Jubileo Dominicano 2006-2016 El Laicado Dominicano y la Predicación 27 Los laicos dominicos en las Congregaciones Dominicas de la Anunciata Actas Capítulo General 2012 19. Priorizar la misión compartida con la comunidad educativa, según nuestro carisma, nos exige: 1. Continuar la formación cristiana y del carisma con los laicos. 2. Confiar en los laicos y acompañarlos, respetando el ejercicio de sus competencias y responsabilidades. 3. Seguir promoviendo espacios de encuentro, formación, reflexión, oración y participación de los padres de familia de nuestros centros, que les ayude en su tarea como primeros responsables de la educación de sus hijos. 95. El Capítulo considera importante las aportaciones de los laicos a la reflexión de los trabajos precapitulares. Así mismo, los consejos general y provinciales decidirán la conveniencia de que estén presentes en alguna sesión capitular, con la debida autorización de la asamblea, para informar puntualmente sobre determinados asuntos de misión compartida. Colaboración de los laicos en la elaboración del Proyecto Marco General de Evangelización El Proyecto Marco General de Evangelización de las Dominicas de la Anunciata ha sido posible gracias a la aportación de las delegaciones general y provinciales de la Congregación y sus respectivos equipos, así como de educadores y educadoras de nuestros centros educativos. Desde sus orígenes, nuestra Congregación ha estado comprometida con la evangelización y es un patrimonio sólido consolidado día a día gracias al trabajo y a la dedicación de las religiosas y de los laicos que hacen vida y comparten el carisma de la Anunciata. (Cf. Justificación del Proyecto Marco General de Evangelización). Misioneras de Santo Domingo Constituciones y Directorio Estamos llamadas a formar comunidades cristocéntricas con una clara identidad carismática, asimilada y vivida; con una intensa espiritualidad y un gran entusiasmo misionero para comunicar el mismo espíritu y el mismo empuje evangelizador; comunidades que sepan animar y estimular a los laicos a compartir el carisma del Instituto, invitándolos a descubrir nuevas formas de actualizar el mismo carisma y misión. Así la comunidad puede convertirse en un centro de irradiación, de fuerza espiritual, de animación, de fraternidad que crea fraternidad y de comunión y colaboración eclesial. La apertura a los laicos nos exige ofrecerles una preparación específica y compartir no sólo las responsabilidades en la gestión de las obras, sino también hacerles partícipes de nuestra espiritualidad y misión organizando actividades comunes. Actas de los Capítulos General y Provincial Que se continúe integrando a los laicos en nuestra misión hacia los no creyentes y alejados de la fe, con una participación activa en nuestros centros, para reavivar el ministerio de la predicación. Que se favorezca la acogida de voluntarios en nuestras misiones, cooperando en todo con las hermanas. Que las hermanas se ejerciten en la corresponsabilidad y el trabajo en equipo. Den cabida a los laicos y posibiliten su formación cristiana y dominicana para que puedan asumir tareas específicas de responsabilidad en nuestros centros, como misión compartida que beneficia a todos. Que atentas a los signos de los tiempos se formen laicos que conociendo y asumiendo nuestra identidad dominicana, puedan asumir tareas de responsabilidad en nuestras residencias, encauzando esta colaboración hasta llegar a una misión compartida. Que el equipo de pastoral anime y coordine las actividades pastorales de modo que implique a todo el profesorado y posibilite la vivencia de los valores evangélicos y la animación de la vida del centro para llegar a opciones de vida y compromisos concretos. Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia Actas XVIII del Capítulo General Electivo, Madrid 2011 V. LAICADO Constatamos que: La incorporación de los laicos está siendo un camino de revitalización del carisma congregacional y una gran riqueza para la misión. El nivel de vinculación no es el mismo en todos los casos: Vamos desde una relación por profesión o amistad hasta personas que conocen con más profundidad nuestro carisma y quieren compartirlo con nosotras desde la identidad dominicana. No siempre hemos tenido claro -ni nosotras, ni los laicos- en qué consiste la vocación laical en la Iglesia, Pueblo de Dios, ni la hemos valorado como una vocación especifica con exigencias muy concretas, como miembros de este Pueblo. Reconocemos que la identidad de cada cual enriquece la misión. Nos sigue costando creer que nuestro carisma es multiforme y que hay otras personas que han recibido o pueden recibir ese don, además de nosotras mismas. A veces no nos sentimos preparadas para acoger esta nueva manera de compartir nuestro carisma con los laicos con la apertura y el equilibrio necesarios. Reconocemos que necesitamos una verdadera formación y un cambio de mentalidad. Nos apoyamos en: Id también vosotros a mi viña” (Mt 20,4) “El llamamiento del Señor Jesús “Id también vosotros a mi viña”, no cesa de resonar en el curso de la historia: se dirige a cada ser humano que viene a este mundo”. “Esta llamada no se dirige sólo a los Pastores, a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, sino que se extiende a todos: también los laicos son llamados personalmente por el Señor, de quien reciben una misión a favor de la Iglesia y del mundo.” (Cfr. Christifideles Laici, nº 2). “Los laicos, por ser miembros de la Iglesia, tienen la vocación y misión de anunciadores del Evangelio” (ChL, Nº 33). “Los laicos están plenamente implicados en la tarea de la Iglesia. Les corresponde testificar cómo la fe cristiana constituye la única respuesta plenamente válida a los problemas y expectativas que la vida plantea en cada sociedad, siempre que sean capaces de superar la fractura entre el Evangelio y la vida” (ChL, Nº 34). “La acción de los laicos se revela hoy cada vez más necesaria y valiosa” (ChL, Nº 35). “La formación de los laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento, cada vez más claro, de la propia vocación y la disponibilidad siempre mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia misión” (ChL, Nº 58). “Los laicos dominicos como miembros de la Orden Dominica son una sola familia con las religiosas, frailes y hermanas y comparten la misión apostólica de la Orden y la Iglesia” (Actas Capítulo General. O.P. 2010, Nº 148) “Las luces y la buena voluntad de seglares distinguidos por su viva fe, acendrada piedad e ilustración, pueden hallar la mejor fórmula para la solución de problemas humanos” (P. Cueto) En varios de nuestros Capítulos se nos ha animado a fortalecer la misión compartida con los laicos. “Estamos llamadas a hacer camino con los laicos en identidad y pertenencia, no solo a nivel de tareas concretas” (III Encuentro del Equipo General y las Provinciales) Nos proponemos: Partiendo de las diferentes realidades y de las posibilidades de cada lugar: 1. Potenciar espacios de formación sistematizada que nos ayuden, tanto a nosotras como a los laicos, a profundizar en nuestra identidad, para poder compartir de forma real el carisma dominicano y congregacional en la misión. 2. Animarnos unas a otras, ya que la predicación configura nuestra vida dominicana, para que, de acuerdo al lugar y circunstancias en las que nos encontremos, facilitemos procesos que impulsen la misión compartida con laicos.