SEMANA DE LA CONVIVENCIA ACTIVIDAD CULTURAL: ¿CÓMO PINTAS LA CONVIVENCIA? FECHA: Miércoles 16 Octubre 2013 HORA: 12:00 a 1:20 pm Descripción de la Actividad 1) Motivación: El docente encargado en cada grupo, realizará la lectura alusiva a la convivencia, con el fin de despertar la creatividad en los niños y jóvenes, respecto al diseño del afiche de la convivencia. 2) Construcción del Afiche: Cada estudiante realizará en una hoja de block blanca o cartulina blanca tamaño oficio, un afiche alusivo a la convivencia. Dicho afiche debe contener un dibujo y un mensaje corto, usando cualquier técnica (lápiz, colores, pinturas, crayolas, mireya, etc.). Al reverso, se debe marcar con el nombre del estudiante y su respectivo grupo. Los dibujos serán expuestos en un lugar visible del salón, y el grupo junto con el docente encargado, seleccionarán el mejor afiche y lo entregarán a los docentes encargados de la actividad. Los afiches finalistas participarán en un concurso institucional, en el cual se premiarán los 3 primeros puestos para primaria y los 3 primeros puestos para bachillerato. Es de anotar que cada estudiante debe traer sus propios materiales para el día Miércoles 16 Octubre. Docentes Encargados Preescolar y Primaria: Clara Inés Varón y Lilia Alzate Secundaria: Olga Velásquez, Sulay Robledo, Diana M. Osorio Cuento sobre convivencia: Los puercoespines Durante la era glacial, muchos animales morían por causa del frío. Los puercoespines, percibiendo esta situación, acordaron vivir en grupos; así se daban abrigo y se protegían mutuamente. Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que le brindaban calor. Y por eso, se separaban unos de otros. Pero volvieron a sentir frío y tuvieron que tomar una decisión: o desaparecían de la faz de la tierra o aceptaban las espinas de sus vecinos. Con sabiduría, decidieron volver a vivir juntos. Aprendieron así a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy cercana les podía ocasionar, porque lo realmente importante era el calor del otro. Y así sobrevivieron. La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas; es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón para los suyos propios. Donde el respeto es fundamental. Cuento infantil: Carrera de zapatillas Cuento de Alejandra Bernardis Alcain (Argentina) Había llegado por fin el gran día. Todos los animales del bosque se levantaron temprano porque ¡era el día de la gran carrera de zapatillas! A las nueve ya estaban todos reunidos junto al lago. También estaba la jirafa, la más alta y hermosa del bosque. Pero era tan presumida que no quería ser amiga de los demás animales. Ja, ja, ja, ja, se reía de la tortuga que eran tan bajita y tan lenta. Jo, jo, jo, jo, se reía del rinoceronte que era tan gordo. Je, je, je, je se reía del elefante por su trompa tan larga. Y entonces, llegó la hora de la largada El zorro llevaba unas zapatillas a rayas amarillas y rojas. La cebra, unas rosadas con moños muy grandes. El mono llevaba unas zapatillas verdes con lunares anaranjados. La tortuga se puso unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando estaban a punto de comenzar la carrera, la jirafa se puso a llorar desesperada. Es que era tan alta, que ¡no podía atarse los cordones de sus zapatillas - Ahhh, ahhhh, ¡qué alguien me ayude! - gritó la jirafa Y todos los animales se quedaron mirándola. Pero el zorro fue a hablar con ella y le dijo: - Tú te reías de los demás animales porque eran diferentes. Es cierto, todos somos diferentes, pero todos tenemos algo bueno y todos podemos ser amigos y ayudarnos cuando lo necesitamos. Entonces la jirafa pidió perdón a todos por haberse reído de ellos. Y vinieron las hormigas, que rápidamente treparon por sus zapatillas para atarle los cordones Y por fin se pusieron todos los animales en la línea de partida. En sus marcas, preparados, listos, ¡YA! Cuando terminó la carrera, todos festejaron porque habían ganado una nueva amiga que además había aprendido lo que significaba la amistad Fin y colorín, colorón, si quieres tener muchos amigos, acéptalos como son Los clavos en la cerca Había una vez un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa. El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca...pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en el que el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre, entonces el padre le sugirió que por cada día que controlara su carácter debería sacar un clavo de la cerca. Los días pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca...entonces el papá llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás. -Mira hijo, has hecho bien, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Ya la cerca nunca será la misma de antes. -Cuando decimos o hacemos cosas con enojo, dejamos una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como clavarle un cuchillo a alguien, aunque lo vuelva a sacar la herida ya quedó hecha. Los amigos son verdaderos tesoros a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte. Es así que este cuento nos enseña la importancia de saber cuidar a quienes queremos y nos rodean y si cometemos una falta debemos buscar la forma de pedir "perdón" para que esa amistad no se pierda. ¡¡¡La amistad entre las personas es un valor que hay que saber cultivar!!! Convivencia, al arte de comprender los defectos ajenos Cuentan la historia de un humilde aguador que llevaba el agua de un manantial a la casa de su amo en dos grandes cántaros colgados en los extremos de un palo. Uno de los cántaros estaba roto y por el camino perdía la mitad de su contenido, el otro, perfecto como el día que salió de la alfarería, siempre llegaba lleno. Día tras día el cántaro roto se lamentaba de no poder llevar toda el agua, así durante dos años. Hasta que un día, ya no pudo aguantar más y, mientras el aguador llenaba los cántaros en el manantial, le dijo: “Estoy avergonzado, y quiero disculparme”. “¿De qué estas avergonzado?”, le preguntó el aguador. “Llevo dos años trabajando contigo y debido a la grieta que tengo en mi costado nunca he podido llegar con todo el agua” El aguador se sintió triste por el viejo cántaro roto, y le dijo: “De vuelta a casa, quiero que te fijes en el camino y descubras las bellas flores que lo bordean” De camino a casa, el cántaro se fijó y, efectivamente, descubrió un manto de hermosas flores silvestres en el camino. Pero nada le servía de consuelo, cuando al llegar a casa seguía medio vacío. Y volvió a pedir perdón por su error. El aguador le dijo al cántaro: “¿No te has dado cuenta de que había flores solamente en tu lado del camino, pero no en el lado por donde pasa el cántaro entero? Eso es porque yo siempre he sabido que perdías agua, y saqué provecho de ello. He plantado semillas de flores en tu lado del camino, y cada día mientras que caminamos de regreso del arroyo, tú las has regado. Durante dos años he estado recogiendo estas flores para decorar la mesa de mi amo. Si no hubiese sido así, él no hubiera tenido estas flores tan bonitas para decorar su casa.” Todos tenemos defectos y cometemos errores (como el cántaro roto). Pero son nuestros defectos los que hacen la vida más enriquecedora e interesante. Sólo tenemos que tomar a cada persona tal y como es. Hay cantidad de cosas buenas en cada una de ellas, a pesar de los defectos que se aprecian.