g OCTUBRE 2003 NÚMERO 1 UNA PUBLICACIÓN DE L’ESCOLA UNIVERSITÀRIA D’ENGINYERIA TÈCNICA INDUSTRIAL DE BARCELONA Y EL COL.LEGI D’ENGINYERS TÈCNICS INDUSTRIALS DE BARCELONA CON “ENGINY” QUEREMOS CELEBRAR EL CENTENARIO de la Escola Industrial de Barcelona. Es fruto de una iniciativa conjunta entre la Escola Universitària d’Enginyeria Tècnica Industrial de Barcelona y el Col.legi d’Enginyers Tècnics Industrials de Barcelona. El objetivo: rendir homenaje al enorme esfuerzo colectivo a lo largo de estos 100 años de historia. También pretendemos que estas páginas estimulen el debate y la divulgación del papel clave de las tecnologías industriales en la sociedad y, a la vez, que nos sirvan para recibir orientaciones claras sobre el modelo de formación tecnológica y de práctica profesional que necesitamos para afrontar con garantías una sociedad futura sostenible, eficiente, solidaria, participativa, comprometida y, por qué no, festiva. UN SIGLO DE ESCOLA INDUSTRIAL Las apariciones periódicas de este suplemento nos servirán para hacer un reconocimiento histórico a las personas y las instituciones que han hecho posible la formación de las diferentes generaciones de técnicos que han apoyado la evolución tecnológica y social de nuestro país a lo largo de este siglo. Queremos honrar a todos aquellos que tendrán su espacio nominal. Y también a aquellos otros, muchos más, que han hecho una aportación anónima, pero esencial y siempre vinculada a aquel espíritu que se invocó en la fundación del Recinto. Este trabajo homenajeará a las instituciones que han hecho posible que hoy nuestras escuelas se encuentren en la cima del reconocimiento institucional y social. Han sido instituciones tanto del ámbito privado y empresarial como del ámbito público, tanto local como mancomunado y nacional. Todas han construido, como respuesta a los intereses de nuestro país, un modelo educativo de referencia internacional. Y a pesar del largo periodo negro del franquismo, este modelo ha sido capaz de conseguir y facilitar el acceso de la sociedad catalana y española al mundo de las nuevas tecnologías, el conocimiento y la innovación. También pretendemos estimular el compromiso social, indispensable para garantizar una evolución solvente de nuestros centros educativos, de investigación y de transferencia tecnológica. IMAGEN CEDIDA POR: INSTITUT AMETLLER D’ART HISPÀNIC I ARXIU MAS ACTO INAUGURAL DE la Escola Elemental del Treball, el 29 de mayo de 1914. El acto estuvo presidido por Josep Puig i Cadafalch, entonces diputado provincial en el Congreso de los Diputados, y Enric Prat de la Riba, elegido en abril de ese mismo año presidente de la Mancomunitat. En 1904 se fundó la Escola Industrial. El acto dio inicio a las clases. EL ANÁLISIS 2 LA ENTREVISTA / LA EMPRESA 3 LA OPINIÓN / EL INVENTO / EL RINCÓN 4 EL PERSONAJE / LA CRÓNICA 7 Aprovecharemos la ocasión para pedir a la sociedad que fije la importancia de una tecnología útil a la hora de crear el modelo formativo, y determine las habilidades que tendrán que desarrollar los ingenieros del futuro. Es necesario implicar en este proceso a dos sectores clave en la historia de la pasa a la página 05 EL ANÁLISIS 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Aula informática de l’Escola Industrial remodelada hace un año. La sala cuenta con 25 ordenadores y tiene capacidad para 48 estudiantes. A la derecha, la Escola d'Indústries Tèxtils, creada en 1909. IMAGEN CEDIDA POR: INSTITUT AMETLLER D'ART HISPANIC I ARXIU MAS EL FIN DE LA ETAPA INDUSTRIAL UNA EVOLUCIÓN NECESARIA Joan Majó Cruzate Xavier Marcet Gisbert La perspectiva que nos confiere el 100 aniversario de las enseñanzas de Ingeniería Industrial en el recinto de la Escola Industrial de Barcelona es un buen motivo para reflexionar sobre el proceso de cambios que en el pasado, y en el presente, nos sitúan enlatrayectoriadeloquepodemos llamar el gran proceso de transformación de la historia de la humanidad.Empezaremosporelpasado para adentrarnos y otear sucintamente el futuro de transformaciones que se nos ofrece. La Revolución Industrial no habría sido posible sin la existencia de mano de obra excedentaria gracias a las mejoras en la productividad agrícola, a las reservas de energía del planeta y al desarrollo del ingenio necesario para desarrollar ambas cosas. La ingeniería original no era otra que la ingeniería energética, tener capacidad para aprovechar las reservas energéticas del planeta y aplicarlas a un nuevo desarrollo que superaba los límites de crecimiento de las sociedades agrarias. En los últimos 30 años se ha desarrollado una nueva revolución tecnológica que superará la etapa iniciadaconlaindustrialización.Es una revolución simple pero de enormes consecuencias. Es la revolución de los números. La humanidad ha aprendido a hacer con los números casi lo que es capazdeimaginar.Hemosaprendido a procesar números a gran velocidad. Podemos almacenarlos y transmitirlos a cualquier punto de la tierra continua e instantáneamente. Es la revolución de la microelectrónica, del chip, de la memoria de silicio, de la fibra óptica. Tenemoscapacidadparaexpresar cualquier tipo de información en forma de números, lo que nos permite pasar de la revolución de los números, de la informática, a la revolución de la información. Yconellonaceunanuevasociedad que no ve límites a la información ni al conocimiento, puesto que cualquier tipo de información o de conocimiento lo sabemos digitalizar, expresar en números, y esto nos permite procesarlo, almacenarlo, distribuirlo, recuperarlo y modificarlosinrestriccionesyaun coste ridículo. Si la sociedad industrial ha ido estrechamente ligada a la revolución energética, la sociedad del conocimiento va íntimamente vinculada a la revolución de la información o a lo que hemos convenido como las Tecnologías de la Información y la Comunicación. El cambio que vivimos tendrá sin duda una magnitud comparable a la transformación que significó el paso de la sociedad agraria a la sociedad industrial. La sociedad industrial se ha acabado, lo cual no significará que disminuya la producción industrial ni que se terminen las industrias. Sencillamente, la industria será un sector minoritario de la sociedad de la in- NACE UNA NUEVA SOCIEDAD QUE NO VE LÍMITES A LA INFORMACIÓN formación, como la agricultura lo ha sido de la sociedad industrial. La sociedad de la información que emerge se configura como la sociedad del 5-15-80. En los próximos 10 años no más del 5% de la población se dedicará a la agricultura, aproximadamente un 15% a la producción de objetos, y el 80% restante no fabricará ni objetos ni cultivará alimentos, se dedicará a la producción de servicios: la pro- ducción y distribución de información y conocimiento, y los servicios a las personas. El conocimiento, como nuevo factor de producción, tendrá repercusiones en el funcionamiento económico como, entre otras, el cambio del concepto de trabajo industrial y la desmaterialización de una parte importante del consumo. En el ámbito industrial, la tecnologíaeslaexpresióndelconocimiento que más sustituciones impulsa. La tecnología permite ahorrar materiales, mano de obra, energía y transforma las expectativas de ocupación.Delaspersonasqueesténocupadasenelsectorindustrial se esperará básicamente aquella aportación que no sea sustituible por tecnología, es decir, no aportacionescalóricas,sinoaportaciones intelectuales. Resta aún el último vector que hemos anunciado. Sin duda el descubrimiento del código genético constituye el umbral de una nueva era. Se acerca el tiempo en que la síntesisquenospermitiráproducir nuevos materiales no será ya de carácter químico sino biológico, conlacapacidadquesupondráque los genes bacteriológicos o de microorganismos produzcan nuevos tejidos con propiedades que no poseían ni los naturales ni los sintetizadosquímicamente.Emergerá una nueva actividad económica vinculada a la biotecnología de dimensionesdifícilesdepreveryque, combinada con la gran revolución precedente de la información, nos permite intuir un futuro de radicales transformaciones. Hasta ahora hemos hablado de los límites de la técnica, pero probablemente llega el momento de hablar de los límites a la técnica. No se tratará ya de querer innovar y no saber cómo, se tratará de que apesardesaberlo,nosedeberáinnovar mecánicamente, sin las reflexioneséticascorrespondientes. Más allá de las repercusiones de la revolución tecnológica y de la conviccióndequecontinuarásiendoelgranestandartedelprogreso, la preocupación social sobre la posibilidad de una nueva fractura social, entre los que tienen acceso a las nuevas tecnologías y al conocimiento y los que quedan excluidos de ellos no debe dejar de preocuparnos. A más velocidad se produzca el cambio, más debe importarnos, y debemos impulsar más iniciativas para evitar la fractura social. La igualdad y la democracia deben fundamentarse en el acceso equitativo a las posibilidades del progreso tecnológico y a la capacidad de ejercer un control ético sobre los nuevos escenarios que la revolución del conocimiento y de la biotecnología configuran. 1904 CREACIÓN DE L’ESCOLA INDUSTRIAL DE BARCELONA 1908 ALFONSO XIII VISITA LOS TERRENOS DONDE SE UBICARÁ LA ESCOLA 1909 CREACIÓN DE LA ESCOLA D’INDÚSTRIES TÈXTILS 1910 CREACIÓN DEL LABORATORI D’ESTUDIS SUPERIORS DE QUÍMICA 02 I EL ANÁLISIS ENGINY LA ENTREVISTA FRANCESC VILA FEMENIA “LA FORMACIÓN CONTINUA ES CLAVE” JOAN ROSELL Francesc Vila Femenia Joan Rosell Lastortras (Barcelona, 1957) es ingeniero industrial por la Universitat Politècnica de Catalunya y, desde 1995, presidente del Foment Nacional del Treball. Rosell está relacionado con la empresa de embalaje plástico industrial Congost Plàstic; la de higiene urbana OMB, y con FecsaEndesa. Es consejero de la empresa de consultoría informática Fihoca, de la Immobiliària Colonial, de la Societat General d'Aigües de Barcelona, de Siemens y de Endesa Italia. Además, es vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Desde su despacho de Via Laietana nos explica cómo se pueden relacionar la universidad y la empresa. ¿Cómo ve el empresario catalán a los profesionales que salen de las escuelas de ingeniería? CuandosehizolaEscolaIndustrialuningenieroera un generalista y servía absolutamente para todo. A pesar de que había menos medios, un ingeniero podía saber construir un puente, poner en marcha unafábricaocualquieradelantotécnico.Hoyendía, el ingeniero técnico sigue siendo un generalista, pero al mismo tiempo hay una especialización más acusada. Por eso hay tantas divisiones dentro de la propia especialización que puede ser la ingeniería industrial: la textil, la química, la mecánica, las nuevas tecnologías, la eléctrica. Y no simplemente éstas, sino que cuando acaban la carrera, debido a los grandes adelantos tecnológicos, si no continúan estudiando dentro de su sector, se quedan absolutamente desfasados. Con el título de ingeniería se da un paso adelante, pero no es definitivo. Ni mucho menos. ¿Qué puede aportar Foment Nacional del Treball a este perfil de ingeniero? Tratardeconvenceratodoelmundodeque,poruna parte, la formación continua es clave, y eso Foment lo está promoviendo en todo tipo de empresas. Y, por otra parte, estamos remarcando la idea de que hay que ser competitivos y, para serlo, se debe tener mucha más investigación y desarrollo. Y ésa es la clave diferencial y de futuro de este país, no sólo que sea un país de investigación y desarrollo sino un país que fabrica productos y es capaz de inventar otros nuevos. ¿Cómo ve la colaboración actual entre universidad y empresa? Hace años eran unos grandes desconocidos. Ni se hablaban. Ahora, la comunicación ha mejorado y empieza a haber más relación entre la empresa y la universidad. Pero todavía tiene que haber más en el futuro. Que no se hayan encontrado antes ha sido un problema de ambas partes. Por ejemplo, yo mismo venía a la universidad a explicar cosas, probablemente hacía poco que había acabado la carrera y me era mucho más fácil, mucho más familiar y mucho más simple ir a la Escola Industrial y dar una charla sobre cualquier tema. Además ibas y te encontrabas como en tu casa. Ahora me resulta más difícil, más distante. En general, esto es una cuestión que se debería resolver para que la gente de la empresa vaya mucho más a la universidad a explicar sus carencias, sus problemas, sus defectos, y también sus propuestas, que hay muchas. ¿Participaría hoy Foment en una iniciativa parecida,adaptadaalosnuevostiempos,conlaEscolaIndustrial? Y con cualquier escuela universitaria que crea que Foment le puede echar una mano. Por interés propio, porque también nos interesa que haya muchas escuelas, muy competitivas y que sirvan al mundo empresarial. Pero antes estaba más justificada nuestra participación, porque si no se hacía desde el mundo empresarial no lo podía llevar a cabo nadie más. En estos momentos hay mucha más gente interesada, incluso personalmente, desde un empresario concreto hasta el conjunto de Foment del Treball. ¿En Catalunya hay técnicos suficientes o es necesario ir al extranjero a buscarlos? En Catalunya tenemos muchas titulaciones y universidades de gran calidad. Aquí existe un capital humano muy importante. Ahora bien, todo lo que sea bueno y se quiera traer de fuera me parece fantástico.Lomaloescuandoalgunodelosbuenos tiene que irse forzosamente a investigar fuera. Éste es uno de los grandes agujeros por donde se nos va muchísimo capital humano y, con vistas al futuro, el crecimiento de la economía. Solamente con que los técnicos que hay aquí no tuvieran que irse fuera a continuar estudiando o a trabajar yo ya estaría contento. CON EL TÍTULO DE INGENIERÍA SE DA UN PASO ADELANTE, PERO NO ES DEFINITIVO. G LA EMPRESA LA MAQUINISTA SÍMBOLO DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL CASTELUCHO / REVISTA METAM DE LA ESCOLA D’APRENENTS Letícia Rodríguez i Riera No hace muchos años, los terrenos de La Maquinista Terrestre y Marítima, en el barrio de Sant Andreu, de Barcelona, símbolo de la Revolución Industrial en Cataluña, se convertían en un centro comercial de 76.000 m2. Fundada en 1855 y dedicada a la construcción de maquinaria de vapor y eléctrica, estructuras aplicadas a la navegación y maquinaria para ferrocarril, fue pionera en la Ingeniería Industrial en Barcelona. El origen de la sociedad fue la fusión de los talleres de Valentí Esparó i Giral y la sociedad La Barcelonesa, creada en 1838 por Nicolau Tous i Mirapeix y Celedonio Ascacíbar. La fábrica se instaló en una antigua casa de bañosdelaBarceloneta,yconlaexpansiónde1920semovió a Sant Andreu. Su nacimiento coincidió con el auge de las construcciones navales de vapor y de ferrocarriles, que potenció su desarrollo. Superada la gran crisis de 1866-68, la prosperidad de los años de la Restauración (1875-78) estimuló su expansión, si bien tuvo que sorte- arnumerosasdificultadesdebidoalarápidaevoluciónde las necesidades de la industria nacional y a la competencia extranjera. En 1882 recibió el primer pedido para fabricar locomotoras. Tras los problemas causados por el proteccionismo, el cambio de siglo abrió una época de prosperidad. Dos de sus encargos más importantes en los años 20 fueron la fabricación del Metro de Barcelona y la construcción de motores Diesel, uno de los ejes de su producción. Con la Guerra Civil llegó la colectivización, realizada por la Generalitat de Catalunya, y la fabricación de maquinaria de guerra. En los 50 entró un nuevo accionista, la suiza Brown Boveri & Cia. En 1956 fue declarada empresa de interés nacional. En 1972 el Instituto Nacional de Industria pasó a controlarla y en los siguientes años se sucedieron las compras parciales por parte de otras sociedades hasta 1993, cuando la entonces accionista mayoritaria, GEC-ALSTHOM, cerró sus puertas. Habían sido 138 años en Barcelona. La Maquinista llegó a tener 3.000 empleados; muchos, formados en su Escola d’Aprenents. ENGINY I Anna Martí Vicente:directora I Joan Majó Roca:vicepresidente primero del Consorci Escola Industrial de Barcelona (CEIB) I Josep Villarreal Moreno:director del CEIB I Martí Llorens Morraja:director de la Escola Universitària d’Enginyeria Tècnica Industrial de Barcelona (EUETIB) I Joan Llaverias Sanmartí:comisionado del Centenario de la EUETIB I Carles Ruiz Moya:secretario académico de la EUETIB I Antoni Carrillo Orozco:decano del Col.legi d’Enginyers Tècnics Industrials de Barcelona (CETIB) I Francesc Vila Femenia:responsable de Comunicación del CETIB I E-MAIL:centenari.euetib@upc.es LA ENTREVISTA I LA EMPRESA ENGINY I 03 LA OPINIÓN EL VALOR DE LA COMPLICIDAD JUAN SOTO DOCTOR INGENIERO DE TELECOMUNICACIÓN PRESIDENTE DE HEWLETT-PACKARD ESPAÑOLA DESDE 1994 FECHA DE NACIMIENTO 27 DE MARZO DE 1940 DOCTOR HONORIS CAUSA POR LA UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE CATALUNYA (UPC) UNIVERSIDAD Y EMPRESA RESULTA APASIONANTE comprobar cómo desde los orígenes del proyecto encontramos una fórmula de compromiso de la sociedad civil catalana, que siguiendo la tradición aquilatada a lo largo del siglo XIX, apuesta por la formación tecnológica como forma de desarrollo. Y así, esa sociedad civil, articulada por medio de sus principales agrupaciones empresariales, se organiza para armar un complejo formativo de primer orden para dar respuesta a las necesidades productivas de su tejido industrial; condición imprescindible en el auge industrial que se dio en Catalunya. Ese compromiso de la sociedad civil continúa siendo un ejemplo. Quiero destacar también la innovadora concepción del proyecto formativo que se impulsó, en la medida en que se abordaron a un tiempo los distintos requisitos exigidos por cada uno de los diferentes niveles de cualificación de los trabajadores. Se atendía tanto a la formación de los trabajadores cualificadoscomoaladelosmaestrosdetallerycapataces, y a la de los ingenieros. En la estela de ese impulso empresarial surgieron iniciativas para mejorar tecnologías consolidadas en otras partes de Europa y para aplicar e implementar en Catalunya mejoras tecnológicas que después fueron exportadas a otras partes del mundo. A la improntaintegradoraseañadiólamodernidadconceptual. El papel de la transformación industrial y el valor de referencia que cabe atribuir a la Escola son reivindicables en nuestra sociedad en la medida en que la mejora de la formación y de la complicidad entre la universidad y su entorno han de permitir a nuestra industria mejorar su aportación a la riqueza colectiva, a la que hoy contribuyen sus trabajadores. EL INVENTO Es muy sugerente también el papel que juega como plataforma ininterrumpida de apoyo al desarrollo empresarial, y cómo se adapta a su evolución haciendo propios los ciclos de evolución de las tecnologías clásicas: del vapor a la electricidad; de la tecnología del textil a la de los materiales y el medio ambiente; de la maquinaria de gran formato y consumo a la regulación automática y la electrónica de pequeño formato; del taylorismo a Quién se ha llevado mi queso. Resaltan la impronta de sus impulsores, fueran empresarios,especialmentecuandodemostraron en solitario su fe en el proyecto formativo supliendo el papel del estado garantizando la continuidad de la actividad académica; o fueran los representantes del gobierno local, con independencia de su competencia. Esa extraordinaria tradición se ha mantenido viva y todavía hoy una parte importante de los recursos financieros de los centros universitarios de la Escola Industrial proceden de fondos locales de la Diputació. Y porque con el ímpetu que caracteriza alaUPCsedesarrollanproyectosdeinnovacióncon las empresas que han aceptado el reto de la continuidad del proyecto de Prat de la Riba. En cierta ocasión un admirado visitante de los jardines de Buckingham Palace preguntó al jardinero elsecretodesuintensogreen,yéstedijo:""Elsecreto consiste en plantar la pradera, y después sólo hay que regarla y cortarla durante 200 años". Pues bien, tras 100 años de práctica hoy encontramos una institución como ésta que, sobre la base de su tradición, lidera iniciativas como la de la aplicación de los criterios de calidad total en el ejercicio de su actividad, o como la de la aplicación ejemplar del principio del partenariado en la acti- vidad propia de sus órganos de gobierno en los que participan conjuntamente la Generalitat, la Diputació y la Universidad. O como la adaptación curricular o la preparación ejemplar del reto del Espacio Europeo de Educación Superior para anticipar una programación académica al servicio de las necesidades de la sociedad. O el impulso de un programa ejemplar de colaboración y cooperación con la organización profesional colegial, que posibilita que éste se implique patrimonialmente en un ambicioso plan de formación a lo largo de toda la vida profesional. Por fin cabe destacar el entusiasta enfoque de su Centenarioparapermitirunareflexióncolectivasobre la necesidad de orientar la actividad de nuestras escuelas de Ingeniería hacia las necesidades tecnológicas del país, con clara voluntad de servicio, con decidida vocación de excelencia, con un sólido compromiso institucional y con una creciente presencia internacional. LA ESCOLA LIDERA LA APLICACIÓN DE CRITERIOS DE CALIDAD TOTAL EN EL EJERCICIO DE SU ACTIVIDAD G EL RINCÓN INSTRUMENTO PLUVIÓGRAFO INVENTOR R. JARDÍ BORRÁS ÉPOCA AÑOS 20 LA ESCUPIDERA EL PUNTO DE ENCUENTRO ENTRADA PRINCIPAL de la Escola Universitària d'Enginyeria Tècnica Industrial de Barcelona. Esta rotonda, conocida como La escupidera por la comunidad universitaria que frecuenta la escuela, es el punto de encuentro de estudiantes y visitantes. Esta obra está situada en el acceso, justo en el eje de la calle de Córcega, y fue construida bajo la dirección del arquitecto Joan Rubió i Bellver entre 1927 y 1931, durante la dictadura de Primo de Rivera, por encargo de la Diputació de Barcelona. IMAGEN CEDIDA POR: DIPUTACIÓ DE BARCELONA Este aparato es capaz de registrar desde las pequeñas lluvias hasta los chubascos. INGENIO EXPORTABLE EL PLUVIÓGRAFO CORRÍAN LOS AÑOS 20 cuando el doctor Eduardo Fontseré, director del Servei Meteorològic de Catalunya, encargó al doctor Ramón Jardí Borrás, profesor del Instituto de Electricidad y Mecánica Aplicadas y miembro de la Real Academia de Ciencias, crear un pluviógrafo de intensidades. Después de meses de investigación, obtuvieron un modelo capaz de medir cualquier régimen de lluvia en un tiempo no superior a 30 segundos, que registraba desde pequeñas lluvias hasta chubascos, y que al mismo tiempo permitía observar la periodicidad de toda clase de precipitación. 04 I LA OPINIÓN I EL INVENTO I EL RINCÓN La casa constructora de aparatos meteorológicos J. Richard, de París, incluyó el invento en su catálogo en 1927. Casella, de Londres, también lo comercializó en cuatro versiones diferentes. Los dos primeros aparatos fueron para el Servei Meteorològic de Catalunya y el Observatori Fabra. ENGINY EDITORIAL Escola Industrial: los empresarios y las Administraciones públicas. de la tarea de innovación y transferencia hecha en nuestros centros, pero que también son generadores de tecnología. Con ellos debemos de establecer estrategias de colaboración y complicidad. De esta manera, una vez al mes, y hasta el próximo verano, encontraréis el suplemento en este diario. Incluirá básicamente un repaso histórico a la Escola y su entorno, una opinión actual estrechamente vinculada al mundo de la tecnología, un apunte descriptivo sobre las empresas tecnológicas, entrevistas, la agenda de las actividades del Centenario y un espacio que dará cabida al debate. Queremos acercarnos a las Administraciones que hoy tienen la responsabilidad de impulsar la tecnología, la investigación, el modelo de formación de los ingenieros y su articulación con la profesión. Les pedimos que se comprometan a llevar a cabo una tarea de divulgación y pedagogía que nos permita llegar al nivel de desarrollo tecnológico que la sociedad de mañana nos pide hoy. Nos dirigimos a toda la sociedad, especialmente a los agentes económicos que son usuarios directos de los profesionales de la Ingeniería y Y deseamos iniciar un diálogo con los ciudadanos, que son los beneficiarios o los perjudicados de la tecnología, y que al mismo tiempo tienen viene de la página 01 la responsabilidad de transferir a las generaciones futuras un mundo sobre el cual el impacto de la tecnología no es neutral y sobre el que hoy es necesario hacer un claro pronunciamiento. de la gente, una tecnología accesible para todos y, por lo tanto, no elitista. Que sea próxima y comprensible para que todo el mundo la sienta propia. Impulsamos esta vía de comunicación porque creemos que la formación de los futuros ingenieros industriales debe ser útil y nos debe llevar a revisar los procesos de mejora en todos los ámbitos de la industria de nuestro país. Una ciencia incluida en unas instituciones universitarias que lideren la configuración del espacio europeo de enseñanza superior, en el que deben poder desarrollarse de forma natural y en el que tienen que afrontar los retos de la calidad los técnicos que han de construir el mañana de la sociedad y las bases para su pervivencia. Estamos convencidos de que podemos colocar las bases tecnológicas para un desarrollo competitivo, sostenible y comprometido con el entorno y con las personas, apto para operar en una economía globalizada con eficiencia económica y eficacia social. Estamos capacitados para impulsar una tecnología comprometida socialmente y orientada a resolver los problemas Y aunque consigamos todo esto no habremos hecho ni la mitad del reconocimiento que hoy, en su Centenario, se merece el esfuerzo de este país para mantener una institución universitaria al servicio de los retos industriales. PATROCINIO A la Diputació de Barcelona: moltes gràcies per la vostra tasca de suport al llarg d’aquests 100 anys 1904 2004 ESCOLA UNIVERSITÀRIA D´ENGINYERIA TÈCNICA INDUSTRIAL DE BARCELONA EDITORIAL I PATROCINIO ENGINY I 05 06 I PUBLICIDAD ENGINY EL PERSONAJE: ENRIC PRAT DE LA RIBA IMAGEN CEDIDA POR: LA VANGUARDIA LA REVOLUCIÓN POSIBLE Abril Martí EN 1917, CATALUNYA vivía una de las mayores manifestaciones de luto que se recuerdan. Una multitud acompañaba a Enric Prat de la Riba en su último paseo entre Castellterçol, donde había nacido y había elegido morir, y Barcelona, donde se había forjado como líder de un pueblo. El sentimiento era tan profundo y auténtico que tal vez nos cueste de entender a los que vivimos estos tiempos convulsos de Madrids y Marbellas, de consensos a golpe de amenaza, de escaso diálogo y excesiva mano dura. No existe mejor compendio de las virtudes de Prat de la Riba que la cualidad en la que coinciden todos sus biógrafos: siempre escogía a la mejor persona para cada cargo, al margen de afiliaciones políticas o religiosas y de sus simpatías personales. Y esto es como decir, de un plumazo, que era una persona justa, juiciosa, con mano izquierda y sentido político, y que no temía que nadie ensombreciera su figura; lo que le importaba no era el lucimiento personal, sino los proyectos que tenía entre manos. Y no eran pocos. Con la herencia que dejó nadie diría que solamente vivió 46 años (que su precocidad le llevó a aprovechar al máximo). Lució conciencia catalanista y arrojo político desde muy joven, y, en 1901, recién estrenados los 30, fue nombrado secretario general de la Lliga Regionalista. La política y el periodismo, al frente de La Veu de Catalunya, centraban su vida. La presidencia de la Diputació de Barcelona, en 1907 (fue elegido diputado por primera vez en 1905) y posteriormente la de la Mancomunitat, en 1914, le dieron alas para emprender su revolución, la revolución de las cosas del día a día: la de la sanidad, la educación, las infraestructuras, la cobertura social... La de aquellas cosas, en definitiva, que construyen el futuro. Un futuro que dependía, no tenía dudas al respecto, de la formación de los ciudadanos. Un grupo de emprendedores catalanes había constituido, en 1904, un patronato destinado a crear una gran universidad industrial que formara a los técnicos, desde los aprendices hasta los ingenieros, que requería el sector catalán, cada día más importante. El planteamiento era muy ambicioso, pero la subvención no bastaba para que la Escola Industrial iniciara su andadura. La presidencia de Prat de la Riba desatascó la situación: 500.000 pesetas de las de 1907 y su inmensa capacidad para implicar a sus coetáneos en todo lo que hacía (y su gran audacia para aceptar la diferencia de opiniones y sacar provecho de ello) dieron a la entidad el primer impulso. En 1909 empezaron las clases de la Escola d’Indústries Tèxtils; en los siguientes años se le sumarían ocho enseñanzas más. El reto requirió todo el talento del presidente de la Diputació, que demostró una enorme clarividencia en la definición del proyecto: la Escola Industrial tenía que ser un gran campus a la europea, con espacios que los estudiantes usaran fuera del tiempo de docencia, y laboratorios y museos que no sólo sirvieran para aprovechar mejor las clases, sino para potenciar la investigación. El modelo eran los centros de formación técnica que había desarrollado Alemania y la aspiración situaba a Catalunya al nivel de Francia, Inglaterra y Estados Unidos, que trabajaban con los mismos conceptos que Prat de la Riba. Sobra decir que los recursos con que contaba la Diputació estaban a años luz de los que tenían estos países, pero el esfuerzo catalán fue más que notable: para establecer la Escola d’Indústries Tèxtils, por ejemplo, se compró a Inglaterra la maquinaria de una sección industrial completa para que los estudiantes tuvieran la oportunidad de aprender en las condiciones más similares a las que se encontrarían después en su actividad profesional. Poco a poco la Escola Industrial llegó a convertirse en lo que Prat tenía en la cabeza: en sus propias palabras, un gran centro en el que se formaran “artesanos e industriales de todo tipo, tanto de las profesiones en las que la habilidad del hombre lo es todo como de aquellas en las que todo es la máquina”, un centro donde debían tener cabida “obreros y patrones”, al que estaba llamada “la juventud de todas las regiones españolas”. Necesitaríamos páginas y páginas para recoger el legado de Prat de la Riba: habría que hablar de la creación de l’Institut d’Estudis Catalans, la Biblioteca de Catalunya y la red de Biblioteques Populars, de su compromiso con la reforma ortográfica y de la enorme variedad de centros docentes en los que aparece la mano del político de una u otra forma, desde la Escola Catalana d’Art Dramàtic hasta la de Bibliotecàries. Una obra, además, que no terminó con su labor de gestor. En ella hay que destacar también la faceta teórica: decenas de textos (manifiestos, memorias, estatutos y su gran obra, La Nacionalitat Catalana, publicada en 1906) que le sirvieron para articular un pensamiento nacionalista moderno y que lo han llevado hasta nuestros días como un ejemplo de hombre de compromiso, con las proporciones justas de realismo y utopía. LA CRÓNICA “VOLVERÍA A LA CALLE URGELL” URGELL CRUCE con Córcega. Escola Industrial. Final años 60. Los recuerdos se agolpan en el disco duro emocional pugnando por una línea en este breverelato.Miquelay,Tremosa, Aguer, Cumella, Ybero, Bladó, Corrales, apellidos de profesores. Puigpey, Gumersindo Vide –desaparecidos de la agenda-, Sales Sans, Rebassa Ferrer, Jordi Ribes, Martí Jaume y Martí de Espulgues, Julia Abós, Eva Bastida, Griselda Cloquell, Facundo Rojo Gil, Alfonseda y Pellicer –estos últimos, jugadores del Barça- nombres de alumnos. Todas las chicas en Química y Textil, una sola en Electróni- ca, ninguna en Mecánica. ¡Qué paisaje! Integrales trigonométricas, TransformadadeLaplace,Series de Fourier y perspectiva caballera, tortura china. Matemática de conjuntos recién descubierta en época de Sirex, Mustangs y Brincos. Y el sistema binario presentándose en sociedad. Frasesinolvidables.Miquelaydixit: “Buen examen, joven. Tiene un ocho. El nueve me lo reservo para mí y el 10 es para Dios” . Concurso de grafittis de los suspendidos en los servicios. “Si los cabrones volaran, (el de Física) sería jefe de escuadrilla”. Consejo sabio de Bladó en Organi- EL PERSONAJE I LA CRÓNICA zación Industrial: “Cuando lleguen recién graduados a una fábrica localicen inmediatamente al Martínez. Hay un Martínez en cada taller. Lo sabe todo de la historia práctica de allí y ustedes sólo teoría. El Martínez será su mejor aliado. Cuídenlo”. Un día que hizo época: la madrugadaquelosamericanosllegarona la Luna. La noche siguiente, la mayoría soñó con trabajar algún día en la NASA, aunque Houston quedaba lejos de Cornellá. Más lejos todavía que hoy. He vuelto allí varias veces. Me he asomado a las inmensas aulas de dibujo, a los talleres y sobre todo a la Biblioteca de la Es- MANUEL CAMPO VIDAL INGENIERO TÉCNICO INDUSTRIAL EN ELECTRÓNICA INDUSTRIAL PROMOCIÓN DE 1970 cola del Treball, que recorrimos estudiando mesa a mesa. Recorriendo el paseo nostálgico, articulado entre los viejos edificios y la memoria personal. A veces me preguntan jóvenes estudiantes de Comunicación o de Ciencias Sociales de qué me sirvió estudiar Electrónica Industrial si después me dediqué al Periodismo y la Sociología. Suelo responder que es bueno no faltar a clase el día que explican el Discurso del Método Descartes. Todo en la vida no se puede representar en ordenadas y abcisas pero a los que les quedó esa asignatura pendiente se les nota, aunque hagan poesía. ENGINY I 07