En el ámbito político Maximiliano se había comprometido con Napoleón III a aplicar una política de corte liberal, así que aplica las leyes reformistas entre ellas la desamortización de los bienes del clero y la libertad de cultos. Los conservadores se inconforman y Maximiliano rompe sus nexos con ellos, los excluye de su corte y llama a su lado a los liberales moderados para que apoyen a su gobierno, entre ellos a José Fernando Ramírez, escritor e historiador, y al poeta Juan de Dios Peza. La política de Maximiliano provoca las protestas del Vaticano y el clero local, y para someterlos el emperador planea atacar sus intereses. Personalmente reprende a los prelados por no cumplir con su deber. El clero protesta y Maximiliano radicaliza aún más su posición. Presenta ante el Nuncio Apostólico su proyecto de Concordato en el que establece: La libertad de cultos, el que la Iglesia sea controlada y pase a manos del Estado, que los servicios religiosos sean gratuitos, que el Patronato Regio declare medidas para evitar los abusos del clero, para lo que el emperador y el Papa dictaron medidas, que se hicieran efectivas: el registro civil, que los cementerios fueran secularizados, y que el fuero eclesiástico fuera suprimido. El clero replica y exige un cambio en la política, exige que continúe vigente la intolerancia religiosa, que se restablezcan las órdenes monásticas, que la enseñanza pública y privada estén bajo la tutela de la Iglesia, y que la autoridad civil no tenga influencia en asuntos eclesiásticos. Maximiliano no cede ante estos requerimientos y se rompen las relaciones entre la Santa Sede y el Imperio. En lo concerniente a las relaciones con el ejército, el emperador tiene dificultades con el mariscal Aquiles Bazaine, a quien disputa el mando del ejército, pues no hay que olvidar que toda la responsabilidad militar estaba bajo el control de Francia. Sin embargo, las armas Francesas nunca pueden estar en paz porque la resistencia republicana en forma constante causa bajas a los invasores, ya que a base de guerra de guerrillas no dan un momento de reposo ni de tregua. Para acabar con esta situación, el 5 de octubre de 1865, Maximiliano decreta que todos los republicanos que ataquen a las fuerzas del imperio serán fusilados como forajidos pues, según Bazaine, el gobierno de Juárez había desaparecido y ya no había causa legal que defender. En lo que toca a la economía y a las finanzas del imperio, Napoleón III dispone que los consejeros franceses se hagan cargo de la conducción de las finanzas, y se exige a Maximiliano que reduzca sus gastos, pues Francia debe tener beneficios y no únicamente gastos. En lo que corresponde a la política exterior, a partir de 1865 Maximiliano y Napoleón III reciben amenazas del gobierno de Estados Unidos, país que hasta entonces guardaba silencio y esperaba, debido a que durante cinco años había sufrido en su territorio una Guerra Civil o de Secesión que concluía ese año, por tanto interviene enseguida enviando soldados a la frontera y navios de guerra a las costas mexicanas en clara actitud de desafío contra el Imperio. El emperador hace planes para recibir colonos del sur de Estados Unidos y con ello fundar poblaciones esclavistas en México. Napoleón III empieza a ser presionado por los graves incidentes que se producen en Europa y que ponen en peligro la seguridad de Francia. En su frontera con el Rin, Rusia es una verdadera amenaza, ya que en 1866 derrota a Austria en la batalla de Sadowa y así el poderío prusiano se deja sentir en el mapa europeo. Y en América, los Estados Unidos empiezan a amagar al Imperio. Napoleón III no tiene alternativa y decide retirar a sus ejércitos de suelo mexicano. Gobierno de Benito Juárez 1867-1872. El presidente Juárez había instalado su gobierno en la ciudad de México en julio de 1867. El sistema republicano se había consolidado y ahora al incipiente burguesía liberal se propone conquistar el poder. La nacionalidad representada por esta clase social. En el aspecto económico y el financiero, el país se encuentra en la ruina y se hace necesario ordenar la administración pública y a la economía; para ello se toman, entre otras medidas, la de reducir el ejército federal a 30 000 efectivos, pero bien disciplinados. En el aspecto político, Juárez había dirigido al país con facultades extraordinarias debido a la Guerra de Reforma, la Intervención y el Imperio, y ahora busca regularizar su situación política para lo que convoca a elecciones presidenciales y para diputados. En cierta medida sus facultades extraordinarias habían excedido los límites del poder y con ellas podía vetar las decisiones de los otros poderes, lo que significaba que hasta ahora tenía amplias facultades con un verdadero carácter dictatorial y anticonstitucional, por lo que es criticado duramente por los mismos liberales. Este hecho es una de las causas de rebeliones en varios estados. En resumen, Juárez había sentado un precedente, también había transgredido la legitimidad, y como todos los políticos ansiaba el poder, el dominio, y por ello lucha para conservarlo. Por otra parte, los comuneros y los campesinos son expulsados de las tierras que habitaban desde tiempo atrás en forma de comunidades. Terratenientes y militares son los ejecutores de estas arbitrariedades. Estos despojos van a provocar rebeliones a las que el gobierno califica como movimientos clericales, y los reprime en forma sangrienta. En cuanto a la filosofía que predomina en México, ésta es el positivismo que se vincula con la vida nacional. La filosofía de Augusto Comte y de otros ideólogos franceses viene a México y se adopta en el campo educativo y en la política. Gabino Barreda, discípulo de Comte, a solicitud del presidente, crea en 1867 la Escuela Nacional Preparatoria. Esta institución educativa y la educación en general va a tener una fuerte influencia positivista en sus programas, modelos educativos, métodos, etc. El positivismo en la política alcanzaría su punto culminante en el régimen del general Díaz. En 1871, Juárez finaliza su periodo de gobierno y busca su reelección. En el proceso electoral participan juaristas y porfiristas. La elección se efectúa en diciembre de 1871 y el triunfo es para Juárez, pero su victoria electoral está empañada pues se argumenta el fraude. Sebastián Lerdo de Tejada, ministro de la Suprema Corte de Justicia se separa de Juárez. Porfirio Díaz se pronuncia con el Plan de la Noria, con el principio de la No Reelección, y exige el respeto a la Constitución de 1857. El 18 de julio de 1872, en medio de estas manifestaciones de descontento, se produce la muerte del presidente de la República. Virtudes y defectos son parte de su personalidad. Su tenacidad, su heroísmo, su fortaleza ante la adversidad, su entrega completa a sus deberes, pero también su ambición de poder que lo instala al lado de los dictadores. No obstante, había representado al poder civil en medio de caudillos con pretensiones pretorianas. Gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada, 1872-1876 El nuevo presidente es hombre de grandes virtudes, inteligencia, cultura, fuerte personalidad, pero también tiene grandes defectos, es déspota y carece de tacto para conducir a la Nación. Su antipatía le produce dificultades durante su gestión al frente del país. Continúa con la obra de Juárez, Incorpora las Leyes de Reforma a la constitución de 1857. Con este hecho radicaliza el Código Fundamental y por tanto, a su gobierno. En relación con la Iglesia adopta una postura intransigente y decreta la expulsión de los jesuítas con la consecuente protesta del clero. En 1874 modlívc-a. la. constitución y crea. al Senado de la República, para complementar las funciones del Poder Legislativo con la Cámara de Diputados. Con el objeto de pacificar al país, expide una ley de amnistía para todos aquellos que se encuentren en rebeldía contra el gobierno, pero al mismo tiempo recurre al uso de facultades extraordinarias para hacer frente a la oposición. En Tepic, Manuel Lozada se levanta en armas contra el gobierno, exigiendo una política progresista, pero adoptando una posición contradictoria requiere concesiones en favor de la Iglesia y de los conservadores. El 14 de julio de 1873, Lozada es capturado, sometido a proceso, y ejecutado, con lo que concluye esta rebelión. Los conservadores siguen reclamando "Religión y fueros" y provocando sublevaciones. Mariano Escobedo sale a combatirlos, pero fracasa en el intento. En el renglón económico, el gobierno pretende solucionar los problemas administrativos y económicos del país, aunque la agricultura está prácticamente paralizada, no hay producción en el campo, hay desempleo y los peones y los campesinos venden sus tierras para poder sobrevivir. Sin embargo, en el ramo industrial hay algunos avances, se introduce la mecanización en la planta industrial, principalmente en la rama textil. En las comunicaciones se logra la terminación de la línea férrea entre la ciudad de México y el puerto de Veracruz, obra iniciada durante el gobierno de Comonfort. En el aspecto social se producen cambios en la población rural, pues con la venta de terrenos baldíos los campesinos sin tierra emigran a la ciudad. Los despojos que sufre la gente del campo y el desempleo en el área rural, causan malestar y emigración masiva. Y esta situación se acentúa durante el gobierno de Díaz. El proletariado urbano crece debido a la Industrialización, y se organiza en uniones de obreros como el Círculo de Obreros Libres y Sociedades Mutualistas. Todo ello es muestra de madurez en el proletariado mexicano. En el aspecto cultural y científico surgen insignes figuras como Manuel Payno, Manuel José Othón, Ignacio Manuel Altamirano, José María Vigil, Justo Sierra, Manuel Acuña, Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto, Manuel M. Flores, Juventino Rosas, Rafael Lucio, José J. Sánchez. En el campo de la filosofía destaca el maestro Gabino Barreda, discípulo de Augusto Comte, que trae el positivismo y ejerce poderosa influencia en el país. Así quedan planteados principios como el de Orden y Progreso, ya que según esta filosofia son indispensables para el éxito en la conducción de los asuntos del Estado y el DECADENCIA DEL PORFIRIATO En su sexto periodo de gobierno (1900-04), Porfirio Díaz manifestó su apoyo al Secretario de Hacienda José Ives Limantour para sucederlo en la presidencia, al mismo tiempo que alentaba las aspiraciones de Secretario de Guerra Bernardo Reyes con la misma finalidad. Sin embargo, la rivalidad que se genero entre ambos candidatos fue tan escandalosa y el desprestigio que se causaron tan grave, que sus ambiciones políticas cayeron por su propio peso. Ante la falta de un digno sucesor del dictador, los diferentes grupos políticos se conciliaron con el fin de preparar una nueva reelección y propusieron la creación de la Vice-Presidencia y la ampliación del periodo de gobierno a seis años, de tal suerte que, en las elecciones de 1904 triunfo la formula Porfirio Díaz, Ramón Corral para dirigir al país en el sexenio 1904-10. En este periodo se intensificaron los conflictos políticos a causa de la obstinada permanecía de Díaz en el poder personalista de su gobierno. También ocurrieron lo más graves conflictos sociales debido al alto costo que el régimen tenía que pagar el haber sacrificado al alto costo que el régimen tenia que pagar al haber sacrificado la justicia social en aras del progreso material. Tras varios años de persecuciones, encarcelamientos y clausuras, los colaboradores del diario Regeneración constituyeron en 1905 el partido Liberal Mexicano presidido por Ricardo Flores Magon, cuyo objetivo central era combatir la dictadura de Días luego de la huelga de Cananea, son. En junio de 1906, al mes siguiente el partido, dio a conocer su programa en el cual, entre otras cosas, demandaba para los trabajadores: Jornada laboral de 8 horas, salario mínimo de un peso pagado en moneda de curso legal, higiene en fabricas y talleres, descanso dominical indemnización por accidentes y pensión por retiro, prohibición del trabajo infantil, etc. También en 1906, grupos floresmagonistas se levantaron en armas en Coahuila, Veracruz y Chihuahua, pero fueron reprimidos con crueldad por el ejercito porfirista, al igual que quienes participaron el la huelga de río blanco. A principios de 1907. Lo mismo ocurrió con las incontables rebeliones de campesinos mexicanos que siempre protestaron por el despojo de sus tierras. El hecho de que en febrero de 1908 Díaz haya declarado a un periodista estadounidense que ya no deseaba continuar en el poder y que vería con gusto la formación de partidos políticos de oposición, motivó a Francisco I. Madero a publicar su libro "La sucesión presidencial de 1910" en el que invitaba al pueblo a formar partidos independientes. Surgieron así varios partidos políticos de efímera duración, y el 1909 se formo el antirreleccionista que contaba entre sus miembros a Francisco I. Madero, Emilio Vázquez Gómez, Toribio Esquibel Obregón, José Vasconselos, Roque Estrada, Luis Cabrera, Félix Palavicini y otros. En 1910 en el antirreleccionista, aleado del nacional democrático, lanzo como candidatos a la presidencia y Vicepresidencia respectivamente, a Madero y Francisco Vásquez Gómez. En plena campaña electoral, Madero fue detenido en Monterrey el 7 de junio y trasladado a San Luis Potosí donde permaneció en prisión mientras se celebraban las elecciones en las que la formula Díaz-Corral Triunfo de Nuevo, ahora para el periodo 1910-16. Luego de la gran celebración del centenario del inicio de la Independencia Mexicana en al que, entre otras cosas, se inauguró la Capital Mexicana la Columna de las Independencia, Madero se fugo hasta San Antonio Texas, donde redacto el plan de San Luis (5-oct.1910) en el que, esencialmente: declaraba nula la reelección de Díaz, asumía provisionalmente la presidencia, llamaba al pueblo a levantarse en armas a partir del 20 de noviembre de 1910, prometía a los campesinos la restitución de sus tierras o la indemnización correspondientes y proclamaba los principios de sufragio efectivo y no reelección. El plan de San Luis se difundió rápidamente y por todo el amito nacional, aparecieron grupos armados que apoyaron el movimiento de Madero. Caudillos como Adrián González, Pascual Orozco, entre otros. Iniciándose así la primera etapa de la Revolución Mexicana y, tan solo 6 meses de lucha, lograron que se firmaran los convenios de Cuidad Juárez (21 de mayo 1911) en los que se estipulaba: La renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia. La renuncia de Madero al poder que le conferían el plan de San Luis. El gobierno Interno de Francisco León de la Barra. La convocatoria a nuevas elecciones. El licenciamiento de las fuerzas revolucionarias de Madero. Luego de la renuncia de Díaz (25 de mayo de 1911), de la Barra inicio su interinato en el Cual surgieron conflictos políticos que obedecían a dos factores: Por un lado la imposibilidad de conciliación entre revolucionario y porfiristas en un mismo Gobierno, y por el otro, la profunda división que la actitud inconsistente de Madero causara en el grupo revolucionario al no cMagíster Dixit, en el terreno educativo