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l ' l . A Z A ÜHK P ! í O ü H Í ' : i Ü . N U M . 1, M A D R I D
MKDAL
Número 313
20 céntimos número
1 de Junio de 1905
Alrededor del Mundo
Director
y propietario:
D o n Manuel
Toda ]a correspondencia, menoa la referente á articuloa y
fotografías, debe riirigirae al señor Administrador,
SE PUBLICA LOS JUEVES
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Núnierog atrasados, al mismo preuio que loe corrientes,
hasta nuevo!i\iao.
P R E C I O S DE S U S C R I P C I Ó N
TRIMU8TRE ( T E E C E NlJMEROa)
2 , 5 0 p e s e t a s en toda. E^^paña.
3
p a s e t a s en Portugal y (Übraltar.
4
f r a n c o s e n l o s d e m á s pai^ses.
" K n líspaña, el T>ago puede liacerse en sobre monedero, valorea dtí>;]arados. Giro mutuo ó libranzas de la Prenaa. Kn el
extranjero, en cheques del CréJit Lyonnata ó de otrofí Han
üoa «obre Madrid, Parla ó Londres, ó en órdeneí* postales
sobro laa mismas plazas. También we admiten billetes de
Banco ingleses, franceses y de loa Kstacloa Unidos, y Oons
de poste íVanceses y postal ordíir^ de Inglaterra.
Alhama
(WANPEfíEp?)
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cóntitiios cada palabra más. Hay que aü;idir lót^éntinios por
cada anuncio, [lara timbre. Para las deniás clases de a n u n cios, pídanse precios.
NOTA, Retribuiremos los artículos y los a]iuntes para
artículos interesantes solire co^^as españolas que ae nos r e mitanj y de los cuales hagamos uso, y que contengan al pie
la indicación « D H PAGO». Todas las comunicaciones deben
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no re3|>ondenms de extravíos, ni conservamos ninguna que
no traiga sobre í'ranqueado, ni liacemoa exi.-epcíontjs.
Ho s e devn«lveii l o s originales, ni Re mantiene corres' ~^i\ ondenola acerca da los recibidos.^'
Reservados los dereclioade [propiedad literaria y artística.
Loa [leriódicos podi-án copiar artículos de los que no formen
serie, haciendo constar que son de ALBEDEOOH DEL MUNDO,
pero la reproducción de graliados queiia [irohibida.
Recetas y Recreos
SOPA NEGRA,—EQ u a a c a c e r o l a se caldean dos cu-
c h a r a d a s de aceite y se tuestan bastante otras dos
de h a r i n a . Se a g r e g a caldo del puchero, y cuando
cuece á borbotones se incorporan l a s bolaas, bien
repletas de tinta, de doce c a l a m a r e s frescos.
Se hace hervir cinco minutos y s e sazona d u r a n t e
la ebullición.
Después se cuela por p a s a d e r a fina, y antes de
servir se liga fuera de! fuego con u n a yema de huevo diluida en u n a c u c h a r a d a de a g u a fría.
Esta sopa be hace calando pan, y antes de e c h a r lo en la sopera s e retuesta sobre l a placa de la c o cina ó en la parrilla.
P a r a comidas de vigilia se a u m e n t a la cantidad
de aceite, y en vez de caldo de puchero so echa a g u a .
•VfT
E L TERCIOPELO CHAFADO se r e s t a u r a de m u c h a s
m a n e r a s , pero entre las mejores puede figurar la
siguiente;
Se echa en un barreño ó cazuela un litro de petróleo, y se d a en él un buen baño al terciopelo
que se t r a t a de r e s t a u r a r . Cuando esté bien impregn a d o de aceite s e s a c a , se extiende sobre u n a mesa,
se frota ea todos sentidos con un trozo de franela
y se pona á secar.
Esta operación debe efectuarse en un aposento
donde no h a y a lumbre ni luz artificial de n i n g u n a
clase.
Después s e plancha el terciopelo por e! revés con
u n a plancha calentada r e g u l a r m e n t e , humedeciendo con a g u a el tejido, como se hace al planchar los
paños.
P A R A LEVANTAR k UNA CABALLERÍA CAÍDA no h a y
necesidad de emplear la violencia, como suelan hacer los carreteros, porque el sistema es cuntrapro^
ducente.
Lo meior es coger un puñado de yerba y t a p a r l a s
fosas nasales del animal, pues por efecto de la falta
tie aire se levantará en seguida.
A falta de yerba pueden emplearse trapos ó papeles. De todos modos resulta infalible el procedímíenlo.
BAÑOS DE MAR ARTIFICIALES. — La siguiente fór-
m u l a puede ser de g r a n utilidad para las personas
que no pueden ausentarse de l a s poblaciones del
interior durante el verano:
Sal m a r i n a
8
kilos.
Sulíato de sosa cristalizado. :í 1/2 —
Cloruro de (talcio
0,70i) g r a m o s .
Cloruro de magnesio
2.950
—
Agua
;(0i) litros.
El baño resultante contiene casi los miamos principios q u e el a g u a del m a r .
LIMPIEZA DE LUPAS, LENTES Y GEMELOS. —Si las
lentes están m a n c h a d a s de g r a s a , se i'rotan suavemente con un trozo de papel secante ó de seda, mojado en a g u a que contenga u n a s c u a n t a s gotas do
un álcali cualquiera.
En seguida se pulimenta con un trapo viejo que
no sea de teda.
No conviene frotar á menudo l a s lentes, porque
corren peligro de r a y a r s e . El polvo se les .quita con
una g a m u z a fina.
"Tí"
CEMENTO PARA EL CRISTAL.—Se mezclan íiO p a r -
tes de almidón finamente pulverizado, lUÜ de carbonato de cal precipitado y :iü de trementina de
Venecia.
A esta s e a ñ a d e otra mezcla, á partes iguales, de
a g u a y alcohol, en cantidad suficiente para formar
u n a papilla bien homogénea.
Este cemento es excelente para pegar sobre cristal
letras también de cristal, de porcelana ó de metal.
(CintHirii in li piniltíiri picJiti.)
Alred»Por oel Mundo
-337
-
1 de Junio de
1905
Un rey Oe España en Francia en el sijlo XVI
Cómo recibió Francisco I á, Carlos Quinto.—La comitiva y el adorno de París.—Una frase
del emperador.— El anillo del «rey-caballero».
Finalizaba el ano de 15:1!), Dríadas, h a m a d r i a d a s ,
faunos, y otras liivinidades silvestres que, según los
poetas del rey I''rancisco I, poblaban la selva de
Fontainebleau, pudieron creerse vueltos á los bellos
días del Olimpo.
Ciertaraenteel
mismo J úpiter
h u b i e r a sentido
envidia, aun rodeado de los esp l e n d o r e s del
Empíreo, de lo
honores prodigados al César es pañol, al invicto
C a r l o s Priiuero
de E s p a ñ a y
Quinto de Alenian i a , d u r a n t e su
visita al caballer e s c o r e y de
Francia. El vencido de P a v i a , el
prisionero d e la
Torre de los l.ujanestomabaccrtésdesquitedelas
humillaciones sufridas, cubriendo
d e ñores al que
catorce años ant e a l o apresara
p o r m a n o s del
soldado vizcaíno
J u a n de Urbieta,
junto á los muros
de la famosa ciu
dad lombarda.
rabie. La conferencia se celebró en Aigues-Mortes, entre el ruido de las aclamaciones populares, sirviéndole de epílogo un b a n q u e t e , al que
asiátieron el Delfiti y el duque de Orieans.
La entrada de.
m o n a r c a español
en P a r í s constituyó, según testimonio de los historiadores t r a n s pirenaicos de la
época, un solemnísimo acontecimiento que debía
dejar r e c u e r d o
imperecedero en
los que lo presenciaron.
El rey F r a n c i s co h a b l a dispuesto que ae tributasen á su augusto
huésped los m i s mos honores que
á l o s r e y e s de
Francia á su entrada en la c a ¡jital del reino. Y
p a r a q u e nada
cayese en falta^
él m i s m o habla
v i g i l a d o personalmente los preparativos.
Entre otras
atenciones delic a d a s , exigió el
rey q u e el palio
bajo el cual había
T o d o el lujo,
de m a r c h a r el sotodo el fausto, toberano e s p a ñ o l
da la magnificenllevase las a r m a s
cia de la corte de!
de éste en vez de
«último caballel a s s u y a s . La saro francés», í u e lamandra cedió
ron desplegados
el puesto en aqueen a q u e l l a mella ocasión á la
morable ocasión
vencedora águila
en obsequio d e l
imperial. Al verim o n a r c a espaficarse el banqueñol que, aceptante con que los pado el ofrecimienr i s i e n s e s obseto de F r a n c i s quiaron á Carlos
co I, a t r a v e s a b a
g u i n t o , hizo el
F r a n c i a para ir á
m o n a r c a francés
c a s t i g a r l a sublei^olocar en la mevación de Gante.
s a una estatua de
Hércules, de plaNo era aquélla,
i i í A N ' i ^ ' i ' I KN SAINT i'FNis—Cuadro de Ch. Gr..H, exlslente
ta m a c i z a , llesin embargo, la
o.n i'l Museo delvando
Loovre. en la clava la divisa /^fus ultra, que era la
primera vez que
de! emperador.
los dos soberanos fen encontraban desde la permanencia en Madrid de Francisco I. El a ñ o anterior,
retenido el emperador en tas costas de Provenza
El clero y la Universidad de Parts acudieron a
por vientos contrarios, había tenido una entrevis- saludar á Carlos (Juinto al sitio designado para el
ta muy cordial con el rey de Francia^ con gran
recibimiento del soberano, y que fué la histórica
contentamiento de las g e n t e s , quienes veían en
abadía de Saint-Antoine-des-Champs. Un cronista
aquella aproximación prenda de paz segura y du- del tiempo describe así la regia comitiva: « A v a n z a NÚMERO 3l;f
Alrededor del Mundo
— 338-
ban después del clero y de los profesores universitarios, loa Señores do la Ciudad (concejales que diríamos hoy), todos ataviados con riqueza extraordinaria; los gremios, cien arcabuceros, seseota ballesteros, ochenta nobles, hijos de París, magníficamente vestidos con gabanes de terciopelo cuajados
de bordados y pedrería, y cubierta la cabeza con
gorras de seda, cuatro de las cuales ostentaban tal
cantidad de brillantes, que fueroa valuadas en 50.000
escudos de oro.
oVenían después el preboste de loa mercaderes,
encarfíado de entregar al rey de Eepatía las llaves
de la ciudad, el condestable de Alba, el Parlamento,
los guardias de Nanay, secretario del rey, 200 gentiles-hombres de la casa real, los suizos trompeteros del rey, tos príncipes de la corona de Krancia,
y los reyes y heraldos de armas.
nLuego el soberano e&pañol, bajo palio, rodeado
por el gran chambelán, el duque de íiuisa, seis cardenales vestidos de pontifical, y el Señor de Montmorency, condestable de Francian.
Cuéntase que el emperador paseaba su fría mirada sobre la multitud, siu despegar los labios. No
obstante, admirado de la riqueza v del lujo desplegado, no pudo menea de decir al Delfín y al duque
deOrleana, que iban dándole escolta:
—GNO hay en el mundo grandeza como la del rey de
Francia. Comprendo cuanta razón tenía mi abuelo
al decir; Si yo fuera Dios Padre y tuviese dos vastagos, haría al mayor Dios Hijo y al pequeño rey
de Francia».
Al franquear el cortejo ia puerta Saint-Antnine
comenzó á tronar el cañón déla Baístilla. Las callea estaban magniflcamente decoradas con reposteros, tapices y flores. El puente de \oire-Dame se
hallaba cubierto de adornos de toda clase. En la
Catedral se cantó un Te-Deum, al acabarse el cual
ae dirigió Carlos (ttuinto con todo su brillante acompañamiento al palacio real, en cuyo pórtico le esperaba P'rancisco I.
El mismo día de la llegada del emperador se celebró en la regia morada un banquete y un sarao
con máscaras. A partir de aquel momento, y durante una entera semana, la estancia de Carlos Quinto
en París fué una serie no interrumpida de cacerías,
festines, visitas á las posesiones reales, torneos y
otras diverBionea de la época. Como recuerdo de la
visita regaló Francisco I á su antiguo rival una
sortija de líÜ.OOO escudos, llevando grabadas estas
palabras; Dileciionis tesíis et exempluní (lestímonio
y prenda de afecto); alhaja que uso el padre de Felipe II hasta el momento de au entrada en Yuste.
Con ocasión de la lleíjada a París del augusto
descendiente de Carlos Quinto, nos ha parecido interesante recordar el fausto acontecimienlo donde
quedaron evidenciados la urbanidad, la cortesía y
el espíritu caballeresco de la nación francesa.
Cuando fallece en China algún individuo procesado por delito de homicidio creen sus compatriotas
que su muerte ea una prueba evidente de su delincuencia, y no permiten que quede sin castigo. Si tiene hijos se mete en la cárcel al mayor durante un
año, y si es soltero se azota á su padre, ó á uno de
sus hermanos, con el fin de que purgue la falta del
muerto en este mundo alguien de su familia.
Un individuo aficionado á la estadística afirma
que la mayoría de las personas que llegan á la vejez son aficionadas á trasnochar. De cada diez individuos t^ue pasan de los ochenta años, ocho acostumbran a irse á la cama después de las doce de la
noche.
1 de Junio de f 9 0 5
HAY QUE SER AMBIDEXTRO
Nuevas ventajas que con ello se
obtienen.
Es evidente que el ser ambidextro tiene ventajas
inmensas; ahora se le acaba de descubrir la más
importante. Si el hombre se sirviese igualmente de
las dos manos, su cerebi'O acaso gozaría de privilegios que hoy no goza. Asi, por lo menos, lo ha asegurado ante la Liga Británica en favor de la ambidextria el doctor Sir James Sawyer, director del
Queen's HoapUai deBirmingham.
La base de la afirmación de Sir .lames no puede
ser más científica. Es un hecho que los movimientos, gestos y ademanes de la parte derecha del cuerpo dependen del lóbulo izquierdo del cerebro, en
tanto que el lóbulo derecho influye simétricamente
en los ademanes, movimientos y gestos del lado izquierdo. Por consiguiente, el hombre que se sirve
casi exclusivamente de su mano derecha apenas
hace trabajar más que al lóbulo izquierdo de su cerebro, mientras que si se sirviese aligual de ambas
manos, la actividad cerebral se distribuiría sobre
ambos lóbulos, la fatiga seria menor y ciertos accidentes, como las hemorragias cerebrales y las hemiplegias, serían menos frecuentes.
No hay que decir que á los zurdos puede aplicarse el razonamiento inverso. Kn ellos, es el lóbulo derecho el que haca todo el trabajo motor.
Pero aún hay algo mejor (siempre, por supuesto,
según el doctor inglés). La facultad de la palabra
tiene su asiento en la tercera circunvolución frontal izquierda; nada tiene que ver con ella, por lo
tanto, al lóbulo derecho. Siendo esto así, ¿no podría
el uso continuo de la mano izquierda, á fuerza de
estimular el cerebro derecho, hacer aparecer un
nuevo órgano capaz de suplir al órgano homólogo
del cerebro izquierdoí
De este modo, los am bidextros no estarían tan expuestos á quedar mudos como los que solo saben
emplear una mano, puesto que dispondrían para el
caso de dos órganos en vez de uno sólo.
Una flor que pusde valer 20.000 duros
En la Exposición de rosas que durante el mes
próximo se verificará en Viena, se concederá un
premio de T5.00Ü marcos ai floricultor afortunado
que logre presentar la rosa blanca de la variedad
llamada «Mariscal Niel».
Se trata, naturalmente, de realizar un verdadero
iour de Jorce de jardinería, tras del cual andan
que beben los vientos los floricultores de todos los
paisas
En el año pasado, la Gaceta de ias Rosas, que se
publica en Leipzig, creía que estaba resuelto el problema, y al efecto insertaba un grabado en colores
representando la rosa blanca Mariscal Niel, obtenida en Hoestrich por el cultivador de dicha ciudad,
Francisco Degen. Los inteligentes afirmaban que la
forma y la disposición de las hojas de asa flor eran
absolutamente iguales á las de la «rosa Niel» ordinaria.
Un examen minucioso demostró, sin embargo,
que, á pesar de las analogías entre ambas flores, se
trataba de rosas de familias diferentes.
Es de creer que ahora, con el aliciente de los 75.0(H>
marcos, consigan los jardineros dar con la misteriosa flor.
Alrededor del Mundo
- 339
1 de Junio da 1905
Lo^ tesoro^ qu^ oculta el Tíber
Sus probables orígenes. — Riquezas que van extraídas. — El candelabro de Moisés.
Proyectos de exploración.
Fué allá pop el siglu KV cuantió el famoso escul- los descubrimientos de tiempos anteriores sólo tutor r o m a n o Flaraiiiio Vacea dijo, en un momento de vieron carácier accidental.
entusiasmo; «Intruducid la mano en el 'i'iber, asid
Se calcula que, especialmente desde IH77 h a s t a la
lo que palpéis y saldrá
fecha, y sin contar la
s e g u r a m e n t e de l a s
multitud de objetos desa g u a s algún objato preaparecidos apunas puescioso»,
tos á llor de agua, ha
devuelto el r í o á los desQuería significar con
cendientes d e l p u e b l o
ello el gran artista, que
Rey unas **.000 obras de
el seno del histérico río
arte, y cerca de 2i|.0(K)
e s t a b a materialmenle
monedas de oro ó plata.
lleno de restos admiraEstas cifras dicen, por si
bles de edades y civilisolas, bastante acerca
zaciones que pasaron.
de los inmensos tesoros
ÍA. qué se debe ]a exisque esconde celosamentencia de esos tesoros en
te el n Padre 'l'iber».
el Tíber? ¿Por qué surgen cooslantemente de
Entre las r i q u e z a s
8U8 turbias ondas Ídoocultad por las a m a r i los, e s t a t u a s de dioses
llentas a g u a s tiberia?' emperadores, medan a s , debe h a l l a r s e , á
las y mil o b j e t o s de
juicio de muchos erudiTNA
VISTA
IJEI,
T
l
l
i
l
i
l
i
.
AL
n
.
l
M
H
'
EL
l'ili-.-S'tii
\ii
SAN'rANllBlÜ
toda clase?
tos y arqueólogos» entre
Contestar á tales premunías de un modo completo los que figura el Sr. Nispi-Landi, inspector general
seria en extremo interesinte, pues ioa hechos y las de los monumentos de Italia, el candelabro de oro
circunstancias que descubriéramos en el asunto in- de Moisés, juntamente con las dos trompetas de oro,
vestigado, serian valiosos elementos para el a v a n c e las siete de plata y los
de la ciencia y de la general cultura. Fuerza nos es, vasos sagrados procesin embargo, hacerlo soíneranoente, ateniéndonos dentes del T a b e r n á c u y que vacen en el
al espacio limitado de lo,
fondo dffl Tíber desjde
que disponemos.
el año hM>, en que, ateEn general, puede demorizados los r o m a cirse que al origen de nos por la aproximaesas riquezas sumergi- ción de las huestes del
das fué vario; vicisitu- rey godo Totila, a r r o des de la guerra, votos j a r o n al rio, encerrareligiosos, f a n a t i s m o , dos en grandes cajoinundaciones y a c c i nes, los o r n a m e n t o s
dentes, son las c a u s a s
m á s valiosos de t e m de que h a y a n ido aglo- plos y palacios.
merándose aquéllas en
el lecho del río, á traEl c a n d e l a b r o d e
vés de los siglos.
Moisés estaba consideYa en MOD, y con mo- rado como una de las
maravillas del mundo.
tivo de ciertas r e p a r a Era de oro purísimo,
ciones h e c h a s e n al
puente Subiicio, fué ex- pesaba noventa libras,
traída del Tiber tal can- y tenia un valor aprotidad de cascos, escu- ximado de 50 0(»0 du
dos, piezas de armadu- ros. Claro ea que nos
ras, espadas y flechas referimos al valor inde factura etrusca, que trínseco, pues dicho está que desde el punto
quedaron llenas h a s t a
la borda tres grandes de vista históriro, tiene
barcazas Pudieron en- el candelabro «de los
tonces a v e r i g u a r l o s siete brazos» un valor
que de cosas antiguas inestimable. Fué cons
SB ocupaban, que aque- fruido por Coliab, hijo
llas a r m a s habían per- de Ahisamac, de la tritenecido á los soldados bu de Dan, hace la pe
de P o r s e n a y á los r o - queñez de tres mil tresmanos de Horacio Co- cientos setenta y cinco ESTATUA DE-llAi;0 EN ÜEIONCE,
ESTATCA n E APOl n H i f . L A r j A
BN EL TÍRBR
a ñ o s . Que esa preciosiUESCL'IilEKTA EN EL TIBER
cles.
dad se encuentra sepultada bajo el cieno del Tiber,
Las exploraciones racionales del río no dieron, lo demuestran ciei'tos pasajes ael Éxodo y del Apocon todo, principio h a s t a el siglo xvit[, y aún m á s calipsis, las afirmaciones del historiador Josefo, los
exactamente, en el siglo xix, pues á decir verdad^
Alrededor del Mundo
- 340-
1 de Junio de 1905
bajorrelieves del arco de Tito y de las c a t a c u m b a s higiénica^ h a n ido aplazando la realización de [as
de Roma, y, por último,
obras h a s t a fecha bien
las tradiciones del pue
reciente, ó sea h a s t a el
blo hebreo.
a n o de 18Í.I9, que señaló
También c o n t i n ú a n
el principio de unos e x esperando en su tumba
celentes trabajos de drade limo que el garflo de
gado que dirige el antes
la potente d r a g a los s a aludido Sr. Nispi-Landi
que de nuevo á la luz
y que subvenciona dedel d í a , la estatua de
corosamente el gobieroro del emperador Clauno italiano.
dio II, arrojada al Tlber
El Sr. Nispi h a dividip a r a sal varia de la codi
do el campo de explocia de los soldados de
ración en doce zonas, á
Totila; la minerva cinpartir de Roraa y termicelada por Fidias, la Venando en Ostia.
nus del P a n t e ó n , obra
Opina el director de
de Scopas; las 80 estalos citados trabajos quft
t u a s da m á r m o l q u e
no sólo en el Tiber, sino
adornaban el mausoleo
PKíso R E P R E S D I M A M J O A LOS KOMANOS {:ON"DL'C-IF.NDO LAS
en la coníluencia de éste
RIQUEZAS D E L TKMPLO DK SALOMÓN
de Adriano, y que labrac o n el Marcigliana y
roa famosísimos escultores griegos
sos objetos de arte. Muchos han y otros valio- con al S a x a Rubra, deben existir grandes depósitos
de a r m a s y de oro acuñado, pues
sido los proyectos, de exploración
eo el primer punto quedaron s u metódica del 'l'iber acariciados á
mergidos los tesoros de guerra de
partir del año 17¿l, en que el cardegalos y romanos á raiz de la b a nal Polignac, d u r a n t e el ponLiflcatalla de Allias, mientras en el sedo de Benedicto XIII, propuso que
gundo sufrieron idéntica suerte l a s
se desviara el curso del rio en un
a r c a s militares del emperador M a trayecto de tres millas, idea que
gencio con todo su valioso contesiglo y medio m á s tarde también
nido, destinado á sufragar los gastrató de poner por obra el general TABLETA VOTIVA[PMSTFNTF E« EL MUSEO tos de su expedición contra el CéGaribaldi. Pero de u n a parte diíiDELASTEHMAS
s a r Constantino,
cultades económicas, y de otra razones de Índole
El tiempo dirá si la suposición es cierta.
Diez perlas en una ostra
Mrs. Althorp, esposa de un pescadero de Kettering
(Inglaterra), al abrir una docena de ostras que pedía un parroquiano, dio con u n a que contenia nada
menos que diez perlas.
La afortunada pescadera se enteró de las alhajas
que tenia en la m a n o porque, al abrir la ostra, se
cayó uua de las perlas al suelo. Cuando la pescadera vi6 lo que encerraba aquella ostra, que se la
h a b í a n enviado con otras muchas de Liverpool, la
a p a r t ó y dio otra al parroquiano. Luego la examinó
con detenimiento y encontró nueve perlas m á s que,
reconocidas por los joyeros de la población, resultaron ser de excelente calidad.
La mayor tenía el t a m a ñ o de un guisante y la
m á s pequeña el de u n a cabeza de alfiler.
Lta higiene de los pianos
Algunos consejos interesantes.
Tener un piano y no saber cuidarlo, es peor que
no tenerlo. Lo primero que h a y que hacer p a r a conservar uno de estos instrumentos, es no tenerlo
abierto sino cuando se está tocando. Como m u c h a s
de las piezas interiores llevan pedacitos de Üeltro,
pueden calcularse los perjuicios que en tan complicado mecanismo ocasionarán la polilla y el polvo,
sin contar la humedad, que es fatal p a r a todas las
partes metálicas del instrumento.
Si éste es vertical y se tiene colocado contra la pared, procúrese que no toque á ella; m á s bien debe
e s t a r separado unos ocho ó diez centímetros, y siemp r e j u n t o á las paredes interiores, no junto a l a s que
d a n á la calle. Lo mejor es ponerlo esquinado.
Ks también m u y conveniente tener una tira d e
franela de las dimensiones del teclado para cubrir
éste antes de cerrarlo. Cuando las teclas empiezan á
ponerse amarillas, se humedece un poco de paño
en agua de Colonia, y después de meterlo en polvos
de tiza, se frota con él la superficie del marfil. En
aquellas localidades en que la atmósfera es muy húmeda, y donde hay, por consiguiente, peligro de que
las cuerdas enmohezcan, conviene introducir en el
instrumento un saquito de tela gruesa lleno de cal
viva, que absorberá la humedad.
Los faisanes de la Manchuria
Decía un viajero que en la Manchuria y el territorio ruso de los alrededores de Vladivostok eran
los faisanes tan numerosos como los cuervos en los
campos europeos.
Semejante aserto es b a s t a n t e exagerado, pero sí
es cierto que en las regiones designadas por el viajero abundan los faisanes de un modo e x t r a o r d i n a rio. Entre ellos se encuentran m u c h a s especies diferentes. En los mercados de la población de Vladivostok, donde la vida es m u y cara, se venden los
faisanes á 15 ó 20 kopeks, es decir, unos 50 céntimos; pero este a ñ o h a ocurrido una cosa muy r a r a :
parece que los faisanes h a n emigrado de la M a n churia, dirigiéndose en numerosas b a n d a d a s hacia
la provincia siberiana de Transbaikalia, donde a ú n
residen, y donde no habían estado j a m á s .
íA qué puede atribuirse estoí La gente del país
cree que se debe á la guerra, y quiza tenga r a z ó n .
Holanda es la única nación europea donde el cafó
no p a g a derechos de a d u a n a .
Alradsdop del Mundo
- 341-
1 de Junto de 1905
El hombre de las 50 mujeres
LoB tribunales de Chicago han condanado á
muerte al archifamoso polígamo Johan Hoch, ser
extraño y degenerado, conocido ya en la América
del Norte por «El hombre de las 50 mujeres^.
El tal individuo había convertido el matrimonio
en una fuente inagotable de beneficios.
Hoch ha confesado durante el proceso que había
contraído matrimonio con 21 mujeres. Pero las gestiones hechas por la policía han dado por resultado
averiguar que el nuevo Barba-A.zul omitíala enumeración de otras 2il, llevado no de un sentimiento
de modestia, sino inlluido por el temor de que se pusiese en claro el misterio de la desaparición de todas ellas.
Hoch empezaba sus operaeiones haciendo la corte simultáneamente á cinco 6 seis señoras matrimoniables. El detalle de la edad le importaba poco; en
cambio ponía especial empeño en que las futuras
esposas tuviesen dinero.
De las infelices sitiadas capitulaba una; celebrábase la boda rápidamente (nadie ignora que en los
Estados Unidos, el arreglarse un casamiento ne
cuestión de horas), y la novel pareja emprendía 'Hi
correspondiente viajecito, del cual volvía siemfre
solo el marido.
Hoch despachaba bonitamente para el otro mundo á su costilla, valiéndose de sutil veneno, si bien
tenía la precaución de asegurarse antes á su favor
6 un testamento ó una póliza de alguna sociedad
de seguros.
Cometido el delito. Hoch desaparecía, yéndose á
otro Eetado norteamericano, donde «repetía la suertes, pasando del matrimonio al asesinato y viceversa, con espantosa rapidez.
Háse averiguado, durante la causa, que Hoch había reunido por tan expeditivos procedimientos un
capitaliío de 1 l.*ífHt doltars.
Según el acta de acusación, los envenenamientos
probados ascienden a] número de doce, y como bastaba uno para llevar á Hoch al lúgubre usillóneléctricoi), no pasarán muchos días sin que el feroz criminal pague 8u deuda con la sociedad.
eeasssssscsgcesscgssssss
L a flor de la nieve
Un periódico ruso describe cierta flor llevada
ahora á San Petersburgo por un horticultor de Siberia, y que está siendo objeto de general admiración, no sólo por su bellísimo aspecto sino por sus
cualidades extrañas.
Prodúcese esta curiosa planta sobre la nieve; nace
en la madrugada de un día de primavera, y vive
exactamente sesenta y dos horas. Tiene varios pétalos en lorma de estrella; es roja, y despide un
aroma parecido al del jazmín.
Las mujeres siberianas emplean esta poética flor,
como las campesinas de nuestro país la margarita,
para interrogarla sóbrelos sentimientos amorosos
de sus adoradores.
La «tlor de la nieveo, por lo fugaz de su existen cin, como por la dificuitad de su obtención, ee cotiza á altos precios entre las damas petersburguesas.
La comprobación de la muerte
Aunque rarísimos, no faltan casos de personas
que son enterradas en vida ó que resucitan cuando
están de cuerpo presente, y quién sabe cuántos individuos habrán sido sepultados cuando todavía la
sangre circulaba por sus venas.
En épocas de epidemia, sobre todo, cuando hay
necesidad de dar en seguida tierra a los muertos para evitar el contagio, no se suele examinar á los cadáveres con el detenimiento suficiente para determinar toda probabilidad de error, que en tales casos
es de incalculable gravedad.
'ocupándose de oste asunto el doctor Icard. h a
desculjíertü un procedimiento, al parecer bastante
seguro, para comprobar el fallecimiento por medio
déla fluoresceina.
Haciendo una in^yección profunda en el tejido celular de una solución de fluoresceina, se observa,
siempre que la sangre circule, una coloración amarilla en la piel, y en las mucosas una amarillez in tensa, producida por la absorción de dicha sustancia, ai mismo tiempo que los ojos adquieren un color verde esmeralda, Pero si la circulación ha cesado por completo, no se producen loa antedichos fenómenos.
De esta suerte, sí pasado algún tiempo después de
la inyección no se observa ningún cambio de color,
puede afirmarse que el individuo está realments
muerto. Cualquier vuelta á la vida se manifestaría
por una continuación de la circulación sanguínea
interrumpida, y por la aparición del color amarillo
en la piel y del verde en los ojos.
Según esto, serla muy conveniente en tiempo d»
epidemia dar á ios muertos dos horas antes de enterrarlos una inyección de fluoresceina, porque no
desfigura al cadáver, si lo es de veras, y en caso de
no estar muerto el enfermo sóloledesflgura durante
un espacio de tiempo muy limitado.
Un concurso interesante para los lapidarios
Con el fin de disminuir los peligros que ofrece á
los operarios la industria de la lapidación de diamantes, el gobierno de los í'aíses Bajos ha abierto
un concurso, ofreciendo un premíoá la persona que
descubra un proceJimíento mediante el cual se evite el empleo de la liga que en la actualidad se usa
para el trabajo, y que es muy peligrosa para la
salud,
A! que resuelva esie problema de un modo satisfactorio se le otorgará un premio de 2,;i75 duros oro.
Los estudios, escritos en inglés, alemán, holandés ó l'rancós, deben remitirse al profesor L. Aronatein, del Laboratorio químico de la Escuela politécnica de Delft i Holanda), antes del 1." de Enero
de inO(i.
Un ratón puede causar la muerte de una persoaa,
Al vaciar una botella de cerveza una muchacha de
Keneington, llamada Lucia Richards, salió un ratoncito de cria, muerto. Tal asco é impresión la
produjo el animalito, que á loa pocos díaa falleció
la joven.
En1re los obreros que trabajan en las salinas no
se declara nunca el cólera, la viruela, la escarlatina
ni la grippe.
El arroz es el principal artículo alimenticio de
cerca de una tercera parte de las razas humanas.
Alr0fll«dor d e l M u n d o
— 342 —
1 de Junio da 1905
LAS PLANTAS DEL EIMCAJE
V E L O S , G A S A S Y PUNTILLAS F A B R I C A D O S
P O R LA N A T U R A L E Z A
Se lia hablado tanto an los libros áe viajes y en
u n a p a l a b r a , p a r a todo lo que se hace con la g a s a
las novelas de a v e n t u r a s del árbol del pan , del que y el encaje ordinarios. Cuéntase que al rey Carlos II
da azúcar y del que produce leclie, ni m á s ni me- de Inglaterra le regalaron en cierta ocasión u n a
nos q u e si fuese u n a vaca, que estas mat-avillas preciosa corbata hecha con esta g a s a n a t u r a l .
vegetales y a no son nuevas para
Una de l a s fotografías que ilusnadie. E n c a m b i o , tal vez sean
tran este artículo representa u n a
muchos los que ignoren que t a m pieza de gasa de lageto cubriendo
bién h a y árboles que dan g a s a ,
un busto. Este era de t a m a ñ o n a pero g a s a y a hecha, no ios m a t e tural, de modo que puede compren^
riales para" hacerla. Se conocen
derse cuál seria el t a m a ñ o del velo,
on cuyo tejido, como puede apreu n a media docena de especies de
ciar cualquiera, no se notaba la
estos árboles, pero sólo cuatro promenor solución de continuidad.
ducen lo q u e podríamos llamar
un encaje fino, t a n ñuo, que m á s
Cuando se hacen chales, velos y
bien constituye una teaue g a s a .
otras prendas de gran t a m a ñ o , es
Este encaja fórmanlo las c a p a s incostumbre u n i r dos pedazos de
t e r n a s de la corteza, y es tan agragasa de lageto, pues r a r a vez se
dable á la vista y á la vez tan
logra sacar un paño de las dimenfuerte y tan resistente á ia acción
siones requeridas sin a l g u n a i m perfección.
del tiempo, que con él pueden h a cerse todas aquellas cosas que geA pesar de su aparente delicaneralmente se hacen con el encaje
deza, la g a s a de lageto es resistenconfeccionado por el hombre,
te en alto grado. Sí se enrolla y
Los viajeros q u e h a n visitado
i-etuerce una tira h a s t a formar con
ülia un cordón, éste, por fino que
las islas de H a w a i y de S a m o a
sea, resistirá á cuantos esfuerzos
h a b l a n de la curiosa tela vegetal
se hagan para romperlo con l a s
con que se visten los indígenas,
tela que no es sino una especie de MUJERFíí UV. Í - A M O A C O N I ' A L J I A S DE «TAPA» m a n o s .
En algunos puntos de la América
g a s a m u y espesa, de color parduztropical se hace mucho uso de cuerdas y bi-amantea
co y olor parecido al de las hojas de tabaco cuando
fabricados de este modo, retorciendo v a r i a s tiras de
empiezan á secarse. Esta g a s a , q u e los isleños de
gasa de lageto reunidas. Además de su resistencia,
Oceania llaman ¿npa. se s a c a de las capas corticales
internas de la conocidísima morera del papel; no estas cuerdas ofrecen la inmensa ventaja de no
es, sin embargo^ la mejor g a s a vegetal, ni mucho pesar casi n a d a , pues dicha g a s a e s ligerisima,
menos.
Es realmente curioso el hecho de q u e , siendo l a s
De los cuatro árboles que producen verdadero e n - capas corticales del lageto de tanta utilidad, no e s
caje, un encaje blanco y finísimo como g a s a , dos producto con el cual se h a g a ningún comercio. Loa
crecen en (^)ceanía y dos en América. Los primeros nabitantes de los países en donde se cría vienen
empleando la gasa vegetal, con resultados excelenson la Síercularia de Australia, l l a m a d a también
tes, desde luengos siglos, y sin
árbol de ia ¿¿ama por BUS granembargo, nadie se h a cuidado
des florea de color de fuego, y
de explotarla, y son relativael Plagianthus de N u e v a Zemente pocas las personas que
l a n d a . De los segundos, el más
tienen noticias de su existenconocido es el ¿ageio da las Ancia, aparte de las que viven en
tillas. El otro e s una especie
dichos países.
de dafne (Daphne
ienuifo¿ia),
s u m a m e n t e rara^ que se cría
En algunos museos de Hisen la América del Sur y que
toria N a t u r a l se conservan
como lo que s o n , como cosa
m u y pocos viajeros h a n tenido
r a r a y notable en alto grado,
la suerte de encontrar.
pedazos de algunas de las v a La g a s a formada por el e n rias g a s a s vegetales de que se
caje del lageto es de un color
ha hecho mención, y hay enblanco-crema m u y delicado.
tre estos museos unos pocos
Cuando se quita la corteza exdonde se enseñan objetos c o n terior del á r b o l pueden irse
feccionados con el mismo p r o desprendiendo v a r i a s capas,
ducto. Generalmente, se t r a t a
que salen sim romperse, forde la gasa del lageto, que es
m a n d o paños de m á s de un
la m e n o s difícil de obtener.
metro cuadrado de extensión.
Algunos de estos objetos fueSi se lava esta g a s a y se exporon traídos de América hace
ne á uti sol fuerte, se vuelve
dos ó tres siglos, y a u n asi y
mucho m á s blanca. Por mucho
L . \ P A S D Í ; .iAfSA HEL LAÜKTÜ
todo suelen e s t a r muy bien
tiempo que t r a n s c u r r a , c o n conservados, lo que basta para probar la resistencia
serva cierto olorcilJif muy agradable, algo semejan- del material á la acción del tiempo.
te a l del bambú recién cortado.
En a l g u n a s de l a s Antillas se emplea p a r a hacer
Las aplicaciones prácticas del lageto, importado
á Europa, podrían ser numerosísimas. Unos VÍBÍm a n t i l l a s , c o r b a t a s , cuellos de s e ñ o r a , visillos; en
Alrsdador dsl IWundo
— 343 —
lloa de lageto en los balconea de una sala serian de
gran novedad, y no desmerecerían en nada al lado
de los de gasa artificial, Para adornar sombrerog de
señora seria también este producto muy útil, á causa de su poco peso. Kntre sus muchas ventajas,
está )a de poder lavarse con agua y jahónlo mismo
1 de Junio de 1905
ha habido que buscar otra explicación más lógica,
y se ha echado la culpa á la vajilla de dichos establecimientos, ó por decir mejor, á los encargados
de limpiarla, Ciertos hombres de ciencia son inñaxibles, y no perdonan ni á los platos, tazas y cucharillas de los cafés.
En Brealau, por de pronto, el .\yuntamiento ha
diapuesto que toda la vajilla de cafés y restaurants
debe ser metida, cada vez que se haya usado, en
una solución de bicarbonato sódico á la temperatura de ífí)" centígrados, pues bien pudiera haberla
utilizado alguna persona constipada, dejando alli
microbios suficientes para constipar á quien la utilizase luego.
Fácil es que todo pare en que se trata de una
venganza de algún sabio á quien hayan servido
mal en cualquier restaurant de su país,
UNA RATONERA VEGETAL
En la Universidad de PensyWania hay un pabe^
llón pequenito destinado exclusivamente á la conservación de plantas carnívoras, es decir, de las
especies vegetales que capturan y digieren, mas ó
menos perfectamente, insectos y otras clases de
animales.
En dicha colección de plantas figura una que á
veces suele apoderarse de presas relativamente
voluminosas y que pertenece á la familia de las
VELO DE LAGETO r[[í!mF,NDn liN HUSTü, PARA MOSTRAR
nepentáceas. Sus flores afectan la forma de una peSU TRANSPARENCIA
queña urna, cuyo fondo contiene un líquido claro y
que la verdadera gasa, pero sin tanto peligro de transparente como el agua, que posee una cualidad
rarísima. Todo animal que ae acerca á apagar la
romperse.
En las Antillas francesas los negros emplean sed en la traicionera planta se queda como atontatambién la gasa de lageto á manera de esteras, y do, al tiempo que le sujetan unos apéndices de que
en los países más calurosos de Europa podria lener está provista la flor. Su fuerza es tal, que ae han
encontrado ratones y ratas muertos por los nela misma aplicación.
Pero de todos los usos á que esta gasa natural pentoa.
Parece que, transcurrido cierto tiempo, los apénpuede destinarse, ninguno tan curioso como el que
de ella hizo un naturalista en la isla de Santo Do- dices empujan al animal capturado hasta el fondo
mingo. Dedicábase el tal á la caza de lepidópteros, de la urna, donde lo destruyen los jugos digestivos
y habiéndosele estropeado una tras otra las redes de la planta.
Los nepentos podrían servir de ratonera natural,
de sus tres mariposeros durante su permanencia en
los bosques, tuvo que entrar en la choza de unos pero ofrecen pocas seguridades, porque como deben
negros pidiendo hilo y aguja para recomponerlas conservarse en estufas ó en aposentos muy temdel mejor modo posible, .aquellas buenas gentes le plados, pierden en seguida eS apetito. Cuando están
ofrecieron una cosa mejor; un trozo de gasa blan- rodeados de atmósfera caldeada artificialmente se
ca, tan resistente, que no había miedo deque se reducen á la dieta más absoluta y no prestan servirompiera. Salió nuestro naturalista á probar la nue-' cios. Sólo en los países tropicales, de donde son
va red, después de adaptarla á un mariposero, y juz- originarias, conservan sus curiosas propiedades.
gúese cuál seria su asombro al ver que no sólo las
mariposas, sino otros muchos insectos, acuiian y
Un pueblo de gigantes
se posaban en el aparato. Entonces examinó atentamente su adquisición, y encontróse con que no
El
explorador
M. Decorse, que ha visitado
era sino gasa de lageto."Los insectos, atraídos sin recientemente lafrancés
región que circunda á Fort-Arduda por el fresco olor vegetal de aquella red, no chambauU,
cerca del lago Tchad, acaba de comumanifestaban la desconfianza que la gasa verde de nicar á la S,>c;Í0dad
de Geografía de París datos culoa mariposeros suele inspirarles.
acercado loa habitantes de aquella coPor si alguien, en vista de tantas aplicaciones riosísimos
marca. Son éstos los llamados Saras, y constituútiles, se siente inclinado á intentar la aclimatación
un verdadero |3ueblo de gigantes.
del árbol del encaje, puede añadirse que, además de yen
estatura media de los saras ea de dos metros
la gasa, da éste un fruto carnoso con una almen- enLa
los hombres y de 1,~U en las mujeres, corriendo
dra, cuyo sabor recuerda el de las avellanas más pareja
con la talla el desarrollo físico é intelectual.
finas.
Hace notar M. Decorse que la elevada estatura
de este pueblo africano no es sino una consecuencia
de la adaptación al meiio. El país en que habitan
La vajilla, curia del constipado
los saras ea en extremo pantanoso, lo que obliga á
Ya sabamos por qué es tan fácil constiparse en los indígenas á usar constantemente zancos. De
los cafés, restaurants y establecimientos afines. ahí que, como ocurre á las aves que viven en conHasta ahora se creía que todo era debido á la dife- diciones análogas, ae hayan ido desarrollando las
rencia de temperatura que se encuentra al salir; extremidades inferiores de loe saras en el sentido de
pero desde el momento en que hemos convenido en la longitud, con lo que se han determinado les altas
que el constipado es una enfermedad contagiosa, estaturas.
Alrededor del Mundo
344 -
I^j:»©gjt:iixta.s y
1.898
¿Qué filósofo c é l e b r e censuró más
duramente la usura, siendo él usurero?
1 de Junio de 1906
VtGm^xxe^ta.^
1.901.—¿Desde cuándo pueden comerse lacticinios en vigilia?
Los oradores y escritores de la antigüedad clásica
El uso de los lacticinios en tiempo de ayuno pahablaban de la usura poco más ó menos en el mis- rece datar solamente del siglo XV, y aun entonces
mo Bon de crítica en que de ella hablan los de hoy sólo se permitía en casos excepcionales. En 1 [?0,
día. Cicerón, en su tratado De ¿os deberes, seilala el Papa autorizó por vez primera el empleo de la
como principalmente reprobables «aquellas ganan - manteca en las comidas de cuaresma, por haber
cias que, como la usura, son odiosas*), y mientras aquel aíüo en casi todo el orbe cristiano una gran
fué questor en Sicilia persiguió tenazmente á los escasez de aceite, Setenta años después, Ana de
usureros. Plinio calificaba la usura de íducrativa Bretaña, en vista de lo caro y difícil de procurar
ociosidad». Séneca decía: «ÍQUÓ son la usura y los que era el aceite en sus dominios, solicitó del Ponintereses sino nombres inventados para tapar nues- tífice un permiso semejante, que le fué concedido.
tra codiciaíjí
Como documento importante entro los que á este
Plutarco llegó hasta escribir todo un tratado sobre asunto se refieren, merece citarse la Bula de Gregola materia, aconsejando vender antes que empe- rio XI autorizando á Carlos V de Francia para coñarse, y diciendo que nada es peor que tomar pres- mer lacticinios en cuaresma. En la autorización
tado, por las dificultades que hay luego para pagar. iba comprendida la reina, y también se permitía al
Pero nadie censuró la usura con tanta dureza cocinero v á los criados que servían á la mesa catar
como Catón. Habiéndosele preguntado en cierta y probar los platos en cuya composición entrasen
los lacticinios.
ocasión su opinión acerca de ella, contestó:
—¿Deseas saber lo que es; cobrar usura? Permite
Finalmente, en el siglo xvi, Julio ill declaró bueque á mi vez te pregunte: ¿Qué es ser un asesino?
nos, como Comidas de vigilia, la leche, los huevos
El filósofo que asi hablaba era, sin embargo, usu- y la manteca. Sin embargo, durante muchos años
rero, y no do los más compasivos, puesto que pres- i'ué costumbre imponer á los que de estas sustantaba al 5 por lOÜ al mes, mientras Bruto prestaba cias hacían uso ciertas penitencias, que p á r a l o s
ricos consistían en una limosna cuantiosa y para
al 4, y Yerres sólo al •¿ por lUO.
los pobres en tres Padrenuestros y tres Avema1.899.— ¿Es muy antigua la costumbre de rias.
afeitarse?
Es más que probable que los hombres prehistóricos se afeitasen, pues en algunas excavaciones se
han hallado trozos de concna y de piedra tallados
de un modo especial, que muy bien pudieron servir
de navajas en aquellas épocas primitivas. Kn algunas partes de China, á donde aún no ha llegado
ni el más ligero destello de progreso, los hom bres se
afeitan todavia con instrumentos como óstoa y sin
agua ni jabón. Cuando la humanidad no conocía
todavía otras armas que las que le era posüjle hacer de piedra, y las luchas se verificaban siempre
cuerpo á cuerpo, el quitarse las barbas debió ser
medida prudentísima, áfinde evitar que el enemigo pudiera asirse á ellas.
Por esta razón fué precisamente por la que, andando el tiempo, hubo Alejandro Magno de obligar
á sus soldados á afeitarse. Su orden en este sentido
es uno de los primeros casos históricos en que vemos
á alguien afeitarse; pero no hay duda de que la costumbre existía ya mucho antes. Los antiguos monumentos de Sgipto nos muestran ya á unos egipcios afeitados del todo, y á oíros sólo en parte, con
la barba rizada, y en el Génesis se dice que, cuando
José fué sacado de la cárcel para ser presentado á
Faraón, se afeitó y inudó sus vestidos.
1.902.—¿Existe e n la actualidad gente que
tenga el pelo da color verde?
lín muchas poblaciones de nuestro planeta hay
gente que tiene el pelo de color verde, no por moda
ni capricho, sino contra su voluntad. Entre los obreros de ios hornos donde se beneficia el mineral de
cobre, es muy frecuente hallar personas con la cabellera verdosa, lista comprobado que, no obstante
no sen(irjj8 olor alguno molesto ni perjudicial en dichos hornos, debe desprenderse del mineral alguna
sustancia que produce un cambio químico en eJ cabello y en la barlia, poniéndolos verdes como la yerba fresca.
Es digno de notarse el hecho de que la contextura
del cabello no sufre nada, quedándose tan flexible y
lustroso como antea de verificarse el cambio de colores,
1.903>~¿Dónde están (as viviendas más antJ<
guas de Europa?
Créese que las viviendas humanas más antiguas
de nuestro continenle estuvieron situadas en Roche
Corbon, á orillas del río Loire, á unos quince kilómetros al Norte de 'l'ours (Francia).
Cubren una gran parte de esla región inmensos
acantilados de piedra caliza llenos de cuevas y te1.900.—¿Hay alguna fuente de tinta?
rrazas naturales dispuestas á diversas alturas, y es
Según asegura un semanario inglés, no hace mu- casi seguro que cuando todo el país estaba ocupado
cho tiempo recibió Lord Rosebery una botella de por las selvas. Roche Corbon fuese un centro de recuatro litros, procedente de América, llena de tinta sidencia donde vivian feliz y prósperamente los annatural. Tan curiosisimo liquido había sido obtenido tiguos trogloditas,
en una fuente que eate de las faldas del monte KeLas terrazas y las cavernas se formaron por la
nesaw, cerca de Marietta, en el Estado de Georgia.
acción de caudalosos ríos y durante el período glaA Lord Rosebery le pareció que esta tinta natural cial; cuando el clima de aquella parta de Francia
era un poco más espesa que las tintas que suelen era muy duro, los hombres arrojaron los osos y las
venderse en las tiendas de objetos de escritorio; hienas que allí vivían, y se establecieron en aquellas
pero tenía la ventaja de ser más permanente que to- guaridas naturales, que están orientadas al Madiodas las demás, y por consiguiente muy útil para es- dia, con mucho más motivo cuanto los ríos y las
cribir cualquier documento de los que importa con- selvas que las circundaban les ofrecían caza y pesca
servar.
abuadantisimas.
Alradsdor del Munde
- 345
-
1 de Junio de t90S
LA TRAGEOm DE L©S R0NINS
UN E P I S O D I O O R a M f t T i e O OB U a H I S T O R i a OEL JflPOflí
ML'BRTB DR KOTSrKi': RK L C í JAHifiNiíS Dv. ftlJ P A i - A H O . — E s t a m p a del p i n t o r J a p o n í s T I í r o B k l i g u é .
tre; se confiscaron sus bienes, sus campos y su casAI terminar el siglo w n y comenzar el xviii, ocurrió en el Japón, en ese mismo Japón cuyo presente tilloi su ("amilia quedó en la miseria, y a a s vasallos
quedaron convertidos en ronins, es decir, en parias,
nos a s o m b r a v cu_yo pasado está para nosotros casi
envuelto en eí misterio, un suceso trágico, de esos en seres despreciables. Entre eitos vasallos había,
que hacen época en la vida de las naciones y que sin embargo, {^árenla y siete que no se conformaron con su situación. Fíran un puñado de valerosos
merecen ser eternamente recordados en el país en
que acontecieron y admirados en los demás. De s a m u r a i s , al mando de Kuranosuké, primer censeÍ<iro del daimíi muerto, y á u n a sola indicación del
este suceso fueron protagonistas Io3 fieles vasallos
fiel servidor uniéronse pade Taltumi-no-Kami, sera j u r a r q u e vengarían á
üor feudal de Akao. masu señor, prometiendo que
yordomo genera] honorah a b í a n de depositar sobre
rio y grande con privilesu tumba la cabeza del
gio de audiencia con el
infame c o r t e s a n o q u e
Mikado- En el extremo
había sido causa de su
Oriente se les conoce con
muerte.
el nombre de idos Heles
No ae sabe cómo, debieroninsí'.
ron llegar rumores de la
Corrió el a ñ o Hílii), c u a n ,
conjura á oídos de Kotsudo el daimio T e k a m i fué
ké, porque al poco tiempo
enviado con un mensaje
los cuarenta y sieteronins
á la corte de Yedo, y q u i se veían vigilados d e c e r so su mala estrella que
'•a por numerosos espías.
allí se tropezase con un
Sin embargo J o s antiguos
funcionario que se permisamurais no se preocupatió la libertad de insultarron por eso. Se s e p a r a te. T a k u m i tuvo que conLDS liONlN-; KEUNlliNBOSK PAHA IK, EK MUSCA HE KOTSUKi;
ron, y cada uno fué á estenerse, pues dentro del
tablecerse á un punto distinto, haciendo vida de corecinto del palacio estaba prohibido desnudar el
merciantes ó de modestos industriales.
acero bajo pena de muerte; pero el cortesano repitió
El jefe, Kuranosuké, fué el único que permaneció
el insulto, y el ofendido, sin mirar lo que hacia, se
en su casa; pero á (in de no infundir sospechas, finlanzó sobre ól sable en mano.
gió haberse entregado al vicio, presentándose en
Kotsukó íasi se llamaba el funcionario) salió ligeramente herido y pudo ponerse en salvo; pero era todas partes como borracho, y llevando su papel
h a s t a el punto de m a l t r a t a r y echar de casa á su
bastante. T a k u m i estaba perdido.
mujer, modelo de belleza y de virtudes.
El infeliz daimio fué condenado á abrirse el vien-
Alr0d»dor del Mundo
- 3 4 6 -
La abnegación de aquel hombre, que para c u m plir mejor BUS proj'ectos de venganza hacia cuanto
estaba de su parte para alejar á su esposa , á
quien a m a b a
con verdadera
t e r n u r a , apenas tiene iguai
en la tnstoria.
En m á s d e una
o c a a i ó n tuvo
n e c e s i d a d de
eaconderee para que la infeliz no le sorprendiese llorando , retorc i é n d o s e los
brazos, sosteniendo la horrible lucha
del a m o r con
el deber
Transcurrieron diez añfís.
Nadie se a c o r d a b a y a del
señor de Akao,
y Kotsuké e 1
c
o r t e s a n o se
l^.NO DE LOS RONlNSf DANDO LA S e ^ A ^ burlaba de las
CON EL PITO
borracheras
de Kuranoeuké, único enemigo que, aj parecer, le
quedaba.
Entre tanto, uno de los ronins, un tal Otaka, h a bla ido á Yedo, y apareciendo en púbhco bajo el
nombre de Shíyó, artista y comerciante en objetos
de bambú, lopr6 entablar amistad con algunos a m i gos de Kotauké, y h a s t a frecuentar la casa del mismo cortesano. La perfección de sus trabajos le cap
tó las simpatías de sus nuevos conocimientos, v
nadie tuvo inconveoiente en depositar en él la m a yor confianza. Todavía hoy se encuentran a l g u n a s
veces en el Japón objetos de bambú debidos al flel
O t a k a , y por cierto que se venden á raay buenos
precios.
Otaka fué quien se encargó de buscar la ocasión
oportuna para llevar á cabo la venganza, y desde
luego indicó á sus compañeros uno de los días en
que se hacía limpieza general en casa de Kotsuké,
En tales ocasiones, la servidumbre del palacio bebia mucho y se dormía pronto con el can«ancio y la
bebida.
Llegó por fin la noche designada, una noche Fría
y tempestuosa del mes de Diciembre de 1701. L a n i a ve caía sobre los campos, cubriéndolos en seguida
de espesa capa blanca, y el aire soplaba con violencia éntrelos árboles escuetos. A las dos de la madrug a d a reuniéronse los cuarenta y siete conjurados,
vestidos con sus cotas de acero ocultas bajo una tú
nica blanca y negra, que les serviría para r e c o n o cerse, y a r m a d o s de sables v l a n z a s .
Ahora ya no se consideraban ronins; a h o r a eran
nei tu Giúshi deu, los caballeros del deber y de la
abnegación; y á la luz de sus linternas se dirigieron
ftl ija&hki de Kotsuké por loa caminos cubiertos de
nieve,
Llegaron, escalaron la empalizada y echaron
abajo la puerta de la casa. Los samurais del corte-
1 de Junio de 190S
sano les salieron a! paso y se entabló la lucha; pero
aquellas pobres gentes, sorprendidas en medio de
su sueño, llevaban la peor parte, y los ronins se
hicieron en un momento dueños de la situación.
Algunos de ellos, sin e m b a r g o , fueron heridos, entre otros el valiente Otaka. Se había convenido en
que el primero que viese á Kotsuké avisarla dando
tres silbidos con un pito, de que todos iban provistos, m a s Kotsuké no parecía por ninguna parte.
r;! antiguo consejero del señor de Akao corrió al
lecho del cortesano; éste no se encontraba allí, pero
no podia estar lejos, porque las ropas todavía estaban calientes.
Hubo que recorrer toda la casa, metiendo las hoj a s de ios sables y las puntas de las l a n z a s h a s t a en
los últimos rincones. Por fin, uno de los ronins sacó
su a r m a e n s a n g r e n t a d a de un cajón lleno de carbón, y de allí salió Kotsuké desangrándose por un
muslo, envuelto en una bata de raso blanco. El miserable fué arrastrado al jardín ante el jefe de la
expedición. Este, después de hacer todas laa demostraciones de reapelo debidas al rango de su victima,
é hincado de rodillas, te recordó la muerte de Takumi-no Kami, y terminó diciendo:
—Señor; nosotros, que somos sus fieles servidores, os rogamos que os abráis el vientre. Después,
yo mismo recogeré humildemente vuestra cabeza é
iré á depositarla sobre la tumba del daimio Takumi.
Como era de esperar, Kotsuké, lejos de atender á
semejante invitación, forcejeó para escaparse, Kuranosukó no esperó m á s tiempo; sacó de la vaina
de su sable un puñal, el mismo con que su señor se
habla abierto el vientre once años antes, y de un
tajo decapitó al causante de todo.
¥
Los reatos mortales de Takumi-no-Kami reposaban en el templo de la Colina de la P r i m a v e r a , bajo
un sencillo monumento formado por tres piedras,
con un e p i t a f i o
donde se indicaban los títulos del
difunto.
Allí se dirigieron los cuarenta y
siete ronins para
depositar la cabeza de su víctima,
v o l v i e n d o después á Yedo,donde, ya entrada la
m a ñ a n a , se presentaron á. los tribunales. T o d o s
sabían l a suerte
que lea esperaba.
Sin que su fideli
dad les sirviese de
atenuante, fueron
condenados á
abrirse el vientre.
Pero el seiíor de
Akao estaba venKnterrados l o s
ronins en torno de
OTRÜ DE LOS RONINS, EMBOSCADO
su señor, las seJCKTO Á UW BIOMRO
pulturas da unoa
y otro pasaron á ser lugar de peregrinación, y sus
nombrea figuran y figurarán siempre entre los de los
héroes m á s populares en el imperio del Sol naciente.
Alredaaor del Mundo
347
~
1 de Junio d» 1805
Instinto^ misterioso^ d^ lo^ animales
NUEVAS OBSERVACIONES SOBRE COMO ANUNCIAN EL T I E M P O
A los trabajos que ya hemos publisado acerca de
este iiUeresanle asunto, v a m o s á añadir nuevos
hechos.
Los labriegos del Canadá saben en la temporada
de otoño si el invierno va á ser muy crudu ei los
individuos de la especie de r a t a , llamada almizcler a , hacen sus viviendas m á s fuertes que do costumbre.
Cuaodo los habitantes de las islas Chiloe quieren
saber si va á hacer buen tiempo, cogen unos cuautos cangrejos terrestres de cierta especie, nuyo c a parazón ea muy sensible á los cambios aLino&réricos, y los observan. En tiempo seco, tienen el c a p a r a z ó n de color casi blanco; pero en cuanto la
atmósfera adquiere algo de humedad, empiezan á
salirles manchitaa e n c a r n a d a s , que a u m e n t a n en
número y t a m a ñ o h a s t a que empieza á llover, en
el cual momento están completamente encarnados
y no vuelven á aclararse h a s t a que sale el sol.
El valor de las abejas como profetas del tiempo
e s conocido de antiguo. El profesor [-'-mmering, de
Alemania, ha confirmado cientificanaente la creencia popular. Este eminente sabio, t r a s una serie de
experimentos que han durado muchos años, asegur a que las abejas son mucho m á s sensibles á los
c a m b i o s de t e m p e r a t u r a que los instrumentos m á s
delicados construidos por loa hombres. Estos insectos son dóciles y tranquilos mientras no se les provoca; pero si el tiempo a m e n a z a tormenta, se ponen
inquietos y peligra la epidermis del q u e á ellos se
acerca. Lo m á s curioso de lo que dice el d o c t o r e s
q u e las abejas predicen de este modo las t o r m e n t a s
cuando los barómetros m a r c a n buen tiempo, y en
o t r a s ocasiones, cuando los a p a r a t o s a n u n c i a n
g r a n d e s trastornos meteorológicos, las abejas permanecen t r a n q u i l a s , y siempre aciertan ellas.
El chorlito es un verdadero precursor de las torm e n t a s . Antes de las grandes tempestades se pres e n t a súbitamente, y en sus a d e m a n e s da m u e s t r a s
de intranquilidad.
Las gaviotas y o t r a s aves m a r i n a s anuncian que
ya á hacer mal tiempo cuando se limpian el plumaje, a u n q u e permanezcan en aparente tranquilidad.
P á r a l o s naturales de algunos países es un buen
indicador el canto del cuco en primavera. Si s u s
n o t a s son cortas y ásperas, es señal de irlo seco;
pero si son prolongadas y suaves, es signo de tiempo
templado y húmedo.
Un silencio prolongado y repentino, cuando el
pájaro h a empezado á c a n t a r , indica viento algo
fuerte.
Si se ven m u c h a s jibias á ilor de a g u a en el m a r ,
ios marineros a s e g u r a n que v a á hacer mal tiempo.
Los perros de pastor y los fox-terrier también tienen instinto de meteorólogo. Los primeros a n u n c i a n
tempestad cuando se ponen torpes y dormilones,
se niegan á comer y demuestran estar de mal h u mor; Tos J'O.Í:-terrier, cuando b a r r u n t a n lluvia, esc a r b a n en el suelo, buscan á las personas de la familia que están fuera de la c a s a , y sí se echan á
dormir, se agitan nerviosamente.
A los gatos también les impresionan los cambios
de tiempo, que a n u n c i a n poniéndose m á s despabilados que de costumbre, pues cuando el tiempo es
bueno hacen la rosca y duermen profundamente.
En E s p a ñ a es creencia vulgar que ios felinos c a -
seros profetizan viento cuando corren de un lado
p a r a ulro sin m o ü v o que lo justifique.
Si un caljallü se detiene de pronto, levanta la cabeza y olfatea el aire, es que prevé la lluvia, y cuando aprieta el bocado, mueve la cabeza y da p a t a d a s
en el suelo, a n u n c i a cambio de tiempo.
El instinto de los animales no se limita á predecir el tiempo i-otno en los casos que a c a b a í n o s d e
citar. Una especie de gaviota pequeña, por lo común
muy reservada y asustadiza, cuando se acerca á
un buque ea prueba de que no muy lejos hay h o m bres que necesitan auxilio. El capitán Johnson, del
barco noruego Ei¿en, vio un día revolotear en torno
suyo una de e s t a s gaviotas con tai insistencia, que
b a s t a llegó á darle un aleíazo en el hombro. El c a pitán varió el rumbo de la embarcación hacia el
Nordeste, que e r a de donde habia venido el ave, y
pocas horas después encontró una balsa con 49 tripulantes del trasatlántico Ceníral-America, que h a bía naufragado.
Las tarjetas postales del Kaiser
Acostumbra el emperador de Alemania, siempre
que viaja por el Mediterráneo, á enviar á sus a m i gos tarjetas postales representando tipos y costumbres de los países por él visitados. Las tarjetas suelen ser, por lo general, reproducciones de i n s t a n t á neas hechas por el mismo Kaiser.
o c u r r e con frecuencia que el emperador g u a r d a
las referidas i n s t a n t á n e a s durante varios meses, y
a u n a ñ o s , h a s t a que llega el momento de ser enviad a s á sus destinatarios, y que es cuando el Kaiser,
ya por disponer de tiempo, ó porque tiene interés en
obsequiar á determinada persona, se ocupa en tirar
las positivas.
Estas tarjetas, como todo el correo del soberano,
son remitidas bajo sobre con ta mención: ^Asunto
de Alta Importancia». Cual se comprenderá, las t a r jetas imperiales son e n t r e g a d a s a cualquier hora
del día ó d é l a noche, sin que sufran el m á s leve retraso, lo que da ocasión á cómicos incidentes.
Hace pocas noches, según cuenta Daü¡/ Adail, u n
alto funcionario palatino de Berlin recibió á las tres
de la m a d r u g a d a ia visita del cartero.
Entregó éste el pliego, en cuyo interior encontró
el funcionario una preciosa tarjeta postal del Kaiser,
hecha d u r a n t e la estancia del monarca en T á n g e r .
Los elefantes q u e forman parte del ejército indio
comen dos veces al día. A la hora de la comida se
les lleva á un corral, donde está su alimento repartido en montones.
El almuerzo de cada paquidermo se compone de
cinco kilogramos de arroz verde, dividido en manojos de á k i l o , envueltos en hojas y a t a d o s con
.>erbas.
En las líneas ferroviarias que posee y a d m i n i s t r a
el Estado a l e m á n tienen los vagones igual color que
los billetes de la clase respectiva. Los coches y los
billetes de priniera clase son amarillos, los ae segunda verdea y los de tercera blancos.
Alrededor del Mundo
EN EL
- 348 -
PAÍS
DE
LOS
1 de Junio de 1905
JINETES
E L e e N G L ^ R S O H l P i e o MAS N O T A B L E DBL A Ü N O O
Nadie puede negar que el espectáculo de los con»
cúreos hípicos, tal como se celebran entre nosotros,
resulta tan atractivo como interesanlc; pero es indudable que estas fiestap,
f e l i z m e n t e a r r a i g a d a s en
España, quedan muy por
debajo, bajo todos aspectos,
del yran J'eatwat de los cowboys que todos los años se
c e l e b r a en la ciudad de
Cheyenne {Wyoming) ó en
la de Denver (Colorado), para premiar los méritos hipi'
eos de loa vaqueros y rough
riders d é l a s pt-aderasnorteamericanas. Una breve descripción de este concurso sin
igual apenas puede dar idea
de la serie de a n i m a d a s y
pintorescas escenas que se
suceden ante los ojos de los
espectadores.
parte en el concurso, y u n a de las cosas m á s interesantes del mismo es ver pasar á las lindas a m a zonas par delante de la tribuna del jurado, m o n t a n do á horcajadas como los
hombres, tendido el grácil
cuerpo sobre el cuello del
caballo en el galope de prueba, calzados los piececillos
con enormes espuelas y flotando al viento la larga falda y las a n c h a s m a n g a s de
la blusa. La carrera de coicgirls es de un kilómetro, y
cuando la vencedora se presenta ante el jurado, s o n riendo c o n la alegría del
triunfo, recibe el título de
campeona del mundo, siendo proclamada como tal por
medio de un gran megáfono
instalado al efecto. El a ñ o
pasado cupo este honor á
Miss Esther P a w s o n , una.
niña de quince años que hizo ei kilómetro en cincuenta y seis segundos.
w
Los vaqueros llegan á la
ciudad, e n g a l a n a d a en h o nor suyo, montados á c a ballo y con su traje de c a m po. Vienen de los m á s aparlados rincones del Oeste: de
;II:Í.>TI-N
Colorado, de Nebraeka. de
Idaho, y traen consigo sus familias, en carros enormes, y sus amigos los indios, formando u n a muchedumbre heterogénea que a c a m p a en torno de la población, recordando los tiempos en que ésta, incipiente, hacía aún vida seminómada. P o r l a n t ' c h e
celébrase un baile al aire libre, y á la m a ñ a n a siguiente
las calles se llenan de un bu
Ilicioso gentio, que tira conJeW
y chilla á m á s y mejor, como
si estuviese en C a r n a v a l .
P a r a loa que buscan at
festival el lado pintoresco,
las carreras de indios son
lo m á s bouíLo. Alli n o ' h a y señal de salida, ni salidas falsas, ni nadie cree en tales ó cuales ventajas.
Cada piel-roja hace correr á su caballo todo lo que
puede, y cuando los jueces dan los premios en m e tálico á los tres que primero llegaron, nadie se preocupa de reclamar. Después
viene la carrera de indias. Las
S'piaurs montan también a h o r c a j a d a s , como sus a m i g a s
blancas, pero sin silla, liándose á las piernas las faldas y
una colección de m a n t a s viejas de mil colores, que forman
parte de su indumentaria. Son
admirables a m a z o n a s , que
mientrHS corren no dejan de
azotar al caballo con el látigo,
con un lazo, con un pedazo de
cadena, con cualquier cosa; la
cuestión es pegar.
rn.AJ!: m-: c A i m E i t A S
E-stos son tos preliminares
de la f i e s t a propiamente di
cha, que empieza por la tarde
En el gran parque donde va
á tener lupar el concurso, la
escena es de una belleza incomparable.
Los coíciof/s hacen c a r a c o lear sus caballos, luciendo sub
grandes zajones de largo pelo,
Terminado todo esto, e n t r a n
todos en m a n g a s de camisa:
en escena los coithoi/s y coc a m i s a s de seda, e n c a r n a d a s
mienza la «carrera de la e s unas , azules o t r a s , ésta de
tacan, que consiste en correr
delicado heliotropo, la o t r a
cien metros á galope tendido
verde m a n z a n a . El parque separa dar la vuelta en torno de
meja un kaleidoscopio con mil
un poste, á fin de ver q uién lodistintos colores. Blancos ó ingra volver á su caballo en medios, vaqueros y domadores
nor radio sin ser despedido de
de caballos, squatcs de cobriza
la silla. Otro ejercicio es la
tez y jóvenes vaqueras, con
«carrera del sombreros. Se pola boca siempre riente, hacen
nen cinco sombreros en el sueun conjunto sin igual en el
lo, y cada jinete, yendo su c a i:n INrlDHNTK F,N IJ\. llAllRERA DF. rAI!Al.l,0<
mundo.
ballo á toda carrera, tiene que
SALVAJES.—E] caballo s e nl^ga & |>artir e n la d>reoc[¿n
q u e s e le manda.
cogerlos uno á uno y dejarlos
El papel de la mujer no se
luego al otro lado. Esta carrera requiere un caballo
limita aquí á aplaudir ó á premiar al hombre. Las bien enseñado, pues el que no lo está siempre se dehijas de las praderas, las cowgirls, a u n q u e nada
t e n g a n de varonil en la apariencia, t o m a n también
tiene cuando nota que el jinete se deja caer á un lado.
Airddsdor del Mundo
— 349 —
Más i títeres ante, pero m á s peligrosa, es la caza
del hombre con lazo. Cada coiobo'j que lo tiene por
conveniente, desafia á otro á que le coja con su
lazo; ambos montan á
caballo y parten ágaK>pe, dándose á la salida
una ventaja de treinta
metros al pfrsegu ido. Si
éste logra evitarel lazo,
g a n a el premio, que, en
caso contrario, pertenece al perseguidor. Esta
parte del p r o g r a m a no
es m á s que u n a p r e p a raciún p a r a la que sigue
i n m e d i a t a m e n t e , que
consiste en lacear un
novillo. Son tantos los
coícboifs que se presentan á esta prueba, que
ae hace necesario repar •
tirios e n t r e d o s días,
LACHANM'-J
pues aunque r a r a s veces tardan m á s de dos ó tres
minutos en derribar al corniipetOf cada jinete tiene
que habérselas con su novillo, sin que pueda haber
en la pista m á s que uno caila vez. Los diez mejores
laceadores vuelven á presentarse con diez novillos,
todos á la vez, al tercer día, y so lleva el premio
aquel que domina al animal
en menos tiempo. Kn 1903 lo
g a n ó un tal Wilde, que sólo
empleó cincuenta y ocho segundos y medio, y en 1002,
otro coiüboy lo hizo aún en
menos tiempo, en cincuenta
y cinco segundos. Lo que hay
que hacer en este breve espacio de tiempo no es sólo derri •
b a r el novillo, sino que a d e m á s hay que apearse é ir á
atarle las patas antes que se
levante, para impedirle todo
movimiento. La cosa no es,
por consiguiente, sencilla, y
además 69 expuesta á mil peligros. El menor de ellos es
que se rompan las cinchas y
que el novillo se Hevea r a s t r a s la m o n t u r a y el jinete.
1 de Junio de I 9 0 a
que vendar los ojos á los indómitos animales, ensiharlos y saltar en la silla, para salir á todo galope. Lo
primero es difícil; lo segundo, casi imposible; lo tercero, imposible de todo
punto para todo el que
no sea un coicOon, y aun
el cowboy DO se pone en
la silla, sino que se sostiene en el aire, a p o j a do apenas en los estribos, y asi tiene q u e desafiarlos botes, los saltos
de carnero y los repelidos tornillazos del c a ballo, que al fin parte
co m o u n a cen tella.. - casi
s i e m p r e e n dirección
opuesta á la debida.
Pero donde se ve lo
que son jinetes de verdad es en el concurso de
v:,N NOMLI U
caballos viciosos. Esta
prueba interesa á los coioboi/H m á s que ninguna
otra, pues en ella se conquista el titulo de campeón
de los rough riders y el cinturón que sirve de premio;
pero es también la m á s difícil. Cierto número de
broncos, buscados exprofe^o entre los m á s viciosos
y resabiados, se sortean entre los competidores, y
éstos tienen que tenerse en la
s i l l a sin a g a r r a r s e á ella,
pues tan pronto como uno la
toca con la mano, se le descalifica. Los que logran mant e n t r s e firmes son muy pocos, y aún menos los que
pueden dominar al animal.
Un bronco vicioso es mucho
peor que un caballo salvaje:
salta lo mismo que si fuese
de goma, se tira a las vallas,
se deja caer al suelo, cocea,
bota y se va á la empinada;
pero todo con u n a rapidez
tal, que el público no ve máa
que una sombra que se agita
en medio de unainube de polvo. El '^owbo'i permanece firme un minuto, acaso dos, y
luego sale despedido, llevándose e n t r e l a s piernas la
m o n t u r a con las cinchas rot a s . Algunos, sin embargo,
no caen a u n q u e s u s caballos
se tiren al suelo, y entre ellos
el que mejor supo dominar al
suyo e s proclamado c a m peón eutrt; las aclamaciones
de la multitud, delirante de
entusiasmo.
viíiOSO.-E=U fotogratia, to-
También es muy peligrosa,
pero digna de verse, la carre
r a de caballos salvajes. El
premio se concede aqui al primero que consigue ensillar
un corcel indómito y dar con
él u n a vuelta á la pista, descalificániltíse al vtnceilor si
por casualidad se averigua
MONTAM11-) UN i m n s c o
que su i:aballo h a b l a isido mada entre una nube de polvo, lia loi^rarto RorprenrJer
Lino íte loM mil mivlrnlentoa «.ttrañoa que liace el liaballo
montado antea. Atados á una
Kl festival de los cou-boys
para deapeiür al jtneii!.
cuerda, que con los saltos y
ha terminado, y los jóvenes
sacudidas m á s imposibles t r a t a n de romper, hay un
vaqueros, con sus lindas compañeras, con los indios
número de broncon, que asi se llama á los caballos y con sus caballos, vuelven a sus apartados rincosalvajesdel país, igual al de corredores. Kstos tienen
nes del Oeste, de Colorado, de Nebraska, de Idaho.
Quito es la única ciudad del m u n d o , en la región
del Ecuador, donde el sol sale y se pone á las seis
d u r a n t e todo el a ñ o .
Entre las ceremonias que se verifican en Bohemia
cuando se celebra u n a boda, figura la de hacer
p a s a r á la novia por un puente de plata. Dicho
puente lo construye el padre del novio, colocando
sobre u n a mesa dos filas paralelas de moneda» de
plata. La recién c a s a d a se sube á la mesa y la recorre pisando las monedas, y su esposo la recibe en
los brazos.
Bl puente de plata simboliza la felicidad que el
novio espera disfrutar en la vida.
Alradedor dtti Munüu
350-
1 dB Junio de 1909
Prendas de vestir que matan
UN BOA PELIGROSO—INCONVENIENTES DE LAS F A L D A S - N O COMPRÉIS TELAS BARATAS
•
Decía un médico famoso que con los sombreros
de copa, y las e n a g u a s y faldas de barros de las
mujeres, debía h a c e r l e una buena hoguera y reducirlo todo á cenizas, por los peligros que ofrecen dic h a s prendas, y en apoyo de su aserto citaba el caso de una pobre mujer, madre de numerosa progenie, que al bajar jas escaleras se enganchó un pie
en las puntillas de las e n a g u a s , cayó rodando y se
quedó muerta en el acto.
Fijándose un poco, puede uno convencerse de que
las prendas de vestir son causa de muchos accidentes, fatales en ocasiones.
A linea del invierno pasado iba una linda muchacha por ias calles de Paria con un boa de plumas
al cuello.
Violenta ráfaga-de aire levantó los extremos de
la prenda, y éstos fueron ó enredarse en una rueda
de un coche que pasaba junto á la acera La pobre
m u c h a c h a cayó al suelo y fué a r r a s t r a d a largo t r e cho por el carruaje, falleciendo á las pocas horas
de ser recogida, con horribles heridas en la cabeza
y medio asfixiada por el boa.
_ Las colas de los vestidos de ceremonia son tam bien causa de graves accidentes. En u n a recepción
q u e dieron los reyes de Portugal en su palacio de
Lisboaj ocurrió un caso muy desgraciado. La vizcondesa de Varea se aproximó al trono, y al retroceder, después de haber hecho las reverencias de
rúbrica, se piso la cola del traje y ca^ó al suelo con
tan mala fortuna que se rompió u n a pierna, y no
obstante los cuidados que le prestaron se quedó
coja f ara (oda su vida.
El montar en bicicleta con falda larga es u n a de
Jas diversiones m á s peligrosas que se conocen.
En PIymouth se mató u n a joven el año pasado
La industria de la mica
No se debe despreciar nunca una sustancia creyendo que no sirve para nada, porque ninguna carece de a l g u n a propiedad que hoy o m a ñ a n a puede
aer utilizable, y h a s t a indispensable.
La mica es el ejemplo m a s conviocenle que puede consignarse. Desde hace m uclios siglos se conoce
este mineral, que, después de lodo, no es m a s q u e
un silicato de alúmina y de potasa, de color oscuro,
verde, negro, blanco de plata ó amarillo de oro, según las sales metálicas que tiene incorporadas, y
que se caracteriza principalmente por su propiedad
de dividirse en h o j a s delgadas, elásticas y t r a n s p a rentes.
Hasta hace pocos a ñ o s nadie ó casi nadie se ocup a b a de la mica, por la sencilla razón de no saber
á qué destinarla, como no fuese para reemplazar el
vidrio, y eso con bastante desventaja. Pero se presentó la electricidad, desarrollóse de un modo e x traordinario en veinticinco años y dio vida á la
mica, c u y a s propiedades aisladoras no pueden ser
igualadas ni suplidas hoy por ningún otro producto.
En la actualidad se ocupan muchos miles de pers o n a s en las cinco parles del mundo manipulando
la mica. Sólo el Canadá exporta a n u a l m e n t e medio
millón de kilogramos, y si no fuera porque en la
China quedan reservas i n m e n s a s del mineral de que
h a b l a m o s , sería cosa de pensar seriamente en el
por habérsele enganchado el borde de la falda en un
pedal. La m á q u i n a cayó de lado sobre un montón
de guijarros, uno de lo's cuales dio en la sien á la
ciclista.
No sólo son las mujeres las que suí'ren las consecuencias de las mudas. Vn revisor de! tren, al p a s a r
de un vagón á otro, resbaló en el estribo por llevar
unas botas nuevas con las suelas enceradas, y fué
deshecho por las ruedas del convoy.
A Carlos Sanders, mecánico electricista de los ferrocarriles eléctricos de W a n k e s h a (Estados Unidos), le m a t ó el cuello de su c a m i s a . Como el oñcio
de este pobre hombre era poco limpio, g a s t a b a cuellos postizos de celuloide, porque podian lavarse
con facilidad. Una m a ñ a n a se incendió el coche
motor, y al querer a p a g a r el fuego notó que por la
manivela del regulador circulaba u n a corriente eléctrica. Sin saber ciimo puso en contacto el cuello coa
la corriente, y al momento formó el celuloide una
gran l l a m a r a d a que ahogó al desgraciado c o n ductor.
Las telas b a r a t a s ofrecen serios peligros por loa
colores que se emplean para teñirlas, los cuales
suelen ser venenosos.
Sólo en una s e m a n a ingresaron en el hospital da
San Bartolomé, de Londres, tres enfermos con loa
pies tan hinchados, que no podian dar un paso. Loa
tres habían adquirido la enfermedad por usar c a l cetines baratos de color encarnado.
Los colores verdes son también peligrosos, así
como algunos tintes oscuros. En liradford falleció
una señora envenenada por una blusa negra que
gastaba. El veneno del tinte del tejido se le inoculó por una q u e m a d u r a m u y leve que se hizo en un
brazo.
problema, pues c a d a vez es m a y o r la demanda de
mica.
Con la mica ocurre lo que ocurría en algún tiempo con el carbón de piedra; que se eslimaba tan
poco como el barro y las piedras, y hoy es un elemento indispensable para la industria.
ün beduino con dientes postizos
Mohamed Ali Ornar Or, viejo jefe á r a b e de u n a
tribu que tiene su residencia en las cercanías de
Suakin, y que siempre ha sido adicta al go!>ierno del
Sudan, h a hecho recientemente una visita al gobernador militar inglés de Yartum.
El general inglés tuvo la ocurrencia de regatarle
una dentadura postiza hecha por un dentista de la
región.
Cuando el anciano Jefe se vio con dentadura n u e va se puso m u y contento, pensando en la impresión
que iba á producir en su c a s a con sus muelas y
aienlea nuevesitos.
Sin embargo, le quedaba un resquemor: el de que
Alá, «que le puso dientes cuando era niño y luego
se los quitó», se ofendiese al saber que los hombres
hablan corregido su obra.
—¿No podría — dijo el buen árabe, — no podría el
médico de los dientes darme también a l g u n a medicina que me tranquilízase ínteriormenteT
Alrededor del Mundo
— 351
1 de Junio de 1909
Por qué aprendemos y por qué olvidamos
CURIOSO FUNCIONAMIENTO DE LAS CÉLULAS DE LA MEMORIA
Veamos otra rareza de la celulilla. Preguntad á
un amigo, pongamos por caso, la fecha exacta en
que fué descubierta América, y si el tal es persona
medianamente culta, os dirá sin vacilar que el a ñ o
de 1192. Seguid vuestro interrogatorio y haced que
08 señale el año en que Pizarro conquistó el Perú,
y es probable que os diga el amigo que no se acuerda. iPor qué razón la primera de las fechas citadas
se encuentra tan fija en la memoria, mientras que
!a segunda se h a borrado completamente?
Pues porcjue cuando adquiríamos en la escuela
nuestros primeros rudimentos de historia de loa descubrimientoa geográficos, se nos hacía repetir de
memoria una s a r t a de fechas, y ya nos laa supiéramos todas ü no, concentrábamos nuestra atención
por entero en la fecha que sirve de punto de partida
á las a v e n t u r a s u l t r a m a r i n a s de E s p a ñ a . Lo q u e
demuestra, en último término, que no existe el r e cuerdo sin la atención, cuando de funciones puramenle
mentales se t r a t a .
Con objeto de ilustrar a ú n
m á s la naturaleza de esa
función cerebral que llamamos memoria, tomemos como ejemplo un acto muy com ú n , cual es el leer en a l t a
voz, que siendo de distinto
génei-o que la función q u e
vamos á estudiar, demuestra el mecanismo nervioso
Supongamos que la funnecesario p a r a f o r m a r la
ción de la célula consista en
senda de las sensaciones. Al
recibir la impresión de un
leer en voz alta se produce
olor determinado. Eso proen la retina del ojo u n a imducirá un cierto estado de la
presión de las palabras e s célula, mediante el cual adt a m p a d a s en el libro. Esa im •
quiere ella la memoria de
presión estimula el nervio
dicho olor. Ahora, si la céóptico, y la v i b r a c i ó n es
lula no vuelve á experimentransmitida al interior del
tar la visita del olor, se olviLe i Kiu
cerebro, allí donde reside el
d a r á de él, y dejará de recocentro nervioso de la vista.
noserlosi por acaso volviese
COMO I U N C I O N A V L O S N E R V I O S I ' U A N D O HE LKl!
Si la atenciones interrumá r e c i b i r l o pasado mucho
EN ALTA VOZ
tiempo. Por el contrario, si la visita se repite d i a - pida por la excitación originada, determínase u n a
sensación, cuyo resultado posterior es u n a idea proriamente, la célula t r a b a r á estrecha amistad con el
ducida en otra parte del cerebro.
olor y la descubrirá entre mil.
De todas laa funciones de la mente, ninguna m á s
maravillosa que la memoria, ó sea la facultad de
a l m a c e n a r en el cerebro, valga la frase por lo g r á fica, el resultado de laa impresiones exteriores.
Algunos animales po&een ese poder en m a y o r ó
menor erado, haciéndose así posible para ellos convertir e l recuerdo de hechos pasados en experiencia
p a r a el transcurso de su vida- La memoria es la que
determina en loa pájaros, por ejemplo, sus inmigraciones y emigraciones periódicas, y á ella se debe
la seguridad con que las abejas y las hormigas encuentran su nido, a u n q u e de inte'nto se las e x t r a v i e .
La base de la memoria consiste en que u n a célula
nerviosa det cerebro pueda realizar u n a función
determinada, y de tal suerte, que quede ella misma
habilitada p a r a efectuar la miema función otra vez
y de idéntico modo. Procuraremos h a c e r esto m á s
claro, m á s comprensible. La primera vez que una
célula nerviosa a c t ú a , prodúcese en la m i s m a un efecto d u r a d e r o h a s t a cierto
punto, pues la impresión se
debilita y de»vanece al cabo
de algún tiempo, á menos
que vuelva á repetirse. Y claro es que cuanto m á s frecuente sea la sensación m á s
honda aera la huella dejada
en la célula y m á s fija la impresión c a u s a d a en ella.
He ahí la razón de que cuanto m á s frecuentemente ejecutamos ó p e n A m o s u n a cosa, m á s fácil nos
es hacerla ó pensarla. El niño experimenta al principio enorme dificultad en aprender á a n d a r , sencillamente porque SUB células nerviosas no g u a r d a n
memoria de ninguna acción semejante anterior,
Conforme a v a n z a el tiempo, las impresiones sensoriales siguen el mismo c a m i n o t a n á menudo, que
el complicado acto de a n d a r llega á convertirse en
automático, y esto por virtud de la maravillosa c e lulilla de la memoria.
La picara celulilla noa juega á veces a l g u n a s malas partidas, i No os ha ocurrido m u c n a s veces
quereros acordar en momento determinado de un
nombre, de u n a fecha ó de u n a cifra, a u n q u e oa
sean, por decir asi, familiares, y no poder dar con
lo que DUBCáis, mientras que acuden á vuestra memoria cifras, fechas ó nombres que maldito lo que
08 interesan en aquel momentoí Es este un fenómeno curiosísimo q u e no h a tenido h a s t a a h o r a explicación científica satisfactoria.
Luego aparece la parte voluntaria de la serie de
funciones, que consiste en enviar una impulsión á
t r a v é s de un nervio desde el cerebro á loa músculos
de la lengua.
Se advertirá que existen, por lo tanto, estrechísim a s relaciones entre las partes sensoriales y mot o r a s del cerebro. Ahora, por efecto de la práctica
continua, esto es, por la repetición del referido proceso, las células llegan á acostumbrarse tanto a él,
que la lectura en alta voz puede llegar á ser un acto
independiente de la sensación y de la voluntad.
De ahí que se dé el caso, no por frecuente menos
admirable, de que podamos e s t a r leyendo en alta
voz y pensando al mismo tiempo en otra cosa. Las
impulsiones h a n recorrido t a n t a s veces el mismo
camino que, como dijimos al principio, las células
tienen ya grabado de un modo indeleble el recuerdo
de la función ejecutada, y ésta continúa efectuándose, por consecuencia, de un modo automático.
Alrededor del Mundo
AVERIGUADOR UNIVERSAL
PublUaraoa a^ui lat preguntaé que te no» dirigen
cuando ton de intereigeneral.ont
i mos en la buena ooLttniad
de lot lectores para que, cuando sepan algo de lo que te
pregunta, enoiefi la retpueeta. El üojeto de e'ta aección es
prestar un terricio á cuanto» deseen conocer algún dato
interesante de Historia,
Geografía, Filología,
Hittoria
Natural, etc. No admitimos cartas que no contengan el
nombre y señas del domicilio del remitente. La» preguntas
han de ser ewpuestas con mucha breeedad.
PREGUNTAS REMITIDAS
1.93t.—¿Cuáles Bon las posesiones actuales de Esp a n a , y con c u á n t a s contaba en la época en que
naurió Colóní—AVtío^is P . Caauno. (Matanzas, Cuba).
1.933.—¿En qué país hay m á s aficionados á los
conciertos de guitarra? iCuál h a sido el precio m á s
alto que se ha pagado pf)r un concierto de este g é nerol—Emilio Pi'nacho. iSestao).
I.93;í.— íQué m o n a r c a m a n d ó que le hicieran de
un cráneo h u m a n o u n a copa para
heherl^Conrado
Mesenuer. (Barcelona).
1.934.—íCuál es el origen de la letra ñ, que no lia
sido aceptada en muchos alfabi-tos?
1.IW5.—¿Quién fué el primer marqués de Murosí—
N. N. (Oviedo).
1.93G.—iSe h a publicado algún diccionario c a s t e ]lano-valencianoí—/. Morales. (Madrid).
CONTESTACIONES RECIBIDAS
A lalA^.—iQuidn
garrocha ú picaí
fué elpriKier'-
1 de Junio do 1905
— 352 —
que usó en el torco la
La garrocha, puya, v a r a larga ó v a r a de detener
(pica no; es nombre í'alaoi se usaba y a por !os años
de 1(357, pues según el eminente y erudito escritor
taurino D. Pascual Millán, entre las fiestas celebradas para solemnizar el nacimiento del principe F e lipe Próspero, hubo corridas de toros organizadas
fior la Universidad salmantina, y en ellas tuvieron
ugar las csuertes de rejoncillo, vara larga, suizas
y l a n z a d a de á pie» (1).
El marqués de Algaba «fué el primero que, en
competencia con D, Pedro de Módicis», h e r m a n o
del duque de Florencia, «usó g a r r o c h a p a r a detener
loa toros en la lidia» (2),
Los picadores m á s antiguos son J u a n Acevedo y
Diego García (Colchoncillo/. L a s g a r r o c h a s u s a d a s
por la plebe en la antigüedad para d a r muerte á los
toros acuando no había caballeros que lo verificasen en regla)>, eran picas iguales á las usadas por
los soldados de á pie, y e n n a d a ae parecían á l a s
actuales v a r a s de detener. El garrochón utilizado
por los caballeros, según ci'úQicas antiguas, era
Igualmente u n a laneilla ílexible y ligera, sin semej a n z a con el rejoncillo ni con la v a r a de detener.
E. Sos Y GANTREAN i Re DO icones).
Málaga.
A la\.^2.—ií}ay
alguna edi':ián currientf y liarala del
«Quijoten. de Ar^ell/iii-L'da" (Segunda ronteslacioii; PÁasf el
núnt. 307 de \\MV,av.üOA DEL SIÍJNDÜ).
La revista/*/«míi;/£a/ií'j. de Barcelona, publicó
de 1901 á 19Ü2, en forma de folletín encuadernable,
u n a edición ilustrada de la citada obra. Creo no ser
difícil encontrar algún ejemplar en la casa editorial
y propietaria {Mauccí y compañia) de la n o m b r a d a
revista.
ANTONIO BERNADÁS
ESTERRI.
Barcelona.
(1) Alnianiquode Sol y Sombra para 1902.
(2} Gran Diccionario Taurotná^Kioo de P. SSacIiez de Neira.
A la 79S.—iTom6/'arte
el Cid en la //alalia de Golpr/art
El Cid hallóse en la batalla de Golpejar ó Volp&jares, como se había antes hallado en la de Plantada ó Llantada, donde llevó el pendón real. Después
de trans'jurrir tres años de esta última batalla, otra
vez s e renovó la lucha entre 1). Sancho II de Castilla y su hermano D. Alfonso VI de León. Se estipuló
que el vencido cedería el reino al vencedor; trabada
la pelea en Golpejar, vencieron tos leoneses. l*ero
Rodrigo Díaz, el 'Cid Campeador, quien (como dice
el Sr. Malo de Molina) en esta balalla ya dio mayores
muestras de ¡su poder ij de su sagacidad en la$ armas,
sin r e p a r a r en lo estipulado, aconsejó al rey D. Sancho el reunir s u s tropas dispersas y caer al despuntar la a u r o r a sobre los leoneses, aprovechando la
ocasión de que éstos se hallarían desprevenidos y
sosegados.
Siguió D. Sancho el consejo del Cid, y reuniendo
sus d e s a n i m a d a s tropas, al r a y a r el alba se apercibió para un nuevo combate que kaljia de dirigir el
Cid. Este, cayendo de improviso sobre los leoneses,
alcanzó u n a completa victoria; muchos perecieron,
y los demás se retiraron sobre Carrión. El resultado
definitivo d é l a doble batalla de Golpejar se debió,
pues, al esfuerzo del Cid.
JOAQUÍN IRISARRV.
Manila.
A la 1.905. —Origen del apellido
Fajardo.
El origen de este linaje es del conde D. Rodrigo
de Romaea, Señor de Monterrojo en Galicia, q u e
casó con doña Mifia, infanta de Inglaterra; vivieron
en I'orliguera, y yacen en la iglesia de Sania María
de aquella villa. Este e r a hijo del conde D. Remón,
hijo del r e y D. Fruela de León
De este linaje era D. Alonso Yáñez Fajardo, Adelantado de Murcia; fué casado con doña Maria de
(^uesada, hija de Pero Díaz de tiiuesada. Señor de
las villas de Garciéz y de Santo Tomó en la provincia de Jaén, el cual tuvo dos hijos: Juan Fajardo,
q ue murió en u n a batalla contra los moros, y Pedro
F'ajardo, que fué también Adelantado m a y o r del
reino de Murcia, según consta por el privilegio dado
por el rey D. Enrique á la ciudad de Baeza en 20 de
Enero de 1470; tuvo u n a hija, doña Luisa Fajardo,
á quien los Reyes Católicos casaron con D. J u a n
Chacón, contador m a y o r de Castilla, que tuvo un
hijo, D. Pedro Fajardo, primer marqués de los Vélez y de Molina, y edificó suntuosamente la capilla
mayor de la Catedral de Murcia para su sepulcro.
El solar de i'ajardo es en el reino de Galicia, en
la villa de S a n t a Marta de Fortiguera, y por alusión
del nombre de la villa y de su solar usaron por a r m a s tres m a t a s de hortigas verdes en campo de oro,
con siete hojas cada una, sobre tres rocas y sobre
tres ondas de azul y plata.
Del mismo linaje que los Fajardos descienden los
Bivero, B a h a m o n t e , Gallego, Monterrojo, Calicó,
Señorino y Lugo, y todos usaron el mismo escudo,
a u n q u e algunos lo mudaron después, como los
B a h a m o n t e , Catico y Lugo.
TOMÁS ROMÁN.
ViUac'fí.rrilio (Jaén).
El dentífrico sin par,
el qne prefleren lan gentes,
e] q u e produce en IOH dientes
un efecto sin i^ual,
el que h a pr<^miadt> la Higiene
y ae recomienda solo,
ese e s e l LicoK DEL POLO,
que tan j u s t a fama tiene.
1 de Junio de ISOft
alrededor del Mundo
POLVOS t'AHA FLATEAR.—Las personas que deseen convertir, por ejemplo, una estatua de cobre en
estatua de plata, deben emplear esta receta:
Nitrato de plata
1 parte.
Blanco de España, en polvo. 2 —
Cianuro de potasio
2—
Se machaca y mezcla todo en un mortero.
En el momento de usarlo se humedece un poco do
polvo y se aplica con un pincel sobre el objeto que
se quiera platear, cuidando de limpiarlo previamente para que no tenga nada de grasa.
Hay que tener cuidado con el cianuro, porque es
muy venenoso.
l í a n enviado soluciones exactas de este problema:
Doña Isabel T o r r e s y D. Luis A r t a c h o , de Madrid; don
Vicente Ouerí'oradat, de Barcelona.
También h a remitido la solución del problema «Un
cambio de vagones», D . Ernesto Araujo, de Zaragoza.
•tttttttt
GorrQspondenclm
L. S. G. (Bilbao): Los apellidos se preguntarán, pero
no lo otro, pues todos los autores de específicos se a p r o vecharían para enviar reclamos en forma de contestaciones.—R, H. fB&rcelona):
Lo sentimos mucho; pero
la elección de caricaturas para reproducir es cosa que se
r e s e r v a la Redacción, que cuenta con elementos suficientes para ello.—/. G. R. (tíarcolotia.): Las contestaciones no Ifts publicamos por orden numérico, sino atenPROBLEMA
diendo á otras m u c h a s razones que seria prolijo d e t a Acababan de almorzar j u n t a s , en casa de una de ellas,
llar. En cuanto á la sección de Preguntas
y Respueataa^
varias personas de buen humor y eon deseos de diverno tiene nada que ver con el Averiguador.—R,
L. (Satirse sin hacer daño á nadie. Como sucede siempre en
riñeaa-J: ¿Cómo quiere usted que Colón saliera en busca
de América, si aún no estaba descubierta?—6'- E. (Jdti'
estos casos, de s o b r e Va): K s preciso que c o n c r e t e u s t e d más, diciendo s i l o
^
mesa se contai-ou anécque desea conocer es la cría de esos peces en vivero, ¿
dotas, se hicieron c h i s el modo que ellos naturalmente tienen de criar.—i. S. I,
tes m á s ó menos origi(San'ünder):
Acerca de las famosas «verdades del b a r nales, y se propusieron
quero» se hablo y a en los n ú m e r o s 13 y 14 de esta Rerompecabezas y adivivista.—J. D. (Córdoba): No hemos recibido m á s c o n t e s nanzas.
tación que la qu* usied vio. - J. M. (Córdoba.): L a s a r Uno d é l o s p r e s e n t e s ,
mas del apellido Melgar se han preguntado y a en el núh o m b r e de bastante inmero 1ÍÜ0, pero aún no ha venido contestación.—J. de
genio, anunció vjue iba
la. F. (Madrid): No podemos publicar su p r e g u n t a t a n
!i hacer algo c[ue no topronto, pues tiene q a e e s p e r a r turno; es preciso no o l v i dos sabrían hacer. E Q
dar que nuestro Averiguador
no es una a g e n c i a de i n medio del silencio geformación, y loa que se sirven de él tienen n e c e s a r i a neral, pidió en la cocina
mente que s o m e t e r s e á las condiciones en que lo teneuna rebanada de patiita
Cuba):
cruda, la cortó en la mos establecido.—J. ¿\t G. de G. (CAmaju&ni,
Por acá decimos ciDúnde Cristo dio las t r e s voces»; el
forma quu aqui se representa, y clavó en ella seis paliorigen de este dicho fué explicado en n u e s t r o n ú m e r o 19.
llos, en dos lilas de á tres.
—J. P.M. (Valeaciit):
Tieoe u s t e d r e c e t a s contra los
Hecho esto, preguntó si habría alguien capaz de d i v i sabañones en los números 133, 139, 172, 183, l í S , 242 y
dir la rebanada, dando con un cucbillo dos cortes rectos
24Ú de esta R e v i s t a . — A . P. (Madrid): No meta usted l í solamente, en seis pedazos, Cíida uno de los cuales dobia
quidos de ninguna clase en la máquina, porque la e s t r o contener un palillo.
peará; loa líquidos tienen en fotografía otros u s o s , que
Todos lü intentaron, m a s nadie lo conaiguió, hasta
encontrará usted explicados e n cualquier manual, Conque el mismo ique había propuesto el acertijo, cogió s u
testar á su otra pregunta sería publicar un reclamo.
cuchillo y... pero antes de decir lo que hizo, vamos á ver
ai alguno de n u e s t r o s lectoras lo sabe y a .
Iva rebanada de patata
Problema *'Un enredo de garrapatos,.
SOLUCIÓN
ANUNCIOS TI!I.EGfrB.AFIC08
A í'lANOLA.—Envfo tranco datoa da est» precioso aparato para tocar mecánicameate el p i a n o . S.'VLON
L
F O L I A N . R. CAMPOS. Barquillo, 3 duplicado, Madrid.
L TALISMÁN DEL AMOR.—Prodigioso estuche magE
nético para ooajurar á totias edades las angustias y
[leaares ilel querer. P a r a recUiir folletos gratis, mandar señas y seilo al Sr. ERKEBESIMON. Valencia.
#
Las rayitas que de vez en cuando cortan el contorno
del oso, indican dónde empieza y dónde termina cada
garrapato.
(El preoio de estos annnoloa »• 2 pesetas lao qnlnoe p r l mezuí p&labras j 15 ojutlmos oada p a l a b r a mluí). Ooi.
cada uno h a r ^ue r e m i t i r r a Importe, m a s 10 cuntimos d«
dereolios de t i m b r e por oada Insexolón. Be x e o i b e n e n l a
a d m i n i s t r a c i ó n de A I . S S D B S O B DBi; BEUNDO, F l a u
del ProfftesD, 1, U a d r i d .
U. ROitllhO, lUPkiSliOa.—LIBHRTM), 81
Aíradedor del Mundo
1 d e Junio
de 1 9 ( ^
en grano,
tueste diario.
GOMPARIA COLONIAL.
M A Y O R , 18,
MONTERA. 8
mDICES T CUBIERTAS
n P C P f l ^' '^""servar i-l cuns fresco,
UuOüM b l a n c o , s u a v e v a t e r c i o p e l a d o ? Q U I E R E V. prtvtíi.r 6cci.
rre^ir los mnlos etectos causados por «I
f r i ó , el a i r e , i-t c a l o r ó el p o l v o i
D9;,;uet,U I n c o m p a r a b l e c r e m »
PARA EL TOMO XI
Están ya á la v e n t a los Indico^ y las Cubiert a s p a r a el tomo X I de ALREDEDOR DEL MU.VDO,
quenr. contiene g r a s a s ni a l m i d ó n ,
•) lüiripoco c a r b o n a t o d e p l o m o ,
o x i d o d e z i n c , b i s n i u t c , eic . e i c ,
que taniD perjudican á la piel.
que
númeroB publicados
desde
El í n d i c e es tan completo oomo los de otros
DE VENTA BN LAS BI ENAS rünruMEMiAj
Poi mayor: CEBKIÁN Y C* - Barceíona
comprende los
el 7 de Julio ai 29 de Diciembro de 1904.
tomos
y
ocupa
ocho
páginas
de letra
me-t
nuda.
O
O
O O
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<:>;i
Las Cubiertas son de p a p e l fuerte y muy a r tísticas.
FüERAdeCoNCüRSO P A R Í S 1900^^*^
Cada j u e g o de í n d i c e con cubierta cuesta 15
céntimos.
GRAN PREMrOi Saint-Louis 19ü4
A l c o h o l de M o n t a de
RICQLtS
ffL ÚNICO VEfíDADEfíO ALCOHOLrfeTfí€HlÜ}
C A L M A h S E D , S A N E A PI A G U A
Contra. VÓMITO.Dolord^ABEZA,INDIGESTION
VINOOEPEPTQNACATILLON
HUÍ I « 0 r
BMtablaiM ••• f a a r u i , ai apaUto, U dla«aUoa>«
i*TI-„, - > M , U . MBJOa COin-ORTATITO D I Ú » DUfijTlAOW
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