Rev. M ed. Univ. Navarra XII: 141. J96R MUNDO MEDICO La enseñanza de la Medicina J. La crisis de crec1m1ento que afecta a la enseñanza de la Medicina podría quedar planteada con la idea del primer párrafo de la editorial del Bulletin de l' enseignement medicai *. <e Hasta ahora, el éxito en los estudios universitarios se medía principalmente por la cantidad de conocimientos adquiridos por el estudiante. Actualmente, parece oportuno cambiar de visión, y destacar mucho más el aspecto dinámico de la enseñanza, cuyo fin es formar licenciados que tengan capacidad de seguir perfeccionando su formaciórn>. ~i el objeto de la enseñanza a estudiantes de Medicina es dar conocimientos, hacerle experto en ciertas técnicas: laboratorio, clínica, actividades de salud pública y despertar en él una actitud profesional. Se ve claro que el nuevo giro que están tomando las cosas, es el de resaltar el interés de los aspectos e y b. Analizando más detenidamente estos tres Bulletin de l'enseignement medica!. 2. 0 año. n.º 2. 1967. O.M.S. Bureau Regional de l'Europe. Copenhague. (*) Soria aspectos, podemos llegar a descubrir una cierta contraposición psicológica y también práctica entre a y c. Desde el punto de vista práctico. no cabe duda, que los años inicia]e3 del curriculum, dedicados al conocimiento de las ciencias básicas, retrasan y obstaculizan la verdadera fina1idad profesional, que es el trato con los enfermos. Psicológicamente. el enriquecimiento personal en conocimientos -rnbre todo cuando estos conocimientos no desembocan directamente en una actividad práctico-utilitaria más o menos inmedia~a- estimula una postura personal claramente opuesta a la postura propia de la profesión médica. que es la creac·ón de un servicio de salud eficaz para la comunidad. Esta contraposición únicamente es salvab'.e, si ce la enseñanza de cada una de las materias es concebida y evaluada solamente en función de este criterio profesional>i; si los diversos ti pos de enseñanza (( (científico. práctica. estimuladora de la actitud médica) se coordinan y se integran. y si los incentivos profesionales son adecuadamente estimulados. '·~ l'tL. J, SOJHA LAS CIENCIAS FUNDAMENTALES Estos incentivos profesionales médicos son inhibidos de modo habitual por la enseñanza de las ciencias fundamentales, que estimulan en el alumno motivaciones estrictamente científicas, que amplían los programas por exigencias de las nuevas adquisiciones científicas, y que retrasan el contacto con las actividades clínicas. El Dr. G. Fabiani entiende que este tipo de enseñanza debe adaptarse a las necesidades reales y diversificarse en: una enseñanza específica para médicos, otra para prácticos de laboratorio, y otra para investigadores en temas específicos. La enseñanza de las ciencias fundamentales a los estudiantes de Medicina -continúa el mismo doctor- debe reducirse a lo que es útil para comprender la etiolcgía, la patogenia, las técnicas de diagnóstico y terapéutica, y la profilaxis de las enfermedades. ((El estudiante debe sacar ideas claras, precisas, sin detalles inútiles, que después podrá completar con conocimientos nuevOSJJ. Tan importante como estos conocimientos, es la iniciación en el razonamiento experimental y la curiosidad de espíritu despertada con la exposición en profundidad de aquellos capítulos de la ciencia que el profesor investiga. Esta exposición teórica y práctica en profundidad, para presentar la metodología de un trabajo, es más importante que una serie estereotipada de clases prácticas. No se busca con ello que el estudiante aprenda esos conocimientos, sino que vea las técnicas que se utilizan para lograr nuevos conocimientos. La sola visión administrativa y descubridora tiene valor formativo. Muy distinta es la enseñanza de estas ciencias fundamentales para los que después van a ser especialistas en esos campos concretos. La tendencia en ese sentido parece ser la de crear facultades especializadas, como ha hecho Rusia con Vn/ XJJ el Departamento de Bioquímica del segundo Instituto de Medicina de Moscou (Pirogov) y con el Departamento de Biofísica de Kaunas. En Inglaterra, la Universidad de Nottingham proyecta dar el diploma en Ciencias Médicas tras cursar los tres años de introducción a la Medicina, y en Francia se ha introducido tímidamente el <<Cycle d' Etudes et de Recherches en Biologie humaineJJ que intenta lograr la licenciatura de investigadores sin necesidad de realizar los estudios completos de Medicina. En Alemania, según informa el Dr. T M. Fliedner, es ahora, con la nueva experiencia de la Universidad de Ulm, cuando comienzan a plantearse el problema de la formación de profesores de las ciencias fundamentales. Según él, la enseñanza de estas ciencias en las Facultades de Medicina, exige la creación de una Comisión encargada de tomar decisiones constantes sobre los siguientes apartados: l. Cuáles son las materias obligatorias. 2. Qué tiempo se dedica a cada una de ellas y cuál es el sistema de la enseñanza (integrado, por temas, etc.). 3. El nombramiento de profesores. 4. La formación científica y pedagógica de estos profesores. 5. La evolución de los resultados de la enseñanza. El mismo Dr. Flíedner expone lo que él consdera exigible a todo profesor de las ciencias fundamentales: a. Tener un diploma de médico. b. Ser especialista en un campo de la investigación. c. Haber recibido una formación pedagógica. d. Haber participado en seminarios para profesores. Junio 1968 EL LA ENSEÑANZA DE LA MEDICINA PLAN DE ESTUDIOS La característica común del plan de estudios médicos, según los informes del boletín, es que se encuentra en fase de cambios. En Rusia, el cambio del plan de estudios universitario, está muy referido al tipo de estudios post-universitarios que se vayan a seguir. Hay Facultades de Medicina General, de Pediatría, de Salud pública y de Estomatología, con planes de estudio perfectamente diversos. La formación universitaria del médico general debe estar terminada en cinco años. Pero se exige siempre un sexto año que está consagrado a dar los primeros pasos en la especialización. La especialización en los temas clínicos más amplios (medicina interna, cirugía, obstetricia y ginecología) se consigue en todas las Escuelas de Medicina. Pero frecuentemente cada Escuela de Medicina tiene desarrollado algún campo más preciso como la Psiquiatría, la Neuropatología, enfermedades infecciosas, etc. En estos casos el alumno de sexto curso puede escoger la especialización que le interese. Al terminar el 6.º año, aunque fuera de la universidad, no termina el período de formación, sino que continúa como «interno >l la terminación de su formación en la especialidad. De esta forma la duración total de los estudios de los especialistas es de siete años, de los cuales cinco están dedicados a los estudios de medicina general y dos a los de especialización. De estos dos años uno transcurre en la Universidad y el otro en un hospital donde ya tiene un puesto de Médico. En Inglaterra, el General Medica! Council ha estimulado en Jos últimos años la mcdificación --a título experimental-de los planes de estudios según los criterios propicios de cada Facultad. Esto hace que exista una diversidad creciente, tanto de las materias a enseñar como de la 6 141 forma de hacerlo. Quizá el ejemplo más diferenciado es el de la Universidad de Newcastle, que ha seguido la técnica de la enseñanza integrada. El plan de Newcastle consiste en cuatro años de enseñanza muy integrada, seguidos de un quinto año que el estudiante dedica al trabajo clínico, normalmente en internado. En los dos primeros años, 1a enseñanza está centrada sobre la célula y los aspectos estructurales y funcionales de los distintos sistemas, pero todo esto muy integrado con el trabajo clínico y con los aspectos sociales de la medicina. En los dos años siguientes la meta es la enseñanza clínica pero muy integrada con las ciencias básicas. En Inglaterra -según el Dr. R. Tunbridge- habrá poca uniformidad en la enseñanza médica durante los próximos años. La línea central de la evolución parece ser una mayor integración de las materias de cada curso, una mayor exigencia de profundidad en ciertos aspectos, y una disminución de la importancia de los exámenes. En Alemania, los estudios de Medicina, están uniformemente regulados. Pero el régimen actual, según Th. von Uexhüll, presenta tres inconvenientes. Por una parte es fijo y muy rígido, con lo que las Facultades están imposibilitadas para adaptarse a las exigencias actuales. Además las enseñanzas son fundamentalmente teóricas. Se estudia para el examen y después se olvida. Finalmente es una enseñanza demasiado larga, pues dura ocho años. Esta situación parece que va a cambiar según un proyecto que estudia en la actuarctad el Ministerio Federal de Sanidad. Este proyecto tiende a dar más facilidad a las universidades para que establezcan sus propios tipos de programas; la teoría y la práctica estarán integradas, se reducirán las lecciones magistrales y la duración de los estudios será de seis años, 144 .Vol. Xll Estos seis afias de estudios previstos se dividirán en: dos afias y medio para estudios preclínicos, un afio y medio para propedéutica práctica y teórica; un quinto año de especialización, y un afio final de internado. Al final de cada uno de estos períodos hay un examen. El último examen, después del internado, autoriza al nuevo médico para trabajar como asistente en un servicio hospitalario. En Suecia, el plan de reformas propuesto deja sin modificar el período preclínico que consta de cuatro semestres. Los dos primeros para Anatomía, Histología, Genética y Estadística. Los dos segundos para Física, Química, Fisiología y Psicología. El período clínico tiene dos partes. La primera de 10 meses dedica 5 meses a Medicina Interna y 5 meses a Cirugía. La segunda parte consta de tres períodos de cinco meses. En cada período se estudia un grupo de asignaturas: l. Psiquiatría, Dermatología, Infecciosas y Medicina militar. II. Obstetricia y Ginecología, Oftalmología, Otorrinolaringología y Medicina Legal. III. Pediatría y Psiquiatría Infantil, Higiene, Neurología y Medicina Social. Todo ello supondría una duración de cinco afias y medio, para los estudios universitarios de Medicina, frente a los seis y medio que duran actualmente. En conexión con los estudios universitarios estáh los post-universitarios, de una duración variable entre 15 meses y 5 afias y medio según el tipo de especialización. Con estos datos recogidos del Bul!etin, se puede ver que los cambios afectan casi todos los aspectos de la ensefianza, composición del programa, duración de los estudios, conexión con los estudios postuníversitarios, etc. Pero entre todos estos cambios el más notable es el que afecta a la técnica de la enseñanza bajo el concepto de enseñanza integrada. ENSEÑANZA INTEGRADA El tema de la ensefianza integrada lo desarrolla D. R. Newth, de la Universidad de Glasgow. D~sde el punto de vista general del plan de estudios la enseñanza integrada tiene ventajas fundamentales. En primer lugar proporciona al estudiante, desde el mismo comienzo de sus estudios, la posibilidad de entrar en contacto con enfermos. Además asegura que su iniciación clínica sea progresiva y que su actividad clínica no sólo no le separe del clima científico básico sino que esté apoyada en este clima. L03 tres principios generales de este tipo de enseñanza podrían ser: La supresión radical de los estudios de medicina de aquellos temas cuya presencia no está justificada. La utilización de los conocimientos o métodos científicos que tienen un interés clínico y, precisamente, resaltando esta relación viva entre lo básico y lo clínico. La integración del programa de enseñanza de las diferentes especialidades, de modo que el aprendizaje del alumno se realice de un modo coherente, sistemático y progresivo. Las ventajas que el autor encuentra en este tipo de docencia son varios· i a. Por una parte el profesor se ve obligado a tener una misión más amplia de la ensefianza, ya que tiene que ser consciente de todo el proceso del aprendizaje y necesita abrirse a los puntos de vista de otras disciplinas. b. Las discusiones de los temas, o la Junio 1968 LA ENSEÑANZA DE LA MEDICINA presentación de puntos de vista diferentes en una misma sesión por parte los diversos profesores, hace que el pensamiento crítico de los alumnos sea ejercitado adecuadamente. c. Se evitan las repeticiones inútiles, tan frecuentes en el plan clásico de la enseñanza. d. El estudiante aprende a no compartimentar sus conocimientos. Realmente él se ve estimulado a relacionar los ternas de unas disciplinas con los de otras. Con ello sus conocimientos tienen la posibilidad de ser coherentes desde el comienzo de los estudios. e. Es más fácil modificar el contenido de los cursos y adaptar las enseñanzas a las exigencias de actualidad. Esta forma de enseñanza permite una utilización más racional de los profesores disponibles. f. También es verdad que la enseñanza integrada tiene sus dificultades, pero estas dificultades parecen más gravosas para el profesor que para el estudiante. Dado que no existe ningún programa ideal de cuestiones a tratar en la enseñanza integrada, y que esta programación depende del número y especialidad de los profesores disponibles, se comprende que el profesorado tendrá que controlar cuidadosamente: la preparación del curso, la puesta en marcha del mismo, el caudal de conocimientos concretos que el curso da a Jos estudiantes, Ja agrupación en horas determinadas de los diversos profesores pertenecientes a diversos grupos de trabajo, la identificación del profesorado con el programa, etc. También aumentará el índice numérico de la relación prof-osor-alurnno, etc. Todo esto nos hace pensar en que llega el momento en que el profesor universitario tendrá que notar el peso de su dedicación a la dura labor de la docencia. Los 145 PROFESORES DE MEDICINA En los Estados Unidos de América, y más concretamente en la Universidad de Illinois, el Centro de Estudios de pedagogía médica y el Colegio de Pedagogía, conscientes de la necesidad de dar a los profesores de Medicina una formación pedagógica sistemática, han conjugado sus esfuerzos y han elaborado un programa de formación. Estos programas tratan ternas diversos como: La elaboración de programas de estudios. Técnicas de enseñanza. Comunicación personal y conflictos surgidos como consecuencia de la formación sanitaria. Investigación pedagógica. Las funciones de dirección en materia pedagógica, etc. Incluso se ha elaborado el plan de estudios para llegar a ser doctor en pedagogía médica. Estos estudios, dependientes del Colegio de Pedagogía de Urbana, duran tres años, y terminan con una tesis sobre temas de investigación pedagógica. Suponemos que, con profesionales tan cuidadosamente preparados, la universidad no tendrá dificultades en lograr uno de los propósitos más actuales de la enseñanza médica: el de la formación continuada de los especialistas ya diplomados. El tema es difícil porque los ya especialistas o los ya profesores --frecuentemente--- no tienen suficiente motivación corno para poner al día sus conocimientos. Verdaderamente ésta es una cuestión difíciL ya que el flujo de conocimientos nuevos es continuo y cada vez más voluminoso. el trabajo del profesional es 146 J. SORIA duro y no deja tiempo. El tema ha preocupado poco. Ahora, el tema comienza a preocupar y se piensa que el especialista debería pasar a revisar su diploma después de unos cuantos años. Pero también se piensa que esto es una cuestión propia de los colegios profesionales. ¿Tendrán que crear estos Colegios algún sistema de docencia para especialistas? ¿Quiénes serán los profesores? La enseñanza universitaria exige una prolongación en la enseñanza postuniversitaria de especialización y con la de postespecialización. Y la docencia médica exige también la utilización para la docencia de aquellos centros no universitarios que disponen de medios utilizables para la formación del personal sanitario en todos sus grados. Toda esta expansión previsible de la enseñanza médica, obliga, a que se reconsidere la dimensión pedagógica -sobre la investigadora o la clínica- del profesor, o del equipo de profesores de las Facultades de Medicina. Vol. XII CONSIDERACIONES FINALES La presentación hilvanada de estas ideas expuestas en el Boletín publicado por la Organización Mundial de la Salud no ha querido ser más que una reseña ampliada de una publicación importante. La reseña ha sido tan extensa porque ha querido hacer partícipe, a quien la lea, de las orientaciones estimuladoras que se desprenden de los trabajos publicados en el boletín. La enseñanza de la Medicina ya no puede ser el ((esquema fijo, rígido, perimé y aburrido)) del sistema alemán (Th. van Uexküll). Tampoco puede ser la docencia un ((secundario>> frente a la actividad clfoica o a la investigación. La docencia tiene sentido propio y misión propia. Ahora parece que también tiene unas posibilidades de despliegue y unos campos de acción que antes parecían insospechados. Quizá puede decirse que estamos en el comienzo de un proceso general de profesionalización auténtica de la enseñanza universitaria.