Núm 10 cis SEMANARIO DE LA VIDA NACIONAL Núm. 10 Qs.

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PAÑA
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Núm 10 cis
1915
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SEMANARIO DE LA VIDA NACIONAL
e x MONUMENTO A CERVANTES
iKoUones, confiteros, venir a gloriticarme a mí con tartas!...
Núm. 10 Qs.
ESPAÑA
NtJM. 3 8 . - 2 .
MADRID 14 OCTUBRE.-AÑO
I.-NÚM.
:
m
ñl.
LA FAZ CONSERVADORA DEL SOCIALISMO
REVELACIONES DE LA GUERRA
¿POR QUÉ?
estas horas de angustia y tragedia universales
P ORtanquépocoenpropicias
a poner en ejecución idea: alguna que
pueda dividir a los pueblos, se aunan todos y toman medidas de carácter netamente socialista? ¿Por qué es hoy idea
aglutinante la que ayer despertaba divergencias, inquietudes
y ;nojos? ¿Es que ante la magnitud del momento y como
conpensación al heroísmo que se exige a todos, las clases
diectoras pactan con las masas y ofrecen su respeto a estas
gaves medidas, como prenda de paz fraternal? Mas si así
fíese, ¿cómo explicar que aquí mismo, donde nada nuevo
curre ~ pues no lo es que la gente se muera de hambre
ron muchísimo respeto y compostura—, un señor ministro
le Gracia y Justicia hable de un derecho cada vez.más social
y de una necesaria intervención del poder público, a fin de
suprimir la actual organización de la economía?
¿No lleva en sus entrañas el socialismo estatista un germen autoritario, conservador, que ha dado hoy sus frutos
prque su día había de ser aquél en que la sociedad consiníifse en organizarse disciplinariamente; esto es, aquél en que
seeliminase de las almas individuales las inquietas aspiracbnes que dan a la vida social una movilidad permanente?
Se dice en Alemania que este es el momento de la selbstlosigkeit y en esta palabra que tanto quiere decir desinterés
cuinto supresión de lo que espiritualmente es propio y distimo en cada uno, puede hallar qui'en se avenga a guiar su
alma por el amor que debe ser rector de la vida, la verdad,
la clare de la crisis que se plantea para el ideal socialista.
cabo mediante actos legislativos o de reglamento, dotados
ambos de aquella virtud coercitiva, sin la cual ho se suele
creer, en los pueblos continentales, en la eficacia de las medidas del poder; mas a la faceta constreñidora le acompaña, como su sombra, la cualidad de quitarle variedad y
fluidez a la vida social; lo que era antes distinto y movible,
adviene homogéneo, tenso, rígido; es la mano de hierro de
la ley que ora aprieta a los de arriba, si el temor nace de
la actitud de los de abajo, ya a éstos cuando les sorprende
en un momento de apocamiento o de extravío... y siempre
deja dificultado el paso para mañana, siempre tiene una
punta prohibitiva.
Como don Quijote hallóse perplejo ante la encrucijada,
así lo estuvo Inglaterra un día de estos meses pasados ante
los dos senderos políticos: El interés social, el bien público,
la conservación del Estado, exigían imperativamente que no
perturbasen las huelgas la producción de las municiones;
para logrado, visto que no bastaban las repetidas reflexiones de los directores, dictóse una ley" prohibiendo todo paro
y penando con varias libras esterlinas a los trabajadores que
desobedecieren; mas el pudor liberal les vedó llevar este ensayo de intimidación de las conciencias a su último extremo, no se. atrevió a establecer la prisión subsidiaria por insolvencia y la ley fué inútil, porque su valor educativo de
estimulante quedó anulado por la amenaza que llevaba en
sí; y a la postre,fiela su tradición, pone Inglaterra sus esperanzas en el gobierno en que lo ponía Platón y, entre
nosotros, D. Francisco Giner, en el gobierno del consejo...
¿Que no está segura una situación a la que le faltan garantías externas?
FORJANDO CADENAS
Reenviad entonces al órgano de la mano de hierro la solución a los problemas que os inquietan y, en nombre del
interés social, el Estado asegurará a cada cual el pan de cada
día y asegurará el funcionamiento de todos los servicios sociales y no os faltará lo que hayáis menester y nadie se lucrará extremadamente; mas la seguridad de todo ello exige
la organización en tipo militar de los servicios que la Comunidad necesita para vivir. Ferroviarios de Francia y España ¿qué hicieron con vosotros dos políticos de orientación
socialista, Briand y Canalejas? Aumentad, si queréis, el jornal a todos ¿es esa inmovilidad a que os ha traído la ley, un
ideal a perseguir? Organizad toda la vida económica bajo
LOS DOS SENDEROS POLÍTICOS
este mismo modelo disciplinario, pero no olvidéis que la
Lt vida económica moderna reposa sobre esta contradic- fórmula va a venir de arriba, que os será impuesta, y pensad
ciói; se ha dicho y repetido con justeza: la producción se si es este el Derecho en que habéis soñado.
dele a los proletarios ¿por qué no son ellos los beneficiarios
Así como los que un día concedieron la libertad de asoex;lusivos o principales cuando se trata de consumir lo pro- ciación, han sido y son, al ver sus efectos, sus enemigos más
di-cido? He aquí la inquietud matriz del socialismo, el encarnizados, así hoy los que antaño lucharon contra el sosentimiento liberal del socialismo, la aspiración que eter- cialismo, son sus más férvidos defensores, ¿por qué? En la
namente se habrá de renovar, y que no cesarán jamás de primera se oculta un fermento transformador y el segundo
escuchar las generaciones por venir, lo perdurable y justo muestra ya abiertamente que es un peligro para la causa lien el ideal socialista, el común divisor de todos los que ten- beral que inicialmente motivó su alumbramiento. El sociagan una emoción radicalmente liberal al poner sus ojos en lismo de Estado, el realizado por el Gobierno mediante un
a misión que los hombres han de desempeñar en la forma- derecho coercitivo, legalista, que no se ocupa del asentición de los contenidos espirituales de la historia. La exigen- tímiento de aquellos a quienes manda, forja cadenas que
cia liberal es, que llegue a haber una participación intencio- aprisionan a unos, u otros, a los débiles del momento; no,
ml y reflexiva de todos en la obra de la cultura, ¿y es esto este derecho social no puede satisfacer a los que aman el
pjsible en un régimen económico donde subsiste el paria socialismo en lo que tiene de liberal.
ai forma de asalariado, con jornal insuficiente e inseguro?
Un nuevo rumbo jurídico aguarda al socialismo;el estatisMas era preciso hallar un medio de transformar lo actual, ta quedará afirmado, tal vez, como el más eficaz para aseie acuerdo con el objetivo propuesto a la acción, sin crear gurar los intereses del todo en momentos de riesgo, como
í\ espíritu nuevas trabas, siquiera fuesen distintas. La labor son los de la guerra; mas en los días de paz y en la organiliberal, para ser tal, ha menester del asentimiento de las con- zación para la paz, han de ser muy otros caminos los que
ciercias; su ritmo es lento porque reposa sobre el conven- enreden nuestros pasos; la marcha ha de hacerse con un
cimiento, es el fruto maduro de la convicción y los hombres mínimun de ley y un máximun de esfuerzo y adhesión de
no se allanan fácilmente a convencerse de que es preciso las conciencias individuales. La historia no puede tender a
sacrificar privilegios que entrañan holgura y holganza. La suprimir la lucha y la iniciativa, porque no pueda aspirar a
fuera de la pauta política liberal radica en su eficacia, por- su empobrecimiento, sino que ha de enriquecerse cada día
que lo que mediante ella se consigue queda cogido en la más. Cuidando para ello con amor el huerto fecundo de la
forna más pura y bella por el espíritu de la historia; no individualidad. Hay que poner la proa hacia un derecho licomo aquello que viene de fuera, sino como lo que ha-naci- beral.
do en la intimidad más íntima.
FERNANDO DE LOS RÍOS URRUTI
Pero conocer la justicia de una causa y avenirse a que su
realización fuera retardada por las resistencias que el egoísmo opusiera, era una actitud hartofilosóficapara los que
sienten el imperativo de la necesidad más elemental; y ganosos de acelerar la marcha de la liberación, unióse a la pefición formulada polémicamente por la huelga, la demanda
de que interviniesen los poderes públicos y les apoyasen en
Contestando a preguntas que hemos recibido
sus reivindicaciones: he aquí el Estado intervencionista. Mas
de España y América, nos es grato manifestar que
el órgano de Gobierno no se conforma con intervenir cuando socialmente es requerido para ello, sino que con frecuen- podemos aceptar suscripciones a nuestro semacia toma la iniciativa en nombre del criterio mismo en que nario desde su primer número, pues con tal objese apoyaron los que por vez primera solicitaron su concurso: el bien público, la paz pública, los intereses sociales. to nos Iremos reservado existencias de todos los
La acción de gobierno ha sido por lo común llevada a que fiaata la feclia lian ido apareciendo.
Colecciones de "ESPAÑA"
LA EDUCACIÓN
DE LOS SORDOMUDOS Y CIEGOS
N estos días se ha publicado un Decreto reorganizando la
educación escolar de los sordomudos y de los ciegos. La
ref oama no puede ser de mayor interés, pues los cuidados que
se les prestaban han sido, hasta ahora, por diversas circunstancias, bien deficientes. El Decreto, dictado a propuesta
de la Comisión ejecutiva del Patronato Nacional de Anormales, divide el anterior Colegio de Sordomudos y Ciegos en dos,
dedicando cada uno de ellos a la educación separada de estas
anormalidades. Gradúa después las enseñanzas atendiendo al
estado de desarrollo mental de los alumnos. Dignifica la situación del profesorado dándole^ independencia en sus clases,
mejorándole económicamente y concediéndole intervención en
la vida inerna de las instituciones por medio de reuniones periódicas. Sustituye, los exámenes de los alumnos por las calificaciones individuales de sus respectivos profesores, y las
oposiciones de éstos, por ingreso directo, en vista de su preparación en los mismos colegios. Establece asimismo una serie de disposiciones para el régimen interior y administrativo
que, bien aplicados, pueden ser de la mayor eficacia. Aspira,
en fin, a que los colegios no sean establecimientos de beneficencia donde se den ciertas enseñanzas de una manera más o
menos mecánica, sino, ante todo, una institución educativa
que suministre una cultura general, basada én m<^todüs eficientes de instrucción, y una preparación profesional adecuada,
que evite que los alumnos al terminar su período escolar hayan
de recurrir, para vivir, a la mendicidad.
E
VIDA
TOAMJEPA
EL MILITARISMO
Y LA EDUCACIÓN DE LA JUVENTUD
N medio del estruendo de los comentarios bélicos a la guerra—estruendo casi t a n grande como el de la guerra misma—se levanta de tarde en tarde una voz solicitando reflexión, tan necesaria en estos momentos. Ahora es un periódico
alemán, la Frankfurter Zeitwng, en el artículo objeto de estas
líneas, el que trata de poner como barrera a las extralimitaoiones del patriotismo guerrero.
Con este fin empieza rechazando la calificación de militarista que se ha dado a la educación alemana. Y recuerda al
efecto que no es en las escuelas alemanas donde se ha empezado la preparación militar de la juventud. No hay que recordar para ello más que los batallones infantiles de Francia (y
los de España, que aun perduran, recordamos nosotros). Este
es un militarismo que no existe en Alemania.
Si por militarismo se entiende la aplicación de los métodos
militares a la vida civil, sí ha habido momentos en Alemania
en que se puede hablar de la existencia de aquel peligro. El
profesor y pedagogo alemán F. W. Foster (traducido ya al
español), nada sospechoso por otra parte de radicalismo, lo
reconoce así al decir: «En muchas naciones se cae en el peligro de transportar las formas cívicas de la cooperación a la
esfera militar; en Alemania existe la tendencia opuesta de
Uevar los métodos militares del mandato y de la subordinación a otros órdenes de la vida».
E
Pero si esto es cierto, lo que nunca habla ocurrido era preparar militarmente á la juventud en las escuelas, al menos
de un modo obligatorio. Contra este saludable principio se ha
dictado al comienzo de la guerra una disposición, introduciendo mientras dure ésta en los últimos años de las escuelas superiores el adiestramiento militar. El articulista afirma que
no hay duda que tal preparación se seguirá haciendo de modo
obligatorio, aun después de firmarse la paz. Y en ello ve un
peligro para la futura educación alemana. De esta opinión
son muchas personas autorizadas, entre eUas el director de
un Instituto de segunda enseñanza alemán, quien desde el
campo de batalla escribe: «Militares nos han asegurado repetidas veces que en circunstancias normales no ee deseable
y aun es perjudicial preparar militarmente a la juventud.
Un diestro gimnasta, un jugador entusiasta, un excursionista arriesgado, aprenden con facilidad todo lo concerniente a
la vida militar. El influjo de aquella preparación sería tremendo en la educación. Destruirá lo que nosotros con mucho
trabajo hemos construido: el impulso libre, ingenuo, espontáneo, tan educativo y tan propio de la juventud».
NÍJM. 3 8 . - 3 .
ESPAÑA
P A N OFL A M y V ' ^
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HOMENAJE A P E L L E J I N
L
os periódicos de la mañana, los de la tarde y los de la noche están llenos de los telegramas en que se da cuenta del
entusiasmo repentino que se ha despertado para glorificar al
«querido compañero». Las revistas ilustradas exornan sus páginas con la efigie barbuda o glabra de Pellejín. Ex ministros,
diputados, toreros, maestros del periodismo o de otras cosas
se han adherido al homenaje. ¿Qué ha hecho Pellejín? Publicar una novela, que sólo lee su familia ; un tomo de versos, que él lee a todo el mundo, o un libro de sociología, que
ni él mismo se atreverá a releer. Y antes de eso, escribir unas
revistas de toros de esas qué... en fin, de esas, o publicar una
serie de interviews, do las eternas interviews con los eternos
personajes, en que las preguntas se indican con puntos suspensivos y las respuestas se rellenan con unas cuantas sandeces.
—Bueno, pero ¿a quién se refiere usted? ¿Quién es Pellejín?
—¿Pellejín? Hoy es uno ; mañana, otro ; Pellejín es eterno, en este país de Pellejines.
MARQUÉS, COMO EL DIVINO LO ERES...
L marqués de Dos Aguas tiene en Valencia un magnífico
palacio con una espléndida portada barroca. Su nombre es
conocido en todas partes, gracias a su palacio. En cambio, el
marqués de Dosíuentes, no es conocido de nadie. Pero nosotros le conocemos : ya que no un palacio, tiene una casa «de
hidalgo español» que ha salido en La Esfera—algo así como
ese disfraz «de moro» que tanto se prodiga en los carnavales ;
y, si no una portada barroca, varios libros que lo serían si
barroco quisiera decir disparatado, como muchos creen.
Las gestas del marqués de Dosfuentes son inenarrables. Diplómata, como él dice, de profesión, no teme ni ha temido
'.nunca al ridículo: lo cual no sería grave, si no fuera por el
"^mor de que alguna vez el azar de las circunstancias le lleve
a ostentar la representación de España. Esto, que un día
pudiera ocurrir, él se figura que ya ocurre ; y se ha lanzado a
fundar un partido en el que está solo y señero, porque el señor
Antón del Olmet, que le admira, no pertenece a ese partido,
sino al que gobierna, es decir, al del Sr. Dato, si eso es
partido. Hay que advertir que el marqués de Dosfuentes, es
hermano del Sr. Antón del Olmet, y hermano mayor, aunque
no lo parezca. Así, todo se queda en casa.
Un día pretendió entrar el marqués en la Academia Españíjla y presentó una demanda solicitando el sillón que dejó vacante el P. Coloma. Alegaba como títulos su «partida de Bautismo de español como caudillo de nuestro Nacionalismo, el
tremolar como Enseña desgreñada de la Mesnada de sus piafantes obras la Bandera sol y sangre nacional, protesta airada, rugiente y truculenta contra la ambiencia de una exotización en que se asfixia su pulmón de Almogávar» entre otras
chuscadas por el estilo. ¡ Cómo se reían los académicos al leer
^ aquel desahogo en el que ni por casualidad aparecía empleada en su recto sentido una palabra no común entre las muchas que contenía !
Otro día, y de esto hace pocos, pidió un puesto en la mani-
E
festación de Barcelona, en nombre de su partido ; y los catalanes le dijeron que no le conocían, ni a su partido tampoco, j Qué habían de conocer ! El hecho indignó al marqués y
a su hermano, que, si no es marqués, es tan Antón del Olmet
como el marqués mismo. Y los dos han empezado a vociferar
en TSl Parlamentario, que es como decir vox clamaniis in deserto.
No irá el marqués a Barcelona y tendrá que tragarse ese
nuevo ridículo ; pero, como acaba de publicar un libro de versos, y en los libros de versos se dicen siempre las cosas grandes, ábralo, para consolarse, por aquella página en que se lee
el inefable pareado siguiente :
Ya puede el vasco abrazar a su esposa,
guardar las flechas, y hacer otra cosa.
¿ Qué otra cosa será, dioses inmortales, la que haga después
el marqués de Dosfuentes ?
LA HIPÉRBOLE EN EL MUNICIPIO
L alcalde ha presentado una moción al Ayuntamiento con
el programa de fiestas para el Centenario de Cervantes y,
queriendo que fuese un documento literario, lo dio a escribir
a D. Ricardo Puente, literato y empleado municipal. Esto
no puede ser más natural y, al pronto, habla en favor de la
modestia del Sr. Prado y Palacio. Pero es el caso que al dar
las gracias al autor del escrito, el alcalde lo ha hecho con otro
escrito tan literario como la moción, y esto ya empieza por
desorientarle a uno.
Con todo, no es eso lo peor. Lo peor es que la literatura del
alcalde se ha remontado a las más altas cimas de la crítica y
desde ellas ha volcado una lluvia de piropos sobre el autor de
la moción, afirmando de ésta que «no desmerece del hablar,
del sentir y del pensar del que para pasmo del mundo supo
ser maestro de la Humanidad, elevando a la vez un idioma a
categoría casi divina».
Ustedes se sonreirán al leer esto. Lo mismo habrá hecho «el
pasmo del mundo», o sea el propio D. Miguel de Cervantes,
desde la otra vida. Y es seguro que también se habrá sonreído
E
Ricardo Fuente, que es hombre discreto y sabe perfectamente
cuál es la importancia literaria de la moción. Pero la cosa
no debe quedar ahí. Decimos nosotros que tan punible debe
ser el piropeo a las musas de carne y hueso como a las que inspiran mociones y hasta menos justificado está a las últimas
que a las primeras. Y, siendo el alcalde autor de un bando
en que se multan los piropos y habiendo él incurrido en esa
pena, debiera pasársele una cuenta y obligarle a pagarla,
pero con recargo en justo castigo y para ejemplo y enseñanza
de los cultivadores que tiene y tenga en lo futuro el requiebro,
así en la calle como en las cumbres más o menos municipales
de la crítica.
TARTARIN EN LEMBERG
E una crónica de Tito L. Foppa, corresponsal de guerra de
La llazón, periódico de Buenos Aires, publicada con fecha 15 de Septiembre :
Habla de la entrada en Lemberg de las tropas austríacas
al mando del general Bohn ErmoUi ; dos periodistas, el propio Foppa y J u a n Pujol, corresponsal de A B C, llegan a la
ciudad recuperada, al mismo tiempo que el ejército austrohúngaro :
«Mi camarada y amigo Pujol, siente buUir en las venas
toda su sangre española. Alvarado, Garay, Pizarro y Hernán
Cortés se asoman en su espíritu ; le hacen soñar con conquistas, y completamente compenetrado en la emoción ambiente,
saluda, responde en castellano a las frases polonesas, estrecha
manos y devuelve ñores, entusiasmado y sinceramente conmovido hasta el extremo de olvidar su condición de extranjero.
D
Muy tarde de la noche, cenamos en un restaurant poco concurrido.
El periodista español Pujol, levanta su copa de champagne
y mirando al teniente Rippell exclamó :
—¡ Por Austria-Hungría !
—Por España que es nuestra amiga y por la Argentina
que no es enemiga de Austria !—responde el simpático oficial.
—Que no es enemiga de nadie—corrijo.»
UNA MANERA DE PENSAR
por JOSÉ ORTEGA Y GASSET
II
AS épocasde revuelfapolíticahan sido siempre aprovechadas para venganzas persoiiales. Así ha acontecido ahora.
Si pudiésemos mirar al trasluz, como se \ e en un microscopio, la secreta textura de esos dos grandes bandos en que la
guerra ha escindido a España, probablemente sentiríamos
una gran vergüenza. Pues las heroicas actitudes de estos o
los otros partidarios se nos aparecerían muchas veces como
germinadas en menudas pasiones inconfesables; en odios
perversos, patológicos, en rencores privados. Sería sumamente curiosa una colección de detalladas anatomías que
pusieran al descubierto los verdaderos motivos íntimos que
han ido colocando a los individuos en uno u otro bando.
Pero yo me abstengo de ello, porque a la postre sólo serviría para aumentar la enfermedad mayor que padece España desde hace muchos años: la discordia, la terrible secesión de los corazones, el odio onmímodo, el rencor.
Me limito, pues, a lo que me proponía.
Coincido con los que desean vivamente el triunfo de los
aliados. Nada tendría que añadir si los que desean el triunfo
L
de los aliados no se extendiesen a desear y pensar otras
cosas que yo ni deseo ni pienso. Contra esta tendencia excesiva a fundir unas cuestiones con otras, he movido protesta
desde el principio.
En Abril tuve el honor de recibir la visita de Mr. Wilmotte, profesor belga adscrito hoy a la Soborna. No vacilé
un momento en manifestarle este deseo mío de que la victoria favoreciese a los franco-anglo-belgas. El Sr. Wilmolte,
con urgencia injustificada, quiso llevarme a declarar «bárbaros> a los alemanes, y a reconocer la superioridad de la
cultura francesa. Yo le rogué entonces que no decidiésemos
ahora esos puntos; antes de la guerra había yo hablado mucho de unas y otras culturas, volvería a hacerlo después de
la paz, pero ahora me parecía justamente el momento indicado para callar sobre esa materia. No obstante, el Sr. Wilmotte se obstinó en demostrarme sur le champ aquella superioridad. Comprendo y respeto la situación pasional de
un hombre como Mr. Wilmotte cuya patria ha sido violentada. Pero no tuve más remedio que contestar a su insistente requirimiento, mostrándole mi opinión totalmente
opuesta a la suya. Merced a esto el Sr. Wilmotte escribió
ir:
EU REY PEDRO I DE SERVIA
EL PRIMER MINISTRO SERVIO SR. PACHITCH
ESPAÑA
NÚM. 38. — 4 .
un artículo en La Petite Gíronde quejándose de mi germanismo y, lo que siento más, diciendo que le había hecho
pasar un mal rato. Y todo ello porque al Sr. Wilmotte le
parece Sainte-Beuve el mejor historiador literario que ha
habido, y a mí, en cambio, me ocurre la desgracia de pensar que la historia literaria debe ser próximamente lo contrario de lo que hacía Sainte-Beuve.
Cito este caso como ejemplo de las caprichosas solidaridades que cada partido pretende establecer. A ellas se debe
que algunas personas muestren suspicacia, en ocasiones
pueril, hacia cuanto sea dejarse incluir en un partido de la
opinión pública. Puede esta suspicacia convertirse resueltamente en un vicio, y así hay quien ha reducido toda su personalidad al talento negativo de no ser blanco, ni negro,
ni azul.
No demos, pues, una importancia desmesurada a nuestra
propia opinión; pero tampoco dejemos que sea anegada
completamente por otras opiniones menos reflexivas y más
ruidosas o simples.
En el caso presente yo hubiera llegado hasta tolerar de
bíien grado que la mía se anegase, si no me encontrara con
que otros como la Kolnische Volkszeitang y los periódicos
españoles llamados «católicos» han pretendido suplantarla.
Vayan, pues, formulados, con extrema concisión, los puntos de vista que más me interesa hacer constar:
1.° No creo que la guerra signifique, ni mucho menos,
el fracaso de la civilización, ni de la ciencia, ni de la moral.
No ha sido un fenómeno insospechado, súbitamente nacido
al margen de la conciencia europea. Estaba en ésta preparado y exigido.
2° Existen en la conciencia europea, desde siempre,
enérgicos deseos de que las guerras concluyan; pero no
existe entre los principios vivos de la mente europea ninguno que clara e inequívocamente condene en absoluto la
guerra. Esto será lamentable, pero es así.
3.° La guerra actual no es una guerra entre dos culturas
como lo fueron las nuestras de la reconquista, o la de las
monarquías aliadas contra la Revolución. Luchan dos
grupos de pueblos y luchan, naturalmente, cada cual con
sus puños y con su cultura, pero no es una divergencia cultural el motivo ni el tema del conflicto.
4." Nace esta guerra de idénticos intereses económicos
que se presentan con el carácter defensivo en Inglaterra y
Francia, y con el carácter ofensivo en Alemania. Aparte de
esto es una guerra étnica entre germanos y eslavos.
5." Significa el fracaso de los partidos socialistas e internacionalistas, un fracaso verdaderamente ejemplar. Pero en
modo alguno significa el fracaso del socialismo e internacionalismo que, por el contrario, sólo al través de esta guerra
podrán llegar al triunfo eficaz.
6.° Después del Renacimiento, la cultura consiste en la
comunicación y colaboración espiritual de estos tres pueblos: Francia, Inglaterra y Alemania. No cabe, pues, hablando rigorosamente, aislar de las otras la cultura de uno de
estos pueblos que sólo se diferencian en matices, cuya integración es la verdadera cultura. Sólo cabe hablar de la mayor o menor densidad en la producción cultural que en
cada época manifiesten esos pueblos. En este sentido creo
que nunca ha superado tanto uno de esos pueblos a los
demás, como en los últimos cien años ha superado en ciencia Alemania a los otros dos pueblos. Hay evidentemente
disciplinas en que esto no ocurre, pero no son sino excepciones que confirman la regla.
7." No considero a Alemania como un país antidemocrático. Se da en ella una de las muchas interpretaciones
posibles de la democracia, a la que faltan caracteres democráticos que se encuentran en otros países, como faltan en
estos algunos que hay^en Alemania. Si cupiera hablar de
un más o menos de democracia comparando la vida de los.
tres grandes pueblos, nunca sería lícito simbolizar en Alemania el reaccionarismo.
8." Dentro de la democracia representa Alemania la democracia estatista, e Inglaterra la individualista. Como a mí
me parece el estatismo una perversión de la idea política,
claro es que me parece la democracia alemana la peor de las
democracias imaginables.
9.° Como en toda guerra, aun en aquellas en que menos
se pelea por triunfo de principios, es el resultado inmediato
cierto predominio transitorio del tipo político bajo que vivía
el vencedor, tengo que desear muy vivamente el triunfo de
Inglaterra.
10. No hay un principio, decía yo, que anatematice la
guerra, pero sí un horror profundo y secular contra ella. En
esta guerra había un pueblo que estaba presto a ella, Alemania y dos pueblos apenas preparados, Inglaterra y Francia.
Es muy posible que esta falta de preparación provenga de
debilidad moral y política en ambas naciones; pero, de todas
suertes, revela que no deseaban guerrear. Tenemos que
estar, pues, del lado de los que no deseaban guerrear.
11. Dentro de la guerra, Alemania ha cometido dos crímenes jurídicos: el allanamiento del hogar belga y la destrucción de barcos pacíficos. Todos los demás pueblos han
cometido alguna vez crímenes análogos, pero ahora le ha
tocado a Alemania cometerlos y a nosotros protestar
de ellos.
12. El origen de la beligerancia alemana no es soberbia
ni es ambición necia. Es una trágica necesidad de expansión.
Su prepotencia es tardía para los efectos de ampliación colonial. En cambio, a esa tardanza debe su prepotencia. Alemania ha crecido sobre siglos de espléndida cultura. Los
españoles fuimos en lanchas a tierras cuya existencia estaba
científicamente refutada. La situación de Alemania es trágica. Pero esto no quiere decir que tenga derecho a la expansión, porque ello equivaldría a recomenzar la historia, declarando cada cien años al planeta ierra nullius. Como en
toda verdadera tragedia, no hay en ésta solución.
13. Desde la derrota de Napoleón, España no puede tener—quiera o no quiera—otra política internacional que la
regida por Inglaterra. La renuncia del Noroeste africano por
parte de Alemania, nos deja menos margen de actuación internacional que el que gozan los pueblos balkánicos: pueden éstos variar su política según cuatro puntos cardinales:
Rusia, Austria-Alemania, Italia e Inglaterra. Nosotros sólo
tenemos enfrente y a los lados a Inglaterra, mientras Francia no se enfronte con ella. Esto es sumamente triste, pero
es así. Y siendo así, no hay más política que la lealtad.
14. España, desventuradamente, no es un pueblo que
goce de real independencia. La independencia es un atributo del fuerte, del fuerte en todos sentidos. No sé si seremos
fuertes algún día; pero mientras no lo seamos, es más noble
aceptar noblemente la fatal hegemonía de otro pueblo. Sin
olvidar un instante el supremo deber de hacernos un día
libres.
15. «Del mal tomar el menos^digelo el sabidor—.» Entre las hegemonías, es hoy la inglesa la menos premiosa.
16. No creo que ningún español consciente pueda odiar
a ninguno de los tres grandes pueblos beligerantes. £1 colocarse de un lado o d^ otro ha de entenderse como una dolorosa fatalidad que transitoriamente nos obliga a ello.
17. El sistema más grave de la situación española es que
no haya podido ni querido intervenir en esta guerra.
Decía Averroes que el que quisiera comprar un buen libro debía ir a Córdoba; pero el que quisiera comprar un
buen laúd, debía ir a Sevilla. Es lástima—añadía—que en
Córdoba no haya, a la vez que buenos libros, buenos laudes.
Una cosa así podría yo decir en resumen: toma el saber
de Alemania y el mandar de Inglaterra. Esta manera de pensar es la misma que he usado siempre. Los que sí han va
riado son muchos de estos-maestros y amigos de Alemania,
a quienes yo he oído maldecir de la «Weltpolitik» y del
partido militarista y de quienes hoy leo que consideran una
y otro como los salvalores de su pueblo. Pero esta es una
cuestión delicada, sobre que no es pi:uioso insistir desde un
país que goza la paz mientras en los otros la guerra dura.
Los que envían sus hijos y hern.anos a las trincheras, tienen
derecho a la pasión. Nosotros, no. Antes bien: nos trae la
hora una exquisita obligación de piedad, de respeto y de
amor.
Y, para terminar, dos sencillos hechos que me conviene
reproducir ahora, ya que gentes ligeras, a quienes lo mismo
da decir una cosa que otra, han querido aludir a una mutación súbita de mis opiniones.
Alguien hablaba con inocente malignidad hace meses en
un diario de los que «tomaban ahora la cómoda postura de
distinguir entre dos A'.emanias: la espiritual y la política».
La postura acaso sea cómoda, pero ciertamente que no es
un invento de las personas por ese alguien aludidas. La más
fina tradición de pensadores alemanes la ha sustentado hasta
Nietszche, hasta Cohén. Pero, aun suponiendo que no fuera
así y aun admitiendo que sea un error, resulta falso de toda
ialsedad suponer que la opinión es de ahora. El año 1909,
en el primer artículo que sobre Alemania he escrito, comentaba yo las leyes de expropiación forzosa contra los polacos
dictadas bajo la cancillería de Bülow. Ese artículo, publicado en El ¡mparcial, se titulaba: Las dos Alemanias.
En 1911 pedía Pió Baroja desde el mismo periódico, que
se discutiese en la prensa la posibilidad de una alianza española con Alemania. Ninguno de estos germanófilos repentinos que a la sazón pululan, creyó oportuno emitir su opinión. Creo que fui el único en aaidir a la demanda hecha
por Baroja con un artículo enviado desde Alemania. En él
pedía que no se confundiese la cuestión de una influencia
intelectual de Alemania sobre España con la de una alianza
política. Aquella me parecía y me sigue pareciendo la única
esperanza de restauración étnica de España, ésta me parecía
una cosa sin sentido.
La guerra con su poder convulsionario transformará toda
la mecánica internacional. Qué debe hacer entonces España, no lo sabe nadie, nadie que no sea un embaucador.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET
L señor ministro de Fomento ha dictado una Real orden
aceptando la renuncia a favor del Estado de las primas
a la navegación que 26 Compañías navieras de Bilbao venían
cobrando. Al i)ropio tiempo, el señor ministro se ha dirigido
a las restantes Compañías subvencionadas invitándolas a
que renuncien también a las que ellas perciben, dando una
prueba de patriotismo. Vale la pena de que se haya hecho la
invitación, pues de cerca 20 millones que cuesta al país proteger a la marina mercante, las primas renunciadas sólo ascienden a millón y medio. ¡ Bien anda la protección económica del Estado español para darse el caso insólito de que renuncien a ella sus propios protegidos ! Y menos mal cuando
algunos renuncian, que hay un montón de negocios, establecidos en complicidad con los viejos políticos, que ganan el 20
y el 30 por 100 ; y ni 'tan siquiera se les invita tímida y deli- * V
cadamente a que renuncien a la protección, como se hace en
este caso.
E
A Universidad de Murcia se ha inaugurado. Levantáronse
arcos de flores. Acudieron numerosas comisiones de toda
la región. Acudieron las autoridades locales, un delegado regio, y representaciones de todos los centros docentes. Acudió el
Sr. La Cierva. Y habló ; habló de la cultura, de la patria, de
la futura grandeza de España. Después hubo banqtiete con
brindis. Y hubo también iluminaciones y festejos. Perfectamente. Ya tiene'Murcia montada su fábrica de abogados!
Cuando se perpetró el disparate legislativo de crearla consignamos las razones que existían para que ni España ni Murcia tuvieran por qué alegrarse de la hazaña. Es de advertir
que de entonces a ahora se ha tratado de redimirla incorporando al nuevo criadero de parásitos algunas enseñanzas técnicas.
Ni con eso se lavará el pecado original. El bien que por ese
lado Heve a Murcia la Universidad no le compensará del mal
que por otro le ha de acarrear. Murcia va a perder lastimosamente sus dineros en hacerse daño a sí misma, cuando hubiese podido aprovecharlos en tantas cosas útiles para la nación y para ella.
L
A política de los Balkanes ha entrado estos días en un período de actividad bastante dramática. Bulgaria rompió ya sus relaciones con los países aliados ; estos retiraron
sus representantes de Sofía, y Bulgaria retiró a su vez los suyos de las capitales respectivas. Todavía no ha comenzado a
hostilizar a-Servia, pero debe .estar a punto de terminar la
concentración militar en su frontera. En Grecia, después de
dimitir Venizelos por haberse interpuesto por segunda v.ez
el Rey en su política de franca simpatía por los aliados, formóse un Gabinete, presidido por Zaimis, que ha comentado
ensayando una política de neutralidad benévola hacia los
aliados ; política equívoca y extraña que no podrá sostenerse
largo tiempo. Además un periódico de Atenas ha publicado la noticia de que el ministro inglés en dicha población ha
comunicado al Gobierno griego el texto de un Tratado secreto
entre Alemania y Bulgaria, aprobado por Austria-Hungría y
Turquía, mediante el cual se da satisfacción a todas las aspiraciones búlgaras incluyendo la cesión de la Macedonia griega. Si se confirma la existencia de dicho Tratado, raro será
que el rey Constantino no modifique su actitud:
L
Los aliados, por su parte, siguen desembarcando tropas en
Salónica. Sin embargo, estos acontecimientos no han debiclo
causar en Inglaterra ni en Francia buena impresión. En
Londres la Bolsa se ha cerrado. También en dicha capital,
como en París y Roma, se han celebrado Consejos de Guerra
para tomar medidas rápidas y eficaces en auxilio de Servia. ¿\,
Parece que Italia ha acordado tomar parte resueltamente
en las operaciones del nuevo frente de la guerra.
N el domiidlio del señor conde de Romanónos reunióronsí
el día 9 los ex ministros liberales. Sobre los acuerdos d*
la reunión facilitóse una larga nota oficiosa que han publica,-j,
od los periódicos ; pero la idea más precisa del sentido de este
acto político no se da en dicha nota, sino en una ampliación
extra oficiosa que también han publicado los periódicos. En
ella se cuenta que el señor conde de Romanones expuso las
E
ESPAÑA
tres etajias de la oposición clásica monárquica : primera, cíe
colaboración y ayuda al partido de turno ; segunda, de fiscalización?; tercera, de ataque para lograr derribarlo, Y concluyó,
que, a su juicio, el partido debía dar por terminada la primera etapa y entrar de lleno en la segunda. Y ha sido, sin duda,
por haber visto que el partido liberal tomaba rumbos que en
breve plazo podían llegar a ser alentadores y serios—sobre
todo para ex ministros—por lo que los señores conde de Sagasta yVillaurrutia han enviado su adhesión. De todos modos es bastante significativo que los ex ministros liberales, al
cabo de largos meses de silencio, se acuerden ahora de que la
Hacienda se halla en lamentable estado, de que en la crisis
actual se ha dejado abandonada la economía nacional y de
que el Parlamento no existe para el Gobierno del Sr. Dato. Es
significativo porque tal alarde de crítica coincide con la manifestación de Barcelona. Por lo visto el señor conde de Ro-
NÚM. -,8.
manónos quiere sacudir la complicidad de su partido jiara que
sólo los conservadores se carguen con el pago de los vidrios
rotos.
x Méjico siguen, desgraciadamente, mal las cosas. Españoles que vuelven de allí huyendo hablan de numerosos fusilamientos de compatriotas. Noticias de Washington cuentan
que Granado, ministró del Interior del Gabinete de Huerta,
ha sido ejecutado en la capital, por complicidad en la muerte
del ex presidente Madero. Sin duda para ver si se alza allí
un Estado realmente responsable que pacifique el país y garantice el imperio de la ley, los representantes de los Estados
Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Uruguay y Guatemala, reunidos en Nueva York, han acordado unánimemente reconocer el Gobierno de Carranza como Gobierno «de facto» de Méjico.
E
EL ACTO DE CATALUÑA
SU SiGNlFICACiON
A víspera de la Asamblea y manifestación celebradas en
Barcelona, se convocó al pueblo por medio de un cartel firmado por las representaciones políticas, sociales, industriales, patronales y obreras de Cataluña, y en el que se le
pedía que robusteciera con su presencia y la fuerza de su
entusiasmo los actos que se iban a celebrar en favor de la
zona neutral y demás reformas económicas, cuya necesidad
y urgencia ha planteado la guerra a aquella región y a todas las de España. El mismo día se celebraron diversos mítines preparorios de la manifestación. En uno de ellos, celebrado en la Liga regionalista, el Sr. Cambó, pronunció un
discurso, al que pertenecen los siguientes párrafos:
»Ha dicho el Sr. Dato que las zonas neutrales no deben
ser motivo de preocupación; que el Gobierno ha presentado ya un pioyecto; pero que en otras naciones la discusión de ese proyecto ha durado años. Es cierto: en muchos
países la discusión ha durado años; en Cataluña hace más
í de doce que el problema está planteado, sólo que el Sr. Dato
no lo ha sabido hasta ahora, no se ha enterado de que Europa. está en guerra y esta guerra conmueve la vida económica mundial y ha cambiado el compás del tiempo. Si en época normal la reforma de las zonas neutrales podía dejarse
para mañana, ahora, por causa de la guerra, la estructura
comercial del mundo se ha subvertido, y la zona neutral es
un problema de urgencia, como para los países beligerantes
lo es el problema de las municiones.
L
LA ASAMBLEA
La Asamblea se abrió con un discurso del alcalde de Barcelona,'en que éste comenzó por declarar que en aquellos
momentos no actuaban los asistentes a ella como catalanes
sino como españoles. «Están aquí, dijo, los elementos de
más valía, la más alta representación de la vida política, social y económica de Cataluña. Todos vienen a afirmar la
decisión de uíi pueblo que quiere vivir, porque tiene derecho a la vida, porque tiene fe en los destinos que la Providenci-i le ha reservado en la historia de España. Inspirad
vuestras deliberaciones en el más grande amor a Cataluña,
en el más grande amor a España.»
Después hablaron en representación de sus partidos los
Sres. Roig y Bergadá, Zulueta, Corominas, Cambó y Lerroux. Todos afirmaron el derecho a la vida de Cataluña, la
justicia y urgencia de sus peticiones y su protesta contra la
inacción del Gobierno frente a los graves peligros de ruina
que corren el trabajo y la producción, no sólo de aquella
región, sino de toda España,
Acto seguido se aprobaron por aclamación cuatro conclusiones. La primera contiene la protesta contra el Gobierno.
La segunda declara «la voluntad de todos los elementos que
constituyen la Asamblea, de trabajar por la consecución de
las zonas neutrales, los bonos de la exportación y la organización de crédito en forma que facilite su más liberal utilización para la industria, el comercio, la agricultura y las instituciones obreras, y de todas las otras soluciones que desde el
comienzo de la guerra viene reclamando Cataluña, encami-
nadas a que la economía general española no solamente no
quede perjudicada, sino que salga fortalecida de este gran
conflicto que hoy conmueve la economía mundial.» En la
tercera se pide la reunión inmediata del Parlamento, para
someter a su deliberación y acuerdo las anteriores demandas, y la cuarta constituye un solemne mandato a los parlamentarios catalanes para que las lleven a las Cortes y allí las
defiendan y apoyen con toda prudencia, pero también ,con
toda obstinación y sin miedo «a ninguna resolución, por
dolorosa que sea, en la segundad de que tendrán a toda la
nación a su lado.»
EL ACTO EN MADRID
¿Cómo ha sido juzgado en Madrid el acto de Cataluña?
La convocatoria oficial de la manifestación terminaba con
estas palabras: -^Por Cataluña, por toda España». Frases
s:mejantes aparecían en el Manifiesto dirigido por Lerroux
a su partido; en el de la Cámara regional de las Sociedades
cooperativas de Cataluña y Baleares; en la invitación firmada por D. Luis Ferrer y Vidal como Presidente de la Cámara
Oficial de Industria de Barcelona; en todas las alocuciones
que se han lanzado al pueblo catalán. Sin embargo, ya el
solo anuncio del acto suscitó la alarma de El Imparcial.
Días antes de la asamblea, la denunció como fruto del catalanismo, afirmando que desde que la dirección política de
Cataluña está en manos de éste, «los deseos se tornan en
agravios y las pretensiones se convierten en soflamas incendiarias y, casi casi, en amenazas de guerra civil.» En el mismo número aseguró que «los catalanistas disparaban bala
rasa contra Madrid».
Por fortuna, casi nmgún otro periódico secundó nEl Im
parcial, antes bien, hubo alguno como El Debate, que, refiriéndose a la campaña de aquél, dijo:—«Los verdaderos
separatistas, los peligrosos, son los gobernantes, los políticos, los periódicos, los pensadores y publicistas que van
convirtiendo poco a poco al Estado español en un caserón
ruinoso, de cuyos ámbitos el instinto de conservación impone la fuga para no perecer miserablemente entre sus ruinas.»
Pero antes hemos indicado que El Imparcial no estuvo solo en la escaramuza preliminar. En efecto, tuvo la
casi simbólica compañía de cierto periódico titulado nada
menos que La Patria, del cual son estas palabras: —«Los
catalanistas tienen organizada para hoy una manifestación.
Piden la zona neutra, y para pedirla quieren gritar y disparar sus revólveres. Yo no sé hasta qué punto llega el Código en materia de traición a la Patria. Lo que sí sé es que
antes, cuando al frente del Gobierno había hombres y no
pavos, los traidores eran presos. ¿Se puede saber la cabida
que tienen los fosos de Montjuich? Sería curioso ver colgando de las almenas de sus fosos unos cientos de cabecitas
»Por causa de la guerra, los grandes puertos francos de
Europa y los grandes depósitos que surtían de géneros a
todas las naciones están cerrados. Ahora es.cuando se podía
y se debía aprovechar la ocasión única que ofrecen las circunstancias actuales, y que no se presentan cada dos años.
»Las afirmaciones del presidente del Consejo denotan, o
yna inconsciencia inconcebible o que no toma en serio al
país. Yo creo lo segundo. Y esto indigna a Cataluña, porque comete el pecado gravísimo de tomar en serio los prof blemas que afectan al país. Esta es la significación global de
los actos de mañana. Yo creo que llegará un momento en
que en España se despertarán muchas conciencias dormidas
y comprenderán que el que sigue el camino de la burla y de
la inconsciencia no tiene derecho a regir un país.»
EN MARCHA
A las doce de la mañana del domingo entró la manifestación en la plaza de San Jaime, sin banderas, ni haber proferido un grito. A la cabeza figuraban el Ayuntamiento con
concejales de todas las fracciones, la Diputación en pleno,
Sociedades obreras y cooperativas, Sociedades orales, Liga
regionalista, Fomento del Trabajo, Cámara del Comercio,
Unión gremial de Barcelona, Sociedades literarias y culturales y estudiantes. Asistieron también representaciones de
federales y nacionalistas, del bloque republicano autonomista, del partido radical, de los federales unionistas, de los jai"listas, de los liberales nion:irquicos, de los demócratas, de
'os reformistas, de los integristas y de otras sociedades y
partidos.
Según el cálculp,fJub'licado por algunos periódicos madrileños, la minifestación se componía dé 18 o 20.000 perdonas. Otros hicieron subir est.; número hasta 60.000, contándose, entre las adhesiones recibidas por. la Comisión
^rganizáílbra, las de 843 Ayuntamientos de C-italuña^
^43 Sociedades, todos los Sindicatos obreros de Barcelona,
^odas las Federaciones ob reras de Cataluña y 236 represen'aciones corporativas.
También se recibieron adhesiones telegráficas de América.
DATO. —Ustedes quieren separarse de España...
CAMBÓ.—Lo que queremos es separarnos de ustedes, que no es lo mismo.
NuM.
ESPAÑA
38.—6.
peinadas con bandolina de esos horteras que gritan;: muera
España! >
Buena parte de la prensa madrileña publicó un relato de
la manifestación y asamblea, relativamente extenso. Algunos
de estos periódicos limitaron a eso su atención. Pero es
justo añadir que otros, la mayoría, las comentaron, poniendo
en sus juicios alabanzas calurosas a Cataluña. Ejemplo, periódicos tan opuestos en ideas como El País y El Correo
Español. «Cataluña —dijo El País— se engrandece con actos cívicos cual el de ayer, y se ofrece como ejemplo y guía
alas demás regiones españolas.» «Cataluña—dijo El Co.
rreo Español—, ha sido en muchas ocasiones, y lo es ahora,
una vez más, universidad de ciudadanía. Admírenla y aprendan sus lecciones y sigan todos su ejemplo.» Y hubo, en fin,
periódico como El Liberal, que escribió rotundamente: «En
este caso concreto la razón es de Cataluña. Si no se llamara
Cataluña, va para rato que tendría logradas esas humildes
zonas.»
Pero ¿y el Gobierno y los partidos gubernamentales?
También han hablado uno y otros, por boca de sus respectivos órganos de publicidad. Pero su lenguaje ha sido
muy diverso, y harto significativo. Conviene que lo oiga Cataluña y toda la España que esté en condiciones de oir. La
Época ha calificado de «ineficaz e inoportuna» la Asamblea.
¿Por qué? Porque el Gobierno tiene en las Cortes todos los
proyectos económicos que los asambleístas solicitan. Cierto
que las Cortes, en lo que llevamos de año, no han celebrado más de quince sesiones, y están cerradas desde Febrero.
Pero esto no lo dice La Época. Al contrario: La Época afirma el respeto del Gobierno a las Cortes, y dice que en ese
respeto se basa la negativa del Gobierno a resolver por sí
las demandas de Cataluña,como si ésta pretendiera que se
resolvieran a espaldas del Poder legislativo y no hubiera pedido, precisamente, la apertura del Parlamento para resolverlas.
El órgano del Conde de Romanones tampoco atribuye
mayor importancia al acto ni a los anhelos de sus ejecutores. Sólo ha visto en la Asamblea que «hablaron los señores Cambó y Lerroux». Y acerca de la manifestación, estos
son sus juicios: «A la manifestación concurrió numeroso
público. El Gobernador lo calcula en 20.000 personas.
Otros cálculos reducen la cifra a 10.000».
El más explícito ha sido La Mañana, órgano del otro
partido de gobierno, el que acaudilla el Marqués de Alhucemas. «La de ayer—ha escrito—es una nueva Solidaridad
burguesa formada por hombres cuya lealtad se mide por la
ganancia. Vieron en la guerra un negocio y a obtenerlo han
dedicado todos sus esfuerzos, sin preocuparse de su licitud
ni de su conveniencia pública. El acto de ayer prueba que
Cataluña, que la misma Barcelona, no hacen causa común
con quienes toman su nombre para sus fines. Diez y ocho o
veinte mil personas cuando se queman las naves, en domingo, con tiempo excelente dan una sola sensación: la del
vacío.»
En Cataluña se preguntaron públicamente:—¿Qué pensará Madrid de nuestro acto?
En los juicios copiados pueden ver algo de lo que piensa
Madrid, el Madrid a quien iba dirigida esa pregunta.
PARA DESPUÉS
¿Satisfará el Gobierno las aspiraciones de Cataluña? Y si
no las satisface, ¿qué ocurrirá?
El caso ha sido previsto por los oradores que hablaron,
primero en la Asamblea y luego ante el pueblo congregado
frente al Ayuntamiento de Barcelona, siendo bien claras y
terminantes sus manifestaciones, especialmente las de los
Sres. Cambó y Lerroux.
He aquí las palabras del primero: «Yo os digo y aseguro
en nombre de la representación regionalista, que si el Gobierno hace la afrenta a Cataluña y a toda España de tener detentada la soberanía nacional, de impedir que resuene la
voz del pueblo en el Parlamento, nosotros actuaremos entonces no como parlamentarios: nos quitaremos la investidura de diputados y seremos simples ciudadanos como
vosotros; volveremos a ocupar nuestro puesto en medio
del pueblo, y con vosotros deliberaremos lo que conviene
hacer».
Con el Parlamento abierto nuestra voz será tan alta y
fuerte que se oirá en toda España, y la responsabilidad de
lo que pase será nuestra. Con el Parlamento cerrado será de
todos nosotros juntos.»
Y he aquí también las del Sr. Lerroux: «Si el Gobierno,
llegada la hora de cumplir sus promesas, se volviera atrás
y burlase las aspiraciones de esta región, podréis contar con
las fuerzas del partido revolucionario, que no ha de resignarse a sufrir la afrenta de una nueva hipocresía, y se incorporará a vosotros en cuantos actos realicéis.»
FIGURAS CONTEMPORÁNEAS
•¥••
LOS INTERESES DE ESPAÑA
BERNARDINO MACHADO PUEDEN CORRER PELIGRO
Por fin ha sido elevado a la primera magistratura de la vación portuguesa un /lombre cuya personalidad llena la amplitud del cargo. Bernardina Machada es una mentalidad- robusta, un carácter con espina dorsal, un corazón empapado
en el amor al pueblo. Hijo de una familia noble, se ha consagrado desde los primeros años de su vida a las tareas universitarias. Bepresenta, en este aspecto, un fervor pedagógico hermano del de Giner, Salmerón, Azcárate, cuya amistad
ha sido para Machado el vínculo español, por antonomasia.
Hay en su haber una. más positiva aproximación al pueblo,
una. entrega más decidida a la cosa pública. Hoy Berrvardino
Machado es en Portugal, no sólo político eminente, sino un
patriarca nacional.
La gran fiierza de su carácter es el optimismo. Su arma de
combate, la cortesía. Es indulgente con las flaquezas humanas. Eecoge de cada, hojnbre las cualidades positivas. Bs de
gran talento político. Siente atracción hacia los humildes.
Goza con el espectáculo de la casa obrera. Percibe la poesía
de la vida sencilla y la grandeza, del trabajo.
Tiene su historia política todos los hechos accidentados del
hombre de acción, del constructor de pueblos, y hay, al pro-
EMOS conversado con D. Melquíades Alvarez sobre un
punto importantísimo de sus recientes declaraciones con
motivo de su viaje a París ; sobre el asunto de la Federación
económica que proyectan los aliados. Amablemente nos ha
referido que desde hace varios meses vienen celebrándose conferencias entre importantes personalidades políticas, financieras y científicas de los países aliados para establecer una
especie de Federación económica de las potencias del Sur de
Europa que después de la guerra se levante frente a los Imperios centrales. Aun no se hallan precisados los problemas
concretos que ha de abarcar dicha proyectada unión. La cosa
es muy seria y se han verificado numerosos cambios de impresiones entre economistas y políticos franceses e italianos.
Hasta ahora las gestiones y proyectos son de carácter extraoficial. Existe una comisión mixta, presidida por Mr. Pichón,
encargada de ir planeando las bases para el concierto. En el
asunto intervienen políticos de tanto relieve como el citado
Mr. Pichón, Barthou, Hannoteaux, de parte de Francia, y
Luzatti, Pavía, ex subsecretario de Hacienda, y otros, de parte de Italia. En breve va a celebrarse en París un Congreso.
Mr. Pichón ha declarado al Sr. Alvarez que si a dicho Congreso acudiesen representantes de la producción española, seguramente serían acogidos con simpatía unánime. El segundo
Congreso se proyecta celebrarlo en Londres, lo cual significa
que Inglaterra no es extraña a los planes de sus aliadas, aun
cuando, naturalmente, es cuestión esa que en aquel país ha
de llevarse con ciertas reservas, dado su sistema tradicional
de comercio y, por tanto, la necesidad de preparar la opinión
previamente. Es indispensable que los agricultores, los industriales, los comerciantes españoles ss preocupen de este problema, que para ellos puede ser de vida o muerts. Si Italia,
por ejemplo, que es país de producción agrícola semejante a
la nuestra consiguiera tarifas más bajas que España en lo;
mercados franceses e ingleses, ¿ qué harían con sus vinos loí
productores españoles ?
H
• ^ ^
Hasta ahí lo que ha dicho el Sr. Alvarez. Nosotros repetimos con él que si ese proyecto de Federación llegara a realizarse, el problema sería para nuestra nación muy grave. En
ese caso sí que no cabrían neutralidades. Porque además el
Imperio alemán pretende a su vez extender el Zollverein a
Austria-Hungría y probablemente a algún país de los Balkanes, i Qué solución nos quedaría ? Si nos aislásemos, nuestros productos de exportación se encontrarían con barreras
por todas partes. Y para dar un bosquejo de cuales son nuestros intereses expondremos unos cuantos datos estadísticos sobre el comercio exterior de España con los países que proyecpio tiempo, en su vida una apacible serenidad, una devoción
tan esas Federaciones.' Los datos están tomados de la última
tierna por la familia y por el magisterio pedagógico.
estadística publicada por la Dirección general de Aduanas,
Su abolengo es liberal. Ha sido ministro con la Monarquía.
la de 1913 :
Su ideología entraba, sin embargo, en la concepción amplia
Tniportamos.
E.xportamos.
del liberalismo progresivo. Una cuestión de moralidad le lanzó al campo republicano, recibieñdd~~eon tan valioso refuerzo,
Millones tic pesetas. Millones de pesetas.
la causa de la República, un empujón decisivo. En la oposi204,3
327,7
Franrin
ción republicana no fué un contemplativo, sino un colaboraInelatcrra
244.7
231.6
dor eficaz. Ardorosos discursos parlamentarios, incesante proBélgica
45.0
45,3
^
Italia
15.9
34,8
paganda en los comicios, y labor revolucionaria para minar
509 9
639 4
el trono de los Braganza. Proclárnase la Jtepúblioa, Machado
es ministro del Gobierno constitucional. Es enviado después
Alemania
74,4
185,4
romo Embajador al Brasil, donde conquista para la Bepúbh-. Austria-Hungría.
10,3^
ca In simjMtía de miichos elementos realistas. Luego es Pre195,7
83,2
sidente del Consejo y prepara la, intervención de Portugal en
Comercio cx'crior total de F.spaña con los
el conflicto europeo, al lado de los aliados. La opinión le señapaíses aliados que proyectan federarse . .
1.1493
la desde el primer momento para el lugar que hoy ocupa. SoCon los Imperios centra'es
278,9
brevino el Gobierno Pimenta de Castrn. Berna,rdino Machado
se mantiene fiel al principio democrático. Con ardor juvenil
Creemos que esos datos son bastante expresivos. IJOS mercainterviene en la lucha, por restaurar en su integridad el valor
dos principales de España son Francia e Inglaterra. Allí van
constituéional de la, Bepúhlica. La recompensa, a su ademán nuestros minerales, nuestras frutas, nuestro corcho, nuestíos
de fidelidad constitucional es lá. Presidencia de la Bepública. vinos, nuestros aceites. Y ante referencias tan autorizadas,
Bernardino Machado no es un Presidente improvisado. Llesobre la Federación económica en proyecto, como las del señor
va al cargo una corona de prestigio, una larga historia polítiAlvarez, pensamos que lo menos que pueden hacsr nuestro
ca. Su posición respecto a España es cordial. Forma parte
Gobierno y nuestros productores es escuchar la voz de alarma
del núcleo iberista. Está familiarizado con nuestra vida nay prepararse a afrontar ul problema seriamente.
cional. Ha viajado por Europa. Conoce los tipos de cultura
europea. Es una garantía de .seriedad. Es de e.ftperar que su
actuación presidencial inaugure un periodo de prosjjeridnd,
/
de paz y de respeto para su país.
HOTEL DE VENTAS
5alones )*( 5alas )* Gabinetes )«( ñicobas ® Tocadores
34, ATOCHA. 34:
NUM
ESPAÑA
INTAD 0</"*POR*'</I*'MIJMO/
Y en Madrid un grupo de verdaderos intelectuales, y de
H Averdaderos
ricos, y de verdaderos refinados, y de mun-
quietud de la dueña de la casa. Acomódanse los tres fracs,
y preside la morganática, que ya adquirió la melancolía, y
en su piel, el nácar del otoño, y que conserva de su primavera los brazos aporcelanados, y de su estío las pupilas de
agua de mar. Luce un descotadísimo vestido goyesco. Una
cinta negra en el cuello y dos perlas alongadas en los lóbulos, al amparo de las patillas de gitana. Semeja el pelo un
cuervo con las alas extendidas, un cuervo que atravesaron
las púas de la afiligranada peina monumental.
Sirve la comida una doncella ahilada, quebradiza, en su
traje de gasas oscuras que transparentan sus carnes juve-
danos verdaderos, que viven como en el destierro. En todos
los países, la minoría privilegiada no hace sino marchar a
la cabeza de los rebaños de la muchedumbre. Entre nosotros
acaece al revés. El pueblo y las gentes excepcionales se divorciaron, porque la plebe se obstinó en no despertarse de
su modorra, en tanto las diversas aristocracias han doblado
su espiritual curiosidad.
El pecado a base de belleza, talento y lujo, naturalmente,
forma en la fila de los desterrados a causa,del lujo, el talento
piñolillo las lágrimas que corrían libres por su rostro. Dijo
la señorona:
—Cae usted providencialmente...—aquí el nombre del
cronista—. Ayúdeme usted a convencer a esta tonta... Le
estoy diciendo que se lance... Se le pasa el tiempo... ¿Su
padre qué es? ¡Un mamarrachista de escultor! ¿Y su madre?
¡Una loca! ¡Y ni un céntimo en casita! Yo le aconsejo que
atienda a ese inglés de la Embajada... Lánzate, ¡y nosotros
te ayudaremos...!
A los dos meses, la infeliz víctima aceptaba el yate que le
ofreció uno de sus adoradores. Murieron ya 11 linajuda
dama y el revistero tan célebre. El diputado hace de Poncio
Pilatos, vulgo gobernador civil, en una provincia de primera clase; sus cabellos se tornaron blancos. Vive también la
protagonista de mi verídica historieta, y en cuanto a sus cabellos, mantienen aquella su negrura, acaso ahora pecan por
demasiado negros...
¿No habéis asistido jamás a la tertulia de la aludida yachtwoman o de otra cualquiera morganática? Consentidme
una breve evocación. Es en el comedor de una divorciada,
que era muy rica, que la arruinó el marido, y que se -imió
con un marqués enormernente acaudalado. Hay una mesa
castellana y*de nogal, siglo xvi. Las sillas guarnecen e)
asiento con unos almohadones de damasco escarlata. Bajo
nuestros pies se extiende una estera levantina de esparto
amarillo. La opulencia argéntea de la vajilla muéstrase sobre
un arcón gótico, admirable reliquia de museo. Cuelgan de
los muros un retrato de escuela inglesa, estilo Reynolds, y
cerámica arcaica talavereña. Más damasco purpúreo en el
balcón. Cruza el tablero un aspa de rosas y crisantemos,
entre las bujías, con sus pantallas, que parecen gnomos. El
conjunto, un poco arbitrario, revela la exquisitez y la in-
O la belleza, y ya que alcanzó la maldición a las morganáticas, no me permitiría yo nunca excluirlas del corro de los
elegidos cuando llega el instante de las compensaciones. Y
no olvidemos que las morganáticas desempeñan una,misión
educadora.
No se engañe nadie pensando que el vocablo morganáticas conserva aquí su legítimo sentido de esposa cuyo
rango no alcanza al del marido. La cortesía y el ingenio
aplicaron la palabra a las amantes de los grandes señores.
Desde luego, no a toda amante del millonario o del duque.
La chula o el animalito de color de rosa que se redimieron
de la mancebía, del taller, por caprichosidad de un enamorado poderoso, pertenecen a una categoría ínfima, aunque
les traigan los sombreros de la Rué Royale y las retraten los
elegantísimos pinceles de Anselmo Miguel Nieto. La morganática pudo ser la millonaria o la duquesa legal; pero
estorbaron su bello sueño la pobreza propia y la del espíritu
en los demás, las circunstancias. Señoritas arruinadas, viudas y Princesas Bebé át la burguesía, he ahí el plantel de
morganáticas. Escuchad una anécdota en que intervienen
la mujer de un presidente del Consejo de Ministros, un ilustre escritor que se distinguió pergeñando revistas de salones, un diputado y una de las españolas más interesantes
desde la Restauración a nuestros días. El literato llevaba al
diputado a la casa de la dama insigne, y ambos la hallaron
en la serré y en pompañía de una muchacha adorable, que
apenas oyó a los intrusos, precipitóse a secar con un fino
mcMM
•W*)^
"ICNif.t
niles. Uno de los fracs, el más viejo, se encandila mirando
a la muchacha. Y no pasan de ahí las manifestaciones eróticas de la reunión. En el potage se ha hablado de teatros, y
no varió el tema hasta que el marqués, descansando de chupar un espárrago, refiere un episodio de la guerra, y luego
se platica acerca del espiritismo, y resulta que la morganática ha sido una de las reinas con Felipe II, Ana de Austria.
El tercer frac es un poeta joven, y ha brindado a la amiga
un racimo de uvas.
—Gracias... Pero me da pereza ir arrancando los granos
imo a uno... Me ocurre lo mismo cuando quieren presentarme gente nueva... ¡Ya tengo pereza de todo!
Quédase el poeta con el racimo, y madame alárgale su
diestra en compensación. Y el vate besa la epidermis suavísima, por encima de la piedra negra montada en platino.
Después es la humareda de los cigarrillos, en torno del
recién traído encendedor, con su llama diabólica...
¿Y el pecado? Por buen tono, el pecado ya no peca. La
morganática no suele ser viciosa, y, en último caso,' sus
vicios consisten en practicar las virtudes de'las grandes
damas de la sociedad. Seduce la aventura a la esposa legítima, y, en cambio, a la morganática interésanle los claros y
armoniosos placeres del home a la manera británica. También el sport y las artes. ¿Cómo definir, cómo psicologar
las morganáticas? ¿Quién osará definir una mujer, y una
mujer de lujo? La morganática es eso, una muj r de lujo.
NuM. 3 8 . - 8 .
pero sin prejuicios, sin remilgos, y que conoce la amargura
de vivir en la lucha de los desheredados, y que necesitó
fabricarse su propio trono, y que se ha adiestrado en la seducción. Para vosotros, para mí, la diferencia entre una y
otra dama consiste en que la morganática atiende a su alrededor, como ios jardines que antaño sólo recorrían los
reyes abriéronse un día a la multitud.
Y ya comprendéis la misión de estas mujeres casi mitológicas, hechas con belleza, talento y lujo. Labor comparable
la suya a la de las actrices y aun a la de los intelectuales.
Dan un ejemplo de buen gusto y de independencia; como
un ácido digno de haber sido creado por los Borgias, corroen la mezquindad de nuestras costumbres. No escandalizan, y sí que sugestionan. Yo compararía las morganáticas a bellos libros extranjeros traducidos para propaganda
del deseo de riqueza, de spril, de faustuosidad y de sensualidades, ese haz del mal que tanto y tanto bien nos haría a
los pobrecitos españoles, ya que no acabamos de salir de las
catacumbas...
FEDERICO GARCÍA SANCHIZ
VIDA
NACIONAL
UNA DICTADURA INTELIGENTE
E
STAS horas de la neutralidad son también horas de inercia. Sin duda, neutralidad era para muchos españoles el
rescate de los anos perdidos, un período de cordura. Ha
consistido, por las muestras, la suma prudencia política de
ahora en cortar el cordón umbilical de España con el resto
del mundo y caer en la placidez abúlica o en la neurastenia
colectiva. Para muchos españoles neutralidad significa desaparición de ob»stáculos interiores para que un gobierno
inteligente pueda moverse sin estorbos: el deseo de llegar
a una movilización económica y política. Este gobierno
hubiera ejercido, no un despotismo plácido y sin sentido,
sino una tiranía liberal. Esto es, una dictadura inteligente.
El primer gesto contra' la palabra dictadura ha de ser forzosamente reprobatorio. Pero si se mira la cosa a fondo, se
verá que dictadura, en el caso de España, no es más que
libertad, desprender las amarras del servilismo y de la co-
ESPAÑA
bardía cívicas a impulsos de los martillazos que sobre las
cadenas españolas descarguen unos hombres inteligentes.
En el reinado del imbécil Fernando VII, se solía llamar
despotismo ilustrado a una tendencia política inaugurada
por D. Francisco Cea Bermúdez, que pretendía imponer,
sin las cortapisas de discusiones y trámites estériles, el reinado de las cosas buenas y saludables. El defecto del despotismo ilustrado fué su odio a la Constitución. Es grave,
sin duda, el que nueve hombres, ante sí mismos, pretendan
imponer a un pueblo las soluciones y resoluciones para
ellos excelentes y eficaces. Pero lo que sucede en una dictadura inteligente no es eso. Sucede que las cosas opimas, que
van a poner el engranaje nacional a tono y en disposición
de andar, están en la conciencia de los ciudadanos, se mascan en el ambiente político, pero luego, por una incapacidad
táctica o por deficiencia motriz, o bien por más complejos
motivos psicológicos, esas cosas siguen colgadas en lo más
alto de la espetera, en calidad de ilusiones reconfortables, en
calidad, a lo sumo, de esperanzas sin realidad. Otro caso
puede presentarse. La falta de energía y de quid inteligente.
Entonces la cosa será indudablemente más peliaguda. Se
trata de una indumentaria que no puede comprarse a precio
fijo y en el bazar. Cuando esto sucede, si surgen en la nación hombres con disposición inteligente y voluntad templada, lo que puede salvar a esos pueblos es el ensayo de esos
hombres: los martillazos que sobre los grilletes nacionales
descarguen ellos en calidad de libertadores, cuya paradójica
posición les obliga a imponer los principios democráticos
por medios absolutistas.
¿Cuáles razones, graves razones, pueden impeler a esa
dictadura inteligente? La libertad no puede existir sino en
una sociedad de hombres libres, esto es, conscientes. La libertad no hace en abstracto libres a los hombres. Un humorista, puede decretar la más amplia y utópica de las libertades desde el despacho de su caletre, para todos los pueblos
de la tierra Pero ¿qué será esa libertad? Una libertad en abstracto. Los pueblos seguirán bajo la opresión. La libertad la
hace el hombre. Es una cosa práctica que de nada sirve sin
la persona que ha de gozarla. Un régimen liberal en Bosquimania sería una grotesca parodia en pugna con la libertad misma. El sufragio en manos del que no sabe usarlo,
no es libertad, sino donación peligrosa de un bien inalienable. Lo menos que merece quien lo enajena o vende es la
pena de obediencia servil, absoluta, la degradación civil.
Pretende la dictadura inteligente salvar los obstáculos que
la canalla dorada asentada sobre el servilismo, opone a la
realización de la voluntad inteligente. Un régimen así pues,
no lo es de opresión, sino de metódica liberación.
No faltará quien atribuya a estas líneas bastardas intenciones liberales. Una dictadura inteligente no puede ser de
un general, ni de un Calomarde, ni de nadie que pretenda,
no dirigir la vida nacional hacia adelante, sino hacia atrá'^.
Ha de ser hacia adelante la dinámica inteligente. Ha de fundarse, precisamente, en la voluntad democrática de quienes
promulguen una movilización déla indolencia y del sempi-
terno no hacer nada. Los procedimientos dictatoriales encaminados a trasladar la España del siglo xx al siglo xvi, no
son inteligentes, sino oscuros y torpes. Están en pugna
con el atisbo inteligente que busca realizarse saltando por
encima de la inercia. Son la inercia llevada al cementerio
de la historia. Lo contrario es la dictadura inteligente, que
pretende alejarse, para sus latidos sociales, del camposanto
y desarrollarse en plena fiebre vital, en la calle principal,
como si dijéramos, de una gran ciudad.
Se ha hablado, con el vago anhelo de que el ensayo resultara eficaz, de un gobierno nacional. Un tal gobierno sería probablemente un pozo de desbarajuste. Yo creo que lo
que se hi pretendido expresar con esa aspiración de un gobierno nacional, es otra cosa: un gobierno inteligente, sin
las trabas estériles de los oposicionistas por obligación o
sin la amenaza de perecer en manos de una confabulación
de postergados.
El demos sería el alma de un gobierno inteligente. La democracia. Pero, por esta filiación misma del demos, no podría inhibirse de conjugar el verbo hacer. No hacer en una
democracia destartalada y borreguna, para un gobierno inteligente es alienar su inteligencia. La postura del cuerpo
nacional es quejarse de que tiene las manos encadenadas.
En las horas eutrapélicas acostumbra dar «¡vivas a las cadenas!»; en las horas irritadas, de severidad y examen, suspira porque le rompan a m ¡rtillazos las cadenas. Esto es, por
un gobierno inteligente.
JUAN QUIXE.
UN MAESTRO P I D E LIMOSNA
ACE año y medio fué jubilado el maestro de instrucción
primaiia de Orevillente D. Calixto Serrano. Tiene setenta y un años de edad. Ni un solo haber ha cobrado del
Estado desde el día de su jubilacit'n. Últimamente el Ayuntamiento y el acalde le han ne'gado un préstamo de 100 pesetas.
Ha ejercido durante cuarenta años la profesión en Telia,
Beleña, Saspasiles, Elorenc, Santa Coloma, Silla, Tarifa,
Novelda, Crevillente.
La miseria y el hambre acosan a la familia de este maestro
que, para aliviai'la, pide limosna.
La Junta Central de derechos pasivos del Magisterio tiene
competencia en el asunto, y es a ella, según nuestros informes,
a quien corresponde, en este caso, censurar.
H
LA TRASATLÁNTICA
A publicado Til l'iogreso, de Pontevedra, un patriótico
artículo sobre el aumento de precios del pasaje por la
("ompañía Trasatlántica. No sale indemne tampoco de la censura de Bl Progreso la casa Pinillos, Izquierdo y Compañía.
Estas Compañías cobraban antes de la guerra 31 duros por
pasaje de tercera a la Habana. Hoy cobran 252 pesetas. El
aumento asciende, pues, a un 65 por 100. Pero en realidad, el
aumento es mayor. La peseta, antes de Agosto de 1914 perdía
en el cambio un 10 por 100. Hoy tiene de premio un 11
por 100. Las 155 pesetas que percibía antes la Trasatlántica
quedaban reducidas, pues, a 139 unidades de moneda internacional. Por otra parte, las 252 pesetas, que cobra hoy valen
284, 16 francos. El aumento hecho en los pasajes de tercera
clase asciende, por tanto, a un ciento cuatro por ciento.
Y añade El Prorireso: «No hay motivo que justifique este
numento. Las Compañías inglesas y francesas luchan o lucharon hasta hace poco con el peligro de los corsarios alemanes,
que ijerseguían a muerte sus embarcaciones ; los fletes y lo-s
seguros se elevaron en Francia e Inglaterra en proporción del
peligro ; los combustibles y víveres subieron de precio con las
dificultades de proporcionárselos... Entretanto la Trasatlántica Española navegaba bajo nuestro pabellón, unánimemente
lespetado, libre de toda eventualidad desagradable... Pues
bien, si diferencia hay entre lo que cobran la Compañía española y las Compañías inglesas y francesas a los pasajeros, la
ventaja está de parte de las primeras. Y es que la Trasatlántica Española no contenta con aprovecharse del aumento de
precios que la guerra ha producido, justificado en otras na^
cienes, cobra la mayor seguridad que a los Vj^ijeiiOs proporción
na nuestro pabellón, cobertera indulgente de la codicia sin límites del marqués de Comillas». • ''
'• •
H
LA ACCIÓN EN MARRUECOS: EL GENERAL JORDANA CON EL GENERAL LAUTEY EN LA EXPOSICIÓN DE CASABLANCA
Y a continuación expone que las circunstancias actuales son
favorables a los navieros españoles, lo cual ha permitido a los
de Bilbao renunciar a las primas de navegación, ejemplo no
imitado por la Trasatlántica.
ESPAÑA
NuM.
LOS SOLDADOS QUE NO VISTEN UNIFORME
FIGURAS CONTEMPORÁNEAS
OBRE el asunto de los soldados emboscados respecto al uniforme y ascensos, se nos facilitan nuevos datos. Se refieren a Madrid. En la compañía de Infantería de Marina de
esta Corte hay cuatro hijos de jefes del Cuerpo general, seis
de jefes de la Administración de la Armada y cuatro de otros
cuerpos.
«Esto sin referirnos—nos dicen los informantes— a los
Apostaderos de Cádiz, Ferrol y Cartagena, verdaderos refugios de jefes de la Armada. El patriotismo de quienes así se
conducen, está bien a la vista.»
S
UN PUEBLO INFECTADO
H
EMOS recibido un artíoilo de El Vía, de Alicante, firmado
por D. Gonzalo Rico. Con el título «Un pueblo infectado», dice: «En las estribaciones de la sierra Altana, está enclavado el pueblo de Benasau. No llega su censo a 300 almas.
El clima es benigno y saludable. Las sierras vecinas dan agua
potable en abundancia, de una potabilidad encomiástica ; los
aires son fuertes, robustecedores. Pues bien, en este pueblo se
ha desarrollado desde el mes de Mayo una epidemia de tifus.
La mortalidad oscila en Benasau entre seis y ocho defunciones por año. Ahora hay semana que se registran seis defunciones. Casi todo el pueblo, contadas las familias del médico y
del alcalde, ha sido atacado por el mal. El foco de la infección
reside en unas balsas que reciben agua de los desagües de los
puentes y lavaderos. Esta balsa nunca se limpia. A ella son
arrojados animales muei'tos e inmundicias. En la superficie
hay una capa de cieno que exhala olores insalubres. Hay un
pozo también al cual se arrojan inmundicias. El estado de
corrupción de estas aguas es, sin duda, el origtn de la epidemia. Estas balsas y este pozo están en las puertas del pueblo.
En el lavadero público tampoco hay la limpieza que aconseja la higiene, y en él se lavan juntas las ropas de sanos y infermos.»
APERTURA DE CURSO, PERO NO DE CLASES
u
NA extensa carta nos envía un estudiante de la Universidad Central. La inspií'a un sentimiento noble de amor
al estudio. Hay en ella una queja. Los alumnos del curso preparatorio de Filosofía y I-etras y Derecho, hasta el 7 de Octubre no habían recibido oi'den alguna respecto al día y lugar
de su clase. No hay au'a disponible, al parecer, donde celebrarlas.
LA TUBERCULOSIS EN RIBADEO
os remite el Sr. L a i o a Alvarez el siguiente j'ecorte de
Tribuna Popular, de Kibadeo, Lugo: «En Ribadio hay
un número de tubérculo-os enorme. Las víctimas de esta terrible enfermedad no caben en el diminuto cementerio del
pueblo. Las casas deshabitadas, los cu.chitriles miserables son
guaridas de aspirantes a tísicos. Nadie denuncia, ni médicos
ni autoridades, la insalubridad de esas viviendas que, sin embargo, dan renta a sus dueños.»
N
LAS ESCUELAS DE ARTES E INDUSTRIAS
L obrero Agusín Arias Carreño nos envía desde Gijón, en
nombre de muchos camaradas, una protesta. Se refiere a
las Escuelas de Artes e Industrias, de cuyo tema se ha ocupado ampliamente ESPAÑA. En opinión de estos obreros, dichas Escuelas no llenan su cometido, son inútiles. Los obreros, por su parte, desean con veliemencia elevar el nivel de su
Cultura, pero esas Escuelas, a su juicio, no corresponden al
propósito que anima a los obreros.
E
A los Abogados,
res, etc., interesa
Privado»,
Jíieces,
Notarios,
conocer la
«Revista
tínica que en España
mente dedicada
de
Derecho
se publica
especial-
al estudio del Derecho civil y
cantil y sus procedimientos
Jurisprmiencia:
Registrado-
Canónica,
y de la Dirección general
(Doctrina,
de la Sala
Legislación,
/ . ' ' del T.
de los Registros
Las
suscripciones
comienzan
El
nislao
de las
Maestre,
calle
administrador,
Pozas,
etc.).
o
Julio.
Extran-
D.
Esta-
12,
Imprenta,
de los
publica-
a su elecciÓ7i, a los que lo soliciten y
ejerzan
Madrid,
dos,
en Enero
semestre, 6 pesetas; año, 10 pesetas;
jero, año, 75 pesetas.
S.
del mes
anterior, comentada y concordada; Bibliografía,
España,
mer-
remite m'imeros de nmestra
cualquiera de aquellas
profesiones.
FABRICA DE CORBATAS
\% CAPELLANES, 12
Camisas, guantes, pañuelos, géneros de punto.
ELEGANCIA )ft SURTIDO )ÍÍ ECONOMÍA * PRECIO FIJO
JOSÉ ENRIQUE RODÓ
José Enrique liodó es el último de los maestros americanos,
en cuya serie figura al lado del patriarca Andrés Bello, del
yrofético y rebelde Sarmiento, del persiinsivo Luz y Caballero,
del turbulento y elocuente Montalvo, de Ignacio Itamírez—
el irónico estoico,—del certero y sabio Barreda, de Eugenio
de Hostos, místico intelectwalista embriagado de. razón y moral, liodó es, de todos ellos, el primero que edii,ca solamente
con la, palabni escrita, lo cual es signo de una nueva era en
el desarrollo de los pueblos a:/nericanos.
Maestro del habla castellana, cuyos secertos todos posee, su
estilo, para ser claro y preciso, no ha necesitado privarse de
la tradicional fragancia. Tampoco ha creído que el desenvolvimiento de una lengua esté sometido a caprichos individuales y , así, la suya procede directamente de la fuente castiza.
Es en el día uno de nuestros primeros escritores.
Moralista por temperamento—y también al modo castizo—
en vez de Ivacer libros inspirados en libros ajenos, vuelve a
la clásica manera de sacar sus verdades éticas de las experiencias y meditaciones propias. Sin preocuparse por obtener a.rtificialmente la originalidad del sistemn filosófico, es original
cvíindo enlaza, el principio de la evolución—la, evolucii'm creadora ili' Bergson -• con el ideal de una narma de acción para.
38.—9.
como el curso mismo del pensamiento,—y se disemina, en ensayos sobre todos los aspectos de la vida moral.
En su primera juventud fué poeta. A veces—más por honradez civil que por vocación—ha, intervenido en el periodismo
y la/política. «iS'fc escritor—dice—y no haber sido nunca periodista, en tierra como la nuestra, significaría, más que un
tiiiilo de superioridad o selección, una patente de egoísmoa.
LETRAS AMERICANAS
EL CENTENARIO DE CERVANTES DESDE AMÉRICA
Esie artículo de José Enrique Rodó, en que el sentir de
América se enlaza con la actualidad española, ha aparecido en el segundo numero de La Nota, revista semanal
que ha empezado a pab'.icarse en Buenos Aires y que
cuenta entre sus colaboradores a los más afamados publicistas de la América latina.
SPAÑA se dispone a celebrar, dentro de pocos meses, el
centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. Uu
centenario más, como el de Calderón y el de Velázquez—
ocasiones, no muy lejanas, de fiestas semejantes—, no importaría gran cosa. Las solemnidades de la pompa oficial,
las declamaciones de la vanidad oratoria, los rebuscos de la
erudición pedantesca, bastarían para mantener el consecuente ritual de conmemoraciones de esa especie. Pero debe
fiarse en que la sugestión y el estímulo de la oportunidad
enciendan en el alma de la juventud española —donde hay
prometedoras potencias de meditación y poesía—, la inspiración que concrete en estudio, poema u obra de arte, la
grande ofrenda que aun debe España a su más alto representante espiritual, que fué a la vez el mayor prosista del
Renacimiento, y el más maravilloso creador -de caracteres
humanos que pueda oponer el genio latino al excelso nombre de Shakespeare.
La ocasión obliga, con igual imperio, a esta América
nuestra. El sentimiento del pasado original, el sentimiento
de la raza y de la filiación histórica, nunca se representarían
mejor para la América de habla castellana que en la figura
de Cervantes. Cualesquiera que sean las modificaciones
profundas que al núcleo de civilización heredado ha impuesto nuestra fuerza de asimilación y de progreso; cualesquiera que hayan de ser en el porvenir los desenvolvimientos originales de nuestra cultura, es indudable que nunca
podríamos dejar de reconocer y confesar nuestra vinculación con aquel núcleo primero sin perder la conciencia de
una continuidad histórica y de un abolengo que nos da
solar y linaje conocido en las tradiciones de la humanidad
civilizada. Y esa persistente herencia no tiene manifestación
más representativa y cabal que la del idioma, donde ella se
resume toda entera y aparece adaptando a sus medios connaturales de expresión las adquisiciones y evoluciones sucesivas. Confirmar la fidelidad a esa forma espiritual que es
el idioma y glorificarla en el recuerdo de su escritor arquetipo, es, pues, el modo más adecuado y más sincero con que
América puede mostrar el género de solidaridad que reconoce con ia obra de sus descubridores y civilizadores.
E
la vida, creando la fórmula de la persistencia indefinida de
la educación, fíe su obra surge una enseñanza: la fe en el
destino personal y en el rendimiento del esfuerzo humano.
Escritor ético que suele tener las amenidades del fabulista
y las exquisiteces del narrador de cuentos, acude a los ejemplos de la historia, a las anécdotas de las vidas representativas, 1/ exprime después la moraleja, alargándola en amplios
párrafos de rancio sabor; procedimiento que, a veces, da la
impresión de ser un poco inactual. Rodó, escritor uruguayo,
ha vivido sus cuarenta y tres años en Montevideo, y hay por
No hay otra estatua que la de Cervantes para simbolizar
sus escritos cierta serenidad provinciana de hombre que se
en
América la España del pasado común, la España del sol
niega a, las inquietudes de la vida contemporánea.
sin
poniente. Los reyes que la abarcaron coii su cetio, aun
Su renombre comienza en 1897, con un célebre estudio en que
cuando
mereciesen alguna vez mármol o bronces, no pointenta sugerir los rasgos del futuro dominador literario: nEl
drían
encarnar
jamás en mármol ni bronce americano, poréwe ;vendlird¡j>. Al año siguiente, produce el estudio de las
que
representan
la autoridad de que nos emancipamos y las
dProsas profanas» de liubén Darío, que figura al frente de
éstas, donde, llevado por el encanto de analizar nuevas y su- instituciones que sustituimos. Sólo la noble imagen de Isatiles emociones, no cumplió acaso la principal función de la
bel la Católica dominaría sin incongruencia en suelo de
crítica—la síntesis,—pero que es, con todo, una de las páginas América, rescatando en gloria perenne las joyas que costeamás hondas de la actual crítica española., tan pobre en los
ron la aventura sublime, y figurando como el numen matertiempos que corren.
nal de nuestra civilización. Pero el símbolo requiere en este
Después aparece el «Ariel-a (1899), especie de sermón laico
caso tormas más recias y viriles que esa suave fisonomía de
a la juventud hispano-americana, de que se han hecho hasta
mujer. Los portentosos capitanes de la Conquista, los legendiez ediciones,, muchas de ellas privadas, y que ha convertido
darios
sojuzgadores de mares y de tierras, tienen un caráca sus lectores en activos propangadistas—con ser los libros de
ter
que
excluye la entera apoteosis americana, como persoliodó de difícil acceso en la mayor parte de América. En el
nificaciones
de la ejecución brutal, consumada con sacrificio
nArieln critica liodó el tipo de civilización «yanqui», declarándolo el menos adecuado para los latinos de América; pero del indio, que también es carne y alma de América. Los cono define con bastante eficacia los nuevos ideales, ni era ello lonizadores, gobernantes o misioneros, en quienes se apaposible puesto que la Hispano-América no ha brotado utón,
cigua y endulza la empresa civilizadora, proporcionan más
de.<;de el seno de su complejidad social, la idea-fuerza que ha de una figura c«paz de ser glorificada en la parte del Conde pre.iidir sus destinos. Su consejo se resuelve, pues, en ciertinente a que se contrajo su influencia; pero ninguna de
to «entendimiento de hermosura» que ha de servir, juntamente, al bien y a hi belleza—a. la teórica y a la práctica, del magnitud continental. En cuanto al Descubridor, a España
pertenece su gloria, sin duda, pero no su persona, y las esm.u.ndo hu,ma.ni)—y en una espectacióm inteligente que descutatuas
que reproducirán infinit^^nte su imagen, de uno al
bra el sentido del porvenir.
otro
extremo
del mundo concedido a su fe, no son las aptas
En .ws posteriores obras («Motivos de Proteo», «El mirador
para
significar
el genio original y propio de la civilización
de Próspero») funda liodó el concepto del libro «abierto .whrc una perspectiva indefinida»- -en per2)etua derivación transplantada.
E S P A Ñ^ A - ^
iNriM. 3 S . — l ü .
Sólo queda buscar el símbolo personal en el mundo del
espíritu, donde esa civilización forja sus normas ideales y
sus medios de expresión, y escogerlo en quien tiene dentro
de ella personalidad más característica y más alta. Hay,
además, entre el genio de Cervantes y la aparición de América en el orbe, profunda correlación histórica. El descubrimiento, la conquista de América, son la obra magna del
Renacimiento español, y el verbo de este Renacimiento es
la novela de Cervantes. La ironía de esa maravillosa creación, abatiendo un ideal caduco, afirma y exalta de rechazo
un ideal nuevo y potente, que es el que determina el sentido
de la vida en aquel triunfal despertar de todas las energías
humanas con que se abre en Europa el pórtico de la edad
moderna. A un objetivo de alucinaciones y quimeras como
el que perseguía el agotado ideal caballeresco, sucede el firme objetivo de la realidad, abierta a los fines racionales y a
la perseverante energía de los hombres. El mundo imaginario que había dado teatro a las hazañas de los Amadises y
Esplandianes se desvanece como las nieblas heridas por el
sol, y lo sustituye el mundo de la naturaleza, redondeado y
conquistado por el esfuerzo humano; la América vasta y
hermosa sobre todas las ficciones, que con su descubrimiento completa la noción del mundo físico, y con el incentivo de su posesión ofrece el escenario de proezas más
inauditas y asombrosas que las aventuras baldías de los caballeros andantes.
La filosofía del <Quijote» es, pues, la filosofía de la conquista de América. La radical transformación de sentimientos, de ideas, de costumbres, para la que el hallazgo del
hemisferio ignoiado fué causa concurrente, es la que adquiere forma poética imperecedera en esa epopeya de la
burla, donde el jovial espíritu del Renacimiento dirige sobre
los últimos vestigios de un ideal moribundo, las mortales
saetas de la ironía. América nació para que muriese Don
Quijote; o mejor, para hacerle renacer entero de razón y de
fuerzas, incorporando a su valor magnánimo y a su imaginación heroica, el objetivo real, la aptitud de la acción conjunta y solidaria y el dominio de los medios proporcionados
a sus fines.
Mientras muere vencido el Ingenioso Hidalgo y perece
con él el tipo de héroes de las fábulas de caballerías, melancólicos como Tristán, vagos e inconsistentes como Lanzarote, inmaculados como Amadis, se consagra en las tremendas lides de América el nuevo tipo heroico, rudo y
sanguíneo de lo? Corteses, Pizarros y Balboas, perseguido-
res de realidades positivas; apasionados, tanto como de la
gloria, del oro y del poder. Mientras la armadura herrumbrosa y la adarga antigua y el simulacro de celada del iluso
caballero se deshacen en rincón obscuro, resplandecen al
sol de América las vibrantes espadas, las firmes corazas de
Toledo. Mientras Rocinante, escuálido e inútil, fallece de
vejez y de hambre, se desparraman por las pampas, los
montes y ios valles del Nuevo Mundo los briosos potros
andaluces, los heroicos caballos del conquistador, progenitores de aquellos que un día habrán de formar, con el «gaucho» y el «llanero», el oiganismo del centauro atnericano.
Mientras se disipan en el aire los mentidos tesoros de la
cueva de Montesinos, fulguran con deslumbradora realidad
la plata de Potosí, el oro de Méjico, los diamantes y esmeraldas del Brasil. Mientras fracasa entre risas burladoras el
mezquino gobierno de la ínsula Baratarla, se ganan de este
lado del mar imperios colosales y se fundan virreinatos y
gobernaciones con que se conceden más pingües recompensas que las que rey alguno de los tiem,ios de caballeiía pudo
soñar para sus vasallos.
Así, el sentido crítico del «Quijote» tiene por complemento afirmativo la grande empresa de España, que es la
conquista de América. Así, al figurar una viva oposición de
ideales, dejó escrita ese libro la epopeya de la civilización
española, deteniendo, como hechizada, en el vuelo del
tiempo, la hora culminante en que aquella civilización llega
a su plenitud y da de sí nuevas tierras y nuevos pueblos.
Y así el nombre-de Miguel de Cervantes, no sólo por la suprema representación de la lengua, sino también por el carácter de su obra y el significado ideal que hay en ella,
puede servir de vínculo imperecedero que recuerde a América y España la unidad de su historia y la fraternidad de
sus destinos.
JOSÉ ENRIQUE RODÓ
Montevideo, 1915.
LA SEMANA ARTÍSTICA
EXPOSICIÓN MARÍN RAMOS
N casa Vilclies celübra estos días el pintor Marín Ramos
una exposición de sus obras más recientes. Son estas sesenta y cuatro, y todas ellas representan impresiones rápidas
de masa, movimiento y carácter. El Sr. Marín Ramos se mueve en una cierta tendencia ecléctica que surgió hará unos
veinte años dentro del primer impresionismo francés, y que
viene a ser una especie de decadencia o descomposición del
mismo. Así, vemos en estas pinturas principalmente dos influencias que pueden parecer contradictorias : la una que deriva de la serie de óleos y pasteles de Degas, que tienen por
temas escenas de baile, y la otra de la pintura intimista y
tn cierto modo monocroma de Eugenio Garriere. De estos dos
grandes artistas toma el Sr. Marín Ramos elementos puramente externos, tales como dejar las cosas en la.penumbra,
d¿ modo que apenas se perciba un atisbo de expresión, cierto
modo de combinar los grises con tonalidades vivas, y aun detonantes, ciertos modos de movimiento. Es esta pintura de
Marín Ramos como una sucesión de sombras coloreadas ; como
una sucesión de imágenes violentas que jamás se concretan,
lista representa un café cantante: tn el tablado una buena
moza de mantón hace desgarradas filigranas. No se percibe
de ella más que una mancha intensa de color, que se agita rápidamente. En el público unas cuantas caras borrosas con expresión de barbarie. Otras representan un paseo, una feria,
una taberna. El procedimiento es el mismo : unas cuantas
manchas vivas, unas cuantas manchas obscuras, achocolatadas, rebullicio de masas imprecisas. A las veces se abre una
perspectiva, un ¡paisaje árido con unas cuantas casuchas, y entonces ese arte impresionista, todo imprecisión, del Sr. Marín Ramos nos atrae el recuerdo de aquel D. Francisco Goya
y Lucientes, que fué quizá el iniciador y gran maestro de este
linaje de pintura.
E
EL PALACIO DE JUSTICIA
N uno de los patios del ministerio de Estado se han expuesto al público diversos planos y proyectos para la construcción del Palacio de Justicia. Nosotros nos quedamos con
la vieja casa de las Salesas. Había en ella una sobriedad, una
discreta elegancia, que no ha de reaparecer en el nuevo edificio. Madrid va perdiendo la discreción de sus antiguos palacios, y en cambio está adquiriendo un tono de desagradable y vana, del que llegará a ser modelo la futura Gran Vía.
El Palacio de Justicia será una nota más en este sentido. En
uno de los proyectos hay relieves y estatuas que ha de ejecutar D. Mariano Benlliure. Es todo un símbolo...—J. DE LÁ E .
E
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HISTORIA ILUSTRADA DE LA GUERRA DE 1914
POR GABRIEL HANOTAUX
EX MINISTRO DE ESTADO. MIEMBRO DE LA ACADEMIA FRANCESA
TRADUCCIÓN DE
LUIS RUIZ C O N T R E R A S
••
PRÓLOGO DE
MIGUEL D E U N A M U N O
M. Hanotaux tiene bien atreditadas las facultades insuperables para este empeño que
aliui>a aoomete du simultanetr con la presente }fuen-a su historia.
Tan «olamente los oon temperan eos conocen las honduras intimas y verdaderas de la
aparento realidad. Sin l'orcejíos de evocación y reconstitución, que las más veces se frustran, contemplan a los Jieohos v los personajes suspensos en su medio natural, que es el
«aliento colectivo», proiagünsta histórico fugaz y volátil, sólo por sus huellas oognocible.
de un artista, de un delicadisimo artista, do un poeta, y un hombre humano, un huraanisla
I-a «Historia Ilustrada de la Guerra de 1914»está escrita por uno de los hombres ¡lue
mejor pueden escribirla, por Hanotaux, que sobre ser un eminente historiador, educado
en las más severas disciplinas históricns, lia pdido, como ministro de Relaciones Exteriores ¡lue fué en Francia, conocer interioridales de su preparación y gestación. Pocos,
si es que liay iilguion, tan capacitados, pues, como Hanotaux para guiarnos á la comprensión de la necesidad histórica de esta guerra.
MIGUEL DK UNAMUNO.
Historiadores franceses: Michelet, Taine, Fustel de Coulanges... (En un lugar aparte, ni
.
. iespi
,
más alto ni mñs bajo, pero aparte. Fustel de Coulanges, el noble historiador que ve en «las
de lo que so trate, ni se aaarcan conjuntos ni so atiaban casualidades v conexiones, ni las ideas» la Jionda propulsión ao la humanidad). Después han venido Sorel, Vandal, Lavisse.
esencias so destacan entro accidentes oluscadoi-es.
íY Hanotauxí íDónde le colocaroinosl' En esto grupo do los historiadores recientes; pero,
De estas prendas espirituales, aristocráticas, tione dadas muestras insignes M. Hano- ícómo caracterizarlo! Hanotaux tiene una pluma ligera, pintoresca, culorizada, plástica;
taux, on su «Historia de la Francia Ckintemiioranea», su «Historia do Richeliou», sus mo- es un discípulo de Taine. Nos quiere mostrar el paisaje, la ciudad, la calle, las gentos, los
iiografias sobre la «Crisis Surofiea do 1621», sobro la Di}.lomacia fi-ancctsa desdo el Tratado gestos. Nada más lejos de la liistoria seca y di/usa, al antiguo modo, que las paginas do
de Westpaha hasta la Kevoluíjión, sobre el espinoso y palpitante tema de Fncho<la y la Hanotaux. No dudo de que su historia do la presente guerra europea será loida con vivo
nc>?o*;iación Africana, y soñaladameníe en su «Juana de Arco», tiue es donde, á mi pare- agi-ade.
A7.ORIN.
cer, salió mas airosa la alteia exacta de su independencia mental.
{Desean
ustedes
mi
opinión
acerca
de
la
«Historia
Ilustrada
de
la
Guerra
en 1914?»
-M. Hanotaux pénese á triaar sus nuevas páginas sobi e un prestigio claro y firmo que
Para mi Gabriel Hanotaux es un hombre de corazón, y la Historia solamente los homnías aci-tícontamn seguramente.
A.MAURA.
bros de corazón pueden escribirla.
iSi será imparciali Esi)ero que su alma de f.ianccs no le permita serlo. Esta guerra de la
l'oUtico importante, diplomático hábil, Jiistoriador ameno y concienzudo es el ex-mi- barliarie
teutona deben escribirla los hombres de los pueblos ensangrentadas y ultrajados
Mstro francés, M. Gabriel Hanotaux.
Para mi, lo mássimnático de sus obras, «llichelieu» y «Juana de Arco», es que en ollas por ella, ron la colérica y justiciera violencia de los trenos y de las p rofocias.
VALLE INCLAN.
«laitece las gran<ies agui-asde su país, inspirándose al iiacerlo en su propio patriotsmo. Precisamente lo contrario de lo que hacen los liistoriadores de otras naciones.
M . DB V A I . D E I G L E S U S .
pasión (
serenid
-.
El autor de esta «Historia^, Hanotaux, es un hombre de ciencia, un iiistoriador con- como obra artística. Y, digan los sabios lo que gusten, la Historia, lo mismo que la Guerra,
'•'
'
'
^
»
.
••
Gabi'iel
Hanotau.x),
más muMi
na ciencia, una
«on/u<lo, un «savaiit», un verdades «savant», poro no es un pedante, no es un erudito sin (talos el sentido de
„ será perpetuamente,
r—»
^
alma, no es un coloícionador de datos, sino un sabio á la vieja tradición francesa, doblado obm de arte, lo más augusta, la más liumana de todas...
RICARDO LEÓN
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El tiempo es una riqueza estática, un tesoro
intangible, que todos poseemos.
El tiempo es igual para todos, pasa con idéntica rapidez en todos los climas y en todas las esferas, y deja como recuerdo de su paso intereses
qué llamamos ganancias, jornales, sueldos, retribuciones..Es un producto que se vende y se compra,
pero cuyo valor depende exclufeivamente de los
méritos del vendedor.
¿A cómo vende usted el suyo?
La hora del jornalero vale unos céntimos, la
del operario hábil se cotiza en pesetas, la del profesional técnico se cuenta por duros.
La fuerza que transporta al hombre de la más
baja a la más alta categoría se llama instrucción.
Tanto sabes, tanto ganas; es decir, tanto vale
tu tiempo.
De aquí que podamos reducir el problema de
la vida a una simple proposición matemática: El
valor cotizable del hombre está en razón directa
con la perfección de sus conocimientos técnicos.
En otras palabras, para ganar más, no hay
que trabajar más^ simo trabajar a/^br. Para trabajar mejor, hay que aprender.
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cumple la misión de enseñar, de enseñar a hacer cosas bien, de elevar gentes a la categoría
suprema.
Sus procedimientos son únicos, su experiencia amplísima, sus recursos ilimitados. Enseña en casa, a ratos perdidos, en ese mismo
tiempo que ahora no vale nada para usted, convierte en dinámica la riqueza estática de que
antes hablábamos.
¿No es verdad que merece la pena de enterarse cómo?
fll C. I. L-Bpartailo GSG. lUDKiO, o feniaDdo, 2. BHitCElOllH
Ruego a ustedes que, sin gasto ni compromiso alguno por
mi parte, me remitan su Piospecto, que explica la manera cómo
puedo, sin abandonar mi casa ni mis ocupaciones habituales,
obtener los conocimientos necesarios para ejercer la especialidad que marco con una X.
--Ingeniería Mecánioa y Eléctrica.
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v-Inglés, por medio del Gramófono.
—Francés, por medio del Gramófono.
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Nombre ..
. .Señas: Calle
Piso _
Población
Ocupación .
118
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