INFORME EJECUTIVO IV ESTUDIO NACIONAL PREVENCIÓN y CONSUMO DROGAS en Estudiantes de de Secundaria 2012 PERÚ Presidencia del Consejo de Ministros Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas - DEVIDA INFORME EJECUTIVO INFORME EJECUTIVO IV IV ESTUDIO ESTUDIO NACIONAL NACIONAL PREVENCIÓN PREVENCIÓN y y CONSUMO CONSUMO DROGAS DROGAS en Estudiantes en Estudiantes de de de Secundaria de Secundaria 2012 2012 Observatorio Peruano de Drogas Observatorio Peruano de Drogas 1 © IV ESTUDIO NACIONAL: PREVENCIÓN Y CONSUMO DE DROGAS EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA 2012 2013 Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº: 2013-09648 Edita Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas - DEVIDA Observatorio Peruano de Drogas - OPD Av. Benavides 2199-B, Lima 18. Perú. Página web: www.devida.gob.pe; www.opd.gob.pe Impresión y Diagramación: Mercedes Group S.A.C. Jr. Ica 431 - Lima Diseño: Uma - Comunicación y diseño SAC. El desarrollo del presente estudio se realizó con el apoyo financiero de USAID y la colaboración y coordinacion de la Dirección de Tutoria y Orientación Educativa - DITOE, Ministerio de Educación. Derechos reservados. Se autoriza la reproducción total o parcial de este documento, siempre y cuando se haga referencia a esta fuente bibliográfica. 2 COMISIÓN NACIONAL PARA EL DESARROLLO Y VIDA SIN DROGAS DEVIDA OBSERVATORIO PERUANO DE DROGAS - OPD Carmen Masías Claux Presidenta Ejecutiva - DEVIDA María Mejía Carrión Secretaria General (e) Yalile Martínez Beltrán Jefa de Asesores Eduardo O’Brien Neira Dirección de Asuntos Técnicos Delia Trujillo Fraga Responsable del Observatorio Peruano de Drogas EQUIPO TÉCNICO Análisis y elaboración del informe: - Universidad Nacional Mayor de San Marcos – Fundación San Marcos para el Desarrollo de la Ciencia y la Cultura, Sección Epidemiología. Dr. Jorge Alarcón Villaverde, Dr. Cesar Gutierrez Villafuerte, Julio Cesar Ramos Ramírez. - Observatorio Peruano de Drogas Delia Trujillo Fraga, Arturo Manrique Guzman, Viviana Maldonado Garcia, José Eduardo Cruz Díaz. Recolección de información y elaboración de base de datos: Instituto CUÁNTO S.A. 3 ÍNDICE PRÓLOGO 6 PRESENTACIÓN 8 I. ASPECTOS METODOLÓGICOS. 11 II. INDICADORES DEL CONSUMO DE DROGAS. 17 III. IV. 4 Magnitud del consumo de drogas en la población escolar. 18 Frecuencia de consumo drogas en los usuarios de último año. 28 Consumo problemático de alcohol. 30 Uso de drogas según antecedentes de consumo en la familia y grupo de pares. 34 de Uso de drogas según antecedentes delictivos en la familia y grupo de pares. 35 Incidencia del consumo de drogas. 35 Edad de inicio del consumo de drogas. 36 Entorno de inicio del consumo de drogas. 38 Razones para usar tranquilizantes y estimulantes sin prescripción médica. 39 Uso de tranquilizantes y estimulantes asociados al consumo de otra droga. 41 Patrón de consumo del éxtasis. 42 Uso de drogas sintéticas distintas al éxtasis. 44 Policonsumo de drogas. 44 INDICADORES DE PREVENCIÓN. 47 Percepción del riesgo del consumo de drogas. 48 Ofrecimiento de drogas ilícitas. 52 Facilidad de acceso a las drogas. 54 Disposición favorable al consumo de drogas. 57 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS. 61 Bases conceptuales. 62 Exposición al Bullying (testigo u observador). 73 Victimización por Bullying (exposición directa). 75 Agresividad a través del Bullying. 77 Riesgo de adicción al Internet. 79 Victimización por Ciberbullying. 85 Agresividad a través del Ciberbullying. 87 V. VI. DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS. 91 C Demanda y acceso a servicios de orientación. 92 Demanda de tratamiento en el sistema de salud. 95 PERCEPCIÓN DE LAS ACCIONES DE PREVENCIÓN A NIVEL REGIONAL, DISTRITAL Y ESCOLAR. 101 N VII EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR. 105 P VIII Prevalencias globales del consumo de drogas. 106 Drogas legales. 108 Drogas ilegales. 110 Drogas médicas. 112 REFLEXIONES FINALES. ANEXO 115 119 5 PRÓLOGO El problema de las drogas se ha globalizado o, para ser más exactos, se ha potenciado con la globalización, permeando sus distintas dimensiones. Las diferencias entre países productores y países consumidores o de tránsito se han diluido. Las drogas sintéticas y las anfetaminas se producen en el norte –y ahora también en algunos países del sur- y se consumen en todo el mundo. En los Países Bajos se viene produciendo desde hace algunos años marihuana o “cannabis bajo techo”, con un mayor potencial adictivo. La cocaína y opiáceos se producen en su totalidad en los países del sur, pero su mercado no se limita a las naciones del norte, sino que también crece en el sur, lo que se hace particularmente evidente en el incremento de las “rutas sur – sur”, en el tráfico internacional de estas sustancias. Un elemento importante es que el consumo problemático y la demanda de tratamiento se ha incrementado en el mundo. Por un lado, el consumo tiende a estabilizarse e incluso a disminuir en algunas regiones del mundo y, por otro, las personas que permanecen enganchadas al uso de drogas cada vez más presentan problemas de abuso y dependencia o adicción a distintas sustancias. Esta es una tendencia que se observa a mayor y menor escala en los países del norte y del sur. Asimismo, la edad de inicio ha disminuido. Este es el contexto en el que hay que leer los resultados del presente estudio, que explora por primera vez, a nivel nacional, factores como el bullying, el ciberbullying y la adicción a Internet, que emergen o se hacen relevantes en el marco de la globalización y de los procesos de modernización en curso, afectando la salud mental de los adolescentes e influyendo en el uso de drogas, tal como se evidencia en este informe. El consumo de drogas en la población escolar, en general, ha disminuido en los últimos tres años. Sin embargo, continúa creciendo y tiende a concentrarse en las ciudades que coinciden con la ruta de salida de las drogas. Las dinámicas de la demanda y de la oferta de drogas coinciden en estos espacios y eso explica el incremento del uso de drogas en los estudiantes de estas ciudades. No podemos hablar, por tanto, de una estabilización, ni mucho menos de una reducción sostenida o tendencia a la baja del uso de drogas. Los resultados, por el contrario, nos alertan que el consumo de PBC, cocaína, éxtasis e inhalantes es más alto en los estudiantes de edades más tempranas que en los de mayor edad y años superiores y que los alumnos de colegios privados consumen más sustancias que sus pares de escuelas públicas. Es probable que, de mantenerse estas tendencias, el uso de drogas vuelva a crecer en el futuro. Es por 6 ello que no podemos bajar la guardia y tenemos que mejorar el trabajo de prevención que se realiza en las escuelas, sobre todo cuando sabemos que actuamos en un entorno adverso, que nos obliga a ir contra la corriente. Las personas se movilizan por dos principios: el de la felicidad y el de la justicia. Ambas son primas hermanas de la salud mental. La justicia es la felicidad colectiva que promueve el sistema y sus políticas. Difícil ser individualmente feliz en un escenario hostil que no resguarde los derechos. La felicidad subjetiva, es decir “ese sentirse bien, desde lo íntimo y personal”, se asienta en una sociedad que piensa y actúa para el bienestar colectivo. Ello requiere manejar y articular los recursos. Significa “servir en el más amplio de los conceptos” e ir adecuando las políticas a una realidad, pero también transformarla. El presente gobierno tiene, a través de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012 – 2016, esa misión: mejorar la salud mental de las personas, incluyendo la intervención temprana en los casos de abuso y dependencia de sustancias psicoactivas. Ello, a través de una política de inclusión, de integración social y de fomento de valores, en el marco del desarrollo sostenible. Enfrentar la cadena de las drogas, de producción, tráfico, consumo y dependencia, es fundamentalmente crear ambientes de contención e interactuar con conductas muy complejas, tratando de entenderlas dentro de un marco de respeto a los derechos humanos. A ellos nos conducen los estudios como éste, que son herramientas para un análisis objetivo del problema del consumo de drogas en la población adolescente. Acercarnos al problema, es no sólo tratar de comprenderlo, sino fundamentalmente organizar respuestas múltiples y con sentido para las poblaciones diversas. El derecho a ser feliz implica que el Estado priorice las condiciones para que ello deje de ser una utopía y se convierta en realidad. Carmen Masías Claux Presidenta Ejecutiva DEVIDA 7 PRESENTACIÓN La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas – DEVIDA tiene entre sus funciones producir y gestionar información objetiva, confiable y actualizada, sobre el problema de las drogas en el país; y que sirva de base para el diseño, gestión y evaluación de los planes, programas y proyectos que ejecutan los distintos sectores y niveles de gobierno y las organizaciones de la Sociedad Civil, en el marco de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012 - 2016. Esta función se ejerce a través del Observatorio Peruano de Drogas – OPD, órgano encargado de producir, gestionar, analizar y difundir información sobre la oferta y demanda de drogas en el país y de las respuestas que se vienen dando a este problema desde el Estado y la Sociedad Civil, a nivel nacional, regional y local. El OPD contribuye de esta manera a mejorar la calidad de las intervenciones y la capacidad de gestión de los tomadores de decisiones y de otros actores involucrados en la lucha contra las drogas. El OPD tiene a su cargo la realización de los estudios nacionales de consumo de drogas, en población general y población escolar, que DEVIDA elabora desde hace quince años. Estos estudios dan a conocer periódicamente la situación y tendencias del consumo de drogas en el país, en base a información confiable y actualizada que se recoge a nivel nacional y regional, cuyas metodologías e instrumentos de recojo de datos, gracias al apoyo técnico de la cooperación internacional, han sido validados y estandarizados dentro y fuera del país. El “IV Estudio Nacional: Prevención y consumo de drogas en estudiantes de secundaria - 2012” tuvo como objetivo conocer la magnitud, características y factores asociados al consumo de drogas en los estudiantes de educación secundaria residentes en ciudades de 30 mil y más habitantes, a nivel nacional y regional, a efectos de mejorar la calidad de las acciones de reducción de la demanda de drogas (RDD) que se realizan dentro y fuera del sistema educativo, en el marco de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2,012 – 2,016. Los resultados que se presentan en este documento son alentadores para la lucha contra las drogas, pero incluyen también algunas señales de alerta que ameritan una intervención inmediata. Por un lado, se evidencia una ligera disminución del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar, lo que sin duda es una buena noticia. Por otro, el uso de sustancias sigue 8 creciendo y tiende a concentrarse en las ciudades turísticas y las que se ubican en las rutas de salida de las drogas. El consumo de PBC, cocaína, éxtasis e inhalantes es más alto en los estudiantes de edades más tempranas que en los de mayor edad y años superiores. Los estudiantes de escuelas privadas consumen más sustancias que sus pares de escuelas públicas. Ha crecido el número de estudiantes que tienen una disposición fuerte al uso de drogas y, dentro de este grupo, ha aumentado el número de los que consumen sustancias ilegales. La conciencia de riesgo ha disminuido y se ha incrementado el nivel de vulnerabilidad a las drogas en la población escolar, pese a la disminución de las prevalencias de consumo. Se evidencia, a la luz de estos resultados, la emergencia de un nuevo patrón de consumo, caracterizado por una menor experimentación con drogas en la población adolescente y un endurecimiento del consumo y la experimentación con nuevas drogas en aquellos que permanecen en el consumo o que se inician en el uso de sustancias, situación que es alentada por la ampliación y diversificación de la oferta de drogas en Lima y Callao y las ciudades del interior del país. En este contexto, como parte de la respuesta del Estado, se requiere ampliar la cobertura que se realiza en el sistema educativo con acciones de prevención selectiva e indicada en los grupos vulnerables y adolescentes usuarios de drogas, focalizando las intervenciones en las ciudades que registran una mayor incidencia de consumo, las escuelas privadas y los adolescentes de edades más tempranas y los grupos de riesgo, en los que hay que incrementar la conciencia de riesgo y disminuir el nivel de vulnerabilidad a las drogas. Es importante también revisar los enfoques y las estrategias preventivas, incorporando en el discurso de la prevención los factores de riesgo “emergentes”, como el bullying, el ciberbullying y la adicción al Internet, que han sido medidos en el estudio y que, de acuerdo con el análisis realizado, están altamente correlacionados con el uso de sustancias legales, ilegales y médicas en la población escolar. Sin duda, queda aún mucho por hacer. En DEVIDA renovamos nuestro compromiso de seguir luchando incansablemente contra este flagelo, en beneficio de todos y, sobre todo, de las nuevas generaciones de jóvenes y adolescentes, que merecen vivir con una mejor calidad de vida y gozar de mayores libertades, lejos de las drogas. 9 10 ASPECTOS METODOLÓGICOS I 11 E l “IV Estudio Nacional: prevención y consumo de drogas en estudiantes de secundaria – 2012” tuvo como objetivos los siguientes: OBJETIVO GENERAL: Conocer la magnitud, características y factores asociados al consumo de drogas en estudiantes de educación secundaria residentes en ciudades de 30 mil y más habitantes, con representatividad a nivel nacional y según dominios regionales, atendiendo las necesidades de información de la Estrategia Nacional del Lucha contra las Drogas 2012 – 2016, y aplicando los parámetros e instrumentos de la metodología SIDUC/CICAD, a efectos de garantizar la comparación de los resultados con los obtenidos en estudios similares realizados en otros países de la región. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: De manera específica, el estudio se propuso alcanzar los siguientes objetivos: 1). Determinar la prevalencia, incidencia y edad de inicio del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar de secundaria, a nivel nacional y según dominios regionales; 2). Medir el ofrecimiento, la facilidad de acceso, la percepción del riesgo y disposición al consumo de drogas, ilegales y médicas en la población escolar de secundaria, a nivel nacional y según dominios regionales; 3). Determinar los factores asociados al uso de sustancias, a nivel individual y escolar, identificando las principales variables que permiten explicar el consumo de drogas en la población escolar de secundaria; 4). Estimar la demanda y acceso a servicios de orientación y tratamiento del consumo de drogas existente en la población escolar de secundaria; 5). Conocer la percepción que tienen los estudiantes de las acciones de prevención del consumo de drogas que se realizan en su entorno regional, local y escolar; y 6). Conocer la evolución del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar, comparando los resultados del estudio con encuestas similares, realizadas anteriormente. Este es el cuarto estudio que se realiza en la población escolar del país utilizando la metodología del Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre el Consumo de Drogas – SIDUC, propuesta por la Comisión Interamericana Contra el Abuso de Drogas - CICAD, para los países miembros de la Organización de Estados Americanos – OEA, cuya finalidad es la de monitorear la evolución del consumo de drogas a través de la construcción de indicadores uniformes y estandarizados en toda la región. Este estudio, al igual que los anteriores, realizados en el 2007 y 2009, cubrió a la población de 1º a 5º año de secundaria, pertenecientes a instituciones educativas públicas y privadas ubicadas en ciudades de 30,000 y más habitantes de la costa, sierra y selva del país. 12 ASPECTOS METODOLÓGICOS I El estudio se llevó a cabo a través de una encuesta autoaplicada, basada en un diseño transversal. La muestra fue probabilística, bietápica y estratificada, según el tipo de gestión del colegio y dominios regionales, teniendo como unidad primaria de muestreo a las Instituciones Educativas y como unidad secundaria a las aulas o secciones de 1º a 5º año, las mismas que fueron seleccionadas aleatoriamente. Una vez identificados los colegios y secciones, se procedió a encuestar a todos los estudiantes que asistieron el día en que se levantó la información, constituyendo estos últimos la unidad de análisis del estudio. La información para la construcción del marco muestral fue proporcionada por la Unidad de Estadística del Ministerio de Educación, en base a un listado de ciudades previamente seleccionadas por DEVIDA, tomando como criterio la inclusión de al menos una ciudad por región, de las que se obtuvo el registro de matricula correspondiente. El registro de matrícula que se tomó como base para la elaboración del marco muestral corresponde al periodo 2011, dado que en el momento de realización del estudio no se encontraba disponible el registro de matrícula del 2012, por lo que se tuvo que ajustar la muestra luego del levantamiento de la información. El diseño y selección de la muestra fue realizado por un consultor especializado, bajo la conducción del Observatorio Peruano de Drogas, de DEVIDA. La muestra fue diseñada para ser representativa y dar estimaciones confiables a nivel nacional y según dominios regionales. El diseño inicial de la muestra estuvo conformado por 433 colegios (304 públicos y 129 privados) y 2,060 secciones (1,469 públicas y 591 privadas), seleccionados en las 26 regiones del país, con un nivel de confianza del 95% y un margen de error relativo de ±0.55%. El factor de corrección por efecto de diseño complejo incluido en el cálculo inicial de la muestra fue estimado en 2 y el ajuste por la no respuesta (TNR) se fijó en 20%, teniendo en cuenta la experiencia de estudios anteriores; lo que, además de incrementar el tamaño de la muestra, permite realizar estimaciones con una mayor precisión que las que se obtienen por muestreo aleatorio simple. En el Tabla 1 se puede observar la muestra de colegios obtenida inicialmente y los resultados del trabajo de campo, distribuidos según dominios regionales. Cada dominio comprende una o más ciudades de 30,000 y más habitantes existentes en las 26 regiones del país. A nivel del departamento de Lima, se tiene dos dominios regionales, que incluyen Lima Metropolitana y sus 44 distritos y las ciudades de Cañete, Imperial, Huacho, Huaral, Chancay y Barranca, pertenecientes a la región de Lima Provincias. El diseño muestral empleado permite hacer estimaciones confiables –entre “muy buenas” (coeficiente de variación menor que 5%) y “buenas” (CV entre 5% y 10%)- para los 26 dominios regionales o niveles de inferencia utilizados. La muestra cubrió un total de 47 ciudades, que incluyó a todas la capitales (55.3%) y ciudades de mayor importancia de las regiones del país (44.7%). El trabajo de campo fue realizado por el Instituto CUÁNTO S.A., entre los meses de octubre y noviembre del 2012. Se levantó información en 2,013 aulas o secciones (1,477 públicas y 536 privadas), pertenecientes a 416 colegios (302 públicos y 114 privados). En el trabajo de campo se logró entrevistar a 48,025 estudiantes, registrándose una tasa de rechazo del 3.9% de colegios y 2.3% de aulas o secciones, lo que la hace altamente confiable y representativa a nivel nacional y de cada uno de los dominios regionales. 13 TABLA 1: Rendimiento de la muestra, según dominios regionales Dominios Regionales Planificada Final Rendimiento de la Muestra de colegios (%) 100.0 1,209 25,508 87,709 MUESTRA DE COLEGIOS Número de estudiantes encuestados N Expandido 1. Amazonas 12 12 2. Ancash 27 24 88.9 2,886 3. Apurímac 13 13 100.0 1,384 37,453 4. Arequipa 23 23 100.0 2,711 106,222 5. Ayacucho 11 11 100.0 1,354 56,621 6. Cajamarca 14 13 92.9 1,390 72,613 7. Callao 18 17 94.4 1,975 72,455 8. Cusco 20 20 100.0 2,876 99,607 9. Huancavelica 12 12 100.0 1,178 28,774 10. Huánuco 12 11 91.7 1,550 51,728 11. Ica 13 13 100.0 1,677 65,653 12. Junín 13 13 100.0 1,784 105,177 13. La Libertad 24 23 95.8 2,838 119,520 14. Lambayeque 25 24 96.0 2,692 92,131 15. Lima Metropolitana 36 33 91.7 4,150 652,397 16. Lima Provincias 16 15 93.8 1,787 59,707 17. Loreto 16 15 93.8 1,472 60,113 18. Madre de Dios 11 11 100.0 1,243 10,018 19. Moquegua 14 13 92.9 1,205 13,406 20. Pasco 13 13 100.0 914 20,254 21. Piura 25 24 96.0 2,891 124,533 22. Puno 12 12 100.0 1,702 101,116 23. San Martín 13 12 92.3 1,344 53,419 24. Tacna 12 12 100.0 1,401 25,705 25. Tumbes 9 9 100.0 840 16,474 26. Ucayali 19 18 94.7 1,572 35,750 433 416 96.1 48,025 2’194,063 TOTAL Los resultados de la muestra final se expandieron a nivel del marco muestral (N expandido), haciendo uso de factores de expansión para cada uno de los dominios regionales, que vienen a ser la inversa de las probabilidades de inclusión de la muestra en cada una de las etapas de muestreo. El N expandido final representa a 2’194,063 estudiantes, que equivale al 99.8% del total de alumnos de secundaria matriculados en zonas urbanas en el 20111; lo que permite estimar los parámetros de las principales variables de investigación, esto es las prevalencias del consumo de drogas legales, ilegales y médicas, en cada uno de los dominios regionales y a nivel nacional. En la encuesta se utilizó la técnica de la encuesta autoaplicada, de carácter confidencial y anónimo, empleada en estudios anteriores. El Cuestionario fue diseñado por el Equipo Técnico de DEVIDA, en base a un instrumento estandarizado propuesto por SIDUC / CICAD y las necesidades de información del país. El instrumento contó con un total de 138 preguntas de opción múltiple, que cubrieron los diversos temas de interés del estudio. El registro de las respuestas se realizó en hojas ópticas, cuyo llenado estuvo a cargo de los propios estudiantes. En el diseño y aplicación del cuestionario se observaron las consideraciones éticas de anonimato y confidencialidad de la información proporcionada por los estudiantes. 1 14 El marco muestral de la encuesta, como ya ha sido señalado, se basó en la matrícula de 2011, debido a que la información del periodo 2012 no se encontraba disponible al momento de diseñarse la muestra y levantarse la información del estudio. En el 2011, según el Censo Escolar del Ministerio de Educación, se matricularon 2’198,489 alumnos en las Instituciones Educativas de secundaria de la Educación Básica Regular, ubicadas en el área urbana. ASPECTOS METODOLÓGICOS I La información recogida en campo pasó por un control de calidad, antes de ser ingresada en la base de datos, para verificar si las hojas ópticas estaban completas y correctamente llenadas. El procesamiento y análisis de la información se realizó en dos etapas: la primera, a cargo del Instituto CUANTO; y la segunda, realizada por la Fundación San Marcos. En ambas etapas se realizaron las siguientes actividades: Instituto CUÁNTO: • Diseño del programa para la lectura electrónica de los datos en la Lectora Óptica OMR (Optical Mark Reader); • Ingreso de datos a través de la Lectora Óptica; • Consistencia electrónica y depuración de la Base de Datos, incluyendo la revisión de las respuestas a nivel individual y colectivo; y • Elaboración de un informe descriptivo con los principales resultados del estudio, incluyendo el rendimiento de la muestra y el análisis de las principales variables de investigación (prevalencias de vida, año y mes, incidencia del consumo de drogas y edades de inicio en las distintas sustancias). Fundación San Marcos: • Revisión de la Base de Datos consistenciada y depurada por el Instituto CUANTO; • Conversión de los archivos con extensión DBF a formato SAV, debidamente corregidos, etiquetados y codificados, para ser exportados y analizados con el programa SPSS (v, 20) y otros afines (GLAMM, Stata y MLWIN); • Revisión y ajuste de los pesos y ponderaciones de la muestra para su expansión a nivel del marco muestral durante el análisis estadístico de los datos; • Agrupación y recodificación de variables con contenido similar, en base a criterios cualitativos y cuantitativos, de acuerdo con las necesidades del análisis; • Elaboración de la sintaxis para el análisis estadístico de los datos y estimación de los parámetros del estudio, de acuerdo a un Plan de Análisis previamente diseñado por el Equipo Técnico del Observatorio Peruano de Drogas – DEVIDA; • Análisis estadístico de los datos, incluyendo el análisis descriptivo, la validación de las escalas del estudio y el análisis bivariado y multivariado de la información; y • Elaboración de reportes con los resultados del análisis estadístico, en base a los cuales se han elaborado el Informe Nacional y los Informes Regionales del estudio. Todas estas actividades se ejecutaron bajo la conducción y supervisión del Equipo Técnico del Observatorio Peruano de Drogas – DEVIDA, responsable del estudio y de la elaboración del presente informe de investigación. En los siguientes capítulos se presentan los resultados del estudio, tanto a nivel descriptivo como inferencial, tomado como base los objetivos que se propuso alcanzar y el orden establecido al inicio del presente documento. 15 16 INDICADORES DE CONSUMO II 17 E n este capítulo se describen los resultados del estudio en relación a los principales indicadores del consumo de drogas en la población escolar (prevalencias de vida, año y mes, frecuencia de consumo, consumo problemático de alcohol, incidencia de consumo, edad de inicio, entorno de inicio de consumo, etc.), según género, año del estudio, tipo de gestión del colegio, nivel socioeconómico y dominios regionales. Asimismo, se realiza un análisis detallado del uso de tranquilizantes y estimulante y del patrón de consumo del éxtasis, atendiendo a los espacios en que se consume, las sustancias con las que se acompaña y los efectos que los usuarios le atribuyen. MAGNITUD DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR. En la Tabla 2 se da cuenta de la magnitud de los principales indicadores de consumo de drogas en la población escolar. En ella se observa lo siguiente: • El 40.5% de los escolares –esto es cerca de 900,000 adolescentes- han probado alguna droga legal, ya sea alcohol o tabaco, alguna vez en su vida; el 23.3% lo ha hecho durante el último año; y el 12.3% durante los últimos treinta días, previos a la aplicación de la encuesta. • Los reportes de consumo de sustancias ilegales, tales como marihuana, PBC, cocaína, inhalantes, éxtasis, alucinógenos y otras, dan cuenta que el 8.1% de los escolares –esto es poco más de 177,000 adolescentes- han ingerido estas drogas alguna vez en su vida, el 3.8% lo ha hecho en el último año y el 2.1% en los últimos treinta días. • El 5.5% de los escolares –esto es poco más de 120,000 adolescentes- ha consumido drogas médicas sin receta o prescripción de un galeno alguna vez en su vida. El 3.2% hizo uso de estas sustancias en el último año y el 1.9% las consumió en los últimos treinta días. • Doce de cada cien estudiantes (11.6%) que no habían probado alcohol un año antes de la aplicación de la encuesta, se iniciaron en su uso en los últimos doce meses. En el caso del tabaco, la incidencia de consumo se reduce a seis por cada cien estudiantes que no fumaban un año antes. • La marihuana registra la mayor incidencia de consumo entre las drogas ilegales: 1.5 de cada cien estudiantes que no consumían esta sustancia un año antes de la aplicación de la encuesta, se iniciaron en su uso durante los últimos doce meses. Le siguen los inhalantes, la cocaína, el éxtasis y la PBC, que registran menores tasas de incidencia. • En el caso de las drogas médicas, los tranquilizantes registran una tasa de incidencia cercana a la de la marihuana. No ocurre lo mismo con los estimulantes, que registran una incidencia menor, pero más alta que las demás sustancias ilegales, lo que evidencia un mayor dinamismo de este tipo de drogas en la población escolar. • La edad promedio de inicio del consumo de alcohol y tabaco se ubica en los 13.3 años. En las drogas ilegales, la edad promedio de inicio oscila entre los 12 y 14.3 años. El éxtasis registra una edad promedio de inicio similar a las de la marihuana, PBC y cocaína. Las drogas médicas registran edades promedios de inicio menores que las que registran el alcohol, el tabaco, la marihuana y las sustancias cocaínicas. 18 INDICADORES DE CONSUMO II • El alcohol sigue siendo la sustancia legal más consumida por los escolares. Entre las drogas ilegales, la marihuana es la más usada, seguida de los inhalantes, las sustancias cocaínicas y el éxtasis. Esta última sustancia registra una prevalencia de año superior a las de la PBC y cocaína; mientras que el uso actual (o prevalencia de mes) es similar. El consumo de drogas médicas es mayor que las sustancias cocaínicas, sobre todo en el caso de los tranquilizantes, que duplican las prevalencias de vida y de año que registran la PBC y la cocaína. TABLA 2: Principales Indicadores del consumo de drogas en la población escolar de secundaria residente en ciudades de 30,000 y más habitantes Prevalencias de consumo Vida Tipo de Droga Año Mes Incidencia de consumo* Edad promedio de inicio % N Expandido % N Expandido % N Expandido Drogas Legales 40.5 889,583 23.3 511,753 12.3 269,929 --- --- •Alcohol. 37.2 815,156 19.7 431,314 9.3 203,033 11.6 13.3 •Tabaco 22.3 489,227 12.8 280,379 7.4 163,443 6.1 13.3 Drogas Ilegales 8.1 177,599 3.8 83,212 2.1 47,068 --- --- •Marihuana. 4.3 94,790 2.2 47,234 1.4 29,727 1.5 14.3 •Cocaína 1.8 39,953 0.9 19,870 0.7 15,731 0.7 14.2 •PBC 1.9 42,097 0.9 20,482 0.7 15,824 0.4 14.0 •Inhalantes 2.5 55,052 1.2 26,151 0.5 11,862 0.7 12.4 •Éxtasis 1.6 35,952 1.0 22,239 0.7 15,225 0.6 14.3 •Alucinógenos. 0.5 11,407 --- --- --- --- --- 12.6 •Anfetaminas. 0.1 2,753 --- --- --- --- --- 13.0 • San Pedro. 0.2 4,552 --- --- --- --- --- 13.6 •Crack. 0.3 6,869 --- --- --- --- --- 13.3 •Ketamina. 0.1 2,350 --- --- --- --- --- 12.0 • Otras drogas** 0.6 12,159 0.5 10,009 0.2 3,361 --- 13.2 Drogas Médicas 5.5 120,261 3.2 69,465 1.9 41,711 --- --- •Tranquilizantes. 4.0 88,036 2.3 50,079 1.3 29,316 1.3 12.9 •Estimulantes. 2.4 53,542 1.5 32,605 1.0 22,691 0.8 12.9 *Número de estudiantes que se iniciaron en el consumo en los últimos 12 meses por cada 100 que no consumían un año de la aplicación de la encuesta. **Incluye heroína, opio, morfina, hashis, etc. ¿CUÁNTOS ESCOLARES HAN CONSUMIDO DROGAS EN EL ÚLTIMO AÑO? La Tabla 3 registra las prevalencias de año del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar y el número de estudiantes que representan en el marco muestral, observándose lo siguiente: • Existen 511,753 estudiantes que, dependiendo de las características de su uso, podrían estar experimentando un daño a su salud física y mental y un mayor riesgo psicosocial, debido al uso reciente y actual de alcohol y tabaco. Este riesgo es mayor entre los consumidores de alcohol, cuyo número es 53.8% más alto que los que hacen uso de tabaco. • 83,212 escolares están expuestos a un riesgo similar o mayor, debido al consumo reciente y actual de drogas ilegales, siendo los usuarios de marihuana quienes conforman el grupo 19 más grande, seguido por los usuarios de inhalantes, éxtasis, PBC y cocaína. El número de consumidores de éxtasis supera en 8.6% y 11.9% a los usuarios de PBC y cocaína, respectivamente. • Si bien el número usuarios de drogas médicas es menor que el de los consumidores de sustancias ilegales, los usuarios de tranquilizantes sobrepasan en 6% a los que consumen marihuana. Además, las diferencias son mayores cuando se les compara con otras sustancias ilegales, siendo más del doble que el número de usuarios que registran el éxtasis, la PBC y la cocaína. TABLA 3: Revalencia de año del consumo de drogas en la población escolar de secundaria que reside en ciudades de 30,000 y más habitantes Tipo de Droga Prevalencia de año N Expandido Drogas Legales 23.3 511,753 •Alcohol. 19.7 431,314 •Tabaco 12.8 280,379 Drogas Ilegales 3.8 83,212 •Marihuana. 2.2 47,234 •Cocaína 0.9 19,870 •PBC 0.9 20,482 •Inhalantes 1.2 26,115 •Éxtasis 1.0 22,239 • Otras drogas 0.5 10,009 Drogas Médicas 3.2 69,465 •Tranquilizantes. 2.3 50,079 •Estimulantes. 1.5 32,605 USO DE DROGAS SEGÚN GÉNERO. La Tabla 4 da cuenta del consumo de drogas legales, ilegales y médicas, según el género de la población escolar, observándose lo siguiente: • La diferencia de consumo de drogas legales entre varones y mujeres es mínima: por cada 100 escolares hombres que usan este tipo de sustancias existen 86 estudiantes mujeres que también lo hacen. La diferencia de consumo es menor en el caso del alcohol (por cada 10 varones que beben, hay 9 mujeres que también lo hacen) que en el del tabaco, que todavía registra una diferencia significativa entre ambos sexos. • En el caso de las sustancias ilegales, la diferencia de consumo entre hombres y mujeres es mayor: por cada 100 escolares varones que usan este tipo de drogas existen 69 estudiantes mujeres que también lo hacen. En el caso de la marihuana y de las sustancias cocaínicas, la diferencia de consumo entre ambos sexos sigue siendo mayor que en el caso de los inhalantes y el éxtasis. Estas sustancias tienden a diluir las diferencias de género entre sus usuarios. • El uso de drogas médicas es significativamente más alto en las mujeres que en los varones: por cada 100 escolares hombres que consumen estas sustancias existen 142 mujeres que también lo hacen. La diferencia de consumo es significativamente mayor en el caso 20 INDICADORES DE CONSUMO II de los tranquilizantes (por cada 10 varones que los usan, hay 15 mujeres que también lo consumen) que en el de los estimulantes, que registran una menor diferencia de consumo entre ambos sexos. TABLA 4: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar de secundaria, según sexo Tipo de Droga Sexo Razón de consumo según Género Hombres Mujeres Drogas Legales 25.1 21.5 0.86 •Alcohol. 20.6 18.7 0.91 •Tabaco. 15.5 10.0 0.65 Drogas Ilegales 4.5 3.1 0.69 •Marihuana. 2.7 1.6 0.59 •Cocaína. 1.1 0.7 0.64 •PBC. 1.2 0.7 0.58 •Inhalantes. 1.3 1.1 0.85 •Éxtasis. 1.2 0.9 0.75 • Otras drogas. 0.6 0.3 0.50 Drogas Médicas 2.6 3.7 1.42 •Tranquilizantes 1.8 2.7 1.50 •Estimulantes. 1.4 1.6 1.14 USO DE DROGAS SEGÚN EDAD Y AÑO DE ESTUDIOS. En la Tabla 5 se describe el consumo de drogas en la población escolar, según edad y año de estudios, observándose lo siguiente: • El consumo de drogas legales es cuatro veces más alto en los estudiantes que tienen entre 17 y 20 años que entre los de 11 y 13 años. Una diferencia similar se observa entre los estudiantes de quinto y primer año de estudios. El uso de sustancias legales aumenta con la edad y los años de estudios. Tanto el alcohol como el tabaco registran la misma tendencia de consumo. • El uso de sustancias ilegales es casi el doble (92.3%) en los estudiantes que tienen entre 17 y 20 años que entre los de 11 y 13 años. Una diferencia parecida se observa entre los alumnos de quinto y primer año de secundaria. Esta tendencia de consumo viene determinada principalmente por el uso de marihuana. En los casos de la cocaína, la PBC, los inhalantes y el éxtasis, se observa un comportamiento más errático de las prevalencias; pero, en general, los estudiantes de mayor edad y de años superiores registran un menor consumo, lo que estaría evidenciando que la nueva generación de estudiantes tiende a consumir más este tipo de sustancias. • El uso de drogas médicas, al igual que en el caso de las drogas legales, tiende a incrementarse con la edad y los años de estudio. La prevalencia de consumo entre los estudiantes que tienen entre 17 y 20 años es el doble que la que registran los que tienen entre 11 y 13 años. Algo parecido se observa entre los estudiantes de quinto y primer año de estudios, aunque 21 la diferencia es menor. Tanto los tranquilizantes como los estimulantes registran la misma tendencia; no obstante que estos últimos presentan un comportamiento más errático por año de estudio. TABLA 5: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar de secundaria, según edad y año de estudios Edad Tipo de Droga Año de Estudios 11 a 13 años 14 a 16 años 17 a 20 años 1er. Año 2do. Año 3er. Año 4to. Año 5to. Año Drogas Legales 10.8 29.0 40.3 9.7 14.2 24.5 32.9 39.7 •Alcohol. 8.5 24.6 35.4 7.2 11.8 20.1 28.0 35.8 •Tabaco. 5.2 16.1 24.2 5.0 7.8 13.1 18.4 22.5 Drogas Ilegales 2.6 4.4 5.0 2.9 2.9 4.2 4.4 4.9 •Marihuana. 1.0 2.6 3.9 1.1 1.3 2.3 2.8 3.7 •Cocaína. 0.7 1.0 1.0 0.9 0.9 0.9 1.0 0.7 •PBC. 0.8 1.0 0.9 1.1 1.0 0.9 0.8 0.7 •Inhalantes. 0.9 1.4 0.9 0.9 1.0 1.7 1.4 0.9 •Éxtasis. 1.0 1.1 0.7 1.3 1.1 1.1 0.8 0.6 • Otras drogas. 0.3 0.5 0.4 0.4 0.4 0.5 0.5 0.4 Drogas Médicas 2.3 3.5 4.8 2.2 2.6 3.9 3.6 3.8 •Tranquilizantes. 1.7 2.5 3.3 1.5 2.0 2.6 2.7 2.8 •Estimulantes. 0.9 1.7 2.4 1.0 1.2 2.0 1.7 1.7 USO DE DROGAS SEGÚN TIPO DE COLEGIO. El consumo de drogas varía según el tipo de gestión de la institución educativa. En la Tabla 6, se observa lo siguiente: • Los colegios privados registran un consumo de drogas legales que es significativamente más alto que el que registran los colegios públicos: por cada 100 escolares de colegios públicos que usan este tipo de sustancias existen 153 estudiantes de escuela privadas que también las usan. La diferencia de consumo es menor en el caso del tabaco que en el del alcohol, pero no por ello deja de ser significativa. • El consumo de drogas ilegales también es significativamente más alto en los colegios privados que en los públicos: por cada 100 escolares de escuelas públicas que usan este tipo de sustancias existen 131 estudiantes de colegios privados que también las usan. Esta tendencia viene determinada principalmente por el consumo de marihuana y, en menor medida, por el uso de inhalantes. En los casos de la PBC y el éxtasis, las prevalencias de consumo son mayores en los colegios públicos que en los privados. • Al igual que en las sustancias legales e ilegales, el uso de drogas médicas es mayor en las escuelas privadas que en las públicas: por cada 100 estudiantes de instituciones educativas públicas que usan este tipo de sustancias existen 143 estudiantes de colegios privados que también las usan. La diferencia de consumo es mayor en el caso de los tranquilizantes que en el de los estimulantes. 22 INDICADORES DE CONSUMO II Los resultados del estudio evidencian entonces que el consumo de drogas legales, ilegales y médicas es más alto en los colegios privados que en los públicos, lo que plantea el reto de fortalecer las acciones de prevención en los primeros. TABLA 6: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar de secundaria, según tipo de colegio Tipo de Droga Tipo de Colegio Público Privado Razón de consumo por tipo de colegio Drogas Legales 20.4 31.2 1.53 •Alcohol. 16.7 27.4 1.64 •Tabaco. 11.3 16.7 1.48 Drogas Ilegales 3.5 4.6 1.31 •Marihuana. 1.9 2.7 1.42 •Cocaína. 0.9 0.9 1.00 •PBC. 1.0 0.8 0.80 •Inhalantes. 1.0 1.8 1.80 •Éxtasis. 1.1 0.8 0.73 • Otras drogas. 0.4 0.6 1.50 Drogas Médicas 2.8 4.0 1.43 •Tranquilizantes. 2.0 2.9 1.45 •Estimulantes. 1.4 1.7 1.21 USO DE DROGAS SEGÚN GÉNERO DE LA INSTITUCION EDUCATIVA. En la Tabla 7 se da cuenta del consumo de drogas legales, ilegales y médicas, según el género de la población escolar del colegio. En ella se observa lo siguiente: • Los colegios de mujeres registran una mayor prevalencia de consumo de drogas legales que los colegios de varones y mixtos, debido principalmente a un mayor consumo de alcohol. En el caso del tabaco, las escuelas de hombres y mixtas registran un mayor consumo que los colegios de mujeres, siendo las diferencias significativas entre los distintos tipos de colegio. • Los colegios de hombres registran las más altas prevalencias de consumo de drogas ilegales, comparadas con las prevalencias que registran los colegios mixtos y de mujeres, siendo las diferencias significativas. Esta tendencia viene determinada principalmente por el consumo de marihuana e inhalantes. En los casos de la cocaína, la PBC y el éxtasis, los colegios de hombres y las escuelas mixtas registran una prevalencia similar. • En lo que respecta a las drogas médicas, los colegios de mujeres y mixtos registran las mayores prevalencias de consumo. Tanto los tranquilizantes como los estimulantes registran la misma tendencia de consumo. 23 TABLA 7: Prevalencia de año del consumo de drogas, según género de la población escolar del colegio Tipo de Droga Género de la población escolar del colegio Masculino Femenino Mixto Drogas Legales 24.0 24.6 23.2 •Alcohol. 18.7 21.8 19.5 •Tabaco. 16.5 10.5 12.8 Drogas Ilegales 4.4 3.4 3.8 •Marihuana. 2.8 1.4 2.2 •Cocaína. 1.0 0.7 0.9 •PBC. 1.0 0.8 0.9 •Inhalantes. 1.8 1.3 1.2 •Éxtasis. 1.1 0.6 1.0 • Otras drogas. 0.5 0.6 0.4 Drogas Médicas 2.3 3.8 3.2 •Tranquilizantes. 2.0 2.7 2.3 •Estimulantes. 1.1 1.8 1.5 USO DE DROGAS SEGÚN DOMINIOS REGIONALES. En esta sección se da cuenta del ranking del consumo de drogas legales, ilegales y médicas, según dominios regionales, tomando como base la prevalencia de año. En el Gráfico 1 se observa que Lima Provincias, Arequipa, Callao, San Martín, Tacna, La Libertad, Lima Metropolitana, Moquegua, Cusco y Lambayeque registran las más altas prevalencias de consumo de drogas legales, ubicándose por encima del promedio nacional. Es importante señalar que Lima Provincias, Arequipa, Callao, San Martín y Tacna registran prevalencias significativamente más altas que Lima Metropolitana. Puno y Huancavelica, por su parte, son las regiones que registran un menor consumo de drogas legales, con prevalencias que se ubican por debajo de la mitad del promedio nacional. Le siguen, en orden de menos a más, Pasco, Tumbes, Amazonas, Loreto, Ayacucho, Ancash, Apurímac, Cajamarca, Huánuco, Madre de Dios, Piura, Ucayali, Junín e Ica, que registran prevalencias menores que el promedio nacional, pero superiores a las regiones anteriormente mencionadas. 24 INDICADORES DE CONSUMO II GRÁFICO 1: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS LEGALES, SEGÚN DOMINIOS REGIONALES Lima Provincias 34.9 Arequipa 34 Callao 33.4 San Martín 32 Tacna 30.2 La Libertad 26.7 Lima Metropolitana 26.4 Moquegua 26.3 Cusco 26.1 Lambayeque 23.9 Nacional 23.3 Ica 19.5 Junín 19.4 Ucayali 19.2 Piura 18.8 Madre de Dios 18.9 Huánuco 18.7 Cajamarca 18.7 Apurímac 18.5 Ancash 17.9 Ayacucho 17.3 Loreto 15.9 Amazonas 15.5 Tumbes 14.8 Pasco 13.4 Huancavelica 9.4 Puno 8.5 0 5 10 15 20 25 30 35 El Gráfico 2 da cuenta del consumo de sustancias ilegales en los dominios regionales. Tacna, Lima Provincias, Cusco, Callao, Arequipa, Lima Metropolitana, Madre de Dios y Ayacucho son las regiones que registran un mayor consumo de sustancias ilícitas, con prevalencias que se ubican por encima del promedio nacional. Es importante resaltar que se trata de regiones que cuentan con una importante presencia del narcotráfico, ya sea porque hay zonas de producción o porque tiene ciudades que se ubican en la ruta de salida de la droga. Llama la atención el caso de Tacna, que registra una prevalencia de consumo que es más del doble que el promedio nacional y significativamente más alta que las que registran Lima y Callao. Es probable que ello se deba a una mayor disponibilidad de sustancias en esta zona de frontera, que es ruta de salida para la droga que sale hacia Chile y Argentina; no obstante que el incremento de consumo no solo se ha dado en las sustancias cocaínicas, sino también en el uso de marihuana y de éxtasis. Lima Metropolitana se ubica en el sexto lugar de consumo de sustancias ilegales; pero, por su tamaño, alberga al mayor número de consumidores en todo el país. Puno, Amazonas, Huancavelica, Pasco, Ica, Loreto y Piura, por otro lado, registran las más bajas prevalencias de consumo de drogas ilegales, por debajo de la mitad del promedio nacional, seguidas, de menos a más, de Cajamarca, Huánuco, San Martín, Moquegua, Tumbes, Apurímac, Junín, Lambayeque, Ucayali, La Libertad y Ancash. 25 GRÁFICO 2: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS ILEGALES, SEGÚN DOMINIOS REGIONALES 7.9 Tacna 5.5 Lima Provincias 5.5 Cusco 5.2 Callao 5.1 Arequipa 5 Lima Metropolitana 4.7 Madre de Dios Ayacucho 4 Nacional 3.8 3.8 Ancash 3.7 La Libertad 3.5 Ucayali 3.6 Lambayeque 3.3 Junín 3.3 Apurímac 3.2 Tumbes Moquegua 3 San Martín 2.8 2.3 Huánuco Cajamarca 2 1.9 Loreto 1.8 Piura 1.7 Ica 1.4 Pasco 1.1 Huancavelica 1.1 Amazonas 0.5 Puno 0 2 4 6 8 En el Gráfico 3 se observa que Arequipa, Tacna, Callao, La Libertad, Lima Metropolitana, Cusco, San Martín, Lambayeque, Lima Provincias, Apurímac y Madre de Dios registran las más altas prevalencias de consumo de drogas médicas, las cuales se ubican por encima del promedio nacional. La mayoría de estas regiones también se ubican entre las que registran las prevalencias más altas de consumo de drogas ilegales, por lo que no debería descartarse una asociación en el consumo de ambos tipos de sustancias. En el otro extremo, se ubican Puno, Moquegua, Loreto, Ica y Amazonas, que registran las más bajas prevalencias de consumo de drogas médicas, por debajo de la mitad del promedio nacional, seguidas, de menos a más, de Pasco, Huancavelica, Piura, Cajamarca, Tumbes, Ancash, Junín, Ayacucho, Ucayali y Huánuco. 26 INDICADORES DE CONSUMO II GRÁFICO 3: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS MÉDICAS, SEGÚN DOMINIOS REGIONALES 4.4 4.4 4.3 4.1 3.9 3.7 3.6 3.6 3.5 3.4 3.3 3.2 3.2 3.1 Arequipa Tacna Callao La Libertad. Lima Metropolitana Cusco San Martín Lambayeque Lima Provincias Apurímac Madre de Dios Nacional Huánuco Ucayali Ayacucho Junín Ancash Tumbes Cajamarca Piura Huancavelica Pasco Amazonas Ica Loreto Moquegua Puno 2.8 2.4 2.4 2.2 2 2 1.7 1.7 1.6 1.5 1.1 1 0.9 0 1 2 3 4 Los mapas de la Figura 1 ilustran la dinámica del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en las distintas regiones del país, ordenadas según cuartiles. En el primer cuartil, de color marrón, se ubican las regiones que registran las prevalencias más altas y, por tanto, un mayor riesgo de consumo de drogas. En el otro extremo, sombreado de amarillo, se encuentran las regiones que registran un menor riesgo de consumo, dada sus bajas prevalencias. De acuerdo con este análisis, Lima, Callao, Arequipa, La Libertad, Tacna y San Martín son las regiones que registran un mayor riesgo de consumo de drogas legales en su población escolar. Lima, Callao, Arequipa y Tacna además registran un alto riesgo de consumo de sustancias ilegales, junto a Madre de Dios y Cusco. Lima, Callao, Arequipa, La Libertad, Tacna y Cusco, por otro lado, son las regiones que registran el mayor riesgo de consumo de drogas médicas. En el otro extremo, se ubican las regiones de Amazonas, Loreto, Huancavelica, Pasco y Puno que registran el menor riesgo de consumo de drogas legales, ilegales y médicas. Se confirma entonces que la dinámica del consumo de drogas se ha extendido de Lima a las principales ciudades del interior del país, sobre todo en la zona sur del país y en la costa norte, zonas que coinciden con las rutas del narcotráfico y en donde se ha incrementado la actividad delictiva. 27 FIGURA 1: Consumo de drogas en la población escolar de las regiones, según cuartiles y tipos de sustancias Drogas Legales Legales Drogas Ilegales Drogas Médicas e26.1 .1% % e4.1 e4. 1% e3.7% e3.7 % 19% 19 % a 26 26% % 3.3 3. 3% a 4.0 4.0% 3% a 3.7 3.7% % 17% a 18 18.9% .9% 2.0% 2. 0% a 3.2% 3.2% 2% a 2.9 2.9% % d17% d1.9 1.9% % d1.9% d1.9 % FRECUENCIA DE CONSUMO DE DROGAS EN LOS USUARIOS DE ÚLTIMO AÑO. En el Gráfico 4 da cuenta de la frecuencia de consumo de drogas legales en los usuarios recientes y actuales de este tipo de sustancias, tomando como base el número de días que reportan haber consumido, observándose lo siguiente: • El 11.8% de los consumidores de alcohol registran una frecuencia alta de consumo y el 41.6% una frecuencia media; mientras que el 46.6%, que declara haber consumido solo una vez bebidas alcohólicas, son usuarios experimentales. • El 15.7% de los usuarios de tabaco registran una frecuencia alta de consumo y el 38.9% una frecuencia media. El 44.5% son consumidores experimentales. GRÁFICO 4: FRECUENCIA DE CONSUMO DE DROGAS LEGALES EN LOS CONSUMIDORES DE ÚLTIMO AÑO Tabaco 44.5 Alcohol 46.6 0% 20% 1 día 28 38.9 15.7 41.6 40% 2 a 9 días 60% 11.8 80% 100% 10 a más días En lo que respecta a los usuarios recientes y actuales de drogas ilegales, en el Gráfico 5 se observa que: INDICADORES DE CONSUMO II • La mayoría de los usuarios de marihuana registran una frecuencia media (50.3%) y alta (13.5%) de consumo. El 36.1% son consumidores experimentales. • El patrón de consumo de las sustancias cocaínicas es similar al de la marihuana. No obstante, el 13% de los usuarios de PBC no precisa el número de días que consumió esta sustancia. • El éxtasis registra un menor consumo experimental (30.5%), comparado con las demás sustancias ilegales. El 9.1% de los usuarios de esta droga, sin embargo, no precisa el número de días que consumió. • Los inhalantes registran el mayor consumo experimental (53.8%) entre todas las sustancias ilegales. Un porcentaje minoritario de usuarios de esta droga registra una frecuencia alta (10.2%) y media (36%) de consumo. GRÁFICO 5: FRECUENCIA DE CONSUMO DE DROGAS ILEGALES EN LOS CONSUMIDORES DE ÚLTIMO AÑO Inhalantes Extasis 53.8 30.5 Cocaína 48.3 37.2 PBC 1 día 20% 12.2 12.1 50.3 30% 40% 2 a 9 días 50% 60% 10 a más dìas 9.1 10.4 40.7 36.1 10% 10.2 52.4 34.2 Marihuana 0% 36 13 13.5 70% 80% 90% 100% No precisa El Gráfico 6 describe la frecuencia de consumo de las drogas médicas, dando cuenta de lo siguiente: • El 12.9% de los usuarios de tranquilizantes registran una frecuencia alta de consumo y el 49.3% una frecuencia media. El 33.9% son consumidores experimentales y el 3.9% no precisa el número de días que consumió. • El 16.5% de los usuarios de estimulantes registran una frecuencia alta de consumo y el 42.9% una frecuencia media. El 36.9% son consumidores experimentales y el 3.7% no precisa el número de días que hizo uso de estas sustancias. 29 GRÁFICO 6: FRECUENCIA DE CONSUMO DE DROGAS MÉDICAS EN LOS CONSUMIDORES DE ÚLTIMO AÑO Estimulantes 36.9 Tranquilizantes 42.9 33.9 0% 20% 1 día 16.5 49.3 40% 2 a 9 días 60% 10 a más dìas 12.9 80% 3.7 3.9 100% No precisa CONSUMO PROBLEMÁTICO DE ALCOHOL. El consumo problemático de alcohol en los adolescentes usuarios de esta sustancia hace referencia al riesgo psicosocial que experimentan cuando lo consumen, la baja capacidad para controlar su uso, el deterioro de su salud mental y la percepción negativa que tienen de su conducta sus familiares y amigos, factores que dan cuenta de una probable patología social y/o de un problema de abuso de sustancias en esta población. De manera específica, los factores mencionados aluden a lo siguiente: • Riesgo psicosocial: el uso de alcohol conduce a la escenificación de conductas de riesgo en los adolescentes (manejar un vehículo ebrio, peleas en grupo o en forma individual, problemas con la policía, etc.) que ponen en peligro su integridad física y mental y la de otras personas implicadas de manera directa o indirecta; • Percepción negativa del modo en que consume alcohol: los amigos y familiares, que forman parte del entorno del adolescente, perciben que bebe “más de la cuenta” y que debería bajar su consumo de bebidas alcohólicas; • Incapacidad para controlar el consumo de alcohol: el adolescente bebe para relajarse, para sentirse mejor consigo mismo, para integrarse a un grupo y, cuando no tiene con quien hacerlo, bebe solo; y • Pérdida de la capacidad de memoria: el adolescente no recuerda lo que pasó o lo que hizo mientras consumía alcohol. El estudio midió el consumo problemático de alcohol en los adolescentes a través de la Escala CRAFFT. Este instrumento fue diseñado por psiquiatras del Boston Children’s Hospital, de Massachusetts, hacia finales de la década de los noventa2, y posteriormente ha sido 2 30 Knight, JR; Shrier, L; Harris, B; Terril, D; Farrell, M et al. “A new brief screen for adolescent: substance abuse”. En: Archive of Pediatrics and Adolescent Medicine. Vol. 153, p. 591 – 596, 1,999. INDICADORES DE CONSUMO II perfeccionado y validado en distintos países3, entre ellos Colombia4, habiendo demostrado una alta sensibilidad para identificar el consumo disfuncional o problemático de alcohol en la población adolescente institucionalizada y no institucionalizada. En nuestro país es la primera vez que se utiliza esta escala para medir el consumo problemático de alcohol en la población adolescente. La Escala CRAFFT se compone de una batería de seis preguntas que se aplican a estudiantes que registran un uso reciente de alcohol. Las preguntas aluden a dificultades personales y problemas de interacción que experimentan los escolares como consecuencia de su consumo de bebidas alcohólicas y que guardan relación con los factores arriba mencionados. La respuesta positiva al menos a dos de estas preguntas indica que el estudiante registra un consumo problemático de alcohol. En la Tabla 8 se registra la respuesta individual que los estudiantes que son usuarios recientes de alcohol dieron a cada una de las preguntas de la Escala CRAFFT. En ella, se observa que las tres primeras preguntas de la escala –que aluden al riesgo psicosocial, la percepción negativa del entorno y la baja capacidad para controlar el consumo de alcohol- registran una mayor incidencia que las tres últimas en los usuarios recientes de alcohol. La percepción negativa del entorno es mayor entre los varones y los estudiantes de las escuelas públicas que entre las mujeres y los alumnos de colegios privados. En los demás casos, no existente diferencias significativas por género o tipo de colegio. El análisis de consistencia interna de la Escala CRAFFT reportó un Alfa de Cronbach de 0.539, lo que equivale a una confiabilidad moderada. Véase: Knight, JR; Sherrit, L; Shrier, L; Harris, SK et al. “Validity of the CRAFFT Substance Abuse Screening: test among adolescent clinic patients” En: Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine. Vol. 156, pp. 607 – 614, 2,002. Knight, JR; Sherritt L; Harris, S; Gates, E; Chang, G. “Validity of brief alcohol screening tests among adolescents: a comparison of the AUDIT, POSIT, CAGE and CRAFFT” En: Alcoholism: Clinical and Experimental Research. Vol. 27 (1). pp. 67 – 73, 2,003. Bernard M; Bolognini M; Plancherel B; Chinet L et al. “French validity of two substance-use screening tests among adolescents: a comparison of the CRAFFT and DEP-ADO” En: Journal of substance use. Vol. 10 (6), pp. 385 – 395, 2,005. Cook R; Chung T; Kelly T; Clark D. “Alcohol screening in young persons attending a sexually transmitted disease clinic: comparison of AUDIT, CRAFFT and CAGE instruments”. En: Journal of General Internal Medicine. Vol. 20, pp. 1 – 6, 2,005. Tossman, P, Kasten, L, Lang, P, Strüber, E. Bestimmung der konkorruenten Valität des CRAFFT-d. // In: Zeitschrift für Kinderund Jugendpsychiatrie und Psyhcotherapie. Vol. 37 (5), pp. 451 – 459, 2,009. Subramaniam, M; Cheok, C; Verma, S; Wong, J et al. “Validity of a brief screening instrument- CRAFFT in a multiethnic Asian population” En: Addictive Behaviors. Vol. 35. p. 1102-1104, 2,010. 4 Pérez Gómez, Augusto y Scopetta Díaz – Granados, Orlando. “El CRAFFT / CARLOS como Instrumento para la Identificación Temprana de Consumo de Alcohol y Otras SPA: una Adaptación al Español”. En: Revista Colombiana de Psicología. Vol. 20, N° 2, pp. 265 – 274, 2,011. Uribe Isaza, María Mercedes. “Validación colombiana de la Escala CRAFFT para tamizaje de consumo de sustancias psicoactivas. Versión Universidad Nacional de Colombia. Fase I”. Universidad Nacional de Colombia – Facultad de Medicina, 2,012. 3 31 TABLA 8: Análisis individual de los componentes de la escala Crafft, según sexo y tipo de colegio Bebedores de último año que respondieron positivamente a las preguntas. Tipo de Droga Sexo 1) ¿Alguna vez has viajado en un vehículo (auto, moto, mototaxi) conducido por una persona (o por ti mismo) que haya consumido bebidas alcohólicas? 2) ¿Alguna vez amigos o familiares te han sugerido o mencionado que disminuyas el consumo de bebidas alcohólicas? 3) ¿Alguna vez has consumido bebidas alcohólicas para relajarte, para sentirte mejor contigo mismo o para integrarte a un grupo? 4) ¿Alguna vez te has metido en problemas al consumir bebidas alcohólicas? 5) ¿Alguna vez te has olvidado de lo que hiciste después de consumir bebidas alcohólicas? 6) ¿Alguna vez has consumido bebidas alcohólicas estando solo o sola? Tipo de Colegio Total Hombre Mujer Público Privado 34.7 35.7 35.6 34.5 35.2 40.5 34.3 41.1 31.9 37.6 35.7 34.2 34.3 36.0 35.0 19.3 16.9 18.4 17.8 18.1 19.8 18.1 19.1 18.8 19.0 18.3 21.8 19.6 20.4 19.9 En la Tabla 9 se da cuenta del resultado de la aplicación de la escala en los estudiantes que registran un consumo reciente de bebidas alcohólicas. De acuerdo con este análisis, el 46.1% de los estudiantes que hicieron uso de esta sustancia en los últimos doce meses son consumidores problemáticos de alcohol, siendo este problema ligeramente más alto entre los varones y entre los estudiantes de colegios públicos, sin que se registren diferencias significativas por género y tipo de colegio. En general, existen cerca de doscientos mil estudiantes que, dada las características del uso de alcohol que reportan, califican como consumidores problemáticos. TABLA 9: Consumo problemático de alcohol en los estudiantes que hicieron uso de esta sustancia en los últimos 12 meses, según sexo y tipo de colegio Tipo de Droga Sexo Tipo de Colegio Total N° de Estudiantes 55.7 53.9 232,609 47.2 44.3 46.1 198,706 100.0 100.0 100.0 431,314 Hombre Mujer Público Privado • Consumidor no problemático. 52.7 55.3 52.8 • Consumidor problemático. 47.3 44.7 100.0 100.0 TOTAL Otra aproximación al consumo problemático de alcohol viene a ser la medición del “beber excesivo” (binge drinking) entre los estudiantes que reportan haber consumido bebidas alcohólicas en el último mes. La CICAD define el beber excesivo como “haber consumido cinco o más bebidas alcohólicas en un solo evento durante las dos semanas anteriores a la encuesta”5. El beber excesivo es un indicador de abuso de alcohol entre los jóvenes y adolescentes, pero no necesariamente mide la dependencia a esta sustancia. El beber excesivo, como tal, es una conducta de alto riesgo, que además conduce a otros riesgos, tales como comportamientos violentos, lesiones no intencionales, enfermedades de trasmisión sexual, embarazos no deseados, intoxicación por alcohol, dependencia, etc. Se trata, por tanto, de un indicador de consumo problemático de alcohol entre los usuarios de último mes. 5 32 CICAD – OEA. “Informe del Uso de Drogas en Las Américas - 2011”. Washington, D.C., 2011, p. 11. INDICADORES DE CONSUMO II En la Tabla 10 se observa que seis de cada diez estudiantes que consumieron alcohol en el último mes son bebedores excesivos. En los varones el beber excesivo es ligeramente más alto que en las mujeres, pero las diferencias no son significativas. Tampoco hay diferencias significativas por tipo de colegio. En general, existen ciento veinte mil escolares que son bebedores excesivos de alcohol y que, dada esta situación, podrían estar experimentando otras conductas de riesgo que dañen su salud física y mental y la de las personas implicadas en sus acciones. TABLA 10: Proporción de estudiantes secundarios que reportan beber excesivo de alcohol (Usuarios de último mes) En las últimas 2 semanas: ¿Cuántas veces has consumido 5 o más bebidas alcohólicas en una sola ocasión? Sexo Tipo de Colegio Total N° de Estudiantes 40.7 40.0 80,261 60.4 59.3 60.0 120,335 32.5 32.9 34.0 33.3 66,894 16.5 15.3 15.9 16.0 16.0 32,001 - Entre cuatro y cinco veces 4.1 3.1 3.6 3.7 3.7 7,323 - Más de cinco veces 7.2 6.8 7.9 5.6 7.0 14,117 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 200,595 Hombre Mujer Público Privado • Ninguna vez 38.1 42.2 39.6 • Al menos una vez 61.9 57.8 - Sólo una vez 34.0 - Entre dos y tres veces TOTAL Esta situación se confirma con los reportes de embriaguez en los bebedores de último mes. En la Tabla 11 vemos que siete de cada diez estudiantes que consumieron alcohol en los últimos treinta días declara haberse embriagado al menos una vez en el último mes. Los estudiantes de colegios públicos reportan una mayor prevalencia de embriaguez que sus pares de escuelas privadas. Lo mismo ocurre entre hombre y mujeres, aunque las diferencias son menores. En general, cerca de ciento cuarenta y cinco mil estudiantes reconocen haberse embriagado al menos una vez en los últimos treinta días. TABLA 11: Proporción de estudiantes secundarios que reportan haberse embriagado al menos un día en el último mes ¿Cuántos días has tomado más de la cuenta y te has emborrachado en el último mes? • Ningún día Sexo Tipo de Colegio Hombre Mujer Público Privado 24.2 27.1 19.7 35.0 Total N° de Estudiantes 25.5 51,761 • 1 a 2 días 53.0 54.0 57.8 46.4 53.5 108,527 • 3 a más días 19.2 14.7 18.7 14.6 17.2 34,835 • No responde TOTAL 3.6 4.2 3.8 4.1 3.9 7,910 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 203,033 33 USO DE DROGAS SEGÚN ANTECEDENTES DE CONSUMO EN LA FAMILIA Y GRUPO DE PARES. Los antecedentes de consumo de alcohol y de drogas ilegales en la familia y el grupo de pares inciden negativamente en la población escolar. En la Tabla 12 se observa que los estudiantes que registran antecedentes de consumo de alcohol en la familia y en su grupo de amigos reportan prevalencias de consumo de drogas legales, ilegales y médicas que son significativamente más altas que los que no registran estos antecedentes. TABLA 12: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar, según antecedentes de consumo de alcohol en la familia y grupo de pares Familia Tipo de Droga Grupo de Pares Registra antecedentes No registra antecedentes Registra antecedentes No registra antecedentes Drogas Legales 30.0 21.5 35.0 17.0 •Alcohol. 25.4 18.1 29.9 14.2 •Tabaco. 18.0 11.4 21.5 8.1 Drogas Ilegales 5.3 3.3 6.2 2.4 •Marihuana. 3.1 1.9 3.7 1.3 •Cocaína. 1.4 0.8 1.4 0.6 •PBC. 1.5 0.8 1.4 0.7 •Inhalantes. 1.7 1.1 2.0 0.7 •Éxtasis. 1.5 0.9 1.5 0.7 • Otras drogas. 0.7 0.4 0.8 0.3 Drogas Médicas 4.8 2.7 4.9 2.3 •Tranquilizantes. 3.6 1.9 3.7 1.5 •Estimulantes. 2.4 1.2 2.3 1.0 Una tendencia similar, aunque con diferencias más marcadas, se observa cuando se exploran los antecedentes de consumo de sustancias ilegales. En la Tabla 13 vemos que los estudiantes que tienen amigos o familiares que usan este tipo de drogas registran prevalencias de consumo de sustancias legales, ilegales y médicas que son significativamente más altas que los que no tienen estos antecedentes en su familia y grupo de pares. En los casos de las drogas ilegales y médicas, el consumo de estas sustancias es entre dos y seis veces más alto en los estudiantes que registran antecedentes de consumo en su entorno familiar y amical que entre los que no registran estos antecedentes. TABLA 13: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar, según antecedentes de consumo de sustancias ilegales en la familia y grupo de pares Familia Grupo de Pares Tipo de Droga No registra No registra Registra antecedentes 34 antecedentes Registra antecedentes antecedentes Drogas Legales 35.3 22.8 43.7 17.0 •Alcohol. 29.5 19.2 37.7 14.1 •Tabaco. 24.3 12.3 28.2 8.0 Drogas Ilegales 9.4 3.5 9.1 2.1 •Marihuana. 5.8 2.0 6.2 0.9 •Cocaína. 3.2 0.8 2.0 0.5 •PBC. 3.5 0.8 1.8 0.7 •Inhalantes. 2.6 1.1 2.7 0.7 •Éxtasis. 3.0 0.9 1.9 0.7 • Otras drogas. 1.7 0.4 1.2 0.2 Drogas Médicas 8.5 2.9 6.1 2.3 •Tranquilizantes. 6.0 2.1 4.8 1.5 •Estimulantes. 4.8 1.3 2.9 1.1 INDICADORES DE CONSUMO USO DE DROGAS SEGÚN II ANTECEDENTES DELICTIVOS EN LA FAMILIA Y EL GRUPO DE PARES. La existencia de antecedentes delictivos en la familia y el grupo de pares es otro factor que influye negativamente en el uso de sustancias. En la Tabla 14 se observa que los estudiantes que tienen amigos o familiares que han cometido un delito (robo, asalto, venta de drogas, etc.) o están en prisión registran prevalencias de consumo de drogas legales, ilegales y médicas que son significativamente más altas que los que no tienen estos antecedentes en su familia y grupo de pares. En los casos de las sustancias ilegales y médicas, el uso de estas drogas es entre dos y cinco veces más alto en los estudiantes que registran antecedentes delictivos en su entorno familiar y de pares que entre los que no registran estos antecedentes. TABLA 14: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar, según antecedentes delictivos en la familia y grupo de pares Familia Tipo de Droga Grupo de Pares No registra antecedentes Registra antecedentes No registra antecedentes Registra antecedentes Drogas Legales 32.5 22.8 39.5 19.0 •Alcohol. 26.8 19.3 33.7 15.9 •Tabaco. 22.8 12.2 25.4 9.4 Drogas Ilegales 9.5 3.4 8.3 2.5 •Marihuana. 5.5 2.0 5.5 1.2 •Cocaína. 3.7 0.7 2.0 0.6 •PBC. 3.9 0.8 1.8 0.7 •Inhalantes. 3.0 1.1 2.5 0.8 •Éxtasis. 4.1 0.8 1.8 0.8 • Otras drogas. 1.5 0.4 1.1 0.3 Drogas Médicas 7.7 2.9 5.8 2.5 •Tranquilizantes. 5.5 2.1 4.5 1.7 •Estimulantes. 4.5 1.3 2.9 1.1 INCIDENCIA DE CONSUMO DE DROGAS. En la Tabla 15 se da cuenta de la tasa de incidencia anual del consumo de drogas y del número de estudiantes que cada año se inician en su consumo, observándose lo siguiente: • Cada año más de 230,000 estudiantes se inician en el consumo de bebidas alcohólicas y cerca de 130,000 se inician en el uso de tabaco. • Entre 80,000 y 90,000 estudiantes se inicia cada año en el consumo de alguna sustancia ilegal, principalmente marihuana, seguida de los inhalantes, la cocaína, el éxtasis y la PBC. • Cada año cerca de 30,000 estudiantes se inician en el consumo de tranquilizantes y más de 18,000 empiezan a usar estimulantes. Dependiendo de la frecuencia e intensidad de su uso, los estudiantes que se inician en el consumo de las distintas sustancias van a estar expuestos a un mayor o menor riesgo de dependencia o adicción a las mismas. 35 TABLA 15: Incidencia del consumo de drogas en la población escolar de secundaria que reside en ciudades de 30,000 y más habitantes Tipo de Droga Tasa de Incidencia Anual N° de Estudiantes Drogas Legales •Alcohol. •Tabaco 11.6 230,388 6.1 127,050 Drogas Ilegales •Marihuana. 1.5 33,326 •Cocaína 0.7 14,835 •PBC 0.4 9,747 •Inhalantes 0.7 16,357 •Éxtasis 0.6 12,658 Drogas Médicas •Tranquilizantes. 1.3 28, 471 •Estimulantes. 0.8 18,187 EDAD DE INICIO DEL CONSUMO DE DROGAS. La edad promedio de inicio del consumo de drogas se ubica entre los 13 y 14 años, de acuerdo con el reporte de las principales sustancias (Tabla 16). Las drogas médicas registran un inicio más temprano, por debajo de los trece años. El inicio de consumo de drogas legales, por su parte, se ubica por encima de los trece años. En el caso de las drogas ilegales, la marihuana, cocaína, PBC y éxtasis registran un inicio de consumo que se ubica por encima de los catorce años, lo que evidencia un avance importante en el objetivo de retrasar la edad de inicio del consumo de estas sustancias. No sucede lo mismo con los inhalantes y los alucinógenos, que registran edades de inicio que se ubican por debajo de los trece años. No existen diferencias significativas por género en las edades promedio de inicio que registran las distintas sustancias. TABLA 16: Edad de inicio del consumo de drogas en la en la población escolar de secundaria, según sexo Tipo de Droga •Alcohol. •Tabaco. •Marihuana. •Cocaína. •PBC. •Inhalantes. •Éxtasis. •Alucinógenos. • Otras drogas. •Tranquilizantes. •Estimulantes. Sexo Hombres Mujeres Drogas Legales 13.3 13.3 13.3 13.4 Drogas Ilegales 14.3 14.2 14.2 14.3 13.9 14.1 12.5 12.3 14.3 14.3 12.3 13.1 13.1 13.8 Drogas Médicas 12.7 13.0 12.9 13.0 Total 13.3 13.3 14.3 14.2 14.0 12.4 14.3 12.6 13.2 12.9 13.0 En la Figura 2 se presentan los diagramas de cajas con las edades de inicio de los estudiantes que hacen uso de drogas legales, ilegales y médicas. Este tipo de diagramas permite visualizar las distintas edades de inicio declaradas por los estudiantes, agrupadas por cuartíles, atendiendo a su grado de dispersión. En ella, se observa lo siguiente: 36 INDICADORES DE CONSUMO II • La edad de inicio más baja del consumo de alcohol se ubica en los 8 años: uno de cada cuatro estudiantes (25%) que declara haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en su vida comenzó a beber entre los 8 y los 11 años. El 50% de los usuarios de alcohol, sin embargo, comenzó a hacer uso de esta sustancia cuando tenía entre 12 y 14 años. • La edad de inicio más baja del consumo de cigarrillos se ubica en los 8 años: el 25% de los estudiantes que reconocen haber fumado cigarrillos alguna vez en su vida iniciaron su consumo entre los 8 y los 11 años. Uno de cada dos estudiantes usuarios de esta sustancia (50%), por el contrario, comenzó a fumar cuando tenía entre 12 y 14 años. • El consumo de inhalantes registra una mayor dispersión en las edades de inicio. Uno de cada dos estudiantes que declara haber consumido estas sustancias (50%), se inició en su uso entre los 11 y los 13 años. Existe, sin embargo, un 25% que comenzó a usar este tipo de sustancia entre los 7 y los 10 años • Las edades de inicio de la marihuana, la PBC y la cocaína registran un comportamiento similar: El 50% de los estudiantes que han hecho uso de estas sustancias, iniciaron su consumo entre los 13 y los 14 años. Uno de cada cuatro (25%), por otro lado, comenzó a usarlas entre los 10 y los 12 años. • Las edades de inicio del éxtasis registran una alta dispersión, similar a la de los inhalantes, aunque en edades más tardías. El 50% de los estudiantes que usan esta sustancia se iniciaron en su consumo entre los 13 y los 15 años; mientras que el 25% lo hizo entre los 9 y los 12 años. • Las edades de inicio de los usuarios de tranquilizantes registran la mayor dispersión entre las drogas médicas: uno de cada cuatro estudiantes que declara haber hecho uso de estos medicamentos sin receta médica, se inició en su consumo entre los 7 y los 10 años. El 50%, por el contrario, comenzó a usarlas entre los 11 y los 14 años • La edad de inicio más baja del consumo de estimulantes se ubica en los 10 años: el 25% de los estudiantes que han hecho uso de este medicamento comenzaron a usarlo a esa edad. Uno de cada dos (50%), por el contrario, se inició en su consumo cuando tenía entre 11 y 14 años. FIGURA 2: Edad de inicio del consumo de drogas en la población escolar 20 o 20 o 18 18 16 16 14 14 12 12 10 10 o o 8 o Bebidas alcohólicas Tabaco o o 8 o o 6 o 6 Inhalantes Marihuana PBC Cocaína Éxtasis 20 18 16 14 12 10 8 6 Tranquilizantes Estimulantes 37 ENTORNO DE INICIO DEL CONSUMO DE DROGAS. El entorno de inicio hace referencia al grupo en el que el estudiante empezó a consumir una sustancia. Tiene que ver con el espacio relacional en el que vive. No necesariamente refiere a un espacio físico. Así, por ejemplo, un estudiante puede haberse iniciado en el consumo de una droga con sus amigos de barrio; pero no en el lugar en el que reside, sino en una discoteca u otro espacio ajeno al barrio. En la Tabla 17 se da cuenta del entorno de inicio del consumo de las distintas sustancias, observándose lo siguiente: • El entorno familiar, que incluye a los padres y hermanos (19.4%) y otros familiares (primos, tíos, etc.: 17.1%), es el principal entorno de inicio del consumo de alcohol (36.5%), seguido de los amigos de barrio (24.3%) y los compañeros de estudio (23.8%). • Los amigos de barrio (31.5%) y los compañeros de estudio (24.1%) son los principales entornos de inicio de consumo de tabaco en la población escolar. El 15.9% de los estudiantes que fuman cigarrillos señalan que se iniciaron solos en su consumo y el 13.5% comenzó a fumar dentro de su entorno familiar. • La mayoría de los usuarios de marihuana comenzaron a consumir esta sustancia con sus amigos de barrio (52.2%), en primer lugar, y con los compañeros de colegio (21.5%), en segundo lugar. El 8% manifiesta que se inició solo en el uso de esta sustancia. • El principal entorno de inicio del consumo de cocaína en la población escolar son los compañeros de colegio (25.2%), seguido de los amigos de barrio (24.8%). El 17.7% señala que se inició solo en el consumo de esta sustancia. • Seis de cada diez estudiantes que consume PBC se inició en su uso con sus amigos de barrio (30.8%) y con sus compañeros de estudio (30.9%). El 11.3% se inició solo en el consumo de esta sustancia. • La mayoría de los estudiantes que declaran haber consumido inhalantes se iniciaron solos en el uso de esta droga (36%) y, en menor magnitud, con sus compañeros de colegio (21.7%) y sus amigos de barrio (15%). • La mayoría de los estudiantes que declara haber consumido éxtasis se iniciaron solos en el uso de esta sustancia (24%) y, en menor magnitud, con sus compañeros de colegio (19%) y amigos de barrio (13.2%). Estos resultados ponen de relevancia al barrio como principal entorno de inicio del consumo de marihuana, sustancias cocaínicas y tabaco; además del grupo familiar, como principal entorno de inicio del consumo de alcohol; y el ámbito educativo, como importante entorno de inicio del éxtasis y de otras sustancias legales e ilegales, espacios relacionales hacia donde debe dirigirse la acción preventiva. 38 INDICADORES DE CONSUMO II TABLA 17: Entorno de inicio del consumo de drogas en la población escolar de secundaria Entorno de inicio Tipo de Droga Solo Compañeros de estudio Compañeros de trabajo •Alcohol 3.1 24.3 2.1 •Tabaco 15.9 24.1 2.6 •Marihuana 8.0 21.5 4.1 •Cocaína 17.7 25.2 •PBC 11.3 •Inhalantes 36.0 •Éxtasis 24.0 Amigos de barrio Familia Padres y/o hermanos Otros familiares No recuerda 23.8 19.4 17.1 8.7 31.5 3.6 9.9 12.4 52.2 1.7 2.7 9.5 7.1 24.8 4.0 1.6 19.6 30.7 5.8 30.8 2.8 1.3 17.3 21.7 3.5 15.0 5.3 4.8 13.6 19.0 6.0 13.2 3.5 2.4 31.9 Drogas Legales Drogas Ilegales RAZONES PARA USAR TRANQUILIZANTES Y ESTIMULANTES SIN PRESCRIPCIÓN MÉDICA. El estudio indagó sobre las razones para usar drogas médicas en los estudiantes que declararon haber hecho uso de estas sustancias en el último año. En la Tabla 18 se da cuenta de las razones atribuidas al consumo de tranquilizantes. Es importante señalar que uno de cada cuatro usuarios (26.1%) no identifica alguna razón valedera entre las opciones señaladas o no tiene una opinión formada al respecto. La mayoría consume esta sustancia por problemas de ansiedad y dependencia, entre las razones internas; y por recomendación de un médico amigo de la familia, entre las razones externas. Según género y tipo de colegio, se observa que: • Los estudiantes varones consumen más tranquilizantes que sus pares mujeres por razones externas que por motivos internos. Las mujeres, por el contrario, consumen más tranquilizantes que los hombres cuando se sienten deprimidas, para reducir la ansiedad, calmar la tensión, relajarse, entre otras razones internas. No existen diferencias significativas entre hombres y mujeres por uso de tranquilizantes asociado al consumo de alcohol y otras drogas o relacionado con una mejora del desempeño o de la sociabilidad individual. • Los estudiantes de los colegios públicos usan más tranquilizantes que sus pares de escuelas privadas por razones externas que por motivos internos. Estos últimos, por el contrario, consumen más tranquilizantes que los estudiantes de colegios públicos cuando se sienten deprimidos, para reducir la ansiedad, calmar la tensión, relajarse y para mejorar su desempeño o rendimiento escolar o laboral. No existen diferencias significativas entre los estudiantes de ambos tipos de colegio por consumo de tranquilizantes asociado al uso de alcohol y otras drogas o relacionado con una mejora de la sociabilidad individual. 39 Tabla 18: Razones para usar tranquilizantes sin receta médica Sexo Razones Hombre Tipo de Colegio Mujer Público Privado Total Razones externas Por recomendación de un médico amigo de mi familia. 20.0 15.8 19.5 13.7 17.5 Por indicación de mis profesores o del psicólogo del colegio. 8.4 4.1 7.6 2.6 5.9 16.1 18.6 16.9 19.0 17.6 14.9 19.4 14.5 23.4 17.6 7.4 21.2 13.2 20.1 15.8 Para estar más activo y mejorar mi rendimiento en la escuela o el trabajo. 6.4 5.5 4.6 8.3 5.9 Para sentirme mejor, más sociable, desinhibirme. 3.7 4.4 4.3 3.7 4.1 Para mejorar el efecto del Alcohol o de otras sustancias. 1.9 1.8 1.8 1.8 1.8 No precisa. 27.1 25.4 27.1 24.1 26.1 Razones internas Ansiedad / dependencia. Para calmar los nervios, relajarme, dormir mejor. Para reducir la ansiedad, calmar la tensión, bajar el estrés. Para no estar deprimido. Mejorar desempeño / sociabilidad Mejorar efecto de sustancia En lo que respecta a los estimulantes, la Tabla 19 muestra, al igual que en el caso de los tranquilizantes, que el 21.7% de los usuarios de esta sustancia no identifica alguna razón valedera entre las opciones señaladas o no tiene una opinión formada sobre el tema. Y cuando le atribuyen alguna razón, el uso por recomendación de un médico amigo de la familia (22.9%) destaca por encima de las demás razones externas e internas que se invocan. La ansiedad y dependencia y la mejora del rendimiento académico o laboral también sobresalen entre las razones atribuidas al uso de estimulantes. Según género y tipo de colegio, se observa que: • Los estudiantes varones consumen más estimulantes que sus pares mujeres por razones externas o para sociabilizar mejor, mejorar su rendimiento intelectual y laboral e incrementar el efecto del alcohol y otras drogas, entre las razones internas. Las mujeres, por el contrario, usan más estimulantes que los hombres cuando se sienten deprimidas, para calmar los nervios, relajarse o dormir mejor. No existen diferencias significativas entre hombres y mujeres por uso de estimulantes asociado a la ansiedad y el estrés. • Los estudiantes de los colegios públicos usan más estimulantes que sus pares de escuelas privadas por indicación de sus profesores o del psicólogo del colegio (razón externa) o para reducir la ansiedad y calmar la tensión y el estrés, porque se sienten deprimidos, porque quieren sociabilizar mejor y cuando quieren relajarse, calmar los nervios y dormir mejor, entre las razones internas. Los estudiantes de las escuelas privadas, por el contrario, consumen más estimulantes que sus pares de colegios públicos por recomendación de un médico amigo de la familia (razón externa) o para mejorar su rendimiento académico y laboral e incrementar el efecto del alcohol y de otras drogas, entre sus motivaciones internas. 40 INDICADORES DE CONSUMO II TABLA 19: Razones para usar estimulantes sin receta médica Sexo Razones Hombre Tipo de Colegio Total Mujer Público Privado 20.5 21.2 26.7 22.9 10.2 13.8 9.4 12.5 Razones externas Por recomendación de un médico amigo de mi familia. 25.6 Por indicación de mis profesores o del psicólogo del 15.0 colegio. Razones internas Ansiedad / dependencia. Para calmar los nervios, relajarme, dormir mejor. 6.8 12.1 9.9 8.9 9.6 Para reducir la ansiedad, calmar la tensión, bajar el estrés. 12.4 12.2 14.9 6.3 12.3 Para no estar deprimido. 4.6 15.4 11.3 8.0 10.3 Mejorar desempeño / sociabilidad Para estar más activo y mejorar mi rendimiento en la escuela o el trabajo. Para sentirme mejor, más sociable, desinhibirme. 11.3 9.1 9.4 11.7 10.1 5.9 1.5 4.5 1.6 3.6 Mejorar efecto de sustancia Para mejorar el efecto del Alcohol o de otras sustancias. 2.3 0.9 0.8 3.3 1.6 Otra razón. 18.2 24.7 19.2 27.3 21.7 USO DE TRANQUILIZANTES Y ESTIMULANTES ASOCIADO AL CONSUMO DE OTRA DROGA. El estudio determinó que si existe una relación entre el consumo de drogas médicas y el uso de sustancias legales e ilegales que, no por ser baja aún, deja de ser importante. En la Tabla 20 se observa que: • Uno de cada cinco estudiantes que usó tranquilizantes (21.1%) y estimulantes (19.7%) en el último año reconoce haber consumido estas sustancias después de ingerir bebidas alcohólicas. • El 14% de los estudiantes que usaron tranquilizantes (14.1%) y estimulantes (14%) en los últimos doce meses reconoce haber consumido ambas sustancias de manera simultánea. • Uno de cada diez estudiantes que consumió tranquilizantes (11%) y estimulantes (10.5%) en el último año reconoce haber usado estas sustancias después de haber fumado marihuana. • Entre el 6% y el 9% de los estudiantes que usaron tranquilizantes y estimulantes en el último año reconoce haber consumido estas sustancias después de haber usado sustancias cocaínicas. • El 7% de los estudiantes que usaron tranquilizantes (7.2%) y estimulantes (7.3%) en los últimos doce meses reconoce haber consumido estas sustancias después de haber usado éxtasis. • Entre el 7% y el 9% de los estudiantes que consumieron tranquilizantes (7.8%) y estimulantes (8.9%) en el último año reconoce haber usado estas sustancias después de haber consumido inhalantes. 41 TABLA 20: Uso de drogas médicas asociado al consumo de otra sustancia Tipo de Droga Ha usado Tranquilizantes después de haber consumido… Ha usado Estimulantes después de haber consumido… Si No No consume Si No No consume •Alcohol. 21.1 49.5 29.4 19.7 44.7 35.7 •Estimulantes. 14.1 52.5 33.4 --- --- --- --- --- --- 14.0 48.8 37.2 11.0 43.4 45.6 10.5 45.6 43.9 •Tranquilizantes. •Marihuana. •PBC. 6.9 47.0 46.1 6.6 47.0 46.4 •Cocaína. 8.1 45.2 46.7 9.3 45.4 45.4 •Éxtasis. 7.2 48.5 44.3 7.3 45.4 47.3 •Inhalantes. 7.8 46.2 46.0 8.9 44.0 47.2 PATRÓN DE CONSUMO DEL ÉXTASIS. El entorno de inicio, la frecuencia de uso, el lugar en que se consume, las sustancias que acompañan su uso y los efectos que se le atribuye, entre otras, son características o formas que configuran el patrón de consumo del éxtasis. Anteriormente, se ha visto que uno de cada cuatro escolares que se inicia en el consumo del éxtasis lo hace en forma individual. Los compañeros de colegio y amigos de barrio también constituyen un importante entorno de inicio de consumo de esta sustancia. El éxtasis es la sustancia que registra un menor consumo experimental y su uso frecuente está asociado a espacios de entretenimiento o de diversión entre pares. En el Gráfico 7 se observa que solo uno de cada diez usuarios (10.6%) consume el éxtasis en fiestas electrónicas, espacio con el que se suele asociar su uso. La mayoría de los estudiantes que consumen esta sustancia lo hacen mayormente en casa de amigos (19.9%), en fiestas juveniles o del colegio (14.6%), en su domicilio (14.3%) y en cumpleaños o reuniones de amigos (12.7%). El uso de esta sustancia entonces no necesariamente esta disociado del hogar o del colegio y ocurre cuando los padres y profesores dejan a los menores a su libre albedrío o pierden el control sobre estos espacios. GRÁFICO 7: LUGAR DEL CONSUMO DEL ÉXTASIS EN LOS USUARIOS DE ÚLTIMO AÑO Otro lugar 15.5 En el colegio 2.1 En parques, paseos, etc. 4.9 En discotecas, pubs, bares, conciertos o similares 7.9 En fiestas electrónicas (rave, techno, etc.) 10.6 En reuniones (cumpleaños, reuniones de amigos, etc) 12.7 En mi casa 14.3 En tonos, fiestas del cole u organizada por patas, etc. 14.6 En casa de mis amigos 19.9 0 42 5 10 15 20 INDICADORES DE CONSUMO II En el Gráfico 8 vemos que la mayoría de los usuarios de éxtasis acompaña su consumo con gaseosa (22.2%), agua (16.3%), cerveza (13.5%), trago corto (10.9%), chupetes (8.4%) y bebidas energizantes (6.2%). El uso asociado a sustancias ilegales no sintéticas y a drogas médicas es todavía menor. El consumo de éxtasis combinado con alcohol si es preocupante, dado que esta combinación puede producir lesiones cerebrales y alteraciones a la memoria en los estudiantes que experimentan esta modalidad de consumo6. Es importante, en ese sentido, que los programas de prevención alerten sobre este riesgo e informen a los estudiantes, docentes y padres de familia, a efectos de reducir su incidencia en la población escolar. GRÁFICO 8: SUSTANCIAS QUE ACOMPAÑAN AL CONSUMO DEL ÉXTASIS EN LOS USUARIOS DE ÚLTIMO AÑO Ninguna 27.5 Otras… 2.6 Tranquilizantes 1 Cocaína o PCB 1.7 Estimulantes 3.6 Marihuana 4.1 Energizantes 6.2 Chupetes 8.4 Trago corto 10.9 Cerveza 13.5 Agua 16.3 Gaseosa 22.2 0 5 10 15 20 25 30 En lo que respecta a los efectos atribuidos al éxtasis, el Gráfico 9 muestra que a la mayoría de los estudiantes usuarios de esta sustancia les produce euforia, felicidad y ganas de divertirse y de pasarla bien (21.2%), experimentan tranquilidad y paz interior (17.1%), sienten que tienen sed en exceso (13.9%) y experimentan mayor autoestima o seguridad en sí mismos (8.9%). La mayoría de estos efectos son conocidos en el éxtasis y lo novedoso, en todo caso, es que se experimenten en el hogar o reuniones de amigos, como ya ha sido señalado anteriormente. GRÁFICO 9: EFECTOS ATRIBUIDOS AL ÉXTASIS EN LOS CONSUMIDORES DE ÚLTIMO AÑO No siente nada. 29.1 Me siento diferente, sensible, extrovertido, desinhibido. 1.4 Siento sueño, mucho sueño 2 Me siento duro, no me puedo comunicar con los demás. 2 Alucino bien, vuelo mucho, etc. 3.3 A veces siento mucho calor o siento que me… 4.8 Me siento mareado, borracho, etc. 5.6 Siento mucha energía, fuerza, agresividad. 6.4 Me siento alguien especial, seguro de mí mismo. 8.9 Siento que tengo sed, mucha sed. 13.9 Tranquilidad, paz interior, etc. 17.1 Euforia, felicidad, ganas de divertirme y pasarla bien 21.2 0 6 5 10 15 20 25 30 Manuel Daza - Losada, Marta Rodríguez - Arias, María A. Aguilar & José Miñarro. “Acquisition and reinstatement of MDMAinduced conditioned place preference in mice pre-treated with MDMA or cocaine during adolescence”. En: Addiction Biology 14, pp. 447 – 456, Octubre de 2,009. 43 USO DE DROGAS SINTÉTICAS DISTINTAS AL ÉXTASIS. El estudio indagó sobre el consumo de otras drogas sintéticas en los usuarios de éxtasis, partiendo de la hipótesis de que el uso de este tipo de drogas no se circunscribe a una sola sustancia. En el Gráfico 10 se observa que un porcentaje importante de usuarios de esta sustancia reconoce haber consumido otras drogas sintéticas, destacando la ketamina o ketalar (18.3%), el GBH (12.2%), el “cristal” o metanfetamina (9.9%) y el LSD (6.5%). Uno de cada dos usuarios de éxtasis reconoce haber consumido otra sustancia sintética. Partiendo de esta evidencia, puede decirse que el uso de drogas de síntesis tiende a diversificarse en el país. GRÁFICO 10: USO DE OTRAS DROGAS SINTÉTICAS EN LOS CONSUMIDORES DE ÉXTASIS 50.7 Ninguna 1.4 Anfetaminas 2.4 Esteroides anabólicos 6.5 LSD 9.9 "Cristal" o metanfetamina 12.2 GHB 18.3 Ketamina o ketalar 0 10 20 30 40 50 60 POLICONSUMO DE DROGAS. El policonsumo o uso simultáneo o secuencial de más de una sustancia, con el propósito de maximizar sus efectos y mantener alteradas las funciones mentales, se ha extendido en la población escolar. En el Tabla 21 se observa que el 35.2% de los estudiantes usuarios de drogas son policonsumidores, ya sea porque consume dos drogas (14.2%) o porque usa tres o más sustancias (21%), en simultáneo o de manera secuencial. En general, existen alrededor de 30,000 policonsumidores de sustancias ilegales en la población escolar del país. 44 INDICADORES DE CONSUMO II TABLA 21: Policonsumo de drogas en la población escolar que declara haber usado drogas en el último año. Tipo de consumo •Monoconsumo Nº de sustancias consumidas Drogas Consumidas % N Expandido Marihuana 30.0 24,964 PBC 4.7 3,911 Cocaína 2.4 1,997 Inhalantes 17.6 14,644 Éxtasis 6.6 5,492 Otras drogas 3.5 2,912 64.8 53,920 Marihuana - Cocaína 2.7 2,247 Marihuana - PBC 1.6 1,331 Marihuana - Éxtasis 0.8 666 Marihuana - inhalantes 4.1 3,412 Marihuana - Otras drogas 0.9 749 PBC – Cocaína 0.3 250 Otras combinaciones de dos sustancias 3.8 3,162 3 sustancias 8.5 7,073 4 sustancias 7.0 5,825 5 ó 6 sustancias 5.5 4,577 35.2 29,292 100.0 83,212 1 sustancia. Subtotal 2 sustancias •Policonsumo Subtotal TOTAL 45 46 INDICADORES DE PREVENCIÓN III 47 E n este capítulo se presentan los resultados del estudio que dan cuenta de la medición de los indicadores de prevención del consumo de drogas, que incluye la percepción del riesgo, la facilidad de acceso a sustancias ilegales, el ofrecimiento de drogas y la disposición favorable a su uso. En todos los casos, se analizan el comportamiento de estos indicadores en relación al uso de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar, a efectos de establecer su influencia en el consumo de sustancias. PERCEPCIÓN DEL RIESGO DEL CONSUMO DE DROGAS. La percepción del riesgo del consumo de drogas mide el grado en que los estudiantes han interiorizado los mensajes preventivos que se trasmiten dentro y fuera de la institución educativa, incluyendo la familia y los medios de comunicación, entre otros agentes preventivos. Estos mensajes buscan ampliar y/o fortalecer la conciencia de riesgo en los jóvenes y adolescentes, a efectos de lograr una efectiva reducción de la demanda de drogas en esta población. La percepción del riesgo permite, en ese sentido, evaluar la influencia que ejerce el discurso preventivo en el uso de drogas de la población escolar. En la Tabla 22 se observan los resultados del estudio en lo que respecta a la medición de la percepción del riesgo. En ella se observa que: • Alrededor del 60% de los estudiantes le atribuye un “gran riesgo” al consumo frecuente de cigarrillo y alcohol. El resto, le atribuye un “riesgo moderado” (entre el 15% y 17%) y, en menor medida, un “riesgo leve” o “ningún riesgo”. En el caso del consumo ocasional (“alguna vez”), la percepción de un “gran riesgo” atribuida al consumo de alcohol y tabaco es bastante menor (entre el 10% y 16%). La mayoría le atribuye un “riesgo leve” o “moderado” a este tipo de consumo. • Entre el 21% y el 28% de la población escolar le atribuye un “gran riesgo” al consumo ocasional (“alguna vez” o “una o dos veces”) de marihuana, cocaína, PBC y éxtasis. El resto, le atribuye un “riesgo moderado” o “riesgo leve” (entre el 19% y el 25%, aproximadamente) al uso ocasional de estas sustancias. • En el caso de los inhalantes, la percepción de un “gran riesgo” que se atribuye al consumo ocasional de esta droga es del 47%, es decir, mayor que la que registran las demás sustancias; mientras que el “riesgo moderado” y el “riesgo leve” es significativamente menor. • Entre el 60% y 65% le atribuye un “gran riesgo” al consumo frecuente de marihuana, cocaína, PBC, inhalantes y éxtasis. El resto, le atribuye un “riesgo moderado”, “leve” o “ningún riesgo”, con porcentajes significativamente menores. • Uno de cada cuatro estudiantes no sabe o desconoce el riesgo que conlleva el uso ocasional y frecuente de éxtasis. Algo parecido se observa en el caso de la PBC y, en menor medida, en los casos de los inhalantes, la cocaína y la marihuana. 48 • Entre el 24% y el 28% de la población escolar le atribuye un “gran riesgo” al consumo ocasional de tranquilizantes e inhalantes. El resto, le atribuye un “riesgo moderado” (uno de cada cuatro estudiantes, aproximadamente), “riesgo leve” o “ningún riesgo”, cuando no desconocen el riesgo que conlleva el uso ocasional de estas sustancias. INDICADORES DE PREVENCIÓN III • Alrededor del 55% de los estudiantes le atribuye un “gran riesgo” al uso frecuente de drogas médicas. Los demás, le atribuyen un “riesgo moderado”, “leve” o “ningún riesgo”, cuando no desconocen el riesgo que conllevan. • Entre el 17% y el 20% de los estudiantes no sabe o desconoce el riesgo que conlleva el uso ocasional y frecuente de drogas médicas. Existe una marcada tendencia a atribuir un mayor riesgo al consumo de drogas ilegales y médicas y al uso frecuente de las distintas sustancias frente a su uso ocasional. Como se sabe, el uso ocasional de alcohol y tabaco es más tolerado en la sociedad. La conciencia de riesgo, sin embargo, parece haber disminuido en la población escolar, si comparamos los resultados del estudio con los de la encuesta anterior7, lo que podría estar evidenciando que los mensaje preventivos no están llegando adecuadamente a la población escolar. TABLA 22: Percepción del riesgo del consumo ocasional y/o frecuente de drogas en la población escolar de secundaria. Percepción del riesgo Tipo de Consumo No sabe Ningún riesgo Riesgo leve Riesgo moderado Gran riesgo Drogas Legales Fumar cigarrillos. ­ Alguna vez. ­ Frecuentemente. Consumir alcohol. ­ Alguna vez. ­ Frecuentemente. ­ Hasta embriagarse. 14.2 14.8 39.5 15.5 15.9 11.2 6.7 6.6 15.6 59.8 11.0 16.9 42.3 19.2 10.6 11.7 6.7 6.1 16.4 59.2 14.5 7.0 9.0 15.0 54.5 Drogas Ilegales Fumar marihuana. ­ Una o dos veces. ­ Alguna vez. ­ Frecuentemente. Consumir cocaína. ­ Una o dos veces. ­ Alguna vez. ­ Frecuentemente. Consumir PBC. ­ Una o dos veces. ­ Alguna vez. ­ Frecuentemente. Aspirar inhalantes. ­ Alguna vez. ­ Frecuentemente. Consumir éxtasis. ­ Una o dos veces. ­ Alguna vez. ­ Frecuentemente. 14.8 8.7 27.9 22.0 26.5 15.2 10.8 30.3 22.4 21.3 14.9 4.8 4.2 11.2 64.9 16.3 7.0 24.6 25.6 26.4 16.7 8.6 24.9 23.1 26.7 17.1 4.7 4.1 9.2 64.9 23.6 6.1 19.7 23.0 27.6 23.8 7.4 19.6 21.4 27.9 23.8 4.7 4.0 7.8 59.7 18.5 7.7 8.5 18.4 47.0 20.3 7.5 3.8 6.8 61.5 25.5 6.5 18.8 21.7 27.5 25.8 7.4 18.1 20.8 27.9 26.4 4.7 3.0 5.9 60.0 Drogas Médicas Consumir tranquilizantes. ­ Alguna vez. ­ Frecuentemente. Consumir estimulantes. ­ Alguna vez. ­ Frecuentemente. 16.9 9.7 21.4 24.0 27.9 16.9 7.4 6.9 13.7 55.2 20.4 9.7 22.4 23.5 23.9 20.6 7.2 5.8 12.1 54.3 7 DEVIDA. “III Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria 2,009”. Lima – Perú, 2011, p. 50. 49 En el Gráfico 11 se presentan los porcentajes agrupados de los estudiantes que declaran que desconocen el riesgo de consumir drogas o señalan que hacerlo no conlleva “ningún riesgo” o tiene un “riesgo leve”. En él se observa que: • Entre el 45% y el 60% de los estudiantes son vulnerables a las sustancias ilícitas y las drogas médicas, dado el desconocimiento y el bajo o ningún riesgo que le atribuyen al consumo ocasional de éxtasis, cocaína, PBC, marihuana, estimulantes y tranquilizantes. • Entre el 30% y el 34% de la población escolar es altamente vulnerable al consumo de éxtasis, PBC, inhalantes, estimulantes, tranquilizantes y alcohol, debido a que desconocen o le atribuyen un bajo o ningún riesgo al uso frecuente (o “hasta embriagarse”) de estas sustancias. Esta vulnerabilidad es relativamente menor en relación al uso frecuente de cocaína, marihuana, cigarrillos y alcohol. Comparados con los resultados del estudio anterior8, el nivel de vulnerabilidad debido a una baja conciencia de riesgo parece haberse incrementado, siendo necesario reforzar los mensajes preventivos y, en general la conciencia de riesgo, en la población escolar. GRÁFICO 11: PORCENTAJE DE ESTUDIANTES QUE DESCONOCEN O CONSIDERAN QUE CONSUMIR DROGAS NO ES UN RIESGO O ES UN RIESGO LEVE Consumir marihuana frecuentemente. 23.9 Fumar cigarrillos fecuentemente. 24.5 Consumir alcohol frecuentemente. 24.5 Consumir cocaína frecuentemente. 25.9 Consumir alcohol hasta embrigarse. 30.5 Consumir tranquilizantes frecuentemente. 31.2 Consumir inhalantes frecuentemente. 31.6 Consumir PBC frecuentemente. 32.5 Consumir estimulantes frecuentemente. 33.6 Consumir éxtasis frecuentemente. 34.1 Consumir cocaína una o dos veces 47.9 Consumir tranquilizantes alguna vez. 48 Consumir PBC una o dos veces. 49.4 Consumir cocaína alguna vez. 50.2 Consumir éxtasis una o dos veces. 50.8 Consumir PBC alguna vez. 50.8 Consumir éxtasis alguna vez. 51.3 Fumar marihuana una o dos veces. 51.4 Consumir estimulantes alguna vez. 52.5 Fumar marihuana alguna vez. 56.3 0 10 20 30 40 50 60 En la Tabla 23 se describe la relación entre la percepción del riesgo y el uso de drogas en la población escolar, observándose lo siguiente: • El consumo de drogas legales es relativamente menor en el grupo de estudiantes que declara que el uso frecuente de estas sustancias no tiene “ningún riesgo” que en aquellos que le atribuyen un “gran riesgo”, siendo las diferencias significativas. 8 50 Ibid., p. 51. INDICADORES DE PREVENCIÓN III • El consumo de drogas ilegales llega a ser hasta 4 veces más alto en los estudiantes que perciben que el uso ocasional de estas sustancias no conlleva “ningún riesgo”, comparados con aquellos que si le atribuyen un “gran riesgo”, siendo las diferencias significativas entre ambos grupos. • El uso de drogas ilegales llega a ser hasta 3 veces más alto en los estudiantes que señalan que el consumo frecuente de estas sustancias no conlleva “ningún riesgo”, comparados con los que opinan en sentido contrario, siendo las diferencias significativas. • El consumo de drogas médicas es aproximadamente 75% más alto en los estudiantes que declaran que el uso frecuente u ocasional de estas sustancias no acarrea “ningún riesgo”, comparados con los que le atribuyen un “gran riesgo”, siendo las diferencias significativas entre ambos grupos de escolares. La percepción de un “gran riesgo”, de acuerdo con este análisis, hace que un mayor número de estudiantes se inhiban de consumir drogas; mientras que la percepción de “ningún riesgo” estimula su uso. Este patrón funciona mejor en los casos de las drogas ilegales y médicas; pero no necesariamente ocurre lo mismo con las drogas legales. En este caso, una mayor o menor conciencia de riesgo no conduce a un mayor o menor consumo de alcohol y tabaco indefectiblemente, tal como se evidencia en el presente estudio. TABLA 23: Prevalencia de año de sustancias legales, ilegales y médicas, según percepción del riesgo del consumo de drogas en la población escolar Consumo ocasional y/o frecuente de sustancias Gran riesgo Ningún riesgo Cigarrillos frecuentemente. 24.0 19.7 Alcohol frecuentemente. 23.8 18.9 Marihuana alguna vez. 2.1 9.1 Marihuana frecuentemente. 2.5 8.4 Cocaína alguna vez. 2.9 7.0 Cocaína frecuentemente. 2.9 8.2 PBC alguna vez. 2.8 7.5 PBC frecuentemente. 3.0 7.9 Inhalantes alguna vez. 3.4 6.5 Inhalantes frecuentemente. 3.4 6.6 Éxtasis alguna vez. 3.0 7.6 3.1 7.8 Consume tranquilizantes alguna vez. 3.0 5.3 Consume tranquilizantes frecuentemente. 3.0 5.3 Consume estimulantes alguna vez. 3.1 5.4 Consume estimulantes frecuentemente. 2.9 5.1 Drogas Legales Drogas Ilegales Éxtasis frecuentemente. Drogas Médicas 51 OFRECIMIENTO DE DROGAS. El ofrecimiento de drogas es un indicador que mide el grado en que los estudiantes se encuentran expuestos a las sustancias ilegales en su entorno inmediato, que incluye los distintos lugares que frecuenta, además de su casa y el colegio. El 16.6% de la población escolar, esto es 365,001 estudiantes, señalan que le han ofrecido al menos una droga ilegal (marihuana, cocaína, PBC o éxtasis) alguna vez en su vida. En la Tabla 24 se observa que la marihuana es la droga que más ofrecida a los escolares en el último año y durante los últimos treinta días, seguida de la cocaína, la PBC y el éxtasis, que registran un ofrecimiento relativamente menor. El ofrecimiento de último mes del éxtasis es similar al de la PBC y, en general, ambas sustancias registran un patrón bastante cercano, lo que confirma el dinamismo que ha adquirido el comercio del éxtasis en los últimos años. TABLA 24: Ofrecimiento de drogas ilegales reportado por los escolares Última vez que le ofrecieron % N° de estudiantes Durante los últimos 30 días. 3.6 78,078 Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 4.4 94,073 Marihuana Hace más de 1 año. 6.4 137,349 14.4 309,500 Durante los últimos 30 días. 1.2 25,625 Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 2.0 42,371 Hace más de 1 año. 3.3 71,881 6.5 139,877 Durante los últimos 30 días. 1.8 39,602 Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 2.6 56,849 Hace más de 1 año. 4.2 90,030 8.6 186,481 Durante los últimos 30 días. 1.2 26,792 Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 1.8 39,873 Hace más de 1 año. 3.2 69,527 6.2 136,192 TOTAL PBC TOTAL Cocaína TOTAL Éxtasis TOTAL En el Gráfico 12, se observa que el ofrecimiento de drogas ocurre principalmente en los espacios de diversión (fiestas, discotecas, conciertos, polladas, etc.), seguido del barrio o alrededores de la casa y del colegio y sus alrededores. El internet u otro medio virtual también ha ganado dinamismo como espacio de ofrecimiento de drogas. 52 INDICADORES DE PREVENCIÓN III GRÁFICO 12: LUGAR DONDE LE OFRECIERON MARIHUANA Y OTRAS DROGAS A LOS ESTUDIANTES. 17.3 Por Internet, mail o chateando. 13 17.7 Alrededores del colegio. 15.3 17.6 En el colegio. 18.8 20.1 Alrededores de la casa o barrio. 24.7 27.3 En una fiesta, discoteca, pollada, concierto, etc. 28.2 0 5 Otra droga 10 15 20 25 30 Marihuana En la Tabla 25 se analiza la relación entre el ofrecimiento de drogas y el uso de drogas legales, ilegales y médicas. En ella se observa que: • El consumo de alcohol y tabaco llega a ser hasta 3.4 veces más alto en los estudiantes que señalan que le han ofrecido drogas ilícitas en el último mes y durante el último año que en aquellos que declaran que nunca le han ofrecido este tipo de sustancias. • El consumo de drogas ilícitas es 17.7 veces más alto en los estudiantes que declaran que le han ofrecido marihuana en el último mes que entre los que señalan que nunca le han ofrecido. Entre los que reportan que le han ofrecido marihuana “hace más de un mes, pero menos de un año” el uso de drogas ilícitas es 9.6 veces más alto. • El consumo de drogas ilegales es entre 8 y 10 veces más alto en los estudiantes que señalan que le han ofrecido cocaína, PBC o éxtasis en los últimos treinta días que entre los que declaran que nunca le han ofrecido estas sustancias. Entre los que reportan ofrecimiento de las mismas sustancias “hace más de un mes, pero menos de un año” el consumo de drogas ilícitas es entre 6 y 7 veces más alto. • El consumo de drogas médicas llega a ser hasta 7 veces más alto en los estudiantes que señalan que le han ofrecido drogas ilícitas en el último mes que entre los que declaran en sentido contrario. Entre los que reportan ofrecimiento de drogas ilícitas “hace más de un mes, pero menos de un año” el consumo de drogas médicas llega a ser hasta 6 veces más alto. Estos resultados muestran que los estudiantes que están más expuestos a la oferta de drogas ilícitas consumen más sustancias legales, ilegales y médicas, siendo este un factor a controlar en el marco de las acciones de prevención del uso de drogas. 53 TABLA 25: Prevalencia de año del consumo de drogas legales, ilegales y médicas, según ofrecimiento de drogas en la población escolar Ofrecimiento de drogas Tipo de Droga Marihuana Cocaína PBC Éxtasis Drogas Legales Durante los últimos 30 días. 63.9 55.0 46.4 50.6 Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 54.7 51.6 43.2 43.5 Hace más de 1 año. 41.7 36.6 31.1 31.6 18.6 21.3 22.3 22.3 Nunca le han ofrecido. Drogas Ilegales Durante los últimos 30 días. 30.2 26.4 24.6 28.2 Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 16.3 18.7 18.5 16.9 Hace más de 1 año. 7.3 8.7 9.9 10.1 Nunca le han ofrecido. 1.7 2.6 3.0 2.9 Drogas Médicas Durante los últimos 30 días. 11.8 12.0 15.5 19.2 Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 8.4 14.4 12.6 11.9 Hace más de 1 año. 5.3 7.1 6.7 7.7 Nunca le han ofrecido. 2.4 2.5 2.7 2.6 FACILIDAD DE ACCESO A LAS DROGAS. La facilidad de acceso mide la proximidad o acercamiento que tienen los estudiantes con las drogas ilícitas, sea porque conocen o saben dónde conseguirlas o porque no tienen reparos internos (vergüenza, miedo al qué dirán, etc.) que les impida ir a buscarlas, independientemente de que cuenten con los medios económicos. No todos los estudiantes que responden que le sería fácil acceder a una sustancia son necesariamente consumidores; pero si es mayor la probabilidad de que usen drogas. A diferencia del ofrecimiento de drogas, que pone énfasis en el entorno y en la oferta de drogas, la facilidad de acceso se basa en el sujeto, en la persona, como potencial demandante de sustancias ilícitas. En la Tabla 26 se da cuenta de los resultados de la medición de la facilidad de acceso a las drogas realizada en el estudio. En ella se observa que la marihuana registra una mayor facilidad de acceso que las demás sustancias ilegales: el 13% de los estudiantes señala que le sería fácil conseguir esta sustancia. Le siguen la cocaína y, a mayor distancia, la PBC y el éxtasis, siendo las diferencias significativas con respecto a la marihuana. Es importante señalar que se ha producido una disminución de la facilidad de acceso con respecto a los resultados del estudio anterior, sobre todo en los casos de la PBC y el éxtasis y, en menor medida, en la cocaína y la marihuana, lo que probablemente tenga que ver con una mayor eficacia de la acción preventiva en las escuelas. 54 INDICADORES DE PREVENCIÓN III TABLA 26: Facilidad de acceso a drogas ilícitas en la población escolar de secundaria. Facilidad de acceso Tipo de Droga Marihuana Cocaína PBC Éxtasis • Me sería fácil conseguir. 13.0 8.5 5.8 5.0 • Me sería difícil conseguir. 12.2 14.5 13.5 13.1 • No podría conseguir 20.3 22.7 23.5 23.8 • No sé si es fácil o difícil conseguir. 54.5 54.4 57.2 58.1 100.0 100.0 100.0 100.0 TOTAL En la Tabla 27 se da cuenta de la relación entre la facilidad de acceso y el consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar. En ella se observa que: • El consumo de drogas legales llega a ser hasta tres veces más alto en los estudiantes que declaran que le sería fácil conseguir alguna sustancia ilícita que en los que opinan en un sentido contrario. • Los estudiantes que declaran que le sería fácil conseguir marihuana registran un consumo de drogas ilícitas que es 7 veces más alto que los que señalan que no podrían conseguirla. • El consumo de drogas ilegales es 5.3 veces más alto en los estudiantes que manifiestan que le sería fácil conseguir cocaína que en los que declaran que opinan que no podrían adquirir estas sustancias. • Los estudiantes que declaran que le sería fácil conseguir PBC y éxtasis registran un consumo de drogas ilegales que es 4 veces más alto que los que señalan que no podrían conseguir estas sustancias. • El uso de drogas médicas llega a ser hasta 3 veces más alto en los estudiantes que declaran que le sería fácil acceder a alguna sustancia ilícita que entre los que opinan en un sentido contrario. Los resultados evidencian que a mayor facilidad de acceso mayor es el consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar, siendo el impacto mayor en el consumo de sustancias ilegales. 55 TABLA 27: Prevalencia de año del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en los estudiantes de secundaria, según facilidad de acceso a drogas ilegales Acceso a Marihuana Respuesta Acceso a Cocaína Acceso a PBC Acceso a Éxtasis Drogas legales Me sería fácil. 53.6 48.3 43.5 44.8 Me sería difícil. 25.1 30.5 32.4 33.0 No podría conseguir. 17.5 20.1 22.2 22.7 No sé si es fácil o difícil. 18.0 18.9 19.7 19.6 Drogas ilegales Me sería fácil. 14.0 13.2 12.4 12.2 Me sería difícil. 3.7 6.1 6.5 7.3 No podría conseguir. 2.0 2.5 3.1 3.2 No sé si es fácil o difícil. 1.9 2.2 2.5 2.5 Drogas médicas Me sería fácil. 7.8 8.8 9.0 9.6 Me sería difícil. 3.1 3.9 4.4 4.6 No podría conseguir. 3.0 3.0 3.3 3.3 No sé si es fácil o difícil. 2.1 2.2 2.2 2.2 El análisis del acceso a drogas en la institución educativa confirma esta tendencia. En la Tabla 28 vemos que entre el 15% y el 17% de la población escolar –cerca de 380,000 escolares- tiene acceso a drogas al interior o en los alrededores de su institución educativa, ya sea porque conocen a algún compañero o saben que hay personas ajenas al colegio que traen, pasan, compran o venden sustancias ilícitas en estos espacios, sin que se registren diferencias significativas por sexo o por tipo de colegio. TABLA 28: Acceso a drogas en la institución educativa o en sus alrededores Respuesta Sexo Hombre Tipo de Colegio Mujer Público Privado Total N° de Estudiantes Dentro de tu colegio ¿has visto algunos estudiantes traer, pasar, comprar o vender drogas? •Sí. 16.4 14.0 15.8 13.5 15.2 333,354 •No. 83.6 86.0 84.2 86.5 84.8 1’860,709 Afuera o alrededor de tu colegio, ¿has visto algunos estudiantes traer, pasar, comprar o vender drogas? •Sí. 16.3 14.7 15.8 14.7 15.5 339,807 •No. 83.7 85.3 84.2 85.3 84.5 1’854,256 Afuera o alrededor de tu colegio, ¿has visto a otras personas ajenas al colegio traer, pasar, comprar o vender drogas? •Sí. •No. TOTAL 56 17.4 16.3 16.8 17.0 16.9 370,021 82.6 83.7 83.2 83.0 83.1 1’824,042 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 2’194,063 En la Tabla 29 se observa que los estudiantes que tienen acceso a sustancias ilegales en su institución educativa consumen dos veces más drogas legales que sus pares que no tienen acceso, siendo la diferencia mayor en el caso del alcohol. El uso de drogas ilegales es entre tres y cuatro veces más alto en los primeros que en los segundos. Algo parecido ocurre con las sustancias médicas, cuyo consumo es entre dos y tres veces más alto entre los estudiantes que tienen acceso a drogas en su colegio que entre los que no lo tienen. Se evidencia entonces que a mayor acceso a drogas en la Institución Educativa, mayor consumo de sustancias legales, ilegales y médicas en la población escolar, siendo el impacto mayor en el uso de drogas ilegales. INDICADORES DE PREVENCIÓN III TABLA 29: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar, según acceso a drogas en la institución educativa o en sus alrededores Tipo de Droga Ha visto a estudiantes traer, pasar, comprar o vender drogas dentro del colegio. Ha visto a estudiantes traer, pasar, comprar o vender drogas fuera o alrededor del colegio. Ha visto a otras personas ajenas al colegio traer, pasar, comprar o vender drogas fuera o alrededor de la escuela. Si No Si No Si No Drogas Legales 40.3 20.3 38.6 20.5 35.9 20.8 •Alcohol. 26.2 10.4 24.5 10.6 22.0 10.9 •Tabaco. 34.0 17.1 33.0 17.2 30.5 17.5 Drogas Ilegales 9.6 2.7 9.1 2.8 8.5 2.8 •Marihuana. 6.7 1.3 5.9 1.5 5.7 1.4 •Cocaína. 2.6 0.6 2.2 0.7 2.2 0.7 •PBC. 2.3 0.7 2.0 0.7 2.0 0.7 •Inhalantes. 2.8 0.9 2.9 0.9 2.7 0.9 •Éxtasis. 2.4 0.8 2.0 0.8 2.2 0.8 • Otras drogas. 1.5 0.3 1.5 0.3 1.3 0.3 Drogas Médicas 6.6 2.5 6.9 2.5 6.4 2.5 •Tranquilizantes. 4.8 1.8 5.1 1.8 4.6 1.8 •Estimulantes. 3.5 1.1 3.5 1.1 3.3 1.1 DISPOSICIÓN FAVORABLE AL CONSUMO DE DROGAS. La disposición al consumo de drogas ilícitas es un indicador complejo que combina, por un lado, la curiosidad de probar alguna sustancia ilícita y, por otro, la opinión a favor de consumirla en caso de presentarse la oportunidad. Los estudiantes que tienen una opinión favorable en ambos sentidos cuentan con una disposición fuerte de consumir drogas; mientras que los opinan favorablemente en al menos uno de los sentidos mencionados, tienen una disposición moderada. Este indicador es importante porque permite conocer la tendencia de comportamiento de los estudiantes en relación al uso de drogas, más allá de que se hayan iniciado en el consumo o estén aún por hacerlo. En la Tabla 30 se observa que el 22.6% de la población escolar, que equivale a cerca de 494,929 estudiantes, tiene una disposición favorable al consumo de drogas ilícitas: el 11.7% registra una disposición fuerte -es decir tienen curiosidad de probar y además señalan que consumirían si tuvieran la oportunidad de hacerlo- y el 10.8% tiene una disposición moderada. 57 TABLA 30: Disposición al consumo de drogas ilícitas en la población escolar de secundaria Disposición % N° de estudiantes 22.6 494,929 •Fuerte 11.7 257,171 •Moderada 10.8 237,759 77.4 1’699,134 100.0 2’194,063 • Tienen disposición • No tienen disposición TOTAL En el Gráfico 13 se da cuenta de la evolución que ha seguido la disposición al consumo entre el 2007 y 2012, comparando los resultados del estudio con los resultados obtenidos en las anteriores encuestas realizadas por DEVIDA. En los últimos tres años ha disminuido la disposición al consumo, debido principalmente a la reducción de la disposición moderada. La disposición fuerte, por el contrario, se ha incrementado con respecto al 2009. Es probable que ello se deba a una mayor eficacia de las acciones de prevención que se vienen ejecutando en el ámbito escolar, que ha tenido un efecto positivo en la reducción de la disposición global, pero no necesariamente en la disminución de la disposición fuerte, que más bien ha crecido, hipótesis que deberá ser confirmada a través de otros estudios. GRÁFICO 13: EVOLUCIÓN DE LA DISPOSICIÓN AL CONSUMO DE DROGAS EN EL PERIODO 2007 - 2012. 30 25.7 25 20 15 22.6 21.7 17.7 14.6 11.7 10 7.1 8 10.8 2009 2012 5 0 2,007 Disposición favorable al consumo de drogas Disposición moderada Disposición fuerte En la Tabla 31 se describe la relación entre la disposición al consumo y el uso de drogas en la población escolar. En ella se observa que: • El consumo de drogas legales es 2.8 veces mayor en los estudiantes que tienen disposición a consumir sustancias ilícitas que en aquellos que no la tienen, siendo la diferencia mayor aún en los que registran una disposición fuerte. • No se registra consumo de sustancias ilícitas entre los que no tienen disposición y entre lo que tienen disposición moderada. El uso de drogas ilegales, por el contrario, se concentra entre los que registran una disposición fuerte. 58 INDICADORES DE PREVENCIÓN III • El uso de drogas médicas es 4.8 veces más alto en los estudiantes que tienen una disposición favorable al consumo de drogas ilegales que en los que no tienen esta disposición. La diferencia es mayor aún en el caso de los que registran una disminución fuerte. Existe entonces una fuerte relación entre la disposición al consumo y el uso de drogas legales, ilegales y médicas. Tanto más fuerte es la disposición, mayor es el uso de drogas. Es probable, sin embargo, que el consumo de drogas legales y médicas sea un factor que preceda y condicione la disposición al uso de sustancias ilegales y no al revés, tema que necesita ser estudiado con mayor detalle. TABLA 31: Prevalencia de año del consumo de drogas, según disposición para consumir drogas ilícitas en la población escolar Disposición Prevalencia de Año Drogas Legales Drogas Ilegales Drogas Médicas 46.6 16.8 8.2 Fuerte 55.4 32.4 11.3 Moderada 37.1 0.0 4.9 16.5 0.0 1.7 23.3 3.8 3.2 • Tienen disposición. • No tienen disposición. TOTAL 59 60 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV 61 E n este capítulo se presentan los resultados del análisis de factores asociados al consumo de drogas en la población escolar. En esta oportunidad, el análisis de factores asociados incluyó al bullying, el riesgo de adicción al internet y el ciberbullying. El bullying, que es una manifestación específica de la violencia escolar, se analizó teniendo en cuenta el grado de exposición de los estudiantes a este tipo de prácticas en sus instituciones educativas, así como bajo los roles de víctimas o agresores. El riesgo de adicción al internet, por su parte, incluye un análisis previo del acceso a este servicio, como base para determinar el nivel de dependencia a esta tecnología en la población escolar. El ciberbullying se analizó en su doble dimensión de victimización y agresividad, tomando como base el acceso a internet y a la telefonía celular por parte de los estudiantes. En todos los casos, se analizó la relación que existía entre estos factores y el consumo de drogas, determinándose una asociación positiva entre ambos, tal como veremos a continuación. BASES CONCEPTUALES El consumo de drogas es una práctica muy antigua, ligada a pautas de consumo tradicional en las distintas sociedades, a lo largo de la historia. En el mundo moderno, sin embargo, el uso de sustancias se vuelve masivo, abusivo y diversificado, vinculado a comportamientos de riesgo y prácticas de exclusión y de pérdida de libertad humana que no sólo producen el deterioro de las relaciones familiares, sino que además debilitan el vínculo social, incrementando la inseguridad y la desconfianza en la población. No se trata de prácticas o rituales vinculadas al mantenimiento de ciertas tradiciones, que fortalecen la integración social, como ocurre en otras sociedades, sino de comportamientos anómicos, en el sentido planteado por Ralf Darendorf, que introducen el desorden, la duda y la incertidumbre en todo9. El uso de sustancias en la sociedad contemporánea es, en ese sentido, un efecto perverso de la modernización y de los procesos de individualización que desencadena, el cual debilita los lazos sociales básicos y, dependiendo de las características y dimensiones que asuma, puede llegar a ser una amenaza para la integración social, haciendo inviable la convivencia y el ejercicio de las más elementales libertades humanas. Una aproximación sociológica al problema permite esclarecer los vínculos que hay entre el uso de drogas y los procesos de modernización e individualización en curso, los que se han intensificado en el contexto de la globalización, y que han dado lugar a la emergencia de nuevas adicciones y otros problemas o factores asociados al consumo de sustancias –como es el caso de la adicción a Internet, el bullying y el ciberbullying–, que merecen ser analizados con mayor detalle en un nivel empírico, tal como se realiza en el presente estudio. MODERNIZACIÓN E INDIVIDUALIZACIÓN La modernización produce cambios en los estilos de vida, que afectan el carácter social, la organización familiar y la construcción de las identidades individuales. Un factor clave para comprender los procesos de modernización en la sociedad actual es el fenómeno de la individualización, que se experimenta con mayor o menor intensidad en los distintos países, a medida que se integran a la economía global. Las instituciones claves de la sociedad moderna actual, entre las que se ubica en 62 9 Este autor rescata esta definición de la anomia propuesta por William Lambarde a fines del siglo XVI. Véase: Darendorf, Ralf. ”El conflicto social moderno”. Edit. Biblioteca Mondadori. Barcelona - España, 1990 (e.o., en alemán: 1988). FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV primer lugar el sistema educativo, están diseñadas de modo tal que inducen a la individualización de los seres humanos, obligándolos a desarrollar su propia biografía y su vida individual. Este fenómeno se da también al interior de la familia. Es importante distinguir entre individualización, que es un fenómeno social, e individuación -en el sentido psicológico del término-, que describe el proceso por el cual nos volvemos individuos autónomos. No se trata de fenómenos idénticos. Individualización no es igual a emancipación. No significa llevar una existencia libre de cualquier atadura social y, por lo mismo, tampoco se puede equiparar a autonomía. La individualización, por el contrario, expresa una tendencia -cada vez más creciente en la sociedad actual- a la “institucionalización y estandarización de las situaciones de vida”. Vivimos -según Ulrich Beck- en una “sociedad individualizada «de los no autónomos»”. Los individuos puestos en libertad de los lazos de clase y de las asignaciones estamentales de género -de acuerdo con este autor- “se vuelven dependientes del mercado laboral y, por tanto, dependientes de la educación, dependientes del consumo, dependientes de las regulaciones y abastecimientos sociales, de los planes del tráfico, de las ofertas del consumo, de las posibilidades y modas en el asesoramiento médico, psicológico y pedagógico. Todo esto remite a la particular estructura de control de las ‘situaciones individuales dependientes de instituciones’, que también se vuelven receptivas a configuraciones y orientaciones políticas (implícitas)”10. La individualización, entendida en estos términos, supone un “proceso de socialización históricamente contradictorio”: por un lado, se promueve la individualidad; y, por el otro, ésta sólo es posible en el marco de instituciones que la posibiliten, la sostengan y la hagan viable. La individualización, de acuerdo con este enfoque, es una “característica estructural de una sociedad altamente diferenciada” que, lejos de poner en peligro su integración, “más bien la hace posible”11. El “individualismo institucionalizado”, en términos positivos, quiere decir que: “Las instituciones cardinales de la sociedad moderna -los derechos civiles, políticos y sociales básicos, pero también el empleo remunerado y la formación y movilidad que éste conlleva- están orientadas al individuo y no al grupo. En la medida en que los derechos básicos se internalizan y todo el mundo quiere -o debe- estar económicamente activo para poder ganarse el sustento, la espiral de la individualización destruye los fundamentos existentes de la coexistencia social. Así -por dar una simple definición- «individualización» significa «disembedding without reembedding» [«desincrustar sin reincrustar»]”12. Este proceso se incrementa a medida que avanza la desintegración de las formas de vida tradicionales, expresada en la creciente fragilización de las categorías de clase y status social, los roles de género, la familia, el vecindario, etc. Esto implica también el colapso de las “biografías normales”, esto es, de los marcos de referencia y modelos o roles sancionados por el Estado y promovidos por la institución educativa. La “biografía normal”, en el contexto de la individualización, se convierte en “biografía electiva”, en “biografía reflexiva”, en biografía “hágalo usted mismo”, que son, por otro lado, “biografías de riesgo”, en la medida en que están permanentemente amenazadas por el fracaso, derivado de una elección equivocada de la carrera o de una mala situación ocupacional, combinada y agravada por la desgracia experimentada en la vida privada, ya sea como consecuencia de una crisis familiar, un enfermedad, una hipoteca o deudas contraídas que no se pueden pagar, etc. Beck, Ulrich. “La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad”. Edit. Paidós. Barcelona - Buenos Aires – México, 1998, p. 98. 11 Beck, Ulrich & Beck-Gernsheim, Elizabeth. „La Individualización. El individualismo institucionalizado y sus consecuencias sociales y políticas“. Ediciones Piados Ibérica. Barcelona - España, 2003 (e. o., en ingles: 2,002), pp. 29 - 30. 12 Ibid., p. 30. 10 63 “La individualización -nos dice Beck- es una condición social no alcanzable por libre decisión de los individuos”13. Los individuos no son tanto impelidos o coaccionados, pero si invitados permanentemente a constituirse en individuos, esto es, a planificarse, entenderse, concebirse y actuar como si fueran individuos y, en caso de fracasar, asumir la responsabilidad de su fracaso, por no haber sabido elegir lo que querían para sí mismos. En ese sentido, se experimenta como: “Una compulsión, aunque paradójica, a crear y modelar no sólo la propia biografía, sino también los lazos y redes que la rodean, y hacerlo entre preferencias cambiantes y en los sucesivas fases de la vida mientras nos vamos adaptando de manera interminable a las condiciones del mercado laboral, al sistema educativo, al Estado de Bienestar, etcétera”14. Las instituciones modernas, en el contexto actual, obligan de hecho a la propia auto organización y autotematización de las biografías individuales. Los procesos de individualización, que tienen lugar en el marco de una sociedad altamente diferenciada, exigen a las personas una activa contribución en la configuración de sus propias biografías individuales: “A medida que se amplía la gama de opciones y que aumenta la necesidad de decidir entre ellas se hace mayor la necesidad de acciones realizadas individualmente, de ajustes, coordinación, integración. Para no fracasar, los individuos deben ser capaces de planificar a largo plazo, de adaptarse al cambio, de organizarse, improvisar, fijarse metas, reconocer los obstáculos, aceptar las derrotas e intentar nuevas salidas. Necesitan iniciativa, tenacidad, flexibilidad y paciencia ante los fracasos”15. En este contexto, las oportunidades, los peligros, las “incertidumbres biográficas”, que antes se codificaban y procesaban colectivamente en la familia, clase o grupo de pertenencia, deben ahora percibirse, procesarse, interpretarse y decidirse a nivel individual. “El fracaso -dice Beck- corre parejo con las formas de autorresponsabilidad. Mientras que la enfermedad, la drogodependencia, el desempleo y otras desviaciones de la norma solían considerarse golpes del destino, hoy se pone el acento en la culpa y la responsabilidad individuales”16. Para bien o para mal, el individuo se convierte entonces, en el marco de la individualización, en la “unidad de reproducción de lo social” en su propio mundo vital. Surge así una “cultura de la libertad”, que acompaña permanentemente la búsqueda de la propia individualización, aun cuando ésta muchas veces acabe en el fracaso. EL PROBLEMA DE LAS ADICCIONES EN LA VIDA MODERNA La individualización tiene como contraparte a la “destradicionalización”. La modernización produce un vaciamiento de las tradiciones y, en este contexto, el individuo se ve obligado a negociar y elegir sus propios estilos de vida y, en cada caso, debe resolver el conflicto subyacente entre autonomía y adicción: “La importancia específica de la adicción -nos dice Anthony Giddens- puede ser entendida en términos de una sociedad en la que la tradición ha sido más eliminada que nunca anteriormente, y en la que el proyecto reflexivo del yo asume correspondientemente una importancia especial. Donde amplias áreas de la vida de una persona ya no están conformadas por modelos y hábitos preexistentes, el individuo se ve obligado continuamente a negociar opciones de estilos de vida”17. Ibid., p. 42. Ibid., p. 42. 15 Ibid., p. 42. 16 Ibid., p. 72. 17 Giddens, Anthony. “Las Transformaciones de la Intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en las sociedades modernas”. Edit. Cátedra – Teorema. Madrid - España, 1998, p. 75. 13 14 64 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV Giddens señala que la adicción, en el sentido moderno del término, no tiene sentido en una cultura tradicional, donde es normal hacer hoy lo mismo que ayer. En un contexto tradicional, donde las personas actúan siguiendo modelos y hábitos preexistentes, nada puede ser descrito como una adicción. La idea de adicción proviene de mediados del siglo XIX, en que precisamente se intensifican los procesos de modernización, estando referida inicialmente a la dependencia química del alcohol y de otras drogas, significado que se ha hecho difuso en la actualidad, paran denominar a distintos trastornos de personalidad que registran una patología común. El efecto químico no es un elemento esencial o invariante en la experiencia adictiva, lo que se hace particularmente evidente en el caso de las denominadas “nuevas adicciones” o “adicciones no químicas” (trastornos alimenticios, ludopatía, sexo, codependencia, internet, compras, etc.). Lo relevante en la adicción es que, al igual que la tradición, “tiene que ver con la influencia del pasado sobre el presente”18 y, también como en el caso de la tradición, es repetitiva. Las tradiciones, sin embargo, “son siempre propiedades de grupos, comunidades o colectividades”19 “Lo distintivo de la tradición es que define una especie de verdad. Para alguien que cumple una práctica tradicional no hay que hacer preguntas sobre posibles alternativas. Por mucho que cambie, una tradición ofrece un marco para la acción que permanece prácticamente incuestionable”20. La adicción, por el contrario, es una experiencia individual, un subproducto de la autonomía y libertad en que se basa el “proyecto reflexivo del yo”, cuyo origen es el trastocamiento de la elección por la ansiedad: “La adicción entra en juego cuando la elección, que debería estar impulsada por la autonomía, es trastocada por la ansiedad. En la tradición el pasado estructura el presente a través de creencias y sentimientos colectivos compartidos. El adicto también es siervo del pasado, pero porque no puede romper con lo que al principio eran hábitos de vida libremente elegidos”21. La adicción es, en ese sentido, “autonomía congelada”, pérdida de libertad. Amartya Sen define el desarrollo como una ampliación progresiva de las libertades humanas, que tiene base en la agencia individual y en las capacidades o “funcionamientos” de las personas para ejercerlas22. La adicción es una “incapacidad de colonizar el futuro”, de hacer realidad el proyecto de vida. Constituye, por tanto, un obstáculo para el desarrollo y, de no prevenirse adecuadamente, puede paralizar y hasta revertir los procesos de desarrollo. En el contexto de la vida moderna, todo modelo de acción, patrón o hábito puede llegar a hacerse compulsivo y convertirse en una adicción. Algunas adicciones, al inicio, pueden ser consideradas como “estilos de vida” por un sector mayoritario de la población, antes de ser catalogadas como tales. Eso es lo que sucedió, por ejemplo, con la anorexia y la bulimia. Las adicciones, por otro lado, sin intercambiables entre sí. “Las adicciones son con frecuencia equivalentes funcionalmente, en términos físicos, para el individuo. Una persona luchará para liberarse de una adicción sólo para sucumbir a otra, y quedará aprisionada en un nuevo modelo de conducta compulsiva”23. El uso de alcohol, por ejemplo, se asocia al consumo de marihuana y cocaína, el consumo de tabaco (y también el alcohol) al juego, los trastornos alimenticios a las compras, el trabajo al uso de estimulantes y café (cuando no cocaína), el sexo al consumo de cigarrillos, cocaína o éxtasis, etc. Giddens, Anthony. “Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas”. Edit. Taurus. México, D. F., 1998, p. 23. 19 Ibid., p. 21. 20 Ibid., p. 21. 21 Ibid., p. 23. 22 Sen, Amartya. “Desarrollo y Libertad”. Edit. Planeta. Buenos Aires – Argentina, 2000. 23 Giddens, Anthony. “Las Transformaciones de la Intimidad…”. Ob. Cita., p. 74. 18 65 En unos casos, las adicciones sociales o “no químicas” preparan el camino para el consumo de sustancias ilegales. En otros, el afán de logar estados anímicos deseables o la búsqueda de “autocontrol”, conduce al uso no medicado de estimulantes o tranquilizantes, generando un patrón de dependencia que a la larga “engancha” con el consumo drogas ilegales. La existencia de estas adicciones y los intercambios entre ellas configuran –a decir de da Silva Rodio- la “psicopatología de la vida moderna”24. ADICCIONES Y USO DE DROGAS El uso y la adicción a las drogas es un riesgo asociado a la modernización. La sociedad contemporánea, según Lipovetsky, es culturalmente “ansiógena”. El “homo psicologicus” contemporáneo, en medio de la sensación de vacío que caracteriza a nuestra época, vive en la incertidumbre, en la falta de certezas, padece permanentemente la amenaza de la exclusión. Bajo estas condiciones, no es extraño que busque refugio en las drogas. Vivimos en “la era de la toxicomanía banalizada, de la depresión sin sueño, el hundimiento lumpen por los medicamentos, por las lacas, el kerosene, los pegamentos disolventes y barnices para una población cada vez más joven”25. La modernización viene acompañada de un fenómeno estructural que Martín Hopenhayn ha denominado como “exogenización de las fuentes de equilibrio interno”, en alusión a la creciente incapacidad de los individuos para generar endógenamente estados anímicos deseables: “Existe hoy -nos dice este autor- una tendencia de las personas a endosar cada vez más sus fuentes de autorregulación a elementos exógenos. El aumento exponencial del consumo de ansiolíticos, somníferos y antidepresivos, así como la búsqueda de experiencias eufóricas o extremas en el deporte de aventura, son parte de esta sintomatología. Vitalidad, descanso y éxtasis se sustraen del sujeto y se le ofrecen luego bajo la forma de tabletas, ‘polvitos’ o paseos de alta velocidad. El aumento explosivo del consumo de drogas ilícitas se inscribe en esta dinámica”26. La sociedad contemporánea entonces induce, de una u otra manera, al consumo de drogas. Las drogas legales, ilegales y médicas cumplen una función compensatoria de la volatilización de las fuentes de equilibrio interno. La vida moderna fragiliza al individuo, y más aún a los adolescentes y jóvenes –que se encuentran en proceso de formación-, incrementando su padecimiento psíquico y haciéndolos vulnerables al uso de sustancias de diverso tipo. “El lugar que ocupa las drogas en nuestras sociedades -nos dicen Fitoussi y Rosanvallon- corresponde... a un verdadero fenómeno de civilización. La droga, en efecto, promete la reconstitución del yo, de manera temporaria y ficticia, es cierto, pero en todo caso durante un tiempo, aligerándolo del peso de las restricciones. Los tranquilizantes permiten resolver la gran contradicción moderna: ser uno mismo y estar a la vez liberado de sí mismo”27. El resultado es un incremento y diversificación de la demanda de drogas y una creciente dependencia a estas sustancias en la población. En este contexto, la adicción a la drogas no necesariamente viene determinada por la sustancia. No es la droga la que hace al adicto o genera la adicción, sino el tipo de vínculo que la persona establece con la sustancia. La adicción es, en ese sentido, una “patología del vínculo”. Como dice da Silva Rodio: Da Silva Rodío, Fredy. “Adicciones con y sin drogas. Su prevención”. S/F. Artículo disponible en: http://www.castalia.org.uy/docs/libros/PrevProcesosColect/11Fredy.pdf, p. 15. 25 Gilles Lipovetsky. “La era del vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo”. Edit. Anagrama. Barcelona – España, 1,992, p 219. 26 Martín Hopenhayn. “Factores de contexto en el consumo de drogas psicoactivas”. En: “La grieta de las drogas: desintegración social y políticas públicas en América Latina”. Naciones Unidas - CEPAL. Santiago de Chile, 1,997, p. 78. 27 Fitoussi, Jean Paul & Rosanvallon, Pierre. “La nueva era de las desigualdades”. Ediciones Manantial. Bs. As. – Argentina, 1997, p. 47. 24 66 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV “La forma anómala en que la persona se relaciona con la droga es lo que define la adicción. La sustancia centraliza la vida del individuo, organiza sus tiempos y acciones, su pensamiento y sus emociones. El concepto es el de pérdida de libertad, el de sumisión a algo o a alguien. Para algunos se origina en la palabra anglosajona “addiction”. Para otros deriva del vocablo jurídico francés de la Edad Media, también “addiction”, utilizado para el condenado a depender de otro (el acreedor) por deudas. Los franceses lo tomaron del latín ad-iure que significa adherirse o someterse. De todos modos los conceptos de vasallo y señor están desde el origen del término y forman el núcleo del concepto de la adicción”28. La adicción a las drogas es una pérdida de libertad, expresada en una relación de sometimiento a la sustancia, que es precedida por un deterioro gradual de las capacidades y funcionamientos en las personas que padecen este tipo de patología. Tiene que ver con procesos de individualización mal llevados que, lejos de hacer más autónomas e independientes a las personas, termina fragilizándolas y socavando su capacidad para decidir por sí mismas el tipo de vida que desean llevar, hasta caer en el abismo de la dependencia y la adicción. A diferencia de las “nuevas adicciones” o “adicciones no químicas”, que son más recientes y no están incluidas en el DSM - IV y el CIE - 10, la adicción a las drogas si forma parte de estos manuales de diagnóstico publicados por la “Asociación Americana de Psiquiatría” y la Organización Mundial de la Salud (OMS), bajo las denominaciones de “trastornos relacionados con sustancias” y “trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de sustancias psicótropas”, respectivamente. La OMS define como droga a “toda sustancia que introducida en un organismo vivo puede modificar una o más de las funciones de este”. La dependencia, por su parte, es definida como “el estado psíquico y a veces físico causado por la acción recíproca entre un organismo vivo y una droga, que se caracteriza por cambios en el comportamiento y por otras reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible a tomar la droga en forma continuada o periódica, a fin de experimentar sus efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar producido por la privación”. La adicción a las drogas se produce en una secuencia que va desde la experimentación con la sustancia, pasa por el uso y el abuso, hasta llegar a la dependencia, que puede ser física o psicológica. Se trata de un proceso que, de no ser prevenido y evitado a tiempo, produce cambios fisiológicos, comportamentales y cognoscitivos que hacen de la sustancia -cualquiera que ésta sea- la máxima (y a veces la única) prioridad para el individuo. En el contexto de una sociedad adictógena, como la descrita anteriormente, en la que lejos de corregirse se han mantenido e incluso agravado las fallas estructurales de la primera modernidad que en el pasado condujeron a los individuos a experimentar y engancharse con las drogas –nos referimos específicamente a la “exogenización de las fuentes de equilibrio interno”-, es evidente que se han incrementado los niveles de vulnerabilidad en la población y que ello afecta principalmente a los jóvenes y adolescentes, que están más expuestos a las drogas y a otras fuentes de adicción. En el mundo moderno, como ya ha sido señalado, el individuo puede “engancharse” con las drogas de manera directa o a través de otras adicciones. En cualquier caso, estas son intercambiables e incrementan el riesgo de que una persona no sólo use drogas sino que desarrolle un cuadro de dependencia y adicción a una o más sustancias. Esta vulnerabilidad aumenta aún más con la presencia de otros factores, como el bullying y el ciberbullying, que se renuevan y se hacen más dinámicos en el contexto actual. De ahí la importancia de investigar la relación que hay entre el uso de drogas y estos “factores asociados” –el “bullying”, el “ciberbullying” y la adicción a Internet-, que se retroalimentan y potencian mutuamente, incrementando los niveles de riesgo de las personas que están expuestas a su influencia y más aún de los que están inmersos en sus dinámicas, sobre todo tratándose de la población adolescente. 28 Da Silva Rodío, Fredy. Ob. Cit., p. 13. 67 VIOLENCIA ESCOLAR, BULLYING Y CIBERBULLYING La violencia, en su acepción más amplia, es una relación social que inaugura un proceso de victimización, mediante la imposición abusiva de un diferencial de poder, que proviene ya sea del status y prestigio social o de la fortaleza física o psicológica. En una relación que se expresa por medios violentos, el vínculo social deviene en imposición, acatamiento y sumisión por parte de la víctima29. Así, la relación entre victimario y víctima se torna unidireccional, en la que el primero siempre gana y el segundo pierde todo el tiempo, y sólo se invierte la relación cuando la víctima ejerce una violencia aún más abusiva contra el victimario, generándose así una escalada de violencia que afecta al conjunto de la sociedad. En los últimos años ha cobrado fuerza la idea de que la violencia en la escuela tiene un carácter sistémico. La violencia sistémica, según Ross Epp, tiene que ver con prácticas o procedimientos institucionalizados que producen un efecto adverso en los individuos o grupos, al imponerles una carga psicológica, mental, cultural, espiritual, económica o física. En el ámbito educativo, esta violencia se expresa a través de prácticas pedagógicas y procedimientos institucionales que imposibilitan el aprendizaje de los alumnos, causándoles un daño en su desarrollo físico y mental30. No se trata de actos intencionados, sino de efectos no deseados de prácticas pedagógicas y procedimientos institucionales que, lejos de incluir, excluyen a un importante sector del alumnado, generando la reacción violenta por parte de éstos. La violencia se convierte así en el “punto ciego”, lo que no se ve o solo se visualiza parcialmente, en la violencia protagonizada por los estudiantes, cuyas causas además se trasladan a la familia o a la sociedad. La escuela moderna, como lo ha señalado Luhmann, opera con mecanismos “homogenizadores” y “diferenciadores”. Los primeros, que a menudo aparecen prescritos en el currículum escolar e instrumento de gestión de las instituciones educativas, favorecen la igualdad y no establecen diferencias entre los estudiantes y, cuando lo hacen, apelan a estrategias de discriminación positiva, en beneficio de los menos favorecidos. Se trata entonces de mecanismos inclusivos. Los segundos, por el contrario, enfatizan las diferencias. Son mecanismos propios del trabajo en aula y al interior de la escuela, no necesariamente formales, en los que cumple un rol muy importante el currículum oculto. Estos mecanismos hacen que los docentes distingan entre “mejores” y “peores” alumnos o entre “buenos” y “malos” estudiantes, ya sea por su desempeño académico o por su comportamiento dentro y fuera del aula31. Antes de llegar a la escuela, nos dice Jackson, el niño experimenta el dolor del fracaso y el júbilo del éxito; pero es sólo cuando llega a la escuela que este fracaso éxito adquiere un carácter oficial y público32. En este marco, las diferencias devienen en desigualdades y éstas, alentadas por la competencia, engendran violencia, sobre todo en los estudiantes que se sienten excluidos o no están satisfechos con lo logrado. Este es el contexto en el que hay que ubicar al bullying, como una práctica específica de violencia de pares al interior de la escuela. Olweus, que es el creador del término, lo define como “Un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresividad física de unos niños hacia otros que se convierten, de esta forma, en víctimas de sus compañeros. Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios Araos, Consuelo & Correa P., Verónica. “La Escuela hace la diferencia. Aproximación sociológica a la violencia escolar”. Fundación Paz Ciudadana - Instituto de Sociología P.U.C. Santiago de Chile, 2004. 30 Ross Epp, Juanita & Watkinson, Alisa M.. “La violencia en el sistema educativo. Del daño que las escuelas causan a los niños”. Edit. La Muralla. Madrid - España, 1999. 31 Luhmann, Niklas. “Teoría de la sociedad y Pedagogía”. Edit. Paidós Ibérica. Barcelona - España, 1996. 32 Jackson, Philipe. “La vida en las aulas”. Edit. Morata. Madrid - España, 1996. 29 68 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV de ellos” 33. El bullying se circunscribe a la violencia entre pares y no cualquier par, sino aquellos que comparten una misma escuela, es decir, compañeros de colegio. La violencia entre pares que son vecinos y pertenecen a un mismo barrio, por ejemplo, no está incluida en el concepto de bullying, salvo que estudien en la misma escuela. El concepto de bullying, por tanto, no cubre todo el espectro de la violencia escolar, en sus múltiples formas, y tampoco da cuenta de las distintas formas como se manifiesta la violencia juvenil y adolescente. El bullying se circunscribe a la violencia de pares que tiene lugar al interior de las escuelas. A ello hay que agregar la intencionalidad, la repetición sistemática de la agresión y el desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima, como características distintivas de este tipo de violencia, que se desprenden de la definición de Olweus. A diferencia del bullying, el ciberbullying o ciberacoso tiene una aplicación más difusa y no necesariamente se circunscribe a la violencia entre pares dentro de las escuelas. Smith lo define como un “acto agresivo e intencionado, llevado a cabo de manera repetida y constante a lo largo del tiempo, mediante el uso de formas de contacto electrónicas por parte de un grupo o de un individuo contra una víctima que no puede defenderse fácilmente”34. Haciendo uso de los diversos formatos tecnológicos, los ciberacosadores (adultos o menores) realizan amenazas, vejaciones, hostigamientos, envían imágenes o mensajes intimidantes (fotos, videos, mensajes de texto, a través del Internet o de la telefonía móvil), con el propósito de someter, extorsionar y/o destruir a sus víctimas, escudándose muchas veces en el anonimato35. El ciberbullying es considerado como una nueva modalidad o subtipo del bullying, que es la forma tradicional de acoso escolar. Sin embargo, el uso de medios electrónicos hace que este nuevo tipo de acoso tenga características distintas y propias. Slonje y Smith señalan que el ciberbullying se diferencia del bullying en tres aspectos: 1) Las victimas de ciberbullying –en este caso escolares- no dejan de ser acosadas cuando salen del colegio y vuelven a casa, por el contrario, el acoso continúa mientras están conectadas o enganchadas al internet o al teléfono celular. El hogar deja de ser un refugio para las víctimas; 2) El ciberacoso puede implicar a distintas personas, incluyendo adultos y menores que no estudian en el colegio, mientras que el bullying se circunscribe al grupo de pares al interior de la escuela, cuya audiencia es más reducida –mayormente a nivel de aula- y más homogénea; y 3) La relación entre el agresor y su víctima trasciende las relaciones cara a cara –típica en el caso del bullying- y el primero, que muchas veces se escuda en el anonimato, no tiene plena conciencia del daño que le produce a su víctima, lo que incrementa su sensación de impunidad y el poder que tiene sobre ella, cuyo potencial de indefensión también aumenta36. A ello hay que agregar que en el ciberbullying la fuerza física y el tamaño de las personas dejan de ser importantes y pasan a un segundo plano. El acosador no necesariamente tiene que ser más fuerte ni más grande que su víctima. El ciberbullying es principalmente un acoso psicológico que opera a través de la violencia verbal y escrita y por medio de la violencia de las imágenes, sin que el acosador sea necesariamente un personaje marginal o “problemático” dentro o fuera del aula37. Olweus, D. “Bullying at scholl. What we know and what we can do”. Oxford U.K., Blackwell, 1993 (Existe versión en español: “Conductas de acoso y amenaza entre escolares”. Edit. Morata. Madrid - España, 1998). 34 Smith, KP. “Ciberacoso: Naturaleza y extensión de un nuevo tipo de acoso dentro y fuera de la escuela”. Paper presentado al Congreso Educación Palma de Mallorca, 2006, p. 2. 35 Félix - Mateo, Vicente; Soriano – Ferrer, Manuel; Godoy - Mesas, Cármen & Sancho - Vicente, Sonia. “El ciberacoso en la enseñanza obligatoria”. En: Aula Abierta. Vol. 38, N° 1, Universidad de Oviedo, 2010, p. 47 y 48. 36 Slonje, R. & Smith, KP. “Ciberbullying: Another main type of bullying”. En: Scandinavian Journal of Psychology. N° 49, 2008. 37 Del Río Pérez, Jorge; Bringué, Xavier; Sádaba, Charo; González González, Diana. “Cyberbullying: un análisis comparativo en estudiantes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela”. En: Generació digital: oportunitats i riscos dels públics. La transformació dels usos comunicatius. Paper presentado al V Congrés Internacional Comunicació i Realitat, 2009. 33 69 Lo que tienen en común el ciberbullying y el bullying es que en ambos comparten la intencionalidad de la agresión, la repetición sistemática del acoso y el desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima. Se trata, sin embargo, de distintos tipos de violencia. El bullying es una forma de acoso tradicional que opera en el ámbito de la escuela. En rigor, es una forma de violencia escolar. El ciberbullying, por el contrario, es un nuevo tipo de acoso que opera en el ámbito de las tecnologías de la información y comunicación (TICs). Ambos tipos de acoso están relacionados, pero uno no depende del otro. Hay ciberbullying entre escolares, pero también en la población adulta, sin pasar por la escuela. No ocurre lo mismo con el bullying, que es un fenómeno netamente escolar. El estudio partió de la hipótesis de que existe una relación problemática entre estos tipos de acoso y el consumo de drogas en la población escolar. Se trata de fenómenos interdependientes, que se retroalimentan mutuamente: a mayor bullying o ciberbullying, mayor uso de drogas en la población escolar. Y viceversa: el consumo de drogas incrementa los niveles de bullying y ciberbullying entre los escolares. Los resultados del estudio, que incluyen la medición de la incidencia de estas prácticas de acoso en la población escolar, permiten contrastar esta hipótesis. LA ADICCIÓN A INTERNET Volviendo al problema de las adicciones, el estudio abordó el tema del acceso y uso de internet en la población escolar y los problemas de abuso y dependencia que genera, asociado al uso de drogas legales, ilegales y médicas. La difusión de las nuevas tecnologías de la información y comunicación ha generado un entorno tecnológico al que no es posible sustraerse y cuyo acceso es problemático para la población en general y, en particular, para los adolescentes, debido a los riesgos que conlleva. Si el siglo anterior, entre otras cosas, produjo el auge de las drogas químicas, hecho que se mantiene y se diversifica con las denominadas drogas de diseño, el nuevo siglo ha traído consigo un conjunto de nuevas adicciones, entre las que destaca el Síndrome de Adicción al Internet (IAD, por sus siglas en inglés: Internet Adictive Disorder). Actualmente no hay consenso sobre la existencia de este problema. Algunos autores señalan que esta patología no existe y que se confunde el uso excesivo con la adicción. Se reconoce, sin embargo, que hay un uso en exceso de la red y que éste es problemático, aunque no necesariamente adictivo38. Entre los que sí reconocen que hay un problema o patología en el uso excesivo de Internet, tampoco se ponen de acuerdo en su denominación. Además de “adicción al Internet”, se habla de “uso patológico de Internet”, “trastorno adictivo a la Internet”, “uso compulsivo de Internet”, “uso excesivo de Internet”, “uso problemático de Internet”, entre otros39. También se usan términos como “ciberadicción”, “dependencia al Internet” y “uso obsesivo de Internet”, para aludir al mismo problema. La adicción al internet, al igual que las adicciones psicológicas o no químicas, no está incluida en el DSM - IV, el manual de diagnóstico de desórdenes mentales editado por la Asociación Americana de Psiquiatría (1994), en el que el término adicción se reserva para los trastornos producidos por el abuso de sustancias psicoactivas. Algunos autores han planteado incluirlo en el DSM V, como parte de un trastorno compulsivo-impulsivo, propuesta que se viene discutiendo actualmente, pero sin que haya un consenso al respecto40. La Organización Mundial de la Salud tampoco reconoce la existencia de este tipo de patología. Matute, Helena. “Adaptarse al Internet. Mitos y realidades sobre los aspectos psicológicos de la red”. Ediciones Casa de la Ciencia. La Coruña – España, 2003. 39 Chih-Hung Ko; Ju-Yu Yen; Sue-Huei Chen; Ming-Jen Yan; Huang-Chi Lin & Cheng-Fang Yen. “Proposed diagnostic criteria and the screening and diagnosing tool of Internet addiction in college students”. En: Comprehensive psychiatry 50, 2009, pp. 378 – 384. 40 Block, Jerald J. “Issues for DSM V: Internet Adicction”. Edit. Am J. Psychiatry, 2008. 38 70 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV Sin embargo, desde mediados de los noventa se viene discutiendo y realizando estudios sobre este tema en distintos países. Goldberg fue el primero que hablo del Síndrome de Adicción al Internet (Internet Adictive Disorder), en 199541. En la misma época, Kimberly Young, otra pionera en el tema, definió la “adicción a Internet” como “un deterioro en el control de su uso que se manifiesta como un conjunto de síntomas cognitivos, conductuales y fisiológicos. Es decir, la persona ‘netdependiente’ realiza un uso excesivo de Internet lo que le genera una distorsión de sus objetivos personales, familiares o profesionales”42. Tomando como base los criterios de diagnóstico del DSM - IV para juegos patológicos43, esta autora propuso ocho criterios para el diagnóstico del IAD: 1) La preocupación excesiva por Internet. 2) La necesidad de aumentar el tiempo conectado para obtener una mayor satisfacción. 3) El intento repetido de disminuir y controlar el tiempo de uso de Internet, sin poder lograrlo. 4) La presencia de irritabilidad, mal humor o depresión cuando ha intentado controlar o disminuir el tiempo que pasa en Internet. 5) El uso de más tiempo del que tenía pensado navegando en Internet. 6) El poner en riesgo las relaciones familiares y/o sociales, el trabajo, la educación u otras oportunidades, por el uso de Internet. 7) Se miente a familiares, terapista u otros, para pasar más tiempo navegando en Internet. 8) Se usa el Internet como medio de escape para los problemas o para disminuir estados de ánimo no gratos (soledad, culpa, ansiedad, depresión). La presencia de cinco o más de estos criterios permiten, de acuerdo con Young, diagnosticar como adictos al Internet a las personas que los padecen. Griffiths posteriormente propuso el concepto de “adicciones tecnológicas”, para aludir con ello a las adicciones no químicas que surgen de la relación hombre – máquina. Estas pueden ser pasivas (la televisión) o activas (juegos de ordenador, Internet, etc.)44. Asimismo, precisó el concepto de adicción, para referirlo a cualquier comportamiento que cumpla con los criterios de silencia (la actividad se convierte en lo más importante para el individuo y domina sus pensamientos, sentimiento y conducta), modificación del humor (experiencia subjetiva resultante de la actividad realizada), tolerancia (el sujeto necesita incrementar su actividad para lograr el mismo efecto antes experimentado), síndrome de abstinencia (estado emocional desagradable y efectos físicos que ocurren cuando la actividad es interrumpida o reducida), conflicto (interpersonales, sociales, laborales, intrapsíquicos, etc.) y recaída (tendencia a volver a patrones tempranos de la actividad después de una aparente recuperación)45. La adicción al Internet, según este autor, debería diagnosticarse aplicando estos criterios, que además son válidos para todas las adicciones tecnológicas y las adicciones no químicas en general. Shapira (y colaboradores) propusieron en el 2003 el concepto de “uso problemático de Internet”, basado en los criterios de diagnóstico del DSM - IV para los trastornos por pobre control de impulsos, que ha ganado un mayor consenso entre los investigadores. Según estos autores, el uso problemático de Internet viene dado por la incapacidad para controlar la actividad en la red (1), que Goldberg, I. “Internet Addictive Disorder (IAD) Diagnostic Criteria”. Psycom.net, 1995. Disponible en: http://www.psycom.net/iadcriteria.html. 42 Young, Kimberly. “Internet Addiction: The emergence of a new clinical disorder”. En: CiberPsychology and Beahovoir, Vol. 1, N° 3, 1996, pp. 237 - 244. 43 Young utilizó inicialmente los criterios de diagnóstico para la dependencia de sustancias del DSM IV, considerando ”adicto a Internet” a las personas que respondían positivamente a 3 de los 7 criterios propuestos. Luego, cambio estos criterios por los de juego patológico, desarrollando un cuestionario en base a los 8 items propuestos. Véase: Luengo López, A. ”Adicción a Internet: conceptualización y propuesta de intervención”. En: Revista Profesional Española de Terapia Cognitiva – Conductual, N° 2, 2004. 44 Griffiths, M. D. “Tecnologial Addictions: Looking to the future”. Paper presentado en la 105 Annual Convention of The American Psychological Association. Chicago – Ilinois, 1997. 45 Griffiths, M. D. “Tecnologial Addictions: does it really exist?”. En: Gackenbach, j (Edit.). “Psychology and the Internet: intrapersonal, interpersonal and transpersonal implications”. Academic Press. New York – EE.UU., 1998. 41 71 causa marcadas dificultades sociales, ocupacionales, financieras y de consumo de tiempo (2) y no se presentan solamente dentro de un episodio de manía o hipomanía (3), sino que es permanente46. Este concepto cuenta con un mayor consenso en la actualidad. La propia Young considera que tiene una “aproximación más comprensiva” al diagnóstico de la adicción a la Internet47, por lo que se recomienda su uso, tanto a nivel clínico como en estudios poblacionales. En nuestro país se han realizado algunas investigaciones sobre esta problemática que vale la pena reseñar. Cruzado (y colaboradores) hicieron un estudio en pacientes hospitalizados con diagnóstico de “adicción a internet”, en el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi, con el objetivo de conocer sus características clínicas y epidemiológicas, concluyendo que estos pacientes se caracterizan por su corta edad (18.3 años de edad promedio), la mayoría se inició en el uso de Internet cuando menos dos años antes de su hospitalización (83.3%), elevado tiempo de uso diario de Internet (el 50% se conectaba más de 6 horas diarias), uso predominante de juegos en red (90%), alta frecuencia de rasgos y conductas antisociales (40%), antecedentes de disfunción familiar (80%), baja autoestima y una importante comorbilidad de cuadros de depresión y uso de sustancias, además del deterioro personal, académico y de sus relaciones familiares48. La adicción a Internet, según este estudio, es un problema que afecta principalmente a los jóvenes y adolescentes y mantiene una estrecha relación con el uso de sustancias. En otro estudio se desarrolló y validó un instrumento para medir la adicción a Internet en la población escolar. Esta se definió como la “imposibilidad para controlar el involucramiento” a Internet en la población adolescente, reconocible a través de “características sintomatológicas” (saliencia, tolerancia, abstinencia, falta de control y recaída, rasgos distinguibles de los estados de normal involucramiento) y “características disfuncionales” (problemas académicos, familiares e interpersonales que son consecuencia de la adicción), concepto que recoge los aportes de Griffiths sobre las adicciones tecnológicas y no químicas y la dimensión de “uso problemático”, tomada de Shapira y del DSM - IV. En base a esta definición, se construyó la Escala de Adicción a Internet de Lima (EAIL), compuesta por 11 ítems, que fueron validados en una muestra de escolares de primero a quinto año de secundaria de Lima Metropolitana, presentando una alta confiabilidad interna y correlaciones moderadas y significativas entre sus ítems49. Estos antecedentes sirvieron de base para el estudio, que se propuso conocer el nivel de acceso a internet en la población escolar y el riesgo de adicción a que está expuesta, partiendo de la hipótesis de que existe una relación problemática entre el uso y abuso de internet y el consumo de drogas en los estudiantes de secundaria. Ambos fenómenos son interdependiente y se retroalimentan positivamente: a mayor uso y riesgo de adicción a Internet, mayor consumo de drogas en la población escolar. Y viceversa: el uso de drogas incrementa el riesgo de adicción a Internet entre los escolares. El análisis realizado permitió corroborar esta hipótesis. Este es el marco en el que se recomienda leer los resultados de este capítulo, que da cuenta de la situación del consumo de drogas y de los factores asociados –bullying, ciberbullying y riesgo de adicción a Internet- que incrementan la vulnerabilidad y el uso de sustancias en la población escolar del país. Shapira, Nathan A; Lessig, M.C.; Goldsmith, T.D.; Szabo, S.T.; Lazoritz, M. & Gold MS, Stein DJ. “Problematic internet use: proposed classification and diagnostic criteria”. Depress Anxiety, 17(4), 2003, pp. 207 - 216. 47 Young, Kimberly. “Internet Addiction: Diagnosis and treatment considerations”. En: Journal of Contemporary Psychotherapy, Vol. 39, Issue 4, 2009, pp. 241 - 246. 48 Cruzado Díaz, Lizardo; Matos Rteamozo, Luis & Kendall Folmer, Rommy. “Adicción a Internet: Perfil clínico y epidemiológico de pacientes hospitalizados en un instituto Nacional de Salud Mental”. En: Revista Médica Herediana, 17 (4), 2006, pp. 196 – 205. 49 Lam-Figueroa, Nelly; Contreras-Pulache, Hans; Mori-Quispe, Elizabeth; Nizama-Valladolid, Martín; Gutiérrez, César; Hinostroza-Camposano, Williams; Torrejón Reyes, Erasmo; Hinostroza-Camposano, Richard; Coaquira-Condori, Elizabeth & Hinostroza-Camposano, Willy David. “Adicción a Internet: Desarrollo y validación de un instrumento en escolares adolescentes de Lima, Perú”. En: Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública. 28 (3), 2011, pp. 462 – 469. 46 72 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS EXPOSICIÓN AL BULLYING (TESTIGO IV U OBSERVADOR). El bullying, como se señaló al inicio, es una manifestación específica de la violencia escolar, que tiene como protagonistas a los estudiantes. Se trata de una práctica de acoso tradicional que incluye el insulto, el rechazo social, la intimidación psicológica y la agresión física y sexual entre los estudiantes al interior de las escuelas. Olweus señala que los estudiantes se vinculan con este tipo de violencia de manera directa e indirecta: directamente cuando son víctimas de ella o cuando agreden a sus pares en la escuela e indirectamente cuando son testigos u observadores de la violencia que desencadenan sus pares50. Entre los observadores o testigos también se incluyen a los profesores, autoridades escolares y familiares. Trautmann señala que el rol de los testigos o espectadores (bystanders) es importante, porque el agresor se ve estimulado e inhibido por ellos, independientemente de que sean estudiantes, profesores o personal del colegio51. Algunos espectadores asumen una actitud pasiva ante la agresión y no hacen nada para evitarla o proteger a la víctima. Otros asumen una actitud activa en favor del agresor o a favor de la víctima. En el juego de roles una misma persona puede hacer de observador / testigo, agresor o víctima de bullying. En el estudio se decidió conocer el nivel de exposición al bullying en las escuelas desde la perspectiva del observador o testigo de la violencia entre pares, tomando como base el reporte que hacen los estudiantes de la presencia de este tipo de acoso en su institución educativa. Asimismo, en un nivel más específico, se indagó sobre los roles de víctima y agresor que asumen los estudiantes en sus relaciones con sus pares. Con este propósito, se construyeron tres escalas de bullying, utilizando los ítems que se describen en el Cuadro 1, en su mayor parte tomados de un estudio anterior sobre violencia escolar, realizado por la Fundación Paz Ciudadana, de Chile52. En base a estos ítems, se construyeron tres escalas específicas, orientadas a medir: 1) la exposición al bullying (testigo de la violencia o exposición indirecta); 2) la victimización por bullying (exposición directa); y 3) la agresividad a través del bullying. Cada una de las escalas se elaboró utilizando los mismos criterios metodológicos empleados en el estudio del 200753 para medir la violencia escolar en los estudiantes de secundaria. Olweus, D., Ob. Cit. Trautmann M., Alberto. “Maltrato entre pares o ‘bullying’. Una visión actual”. Revista Chilena de Pediatría. Volumen 79, Número 1, 2008. 52 Varela, Jorge; Ferren G., Diego & Tijmes I., Cecilia. “Violencia escolar en educación básica: Evaluación de un instrumento para su medición”. Fundación Paz Ciudadana. Santiago de Chile, 2010. 53 DEVIDA – ONUDD - CTB. “II Estudio Nacional: Prevención y consumo de drogas en estudiantes de secundaria – 2007”. Lima - Perú, 2009. 50 51 73 CUADRO 1 DIMENSIONES DEL BULLYING Dimensiones Definición operacional Ítems: Testigo / Víctima / Agresor ¿Has visto a un compañero más fuerte agrediendo a otro más débil? (pegándole, empujándolo, etc.) ¿Has visto pegar o agredir, en grupo o individualmente, a un(a) compañero(a). Violencia física. Agresión física / Amenazas con armas / Robos / Roturas y/o ocultamiento de cosas. ¿Has sabido de algún compañero tuyo al que le hayan roto o dañado algo suyo a propósito? (por ejemplo que le hayan rayado el cuaderno o le rompan la mochila, etc.) ¿Has visto alumnos con armas dentro del colegio? (cuchillo, pistola, etc.) ¿Has sabido de algún compañero tuyo al que le hayan robado algo en el colegio? ¿Has visto a compañeros insultándose con lisuras, groserías y ofensas? Violencia verbal. Insultos / Burlas / Apodos. Violencia psicológica. Amenaza / Intimidación / Chantaje. Exclusión social. No dejan participar / ignorar o discriminar a un compañero ¿Has visto a un alumno que quiere participar de una actividad o juego pero no puede porque los otros compañeros no lo dejan? (por ejemplo jugar a la pelota o cualquier juego) Violencia sexual. Acoso o agresión sexual, individual o en grupo ¿Has visto a uno o varios compañeros acosando o agrediendo sexualmente a otro compañero? ¿Has visto a un alumno burlándose de otro por alguna característica física o por su forma de ser, por ejemplo, poniéndole sobrenombres ofensivos o humillándolo? (puede ser por su peso, su color de piel, la música que escucha, su forma de hablar, o cualquier otra razón) ¿Has visto a un compañero amenazando a otro con hacerle daño? ¿Has visto a un compañero que hace cosas que no quiere debido a que otros compañeros más fuertes lo presionan o amenazan? La Escala de Exposición al Bullying (EEB) estuvo compuesta por los 11 ítems descritos en el cuadro anterior, teniendo como delimitación temporal el último año. A la respuesta positiva a cada una de las preguntas se le otorgó 1 punto y 0 puntos a las respuestas negativas, con lo que el puntaje de la escala osciló entre 0 y 11 puntos. En el análisis, los puntajes registrados se agruparon en tres niveles de exposición al bullying, cuyos resultados se describen en la Tabla 32. En ella se observa que el 79.4% de la población escolar –esto es 1’665,745 alumnos- registra un nivel medio (34.3%) y alto (45.1%) de exposición al bullying en sus instituciones educativas. Los estudiantes varones y de escuelas privadas registran una mayor exposición al bullying que sus pares mujeres y de colegios públicos. El valor del Alfa de Cronbach que reportó la EEB es de 0.875, lo que evidencia una alta confiabilidad. TABLA 32: Escala de exposición al bullying en la escuela, según sexo y tipo de colegio (0 – 2: Nivel bajo / 3 - 6: Nivel Medio / 7 - 11: Nivel alto) Nivel de exposición bullying Tipo de Colegio Total N° de estudiantes 16.3 20.5 430,268 39.1 34.3 719,530 45.3 44.6 45.1 946,215 100.0 100.0 100.0 2’096,014 Hombre Mujer Público Privado Bajo 20.0 21.1 22.2 Medio 29.4 39.3 32.5 Alto 50.6 39.6 100.0 100.0 TOTAL 74 Sexo FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV En la Tabla 33 se describe la relación entre el nivel de exposición al bullying y el uso de drogas en la población escolar. Existe una asociación positiva entre ambas variables: a mayor exposición al bullying, mayor consumo de drogas legales, ilegales y médicas. En general, se observa que los estudiantes que registran un nivel medio y bajo de exposición al bullying tienen un consumo de sustancias que se ubica por debajo del promedio nacional. Los estudiantes que registran un nivel alto de exposición al bullying, por el contrario, tienen un uso de drogas superior al promedio, siendo las diferencias significativas con los que registran un menor nivel de exposición. TABLA 33: Prevalencia de año de consumo de drogas según la escala de exposición al bullying en la escuela Nivel de exposición al bullying Tipo de droga Total Bajo Medio Alto 14.5 20.8 29.2 23.3 Alcohol 11.5 17.7 24.9 19.7 Tabaco Drogas legales 8.2 10.4 16.5 12.8 Drogas ilegales 2.5 2.2 5.2 3.8 Marihuana 1.2 1.3 3.0 2.2 Cocaína 0.6 0.4 1.2 0.9 PBC. 0.8 0.5 1.1 0.9 Éxtasis 0.7 0.4 1.4 1.0 Inhalantes 0.5 0.6 1.9 1.2 Drogas médicas 2.3 2.0 4.3 3.2 Tranquilizantes 1.6 1.4 3.2 2.3 Estimulantes 1.2 0.8 2.0 1.5 VICTIMIZACIÓN POR BULLYING (EXPOSICIÓN DIRECTA). La Escala de Victimización por Bullying (EVB) estuvo compuesta por 10 preguntas, que aluden a las mismas situaciones descritas en la escala anterior, solo que en esta oportunidad se le preguntó a los estudiantes si habían sido víctimas de ellas durante el último año. Al igual que en el caso anterior, se le otorgó 1 punto a las respuestas positivas y 0 a las respuestas negativas, oscilando el puntaje de la EVB entre 0 y 10 puntos. En el análisis se agruparon los puntajes y se construyeron tres niveles de victimización. En la Tabla 34 se da cuenta de los resultados del análisis realizado. El 38.7% de los estudiantes –832,097 alumnos- registra un nivel medio (27.6%) y alto (11.1%) de victimización por bullying. Los varones y los estudiantes de colegios públicos registran una mayor victimización que las mujeres y los estudiantes de escuelas privadas. El Alfa de Cronbach de la EVB reporta un valor de 0.864, lo que equivale a una alta confiabilidad. TABLA 34: Escala de victimización por bullying, según sexo y tipo de colegio (0 – 2: Nivel bajo / 3 - 6: Nivel Medio / 7 - 10: Nivel alto) Nivel de victimización por bullying Sexo Tipo de Colegio Total N° de estudiantes 62.3 61.3 1’315,898 26.8 29.9 27.6 593,888 7.3 12.3 7.9 11.1 238,209 100.0 100.0 100.0 100.0 2’147,995 Hombre Mujer Público Privado Bajo 56.3 66.2 60.9 Medio 28.9 26.4 Alto 14.8 100.0 TOTAL 75 En la Tabla 35 se observa que los estudiantes que presentan alguna discapacidad o enfermedad registran una mayor victimización por bullying que aquellos que no tienen estos problemas. Los adolescentes que tienen problemas de cojera son los más afectados por el bullying: el 28.8% registra un nivel alto de victimización. Los estudiantes que presentan problemas de aprendizaje o tienen dificultades para ver, hablar y escuchar, registran un nivel medio de victimización por bullying relativamente alto. En general, uno de cada dos estudiantes afectado por alguna discapacidad registra un nivel medio o alto de victimización por bullying. TABLA 35: Escala de victimización por bullying, según problema de discapacidad o enfermedad Nivel de victimización por bullying Presenta alguna discapacidad o enfermedad Sí No Total 54.4 55.6 64.1 61.3 33.0 31.5 25.7 27.6 17.7 12.6 12.9 10.2 11.1 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Usa lentes No escucha bien Cojea Bajo 60.8 49.9 53.0 49.3 49.2 Medio 29.6 32.2 18.2 33.3 33.1 Alto 9.6 17.9 28.8 17.4 100.0 100.0 100.0 100.0 TOTAL Dificultad Problema de Otros para hablar aprendizaje problemas Los estudiantes de raza negra y de origen indígena son los más afectados por el bullying en sus escuelas, entre los distintos grupos étnicos y raciales (Tabla 36). Por región natural, los estudiantes de la sierra o de origen serrano reportan una mayor victimización por bullying que los de origen costeño o selvático. Lo mismo ocurre con los estudiantes de provincias, que registran un nivel de victimización por bullying significativamente más alto que sus pares limeños. TABLA 36: Escala de victimización por bullying, según grupo de origen Grupo de origen Blanco Indígena Raza negra Asiático Mestizo Extranjero Persona de la costa Persona de la sierra Persona de la selva Limeño Provinciano TOTAL Nivel de victimización por bullying Bajo Medio Alto Raza o Etnia 57.7 28.7 13.6 52.2 30.1 17.6 52.5 29.1 18.3 57.4 29.8 12.8 58.8 30.0 11.1 54.9 29.3 15.8 Región Natural 61.7 28.3 10.1 58.8 27.2 14.0 63.4 25.1 11.5 Área Geográfica 64.2 27.9 7.9 57.0 30.8 12.3 61.3 27.6 11.1 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 En la Tabla 37 se observa la relación entre el nivel de victimización por bullying y el consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar. Los resultados del análisis realizado evidencian que existe una relación positiva entre ambas variables: a mayor nivel de victimización por bullying, mayor consumo de drogas en los estudiantes. Los escolares que registran un nivel de victimización medio y alto tienen niveles de consumo que se ubican por encima del promedio nacional en la mayoría de sustancias. No sucede lo mismo con los estudiantes que registran un nivel bajo de victimización, cuyas prevalencias de consumo de drogas legales, ilegales y médicas se ubican por debajo del promedio nacional, siendo las diferencias significativas con los que registran un mayor nivel de victimización. 76 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV TABLA 37: Prevalencia de año de consumo de drogas según la escala de victimización por bullying en la escuela Nivel de victimización por bullying Bajo Medio Alto 20.4 26.9 29.9 17.3 23.0 23.9 10.7 14.4 19.5 2.8 4.1 7.5 1.6 2.3 4.2 0.5 0.9 2.6 0.5 0.8 3.0 0.5 0.7 3.6 0.7 1.7 2.7 2.5 3.1 6.8 1.8 2.3 4.9 1.1 1.3 3.9 Tipo de droga Drogas legales Alcohol Tabaco Drogas ilegales Marihuana Cocaína PBC. Éxtasis Inhalantes Drogas médicas Tranquilizantes Estimulantes Total 23.3 19.7 12.8 3.8 2.2 0.9 0.9 1.0 1.2 3.2 2.3 1.5 AGRESIVIDAD A TRAVÉS DEL BULLYING. La Escala de Agresividad a través del Bullying (EAB), al igual que la anterior, estuvo compuesta por 10 preguntas. En este caso, se les preguntó a los estudiantes si habían protagonizado alguna de las situaciones descritas en contra de uno o más de sus compañeros durante el último año. A las respuestas positivas se le otorgó 1 punto y 0 a las negativas, oscilando el puntaje de la EAB entre 0 y 10 puntos, según las respuestas de los estudiantes. En la Tabla 38 se describen los resultados del análisis según niveles de agresividad. El 32.2% de la población escolar –esto es 668,664 estudiantes- registran un nivel medio (23.6%) y alto (8.6%) de agresividad a través del bullying. Los varones y los estudiantes de colegios privados registran una mayor agresividad que las mujeres y los alumnos de escuelas públicas. El valor del Alfa de Cronbach de la EAB es de 0.865, lo que evidencia una alta confiabilidad del instrumento. TABLA 38: Escala de agresividad a través del bullying, según sexo y tipo de colegio (0 – 2: Nivel bajo / 3 - 6: Nivel Medio / 7 - 10: Nivel alto) Nivel de agresividad a través del bullying Sexo Tipo de Colegio Total N° de estudiantes 64.2 67.8 1’409,135 28.8 23.6 489,691 9.2 7.0 8.6 178,973 100.0 100.0 100.0 2’077,799 Hombre Mujer Público Privado Bajo 58.8 76.9 69.2 Medio 28.7 18.4 21.6 Alto 12.5 4.7 100.0 100.0 TOTAL Los estudiantes que presentan alguna discapacidad o enfermedad registran una mayor agresividad que los que no tienen este tipo de problemas (Tabla 39). Los alumnos con problemas de cojera registran el nivel más alto de agresividad, aunque menor que el nivel de victimización reportado anteriormente. Los estudiantes que tienen problemas de aprendizaje o dificultades para ver, hablar y escuchar, registran un nivel medio y alto de agresividad que se ubica por encima del promedio general. En general, poco más de un tercio de los estudiantes afectados por alguna discapacidad registra un nivel medio o alto de agresividad. 77 TABLA 39: Escala de agresividad a través del bullying, según problema de discapacidad o enfermedad Nivel de agresividad a través del bullying Presenta alguna discapacidad o enfermedad Sí No Total 63.6 64.1 69.7 67.8 26.7 26.2 25.7 22.5 23.6 13.2 10.1 10.1 7.8 8.6 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Usa lentes No escucha bien Cojea Bajo 67.0 63.1 57.8 62.7 60.1 Medio 25.2 25.1 20.5 25.0 Alto 7.9 11.9 21.7 12.3 100.0 100.0 100.0 100.0 TOTAL Dificultad Problema de Otros para hablar aprendizaje problemas En la Tabla 40 vemos que los estudiantes de raza negra y de origen extranjero son los que registran un mayor nivel de agresividad, entre los distintos grupos étnicos y raciales. Si juntamos los niveles medio y alto de agresividad, los estudiantes de origen indígena registran una menor violencia que sus pares de otros grupos étnicos y raciales. Lo mismo ocurre con los estudiantes de origen serrano y selvático, comparados con los de origen costeño; no obstante que los primeros reportan un nivel alto de agresividad ligeramente mayor. Los estudiantes de origen provinciano, por su parte, registran un mayor nivel de agresividad que sus pares de origen limeño, independientemente del lugar en el que residen. TABLA 40: Escala de agresividad a través del bullying, según grupo de origen Grupo de origen Blanco Indígena Raza negra Asiático Mestizo Extranjero Persona de la costa Persona de la sierra Persona de la selva Limeño Provinciano TOTAL Nivel de agresividad a través del bullying Bajo Medio Alto Raza o Etnia 63.1 25.7 11.1 66.7 21.5 11.8 58.2 26.6 15.2 65.6 26.0 8.4 65.4 26.3 8.3 60.2 24.6 15.2 Región Natural 67.4 24.4 8.2 69.6 21.0 9.4 71.5 19.1 9.3 Área Geográfica 67.0 26.5 6.5 65.0 24.2 10.7 67.8 23.6 8.6 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 En la Tabla 41 vemos que a mayor nivel de agresividad a través del bullying, mayor es el uso de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar. Existe una relación positiva entre ambas variables. Los estudiantes que registran un nivel de agresividad medio y alto tienen niveles de consumo que se ubican por encima del promedio nacional en la mayoría de las drogas analizadas, siendo las diferencias significativas con los que registran un bajo nivel de agresividad, cuyo nivel de consumo se ubica por debajo del promedio. TABLA 41: Prevalencia de año del consumo de drogas, según escala de agresividad a través del bullying Tipo de droga Drogas Legales Alcohol Tabaco Drogas Ilegales Marihuana Cocaína PBC. Éxtasis Inhalantes Drogas Médicas Tranquilizantes Estimulantes 78 Nivel de agresividad a través del bullying Bajo Medio Alto 18.0 32.9 37.7 15.1 28.0 31.5 8.9 18.7 25.5 2.2 5.0 10.9 1.2 3.0 6.7 0.4 1.0 3.9 0.5 0.7 4.1 0.5 0.8 4.6 0.7 1.6 4.0 2.4 3.5 7.7 1.7 2.6 5.7 1.1 1.5 4.3 Total 23.3 19.7 12.8 3.8 2.2 0.9 0.9 1.0 1.2 3.2 2.3 1.5 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV Se desprende del análisis realizado que el bullying incrementa el consumo de drogas en los adolescentes. Cuanto más expuestos e implicados están los estudiantes en este tipo de prácticas en sus instituciones educativas, mayor es el uso de drogas legales, ilegales y médicas que registran. La victimización y agresividad a través del bullying presentan la misma tendencia, con lo que se confirma la hipótesis de que existe una relación positiva entre el bullying y el consumo de drogas en la población escolar. RIESGO DE ADICCIÓN AL INTERNET. Antes de medir el riesgo de adicción al Internet, se indagó sobre el acceso y uso de esta tecnología en la población escolar. En la Tabla 42 se observa que el 60.8% de la población escolar –esto es 1’334,216 estudiantes- tienen acceso a Internet, según declaración propia. Las mujeres y los estudiantes de colegios privados registran un mayor acceso que los varones y los alumnos de escuelas públicas, siendo las diferencias significativas. TABLA 42: Acceso a internet en la población escolar Acceso a Internet Sexo Tipo de Colegio Total N° de estudiantes 82.0 60.8 1’334,216 18.0 39.2 859,847 100.0 100.0 2’194,063 Hombre Mujer Público Privado Sí tiene. 58.4 63.2 52.9 No tiene. 41.6 36.8 47.1 TOTAL 100.0 100.0 100.0 En la Tabla 43 vemos que la mayor parte de los estudiantes que tienen acceso a Internet hacen uso de esta tecnología desde sus viviendas y en cabinas públicas. Los estudiantes de colegios privados acceden más desde sus casas; mientras que sus pares de colegios públicos lo hacen mayormente a través de cabinas públicas. Las mujeres acceden a Internet más que los hombres desde sus casas. Estos últimos, por el contrario, registran un mayor acceso que las primeras a través de cabinas públicas, sin que las diferencias sean significativas. El acceso y uso de internet desde las instituciones educativas es todavía minoritario. TABLA 43: Lugar de uso de internet en la población escolar que tiene acceso a este servicio. Lugar de uso Sexo Hombre Tipo de Colegio Mujer Público Privado Total N° de estudiantes Casa 55.3 59.0 44.6 78.8 57.2 763,168 Cabinas públicas 42.7 40.6 50.1 27.1 41.6 555,093 Colegio 7.9 9.3 8.0 9.8 8.6 115,284 Centro de trabajo 1.1 0.8 1.0 0.8 1.0 12,689 Otro lugar 5.6 5.5 5.2 6.2 5.6 74,128 Entre los estudiantes que tienen acceso a Internet, uno de cada cuatro (27%) se conecta desde sus habitaciones y el 36% también lo hace desde su casa, pero fuera de sus habitaciones (Tabla 44). El acceso domiciliario y desde la habitación personal es significativamente más alto entre los estudiantes de colegios privados que entre sus pares de escuelas públicas. Los varones registran un mayor acceso que las mujeres desde la habitación personal, siendo las diferencias por sexo poco significativas. 79 TABLA 44: Acceso a internet en casa Acceso a Internet en casa Sexo Tipo de Colegio Total N° de estudiantes 37.9 27.0 359,813 31.0 44.5 35.9 479,474 48.9 19.0 37.9 505,404 100.0 100.0 100.0 1’334,216 Hombre Mujer Público Privado Sí, en mi cuarto 28.0 26.0 20.6 Sí, fuera de mi cuarto 34.7 37.1 No tiene 38.1 37.7 100.0 100.0 TOTAL En la Tabla 45 se observa que la mayoría de los estudiantes con acceso a internet se conecta todas las semanas (73%) y cuatro de cada diez (40.1%) lo hace todos los días o casi todos los días. Los estudiantes de colegios privados registran una mayor frecuencia de conexión que sus pares de escuelas públicas, siendo las diferencias significativas. Los varones registran una frecuencia de conexión ligeramente más alta que las mujeres, sin que las diferencias por sexo sean significativas. TABLA 45: Frecuencia de conexión a internet. Frecuencia Sexo Tipo de Colegio Total N° de estudiantes 53.1 40.1 526,801 30.5 32.9 431,584 Hombre Mujer Público Privado Todos los días o casi todos los días 41.5 38.8 32.5 Dos a tres veces por semana 31.6 34.0 34.3 Dos a tres veces por mes 7.4 8.4 9.5 5.2 7.9 104,002 Una o dos veces por mes 4.1 4.8 5.5 2.6 4.5 58,538 Algunas veces durante el año 4.1 6.4 6.5 3.3 5.3 69,704 Nunca me conecto / No hago uso del Internet 11.3 7.6 11.7 5.3 9.3 122,804 TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 1’313,433 La mayoría de los estudiantes entra al Internet para buscar información y realizar sus tareas del colegio y, al mismo tiempo hace uso de las redes sociales (Facebook, Twiter, Hi5, etc.) (Tabla 46). Los estudiantes de los colegios privados acceden más a las redes sociales que sus pares de escuelas públicas, siendo las diferencias significativas. Las mujeres buscan más información y también hacen un mayor uso de las redes sociales que sus pares varones. El chateo, el uso del YouTube, bajar programas, publicar escritos, fotos y videos y los juegos en línea son actividades que registran igualmente una alta prevalencia. Las mujeres y los estudiantes de colegios privados chatean más que sus pares varones y alumnos de escuelas públicas. Lo mismo ocurre con el uso del YouTube, bajar programas y la publicación de escritos, fotos y videos. En los juegos en línea, los hombres registran una mayor actividad que las mujeres; pero, al igual que en los casos anteriores, los estudiantes de colegios privados aventajan a sus pares de escuelas públicas. Sólo dos de cada diez estudiantes que tiene acceso a Internet hace uso del correo electrónico, sin que haya diferencias significativas por sexo o tipo de colegio. 80 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV TABLA 46: Actividades que realiza en internet Sexo Actividades Hombre Tipo de Colegio Mujer Público Privado Total N° de estudiantes Buscar información / tareas 57.5 70.3 65.3 62.6 64.2 764,842 Uso del correo electrónico 20.5 20.0 19.7 21.1 20.3 241,295 Uso del Facebook, Twiter, Hi5 u otra red social 60.7 64.9 56.9 72.6 63.0 749,556 Chatear 31.6 36.8 30.0 41.2 34.3 408,813 Juegos en línea 34.9 19.2 22.8 32.7 26.6 317,209 28.1 30.1 25.1 35.6 29.2 347,144 Bajada de programas, música, videos fotos, Publicar escritos, fotos, videos 14.4 19.2 13.3 22.6 16.9 201,090 Realizar trámites 4.2 3.2 3.2 4.4 3.7 43,799 Uso de YouTube 29.5 35.6 27.0 41.8 32.7 389,804 Otras 12.7 10.6 9.9 14.2 11.6 137,868 En la Tabla 47 se da cuenta de la frecuencia de uso de las redes sociales. El Facebook es, de lejos, la red social que más usan los estudiantes, seguida del YouTube. El Hi5, que era una de las redes sociales más usadas por los adolescentes hasta hace unos años, se usa muy poco en la actualidad. Lo mismo ocurre con el Twiter y las demás redes sociales. Seis de cada diez estudiantes usuarios de Internet (58.7%) hace uso del Facebook siempre o casi siempre y tres (28.9%) lo hacen algunas veces. Sólo el 12.5% de los usuarios de Internet no usa Facebook. Mujeres y hombres tienen un acceso más o menos igualitario al Facebook, con una ligera ventaja para las primeras. Los estudiantes de colegios privados registran un acceso y una frecuencia de uso del Facebook significativamente más alta que sus pares de escuelas públicas. El YouTube, por su parte, es usado por tres de cada cuatro estudiantes (76.6%) y más del 40% lo usa siempre o casi siempre. Las mujeres y los estudiantes de colegios privados registran una frecuencia de uso de esta página más alta que sus pares varones y de escuelas públicas. Frecuencia Siempre o casi siempre Algunas veces No usa Siempre o casi siempre Algunas veces No usa Siempre o casi siempre Algunas veces No usa Siempre o casi siempre Algunas veces No usa Siempre o casi siempre Algunas veces No usa Siempre o casi siempre Algunas veces No usa TABLA 47: Frecuencia de uso de redes sociales. Sexo Tipo de Colegio Hombre Mujer Público Privado Facebook 58.3 59.0 52.0 69.2 27.9 29.8 31.9 24.1 13.8 11.3 16.1 6.7 Twiter 8.9 7.6 6.8 10.4 21.5 23.5 20.6 25.7 69.6 68.9 72.7 63.8 Hi5 6.2 3.7 5.1 4.7 13.9 13.2 14.7 11.6 79.9 83.1 80.2 83.8 YouTube 41.9 42.9 36.1 52.5 33.2 35.1 35.0 33.1 24.9 21.9 29.0 14.4 Blog 8.6 6.1 7.0 7.7 16.8 14.8 15.3 16.4 74.6 79.2 77.7 76.0 Otras redes 17.3 14.0 14.3 17.6 29.1 29.9 28.2 31.5 53.6 56.1 57.5 50.9 Total N° de estudiantes 58.7 28.9 12.5 693,143 341,367 147,279 8.2 22.6 69.2 95,800 263,783 809,272 4.9 13.5 81.6 57,176 157,258 950,576 42.4 34.2 23.3 496,976 400,858 273,220 7.3 15.7 77.0 84,527 183,230 897,872 15.6 29.5 54.9 181,495 344,412 641,080 81 El acceso a la red de redes conlleva una serie de riesgos que el estudio ha identificado. En la Tabla 48 se observa que: • El 11.9% de los estudiantes que tienen acceso a internet declaran que al menos una vez le han ofrecido drogas ilegales por este medio, y el 2.6% señala que este ofrecimiento se da siempre o casi siempre. Los varones y los estudiantes de colegios públicos registran reportan un mayor ofrecimiento que sus parea mujeres y de escuelas privadas; • El 45.9% de los estudiantes señala que al menos una vez ha hecho amistad con personas mayores a través de la red. El 9% manifiesta que hace este tipo de amistades siempre o casi siempre, y el 24.1% declara que lo ha hecho algunas veces. Los varones y los estudiantes de colegios privados hacen amistades con personas mayores con más frecuencia que su pares mujeres y de escuelas públicas; • Uno de cada cuatro estudiantes (24.3%) que tiene acceso al internet al menos una vez ha iniciado un romance o relación con una persona que conoció por este medio. El 4.4% manifiesta que lo hace siempre o casi siempre, y el 8.3% señala que a veces. Los varones reportan más este tipo de experiencias que sus pares mujeres. Además, por tipo de colegio no se registran diferencias significativas; • Al 13.4% de los estudiantes que tienen acceso a Internet le han propuesto al menos una vez tener relaciones sexuales con otra persona que conoció por este medio. El 2.9% señala que siempre o casi siempre se lo proponen, y el 4.6% manifiesta que le ha ocurrido algunas veces. Los varones y los estudiantes de colegios públicos reportan este tipo de situaciones con más frecuencia que sus pares mujeres y de escuelas privadas; • El 8.5% de los estudiantes que tienen acceso a Internet reconoce que al menos una vez ha tenido cibersexo con otra persona que conoció por este medio. El 2.4% señala que siempre o casi siempre tiene cibersexo, y el 2.8% reconoce haberlo tenido algunas veces. Los varones y los estudiantes de colegios públicos son más propensos a tener este tipo de prácticas que sus pares mujeres y de escuelas privadas; • El 8.6% de los estudiantes que tienen acceso a Internet ha tenido relaciones sexuales con otra persona que conoció por este medio. El 2.8% manifiesta que tiene relaciones sexuales siempre o casi siempre, y otro porcentaje similar (2.8%) declara que las ha tenido algunas veces. Los varones y los estudiantes de instituciones educativas públicas son más proclives a tener este tipo de prácticas sexuales que sus pares mujeres y de colegios privadas; 82 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV TABLA 48: Situaciones de riesgo experimentadas a través del internet Sexo Tipo de Colegio Total Hombre Mujer Público Privado Le han ofrecido drogas (marihuana, PBC, cocaína u otras sustancias) Siempre o casi siempre 3.2 2.1 3.0 1.9 2.6 Algunas veces 5.6 3.5 5.0 3.7 4.5 Una vez 5.4 4.3 5.1 4.4 4.8 No le ha ocurrido 85.8 90.1 86.8 90.1 88.1 Ha hecho amistad con personas mayores Siempre o casi siempre 11.0 7.2 8.3 10.2 9.0 Algunas veces 24.2 23.9 22.3 26.8 24.1 Una vez 10.3 15.1 12.5 13.3 12.8 No le ha ocurrido 54.6 53.7 56.9 49.8 54.1 Has iniciado un romance o relación con una persona que conoció por Internet Siempre o casi siempre 5.8 3.2 4.8 3.8 4.4 Algunas veces 10.6 6.2 8.4 8.1 8.3 Una vez 11.0 12.1 11.2 12.1 11.6 No le ha ocurrido 72.6 78.5 75.6 76.0 75.7 Le han propuesto tener relaciones sexuales con personas que conoció por Internet Siempre o casi siempre 4.0 1.9 3.2 2.4 2.9 Algunas veces 5.8 3.6 4.9 4.3 4.6 Una vez 6.6 5.3 6.0 5.8 5.9 No le ha ocurrido 83.6 89.2 85.9 87.5 86.5 Ha tenido cibersexo con personas que conoció por Internet Siempre o casi siempre 3.3 1.6 2.9 1.7 2.4 Algunas veces 4.0 1.8 3.2 2.2 2.8 Una vez 4.7 2.2 3.5 3.1 3.3 No le ha ocurrido 88.1 94.5 90.4 93.1 91.4 Ha tenido relaciones sexuales con personas que conoció por Internet Siempre o casi siempre 3.6 2.0 3.1 2.2 2.8 Algunas veces 3.9 1.9 3.3 2.1 2.8 Una vez 4.2 2.0 3.6 2.1 3.0 No le ha ocurrido 88.4 94.1 90.0 93.6 91.4 Frecuencia N° de estudiantes 30,605 53,003 57,087 1’038,288 105,906 283,236 150,863 637,167 52,191 97,574 136,017 891,697 34,336 54,692 69,445 1’018,241 28,332 33,226 39,385 1’076,185 32,660 33,170 35,374 1’075,783 Una vez definido el acceso y uso del Internet, se procedió a medir el Riesgo de Adicción al Internet (RAI), tomando como base la Escala de Adicción a Internet de Lima (EAIL), propuesta por Lam- Figueroa (y colaboradores)54. Como podemos apreciar en el Cuadro 2 se utilizaron los 11 ítems de esta escala, a los que se añadieron dos nuevos ítems, tomados de los criterios clínicos de corroboración del propio documento fuente y del Test de Echeburúa55, con el propósito de reforzar la Dimensión II de disfuncionalidad de la escala y balancear mejor su composición interna. Asimismo, se utilizó como criterio de imputación de una probable adicción o riesgo de adicción a Internet la respuesta positiva al menos a 5 de los ítems propuestos, siguiendo el criterio de diagnóstico establecido por Young56, con lo que se obtuvo un nuevo instrumento, la Escala de Adicción al Internet – EAI, utilizada en el presente estudio. Lam-Figueroa, Nelly; Contreras-Pulache, Hans; Mori-Quispe, Elizabeth; Nizama-Valladolid, Martín; Gutiérrez, César; Hinostroza-Camposano, Williams; Torrejón Reyes, Erasmo; Hinostroza-Camposano, Richard; Coaquira-Condori, Elizabeth & Hinostroza-Camposano, Willy David. “Adicción a Internet: Desarrollo y validación de un instrumento en escolares adolescentes de Lima, Perú”. Ob. Cit. 55 Echeburúa, E. “¿Adicciones sin drogas? Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo, internet”. Bilbao: Desclee de Brower, 1999. 56 Young, Kimberly. “Internet Addiction: The emergence of a new clinical disorder”. Ob. Cit. 54 83 CUADRO 2: Dimensiones de la adicción al internet Dimensiones Definición operacional Ítems Cuando no estoy conectado, imagino cómo será la próxima vez que estaré conectado a Internet. Me siento preocupado o sueño con conectarme cuando no lo estoy. Sintomatología de AI (Dimensión I) Saliencia (Estar preocupado por la utilización del Internet) / Tolerancia / Abstinencia / falta de control y recaída. Luego de haberme desconectado, siento que aún quiero estar en Internet. Me siento deprimido, malhumorado o nervioso cuando no estoy conectado y se me pasa cuando vuelvo a conectarme. Dedico más tiempo a Internet del que pretendía. Digo a menudo “sólo unos minutitos más” cuando estoy conectado. He intentado estar menos tiempo conectado, pero no he podido. Cuando siento el impulso de conectarme a Internet no lo puedo controlar. He llegado a perder clases por estar en Internet. He tenido problemas en el colegio por estar en Internet. Disfuncionalidad de AI (Dimensión II). Problemas académicos, familiares e interpersonales. Descuido las tareas domésticas por pasar más tiempo conectado. Intento ocultarle a los demás el tiempo que realmente estoy conectado. Estar en internet puede reducir los problemas que tengo en el colegio o en casa. En la Tabla 49 se da cuenta de los resultados del análisis de la Escala de Adicción a Internet. En ella se observa que el 23.6% de los estudiantes que tienen acceso a la red de redes –alrededor de 260,000 alumnos57- registra un riesgo de adicción a Internet. Los estudiantes varones y de colegios públicos registran un mayor riesgo de adicción a Internet que sus pares mujeres y de escuelas privadas. El valor del Alfa de Cronbach que reportó la EAI es de 0.935, lo que equivale a una alta confiabilidad. TABLA 49: Escala de adicción al internet – eai, según sexo y tipo de colegio (Adolescentes con riesgo de adicción = 5 o más respuestas positivas a la EAIL) Nivel de riesgo Sexo Tipo de Colegio Total N° de estudiantes 22.8 23.6 259,440 77.2 76.4 839,506 100.0 100.0 1’098,945 Hombre Mujer Público Privado Con riesgo de adicción. 24.7 22.6 24.2 Sin riesgo de adicción. 75.3 77.4 75.8 100.0 100.0 100.0 TOTAL En la Tabla 50 se da cuenta de la relación que hay entre el riesgo de adicción a Internet y el consumo de drogas en la población escolar. En este análisis se incluyó, para efectos de comparación, no sólo a la población escolar con acceso a la red de redes, sino también a aquella sin acceso ni uso de Internet. El resultado del análisis evidencia que hay una relación positiva entre el uso y riesgo de adicción a Internet y el uso de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar. En general, se observa que: • Los estudiantes que no tienen acceso ni uso de Internet registran prevalencias de consumo de drogas que se ubican por debajo del promedio nacional y que son significativamente más bajas que las que registran los escolares que si tienen acceso y que presentan riesgo de adicción al Internet. • Los estudiantes que tienen acceso a la red pero no registran riesgo de adicción, reportan prevalencias de consumo de sustancias legales cercanas al promedio nacional o por encima 57 84 El número podría llegar a 314,875 estudiantes si consideramos que el total de escolares con acceso a Internet es de 1’334,216 alumnos y, de este total, sólo el 82.4% respondió a todos los ítems de la EAI. FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV del mismo, pero que en general son significativamente más bajas que las que registran los estudiantes con riesgo de adicción al Internet. • Los estudiantes con riesgo de adicción al Internet registran prevalencias de consumo de drogas que son significativamente más altas que el promedio nacional en todas las sustancias y que se ubican por encima de los estudiantes que no presentan riesgo de adicción y que no tienen acceso a la red de redes. TABLA 50: Prevalencia de año de consumo de drogas, según la escala de adicción al internet – EAI Tipo de droga Sin acceso ni uso de internet Con acceso a internet Sin riesgo de adicción Con riesgo de adicción Total Drogas Legales 15.8 27.8 34.9 23.3 Alcohol 12.2 24.6 29.6 19.7 Tabaco 9.4 13.9 20.5 12.8 Drogas Ilegales 2.4 3.7 8.1 3.8 Marihuana 1.2 2.3 4.5 2.2 Cocaína 0.5 0.9 2.0 0.9 PBC 0.7 0.7 2.0 0.9 Éxtasis 0.6 0.8 2.6 1.0 Inhalantes 0.6 1.1 3.2 1.2 Drogas Médicas 2.2 3.2 6.1 3.2 Tranquilizantes 1.5 2.2 4.7 2.3 Estimulantes 1.1 1.4 3.1 1.5 Se confirma entonces que a mayor uso y abuso de Internet, mayor consumo de sustancias en la población escolar. VICTIMIZACIÓN POR CIBERBULLYING. La victimización por ciberbullying se midió sobre la base del acceso a Internet y a la tecnología celular, reportado por los estudiantes. A los alumnos que registran acceso a Internet, se les preguntó si durante el último año habían sido víctimas de las siguientes situaciones: 1) Les han hackeado o cambiado de clave a su correo electrónico; 2) Han colgado fotos o videos donde aparece el estudiante, con imágenes desagradables o que revelan secretos o detalles personales, con el fin de avergonzarlo o ponerle en ridículo; y 3) Le han enviado mensajes al correo electrónico o al Facebook u otra página de Internet para amenazarlo o chantajearlo. La respuesta positiva al menos a una de las preguntas que se formularon en torno a estas situaciones se utilizó como criterio de imputación para la victimización por ciberbullying. En la Tabla 51 vemos que el 29.8% de los escolares que registran acceso a Internet –alrededor de 350,000 estudiantes- han sido víctimas de ciberbullying a través de la red durante el último año. No existen diferencias significativas por sexo o tipo de colegio. El valor del Alfa de Cronbach que registró el instrumento de medición es de 0.758, lo que da cuenta de una confiabilidad moderada – alta. 85 TABLA 51: Victimización por ciberbullying en internet, según sexo y tipo de colegio Victimización por ciberbullying Sí No TOTAL Sexo Hombre Mujer 30.4 29.3 Tipo de Colegio Público Privado 29.9 29.7 Total N° de estudiantes 29.8 349,183 69.6 70.7 70.1 70.3 70.2 822,895 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 1’172,078 En la Tabla 52 se observa que el consumo drogas legales, ilegales y médicas crece de un modo significativo con el acceso a Internet y es significativamente más alto entre los estudiantes que han sido víctimas de ciberbullying que entre los que no registran este antecedente en la red y los que no tienen acceso al ciberespacio. Las prevalencias de consumo de drogas entre los que han sido víctimas de ciberbullying son asimismo significativamente más altas que el promedio nacional registrado en todas las sustancias. TABLA 52: Prevalencia de año del consumo de drogas, según victimización por ciberbullying en internet Con acceso a Internet Tipo de droga Sin acceso ni uso de internet No han sido víctimas de ciberbullying Si han sido víctimas de ciberbullying Total 23.3 Drogas Legales 15.8 26.4 36.9 Alcohol 12.2 22.9 32.5 19.7 Tabaco 9.4 13.1 21.3 12.8 Drogas Ilegales 2.4 3.2 9.2 3.8 Marihuana 1.2 2.0 5.2 2.2 Cocaína 0.5 0.5 2.9 0.9 PBC 0.7 0.5 2.9 0.9 Éxtasis 0.6 0.5 3.7 1.0 Inhalantes 0.6 1.0 3.2 1.2 Drogas Médicas 2.2 2.6 7.1 3.2 Tranquilizantes 1.5 1.9 5.1 2.3 Estimulantes 1.1 1.0 3.7 1.5 El 45.3% de los estudiantes, según declaración propia, cuenta con teléfono móvil o celular. A esta población se le pregunto si en el último año habían sido víctimas de las siguientes situaciones a través del celular: 1) Ha recibido llamadas anónimas o de gente conocida para insultarle, amenazarle o chantajearle; 2) Han enviado fotos o videos donde aparece el estudiante, con imágenes desagradables o que revelan secretos o detalles personales, para avergonzarlo o ponerle en ridículo; y 3) Le han enviado mensajes de texto o SMS para insultarlo, amenazarlo o chantajearlo. La respuesta positiva al menos a una de las preguntas que se formularon en torno a estas situaciones, al igual que en el caso anterior, se utilizó como criterio de imputación para la victimización a través del celular. En la Tabla 53 se observa que uno de cada cinco escolares que cuenta con teléfono móvil –cerca de 200,000 adolescentes- ha sido víctima de ciberbullying a través de este medio en el último año. No existen diferencias significativas por sexo o tipo de colegio; no obstante, los estudiantes de escuela públicas registran una incidencia ligeramente más alta que sus pares de colegios privados. El valor del Alfa de Cronbach registrado es de 0.784, equivalente a una confiabilidad moderada – alta. 86 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV TABLA 53: Victimización por ciberbullying a través del celular, según sexo y tipo de colegio Victimización por ciberbullying Sexo Hombre Tipo de Colegio Mujer Público Privado Total N° de estudiantes Sí 20.2 20.1 21.2 18.2 20.1 199,926 No. 79.8 79.9 78.8 81.8 79.9 793,527 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 993,452 TOTAL En la Tabla 54 vemos que el uso de sustancias en la población escolar se incrementa significativamente con el acceso y uso de la tecnología celular y es significativamente más alto entre los estudiantes que han sido víctimas de ciberbullying a través del móvil que entre los que cuentan con este dispositivo y no registran este antecedente y los que no tienen acceso a la tecnología celular. Las prevalencias de uso de drogas entre los que han sido víctimas de ciberbullying telefónico son asimismo significativamente más altas que el promedio nacional registrado en todas las sustancias. TABLA 54: Prevalencia de año del consumo de drogas, según victimización por ciberbullying a través del celular Tipo de droga Drogas legales Alcohol Tabaco Drogas ilegales Marihuana Cocaína PBC Éxtasis Inhalantes Drogas médicas Tranquilizantes Estimulantes Sin acceso ni uso de celular 17.3 13.7 9.8 2.6 1.4 0.5 0.6 0.6 0.8 2.3 1.7 1.1 Con acceso a celular No han sido Si han sido víctimas víctimas de de ciberbullying ciberbullying 27.5 41.3 24.2 36.0 13.9 25.0 3.5 11.3 2.1 6.9 0.7 4.1 0.6 4.3 0.5 5.1 1.1 4.1 2.7 9.6 1.9 7.0 1.2 4.7 Total 23.3 19.7 12.8 3.8 2.2 0.9 0.9 1.0 1.2 3.2 2.3 1.5 AGRESIVIDAD A TRAVÉS DEL CIBERBULLYING. La agresividad a través del ciberbullying se midió, al igual que la victimización, entre los estudiantes con acceso a Internet y entre los que tienen teléfono móvil. A los alumnos con acceso a Internet, se les preguntó si durante el último año habían protagonizado las siguientes situaciones: 1) Han hackeado o cambiado le clave del correo electrónico de uno o más de sus compañero(a)s; 2) Han colgado en Internet fotos o videos con imágenes desagradables o que revelan secretos o detalles personales de uno o más de sus compañero(a)s, para avergonzarlo(s) o ponerle en ridículo; y 3) Han enviado mensajes al correo electrónico o al Facebook u otra página de Internet para amenazar o chantajear a uno o más de sus compañero(a)s. La respuesta positiva al menos a una de las preguntas que se formularon en torno a estas situaciones se utilizó como criterio de imputación para la agresividad por ciberbullying. En la Tabla 55 se observa que uno de cada cuatro estudiantes (24.8%) que registran acceso a Internet –cerca de 300,000 alumnos- han agredido a través del ciberbullying a uno o más de sus 87 compañero(a)s durante el último año. Los varones y los estudiantes de colegios privados suelen ser más agresivos que sus pares mujeres o de escuelas públicas. El valor del Alfa de Cronbach que registró el instrumento es de 0.807, lo que da cuenta de una alta confiabilidad. TABLA 55: Agresividad por ciberbullying en internet, según sexo y tipo de colegio Agresividad por ciberbullying Sí No TOTAL Sexo Hombre 29.4 70.6 100.0 Mujer 20.6 79.4 100.0 Tipo de Colegio Público Privado 23.7 26.5 76.3 73.5 100.0 100.0 Total N° de estudiantes 24.8 75.2 100.0 288,611 876,030 1’164,641 En la Tabla 56 se observa que el uso de drogas aumenta de un modo significativo con el acceso a Internet y es significativamente más alto entre los estudiantes que han agredido a otros a través del ciberbullying que entre los que no registran este antecedente en la red y los que no tienen acceso al ciberespacio. Las prevalencias de consumo de drogas entre los que reportan antecedentes de agresión a través del ciberbullying son asimismo significativamente más altas que el promedio nacional registrado en todas las sustancias. TABLA 56: Prevalencia de año del consumo de drogas, según agresividad por ciberbullying en internet Con acceso a Internet Tipo de droga Sin acceso ni uso de Internet No han agredido a otros usando el ciberbullying Si han agredido a otros usando el ciberbullying Total Drogas Legales 15.8 25.3 41.9 23.3 Alcohol 12.2 22.1 36.5 19.7 Tabaco 9.4 12.3 24.8 12.8 Drogas Ilegales 2.4 2.9 11.1 3.8 Marihuana 1.2 1.6 6.8 2.2 Cocaína 0.5 0.5 3.5 0.9 PBC 0.7 0.5 3.3 0.9 Éxtasis 0.6 0.5 4.3 1.0 Inhalantes 0.6 1.0 3.6 1.2 Drogas Médicas 2.2 2.7 7.6 3.2 Tranquilizantes 1.5 1.9 5.7 2.3 Estimulantes 1.1 1.2 3.7 1.5 A los estudiantes con teléfono móvil, por su parte, se les preguntó si en el último año habían protagonizado las siguientes situaciones a través del celular: 1) Ha realizado llamadas para insultar, amenazar o chantajear a uno o más de sus compañeros; 2) Ha enviado fotos o videos con imágenes desagradables o que revelan secretos o detalles personales de uno o más de sus compañeros, para avergonzarlos o ponerles en ridículo; y 3) Ha enviado mensajes de texto o SMS para insultar, amenazar o chantajear a uno o más de sus compañeros. Al igual que en los casos anteriores, la respuesta positiva al menos a una de las preguntas que se formularon sobre estas situaciones se utilizó como criterio de imputación para la agresividad por ciberbullying a través del celular. En la Tabla 57 se observa que el 14.3% de los estudiantes que tienen teléfono móvil –cerca de 150,000 adolescentes- han agredido a uno o más de sus compañeros a través de este medio durante el último año. Los hombres y los estudiantes de colegios públicos registran una mayor agresividad por ciberbullying a través del móvil que sus pares mujeres y de escuelas privadas. El valor del Alfa de Cronbach registrado por el instrumento es de 0.827, lo que equivale a una confiabilidad alta. 88 FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV TABLA 57: Agresividad por ciberbullying a través del celular, según sexo y tipo de colegio Agresividad por ciberbullying Sí No TOTAL Sexo Hombre 17.4 82.6 100.0 Mujer 11.8 88.2 100.0 Tipo de Colegio Público Privado 15.0 13.1 85.0 86.9 100.0 100.0 Total 14.3 85.7 100.0 N° de estudiantes 140,584 841,240 981,823 En la Tabla 58 observamos que el consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar se incrementa significativamente con el acceso y uso de la tecnología celular y es significativamente más alto entre los estudiantes que han agredido a uno o más de sus compañeros a través del móvil que entre los que cuentan con este dispositivo y no registran este antecedente y los que no tienen acceso a la tecnología celular. Las prevalencias de consumo de sustancias entre los que registran agresividad por ciberbullying telefónico son asimismo significativamente más altas que el promedio nacional registrado en todas las drogas. TABLA 58: Prevalencia de año del consumo de drogas, según agresiividad por ciberbullying a través del celular Tipo de droga Sin acceso ni uso de celular Con acceso a celular No han Si han agredido agredido a a otros usando otros usando el el ciberbullying ciberbullying Total Drogas Legales 17.3 27.4 47.4 23.3 Alcohol 13.7 24.1 41.6 19.7 Tabaco 9.8 13.8 29.9 12.8 Drogas Ilegales 2.6 3.2 16.0 3.8 Marihuana 1.4 1.9 9.5 2.2 Cocaína 0.5 0.6 5.6 0.9 PBC 0.6 0.6 5.6 0.9 Éxtasis 0.6 0.5 7.0 1.0 Inhalantes 0.8 1.1 5.3 1.2 Drogas Médicas 2.3 3.1 10.1 3.2 Tranquilizantes 1.7 2.2 7.0 2.3 Estimulantes 1.1 1.2 5.5 1.5 Los resultados del análisis realizado evidencian que el ciberbullying incrementa el consumo de drogas en la población escolar. Cuanto más implicados están los estudiantes en este tipo de acoso no tradicional, mayor es el uso de drogas legales, ilegales y médicas que registran. La victimización y agresividad a través del ciberbullying presentan una tendencia similar, lo que confirma la hipótesis de que existe una relación positiva entre el ciberbullying y el uso de sustancias en la población escolar. 89 90 DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS V 91 E n este capítulo se describen los resultados del estudio respecto a la demanda de orientación y tratamiento por problemas de consumo de drogas en la población escolar. En la primera parte, se presentan los resultados del análisis de la demanda y acceso a servicios de orientación por parte los escolares, a través de las distintas instituciones públicas y privadas que ofrecen este tipo de servicio, tanto dentro como fuera del ámbito educativo. En la segunda parte, se describen los resultados del análisis de la demanda de tratamiento por problemas de consumo de drogas en la población escolar con referencia al sistema de salud; análisis que concluye con una estimación de la demanda real y potencial de tratamiento que existe en la población escolar. DEMANDA Y ACCESO A SERVICIOS DE ORIENTACIÓN. En la Tabla 59 se observa que cuatro de cada diez estudiantes (39.7%) demandan orientación en el tema de drogas. El resto manifiesta que no la necesita porque se considera bien informado (41.8%) o porque no tiene interés en el tema (18.6%). Existen diferencias significativas por sexo, tipo de colegio y ámbito geográfico. Así como las mujeres demandan más orientación que los hombres. Estos últimos, por el contrario, muestran menos interés o se consideran bien informados en el tema. Lo mismo ocurre con los estudiantes de los colegios privados, que responden mayoritariamente que no necesitan orientación porque se consideran bien informados; mientras que sus pares de colegios públicos demandan más orientación en el tema de drogas, probablemente porque consideran que la que reciben es insuficiente. Los estudiantes del interior del país, por otro lado, demandan más orientación que los de Lima Metropolitana; mientras que éstos se consideran mejor informados. TABLA 59: Demanda de orientación sobre el uso de drogas en la población escolar, según sexo, tipo de colegio y ámbito geográfico. Demanda de orientación Si necesito. No necesito porque me considero bien informado. No necesito porque no me interesa. TOTAL Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico Resto del país Total N° de estudiantes H M Público Privado Lima Metropolitana 34.6 44.8 43.6 29.4 31.1 43.3 39.7 839,908 43.7 39.8 38.0 51.6 51.8 37.6 41.8 885,047 21.7 15.4 18.4 19.0 17.1 19.2 18.6 393,076 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 2,118,032 En la Tabla 60 se da cuenta del acceso a servicios de orientación sobre el uso de drogas por parte de la población escolar. En ella se observa que el 55.4% de los estudiantes ha tenido acceso a este tipo de servicio, pero sólo el 36.1% quedó satisfecho con la orientación recibida. El resto considera insuficiente la orientación recibida (19.3%) o no ha tenido acceso a este servicio (44.7%). Se advierte que existen diferencias significativas por sexo, tipo de colegio y ámbito geográfico. Las mujeres reportan un mayor acceso que los hombres y también una mayor insatisfacción respecto a los servicios recibidos. Los estudiantes de las escuelas privadas, por su parte, registran un mayor acceso y una mayor satisfacción con la orientación recibida que sus pares de los colegios públicos, cuyo acceso es menor y menos satisfactorio. Algo parecido se observa entre los estudiantes de Lima Metropolitana y del interior del país: los primeros registran un mayor acceso y una mayor satisfacción con los servicios recibidos que los segundos. 92 V DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS TABLA 60: Acceso a servicios de orientación sobre el uso de drogas en la población escolar, según sexo, tipo de colegio ámbito geográfico. Acceso a servicios de orientación Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico Resto del país Total N° de estudiantes H M Público Privado Lima Metropolitana Si recibió y está satisfecho. 35.3 36.8 32.6 45.3 46.3 31.7 36.1 791,188 Si recibió, pero considera que es insuficiente. 15.2 23.4 19.4 19.0 19.5 19.2 19.3 422,851 No recibió. 49.4 39.8 48.0 35.7 34.2 49.1 44.7 980,023 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 2’194,063 TOTAL En la Tabla 61 se da cuenta del lugar de residencia de los estudiantes que han tenido acceso a servicios de orientación en el tema de drogas y del nivel de acceso regional. En ella se observa que la mayor parte de estudiantes que han tenido acceso a servicios de orientación provienen de Lima Metropolitana (35.4%), seguido a mayor distancia de Arequipa (6.3%) La Libertad (5.9%), Cusco (4.7%), Junín (4.5%), Lambayeque (4%), Callao (3.9%), Piura (3.8%) y Ancash (3.7%). Las demás regiones registran una participación que oscila entre el 0.5%, en el caso de Madre de Dios, hasta el 3%, registrado por Lima Provincias. La mayor participación de Lima Metropolitana se explica por el peso demográfico de esta ciudad - región, que concentra al 30.9% de la población nacional y al 28.7% de la población infantil y adolescente, de acuerdo a los resultados del censo nacional de población y vivienda de 200758. Lo mismo ocurre con las demás regiones, aunque no necesariamente siguen el mismo orden que se registra a nivel nacional. En lo que respecta al nivel de acceso a servicios de orientación, Arequipa (71.1%) y Moquegua (70.2%) lideran el ranking regional, seguidas a mayor distancia de Callao (65.9%), Tacna (65.9%), Lima Metropolitana (65.8%), Lima Provincias (61.3%), La Libertad (60.3%), Madre de Dios (58.1%), San Martín (57.4%) y Cusco (57.2%). Las regiones que registran un menor nivel de acceso a servicios de orientación son Huancavelica (28.1%), Cajamarca (32.8%), Puno (35.1%), Piura (37.3%) y Amazonas (38.2%), que, con la excepción de Piura, presentan menos problemas de consumo de drogas. En general, las diferencias de acceso entre las distintas regiones se explican por su nivel de urbanización y la magnitud del problema del consumo de drogas en cada una de ellas, que incrementa la demanda de orientación en la población escolar. 58 INEI – UNFPA. “Perfil Sociodemográfico del Perú”. Censo 2,007. Lima - Perú, 2008. 93 TABLA 61: Lugar de procedencia de los estudiantes que han tenido acceso a servicios de orientación en el tema de drogas Región % N° de estudiantes Nivel de acceso (%) 1. Amazonas 0.8 9,738 38.2 2. Ancash 3.7 45,109 51.4 3. Apurímac 1.3 15,585 41.6 4. Arequipa 6.2 75,541 71.1 5. Ayacucho 2.1 26,086 46.1 6. Cajamarca 2.0 23,831 32.8 7. Callao 3.9 47,745 65.9 8. Cusco 4.7 56,965 57.2 9. Huancavelica 0.7 8,087 28.1 10. Huánuco 2.0 23,817 46.0 11. Ica 2.6 31,975 48.7 12. Junín 4.5 54,696 52.0 13. La Libertad 5.9 72,074 60.3 14. Lambayeque 4.0 48,863 53.0 15. Lima Metropolitana 35.4 429,542 65.8 16. Lima Provincias 3.0 36,620 61.3 17. Loreto 2.2 27,197 45.2 18. Madre de Dios 0.5 5,824 58.1 19. Moquegua 0.8 9,416 70.2 20. Pasco 0.7 8,408 41.5 21. Piura 3.8 46,457 37.3 22. Puno 2.9 35,525 35.1 23. San Martin 2.5 30,661 57.4 24. Tacna 1.4 16,951 65.9 25. Tumbes 0.7 8,251 50.1 26. Ucayali 1.6 19,077 53.4 100.0 1’214,041 58.2 TOTAL En el Gráfico 14 se da cuenta de las instituciones que brindan servicios de orientación a los estudiantes, de acuerdo a la información proporcionada por los alumnos que tuvieron acceso a este servicio. La Escuela destaca entre todas las instituciones que fueron indagadas. El 66.7% de los estudiantes que tuvieron acceso a servicios de orientación sobre drogas recibieron este servicio en sus instituciones educativas. Le siguen, a una mayor distancia, el Centro de Salud / Hospital (13.6%) y la Iglesia (11.2%). Las demás instituciones registran un acceso bastante menor. Cabe precisar, sin embargo, que el servicio Habla Franco de DEVIDA registra una cobertura mayor a la de las ONGs y Gobiernos Locales. La articulación de este servicio con las escuelas e instituciones de salud podría contribuir a mejorar la calidad del servicio de orientación que se brinda en estas instituciones, además que permitiría ampliar su cobertura. 94 V DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS GRÁFICO 14: Intituciones en las que recibieron orientación sobre el tema de drogas los estudiantes que tuvieron acceso a este servicio. 19 Otra. Habla Franco – DEVIDA. 2.4 ONGs. 1.1 DEMUNA / Municipalidad. 1.7 Comisaría / PNP. 4.6 Iglesia. 11.2 Centro de Salud / Hospital. 13.6 Escuela. 0 66.7 10 20 30 40 50 60 70 DEMANDA DE TRATAMIENTO EN EL SISTEMA DE SALUD. En el análisis de la demanda de tratamiento en la población escolar es necesario distinguir entre demanda real y demanda potencial. La primera incluye a los usuarios de drogas que hacen explicito su interés en acceder a algún tipo de tratamiento y a los que no hacen explicito su interés en el tema o se resisten a recibir cualquier tipo de intervención especializada en el sistema de salud (demanda implícita). La demanda potencial, por su parte, está conformada por los usuarios de drogas que señalan que no necesitan tratamiento porque consideran que no tienen un consumo problemático. Para distinguir entre ambos tipos de demanda se hace necesario primero analizar la información proporcionada por los estudiantes en relación a este tema. En la Tabla 62 vemos los resultados del análisis de la demanda de tratamiento registrada por los estudiantes. Se trata, en rigor, de la “demanda sentida” o explícita. El 13.6% de los estudiantes señala que necesita algún tipo de tratamiento u orientación especializada en el sistema de salud por problemas de uso de drogas. Esta demanda es mayor en los hombres que en las mujeres, en los estudiantes de colegios públicos que en los de las escuelas privadas y en los adolescentes del interior del país que en los de Lima Metropolitana, siendo las diferencias significativas en todos los casos. Es importante señalar que no todos los estudiantes que demandan tratamiento son consumidores o usuarios de drogas y que en el grupo de estudiantes que declaran que no necesitan tratamiento existen consumidores recientes y actuales de sustancias, por lo que se requiere de un análisis más detallado, que permita determinar la demanda real y potencial de tratamiento en la población escolar, análisis que se realiza más adelante. 95 TABLA 62: Demanda de tratamiento por uso de drogas en la población escolar, según sexo, tipo de colegio y ámbito geográfico. Demanda de Tratamiento Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico H M Público Privado Lima Metropolitana Resto del país Total N° de estudiantes Si necesito. 14.8 12.4 15.5 8.6 10.1 15.1 13.6 298,544 No necesito, porque no consumo. 66.3 74.8 69.0 74.7 76.5 68.0 70.5 1,547,429 No necesito, porque no me interesa. 18.9 12.8 15.6 16.7 13.4 16.9 15.9 348,090 TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 2’194,063 La Tabla 63 da cuenta del acceso a servicios de tratamiento en el sistema de salud. El 5.9% de la población escolar, esto es 130,603 estudiantes, señala que ha accedido a este tipo de servicio en el pasado (1.6%) o que accede actualmente (4.3%). Este acceso es mayor en los hombres que en las mujeres, en los estudiantes de colegios públicos que en los de las instituciones educativas privadas y en los adolescentes del interior del país que en los de Lima Metropolitana, sin que hayan diferencias significativas entre los distintos grupos analizados. TABLA 63: Acceso de la población escolar a servicios de tratamiento por uso de drogas en el sistema de salud, según sexo, tipo de colegio y ámbito geográfico. Acceso a servicios de tratamiento Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico Lima Resto del Metropolitana país Total N° de estudiantes 1.7 1.6 36,103 4.2 4.4 4.3 94,500 96.2 94.4 93.9 94.0 2’063,461 100.0 100.0 100.0 100.0 2’194,063 H M Público Privado Sí, alguna vez. Pero no en la actualidad 1.9 1.4 1.9 1.0 1.4 Sí, actualmente 5.0 3.6 4.9 2.8 No, nunca ha estado en tratamiento 93.1 95.0 93.2 TOTAL 100.0 100.0 100.0 En el Gráfico 15 se observa que la mayor parte de los estudiantes que recibieron o reciben tratamiento por consumo de drogas accedieron a este servicio en clínicas privada (31.6%), instituciones de salud pública (Hospitales / Centros de Salud: 26.6%) y comunidades terapéuticas o centros de rehabilitación (23.1%). Las demás instituciones analizadas registran un acceso bastante menor. GRÁFICO 15: LUGAR RECIBIERON TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS LOS ESTUDIANTES QUE TUVIERON ACCESO A ESTE SERVICIO. Otra 12.9 Hospital de las FFAA y/o FFPP 0.6 Grupos de Autoayuda (Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos, etc). 3.6 ESSALUD 4.2 Comunidad Terapéutica / Centro de Rehabilitación 23.1 Hospital y/o Centro de Salud Público 26.6 Clínica privada 31.6 0 96 10 20 30 40 V DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS En cuanto al tipo de tratamiento recibido, la mayoría de los estudiantes que registran acceso a este servicio lo hizo bajo el sistema no residencial (63.3%), ya sea por clínica de día (33.6%) o por tratamiento ambulatorio (29.7%). El 36.7%, por el contrario, tuvo acceso a través de un sistema residencial o de internado (Gráfico 16). GRÁFICO 16: TIPO DE TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS RECIBIDO POR LOS ESTUDIANTES QUE TUVIERON ACCESO A ESTE SERVICIO. 29.7 Ambulatorio 33.6 Clínica de día 36.7 Internado / Residencial 0 10 20 30 40 En el Gráfico 17 vemos que en la mayoría de los casos de tratamiento reportados por los estudiantes se obtuvo un resultado positivo, sea porque dejo de usar alcohol y/o drogas (23%) o porque disminuyó su consumo (36%). Uno de cada cinco estudiantes que recibió tratamiento (20.4%), por el contrario, manifiesta que dejó de consumir, pero que luego volvió a usar alcohol y tabaco. El 11% abandonó el tratamiento. GRÁFICO 17: RESULTADOS DEL TRATAMIENTO RECIBIDO POR LOS ESTUDIANTES QUE TUVIERON ACCESO A ESTE SERVICIO Faltaba mucho al tratamiento. 3.7 No dejó de consumir ni disminuyó su consumo de alcohol y/o drogas 6 Abandonó / No terminó el tratamiento. 11 Dejo de consumir, pero luego volvió a consumir. 20.4 Dejo de consumir alcohol y/o drogas. 23 Disminuyó la cantidad de alcohol y/o drogas que consumía. 36 0 10 20 30 40 Retornando al análisis de la demanda de tratamiento, una estimación más precisa tiene que tener en cuenta que no todos los estudiantes que demandan tratamiento u orientación especializada en drogas registran consumo en el último año, es decir, son “ex consumidores” o no se han iniciado en el consumo aún, lo que los excluye de la demanda real de tratamiento. Del mismo modo, existen estudiantes que declaran que “no necesitan tratamiento porque no les interesa” y que, sin embargo, registran consumo de drogas en el último año, lo que los incluye en la demanda real de 97 tratamiento. Se presume en este último caso que su falta de interés o resistencia al tratamiento está asociado a un consumo problemático. La suma de ambos grupos de usuarios de drogas -los que hacen explícita su demanda de tratamiento y quienes la mantienen implícita- constituyen la demanda real de tratamiento. La demanda potencial se obtiene del grupo de estudiantes que señalan que no necesitan tratamiento porque no consumen sustancias o consideran que no tienen un consumo problemático de drogas. Al interior de este grupo, se selecciona a los alumnos que registran un uso actual o reciente de sustancias, que pasan a formar parte de la demanda potencial de tratamiento por consumo de drogas. En la Tabla 64 se presentan los resultados del análisis realizado aplicando estos criterios. En ella se observa que: • El 9.1% de la población escolar, esto es 200,111 estudiantes, demanda algún tipo de tratamiento u orientación especializada en el sistema de salud por consumo de alcohol y tabaco. • 51,378 estudiantes (2.3% de la población escolar) demandan algún tipo de tratamiento en el sistema de salud por consumo de una o varias sustancias ilegales. • El 1.3% de la población escolar, esto es 29,813 estudiantes, requiere acceder a algún tipo de tratamiento especializado en el sistema de salud debido al uso de drogas médicas. Por último, es importante señalar que la demanda real de tratamiento por consumo de drogas ilegales es 72% más alta que la demanda real que registran de las drogas médicas; pero estas últimas aventajan en 24.6% a las primeras cuando se comparan las demandas potenciales, es decir, su potencial de crecimiento es mayor y podría dar lugar, en los próximos años, a un incremento de la demanda real de tratamiento por consumo de tranquilizantes y estimulantes, situación que requiere ser vigilada de cerca. 98 V DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS TABLA 64: Demanda real y potencial de tratamiento por problemas de consumo de drogas en la población escolar Demanda % N Expandido Drogas Legales • Demanda real 9.1 200,111 ­ Explícita (4.5) (98,698) ­ Implícita (4.6) (101,413) 14.2 311,642 76.7 1’682,310 • Demanda potencial •No consumidores consumidores. y ex Drogas Ilegales • Demanda real 2.3 51,378 ­ Explícita (1.1) (24,512) ­ Implícita (1.2) (26,866) • Demanda potencial 1.5 31,834 96.2 2’110,851 •No consumidores consumidores. y ex Drogas Médicas • Demanda real 1.3 29,813 ­ Explícita (0.7) (15,731) ­ Implícita (0.6) (14,082) • Demanda potencial 1.8 39,652 96.9 2’124,598 100.0 2’194,063 •No consumidores consumidores. TOTAL y ex 99 100 PERCEPCIÓN DE LAS ACCIONES DE PREVENCIÓN A NIVEL REGIONAL, LOCAL Y ESCOLAR VI 101 E n el cuestionario se incluyó una batería de preguntas orientadas a conocer y medir la percepción de los escolares de las acciones de prevención que se ejecutan a nivel regional, distrital y escolar, cuyos resultados se presentan en este capítulo. En la Tabla 65 se observa que uno de cada tres estudiantes (33.9%) tiene conocimiento de que se están realizando campañas o programas para prevenir el consumo de drogas a nivel de su región; pero sólo uno de cada cinco (21.6%) señala que este tipo de acciones también se realizan en su distrito. La mayoría reporta que no se ejecutan acciones de prevención en su distrito o región o, en su defecto, desconoce que se estén haciendo o se hayan ejecutado. En Lima Metropolita la percepción es mayor que en el interior del país. No se registran diferencias significativas por género. TABLA 65: Conocimiento de la ejecución de acciones de prevención a nivel regional y distrital, reportado por la población escolar, según sexo y ámbito geográfico. Sexo Nivel Ámbito Geográfico Resto del país. Total N° de estudiantes Hombre Mujer Lima Metropolitana Regional. 33.2 34.6 37.3 32.5 33.9 743,654 Distrital. 20.6 22.6 25.3 20.0 21.6 473,541 En lo que respecta a las instituciones que ejecutan programas y acciones de prevención a nivel local, el Gráfico 18 nos muestra que los estudiantes que tienen conocimiento de las mismas, señalan en primer lugar, a la Escuela (45.5%), seguido de las Instituciones de Salud (25.5%) y, a mayor distancia, el Gobierno Local (13.6%), la Iglesia (12%), la PNP (10.7%), el Gobierno Regional (7.9%), la Municipalidad provincial (7.7%) y las ONGs (3.8%). Es probable que el trabajo de estas últimas, que mayormente se desarrolla a través de las escuelas, no se visibilice adecuadamente en la percepción de los estudiantes y, por esta razón, esté subreportado. No sucede lo mismo con los gobiernos locales, que tienen un mandato preventivo que emana de su propia ley orgánica y que, de acuerdo a la percepción de los estudiantes, vienen cumpliéndolo de una manera deficitaria. GRÁFICO 18: Instituciones que ejecutan programas o acciones de prevención a nivel distrital 17.9 Otra 3.8 ONGs Municipalidad provincial 7.7 Gobierno Regional 7.9 Comisaría / PNP 10.7 Iglesia 12 Municipalidad distrital 13.6 Centro de Salud / Hospital 25.5 Escuela 45.5 0 10 20 30 40 50 A nivel escolar, la Tabla 66 indica que el 61.3% de los estudiantes señala que en su institución educativa se realizan acciones de prevención de drogas dirigidas a los alumnos (charlas informativas, capacitaciones, etc.). El 65% además reconoce que la prevención de drogas ha sido incorporada dentro del currículum escolar de su institución educativa y se trabajan estos temas en los cursos y 102 VI PERCEPCIÓN DE LAS ACCIONES DE PREVENCIÓN A NIVEL REGIONAL, LOCAL Y ESCOLAR la hora de tutoría; pero solo el 34% señala que los docentes cuentan con material educativo para el desarrollo de las actividades preventivas en aula. Asimismo, los estudiantes de colegios públicos y de Lima Metropolitana registran un mayor acceso a programas preventivos en sus instituciones educativas que los alumnos de escuelas privadas y del resto del país. Por sexo, este acceso es mayor en las mujeres que en los varones, siendo las diferencias poco significativas. TABLA 66: Nivel de incorporación de la prevención del consumo de drogas en las instituciones educativas, según sexo, tipo de colegio y ámbito geográfico. Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico H M Público Privado Lima Metropolitana Resto del país. Total N° de estudiantes Se han realizado capacitaciones y/o charlas informativas sobre temas de drogas dirigidas a los estudiantes. 59.3 63.6 63.2 56.3 64.2 60.1 61.3 1,344,643 Se han desarrollado durante el año, en los cursos y la hora de tutoría, temas relacionados al consumo de drogas. 63.1 67.1 66.0 62.6 72.2 62.0 65.0 1,427,218 Se utiliza material educativo para el desarrollo de las actividades de prevención relacionadas al consumo de drogas. 33.7 34.3 35.1 31.1 37.0 32.7 34.0 746,037 Nivel de incorporación Finalmente, en la Tabla 67 se registra la opinión que tienen los estudiantes sobre la actitud preventiva de las autoridades regionales. A la pregunta si éstas se preocupan por prevenir el consumo de drogas en su región o departamento, el 41.5% de los alumnos respondió que sí se preocupan y el 58.5% opinó en sentido contrario. No se registran diferencias por sexo. Por su parte, los estudiantes de Lima Metropolitana tienen una opinión más favorable de la autoridad regional –en este caso la Municipalidad Metropolitana- que los del resto del país. TABLA 67: Opinión sobre la actitud preventiva de las autoridades regionales frente al consumo de drogas, según sexo y ámbito geográfico. Sexo Opinión Hombre Ámbito Geográfico Mujer Lima Metropolitana Resto del país. Total N° de estudiantes Si se preocupan. 41.8 41.1 47.4 38.9 41.5 909,569 No se preocupan. 58.2 58.9 52.6 61.1 58.5 1,284,494 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 2’194,063 TOTAL El análisis de los resultados evidencia una baja cobertura de los programas y acciones de prevención en el ámbito local. Los gobiernos regionales y gobiernos locales están poco involucrados en las acciones de prevención del consumo de drogas y eso se ve reflejado en la opinión de los estudiantes que, fuera de la escuela, no perciben que se lleven a cabo este tipo de programas y acciones en su entorno local. En las escuelas, por el contrario, se registra una mayor cobertura, reportada por los propios estudiantes. Es importante destacar que hay avances en la incorporación de la prevención del uso de drogas en el currículo escolar, que beneficia a cerca de dos tercios de la población escolar, pero el acceso a material educativo sigue siendo deficitario, lo que va en detrimento de la calidad de las acciones preventivas que se realizan en las instituciones educativas. Bajo estas condiciones, se hace necesario mejorar no sólo la cobertura sino también la calidad de las acciones de prevención que se llevan a cabo en las escuelas y en los espacios locales y regionales, a efectos de que tengan un impacto positivo en la reducción del consumo de drogas. 103 104 EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR VII 105 E n este capítulo se da cuenta de la evolución del consumo de drogas en la población escolar, en el periodo 2007 – 2012, tomando como base el análisis comparativo de las prevalencias de año del uso de sustancia legales, ilegales y médicas, registradas en los estudios de escolares del 2007, 2009 y 2012. Estos estudios comparten la misma metodología, por lo que es posible comparar sus resultados y determinar la evolución que ha seguido el uso de drogas en la población escolar, en el periodo de tiempo indicado. En la primera parte, se analizan las prevalencias globales de consumo de drogas; y en las siguientes, se da cuenta de la evolución que ha tenido el uso de cada sustancia en la población escolar según tipo de droga. PREVALENCIAS GLOBALES DEL CONSUMO DE DROGAS. En el Gráfico 19 se observa que el consumo de drogas legales, ilegales y médicas disminuyó entre el 2009 y 2012. No obstante, las dos últimas venían de crecer en el periodo 2007 – 2009. Las drogas legales, por el contrario, mantienen una tendencia a la baja desde el 2007. GRÁFICO 19: Prevalencia de año del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar: 2007 – 2012 40 36.7 35 30 28.9 25 23.3 20 15 10 5 6.8 4.9 4.6 3.9 0 2007 2009 Drogas Legales Drogas Ilegales 3.8 3.2 2012 Drogas Médicas Los datos globales permiten evaluar los resultados de la política y las intervenciones orientadas a reducir la demanda de drogas, pero nos dicen muy poco sobre la dinámica interna de esta demanda, por lo que es necesario acercar la mirada a los espacios regionales. En la Tabla 68 se da cuenta del comportamiento que ha seguido la prevalencia de año del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en los dominios regionales, observándose lo siguiente: • El consumo de drogas legales en la población escolar se ha reducido en la mayoría de las regiones del país, con excepción de Amazonas, Apurímac, Arequipa, Callao, Cusco, Lima Provincias, San Martín y Tacna. Ancash, Tumbes y Huancavelica son las regiones que registran la mayor disminución, seguidas a mayor distancia de Amazonas, Loreto, Ica, Madre de Dios y Piura, entre otras. Lima Metropolitana registra un disminución de -21.9%, por encima del promedio registrado a nivel nacional (-19.4%). 106 VII EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR • El consumo de drogas ilegales ha crecido en más del 100% en Tacna y Cusco. Ayacucho también registra un incremento importante (73.9%). En la mayoría de regiones, sin embargo, ha disminuido el uso de sustancias ilegales. Ica, Amazonas, Puno, Loreto y Madre de Dios, registran las mayores reducciones, seguidas de Tumbes, Piura, Ucayali, entre otras. En Lima Metropolitana la disminución es mínima (-2%), ubicándose muy por debajo del promedio registrado a nivel nacional (-17.4%). • El consumo de drogas médicas se ha reducido en todas las regiones del país, con excepción de Tacna y Cusco. Tumbes, Ica, Loreto, Junín, Madre de Dios y Amazonas registran las mayores disminuciones, seguidas de Ucayali, Moquegua, Ancash, Apurímac, Huancavelica, Cajamarca, Puno, Lima Provincias, Piura, entre otras. Lima Metropolitana registra un disminución de -44.3%, por debajo del promedio nacional (-52.9%). TABLA 68: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar de secundaria, según dominios regionales: 2007 – 2012 Drogas Legales Dominios Regionales 1. Amazonas Dogas Ilegales Drogas Médicas 2007 2009 2012 ∆% 2009 2012 2007 2009 2012 ∆% 2009 2012 2007 2009 2012 ∆% 2009 2012 30.1 10.5 15.5 47.6 1.9 4.7 1.1 -76.6 4.4 7.6 1.6 -78.9 2. Ancash 32.3 36.5 17.9 -51.0 4.8 3.7 3.8 2.7 6.2 6.4 2.4 -62.5 3. Apurímac 32.3 15.3 18.5 20.9 4.0 5.0 3.3 -34.0 4.7 8.7 3.4 -60.9 4. Arequipa 37.8 29.6 34.0 14.9 3.8 4.2 5.1 21.4 4.2 7.3 4.4 -39.7 5. Ayacucho 28.6 19.4 17.3 -10.8 4.7 2.3 4.0 73.9 6.4 4.5 2.8 -37.8 6. Cajamarca 30.6 21.3 18.7 -12.2 1.9 2.6 2.0 -23.1 3.1 4.6 2.0 -56.5 -54.3 7. Callao 40.7 29.9 33.4 11.7 5.2 6.2 5.2 -16.1 6.0 9.4 4.3 8. Cusco 34.5 21.4 26.1 22.0 3.2 2.6 5.5 111.5 5.2 3.6 3.7 2.8 9. Huancavelica 20.2 18.9 9.4 -50.3 1.6 1.7 1.1 -35.3 6.1 4.1 1.7 -58.5 10.Huánuco 35.7 19.1 18.7 -2.1 4.3 2.1 2.3 9.5 5.5 4.0 3.2 -20.0 11.Ica 33.6 30.7 19.5 -36.5 3.6 7.4 1.7 -77.0 5.5 14.2 1.5 -89.4 12.Junín 27.1 26.4 19.4 -26.5 2.5 6.2 3.3 -46.8 2.9 13.5 2.4 -82.2 13.La Libertad 32.5 31.6 26.7 -15.5 3.6 4.1 3.7 -9.8 5.9 5.4 4.1 -24.1 14.Lambayeque 27.4 24.3 23.9 -1.6 2.8 3.3 3.6 9.1 3.5 4.8 3.6 -25.0 15.Lima Metropolitana 44.8 33.8 26.4 -21.9 4.3 5.1 5.0 -2.0 5.4 7.0 3.9 -44.3 16.Lima Provincias 35.2 26.3 34.9 32.7 3.5 4.7 5.5 17.0 4.7 6.9 3.5 -49.3 17.Loreto 29.1 25.5 15.0 -41.2 4.3 5.6 1.9 -66.1 5.8 7.0 1.1 -84.3 18.Madre de Dios 21.5 29.7 18.9 -36.4 3.3 12.0 4.7 -60.8 4.3 18.1 3.3 -81.8 19.Moquegua 40.7 29.8 26.3 -11.7 5.4 4.2 3.0 -28.6 4.7 2.7 1.0 -63.0 20.Pasco 13.7 16.3 13.4 -17.8 1.7 1.2 1.4 16.7 1.9 2.7 1.7 -37.0 21.Piura 35.7 29.3 18.7 -36.2 3.4 3.6 1.8 -50.0 3.6 3.9 2.0 -48.7 22.Puno 16.9 10.7 8.5 -20.6 1.7 1.5 0.5 -66.7 2.9 1.8 0.9 -50.0 -26.5 23.San Martín 35.7 26.3 32.0 21.7 5.7 3.9 2.8 -28.2 6.0 4.9 3.6 24.Tacna 36.1 26.1 30.2 15.7 6.4 3.5 7.9 125.7 5.4 4.2 4.4 4.8 25.Tumbes 31.7 30.2 14.8 -51.0 3.1 7.6 3.2 -57.9 4.2 21.0 2.2 -89.5 26.Ucayali 26.0 23.3 19.0 -18.5 3.0 6.9 3.5 -49.3 4.5 9.3 3.1 -66.7 36.7 28.9 23.3 -19.4% 3.9 4.6 3.8 -17.4% 4.9 6.8 3.2 -52.9% TOTAL 107 DROGAS LEGALES. En el Gráfico 20 se observa la evolución que ha seguido el consumo de alcohol y tabaco en la población escolar. El uso de alcohol disminuyó en cerca de cinco puntos porcentuales entre el 2009 y 2012. Lo mismo se observa en el caso del tabaco. Ambas sustancias registran una disminución de alrededor del 10% entre el 2007 y 2012. GRÁFICO 20: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS LEGALES EN LA POBLACIÓN ESCOLAR: 2007 - 2012 35 30 29.9 24.5 25 20 22.9 19.7 17.8 15 12.8 10 5 0 2007 2009 Alcohol 2012 Tabaco La dinámica regional del consumo de alcohol y tabaco, descrita en la Tabla 69, da cuenta de lo siguiente: • El consumo de alcohol ha disminuido en la mayoría de regiones del país: Tumbes, Huancavelica y Ancash son las regiones que registran una mayor reducción, seguidas de Loreto, Ica, Madre de Dios, Piura, Junín, entre otras. Existen, sin embargo, regiones como Amazonas, Lima Provincias y Cusco, donde se ha producido un importante incremento del consumo de alcohol en la población escolar. Por su parte, Lima Metropolitana registra una disminución de -22.5%, que se ubica por encima del promedio nacional (-19.6%). • El consumo de tabaco se redujo en la mayoría de las regiones del país, con excepción de Amazonas, San Martín, Apurímac, Arequipa, Lima Provincias y Cajamarca. Ancash, Tumbes, Loreto y Huancavelica son las regiones donde más se ha reducido el consumo de tabaco, seguidas de Madre de Dios, Piura, Ayacucho, Junín, Ica, Pasco, Lima Metropolitana, entre otras. Lima Metropolitana registra una disminución de -31.4%, por encima del promedio registrado a nivel nacional (-28.1%). El consumo de alcohol, sobretodo del tabaco ha experimentado una disminución significativa en la población escolar, tal como se evidencia en las prevalencias de consumo que registran las distintas regiones del país y a nivel nacional. 108 VII EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR TABLA 69: Prevalencia de año del consumo de drogas legales en la población escolar de secundaria, según dominios regionales: 2007 – 2012 Alcohol Dominios Regionales Tabaco 2007 2009 2012 ∆% 2009 2012 2007 2009 2012 ∆% 2009 2012 1. Amazonas 25.4 8.9 12.7 42.7 14.9 7.4 8.1 9.5 2. Ancash 24.5 30.7 15.0 -51.1 22.8 23.0 9.8 -57.4 3. Apurímac 26.9 11.7 14.0 19.7 18.6 11.9 12.9 8.4 4. Arequipa 31.2 25.4 29.1 14.6 24.1 18.7 20.0 7.0 5. Ayacucho 19.7 13.1 14.5 10.7 22.0 15.8 10.0 -36.7 6. Cajamarca 24.8 18.3 15.4 -15.8 18.2 12.1 12.1 0.0 7. Callao 33.5 24.1 29.1 20.7 27.0 19.0 17.8 -6.3 8. Cusco 28.2 15.9 21.9 37.7 20.9 15.6 14.6 -6.4 9. Huancavelica 11.9 13.7 6.6 -51.8 15.2 15.6 7.7 -50.6 10. Huánuco 29.1 16.3 16.1 -1.2 22.2 11.5 11.2 -2.6 11. Ica 26.7 27.3 16.2 -40.7 20.7 18.3 11.9 -35.0 12. Junín 19.2 22.1 15.0 -32.1 20.7 17.6 11.3 -35.8 13. La Libertad 26.5 27.6 22.6 -18.1 19.0 18.9 14.3 -24.3 14. Lambayeque 22.5 20.5 20.3 -1.0 16.3 15.0 11.8 -21.3 15. Lima Metropolitana 37.3 28.9 22.4 -22.5 28.4 20.7 14.2 -31.4 16. Lima Provincias 28.6 22.3 30.9 38.6 22.3 17.2 17.9 4.1 17. Loreto 22.5 22.5 12.8 -43.1 16.1 15.0 7.4 -50.7 18. Madre de Dios 14.0 23.8 14.6 -38.7 17.9 23.7 12.5 -47.3 19. Moquegua 35.8 26.4 22.7 -14.0 24.0 18.7 14.1 -24.6 20. Pasco 8.9 11.1 10.2 -8.1 10.7 12.8 8.5 -33.6 21. Piura 29.6 26.0 16.2 -37.7 19.3 15.2 8.1 -46.7 22. Puno 10.8 7.2 5.1 -29.2 12.0 7.8 6.4 -17.9 23. San Martín 29.1 24.0 28.4 18.3 20.4 13.2 14.4 9.1 24. Tacna 30.5 21.6 26.2 21.3 20.4 16.5 16.4 -0.6 25. Tumbes 27.3 27.0 11.7 -56.7 15.8 18.1 8.6 -52.5 26. Ucayali 20.1 19.1 16.0 -16.2 13.8 14.0 9.8 -30.0 29.9 24.5 19.7 -19.6 22.9 17.8 12.8 -28.1 TOTAL 109 DROGAS ILEGALES. En el Gráfico 21 se describe la evolución del consumo de drogas ilegales en la población escolar, según el tipo de sustancia. En general, la prevalencia anual de consumo de todas las sustancias ilegales bajó entre el 2009 y 2012, sin llegar a los niveles registrados en el 2007. Los inhalantes (-40%) y el éxtasis (-28.6%) son las drogas que registran la mayor disminución, seguidas de las sustancias cocaínicas (-10%) y la marihuana (-8.3%). GRÁFICO 21: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS ILEGALES EN LA POBLACIÓN ESCOLAR: 2007 – 2012 3 2.4 2.5 2 1.4 1.5 1 0.5 2.2 2 1.9 1.8 1.2 1 0.9 1 0.9 0.9 1 0.7 0.6 0 1 Marihuana 2 Cocaína PBC 3 Éxtasis Inhalantes La Tabla 70 da cuenta de la dinámica regional del consumo de drogas ilícitas en la población escolar, observándose lo siguiente: • El consumo de Marihuana registra una reducción importante en la mayoría de regiones del país. Amazonas, Pasco, Puno, Ica y Loreto son las regiones que registran una mayor disminución, seguidas a mayor distancia de Piura, Junín, Madre de Dios, Moquegua, entre otras. Cusco y Tacna, por el contrario, registran un incremento mayor al 100%. Huánuco, Huancavelica, Arequipa y Ayacucho también registran un incremento importante. En Lima Metropolitana, el consumo de marihuana creció 18.5%, • El consumo de PBC disminuyó en la mayoría de regiones del país. Amazonas e Ica son las regiones que registran la mayor reducción, seguidas de Madre de Dios, Tumbes, Puno, Junín, Apurímac, Loreto, Moquegua, Ucayali, entre otras. Es importante señalar, sin embargo, que el consumo de PBC se cuadruplicó en Ayacucho, se triplicó en Tacna y creció más del doble en Lambayeque. En Ancash y Cusco se duplicó. Lima Metropolitana, Lima Provincias y La Libertad también registran un incremento importante. En estas regiones se ubican las principales rutas de salida de las drogas y, en los casos de ciudades como Cusco y Huaraz, hay una alta afluencia de turistas, por lo que el incremento del consumo de PBC en ellas no debe pasar inadvertido. 110 • En la mayoría de las regiones del país ha bajado el consumo de cocaína. Amazonas, Ica, Cajamarca y Puno registran la mayor disminución, seguidas a mayor distancia de Loreto, Tumbes, Madre de Dios, Callao, Apurímac, Moquegua, Junín, entre otras. El uso de cocaína, sin embargo, creció en 4.5 veces en Ayacucho y en cerca de 3 veces en Tacna y Ancash. En Cusco y Huánuco se duplicó, Lambayeque, Lima Provincias, Pasco y Ucayali igualmente registran incrementos importantes. En Lima Metropolitana el consumo de cocaína creció 16.7%. Al igual que en el caso de la PBC, el consumo de cocaína ha crecido en las regiones donde se ubican las principales rutas de salida de la droga. 2.6 2.1 1.3 3. Apurímac 2.0 3.0 1.3 0.8 2.8 6. Cajamarca 7. Callao 2.4 3.6 0.6 1.2 0.4 2.2 19. Moquegua 20. Pasco 21. Piura 22. Puno 23. San Martín TOTAL 1.9 1.4 0.6 2.1 1.9 18. Madre de Dios 26. Ucayali 2.0 1.7 17. Loreto 3.2 2.7 2.9 2.6 1.8 1.0 2.1 1.7 1.7 0.7 13. La Libertad 14. Lambayeque 15. Lima Metropolitana 16. Lima Provincias. 24. Tacna 4.3 2.5 1.6 0.8 11. Ica 12. Junín 25. Tumbes 0.9 1.5 10. Huánuco 2.4 2.0 2.6 0.6 2.7 5.2 2.9 0.3 1.5 0.4 8. Cusco 9. Huancavelica 1.3 1.2 1.6 1.9 4. Arequipa 5. Ayacucho 1.7 0.6 1.9 2009 1. Amazonas 2007 2. Ancash Dominios Regionales 2.2 1.9 2.5 5.0 1.8 0.1 0.9 0.1 1.6 3.1 0.6 2.6 3.2 1.6 2.2 1.4 0.8 1.6 0.5 3.0 2.8 1.4 1.7 3.0 1.8 1.8 0.1 2012 Marihuana -8.3 -5.0 -3.8 108.3 -14.3 -83.3 -55.0 -83.3 -40.7 -40.4 -79.3 -10.3 18.5 -5.9 4.8 -44.0 -81.4 77.8 66.7 130.8 -6.7 7.7 41.7 42.9 -30.8 5.9 -95.0 ∆% 2009 2012 0.7 0.5 0.6 1.5 1.3 0.3 0.9 0.1 0.4 1.0 0.9 0.6 0.9 0.4 0.7 0.2 0.9 0.4 0.3 0.3 1.0 0.2 1.3 0.7 0.7 1.0 0.2 2007 1.0 2.3 2.2 0.7 0.9 0.4 0.6 0.1 0.8 3.9 1.2 1.1 0.9 0.4 0.7 2.0 2.4 0.4 0.4 0.5 1.4 0.6 0.3 0.9 1.7 0.7 1.0 2009 0.9 1.2 0.5 2.6 0.7 0.1 0.5 0.1 0.4 0.8 0.5 1.5 1.3 1.3 1.0 0.5 0.0 0.3 0.5 1.0 1.1 0.5 1.6 0.6 0.7 1.4 0.0 2012 PBC -10.0 -47.8 -77.3 271.4 -22.2 -75.0 -16.7 0.0 -50.0 -79.5 -58.3 36.4 44.4 225.0 42.9 -75.0 -100.0 -25.0 25.0 100.0 -21.4 -16.7 433.3 -33.3 -58.8 100.0 -100.0 ∆% 2009 2012 0.9 1.0 0.5 1.5 1.7 0.5 0.7 0.3 1.0 1.4 1.0 0.8 1.1 0.6 0.9 0.4 1.0 0.8 0.3 0.5 1.7 0.4 1.2 1.0 0.5 1.1 0.3 2007 1.0 0.8 1.1 0.6 0.9 0.5 0.4 0.3 0.9 2.8 1.3 0.8 1.2 0.6 0.7 1.2 2.1 0.2 0.2 0.5 1.8 0.7 0.2 1.0 1.3 0.3 0.8 2009 0.9 1.2 0.3 2.3 0.7 0.1 0.4 0.5 0.5 1.3 0.3 1.3 1.4 1.0 0.7 0.7 0.1 0.4 0.2 1.1 0.9 0.1 1.1 0.7 0.7 1.1 0.0 2012 Cocaína -10.0 50.0 -72.7 283.3 -22.2 -80.0 0.0 66.7 -44.4 -53.6 -76.9 62.5 16.7 66.7 0.0 -41.7 -95.2 100.0 0.0 120.0 -50.0 -85.7 450.0 -30.0 -46.2 266.7 -100.0 ∆% 2009 2012 0.6 0.4 0.5 1.0 1.1 0.4 0.6 0.1 0.4 0.3 0.9 0.6 0.7 0.4 0.7 0.2 0.4 0.4 0.2 0.3 0.6 0.2 1.0 0.6 0.6 1.2 0.3 2007 1.4 3.1 5.1 0.4 0.6 0.4 0.5 0.6 0.3 6.9 2.1 1.2 1.5 0.7 0.7 3.3 3.8 0.8 0.7 0.3 2.8 0.8 0.4 1.1 3.0 0.9 2.8 2009 1.0 0.9 0.3 3.2 0.6 0.2 0.6 0.6 0.1 0.8 0.6 1.3 1.6 1.1 1.0 0.6 0.1 0.3 0.3 0.8 1.0 0.4 1.1 1.0 1.0 1.3 0.1 2012 Éxtasis -28.6 -71.0 -94.1 700.0 0.0 -50.0 20.0 0.0 -66.7 -88.4 -71.4 8.3 6.7 57.1 42.9 -81.8 -97.4 -62.5 -57.1 166.7 -64.3 -50.0 175.0 -9.1 -66.7 44.4 -96.4 ∆% 2009 2012 1.8 1.3 1.7 3.7 2.8 1.0 1.8 1.1 1.9 1.2 2.0 1.9 1.9 1.8 2.0 1.1 2.0 2.4 0.7 1.6 2.1 0.8 2.4 2.1 1.9 2.1 1.2 2007 2.0 2.2 3.8 1.1 2.1 0.6 1.6 0.5 1.7 7.0 2.1 2.2 2.2 1.4 2.2 3.5 3.4 0.5 0.8 1.0 2.6 0.9 1.0 2.3 2.2 2.0 2.6 2009 1.2 1.1 0.7 1.8 0.5 0.2 0.7 0.7 1.4 1.6 0.3 2.3 1.2 1.2 1.2 1.7 0.6 0.7 0.5 1.9 2.3 0.6 1.0 1.9 1.5 1.2 1.1 2012 Inhalantes TABLA 70: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS ILEGALES EN LA POBLACIÓN ESCOLAR DE SECUNDARIA, SEGÚN DOMINIOS REGIONALES: 2007 – 2012 -40.0 -50.0 -81.6 63.6 -76.2 -66.7 -56.3 40.0 -17.6 -77.1 -85.7 4.5 -45.5 -14.3 -45.5 -51.4 -82.4 40.0 -37.5 90.0 -11.5 -33.3 0.0 -17.4 -31.8 -40.0 -57.7 ∆% 2009 – 2012 EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR VII 111 • El consumo de éxtasis se redujo en la mayoría de regiones del país. Ica, Amazonas, Tumbes y Madre de Dios son las regiones que registran la mayor disminución de consumo de éxtasis, seguidas de Junín, Loreto, Ucayali, Moquegua, Apurímac, Callao, Huánuco, entre otras. El uso de esta sustancia, sin embargo, creció 7 veces en Tacna y en Ayacucho y Cusco se incrementó en más de 150%. La Libertad y Lambayeque también registran un aumento importante. En Lima Metropolitana el uso de éxtasis creció en 6.7%. Al igual que en el caso de las sustancias cocaínicas, el uso de éxtasis ha aumentado en las regiones donde se ubican las principales rutas de salida de la droga; no obstante, es una sustancia que no se produce en el país. • La mayoría de las regiones del país, con excepción de Cusco, Tacna, Huánuco, Pasco y Lima Provincias, registran una disminución del consumo de inhalantes. Loreto, Ica, Tumbes y San Martín son las regiones donde más ha disminuido el consumo de esta saustancia, seguidas a mayor distancia de Puno, Amazonas, Piura, Junín, La Libertad y Lima Metropolitana. Esta última región registra una reducción mayor que el promedio nacional. Lima Metropolitana, según este análisis, ha dejado de ser la región que registra las más altas prevalencias de consumo de drogas ilegales en la población escolar; no obstante, por su volumen demográfico, sigue siendo la que tiene un mayor número de consumidores. Tacna, por ejemplo, registra prevalencias de consumo de drogas más altas. En Cusco, La Libertad, Lambayeque y Ayacucho igualmente ha crecido el consumo de drogas ilegales. El uso de sustancias cocaínicas y de éxtasis ha adquirido un mayor dinamismo en las regiones donde se ubican las rutas de salida de las drogas, con la excepción del Callao, lo que plantea el reto de fortalecer las acciones de prevención en estos espacios regionales. DROGAS MÉDICAS. En el Gráfico 22 se observa que el uso de tranquilizantes y estimulantes se redujo entre el 2009 y 2012 a niveles que se ubican por debajo que el registrado en el 2007. El consumo de tranquilizantes bajó en -50% y el uso estimulantes disminuyó en -68.8%. GRÁFICO 22: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS MÉDICAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR: 2007 – 2012 6 4.6 5 4 4 4.8 3 2.3 2 1.9 1.5 1 0 2007 2009 Tranquilizantes 112 2012 Estimulantes VII EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR En la Tabla 71 se da cuenta de la dinámica del consumo de estimulantes y tranquilizantes en la población escolar de las distintas regiones del país, evidenciando lo siguiente: • El consumo de tranquilizantes se ha reducido en todas las regiones del país, con excepción de Cusco y Pasco. Ica, Madre de Dios y Loreto son las regiones donde más se ha reducido el consumo de tranquilizantes, seguido de Tumbes, Junín, Amazonas, Ucayali, Ancash, Moquegua, Huancavelica, Apurímac y Cajamarca, entre otras. Lima Metropolitana registra una disminución de -45.5%, por debajo del promedio registrado a nivel nacional. • Con excepción de Tacna, el consumo de estimulantes en la población escolar ha disminuido en todas las regiones del país. Tumbes, Amazonas, Ica, Junín, Madre de Dios y Loreto son las regiones que registran una mayor reducción del uso de estimulantes, seguidas a mayor distancia de Moquegua, Piura, Ancash, Apurímac, Cajamarca, Ucayali, Callao, Lima Provincias, Arequipa, Pasco, Puno, entre otras. En Lima Metropolitana el uso de estimulantes se redujo en -57.1%, porcentaje que se ubica por debajo del promedio registrado a nivel nacional. A la luz de estos resultados, el consumo de drogas médicas, ha experimentado una disminución significativa entre el 2009 y 2012, que es mayor en el caso de los estimulantes que en los tranquilizantes, independientemente de que estos últimos registren una prevalencia más alta, tal como se evidencia en el análisis realizado, a nivel nacional y regional. TABLA 71: Prevalencia de año del consumo de drogas médicas en la población escolar de secundaria, según dominios regionales: 2007 – 2012 Tranquilizantes Dominios Regionales Estimulantes ∆% ∆% 2007 2009 2012 2009 2012 2007 2009 2012 2009 2012 1. Amazonas 3.7 5.7 1.4 -75.4 1.6 6.0 0.4 -93.3 2. Ancash 5.1 4.6 1.8 -60.9 2.3 4.2 1.1 -73.8 3. Apurímac 3.7 6.0 2.8 -53.3 1.7 5.6 1.5 -73.2 4. Arequipa 3.5 5.2 3.8 -26.9 1.6 5.0 1.8 -64.0 5. Ayacucho 4.8 3.8 2.2 -42.1 2.8 2.7 1.1 -59.3 6. Cajamarca 2.4 3.2 1.5 -53.1 1.3 2.9 0.8 -72.4 7. Callao 5.3 5.7 3.4 -40.4 1.8 7.2 2.1 -70.8 8. Cusco 4.4 2.8 3.0 7.1 1.7 1.8 1.3 -27.8 9. Huancavelica 4.6 2.8 1.3 -53.6 2.3 2.7 1.1 -59.3 10. Huánuco 4.3 3.3 2.3 -30.3 2.3 2.0 1.6 -20.0 11. Ica 4.2 10.0 1.3 -87.0 2.5 10.8 0.7 -93.5 12. Junín 2.3 9.0 2.1 -76.7 1.2 10.4 0.8 -92.3 13. La Libertad 4.8 4.1 3.1 -24.4 2.1 2.9 1.6 -44.8 14. Lambayeque 2.8 3.3 2.2 -33.3 1.1 3.3 1.9 -42.4 15. Lima Metropolitana 4.5 4.4 2.4 -45.5 2.1 4.9 2.1 -57.1 16. Lima Provincias. 3.6 4.6 2.4 -47.8 2.2 5.2 1.7 -67.3 17. Loreto 5.0 5.5 1.0 -81.8 2.4 4.6 0.5 -89.1 18. Madre de Dios 3.6 16.1 2.8 -82.6 1.2 14.1 1.5 -89.4 19. Moquegua 3.7 2.1 0.9 -57.1 1.7 1.1 0.2 -81.8 20. Pasco 1.8 1.5 1.5 0.0 0.4 1.7 0.6 -64.7 21. Piura 2.9 2.7 1.7 -37.0 1.2 2.7 0.7 -74.1 22. Puno 2.4 1.3 0.8 -38.5 1.0 0.8 0.3 -62.5 23. San Martín 4.9 3.7 2.7 -27.0 2.9 3.2 1.7 -46.9 24. Tacna 4.5 3.4 3.3 -2.9 2.2 2.1 2.4 14.3 25. Tumbes 3.4 10.3 2.1 -79.6 1.5 18.3 0.5 -97.3 26. Ucayali 3.4 6.4 2.2 -65.6 1.9 7.1 2.0 -71.8 4.0 4.6 2.3 -50.0 1.9 4.8 1.5 -68.8 TOTAL 113 Es importante señalar que en las pruebas de hipótesis (prueba T para muestras independientes aplicada por el SPSS) a las que fueron sometidas las prevalencias de consumo de drogas legales, ilegales y médicas del 2009 y 2012, en forma individual y agrupadas, la mayoría resulto ser estadísticamente significativa al 95% y 99% del nivel de confianza, con la excepción de la cocaína (ver Anexo 1), lo que permite confirmar la hipótesis de que se ha producido una disminución del uso de drogas en la población escolar en el periodo de tiempo analizado. Estos resultados nos ponen ante un escenario complejo y en apariencia contradictorio. A nivel nacional, se ha reducido el consumo de drogas legales, ilegales y médicas, lo que sin duda es una buena noticia. Sin embargo, el uso de sustancias tiende a concentrarse y sigue creciendo en algunas regiones, lo que es particularmente evidente en el caso de las drogas ilegales y, de manera específica, en el consumo de sustancias cocaínicas y de éxtasis. Las ciudades principales y ciudades intermedias, ubicadas en las rutas de salida de la droga –con la excepción del Callao–, o que cuentan con una alta afluencia de turistas, son las que registran un mayor uso de estas sustancias, que en algunos casos viene acompañado de un incremento del consumo de drogas legales y médicas. Los resultados del estudio plantean la necesidad de reforzar las acciones de prevención en estas regiones, a efectos de dar una respuesta efectiva a la dinámica que ha asumido el consumo de drogas en la población escolar. 114 REFLEXIONES FINALES VIII 115 L os resultados del estudio evidencian a nivel general, que el consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar presenta una ligera disminución entre el 2009 y 2012. El escenario, sin embargo, es complejo y heterogéneo. Por un lado, hay una efectiva disminución del uso de drogas a nivel nacional y, por otro, el consumo de sustancias tiende a concentrarse y sigue creciendo en algunas regiones del país, lo que es particularmente evidente en el caso de las drogas ilegales y, más específicamente, en el uso de sustancias cocaínicas y de éxtasis. Lima Metropolitana ha dejado de ser la región que registra las más altas prevalencias de consumo de drogas en la población escolar; no obstante que, por su volumen demográfico, sigue siendo la región que tiene un mayor número de consumidores de sustancias legales, ilegales y médicas. Tacna, Lima Provincias, Arequipa, La Libertad, Cusco y Callao son regiones que registran prevalencias de consumo de drogas más altas que Lima Metropolitana. En lo que respecta a las sustancias ilícitas, las ciudades principales y ciudades intermedias, ubicadas en las rutas de salida de la droga –Tacna, Cusco, Arequipa, Puerto Maldonado, Huanta, Huamanga, Trujillo, Chiclayo, etc.-, registran las más altas prevalencias de consumo, las que en algunos casos vienen acompañadas de un mayor uso de drogas legales y médicas. El uso de sustancias ilegales, por otro lado, es significativamente más alto entre los estudiantes de mayor edad y de años superiores que entre sus pares de menor edad y de años inferiores, tendencia que viene determinada principalmente por el uso de marihuana. En las sustancias cocaínicas, el éxtasis y los inhalantes, por el contrario, los estudiantes de mayor edad y de años superiores registran un menor consumo, lo que pone en evidencia que la nueva generación de estudiantes tiende a consumir más este tipo de sustancias, siendo esta una importante señal de alerta del estudio. Asimismo, los estudiantes de escuelas privadas registran prevalencias de consumo de drogas legales, ilegales y médicas que son significativamente más altas que las que reportan sus pares de colegios públicos, siendo esta otra importante señal de alerta. El incremento del consumo de drogas en estos espacios y grupos de estudiantes se debe, por un lado, a la existencia de una mayor disponibilidad de sustancias, sobre todo en las ciudades intermedias de mayor tamaño que se encuentran en las rutas del tráfico ilícito de drogas; y por otro lado, tiene que ver con un mayor uso de sustancias ilegales entre aquellos alumnos que tienen una mayor disposición para consumirlas. En general, la disposición al consumo de drogas ilícitas ha disminuido, pero ha crecido el número de estudiantes que registran una disposición fuerte y también se ha incrementado el uso de drogas en este grupo. Esto quiere decir que entre los estudiantes que registran una disposición fuerte al uso de drogas cada vez son más los que terminan consumiéndolas de manera efectiva. La conciencia de riesgo también se ha reducido y ello incrementa el nivel de vulnerabilidad a la drogas en la población escolar, pese a la disminución de las prevalencias de consumo, siendo este otro importante mensaje que se desprende del estudio. En síntesis, la situación del consumo de drogas en la población escolar se puede describir en los siguientes términos: Ha disminuido el uso de drogas en la población escolar, a nivel nacional. El uso de drogas tiende a concentrase y sigue creciendo en las ciudades que se ubican en las rutas de salida de las drogas. 116 REFLEXIONES FINALES VIII El uso de cocaína, PBC, éxtasis e inhalantes está creciendo entre los estudiantes de edades más tempranas que cursan los primeros años de estudio. Los estudiantes de escuelas privadas registran prevalencias de consumo de drogas que son significativamente más altas que sus pares de escuelas públicas. Ha crecido el número de estudiantes que tienen una disposición fuerte al uso de drogas y, dentro de este grupo, también se ha incrementado el número de alumnos que consumen sustancias ilegales. La conciencia de riesgo ha disminuido y se ha incrementado el nivel de vulnerabilidad a las drogas, pese a la disminución del consumo de drogas en la población escolar. Al parecer, se está produciendo un cambio en el patrón de consumo –situación que ya ha sido advertida en los estudios anteriores-, que se caracteriza por la ampliación y diversificación de la oferta de sustancias, que ya no se concentra en Lima y Callao, sino que se expande por las regiones del interior del país, principalmente en los centros urbanos que se ubican en las rutas de salida de las drogas, lo que tiene un doble efecto en la población escolar: • Por un lado, cada vez hay más adolescentes que se inhiben de experimentar con drogas (sobre todo en las zonas de mayor influencia del discurso preventivo); lo que se refleja en la reducción de las prevalencias globales de consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar; y • Por otro, los adolescentes que permanecen en el consumo y los que se inician en el uso de drogas tienden a experimentar con nuevas drogas y a endurecer su consumo, absorbiendo la oferta de sustancias existente en el mercado e incursionando en nuevos comportamientos de riesgo, que incluye su involucramiento en actividades delictivas, lo que genera una mayor inseguridad en la población. La función del éxtasis y de las sustancias de diseño, así como de las anfetaminas, responde a este nuevo patrón de consumo. Se trata de atraer a nuevos consumidores con sustancias aparentemente “no adictivas”, lúdicas, que gocen de una mayor aceptación en la población, principalmente en los sectores más integrados, que son a su vez los más individualizados; pero también en los sectores medios y bajos, menos individualizados, en los que igualmente ha crecido y se ha diversificado la oferta de drogas. Lo que se busca es “enganchar” a los jóvenes y adolescentes con la droga, para que luego prueben con otros tipos de sustancias más “duras” (cocaína, PBC, marihuana, etc.), embarcándolos en una dinámica autodestructiva que sólo puede terminar en la adicción y la dependencia. De acuerdo con este análisis, el discurso y las acciones de prevención han sido eficaces para evitar que un mayor número de adolescentes experimenten con drogas, lo que se expresa en la disminución de las prevalencias de consumo; pero no han tenido la misma eficacia para sacar del consumo a los adolescentes que ya usan drogas y que eventualmente pueden estar experimentando un consumo problemático y problemas de dependencia y adicción, lo que incrementa el malestar y la inseguridad en la población. En este contexto, se plantean nuevos retos para la prevención. En primer lugar, es necesario complementar la prevención universal que se realiza en el sistema educativo y otros espacios (familia, comunidad, etc.) con acciones de prevención selectiva e indicada en los grupos vulnerables y usuarios de drogas, incluyendo la implementación de sistemas de alerta temprana que hagan más eficaces este tipo de intervenciones. 117 En segundo lugar, es importante focalizar las intervenciones preventivas de acuerdo a las necesidades y características específicas que asumen la oferta y demanda de drogas en las distintas regiones del país. Se requiere no sólo una focalización territorial, sino también temática y psicosocial, que tome en cuenta los diversos tipos de consumo y discursos que se construyen en torno a ellos, así como los distintos niveles de riesgo a los que puede estar expuesta la población juvenil y adolescente, siendo ésta por naturaleza altamente heterogénea. En tercer lugar, hay que fortalecer el trabajo de prevención en las escuelas privadas, lo que también debe ser considerado como un criterio de focalización, dado que los niveles de consumo en estas instituciones educativas son significativamente más altos que en los colegios públicos, lo que evidencia una mayor exposición al uso de drogas en estos espacios. En cuarto lugar, es necesario revisar los enfoques y las estrategias preventivas dentro y fuera del sistema educativo, de manera que se pueda atender mejor las necesidades de la población juvenil y adolescente en el marco de los procesos de modernización e individualización en curso, así como dar una respuesta efectiva al nuevo patrón de consumo de drogas que existe en el país. En quinto lugar, hay que incrementar la presencia de profesionales de la salud mental en las Instituciones Educativas. Solo el 15.6% de los colegios incluidos en la muestra del estudio contaban con psicólogos al momento de la realización del trabajo de campo. En las regiones de Amazonas, Apurímac, Loreto, Madre de Dios, Pasco Puno, San Martín y Ucayali no se encontraron psicólogos en las instituciones educativas seleccionadas en la muestra. En junio del 2011 se dio la Ley 29719 o “Ley antibullying”, que en su artículo 3 señala que es “de necesidad la designación de, por lo menos, un profesional de Psicología en cada institución educativa, encargado de la prevención y el tratamiento de los casos de acoso y de violencia entre los alumnos”, lo que a la fecha ha sido implementado en la mayoría de Instituciones Educativas. Finalmente, y en consonancia con lo señalado anteriormente, es importante incorporar en el discurso preventivo los factores de riesgo asociados a los procesos de modernización e individualización; y en particular, factores “emergentes” como el bullying, el ciberbullying y la adicción al Internet que, como se evidencia en el estudio, están altamente correlacionados con el uso de sustancias legales, ilegales y médicas. El reto es desarrollar habilidades sociales en los adolescentes que le permitan contrarrestar la influencia de estos factores e incrementar su conciencia de riesgo, haciéndoles menos vulnerables al consumo de drogas. 118 ANEXO 1 ANEXO 1 TABLA 1: Resultado de las pruebas de hipótesis para comparar las prevalencias de año del consumo de drogas registradas en el 2009 y 2012 Tipo de droga Prevalencia de año 2009 2012 Al 95% Significancia Al 99% Drogas legales 28.9 23.3 * ** Alcohol 24.5 19.7 * ** Tabaco 17.8 12.8 * ** Drogas ilegales 4.6 3.8 * ** Marihuana 2.4 2.2 * ** Cocaína 1.0 0.9 ns ns PBC 1.0 0.9 * ** Éxtasis 1.4 1.0 * ** Inhalantes 2.0 1.2 * ** Drogas médicas 6.8 3.2 * ** Tranquilizantes 4.6 2.3 * ** Estimulantes 4.8 1.5 * ** *Estadísticamente significativo al 95% del nivel de confianza. **Estadísticamente significativo al 99% del nivel de confianza. ns: No significativo. 119 120 El Observatorio Peruano de Drogas (OPD) tiene como objetivo principal consolidar un Sistema Nacional de Información sobre Drogas, promoviendo y coordinando la participación de los organismos públicos y privados en materia de información sobre oferta y demanda de drogas, en el marco de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012-2016. El OPD centraliza, sistematiza y difunde información objetiva, fiable y comparable en relación al problema de las drogas, brindando evidencia científica para la toma de decisiones. La información generada está dirigida a destinatarios nacionales como decisores de política, investigadores, profesionales que trabajan en el campo de las drogas, público en general y a organismos multilaterales como Naciones Unidas, Organización de Estados Americanos, Unión Europea, entre otros. Av. Benavides N° 2199 – B, Miraflores – Lima Telefax (511) 273-6656 / 207-4800 Email: devida@devida.gob.pe / opd@devida.gob.pe www.devida.gob.pe www.opd.gob.pe