La Concepcion de la Tierra y su Evolucion

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LA CONCEPCION DE LA TIERRA Y SU
EVOLUCION
Por: ISELA BERNAL DE CONCHA
"No se puede comprender
1 a tierra sí no se la estudia en su totalidad
y con tod as las d i se i pli ñas" o
Maurice Ewfng
La comprensión de las teorías acerca de la concepción contemporánea de 1 a t¡erra, a través del esquema slrn plista que nos presenta 1 os continentes del globo como piezas de un rompecabezas más o menos disperso; o como g ¡ g a n tes ¡sebergs flotando sin rumbo en la inmensidad del oceSno
no nos muestra toda la inquietud científica que se esconde™
detrás, ni el esfuerzo constante, arduo trabajo, acres discrepancias, la decepción, el entusiasmo, la obstinación, —
las frustraciones de quienes con disciplina y constancia se
entregan a la investigación de este parte im portante del universo: la tierra, que constituye el hogar del ser vivo mas trascendente: el hombre.
Las mdltiples incógnitas que el hombre se plantea respecto á la tierra, han involucrado en su estudio a nume>rosas ciencias y no pocos investigadores que debiendo traba
jar dentro del marco que caracteriza a las ciencias de la t ü
ra, hace algunos años se veían frente a la frustrante reáli
H I S T O R I A N°B ( 1 9 8 8 ) : 2 0 1 - 2 3 1 / I S S N 2 2 2 0 - 3 8 2 6
Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa-Perú
-
202
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dad de no poder llevar al laboratorio sus hipótesis para—
someterlas al r igor de 1 a exper imentaci ón, Y no es que hoycoger un cont inente y someterlo al anal i s i s de laboratorio
para colocarlo después en su sitio, sea factible» pero con
el inexorable paso del tiempo, la demostración ¡id i recta efe
las teorías qu e se van elaborando y modificando va siendo
posible grac i as al vert i g i noso avance científico y tecnol o^
gico de nuestros días»
Veamos una de las interrogantes contemporáneas mas
inquietantes: Como se formaron los continentes. Remontando
nos a 1912, encontramos la respuesta en la siguiente se-—
cuencia esbozada por Alfred Wegener:
lo. Todos los continentes hacia finales del Carbonífero (G-1) , estuvieron unidos formando un solo bloque —
llamado Pangea (G-2) y rodeado por un único e inmenso ocea
no: Tethys,
~'
2 o , Pangea se dividió en dos continentes: Americano y Euroafricano, entre los que surgió el Ocelno y Atlántico,
3o, Estos continentes se subdividieron a su vez en
los actualmente conocidos, por eso, si se les volviera a juntar, sus bordes encajarían como piezas de un gigantesco
rompecabezas.
La teoría que nació de esta idea simple, fue síste
matizada y pu bl¡cada por Wegener en 1915,en su obra "El Origen de los Cont¡nentes y los Oceános", en la que afirma
que los continentes se desplazan hor¡zontalmente, ele alliel nombre popular de la teoría" "Deriva de los Continentes
Obra qu e fue considerada ridicula en su época porque contravenía la creenc¡a un¡versal de que 1 a t¡erra era ¡nmo—
vil (Se i ya Uyeda-1980).
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IDEA ORIGINAL DE WEGENER
Finales del Carbonífero (hace 3 0 0 millones de años)
Eoceno (hace 5 0 millones de añosl
Principios del Pleistoceno (hace 1.5 millones de a/íos)
Presentación de la Tierra en 3 períodos diferentes de 1
deriva continental Fuente: Alfred W e g e n e r , "The Origin
of Continests and O c e a n s , Dover", 1966.
Ajeno a la, opinión de la crítica, Wegener fue acj¿
muí ando evidencias que sirvieran de apoyo a su teoría, encontrando así un interesante estudio realizado por notable
paleontólogos, en el que se destacaban las semejanzas queofrecían ciertos fósiles de animales y plantas, así como ejemplares vivos encontrados en Africa y Sudamérica; Europa y Norteamérica; Madagascar y la India.
La presencia de mesosaurios (peces pulmonados) deagua dulce en Africa y Sudamérica (inexistentes en Norteamérica y Europa), así como el hallazgo de hojas fósiles de
Glossopteris (G-3) existentes en Sudamérica, Africa, A u s - ;
tralia y la Antártida, que no existen en rocas de la misma
época pertenecientes a los cont inentes nórd icos, cuya flora
fue totalmente di st inta , buscan una explicación»
¿Por qué estos peces no ex i sten en Norteame ri ca, mucho más proxima que Africa? ¿Cómo, s iendo pulmonados (coi
siderados rept i les acuát icos por algunos hombres de c i e n cia), pudieron atravesar a nado la enorme distancia oceán|_
ca? ¿Por qué 1 os glossopter is se distri buyeron en el hemis_
ferio marítimo, estando tan ce rea de 1 os cont inentes nórdj^
eos? ¿Cómo pudieron sus esporas transportadas por el viento , atravezar inmensos océanos para ven i r a reproducirse en 1ugares tan d istantes? ¿Por qué no fueron igualmente transportadas a los cont inentes nórdicos más próximos?.
Los Paleontólogos aducen la pos ibi1 i dad de 1 a exis^
tencia, en épocas remotas, de un 1argo y estrecho puente cont inental que comunicara Gondwana (G-k) con los cont inen
tes del norte, en 1 a suposición de que los continentes son
masas fijas. Pero... qué pasó con él? ¿Cómo desapareció y por qué?. Los Paleontólogos aventuraron 1 a hipótesis de —
que este puente se convirtió en Océano...
Wegener, con rigor científico demostró que no erapos i ble encontrar continentes con cortezas oceán leas ligeras, ni fondos oceánicos con cortezas continentales grue—
sas. Por el fenómeno de la isostasia (G-5) <conclufa" que -
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2U5
-
que no es la presencia de agua la que hace un océano, sino
la diferencia de la estructura interna de la tierra, sien»»
do, por consiguiente, imposible que un continente pueda —
hundirse y formar un océano mientras no se cumpla la ele-mental ley de flotabilidad.
Hoy, estudios sísmicos y gravimétricos (G-6) apo—
yan la teoría de We'gener, y en el plano especulativo, volviendo a los peces, todo hace suponer "que nunca pudieroncruzar el Atlántico, éste no existiría por entonces y Iosdos continentes habrían estado unidos"... I la "antigua —
flora del hemisferio meridional sirve para apoyar la idea*de que los continentes meridionales fueron en épocas remotísimas, una sola masa de tierra" (Url Lanham p . 53).
La curiosidad humana pronto se vio satisfecha, pero no por mucho tiempo, la interrogante volvió a levantarse esta vez para indagar:
Si los continentes se mueven,^¿cuál es esa desconu¿
nal fuerza capaz de empujarlos? Los geógrafos y geólogos *•
habituados a la idea de unos continentes fijos, no aceptaron esta nueva teoría cuya base científica les parecía b a ¿
tante débi1.
Wegener sostuvo entonces que Gondwana, local izadoen la zona antártida, comenzó a dividirse y alejarse de la
región polar sur, rumbo al Ecuador, por efecto de lo que denominó "fuerza de fuga de los polos" (producida por lafuerza centrífuga originada por el movimiento de rotaciónterrestre, la cual desvía ligeramente la fuerza de la gravedad hacia el Ecuador).
Pero, ¿cómo puede esta pequeñísima fuerza centrífu
ga general por los polos (varios millones de unidades me-—
nos que la fuerza de gravedad), mover la masa continental?
Wegener atribuyó entonces a la atracción del sol y de la luna, la deriva de los dos continentes americanos.
Haroíd Yeffreys, geofísico británico, encabezó la-
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206
-
oposición e inclusive se formó 1 a l S C D S (International Stop Continental Drift Society); Asociación internacional cuyo grito de bata 1 la, según Michel Rouzé, al paracer era: " I Detengan 1 a deriva de I os Cont i n e n t e s , s i no nos es cu —
chan Marruecos vendrá a pegarse cont ra España, dando a IosArabes una buena ocasión de expandirse de nuevo sobre 1 a Pe_
nínsula ibérica... I California se separará de América, para juntarse a 1 Asia".
I así mientras 1 a teoría de Wegener entraba en esta_
do de coma por unas décadas, se levanta nuevamente 1 a interrogación, dirigida esta vez hacia los enigmáticos océanos«
¿Cómo es el reíieve terrestre oculto por la masa de agua sa^
1ada? . Las primeras grandes exploraciones de los fondos or
ceán icos real i zadas después de 1 a Segunda Guerra Mundial, y
que revelaron 1 a preseñe ia de las dorsales (G-7) a manera de "una g igantesca cord i I lera submar ína de 64,360 km. de ex
tensión"(1):.sf r vieron de base para que Harry H e s s , geofísico
de 1 a universidad de P r i n c e t o n e l aborase su teoría de 1 a "expans ión de los fondos oceán icos", publicado en 1962 , —
en un artículo titulado "H ístori a de las Cuencas Oceán icas"
en cuya introducción afirmaba "yo cons ideraría este artículo como un ensayo de geopoesí a" (S. üyeda) y cuyo esquema ~
geopoético es el ssiguiente:;
(1) S . Batler y R. Raymond, 1975, pág 28.
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según la cual las lavas enfriadas y solidificadas empujanlas rocas más antiguas hacia uno y otro lado de las dorsales.
La verificación de esta teoría fue posible porquelas partículas liquidas que contiene el óxido de fierro —
del basalto, se orientan sobre el campo magnético terres—
tre y no pueden cambiar de : dírección una vez que el basaj_
to se ha fijado. Estudios paleomagnéticos, han demostradoque en pasado, el campo magnético de la tierra se ha invejr
tido muchas veces en épocas que los geólogos han podido djs
terminar. De esta manera se han formado una especie de —
franjas simétricas a la dorsal y de polaridad alternada; "positiva" si es como la actual y "negativa" si es inversa.
Así, la teoría de la "expansión de los fondos oceánicos" obtuvo el visto bueno de la opinión científica.
Bandas
Bandas
Paleomagnéti cas
Negativas
Dorsal
Pal eomagnét i cas
Positivas
Esta teoría de la "expansión del piso oceán ico", tendió la mano a la "Deriva de los Continentes" sacando!adel grave sopor en que cayera, asociándose con ella para dar origen a la teoría de ta " T e c t ó n i c a de las Placas" (pro
puesta independientemente por D. Me Kenzíe y R. Parquer en
1967; L. Morgan 1968 y uno de cuyos seguidores más entu-—
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-
s iastas fue X . Le Pichón, uno de los pocos oceanógrafos
franceses que trabajaba en el Lamont-Doherty Geologícal
Observatory).
Corteza
f
J
L
M
M
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Á
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•se Tf ^ -
La nueva corteza se forma al derivar las placas que trajns
poeta a los continentes.
SuevaCorteza
T \ .\ ^
— Dorsal
Nueva
v
I I V .1 ,jrj> 1
*
• *
i
Corteza
-
210
-
Esta teoría concibe a la capa superficial de la t
rra como una 1 itósfera - (G-8) rígida, formada por varios bl£
ques o placas que "flotan" sobre una astenósfera (G 9) másblanda; placas que serían causantes de los terremotos, act_i_
vidad volcánica, fosas oceánicas y dorsales oceánicas.
Estas placas rígidas que continuamente se están renovando a nivel de las dorsales, se separan como una faja transportadora, pudiendo ser de tres clases: base de los océanos, base de los continentes y placas mixtas; que van distanciándose lentamente. Por ejemplo, "mediciones cuidado^
sas revelan que Arabia se está alejando de Africa a razón de
2 cm al año" (S. Butler y R. Raymond; pág. 29) Cabe, sin embargo la posibilidad de que dos placas al desplazarse
converjan, en cuyo caso, por subducción, una se deslizará debajo de la otra, cayendo en la astenósfera donde se mez—
ciaría con el basalto semifundido.
Cuando una placa oceánica p e s a d a ® enfrenta a una placa con^
tinental más ligera, se produce una subducción.
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-
Y es posible que en este proceso, roce contra lasrocas adyacentes produciendo sismos, tal como parece ser la explicación del no lejano terremoto de México (19 de* se
ttembre de 1985). También al producir altas temperaturas "
cabe la posribi l idad de que forme bolsas de magma que al i —
mentarán los volcanes, Un dramático y muy reciente ejemplo
estarla constituido por la erupciórt del volcán Arenas (cr£
ter del nevado Ruiz), qus ha ocasionado la desaparición —
del pueblo de Armero en Colombia
de noviembre 1985) En
opinión de algunos científicos, ambos hechos no estarían aislados y obedecerían precisamente a la subdücoión 3e laplaca oceánica del Pacífico: placa de Nazca en fa placa -continental.
í
Dorsal
Placa
Océanica
fosa de
subducc ión
Placa
.Continental
(ligera)
Sin embargo, los cont Inentes no se hunden en el —
manto con la capa 1itosférlca que los ha transportado; fo£
roados básicamente de granito, son más ligeros que el basaj_
to de la corteza oceánica y se pliegan en l a s fronteras de
las placas formando 1 las montañas. Por otra parte las dors£
leseen algunos sitios, son cortadas transversaImente por las denominadas "fallas
que tienen
transformantes"
eí
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212 -
aspecto de acantilados submarinos a lo largo de los cuales
son frecuentes los sismos. En síntesis, las fronteras de las placas pueden ser: dorsales, zonas de subducción a fallas transformantes.
FALLA TRANSFORMANTE
Dorsal Inicial
Bandas Paleomagnéticas
Regulares
Dorsal
Alteración en las bandas magnéticas.
Todo pareefa claro, y hasta definitivo, hasta queen 1967 el oceanógrafo francés Javier Le Pichón refutara esta teoría en una tesis sostenida en la Universidad de
trasburgo, basándose en las irregularidades existentes enla simetría de las bandas paleomagnéticas.
Nuevamente la interrogación se levantó desafianteentrre los científicos Quién podía explicar estas irregularidades? y.... cómo?
El desafío lo recogió el científico canadiense Tuso Wilson quien solamente un año después, demostró que sila "Piel de Zebra" trazada en la tierra por las inversio—
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213 -
nes del campo magnético, presentaba alteraciones, estas se
debían al juego de las fallas transformantes (G.16) . Mostró
la posíbilidad de reconstruirías y uti1izarlas para meti!rla velocidad de expansión de los fondos oceánicos.
Reconstrucción del orden de
las bandas paleomagnéticas
para medir la velocidad de expans ión de los fondos oceá_
n icos.
Inversiones del cair^o magnétí
co alteradas por el juego delas fallas transformantes.
Hütto seriedad en Tos estudios de Tuso Wilson y elevada categoría científica en su actitud que le permitiera abrazar y abandonar nunrerosas hipótesis, con el mismo entusiasmo con que buscaba una teoría científica demostrable.Esta actitud no es extraña en aIgunos hombres de —clencict en la actualidad,' Por ejemplo, al mismo Javier Le Pichón qtte enarbolara él estandarte de la oposición a la —
teoría de la.expansión de los Fondos oceánicos, en 1966, a™
firmaba que su esposa aún recordaba cómo al regresar del la
boratorio le declaró que las conclusiones de su tesis eranfalsaSj y que «r¡ su opinión era Hess quien tenía razón, (íf.
Le Pichón p . 421} y cómo superó el desaliento y al año si--
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-
guíente extrapolando la teoría de David Morgan (profesor en Princeton) , estableció el primer esquema de la "tectón i
ca de las placas1'» apoyada en la teoría de la "Deriva delos continentes", 1 legando a calcular sus movimientos re 1at ivos durante "los últimos,.." 200 millones de años. Con es
ta demostración de la validez de la teoría, ésta consiguióadherentes en forma masiva: geógrafos, geofísicos, geólogos
etc., acogieron entusiastas estas Ideas nuevas,,., salvo aj_
gunas excepciones entre las que se contaba Claude Al legre ai
París; el 501 de 1 os as istentes al Congreso de Orsay en
1978, B ielooussov en Rusia, quien sostiene que "los cont!-:nentes son antiguos y se oceanfzan gradualmente" (S. Uyeda
198o). I es que en la época que nos ha tocado vivir, gran parte de las hipótesis y teorías pa ra adquf r i r validez cien_
tífica deben pasar una. prueba de fuego: la matematfzación Pero... aparte de la medición de las bandas paleomagnéticas
y el cálculo de 'a velocidad de expansión de los fondos o
ceánfcos, ¿Cómo someter esta teoría al anál i s i s matemático,
o cómo aplicar el conocimiento matemático en la explicación
o verificación de esta teoría?. Por otra parte, ¿cómo se po
dría esbozar el modelo de la cinemática (G-10) de las placas?
Las matemátleas fueron de gran utilidad en ese mo—
mente. Primero en geometría plana Isacks Bryan, Jack 01 Iver
y Sykes Lynn (1968) presentaron un esquema de 1 a creación de 1 as placas en e1 eje de una dorsal y su hundfmfento en grandes y profundas fosas oceánicas.
- 215
-
Esquema de la Cinemática de Las placas
aplicando la Geometría Plana
Fuente: Jorunal of Geophysical Research, vol 73, paq, 5855,
1968,
En abril de 1967, en la reunión del American Geo—
phisical Union, se produjo, según Dietz (citado por J. Le Picho p. 422) "La conversión total e instantánea de la corrru
nidad americana a la Deriva de los Continentes".
Y nuevamente surge la objeción y la interroga..te: la tierra no es plana, cómo entonces se podrían establecer
1 as bases de 1 a lectón i ca de las placas sobre una superfi cié esférica?
La respuesta la díó Jason Morgan (investigador de
Princeton), aplicando las reglas de la geometría esféri ce
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~
(según las cuales* todo movimiento rígido es una rotación)
Así el movimiento relativo de dos placas litosféricas se re
duce a una rotación alrededor del eje Euleriano (G11) que ~
pasa por el centro de la tierra, este movimiento se produjo a lo largo »de círculos concéntricos sobre dicho eje eule
riano.
t
•
~
*
. .
En el sigüiénte esquema se puede apreciar que las placas A y B local izadas a ambos lados de la dorsal , se a4e
jan de ésta iffánteniendo la misma velocidad angular, pero au^
mentando de velocidad a medida que aumenta la distancia alpolo de rotación; por consiguiente la máxima velocidad de alejamiento se alcanza a lo largo del ecuador de rotación, ¿
a 90°del polo de rotación. (N°del polo geográfico) .
Al girar la placa B con un ángulo constante, origina el surgimiento de una nueva superficie variable que se a_
ñadé simétricamente a las dos placas A y B a lo largo del eje de la dorsal.
La amplitud de esta superficie permite calcular laposición del polo de rotación y el ángulo de rotación.
- 217
-
Esquema de la Cinemática de las Placas Continentales apiteando' la Georaetrfa Esférica
4eftofctctónfefífre
^ laca 4' .4 y 3
6je <ie r¿tcu»on lerreslve
tj^neracta en
eje de una cWsul ijarahTe.
la trotactcn cWi «/nauta • OJ
alo Geo^ra ítcio
De esta manera "lo que Tuso Wflson hiciera cual 1
tivamenté en lo plano, Jason Morgan lo hacía cuantitativamente sobre la esfera, estableciendo definitivamente los principios de la cinemática de las placas" (J. Le Pichón p
422)
Esta geometrización de la tectónica de las placas,
ha permitido no solamente volver a trazar en detalle la —
formación del océano Atlántico desde hace 180 millones de
años, sino que el establecimiento de sus oases en una tierra esféricapermite,*. que la vapuleada teoría de la deriva
de los cont i,Df ntis^lpeBa ser considerada finalmente como—
el nuevo paradigma de las ciencias de la tierra. Hasta
Claude'Al legre, unó|de sus principales opositores, afirmacon entusiasmo " h o y p í a , la deriva de los Continentes es un hecho tan bien-|pmitido como la estructura del átomo ola fórmula químIcaVdel ADN" (L1 Ecime de la terre, Fayard1983.- p. 28);
•
Sin embargo no es unánime esta aceptación. Algunos
reducen su objeción a un problema de semántica, alegando que la palabra^tectónica" hace alusión a una construcción
.hecha sobge uiy continente.... Otros, haciendo un gran es —
fuerzo, aceptán hasta las placas; pero, por favor, i que no íes hablen de continentes viajeros'.
Paul Lowman, científico de la NASA (celebre por -.sus fotografías de la tierra a partir de los satél iteá i-¡iuede representar muy bien a estos últimos . Insiste en
que los mesosaurios que sirvieron a Wegener como una prueba* de /inexistencia de Gondwana, no eran sino reptiles malinos', excelentes nadadores, que pudieron atravezar el o—
céano Atlántico; y que las Glossopterís, cuyas esporas sucumben^en el agua salada, y que han sido encontradas en 1 u^
gares muy alejados de América del Sur, Africa y la Antártj_
da, pudieron ser transportadas por vientos favorables. Que
el parale?ismo-de las costas occidental y oriental del —
océano Atlántico no es perfecto y además si se trata de ha_
-
219
-
cerlas coincidir como un rompecabezas, hay piedas que no encajan y aún peor, hay piezas que sobran (sur de Méx).
¿Qué hacer frente a estas objecciones? Hace unas décadas, Wegener no hubiera podido hacer nada, pero los avances científicos y la variedad de recursos que la técnica pone a disposición de los investigadores en nuestros -días, fueron de gran utilidad para tires oceanógrafos de la
Universidad de Cambridge (Gran Bretaña), quienes utilizando computadoras, demostraron que las dos Américas, el Artj_
co, Europa y Africa, se pueden juntar en un solo bloque de
una unidad espectacular. Por otra parte, algunas lagunas que subsisten en el block así reconstruido, tienen una amplitud no mayor a una centena de km. (lo que2no es signifj_
cativo para una supercie de 510'000,00 de km )'.
Respecto a los mesosaurios, si eran, como dice Low
wan, excelentes nadadores, capaces de atravesar el océanodesde América del Sur al Africa, ¿cómo es posible que no viajaran solamente hasta América del Norte?.
Si se acepta la teoría de la Tectónica de Placas por deriva continental, todo se vuelve coherente: Hace
200'000,000 de años, América del Sur y Africa formaban unsólo continente, los mesosaurios no tuvieron que nadar gran
des distancias para pasar de uno al otro lado, así como no
nadaron la pequeña distancia que separaba América del Norte
de América del Sur. La formación del Itsmo de Panamá es re^
cíente: 2'000,000 de años. En esa época los mesosaurios ya
habían desaparecido. La fauna de entonces: mastodontes y tapires, lo cruzaron para venir del Norte al Sur, y los T £
tús del Sur pasaron al Norte.
Los paleontólogos dan otra prueba que refuerza latesis de la Deriva de los Continentes: poblaciones de unamisma especie, separadas por una deriva continental, evolu
cionan de diferente manera. Por ejemplo: los moluscos que-
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pueblan la costa atlántica o la costa pacífica (separados —
por el Itsmo de Panamá) son diferentes, a pesar de provenir
de una misma especie ancestral.
Llegando a este nivel de verificación de la Teoría,
podría pensarse que los investigadores satisfechos con Iosresultados de su trabajo, dejaban finalmente en reposo a la
inquieta interrogante, aceptando definitivamente que los
continentes son como grandes bloques trasladados por la c m
ta transportadora de la Litosfera, sin hundirse en el manto
(G12)y desplazándose horizontalmente lo que les va a ocacto
nar algunas modificaciones por la acumulación del nuevo material que ellos mismos van desprendiendo en sus bordes.
Sin embargo, siempre atentos a la constante reactua
lización de sus conocimientos y a la espectativa creada por
los recientes hallazgos científicos, van a someter la t e o ría a nuevas revisiones y esta v e z , van a encontrar algo ca^
paz de destruir el esquema así constituido. ¿Qué pudo haber
pasado para que la teoría no fuera perfecta como se presentaba? ¿Dónde estuvo el error?. Realmente no hubo error en sus comprobaciones, pero a la luz de los nuevos descubrí
mientos, la hipótesis tenía que modificarse y así ocurrió
No hace m u c h o , fueron extendidos extensos canales de sismógrafos normalizados íG13) capaces de captar la propagación de finas ondas sísmicas del globo terrestre, sobre
un largo espectro de longitud de onda. Los registros así ob
tenidos ponían en claro que la capa del manto que la tectó-^
nica de placas consideraba como astenósfera, contenían c i e £
tas estructuras rígidas, emparejadas a las placas continentales y muy profundas en los continentes más antiguos.
Surge nuevamente la interrogante: En qué consistenestas estructuras? Los geólogos aproximan las respuestas: para unos es parte de la litosfera, en cuyo caso casi no -hay astenósfera; para otros, son unas estructuras de natura^
leza desconocidad, que a manera de raíces frenan los despl£
zamientos de las placas portadoras de los continentes.
-
221 -
Lowman con su grupo enarbolan la interrogantes: ¿Sí
no hay astenósfera, sobre qué pueden ellos derivar?, se inclinan entonces a admitir que los continentes están fijos y
que s ó b e l piso de los océanos está en movimiento a part irde las dorsales.
Entonces, ¿las márgenes de todos los continentes —
son zonas de subducción?.
De ninguna manera 1 . Para los derivistas, hay dos tipos demárgenes continentales: los pasivos y los activos.
En los pasivos, una misma placa transporta juntas,la corteza oceánica y la corteza continental, no hay subdut
ción y no hay por lo tanto los fenémenos violentos que aquT
se presentan normalmente.
En las márgenes activas, una placa oceánica co1 i s i o
nando a una placa continental, se hunde bajo esta causandola mayor parte de los temblores y del vulcanismo. Da n a c i miento a las islas, fosas oceánicas y cadenas de montañas.
El modelo elaborado con estas premisas concuerda —
muy bien con el esquema geográfico y oceanográfico pues a ambos lados de la dorsal mesoatlántíca, parten hacia el 0 e £
te, dos grandes placas: la noramericana y las Sudaméricanaque llevan al continente americano más allá del Atlántico Occidental, de modo que no debe haber subducción a lo largo
de la costa atlántica de América, en consecuencia, allí hay
poca actividad sísmica o volcánica.
Al este de la dorsal , la placa africana y la ¡euro-asiática, llevan con el piso del Atlántico, oriental, las dos masas continentales (de Africa, y Earopa-Asía). Al no haber subducción, tampoco se manifiestan fenómenos de v u l c ¿
nismo ni grandes zonas sísmicas.
I, ¿Cuál es la situación en el Océano Pacífico?. El esquema geográfico del Océano Pacífico es más complejo: Unalarga dorsal confunde su extremo septentrional con el bordemarítimo de América del Norte y en la frontera entre la pía-
- 222
-
ca continental y la placa oceánica, se presenta una compleja red de fracturas y fallas entre las que destaca la falla
de San Andrés.
Al sur, el trazado de la dorsal del Pacífico, se S£
para del continente americano empujando hacia el Este las placas oceánicas (entre las que se encuentran la placa de Nazc^« 'as cuales se hunden baj'O la placa continental Sud-americana. La subducción de estas placas oceánicas de orí —
gen a un borde de fosas oceánicas y sismos. El surgímientode la cordillera de los Andes, en la parte occidental de —
América del Sur, sobre el continente, también es un efectode la subducción de estas placas oceánicas.
Al otro lado del Pacífico, en las fronteras septentrionales
y occidental de la placa oceánica, la subducción se evidencia por la presencia de munerosos arcos insulares, fosas -oceánicas muy profundas, temblores y volcanes.
- Zona de_subducción
- - B o r d e d e placa dudoso
Faifa transformante
- Eje de dorsal
Sentido de movimiento
de la placa
Regiones de terremotos de foco
profundo
Fuente: Se iya Uyeda, pág. 119
-
223
-
Así queda demostrada la existencia del contraste entre las
márgenes activas que bordean el Pacífico y 1as pasivas del
Atlántico.
Pero la fnvest igac íón no se detiene, la curtos idad
•"'científica no sacia su sed, al contrario....
Entre 1980 y 1982, se organizaron tres e x p e d i c i o n e s franco-chinas, hacia el Tibet. De gran importancia po_r
que el Tibet y el Himalaya son la única región del mundo ¿onde en 1 a actualidad de encuentran en plena colisión dos
piscas (con sus respectivas masas continentales), la placa
]ñdia y Euroasiática.
Los investigadores han recogido muestras de ro—
«a'fe, trazado perfiles sísmicos, efectuado .medieiones m a g n £
-íícas y paleomagnét icas, recog Ido vest ig ios paleontológi —
eos. Teniendo en cuenta que toda investigación conduce a la obtención de resultados, cuáles han sido éstos como fru_
to-del estudio de este material ?
En 1983, sus aportes constituyeron una verdadera revelación: Asia que hasta entonces se presentaba como unblock homogéneo, en el cual la India habría comenzado a —
hundirse hace. 4o ó kS mil Iones de a ñ o s , no correspondía a
ese « « q u e m a . En realidad el Centro y Sur de Asia, están he_
chos de fragmentos que urio a uno han venido a juntarse a
la placa primitiva. Los más antiguos al Norte de los más recientes.
Este descubrimiento constituyó uno de los golpes fflás du-ros para Lowmafi y su grupo que exigían-¡una expl icacidfi
a los temblores que se producen en el centro -y no necesa —
rlamente en el borde de la placa. La idea de que no sólo América, sino Asia también estaba formada por 1 a unión defragmentos antes dispersos cuyas junturas podían desempeña el rol de fallas, explica el por qué se producen violentos
sismos en China, que no está local Izada precisamente en —
borde de placa.
Las investigaciones avanzan y surge una nueva lnte_
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rrogante,.esta vez respecto a los volcanes: Conocidas 1as-causas de'*su presencia, se pueden esperar que invariablemen_
te se distribuyan en las, áreas previstas ?
De acuerdo al esquema elaborado, la actividad volcá_
ñica se manifiesta en los bordes de las placas: a) sea en 1 as.dorsales oceánicas en cuyo caso la lava, basáltica, sube del manto; b) sea en las zonas de subducción en cuyo caso la lava proviene del rozamiento entre las placas y manifiesta un alto contenido de Andesitas (G-l^) .
Hasta aquí, todo es demostrable en la teoría de laTectónica de las Placas, pero... como suele suceder, nuevamente se hizo presente una irregularidad y con ella se yergue invencible la interrogación, una vez más .
¿Cómo se explica la presencia de volcanes en pleno centro de una placa continental? Un ejemplo de esta irregularidadlo constituyen los volcanes del Tibesti, en pleno desiertode 1 Sahara.
Tuzo Wilson y Kevin Burne, con la hipótesis de los"puntos calientes" encuentran una explicación lógica y cohe
rente que apoya la tectónica de las placas: Sostiene que al
derivar sobre un punto caliente, éste va a ocasionar el afloramiento de volcanes sobre la placa (continental u oceánica) cuyas lavas basálticas o alcalinas provendrían del -manto. Así lo demuestra el análisis de las acumulaciones de
los cráteres, excepto en Africa, donde algunos volcanes pre
sentan cráteres con lavas acumuladas de épocas diferentes,
llevando a Wilson y Burke a la conclusión de que la placa •••
africana ha permanecido inmóvil durante por lo menos 30 1 000
000 de años. ^
Quiere decir esto que Lowman tiene razón? no hay -tal deriva continental ? Toda la teoría carece de fundamento?
El análisis de la distribución geográfica de las áreas volcánicas pone de manifiesto que el vulcanismo en el centro de las placas puede ser considerado como una anomalía que involucra solameiüte el í% de los volcanes, mientras que por
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el contrarío, verificado la validez de la deriva contÍn<en__
t a l , et S3t restante, se localiza justamente en las fronteras de las placas.
Así, queda finalmente estructurada la teoría de ta tectónica de las placas.? A este nivel, luego de haberse estudiado las propiedades físicas de la litosfera y as_
tenósfera, la estructura composición y cambios químicos del m a n t o , los mecanismos de conversión dentro de las rocas semifluidas, la radíoact ividad, la oceanografía... —
que todos los estudios realizados hasta hoy sobre nuestro
enigmático planeta, no son sino el apasionante comienzo de una cadena de descubrientos a cual más sorprendentes.
Por ejemplo en 1983, una misión franco-americana(equipo J*. Francheteau-H. Craig), explorando la dorsal •»-•del Pacífico (al Sur de la isla de Pascua), descubrió una
fosa (r< f t val ley) y precisó los 1 imites de la microplaca
Juan Fernández, detectaba por sus ondas sísmicas y local
zada a1 Norte de 1 a placa de Chile (que separa la placa de Nazca de la placa Antárt ica-), cuyas pecu1iari dades son
hoy motivo de investigación.
El año pasado, 1984, J. Le Pichón, y Philippe Huchon complementaron la teoría de la tectónica de las placas con una hipótesis sobre las anomalías, de lá forma de*nuestro planeta.
En el .campo teórico las especulaciones no.se detienen y J a s interrogantes siguen inqu ietando a los estudiosos:
¿siempre se han expandido los fondos oceánicos? ¿han conservado la misma velocidad?, hasta cuándo y dónde
se alejarán los continentes unos de otros?
Le Pichón y Huchon proponen un modelo según el -caul periodos de acercamiento se alternarían con períodos
de ale ¡amiento, dándonos finalmente el siguiente esquemay elaborado por R.S. Dietz y J.C. Holden.
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AsT es posible que en el Devóm ico (G-15) , 350 mi 1 Ijo
nes de años atrás, existiera una Pangea que se fragmento, dispersó y volvió a juntarse, para freagmentarse nuevamente
(La demostración de esta hipótesis está en manos de los paleógrafos actualmente).
La nueva concepción
a hace 2 0 0 millones de años
f¡ hace 6 5 millones de años
Época actual
b liace 180 millones de años
< t
'
de la Tierra
t
V
r. haré i 3 5 millones de años
*
— ¿g^Placa antái^ca.»,^---^"'
• dentfo ríe 50 millones de años
Fuente: S . Uyeda, pág 243 , 1980, de R.S. Dietz y J-C. Ho]_
den "The Breakup of Pangea" Scient if ic Amerlean,
1970.
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-
Muchos avances en la configuración de la moderna—
teoría de la tectónica de las placas se han logrado. Desde
el modelo de Wegener y la deriva continental, hasta nues-groá d í a s , pero
interrogantes no acaban, como no cambia
tampoco la actitud de una minoría de fijlstas que hasta - .
, hoy refutan la posición de los derivistas y p o s i b l e m e n t e r
-este año jueguen su última carta real izando medidas* precisas de las distancias entre los contihentes, efectuadas so
bre diferentes períodos de tiempo para ver si estas dís tancías hó han cariado»
^
'Cómo -et desplazamiento de Tos continentes cada a-/'./.•'"•fio'-'es solamente de unos cuántos centímetros, no era posi'.
obtener '«sta medida por cuanto la geodesia no poseía los instrumentos de tan alta precisión que se necesitabanpero,como la ciencia avanza, como inexorablemente avanza
el tiémpo, los investigadores cuentan hoy en día con dos valioSas tecnologías.
Por una parte, la medición de las ondas de radio que emi—<
. . ten los cuasares (G-16); y por otra, e l rayo láser enviado
ai espejo de un satélite artificial que lo refleje. Con éste sistema se han realizado ya algunas pruebas de medi-das de las distancias entre América del Sur y las diversas
islas del Pacífico, a cargo de la NASA y Universidad de Te
*
Se ha instalado una red de estaciones para la re—
cepclón y medida de las ondas cuasares en Japón, Italia, China, RFA y California.
;
Aparte de ía última objeción de los antider¡vistas
,w t o d o s los especialistas están convencidos de que pronto . se llegará.a -pOnaf en evidencia los desplazamientos relativos d£ las masas continentales", dice Rouzé, y añade, con
m a r c a d o humorismo: "Los japoneses están especialmente ¡nte_
resados: e l l o s quisieran saber cuándo la Baja Cal ifornia »
habrá alcanzado el archipiélago Nipón. Como de todos modos
si» velocidad no excede de algunos centímetros por a ñ o , —
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ellos, tienen tiempo para verla venir..." (M.Rouzé 1984).Desde que Wegener concibiera la idea que sirvió de
fundamento a estas teorías, hasta hoy, muchos científicoshan contribuido a perfeccionarla y fueron nada menos que los invest igadores-dé diferentes Centros: Jason Morgan, de
Princeton; Dan He Kenzie, de Cambridge; y J. Le Pichón deLamont; quienes se reunieron para dar una definición del modelo (desconociendo sentimientos de rivalidad i nst i tucio_
nal) de la tectónica de placas llevados por la más objetiva, ded icac íón a la investigación científica, una de las —
más importantes razones del avance que se logra en otros países, precisamente por este motivo.
En este año, 1985, parece seguir despejando las in_
terrogantes eternas, que conducirán al hombre a conocer me_
jor la tierra, "uno de los arquetipos más profundamente ají
ciados en nuestro subconcíente" (Javier Le Pichón, 1984),tan importante para el hombre.
E. Semple, en "Influences of Geographic Envirüne—
ment", citada por J.F. Horrabin; llega a decir: "El hombre
es un producto de la superficie de la tierra. Eso no quiere decir solamente que es un hijo de la tierra, carne de su carne, sino que la-tierra lo ha formado y al¡mentado, le
ha propuesto trabajos, ha dirigido sus pensamientos, lo ha
enfrentado a dificultades que han fortalecido su cuerpo yaguzado su espíritu"... Podríamos añadir, que le ha dado ,
la seguridad de su"permanencia y estabilidad., hasta que
la curiosidad humana ver«fique la validez de la teoría querevolucionó los conceptos, al descubrtr que lejos de perma_
necer estable, ella se mueve inquieta y sin cesar bajo —
nuestros propios pies...
Prfo. Isela Bernal de Concha.
BIBLIOGRAFIA
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GLOSARIO
1.- CARBONIFERO.- Período de la era Paleozoica, en la e s c a
la geológica del tiempo, que abarca el lapso entre los
280 a 345 .mil Iones de años.
2.- PANGEA.- Continente único, hipofético, o protocontiner^
te r gigantesco formado por Ñor y Sudamérica, cont. europeoafricano, India, Australia, Africa y Antártida.
3.- GL0S0PTER1S.- Helecho en forma de lengua, extinguido hace mucho tiempo. Encontrado en rocas de 300 millones
de años de antigüedad.
4.- GONDWANA.- Nombre propuesto por E. Suess (inspirado en
los "Gonds" tribu aborigen india) para nominar la masa
continental constituida por los actuales continentes australes. Su existencia en el pasado se deduce a par=
tir de la existencia de fósiles tales como la flora —
carbonífera de Glosopteris.
5.- IS0STAS1A.- Aplicación del principio de Arquímedes a la corteza terrestre que es más gruesa en los contlnen_
tes elevados y más delgada en los océanos, teniendo en
cuenta que al parecer ambas flotan en el manto.
6.- GRAVIMETRICO.- Basado en medidas relacionadas con el peso de las masas.
7.- DORSALES.- Largas cadenas de montañas submarinas cuyacresta está recorrida por un valle axial llamado rift,
por donde brotan lavas basálticas, de las profundidades del manto.
8.- LITOSFERA.- Capa externa dé la tierra constituida por-
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roca sol f«ja.
9.- ASTENOSFERA.~ Capa subyacente, a urtos 70 Km. debajo de
la litósfera, la cual al ser más blanda que ,1a litosfera, permite que ésta se mueva. En esta zona, el Manto, parcialmente fundido, comienza a presentar una cor^
sistencia plástica..
10. CINEMATICA.- Comprensión detallada de sus desplazamien_
tos relativos.
!!. EULEftIANO.- De Euíer; matérrático Suizo. Aplicado al e Je de la tierra, (diferente del eje geográfico) sobreel cual las trayectorias de cada punto deben ser peque
ños cfrculos centrados sobre el mismo polo de rotación
cuya velocidad es constante.
12. CUASARES.- 0 quasares, abreviación de "Objetos Cuasi Estelares" que tienen la capacidad de emitir potentesradiaciones, ofrecen imágenes ópticas de tipo estelar"
a pesar de no ser identificables con las galaxias.
1 3 . MANTO.- Parte de la tierra situado debajo de la corteza exterior hasta los 2,900 km. bajo la superficie; e_s
ta constituida por rocas pesadas como la periddtita. Se creía que era sólido, pero se están detectando a de^
terminadas profundidades, rocas próximas a su punto de
fusión, capotes de fluir plásticamente.
H , SISMOGRAFOS NORMALIZADOS.- Construidos de tal manera que son capaces de proporcionar datos compatibles.
15.* ANDESITAS.- Rocas ligeras de origen ígneo, que formaCristales de andesina, propia de los Andes.
16." DEVONICO.» Período de la era Paleozoica comprendido entre los 3^5 y 395 millones de años en la escala geó_
lógica del tiempo.
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