Antonio Hidalgo Navarro Aspeetos de la entonaei6n espaiiola: viejos y nuevos enfoques ARCO/L1BROS,S.L. A quien encendi6 esta llama, Antonio Briz, y a quienes la mantienen viva, mis estudiantes, los de hoy, ayer y siempre ... INDICE INTRODuccròN Pags. 9 l. ENToNAcròN Y cOMuNrcAcròN 11 2. MECANrSMOS Y RESORTES DE LA ENTONACIÒN. Su RECONOCIMrENTO .. 15 3. DrVERSIDAD FUNcrONAL Y r\MBITOS DE ACTUACrÒN DE LA ENToNAcròN. 18 18 19 23 24 25 26 27 27 29 31 34 3.1. 3.2. Entonaci6n lingùfstica 3.1.1. NiveI sintagmatico 3.1.2. NiveI paradigmatico 3.1.2.1. Entonaci6n enunciativa 3.1.2.2. Entonaci6n interrogativa 3.1.2.3. Entonaci6n volitiva Entonaci6n «expresiva» 3.2.1. Fonoestilfstica 3.2.1.1. Variantes entonativas expresivas 3.2.1.2. Entonaci6n exclamativa 3.2.2. Fonopragmatica 4. ENTONACION Y PARAl.ENGUAJE. ENTONACION Y GESTO 35 5. ENToNAcròN YVARIACIÒN LINGuiSTICA 41 41 42 43 45 46 5.1. Variaci6n diat6pica 5.1.1. Dialectos de Espaila 5.1.2. Dialectos americanos 5.2. Variaci6n diafasica 5.3. Variaci6n diastratica 6. MODELOS DE ANr\LISIS ENTONATIVO Y su REPERcusròN EN LA DESCRIPCIÒN DE LA ENTONACIÒN ESPANOLA 6.1. Modelo de Analisis por Contìguraciones (AC) 6.2. Modelo de Analisis por Niveles (AN) 6.3. Modelo IPQ (Institute for Perception Research) 6.4. Modelo de Analisis Métrico y Autosegmental (lVIA) 6.5. Modelo de A.ix-en-Provence (AP) 6.6. Aproximaciones hispanicas. El enfoque funcional 6.6.1. Modelos de base fonol6gico-deductiva 6.6.2. Modelos de base fonético-inductiva 49 49 54 57 60 63 66 66 70 8 ASPECTOS DE LA ENTONACrON ESPANOLA: VIEJOS YNUEVOS ENFOQUES 7. Y DESPUÉS DE L\ ENTONACIÒN 2Qm'? 7.1. La interfaz entonaci6n y sintaxis 7.2. La interfaz entonaci6n y discurso 7.3. La entonaci6n y su ensenanza. Su importancia en la visi6n del espanol como lengua extranjera 7.4. Aplicaciones del estudio entonativo a las tecnologfas de habla 80 SO 80 CONCLUSIONES 84 8. 81 81 EjERCICIOS 85 BIBLIOGRAFIA 90 INTRODUCCION El trabajo que a continuaci6n se ofrece allector responde a cierta inquietud que me ha venido asaltando en los ùltimos tiempos: es constatable, durante ese periodo, el creciente nùmero de publicaciones especializadas en la entonaci6n del espanol, pero también es comprobable la dispersi6n de los ambitos de estudio, la pluralidad de los métodos y la heterogeneidad de los enfoques. Sin duda, pluralidad de puntos de vista no presupone necesariamente confusi6n, pero nuestra perspectiva ante esa diversidad es la del estudioso que aspira a conocer los problemas desde su conexi6n intima, independientemente de que, asumido su origen ùnico, las soluciones a los problemas puedan (o deban) seguir caminos distintos, variados o, incluso, opuestos. Este ~largo? preambulo me servira, en cualquier caso, para justificar doblemente este cuaderno: a) en primer lugar, observo que podra resultar titil para quienes, sin ser especialistas, deseen adquirir una visi6n generaI del problema de la entonaci6n espanola, es decir, los estudiantes de fonética y fonologia suprasegmentales, en su mayoria de niveI universitario b) en segundo lugar, y a riesgo de parecer pretencioso, pienso que el especialista, el estudioso de la entonaci6n espanola, agradecera una aproximaci6n plural al fen6meno, ya que la diversidad de enfoques dificulta el acceso a un conocimiento profundo de todas y cada una de las perspectivas; por supuesto, también en este caso pensamos en los quehaceres docentes. En cualquier caso, hemos de confesar que el estudio de la entonaci6n, de lo entonativo, de los elementos suprasegmentales, en suma, no ha gozado habitualmente de amplio seguimiento entre nosotros (tampoco en otras tradiciones bibliograficas la situaci6n ha sido mas positiva, si exceptuamos el caso de los paises de habla inglesa). Hemos crefdo oportuna, en consecuencia, lO ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOL\: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES la publicacion de este trabajo, como contribucion a una descripcion global del fenomeno entonativo en espanol. Se ha hecho necesario, pues, un enorme esfuerzo de sintesis, de seleccion informativa, de l'enuncia a inclusion de datos, en muchos casos, y de olvido involuntario, en otras ocasiones. Aun asi, hemos creido necesario asumir los riesgos potenciales si con ello conseguiamos mostrar la pluralidad de visiones que la entonacion espanola es susceptible de recibir; desde la meramente descriptiva (mas «tradicional»), hasta la mas «rabiosamente» predictiva (mas formaI y, sin eluda, predominante entre las investigaciones actuales). De cualquier modo, a lo largo del trabajo hemos tratado de quedar al margen de la discusion teolica, intentando presentar las ideas de forma «aséptica», aunque sin l'enunciar al derecho a priorizar ciertL'ls propuestas frente a otras. Todo ello con un proposito ultimo: la divulgacion de un tema que, entre nosotros, venia estando atrapado a lo largo de muchos anos (demasiados ya), en el restlingido circulo de investigadores muy especializados. A la coleccion Cuadernos de Lengua Espanola y a su director, Leonardo Gomez Ton-ego, agradezco, pues, que hayan sabido reconocer la necesidad de divulgar, siquiera a titulo introductol'io, los amplios contenidos que el estudio de la entonacion espanoIa ha venido generando en los ultimos ali.os. 1. ENTONACIONY COMUNlCACION Cuando hablamos no solo emitimos sonidos articulados, morfemas organizados en lexemas, sintagmas engarzados en enunciados, series de enunciados constitutivas de intervenciones en la conversacion (o el monologo) ... Si todo cuanto hacemos al hablar fuera esto, por extra1Ì.o que parezca, la mayoria de nuestras emisiones resultarian, en el mejor de los casos, ambiguas, y en la mayoria de ocasiones, incomprensibles. Los denominados elementos suprasegmentales no son, pues, meros «aderezos» de los enunciados que emitimos: si ellos no estuvieran el oyente solo percibiria se1Ì.ales acusticas sin valor comunicativo efectivo. Efectivamente, una misma sucesion de sonidos, adecuada a una situacion dada, puede admitir multiples interpretaciones atendiendo, simplemente, a los mecanismos prosodicos. Asi, por ejemplo, obsérvese la diferencia de valor y sentido del marcador buenoen (1), (2) y (3): (1) A: Luis ha llegado tarde a la reuni6n con el vicerrector B: jbueenooT! (Emisi6n realizada con entonaci6n reprobatoria, a modo de previsi6n acerca de una situaci6n desfavorable para Luis, a tenm de su impuntualidad; B, por ejemplo, podria haber continuado su intervenci6n diciendo «pues no sabe lo que le espera») (2) A: Y sobre lo que comentaste ayer, creo que esta todo dicho B: buenoJ-, pues cambiemos de temaJ- (Emisi6n con tonema descendente, neutro; en este caso el marcador indica el inicio de una nueva unidad tematica) (3) A: Estoy mas que harto de tanto deshonrado en el mundo de la polftica... B: bueno buenoJ- no te pongas tan dramatico (Emisi6n con tempo elocutivo rapido y con un solo tonema descendente demarcativo; su funci6n aquf es mas bien la de atenuar la carga semantica negativa de la emisi6n previa de A) 12 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA.: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES Pues bien, a estos efectos modales (en rigor, pragmaticos), ligados a un contexto de uso especffico, podrian aùadirse otros muchos, mas sutiles e incluso mas diffciles de justificar pros6dicamente, tales como la intencionalidad ironica, la expresi6n de la afectividad o el sentimiento (positivos o negativos) o la manifestaci6n misma de lo que genéricamente se ha dado en llamar cortesia; todo elIo tiene que ver con factores tan diversos como el estado de animo ocasional, el caracter personal o la educaci6n y formaci6n cultural del individuo, aspectos que representan comportamientos determinados por lo pros6dico, y no de una forma motivada o asistematica, sino generalmente como opci6n lingiiistica convencional, selectiva y, por tanto, «regular», perteneciente al c6digo. Y es que la entonaci6n (la prosodia en un sentido mas amplio) es determinante para la «construcci6n del sentido» de un acto dado. Lo acabamos de comprobar con los ejemplos anteriores. Pero no solo se trata de la selecci6n por parte de un emisor de determinados patrones pros6dicos con una determinada intenci6n semantica o comunicativa. En realidad, los mecanismos pros6dicos permiten el avance discursivo en toda circunstancia comunicativa, ya que ademas de derivar del emisor, miran hacia el receptor, esto es, adquieren relevancia en la medida en que este ve cumplidas en la actuaci6n del emisor sus expectativas comunicativas. De hecho, si las expectativas del receptor no se ven corroboradas, o si falla en algun caso el intercambio, la comunicaci6n hablante-oyente acabara fracasando. Esta situaci6n de construcci6n «en equipo» de la conversaci6n, representa por otra parte una ventaja indudable respecto de la inversi6n lingùistica aplicada por los interlocutores: a un minimo esfuerzo de elaboraci6n, le corresponde habitualmente un maximo de informaci6n obtenida. En tal caso, la capacidad de anclaje de la prosodia se manifiesta de muchas formas. Unas veces el hablante va indicando al oyente cual es la informaci6n importante (o l'elevante) de entre el continuum discursivo; en este caso es fundamental el papel del acento focal o de énfasis: (4) ]: y- yy- y ~a qué hora corres? ~a estas horas? G: ahora L: jah! se va AHORA a correr [AP80A1:37-39] ENTONAcrON Y COMUNrCACrON 13 Otras veces, el hablante minimiza prosodicamente lo que no l'esulta pertinente a la situacion discursiva en un punto dado de la conversacion; asi, por ejemplo, se articulan parentéticamente, en tono mas grave e intensidad mas baja, los segmentos finales de una secuencia tematica, es decir, la parte final del periodo. En el ejemplo (5) esto ocurre al final de la cuarta intervencion de A: (5) L: ~todos los dias? A: SI L: ~y qué horas son? A: ~eeh? I de nueve y media aa- a las doce y mediai I I 00 las diezl I hasta la unal I o las once hasta las dosi I que hora de entrada tampocool tienen (suena un timbre) I ~quieres que- [la quieres?] J: [si esta abierto] L: SI ]: iah! es el peque [ùol no no no-l- es el pequeùo = ] A: [~quieres que vayamos ahora?] L: jah!1 bien J: = malvado§ A: § ~eh? porque yo voy a ir a cobrar los dlas que he trabajao l I y si la chica no tiene a nadie l I I I ~sl? ~quieres? °(pues andai vamosr L: ~de lunes a viernes? [AP80Al:79-94] En otros casos el emisor actua por omision y no explicita lo sobreentendido al hilo del propio discurso, sea porque pertenece al bagaje de contenidos semanticos y pragmaticos compartidos por los interlocutores, sea porque pertenece al conocimiento enciclopédico generaI; obsérvese en este sentido el papel determinante que juega la prosodia, por ejemplo, en la delimitacion de enunciados suspendidos mediante tonemas de suspension, de anticadencia, o de semianticadencia, como ocurre en la parte final de la segunda intervencion de G de (6): (6) ]: ahora es que tengo el gimnasio-l- yol I I yo tendrfa que correr masl I O(de madruga)° G: ~mas por la maùana? J: yo es [que (( ))] G: [yo podria correr] por la maùanal pero por no COlTer solo-7 [AP80Al:47-51] A otros niveles, en fin, los recursos entonativos desarrollan un papel destacable en la distribucion y sucesion de interlocutores 14 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOSYNUEVOS ENFOQUES en la conversaci6n. La prosodia condiciona efectivamente la regulaci6n de las transacciones, unas veces como marcador de la finalizaci6n potencial de un turno (existencia de un tonema descendente marcado al final de una intervenci6n), lo que a su vez permite al oyente reconocer la posibilidad de iniciar una intervenci6n (lo que se denomina Lugar de Transici6n Pertinente, de acuerdo con Hidalgo, 1998a), como en (7): (7) A: son dos o tres horasll te pagan veinticinco al mes L: (todos los dfas? A: sf L: a qué horas son? [AP80A1:79-81] Reciprocamente, el oyente, si no desea ocupar el turno que le cede el hablante recurre al empleo de f6rmulas pros6dicas continuativas de caracter fatico; por ejemplo, mediante la articulaci6n de un alargamiento consonantico nasal como marca de aceptaci6n de lo dicho por el emisor y de l'enuncia momentanea a ocupar el turno ofrecido por éste: (8) L: me han dicho que has dejado una casa A: (que he dejao una casa? L: mm (no? [AP80Al:57-59] Por lo demas, la producci6n de anomalfas en la distribuci6n de los turnos se ve también condicionada por los rasgos pros6dicos; se habla asi de solapamientos o superposiciones de habla, ya sean interruptivos, ya sean no interruptivos (Hidalgo, 1998a; Gallardo, 1993). Asi, un mero alargamiento vocalico puede ser interpretado por el oyente como una vacilaci6n discursiva, aprovechando este resquicio para irrumpir y solaparse con el hablante: (9) A: pero que vamos queeee tampoco la alquilan i porque noo [quieren-t] L: [NO noo]1 del trab<0o [AP80Al:72-73] Cualquier analista convendra, pues, en aceptar que los elementos pros6dicos otorgan al hombre los instrumentos necesarios para hacerse entender cabalmente por sus semejantes; dicho en otras palabras, tales rasgos juegan un papel esencial en la organizaci6n de la sintaxis, delléxico y en la interpretaci6n semantica y pragmatica de los enunciados. 2. MECANISMOS Y RESORTES DE LA ENTONACION. SU RECONOCIMIENTO En lfneas generales, la mayoria de expertos coincide en caracterizar la prosodia como fenomeno fonico complejo derivado de la participacion de recursos suprasegmentales diversos, esencialmente la melodia, el acento, las pausasy el ritmo (Llisterri, 2004). En cierto modo, pues, hablar de prosodia representa lo mismo que hablar de «entonacion» ya que, efectivamente, la entonacion l'esulta de la consideracion colectiva de la melodia y el acento, junto con dos factores adicionales: la realizacion de tonemas (junturas), asociados a una melodia, y el desarrollo de un ritmo espedfico vinculado al mensaje, esto es, la repeticion dclica de ciertos patrones entonativos (con sus respectivas junturas) en el curso de una emision lingUistica. En cuanto a la pausa, hemos de entenderla como ausencia de voz (pausa silenciosa o vada) o como prologacion de ciertos sonidos vocalicos, consominticos, etc. (pausas oralizadas o llenas). En cualquier caso, uno de los problemas teolicos que debemos resolver a primi es el de la delimitacion de los conceptos «melodia» y «entonacion». En realidad, el concepto que nos ataùe desde un punto de vista linguistico es el de entonaci6n, ya que la nocion de melodia corresponde a la mera sucesion de tonos a la largo de una emision de voz, tanto si son elementos lingLlisticamente relevantes como si no lo sono Asi pues, aunque asociadas ambas al parametro acùstico de la FII generada por la vibracion de las cuerdas vocales, la melodia agrupa cualquiera de las posibles variantes de un patron entonativo, mientras que la entonaci6n corresponde ùnicamente a aquellas variaciones de FII que cumplen una funcion linguistica estricta a lo largo de la emision de voz (Cantero, 2002). Se entiende la entonaci6n, asi pues, como efecto prosodico delivado de la colaboracion simultanea de diversos componentes: a) Tono Nivel tonaI o altura musical de un sonido. Permite considerar la estructura melodica del enunciado como sucesion de niveles tonales. 16 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOL~: VIE]OS Y NUEVOS ENFOQUES b) Tonema Inflexion melodica o direccion que sigue la curva entonativa a partir de la ultima sflaba tonica del grupo fonico. Cuando un tonema va seguido de pausa hablamos de juntura terminal, fenomeno que los hablantes identifican como lugar potencial de pausa, y que implica un retardamiento en la velocidad y un cambio del tono musical en ese punto: ascenso o descenso brusco del tono inmediatamente anterior a la pausa, o bien mantenimiento de la direccion (l', J, -7). c) Acento oracional La consecuencia teorica de la naturaleza gradual del acento (Cruttenden, 1990:15-32; Crystal, 1969:156-158) es la existencia, para toda secuencia bien construida, de un acento principal fonéticamente muy fuerte (acento oracionalo acento de frase) que determina el limite (o el comienzo del limite) de dicha secuencia. Ahora bien, los problemas relacionados con la localizacion del acento de frase nos llevan a pensar que la cuestion de los grados acentuales no debe asumirse solo desde una perspectiva sintactico-gramatical, tal como tradicionalmente se ha venido haciendo; tal problema debe asumirse también: - desde una perspectiva informativa (integracion de los elementos que configuran el mensaje) - desde una perspectiva pragmatica (desambiguacion del sentido real del mensaje) d) Ritmo A niveI discursivo, el rasgo de duraci6n (cantidad) se entiende como ritmo o tempo de habla. Considerar este rasgo prosodico como recurso organizativo de la estructura del discurso implica asumir también la posibilidad de variaciones del tempo elocutivo segun el registro de habla (Navarro Tomas, 1966:102-103 y 105-106). El problema es que en los registros informales las variaciones suprasegmentales cuantitativas son dificilmente sistematizables, maxime cuando muchas veces obedecen a simples vacilaciones (este es el caso, p.e., de muchos de los alargamientos vocalicos propios del habla espont<inea). En definitiva, un enunciado como (lO): (lO) Ayer me regalaron mi primer ordenador portatil MECANISMOS Y RESORTES DE LA ENTONACION. SU RECONOCIMIENTO 17 emitido en una situacion neutra, no necesariamente informaI, esto es, no marcada en cuanto af registro, y articulado a una velocidad «norma!» (es decir, ni lento en exceso, ni demasiado rapido) ofreceria una curva similar a esta: In A yer nn me regalaron mi primer ordenador por ta tii (.) le): Primer acento: ascenso del tono a partir de la primera silaba tonica y mantenimiento del mismo sobre las silabas tonicas subsiguientes II Ultimo acento (acento nuclear): inflexion melodica del tono a partir de la ùltima silaba tonica, descendente, en este caso, por tratarse de un enunciado aseverativo. (.): Pausa silenciosa n: 3. DIVERSIDAD FUNCIONAL Y ÀMBITOS DE ACTUACION DE LA ENTONACION Antes de continuar debemos tratar de resolver si, efectivamente, los procesos entonativos desarrollan un comportamiento pIenamente arbitrario y si, por tanto, son o pueden ser sistematizables siempre que se utilicen intencionalmente. Planteemos la cuestion con un caso concreto: ~tiene el mismo valor «lingiiistico» la presencia habitual de una inflexion melodica ascendente al final de enunciados interrogativos absolutos como (11): (11) ~Irenws manana al cine? que una entonacion aguda mantenida a lo largo de un enunciado exclamativo como (12)? (12) JYIe ha tocado la loteria! 3.1. ENTONAcrON LINGuiSTICA En (11) asistimos al empleo convencional de un tonema ascendente (I) que representa, simbolicamente, el requerimiento de una respuesta por parte del oyente. Esta es sin duda una entonacion «sistematica», ya que desarrolla un comportamiento distintivo y opositivo: la interrogacion absoluta se opone en espafiol generaI a la aseveracion completa neutra, que presenta un tonema final descendente (t). Es decir, ambos gestos prosodicos (ìJ) forman, en sentido estricto, sistema. Este representa, por tanto, un uso lingiiistico de la entonacion. Para Navarro Tomas (1944) esta entonacion constituye «el movimiento espontaneo y emotivo de la voz, normalizado, sistematizado y puesto al servicio de la expresion voluntaria y consciente». Ello supone un proceso de abstraccion por el que se prescinde progresivamente de las variantes no pertinentes, esto es, las DIVERSIDAD FUNCIONAL Y AMBITOS DE ACTUACION DE U\ ENTONACJON 19 determinadas por factores variables como la regi6n, la edad, el sexo, la procedencia social, la emotividad, etc., hasta llegar a la construcci6n de los patrones entonativos. Sobre estos modelos (cuya representaci6n mas caracteristica son las curvas entonativas que suelen aparecer en los libros de texto) se desarrolla el estudio de la entonaci6n de una lengua dada. Estos usos «lingùisticos», representativos o simb61icos de la entonaci6n, pueden articularse funcionalmente sobre la base de dos ejes de analisis, el eje sintagmatico y el eje paradigrnatico. 3.1.1. El nivel SINTAGMATICO se interesa por el analisis de las unidades entonativas en secuencia y desarrolla lo que podriamos llamar la funcian gramatical-sintactica de la entonaci6n (comportamiento de la curva mel6dica en orden a conformar un mensaje lingùistico coherente). En este ambito, se reconocen aquellas actuaciones de la entonaci6n que permiten articular, segmentar o integrar las unidades lingùisticas; en nuestra opini6n destacan en este sentido al menos dos funciones subsidiarias y complementarias entre si: la fancian integradora, que permite la organizaci6n estructural de las secuencias y remite a la estructura informativa (1èma-Rema, Tapico-Comentario, etc.) y la funcian dernarcativa. Habitualmente, el hablante presenta la informaci6n dosificadamente, en lugar de hacerlo «masivamente». Las porciones de informaci6n lingiiistica aparecen convenientemente embaladas en unidades entonativas (lo que llamaremos para ser mas precisos, grupos de entonacian). Esta funci6n de la entonaci6n es crucial, pues de no existir, la cadena sonora resultalia ininterrumpida e ininteligible para el oyente. La entonaci6n, en este sentido, cumple un papel claramente organizativo: proporciona al hablante recursos para hacerse entender por el oyente, y permite al oyente reconocer los bloques de informaci6n de acuerdo con el prop6sito de su interlocutOl~ Podemos decir, pues, que la integraci6n de elementos para configurar unidades sintactico-entonativas tiene mucho que ver con la estructura informativa. Concretamente para Quilis (1981:384386) la entonaci6n actua integrando las dos partes tematicas del enunciado (Tema-Rema) segun dos reglas basicas: - el comentario o prop6sito aparece al final de la expresi6n - el centro entonativo (prominencia tonaI entendida como complejo de elementos de intensidad, cantidad y entonaci6n) esta localizada sobre el comentario. 20 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES En cuanto a la estructura tipica del espai'iol, siempre es el nucleo el que conlleva la informacion mas importante de la frase (Canellada y Kuhlmann, 1987:132). Este nucleo suele presentarse como verbo de la oracion principal y se situa inmediatamente después de un ascenso tonaI o punto de anticadencia, lo que puede interpretarse como llamada de atencion para lo que venga a continuacion (la parte mas importante de la frase). ASI pues, la estructura fundamental de la frase corresponde al siguiente esquema de elementos sucesivos: 1) informacion extraida de un contexto, 2) nucleo informativo, 3) partes que complementan o acompai'ian. En generalI) corresponde al tema; el rema es lo que sigue al tema. En la posicion de 1) suelen colocarse las subordinadas adverbiales, adverbios, sujeto, y todo aquello que puede localizar en el tiempo, espacio, o circunstancialmente al verbo principal. El verbo o SV se situa en 2), y en 3) el resto de informacion nueva: consecuencias, comparaciones, etc. A veces, sin embargo, el verbo no aparece en el sitio esperable, lo que puede explicarse por diversos motivos: - esta elfptico - se encuentra dislocado para dar relieve a la descripcion de acontecimientos o de estados de cosas, o para presentar otro elemento como nucleo informativo - el verbo principal se halla en primel' término dejando en su lugar un gerundio, como en (13): (13) Luis se perdi6 en el bosquel / / buscando a sus arnigos. Por lo demas, las funciones integradora y demarcativa son recursos que permiten la combinacion de las unidades melodicas en construcciones superiores o enunciados. Tales unidades, jerarquicamente superiores al grupo fonico, pueden estar constituidas por dos o mas gl'upos fonicos. En este sentido la funcion demarcativa es responsable de la segmentacion del discurso en unidades menores relacionadas con una estructura gramatical (o comunicativa) subyacente. La demarcacion de unidades entonativas permite asi la interpretacion precisa de las secuencias de habla, lo que se hace especialmente evidente si esa entonacion demarcativa va asociada a la presencia de pausa generando lo que se llama <~untura», como se observa en los siguientes ejemplos, tomados de Cantero (2002: 83-84): DIVERSIDAD FllNCrONAL YÀMBITOS DE ACTllACrON DE LA ENToNAcroN 21 (14) Vamos a cmner jJollos (15) Vamos, a comel~ jJollos (16) Vamos, a coml!r jJollos (17) Vamos a comer, jJollos De este modo, la estructura prosodica caracteristica de las oraciones enunciativas compuestas por dos o mas grupos fonicos suele constar de dos partes: una rama tensiva (o protasis) y una rama distensiva (o apodosis). La primera estimula y reclama la atencion, la segunda completa el pensamiento respondiendo al interés suscitado. Si la estructura enunciativa se complica por resultar muy extensa y hacer necesarias una o mas escisiones interiores, la entonacion actua entonces como mecanismo delimitativo inmediato. Esto ocurre, por ejemplo, en las series enumerativas. Quilis (1993) establece al respecto varios subtipos: l. Enumeracion cuyo ultimo grupo fonico va precedido de la cOl~uncion y: (18) El jJerro, el gato y los nÌ1ìos La linea tonaI del penultimo grupo fonico asciende (anticadencia t o semianticadencia/); la del ultimo grupo fonico termina en cadencia (t). Los demas terminan en semicadencia (\). 2. Enumeracion cuyo ultimo grupo fonico no va precedido por la conjuncion y: (19) Los caballos negros, Juertes, nelìJiosos Todos los grupos fonicos terminan en semicadencia (\) salvo el ultimo, en cadencia (t). 3. La serie de grupos fonicos enumerativos preceden al verbo: 22 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOU\: \1EJOS Y NUEVOS ENFOQUES (20) Los manzanos, los jJerales, y los ciruelos, estan en flor El penùltimo grupo termina en anticaclencia o semianticaclencia, vaya o no prececliclo cle conjunci6n; el ùltimo en caclencia. Los clemas en semicaclencia. 4. El segunclo grupo f6nico es un componente suborclinaclo: complemento circunstancial, oraci6n vocativa, oraci6n explicativa, etc. (21) El emjxradorji-ancés, muyernocionado, besaba su bandera El primer grupo f6nico termina en suspensi6n (--7), el segunclo en anticaclencia o semianticaclencia, y el ùltimo en caclencia. 5. El primero o los clos primeros grupos f6nicos son complementos circunstanciales (estructura equivalente, pros6clicamente, a 4.): (22) En las noches con luna, j)or las rnajadas delotero, carnina el ganado Estas son, sin embargo, estructuras icleales no siempre efectivas. Como ya aclvirtiera Gili Gaya (1978: 62), no pueclen formularse reglas que cleterminen a priori por cl6ncle se clivicliran las oraciones, si su extensi6n exige que se repartan en clos o mas uniclacles. Una cosa es la clivisi6n posible y otra la que efectivamente se procluce, que clepencle cle la extensi6n clel elemento sintactico separaclo, cle su posici6n en el c01~unto oracional y cle mùltiples factores 16gicos y estéticos que lleven a subrayar su importancia entre los clemas componentes cle la oraci6n. Por otra laclo, los grupos f6nicos suelen ser mas cortos en la conversaci6n orclinaria que en el cliscurso o la composici6n escritos. Otra situaci6n con similar explicaci6n serfa, por ejemplo, la clel realce pros6clico cle ciertos elementos clel enunciaclo (focalizaciones acentuales, topicalizaciones a la izquiercla o a la clerecha, etc.), fen6menos toclos ellos clerivaclos cle la intenci6n clel hablante en una situaci6n clacla, y no necesariamente previstos por la gramatica entonativa. En cualquier caso, el analisis cle este tipo cle comportamientos cle la entonaci6n a niveI sintagmatico escapa a una sistematizaci6n objetivable tan clirecta como los usos simb61icos anteriormente mencionaclos (aclscritos a las funciones dernarcativa e integradora). Deberfamos tomarlos en concleraci6n, sin clucla, pero orVERSIDAD FUNCIONAL Y AMBITOS DE ACTUACION DE LA ENTONACION 23 no en el ambito de la Entonaci6n Lingùfstica, sino en el campo de la Entonaci6n Expresiva, como se vera en §3.2. 3.1.2. En elIanto al niveI de analisis PARADIGMATICO, es decir, en cuanto al analisis opositivo de las unidades entonativas, por ausencia de una respecto de otra u otras (una entonaci6n aseverativa frente a otra interrogativa, o imperativa, por ejemplo), debemos diferenciar dos actuaciones. Una atribuida a la funci6n distintiva de la entonaci6n, en cuyo caso esta actua restringidamente: afecta a unidades enunciativas mfnimas, es decir, a «oraciones» aisladas. En este ambito, los estudios tradicionales oponen unos enunciados a otros por su significado objetivo. En nuestra opini6n esta funci6n distintiva se entiende mejor como Funci6n Modal Primaria, aglutinadora de las funciones comunicativas basicas del contorno mel6dico. Permite, pues, la distinci6n de sus valores entonativo-modales objetivos y estables (sistematizables) , a saber, los de la aseveraci6n, interrogaci6n y volici6n. Hay ademas en este niveI paradigmatico una funci6n expresiva asociada a la emotividad del hablante. La entonaci6n afecta también en este caso a unidades enunciativas mfnimas: opone unos enunciados a otros de acuerdo con su valor expresivo-emotivo, por lo que puede hablarse de una Funci6n Modal Secundaria. Incluimos entre sus valores: a) la entonaci6n que altera expTesivamente ciertos contornos mel6dicos basicos: interrogaci6n de cortesia, mandato atenuado, etc. b) la entonaci6n exclamativa, con sus multiples matices: alegrfa, c6lera, sorpresa, tIisteza, etc. c) actuaciones pros6dicas vinculadas a situaciones comunicativas especfficas, interpretables desde esas mismas situaciones comunicativas y con distintos grados de convencionalizaci6n seglin el tipo de actuaci6n (por ejemplo, parece «mas convencional» la entonaci6n tfpica de los enunciados suspendidos que la entonaci6n «ir6nica»). En estos casos proponemos hablar de una Junci6n desambiguadora o especfficamente «pragmatica» de la entonaci6n. Resulta bastante razonable admitir, pues, que estas actuaciones pros6dicas vinculadas a la Funci6n Modal Secundaria (sea expresiva, sea pragmatica) no se prestan a un nivel de objetivizaci6n tan inmediato como la Funci6n Modal Primaria. No resulta facil, por ejemplo, establecer sus variantes formales o funcionales. 24 ASPECTOS DE LA ENTONACrON ESPANOLA: VJE.1OS Y NUEVOS ENFOQUES Seria conveniente, pues, afrontar su descripciém en un campo diferente del que hemos asignado a la Entonaci6n linguistica; nos referimos a la Fonoestilistica (véase § 3.2.) 3.1.2.1. Entonaci6n enunciativa Hablamos de afirmaci6n para designar las curvas mel6dicas con descenso final de la voz; cuanto mas categ6rica es la afirmaci6n mas pronunciado es e1 descenso, que se inicia en la ultima sflaba acentuada. Hay tendencia a destacar la palabra mas importante, y existe cierta elevaci6n del tono de su sflaba t6nica sobre las demas. Para Navarro Tomas (1944) el valor fono16gico de las unidades de la oraci6n afirmativa depende siempre de la modulaci6n final (tonema); la parte inicial y mediaI de la unidad son secundarias. En cualquier caso, la entonaci6n enunciativa es la mas neutra, ya que con-esponde siempre a oraciones disociadas de momentos expresivos o apelativos especiales. En generaI, la idea de asegurar lo que decimos en la enumeraci6n se une al descenso tonal fina1. Si la linea tonal no b<ya hasta e1 nive1 esperable, se plantea una duda, insinuaci6n, etc. y nos situamos entonces ante una variante «expresiva» o contextual de la aseveraci6n. De cualquier forma, en los grupos f6nicos o frases enunciativas extensos, ya que la enunciaci6n no tiene expresiones afectivas ni otras complicaciones, la linea tonaI tiende a transcurrir uniformemente, con un desnive1 inicial ascendente y ot:.ro descendente fina1. La expresi6n enunciativa (aseverativa), en suma, expresa un hecho, unjuicio, etc. mediante: a) un solo grupo f6nico: el tonema desciende (cadencia) independientemente del numero de sflabas (generalmente a partir de las ocho sflabas se suele realizar una pausa resultando entonces dos grupos f6nicos): (23) Llego Maria entoncesJ- b) dos grupos f6nicos: el primero termina en anticadencia; el segundo, en cadencia (24) Ouando arrancabarnosI Uego MadaJ- DIVERSIDAD FUNCIONAL Y AMBITOS DE ACTUACION DE LA ENTONACION 25 c) mas de dos grupos f6nicos; es el caso de las series enumerativas (véanse en § 3.1.1. las diversas estructuras posibles en la enumeraci6n) 3.1.2.2. Entonaci6n interrogativa En generaI, la unidad mel6dica interrogativa se divide en tres zonas: - inicial, con movimiento ascendente, con un punto de partida de la altura tonaI superior al de la entonaci6n enunciativa - cuerpo, que presenta generalmente un descenso - final, que puede ser ascendente, descendente o circunfleja. En la interrogaci6n la primera silaba acentuada desarrolla una elevaci6n de la altura media unos semitonos por encima de la enunciaci6n normal. La altura es tanto mayor cuanto mayor interés hay en la pregunta; por su parte, las silabas siguientes desarrollan generalmente descensos mel6dicos. En cuanto a las variantes interrogativas, se distinguen habitualmente dos formas principales: la interrogativa absoluta y la interrogativa pronominal. La pregunta absoluta exige una respuesta afirmativa o negativa. Su raz6n de ser radica en el deseo de saber por parte de la persona que la formula que alcanza a la totalidad de la frase (Canellada y Kuhlmann, 1987). Su estructura tipica presenta el siguiente esquema: - la primera silaba t6nica presenta +3/+4 semitonos de elevaci6n - en las silabas siguientes se produce un descenso a -7/-8 semitonos, hasta la ultima silaba fuerte o la precedente inmediata - el final es ascendente (+5/+6 semitonos) (25) Esquerna tipico de la entonaci6n interrogativa absoluta (Has escrito la carta a 10s Reyes Magos? La entonaci6n de la pregunta pronorninalse usa cuando desconocemos alglin dato concreto sobre el que interrogamos: la elevaci6n de 26 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS YNUEVOS ENFOQUES la voz al principio de la frase es menor que en la interrogacion absoIuta (+2/+3 semitonos, desde la primera silaba tonica por encima de la linea enunciativa). A continuacion se mantiene el nivel uniforme o se produce un ligero descenso de -1/-2 semitonos en el cuerpo del grupo, presentando una inflexion circunfleja la Ultima sflaba tonica, con una elevacion de +4 o +5 semitonos sobre el cuerpo de la misma frase y un descenso posterior a un tono normal o semigrave. La pregunta pronominal suele presentar como primera palabra tonica un pronombre o adverbio interrogativo que soporta el tono mas alto de la frase: (26) Esquerna tijJico de la entonaci6n intenogativa pronorninal 2Qué les has dicho a tus padres esta ma ila na? A estos tipos basicos se aì1ade uno mas, el de la interrogativa disyuntiva, caracterizada por la existencia de dos miembros unidos por la conjuncion o: (27) Esquema tipico de la entonaci6n interrogativa dùyuntiva 2Vie nes o te quedas? 3.1.2.3. Entonacion volitiva Se utiliza para expresar orden o mandato. Puede estar constituida por un solo grupo fonico o por varios, si se le aì1aden ciertas frases de cortesia como haga el favar; haz el favor, porfavor, etc. En este caso, los tonemas descienden, el penultimo en semicadencia, el ultimo en cadencia: (28) E'squerna tipico de la entonaci6n volitiva de cortesia ~ Dame el libro / ~ por favor DlVERSIDAD FUNCIONAL y A.MBITOS DE ACTUACION DE LA ENTONACION 27 Cuando la lfnea melodica expresa un deseo, refuerza los elementos morfologico-modales (imperativo, subjuntivo) de que dispone la lengua. Esta lfnea melodica volitiva es lmis imprecisa que la enunciativa o la interrogativa, pues suelen intervenir en gran medida elementos subjetivos; oscila entre el mandato y la suplica (con grados intermedios de invitacion, recomendacion, peticion, ruego ... ). En generaI, la entonacion de mandato manifiesta un mayor esfuerzo articulatorio que la suplica. Por lo demas, existen dos tipos fundamentales de entonacion volitiva, la de mandato y la de ruego, cada una de ellas con matices entonativos especfficos (Navarro Tomas, 1980). Asi, la entonacion de mandato tiende a coincidir con la forma exclamativa, es decir, presenta: - tono grave si la primera sflaba es atona - elevacion sobre la sflaba tonica de la palabra realzada - final descendente. Por lo demas, la palabra sobre la que se apoya el mandato se caracteriza por el hecho de que su sflaba tonica alcanza una altura superior a las demas. Hay ademas una ondulacion muy marcada entre sflabas fuertes y débiles. En la entonacion de ruego, a su vez, la voz se eleva sobre la ultima sflaba tonica igual que en la entonacion imperativa o de mandato. Después, a partir de esa misma sflaba (considerablemente prolongada en su duracion) se produce un marcado descenso, semejante al de la entonacion enunciativa. El acento de intensidad que corresponde a la sflaba de la palabra realzada es menos enfatico que en el mandato. 3.2. ENToNAcroN «EXPREsrVA» 3.2.1. Fonoestilistica Si volvemos ahora nuestra atencion sobre el ejemplo (12) iMe ha tocado la loterfa!, nos situaremos ante un estado animico de excitacion, alegria intensa, euforia. Fisiologicamente esta situacion se traduce en una expansion de la actividad muscular, amplios movimientos de brazo, variedad y cambio constante en los rasgos faciales, etc. El hablante se deja llevar, inconscientemente, por un estado psiqui- 28 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES co que, obviamente, afecta a su comportamiento fisio16gico-articulatorio en el momento de hablar; su actuaci6n pros6dica no es, pues, completamente arbitraria, sino mas bien motivada (al menos parcialmente). Estarfamos ante lo que se ha dado en llamar «entonaci6n expresiva», y su descripci6n se vincula a la llamada Fonoestilistica (Lésm, 1971; Uldall, 1960; Magdics, 1964; etc.). Esta no es una entonaci6n «linguIstica» en el sentido de sistema, esto es, en el sentido de configurar un numero limitado de elementos discretos relacionados entre sI, de oposiciones distintivas. Es decir, la prosodia actua aqui mas bien como vehfculo de transmisi6n del contenido emotivo del habla, tal como Lieberman y Michaels (1962) han tratado de demostrar, llegando a conclusiones importantes respecto de la contribuci6n de la Fo Y la amplitud en la transmisi6n de dicho contenido emotivo: a) la amplitud desempeùa una pequeùa pero significativa parte en el reconocimiento de las emociones b) no hay un unico correlato acustico para la expresi6n de emociones: el contenido fonético, los cambios destacados de Fo' la estructura de la Fo Y el ambito de amplitud del habla, en este orden, todos ellos contribuyen a su transmisi6n c) los diferentes modos emotivos no dependen en el mismo grado de los mismos parametros acusticos; diferentes hablantes pueden aplicar parametros acusticos también diferentes para transmitir un mismo contenido emotivo d) el grado de perturbaci6n de la Fo parece ser un correlato acustico fundamental de los valores emotivos, porque si las perturbaciones se difuminan aumenta la confusi6n entre contenidos. Algunos autores, no obstante, no renuncian al estudio sistematico de la prosodia expresiva. Asl, Léon (1971: 97) ha establecido la existencia de correlatos acusticos objetivables en el ambito pros6dico: - el registro del patr6n me16dico tiene un valor simb6lico directo: el registro alto representa sentimientos de timidez, ligereza, etc.; el registro bajo favorece los sentimientos de tristeza, gravedad, etc. - el desvio mayor o menor entre los puntos extremos del patr6n mel6dico manifiesta el grado del sentimiento expresado DIVERSlDAD FUNCIONAL YAMBITOS DE ACTUACION DE LA ENTONACION 29 - el contorno mismo del patr6n me16dico permite reconocer en ocasiones el sentimiento expresado; asimismo, la economia de la funci6n expresiva hace que una misma curva pueda desarrollar varias funciones - la intensidad f6nica del patr6n me16dico evoca directamente la intensidad del sentimiento expresado. La primera funci6n expresiva de la entonaci6n es, pues, la de seùalar la actitud del hablante hacia el mensaje que enuncia. En este sentido, como se ha advertido anteliormente, algunos valores entonativos adscritos a la funci6n Modal Primaria desarrollan matices subjetivos o contextuales determinados bien por la intenci6n especffica del hablante, bien por la propia situaci6n comunicativa. Por ejemplo, un enunciado aseverativo como Mariana sabré los resultados de la analitica deberia ser asumido, funcionalmente hablando, desde una perspectiva objetiva si efectivamente representa una mera COllStataci6n por parte del hablante; sin embargo, si interviene de algùn modo la actitud de este (por ejemplo, si este esta esperanzado en que los resultados no sean negativos y, en consecuencia, no deba someterse a una operaci6n de higado, o si, por el contrario, se muestra pesimista en relaci6n a la bonanza de los mismos y practicamente se resigna de antemano a pasar por el quir6fano), las entonaciones peculiares con que seria articulado el enunciado previo deberan ser adscritas, en cada caso, a una perspectiva subjetiva que identificamos con la funci6n Modal Secunda:ria, alternativa funcional que desarrolla contornos especfficos capaces de constituir sistema. Se trata, pues, de indentificar este sistema modal-secundario para que sus contornos puedan ser incluidos en el niveI o componente léxico de la gramatica y se confirmen asi las funciones sintacticas de dernarcaci6n e integraci6n también a nivel subjetivo. Desgraciadamente, si el asunto es harto complicado en el plano de la Funci6n Modal Primaria, los problemas se agudizan exponencialmente desde una perspectiva fonoestilfstica. Desde luego, esta es, hoy por hoy, una tarea pendiente en los estudios entonativos sobre el espaùol, si bien existe alguna referencia a sus variantes fonoestilfsticas o expresivas. Comentemos algunas de ellas. 3.2.1.1. Variantes entonativas expresivas la Navarro Tomas (1944) incluia entre las variantes expresivas de la aseveraci6n categorica (delimitada ENTONACION ENUNCIATIVA, 30 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES por un tonema descendente muy marcado, de ultracadencia) , la dubitativa (rematada por un tonema de cadencia-sernicadencia) o la insinuativa (que suele acabar con una breve inflexion ascendente en sernianticadencia). Por lo que respecta a las variantes expresivas en la ENToNAcroN INTER1WGATNA, Navarro Tomas describe varios casos: en realidad, este es el patron que mas variedad presenta en espanol. Asi, en la pTegunta TestTictiva la intencion interrogativa recae principalmente sobre alguno de los elementos que componen la frase. Existe una inflexion circunfleja sobre el vocablo objeto de la interrogacion, y un movimiento descendente del cuerpo del grupo que arranca desde un punto de partida alto. Existe también una pTegunta aseverativa, en cuyo caso la interrogacion se inclina hacia una aseveracion; se produce entonces un descenso de la voz en la terminacion de la frase, y el cuerpo melodico presenta en generaI una altura inicial superior al nivel normal de la entonacion aseverativa. La parte final acaba en semicadencia o cadencia. Otras veces el hablante insiste sobre lo que se acaba de 011' o de decir. En este caso estamos ante la pTegunta Teiterativa. En ella se mantiene la entonacion en un nivel mas alto de lo normal, sobre todo en lo que atane a la altura de las sflabas acentuadas. El movimiento de la voz termina con inflexion aguda. Las sflabas acentuadas por su parte muestran cierta progresion ascendente. Por lo demas, el cuerpo del grupo en la pregunta reiterativa no desciende, sino que se mantiene en un niveI relativamente alto. Por su parte, la llamada pTegunta exclarnativa, manifiesta diversas formas melodicas, segun el cadcter y proporcion de los elementos de orden logico y emocional combinados. La falta de certidumbre respecto del hecho de que se habla distingue la pTegunta exclarnativa de la mera exclarnaci6n. En generaI, en estas variantes se amplifican notablemente las proporciones habituales de las formas interrogativas no marcadas; aSI, son mas agudos o mas graves los tonos e intervalos que normalmente corresponden a los diversos tipos de interrogativas (absoluta, relativa, restrictiva, aseverativa, pronominal, reiterativa). La pregunta exclamativa hace descender el niveI de su linea melodica y refuerza la tension articulatoria de los sonidos, retardando la pronunciacion cuando la exclamacion corresponde a una emocion honda y refrenada. En ocasiones, en fin, se articula elllamado paTéntesis interrogativo: una pregunta dentro de una oracion enunciativa. El paréntè- DIVERSIDAD FUNCIONAL y AMBITOS DE ACTUACION DE LA ENTONACION 31 sis interrogativo se produce con un tono relativamente alto y la linea musical resulta mas elevada que la del constituyente melodico principal. Por lo que respecta a los esquemas entonativos que alteran expresiva o intencionalmente los patrones basicos de la ENTONACION VOLITIVA (es decir, el de mandato y el de rIlego), también aqui es posible destacar algunas variantes. Asi, ademas del mandato regular podemos hablar de un mandato refrenado, con elevacion de la tension articulatoria de los sonidos, que se apoya enla pronunciacion de las consonantes. Las caracterfsticas de su curva son las de una entonacion elevada y sostenida sobre el niveI medio desde la ptimera sflaba tonica; sobre la ùltima sflaba hay una nueva elevacion que alcanza hasta +7 semitonos sobre elnivel normal. Después, sobre la ùltima sflaba tonica, si es la final, o sobre la inacentuada siguiente, baja el tono a unnivel grave. Navarro Tomas (1944) habla también de un imperativo inverso, esto es, un mandato sin energia dinamica. El valor literal de lo que se dice expresa lo contrario de lo que se desea. El tono se eleva sobre el nivel normal en la primera sflaba tonica y desciende gradualmente hasta el final de la frase (una octava aproximadamente) . En el caso de la recomendacion se produce la elevacion del tono +2/ +3 semitonos sobre el niveI normal, con retardamiento de la velocidad elocutiva. Se refuerza la claridad articulatoria y aumenta el nùmero y duracion de las pausas. El tono sube sobre la ùltima sflaba tonica para descender inmediatamente después. Si se trata de una recomendacion reforzada de tono con giros entonativos amplios y reposados, estamos ante una nueva variante, la exhortacion. Su inicio presenta un tono grave y existe una elevacion graduaI posterior. El final presenta modulacion circunfleja. Los rasgos de la suplica son semejantes a los del ruego, aunque hay una diferencia en el tono subjetivo de humildad y sumision. Al final de cada grupo aumenta la duracion de la ùltima sflaba acentuada y se alarga la sflaba atona posterior a la tonica. En la peticion, en fin, se acorta el descenso de la cadencia final y se elevan las sflabas tonicas de las primeras sflabas. 3.2.1.2. Entonacion exclamativa A ptiori, un enunciado exclamativo no posee exigencias gramaticales especfficas que lo distingan de otros: cualquier oracion pue- 32 ASPECTOS DE LA ENToNACrON ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES de ser exclamativa. Ahora bien, la oraci6n exclamativa presenta con frecuencia pronombres o adverbios exclamativos al inicio de la oraci6n, articulados con fuerte acento de intensidad. En este sentido, todas las expresiones exclamativas tienen en comùn el hecho de que implican la expresi6n de un grado elevado, sea del orden de la cualidad, sea del orden de la cantidad. Asi, entre los tipos principales de exclamativas destacan, segùn Gonzalez Calvo (1986-87): - estructuras exclarnativas introducidas por elernentos exclarnativos: carecen de indicadores de grado superlativo (rnuy, rnuchisirno) , pero poseen indicadores sintacticos que aparecen también en contextos no exclamativos: qué, cuanto, c6rno, etc. - estructuras exclarnativas sin proposici6n subordinada: en los perfodos comparativos y en los consecutivos de intensidad, la diusula comparativa o consecutiva puede omitirse, permaneciendo la principal con el elemento correlativo intensivo (rnas, rnenos, tan, tanto, tal, cada, un, de), l'esultando de elIo una curva de entonaci6n especial; se trata, pues, de una estructura exclamativa configurada por el contexto y la entonaci6n: (29) jTe he echado tanto de menos... ! Si falta el elemento intensivo es menos frecuente la formaci6n de exclamativas «truncadas». Si se trata de frases hechas el problema es menor: (30) jHoy las ciencias adelantan. .. ! - estructuras exclarnativas sin constituyente pnncipal; un elemento oracional puede quedar ponderado superlativamente por el contexto y la entonaci6n, y no se necesita el resto de la frase. Esto ocurre por ejemplo en las oraciones exclamativas reflejas, donde la oraci6n se apoya en las palabras oidas, como un eco: (31) A: Me han tomdo dos mil euros en las quinielas B: jDos mil euros! jEnhombuena! También se observa esta estructura entonativa en algunas locuciones enfaticas e interjecciones como caray, oh, ah, hay que ver, no veas, desde luego, rnadre rnia, bendito sea Dios, etc., que pueden funcionar independientemente con valor de oraciones exclamati- DIVERSIDAD FUNCrONAL Y ÀMBITOS DE ACTUACrON DE LA ENTONACrON 33 vas; una palabra, incluso, o una forma simple pueden igualmente funcionar como oraciones exclamativas. - estructuras exclamativas indirectas; suelen confundirse con las interrogativas indirectas. Las exclamativas indirectas no expresan incertidumbre, sino que son estructuras factivas. Tienen necesariamente un valor extremo, positivo o negativo. Su interpretaci6n como interrogativas o exclamativas depende del contexto en que ocurran: (32) iNo sé quién ha sido el estùpido que ha llamado por teléfono! - preguntas retoricas can irnplicatura exclamativa; no requieren respuesta, porque la actitud del hablante no es la de pedir informaci6n. Son formalmente preguntas, pero no hay en ellas intenci6n de preguntar: (33) ~Has visto qué tirados de precio estan los zajJatos en esa tienda? Por lo demas, la configuraci6n mel6dica de la exclamaci6n responde a tres esquemas fundamentales (Navarro Tomas, 1944): - EXcLAMAcroN DESCENDENTE, con dos diferentes grados de amplitud: a) exclamaci6n menar, que sirve para expresar conmiseraci6n, compasi6n, decepci6n, disgusto, reproche, admiraci6n o sorpresa moderadas, etc.; entonativamente suele desarrollarse un descenso de una octava desde el primer acento hasta el fin de la frase. b) los estados emocionales intensos, se manifiestan con una notable amplitud en los movimientos de la exclamaci6n: tono mas agudo al principio de la expresi6n y mas grave al final; es el caso de la expresi6n de amenaza, ponderaci6n, admiraci6n, etc. - EXCLAMACrON ASCENDENTE, que se utiliza para indicar extraiieza o sorpresa; por ejemplo, con intenci6n de réplica, o como rectificaci6n (o protesta) hacia una intervenci6n ajena. Se observa en ella una elevaci6n de la voz suave y graduaI partiendo del tono semigrave sobre la silaba inicial, hasta un niveI semiagudo en el ultimo acento. La ultima silaba t6nica presenta un breve descenso y a continuaci6n se produce una nueva elevaci6n sobre la misma silaba o la siguiente. También se da esta estructura pros6dica en oraciones exclamativas de sentido ponderativo con for- 34 ASPECTOS DE LA ENTONACIÒN ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES ma gramatical incompleta. La terminacion de la frase es simplemente ascendente, sin movimiento de descenso-ascenso. - EXCLAMACIÒN ONDULADA. Se produce en situaciones de estados de animo fuertemente mediatizados por la alegria o el dolo l', el entusiasmo, la desesperacion, la admiracion, la devocion, etc. En generaI su tempo es lento. 3.2.2. Fonopmgmatica Los problemas de base en la identificacion de los ambitos de estudio de la prosodia expresiva no se agotan con lo comentado hasta aquf. Asi, en una frase como (34) Si te quieres veniry eso~ (como cabe interpretar su entonacion final suspendida, es decir, su caracter formaI incompleto? En realidad, (34) representa una sugerencia, expresada a través de un esquema prosodico apocopado; el hablante no ha recurrido a una forma melodica interrogativa como "(quieres venir?», sino que (34) constituye mas bien una forma «cortés», menos exigente con la reaccion del oyente, que podra responder directamente si o no, o bien dar una respuesta evasiva, indirecta, sugeridora, etc. El valor de atenuacion de la construccion prosodica l'esulta aqui bastante claro, y dicho valor esta fuertemente andado en el contexto linguistico y extralingLiistico (es decil~ la situacion comunicativa). Estamos ante una funcion daramente «desambiguadora» de la entonacion: usarla asi y en ese contexto ofrece al hablante la via mas l'elevante para llegar a su meta pragmatica, seI' solidmio con el oyente, o en un sentido mas generaI, manifestar cortesia. Algunos investigadores han propuesto desarrollar una disciplina especializada en la descripcion de las funciones entonativas relacionadas con este tipo de valores, visibles también en otros ambitos del componente fonico de las lenguas (el segmental y el paralinguistico, al menos); esta disciplina ha recibido la denominacion «provisional» de fonopmgmatica (Rittaud-Huttinet, 1995); no obstante, en el ambito hispanico es una incognita la capacidad de esta disciplina para desarrollar estudios ad hoc. Seria, pues, conveniente avanzar en su desarrollo (véase en todo caso el interesante trab~o de AIvarez y Blondet, 2003). 4. ENTONACION Y PARALENGUAJE. ENTONACION Y GESTO Alguna cuestion mas relativa a los problemas de ubicacion de los fenomenos prosodicos: ~como debe entenderse por ejemplo el empIeo de un silbido ascendente-descendente para indicar admiracion (hacia una mlBer hermosa, pongamos por caso)? ~Es algo que tenga que ver con la prosodia (ascenso tonal/ descenso tonaI) o no? ~Donde debemos situar este tipo de fenomenos «fonicos»? Antes de responder a estas cuestiones debemos reconocer que la comprension de un mensaje oral no solo se deriva de rasgos lingu~sticos verbales (segmentales o suprasegmentales) codificadoso Unicamente alcanzamos a entender el sentido completo de una emision si tenemos en cuenta tanto los elementos pamling;iiisticos, es decir, sonidos que se manifiestan en el mensaje, pero que no obedecen a codigos verbales establecidos, como el componente hinésico, constituido por todos los gestos que el hablante emplea en la comunicacion con valor intencional. Para seI' mas exactos, los msgos pamling;idsticos constituyen variaciones fonicas no segmentales distintas de las que producen el tono, la intensidad o la velocidad de habla; su produccion se sirve de mecanismos fisiologicos en las cavidades oral, nasal y faringea. Son rasgos discontinuos y poco frecuentes en el habla y no muestran contrastes funcionales y formales tan nftidos como los rasgos prosodicos. A este ùltimo grupo de rasgos correspondelia, precisamente, el silbido ascendente-descendente que lanzabamos lfneas mas arriba a nuestra hipotética «mlBer hermosa». Detengamonos, pues, en el comentario de los fenomenos del paralenguéUe. Como se ha indicado, los elementbs usados en el paralenguaje comprenden tanto sonidos linguisticos como no lingùisticos, y ambos pueden subdividirse en recursos segmentales y suprasegmentales. Manifestaciones linguisticas sonoras del paralenguaje serian p.e., la nasalizacion, la palatalizacion, la laligalizacion, la faringalizacion, la labializacion, etc., producidas todas ellas aislada o colaborativamente a fin de suscitar efectos comunicativos especificos. 36 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIE]OS Y NUEVOS ENFOQUES Por su parte, los sonidos segmentales no linguisticos tienen que ver con cualidades de la voz superpuestas a los actos de habla. Pero no existen demasiadas descripciones fonéticas precisas sobre tales fenomenos, lo que contribuye a aumentar las dificultades para deslindar lo linguistico-suprasegmental y lo linguisticoparalinguistico (Lyons, 1980:61). Mas precisos y completos resultan los trabajos de Cristal y Quirk (1964), Cristal (1969) o Cruttenden (1990). El interés de tales propuestas radica en su proposito sistematizador respecto del paralenguaje. Cristal y Quirk (1964) comentan criticamente ciertos defectos metodologicos de algunos trabajos tradicionales (como los de Russell, 1931; Pike, 1945; Trager, 1949; Catfard, 1964; etc.): a) el grado de detalle en sus procedimientos analiticos es muy escaso y no admiten una base estadistica razonable para alcanzar afirmaciones descriptivas. b) la transcripcion estrecha que emplean es, tipograficamente hablando, demasiado compleja para leerla y analizarla, ya que aiiade muchos datos irrelevantes. c) hay escaso orden expositivo e insuficiente ejemplificacion en la presentacion de los fenomenos observados. d) el material usado no proporciona una base solida para la generalizacion linguistica, parque refleja por lo comun una situacion comunicativa muy concreta (p.e., la relacion doctor-paciente). e) hay muchas diferencias en el método y la terminologia. f) la terminologia de la descripcion no se fundamenta suficientemente en datos objetivos, acusticos o articulatorios. La propuesta de Cristal y Quirk (1964) es ampliada y precisada por Crystal (1969), trabajo en el que la organizacion de los rasgos prosodicos y paralinguisticos obedece a una linea graduaI continua: en el extremo mas linguistico se situan los rasgos prosodicos del enunciado, describibles en funcion de sistemas cerrados de contrastes, integrados parcialmente con otros aspectos de la estructura linguistica (como la gramatica) y muy frecuentes en el habla, como es el caso del acento, la entonacion, etc. (Crystal, 1969: 129). En el otro extremo, el menos linguistico, se situarian los rasgos paralinguisticos, menos integrables con la estructura lingUistica y menos frecuentes; configuran caracteristicas articulatorias ENTONACION Y PARALENGUAJE. ENTONACION Y GESTO 37 menos comunes, y se confunden frecuentemente con otros rasgos no segmentales. Cruttenden (1990), en fin, l'esalta el hecho de que tanto lo prosodico como lo paralingiifstico hacen referencia a efectos vocales que conlIevan significado. Sin embargo, ciertos efectos paralingiifsticos, a diferencia de los prosodicos, interrumpen la cadena. Configuran las denominadas vocalizaciones, que pueden constar de un unico fonema o de una secuencia [S] (= calIate), o en fr. [bz] (= «irritacion,,); o secuencias que incluyen elementos fonéticamente marginales como [p0] «desprecio", [pst] (para lIamar la atencion), etc. Asimismo, en muchas lenguas africanas existen los lIamados ideofonos, proximos a las vocalizaciones, pero que no son mas que onomatopeyas. También debemos incluir aquf los modismos entonativos, vocalizaciones que cuentan con movimiento tonaI. En unos casos se asocian a elementos léxicos, y en otros a secuencias de sonidos no léxicos (silbidos, tos ... ). Las funciones de tales elementos suelen depender en gran medida de la situacion de uso. Para la lengua espaùola se ha defendido también la participacion efectiva de determinados rasgos paralingùfsticos, si bien no desde una linea de investigacion autoctona, sino a partir de la tTadicion norteamericana (Trager, 1949). En este sentido, debemos l'esaltar el trabajo de Stockwell et al. (1956) donde se distingue entre las calificaciones vocales (que forman parejas opositivas del tipo sobrefuerzasobresuavidad; sobrealto-sobrebajo, etc.), los diferenciadores vocales (que no forman parejas opositivas, p.e. el grito, la nasalidad, etc.) y los identificadores vocales (p.e., la seùal de pregunta que a menudo aparece después de algunas afirmaciones parece pertenecer seglin estos autol'es a esta clase de fenomenos paralingiifsticos: i, eh? [é f] ). En cualquier caso, no se puede decir que, tradicionalmente, estos fenomenos hayan sido investigados en el ambito hispanico. No obstante esto, existe en los ultimos aùos la inquietud generalizada de proceder con urgencia a su estudio. Muestra de esta inquietud creciente son estudios tan solidos como el de AlonsoCortés Fradejas (2000) y, especialmente, el de Poyatos (1994), donde se incluye ya una exhaustiva descripcion de los fenomenos paralingiifsticos en espaùoI. Este autor, pues, estructura los fenomenos paralingiifsticos en tres grandes grupos: a) cualidades prima'rias de la voz; esto es, caracterfsticas vocales que nos diferencian como individuos: timbre, resonancia, intensidad, tempo, duracion silabica y ritmo. 38 ASPECTOS DE U\ ENTONACION ESP;u'\JOLA: VIEJOS YNUEVOS ENFOQUES b) calificadores O tipos de voz. Estan sometidos a diversos controladores de orden fisio16gico-muscular: control respiratorio, larlngeo, esofagico, faringeo, velofarlngeo, lingual, labial, mandibular, articulatorio, de tensi6n articulatoria y control objetual (alimentos, masticatorios, etc.). Cada uno de estos controladores ocasiona diversos tipos de voz. c) diferenciadores vocales o reacciones fisio16gico-emotivas, donde se integran efectos vocales tan diversos como la risa, elllan.to, el grito, el suspiro, el jadeo, el bostezo, la tos, el carraspeo, la acci6n de escupir, el eructo, el hipo, el estornudo. A elIo se aiiaden otros tantos efectos paralinguisticos de Indole segmental que Poyatos (1994: 143-184) denomina alternantes; su funci6n oscila entre la expresi6n de emociones y sentimientos voluntaria o involuntariamente (p.e., exhalaci6n nasal de impaciencia), la expresi6n de ideas que podrfan expresarse linguIsticamente (glu-glu-glu= gorgoteo), la referencia a cualidades personales (sonido fuertemente glotalizado con labios cerrados para denotar valor o voluntad férrea), la referencia a actividades (jFfffp!= rapidez), etc. Otro aspecto, en fin, que debemos considerar vinculado a los fen6menos pros6dicos es el componente gestual dellenguaje, ya que como dice Bloomfield (1933: 114): we use 1'eatures 01' pitch very largely in the manner 01' gestures, as when we talk harshly, sneeringly, petulantIy, caressingly, cheerfully, ancl so ono In English ... pitch is the acoustic 1'eature where gesturelike variations, non-distinctive but socially effective, border most dosely upon genuine linguistic distinctions. En todo caso, cabe distinguir dos tipos de gestos: los externos y los internos (determinados por las cuerdas vocales). Los primeros son ejercitados por diversas partes del cuerpo. Los segundos nos permiten hablar de la entonaci6n como gesto articulatorio y deducir que el movimiento me16dico de la frase representa un signo linguIstico motivado (Léon y Martin, 1970: 73). ASI pues, las fluctuaciones tonales parecen relacionarse con los movimientos corporales, concurrentes con nuestros estados emotivos y sentimientos. Del mismo modo que la entonaci6n es determinante en el establecimiento de ciertas distinciones gramaticales, algo parecido ocurre con el gesto: un cambio de postura ENTONAcrON Y PARALENGUAJE. ENTONACrON Y GESTO 39 puede funcionar como seùal de cambio de topico, o incluso como signo eYÌdente de que el discurso ha terminado. Bolinger (1983a: 157) defiende, en este sentido, que la corriente de habla o del gesto estan coordinados. Analogamente, en OtTO trabajo (Bolinger, 1983b: 104), como ejemplo de esta conexion entonativo-gestual, aduce que, en ocasiones, la sonrisa puede explicarse como efecto evolutivo del tono alto, a modo de signo de «incapacidad»: el tono alto se relaciona con el tamaùo pequeùo de los niùos y la indefension de los animales, que utilizarian tal recurso para solicitar proteccion. Efectivamente, el efecto acustico de la sonrisa YÌene dado por un ascenso del segundo formante de los sonidos pronunciados, particularmente de las vocales, de modo que el hablante sonriente imitaria el registro alto de la voz del niùo mostrando asi una actitud no agresiva (Bolinger, 1983b: 104). O'Hala (1983) relaciona esta misma idea con un codigo de frecuencia generaI de comportamiento de los animales, segun el cual las vocalizaciones que constan de frecuencias altas implican la pequeùez aparente del que habla y por extension, su actitud no amenazante, sumisa, mientras que las vocalizaciones de baja frecuencia expresan gran tamaùo aparente y amenaza, dominacion, autoconfianza. También para Cruttenden (1990: 169-170) las relaciones entre entonacion y gesto son estrechas. Los tonos se relacionan en muchos casos con los gestos, p.e., el moYÌmiento de cabeza: exige mucha practica ser capaz de articular melodias ascendentes con la cabeza hacia abajo o a la inversa. Otras correlaciones gestuales de melodias ascendentes: cejas levantadas, cabeza inclinada hacia adelante, levantamiento de hombros, contacto YÌsual prolongado, elevacion de mano y/o palmas, etc. Anteriormente Heese (1957) habia observado una correlacion estrecha entre la entonacion interrogativa y el gesto de la mano elevada, e inversamente, entre el descenso entonativo y el descenso de la mano. El énfasis se marca igualmente mediante un gesto amplio, la afirmacion brusca mediante un gesto brusco, la irritacion y la colera mediante gestos desordenados: melodia, acento y gesto configurarian, pues, un cOl~unto entremezclado comunicativamente relevante. Todos estos datos son, sin embargo, excesivamente generales y no demuestran irrefutablemente que entonacion y gesto fisico se relacionen de forma regular. Si parece demostrado, en cambio, que nuestros sentimientos y actitudes comparten ciertos moYÌmientos de nuestro cuerpo, incluidos los de la laringe, que se desenvuelven de modo que pueden afectar a la onda sonora resultante. 40 ASPECTOS DE LA. ENTONACrON ESPANOLA: V1EJOS Y NUEVOS ENFOQUES De manera especifica, el efecto de la interacci6n entre prosodia y gestos se ha estudiado escasamente en el ambito hispanico. No obstante, pueden apuntarse algunas notas interesantes: se suele considerar que hay correspondencias entre el movimiento de la mano y de la entonaci6n; la mano del hablante traza en el aire la linea me16dica del enunciado; en la expresi6n de la forma interrogativa, la mano se eleva, mientras que en la afirmativa desciende (Quilis, 1981:403-405). De forma mas particular, Torrego (1974), establece ciertas coincidencias entre el contorno tonaI y el gesto; a lo largo del enunciado el hablante realiza gestos que forman una «secuencia gestua!», caracterizada por la progresi6n en cada uno de los gestos integrantes, de modo que «ni se produce movimiento de retorno detras de cada gesto, ni aparecen alteraciones en la postura mantenida por el hablante en el curso de su ejecuci6n». El final de un enunciado viene marcado simultaneamente por el suprasegmento de entonaci6n y por el final de la secuencia gestual. Del mismo modo, los titubeos en el habla van acompaiiados por gestos de semejantes caracteristicas. 5. ENTONACIONYVARIACION LINGUISTICA El uso diferenciado de la entonaci6n permite establecer distinciones de indole variacionista, proporcionando informaci6n relacionada con el individuo (edad, sexo, temperamento, caracter, etc.), informaci6n sociolingiiistica (grupo al que pertenece el hablante, medio social, etc.) y/o informaci6n de caracter diat6pico (origen geografico). Ahora bien, aunque la existencia de la variaci6n entonativa parece un hecho inequivoco, es patente la escasez de informaci6n en torno a las variedades entonativas estilisticas o de registro, de clase social o de sexo (Cruttenden, 1990: 125 y ss.). 5.1. VARIACION DIATOPICA La mayoria de enton6logos coincide en admitir la existencia de variaciones mel6dicas en funci6n de la geografia. Representan un hecho evidente en cualquier lengua, desde el arabe popular a las lenguas eslavas, pasando por las lenguas indigenas amerindias o el chino. Puesto que nuestro trabajo afecta fundamentalmente a la lengua espaiiola hemos creido conveniente incluir una pequeiia reseiia alusiva al estado actual de los estudios entonativos hispanicos y su interés por la variaci6n diat6pica. Del mismo modo que podemos hablar de una dialectologia basada en los niveles fonético-segmental, morfosintactico o léxico-semantico, es posible mostrar una diferenciaci6n dialectal vincuIada al comportamiento de los rasgos suprasegmentales. En este sentido Quilis (1985) habla de una entonaci6n dialectal hispanica, terreno en el que se nos ofrece un aspecto de la entonaci6n no distintivo ni demarcativo, pero si arraigado en la tradici6n de cada zona dentro de una misma area lingiiistica. A ese conjunto de elementos de orden musical no utilizados con fines distintivos se le ha venido llamando tradicionalmente «tonillo o acento de cada comarca» (Alarcos, 1964: 160-161). Sin embargo, 42 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES tales diferencias entonativas, que algunos denominan «tonadas» (Nvarez Buylla, 1948-49) no se deben en ningùn caso a una estructura diferente del aparato fonador, sino que son consecuencia de una tradici6n pros6dica, a través de siglos en muchos casos. En generaI, la bibliografia alude a la notable diversidad dialectal del espaùol en el orden pros6dico (Kvavic, 1976); pero abundan las afirmaciones impresionistas sobre, por ejemplo, la cualidad grave del castellano comparada con la cualidad aguda de los dialectos hispanoamericanos. En todo caso, la visi6n que se ha venido dando sobre estos asuntos es mas bien superficial y subjetiva, si bien debemos destacar la existencia de alguna honrosa excepci6n como el trabajo de Revert (2001), donde se apuntan con bastante claridad d6nde deberian residir las bases de la descripci6n de la entonaci6n dialectal hispanica: La comparaci6n intedialectal puede mostrarse, creemos, como una fuente importante de caracterizaci6n entonativa de las variantes del espaùol (y de otras lenguas) en tanto que obliga (... ) a una formulaci6n previa (y una constante reformulaci6n) de sus principios entonativos generales (... ) Sin embargo, en dicha comparaci6n hay que tener en cuenta siempre qué es lo que se va a comparar. Es decir, si pensamos que cada dialecto puede conformar un sistema con subsistemas correspondientes a los distintos niveles socioculturales existentes dentro de la misma regi6n (... ), el analisis comparativo del habla de un lugar determinado (... ), entendida como el conjunto de todos los niveles de esa regi6n, debe realizarse comparando cada niveI particular de habla con el nivel correspondiente de otra variedad, y no el mismo conjunto de niveles de otro lugar (Revert, 2001:38). Por lo demas, en la colectividad hispanohablante los factores comunes por lo que respecta a los elementos suprasegmentales son mucho mas numerosos que las diferencias reales, teniendo en cuenta que la influencia de las lenguas indigenas de sustrato parece haber sido «demostrablemente nula» (Sosa, 1999: 256). 5.1.1. Dialectos de EsjJaiia Podemos incluir en este apartado todos los trabajos de Navarro Tomas, relacionados con la prosodia, no etiquetados por su autor como especfficamente dialectales, pero integrables en un marco dialectal, puesto que la variedad estudiada es la de Castilla, la regi6n centraI de la Peninsula Ibélica. Al margen de la densa obra de Navarro ENTONACIONYVARIACION LINGÙiSTICA 43 Tomas, en relaci6n con esta zona dialectal merecen seI' mencionados tTabajos corno los de A. Alonso y Henriquez Ureìì.a (1938) o Quilis (1975). Otras valiedades peninsulares de la entonaci6n espaìì.ola son: a) la entonaci6n extremeìì.a, desclita en el trabajo de Canellada (1941); en su estuclio la autora opone los moldes entonativos estandar propios del castellano centraI (oraci6n enunciativa, interrogativa absoluta, interrogativa relativa, interrogativa reiterativa, etc.) a los del extremeìì.o, dialecto cuya caracteristica fundamental es la interrogaci6n adrnimtiva, pronunciada con un aire de extraii.eza. b) el habla de HeIlin (Albacete), trabajo realizado por L6pez Jiménez (1977), para quien la caracteristica fundamental en esta zona, por lo que ataìì.e a la entonaci6n, es el alargamiento de la silaba final del grupo f6nico, principalmente en posici6n final absoluta, en las frases interrogativas. c) un trabajo m;:is reciente de Quilis, publicado en 1989, sobre la entonaci6n de Gran Canaria, se basa en el analisis de la entonaci6n en conversaciones entre estudiantes grancanarios; esta misma zona geografica ha sido estudiada también por Dorta (e.p.) y Dorta y Hernandez (e.p.). d) asimismo Sosa (1999: 209-216) describe algunas diferencias en la entonaci6n interrogativa absoluta entre hablantes de SeviIla, Barcelona, Pamplona y Madrid. e) mas recientemente, y desde una perspectiva comunicativa, Monroy Casas (2002) ha descrito el sistema entonativo del murciano hablado. 5.1.2. Dialectos arnericanos Los dialectos hispanoamericanos que tradicionalmente han recibido mayor atenci6n por lo que a la entonaci6n se refiere han sido, sin duda, los de México, Argentina y Chile; al margen de eIlos existen investigaciones referidas a paises de América CentraI como Honduras (Herranz, 1990), Nicaragua (Lacayo, 1962) o Panama (Graell Stanziola, 1973), y se han realizado también estudios mas recientes en torno a la entonaci6n en paises caribeìì.os como Cuba, Republica Dominicana (Bosch, 1984; Jiménez Sabater, 1984), Santo Domingo (Henriquez Ureìì.a, 1940) y Puerto Rico; otros trabajos en fin se dirigen a paises como Venezuela (Obreg6n Muìì.oz, 1975, 1981a y 1981b; Sosa, 1991 y 1999; ChelaFlores y Sosa, 1999 o Mora, 1998), Colombia (Montes, 1996) y 44 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPAl"JOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES otras naciones de la zona andina como Ecuador (Cordova, 1996), Peni (Caravedo, 1983 y 1996) YBolivia (Coello, 1996). Sobre la entonacion en Argentina, varios subdialectos han sido estudiados individualmente y comparados entre si. En cualquier caso, de los diversos trabajos relativos a la entonacion argentina destacan sobremanera dos amilisis que representan cierta sofisticacion metodologica: nos referimos a los estudios de Fontanella de Weinberg (1966) y (1971). En el primero compara la entonacion del espanol de Buenos Aires y Tucuman usando un mismo esquema descriptivo; su analisis, no obstante, puede calificarse de meramente auditivo. En su trabajo de 1971 analiza, en cambio, la entonacion de Cordoba (Argentina) partiendo del mismo marco teorico que en 1966, aunque esta vez postula cuatro niveles tonales contrastivos (/1/ bajo, /2/ medio, /3/ alto y /4/ extra-alto [énfasis]) en lugar de tres. Como se ha indicado, otro dialecto que ha recibido atencion prioritaria por lo que respecta al estudio de su curva melodica ha sido el rnexicano. De entre los diveros estudios realizados, es precisamente el de Kvavic (1975) el que ahonda de forma mas originaI en las peculiaridades de la curva melodica mexicana. Estudia las terminaciones interiores y finales de frase en el estilo conversacional, y representa un intento por hacer avanzar los estudios estancados en la entonacion leida, fUados desde el Manual de Navarro Tomas. Kvavic plantea asi la percepcion prosodica segiin una escala de intervalos rnusicales; y obtiene, a su parecer, un medio mas facil para categorizar las formas, si bien los términos musicales aplicados a las configuraciones melodicas (intervalos de tercera, cuarta, quinta... ) deben interpretarse como «aproximaciones» a intervalos musicales, y no como impresiones «literales» del sonido. El espanol de Chile también ha sido descrito entonativamente con cierto detalle. No hace demasiado tiempo Urrutia Cardenas (1988) ha presentado los esquemas entonativos chilenos mas usuales, valorando sus funciones distintiva, dernarcativa y expresiva. Entre sus conclusiones cabe resaltar que: a) la oposicion configurativa basica afecta a la oracion enunciativa y a la interrogativa, como manifestacion de la funcion distintiva, mediante las junturas descendente y ascendente. b) hay variadas infiexiones que presentan reiteradamente segmentos de entonacion circunfleja, con contrastes marcados entre los minimos y maximos de frecuencia fundamental. ENTONACION Y VARIACION LINGUiSTICA 45 c) el empleo del tempo varia en funci6n de las actitudes del hablante y la necesidad de delimitar el discurso. d) no hay correspondencia objetiva entre los niveles tonales y las variaciones de la curva de entonaci6n. El resto de dialectos hispanoamericanos cuenta con trabajos dispersos y parciales, si exceptuamos los que describen las entonaciones puertorriqueiia y cubana. Por lo que ataiie al espaiiol de PueTto Rico, el primer estudio destacable corrresponde a Navarro Tomas (1948), para quien en esta zona el tono medio de la elocuci6n se desarrolla sobre una linea media algo mas elevada que la que sirve de base al castellano ordinario. El descenso final de las oraciones declarativas no suele producir cadencias demasiado pronunciadas. Mas preciso en su descripci6n es Kvavic (1978), quien aiiade algunas matizaciones a las impresiones de Navarro Tomas: un semiascenso seguido de pausa seiiala el topico de la oraci6n, la entonacion C01npleja comunica grados de énfasìs, etc. En cuanto al espaiiol de Cuba, Garda River6n (1985) ha estudiado el espaiiol de La Habana, donde seiiala tres niveles tonales que originan patrones diversos. Garda River6n muestra desacuerdos con las apreciaciones generales de Navarro Tomas (l 948) : para ella no se observan en la variante cubana ni una abrupta elevaci6n del tono al comienzo de la frase interrogativa ni un mesurado descenso en el tono generaI del cuerpo de la frase. En cualquier caso, uno de los mayores méritos de la obra de Garda River6n es ofrecer un sistema funcional notablemente desarrollado respecto de la variante entonativa dialectal cubana,justificado situacional y pragmaticamente, lo que representa, sin duda un avance metodo16gico en la entonologia hispana (Garcfa River6n, 1996a, 1996b y 1998). Sobre ello volveremos en § 6.6.2. El trabajo de Revert (2001), en fin, nos permitira acceder a mayores detalles sobre la entonaci6n dialectal hispanoamel'icana. 5.2. VARIACION DIAFASICA En relaci6n a la variaci6n diafasica, debemos l'etomal' algunas ideas apuntadas previamente al estudial' el potencial estilistico de la entonaci6n (§ 3.2.1.). Asi, en generaI, los tonos de los gl'upos no finales de frase con 46 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES ascenso-bajo O descenso-ascenso son propios de un estilo formaI, mientras que en los estilos informales predomina el ascenso-alto. El tono sostenido-medio aparece con frecuencia en los discursos de los politicos; la conversaci6n, prototipo de estilo informaI, utiliza por su parte los tonos informales no finales. Del mismo modo, en esta modalidad oral parece ser mas corriente que en la lectura la presencia del foco contrastivo en cabecera de grupo (Cruttenden, 1990: 125 y ss.). De cualquier manera, las marcas pros6dicas que puedan determinar el reconocimiento de un registro como +/- formaI constituyen todavia un asunto pendiente de estudio en el marco de la entonologia hispanica. 5.3. VAIUACION DlASTAATICA Tampoco las relaciones entre lengua y estrato social han sido excesivamente tratadas en lo que ataiie a la entonaci6n, y no solo en relaci6n al espaiiol, sino tampoco en relaci6n a otras lenguas. Asi, en el caso del inglés Mc Gregor (1980) ha observado el frecuente uso del ascenso-alto en la variante del inglés australiano, especialmente entre los adolescentes. ~Es acaso un cambio entonativo surgido entre los j6venes? Es cierto, sin embargo, que en generaI se observan diferencias debidas al sexo: las mlBeres suelen hacer uso de una entonaci6n mas expresiva; la diferencia de Fo entre hombres y mtBeres l'esulta a menudo mas pronunciada de lo que cabria suponer solo a partir de condicionamientos fisio16gicos. Por lo demas, parece observarse que los trab~os referidos a este ambito (relaciones entre entonaci6n y variable «sexo») han incidido, bien en diferencias de sexo motivadas socioculturalmente, bien en diferencias determinadas fisio-bio16gicarnente. Desde el punto de vista de la variaci6n pros6dica en funci6n del sexo determinada por factores socioculturales, debemos l'esaltar el trabajo de McConnell-Ginet (1983). Sin llegar a conclusiones determinantes, revisa algunas de las opiniones mas extendidas en torno a la cuesti6n, e incluso introduce un avance de principios para fundamentar su particular perspectiva te6rica sobre las diferencias sexuales en la entonaci6n: a) las comunidades de habla asocian explicitamente determinados patrones entonativos con la voz de las mujeres. Estos patro- ENTONACION YVARIACION LlNGlrisTICA 47 nes funcionan como estereotipos culturales y pueden seI' usados para la imitaci6n burlesca de mlueres u hombres. Pero los patrones femeninos pueden ser también usados por los hombres para expresar su rechazo a canones socialmente impuestos de conductas sexuales apropiadas. b) ademas de los estereotipos abiertos hay ciertas caracterfsticas generales de la entonaci6n que se correlacionan con el sexo del hablante. Para presentarse a si mismo como femenino o masculino, un individuo puede modificar el registro de su curva mel6dica hacia extremos arquetipicos identificados con el habla de una mujer o de un hombre. c) el habito de mantener el tono y alterar la fuerza (amplitud) puede servir a la mujer para atraer o mantener la atenci6n del oyente. Las mujeres suelen optar por este recurso mas que los hombres debido en unos casos a su relativa falta de poder, y en otros a su frecuente contacto con niùos pequeùos no socializados todavfa que atienden solo a seùales verbales inmediatas. d) dado que la funci6n linguistica principal de la entonaci6n es adecuar los enunciados al discurso, las mujeres y los hombres pueden usar patrones diferentes para situaciones equivalentes porque sus estrategias comunicativas son diferentes. En cuanto a los condicionantes fisio-biol6gicos y su incidencia en la diversidad entonativa entre sexos, Bolinger (1989: 21-25) observa que los tonos altos estan asociados con 6rganos productores de sonido pequeùos; este es el caso de niùos y mujeres. Los hombres presentan en cambio un tono global mas bajo. Ahora bien, las diferencias biol6gicas son desarrolladas por ambos sexos mediante la exageraci6n de rasgos. Las mlueres realzan la cualidad femenina de su voz mediante el empIeo de registros mas elevados, aunque algunas pueden actuar de forma opuesta para l'esultar mas autoritarias. Los hombres en muchas sociedades adoptan un estilo masculino empleando por exceso el rango mas bajo de sus tonos. De cualquier forma, parece ser que la mayor variabilidad en la entonaci6n femenina se deliva de la noci6n generaI de dinamismo (Brend, 1975: 2 L1): la entonaci6n femenina tiende a seI' mas amplia en rango, a usar una mayor variedad de patrones, y a incluir un mayor nùmero de cambios en un tiempo dado, que la entonaci6n masculina. En este sentido, F6nagy (1969: 23) partiendo de la entonaci6n hùngara, ha observado que las preguntas 48 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES pronominales con un ascenso final son mas frecuentes en la pronunciacion de las mujeres; el ascenso final da a la oracion un matiz femenino y la melodia descendente se siente como mas masculina. Esta area de estudio constituye, en todo caso, un umbral que debe ser superado en el estado actual de los estudios prosodicos y, por supuesto, el ambito hispanico no constituye la excepcion (véanse sin embargo los trabajos de Quilis, 1989; Moreno, 1998 o Hidalgo, 2002). 6. MODELOS DE ANAusrs ENTONATlVO Y SU REPERCUSrON EN LA DESCRIPCrON DE LA ENTONACrON ESPANOLA Una vez establecidos los fundamentos de la entonaci6n lingùfstica stricto sensu, y delimitada su area de estudio o, cuando menos, configurados los perfiles de su ambito de acci6n, serfa conveniente presentar, siguiera a tftulo introductorio, los modelos descriptivos a gue la entonaci6n espaiiola ha estado vinculada desde gue se inici6 su descripci6n a principios del siglo xx. 6.1. MODELO DE ANALISIS POR CONFIGURACIONES (AC) Constituye un modelo de analisis genuinamente britanico, ya gue ahonda sus rafces en la tradici6n fonética inglesa, escuela donde se cuentan figuras tan relevantes como Jones (1918), Palmer (1922), Amstrong y Ward (1926), Schubiger (1958), O'Connor y Arnold (1961), Cristal (1969) o Halliday (1970). Como principio fundamental este método sostiene gue el contorno global de un grupo de entonaci6n posee una funci6n semantica especffica. En este sentido, el significado depende fundamentalmente de la elecci6n del tono principal del grupo, cuya interpretaci6n resulta finalmente matizada por otros elementos del grupo de entonaci6n. El grupo de entonaci6n consta de los siguientes elementos: nucleo, cola, cabeza, precabeza. El nucleo es el unico componente esencial del grupo de entonaci6n y coincide con el ultimo acento, el denominado acento nuclear. Sobre este acento tiene lugar el tono nuclear, es decir, el tratamiento entonativo gue el hablante aplica al nucleo del grupo: se realiza a partir de la ultima sflaba acentuada y puede extenderse a las sflabas atonas siguientes (si las hay). Los tonos nucleares pueden ser simples o complejos. Los primeros son unidireccionales, el movimiento de la entonaci6n no cambia (descenso, ascenso, suspensi6n): 50 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA.: VIEJOS YNUEVOS ENFOQUES FIGURA l DESCENSO ASCENSO SUSPENSION Los tonos complejos pueden ser bidireccionales, es decir, puede haber un cambio de direccion de la entonacion: descensoascenso yascenso-descenso (algunos autores aùaden el ascensodescenso-ascenso y el descenso-ascenso-descenso): FIGURA 2 Descenso-Ascenso Ascenso-Descenso N Descenso-AscensoDescenso Ascenso-DescensoAscenso La cola coincide con las suabas atonas que, en su caso, aparecen a continuacion de la suaba nuclear. Normalmente, en el transcurso de la cola se mantiene el movimiento tonaI iniciado en el nucleo, a no ser que se trate de un tono complejo (vid. supra). Asi, en el caso de los tonos descendentes el ascenso puede desarrollar el movimiento sobre la suaba nuclear misma o a lo largo de las suabas que constituyen la cola, permaneciendo entonces estatica la suaba nuclear en el punto de arranque del ascenso. En el caso de los clescensos tonales, la bajada puede producirse sobre la suaba nuclear o en forma cle desnivel desde esta suaba hasta las suabas constitutivas de la cola. La cabeza se extiende desde la primera silaba tonica hasta la silaba que precede inmediatamente al nucleo. Los acentos presentes en la cabeza del grupo se denominan en el modelo acentos ìVlODELOS DE ANALISIS ENTONATIVO Y SU REPERCUSION 51 jJrenucleares. En generaI, la mayorfa de seguidores de este modelo admiten la posibilidad de que el primel' acento pl'enucleal' inicie un movimiento entonativo que se extienda hasta la sflaba nuclear; dicho tono puede sel' alto, bajo, estatico o dinamico: FIGURA 3 • • • Cabeza estatica alta • Cabeza estatica baja FIGURA 4 Cabeza dinamica Ascendente Cabeza dinamica Descendente Asimismo, se contempla la posibilidad de que las configul'aciones de cabeza puedan l'epetil'se en un mismo gl'upo (cabezas complejas); en este caso es necesal'ia la pl'esencia de, al menos, otl'o acento pl'enucleal': FIGURA 5 Cabeza compleja Descendente Cabeza compleja Ascendente FIGURA 6 •• • • • Cabeza compleja Descendente Estatica Cabeza compleja Mixta 52 ASPECTOS DE LA ENToNACrON ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES La precabeza, en fin, se situa delante de la cabeza y esta constituida por el conjunto de las posibles sflabas atonas precedentes. De este modo podemos encontrar grupos formados por precabeza+cabeza+nucleo, como en (35): (35) Los [nmos estudian con pa] ciencia o grupos formados por precabeza+nucleo, como en (36): (36) [Se descui] do En realidad, el modelo AC no ha tenido una aplicacion exacta al espaiiol, si bien el sistema propuesto por Navarro Tomas guarda muchas coincidencias y, en lfneas generales, podria asimilarse a dicho modelo. Asi, en la propuesta de Navarro Tomas las partes constitutivas de la unidad mel6dica son la inflexi6n inicial (precabeza), el cuerpo rnel6dico (cabeza) y la inflexi6n final (nucleo+cola). Hay que reconocer, sin embargo, que para Navarro Tomas no existe en espaiiol un elemento especffico final o cola, ya que la inflexion final incluirfa el ultimo acento y las sflabas atonas que eventualmente le sigan. Por lo demas, de acuerdo con la correlaci6n que el modelo AC establece entre entonaci6n y significado, la equivalencia con los tonemas propuestos por Navarro Tomas no siempre es exacta: la cadencia es comparable con el descenso bajo, la anticadencia se equipara con el ascenso alto y la suspensi6n con el nivel rnedio. Para Navarro Tomas la cadencia es el tonema con que concluyen las declarativas en los grupos entonativos finales absolutos, la anticadencia representa en generaI continuidad, informacion incompleta, de modo que suele preceder a un grupo entonativo acabado en cadencia. La suspensi6n se empIea entre grupos estrechamente relacionados, por ejemplo, cuando un grupo antecede a una aposici6n o vocativo: (37) El soldado, fusil en rnano, no dejaba de observar a su alrededor Los dos tonemas restantes propuestos por Navarro Tomas son la sernicadencia, que suele aparecer en las series enumerativas y, en otro sentido, en algunas interrogativas, y la sernianticadencia, que separa grupos con menor diferenciacion entre si que los separados por anticadencia. MODELOS DE ANÀLrsrs ENTONATIVO Y SU REPERCUSrON 53 Una de las diferencias mas destacables entre los modelos AC y la propuesta de Navarro Tomas es que para los primeros lo importante para determinar el valor de la entonacion es no solo el tono nuclear (final) sino también la configuracion prenuclear asociada. Para el autor espaiiol, en cambio, la inflexion final es en si misma importante, y hasta suficiente. Por lo demas, los modelos britanicos han sido bastante criticados por su excesivo detallismo en el plano semantico, esto es, por su desmesurado fonetismo descriptivo que, paradojicamente, no va asociado a datos acusticos verificables; hay que advertir, sin embargo, que el periodo de desarrollo del modelo AC, coincide con una época de escaso avance en las técnicas de analisis acustico, en la medida en que resultaba sumamente complicada la observacion y, por tanto, el analisis cuantitativo preciso de la frecuencia fundamental (F o)' Por otro lado, muchos de los analisis intuitivos de este modelo han resultado sumamente afinados en sus conclusiones. Aspecto especialmente problematico del modelo AC es su pretension de validez fonologica, es decir, su aspiracion a llegar a establecer los tonos nucleares posibles de las diversas lenguas. En realidad, no todos los analisis resultan coincidentes, de modo que algunos criticos con el modelo han puesto en duda ese pretendido caracter fonologico. En este sentido, p.e. unos autores proponen unicamente dos tipos de tono nuclear complejo (vid. supra), mientras que otros incluirfan hasta tres o cuatro. Otra divergencia metodologica, en fin, viene dada por el criterio de diferenciacion: Palmer p.e. clasifica los tonos nucleares atendiendo a la direcci6n de su movimiento (ascendente, descendente, etc.) y otros como Kingdon, O'Connor y Arnold o Schubiger los diferencian teniendo en cuenta el punto de partida o el punto final del movimiento entonativo. Otro aspecto igualmente criticado es el tratamiento semantico-pragmatico de la entonacion. Asi, el minucioso trabajo descriptivo de O'Connor y Arnold ha sido desautorizado al incluir entre los valores actitudinales o pragmaticos de la entonacion algunos matices que parecen corresponderse mejor con el componente léxico o se vinculan a factores extralingùisticos o contextuales. Por lo demas, el excesivo celo descriptivo de estos autores obstaculiza en ocasiones el acceso a una etapa de abstraccion y sistematizacion de los valores semantico-pragmaticos, cuya explicacion queda, en la practica, a merced del uso particular en cada enunciado espedfico. 54 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES 6.2. MODELO DE ANALISIS POR NIVELES (AN) El modelo de amilisis por niveles hunde sus rafces en la tradici6n estructuralista norteamericana de base bloomfieldiana. Efectivamente, Bloomfield estableci6 una primera distinci6n entre sonidos y modificaciones, en la idea de que los sonidos articulados son susceptibles de experimentar cambios vinculados «al espacio de tiempo a través del cual se continua un sonido; la fuerza con la que se produce; el tono musical de la voz durante su producci6n» (Bloomfield, § 7.1.), con lo que se establecia c1aramente la diferenciaci6n entre segrnentos y suprasegrnentos. ASI pues, el modelo AN c1asico, inspirado en Bloomfield, y desarrollado en profundidad por Trager y Smith (1951) establece una serie de fonemas tonales: los niveles tonales, las junturas y el acento. En generaI se distinguen cuatro niveles tonales, desde el nivel l (el mas grave) al niveI 4 (el mas agudo); tales niveles no tienen un valor absoluto sino relativo. También son fonemas tonales las (~unturas» (junctures) y el acento (stress, con CLlatro niveles: primario, secundario, terciario y débil:). Con respecto a las junturas Trager y Smith distinguen dos tipos: la juntura terminal (descenso, ascenso o suspensi6n) que marca el final de una expresi6n y la direcci6n de la infiexi6n mel6dica final, y que a veces se manifiesta como pausa, y la juntura interna o juntura interna abierta (que en algunas lenguas como el inglés marca los lfmites entre palabras). Sus primeras aplicaciones al espaii.ol vienen dadas por los trabajos de Stockwell, Bowen y Silva-Fuenzalida (1956) y Silva-Fuenzalida (1956-57). Un aspecto que tratan detalladamente es la existencia de la juntura interna abierta en espaii.ol (o plus juncture) que consideran presente en los a16fonos de ciertos dialectos del espaii.ol en posici6n final de palabra o en ciertos prefJjos (como p.e. en deshielo). Sin entrar en detalles hay que advertir que, en generaI, esta postura ha sido bastante discutida entre los especialistas (véase al respecto el artfculo de Quilis, 1964). Menor discusi6n plantea la postura de estos autores respecto de la exigencia de juntura terminaI en espaii.ol; tales junturas desarrollan en generaI algun tipo de pausa al final de la emisi6n: la juntura descendente implica una ralentizaci6n en el tempo elocutivo, un descenso en el tono de la sflaba anterior y un cese graduaI en la fonaci6n; la juntura ascendente implica el mismo retardamiento elocutivo, un MODELOS DE ANAusrs ENTONATIVO Y SU REPERCUSrON 55 ascenso del tono de la sllaba anterior y el mismo cese brusco en la fonacion; la juntura suspensiva no representa ningun cambio en el tono de la sllaba anterior y comparte las otras dos caracteristicas mencionadas con las junturas descendente y ascendente, siempre que sea evidente la presencia de pausa. Entre los niveles de altura tonal Stockwell, Bowen y Silva-Fuenzalida (1956) distinguen tres con valor fonologico, el nivel 1 o tono bajo, el nivel 2 o tono medio y el niveI 3 o tono alto, cada uno de los cuales presenta alofonos diversos que se hallan en distribucion complementaria: los alofonos de altura media suelen situarse en el medio de la frase, mientras que los de menor altura se anteponen al descenso terminaI y los de mayor altura se ubican inmediatamente antes de lajuntura de elevacion terminaI. Los signos +1- representan el grado inferior o superior de estos alofonos; en cualquier caso, los unicos componentes con valor fonologico son los niveles 1, 2 y 3. En cuanto al acento, se proponen tres tipos, el fuerte F I, el medio l'I yel débil, que no recibe ninguna representacion simbolica. Sobre su ubicaciol1 respectiva estos autores no parecen excesivamente explkitos. En todo caso, el acento medio parece situarse en la tercera sllaba, a partir del acento Juerte, de cualquier expresion que posea como minimo cuatro sllabas y que esté constituida al menos por dos palabras (si se trata de una sola palabra con mas de tres sllabas, el acento medio se situa siempre sobre la plimera sllaba): 4 105 3 ca 2 ta l la ne5 En cualquier caso, lo mas destacable de esta propuesta es la naturaleza fonologica de sus componentes, esto es, su capacidad para formar un sistema de oposiciones. Asi, las diversas combinaciones de Jonemas tonales (niveles de altura tonal,juntura terminaI y acentos) configuran los llamados mOlfemas tonales que establecen, en fin, contrastes de caracter semantico (por ejemplo, para oponer expresiones ase-uerativas e interrogativas absolutas). Pues bien, tales morfemas tonales constituyen la base de los patrones entonacionales de las diversas lenguas, y por tanto, también del espaùol. Frente a la aplicacion estricta del modelo AN c1asico, las propuestas de Quilis (1981) y (1993) introducen un cambio de perspectiva interesante, ya que para élla asignacion de niveles no vie- 56 ASPECTOS DE L'\ ENTONACrON ESPANOU: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES ne dada fonologicamente (a priori), sino que se establece a partir de las curvas melodicas «reales». Su modelo, pues, viene a combinar los modelos de Navarro Tomas (equiparable al sistema AC) y el modelo estructuralista AN. Ahora bien, lo que Quilis entiende por configuraci6n no es exactamente lo que opina el modelo AC, donde se distinguen tres representaciones posibles para cada curva: - la acustica concreta, derivada del estudio empirico espedfico de dicha curva. - la tonal interlineal (donde se indica entre dos lfneas horizontales paralelas el campo de entonacion, quedando marcados entre dichas lfneas en puntos gruesos las prominencias o acentos fuertes, en puntos pequeiios las sflabas no prominentes y en trazos ascendentes, descendentes o suspensivos los movimientos finales). - representacion abstracta, que constituye una representacion ancha y constituye «un cierto niveI de analisis fonologico de los esquemas tonales» (Cruttenden, 1986: XI). El modelo de Quilis responde mas bien al primer tipo de representacion (acustica concreta). En cualquier caso, a pesar de sus posibIes elementos de critica, hay que apreciar en su justa medida la propuesta de Quilis en lo que supone de desarrollo descriptivo de las funciones entonativas del espaiiol, gracias a lo cual estudios posteriores han podido precisar mejor su ambito de analisis (es decir, los niveles funcionales de la entonacion: linguistico, expresivo y sociolinguistico). Las aportaciones mas relevantes del modelo AN, al menos por lo que respecta a su aplicacion al espaiiol, son detalladas, en fin, en un interesante trabajo de Martlnez Celdran (2003: 94): - las junturas terminales son relevantes y van asociadas a un retardamiento en el tempo elocutivo de la ultima sflaba anterior a la pausa; en cambio, lajuntura interna abierta no desempeiia ningun papel destacable desde el punto de vista entonativo (se trata mas bien de una cuestion de silabeo). - los tres niveles tonales propuestos por el modelo c1asico son asumibles, entendiendo que los niveles l y 2 se aplican a entonaciones neutras y el nivel 3 se considera para elementos enfaticos. - el punto de anc1aje de los niveles tonales corresponde a la sflaba mas prominente, a partir de la cual se asignan dichos nive- MODELOS DE ANALrsrs ENTONATNO Y SU REPERCUSrON 57 les a otras posiciones, si bien la teorIa deberia implementarse con la consideraci6n de curvas reales (niveI fonético) que sirvan para establecer los patrones entonativos. En este sentido, el modelo AN c1asico partia de consideraciones apriorIsticas no del todo aceptables (p.e. la afirmaci6n de que toda sflaba t6nica posea un tono alto y las atonas presenten un tono bajo, no siempre es evidente). En definitiva, al modelo AN cabe el mérito de haber propuesto por primera vez una explicaci6n fono16gica rigurosa de la entonaci6n, prop6sito que ya no dejara de estar presente en sucesivos modelos explicativos. 6.3. MODELO IPO (IN571TUTE FOR PERCE'PTION RE5EARCH) : LA ESCUELA HOLANDESA A las escuelas britanica y norteamericana se aiiaden otros modelos originales igualmente aptos para el analisis entonativo. Debemos resaltar en este caso la Escuela Holandesa, representada principalmente por 't Hart, Collier y Cohen (véase al respecto 't Hart, Collier y Cohen, 1990). A priori el modelo podria asociarse a la linea de analisis fonético caracteristica del modelo AC, si bien la perspectiva del modelo IPO es perceptiva, es decir, importa sobre todo la capacidad del oyente para reconocer la realizaci6n de determinadas curvas de manera sistematica. Su objetivo, pues, es la definici6n de un modelo predictivo de la forma de las curvas mel6dicas a partir de sus constituyentes basicos, los patrones mel6dicos. De manera mas especffica, la propuesta se fundamenta en la capacidad de combinaci6n de diversos patrones mel6dicos de ambito reducido (varias sflabas), los movimientos y las configuraciones, superpuestos a un patr6n mel6dico de ambito mayor, la linea de declinaci6n (o grupo entonativo). Concretando mas su descripci6n, los movimientos me16dicos se superponen a las lineas de declinaci6n a modo de lineas rectas, conformando aSI las curvas mel6dicas (véanse al respecto las Figuras 6 y 7). Cada lengua pose e un numero especffico de movimientos mel6dicos, los cuales presentan varios rasgos distintivos (Figuras 5 y 7): 58 ASPECTOS DE L'\ ENTONACION ESPANOU: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES FIGURA 5 III 121 131 141 151 IAI IBI ICI IDI lEI [Ascendente] + + + + + - - - - + - [Extendido] - - - [Completo] + + + + + + [Anticipado] [Retardado] + + - - - - - - + - - + - - - + - - - - - - + + + + + + - - Movimientos mel6dicos (en neerlandés) y su camctelizaci6n en rasgos distintivos: Direcci6n (+1 -ascendente), Punto final del movimiento (+1- anticipado si tenni- na cerca del inicio de la parte sonora de la silaba; +1- retardado si termina cerca del final de la parte sonora de la silaba), Nttrnero de silabas (+ extendido, dos o mas silabas; - extendido, l silaba), Rango tonal (+1- completo), de aeuerdo con Garrido (2003: l 04). FIGURA 6 Ejernplo de oscilogmma y curva de ji-ecuencia. Lineas discontinuas: declinaci6n; lineas continuas: rnovimientos mel6dù;os (apud Garrido, 2003: 103). FIGURA 7 El rnismo oscilograrna y CUTVa de Fecuencia que ajJarecen en la P'igura 6: a los nwvirnientos mel6dicos se les han mìadido losrasgos distintivos (Figura 5, Garrido, 2003:105) Las configuraciones a su vez son formas recurrentes compuestas por uno o mas movimientos. Una o mas configuraciones combinadas constituyen el contorno final; en el caso del neerlandés pueden ser de tres tipos: configuraciones preJijo (al principio del contorno), configuraciones raiz (posici6n interior del contorno) y conjiguraciones sufijo (posici6n final de contorno). MODELOS DE ANÀLrsrs ENTONATrVO y SU REPERCUSrON 59 Asimismo, este modelo establece que la forma global de las curvas melodicas se somete al fenomeno de la declinaci6n, tendencia de las Cllrvas melodicas a ir rebajando su niveI a medida que avanza el tiempo. Esta declinacion se manifiesta a través de las lineas de declinaci6n (baja, intermedia y alta) en las que se inscriben los contornos melodicos: FIGURA 8 Ejernplo de oscilograma y C'U11Ja de frecaencia. Lineas discontinuas: declinaci6n (baja, intermedia y alta) (apud Garrido, 2003:101) Las unidades relevantes del modelo son, por lo demas, aquellas que actuan como ambito de los patrones; asi, el grupo entonatiVO, unidad basica del modelo, constituye el ambito de aplicacion del fenomeno de declinaci6n. Se introduce ademas una vision novedosa al reconocer la existencia del parrafo como unidad entonativa maxima, donde actùa el fenomeno de la supradeclinaci6n. Metodologicamente hablando, se aplican una serie de pautas: a) estilizacion de las curvas melodicas. b) definicion de los movimientos relevantes (estandarizaci6n). c) definicion de las configuraciones posibles y de su combinatona. d) relacion entre los patrones y la informaci6n linguistica que transmiten. La curva estilizada representa simplificadamente los puntos de inflexion que marcan las variaciones significativas de Fo; perceptivamente, la curva estilizada es equivalente a la originaI, pero sin los elementos borrosos habituales de una curva «en bruto». En esencia, pues, este método de analisis. instrumental pretende obtener los movimientos tonales esenciales de la curva, eliminando posteriormente las variaciones micromelodicas (debidas a ruidos, silencios propios de sonidos oclusivos, etc.) y permitiendo acceder aSI a una verdadera entonacion «estilizada» donde solo permanece lo esencial y se pierde lo accesorio. Esta curva estiliza- 60 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES da se sintetiza y se comprueba mas tarde mediante tests de percepci6n gue resulta egui~alente a la curva ori?in~l. , Garrido (2001) constltuye una de las aphcaclOnes mas notables del modelo IPO a la lengua espaiiola. En sintesis, y sin entrar en mayores detalles, destacariamos gue el modelo IPO representa un método experimental exhaustivo y solidamente fundamentado en hechos prosodicos; permite, ademas, un estudio cuantitativo y cualitativo suficientemente amplio como para acceder a regularidades de aplicacion generalizada (en diferentes lenguas). Entre sus posibles inconvenientes esta, en cambio, la necesidad de ocupar mucho tiempo en el analisis y de obtener una ingente cantidad de material fonético para alcanzar resultados razonables. 6.4. MODELO DE ANÀLISIS MÉTRICO Y AUTOSEGMENTAL (MA) El modelo de analisis métrico y autosegmental de la entonacion hunde sus raices en el analisis de la entonacion del inglés que hace Pierrehumbert en 1980, si bien sus antecedentes pueden remontarse a los origenes mismos de la Fonologia Generativa, cuando Chomsky y Halle (1968), partiendo del modelo AN c1asico centran la atencion en el papel del acento y en la dependencia sintactica de la forma entonativa. Se entiende, pues, que la estructura profunda de la frase condiciona y genera la curva entonativa. Derivaci6n natural de esta linea de estudio es la Fonologia Métrica, desarrollada por Liberman y Prince (1977), para quienes el acento no viene dado por los parametros acusticos del habla sino por la estructura ritmica de la frase; siendo asi, el acento se constituye como fenomeno esencialmente ritmico y a él debe supeditarse el analisis de la entonacion. Es precisamente Pierrehumbert quien propone una teoria de la entonaci6n pIenamente métrica, donde las reglas de generacion del acento (derivadas de la gramatica) incluyen igualmente las reglas de generacion de la melodia. El modelo posee, en otro sentido, una doble vertiente teorica: - se trata de una teoria fonologica autosegmental: la melodia o modulacion tonaI de los enunciados constituye un nivel separado (e independiente en cierta medida) de los demas rasgos fonologicos; se postula la independencia del nivel suprasegmental respec- rvrODELOS DE ANALrSrS ENTONATIVO Y SU REPERCUSrON 61 to del segmental. En este sentido los tonos (acentos tonales y tonos de frontera) del enunciado son autosegmentos y se asocian al niveI segmental por medio de reglas universales (validas para todas las lenguas) y reglas especificas (propias de cada lengua). Tales elementos tonales son, ademas, unidades paradigmaticamente contrastivas (tono alto-H y tono bajo-L) cuya combinacion origina los diversos contornos melodicos - se trata de una teoria fonol6gica métrica, esto es, determina la asociacion de la melodia con un texto o enunciado: existe una prominencia f~a, ya que cada silaba tiene un tono léxicamente especificado y una prominencia relativa; los tonos se asocian, en fin, de manera distintiva a funciones semantico-pragmaticas especificas. En esta situacion el contorno entonativo del enunciado resulta de la interpolacion fonética entre eventos tonales especificados y asociados a determinadas silabas. Asi, en inglés (o en espaiiol), los tonos (H o L) se asocian con: a) silabas t6nicas (acentos tonales o de silabas con prominencia tonat)o b) la parte fina l de ciertas frases prosodicas (tonos de frontera). Otras consideraciones importantes del modelo por lo que respecta al comportamiento de las silabas tonicas son las siguientes: a) Las silabas tonicas no van asociadas necesariamente a tonos altos; constituyen mas bien puntos de anclaje que permiten la presencia de prominencia sobre otras silabas. En cualquier caso el contorno tonaI depende del tipo de enunciado y de la posicion y relevancia pragmatica de la palabra. En consecuencia, la melodia con que se pronuncie una silaba tonica puede variar y al hacerlo se altera su valor pragmatico, pero no su valor léxico. Lo mismo ocurre en el nivel discursivo; obsérvese al respecto la diversa interpretacion de los tres enunciados de (38): (38) Luis no se habla con Maria LUIS no se habla con Maria Luis no se habla CON MARiA b) Puede producirse, asimismo, una subida del tono en el transcurso de una silaba tonica, dando lugar a lo que se denomi- 62 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES na secuencia bitonal L*+H: al comienzo de la silaba tonica se situa el «valle» y el pico se situa sobre la silaba postonica. Este contorno es muy frecuente en espaùol sobre palabras no finales de frase, en las aseverativas neutras: (39) Mi hermano viene de Alemania L*+H L*+H L+H*L% A la inversa, una silaba tonica puede contener también un descenso del tono a partir de un punto tonaI alto sobre la silaba pretonica (secuencia bitonal H+L*): (40) Llegaran maiiana L*+H H+L*L% c) El numero total de acentos tonales (rnonotonales y bitonales) puede variar en las distintas lenguas. Para el espaùol se vienen proponiendo habitualmente 3 o 4 tipos de acentos bitonales (Hualde, 2003: 164). d) Otro concepto importante es el de escalonarniento tonal: en condiciones normales (enunciados neutros) se asume que existe este fenomeno, esto es, que los picos tonales se suceden de tal modo que los picos sucesivos van siendo mas bajos que los picos precedentes (entiéndase que esta idea guarda muchas afinidades con el principio de declinaci6n tonal propuesto en el seno del modelo IPO). El proceso, pues, es predecible y automatico en condiciones normales; en el caso de que se produzca alguna alteracion en el escalonamiento (ascendente o descendente) se hace necesario introducir una interpretacion pragmatica del fenomeno (énfasis, distincion entre informacion nueva y conocida, etc.). Este seria, por ejemplo, el caso de las preguntas con entonacion circunfleja en espaùol (en lugar de ascendente, de acuerdo con Beckman y otros, 2002). Ahora bien, la capacidad predictiva del modelo con este tipo de variantes «pragmaticas» debe ser probada todavia. En cuanto al comportamiento de los denominados tonos de frontera, el analisis de la entonacion del inglés refleja la existencia de dos tipos de frases prosodicas: frases entonativas y frases interrnedias, al final de las cuales existe un tono de frontera: L%, H% MODELOS DE ANAuSIS ENTONATIVO Y SU REPERCUSION 63 para la frase entonativa y L-, H- para la frase intermedia. Sosa (1999), en un estudio detallado de estos elementos aplicados al espa1Ì.ol, desestima, sin embargo, la unidad frase intermedia, ya que para él es suficiente con los tonos de frontera H% o L% (que siguen al ùltimo acento tonaI de la frase) y con la combinacion de acentos bitonales, para dar cuenta de todos los contornos tonales posibles del espa1Ì.ol. Otra aportacion l'elevante en este modelo es su nivel de representaci6n, es decir, la forma de transcribir la entonacion de un enunciado. El primer paso en este sentido radica en localizar las silabas acentuables y compro bar si tienen o no prominencia tonaI; hay que determinar asimismo si hay acentos tonales sobre las silabas atonas. Seguidamente, se trata de determinar los tipos especfficos de acento tonal y tonos de frontera sobre la base de un analisis previo de los contrastes entonativos de la lengua dada. El analisis instrumental puede ayudar en este proceso, pero no es imprescindible. Y aqui reside, posiblemente, uno de los aspectos criticables del modelo, ya que no centra necesariamente las afirmaciones analiticas ni la forma prosodica de los enunciados en la observacion minuciosa de la curva real. Hay que reconocer, no obstante, que el sistema MA no pretende una descripcion fonética, si bien, paradojicamente, como hemos venido indicando, si reconoce la variacion de las funciones entonativas de acuerdo con su uso pragmatico. Sorprende en este sentido su desvinculacion del analisis instrumental. De cualquier forma, hay que reconocer que el modelo MA o su version mas desarrollada en la actualidad, que se conoce como modelo ToBI (Tones and Break Indices), surgido como via de perfeccionamiento del sistema de notacion métrico autosegmental, ha logrado un amplio consenso entre los investigadores a la hora de proceder a la transcripcion entonativa de muchas lenguas (Beckman y Hirschberg, 1994). De cualquier forma, es un modelo en expansion, y en continua revision teorica por lo que en los proximos a1Ì.os, sin duda, se le iran introduciendo y matizando nuevos y diversos componentes. 6.5. MODELO DE ArX-EN PROVENCE (AP) Sus representantes mas destacados son D. J. Hirst, A. Di Cristo y R. Espesser. Para todos ellos la prosodia es una parte fundamen- 64 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS YNUEVOS ENFOQUES tal del componente fonologico de la lengua, que interviene cuando la estructura sintactica y semantica ya estan programadas. En todo caso, el componente fonologico es un modulo independiente del sentido. Su objetivo es obtener una modelizacion fonologica del sistema prosodico de las distintas lenguas a partir de las caracteristicas prosodicas esenciales de cada una de ellas. Su perspectiva es universalista y contrastiva (frente al foneticismo del modelo IPO). Por lo demas, en el modelo AP la prosodia no se reduce a la evolucion de la curva melodica en la lfnea temporal; se propone mas bien una estructura pluriparamétrica que se manifiesta mediante variaciones en la Fo' duracion e intensidad. El supuesto de partida del modelo es la existencia de distintas formas prosodicas que codifican idénticas funciones prosodicas en las diferentes lenguas. El modo en que se estructuren tales funciones de una lengua a otra puede variar, de manera que en lugar de dos unicos niveles de analisis (uno abstracto, fonologico, y otro concreto, fonético), se establecen hasta cuatro niveles, cada uno de los cuales se interpreta de acuerdo con los niveles precedente y/ o siguiente: I: Nivel fisico: curva melodica «en bruto», caracteristicas acusticas o fisiologicas del enunciado II: Nivel fonético: entonacion entendida como superposicion de dos componentes, el micropros6dico (donde se incluyen las posibles variaciones prosodicas de indole fonética causadas por elementos segmentales) y el macropros6dico (seleccion del patron entonativo por parte del hablante, la melodia del enunciado). La extraccion de la informacion macroprosodica relevante se desarrolla en dos fases: ~ Estilizaci6n o modelizaci6n: seleccion de la informacion relevante. ~ Codificaci6n simb6lica: representacion de la curva estilizada mediante un alfabeto de simbolos. Para desarrollar ambas fases el modelo AP ha desarrollado un programa informatico (MES: Motif Environement for Speech) que incluye un modulo de estilizacion automatica (MOMEL: MOdelling MELody) y otro de anotacion (INTSINT: Internacional Transciption System for INTonation) MODELOS DE ANALISIS ENTONATIVO Y SU REPERCUSION 65 III: Nivel fonologico superficial: niveI de generalizacion donde se pueden describir los patrones entonativos de las distintas lenguas. En esta fase se aplica el sistema de anotacion INTSINT y se procede a la descripcion del patron o patrones entonativos, aplicando la distincion entre tonos absolutos, derivados del rango frecuencial dellocutor (T: altura tonaI maxima del hablante; B: altura tonaI minima del hablante; M: valor medio dellocutor) y los tonos relativos, definidos localmente de acuerdo con la relacion entre puntos de inflexion anterior y posterior. Los tonos relativos pueden ser a su vez iterativos (puntos de inflexion intermedios en secuencias ascendentes o descendentes) o no iterativos (puntos de inflexion que no corresponden a tonos absolutos ni representan etapa intermedia alguna en secuencias ascendentes ni descendentes). IV: Nivel fonologico profundo (subyacente): representaciones funcionales que permiten codificar la informacion necesaria para la interpretacion semantica y sintactica del enunciado y reglas que determinan el patron entonativo de cada enunciado, a saber: a) division del enunciado en unidades entonativas. b) division de las unidades entonativas en unidades tonales. c) asignacion de los patrones entonativos a las unidades entonativas. d) asignacion de los patrones entonativos a las unidades tonales. e) aplicacion de la regla de reajuste del escalonamiento descende17te segun la cual se baja un tono alto (H) cuando viene precedido por un tono alto seguido de un tono bajo (HL), lo que da lugar a un descenso progresivo de la altura de los picos tonales. f) aplicacion de otras reglas de reajuste. Ademas de su fundamentacion fonologica, el modelo AP comparte con el modelo MA la defensa de la organizacion de la melodia de los enunciados no en co17tor17os e17tonativos, sino mediante segmentos to17ales, lo que implica la consideracion de la entonacion como un conjunto de elementos discretos yuxtapuestos a lo largo del enunciado. A esta idea se aiiade que se trata de un modelo de naturaleza jerarquica, esto es, las secue17ciàs tonales se organizan jerarquicamente en tres tipos de unidades: a) Unidad erttonativa (DE): unidad comprendida entre dos pausas. 66 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS YNUEVOS ENFOQUES b) Unidad tonal (UT): agrupacion de una sflaba tonica y las atonas que hay a su alrededor. c) Unidad ritmica: unidad intermedia entre UE y UT; contiene un unico acento léxico y una o mas UT. En cualquier caso, no estamos ante un modelo pIenamente desarrollado capaz de establecer generalizaciones definitivas sobre la realidad prosodica de las lenguas; faltan todavia estudios prosodicos exhaustivos que permitan la extraccion de patrones fonologicos oportunos y la formulacion de principios metodologicos generales. Presenta, asimismo, limitaciones en el Nivel fonologico superficial para emisiones superiores en extension al enunciado: no han sido suficientemente estudiados aspectos tan importantes como el de la declinacion entonativa (tendencia universaI de la Fo a declinar a lo largo de un enunciado y a lo largo de diversos enunciados consecutivos), el de los reajustes frecuenciales (recuperacion de la curva de F o en una unidad entonativa sucesiva que comienza en un punto frecuencial mas alto que el punto final de la unidad precedente) o el papel de las pausas en dicho reajuste (mayor o menor duracion de las pausas entre distintas unidades entonativas). Algunas de sus aplicaciones al espaì10l son las de Mora (1996), Alcoba, Le Besnerais y Murillo (1993) o Alcoba y Murillo (1998). 6.6. Al margen de los modelos anteriores hay que reseì1ar otras aproximaciones originales en el ambito hispanico, que destacan por su enfoque funciona1. En unos casos la perspectiva es basicamente de naturaleza fonologica y aspira al establecimiento de los patrones entonativos relevantes del espaì1ol, como en el caso de Cantero (2002). Otros trabajos se inclinan mas hacia la descripcion fonética, lo que permite el acceso a conjuntos amplios de datos y la propuesta de afirmaciones demostrables empiricamente; en estos casos interesa principalmente la realidad del comportamiento prosodico del hablante, es decir, el uso pragmatico que este hace de su capacidad entonativa. Son de destacar en este camino los estudios de Escandell Vidal (1998), Garda Riveron (1996a, 1996b, 1998, 2002), Monroy Casas (2002) o Hidalgo (1997, 1998b, 2001). 6.6.1. Un problema inherente al estudio entonativo desde la optica de Cantero (2002) es la naturaleza misma de la entonacion, MODELOS DE ANALISrS ENTONATNO Y SU REPERCUSrON 67 de acuerdo con el tipo de unidades lingiiisticas sobre las que incide. Efectivamente, el fonema es una unidad fonologica paradigmatica: si bien no es la unidad minima (son los rasgos distintivos), no constituye un sintagma de rasgos. Frente al rasgo distintivo y al fonema, la silaba, la palabra fonica y el grupo fonico son unidades sintagmaticas. Las unidades sintagmaticas estan nucleadas en torno a una unidad segmental (la silaba en torno a una vocal; la palabra fonica en torno a una vocal tonica, y el grupo fonico en torno a una vocal tonica con inflexion final). En suma, las unidades fonicas sintagmaticas no son unidades fonologicas inventaliables porque no estan constituidas por selies determinadas de fonemas, se crean y existen solo en la enunciacion concreta: no tienen ni un significado ni un significante definidos. ~Como asumir ante estas premisas el estudio fonologico de la entonacion? Pues bien, como hablantes y como oyentes de un idioma determinado, no consideramos iguales todos los fenomenos entonativos y sabemos discriminar entre lo que es linguisticamente relevante y lo que no; luego puede entenderse que la entonacion sea un signo linguistico propio, una serie de significantes unidos sistematicamente a unos contenidos determinados. Para Cantero, pues, el significante entonativo es el contorno entonativo, la melodia contenida en un grupo fonico. Ahora bien, el contorno entonativo no es un mero sintagma de los esquemas tonales de las palabras que lo componen, sino que constituye una unidad diferente, con unos margenes de dispersion tales que permiten variaciones melodicas linguisticamente no relevantes, y con un significado fonologico determinado y constante que hemos de determinar. Es necesario, pues, identificar los distintos niveles de significacion linguistica y, a partir de ellos, precisar el nivel de significacion entonativa. Pues bien, los niveles centrales de significacion son: el significado de la palabra (concepto léxico), el significado de la frase (concepto complejo) y el significado del morfema (concepto gramatical). Existen asimismo niveles de significacion de mayor complejidad, como el significado discursivo (el tema del texto o contenido textual) yel contenido pragnuitico. A estos niveles de significado se suma, pues, el significado fonol6gico, que consiste en las relaciones de oposicion que se establecen entre las unidades fonologicas, y se define paradigmaticamente. De lo dicho hasta aqui hay que retener una idea fundamental: las unidades fonologicas (y por tanto la entonacion) no tienen 68 ASPECTOS DE LA ENTONACrON ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES contenido conceptual propio. El tipo de significado que pueda aportar la entonacion linguistica por si misma debe ceiiirse, pues, a un niveI de significaci6n fonol6gica, de caracter no conceptuaI. Siin embargo, tradicionalmente la entonacion ha sido relacionada con el nivel oracional, como rasgo formaI externo. Asi, p.e. hemos visto que Navarro Tomas establecfa una tipologia de entonaciones basada en los distintos tipos de oraciones segun su modalidad. En esta tipologia, y en generaI en la de otros autores del ambito hispanico, los niveles de significacion no estan discriminados; unas veces se siguen criterios semanticos (intensificativa, calificativa, descriptiva, valorativa, ponderativa, restrictiva, aseverativa, hipotética, etc.), otras veces forrnales (completa, incompleta, interior, distributiva directa, distributiva inversa, alternaiva, etc.) y otras pragmaticos (insinuativa, recomendacion, exhortacion, invitacion, ruego, suplica, peticion, etc.). AllOra bien, el significado dependiente del contexto no puede ser el propio de una entonacion linguistica, ya que no permite determinar un signo linguistico propio. La descripcion pragmatica de los usos entonativos no seria, pues, suficiente por si misma, sino que exigiria una determinacion previa de signos linguisticos entonativos como unidades linguisticas relevantes: el -emico modo de salvaguardar la existencia de un nivel de funcionamiento linguistico independiente de la entonacion es reconocer su caracter fonologico y el caracter fonologico de su significado. Pues bien, para Cantero el caracter fonologico de las formas entonativas se aprecia en el contorno entonativo, unidad formaI contenida en el grupo fonico y definida unicamente por rasgos fonicos formales; no hay ninglin condicionante léxico-gramatical, discursivo o pragmatico que determine su constitucion. En definitiva, cada significante entonativo lo es de un signo cuyo significado es la relacion (paradigmatica) que mantiene con los demas significantes del mismo niveI. El significado de la entonacion consiste en la aliedad entre unidades entonativas. Todos los casos con diferentes significados contextuales suscitados por determinados patrones entonativos, obedecen, pues, a un cambio de entonacion, pero dicho significado no es propio de la entonacion sino del niveI de significacion en que se encuentre la unidad diferenciada entonativamente: palabra o enunciado. Asi pues, los contornos entonativos fonologicamente significativos (tonemas), son signos linguisticos cuyos significantes son sus MODELOS DE ANAusrs ENTONATNO Y SU REPERGUSrON 69 variantes mel6dicas tipicas (alocontornos) descritas mediante rasgos fonéticos, y cuyo signijicado sera la c1asificaci6n misma por rasgos fono16gicos (la aliedad). Cantero (2002) distingue asi tres rasgos fono16gicos para caracterizar los distintos tonemas del castellano: / ±interrogaci6n/, / ±énfasis/ y / ±suspensi6n/: / ±rNTERROGACroN/ El final ascendente del enunciado constituye una entonaci6n marcada, frente al final descendente, entonaci6n no marcada. Esto permite diferenciar la entonaci6n no marcada /-interrogativa/ de un enunciado dec1arativo, de la marcada / +interrogativa/ de un enunciado interrogativo. No debe entenderse / +interrogaci6n/ como entonaci6n de pregunta, ya que elIo corresponde mas bien a los niveles semantico y pragmatico, pero no al nivel fono16gico. Asi, un contorno /+interrogativo/ puede servir para enunciados no interrogativos, como los de amenaza, cortesia, etc. /±ÉNFAsrs/ Se refiere al caracter marcado del contorno, frente a los contornos tipicos / +interrogativo/ y / -interrogativo/. Es l'elevante el énfasis en si, y no el tipo de énfasis. La inflexi6n final no es la unica caracteristica fonética l'elevante para marcar el énfasis, sino toda la estructura me16dica del contorno, asociada a la estructura acentual. En definitiva, el contorno /+enfatico/ puede alterar sensiblemente el modelo generaI de los contornos / +interrogativoi y l-interrogativ%~~ / ±SusPENsroN/ Cuando no acabamos una frase y la interrumpimos estamos produciendo el rasgo fono16gico / +suspensi6n/. Asi, p.e. en el dialogo el rasgo / -suspensi6n/ sirve para marcar la finalizaci6n del contorno y por tanto de la emisi6n, mientras que el rasgo / +suspensi6n/ indica que aun no se concede el turno al interlocutor. Inicialmente, cualquier contorno /±interrogativo/ y /±enfatico/ que esté interrumpido es un contorno /+suspendido/. Ahora bien, existen en posici6n final contornos / +suspendidosi caracteristicos de cada tipo de contorno: /±interrogativo/ y /±enfatico/. Los rasgos fono16gicos mencionados admiten ademas combi- 70 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES naciones entre sI. El rasgo I ±énfasisl opera sobre los contornos I±interrogativol dando lugar a cuatro tipos de contornos: l +interrogativo l l +enfatico l l +interrogativo l l -enfatico l l -interrogativo l l +enfatico l l -interrogativo l l -enfatico l Sobre estos cuatro contornos opera a su vez el rasgo de I±suspensioni, lo que origina otros tipos que podemos expresar fonologicamente por sus rasgos pertinentes: I+interrogativol I+enfaticol I+sllspendido/: i~"'!? I+interrogativol l-enfatico I I-sllspendido/: i~ ?! I+interrogativol I+enfaticol I+sllspendido/: ~ ... ? l +interrogativo l l -enfatico l l -sllspendido I: ~ ? I-interrogativol l +enfaticol l +sllspendido/: i···! I-interrogativol l-enfatico I I-sllspendido/: i ! l-interrogativo I I+enfaticol I+sllspendido/: ... I-interrogativol I-enfaticol I-sllspendido/: . 6.6.2. Otras descripciones manifiestan interés por las caracteristicas fonéticas del componente prosodico y atienden a realizaciones orales reales. No se trata de estudios referenciados en el analisis de oraciones «de laboratorio» fuera de contexto, sino de descripciones entonativas interesadas en la delimitacion de las funciones entonativas de facto. Algunos de estos trabajos plantean una metodologia aplicable al estudio generalizado de las funciones pragmaticas de la entonacion (es el caso de Garda Riveron, a partir del espaùol hablado en Cuba o Monroy Casas para el espaùol hablado en Murcia), otros proponen un marco pragmatico que acoge la supuesta diversidad funcional de la entonacion (aportaciones de Hidalgo Navarro) y otros, como Escandell Vidal, describen funcional y formalmente un tipo espedfico de estructuras entonativas (en su caso, las interrogativas). Revisemos a continuacion tales propuestas. Diversos trabajos han tratado de profundizar en el estudio de las caracteristicas prosodicas de la conversacion, partiendo de una vision diversificada de sus funciones. Al respecto, Hidalgo (1997), (l998b) Y (2001) introduce una serie de variantes entonativas condicionadas por el contexto de uso, pragmaticas, en consecuencia. MODELOS DE ANALISIS ENTONATlVO Y SU REPERCUsrON 71 En primer término, la funcion Modal Primaria se manifiesta en registros formales (lectura de textos escritos, discursos o conferencias, y en generaI cualquier manifestacion orai donde la relacion entre ei habiante y ei oyente sea de caracter formaI). Este comportamiento tonaI, que hemos venido estudiando sobre todo a partir de la parte finai del contorno (tonema), configura vaIores recurrentes en la inflexion melodica. Operativamente, distinguimos tres niveles tonales demarcativos, representativos de otros tantos tipos de valores modaIes: a) Nivel 1: NiveI tonaI finai propio de enunciados aseverativos. Constituye un niveI tonaI bajo, generalmente inferior al rango tonaI (esto es, al promedio entonativo) del habiante. b) Nivel +1: NiveI tonaI finai propio de enunciados interrogativos absolutos. Constituye un niveI tonaI alto, inmediatamente por encima del rango tonaI del habiante. c) Nivel-l: NiveI tonaI finai propio de enunciados interrogativos parciales y pronorninales, e imperativos. Constituye un niveI tonaI bajo de grado inferior al caracteristico de Ios enunciados aseverativos. Frente a estos esquemas, en la conversacion diaria son muy frecuentes Ios patrones entonativos desviantes: la expresividad y la subjetividad de Ios interlocutores actuan Iibremente aflorando entonces la funcion Modal Secundaria, causante de modificaciones en Ios patrones entonativos neutros. En realidad, ei factor desencadenante de tales usos «pragmaticos» es la confluencia de diferentes funciones entonativas en un mismo contexto; habiamos por elIo de «interferencias funcionaIes» que permiten la actuaIizacion de la junci6n pragmatica o desambiguadora de la entonacion. Hemos diferenciado aSI diversos valores (Hidalgo, 1998b y 2001): ENUNCIADOS ASEVERATIVOS (l) a) Enunciados aseverativos completos delimitados por tonema descendente de Nivel+l Recurso al empIeo de elementos expresivos: deslizamiento de la entonaci6n final hacia el Nivel +1 y, en consecuencia, una entonaci6n elevada, por encima del rango tonaI, al final del enunciado aseverativo. 72 ASPECTOS DE Li\ ENTONACION ESPANOLr\; VIE.JOS Y NUEVOS ENFOQUES Interferenda de la funci6n demarcativa y la funcion expresiva: Énjasis (Mirmaci6n Enfatica, Énfasis con valor de ironia, Énfasis expresivo, Negaci6n enfatica, Reforzamiento de una afirmaci6n anterior, Refuerzo enfatico, Refutaci6n enfatica), Exclamacion (Desagrado, Apoyo de una afirmaci6n anterior, Intenci6n humorlstica), Final Interpersonal, Valor ImjJerativo (Mandato enfatico, Mandato de insistencia), lvIantenimiento del turno de habla. Interferenda de la Funcion Demarcativa y la funcion Praglmitica: Refuerzo del YO, Sentido exjJresivo-hummistico. b) Enunciados aseverativos completos delimitados por tonema descendente de Nivel-l Valores extremos bajos en la entonaci6n final (Nivei-l), debidos a interferencias funcionales entre los componentes pros6dicos. Interferencia de la Funcion Demarcativa y la Funcion Expresiva: Exclamacion Interferencia de la Funcion Demarcativa y la Funcion Pragmatica: Mandato atenuado, Contradiccion atenuada de un enunciado anterioT. c) Enunciados aseverativos completos delimitados por tonema no descendente d) Construcciones suspendidas y sincojJadas e) Enunciados aseverativos discontinuos ENUNCIADOS INTERROGATIVOS (2) a) Enunciadosinterrogativos absolutos NIVEL-l Interferencia de la Funcion Demarcativa y de la Funcion Pragmatica: A tenuacion-cortesia. Interferencia de la Funcion Demarcativa y de la Funcion Fatica: Interrogacion que continua o comjJleta un enunciado anteTioT. rvrODELOS DE ANÀUSIS ENTONATIVO Y SU REPERCUSION 73 NIVEL++1 Interferel1cÌa de la FuncÌon Demarcativa y la FuncÌol1 Expresiva: fnterrogaci6n enfatica, Interrogaci6n adrnimtiva. b) Enunciados lnterrogativos Parciales (NlVEL +1 Y ++1) Il1terferel1cÌa de la FuncÌol1 Demarcativa y la FUl1cÌon Expresiva: Interrogaci6n de extmiìeza, Interrogaci6n con rnatiz hurnoristico-ir6nico, Interrogaci6n exclarnativa. InterferencÌa de la FuncÌol1 Demarcativa y de la FUl1ciol1 Interactiva: Interrogaci6n exclamativa demarcativa de cambio de t6pico, Interrogaci6n coincidente con la lucha por el turno. c) Contornos entonativos asociados a una intenci6n pragmcitica especifica: Interrogaci6n absoluta con tonema descendente (Interrogativa como solicitud de confirmacion, Interrogativa de asombro-estupor-sorpresa), Interrogaci6n parcial con tonema ascendente (Interrogacion de extraiieza-incredulidad, Pregunta-eco, Peticion implicita de respuesta inmediata), Interrogaci6n disyuntiva expresiva (Interrogacion disyuntiva truncada, Interrogacion disyuntiva eliptica), Interrogaci6n ret6rica, Anacoluto supmsegmental. Desde otra perspectiva, las aportaciones de Garda Riveron al estudio de la entonacion espal10la exponen con detalle los tipos fundamentales de patrones entonativos (entonemas) del espal10l cubano de La Habana, introduciendo una perspectiva innovadora, ya que se considera prioritario el papel comunicativo de la entonacion (y se evita asi el habla «de laboratOlio»). La autora, pues, propone un sistema de entonemas y variantes de entonemas (hasta 18) que desarrollan los diversos valores comunicativos de acuerdo con las diferencias modales, afectivas, sociales, geogrificas o estilisticas (Garda Riveron, 1996a, 1996b, 1998 Y 2002). Tales entonemas se oponen entre si de acuerdo con una serie de rasgos distintivos basados en indicadores tales como la forma del contorno entonativo, la figura del movimiento melodico en el centro de entonacion y en el segmento postonico, el nùmero de cumbres (picos) tonales, el tiempo vocalico relativo y el tiempo vodJico maximo, la intensidad maxima, la velocidad del tono fundamental, el registro o nivel del tono en posiciones significativas (niveI inicial, nivel final, nivel de F() mmma y nivel de F() minima) y la curva melodica en su conjunto. 74 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS YNUEVOS ENFOQUES Veamos algunos ejemplos de esos entonemas y de sus variantes pragmaticas: 1. ENTONEMAS a) Entonema 1 (El) Enunciacion neutral vs. Interrogacion neutral. Se halla en las respuestas y en los segmentos de conclusion. Se observa aquf un ascenso graduaI del tono a partir de la primera sflaba acentuada hasta +3/+4 semitonos, a continuacion se produce un moderado y progresivo descenso e inflexion final descendente. La direccion negativa del movimiento final se incrementa a partir de la ultima sflaba tonica hasta la ultima atona (-4/-7 semitonos). b) Entonema 2 (E2) Enunciacion neutral vs. Interrogacion neutral, con un grado de desconocimiento alto, donde son igualmente aceptables todos los elementos desconocidos: aparece un pronombre o un adverbio interrogativo. Si hay un segmento atono anterior a la palabra interrogativa, la Fo de la primera sflaba de este entonema se mantiene en un mismo nivel, comenzando a ascender a partir de la palabra interrogativa; seguidamente se mantiene el ascenso (+6/+10 semitonos) hasta la penultima sflaba no acentuada, momento a partir del cual se precipita en descenso la curva hasta la ultima sflaba tonica, donde vuelve a ascender (pudiendo alcanzar +9 semitonos). II. VARIANTES DE ENTONEiVV\S Variante A de El (VE-la) Enunciado de advertencia que se produce en oposiciones del tipo Enunciacion neutral vs. Enunciacion de advertencia. La Fo desciende al principio de la curva y en el cuerpo hasta -2/-6 semitonos. Este descenso debe interpretarse de acuerdo con la carga comunicativo-funcional del contorno: (41) A: Yvamos a ver si le estls dando el pechol Yo te voy a demostrar lo que el niiio va a aumentar B: Sin en ga ùar mel Vamos a darle el pecho nada mas MODELOS DE ANAusrs ENTONATIVO Y SU REPERCUSrON 75 Variante B de El (VE-l b) La enunciacion adquiere con ella un matiz de evidencia o aclaracion. Arranca de la oposicion Enunciacion neutral vs. Enunciacion de evidencia: (42) A: Me dieron esa pequeùa ventajal que me enseùaron un poquito de idiomal de vocabulario para tratar a esos turistas B: ~Qué idioma te enseùaron? -_/~ A: El in ter na cio nal I el in glés El tono de la ultima vocal acentuada se mantiene aquf, produciéndose a continuacion un ascenso brusco de hasta +3/+4 semitonos, siendo horizontalla zona pretonematica. Variante C de El (VE-le) Peticion cargada de un fuerte sentimiento de ruego. Esta variante esta marcada sociolingiifsticamente, ya que se da con mas frecuencia entre las mujeres (incluso a veces la utilizan algunos hombres afeminados). En el segmento pretonico la Fo experimenta un ascenso que puede oscilar entre +2 y +13 semitonos; se produce después un descenso sobre la ultima sflaba tonica del primer grupo fonico, manteniéndose ese movimiento en el vocativo hasta -2/-7 semitonos. En el vocativo la F o se mantiene y asciende de manera brusca en la ultima sflaba del enunciado: (43) A: Tengo miedo B: Noi si no es a ti I es a Rafa c: ~Tienes Jìebre? (con gesto negativo) I ~y a qué tU le tienes miedo I Lazarito? Variante A de E2 (VE-2a) Contextos interrogativos con matiz categorico o enfatico, y movimiento entonativo con final descendente (elevacion progresiva de la Fo seguida de un descenso inmediatamente posterior): 76 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES (44) A: Mira / yo siempre he pensado que él es un miserable/ A: (cont.) ~ Y qué pa sa? Por su parte, el estudio de Monroy Casas (2002) representa una interesante aportaci6n a la especificaci6n de las funciones de la entonaci6n, si bien su analisis se realiza recurriendo casi exc1usivamente al enfoque auditivo. En todo caso, sin entrar a valorar la bondad o no del modelo, lo que nos parece importante es la especificaci6n de numerosas funciones entonativas, c1asificadas de acuel'do con la funci6n linguIstica prevalente en cada caso. De los textos analizados por este autor se pueden extraer dos conc1usiones: una, de caracter generaI, se refiere a la complejidad del hecho entonativo, que hace que el predominio de una determinada funci6n no anule la presencia de otras. En este sentido, una emisi6n aparentemente referencial puede il' tei1ida de una entonaci6n propia de valor expresivo, o una fatica puede tener un alto componente expresivo, real o fingido (la misma causa, la existencia de interferencias funcionales se observa en Hidalgo, 1998b). La segunda de las conc1usiones trata de exponer con detalle las distintas Junciones analizadas: - las muestras atribuidas a la funci6n referencial se caracterizan por un predominio de nuc1eos descendentes bajos y, sobre todo, suspensivos. - la Junci6n actitudinal, presenta una gama entonativa mas amplia que la funci6n referencial, puesto que inc1uye tonos altobajos (cadencia) aSI como medio-bajos (semicadencia) yalgun tono compuesto (ascendente+descendente). No hay presencia de nuc1eos ascendente-descendentes (inflexi6n circunfleja), excepto en los saludos, que pueden tomarse también como ejemplo de funci6n actitudinal. - la Junci6n conativa se caracteriza por un quiebro tonaI descendente bajo y suspensivo, excepto en el caso de orden tajante donde aparece el tono descendente alto. -la Junci6n inquisitiva se caracteriza, en cambio, por el recurso al tono bajo suspensivo, en alternancia con el tono descendente MODELOS DE ANÀLISIS ENTONATIVO Y SU REPERCUSION 77 medio como especfficos de la modalidad indagativa. El uso de tonos suspensivos medios o bajos aparece como una caracterlstica de la modalidad conativa. - las muestras correspondientes a la funci6n fatica revelan, en fin, una tendencia al empleo de tonos ascendente-descendentes para el saludo con implicaci6n afectiva, lo que contrasta con el uso de los tonos bajos descendentes y los tonos suspensivos propios de las despedidas. En términos generales, pues, Monroy observa que el murciano presenta, entonativamente hablando, una franja tonaI estrecha (con escasas concesiones a la modulaci6n mel6dica del enunciado, a diferencia de otros dialectos peninsulares) y un rango tonaI medio donde los tonos nucleares mas usados son los tonos medios, siendo el suspensivo el tono basico del sistema. El trabajo de Escandell (1998), en fin, constituye una propuesta pIenamente pragmatica para explicar el funcionamiento de la entonaci6n en el lenguaje. Como dice la autora (p. 1944): "la entonaci6n sirve (... ) no solo para definir una modalidad gramatical frente a otra, sino también para orientar de manera decisiva la interpretaci6n de los enunciados». Efectivamente, en este estudio se demuestra que la entonaci6n es una mas entre las marcas formales que restringen la interpretaci6n de un enunciado dado, equiparable en este sentido a otras marcas como las léxicas, las sint<icticas, etc. Todas ellas permiten contextualizar los enunciados, orientando sus posibles interpretaciones y, sobre todo, l1aciendo visible la intenci6n comunicativa del emisor. Aplicando esta idea, Escandell propone una c1asificaci6n para las expresiones interrogativas en espaùol que pasa por las siguientes distinciones: I. Interrogativas neutras No conllevan ningun marcador formaI especial que determine su interpretaci6n. Se distinguen aquf: Preguntas Petici6n de informaci6n Interrogaci6n epistémica (conlleva necesaliamente una interpretaci6n vinculada al contexto de uso): preguntas reales, preguntas de examen, interrogaciones problematicas, interrogaciones deliberativas 78 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPAt'\JOLA: VIEJOS YNUEVOS ENFOQUES Peticiones y ofrecimientos Interrogativas directivas Ofrecimientos Peticion de instruccion/permiso Preguntas encabezadas con «~Por qué ... ?»: Causales, Preguntas que conllevan una interpretacion de critica, Preguntas que conllevan una interpretacion de tipo directivo, Sugerencias, Interrogacion problematica. II. Interrogaciones marcadas Contienen al menos un indicador de orientacion interpretativa, pudiendo aparecer dos o mas de ellos combinados entre si (entonacion, marcas gramaticales, etc.): Interrogaciones atribuidas Repetitivas o interrogaciones de eco: Recapitulativas, Especificativas, Explicativas, De copia. Anticipativas: Hipotéticas o exploratorias, Interpretativas, Exclamativas. Interrogaciones ret6ricas Confirmativas Con términos de polaridad negativa Con la particula acaso Debemos concluir este apartado constatando el importante avance que han experimentado los estudios entonativos en los liltimos aiios, como demuestra la publicacion de trabajos avanzados de divulgacion teorica entre los que destaca Prieto (2003), vision panoramica y exhaustiva de los modelos de analisis entonativo desde las primeras contribuciones hasta la actualidad. Este trabajo, precisamente, y queremos subrayar este hecho, incide en la necesidad de vincular los estudios fonologicos y los trabajos fonéticos sobre la entonacion o la prosodia en generaI. En tal sentido, como seiialan en su importante articulo Gil y Llisterri (2003), en los liltimos aiios se ha ido progresando hacia enfoques novedosos, particularmente en lo que ataiie a la aplicacion de nuevos modelos teoricos; Alcoba y Murillo (1998) se basan asi en el mode lo de Aix-en-Provence y Garrido (1996), (2001) Y (2003) aplica al espaiiol, con éxito, las aportaciones del modelo IPO. Persisten, no obstante, antiguos problemas como el de la delimitacion de las unidades entonativas, que por lo generaI se han MODELOS DE ANÀLrsrs ENTONATIVO Y SU REPERCUSrON 79 seguido estudiando desde perspectivas mas «tradicionales» como las basadas en el modelo AC o el modelo AN, como ocurre en el caso de Cantero (2002) o Martfnez Celdran (2003). Las nuevas metodologfas, sin embargo, han llevado a plantear nuevos horizontes en la investigacion prosodica; por ejemplo, en lo que respecta a las relaciones entre prosodia y discurso son destacables las aportaciones de Garrido y otros (1993) sobre la supmdeclinaci6n, recurso capaz de explicar la disposicion jerarquica de las unidades entonativas, que quedan agrupadas en consecuencia en el parmfo oml (pamtono, en la terminologfa propuesta por Hidalgo, 1997) . El estudio de la entonacion, pues, como indican Gil y Llisterri (2003) «parece ejercer una atraccion sobre los fonologos y/ o fonetistas muy superior a la que despiertan otros fenomenos fonicos tradicionalmente mas estudiados». Ya elIo ha contribuido, sin duda, su notable grado de aplicabilidad a otras disciplinas, tanto lingufsticas como extralingufsticas. 7. Y DESPUÉS DE LA ENTONACrON ~QUÉ? No quisiera acabar sin dejarme llevar por cierto pragmatismo intelectual: ~para qué sirve el estudio y desClipcion de la entonacion? ~cu31es son sus aplicaciones? En este sentido, el estudio de la entonacion aventaja, a mi entender, al de otras disciplinas linguisticas. Y es que la entonacion, como veremos de inmediato, proyecta sus sombras (y sus luces) sobre numerosas areas, que van desde la linguistica teorica hasta la aplicacion docente, pasando por campos diversos que nos llevan incluso hasta la investigacion tecnologica avanzada. Veamos brevemente alguna de esas extensiones. 7.1. LA INTERFAZ ENTONACION Y SINTAXIS En los ultimos aiios no han escaseado las publicaciones que tratan de estudiar las relaciones estrechas entre la entonacion y estructura sintactica. Destacan trabajos de indole expelimental como el de Garda Lecumberri (1997), donde se establecen las bases de la segmentacion informativa en espaiiol e inglés, o el de De la Mota (1995), destacable por su notable componente empirico y por el aporte de conclusiones importantes en torno a las relaciones entre la prosodia y la presentacion de informacion lingiiistica. Otros trabajos interesados en esta interfaz son mas concretos y tratan de fundamentar las caracteristicas espedficas de construcciones sintacticas puntuales, tales como la oraci6n compuesta, las oraciones interrogativas, las coordinadas, las condicionales, etc. (para una detallada bibliografia sobre estos estudios véase Gil y Llisteni, 2003). 7.2. LA INTERFAZ ENTONACION Y DISCURSO También las relaciones entre entonacion y discurso oral, sobre la base del enfoque pragmatico, han venido ocupando el interés Y DESPUÉS DE U\ ENTONACrON 2QUÉ? 81 de los investigadores. De ello se han beneficiado areas especificas, como la de los marcadores discursivos. Sobre estos elementos, y cada vez con mayor frecuencia, se vienen dando aportaciones que apuntan a la especializaci6n funcional de tales unidades de acuerdo con su realizaci6n pros6dica particular (Briz e Hidalgo, 1998; Dorta y Domfnguez, 2003; Romera y Elordieta, 2002). Deben mencionarse aquf las aportaciones de Hidalgo (1997) fundadas, precisamente, en el criterio pros6dico como punto de referencia para la estructuraci6n de la conversaci6n coloquial en unidades organizadas jerarquicamente; sobre ello es obligado recordar la distinci6n de unidades conversacionales propuesta por el Grupo Val.Es.Co. (Briz y otros, 2003). 7.3. LA ENTONAcrON Y su ENSENANZA. Su IMPORTANCIA EN LA VIsrON DEL ESPANOL COMO LENGUA EXTRANJERA La importancia del fen6meno entonativo justifica sobradamente, segun entendemos, la necesidad de desarrollar técnicas adecuadas para su didactica en el terreno de las lenguas extranjeraso La lengua que ahora nos preocupa, el espaiiol, la segunda mas hablada del mundo, y la vitalidad econ6mica asociada a la actividad docente, justifican el desarrollo de investigaciones que tengan como foco de interés el estudio de la entonaci6n espaiiola, comenzando por su modalidad estandar, pero desarrollando también en lo posible técnicas para la enseiianza de sus variedades diat6picas, diastraticas y diafasicas. Este terreno, sin embargo, esta practicamente sediento de estudios (podrfamos destacar, en cualquier caso, algunos trabajos como los de Vazquez L6pez, 2002; Carb6 y otros, 2003; o Llisterri, 2003). 7.4. ArLICAcroNEs DEL ESTUDIO ENTONATIVO A LAS TECNOLOGlAS DE HABLA J. Llisterri viene desempeiiando desde hace algunos aiios una tarea sumamente importante en el desarrollo de las relaciones entre la fonética como disciplina instrumental y otras disciplinas practicas, ya sean de caracter tecno16gico, médico o terapéutico. Uno de los terrenos en que el desarrollo del estudio pros6dico puede ser mas necesario en el estado actual de las investigacio- 82 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES nes es, precisamente, el de los sistemas de conversi6n de texto en habla, lo que, vulgarizando mucho la cuesti6n, supone la posibilidad de que una maquina (un ordenador, un robot, etc.) interactue linguisticamente con un ser humano. Todo esto, que podria parecer asunto futurista o de ciencia-ficci6n es algo de lo que continuamente participamos en nuestra vida cotidiana. Un caso especffico es el de los servicios telef6nicos, gran parte de los cuales estan ya automatizados y asistidos por sistemas informaticos inteligentes capaces de decodificar la seiial acustica del cliente (que pide o pregunta algo ); el sistema reconvierte la seiial acustica en informaci6n analizable, interpretable y comprensible para, finalmente, dar una respuesta a dicho cliente. Pues bien, y sin ahondar en exceso en la cuesti6n, uno de los elementos clave de la informaci6n acustica que recibe la maquina es el componente pros6dico, lo que comporta necesariamente la 10calizaci6n de las pausas, la asignaci6n de acento y la determinaci6n de las unidades mel6dicas. Y no solo esto: es conveniente que la voz sintetizada de la maquina resulte lo mas «humana» posible si se pretende rendir a satisfacci6n ante el cliente. Y la prosodia es, obviamente, uno de los factores que mas positivamente puede contribuir a ese «rendimiento satisfactorio». La investigaci6n de todos estos procesos se halla en marcha. Hay avances importantes que, por ejemplo, permiten mejoras en los sistemas de conversi6n de texto en habla, mejoras en la asignaci6n de pausas, en el fraseo y en la prosodia, e incluso algunos investigadores aspiran a incorporar las emociones en la voz (y hasta en el comportamiento) de los robots. Es necesario, en cualquier caso, establecer algun tipo de protocolo generaI capaz de agrupar los rasgos pros6dicos verdaderamente «rentables» que permita su estilizaci6n, hasta el punto de que alcancen el grado de abstracci6n necesario para una aplicaci6n global. El conocimiento preciso de los mecanismos pros6dicos resulta, en consecuencia, fundamental, porque mediante estos el hablante (maquina o Immano) indica al oyente (maquina o humano): cual es la informaci6n mas relevante del enunciado, qué momentos requieren mayor grado de atenci6n, qué partes del discurso no son importantes, cuando se introduce un cambio de t6pico, el final del turno de habla, la renuncia al turno de habIa, etc. Muchas son, pues, Ias informaciones pros6dicas relevantes en la comunicaci6n hombre-maquina (y a la inversa), de modo que YDESPUÉS DE LA ENTONACrON 2QUÉ? 83 si el modulo prosodico es bueno el sistema de reconocimiento de habla y conversion texto-voz sera también adecuado. En este caso, un modulo prosodico capaz de reconocer grupos de entonacion y de asignarles papel estructural en el discurso, es decir, capaz de reconocer la relacion informativa, semantica y pragmatica entre dichos grupos de entonacion en orden a constituir enunciados (o actos, en términos de Briz y otros, 2003), seria el mas idoneo. 8. CONCLUSIONES Y hasta aquI hemos llegado. Con estas 1fneas, en fin, hemos pretendido tan solo insistir en la importancia de la entonaci6n como recurso lingUIstico, y en la necesidad de profundizar en su descripci6n, no solo para conocer mejor el sistema lingUIstico y comunicativo, sino también para refiexionar sobre sus multiples aplicaciones. Los estudios entonativos actuales, por lo demas, demuestran un notable interés por dar a sus descripciones caracter aplicado, pero debemos reconocer que, pese a todo, la dispersi6n sigue siendo la nota predominante. Esto explica, por ejemplo, que todavfa no se hayan superado descripciones «antiguas», como las de Navarro Tomas (1944) o Quilis (1980-81) sobre el sistema entonativo del espaùol; ello, en cualquier caso, no deberfa ser un impedimento, sino mas bien al contrario, una motivaci6n aùadida, para proseguir en la investigaci6n del hecho pros6dico. Hemos comprobado la riqueza de contenidos y <imbitos de estudio abarcados por la entonaci6n; indudablemente su diversidad funcional, y por tanto su complejidad intrinseca, obliga a una diversidad paralela en los enfoques de su estudio, unos decididamente inductivos, que reconocen en los principios fonéticos sus bases metodo16gicas; y otros de caracter deductivo. Sin embargo, las nuevas aproximaciones a la descripci6n pragmatica de la entonaci6n (que debemos necesariamente asumir) imponen la exigencia de basar cualquier afirmaci6n en datos empIricos: es imprescindible valerse de un corpus extenso de datos orales, lo que, por supuesto, exige una ingente labor de campo. Muy probablemente esa fase de corpus habra de hacerse en equipo y no individualmente; también esta necesidad deberfa suponer, en nuestra opini6n, un impulso decidido para futuras investigaciones lingUIsticas especializadas en la entonaci6n espaùola, y para la colaboraci6n de estas con otras disciplinas mas técnicas o tecno16gicas (informatica, ingenierfa y telecomunicaciones, logopedia, foniatria, etc.). En este sentido, si la lectura de este trabajo consigue siquiera remover de sus asientos a los lectores e inclinar su interés hacia un tema, confesémoslo, raramente conocido por la mayorfa, habrfa valido la pena el «pequeùo» esfuerzo de redactarlo. E]ERCrCros 1. De la curva a la denominaci6n del contorno. Trate de identificar los siguientes contornos mel6dicos entre los tipos de patrones entonativos habituales establecidos para el espanol estandar. Justifique su respuesta: Contorno l Infiexi6n inicial... Cuerpo me!6dico... Infiexi6n fina! Infiexi6n inicial... Cuerpo mel6dico... Infiexi6n fina! Contonlo 2 Infiexi6n inicial Cuerpo mel6dico Infiexi6n final Contorno 3 Infiexi6n inicial Cuerpo mel6dico Infiexi6n fina! 86 ASPECTOS DE LA ENTONACION ESPANOLA: VIEJOS YNUEVOS ENFOQUES Contonlo 4 Infiexi6n inicial Cuerpo mel6dico Infiexi6n final Contorno 5 Infiexi6n inicial Cuerpo me16dico Infiexi6n final 2. Dados los siguientes enunciados, contextualizados tal como se indica en el paréntesis, indique qué tipo de entonaci6n corresponderfa a cada situaci6n. Justifique su respuesta y represente esquematicamente el movimiento me16dico resultante: L II. III. IV. V. Es posible que este ano nos visiten tus primos (el hablante manifiesta serias dudas acerca de la veracidad de lo que esta diciendo; no esta seguro). ~ Vienes al cine? (el hablante no solicita una respuesta si/no; sencillamente busca la constataci6n en el oyente de algo que da ya por hecho). ~ Quéfalta me hacen a mi tus excusas? (el hablante, sumamente enfadado, rechaza enérgicamente las excusas que alguien acaba de ofrecerle). No me abandones, por el amor de Dios (el hablante pide al oyente, humillandose ante este, que no le deje por nada del mundo). jNo entiendo quién ha sido tan tonto como pam invitarte a la fiesta! (el hablante se muestra contrariado ante la asistencia a la fiesta de alguien a quien no deseaba ver en ella). 3. De acuerdo con la propuesta fono16gica de Cantero (2002), asigne a los tipos entonativos reconocidos en 2. los rasgos distintivos que este autor considerarla en cada caso. 4. ~A qué forma de variaci6n deberlamos asignar las siguientes realizaciones entonativas? Justifique su respuesta. - entonaci6n aseverativa de un enunciado articulado en lengua vasca. - entonaci6n aseverativa de un enunciado articulado por un gallego que habla espanol como lengua habitual. 87 EjERCICIOS - J Qué has hecho las tareas del colegio? Pregunta formulada por una madre catalana con inflexion final en ascenso (anticadencia); la informante tiene el catalan como lengua materna y habitualmente habla a su hijo en espanol o en catalan indistintamente. Soluciones a los ejercicios 1) Contorno 1: Esta curva es la de una entonacion enunciativa con dos grupos fonicos; el primer grupo esta delimitado por un tonema ascendente de anticadencia, el segundo por un tonema descendente de cadencia. Contorno 2: Se trata de la curva correspondiente a una entonacion interrogativa absoluta, ya que se produce una fuerte subida del tono sobre la primera si1aba tonica, a partir de la cual se deriva un descenso brusco a lo largo del cuerpo melodico, hasta la ultima si1aba tonica, a partir de donde se manifiesta nuevamente un brusco ascenso de la inflexion final en anticadencia. Contorno 3: Nos situamos en este caso ante una entonacion imperativa, sin apéndice de cortesia, ya que el comienzo se produce a partir de un tono elevado (mandato con cierta energia). En este caso la palabra realzada con carga imperativa se halla al comienzo de la expresion, ya que es en ese punto donde se manifiesta el nivel tonal mas agudo del enunciado. El descenso final (cadencia) es algo mas marcado que en la entonacion aseverativa. Contorno 4: Corresponde a una entonacion enunciativa con un solo grupo fonico; el tono se eleva a partir de la primera si1aba tonica, manteniendo ese nivel medio hasta la ultima si1aba tonica de la emision, desde donde se produce un descenso del tono a un nivel grave (inflexion final de cadencia) Contorno 5: El comienzo presenta una elevacion tonaI notable, por encima de la lfnea enunciativa media, a continuacion se produce un ligero descenso melodico en el cuerpo del grupo hasta la ultima sflaba tonica, punto en el que se produce una elevacion brusca seguida inmediatamente de un descenso del tono a un niveI grave que se extiende hasta el final de la emision. Estamos, por tanto, ante la entonacion interrogativa pronominal. 2) 1- Puesto que el emisor no muestra seguridad acerca de lo dicho, este enunciado podria articularse como aseveraci6n insinuativa, con movimiento descendente en el cuerpo melodico, pero con una breve inflexion final en ascenso (semianticadencia): Es jJosible que este aiìo nos visiten tus primos 88 ASPECTOS DE LA ENTONACrON ESPANOLA: VIEJOS Y NUEVOS ENFOQUES II- En este caso la interrogaci6n se orienta hacia una afirmaci6n; la inflexi6n final deberfa mostrar un descenso (cadencia), si bien el cuerpo mel6dico deberfa mostrar un promedio de niveI tonaI superior al habitual en la entonaci6n aseverativa. Se trata de la llamada jJregunta aseverativa: ~ Vie nes al ci ne? III- Podria tratarse de una pregunta exdarnativa, ya que existe cierta incertidumbre acerca del asunto sobre el que se interroga; sin embargo, es una falsa pregunta: en realidad, lo que importa al hablante es mostrar su enojo ante la situaci6n planteada. Predominan, pues, los elementos expresivos sobre los 16gicos. Su contorno amplifica notablemente las proporciones propias de las expresiones interrogativas a ambos extremos de la lfnea tonaI (agudos y graves). La inflexi6n mel6dica final desciende ostensiblemente y se marcan con alto grado de tensi6n articulatoria los sonidos de la emisi6n, originando una ralentizacion evidente en la evolucion de la curva entonativa: ~ Qllé falla rne hacen a rni tllS excllsas? IV- El apéndice «por el amor de Dios" aiiade un grado de subordinacion del hablante hacia el oyente. No se trata simplemente de una peticion (entonacion imperativa), sino que el oyente esta en clara situacion de superioridad sobre el hablante. En consecuencia, este se «humilia". Se trata, pues, de una suplica: al final de cada grupo (en este caso hay dos) se prolonga la duracion de la silaba tonica y de la postonica como recurso para marcar la inferioridad del oyente respecto del oyente. Es posible que la intensidad globaI del enunciado (amplitud) sea también notablemente mas baja que en el enunciado imperativo habitual: """'-----------~---- No rne aban do nes, por el arnor de Dios v- Se trata de una exclarnaci6n indirecta: no existe incertidumbre acerca de algo sobre lo que se interroga, sino que se manifiesta un sentimiento de enojo ante una situacion dada. No es, pues, una interrogativa. Lo que importa aqui es la expresion de emociones (enfado, contrariedad, etc.). En funcion del grado del sentimiento expresado, la entonacion exclamativa puede desarrollar formas de contraste mas o menos marcadas; podria llegar- EJERcrcros 89 se incluso a la llamada exclamacion «ondulada», apropiada para la expresion de emociones «fuertes»: i1YO enzzenao qll1en na szao lan LOn LO corno para znvuane a lapesla! 3) - Aseveracion insinuativa: [/-interrogativo/ / +enfatico/ / +suspension/] - Pregun1:<1. aseverativa: [/-interrogativo/ /+enfatico/ /-suspension/ - Pregunta exclamativa: [/+interrogativo/ /+enfatico/ /-suspendido/] - Suplica: [/-interrogativo/ / +enfatico/ / +suspendido/] - Exclamacion indirecta: [/-interrogativo/ /+enfatico/ /-suspendido] 4) a) entonacion aseverativa de un enunciado articulado en lengua vasca: esta situacion no corresponde a ningun tipo de variacion entonativa del espaùol; se trata, simplemente de una lengua diferente b) entonacion aseverativa de un enunciado articulado por un gallego que habla espaùol como lengua habitual: variacion diatopica. c) i Qué has hecho las tareas del colegio? En principio, podria entenderse como un caso de variacion entonativa diatopica; si apreciamos que con la forma melodica ascendente final «<extraùa» en el espaùol estandar con estructuras encabezadas por «qué»), se obtiene un efecto pragmatico-expresivo sobre el enunciado (por ejemplo, cierto efecto de persuasion de la madre sobre su hijo) podriamos aceptar también la presenda de un fenomeno atribuible a la variacion diafasica (registro coloquial). BIBLIOGRAFlA NARCOS, E. (1964): «Algunas cuestiones fonologicas del espaiiol de hoy», WAA, Presente y Futuro de la Lengua Espaiiola. Madrid. Pags. 151-161. ALCOBA, S. Y MUIULLO,]. (1998): «Intonation in Spanish», en D. Hirst y A. Di Cristo (eds.): Intonation Systems. A SUT"vey oJTwenty Languages. Cambridge University Presso Pags. 152-166. ALCOBA, S., LE BESNERAIS, M. Y MUIULLO,]. (1993): «Unité tonale et structure prosodique de l'espagnoh>, Revue de Phonétique Apliquée, 105 : 261-285. ALONSO, A. Y HENRlQUEZ URENA, P. 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