Fragoso, 1992), además de la perturbación por las mascotas
de los turistas (Palacios y Alfaro, 1991). En la Bahía de San Quintín y en Laguna Figueroa no existe
ningún mecanismo de protección para esta especie. Todos los sitios de anidación conocidos necesitan
protegerse para prevenir que esta ave se extinga en la región (Martínez-Fragoso, 1992).
Branta negra (Branta bernicla nigricans): Uno de los sitios más importantes para la branta en
México es la Bahía de San Quintín. Es un sitio primordial tanto para la invernación como para el
reabastecimiento durante la migración otoñal y primaveral. Aquí inverna el 30-50% de la población
total de branta negra, que invernan en México. La importancia de la bahía fue particularmente evidente
durante el evento de “El Niño” en 1997-98, cuando se redujo el número de brantas en todos los sitios
principales de invernación en México, excepto en la bahía de San Quintín, la cual albergó más de 60,000
brantas o >50% de la población (Pacific Flyway Council, 2002). Probablemente la mayor amenaza para
la branta en esta región es la pérdida de sus zonas de alimentación en la marisma como resultado de la
construcción de desarrollos turísticos (Pacific Flyway Council, 2002). Otras perturbaciones sobre la
branta en San Quintín son las de los cazadores, aviones, vehículos acuáticos y depredadores aéreos
(Derksen y Ward, 1993).
Gorrión sabanero (Passerculus sanwichensis beldingi): Esta subespecie es residente permanente
de la marisma. Su rango geográfico de distribución va de Santa Bárbara, California, hasta San Quintín.
Está clasificada como especie en peligro de extinción por el Estado de California (Martínez-Fragoso,
1992) y como Amenazada por la NOM-ECOL-059-2001. Este gorrión anida en los bordes superiores
de las marismas donde su nido está protegido de las mareas altas. Debido a que su rango de
distribución se extiende solamente al Sur hasta San Quintín, existen sólo dos marismas que pueden
recibir poblaciones grandes: el estero de Punta Banda y Bahía de San Quintín (Martínez-Fragoso, 1992).
Es así que se le considera vulnerable al daño o destrucción de su hábitat por el dragado y relleno de los
humedales en cualquiera de estas dos marismas (Aguirre et al., 1999).
Perlita bajacaliforniana norteña (Polioptila californica atwoodi): Nueva subespecie, descrita en
1994, endémica del noroeste de Baja California (desde el Arroyo El Rosario hasta casi la frontera con
E.UA.) (Mellink, 2002) y que se halla amenazada, pues depende fuertemente del matorral costero para
su supervivencia. Esta comunidad vegetal ha desaparecido en buena medida de otras zonas en la costa
Norte de Baja California, pero aún se conserva en buen estado en la región de San Quintín, ofreciendo
esperanzas para la conservación de esta ave (Mellink y Rea, 1994).
Chorlo nevado (Charadrius alexandrinus nivosus): Especie amenazada (NOM-ECOL-059-2001)
que anida en las zonas arenosas de la bahía. Suele compartir los hábitat de anidación con Sterna
antillarum browni (Aguirre et al., 1999), por lo que enfrenta las mismas amenazas que aquélla (Palacios y
Alfaro, 1991; Lafferty et al., 2006).
Reptiles
Lagartija sin patas (Anniella geronimensis): Endémica a la región de San Quintín, se le encuentra
en la planicie costera entre el Arroyo de San Telmo y el Arroyo de El Rosario, incluyendo la isla de San
Gerónimo (Mellink, 2002). Su hábitat se reduce a las zonas de dunas arenosas costeras formadas por la
acción del viento (Grismer, 2002), lo que limita mucho su distribución geográfica y la vuelve muy
vulnerable a la urbanización que destruye ese hábitat (Aguirre et al., 1999). Sujeta a protección especial
de acuerdo a la NOM-ECOL-059-2001.
Mamíferos
Rata de prado de San Quintín (Microtus californicus aequivocatus): Especie endémica a la zona
mediterránea de Baja California, su distribución se restringe a la planicie costera ubicada entre los
arroyos San Telmo y El Rosario. Está el borde de la extinción debido a la pérdida de hábitat como
resultado del desarrollo agrícola de la región (Aguirre et al., 1999). Es una subespecie geográficamente
aislada probablemente extinta (Mellink, 2002).
Rata canguro de San Quintín (Dipodomys gravipes): Endémica, se le encuentra en la planicie
costera entre el Arroyo de San Telmo y el Arroyo de El Rosario (Mellink, 2002). Sujeta a protección
especial por la NOM-ECOL-059-2001. Su hábitat y ámbito de distribución se han reducido debido a
los desarrollos turísticos de la zona, así como a la agricultura, y actualmente enfrenta serios problemas
de conservación. Al parecer es muy afín a los terrenos planos y no tolera el desarrollo agrícola (Best y
Lackey, 1985). Existen evidencias sólidas de que muy probablemente esté extinta (Arita y Ceballos,
1997; Mellink, 2002).
Especies localmente comunes
• Lobo marino de California (Zalophus californianus)
• Foca común (Phoca vitulina)
• Delfín tursión (Tursiops truncatus)
23. Valores sociales y culturales:
Uso histórico Época Precolonial: Existen evidencias que indican que en el periodo precolonial la
bahía fue frecuentada y utilizada por los aborígenes regionales. Con base en los concheros y algunos
artefactos y proyectiles líticos que se han encontrado en la localidad, se infiere que la Bahía de San
Quintín fue zona de caza de aves acuáticas migratorias y tortugas marinas. Además, se cree que varios
moluscos y peces fueron comúnmente extraídos de sus márgenes internos. Durante esta época la bahía
sirvió como puerto de refugio y zona de pesca para las balsas de tule que los aborígenes utilizaban
dentro y fuera de la misma en sus actividades pesqueras (Martínez-Fragoso, 1992). Hace
aproximadamente 3,000 años las dunas fueron muy importantes para la sociedad indígena. Siete sitios
arquelógicos, que consisten en áreas de apilamiento de conchas (concheros), áreas con restos de
herramientas líticas y campamentos estacionales se han descrito y se encuentran en el área de Punta
Mazo (Serrano-González, 1998). Época Colonial: Lo único que se conoce de este periodo es que las
salinas que se encuentran al Norte de San Quintín fueron explotadas regularmente por los misioneros
(Martínez-Fragoso, 1992). Época Moderna: Hacia principios del siglo XIX la bahía fue frecuentada por
navíos norteamericanos en transacciones de contrabando y, más tarde, por barcos balleneros. Durante
dicho siglo la bahía también fue explotada comercialmente por su abundante población de nutrias
marinas (Enhydra lutris), las cuales fueron exterminadas completamente por cazadores norteamericanos
y rusos antes de 1850. No fue sino hasta alrededor de 1895 cuando se inició el proceso de colonización
y establecimiento de comunidades fijas. En esos años unas corporaciones norteamericanas, y más tarde
inglesas, iniciaron un proyecto a gran escala de colonización y desarrollo de la agricultura local. Durante
esta época se construyó un muelle para exportar las cosechas de un molino harinero, el cual formaba la
parte central del poblado. La villa estaba conectada hacia el Norte mediante una línea de ferrocarril. La
zona agrícola de temporal fue establecida en las planicies del Este y Sur de la bahía. Esta empresa
prosperó únicamente de 1890 a 1910, ya que la escasez de lluvia hizo que en pocos años desapareciera,
dejando a San Quintín como un pueblo fantasma (Martínez-Fragoso, 1992). El siguiente periodo de
actividad notable en la bahía de San Quintín se inició en los años de 1920 y principios de 1930, con el
establecimiento de una planta empacadora de abulón y langosta. Esta planta estaba localizada en Punta
Abulón, al pie del volcán Ceniza. Las instalaciones consistieron de un muelle corto y la planta
empacadora. Las capturas se realizaban en las afueras de la bahía, principalmente en la isla San Martín, y
la producción total era exportada a E.U.A. (Nishikawa, 1970; en Martínez-Fragoso, 1992). Esta planta
fue posteriormente trasladada a Isla de Cedros en los años „30s, dejando atrás un montículo de conchas
de abulón compuesto por más de 100,000 conchas, que en la década de los años ‟ 70 se explotaron
(Martínez-Fragoso, 1992). La desaparición de esta empacadora trajo como consecuencia una nueva baja
en la población, lo que duró alrededor de diez años, hasta que finalizó la Segunda Guerra Mundial,
época en que se inició la explotación de almeja pismo en la bahía de San Quintín. Esta explotación se
prolongó en forma intermitente hasta principios de 1970, cuando los bancos quedaron prácticamente
agotados. Durante la década de los „50s y principios de los „60s estuvo en operación una pequeña
planta de sardina localizada en las antiguas instalaciones del molino harinero. Esta planta era capaz de
producir 800 cajas de latas de sardina al día, y explotaba los recursos de sardina, macarela y charrito, los
se capturaban en mar abierto en un radio de 80 Km. alrededor de San Quintín. La pesca la realizaba una
sola embarcación de 20 ton. de capacidad entre los meses de octubre y marzo. La planta era operada
por entre 30 y 60 trabajadores y contaba con un pequeño muelle. En los últimos 40 años la región de la
bahía que actualmente se conoce como Molino Viejo ha sido el centro de operación en la explotación
de abulón y langosta de Isla San Martín. Por aquí se abastecen los campos pesqueros de la región y se
desembarcan las capturas. También es de hacerse notar que Molino Viejo ha sido el laboratorio base de
campo para casi todas las exploraciones científicas que se han realizado en San Quintín (MartínezFragoso, 1992).
Por otro lado, durante 1960 y 1961 se explotó la grava volcánica en las faldas del Cerro Kenton,
construyéndose para ello un embarcadero a través de un chute a un chalán que la trasladaba a E.U.A.
En épocas recientes se ha convertido en un centro de recreación para turistas debido a la pesca y caza
de aves migratorias, principalmente la Branta negra (Branta bernicla) (Nishikawa, 1979; en MartínezFragoso, 1992).
Es hasta la década de 1970-1980 cuando la región de San Quintín observa un crecimiento sostenido en
todos los aspectos, el cual le ha llevado a tener la conformación socio-económica que actualmente
existe. Un factor importante que impulsó dicho crecimiento sostenido fue el desarrollo de las
actividades agrícolas a raíz de la creación de los ejidos del Valle de San Quintín (SEDUE, 1988; en
Martínez-Fragoso, 1992). Aunado a esto la apertura de la carretera Transpeninsular a principios de los
„70s, como principal vía de comunicación a lo largo de toda la península de Baja California, fue
también un factor decisivo para el desarrollo contemporáneo de la región. Por lo anterior se puede
afirmar que su crecimiento no ha sido de una forma natural, sino impulsado por factores externos. Otro
acontecimiento sobresaliente que ocurrió en esa misa década fue el inicio, a partir de 1976 (IbarraObando, 1990), de un cultivo a gran escala de ostión japonés (Crassostrea gigas), utilizando como arte
básico sartas sostenidas por balsas flotantes. Éstas, en grandes cantidades, se han ido colocando a través
de los años sobre una gran superficie de Bahía Falsa.
Uso sustentable y desarrollo A pesar de que en muchos proyectos donde se cultivan recursos
naturales es difícil lograr un desarrollo sustentable, en la Bahía de San Quintín el uso sustentable se ha
practicado diariamente durante 30 años. El cultivo de moluscos bivalvos ha demostrado ser un uso
redituable y no contaminante de la bahía, con un alto grado de sustentabilidad, por tres razones:
• Se conservan las cualidades del ambiente natural, del cual depende la actividad económica;
• Permite el crecimiento económico sin la destrucción del habitat natural, más allá de los
requerimientos económicos mínimos; y
• Funciona como un control positivo para la salud general de los ecosistemas. La acuicultura de
bivalvos requiere agua de gran calidad, lo que promueve el mantenimiento de un medio
ambiente saludable.
La acuicultura de bivalvos en San Quintín (Crassostrea gigas, ostión japonés y Chione spp., almeja) hace
uso del excedente disponible en la cadena trófica resultante de las intensas surgencias ricas en nutrientes
provenientes de aguas profundas. No se agregan nutrientes al ecosistema y no se bombea agua para
sustentar a los organismos, minimizando el consumo de combustible y otros insumos; no se modifica la
profundidad natural ni hay necesidad de alterar las condiciones naturales de la costa. Estas
características le dan a la acuicultura local un genuino “sello de sustentabilidad”. Se estima que el nivel
actual de producción es de sólo el 40% de su capacidad real; en contraste, la intensa actividad agrícola
en el valle circundante ha excedido el uso sustentable del acuífero en un 600%. La calidad del agua de la
bahía se monitorea continuamente; desde 1976 ha sido certificada oficialmente por la US Food and
Drug Administration.
San Quintín es la única zona acuícola en México que exporta bivalvos con regularidad (Aguirre et al.,
1999). Los aspectos socioeconómicos de esta industria sustentable son muy importantes. La acuicultura
da empleo a unas mil personas; el nivel de ingresos promedio es superior a los ingresos de otras
actividades en la región. Los altos salarios incrementan la sustentabilidad social, lo cual contribuye a
crear consenso en la comunidad. Las 2,500 toneladas métricas cosechadas anualmente representan
aproximadamente el 10% de la producción de ostras en México y sin duda es la mayor producción
acuícola – de cualquier especie – en un cuerpo de agua en México. La producción de ostras es la base
de una muy importante red comercial estatal, con ventas al menudeo en cerca de 1,000 puestos móviles
en cada ciudad del estado. El ingreso económico por la venta de productos acuícolas, valorado en
precios de mercado, excede los dos millones de dólares (US) anuales. Los intereses económicos
comunes de la acuicultura de bivalvos, la caza, el turismo y la pesca deportiva han mostrado ser – en
términos prácticos – una fórmula excelente que permite el uso sustentable y la conservación de la bahía
(Aguirre et al., 1999).
24. Tenencia de la tierra / régimen de propiedad:
(a) dentro del sitio Ramsar: El tipo de tenencia de la tierra predominante es San Quintín es ejidal, con
18 diferentes ejidos que ocupan una superficie de 38,702 que representan el 56.24% de la superficie
total del área considerada para protección. El desarrollo de estos núcleos ejidales se ha dado de manera
tardía debido a dos factores: el antecedente de propiedad del valle y la carencia de agua en la región, lo
que la hizo poco atractiva por muchos años (Pro Esteros, 2000). El Gobierno Federal, a través del
Registro Agrario Nacional, ha implementado un Programa de Certificación de Derechos Ejidales, así
como de titulación de predios agrarios y solares urbanos, elaborando la nueva cartografía ejidal por
medio del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. La situación actual de los ejidos
de la zona en el marco del programa es la siguiente (Pro Esteros, 2000):
• Ejidos certificados: 6, con 12,435-87-57.32 ha
• Ejidos incorporados sin calificación registral: 5, con 8,141-08-75.90 ha
• Ejidos suspendidos: 4, con 12,382-05-62.65 ha
• Ejidos no incorporados: 3, con 5,743-55-20.74 ha
(b) en la zona circundante:
Propiedad privada Se encuentran dos núcleos de propiedad privada: el primero ubicado al Norte de
la Delegación de San Quintín, con 11,960-38-06.00 ha; y el segundo al Este del arroyo San Simón, con
4,020-29-60.00 ha, que representa el 5.84% de la superficie del área considerada para protección. Otras
zonas de propiedad privada se encuentran en el área de los volcanes al suroeste del Valle de San
Quintín y en la Mesa de San Simón (Pro Esteros, 2000).
Propiedad pública Se conforma en su mayor parte por reservas propiedad del Gobierno del Estado
de Baja California en la zona de los volcanes, con aproximadamente 1,356-84-99.00 ha que representan
el 1.97% de la superficie del área propuesta para protección. La propiedad de tipo federal consiste
principalmente en la ocupada por la zona militar, con 110-24-87.00 ha, y las ocupadas por la Comisión
Federal de Electricidad, así como la zona federal marítimo-terrestre y las zonas federales de los arroyos.
También se encuentran terrenos propiedad de la Nación al sureste de la zona propuesta para
protección, en la Mesa El Pabellón, con una superficie aproximada de 850-76-11.00 ha, que representan
el 1.24% de la superficie del área propuesta para protección (Pro Esteros, 2000).
25. Uso actual del suelo (comprendido el aprovechamiento del agua):
(a) dentro del sitio Ramsar: El cultivo de moluscos bivalvos (especialmente el ostión japonés Crassostrea
gigas y la almeja arenera Chione ssp.) ha sido la principal actividad económica en la Bahía de San Quintín
desde 1976. El cultivo de ostiones actualmente cubre una superficie aproximada de 300 ha de aguas
superficiales (~7% del área total de la bahía). Actualmente la producción se estima en alrededor de
2,500 toneladas métricas anuales (Aguirre et al., 1999). La extracción de la almeja pismo y de un alga roja
(utilizada en la elaboración del agar) es también de importancia económica para el área (Pro Esteros,
2002).
Minería Escoria volcánica Otra actividad de gran importancia económica es la extracción de roca
volcánica conocida como “morusa” o “escoria volcánica”, del volcán Kenton y del Picacho Vizcaíno,
de donde se obtiene ceniza roja y negra, respectivamente. Las reservas son aproximadas, a reserva de
verificarse con estudios geológicos más precisos (Periódico Oficial del Estado de B. C., 2 mayo 2003): Volcán Kenton (manto)
10‟ 800,000 m3 -Volcán Kenton (falda Sur)
1‟ 200,000 m3 -Volcán
Picacho Vizcaíno 81‟ 000,000 m3 En el mercado norteamericano, principalmente en el Estado de
California, el metro cúbico de escoria volcánica se cotiza a razón de $18.20 dólares. Se usa para la
fabricación de estructuras ligeras en la industria de la construcción; en agroquímica, para el
mejoramiento de suelos; como material de ornamentación, en la cimentación de durmientes en las vías
de ferrocarril y como material base en la franja de acotamiento de algunas carreteras. La explotación de
la escoria tiene la capacidad económica para amortizar la totalidad de la inversión en un plazo máximo
de dos años (Periódico Oficial del Estado de B. C., 2 mayo 2003).
Piedra bola La zona de explotación comprende 10 km de zona costera de bancos de piedra bola que
son extraídas de manera irregular, desde las Playas de La Chorera hacia el Norte hasta el Ejido Leandro
Valle; en los ejidos Zarahemla y Leandro Valle se explota en pocas cantidades (Periódico Oficial del
Estado de B. C., 2 mayo 2003).
Piedra laja Este material es extraído en los ejidos Chapala y Ampliación El Papalote y en las áreas
aledañas a los ejidos. La reserva comprende un banco con capacidad de explotación de 500 metros
cúbicos anuales, aproximadamente (Periódico Oficial del Estado de B. C., 2 mayo 2003).
Piedra de construcción Se extrae en los ejidos Chapala y El Papalote, con una producción de 4,500
m3 por año, aproximadamente (Periódico Oficial del Estado de B. C., 2 mayo 2003).
Salinas Las salinas en la zona del Ejido Chapala tienen una capacidad de explotación de 5,000
toneladas por año; se aprovecha con la intervención del Ejido y de la Cooperativa La Ponderosa, los
que extraen anualmente 1,000 y 2,000 toneladas respectivamente (Periódico Oficial del Estado de B. C.,
2 mayo 2003).
Cacería La cacería de branta negra en México no se ha monitoreado sobre una base regular o
completa, pero por medio de estudios periódicos y muestreos se han obtenido estimados de cosecha
(Tabla I). La mayor parte de la cosecha de branta negra en México ocurre en la Bahía de San Quintín.
Alrededor de 95% de los cazadores provienen de EE.UU. (más del 90% provienen de California)
(Pacific Flyway Council, 2002). En el estudio realizado en la Bahía de San Quintín por Derksen y Ward,
estos autores encontraron que los disturbios por cazadores, aviones, vehículos acuáticos y depredadores
aéreos ocurrieron a una tasa promedio de 1.21/h. El tráfico de botes produjo 65% y los cazadores 23%
de todos los disturbios. El nivel de disturbio es mayor en esta bahía que en los hábitats de muda,
descanso y otros hábitats de invierno. El disturbio durante el invierno es de especial preocupación
porque podría dañar la condición fisiológica de las brantas en su estado previo a la anidacion y reducir
su éxito reproductivo (Derksen y Ward, 1993). Tabla I – Temporadas de caza, participación de
cazadores y cosecha de branta negra en la Bahía de San Quintín (Pacific Flyway Council, 2002).
Temporada
1974-75
Días
de
caza
69
1984-85
Límite
diario
5
Límite
de
posesión
15
54
3
1987-88
51
1990-91b
1991-92
1992-93
1996-97
1997-98
1998-99
1999-00
2000-01c,d
Promedio
Cazadores
por día
No.
de
cazadores
Cosecha
estimadaa
Cosecha
ilegal
Cosecha
total
Fuente
7.5
Brantas
por
cazador
2.2
520
1,105
56
1,161
9
11.6
2.5
629
1,468
83
1,619
4
12
14.9
3.5
761
2,875
-
2,875
51
4
8
4.9
3.4
242
823
-
823
Kramer
1976
Eldridge y
Kramer
1985
Kramer
1988
Ward,
datos no
publicados
51
51
54
54
54
54
24
52
4
4
4
4
4
4
5
4
8
8
11
11
11
11
25
12
5.0
8.0
5.9
5.1
6.2
9.3
9.4
8.0
3.4
3.8
3.7
3.9
3.6
3.4
4.4
3.4
254
410
319
276
336
503
225
407
864
1,558
1,180
1,076
1,210
1,710
990
1,351
3
53
12
285
67
-
867
1,611
1,192
1,316
1,277
1,710
990
1,408
a Para las temporadas 1990-2000 la cosecha estimada = aves/cazador x cazadores totales. b Los costos de los
permisos de caza y porte de arma de fuego aumentaron sustancialmente y se dio un boicot generalizado a la
cacería de la branta en 1990-91 y 1991-92. c La temporada de caza 2000-01 se redujo por retrasos en el desarrollo
de nuevas regulaciones. La caza se realizó del 5 de enero al 25 de febrero de 2001. d Sistema de UMA (Unidades
de Manejo Ambiental) establecido para el manejo local de la caza de branta en estuarios. (b) en la zona
circundante /cuenca: Se observan campos agrícolas al Este y Norte en las planicies costeras y en los
deltas adyacentes al humedal. La carretera transpeninsular y numerosos poblados al Este y las ciudades
de San Quintín y Lázaro Cárdenas se encuentran aproximadamente a 10-15 Km. al Noreste. En el
margen Norte de la laguna se localiza un desarrollo turístico y residencial. Existen 15 empacadoras de
productos agrícolas en el área. De la población económicamente activa de la región de San Quintín
(2,817 personas, las cuales representan el 25% del total de la población), 62.52% participan en la
agricultura, ganadería y en la pesca artesanal, 3.39% en el ramo de la construcción y en el sector de la
agroindustria, y el 34.09% en el comercio y en servicios relacionados con el sector turístico (Pro
Esteros, 2002).
Ganadería Hasta 1994 la Secretaría de Fomento Agropecuario del Estado de Baja California (SEFOA)
realizaba los censos ganaderos, con base en el trámite de revalidación anual de las Patentes Ganaderas
que la misma secretaría expide por productos y por Asociación Ganadera. Actualmente el censo
ganadero lo realiza la Unión Ganadera Regional. La patente ganadera es la credencial de la propiedad
del ganado y contiene la marca de herrar y la señal de sangre (Periódico Oficial del Estado de B. C., 2
mayo 2003). La crianza de ganado vacuno, tanto en las tierras ejidales como en las del Parque Nacional
Sierra de San Pedro Mártir, se realiza sin la planeación del uso del agostadero y del recurso hídrico.
Algunas zonas de vegetación ribereña tampoco reciben un aprovechamiento racional (Periódico Oficial
del Estado de B. C., 2 mayo 2003). En enero de 1994 se firmó el Convenio de Concertación entre el
Ejecutivo Federal, a través de las secretarías de Desarrollo Social y de Agricultura y Recursos
Hidráulicos, con la Confederación Nacional Ganadera para llevar a cabo la reforestación de los predios
ganaderos, a fin de mejorar el ambiente, la productividad y combatir la erosión del suelo (Periódico
Oficial del Estado de B. C., 2 mayo 2003).
Extracción de grava y arena Grava Se extrae en los terrenos del Ejido Gabino Vázquez, en el cauce
del Arroyo Santo Domingo en la zona de la Col. Vicente Guerrero, ubicada a 3 km al Este de la
Carretera Transpeninsular, donde se encuentra una cribadora explotada por particulares, que además
fabrican bloques con este material (Periódico Oficial del Estado de B. C., 2 mayo 2003).
Arena Es extraída por el Ejido Gabino Vázquez, del cauce del Arroyo Nueva Cork de la zona que se
encuentra hacia el Este, a una distancia de 4 km de la costa (Periódico Oficial del Estado de B. C., 2
mayo 2003).
26. Factores adversos (pasados, presentes o potenciales) que afecten a las características
ecológicas del sitio, incluidos cambios en el uso del suelo (comprendido el aprovechamiento
del agua) y de proyectos de desarrollo:
(a) dentro del sitio Ramsar: De Acuerdo al Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Baja
California (Gobierno del Estado de Baja California, 2006), el Valle de San Quintín es el área que
presenta el mayor deterioro ambiental debido a la utilización intensiva de agroquímicos en la zona. El
crecimiento acelerado y sin control de los asentamientos humanos, debido al incumplimiento de los
planes y programas de desarrollo urbano, ha ocasionado un desarrollo desordenado y anárquico, lo que
se refleja en el uso inadecuado del suelo y en la incompatibilidad entre las diferentes actividades que se
realizan en el área urbana. Un ejemplo es la instalación de industrias en zonas habitacionales y viceversa,
contaminación por falta de tratamiento de desechos y emisiones, ocasionando deterioro del ambiente y
riesgo a la salud de la población. En lo que se refiere a la problemática ambiental en el Valle de San
Quintín, se presentan diversos generadores, los cuales pueden ser de origen antrópico (contaminación)
o natural (riesgos y vulnerabilidad). A continuación se muestran los aspectos más sobresalientes de
ellas.
Contaminación del Agua
Cuerpos de agua superficiales Las principales fuentes de contaminantes en los cuerpos de agua
superficiales, como la Laguna Figueroa y la Bahía de San Quintín, son las actividades circundantes,
como los sitios urbanos y zonas agrícolas, entre otras, que a través de los escurrimientos acarrean todo
tipo de materiales, incluyendo bacterias, pesticidas, basura, etc. Asimismo se ha demostrado, a través de
diversos estudios, que los contaminantes provenientes de las descargas industriales degradan la vida
acuática o interfieren con el uso público en gran parte de las aguas sistema lagunar. Los cuerpos de agua
están además sujetos a procesos de enriquecimiento (eutroficación) por los fertilizantes que son
utilizados para elevar la producción agrícola y que pueden ser acarreados por los escurrimientos o
esparcidos vía aérea. En varios reportes sobre estudios de contaminación en cuerpos de agua
mencionan que los nutrimentos provenientes de fertilizantes con los que causan un mayor impacto que
cualquier otro contaminante en lagunas costeras (POESQ, 2006).
Aguas subterráneas: intrusión salina Debido a la extracción de agua de los acuíferos en volúmenes
mayores que los de su capacidad de recarga natural, se provoca el desbalance entre el abatimiento del
nivel del acuífero y la presión subterránea del agua de mar, produciéndose la intrusión del agua de mar
hacia los acuíferos, lo que se manifiesta por el incremento de la cantidad de sólidos totales disueltos
(STD) en el agua que se extrae por medio de pozos. Actualmente la calidad del agua del acuífero de la
Col. Vicente Guerrero se ha deteriorado desde la década de los setenta. Ubicado en la parte baja del
Arroyo Santo Domingo, el acuífero tiene una sobreexplotación de 1.9 Millones de m3 por año, lo que
ha hecho que el agua aumente de 531 ppm de STD en 1978, a 700 ppm, 1,800 ppm y 6,000 ppm en
1994. Por otra parte, desde 1978 el acuífero de la Delegación de San Quintín tenía una
sobreexplotación de 8 Millones de m3 por año, con una calidad química del agua que iba desde 1,287
ppm a 7,000 ppm. De acuerdo al Plan Estatal Hidráulico 1994-2015, las posibilidades de producción
acuífera se encuentran en explotación, particularmente para la región de San Quintín con 20 y 28
millones de metros cúbicos al año de recarga y extracción, respectivamente. Por lo tanto, la condición
geohidrológica de los acuíferos de los tres acuíferos es sobreexplotada con un tipo de veda rígida (Tabla
II) (POESQ, 2006).
Tabla II - Condiciones geohidrológicas de los acuíferos en la región de San Quintín (POESQ, 2006).
Acuífero
Recarga m3 Extracción m3 Condición Geohidrológica Tipo de Veda
Santo Domingo 11.00
12.00
Sobreexplotado
Rígida
San Quintín
22.00
28.00
Sobreexplotado
Rígida
San Simón
13.00
17.00
Sobreexplotado
Rígida
Entre las alternativas propuestas por la Comisión Nacional del Agua para subsanar el creciente
problema en esta zona están: reglamentar el uso del acuífero, implementar un proyecto integral,
estudios de reconocimiento geológico, presas subterráneas, seleccionar pozo piloto y el monitoreo de
los niveles freáticos y de su calidad del agua. La sobreexplotación ha traído consigo contaminación por
intrusión salina, que también se presenta en el acuífero del Arroyo San Simón, donde la calidad química
del agua subterránea varía, de la línea de costa hacia el antiguo tramo carretero, entre 3,000 ppm a 2,000
ppm de STD, y del tramo carretero mencionado hacia aguas arriba del valle varía entre 2,000 ppm y
1,000 ppm (POESQ, 2006).
Como consecuencia, se ha originado el abandono de tierras cultivables, debido a la mala calidad del
agua para ser utilizadas en actividades agrícolas. Esto provoca no sólo la degradación del suelo por
intrusión salina, sino también el abandono de tierras deforestadas y la apertura de nuevas áreas que son
susceptibles nuevamente a efectos de contaminación y degradación (POESQ, 2006). El efecto
combinado de la disminución del manto freático y la intrusión salina ha contribuido al abandono o al
reemplazo de una gran parte de los pozos de la región. En 1994 se inventariaron 763 pozos en la
cuenca de San Quintín y en parte de la de San Simón; de esos, 327 estaban activos y 436 inactivos o
destruidos (Pro Esteros, 2002).
Descarga de aguas residuales Uno de los problemas más graves en las áreas urbanas, agrícolas y
poblados dispersos en todo el Valle de San Quintín, es la carencia de redes de alcantarillado sanitario,
así como la falta de tratamiento de las aguas residuales, lo que ha ocasionado la proliferación de fosas
sépticas y letrinas (POESQ, 2006). La proliferación de campos pesqueros, que en la actualidad hacen un
total de 11, de los cuales seis se localizan en Bahía Falsa, uno en Bahía San Quintín y cuatro en Punta
Azufre, genera diversos residuos. Esto ha comenzado a tornarse problemático debido a que estos
residuos, producto de la limpieza del pescado con agua de la laguna por parte de las personas dedicadas
a la pesca ribereña, son descargados directamente al complejo lagunar, pues se carece de drenaje
sanitario (POESQ, 2006). Se ha reportado la contaminación por bacterias dañinas, tales como
Escherichia coli, la cual inhibe el tracto digestivo del hombre y otros animales de sangre caliente (POESQ,
2006). La superficie ocupada por los servicios de infraestructura (agua) comprende el 35.52% de las
áreas urbanas ocupadas. Como se mencionó, no existen redes de drenaje sanitario ni de infraestructura
para el tratamiento de las aguas residuales, y falta un inventario que permita establecer las características
en que se encuentra la red de agua (Pro Esteros, 2000). De acuerdo a Orozco-Borbón (1994; en
POESQ, 2006) desde 1984 se han realizado estudios bacteriológicos sistemáticos en agua y en el ostión
japonés Crassostrea gigas en Bahía Falsa, mencionando que en general los resultados muestran la ausencia
casi total de bacterias coliformes en agua de mar. Esto indica una buena calidad bacteriológica para el
cultivo de moluscos bivalvos de acuerdo a los Criterios de la SSA; excepto para el invierno de 1992
asociados a una alta precipitación pluvial debido a que el 26 % de las muestras excedieron el límite de
230 coliformes totales por 100 ml, ocasionando esto el cierre del área para la extracción y consumo de
estos moluscos. Así mismo, Tinoco-Orta (1996) determina la calidad sanitaria del agua y bacterias
reductoras de sulfato en sedimentos de Bahía Falsa, San Quintín concluye que en general la Bahía San
Quintín cuenta con una buena calidad bacteriológica para el cultivo de ostión, excepto para los
inviernos de 1993 a 1995, período en donde se excedieron los límites permitidos por la legislación
mexicana y esto fue debido a factores climáticos. Los virus y bacterias rara vez impactan a los
organismos como peces y moluscos. Sin embargo, la FDA restringe la captura y venta de mariscos que
crecen en aguas contaminadas con indicios de bacterias. Las bacterias también interfieren con las
actividades recreativas porque algunos patógenos pueden ser transmitidos través del contacto con aguas
contaminadas o por ingestión durante el nado. Por lo anterior, y dado que la bahía de San Quintín es
una importante área de maricultivo de ostión y cuenta con la certificación de la FDA para exportación,
es necesario tomar las medidas precautorias para evitar este tipo de contaminación.
Basureros La falta o carencia de servicios de recolección y sitios adecuados para la disposición de
residuos sólidos no peligrosos, así como de programas definidos en el área rural, ha dado origen a
problemas relacionados con los basureros. Los desechos originados en el valle son depositados en
terrenos inadecuados y cercanos a las áreas urbanas, lo cual implica riesgos para la salud. Los
porcentajes de los componentes de estos desechos varían, y es importante considerar que son de todo
tipo: plástico, papel, vidrio, metales, madera y comida, entre otros. Uno de los basureros se localiza en
la Colonia Vicente Guerrero, aproximadamente a 4 Km.., en un cañón a cielo abierto; otro se encuentra
en la Colonia Lázaro Cárdenas. Éste presenta mayores problemas debido a que no opera regularmente
y se encuentra sobre una meseta cerca del Arroyo Agua Chiquita, rodeado por nuevas áreas agrícolas y
también está a cielo abierto. Asimismo existe un tiradero "clandestino" en el poblado del Ejido El
Papalote. Las localidades ubicadas fuera de los núcleos urbanos mencionados no cuentan con lugares
específicos y se opta por tirar la basura en sitios no autorizados, como en las zonas de marisma,
pudiendo afectar las áreas de anidación de aves, además del impacto estético sobre el paisaje. (POESQ,
2006).
Uso y desperdicio del plástico Por otra parte, existe la generación de basura como el plástico, el cual
se utiliza en toda la zona agrícola, convirtiéndolo en uno de los elementos de mayor demanda en la
zona porque permite controlar y mejorar las condiciones climáticas en cultivos que no son de temporal,
así como para protegerlos de las bajas temperaturas en la estación de invierno. Sin embargo, grandes
volúmenes son desechados una vez que han sido utilizados y son abandonados a la intemperie. El
plástico se usa aproximadamente en 13,000 ha. de cultivo. Para cubrir solamente los surcos de siembra
se necesitan 7 rollos/ha., que hacen un total de 91,000 rollos de plástico, con un peso aproximado de
30 kg/rollo, lo que arroja una suma de 2,730 ton./año (Sepúlveda, 1996, en POESQ, 2006). En la
etapa de preparación de las parcelas y debido a la gran cantidad este material desechado en la misma
zona, se ha estado mezclando con la tierra de cultivo. Lo anterior ha generado un proceso de
contaminación del suelo que lo vuelve heterogéneo e impermeable y no permite que la humedad y los
nutrimentos se distribuyan de manera homogénea, disminuyendo así la calidad del suelo y los productos
agrícolas (POESQ, 2006).
Desertificación La actividad agrícola y de los asentamientos humanos en el Valle de San Quintín ha
incidido en el cambio del paisaje, eliminando grandes extensiones de áreas vegetales naturales o
silvestres sin la debida planeación y sin tener en cuenta las consecuencias, lo que está provocando un
proceso de desertificación. La deforestación de áreas naturales o silvestres cubiertas anteriormente de
matorral costero se da en: planicies (Valle de San Quintín y Valle Col. Vicente Guerrero) y terrazas
marinas y mesetas (mesas San Telmo, San Ramón, Agua Chiquita, Nueva York, San Simón y Pabellón,
en donde actualmente se está dando el crecimiento agrícola). La deforestación del suelo incrementa la
resequedad del ambiente. Al no existir vegetación que asimile los rayos solares, estos se reflejan hacia el
medio circundante, con lo que se agravan las sequías. Al dejarse desprovisto de protección al suelo, al
sobrevenir la lluvia y la escorrentía se produce el lavado de las tierras, con lo cual se origina la pérdida
de nutrimentos y de los materiales que los albergan. Se produce la pérdida de especies de flora y fauna
que son parte del balance ecológico local y regional, sin evaluarse la existencia de las especies endémicas
y de las especies raras, ni su utilidad para futuros aprovechamientos. También se da el crecimiento de
flora indeseable en zonas desprovistas de vegetación nativa. La actualización del Ordenamiento
Ecológico de San Quintín y su mapa de cambio de uso del suelo 2000-2003 indica un incremento de
1136.8 ha. de superficie agrícola de riego en el mismo periodo; al tiempo que se incrementó la cobertura
de agricultura de temporal en 175.22 ha. Paradójicamente, no obstante abrirse nuevos terrenos
agrícolas, hubo también muchos terrenos abandonados por causa de la salinización. Este proceso hace
evidente que el modelo de desarrollo de la agricultura local no es sustentable, pero que los costos
marginales del deterioro ambiental no han llegado a ser tan altos como para detener el crecimiento de la
actividad (POESQ, 2006).
Salinización Debido a la utilización de agua con altas concentraciones de sales para irrigación de los
cultivos en la zona agrícola, el suelo del área de San Quintín está sujeto a un proceso de degradación
por salinización, lo que a su vez ha llevado al abandono de tierras por la disminución su productividad.
Las tasas actuales de salinidad van de ligeramente salinas en algunas zonas hasta severamente salinas en
áreas cercanas a la costa (POESQ, 2006).
Sobreexplotación recursos pesqueros Algunas especies han estado sometidas a intenso nivel de
pesca, por lo que están sobreexplotadas; entre estas destacan el abulón (Haliotis sp.), la almeja catarina
(Agropecten circularis), la almeja arenera (Chione succinta) el pepino (Isostichopus fuscus), el erizo
(Strongylocentrotus sp.), y el callo (Pinna rugosa) (POESQ, 2006).
Posibles desarrollos turísticos y residenciales El desarrollo residencial y turístico sin planificación
es una presión que se puede considerar constante en San Quintín. A mediados de la década de los
90‟ s se proyectó la construcción de dos desarrollos turísticos en la zona: el primero incluía zonas
residenciales, tres campos de golf, clubes deportivos, un hipódromo, una marina y centros comerciales;
el segundo planeaba construirse al sureste de la bahía, en la desembocadura del Arroyo San Simón, e
incluía lotes para 1,000 casas móviles y planes para dragar el área y construir un muelle y canales entre
los lotes. Ambos proyectos serían financiados con capital extranjero (Aguirre et al., 1999), pero al final
el gobierno federal decidió negar los permisos para la realización de ambos proyectos (Endangered
Habitats League Newsletter, 2000).
Otros factores adversos
• La extracción de roca volcánica y el disturbio que se pueda dar en áreas sensitivas; los cambios
en el uso de la tierra, principalmente para uso agrícola; y la sedimentación
(b) en la zona circundante:
• La descarga de productos organoclorados y fertilizantes utilizados en la agricultura hacia la
bahía o la marisma
• Los productos de desecho resultantes de la actividad agrícola (p. ej., los plásticos) que puedan
afectar al humedal de no haber un control adecuado en el manejo de los mismos
Actualmente no se cuenta con información mensurable/cuantificable con relación a los efectos de
estos posibles impactos sobre el humedal.
27. Medidas de conservación adoptadas:
a) Indique la categoría nacional y/o internacional y el régimen jurídico de las áreas protegidas,
especificando la relación de sus límites con los del sitio Ramsar:
No aplica
En particular, si se trata de un sitio parcial o completamente designado como Patrimonio Mundial y/o
como Reserva de la Biosfera de la UNESCO, sírvase dar los nombres que tiene el sitio para estas
nominaciones.
b) Cuando proceda, enumere la categoría o categorías de áreas protegidas de la UICN (1994) que son
de aplicación en el sitio (marque con una cruz la casilla o casillas correspondientes):
No aplica
c) ¿Existe algún plan de manejo oficialmente aprobado? ¿Se aplica ese plan?
No existe todavía un plan de manejo oficialmente aprobado, sin embargo existen algunos planes de
desarrollo propuestos, los cuales no se aplican aún dentro del sitio Ramsar.
El Plan de Desarrollo Urbano de San Quintín y Lázaro Cárdenas (Gobierno del Estado de Baja
California, 2006) determina que un Distrito acuacultural es la alternativa más viable y la más adecuada
para mantener y promover el desarrollo de la acuacultura en esta laguna costera. Debido a su alta
productividad primaria y secundaria, Bahía San Quintín es considerada una laguna costera excelente
para la acuacultura, especialmente para el cultivo de ostiones. La producción de ostiones se ha
incrementado y actualmente esta actividad comercial es una fuente de trabajo directa para el 3.07% de la
gente de la localidad e indirectamente beneficia al 33.07% del sector comercial. En el Plan de
Desarrollo también se sugiere que haya una continuidad en el esquema urbano; por ejemplo en el trazo
urbano, el que las calles nuevas sean una continuación de las ya existentes. Actualmente el área
residencial es de aproximadamente 130 ha. El Plan define un área de 1 Km..2 (100 ha) al Norte de San
Quintín y Lázaro Cárdenas, como un área para desarrollo urbano a futuro. Debido a la baja densidad
urbana en ambos poblados, se propone aumentar las áreas para uso habitacional y hacer al mismo
tiempo un uso ventajoso de los servicios ya existentes, y proteger además la zona agrícola y productiva
adyacente. Para proteger el área urbana, el Plan determina reubicar el aereopuerto a 2.5 Km. al Oeste de
San Quintín. El cultivo de ostiones se restringe a la Bahía Falsa bajo el rubro de "Parque acuacultural"
con régimen federal (Pro Esteros, 2002.) Desde 1996 la Bahía de San Quintín ha sido considerada por
CONABIO (Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodivesidad) y Wetlands
International como una región prioritaria para la conservación (Aguirre et al. 1999).
28. Medidas de conservación propuestas pendientes de aplicación: En noviembre de 1999 se
realizó un Taller de Planificación para la Conservación de Sitios para Bahía de San Quintín como parte
de un esfuerzo conjunto entre The Nature Conservancy y Pro Esteros. A este taller asistieron representantes
de instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales, gobierno y de la comunidad de San
Quintín. Como producto de este taller se obtuvo una lista de objetos de conservación con sus
respectivas amenazas y fuentes de presión, así como un análisis de actores y estrategias generales. En
2005 The Nature Conservancy y Terra Peninsular, A.C. retomaron este proceso y realizaron un taller en
junio de ese mismo año, en el que los principales objetivos fueron determinar los objetos de
conservación para el sitio y ubicarlos geográficamente así como seleccionar un número limitado de
atributos ecológicos clave que mantienen la salud de cada objeto de conservación. A este taller también
asistieron representantes de los diferentes sectores involucrados en el uso y manejo de los recursos
naturales de San Quintín.
Posteriormente, se llevaron a cabo una serie de reuniones de trabajo para realizar el análisis de
amenazas (impactos y sus fuentes) de estos objetos de conservación. Con base en este análisis, se
realizó un taller en Ensenada y otro en San Quintín para identificar las principales estrategias que
pudieran ayudar a mitigar o prevenir las amenazas identificadas. De estas reuniones de trabajo se
obtuvo un Plan de Conservación. Este tiene como objetivo guiar las acciones y los esfuerzos de
conservación de la biodiversidad en el sitio de las organizaciones, grupos e individuos interesados, al
actualizar la información sobre objetos de conservación y su integridad ecológica y establecer estrategias
claras que lleven al logro de los objetivos planteados por los mismos participantes (The Nature
Conservancy (compiladores), no publicado. Información preliminar del Plan de Conservación de San
Quintín del año 2006).
Como producto del interés en la protección de San Quintín, y en seguimiento a dos de las estrategias
planteadas en el Plan, organizaciones como Pro Esteros, The Nature Conservancy, Terra Peninsular, A.C. y
Pronatura Noroeste, firmaron en Agosto del 2006, un Memorando de Entendimiento para formalizar la
formación de la Coalición para la Protección de Bahía de San Quintín. Entre los proyectos principales
de esta colaboración está la elaboración de un Estudio Previo Justificativo para proponer un Área
Natural Protegida en San Quintín, cuyo objetivo principal sea la protección a largo plazo de la bahía.
Actualmente la Coalición está trabajando en la segunda versión de este estudio y en la elaboración de un
Plan de Consenso comunitario en apoyo a esta propuesta. (I. Granillo, com. pers.)
Plan de Manejo para actividades acuícolas, pesqueras y ecoturísticas en Bahía San Quintín, B.
C. La finalidad de este plan de manejo, elaborado por la organización Pro Esteros, A.C. en 2000, es
recomendar las políticas ambientales a considerar en los diferentes usos del suelo, así como tomar en
cuenta las estrategias y líneas de acción tendientes a resolver la problemática ambiental actual para
lograr con ello una adecuada planeación en el aprovechamiento de los recursos naturales,
concretamente en el área de San Quintín. Algunas secciones de este Plan de Manejo se integraron a
otro Plan elaborado por SAHOPE (Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas),
dependencia federal, quien posteriormente lo aplicó como Esquema de Desarrollo Urbano de San
Quintín.
Estudio técnico de Bahía San Quintín, B. C. Este estudio, que data de 1992 y fue realizado por Pro
Esteros, A. C., tiene como objetivo general el de proveer un instrumento ejecutivo de planeación
ambiental dirigido a evaluar, programar y regular el uso del suelo en base a criterios ecológicos. Sus
objetivos específicos incluyen la identificación de los principales conflictos originados por las
actividades de los distintos sectores en el área del ordenamiento ecológico; la evaluación del impacto
ambiental de las actividades económicas en relación a la vocación de uso del suelo; la identificación de
los mecanismos para la resolución, minimización y prevención de conflictos e impactos ambientales;
orientar el aprovechamiento adecuado de los recursos naturales de la región; proveer las bases para la
diversificación de las actividades productivas en concordancia con la vocación de uso del territorio y; la
integración de criterios específicos de manejo de los ecosistemas costeros a la planificación del
desarrollo socioeconómico regional. Dentro de sus alcances destacan:
• Caracterizar los recursos florísticos, faunísticos, geológicos e hidrológicos costeros y marinos
de la región.
• Diagnosticar los problemas ambientales relacionados con el uso del agua, la calidad del aire y el
uso del suelo en la región.
• Determinar la capacidad o aptitud territorial de la zona, identificando los recursos susceptibles
de aprovechamiento y conservación.
• Definir y evaluar los escenarios alternativos de desarrollo socioeconómico.
• Formular los lineamientos normativos de regulación ecológica.
Propuesta para la integración de Bahía San Quintín a la Red Hemisférica de Reservas para
Aves Playeras (WHSRN)
En agosto de 2006, con la creación de una coalición conformada por diversas ONGs enfocadas a la
protección de los humedales de Bahía San Quintín, se comenzó a integrar la información para el
llenado del formulario para la nominación de un sitio nuevo con el propósito de incluir a Bahía San
Quintín en la red WHSRN. Este proceso forma parte de los esfuerzos de la coalición para lograr la
designación, por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Bahía San Quintín
como Área Natural Protegida.
Estudio base para el ordenamiento ecológico de San Quintín, B. C. A través del Plan Nacional
de Desarrollo 1995-2000 del Gobierno Federal mexicano se buscó propiciar un ordenamiento
ambiental del territorio nacional equilibrando los objetivos económicos, sociales y ambientales. El
instrumento de planeación que regula el emplazamiento de las actividades productivas es el
Ordenamiento Ecológico del Territorio. Éste plantea la necesidad de que cada entidad federativa y
región prioritaria cuente con su propio ordenamiento dentro de las formalidades jurídicas y establece un
conjunto de políticas y acciones como estrategia de descentralización, con el fin de fortalecer la
capacidad de gestión local, a nivel municipal y ampliar las posibilidades de participación social. Se busca
que cada entidad federativa, cada región crítica y específica, cuenten con un ordenamiento ecológico a
partir del reconocimiento local de las características de sus recursos. El análisis de la problemática
ambiental de Baja California llevó al Gobierno Estatal a proponer instrumentos de planeación efectivos
para el establecimiento de políticas ambientales. Con base en la Ley General del Equilibrio Ecológico y
Protección al Ambiente de Baja California (LGEEPA, 1992), el Estado fortalece la gestión que apoye la
toma de decisiones dentro de los planes específicos de ordenamiento territorial (urbano, turístico,
agrícola, ecológico, entre otros) que se elaboren. El objetivo general del estudio es elaborar un estudio
base para el Ordenamiento Ecológico de San Quintín (Bahía San Quintín - Bahía Falsa - Isla San
Martín), para sustentar la toma de decisiones de las diferentes instancias gubernamentales involucradas.
Entre los objetivos particulares se encuentran:
• Realizar un diagnóstico ambiental de Bahía San Quintín - Bahía Falsa - Isla San Martín.
• Elaborar la regionalización del área de estudio según el Manual de Ordenamiento Ecológico.
• Evaluar la compatibilidad de la vocación de uso con las actividades económicas actuales, para
cada una de las Unidades Ambientales mediante una matriz de impactos.
Para el diseño del Ordenamiento Ecológico es necesaria la participación estrecha de la administración
estatal, de los congresos locales y los municipios. Esta es la base para determinar la densidad y formas
de uso del suelo, necesarias para el desarrollo así como las áreas a conservar y restaurar. Los Planes de
Ordenamiento Ecológico del Territorio son un instrumento donde la propiedad asume una función
social que genera certidumbre y reglas claras para el desarrollo regional. Debe constituirse en un
mecanismo de prevención y solución de controversias. La elaboración de un Plan de Ordenamiento
Ecológico del Territorio como este requiere considerar los siguientes aspectos:
•
•
•
•
•
Naturaleza y característica de los ecosistemas.
Distribución poblacional y derechos de propiedad
Distribución de las actividades económicas
El deterioro de los ecosistemas (por actividades humanas o naturales)
El desarrollo potencial de los sectores económicos de la región.
Dentro de un municipio, la solución a la problemática ambiental se concreta a partir del debate de
propuestas con los agentes y actores locales. La capacidad de interactuar y promover la participación
con la iniciativa privada, los propietarios, centros académicos y organizaciones sociales, es función
básica para alcanzar las metas planteadas.
Además, se requiere la elaboración y seguimiento de los
instrumentos ambientales para resolver los conflictos mediante un Plan de Ordenamiento Ecológico
del Territorio de subrregiones, como el Valle de San Quintín y sus riberas (Arroyo Santo Domingo,
Laguna Figueroa, Bahía San Quintín, Bahía Falsa e Isla San Martín), argumentando que las costas del
Valle de San Quintín son ricas en recursos naturales, presentan un alto valor paisajístico, una eminente
presencia de migración poblacional nacional y un creciente turismo nacional y extranjero.
Por lo
anterior, es necesario realizar un diagnóstico ambiental en donde los usos presentes se evalúen, con el
fin de obtener la vocación natural de los usos e impactos generados de las actividades presentes para
bahía San Quintín, bahía Falsa, Isla San Martín y sus riberas.
29. Actividades de investigación e infraestructura existentes:
Actualmente el IIO (Instituto de Investigaciones Oceanológicas), dependiente de la UABC
(Universidad Autónoma de Baja California), realiza el siguiente estudio en Bahía de San Quintín:
• Respuestas físicas, geoquímicas y biológicas de Bahía San Quintín a los pulsos de
agua de surgencias del mar adyacente: Este proyecto propone conformar un grupo de
investigación especializado en la oceanografía de los cuerpos costeros someros, con
colaboración internacional, que estudiará con detalle los aspectos físicos, químicos y biológicas
del proceso de fertilización de Bahía San Quintín por los eventos de surgencias. Toda la
información oceanográfica generada se sintetizará en un modelo físico-químico-biológico
acoplado con carácter predictivo, que permitirá tomar desiciones más objetivas en lo referente
al manejo de los recursos en ecosistemas costeros someros.
El CICESE (Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada) lleva a cabo el
siguiente proyecto, en colaboración con la Universidad de California Davis:
• Relative importance of wetland and nearby estuarine habitats to the feeding of fishes,
macroinvertebrates, and their bird predators in San Quintín Bay: an integrated
approach.
No existe infraestructura en el sitio para realizar investigación científica.
30. Actividades existentes de comunicación, educación y concienciación del público (CECoP)
que se relacionen con un beneficio del sitio:
Desde el año de 1996 Pro Esteros, A.C. viene coordinando el Programa Internacional de Monitoreo de
la Branta Negra (Branta bernicla nigricans), en colaboración con diversas organizaciones. Este programa
está dirigido a estudiantes de escuela secundaria, y tiene el objetivo de generar un compromiso de
responsabilidad compartida en la conservación de la especie y su hábitat. En este programa participan
escuelas de la Columbia Británica, en Canadá; de Alaska, Washington, Oregon y California en los
Estados Unidos; y de San Quintín, Guerrero Negro, Punta Abreojos y San Ignacio, en México.
31. Actividades turísticas y recreativas: Las áreas destinadas a las actividades y servicios turísticos
ocupan 92 ha; en ellas se incluyen principalmente los predios de un fraccionamiento donde se han
construido casas para el turismo que proviene de los Estados Unidos. Requieren mención especial los
atractivos turísticos naturales e histórico-culturales con que cuenta el Valle de San Quintín, pero la
incipiente actividad turística se ha visto limitada por la dispersión de los lugares de atracción, por la
escasa o nula infraestructura que permita proveer de servicios de calidad a los turistas, por la falta de
estudios de ordenamiento que clasifiquen y definan las áreas susceptibles a desarrollarse y por las
condiciones de deterioro que presenta la carpeta asfáltica de la Carretera Transpeninsular,
disminuyendo la afluencia turística (Periódico Oficial del Estado de B. C., 2 mayo 2003).
32. Jurisdicción: Las autoridades que tienen jurisdicción sobre la Bahía de San Quintín son:
A nivel federal: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales Procuraduría Federal de
Protección al Ambiente Secretaría de Marina A nivel estatal: Dirección General de Ecología del
Estado de Baja California A nivel municipal: Dirección de Ecología del Municipio de Ensenada
Capitanía de Puerto de Ensenada
33. Autoridad responsable del manejo: Una vez designado el sitio, se promoverá la firma de
Convenios de Concertación entre la CONANP y el Gobierno del Estado para manejar el sitio.
34. Referencias bibliográficas:
Aguirre-Muñoz, A., R. W. Buddemeier, V. Camacho-Ibar, J. D.Carraquiry, S. E. Ibarra-Obando, B. W.
Massey, S. V. Smith, and F. Wuff. 2001. Sustainability of coastal resource use in San Quintín Bay,
Mexico. Ambio 30:42–149.
Aguirre, A., B. Contreras, H. de la Cueva, S. González, L. Martínez Ríos, V. Martínez, C. Montes, E.
Palacios, R. Paz Esparza, M. Salazar, J. Serrano. 1999. Opinión técnica sobre los proyectos turísticos
“Cabo San Quintín”y “Bay Shores”, en Bahía San Quintín, Baja California. 32 pp.
Best, T. L. and J. A. Lackey. 1985. Dipodomys gravipes. Mammalian Species No. 236, 1-4 pp.
CONABIO. 1998. La Diversidad Biológica de México: Estudio de País, 1998. Comisión Nacional para
el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México.
Derksen, D. V. and D. H. Ward. 1993. Life history and habitat needs of the Black Brant. Fish and
Wildlife leaflet 13.1.15. USDI-FWS Waterfowl Management Handbook. 6 pp.
Eddelman, W. R., F. L. Knopf, B. Meanley, F. A. Reid, and R. Zembal. 1988. Conservation of North
American Rallids. Wilson Bull. 100(3): 458-475.
Endangered Habitats League Spring 2000 Newsletter. “San Quintín Bay Development Scheme Halted”
Vol. 10 No. 2.
Erickson, R. A., A. D. Barron, and R. A. Hamilton. 1992. A recent Black Rail record for Baja
California. The Euphonia 1:19-21.
Gobierno del Estado de Baja California. 2006. Programa de Ordenamiento Ecológico de la Región de
San Quintín, Baja California (POESQ). Elaborado por la Facultad de Ciencias Marinas, Universidad
Autónoma de Baja California. http://www.bajacalifornia.gob.mx/ecologia/poesq/Pagina/0Menu/FrameSet.htm
Gobierno del Estado de Baja California. 2005. Programa de Ordenamiento Ecológico de Baja
California (POEBC).
http://www.bajacalifornia.gob.mx/ecologia/doctos/Programa_Ecologico_de_BC.pdf
Grismer, L. L. 2002. Amphibians and reptiles of Baja California, including its Pacific islands and the
islands in the Sea of Cortés. Univ. Cal. Press. 399 pp.
Ibarra-Obando, S. E. 1990. Lagunas costeras de Baja California. Ciencia y Desarrollo XVI 92:39-49.
Ibarra-Obando, S. E. y R. Ríos. 1993. Ecosistemas de Fanerógamas marinas. pp 54-65. En
Biodiversidad marina y costera de México. S.I. Salazar-Vallejo y N.E. González (eds.) Com. Nal.
Biodiversidad y CIQRO, México, 865 pp.
Lafferty, K. D., D. Goodman, and C. P. Sandoval. 2006. Restoration of breeding by snowy plovers
following protection from disturbance. Biodiversity and Conservation 15:2217–2230
Martínez-Fragoso, J. 1992. Bahía San Quintín: un diagnóstico para su protección. Informe Técnico
preparado con apoyo de Pronatura, Pro Esteros y CICESE. Ensenada, B. C. México. 119 pp.
Massey, B. W., R. Zembal, and P. D. Jorgensen. 1984. Nesting habitat of the Light-footed Clapper Rail
in Southern California. J. Field Ornithol., 55(1):67-80
Massey, B. W. and E. Palacios. 1994. Avifauna of the wetlands of Baja California, Mexico: current
status. Studies in Avian Biology 15:45-57.
Mellink, E. and A. M. Rea. 1994. Taxonomic status of the California Gnatcatchers of Northwestern
Baja California, Mexico. W. Birds 25:50-62.
Mellink., E. 2002. El límite Sur de la Región Mediterránea de Baja California, con base en sus
tetrápodos endémicos. Acta Zool. Mex. (n.s.) 85:11-23.
NOM-059-ECOL-2001. Norma Oficial Mexicana que determina las especies y subespecies de flora y
fauna silvestres terrestres y acuáticas en peligro de extinción, amenazadas, raras y las sujetas a
protección especial y que establece especificaciones para su protección. Diario Oficial de la Federación,
miércoles 6 de marzo de 2002, segunda sección: 1-78 (2002).
Pacific Flyway Council. 2002. Pacific Flyway management plan for Pacific Brant. Pacific Flyway Study
Comm. [c/o USFWS, DMBM] Portland, OR. Unpubl. rept., 40 pp. + appendices.
Periódico Oficial del Estado de Baja California Sección 2. Programa de Desarrollo Urbano de los
centros de población San Quintín – Vicente Guerrero. Versión abreviada. Publicado 2 de mayo de
2003. Tomo CX, No. 21. 6-154 pp. Page, W. G., E. Palacios, L. Alfaro, S. González, L. E. Stenzel and
M. Jungers. 1997. Numbers of wintering shorebirds in coastal wetlands of Baja California, México.
Journal of Field Ornithology 68(4): 562-574.
Palacios, E. and L. Alfaro. 1991. Breeding birds of Laguna Figueroa and La Pinta Pond, Baja California,
México. W. Birds 22:27-32.
Pro Esteros Lagunas y Marismas de las Californias, S.C. 2000. Plan de Manejo para actividades
acuícolas, pesqueras y ecoturísticas en Bahía San Quintín, B. C. 53 pp. + anexos.
Pro Esteros Lagunas y Marismas de las Californias, S.C. 2002. Inventario de humedales costeros e
inventario de pequeños humedales de Baja California.
Serrano-González, J. 1998. Dictamen que se emite sobre la situación actual que presentan los terrenos
que serán afectados por obras de infraestructura a futuro en Punta Mazo y Punta Azufre de la Bahía de
San Quintín, Baja California. Informe no publicado presentado ante la Directora del Centro INAH en
Baja California. 5 pp. + mapas y anexo fotográfico.
The Nature Conservancy (compiladores), no publicado. Información preliminar del Plan de
Conservacion de San Quintín del año 2006.
US Fish and Wildlife Service Marshbird Species Conservation Status Assessment – Species Profiles
2006. http://www.fws.gov/birds/waterbirds/statusassessment/marshprofiles.html
Ward, D. H., A. Morton, T. L. Tibbits, D. C. Douglas, and E. Carrera-González. 2003. Long-term
change in eelgrass distribution at Bahía de San Quintín, Mexico, using satellite imagery. Estuaries 26(6):
1529-1539.
Wetlands International. 2002. Waterbird Population Estimates. 3rd Ed. Rails, Gallinules & Coots.
Wilbur, S. R. 1987. Birds of Baja California. Univ. Cal. Press. 523 pp.
Zedler, J. B., J. C. Callaway, and G. Sullivan. 2001. Declining biodiversity: Why species matter and how
their functions might be restored in Californian tidal marshes. BioScience 51(12): 1005-1017.
Zembal, R. and B. W. Massey. 1981. A census of the Light-footed Clapper Rail in California. Western
Birds 12:87-89.
Sírvase devolver a: Oficina de la Convención de Ramsar, Rue Mauverney 28, CH-1196 Gland, Suiza
Teléfono: +41 22 999 0170 • Fax: +41 22 999 0169 • correo-electrónico: ramsar@ramsar.org
Descargar