PRÓLOGO LIBRO DE ACHÁVAL En el año 1995, se promulgó la Ley 24317, reglamentándose en forma particular el Ejercicio de la Kinesiología y Fisiatría, de esta manera estos profesionales se independizan de las normativas del Ejercicio de la Medicina, Odontología y actividades de colaboración (ley 17132/67). Este importante paso hacia la autonomía de la profesión, implica además un reconocimiento de la responsabilidad del kinesiólogo en su actuación como colaborador en la medicina. Se hace necesario lograr un acabado conocimiento de las legislaciones vigentes, no sólo del marco regulatorio específico de la profesión, sino también de la consustanciación con otras prácticas médicas y los alcances médico legales. No es menos importante que la adquisición de conocimientos legales, la concientización sobre la realidad actual de la relación kinesiólogo - paciente, contemplada desde el año 1994, con la reforma de la Constitución Nacional y la incorporación en ella de Tratados Internacionales, desde la primacía de los derechos del paciente, el respeto por ellos y el fin de la postura paternalista y aún peor, autoritaria del profesional. Los kinesiólogos no pueden ignorar que sus prácticas implican el mismo riesgo que cualquier otra práctica realizada por un médico, lo que lleva claramente a la posibilidad de incurrir en una mala praxis y ser por ello juzgados desde lo civil o lo penal. Consideremos a modo de ejemplo, que hasta hace algunos años, era impensable la posibilidad de que un kinesiólogo solicitara a su paciente un consentimiento informado o que confeccionara una historia clínica con las mismas características y requisitos que la que elabora un médico, y menos aún la comprensión de la importancia legal de estos documentos. Es entendible que durante muchos años los kinesiólogos y fisiatras, trabajaran bajo la exclusiva responsabilidad del médico que hacía la prescripción o indicación de un tratamiento determinado, siendo el prescriptor el último responsable. Actualmente esto es irreal. La Kinesiología y Fisiatría amplió sus horizontes, logrando una importante jerarquización dentro de la medicina, incorporando una interesante metodología científica y abandonando con el correr del tiempo las bases empíricas de la práctica. El empleo de métodos inductivos, es decir el estudio de los fenómenos a partir de sus causas, provoca cambios en estas disciplinas desde distintos puntos de vista, como la necesidad de delimitar los campos de acción, las competencias aceptadas, el conocimiento de la bioética, la incursión en temas anteriormente propios de la medicina legal, la organización de sistemas de auditoría, la colegiación, etc. En fin, la cientificación de la Kinesiología y Fisiatría, obliga a la delimitación para el ejercicio profesional de una lex artis propia y adecuada a los progresos. En nuestro país, reconociendo estas necesidades y considerando las falencias en el tema en cuanto a la formación Universitaria del profesional kinesiólogo, los mas avanzados programas de estudios, han incluido en el ciclo de grado la asignatura Kinesiología Legal, intentando una formación integral del profesional, desde lo ético, médico legal y humanístico, con fundamental hincapié en la obligación permanente de preservación de los derechos de los pacientes.